GenealogíaFamiliar...CONSEJO EDITORIAL Alfonso Beccar Varela Mariano Vilella y Sánchez Viamonte...

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Genealogía Familiar

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  • Genealogía Familiar

  • GENEALOGÍA FAMILIAR

  • MADRID - BUENOS AIRES

    2015

    REVISTA TRIMESTRALDE

    GENEALOGíA, HISTORIA Y CIENCIAS AFINES

    AÑO II - NÚMERO 6 JUNIO DE 2015

  • I.S.S.N: 2341-0329 Dep. legal: M-756-2014

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  • CONSEJO EDITORIAL

    Alfonso Beccar VarelaMariano Vilella y Sánchez Viamonte

    Santiago Castillo IllingworthJuan José Agrelo

    OPINIONES DE LOS ARTÍCULOS. El Consejo Editorial de Genealogía Familiarhace constar que las opiniones emitidas en los trabajos aquí publicados son de exclu-siva responsabilidad de sus autores, sin que su publicación signifique que ni el Con-sejo Editorial ni la compañía editora de esta revista adhieran o compartan los mismos,declinando toda responsabilidad de cuantas afirmaciones puedan hacerse en los artí-culos publicados.En esta publicación, los artículos, notas y referencias son insertados gratuitamente.

  • ILUSTRACIÓN DE CUBIERTA. Carlos E. Pellegrini, “Cielito - Baile Nacional, 1830”. Acuarela, 21 x 31 cm. Perteneció a la Sra. María Julia Vallée de Dimet, bisnieta del autor.

  • SUMARIO

    CARLOS Mª DE ALVEAR Y SUS RELACIONES CON EL PE-RIÓDICO “EL REVISOR” DE NUEVA YORK Y “LA PATRIA”DE NUEVA ORLEANSpor Alejandra Isabel Díaz Bialet.

    ÁLVAREZ DE LA VEGApor Sebastián Alonso y Marcelo Álvarez Herrera.

    A LA LATA, AL LATERO...por Carlos Sánchez Viamonte.

    HERNÁN MEXÍA MIRABALpor Carlos F. Ibarguren.

    FAMILIA PELLEGRINIpor Gabriel Darío Chirico.

    ¿CUÁNTOS ANTEPASADOS TIENE USTED?por Stephen Lewis.

    LOS PREBISCH. por Justino Terán.

    NORMAS DE PUBLICACIÓNSUSCRIPCIONESLISTA DE SUSCRIPTORESÍNDICE DE COLABORADORES

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  • A mi tatarabuelo,Victoriano Alemán.A la Hispanoamérica que también por él me habita.

    Una vez más.

    “…porque Rosas, tirano y condenado por la historia, era, sin embargo, ungran carácter y gran talento, que impuso a las potencias europeas - a Ingla-terra y a Francia aliadas - el reconocimiento absoluto de nuestra soberaníasobre el Río de la Plata y sobre los ríos interiores, que ellos codiciaban consus cañones y que respetaron en los tratados, saludando a nuestra ban-dera…”

    Estanislao S. Zeballos. Discurso ante el Congreso de la Nación, 15 de diciembre de 1915.

    Entre 1845 y 1851 solía circular, por la ciudad de Nueva Orleáns, un pe-riódico que llegó a ubicarse entre los primeros en ser editados en idioma es-pañol.

    Sus directores fueron el español Victoriano Acisclo Alemán Olivares y JoséEusebio Gómez. Tres fueron los nombres que tomó dicho diario. Comenzócomo “El Hablador”, desde fines de 1845 y hasta principios del siguiente año,época desde la cual pasó a ser conocido como “La Patria Periódico Mercantil Po-lítico y Literario. Único Órgano de la Población Española en los Estados Unidos”, título

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    CARLOS MARÍA DE ALVEAR Y SUS RELACIONES CONEL PERIÓDICO “EL REVISOR” DE NUEVA YORK

    Y “LA PATRIA” DE NUEVA ORLEANS

    ALEJANDRA ISABEL DÍAZ BIALET

  • que conservaría hasta que por enero de 1851 concluyó apareciendo como “LaUnión. Órgano de los Pueblos Hispano-Americanos. Periódico Político, Literario, Cientí-fico y Comercial”. En esta tercera y última instancia se produjo la incorporaciónde un nuevo co-director. Tratábase de Antonio José de Irisarri, guatemaltecoy reputado estadista, además de diplomático y notable periodista. Venía de di-rigir El Revisor de Nueva York.

    A la “La Patria/La Unión” la caracterizaron por un lado, el mantenimientode una firme oposición a la política expansionista, que por aquel entonces ytras los pasos de ciertos lineamientos demarcados en la Doctrina del DestinoManifiesto, imperaba en muchos estados de la Unión.

    Y por otro, el convertirse con el paso del tiempo en un órgano represen-tativo de la población hispano-hablante que no se circunscribía solamente aNueva Orleáns sino que iba bastante más allá. Sus ejemplares se distribuían enNueva York, La Habana, Trinidad, Veracruz, Tampico, Campeche, Matamo-ros, Monterrey, Mérida. Tales las ciudades donde se dio a conocer.

    Leído, según parece, por el presidente Polk, a lo largo de su corta pero in-tensísima vida editorial, se colocó por caso, en las antípodas de la prensa ma-yoritaria que alentó y celebró la anexión de Texas; se propuso jugar un rolactivo y muy contrario a la guerra emprendida contra México; del mismo modoy en el contexto de la llamada “Guerra de Castas”. Sus editoriales criticabanácidamente el ofrecimiento del gobierno de Yucatán por pedir la anexión desu propio territorio a cambio de ayuda militar norteamericana para luchar con-tra los Mayas y también y fundamentalmente bregó por el fracaso de cualquierintentona efectuada para incorporar Cuba a los Estados Unidos, denunciandocuantas amenazas existiesen de invadir la Isla.

    Ello, entre otras cuestiones, terminó por sellar la suerte y el final de la exis-tencia de tan polémico periódico. Los sucesos se desencadenaron cuando el 3de agosto de 1851, una expedición pirática al mando del general NarcisoLópez, procedente de las costas de los EEUU, desembarcó en la isla de Cubaque se encontraba bajo el gobierno español. Al arribar a Nueva Orleáns las no-ticias del fusilamiento de las tropas invasoras con el general Crittenden alfrente, coherente con su postura y estilo, el periódico ya titulado “La Unión”,sacó una edición extra que festejaba el hecho que los filibusteros hubiesen ob-tenido el castigo que se merecían.

    Fue entonces cuando estallaron graves incidentes que desembocaron enun ataque direccionado a todo sitio que portase algún vestigio de hispanidaddentro del ejido de la ciudad. De no haberse puesto a salvo su vida, por pocono se produjo un conflicto de proporciones bélicas entre los Estados de la

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  • Unión y España motivado en la circunstancia que vio peligrar la vida del cón-sul Laborde. Distinto fue el destino de Victoriano Alemán. Saqueada y des-truida su imprenta, debió arrojarse desde un tercer piso para que no loasesinaran. Unas semanas después, abandonó la ciudad para trasladarse con sumujer a Cuba. Allí, en 1855 nacería uno de sus hijos, Eugenio mi bisabuelo.Pocos años más tarde viajaron a España donde acuciantes necesidades eco-nómicas lo obligaron a enviar a su primogénito a buscar trabajo en Américacon tan solo 14 años. Victoriano y Eugenio nunca más se vieron. Al primerola muerte lo halló en su ciudad natal, Toledo, cuando corría el año 1875. Eu-genio, luego de pasar por la República Oriental del Uruguay, quedó establecidoen la Argentina donde hasta hoy vive su descendencia.

    Aquí precisamente, me propongo desarrollar en particular las circunstan-cias y consecuencias de un curioso encuentro que tuvo lugar por 1850 entreel Representante de la Confederación Argentina, Carlos María de Alvear yquienes dirigían los periódicos La Patria de Nueva Orleans y el Revisor deNueva York.

    [ I ]

    A mediados de febrero de 1850, cuando ya habían dado inicio las nego-ciaciones que culminaron ese mismo año con la firma del Tratado Arana-Le-predour, concluyendo de ese modo el que fuera el segundo bloqueo por partede la flota francesa en el Río de la Plata, Carlos María de Alvear se encontrabaen los Estados Unidos, país ante el cual era representante de la Confederaciónargentina desde hacía ya doce años. Antes que esto hubiera acontecido, el Mi-nistro argentino en Washington había procurado que la prensa estadounidensetomará una posición clara de resistencia al bloqueo anglo francés y que en con-sonancia con la Doctrina Monroe, se opusiese en definitiva a toda intervencióneuropea en el continente americano.

    Desde La Banda Oriental, desde Chile o Brasil o de la Europa misma, laprensa estadounidense recibía y reproducía la campaña desplegada por los uni-tarios exiliados y pocas eran las voces que señalaran una versión diferente delo que ocurría en el gobierno argentino que no fuese la desacreditación de susacciones bélicas o los “vivas” a las fuerzas extranjeras.

    Fue el Dr. Felipe Arana, Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno

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  • de Buenos Aires, quien encargó a Alvear la contestación de cada uno de los in-fundios que se multiplicaban en muchos de los periódicos que circulaban porese entonces en el vasto territorio de los Estados Unidos y que si no puede de-cirse que ocuparan las portadas no por ello dejaba de ser cierto que continua-ban desdibujando la realidad en cuanta oportunidad se presentaba para escribirsobre el tema.

    A estos efectos se le facilitaron a Alvear algunas sumas de dinero que cu-brirían los costos de las publicaciones, a través de las cuales se buscaba rever-tir la degradada imagen que de la Confederación Argentina se intentabamostrar desde sectores opositores a su gobierno y como medio para garanti-zar que efectivamente se hiciesen - según lo apunta Thomas B. Davis, autor de“Carlos de Alvear, hombre de la Revolución” - conformándose a lo que venía siendoya una costumbre en los medios periodísticos de la Unión: Los periódicos fi-jaban tarifas a todos aquellos que pretendieran ser leídos por el público esta-dounidense.

    Sin entrar en consideraciones respecto a las fuentes del financiamiento quepermitían ver la luz a los textos de los exiliados unitarios, es notable advertircomo Davis, que no vaciló en llamar “tirano” a Rosas, se vio sin embargo for-zado a reconocer la inexactitud de los rumores que circulaban sobre los gran-des recursos financieros que éste gastaba en propaganda y por los cuales se leatribuía la subvención de periódicos en Francia, Inglaterra, Portugal, Brasil yEE.UU. Así , debió señalar en cambio, que lo que ocurría, a decir verdad, erabien distinto: modestas sumas anuales eran recibidas por los diplomáticos parala propaganda y varios son los ejemplos hallados en la correspondencia entreAlvear y Arana que supieron dar cuenta de ello, a través de las quejas del pri-mero junto al reclamo de más cantidades para solventar lo que se considera-ría una auténtica defensa de la Confederación e influir a la opinión públicanorteamericana en el sentido de oponerse al bloqueo.

