A fondo con el economista Thomas Piketty · patrimonial’ - el mundo dominado por la riqueza...

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@pulso_tw facebook.com/pulsochile @pulso_tw facebook.com/pulsochile 5 www.pulso.cl Lunes 5 de mayo de 2014 EN PORTADA 4 Lunes 5 de mayo de 2014 www.pulso.cl EN PORTADA EXTRACTOS DEL LIBRO Capital en el Siglo XXI por Thomas Piketty Los científicos sociales “deben hacer elecciones y tomar posturas respecto a instituciones y políticas específicas, como el Estado social, el sistema tributario o la deuda pública”. “Estamos recreando lentamente el ‘capitalismo patrimonial’ - el mundo dominado por la riqueza heredada - de finales del siglo XIX” A fondo con el economista Thomas Piketty E STÁ bien ser un rockstar”, dice medio en broma, medio en serio Thomas Piketty, el economista francés que en las úl- timas semanas ha alcanzado fama mundial por su libro “Capital en el Siglo XXI”. Incluso, algunos lo han comparado con Carl Marx. La publicación en inglés de la obra tuvo que ser adelantada y la edición en español será lanzada en nuestra primavera. Y es que “Capital en el Siglo XXI” se ha to- mado el primer puesto de la lista de los 100 más vendidos de Ama- zon, ganándole incluso a libros de ficción como la exitosa saga “Game of Thrones”. Experto en ingresos, riqueza y desigualdad, su libro ha causado tanto revue- lo, en parte, porque acusa al ac- tual sistema económico de fo- mentar la desigualdad de los in- gresos. Más allá del debate ideológico, la obra de Piketty hace una recopilación de datos de 20 países desde la Revolución In- dustrial hasta ahora, concluyen- do que el actual sistema ha lleva- do a mayor desigualdad en el mundo y que la creciente inequi- dad no parece tener piedra de tope. No es primera vez que Piketty entra en este tipo de te- mas. Ha publicado varios libros acerca de la desigualdad y la dis- tribución de la riqueza. “Intro- ducción a la teoría de la redistri- bución de la riqueza” o “La econo- mía de la desigualdad” son algunos de ellos. Este miércoles, Piketty cumple 43 años. El profesor de la Escue- la de Economía de París y de la es- cuela de Estudios Avanzados de Ciencias Sociales (EHESS), y cer- cano a los políticos socialistas de su país (fue asesor económico de Ségolène Royal en las presidencia- les de 2007) se ha convertido en todo un fenómeno, llegando al punto de agotar entradas para una conferencia en el Centro de Graduados de la City University de Nueva York donde se reunie- ron los más serios economistas de EEUU para discutir acerca de su libro. Para el economista francés nos encontramos en los nuevos “años dorados” o como a él le gusta lla- marlos, una segunda “Belle Épo- que” caracterizada por el sorpren- dente aumento de la riqueza del 1% más rico. Con poco tiempo, y en un tono más bien serio, Piketty conversó por teléfono con PULSO desde Pa- rís. “Realmente traté en el libro de proveer y reunir mucho material histórico sobre estos temas para hacerlos accesibles a los lecto- res”, dijo. “Estoy muy contento de que mucha gente quiera leerlo y espero que no lo pongan en un es- tante y que de verdad lo lean”, agrega. Algunos plantean que el libro es una continuación del libro “Capi- tal” de Carl Marx ¿Qué le parece que lo comparen con Carl Marx? “Es una tontería”, responde tajan- temente. Piketty se reconoce como de la generación post marxista y entre sus ideales, identifica la ta- rea de hacer que el capitalismo y el sistema de mercado estén al ser- vicio de las democracias y no al re- vés. “Hay que escapar de esos con- ceptos antiguos de marxismo y anti marxismo, ese periodo ya pasó y pertenecemos a la generación siguiente”, dice. Todos hablan de Piketty Prácticamente no hay columnis- ta de renombre que no haya he- cho referencia a Piketty en sus ar- tículos en el último tiempo. Martin Wolf, editorialista prin- cipal del diario británico Financial Times, en una de sus últimas co- lumnas opinó que la reacción al li- bro muestra una creciente ola de ansiedad (sobre el tema de la de- sigualdad) criticando que el autor “muestra una casi nula atención a por qué la inequidad es impor- tante o si su reducción puede pe- sar más que los eventuales bene- ficios”. En tanto, la columnista Gillian Tett, del mismo medio, relató la efervescencia que ha generado el economista francés asegurando que “la Casa Blanca y el Departa- mento del Tesoro estadouniden- se han conversado con el econo- mista. Un segmento completo del programa Morning Joe en horario prime reflexionó sobre su mensa- je de reforma fiscal. El interés ha sido tan elevado que la New York Magazine lo calificó de “Rock- Star Economist”. El economista cabeza de los libe- rales o progresistas en EEUU, Paul Krugman declaró en New York Books que “su influencia es muy profunda” y en The New York Ti- mes aseguró que “Capital en el siglo XXI” será el libro económi- co más