Estracto de la palabra del mudo

8/18/2019 Estracto de la palabra del mudo

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1/¡J.

hor a de seguir camino A unque, pensándolo bien, me parece qf lta un poco de g o l i na.-Naur almene di je y , abr iendo la guaner a le alcancé la bo •lla de Chiv as.

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, 10 edcante sio e brve colfón)

sar de ser zambo y de llamarse López, quería parecerse cada ·os a un zaguero de Alianza Lia y cada vez más a un rubio

1, I la La vida se encargó de enseñarle que si quería triunr1 1; cudad colonial ás valía saltar las etapas intermediarias y ser

. e un blanquito de acá un gringo de allá Toda su tarea en los e lo conocí consstió en deslopizarse y deszambse o más osible y en americanizarse antes de que le cayera el huaico virtiera para siempre, digamos, en un portero de banco o en

0fer de colectivo Tuvo que empezar por matar al peruano que: él y por coger algo de cada gringo que conoció Con el e compuso una nueva persona, un ser hecho de retazos, que • i zambo ni gringo, el resultado de un cruce contranatura, ue su vehemencia hizo derivar, para su desgracia de sueño

a pesadilla inerna

Pro no anticipemos recisemos que se llamaba Roberto, que espués se le conoció por Bby, pero que en os últimos ents ociales gura con el nombre de Bob En su ascensión

sa hacia la nada e perdiendo en cada etapa una sílaba de bre

odo empezó la tarde en que un grupo de blanquiñosos jugá- s con una pelota en la plaza Bolognesi ra la época de las ones escolares y los muchachos que vivíamos en los chalets

s, hombres y mueres nos reuníamos allí para hacer algo con

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Y e Chal S do an er, naturalmente .ta de promocón cuand . , quen llev ó a Queca a la d. o termo el cole dmos cta en la pulp b b· g10. es e temprano ea, e mos un P dmos planes nsensatos se h b d oco mas e la cuenta, u� ' a o e un ra pt dero todo se e en pal b A 1 o, e un cargamonta ras. as ocho d 1 hte al ranchto de los . e a noc e estábamos d geran10s, resgnad est1tucón. Ch

a

lo11

1os a ser testgos de

nuesego en e ca

rro de su esmoqun blanco sa al pa

pa

, con un elega d o poco rato acom - d dvest1 o largo penado al 1 pana o e una Q ueca dto, en a que a pe pañera de nuestros J.ueg Q nas reconocmos a la coos ueca n1 nos · sus manos una carerta d mro, sonre1a a pretandod e raso. !on 1 '1 .na a sea como antes gaz, a u tma, pues11

, moa en ese me o msmo, no olvid omento toda lusón P. aamos nunca esa ,sempre una eta pa de n . magen que clausuró pauestra Juventud.Cas todos desera

on la

plaza

usoa

la

unv ersda

d ot nos porque pre pa

ra

ba

n el ngrd . ' ros porque se eron b e una mposble rép· d Q a otros aros en busca ca e ueca Sol R bcomo repardor de una pastel . alo o ero, que a traba abd d ea, rec aba al hon e otros nños n. anoc ecer en la plaza as cog1an el relev o d 1 . 'repetan nuestros J uegos co 1 d e a pandlla anteror d n e can or de hta o. En su banca soltar . b quen cree aberlos nvend . a regstra a dstrad 1e reo Jo, segu a mrando h . 1 amente e tra n, perob ac1a a casa de Q A P_ro ar antes que nade que Chalo hab . ueca s1 pudo comv1da de Q ueca, una espece d a sdo solo un epsodo en lallegada del orgnal, del cue;

o

gener qe la pre paró para laullg

a

n, ho de un f . ha

b1a

sdo la

copa

Bll unc1ona

o del consulad dBilly era pecoso pel b O e Estados U ndos, rroJo, usa a cams f denormes, re a con estrden 1 1 as orea as, tena los pes. b c1a, e so en 1ugar d d 1 Ja a, pero vena a ver a Q e orar o lo des pelleb ueca en su carro 1se sa e dónde lo cono Q no en e de su papá. Nocw ueca como .vez se le e vendo má h vo a parar all, pero cada s, asta que solo se le v 1tes, sus anteoos ah d o a e , sus raquetas deuma os sus d fgura de Chalo se e opa , d amaras e otos, a medda que lacan o, empequeñecendo espacando

desaarecer. De grupo tio y de tio a individuo, ía a fn empuñado su carta Soo Muigan sera quien a tar, con todas as de a ey, como sucedió después y en

I i o a acariciar esos musos con os ue tanto, durante años,I ente soñamos.

