Estratificación del riesgo hemorrágico a medio plazo en el ...
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Universidad de Barcelona
Facultad de Medicina
Departamento de Ciencias Clínicas
Estratificación del riesgo hemorrágico a medio
plazo en el síndrome coronario agudo. Impacto de
diferentes comorbilidades
Memoria presentada por
Alberto Garay Melero
Para optar al grado de Doctor en Medicina
Barcelona, 18 de marzo de 2018
2
3
El Dr. Francesc Formiga Pérez, Profesor de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Barcelona, médico adjunto del Servicio de Medicina Interna y
director del programa de Geriatría del Hospital Universitario de Bellvitge, y el Dr.
Albert Ariza Solé, médico adjunto del Servicio de Cardiología y responsable de la
Unidad de Cuidados Críticos y Cardiológicos del Hospital Universitario de
Bellvitge hacen constar que la tesis doctoral titulada:
“Estratificación del riesgo hemorrágico a medio plazo en el
síndrome coronario agudo. Impacto de diferentes comorbilidades”
que presenta el licenciado Alberto Garay Melero, ha sido realizada bajo su
dirección en el campus de Bellvitge de la Facultad de Medicina, la consideran
finalizada y autorizan su presentación para ser defendida ante el tribunal que
corresponda.
Barcelona 18 de Marzo de 2018
Dr Francesc Formiga Pérez Dr Albert Ariza Solé
4
Producción Científica
La mayor parte del contenido de esta tesis doctoral procede de trabajos
publicados en revistas científicas y/o presentados en congresos.
Publicaciones
1. Garay A, Ariza-Solé A, Abu-Assib E, Lorente V, Sánchez-Salado JC, Cequier
A. Mild term bleeding risk prediction after an acute coronary syndrome: An
unsolved question. Rev Esp Cardiol. 2016;69:527-9.
2. Garay A, Ariza Sole A, Formiga F, Lorente V, Sánchez Salado JC, Salazar
Mendiguchía J, Roura G, Muntané G, Alegre O, Fuentes L, Gómez Hospital JA,
Cequier A. Does anemia impact predictive ability of bleeding risk scores in
patients with acute coronary syndromes. Rev Port Cardiol. 2016; 35:637-44.
3. Garay A, Ariza Sole A, Formiga F, Raposeiras-Roubín S, Abu-Assi E, Sánchez
Salado JC, Lorente V, Alegre O, Henriques JP, D´Ascenzo F, Saucedo J,
González-Juanatey JR, Wilton SB, Kikkert WJ, Nuñez-Gil I,Song X,
Alexopoulos D, Liebetrau C, Kawaji T, Moretti C, Huczek Z, Nie SP, Fujii T,
Correia LC, Kawashiri M, García-Acuña JM, Southern DA, Alfonso E, Terol B,
Garay A, Zhang D, Chen Y, Xanthopoulou I, Osman N, Möllmann H, Shiomi H,
Giordana F; Scarano S, Kowara M, Filipiak KJ, Wang X, Yan Y, Fan JY, Ikari Y,
Nakahayshi T, Sakata K, Yamagishi M, Kalpak O, Kedev S, Cequier A.
Prediction of post discharge bleeding in elderly patients with acute coronary
syndromes: insights from the BleeMACS registry. Thromb Haemostasis 2018. In
press
5
Comunicaciones en congresos
1. L‘anèmia afecta a la capacitat predictiva de les escales de risc de sagnat en
pacients amb Síndrome Coronària Aguda? Garay Melero, Alberto; Ariza Sole,
Albert; Sanchez Salado, Jose Carlos; Lorente Tordera, Victoria; Alegre Canals,
Oriol; Muntane Carol, Guillem; Leon Diaz, Valentina; Oyarzabal Rabanal,
Loreto; Cequier Fillat, Angel. Comunicación oral. 28 Congrés de la Societat
Catalana de Cardiologia, Mayo 2016, Barcelona.
2. Predicció del risc hemorràgic a mig termini desprès d’una síndrome coronària
aguda: una assignatura pendent. Garay Melero, Alberto; Ariza Sole, Albert;
Sanchez Salado, Jose Carlos; Lorente Tordera, Victoria; Alegre Canals, Oriol;
Muntane Carol, Guillem; Leon Diaz, Valentina; Vila Sala, Maria; Cequier Fillat,
Angel. Comunicación oral. 28 Congrés de la Societat Catalana de Cardiologia,
Mayo 2016, Barcelona.
3. Predicción del riesgo hemorrágico a medio plazo tras un síndrome coronario
agudo: una asignatura pendiente. Alberto Garay Melero, Albert Ariza Solé, Jose
Carlos Sánchez Salado, Victoria Lorente Tordera, Guillem Muntane Carol,
Valentina Leon Diaz, Maria Vila Sala y Àngel Cequier Fillat. Presentación póster
con comunicación oral. Congreso de la sociedad española de cardiología,
Octubre 2016, Zaragoza.
4. Impacto de la anemia en la capacidad predictiva de las escalas de riesgo de
sangrado en pacientes con síndrome coronario agudo. Alberto Garay Melero,
Albert Ariza Sole, Jose Carlos Sanchez Salado, Victoria Lorente Tordera,
Guillem Muntane Carol, Valentina Leon Diaz, Loreto Oyarzabal Rabanal, Angel
Cequier Fillat. Presentación póster. Congreso de la sociedad española de
cardiología, Octubre 2016, Zaragoza.
6
5. Predicción de complicaciones hemorrágicas a medio plazo tras el alta por un
síndrome coronario agudo en pacientes de edad avanzada. Garay Melero,
Alberto; Ariza Solé, Albert; Formiga Pérez, Francesc; Alegre Canals, Oriol;
Sánchez Salado, José Carlos; Lorente Tordera, Victoria; Guerrero Morales,
Carmen; Cequier Fillat, Angel. Comunicación oral. Congreso de la sociedad
española de cardiología, Octubre 2017, Madrid.
7
Índice
8
I. ABREVIATURAS……………………………………………….……….……Página 10
II. INTRODUCCIÓN………………………………………………..…..……....Página 12
2.1. Implicación de las complicaciones hemorrágicas en el síndrome
coronario agudo
2.2. Definiciones de hemorragia
2.3. Predicción de eventos hemorrágicos. Las escalas de riesgo
2.4. Impacto e implicaciones de los eventos hemorrágicos a largo plazo
2.5. Predicción del riesgo hemorrágico a largo plazo.
2.6. Impacto de las comorbilidades en el síndrome coronario agudo.
2.7. Importancia de la anemia en el síndrome coronario agudo.
2.8. El paciente anciano con síndrome coronario agudo.
III. JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO E HIPÓTESIS……...…….…….…Página 38
IV. OBJETIVOS………………………………………………………….……...Página 42
V. MATERIAL Y MÉTODOS…………………………………...……………...Página 45
5.1. Ámbito del estudio.
5.2. Proyecto 1: Impacto de la anemia en la estratificación del riesgo
hemorrágico
5.2.1. Diseño del estudio y recolección de datos
5.2.2. Definiciones
5.2.3. Análisis Estadístico
5.3. Proyecto 2: Análisis de la capacidad predictiva de las escalas de
riesgo para eventos hemorrágicos a medio plazo
9
5.3.1. Diseño del estudio y recolección de datos
5.3.2. Definiciones
5.3.3. Análisis Estadístico
5.4. Proyecto 3: Estudio en particular del riesgo hemorrágico tras el alta
en pacientes ancianos con síndrome coronario agudo
5.4.1. Diseño del estudio y recolección de datos
5.4.2. Definiciones
5.4.3. Análisis Estadístico
5.5. Aspectos éticos.
VI. RESULTADOS (por objetivos)…………………………………………..Página 60
VII. DISCUSIÓN…………………………………………………………….…..Página 91
VIII. CONCLUSIONES (por objetivos)……………………...……………Página 104
IX. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………….……..Página 108
X. ANEXOS ……………………………………………………………………Pagina 125
10.1.2. Publicación: Mild term bleeding risk prediction after an acute coronary
syndrome: An unsolved question. (Rev Esp Cardiol. 2016)
10.1.2. Publicación: Does anemia impact predictive ability of bleeding risk
scores in patients with acute coronary syndromes. (Rev Port Cardiol. 2016)
10.1.3. Publicación: Prediction of post discharge bleeding in elderly
patients with acute coronary syndromes: insights from the BleeMACS
registry. (Thromb Haemostasis 2018, In press)
10
I. Abreviaturas
-ABC: Área bajo la curva ROC
-ARA-II: Antagonista del receptor de la angiotensina II
-BARC: Bleeding Academic Research Consortium
-BleeMACS: Bleeding complications in a Multicenter registry of patients
discharged with diagnosis of Acute Coronary Syndrome
-CRUSADE: Can Rapid risk stratification of Unstable angina patients Suppress
ADverse outcomes with Early implementation of the ACC/AHA Guidelines
-CBRS: CRUSADE Bleeding risk score
-DAPT: Doble terapia antiagregante
-FEVI: Fracción de eyección del ventrículo izquierdo
-Hb: Hemoglobina
-HNF: Heparina no fraccionada
-HR: Hazard Ratio
-IAM: Infarto agudo de miocardio
-IC: Íntervalo de confianza
-ICP: Intervencionismo coronario percutáneo
-IECA: Inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina
-IMC: Índice de masa corporal
-IMCEST: Infarto de miocardio con elevación del segmento ST
-OR: Odds ratio
-ROC: Característica operativa del receptor
11
-RR: Riesgo relativo
-SCA: Síndrome coronario agudo
-SCASEST: Síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST
-sHR: Sub-Hazard Ratio
12
II. Introducción
13
La rotura o erosión de una placa de ateromatosa vulnerable que conduce a la
formación de un trombo y una obstrucción parcial o total la arteria coronaria, es
el componente patogénico principal en el síndrome coronario agudo (SCA). Es
por ello que el tratamiento recomendado en las guías de práctica clínica
consiste en una combinación de fármacos antitrombóticos (antiagregantes,
anticoagulantes y fibrinolíticos), así como procedimientos de revascularización,
fundamentalmente mediante el intervencionismo percutáneo1,2.
En la actualidad disponemos de una gran variedad de fármacos antitrombóticos
que forman parte del tratamiento del SCA, entre los que se incluyen las
heparinas no fraccionadas, la heparinas de bajo peso molecular, el ácido
acetilsalicílico, los inhibidores del receptor plaquetar P2Y12 (clopidogrel,
prasugrel, ticagrelor), los inhibidores de la glicoproteína IIb/IIIa (abciximab,
eptifibatide, tirofiban), los inhibidores de la trombina y los fármacos
fibrinolíticos3. Además, en los próximos años se espera disponer de nuevos y
más potentes fármacos antitrombóticos con nuevas dianas terapéuticas4.
El tratamiento con estos fármacos ha conseguido una importante reducción de
complicaciones trombóticas aunque su uso conlleva un incremento de las
complicaciones hemorrágicas5.
2.1 Implicación de las complicaciones hemorrágicas en el SCA
Es una realidad que en los últimos años, en el escenario clínico del SCA, se ha
producido un incremento progresivo en el arsenal terapéutico de fármacos
antitrombóticos, con la aparición progresiva de moléculas con una mayor
potencia antiagregante y anticoagulante6,7.En consecuencia, la decisión de
seleccionar la combinación de fármacos antitrombóticos más beneficiosa
buscando el equilibrio entre la reducción de eventos trombóticos frente el
potencial riesgo hemorrágico es cada vez más compleja. Así, las guías de
práctica clínica1,2 recomiendan estratificar tanto el riesgo de eventos
14
isquémicos como el riesgo de complicaciones hemorrágicas para dirigir la
mejor estrategia terapéutica.
Actualmente se estima que entre un 3-5% de los pacientes con SCA sufren
eventos hemorrágicos mayores y hasta un 5-10% pueden presentar una
complicación hemorrágica leve8-12. En este contexto clínico, las localizaciones
más frecuentes de sangrado son la gastrointestinal, el acceso vascular en los
pacientes sometidos a revascularización percutánea, retroperitoneal y la
genitourinaria. La incidencia de complicaciones hemorrágicas es variable en los
distintos ensayos clínicos con pacientes con SCA10-14.
En los pacientes con SCA los eventos hemorrágicos mayores representan una
importante causa de morbilidad y mortalidad, ya que comportan 5 veces más
riesgo de muerte, infarto de miocardio e ictus en los primeros 30 días,
independientemente de si son sometidos o no a revascularización
percutánea15. Cabe añadir, que las hemorragias más leves también son fuente
de morbilidad, ya que pueden implicar la interrupción de la doble terapia
antiagregante conllevando un incremento del riesgo trombótico. Hay evidencia
que sugiere que la mortalidad es mayor en pacientes en los que se suspende el
tratamiento antitrombótico que en los que se mantiene a pesar del sangrado16,
probablemente en relación con un incremento de las complicaciones
trombóticas.
Es importante resaltar que el impacto pronóstico que conllevan los eventos
hemorrágicos no se limita a la fase aguda. Existe una fuerte evidencia entre la
asociación de eventos hemorrágicos y el desarrollo de eventos
cardiovasculares más allá de la fase de hospitalización, incluyendo un aumento
de la mortalidad.
15
Rao et al17 en un metaanálisis de 4 ensayos clínicos aleatorizados con más de
26000 pacientes con SCA sin elevación del segmento ST (SCASEST),
demostraron que a medida que la severidad de los eventos hemorrágicos
aumenta, se produce un incremento gradual de la mortalidad a 30 días y a 6
meses. Las hazard ratio (HR) para la mortalidad a 30 días fueron 1,6 [1,3–1,9],
2,7 [2,3–3,4], y 10,6 [8,3–13,6] para las hemorragias leves, moderadas y
severas respectivamente. Las correspondientes HR para mortalidad a 6 meses
fueron 1,4 (1,2–1,6), 2,1 (1,8–2,4) y 7,5 (6,1–9,3) respectivamente. La
asociación entre hemorragias y eventos adversos persistió tras ajustar por
potenciales factores de confusión.
Eikelboom et al15 obtuvieron resultados similares. En una muestra de más de
34000 pacientes con SCASEST (procedentes de los ensayos CURE, OASIS-1
y OASIS-2) demostraron una fuerte asociación entre hemorragias y mortalidad.
Los eventos hemorrágicos mayores se asociaron de forma independiente con
un incremento de la mortalidad a 30 días (HR 5,37; p<0.0001). También se
asociaron con un aumento de la mortalidad hasta los 6 meses, aunque está
resultó algo más débil a nivel estadístico (HR 1,54, p=0,047). Del mismo modo
que en el metaanálisis previo, se demostró una asociación entre la severidad
de los eventos hemorrágicos y el riesgo de muerte (p de tendencia=0,009). Se
encontró una asociación similar entre eventos hemorrágicos mayores y eventos
isquémicos (infarto de miocardio y accidente vascular cerebral), tanto dentro de
los 30 primeros días como a medio plazo (hasta 6 meses).
No están claramente esclarecidos los motivos que justifican la asociación entre
eventos hemorrágicos y el aumento del riesgo de eventos cardiovasculares. No
obstante, los eventos hemorrágicos se relacionan con factores que conllevan
un pronóstico negativo en el contexto del SCA, como son la anemia, la
hipovolemia, la interrupción del tratamiento antitrombótico y la necesidad de
transfusión de hemoderivados18.
16
2.2 Definiciones de hemorragia.
La incidencia de complicaciones hemorrágicas es variable en los distintos
ensayos clínicos y registros de pacientes con SCA, debido en parte a la
diversidad de definiciones de hemorragia utilizadas19,20. Esta importante
heterogeneidad conlleva una dificultad añadida a la hora de valorar y comparar
la seguridad de de las diferentes estrategias antitrombóticas en este escenario.
De entre las primeras clasificaciones realizadas para medir eventos
hemorrágicos en pacientes con SCA, destacan las escalas de riesgo TIMI21 y
GUSTO22. Estas escalas fueron diseñadas para medir eventos hemorrágicos a
corto plazo en pacientes con infarto agudo de miocardio con elevación del
segmento ST (IMCEST) sometidos a fibrinólisis.
La escala TIMI categoriza los eventos hemorrágicos en mayores o menores.
Considera hemorragia mayor a aquellos sangrados que provoquen un
descenso de Hemoglobina (Hb) superior a 5 d/dL o bien sean de localización
intracraneal. La escala GUSTO se basa en eventos clínicos, y categoriza las
hemorragias en severas (implican un compromiso vital), moderadas o leves.
Considera hemorragias severas aquellas que impliquen un compromiso
hemodinámico que requiera intervención o bien tengan localización
intracraneal. Las hemorragias moderadas son aquellas que requieren
transfusión de hemoderivados sin compromiso hemodinámico. El resto de
sangrados que no implican inestabilidad hemodinámica ni requieren transfusión
se consideran hemorragias leves.
Steinhubl et al23 realizaron una revisión de 13 ensayos clínicos aleatorizados
entre 2000 y 2006 que incluían más de 3000 pacientes con SCA sometidos a
intervencionismo coronario percutáneo (ICP). Se encontró que en 9 de los
ensayos no se utilizaron las definiciones TIMI ni GUSTO. Las diferentes
definiciones empleadas, si bien compartían algunos aspectos, diferían en otros
de forma sustancial, y el empleo de una u otra definición hacían llegar a
17
conclusiones distintas en los objetivos de seguridad. Un ejemplo de ello es el
ensayo SINERGY24, el cual incluyó pacientes con SCA y comparó una
estrategia antitrombótica con enoxaparina frente a heparina no fraccionada
(HNF). Utilizando los criterios TIMI, el riesgo de hemorragia mayor era de un
9.1% en el grupo de enoxaparina y un 7.6% en el grupo de HNF, siendo la
diferencia estadísticamente significativa (p=0,008). Sin embargo, utilizando los
criterios GUSTO, la tasa de hemorragia severa en el grupo de enoxaparina
pasó a un 2.7% y en el grupo de HNF a un 2.2%, siendo esta diferencia no
significativa. Por lo tanto, la conclusión de si hay diferencias en la seguridad de
las dos estrategias terapéuticas es diferente en función de la definición
empleada. En otros estudios se encontraron discrepancias similares según la
definición empleada25.