importante del año y pro- bablemente de la década”.P Una entrevista de MARÍA JOSÉ PÉREZ-BARROS S OY mejor analizando el pasado que el futuro”, declara de inme- diato Thomas Piketty cuando se le pregunta cómo serán las econo- mías avanzadas de aquí a veinte años. “Mi libro es realmente acerca de la his- toria de los ingresos y la riqueza en veinte países desde la Revolución In- dustrial y al final trato de sacar leccio- nes. Lo que sé es que la tendencia de aumento de los ingresos de los más ri- cos en países como EEUU no parece haberse acabado”, asegura Piketty al teléfono desde la capital francesa. Y sentencia: “al parecer continuará”. ¿Por qué? —Si se mira entre 1980 y 2010, la pro- porción de los ingresos totales que iban al 10% más rico ha aumentado de un 30-35% a un 50% del ingreso to- tal en EEUU. Pero francamente no sé si aumentará al 60% o 70% o si se de- tendrá en el 50% o 55% dentro de los próximos 20 años. Lo que sí sé es que la tendencia no parece haberse dete- nido y que esto es muy muy grande. Se está transformando en la concen- tración de ingresos más alta que se haya visto en la historia. Otra evolu- ción que investigo en mi libro viene de la tendencia de que la tasa de re- torno del capital es más alta que la tasa de crecimiento, así que particular- mente en los países más ricos donde las tasas de crecimiento son relativa- mente bajas, y donde la población crece lentamente, la tasa de retorno de capital tiende a ser mayor. Du- rante las últimas dos o tres décadas, los dueños de las mayores riquezas han aumentado tres veces más rápi- do que la riqueza promedio en total en EEUU y Europa, pero también a ni- vel global. No hay un proceso natu- ral por el que esto debiese parar. Lle- gado cierto punto, si hay un aumen- to de la concentración de la riqueza, esto tiene que parar, pero nadie sabe cuándo. Algunos parecen creer que sólo debiésemos intentar aumentar las tasas de crecimiento, pero no hay ninguna razón para que las tasas de crecimiento sean tan grandes como las de retorno. Debiésemos también tener otro plan, no es razonable sólo esperar que esta increíble coinciden- cia ocurra. Uno de los mensajes de mi libro es que debiésemos ir por más transparencia financiera y buscar co- lectivamente la cooperación global y un sistema de impuestos para evitar este aumento en la concentración de la riqueza. ¿Le parece que algunos países, dada su cultura e idiosincrasia, son más propensos a la desigual- dad? —No. La identidad nacional puede cambiar. Cuando se hace una compa- ración entre Norteamérica y Europa, por un muy largo tiempo antes de la Primera Guerra Mundial, Europa era mucho más desigual que Estados Unidos. En el curso del siglo XX, Eu- ropa instauró instituciones sociales más inclusivas que EEUU. Estas co- sas cambian, y mucho más rápido de lo que creemos. Creo en las institucio- nes democráticas, ningún país está condenado a la desigualdad. Chile es uno de los países con ma- yor desigualdad de la OCDE ¿Le parece que incrementar los im- puestos a las empresas para fi- nanciar una reforma educacio- nal reduciría la desigualdad? Le pregunto porque acá se está dis- cutiendo una reforma tributaria que aumentaría los impuestos a las empresas y la base sobre la que tributan… —No conozco lo suficiente de Chile para tomar alguna posición. Pero me parece que no hay ningún ejemplo de crecimiento de economías exitosas que no inviertan mucho en el sistema educativo. La idea de que los merca- dos se preocupan de todo es errada. Los mercados pueden hacer un mon- tón de cosas, pero hay otras que no. Una de las lecciones de la historia de la desigualdad es que hay numerosas alternativas posibles acerca de cómo cambiará la desigualdad. Al final de- pende de las instituciones y en par- ticular de las instituciones educacio- nales y fiscales que tengamos. Pero en términos generales, ¿el alza a los impuestos a las empre- sas reduce la inversión y, por ende, el crecimiento? —No necesariamente. Depende de qué nivel de impuestos se establezca para las empresas. Al final, se nece- sita que tanto los impuestos a las em- presas como los impuestos a los ingre- sos personales y a la riqueza estén en un cierto nivel. Una limitación de los impuestos a las empresas es que ge- neralmente se mantienen las tasas de impuestos a todos por igual. Lo bue- no de los impuestos a los ingresos personales es que los pueden ajustar de una manera más proporcional. No hay una sola solución. Depende del país y el contexto en particular. ¿Cuál es la receta para reducir la desigualdad en los países de in- gresos medios como Chile? —La inversión en educación es abso- IMPUESTOS A LOS INGRESOS “Hay que tratar distinto a la clase media y la clase que está mucho más arriba” INGRESOS DE LOS MÁS RICOS “Entre 1980 y 2010, la proporción de los ingresos totales que van al 10% más rico ha aumentado desde 30- 35% a 50% del