América latina en la mira de la estrategia naval rusa a finales del siglo XIX 1873-1898

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América Latina en la mira de la estrategia naval rusa a finales del siglo XIX. 1873-1898 Evgueni Dik Dovgiallo Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa Palabras clave: navalismo, estrategia, geopolítica, almirantazgo, ruso A finales del siglo XIX se inició un cambio profundo en las relaciones internacionales, caracterizado por una lucha sin cuartel por el mercado y el reparto del mundo entre las grandes potencias. La creciente fiebre imperialista hizo estragos al estado de equilibrio mundial, que resultó ensombrecido por el avance del sistema de alianzas imperialistas y el rápido ascenso de la carrera armamentista. Estos cambios se apreciaban como un paso significativo del conjunto de Estados europeos hacia el sistema mundial de relaciones internacionales. En este contexto, los conflictos en los más remotos rincones del planeta empezaron a tener un eco inesperadamente pronunciado para el reajuste de las contradicciones entre las potencias involucradas en la competencia global. También era la edad del nuevo navalismo, con todas las potencias esforzándose en fortalecer sus flotas, en la creencia de que la marina y las colonias iban, naturalmente, de la mano. No era de extrañar, por lo tanto, que en estas circunstancias el imperio británico sintiese una mayor presión de sus antiguos rivales como Francia y Rusia. 1 La rivalidad entre Rusia y Gran Bretaña tenía profundas raíces históricas que se remontaban hacia el siglo XVIII, las cuales en el XIX forzaron a estas dos 1 Paul Kennedy, Auge y caída de las grandes potencias, Barcelona, Plaza & Janes, 1992, p. 318. Signos históricos, núm. 8, julio-diciembre, 2002, 109-136 Recepción: 22/11/01 109 Aceptación: 05/03/02

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  • Amrica Latina en la mira de la estrategia naval rusaa finales del siglo XIX. 1873-1898

    Evgueni Dik DovgialloUniversidad Autnoma Metropolitana Iztapalapa

    Palabras clave: navalismo, estrategia, geopoltica, almirantazgo, ruso

    A finales del siglo XIX se inici un cambio profundo en las relacionesinternacionales, caracterizado por una lucha sin cuartel por el mercadoy el reparto del mundo entre las grandes potencias. La creciente fiebreimperialista hizo estragos al estado de equilibrio mundial, que result ensombrecidopor el avance del sistema de alianzas imperialistas y el rpido ascenso de la carreraarmamentista. Estos cambios se apreciaban como un paso significativo del conjuntode Estados europeos hacia el sistema mundial de relaciones internacionales. Eneste contexto, los conflictos en los ms remotos rincones del planeta empezaron atener un eco inesperadamente pronunciado para el reajuste de las contradiccionesentre las potencias involucradas en la competencia global. Tambin era la edaddel nuevo navalismo, con todas las potencias esforzndose en fortalecer susflotas, en la creencia de que la marina y las colonias iban, naturalmente, de lamano. No era de extraar, por lo tanto, que en estas circunstancias el imperiobritnico sintiese una mayor presin de sus antiguos rivales como Francia y Rusia.1

    La rivalidad entre Rusia y Gran Bretaa tena profundas races histricas quese remontaban hacia el siglo XVIII, las cuales en el XIX forzaron a estas dos

    1 Paul Kennedy, Auge y cada de las grandes potencias, Barcelona, Plaza & Janes, 1992, p. 318.

    Signos histricos, nm. 8, julio-diciembre, 2002, 109-136

    Recepcin: 22/11/01 109 Aceptacin: 05/03/02

  • potencias a cruzar sus armas durante la Guerra de Crimea (1853-1856). En la segundamitad del siglo XIX, Rusia y Gran Bretaa estuvieron al borde de la guerra por lomenos dos veces: durante la crisis en Oriente, en 1878, cuando se vislumbraba laamenaza de que Rusia poda tomar Constantinopla y establecerse en los estrechos;y en 1885, durante la crisis de Afganistn, en el ambiente de la avanzada rusa enAsia Central, lo que haca peligrar las posiciones inglesas en la India.

    Durante estos conflictos, las dos potencias buscaron los medios, no slodiplomticos y polticos sino tambin militares, para complicar la posicin deladversario. Por su parte, los rusos intentaron afectar las posiciones britnicasacercndose a Berln en 1878, al acudir a Bismark para convocar a la ConferenciaInternacional sobre los Balcanes y, en 1885, activando la Alianza de los TresEmperadores ruso-germano-austriaca, al mismo tiempo que, en particular en ladcada de 1880, pretendieron aprovecharse de la rivalidad entre Londres y Parsen el mbito colonial. Sin embargo, ni Rusia ni Gran Bretaa posean las condicionesgeoestratgicas necesarias para una confrontacin directa, debido a la preeminenciainglesa en los mares y la posicin rusa como una potencia continental. Por lotanto, para la estrategia rusa la nica salida radicaba en la bsqueda de contrarrestarla influencia britnica en los mares con los limitados recursos de su Armada que,pese a la franca recuperacin en los dos ltimos decenios del siglo XIX, seencontraba en abierta desventaja frente a la inglesa.2 En consecuencia, la estrategianaval rusa deba buscar una salida adecuada para evitar ese inconveniente,explotando todos los recursos y elementos a su alcance.

    El enfoque sobre la importancia crucial de la fuerza naval para preservar yfortalecer la condicin de Gran Potencia de Gran Bretaa, resumida en las obrasdel capitn estadounidense Alfred Mahan y del almirante ingls Philip Colomb, seinterpret en Rusia de acuerdo a la lnea de pensamiento de navalistas francesesque hacan hincapi en la guerra de los cruceros. Los franceses planteaban unaalternativa para una potencia dbil en el mbito naval, remarcando la necesidad dearruinar al adversario por medio de los ataques a sus lneas de comunicacin martima.

    As, los rusos esbozaban su estrategia naval con mayor nfasis en el desarrollode los cruceros rpidos y de la llamada Flota Voluntaria (Dobrovolnyi Flot) creadaen 1878, compuesta de barcos mercantes, fcilmente convertibles en los crucerosnavales que se dirigan de los puertos del Mar Negro hacia el Extremo Oriente

    2 Donald William Mitchell, A History of Russian and Soviet Sea Power, Nueva York, Macmillan, 1974,p. 182.

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  • ruso. En 1887, en Rusia fue publicada una historia imaginaria de la guerra contraGran Bretaa, segn la cual los rusos explotaran al mximo la capacidad de loscruceros de arrollar y capturar a los buques mercantes ingleses en alta mar,evadiendo al mismo tiempo la persecucin de la Armada de su Majestad Britnica.Esta novela ficticia tuvo un ttulo muy prometedor: La esperanza rusa o Britnicano ms domina las olas.3 Los ingleses no descuidaban los riesgos de la guerrade los cruceros y se apresuraron a tomar las medidas necesarias para disminuirlos daos de sus posibles ataques, planteando la estrategia para la defensa de suscomunicaciones martimas.4

    En las dcadas de 1860 y 1870, Gran Bretaa careca de una armada capaz dedefenderse a s misma y sus comunicaciones martimas; pero en esa poca ningunafuerza armada del mundo tena la capacidad de retar a los ingleses, cuyos altosmandos navales consideraban que su dominio en el mar y la defensa de sus rutascomerciales podan ser asegurados slo con una flota capaz de capturar y destruira la enemiga y sus cruceros.5

    A finales del siglo XIX, la principal rea del expansionismo ruso fue el ExtremoOriente. La lejana de las provincias martimas rusas con base operativa en elpuerto Vladivostok, fundado en 1860, dictaba la necesidad de crear una infraes-tructura de comunicacin con la Rusia europea, tanto por tierra (para la cual seplanteaba y a partir de 1891 se realizaba ya la va frrea transiberiana), como porva martima. El objetivo final de esta expansin comprenda la consolidacin deRusia en el Pacfico, el acceso a los mares no congelados; proceso culminado conla ocupacin de Port Artur en 1898. Es importante tomar en cuenta que lasaspiraciones rusas de acceder al puerto en mares calientes no fue el objetivo en sde la estrategia rusa. Rusia, siendo potencia continental, sin salidas hacia los maresinternos, buscaba crear una serie de bases navales en el Pacfico para asegurarsus posesiones continentales en contra de las potencias martimas.6 La comu-

    3 William Leonard Langer, The Diplomacy of Imperialism, 1890-1902, Nueva York, Alfred Knopp,1951, pp. 421-422.4 En torno a la defensa naval britnica de sus rutas comerciales, vase Brian Ranft, The Naval Defenceof British Sea-borne Trade, 1860-1905, tesis doctoral, Oxford University, 1967.5 John Beeler, A One power Standart? Great Britain and the Balance of Naval Power, 1860-1880, enThe Journal of Strategic Studies, vol. 15, nm. 4, diciembre de 1992, p. 570; J. Sumida Tetsuro, BritishCapital Ship Design and Fire Control on the Dreadnouhght Era: Sir John Fisher, Artur Hungerforf Pollenand the Battle Cruiser, en Journal of Modern History, vol. 51, nm. 2, enero de 1979, p. 209.6 John P. Le Donne, The Russian Empire and the World, 1700-1917. The Geopolitics of Expansion andContainment, Nueva York y Oxford, Oxford University Press, 1997, p. 198.

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  • nicacin martima con Vladivostok fue la nica, hasta que en 1900 se termin laconstruccin del ferrocarril transiberiano que movi a Rusia hacia una posicinactiva en las rutas ocenicas, dado que las vas de comunicacin hacia ese lugartomaban principalmente dos caminos: uno alrededor de frica y el cabo de BuenaEsperanza, controlado ya por los ingleses, y otro a travs del estrecho deMagallanes, es decir, del Atlntico Sur al Pacfico. De aqu se desprenda lanecesidad de correlacionar los intereses diplomticos y navales por parte de losdirigentes de la poltica exterior rusa, en el mbito de la poltica orientada a promovery ampliar sus intereses hacia las naciones ubicadas en las reas de la comunicacinmartima rusa.

