Afio ILLilK. IÜPS laHi PUNTOS DE SUSCRIFCION LA ÉPOCA

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Afio ILLilK. íáltrtos 7 de Septiembre de 1897 Núa. 16.976 IÜPS laHi PUNTOS DE SUSCRIFCION 4DMINISTRACIÓN: CALLB DB LA LIBBRTAD, tC f tn Ut princip»Ut íiirtrt'as dt Madrid y frtmtuU$ Paris.—MM. Boyveaat et Cherlllet, ríe de I« Basqic, t%. ilMaiicioii espaAoiea.—A 35 céatimoi de peseta Ifae* •o coarta plana. Extranjeros y reclamoa, precios conyencionalei. Paria.—Agencia Havas, place de Boane, 8, qne tita* •oeitra exclusiva par» los anindosfranceses,y recibirá, ade- más, todos los extranjeros. Dirección teUsrá^cm: ÉPOCA, MADRID TELÉFONO NÚM. 39. APARTADO NÚM. 101 No se devuelven los originales. LA ÉPOCA FRECIOS DB SUSCRIFCIOI MADRID.—Un »«•, A p«MtM¡ IriitaikN, tW\ I«BM> ka, 9 S ; a&o, %M. PROVINCIAS.—Un atM, ft p«MtMi IriaNtN, l * , K « | •» «•rtre, •44 an «fio, 4|S. ••a.—Un Mw, 7 peMtMi trinestie, %^ MBwtre, §M% aa afio, 8 V oro. Portvgal, Gibialtei y Mamwoi «I Mltao pfMÍ* fNvta- ÍLTIMOS TELEGRAMAS 7 NOTICIAS DE LA TARDE M<M«fo d«I aia, flft cteUaibi.—Atiawdo, M . La coneipoBdtBcla de Adatial<tntd(5a, < D. Boraaat. Bedaooión 7 Admluigtraolón: Lib«rtikd. It MiMiMIíifiiilfMi^^ •Mlülil ADVERTENCIA Con motivo de celebrarse la fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, y siguiendo la costumbre de años anteriores, mañana no se publicará LA ÉPOCA. Una opinión particular sobre la guerra en Cuba Mucho antes de qiio tuviese lu^'nr en Avila y alre- dedor de la mesa la conrerencia relativa á la guerra y á la política en Cuba, entre el Sr. Sag-asta y los generales Berniudez Reina y Pando, liahia I.A J'ÍI'OCA expresado su lirme convicción de que la critica en público, por generales que han hecho la campaña y que pueden volver á ella, del método couque lia sido planteada y más particularmente de los actos y la persona del general en jefe, era cosa de iníhieñcia perjudicial y dañosa, por cualquier lado que se la considerase. Sin que desconozcamos las cualidades y méritos del general Pando como militar, vémonos precisa- dos á aplicar aquel criterio al prolijo juicio, nada im- parcial, que de la campaña de Cuba fia faeilitíido al Eicrcü()Esp<üi(d, y (|ue este diario nos ofrece, anun- ' ciáiidolo como un resumen de lo que en la sobreme- sa de Avilase trató. No será LA ECOCA quien dude de la sinceridad con que el general Pando emprende la critica de la gue- rra cubana; pero es cierto que la mayoría deK pú- blico ha solido atribuir en casos análogos los ata- ques al general en jefe á rivalidad iirol'esíonal ó al (leseo legítimo que siento el que critica de alcanzar el lauro ipie presiente que va á coronar las sienes de otro compañero en la milicia. Sin entrar á detallar el pensamiento del mencio- nado general, porque carecemos de competencia para ello y i>orqtie, por otra parte, es raiiv cono- cido y ha sido examinado y ivchazado por ptjrso- nas con a|ititud para juzgar, diremos que todo él respira una gran conlianza en la pobla(,-ión rural cubana y en la facilidad de sacar de ella (ílemeritos para combatir á la insurrección, jimta con una gran repugnancia (\ los medios y procedimientos líasta ahora empleados. Al cabo de diez años que diwó la primera guerra separatista cubana, y de dos y medio que dura la pro sente, el general Pando sostiene (jue nacía tiene de es- pecial ni de dilícil; que su prolongación consiste en que se ha eípii'ocadosu índole, y que, sin necesidad de enviar reluerzos, con la mitad de los soldados qu(! alli hay, es posible y no difícil llegar á la paeiticación mediante los dosresortesdeinspirar conlianzay atraer á los pacíficos, abandonando el procedimiento de la concentración de los mismos en los poblados, y de ar- mar á los rurales para que deliendan sus domicilios y haciendas contra los insui'rectos, lo que, según dicho general, no dejarán de hacer. Por lo que á nosotros toca, insistiendo en mani- festarnos incompetentes en materia de gutíri'a cuba- na, vemos, sin cmbai-go, con claridad (|U(Í el plan aconsejado por el general Pando y (pie se dice aci>p- tado por el Sr. Sagasta entraña u'n caml)io coin|delo en el (¡ue hace dos ;.ños que se sigue, y cuyos resul- tados ahora se están tocando; y que, por lo misino, significa un alto, un período dé confusión y una pér- dida consiguiente de fuerza en la campaña. Los datos conocidos no justifican tampoco el ca- rácler que dicho general atribuye á los pac¡/¡<;os ru rales (tomando al pie de la letra la palabra), antes ese elemento ha sido (!l ([ue más ha contribuido á mantener la insurníccióii, hasta que el general W(>iy- Icr, atajando el mal en su origtíi), privó á la úlLiiiía de su auxiliar más poderoso, disponieadu la concen- tración en los poblados. Tan poderosas son las razones (pie concurren á fa- vor de esta política militar y ea tanto número las aiJ- hesiones que á la misma líegan de los [mntos más impoit'intíís de Cuba y del elemento (jspañol, (pie cualesquiera (|ue sean los compromisos que adquie- ra el Sr. Sagasta, entendemos que ha de mirar.se mu- cho, si por desgracia dura la guerra cuando vuelva á 'ser poder, antes de sustituir al sistema que aplica el perujnil Weyler la conlianza universal, la disminu- ción del ejército, supriiiiiendoann los reem|)lazos del mismo y el armamento y recluta de los guajiros. Podrá ser militar el punto de vista del" general Pando en la cuestión cubana; pero .se nos antoja muy optimista y no menos perturbador, en cuanto que ofreced riesgo de fortalecer grandemente á los rebeldes, suministrándoles recursos y armas cuamío se hallan más abatidos. De es 1 opinión han sido las personas autorizadas y competentes con quienes el general Pando consultó liá tiempo su pensamiento, que es de larga fecha y ha tenido varias ediciones; las cuales personas han creído, sin duda, (pie no era prudente ponerlo á prueba. El Sr. Sagasta, con mayor competencia, asiente á cuanto el general Pando sugiertí, y admite todas sus atrevidas premisas como si fuesen verdades demos- tradas. Efectos (pie produce la aversión al general Weyler, común á los interlocutores de Avila. Concluimos repitiendo niu'stra ¡¡rotesta contra la censura hecha públicamente por militares en servi- cio activo de los [llanos y de ios actos de los genera- les en jefe. Oli'os países de Europa im|)i(lcn esta crí- tica, perjudicial á Iri disciplina. Aiiui va siendo cada vez más frecuente. La insurrección en la India inglesa. Combate importante. Dicea los últimos telegramas recibidos do Bombay que durante la noclio del día I.° de Septiembre l..')00 rebeldes atacaron el puesto inglés de Ballishlvil. Después de un encarnizado comísate que duro cinco horas, los afridis se retiraron. Los ingleses tuvieron dos muertos y algunos he- ridos. ' (DB LA AGENCIA FABBA.) Exaseracioncii. PABÍ.S 7.—Noticias particul¡iro.s recibidas d« Lon- dres dicen que el Gobierno de la Gran Bretaña exa- gera bastante el estado insurrecional de la India. Añaden que loa telegramas de Bombay últimamen- te recibidos por el Gobierno inglés contienen la pro- mesa de fidelidad á Inglaterra de la mayoría de los jefes indígetias y la seguridad de que contribui- rán á sofocor la rebelión de los afghanos que están en armas. EL EXCMO. SEÑOR 1 CABALLERO DE LA INfflE ORDEN DEL TOISÓN DE ORO, ETC., ETC.. Fué muerto el día 8 de Agosto de 1897 JIrt . X . JE-* , Su desconsolada viuda y demás familia, ruegan á sus amigos le encomienden á Dios Nuestro Señor. Serán aplicada,s al eterno descanso de su alma todas las misa.s (pío so digan ol día 8 do Soptiombre on las i.iarroijuias do San ,José. el Carmen, San Miguel Arcángel y San Luis, é iglesias do las Calatravas y oratorio del (!aballord de Gracia. Diranse también mi.su.s on la panoíinia de Santa Bárbara, San André.s do los Flamencos, Keal Mona-torio de las Salosas y .santuario do Nuestra Señora dol Perpetuo Socorro. Los Kmmos. Sros. Cardonales-Arzobispos de Santiago, Valencia, Valladolid y Obispo do L'rgel; los Excmos. Sresí. Arzobispos do Zaragoza, Sevilla, Granada, Tarragona, Burgos, Manila y Santiago d(3 Cuba; el Kxcmo. Sr. Arzobispo-Obispo de Madrid-Alcalá, ó limos. Sres. Obispos do Mallorca, Almería, Ciudad li drigo, Cuenca, .laca, Lugo, Cartagena, Salamaníía. Dominiipolis, Badajoz, C(')rdoba, Palencia, Tenerife, Barcelona, SoKsona, Zamora, Oren.se, Tortosi), Tuy, Huesca. Menorca, Segorbe, Raifiplona, Mondoñedo, Jaén, Vich, Guadix, Tarazona, Orihuela, Lérida, Canarias, \itoria, Sngovia, Habana, l'iiiírto Rico, Nueva Cáceres, Cebó, Nueva Segovia y Sr. Obispo pri<jr do las Ordenes Militares, conceden, respoctivaiiient(<, 100, 80 y 10 días do indulgencias á los fieles por cada misa que oyeren, Sagrada Comunión que ofrocioron y parte dol Hosario que rezaren on sufragi;) dot alma del finado. ECOSJilDIA Kepitiendo conceptos emitidos por el Sr. Monte- ros líios en una reei(!iit(í conferencia, El Correo no cesa de clamar «la ley,» «la ley igual para todos es el úníi-o criterio salvador.» ;(,»uiéii ha de rechazar tal proposición? LoqiK! pue- de (toiileslarseá El Con-en (>s que, si en (¡I procedi- miento, y tratándose (h; intcníses supremos, de or- den político ó de orden social, h)s gobtirnantes con- servadores, sin ir nunca contra la ley eu su texto ni en sil espiíilu. han aplicado un criterio expaiiSV) cuando era necesario inlerprelarla, (ÍSO mismo y más linu hecho, aiit(>s ó ¡h'spiiés de aquéllos, en casos idénticos de iiiteivs fundamental, los gobernantes del partido liberal. De manera (pie la actitud de El Correo en el caso del anarquista Sampaii, no solamente repr(>sen- ta el garbanzo negro en la [iriüisa, al convertir en po- lítico y de oposición un asunto que los demás hemos coiisiiierado bajo el aspecto social y sigu¡(mdo i;l im- pulso del público, quií pide garantías y amparo, sino (permita el colega que lo digamos) liierece (pie se la caliliijue (le poco sincera, porque en ese terreno no ha habido, ba.sta ahora, diferencia entre los dos partidos gobernantes, y de haberla, rediiiida en ven- taja del consei'vador. ]•][] el caso concreto, inoportuimnient(( planteado por El Correo, conformo á las excitaciones venidas de I/,)uriz:iii, es evidííute que el (iobiíírno si; ha abs- teimlo coa todo rigor de inlliiir en la decisión del triliiiiial militar constituido en Barcelona. Las inqiresioiKjsdel primero en la noche de ayer, y lúiidiindose ea la petición del fiscal, eran (pie se imixindrian al acusado ciianjiita años de cadena; pií- ro el Iribunal, scgiin parece, ha encontrado pruebas bastantes de que el agresor del tenient(! Portas (íi'a anarquista y obró como tal, y le ha aplicado la híy de r(;presión de aquella clase de delitos. Ha estado en su derecho y ha proc(;dido S(^gún ley y coiieiencia, á nuestro entender. Disiiutir los fallos ile los tribunakís, en toda ocasión es peligroso; y más tratándose de delitos como los anarfpiislas, (pie afectan á la sociedad. Lo que ¡iiUNle afirmarse sin asomo de (luda es que el (Gobierno no lia ejercido, ni pi'etendido ejei'cer género alguno de iiilluencia sobre el tribunal de Baivelona, como lo díiniucstra el haber anoche participado los ministros del error en (pi(í los corresponsales de la prensa, guiándose , por la acusación liscal, iiicur; ieroii, de suponer (pie ' la pena iin|)uesta por el cons jo de gueri'a unánime no seria la de muerte. Hiíctilicado aquel error, no qiKída sino volver á afirmar (|ue el eonsí^jo ha procedido libre de toda presión y de toda inlliiencia. CR(')NICAS DONOSTIARRAS HISTORIA DE"UNAS ONZAS I Va se sabe lo que es San Sebastián durante los días do la hírwsmnvd í/ran semana. Tiros, cohcítes; después tiros, más tardo cohetes, bombas, bombardinos, bata- llas, caíionazos, fusilamientos, arcabucoos, tie.stas de pólvora, ruido, polvo, cascabeleo de caballos, choque do vasiis, gritos, interjecion(!s, risas, chismes, cuentos, calor, nmclio dinero, cielo azul, silbas al presidente si hay lícsta do toros, algún que otro motín, quizás al- guna que otra bofetada sonora, juego, pítimas, rubo- rosas Jiori:ontales perseguidas encarnizadamente por la policía, música fina on «1 Casino, música popular en el Ü()ulevar(l, música cocineril en la Zurriíjla, acor- deones no menos finos en tabernas y sidrerías, etc., etcétera. La otra noche del ;}1 de Agosto fué como todas: como todas so estrujó on ol Boulovard la gente y vol- vióse á estrujar en el Casino y á rezumarse on el cam- po do Aldordi líder; como t idas hub ) cohotos y como todas también algunos bobalicones se nasaron horas enteras esperando á (¡no los caycii-an on la nariz páli- das ó doradas (wl rollas do los fuegos artificíalos. Mohínos, sordos, atufados de píilvora, huímos va- rios amigos y yo dol li lulovard y dol campi.) de Al- dordi Kílor, y nos internamos on oscuras ciUltíjas de la antigua ciudad. Allí sombras, silencio, vacilantes ífarolos, la liutoniadol soroiK» que lucía lejos, muy le- jos, cual gusano do luz, li rá|)iila, fug.iz, como volan- te (wtrolla Corría de una acora á la otra. Atravesamos rápidamonto la callo, deseosos do olvi- dar el l)ullicio do la ciudad nueva para endjarganios on ol misterio do la vieja. T.m s(')lo rumor do lejanas tocatas, chasquido do cohetes que estallaban como la bofetada do un clowtiy so perdían serpeando, lumino- sos, en las profundidades de un cielo negro, cuajado do temblorosas estrellas, nos recordaba (¡uo vivíamos k dos pasos del Madrid do verano. Más lejos, en la calle dol íil do Agosto, perdiciso ya por completo todo rumor. En esta callo so juntan iglesias, cuarteles, tabernas, cocheras y mancebías; por la mañana circulan devotos y beatas, por la tardo cocheros y soldados, por la nocho viciosos do profo- sión (J marinos de algún buque extranjero que ron- dan á las ki'tairas donostiarras y despiertan á los tranquilos veciníjs con el acompasado taconeo de sus zapatones. También ¡oh espanto! en la calle del :ll de Agosto había fiesta, y música y baile. Eran vointe (i treinta marineros y aficionados á la sidra; otras tantas mo- zas; un tamborilero quo aporreaba mugriento parche; un pífano que so deshacía la garganta por arrancar de su llautín picantes y retozonas notas. —Qné, ¿hay boda? ;,llay santo?—preguntamos á un sidrero. —Iloda. ¡Piesta (fiesta) de 31 de .Agosto ya osl—res- pondií). I —•fl\ de Agosto! •;5l de Ag()sto! Sí, ya recuerdo... Y á poco so Uog'i á nuestra memoria la triste fecha. ¡El .'U de Agosto de 181:)! El incendio do San Siibas- tián, el saqueo, la muerte, la dostruociiui completa del pueblo, como Niunancia, cual Sagunto: la heroica reediflcaciiin do aquella ciudad por ol fiu-or del incen- dio, reducida tan sólo á la callo on que estábamos, á esa gloriíwa c'allo venerada on (irlos los pueblos don- de sucedieron todas las cosas momorabhis y grandes, que so llama do la Paroslría en Zarag.tza, Corrillú de la Verba en Salamanca, de Toledo en Madrid, do las Sierpes en Sevilla. Kra, sí, la jamás vencida callo honra do los pueblos valientes, ennegrecida por ol incendio, manchada de .sangro y de l(jdo, cubierta do chamuscados cadáveres, montiin do llamas, do piedras, do víctimas (jue, por obra dol patriotismo y de la t(frquodad de los donos- tiarras, había do coavortirso nuiy luego en altiva cuna, on cariñoso regazo dol otro San Sebastián mo- derno, magnifico, capitid do España en Víirano... poro bárl)aro vencedor del San Sebastián viejo, fie aqu'd San Sebastián do «los tristes destinos...» Tan siJlo unos marineros, algunos muchachos, dos () tnís viejos, el tamborilero y el pífano lo rocuordají on la noctiedel .•)1 do Agosto do 1897. Va sé ((uo la carta (ís incorrecta, ingenua, falta de iristórica gravedad. ¡Pero quisiera yo ver á conspicuos historiadores rasgueando con la pluma entre tiros, in- cendios, muertes, asolamientos, fieros males! «Agosto de 181;Í. t'surljil.—Mi querida X.: \ a sa- bes, querida mía, C(Jmo estamos desde .Julio. No sé Cíímo no nos hemos vuelto sordos. Los francosíís se delionden; ni un niiimíMito cesa el ¡bum! ¡bum! d(ísdo el castillo, desdo las baterías, desde todas partes. Los irlandíisos y portugueses, nuestros aliados, minan por todas part(ís y atacan por el lado del L'rumea. El otro día ¡(jué miedo pasamos! creímos ((ue entra- ban ya. La gente apenas salo de casu. No sabonios nada de fuera. ¿Qué pasará en Madrid? ¿V los niíios y Enrique? Aquí todos consternados, como digo. Sin embargo, creo que P. sigue muy bien sus relaciones con M. ¡Si no hubiera guerra! ¡Él sí quo la pono sitio lui toda re- gla!... No esperamos socorros y vemos muclios heri- dos, nuiortos; hay (oficiales fraucosas.., poro muy sosos. Madame por aquí, ma'leM'iini'Ue por allá, y cortesías, y mucho perfumo y arrastrar ÍÚ sable .. Eu (Wte momento ha cesado do disparar una bat-^ría y puedo oscril)ir con más tranquilidad. ¡V estamos así dosd(} .lulio! ¡V cuándo terminará est:)!. ^ Tongo ontre mis papeles algunos borrosos, hallados en un viejísimo arcón roído por los gusanos, quo ha- blan do la memorable nocho. Me los regalo una señora donostiarra muy vieja, poso<jdora, á más do los suso- dichos papeles, do dos caracoles marinos traídos por un su pariente do Filipinas, de un enorme fanal quo aprisionaba á un canario de cora y de cierta alfombra en quo un moro, montado sobre amarillento camello, se disponía á matar al león, á un león de color de canela... Ahí va el papel. Es una carta escrita por persona que asistió á lo-i sucosos, quo vio cómo los franceses, dueños de San Sebastián, lo defendían, ya con sudo- res de agonía y al final de la guerra do la Indepen- dencia; cómo portugueses ó ingleses, aliados, entra- Interrumpí nú carta porque en aquel momento vi- nieron á registrar la casa unos francesotes. Todo lo núraban, hasta el secreto, ya sabes, aquel secreto do la escalera donde mi madre (q. s. g. h.) guardaba la sortija de rubíes que te regaU) después. Va sabían ellos (luo aquí tollas las casas tien(?u su secreto desde tiempos de Mari-Castaña. Así decía uno medio borracho: —í^cgreto! (Imudaj, guarduj, Jasilaiil ¡llabráse visto bárbaroíi! Dosds quo entraron el año 180S b;i,sta hoy, los muy ladrones... ya no los ((ueda masque San Sebastián, pronto se irán. Mi marido marcho á Usurbil, ya. sabos, muy cerca -A campo. Otra voz interrumpo la carta, poro ahora por algo más gordo. Dacididamente o.Hto va de veras. El ¡t)Utu! ¡bum! ¡bum! no cosa un minuto. Los aliados entran á escapii. ¡Sálvese ol ([ue puoial Mi m:irid > 'indo Usur- bil mo onvía á todos momentos recado con las aldea- nas..I oshopa lado Lasarte quiere que mi vaya con ella. ¡Tengo un miedo! ¡Atravesar las filas enemigas! ¡(^ué ha pasado durante tantos días! ¡(¿uó ha pasailo. Dios mío! No sé, lloro, no ((uioro acordarme... I)..<sde mis últimas líneas, no rocuerd')... Verás: cuando las escribía entra á toíbi prisa/aí^w. «Si<uora, soldados llogar,»dice. Oimos un lamento infernal: los chiquillo.s gritaban, los homliroi corrían: la casa retemblaba con loscañoníízos y croo ([UO hasta maullaban los gatos (in ol desván. Sin sabor cómo, guardamos en ol secreto algunos cuartos... Luego las alhajas... — ¡(^uo vioneu!—so oía por un lado-y ol ¡bum! ¡bum! —Señora, por aquí; señora, por allá. —¡Los inglos(}s'—se oía luego. —¡Son pooros!—decía uno que pasaba corriendo por la calle Volcamos los cofies, cogimos las alhajas, la pulsera, el aderezo, todo en los bolsillos, la plata Mari Iiia- si, la criada vii>ja, luchaba co'i un cucharón, quo no píjdía meter on la basquina Por fin, todo lo guar- daiuos. Mari Iñasi, empíúiada on ocultar las alhajas en el secreto. Vo no quise, y luego ya verás por qué me alegré. Salimos, pero al bajar, temblando, las es- caleras, un hombro quo subía de prisa nos asusta. - ¡Por Dios! -le decimos. —Señora—contesta él temblando más quo nosotras. Y de pri<a, tartanmdeando, le oigo decir: -Señora su marido prestarme treinta mil reales. Mi conciencia. Todos vamos k morir. Y on esto saca unos paíiuotes con onzas y medias —\ buena hora viene usted—le digo.—¿Para qué este dinero? ¡^•ayíl un estorbo! ¿Y (jué hacemos (;on estol? ¡Tirarlo! ¡(¿uó embrollo! Pero Joshepa se empeña en llevárselos, y formando un paquete coa todo, se los coloca en la basquina. ¡Y eso que no podíamos con el peso de aljiajas, cubier- tos, etc.. íbamos andfindo muy despacio para que ol sonido de nuestro tesoro no tentara íi algún soldada de los que hallábamos al paso. Las callesi e.staban de- siertas, únicamente patrullas da franceses que pasa- l)an, de cuando, en cuando, carros do municiones. Todo el mundo iba á las defensas. J<'uimos por la calla del Puyuelo, más disimulada que las otras, y luego salimos k la dol Campanario, cerca dol muelle. Allí un francos nos insultó y empezó k perseguirnos. Ka aquel momento creímos que senos venía el mundo encima: un cañonazo sonó muy cerca, y nos ensorde- ció. ¡Uf, qué apuros! Por fin llegamos á la puerta de Tierra (1), á las murallas. Aquello estaba negro como boca de lobo. Ya recuerdas el sitio. Es donde salíamo» el último verano á esperar hiffalera. Hay allí un ban- co, donde hemos hablado mucho, donde X etc.. ¿No recuerdas el ÜrUeo de Tilo, colocado sobre la muralla* Tito era aquel italiano que encontrábamos todos los días al salir de misa y nos saludaba ceremoniosamen- te con su sombrero, en que llevaba, según creo, un Cristo ó una Mrgen de plomo. No sé, pero creo que ha muerto este invierno... Sin embargo, el Cristo sigue alumbrado, y porque lo alumbraba con su dinero, le llaman el Cristo de Tito, el del Italiam, etc. ¡Quién me había de decir que en mis apuros del otro día había de acordarme de Tito, de aquel Tito que de peiiueñas nos daba miedo y de grandes nos hacía roir al saludarnoi con su fimn dia sihora! Ya puedís suponer que al ver el Cristo fuimos á per- signarnos y á rezar. ¡Si rieras con qué tranquilizado- ra mirada nos animó el Cristo de Tito! ¡Rezar digo! Era imposible. Había al.í con sus cestas y gallinas que ca- careaban nmchas caseras, .sentadas... Unguardia fran, cés las impedía pasar, y con el fusil las rechazaba. Ellas querían k todo trance salir de la plaza. Un ofi- cial, rubio, de París, se burlaba con su compañero do las aldeanas: de sussayas en formado campanasujetas al jubón con unos tirantes. Y con tono dedosprecio de- cía: Des paysannes! Y seguía fumando y mirándonos. Otros oflcialo.s charlaban con tranquilidad, y la palabra Empereur m repetía mucho. Los -soldados y las caseras disputaban. Una .sardine- ra del muelle puso como chupa de d('imine á bjs fran- ceses y Ikmoniiui los decía y pransescí cond.enaro, ote Ellos se reían. Al verme las aldeanas vinieron k y cesó por un momento la Babel que armaban las gallinas cacareando, ol vascuenee, el francés, el ca- ñoneo, los tiros. La gente .so había calmado y todo lo del asalto era una falsa alarma. Las caseras querían salir conmigo. Los oficiales venían á mí saludán- dome. Madame seño//a' Era un comisario de guerra, Pontois, nniy guapo, muy fino, <[uo alguna voz nos habló en la Puerta de Tierra. El nos enseñaba palabras francesas y nosotros á él españolas. Lo hiblé al sido, .sonrió, hizo muchas reverencias. —l'ason, sonogas! .No tengan miodo de ingleses! ¡l.'fl E[ Kmpegado!/ íioiQnui nadie. Contamos muchos ca- ñemos. Y se retorcía el bigote y jugueteaba con una fusta. —i) esas mujet/ues'f—dijo señalando á las caseras. Entonces to confieso que tuvo valor. —¡Son también criadas! Se inclino y salimos. Ul oficial delante, yo detrk¡«, las caseras muy calladas luego. Así llegamos k las Pajinas (2). Las avanzadas inglesas estaban muy cerca; el (»fl- cial empeñado en seguir contáBdonos si la plaza era invencible, etc., etc. Si da unos pasos más lo cogen ó lo matan. So volvió, i nuestro» ruegos, hizo varias reverencias y yo di gracias. ¡Y ya e.staba sola con mi cara- vana! Fuimos por la playa. No lejos veíamos á loa ingle- ses descansando tranquilamento. Por aquel huio no iba la cosa. El cañoneo no nos molestaba. ¡Cots qné gusto respiraba al lado dol mar! ¡Qué díiis! ¡Qué «ttio- clones! ¡Y oso que hacía un calor! ¿Tendremos galer- na?—pensaba. En el mar había ya sus borregnitos y el calor ora ho- rrible. Así atravo.s;amos toáa la playa hasta el Anti- guo, y allí muy pronto caía on brazos de mi Pepe, que aguardaba con las muías para llevarnos á Usur- bil. Y hétenos ya subidas eu la rartola y hacia el pue- blo. ¡Llegamos por fin! ¡Todos estaban intranquilos! [Figórato! La pobre mamá lloraba y decía á Pppe: — Y'a te docíayo quo Dios devuelve su mujer al hijo que salva á su madre! Los niños jugaban «á los franceses;» hacían el ¡Itum.' bum.' de los cañones. Poro esto era otro ¡hiim!. Por la copia, RODRIGO SORIANO. San Sebastián, :il Agosto do 1HÍ)7. Concluirá.': Despachos telegráficos. (üBL SBRVICnO PltlTlOnLAR OH «hk líPOOA») l'n Incendio. SIÉVILI.A (i (9 nochis). l'hi Villamanriquo, y en el c(jto llamado del Roy, propiedad de la condesa de Pa- rís, ha habido un incendio que ha destruido una gran extensión do monto. Las pérdidas son muy considerables.-/'. (DB LA A&KNOIA FABEl) La ln)«iirrec(rión >l« la ludia. LoNDRRS 8.—Las autoridaihis de Bombay han prac- ticado numerosos registros domiciliarios y en las re- dacciones é improntas de varios periódicos. Supónese quo estas medidas guardan estrocha re- lación con (3l movimiento insurreccional de las tribu» fronterizas. Pnaqulne» anarqulutai. NIZA 6.—En la mañana de hoy han aparecido, fija- dos on las esquinas, pasquines anarquistas, impresos, llevando como encabozannento «Germinal,» y conté-' niendo el retrato do Angiolillo, el asesino del señor Cánovas. La policía los arrancó, y hace gestiones en averi- guación de los autores do dichas proclamas. (J) Donde hoy está el principio del Bouletard y 1» Plaza Vieja, desde donde salo el tranvía de Pásales-