ecepciones, en genera, nadie as aguanta, se ecan a saco se tergiversan sus causas, se converten en motvo de irri asta en tema de comosición iteraia. Así e canco

se fe a estudiar a Londres, euca Rodguez escribió un amente cojudo, Armando Wof concuyó que Queca era

caf y Lucas de Tramontana se jactaba mentirosamente de a acamanueado v arias veces en e maecón. Fue sool ,I e ue sacó de todo esto una enseñanza veraz y ta jante: o

an o nada. ¿De qué e vaa ser un banquo ms si abía an anquitos nrrones, deseser

a

dos, indoentes y vencidos?í un estado suerior, habitado or seres que aneaban sin arse sobre a ciudad grs y a quienes se cedía sin eeas os es futos de a t ierra. E robema estaba en cómo egar a ser igan siendo un zambo ero e sufimiento aguza también e¡ o cuando no maa, y Roberto se aba brado a un argo, 1 nio y trazado un pan de acción.

ntes que nada aba que deszambarse. E asunto de eo no e • uy díci: se o tiñó con agua oxigenada y se o izo ancar. e coor de a ie ensa yó amidón, povo de arroz y taco de ca ast

a

ograr e componente idea

. ero un zambo teñido yI ov ado sgue siendo un zabo. Le taba saber cómo sevestan, decan, cómo camnaban, o que ensaban, quiénes eran ennitiv a os grngos

o vimos entonces merodear, en sus oras ibres, or ugaresentemente incoerentes, pero ue tenían ago en común oscuentaban os gringos. nos o veron arado en a puerta deuntry Cub, otros a a saida de coegio Santa María, Lucas de

aontana juraba haber distnguido su cara as e seto de camo

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e sobre el río Hudson! U n eserzo más y, ¡hop, y a estabancaminando sobre el puente.

Para nosotros incluso era difcil viajar a Estados Unidos. Habíaque tener una beca o parientes allá o mucho dinero Ni ópez niCabanillas estaban en ese caso No vieron entonces otra salida que elsalto de pulga, como y a lo practicaban otros blanquiñosos, gracias al

traba jo de purser en una compañía de aviación Todos los años convocaban a concurso y ambos se presentaron. Sabían más inglés quenadie, les encantaba servir, eran sacricados e intigables, pero nadielos conocía, no tenían recomendación y era evidente, para los calicadores, que se trataba de multos talqueados Fueron desaprobados.

Dicen que Bby lloró y se mesó desesperadamente el cabello yque Cabanillas tentó un suicidio por salto al vacío desde un modesto segundo piso En su egio de Mogollón pasaron los días más

sombríos de su vida, la ciudad que los albergaba terminó por convertirse en un trapo sucio a erza de cubrirla de insul os y reproches.Pero el ánimo "es volvió y nuevos planes surgieron. P uesto que nadiequería ver aq uí con ellos, había que irse como ese. Y no quedabaotra vía que la del inmigrante disazado de turista.

Fue un año de duro traba jo en el cual e necesario privarse de odo a n de ahorrar para el pasa je y rmar una bolsa común queles permitiera deenderse en el extran jero. Así ambos pudieron al nhacer maletas y abandonar para siempre esa ciudad odiada, en lacual anto habían suido y a la que no querían regresar así no que

da

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Todo lo que viene después es previsible y no hace l a muchaimaginación para completar es a parábola. En el barrio dispusimosde inrmaciones directas: caras de Boby a su mamá, noticias devia jeros y al nal relato de un testigo.

Por lo pronto Boby y José María se gastaron en un mes lo quepensaban les duraría un semestre. Se dieron cuenta además de que

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1 ueva York se habían dado ci a todos los Lpe Cabanillas deldo, asiáticos, árabes, aztecas, aicanos, ibéri, ma yas, chibI s, sicilianos, caribeños, musulmanes, uec s, polinesis,�imales, e jemplares de oda procedencia, lengu raza y pigmen-

n y que tenían solo en común el querer ivir o un y anqui,ués de haberle cedido su alma y haber iteta usurpar su apa

I ·cia a ciudad los toleraba unos meses, colacientementetrs absorbía sus dólares ahorrados. ueg, c por un ubo, dirigía hacia el mecanismo de a e xpulsi

A duras penas obtuvieron ambos una prórra de sus visas,etras trataban de encontrar un traba jo esabl_e ue les permitie- uedarse, al par que las Quecas del lugar, y er anas, ls pasa1 por las narices, sin concederles ni siquier la tención oscada nos despierta una cucaracha a ropa se les gst, la música de k Sinatra les llegaba a l huevo, la sola idea de teer por todo ali o que comerse u n hot do g , que en ima era u gloria, les daba

eas Del hotel barato pasaron al albergue catlico y luego a laI c del parque público. Pronto conocier es osa blanca que1 Í del cielo, que los despintaba y que los hcía ptinar como idio- e veredas heladas y que era, por el color, una erdia racista del,1 turaleza.

Solo había una soluión miles de kilmetrs de distancia, en ís llamado Corea, rubios estadounidenses mbatían contra horribles asiáticos. Estaba en juego la libertd de Occidente, los diarios y lo repetían los hombres de Estado en la elevi- > Pero era an penoso enviar a los boys a ese lugar Morían como

dejando a pálidas madres desconsoladas en pequeñas gran jasde había un cuarto en el atillo lleno de ie js juguetes. El queier ir a pelear un año allí tenía todo garantido a su regreso alidad, trabajo, s egu social, integració, medallas. Por odo

e xistían centros de reclutamiento. cada voluntario, el país le su corazón.

Boby y osé María se inscribieron para no ser e xpulsados. Y desde res meses de entrenamiento en u cuartel partieron en un enorme a vida era una aventura maravillosa, el via je e

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inolvidable. Habiendo nacido en un país mediocre, m1semomelancólico, haber conocido la ciudad más agitada del mundo, conmiles de privaciones, es verdad, pero ya eso había quedado atahora lle vaban un unirme verde, volaban sobre planicies, mare yne vados, empuñaban armas de vastadoras y se aproximaban jóvenaún colmados de promesas, al reio de lo igoto.

La la vandera María tiene cantidades de tarjetas postales cotemplos, mercados y calles exóticas, escritas con una letra mpequeña y aplicada ¿Dónde quedará Seúl? Hay muchos anuncos ycabarets Luego cartas de ente, que nos enseñó cuando le vino eprmer ataque y dejó de trabajar unos das. Gracias a estos docu-mentos pudimos reconstruir bien que malo lo que pasóPogresivamente, a tra vés de sucesi vos tanteos, Bby e aproximá-dose a la cita que había concertdo desde que vino al mundo. H abí

que llegar a un paralelo y hacer ente a oleadas de soldados amarillos que bajaban del polo como cancha. P ara eso estaban los vountarios, los indómitos'igías de Occidente.

José María se salvó por milagro y enseñaba con orgullo el muñónde su bra z o derecho cuando regresó a Lima meses después. Su patrulla había sido en viada a reconoce un arro z al, donde se suponía quehabía emboscada una avan z adilla coeana. Bby no suó, dijo JoséMaría, la primera ráfaga le voló el casco y su cabe z a e a caer en uaacequia, con todo el pelo pntado re vuelto hacia abajo. Él solo perdióun bra z o, pero estaba allí vi vo, contando estas historias, bebiendo su

cerve za helada, desempolvado ya y zambo como nunca, vi viendoholgadamente de lo que le costó ser un mutilado.

La mamá de Roberto había sudo entonces su segundo ataqueque a borró del mundo. No pudo leer así la carta ocial en la quele decían que Bob Lópe z había muerto en accón de armas y teníaderecho a una ctación honoríca y a una prima para su milia.Nadie la pudo cobrar

Colfn

¿Y Q ueca? Si Bob hubiera conocido su hstoria tal ve z su vda ·

1 1 cambiado o tal ve z no, eso nadie lo sabe. Billy Mulligan la

!' su país, como estaba con venido, a un pueblo de Kentuc

I o su padre haba montado un negocio de carnes de cerdo

wa P asaron unos meses de n nita f lcidad, en e

sa ln

da

casa pla cal z ada, verja, jardn y tod

os los aparatos eléctricos

ados por la ndustra humana, una casa en suma como las que

en cien mil pueblos de ese país-continente. Hasta que a Blly

I e salendo el rlandés que disimulaba su educacón puritana, al

o tempo que los ojos de Q ueca se agrandaron y adquiriern

rste z a limeña. Billy e llegando cada ve z más arde, se aco

las máquinas ragamonedas y a las carreras de auto, sus pies le

I eron más y se llenaron de callos, le salió un lunar maligno en el

ue z o, los sábados se n laba de bourbon en el Club A migos de

uck , se enredó con una e

mplea

da

de la

ábrica, chocó dos

s el carro, su mrada se vol vó ja y aguachenta y termnó por

1 e de puñeta z os a su mujer, a la linda, nol vidable Q ueca, en las

rugadas de los domingos, mientras sonreía estúpidamente y la

aba chola de mierda

Parí, 1975

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