ingreso total en EEUU” CONCENTRACIÓN DE RIQUEZA “Se está transformando en la concentración de ingresos más alta que se haya visto en la historia” EL PERSONAJE LA ENTREVISTA “El 1% más rico se apropió de las 3/4 partes del aumento de la renta nacional de Estados Unidos entre 1977 y 2007” MERCADOS “La idea de que los mercados se preocupan de todo es errada” lutamente clave; inversión de calidad en una educación libre, pero tam- bién necesita otros componentes. ¿Cuáles? —Se necesitan impuestos progresi- vos, tasas de impuestos más altos a los ingresos más altos y también tributa- ción progresiva de la riqueza, con ta- sas más altas a la riqueza personal. Por un largo tiempo, empezando en los años de Ronald Reagan en los ochenta y luego de la caída de la URSS en los noventa, la tributación pro- gresiva fue desplazada y considerada como algo del pasado. Eso fue errado. Tenemos que repensar el rol de los im- puestos progresivos incluyendo a los ingresos medios. ¿Cómo? —Hay que pensar, y tratar diferente a la clase media y la clase que está mu- cho más arriba. Las tasas para los im- puestos progresivos debiesen ser muy altas solo para los ingresos altos. Me parece importante repensar esta ex- periencia, mirar la investigación en EEUU entre los años treinta y los ochenta. Durante medio siglo las ta- sas de impuestos a los ingresos era en promedio 82%. Eso no mató el capi- talismo americano. ¿Cómo lo explicaría? —Fue aplicado solo a quienes tenían ingresos muy altos, cerca del equiva- lente de US$1 millón de hoy. A ese ni- vel de ingresos, no compensas el ren- dimiento de la productividad, más co- múnmente compensas la codicia en el sector financiero. Hay que tomar el caso de EEUU desde 1980 en que las tasas de impuestos se redujeron mu- cho: los ingresos excesivamente altos aumentaron y la desigualdad subió en todas partes. El comportamiento del PIB per cápita ha sido particularmen- te rudo en las últimas dos o tres dé- cadas en EEUU; si no me equivoco ha habido un 1,5% de crecimiento del PIB per cápita. Una gran parte de este crecimiento va a los más ricos, lo que no es muy positivo para el resto de la población. En el caso de EEUU, un gran porcentaje del crecimiento en- tre 1980 y 2010 fue absorbido por el 10% más alto. Este es un ejemplo que muestra que probablemente invertir en educación no es suficiente y que la tributación progresiva sobre los ingresos excesivos es quizás la única forma de evitar este proceso. ¿Cómo se puede implementar un impuesto global a la riqueza? Siempre habrá países “free ri- ders”, orientados a mantenerlos bajos para atraer la inversión… —No tiene que ser global. Se puede hacer mucho a nivel de cada país. Es más fácil si se es un país grande. Si se mira EEUU o la Unión Europea, el pri- mero es un cuarto del PIB mundial; pueden hacer mucho. En los países europeos es más difícil porque son más pequeños y deben hacer las co- sas en conjunto. Por ejemplo, si se considera el caso de los bancos suizos, hace cinco años las personas decían que no sucedería nada y que el secre- to bancario se mantendría siempre. Pero el gobierno de EEUU dijo a los bancos suizos que si seguían hacien- do eso y no entregaban la información que necesitaban de los activos que hay en las cuentas, les quitarían su li- cencia bancaria y no podrán hacer ne- gocios en EEUU. Entonces los bancos suizos decidieron romper el secreto bancario y entregar la información. Esto demuestra que las cosas pue- den cambiar si se aplican las sancio- nes adecuadas. ¿Es fácil? No. Pero, ¿es imposible? Tampoco. Es más impor- tante para los países de ingresos me- dios y los países con ingresos bajos que a veces pierden mucho dinero con los impuestos y la opacidad finan- ciera. P INVERSIÓN EN EDUCACIÓN “La inversión en educación es absolutamente clave; inversión de calidad en una educación libre” CULTURA Y DESIGUALDAD “Creo en las instituciones democráticas, ningún país está condenado a la desigualdad” CAPITALISMO “Durante medio siglo las tasas de impuestos a los ingresos eran en promedio de 82%. Eso no mató al capitalismo americano” COMPARACIÓN CON MARX “Hay que escapar de esos conceptos antiguos de marxismo y anti marxismo. Eso ya pasó. Pertenecemos a la próxima generación” “La mayor desigualdad de los ingresos en EEUU podría reflejar una mayor desigualdad en la inversión en educación; pero también refleja un enorme aumento en la remuneración de los máximos ejecutivos” FOTO: AFP Thomas Piketty: “No hay ningún ejemplo de crecimiento de economías exitosas que no inviertan mucho en educación” —El economista francés habla de la enorme popularidad que ha alcanzado su libro Capital en el Siglo XXI. —Habla de la concentración de la riqueza y cómo esta se está transformando en la más alta que haya visto la historia. ENTREVISTA CON ECONOMISTA AUTOR DE “CAPITAL EN EL SIGLO XXI” Y PROFESOR DE LA ESCUELA DE NEGOCIOS DE PARIS