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ADVERTENCIA

Con motivo de celebrarse la fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, y siguiendo la costumbre de años anteriores, mañana no se publicará LA ÉPOCA.

Una opinión particular sobre la guerra en Cuba

Mucho antes de qiio tuviese lu^'nr en Avila y alre­dedor de la mesa la conrerencia relativa á la guerra y á la política en Cuba, entre el Sr. Sag-asta y los generales Berniudez Reina y Pando, liahia I.A J'ÍI'OCA expresado su lirme convicción de que la critica en público, por generales que han hecho la campaña y que pueden volver á ella, del método couque lia sido planteada y más particularmente de los actos y la persona del general en jefe, era cosa de iníhieñcia perjudicial y dañosa, por cualquier lado que se la considerase.

Sin que desconozcamos las cualidades y méritos del general Pando como militar, vémonos precisa­dos á aplicar aquel criterio al prolijo juicio, nada im­parcial, que de la campaña de Cuba fia faeilitíido al Eicrcü()Esp<üi(d, y (|ue este diario nos ofrece, anun- ' ciáiidolo como un resumen de lo que en la sobreme­sa de Avilase trató.

No será LA ECOCA quien dude de la sinceridad con que el general Pando emprende la critica de la gue­rra cubana; pero es cierto que la mayoría deK pú­blico ha solido atribuir en casos análogos los ata­ques al general en jefe á rivalidad iirol'esíonal ó al (leseo legítimo que siento el que critica de alcanzar el lauro ipie presiente que va á coronar las sienes de otro compañero en la milicia.

Sin entrar á detallar el pensamiento del mencio­nado general, porque carecemos de competencia para ello y i>orqtie, por otra parte, es raiiv cono­cido y ha sido examinado y ivchazado por ptjrso-nas con a|ititud para juzgar, diremos que todo él respira una gran conlianza en la pobla(,-ión rural cubana y en la facilidad de sacar de ella (ílemeritos para combatir á la insurrección, jimta con una gran repugnancia (\ los medios y procedimientos líasta ahora empleados.

Al cabo de diez años que diwó la primera guerra separatista cubana, y de dos y medio que dura la p ro sente, el general Pando sostiene (jue nacía tiene de es­pecial ni de dilícil; que su prolongación consiste en que se ha eípii'ocadosu índole, y que, sin necesidad de enviar reluerzos, con la mitad de los soldados qu(! alli hay, es posible y no difícil llegar á la paeiticación mediante los dosresortesdeinspirar conlianzay atraer á los pacíficos, abandonando el procedimiento de la concentración de los mismos en los poblados, y de ar­mar á los rurales para que deliendan sus domicilios y haciendas contra los insui'rectos, lo que, según dicho general, no dejarán de hacer.

Por lo que á nosotros toca, insistiendo en mani­festarnos incompetentes en materia de gutíri'a cuba­na, vemos, sin cmbai-go, con claridad (|U(Í el plan aconsejado por el general Pando y (pie se dice aci>p-tado por el Sr. Sagasta entraña u'n caml)io coin|delo en el (¡ue hace dos ;.ños que se sigue, y cuyos resul­tados ahora se están tocando; y que, por lo misino, significa un alto, un período dé confusión y una pér­dida consiguiente de fuerza en la campaña.

Los datos conocidos no justifican tampoco el ca-rácler que dicho general atribuye á los pac¡/¡<;os ru rales (tomando al pie de la letra la palabra), antes ese elemento ha sido (!l ([ue más ha contribuido á mantener la insurníccióii, hasta que el general W(>iy-Icr, atajando el mal en su origtíi), privó á la úlLiiiía de su auxiliar más poderoso, disponieadu la concen­tración en los poblados.

Tan poderosas son las razones (pie concurren á fa­vor de esta política militar y ea tanto número las aiJ-hesiones que á la misma líegan de los [mntos más impoit'intíís de Cuba y del elemento (jspañol, (pie cualesquiera (|ue sean los compromisos que adquie­ra el Sr. Sagasta, entendemos que ha de mirar.se mu­cho, si por desgracia dura la guerra cuando vuelva á

'ser poder, antes de sustituir al sistema que aplica el perujnil Weyler la conlianza universal, la disminu­ción del ejército, supriiiiiendoann los reem|)lazos del mismo y el armamento y recluta de los guajiros.

Podrá ser militar el punto de vista del" general Pando en la cuestión cubana; pero .se nos antoja muy optimista y no menos perturbador, en cuanto que ofreced riesgo de fortalecer grandemente á los rebeldes, suministrándoles recursos y armas cuamío se hallan más abatidos. De es 1 opinión han sido las personas autorizadas y competentes con quienes el general Pando consultó liá tiempo su pensamiento, que es de larga fecha y ha tenido varias ediciones; las cuales personas han creído, sin duda, (pie no era prudente ponerlo á prueba.

El Sr. Sagasta, con mayor competencia, asiente á cuanto el general Pando sugiertí, y admite todas sus atrevidas premisas como si fuesen verdades demos­tradas. Efectos (pie produce la aversión al general Weyler, común á los interlocutores de Avila.

Concluimos repitiendo niu'stra ¡¡rotesta contra la censura hecha públicamente por militares en servi­cio activo de los [llanos y de ios actos de los genera­les en jefe. Oli'os países de Europa im|)i(lcn esta crí­tica, perjudicial á Iri disciplina. Aiiui va siendo cada vez más frecuente.

La insurrección en la India inglesa.

Combate importante. Dicea los últimos telegramas recibidos do Bombay

que durante la noclio del día I.° de Septiembre l..')00 rebeldes atacaron el puesto inglés de Ballishlvil.

Después de un encarnizado comísate que duro cinco horas, los afridis se retiraron.

Los ingleses tuvieron dos muertos y algunos he­ridos. ' (DB LA AGENCIA FABBA.)

Exaseracioncii. PABÍ.S 7.—Noticias particul¡iro.s recibidas d« Lon­

dres dicen que el Gobierno de la Gran Bretaña exa­gera bastante el estado insurrecional de la India.

Añaden que loa telegramas de Bombay últimamen­te recibidos por el Gobierno inglés contienen la pro­mesa de fidelidad á Inglaterra de la mayoría de los jefes indígetias y la seguridad de que contribui­rán á sofocor la rebelión de los afghanos que están en armas.

EL EXCMO. SEÑOR

1

CABALLERO DE LA INfflE ORDEN DEL TOISÓN DE ORO, ETC., ETC.. F u é muerto el día 8 de Agos to de 1897

JIrt . X . JE-* ,

Su desconsolada viuda y demás familia, ruegan á sus amigos le encomienden á Dios Nuestro Señor.

Serán aplicada,s al eterno descanso de su alma todas las misa.s (pío so digan ol día 8 do Soptiombre on las i.iarroijuias do San ,José. el Carmen, San Miguel Arcángel y San Luis, é iglesias do las Calatravas y oratorio del (!aballord de Gracia. Diranse también mi.su.s on la panoíinia de Santa Bárbara, San André.s do los Flamencos, Keal Mona-torio de las Salosas y .santuario do Nuestra Señora dol Perpetuo Socorro.

Los Kmmos. Sros. Cardonales-Arzobispos de Santiago, Valencia, Valladolid y Obispo do L'rgel; los Excmos. Sresí. Arzobispos do Zaragoza, Sevilla, Granada, Tarragona, Burgos, Manila y Santiago d(3 Cuba; el Kxcmo. Sr. Arzobispo-Obispo de Madrid-Alcalá, ó limos. Sres. Obispos do Mallorca, Almería, Ciudad li drigo, Cuenca, .laca, Lugo, Cartagena, Salamaníía. Dominiipolis, Badajoz, C(')rdoba, Palencia, Tenerife, Barcelona, SoKsona, Zamora, Oren.se, Tortosi), Tuy, Huesca. Menorca, Segorbe, Raifiplona, Mondoñedo, Jaén, Vich, Guadix, Tarazona, Orihuela, Lérida, Canarias, \itoria, Sngovia, Habana, l'iiiírto Rico, Nueva Cáceres, Cebó, Nueva Segovia y Sr. Obispo pri<jr do las Ordenes Militares, conceden, respoctivaiiient(<, 100, 80 y 10 días do indulgencias á los fieles por cada misa que oyeren, Sagrada Comunión que ofrocioron y parte dol Hosario que rezaren on sufragi;) dot alma del finado.

ECOSJilDIA Kepitiendo conceptos emitidos por el Sr. Monte­

ros líios en una reei(!iit(í conferencia, El Correo no cesa de clamar «la ley,» «la ley igual para todos es el úníi-o criterio salvador.»

;(,»uiéii ha de rechazar tal proposición? LoqiK! pue­de (toiileslarseá El Con-en (>s que, si en (¡I procedi­miento, y tratándose (h; intcníses supremos, de or­den político ó de orden social, h)s gobtirnantes con­servadores, sin ir nunca contra la ley eu su texto ni en sil espiíilu. han aplicado un criterio expaiiSV) cuando era necesario inlerprelarla, (ÍSO mismo y más linu hecho, aiit(>s ó ¡h'spiiés de aquéllos, en casos idénticos de iiiteivs fundamental, los gobernantes del partido liberal.

De manera (pie la actitud de El Correo en el caso del anarquista Sampaii, no solamente repr(>sen-ta el garbanzo negro en la [iriüisa, al convertir en po­lítico y de oposición un asunto que los demás hemos coiisiiierado bajo el aspecto social y sigu¡(mdo i;l im­pulso del público, quií pide garantías y amparo, sino (permita el colega que lo digamos) liierece (pie se la caliliijue (le poco sincera, porque en ese terreno no ha habido, ba.sta ahora, diferencia entre los dos partidos gobernantes, y de haberla, rediiiida en ven­taja del consei'vador.

]•][] el caso concreto, inoportuimnient(( planteado por El Correo, conformo á las excitaciones venidas de I/,)uriz:iii, es evidííute que el (iobiíírno si; ha abs-teimlo coa todo rigor de inlliiir en la decisión del triliiiiial militar constituido en Barcelona.

Las inqiresioiKjsdel primero en la noche de ayer, y lúiidiindose ea la petición del fiscal, eran (pie se imixindrian al acusado ciianjiita años de cadena; pií-ro el Iribunal, scgiin parece, ha encontrado pruebas bastantes de que el agresor del tenient(! Portas (íi'a anarquista y obró como tal, y le ha aplicado la híy de r(;presión de aquella clase de delitos.

Ha estado en su derecho y ha proc(;dido S( gún ley y coiieiencia, á nuestro entender. Disiiutir los fallos ile los tribunakís, en toda ocasión es peligroso; y más tratándose de delitos como los anarfpiislas, (pie afectan á la sociedad. Lo que ¡iiUNle afirmarse sin asomo de (luda es que el (Gobierno no lia ejercido, ni pi'etendido ejei'cer género alguno de iiilluencia sobre el tribunal de Baivelona, como lo díiniucstra el haber anoche participado los ministros del error en (pi(í los corresponsales de la prensa, guiándose , por la acusación liscal, iiicur; ieroii, de suponer (pie ' la pena iin|)uesta por el cons jo de gueri'a unánime no seria la de muerte.

Hiíctilicado aquel error, no qiKída sino volver á afirmar (|ue el eonsí jo ha procedido libre de toda presión y de toda inlliiencia.

CR(')NICAS DONOSTIARRAS

HISTORIA DE"UNAS ONZAS

I Va se sabe lo que es San Sebastián durante los días

do la hírwsmnvd í/ran semana. Tiros, cohcítes; después tiros, más tardo cohetes, bombas, bombardinos, bata­llas, caíionazos, fusilamientos, arcabucoos, tie.stas de pólvora, ruido, polvo, cascabeleo de caballos, choque do vasiis, gritos, interjecion(!s, risas, chismes, cuentos, calor, nmclio dinero, cielo azul, silbas al presidente si hay lícsta do toros, algún que otro motín, quizás al­guna que otra bofetada sonora, juego, pítimas, rubo­rosas Jiori:ontales perseguidas encarnizadamente por la policía, música fina on «1 Casino, música popular en el Ü()ulevar(l, música cocineril en la Zurriíjla, acor­deones no menos finos en tabernas y sidrerías, etc., etcétera.

La otra noche del ;}1 de Agosto fué como todas: como todas so estrujó on ol Boulovard la gente y vol­vióse á estrujar en el Casino y á rezumarse on el cam­po do Aldordi líder; como t idas hub ) cohotos y como todas también algunos bobalicones se nasaron horas

enteras esperando á (¡no los caycii-an on la nariz páli­das ó doradas (wl rollas do los fuegos artificíalos.

Mohínos, sordos, atufados de píilvora, huímos va­rios amigos y yo dol li lulovard y dol campi.) de Al­dordi Kílor, y nos internamos on oscuras ciUltíjas de la antigua ciudad. Allí sombras, silencio, vacilantes ífarolos, la liutoniadol soroiK» que lucía lejos, muy le­jos, cual gusano do luz, li rá|)iila, fug.iz, como volan­te (wtrolla Corría de una acora á la otra.

Atravesamos rápidamonto la callo, deseosos do olvi­dar el l)ullicio do la ciudad nueva para endjarganios on ol misterio do la vieja. T.m s(')lo rumor do lejanas tocatas, chasquido do cohetes que estallaban como la bofetada do un clowtiy so perdían serpeando, lumino­sos, en las profundidades de un cielo negro, cuajado do temblorosas estrellas, nos recordaba (¡uo vivíamos k dos pasos del Madrid do verano.

Más lejos, en la calle dol íil do Agosto, perdiciso ya por completo todo rumor. En esta callo so juntan iglesias, cuarteles, tabernas, cocheras y mancebías; por la mañana circulan devotos y beatas, por la tardo cocheros y soldados, por la nocho viciosos do profo-sión (J marinos de algún buque extranjero que ron­dan á las ki'tairas donostiarras y despiertan á los tranquilos veciníjs con el acompasado taconeo de sus zapatones.

