Biografía de William Godwin

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Biografía de William Godwin: El padre del anarquismo losóco El 3 de marzo de 175 ! nacería en Wis"ec# $%am"ridges#ire&! 'ngla(erra! el que sería )padre) del anarquismo losóco* +or supues(o que el anarquismo es in(emporal! pero cuen(a que desde las (eorías e,pues(as por Gerrard Wins(anle-! el principal e,ponen( $0erdaderos ni0eladores& o iggers $e,ca0adores& en la re0olución inglesa del 2* 4 0erdaderamen(e difícil! para o os ine,per(os! encon(rar alg6n e,ponen(e del pensamie anti-autoritario ) $aunque se pueda con(ar con idero(! arec#al! Weis#aup( - algunos o(ros&* /as (eor e,pues(as en su li"ro ) La ley de la Libertad ) $1 58&! eran realmen(e re0eladoras! compues(as por audaz con(ra el clericalismo! la ideología mon9rquica! los pri0ilegios! las le-es! e el orden es(a"lecido por la propiedad* +ero aun siendo Wins(anle- uno de los pionero anti-autoritarios ! no llegaría a profundizar (an(o en su cri(ica al poder como lo #aría William Godwin en pudiera ad udicar a Wins(anle- la creación de cier(as #ipó(esis ; libertarias )! - #as(a incluso sea la "as (eorías económicas (ales como la plus0alía $aunque sería ar, quien le daría es(e n apropi9ndosela&! ning6n au(or #as(a William Godwin #a"ía pues(o las "ases de forma ( au(<n(ica losofía anarquis(a* +or ello lo que dis(ingue a Godwin es que <l no (iene 9cra(a! si no que a <l se le puede denominar esencialmen(e como un pens o"0iamen(e nunca llegara a denominarse así! de"ido a que a6n no se le #a"ía ad udica ;orden=&* /o primero de lo que #a- cons(ancia de Godwim es su ansia de conocimien(o en la adol principalmen(e en la losofía! - do(ado siempre de un car9c(er inconformis(a! fue de cri(ica! - si (enemos en cuen(a la enorme in>uencia que (enían los grupos disiden(es 4''' $grupos que ma-ori(ariamen(e a"oga"an por la li"er(ad de conciencia - fe! man de confron(ación con(ra el clericalismo ins(i(ucionalizado - erarquizado - au(ónoma - descen(ralizada&! no es de e,(ra?ar que Godwim criado en el ar(e de la di a(raído por es(os mo0imien(os* sí que en(re 1777 - 17@3 fue sacerdo(e de la sec(a 2andemanian $aparen(emen(e una radical&! pero las ansias li"er(arias con las que se #a"ía for ado Godwin no consegu religiosa* +or ello despu<s de seis a?os ) sirviendo a Dios )! de ó la sec(a - #acia 17@5 s deni(i0amen(e a(eo - empezó a ) servir al Pueblo )* El deseo de a-udar al indi0iduo fue una cons(an(e in(rínseca en la ac(i0idad de Godw o" e(i0o nal de su 0ida* 2u desarrollo - profundización en el es(udio concre(amen(e la lec(ura de 2wif( $- sus mordaces s9(iras con(ra el poder - el sis(e $- su re0eladora 0isión ma(erialis(a&! - especialmen(e Ael0e(ius $- su aguda crí(ica so"re (odo ousseau $con su creencia en la "ondad inna(a del ser #umano&* esde mi pun(o de 0is(a Godwin ca-ó en una re>e,ión en la que es(os au(ores no #ici de"ido $e,cep(o 2wif(&! si en(endieron el poder como nefas(o! sólo lo prescri"ieron considerando que es(e car9c(er dependía de qui<n u(ilizara el poder m9s que de la na Godwin por el con(rario es el primero en re>e,ionar so"re la condición in(rínsecamen poder! de (odos es(os au(ores fue el 6nico que en(endió el an(agonismo en(re li"er(a que no se de ó arras(rar por el con(rac(ualismo! el 6nico que (u0o el 0alor para ar la li"er(ad no podía encon(rarse sin el li"re concurso del indi0iduo! el 6nico en de en(ender que los #om"res - las mu eres no son marione(as que de"an ser regidos por ( sino que son los 6nicos capaces - con derec#o a decidir - crear su propio sis(ema* Es(as primeras #ipó(esis en defensa de la li"er(ad fueron conocidas gracias a una se Godwin escri"ía regularmen(e $despu<s de (ra"a ar en Gru" 2(ree(&! la r9pida popular 9pice su modus vivendi * 2eg6n (odos los indicios! sus pu"licaciones aumen(aron con el gran impulso que pro0o francesa! es e0iden(e que <s(a e erció una gran in>uencia en <l* 2in em"argo es(a su for ada con la luc#a del pue"lo - regada con la sangre del mismo! fue fomen(ada - a" in(ereses "urgueses apropi9ndose de la misma* /a re0olución empezó a pro0ocar las pr en 'ngla(erra! (an(o en(re los o"reros $que espera"an su propia e0olución&! como en que 0eían cómo su u(opía se des#acía* +ero! quiz9s los m9s sorprendidos con la marc# fueron! o"0iamen(e! los go"ernan(es de las naciones 0ecinas* 2i -a les asus(a"a la e

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Biografa de William Godwin: El padre del anarquismo filosficoEl 3 de marzo de 1756, nacera en Wisbech (Cambridgeshire), Inglaterra, el que sera considerado como el "padre" del anarquismo filosfico. Por supuesto que el anarquismo es intemporal, pero hemos de tener en cuenta que desde las teoras expuestas por Gerrard Winstanley, el principal exponente de los True Levellers (verdaderos niveladores) o Diggers (excavadores) en la revolucin inglesa del S. XVII, se haba hecho verdaderamente difcil, para ojos inexpertos, encontrar algn exponente del pensamiento "anti-autoritario" (aunque se pueda contar con Diderot, Marechal, Weishaupt y algunos otros). Las teoras de Winstanley expuestas en su libro "La ley de la Libertad" (1652), eran realmente reveladoras, compuestas por una critica audaz contra el clericalismo, la ideologa monrquica, los privilegios, las leyes, el poder poltico y sobre todo el orden establecido por la propiedad. Pero aun siendo Winstanley uno de los pioneros "anti-autoritarios, no llegara a profundizar tanto en su critica al poder como lo hara William Godwin en el S. XVIII. Aunque se le pudiera adjudicar a Winstanley la creacin de ciertas hiptesis libertarias", y hasta incluso sea la base de teoras econmicas tales como la plusvala (aunque sera Marx quien le dara este nombre y acabara apropindosela), ningn autor hasta William Godwin haba puesto las bases de forma tan ntida, para una autntica filosofa anarquista. Por ello lo que distingue a Godwin es que l no tiene solamente cierto talante crata, si no que a l se le puede denominar esencialmente como un pensador Anarquista (aunque obviamente nunca llegara a denominarse as, debido a que an no se le haba adjudicado la acepcin de orden). Lo primero de lo que hay constancia de Godwim es su ansia de conocimiento en la adolescencia, interesado principalmente en la filosofa, y dotado siempre de un carcter inconformista, fue desarrollando su visin critica, y si tenemos en cuenta la enorme influencia que tenan los grupos disidentes religiosos durante el S. XVIII (grupos que mayoritariamente abogaban por la libertad de conciencia y fe, manteniendo una actitud de confrontacin contra el clericalismo institucionalizado y jerarquizado y apoyando una organizacin autnoma y descentralizada), no es de extraar que Godwim criado en el arte de la disensin se sintiera atrado por estos movimientos. As que entre 1777 y 1783 fue sacerdote de la secta Sandemanian (aparentemente una secta calvinista radical), pero las ansias libertarias con las que se haba forjado Godwin no conseguan satisfaccin por la va religiosa. Por ello despus de seis aos "sirviendo a Dios", dej la secta y hacia 1785 se hizo definitivamente ateo y empez a "servir al Pueblo". El deseo de ayudar al individuo fue una constante intrnseca en la actividad de Godwin, convirtindose en el objetivo final de su vida. Su desarrollo y profundizacin en el estudio filosfico influy en todo ello, concretamente la lectura de Swift (y sus mordaces stiras contra el poder y el sistema capitalista), Holbach (y su reveladora visin materialista), y especialmente Helvetius (y su aguda crtica contra la religin) y sobre todo Rousseau (con su creencia en la bondad innata del ser humano). Desde mi punto de vista Godwin cay en una reflexin en la que estos autores no hicieron el hincapi debido (excepto Swift), si entendieron el poder como nefasto, slo lo prescribieron as en algunas ocasiones considerando que este carcter dependa de quin utilizara el poder ms que de la naturaleza del mismo. Godwin por el contrario es el primero en reflexionar sobre la condicin intrnsecamente corruptora del poder, de todos estos autores fue el nico que entendi el antagonismo entre libertad y autoridad, el nico que no se dej arrastrar por el contractualismo, el nico que tuvo el valor para afirmar que el camino para la libertad no poda encontrarse sin el libre concurso del individuo, el nico en definitiva, que lleg a entender que los hombres y las mujeres no son marionetas que deban ser regidos por tal o cual sistema, sino que son los nicos capaces y con derecho a decidir y crear su propio sistema. Estas primeras hiptesis en defensa de la libertad fueron conocidas gracias a una serie de panfletos que Godwin escriba regularmente (despus de trabajar en Grub Street), la rpida popularidad no cambi un pice su modus vivendi. Segn todos los indicios, sus publicaciones aumentaron con el gran impulso que provoc la Revolucin francesa, es evidente que sta ejerci una gran influencia en l. Sin embargo esta supuesta Revolucin, forjada con la lucha del pueblo y regada con la sangre del mismo, fue fomentada y absorbida por los intereses burgueses apropindose de la misma. La revolucin empez a provocar las primeras decepciones en Inglaterra, tanto entre los obreros (que esperaban su propia Revolucin), como entre los intelectuales que vean cmo su utopa se deshaca. Pero, quizs los ms sorprendidos con la marcha de la revolucin fueron, obviamente, los gobernantes de las naciones vecinas. Si ya les asustaba la expansin que haban tenido Los Derechos del Hombre, escrito por Thomas Pain, e influenciado por Godwin, en los primeros das de la revolucin, el curso que haban tomado los acontecimientos con la toma del poder de los jacobinos, les aterraba. Las medidas de represin en Inglaterra no se hicieron esperar; el gobierno de Pitt someti a Inglaterra a su propio reino del terror, suspendi la Habeas Corpus Act, estableci una represin policial brutal y sobre todo aprob la Gagging Act (acta de censura o amordazamiento). Se produjeron juicios draconianos por alta traicin, en los que Godwin se destac, escribi apasionados alegatos a favor de los acusados, en su papel de defensor consigui grandes victorias. El primer juicio que gan supuso un precedente histrico para las libertades civiles en Inglaterra, gracias a l la gente ya no podra ser condenada ni por lo que dijera ni por lo que escribiera. A pesar de la resistencia de Godwin, la mayora de intelectuales pro-revolucionarios se atemorizaron, el propio Godwin deca soy valiente en mis pensamientos pero no en los hechos, esta muestra de sinceridad no consigue anular su lema de aquellos aos es mejor no vivir en absoluto que vivir en miedo perpetuo. A pesar de la profunda influencia que ejerci la Revolucin en Godwin, ni la decepcin posterior, ni la ya mencionada represin, impidi que Godwin publicase en febrero de 1793, despus de 16 meses de escritura, el que puede considerarse el punto de partida del pensamiento anarquista filosfico: "Investigacin sobre la justicia poltica y la influencia en la moral y la felicidad" en dos volmenes. En esta obra es la primera vez que se hace alusin al Selfgoverment o Autogobierno. Segn Godwin, convencido de la perfectibilidad del ser humano, todo mal se hallaba en cualquier intento de controlarlo, debido a que es este control el que empuja inevitablemente al hombre a actuar mal. Para Godwin el hombre es innatamente bueno, por tanto un individuo que tuviera todo lo necesario para vivir y desarrollarse no tendra ni la necesidad ni la obligacin de actuar mal, es el control al que antes hacamos referencia el que le obliga a actuar as. Por tanto, libre el individuo de toda atadura y control artificial alcanzara unas cotas de perfeccin ilimitadas, ya que el desarrollo es, a su vez, infinito e ilimitado. Defendiendo esta creencia, Godwin se lanza como un ariete