Con la aparición de nuevas estrategias de revascularización percutánea, junto
con el desarrollo de terapias antitrombóticas cada vez más potentes, la
aplicabilidad de estas clasificaciones clásicas podría disminuir. Por ello, en
algunos ensayos clínicos que han ido apareciendo posteriormente, se
emplearon definiciones propias para los eventos hemorrágicos. En el ensayo
ACUITY26 se consideró hemorragia mayor aquellas de localización intracraneal
o intraocular, hematomas de más de 5 centímetros relacionados con el acceso
de la coronariografía o que requirieran intervención, hemorragias con descenso
de Hb mayor de 3 g/dL o descensos superiores a 4 g/dL sin comprobarse
pérdida hemática apreciable, reintervención por sangrado, o necesidad de
transfusión de hemoderivados. Utilizando esta definición de hemorragia mayor
se encontró una asociación con mortalidad a 30 días en pacientes sometidos a
estrategia invasiva.
El ensayo REPLACE-II27 consideró eventos hemorrágicos mayores aquellos de
localización intracraneal, intraocular o retroperitoneal, sangrado macroscópico
con descenso de Hb de más de 3 g/dL, cualquier descenso de Hb de 4g/dL o
transfusión de 2 o más unidades de productos sanguíneos.
18
En el registro CRUSADE28 se definieron las hemorragias mayores aquellas de
localización intracraneal o retroperitoneal, sangrados con un descenso en el
hematocrito igual o superior al 12%, requerimiento de transfusión de
hemoderivados con hematocrito igual o superior al 28% o transfusión con
hematocrito inferior al 28% pero con sangrado apreciable.
El ensayo PLATO29 se comparó una estrategia de terapia antiagregante con
clopidogrel frente ticagrelor. Se utilizó una definición propia de sangrado,
considerando hemorragia mayor los sangrados mortales, aquellos con
localización intracraneal, los que se asociaron a taponamiento cardíaco o shock
hipovolémico, requerimiento de vasopresores o cirugía, y aquellos con
descenso de Hb igual o mayor a 5 g/dL o necesidad de transfusión de al menos
4 unidades de hematíes.
La gran heterogeneidad que existe entre las definiciones de eventos
hemorrágicos utilizadas en los principales registros y ensayos clínicos que
existe en este escenario clínico dificulta la comparación de la seguridad de
diferentes estrategias antitrombóticas o diferentes intervenciones terapéuticas.
Por todo ello en el año 2010 se estableció una definición de consenso en el
Bleeding Academic Research Consortium (BARC)30, grupo compuesto por
expertos de diferentes ámbitos implicados en la investigación cardiovascular.
Se definieron 5 categorías graduales de severidad de la hemorragia utilizando
criterios clínicos y de laboratorio, con el objetivo de que pueda ser utilizada de
forma rutinaria en registros y ensayos clínicos en pacientes con SCA y facilitar
las comparaciones. En la tabla 1 se muestran los criterios para la definición de
eventos hemorrágicos.
19
Tabla 1. Criterios Bleeding Academic Research Consortium para la definición
de eventos hemorrágicos
Tipo 0
No hemorragia
Tipo 1
Sangrado que no requiere actuación ni realización de exploraciones no previstas,
hospitalización o tratamiento por profesionales sanitarios
Tipo 2
Cualquier evento hemorrágico apreciable que requiere actuación, sin cumplir los
criterios de las categorias 3,4 y 5 pero que cumple al menos uno de los siguientes:
(1) Actuación no quirúrgica por parte de personal sanitario;
(2) Hospitalización o aumento en el nivel de atención sanitaria
(3) Evaluación precoz.
Tipo 3
3a
Sangrado apreciable con caída de Hb de 3 a 5 g/dL atribuible al mismo.
Cualquier transfusión con sangrado apreciable.
3b
Sangrado apreciable con caída Hb >5 g/dL atribuible al mismo.
Taponamiento cardiaco.
Requerimiento de cirugía para control de la hemorragia (excepto dental, nasal, cutánea
o hemorroides).
Requerimiento de fármacos vasoactivos.
3c
Hemorragia intracraneal (no incluye microhemorragias o transformación hemorrágica,
si intraespinal).
Subcategorias confirmadas en necropsia, imagen o punción lumbar.
Sangrado intraocular con compromiso visual.
Tipo 4
Sangrado en relación con cirugía de revascularización coronaria.
Tipo5
Hemorragia fatal.
20
2.3 Predicción de eventos hemorrágicos. Las escalas de riesgo
El balance entre el riesgo isquémico y el riesgo hemorrágico es la clave que
permite determinar la estrategia terapéutica31. En consecuencia, la
identificación de los factores predictores de sangrado ha sido un importante
objeto de estudio en los últimos años.
A pesar de las diferencias en la incidencia de eventos hemorrágicos que existe
en los distintos estudios, en casi todos ellos hay una serie de factores
predictores de hemorragias en los pacientes con SCA que son comunes. En
este escenario, los principales factores predictores de eventos hemorrágicos
son la edad avanzada, una historia previa de sangrado, el sexo femenino, tener
un bajo peso corporal, la presencia de anemia, el uso de procedimientos
invasivos y la insuficiencia renal32,33. Otros factores que se han propuesto son
el tabaquismo activo, el uso de balón de contrapulsación, la enfermedad arterial
periférica y la diabetes mellitus9,34,35. Por lo tanto, el análisis de las
características clínicas basales de los pacientes es de gran interés para poder
identificar a aquellos de mayor riesgo de sufrir eventos hemorrágicos. El
régimen antitrombótico utilizado, la estrategia de revascularización y la vía de
acceso (radial o femoral) influyen también de manera importante en el riesgo
hemorrágico36 en este escenario clínico.
En los últimos años se han desarrollado varios modelos de predicción del
riesgo de sangrado en la fase aguda que facilitan la decisión médica de cara a
seleccionar un tratamiento antitrombótico más o menos agresivo.
Subherwal et al28 elaboraron, un modelo predictivo de eventos hemorrágicos
mayores intrahospitalarios a partir de una serie de 71277 pacientes con
SCASEST incluidos en el registro CRUSADE (Can Rapid risk stratification of
Unstable angina patients Suppress ADverse outcomes with Early
implementation of the ACC/AHA Guidelines). El modelo está compuesto por 8
21
variables (hematocrito basal, aclaramiento de creatinina, frecuencia cardíaca,
sexo femenino, presión arterial sistólica, signos de insuficiencia cardíaca al
ingreso, vasculopatía periférica y diabetes mellitus). A través de una asignación
de un valor ponderado a cada una de estas variables correspondiente al
coeficiente de cada variable para el desarrollo de hemorragias mayores
intrahospitalarias se elaboró el CRUSADE bleeding risk score (CBRS). La
puntuación de la escala oscila entre 1 y 100 y cuantifica el riesgo de
hemorragias mayores intrahospitalarias. El riesgo de eventos hemorrágicos se
incrementaba con los quintiles de valor del CBRS, desde 3,1% en los de muy
bajo riesgo hasta 19,5% en los de muy alto riesgo. Se realizó una validación
interna de este modelo predictivo en una segunda cohorte de 17857 pacientes
también del registro CRUSADE, obteniendo una capacidad predictiva similar.
Mehran et al37 elaboraron otro modelo predictivo a partir de una serie de 17421
pacientes incluidos en los ensayos clínicos ACUITY y HORIZONS AMI. Se
obtuvo un modelo predictivo basado en 7 predictores independientes de
sangrado (sexo femenino, edad avanzada, creatinina sérica, leucocitos,
anemia, tipo de SCA y tratamiento con bivalirudina versus inhibidores de la
glicoproteína IIbIIa + heparina). A partir de dicho modelo, y de una manera
similar a la utilizada para el CBRS, se elaboró una escala de riesgo
hemorrágico con una buena capacidad para discriminar a los pacientes en
riesgo de eventos hemorrágicos a 30 días.
Finalmente, Mathews et al38 elaboraron un modelo predictivo de eventos
hemorrágicos mayores a partir de la base de datos del registro ACTION-GWTG.
Para el desarrollo del modeló se analizó una cohorte de derivación (n=72313) y
una cohorte de validación (n=17960) en pacientes con SCA procedentes de
251 centros de Estados Unidos. El modelo consta de 12 variables basales
(frecuencia cardíaca, Hb basal, sexo femenino, creatinina, edad, alteraciones
electrocardiográficas, signos de insuficiencia cardíaca, diabetes, vasculopatía
periférica, peso, tensión arterial sistólica y tratamiento previo con warfarina). A
partir de dicho modelo se elaboró una escala de riesgo hemorrágico que
22
mostró una adecuada correspondencia con los eventos hemorrágicos
observados.
Estas escalas han sido elaboradas a partir series de estudios realizados fuera
de nuestro entorno, la mayoría en Estados Unidos de América, donde el
manejo del SCA puede diferir sensiblemente del que se realiza en nuestro
entorno, con una mayor proporción de intervencionismos realizados por acceso
femoral. No obstante, estas tres escalas presentan un adecuado rendimiento
para predecir el riesgo hemorrágico intrahospitalario en el contexto del SCA en
nuestro medio, siendo la CBRS el que presenta un mejor perfil de
predicción39,40. La CBRS, a pesar de haber sido elaborada de a partir de una
población de pacientes con SCASEST, en estudios de validación externa ha
mostrado un adecuado rendimiento predictivo en pacientes con IMCEST. Ariza-
Solé et al41 analizaron la capacidad predictiva del CBRS en una serie de 1064
pacientes IMCEST sometidos a ICP, mediante el análisis de la curva ROC y el
área bajo la curva, demostrando una buen rendimiento predictivo del CBRS
para hemorragias mayores en este escenario (Área bajo la curva 0.80, IC 95%
0.73-0.87; p=0.001).
No obstante, cabe destacar que existen ciertas limitaciones y consideraciones
que debemos tener en cuenta para la aplicación de estas escalas en la
estratificación del riesgo hemorrágico.
En los pacientes con SCA muchas de las variables identificadas como
predictores de riesgo hemorrágico, son también predictores de riesgo
isquémico. De hecho, estos modelos de predicción de sangrado comparten
componentes con modelos predictivos de eventos isquémicos42,43. En
consecuencia, a pesar de las recomendaciones en las guías de práctica clínica,
en los pacientes de más riesgo con menor frecuencia se realiza una terapia
antitrombótica intensiva y una estrategia invasiva precoz44-46.
23
Por otro lado, una parte importante de la población a partir de la cual se
elaboraron estos modelos predictivos de complicaciones hemorrágicas
proceden de ensayos clínicos, en los cuales los pacientes de mayor riesgo
suelen estar poco representados y la prevalencia de comorbilidades es más
bien escasa. En este sentido, pacientes de edad avanzada o con
comorbilidades como la anemia están poco representados en dichas series.
24
2.4 Impacto e implicaciones de los eventos hemorrágicos a largo plazo
Hasta la actualidad, la valoración del riesgo hemorrágico para dirigir la decisión
terapéutica en el SCA se ha centrado en la estratificación del riesgo de eventos
hemorrágicos durante la fase hospitalaria. No obstante, el impacto pronóstico
de los eventos hemorrágicos no se limita a la fase aguda. En los últimos años
se ha generado una evidencia creciente sobre la asociación entre las
complicaciones hemorrágicas que ocurre más allá de la fase de hospitalización
con un incremento de eventos cardiovasculares mayores, incluyendo un
incremento de la mortalidad47.
Características fisiopatológicas de los eventos hemorrágicos a largo plazo
El contexto clínico en el que tienen lugar las complicaciones hemorrágicas tras
el alta es muy diferente respecto las que ocurren durante la fase de
hospitalización. En este aspecto, existen diferencias fisiopatológicas que
implican importantes consideraciones clínicas.
Durante la fase hospitalaria tras el ingreso por un SCA, con frecuencia el
paciente se ve sometido a combinaciones de fármacos antitrombóticos más
potentes (algunos por vía parenteral) que los usados en la fase
extrahospitalaria. Habitualmente, los pacientes sometidos a revascularización
percutánea antes o durante el procedimiento reciben combinaciones de triple
terapia antitrombótica que suele incluir un fármaco anticoagulante y doble
terapia antiagregante (suele ser la combinación de ácido acetil salicílico y un
inhibidor del receptor P2Y12, con dosis de carga en la mayoría de casos)3. En
los pacientes con mayor carga trombótica ocasionalmente se intensifica el
tratamiento antiagregante con un inhibidor de la glicoproteína IIb/IIIa. En los
pacientes con un IMCEST en los que no se puede realizar un ICP en un tiempo
razonable, se recomienda realizar fibrinólisis1. En cambio, en la fase
extrahospitalaria el paciente no está expuesto a estas potentes combinaciones
25
de tratamientos antitrombóticos, y con poca frecuencia recibe tratamiento con
más de dos fármacos antiagregantes.
Es importante destacar que la mayoría de pacientes con un SCA son sometidos
a angiografía coronaria y revascularización percutánea en las primeras horas
del ingreso, con el consiguiente aumento del riesgo hemorrágico. Cabe
destacar que una localización frecuente de las complicaciones hemorrágicas
durante la fase de hospitalización es el acceso vascular35. Utilizar modelos de
predicción de sangrado que incluyeron el sangrado del acceso vascular para
predecir eventos hemorrágicos a medio plazo tras el alta hospitalaria podría
resultar inadecuado. Finalmente, se ha postulado también que el estado
inflamatorio secundario a un evento clínico agudo como el SCA podría también
comportar un aumento en el riesgo hemorrágico, a diferencia del paciente
estable ambulatorio.
Relevancia del problema.
En pacientes con SCA, la predicción del riesgo hemorrágico a medio o largo
plazo es clave de cara a seleccionar un tratamiento antitrombótico más o
menos potente y decidir la duración del régimen terapéutico antitrombótico. En
los últimos años hemos vivido la llegada de nuevos y cada vez más potentes
fármacos antiagregantes6,7. Además en los próximos años dispondremos de un
mayor arsenal terapéutico con nuevas dianas terapéuticas4.
Las recomendaciones clásicas tras un SCA recomiendan mantener la doble
terapia antiagregante durante un año tras un SCA1,2. No obstante, es tema
constante de debate actual la duración óptima de la doble terapia
antiagregante48-57. Mientras que existen algunas evidencias que cuestionan la
duración de un año y sugieren que hay pacientes que se pueden beneficiar de
acortar el tiempo de doble antiagregación, por otro lado hay una evidencia
creciente de que los pacientes con más alto riesgo isquémico se pueden
26
beneficiar de prolongar la doble antiagregación más allá de un año. No
obstante, a pesar del beneficio evidente de la reducción de eventos
trombóticos, siempre es a expensas de un aumento del riesgo de eventos
hemorrágicos. Por lo tanto, de cara a poder decidir que pacientes se pueden
beneficiar de un tratamiento con doble antiagregación más o menos prolongado
es clave una estratificación precisa del riesgo hemorrágico más allá de la fase
de hospitalización58.
Por otro lado, el progresivo envejecimiento de la población hace cada vez más
frecuente la asociación con diferentes comorbilidades y la indicación
concomitante de anticoagulación oral. La asociación entre fármacos
antiagregantes y anticoagulantes conlleva un incremento exponencial del
riesgo hemorrágico, especialmente en el paciente frágil, polimedicado y de
mayor edad .
Por lo tanto, es de crucial importancia una valoración adecuada del riesgo
hemorrágico más allá de la fase de hospitalización y este debería constituir un
objetivo de seguridad en el manejo del paciente con SCA.
27
2.5 Predicción del riesgo hemorrágico a largo plazo
A pesar de su relevancia clínica, en la actualidad, la disponibilidad de
herramientas para la predicción de eventos hemorrágicos a largo plazo en
pacientes con SCA es limitada. Las escalas clásicas de predicción de eventos
hemorrágicos en el SCA, el CBRS, Mehran y ACTION han sido elaboradas a
partir de series donde únicamente se han registrado eventos hemorrágicos a
corto plazo durante la fase intrahospitalaria. No existe evidencia sobre su
rendimiento predictivo para eventos hemorrágicos más allá de la fase de
hospitalización.
Recientemente, han surgido algunos modelos predictivos que tratan de
equilibrar la valoración del riesgo isquémico y hemorrágico en el seguimiento,
en pacientes sometidos a intervencionismo coronario, como es el caso de las
escalas PARIS59 (Patterns of Non-Adherence to Anti-Platelet Regimen in
Stented Patients) y DAPT60 (Dual AntiPlatelet Therapy). La escala PARIS
consideró eventos hemorrágicos durante el seguimiento de 2 años tras el ICP.
