Erle Stanley Gardner [=] El caso del reloj enterrado

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Erle Stanley Gardner E E l l c c a a s s o o d d e e l l r r e e l l o o j j e e n n t t e e r r r r a a d d o o

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Una estoria de Perry Mason

Transcript of Erle Stanley Gardner [=] El caso del reloj enterrado

  • Erle Stanley Gardner

    EEll ccaassoo ddeell

    rreelloojj

    eenntteerrrraaddoo

  • [1]

    GUIA DEL LECTOR

    En un orden alfabtico convencional

    relacionamos a continuacin los principales

    personajes que intervienen en esta obra:

    BEATON (Rodney): Joven del crculo de

    amistades de los Blane.

    BLANE (Adele): Hermana de la guapa

    Milicent, acusada de asesinato.

    BLANE (Milicent): Una joven linda, rica e

    inteligente.

    BLANE (Vincent): Acaudalado banquero,

    padre de Adele y Milicent.

    BURGER (Hamilton): Fiscal de distrito,

    siempre contra Mason.

    DRAKE (Paul): Titular de una renombrada

    agencia de detectives.

    HARDISTY (Jack): Marido de Milicent, cuyo

    asesinato se investiga.

    MACON (Jefferson): Doctor en medicina;

  • [2]

    enamorado de Milicent.

    MASON (Perry): Famoso abogado e

    investigador.

    MCNAIR (Thomas): Fiscal ayudante de

    Burger, joven y arrogante.

    PAYSON (Myrna): Excepcional belleza; la

    guapa del lugar.

    RAYMAND (Harley): Buen amigo de la

    familia de los Blane.

    SMILEY (William): Marinero; amante de

    Martha Stevens.

    STEVENS (Martha): Ama de llaves y

    enfermera de los Blane.

    STRAGUE (Burton): Escritor; hermano de

    Lola.

    STRAGUE (Lola): Amiga de las hijas de

    Vincent Blane.

    STREET (Delia): Eficiente secretaria de Perry

    Mason.

  • [3]

    Captulo I

    El cup ascenda por la sinuosa carretera. Los

    ojos de Adele Blane, por lo comn tan expresivos,

    se concentraban ahora intensamente mientras

    guiaba el automvil por las curvas. Adele Blane

    tena veinticinco aos; pero, como haba dicho su

    hermana Milicent una vez: Adele nunca

    representa su edad verdadera; parece cinco aos

    ms joven o veinte aos ms vieja.

    A su lado, Harley Raymand se sujetaba a la

    manilla de la puerta, de tal manera que el

    balanceo en las curvas no echase el peso de su

    cuerpo sobre el codo izquierdo. Los cirujanos del

    Ejrcito haban conseguido unirle la articulacin.

    Se mantendr rgida algn tiempo le haban

    dicho . Trate de corregir ese envaramiento y

    evite los golpes, en cuanto sea posible.

    Unos treinta metros ms abajo del automvil,

    saltando desde rocas cubiertas de espuma hasta

    charcos oscuros y serenos, un arroyuelo

  • [4]

    descenda de la montaa, cayendo por encima de

    grandes piedras, reflejando los rayos del sol y

    llenando la garganta con el ruido del agua

    burbujeante.

    El camino cruzaba el torrente de la montaa

    por un puente colgante, escalaba el otro lado de

    la garganta y ascenda, al fin, a una meseta

    cubierta de pinos.

    Hacia la izquierda, el sol del sur de California

    haca resplandecer las montaas de granito con

    un brillo deslumbrante que converta a las

    sombras de abajo en manchas que parecan de

    tinta. El camino bordeaba la meseta perfumada

    por el olor de los pinos que se mezclaba con el

    aire clido y seco. Ms lejos, hacia la derecha,

    una especie de niebla clida, que cubra los

    terrenos bajos, semejaba bronce derretido que se

    volcara en el valle.

    Cansada? pregunt Harley Raymand a

    Adele.

    No... Un poco preocupada, eso es todo.

  • [5]

    Adele enfil el coche por una curva

    pronunciada y concentr su atencin en el

    camino. Luego, ya en una recta corta, dirigi una

    mirada a su compaero.

    Apostara a que usted est cansado dijo

    sbitamente . Es apenas su primer da aqu y

    yo le arrastro hasta la cabaa de pap... Y,

    adems, ha tenido usted que pronunciar un

    discurso en el Luncheon Club.

    Harley contest tranquilamente:

    No, no estoy cansado... Slo que haba

    olvidado que existen lugares como ste, y ahora

    estoy acostumbrndome de nuevo a ellos.

    No le cans su charla en el Luncheon

    Club?

    A m, no ri l ; solamente al

    auditorio.

    Harley, usted sabe que no quise decir eso.

    Lo s.

    Qu les dijo usted?

    Creo que esperaban de m uno de los

  • [6]

    discursos usuales. Pero no lo di. Les dije que esta

    vez la guerra era un negocio... y que ellos deban

    conducirse durante la misma como si trabajasen

    en sus negocios, sin charangas, bandas, ni

    alboroto. Les dije tambin que seramos vencidos

    si no trabajbamos por ella.

    Adele Blane le interrumpi sbitamente:

    Harley, va usted a trabajar para pap?

    l me habl por telfono para que viniese

    a verle cuando tuviera tiempo y supiera lo que

    voy a hacer.

    Necesita alguien como usted, alguien en

    quien pueda confiar... No como... Oh, bueno!

    Jack Hardisty, eh? No result bien,

    Adele?

    No hablemos de eso replic Adele con

    agudeza. Luego sigui hablando, como

    disculpndose por su brusquedad . No,

    definitivamente no sali muy bien; pero prefiero

    no discutirlo.

    Bueno.

  • [7]

    Adele le dirigi una mirada rpida. El tono

    indiferente de la voz de Raymand era nuevo para

    ella. En cierto modo, este hombre era un

    desconocido. Un ao antes, Adele le haba

    conocido todas sus caractersticas. Ahora l la

    sorprenda. Era como si el mundo de Kenvale

    fuese visto en la mente de Raymand a travs del

    extremo opuesto de un telescopio, como si las

    cosas que eran importantes para ella fuesen

    triviales para l.

    El camino penetraba en otra garganta

    profunda y ascenda abruptamente. Donde

    terminaba la cuesta, Adele torci con brusquedad

    hacia la izquierda y el coche subi hasta una

    meseta donde la cabaa, situada al borde de un

    declive triangular, pareca haber crecido all tan

    naturalmente como si se tratase de uno de los

    pinos.

    Era de un solo piso y tena al frente un amplio

    porche, que se extenda a uno de los costados. La

    baranda del porche y las columnas estaban

  • [8]

    construidas con troncos pequeos, desprovistos

    de corteza. Las paredes eran de tablas que, con el

    correr del tiempo, haban envejecido hasta

    confundirse con el verdor de la espesura y las

    hojas de color pardo de los pinos.

    Parece natural? pregunt Adele.

    Raymand asinti con la cabeza.

    Por un momento crey que Raymand estaba

    aburrido. Luego encontrse con su mirada.

    He pensado mucho en este lugar dijo

    Raymand . Representa algo que es muy difcil

    hallar en estos das: tranquilidad... Cunto

    tiempo estaremos aqu arriba?

    No mucho.

    Puedo ayudar?

    No, es solamente una visita de inspeccin,

    una mirada a las mercancas envasadas, para ver

    lo que es necesario hacer. Usted, qudese al sol y

    descanse.

    Adele observ cmo l bajaba del coche,

    cuidando de no golpear su codo izquierdo.

  • [9]

    Usted ya conoce este lugar dijo . Hay

    agua fresca en el manantial.

    Ella se dirigi aprisa hacia la cabaa y abri

    las ventanas para ventilar el interior. Harley

    cruzo el camino, vendo al sitio sombro donde

    brotaba del manantial un chorro de agua fra y

    cristalina. Us una taza de granito para beber un

    buen trago, y camin despus hacia una roca

    chata iluminada por el sol. Contempl el largo y

    escarpado declive que atravesaba la garganta,

    que ahora comenzaba a llenarse de sombras de

    color prpura. No haba suficiente viento para

    despertar el murmullo ms leve en las copas de

    los pinos. El cielo era enteramente azul, sin una

    sola nube. Las montaas estaban cubiertas de

    hierba ondulada, excepto en los lugares en que

    los despeaderos se internaban en las cumbres

    brillantes.

    Harley apoy la cabeza contra una almohada

    de hojas de pino, y cerrando los ojos a medias,

    experiment ese cansancio sbito que ataca a los

  • [10]

    hombres cuyas fuerzas de reserva han sido

    minadas por las heridas.

    Senta como si el simple esfuerzo para mover

    un brazo requiriera un despliegue sobrehumano

    de energa.

    Tic... tic... tic... tic... tic... tic...

    Harley abri sus ojos. Una expresin de

    fastidio nubl su semblante. Quera estar en

    completo silencio, aunque slo fuera unos

    momentos...

    Tic... tic... tic... tic... tic... tic...

    Seguramente, su reloj no podra hacer tal

    ruido. La cosa pareca venir del suelo, justamente

    al lado de su odo.

    Cambi de posicin y pleg su chaqueta en

    forma de almohada. Ya no se oa el sonido de la

    marcha del reloj. Se hallaba ahora extendido

    sobre el suelo, mirando hacia arriba, a las ramas

    entrelazadas de los pinos que se recortaban

    contra el cielo. Estaba sumamente cansado y slo

    quera descansar all, como si fuese una hoja de

  • [11]

    pino que hubiese cado al suelo para perderse en

    el olvido.

    Despert sobresaltado; abri los ojos y

    alcanz a divisar las lneas de un tobillo y una

    pierna bien formadas y el bordillo de una falda

    de sport.

    Adele Blane, sentada sobre la roca, a su lado,

    le sonrea con esa ternura que tienen las mujeres

    para los hombres que convalecen de heridas

    recibidas en combate.

    Se siente mejor?

    Cielos, s! Qu hora es?

    Alrededor de las cuatro.

    Cspita, debo de haber estado dormido un

    par de horas.

    No mucho ms de una hora, creo. Se

    durmi usted en seguida que le dej?

    S. Yo... me sent como si alguien hubiese

    sacado un tapn de mi cuerpo, dejando que se

    derramase toda mi vitalidad.

    Ambos rieron.

  • [12]

    Y se siente mejor ahora?

    Mucho! Esta siesta me devolvi las

    fuerzas... Est lista para regresar?

    Si usted tambin lo est...

    Raymand se incorpor hasta quedar sentado,

    sacudi su chaqueta y pregunt:

    Para qu es el mecanismo del reloj,

    Adele?

    Qu mecanismo de reloj?

    No lo s. Probablemente regula algo. Se le

    oye en el extremo de la roca. Por eso me cambi

    de lugar.

    Advirti el significado de la mirada de Adele y

    solt una fuerte carcajada.

    Piensa usted realmente que deliro?

    Ella tambin comenz a rer, pero su risa

    careca de espontaneidad.

    Ligeramente irritado, Harley sugiri:

    Usted tambin podr orlo, all, en la

    esquina de la roca.