contra quienes considera responsables de este control: el estado, la iglesia y el sistema capitalista. Pensamiento El pensamiento de William Godwin (1756-1836) es quizs uno de los ms desconocidos dentro del movimiento Anarquista, de los llamados clsicos anarquistas tan solo Kropotkin conoca su existencia, llega hasta tal punto su desconocimiento que muchos lo incluyen en la tradicin de los liberales radicales o los utilitaristas, sin embargo y a pesar de esta profunda confusin, no hay ms que ojear las pginas que plasman su pensamiento, para llegar a la conclusin de que nos encontramos ante un verdadero defensor de los postulados Anarquistas. Esta desinformacin es comn cuando de pensadores Anarquistas hablamos, muchos siguen viendo en Stirner a un individualista robusto, en Lao-Ts un santn religioso, y a un Tolstoi como un prolijo escritor, sin embargo ms all de la burda simplificacin y los absurdos estereotipos, encontramos en todos ellos esas semillas de libertad que una vez germinadas tendrn el inevitable nombre de Anarquismo. Este olvido histrico al que tambin se han visto arrastrados, Marchal, Pugachev, Winstanley, Thoreau, Coeurderoy, Wilde, Claramunt, Djacque, de la Sagra, Galleani, Snchez Rosa, De Cleyre, Lucy Parsons, Yamaga, y tantos y tantos otros, es algo inexplicable cuando estamos hablando de pluralismo y anti dogmatismo, de un Anarquismo vital y vibrante. Destaquemos algunos rasgos del pensamiento de Godwin, en 1 lugar hablemos de su Selfgoverment. Para Godwin toda forma de gobierno independientemente de cmo se enmascara es inherentemente mala, todo gobierno, sea monrquico o democrtico concibe al individuo como un ser malo por naturaleza, atribuyndose el papel de corregir y castigar a este individuo, realiza en realidad totalmente lo contrario de lo que dice pretender. Considerando malo al individuo, nunca lo deja desarrollarse plenamente, neutraliza y atrofia su crecimiento personal impidiendo su madurez y el ejercicio de su individualidad. Dejando paso al libre desarrollo de los individuos conseguiramos dotar de responsabilidad cada acto individual, obteniendo resultados tan positivos que nunca hubieran sido posibles mediante la autoridad. El estado no slo interfiere el desarrollo individual entorpecindolo, tambin lo aleja del camino de la virtud corrompindolo, todo el mal del mundo procede porque el Estado corrompe la sociedad y la sociedad corrompe a su vez al individuo, alejndolo del camino de la virtud. Las propias palabras de Godwin sobre este respecto son claras: cualquier gobierno es por consiguiente un mal, una usurpacin en el juicio privado y en la conciencia individual del gnero humano. [...] debe cada amigo del gnero humano ver el perodo auspicioso de la disolucin del gobierno poltico, de ese motor bruto que ha sido la nica causa perenne de los vicios de la humanidad.Con esto entramos en un 2 rasgo caracterstico en Godwin, su creencia en la bondad innata del ser humano. Esto es heredado decididamente de Rousseau, aunque ms expandido y radicalizado. Precisamente porque el individuo es bueno por naturaleza es por lo que no puede aceptar ese falso acuerdo tcito del contractualismo, el individuo no puede renunciar a su libertad, a su soberana sobre s mismo en detrimento de nada ni de nadie, porque como se explica en su 3 argumento caracterstico, el camino de la moral no encuentra ni halla limites, la perfectibilidad humana llega a todos los campos y todos los completa, si tan slo dejramos al ser humano avanzar en el sendero de la virtud la humanidad encontrara otra ansiada Edad de oro (la perfectibilidad moral y humana de Godwin llega a tales puntos que en la 1 edicin de su Investigacin sobre la justicia poltica llegara a manifestar su fe en la inmortalidad humana, aunque para su segunda edicin quit este comentario por considerarlo demasiado irreal). Esta sera la base para hallar toda la ambicin que esconde la obra de Godwin la bsqueda de la felicidad. De aqu tambin surge su ataque a la religin, ya que la entiende como un sistema de sumisin ciega y de hipocresa desanimada, embaucando a la gente en un sentido falso de virtud, por lo tanto, igual que toda forma autoritaria, debe desaparecer. Sus ataques contra la superchera y la supersticin son antolgicos. Hasta en sus tiempos de pastor calvinista llegara a decir "el propio Dios no tiene derecho a ser un tirano". Entendiendo la idea de cualquier supervisin como tirnica, atacaba el matrimonio, siendo uno de los primeros que propusieron la abolicin del mismo. Porque cualquier asociacin que interfiera con la benevolencia universal debe evitarse; incluso las orquestas negaban la individualidad. Con respecto a la propiedad, encontramos un socialismo integral que es pionero en todo, propugnaba tambin la de la propiedad privada, concibiendo a la misma en tres estados: el primero y el segundo que hacen referencia a los objetos personales y a la creacin intelectual. y el tercero que es el que se ejerce sobre las materias primas y los medios de produccin, que es el que para Godwin, debe abolirse sin remisin. En conclusin, y aunque nos repitamos, vemos como todos estos principios demuestran el pensamiento ntimo de Godwin, l crea que el individuo poda desarrollarse ilimitadamente mediante su tremenda fe en la moral. Segn sus palabras la moral nos permite detectar con presteza el error, porque todo vicio es un error y no el fruto de una predisposicin maligna, por lo tanto, la moral podra apercibirse contar el vicio y corregir los actos equivocados de los hombres, pero el gobierno al intervenir en la vida social, impide que la razn ejerza su misin, si no hubiera autoridad se producira un progreso moral en todos los terrenos, pues el hombre slo puede elegir aquellas acciones que l, en principio, cree buenas. Godwin opina que cuando la razn humana no sea corrompida por la sociedad autoritaria y el estado, y se halle en un marco social libre acabar por imponerse, ya que el mejoramiento de los individuos y mejoramiento de las instituciones polticas estn destinados a producirse y reproducirse mutuamente. Por todo ello, las relaciones individuales y sociales mediante la perfectibilidad moral, nos llevarn al principal objetivo de Godwin, la felicidad, ya que ahora slo somos: mera sombra de hombres con un exterior engaoso, indigentes de sustancia y alma, pero cuando lleguemos a la tierra de la realidad el hombre conocer lo que es, por la energa de pensamiento y la intrepidez de la accin, un mundo libre de angustia, melancola, resentimiento, enfermedad e incluso muerte, un mundo de libertad.Esta es en sntesis el pensamiento social de Godwin, el cual en 1797 se uni con la escritora feminista Mary Wollstonecraft, que muri al dar a luz a su hija. Mary Wollstonecraf fue la autora del primer libro feminista: Vindicacin de los Derechos de la Mujer, de la que Godwin hara una reedicin, adems tambin escribira una biografa de su compaera. Escribi Godwin, adems, "Las Cosas como son o las aventuras del cabo Williams" 1794. "Historia de la Commonwealth" 1824, adems de dos series de ensayo llamadas "Reflexiones sobre la educacin, las costumbres y la literatura" 1797 ,"Ideas del Hombre, su naturaleza, hechos y descubrimientos" 1831; escribi infinidad de cuentos para nios, como "Cuentos de Shakespeare" 1807, en 1822 su negocio quebr teniendo que escribir para comer. Muri el 7 de abril de 1836 en Londres, en la miseria, aunque ejerciendo una gran influencia sobre el movimiento romntico (Byron y Shelley, cuado de Godwin) y sobre la literatura radical de la poca, siendo, sobre todo, un estandarte del anarquismo. Podramos hablar adems de otros datos de su vida ntima, de otras grandes frases que de por s ya valen una revolucin, de la opinin que sobre l tiene Nettlau o sobre la sociedad godwiana que Coleridge y Wordsworth intentaran crear, pero este compendio de datos no puede dar ms que un simple reflejo del genio del olvidado William Godwin.

La influencia anarquista en la literatura chilenaDesde nio fui un buen lector, eso paliaba mis falencias en otras ramas del conocimiento humano. Como tal, el da de hoy, degusto con presurosidad cualquier texto de Gabriela Mistral, Gonzlez Vera u Oscar Castro. Ms ahora que conozco las militancias anarquistas de los ltimos dos, aunque sin obviar que en Gabriela Mistral existe un espritu pacifista, segn mi juicio, de raigambre tolstoiana. (*)As, la influencia anarquista en nuestra literatura no es menor, mas sorprende su profundo desconocimiento. Aunque algunos literatos no hayan pasado de fugaces coqueteos con el socialismo libertario, como Vctor Domingo Silva o Carlos Mondaca, otros permanecieron sentados de por vida en la vereda anarquista, como Manuel Rojas o Mauricio Wcquez.De igual forma, paralelo al sorprendente nexo entre creacin literaria y anarquismo en Chile, es igualmente llamativo el desconocimiento de numerosos poetas que han cado, por distintos motivos, en las llanuras del olvido. Gente como Zoilo Escobar, Antonio Brquez Solar o Manuel Magallanes Moure, son prcticamente desconocidos para las nuevas generaciones, a pesar de la buena pluma con que contaban.En lo que queda del escrito, realizar un acercamiento, general, sobre el tema del anarquismo y literatura chilena de comienzos del siglo veinte, de ah que denomin "apuntes" a este trabajo.El Anarquismo en Chile: albor literario crataComo tal, el anarquismo en Chile, comienza a emerger claramente a comienzos del siglo XX, con orgnicas de lucha, como Sociedades de Resistencia o centros culturales. Aunque, si bien el primero peridico anarquista chileno, "El Oprimido", data de 1893, alcanzando la cifra de 8 nmeros, estas experiencias no constituyen un asentamiento real del ideario crata en nuestro pas. Sin soslayar el hecho de que anarquismo y socialismo marxista an no llegaban a una clara diferenciacin, y por lo visto en la prensa, los anarquistas criollos no tenan gran depuracin ideolgica, ni conceptual. No obstante esto, la realidad social de nuestro pas por aquellos aos, mucho ms cruda que hoy, era el aliciente real para transformarse al socialismo, obviando la lectura de un terico doctrinario, quizs bastaba con sentirse explotado y humillado. As, la influencia libertaria no slo se manifest en el llamado "movimiento popular", sino tambin en la esfera artstica.Nombres como los de Carlos Pezoa Vliz, Antonio Brquez o Alfredo Guillermo Bravo, tambin nutren la protesta social contra la oligarqua chilena, con las dagas de sus versos. A modo de ejemplo, tmese como muestra este pasaje del poema, inspirado en el fusilamiento de Jacinto Albornoz, "los pobres" de Brquez Solar:"Entonces una santa compasin / Tuve yo por el pobre del banquillo / Y pens en las augustas redenciones / De todas esas almas de ojos ciegos / Y vi que no era justa la justicia / Con los que crucifica la miseria!"Por su parte, Carlos Pezoa Veliz en su poema, "Nada" alude a los personajes errabundos de los sectores postergados:"Era un pobre diablo que siempre vena / Cerca de un gran pueblo donde yo viva / Joven rubio flaco, sucio, mal vestido..."As, lentamente las vivencias de los miserables comienzan a hacerse un espacio en la literatura chilena...vale aclarar que ese sitio siempre lo tendrn.Ahora bien, frente la depuracin estilstica del gnero en boga-el Modernismo-la literatura anarquista chilena y latinoamericana, no se detiene mucho en cuestiones de estilo. Es ms, as lo expresa la prensa criolla: "No buscamos laureles; buscamos el pan. No buscamos la engaosa sonrisa de una gloria ficticia, sino el bienestar de todos bajo la sombra de la igualdad de los hombres. Nuestra pluma ser el ltigo implacable que flajela vuestros vicios. Sociedad prostituida: la hora llega!No obstante aquello, pareciera existir cierta diferencia entre la prensa militante y la literatura de un Manuel Rojas u Oscar Castro, pues nadie achacara a stos, deficiencias estilsticas."Canciones cratas" de POLICARPO SOLSEl escritor -y militante comunista-Andrs Sabella Glvez, reedita en 1963, un compilado del zapatero libertario Policarpo Sols, que este haba publicado en 1904.En esas dos series, aparecidas a comienzos del siglo XX, figuran los siguientes autores:- Ada Negri "Pobre Mujer" - Manuel Ugarte "los obreros".