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EXTRACTOS DEL LIBRO Capital en el Siglo XXI por Thomas Piketty

Los científicos sociales “deben hacer elecciones y tomar posturas respecto a instituciones y políticas específicas, como el Estado social, el sistema tributario o la deuda pública”.

“Estamos recreando lentamente el ‘capitalismo patrimonial’ - el mundo dominado por la riqueza heredada - de finales del siglo XIX”

A fondo con el economista Thomas Piketty

ESTÁ bien ser un rockstar”, dice medio en broma, medio en serio Thomas Piketty, el

economista francés que en las úl-timas semanas ha alcanzado fama mundial por su libro “Capital en el Siglo XXI”. Incluso, algunos lo han comparado con Carl Marx.

La publicación en inglés de la obra tuvo que ser adelantada y la edición en español será lanzada en nuestra primavera. Y es que “Capital en el Siglo XXI” se ha to-mado el primer puesto de la lista de los 100 más vendidos de Ama-zon, ganándole incluso a libros de ficción como la exitosa saga “Game of Thrones”. Experto en ingresos, riqueza y desigualdad, su libro ha causado tanto revue-lo, en parte, porque acusa al ac-tual sistema económico de fo-mentar la desigualdad de los in-gresos. Más allá del debate ideológico, la obra de Piketty hace una recopilación de datos de 20 países desde la Revolución In-dustrial hasta ahora, concluyen-do que el actual sistema ha lleva-do a mayor desigualdad en el mundo y que la creciente inequi-dad no parece tener piedra de tope. No es primera vez que Piketty entra en este tipo de te-mas. Ha publicado varios libros acerca de la desigualdad y la dis-tribución de la riqueza. “Intro-ducción a la teoría de la redistri-bución de la riqueza” o “La econo-mía de la desigualdad” son algunos de ellos.