    Ella se inclin, ms por cortesa que por

  • [13]

    curiosidad, pues era evidente que no esperaba or

    nada.

    Raymand observaba la cara de Adele, cuya

    expresin indiferente dej lugar a una marcada

    sorpresa.

    Eso es lo que yo quera decir dijo

    Raymand con mucha dignidad.

    Suena... Harley, suena como un reloj! Es

    un reloj! Est aqu mismo!

    Raymand busc con las manos entre las hojas

    de pinos, separ luego un poco de tierra y puso al

    descubierto la tapa de una caja de latn

    barnizado que haba sido enterrada con gran

    cuidado en el suelo. Levant la tapa.

    Dentro de la caja, bien sostenido por cuas de

    madera, haba un pequeo reloj despertador que

    marchaba con gran regularidad. Raymand vio

    que era un reloj procedente de una de las

    fbricas ms conocidas. Fuera de la forma

    extraa en que se hallaba sujeto, no haba nada

    raro en su aspecto. La caja tena dos agujeritos.

  • [14]

    Harley consult su reloj de bolsillo.

    Est atrasado exactamente veinticinco

    minutos. Nadie pensara que pudiera haber tanta

    diferencia. Es un reloj de buena marca. Fjese en

    esta tapa. Est casi al nivel del suelo. Y ha sido

    cubierta tan slo con un poco de musgo y

    algunas hojas de pino.

    Qu manera tan extraa de enterrar un

    reloj! exclam Adele.

    Raymond sonri.

    Yo no s cul es el modo normal de

    enterrar relojes. Personalmente, es la primera vez

    que oigo algo sobre un reloj enterrado. Vamos a...

    Oyeron el zumbido de un motor de automvil

    que ascenda rpidamente por la carretera.

    Harley escuch y dijo:

    Me parece que vienen hacia aqu. Vamos a

    poner el reloj en su caja y a cubrirla con las

    hojas; regresemos despus de la cabaa. Quiz,

    quienquiera que venga en ese coche, va a...

    Hgalo dijo Adele . Tendr que darse

  • [15]

    prisa.

    Harley coloc de nuevo la tapa de la caja; la

    cubri diestramente con las hojas de pino y

    pequeos trozos de musgo.

    Listo dijo, cogiendo a Adele del brazo.

    Por un momento, el matorral los ocult, al

    tiempo que un automvil torca por la curva del

    camino para aparecer luego en la pequea

    meseta.

    Por un instante pareci ser un objeto

    indefinido que se mova en las sombras de la

    tarde proyectadas por los rboles. Despus, al

    internarse en un claro iluminado por el sol, se

    convirti en un cup pintado en dos tonos azules.

    Es el coche de Jack Hardisty! exclam

    Adele.

    El coche fren bruscamente. Se abri la

    portezuela. Jack Hardisty salt al suelo, que se

    hallaba cubierto por una alfombra de hojas de

    pino.

    La mano de Adele Blane se pos sobre el

  • [16]

    brazo de Harley mientras ste haca un

    movimiento para salir de detrs del matorral.

    No! Espere aqu, por favor!

    Ambos se quedaron inmviles, observando

    cmo Hardisty sacaba del automvil una pala y

    se encaminaba hacia la cresta de la roca. Se

    detuvo de repente al distinguir las figuras

    confusas detrs del matorral.

    Adele y Raymand fueron atacados por esa

    rgida inmovilidad de los que han sido

    descubiertos. Luego empezaron a moverse como

    quienes tratan de conducirse con naturalidad...

    fracasando lamentablemente en su objeto.

    Salga de detrs del matorral aparentando

    no haberle visto aconsej Adele en voz baja.

    Harley Raymand sinti la presin de la mano

    de Adele sobre su brazo. Ambos anduvieron

    torpemente desde detrs del matorral hasta el

    lugar iluminado por el sol. Por el rabillo del ojo,

    Harley vio cmo Jack Hardisty colocaba de nuevo

    apresuradamente la pala en el coche. Adele,

  • [17]

    ahora bien a la vista, aparentaba una sorpresa

    que, para el embarazo consciente de Harley,

    pareca tan evidente como la pantomima

    representada por un actor cinematogrfico del

    cine mudo.

    Pero si aqu hay un coche...! Es Jack!

    Haba alzado la voz para que la oyeran, y su

    intencin de mostrarse sorprendida no dej a

    Harley otra alternativa que imitarla.

    Hardisty se acerc a ellos.

    Tena espaldas estrechas y cara demacrada,

    pero su traje gris de chaqueta cruzada ofreca la

    elegancia exenta de arrugas que se encuentra

    solamente en los trajes que usan los hombres

    delgados, cuyos poros exudan el mnimo de

    humedad corporal. Su nariz era prominente, de

    puente alto, y sostena un par de gafas.

    Bueno, bueno! exclam . Es nuestro

    hroe que ha vuelto de la guerra? Cmo est

    usted, Harley? Hola, Adele.

    El entusiasmo alegre y de hombre a hombre

  • [18]

    de Jack Hardisty era exagerado. No era capaz de

    sentir emociones fuertes, y su esfuerzo para

    poner calor en su saludo era tan sinttico que

    llevaba impreso su propio estigma de falta de

    sinceridad.

    Harley Raymand no pudo amoldarse a

    contestar a Hardisty con la cordialidad ruidosa

    de ste. Adele Blane se mantena a distancia y el

    primer torrente de frases se convirti, poco a

    poco, en una conversacin de curso lento.

    Bueno manifest Hardisty , tengo que

    ir hasta la cabaa. Perd mi cuchillo preferido

    cuando estuve aqu hace una semana... Tal vez lo

    dejara en alguno de los solares, o quiz se

    deslizara entre los almohadones de ese silln

    grande.

    Hace una semana coment Adele con

    aire meditabundo . Pues yo cre que nadie

    haba venido aqu desde haca aos. No pareca

    que hubieran abierto la cabaa.

    Oh, no la toqu para nada. Vine solamente

  • [19]

    para descansar unas horas. Me gusta escapar de

    los ruidos y de la molestia de las radios... ste es

    un lugar muy tranquilo, ayuda a uno a decidirse

    cuando...

    Cort bruscamente la frase y qued callado.

    Adele habl con gesto muy digno:

    Nosotros estbamos a punto de irnos. Yo

    vine a echar un vistazo. Pap viene maana por

    la noche. Est usted listo, Harley?

    ste hizo una seal de asentimiento.

    Espero que encuentre su cuchillo dijo

    Harley cortsmente, mientras partan para el

    lugar donde Adele haba dejado su coche.

    Instantneamente, Hardisty se torn efusivo.

    Gracias, amigo! Muchas gracias! Ojal

    ese brazo no le d trabajo. Cidese, no trate de

    hacer todo de una vez. Tmelo con calma,

    muchacho, tmelo con calma.

    Slo cuando llegaron al pie de la cuesta y se

    hallaron en la recta que conduce a Kenvale,

    Adele dio rienda suelta a sus sentimientos.

  • [20]

    Le odio! dijo.

    Hardisty hara mucho mejor si se

    condujese con naturalidad convino Harley .

    Alguien le ha engaado con la idea de que puede

    impresionar a la gente con su personalidad. Y la

    dificultad est en que l no tiene esa clase de

    personalidad. Es como si el mueco de un

    ventrlocuo tratase de hablar por s solo.

    No es eso declar Adele . Puedo

    tolerarle eso, porque creo que tiene un complejo

    de inferioridad. Es por lo que ha hecho a pap.

    Harley reprimi su deseo de hacer una

    pregunta.

    Adele continu:

    Ha cometido un desfalco de diez mil

    dlares en su banco. Usted sabe tan bien como yo

    que fue el dinero y la influencia de pap los que

    hicieron posible su entrada en el banco.

    Temo estar poco enterado de algunas cosas

    se excus Harley.

    Pap fund un banco en Roxbury y dio a

  • [21]

    Jack un empleo de seis mil dlares anuales... slo

    porque era el esposo de Milicent.

    Harley permaneci en silencio.

    Jack Hardisty continu Adele ha

    estado leyendo libros que tratan de la capacidad

    comercial y de cmo influir en las personas.

    Esconde su alma hambrienta y miserable tras una

    mscara de hombre desenvuelto y audaz... Tengo

    que contenerme para no ponerle las manos

    encima.

    Se supo el desfalco? pregunt Harley.

    Solamente los directores del banco y la

    compaa de seguros. Pap haba garantizado a

    la compaa la prdida que pudiese resultar

    sobre la pliza de Jack. Ellos no queran

    extenderla por escrito... debido a algo que haba

    en el pasado de Jack. Me imagino que pap

    tendr que pagar y echarle tierra al asunto y...

    Supongo que no deb ofuscarme por esto, Harley.

    Olvdelo, quiere?

    Est olvidado dijo Harley sonriendo.

  • [22]

    Ella advirti que un ao antes este asunto

    habra absorbido las ideas de Harley y dominado

    la conversacin de ambos. Aparentemente, ahora

    l lo dejaba aparte como si fuese una cuestin sin

    importancia. Adele agreg:

    Por esto, pap necesita alguien en quien

    confiar.

    Quiz Harley no oy lo que ella haba dicho,

    o si lo oy, no advirti que la frase se refera a l,

    porque se limit a preguntar:

    Por qu enterr Jack ese reloj cerca de la

    montaa?

    Cree usted que l lo hizo?

    Claro que s. Se diriga al peasco de

    granito y haba sacado una azada de su coche.

    He estado pensando en eso dijo Adele

    . No lo comprendo. Yo... Pero, aqu viene el

    coche de Milicent! Ella...

    Adele dej la frase truncada para agitar

    frenticamente su mano hacia un ligero

    automvil convertible que se aproximaba. El

  • [23]

    coche se detuvo. Los ojos de Milicent Blane los

    miraban a travs de sus gafas sin montura.

    Impaciente por la vida ociosa que le deparaba el

    hecho de ser hija de Vincent Blane, haba

    estudiado para diplomarse enfermera. Su

    casamiento interrumpi su carrera, colmndola

    al principio de una felicidad radiante, que se

    marchit tan pronto empez a florecer. Su cara,

    nunca muy expresiva, haba adquirido una

    mscara de gravedad inmvil.

    Hola! Has estado en la cabaa? Hola,

    Harley! No le reconoc al pronto! Cmo est

    usted?

    Harley Raymand abri la portezuela del coche

    de Adele y se encamin hacia Milicent para

    estrecharle la mano.

    Me agrada verle. Nos dijeron que le haban

    herido gravemente... Se siente bien ahora?

    Muy bien. Me alegra mucho verla de

    nuevo.

    Milicent se volvi hacia Adele.

  • [24]

    Has estado en la cabaa? pregunt.

    Adele hizo un gesto de asentimiento.

    Le vieron...? Quiero decir... estaba...?

    S interrumpi Adele, leyendo el

    pensamiento de Milicent . Lleg justamente

    cuando nos disponamos a partir.

    Milicent intentaba ser corts y mostrarse

    interesada por la vuelta de Harley, pero estaba

    algo confundida por su apresuramiento en llegar

    a la cabaa.