- Alberto Ghiraldo "La Comuna", "Paris" y "Chicago!" - Salvador Daz Mirn "El desertor".- Jos Santos Chocano "Invasin militar" y "desde la cumbre".- Simon Rodrguez "No matar".- Antonio Brquez Solar "Los huelguistas".La reedicin hecha por Sabella, merece palabras especiales, pues a pesar militancia comunista, su espritu tuvo la virtud de la amplitud.Y adems, fuera de reeditar la publicacin, Sabella adhiere poemas inditos de Eduardo de La Barra, Abel Gonzlez y Ricardo Fernndez Montalva, que le entreg el mismo Policarpo Sols.Decid incluir este acpite, dado lo desconocido de este trabajo en nuestro pas.FRANCISCO PEZOA: Un Cantor EspecialNacido en 1885, Pezoa, constituye quizs el poeta obrero crata ms recordado en diversos crculos sociales. Oriundo del norte, su "canto a al pampa", deviene en la voz de los obreros, mujeres y nios muertos en la Escuela Santa Mara de Iquique, el 21 de Diciembre de 1907:"Canto a la pampa la tierra tristerproba tierra de maldicinque de verdores jams se visteni en lo ms bello de la estacin:en donde el ave nunca gorjeaen donde nunca la flor crecini del arroyo que serpenteasu cristalino bullir se oyHasta que un da como un lamento de lo ms hondo del coraznpor las callejas del campamento vibr un acento de rebelin; eran los ayesde muchos pechos de muchas iras era el clamor,la clarinada de los derechos del pobre pueblo trabajadorBenditas vctimas que bajaron desde la pampa llenas de fe y a su llegada lo que escucharon voz de metralla tan slo fuebaldn eterno para las fieras masacradoras sin compasinqueden manchadas con sangre obreracomo un estigma de maldicin.Pido venganza para el valienteque la metralla pulveriz,pido venganza para el doliente hurfano y triste que all qued:pido venganza por la que vino de los obreros el pecho a abrirpido venganza por el pampinoque all en Iquique supo morir".Sin duda, la respuesta de la lite nacional a las peticiones obreras impact al sector conciente del proletariado chileno, tal vez nadie esperara tal ensaamiento con trabajadores que cumplieron prcticamente a cabalidad aquello que ordenaron las autoridades.As, la voz de Pezoa supo representar la indignacin ante brutal masacre.Vale apuntar que su colaboracin en la prensa crata fue fecunda, dotndola de una buena pluma, en poemas como "De vuelta al mitn" o "Anarkos", despleg su profunda creatividad. Contando, inclusive, con talento musical, pues muchas veces sus versos se acompaaban de una guitarra.Sin duda alguna, la figura de Pezoa debe suscitar nuestra atencin, ante lo desconocido de su obra, tal vez su anonimato se asemeje al de tantos obreros muertos en las salitreras.La influencia de LEN TOLSTOIPara autores como Oscar Ortiz y Rodrigo Bugueo, el terreno artstico nacional de comienzos del siglo pasado, estuvo marcado en el mbito narrativo, por la influencia del ruso Len Tolstoi.De esta forma, el ideario anarcocristiano del conde Tolstoi, impregn la literatura de autores como Augusto Dhalmar -Augusto Thompson- o Fernando Santivn-Fernando Santibez- y por antonomasia del grupo "Los diez".As, el realismo ruso anid fuerte en terreno nacional, es ms fundndose incluso colonias tolstoianas, donde a la par de un estilo de vida vegetariano y acorde a la naturaleza, se buscaba experimentar en el mbito de la creacin artstica.En san Bernardo y bajo la concesin del alcalde Manuel Magallanes Moure, se instala una comunidad de este tipo el ao 1905, siendo sus precursores D`Halmar, Santivn y el pintor Julio Ortiz de Zrate.Ahora bien, en un mbito estrictamente literario, la influencia de Len Tolstoi se ve plasmada claramente, segn mi visin, en la primera publicacin de Fernando Santivn, llamada "Palpitaciones de vida", editada el ao 1909.Entre sus cuentos es posible entrever cierto desencanto con la urbe moderna, o en su defecto, con la vida moderna.Al caminar por sus letras, se intuye un profundo cuestionamiento de la existencia humana; en cuentos como "Das Grises", "El juguete roto" o "El beso", se vislumbra claramente lo anterior. Es ms, el propio autor define estas historias como "pginas abruptas y atormentadas".Y en cuanto a la valoracin de Tolstoi, el cuento "El beso" pareciera ser el mejor ejemplo de aquello.En ste, Santivn narra los recuerdos y cavilaciones del militar Rafael Gomero Velasco, de manera muy similar a como lo hace Tolstoi en "La muerte de Ivn Ilich". Ambos personajes recuerdan sus primeros aos como los ms provechosos. Rafael, en sus vacaciones con su prima-amor imposible-Ivn Ilich, los das de su infancia; ambos experimentan, postrados, cierto desencanto en relacin a cmo encararon la vida.De igual manera, en un plano ms social, el relato "era tan lindo", se adentra en la vida de los conventillos, tan tpicos del santiago de aquellos aos.Al igual que el "cristo ruso", Santivn se adentra en la vida de los "humillados y ofendidos".En sta, narra el encuentro de dos mujeres y su posterior conversacin, en torno a la muerte del hijo de una de ellas; Desde mi posicin, este cuento demuestra por qu Santivn aos sera galardonado con el premio nacional de Literatura el ao 1952.Va tejiendo con prolijidad esta historia que se vincula con los vientres amargos, aquellos que no alcanzaron a disfrutar con gozo, el fruto de sus entraas. Mas, en un pasaje fulgura la crtica social, una de las mujeres le pregunta a la otra:"-y de qu muri-...-de qu?... de miseria!....-de miseria-prosigui con voz ronca-falta de alimento, exceso de trabajo...angustia por el pan de cada momento...perd la leche...".Por estos pasajes y muchas obras ms, Fernando Santivn tiene un lugar especial, segn mi juicio, en la literatura chilena.Y ahora bien, en torno a su vinculacin ideolgica con Tolstoi, ste en sus "Recuerdos de Santivn", confiesa en su "Advertencia" el alejamiento con las ideas de sus primeros aos, pero a pesar de esto, formula que vuelve a ellas al final de su vida, "por la experiencia y la meditacin".La Generacin del 20La franja de tiempo que transcurre entre 1918 a 1925, segn mi juicio, constituye un perodo lgido en cuanto a confrontacin social se refiere. No por casualidad algunos denominan "crisis de la sociedad oligrquica" a esta poca. Por ejemplo, la creacin de la Asamblea Obrera de Alimentacin Nacional, en 1918, el asentamiento de la Industrial Workers of the World (I.W.W.) filial chilena el mismo ao, constituyen elementos vitales si queremos entender no slo el quehacer poltico de aquellos das, sino tambin la actividad artstica de nuestro pas.As, sin duda alguna, de las Plyades literarias en la historia de la literatura chilena, la denominada "Generacin del 20", es sin duda alguna una de las ms recordadas. Pues nos brind plumas tan exquisitas e indelebles en nuestra historia, como las de Jos Domingo Gmez Rojas, Jos Santos Gonzlez Vera o Marta Brunet.JOS DOMINGO GMEZ ROJAS: "El Cristo de los Poetas"Nacido en 1896, Gmez Rojas cursaba pedagoga en castellano cuando la muerte sali a recibirle tempranamente, a los 24 aos de edad.Otro integrante de esta generacin, Manuel Rojas, comenta que fue Gmez Rojas quien le incentivaba para que se dedicase al oficio de escribir. Mal no le fue.Como tal, el ao 1914 Gmez Rojas publica su nica obra, "Rebeldas Lricas", desde donde emana una sensibilidad digan de rememorar, tmese como ejemplo este fragmento de "Los inmigrantes":"Pobres desheredado...! La fortuna Nunca meci la miserable cuna Donde arrullsteis vuestros sueos de oro Y siempre vuestras frentes macilentas Azotaron las ansias, las tormentas. De aquella sed de conquistar tesoro.Marcharis al azar de los destinos Por los ignotos, trgicos caminos Que os seala la traidora suerte...Quin sabe si al partir, aventurerosHabis clavado del dolor aceros Y habis sentido el estertor de muerte?Vern vuestras pupilas, qu paisajes?Al dejar el terruo y los parientes No habis sentido acaso en vuestras fuentes El vrtigo fugaz de los mirajes?Al imponeros voluntario exilio No dejaris atrs algn idilio Y una mujer que por vosotros gima?No dejaris una querida hermana Y una madre infeliz, ya triste anciana, Que en el amor del hijo se sublima...?Cun lejano es el espritu de Gmez Rojas, en comparacin con el de muchos obreros chilenos que culpan al inmigrante peruano de su mal pasar el da de hoy!De igual manera, vlido es mencionar su aparicin en "Selva Lrica", "Estudio sobre los Poetas Chilenos", realizado en 1917, con el seudnimo de Daniel VzquezGozando de una excelente reputacin entre quienes le conocieron, Gmez Rojas se recuerda hasta el da de hoy en nuestro pas, incluso una plazoleta lleva su nombre al frente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.Sin olvidar que autores como Andrs Sabella y Manuel Rojas, lo reivindicaron como una pluma descollante de su poca. Es ms, el segundo expresa en un plano ms bien afectivo: "A pesar de que llev una vida agitada y muri de modo dramtico, los recuerdos que de l conservo son alegres y tiernos".JOS SANTOS GONZLEZ VERA: "El Chjov del Mapocho"Otra gran pluma de la "generacin del 20", fue, sin duda alguna, Jos Santos Gonzlez Vera.Nace el ao 1897, en San Francisco del Monte, cerca de Melipilla.Su vida, jams fue cercana a la abundancia, es ms conoci innumerables conventillos en las calles de Santiago.Su primera obra, "Vidas Mnimas", data de 1922. Para autores como Enrique Espinoza, esta es la primera en abordar abiertamente el tema del proletariado chileno.As, con Jos Santos Gonzlez Vera es posible vislumbrar, segn mi juicio, el entronque de la literatura social chilena y el anarquismo.Una de las caractersticas narrativas de Gonzlez Vera, fue su economa de palabras, el estilo minimalista, "Alone", lo describe perfectamente: "A su temperamento no le corresponda la pasin, desdeaba el nfasis, desconoca las grandes palabras, la expresin pomposa".Ahora bien, en un plano ideolgico, como anarquista, Gonzlez Vera fue bastante prolfico, junto a su eterno amigo Manuel Rojas, escribi en "Claridad", "Numen" y "Babel", un sin fin de Crnicas y cuestionamientos sobre la realidad chilena.Gabriela Mistral, as se expresa en torno al autor: "Uno de los chilenos ms cargados de chilenidad en sus temas y, a la vez, uno de los chilenos ms liberados del espritu y de la letra locales, criollos". Ms adelante comenta: "Se premia en l algo nada popular y nada criollo; un alma inconforme, una acelerada mente crtica, un testigo de ojos muy claros respecto de la vida local". Las palabras de "la abanderada intelectual del sandinismo", son bastantes claras sobre el escritor de "Alhu".Mas, su caracterizacin de su querido amigo no termina ah, ella contina "A la patria se le sirve de varias maneras, de todas maneras, menos con el modo adulador e infantil del chovinista....Gonzlez Vera, siempre tuvo la Nusea del halagador de multitudes".Su escrito sobre el 21 de Mayo, atestigua lo anterior: "Este como todos los anteriores aos, los patrioteros, los borrachos y los hombres entontecidos celebrarn con bestial alegra el triunfo que Chile obtuvo sobre Per y Bolivia hace un siglo...con la conquista de las salitreras los hombres pobres de Chile ganaron para sus amos la riqueza, para s mismos el hambre eterna y para sus hijos la esclavitud y para todas las generaciones venideras el odio asesino de los pueblos".Gonzlez Vera, pulcro en su estilo literario, obtiene en 1950 el premio nacional de Literatura, un ao antes que la poetisa de Vicua, Gabriela Mistral.Dato anecdtico, al igual que Gmez rojas, Gonzlez Vera cuenta con una plazuela en