Claudio Bravo Em Madri

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Sobre uma exposição de Claudio Bravo.

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Claudio Bravo espera llegar a ser un clsicoEl pintor chileno expone en Madrid sus ltimos lienzos y pastelesMS INFORMACINEl modelo de CristoLa sala de la calle Orfila no tenia ayer su pulcritud habitual; haba un trasiego de cuadros por el suelo, latas de barniz, embalajes recin destripados y en medio, el artista que daba con precisin matemtica la pauta para la disposicin de los cuadros. Reacio a las entrevistas, a Claudio Bravo slo le seduce la conversacin sobre la pintura, lo que se desvela desde las primeras palabras: "Uno firma el cuadro y ya te aburre, te desentiendes de l, o cuando lo ves colgado en la galera dices: 'Qu pena, deb quedrmelo!'. Nunca s dnde est un cuadro mo. Quisiera conservar algunas piezas; pero siempre acabo desprendindome de ellas. Me pas con Las tentaciones de San Antonio, lo haba tenido en casa mucho tiempo; o con un Cristo enorme, que tambin lo conserv cerca hasta que de repente un da, hablando con el rey Juan Carlos, se lo regal. Me va a costar mucho hacer una coleccin particular de mis obras porque soy bastante generoso con ellas. Llega un momento en que las regalo. Quisiera encontrar los dibujos de mi primera poca para recomprarlos!, pero cuesta mucho que aparezcan".Claudio Bravo acumula objetos muy variados: "Colecciono esculturas y cristales grecorromanos, adems de mrmol y bronces de esa poca. Tambin del Renacimiento, todo lo que pueda: muebles italianos o espaoles. En realidad, por curioso que parezca, amontono mucha. ms escultura que pintura". Esos objetos coleccionados luego intervienen en las obras: "Perfecta y naturalmente, las cosas que son objetos decorativos en la casa aparecen en mis cuadros, y a veces se repiten. Convivo con ellos y es lgico". Como los morteros, de piedra, de mrmol, de barro: "Tengo en la casa una escalera donde estn llenos todos los peldaos de morteros, son unos 40, y cuando quiero, los utilizo en los bodegones".Unas naturalezas muertas carentes de smbolos: "Hay poco de simblico y a veces, en los cuadros, hasta una desconexin entre los objetos para evitar el smbolo, lo que hago es un choque entre elementos, por contrastes que se dan por el color, las formas o las materias. A veces s, como en Vanitas o en La Bacanal, que estn llenos de smbolos; pero prefiero la pureza de la idea que transmite el objeto por s mismo al retorcimiento del pensamiento que aporta el smbolo".En el Vanitas hay un ngel: "All agregu una ngela ". Los ngeles le visitan? "Qu pregunta tan rara! Aunque la verdad es que los pinto mucho... y me persiguen desde muy joven, cuando hice una cantidad de dibujos con el tema de la cada de los ngeles. Siempre me ha fascinado el hecho de un ser humano desnudo con grandes alas. Lo encuentro muy potico. Es una manera de escapar de la realidad, pues el realismo es realismo tan pesado! La realidad todo el tiempo: hay que ponerle un poquito de alas. Antes se insista mucho en pintar lo humano por una parte y lo divino por otra. El realista espaol pinta mucho lo humano; yo intento -no s si me sale o no- siendo realista, partir de la realidad llana para llegar a una realidad nueva. En esta exposicin se nota mucho esa voluntad de exagerar ciertas cosas de la realidad, no reproducirlas fielmente. Se trata de idealizar la realidad. Yo no s si soy un realista duro, siempre matizo e intento mejorar la realidad; parto de ella, giro en su derredor. Aunque quiera hacerlo todo tal cual, el artista que llevo dentro se impone. A veces interviene una musicalidad, una poesa que llega de repente y comienzo a meter color, trazos y se da otro phatos".Hace ms de 20 aos se fue Bravo a vivir a Tnger y resulta una especie de nuevo orientalista. "Nada que ver con los del XIX. Eran pintores viajeros, como Fortuny. En el siglo XX hay un tipo de orientalista nuevo que est marcado por Matisse, se parte de l". Y a pesar de las dos dcadas, no ha aprendido el rabe: "Slo s decir cuatro insultos y algunas palabras de cocina".En sus obras, las referencias del arte espaol del siglo XVII estn claras: "Quiero ser el pintor que pinta a los pintores. Me propuse ser un clsico de verdad cuando comenc a poner las fechas en nmeros romanos, y fue precisamente en Madrid. Esa era una manera a ultranza de perseguir lo clsico".