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Por Mary Lou Higgins

enverdecer el Plan de Desarrollo

Est en manosdel Congreso

l Congreso tiene en sus manos el destino de Colombia en los prximos cuatro aos. Desde la primera semana de

febrero, la aprobacin del Plan Nacional de Desarrollo estar en su agenda prioritaria.

El Plan Nacional de Desarrollo es usualmente una oportunidad para hacer borrn y cuenta nueva, ajustar tuercas y proyectar hacia dnde se debe dirigir el pas en trminos econmicos, sociales, institucionales y ambientales; pero en gobiernos re-electos esa hoja de ruta suele darle continuidad a ciertas polticas y programas del primer periodo. Esto sucedi con la propuesta de Plan Nacional de Desarrollo que le present el gobierno Santos al Congreso a comienzos de febrero.

Aunque cuenta con elementos innovadores como la inclusin del crecimiento verde como un eje transversal y la propuesta de regionalizacin e implementacin de las estrategias de manera diferenciada, el Plan busca continuar con un desarrollo econmico enfocado en la explotacin de hidrocarburos y minerales, no logra fortalecer la institucionalidad para combatir la minera ilegal y deja por fuera la participacin ciudadana.

Precios bajos, costos sociales y ambientales altos

El ao nuevo lleg con malas noticias para las petroleras: la cada del precio del petrleo a casi la mitad de su valor seis meses atrs; tiene pinta de prolongarse. Las juntas directivas de empresas como Ecopetrol y Pacific Rubiales an no saben cmo lidiarn con esta crisis.

Esta situacin tiene repercusiones negativas en la economa colombiana que a lo largo de los aos ha dependido de las industrias extractivas. Pero tambin es una oportunidad para que el pas repiense su modelo de desarrollo.

El Estudio de La Nueva Economa (Mejor Crecimiento, Mejor Clima), liderado por el ex-Presidente de Mxico Felipe Caldern y en el cual particip el presidente Juan Manuel Santos,

asegura que es posible alcanzar un crecimiento econmico duradero en el tiempo que le haga frente a los riesgos del cambio climtico. Asimismo, la OCDE resalt la necesidad de diversificar sus actividades productivas de exportacin y bajar la dependencia en los recursos no-renovables. El Gobierno tiene que seguir estas recomendaciones si pretende hacer parte de este grupo de pases desarrollados.

En los ltimos ocho aos, en Colombia ha predominado la exportacin de recursos no renovables. La participacin promedio del 2006 al 2010 en impuestos nacionales y regalas del Petrleo y Gas fue de 23% y de la Minera fue de 4,1% y el valor de las exportaciones de los hidrocarburos y minera represent el 58% en el 2013. Sin embargo, el sector minero-energtico sigue siendo riesgoso, pues sus precios pueden fluctuar, como ocurre en este momento, dependiendo del mercado internacional.

Adems se ha visto que las actividades extractivas estn asociadas a los conflictos ambientales y sociales en el pas. Despus de India, Colombia es el segundo pas con ms conflictos ambientales identificados en el mundo, y estos han estado asociados al desarrollo de la minera.

La Corte Constitucional estableci la necesidad de elaborar una poltica minera del carbn debido a los recurrentes incumplimientos ambientales y sociales de las empresas que pretenden ampliar sus proyectos. Este debe ser un indicador dentro del nuevo Plan de Desarrollo para prevenir futuros impactos y garantizar

PERSPECTIVA I SECToR mInERo-EnERgTICo y Su ImPACTo SoCIAl

E

CENTRO INTERNACIONAL DE RESPONSABILIDAD SOCIAL & SOSTENIBILIDAD 43

El Plan Nacional de Desarrollo contina con la locomotora minero-energtica a pesar de que los precios de los combustibles fsiles estn por el piso, no fomenta la participacin de las autoridades ambientales y los grupos sociales en la toma de decisiones.

La Corte Constitucional estableci la necesidad de elaborar una poltica minera del carbn debido a los recurrentes incumplimientos ambientales y sociales de las empresas que pretenden ampliar sus proyectos.

Mary Lou Higgins

Directora de Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)

ExPErtA

que las autoridades ambientales cuenten con los recursos necesarios para hacer seguimiento y control ambiental en el marco del licenciamiento ambiental.