    A su vez, la guerra de los cruceros no poda dejar de lado las necesidades deabastecimiento de los navos empleados para estas operaciones con el materialblico necesario, provisiones, carbn y, ms que todo, requerira explotar los refugiosen las costas de las naciones ubicadas en la cercana de las rutas de comunicacininglesas y ganar su benevolencia frente a las posibles operaciones militares rusasen las reas martimas colindantes de estas naciones.

    LA IMPORTANCIA ESTRATGICA DE AMRICA LATINA PARA LA RUSIA IMPERIAL

    Las costas de las naciones latinoamericanas, en especial del Atlntico Sur y delPacfico, formaban una coyuntura estratgica favorable para este tipo de ope-raciones navales. En la historiografa dedicada al establecimiento y desarrollode las relaciones diplomticas de Rusia con las repblicas hispanoamericanas,los planteamientos de la estrategia naval rusa en la regin, por lo general, sonanalizados de manera circunstancial.7

    Salvo el estudio de las relaciones ruso-mexicanas, donde el factor navalistaruso desempe un papel fundamental para conducir al restablecimiento de las

    7 Aleksandr Ivanovich Sizonenko, A. M. Gorchakov i Stanovleniie Rossisko-LatinoamerikanskijOtnoshenii, en Latinskaia Amerika, nm. 9, 1998, p. 90; Aleksandr Ivanovich Sizonenko, 100 letDiplomaticheskij Otnoshenii Rossii i Argentiny, en Latinskaia Amerika, nm. 10, 1985, p. 76 (vasela versin en espaol: RusiaArgentina: Centenario de Relaciones, en Amrica Latina, nm. 12, 1985,pp. 65-67); Nikolai Vasilevich Korolev, Strany Iuzhnoi Ameriki i Rossiia, 1890-1917, Shtinitsa, Kichinev,1972, pp. 124-125; E. G. Putiatova, Russko-Argentinskie otnosheniia kontsa XIX-nachala XX veka,Universitet, tesis doctoral, Leningrad, 1989, pp. 43-46. Evgueni Dik Dorviguiallo, Rossisko-Latinoamerikansie Otnosheniia kontsa XIX-nachala XX veka, 1890-1914 god, tesis doctoral, RAN,Mosc, 1994, pp. 193-201.

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  • relaciones diplomticas entre Rusia y Mxico en 1890, la investigacin de losproyectos de la estrategia naval rusa en la regin no se engloba en el contextogeneral del activismo poltico-estratgico ruso, tanto respecto a estas nacionescomo en el marco ms general de los planteamientos de la Guerra de los Cruceros.8

    Las relaciones polticas entre Rusia y las repblicas latinoamericanas empezarona desarrollarse a partir de 1856, despus de la Guerra de Crimea y en el contextodel abandono de la intransigente postura absolutista del gobierno del emperadorNicols I, quien tena casi una aversin patolgica hacia el republicanismo deestas naciones independientes. No fue casual que Rusia mantuviera relacionesdiplomticas exclusivamente con el Brasil imperial a partir de 1828, mientras quecualquier perspectiva de acercamiento poltico con Mxico no progres, a pesarde ser el nico pas en el continente con el cual Rusia, de hecho, tena la fronteraen California hasta 1842, debido a la posicin del Fuerte Ross.9 Rusia y el imperiomexicano establecieron relaciones diplomticas en 1864, las cuales tampocoprogresaron debido al colapso de la aventura francesa en este pas.10 La retiradarusa de Alaska en 1867 puso fin a la poca de la Amrica Rusa pero, al mismotiempo, corresponda a un imperativo estratgico ruso de encontrar en EstadosUnidos un aliado para contrarrestar la influencia britnica en el Pacfico. Lasposiciones rusas en Amrica eran virtualmente indefendibles, lo que se percibiclaramente en el asalto naval ingls a las costas rusas durante la Guerra de Crimea.Los altos mandos de la Armada rusa plantearon entonces la necesidad de la ventade Alaska a Estados Unidos, por consideraciones estratgicas.11 La venta deAlaska limitaba un marco operativo de la Marina rusa, pero por otro lado, permitaa Rusia concentrar sus esfuerzos de manera ms eficaz en la defensa de

    8 Aleksandr Ivanovich Sizonenko, Stanovlenie Diplomaticheskij Otnoshenii Rossii so Stranami IuzhnoiAmeriki i Mekskoi, en Latinskaia Amerika, nm. 5, 1983, pp. 68-70; O. I. Ovsiannikov, Rossiia iMeksika: Ot Pervyj Kontaktov do Vrucheniia Vveritelnyj Gramot, en Latinskaia Amerika, nm. 12,1990; Hctor Cardenas (con colaboracin de Evgueni Dik), Historia de las Relaciones entre Mxico yRusia, Mxico, Fondo de Cultura Econmica/Secretara de Relaciones Exteriores, 1994, pp. 116-122.9 Un anlisis ms detallado sobre el tema puede verse en Hctor Crdenas (con colaboracin de EvgueniDik), op. cit., 1994, pp. 67-72, 82-92.10 Ms informacin en torno a los intentos de acercamiento poltico ruso-mexicano en la primera mitaddel siglo XIX puede encontrarse en Ibid., pp. 86-92, 97-99.11 Vladimir Nikolaevich Ponomarev, Krymskaia Voina i Russko-Amerikanskie Otnosheniia, RAN, Mosc, 1993,pp. 41-42; Nilolai Bolkhovitinov, The Crimean War and the Emergence of Proposals for the Sale ofRussian America, 1853-1861, en Pacific Historical Review, vol. 58, nm. 1, febrero de 1990, pp. 37-38.

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  • Vladivostok, a donde fue transferido en 1872 el cuartel general de las fuerzasnavales en el Pacfico desde el puerto de Nikolayevsk.

    Es importante mencionar que durante la crisis de 1863, en las relaciones ruso-britnicas con miras a la posible intervencin franco-inglesa en favor de losinsurrectos polacos en Rusia, los proyectos de la Guerra de Cruceros rusos partande la posibilidad de contar con los puertos estadounidenses en el Atlntico y elPacfico como sus bases de apoyo, en lugar de los puertos de la Alaska rusa. Mstarde, los preparativos por la parte rusa para la Guerra de Cruceros se emprendanen 1870, despus de la derogacin unilateral del estatus desmilitarizado del MarNegro, como tambin en 1876, en vsperas de la guerra con Turqua y del probableapoyo a sta por parte de los ingleses. En ambos casos, Nueva York y SanFrancisco sirvieron como puntos de partida para la Armada rusa concentrada enestos puertos.12

    La cooperacin naval ruso-norteamericana en miras de la Guerra de Cruceroscontra Gran Bretaa prosigui tambin durante el desenlace de la Crisis de Orienteen los Balcanes entre 1878 y 1879. Es interesante notar que, en el contexto deestos proyectos, la Marina rusa consideraba al puerto de Santo Domingo, enRepblica Dominicana, como un posible punto de enlace estratgico para llevar acabo sus operaciones contra los ingleses.13

    As, para la dcada de 1870, Rusia tena que tomar en cuenta tres importantesentornos estratgicos en Amrica Latina para garantizar la viabilidad de sus comu-nicaciones con el Extremo Oriente y facilitar, en caso de guerra, puntos de apoyopara sus operaciones navales: la Cuenca del Caribe y Amrica Central, las costasde la Patagonia, el estrecho de Magallanes y las costas del Pacfico latinoame-ricano. El acercamiento poltico-diplomtico ruso a las naciones latinoamericanasubicadas en estos cruces navales se inscriba dentro de las pautas de la estrategiarusa y se desarrollaba a la par con el activismo naval ruso hacia la regin.

    12 Istoriia Vneshnei Politiki Rossii Vtoraia Polovina XIX veka, Mosc, Mezhdunarodnye Otnosheniia,1997, pp. 149-151; Istoriia Vneshnei Politiki i Diplomatii SShA, 1867-1918, Mosc, Nauka, 1997,pp. 98-115.13 Istoriia Vneshnei Politiki i Diplomatii SShA, 1867-1918, Mosc, Nauka, 1997, pp. 99-115; IstoriiaVneshnei Politiki Rossii, Vtoraia Polovina XIX veka, Mosc, Mezhdunarodnye Otnosheniia, 1997, pp.153-154; Leonid Ivan Strakhovsky, Russias Privateering Projects of 1878, en Journal of ModernHistory, vol. 7, nm. 1, marzo de 1935, pp. 35-36.

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  • EL ACERCAMIENTO ENTRE RUSIA, PER Y LAS NACIONES DEL CONO SUR

    La destruccin de la Armada rusa durante la Guerra de Crimea y la neutra-lizacin del Mar Negro, plantearon la necesidad de profundas reformas estructuralespara fortalecer la capacidad naval rusa. Estas reformas fueron propulsadas por elJefe Supremo de la Armada imperial rusa, el Gran Duque Konstantin Nikolaevich,quien ostent ese cargo hasta 1881.14

    Entre las medidas proyectadas para asegurar el estado de preparacin militarde la marina rusa y mantener el peso internacional de ese pas, figuraba larealizacin de los viajes alrededor del mundo de los navos rusos. La principalescuela para esta tarea comprenda el Pacfico. Como consecuencia de estaprctica naval, se fortaleca la comunicacin rusa con sus Provincias Martimas.15Delineando esta estrategia, el jefe Supremo de la Armada rusa parta de la premisade su inferioridad. Obviamente, el Gran Duque Konstantin se interes en laeventual reconstruccin de fuerzas navales capaces de contrarrestar el ataque enaguas territoriales de Rusia, por parte del enemigo potencial del imperio. Perotambin en varias ocasiones l abog (aunque sin xito) por la adquisicin de lasbases navales y estaciones de suministro de carbn en el exterior.16

    En el mbito de la penetracin rusa en el Pacfico y la valoracin estratgicadel estrecho de Magallanes, Rusia reconoci en 1857 a Uruguay,17 cuyo puertose convirti en una importante parada durante las circunnavegaciones rusas.Partiendo de Montevideo, entre 1861 y 1865, diversos barcos militares rusosempezaron a frecuentar la zona del estrecho de Magallanes. En 1865 la corbetaVariag de la Escuadra del Pacfico fue el primer navo militar ruso que cruz elestrecho de Magallanes y lleg hacia el Extremo Oriente ruso.18 El puerto deMontevideo, sin embargo, no fue muy cmodo para el arribo de dichos navos.