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    Carlos María de Alvearpor J. Vanderlyn

  • [ II ]

    En el Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores se encuentran lascartas que el embajador argentino enviaba a Buenos Aires y de la lectura de al-gunas de dichas misivas surge que el 17 de febrero de 1850, Alvear le escribióa Arana a fin de transmitirle su preocupación por haber leído en uno de lospocos periódicos españoles que se imprimían por ese entonces en Nueva York,una crítica al gobierno de Rosas. El periódico se titulaba El Revisor de NuevaYork y estaba bajo la dirección de Antonio José de Irisarri, político y diplo-mático guatemalteco tan reconocido por haber dado todos sus ahorros parala causa de la independencia de varias repúblicas de América entre ellas la deChile, país en donde llegó a ser Presidente por breve tiempo (en marzo de1814 fue hecho prisionero por los españoles que reconquistaron territorio chi-leno, pasó a la Argentina en julio 1814 y en esas circunstancias, conoció aRosas), como por los trazos que dejó su pluma de periodista y escritor sagaz,a la vez que polémico y contradictorio.

    Alvear se contactó con Larrañaga, un empresario español que financiaba alparecer el periódico de Irisarri, y convino con él en cambiar esta situación paraque dicha publicación, en vez de “degradar, calumniar y atacar a los gobiernos deraza española” como lo viniera haciendo con el de la Confederación Argentina,más bien y en este preciso caso, lo defendiese.

    Dicho objetivo se hubo logrado después de las directivas dadas por Larra-ñaga al editor de El Revisor. Efectivamente, en un número posterior, medianteun nuevo artículo, Irisarri buscó adecuarse a los intereses argentinos al referirsey al decir de Alvear “haciendo justicia al esclarecido mérito contraído por el Excmo SeñorGobernador y Capitán General”. Mientras todo aquello acontecía, el colonialistay hasta 1848, ministro francés, Louis Adolphe Thiers, no cesaba de bregar antela Asamblea Nacional por la continuación del bloqueo y no puede atribuirsea la casualidad la conceptuosa consideración con que por 1850 hablaba de unexiliado argentino, a quien había conocido en 1842 en ocasión de una misiónque le fuera encomendada a éste por el caudillo, Fructuoso Rivera, por ese en-tonces, Presidente de la Banda Oriental.

    Tratábase de Florencio Varela, quien en palabras de Thiers fue “uno de loshombres más eminentes que es posible encontrar en cualquier parte del mundo”. El reco-rrido de la llamada “misión Varela” efectivamente lo había hecho recalar enLondres primero y en París, después y también a no encontrar reparos en susnegociaciones si de atentar contra intereses argentinos se trataba, si ello signi-

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  • ficaba ir contra Oribe y sacar a Rosas del poder.De los términos utilizados por Irisarri y que provocaron la queja formulada

    por Alvear, como del modo en que el periódico dirigido por el primero mo-dificó sus dichos, nos enteramos por dos fuentes, a saber: por un par de ejem-plares del periódico “La Patria. Órgano de las Poblaciones Hispanoamericanas enNueva Orleans” (EE.UU) y por la correspondencia del mismísimo Alvear.

    A principios de ese año, La Patria de Nueva Orleans, bajo la dirección desus editores, Victoriano Alemán y Eusebio Gómez, había dado la bienvenidaal Revisor de Nueva York augurándole éxitos a la novedosa publicación y repro-duciendo a su vez algunos párrafos del primer editorial del inaugurado perió-dico para que también los lectores de La Patria conociesen el pensamiento deIrisarri. El editorial con que salía a la luz en aquella ciudad, se centraba sobreel estado en que, al parecer, se hallaban las repúblicas sudamericanas: El Revi-sor, pues cambiando de lugar “antes se había editado con igual nombre en Curazao“

    “no ha cambiado de principios ni de objeto. Continuará tratando de ilustrar alos pueblos hispano-americanos haciéndoles conocer cuál es la esencia del gobiernorepublicano, que se diferencia muy poco del gobierno representativo en las monarquíasconstitucionales; manifestándoles que lo que hay establecido desde Méjico hasta Bue-nos Ayres, no merece verdaderamente el nombre de república, porque no es más queun desconcierto, un caos, una cosa indefinible; demostrándoles con los hechos, que se-mejante modo de existencia no puede traer a aquellos países ninguna de las venta-jas que trajo a los Estados Unidos la formación de esta república sobre las bases delibertad que tenían los mismos Estados desde su principio, y convenciéndoles, en fin,de que si se proponen vivir en repúblicas como la norte-americana, deben hacerloadoptando los principios de orden y equidad en que está fundada esta; esto es, si ha-llan que estos principios se acomodan al carácter, genio y a las costumbres naciona-les; que de lo contrario valdrá más que establezcan gobiernos sobre principios menosexpuestos a producir los atentados, la confusión, la debilidad y la impotencia”

    Así, luego de desaconsejar a los países de América del sud, la adopción dela forma republicana al menos por el momento, pasaba a reivindicar la lenguay literatura española aludiendo críticamente a Domingo Faustino Sarmiento:

    “Conviene al interés de la América española que se conozca la literatura de lanación que dio su lengua y sus costumbres a tantos millones de hombres, para quese destruya la falsa idea que han querido generalizar entre nosotros algunos escrito-res ignorantes, de que en España no hay libros que leer. Y ahora recuerdo, que no

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  • ha muchos años que un escritor argentino en Chile, queriendo convencer al públicode la conveniencia de adoptar un nuevo sistema de ortografía, que en nada se dife-renciaba del que usan los carreteros de Andalucía, sostenía que no se había escritoen español una obra que mereciese la pena de leerse, pero lo que consiguió este ortó-grafo moderno fue demostrar que ignoraba completamente el español y todo lo quetenía relación con la España.”

    Con posterioridad a la firma de la Convención Arana-Lepredour que tuvolugar el 31 de agosto de 1850, un artículo de La Patria, del 15 de octubre deaquel año comenzaba señalando lo poco que prosperarían las posiciones de losfranceses de Montevideo que se oponían de lleno a la ratificación de este tra-tado por la Asamblea Francesa y alentaban, por el contrario, la continuaciónde la guerra. En ese mismo artículo también se remitía más adelante a lo re-dactado por el mes de febrero de aquel año en torno a esta cuestión por el pe-riódico de Irisarri y muy probablemente a lo que apareció impreso en el n° 18de ese medio. Halagábase el probado acierto de los pronósticos emitidos porel editor del Revisor de New York en aquella oportunidad, a la vez que se alu-día a la oposición por parte de los emigrados a las bases y las tratativas previasque finalizaron con la firma de la Convención del 31 de octubre de 1850.

    El artículo titulado “Río de la Plata” aparecido en La Patria se hallaba re-dactado en los siguientes términos:

    “Se escribe de Montevideo con fecha 16 de Julio diciendo, que el general Rosasno solo rehusaba aceptar las modificaciones propuestas por el gobierno francés al tra-tado ajustado con el almirante Leprédour, sino que se oponía al desembarco de lastropas francesas en Montevideo. Oribe se oponía del mismo (modo) al desembarco deestas fuerzas en aquella plaza, en la cual había causado una impresión desagrada-ble el aviso que había dado al gobierno montevideano el Cónsul de Francia, Mr De-voise, de que desde el mes de agosto el subsidio concedido por Francia tendría docemil francos de disminución. Hacía ya noventa y seis días que habían llegado las tro-pas francesas al frente de Montevideo, sin que hubiese esperanzas de que desembar-casen porque no se quería hacer esto sin el beneplácito del general Rosas. ¿No hubierasido mejor no enviar aquella fuerza tan lejos de Francia, y con tanto costo, sin haberpreguntado de antemano al general Rosas, si era de su agrado o no, que desembar-casen? ¿No hubiera sido mejor ratificar el tratado que restablecía la paz y las rela-ciones mercantiles entre Francia y el Río de la Plata? Hoy se verá que el Revisor deNueva York tuvo mucha razón para decir en el mes de Febrero, cuando se anuncióque la Francia enviaría más fuerzas al Río de la Plata para conseguir un tratado

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  • mejor que el hecho con el almirante Leprédour, que nada más se conseguiría queperder tiempo y hacer gastos inútiles; que el general Rosas no es de los hombres quehacen caso de amenazas ni de envíos de fuerzas contra él; que cuando él se proponeuna cosa la lleva a cabo suceda lo que sucediese, y hasta ahora no ha habido unpoder europeo ni americano que haya sacado la menor ventaja de él ¿Serán los fran-ceses, al fin, los que lo hagan ceder? No es probable. Y si al fin son ellos los que cedenen la presente cuestión, no será el general Rosas a quien se pueda aplicar aquel pro-verbio español: ´hace el necio al fin, lo que el discreto al principio´. Los dis-cretos en este caso habrán sido los ingleses, porque conocieron temprano, que lo quees posible en la China no lo es en Buenos Aires, aunque el imperio celestial tengamucha más gente que la republica argentina; y con esto habrá probado el generalRosas al conde de Dundonald que los Estados más chicos merecen mayor conside-ración que los más grandes, cuando aquellos son gobernados por hombres de un tem-ple como el del general Rosas.”

    Pero, mientras La Patria estimaba criteriosos los escritos de Irisarri, Alveardesconfiaba ¡y cómo! De ello habla lo expuesto en la correspondencia quevengo comentando, dirigida a Arana con fecha 17 de febrero de 1850. El mi-nistro argentino mostraba a Arana sus reticencias respecto a los términos enque venían manifestándose los cambios de la línea editorial respecto a Rosas.El periódico había cambiado sí, pero Alvear creía ver en “una cláusula de elogioo una mala intención, o un extravío notable de buen sentido” Pensó que estos elogiosde ahora venían teñidos de una ironía indisimulable, acaso el único caminoque tomó, el antes crítico editor, para vengar el hecho de haberse visto forzadoa celebrar un gobierno que no lo conformaba.

    En la óptica del embajador argentino, Irisarri era un ser acomodaticio y asíaparece descripto en las cartas enviadas a Buenos Aires, no obstante es posi-ble que no habiéndolo conocido hasta ese entonces en forma directa, se limi-tara a retratarlo solamente desde el tamiz empresarial con que el inversionistaespañol con el cual se entrevistó, en aquella oportunidad, se mostrase. Paraeste último si el director del Revisor había criticado al Gobierno de BuenosAires, había sido por considerar que “el periódico tendría más salida siendo un papelde oposición porque si se redactaba en el sentido de defender a los gobiernos y no contaba conestos, nadie lo compraría.” Un idea mercantilista que indicaría que de haber se-guido este criterio lucrativo, muy difícilmente Irisarri hubiera siquiera rozadola situación de “indigencia” que llevaría, según el mismo Larrañaga, a ofre-cerle la dirección de un periódico que él “generosamente” se encargaría de fi-nanciarle.

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  • Es quizás más acertado encontrar la verdadera causa del desacuerdo apro-ximándose al verdadero pensamiento de Irisarri, expresado en aquellos textosen los que buscó poner en tela de juicio las presuntas bondades de la Doc-trina Monroe tan defendida, por otra parte, por el ministro argentino. A ellahabía apelado Alvear en el contexto del bloqueo sin haber logrado jamás unadeclaración de parte de los EEUU que condenara las acciones de la flota fran-cesa en el Río de la Plata.