    Bueno, he tenido mucho gusto en verle

    dijo, poniendo la palanca del coche en primera y

    desembragando . Espero que le veamos pronto,

    que nos visite usted... quiero decir que... Oh, ya

    nos veremos!

    Retir su pie del pedal de embrague. El coche

    dio un salto hacia delante.

    Por un momento, Adele contempl con gesto

    de duda cmo se alejaba el cup de Milicent;

    luego enfil su coche hacia Kenvale.

    Ese tipo musit en tono bajo y salvaje

  • [25]

    no es digno de servirle de felpudo a Milicent.

    Sabe ella lo que ha sucedido?

    No lo creo. Espero que no lo sepa.

    Entonces, por qu estaba tan apurada por

    encontrar a su marido? pregunt Harley.

    Porque tambin hay... dificultades

    domsticas. No hablemos de Jack... Dnde se

    aloja usted, Harley?

    En el hotel.

    El pie de Adele apret el acelerador. Despus

    de la marcha lenta que haba llevado el coche (a

    fin de conservar los neumticos), la nueva

    velocidad pareca terrible, aunque el

    cuentakilmetros demostraba que slo

    marchaban a ochenta kilmetros por hora.

    Adele sonri como pidiendo que la

    disculpara.

    Acabo de recordar que tena una cita. Voy

    a llegar tarde... Esto es lo que me ocurre con

    usted, Harley; me hace olvidar muchas cosas. Ya

    casi se est poniendo el sol.

  • [26]

    Captulo II

    Harley Raymand se dio una ducha, se tumb

    en la cama y, casi al instante, cay en una especie

    de letargo. El discurso en el Luncheon Club y la

    excursin hasta la cabaa haban requerido

    mucho consumo de energa, y se daba perfecta

    cuenta de que sus reservas eran muy limitadas.

    Aquellas balas haban minado sus fuerzas ms de

    lo que l habra credo posible.

    El telfono son perentoriamente. El

    sobresalto convulsivo con que despert de su

    modorra le hizo darse cuenta de lo nervioso que

    estaba.

    Encendi la luz y contest la llamada.

    La voz del telefonista le avis de que un seor

    llamado Vincent P. Blane le esperaba en el

    vestbulo.

    Blane! repiti Harley sorprendido .

    Dgale... dgale que estoy vistindome. Tardar

    diez minutos en reunirme con l en el vestbulo.

  • [27]

    Si tiene prisa, puede subir a verme aqu.

    Harley colg el auricular, se puso la camisa y

    los pantalones, y estaba calzndose cuando oy

    que Blane golpeaba su puerta.

    Haca poco ms de un ao que Harley haba

    visto al padre de Adele; no obstante, qued muy

    sorprendido por el cambio operado en l.

    Decididamente, estaba mucho ms viejo, ms

    preocupado. Posea an el mismo trato afable...

    ese inters cordial que demostraba por las

    persoas, ni efusivo ni protector, pero s trasunto

    fiel de su benvola dignidad.

    Harley saba que el motivo de la visita de

    Blane era de importancia, ya que pareca estar

    muy preocupado; sin embargo, no pensaba

    mencionar su problema hasta haber cumplido

    con los mnimos detalles que demanda la

    cortesa: una disculpa por su intromisin y una

    averiguacin amable acerca de la salud de

    Harley.

    Lamento mucho comenz a decir Blane

  • [28]

    si le despert...

    No importa intervino Harley, tratando

    de allanarle el camino . Me siento un poco

    perezoso estos das. Puedo hacer algo por usted,

    mister Blane?

    Bajo sus cejas espesas, los inteligentes ojos

    grises de Blane demostraron su gratitud.

    Es muy amable de su parte sugerir tal cosa,

    Harley... Lo cierto es que estoy un poco

    preocupado por Adele.

    Qu le sucede?

    Estuvo usted con Adele esta tarde?

    S. Subimos hasta la cabaa.

    A qu hora regresaron?

    Harley consult su reloj.

    Pues, llegu al hotel hace, poco ms o

    menos, una hora y media o quiz dos horas.

    Adele no volvi a casa. La estuve

    esperando, creyendo que vendra.

    Me dijo que tena una cita y que la haba

    olvidado explic Harley . Aceler un poco el

  • [29]

    coche para traerme hasta aqu... No quiere

    sentarse, mister Blane?

    Presiento que le estoy fastidiando, Harley

    se disculp Blane . No deb molestarle. Yo...

    Harley ri.

    Estaba digiriendo en este momento algo de

    la salud que absorb en su cabaa esta tarde.

    Creo que es la primera vez en mi vida que

    realmente descanso.

    Blane hizo un gesto mecnico de

    aquiescencia, aunque su mente pareca

    preocupada por ideas muy distintas. Luego pos

    una mirada rpida en Harley.

    Le gustara a usted pasar all unos das?

    En la cabaa?

    S.

    Pero... no le molestara a usted?

    De ningn modo.

    Crea que usted tena una reunin.

    Prefiero celebrarla en mi casa. Me gustara

    que fuese all, Harley. Por supuesto, usted tendra

  • [30]

    que guiarse, pero...

    Harley sonri mientras Blane vacilaba.

    Si realmente lo dice usted en serio, le

    confieso que no hay nada que me guste ms que

    eso.

    Vio usted a alguien en la cabaa esta

    tarde? pregunt Blane, tratando de hablar con

    tono indiferente.

    Pues, s; Jack Hardisty lleg mientras

    estbamos all.

    Blane mordisque su corto bigote gris.

    Not usted algo raro en l? pregunt

    bruscamente.

    Sus modales parecan los de siempre

    contest Harley.

    S, s, lo s dijo Blane . Hardisty es

    como un cohete que simula ser una bala de

    can. Quiero que haga usted algo por m. Se le

    pagar bien, y ms adelante hablaremos de algo

    permanente. Deseo que vaya a la cabaa ahora;

    esta misma noche, y que mantenga bien abiertos

  • [31]

    los ojos para que no se le escape nada de lo que

    suceda all.

    Harley vacil.

    Blane, notando el titubeo de ste, continu:

    Puede usted estar seguro de que le

    compensar en la medida en que...

    No se trata de eso interrumpi Harley

    . Me estoy preguntando solamente qu es lo

    que desea usted que yo haga.

    Le confiar un secreto sigui diciendo

    Blane . Adele no lo sabe. Milicent tampoco...

    Jack... Hardisty ha cometido un desfalco de diez

    mil dlares en el Banco Roxbury. Probablemente,

    Adele se lo dijo a usted. Y aqu est lo que ella no

    sabe. Jack esperaba, por supuesto, que yo

    cubriera su desfalco en el caso de que fuese

    descubierto y que le echara tierra al asunto. Pero

    estaba engaado. Le dije que maldito si lo hara...

    Condenado ladronzuelo! No le considero como

    de la familia. S perfectamente el dao que le

    har a Milicent un escndalo de esta ndole, pero

  • [32]

    es mejor que ocurra de una vez y as terminar

    antes. Hardisty es un aventurero astuto que se

    introdujo en la familia cortejando a Milicent. Los

    muchachos del lugar nunca haban prestado

    mucha atencin a Milicent. Ella nunca ha tenido

    experiencia alguna con esos que llamaron

    cazadores de fortunas... No tuve el coraje de

    decrselo. Nadie lo hizo... Uno no poda decrselo.

    Yo tena la esperanza de que Jack estuviera

    enamorado de Milicent; l deca que lo estaba. Y

    ella crea que era cierto. Le quera... Oh, bueno, a

    usted no le interesa en absoluto todo esto!

    Harley trat de decir algo, pero Blane le

    detuvo con un ademn.

    Aqu viene lo grave. Dije a Hardisty que no

    cubrira su desfalco, que se arreglara como

    pudiese... Sabe lo que hizo?

    Harley neg con la cabeza.

    ste es el resultado por no haberle

    mandado a la crcel como un delincuente

    comn. Se fug con todo lo que haba en el

  • [33]

    banco... noventa mil dlares, poco ms o menos,

    en efectivo. Luego, me habl por telfono

    dicindome lo que haba hecho. Dijo que si yo

    pagaba su desfalco me devolvera el resto de los

    fondos; que si tena que ir a la crcel sera por

    algo que valiese la pena. Y ese algo le quedara

    cuando saliese en libertad... Tal es la clase de

    perro que es Hardisty. Si fue a la cabaa, es

    probable que lo haya hecho con el fin de buscar

    un escondite para el dinero. Si lo ha enterrado

    all, debemos encontrarlo. Qu le parece si

    vamos all y...?

    Harley Raymand abri la puerta del armario y

    sac su chaqueta.

    Estoy preparando para partir en cualquier

    momento, mister Blane.

    Usted no ha cenado dijo Blane . Vaya

    al comedor y coma algo. No tenga prisa. Slo

    dentro de una hora u hora y media estar listo

    para partir. Le llevar yo mismo en mi coche

    hasta all. Tiene tiempo para prepararse... Le

  • [34]

    agradecera que me esperase en el prtico para

    recogerle cuando yo regrese... Y le estoy

    profundamente agradecido, muchacho.

    Tenindole a usted all me habr quitado un gran

    peso de encima.

  • [35]

    Captulo III

    Durante la noche, la cabaa estaba ms

    solitaria que nunca. El silencio absoluto que

    reinaba fuera del porche penetraba en los odos

    llenando los tmpanos con una especie de

    campanilleo vago y extrao. Las estrellas

    titilantes, parecan perderse casi encima de las

    copas de los pinos. Harley senta como si pudiese

    pararse en el porche con un rifle de calibre

    veintids y voltear a tiros todas las estrellas que

    colgaban de la cpula del firmamento como si

    fuesen adornos encendidos de un rbol de

    Navidad.

    La temperatura haba descendido mucho. Se

    senta ese fro peculiar y penetrante que suele

    sobrevenir con la llegada de la noche en los

    lugares elevados, fro que se adentra en la sangre

    y en la mdula de los huesos.

    Mister Blane se retir en seguida y Harley

    encendi la estufa momentos despus. El fuego

  • [36]

    haca chirriar alegremente las ramas de pino

    seco. Slo cuando Harley experiment la tibieza

    de aqul, advirti el fro que haba sentido, y

    empez a temblar. Fue hasta la habitacin del

    frente, sac unas mantas del armario y se hizo

    una cama sobre el catre de muelles en el portal

    de entrada a la cabaa.

    Haba retornado al calor del fuego cuando

    cruji una tabla del porche.

    Escuch, y tuvo la certeza de or pasos cautos.

    Harley se desliz por el portal hacia la cocina,

    cerr la puerta de comunicacin para quedar a

    oscuras y permaneci en pie con la cara pegada a

    la ventana.

    Haba alguien en el porche, alguien que se

    mova con pasos felinos y que trataba de espiar

    por las ventanas laterales procurando no ser

    visto.

    Harley trat en vano de reconocer la figura.

    Cerr los ojos por un momento para

    acostumbrarlos a la oscuridad. Cuando los abri

  • [37]

    de nuevo, el desconocido espiaba todava por una

    de las ventanas del costado.