En el modelo se incluyeron 6 predictores (edad, índice de masa corporal,
tabaquismo, anemia, disfunción renal y uso de triple terapia antitrombótica al
alta). El algoritmo clasifica el resultado en 3 categorías de riesgo hemorrágico y
3 categorías de riesgo isquémico de cara a establecer el perfil de riesgo
isquémico-hemorrágico del paciente. De modo similar, la escala DAPT
establece también un modelo isquémico y otro hemorrágico, pero lo hace para
la predicción de eventos entre los meses 12 y 30 tras el ICP. El modelo
hemorrágico incluye 5 variables (edad, hipertensión, arteriopatía periférica,
insuficiencia renal y prolongación de la doble antiagregación más allá del
primer año).
Recientemente ha elaborado una nueva escala, la PRECISE-DAPT61
(PREdicting bleeding Complications In patients undergoing Stent implantation
and subsEquent Dual Anti Platelet Therapy), con el objetivo de ayudar en la
estratificación del balance del riesgo isquémico-hemorrágico y ayudar en la
28
decisión del tiempo de tratamiento de doble antiagregación, no sólo de cara a
alargar este tratamiento más allá del primer año, sino también de cara a
seleccionar pautas más cortas (3-6 meses). Esta escala considera 5 variables
(edad, antecedente de sangrado, hemoglobina, creatinina y leucocitos).
Hay que considerar que estas escalas presentan limitaciones para su uso en el
paciente con síndrome coronario agudo. Es importante destacar que ambas
escalas han sido elaboradas a partir de poblaciones en general de menor
riesgo hemorrágico, en pacientes sometidos a ICP de los cuales
aproximadamente la mitad se realizaron en pacientes con cardiopatía
isquémica en fase estable. Por lo tanto su aplicabilidad en pacientes con SCA
podría verse reducida. Además, la escala DAPT tiene en cuenta los eventos
que suceden a partir del primer año, por lo que únicamente tiene utilidad para
valorar los pacientes que se beneficiarían de alargar doble antiagregación más
allá del primer año. En este sentido, puede resultar poco práctica en la
estratificación del riesgo de cara a seleccionar una terapia antitrombótica en el
momento del alta por un SCA.
De forma específica, para la estratificación del riesgo hemorrágico tras el alta
en pacientes con SCA, muy recientemente, se ha desarrollado la escala
BleeMACS112 (Bleeding complications in a Multicenter registry of patients
discharged with diagnosis of Acute Coronary Syndrome), proyecto en el que
nuestro grupo ha colaborado activamente. Ésta deriva de un registro
multicéntrico en el que se incluyeron 15401 pacientes consecutivos con SCA
(incluyendo IMCEST, SCASEST y angina inestable) sometidos a
intervencionismo coronario percutáneo. Se realizó seguimiento durante un año
desde el evento inicial. El modelo predictivo se compuso por siete predictores
independientes (edad, hipertensión arterial sistémica (HTA), enfermedad
vascular periférica, antecedentes de hemorragia previa, neoplasia, creatinina y
nivel de hemoglobina). La escala se desarrolló asignando un número entero
ponderado a cada predictor independiente en función de su coeficiente en el
modelo final. La puntuación final resulta de la suma de los números enteros
ponderados correspondientes para cada paciente. En base a la puntuación
29
final, los pacientes se clasificaron en cuartiles de acuerdo con el riesgo
hemorrágico; Muy bajo riesgo (≤ 7 puntos), bajo riesgo (8 a 16 puntos), riesgo
moderado (17 a 24 puntos) y alto riesgo (≥ 25 puntos). En la Figura 1 se
muestra la constribución en la puntuación final de cada predictor y los cuartiles
de riesgo.
Esta escala de riesgo hemorrágico mostró una buena capacidad para predecir
hemorragias graves espontáneas después del alta (valor estadístico c de 0.71
en la cohorte de derivación y 0.72 en la muestra de validación interna). Se
realizó una validación externa utilizando los datos del registro
SWEDEHEART118 (Swedish Web-system for Enhancement and Development of
Evidence-based care in Heart disease Evaluated According to Recommended
Therapies), el cual incluyó pacientes consecutivos sometidos a ICP (n=96, 239)
o no sometidos a ICP (n=93,150) durante la hospitalización índice. En esta
cohorte de validación externa, la escala BleeMACS mostró un aceptable
rendimiento predictivo para hemorragias tras el alta, aunque estadístico c fue
discretamente menor (0.65, IC del 95%: 0.64-0.66 para el grupo de ICP y 0.63,
IC del 95%: 0.62-0.64 para el grupo sin ICP).
Para pacientes con SCASEST con manejo conservador (no sometidos a ICP),
se ha derivado un modelo de predicción del riesgo hemorrágico procedente del
ensayo clínico TRILOGY62 (Targeted Platelet Inhibition to Clarify the Optimal
Strategy to Medically Manage Acute Coronary Syndromes). Se elaboraron dos
modelos de predicción de eventos hemorrágicos, uno utilizando para predecir
hemorragias severas según los criterios GUSTO y otro utilizando los criterios
TIMI. Para el modelo con los criterios GUSTO se obtuvo una correcta
capacidad predictiva (estadístico c 0.78). Para el modelo predictivo con los
criterios TIMI la capacidad predictiva resultó más limitada (estadístico c 0.67).
Se realizó una validación externa, presentando el modelo GUSTO un
rendimiento predictivo algo más discreto (estadístico c 0.69), siendo en el
modelo TIMI similar a la cohorte de derivación (estadístico c 0.68).
30
Figura 1. Escala de riesgo hemorrágico BleeMCAS. Predicrores de riesgo y
grupos de riesgo.
31
2.6 Impacto de las comorbilidades en el en el SCA
La comorbilidad se define como la presencia de una o más enfermedades
concomitantes en un mismo individuo además de la enfermedad primaria. A su
vez, estas enfermedades adicionales pueden tener un impacto sobre la
enfermedad de base. Desde hace años se ha demostrado de forma consistente
la asociación de la comorbilidad con un incremento de la mortalidad63. La
presencia de comorbilidades se asocia de manera directa a la edad, siendo los
pacientes de edad avanzada los que suelen tienen mayor comorbilidad64.
Debido al progresivo envejecimiento poblacional, en los últimos años, la edad
de los pacientes atendidos por IAM en nuestro medio ha ido en aumento y de
forma concomitante, el número de pacientes atendidos por SCA con
comorbilidades asociadas es cada vez mayor65. Cabe destacar, que la
presencia de comorbilidades en el SCA se asocia a peor pronóstico y a mayor
riesgo de complicaciones66. Además la presencia de comorbilidades se asocia
a presentaciones atípicas y a una menor utilización de los tratamientos
basados en la evidencia67. El impacto económico de los SCA es aún más
acusado en estos pacientes. Además, en relación al incremento de la
esperanza de vida, es previsible que en los siguientes años, la prevalencia de
pacientes con SCA que presenten comorbilidad vaya a ir en aumento, lo que
supone un problema de salud pública y es un motivo de preocupación social.
No obstante, a pesar de la importancia pronóstica que conllevan, la edad y
muchas comorbilidades habitualmente son fuente de criterios de exclusión en
los ensayos clínicos. En consecuencia, para la toma de decisiones clínicas en
el paciente con comorbilidades la evidencia que disponemos es limitada. Por
ello, los estudios observacionales y los registros, a pesar de sus inherentes
limitaciones, son habitualmente fuente de información de cara a poder realizar
estratificaciones pronósticas en pacientes con comorbilidades.
32
2.7 Importancia de la anemia en el SCA
La anemia es una comorbilidad frecuente en pacientes con cardiopatía
isquémica y en particular con SCA que puede afectar entre el 20-40% de los
pacientes68. Salisbury et al69 sugirieron que hasta el 57% de los pacientes
ingresados por IAM con valores normales de Hb adquieren anemia durante el
ingreso hospitalario, que denominaron "anemia nosocomial". Aunque se han
propuesto diversos mecanismos para explicar el porque la anemia es una
comorbilidad frecuente en pacientes con SCA, estos no han sido claramente
esclarecidos. En la mayoría de pacientes con anemia durante la hospitalización
por un SCA no se documenta la presencia de un sangrado70. La administración
de terapias antiagregantes en pacientes con SCA se han asociado con la
presencia de anemia71. Se ha generado la hipótesis de que la administración
de tratamientos antiagregantes puede producir sangrados digestivos
inadvertidos que pueden conducir a una situación de anemia, y puede
contribuir a la aparición de la anemia adquirida en el SCA72. Algunos autores
han sugerido que incluso las muchas extracciones repetidas de muestras de
sangre para controles analíticos en estos pacientes pueden favorecer a esta
anemia adquirida73.
Por otro lado, en el SCA se produce una activación de varias vías de
señalización inflamatoria74. Se ha demostrado que la activación de estas vías
inflamatorias es causa de anemia75. La anemia de causa inflamatoria se
produce por una disminución en la supervivencia de los eritrocitos combinada
con una producción alterada de los mismos76. La supervivencia acortada de los
eritrocitos se ha atribuido a la activación de los macrófagos por las citoquinas
inflamatorias como Il-1 e IL-6, promoviendo la eritrofagocitosis. La reducción en
la producción de los eritrocitos se debe principalmente a dos mecanismos. Por
un lado se produce una restricción del hierro disponible y por otro lado una
reducción de los progenitores eritrpoyéticos. La hepcidina regula el nivel
plasmático de hierro actuando sobre los enterocitos duodenales que absorben
el hierro de la dieta y desde los hepatocitos involucrados en el almacenamiento
de hierro77. La ferroportina es una proteina expresada en la membrana celular
33
que transporta hierro al plasma78. La unión de hepcidina a la ferroportina causa
la endocitosis de ferroportina y su posterior proteolisis en lisosomas. La pérdida
de ferroportina de las membranas celulares causa una reducción proporcional
de la exportación de hierro al plasma. La respuesta inflamatoria conlleva un
aumento de la producción de hepcidina79, con la consecuente disminución del
compartimento de hierro plasmático y puede producir anemia por déficit de
hierro. Por otra parte, se ha demostrado que varias citoquinas inflamatorias,
incluyendo TNFα (Factor de necrosis tumoral alpha), IL-1 (interleukina 1) e
interferón-γ, inhiben la eritropoyesis y promueven la mielopoyesis80. Se ha
propuesto la teoría que durante los procesos infecciosos, este mecanismo
puede asegurar una producción suficiente de monocitos y macrófagos, a
expensas de un deterioro temporal de la eritropoyesis. Estos mecanismos se
combinan limitando la respuesta eritropoyética que se vuelve insuficiente para
compensar la mayor destrucción de eritrocitos.
Impacto clínico de la anemia en el SCA
De igual manera que ocurre en otros escenarios clínicos, en los pacientes con
SCA la anemia se asocia a un incremento de la mortalidad global de forma
consistente en diversos estudios81. Además, la presencia de anemia también se
asocia con un incremento tanto de las complicaciones isquémicas como
hemorrágicas. Lawler et al81 realizaron un metaanálisis seleccionando 27
estudios que involucraban en total 233.144 pacientes con SCA en que la
anemia estaba presente en el 19.1% de los pacientes. Los pacientes anémicos
tenían mayor edad y mayor comorbilidad en general. La anemia se asoció con
un aumento del riesgo relativo (RR) de mortalidad global (RR 2.08 IC 95%
1.70-2.55) y de reinfarto (RR 1.25 IC 95% 1.02-1.53) a un año de seguimiento.
Dauerman et al82 analizaron una cohorte de 5378 pacientes ingresados por
SCA y sometidos a intervencionismo coronario percutáneo. La mortalidad
global y las complicaciones hemorrágicas se asociaron con todos los espectros
de severidad de la anemia. Cuando realizaron el análisis multivariado en los
pacientes con anemia destacaba una Odds Ratio (OR) para mortalidad del 1.43
34
(IC 95% 1.12-1.84) y para complicaciones hemorrágicas del 3.57 (IC 95% 2.75-
4.64).
La presencia de un síndrome anémico agudo conlleva diversos efectos
adversos (hipotensión, hipoperfusión orgánica, reducción del aporte de oxígeno
tisular, taquicardia refleja, etc) que pueden a su vez contribuir a desencadenar
un nuevo evento isquémico.
Existe una evidencia firme respecto la asociación de transfundir a los pacientes
que presentan anemia secundaria a eventos hemorrágicos y un incremento de
la mortalidad, tanto en la fase aguda, como a medio plazo83,84. No está
completamente esclarecido el mecanismo por el que las transfusiones se
asocian a un aumento de eventos isquémicos. A pesar de lo que se pudiera
pensar, no se ha observado que la transfusión comporte una mejoría clara en la
oxigenación tisular85,86. Se especula que algunos cambios estructurales y
bioquímicos en las células almacenadas podrían alterar su función in vivo87. Se
sugiere que una disminución de la flexibilidad de la membrana eritrocitaria
dificultaría su deformación al paso por los pequeños vasos, favoreciendo su
rotura y precipitando la activación de la cascada trombogénica. Además, esta
alteración en la morfología eritrocitaria podría condicionar un descenso de la
relación superficie/ volumen, con aumento de la concentración de Hb, la
fragilidad osmótica y la viscosidad, los cuales son factores que predisponen a
la agregación de las células en pequeños capilares y la obstrucción de los
mismos produciendo isquemia tisular secundaria88-89.
Igual que ocurre con otras patologías crónicas, la anemia es más frecuente en
los pacientes de edad avanzada90,91. A pesar de que en pacientes con SCA la
presencia de anemia se asocia con un incremento de la mortalidad, esta
asociación podría ser diferente en función de la edad92. Este aspecto fue
analizado específicamente en un estudio92 que incluyó una serie 2128
pacientes con SCA de los cuales 394 tenían 75 o más años. La anemia fue el
doble de frecuente en el grupo de pacientes de edad avanzada (40.4% vs
35
19.5%). Mientras que en la cohorte global la anemia se asoció de forma
independiente con un incremento de la mortalidad global (HR 1.47, IC 95%
1.05-2.06), en el grupo de pacientes de edad avanzada no se encontraron
diferencias significativas (HR 1.08, IC 95% 0.71-1.63).
Importancia de la anemia en la estratificación del riesgo hemorrágico
A pesar de que la anemia es un conocido predictor de eventos hemorrágicos, el
mecanismo preciso por el que la anemia incrementa las complicaciones
hemorrágicas no está claramente esclarecido y la información que disponemos
de cómo la anemia influye en la capacidad predictiva de las escalas de riesgo
hemorrágico en pacientes es inexistente. Ningún estudio ha analizado el
rendimiento de estas escalas en función del nivel de hematocrito en pacientes
con SCA. No obstante, dada la importancia de la anemia en el contexto del
SCA, tanto por su elevada prevalencia como por su impacto pronóstico y el
aumento del riesgo hemorrágico, se hacen necesarios más estudios que
arrojen luz sobre la influencia de la anemia en la estratificación del riesgo
hemorrágico.
36
2.8 El paciente anciano con SCA
En pacientes de edad avanzada la enfermedad cardiovascular es una causa
frecuente de morbilidad y mortalidad. La incidencia de SCA aumenta con la
edad y es particularmente elevada en el anciano93,94. Además, la presencia de
fragilidad y de diversas comorbilidades es frecuente en este escenario y se
asocian con mayores tasas de complicaciones, estancia hospitalaria
prolongada y mayor consumo de recursos sanitarios95. En consecuencia, el
paciente anciano con SCA representa un problema de salud pública de
importancia mayúscula. Además, en base al envejecimiento poblacional que se
está produciendo en nuestro medio, en los próximos años es previsible que la
magnitud del problema va a ir en aumento.
La fragilidad y otros síndromes geriátricos son frecuentes en pacientes de edad
avanzada en diferentes escenarios cardiológicos y tienen implicaciones
pronósticas que condicionan el manejo clínico96-104. En consecuencia, las
recomendaciones actuales105 manifiestan la necesidad de realizar una
valoración individualizada que considere condiciones especialmente
importantes en este grupo poblacional, como son la fragilidad, el deterioro
cognitivo, la capacidad funcional y la calidad de vida de cara a enfocar el
manejo terapéutico individualizado.
Limitaciones en la estratificación de riesgo hemorrágico en el paciente anciano.
A pesar de su importancia relativa dentro del espectro de los pacientes con
SCA, los pacientes ancianos están generalmente poco representados en los
ensayos clínicos106-109, así como en las poblaciones a partir de las cuales se
elaboraron las principales escalas de riesgo hemorrágico. Además los ancianos
incluidos en dichos ensayos son poco representativos de la población anciana
en general. En consecuencia, se ha documentado que escalas de riesgo
hemorrágico actualmente recomendadas en la fase aguda del SCA presentan
37
un rendimiento predictivo más pobre en el anciano que en pacientes más
jóvenes110.
Ariza-Solé et al110 analizaron la capacidad predictiva de la escalas de riesgo
hemorrágico CRUSADE, Mehran y ACTION en una serie de 2036 pacientes
consecutivos con SCA, de los cuales 369 tenían 75 o más años. De forma
constante, las tres escalas presentaron peor rendimiento para predecir eventos
hemorrágicos intrahospitalarios en los pacientes ancianos. Una de las hipótesis
generadas por este trabajo es que las variables frecuentemente vinculadas al
envejecimiento (fragilidad, discapacidad, comorbilidades) podrían contribuir en
parte a este peor rendimiento predictivo en pacientes de edad avanzada. En un
trabajo posterior, Alonso-Salinas et al111 describieron una asociación
significativa entre la presencia de fragilidad y el desarrollo de hemorragias
intrahospitalarias en pacientes ancianos con SCA.
A pesar de su importancia relativa dentro de espectro de pacientes con SCA y
su alto riesgo de complicaciones hemorrágicas, en la literatura científica no hay
ningún estudio que haya valorado la predicción de eventos hemorrágicos tras el
alta hospitalaria en pacientes ancianos con SCA.