Santiago, en Avenida Salvador con Francisco Bilbao. Al aire libre, qu mejor para este espritu anarquista.SEGUNDA PARTE: "Desde los aos 20 a la Generacin del 38"En la primera parte de este trabajo, hice breve repaso en torno a los albores de la literatura crata en Chile. Desfilando nombres como los de Francisco Pezoa, Gonzlez Vera y Gmez Rojas. En esta segunda parte, aparecer gente como Federico Serrano, Acevedo Hernndez, pero me centrar primordialmente en la figura de Oscar Castro, el "poeta del alba".La aurora de la proteccin social: "Paternalismo o Autonoma".Un acalorado debate entre los sectores obreros, suscito la aparicin de programas polticos-como el de Arturo Alessandri- que, al menos en el papel, postulaban planteamientos de legislacin social para mitigar la frgil situacin de los sectores populares, en un perodo en el cual la crisis de la sociedad oligrquica comenzaba a demostrar todo su cariz.Aunque si bien ya existan algunas leyes de carcter laboral, su alcance era ms bien modesto.As, uno de los antecedentes del chile desarrollista lo constituye la promulgacin, en el mbito poltico, de la constitucin del 25, aunque realmente comenz su "funcionamiento" con la aparicin del llamado "Frente Popular". En virtud del acuerdo nacional que se gener para la creacin de entidades como CORFO.As, uno de los motivos del ocaso libertario en Chile, segn mi juicio, fue el haber mantenido un excesivo doctrinarismo ante el tema de las "uniones legales", de ah que figuras como las de Ernesto Miranda ,aos ms tarde, levantaran una postura prctica: anarcosindicalista.FEDERICO SERRANO VICENCIO y ANTONIO ACEVEDO HERNNDEZ: unas palabras.El movimiento socialista libertario, con sus altos y bajos, segua ejerciendo influencia en el Chile del 20. En el mbito sindical, la fundacin de la I.W.W. en 1918, la creacin de la "federacin anarquista de santiago", demostraban la continuidad de las agrupaciones cratas en nuestra sociedad; esta permanencia tena tambin su correlato en la arena esttica, con cuadros artsticos como los existentes en Iquique, mas tambin con escritores que posean una gran afinidad al ideario anarquista, como Federico Serrano y Antonio Acevedo HernndezEl primero de ellos, oriundo del norte chileno, comienza su carrera poltica bajo el alero del lder Lus Emilio Recabarren. El ao 1924, publica la nica obra que he podido hallar, llamada "al correr de la pluma", editado por "Castalia", su prlogo reza as: "....escribiendo folletos que estimulen la campaa antimilitarista y de derrocacin de la propiedad privada y del Estado".Es ms, aos despus, en el peridico anarquista chileno "El libertario", correspondiente al nmero 8 de1956, se le define como "un poeta revolucionario popular".Inclusive, en aquella edicin, aparece adems un poema-pstumo de Federico Serrano Vicencio, llamado "Durruti"; as se expresa en su primer fragmento:"Hijo del pueblo, general nacidoDe las gestas heroicas y tremendas Temerario y audaz t has sido El vencedor en todas las contiendas...."Y en la parte final:"Salud, Durruti! Gran compaero General de invencible rebelda Supervivas en el mundo obreroCon tu ideal inmenso: la anarqua".Por su parte, Antonio Acevedo Hernndez, como tal, y al igual que Serrano, vena escribiendo y acompaando las luchas obreras, antes de la dcada del 20. Considerado por algunos como uno el mayor dramaturgo social en la historia de Chile, sus escritos exudan protesta social y vivencias al lmite. No obstante esto, su vinculacin con el ideario crata ha quedado relegada en el mar del olvido.Al parecer, el historiador Oscar Ortiz es uno de los pocos en vincularle directamente al anarquismo. Adems, dos fuentes histricas literarias lo conectan con la filosofa libertaria, primero un estudio realizado por el propio Acevedo Hernndez, en el nmero 12 de "Claridad", en el cual realiza una investigacin del "Teatro crata en Chile" y segundo en "Selva Lrica", del ao 1917, donde ,al igual que en "Claridad", le proclaman anarquista.OSCAR CASTRO: "Poeta de Rancagua"Sin duda alguna, la literatura social chilena de comienzos del siglo XX, tuvo un entronque incuestionable con el anarquismo. No slo en autores como Manuel Rojas o Gonzlez Vera es posible vislumbrar este encuentro, sino tambin en Oscar Castro.Oriundo de Rancagua, localidad en la cual existieron numerosas agrupaciones anarquistas, Castro nace en 1910.Sus obras "La vida simplemente", y "Llampo de sangre", relatan, cada una a su forma, la vida de personajes al lmite, conociendo el joven Lagos los burdeles y las prostitutas, y en la segunda obra, la vida del minero. Por otra parte, su poesa y narrativa contienen una frescura muy propia del autor, es ms, para Alone, uno de los pocos que no le debe nada a Neruda, bebiendo ms bien de Federico Garca Lorca, es Oscar Castro.En trabajos como "Llampo de Sangre" o "La vida simplemente", Castro al igual que Nicomedes Guzmn, penetra en la vida de los hombres del campo y de la urbe, con un toque narrativo que lo hizo uno de los ms recordados literatos de nuestra historia.Ahora bien, otro elemento no menor del "poeta del alba", es su incursin en la poesa. En ella, busca plasmar la vida del campesino, sus alegras, tradiciones y amarguras. Tmese como ejemplo, el siguiente pasaje de la "Alfarera":"Las manos de esta vieja que amasa la gredaAprendieron sus nudos a los sarmientosY su color a sus avellanas secas.Ah esta, edificando cntaros,Junto al arroyo pulidor de guijarros Entre la soledad violeta y la cordillera".Y en un mbito ms social, su "poema de la fraternidad", exuda deseos de solidaridad humana, claro esta con una nueva base material:"Los martillos podran cantar, como el himno de tierra florida, decorar la maana con su redada de peces musicales. Y los montes, las pampas, los viedos, entregar su ofrenda a todos los hombres".Como tal, la generacin del 38, a la cual pertenecen Oscar Castro y Nicmedes Guzmn, estuvo fuertemente ligada a la aparicin del llamado Frente Popular en Chile y sus deseos de mayor bienestar social. Aunque sin duda alguna, a diferencia de Guzmn, Castro estuvo ligado fuertemente con el ideario crata. As lo expresa un amigo de Castro y tambin ex partcipe del grupo literario "los intiles", Gonzalo Drago: "Era anarquista sin militancia activa, haba ledo a los clsicos del anarquismo, Malatesta, Prokotkin (sic), Mella, Reclus, Nicolai, entre otros".Ahora bien, en un mbito personal, Drago destacaba su temple sereno y honesto.No obstante esto, el mayor nexo entre Castro y los anarquistas, lo constituye un poema dedicado al crata chileno Julio Barrientos, reproduzco tres fragmentos:"Luchador incansable de la causa,Sufri injusticias y persecuciones;Mas su labor viril no tuvo pausaY enfrent sin temor a los sayones...En sus prrafos finales, sentencia:"La justicia servil que mata y viciaLos arrastr a las tinieblas de un presidio,Y all pudo juzgar que esta justiciaEs la parodia vil de homicidio.As, es el hombre que hoy, aunque postradoProsigue con su espritu invencibleY nos brinda el ejemplo iluminadoDe derrotar aun a lo imposible"Salud, Oscar, poeta de la tierra, del amor y la libertad. Oscar Castro fallece en Santiago de Chile, el ao 1947.TERCERA PARTE: "La Influencia Anarquista en la Revista Babel (1938-1951)".Continuando con estos "apuntes", un hito de la literatura nacional constituye, sin duda alguna, la reaparicin en Chile de la revista "Babel". Para algunos, una de las mejores publicaciones latinoamericanas en su gnero.Nacida en Argentina en 1921, en nuestro pas, su primer nmero apareci 1938, con su eterno e incansable director, el argentino, de raigambre juda, Enrique Espinoza.Ahora bien, por qu hablar sobre la influencia anarquista en "Babel", primero, porque no ha sido estudiada, y segundo, porque nos permite comprender cmo la tradicin libertaria nacional no decae, sino que cambia de forma.Recordemos que ante la arremetida del "Frente Popular", la influencia anarquista comienza a menguar, por lo que se ha investigado hasta ahora, dado el carcter conciliador de los gobiernos radicales y promotor de la integracin social de los sectores populares. Aun cuando interpretaciones posteriores denominan integracin parcial a las propuestas del "Frente Popular", esta alianza cal fuerte en el chile de aquella poca, encarnando, adems, una nueva forma de acumulacin capitalista: el nacional desarrollismo.De esta forma, la literatura chilena mantiene un ncleo socialista libertario, encabezado por Manuel Rojas, Gonzlez Vera y el desconocido Lan Diez.En ms, el comit asesor de "Babel" estaba formado por estos tres autores, mas el escritor argentino Luis Franco, de tendencia trotskista.Literatos como Ciro Alegra, Albert Camus, Gabriela Mistral, Ernesto Montenegro, entre otros, dotaron a la revista de una gran categora literaria y filosfica."El socialismo y la libertad" de MANUEL ROJASLa relacin entre el socialismo y la libertad, para algunos es espinosa. Crecimos con el prejuicio de suponer que ambos eran incompatibles. Fuese por el carcter "paulatino" de la revolucin, como por una asociacin forzada de la izquierda marxista al confundir libertad con liberalismo.Asimismo, el carcter autoritario de algunas corrientes socialistas, contribuy an ms a considerar socialismo y libertad como irreconciliables. El jacobinismo tuvo sus retoos en el marxismo. He ah la razn, segn mi juicio, por la cual el anarquismo ha sido la "oveja negra" del frondoso rbol socialista, al desconocer al culto al Estado, denunciando sus aparatos ideolgicos y las relaciones sociales que instaura, como lo ineficaz de la actividad parlamentaria.Postura que contrasta con lo que profesaba, por ejemplo, el idelogo alemn Fernando Lasalle, cuyo espritu cal fuerte en el posterior desenvolvimiento de la socialdemocracia alemana, la actitud chovinista frente a la primera guerra mundial, en dirigentes como David, Ebert o Noske, no es, segn mi opinin, azarosa.De esta forma, el escrito de Manuel Rojas, cuya pluma a veces me recuerda a Camus, trae a colacin esta tensa relacin entre socialismo y libertad.En s, Rojas, comienza declarando que segn su visin hay 4 clases de socialistas.El primero de ellos, dice Rojas, es aquel "socialista tipo intelectual, que esta dispuesto a aceptar, y acepta, todo aquello que se le presenta como socialismo", despus viene, en segundo lugar, "el socialista por afanes o principios materiales, que esta convencido de que el socialismo ha sido creado nicamente para mejorar su situacin econmica", en tercer puesto, "el socialista por afanes o principios administrativos, que se cree llamado a dirigir, ahora y siempre, a los anteriores", en cuarta posicin, segn Rojas, esta "el socialista por afanes o principios morales". Desde mi perspectiva, ac podra ubicarse Manuel Rojas. Ahora bien, para acabar con la idea general, me tomo la libertad de citar el siguiente fragmento:"Al primero podr encontrrsele en las innumerables sociedades de amigos del socialismo y al segundo y al tercero en los partidos socialistas de todo el mundo.En cuanto al cuarto, rara vez se le hallar acompaado de ms de dos o tres personas. No es miembro de ningn partido, y el socialismo de partido, por su parte, le mira siempre con oblicuos ojos, considerndole siempre como un ser demasiado independiente. Su excesiva independencia le hace sospechoso de tibio socialismo y de otras cosas peores".Cunta verdad contienen esas sabias palabras, y qu indignante es el silencio que cayeron!Sin duda alguna, Rojas desentraa con su prodigiosa pluma, esas ambivalencias de ciertas fracciones de la izquierda muy vinculada a los ministerios y a la defensa del proletariado, pero que al momento de una asonada golpista, son los primeros en exiliarse, o al momento de hacer aseo, contratan empleada. Son aquellos que no viviran ni cinco minutos en Cuba, aunque vivan hablando de sus bondades."Los anarquistas" de