    El mismo Irisarri que había editorializado el primer número de su periódicocon aquello de que el sistema republicano de los EEUU se asentaba en losprincipios de orden y equidad, no hallaría contradictorio algunos años des-pués (1865) en su crítica a la doctrina Monroe, proclamar:

    “Yo he sido el primero que se ha declarado públicamente y dirigiéndose a estemismo gobierno contra la doctrina Monroe - diría Irisarri algunos años des-pués, al promediar el año 1865 – que es y ha sido la base del filibusterismo nor-teamericano y que vemos hoy que la tal doctrina va cayendo en desgracia aún entrelos mismos que antes la encontraban excelente! Con la tal doctrina se apropiaron losEstados Unidos una gran parte y muy rica de México por vía de conquistar, otraparte por vía de compra y venta, y se llevarían el resto por vía de auxilio pres-tado…¿Y es para esto lo que quieren los monroistas tener ellos solos el privilegio deintervenir en los negocios políticos del Nuevo Mundo ? Dios les pague la caridad esa!”

    Si, por un lado la desazón de Alvear expresada en su crítica al expansio-nismo norteamericano, como puede verse en muchas de las cartas enviadas alministro Arana, lo hacían avizorar un ansia de dominio que no se detendría nihasta el mismísimo Cabo de Hornos, por otro lado las ardientes simpatías quecreía ver por la causa del Plata, lo llevaron durante mucho tiempo a esperar unpronunciamiento a favor de la Confederación, sin llegar a asociar cuán fun-cional era en realidad la utilización desvirtuada de lo postulado en la doctrinaMonroe con prácticas anexionistas tantas veces impugnadas. Es más, aún antela evidencia del incumplimiento de las promesas que la tal doctrina deberíahaberle deparado para coronar su gestión diplomática, prefería entender queel territorio argentino estaba fuera de cualquier lance expansionista. Así, por1849 vacilaba respecto a los alcances de un expansionismo que se desenvolvíaen pleno auge de la doctrina del Destino Manifiesto, escribiéndole al Cancillerde la Confederación sobre la ya demostrada ambición norteamericana. Le decíaentonces que las Repúblicas Sud-Americanas debían ponerse en guarda, aun-que podría exceptuarse “tal vez de esta regla general la Confederación Argentina cuya

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  • posición geográfica unida a la gran distancia que la separa, parece ponerla a cubierto de todoriesgo que pueda venirle de esta parte”

    Como si lo invitara a desengañarse y en un intento de dejar claro que lo debajar la guardia sería un grave error, Irisarri lanzaría pocos años después (1856)la siguiente advertencia “ Seremos siempre oprimidos tanto por Gran Bretaña como porEstados Unidos…Puede ser que en las Repúblicas hispanoamericanas que se hallan másdistantes de Estados Unidos se crean muchos que están libres de todo riesgo y que por esono tienen necesidad de aliarse contra un enemigo común…Los ingleses y los norteamerica-nos son los fenicios de los tiempos modernos.”

    [ III ]

    Habrá que ir a la correspondencia fechada el 3 de marzo de 1850 para verque surge notablemente la resistencia que el propio Alvear pone para evitarcualquier contacto directo con Antonio José de Irisarri, a la sazón el directordel Revisor de Nueva York. Si antes prefirió contactarse con el hombre de nego-cios que financiaba al Revisor, ahora optaba por enviar a un colaborador suyocon el encargo de entregar al editor de aquel periódico ciertos puntos sobre losque escribir, además de ofrecerle refutar el discurso belicista de Thiers. Tratóseen el caso de un comunicado esbozado por Alvear y redactado por un talThompson, su ocasional auxiliar con las traducciones y agente de prensa, quevenía a refutar las críticas a Rosas antes vertidas por el ahora editor del perió-dico aliado. Irisarri no obstante manifestarle su extrañeza por no presentárseledirectamente Alvear, prometió y así lo hizo, que al contestar a su vez el co-municado del ministro argentino, haría ver que había estado equivocado ensus apreciaciones por haber escuchado y dejarse influir solo por los dichos delos emigrados.

    Acaso hay que recurrir a las biografías que sobre Irisarri se escribieron,para conocer más sobre la personalidad de alguien que mereció por ejemplo,ser conocido a través de su obra poética como “el caústico satírico”. La someralectura del libro en que Irisarri hacía mención de su contacto con Rosas y loque hizo que tiempo después lo llevara a tratarlo en durísimos términos, brin-daba un panorama bastante completo de su pensamiento. Ese libro que habíasido publicado en 1849, un año antes de los acontecimientos sobre los que

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  • vengo haciendo alusión, se titulaba “Historia Crítica del Asesinato del Gran Ma-riscal de Ayacucho”.

    Es allí, donde su autor dice haberse encontrado con el general Rosas por1814 y de este modo expone sus impresiones sobre el mismo:

    “La libertad, el orden, las leyes fueron en Buenos Aires los pretextos de que sevalió Lavalle para conjurarse contra Dorrego y para asesinarle; y la libertad, elorden y las leyes armaron a Rosas para vengar a Dorrego y para asesinar sin mise-ricordia a cuantos encuentra que conviene asesinar para que triunfen el orden, la li-bertad y las leyes, de que él se ha llamado restaurador…este Rosas, este hombresanguinario de nuestros días, era, cuando yo le conocí en 1814, un hacendado de Bue-nos Aires, amable, pacífico y digno de aprecio. El deseo de vengar la muerte atrozdada a su amigo Dorrego le convirtió en un tigre; pero, ¡qué tigre!; mejor diré en undemonio.” (pag 32 de Hist Crit. del asesinato…)

    Por septiembre de 1850 Le Courrier des Etats - Unis (El Correo de los Esta-dos Unidos) uno de los diarios que reproducían las cartas llegadas de Monte-video, acompañándolas, en el caso, de reflexiones de su editor “dirigidas adesaprobar las conductas de los agentes franceses en el Río de la Plata - relacionadas conlas tratativas que culminaron en la firma del levantamiento del bloqueo - y a pro-vocar la opinión en favor de la continuación de la guerra”, colocó al Ministro argentinoen el deber de contestarles, pero tal como se lo transmitiera a Arana, en lacarta del 22 de noviembre de 1850, éste periódico francés que circulaba por losEEUU se negaba a publicar comunicados que pusieran en tela de juicio laspropias opiniones del editor. Se buscó entonces publicar las réplicas en otrossitios y así fue que se trabó una relación entre el agente de prensa de Alvear yel antes citado periódico La Patria de Nueva Orleans. El representante argentinosugirió a su agente que sondeara “si se podía contar en lo venidero con los editores deeste papel” lo que aparentemente y a la vista de lo que ya había publicado estemedio el 15 de octubre de 1850, sin haber trabado hasta ese momento contactoalguno con el representante de la Confederación Argentina, parecía más queposible.

    El artículo de Alvear se titulaba “La Cuestión del Plata” y como consta en lacorrespondencia mantenida con Arana y fechada el 22 de noviembre de 1850,fue publicado en dos medios. El 31 de octubre de 1850 apareció impreso enLa Patria de Nueva Orleans y también posteriormente, el 30 de noviembre de esemismo año, en La Abeja de Nueva Orleans (L ‘Abeille o New Orleans Bee), unapublicación bilingüe de aquella ciudad.

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  • De dicho comunicado dirigido al editor del Courrier, con el cual se preten-dió refutar lo sostenido en el mencionado diario francés, fechado el 21 de oc-tubre de 1850, publicado en francés tal como lo extracté de L’ Abeille,redactado por el mismísimo Alvear aunque no firmado por él, resumiré tra-ducido el inicio y algunos de los párrafos más relevantes que hacen una claraalusión al accionar siempre contario a los intereses nacionales por parte deciertos exiliados argentinos:

    “Al Redactor de Le Courrier des Etats Unis, Nueva York, 21 de Octubre de1850.

    Señor:Después de haber visto algunos números de vuestro estimable diario, donde lucen

    extractos de cartas de Montevideo, en los que las cuestiones del Plata son tratadaspor personas enteramente decididas por la continuación de la guerra; y como estoy per-suadido que Ud. no tiene otros intereses en esta cuestión más que los que conciernena Francia y a la justicia, me tomo la libertad de enviaros mis observaciones sobre lopublicado en las columnas del “Courrier des Etats Unis”

    Ud. verá por estas mismas observaciones que la cuestión política no es en rigorla que consideran los franceses que agitan la guerra entre Montevideo y BuenosAires, sino más bien la de aquellos que desean la paz entre Francia y las Repúbli-cas del Plata (La “cuestión política” se había iniciado con el apoyo brin-dado por Francia y por los disidentes argentinos emigrados a la BandaOriental al caudillo Fructuoso Rivera para derrocar a Oribe)

    El comunicado hace referencia a los franceses que en Asamblea se hanpronunciado contra la convención Lepredour. Habla de los franceses “belige-rantes de Montevideo“ y de aquellos que en Buenos Aires desean la paz. Los be-ligerantes apelaban a salvar el honor de Francia y Alvear, el redactor de estamisiva se pregunta si acaso el honor de Inglaterra se puede considerar perdidopor haber hecho la paz con Buenos Aires (1849) hace bastante más tiempo queFrancia “Quien ha pretendido jamás que el honor de una nación consista en no hacer lapaz después de haber estado en guerra por meses o años”

    La Francia puede hacer la guerra como aliada y auxiliar del Gobierno de Mon-tevideo – consintió el Ministro argentino - pero desde el momento que ese go-bierno no puede hacerla por sí mismo entonces es solamente el auxiliar, el verdaderobeligerante.

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    CARLOS MARÍA DE ALVEAR

  • Planteó entonces que “en las guerras civiles, como todas las de las naciones sud-americanas del Sud, donde dos partidos se disputan siempre el triunfo, si hubiese un auxi-liar extranjero que continuara la defensa del partidario vencido ¿cómo hará la mayoríanacional para triunfar jamás?” concluyendo luego que si los franceses de Monte-video sostenían que al bajar las armas, se le otorgaría el triunfo a Oribe por-que el partido que le es contrario era soportado por una fuerza extranjera sepodía deducir que entonces se ve que el partido nacional de Montevideo es-taba considerablemente a favor de Oribe. “¿Y con qué derecho la Francia – cues-tionará el representante argentino - haría triunfar en América al partido que tienemenos miembros?”

    Alvear dice hallar en la conducta observada por estos políticos franceses laprueba irrefutable que la cuestión entre los gobiernos de Buenos Aires y Fran-cia no es otra que los que la de “otros franceses” relacionados individualmente conel partido de la Banda Oriental y finalizará entendiendo que “Es en vano que es-criban contra los agentes de su nación por suponerlos seducidos por el General Rosas ¿Cómopodría este general seducir a hombres de tanta categoría? Hombres que debemos suponermejor informados que cualquier persona sobre el estado de la cuestión, aquellos que por suprofesión están desprovistos de pusilanimidad y que por su origen debieran preocuparse delinterés de Francia más que del Río de la Plata! . Los agentes de un gobierno care-cen del interés de un partido – afirmará - y considerando la cuestión argentinamás allá de los franceses mismos “hallamos que aquellos que desean la continuaciónde la guerra es por intereses que no son los de Francia y que por consecuencia no pueden tor-cer el juicio del hombre político …Creo que con lo expuesto convenceré a todo el mundo quelos franceses de Montevideo no pueden sancionar la conducta observada por los agentes de suGobierno en el Río de la Plata ni tampoco decir que el honor de Francia exige la continua-ción de la guerra. S.D.I”

    En los hechos la Asamblea Francesa nunca llegó a ratificar el tratado Arana-Lepredour el que sí tuvo por probados efectos, a saber: la devolución de lasnaves argentinas, la isla Martín García, la evacuación de las tropas francesasapostadas en Montevideo y el reconocimiento de la soberanía argentina sobreel Paraná.