También ¡oh espanto! en la calle del :ll de Agosto había fiesta, y música y baile. Eran vointe (i treinta marineros y aficionados á la sidra; otras tantas mo­zas; un tamborilero quo aporreaba mugriento parche; un pífano que so deshacía la garganta por arrancar de su llautín picantes y retozonas notas.

—Qné, ¿hay boda? ;,llay santo?—preguntamos á un sidrero.

—Iloda. ¡Piesta (fiesta) de 31 de .Agosto ya osl—res-pondií). I

—•fl\ de Agosto! •;5l de Ag()sto! Sí, ya recuerdo... Y á poco so Uog'i á nuestra memoria la triste fecha.

¡El .'U de Agosto de 181:)! El incendio do San Siibas-tián, el saqueo, la muerte, la dostruociiui completa del pueblo, como Niunancia, cual Sagunto: la heroica reediflcaciiin do aquella ciudad por ol fiu-or del incen­dio, reducida tan sólo á la callo on que estábamos, á esa gloriíwa c'allo venerada on (irlos los pueblos don­de sucedieron todas las cosas momorabhis y grandes, que so llama do la Paroslría en Zarag.tza, Corrillú de la Verba en Salamanca, de Toledo en Madrid, do las Sierpes en Sevilla.

Kra, sí, la jamás vencida callo honra do los pueblos valientes, ennegrecida por ol incendio, manchada de .sangro y de l(jdo, cubierta do chamuscados cadáveres, montiin do llamas, do piedras, do víctimas (jue, por obra dol patriotismo y de la t(frquodad de los donos­tiarras, había do coavortirso nuiy luego en altiva cuna, on cariñoso regazo dol otro San Sebastián mo­derno, magnifico, capitid do España en Víirano... poro bárl)aro vencedor del San Sebastián viejo, fie aqu'd San Sebastián do «los tristes destinos...» Tan siJlo unos marineros, algunos muchachos, dos () tnís viejos, el tamborilero y el pífano lo rocuordají on la noctiedel .•)1 do Agosto do 1897.

Va sé ((uo la carta (ís incorrecta, ingenua, falta de iristórica gravedad. ¡Pero quisiera yo ver á conspicuos historiadores rasgueando con la pluma entre tiros, in­cendios, muertes, asolamientos, fieros males!

«Agosto de 181;Í. t'surljil.—Mi querida X.: \ a sa­bes, querida mía, C(Jmo estamos desde .Julio. No sé Cíímo no nos hemos vuelto sordos. Los francosíís se delionden; ni un niiimíMito cesa el ¡bum! ¡bum! d(ísdo el castillo, desdo las baterías, desde todas partes. Los irlandíisos y portugueses, nuestros aliados, minan por todas part(ís y atacan por el lado del L'rumea.

El otro día ¡(jué miedo pasamos! creímos ((ue entra­ban ya. La gente apenas salo de casu. No sabonios nada de fuera. ¿Qué pasará en Madrid? ¿V los niíios y Enrique?

Aquí todos consternados, como digo. Sin embargo, creo que P. sigue muy bien sus relaciones con M. ¡Si no hubiera guerra! ¡Él sí quo la pono sitio lui toda re­gla!... No esperamos socorros y vemos muclios heri­dos, nuiortos; hay (oficiales fraucosas.., poro muy sosos. Madame por aquí, ma'leM'iini'Ue por allá, y cortesías,

y mucho perfumo y arrastrar ÍÚ sable .. Eu (Wte momento ha cesado do disparar una bat-^ría

y puedo oscril)ir con más tranquilidad. ¡V estamos así dosd(} .lulio! ¡V cuándo terminará est:)!. ^

Tongo ontre mis papeles algunos borrosos, hallados en un viejísimo arcón roído por los gusanos, quo ha­blan do la memorable nocho. Me los regalo una señora donostiarra muy vieja, poso<jdora, á más do los suso­dichos papeles, do dos caracoles marinos traídos por un su pariente do Filipinas, de un enorme fanal quo aprisionaba á un canario de cora y de cierta alfombra en quo un moro, montado sobre amarillento camello, se disponía á matar al león, á un león de color de canela...

Ahí va el papel. Es una carta escrita por persona que asistió á lo-i sucosos, quo vio cómo los franceses, dueños de San Sebastián, lo defendían, ya con sudo­res de agonía y al final de la guerra do la Indepen­dencia; cómo portugueses ó ingleses, aliados, entra-

Interrumpí nú carta porque en aquel momento vi­nieron á registrar la casa unos francesotes. Todo lo núraban, hasta el secreto, ya sabes, aquel secreto do la escalera donde mi madre (q. s. g. h.) guardaba la sortija de rubíes que te regaU) después.

Va sabían ellos (luo aquí tollas las casas tien(?u su secreto desde tiempos de Mari-Castaña. Así decía uno medio borracho:

—í^cgreto! (Imudaj, guarduj, Jasilaiil ¡llabráse visto bárbaroíi! Dosds quo entraron el año

180S b;i,sta hoy, los muy ladrones... ya no los ((ueda masque San Sebastián, pronto se irán. Mi marido marcho á Usurbil, ya. sabos, muy cerca -A campo.

Otra voz interrumpo la carta, poro ahora por algo más gordo. Dacididamente o.Hto va de veras. El ¡t)Utu! ¡bum! ¡bum! no cosa un minuto. Los aliados entran á escapii. ¡Sálvese ol ([ue puoial Mi m:irid > 'indo Usur­bil mo onvía á todos momentos recado con las aldea­nas..I oshopa lado Lasarte quiere que mi vaya con ella. ¡Tengo un miedo! ¡Atravesar las filas enemigas!

¡( ué ha pasado durante tantos días! ¡(¿uó ha pasailo. Dios mío! No sé, lloro, no ((uioro acordarme... I)..<sde mis últimas líneas, no rocuerd')... Verás: cuando las escribía entra á toíbi pr isa /a í^w. «Si<uora, soldados llogar,»dice. Oimos un lamento infernal: los chiquillo.s gritaban, los homliroi corrían: la casa retemblaba con loscañoníízos y croo ([UO hasta maullaban los gatos (in ol desván. Sin sabor cómo, guardamos en ol secreto algunos cuartos... Luego las alhajas...

— ¡( uo vioneu!—so oía por un lado-y ol ¡bum! ¡bum!

—Señora, por aquí; señora, por allá. —¡Los inglos(}s'—se oía luego. —¡Son pooros!—decía uno que pasaba corriendo por

la calle Volcamos los cofies, cogimos las alhajas, la pulsera,

el aderezo, todo en los bolsillos, la plata Mari Iiia-si, la criada vii>ja, luchaba co'i un cucharón, quo no píjdía meter on la basquina Por fin, todo lo guar-daiuos. Mari Iñasi, empíúiada on ocultar las alhajas en el secreto. Vo no quise, y luego ya verás por qué me alegré. Salimos, pero al bajar, temblando, las es­caleras, un hombro quo subía de prisa nos asusta.

- ¡Por Dios! -le decimos. —Señora—contesta él temblando más quo nosotras. Y de pri<a, tartanmdeando, le oigo decir: -Señora su marido prestarme treinta mil

reales. Mi conciencia. Todos vamos k morir. Y on esto saca unos paíiuotes con onzas y medias

—\ buena hora viene usted—le digo.—¿Para qué este dinero? ¡ •ayíl un estorbo! ¿Y (jué hacemos (;on estol? ¡Tirarlo! ¡(¿uó embrollo!

Pero Joshepa se empeña en llevárselos, y formando un paquete coa todo, se los coloca en la basquina. ¡Y eso que no podíamos con el peso de aljiajas, cubier­tos, etc.. íbamos andfindo muy despacio para que ol sonido de nuestro tesoro no tentara íi algún soldada de los que hallábamos al paso. Las callesi e.staban de­siertas, únicamente patrullas da franceses que pasa-l)an, de cuando, en cuando, carros do municiones. Todo el mundo iba á las defensas. J<'uimos por la calla del Puyuelo, más disimulada que las otras, y luego salimos k la dol Campanario, cerca dol muelle. Allí un francos nos insultó y empezó k perseguirnos. Ka aquel momento creímos que senos venía el mundo encima: un cañonazo sonó muy cerca, y nos ensorde­ció. ¡Uf, qué apuros! Por fin llegamos á la puerta de Tierra (1), á las murallas. Aquello estaba negro como boca de lobo. Ya recuerdas el sitio. Es donde salíamo» el último verano á esperar hiffalera. Hay allí un ban­co, donde hemos hablado mucho, donde X etc.. ¿No recuerdas el ÜrUeo de Tilo, colocado sobre la muralla*

Tito era aquel italiano que encontrábamos todos los días al salir de misa y nos saludaba ceremoniosamen­te con su sombrero, en que llevaba, según creo, un Cristo ó una Mrgen de plomo. No sé, pero creo que ha muerto este invierno... Sin embargo, el Cristo sigue alumbrado, y porque lo alumbraba con su dinero, le llaman el Cristo de Tito, el del Italiam, etc. ¡Quién me había de decir que en mis apuros del otro día había de acordarme de Tito, de aquel Tito que de peiiueñas nos daba miedo y de grandes nos hacía roir al saludarnoi con su fimn dia sihora!

Ya puedís suponer que al ver el Cristo fuimos á per­signarnos y á rezar. ¡Si rieras con qué tranquilizado­ra mirada nos animó el Cristo de Tito! ¡Rezar digo! Era imposible. Había al.í con sus cestas y gallinas que ca­careaban nmchas caseras, .sentadas... Unguardia fran, cés las impedía pasar, y con el fusil las rechazaba. Ellas querían k todo trance salir de la plaza. Un ofi­cial, rubio, de París, se burlaba con su compañero do las aldeanas: de sussayas en formado campanasujetas al jubón con unos tirantes. Y con tono dedosprecio de­cía: Des paysannes!

Y seguía fumando y mirándonos. Otros oflcialo.s charlaban con tranquilidad, y la palabra Empereur m repetía mucho.

Los -soldados y las caseras disputaban. Una .sardine­ra del muelle puso como chupa de d('imine á bjs fran­ceses y Ikmoniiui los decía y pransescí cond.enaro, ote

Ellos se reían. Al verme las aldeanas vinieron k mí y cesó por un momento la Babel que armaban las gallinas cacareando, ol vascuenee, el francés, el ca­ñoneo, los tiros. La gente .so había calmado y todo lo del asalto era una falsa alarma. Las caseras querían salir conmigo. Los oficiales venían á mí saludán­dome.

— Madame seño//a' Era un comisario de guerra, Pontois, nniy guapo,

muy fino, <[uo alguna voz nos habló en la Puerta de Tierra.

El nos enseñaba palabras francesas y nosotros á él españolas.

Lo hiblé al sido, .sonrió, hizo muchas reverencias. —l'ason, sonogas! .No tengan miodo de ingleses! ¡l.'fl

E[ Kmpegado!/ íioiQnui nadie. Contamos muchos ca­ñemos.

Y se retorcía el bigote y jugueteaba con una fusta. —i) esas mujet/ues'f—dijo señalando á las caseras. Entonces to confieso que tuvo valor. —¡Son también criadas! Se inclino y salimos. Ul oficial delante, yo detrk¡«,

las caseras muy calladas luego. Así llegamos k las Pajinas (2).

Las avanzadas inglesas estaban muy cerca; el (»fl-cial empeñado en seguir contáBdonos si la plaza era invencible, etc., etc. Si da unos pasos más lo cogen ó lo matan.

So volvió, i nuestro» ruegos, hizo varias reverencias y yo 1» di gracias. ¡Y ya e.staba sola con mi cara­vana!

Fuimos por la playa. No lejos veíamos á loa ingle­ses descansando tranquilamento. Por aquel huio no iba la cosa. El cañoneo no nos molestaba. ¡Cots qné gusto respiraba al lado dol mar! ¡Qué díiis! ¡Qué «ttio-clones! ¡Y oso que hacía un calor! ¿Tendremos galer­na?—pensaba.

En el mar había ya sus borregnitos y el calor ora ho­rrible. Así atravo.s;amos toáa la playa hasta el Anti­guo, y allí muy pronto caía on brazos de mi Pepe, que aguardaba con las muías para llevarnos á Usur­bil. Y hétenos ya subidas eu la rartola y hacia el pue­blo. ¡Llegamos por fin! ¡Todos estaban intranquilos! [Figórato! La pobre mamá lloraba y decía á Pppe: — Y'a te docíayo quo Dios devuelve su mujer al hijo

que salva á su madre! Los niños jugaban «á los franceses;» hacían el ¡Itum.'

bum.' de los cañones. Poro esto era otro ¡hiim!. Por la copia,

RODRIGO SORIANO. San Sebastián, :il Agosto do 1HÍ)7.

Concluirá.':

Despachos telegráficos. (üBL SBRVICnO PltlTlOnLAR OH «hk líPOOA»)

l 'n Incendio. SIÉVILI.A (i (9 nochis). l'hi Villamanriquo, y en el

c(jto llamado del Roy, propiedad de la condesa de Pa­rís, ha habido un incendio que ha destruido una gran extensión do monto.

Las pérdidas son muy considerables.-/'. (DB LA A&KNOIA FABEl)

La ln)«iirrec(rión >l« la ludia. LoNDRRS 8.—Las autoridaihis de Bombay han prac­

ticado numerosos registros domiciliarios y en las re­dacciones é improntas de varios periódicos.

Supónese quo estas medidas guardan estrocha re­lación con (3l movimiento insurreccional de las tribu» fronterizas.

Pnaqulne» anarqulutai. NIZA 6.—En la mañana de hoy han aparecido, fija­

dos on las esquinas, pasquines anarquistas, impresos, llevando como encabozannento «Germinal,» y conté-' niendo el retrato do Angiolillo, el asesino del señor Cánovas.

La policía los arrancó, y hace gestiones en averi­guación de los autores do dichas proclamas.

(J) Donde hoy está el principio del Bouletard y 1» Plaza Vieja, desde donde salo el tranvía de Pásales-

Page 2: Afio ILLilK. IÜPS laHi PUNTOS DE SUSCRIFCION LA ÉPOCA

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Martes 7 de Septiembre de 18^7

L a r e v o l m s i ó n e n l - n i f ^ n a y . 1 ONPnTíS 7 —Un despacho áa Montevideo dico quo

, 0 va a c e u t u a n d o la creencia .le qu.^ o) ('"' 'f, ';"íi, ';^,F«: solvorú por fin al p l a n t e a m i e n t o do las ' ' 1 " ' ^^ e« reCanna» q u e p ide la opiDioi. públ ica y q u e ^^S^^^ nieii te me jo ra rán n.ucl io la f^rave si taacioii por (lue está a tvayesando la Kepübl ica del H nif¡:ua.y.

B M J A «-n l « * Ai l i i nna» porlnjcnesaf*.

I isBOA :.—1.0X iuRresós en las A d u a n a s d e Lisboa y ()porto d u r a n t e d pasado mes do Agosto ^ icusan "iHuí d i sminuc ión do (« contos <le reís, comparurtos cou la recaudación del m i s m o mes de 1«»G.

ÍÑFORMAcioNES C a r l a <le u n d i p i i l n d o .

La Com-tpondenda de España publ ico anoclie u n a car ta del señor conde de San Luis , e n c a m i n a d a á sos-t enor la tesis do q u e en las Cortes es donde deben re­solverse las cues t iones polí t icas pendientes .

«Las Cortes h a n do ser, p u e s - d i c e el conde de San L u i s , - l a s q u e m a r q u e n de un modo i n d u d a b l e el mo­m e n t o preciso de la crisis; y al l í , a n t e la representa-ciofi del país , por las declaraciones publ icas , t e rmi -nan tos y solomnes de las figuras mAs sal ientes del [ u r t i d o conservador , es donde se h a n do seña la r los nuevo» r u m b o s do n u e s t r a polí t ica, los derroteros que l iemos de segu i r ; y si se cons igue la unión y la con­cordia quo todos a n h e l a m o s , el Jete seríi aque l c u y a s manifes tac iones lloven m á s e n venc imien to k nues t ro á n i m o : aquol q u e mejor se amolde al espí r i tu t rans i -g o n t e de la pol í t ica con temporánea : aque l q u e n u n c a olvido q u e á m a y o r concil iación m a y o r pres t ig io , y aquol , on í in , q u e mejor se inspire on los sen t imien tos q u e g u i a r o n la pol í t ica de Cánovas á raíz do la Res­t au rac ión , a b r i e n d o con cri ter io ampl io , con alteza de m i r a s , con g r a n d e z a de a l m a , lo» brazos del olvido, do la gene ros idad y del perdón á todas las discordias, á todas las renci l las , á todos los rencores pasados .

rti fuera m a y o r el respetó 'io todos los hombres po­líticos á este r ég imen p a r l a m e n t a r i o , q u e con t a n t a facilidad d e s d e ñ a n , tf»mbl«5n so l levaría a las Cortes el p rob l ema capi ta l quo nc>s preocupa, la base del fra­caso (i el acier to do cuan tos (üobiornos nos rijan en estas c i r cuns t anc ia s , la i m p o r t a n t í s i m a cuest ión de Cuba , quo por su complej idad y su índole ospecial no puede ser resuel ta , encauzada , ni d i r i g i d a por un solo h o m b r e , ni a u n por el cr i ter io de todo un ( íab ine te , s ino por la iniciat iva y baju la responsabi l idad del J ' a r l amen lo , como acuntoco en Ing la t e r r a y W a n d a , q u e así resuelven todos sus p rob lemas coloniales, y así l legaron k encon t ra r fó rmula p a r a las más g r a v e s cuest iones .»

Wl»j<*ti d e poli i leot t . I"»el 12 al ló del ac tua l irá á L u g o el Sr . Montero

l í íos . Los e lementos l iberales de d icha provincia le p repa­

ran un cariñoso y en tus i a s t a rec ib imien to . Kl min i s t ro de Hacienda regresará á Madrid proba­

b lemen te el d ía 10 del a c t u a l . El ,Sr. Pidal h a a n u n c i a d o á sus a m i g o s q u e no

vendr í a á Madrid ha s t a q u e la corto regreso. E l Hr. M o r c l .

Corno aye r a n u n c i a m o s , anoche concurri i i el señor Moret al Círculo l iberal , donde ins tado por sus a m i ­gos nianifestó q u e la sa lud del Sr. S a g a s t a era exce­lente , y concretó sus impres iones polí t icas en estos t res p u n t o s :

1." Que el Sr. S a g a s t a cree i |ue los l iberales no de­ben hacer nada , ba s t a q u e con la ven ida de la corte se p l an tee la resoluciiin de la ac tua l s i tuación polít i­ca, q u e considera i n t e r ina .

2." f,)ue entonces es ta rá a q u í pa ra decir y aconse­jar á sus a m i g o s c u a n t o es t ime necesario, para q u e 'las ideas del par t ido liberal sean las quo prodominon 011 la política españo la .

Y H." Que no sólo asta d ispues to el Sr. S a g a s t a á Ujmar el poder, s ino q u e cree h a l legado el m o m e n t o de quí? las soluciones y el prograin- i del pa r t ido libo-ral s u s t i t u y a n en el ( íobierno á la polí t ica conserva­dora .

Kstos tro» p u n t o s fueron comunicados por m e d i o d e u n a nota á la prensa .

liMí) HaliniiH d e T o r r e v i e j n . l ina comisión de sa l ineros , pres idida por los d ipu t a -

<los á Cortes Sros. Ter ry y Auiión, ha vis i tado esta m a ñ a n a en su despacho al min i s t ro de Mar ina cou objeto de rogar le int(?rceda cerca dol ( iobierno p a r a (|ue se aplace la a n u n c i a d a subastJi de las sa l inas de Torrevioja, has ta t an to (luo los indus t r ia les de todas las sa l inas l l eguen á un acuerdo .

ICI Sr. Berá i íger proinotió hacer c u a n t o p u e d a cerca de sus compañeros do (Jabinete pa ra la mejor solución de est<3 a s u n t o .

Kl min i s t ro do U l t r a m a r h a sido vis i tado t amb ién por los Sres. Ter ry y Auñón con el mi smo mot ivo , toda voz q u e el d is t r i to c u y a represeutacii in en (Jor-tos os ten ta el Sr. Castel lano c u e n t a con var ias sa­l inas .

A las cinco y med ia do esta tardo la comisiiin, pre­s idida por dic'hos d ipu tados , vis i tará al señor presi­d e n t e del Consejo, con objeto do suplicarlo a t i enda su ruego , ap lazamio el d ía (io la subas t a de las sa l inas .

El Rey Humberto en Alemania. Ileíliftie d e Prinel |»e>*.—f'oinenlttpio!* d e l a preii!»a

f r a n e e N n . S e g ú n despachos de l l o m b u r g o , en vista del mal í ­

s imo t i empo q u e allí hace , so h a n m a r c h a d o y a casi todos los Pr ínc ipes <iüe fueron á las fiestas.

Los poriódicos franceses comen tan los b r ind i s pro­nunc iados «n el banquo to de H o m b u r g o por los S:)bo-ranos de I tal ia y A leman ia , y observan q u e el Rey H u m b e r t o se há most rado m u c h o menos en tus i a s t a , respecto á la t r ip le , q u o el Emperado r (Jluillormo.

(DKLA. AOKNOIA FAHRA) I I r i n d i it e e r e n i o n I o H o .

P A R Í S 6.—La m a y o r í a de los periódicos franceses observan q u e el b r indis del Rey H u m b e r t o en el bañ­il ueto de H o m b u r g o ha sido t an ceremonioso como frío.