Este miércoles, Piketty cumple

43 años. El profesor de la Escue-la de Economía de París y de la es-cuela de Estudios Avanzados de Ciencias Sociales (EHESS), y cer-cano a los políticos socialistas de su país (fue asesor económico de Ségolène Royal en las presidencia-les de 2007) se ha convertido en todo un fenómeno, llegando al punto de agotar entradas para una conferencia en el Centro de Graduados de la City University de Nueva York donde se reunie-ron los más serios economistas de EEUU para discutir acerca de su libro.

Para el economista francés nos encontramos en los nuevos “años dorados” o como a él le gusta lla-marlos, una segunda “Belle Épo-que” caracterizada por el sorpren-dente aumento de la riqueza del 1% más rico.

Con poco tiempo, y en un tono más bien serio, Piketty conversó por teléfono con PULSO desde Pa-rís. “Realmente traté en el libro de proveer y reunir mucho material histórico sobre estos temas para hacerlos accesibles a los lecto-res”, dijo. “Estoy muy contento de que mucha gente quiera leerlo y espero que no lo pongan en un es-tante y que de verdad lo lean”, agrega.

Algunos plantean que el libro es una continuación del libro “Capi-tal” de Carl Marx ¿Qué le parece que lo comparen con Carl Marx? “Es una tontería”, responde tajan-temente. Piketty se reconoce como de la generación post marxista y entre sus ideales, identifica la ta-rea de hacer que el capitalismo y el sistema de mercado estén al ser-vicio de las democracias y no al re-

vés. “Hay que escapar de esos con-ceptos antiguos de marxismo y anti marxismo, ese periodo ya pasó y pertenecemos a la generación siguiente”, dice.

Todos hablan de Piketty Prácticamente no hay columnis-ta de renombre que no haya he-cho referencia a Piketty en sus ar-tículos en el último tiempo.

Martin Wolf, editorialista prin-cipal del diario británico Financial Times, en una de sus últimas co-lumnas opinó que la reacción al li-bro muestra una creciente ola de ansiedad (sobre el tema de la de-sigualdad) criticando que el autor “muestra una casi nula atención a por qué la inequidad es impor-tante o si su reducción puede pe-sar más que los eventuales bene-ficios”.

En tanto, la columnista Gillian Tett, del mismo medio, relató la efervescencia que ha generado el economista francés asegurando que “la Casa Blanca y el Departa-mento del Tesoro estadouniden-se han conversado con el econo-mista. Un segmento completo del programa Morning Joe en horario prime reflexionó sobre su mensa-je de reforma fiscal. El interés ha sido tan elevado que la New York Magazine lo calificó de “Rock-Star Economist”.

El economista cabeza de los libe-rales o progresistas en EEUU, Paul Krugman declaró en New York Books que “su influencia es muy profunda” y en The New York Ti-mes aseguró que “Capital en el siglo XXI” será el libro económi-co más importante del año y pro-bablemente de la década”.P

Una entrevista de MARÍA JOSÉ PÉREZ-BARROS

SOY mejor analizando el pasado que el futuro”, declara de inme-diato Thomas Piketty cuando

se le pregunta cómo serán las econo-mías avanzadas de aquí a veinte años. “Mi libro es realmente acerca de la his-toria de los ingresos y la riqueza en veinte países desde la Revolución In-dustrial y al final trato de sacar leccio-nes. Lo que sé es que la tendencia de aumento de los ingresos de los más ri-cos en países como EEUU no parece haberse acabado”, asegura Piketty al teléfono desde la capital francesa. Y sentencia: “al parecer continuará”.

¿Por qué? —Si se mira entre 1980 y 2010, la pro-porción de los ingresos totales que iban al 10% más rico ha aumentado de un 30-35% a un 50% del ingreso to-tal en EEUU. Pero francamente no sé si aumentará al 60% o 70% o si se de-tendrá en el 50% o 55% dentro de los próximos 20 años. Lo que sí sé es que la tendencia no parece haberse dete-nido y que esto es muy muy grande. Se está transformando en la concen-tración de ingresos más alta que se haya visto en la historia. Otra evolu-ción que investigo en mi libro viene de la tendencia de que la tasa de re-torno del capital es más alta que la tasa de crecimiento, así que particular-mente en los países más ricos donde las tasas de crecimiento son relativa-mente bajas, y donde la población crece lentamente, la tasa de retorno de capital tiende a ser mayor. Du-