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    ALEJANDRA DÍAZ BIALET

  • [ IV ]

    “… la ambición de conquista, sin reparar en la justicia de sus medios, es des-graciadamente un hecho que domina a la mayoría del Pueblo Norte Americano, yque así mismo amenaza la suerte futura de los pueblos del Nuevo Mundo, ofrecién-doles un sangriento porvenir de guerras, usurpaciones e injusticia”

    Carlos María de Alvear.Correspondencia a Arana del 22 de junio de 1844, AMREC.

    “Los Estados Des-Unidos de la América del Sur, empiezan a divisar el humodel campamento de los Estados Unidos. Ya empezamos a sentir los pasos del colosoque sin temer a nadie, cada año con su diplomacia, con esa siembra de aventurerosque dispersa; con su influencia y su poder crecientes que magnetiza a sus vecinos; conlas complicaciones que hace nacer en nuestros pueblos…”

    John Dudley Browning.Vida e ideología de Antonio José de Irisarri, 1986.

    “Yo no quiero hacer cómplice a la Providencia de todas las usurpaciones norte-americanas, ni de su mal ejemplo que en un período más o menos remoto, puedeatraerle, unirle políticamente o anexarle, como ellos llaman, el Canadá, Méjico, etc.Entonces la unión de los hombres libres principiará en el Polo del Norte, para venira terminar por falta de tierra en el Itsmo de Panamá”

    Domingo F. Sarmiento.Viajes en Europa, Africa y América, 1847.

    Un par de meses después que saliera publicado el comunicado por el cualrefutaba los dichos del antes citado periódico francés en los mencionados pe-riódicos de Nueva Orleans, La Patria codirigida por Victoriano Alemán y Eu-sebio Gómez, se unió al Revisor de Nueva York de Antonio José de Irisarri,conformando un nuevo periódico que marcaba renovados objetivos con sueditorial del 31 de diciembre de 1850.

    Cambiaban el nombre de “Patria” por el de “Unión” porque considerabansus directores que los “españoles europeos, asiáticos y cubanos y los españoles mejicanos,venezolanos, peruanos, chilenos, neogranadinos, bolivianos, ecuatorianos y guatemaltecos nosolo eran menos españoles porque los unos vivan bajo una forma de gobierno distinto que losotros sino que su idioma, su religión , sus creencias y costumbres deben considerarse genera-les a todos ellos y por eso conservarse por medio de la unión”.

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    CARLOS MARÍA DE ALVEAR

  • Pero el medio que bajo el título de “La Unión. Órgano de los pueblos hispano-americanos. Periódico político, literario, científico y comercial” recién se inauguraba, solocontinuaría publicándose hasta que el 21 de agosto de 1851, fecha en la cualfue destruido en Nueva Orleans el edificio donde funcionaba la imprenta enla cual se editaba, corriendo igual suerte que el consulado de España y otroslocales de la ciudad cuyos dueños eran tan españoles como los directores delmencionado periódico. El ataque se llevó a cabo por una muchedumbre queapoyaba la acción de un grupo de filibusteros que al mando del general Nar-ciso López, habían sido fusilados al intentar invadir por segunda vez la isla deCuba.

    La Patria, titulada luego como La Unión, no solo era el único periódico es-pañol que apareció cerca de seis años en Nueva Orleans, oponiéndose siste-máticamente a todo derrotero expansionista, sino también el que habíapublicado una edición extra con la cual se celebraba el fracaso de la expediciónque trajo aparejado el fusilamiento de estos filibusteros, que so pretexto dedarle la libertad a la isla, lo que en verdad pretendían era su anexión. Variosaños después, en 1870, El Demócrata de Nueva York, reproduciendo un artículopublicado en un periódico independentista cubano marcó las diferencias entreaquel intento fallido de invasión y la legítima lucha por la independencia deCuba, señalando que entre las invasiones promovidas por Narciso López y ellevantamiento acaecido en la isla de Cuba en 1868, había un abismo, el mismoque puede mediar entre la conveniencia y la dignidad porque mientras aquelprograma tuvo por único dogma político la afirmación de la esclavitud y laanexión, el levantamiento de 1868 llevó la abolición de la primera y el derechoexclusivo del pueblo de decidir su destino como primer dogma político.

    Es interesante abrevar en la correspondencia habida entre Alvear y Arana,no solo para conocer las secuelas del lamentable episodio que terminó con lacitada publicación, sino también para dimensionar la gravedad de los hechosocurridos y cuanto contribuyó cada proyecto de invasión a alimentar, en plenosiglo XIX, la sed expansionista enmarcada en el contexto de la primacía de ladoctrina del Destino Manifiesto como guía indiscutible de cada intento fili-bustero.

    Como todas sus cartas, ésta de Alvear también comienza así:

    “¡Viva la Confederación Argentina!¡Mueran los salvajes unitarios!

    New York, 23 de agosto de 1851 – Año 42 de la Libertad – 36 de la Inde-

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    ALEJANDRA DÍAZ BIALET

  • pendencia y 22 de la Confederación Argentina.

    Al Sr. Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Buenos Aires,Encargado de las que corresponden a la Confederación Argentina.

    Tengo el honor de informar a V.S. para que se sirva elevarlo al conocimiento delExcmo. Señor Gobernador y Capitán General, que con motivo de las últimas no-ticias del triste resultado de la expedición a Cuba y del trágico fin de los cuarentanorteamericanos que han sido fusilados en La Habana, el día 16 del corriente a las…de la mañana, se reunió una gran concurrencia de pueblo en una de las plazaspúblicas de esta Ciudad en forma de asamblea excitando la venganza y acusando alGobierno español de tirano y cruel.

    En uno de los discursos pronunciados en esta ocasión se encuentra el párrafo si-guiente: “Vosotros habéis oído las noticias publicadas por los diarios de esta nación,pero después nuestra comisión ha recibido informaciones de La Habana por cartasparticulares de que el General López ha hecho en Cuba conquistas tan grandes queno hay poder en la tierra que pueda paralizar los progresos de la revolución en Cuba.Y tenemos además otras noticias a saber: que el movimiento que con tan buenosauspicios ha comenzado en Cuba, se ha extendido también en México y os pronos-tico mis compatriotas, ofreciendo como garantía de este pronóstico mi reputación pri-vada, civil y política, de que antes de un año todo el Continente Americano desde laBahía del Hudson hasta las Patagonias, con todas las islas adyacentes, perteneceráa los Estados Unidos” (tremendos aplausos). El que así se expresa, y es escuchadocon aplausos por una reunión de diez mil almas, en la ciudad más comercial y civi-lizada de este país; es un tal Thomas N. Carr, últimamente Cónsul de los EstadosUnidos en Tánger. Y me es sensible tener que asegurar a V.S. que por más extra-vagante y ridícula que parezcan estas opiniones, ellas se originan, y son populares entodos los corazones norteamericanos

    Remito a V.S. el periódico en que se registra el meeting a que hago alusión y losdiscursos de los oradores en “New York, Morning Express” del sábado 23 de agostode 1851.

    Dios guarde a V.S. muchos añosCarlos de Alvear”

    Se ha dicho que con la destrucción de La Patria/La Unión, el periódico deAlemán, Gómez e Irisarri, se apagaba quizás la única voz disidente de la quese hallarían registros antes del período correspondiente a la Guerra de Sece-sión.

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    CARLOS MARÍA DE ALVEAR

  • Victoriano Alemán, uno de sus directores debió buscar refugio en Cuba,después de salir literalmente volando desde un tercer piso del edificio de su im-prenta y tuvo la suerte de contar con la ayuda de un gran amigo mexicano queprolongó más allá del tiempo de vida útil de aquella publicación el pago desuscripciones no obstante no poder recibirlo ya más como venía haciéndoseen las dependencias de la cancillería de aquel país. Las posiciones de ese amigosin duda deben haber calado hondo en torno al apoyo dado a Rosas por La Pa-tria de Nueva Orleans ya que se trataba de Juan de la Granja que años antesfuera director del Correo de ambos mundos también conocido como el Noticioso deambos mundos. En ocasión de la firma de la Convención Arana – Mackau, el 29de octubre de 1840 dicho periódico había publicado el siguiente y elocuenteartículo que, a modo de cierre, lo sintetiza todo:

    “Hemos visto al gobierno de Montevideo dar favor y ayuda a los injustos agre-sores (franceses), lo mismo que a los descontentos de Buenos Aires refugiados allí…En medio de esto un héroe vemos brillar: este héroe es el presidente de Buenos Aires,el general Rosas. Llámenle enhorabuena tirano sus enemigos; llámenle déspota, nadanos importa todo esto; él es un patriota, tiene firmeza, tiene valor, tiene energía, tienecarácter y no sufre la humillación de su patria.”

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    ALEJANDRA DÍAZ BIALET

  • BIBLIOGRAFÍA

    CID MARTÍNEZ, Enrique del.“Epistolario inédito de Antonio José de Irisarri 1857-1868”. Guatemala, 1966.DAVIS, Thomas B.“Carlos María de Alvear: Hombre de la revolución”. Emecé, 1964.DUDLEY, John.“Vida e ideología de A.J. de Irisarri”.IRISARRI, Antonio José de.“Historia crítica del asesinato cometido en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho”, referida a la pesquisaque él efectuó acerca del magnicidio contra Antonio José de Sucre, ocurrido el 4 de junio de1830.REILLY, Tom.“A Spanish Language Voice of Dissent”.SARMIENTO, Domingo F. “Viajes en Europa, Africa y América”, 1847.SELSER, Gregorio.“Cronología Imperial. Ahí vienen los Marines”.

    AMREC correspondencia Alvear – Arana “Misión del General Alvear en los Estados Unidos de NorteAmérica” Caja nº 19. El Demócrata de Nueva York ejemplar del 29/9/1870 citado en “Iniciadores y primeros mártires dela revolución cubana”.La Patria de Nueva Orleans. Archivo familiar.New Orleans Bee o L´Abeille Ejemplares digitalizados en el sitio web de: New Orleans BeeHome - Jefferson Parish Library.

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    CARLOS MARÍA DE ALVEAR

  • El apellido Álvarez es un patronímico cuyo significado es muy claro: hijoo descendiente de Álvaro o Alvar. Los apellidos patronímicos son aquellosque provienen de un nombre propio.

    En el caso de esta antigua familia santafesina que nos ocupa, conformó enEspaña un apellido compuesto con el de Vega por matrimonio de los padresdel genearca, formándose “Álvarez de la Vega”.

    Los investigadores españoles Benito González González y David Gonzá-lez Hernández, especialistas en genealogías de la zona de Losada, nos han in-dicado que “es muy probable que Antonio Álvarez fuera de Losada y Ana de la Vegade Rodanillo y se quedaran a vivir en Losada. A Rodanillo y Losada tan solo les separandos kilómetros y los matrimonios entre ambos pueblos han sido muchos desde tiempo inme-morial”.