Mucha minera, poco controlPor otra parte, el plan busca fortalecer la institucionalidad

minera. Sin embargo, la propuesta es limitada ya que la mayor parte de la problemtica minera Colombiana est asociada a la minera artesanal y de pequea escala (MAPE) legal e ilegal. La MAPE constituye ms del 95% de los ttulos mineros otorgados que estn en explotacin y cuentan con licencia ambiental. Las entidades encargadas de controlar esta actividad son las Corporaciones Autnomas Regionales (CAR), que tienen debilidades institucionales para garantizar el control y seguimiento a los proyectos.

Las CAR presentan un dficit de ms de $145.000 millones (costos del 2013) para cumplir adecuadamente con el control de las licencias ambientales en su jurisdiccin. Se estima que alrededor del 85% de la produccin de oro, segundo mineral que genera ms rentas al pas, proviene de explotaciones

mineras de pequea escala, ilegales, en las que confluyen actores armados y poblacin marginada, en zonas que presentan una alta debilidad institucional y en donde la bsqueda de alternativas de desarrollo son escasas, como en la regin Pacfico, la serrana de San Lucas, el bajo Cauca o la Amazonia.

Es necesario que las instituciones y organizaciones busquen disminuir los impactos de la minera ilegal: eliminen la utilizacin del mercurio, fortalezcan los procesos de formalizacin minera y busquen alternativas productivas

Para esto, se requiere fortalecer la estrategia de financiamiento del sector ambiental y replantear las metas de produccin de minerales frente a las condiciones y limitaciones ambientales y de gobernanza de los territorios.

Por otra parte, el Plan considera un tema fundamental: el licenciamiento ambiental para la exploracin minera. La OCDE, la Contralora General y numerosas organizaciones sociales y ambientales han pedido que a la exploracin minera se le exija una licencia ambiental debido a los impactos sociales y ambientales que pueden ocurrir en esta

fase. Sin embargo, en el plan este requisito qued convertido en un plido anuncio de que se adelantarn las evaluaciones necesarias para identificar la pertinencia solicitar licencia ambiental para la fase de exploracin minera.

La voz ambiental y social sin fuerzaAl igual que el muevo decreto 2691 de 2014 del

Ministerio de Minas, el Plan limita la participacin de las entidades ambientales, en especial la del Ministerio de Ambiente, en el ordenamiento del territorio. El decreto pretenda regular la sentencia de la Corte Constitucional C-123 de 2014 que le ordenaba al Gobierno acordar con las autoridades territoriales medidas de proteccin del ambiente y de las cuencas hidrogrficas al momento de autorizar la exploracin y explotacin mineras.

Pero el decreto le termina dando poder al Ministerio de Minas para resolver temas de proteccin del ambiente sano, de sus cuencas hdricas, de desarrollo econmico, socio-cultural de las comunidades y de salubridad de la poblacin frente a las posibles afectaciones que puedan derivarse de la actividad minera. El Plan debe garantizar un espacio efectivo de participacin por parte del ministerio de Ambiente y de las organizaciones sociales o tnicas.

Ms de lo mismo?El Plan Nacional de Desarrollo contina con la locomotora

minero-energtica a pesar de que los precios de los combustibles fsiles estn por el piso, no fomenta la participacin de las autoridades ambientales y los grupos sociales en la toma de decisiones y sigue sin fortalecer la institucionalidad para hacerle frente a la minera ilegal

Cundo dejaremos de apostarle al modelo tradicional? Colombia tiene una oportunidad para aprovechar su potencial ambiental, su diversidad biolgica y sus recursos naturales. Vale desarrollar una arquitectura industrial, comercial e institucional sostenible con el apoyo del sector privado, uno de los actores ms importantes de la economa nacional. Debera dejar atrs un desarrollo basado en la extraccin de combustibles fsiles y apostarle a las energas del futuro. Por qu nos cuesta tanto elegir este camino?

Todas las seales nos indican que una hoja de ruta verde es la que nos llevar a ser competitivos en el mediano plazo. Pero parece que nuestro plan es dar la vuelta y caminar por el camino contrario, el de siempre, el del pasado. En manos del Congreso est la posibilidad de tener un plan de desarrollo verde.