En el nombre del PADRE, y del HIJO y del ESPÍRITU...

2
“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias. Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos. Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp. Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626, Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.cl Impresor: B & B impresores. Tel.- 227578500 - Los Lingues 750, Quilicura. Año XLII, Nº 2.217 La Santísima Trinidad (S) 11 de junio de 2017 Lu 12: 2Cor 1, 1-7; Sal 33, 2-9; Mt 4, 25−5, 12. (S. Onofre) Ma 13: 2Cor 3, 4-11; Sal 118, 129-133. 135; Mt 5, 13-16. O bien (LS): Is 61, 1-3; Sal 88, 2-5. 21-22. 25. 27; Lc 10, 1-9. San Antonio de Padua, p. y d. (MO) Mi 14: 2Cor 3, 4-11; Sal 98, 5-9; Mt 5, 17-19. (S. Eliseo) Ju 15: 2Cor 3, 15−4, 1. 3-6; Sal 84, 9-14; Mt 5, 20-26. (S. Guido/ Sta. Micaela/ S. Leónidas) Vi 16: 2Cor 4, 7-15; Sal 115, 10-11. 15-18; Mt 5, 27-32. (S. Aureliano) 17: 2Cor 5, 14-21; Sal 102, 1-4. 8-9. 11-12; Mt 5, 33-37. Santa María en Sábado (S. Ismael/ Sta. Isabel) Do 18: EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO (S) Deut 8, 2-3. 14-16; Sal 147, 12-15. 19-20; 1Cor 10, 16-17; Jn 6, 51-58. (S. Salomón/ S. Manuel) Dios Nos Habla Cada Día E l domingo de la Santísima Tri- nidad, que hoy celebramos, es como una transición entre los cin- cuenta días de Pascua y los domingos del tiempo ordinario. En estricto rigor, esta fiesta no hubiera sido necesaria en el calendario litúrgico, pues todas nuestras celebraciones están siempre centradas en el Dios Trino. Pero no es superfluo el que un domingo celebre- mos la Eucaristía, con la mirada puesta de manera explícita en Dios, que es Pa- dre, Hijo y Espíritu Santo, y lo hagamos al concluir la Pascua, en la que hemos contemplado y celebrado la actuación salvadora y poderosa del Padre, la en- trega filial y redentora del Hijo y la do- nación vivificadora del Espíritu. Celebrar al Dios Trino puede parecer para algunos algo abstracto y frío, pero es todo lo contrario. Precisamente, las lecturas bíblicas de hoy nos revelarán a un Dios cercano, “compasivo y bonda- doso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad” (1ª lectura), Dios del amor y la paz (2ª lectura) y el Dios que tanto amó al mundo que entregó a su Hijo, para que los que creen en él ten- gan Vida eterna (Evangelio). En Cristo, que es el Hijo de Dios y a la vez nuestro hermano, se nos ha dado revelado el misterio de Dios, que es comunión de amor, y también se nos ha revelado quienes somos nosotros: partícipes de esa comunión de amor, llamados a testimoniarla en la vivencia de la caridad. Entonces, la mejor manera de creer y conocer la Santísima Trinidad es seguir los pasos y enseñanza de Jesús, quien vivió como Hijo querido de Dios Padre y que, movido por su Espíritu, se dedicó a mostrar el amor de Dios y hacernos par- tícipes de Él. COMISIÓN NACIONAL DE LITURGIA EL DOMINGO MAYO - JUNIO 2017 00200721 FE Y VOCACIÓN La Biblia presenta numerosos relatos de vocación y de respuesta de jóvenes. A la luz de la fe, estos gradual- mente toman conciencia del proyecto de amor apasiona- do que Dios tiene para cada uno. Esta es la intención de toda acción de Dios, desde la creación del mundo como lugar «bueno», capaz de acoger la vida, y ofrecido como un don como la urdimbre de relaciones en las que con- fiar. Creer significa ponerse a la escucha del Espíritu y en diálogo con la Palabra que es camino, verdad y vida (cfr. Jn 14,6) con toda la propia inteligen- cia y afectividad, aprender a confiar en ella “encarnándola” en lo concreto de la vida cotidia- na, en los momentos en los que la cruz está cerca y en aquellos en los que se experimenta la alegría ante los signos de resurrección, tal y como hizo el “discípulo amado”. Este es el desafío que interpela a la comunidad cristiana y a cada creyente individual. El espacio de este diálogo es la conciencia. Como enseña el Concilio Vaticano II, esta es «el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquélla» (Gaudium et spes, 16). Por lo tanto, la conciencia es un espacio inviolable en el que se manifiesta la invitación a acoger una prome- sa. Discernir la voz del Espíritu de otras llamadas y decidir qué respuesta dar. Es una tarea que corresponde a cada uno: los demás lo pueden acompañar y confirmar, pero nunca sustituir. SÍNODO DE LOS OBISPOS XV ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional DOCUMENTO PREPARATORIO En el nombre del PADRE, y del HIJO y del ESPÍRITU SANTO Dom Junio 11 de 2017.indd 3 31-01-17 12:43