rante las últimas dos o tres décadas, los dueños de las mayores riquezas han aumentado tres veces más rápi-do que la riqueza promedio en total en EEUU y Europa, pero también a ni-vel global. No hay un proceso natu-ral por el que esto debiese parar. Lle-gado cierto punto, si hay un aumen-to de la concentración de la riqueza, esto tiene que parar, pero nadie sabe cuándo. Algunos parecen creer que sólo debiésemos intentar aumentar las tasas de crecimiento, pero no hay ninguna razón para que las tasas de crecimiento sean tan grandes como las de retorno. Debiésemos también tener otro plan, no es razonable sólo esperar que esta increíble coinciden-cia ocurra. Uno de los mensajes de mi libro es que debiésemos ir por más transparencia financiera y buscar co-lectivamente la cooperación global y un sistema de impuestos para evitar este aumento en la concentración de la riqueza. ¿Le parece que algunos países, dada su cultura e idiosincrasia, son más propensos a la desigual-dad? —No. La identidad nacional puede cambiar. Cuando se hace una compa-ración entre Norteamérica y Europa, por un muy largo tiempo antes de la Primera Guerra Mundial, Europa era mucho más desigual que Estados Unidos. En el curso del siglo XX, Eu-ropa instauró instituciones sociales más inclusivas que EEUU. Estas co-sas cambian, y mucho más rápido de lo que creemos. Creo en las institucio-nes democráticas, ningún país está condenado a la desigualdad. Chile es uno de los países con ma-yor desigualdad de la OCDE ¿Le parece que incrementar los im-puestos a las empresas para fi-

nanciar una reforma educacio-nal reduciría la desigualdad? Le pregunto porque acá se está dis-cutiendo una reforma tributaria que aumentaría los impuestos a las empresas y la base sobre la que tributan… —No conozco lo suficiente de Chile para tomar alguna posición. Pero me parece que no hay ningún ejemplo de crecimiento de economías exitosas que no inviertan mucho en el sistema educativo. La idea de que los merca-dos se preocupan de todo es errada. Los mercados pueden hacer un mon-tón de cosas, pero hay otras que no. Una de las lecciones de la historia de la desigualdad es que hay numerosas alternativas posibles acerca de cómo cambiará la desigualdad. Al final de-pende de las instituciones y en par-ticular de las instituciones educacio-nales y fiscales que tengamos. Pero en términos generales, ¿el alza a los impuestos a las empre-sas reduce la inversión y, por ende, el crecimiento? —No necesariamente. Depende de qué nivel de impuestos se establezca para las empresas. Al final, se nece-sita que tanto los impuestos a las em-presas como los impuestos a los ingre-sos personales y a la riqueza estén en un cierto nivel. Una limitación de los impuestos a las empresas es que ge-neralmente se mantienen las tasas de impuestos a todos por igual. Lo bue-no de los impuestos a los ingresos personales es que los pueden ajustar de una manera más proporcional. No hay una sola solución. Depende del país y el contexto en particular. ¿Cuál es la receta para reducir la desigualdad en los países de in-gresos medios como Chile? —La inversión en educación es abso-

IMPUESTOS A LOS INGRESOS

“Hay que tratar distinto a la clase media y la clase que está mucho más arriba”

INGRESOS DE LOS MÁS RICOS

“Entre 1980 y 2010, la proporción de los ingresos totales que van al 10% más rico ha aumentado desde 30-35% a 50% del ingreso total en EEUU”

CONCENTRACIÓN DE RIQUEZA

“Se está transformando en la concentración de ingresos más alta que se haya visto en la historia”

EL PERSONAJE LA ENTREVISTA

“El 1% más rico se apropió de las 3/4 partes del aumento de la renta nacional de Estados Unidos entre 1977 y 2007”