    Aparentemente, el hombre haba encontrado

    una brecha en las cortinas, porque Harley pudo

    ver que le cruzaba la cara una lnea de luz; una

    raya angosta que pareca trazada con un lpiz

    luminoso.

    Cuando Harley estaba a punto de salir para

    interrogar al intruso vio que la figura se diriga

    cautelosamente hacia el frente de la casa.

    Hola...? Hay alguien aqu? pregunt

    el recin llegado.

    Casi instantneamente la voz fue tragada por

    el silencio, sin que le respondiera el eco.

    Harley fue al punto a la puerta del frente,

    pero no la abri.

    Quin es? pregunt.

    Ha ocurrido un accidente.

    Dnde?

    Aqu cerca, en el camino.

    Se lastim usted?

  • [38]

    No, pero necesito ayuda.

    Harley abri la puerta.

    El hombre que tena ante s representaba

    veintisiete o veintiocho aos de edad. Posea una

    sonrisa un tanto extraa, pero sus ojos miraban

    con una fijeza desconcertante. Su boca estaba

    bien formada, tena cabello negro y enmaraado,

    peinado hacia atrs y parcialmente sujeto en su

    lugar por un sombrero de fieltro bastante gastado

    y de ala amplia. Era de poca estatura no ms

    de un metro sesenta y delgado, pero de buena

    apostura, y sus movimientos daban a entender

    que posea un cuerpo fuerte y musculoso.

    No saba que viviese alguien aqu

    explic en tono de disculpa.

    No llevo aqu mucho tiempo admiti

    Harley, y aadi en seguida : Parece que

    conoce usted muy bien el terreno.

    El otro sonri.

    Soy el vecino de al lado... en cierto modo.

    Mi cabaa queda a un kilmetro de aqu, camino

  • [39]

    abajo.

    Harley le extendi la mano y se dio a conocer.

    El otro respondi:

    Yo soy Burton Strague. Escritor. Mi

    hermana y yo hemos alquilado la cabaa de

    Brigham, y la calentamos con el papel de mis

    obras rechazadas.

    Creo que conozco el lugar manifest

    Harley . No quiere pasar?

    Gracias, pero estoy buscando ayuda. Un

    automvil se ha salido del camino cerca de aqu.

    Yo suba para ver si Rod Beaton poda

    acompaarme para echarnos una mano. Luego vi

    una luz, y me pregunt quin poda haber en esta

    casa. La cabaa ha estado deshabitada muchos

    meses... Pertenece a un tal Blane, no?

    S... Quin es ese otro hombre que usted

    ha mencionado?

    Rodney Beaton, el artista, naturalista y

    fotgrafo de la vida salvaje. Fue quien me indujo

    a venir aqu. Le conoc por correspondencia.

  • [40]

    Compr una de las cabaas cercanas hace poco

    tiempo... Quiere usted venir y echarnos una

    mano con ese automvil?

    Est muy lejos de aqu? pregunt

    Harley, agregando en seguida a modo de

    explicacin : Estoy convaleciendo.

    El otro pos en Harley una mirada rpida, con

    una sbita expresin de respeto en sus ojos.

    Del ejrcito?

    S.

    Dios mo, cmo deseaba yo ir! Pero estoy

    enfermo de los pulmones. Me encuentro bien,

    creo, mientras estoy quieto, pero... un hombre

    odia estarse quieto mientras su pas est en

    guerra... El accidente ocurri poco ms o menos a

    unos quinientos metros camino abajo. Mejor es

    que no venga si no se siente bien. Hace mucho

    fro fuera.

    Quinientos metros reflexion Harley

    . Ms o menos, donde...

    Justamente al pasar al punto donde este

  • [41]

    camino desemboca en la carretera principal. El

    hombre deba venir a gran velocidad y err la

    curva. Es un coche pintado de azul en dos tonos.

    No creo que haya nadie debajo de l, pero

    debamos asegurarnos de ello. Tendremos que

    buscar ayuda para levantar el automvil. Por eso

    yo...

    Ir dijo Harley, tratando de mantener

    una expresin indiferente cuando advirti que la

    descripcin del coche corresponda a las

    caractersticas del que conduca Jack Hardisty

    aquella tarde . Cree usted que el conductor ha

    sido aprisionado por el coche?

    Lo dudo replic Strague . Mi

    hermana se encuentra all para el caso de que, si

    se oyesen seales de vida debajo del coche, pueda

    decirle a la vctima que la ayuda llegar en

    seguida. Si desea venir hasta el lugar del

    accidente, yo ir a la cabaa y nos reuniremos

    con usted dentro de media hora.

    Muy bien replic Harley ; partir tan

  • [42]

    pronto como me ponga la chaqueta y eche un

    vistazo al fuego.

    Harley volvi a la cocina y cerr los registros

    de la estufa. Retorn al cuarto del frente, y apag

    la lmpara de carburo, se puso su pesado

    sobretodo y tuvo la precaucin de echar la llave a

    la puerta. Metise en el bolsillo la linterna

    elctrica y comenz a descender por el camino.

    Mientras bajaba, senta que aumentaba la

    intensidad del fro. Algunos momentos haca uso

    de su linterna al pasar por algunos de los recodos

    sombros del camino. Luego, casi sin darse cuenta

    de ello, se encontr con que haba llegado a la

    interseccin de la carretera principal... Si un

    coche se haba despeado debi de haber sido en

    la curva, unos diez metros ms abajo... Un coche

    pintado de azul, en dos tonos distintos.

    Ciertamente, los detalles correspondan al

    automvil de Jack Hardisty.

    Raymand encendi su linterna y dirigi el

    rayo de luz hacia el camino, para buscar las

  • [43]

    huellas. Encontr sin dificultad el lugar donde el

    coche se haba salido del camino. Las huellas

    eran muy claras siempre que uno las buscase

    , aunque l no las haba notado cuando mister

    Blane le llev en su coche a la cabaa... Quiz no

    hubiera debido salir. Adems, si este coche era el

    de Jack Hardisty y...

    Iujuuu! llam una voz femenina desde

    algn lugar oscuro situado debajo del borde del

    camino.

    Hola! respondi Harley . Es usted,

    miss Strague?

    S.

    Harley la vio, entonces, en pie en medio de un

    declive muy escarpado y con el hombro apoyado

    contra un pino de gran altura.

    No trate usted de bajar directamente aqu

    le previno ella . Descienda veinte o treinta

    metros por el camino y encontrar una especie

    de declive escarpado por el que podr bajar. Aun

    as, deber andar con mucho cuidado.

  • [44]

    Su hermano y el hombre a quien fue a

    buscar llegarn pronto contest Harley . Yo

    soy de la cabaa Blane, all arriba... A qu

    distancia est el coche del lugar donde usted se

    encuentra?

    Est directamente debajo de m, a nueve o

    diez metros. No creo que haya nadie dentro de l.

    Hrley descendi por el camino y encontr el

    escarpado declive que la muchacha haba

    mencionado. Aunque se ayud con la luz de su

    linterna emple varios minutos para bajar hasta

    el lugar donde se hallaba la hermana de Burton

    Strague.

    La joven era alta y esbelta. Harley pudo darse

    cuenta de ello, aunque no poda distinguir sus

    facciones, por ms que lo deseaba. Por cortesa,

    evit que la luz se reflejase en los ojos de la joven.

    La voz de miss Strague daba cuenta de la cultura

    de su duea. Sonaba como la de una mujer joven,

    muy equilibrada y segura de s misma.

    Harley Raymand se present a s mismo.

  • [45]

    Procur no mencionar su servicio militar, pero

    advirti que la muchacha le observaba, con una

    mirada escrutadora. Luego la joven declar

    sbitamente:

    Oh, s, usted es del ejrcito! Deba saberlo.

    Usted es el hombre que menciona el diario de

    Kenvale.

    Harley trat de desviar el tema dirigindose

    hacia el lugar desde el cual podra inspeccionar

    el coche. Indudablemente se trataba del

    automvil de Jack Hardisty. Estaba vuelto hacia

    arriba con las ruedas al aire y la carrocera

    incrustada entre grandes piedras.

    No he odo ruido alguno manifest Lola

    Strague . Si hay alguien dentro del coche debe

    de estar muerto... As que usted es el Harley

    Raymand del cual he ledo tantas cosas!

    Siguieron diez o quince minutos durante los

    cuales Harley se encontr contestando preguntas

    muy corteses, pero sutiles. Despus oyeron el

    ruido de un automvil en el camino y en seguida

  • [46]

    el de una portezuela que se cerraba. Alguien

    tropez, y un pequeo trozo de roca,

    acompaado de una escolta de grava suelta, rod

    por la pendiente escarpada hasta zambullirse

    finalmente en el fondo de la garganta de la

    montaa.

    Alto el fuego grit Lola Strague con una

    carcajada . Trajiste un hacha?

    La voz de Burton Strague lleg desde arriba:

    Traje de casa un hacha, una linterna y una

    soga. No pude encontrar a Rod. Haba un papel

    pegado en su puerta que deca que haba ido a la

    ciudad a pasar la noche. Esper cinco o diez

    minutos, dando vueltas por ah con la esperanza

    de que regresara... Te encontr mister

    Raymand?

    Estoy aqu grit Harley Raymand.

    Bueno, creo que entre los tres podemos

    hacer el trabajo. Pasar la soga alrededor de un

    rbol y me deslizar hacia abajo. Cuidado, que

    all voy! Yo... Esperen un momento, creo que

  • [47]

    viene un automvil.

    Escucharon y oyeron en seguida el ruido del

    motor de un automvil que suba velozmente la

    cuesta. Un instante despus vieron el reflejo de la

    luz de unos faros sobre las copas de los rboles.

    La luz baj luego desde el borde izquierdo de la

    pendiente hacia el abismo de tinieblas que

    marcaba el lugar donde se hallaba la garganta de

    la montaa. Un momento ms tarde, los faros

    dejaron de moverse, arrojando sobre el camino

    un haz de luz muy brillante. El motor cambi

    sbitamente su ritmo. Se oy el chirrido de los

    frenos y la voz de Burton Strague que deca:

    Puede usted echarnos una mano? Hay un

    coche ah abajo y...

    Una carcajada masculina reson arriba. Se

    oy el golpe de una portezuela que se cerraba y

    una profunda voz de debajo que deca:

    Bueno, no se ponga usted tan serio por eso.

    Lola Strague explic a Harley Raymand:

    se es Rod Beaton. Debe de haber

  • [48]

    regresado de la ciudad.

    Una voz de mujer salud:

    Hola, Burt.

    Hola, Myrna.

    Lola Strague agreg:

    Myrna Payson y con tono de sbita

    amargura : la muchacha ms bonita de

    nuestro pueblo.

    Desde el camino lleg el murmullo de una

    conversacin sostenida en voz baja y el sonido de

    la carcajada estentrea de Rodney Beaton.