Transcript of En el nombre del PADRE, y del HIJO y del ESPÍRITU...

“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp.Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626,Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.clImpresor: B & B impresores. Tel.- 227578500 - Los Lingues 750, Quilicura.

Año XLII, Nº 2.217 La Santísima Trinidad (S) 11 de junio de 2017

Lu 12: 2Cor 1, 1-7; Sal 33, 2-9; Mt 4, 25−5, 12. (S. Onofre)

Ma 13: 2Cor 3, 4-11; Sal 118, 129-133. 135; Mt 5, 13-16. O bien (LS): Is 61, 1-3; Sal 88, 2-5. 21-22. 25. 27; Lc 10, 1-9.

San Antonio de Padua, p. y d. (MO)Mi 14: 2Cor 3, 4-11; Sal 98, 5-9; Mt 5, 17-19. (S. Eliseo)

Ju 15: 2Cor 3, 15−4, 1. 3-6; Sal 84, 9-14; Mt 5, 20-26. (S. Guido/ Sta. Micaela/ S. Leónidas)

Vi 16: 2Cor 4, 7-15; Sal 115, 10-11. 15-18; Mt 5, 27-32. (S. Aureliano)

Sá 17: 2Cor 5, 14-21; Sal 102, 1-4. 8-9. 11-12; Mt 5, 33-37. Santa María en Sábado (S. Ismael/ Sta. Isabel)

Do 18: EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO (S) Deut 8, 2-3. 14-16; Sal 147, 12-15. 19-20; 1Cor 10, 16-17; Jn 6, 51-58. (S. Salomón/ S. Manuel)

Dios Nos Habla Cada DíaEl domingo de la Santísima Tri-

nidad, que hoy celebramos, es como una transición entre los cin-cuenta días de Pascua y los domingos del tiempo ordinario. En estricto rigor, esta fiesta no hubiera sido necesaria en el calendario litúrgico, pues todas nuestras celebraciones están siempre centradas en el Dios Trino. Pero no es superfluo el que un domingo celebre-mos la Eucaristía, con la mirada puesta de manera explícita en Dios, que es Pa-dre, Hijo y Espíritu Santo, y lo hagamos al concluir la Pascua, en la que hemos contemplado y celebrado la actuación salvadora y poderosa del Padre, la en-trega filial y redentora del Hijo y la do-nación vivificadora del Espíritu.

Celebrar al Dios Trino puede parecer para algunos algo abstracto y frío, pero es todo lo contrario. Precisamente, las lecturas bíblicas de hoy nos revelarán a un Dios cercano, “compasivo y bonda-

doso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad” (1ª lectura), Dios del amor y la paz (2ª lectura) y el Dios que tanto amó al mundo que entregó a su Hijo, para que los que creen en él ten-gan Vida eterna (Evangelio).