38
III. Justificación del Proyecto e Hipótesis
39
Justificación del Proyecto
En pacientes con SCA las complicaciones hemorrágicas son frecuentes e
implican mayor mortalidad. En consecuencia, para el cardiólogo clínico es
esencial estratificar el riesgo hemorrágico de cara a seleccionar un régimen
antitrombótico más o menos potente en este escenario.
La literatura previa se ha centrado en el estudio de las complicaciones
hemorrágicas en la fase aguda del SCA. A pesar de ello, existe una evidencia
creciente sobre la asociación entre eventos hemorrágicos más allá de la fase
hospitalaria y un peor pronóstico, tanto en relación con un incremento de la
mortalidad como de eventos isquémicos. Sin embargo, la evidencia que
disponemos sobre los factores predictores y la estratificación del riesgo
hemorrágico más allá de la fase hospitalaria es muy limitada.
Paralelamente, la población en nuestro entorno está experimentando un
envejecimiento progresivo y la proporción de pacientes ancianos con SCA y
comorbilidades es cada vez mayor. Así la edad avanzada se asocia con una
mayor comorbilidad y fragilidad, que condicionan de forma importante el
manejo clínico, la estratificación de riesgo y el pronóstico del paciente.
Además, conllevan un mayor consumo de recursos sanitarios. A pesar de su
importancia en el grupo de pacientes con SCA, los pacientes ancianos están
poco representados en los ensayos clínicos. Además, la presencia de
diferentes comorbilidades suele constituir como criterio de exclusión, y los
ancianos incluidos en dichos ensayos son poco representativos de la población
anciana en general. En consecuencia, existe una falta de evidencia que
dificulta enormemente la estratificación del riesgo hemorrágico en el paciente
anciano con SCA, y comorbilidades como la anemia.
En este escenario, la necesidad de profundizar en el conocimiento para la
estratificación del riesgo hemorrágico a medio y largo plazo en pacientes con
SCA y proporcionar evidencia de la aplicabilidad de las principales escalas de
40
riesgo hemorrágico en este contexto, así como la de profundizar el
conocimiento de cómo las diversas comorbilidades condicionan la
estratificación del riesgo hemorrágico, y en particular en el paciente anciano, se
hace imprescindible.
El presente proyecto de tesis doctoral pretende arrojar luz sobre estas
cuestiones y extraer conclusiones que faciliten el manejo del paciente no
seleccionado con SCA atendido en la práctica clínica habitual.
La Unidad Coronaria del Hospital Universitario de Bellvitge, donde se ha
llevado a cabo la primera parte del trabajo clínico de este proyecto, atiende un
gran volumen de pacientes con SCA y dispone de un sistema de recolección
prospectiva de los datos y variables de los pacientes, referidos a la evolución
intrahospitalaria y a su seguimiento. Por otro lado, para la parte final de este
proyecto se ha participado en la elaboración de un proyecto multicéntrico e
internacional consistente en un registro de más de 15000 pacientes con SCA,
con registro de variables clínicamente relevantes y seguimiento a un año. Este
entorno reúne las condiciones más adecuadas para contribuir a la investigación
y conocimiento de la problemática que se plantea.
El doctorando, integrado en este equipo, ha podido colaborar en la asistencia
clínica de estos pacientes, elaborar las correspondientes bases de datos con la
información derivada de esta asistencia y analizar los resultados para cada uno
de los trabajos que se van a exponer.
Las hipótesis de trabajo planteadas se exponen a continuación:
1. Los pacientes con anemia están pocos representados en las series a partir
de las cuales se elaboraron las escalas de riesgo hemorrágico actualmente
recomendadas. La presencia de anemia podría influir de manera negativa
sobre la capacidad predictiva de dichas escalas en el paciente con SCA.
41
2. Las escalas de riesgo hemorrágico actualmente recomendadas en el SCA
fueron diseñadas para predecir hemorragias en la fase hospitalaria. El
rendimiento de dichas escalas para predecir hemorragias más allá de alta
podría ser sensiblemente inferior a la descrita en la fase aguda del SCA.
3. Debido a las particularidades del paciente anciano con SCA, la incidencia y
características de las complicaciones hemorrágicas más allá del alta
hospitalaria podrían ser significativamente diferentes a las de los pacientes
jóvenes. La predicción de este tipo de complicaciones hemorrágicas podría
asimismo resultar más compleja en los pacientes ancianos con SCA en
comparación con los pacientes más jóvenes.
42
IV. Objetivos
43
Objetivos
Objetivo 1. Análisis del impacto de la anemia sobre la capacidad predictiva de
las principales escalas de riesgo hemorrágico en una serie de pacientes
consecutivos con SCA ingresados en una Unidad Coronaria.
Objetivo 1.1. Analizar la capacidad predictiva de las principales escalas
de riesgo hemorrágico recomendadas en una cohorte de pacientes
consecutivos con SCA en función de la presencia de anemia definida
según los criterios de la OMS (Hb <130 g/L en los hombres y <120 g/L
en las mujeres).
Objetivo 1.2. Analizar la capacidad predictiva de dichas escalas en una
cohorte de pacientes consecutivos con SCA en función de la presencia
de anemia severa.
Objetivo 2. Análisis de la capacidad de las principales escalas de riesgo para
predecir eventos hemorrágicos a medio plazo tras el alta hospitalaria en una
serie de pacientes consecutivos con SCA ingresados en una Unidad Coronaria.
Objetivo 2.1. Analizar la capacidad de las principales escalas de riesgo
hemorrágico para predecir complicaciones hemorrágicas dentro del
primer año tras el alta hospitalaria en una cohorte de pacientes
consecutivos con SCA.
Objetivo 2.2. Comparar, en esta serie de pacientes, la capacidad de
estas escalas para predecir hemorragias tras el alta con su capacidad
para la predicción de hemorragias en la fase hospitalaria.
44
Objetivo 3. Estudio en particular del riesgo hemorrágico al año tras el alta en
la subpoblación de pacientes ancianos con SCA procedentes de una cohorte
multicéntrica.
Objetivo 3.1. Estudiar la incidencia y las características de las
complicaciones hemorrágicas al año tras el alta hospitalaria en la
subpoblación de pacientes ancianos con SCA procedentes de dicha
serie en comparación con los pacientes jóvenes.
Objetivo 3.2. Valorar la capacidad predictiva del modelo predictivo
BleeMACS en la subpoblación de pacientes ancianos y compararla
con respecto a la capacidad predictiva en pacientes más jóvenes.
45
V. Material y Métodos
46
Ámbito del estudio
Para los trabajos correspondientes a los objetivos 1 y 2, el estudio se llevó a
cabo en la Unidad Coronaria del Hospital Universitario de Bellvitge, que es
centro de referencia de pacientes con SCA. Es uno de los centros con mayor
volumen de este tipo de pacientes en el estado español, con aproximadamente
900 ingresos por SCA y con la realización de aproximadamente unas 550
angioplastias primarias al año. Es asimismo centro de referencia de pacientes
con shock cardiogénico e insuficiencia cardíaca aguda potencialmente
candidatos a soporte ventricular o trasplante cardíaco. Esto motiva un número
creciente de traslados de pacientes complejos desde hospitales terciarios de
toda Cataluña y también Baleares. Todo ello lo que conlleva un alto grado de
complejidad asistencial y de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos
utilizados en este escenario. Su actividad se integra en el Área de la Dirección
Clínica “Malalties del Cor”, que incluye también un programa asistencial de
insuficiencia cardíaca avanzada, cardiología intervencionista, y cirugía
cardíaca.
El personal de dicha unidad tiene una amplia experiencia en el manejo clínico
del SCA y también en el registro prospectivo sistemático de este tipo de
pacientes. Dispone de un sistema de recolección prospectiva de los datos y
variables de los pacientes, referidos a la evolución intrahospitalaria y a su
seguimiento. Su investigación clínica está integrada en el grupo de
Investigación “Malalties Cardiovasculars” del Instituto de Investigación
Biomédica de Bellvitge (IDIBELL). En este ámbito, se han realizado en los
últimos años diferentes registros y publicaciones en el ámbito del síndrome
coronario agudo, con una particular representación en la estratificación del
riesgo, la valoración del riesgo hemorrágico y el estudio del paciente anciano y
con diversas comorblidades.
Para la parte del proyecto correspondiente al objetivo 3 se realizó un
subanálisis del registro multicéntrico BleeMACS112, en el que se participó desde
47
el Hospital Universitario de Bellvitge. En este registro, coordinado por los Dres
Sergio Raposeiras-Roubin y Emad Abu-Assi, del Hospital Alvaro Cunqueiro
(Vigo), participaron 15 centros de 11 países (Libin Cardiovascular Institute of
Alberta de Canadá, Hospital Sao Rafael de Salvador de Brasil, Frankfurt
Kerckhoff Heart and Thorax Center, de Alemania, Warsaw University Clinical
Hospital de Polonia, Amsterdam Academic Medical Center de Holanda, Hospital
Clínico de Santiago de Compostela, Hospital Universitario de Bellvitge y
Hospital Clínico San Carlos de Madrid de España, Hospital San Giovanni
Battista Molinette de Turin de Italia, University Patras Hospital de Grecia,
Beijing Anzhen Hospital de China, Kyoto University Graduate School of
Medicine, Tokai University School of Medicine y Kanazaw University Graduate
School of Medicine de Japón y Skopje University Clinic of Cardiology de
Macedonia).
48
Diseño del estudio
Objetivo 1. Análisis del impacto de la anemia sobre la capacidad
predictiva de las principales escalas de riesgo hemorrágico en una serie
de pacientes consecutivos con SCA ingresados en una Unidad Coronaria.
Para el trabajo correspondiente al objetivo 1 se realizó un estudio
observacional retrospectivo de un solo centro hospitalario de referencia para
SCA. Se realizó un análisis de una serie de pacientes consecutivos con SCA
admitidos en la Unidad Coronaria del Hospital Universitario de Bellvitge. La
inclusión de pacientes corresponde al período comprendido entre octubre de
2009 y abril de 2014. El diagnóstico y manejo terapéutico de los pacientes se
realizaron de acuerdo con las recomendaciones vigentes.
Los datos se recogieron de forma prospectiva por personal entrenado mediante
formularios estandarizados, incluyéndose en una base de datos diseñada en
formato ACCESS 2003. Se registraron características basales, historia clínica,
hallazgos bioquímicos y electrocardiográficos, parámetros ecocardiográficos y
angiográficos, procedimientos realizados, tratamientos administrados durante la
hospitalización, complicaciones y mortalidad intrahospitalaria. Asimismo, se
registró la incidencia de sangrado intrahospitalario y necesidad de transfusión
de hemoderivados. Dicha información se obtuvo mediante registros
hospitalarios. La calidad de la recolección de datos se evaluó mediante la
comprobación aleatoria de muestras.
Los parámetros hemodinámicos (frecuencia cardíaca, presión arterial sistólica)
y el grado Killip se registraron al momento del ingreso. El aclaramiento de
creatinina se calculó mediante la fórmula de Cockcroft-Gault113. Se calculó la
superficie corporal mediante la fórmula de Mosteller114.
49
Definiciones
Se definió SCASEST como la presencia de dolor torácico en las 48 horas
previas con alteraciones electrocardiográficas sugestivas de isquemia o
positividad del valor de troponina en sangre. Se consideró IMCEST la
presencia de dolor torácico con elevación persistente del segmento ST de al
menos 0,1 milivoltios en al menos 2 derivaciones contiguas o bloqueo de rama
izquierda de nueva aparición en el electrocardiograma.
La anemia se se definición mediante los criterios de la Organización Mundial de
la Salud115 (Hb <130 g/L en los hombres, y <120 g/L en las mujeres). Para el
propósito del estudio, la anemia severa se consideró Hb <110 g/L.
Se consideraron los eventos hemorrágicos mayores según las definiciones de
sangrado CBRS, TIMI, Mehran, ACTION y BARC (Categorias 3 y 5). Todos los
elementos que forman parte de dichas definiciones de sangrado estaban
incluidos en el formulario de recogida de datos.
Se calculó el valor de las escalas de riesgo hemorrágico CBRS, Mehran y
ACTION en cada paciente. Todos los componentes de escalas de riesgo
hemorrágico CBRS, Mehran y ACTION están presentes en los formularios de
recogida de datos.
Análisis estadístico
Para el análisis de los datos se utilizó el paquete estadístico PASW Statistics 18
(Chicago, Illinois, USA), así como el software R 3.0.1. Las variables categóricas
se expresaron como número y porcentaje. Las variables cuantitativas se
expresaron como media y desviación estándar. Las variables con distribución
no normal se expresaron como mediana y rango intercuartil (25-75%). El
50
análisis de la normalidad de las distribuciones se realizó mediante el test de
Kolmogorov-Smirnoff. La comparación de variables categóricas se realizó
mediante el test de chi cuadrado, o mediante el test exacto de Fisher en caso
indicado. La comparación de variables cuantitativas se realizó mediante el test
de t de Student.
El end-point primario fue sangrado intrahospitalario mayor de acuerdo con los
criterios de las definiciones CRUSADE, Mehran y ACTION. Los pacientes en
que no se pudo recolectar el valor de Hb fueron excluidos del análisis. Para
valorar el impacto de esta exclusión se analizaron las características basales
de los dos grupos y no se encontraron diferencias significativas.
Valoración de la capacidad predictiva de las escalas de riesgo hemorrágico y
comparación en pacientes con y sin anemia
La capacidad de las escalas CBRS, Mehran y ACTION para la predicción de
hemorragias mayores intrahospitalarias de acuerdo con las diferentes
definiciones de hemorragia se analizó mediante regresión logística binaria,
calculando las curvas ROC y sus correspondientes áreas bajo la curva (ABC).
La comparación de la capacidad predictiva entre las diferentes escales en
pacientes con y sin anemia se realizó utilizando el método no paramétrico
descrito por DeLong116.
Tamaño muestral
Al tratarse de un trabajo retrospectivo de una serie prospectiva, los análisis se
llevaron a cabo con el número de pacientes incluidos durante el período de
estudio.
51
Objetivo 2. Análisis de la capacidad de las principales escalas de riesgo
para predecir eventos hemorrágicos a medio plazo tras el alta hospitalaria
en una serie de pacientes consecutivos con SCA ingresados en una
Unidad Coronaria.
Se realizó un estudio observacional de un solo centro hospitalario de referencia
para SCA. Se realizó un análisis retrospectivo de una serie de pacientes
consecutivos con SCA admitidos en la Unidad Coronaria del Hospital
Universitario de Bellvitge. La inclusión de pacientes corresponde al período
comprendido entre octubre de 2009 y abril de 2014. El diagnóstico y manejo
terapéutico de los pacientes se realizaron de acuerdo con las recomendaciones
vigentes. Se realizó seguimiento durante el primer año tras el evento inicial.
De forma análoga al trabajo previo, los datos se recogieron de forma
prospectiva por personal entrenado mediante formularios estandarizados,
incluyéndose en una base de datos diseñada en formato ACCESS 2003. Se
registraron características basales, historia clínica, hallazgos bioquímicos y
electrocardiográficos, parámetros ecocardiográficos y angiográficos,
procedimientos realizados, tratamientos administrados durante la
hospitalización, complicaciones y mortalidad intrahospitalaria. Asimismo, se
registró la incidencia de sangrado intrahospitalario y durante el seguimiento, su
localización, necesidad de transfusión de hemoderivados, su repercusión
hemodinámica y los requerimientos de intervención. Se incluyó también la
mortalidad durante el seguimiento. Dicha información se obtuvo mediante
registros hospitalarios, contacto telefónico con el paciente y familiares, o bien
mediante contacto con el centro de atención primaria. La calidad de la
recolección de datos se evaluó mediante la comprobación aleatoria de
muestras.
Los parámetros hemodinámicos (frecuencia cardíaca, presión arterial sistólica)
y el grado Killip se registraron al momento del ingreso. El aclaramiento de
creatinina se calculó mediante la fórmula de Cockcroft-Gault113.
52
Definiciones
Se definió SCASEST como la presencia de dolor torácico en las 48 horas
previas con alteraciones electrocardiográficas sugestivas de isquemia o
positividad del valor de troponina en sangre. Se consideró IMCEST la
presencia de dolor torácico con elevación persistente del segmento ST de al
menos 0,1 milivoltios en al menos 2 derivaciones contiguas o bloqueo de rama
izquierda de nueva aparición en el electrocardiograma.
Para la asignación de los eventos hemorrágicos intrahospitalarios se utilizaron
los criterios BARC, considerando las categorías 3 y 5 para definir las
hemorragias severas. Dado que el objetivo del estudio era identificar el riesgo
de sangrado no relacionado con la cirugía, los pacientes que se sometieron a
cirugía de revascularización miocárdica no fueron incluidos. En consecuencia,
la categoría 4 de la definición BARC no fue considerada.
Durante el seguimiento tras el alta hospitalaria se consideraron hemorragias
clínicamente relevantes aquellas que requirieron ingreso hospitalario,
transfusión de uno o más concentrados de hematíes o suspensión del
tratamiento antitrombótico.
Se calculó el valor de las escalas de riesgo hemorrágico CBRS, Mehran y
ACTION en cada paciente. Todos los componentes de escalas de riesgo
hemorrágico CBRS, Mehran y ACTION están presentes en los formularios de
recogida de datos.