    Tanto la familia Álvarez, de la Villa de Losada, como los de Vega, de laVilla de Rodanillo, han sido hidalgos. Álvarez es el primer apellido del que seencontraron noticias documentales en Losada en el año 1494, siendo men-cionados reiteradamente en los padrones de la Villa desde el siglo XV comohidalgos. En el caso de la Vega sucede lo mismo y hubo dos casos: el de Mi-guel de la Vega (de Rodanillo) que debió concurrir en 1751 a la Chancillería deValladolid, por encargo que le imponían los de Rodanillo y que él no quería re-alizar por ser noble. Alegó en el juicio: “Dice que por ser Hijodalgo y estar en tal po-sesión no le obligan ni a los demás de su estado a que sirva semejantes oficios serviles…”.Otro caso fue el de Alejandro de la Vega y de Robles, que tuvo que probar sunobleza para poder ingresar en la Orden de Santiago en 1729 y declaró que ya

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    ÁLVAREZ DE LA VEGA

    SEBASTIÁN ALONSO y MARCELO ÁLVAREZ HERRERA

  • aparecían sus antepasados en los padrones de nobleza de Rodanillo como hi-jodalgos en 1626, 1635, 1644, y 1650. Allí, la familia de la Vega fue muy im-portante y tuvo casa solariega, la más grande del pueblo que aún existe1.

    En este trabajo se analiza la descendencia del Capitán Antonio Álvarez dela Vega en Santa Fe, San Juan y la provincia de Buenos Aires, parajes a los quese trasladó Justo Pastor Álvarez en la segunda mitad del siglo XVIII.

    No hemos incluido la extensa descendencia de algunas de las hijas y so-brinas de Antonio Álvarez de la Vega, genearcas de las familias Gómez Recio,Diez de Andino y Casco de Mendoza, por haber sido extensamente estudia-das en otros trabajos genealógicos.

    Bembibre es un municipio y localidad de la comarca de El Bierzo, provin-cia de León, comunidad autónoma de Castilla y León. Losada es un pueblo ypedanía de ese municipio. Actualmente, tiene una población de 107 habitan-tes. Como acontecimiento principal del año, el segundo fin de semana deagosto, se celebra San Miguel. La noche del viernes es “la noche de las Bodegas”,cuando los pobladores abren las puertas de sus bodegas e invitan a los veci-nos y visitantes a degustar sus licores de cosecha, la popular merienda (queempezó siendo un aperitivo de ponche ofrecido por los vecinos a los cuales seles requería huevos para su elaboración). Más tarde, terminó siendo una me-rienda gratuita que sirvió como ejemplo para poblaciones cercanas. El 1º denoviembre es típico el magosto y en febrero se hace una cena para degustacióndel botillo. Según Benito González González, autor del libro “Losada, su histo-ria y sus gentes”: “El gentilicio de los habitantes de Losada es losadeño o losadence. Sueleutilizarse el término raposos. Entre nosotros el llamarles así suele ser una broma, pero, de-pendiendo del tono y la ocasión, podría ser un insulto, al que ellos contestarían llamándonos“fungos”. Pero casi es algo limitado a los dos pueblos vecinos de Losada y Rodanillo, no usadoni conocido por los pueblos limítrofes”.

    También, como referencia histórica, existe la ermita rehabilitada que se en-cuentra en el camino de Arlanza, la cual, posee una fuente-lavadero de piedrarestaurada, con su correspondiente tejado. En sus proximidades, exactamenteen el lugar conocido por los vecinos como Villouta, se erige una fuente deagua natural procedente directamente de la montaña, además de contar conmerenderos.

    El presente estudio genealógico está enfocado en la descendencia de D.Antonio Álvarez de la Vega (y Solórzano) casado con Da. Manuela de Fra-guas. De esta rama, hemos seguido la línea de D. María Justina Álvarez casadacon D. Basilio Jofré, con descendencia en Rosario y una línea proveniente deD. Pedro León Álvarez, radicada en la provincia de Buenos Aires, a la que per-

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    S. ALONSO - M. ÁLVAREZ HERRERA

  • tenece por varonía uno de los autores de este estudio, Marcelo Álvarez Herrera.El mismo está estructurado de la siguiente manera:

    I) Antonio Álvarez de la Vega (el genearca) - Álvarez de la Vega-ResquínII) Álvarez de la Vega-SolórzanoIII) Álvarez de la Vega-FraguasIVa) Álvarez de la Vega-MolinaVa) Álvarez de la Vega-Moyano (descendencia en San Juan)VIa) Jofré Álvarez (descendencia en San Juan y Rosario).IVb) Álvarez-Jofré y Álvarez-CorreaVb) Álvarez del Águila (descendencia en la Provincia de Buenos Aires).VIb) Álvarez BelénVIIb) Álvarez AvincetaVIIIb) Álvarez GóngoraIXb) Álvarez Giovenale

    La genealogía es como sigue:El antecesor más remoto que se ha encontrado es Antonio Álvarez, na-

    cido alrededor de 1579, que casó cerca de 1595 con Ana de la Vega2, ambosoriundos de la Villa de Losada, quienes fueron padres al menos de:

    I) ANTONIO ÁLVAREZ DE LA VEGA, natural de Villa de Losada,donde nació cerca del 1600. Establecido en Santa Fe hacia 1620. Fue estancieroy militar (capitán). Nombrado regidor en 1651, participó en el traslado de laciudad a su emplazamiento actual, siendo partícipe en el trazado de los planosde la misma. Junto a su esposa “temerosos de la muerte, por ser su hora dudosa, y ha-llarnos muy adelante en edad” otorgaron su testamento el 25-VIII-1665. Manda-ron ser sepultados en la iglesia Matriz en la sepultura del finado sargento mayorDiego Suárez3. Al momento de testar tenían una casa de tapia con sala y apo-sento cubierta de paja en medio solar. Entre las propiedades rurales poseíanuna cuerda de tierra en el Pago de Abajo que, en 1645 Álvarez de la Vega dioen dote a su hija Da. María Resquín, al casarla con Simón Xaques de Aranda4.En 1653 Álvarez de la Vega recibió cuatro cuerdas de tierra (fracción 66) enel Pago de Abajo en Santa Fe de la Vera Cruz. Incluían sus bienes, una estan-cia poblada en el Salado Grande que cuando testó se describe con casas y co-rrales y una tahona pequeña, 350 yeguas de vientre garañón, 30 garañonesburros, 60 mulas de la presente yerra, 80 burras chicas y grandes, 200 ovejas,

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    ÁLVAREZ DE LA VEGA

  • una carreta con 3 yuntas de bueyes, 100 vacas y 50 caballos rocines; y medialegua de tierras en el Cululú, en la otra banda del Salado “en las cabezadas de laestancia que tienen los dichos Antonio Álvarez de la Vega y su mujer” que hubieron pormerced del gobernador D. Esteban de Ávila y que en 1651 dieron en dote asu hija Da. Antonia cuando la casaron con el Cap. Luis Romero de Pineda(DEEC: EP 2.8./12v). Tenían tres esclavos, dos hombres y una mujer5.

    [ Álvarez de la Vega - Resquín ]

    Antonio Álvarez de la Vega casó en Santa Fe cerca de 1625 con Da. Fran-cisca Resquín, n. en Santa Fe la Vieja, hija del sargento mayor Diego Suárez deAlmeida o Altamirano (n. en Évora, Portugal, c. 2º con Ana Matute Altami-rano, hija del Cap. Sebastián de Aguilera y María Matute. Diego poseía chacrasy estancias otorgadas por Hernandarias) y de Da. María Resquín. Da. FranciscaResquín, testó el 1-XII-1691. Da. María Resquín era hija de Francisco Res-quín, f. en 1647, testigo de actas de Cabildo en 2-IV-1595 y 6-XI-1595, fuemiembro del mismo en 1588 y en el oficio de regidor y fiel ejecutor en 1592,fue regidor otra vez en 1594 y 1603. Casó con Isabel Giménez, natural deAsunción del Paraguay. Francisco Resquín era hijo del Cap. Jaime Rasquín, na-cido en Valencia cerca de 1517 y f. en 1571, que tomó parte de la expediciónde Alvar Núñez Cabeza de Vaca, después de desembarcar en la costa de Bra-sil y llegó a Asunción en 1542.

    Se rebeló contra el nuevo Adelantado siguiendo a Felipe de Cáceres yAlonso Cabrera. Según Pero Hernández “puso una ballesta con un arpón con yerbaa los pechos del gobernador”, siendo testigo en la información que hicieron losOficiales Reales. Asistió a la elección de Irala. Regresó a España a principiosde 1557, y se puso bajo su mando una expedición de auxilio y se lo nombrógobernador el 13-I-1558, para el caso que Irala hubiera fallecido. El 30-XII-1557 se efectuó la capitulación con el Rey. Se le concedieron 200 leguas de te-rritorio desde el Río de la Plata al Sur, si decidía poblarlo. Se hizo a la vela el14-V-1559 con una nave, dos urcas y 200 soldados y, después de tocar Cana-rias y Cabo Verde, pero una sublevación y arribó a Santo Domingo. La expe-dición fracasó y de vuelta a España, presentó a la Corte un plan decolonización que, de haberse seguido, se habría evitado la pérdida de enormesextensiones a manos de Portugal. Era, a su vez, hijo de Juan Rasquín, natural

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    S. ALONSO - M. ÁLVAREZ HERRERA

  • de Valencia, y de Úrsula Oliva6. Tuvieron por hijos a:

    1. Da. Mariana Álvarez de la Vega, n. en Santa Fe, c. 1º Luis Montero de Es-pinosa, nacido en Lisboa cerca de 1590, viudo de Constanza Ramírez (conla que tenía descendencia) y el que murió en 1645, s.s. Mariana c. 2º el 4-VI-1657 con Antonio Casco de Mendoza, padres de:

    A) Catalina Casco de Mendoza, b. el 17-VI-16577.B) Gabriel Casco de Mendoza.C) Valeriana Casco de Mendoza8.

    2. Da. Antonia Álvarez de la Vega, n. por 1632, f. el 26-XI-16959 y fue ente-rrada junto con su marido en el Convento de San Francisco. Casó en SantaFe el 17-IV-165110 con el Cap. Luis Romero de Pineda, n. por 1630 y f. el24-X-1695, hijo de Luis Romero de Pineda y de Da. Luisa Rodríguez deArroyo. Luis Romero de Pineda ostentó los cargos de alcalde de la SantaHermandad en 1666, alcalde ordinario en 1676, defensor de pobres en1679, regidor en 1681; siendo al tiempo, hacendado, estanciero y comer-ciante. Asimismo, fue beneficiado de una merced real de 4 leguas y mediade frente al Paraná, otorgada por el gobernador D. José de Herrera y So-tomayor, donde actualmente se encuentra la ciudad de Rosario. Fueron pa-dres de:

    A) Da. Juana Romero de Pineda, c.c. el Cap. Juan Gómez Recio, hijo delCap. Juan Gómez Recio “El Viejo” y Da. Bartolina Vallejos, c.s.

    B) Da. Francisca Romero de Pineda, c.c. Cristóbal González Recio, hijodel Cap. Juan Gómez Recio “El Viejo” y Da. Bartolina Vallejos, c.s. Ladescendencia de ambos hermanos Gómez Recio y la de su otro her-mano D. Agustín Gómez Recio de Villagrán, hijo del Cap. Juan GómezRecio “El Viejo” y Juana de Villagra y Aparicio, c.c. Da. Luisa de Xi-ménez Naharro y Arias Montiel, dieron origen a la familia troncal ro-sarina Gómez Recio 11.

    3. Da. Francisca Álvarez de la Vega o Da. Francisca Resquín, b. el 2-XII-163812, c.c. Matías Gómez, padres de:

    A) Lorenzo Gómez, n. el 10-VIII-1659 y b. el 6-I-166013. Su bautismo fueel primero registrado en Santa Fe de la Vera Cruz, luego del traslado dela ciudad14.

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    ÁLVAREZ DE LA VEGA

  • 4. D. Juan Álvarez de la Vega, b. el 24-II-163515 en Santa Fe y f. antes de 1691,c.c. Lucía Casco de Mendoza, padres de:

    A) Tomasina Álvarez de la Vega, n. en Santa Fe, c. el 11-XI-1681 con Cris-tóbal Ximénez Naharro16, hijo de Cristóbal Ximénez Naharro y Mi-caela de la Cámara (o Negrete).

    5. Da. Juana Álvarez de la Vega17, b. en Santa Fe el 2-V-164118, c. 1º el 1-XII-168619 con Pedro Sánchez Moreno (viudo de su primer matrimonio), na-tural de Corrientes; y c. 2º con el teniente Asencio de Ábalos el 9-V-169820.

    6. Da. María Álvarez de la Vega, n. en Santa Fe por 1642. c. 1º allí por 1645con Simón Xaques de Aranda, vecino de Asunción del Paraguay, regidor en1647; en ausencia del alcalde provincial se lo designó como alcalde de laHermandad21. El matrimonio terminó siendo disuelto y anulado, pero, pesea esto dejó descendencia en:

    A) Jerónimo Xaques de Aranda, b. el 29-VI-164822. Alférez. Casó con Da.Antonia de Mitre y fueron padres de Da. Jerónima Xaques de Aranda,que casó el 3-I-1686 con Jerónimo del Villalba, natural del Paraguay23.

    7. D. Antonio Álvarez de la Vega24, b. el 29-X-1645 25, c. el 30-IV-168626 conDa. María de Ábalos27, s.s. Murió en Santa Fe y había testado el 3-VIII-1692.

    8. Da. Isabel Álvarez de la Vega28, b. el 29-X-164529, c. el 9-III-167630 con elCap. Gabriel Arias Montiel, s.s. Isabel mandó ser enterrada en la iglesia Ma-triz y otorgó poder para testar el 1-XII-1670 (DEEC:EP 5.20/20v)31.

    9. D. Ignacio Álvarez de la Vega, c. 1º con Ana de Solórzano y Romero y c.2º con Isabel de Pineda. (Su sucesión sigue abajo en “Álvarez de la Vega-So-lórzano II”).

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    S. ALONSO - M. ÁLVAREZ HERRERA

  • [ Álvarez de la Vega - Solórzano ]

    II) CAP. IGNACIO ÁLVAREZ DE LA VEGA, natural de Santa Fe, b. el 18-VIII-164832 como de 3 años. Dice su partida: “En diez y ocho de agosto de milseiscientos y cuarenta y ocho que se dio crisma a Ignacio, hijo legítimo de D. Antonio Ál-varez y de Da. Francisca Resquín, padrinos D. Fco. Resquín y Da. Mariana de la Vegaal niño bautizó en El Salado el padre Fr. Juan de Buenaventura del orden de Predica-dores y por edad tendrá tres años poco más menos y de ello doy fe y lo firmo. El Mtr.Pedro Rodríguez”.

    Fue capitán y alférez. Testó en Santa Fe el 26-V-171833.Casó 1º el 3-IX-1674 34 con Da. Ana de Solórzano y Romero35, nacida

    en Buenos Aires, donde fue bautizada el 18-IX-165536, hija de Juan Ro-mero Gutiérrez y Da. Elvira de Solórzano. Da. Ana de Solórzano testó enSanta Fe el 5-XII-1686 (DEEC: EP 6.56v) y mandó ser enterrada en laiglesia Matriz37. Juan Romero Gutiérrez era natural de la Villa de Almadénde la Coque, en la Mancha. Censado en 1664. Da. Elvira de Solórzano erahija del Cap. Pedro Sánchez de Luque y de Da. Juana de Solórzano. PedroSánchez de Luque, “El Mozo”, asunceño, radicado en Buenos Aires y des-cendiente de conquistadores, actuó como regidor de Buenos Aires en 1589y 1590 y vecino encomendero, testó el 4-XI-1652. Había nacido cerca de1569 y casó el 26-VII-1626 con Juana de Solórzano. Era hijo de Pedro Sán-chez de Luque, “El Viejo”, n. en Asunción, vecino fundador de BuenosAires, “segundo poblador”; en 1582 recibió una encomienda de indios denación chanás, en el reparto que hizo Juan de Garay el 28-III-1852, “otro sidixo que provia en cabeça de Pedro Sanchez de Luca el casique Yuça de naçion Cha-nas con todos los yndios sujetos a dicho casique”. Fue regidor desde 1588 a 1590y vivía en 1618, y de la india Ana. Era nieto de Luis Pérez de Luque, n.entre 1513 y 1516 en Arjonilla (hijo a su vez de Pedro de Luque y de Isa-bel Rodríguez; de oficio curtidor, pasó al Río de la Plata con Cabeza deVaca. Asistió a la elección de Ortiz de Vergara en 1558. Estuvo en el Guayráen 1567. Pasó a la fundación de Buenos Aires con Garay en 1580. Se fue aEspaña con Alonso de Vera y regresó a Buenos Aires en 1583); y de JuanaLuys, “La Mayor”.

    Por otro lado, Da. Juana de Solórzano, que testó el 7-V-1652 era hija delCap. Domingo Gribeo, n. en Asunción en 1558 y de María de Solórzano,n. en Asunción, testó en Buenos Aires el 2-VIII-1647 y murió allí el 2-IX-1649, n.p. de Leonardo Gribeo, (el apellido original parece haber sido Grif-

    37

    ÁLVAREZ DE LA VEGA

  • fes) natural del Franco-Condado, departamento de Doubs, siendo Leo-nardo el primer francés que pisó suelo argentino (otros dicen que era de ori-gen genovés) y de Isabel Martín, n. en Asunción, hija de Manuel Martín,expedicionario de Mendoza. Leonardo Gribeo (en algunos documentosaparece como Grides o Gravión) pasó al Río de la Plata en la Expediciónde D. Pedro de Mendoza en 1535, fue conquistador del Plata y del Paraguay;vecino fundador de Buenos Aires en la 1º fundación; vecino encomenderode Asunción y regidor de Asunción. Asistió al juramento de Corpus Christien 1537, fue alguacil de Asunción y asistió a la elección del Capitán Ortizde Vergara en 1558. Testigo en el acto de recibimiento de Garay como te-niente gobernador en 1578. Procurador en Asunción; n.m. de Juana de So-lórzano, n. en Asunción del Paraguay, f. Buenos Aires el 8-XI-1652; casócon Rodrigo de Esterlín, n. de Asunción, vecino encomendero y fundadorde San Juan de Vera de las Siete Corrientes el 3-IV-1588, regidor del Ca-bildo de Corrientes en 1593 y 1594; hijo de Arnaldo o Arnao Esterlín, deorigen flamenco, hijo legítimo de Cristóbal Esterlín y de Ana Bersthin, na-turales de Alemania; conquistador del Plata y del Paraguay, venido en la ex-pedición de D. Pedro de Mendoza. Vecino fundador de Buenos Aires yencomendero de Asunción, donde aprobó la elección del Cap. Irala, em-padronado en 1549 y Elector del Capitán Ortiz de Vergara, para tenientede gobernador en 1558. A veces lo llaman Terlín Arneros. Con una indiaprincipal fue padre de Ursula, Cristóbal y Rodrigo. Testó en Asunción en1593. Bisnieta de Zoilo de Solórzano, n. de las Islas Canarias, que integróla expedición de Alvar Núñez Cabeza de Vaca en 1542 hasta Los Reyes.Testigo en las conferencias con los agaces en 1544. Asistió a la elección delCap. Irala, para teniente de gobernador de la Provincia, realizada en elpuerto de San Fernando, 1549, lo que hace suponer su participación en lajornada a los mayaes; tuvo con una india soltera hija de un cacique a Diegode Leyba y a Juana de Solórzano, legitimados por Real Cédula de Legiti-mación en fecha 26-VIII-1579. Fueron padres de:

    1. Da. Petrona Álvarez de la Vega, n. el 17-XI-1675 en Santa Fe de la VeraCruz, b. el 17-IV-167838, c.c. Miguel Diez de Andino, hijo natural de JuanDiez de Andino y Ana Barbosa Escobar. Miguel y Petrona fueron padresde Ana, Diego, Bartolomé, Josefa e Ignacio Diez de Andino y Álvarez dela Vega.

    2. D. José Álvarez de la Vega, n. el 4-III-1677, b el 4-IX-167839, c. el 26-VII-169840 con Gregoria Villabáñez, hija de Pascual Villabáñez y Josefa Villa-rreal.

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    S. ALONSO - M. ÁLVAREZ HERRERA

  • 3. Da. María Álvarez de la Vega, n. el 24-V-1680 en Santa Fe, b. el 24-V-1682,c. el 2-VII-169541 con Andrés Francisco de Acosta, oriundo de Cádiz, hijode Pedro de Acosta y María Rondón.

    4. D. Antonio Álvarez de la Vega, n. el 8-VI-1681, b. el 8-II-168242, c.c. Ma-nuela de Fraguas en 1711. (Sigue en “Álvarez de la Vega-Fraguas” III).

    5. Da. Catalina Álvarez de la Vega, n. el 20-I-1684 y b. el 20-II-43.

    Ignacio Álvarez de la Vega c. 2º el 15-XII-168844 con Isabel de Pineda(viuda de Pascual de Peralta) y fueron padres de:

    6. D. Ignacio Álvarez de Pineda, n. en 1691 en Santa Fe, c. el 7-VI-171145 conAna Taborda.

    [ Álvarez de la Vega - Fraguas ]

    III) D. ANTONIO ÁLVAREZ DE LA VEGA. Nació en Santa Fe por 1676.Se avecindó en San Juan. Casó el 19-III-171146, en Nuestra Sra. de la Mer-ced de San Juan con Da. Manuela Silvestra de Fraguas47, oriunda de Men-doza, b. el 5-II-1690 en Mendoza, ahijada de Sebastián Diez de Zambranoy Francisca de Fraguas y f. el 28-V-1750 en San Juan, hija del Cap. D. Fran-cisco de Fraguas, n. de la Villa de Soria, España, que tenía tienda en Men-doza, en 1694 declaró ser Familiar del Santo Oficio de la Inquisición;desterrado de Salta por “sedicioso”, por orden de la Real Audiencia deChuquisaca; “su mujer es persona de calidad”, según Espejo. Francisco de Fra-guas testó en Mendoza el 19-VII-1696 y f. en San Juan 2-II-1699 (era hijodel Cap. Tomás de Fraguas y de Da. Isabel de Albisu48, naturales de los Rei-nos de Aragón y Castilla respectivamente); y Da. Elena Diez de ElizondoZambrano, f. el 26-7-1711, hija de maestre de campo Melchor Díaz deZambrano, n. en Salta entre 1620 y 1625, alcalde provincial en 1647, al-calde ordinario de Segundo Voto en 1648, alcalde de la Santa Hermandad;teniente de Gobernador, 1650; sirvió en las Guerras Calchaquíes, en lascampañas de 1659 y 1665; fue alcalde provincial y vecino encomendero enPasioca y de Da. Marina Ríos de Elizondo, n.p. del Cap. Sebastián Díaz, al-férez real de la ciudad de Salta y poderoso terrateniente, f. en Salta en 1653y de Da. María Zambrano, n.m. del sargento mayor Miguel de Elizondo, n.