JOSE SANTOS GONZALEZ VERASin duda alguna, las manifestaciones literarias constituyen a su modo, una excelente fuente para forjarnos un cuadro de una poca cualquiera. Aunque, claro esta, siempre limitado a las impresiones de los autores, por ende, a su subjetividad.El caso de Gonzlez Vera, no es una excepcin. Ya nos hemos referido, anteriormente, en torno a algunos aspectos de su obra Y en relacin a lo expresado en el primer prrafo, su escrito "los anarquistas", cumple la funcin de entregar una pista sobre el itinerario crata de aquel entonces.En ste, Gonzlez Vera cntrase en la vida social de aquellos anarquistas, zapateros preferentemente, que tuvo la suerte de conocer durante sus aos de juventud.Relata sus encuentros en el centro Francisco Ferrer, lugar donde juntaban a charlar o reunir dinero para apoyar alguna causa.Uno de los elementos ms ricos de la pluma del autor, es cierto bosquejo sicolgico que hace de los mismos, sin idealizarlos, presentndolos tal cual eran.Personalmente, me sorprende el arraigo de las posturas cercanas al cristianismo entre los anarquistas chilenos y extranjeros, como Jos Clota o Casimiro Barrios. Parecieran tener algo de quijotes. Tambin relata Gonzlez Vera, la llegada de inmigrantes suecos, rusos o eslavos.Al adentrar en la lectura, pareciera sumirse el lector en un mundo ajeno, casi caricaturesco, de gente que estudiaba teosofa o espiritismo, de acuerdo al idealismo de cada uno.Por eso soy de los que sostiene que tanto el lenguaje-e inclusive el anlisis- de muchos libertarios chilenos el da de hoy, se asemejan ms al discurso marxista latinoamericano de los 60, que a reflexiones asociadas al ideario crata.A modo de ejemplo, Gonzlez Vera relata la dura represin que arreci sobre una manifestacin libertaria en la cual particip: "Mientras corra, movido por la necesidad de vivir un tiempo ms, comprend cuan verdaderas resultaban las aseveraciones del filsofo Alcides: jefes y agentes eran pobres; no obstante, con qu ardor apaleaban a otros pobres que luchaban por mejorar su salario".No hay color de rosas, Vera reflexiona con libertad, no sirviendo a ninguna estructura partidista o dogmatismo filosfico; en definitiva, no existe ese romanticismo de idealizar a los "sectores populares", a diferencia del da de hoy.PALABRAS FINALES: "Dcadas Despus"Como tal, una investigacin que buscase reflexionar en torno a la influencia crata en la literatura chilena, podra abarcar, prcticamente, toda nuestra historia literaria.Inclusive, la cercana de anarquistas y el oficio de escribir, se intuye aos despus en gente como Mauricio Wacquez, Cristin Vila Riquelme, o Roberto Bolao, este ltimo se defina como "anarquista- trotskista-tercermundista". Sin olvidar que es uno de los pocos escritores en recordar lo que la izquierda comunista quiere relegar al mar del olvido: las odas a Stalin de Pablo Neruda.As, la desconocida influencia socialista libertaria en nuestra historia literaria, es todo un campo para indagar, pues incluso el da de hoy, existen numerosos jvenes deseosos de continuar cultivando las relaciones entre anarquismo y literatura chilena. Basta slo con recordar la cantidad de publicaciones electrnicas o algunos fanzines aparecidos en los ltimos aos.NOTA:(*) Eso s, aqu se me hace perentorio realiza la aclaracin siguiente: en "Gabriela mistral y el anarquismo", postul que en "El Sembrador" de Iquique habran existido poemas inditos de nuestra poetisa.Con el paso de los das y de algunas indagaciones, comprend con vergenza cmo haba incurrido en un error garrafal. Ambos escritos aparecen en "Desolacin".

Orgenes de la fraternidad anarquista entre Per y ChilePara nadie es secreto el que las poblaciones que habitan en las regiones chilena y peruana no se guardan demasiada estima. El origen de aquella enemistad se remonta fundamentalmente a los tiempos de la Guerra del Salitre (1879-1884), cuando ambos pases se enfrentaron por el dominio de las ridas tierras del nitrato y el guano, los principales fertilizantes de la poca. Desde entonces y hasta la actualidad, intermitentemente se han sucedido momentos de crisis diplomtica y tensin fronteriza, lo cual sumado a otros hechos como el uso electoral y demaggico del nacionalismo, nos demuestra que las heridas abiertas el 79, estn, a pesar de los 130 aos que nos separan aquellos das, lejos de cerrar. Esta situacin ha impedido que los hombres y mujeres de uno y otro lado de la lnea artificial que nos separa, podamos sostener una relacin de empata y solidaridad. Los Estados y los nacionalismos que stos fomentan, constituyen la base del muro que nos divide. Los anarquistas se han preocupado de combatir esta adversa realidad desde que sus ideas arraigaron en la Amrica morena. Como un aporte a la fraternidad universal que nos une con los compaeros libertarios de cualquier parte del Orbe, este breve escrito apunta principalmente a rescatar del olvido los orgenes y las caractersticas de los primeros das de la fraternidad revolucionaria entre los libertarios de ambas regiones.Sentido y difusin del internacionalismo.El anarquismo lleg desde Europa cuando acababa el siglo XIX. No fueron suficientes las numerosas aduanas y los millares de policas fronterizos de todo el continente, para detenerlo durante por lo menos las tres primeras dcadas del siglo XX. Muchas de las ideas que se introdujeron eran del todo novedosas y en ciertos casos radicalmente opuestas a las existentes. Esto ltimo debi ocurrir, suponemos, con el internacionalismo, es decir, con la fraternidad revolucionaria sin fronteras. Cmo pretender amar a los que viven del otro lado de los lmites estatales, cuando en el casi chileno- peruano una guerra los distanciaba, cuando la escuela y la familia, la prensa, los polticos, y la opinin pblica te decan lo contrario?.Por medio de su prensa, sus conferencias, sus mtines, sus actos y gestos, los anarquistas sealaron que la Guerra del 79 no fue obra de la decisin soberana de las mayoras, sino ms bien del inters de las elites dominantes de uno y otro bando por acaparar lo que entonces se conoci como el oro blanco, el salitre. Advirtieron tambin los libertarios, que la emancipacin de los trabajadores de un pas requera del apoyo de todos los que padecan similares realidades, sin importar el origen geogrfico, racial, nacional o de cualquier otro orden. Su patria segn advertan- era el mundo, ni ms, ni menos. Dijeron que la prensa de masas hablaba de nacionalismo para vender ms, que los polticos hacan lo mismo para obtener ms votos y que la opinin pblica y hasta nuestras queridas familias estaban crudamente marcadas por lo que el Estado les oblig a repetir en sus escuelas, en sus ejrcitos y en todas sus manifestaciones. Como es de imaginar, tales planteamientos no se quedaron en palabras, los anarquistas de uno y otro lado llevaron a la prctica el internacionalismo en varias ocasiones y no falt la respuesta violenta del Estado.El anarquismo es un movimiento cosmopolita por antonomasia y en las primeras dcadas del XX es ms o menos fcil de pesquisar las conexiones internacionales dando una breve mirada a la propaganda impresaque estos editaban alrededor de la Tierra. Complejas y fluidas redes de informacin trasmitan de un punto a otro las nuevas tendencias tericas o las discusiones doctrinarias, as como los mensajes de solidaridad y las campaas que los diversos espacios ysindicatos libertarios llevaban adelante. El anarquismo de la regin chilena por lo menos, era ricamente alimentado desde el ro de La Plata, el que a su vez era uno de los principales puentes de comunicacin entre el subcontinente y Europa, entonces la principal fuente terica del ideario.Paralelo a ello exista una fuerte relacin con los compaeros de la regin peruana, a veces deforma permanente y otras de manera espordica. Esta conexin se materializaba de diversas maneras, en la mayora de los casos por medio de las publicaciones libertarias que en ambas partes se editaban (El Hambriento, El Oprimido y La Protesta de Lima, o La Batalla de Santiago y El Surco de Iquique, por ejemplo). Las revistas y peridicos se intercambiaban y difundan esmeradamente en ambos pases. Tambin se alimentaban recprocamente con artculos, cartas, notas, informaciones y poemas.Uno de los episodios de mayor significacin en cuanto a las relaciones fraternales entre loslibertarios de ambos lados de la frontera sucedi en 1913. Ese ao hubo dos encuentros entre organizaciones mutualistas de ambos pases que se plasmaron en encuentros primero en Lima y luego en Santiago. En ambos, los anarquistas denunciaron la falsedad del evento puesto a que ste era organizado por los Gobiernos que antes de pretender acabar para siempre con los resquemores nacionalistas, lo perpetuaban, pues esos delegados obreros seguan vivando al Per y a Chile. Sin embargo dichos actos oficialistas de fraternidad internacional no se desarrollaron en armona con lo que pretendan las autoridades de ambos pases. El 3 de agosto, sin ir mas lejos, varios anarcosindicalistas peruanos recibieron a los chilenos en el Callao y entre las palabras de Eulogio Otaz, Delfn Lvano, Pedro Cisneros y el argentino Daniel Antuano (que mas tarde actuar en el pas del sur) condenaron la guerra y el patrioterismo. Semanas despus la misma escena se repiti en Chile. Entre los delegados que viajaron a Santiago lleg Eulogio Otaz, anarcosindicalista peruano que inmediatamente tom contacto con sus afines de esta regin, participando activamente junto a ellos en conferencias, veladas y mtines. Incluso hasta se uni libremente con Emma Aranda, una compaera santiaguina. En octubre de ese ao Otaz se sum activamente a la huelga general que se dio en Valparaso y Santiago por motivo de la oposicin obrera y popular al retrato forzoso que el Estado chileno intentaba implantar entre los trabajadores. Ese movimiento, por lo dems, cont con el respaldo concreto de los trabajadores del Callao. El anarcosindicalista peruano tambin ayud a fundar en Valparaso a la Federacin Obrera Regional Chilena (FORCH), similar a la FORA y por supuesto a la FORP, de la cual era delegado. Por estas actividades el anarquista del norte fue secuestrado en un buque de guerra chileno y luego expulsado del pas.Antes de Otaz, haban participado en el movimiento anarquista chileno otros compaeros del norte, siendo uno de los ms destacados el literato Mario Centore. En 1898 Centore edit en Tarapac el peridico La Voz de Abajo y luego colabor en las publicaciones libertarias La Campaa de Santiago (1899-1902) y La Antorcha de Valparaso (1900), e incluso edit en Santiago un folleto sobre el amor libre cuyo titulo fue De la vida i el amor. Cuentos i novelas breves (Imprenta Gillet, 1900).Ms tarde, los importantes agitadores criollos Lus Olea y Jose Briggs, quienes tras la Matanza de la Escuela Santa Mara de Iquique en 1907 huyeron al Per, actuaron en Lima junto a los editores de El Hambriento. Significativo por lo dems es recordar que en dicha masacre los trabajadores peruanos, a pesar de ser advertidos por su cnsul para que abandonasen la escuela ya que el uso del Ejrcito para sofocar la huelga era un hecho, se quedaron a correr la misma suerte que sus pares de esta regin, solidarizando y muriendo juntos aquel 21 de diciembre. Con los chilenos vinimos,con los chilenos morimos, dijeron. Luego, en 1920 el conocido anarcosindicalista peruano Nicols Gutarra particip de una gira de propaganda libertaria con la seccin chilena de la central anarcosindicalista Industrial Workers of the World (IWW). Al igual que con Otaz, a Gutarra lo expuls el Estado chileno a la fuerza, esta vez utilizndose la Ley de Residencia que desde 1918 facultaba la expulsin del pas de todo extranjero de ideas disolventes.Estos y otros sucesos nos permiten sostener que por lo menos en las primeras tres dcadas del siglo XX la comunicacin y la relacin