    14 En torno a las reformas de la armada rusa despus de la Guerra de Crimea, vase Aleksandr PavlovichShevyrv, Russkii Flot posle Krymskoi Voiny: Liberalnaia Burokratiia i Morskie reformy, Mosc,Universitet, 1990.15 S. S. Tatishev, Imperator Alexandr II. Ego Zhizn i Tarstvovanie, Petesburgo, 1903, pp. 153 y 160.16 William C. Fuller, Strategy and Power in Russia: 1600-1914, Nueva York, The Free Press, 1992, pp.287-288.17 SSSR-Uruguay: 60 Let Diplomaticheskij Otnoshenii. Dokumenty i Materialy, Mosc, MezhdunarodnyeOtnosheniia, 1988, p. 139.18 Obzor Zagranichnyj Plavanii Sudov Russkogo Voennogo Flota, s 1850 po 1868 god, MorskoeMinisterstvo, Petersburg, vol. I, 1871, pp. 330, 354, 378, 408-409 y 497.

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  • Los comandantes rusos consideraban ms til para sus ejercicios navales visitarla Baha Blanca en Argentina y, en la costa del Pacfico chileno, Concepcin,Valparaiso y Chile.19 A partir de 1873, con la visita de la corbeta Askold, los rusosempezaron a frecuentar Buenos Aires, que tampoco era lo suficientementeacogedor, desde el punto de vista tcnico, para las visitas navales, como lo comenten su informe el comandante ruso de Askold.20 Sin embargo, antes del arribo delos barcos militares rusos, el gobierno imperial design en 1867 al cnsul en BuenosAires, y ya dispona tambin de sus agentes consulares en Chile y Per.21

    A partir de 1870, los observadores militares rusos empezaron a prestar mayoratencin a la posicin estratgica del litoral ocenico argentino, as como al desarrollode las fuerzas navales de Argentina y Chile; pero al mismo tiempo, se percataban dela falta de presencia naval efectiva en ambos pases, en la importante zona delestrecho de Magallanes.22

    La apertura rusa hacia el Pacfico, por Amrica Latina, gener las condicionespara establecer relaciones diplomticas con Per, en octubre de 1873. En 1863Rusia reconoci a Per y abri el consulado en el puerto Callao, transferido tresaos ms tarde hacia Lima. En 1874, Rusia y Per firmaron el Tratado de Amistad,Comercio y Navegacin, el primero de este gnero que se realiz entre Rusia yuna repblica latinoamericana. Aparte de las consideraciones comerciales, esteacuerdo diplomtico se enmarcaba dentro de los intereses navales rusos en elPacfico, dado que sus navos tambin frecuentaban los puertos de Per.23 Hastala Segunda Guerra del Pacfico (1879-1883), Per fue considerado en Rusia comouno de los pases latinoamericanos ms importantes, pero la nueva correlacin defuerzas a partir de la Paz de Ancona de 1883 entre Chile y Per, el fortalecimientode Chile y el desarrollo econmico de Argentina, cambiaron las prioridades de lapoltica rusa en Amrica Latina. Chile se convirti en uno de los ms importantesactores estratgicos en la poltica internacional en el Pacfico.24 A partir de entonces

    19 Ibid., vol. II, pp. 322, 338-339.20 Morskoi Sbornik, vol. CXXVII, nm. 8, 1873, pp. 15-16.21 E. V. Filimonova, Pervyi Rossiskii Poslannik, en Latinskaia Amerika, nm. 8, 1991, pp. 80, 84-85.22 Morskooi Sbornik, vol. CLV, nm. 8, 1876, pp. 64-65; vol. CLXXXI, nm. 11, 1880, pp. 31-33.23 Iu. V. Basenko, Iz Istorii Rossisko-Peruanskij Otnoshenii, en Latinskaia Amerika, nm. 5, 1994, pp.62-63; Aleksandr Ivanovich Sizonenko, op. cit., 1998, p. 90.24 Robert Burr, By Reason or Force: Chile and the Balancing of Power in South America, 1830-1905,Berkeley, Berkeley University Press, 1965, pp. 155-156.

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  • se hizo mayor nfasis en la necesidad de desarrollar las relaciones con estas dosrepblicas.

    Sin duda alguna, las apreciaciones estratgicas tenan un importante peso parala decisin rusa de establecer relaciones diplomticas con Argentina en 1885. Elpromotor de esta accin, el Ministro ruso en Brasil entre 1883 y 1892, AlexanderIonin, fue vinculado con una corriente abiertamente anglfoba dentro del esta-blishment diplomtico ruso, ligada con el todopoderoso Nicols Ignatiev, el emba-jador ruso en Constantinopla, uno de los partidarios de la activa poltica rusa tantoen los Balcanes como en Asia Central y el Extremo Oriente. Esta postura de Ioninse fortaleci durante su trabajo en los Balcanes, en las dcadas de 1860 y 1870.25

    Ionin realiz sus estudios en la Universidad de Mosc y se gradu del Institutode las Lenguas Orientales; desempe varias misiones diplomticas en Italia yEspaa y hablaba el espaol a la perfeccin. No slo era un brillante diplomticode carrera sino tambin un incansable viajero y cientfico, que puede con toda raznser considerado como el primer autntico especialista ruso en Amrica Latina.Asombraba a sus contemporneos con un perfecto conocimiento de la realidad delos pases en donde tena que trabajar.26

    En uno de sus primeros informes de Buenos Aires en 1886, Ionin resaltaba, demanera bastante clara, las ventajas estratgicas para Rusia de establecer relacionesdiplomticas con Argentina. El diplomtico ruso informaba a Petesburgo que,debido a la posicin estratgica de esta nacin, que se ubica en el paso del Atlnticohacia el Pacfico y donde Gran Bretaa no poda vigilar de manera efectiva elcamino a travs del estrecho de Magallanes o va la Tierra del Fuego,

    [...] los puertos de las repblicas de Argentina y Chile pueden presentar para nosotrosun inters significativo como las estaciones martimas en el lejano camino entre los dosocanos, las estaciones en donde nuestros barcos, en caso necesario, pueden encontrar elcarbn y las provisiones alimenticias.27

    En el mismo informe, Ionin indicaba el valor estratgico de Baha Blanca, lospuertos de Santiago y Callao, y recomendaba prestar atencin a Chile como el

    25 En torno al papel de Ionin en el establecimiento de las relaciones diplomticas con Argentina, vaseE. V. Filimonova, op. cit., 1991.26 Archivo Estatal de la Federacin Rusa (en adelante AEFR), fondo 939, relacin 1, carpeta 10, f. 1.27 Archivo de la Poltica Exterior del Imperio Ruso (en adelante APEIR), fondo Cancillera, 1886, carpeta88, fs. 42-43.

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  • factor ms importante de Amrica del Sur en el Ocano Pacfico.28 Ionin realizvarios viajes por Amrica del Sur visitando Uruguay (con el cual Rusia establecirelaciones diplomticas por su iniciativa en 1898), Chile, Bolivia, Brasil, Paraguay yPer; visit los principales puertos argentinos, chilenos y peruanos, as como lazona del estrecho de Magallanes y las islas Malvinas. Las memorias sobre susviajes fueron plasmadas en una obra maestra: Por Amrica del Sur, editada dosveces en Rusia e incluso traducida al alemn.29

    El trabajo diplomtico de Ionin, as como su gran papel para divulgar en Rusiael conocimiento sobre Amrica Latina, impulsaron el acercamiento de Rusia conotras naciones latinoamericanas, en especial con Mxico.30

    Rusia esperaba capitalizar en su favor ciertos sentimientos antiingleses, tantoen Argentina como en Chile. Tomando en cuenta que a partir de 1886 la Cancilleraargentina protestaba cada ao por la ocupacin de las islas Malvinas de parte delos ingleses,31 Ionin recomendaba no pasar inadvertidas estas protestas. Tambininformaba a Petesburgo que los pases del Cono Sur representaran, en el futuro,un inters de gran relevancia para las relaciones internacionales.32

    En Argentina tambin se daban cuenta de los intereses navales rusos en laregin. En 1892 el gobierno argentino intent aprovechar esta coyuntura, al ofrecera Rusia la adquisicin de la isla Estados en la regin de la Tierra del Fuego y enrelativa cercana a las islas Malvinas. Las ventajas para Argentina parecan bastanteclaras: en caso de la compra de la isla Estados por Rusia, segn los expertos,Buenos Aires poda encontrar un importante aliado estratgico no slo en contrade Chile en el contexto de la rivalidad argentino-chilena en la zona del canal Beaglesino incluso poda contrarrestar la presencia britnica en las Malvinas. Sin embargo,Ionin, invitado por el Ministerio de la Marina para evaluar la propuesta argentina,concluy que, en caso de guerra con Gran Bretaa, la defensa eficaz de Estadoscomo base naval rusa estara condenada al fracaso y, por lo tanto, la propuestaargentina no fue aceptada en San Petesburgo. Al mismo tiempo, Ionin aconsej

    28 Ibid., fs. 44-44 vta.29 Aleksei Sergeevich Ionin, Po Iuzhnoi Amerike, Petesburgo, Obshestvennaia Polza, vols. I-IV, 1896-1903; AEFR, fondo 939, relacin 1, carpeta 11, f. 6.30 AEFR, fondo 939, relacin 1, carpeta 68, fs. 17-17 vta.31 Isidro Moreno Ruiz, Estudios sobre historia diplomtica Argentina, Buenos Aires, Editorial LomasRivera, 1971, p. 111.32 Aleksei Sergeevich Ionin, op. cit., 1903, vol. III, p. 47; APEIR, fondo Cancillera, 1888, carpeta 83, fs.97-97 vta.

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  • no enfriar las buenas intenciones de los argentinos y, en consecuencia, responderen trminos amables que en cualquier momento se podra retomar el asunto paraobtener algunos resultados prcticos y de utilidad.33

    Hay que tomar en cuenta que el establecimiento de las relaciones diplomticascon Argentina y las observaciones acerca de la importancia de esta nacin seprodujeron en el contexto de la crisis ms relevante de la dcada de 1880 en lasrelaciones entre Gran Bretaa y Rusia.

    El avance ruso en Asia Central cre el estado de alerta por parte de Londres,pero en especial, por parte de las autoridades de la India imperial. La ocupacinrusa de Merv en enero de 1884, en camino hacia Afganistn, y la falta dedelimitacin de la frontera entre ese pas y nuevas posesiones rusas, condujo a lacrisis fronteriza ruso-britnica en marzo de 1885. El gabinete liberal de Gladstondecidi demostrar la firmeza en la cuestin de la defensa de India y orden lamovilizacin parcial. Sin embargo, los rusos, a pesar de que forzaron a las tropasbritnico-afganas a retroceder a finales del mismo mes, queran evitar la guerra.Decidieron acudir al apoyo diplomtico de Alemania y garantizaron el cierre delos estrechos por parte de Turqua, para evitar el asalto ingls en el Mar Negro. Elpeligro de la confrontacin militar perdur, sin embargo, a lo largo de todo elverano de 1885, hasta que el gobierno ingls decidi renunciar sus reclamacionessobre Pendje y los rusos entregaron a Afganistn los pasos estratgicos de Zulfahar.El compromiso qued plasmado en el protocolo de Londres, suscrito en septiembrede 1885, y la definitiva delimitacin de la frontera ruso-afgana en 1887. La solucinpacfica de la crisis en torno de Afganistn cre las expectativas de una especiede distensin en las relaciones ruso-inglesas.34

    Mientras tanto, la iniciativa diplomtica rusa de establecer relaciones conArgentina se ubic en el momento de las repercusiones de la crisis en Asia Centralen el Extremo Oriente y, en este contexto, en la preocupacin de los mandosnavales rusos acerca de la defensa de las costas del Pacfico ruso.

    Durante la crisis afgana, los ingleses se esforzaron por complicar la posicinrusa en el Extremo Oriente y no se descart, incluso, la posibilidad de un ataquebritnico naval contra las costas rusas en ese territorio. La defensa de Vladivostokrequera, en primer trmino, la construccin de la va frrea que la uniera con la

    33 Archivo Estatal de la Armada Rusa (en adelante AEAR), fondo 417, carpeta 994, fs. 14-14 vta. Vasetambin Nikolai Vasilevich Korolev, op. cit., 1972, pp. 124-125.34 Istoriia Vneshnei Politiki Rossii, op. cit., 1997, pp. 127-128; John P. Le Donne, op. cit., 1997, p. 328.

    Amrica Latina en la mira de la estrategia... 119

  • Rusia europea. Londres buscaba, a su vez, enfrentar a Rusia con China. Lasfuerzas navales rusas carecan de facilidades portuarias en Vladivostok y el propioEscuadrn ruso del Pacfico prefera estacionarse en los puertos japoneses. Lasfuerzas rusas en la regin eran ms dbiles que las chinas y, antes de 1885, Rusiacareca de recursos y de una fuerza naval para ocupar algn puerto en Corea.Los intentos rusos de tener la posibilidad de estacionarse en la baha de Lazarev(Gensan Wonsan) en la costa noreste de Corea, fracasaron por completo. A su vez,los ingleses ocuparon en abril de 1885 Puerto Hamilton, en Corea, y mantuvieron estabase naval hasta febrero de 1887, despus de que Rusia se comprometi a noemprender ninguna accin unilateral en Corea. La ms importante conclusin deesta accin inglesa demostraba que los ingleses podan bloquear fcilmente lasfuerzas navales rusas en la zona.35

    El Ministerio de la Marina de Rusia tena un importante peso en la delineacinde la poltica exterior rusa y, por su influencia en este mbito, fue comparable con elpropio Ministerio de Relaciones Exteriores. Entre ambas instituciones exista unambiente de rivalidad y cooperacin para disear ciertas iniciativas internacionales.Los altos mandos de la marina plantearon escudriar las opciones para lasoperaciones navales en el Pacfico, formular el valor estratgico de los puertos ylas costas de la regin.

    As, el Almirantazgo encarg al capitn de la corbeta Vitiaz, Stepan Makarov,ms tarde un importante terico naval ruso, no solo visitar varios puertos de laAmrica Austral sino tambin investigar la posibilidad de uso de las costas delPacfico del Sur, en especial, el abasto de carbn de los navos rusos en caso dehostilidades.

    Makarov rindi, en 1887, el informe al respecto dirigido a Ivan Shestakov,Director General del Ministerio de la Marina y uno de los principales partidariosde la activa estrategia rusa en mar abierto. Shestakov fue muy cercano al GranDuque Konstantin, visit Estados Unidos en 1856 y estuvo muy familiarizado conla doctrina Monroe.36 En su informe, Makarov sealaba la comodidad de litoralde la Patagonia chilena y de toda la costa sudeste del Pacfico para emprender lasoperaciones en contra del comerci britnico, en particular las comunicacionesentre Gran Bretaa y Australia. Makarov estaba seguro de que se podran utilizar

    35 Andrew Malozemoff, Russian Far Eastern Policy, 1881-1904, Berkeley, Berkeley University Press,1958, pp. 5-6 y 24-33.36 Entsiklopedicheskii Slovar, vol. 39, Petesburgo, Brokgaus i Efron, 1903, p. 532.

    120 Evgueni Dik Dovgiallo

  • una o dos bahas en la zona como depsito de carbn y lugar de almacenaje de lostrofeos de los barcos capturados. Makarov remita al Almirantazgo ruso unadescripcin bastante detallada de las principales bahas y estrechos de la Patagonia,anexando dos mapas de stas, hechos bajo su responsabilidad. Es interesantenotar que, segn Makarov, los alemanes estaban revisando de manera muy detalladalas costas de la Patagonia chilena. Respecto a las complicaciones de tipo jurdico,el oficial ruso se expresaba de manera bastante franca:

    Sin duda alguna, las costas de Patagonia pertenecen a la Repblica Chilena, pero debidoa que a lo largo de 1 000 millas no hay ni una sola poblacin, no solo militar, sinotampoco particular, ninguna parte beligerante va a tomar en consideracin la neutralidadde las costas de Patagonia.37

    En el mismo informe, Makarov recomendaba que los navos rusos de la Escuadradel Pacfico frecuentasen los puertos chilenos y se emocionaba ante las pers-pectivas de establecimiento de relaciones diplomticas entre Rusia y Chile. Almismo tiempo, el oficial ruso sealaba que en Chile sera fcil encontrar a un hbilagente para ayudar a suministrar los cruceros rusos en caso de guerra en contra deGran Bretaa. En particular, Makarov mencionaba al coman-dante del crucero chi-leno Esmeralda, capitn Lpez, quien comunic a su colega ruso, bajo gransecreto, que durante la crisis afgana de 1885, l personalmente se dirigi a laEmbajada Rusa en Washington ofreciendo sus servicios para transportar carbnen un barco mercantil para los navos rusos. Vale la pena mencionar que Lpez yMakarov se conocieron unos aos antes, cuando Makarov visit Valparaisocapitaneando el navo ruso Tunguz, mientras que Lpez capitaneaba la corbetaOHiggins, que remolc el barco ruso en la baha de este puerto chileno, y poresta operacin fue condecorado con la Orden militar rusa de San Estanislao. Parael asombro del propio Makarov, uno de los socios de la Compaa chilena OsthauseHigo, que suministr a Vitiaz con los vveres en Valparaiso, asegur al oficial ruso(sin que ste aludiera el tema) que en caso de guerra, l estaba preparado parasuministrar a los rusos con rapidez y eficacia. Makarov incluso aseguraba a susuperior que, durante la guerra, en Valparaso se puede no solo conseguir elcarbn, sino contratar una tripulacin, e incluso, un barco completo con el carbnpara enviarlo a la estacin con nuestra tripulacin o una contratada.38

    37 AEAR, fondo 417, carpeta 276, fs. 1-3.38 AEAR, fondo 417, carpeta 276, fs. 3 vta.-4 vta.

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  • Los rusos podan encontrar en Chile a los partidarios para sus planes,aprovechando los contactos y excelente reputacin que dej en Chile el inmigranteruso Alexei Scherbakov, quien desempe importantes cargos en la marina deaquel pas, ostentando en particular el cargo de mdico general de la Armadachilena hasta su muerte en 1885. Los marinos rusos que visitaban Valparaisotampoco podan no conocer al doctor Scrderder, otro inmigrante ruso quien habasido miembro de la Asociacin Mdica de esa ciudad, con amplios contactos enlos crculos polticos chilenos.39

    Las posibilidades de utilizar las zonas martimas de las naciones latinoamericanasno parecan un fruto de la imaginacin de algunos descabellados oficiales rusos.As, en 1886, el clper ruso Naezdnik, de manera secreta, realiz practicas de tiroen una de las descuidadas bahas brasileas, mientras que Vitiaz hizo unosejercicios con minas en el estrecho de Magallanes.40

    A lo largo de la segunda mitad de la dcada de 1880, los oficiales rusos quevisitaban la zona del Atlntico y Pacfico Sur, y los agentes militares rusos enEstados Unidos, informaban de manera detallada sobre las fortificaciones ycapacidad defensiva inglesas en las Malvinas, sobre el estado de las armadassudamericanas, la aptitud de las bahas argentinas y chilenas para la Guerra deCruceros.41 Efectivamente, en 1888 y 1889, el clper ruso Naezdnik, durante sutravesa hacia el Mar de Japn desde el Bltico, realiz una visita exploratoria aMalvinas. El comandante del navo ruso dej una detallada descripcin del puertoStanley, sus defensas, la calidad de las fortificaciones y las caractersticas de estepuerto como base britnica en caso de guerra.42 No slo los oficiales de la Armadasino tambin los observadores rusos de la poltica internacional subrayaban que elprincipal inters ruso hacia Chile se basaba en el papel que podran representarlas costas de la repblica en una futura Guerra de los Cruceros.43

    39 Dimitri Belov, Pod Rubrikoi Drugie i Neizvestnye (Russkie v Chile), en Russkoe Zarubezhie vLatinskoi Amerike, Mosc, RAN, 1993, pp. 31-32; Pedro Figueroa, Diccionario biogrfico de extranjerosen Chile, Santiago, Imprenta Moderna, 1900, p. 210.40 AEAR, fondo 417, carpeta 243, f. 3; carpeta 223, fs. 17-19 vta.41 AEAR, fondo 417, carpeta 582, fs. 1-5 vta., carpeta 444, fs. 1-8; carpeta 223, fs. 23-25; carpeta 332,fs. 7-13 vta., fs. 14-15, fs. 26-27; carpeta 444, f. 9.42 AEAR, fondo 417, carpeta 359, f. 50.43 Konstantin Skalkovski, Vneshniaia Politika Rossii i Polozjenie Inostrannyj Derjzav, Petesburgo, Izd.Suvorova, 1897, p. 536.

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  • El anlisis de estos informes no pone en duda el hecho de que, en caso deguerra contra Gran Bretaa, las aguas territoriales de Chile y Argentina, en elPacfico y el Atlntico Sur, comprenderan un teatro para las operaciones navalesauxiliares por parte de los rusos.

    Pese a los desafos estratgicos que se presentaron en el Extremo Orienteruso con la ocupacin inglesa de puerto Hamillton, en Corea, los altos mandosmilitares rusos en las Provincias Martimas planteaban poder usar a Vladivostokcomo centro de contraataque ruso, en contra de la supremaca inglesa en el mar.

    En marzo de 1887, el Comandante del Distrito Militar de Amur, general Korf,aseguraba que las

    [...] fuerzas navales inglesas no son suficientes en el Ocano Pacifico [...] para defendera su flota mercante y sus colonias [...] y por lo tanto las opera-ciones activas de nuestraflota en el Ocano Pacifico son absolutamente reales, incluso en el caso de que la cantidadde nuestros navos sea notablemente inferior a la de los ingleses.44

    Sin embargo, como lo subrayaban los expertos rusos, Vladivostok, por s solo,no fue suficiente para las operaciones de la Guerra de los Cruceros, debido a sulejana de la Rusia central y de las costas de Amrica del Norte, principales zonasde abastecimiento para este tipo de empresa.45

    La estrategia naval hacia Amrica del Sur fue intercalada con otros proyectosestratgicos rusos en ultramar que, al fin y al cabo, tenan como objetivo encontrarlos puntos de apoyo para operaciones navales.

    En este contexto hay que apreciar un frustrado intento de organizar, en 1887,una colonia rusa en Jibuti, en frica, prcticamente enfrente de las rutas inglesasde las costas del ocano ndico. Entre los patrocinadores de este intento colonialruso figuraba el propio Shestakov.46

    La lgica estratgica de defensacontraataque en alta mar se plasm en elproyecto de la marina rusa de ocupar el archipilago Suvorov, colindante a lasislas Hawai. El proyecto fue remitido a sus superiores por el comandante del

    44 AEAR, fondo 417, carpeta 326, fs. 3-3 vta.45 Konstantin Skalkovski, op. cit., 1897, p. 470.46 Aleksandr Lobanov-Rostovski, Russia and Asia, Anna Arbor, The George Wahr Pub. Co., 1951, pp.211-212; Andrei Vasilevich Pritvorov, O Roli Afriki v Vostochnoi Politike Rossii, en KantslerGorchakov: 200 let so Dnia Roydeniia, Mosc, Mezhdunarodnye Otnosheniia, 1998, p. 185.

    Amrica Latina en la mira de la estrategia... 123

  • clper ruso Vestnik en 1886. Entre las ventajas de este archipilago figuraba sucercana con la zona del istmo de Panam.47 El gobierno ruso declin estapropuesta, debido a la falta de posibilidades para defender las islas, tan lejanas delas costas rusas. Tampoco prosper otro proyecto que surgi en 1887 de establecerel protectorado ruso sobre las islas Hawai.48

    No obstante lo anterior, en esos aos en Rusia, de vez en cuando, se alzabanvoces en favor de la adquisicin de las posesiones espaolas en el Pacfico.49 Sinembargo, los altos mandos navales rusos, descartando ya en 1887 la idea de unapoltica activa en Hawai, estaban interesados en que un estado amigable a Rusiaes decir, Estados Unidos se apoderara de estas islas en lugar de Gran Bretaa.Reafirmando su apoyo a Estados Unidos en el marco de la rivalidad britanico-inglesa en la regin, en la dcada de 1890, los diplomticos rusos esperaban quelos estadounidenses pudieran garantizar las facilidades navales para los navosmilitares rusos en el Pacfico.50 Estos planteamientos se realizaban en la poca enque la estrategia naval estadounidense se encaminaba a desarrollar la armada conexpectativa de asegurar no tanto el control sobre el Pacifico, levantando la necesidadde la adquisicin de las bases navales en la regin, sino ms bien, en vista de unapalpable vulnerabilidad de las costas estadounidenses del Pacfico frente a uneventual ataque extranjero.51

    EL ACERCAMIENTO RUSO-MEXICANO Y LOS INTERESES RUSOS EN AMRICA CENTRAL Y ELCARIBE.

    La obsesin por las facilidades navales para la Armada rusa y un desesperadointento de capitalizar en su favor cualquier tipo de roces entre Gran Bretaa y lasnaciones de la cuenca del Pacfico, contribuy al acercamiento poltico-estrategicoentre Rusia y Mxico, acelerado por la tambaleante coyuntura geoestratgica de1885-1887. El valor estratgico de Mxico para Rusia consista en su posicin

    47 AEAR, fondo 417, carpeta 119, fs.46-46 vta.; carpeta 330, fs. 5-10.48 Rman Rosen, Forty years of Diplomacy, Nueva York, Knopf, 1922, vol. I, pp. 84-85.49 Konstantin Skalkovski, op. cit., 1897, p.555.50 Istoriia Vneshnei Politiki i Diplomatii, op. cit., 1997, pp. 42-43.51 R. Seager, Ten Years before Mahan: The Unnoficial Case for the New Navy, 1880-1890, en TheMississipi Valley Historical Review, vol. 40, nm. 3, diciembre de 1953, pp. 502-503.

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  • cercana al istmo de Panam, su papel de puente entre los dos ocanos y, en ciertogrado, la vecindad con Estados Unidos, cuya benevolencia hacia Rusia era desuma importancia para contrarrestar la amenaza inglesa en el Pacfico.

    En la dcada de 1870, con la revalorizacin de la importancia de la comunicacinnaval entre los dos ocanos, el gobierno ruso reconoci varias repblicas centro-americanas: en 1872 a Costa Rica, en 1876 a Honduras y en 1880 a Guatemala.En 1890 Rusia estableci relaciones diplomticas con Guatemala. Vale la penamencionar que, en el informe sobre el reconocimiento de Honduras por parte deRusia, dirigido por el canciller del imperio ruso, Mijail Gorchakov, a Alejandro II, elministro ruso se apresur a subrayar no solo una favorable posicin geogrfica deeste pas sino tambin a mencionar los conflictos territoriales entre Honduras yGran Bretaa, por la posesin de las islas Bay en el Caribe.52

    La apertura de las relaciones entre Rusia y el gobierno republicano de Mxicose inspir, fundamentalmente, en las consideraciones de tipo estratgico y demostrla expectativa rusa de explotar en su favor las dificultades en las relacionesmexicano-inglesas. Pese a que las relaciones entre Mxico y Gran Bretaa fueronnormalizadas en agosto de 1884, durante la dcada de 1880 una de las cuestionastirantes en las relaciones entre estas dos naciones comprenda una aeja querella entorno a la frontera entre Mxico y Belice (Honduras Britnico). Remontada haciala poca de la colonia, la definicin de los lmites con Belice haba sido la causa deconflictos entre Mxico y Gran Bretaa, particularmente en la dcada de 1870.Fue a finales del siglo cuando el gobierno mexicano

    [...] consider urgente delimitar y controlar esa parte de territorio, para acabar con larevuelta indgena y su apoyo britnico [...] e impedir tambin que los ingleses siguieranavanzando sobre territorio mexicano [...] antes de verse envuelto en una guerra de funestasconsecuencias para la Repblica.53

    52 Otnocheniia Rossii so Stranami Tsentralnoi Ameriki vo Vtoroi polovine XIX veka (Dokumenty), enNovaia i Noveishaia Istotiia, nm. 4, 1972, p. 114.53 Paolo Riguzzi, Mxico, Estados Unidos y Gran Bretaa, 1867-1890: Una difcil relacin triangular,en Historia Mexicana, vol. 41, nm. 3, 1992, p. 402; Laura Muoz Mata, El Caribe y Mxico a finalesdel siglo XIX, 1890-1898 en Revista Mexicana del Caribe, nm. 3, 1997, p. 79. Sobre el conflicto ycooperacin mexicano-britnica en esta zona fronteriza vase Wayne Clegern, British Honduras andthe Pacification of Yucatan, en The Americas, vol. 18, nm. 3, enero de 1962, pp. 243-247; tambinWayne Clegern, British Honduras: Colonial Dead End, 1859-1900, Batton Rouge, Lousiana UniversityPress, 1967.

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  • La diplomacia mexicana utiliz hbilmente esta coyuntura para empujar a Rusiaa emprender los pasos necesarios en el proceso de formalizacin de las relacionesentre Rusia y Mxico. As, el ministro de Mxico en Bruselas, ngel Nez Ortega,familiarizado con todos los detalles de la complicada poltica europea, entreg aprincipios de 1880 al ministro ruso en Blgica, conde Andrei Bludov, la corres-pondencia entre los gobiernos de Mxico y Gran Bretaa, referente a la cuestinde Belice.54 Ortega, un hombre de extraordinaria inteligencia, era tambinhistoriador y gegrafo, versado en los temas relacionados con el Pacfico y lasrelaciones entre Mxico y Japn.55 Durante su estancia diplomtica en Berln, adonde fue designado en enero de 1874, estableci relaciones con el ministro peruanoante las cortes de Alemania y Rusia, Jos Arturo Lavalle. Aparentemente, Lavalleinform al diplomtico mexicano en torno a la importancia del acercamiento conSan Petesburgo.56 Es interesante mencionar que, siendo el encargado de negociosdel imperio de Mxico en Londres, Ortega pudo notar un creciente inters rusopor Amrica y su inclinacin por reconocer los derechos especiales de EstadosUnidos en Amrica Latina, de acuerdo con la doctrina Monroe.57 Ms tarde, eldiplomtico mexicano advirti a la Secretara de Relaciones Exteriores sobre loscrecientes intereses britnicos en el Pacfico, en vista de la proyectada construccindel Canal de Panam y la inminente rivalidad internacional de las grandes potenciaspor el ocano Pacfico.58

    La diplomacia mexicana en Europa, ya en la dcada de 1870, remarcaba conbastante frecuencia lo inevitable del conflicto ruso-britnico en relacin con el expan-sionismo ruso en Asia Central y, en este contexto, el supuesto colapso del dominioingls en la India.59 A su vez, durante la Crisis de Oriente en 1875, ngel NuezOrtega sostuvo plticas con el embajador ruso en Alemania, P. Ubri, cuando,

    54 La correspondencia entregada al diplomtico ruso fue titulada Correspondencia diplomtica cambiadaentre el gobierno de la repblica y el de su Majestad Britnica en relacin al territorio llamado Belice,Mxico, Ignacio Cumplido, 1878. Dicho libro comprende la correspondencia entre el Secretario deRelaciones Exteriores de Mxico, Manuel Vallarta y su homlogo britnico lord George Granville que fuetraducida en francs. El gobierno mexicano procur difundir esta informacin en Europa.55 Vase en particular: ngel Nez Ortega, Noticia histrica de las relaciones entre Mxico y Japn enel siglo XVII, Mxico, Secretara de Relaciones Exteriores, 1923.56 Hctor Crdenas (con colaboracin de Evgueni Dik) op. cit., 1994, pp. 114-115.57 Archivo Histrico de Secretaria de Relaciones Exteriores de Mxico, (en adelante AHSREM), L-E-1310, f. 184,58 AHSREM, L-E-34, f. 69.59 AHSREM, Embajada de Mxico en Espaa, L-85, 17 de abril de 1876, f. 317, 18 de noviembre de 1877,f. 88.

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  • como lo subrayaba el propio diplomtico mexicano en el informe a Ignacio Mariscalaos ms tarde, se crey en un rompimiento de hostilidades entre Rusia e Inglaterra,y se dictaron medidas para armar buques rusos en los Estados Unidos.60 Sepuede suponer que el propsito de este sondeo diplomtico mexicano era remarcarla importancia estratgica de Mxico para los intereses rusos en caso de la Guerrade Cruceros. Ms tarde, en sus conversaciones con Bludov, Ortega inform a sucolega ruso que Mxico estaba enterado del acercamiento ruso-estadounidense yel carcter antibritnico de la venta de Alaska, as como lo mencion a su vezBludov, la importancia de tener buenas relaciones con las repblicas hispanoamericanas que tenan costa en el mar pacfico.61

    Andrei Bludov, conocido eslavfilo y experto en la poltica britnica, quienpas una larga temporada en Londres designado como Secretario de la Embajadarusa en 1851, y con el cargo de embajador ruso en Londres despus de la Paz dePars en 1856,62 tena relaciones cercanas con el canciller Gorchakov y, sin dudaalguna, se consideraba como uno de los miembros del cuerpo diplomtico rusocon profundas y arraigadas antipatas hacia la poltica inglesa. Bludov se apresura enviar la informacin sobre Belice a Gorchakov, quien en aquella poca estabamuy enfermo y era incapaz de dar seguimiento a ese asunto. La cuestinmexicana fue reabierta por los rusos slo despus de la crisis de Afganistn en1885 y durante la ocupacin britnica de Puerto Hamilton en Corea, en la coyunturapoltico-diplomtica que acompa el proceso de establecimiento de las relacionesentre Rusia y Argentina. Despus de la muerte de Bludov, en abril de 1886, elagente militar ruso en Bruselas, recin asignado a Blgica, coronel NicolaiChichagov, estableci relaciones con Ortega al conocer el contenido de la corres-pondencia mexicano-britnica archivada en la legacin rusa. Chichagov, conbrillante carrera militar, graduado en la Academia General del Estado mayor Rusoy veterano de la guerra ruso-turca de 1877-1878,63 tena muy buenas relacionespersonales en la Corte rusa gracias a su parentesco con el Ministro de Guerra deese pas. Ortega inform a Ignacio Mariscal que, en largas y frecuentes

    60 Enrique Arriola Woog (comp.), Sobre rusos y Rusia: antologa documental, Mxico, Lotera Nacionalpara la Asistencia Pblica, 1994, p. 145.61 Ibid., pp. 145-146.62 APEIR, Fond Deloproizvodstva Lichnogo Sostava i Joziaistvennyj Del (Fondo de Personal), Opis(Inventario) 467, carpeta 371, fs., 1-4 vta.63 Datos sobre Nicolai Chichagov: Rossiskii Gosudarstvennyi Voenno Istoricheskii Arjiv (Archivo EstatalHistrico de la Guerra de Rusia), fondo 409, carpeta 125139, Lista de Servicio 73-574.

    Amrica Latina en la mira de la estrategia... 127

  • conversaciones con el militar ruso, record lo que comentaba antes a Bludov,entrando adems en la historia de Belice y subray la

    [...] incalificable conducta de sus habitantes y autoridades y la importancia extrema quepara nosotros tiene la pennsula yucateca; pero advirtiendo que actualmente estamos enbuenas relaciones con Inglaterra, y si stas no llegan a ser cordiales ser siempre a causade ese desgraciado asunto de Belice.64

    Esta informacin fue transmitida por Chichagov al Estado General de la Armadaen 1886, junto con un informe verdaderamente sensacional sobre las posibilidadesde cooperacin militar ruso-mexicana en caso de guerra entre Rusia y GranBretaa. En un comunicado secreto dirigido en julio de 1886 al Comandante delEstado Mayor de Rusia, Chichagov, comunicaba que, en vista de los conflictosfronterizos con Gran Bretaa en torno a Honduras, segn Ortega, el gobiernomexicano, durante el conflicto afgano, planteaba adquirir dos nuevas embarcacionesde alta velocidad, armadas con caones de gran alcance y calibre, y con todo elequipamiento, que cedera a Rusia en el momento en que sta declarase la guerraa Inglaterra, admitiendo en estos buques a la tripulacin y a los oficiales rusoscon uniforme mexicano. De esta manera, en el nterin, los buques navegaran conbandera mexicana y en el momento de romperse las hostilidades, sorpresivamentese izara la bandera rusa.65 Obviamente, Chichagov resaltaba en ese mismoinforme el potencial destructivo de estos navos para el comercio ingls; enconsecuencia, el establecimiento de las relaciones con Mxico traera importantesventajas por la posicin geogrfica del pas, as como por sus relaciones conInglaterra. Refirindose a las conversaciones con Muoz Ortega, Chichagovcomentaba que, a pesar de que las relaciones entre Mxico y Gran Bretaamejoraron, segn el diplomtico mexicano, el gobierno de Mxico an en estemomento, estara de acuerdo en celebrar un tratado secreto con Rusia en esostrminos pero que para que eso pudiese ocurrir, era indispensable establecerrelaciones diplomticas entre ambas naciones.66

    64 Enrique Arriola Woog (comp.), op. cit., 1994, p. 146.65 K Stoleiiu Ustanovleniia Diplomaticheskij otnoshenii Mezchdu Rossiei i Meksikoi VestnikMinisterstva Innostrannyj del SSSR, nm. 23 (81), 15 de diciembre de 1990, p. 55 (Documentos); citadoen Hctor Crdenas (con colaboracin de Evgueni Dik) op. cit., 1994, pp. 116-117.66 Ibid.

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  • Es difcil juzgar si realmente exista un plan de cooperacin naval con Rusiapor parte de Mxico, en contra de Gran Bretaa en 1885 y si Mxico estabadispuesto a arriesgar sus relaciones con Gran Bretaa por una operacin de estaenvergadura, dado que en la documentacin sobre el establecimiento de relacionesdiplomticas entre Mxico y Rusia en el Archivo Histrico de la Secretaria deRelaciones Exteriores de Mxico, no se encuentra ninguna mencin o alusin atales planes. Pero es poco probable que referencias de este tipo pudieran serinventadas por Ortega como medio de presin para que Rusia acelerara suacercamiento poltico con Mxico. Chichagov, a su vez, hace mencin en su informesecreto a nombre de Ivan Shestakov en el verano de 1887, que los hechos sobre lasrelaciones de Mxico e Inglaterra [...] aunque me fueron comunicados de maneraprivada, pero con el permiso no oficial del presidente de la Repblica Mexicana.67Sin duda alguna, Ortega buscaba explotar la enemistad ruso-inglesa en beneficiodel objetivo de la diplomacia mexicana para establecer relaciones entre Mxico yRusia y, efectivamente, gracias a la insistencia de Chichagov, el Ministerio deRelaciones Exteriores de Rusia encarg, en abril de 1887, al prncipe Lev Urusov,nuevo ministro ruso en Blgica, que negociara con Ortega para establecerrelaciones diplomticas entre Rusia y Mxico. Chichagov impulsaba personalmenteel curso de estas negociaciones, dirigindose con despachos secretos a Schestakov,para que ste a su vez presionase al Ministerio de Relaciones Exteriores a formalizarlas negociaciones en Bruselas. As, en su informe a nombre de Shestakov en elmismo mes de abril de 1887, Chichagov daba a conocer que, en vista del crecienteinters de los ingleses por el Pacfico mexicano, de acuerdo con los informes de laprensa y de otras fuentes particulares, Su Excelencia probablemente ya tieneconocimiento desde hace tiempo que en este momento los dos almirantes de lasescuadras inglesas del Ocano Atlntico y Ocano Pacfico, se reunieron enMxico.