MERCADOS

“La idea de que los mercados se preocupan de todo es errada”

lutamente clave; inversión de calidad en una educación libre, pero tam-bién necesita otros componentes. ¿Cuáles? —Se necesitan impuestos progresi-vos, tasas de impuestos más altos a los ingresos más altos y también tributa-ción progresiva de la riqueza, con ta-sas más altas a la riqueza personal. Por un largo tiempo, empezando en los años de Ronald Reagan en los ochenta y luego de la caída de la URSS en los noventa, la tributación pro-gresiva fue desplazada y considerada como algo del pasado. Eso fue errado. Tenemos que repensar el rol de los im-puestos progresivos incluyendo a los ingresos medios. ¿Cómo? —Hay que pensar, y tratar diferente a la clase media y la clase que está mu-cho más arriba. Las tasas para los im-puestos progresivos debiesen ser muy altas solo para los ingresos altos. Me parece importante repensar esta ex-periencia, mirar la investigación en EEUU entre los años treinta y los ochenta. Durante medio siglo las ta-sas de impuestos a los ingresos era en promedio 82%. Eso no mató el capi-talismo americano. ¿Cómo lo explicaría? —Fue aplicado solo a quienes tenían ingresos muy altos, cerca del equiva-lente de US$1 millón de hoy. A ese ni-vel de ingresos, no compensas el ren-dimiento de la productividad, más co-múnmente compensas la codicia en el sector financiero. Hay que tomar el caso de EEUU desde 1980 en que las tasas de impuestos se redujeron mu-cho: los ingresos excesivamente altos aumentaron y la desigualdad subió en todas partes. El comportamiento del PIB per cápita ha sido particularmen-te rudo en las últimas dos o tres dé-cadas en EEUU; si no me equivoco ha habido un 1,5% de crecimiento del PIB per cápita. Una gran parte de este crecimiento va a los más ricos, lo que no es muy positivo para el resto de la población. En el caso de EEUU, un gran porcentaje del crecimiento en-tre 1980 y 2010 fue absorbido por el 10% más alto. Este es un ejemplo que muestra que probablemente invertir en educación no es suficiente y que la tributación progresiva sobre los ingresos excesivos es quizás la única forma de evitar este proceso. ¿Cómo se puede implementar un impuesto global a la riqueza? Siempre habrá países “free ri-ders”, orientados a mantenerlos bajos para atraer la inversión… —No tiene que ser global. Se puede hacer mucho a nivel de cada país. Es más fácil si se es un país grande. Si se mira EEUU o la Unión Europea, el pri-mero es un cuarto del PIB mundial; pueden hacer mucho. En los países europeos es más difícil porque son más pequeños y deben hacer las co-sas en conjunto. Por ejemplo, si se considera el caso de los bancos suizos, hace cinco años las personas decían que no sucedería nada y que el secre-to bancario se mantendría siempre. Pero el gobierno de EEUU dijo a los bancos suizos que si seguían hacien-do eso y no entregaban la información que necesitaban de los activos que hay en las cuentas, les quitarían su li-cencia bancaria y no podrán hacer ne-gocios en EEUU. Entonces los bancos suizos decidieron romper el secreto bancario y entregar la información. Esto demuestra que las cosas pue-den cambiar si se aplican las sancio-nes adecuadas. ¿Es fácil? No. Pero, ¿es imposible? Tampoco. Es más impor-tante para los países de ingresos me-dios y los países con ingresos bajos que a veces pierden mucho dinero con los impuestos y la opacidad finan-ciera. P

INVERSIÓN EN EDUCACIÓN

“La inversión en educación es absolutamente clave; inversión de calidad en una educación libre”

CULTURA Y DESIGUALDAD

“Creo en las instituciones democráticas, ningún país está condenado a la desigualdad”

CAPITALISMO

“Durante medio siglo las tasas de impuestos a los ingresos eran en promedio de 82%. Eso no mató al capitalismo americano”

COMPARACIÓN CON MARX

“Hay que escapar de esos conceptos antiguos de marxismo y anti marxismo. Eso ya pasó. Pertenecemos a la próxima generación”

“La mayor desigualdad de los ingresos en EEUU podría reflejar una mayor desigualdad en la inversión en educación; pero también refleja un enorme aumento en la remuneración de los máximos ejecutivos”

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Thomas Piketty: “No hay ningún ejemplo de crecimiento de economías exitosas que no inviertan mucho en educación”

—El economista francés habla de la enorme popularidad que ha alcanzado su libro Capital en el Siglo XXI. —Habla de la concentración de la riqueza y cómo esta se está transformando en la más alta que haya visto la historia.

ENTREVISTA CON ECONOMISTA AUTOR DE “CAPITAL EN EL SIGLO XXI” Y PROFESOR DE LA ESCUELA DE NEGOCIOS DE PARIS