53
Análisis estadístico
Para el análisis de los datos se utilizó el paquete estadístico PASW Statistics 18
(Chicago, Illinois, USA), así como el software R 3.0.1. Las variables categóricas
se expresaron como número y porcentaje. Las variables cuantitativas se
expresaron como media y desviación estándar. Las variables con distribución
no normal se expresaron como mediana y rango intercuartil (25-75%). El
análisis de la normalidad de las distribuciones se realizó mediante el test de
Kolmogorov-Smirnoff. La comparación de variables categóricas se realizó
mediante el test de chi cuadrado, o mediante el test exacto de Fisher en caso
indicado. La comparación de variables cuantitativas se realizó mediante el test
de t de Student.
Valoración de la capacidad predictiva de las escalas de riesgo hemorrágico
para eventos hemorrágicos intrahospitalarios
La capacidad predictiva de las escalas CBRS, Mehran y ACTION para las
hemorragias intrahospitalarias se analizó mediante regresión logística binaria,
el cálculo de las curvas ROC y sus correspondientes ABC.
Valoración de la capacidad predictiva de las escalas de riesgo hemorrágico
para eventos hemorrágicos intrahospitalarios
La capacidad predictiva de las tres escalas para eventos hemorrágicos durante
el seguimiento se analizó mediante regresión de riesgos competitivos de Fine y
Gray117 (considerando la muerte como suceso competitivo), calculando las
curvas ROC y sus correspondientes ABC. La comparación de las tres escalas
entre ellas se realizó mediante el método no paramétrico de DeLong116.
54
Tamaño muestral
Al tratarse de un trabajo retrospectivo de una serie prospectiva, los análisis se
llevaron a cabo con el número de pacientes incluidos durante el período de
estudio.
55
Objetivo 3. Estudio en particular del riesgo hemorrágico al año tras el alta
en la subpoblación de pacientes ancianos con SCA procedentes de una
cohorte multicéntrica.
El trabajo correspondiente a este objetivo consiste en un subanálisis del
resgistro BleeMACS, de diseño observacional, internacional y multicéntrico. En
este registro se incluyeron 15401 pacientes consecutivos con SCA sometidos a
ICP. El periodo de reclutamiento corresponde entre noviembre de 2003 y junio
de 2014. Los datos se recogieron de forma retrospectiva por los investigadores
y coinvestigadores implicados en el estudio en cada uno de los 15 centros
participantes. Se registraron características basales e, historia clínica,
parámetros bioquímicos y ecocardiográficos, complicaciones y mortalidad
intrahospitalaria. También se registró el tratamiento al alta. En los pacientes
incluidos se prescribió doble terapia antiagregante durante un año, excepto en
los pacientes que recibieron anticoagulación oral, en los cuales el régimen
antiagregante fue prescrito en función del juicio clínico del facultativo
responsable del paciente.
Se realizó seguimiento durante un año desde el evento inicial. Se registró la
incidencia y características de los eventos hemorrágicos, incluyendo
localización, necesidad de intervención o trasfusión. Se registraron también
eventos cardiovasculares mayores y mortalidad. Dicha información se obtuvo
mediante registros hospitalarios, contacto telefónico con el paciente paciente y
familiares, o bien mediante contacto con el centro de atención primaria.
Para el propósito de este subestudio se estudiaron la incidencia y
características de las complicaciones hemorrágicas al año tras el ingreso por
SCA, así como el rendimiento predictivo del score BleeMACS específicamente
en el paciente anciano
56
Definiciones
Se definió SCASEST como la presencia de dolor torácico en las 48 horas
previas con alteraciones electrocardiográficas sugestivas de isquemia o
positividad del valor de troponina en sangre. Se consideró IMCEST la
presencia de dolor torácico con elevación persistente del segmento ST de al
menos 0,1 milivoltios en al menos 2 derivaciones contiguas o bloqueo de rama
izquierda de nueva aparición en el electrocardiograma.
La HTA se definió como antecedente de hipertensión diagnosticada en la
historia clínica del paciente o tratada. La definición de enfermedad vascular
incluyó por un lado accidente cerebrovascular previo o un accidente isquémico
transitorio, y por otro lado enfermedad arterial periférica (en la base de datos de
la cohorte de validación externa, la enfermedad vascular se definió como
accidente vascular cerebral o enfermedad arterial periférica, dado que no se
disponía de datos sobre el accidente isquémico transitorio). La malignidad se
definió como cualquier cáncer activo o cualquier cáncer no activo tratado
durante los 3 años previos al SCA índice.
Para el antecedente de hemorragia previa se consideró cualquier
hospitalización debida a un evento hemorrágico previo o cualquier hemorragia
grave que tuviera lugar durante la hospitalización por el SCA índice.
Para el propósito del estudio, se consideraron pacientes ancianos aquellos con
edad igual o superior a 75 años.
Las hemorragias relevantes durante el seguimiento se definieron como
aquellas que requirieron ingreso hospitalario, transfusión de uno o más
concentrados de hematíes o suspensión del tratamiento antitrombótico. Las
hemorragias o transfusiones de hemoderivados en relación a procedimientos o
cirugía no se consideraron para el propósito del estudio.
57
Análisis estadístico
Todos los análisis fueron realizados utilizando el software estadístico PASW
Statistics 18 y la versión 14.1 de STATA. Las variables categóricas se
expresaron como número y porcentaje. Las variables cuantitativas se
expresaron como media y desviación estándar. Las variables con distribución
no normal se expresaron como mediana y rango intercuartil (25-75%). El
análisis de la normalidad de las distribuciones se realizó mediante el test de
Kolmogorov-Smirnoff. La comparación de variables categóricas se realizó
mediante el test de chi cuadrado, o mediante el test exacto de Fisher en caso
indicado. La comparación de variables cuantitativas se realizó mediante el test
de t de Student.
Análisis de la capacidad predictiva de la escala de riesgo BleeMACS para
eventos hemorrágicos tras el alta en función de la edad
El rendimiento predictivo de la escala BleeMACS para hemorragias durante el
seguimiento se evaluó mediante el análisis de regresión de riesgos
competitivos de Fine y Gray117 para ocurrencia de eventos hemorrágicos
relevantes durante el seguimiento, considerando la muerte como suceso
competitivo. El supuesto de proporcionalidad de riesgos se confirmó mediante
el análisis de la interacción tiempo-coavariable en el análisis multivariado, y el
riesgo ajustado de hemorragia se expresó como subhazard ratio con sus
correspondientes intervalos de confianza del 95%. La tasa ajustada de
hemorragia a 1 año se calculó y se representó como función de incidencia
acumulada.
El rendimiento predictivo de la escala BleeMACS en función de la edad fue
evaluado analizando la capacidad de discriminación de ésta de forma separada
en pacientes ancianos y en pacientes jóvenes de la base de datos del registro
BleeMACS. La capacidad de discriminación fue analizada mediante el cálculo
58
del ABC, y valorando las curvas de la función de incidencia acumulada entre
las 4 categorias esablecidas de la escala de riesgo BleeMACS. Las ABC entre
pacientes ancianos y jóvenes se compararon utilizando el método de
DeLong116. Se consideró un valor p bilateral igual o inferior a 0.05 como
estadísticamente significativo.
Tamaño muestral
Al tratarse de un subanálisis retrospectivo de un registro multicéntrico, éste se
llevó a cabo con el número de pacientes incluidos en el registro original.
59
Aspectos éticos
Los pacientes incluidos en estos trabajos han sido manejados de acuerdo con
las recomendaciones vigentes. Se ha protegido la confidencialidad de los
pacientes, cuyos datos aparecen anonimizados en la base de datos.
En el trabajo referente al registro multicéntrico, la inclusión en el estudio no
implica ningún cambio en el manejo clínico de los pacientes. El diseño de este
estudio fue revisado y aprobado por el Comité Ético de Investigación Clínica del
Hospital Universitario de Bellvitge, así como del resto de centros participantes.
60
VI. Resultados
61
Objetivo 1. Análisis del impacto de la anemia sobre la capacidad
predictiva de las principales escalas de riesgo hemorrágico en una serie
de pacientes consecutivos con SCA ingresados en una Unidad Coronaria.
Artículo correspondiente
Garay A, Ariza Sole A, Formiga F, Lorente V, Sánchez Salado JC, Salazar
Mendiguchía J, Roura G, Muntané G, Alegre O, Fuentes L, Gómez Hospital JA,
Cequier A. Does anemia impact predictive ability of bleeding risk scores in
patients with acute coronary syndromes. Rev Port Cardiol. 2016; 35:637-44.
Durante el período de estudio, se incluyeron 2255 pacientes que ingresaron
con un diagnóstico de SCA. La edad media fue de 62.4 años, y el 77% eran
hombres. La anemia estaba presente en 550 pacientes (24.4%). En la Tabla 1
se muestran las características basales de los pacientes con y sin anemia. De
forma significativa, los pacientes con anemia eran mayores, con menor
frecuencia de varones y tenían una prevalencia significativamente mayor de
comorbilidades. Los pacientes con anemia también presentaron peor función
renal al ingreso, una menor incidencia de IMCEST y una prevalencia mayor de
insuficiencia cardíaca en el momento de la presentación del SCA. Las
puntuaciones de las escalase de riesgo CBRS, Mehran y ACTION fueron
significativamente más altas en los pacientes con anemia.
Se observaron diferencias significativas respecto al manejo clínico (Tabla 2).
Los pacientes con anemia fueron tratados con menos frecuencia con
clopidogrel y con abciximab. Por otro lado, en los pacientes con anemia se
realizaron procedimientos invasivos con mayor frecuencia, como el implante de
un balón de contrapulsación intra-aórtico, terapia de sustitución renal,
ventilación mecánica invasiva y estimulación cardíaca temporal. Los pacientes
con anemia fueron sometidos a una estrategia invasiva con menos frecuencia,
y en los que se realizó una coronariografía, el acceso radial se utilizó con
menos frecuencia en éstos pacientes.
62
Los pacientes con anemia también tuvieron una mayor incidencia de
complicaciones intrahospitalarias (Tabla 3), como fibrilación auricular, bloqueo
auriculo-ventricular, nefropatía inducida por contraste y complicaciones
infecciosas que requirieron antibióticos. Los eventos hemorrágicos fueron
significativamente más frecuentes en pacientes con anemia
independientemente de la definición utilizada. La mortalidad intrahospitalaria
fue prácticamente del orden de tres veces mayor en pacientes con anemia.
63
Tabla 1. Características Basales en función de la presencia de anemia
Cohorte Global
n =2225
Anemia
n = 550
No Anemia
n = 1705
p
Hombres
Edad (años)
IMC (kg/m2)
Superficie corporal (m2)
Diabetes
Hipertensión arterial sistémica
Dislipemia
Fumador activo
IAM previo
ICP previo
Ictus previo
Vasculopatía periférica
Hematocrito (%)
Aclaramiento creatinina (ml/min)
Sangrado previo
IMCEST
Clase Killip >I
Tensión arterial sistólica (mmHg)
Frecuencia cardíaca (lpm)
FEVI (%)
Puntuación CBRS
Puntuación escala Mehran
Puntuación escala ACTION
1727 (76.6)
62.4 (13)
27.9 (4)
1.9 (0.2)
674 (29.9)
1335 (59.2)
1302 (57.7)
947 (42.7)
315 (14)
264 (11.7)
157 (6.9)
256 (11.4)
41 (5)
91.7 (40)
78 (3.5)
1461 (64.8)
441 (19.6)
130 (34)
80 (17)
51.9 (11)
26 (16)
17 (8)
30 (8)
372 (67.6)
68.9 (12)
27.8 (5)
1.8 (0.2)
260 (47.3)
407 (74)
350 (63.6)
127 (23.4)
126 (22.9)
123 (22.4)
73 (13.3)
121 (22)
34 (4)
70.4 (36)
37 (6.7)
304 (55.3)
173 (31.5)
129 (28)
81 (18)
49.9 (11)
39 (17)
24 (7)
35 (7)
1355 (795)
60.3 (13)
27.9 (4)
1.9 (0.2)
414 (24.3)
928 (54.4)
952 (55.8)
820 (48.9)
189 (11.1)
141 (8.3)
84 (4.9)
135 (7.9)
43 (4)
98.5 (39)
41 (2.4)
1157 (67.9)
268 (15.7)
130 (36)
79 (17)
52.5 (11)
22 (14)
14 (7)
28 (7)
0.001
0.001
0.532
0.001
0.001
0.001
0.001
0.001
0.001
0.001
0.001
0.001
0.001
0.001
0.001
0.001
0.001
0.476
0.090
0.001
0.001
0.001
0.001
64
Puntuación escala GRACE
Estrategia invasiva
Acceso radial
124 (36)
2170 (96.2)
1455 (67.1)
138 (37)
516 (93.8)
296 (57.4)
118 (34)
1654 (97)
1159 (70.1)
0.001
0.001
0.001
Las variables categóricas están expresadas como n (%). Las variables cuantitativas están
expresadas como media (desviación estándar)
Tabla 2. Manejo Clínico en función de la presencia de anemia
Cohorte Global
n =2225
Anemia
n = 550
No Anemia
n = 1705
p
Ácido acetil salicílico
Clopidogrel
Prasugrel
Ticagrelor
Enoxaparina
Heparina no fraccionada
Bivalirudin
Abciximab
Balón de contrapulsación intra-aórtico
Catéter de Swan-Ganz
Hemodiálisis
Ventilación mecánica invasiva
Marcapasos temporal
2186 (97.2)
2083 (92.6)
36 (1.2)
73 (3.2)
1020 (45.3)
1168 (51.9)
236 (10.5)
328 (14.6)
156 (6.9)
54 (2.5)
29 (1.3)
124 (5.5)
69 (3.1)
525 (96)
489 (89.4)
11 (2)
11 (2)
259 (47.3)
261 (47.7)
49 (9)
47 (8.6)
68 (12.4)
22 (4.2)
25 (4.5)
40 (7.3)
28 (5.1)
1661 (97.5)
1594 (93.6)
25 (1.5)
62 (3.6)
761 (44.7)
907 (53.3)
187 (11)
281 (16.5)
88 (5.2)
32 (2)
4 (0.2)
84 (4.9)
41 (2.4)
0.057
0.001
0.379
0.061
0.276
0.024
0.179
0.001
0.001
0.005
0.001
0.036
0.001
Las variables están expresadas como n (%).
65
Tabla 3. Curso clínico intrahospitalario en función del estado de anemia
Cohorte Global
n =2225
Anemia
n = 550
No Anemia
n = 1705
p
Bloqueo auriculo-ventricular
Fibrilación auricular
Fibrilación ventricular
Reinfarto
Comunicación intraventricular
Nefropatía inducida por contraste
Insuficiencia mitral isquémica
Rotura cardíaca
Infecciones
Todos los sangrados
Transfusión
Hemorragia mayor CRUSADE
Hemorragia mayor Mehran
Hemorragia mayor ACTION
Hemorragia BARC 3/5
Mortalidad intrahospitalaria
156 (7)
158 (7)
138 (6.4)
17 (0.8)
5 (0.2)
98 (4.3)
10 (0.4)
14 (0.7)
120 (5.3)
164 (7.3)
64 (2.8)
115 (5.1)
136 (6)
116 (5.1)
61 (2.7)
90 (4.1)
54 (10.1)
63 (11.5)
32 (6.2)
6 (1.1)
-
48 (8.7)
6 (1.1)
4 (0.7)
57 (10.4)
55 (10)
44 (6)
39 (7.1)
49 (8.9)
40 (7.3)
24 (4.4)
43 (8)
102 (6.1)
95 (5.6)
106 (6.5)
11 (0.6)
5 (0.3)
50 (2.9)
4 (0.2)
10 (0.6)
63 (3.7)
109 (6.4)
20 (1.2)
76 (4.5)
87 (5.1)
76 (4.5)
37 (2.2)
47 (2.8)
0.002
0.001
0.769
0.216
0.247
0.001
0.009
0.267
0.001
0.005
0.001
0.015
0.001
0.009
0.006
0.001
Las variables están expresadas como n (%).
66
Objetivo 1.1. Analizar la capacidad predictiva de las principales escalas de
riesgo hemorrágico recomendadas en una cohorte de pacientes consecutivos
con SCA en función de la presencia de anemia definida según los criterios de la
OMS.
Las tres escalas de riesgo hemorrágico predijeron de forma adecuada eventos
hemorrágicos mayores de acuerdo con sus propias definiciones en la cohorte
global (Figura 1). No se observaron diferencias significativas respecto a la
capacidad predictiva de estas escalas de riesgo en pacientes con y sin anemia.
Mientras que la capacidad predictiva de la escala CBRS fue prácticamente la
misma que en la cohorte global, el ABC para la escala ACTION fue ligeramente
mayor y el de la escala Mehran fue ligeramente menor, sin alcanzar diferencias
estadísticamente significativas. La figura 2 muestra las ABC de cada una de las
tres escalas de riesgo según los pacientes tengan o no anemia.
Figura 1. Curvas ROC y ABC para cada uno de las tres escalas de riesgo
hemorrágico para la predicción de evento hemorrágico mayor en la cohorte
global.
67
Figura 2. Curvas ROC y ABC de cada una de las tres escalas de riesgo
hemorrágico para la predicción de evento hemorrágico mayor en pacientes con
y sin anemia de acuerdo con la definición de la OMS.
68
Objetivo 1.2. Analizar la capacidad predictiva de dichas escalas en una cohorte
de pacientes consecutivos con SCA en función de la presencia de anemia
severa.
La valoración de pacientes con anemia severa mostró hallazgos
significativamente diferentes. La capacidad predictiva de las escalas CBRS y
ACTION se redujo levemente en pacientes con anemia severa, pero sin
alcanzar una diferencia significativa. En contraste, la capacidad predictiva de la
escala Mehran mostró una disminución estadísticamente significativa en
pacientes con anemia. La tabla 4 muestra los valores del ABC de cada una de
las escalas de riesgo hemorrágico en pacientes con y sin anemia de acuerdo
criterios de la OMS y en pacientes con anemia severa.