    La prensa no hizo ningn comentario al respecto, pero segn Ortega, comentabaChichagov, la agenda de las negociaciones de los almirantes se refera al abastode carbn de las estaciones navales inglesas en territorio mexicano y de susvecinos, sin tener contacto al respecto con el gobierno mexicano. Citando a Ortega,Chichagov comentaba tambin que nunca antes los ingleses concentraron unafuerza naval tan grande en las costas mexicanas y no usaron el territorio mexicanopara sus negociaciones sobre los planes de cooperacin naval entre las dos

    67 AEAR, fondo 417, carpeta 329, f. 5.

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  • escuadras. Mencionando el inters naval ingls por Mxico, Chichagov expresabala esperanza de que tal vez servira para acelerar el establecimiento de relacio-nes con Mxico, a las que Su Excelencia, como lo s, presta una considerableatencin.68 Al mismo tiempo, Ortega, en sus contactos con Urusov, mencionabauna carta por parte del presidente Porfirio Daz, en la cual el mandatario mexicanosealaba las ventajas que recibir Rusia en caso de la guerra con la potenciaeuropea que posea una gran armada, en caso de establecimiento de relacionesentre Rusia y Mxico, sobre lo cul Urusov informaba al viceminsitro de Relacio-nes Exteriores de Rusia, A. Vlangali, en agosto de 1887.69 En el mismo informe,Urusov comentaba que, segn su opinin, Ortega arm todo este asunto derestablecer las relaciones con Rusia para ganar mritos, pero no haba que perdertiempo dadas las actividades navales inglesas en Mxico.70 A su vez, Chichagovinsista en conseguir los recursos financieros necesarios para designar al cnsulruso en Mxico de un oficial de la marina acreditando como agente diplomticoruso en este pas a su representante en Washington.71

    El jefe del Estado General de la Marina Rusa, Nicolai Chijachev, se apresur aexponer la cuestin sobre el establecimiento de relaciones con Mxico ante elMinistro de Relaciones Exteriores de Rusia, Nikolai Giers. Chijachev, quien empezsu carrera militar durante las primeras expediciones rusas en el Pacfico en ladcada de 1850, fue posteriormente jefe de la flotilla de Siberia y de los puertosrusos en el Pacfico y, entre 1860 y 1862, se desempe como oficial adjunto delGran Duque Konstantin.72 Gracias a su experiencia en el Pacfico, Chijachev nopoda menospreciar cualquier oportunidad para fortalecer all la presencia navalrusa. En su extensa memoria dirigida a Giers, Chijachev subrayaba que, dada lainsistencia inglesa por encontrar en territorio mexicano los centros de abasto parasus buques de guerra, haba que aprovechar la coyuntura poltica para acercarsea Mxico.

    Dado que los estados pequeos no tienen una postura amigable hacia Inglaterra, cuandose trata de cualquier tipo de ventajas para una potencia martima tan fuerte y tomando enconsideracin la posicin estratgica de Mxico, y la importancia de la estacin para

    68 AEAR, fondo 417, carpeta 329, f. 2.69 K Stoleiiu (Documentos) Vestnik Ministerstva Innostrannyj del SSSR, nm. 23 (81), 15 de diciembrede 1990, p. 56.70 Ibid.71 AEAR, fondo 417, carpeta 329, f. 5 vta.72 Obshii Morskoi Spisok, parte 12, Petesburgo, Morskoe Ministerstvo, 1900, pp. 269-275.

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  • abasto de carbn que se aumentar con la construccin del Canal de Panam, yo consideronecesario establecer relaciones con el gobierno mexicano. Gracias a nuestra intencin deacercarnos, puede ser que las autoridades de la repblica no vayan a conceder las ventajasesperadas por los ingleses.73

    Chijachev claramente demostraba, en ese mismo mensaje, la intencin rusade utilizar las costas mexicanas en caso de Guerra de Cruceros y planteaba lanecesidad de designar en Mxico un agente ruso, escogido entre los experimentadosoficiales de la marina, bajo las rdenes del ministro ruso en Estados Unidos.74

    Al mismo tiempo, Ortega informaba a la Secretara de Relaciones Exterioresque, en Rusia, los planes de establecer relaciones con Mxico estaban claramentevinculados con la expectativa rusa de fortalecer su presencia naval en el Pacfico ycitaba en esta ocasin las declaraciones del influyente paneslavista peridico rusoMoskovskaia Gazeta (El Peridico de Mosc), que insista en fortalecer laArmada rusa en el Pacfico frente a las turbias maniobras britnicas en la regin.75

    Pese a la muerte de uno de los principales protagonistas de este acercamientoruso-mexicano, el almirante I. Shestakov, para finales de 1889 se crearon las condi-ciones para que, en diciembre del ao siguiente, Rusia estableciera relacionesdiplomticas con Mxico. A principios de 1890, el Ministerio de Relaciones Exterio-res decidi encargar a Roman Rosen la misin de investigar las perspectivaspoltico-estratgicas del establecimiento de las relaciones entre Rusia y Mxico.

    Roman Rosen, quien desempe la funcin de encargado de negocios de Rusiaen Japn, entre 1877 y 1879, y desde 1886 hasta 1889, ocup el mismo cargo enWashington, fue un verdadero experto en poltica internacional en el Pacfico y elLejano Oriente. Tambin desempe los cargos de cnsul ruso en San Franciscoy de cnsul general en Nueva York, en la dcada de 1880. Segn los recuerdos desus colegas, Rosen posea una postura clara y absolutamente realista respecto alos problemas de la poltica exterior rusa y vea ms all de sus dirigentes enPetesburgo, fue una especie de la Casandra diplomtica.76 Estaba muy fami-liarizado tanto con las relaciones entre Mxico y Estados Unidos, como con lapoltica exterior estadounidense en general.

    73 AEAR, fondo 417, carpeta 329, f. 6 vta.74 Ibid., fs. 7-7 vta.75 AHSREM, L. 5-8.7998, fs. 42-44.76 Solovev Yi., Vospominaniia Diplomata, Mosc, Mezhdunarodnye Otnosheniia, 1959, p. 176.

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  • En su informe secreto dirigido a Giers y sometido por el Ministro de RelacionesExteriores de Rusia a consideracin de los altos mandos de la marina rusa, Rosendescart la posibilidad, para Rusia, de presionar a Mxico respecto a otorgarfacilidades para los navos rusos en las costas de la repblica. El diplomtico rusoafirmaba que era difcil encontrar las circunstancias polticas que crearan lascondiciones en las cuales el gobierno mexicano aceptara el compromiso dearriesgarse con una operacin en favor de Rusia, en vista de que los posiblesadversarios rusos, Gran Bretaa y Alemania, tenan fuertes posiciones econmicasy polticas en Mxico.77 Al mismo tiempo, descartando la posibilidad de designara un cnsul ruso en uno de los puertos del Pacfico mexicano, para no provocarsospechas inglesas y evitar comprometer al gobierno de Mxico, que en caso deguerra tendra que vigilar las operaciones realizadas por dicho diplomtico, Rosenrecomendaba encargar la tarea de preparar el terreno necesario para las opera-ciones navales rusas, en caso de guerra, a un agente secreto y afirmaba que laspropias autoridades mexicanas no interferiran en sus actividades en caso dehostilidades en el mar. Al mismo tiempo, recomendaba enviar previamente a Mxico,en calidad de incgnito, a un oficial de la armada rusa quien, bajo la fachada derealizar una misin cientfica, pudiera visitar los puntos poco poblados de la costamexicana para explorar las posibilidades de operaciones navales rusas en esasaguas.78 Rosen tambin aseguraba que existan condiciones favorables para queel agente ruso realizara las tareas de cobertura de operaciones navales rusas enMxico, si llegara a presentarse algn conflicto armado. Entre estas condiciones,Rosen mencionaba el hecho de que el gobierno mexicano no tena la posibilidad devigilar bien las costas del Pacfico, dada la debilidad de la Armada mexicana, lafalta de comunicaciones entre la capital y las principales ciudades de la costa y suenorme longitud, recomendaba prestar atencin especial a las costas de BajaCalifornia, as como a las del sur del Pacfico, siendo estas regiones muy retiradasy poco pobladas, en donde se podan establecer centros de suministro y encontrarrefugios para los navos rusos, en caso de guerra. Sugera tambin encontrar alagente no en Mxico, sino en Estados Unidos, en donde tambin era posibleestablecer una red de agentes de apoyo para las operaciones de este tipo, y ubicarlos principales centros de la red rusa encargada de las tareas de apoyo para lamarina rusa en territorio estadounidense.79

    77 AEAR, fondo 417, carpeta 329, fs. 14-14 vta.78 Ibid., fs. 14 vta.-15.79 Ibid., fs., 16-17.

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  • De esta manera, excluyendo la expectativa de la neutralidad benvola mexicanaen el caso del conflicto ruso-ingls, Rosen, sin embargo, subrayaba que habafactores favorables para que Rusia, en caso de la apertura de hostilidades en elmar, pudiera capitalizar en su favor las condiciones de Mxico como un passemicivilizado, carente prcticamente de fuerzas navales y con fuerzas terrestresmuy limitadas.80

    Rosen anex a su informe un detallado y muy meticuloso resumen de la posicingeogrfica, descripcin general, medios de comunicacin, giro comercial y actividadeconmica de los principales puertos de la costa del Pacfico y del Atlntico, conmapas correspondientes, que adems incluan las referencias no slo sobre laprofundidad de las aguas de los puertos, sino tambin de los precios de diversosartculos y servicios como el carbn, los vveres, el transporte de los cargamentos enel puerto y otros datos tiles que podan tomarse en consideracin para los interesesde la marina rusa.81

    Ms tarde, en 1895, la misin diplomtica rusa en Mxico rindi un informecompleto y detallado sobre la calidad y fuerza de la Armada mexicana, as como delos trabajos realizados en diversos puertos mexicanos. El informe comentaba acercadel fortalecimiento de la presencia militar en Yucatn, las misiones de la Armadaencaminadas a fortalecer la presencia mexicana en El Caribe, y tambin enfatiza-ba el hecho de que las fuerzas navales de Mxico eran demasiado dbiles parapoder vigilar y controlar con eficacia las costas del Pacfico y del Golfo de Mxico.82

    Las noticias de Mxico, si bien demostraron la realidad del alcance de la activapoltica naval rusa en la regin en caso de guerra, no minaron los esfuerzos rusosde proseguir con las actividades encaminadas a fortalecer las perspectivas deintereses estratgicos navales en la regin de Amrica Central y El Caribe.

    Sin duda alguna, la perspectiva de los intereses estratgicos rusos estuvovinculada con la importancia de la zona, en razn del proyectado canal interocenico.Los militares rusos expresaban su deseo de que, en caso de realizarse este proyectode acuerdo con los intereses rusos, era obvio que Estados Unidos y no una potencia

    80 Ibid., f. 17 vta.81 Ibid., fs. 19-78. Los puertos descritos en el Pacfico con el mapa anexo correspondiente son:Soconusco, Tonala, Puerto ngel, Acapulco, Salina Cruz, Manzanillo, San Bls, Mazatln, Altata, Guaymas,La Paz, Cabo de San Lucas, Baha de la Magdalena, Todos Santos (en 28 pginas); en las costas del Golfode Mxico con mapa correspondiente: Progreso, Campeche, Isla del Carmen, Frontera, Veracruz, Tampico,Matamoros (en 20 pginas).82 AEAR, fondo 417, carpeta 1515, f. 6, fs. 29-31 vta.

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  • europea, controlara este canal.83 En la dcada de 1890, Rusia contaba en ElCaribe con dos consulados honorficos: uno en La Habana y otro en Barbados. Lafragata rusa Minin emprendi el viaje de entrenamiento y exploracin de islasde las Indias Occidentales, con la visita a Trinidad y Tobago, Hait, Barbados ylas islas de Santo Toms, de posesin danesa. El comandante de la fragata informa sus superiores acerca del creciente activismo estadounidense en la zona, ycomento que, de acuerdo a los intereses rusos, convendra que Estados Unidosaumentara su presin naval en detrimento del potencial naval ingls de la regin.84

    Los oficiales de la Armada rusa, en sus visitas al Caribe, hacan varias sugeren-cias respecto a la necesidad de fortalecer la red consular rusa en las islas de lasIndias Occidentales. Sugeran aprovechar las circunstancias en las cuales el cnsulruso designado en especial en Trinidad, poda cumplir las misiones delicadas,relacionadas con los informes sobre la actividad de la Armada inglesa y en lascircunstancias que puedan presentarse, es decir, en caso de guerra, suministrar alos navos rusos carbn y vveres en algunos puertos de Venezuela.85

    A finales del siglo XIX, en Rusia empezaron a evaluarse los problemas de suestrategia naval hacia las naciones latinoamericanas, en el mbito ms amplio dela insercin de Amrica Latina en la estructura de las relaciones internacionales.Los dirigentes de la Armada rusa planteaban en la dcada de 1890 el problema:Puede garantizarse que las repblicas sudamericanas nunca pudieran presentarsecomo nuestros aliados o rivales de manera directa o indirecta, y si no hay queprestar mayor atencin en la actualidad a esta situacin?86

    Para finales del siglo XIX se produjeron importantes cambios en la polticainternacional que influenciaron la estrategia naval rusa. Despus de la demarcacinde la frontera entre Mxico y Belice, de acuerdo con el tratado Spenser-Mariscalen 1893 y la continua pacificacin de los mayas en Yucatn, slo los conflictosfronterizos con Guatemala agravaban la situacin en el flanco sureo mexicano.Las tensiones en las relaciones britnico-mexicanas disminuyeron.87 Era lgico

    83 Ibid., carpeta 1030, folio 3 vta.84 Ibid., carpeta 650, f. 43, fs. 143 vta.-144.85 Ibid., carpeta 1031, fs. 11-12 vta.86 Citado por Nikolai Vasilevich Korolev, op. cit., 1972, p. 125.87 Laura Muoz Mata, El Caribe y Mxico a finales del siglo XIX, 1890-1898, en Revista Mexicana delCaribe, nm. 3, 1997, pp. 79-80; Thomas Schoonover, Los intereses de los Estados Unidos y Europa enlas relaciones Mxico-Guatemala: de la dcada de 1850 a la dcada de 1930, Mxico, Instituto Mora,1995, pp. 8-9. Informacin detallada sobre el papel de Belice en la poltica exterior mexicana a finales

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  • que, en estas circunstancias, Rusia no poda arriesgarse a sacar provecho de lasituacin geoestratgica mexicana y tena que abandonar sus proyectos de acti-vismo naval respecto a Mxico.

    Por otro lado, la crisis fronteriza entre Venezuela y Gran Bretaa en torno a laGuyana Britnica plante la doctrina Olney, que dio una interpretacin ms activaa la doctrina Monroe, proclamando al continente Americano como la responsabi-lidad soberana de Estados Unidos. Al mismo tiempo, la orientacin de Brasilhacia Estados Unidos en la dcada de 1890, despus de la Revolucin Republicanade 1889, y la transformacin de Argentina en una especie de protectorado ingls,marcaron pautas significativas en la poltica internacional en Amrica Latina. Elcreciente peso del intervencionismo estadounidense en la regin que explot en laGuerra de 1889, limitaba de manera muy considerable cualquier tipo de desenlacede la activa penetracin naval europea en el rea.

    Sin embargo, el suceso ms significativo que forz a Rusia a modificar susexpectativas en torno a la posibilidad de aprovecharse del ambiente de estosimportantes cambios internacionales se produjo en 1898, con la adquisicin, porparte de Rusia, de la base naval en Port Artur, Manchuria. A partir de ese momento,Rusia fue obligada a concentrar todos sus esfuerzos para garantizar la viabilidadde esta nueva conquista en relacin con su activa penetracin en el ExtremoOriente. Sumida en la creciente competencia de China contra Japn, Rusia esperabaevitar una hostilidad abierta hacia el imperio britnico.

    El establecimiento de relaciones diplomticas con Argentina y Mxico, resultser la consecuencia real del despegue de los intereses estratgicos rusos en AmricaLatina. Sin embargo, el reflejo de una disminucin del inters ruso en la regin serefleja en el hecho de que, a pesar de mantener para 1900 relaciones diplomticas consiete naciones latinoamericanas, Rusia slo tena dos misiones diplomticaspermanentes para toda Amrica Latina: una en Mxico y otra en Ro de Janeiro.Esta ltima, cubra tambin las relaciones de Rusia con Argentina, Bolivia yUruguay. En Guatemala y Per nunca fueron asignados representantes diplom-ticos rusos. A pesar de esto, los intereses navales rusos reforzaron su presenciaconsular en los principales puertos latinoamericanos, en especial en Buenos Aires,

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    del siglo XIX se encuentra en Vernica Arriaga Gonzlez, Belice en la poltica exterior mexicana, 1890-1900, en Jos Alfredo Uribe Salas, Mara Teresa Corts y Consuelo Naranjo Oriovio (coords.), Mxicofrente al desenlace de 98, la Guerra Hispanoamericana, Morelia, Universidad Michoacana de SanNicols de Hidalgo/Gobierno del Estado de Michoacn/Universidad de Puerto Rico, 1999, pp. 179-194.

  • Santiago y Montevideo. Se hizo mayor hincapi en la necesidad de evitar asignara los puestos consulares en estos pases a los sbditos extranjeros, en especialingleses, alemanes o japoneses, bajo el argumento de que esta prctica afectabalos intereses polticos rusos en Amrica Latina.88

    El valor estratgico de las naciones latinoamericanas para Rusia iba a obtenerotra proyeccin, en vista de la posibilidad de adquirir barcos militares chilenos yargentinos, despus de la solucin pacfica del conflicto fronterizo entre estas dosrepblicas.

    Rusia careca de fuerzas y medios para realizar una especie de poltica activanavalista y colonial al estilo del Weltpolitik alemn. Los proyectos rusos para AmricaLatina podan tener un valor auxiliar dentro de la poltica orientada a la preparacinde la Guerra de los Cruceros en contra de Gran Bretaa, en las condiciones marcadaspor las tensiones en las relaciones britnicorusas a finales del siglo XIX.

    De hecho, los intereses navales rusos que desempearon un papel muysignificativo en el establecimiento de relaciones diplomticas de Rusia con lasprincipales naciones de Hispanoamrica a finales de siglo XIX, Per, Argentina yde manera muy notoria en el caso de Mxico, no podan servir como eje en tornoal cual pudiera desarrollarse todo el complejo de las relaciones polticas entreRusia y estas naciones. Pero era una especie de diplomacia naval rusa que forza esa nacin hacia una poltica ms activa con respecto a Amrica Latina y crelas condiciones necesarias para la normalizacin y el desarrollo de las relacionesentre Rusia y Amrica Latina en vsperas del siglo XX.

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    88 APEIR, fondo Cancillera, 1905, carpeta 103, fs. 133-134; fondo 185, relacin 521, carpeta 40, fs. 12-12 vta.