    Tambin lleg hasta los odos de Harley Raymand

    el tintineo de la risa suave de Myrna Payson. En

    pie, en la oscuridad, aparentemente olvidado por

    los de arriba, Harley tuvo la oportunidad de

    apreciar el significado de lo que haba dicho Lola

    Strague. La presencia de Myrna Payson pareca

    hacer olvidar a los dos hombres la existencia del

    coche que yaca en el fondo de la garganta y de

    la gente que esperaba abajo.

    Lola Strague no hizo ningn comentario

  • [49]

    ulterior, pero, en la rgida seriedad de su silencio

    irritado, Harley Raymand pudo advertir su enojo.

    Qu es lo que tienen ustedes all abajo?

    Un automvil destrozado contest

    vivamente Lola Strague sin aadir absolutamente

    nada ms a estas tres palabras esenciales.

    Al notar el tono de voz de la joven, Rodney

    Beaton pareci ansioso por enmendar su

    aparente indiferencia. Hablando con sbita

    energa asumi el mando completo de la

    situacin:

    Muy bien, Burt; dice usted que tiene una

    soga. Vamos a pasarla alrededor de este rbol. Yo

    me deslizar por ella hacia abajo y usted puede

    seguirme. Luego tiraremos de la soga para

    bajarla... Ser mejor que se quede usted aqu,

    Myrna, para vigilar el camino.

    La voz de Beaton era tranquila y autoritaria.

    Tena la virtud de saber hacer las cosas. Al

    instante, la escena cobr gran actividad.

    Rodney Beaton fue el primero que baj por la

  • [50]

    soga, resbalando y deslizndose por el escarpado

    declive y enviando delante de s una lluvia de

    grava suelta. Burt Strague le sigui y Myrna

    Payson se acerc al borde del camino para

    quedarse all en pie, con la silueta recortada

    contra la luz brillante que proyectaban los faros

    del automvil de Beaton.

    Harley Raymand experiment una confusa

    sucesin de impresiones: la joven que se hallaba

    arriba en pie en el borde del camino mientras los

    faros hacan traslucir ligeramente su silueta a

    travs de su vestido... una joven atractiva que

    quiz no ignoraba que el resplandor de la luz

    haca casi transparente su falda; Burt Strangue,

    bastante delgado, que pareca algo torpe

    mientras se deslizaba burdamente hacia abajo

    por la soga, perdiendo pie en dos o tres

    ocasiones; Rodney Beaton, un gigante bondadoso,

    cuyos movimientos eran tan eficientes... Luego,

    Lola Strague, que haca las presentaciones, y, por

    fin, la mano de Harley estrechada por los dedos

  • [51]

    poderosos de Rodney Beaton.

    Harley not que Beaton le llevaba unos diez

    aos a Strague. Era alto, vigoroso, gil; no grueso,

    pero fornido. Tena boca sonriente, quijada firme

    y usaba un sombrero occidental del tipo llamado

    de cinco galones.

    A la luz que reflejaba el rayo de la linterna de

    cinco elementos que Rod Beaton sostena en su

    mano, Harley tuvo la oportunidad de ver a Lola

    Strague. Era rubia, de veintids o veintitrs aos

    a lo sumo, y vesta una blusa de lana a cuadros

    escotada, una chaqueta de lana escocesa,

    pantalones y botas atadas con cordones. Daba la

    impresin de ser una persona acostumbrada a

    andar al aire libre y usar ropas de abrigo, fuertes

    y duraderas.

    El rayo de luz de la linterna se dirigi a la

    garganta sombra, pas sobre piedras y rboles

    cados e ilumin, al fin, el coche volcado.

    Rod Beaton pareca por completo capaz de

    desenvolverse con eficiencia en una situacin

  • [52]

    como aqulla. Anunci:

    No haremos ningn trabajo de

    salvamento; solamente nos aseguraremos de que

    no hay nadie dentro del coche y en seguida nos

    iremos... Creo que podemos cortar ese rbol, Burt.

    Si usted sostiene la linterna, yo manejar el

    hacha. Usaremos el rbol como palanca y

    levantaremos el coche para examinar su interior.

    Strague sostuvo la linterna. Beaton balance

    el hacha con un movimiento rtmico y suave de

    sus hombros poderosos, mientras la hoja morda

    profundamente la madera a cada golpe. A Harley

    le pareci que bastaron cuatro o cinco hachazos

    para cortar el rbol. Luego, Beaton cort las

    ramas y la copa, con lo que el rbol qued

    convertido en una viga de unos cuatro metros de

    largo y treinta centmetros de dimetro en la

    base.

    Con mucha calma y destreza, Beaton asumi

    la direccin. Dio diversas instrucciones con tono

    muy tranquilo, tratando a Harley Raymand con

  • [53]

    la misma seguridad con que lo habra hecho si

    ste hubiese sido Burt o Lola Strague.

    Ahora, Raymand, coloqese en el extremo

    opuesto de la viga. Sintese sobre ella. No trate de

    usar el codo herido... Burt, usted y Lola pnganse

    encima, a cada lado, tan cerca de la punta como

    les sea posible. Djenme manejar este extremo a

    m... Muy bien, ahora hagan un poco de presin.

    Presionaron sobre el extremo de la viga. El

    coche se movi y cruji, levantndose. Beaton

    bloque la viga con trozos de roca y agreg:

    Muy bien. Aflojen la presin sobre la viga.

    Dejen que les eche otra mano... Est bien,

    probemos otra vez.

    El coche se movi una vez ms. Beaton

    manifest:

    Podemos ver el interior ahora y el rayo

    de su linterna alumbr las ventanillas con sus

    cristales completamente astillados. El interior del

    coche estaba vaco.

    No hay nadie ah dentro declar Beaton

  • [54]

    . Vamos a echar un vistazo para ver si fue

    arrojado fuera del coche.

    Describiendo crculos, el rayo de la linterna

    alumbr alrededor del automvil.

    No hay seales del hombre anunci

    Beaton.

    Harley pregunt de pronto:

    Quiere usted mirar bien el interior del

    coche, Beaton, y ver si hay all una pala?

    Ante el silencio sbito y completo que sigui a

    su pregunta, Harley advirti lo extrao que haba

    parecido a los otros su solicitud.

    Vern ustedes agreg a modo de

    explicacin . Yo creo que conozco este coche.

    Si se trata del que me imagino debe haber una

    pala bajo el asiento delantero.

    Muy bien, echare un vistazo respondi

    Beaton . No sabe usted el nmero de la

    patente?

    No contest Raymond un poco

    desconcertado . Es un coche que estuvo en la

  • [55]

    cabaa esta tarde.

    Ya veo... No, parece que no hay pala

    alguna en interior.

    Lola Strague dijo:

    Buenos, hemos cumplido con nuestros

    deberes como buenos samaritanos. Creo que lo

    nico que nos queda por hacer es subir

    nuevamente al camino.

    Rodney Beaton trep por el escarpado declive

    lo ms que pudo, y luego, enrollando la soga, dijo

    a Myrna Payson:

    Myrna, quieres tomar la punta de la soga

    y atarla alrededor de ese rbol?

    Con un movimiento de sus hombros

    poderosos Beaton arroj la soga hacia el lugar

    donde brillaban los faros. Myrna asi la punta y

    la asegur alrededor del rbol, movindose con

    gran agilidad y una coordinacin diestra de

    brazos y piernas, que le permiti terminar la

    tarea y mandar hacia abajo el extremo suelto de

    la soga en un espacio de tiempo

  • [56]

    sorprendentemente corto.

    Con el auxilio de la soga subieron con

    relativa comodidad por el declive hasta el

    camino.

    Harley Raymand fue el ltimo.

    Me parece que no puedo confiar en este

    brazo. Me parece mejor que...

    De ningn modo interrumpi Beaton

    vivamente . Pase la soga alrededor de su

    cuerpo y haga un nudo marinero... Puede usted

    hacerlo?

    Creo que s contest Harley.

    Espere un minuto. Yo har uno y le

    arrojar la soga.

    Las manos de Beaton hicieron dos o tres pases

    rpidos con la soga y luego la dej caer hacia

    donde estaba Harley. ste se coloc dentro del

    lazo, lo corri hasta su cintura, sujetndose a l

    con la mano derecha y apoyndose contra la

    cuerda, y, utilizando sus piernas, fue izado hasta

    el nivel del camino.

  • [57]

    All fue presentado a Myrna Payson, quien,

    segn le explic gravemente Rodney Beaton,

    posea un establecimiento ganadero en los

    alrededores. Una mirada a los ojos grandes y

    sonrientes de Myrna Payson y a sus labios

    carnosos y rojos bast a Harley para comprender

    el motivo por el cual Rodney Beaton y Burt

    Strague haban estado tan preocupados un

    momento antes en el camino. El cutis de la joven

    demostraba ser objeto de grandes cuidados. Sus

    ropas se amoldaban tan bien a su cuerpo

    elegante, que cualquier mujer la habra

    clasificado entre aquellas personas que pueden

    usar cualquier cosa. En cambio, los hombres

    veran solamente el efecto. Mientras Harley la

    estudiaba, los ojos de Myrna Payson le

    examinaron de pies a cabeza, hicieron de l un

    juicio personal muy cuidadoso.

    En la rpida conversacin general que sigui

    a la presentacin, Harley advirti que el

    automvil, un cup de modelo antiguo,

  • [58]

    perteneca a Rodney Beaton, que, con el pretexto

    de ahorrar caucho y gasolina, haba alzado a

    su vecina aquella tarde temprano para hacer un

    viaje a la ciudad. Harley advirti tambin que,

    decididamente, esto haba resentido a Lola

    Strague... Luego, Harley sintise sbitamente

    demasiado cansado para prolongar su inters en

    los asuntos de aquel pequeo grupo.

    Si no les molesta a ustedes, voy a darles las

    buenas noches dijo . He tenido un da

    bastante agitado.

    Oh! Pero deje que le lleve en mi coche

    hasta la cabaa manifest Burt Strague

    rpidamente.

    A Harley no le agradaba mucho la caminata

    que le esperaba, pero contest:

    No se moleste. Me da lo mismo caminar.

    Tonteras! dijo firmemente Lola .

    Burt le llevar. Vamos, suba.

    Lola Strague salt dentro del coche,

    colocndose en el centro del asiento delantero.

  • [59]

    Harley sentse a su lado y Burt frente al volante.

    Durante un momento, Rodney Beaton pareci

    sentirse intranquilo. Era como si hubiese deseado

    tener un aparte con Lola Strague para decirle

    algo en privado antes que aqulla partiese. Pero

    Myrna Payson pidi:

    Vamos, Rod. Tenemos que sacar nuestro

    coche del camino para que ellos puedan volver el

    suyo.

    Beaton vacilaba todava.

    Burt Strague dijo:

    El telfono ms cercano se halla en el

    puesto del guardabosque, a cinco kilmetros

    camino arriba, Rod. Yo llevar a Raymand hasta

    su cabaa. Usted podra ir hasta el puesto del

    guardabosque y avisar al sheriff.

    Despus de esto parecieron transcurrir unos

    buenos segundos antes que Beaton contestara:

    Creo que eso es lo que debe hacerse.

    Buenas noches a todos.