entre los anarquistas de ambos lados de las fronteras, fue mas o menos fluida y mutuamente enriquecida. Ahora quisiramos detenernos un poco al papel que estos cumplieron en los momentos de tensin internacional, lo cual ejemplificaremos con sus campaas contra las ligas patriticas y contra la Guerra.Coincidiendo con periodos de crisis diplomticas con los pases del norte, entre 1910 y 1912 y luego entre 1918 y 1922, surgieron en todo Chile numerosas organizaciones nacionalistas que se hicieron llamar ligas patriticas. A diferencia de sus pares argentinos (de funesta accin contra la FORA), las chilenas no estaban unificadas, siendo distintas unas de otras. Entre las ms violentas se encontraron las que funcionaron en Iquique y las oficinas salitreras del norte chileno. Organizadas por lo que hoy identificaramos como clases medias y con la benevolencia de la misma Intendencia de la provincia, estos rganos se dieron a la tarea de hostigar a la poblacin peruana y boliviana que qued en las provincias de Tacna, Arica, Tarapac y Antofagasta, luego de que el Estado de Chile se las arrebatara a Bolivia y Per en la Guerra del 79. Pateaduras, asesinatos, escarmientos pblicos, listas negras, todo se us para atemorizar a los antiguos habitantes de la zona, sometidos ahora a un nuevo Estado.Manuel Gonzlez PradaLos anarquistas respondieron, junto a los socialistas, difundiendo manifiestos y denunciando el accionar violentista de los chovinistas y esto no es menor cuando toda la prensa de masas call sistemticamente lo ocurrido. En ocasiones golpearon a los suplementeros del peridico anarquista El Surco y a su vez el diario socialista El Despertar de los Trabajadores fue asaltado y empastado por denunciar la barbarie chovinista. La misin de los anarquistas y socialistas- era difcil pues tenan que bregar por el internacionalismo entre trabajadores que no estuvieron exentos a la influencia de las ligas patriticas, las que les sugeran que un peruano trabajando en las oficinas salitreras implicaba un chileno cesante ms. La osada libertaria tambin fue pagada con la crcel, como en el caso del cataln Ramn Rusignol, detenido en 1919 por repartir unos manifiestos en el poblado de Caleta Buena contra la guerra enviados por La Protesta de Lima.Pero fue en 1920 cuando el internacionalismo debi enfrentar su principal desafo en la regin chilena. En julio de ese ao corri el rumor de que un golpe de Estado sucedido entonces en Bolivia haba sido orquestado en realidad por Lima y que dichos pases se enfrentaran a Chile para recuperar lo perdido cuatro dcadas atrs. En Santiago, an sin corroborar los datos, se orden movilizar 15 mil reservistas a la frontera norte (Guerra de Don Ladislao). Los libertarios, la Federacin de Estudiantes de Chile (FECH) y otras organizaciones obreras se negaron al llamado belicista apelando al internacionalismo y a la paz entre los pueblos. Fatal decisin. La FECH fue saqueada en pleno da y similar suerte corri la Federacin Obrera de Magallanes (FOM) en el extremo sur del pas, incendiada sta ltima por las ligas patriticas. Las organizaciones anarquistas por su parte eran vctimas entonces de una persecucin masiva (Proceso a los subversivos) originado en un montaje policial. Es importante sealar que todos los internacionalistas padecieron por aquellos das el mote -carente de todo sustento real pero til a los poderes del Estado- de estar al servicio del Per. Segn esa creencia, los anarquistas eran agitadores extranjeros y espas pagados por el oro de Lima, deslegitimndose con ello toda huelga o reivindicacin obrera. Sabemos que en Per no faltaron quienes acusaron de siervos del oro chileno a los anarquistas de aquellos lados por similares motivos. Por supuesto la acusacin del espionaje en favor del Per era una invencin, por lo mismo y luego de unos meses de infructuosa investigacin, fueron liberados todos los presos libertarios.Opacada esta coyuntura belicista visit el pas en 1922 el joven dirigente estudiantil peruano Vctor Ral Haya de la Torre, siendo calurosamente bienvenido entre los anarcosindicalistas locales, particularmente entre los IWW. Entonces Haya de la Torre, posterior lder del APRA, todava pareca ser discpulo del eminente libertario peruano Manuel Gonzlez Prada. Desde ac se enviaron fraternales saludos a los trabajadores peruanos sosteniendo que la solidaridad y la armona la conseguiran los pueblos y no los gobiernos. stos y una serie de sucesos y hechos no relatados en este breve escrito, caracterizan las primeras horas de la solidaridad entre los anarquistas de las regiones chilena y peruana, sin duda aquella relacin alcanz su dimensin mas estrecha durante estos aos (primeras tres dcadas del siglo XX), que coinciden adems con el auge del anarcosindicalismo en la Amrica Latina. Hemos explorado algunos aspectos de esa relacin de forma introductoria para que en algn tiempo ms se investigue dicho aspecto con mayor profundidad y sistematizacin. A su vez, actualizamos el llamado a la solidaridad y a la hermandad internacional entre los compaeros de ambos mrgenes para quejuntos derribemos definitivamente ese muro innecesario que nos separa.Manuel de la Tierra Grupo Anarquista El Surco, Santiago, Regin chilenaNotas 1. La Guerra del Pacfico, para el caso chileno, fue la solucin perfecta para la crisis econmica que este pas atravesaba desde 1874. La posibilidad de expansin antes de la guerra (expectativas) y la concrecin de sta luego (inversin), salvaron al pas de la banca rota. Al respecto ver Lus Ortega, Chile en ruta al capitalismo. Cambio, euforia y depresin 1850-1880, DIBAM, Santiago, 2005. (Poner las pginas de estas ideas, para los peruanos puede ser interesante este planteamiento). 2. Hasta nuestro querido Gonzlez Prada padeci de la fiebre chovinista por algn importante tiempo de su vida. Ver, por ejemplo, sus Horas de Lucha, Ediciones Peisa, Lima, 1969, p. 32 -38. 3. Sobre la nacin, el nacionalismo y algunas alternativas anarquistas al respecto, publicamos una nota llamada Los anarquistas y el bicentenario. Apuntes algo actuales contra el nacionalismo, El Surco, Santiago, No 18 y 19, agosto y septiembre de 2010 y en Ekintza Zuzena no38 de Bilbao. 4. Ver el artculo de Christian Ferrer, tomos sueltos. Vidas refractarias en su libro Cabezas de Tormenta. Ensayos sobre lo ingobernable, Anarres, Buenos Aires, 2006. 5. Vase, Centro Internacional Obrero de Solidaridad Latino-Americana, Confraternidad obrera chileno peruana. Una actuacin histrica 1913-1917, Imprenta Lux, Lima Per, 1928. 6. Los hechos que se narran son ampliamente cubiertos durante estos meses por el peridico anarquista La Batalla de Santiago. En cuanto al Per, hemos revisado los ejemplares del peridico La Protesta de Lima del 30 de junio, de agosto, septiembre y noviembre de 1913. 7. Ricardo Melgar Bao, El anarquismo y la cultura de las clases y minoras subalternas en Per, 2011 8. Unin Libre, La Protesta, Lima, Noviembre de 1913. 9. Camilo Plaza, Abajo la marca humana! El Estado, los trabajadores y el retrato en disputa (1913 y 1917), Indito, 2008; y Eduardo Godoy, 1907 (Iquique) y 1913 (Valparaso): Debacle y rearticulacin. Dos hitos en la historia del movimiento obrero-popular chileno. En: Sergio Gonzlez, Pablo Artaza, Susana Jiles (Editores), A cien aos de la masacre de la Escuela Santa Mara de Iquique, Editorial LOM, pp. 253 270. Vase, asimismo, Luis Tejeda, La Cuestin del Pan. El anarco-sindicalismo en el Per, 1880-1919. Instituto Nacional de Cultura, Banco Industrial del Per, Lima, 1986. 10. Sergio Grez, Los anarquistas y el movimiento obrero. La alborada de la Idea en Chile, 1893-1915, LOM, Santiago, 2007, p. 51, 52, 93, 149, 150 y 182. Vase tambin: Eduardo Godoy Seplveda: Lucha temperante y amor libre. Entre lo Prometeico y lo Dionisiaco. El discurso moral de los anarquistas chilenos al despuntar el siglo XX, 2009 (Indito), p. 19-27. 11. Eduardo Devs, Los que van a morir te saludan. Historia de una masacre, Documentas, 1989. 12. Vctor Muoz, Armando Trivio: wobblie. Hombres, problemas e ideas del anarquismo en los aos veinte, Quimant, Santiago, 2009. 13. Una completa investigacin al respecto es Sergio Gonzalez, El dios cautivo: Las Ligas patriticas en la chilenizacin compulsiva de Tarapac (1910-1922), LOM, Santiago, 2004. 14. En Santiago no se supo nada mediante la prensa de masas y en Tarapac las notas eran evidentemente suavizadas. Vase por ejemplo los peridicos La Provincia y El Tarapac de Iquique o El Mercurio y El Diario Ilustrado de Santiago. 15. Pieza Jurdica, El Surco (Iquique), 18/9/1919 16. Mario Araya, Los wobblies criollos: Fundacin e ideologa en la Regin chilena de la Industrial Workers of the World-IWW (1919-1927), Tesis de Historia, Universidad Arcis, Santiago, 2008 17. En la regin chilena dramtico fue el caso del libertario Julio Rebosio, acusado de ser espa peruano y por lo mismo condenado y torturado por ms de un ao. 18. Vctor Muoz Arde la patria: Los trabajadores, la Guerra de don Ladislao y la construccin forzosa de la nacin en Chile (1918-1921). http://www.pacarinadelsur.com/home/oleajes/164-arde-la-patria-los- trabajadores-la-guerra-de-don-ladislao-y-la-construccion-forzosa-de-la-nacion-chile-1918-1922. 19. Sobre su permanencia en Chile: Lus Alberto Snchez, Haya de la Torre o el poltico, Ercilla, Santiago, 1936, p. 76 y ss; Estudiante peruano. Verba Roja, 1/6/1922 y Mensaje a los trabajadores del Per, Accin Directa, Santiago, 15/6/1922. En 1921 los IWW chilenos invitaron sin xito a las organizaciones afines peruanas y sudamericanas a un congreso internacional. Ver Congreso Internacional Obrero, La Voz del Panadero, Lima, agosto de 1921. Antes y despus hubo otras iniciativas sin mayor xito hasta la fundacin de la ACAT en 1929, en Buenos Aires, aunque entonces el anarcosindicalismo sudamericano estaba bastante mermado. Articulo publicado en el periodico Accion Directa N1, 2011 pag 5-7

Bakunin y las artesLo que sigue a continuacin son algunas anotaciones hechas para el artculo del mismo ttulo, citas y fragmentos.El deseo de destruir es al mismo tiempo un deseo creador este pensamiento de Bakunin (1814-1876), repetido de muchas maneras a lo largo de su fantsticamente activa vida tanto en la accin como en las ideas, pareciera haberse adelantado al programa de los Dadastas de 1916, un grupo artstico que reuna espritus rebeldes contra el absurdo de una civilizacin que les haba llevado a una guerra de proporciones mundiales (la primera guerra mundial, llamada hasta entonces la gran guerra). Los Dadastas sentan que tenan por delante una gran labor destructiva para echar abajo toda la hipocresa y necedad de un arte que era fiel expresin de esa sociedad edificada sobre millones de cadveres.Bakunin fue en gran medida un pensador anarquista, pero superaba a sus escritos su habilidad como hacedor de revueltas. La accin desencadenada por este coloso dentro del campo de las ideas y de la accin directa, atrajo a muchos artistas de talla mundial del siglo XIX, tales como Len Tolstoi (1829-1910, escritor, autor entre otras muchas obras de La Guerra y la Paz, Ana Karenina, Resurreccin e innumerables cuentos), Richard Wagner (1813-1883, compositor y dramaturgo, autor entre otras obras de El Buque Fantasma, Tannhauser, Lohengrin, Los Maestros cantores de Nuremberg, El Anillo de los Nibelungos, Tristn e Isolda, Parsifal....) y George Sand (1804-1976, cuyo verdadero nombre era Aurora Dupin, baronesa Dudevant, novelista francesa que escribi algunas obras de inspiracin social como Consuelo), entre otros muchos artistas de su poca, quienes le frecuentaban con mucha regularidad y de cuya relacin nos disponemos a comentar.Lneas atrs mencionamos uno de los pensamientos de aparicin constante en la obra de Bakunin, de hecho no recordamos qu escritor dijo alguna vez que un artista era alguien aferrado a unas cuantas