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    ÁLVAREZ DE LA VEGA

  • cerca de 1609 en Salta, alcalde provincial de la Santa Hermandad (1647,1648, 1649 y 1650); encomendero de indios pulares, escoipes y guachipas,feudatario y propietario de la Finca Rosario Viejo y de Da. Agustina Be-negas de los Ríos, b.p.m. de Juan Sánchez Zambrano y de N. Fajardo (hijade Fulano Fajardo y Juana Duarte, viuda de Diego Medina Forero); b.m.p.de Juan de Elizondo, n. por 1580, n. del Reino de Navarra, descendiente deCasa y Solar conocido en Navarra. En 1592 fue escribano de la Goberna-ción de Tucumán. Escribano público y del Cabildo en Santiago del Estero.En 1632 fue escribano de Su Majestad; y de Da. Antonia de Molina, b.m.mde Alonso Gómez de los Ríos y Da. Catalina de Valdenebro, ésta hija delConquistador Cap. Francisco de Valdenebro, n. en Sevilla entre 1520 y1530, vino de Potosí con Juan Núñez del Prado, para la fundación de ElBarco I, donde fue alcalde ordinario en 1550, siendo confirmado por Vi-llagra cuando tomó la ciudad bajo jurisdicción de Chile. Participó en la fun-dación de El Barco II y III y en la de Santiago del Estero con Francisco deAguirre, integrando su primer Cabildo. También estuvo en San Clementedel Valle Calchaquí, y de Da. Catalina de Tapia hija de Toribio González deTapia, n. entre 1530 y 1540 en Ávila y de Magdalena Vázquez de Loayza,n. de Talavera de la Reina49. Fueron padres de:

    1. D. José Antonio Álvarez de la Vega, n. el 28-III-1712, b. el 26-VI-171250,c.c. Da. María Molina, hija de D. Clemente Molina y Da. María Sánchez deHerrera, (Ver “Álvarez de la Vega-Molina” IVa)

    2. D. Pedro León Álvarez de la Vega, n. el 27-VI-1716, b. el 10-VIII-171651.(Ver “Álvarez - Jofré y Álvarez - Correa” IVb).

    Antonio Álvarez de la Vega tuvo también los siguientes hijos naturales:

    3. José Gregorio Álvarez de la Vega.4. Félix Álvarez de la Vega.5. Juan Bernardo Álvarez de la Vega, b. el 22-VIII-171252, tenido en Juana

    Bazán, india del servicio de D. Jorge Zapata.6. Francisco Álvarez de la Vega.

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    S. ALONSO - M. ÁLVAREZ HERRERA

  • [ Álvarez de la Vega - Molina ]

    IVa) D. JOSÉ ANTONIO ÁLVAREZ DE LA VEGA, n. el 25-III-1712 enSan Juan, b. el 26-VI-1712; f. el 5-VIII-177453, velado en la Iglesia de LaMerced y testó ante el escribano Sebastián de Castro; c. el 18-IX-173854con Da. María Molina, n. en San Juan 28-VI-1717 y b. en San Juan en 1718,hija de D. Clemente Molina, c. el 30-IX-1716 con Da. María Sánchez de He-rrera, n. San Juan, f. el 24-X-1764, n.p. del Cap. D. Marcos de Molina Pa-rraguez y Vasconcelos, f. en San Juan el 16-IX-1722, se radicó en San Juan,donde casó con Da. Juana Barbarán Lezcano, confirmada en 1665, ahijadadel alférez real D. Nicolás de Quiroga y de Da. Elvira, f. en San Juan 25-XI-1753; era hija del Cap. Juan de Barbarán Lescano55, y de Da. Micaela deQuiroga o Gil de Quiroga, n.p. de D. Luis de Barbarán Lezcano y de D. Le-onor de Castañeda, n.m. del Cap. Antonio Sánchez de Herrera y Da. JulianaJofré de la Barreda. Fueron padres de:

    1. D. Pedro Pablo Álvarez de la Vega, (Ver “Álvarez de la Vega-Moyano” Va).2. D. José Clemente Calixto Álvarez de la Vega, b. el 15-X-1740; 3. Da. María Magdalena Álvarez de la Vega, b. el 6-XII-1744, c.1º el 4-VI-

    176456, con D. Miguel Cano, b. el 2-X-1744, hijo de D. Clemente AlbertoCano e Da. Isabel Ramírez de Arellano57. Fueron padres de:

    A) Tomasa Cano, b. de 3 días el 23-XI-176858 y f. el 17-IV-1837, c. el 1-IX-1791 con Jacinto Andino, hijo de Tomás Andino y Anastasia Centeno59.

    Casó en segundas nupcias en San Juan el 29-VII-1779 con D. AntonioRojas el 12-VII-177960, n. de Buenos Aires, hijo de D. Antonio Rojas y MaríaMolina61, padres de:

    B) Da. Tomasa Rojas, b. en San Juan el 7-III-178062, c. 1º el 19-VII-1807con José Domingo Jofré, n. de San Juan, hijo de padres desconocidos,f. en 1821, padres de: a) Luisa Jofré, b) María Manuela Jofré, n. en SanJuan y b. el 18-IV-1808 y f. el 12-V-1870, c.c. Juan Francisco Sosa, c.s.Sosa Jofré, Sosa Almada, Sosa Hererra, etc.; b) Cayetana Jofré, b. el 7-VIII-1810; c) Luisa Jofré, d) Juan de la Rosa Jofré, b. en Mendoza el31-VIII-1812, c.c. Eusebia Venegas, n. de Chile, c.s. Jofré Venegas; c)José Gregorio Jofré y d) María del Carmen Jofré. Tomasa Rojas c. 2º en

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    ÁLVAREZ DE LA VEGA

  • Mendoza el 11-X-1804 con José Clemente Argumedo, hijo de José Ar-gumedo y María de la Trinidad Moyano, c.s63.

    C) José Manuel Rojas, b. en San Juan el 14-V-178264, de dos días.D) José Antonio Rojas, b. en San Juan el 15-X-178365.

    4. Da. María Casilda Álvarez de la Vega, b. el 17-IV-174966 de tres días, c. el2-IX-177167 con Francisco Martínez, n. de la Villa de San Pedro, RíoGrande, Reino de Portugal, hijo de Domingo Martínez y Da. Feliciana Do-mínguez, padres de:

    A) Da. Juliana Casimira Martínez, b. el 11-III-177268, c. el 2-IX-1771 conD. Juan Gómez Garfias, participante en el cabildo abierto de del 7-IX-1810 reconociendo la Junta de Buenos Aires y firmante del Acta de Au-tonomía de San Juan en 1820, hijo de D. Antonio Gómez Carvalla yDa. Antonia Garfias69. Fueron padres de: a) Mercedes Gómez, soltera;b) José Ignacio Gómez, c.c. Da. Mercedes Recabarren Robledo, c.s.; c)Carmen Gómez, c.c. Máximo González, c.s.; y d) Zacarías Gómez, c.c.Da. Socorro del Mazo, c.s. De estas ramas descienden los Gómez Re-cabarren, Gómez Recabarren del Mazo, Gómez del Mazo Solaligne,Sarmiento Gómez del Mazo, Gómez del Mazo Dojorti, NavarroGómez Solaligne, Mariel Navarro Gómez, Oro Navarro Gómez, En-rico Navarro Gómez, Navarro Gómez Rosselot, Oro Navarro Suárez,Leaniz Gómez del Mazo, Quiroga Leaniz Gómez, Larrinaga LeanizGómez, Olguín Quiroga Leaniz, Manrique Larrínaga Leaniz, CorreaArce Larrínaga Leaniz, Larrínaga Leaniz Langlois, Tourres LarrínagaLanglois, Sarmiento Gómez del Mazo, Sarmiento Gómez Basañes, Or-tega Sarmiento Gómez, Gómez Dojorti Dojorti, etc70.

    5. Da. Manuela Álvarez de la Vega, b. el 2-I-175371 de dos días. 6. Da. Ana María Álvarez de la Vega, b. el 12-XII-175472 de 3 días.7. Da. María Josefa Álvarez de la Vega, b. el 28-III-175773, c. el 6-XI-178274

    con Manuel Fermín González, n. de Buenos Aires, hijo de D. DomingoGonzález y Da. Margarita Balladares.

    8. D. Pedro (León) Álvarez de la Vega, b. el 1-VII-1759 de 4 días75. Puede tra-tarse del Pedro León que c. el 9-XI-178176 con Da. María Lorenza Núñez,hija de Francisco Núñez y Da. Narcisa de Quiroga, padres de:

    A) María Francisca Regis Álvarez, b. el 18-VI-178277 de dos días.

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    S. ALONSO - M. ÁLVAREZ HERRERA

  • B) María Bernarda Álvarez, b. el 22-VIII-178478.C) María Isabel Álvarez, b. el 24-I-178779.D) María Úrsula Álvarez, b. el 24-X-178980, c. el 7-VIII-1805 con D. José

    Calasanz Castro, cabo 1º de la 3º Compañía del Batallón de Infantería,hijo de D. Gregorio Castro y Da. Juana Pereira81, padres de: a) José Cas-tro, c.c. Da. Rosario Castro, c.s.; b) José Domingo Castro, c.c. Da. Do-minga Castro Videla; c) Jacinto Castro, c.c. Da. Juana Agustina CastroVidela; d) José María Castro, c.c. Da. María Francisca Borja Fernández;y e) Vicente Castro, c.c. Mercedes Frías, c.s.82. De estas ramas descien-den los Castro Álvarez Castro, Castro Castro Castro, Castro ÁlvarezFrías, Frías Castro Frías, etc.83

    E) Juana Isabel Álvarez, b. el 2-VII-179284.F) María Martina Álvarez, b. el 11-XI-179485. G) María Josefa Álvarez, b. el 18-III-179786.H) María Micaela Álvarez, b. el 29-VIII-1801.

    9. Da. María Eulalia Álvarez de la Vega87.10.D. José Severo Álvarez de la Vega, c.c. Da. Agustina Quiroga el 11-IX-

    177588, hija de D. Nicolás Quiroga y Da. Josefa Cabrera.

    [ Álvarez - Moyano ]

    Va) D. PEDRO PABLO ÁLVAREZ, n. en San Juan el 30-VI-1739, b. el 2-VII-173989. Figura en 1769 como soldado de la “Compañía de Nobleza” (1ºdel Batallón de Infantería)90. Casó el 27-VII-1765 con María Moyano, n.en San Juan, hija de D. Antonio Moyano y Da. María Lucero, n.p del Cap.Melchor Antonio Moyano y Da. Margarita Jofré de la Barreda y n.m. delCap. Manuel Jacinto (Lucero) de Tobar Urquizu y Da. Inés Jofré de la Ba-rreda. D. Pedro Pablo Álvarez y Da. María Moyano, fueron padres de:

    1. Da. María Justina Álvarez, (que sigue en “Jofré Álvarez” VIa).2. D. José Gregorio Álvarez, b. el 25-XII-176891, c.c. Da. Candelaria Cano el

    29-X-179292, hija de D. Agustín Cano Sarmiento y Da. María del CarmenBalmaceda Quiroga. Fueron padres de:

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    ÁLVAREZ DE LA VEGA

  • A) Da. Isabel Álvarez, c. el 18-IX-1818 con D. Manuel Albarracín, hijo deD. Cornelio Albarracín y Da. Juana Irrazábal93, padres de: a) Justo Al-barracín, b. el 8-X-1827 y f. el 27-II-1842; b) Manuel Albarracín, f. de30 años el 22-IX-1854, c.c. Da. Luisa Videla, c.s.; c) Candelaria Alba-rracín, c.c. D. José Manuel Godoy, c.s.; d) Jovita Albarracín, c.c. JoséAntonio Sarmiento, c.s.; y e) Carlota Albarracín, c.c. D. Nicolás Videla94.

    B) D. José Manuel Gregorio Álvarez, f. a los 50 años el 3-IX-1834, c. el 7-X-1814 con Da. Gabriela Rosselot, hija de D. Juan Luciano Rosselot yDa. Isabel de Fuenzalida, padres de: a) Isabel Álvarez, c. el 16-XI-1833con D. Narciso Morales, n. de Mendoza, viudo de Da. Petrona Lucero,hijo de D. Gabino Morales y Da. Celedonia Domínguez; b) Zoilo Ál-varez, soltero; c) Juan Manuel Álvarez, f. el 16-II-1898 de 80 años, c.c.Amadora Oros (padres de María, Margarita, Celina, Rosario, c.c. D. JuanAlbarracín Lucero, c.s.; y Guillermo Álvarez) y d) Jesús Álvarez95.

    C) Da. Petrona Álvarez, c. el 12-V-1824 con D. Carlos Luengo, n. de Án-geles, Chile, hijo de D. Pedro Luengo y Da. Micaela Pacheco, padresde: a) Luis Luengo, soltero, padre de tres hijos naturales; y b) RosarioLuengo96.

    Del matrimonio Álvarez Cano descienden los Albarracín Álvarez Cano,Álvarez Cano Rosselot, Luengo Álvarez Cano, Morales Álvarez Rosselot, Ál-varez Rosselot Oro, Vila Álvarez Oro, Albarracín Álvarez Oro, Luengo Álva-rez Porres (o Barros), Luengo Porres Muñoz, Echeverría Luengo Porres,Rodríguez Luengo Porres, Luengo Barros López, Albarracín Álvarez Videla,Godoy Albarracín Álvarez, Sarmiento Albarracín Álvarez, Videla AlbarracínÁlvarez, Leguizamón Videla Álvarez, Godoy Albarracín Garramuño, MalleaGodoy Álvarez, Curuberto Godoy Álbarracín, Frers Curubeto Godoy, Curu-beto Godoy Indart, Trucco Curubeto Godoy, Guillen Curubeto Godoy, KlönCurubeto Godoy, Lascano Curubeto Godoy, etc. siendo un personaje desta-cado D. Agustín Rómulo Gómez del Mazo, teniente coronel, guerrero del Pa-raguay, gobernador de San Juan desde el 12-V-1878 hasta el 28-I-1880; senadornacional, falleció asesinado en San Juan el 6-II-1884, hijo de D. ZacaríasGómez y de Da. Socorro del Mazo, que c. el 29-VII-1871 con Da. MercedesDojorti del Mazo97.

    3. Da. Martina Álvarez, b. el 14-II-177198, c. el 10-IX-179299 con D. Mateo Se-gura, n. del valle de Aconcagua, Chile, de padres no conocidos, alcalde dePunta del Monte en 1812, padres de:

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    S. ALONSO - M. ÁLVAREZ HERRERA

  • A) D. José Antonino Segura, b. el 10-XII-1795100, c. el 9-X-1815 con Da.Manuela Sánchez, expósita de padres no conocidos101.

    B) Da. María Jacoba Segura, b. el 24-VII-1805102.C) D. Marcelino Segura, b. el 2-VI-1808103.D) D. Pedro Ignacio Segura, b. el 4-VIII-1813104.E) D. Francisco Javier Segura, b. el 5-XII-1813105.

    4. Da. María Álvarez, b. el 29-X-1772106.5. Da. Vital Álvarez, c.c. D. Manuel Cayetano Recabarren el 10-IX-1792107, hijo

    de D. Pedro Recabarren y Da. Magdalena Irazábal, padres de:

    A) D. Domingo Recabarren, c. 1º en la Iglesia de la Concepción el 4-III-1824 con Da. Nicolasa Picón, hija natural de Juana María de Picón; c. 2º el 11-II-1831 con Da. María Dolores de Olivera, hija de Manuel Olivera y ManuelaÁlvarez, padres de: a) Mercedes Recabarren, c. el 3-V-1856 con José Gutié-rrez, hijo de Domingo Gutiérrez y Jacinta Alarrivera; b) Joaquín Recabarren,c. en Mendoza el 1-VIII-1827 con Da. María del Rosario Argumedo, n. de SanJuan, hija de Juan José Argumedo y Da. Manuela Jofré; y c) Crisóstoma Reca-barren, f. párvula el 12-V-1793108.

    Del matrimonio Álvarez Moyano descienden los Álvarez Moyano Cano,Recabarren Álvarez Moyano, Segura Álvarez Moyano, Jofré Álvarez Moyano,Gutiérrez Recabarren Álvarez, Recabarren Álvarez Argumedo, Ríos Recaba-rren Argumedo, Segura Álvarez Robledo, García Segura Robledo, Segura Ál-varez Zambrano, Plaza Segura Álvarez, Plaza Segura Gómez, Segura PlazaSegura, Segura Plaza Mallea, Segura Plaza Arancivia, Argumedo Jofré Álvarez,Argumedo Jofré Salazar, etc.109

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    ÁLVAREZ DE LA VEGA

  • [ Jofré - Álvarez ]

    VIa) Da. MARÍA JUSTINA ÁLVAREZ, n. en San Juan, b. el 16-II-1767110.Justina tuvo antes de su primer matrimonio un hijo natural:

    1. Feliz Álvarez, b. el 19-IX-1791 111.

    Casó primero el 21-IX-1793 112 con D. Basilio Jofré, natural de San Luis dela Punta, hijo de D. Pablo Jofré y Da. Celedonia Sosa, n.p. del Cap. Juan Jofréy Da. Viviana Muñoz. Basilio Jofré tuvo un primer matrimonio con dama cuyonombre desconocemos, un segundo con Faustina Sánchez, y casó en tercerasnupcias con Da. María Justina Álvarez. Éstos fueron padres de:

    2. Da. María Manuela Jofré. Casó el 24-IX-1805113 en San Vicente con JuanJosé Benedicto Argumedo114, n. en Mendoza el 21-III-1780, b. el 29-III-1780115, hijo de José Argumedo y Da. María de la Trinidad Moyano. Fue sol-dado de las Milicias de Caballería116. Fueron padres de:

    A) Da. María del Rosario Argumedo, b. en Mendoza el 9-X-1809117, c. 1ºcon Domingo Gómez, el 20-VII-1826 y 2º con D. Joaquín Recabarren,el 1-VIII-1827, hijo de D. Manuel Cayetano Recabarren y Da. Vital Ál-varez. Hijos del segundo matrimonio: a) María Salomé del Corazón deJesús Recabarren, b) Raymundo Recaberren, c) Eulalia Margarita Reca-barren, d) Cardenio del Tránsito Recabarren y e) Tadea de Jesús Reca-barren; bautizados en Mendoza y Godoy Cruz.

    B) Da. Leonarda Argumedo, n. el 5-III-1816, b. el 8-XI-1816118; y C) Cap. D. Nemesio Argumedo, n. en Mendoza en 1819, se dedicó al cul-

    tivo de sus tierras119. Fue Ayudante Mayor del 2º Escuadrón de Defen-sores Federales de la Libertad y Capitán de la 1º Compañía del 2ºEscuadrón de Granaderos Leales Defensores de la Libertad120. Casó enMendoza el 7-XII-1844121 con Da. Juana de los Dolores Salazar, hija deFrancisco Salazar y Da. María de la Concepción Arroyabe, c.s. en Men-doza y Rosario122.

    Da. María Justina Álvarez c. 2º, el 11-VIII-1797123, con Nicolás Sarmiento,hijo natural de D. Pedro José Sarmiento Álvarez y madre no conocida124.

    46

    S. ALONSO - M. ÁLVAREZ HERRERA

  • [ Álvarez - Jofré y Álvarez - Correa ]

    IVb) PEDRO LEÓN ÁLVAREZ DE LA VEGA, b. San Juan el 10-VIII-1716125. Con María, india de la encomienda de D. Lorenzo Jofré, tuvo a:

    1. María Gracia Álvarez, n. el 25-XII-1739 en San Juan, b. el 29-XII-1739126.Tuvo una hija de soltera llamada: a) Juana Álvarez, c. el 12-XII-1776127 conJavier de Videla, h de D. Antonio Videla y Da. Antonia Paredes, c.s. Casócon Pedro Lucero, padres de: b) Ana María Lucero, b. en San Juan el 30-VIII-1767.

    2. Justo Pastor Álvarez, n. el 7- VIII-1742, b. el 10-VIII-1742128, c.c. María Ga-briela del Águila (Ver “Álvarez del Águila” Vb).

    Con Simona Correa tuvo a:

    3. Pascuala Álvarez, c. 1º con José Castro el 14-VII-1766129, natural de Salta,viudo de Susana Carabajal, c. 2º con D. Juan Antonio Espinosa el 13-VIII-1772130, natural de Tenerife, hijo de D. Antonio Espinosa y Da. Antonia Lo-renza de Arias.

    [ Álvarez - del Águila ]

    Vb) JUSTO PASTOR ÁLVAREZ, natural de San Juan. Se radicó en San An-tonio de Areco. Casó el 7-X-1771131 en San Antonio de Areco con Da.María Gabriela del Águila, hija de D. Juan Prudencio del Águila y Da. JustaTaborda, n.p. de D. Juan Maciel del Águila y Da. María Rosa Casco de Men-doza, b.p.p. del Cap. Luis del Águila de Melo Cabral y Da. Bárbara de losReyes Pimentel y b.p.m. del Maestre de Campo D. Francisco Casco de Men-doza-Ruiz de Ocaña y María Gelvez de Castañeda. Fueron padres de:

    1. Da. María Basilia Álvarez del Águila, n. el 1-III-1779, b. el 1-V-1779132; c.el 9-X-1798133 con D. Bartolo González, hijo de D. Bernardo González yDa. