1988_El libro de cabecera del espia=Greene_Graham

7/30/2019 1988_El libro de cabecera del espia=Greene_Graham

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El libro de cabecera del espaEl libro de cabecera del espa

GRAHAM GREENEGRAHAM GREENE&&HUGH GREENEHUGH GREENEA la inmortal memoria de William Le Queux y John BuchA la inmortal memoria de William Le Queux y John Buch

El nuevo avin militar britnico.Diseo trazado por el teniente Karl Strauss, del Servicio Secreto Alemn

Ttulo del original en ingls: THE SPY'S BEBSIDE BOOKTraduccin de Roberto Bixio

Sur


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Aquella noche apenas si dorm

WILLIAM LE QUEU

La profesin de espa es sumamente singul

uando el espa trabaja por su propia cuenta. N

xperimenta ste acaso la excitacin de un ladr

in dejar de aparecer como un ciudadano honesto

ero el hombre que abraza este oficio debe est

reparado a hervir lentamente de clera, onsumirse de impaciencia, a permanecer erguid

n el fango mientras se le hielan los pies,

ongelarse y a abrasarse y a sentirse defraudad

or falsas esperanzas. Debe estar preparadpenas reciba una mera indicacin, para trabaj

n procura de una meta desconocida; deb

obrellevar la desilusin de fracasar en su empe

ebe estar preparado para correr, permanec

nmvil, quedarse durante horas observando un

entana, para inventar mil modos de accin...

nica excitacin que puede compararse con s

s la que siente un jugador.

HONORE DE BALZ


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INTRODUCCIN

Apenas tengo ttulos para escribir este prefac

ues no estoy seguro de haber conocido a ms na docena de espas en mi vida, y sobre dos llos an albergo mis dudas: Un comerciante suiuya libreta de notas tuve en mi poder duran

ocas horas, muchos aos atrs (y cosa extraontena la direccin de un amigo mo que residdos millas de distancia apenas y que muri

o despus en un campo de concentracin nazotro hombre de origen ms bien indetermina

on quien proyect pasar las vacaciones avidad en las Islas Bahamas, aunque la mala

me priv de aquellas vacaciones la malaadecida por otra persona, lo cual empeor a

as cosas. Empero no tengo motivos para dudar no de aquellos espas: Careca de las dotes de ltros, porque era iletrado, no poda contar arrie diez y el nico punto que conoca de la brju

ra el Este, pues era mahometano. En los ltim


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os hube de recordarlo a propsito del informe un caso de divorcio en el cual el juez formulaeveras crticas a un detective privado. El detectira tambin iletrado, iba a su trabajo montado

na bicicleta y dictaba los informes a su caserue era sorda como una tapia. La vida es extraa

Los lectores de esta antologa entrarn onocimiento de cun verdaderamente extraa

a vida, en el caso de que no hubieran aprendin la leccin. Me pregunto con curiosiduntos habran podido discernir lo verdadero a ficticio en esta antologa si los compiladores ubieran estampado los nombres de lolaboradores. La visita de Cicero a la Embajalemana en Angora, Parece ms o menos ficticue la de Hannay al cuartel mayor del Servicecreto Britnico? Podra en verdad el lect

ecidir, entre el espa de Mr. Dennis Wheatletrapado en un bao del Ritz, y los infortunios doronel Lawrence en Arabia, cul de los dos relatarra un hecho imaginado? Confieso que m

esulta ms convincente el de Mr. Wheatley, pu


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o puedo imaginarme cmo Lawrence, tendior sus apresadores en un banco, poda observ

as marcas del ltigo circasiano en su cuerpo. Uuen espa no debe adornar sus relatos,

recisamente la forma en que presenta los hechl coronel Lawrence me lleva, poco predispuesomo estoy a compartir el punto de vista de Mldington en ninguna circunstancia, a recelar d

exto de su informe. Porque la verdad es que ste extrao y pintoresco mundo de pesadiamos la bienvenida a lo prosaico. Un ntimmigo mo recibi en cierta ocasimultneamente, un informe de dos espas acere lo que contena determinado cobertizo de erdromo africano: Un espa dijo que all habscondido un tanque, y el otro que slo habotas viejas. Mi amigo, desde luego, se sint

nclinado a creer que all haba botas viejas. Pllo puedo creer en el ficticio coronel Haki de Mmbler y en su ambicin de escribir una noveolicial, al paso que me resulta difcil creer en

eal coronel Baden-Powell que, cazando maripos


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n Dalmacia, bosqueja los planos de ortificaciones en el diseo de las alas de u

mariposa. El equipo de viaje de Bond imaginaor Mr. lan Fleming no es desde luego m

antstico que el amueblamiento de la oficirivada de Herr Schellenberg. Esto es ciertquello no es cierto: Que elija el lector.En cuanto a los personajes que aparecen en u

eccin de la antologa Una coleccin dospechosos debo decir que siento por ellierta simpata personal, pues durante todo

mes del invierno de 1951 yo tambin me hall, ndochina, alcanzado por las sospechas. (iquiera se me ocurri que estaba entonces enistinguida compaa de Wordsworth y Lawrence Gauguin y Thomas Mann.) Pasaron algunos dntes de que comprendiera qu haba detrs de

ficin literaria de un miembro de la Sreestacado en Hanoi. Diariamente recorra breras en busca de ejemplares de mis novelasl atardecer me visitaba con su pequea pila

bros para pedirme ddicaces para l, para


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mujer, para sus amigos. Por fin descubr que ra el hombre ingenuo que yo haba tenido anidad de creer: Trataba, del modo misimulado, de cumplir con las instrucciones d

omandante en jefe, general de Lattre, que ierta embarazosa circunstancia y en su prop

mesa me acus de espionaje. Despus de ello mas arregl para ahorrarle dificultades a

Dupont". Convinimos en encontrarnos todas ardes para beber unas copas y jugar una partie quatre-cent-vingt-et-un en el Caf de la Paonde yo le dira qu haba hecho durante el da cortesa del miembro de la Sret exiga queusped y sospechoso ganara siempre; y ortesa del sospechoso exiga que uno y otebieran igual cantidad de copa

Desgraciadamente aquel agente policial no esta

costumbrado a saborear bebida ms fuerte quevermouth-cassis", y su mujer se negaba a creue el deber lo retuviera hasta tan tarde y evolviera a su casa bajo influencia t

esacostumbrada. An experimento una sensaci


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e culpa respecto de mi cordial vigilante cuanecuerdo su rostro triste y cansado de sabuesue al parecer haba brotado de una unispiritual entre M. Fernandel y Mr. Brownin

lzado sobre la copa que no deseaba beberscuchando una historia que no deseaba oprensivo y colmado de mudos reproches. Cu

mplacable suele ser uno cuando siente que

erecho est de su lado. Su estmago era dbiln cierta ocasin qued completamente borrachcaso para acallar el recuerdo acosador de aquspectro bondadoso e inoperante me haya unido

mi hermano en la tarea de compilar este Libro dabecera del espa, as como para evocar figur

mucho ms absurdas e improbables.GRAHAM GREEN


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PARA PRINCIPIANTES

En nuestro primer encuentro, extrao y fatal

JOHN DONN

I. PROPUESTA DE UNA MISIN

Haba terminado de desayunarme y estaargando la pipa cuando recib el telegrama ullivant. Me hallaba en Furling, en la gran casa ampo de Hampshire adonde haba ido paeponerme despus de Loos, y Sandy, que estan el mismo caso, registraba el aparador en buse la mermelada. Le alargu el telegrama envueln la faja azul, y dej escapar un silbido.Mi enhorabuena, Dick, te han dado el man

el batalln. O quiz se trate de un mensaje dstado Mayor. En adelante sers un mald

mandn, severo con los oficiales inferiores. ensar en las blasfemias que les habrs dedica

n tu buena poca a los mandones!


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Me sent y reflexion durante unos instanteues aquel nombre de "Bullivant" me hacetroceder dieciocho meses, a un clido verano ntes de la guerra. Desde entonces no lo hab

isto, si bien no pocas veces haba ledo su nombn los diarios. Por espacio de ms de un ao aba sido un atareado oficial de batalln conola preocupacin de convertir a reclutas

uenos soldados. Haba tenido xito, y no existombre ms orgulloso en la tierra que Richaannay cuando lanz a sus Montaeses de Lennl asalto de los baluartes enemigos en aqulorioso y sangriento 25 de setiembre. Loos no fn picnic, por cierto, y habamos tenido algun

eas escaramuzas antes de l, pero confieso quencidente ms penoso de la campaa fue un frecido por cierta dama a un grupo de oficiale

ntre los que se contaba Bullivant, antes domienzo de la guerra.

Cuando vi su nombre en el formulario delegrama pareci cambiar toda mi visin de

ida. Haca cierto tiempo que esperaba


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omando del batalln y que ansiaba enfrentarmon los hermanos boches. Pero aquel mensairigi mis pensamientos por otro sendero. Acan la guerra no todo fuera una lucha frontal. P

u diablos deseaba el Foreign Office entrevistaron un oscuro mayor del Nuevo Ejrcito, y padidura deseaba verlo con suma urgencia?Saldr para la ciudad en el tren de las diez

nunci; estar de vuelta para la comida.Visita a mi sastre dijo Sandy. Hace un

niformes de oficiales del Estado Mayor xcelente corte. Invoca mi nombre.Una idea se apoder de m.-T ya te sientes completamente repuest

Dme, si te telegrafo, Empacars tus cosas y lmas y te reunirs conmigo?

Desde luego! Acepto un cargo en tu Esta

Mayor si te ponen al frente de un batalln. Perouelves esta noche, comprtate como un bumigo y trae unas cuantas latas de ostras weeting's.


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Viaj a Londres a travs de la habitual llovizna oviembre; cuando llegu a Wimbledon el cielo espej y haba hmedos rayos de sol. Jams puoportar a Londres durante la guerra. La ciud

areca aturdida y haba engendrado toda suere insignias y uniformes que no se acomodabon mi idea de ella. Uno senta ms la guerra en lalles que en el frente; mejor dicho: Uno senta

onfusin de la guerra sin comprender ropsito. Me atrevo a decir que todo aqueareca normal, pero lo cierto es que desde agose 1914 nunca pas un da en la ciudad sin volveasa horriblemente deprimido.

Tom un taxi que me llev directamente a ede del Foreign Office. Sir Walter no me hisperar mucho, y cuando su secretario me hiasar al despacho me cost trabajo reconocer

ombre que haba visto dieciocho meses antes.Su cuerpo fornido pareca descarriado

mostraba cados los cuadrados hombros. El rostaba perdido su caracterstico tinte rosado

xhiba algunas manchas rojas, como suele ver


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n los hombres que no toman aire fresco. Su pera mucho ms gris y muy ralo en las sienexhiba tambin profundas ojeras. Pero los ojran los mismos de antes, agudos, benvolos

nquisitivos; tampoco haba cambiado el mentue ostentaba su firmeza habitual.Que nadie nos moleste, por ninguna raz

urante una hora orden a su secretar

uando el joven se hubo retirado, atraves espacho y cerr con llave las dos puertas de st

Muy bien, mayor Hannay dijo dejndoaer en el silln, junto al fuego. Le gusta la vi

militar?Mucho dije, aunque esta no

recisamente la clase de guerra que yo hubiereferido. Es un negocio molesto, sangriento. Pee todos modos ya les hemos tomado la medida

os boches, y sabemos que la lucha ser duruento con volver al frente dentro de una o demanas.Le darn el mando del batalln? pregunt

l parecer, haba seguido mis pasos muy de cerca


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Creo que tengo buenas perspectivas de qme lo ofrezcan. Aunque, desde luego, en esuncin no me interesa el honor ni la gloria. Desomportarme lo mejor que pueda, pero tambi

nsi con todas mis fuerzas que la guerra termino nico que me preocupa es salir del baile conellejo salvo.Sir Walter ri.

Es usted injusto consigo mismo. Qu me diel puesto avanzado de observacin en El rbolitario? Entonces se olvid usted de su propellejo.Sent que enrojeca.Aquello no tena importancia dije, y no m

magino quin se lo refiri. No me gustaba aqurabajito, pero me vi en la obligacin de impedue mis subalternos aspiraran con demasia

ehemencia a la gloria, y por eso lo hice yo. Ern montn de jvenes lunticos, capaces de ponl pecho a las balas. Si hubiera enviado a alguno llos, ste habra pedido de rodillas a


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rovidencia que lo metiera en una situacieroica y desesperada.Sir Walter an rea entre dientes.No pongo en tela de juicio su prudencia. De

er porque sabe comportarse con serenidauestros amigos de la Piedra Negra lo hubierogido en nuestro ltimo y alegre encuentro. an poco discutible como su valor. Pero pienso, s

mbargo, que acaso est mejor empleada en ugar distinto de las trincheras.

Est descontento de m el Ministerio uerra? pregunt bruscamente.

Est profundamente satisfecho de usteropone que le den el mando de su batalln.hora, si usted escapa a una bala perdida, llegain duda a brigadier. Esta guerra es maravilloara la juventud y los hombres inteligentes. Pero

Debo dar por descontado que su nica ambicis servir a la patria, Hannay?

Por cierto dije. No estoy metido en uerra por razones de salud. Ech una mirada

mi pierna, de la cual los mdicos haban extra


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os fragmentos de granada, y sonri de moxtrao y zumbn.Ya est del todo repuesto? pregunt.Me siento fuerte como un roble. Juego al ten

como y duermo como un escolar.Se puso en pie y permaneci vuelto de espald

l fuego; sus ojos vagaban, a travs de la ventanor el parque invernal.

Es una gran empresa, y no tengo dudas de qsted es hombre digno de ella. Pero hoy otros queden desempearse en el frente tan bien comsted, pues la vida militar exige hoy hombres rmino medio y no naturalezas humanas xcepcin. Se asemeja a una gran mquina cuyistintos engranajes han quedado uniformadosted no lucha porque le guste la guerra siorque quiere ayudar a Inglaterra. Y si pudie

sted ayudarla mucho ms que comandando atalln, o una brigada, o, llegado el caso, uivisin? Y si hubiera una tarea que slo ustuede realizar? No hablo de un trabajo

ficinista embusqu sino de algo comparado con


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ual su lucha en Loos viene a ser un picnic dscuela dominical. Teme usted el peligro? Puien, en esta tarea no luchar usted rodeado de jrcito, sino solo. Le gusta vencer

ificultades? Pues bien, puedo ofrecerle una faeue pondr a prueba todas sus potencias. Tielgo que decir?

El corazn haba comenzado a latirme c

esasosiego. Sir Walter no era hombre xagerar.Soy un soldado dije;, y estoy a las rdene mis superiores.

Es cierto; pero lo que estoy a punto roponerle no cae, de ningn modo concebibentro de la esfera de los deberes de un soldadntender perfectamente si usted rechaza. En aso, se comportar usted del mismo modo q

me comportara yo... del mismo modo que omportara cualquier hombre sensato. No desjercer ninguna clase de presin sobre usted.sted lo quiere, ni siquiera le formular

roposicin y lo dejar seguir su cami


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esendole buena suerte al mando del batallo deseo turbar a un buen soldado obligndoloecisiones imposibles.

Estas palabras obraron sobre m como

guijn; sent renovados bros.No he de huir antes de que disparen l

aones. Dgame cul es esa proposicin.Sir Walter se dirigi a un armario, lo abri co

na llave de su llavero y tom una hoja de pape un cajn. Pareca una media hoja comrrancada de una libreta de notas.Tengo entendido dijo que sus viajes no an extendido por el Este.No -dije, excepto un viaje de caza p

frica Oriental.Ha seguido usted por casualidad la campa

militar que se desarrolla en aquel frente?

He venido leyendo con regularidad los diariesde que ingres en el hospital. Algunamaradas luchan en el frente de la Mesopotamnaturalmente siento curiosidad por saber q


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abr de ocurrir en Gallpoli y Salnica. Presumue Egipto est completamente a salvo.Si me escucha usted durante diez minuto

omplementar las noticias que ley en los diario

Sir Walter se recost en un silln y habmirando el techo. La suya fue la mejor historia,ms clara y la ms completa de cuantas hubie

scuchado sobre un episodio o incidente de

uerra. Me habl, con precisin de detalles, soba situacin de Turqua. Me hizo conocer las queje esa potencia por el hecho de que hubiramapturado sus acorazados, el perjuicio provocaor la llegada del Goeben, me habl de Enver, u singular Comit y del modo en que tenrcticamente sometidos a los turcos. Despus ablar durante largo rato, comenz

nterrogarme.

Usted es un hombre inteligente, y ha reguntarse cmo es posible que un aventureolaco como Enver y un grupo de judos y gitanayan sometido a una raza orgullosa. El hombre

a calle le dir que ello se logr en virtud de


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rganizacin alemana, respaldada por el dinelemn y las armas alemanas. Inquirir ustntonces cmo es posible, puesto que Turqua rimariamente una potencia religiosa, que el Isla

aya desempeado un papel tan insignificante odo esto. La fuerza del Sheikh-ul-Islam no entn consideracin, y aunque el Kaiser proclame uuerra Santa, se llame a s mismo Ha

Mohammed Guilliamo, y diga que lohenzollern descienden del Profeta, tal prdiarece haber cado en terreno estril. El hombe la calle volver a contestar que el Islam se esransformando en Turqua en un cero a zquierda y que los caones de Krupp son luevos dioses. Sin embargo... no s. No creo

modo alguno que el Islam pase a ser un cero azquierda.

"Miremos las cosas desde otro punto de vista ontinu. Si Enver y Alemania por s solrrastran a Turqua a una guerra europea, pnes que no pueden interesar a ningn turco,

azonable que obedezcan al ejrcito regular


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onstantinopla. Pero en las provincias, donde slam es fuerte, se produciran inevitablemenisturbios. Muchos de nosotros contbamos cllo. Pero hemos sido defraudados. El ejrcito si

s tan fantico como las hordas de Nahdi. Lenusiyas intervinieron en el juego. L

musulmanes persas amenazan con hacer estalesrdenes. Un viento caliente sopla por el Este

os pastos resecos esperan la lluvia. Y el vienopla hacia la frontera india. De dnde procese viento?, le pregunto.Sir Walter haba bajado el tono de voz y habla

muy lenta y distintamente. O la lluvia que cahorreando de los aleros de la ventana y, m

ejos, el estrpito producido por los taxis Whitehall.

Puede darme usted alguna explicaci

annay? volvi a preguntarme.Parecera que el Islam interviene en es

sunto ms de lo que pensamos dije. Imagiue la religin es la nica fuerza capaz de unir a

mperio tan desmembrado.


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Tiene razn dijo. Debe usted tener razos hemos redo de la Guerra Santa, de la Jehrofetizada por el viejo Von der Goltz. Pero crue aquel estpido viejo con enormes anteoj

staba en lo cierto. Se est preparando una Jehaa cuestin es saber cmo se prepara.

Que me cuelguen si lo s dije; pepostara a que no la puede preparar un grupo

nimosos oficiales alemanes. Imagino que mposible fabricar Guerras Santas slo con laones de Krupp, unos pocos oficiales del Esta

Mayor y un guardacostas con las calderuncionando a todo vapor.

De acuerdo. No son tontos, por ms qosotros tratemos de persuadirnos de lo contrarero, Y si supusiramos que hayan encontralguna tremenda sancin sagrada: Algn obje

anto, algn libro evangelio o algn nuevo profeel desierto, algo que pueda prestarle al f

mecanismo de la guerra alemana la fascinacin as antiguas invasiones torrenciales que derribar

l Imperio Bizantino e hicieron temblar los mur


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e Viena? El Islam es un credo combatiente, ymullah an se presenta en el pulpito con el Cor

n una mano y blandiendo la espada en la otra. supusiramos que existe alguna Arca de

lianza, capaz de enloquecer a los ms apartadampesinos musulmanes con sueos del ParasQu ocurrira entonces, amigo mo?Pues que en aquellas regiones no tardara

ncenderse un infierno.Un infierno que puede extenderse. Recuer

ue ms all de Persia est la India.Usted habla de suposiciones. Pero, Qu sa

e cierto? le pregunt.Muy poco, con excepcin del hecho concretel hecho no admite discusin. He recibi

nformaciones de agentes dispersados por todartes: Buhoneros de Rusia Meridional, tratant

e caballos de Afganistn, mercaderes turcoeregrinos que se dirigen a La Meca, jeques frica Septentrional, marineros de las costas d

Mar Muerto, mongoles de piel tersa como

adana, faquires indios, comerciantes griegos d


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olfo, as como respetables cnsules que mnvan mensajes cifrados. Todos coinciden eferir la misma historia. El Este espera uevelacin. Se la han prometido. Alguna estrella

n hombre, una profeca o un hechizo ncamina hacia el Este desde el Oeste. Llemanes lo saben, y al jugar ese naisombrarn al mundo.

Y la misin que usted me propone consiste r al escenario de los hechos y descubrir la trame este asunto?Aprob con un grave movimiento de cabeza.S, esa es la insensata e imposible misin.Dgame una cosa, Sir Walter dije. S q

n este pas se acostumbra encargar a los hombrue tienen conocimientos o dotes especiales paeterminada tarea, otra tarea exactamen

puesta a aquella. Conozco todo lo que se refiereDamarlandia, pero en lugar de incorporrseme

stado Mayor de Botha, segn solicportunamente, me mantuvieron en el fango

ampshire hasta que concluy la campaa en


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frica Sudoccidental alemana. Conozco a ombre que pasara a las mil maravillas por rabero Cree usted que lo mandaron al Este? ejaron en mi batalln... Lo cual, por lo dems, m

ino muy bien, pues me salv la vida en Looonozco tal costumbre, pero No cree usted qsto es llevar las cosas demasiado lejos? Ha aber millares de hombres que pasaron aos en

ste y hablan todas las lenguas. Esos son lndividuos apropiados para esta tarea. En mi vii a un turco, excepto un tipo que realixhibiciones de lucha en Kimberley. Usted uesto los ojos en el hombre menos apto para e

aena.Usted ha sido ingeniero de minas, Hannay

ijo Sir Walter. Si usted necesitara un hombara buscar oro en Barotseland preferira, des

uego, encontrar uno que conociera el pas, ueblo y el idioma. Pero sin embargo, el primequisito que exigira de l sera que tuviera olfaara encontrar oro y conociera el oficio.

osicin es sta, precisamente. Creo que tie


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sted olfato para hallar lo que nuestros enemigratan de ocultar. S que es usted valiente, sereingenioso. Por eso le refer toda esta historia. P

o dems...

Desenroll un gran mapa de Europa que colgae la pared.No puedo decirle dnde hallar usted la pis

el secreto, pero puedo poner lmites a

squeda. Nada encontrar al este del Bsforoor lo menos por ahora. An est en Europuede estar en Constantinopla o en Tracia. Acast an ms hacia el Oeste. Lo cierto es que esplaza hacia el Este. Si usted llega a tiemuede impedir que llegue a Constantinopla. Ess cuanto puedo decirle. En Alemania tambionocen el secreto los funcionarios para quienene inters. Por el momento, el investigador

e buscar en Europa.Dgame algo ms dije. S que no pue

arme usted detalles ni instruccioneaturalmente, no podr ofrecerme ayuda si m

eo en dificultades.


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Aprob con la cabeza.Tendr que confiar nada ms que en s

uerzas.Me da usted libertad de accin?

Absoluta libertad de accin. Tendr usted tol dinero que pida as como toda la colaboraciosible. Podr usted ajustar sus pasos al plan q

e parezca ms conveniente e ir a cualquier par

ue crea til. Nosotros no podemos danstrucciones.

Una ltima pregunta. Usted ha dicho que essunto es importante. Pero quisiera saber cul

a real importancia que tiene.Es de vida o muerte dijo solemnementei ms ni menos que de vida o muerte. Una vue sepamos en qu consiste la amenaodremos contrarrestarla. Pero mientr

ermanezcamos a oscuras, avanzar sin saltbstculos y quiz lleguemos demasiado tardemos de ganar o de perder la guerra en Europ, pero si el Este se inflama, habremos de distra

uestro esfuerzo de Europa y el gran coup pue


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allar. De esto depende el resultado de la guerra,ictoria o la derrota, Hannay.

Me levant de la silla y me dirig hacia entana. Era un momento difcil de mi vida. M

ustaba la vida militar y me senta feliz ompaa de los otros oficiales. Sir Walter meda que me internara en territorios enemigersiguiendo una investigacin para la cual no m

enta en modo alguno capacitado... Unvestigacin que se alargara durante das oches solitarios, de sobreexcitacin nervamiento, de peligro mortal que mnvolvera como una tnica. Al mirar el da grisro, tembl. Aquel asunto era demasiainiestro, demasiado inhumano. Pero Sir Waltaba dicho que se trataba de una cuestin de vimuerte y yo le haba declarado que estaba

ervicio de mi patria. No poda impartirmrdenes, pero Acaso no estaba yo bajo rdeneajo rdenes ms altas que las de mi brigadie

Me consideraba incompetente, pero hombres m

nteligentes que yo estimaban que e


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ompetente, o por lo menos competente para urueba. Saba en lo ntimo de m mismo queechazaba, jams volvera a hallarme en paz en

mundo. Y sin embargo Sir Walter haba calificado

quel proyecto de insensato y haba dicho quemismo no habra aceptado la misin.

Cmo hace uno para tomar una gran decisiuro que cuando me volv para hablar tena

ntencin de rehusar. Pero mi respuesta ffirmativa: Haba cruzado el Rubicn. Mi voz souebrada y remota.

Sir Walter me estrech la mano y sus ojarpadearon ligeramente.

Quiz lo enve al encuentro de la muertannay. Buen Dios, qu oficio de puta es eber! Si eso ocurre, me atormentarn lemordimientos, pero usted jams se arrepenti

o tenga cuidado por eso. Ha elegido usted amino ms arduo pero es el que lleirectamente a la cima de la montaa.


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Me alarg la media hoja arrancada de una libree notas. Veanse en ella escritas tres palabraKasredin", "cncer" y "v. 1."Es la nica clave que poseemos dijo. N

uedo, desde luego, descifrarla, pero le referimo lleg a nuestras manos. Durante auestros agentes trabajaron en Persia

Mesopotamia; la mayor parte de ellos er

venes oficiales del ejrcito indio. Corronstante peligro de muerte y de vez en cuanesapareca uno de ellos; muchos aparecan luen las cloacas de Bagdad. Pero descubrier

muchas cosas y consideraban que el juego eigno de los riesgos. Nos pusieron onocimiento de esa estrella que se alza en

Oeste, aunque no pudieron suministrarnetalles. Pero uno de ellos el mejor de todos

os ha dado un indicio. Trabajaba entre Mosul yrontera persa como muletero y se habnternado hacia el Sur, en los cerros BakhtiaDescubri algo, pero como sus enemigos saban

ue saba, lo persiguieron. Hace tres mes


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pareci tambaleante y desfalleciente en ampamento de Delamain con diez balas en uerpo y un gran tajo en la frente. Murmur ombre, pero aparte de esto y del hecho de q

lgo vena desde el Oeste no dijo nada ms. Mulos diez minutos. Se encontr este papel en ue sus bolsillos, y puesto que grit en sus ltim

nstantes la palabra "Kasredin", debe tener al

ue ver con la investigacin que realizaba. Usteber descubrir si tiene algn significado.Dobl la hoja y la coloqu en mi cartera.Qu hombre valiente! Cmo se llamaba?

regunt. Sir Walter no respondi en seguidMiraba por la ventana.

Se llamaba dijo por fin Harry Bullivant. Emi hijo. Que Dios d paz a su intrpida alma!

JOHN BUCHA


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2. INSTRUCCIONES AL CORONEL ZABOTIN

(Grant era el nombre profesional del coron

abotin, agregado militar sovitico en Ottawlek era el nombre profesional del doctor Aliunn May. El Director era el director del Servicecreto Militar con sede en Mosc.)

A GRANTA GRANT

Las disposiciones tomadas para el encuentro

on satisfactorias. Le informo acerca de las nuevisposiciones.

1. Lugar: Frente al Museo Britnico ondres, en Great Russell Street, en la vere

puesta, por Museum Street desde el lado ottenham Court Road repetimos Tottenhaourt Road, Alek avanza desde Tottenham Couoad y el hombre de enlace desde el lado opuestouthampton Row.


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2. Hora: Como lo indic usted, sera mrctico que el encuentro se realizara a las veinti esto resulta conveniente para Alek, porque leintitrs es hora demasiado avanzada. En cuan

la hora, llegue a un acuerdo con Alek omunqueme la decisin. En el caso de que ncuentro no tuviera lugar en octubepetiremos la hora y el da en los mes

ubsiguientes.3. Seas de identificacin: Alek llevar bajorazo izquierdo el diario Times y el hombre nlace llevar en la mano izquierda la revisicture Post.4. Contrasea: El hombre de enlace: "Cul l camino ms corto al Strand?"

Alek: "Pues bien, venga conmigo. Yo mncamino hacia all".

Al comenzar la conversacin sobre el asuntlek dice: "Saludos cordiales de Mikel".Informe sobre la transmisin de las condicioneslek.

DIRECTO


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3. UN RELATO ESTUPENDO

El coronel, conocido en el Departamento

nformaciones Secretas, segn descubri lueshenden, por la letra R, se levant cuando aquntr y le estrech la mano. Era un hombre mien alto, delgado, de rostro amarillo de profund

acciones, ralo pelo gris y bigotes semejantes a epillo. Lo que primero llamaba la atencin enra que los ojos azules estaban demasiado juntooco le faltaba para parecer bizco. Eran ojos durorueles y sumamente cautelosos; le daban uxpresin astuta y de disimulo. Tratbase de ombre en el cual nadie podra confiar a primeista y que no despertaba simpata. Sus manerran agradables y cordiales.

Le hizo a Ashenden una infinidad de preguntauego, sin ms ni ms, sugiri que estaba dotaentajosamente para el servicio secreto. Ashendonoca varios idiomas europeos y su profesi

freca un excelente pretexto, pues pretendien


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ue escriba un libro, poda visitar, sin llamar sob la atencin, cualquier pas neutral. Mientriscutan este punto, R dijo:Sepa usted que podr obtener un material q

e ser muy til para sus libros.Eso no me interesara dijo Ashenden.Le referir un incidente que ocurri hace m

ocos das, cuya veracidad le garantizo. Cuando

upe pens que en l haba materia para escribn relato estupendo. Uno de los ministros rancia viaj a Niza para recuperarse de un resfr

llev consigo algunos documentos mmportantes, que meti en un portafolios. Eran erdad muy importantes. Pues bien, uno o das despus de su llegada trab relacin cierta dama pelirroja, en cierto restaurante done bailaba, y sinti una amistosa inclinacin p

lla. Para abreviar, le dir que la llev esa nocheu hotel cosa que, desde luego, era mmprudente y cuando se despert a la maaiguiente comprob que haban desaparecido

ama y el portafolios. Haban bebido una o d


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opas en la habitacin, y el ministro presume quando l le volvi la espalda, la mujer dej cana droga en su vaso.R dej de hablar y mir a Ashenden; sus oj

emasiado juntos despedan un fulgor.Dramtico, No es cierto? pregunt.Quiere usted decir que eso ocurri el ot

a?

La anteltima semana.Imposible dijo Ashenden, alzando la voz

s imposible porque hace sesenta aos que vemna y otra vez ese episodio en el escenario y queemos escrito en millares de novelas. Quieecir que slo ahora la realidad ha alcanzado accin?R qued algo desconcertado.Bien, bien... Si lo cree necesario, le puedo d

os nombres y las fechas; y crame que los Aliade han visto en apuros por la prdida de locumentos contenidos en aquel portafolios.Debo decirle, seor, que si eso es todo lo q

ueden ustedes ofrecer en el servicio secreto


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uspir Ashenden-, me temo que, como fuene inspiracin para un escritor de obras de ficcie nada sirva. Le juro que no podemos seguscribiendo esa misma historia.

W. SOMERSET MAUGHA


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4. UNA VISITA NOCTURNAA LA EMBAJADA ALEMANA

En un mullido silln cercano a una de mparas de mesa estaba sentado un hombre

modo tal que su rostro apareca envuelto ombras. Permaneca tan quieto que bien pod

star durmiendo...Presum que apenas tendra ms de cincuen

os. Luca un espeso pelo negro, aplastado hactrs por el cepillo, y su frente aparecescubierta. Sus ojos negros se moverviosamente, mirndome ya a m, ya a la puertu barbilla era firme, su nariz pequea y deformn conjunto no era un rostro atractivo. Mdelante, cuando lo hube visto muchas veces,

me ocurri comparar aquel rostro con el de ayaso sin afeites: Era el rostro de un hombcostumbrado a disfrazar sus sentimientos.


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Hubo un momento de silencio, probablemeno tan largo como se me figur, durante el cuos medimos con la mirada.

"Quin diablos podr ser? pens. C

eguridad que no es un miembro del CuerDiplomtico".

Me sent y lo invit a hacer lo mismo. Pero isitante se dirigi de puntillas a la puerta,

ntreabri, volvi a cerrarla silenciosamenteegres para sentarse de nuevo en el silln, cvidente alivio. En aquel momento pareca, erdad, un extrao personaje.Luego, entrecortadamente al principio y en

rancs pobre, comenz a hablar:Vengo a hacerles una proposicin, u

roposicin o como quiera llamarla, uroposicin a los alemanes. Pero antes de deci

e qu se trata le pido que me d su palabra ue, tanto en el caso de, que la acepte como ue la rechace, no ha de mencionar nada de essunto a nadie, excepto a su jefe. Cualqu

ndiscrecin tornar su vida tan poco valiosa com


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a ma. Tendr especial cuidado en que esto sealtima cosa que haga.

Acompa estas ltimas palabras con esagradable e inconfundible ademn, llevndo

a mano a la garganta.Me da usted su palabra?Desde luego, Si no supiera cmo guardar

ecreto no estara aqu. Tenga la bondad

ecirme qu desea.Con cierta ostentacin mir mi reloj pulser

eaccion al punto.Tendr tiempo de sobra para concederm

uando sepa por qu estoy aqu. Mi proposicin e la mayor importancia para su gobierno. Soy...Titube, y no supe si atribuir su vacilacin a

ificultad con que tropezaba para expresarse rancs o a su deseo de probar mi reaccin.

... Puedo ofrecerle documentxtremadamente secretos, los ms secretos qxisten.Volvi a hacer una pausa por un momento

uego aadi:


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Proceden directamente de la Embajaritnica. Y bien? Le interesan No es cierto?

Hice un esfuerzo para mostrar un rostmperturbable. Mi primer pensamiento fue q

staba frente a un pillo en procura de dinerDeba comportarme cautelosamente. Parec

divinar mis pensamientos, pues dijo:Pero exijo dinero por ellos, mucho dinero.

rabajo es peligroso, como usted sabe, y si mescubrieran...Repiti el ademn desagradable, llevndose

mano a la garganta, aunque esta vez no mmenazaba.

Ustedes tienen fondos para este tipo peraciones, No es cierto? O su embajador

os tiene? En ese caso, su gobierno los proveerQuiero veinte mil libras, libras esterlinas inglesas

Le ofrec un cigarrillo, que acept agradecido; dnas pocas y profundas bocanadas y luego rroj al suelo y lo aplast con el pie. Se levante dirigi una vez ms hacia la puerta pa


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segurarse de que nadie escuchaba. Luego volvie plant frente a m. Yo tambin me puse en pieLe gustara saber quin soy, No es cierto?

ombre no tiene ninguna importancia y no le di

ada. Quiz le diga en qu trabajo, pero antsccheme. Le dar tres das para que conside

mi proposicin. Tendr usted que hablar con efe, y ste probablemente deba ponerse

ontacto con Berln. El treinta de octubre, a las tre la tarde, le telefonear a su despacho y reguntar si ha recibido una carta ma. Me haonocer con el nombre de Pierre. Si usted contesegativamente, jams volver a verme; y ontesta afirmativamente, ello significar que ceptado mi ofrecimiento. En ese caso volverisitarlo a las diez de la noche de ese mismo dunque no nos veremos aqu. Convendremos

ncontrarnos en otro lugar. Entonces le entregausted dos rollos de pelculas que contien

otografas de documentos secretos britnicossted me entregar la suma de veinte mil libras

illetes de banco. Usted arriesgar veinte m


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bras, pero yo arriesgar la vida. En el caso de qstedes hallen satisfactoria mi primera entregodr hacerles otras. Por cada subsiguiente roe pelculas quiero quince mil libras. Entendido?

Me sent inclinado a pensar que el hombre menta, pero estaba convencido de que, en vis

el precio exorbitante que exiga, la operacin egara a efectuarse, particularmente debido a q

areca esperar que comprramos los documentn verlos. Me promet subrayar, en el informe qeba escribir sobre este asunto, el extraordinaesgo que correramos. No tena dudas de queferta sera rechazada.Sin embargo, convinimos en que me telefoneami despacho el treinta de octubre a las tres de

arde. Tambin convinimos en que, si se aceptau oferta, Dos encontraramos cerca del galp

tuado en los fondos del jardn de la embajada.Una vez que hubimos arreglado estos detalle

me pidi que apagara todas las luces del hally as escaleras. Deseaba abandonar la casa bajo

roteccin de una completa oscuridad.


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Satisfice su deseo. Cuando volv al recibidor, aba puesto el sobretodo y calado el sombreasta las cejas. Ya era ms de medianoche.Permanec en el umbral de la puerta para deja

asar. Aferr sbitamente mi brazo y murmur mi odo:

Quiere saber quin soy? Soy el valet dmbajador britnico.

Sin esperar mi reaccin ante tal revelaciesapareci en la oscuridad.As termin mi primer encuentro con el homb

ue, pocos das despus, fue llamado en nuestdigo Cicero.

L. C. MOYZISC


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5. EL VALOR DEL JUEGO DEL VIGILANTEY EL LADRN

El juego del vigilante y el ladrn es en verdad ue los mejores juegos para los nios, y puede serfeccionado hasta convertirse en un eficienistema de exploracin en el frente de batal

nsea una infinidad de cosas.Cuando nio senta gran aficin por l, y l

retas que entonces me ense me valieron mucho en ms de una situacin crtica que lue

ube de afrontar. El yacer con el cuerpo pegadoerra en una zanja, entre matas ralas y arbustouando no tena tiempo para alcanzar l

matorrales tupidos antes de que el vigilanpareciera, me ense el valor de no buscar l

efugios ms obvios, puesto que sos sern los qrimero registre el perseguidor. Los vigilantes irigan directamente a los matorrales tupidoonsiderndolos los escondites ms probable


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mientras yo observaba tranquilamente sus idasenidas semioculto entre los tallos de los arbusto

A menudo vi a los vigilantes buscar en lefugios ms obvios, pero jams me encontraron

men ellos; y, del mismo modo que el cazador lefantes entre los helechos o la vizcacha en lgodonal, un nio oculto entre las matas ralas

nvisible para sus perseguidores, al paso q

uede observar todos los movimientos de iernas enemigas. Este conocimiento me resul

muy valioso cuando me persigui la policmontada militar, sospechando que yo era un esp

ncargado de pasar informes sobre las grandmaniobras.

SlR ROBERT BADEN-POWE


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6. TMESE UN HUEVO DURO

Tmense unas cuantas gotas de jugo de limsese una pluma completamente limpia. Mjesen el limn y escrbase el mensaje en una hoja

apel. Cuando el jugo se seque, nada se verrtese un hierro candente sobre el papel eaparecer la escritura, dbil y de ligero colardo.

*

Tmese una pluma limpia y mjesela en aguamplemente escrbase con la pluma seca sobre

apel. La pluma har pequeos araazos en apel, invisibles a simple vista, pero fcilmenisibles con ayuda del microscopio. Puede tambimplearse un bao de vapor de yodo. Para ello

oma un hornillo de metal, en el cual el yodo ha


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mantenerse a la temperatura ms baja en qermanezca evaporado. Se introduce la carta enao y, cuando se la retira despus de algun

minutos, se habrn fijado cristales de yodo a

argo de los minsculos y speros bordes formador el araazo de la pluma.

*

Naftol, colodin y acetona en las proporcione uno, veinte y sesenta, respectivamente; comeactivo sense cinco gramos de cido sulfri

mezclados con cincuenta centmetros cbicos cido ntrico en un litro de agua, mezcla que ade fra a un gramo de nitrato de sod

Disulvanse luego cincuenta gramos de acetato odio en doscientos centmetros cbicos de agu

l papel se empapa en una mezcla de cientmetros cbicos de la primera solucin einte centmetros cbicos de la segunda soluci

*


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Una mezcla de coac y leche.

*

Tmese un huevo duro. Mzclese alumbre cinagre hasta obtener la consistencia de la tintascrbase el mensaje en la cscara. Cuando la tin

e seca, nada se ve, pero algunas horas ms tarl mensaje (que debe escribirse con letrrandes) aparecer en la parte blanca del huevo.

BERNARD NEWMA


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EJEMPLO DE ESCRITURA INVISIBLE1

Los menores de dieciocho aos no deben someter e

gina a ninguna prueba alcohlica.


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AZARES DE LA PROFESIN

Hablan de asesinato... Ya no puedo confiar e

adie... Me matarn apenas les despierte la meve sospecha...

FELDC STIDGER, miembro del servicio dontraespionaje de la Unin en los Estados d

Norte para descubrir simpatas con lonfederados del Sur, durante la guerra civil, en u

nforme garabateado a su jefe, el coronel Henry

arrington.

7. BURLADO

Antes de que pudiera decir nada, salronunciar una ahogada maldicin, me arrojar

e cabeza en la caja vaca de un piano, cuesada tapa cerraron instantneamente sob

m... Haba sido burlado!WILLIAM LE QUEU


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8. UN LTIGO CIRCASIANO

Me hicieron subir a puntapis la escalera y m

endieron en un banco, sin dejar de castigarmDos de ellos se arrodillaron sobre mis tobil

ejndose caer luego sobre la parte posterior mis rodillas, mientras que otros dos torcieron m

uos hasta hacerlos crujir y luego los aplastarounto con mi cuello, contra la madera. El caaba corrido abajo, y ahora volva empuando

tigo circasiano: Una correa de delgado cueegro, redondeada y que iba adelgazndose desl espesor de un pulgar en el mango (guarnecie plata) hasta una punta aguda ms fina que

mina de un lpiz.Vio que yo temblaba, en parte creo que de fro

izo silbar el ltigo junto a mi odo; me escarnecicindome que antes de llegar a los diez latigazedira misericordia a gritos; luego comenzzotarme salvajemente cruzndome las espald

on todas sus fuerzas, mientras yo apretaba l


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ientes para soportar aquella cosa que mnvolva el cuerpo como metales llameantes.Para mantener la fiscalizacin de mi mente con

os latigazos, pero despus de los veinte perd

uenta; slo senta entonces el peso sin forma dolor y no las garras que haba esperado; lueent una gradual y crujiente escisin de todo er, como si lo despedazara alguna fuer

mnipotente cuyas oleadas rodaran por mi espiorsal hasta quedar encerradas en mi cerebara estrellarse all unas con otras produciendo errible estrpito. Un reloj ordinario comenzejar or su tictac y me angusti el hecho de q

os latigazos no cayeran segn el ritmo marcador el reloj. Forceje y me contorsion, pero m

mantenan tan firmemente sujeto que msfuerzos fueron vanos. Cuando el cabo dej

astigarme, los soldados lo reemplazaron cecisin descargando sobre mis espaldas infinide golpes; luego hubo un intervalo durante el cue disputaban entre s el turno siguiente. Esto

epiti muchas veces durante un espacio


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empo que no pudo ser mayor de diez minutos.rimer golpe de cada nueva serie, volva la cabezea entonces cmo un cascarn duro y blancemejante a un riel, que iba oscurecindose has

omar un tono carmes, brotaba en mi piel en nstante mismo de recibir el golpe, al tiempo qurga una gota de sangre en el punto donde ruzaban dos costurones. A medida que avanza

l, castigo, el ltigo caa con ms frecuencia sobnteriores cardenales mordindolos y tornndol

ms negros o ms hmedos, hasta que mi carembl por el dolor acumulado; sent entoncerror del prximo latigazo. Pronto vencieron esolucin de no gritar, pero mientras mi voluntobern los labios slo emple el rabe, y antel fin un piadoso desfallecimiento ahog malabras.

T. E. LAWRENC


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9. UN SINIESTRO RASGUO

La cuarta noche despus de nuestra llegada a

apital francesa volv al hotel a eso medianoche; haba comido en el Caf Amricaon Greville, agregado naval a la embajada. avarme las manos antes de apagar la luz, recib

esagradable rasguo en la mueca izquierroducido por un alfiler que una lavandeescuidada haba dejado prendido en la toalla. Mali un poco de sangre, pero me ce la mueon el pauelo y, cansado como estaba, me acospronto me dorm.Sin embargo, media hora despus me desper

n agudsimo dolor extendido por todo mi costazquierdo, a la vez que senta una extra

ontraccin en los msculos del rostro y las manuna opresin en la garganta que me imped

espirar o gritar.Trat de levantarme y de oprimir el botn d

mbre elctrico para pedir auxilio, pero no pud


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odo mi cuerpo pareca enteramente paralizaduego la horrible verdad resplandeci ante mandome en fro sudor.Haban colocado all de intento aquel alfiler. M

aban envenenado.WILLIAM LE QUEU


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10. ADVERTENCIA DE UN ESPA

A quien pueda interesarle: Considero oportu

eclarar que no tengo documentos de la mmnima importancia en mi poder relacionados c

ingn pas o misin que haya sido desempeadormulo esta declaracin porque el 4 de enero

938 sal en compaa de un amigo de ciermbajada en Londres. Nos siguieron hasta Victotation, donde tom el tren de las diecisietereinta y cinco. Desde aquel momento hay aco en mi memoria hasta que recobr onciencia en el hospital, la maana siguiente. Maltaban algunos documentos personales. Dejaue el Mid-Sussex Times complete el relato:

Accidente en Mid-Sussex

Mr. W. H. Greene, de Oak Cottage, Plumpton, alla internado en el Haywards Heath Hospit

onde se cura de heridas diversas recibidas en


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ccidente automovilstico en Plumpton, la semaasada. Fue encontrado sin conocimiento cerca u coche tumbado.HERBERT GREENE.


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11. UN CUARTO DE BAO DEL RITZ DE PARS

Me cogi por el cuello y me arrastr por el pi

asta el cuarto de bao de mi habitacin. quiera luch, porque cre que slo me ibancerrar en l; pero, por el contrario, tom inturn de mi bata y comenz a hacer un la

orredizo.Alguien puede imaginar lo que sent entonce

omprend con horrible rapidez que se proponmeter mi cuello dentro de l. Sentado en el sue

ensaba desesperadamente, ansiaba arrancar mi cerebro alguna idea que, literalmente, malvara el pescuezo. Comenc a hablar de nuepida, febrilmente, de lo primero que se mcurri, para ganar tiempo.

Su nica rplica consisti en inclinarse paogerme por la nariz y, luego, con la mano libr

me meti una esponja en la boca. Esto puso fin aonversacin, desde luego, y slo pude agitarm


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mpotentemente en el suelo, como un salmecin pescado en la orilla del ro.

Colg el cinturn del gancho de la puerta, mode el cuello con el lazo corredizo, verific

udo... Y luego comenz a izarme!Dios mo! Qu horrible historia! Hund

arbilla en el pecho tanto como pude, pero ello me impidi sentir que me iba elevando al impul

e firmes tirones.De pronto mis pies no tocaron el piso y la cuer

me oprimi el cuello; mi nuca golpe contra ancho cuando el tipo dio el ltimo tirn a uerda. Ah qued, suspendido en el aire, mientrl ataba el cabo de la cuerda al picaporte.Sostuve mi peso durante un momento, mientreshaca el lazo que ataba mis manos a mi cuerla cortina de ventana que ligaba mis pies..

uego me dej caer.Apenas sent libres las manos aferr con ellas

arganta, pero el lazo me oprima fuertementeo pude introducir mis dedos entre l y la piel. N

oda gritar porque tena la esponja en la boca


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ncluso cuando logr arrancrmela slo emorribles sonidos guturales.Envuelto en una bruma de angustia y vrtigo, vssenbach, que me miraba fija y framente. Lue

olte con la punta del pie la silla del bao, paue quedara fuera de mi alcance, y le o decir:Suicidio... suicidio del coronel Thornton.Despus se fue.

DENNIS WHEATLE


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12. UN AVE EN EL ESPETN

Apenas pos las nalgas en el asiento ste

esplaz hacia atrs por s solo y mis piernas lzaron en el aire. El silln estaba, al parecesentado en un eje, para que cualquiera que cupara perdiera al punto el equilibrio.

Me quise aferrar del aire, violentamenndignado, pero antes de comprender qu habcurrido, los dos pillos que haban saltado sob

m me haban ligado los puos y tobillos; egundo despus me encontr atado al silln ies y manos.

Qu significa esto, bellacos? grncolerizado.Pero los dos hombres se limitaron a rerse de

mpotencia.Por qu me tratan as? Qu les he hecho?

es pregunt, comprendiendo de pronto que habado en una trampa.


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Fjate bien! grit el hombre que me habecho entrar. Asegrate de que est bien sujetAhora! volemos antes de que sea demasiaarde!

Demasiado tarde para qu? pregunt.Para que podamos escapar contest

ombre de cejas salientes. Luego aadpidamente, con una risa siniestra: Ve e

mpara que est sobre la mesa? Pues bien, dente ella hay un poderoso explosivo. Antes de tr

minutos el petrleo se habr consumido y mpara explotar... Usted junto con esta caolarn convertidos en tomos!

Malditos demonios! exclam, mirando mpara de inofensiva apariencia. De modo quieren matarme! Esto es una cobaronspiracin!

Luch frenticamente para soltarme. El silln, smbargo, no haba recobrado su posicirdinaria, y mis piernas, alzadas en el aire, mornaban absolutamente impotente.


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Estaba all como un ave en el espetn, mientros dos asesinos a sueldo rean en mi cara.

Rpido! grit el hombre de cejas salientesu compaero. Salgamos de aqu!

Inmediatamente los dos abandonaron de prisauarto, cerrando con llave la puerta tras de s... bandonndome a un horrible destino!Estaba aterrado. Di gritos pidiendo socorro, pe

adie acudi a mi llamado. Mantena fijos los ojn la lmpara fatal. Pareca poseer una siniestascinacin. Slo faltaban pocos segundos paue me sintiera lanzado a la eternidad.

WILLIAM LE QUEU


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13. EN LA NUCA

En vsperas de nuestra partida recib

elegrama de Mosc con la calificacin Sumamente Secreto y Prioridad". Lo descifersonalmente y se lo present en seguida al Jee Despacho, Voitenkov. El Director, general Kra

aba partido para la Unin Sovitica aquemisma tarde. Voitenkov lo dej sobre el escritor

sus cejas se fruncieron ligeramente. Aprob cn movimiento de cabeza, pero nada dijo.

El mensaje rezaba as: "Hgase inofensivo gente 063, por ser espa britnico".Ahora bien, el Agente 063 no era un agen

rdinario. Antes de abandonar Mosc, yo habescifrado muchos informes suministrados por

ue resultaron extremadamente valiosos paranin Sovitica. Y cuando llegu a Sinkiaescubr que el Agente 063 no era otro que obernador chino de Yarkand, un homb

oluminoso que slo con dificultad poda met


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us obesas nalgas en un silln ordinario. La mayarte de nosotros lo conocamos muy bien, y

menudo iba a nuestras oficinas con su ayudanara visitar al general Kraft. En tales ocasion

uca pantalones de estilo chino, botas de campaspecialmente hechas para l y un ligero abrigo uero del tipo usado por los civiles. Debido a osicin eminente, trataba a cuanta perso

mportante visitara el distrito, y estaba ondiciones de suministrarnos infinidad etalles confidenciales sobre los misioneroomerciantes y otras gentes que, segn eotorio, realizaban propaganda pro britnica. Nay duda alguna de que el Agente 063 ayu

muchsimo a la expedicin sovitica. Pero no menos cierto que tambin haba adquirido onocimiento ntimo y cabal de nuestr

ctividades.En cuanto al resto del mensaje, "hga

nofensivo" es una frmula reconocida, emplean comunicaciones secretas con lugares situad


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uera de la Unin Sovitica; simplemenejectese".Voitenkov concibi pronto un plan para cump

as instrucciones de Mosc. Envi inmediatamen

un intrprete chino a quien conocamos bajoombre de "Peters" y que se hallaba en buenelaciones con el gobernador, para invitarlo uestra residencia aquella noche, con el pretex

e que el general Kraft deseaba despedirse dentes de retornar a la Unin Sovitica. No erobable que el Gobernador rehusara u

nvitacin del Comandante sovitico y, en efecte present a la hora sealada.

Tan pronto como entr, nuestros hombres anzaron sobre l y lo ataron para llevarlo luegouarto de interrogatorios. El interrogatorio rolong por unos quince minutos. Si bien

stuve presente, luego vi el breve informe sobrenterrogatorio, el cual indicaba que el Agente 06l acusrselo de ser espa britnico, neerminantemente. En apariencia, haba queda

or completo aturdido ante la acusacin y


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apidez con que se desarrollaron lcontecimientos.

Entretanto, habase encomendado a trperadores de adi la tarea de cavar una anc

osa en el piso de tierra del pasillo que quedarente a nuestra oficina.

El Agente 063 fue conducido hasta amordazado y con las manos atadas a la espald

o tendieron boca abajo en el pasillo, junto a umba, mientras el motor de un camin ecelerado hasta producir un estrpito tremenn el patio vecino. Uno de los ayudantes d

nterrogador le dispar tres tiros d revlver enuca. Por encima del ruido del motor del caminl sonido emitido por el Gobernador cuando escargaron los balazos. Era un largo gemintrecortado; no olvidar fcilmente aquel sonid

zose rodar entonces su inmenso cuerpo hastaosa, se lo roci con petrleo y se le prendi fueara que quedara irreconocible. Luego lperadores de radio taparon la fosa con tierr


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mparejaron sta convenientemente y volvieronolocar las esteras de bamb en los pasillos.

Mi ltima tarea con respecto a este asunonsisti en informar a Mosc que s

nstrucciones relativas al Agente 063 haban siumplidas al pie de la letra.

VLADIMIR PETRO

En la descripcin de sus experiencias con el O.G.P

n la provincia china de Sinkiang en 1937.


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14. UN BIRRETE NEGRO

El doctor Herman Goertz, teniente de la reser

e la Luftwaffe, descendi en paracadas ounty Meath en la noche del 5 al 6 de mayo 940. Tena cincuenta aos de edad, y en 1936 aban sentenciado a cuatro aos de prisin p

aberse desempeado como espa, concienzuero no muy eficientemente, en los aerdrome la Real Fuerza Area. En la prisin

Maidstone, donde purg la pena, conoci a varimiembros del Ejrcito Republicano Irlands. misin que se le encomendara en 1940, al parec

efinida muy vagamente, tena relacin con lan impracticable, conocido en cdigo con ombre de Kathleen, para una invasin alema

e Irlanda; esto es lo que refiri al Abwehr, amburgo, un emisario del Ejrcito Republica

rlands.Goertz se dej caer en un lugar que no era

reestablecido, llevando uniforme alemn


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ocumentos de identidad militares extendidos combre falso. No logr recobrar el paracadas y aerdi el aparato de radio y todo el equipo; echndar hacia el lugar de la cita, County Wicklow

etenta millas de all. Cruz a nado el ro Boicon", segn escribi luego, "grandes dificultadeues el peso de mi uniforme me agot. El cruce do tambin me cost la prdida de mi tin

nvisible". Pronto, exhausto por el hambre y sfuerzo, se vio obligado a deshacerse dniforme. "Llevaba entonces botas de campareeches y la camisa, as como un birrete negro

a cabeza... Conserv birrete militar para usaromo vaso, y las medallas ganadas en la guernterior por razones sentimentales... Careca inero irlands y no comprend que poda usinero ingls con toda libertad".

Si bien, con ayuda irlandesa, estableci contacadial con Alemania, y la polica irlandesa no etuvo hasta noviembre de 1941, Goertz que upo manejarse en medio de las intrincad

orrientes contrarias de la poltica del Ejrc


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epublicano Irlands no logr resultado algunuando le comunicaron, en 1947, que epatriaran a Alemania, ingiri veneno; esconocen las razones de su suicidio... La figu

olitaria, intrpida y desconcertada del espvanzando penosamente a travs del vaco paisa

rlands, con botas, tocado con un birrete negroon un bolsillo lleno de medallas ganadas en

uerra de 1914-18, constituye una elocuenmuestra de hasta qu punto el esfuerzo d

ervicio Secreto Alemn incurra en gravecados contra las virtudes de sutileza y disimuue de l se esperaban... PETER FLEMING.


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15. EN EL CLUB SOCIAL

Para la mirada casual del transente, nada hab

n l que lo diferenciara de cualquier otro homboven de la misma edad y condicin social qparentaba tener; y, por ello, no poda esperarn modo alguno que el polica que inicia

ntonces su labor de la noche proyectando el foe su linterna sorda en los portales y probandostaban bien cerradas las puertas y postigos de legocios, concediera ms de una mirada fugaz, dodo desprovista de inters, al caminante uestin. Tena un aspecto decente y respetablel parecer, volva a su casa despus de habasado honradamente la tarde del sbado.Nada poda indicar al guardin del orden que

ombre ms peligroso de Europa pasaba a pocasos de l, o que, con slo que lo hubierrestado bajo cualquier pretexto vlido,

mantenido as encerrado durante el resto de

oche para entregarlo luego al Departamento


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nvestigaciones Criminales de New Scotland Yacuyos funcionarios venan persiguien

recisamente a un hombre como l durante lltimos doce meses habra impedido

erpetracin de un crimen que, en las prximeinticuatro horas, iba a sumir a toda la nacin l pnico y la angustia y a lanzar stremecimiento de horror a travs de Europa...

En San Petersburgo, o aun en Pars, la polica ubiera perdido pisada de semejante hombubiera observado cada uno de sus movimientoodas sus idas y venidas, y en cualquier momen

en un momento como ste, por ejemplo seubieran lanzado encima por considerarlo persoospechosa; con toda seguridad que, si se tratael hombre buscado, las redes de la ley ubieran envuelto de modo tal que slo

milagro habra podido devolverle la libertad.Pero aqu en Londres, asilo de la anarqua y foe las fuerzas ms peligrosas que se agitan en

mundo, sigui su camino sin dificultades y sin q

e sospechara de l, pues aunque la polica tena


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lena seguridad de que el hombre buscado existo tena la menor idea respecto de ersonalidad, la mnima nocin de que eombre joven, apuesto y elegante, cuyo nombre

quiera se haba pronunciado jamonectndoselo con los clubs anarquistas quegn es sabido, tienen asiento en Londres,

menos con razn, por consiguiente, con ningu

e los crmenes de los que se haba acusado anarqua, era en realidad un criminal an meroz que Villant o Henry, o hasta el propavachol, cuya infamia no conoce igual.

stos eran slo ciegos instrumentos, si bioluntarios, del crimen poltico, las manos visiblue obedecan al cerebro oculto, los qealizaban la faena y expiaban el castigo. Pero Menault era el propio cerebro, el intelecto q

onceba los planes por cuya ejecucin los mmezquinos y baratos discpulos de la sanguina

ermandad del pual y la bomba moran en atbulo o arrastraban sus vidas en prisiones o

as minas de Siberia.


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En una palabra, era el espritu creador y ntelecto director de lo que pronto se convertin la ms temible asociacin de hombres

mujeres del mundo, pero que ahora slo conoc

os iniciados bajo el nombre de "Grupo Autonommero 7"...Unos cien pasos ms all de la cima de la cuest

Max vir de pronto hacia la izquierda, march p

na calle lateral, dobl a la derecha al final de spenetr en otra callejuela. Tres minutos

pida marcha lo llevaron hasta la puerta ervicio de una casa emplazada entre uarpintera de reducidas dimensiones y uervecera abandonada, que haba perdido cencia y nadie ocupaba porque el local no epropiado para otra clase de negocio.La casa en cuestin tena una fachada baja;

mitad inferior de las ventanas estaba pintada olor verde apagado, y en la parte superior vean arco de letras blancas que deca: "Club Socia

nstituto Eclctico". Una lmpara colocada sobre

uerta de la tienda llevaba la misma inscripcin


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etras blancas sobre vidrio azul, pero la lmpara staba encendida, pues constitua una de las regel club el que todos los miembros abandonarus instalaciones antes de las doce de la noche l

as de semana, y de las once y media lomingos.Sin embargo, esta ley pareca slo aplicarse

ierto sector de los miembros. Una vez que M

ubo abierto la puerta con el llavn y subido lscaleras que haba al final del pasillo, movindoon absoluta seguridad en la oscuridad totolpe la puerta de una habitacin que encontin el menor titubeo. La abrieron, y se hall resencia de cuatro hombres y tres mujerentados en torno de una mesa donde se vean lestos de lo que haba sido una comida sustancioaun delicada.

La actitud de Renault al entrar en la estanconfirm plenamente cuanto hemos dicho de arcter y de la desesperada faena que realizab

Dirigi a los presentes un breve, corts saludo c

n movimiento de cabeza, y luego, apoyando


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spalda contra la puerta, sac la mano derecha dolsillo del pantaln y dijo, con voz calma y hasultivada que conservaba un leve matiz de acenxtranjero:

Vctor Berthauld, no te muevas!Su mano empuaba una pequea Colt, cu

elgado tambor constaba de seis cmaras; la boel arma apuntaba a un francs pequeo, flac

gido, de tez griscea y pelo cortado al rape, qaba comenzado a agitarse desasosegadamenn su silla no bien entr Max. Sus ojos negros, qodaban en las profundas cuencas, miraron cavor, uno por uno, los rostros de todos lresentes; luego dijo, con una voz a la cual ano trataba de dar tono de bravata:Pues bien, camarada Renault, Qu quieres

m y por qu empuas ese revlver?

No me llames "camarada", rata de albaal ijo Max con una risa breve y salvaje. Dmuin trat de advertir a la polica de Pars de q

a vida de Carnot corra peligro. Dme si hubier


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etenido a Santo en Marsella si su telegramubiera llegado a las manos debidas."Dme quin se dispone a repetir el mensa

maana por la maana en Pars y Lyon, y qui

esea que la polica inglesa invada este local, a uora inconveniente, durante la semana prximon el pretexto de que esta es una casa de juege azar ilegales. Dme todo eso, sucio cerdo,

uego yo te dir, por si no lo sabes, cmcostumbramos tratar a los traidores.

El miedo hizo permanecer mudo a Berthauuego profiri una imprecacin y se puso en pie n salto. Ninguna mano se alarg para contenerero en cuanto estuvo erguido, el brazo enault se extendi, se oy un estampido y se vn fogonazo, y unos pequeos trozos de yeeducidos a polvo brotaron del ngulo de la par

ue se hallaba detrs de Berthauld. Pero antes ue el proyectil diera en la pared, habtravesado la frente de ste y salido por la nuca.uerpo de Berthauld se encogi y cay como u

masa informe en la silla. Max volvi a meter


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istola en el bolsillo y dijo, en tono tan sereomo antes:Es curioso que seamos nada ms que ocho

ue en un nmero reducido se encuentre

raidor. Espero que no haya otros. Llevad esto tano y ocupmonos en seguida de nuestrsuntos. Tengo algo importante que deciros.

Inmediatamente avanz en torno de la me

acia un silln vaco colocado en el extrempuesto a la puerta, se dej caer en l, tom igarro y lo encendi, y con la misma mano firmue un instante antes haba arrebatado la vida n ser humano, cogi una botella de champa

medio vaca, que se hallaba a su lado, y llen uopa...Espero que no te hayas sobresaltado por es

dministracin de justicia tan expeditiva d

Max, volvindose de lado en el silln irigindose a una joven sentada a su derecha.

No dijo la muchacha. Obviamente eecesario. Si slo fueran ciertas la mitad de l

cusaciones que le hiciste, no mereca ya que


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alearan sino que lo crucificaran. No concibo u pueden estar hechos estos gusanos.

Y mientras hablaba, hizo caer la ceniza digarrillo que tena entre los dedos, lo puso ent

nos labios tan deliciosos que parecan hechlo para besar, y despidi una serie de delicadolutas de humo azul que fueron a mezclarse cl humo brumoso que llenaba la parte superior d

uarto.GEORGE GRIFFIT


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16. VERDADERAMENTE, ESO ES MORIR!

Puah! exclam el buhonero; hay all al

articularmente digno de ser visto, tras el matorue est a nuestra izquierda; vuelva un poco abeza y podr ver y aprender algo.Henry mir ansiosamente hacia el lugar indica

la sangre se coagul en su corazn cuanbserv que estaban construyendo una horca,ual, incuestionablemente, era alzada para ropia ejecucin. Apart el rostro, estremecido orror.

Es una advertencia para que todos omporten prudentemente en esta parte dosque dijo el buhonero con el tono sentencioue sola adoptar.

Es una visin aterradora! grit Henapndose por un momento los ojos con la mano

El buhonero cambi de postura y habl cnrgica pero siniestra amargura:


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Y sin embargo, capitn Wharton, ve ustedorca all donde el sol poniente derrama sulgores sobre usted; el aire que respira es claroresco, pues viene de los cerros que estn a s

spaldas. Cada paso que usted diera lo alejara dborrecible patbulo y cualquier cueva oscuualquier roca informe de las montaas, frecera un escondite y un refugio para eludir

enganza de sus enemigos. Pero yo vi alzarse adalso cuando ningn lugar me ofreca refug

Dos veces me vi sepultado en mazmorras dondruelmente encadenado, pas noches de tortusperando el alba que iluminara para m u

muerte infamante. Me corra el sudor pmiembros que ya parecan desprovistos de to

umedad, y si asomaba la vista por el agujero qdmita aire a travs de las rejas de hierro, pa

ontemplar las sonrisas de la naturaleza con lue Dios dot a sus criaturas ms insignificantel patbulo resplandeca ante mis ojos, como u

mala conciencia que atormenta el alma de

gonizante. Cuatro veces estuve en poder d


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nemigo aparte de sta; pero dos veces deces pens que haba llegado mi ltima hors duro morir en plena juventud, capitn Whartoero pasar los ltimos momentos solo y sin q

adie tenga piedad de uno, saber que ninguno os que nos rodean ni siquiera piensa en el destiue para uno significa el fin de todo lo terrenensar que, dentro de pocas horas, lo conducir

uno desde la oscuridad y mientras uno est lla piensa en que lo que sobrevendr no poder sino grato a la luz del da, y uno encuentll fijas sobre s las miradas de todos, como uera una bestia salvaje, y no ver ya nada entre lefas y vejaciones de sus semejantes... Esapitn Wharton, verdaderamente eso, es morir

FENIMORE COOPE


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17. ENGAADO CON VIEJOS ARDIDES

Vio que el control de los pasos era la clave ste nuevo distrito pero, Quin lo obtendra?

l, el espa adiestrado, haba cado en la tramendida por un falso gua, lo haban engaado ciejos ardides.

En Greenhearth haba un hermo

mplazamiento para una represa;habra energa hidroelctrica, pero extendiera va unas estaciones ms. Ignoraban s

mensajes.

Los puentes no estaban construidos y vecinaban los disturbios.La msica callejera pareca graciosa ahora

uien se haba pasado semanas en el desiertDespertado por el agua deslizndose en

scuridad, a menudo haba hecho reproches aoche, a la noche, compaera soada ante

Dispararan, desde luego, y separaran fcilmeno que nunca estuvo unido.

W. H. AUDE


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18. UN EXCELENTE BABADAGLY

Entre Roma y San Petersburgo hay una gr

iferencia; especialmente en inviernrobablemente el lector conozca Cubat's, eermoso, resplandeciente restaurante en venida Morskaya.

Todo el que ha visitado la capital de Rusia onoce, y muchos se han deleitado con un plato xquisito esturin extrado directamente dolga, pues en el mundo slo existen dos lugaronde puede comerse ese exquisito manjreparado a la perfeccin: El Ermitage de Moscubat's.La noche del 5 de marzo estaba sentado solo

na de las muchas mesitas del restaurante

espus de comer bien, sorba una copita iimel y fumaba un excelente Babadagly igarrillos que no se consiguen fuera del Imperuso, pretendiendo interesarme en las "ltim

oticias" del Novoe Vrenya. Digo pretendien


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orque en realidad toda mi atencin estaoncentrada en los movimientos de dos personan hombre anciano de barba gris y una muj

oven y bastante hermosa que, sentados enfren

e m, tambin coman.El restaurante estaba atestado de gente, peroareja, que entr despus que yo, se las arregara encontrar un lugar casi frente al que

cupaba. Ambos iban bien vestidos; la mujer lucostosas pieles de Zinoviev, que le sentaban bie, cuando las dej deslizarse sobre el respaldo a silla, exhibi formas delicadas y un eleganestido de noche de una suave tela de courquesa, ligeramente escotado, al paso que enarganta ostentaba una delgada cadena de oro

a que colgaba sin labrar y a modo dependant, ue esas piedras siberianas verdinegras con q

uelen adornarse las mujeres rusas.Era decididamente hermosa, de pelo negr

acciones regulares, cejas bien dibujadas y un pe ojos centelleantes que parecan sonr

maliciosamente cada vez que me miraban.


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ambio, su acompaante era ms bien un hombe mediocre apariencia y mandbulas cuadradue, aparentemente, la trataba sin consideraciues orden la comida sin consultarla.

Haca unos tres cuartos de hora que estaban ame fascinaba extraamente el rostro plido

ensativo de aquella hermosa mujer, cuando ronto un vendedor de diarios, bien arrebozado

na shuba andrajosa, entr en el restaurante espus de pasar a travs de las mesas, termior acercarse a la ma.Esto es para usted dijo rpidamente en ru

. Dme cinco copeks sin llamar la atencin. Lo escrito en el margen. Y tomando un diario d

mazo, lo dej sobre la mesa.Sorprendido, arroj la moneda sobre la mesa

omando el diario, vi una dbil escritura con lp

n el margen, cerca del encabezamiento impren grandes letras negras. Las palabras errancesas y escritas por una mano acostumbradatros caracteres, evidentemente por la mano

n ruso. Decan esto:


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"Pngase en guardia contra Nicholas Levinskauline Ozerof, sentados frente a usted. Sgentes de la Polica Secreta".

WILLIAM LE QUEU


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19. ESPA

Charlie Stowe esper hasta or los ronquidos

u madre antes de salir de la cama. An entoncus movimientos fueron cautelosos y se dirigi untillas hasta la ventana. La fachada de la cara irregular, de modo que le resultaba posible v

i haba luz en el cuarto de su madre. Pero ahoodas las ventanas aparecan a oscuras. El foco n reflector se desplaz por el cielo, iluminand

os perfiles de las nubes y sondeando los oscurspacios abiertos entre ellas, en busca de avionnemigos. El viento soplaba desde el mar, y Chartowe pudo or, por encima de los ronquidos de

madre, el batir de las olas. Una corriente de aiue se col a travs de las grietas del marco de

entana agit su camisn. Charlie Stowe estasustado.

Pero el pensar en la cigarrera de su padrtuada unos doce peldaos abajo, le d

enovados bros. Tena doce aos y los chicos de


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scuela solan burlarse de l porque nunca habumado un cigarrillo. Los paquetes estabpilados all, doce peldaos abajo, los paquetes old Flake, Players, De Reszke, Abdulla, Woodbin

el estanco estaba sumergido en una tenruma de humo rancio que borrara por compleu crimen. Charlie Stowe no tena duda alguna ue el robar algunos paquetes de cigarrillos de

adre fuera un crimen, pero no amaba a su padru padre le resultaba irreal, una suerte de espectlido, tenue, indefinido, que apenas si adverta xistencia y dejaba hasta los castigos a su madror su madre senta un amor apasionado que xpresaba en infinidad de formas: Su presencurbulenta y su caridad ruidosa llenaban el munara l; por su modo de hablar, la consideramiga de todos, desde la mujer del rector hasta

querida Reina", excepcin hecha de los "hunosos monstruos que acechaban desde las nubescondidos en zepelines. En cambio, tanto ario como la desafeccin de su padre resultab

an indefinidos como sus movimientos. Esa noc


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aba dicho que ira a Norwich, pero en realidaQuin saba dnde podra estar? Charlie Stowe enta desamparado mientras descendilenciosamente las escaleras de madera. Cuan

os escalones crujan clavaba los dedos en el cueel camisn.Al llegar al final de la escalera se encontr

ronto en la cigarrera. Estaba muy oscuro para v

l camino que deba seguir, y no se atrevancender la luz. Por medio minuto se queentado, invadido por la desesperacin, en ltimo escaln, con la barbilla entre las manouego el movimiento regular del reflector queeflejado a travs de una ventana alta y el niuvo tiempo suficiente para fijar en la memoria lilas de cigarrillos, el mostrador y el pequeueco detrs de ste. Al or las pisadas de

olica en el pavimento, aferr el primer paqueue hall a mano y se zambull en el hueco. Uayo de luz brill en el suelo y una mano probuerta; luego las pisadas se fueron alejando

harlie se agach en la oscuridad.


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Por fin recobr la capacidad de reflexionar, como hara un adulto, en que si lo cogan ahora ituacin ya no tena remedio y que, por lo tante todos modos ms le vala fumarse un cigarril

e llev un cigarrillo a los labios y luego recorue no tena fsforos. Durante algunos instanto se atrevi a moverse. El reflector ilumin pres veces la tienda, mientras el nio se diriga a

mismo, en un dbil murmullo, vituperios alabras de aliento. "La suerte est echadaCobarde, cobardito ratn"; murmuraxhortaciones propias de un hombre maduxtraamente mezcladas con otras infantiles.Pero mientras se mova oy ruido de pasos en

alle; era el sonido producido por varios hombrue marchaban rpidamente. Charlie Stowe tenuficiente juicio para que lo asombrara el hecho

ue alguien anduviera a esas horas por las calleas pisadas se acercaban, se detuvieron; una llair en la puerta de la cigarrera y una voz dijDjenlo entrar"; luego se oy decir a su padre:

o les es molesto, caballeros, les ruego que


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agan ruido. No deseo despertar a toda la familian aquella voz indecisa Charlie descubri una noue no le resultaba familiar. Alguien encendi unterna y casi al punto la habitacin que

uminada por una luz elctrica azul. El niontuvo aliento; se preguntaba angustiado si adre no oira el latir de su corazn, se apreta

uertemente con ambas manos el camisn cont

a piel y oraba: "Dios mo, no les permitas que morprendan". A travs de una rajadura d

mostrador, vio a su padre, que se llevaba umano al alto cuello duro, entre dos hombres q

estan impermeables y sombreros de la mismela. Eran desconocidos.

Fumen un cigarrillo dijo su padre con uoz seca como un bizcocho. Uno de los hombracudi la cabeza.

No, no fumamos cuando estamos en servicracias de todos modos. Habl cortsmentero sin cordialidad. Charlie Stowe pens que adre deba estar enfermo.


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-Puedo ponerme algunos paquetes en olsillos? pregunt Mr. Stowe, y cuando ombre lo autoriz con un movimiento de cabezom de un estante una pila de Gold Flake

layers y acarici los paquetes con las puntas os dedos.

-Pues bien dijo, aquello no tiene remedero nada impide que fume.

Por un momento Charlie Stowe temi que adre lo descubriera, pues ste pase una miratenta y escudriadora por toda la tienda; se diue era la primera vez que la vea.Es un buen negocito dijo para quien

uste. Mi mujer lo liquidar, supongo. De ontrario, el vecindario le hara el vado. Biestedes querrn acabar de una vez con esto. Cauntada a su tiempo. Coger mi abrigo.

Uno de nosotros lo acompaar, si no molesta dijo el desconocido cortsmente.

No necesitan molestarse. Est en aqueercha. Ya est, estoy listo.

El otro hombre dijo, no sin embarazo:


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No quiere hablar con su mujer? La aguoz era decidida.No, no. No hagas nunca hoy lo que pued

acer maana. Ella podr verme luego, No

ierto?S, s dijo uno de los desconocidos, el cual ronto se torn muy jovial y alentador. No reocupe ms de la cuenta. Mientras hay vida...

sbitamente su padre trat de rer.Cuando la puerta se hubo cerrado, Charlie Stow

ubi en puntas de pie la escalera y se meti enama. Lo sorprenda el hecho de que su padubiera vuelto a abandonar la casa a hora tvanzada de la noche y se preguntaba quineran aquellos desconocidos. El asombro y

miedo lo mantuvieron despierto por cierto tiempDirase que una fotografa haba salido del mar

ara reprocharle su desafeccin. Record que adre se haba apretado con la mano el cuello y aba fortalecido con proverbios, y pens primera vez que, mientras su madre era turbulen

bondadosa, su padre se pareca mucho a


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mismo, pues haca en la oscuridad cosas que sustaban. Le hubiera gustado ir al encuentro u padre para decirle que lo amaba, pero en e

momento oy a travs de la ventana el ruido

pidos pasos que se alejaban. Estaba solo en asa con su madre, y se durmi.

GRAHAM GREEN


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20. UN TROZO DE SALCHICHN ALEMN

El dos de setiembre de 1940 cuatro agent

lemanes se embarcaron en Le Touquet en arco pesquero, el cual fue escoltado a travs danal de la Mancha por dos barreminas. Conforml nada seguro testimonio de uno de ellos,

ripulacin del barco pesquero estaba compuesor tres rusos y un latvio; otro dijo que ormaban dos noruegos y un ruso. Todecordaban confusamente lo ocurrido duranteiaje, y, al parecer, se haban emborrachado.

Los espas deban trabajar por parejas. Uareja, despus de transbordar a una lanchesembarc cerca de Hythe en las primeras horel tres de setiembre. Llevaban consigo un apara

e radio y un formulario elemental de cdigo: misin consista en enviar informaciones mportancia militar. Les haban dado a entendue era inminente la invasin de la costa de Ken

eso de las cinco y treinta de la misma maa


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mbos hombres, si bien se haban separado esembarcar, fueron interrogados y tomadrisioneros por centinelas de un batalln de

nfantera Ligera de Somersetshire.

Esto no resulta en modo alguno sorprendentos dos eran holandeses. No estaban cabalmendiestrados para la difcil tarea que debumplir. Los nicos ttulos que posean pa

esempearse como espas parecan radicar enecho de que uno y otro haban perpetrado algu

echora conocida por los alemanes, quienjercieron sobre ellos una suerte de chantaje paorzarlos a abrazar aquella empresa. Ambosean slo conocimientos superficiales d

ngls, y uno de ellos, nacido de madre japonesfreca una apariencia acentuadamente oriental,ual ya lo haca sospechoso; ste fue quie

uando lo vio al amanecer un incrdulo soldado os Somersets, llevaba binculos y un par apatos de repuesto colgados del cuello.La otra pareja de espas la componan un alem

ue hablaba un excelente francs pe


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bsolutamente nada de ingls, y un hombre rigen abstruso que pretenda ser holands y qra el nico de los cuatro que hablaba con fluidl ingls. Desembarcaron en Dungene

rotegidos por la oscuridad, el tres de setiembrepenas sali el sol sintieron una sed horribircunstancia que presta crdito a la suposicin ue la noche anterior los cuatro camaradas hab

onfiado en la resistencia holandesa en insensamedida. El que hablaba ingls desconoca empeas leyes que rigen en Inglaterra el expendio ebidas alcohlicas, y quiso beber sidra a la hoel desayuno, en una hostera de Lydd. La dueaizo presente que tal transaccin no podealizarse legalmente hasta despus de las diez yugiri que, entretanto, diese un paseto dmirase la iglesia del lugar.

Cuando volvi (pues la duea era una mujensata) lo arrestaron.Su compaero, el nico alemn del grupo, s

ue apresado el da siguiente. Haba instalado u

ntena en un rbol y haba comenzado a env


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mensajes (en francs) a sus superiores. onservan copias de tres de esos mensajes, luales fueron utilizadas como pruebas contra l l juicio. Eran breves y, desde un punto de vis

rctico, absolutamente desprovistos de valor; nformaciones (por ejemplo) de que "esta es xacta posicin en que ayer a las seis de la tard

res messerschmitt dispararon sus ametrallador

acia donde yo estaba trescientos metros al sel tanque de agua pintado de rojo" estaban leje facilitar el establecimiento de una cabeza uente alemn en Kent.Juzgose a los cuatro espas, con arreglo a la L

e Traicin de 1949, en el mes de noviembre. Ue los holandeses sobre quienes se haba ejerciresin fue absuelto; los otros tres fuerhorcados en la prisin de Pentonville, el m

iguiente. Los juicios se desarrollaron in camerero despus de las ejecuciones se publicaroticias escuetas de ellas.Dos hombres y una mujer, que en la noche d

reinta de setiembre de 1940 desembarcaron


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n bote de goma en la costa de Banffshire, donos dej un hidroavin que haba partido desoruega, no tuvieron y, excepto en virtud de alor, no merecieron mejor suerte que l

gentes desembar

1988_El libro de cabecera del espia=Greene_Graham

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