ideas bsicas que se encargaba de desarrollar a lo largo de su vida de muchas maneras diferentes, pero preservando la esencia de las mismas. George Orwell es una de esas figuras que durante su vida y a lo largo de toda su obra, despleg, entre otras ideas centrales, su ataque a toda forma de totalitarismo, toda forma de esclavitud y dominio de unas personas por parte de otras. De igual manera, no hay escrito de Bakunin que no se apoye en las siguientes ideas: Hay que desatar las malas pasiones1 Toda forma de organizacin debe venir de la libre unin entre las personas que se vinculan para la accin colectiva confiando unas en otras y porque la accin conjunta les parezca preferible a la aislada. Es necesario desencadenar la revolucin universal e instaurar en todas partes el colectivismo anarquista (261). El amor a la libertad y un odio invencible contra toda opresin, odio ms intenso incluso cuando la opresin pesaba no sobre m sino sobre los otros (107). Buscar mi felicidad en la felicidad de los otros, mi dignidad en la dignidad de los que me rodean, ser libre en la libertad de los otros, tal es todo mi credo, la aspiracin de toda mi vida. He considerado que el ms sagrado de todos mis deberes era rebelarme contra toda opresin, fuera cual fuere el autor o la vctima. (Ibid)En la escala de la felicidad humana segn Bakunin, en primer lugar estaba en morir combatiendo por la libertad; en segundo lugar, el amor y la amistad y en tercer lugar la ciencia y el arte. Grigory Uyrubov, nos comenta que hacia principios de 1870 tuvo la oportunidad de ver como Bakunin se entreg a un intenso trabajo literario. Poco de lo que escribi durante su vida fue publicado en el curso de la misma, casi todo lo que nos llega de Bakunin y su pensamiento escrito, fue publicado tras su muerte. Bakunin resultaba muy disperso a la hora de escribir. Escribi ensayos, artculos, folletos e incluso libros que en su mayor parte permanecieron en anaqueles, algunos como pruebas de imprenta y otros en forma de manuscritos. Nunca exista el dinero suficiente para publicarlas, todo el dinero que Bakunin consegua era invertido en correspondencia, ayuda a exiliados, conformacin de grupos de propaganda ideolgica en diversos pases. La lucha literaria de Bakunin era controlada por impulsos inmediatos, casi arrebatos intensos que tomaban los caminos ms insospechados. Muchas veces empezaba con una carta que se extenda en la forma de folleto y segua creciendo hasta que se converta en un volumen bastante amplio. A veces, mientras escriba un texto destinado a convertirse en un folleto, apareca una idea nueva que le inquietaba y se dispona inmediatamente a trabajarla; con lo cual otro folleto quedaba por largo tiempo inconcluso. Representaba una contrariedad para Bakunin esta manera de escribir? Creemos que no. A lo largo de su vida cada una de sus obras era una reelaboracin por distintas vas de aquellas ideas centrales de todo su pensamiento.Para Bakunin era importante mantenerse fiel a sus ideas amplindolas y defendindolas a como diera lugar segn el lugar y la circunstancia. En 1820 el Escritor y poeta italiano Silvio Pellico (1789-1854) form parte de una huelga de carboneros que se dio en esa poca y fue recluido en prisin por su actividad poltica. Curiosamente su obra ms destacada fue el relato de su vida en Prisin titulado Mis Prisiones. De este escritor italiano Bakunin argumentaba que haba perdido el odio hacia sus verdugos y su rebelda caracterstica para convertirse en un mstico a su salida de la crcel. Para Bakunin, que haba sufrido prisin en tres pases distintos desde hasta (), que haba sufrido escorbuto en las mismas hacindole perder casi todos sus dientes, encontr alivio en una obra de teatro que haca y rehaca en su cabeza. De esta obra James Guillaume nos comenta: El tema era Prometeo, a quien la Autoridad y la Violencia, haban encadenado en un pico rocoso por haber desobedecido al dspota del Olimpo, y que las Ninfas del Ocano iban a consolarle. Y con su voz gastada nos cant una melopea compuesta por l mismo, con las que las ninfas reducan los sufrimientos del Titn cautivo (265).Si bien Bakunin encontr alivio a su triste y prolongado cautiverio soando l mismo una obra teatral, no menos era l un personaje que inspiraba a escritores y msicos. De hecho Ivan Turgueniev (1818-1883, escritor y novelista ruso, autor de El Humo, Relatos de un cazador, Padres e hijos y Tierras vrgenes entre otras obras) ya en 1856 se inspir en la colosal figura de Bakunin para su relato titulado Rudin. Fue en 1848 cuando se conocieron en Berln, ciudad donde se encontraron en una misma casa en la que ambos haban alquilado habitaciones y en la que compartieron siete meses de febriles charlas en torno a revueltas y la necesidad de accin, conversaciones que se prolongaban hasta muy altas horas de la noche.Vissarin Belinski en una carta fechada el 8 de Octubre de 1839 a Nikolai Stankevich, le relata el encuentro con Bakunin en Mosc hacia finales de 1837. De este encuentro surgen estas lneas respecto a las artes: Bakunin fue (en aquel momento) el primero en proclamar que la verdad se encuentra en la objetividad y que en poesa la subjetividad es negacin de aqulla; que hay que buscar el infinito en todos los puntos; que en el arte puede descubrirse a travs de la forma y no a travs del contenido pues el contenido mismo se expresa a travs de la forma, y donde ocurre lo contrario no hay arte (49-50).Para Belinski su contacto con Bakunin se traduca en estas frases:Un mundo nuevo, una vida nueva! Abajo el yugo del deber, al diablo el moralismo viciado y los razonamientos sobre el ideal! El hombre puede vivir: todo, cada momento de su vida es grande, verdadero y sagrado.(50)Una descripcin de Bakunin: Mijail es un hroe. Tiene un poderoso pensamiento, una gran dialctica; su alma es profunda y su intuicin amplia; tiene sed de accin, busca la tempestad y la lucha. (50-51)El msico Adolf Reichel, conoci en Dresde a Mijail Bakunin, Pavel Bakunin (el hermano) e Ivan Turgueniev, tres hombres de una poco usual estatura fsica hacia 1842. A comienzos de 1843, se reuni en casa del editor Arnold Ruge (quien publicaba el Hallische Jahrbucher -Anales de la Halle) donde eran frecuentes los encuentros con jvenes de ideas en pro de la liberacin de todo el gnero humano. Se trataba del Museo Literario, un espacio para discutir diversas lecturas, la mayora relacionadas con artculos de peridicos, la mayora de los cuales haban sido suprimidos de los Anales de la Halle por la censura de Dresde. La intencin era hacerlos imprimir en Zurich en forma de un solo volumen. En estos Anales de la Halle, Bakunin haba publicado un texto cuyas palabras culminantes fueron . Para Reichel: Aquellas palabras sonaban extrasimas a mis odos pues, encerrado en mi mundo musical, me haba preocupado siempre mucho ms por conservar lo que haba ganado que por destruir un mal supuesto (70).Las actitudes conservadoras a las proposiciones de Bakunin, le ganaron una muy difcil estima entre sectores como la Diplomacia Rusa y lo hacan indeseable a la ciudad de Dresde, de ah que el mismo Arnold Ruge le apoye y oculte. Fue de hecho en Junio de 1844 que se emiti en Sentencia del consejo de estado Ruso en San Petersburgo, una orden de captura si intentaba volver a pisar territorio ruso, destituyndosele de su graduacin como oficial que haba dimitido el ejrcito de ese pas y retirndole su ttulo nobiliario e incautacin de todos aquellos bienes que tuviese. La sentencia inclua que de entrar a territorio ruso, sera deportado a Siberia y condenado a trabajos forzados.Bakunin nunca goz de fortuna material cuando vivi fuera de Rusia. Los Marxistas siempre le acusaron de ser un conde y de poseer propiedades que lo converta en un explotador, pero a lo largo de muchas correspondencias que hacen alusin a l, se revela que Bakunin viva de pedir prestado a quienes le rodeaban y stos saban, que nunca recibiran el dinero que le prodigaban a Bakunin, porque ste inverta ese dinero en ayudar a gente en situaciones desesperadas y en fomentar vnculos para la expansin de ideas de liberacin, revueltas, ediciones de folletos, colaboraciones con peridicos independientes.Bakunin de hecho haba conocido a Marx en Paris en 1844 y a pesar de que el primero admiraba profundamente al segundo, nunca sus relaciones fueron todo lo amistosas que inicialmente Bakunin hubiera querido. En palabras de Bakunin: Nuestros temperamentos no concordaban. l (Marx) deca que yo era un idealista sentimental, y tena razn; yo le llamaba prfido vanidoso e hipcrita, y tambin yo tena razn (83).Las diferencias entre Bakunin y Marx se acentuaran con los aos. Cuando Bakunin viva en Bruselas hacia inicios de 1848 se hizo patente para ste que tales diferencias iran a marcar hondos abismos entre ambos. Marx acababa de fundar una seccin de comunistas alemanes tanto en Paris como en Bruselas y ayudado tanto por comunistas franceses como ingleses haba fundado junto a Engels una primera asociacin internacional de comunistas de diversos pases en Londres. Fue entonces cuando Engels y Marx redactaron como representantes de esta asociacin el Manifiesto de los comunistas.Mientras, Bakunin se ocupaba del movimiento revolucionario europeo y estaba ms dispuesto a destruir el orden existente que en edificar y organizar lo que existira despus. Para Bakunin cualquier civilizacin edificada o planeada de antemano, acabara por destruir la fuerza generadora de la realidad particular de cada revolucin y ahogara bajo la imposicin y el autoritarismo, cualquier posibilidad de autoorganizacin para la libertad. Bakunin deseaba que a travs de la revolucin, los pueblos eslavos se liberaran del dominio germano. En sus palabras deseaba la destruccin de los imperios ruso, austraco, prusiano y turco, y con la reorganizacin de los pueblos de abajo hacia arriba, con su propia libertad, sobre la base de una completa igualdad econmica y social, y no por medio de la fuerza de una autoridad, por revolucionaria que ella misma diga que es y por lo inteligente que en realidad sea (...) mis ideas y mis aspiraciones no le gustaban nada a Marx en primer lugar porque no eran las suyas; tambin porque eran contrarias a sus convicciones de comunista Autoritario; y en ltimo lugar porque como patriota alemn no admita entonces, como no consigue admitir ahora, el derecho de los eslavos a emanciparse del yugo de los alemanes, ya que piensan, tanto hoy como entonces, que los alemanes estn llamados a civilizarles, es decir a germanizarlos con su consentimiento o por la fuerza.