Tabla 4. Capacidad predictiva para escala de riesgo hemorrágico en función de
la categoría de anemia.
Escala de riesgo
Hemorrágico
No Anemia
n =1705
ABC (95% IC)
Anemia criterios OMS
n = 550
ABC (95% IC)
Anemia severa
n = 173
ABC (95% IC)
No anemia vs
anemia OMS
p
No anemia vs
anemia severa
p
CBRS
Mehran
ACTION
0.73 (0.67-0.80)
0.69 (0.63-0.75)
0.68 (0.60-0.75)
0.74 (0.65-0.83)
0.61 (0.51-0.71)
0.73 (0.64-0.82)
0.62 (0.49-0.76)
0.51 (0.38-0.65)
0.61 (0.50-0.72)
0.913
0.210
0.353
0.552
0.044
0.181
Las hallazgos principales que se derivan de este trabajo son que la prevalencia
de la anemia fue alta en nuestra serie de pacientes con SCA no seleccionados
de la práctica clínica habitual y que la capacidad predictiva de las principales
escalas de riesgo hemorrágico para predecir eventos hemorrágicos
intrahospitalarios fue aceptable en pacientes con anemia, especialmente en
pacientes con anemia leve. El envejecimiento progresivo de la población hace
que sea particularmente importante mejorar la estratificación del riesgo
hemorrágico en pacientes con comorbilidades.
69
Objetivo 2. Análisis de la capacidad de las principales escalas de riesgo
para predecir eventos hemorrágicos a medio plazo tras el alta hospitalaria
en una serie de pacientes consecutivos con SCA ingresados en una
Unidad Coronaria.
Artículo correspondiente
Garay A, Ariza-Solé A, Abu-Assi E, Lorente V, Sánchez-Salado JC, Cequier A.
Mild term bleeding risk prediction after an acute coronary syndrome: An unsolved
question. Rev Esp Cardiol. 2016;69:527-9
El presente trabajo se ha realizado para valorar la capacidad de las escalas
CRUSADE, Mehran y ACTION para predecir complicaciones hemorrágicas
durante el primer año tras el alta hospitalaria. Se incluyó a 1.489 pacientes, con
una edad media de 62.5 años y de los cuales el 77.7% eran varones. Cuarenta y
nueve pacientes (3.3%) presentaron hemorragias BARC tipo 3 o 5 durante el
ingreso. La mortalidad hospitalaria fue del 6.3%. De los 94 pacientes fallecidos
durante el ingreso, 35 (37.2%) lo hicieron por causas no cardíacas y 5 (5.3%)
debido a complicaciones hemorrágicas.
Se dispuso de seguimiento en 1.375 pacientes (97.9%, mediana de tiempo de
seguimiento de 365 días). Durante este seguimiento 69 pacientes desarrollaron
complicaciones hemorrágicas y 73 pacientes fallecieron. En la tabla 5 se
resumen y se comparan las características basales de los pacientes que se
realizó seguimiento en función de si presentaron complicaciones hemorrágicas
o no. El subgrupo de pacientes que presentó sangrado durante el seguimiento
presentaba mayor edad (67.9 vs 61.7 años), peor aclaramiento de creatinina
(77.8 vs 93.4 ml/min) y mayor prevalencia de broncopatía crónica (29% vs
15%) de forma significativa. Este conjunto de pacientes presentó mayor
prevalencia de anemia (10% vs 4%) y antecedentes de hemorragia previa (7%
vs 3%). La prevalencia de hemorragia intrahospitalaria tras el ingreso por SCA
fue también mayor en este grupo de pacientes (16% vs 7%, p= 0.008) de forma
70
significativa. No se encontraron diferencias significativas para las puntuaciones
de las tres escalas entre el grupo de pacientes que presentó sangrado durante
el seguimiento y el que no.
La media de tiempo transcurrido hasta la aparición de las hemorragias tras el
alta fue de 169 días. Ocho (11,6%) de estos sucesos hemorrágicos ocurrieron
en los primeros 30 días, y 38 hemorragias (55,1%) se produjeron en los
primeros 6 meses. La localización más frecuente de las hemorragias tras el alta
(Figura 3) fue la urinaria en 24 pacientes (34,8%), seguida de la digestiva en 16
(23,2%), respiratoria en 15 (21,7%), intracraneal en 5 (7,2%) y muscular en 5
(7,2%). De los 1375 pacientes a los que se realizó seguimiento, 73 (5,3%)
fallecieron. La causa de fallecimiento en más de la mitad de los casos (58,9%)
fue por causas no cardíacas y en 4 (5,5%) debido a complicaciones
hemorrágicas (Figura 4).
71
Tabla 5. Características basales de los pacientes que se realizó seguimiento
tras el alta hospitalaria.
No sangrado
(n=1306)
Sangrado
(n=69)
p
Varon 1020 (78) 53 (77) 0.801
Tabaquismo activo 590 (46) 22 (32) 0.068
Diabetes mellitus 385 (29) 21 (30) 0.865
HTA 748 (57) 47 (68) 0.076
Dislipemia 752 (57) 42 (61) 0.590
Vasculopatia periférica 142 (11) 4 (6) 0.182
AVC 83 (7) 8 (12) 0.080
IAM previo 191 (15) 9 (13) 0.717
FA previa 47 (3,6) 6 (9) 0.032
EPOC 202 (15) 20 (29) 0.003
Anemia 50 (4) 7 (10) 0.010
Hemorragia previa 38 (3) 6 (9) 0.008
Quintil CRUSADE 3, 4, 5 394 (32) 23 (37) 0.104
Presentación STEMI 991 (77) 55 (82) 0.360
Hemorragia intrahospitalaria 97 (7) 11 (16) 0.010
Killip III - IV 91 (7) 4 (6) 0.603
Peso (Kg) 77.9 (14.1) 78.4 (13.9) 0.781
Talla (cm) 167 (9) 166 (8) 0.245
Hb (g/dL) 13.8 (1.7)) 13.2 (2.0) 0.005
Creatinina (umol/L) 90 (59) 98 (48) 0.259
FEVI (%) 50.9 (11.1) 53.2 (10.7) 0.124
Edad (años) 61.7 (13.0) 67.9 (11.7) < 0.001
IMC (Kg/m2) 28.1 (11.7) 28.6 (4.8) 0.770
Superficie corporal (m2) 1.90 (0.20) 1.89 (0.19) 0.949
Aclaramiento creatinina (ml/min) 93.4 (38.9) 77.8 (28.8) 0.001
Frecuencia cardíaca (lpm) 80.4 (17.0) 81.4 (18.1) 0.631
TA sistólica (mmHg) 130 (26) 129 (25) 0.599
72
Puntuación CRUSADE 25.3 (16.0) 29.2 (15.7) 0.058
Puntuación MEHRAN 16.5 (7.9) 18.3 (7.7) 0.083
Puntuación ACTION 29.8 (7.1) 31.3 (6.2) 0.111
Las variables categóricas están expresadas como n (%). Las variables cuantitativas están
expresadas como media (desviación estándar)
73
Figura 3. Localizaciones más frecuentes de los eventos hemorrágicos durante
el seguimiento.
Figura 4. Mortalidad durante el seguimiento
Urinaria
Digest ivo
Vía respiratoria
Intracraneal
Muscular
Otros
74
Objetivo 2.1. Analizar la capacidad de las principales escalas de riesgo
hemorrágico para predecir complicaciones hemorrágicas dentro del primer año
tras el alta hospitalaria en una cohorte de pacientes consecutivos con SCA.
En el conjunto de pacientes evaluados, las 3 escalas mostraron una buena
capacidad para predecir hemorragias intrahospitalarias. No se apreciaron
diferencias estadísticamente significativas entre las diferentes ABC.
En contraste, la capacidad de las 3 escalas para predecir complicaciones
hemorrágicas al año tras el alta fue deficiente. En particular, para las escalas
Mehran y ACTION el IC del 95% de la estimación de las ABC inculyó el 0.5,
que implicaría nula capacidad discriminatoria. No se apreciaron tampoco
diferencias significativas entre las ABC de las tres escalas. La figura 5 muestra
las curvas ROC de la predicción de hemorragias intrahospitalarias y durante el
seguimiento para las 3 escalas.
75
Figura 5. Curvas ROC y ABC de cada una de las tres escalas de riesgo
hemorrágico para la predicción de evento hemorrágico intrahospitalarios
(izquierda) y durante el seguimiento (derecha).
76
Objetivo 2.2. Comparar, en esta serie de pacientes, la capacidad de estas
escalas para predecir hemorragias tras el alta con su capacidad para la
predicción de hemorragias en la fase hospitalaria.
De forma global las tres escalas presentaron una capacidad significativamente
peor para la predicción de hemorragias tras el alta en comparación con las
hemorragias intrahospitalarias. En la Tabla 6 se muestran las ABC de las tres
escalas para cada tipo de evento y el valor p de la significación estadística de
la comparación entre la capacidad predictiva para hemorragias
intrahospitalarias vs hemorragias durante el seguimiento.
Tabla 6. Comparación de las áreas bajo la curva ROC de las escalas de riesgo
hemorrágico para hemorragias intrahospitalarias y durante el seguimiento.
Escala de riesgo
Hemorrágico
Hemorragias intrahospitalarias
ABC (95% IC)
Hemorragias durante el seguimiento
ABC (95% IC)
p
CBRS
Mehran
ACTION
0.73 (0.67-0.80)
0.69 (0.63-0.75)
0.68 (0.60-0.75)
0.74 (0.65-0.83)
0.61 (0.51-0.71)
0.73 (0.64-0.82)
< 0.001
< 0.001
< 0.001
Estos resultados, muestran razonablemente el pobre rendimiento de las
escalas CBRS, Mehran y ACTION para predecir el desarrollo de
complicaciones hemorrágicas dentro del primer año tras el SCA. En
consecuencia, surge la necesidad de desarrollar nuevas herramientas más
precisas y fiables para la estratificación del riesgo hemorrágico tras la fase de
hospitalización.
77
Objetivo 3. Estudio en particular del riesgo hemorrágico al año tras el alta
en la subpoblación de pacientes ancianos con SCA procedentes de una
serie multicéntrica.
Artículo correspondiente
Garay A, Ariza Sole A, Formiga F, Raposeiras-Roubín S, Abu-Assi E, Sánchez
Salado JC, Lorente V, Alegre O, Henriques JP, D´Ascenzo F, Saucedo J,
González-Juanatey JR, Wilton SB, Kikkert WJ, Nuñez-Gil I,Song X,
Alexopoulos D, Liebetrau C, Kawaji T, Moretti C, Huczek Z, Nie SP, Fujii T,
Correia LC, Kawashiri M, García-Acuña JM, Southern DA, Alfonso E, Terol B,
Garay A, Zhang D, Chen Y, Xanthopoulou I, Osman N, Möllmann H, Shiomi H,
Giordana F; Scarano S, Kowara M, Filipiak KJ, Wang X, Yan Y, Fan JY, Ikari Y,
Nakahayshi T, Sakata K, Yamagishi M, Kalpak O, Kedev S, Cequier A.
Prediction of post discharge bleeding in elderly patients with acute coronary
syndromes: insights from the BleeMACS registry. Thromb Haemostasis 2018. In
Press.
El registro BleeMACS incluyó 15.401 pacientes, de los cuales 11.809 (76.7%)
eran varones. La edad promedio fue de 63.6 años, y 3376 pacientes (21.9%)
tenían 75 años o más. En la tabla 7 se muestran las características de los
pacientes en función de la edad.
Los pacientes de 75 años o más eran con menos frecuencia varones y tenían
una mayor carga de factores de riesgo cardiovascular y otras comorbilidades,
como ictus, enfermedad neoplásica o sangrado previo. Estos pacientes tenían
un filtrado glomerular significativamente menor y valores de hemoglobina al
ingreso más bajos en comparación con los pacientes más jóvenes. Además, la
presentación clínica en forma de IMCEST fue menos común en los ancianos.
Los pacientes de mayor edad también tenían una fracción de eyección del
ventrículo izquierdo más reducida y una enfermedad arterial coronaria más
severa en comparación con el resto de los pacientes. Las complicaciones
78
hemorrágicas, la necesidad de transfusión, la insuficiencia cardíaca y el
reinfarto durante la hospitalización fueron más frecuentes en pacientes
ancianos.
También se observaron diferencias significativas con respecto al tratamiento
antitrombótico tras el alta en función de edad (tabla 8). Los pacientes ancianos
fueron tratados de forma más frecuente con clopidogrel y con menor frecuencia
recibieron ticagrelor o prasugrel. Los anticoagulantes orales se prescribieron
con mayor frecuencia en los pacientes ancianos y la triple terapia
antitrombótica también se administró con más frecuencia en este grupo de
pacientes. Los betabloqueantes y las estatinas se usaron con menos frecuencia
en pacientes de mayor edad. No se observaron diferencias significativas con
respecto al uso de inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina o
antagonistas del receptor mineralocorticoide.
79
Tabla 7. Características clínicas basales y curso clínico intrahospitalario en
función de la edad
Pacientes ancianos
(n=3376)
Pacientes jóvenes
(n=12025)
p
Continente
-Europa
-Asia
-Norte América
-Sud América
2471 (73.2)
421 (12.5)
465 (13.8)
19 (0.6)
7533 (62.6)
1911 (15.9)
2477 (20.6)
104 (0.9)
0.001
Edad (años) 80.6 (4) 58.9 (10) 0.001
Varón 2002 (59.3) 9807 (81.6) 0.001
HTA 2475 (73.3) 6561 (54.6) 0.001
Diabetes mellitus 981 (29.1) 2718 (22.6) 0.001
Dislipemia 1597 (47.6) 6426 (53.9) 0.001
Infarto de miocardio previo 524 (15.5) 1318 (11) 0.001
ICP previo 494 (14.7) 1427 (12) 0.001
Revascularización quirúrgica previa 171 (5.1) 340 (2.8) 0.001
Ictus previo 384 (11.4) 523 (4.3) 0.001
Enfermedad arterial periférica 326 (9.7) 580 (4.8) 0.001
Insuciencia cardíaca crónica 202 (6.6) 246 (2.3) 0.001
Malignidad 383 (11.3) 543 (4.5) 0.001
Hemorragía previa 260 (7.8) 540 (4.5) 0.001
FEVI (%) 52 (12) 54 (11) 0.001
80
Hemoglobina al ingreso (g/dL) 13 (2) 14.3 (2) 0.001
Hemoglobina al alta (g/dL) 11.9 (2) 13.4 (3) 0.001
Creatinina al ingreso (mg/dL) 1.07 (0.6) 0.92 (0.5) 0.001
IMCEST 1671 (49.5) 7266 (60.4) 0.001
Angina inestable 484 (14.3) 1574 (13.1) 0.03
Clase Killip II o mayor 631 (22.3) 1016 (11) 0.001
Acceso femoral 1765 (60) 6370 (57.8) 0.037
Enfermedad multivaso 1424 (57.4) 3922 (45.9) 0.001
Implante de un stent farmacoactivo 1153 (34.2) 4891 (40.7) 0.001
Trombolisis 29 (0.9) 210 (1.7) 0.001
Revascularización completa 1402 (52.5) 5647 (62.3) 0.001
Hemorragia intrahospitalaria 365 (10.8) 554 (4.6) 0.001
Transfusión de hematies 213 (6.6) 252 (2.3) 0.001
Reinfarto intrahospitalario 59 (1.8) 141 (1.2) 0.011
Insuficiencia cardíaca intrahospitalaria 209 (6.9) 376 (3.6) 0.001
Puntuación escala BleeMCAS 27 (11) 12 (10) 0.001
Las variables categóricas están expresadas como n (%). Las variables cuantitativas están
expresadas como media (desviación estándar)
81
Tabla 8. Tratamiento al alta en función de la edad
Pacientes ancianos
(n=3376)
Pacientes Jóvenes
(n=12025)
p
Aspirina 3312 (98.1) 11898 (98.9) 0.001
Clopidogrel 3071 (91) 10334 (85.9) 0.001
Ticagrelor 107 (3.2) 524 (4.4) 0.002
Prasugrel 24 (0.7) 641 (5.3) 0.001
Anticoagulación oral 302 (9.5) 448 (3.7) 0.001
Monoterapia antiagregante 162 (4.8) 518 (4.3) 0.217
Doble terapia antiagregante 3152 (93.4) 11394 (94.8) 0.002
Triple terapia antitrombótica 260 (7.7) 335 (2.8) 0.001
Únicamente anticoagulación oral 14 (0.4) 23 (0.2) 0.027
Betabloqueante 2490 (74.7) 9785 (82.4) 0.001
IECA // ARA-II 2482 (74.5) 8591 (75.4) 0.297
Estatinas 3015 (89.8) 11188 (93.9) 0.001
Inhibidor de la bomba de protones 1485 (66.2) 4267 (53.4) 0.001
Las variables están expresadas como n (%)
82
Objetivo 3.1. Estudiar la incidencia y las características de las complicaciones
hemorrágicas al año tras el alta hospitalaria en la subpoblación de pacientes
ancianos con SCA en comparación con los pacientes jóvenes en una cohorte
multicéntrica.
Durante el seguimiento que se realizó el primer año tras el evento inicial, 489
pacientes (3.2%) presentaron un evento hemorrágico grave. La incidencia de
eventos hemorrágicos fue moderadamente superior en pacientes de edad
avanzada (HR 2.31; IC del 95%: 1.92 a 2.77 p <0,001, figura 6).