En Cristo, que es el Hijo de Dios y a la vez nuestro hermano, se nos ha dado revelado el misterio de Dios, que es comunión de amor, y también se nos ha revelado quienes somos nosotros: partícipes de esa comunión de amor, llamados a testimoniarla en la vivencia de la caridad.

Entonces, la mejor manera de creer y conocer la Santísima Trinidad es seguir los pasos y enseñanza de Jesús, quien vivió como Hijo querido de Dios Padre y que, movido por su Espíritu, se dedicó a mostrar el amor de Dios y hacernos par-tícipes de Él.

Comisión naCional de liturgia

EL DOMINGO MAYO - JUNIO 2017

00200721

FE Y VOCACIÓN

La Biblia presenta numerosos relatos de vocación y de respuesta de jóvenes. A la luz de la fe, estos gradual-mente toman conciencia del proyecto de amor apasiona-do que Dios tiene para cada uno. Esta es la intención de toda acción de Dios, desde la creación del mundo como lugar «bueno», capaz de acoger la vida, y ofrecido como un don como la urdimbre de relaciones en las que con-fiar.

Creer significa ponerse a la escucha del Espíritu y en diálogo con la Palabra que es camino, verdad y vida (cfr. Jn 14,6) con toda la propia inteligen-cia y afectividad, aprender a confiar en ella “encarnándola” en lo concreto de la vida cotidia-na, en los momentos en los que la cruz está cerca y en aquellos en los que se experimenta la alegría ante los signos de resurrección, tal y como hizo el “discípulo amado”. Este es el desafío que interpela a la comunidad cristiana y a cada creyente individual.

El espacio de este diálogo es la conciencia. Como enseña el Concilio Vaticano II, esta es «el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquélla» (Gaudium et spes, 16). Por lo tanto, la conciencia es un espacio inviolable en el que se manifiesta la invitación a acoger una prome-sa. Discernir la voz del Espíritu de otras llamadas y decidir qué respuesta dar. Es una tarea que corresponde a cada uno: los demás lo pueden acompañar y confirmar, pero nunca sustituir.

SÍNODO DE LOS OBISPOS XV ASAMBLEA GENERAL ORDINARIALos jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional DOCUMENTO PREPARATORIO

En el nombre del PADRE, y del HIJO y del ESPÍRITU SANTO

Dom Junio 11 de 2017.indd 3 31-01-17 12:43

único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

ReflexiónLa celebración de hoy, nos permite re-flexionar sobre el Dios en el cual cree-mos los cristianos y el lugar que ocupa en nuestra vida. Es una buena ocasión para recordar el primer mandamiento “no tendrás otro Dios más que a mí”. ¿Cómo es la comprensión que tengo de Dios? ¿Tengo una relación cercana y viva con él?

6. Oración UniversalM. Oremos ahora a Dios nuestro Padre, por Jesucristo en la unidad del Espíritu Santo.

1.- Por la Iglesia: que sea signo de la presencia de Dios compasivo y bonda-doso, en medio del mundo. Oremos.

R. Escúchanos, Señor, te rogamos.

2.- Por el Papa, los obispos, los presbí-teros y por todos los que ejercen minis-terios en la Iglesia: que sus vidas sean siempre, a imagen de Cristo, servicio y entrega a los hermanos. Oremos. R.

3.- Por los que no tienen trabajo, por los que se sienten agobiados y cansados, por los que viven sin esperanza, por los que piensan que no tienen motivos para la alegría. Oremos. R.

4.- Por los monjes y monjas que dedican su vida a la oración y a la contemplación, que crezcan en fidelidad a Jesucristo y nos muestren el rostro del Dios vivo. Oremos. R.

(Se pueden agregar otras peticiones de la comunidad)

M. Escucha, Señor y Dios nuestro, nuestra súplica, que sepamos corres-ponder, ayudados por tu gracia, a tu amor y fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Alabanza y Preparación a la ComuniónPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la comunión a los enfermos.

M. Al Padre, fuente de vida, a Jesu-cristo Redentor y al Espíritu Santifi-cador, dirijamos nuestra acción de gracias:

R. Gloria al Padre y al Hijo y al Espí-ritu Santo.

1.- Trinidad Santa, fuente de donde mana todo amor y toda bendición, te alabamos con fe diciendo: R.

2.- Trinidad Santa, que te dignas habitar en todo el que te ama, como en tu templo, te alabamos con fe diciendo: R.

3.- Trinidad Santa, que suscitas, en nuestro mundo, hombres y mujeres de buena voluntad, que testimonian con su vida tu amor, te alabamos con fe diciendo: R.

M. Siguiendo la enseñanza de Jesús y movidos por el Espíritu Santo, que da testimonio que somos hijos de Dios, nos atrevemos a decir: Padre nuestro…

Sugerencias de cantosPueblo de reyes/ Yo creo en Dios que canta/ En el nombre del Padre/ Alegre la mañana/ Un solo Señor, una sola fe/ Donde hay amor y caridad/ Bendigamos al Señor/ Juntos nos acercamos/ A Dios den gracias los pueblos.

Bendito seas en el Templo de tu santa gloria, aclamado y glorificado eternamente por encima de todo. Bendito seas en el trono de tu Reino, aclamado por encima de todo y exal-tado eternamente. R.

Bendito seas Tú, que sondeas los abismos y te sientas sobre los que-rubines, alabado y exaltado eterna-mente por encima de todo. Bendito seas en el firmamento del cielo, acla-mado y glorificado eternamente. R.

4. Segunda Lectura 2Cor 13, 11-13

Creer en Dios no es algo abstracto y frío, es vivir en alegría y armonía. Dios es amor y paz. Así nos lo recuerda san Pablo.

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto. Hermanos: Alégrense, trabajen para alcanzar la perfección,

anímense unos a otros, vivan en ar-monía y en paz. Y entonces, el Dios del amor y de la paz permanecerá con ustedes. Salúdense mutuamen-te con el beso santo. Todos los her-manos les envían saludos. La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo per-manezcan con todos ustedes.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación al Evangelio Aleluia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, al Dios que es, que era y que viene. Aleluia.

5. Evangelio Jn 3, 16-18

Dios ama al mundo y quiere la salvación de todos. Este es el don que Jesucristo ofrece a quien cree en él.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. Dijo Jesús: Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo

1. AmbientaciónHoy, demos gracias a Dios Padre por medio de su Hijo Jesucristo, en la comunión del Espíritu Santo, por encontrarnos reunidos en este do-mingo que llamamos de la Santísima Trinidad, para celebrar el Misterio de Dios en la Eucaristía. Nos dispone-mos, con buen ánimo, para entrar en esta comunión de amor a través de la celebración Eucarística.

2. Primera Lectura Éx 34, 4-6. 8-9

El Dios en el que creemos es un Dios infinitamente grande, pero a la vez cercano y bondadoso con su pueblo.

Lectura del libro del Éxodo. En aquellos días, Moisés subió a la monta-ña del Sinaí, como el Se-ñor se lo había ordenado, llevando las dos tablas en

sus manos. El Señor descendió en la nube, y permaneció allí, junto a él. Moisés invocó el nombre del Señor. El Señor pasó delante de él y excla-mó: “El Señor es un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad”. Moisés cayó de rodillas y se postró, dicien-do: “Si realmente me has brindado tu amistad, dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que éste es un pueblo obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu herencia”.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

3. Salmo Dn 3, 52-56

R. A ti, eternamente, gloria y honor.

Bendito seas, Señor, Dios de nues-tros padres, alabado y exaltado eternamente. Bendito sea tu santo y glorioso Nombre, alabado y exaltado eternamente. R.

Ciclo A - Color Blanco

Dom Junio 11 de 2017.indd 5 31-01-17 12:43