(102-103)Durante toda su vida Bakunin vivira con pocas o con ninguna comodidad. Siempre entregado a las faenas de su espritu y su accin, siempre recibi apoyo de sus amigos y brind apoyo. En una carta que enva a sus hermanos y hermanas desde Pars el 1ro de mayo de 1845, comenta: No me he inclinado ante lo que se llama las necesidades del mundo real, y les sigo haciendo guerra como en el pasado; y como en el pasado, confo vencerlas; mi fe, mi absoluta fe en la alta grandeza del hombre, en su misin sagrada, en la libertad como nica fuente y como objetivo de su vida, sigue inclume; no ha disminuido sino que ha crecido, se ha fortalecido y ha tomado mayor amplitud en la lucha. Mi divisa, mi grito de guerra es ; y no me echar hacia atrs en ninguna de mis reivindicaciones (92).Ha habido siempre en mi naturaleza un defecto capital: el amor que he sentido por lo fantstico, por las aventuras extraordinarias e inauditas, por las expresiones que abren horizontes ilimitados y de los que nadie puede prever el final (107).Mijail Bakunin a su hermano PavelPars, 29 de Marzo de 1845Amo, Pavel, amo apasionadamente; no s si puedo ser amado como me gustara serlo, pero no desespero; s al menos que tiene mucha simpata por m; debo y quiero merecer el amor de la que me ama, amndola religiosamente, es decir activamente; ella est sometida a la esclavitud ms terrible e infamante; y yo debo liberarla luchando contra sus opresores y encendiendo en su corazn el sentido de su propia dignidad, suscitando en ella el amor y la necesidad de la libertad, los instintos de la rebelin y la independencia, recordndole a ella misma sus sentimientos acerca de su fuerza y sus derechos. Amor es querer la libertad, la independencia total del otro, es este el primer acto de amor verdadero; es la emancipacin completa del objeto al que se ama; verdaderamente no se puede amar ms que a un ser perfectamente libre, independiente no solamente de todos los dems sino incluso y sobre todo de aquel de quien es amado y a quien se ama. Esta es mi profesin de fe poltica, social y religiosa, ste es el sentido ntimo no slo de mis acciones y mis tendencias polticas, sino hasta donde puedo de mi existencia particular e individual; porque el tiempo en el que estos dos tipos de acciones podran ir por separado est ya muy lejos; ahora el hombre quiere la libertad en todas las acepciones de esta palabra, o no la quiere. Querer, al amar, la dependencia de aquella persona a la que se ama, es amar una cosa y no un ser humano, pues el hombre solamente se distingue de la cosa por la libertad; y si el amor tambin implicara la dependencia sera lo ms peligroso y lo ms infamante del mundo, porque reaviva entonces una fuente inagotable de esclavitud y embrutecimiento para la humanidad. Todo lo que emancipe a los hombres, todo lo que al hacerlos entrar en s mismos suscita en ellos el principio de su vida propia, de una actividad original y verdaderamente independiente, todo lo que les da la fuerza para ser ellos mismos, todo esto es verdad; todo lo dems es falso, liberticida, absurdo. Emancipar al hombre es la nica influencia legtima y bienhechora. Abajo todos los dogmas religiosos y filosficos, no son ms que engaos! La verdad no es una teora sino un hecho, la vida misma, es la comunidad de los hombres libres e independientes: es la unidad del amor que surge de las profundidades misteriosas e infinitas de la libertad individual (...) No me trateis de cruel; es ya hora que nos saquemos de encima la sensiblera impotente e irreal; ya es hora de que seamos hombres, unos hombres tan fuertes y constantes en el odio como en el amor. No debe haber perdn sino guerra implacable contra mis enemigos, porque son los enemigos de todo cuanto hay de humanos en nosotros, enemigos de nuestra dignidad y nuestra libertad.Hemos amado demasiado tiempo, ahora queremos odiar.S, la capacidad de odiar es inseparable de la capacidad de amar.(89-91).George Sand se vio envuelta en una intriga llevada adelante por Newe Rheinische Zeitung que se publicaba en Colonia y que era dirigido por Marx, en la cual se acusaba a Bakunin de ser agente secreto al servicio de Rusia en contra de la unin de los eslavos contra los imperios Ruso y Austro Germano, y se acusaba a Bakunin de ser el causante de la delacin y detencin de unos activistas y revolucionarios polacos. Se deca que George Sand tena papeles que inculpaban a Bakunin de estas atrocidades. Ello sucedi el 6 de Julio de 1848. Para Bakunin era claro que Marx estaba detrs de esta conjura para desprestigiarle. En sus palabras: Para castigarme por mi audacia al tratar de conseguir la realizacin de una idea diferente e incluso opuesta a la suya, Marx se veng a su manera (118).Bakunin que haba estado relacionado con George Sand durante su reciente estancia en Paris, escribi pronto a esta autora mientras los amigos alemanes y eslavos se alejaban desconfiados de Bakunin. Recibi a los pocos das una carta de George Sand en la que inclua la copia de una carta dirigida a la redaccin de Newe Rheinische Zeitung en la que exiga una retractacin solemne y completa pues ella nunca haba dado motivos para que se levantaran tales infamias contra Bakunin.Marx se retract echndole la culpa al corresponsal de Pars quien habra publicado esa crnica durante su ausencia. Unos meses despus de esto, Bakunin y Marx se encuentran en Berln. A decir de Bakunin: Amigos comunes nos forzaron a darnos un abrazo. Y entonces, en medio de una conversacin medio en broma, medio en serio, Marx me dijo:. Yo le contest que si su sociedad secreta no tena otra cosa que hacer que matar a las personas que no les gustaban, no poda ser otra cosa que una sociedad de criados o fanfarrones ridculos. Despus de esta conversacin no volvimos a vernos hasta el ao 1864 (119).En Julio de 1848 Bakunin estuvo en Berlin, de ah a Breslau, en Octubre fue expulsado de Prusia y se fue a Dresde, Luego a Kothen y a Dessau donde escribira su llamamiento a los eslavos; luego pas a Leipzig y de ah a Dresde en 1849 donde Richard Wagner estaba presentando la Novena Sinfona de Beethoven. Bakunin, que se estaba escondiendo de la polica, fue en secreto al ensayo general. Al terminar el mismo, se acerc a Wagner gritndole que si en la conflagracin universal toda msica se vea condenada a desaparecer, debamos, aunque fuera arriesgando nuestras vidas, salvar aquella sinfona.(123) A Richard Wagner debemos una relacin exhaustiva de los hechos de Dresde de ese mismo ao. Ya para esa poca Bakunin era un perseguido por el gobierno austriaco por su participacin en los acontecimientos de Praga del verano de 1848. Segn Wagner, en la poca en que conoci a Bakunin, ste ya no buscaba a los intelectuales. Lo que quera encontrar eran personalidades enrgicas dispuestas a la accin (125)Wagner nos comenta que una y otra vez intent convencer a Bakunin de la necesidad de preservar para el porvenir, obras y testimonios artsticos de esta poca y de las anteriores. Segn el msico y compositor alemn, a Bakunin todo le pareca prematuro y no quera admitir que fuera posible basar las leyes del porvenir en las leyes de la mala sociedad actual, pues ese porvenir sera la resultante de una organizacin del mundo totalmente diferente (128).Para Bakunin (como para los Dadastas unos sesenta aos despus) La sociedad tal como estaba constituida deba desaparecer porque ella era la causa de todas las opresiones del hombre por el hombre. Solo en una sociedad edificada desde la libertad de asociacin en la igualdad, podra producir una sociedad justa y en esa sociedad los hipcritas valores artsticos de la civilizacin hasta entonces, no seran tiles y nacera una nueva ciencia y un nuevo arte, liberado de dominaciones e imposiciones autoritarias. La insurreccin de Dresde de Mayo de 1849, sera el marco propicio para el desarrollo de todo el fervor de accin de Bakunin y, para Wagner, representaba la liberacin del puesto que el msico ocupaba en la ciudad de Dresde y que le causaba opresin y disgusto. Sajonia y Alemania se disponan a solucionar un conflicto que llevaba largos aos de tensin, era el momento que Bakunin aprovechara para actuar y tratar de iniciar desde all, la gran labor regenerativa que impona la destruccin. Las cmaras haban sido disueltas por un nuevo ministro nombrado por el rey, las personas se agolpaban en las calles para discutir lo que deba ser hecho, incluso si reconocer o no a la autoridad que les haba sido impuesta. Comits de fbricas y talleres, manifestaciones pblicas. Se instal a unos cuantos diputados de las cmaras, como gobierno provisional. Bakunin se rea de la ingenuidad con la que la ciudad y sus habitantes se entregaban a la planificacin de la defensa de la ciudad e incluso al armisticio.Wagner se sinti enfebrecido ante la posibilidad de accin, fue a la casa de un amigo cazador que por aquellos das se encontraba fuera de la ciudad y que tena unos fusiles para emplear l mismo una de esas armas, aconsejndole a la esposa de su amigo que colocase los fusiles restantes a disposicin del Comit de Patriotas antes que la gente llegara a arrebatrselos.Bakunin saba que slo se poda esperar un ataque muy bien organizado del ejrcito prusiano y destin todas sus fuerzas a organizar la resistencia ante la poca experiencia y pericia que demostraban los revolucionarios de Dresde. Entre tanto, en toda Alemania se producan levantamientos, en Leipzig se formaron grupos de estudiantes que marcharon hacia Dresde para combatir a los prusianos. El 6 de Mayo por la maana, la barricada de la calle del Mercado nuevo haba sido penetrada por el ejrcito invasor e inmediatamente fueron repelidos por un grupo de voluntarios de la ciudad quienes abrieron un fuego tan intenso como inesperado que provoc la huda inmediata de los asaltantes. Bakunin estuvo entre esos voluntarios. Tras este intento, Bakunin y sus consejos referentes a la organizacin de la defensa, fueron admitidos en el frente, incluso la incorporacin al consejo militar de oficiales polacos experimentados que Bakunin conoca. El 7 de Mayo lleg a Dresde una columna de mineros de Erzgebirge que acuda en ayuda de la ciudad. Durante todo ese da llegaron refuerzos parecidos. Los prusianos atacaron simultneamente varios puntos de la ciudad. Cuatro caones pequeos que haban trado los recin llegados, sirvieron para repeler desde las barricadas a los asaltantes.Aos despus (1862/63) Alexander Herzen comentara: Bakunin se convirti en seguida en comandante militar en Dresde; siendo ex oficial de artillera, ense arte militar a profesores, msicos, farmacuticos...les aconsej que pusieran la de Rafael y los cuadros de Murillo en las murallas de la ciudad para utilizarlos como escudo contra los prusianos, de quienes deca que eran zu kassich gebildet -de formacin demasiado clsica- para atreverse a disparar contra Rafael (204).Entre tanto, el viejo edificio de la pera en la que semanas antes Wagner haba hecho la ltima presentacin de la Novena Sinfona, arda en llamas. Se le dijo a Wagner que haba sido incendiado voluntariamente ya que un edificio hecho con tantos materiales combustibles, poda representar un peligro para la ciudad. Wagner atribua la accin al hecho sabido que ese edificio afeaba con su presencia el palacio del Zwinger. Algunos espectadores crean que el gabinete de historia natural desaparecera y otros consideraban que slo la sala de las armaduras correra peligro pero un miliciano que oy el comentario dijo que no tena importancia ya que as los arderan tambin. Por amor al arte se impidi sin embargo que el fuego se extendiera y, en realidad, no caus grandes daos (137). El 8 de Mayo, cuando Wagner se abra paso por las barricadas para llegar al ayuntamiento, un guardia le grit seor maestro, la divina chispa de la alegra ha surgido; el viejo edificio podrido se ha quemado del todo (137) se refera al edificio de la pera.El consejo de guerra se haba plegado a la decisin del gobierno provisional de hacer una retirada armada hacia las montaas de Erzgebirge donde se deca que se estaba concentrando refuerzos que venan de todos lados. A Bakunin le pareca que tal retirada era inoportuna, ello podra desmoralizar a las tropas de refuerzo. Los soldados prusianos haban entrado en la cuidad y luchaban de casa en casa penetrando una a una. Las barricadas ya no eran eficientes. Ello motiv la retirada hacia las montaas de Erzebirge. La ciudad de Dresde cay. Bakunin se encuentra a Wagner en la carretera y le cont cmo haban talado los rboles de la avenida de Maximiliano para garantizar su flanco izquierdo de un eventual ataque de la caballera prusiana. Las quejas de los que vivan en la avenida le resultaban muy divertidas (141). Heubner, uno de los jefes del gobierno provisional, desplaz parte de sus tropas hacia la ciudad de Freiberg y aloj a Wagner y a Bakunin en su casa. En esa oportunidad, Heubner le pregunt a Bakunin si su objetivo poltico era la repblica roja para Alemania. He aqu lo que le contest Bakunin segn relata Wagner: Bakunin le contest que no tena planes para ninguna forma especfica de gobierno y que l no estaba dispuesto a dar su vida por ninguna de esas formas. En cuanto a sus de