La insorreccíóQ de Cuba. M l s t e r L e e .

Telegraf ían de W a s h i n g t o n k El Imparcial quo a u n c u a n d o el Pres idente Mr. Mac-kinley hab ía ofrecido el consulado genera l de la H a b a n a al senador republ ica­no Mr. Aldr ich, so a s e g u r a q u e t r a t a r á do pe r suad i r al g e n e r a l Loo p a r a cjue vue lva o t ra vez á la capi ta l de Cuba : pues el Pres idente cree q u e esto d ip lomát ico eslii en mejores condiciones q u e cua lqu i e r a otro pa ra defondor los in tereses <lo los no r t eamer i canos en la g r a n d e Ant i l l a .

l^a IJf^a. Kl Heraldo de. Madnd p rocura sacar jpartido de u n a s

frases p r o n u n c i a d a s por el coronel Alien, pres idento de La L iga , pa ra la independenc ia de Cuba , en q u e és te , a l l r m a n d o quo es a m i g o í n t i m o de.sde la niñez d e Mr. Woodford, dice q u e espera dol (robierno de los Estados Unidos q u e será d i g n o de l l amarse amer icano p rocu rando esa independenc ia (jue está ahora y a al caer .

Todo lo cual no pasa do sor fraseología l aboran te ; pues ni por lo quo d i g a eso Mr. Alien ha de mo iificar el ( iobierno de W a s h i n g t o n su polí t ica, ni por q u e mis-ter Woodford sea a m i g o del coronel desde la infancia so c ímver t i rá a q u í en r ep resen tan te de La Liga on cues t ión .

S i lgue l a e a m p a i l a . Tras de la s u p u e s t a ca r t a dol obispo de la H a b a n a

al gfíneral W e y i e r v ienen a h o r a uno» t e l e g r a m a s , pu­blicados en Le Nouvmii Monde, periiidico d(5 Par ís , poco confXíidg, procedentes , s e g ú n se dico en olios, del curii y del a lcalde de La Esperanza (Santa Clara) , y d i r ig ido el p r imero al c i tado soñor obispo, en los q u e se p i n t a con negros colores la s i tuación de d icho pue­blo, por estar cerradas las t i endas en v i r tud de orden d e d i cho gene ra l .

Se recordar-á q u e en La Esperanza en t r a ron los re­beldes hace a l g i i n t iempo y saíjuearon las t iendas , y q u e el a lca lde fué conducido preso á la Habiuia por sospeclias de compl ic idad ó contemporización con el e n e m i g o . , .,

Estos hecho i expl ican la m a l a s i tuación, si es cierta, en q u e q u e d ó el s aqueado pueblo ; pero, de Uidos mo­dos, es (íosa do p r e g u n t a r qu ién lleva á un ponodico do Par ís d i roc tamento , y dosdo un pu(iblocillo del in­ter ior de Cuba , tales not icias; q u é u n g e n tiinie osa n u e v a lase de la c a m p a ñ a con t r a el gene ra l W e y l e r .

H „ n « f e ^ l a . l o n e s de l s e n e r a l KerM..Mle/. K . i .«•

l.;i , .„rrosponsal del Iferaldo en. A^da a t r d . u y e ^ gene ra l I tormúdez Roim. ^ .^«"^^ff" ^ " ^ ^ ^ S.Htfistando á los q u e so h a n f ' ' • ' j ; ' ; " ' ' ¿ .1 I pa r l ida r io do la conc<wion de la a"^' '"; " [ ' . ^ ' ' ^ ' v ' ' „ . - • ' ' «Si al pr incipio do la g u e r r a , c u a n d o ^Macoo nog radas t en í an ex t r ao rd ina r i a p r e - ' - „,,„,.;. ,-„nVm los separa t i s tas , ora ñecos» - , .uueranci . i en t r e

sriiorri h o v ''•" ' .. .o comba t i r la g u e r r a con Mmiptn Vf- ' ,v,aot)ran1adas las n o g r a d a s aquel las y

,?,[" '' .-•*ual ó n o c a s u a l m e n t o , ol cabecil la m u í a l o , '•'^'" . .veniente , H Juicio <le dichos genera les , a t r ae r al o lemento b lanco por medio de reformas pol í t icas , apliciidas con s incer idad, las cuales puede i m p l a n t a r ol par t ido libiM'al m('.¡or((UO n i n g i í n otro.»

I>o donde resu l ta q u e ol o \ - m i n i s t r o do la C u o r i a liboral cooliosa (|uo la insurroccl('tt; i^stá t an q u e b r a n ­tarla, quH España puode ser generosa sin que se aclia-qiio la concosit'm do reformas á dobi l idad.

S(')lo q u e so lo olvifhi la concesión real y efocliva do las rolbritias, rea l izada por ol Sr . Cánovas del Castillo y y a en vias díí ojocuciíin, pues to (]Uo so ostá roctili-cando el censo, lo cua l t a m b i é n , y como ahora , á pe­tición do los i)artidos cubanos , h'icioran los l iberales si liubiesfMi sido los l l amados á p lan tea r osas reformas.

Por cier to quo no auarecen m u y de acuordo esas manifes tac iones con las a t r i b u i d a s al gene ra l P a n d o .

SAN SEBASTIAN (DK NUKSTRO COUUiCSPONSAl..)

I ' o i i e l e r l o e n el í 'nxl i io .—•üi in IKMIII. S A N SnüASTlÁN' ()(>í,10 tiocluv. —Esta ía rdc so ha vo-

r iücadool conciorto o rgan izado |)or la notable c a n t a n ­te Sra . i 'aoli y su h e r m a n o ol tonor dni mismo a|ie-Ui.lo.

Este, quo h a estado on Roma, poiisionado por S. M. la Reina, t i ene oxcolente voz y h a hecho g r a n d e s pro­gresos on ol hell canto.

Ha sido mu.V ap laud ido , lo m i s m o q u e su h e r m a n a , habien(h) ten ido ambos qui* repet i r a l g u n a s do las piezas quo cons t i tu ían el p r o g r a m a .

Al concierto ha asist ido n u m e r o s a y d i s t i n g u i d a concur renc ia .

Kn Lezo se ha celebrado la boda do la señori ta de Escoriaza, hori iuina dol min i s t ro do S a n t o D o m i n g o , con el joven a r g e n t i n o Sr . López Alfaro.

Han apadr inado á los con t r ayen te s la Sra . do Esco­riaza y el padre do la novia .

La capil la se ha l l aba p ro fusamente i l u m i n a d a y ado rnada con (lores.

D u r a n t e la ceremonia , á la quo siilo h a asist ido la familia de los novios, ejecutó escogidas composiciones la orques ta dol G-A^\w>. — Vrre.niioeckea.

(DB LA AGB.SCIA FABtt*.) liUM re¡!;aliis d e nyer .— Kl p r e n i i u •!<• l a I t e l n a . SAN SÜHASTI. ÍN 6. —So h a n verifica lo las rega tas de

ba landras , hab iendo g a n a d o el p r ime r p remio la fran-cosa Olle. (:|uo recorr ióla d is tancia 'on una hora 21 m i -i i u t o s y 21 s e g u n d o s . La copa de la í . i oa Regen te se­g u i r á deiiositada, y si el ano próximo concur re y viiol-v(í á g a n a r el barco OIU le será ad jud icado ol-premio.

La Reina, las Infantas y ol d u q u e do Totúán pre­senciaron la íiesta naval á" bordo del Qeneral Valde's.

r u b í sólo h a v u n a minor ía separa t i s t a , y q u e ];• -es española : que « na cn,<ien nunar niier- • -

Mjmat

meses bien diriíiid' la g u o r

,,iia cami iaña <le seis ,1., ,1.) para cainbiíir el aspecto do

El atentado de Barcelona. l*orilieii<tre«« d e l eoiiMejo d e {Sfiicrra.

El liscal califtc<) los deli tos d e d o s asos inao i , i'custra-dos y dos do lesiones y disparos de a r m a do lU.i ro y p i i i ó para el procesado diez y siete años de cade la por laagrosioii k Por tas , otros diez y siete por la do Teixi-do, seis do prisión por la do P lyu tada ,y dos por la he­r ida ilel camare ro Fon t .

Además pidií) indemnizac i imes por valor de u n a s 1.000 pesetas .

Cuando el consejo empezó á del iberar , ol reo fué t ras ladado al calabozo, cus todiándole varios soldados.

A las cua t ro de la ta rdo ol pres idente del consojo de g u e r r a y el Juez mi l i t a r fueron á la cap i tan ía gene ­ral para coruunicar la sentoncia al señor COIKÍO de (Jaspe.

K e n t e n e i a d e i i i i ie r le . Anoche so recibió en el minis ter io de la Cíuerra un

despacho olicial, on el quo so par t ic ipa q u e ol consejo do g u e r r a ha condonado por u n a n i m i d a d á m u e r t e al roo Sampa i i .

' l 'orminado el consejo dií g u e r r a , y por ser t r á m i t e do l(iy, ha pasado la causa al aud i to r del d is t r i to pai-a omi t i r su d i c t amen , y después resolverá en deiirii t iva ol capi tán g e n e r a l .

La sonloncia no es firme has ta q u e recaiga la apro­bación do d icha autoridarl mi l i ta r .

S a m p a u fué t ras ladado anocho desde el cuar te l do Ata razanas al castillo de MontJuicU, cus todiándole var ias parejas de la ( í ua rd i a civil.

I.1ON lii-rid<i<<.

El Sr. Portas c o n t i n ú a t an bien de su her ida , q u e a y e r se Ie \ant( i .

"El Sr. Teixidé) h a mejorado a lgo , y la fiebre h a d e s -aparecido casi por completo .

El camare ro de la . iorvecería ostá mii.y a l iv iado.

O t r o p roees i» . La siumi ia ([uo se ins t ru ía á consecuencia dol ha ­

l lazgo do 1) . a m a s subvers ivas y en la quo se iMlla-ba compro ' ido S a m p a u .y procesado en rebeldía, debía verse <!n consejo do g u e r r a den t ro de poi'o.

Aseguran que la vis ta se ha suspendido , abriendo.'-o nuovameft ie el s u m a i i o .

El j u e z ins t ruc tor de esto procoso, 1). Miguel (1 /ta-r redona , ha recibido declaración á S a m p a u .

I>a eauNM a l Kiipreiiii». El pres idente del Consojo ha recibido un t e l e g r a m a

del capi tán genera l de C a t a l u ñ a ilándole c u e n t a de ([ue, ¡)as."i,i la causa al aud i to r , éste no se conformó con la SOI c í a y sí con la poticiiin fiscal.

El gene .d 'es[>ujuls ha pres tado su conformidad á la sentencia .

En vista de •• ' i d i spar idad , la causa t iene q u e ver­so en ol Sujiro 'O do ( luorra y Mar ina .

En el expreso ha salido y a de Barcelona pa ra esta corlo el j u e z ins t ruc tor , t en ien to coronel Sr. Marzo, t r a y e n d o 1H causa .

La vista en el S u p r e m o será rany en breve.

Lo que dice el general Pando. Es decir, lo quo, a l g u n o s periódicos e n e m i g o s del

gíuiíiral Weyhi r dicen q u e dice, a y u d a n d o (esos peri()-dicos) á reca rgar ol cuadro q u e t an to asombro produ­ce en el ex t ranjero , donde aparecen los genera les espaiioles hab lando mal los unos do los otnis .

Kn Alemania y Franc ia tales cosas, a u n q u e las con­s in t ie ran las leyes, no las to lerar ía la opini(in públ ica; on España tenemos la m a n g a de m a y o r a n c h u r a , y con ta l do q u e aproveche á nues t ro interés polít i­co, no nos det iene ni lo poco edificante del espec­tácu lo .

En España , un min is t ro del Sr. Sagasta—el genera l Chinehi l la - [ lubl icósu famosa y severa c i rcu lar sobre colaboniei 'O do los mil i tares en ¡a prensa periiiílica, y m i e n t r a s el gene ra l Oidiando (libera! 1;imbi(''n) im^tía oii o! ('('(diyro do .lusttcia mil i tar unos ar t iculos redac­tados soíriiu el esp í r i tu do d icha c i rcu lan .,.1,

No so "contó,, sin e m b a r g o , con quo loij periódicos, u n a s veces r ec ig iondo las [)ahibras ver t idas en con­versaciones par t i cu la res por edgún mil i tar ; otras atr i ­buyéndo lo las q u e á ellos les convienen, podrían ha­cer quo apareciese el ejército e s p a ñ o l a n t e los d e m á s de Europa como m i n a d o por ol feo vicio do las m u r ­murac iones m u t u a s , t an an l id i sp l ina r i a s .

• Segiin esos poriii lieos, el gene ra l Pando cree q u e la

g u e r r a de Cuba sóloo.sospi'cial para los ([iio no la en-t ionden; quo el genera l Wey le r os responsable (leí desbara jus te ([ue allí existe, no por falta do condicio­nes mil i taros , q u e todo el i n u n d ó l e reconoce y q u e bien demos t radas t iene, sino por su debi l idad, q u e le Uovij á convert i rse en un ilócil i n s t r u m e n t o de la polí t ica dol Sr. Cánovas, y más q u e nadie ol Oobiorno conservador .

(Sin d a d a , la nueva doc t r inaos quo los gene ra l e s en jefe anden promoviendo á los ( íobiernos dificulta­des á diario.)

(Condena ol Sr. Pando las mfvlidas adop tadas con t ra los que llalli;), (ilemenlos neulr. i les; d i ce i iue no S(i lian creado zii.ias de cul t ivo (iliufir e.s), y (|iie si.i deva^ta (d país por los insurrectos y p e r l a s t ropas . Opina q u e o n

«El giuioral—añade—(|ue on eso t i empo no la lleve tan ade l an t ada (|ue ai cabo do osos sois meses pueda n íombarcar soldados, no enfermos y mor ibundos como los quo ahora mi smo vionon, sino út i les y sanns, está allí de ni'i^ y se puede dar por l'racasado.»

(;Lástima"(|UO sean tan costosas jiara. la pa t r i a las exper iencias ín. anima rili. l'or((ue, se podr ía in ten­tar . . . )

Hay q u e a t r ae r á los neu t ra les , provocar la c o i t r a -revolacion, nada de t r a t a m i e n t o exter ior , s ino inte­rior, imr i l icando la .sangre quo los cafetales produzcan y los p l a t ana res y buniatales al a m p a r o de nuestr . is a r m a s .

En ve/, de m a n d a r hombres do a(iui, h a y q u e al is tar guer r i l l e ros de a l l á .

Y, por l i l l imo, los (pie aqu í se a s u s t a n d o la au tono ­mía , no saben ((uo allí de hi.'cho la lia\" mayor .

(von roformas y sin reformas, creo ed g e a o r a l ( |ue, u n a vez cambi :u ia h- direcciíai (jue so h a impreso á la g u e r r a , si se s i g u e ol procedimiento q u e él proconiza, en .>ois meses so consegu i rá la pdcificación.

Opina (¡uo la a u t o n o m í a res tar ía fuerzas á los re­beldes.

V t e rmina ol giuieral mani fes tando quo aqiiollos quo onciientron ma la la. au tonomía , aiiii encon t r a r án peor el que t o n g a m o s «que a r r i a r b.uidera en Cub i .»

Por lodo lo cua l , Hl liii¡mrc.ial \ el Heraldo d:'- Ma­drid, \ otros periódicos íAí7w,i//'A? r/í' ¡a ai'l"noiH'i, j a ­lean esas oanifestaciones reales o supues t a s del ge -nijral Pando.

A ([uien no lo e.nvidiaríamos la g . inancia si litiga­se el caso de quo Uw<i\ á tJub i y no lograra da r g u s t o á sus acluali-sjale.adores, ((uiene.s no á los seis meses, sino á los dos, io da r ían |)or fraeasadn, si así convenía aljue^'-o político quo esos peri(idicos ó sus inspirado-ros hacen.

LOS CARLISTAS. F u l . i i e c r n » .

El ilía :!1 de Agesto úlliiiM Ih'irt'i li L u c r n a el mar-(liiés dií Cen-al!) I, .sieml i i-ecitiido con g. 'andes dimios-IracioiK's de af<'elo pur 1). Car t i s .

Llevaba ol JiM' 'd, i los car l is tas esp niolos varios re­galos para el Prelendionlo, (miro (>ilos un g r a n sello (le (y'.irlos V, ofrecido por ol conde de. (Jas .sola, un ál­b u m de ( iuern ica con pedazos del roblo viejo .v hojas dol niiovo, oferta de 1). Román do Z u b i a g a , y u n a es­copeta did fiímoso guer r i l l e ro de la Indepenilencia , el pastor . l áu regu i , en c i i \ o cañón (istán grab . idas las pa labras : <d''uí del pastorciUo en l.s)¡», te r ror d o l o s franceses.»

El m a n i u é s do Corrall)'i ha llevado t amb ién como regalo s u y o personal u n chai d t Manila pa ra dmia María Hería, y c igarros habanos para D (Jarlos.

También so hal lan en Lucerna id d i p u t a d o Sr. Me­lla y los Sros. 1). Alvaro Maldonado y 1). Mi r i ano Llorons.

Dice El Correo E.spañol q u e el mar(p,iés do Corralbo pasa la m a y o r parlo del día t r a t a n d o con D. Carlos do a sun tos quo interesan á los car l is tas .

K l < ' í re i i la e a r l i s ) » .

L a j u n t a g e n e r a l did Círculo car l is ta ha acordado la c l a u s u r a de la sociedad para evi tarse el pago dii la nu i l t a de 7.000 pesetas q u e le impuso la au to r idad r ec i en temen te .

Los tradicionalist i is ins ta la rán en breve otro c í rcu­lo, para lo cual han obtenido por te légrafo au tor iza­ción del m a r q u é s do Cerralbo.

I.10N d e d o s h u é s p e d e s , En u n a ca r t a do Veda quo publ ica El S'oHclero, de

C a r t a g e n a , se dice lo s i g u i e n t e : «Kl miércoles 2ó Agosto y como á las tros de la

t a r d e , los t rabajadores q u e se encon t r aban en la h u e r t a notaron un movimien to inus i t ado , ¡iroducido por los carruajíjs quo l l egaban á la q u i n t a (pie en aqué l la poseo D. Luis (íai'cía Andreu , r eg i s t rador de la propiedad de ( i and ia y m u y conocido como car l is ta enra//e.

La curiosidad llevó á di(dios t raba jadores has ta la m i s m a pue r t a de Villa Pepita, q u e así so l lama la q u i n t a (ui cuest ión.

AUi pudieron saber (lue se t r a t a b í de u n a reun ión de car l is tas , á la ((ue asist ieron parti.darios del Pr(<-tendien to , (le \ ' i l lena, Cai r le te , . l u m i l l a y otros pue­blos.

Ignórase ol objeto do la referida reuniría, q u e ha motivad.) on Veda imíl t ipics comentar ios y d i sgus t a ­do ol s en t imien to liberal do aque l la demiJcrática po-blaciiin.»

BíSíflafci y la ú m i i fraRCo-rüsa. Revisten interés las d(>claracioii(is hechas on la re­

vista a l emana 7AUikaiij't á [iroiiosilo de la a l ianza fran­co-rusa por ol Pr incipe do l i i smarck.

Ocupándose de los br indis p ronunciados á bordo del Pollniau, so (íxprosó de oslo modo ol ex-canciller:

«Las palabras «nacioiuw aliadas» no son do n i n g ú n modo equivalontos á la do «alianza.» Tienen más bien ol carácter de una frase amab le , cuyo objeto no es otro q u e dar m a y o r fuerza al hSrmino v u l g a r .>'co­r r iente ñtt «naciones amigas ,» ol cual no compromete m u c h o en verdad á aquel los quo do él so s irven.

Suponiendo , sin e m b a r g o , ((uo (sxistiora u n a a l i an ­za, fuera preciso conocer las c láusulas del t r a tado pa ra precisar su valor \- su alcance.

Tiene ra/.i'in, por t an to , la prensa parisién al ped i r (|U0 so pub l ique ol texto del convenio.

A mi ju ic io , si (.vse t ra tado os un heclio, lo creo [loco satisfactorio pa t a los franceses.

S iempre ho encont rado m u y prudonlo la polí t ica rusa , y no puedo a d m i t i r que , sin necesidad, se lan­ce á a v e n t u r a s p ico prove.eliosas.

Kl conde do Mouravieff, con (juion he m a n t e n i d o s iempre las mejoros relaciones oficiales y pa r t i cu la ­res, cuando se ha l laba en i ter l ín do Embi j ado r , se condujo invar iab lemonto como un a m i g o , sin (pie ahora e.xislán razones para obl igar le á m u d a r de pa­recer.»

El i lus t re (ístadista hab la luego de la «política de viajes,» cuyo a lcance, á su ju ic io , se ha e x a g e r a d o cons iderab lemente .

Después do e logiar el tacto de M. Félix F a u r e , a ñ a d e :

«Las impresiones ag radab le s y las s impa t í a s no son on política el factor d o m i n a n t e . En ésta, (lecí-denlo todo los int'^reses nacionales . Por t a l razón no me explico el in terés de los rusos, g e n e r a l m e n t e t an c i rcunspectos en e s l i m u l e r ol ans ia do revancha en los franceses, á monos ijue nosotros, los a l emanes , va­riemos de l ínea de conduc ta comet iendo a l g u n a ton­ter ía .»

C(mio qu ie ra q u e s e a , no h a y mot ivo para q u e nos a l a rmen tas pa labras «naciones a m i g a s y aliadas,» porque on los t iempos actiiiUes liis Soberanos rusos son demas iado juiciosos pa ra movil izar sus soldados con el solo objéio do da r satisfacci(in á la v a n i d a d francesa.»

En el resto del a r t ícu lo quo ex t rac tamos el Pr ínc ipe do l i ismarck mués t r a se poco par t idar io del desenvol­v imien to de la Ilota do g u e r r a a l emana , diciendo quo , por el contrar io , ol Imperio ge rmán ico deberá comba­t i r s iempre en ol cont i i iento, aun para defender sus dominios coloniales.

Una sarden-party.» GoiuÑA í de Sopt iembr( \

Desdo principios dol verano w esperaba on la (Jo-r u ñ a un cotilliin quo había do bailarse on el castillo q u e en Vilaboa posiw el acauda lado propietar io don Alvaro do Torres Talioada.

Tiisliís aconcontecimiontos lo ndrasa ron : m u e r t e do pe,rsijrias u n i d a s por t azos d(< parontesco (i de amis ­tad á la noble familia dol i lueño de la casa. V ahora , ú l t i m a m e n t e , el respeto drb ido á la ghiriosa meuio-rio del i lustro Cánovas del Castillo, an t e la cual el .so ñor 'forres, apesar de no figurar en t re sus amigos po líticos, quiso asociarse al gonera l sen t imien to d( dolor.

Verificase al fin la fiesta, favorecida por un t i empo hermosís imo. A las cinco do la tjirdo comenzaron á Ho­g a r los invitackis al castillo, d i s t an te u n a legua do la capi ta l .

La posesión se presta á esta clase de soIiMimida-dos, por la a m p l i l u d del pa rque y su arbolado fron­dosísimo, y la riqueza dij los sillones d(d castillo, q u e encierran un mu.-''.i. Los in\ ; t ; id ' is pudieron a d m i ­rar la seviira suiíi nosid.id d d g r a n saliin ar tosona-(lo, en c u y a m o n u m o n l a l ch imenea campean los bla-

do

sones de la a n t i g u a Cas;'.; ol n n t i g u o sal(in do rt<1 ra­tos, c u y a s p;ii-ed.'s líisapareei-ii hajo lien.'.os de nii'-rib.i. y el eoiui.vlor. de o.->tilo ¡('mico, d. 'corado ti»;;) .d con .'-upri'iiia (elegancia, de biaiico, (' i n u n d a d o de. llu­ros del icadas (m todos los tonos dol rosa pál ido, sua­vemente rellejadas i)or lunas de (vspe'jo, y rodcaiLiS de piív.as de maciza arijeulerie. Otro hi'fieí id aire li­bre se inslah) bajo la i nmensa solana di) p iedra , deco­rada con ricos tapices heráldicos.

Anlo.s dol cotilhín se lormii a n i m a d a verbena en el parque , salpicado de mil lares de farolillos á la ve­neciana. Sirvi(ise después u n a cena s u n t u o s a , h;icien-do los honoresdo la casa la respetable condesa viud.i de Pardo lí r/,;ui,auxiliada[|p()r su ilustro.hija, la autora, do t a n t a s j oyas l i terar ias . Ambas señoras se hal lan un i ­das con lazos de afecto m u y a n t i g u o á la familia, dol Sr. Torres Tiiboada, y con t r ibuyeron , con toda su dis-tiiicion do g r a n d e s dam;is, á la br i l lantez do la ties­ta , im la cual viiiio , ademiis de la l inda sobr ina did Sr. T'orres, mucl ias y m u y e legan tes señoras eorii-ños;is, ;i bi colonia madriUu'ia represei . lada por la condesa (le San Román, familia del m a n i u é s do F i -guoroa , Sros. do Laucara (Uernn'idez de Castro; y se­ñores do Piel ta in .

Kl cotillón fué dir igid ' ) por la preciosa S r l a . do (^uiroga y Pardo Hiz' in, (iuion, con la distinciíin (le su figura y el ingenio heredado, Iiizo pr imores para (lue su au to r idad do directora fuera por lodos aca tada , y repartiii l indísimos nígalos.

L)S qu(> no b;iilal)an se (Uitrogaban á la conv(^rsa-cion. Alrededor de la Sra . Pardo Bazán m u c h o s polí­ticos impor tan tes del par t ido liberal y de la a g r u p a -(d(')n silvelisla emitíiui conjidiiras basadas en u n a car­ta del Sr Silvida al Se. 1)'. K l u a r d o Torres ' l 'aboada, h e r m a n o del dueño did castillo, car ia que hoy comen­ta la prensa local.

A las doce de la. noche se dispusieron á r e g r e - a r los invi tados, cmil á su Uíjano pa:o (t casti l lo, cuál á su residiuicia de la capi ta l , coa inolvidable iiiH)ro-sióii de fiesta tan magníf ica .—C.

De ¡os Estados Unidos. A l a r m a s «yai ikees .»

T(degrafian á La Coreespondencia Í\Í'Í^I\Í^'S\W\,\ \¡iv]< (pie I0.S iierio.lieos (1.1 diídia ciiuhid ,vo oc,o[i 01 c m al ­g u n a exlon^iiiii de los trabajos qu<\ sei;'úii dicen, está l levando á cabo (d Sr. Sobral , a g r e g a d o naval de nues­t r a Li>gaci('in on W. i sh ing lon .

Los [)eri(idicos af i rman ((ue ol Sr. .Sobral (>s*á es tu­d iando ahora las did'onsas m a ' i t i m a s de la costa ('ii la bah ía de Charles lon y recofiiendo mi i l l i tud do datos é informes.

Dea íp i í deducen la sospiícha d e q u e (d Sr. Sobral está ins[)ec(doii:uido s i s lomát icamenlo lo lo el l i toral dol Atlánt ico y did golfo do Mt\jico.

Consideran (pío estos t rabajos mui 's t r iui de modo evidente (pie (d ( iobierno e s p a ñ d creo en la pi.isibili-dail do u n a g u e r r a con los Estados Unidos.

Los mismos p.^riiiilicos indican quo si id Sr. Sobr;d so ha (\xt."alimilado cons igu iendo pene t ra r 011 sitios cerrados al [)iíblico on los fuertes y arsenales norte­amer icanos , id ( iobierno do Wash i i ig lon ex ig í ;á al do Madrid (pie ol actutil a g r e g a d o naval á nu()str,i Lega­ción sea re t i rado .

— — w x v ^ — > — — •

"Meáíinf repubiicmo en Yeadrell. . \yer lloüTi') á Vondr II (Tar ragona) , procedimte de

Sitjes, D. Nicolás Sa lmen in , y después de ser obse­qu iado p ir sus corre.ligionarios con un banque te , se celebró un meeliii:! on el t ea t ro del Tívoli.

Los Sros. (iil Borsadas, Valls, (íuitscli, .Vmador y Salas .Vntón hicieron uso de la pa labra , y ol Sr. S;i'l-mor(in protiunci(') t ambién un discurso.

Kmpezó diciendo q u e sería bas tan te e s t ímulo pa ra los republ icanos la sombra del t rad ic iona l i smo teocrá­t ico, para av iva r los án imos repr imidos .

Dijo quo la fusi()n republ icana se h a bocho p;ira an ­t ic ipar id adven imien to do la Repúbl ica , moviendo los espí r i tus , g u i a n d o las in te l igencias y procurando la conjunción ent ro los intertsses y las ideas.

P i n t a n d o lasi tuacii 'm ac tua l con mot ivo de las g u e ­r ras de Cuba \ F i l ip inas , manifes tó que la naciiin va q u e d a n d o e x a n g ü e , las fábricas y tal leres vacíos, las madres llorosas, las doncel t i s desconsoladas. Ven me­dio do tal sitiuicií'm p r e g ú n t a s e el pueblo: .V esto por qué y para (pu'':'Con los gas tds (pie c.;ius;in l . i scam-pañas ip ie la ruiciiin sostiene, fiabrá de aumentá is ;* l'or-zo.samonto el presupues to en un SO o !K) por loO, no sii 'ndoles posible á la a g r i c u l t u r a y á la indus t r i a sa­tisfacer tan crecidos t r íbu los . Los r, publ ícanos luchan S()lo para .salvar la pa t r ia . El envi lec imiento moral quo hoy domina á la nación desapareci>ria pronto si so fomentase la instrucci()n piiblica, y si los fri i les so ocupasen en la construcciiin de canales y en cu l t iva r las estepas o.stériles que ocupan g r a n par to dol ter r i ­torio ospaiiol.

«Nosotros—dijo—venimos á i n s t a u r a r el imperio de la moral idad y do la jus t ic ia .»

Diriíi 'iéndose á los foderakis, al irnuí q u e sería locu­ra in s igne que re r cerrar las puer tas de la Repúbl ica . La fusión republ icana no exc luyo á nadie .

Tiírmiini diciendo quo debe educarse á la mujer , a f i rmando q u e los rej)ublicanos defenderán la causa de la l iber tad .

¿Caria del general Martínez Campos? Un Sr. Heiiry Cha r r i au t , q u e á lo quo pareco debo

de sor redactor de La Prcsse áa Par í s , dice haber reci­bido u n a c u t a dol gene ra l Martínez Campos , q u e t ra ­duce on aquid pericidico.

No nos merecen m u c h a fe estas referencias, i)iies no ha m u c h o ijiio otro diar io frailees. La Palrie. ¡niblici) u n a supuiwta intervieic con ol i lus t re soldado, .\ no hab í a tal inlereiew, sino soncil laimuite una t;'aduc(;ion casi literal do a l g u n o s párrafos de la car ta (luo publ i -ci) La Correspondencia.

Lo principal de esta nueva car ta , c u y a au t en t i c idad nos parece dudosa , es lo sigui("nte:

Kl genera l es t ima su situaciiin delicada, .v dice (pío su opiniíiii sobre las cu i s t iones de ac tua l idad solo la manifes tará cuando las c i rcuns tanc ias a p u r a d a s ó el deber lo obl iguen á ello.

Indica, sin e m b a r g o , q u e la situacii'ni no está del todo compromot ida , á posar do Ic's errores conndidos , especialmente on el problema cubano ; af i rma quii Es­paña es bas tan te po(lorosa para s egu i r la g u e r r a de Cuba hasta lograr la paciflcaciiin, y es part i i lar io de la implan tac ión de las reformas en d icha isla.

La Diputación de Granada. Por el t n log rama de nues t ro corresponsal on ( í r ana -

da (luo á continuacii 'ni inser tamos y q u e vemos i'onfir-mado por los peri()dicos locales, n(.i r esu l ta cierta la noticia comunicada á a l g u n o s diarios de esta corto :.de (luo (d gobe rnador id vil so h a y a hecho ca rgo de la or-donaci()n do pagos provinciales.

La.s notiidas (pie nos comun ica nues t ro corriíspon-sal dan á la cuest ión aspecto m u y diferente al quo se le hab ía dado con informes ornineos y dejan 011 hinuí l u g a r la hon rada gostiiin del digiú) pres idente de aque l la Asamblea provincia l , D .losé María Villa-lobo-i.

Dico así el t e l e g r a m a : «(iii.w.viiA () í'?,.")!) tarde).—No os cierto ((ue ol go­

bernador se h a y a enca rgado do la ordenac.iiin (lii pa­gos provinciales, ca rgo q u e con t inúa deseiupiuiando ol p;-e.»idonto do la Diputacii in p rov inc ia l , ! ) . José .Ma­ría Villalobos.

D u r a n t e la honrada gest ión de ésto s o b a conseK-iii-do.ol a u m e n t o de los ingresos y (pío ost('(n at^Mididos los principales servicios, con aplauso de la opinií in.

Lo ocurr ido so reduce á d i sgus tos ent ro la Comisión p e r m a n e n t e ,y ol Sr. Villalobos.

El gobernador civil , has ta suavizar esperezas, se ha enca rgado do la presidencia de la Comisión provin­cial.—Sáe:.i>

Turcos y griegos. (DE LA AGENCIA FABRA.)

lE 11 m o r d e s ni e n t i )3 » . PARÍH ('). —líi (lobi(írno tu rco ha hiícho de smen t i r de

m a n e r a t e r m i n a n t e los rumores propalados por a l g u ­nos poidtidicos referentes á atropellos, t o r t u r a s y mo­vimientos revolucionarios en ol terr i tor io ot anano eu­ropeo y on ol Asia Menor.

Kl super ior de las misiones católicas ac;iba do g i r a r u n a visita á las de .Memiini;", y declara qii'> 'm lodo el la rgo t rayec to (pie ha recorrido la t r a n q u i l i d a d es ab­soluta .

EL, VERANEO \ i ii i e r « s .

l ian salido en estos días: Para \ ' ivaiico (Burgos,i, 1). ( i u m o s indo (í i l . De Corral i\{y A l m a g u e r pa ra C o n s u e g r a , el d i p u t a d o ( 'ortos 1). ( i u m e r s i n d o Díaz (Jorihdjós. De C a r m e n a ])ara Chic lana ((Jád.'z), 1). Lorenzo Do­

m í n g u e z . Do San Sebast ián para Ceheg íu (Murcia), D. Alfon­

so (; 'nco do ( i i izmáii . De Deva ha regresado á Madrid D. Ceferino Mar ín .

I*)» /%!la)«tii» d e Aen^aiui. Bajo los mejoivs auspicios lia comenzado la s e g u n ­

da t e m p o r a d a on ol magnífic(M;,stablecimiento de las «Termas de Matheu.»

Desdií hace un mes la an imac ión all í es m u y g r a n ­de y la. concur ronc ia un morosa y .li ,stinguifia. Bien os verdad quo á la bondad do las a g u a s so u n e lo apa ­cible y Ijonigno del c l ima, q u e h a c e do Alban ia u n o do los p u n t o s más escogidos pa ra of ve r aneo .

Ent ro las porsonas (¡uo a c t u a l m e n t e se ha l l an en el o loganto hotel do las T e r m a s figuran la condesa de A g u i a r y su familia, los mar ip ieses de P e r a m á n , el m a r q u é s de Valle-Amono, ol p r i m e r v i cepres iden te dol (Jono-reso. Sr . Lastres: 1). Manue l María dol Valle y su famil ia . I). Nicolás (romez d(» ()rozco con su seíio-ra y su hija, la v iuda del g e n e r a l (i-uorra, el m a r q u é s do Seoano y su l 'amili, ' , D. Rafael Pr ie to y Cau le s con la suyji , 1). . luüán (Jasi.ua, su soñera y su h i j a , doña R o s a B u l l o r y 1). Liiopoldo Bilbao y sil hijo ( i o f z a l o , en t r e o t ras .

En el es lablocimionto de San l ' 'ermín, p r o p i e d a d tambiidi dol d u e ñ o de las t e r m a s , la c o n c u r r e n c i a es t an n u m e r o s a , (pío ha habido iieoesi(lad de u t i l i z a r pa ra dormi tor ios hab i t ac iones q u o os laban d e s t i n a d a s p a r a otros usos.

E n E l !M(»9nr. Es i;-rande la a t inencia de b;'.ñist;is en este ostabloci-

ii i ienlo, debido á la bondad de sus a g u a s , k lo b ien servida quo está su fonda .y á lo e smerado dei todos los domas servicios.

I tntro la concur ronc ia rewu-dainos á los f)a ñ i s tas se­ñor IV.zo, id ca ledrá l ico Sr. P a l a u , S r l a . do Sá inz , el capelk'm Sr. Liipez, el propie tar io Sr. M a r q u é s , señor Morales, counircianl'^ Sr. Moreno, Sr. López,, ol canó­n i g o Sr . Laupa r t , s . w . Montero do Riaza y P e r i q u e l , Sra . de San . luán, el Sr. Lorenzo (do Nava ' ln iora l ) , el ex -min i s t ro Sr. F iguoro l a y famil ia , Sr. .VIoráiz, se­ñora (.'o Arroca, Sr. ( ia rc ia , Sras . de L(ipoz y L a s e r n a , .'-ir. Salín(íro, Sra . de / ú ñ i g a Plaza, D . ' S o l e d a d Bello, Sra . do lli>ruández Núñez , Sr. Es toban , seüora.-í y se­ñor i tas de S a n t a Ana , López, Alvaroz, S á n c h e z Piel-les , v iuda d e . l i m é n o z , ( l amo , ol a u d i t o r d e l T r i b u n a l de la Rola, Sr. Sánchez . luároz; Sra . do Val le jo , Cabe­zudo, ( ionzález, Amir , Pérez, La Hoz, O r t e g a , Li.ipez, el abogado Sr. Padi l la y famil ia , Sr. Otero y o í ros .

FuneraSes por Cánovas. K n C a s t e l l ó n .

El d ía 9 se ce lebrarán .solemnes e x e q u i a s po r ed a l m a del Sr. Cáu(.)Yas, á las q u o as is t i rán el pac t i do conser ­vador y comisi(mes de todos los pueb los de la. pro­v inc ia .

E n l l a n l l n . líl capi tán gene ra l do F'ilipinas c o m u n i c ó a y«r al

( iobierno q u o en la ca tedra l de Mani la se hari cele­brado so l emní s imas h o n r a s fiinebros en sufra; j io de D. Antonio Cánovas dol i 'ast i l lo.

SAN SEBASTIAN (UK M'KSrHO COlUUÍSeO.NSAI.)

B^as E-e^ata.s. S A N SuitAsri.v.N "i (I,].") lardo).—Se h a n s u s p e n d i d o

las r ega ta s quo es taban a n u n c i a d a s p a r a e..sta t a rde , á c a u s a del fuerte t empora l .

Se efec tuarán m a ñ a n a , si el t i e m p o lo jie rmi t e , pues h a y m u c h a mare j ada .

Los vajioros Mamolenas v i e n e n do arr i lwida . E n t r e las porsonas (lue p u e d e n es ta r e n t e r a d a s se

dice q u e nada so h a aco rdado sobra el v i a j e de la l''a-m i l i a R e a l .

O t r o a s a l t o d e a r m a s . En breve se ce lebrará un asa l to da a r m a s . En t r e los aficionados q u e t o m a r á n pa r to figuran

D . Alvaro Calz:ado y 1). Mar t ín D o m í n g u e z . T a m b i é n t o m a r á n pa r t e no tab les maes t ro s y «3I fnmcés Bour-g u o t t e .

V i a j e d e l a I t e l n a ü 'af j i l ia . P a r a m u y en breve se a n u n c i a q u e la R e i n a Na ta l i a

de Serv ia v e n d r á do Biar r i t z á es ta c i u d a d con objeto de s a l u d a r á la Re ina R e g e n t e .

G x e i i r s i ó n d e a l p i n i s t a s . P r o n t o l l ega rán , p roceden tes del pico de O y a r z u n

(Fue i i t e r rab ía ) , los a lp in i s t a s landosos, q u o son los q u e sal ieron el d (un ingo á lo l a r g o de la f rontera de N a v a r r a por Alund.y. Van á Roucesval les .

F i r m a d e l a I t e l n a .

La Reina Regen to h a firmado los s i g u i e n t e s de ­cretos:

Ilicimda.—Concediendo honores de jefe de a d m i -nistraci()ii, l ibre de gas to s , á D. Franc isco l í o m e r d Mar t ín .

^ ' /¿TOwar.—Suprimiendo los a rb i t r ios q u e sa(;isfa-cen los b u q u e s de navegac ión d e a l t u r a y cabo ta je en las islas F i l ip inas .

: r r i m e « ó snieFdio* En u n caserío p róx imo á Zarauz h a aparec ido a h o r ­

cado un joven de catorce años .

Se i gno ra si se t r a t a de un c r i m e n (i d e u n suicidio, pero se supone q u e sea le ^ñmQw.—lrrengoechea.

Ei Gobierno y los tribunales. Insisten varios poriiidicos en r ec l amar l a i n t e rven ­

ción del ( iobierno cerca do los t r i b u n a l e s p a r a d a r u n i d a d á la in torpretaci i in de las leyes sobre repre­sión del a n a r q u i s m o , dec la rando la d o c t r i n a jur íd ica á q u e deben a jus t a r se en s u s fallos.

Kl ( iobierno no es el l l amado á i n t e r p r e t a r las leyes , ni n iucho m e n o s á dec la ra r el sen t ido do las m i s m a s , i nmiscuyéndose en las funciones q u e , por precepto cons t i tuc iona l , son p rop ias do los t r i b u n a l e s .

La apl icación do las leyes co r re sponde por en tero á los enca rgados de a d m i n i s t r a r j u s t i c i a , v éstos, por medio de sus diHñ.siones, fijarán la j u r i s p r u d e n c i a q u e deba s u s t e n t a r s e don t ro de la l iber tad d e acción q u e les es propia .

No es posible t ampoco , por las referencias incomple ­tas de la p r e n s a , aprec ia r on cada caso las razones lé­galos en q u e , t a n t o los t r i b u n a l e s del orden civil como del mi l i t a r , fundan las p rov idenc ias en v i r t u d de las cuales conocen do la represi(in de los del i tos ni m u c h o menos los preceptos en q u e descansan sus falUjs.

La conexión q u e puede ex i s t i r ent ro hechos íya j u z ­gados , y cuya.s ramificaciones se ex t i enden á otros; la na tu ra leza de los deli tos: la, condici()n de las personas y el fuero d i s t in to quo las un ípa r a por raztin do sus cargos , son ma te r i a d e m a s i a d o compleja p a r a e m i t i r opiniones sin aquol conocii t i iento perfecto de los he ­chos, de sus causas y de la.s personas q u o en los mis ­mos in te rv ienen .

Pero, de todas sue r t e s , m a t e r i a es es ta en q u e el Go­bierno no t iene pa ra q u é i n t e r v e n i r ni in t e rv iene . Los t r i buna l e s , con perfecta cotnpolencia y cou comple ta l iber tad , son los q u e conocen por propia Jur isdicción de las causas , y los q u e ap l ican los preceptos legales , con abso lu ta independenc ia y s e g ú n su recto cr i te r io .