Figura 6. Función de incidencia acumulada de eventos hemorrágicos durante
el seguimiento en función de la edad.
83
En los pacientes ancianos, el tiempo transcurrido hasta el evento hemorrágico
durante el seguimiento fue significativamente más corto. El tiempo medio en
pacientes ancianos fue 134 días (IC 95% 119-149 días) frente a 159 días (IC
95% 147-171 días) en pacientes más jóvenes, p <0.001. No se observaron
diferencias significativas con respecto a la localización de la hemorragia en
función de la edad. Las localizaciones más frecuentes fueron gastrointestinales,
genitourinarios e intracraneales en ambos grupos (figura 7).
Figura 7. Localización de los eventos hemorrágicos durante el seguimiento en
función de la edad.
Características clínicas y manejo antitrombótico en función de la presencia de
evento hemorrágico tras el alta pacientes ancianos
Las características clínicas en función de la presencia de hemorragia tras el
alta en pacientes de edad avanzada se muestran en la tabla 9. La presencia de
diferentes comorbilidades como la insuficiencia cardíaca, malignidad y
sangrado previo fueron más frecuentes en pacientes que presentaron eventos
hemorrágicos tras el alta. Estos pacientes tenían una peor clase Killip al
ingreso y una fracción de eyección del ventrículo izquierdo más reducida, así
como una enfermedad coronaria más severa. Además, los pacientes con
84
eventos hemorrágicos posteriores al alta tuvieron un valor de hemoglobina
menor al ingreso, peor función renal y mayor incidencia de hemorragia
intrahospitalaria y necesidad de transfusión.
Por otro lado, respecto el tratamiento antiagregante tras el alta hospitalaria, los
pacientes que presentaron un evento hemorrágico durante el seguimiento, el
uso de clopidogrel fue menos frecuente. En contraste, recibieron con mayor
frecuencia tratamiento con ticagrelor. No se observaron diferencias
significativas con respecto al uso posterior al alta del resto de los tratamientos
(tabla 10).
85
Tabla 9. Características clínicas y curso intrahospitalario en pacientes ancianos
en función de la presencia de eventos hemorrágicos durante el seguimiento
Hemorragia en el seguimiento
(n=190)
No hemorragia
(n=3186)
p
Continente
-Europa
-Asia
-Norte América
-Sud América
137 (72.1)
24 (12.6)
28 (14.7)
1 (0.5)
2334 (73.2)
397 (12.5)
437 (13.7)
18 (0.6)
0.958
Edad (años) 80.6 (4) 80.6 (4) 0.939
Varón 120 (63.2) 1882 (59.1) 0.288
HTA 154 (81.1) 2321 (72.8) 0.013
Diabetes mellitus 55 (28.9) 926 (29.1) 0.972
Dislipemia 93 (49.2) 1504 (47.5) 0.643
Infarto de miocardio previo 31 (16.3) 493 (15.5) 0.756
ICP previo 30 (15.9) 464 (14.6) 0.644
Revascularización quirúrgica previa 6 (3.2) 16 (5.2) 0.217
Ictus previo 20 (10.5) 364 (11.4) 0.705
Enfermedad arterial periférica 30 (15.8) 296 (9.3) 0.003
Insuciencia cardíaca crónica 21 (12.1) 181 (6.3) 0.003
Malignidad 31 (16.3) 352 (11) 0.026
Hemorragía previa 29 (15.4) 231 (7.3) 0.001
FEVI (%) 52 (12) 52 (12) 0.594
86
Hemoglobina al ingreso (g/dL) 12.2 (2) 13.1 (2) 0.001
Hemoglobina al alta (g/dL) 11.3 (2) 11.9 (2) 0.001
Creatinina al ingreso (mg/dL) 1.28 (1) 1.06 (0.6) 0.002
IMCEST 103 (54.2) 1568 (49.2) 0.181
Angina inestable 21 (11.1) 463 (14.5) 0.184
Clase Killip II o mayor 44 (28) 587 (22) 0.077
Acceso femoral 105 (63.6) 1660 (59.7) 0.320
Enfermedad multivaso 73 (53.3) 1351 (57.7) 0.311
Implante de un stent farmacoactivo 66 (34.7) 1087 (34.1) 0.861
Trombolisis 3 (1.6) 26 (0.8) 0.222
Revascularización completa 76 (50.3) 1326 (52.7) 0.574
Hemorragia intrahospitalaria 58 (30.5) 307 (9.6) 0.001
Transfusión de hematies 37 (20.7) 176 (5.8) 0.001
Reinfarto intrahospitalario 6 (3.2) 53 (1.7) 0.127
Insuficiencia cardíaca
intrahospitalaria
19 (11) 190 (6.7) 0.027
Puntuación escala BleeMCAS 25 (15) 15 (12) 0.001
Las variables categóricas están expresadas como n (%). Las variables cuantitativas están
expresadas como media (desviación estándar)
87
Tabla 10. Tratamiento al alta en pacientes ancianos en función de la presencia
de eventos hemorrágicos durante el seguimiento
Hemorragia en el
seguimiento
(n=190)
No hemorragia
(n=3186)
p
Aspirina 189 (99.5) 3123 (98) 0.154
Clopidogrel 162 (85.3) 2909 (91.3) 0.005
Ticagrelor 13 (6.8) 94 (3) 0.003
Prasugrel 1 (0.5) 23 (0.7) 0.755
Anticoagulación oral 23 (12.1) 299 (9.4) 0.215
Monoterapia antiagregante 12 (6.3) 150 (4.7) 0.314
Doble terapia antiagregante 175 (92.1) 2977 (93.4) 0.473
Triple terapia antitrombótica 20 (10.5) 240 (7.5) 0.133
Únicamente anticoagulación 0 14 (0.4) 0.360
Betabloqueadores 134 (70.9) 2356 (74.9) 0.215
IECA // ARA-II 142 (75.1) 2340 (74.4) 0.829
Estatinas 173 (91.5) 2842 (89.7) 0.420
Inhibidores de la bombda de protones 93 (71.5) 1392 (65.9) 0.188
Las variables están expresadas como n (%)
88
Objetivo 3.2. Valorar la capacidad predictiva del modelo predictivo BleeMACS
en la subpoblación de pacientes ancianos y compararla con respecto a la
capacidad predictiva en los pacientes más jóvenes.
La capacidad de la escala BleeMACS para la predicción de eventos
hemorrágicos tras el alta hospitalaria fue moderadamente inferior en los
pacientes de edad avanzada en comparación con el resto (ABC 0.652 (IC del
95% 0.624-0.679) vs 0.691 (IC del 95% CI 0.667-0.717), p=0.001). En la figura
8 se muestran las curvas ROC de la escala BleeMACS para predecir el
sangrado después del alta en ambos subgrupos de edad. La Figura 9 muestra
la incidencia acumulada de eventos hemorrágicos tras el alta hospitalaria en
función de las categorías de riesgo de la escala BleeMACS en pacientes
jóvenes y ancianos.
Figura 8. Curvas ROC de la escala BleeMACS para la predicción de eventos
hemorrágicos durante el seguimiento en la subpoblación de pacientes ancianos
y pacientes jóvenes
89
Figura 9. Incidencia acumulada de eventos hemorrágicos tras el alta
hospitalaria según las categorías de BleeMAC en pacientes jóvenes y
ancianos.
El mejor modelo para predecir hemorragias en pacientes de edad avanzada
incluyó las variables HTA, sangrado previo, Hb al ingreso e insuficiencia
cardíaca previa. Este modelo mostró una capacidad predictiva aceptable (ABC
0.666, IC 95% 0.62-0.712), sin diferencias significativas en comparación con la
escala BleeMACS (p 0.276).
La tabla 11 muestra la contribución específica de cada componente de la
escala BleeMACS para predecir hemorragias tras el alta según la edad. La
contribución de la edad, la enfermedad vascular y la enfermedad neoplásica no
fue estadísticamente significativa en pacientes de edad avanzada. Por el
contrario, el papel predictivo de la hipertensión arterial, el sangrado previo, la
función renal y los niveles de hemoglobina mantuvieron diferencias
significativas en la subpoblación de pacientes ancianos.
90
Tabla 11. Contribución de cada factor predictor en la escala BleeMACS en
función de los grupos de edad
Pacientes Jóvenes Pacientes Ancianos
Predictor
sHR (95% CI) p sHR (95% CI) p
Edad (por año) 1.03 (1.02-1.05) 0.001 1 (0.98-1.02) 0.390
HTA 1.30 (0.99-169) 0.053 1.49 (1.01-2.20) 0.045
Vasculopatía 1.49 (1.07-2.07) 0.017 1.18 (0.83-1.69) 0.351
Sangrado previo 1.49 (0,96-2.32) 0.074 2.12 (1.41-3.19) 0.001
Malignidad 1.81 (1.21-2.69) 0.003 1.35 (0.92-1.99) 0.130
Creatinina (mg/dL)
<1.0
1-1.49
>1.5
Ref
1.05 (0.79-1.41)
1.59 (0.97-2.59)
0.065
Ref
1.43 (1.02-2.01)
1.82 (1.20-2.75)
0.005
Hemoglobina (g/dL)
<11.0
11-13.9
>14.0
2.65 (1.69-4.17)
1.28 (0.98-1.65)
Ref
0.001
2.71 (1.71-4.32)
1.49 (1.01-2.21)
Ref
0.001
Los principales hallazgos que derivan de este proyecto son que los pacientes
ancianos de esta serie tenían una incidencia moderadamente superior de
eventos hemorrágicos relevantes tras el alta, con un tiempo hasta el desarrollo
de complicaciones hemorrágicas significativamente inferior, sin diferencias en
las localizaciones de dichas hemorragias. A pesar de una capacidad predictiva
moderadamente menor en los ancianos, la escala BleeMACS mantuvo un
aceptable rendimiento predictivo en este subgrupo de edad.
91
VII. Discusión
92
Se discuten a continuación los principales hallazgos de este proyecto, en
relación con cada uno de los objetivos.
Objetivo 1. Análisis del impacto de la anemia sobre la capacidad
predictiva de las principales escalas de riesgo hemorrágico en una serie
de pacientes consecutivos con SCA ingresados en una Unidad Coronaria.
Los principales hallazgos del proyecto referente a este objetivo son los
siguientes:
1. Se encontró una alta prevalencia de anemia en nuestra serie de pacientes
con SCA no seleccionados de la práctica clínica habitual
2. No se observaron diferencias significativas con respecto a la capacidad
predictiva de las escalas de riesgo hemorrágico CBRS, Mehran y ACTION en
pacientes con o sin anemia según los criterios de la OMS.
3. Únicamente la escala de riesgo hemorrágico de Mehran mostró una
capacidad predictiva significativamente peor en pacientes con anemia severa.
La anemia es una comorbilidad frecuente en pacientes con SCA y está
fuertemente asociada con una mayor mortalidad y morbilidad81,119. Las razones
de esta asociación no han sido claramente esclarecidas. Se ha considerado
que la anemia puede empeorar la isquemia miocárdica dificultando el
suministro de oxígeno al miocardio lesionado, y por otra parte, produce un
aumento de la demanda de oxígeno miocárdico debido a un incremento del
volumen sistólico y de la frecuencia cardíaca. Al mismo tiempo, la anemia
puede reflejar una enfermedad oculta, como una enfermedad neoplásica o una
enfermedad renal, y en consecuencia puede tener efectos desfavorables en la
evolución de dicha enfermedad no cardíaca. Datos previos de nuestro grupo
sugieren que las causas de mortalidad en pacientes con SCA y anemia pueden
diferir según los subgrupos de edad92. Como ya se ha comentado previamente,
93
los pacientes con anemia, de forma significativa tenían edad más avanzada,
una mayor prevalencia de comorbilidades y una mayor mortalidad hospitalaria.
Además, la anemia es un predictor claramente establecido para eventos
hemorrágicos en pacientes con SCA35. No obstante, aunque las escalas de
riesgo hemorrágico actualmente disponibles se han validado con éxito en
diferentes escenarios39,41,120 existe poca información en relación a la influencia
de la anemia en la estratificación del riesgo hemorrágico. Se ha descrito
previamente un peor rendimiento de las tres escalas de riesgo (CBRS, Mehran,
ACTION) para la predicción de eventos hemorrágicos mayores en pacientes
con SCA de 75 años o más110. Una posible explicación de este hallazgo es que
ciertas variables relacionadas con el envejecimiento, como la fragilidad, la
discapacidad u otras comorbilidades, (raramente evaluadas hasta la fecha en
los ensayos clínicos y registros en el área cardiovascular) podrían obstaculizar
la estratificación del riesgo hemorrágico en este escenario clínico. La mayoría
de los registros muestran una fuerte asociación entre anemia y otras
comorbilidades en diferentes contextos clínicos. En el estudio mencionado
anteriormente110, los pacientes ancianos con SCA tenían una prevalencia de
anemia significativamente mayor en comparación con pacientes más jóvenes.
Por lo tanto, también podría esperarse una peor capacidad predictiva en
pacientes con anemia. Sin embargo, los datos de nuestro trabajo no mostraron
diferencias significativas con respecto a la capacidad predictiva de las tres
escalas de riesgo hemorrágico en función de la capacidad de anemia.
Un punto importante a la hora de analizar nuestros hallazgos es el rol que
juega la anemia en la composición de las diferentes escalas de riesgo
hemorrágico. El nivel de hemoglobina forma parte de los predictores que
componen las escalas de riesgo CBRS28, Mehran37 y ACTION38, aunque la
contribución en cada una de ellas es variable. Mientras que en las escalas
CBRS y Mehran el nivel de hemoglobina representa alrededor del 10% de la
puntuación final, en la escala ACTION representan casi el 20% de la
puntuación final. La evaluación de la capacidad predictiva de estas escalas de
riesgo hemorrágico, estratificada por uno de sus componentes podría en si
94
mismo conducir a una reducción del ABC. En nuestra opinión, la ligera
reducción apreciada en los valores de ABC en pacientes con anemia puede
deberse, al menos en parte, a este hecho. Por lo tanto, los datos apoyarían la
idea de que estas escalas presentan un rendimiento predictivo razonable en los
pacientes con anemia.
Las diferencias en el manejo terapéutico en función de la presencia de anemia
en nuestra serie también merecen una mención particular. Los pacientes con
anemia, en general, fueron tratados con un régimen antitrombótico más
conservador. Este hecho probablemente motivó una menor incidencia de
eventos hemorrágicos en estos pacientes y podría afectar a la valoración del
rendimiento predictivo de las escalas de riesgo hemorrágico. Sin embargo, el
manejo clínico de los pacientes se realizó de acuerdo con las recomendaciones
vigentes, con un enfoque antitrombótico más conservador en los pacientes con
anemia. En nuestra opinión, una de las fortalezas de este trabajo es
precisamente la evaluación del rendimiento de las escalas de riesgo
hemorrágico en pacientes de la práctica clínica habitual tratados de acuerdo
con el juicio clínico del facultativo tratante, teniendo en cuenta las
recomendaciones actuales y el perfil de los pacientes en términos de riesgo
isquémico y hemorrágico.
Es importante también comentar las características de las diferentes
poblaciones a partir de las cuales derivan las principales escalas de riesgo
hemorrágico. Los escalas CBRS y ACTION se derivaron de amplios registros
de Estados Unidos (se incluyeron 89134 pacientes para la escala CBRS y
90273 para la escala ACTION) con características basales que fueron similares
a los pacientes incluidos en nuestro estudio. Por el contrario, la escala de
riesgo Mehran se derivó de una población de 17421 pacientes incluidos en dos
ensayos clínicos (ACUITY y HORIZONS AMI). Las poblaciones de los ensayos
clínicos generalmente tienen una baja prevalencia de comorbilidades y los
pacientes con mayor riesgo generalmente están poco representados. La
prevalencia de anemia en la serie de Mehran et al.(14.5%) fue claramente
menor que en la nuestra (24.4%). El peor rendimiento predictivo de la escala de
95
Mehran et al. en pacientes con anemia severa puede estar relacionada con
este hecho. Sin embargo, estos datos deben interpretarse con cautela debido
al pequeño tamaño muestral de este subgrupo.
Cabe destacar que el estudio presenta varias limitaciones. Se trata de un
estudio de unicéntrico y, por lo tanto, nuestras conclusiones se deben aplicar
sólo a poblaciones similares sometidas a un manejo clínico parecido. Dado que
éste es un estudio observacional, no se pueden descartar sesgos de selección
y confusión residual. El punto de corte de Hb menor a 110 g/L para definir la
anemia severa fue seleccionado por los investigadores después de evaluar la
distribución de la hemoglobina en nuestra serie. El número de eventos
hemorrágicos fue relativamente pequeño. Además, el uso de fármacos
antitrombóticos potentes como prasugrel o ticagrelor fue poco frecuente. Por
otro lado, la exclusión de pacientes sin datos suficientes para la aplicación de
las escalas de riesgo puede conducir a cierto sesgo. Sin embargo, el análisis
de las características basales de estos pacientes no mostró diferencias
significativas con respecto a la cohorte global de pacientes. Finalmente, cabe
destacar que la escala de riesgo de Mehran et al. fue diseñada para predecir el
sangrado durante los primeros 30 días y no sólo durante la fase de
hospitalización como se analizó en nuestro estudio.
A pesar de estas limitaciones, nuestros hallazgos muestran una capacidad
predictiva razonablemente aceptable de las principales escalas de riesgo
hemorrágico analizadas en una serie de pacientes consecutivos con SCA con y
sin anemia de la práctica clínica habitual.