    Ninguno trat de conversar mientras Burt

  • [60]

    Strague conduca el coche hacia la cabaa. Y

    Harley se alegr por ello. Estaba tan sumamente

    cansado, que no tena deseos ni de hablar.

    Le dejaron frente a la cabaa. Burt dio las

    buenas noches y agreg algo acerca de sus deseos

    de que se encontrasen de nuevo y que confiaba

    en que la tarea no habra resultado muy pesada

    para Harley. Lola Strague le estrech la mano y

    manifest:

    Deseo que siga mejor y que nos veamos

    pronto.

    Haba alguna finalidad en las palabras de la

    joven, pero Burt esper dos o tres segundos y

    aadi:

    De acuerdo. Buenas noches e hizo girar

    al coche.

    Harley se dio cuenta perfectamente de que

    Burt haba estado esperando que le invitase a

    entrar en la cabaa.

    Mientras Harley suba los tres escalones que

    conducan al porche, advirti una vez ms que

  • [61]

    estaba completamente exhausto. Tuvo la

    intencin de buscar el reloj enterrado, pero no

    pudo hacer ms que trepar a la cama que haba

    preparado en el portal. Cay dormido casi al

    instante.

    Faltaba una hora para amanecer cuando

    despert, para encontrarse con que el aire se

    haba vuelto helado. Arrebujse entre las mantas

    y se entretuvo en fijar los ojos sobre una sola

    estrella, tratando de que no desapareciera de su

    vista en el cielo, que aclaraba por momentos.

    Pero la estrella le eludi; se desvaneci y Harley

    ya no pudo encontrarla de nuevo. Sonriendo

    sooliento ante su fracaso, cay dormido una vez

    ms.

    El sol calentaba el porche cuando despert

    completamente. Tan pronto como se desprendi

    de las mantas, Harley supo que se senta mucho

    ms fuerte. El aire fresco de la montaa haba

    vencido los venenos de su organismo y por

    primera vez en varias semanas necesitaba

  • [62]

    alimento... mucho alimento. Encendi la estufa de

    kerosene, prepar caf, fri huevos, tocino,

    tostadas y cereales... y luego pens en el reloj

    enterrado.

    Mientras calentaba agua para lavar los platos,

    Harley sali al porche y anduvo hacia abajo por

    los terrenos escarpados y cubiertos por las hojas

    de los pinos. Encontr sin dificultad el lugar que

    buscaba y lo destap barriendo a un lado las

    hojas de pino.

    El reloj segua marchando alegremente.

    Harley lo compar con el suyo de bolsillo.

    Continuaba todava veinticinco minutos atrasado.

    Harley coloc de nuevo el reloj de pino y el

    musgo y volvi a la cabaa. El agua que

    destinaba a lavar las fuentes y platos no estaba

    bastante caliente an. No haba paos a la vista,

    pero Harley record que la ropa blanca estaba

    guardada en un arcn de cedro que se hallaba en

    el dormitorio del fondo. Abri la puerta del

    dormitorio, notando que el aire helado de la

  • [63]

    noche an mantena fra esta habitacin del lado

    norte de la casa. Se hallaba a mitad de camino del

    arcn de cedro, cuando se dio cuenta de que la

    cama estaba ocupada.

    Por espacio de varios segundos, Harley

    permaneci inmovilizado por la sorpresa, no

    sabiendo qu deba hacer, si hablar o retirarse en

    silencio. Supuso que Milicent o Adele habran

    llegado cansadas a la cabaa y se meteran en la

    cama sin saber que l haba llegado all despus.

    Quien dorma tena el rostro vuelto hacia la

    ventana ms alejada de la puerta. Las mantas

    estaban tan estiradas hacia arriba, que ocultaban

    por completo la cabeza. Harley decidi saber

    quin era el ocupante de la cama.

    Buen da!

    La figura no se movi.

    Harley alz el tono de su voz:

    No quiero molestar, pero me gustara

    saber quin es usted.

    La figura no dio seales de haber odo.

  • [64]

    Harley se acerc a la cama, dej caer su mano

    sobre la manta a la altura del hombro del que

    estaba acostado... y al instante se dio cuenta de

    que suceda algo muy extrao... Hizo un

    movimiento brusco con su mano derecha y agit

    el cuerpo inmvil.

    Era Jack Hardisty.

    Estaba muerto desde haca varias horas.

  • [65]

    Captulo IV

    Perry Mason tarareaba una cancin mientras

    caminaba por el pasillo hacia su oficina,

    movindose pausadamente con el ritmo

    caracterstico de sus largas piernas. Dirigase al

    encuentro de sus aventuras del da y no llevaba

    intencin de apresurarse mucho para

    saborearlas.

    Abri la puerta de su oficina privada y vio

    cmo le sonrea Delia Street, que se encontraba

    revisando la correspondencia.

    Qu tal? pregunt Mason . Otro

    da... Qu hay del dlar, ministro de Hacienda?

    Delia Street se inclin con humildad burlona.

    El dlar espera, milord.

    Mason perdi su tono burln.

    Tenemos un cliente en potencia.

    En la sala de espera?

    No. ste no es de la clase de los que

    aguardan en las salas de espera Delia Street

  • [66]

    consult un memorndum que tena encima de

    su escritorio . Es un seor llamado Vincent P.

    Blane, banquero y dueo de una casa de ramos

    generales en Kenvale. Llam por conferencia tres

    veces en el trmino de media hora. Las dos

    primeras no quiso hablar con nadie, excepto con

    Perry Mason. La tercera, consinti en hablar con

    la secretaria de mister Mason.

    ste colg su sombrero en el guardarropa,

    cruz hacia su escritorio, eligi un cigarrillo de

    la caja y dijo:

    No me gusta el hombre.

    Por qu no?

    Me parece muy pagado de s mismo y se

    da mucha importancia. Qu quiere?

    Su yerno fue asesinado anoche en una

    cabaa montaesa.

    Mason rasp una cerilla contra el borde

    inferior de su escritorio y dedic su atencin a

    encender el cigarrillo antes de preguntar:

    Y quin ha sido elegido como sospechoso

  • [67]

    oficial?

    Nadie.

    A quin se menciona como sospechoso?

    Ni siquiera han mencionado a alguien.

    Entonces, para qu diablos me necesita

    Blane? Yo no soy detective, sino abogado.

    Delia sonri.

    Parece que mister Blane tiene secretos de

    familia que desea mantener ocultos.

    Naturalmente, no se atrevi a decir mucho por

    telfono. Las dos hijas de mister Blane estuvieron

    en la cabaa ayer por la tarde. El mismo mister

    Blane tambin estuvo all... Bueno; al fin y al

    cabo, el hombre tiene dinero.

    Mason dijo:

    Oh! Supongo que tendr que ocuparme

    de eso: pero me parece que es un caso legal, uno

    de esos asesinatos de familia, rutinarios y

    aburridos.

    Delia Street consult una vez ms su

    memorndum.

  • [68]

    Hay, sin embargo, una cosa interesante

    aadi con un fulgor en los ojos.

    Delia, usted ha estado ocultndome algo

    exclam Mason.

    No. Solamente que le haba reservado el

    postre para el final.

    Muy bien; venga el postre.

    Un reloj enterrado sigui ella que

    marcha unos veinticinco minutos atrasado. Est

    enterrado en un lugar cerca de la cabaa donde

    fue cometido el crimen. Es un modelo pequeo

    de reloj despertador colocado en una caja

    barnizada. El reloj...

    Mason se dirigi hacia el guardarropa.

    Mientras tomaba su sombrero, dijo a Delia

    Street:

    Con lo del reloj basta... Vamos all. En

    seguida!

  • [69]

    Captulo V

    A Mason le comunicaron en Kenvale que el

    ayudante del sheriff, un representante judicial,

    Vincent Blane y Harley Raymand haban partido

    para el lugar del crimen unos minutos antes de

    su llegada y que, probablemente, podra

    alcanzarlos si se apresuraba.

    Mason aceler su coche y lleg a la cabaa

    justamente cuando el pequeo grupo se dispona

    a abandonar el fro dormitorio del Norte, donde

    el cadver yaca exactamente en la misma

    posicin en que Raymand lo haba dejado.

    Mason conoca a Jameson, el ayudante del

    sheriff, y, por tanto, nadie se opuso a que se

    uniese al grupo, como tributo a la reputacin de

    Mason y tambin a la influencia local de Blane.

    El abogado pudo echar un vistazo rpido a un

    dormitorio fro, rstico mobiliario, paredes de

    pino nudoso, ropas echadas sobre una silla,

    zapatos colocados al lado de la cama y la figura

  • [70]

    tiesa e inmvil del hombrecito que, en vida, haba

    tratado tan desesperadamente de poseer una

    personalidad dominante y magntica. Ahora, ya

    muerto, pareca haber recobrado su verdadera

    estatura; un cadver fro en un dormitorio fro.

    Mason realiz una inspeccin rpida del

    cuarto.

    No toque nada le previno el ayudante

    del sheriff.

    No lo har le asegur Mason,

    estudiando cuidadosamente la habitacin.

    Debi de desnudarse, luego se durmi y

    fue asesinado mientras dorma manifest el

    representante judicial.

    El ayudante del sheriff dijo:

    Bueno; est bien muerto y se trata de un

    asesinato. Voy a cerrar este cuarto y dejar las

    cosas como estn hasta que pueda llegar aqu

    alguien de la oficina de Los ngeles... Ahora

    vamos a echar un vistazo a ese reloj enterrado...

    aunque no s qu pueda tener que ver eso con el

  • [71]

    asunto.

    El ayudante del sheriff les invit a salir de la

    habitacin, cerr la puerta y sigui a Harley

    hasta el claro iluminado por el tibio sol.

    Harley camin hacia las rocas de granito.

    Bien; el reloj est enterrado aqu mismo. Si

    escuchan, podrn or su tictac.

    Vamos a echar un vistazo propuso el

    ayudante del sheriff.

    Harley se arrodill y ech a un lado el musgo

    y las hojas de pino.

    Coloc el odo contra el suelo; luego se

    incorpor, con una mirada de sorpresa.

    Estoy seguro de que ste es el lugar

    declar.

    El tono de voz del ayudante del sheriff era

    francamente escptico.

    Parece que nunca hubo aqu nada

    enterrado.

    Quizs est ms abajo sugiri Blane.

    Harley limpi un trozo ms amplio en el suelo

  • [72]

    y replic:

    No; la tapa de la caja estaba muy cerca de

    la superficie.

    El ayudante del sheriff golpe el suelo con la

    punta de su bota.

    No me parece que este sitio haya sido

    tocado desde el ltimo invierno.

    Harley se inclin una vez ms para pegar su

    odo al suelo.

    El polica dirigi una mirada rpida al

    representante judicial.

    No oigo el tictac ahora declar Harley.

    Est seguro de haber visto ese reloj?

    Harley se ruboriz.

    Lo tuve en mis manos, lo saqu de la caja.

    Adele Blane puede atestiguarlo.

    Jameson pareca resistirse a creerlo.

    Y estaba aqu esta maana? pregunt.

    S.

    Despus que usted encontr el cadver?

    No, antes que lo encontrase.

  • [73]

    Pero, despus que Hardisty fue asesinado?

    Oh, s!

    Bueno continu el ayudante del sheriff

    con el tono de quien desea terminar con un

    asunto que puede resultar molesto ; entonces

    Jack Hardisty no pudo haberse apoderado de l, y

    eso parece significar que el reloj no puede tener

    alguna relacin con el crimen. Qu puede

    decirnos del coche de Hardisty? No tiene usted

    alguna idea de cmo fue a parar al fondo de la

    garganta?

    No.

    Ahora voy a hacerle una simple pregunta

    dijo Jameson . No hay motivo alguno para

    que usted se preocupe, pero yo quiero que

    conteste a ella y que conteste sinceramente. No

    tendr usted otra oportunidad para hacerlo,

    Raymand. Su respuesta tendr que ser sostenida

    en todo momento... No subi usted al estribo del

    automvil de Jack Hardisty, lo hizo marchar un

    trecho y luego salt del estribo dejando que el

  • [74]

    coche se despease?

    No, en absoluto.

    Por qu le pidi Blane que se quedase en

    la cabaa?

    Quera que vigilase el lugar.

    Y por qu motivo, mister Blane?

    pregunt el polica.

    Antes que Blane pudiese responder, Harley

    Raymand contest sonriendo:

    Creo que fue un rasgo de magnanimidad

    por parte de mister Blane. Crey que un perodo

    de descanso y recuperacin me sentara bien, y

    trat de hacerlo aparecer como un empleo, a fin

    de que yo no pensase que deba quedarle

    reconocido por su acto.

    Blane pareca dispuesto a decir algo; pero al

    parecer cambi de idea y sonri con expresin

    enigmtica. Despus de un momento, manifest:

    Ahora, si ustedes me disculpan y mientras

    obtienen otros detalles adicionales de Harley, voy

    a charlar un rato con mister Mason.

  • [75]

    Blane se dirigi a Mason. El abogado, Delia

    Street y aqul caminaron alrededor del gran

    peasco de granito, dirigindose hacia un claro

    desde donde no podan ser odos.

    Mister Mason dijo Blane , no puedo

    expresarle lo aliviado que me siento desde que

    usted lleg. Gracias por haber venido.

    El reloj enterrado me atrajo contest

    Mason . Qu sabe usted de ese reloj?

    Harley Raymand me lo mencion por

    primera vez esta maana. Adele confirm su

    relato. El reloj estaba all, con seguridad.

    All donde Raymand hurg entre las hojas

    de pino? pregunt Mason.

    Quiz Raymand haya confundido el lugar

    admiti Blane.

    Muy bien; eso puede esperar. Dgame

    usted exactamente qu desea que yo haga y por

    qu quiere que lo haga. Vaya derecho al grano.

    Ese polica estar de vuelta aqu en seguida con

    ms preguntas.

  • [76]

    Blane habl con rapidez nerviosa, sin hacer

    pausa alguna, en su ansiedad por suministrar los

    detalles a Mason:

    Jack Hardisty era mi yerno... Se cas con

    Milicent. Ella era una muchacha que deseaba

    tener una carrera... Estudi para enfermera. Es

    inteligente... de la clase de personas a quienes se

    aprecia por sus conocimientos... Luego vino Jack

    Hardisty, le hizo conocer el otro aspecto de la

    vida (el aspecto apasionado, romntico, frvido),

    la enamor y se cas con ella. Yo le coloqu en

    un banco de Roxbury... a pesar de que era un

    condenado sujeto que no vala un comino.

    Amarg la vida de Milicent corriendo detrs de

    una modista... desfalc diez mil dlares... Yo lo

    supe y le dije que se las arreglara como pudiera...

    Antes que yo pudiese tomar medida alguna, cogi

    un par de maletas y se march con todo lo que

    haba en el banco. Me habl por telfono

    dicindome que si yo pagaba los diez mil, l

    devolvera el resto de los fondos, y que si no lo

  • [77]

    haca, el Banco no tendra un centavo cuando

    abriese esta maana.

    Qu hizo usted? pregunt Mason.

    Qu poda hacer? contest Blane .

    No saba cmo salir del apuro.

    Y qu hay de la compaa de seguros?

    A eso iba justamente. La compaa se

    resista a asegurarle. Haba algo en el pasado de

    Jack. Yo cre que la compaa era demasiado

    rigurosa... Les dije que extendieran la pliza, que

    yo la garantizara... Firm el documento a tal

    efecto. He sido un condenado tonto... Me est

    bien empleado.

    Muy bien. Contine.

    Mi otra hija, Adele, subi aqu con Harley

    Raymand ayer por la tarde. Antes que se

    retirasen, apareci Jack Hardisty, pero l no los

    vio. Raymand dice que Hardisty tena una pala en

    el coche... Ellos regresaron a Kenvale y se

    encontraron con Milicent en el camino, que les

    pregunt si Jack estaba aqu arriba. Adele no

  • [78]

    pens mucho en ello hasta que Milicent continu

    su camino hacia la cabaa. Entonces se asust.

    Dijo a Harley que tena otra cita; le llev a toda

    velocidad hasta su hotel y regres muy de prisa a

    la cabaa.

    Siguiendo a Milicent?

    Blane asinti con la cabeza.

    La encontr?

    S.

    Aqu en la cabaa?

    No, abajo, cerca de la carretera principal.

    Qu estaba haciendo Milicent all?

    Sufra un ataque de nervios.

    Dnde estaba su marido?

    Nadie lo sabe. Milicent no fue a la cabaa.

    Detuvo su coche en una parte ancha del camino

    y luego sigui a pie hacia la cabaa.

    Por qu no continu el viaje su hija con el

    coche hasta arriba?

    Manifest a Adele que no quera que su

    marido la oyese llegar.

  • [79]

    Dijo por qu?

    No.

    Muy bien. Milicent no lleg a la cabaa?

    No; sus nervios la sujetaron. Debe de haber

    tenido un ataque de histerismo. Tena un arma en

    el bolsillo y la arroj por encima del terrapln, al

    borde del camino.

    Por qu?

    Le daba miedo llevarla consigo, dijo a

    Adele.

    Tema usarla contra s misma o contra

    alguna otra persona?

    No creo que lo haya dicho.

    Y Adele no se lo pregunt?

    No s. No creo.

    Era un revlver o una automtica?

    Un revlver.

    De ella?

    S. Yo se lo haba regalado. Era nerviosa y

    tena que permanecer sola muchas noches. Su

    marido sola estar ausente mucho tiempo.

  • [80]

    Muy bien. Se desprendi del revlver. Y

    despus, qu pas?

    Adele consigui que Milicent le prometiese

    regresar a Kenvale para quedarse con ella.

    Y lo hizo?

    No.

    Por qu? Qu sucedi?

    No lo sabemos. Adele emprendi el regreso

    en su coche. Milicent la segua en el suyo hasta

    que llegaron a Kenvale. Luego, Adele la perdi

    entre el trfico. Estaba oscureciendo y haban

    encendido los faros. Eso hace difcil la vigilancia

    de un coche que viene detrs de uno cuando hay

    mucho trfico.

    Adele la perdi... Y despus? Fue

    Milicent a su casa de usted?

    No. Por lo que yo s, nadie ha vuelto a

    verla. Adele iba vigilando el coche de Milicent

    por el espejo... Otros faros se reflejaron en l y...

    Bueno, eso es todo.

    A quin ha dicho Adele todo esto?

  • [81]

    pregunt Mason.

    A m solo, hasta ahora. Queremos saber...

    Mason le interrumpi:

    El ayudante del sheriff se dispone a venir

    hacia aqu. Sabe alguien que Milicent ha

    desaparecido?

    No.

    Cundo llegarn a saberlo?

    Puede que pase algn tiempo... Le aconsej

    a Adele que le dijese al ama de llaves que

    Milicent tuvo un ataque de nervios anoche y que

    ella le administr un somnfero y la meti en

    cama en el cuarto trasero del piso alto... que

    Milicent no debe ser molestada por ningn

    motivo. Eso arreglar las cosas hasta que

    podamos encontrarla.

    Mason le contest:

    No creo que lo que ha hecho usted le

    convenga a Milicent.

    Por qu no? Si ellos llegan a saber que

    ignoramos dnde se encuentra...

  • [82]

    Entiendo lo que usted quiere decir; pero

    los aficionados no deben tratar de ocultar la

    evidencia. No tenemos tiempo para discutir eso

    ahora. Vienen hacia aqu. Llvese aparte al

    ayudante del sheriff y cuntele lo del desfalco.

    La cara de Blane reflej una expresin de

    sorpresa.

    Pero si sa es una de las cosas que yo

    quera que usted hiciese...! Mantenerlo en

    secreto, que me dijera cmo...

    Usted no puede mantener eso en secreto

    le interrumpi Mason . Trate de hacerlo, y

    si le pescan descubrirn todo lo dems.

    Pero yo no quiero que...

    Ahora mismo declar Mason estoy

    pensando en Milicent, y usted debera estar

    haciendo lo mismo. Llvese aparte al polica y

    dgale que le suministra la informacin como

    estrictamente confidencial y que usted no quiere

    que diga una palabra respecto a ello, a nadie.

    Bueno... muy bien... Si usted lo dice...

  • [83]

    Dnde est Adele?

    En casa.

    Sabe ella que usted me busc?

    S.

    Dnde se halla el telfono ms cercano?

    Camino arriba, a eso de cinco kilmetros,

    hay un pequeo casero, un puesto de

    guardabosque y...

    Muy bien; vaya y hable con el polica. Aqu

    viene l ahora. Luego bsqueme en el Hotel

    Kenvale tan pronto como pueda usted

    escabullirse de aqu. Trate de irse dentro de

    quince o veinte minutos.

    El polica caminaba hacia ellos. Su expresin

    era la de un hombre que est decidido a hacer

    algo y desea llevarlo a efecto lo ms pronto

    posible.

    Mason dijo en voz baja, hablando por un lado

    de la boca, como si estuviese apuntando a un

    actor:

    Hblele ahora, Blane.

  • [84]

    ste alz la voz y dijo:

    Jameson, quiero hablar con usted unos

    minutos... en privado, por favor.

    El polica pos una mirada en los dems y

    contest:

    Bueno, est bien.

    Mason se volvi hacia Delia Street:

    Vamos, Delia. Por aqu.

    Condujo a Delia hacia el fondo de la casa y

    luego a lo largo de un sendero bien definido que

    corra hacia abajo por una caada seca, lo

    bastante profunda como para hacerlos invisibles

    desde la cabaa.

    Despus de caminar unos cien metros,

    salieron de la caada y fueron hasta el lugar

    donde Mason haba estacionado antes su coche.

    No quiero dijo Mason que oigan el

    ruido del motor, Delia. Pngalo en tercera, abra

    el contacto y apriete el embrague. Yo empujar el

    coche hasta esa pendiente. Suelte el embrague

    cuando yo le diga... despus que marchemos a

  • [85]

    buena velocidad... Muy bien; ahora tuerza el

    volante.

    Mason empuj el coche hasta que empez a

    deslizarse por la pendiente; luego salt al lado de

    Delia Street. Cuando el coche corra ya a una

    respetable velocidad, agreg:

    Muy bien, suelte ahora el embrague.

    El motor comenz a roncar con fuerza.

    Rpidamente, hacia el casero prosigui

    Mason . Quiero hablar por telfono.

    Presumo que no estamos conservando los

    neumticos? pregunt Delia.

    Estamos conservando una reputacin

    contest Mason.

    Tardaron poco ms de tres minutos y medio

    en cubrir la distancia de cinco kilmetros que

    haba hasta el telfono. Mason encontr una

    cabina de telfono en un almacn, llam a la

    residencia de Vincent Blane en Kenvale y

    pregunt por Adele. Unos momentos ms tarde

    oy una voz femenina que preguntaba a travs

  • [86]

    de la lnea telefnica con tono de duda:

    S... Qu hay, por favor?

    Habla con Perry Mason. Sabe algo de m?

    Pues... s.

    Muy bien. No necesito mencionar detalles.

    Usted sabe que su padre iba a ponerse en

    contacto conmigo.

    S.

    Sabe por qu?

    S.

    Mason continu:

    Su padre me relat lo del dormitorio del

    piso alto. Me entiende usted?

    Se refiere a la persona que se supone est

    en l?

    Eso mismo.

    Comprendo.

    Mason anunci:

    No me gusta eso.

    Por qu no? pregunt Adele.

    Es peligroso. No sabemos cules son los

  • [87]

    triunfos... todava. Quiero que usted haga una

    cosa.

    Qu?

    Vayase donde no puedan interrogarle.

    Vayase, y muy ligera. Simplemente... desaparezca.

    Por cunto tiempo?

    Hasta que yo le diga que regrese.

    Cmo har usted para comunicarse

    conmigo?

    Mason agreg:

    Mi secretaria, miss Delia Street, se alojar

    en el Hotel Kenvale. Llmela esta tarde a las

    cinco. No mencione ningn nombre por telfono.

    Ella tampoco lo har. Si no hay moros en la costa,

    ella se arreglar para hacrselo saber a usted. Si

    ella no le avisa nada, es porque hay moros en la

    costa. Despus de las cinco siga llamndola con

    intervalos de pocas horas... Ha entendido bien?

    S, mister Mason.

    Muy bien, parta en seguida... y no diga

    absolutamente a nadie adnde va. Trate de no ser

  • [88]

    seguida... Y no se olvide de llamar a miss Delia

    Street.

    He entendido todo muy bien contest

    Adele . Adis.

    Mason colg el receptor, esper un momento

    y luego llam a su oficina de Los ngeles.

    Cuando la telefonista contest, la central dijo:

    Deposite cincuenta y cinco centavos, por

    favor, incluido el impuesto federal.

    Mason rebusc en sus bolsillos, abri la

    puerta de la cabina del telfono y llam al

    hombre que estaba detrs del mostrador.

    Tengo hecha una llamada a Los ngeles.

    La persona que he llamado est en la lnea.

    Necesito cincuenta y cinco centavos. Puede

    darme cambio?

    Mason sac un billete de un dlar. El hombre

    marc Cambio en la caja registradora, extrajo

    de ella tres monedas de veinticinco centavos, dos

    de diez y una de cinco y se acerc trotando hacia

    la cabina.

  • [89]

    Mason le dio las gracias, cerr la puerta de la

    cabina, dej caer las monedas en el depsito y

    oy la voz de Gertie, la bondadosa muchacha del

    conmutador, que deca con su informalidad de

    costumbre:

    Santo Dios, mister Mason! Por qu no les

    dijo que le cargasen la llamada en cuenta? As no

    habra tenido que molestarse por las monedas.

    Mason lanz una risilla ahogada.

    Porque, en el curso de una investigacin,

    que quiz se realice, los oficiales de polica

    podran preguntarse por qu vine yo corriendo

    aqu para hacer una llamada telefnica. Luego

    hablarn con el dueo del almacn y sabrn que

    mi llamada fue para mi oficina de Los ngeles.

    Gertie vacil un momento, y luego continu:

    Me doy cuenta, su segunda llamada.

    Eso es. Solamente que a ellos no se les

    ocurrir que hubo dos llamadas. Prtese bien,

    Gertie.

    Gracias, mister Mason. Vamos a

  • [90]

    entretenernos en los comentarios de costumbre

    sobre el porcentaje que hay en ello o ya hemos

    hablado demasiado?

    Mason concluy:

    Ya hemos hablado lo suficiente. De

    cualquier modo, usted ya sabe todas las

    respuestas y colg el auricular.

  • [91]

    Captulo VI

    En el hotel Kenvale, Mason dio a Delia Street

    instrucciones rpidas.

    Justamente antes de salir de la carretera

    principal pude ver una seal colocada por el

    Automvil Club, en la que estaban inscritas las

    palabras Distrito de Kern. Busque la situacin

    del lmite del distrito y de aquella cabaa. Luego

    vuelva aqu y espere.

    En seguida contest Delia . No

    tardar mucho, creo.

    Mason se acomod confortablemente en el

    vestbulo del hotel y vigil la puerta, mientras

    esperaba a Vincent Blane. Al cabo de treinta

    minutos de impaciencia, se dirigi a una cabina

    telefnica y llam a Paul Drake, jefe de la

    Agencia de Detectives Drake, de Los ngeles.

    Contestaron a la llamada en pocos segundos, y

    cuando Mason oy la voz de Drake a travs de la

    lnea, dijo:

  • [92]

    Habla Perry Mason, Paul. Los telfonos me

    parecen sospechosos, as que tendremos que

    hablar con cuidado.

    Muy bien, hable usted.

    Estoy en Kenvale. A unos treinta y cinco

    kilmetros de aqu, en las montaas, un hombre

    llamado Blane posee una cabaa. El yerno de

    Blane, Jack Hardisty, fue asesinado en esa cabaa

    anoche. Jameson, el ayudante residente del

    sheriff, que investiga el caso ahora, se porta

    decentemente, pero le van a reemplazar unos que

    vienen de Los ngeles, con los cuales ser ms

    difcil tratar. Me gustara conocer todos los

    detalles antes que llegaran.

    Qu quiere usted decir con todos los

    detalles?

    Hora de la muerte, pistas, forma de la

    muerte, motivos, oportunidades, coartadas... y

    localizar a Milicent Hardisty, la esposa de la

    vctima.

    Drake dijo:

  • [93]

    Es esto ltimo parte de la rutina?

    No.

    Quiere usted decir que puede ser difcil?

    S.

    Es con eso con lo que se supone que debo

    tener cuidado?

    As es. Y es probable que deba tener usted

    mucho cuidado con ello.

    Valdr la pena buscar en los lugares de

    costumbre?

    Exactamente... no se deje engaar por

    informaciones en contrario.

    Muy bien, Perry. Dnde estar usted?

    En el Hotel Kenvale, al menos hasta que

    consiga averiguar algo. Pero si yo no estuviese,

    encontrar a Delia aqu.

    Quin es su cliente?

    Vincent P. Blane.

    Es probable que l haya cometido el

    hecho?

    La polica no ha dicho eso.

  • [94]

    Drake insisti:

    Eso no contesta mi pregunta.

    Eso piensa usted.

    Mason colg. Esper otros cinco minutos y

    luego llam impaciente a la residencia de Blane.

    Habla Perry Mason, el abogado anunci

    a la voz femenina que contest al telfono .

    Est miss Adele Blane?

    No, seor.

    Est mistress Hardisty?

    S, seor. Est aqu, en la casa, pero hay

    rdenes estrictas de que no sea molestada. Tuvo

    un ataque de histerismo anoche y le fue

    suministrado un soporfero.

    Mason sonri y dijo:

    Est muy bien. No la molestar... Hubo

    otras llamadas para ella?

    S, seor.

    Cuntas?

    Oh, media docena, aproximadamente!

    Amigos?

  • [95]

    No, seor. Voces extraas que no quisieron

    dar sus nombres.

    Hombres o mujeres?

    Ambos.

    Mason termin:

    Muy bien; si llega a saber algo de mister

    Blane, directa o indirectamente, llmeme al Hotel

    Kenvale.

    Mason colg, y cuando justamente sala de la

    cabina del telfono, se abri violentamente la

    puerta del vestbulo e irrumpi en ste un

    pequeo grupo, a cuyo frente iban Blane y

    Jameson. Al ver Blane a Mason, su cara reflej

    una expresin de alivio. Mientras el grueso y

    cansado hombre de negocios se acercaba al

    abogado, Jameson se mantuvo al lado de aqul.

    Mason sostuvo un tono de voz muy natural al

    dirigirse a Blane.

    Parece que recoge usted cada vez ms

    personas mientras viaja.

    Los ojos de Blane tenan una expresin de

  • [96]

    ruego desesperado.

    stos son testigos explic rpidamente

    . Miss Strague, su hermano y mister Beaton.

    Viven all arriba, en los alrededores de aquel

    lugar.

    Mason continu:

    Parecen estar muy cansados. Qu les

    parece si vamos a mi habitacin, que est fresca,

    y donde, adems, podemos beber un trago?

    El polica contest:

    Temo que no hay tiempo para eso, mister

    Mason. Mister Blane ha adoptado una actitud

    muy extraa.

    Y qu actitud es sa?

    Miss Strague ha encontrado el arma con la

    cual se cometi el crimen. Mister Beaton la

    acompaaba cuando la encontr.

    Mason, para ganar tiempo, hizo una pequea

    inclinacin de cabeza a Lola Strague.

    La felicito. Evidentemente, usted ha hecho

    un buen hallazgo... Puedo preguntar dnde

  • [97]

    estaba el arma?

    Tirada entre las hojas de pino, al otro lado

    de la roca, cerca de la cual mister Raymand dice

    que estaba el reloj enterrado.

    No necesitamos averiguar eso ahora

    interrumpi Jameson deprisa . El hecho es que

    hay pruebas que relacionan el revlver con la

    esposa de Jack Hardisty.

    Es cierto eso? pregunt Mason con

    tono indiferente . Qu pruebas son esas?

    Blane seal a Beaton, que interrumpi

    rpidamente:

    Por supuesto, caballeros, que yo no puedo

    jurar que se sea el revlver que ella tena en la

    mano cuando yo pas a su lado en mi coche, en

    la tarde de ayer. Estaba en pie en la carretera

    principal y tena algo en la mano. Pens que sera

    una llave inglesa y que su coche se haba

    descompuesto. Iba a preguntarle si necesitaba

    ayuda, pero justamente en ese momento levant

    su brazo y arroj este revlver... si era un

  • [98]

    revlver lo que tir hacia abajo, a la garganta de

    la montaa. Su cara estaba contorsionada por la

    emocin. Cuando pas al lado de ella me mir sin

    dar seal alguna de haberme reconocido. Dudo

    que ni siquiera me haya visto, aunque me quit el

    sombrero al pasar.

    A qu hora fue es