Si el ( iobierno on cada ce.so tuviese u n a in t e rven -cl()n cerca de los Ju(3ces p a r a señalar les el procedi­mien to ó indicar tes la ley á q u e h a b í a n de a ju . s t a r sus resoluciones, fal taría en abso lu to á los debores q u e le son propios, y coundorí-i u n a ve rdade ra invas ión d e a t r ibuc iones , quo dar ía por resu l tado u n a las t imosa y censurab le p e r t u r b a c i ó n .

Page 3: Afio ILLilK. IÜPS laHi PUNTOS DE SUSCRIFCION LA ÉPOCA

L»A fiPOCA- Martes 7 de Sepiíer^bre de 1897

Dob'S \h¡v otra p.irtí, la prousa poriiVlica oliservar, «•iiand'i dü ostoá Imclios soírata, una coiuluctacircuüS-pJCta: pu'5.s, (jiiizá i'oa la ini'JDr iuloneiun, peni son oxcoiivi.) aí'-Án di' crítica, venga íi hacor la causa do los inii)mi^)á d')l (jriloii s(tcial, on voz do d^it'Bnder los iu lor6>i!s piirinanoutus y los principios randuuioutales do to la sociedad Ifituí constituíd^i.

VA (iobiorno cumple con su deber auxiliando la ac-ciiin do los 'rribunalos para el descubriuiient) y per-socucióu de los delitos, y los Tribuualseii el ejercicio de sus funciones conocen y penan dentro do la legis­lación vigente á los declaradamente enemigos del or-ilon social.

La venta de montes públicos. A. su dol)ido tiempo y on deijida forma hemos con-

l^staio á los carg li de algunos p trii'i lieos contra el ministro do Hacienda, con motivo de la venta de al­gunos m inles eu C'iu 11 ¡-R idrig ).

Ahora añadiremos .tomando datos do la Gaceta, que de los trabajos d( la lJomisi(Hi científica di5 Ingenieros encargada de clasiíícaí-todos los montes pút)!icos 'le Kspafia ha resultado quedo los 15.523 sometidos á su estudio, más de 7.03;) no revisten carácter de interés genera! \' podrán vendiírse desde luego, á no sor quo lo impidan excepcioniís \-a aeoríladas por el uiiniste-rio de llacienda(') oipL'dienles incoados con esto fin, y (lUe osas ventas s(> Uevai-ím íiefe.cl^) por el (iobierno (Ui pública subasta, como es procedonti^ para estas lincas.

l a prueba déla exactitud de todo osto, parados-arrollar la venta do cuanto está declarado etiujenalilo en virtud de acuerdo d' las Cortil, es i ju ' las admi­nistraciones de bimies del K^tado organizadas por el actual ministro (!:•, l[iei(Mida están dando resultados ve'' iad'ramento extraordinarios.

En las pocas semanas cine van transcurriilas d'i este afio ecouinnico so han dado h la ventaderechosy lincas del Estado por valor de iriíis de//T,s' milloiies de pesetas. .Sólo en el mes <lo Agosto so han aprobado adjudica­ciones do 271 tincas oa toda K..-pa¡ia, tasadas en pese­tas 1.115.000, y han producido un unal de 1.7;tó.000 pesetas, ofreciondo una ventaja para el Tesoro do 021.000 pesetas. Kn cambio, en los dos meses d.' .Julio y Agosto de 180()-95-S(t y í).i se vendí.-ron solani'Mite tincas por valor, respectivamente, de 770.1,57, 5S5.7;)1), 7.57.:«()y 1.8;ií<.:):i5.

Es de advertir que personas de gran autcjridad, juzgando por la decadencia visible del resultado que producían la dirección priuiero, y la secciiin de Pro­piedades después, consideraban hasta hace poco que dicha dirección, nístablecida con una convicciiiri pro­funda por el Sr. Navarro Reverter, era una carga sin pnjvocho para el Tesoro, \' va demostrando la reali­dad que es todo lo contrario y que cuanto ofreciij el actual ministro en la primera Mcnnoria del presupues­to que presentí) á las Uortes va resultando cierto, con exceso, y ventajoso para el Tesoro público.

Las mejoras de la Administracii'iii, la constancia on los procedimientos, las organizaciones nuevas creadas y sostenidas con energí;i y vigor, todo esto ost.'i pro­duciendo los resultados lisonjeros que so registran y que, cuando sean completairionto conocidos por el país en este y on algunos otros ramos do la compleja y di­fícil administraciÓQ de la Hacienda piiblica, rectiflca-ríin los erróneos juicios de que so hacen eco algunos periiidicos.

información municipal.

Hace algunosdíashenios publicado la cantidadquese calcula pierde diariamente el Ayuntamiento mientras no toma posesiijn el arrendatario do consumos. Los perii'jdicos empiezan ahora ú preocuparse d(j tal pér-tlida y á pedir al alcalde que inIIuva con el .Sr. Limón para lograr que tome posesión antes del ilía lilCuno en que esté autorizado para tomarla, quo es el L5de este mes.

El arrendatario, como es natural, procura prorro-í^ar, según dicen en el Ayuntamiento, la tomado po­sesión para evitarse los perjuicios ([uo do segurólo irrogaría la rocaudai'ion en esta toniporada veranie­ga, quo os la menor del ario. I'<iro con estos perjuicios contaba iududablemonte el Sr. Linión.

En vista de que entre dos males, que pierda el Ayuntamiento ó que pierda el arrendatario, hay que •decidirse por el mal menor, el //r/víW'; do anoche pido que so encargue iumediatamonte el úliimo del cobro de la renta.

Tal deseo os, según honios podido observar, el quo anima k todos los quo velan [)or los intereses del pue­blo de Madrid.

Concursos de la Bioliotcca NuCCial. La Biblioteca Nacional adjudicará en Diciembre del

presente a&o dos premios bajo las condiciones y en la forma siguiente:

Viüo ÓL<> 2.ouopesetas ii[ autor espaívol o hispano­americano de la colecciim mi>jorymás numerosa de artículos bibliográflcos biográficos relativo* á escrito­res españoles óhispano-amoricaBos. E.stos artículos de­berán ser (jriginalüs ó contener datos nuevos é impor­tantes respecto á los autores ya conocidos que figuran eu nuestr.is biografías, y en uno y otro caso se indi t a ran las fuentes de donde se liayan sacado las noti-icias á que se relieren los mencionados artículos.

ütíode/.-V^í^ pesetas al autor espaíiol (i hispano-íMuericano (jue presente en el mayor número y con superior desempeño monografías de literatura espa­ñola ó hispano-ainericana, ó sean colecciones de ar­tículos bibliográficos de un género, como un catálogo da obras sin nombre de autor, otro de los (lue han es­crito sobre un ramo ó punto do historia, sob.-e una ciencia, sobro artes y ollci(»s, usos y costumbres y cualquier trabajo de especie análoga; entendí ''adose quo estas obras han de serasiiíúsrno originales o con­tener gran número do noticias nuevas.

Las obras premiadas serán propiedad del Estado, ci ' ien las publicará si lo creyere conveniente, dando éu fisto caso al autor ¡iOO ejemplares.

Los trabajos que aspiren á estos premios han de es­tar redactados on castellano, en estilo literario y con lenfe'uaje castizo y propio, y se han de entregar com-plüto.^," nianuscritos y encuadernados, ó en forma á propi'i» i' o P'ira su examen y revisiíni.

Los a iteres que no quieran revelar su nombro, pue­den constrvar el anónimo adoptando un lema cual­quiera quO distinga su escrito do los demás quo so pre.senton hT concurso.

No podrá r.' optar á los premios las personas que por razíin del ca rgo que desempeñen en la Hibliotoca ten­gan que fon.T-ir parto del Tribunal de censura.

Se admitirá c los trabajos de opositores hasta el día 30 de Novio.'ubrodel corriente año, debiendo que­dar entregados ca la biblioteca Nacional antes deque termine el referíc'o día, con sobre dirigido al secreta­rio de la misma, f.'ol cual, ó do la persona al efecto en­cargada, recogerá!.' los interesados ó sus representan­tes ol recibo correspondiente.

Los trabajos pres"?.itados .en secretaría no podrán sor retirados antes de",que recaiga la aprobación de la superioridad sobre los" ¡Acuerdos del .Turado.

lili interioi'contado p I,MS opO'aciones; SÍ'IIO se coti­za eu partiila de la sí^rio \\.

El exterior, más pedido, i'oacciona <le la baja (¡uo e\-periuKuito a.vor: se hace á Nl-.'io, (jo ,v 05.

Los demás valores conservan con pequeiia diferen­cia los cambiosl de dia anterior.

l-'i-ancos á :51-10: libi-as no .se cotiz iti. A las cuatro y media, fin di? mes, (Í5-12 1(2. Maiiana habi-a Holsín de dos .v mivlia á las cuatro

de la tarde,. -— — . ^— .

Noticias militares. Kurivo pnra í'llijdnai.

Hoy se ha verificado el s o r > ) de jefes y oficiales de Estado Ma.yor con destino á Ei 'ipinas.

So han presentado volilttarios el coronel D. Rafael Gómez do la Torre, segundo jefe /io Estado Mayor^del octavo cuerpo de ejército, y el capitán 1). Luis Guz-mán de Villoría, quo está en el cua rto cuerpo.

Les ha tocado; á los comandantes U. Carlos García Alonso, do la Escuela de Guerra; D. Leopoldo Fuentes Gustillo, del ministerio de la Guerra; T). José Horre-ros do Ridder, do la comisión del mapa: 1). Eduardo Maldouado Rato, del depósito de la Gue.'ra; í) . Ale-.jandro Más Zaldía, de la comisiím del mapa, y 1). José "Villarreal Serrano, de la de Marruecos.

Capitanes; D. Santiago Neira Martínez, ilel sexto cuerpo; 1). Antonio Víctor .y Yaltabull, del cuarto cuerpo; D. Sebastián de la Torre y García, i^ol se­gundo cuerpo, y L). Joaquín Nieves Cosso, del deoósi-to de la Guerra.

L A BQLiSA París, 02-41. Barcelona, ()5 por 100. El mercado, en gener.d, d"sanim'ido. El interior lin do mes abrió á ti5 lo y entre (ste cam­

bio y el de 05-07 1[2 parmanecic'i durante la hora ofi­cial.

l''ÜNÍJOS PÚBLICOS

1 por loo interior Ídem seri(; E Ídem fin de mes Ídem pníxiiuo íixterior \inortizable Obligaciones del Tesoro... Ídem de Aduanas... Id(?m Filipinas (> p "u UillotesHip."HleCuba,t)°/i, Ídem de 181)0, 5 p . °o Sanco de España Uomp.* Arr. ' de Tabacos, tyéd.- B.co Hipi.tecario, o"-» Ídem al 4 p. " o )bl. Ayunt." de Madrid.

UOTfZACION DfS t'-VK(8 Nor te . . . Meiiioflía -iiiotinto

c.4Miuoa .ondres, á la s'ista

idmu. á ocho días v is ta— i'arís, á la vista • .. Ídem, á ocho días vista . .

ÚXTIMO psaoio

Del a. 1 Del :

r.5. G5. (J5.

K l . 7i) .

»

95. 90 80

417. 21;i.

00' 051 051

.50! 10:

i _ . I .)0 50 CO' 00 O'.! 01)

(M.O.) 05

81

O 0.05

(15 0.15

101 91) 95

75 50 .V>

9i) 05.0.05 ,80.00

lo:{ 25 »

71.50

81,00 i:i2.00 .5SIÍ.00

i y;i.oo

30 95 i 31. »

0.15

líl interior se ha hecho á 05 10 á ñn do mes. Loi títulos de la serie /í, á t)5 10 .y 05. El exterior, á 85 05 al contado y á 81 liO y 05 á liu

de mes. Las ..bliír-icíones del Tesoro sobre la renta de Adua­

nas, á 90-55 y .50. Las de Filipinas, á 95 .50. Las Cubas viejas, á 90-70, tiO, .55 y 05. L;is muevas, á 80. Las acciones del Banco do España no se han coti­

zado. Las de Tabacos, á 212 en caiitid idos pequeñas. Los títulos pequeños se han cotizado hoy: Los del interior: A, á (J8-1Ü; » , 08-35. < , 60-50; O ,

65-20; ii y I I , 07-50. Los de exterior: .4, a5-00. K, 81-75; V, 82-95; I»,

82-70; iiy H , 90-1.0. Los de ainortizable; * , á 79-90; II , 79-10; «:, 79-2.5;

O, 79-10; <i y í«, 00-00. KoUa de Harrelona.

( T B L K F O N B M A D B L A C A S A ARNt58)

Día 7.—Interior, t55-Oii—Exterior, 81-70.—Artiorti-'.nble, 79-25.—Cuba.-, viejas, 90 93.—Nmn'as, 79-93.— Aíluanas filipinas, 93 87.—'Colonial, 00-00 .—Nortes, 22 Ho.—Francia.s, 17-10.—' )renses. 00-00,

BolKa de Pariii. (TELBGSAMA DK LA AQBNOIA F A B S A )

Dia 6.—P.xterior esiianoi, cierre: ó2-37. 3 por 100 francés, 104 27. L)ia 7.—Apertura dei exterior español, 62-4ñ. 3 por 100 francés, O DO 00.

Últimos telegramas. (DKL SERVICIO PARTICULAR OK «LA ÉPOCA»)

E l cuiitin^^eiitp en ltiir^»«<. BriiGOS 7 (11,35 mañana) . -En el e.stado de distri-

buciíui del contingente del reemplazo actual quo ha publicado Za 6'acíte aparece ol cupo do la provincia de Burgos aumentailo on ()0 soldados más que otros años.

Supóneso haya sido equivocado con la do Toledo. Lacomisii'in mixta ha suspendido las operaciones, .y

3O ha consultado telegráficamente al señor ministro de la Guerra, con objeto do subsanar ol error y evitar de esta manera grandes perjuicios.— Vicen.

VanV'VuAt^s por 4 s'iiioin». MÁi..v(iA ~ (2 tarde;.—En la iglesia catedral se han

celebrado solemnes funerales por el alma del hijo pre­dilecto de esta ciudad, 1). Antonio Cánovas delC.tstillo.

Han asistido tolas las autoridades civiles .v milita­ros y nuiíioroso público.

Al túmulo prestaba guardia de honor un piquete de soldados.—.S'.

(DB LA AGENCIA M K M U H T A )

('«n»i«>jo de ;tuiTrn «'ii Znrn^o /n . Z.\u,\nozA. 7 (1,5 tarde).—!ín ol ca.stillo de la Aljafe-

ría se ha colt^brado osla mañana un consejo de gue­rra para juzgar á Enri<iue Calvo, desertor del ejército de Cuba, autor de infiniílad d. roOos, que so paso á ios rebeldes y que se apoderói do algunas cantidades que tenía la amante del cabecilla Perico Delgado.

Vino á España dotonido y se oscap 1 de las prisiones militares.

Ahora se le juzga por ol último hecho, en ciKini-vencia con ol cabo Manuel Monlalvii, liuo leabriii la puerta del calabozo y desertó con ol fugaclo.

El fiscal pide ocho aiios do cadena para Muitalvo y dos de presidio para Calvo.

Esto irá á Cuba á responder de gravísimos cargos quo contra él e.xist"n por los mencionados delitos.

(DB LA AGaNClA F A B U A )

1.1» lirnii Itrcliiikn fliidnra Av Orcrin. PARÍS 7.—So insiste en muchos círculos en que, vis­

tas las dificultarles que ofrece la garantía europea pa­ra un empréstito que permitií^ra á Grecia satisfacer la indomnizaci()n de guerra, la Gran Bretaña se ofrece á garantir dicho empréstito y reorganizar la hacienda griega, reservándose los derechos de («xportaciíin de la pasa de Corinto y los de todos los productos de las is­las Jónicas.

Prisiones en Turquía. CoNSTANTiNOPLA 7.—So han operado nuevas prisio­

nes do individuos complicados al parecer en los traba­jos del partido llamado do la Joven Turquía.

de ivpivsióii, iii iniiclio menos con trr,(;i|.i,,s (.(uno anafqiiislas, porque i.'\.tiiiiiit'n y ;ipreo-,eii una ciies-limí de (lei''cho.

l'arliciiilo de lii'clios inOMiftos o/, enanto ;i lo |);i-sado, y i)ivsunúeiitlo lo (loe habrá a do li.'iecr eu h» venidero los Irilituiales. AY ro/Wí/o publicó anleauo-clic un arlienio en que daba a entender (|iie vivimos futirá de la ley en los proeedimionlos jiulicialiís con­tra ios anarquistas, y que los jueces no liaccn sino lo (|ne el (iobierno manda, y v\ (Iobierno liaco triiin-lur la arhilrariodad más ('\lrín"ia y más inicua. 'INsnia mayor importancia esta actilnil ¡Id periódico liisio-nisia. por ser (•! do ordinario comedido en la mani-íestacion de sus ideas, y por el nioinento en (|uc las publicaba como censm'a anticipada, y, por lauto, in-.iiisla, de una seiiloncia no pronnnc'iada todavía por "un consejo de ^-uerra aún no constituido.

Habia tanta ligiu'c/a en losjiii.'ios de Ki ('orrco, encaminados, siti duda ('onlra su voinnlail, á debili­tar los resortes do ;,'obicrno y á irritar contra la de­fensa social las pasiones de los imán [instas, quo alir-niab I por eji'mpio, como una verdad avori^^nada, (ine en c! pi'oceso scjíiiido cüi \'oi'gara por cí (írimen de Santa Afíiieda si'aplicó la hiy i|e r(!|»r(ísióii del anar-(|iiismo, siendo (,ste error el finidanienlo principal (iesiis apreciacioniís. Si ¿y ('i)i-re.o se hubieni en-tiM'ado mejor, sabria (inc en N'er;,^!'.'. so r(!Solvió la ciieslión liecompelencia por el Códij;'o de .luslieia militar y la d(í delerminación del delito y de la pena porel Códió''o penal conn'm, sin lomar en ciunila para nada en la sentencia del consejo de fíuerra la ley contra los anarquistas.

lis también cin'ioso que, al arl)ilrarieilad tiiie no e.\i>te, se porqiní la policía no arrojó á .\;;neila. y á Sninpaii de B;irce nietierunsii.s crímenes ni Imbíeriv indicio íii qtu! S(! pi'epai'ar.in á coiindei'los.

Como en otro In^ar decimos, la (íansa de S;impau Vi'iidr.i al Consejo Supremo de (¡inMra y Marina, por lia'o'r disentimienlo enlre el auditor y el capilán ;,^e-neral de Cal ihn'ia.

\ o piuüle previ.!rs;! cuál será la sentencia de aquel olio Tribunal: jiero el heelio de no liaber unanimidad de pareceres respeeb) a la jiena, deja alguna |)roba-biliiiad de ([iie no se aplique la de minarte al agresor (lid leni.nle Portas.

Claro (ís que, al decir (ísto, no iiaecinos sino emitir una opinión nuestra, pues al présenle nadie puede saber cuál será el tallo del Consejo Supremo detUie-rra y Alarina.

^OTAS DE ULTIMA HORA Cúmplese mañana (8 de Septiembre) el ¡¡rimer

mes IraiisciH'rido d(ísde y\\w la mano de un criminal, no nacido en suelo español, arrebató á España, cuando más necesitaba de él, á im gobernante ilus­tre, patrióla y enérgico.

Kn el eMninjero todavía la prensa dedica páginas y esludios á la gran lignra del estadista y discurre sobre la misión (pie desempeñó (m lísjiaña el Sr. Cá­novas y sobre las consecuencias (pn" para este pueblo puede íeiuír el lameulable suceso de Suda Águeda.

En la Peninsida no se han interrumpido nii solo dia los actos religiosos ni las preces por el que tan iiondo sintió el amor patrio, hasta hacer de él un culto y basta exponer su vida en del'ensa de la so­ciedad.

Entre los bombrcs públicos de los diversos parti­dos, y tnás particularmente entre losipie militan en el conservador, el pensamiento de Cánovas del ('as­tillo sobre los graves problemas pendientes (ÍS inte­rrogado á cada momento para orienltirse en la con-Insión reinaiue, y cada cual consulta la vida y los discursos del tistailista, piu'a deducir Iu (pie hubiese hecho cu las circunstancias presentes.

Lo (pte, |)or nuestra parUí, podemos decir en la materia, ai)oyiindonos en el recuerdo de la gran cri­sis d(3 1875, es (pie el Sr. Cánovas del Castillo no copió á nadie, supo siemprií pensar alto y señlir botillo; no se mostró nnnca cgoisl i ni pe pieño, y no olvidó un punto el bien |)úblico, ni lo necesario (|ue para el misino y p;u'a el Trono es un partiilo conser-vaiior ridmsto v bien organizado.

declamar contra tina bagan lamenlaciones Angiolillo de Santa ona antes de que co-

' nino de

Apenas tuvo el general Azeárraga conocimiento de las declaraciones atribuidas ¡d general Pando por la prensa, le llamó á su liespaelio, (clebrandu con él una larga conlerencia. Como ambos han gii.irdado gr.in reserva, ignoramos los términos de la conver­sación (pie han sostenido.

Amigos del general Pando as(!gnrabiiii haberle oítlo (|ue El E'n')-<;.ilo h'sjiañol lia inter|)retado mal sus manirestaeiones y (pie, por consiguiente, baria reclirutar lo ipie hay de inexaeb) en los juicios (pie se le atribuyen.

La frecuencia con (¡ne se atíogen |)or los pcriódi-co' : nianih'stacioiies de hombrías públicos y de per­sonajes civiles y miniares, que liuígoson reelilieadas, merect! lijar la atención.

Por lo pronto, circula como autorizado y cierto lo que hay de inexacto en tales referencias, y el |)úbli-co por io general da más ciédito á las primitivas no­ticias (pie á las uiterioivs rectilicaciones, de suerte que éstas .sólo (;n parte re()aran el electo causado por las prinuiras.

Es indudable que la prensa debe proc(í(l(;r con cau­tela; pero también lo es (jue los i)ersonajes (pie emi­ten opiniones ante los periodistas con intento de que se hagan públicas, deben p(!sai' mucho sus palabras y exponer sus juicios con circunsp(!cción y (daridad "para evitarse luego estas reclilieacioiuis, que van siendo tan írecnenles.

En cuanto á los militares, y más si son de alta gra-duición, ci'(HMnos (pie se hallan obligados á mayor reserva aún (pie los tio.iibres civiles, no sólo por res­peto á las (lisposieion(^s dictadas ac(ír(ía de la matt;-ria, sino |)or amor á la disci|dina,(pie nada gana con estas criticas de UIKJS generahiS á otros.

No es ciertamente en las C(dmnnas de los pi!ri(jdi-cos donde deben hacer oposición los generales á los altos piKísbiá (¡ue les impulse á desear la b^gitima ambición dtí prestar servicios ú su |iais.

A más de la atcMieióii que presta el (iobierno á dar la mayor elicacia posibhí al servicio de p(dicia, ha­blase de la r(ídaceión d(í un proyecto en d (pie se rerniidirian las d(»s leyes de 1894 y 1896 sobre d(di-tos cometidos jtor medio de explosivos y sobre re-priísión d(d anarquismo, teniendo presentes para la reforma las omisiones ó los dídectos (puí la aplicación de las mismas está mostrando.

Posible (>s (pi(! se haga tal estudio, porque no hay ley (pie no deba aquilatarse en la prácli(;a, y con ina-yi'ir motivo las de (!X(íepcion.

líl señor ministro de Ultramar lia celebrado esta lard(í lina conlereiuña con (d señor presidente del i'onsejo en su despacho olieial.

Kl Sr. Cast(íllaiio ha permanecido con el general Azeárraga d(ís le las cuatro y inedia hasta cenia de las siete, con (djjeto de darle lectura del proyecto de decnilo de reíormas para Filipinas.

Aoibos han ('xaminado lodos los arlieulos de (pie aipiel se compone, y el jueves próximo se celebnirá C(mse.|o de ministros en la presidencia, con objeto de apndiar el decreto.

liste será cüiviado á San Sebastián el viernes pro-bible nenie pira (jue lo lirnie S. M. la Reina.

líl Sr. Castellano no (iiiierís hacer ¡lúbliiias las re­íormas liasta (pie sean aprobadas ()or sus compañe­ros de (iabinete.

l'na comisión dt; salineros de toda España, acom­pañada d(í los diputados á Caries Sres. Terry y An­fión y del Sr. Escartin, ha visitado esta larde al se­ñor presidente del Consejo paní ex|)oiieii(í las pre­tensiones de (\{h) en otro lugar hablamos.

El señor g.'iieral Azeárraga maniresló (picol vier­nes próximo ll(!gará á .Madrid el señor ministro de Hacienda, al cual expondrá los dt stíos de los comi­sionados.

Nadie ha amenazado á nneslro estimado (íolega El Correo, ni á los periódicos en general, con nieilidas

Dice El Ti.e¡iU)o (lue el ejércilo peninsular de opei'aciones de Filipinas ha quedado reducido á 7.000 hombres, después de deducir las bajas por defun­ción, regi'íiso á la Península, enfermos y empleados en las guarnieioiu^s.

J)icbo ejército piniinsiilar llegó y aún sobrepasó la cifra de 27..500 bomlnes. Suponiendo unas .500 ba­tas pordebinción, 3.ooo enfermos y 3.000 repatria­dos (()..500), (piedarían 21.000 útiles. Si sólo hay, como dice El Tiempo, 7.000 para operar, (;s porque en guarniciones se invierten 1-1.000; pero (!.sas guar­niciones son en el teatro de la campaña, y con ribii-yen al resultado de ésta. Luego los 7.00(í en cnes-lióii no tendrán otro eoiuídido (pie perseguir á los dos ó tres mil de Aguinaldo, cifra para la (pie no pa-rei.'en escasos.

I);'sengáñese el colega. Si el general Primo de Hi-vera creyese insulicientes las fuerzas de (pie dispo-ni-, pediría lefnerzos. V ¡pie la situación de Filipi­nas mejora cada vez más, es evidente. "

Transmiten á La Correspontlrncia iiolicios tomadas de periódicos d(; Nueva York acerca (le trabajos (pie lleva ú cabo el agregado naval á la !.(!-gacion d(í España en Washington.

Estamos seguros de (pie el Sr. Gutiérrez Sobral no se ha exlralimilado consiguiendo penetrar en fuertes y arsenales norteamericanos cerrados al público.

A(pjel distinguido marino, que ( s un perlecl(.i ca­ballero, no habrá hecho otra cosa sino lo que hacen los .agregados iniüfariís y iiavabís de todos los países, y S(ígi]ramente no habrá" visto ni examinado másipie aipiello ([ue las autoridades de los Estados Cuidos le hayan permitido ver y examinar.

No hace nnudio ti(ínipo el agregado naval á la Legación norleamerieana m ]\Iadrid visitó los arse­nales de Cartagena, Ferrol y la Carraca, y á nadie se le üciirrió en España (pKí ejecutase ningún acto digno de censura ni hiera de íos usos de la cortesía internacional.

liso y no más es lo (pie habrá lieclio el agregado naval de Es|)aña en Wasliington.

('roemos que cnanto SIÍ dice del regreso de la cor-l( en eslemescarí'cede sólido fnndamenb).

Hoy han preguntado al señor presid»mb> del Con­sejo varios periodistas respecto á este punto, con-teslando el general Azeárraga (pío las únicas noli-cías (jue tenía eran las publicadas por la prensa.

Esta mañana lia ll( ga(b) á Madrid (d Sr. Dato. Se espera mañana al Sr. Silvela. El marípiés de Cubas obsequiará á ambos con una

cacería, mi día de estos, en el coto de Valdelata, tér­mino de Moraleda.

La persp(íctiva de que concluido, como lo (ísta, el Carlos r (-aivzca dt! trabajo el astillero de Noriega en Cádiz, es causa do que se hable en aquella ciudad de píM'liirbaciones posibles del orden público.

Pensamos (pie .se anticipan mucho al porvenir los que tratan ese tema. No es el de ('ádiz el único asti­llero que tiene ante si dicha perspectiva: la tienen los astilleros del Nervión y los tres arsenales del Esta­do, y esh' (>s uno de los íiHionvenientes de haber consentido el (íslablecimienlo de aipiellas factorías sin poder garantizarlas (d trabajo para largo tiempo, pues las necesidades de una marina de guerra por poderosa (jiie se la quiera hacer, lienen su límite.

En cuanto al procedimienlo de las imposiciones, os el ptíor y el más contrapro(liK!(!nte de cuantos pue­dan emplearse para remediar una inevitable crisis do la industria naval.

ESTADODEL TIEMPO

La temperatura, según las observaciones del esta­blecimiento de óptica de la señora viuda de Arambu-r.), ha sido hoy en Madrid la siguiente:

A las och(.> de la m&ñana, lí)"; á las doce del día, 27 ' , k las cuatro de la tardo, !S!".

La iíiá.xima 27»y la mínima 10°. Presión almosférica, 715 milímetro?. Huen tiempo. A las nueve de la mañana la temperatura fué de

20",o en Hilbao, 17",S en Oviedti, 27",0 eu Badajoz, 2t' ,0 en Máhiífa, 2;i",2 en (Jranada, 22",H en Valencia, 23°,4 en Barcelona, Kt'',2 en Burgos y 22",0 en Se-govia.

En París, U*,l; en Roma, 17",ó, y en Lisboa, 2!",t. A.\'er no llovió en ninguna pruvinciH.

NUESTRO FOLLETÍN ¡'rnxn/ia 'i lerm/'nar la ]nihlicacio)i rW la Itcr-

TiíDsa norela de. D. .luán I '«/era Las ilusiones del doctor Faustino, daremos a eon.oe,er eti hrere á los lectores de LA EPOC.V ?»?,« de las ultimas ¡i mas nohibles producciones de I).^ Emilia Pardo l¡a:-án.

El saludo de las brujas, con lo cual nos rali/icamos eny/nteslro irropó-siío de seguir rindiendo culto a la norela esixi-ñola, (¡ue cuenta hoit con culticadores tan emi-nenles >/ con tan bellas obras.

El saludo de las brujas, por el Ciro interés de la narración., po)- el acier­to- -no raro, á la rerdiul, en la ilnslre autora de Insolación ;/ Morriña -(.VÍX, Í/ÍÍ/Í están, trazados los jyrhicipales tipos y ¡iresentadas las situacio-ucs cu.lminantes, y jan- las midti.ples liel.le:as ij pereijrinos prim,ores del estilo, ser/i, sin duda alíju'ua, muy del gusto de los lectores de L.\ Ei'oc.v.

El saludo de las brujas sólo lia, risto la luz, hasta ahora., en, la i,ni>or-tante lie asta La Esjiaña Moderna.

VÉASE EN CUARTA PLANA Tomado por anarquista.

Los moros de Bocoy a. Las verbenas.

La «Gaceta».

SUCESOS DE MADRID

Ayer ingresaron en la Cárcel-Modelo los tomadores conocidos por Compare, Llorón, Lerdlay Ahuelo.

—Agustín Rodríguez fué ayer atropellado por el carro que guiaba, resultando con varias heridas, cua­tro costillas rotas y una (.-ongestión pulmonar.

Trasladado á la (Jasa do Socorro, hubo necesidad do administrarle la E.\tremaunción, d(\iando da e.xistir el infeliz carretero m(5dia hora después.

—En ol piso tercero do la calle do la Princesa, nú­mero t)[), suscitiiso ayer una cuestión entro los (ísposos Te;esa Olivar y Antonio V(irde, por suponer éste últi­mo que la primera correspondía á las miradas quo al­guno lo dirigía de.sde la calle. ' Por esfci causa tenían los esposos frecuentes alter­cados.

Ayer se suscitó la acostumbrada discusión, agrián­dose de tal modo, que el marido sacó un revólver y disparó contra sil mujer, causándola una herida en el costado izquierdo.

Teresa cayii bañada en sangre, siendo conducida á la Casa de Socorro d(il distrito de Palacio, do donde pasó al hospital de la Princesa.

Los vecinos de la casa en que se ha cometido el cri­men creen que éste es obra de un loco, asegurando que Antonio Verde padecíala monomanía de que su mujer contaba con muchos pretendientes.

—Una pareja de la Guardia civil dio aviso anoche de que en el sitio conocido por «Pico del Pañuelo,» pasado el Canal, había el cadáver do un hombre.

El Juzgado hizo las diligencias del caso, no pudieu-do ser identitlcado el cadáver, que fué trasladado al depi'isitü judicial.

De aquí y de allá. I'rcrlo «rlunl de Ion iiii>lalr» IIII'IM rnroo.

Para ciertos trabajos delicados se emplean metales qué posean ciertas cualidades de (luo carecen ios itíetales ordinitrios, preciosos li no. l'or ejemplo, eu Ciertas piezas da relojería se usa el paladio, el iridio so aplica on la punta do las plumas de oro. y asi oíros.

El precio actual que en el mercado de Londres al­canzan los metales raros (wel siguiente:

I'KSKTA-.

Kilodo vana,dio 121.000 » deestibidio loo.ooo » de zirconio 7ii . <)o » do lithio 7s.()oo » deghirinio .V,».l7o » de calcio oO.ooo » de estroncio ni ooo » do itrio i."t.o;io » deorlio :};!.0(i!) » de cerio -t ."'Oo » de didimio :!."i. ono » de rutenio 27.ooo » de niolio 2.0,ooo o do bario l'.i.ooo » de paladio l.">.oiio » de iridio.... , 12.000

("omo se ve, estos metales tienen un valor muy su­perior al de los ((uo llamamos preciosos, es decir, el oro, la plata y el platino; pues el kilogramo de oro es aproximadamente de :i.(ilO pesetas .v de 21S> nada nr'is el de la plata.

La ma.yor [larte de estos metales raros .son uiu\' po­co maleables. ."XUIHIUO el cerio es fiesadísimo, líl cuei-po más pesado i|ue so conoce es el iridio. VA rutenio, ([ue también es posado, os do los más duros, poro muy (¡uebradizo. En cambio el lithio es el menos i)esado de todos los metales. El alto precio de estos metales se determina por la avaricia (pie la natural'v.a ha lenido en producirlos.

A r a d o <»l<'<'lri»(». Ln periódico alemán,el Eleklrotectrnisfher Anzeiíjer,

habla con encomio de un arado eléctrico ((ue ha cons­truido un fabricante de máquinas agríi;olas de ítala. Su electricidad se produce en ui.;' loconuivil de 12 ca­ballos, que muevi^ un arado de doble surco.

El dinamo produce 2.") amperes á lo.io.'joo volts. En el arado ha.v un motor qu(> da .ViO revoluciones

por minuto y mueve una cadena con lOo vueltas, La rueda de esta cadena .so agarra á otra cadena (|ue se extiende por el campo j hace (|U(i el arado produzca cada seis minutos dos surcos deOiV."") metros de profun­didad y de :)()() de largo.

El trabajo exige tres operarios: uno va sentado en el arado y l(js otros dos en ambos ""stromos del surco, para cambiar do sitio el carro y las cadenas.

Coméeoste comparativo do la labor, por medio del arado eléctrico, cuesta la hecha con él 5 I [2; con ol arado de vapor lo y con bueyes 12,.'i.

NOTICIAS_GENERALES Esta noche salo para li an .Sebastián nuestro i|upri-

do amigo el director de L.v KCOCA, seiior marqués de Valdoiglesias.

Mañana miércoles, con motivo de la festividad del día, se verificarán on el Circo de Parisch dos grandes y variadas funciones, á las cinco de la larile y nuevo do la noche.

En amhas so representará la pantomima «La (Jeni-eienta,» y tomarán parto Mr. Pi-()uit con su ceido mecánico, Sr. Durvval, el profesor .^r. liell, los mu­sicales Os'Moderatos y demás notabilidades.

I Kl partido de pelota organizado para esta tai'de en Beti-.lai ha resultado mu.y reñido.

I Jugaban \itorcha, Mendizábal y Blanco (rojos), ¡ contra Aguirro .V ()rii) (azuleSj, liahiendo llegado los

primeros á los H\ tantos cuando sus contrarios con­taban 18.

El segundo partido, entre (¡oiii y (;hiqiiilo di' l'o-losa contra Pracamán y Csaniüzaga, ha sido ganaih) por estos últimos por un tanto.

' Como tin do fiesta se Jugii una quiniela, iniii se lle­vó Ondarrés.

Esta tardo han visitado al presidente d(>l Consejo de ministros el señor duque de Se.xto y el gol)ernador de Sevilla, señor barón do la Vega de Hoz, el cual regr» sará mañana á aquella ciudad.

Con gran sentimiento nos enteramos de ((ue bi ?< \ ñora de nuestro rospotaljle amigo el senador 1). Fren cisco Botella so ha agravado hasta ol i>uuto dií tia-bérsole administrado los Santos Sacramentos.

1)0 nuevo hacemos votos por el alivio d(« dicha vir­tuosa señora.

Ayer .salió de Singapoore para Aden el vapor-ci rroo Isla de Minda?uii), do la (.¡ompañia Trasatlántica.

En la caja del mini.steriode l 'ltramar, lodos los días laborables, desde el O al 18 del corriente, de n ueve k do­ce de la mañana, so satisfarán, en el orden <iue á con­tinuación se expresa, los haberes corressjondieiites á los meses do Abril, Mayo ,%' .lunio •.íitimos á las clases pasivas de las islas Filipinas quo t¡en<Mi concedido el derecho á percibirlos por la misiiia, y losde.lulioá las de Puerto Rico que .so hallen en iguales condiciones.

Desde el día fi.—Todas las nóirdnas de l'uerto Kico, y las de cesantes, jubilados. Montepío civil y retirados (le tíuorní y do Marina de Mllpinas.

Desde el día 7.—Montepío militar de l-ilipinas. Para conocimiento de los interesados, se hace sa!)er

que ol giro de l'"i!ipinas so ha veriítcado al cambio de b9 por 100, y el do Puerto Rico al :fl por loo, e(|0iva-lentes á un descuento sobre el he)>erli(iuido de ;n,lo7 por 100 en el primero, y 2;),0tweu el último.

Las rotonciories serán satisfectias en Uis dos días si­guientes á la terruinaci'ai ''el pago.

El Ayuntamiento de Valladolid ha aconlado dar el nombro del Sr. Cánovas del Castillo á uñado las ca­lles do aquella poblaciitn.

Por la .lunta do la cría caballar del reino se ha diri­gido atenta comunicación k los gobernadores, intere­sando se circulen ('irdenes á los alcaldes para que és­tos remitan la estadística de los caballos sementales de propiedad particular y paradas del Cobieruo, cou expresa relación de las yeguas, potros, potrancas, mulos, uuilíjtosy garaiionos existentes en cada tér­mino iiiunicipaL

Llamamos la atenci'''n del señor director gentíral de Correos acerca de lo <\\w ocurro.eon los empleados del ramo en .\sturias.

El señor conde de Peñalver nos escribe desde Tra-S'iiía lamentando la irregul.tridad con qiK* recibe LA ÉPOCA .V <iue algunos días no lleii-a, el j)ei-io ¡ico á .'-ii poder, á pesar de quo por (vsta ahuinislraciiin se le envía con la debida puntualidad.

El A.yuntamiento de Alicante ha obseciuiado con una paella al redactor de La Correspmiden.cin. seiior Mostré Martínez, en prueba do gratitud por la orga­nización de los trenes-botijos ((uo han llevado á aque­lla poblacic'ia gran contingente de forast<;)r.>s.

De Marina: Ha salido do Puente Mayorga para(,!ádiz el cañone­

ro Taria. —De'.Vlmería ha salido el aviso torpedero ¡¡•¡lijilay,

perteneciente á la escuadra inglesa del (lanal. —La suscripción abierta on la Habana con objeto

de aumentar nuestra marina de guerra progresa' rá­pidamente, excediendo .ya lo recaudado dé 200,(iO(> pesos, habiéndose constituido n o comités para alle­gar recursos entro los elementos populares de la isla de Cuba.

AGUARDIENTES ESTILO COGNAC DESTILADOS ^PURO VINO DE JEREZ PREMIADOS £N LA EXPOSICIÓN DE BURDEOS 1896 «

^^f MARCA

^ MANUEL MISA, -.¿^i^ - - ESPECIALIDADES: " • - - _ ' ——- ^ V. U. tJ.

• V. o. S. B/' mmmm*mmgSmmmSfm Bi

Page 4: Afio ILLilK. IÜPS laHi PUNTOS DE SUSCRIFCION LA ÉPOCA

liA, ÉPOCA. M a r t e s 7 de Sept iembre de 1897

Crónica extranjera.

, . i El R(\y (lo Siam se encuentni en París, procedente d( Alutnania, dondoha presenciado las maniobras y

-|?'í ',,. '*' desfile de las fuerzas del 11." cuerpo de ejército. ' f " - La a ich i duquesa Kstelanía, viuda del archiduque ,1^1 Kodolfíj de Austria, ha lleg-ado á Bruselas y niañana

':' *; ir;'i íi 8pa con objeto de visitar á la Reina. —La Princesa'Victoria de Gales y la Princesa de ül-

iiaiiiarca so han embarcado en el yate O.ihorne con di-reecii'io k Cnpoidiag-ue.

— Ha llegado A París el duque de Oldenburgro, pri­mo di'l liíJiperador do Rusia.

. . —j;i duque de G'onnaught ha marchado al campa­mento do Aldershot, adonde le llama el cumplimiento do sus deberes militaros.

L a s p r o v i n c i a s . í'nrurtn.—En la mañana do ayer fondeó en aquel

pte-to, firocodente de la Habana, el vapor Puerto Rico, ((ue lia conducido 15 pasajeros.

Kl director de sanidid (iel puerto, en virtud de una orden teleífráüca del subsecretario déla Gobernación, dispuso (jue desembarcaran los pasajeros y fuese fu-miniado el equipaje, dospacliandi) el buque al lazareto para que cumpla la cuarentena reglamentaria, por tríier pat(íiíte sucia.

—lía e! casino republicano de la Coruña se verificó anteanoche una velada necrológica en honor del ex-iiiinistro I). Manuel I'<;'dregal.

Presidio el Sr. IJostales, ex-ministro de la Repúbli­ca, (jue pronuiicii) un sentido discurso, recordándolas vi I tildes del Sr. Pedregal.

* u<*n«'ii.- Kl Ayuntamiento ha acordado por una­nimidad, en sesión de ayer, nombrar hijo adoptivo do Cui'iicaal gobernador civil, 1). .Javier Betegón, en prui'ba de gratitud por sus trabajos en pro de los in-leroM's do la misma.

La inauguración de la temporada se Teriflcará en breve, con un cuadro de artistas muy escogido.

Mañana miérceles, con motivo de la festividad de la Virgen, se celebrará en el teatro del Príncipe Alfonso una escogida función de tarde, poniéndose en escena las populares zarzuelas El cabo primert, Fotografías (mimadas y Agua, azucarillos y aguardiente.

Por la noche Fotografiad animadas, De vuelta del Vi­vero, Agua, azucarillos y aguardiente y El cabo •pri­mero.

, Ha llegado á Salamanca la compañía del teatro de la Zarzuela de esta corto, para actuar en el Teatro Bretón de aquella ciudad durante la temporada de feria.

En el otro teatro salmantino—el del Liceo -actua­rá otra compañía cómico-lírica muy notable también, y en la cual figuran las tiples Srtas. Pretel, Lázaro y Miralles, y los Sres. Riquelme, Lacasay (íonzález (don Valentín).

La lucha entre las empresas es muy viva, á juzgar por lo que dice la prensa local.

Mañana se celebrará, á las cuatro y media de la tar­de, en los Jardines del Retiro, la segunda serie de ca­rreras de señorita! ciclistas.

Diversiones públicas Ante numerosísimo piíblico tuvo lugar anteanoche

en el teatro del Buen Rotiio la funciona beneficio del tenor Menchaca.

tViriiponíase el programa del acto último de la fa-torila y de la preciosa ópera de Mascagni, Cavalle'ría ruslivana, obteniendo ambas obras una interpretación mu.y ac(>[)1ablo.

Kl heni'ficiado escuchó muchos ajilausos, pues ano­che tuvo la fortuna de disponer por completo de sus facultades vocales, que de ordinario no lo son n.uy dóciles.

Entre los demíis artistas merece especial mencitin la Srta. Corona, que en Cnrallerla rusticana rayóá envi­diable altura.

Los coros y la orquesta nada dejaron que desear.

Parece un hecho que iendremos (ipera italiana en el Teatro Moderno. Ayer so ha firmado el contrato de arrendamiento por'un conocido empresario.

Tomado por anarquista.

Anteanoche fué detenido por los agentes de la auto­ridad un sujeto llamado Leandro Marchisio, camarero del Cafó del Siglo, de quien se sospechaba que profe­sase ideas anarquintas.

Conducido á la delegación del distrito, y más tarde desde su domicilio k la presencia del gobernador ci­vil, señor conde de Peña Ramiro, Marchisio fué pues­to en libertad por no resultar contra éf cargo alguno y estar desempeñando desde hacía once años su plaza en el referido café.

Con motivo de esta detención, algunos colegas cen­suran á la policía.

El error, sin embargo, que se supone cometido por los dependientes del gobernador es bien disculpable. . La autoridad civil de Madrid recibió hace días un te-

lojjrama del gobernador de Pam piona, en que éste daba aviso al señor conde de Peña-Ramiro do que un su­jeto de nacionalidad italiana, procedente de los baños de Fit«ro, y cuyas señas y circunstancias se hacían constar, debía ser vigilado muy de cerca, por tener ideas anarquistas.

El gobernador do Madrid, que no puede ni debe prescindir de estos avisos, di(') las órdenes oportunas a SU.1 subalternos, y éstos, habiendo ya encontrado al siyeto cuya detención se recomendaba, procedieron á ella en la primera ocasión que tuvieron.

Es ciertamente lamentable que el hombre honrado esté en riesgo de que se le confunda con un mal­hechor, pero los mismos jueces están sujetos á estos errores, y la sociedad no tiene más medios do defensa contra la terrible locura anarquista que las medidas de prevención, mejores mil veces que lai represiones tardías.

Los moros de Bocoya.

La g*leta «noNÍ(a do Faro.»—Priaioncro» ret«ra-tadoN.—iiaii kábilaN. 4¿ei>«lionefi.

Escrihon á El Im^arcial de.sde Alhucemas que el buque que el día 2() de Agosto apareció encalmado frente á Bocoya estuvo también á punto do ser víctima de los piratas, los cuales so embarcaron en varios botes con intenciiin de apoderarse do la presa.

Por fortuna, salt() el viento, y el buque pudo huir y salvarse.

Gracias á las gestiones del gobernador de la plaza y á las del capitán do administración militar, Sr. Muro, han sido rescatados, y el 27 llegaron á Alhucemas, .Joaquín Alcántara y .luán de Paula Santos Dentinho, marineros del barco portugués Rosita do Faro.

Estos dicen que navegaban con cargauíento do es­parto tomado en Oran, con rumbo á Faro, y que las corrientes arrojaron la embarcaciiin cerca de la costa riffeña.

Fueron asaltados por cuatro botos (jue tripulaban moros armados, los cuales, después de robarles cuan­to tenían, se llevaron á tierra como cautivos al caí)i-tán del ba .. -luau Rosendo Mascarena, á ios dos uui-i-ineros n os y á sus compañeros .losé \'ieira y ^ntonio !'• •; ., todos portugueses.

El día 1." lie.' •• h Alhucerruis el vapor Haynes, en­viado por el G(i ¡(irno portugué-para recoger á los rescatados y conducirlos á Tánger.

Los dos infelices fueron socorridos por la compañí; de mar, proporcionándole* ropa y alimentaciíin.

Los moros de Bocoya celebraron junta para tratar de los cautivos que aún tienen en su poder. Hubo di­versidad de opiniones y no se touK) ningún acuerdo.

í¡n lo único que convinieron fué en imponer gran­des multas á los que asaltasen barcos encalmados.

Apenas termincj la junta, apareció á lo lejos un nue­vo barco encalmado que puso á prueba la codicia de los ri fíenos.

Ape.sardel acuerdo tan recientemente adoptado, los salvajes no renunciaron á su nueva presa y, em­barcándose apresuradamente en los botes, asaltaron el buque.

Este resultó ser el Rosita do Faro, asaltado ya. No teniendo qué llevarse, apresaron á uno de los

cuatro tripulantes que antes liabían dejado á bordo. Es éste un hermano del capitán, llamado Sebastián Rosendo.

El gobernador militar de la plaza, comandante don Pablo .\rtoll, y el Sr. Muro, gestionan el rescate do los cautivos, que son siete: capitán Manuel Razete, italiano; contramaestre Jorge Pervillioti, griego, y marinero Pablo Peinen, francés, tripulantes de ía go­leta italiana Fiducia, que fué apresada el día 14, y los cuatro portug ueses anteriormente citados.

Estas gestiones se practican por conducto de un hebreo llamado Pinto, del confidente L'Arbi y del moro Abdalah.

El Sr Muro remite á los cautivos diariamente hue­vos cocidos, gallinas asadas, chocolate, frutas, vino, ginebra, aguardiente, vinagre, aceite, pan, tabaco y papel, que les sirve para comunicarse con la plaza y escribir á sus familias.

Aparte de los gastos que esto ocasiona, existe el proposito de pagar el rescate, si éste se consigue, en­

tre los oficiales y empleados do Alhucemas, que as­cienden á 21.

La cantidad que falta para cubrir todos los gastos, el Sr. Muro se ofrece á facilitarla do su bolsillo parti­cular.

Es un acto do caridad muy plausible, por el que no admitirán reembolso alguno de Francia, Italia, Portugal y Grecia, que son las naciones interesadas en el rescate.

Las verbenas. La verbena do la Buena Dich», que se celebrará esta

noche en algunos barrios de los distritos del Centro y Uiiiversida<l, prometo estar animadísima, á juzgar por los preparativos hechos con este objeto.

Son muchos los bailes in.stalados en la vía pública y en solares cuidadosamento acondicionados para la fiesta. Ku la calle del Desengaño se ha improvisado un espacioso saliin p(/r la socií'dad Uniíin Comercial. También se distingue por su amplitud y buen golpe de vista el instalado en la plaza de Santo Domingo, y aparte do estos, so han preparado otros muclu)s bai­les en las calles de la Flor, Galileo, Marqués do Santa Ana, Palma, San Vicente y otras.

En lado la Salud y ou •! mismo local en que recien­temente tuvo lugar la/íe/wwí á beneficio délos po­bres se celebr;' oj, con motivo do esta verbena, tres íiailes esta m , mañana y pasado á beneficio do la CasadeSocí dei distrito del Centro, organizados poroltenieni alcalde do aquella demarcación. De este modo, al • -• que los aficionados vean colmados sus deseos .o ii< . y jolgorio, realizarán una obra de caridad.

t^h^M

Ija Gaceta. La de hoy contiene las siguientes disposiciones:

• MÍ'KTK.NCIA

Presidencia.—\\fíA{di¡<!rQU\ decidiendo que no ha de­bido suscitarse una competencia entre el gobernador de Almería y el juez de instrucción de Roda.

l'KUSONAI,.—INDIT.TOS

Qraciay Justicia.—RiVáloa decretos de personal y de indulto, de los cuales dimos noticia al firmarlos Su Majestad la Reina.

KSCl'IÍI.A -SUPUKIOR DJC MAHSTUAS

Fomento.—lifiü decreto autorizando á la Diputacii'm provincial de León para croar en dicha capital una Escuela Superior do Maestras.

Kt, pi'KNTjí Diii. cnoiun —Real decreto disponiendo se efectúen desde luego

I las obras d(í reconstrucciiin del putmte sobre el ba-j rranco del Cliopar, en la carretera de Borja á Rueda I de Jalón (Zaragoza).

Sección religiosa. Día 8.—Miércoles.—(Es tiesta de guardar.l—La Na­

tividad de la Santísima Virgen; Santos Timoteo, Adrián y Fausto, mártires, y Santa Adela, mártir.

Santa Iglesia Catedral. Fiesta á la Natividad do Nuestra Señora á las diez, predicando el Sr. Ruiz Rueda.

Capilla Real.—ídem á las diez y media. Parroquias. ídem, á las diez, con sermón. Santa María.-(Cuarenta Horas.)—Fiesta á Nuestra

Señora de la Almudena; á las siete Misa de comunión: á las diez y media la solemne, en la que predicará el padre fray Ángel Ciarán, y por la tarde, á las cinco, termina la octava.

Después del sermón se cantarán Completas, termi­nando con solemne Reserva.

Visita de la Corte de María.— Nuestra Señora de la Concepción en San Podro, en Santiago, en Sin Marcos <'> en la Concepciiin.

Día í>.—Jueves.—Santos Doroteo, Gorgonioy Seve­ro, mártires: San Pedro Claver, confesor, y Santa María de la Cabeza, viuda.

Santa Iglesia Catedral.—Misa de renovación de las Sagradas Formas á las nueve.

Buen Suceso.-(Cuarenta Horas.)—Misa mayor á las diez, v por la tardo Preces y Reserva.

Vi.sita^de la Corte de /»/«r/«.—Nuestra Señora del Rosario en las Catalinas o en el oratorio del Olivar.

CASAS RECOMENDADAS

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Espectáculos para mañana

Teatro y Jardín d«'l Buen Betlro.—A las O de la noche.—Séptima función e-tíraordinaria.—Dinorah. Intermedios en el jardín por la banda del Hospicio.

A las 4 1 [2.—Grandes carreras de velocípedos por señoritas ciclistas. -Apuestas mutuas.

Entrada, 1 peseta. Teatro del Principe Alfonso.—A las 8 3|4. Fo­

tografías animadas.—A las 9 3|4.—Do vuelta del Vive­ro—A las 10 3|4.—Agua, azucarillos y aguardiente.— —A las 12.-El cabo primero.

A las.").—El cabo primero.—Fotografías animadas. —Agua, azucarillos y aguardiente.

Teatro El líorado. -A las 9.—Fígaro.—A las 10. —El pobre diablo.—A las 11.—Filippo.-Alas 12.—El pobre diablo.

A las .5.—Fígaro.—Oran pensamiento.—El pobre diablo.

firan Orco de Parisb.—A las .'> de la tarde y 9 de la noche.—Dos grandes y variadas funciones.—En ambas tendrá lugar cLa Cenicienüi,» tomando parto además el profesor Bell, con su diorama, los célebres barristas Durval's, los muy aplaudidos (íeorgetty, el clown Pi-Ouit con su cerdo mecánico, los excéntricos (Js'Moderattos, los Luipolds, Mefistófeles y la troupe Nelson, en su pantomima «Le Follet »

Entrada, 50 céntimos.-Sillas, 1,50.

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A JTmt

7 (le Scptiemljft; Folletín de lA BPOCl Núm, m

fUAN VALERA

Ni siquiera los maldicientes, que están siempre atisbmiito, á íiri de avt;rií,'uar y rererir la crónica es­candalosa, tuvieron el menor indicio del caso.

DiSde que empezaron oquellas misteriosas citas, el doctor so halló atormentado, iociMielo al lado de Mari). 8!'iiti(i.se i«di;,'ao, se avergonzaba de su do­blez, d(í .Hijs mentiras y de su ingratitud; pesábanle más en el corazón su pobreza y su incapauldad y las riquezas y el despreruliiuiento generoso de D. .íuan Fresco.

Lü Sí'f/ioi//a oista, la perspicacia espiritual de Mario, d(! iiuila valió para descubrir aquel secreto infíime. .Su enamorado espírilu entraba ó creía en trar en lo más oculto del alma de su marido; pero entraba tan lleno de conliariza, de veneración y de afecto, que todo lo voia hermoseado por una luz pura y no percibía lo feo y lo deforme.

Atribuyendo Maria las tristezas del doctor á no-blo ambición contrariada y á la cspecl^ de humilla­ción <!fí \cv$& pobre, siendo ricos sus tíos y ella, em­pleaba los riKídlos más delicados y discretos para realzítr aquel ánimo abatido, para darle esperanza.s de que .seria diclioso en cuanto emprendiese, para haíwie creer que de ól dependía subir h la cumbre del poder y d« la gloria, y para persuadirle sobre todo d<; que él era, en absoluto, y singularmente para etla, de tanto valor y de tan gran ser, y de pre­cio tan inestimable, que no necesitaba de victorias, ni do triunfos, ni de aplausos mundanos, á fin do

corroborar, y mucho menos de acrecentar en si tan reconocidas excelencias.

Ksta noble conducta de María raortillcaba más y más á D. Faustino, exacerbando sus remordimien­tos; pero el atractivo y la diabólica fascinación que ejercía sobre él Costancita podían más que todo. D. Faustino amab.t, reverenciaba, adoraba á María como algo santo, celestial, suave, sereno y puro, y buscaba, no obstante, á Costancita, arrastrado por el delirio de los sentidos, por el demonio de la vani-drd y del orgullo, y hasta por el aguijón pun­íante de los celos, temeroso siempre de que si él la dejaba, tila pudiese querer á otro, aunque no fuese sino por despecho.

Mucho hubieran durado así las cosas, sin descu­brirse nada, si el doctor no hubiese tenido un ene­migo vigilante, astuto, y cada día más enconado contra (;l y contra su mujer. Esto enemigo era Ro­sita.

Los lazos que la unían al general Pérez se hablan estrechado cada vez máí. Rosita dominaba al con­quistador tremebundo; le tenía sujeto, avasallado, cambiado de león en cordero. Si ella le consultaba á veces sobre los moños, vestidos y adornos que debía ponerse, ól la consultaba sobre la política. Do ella dependía, pues, que el Ministerio dura.so ó cayese; que hubiera ó no otro nuevo pronunciamiento; que cambiase de Constitución ó de forma el Estado.

En España todo lo podía la tropa; con la tropa todo 'o podía el general Pérez; con el general Pérez, Hesita. De esta suerte, en virtud de fan irrefutables sorites, consideraba Rosita que todo dependía de ella. Ella era la Aspasia de aquel Pericíes llamante.

En medio de tanta gloria, la afrenta que le hizo el doctor y la rivalidad de María vivían en su corazón, álpesardelos años trascurridos, y se le corroían como un cáncer.

Gomo el general no tenia secretos para ella, llegó a decirle hasta el mal rato y el picón que le dieron

Costancita y el doctor, protestando que si él hfibía pretendido á Costancita, había sido con intento do burlarse de ella y de rebajar su orgullo.

Informada Rosita de aquellos amores, suponiéndo­los más adelantados de lo que estaban (uilonce.s, les siguió la pista con encarnizamiento, sagacidad y si gilo. Supo que D * Etelvina había .sido la doncella de Costancita, y conjeturó que no pod'ia menos de ser la pensona de toda su conlianza para cierto.s nego­cios; dado que los hubiese. Bien estimó.í>lla que se ría difícil, ya que no imposible, que D." Etelvin.i, pos desalmada que fuera, hiciese á .sabiendas trai ción á su ama. No procuró, por lo tiinto, ganarse la voluntad de D." Etelvina, sino la de su principal ayudanta y contldcnta, la Srta. Adida, la (Hial, por lo mistno queD.* Etelvina andaba siempre tan atarea­da, era la que acudía á casa de Rosita con modas y trajes.

Ganada del todo la Srta. Adela, á fuerza de pre­sentes y obsequios, nada ocurría en casa de doña Etelvina que Rosita no supiese. Así pa.só más de uti año sin que Rosita averiguase lo que deseaba av(!ri guar; mas por úllirao, pnimió sus afanes el diablo.

La Srta. Adela se impuso, apesar del recato coa que se hacía, y trasmitió en S(!guid:i á Rosiia su gran descubrimiento, de que la marquesa de Guií-dalbarbo iba á casa de Eielvina, ó bien muy de ma­ñana, ó bien al anochecer, entre dos lucos, y que allí veía al doctor, que la aguardaba.

Rosita, prodigando entonces el oro, sobornó á ,1a Srta. Adela, y la comprometió á introdu(;ir á una persona en casa de Etelvina, y á ocultarla en lu­gar conveniente para que, sin ser vista de nadie, pudiese ver á los amantes en una do sus citas.

Luego, la hija del escribano usurero escribió á María un anónimo, revelándole la traición de su marido, y ofreciéndola ffenerosamente los medios de cerciorarse de ella.

El día, la hora, el momento de la cita llegó, según la Srta. Alela tenía averiguado.

Costancita hubo de qucj.irse del poco cariño, de la tibieza del doctíw. Se mostró celosa de María: dijo que María era más querida que ella.

Embriagado el doetor por las fascinadoras mira­das, por la coqiieterí.t infernal, por la elegancia, por la hermosura aiistocrálica y por la juventud inmar­cesible de su prima, le ase¿:uró que respetaba á su mujer, pero ijiie no la amaba; (luc casi la odiaba por su causa.

El doctor confirmó tan abominable aserto son un abrazo.

Entonces creyó oír cerca de sí, penetrando en su pecho como agudo puñal, un sollozo desgarrador y ahogado.

Stí apartó. Heno de esp;into, de los brazos de Cos-tancitít; tiiiseó tapidamente, y nad.i vio en el enano en que estabiin. Abrió la puerta por donde habían entrado, y nada vio tampoco. Abrió, en lio, otra puerteeillá que diiba á otro (Miarto interior, que tam­bién tenía salida al eorredor, y eni-ontró vacío el cuarto, y la puerta do snlida cerrada con llave. Itite-rr(»gó á doñii íátelviiui sobre las personas que había en casa, y doñfi Et''lvina dijo que; no había nadie, Síilvo la señorita Adela, porque las oficialas se ha bían ido ya todas. La señorita Adela era además muy de íiar y no .sollozaba nunca por tan poco. La seño­rita Adela, inti'rrogada á su vez por doña Etelvina, sostuvo que nadie había entrado en ca.«a; que ella eslat)a al cuidado de todo, y que los criad<»s se ha­llaban en la cocina para evitur que se enterasen de aquellos asuntos.

Oostant ila decidió entonces que lo del sollozo, que ella no había oído, era una locura del doctor. El doc­tor ai-abó por persuadirse de lo mismo.

Des le i)i|uel día eii «dolante la ti'isteza de María fué sien lo más honda y persistente. Aunque no o.vhaló la menor queja contra D. Faustino, D. Faustino vio

iW á las claras que todo lo sabía. A pesar de su excep-ticismo, no hallindo modo natural de explicárselo, el doctor imaginó que no era vana la .seumuki rista de María; que su espíritu, desprendiéndose del orga­nismo, al cual sólo por un hilo de Huido eléctrico quedaba anudado, V(daba donde quería y atravesaba los muros y penetraba en los más ocultos lugares. El sollozo que él había oído y que no había oído Cos­tancita, le pareció un ¡ay! del alma, un gemido es­piritual que arrancó á María de lo hondo de su ser la liorrible frase de que él casi la odiaba.

¿Qué satisfacción, qué disculpa, qué palabra de consuelo podía dar D. Faustino á su mujer si en efecto lo sabía todo, fuese como fuese?

El doctor se limitaba, pues, á estar más amable, más dulce, más rendido que nunca con ella; pero no intentó explicación ni satisfacción alguna. María no se daba por entendida del agravio. fi Por último, Maria cayó postrada en cama con una gravísima enfermedad. Sentía en el lado del corazón más calor que de ordíutario, y una opresión y una fatiga muy grandes. Le pesaba algo dentro del pe­cho. A veces le daban vahídos. Parecíale luego que le apretaban las entrañas. La atormentaban incesan­tes angustias. El pulso, débil, era desigual y prcci-

I pitado; la respiración, fatigosa y entrecortada de las­timeros suspiros.

Su severa y majestuosa hermosura resplandecía más, á pesar de las nnudias canas que blanqueaban su negra cabellera, porque sus ojos tenían más luz, más viveza f|ue en su estado normal, y porque ar­diente carmín daba color á sus mejill«s.

De repente solían acometerle fuertes palpitaciones, que imprimían á su seno dolorosas sacudidas; se di­ría que llegaban á oírse por los que estaban cerca los latidos violentos é irregulares de su corazón inflíima-do. De repente también pare.:ía suspender.se el mo­vimiento del corazón, y la enferma caía en un des­mayo. (Se concluirá.)