96
Objetivo 2. Análisis de la capacidad de las principales escalas de riesgo
para predecir eventos hemorrágicos a medio plazo tras el alta hospitalaria
en una serie de pacientes consecutivos con SCA ingresados en una
Unidad Coronaria.
Los principales hallazgos del proyecto referente a este objetivo son los
siguientes:
1. Se encontró una incidencia moderada de eventos hemorrágicos a medio
plazo tras el alta hospitalaria por SCA.
2. Se observó una capacidad predictiva deficiente de las escalas de riesgo
CBRS, Mehran y ACTION para predicción de eventos hemorrágicos tras el alta
hospitalaria en pacientes con SCA.
Hasta la actualidad, la valoración del riesgo hemorrágico se ha centrado en la
estratificación del riesgo de eventos hemorrágicos durante la fase hospitalaria.
No obstante, el impacto pronóstico de los eventos hemorrágicos no se limita a
la fase aguda. Datos recientes47 sugieren que las hemorragias mayores tras el
alta por un SCA se asocian con la mortalidad de manera comparable a las que
ocurren durante la hospitalización.
La predicción de hemorragias tras el alta es de gran relevancia debido a varios
motivos. Por un lado, cada vez disponemos de fármacos antitrombóticos más
potentes6,7, y las previsiones apuntan en la línea de que en los próximos años
dispondremos de un arsenal terapéutico aun mayor4. Por otro lado, es tema de
debate actual la duración óptima de la doble antiagregación tras un SCA48-57. El
balance del riesgo isquémico y hemorrágico más allá de la fase hospitalaria es
clave de cara identificar los pacientes que se pueden beneficiar de una terapia
con doble antiagregación más o menos prolongada58. Además, el progresivo
envejecimiento de la población hace cada vez más frecuente la asociación con
diferentes comorbilidades y la indicación concomitante de anticoagulación oral.
La asociación entre fármacos antiagregantes y anticoagulantes conlleva un
97
incremento exponencial del riesgo hemorrágico. Por lo tanto, la valoración del
riesgo hemorrágico más allá de la fase de hospitalización constituye uno de los
principales objetivos de seguridad en el manejo del paciente con SCA.
Las escalas clásicas de predicción de eventos hemorrágicos en el SCA (CBRS,
Mehran y ACTION) no han sido elaboradas para la predicción de eventos
hemorrágicos a largo plazo. En particular las escalas CBRS y ACTION derivan
de registros observacionales durante sólo se registraron eventos hemorrágicos
durante la fase hospitalaria. La escala de riesgo de Merhan et al. deriva de una
población de dos ensayos clínicos (ACUITY y HORIZONS AMI) en la que se
incluyeron eventos hemorrágicos durante los primeros 30 días tras el SCA.
Existen diferencias fisiopatológicas entre las hemorragias que ocurren durante
el ingreso por SCA respecto las que tienen lugar tras el alta que pueden tener
implicaciones relevantes en la estratificación del riesgo hemorrágico. Tras el
alta hospitalaria, habitualmente los pacientes son sometidos a terapias
antitrombóticas menos intensas. Por otro lado, durante la fase hospitalaria los
pacientes frecuentemente son sometidos a procedimientos invasivos como
intervencionismo coronario. El acceso vascular de estos procedimientos es una
localización frecuente de complicaciones hemorrágicas35 que ocurre
principalmente durante la fase hospitalaria. Utilizar modelos de predicción de
sangrado que incluyeron el sangrado del acceso vascular para predecir
eventos hemorrágicos a medio plazo tras el alta hospitalaria podría resultar
inadecuado. Finalmente, el estado inflamatorio secundario a un evento clínico
agudo como el SCA podría también comportar un aumento en el riesgo
hemorrágico, a diferencia del paciente estable ambulatorio.
Nuestro estudio tiene las limitaciones inherentes al tratarse de un registro de un
único centro, con un número relativamente pequeño de eventos y un manejo
clínico homogéneo. En consecuencia, estos resultados podrían no ser
aplicables a poblaciones con características y tratamientos diferentes. Además,
el hecho de incluir únicamente pacientes ingresados en la unidad coronaria
98
podría implicar un sesgo de selección. El uso de definiciones de hemorragia
diferentes para la fase hospitalaria y la fase tras el alta constituye otra limitación
de este estudio. No obstante, las diferencias conceptuales y fisiopatológicas
entre hemorragias hospitalarias y tras el alta justifican, en nuestra opinión, el
uso de diferentes definiciones, ya que algunas características de la definición
utilizada para las hemorragias tras el alta (fundamentalmente la necesidad de
ingreso) no son aplicables a un paciente ya ingresado. En cualquier caso, a
nuestro juicio, la utilización de distintas definiciones no justifica las diferencias
tan importantes apreciadas de forma concordante para las ABC de las 3
escalas.
Hasta la fecha han sido usualmente las escalas de riesgo hemorrágico
analizadas en este trabajo las utilizadas para seleccionar el tipo y la duración
del tratamiento antitrombótico tras el alta en la práctica clínica habitual. A pesar
de las limitaciones previamente mencionadas, nuestros hallazgos muestran
razonablemente el pobre rendimiento de estas escalas para predecir el
desarrollo de complicaciones hemorrágicas dentro del primer año tras el SCA,
lo que a nuestro juicio evidencia la necesidad de desarrollar nuevas
herramientas, más precisas y fiables, para la estratificación del riesgo
hemorrágico tras la fase de hospitalización.
99
Objetivo 3. Estudio en particular del riesgo hemorrágico al año tras el alta
en la subpoblación de pacientes ancianos con SCA procedentes de una
cohorte multicéntrica.
Los principales hallazgos del proyecto referente a este objetivo son los
siguientes:
1. Los pacientes de edad avanzada de esta serie tuvieron una incidencia
moderadamente superior de eventos hemorrágicos serios al año tras el SCA,
con un tiempo transcurrido hasta el evento hemorrágico significativamente más
corto, sin apreciarse diferencias significativas con respecto a la localización de
la hemorragia.
2. A pesar de tener una capacidad predictiva moderadamente más reducida en
pacientes de mayor edad, la escala de riesgo hemorrágico BleeMACS mostró
un rendimiento aceptable en el grupo de pacientes ancianos.
Las complicaciones hemorrágicas se asocian con una mayor mortalidad en
pacientes con SCA, especialmente en el grupo de pacientes ancianos121-123.
Las guías de práctica clínica actuales recomiendan una duración de DAPT de
12 meses1,2. Sin embargo, hay evidencia que sugiere que mientras que los
pacientes con riesgo hemorrágico más elevado se pueden beneficiar de acortar
la duración de la DAPT, los pacientes con un riesgo hemorrágico bajo,
especialmente cuando el riesgo isquémico es elevado, se pueden beneficiar de
alargar el tiempo de DAPT más allá de un año48-57. En consecuencia las guías
recomiendan una valoración tanto del riesgo isquémico como hemorrágico de
cara identificar los pacientes que se pueden beneficiar de una terapia con doble
antiagregación más o menos prolongada58.
Se han desarrollado varias escalas de riesgo hemorrágico que se han utilizado
ampliamente para predecir hemorragias intrahospitalarias mayores28,37,38. No
obstante, como se encontró en el trabajo referente al objetivo 2 de este
proyecto, estas escalas de riesgo hemorrágico recomendadas parecen no
100
predecir adecuadamente los eventos hemorrágicos posteriores al alta
hospitalaria en pacientes con ACS. Como se ha comentado previamente, el
perfil de hemorragia que ocurre durante la fase hospitalaria es diferente del
período posterior al alta. En la fase hospitalaria la localización más frecuente de
hemorragia es en el acceso vascular, en relación con la intervención coronaria
y el uso de fármacos antitrombóticos parenterales, mientras que en la fase
posterior al alta existe un predominio de hemorragia gastrointestinal,
relacionada con la administración oral de fármacos antiagregantes124-126.
Estudios recientes han demostrado que las complicaciones hemorrágicas tras
el alta también se asocian con un aumento significativo en el riesgo de muerte
e infarto de miocardio47,127,128. No obstante, la información disponible sobre la
predicción de eventos hemorrágicos después del alta en pacientes con SCA es
escasa.
Como ya se ha comentado previamente, recientemente se han desarrollado
algunos modelos predictivos que tratan de equilibrar la valoración del riesgo
isquémico y hemorrágico en el seguimiento, en pacientes sometidos a
intervencionismo coronario que son las escalas PARIS59, DAPT60 y PRECISE-
DAPT61. Es importante destacar que los pacientes incluidos en estos estudios
presentaban un riesgo hemorrágico relativamente bajo, ya que más del 60% de
los pacientes del registro de PARIS se sometieron a ICP por angina estable, y
en una proporción no despreciable de pacientes incluidos en las poblaciones
de las escalas PRECISE-DAPT y DAPT, la indicación para realizar ICP no fue
un SCA. Además, los pacientes que sufrieron eventos hemorrágicos durante
los primeros 12 meses con DAPT y pacientes que requirieron anticoagulación
oral no se incluyeron en el estudio DAPT.
La escala de riesgo BleeMACS112 es la primera diseñada específicamente para
estimar la probabilidad de desarrollar eventos hemorrágicos mayores dentro del
primer año tras el alta hospitalaria por un SCA.
101
Es una realidad que la incidencia de SCA es particularmente elevada en los
ancianos, y el número de pacientes de edad avanzada que están
hospitalizados por SCA está en aumento93,94. Estos pacientes tienen un mayor
riesgo tanto de complicaciones isquémicas como hemorrágicas. Sin embargo,
la información sobre la incidencia real de eventos hemorrágicos posteriores al
alta en pacientes ancianos no seleccionados con SCA de la práctica clínica
habitual es escasa. Los datos de esta serie mostraron una mayor incidencia de
eventos hemorrágicos posteriores al alta en pacientes de edad avanzada. Sin
embargo, este aumento del riesgo fue moderado, a pesar de la clara mayor
prevalencia de comorbilidades en los pacientes de edad avanzada.
Por otro lado, se ha demostrado previamente que las principales escalas de
riesgo hemorrágico en el SCA presentan una capacidad predictiva reducida
para eventos hemorrágicos hospitalarios en pacientes ancianos con SCA110,129.
La predicción del sangrado después del alta en pacientes de mayor edad
también es un tema de interés sustancial, ya que el manejo antitrombótico de
estos pacientes a menudo es complejo, debido a una enfermedad coronaria
más severa y compleja, una mayor prevalencia de comorbilidades y una
indicación concomitante de anticoagulantes más frecuente debido a
condiciones tales como fibrilación auricular o accidente cerebrovascular previo.
Hasta la fecha, ningún estudio ha evaluado la predicción de episodios de
hemorragia posteriores al alta en pacientes ancianos con SCA.
La capacidad de la escala de riesgo hemorrágico BleeMACS para predecir
eventos hemorrágicos posteriores al alta fue menor en pacientes de 75 años o
más de esta serie. Sin embargo, esta reducción del rendimiento fue moderada,
en contraste con otros estudios que evalúan el riesgo de hemorragia
intrahospitalaria en pacientes de edad avanzada110. Dado que la edad es uno
de los componentes de la escala BleeMACS y contribuye a más del 10% de la
puntuación final, este podría ser uno de los motivos que justifican la menor
capacidad predictiva observada en pacientes ancianos de nuestro estudio. A
102
pesar de ello, en nuestra opinión, la escala de riesgo hemorrágico BleeMACS
mostró un rendimiento aceptable también en pacientes de edad avanzada. De
hecho, el modelo predictivo específicamente realizado en pacientes de edad
avanzada no mejoró significativamente la predicción de hemorragia en
comparación con la puntuación de BleeMACS.
Es interesante remarcar que el papel predictivo de cada uno de los
componentes de la escala difirió en función de la edad. Si bien varios factores
mantuvieron o aumentaron su nivel de significación en pacientes ancianos
(función renal, Hb, HTA, antecedentes sangrado), otros redujeron su
contribución predictiva al modelo (edad, enfermedad vascular, malignidad). El
uso de terapias antitrombóticas menos agresivas o los diferentes tipos de
enfermedad neoplásica en pacientes de edad avanzada podría explicar
parcialmente estos hallazgos. Sin embargo, el tipo de neoplasia no se registró
en la base de datos BleeMACS, por lo que estos datos deben ser confirmados
en otras poblaciones.
El envejecimiento es un proceso heterogéneo y la estratificación del riesgo en
pacientes de edad avanzada podría estar condicionada por la presencia de
fragilidad y otras variables relacionadas al envejecimiento111,130. Un estudio
reciente sugiere una contribución modesta de una evaluación geriátrica integral
para predecir eventos hemorrágicos intrahospitalarios en pacientes de edad
avanzada con SCA131. Sin embargo, el papel de estas variables para predecir
eventos hemorrágicos después del alta podría ser más importante.
Este estudio tiene varias limitaciones. La escala BleeMACS fue derivada de
una cohorte de un registro retrospectivo, con las limitaciones inherentes a este
tipo de estudios. Los cambios en la terapia antitrombótica no se registraron,
como el cambio entre fármacos antiplaquetarios o la suspensión de la DAPT.
Por otro lado, la información sobre la fragilidad, la discapacidad y otras
variables relacionadas con el envejecimiento no se recogió. Sin embargo, a
pesar de estas limitaciones, creemos que este trabajo aporta datos novedosos
103
e importantes sobre las características y la predicción de las complicaciones
hemorrágicas después del alta en pacientes ancianos con SCA de la práctica
clínica habitual.
104
VIII. Conclusiones
105
Objetivo 1. Análisis del impacto de la anemia sobre la capacidad predictiva de
las principales escalas de riesgo hemorrágico en una serie de pacientes
consecutivos con SCA ingresados en una Unidad Coronaria.
Objetivo 1.1. Analizar la capacidad predictiva de las principales escalas
de riesgo hemorrágico recomendadas en una cohorte de pacientes
consecutivos con SCA en función de la presencia de anemia definida
según los criterios de la OMS (Hb <130 g/L en los hombres y <120 g/L
en las mujeres).
La prevalencia de anemia fue alta en nuestra serie de pacientes con
SCA no seleccionados de la práctica clínica habitual. La capacidad
predictiva de las principales escalas de riesgo (CBRS, Mehran y
ACTION) para la predicción de eventos hemorrágicos mayores en
pacientes con SCA fue aceptable en los pacientes con anemia, definida
según los criterios de la OMS.
Objetivo 1.2. Analizar la capacidad predictiva de dichas escalas en una
cohorte de pacientes consecutivos con SCA en función de la presencia
de anemia severa.
En pacientes con anemia severa (Hb menor de 110 g/L), la capacidad
predictiva de las escalas CBRS y ACTION para eventos hemorrágicos
mayores en pacientes con SCA es aceptable. En contraste, la capacidad
predictiva de la escala de riesgo de Mehran et al. en pacientes con
anemia severa es significativamente menor. El envejecimiento
progresivo de la población hace que sea particularmente importante
mejorar la estratificación del riesgo en pacientes mayores con
comorbilidades asociadas.
106
Objetivo 2. Análisis de la capacidad de las principales escalas de riesgo para
predecir eventos hemorrágicos a medio plazo tras el alta hospitalaria en una
serie de pacientes consecutivos con SCA ingresados en una Unidad Coronaria.
Objetivo 2.1. Analizar la capacidad de las principales escalas de riesgo
hemorrágico para predecir complicaciones hemorrágicas dentro del
primer año tras el alta hospitalaria en una cohorte de pacientes
consecutivos con SCA.
La incidencia de eventos hemorrágicos durante el seguimiento fue
importante en nuestra serie. Las principales escalas de riesgo
hemorrágico (CBRS, Mehran y ACTION) presentan un pobre
rendimiento para la predicción de eventos hemorrágicos relevantes
dentro del primer año tras el alta por SCA.
Objetivo 2.2. Comparar, en esta serie de pacientes, la capacidad de
estas escalas para predecir hemorragias tras el alta con su capacidad
para la predicción de hemorragias en la fase hospitalaria.
De forma global, estas escalas de riesgo hemorrágico (CBRS, Mehran y
ACTION) presentan una capacidad significativamente más reducida para
la predicción de hemorragias tras el alta en comparación con la
predicción de las hemorragias intrahospitalarias.
107
Objetivo 3. Estudio en particular del riesgo hemorrágico al año tras el alta en
la subpoblación de pacientes ancianos con SCA procedentes de una cohorte
multicéntrica.
Objetivo 3.1. Estudiar la incidencia y las características de las
complicaciones hemorrágicas al año tras el alta hospitalaria en la
subpoblación de pacientes ancianos con SCA procedentes de dicha
serie en comparación con los pacientes jóvenes.
Los pacientes ancianos con SCA presentan una incidencia
moderadamente superior de eventos hemorrágicos durante el primer
año después del alta hospitalaria respecto los pacientes más jóvenes. El
tiempo transcurrido hasta el evento hemorrágico es significativamente
más corto, sin diferencias significativas con respecto a la localización de
la hemorragia.
Objetivo 3.2. Valorar la capacidad predictiva del modelo predictivo
BleeMACS en la subpoblación de los pacientes ancianos y compararla
con respecto a la capacidad predictiva en pacientes más jóvenes.
La escala de riesgo hemorrágico BleeMACS presenta una capacidad
predictiva moderadamente inferior en pacientes ancianos respecto la
capacidad predictiva en pacientes más jóvenes. A pesar de ello, la
escala BleeMACS tiene un rendimiento aceptable en el grupo de los
pacientes ancianos.
108
IX. Bibliografía
109
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IX. Anexos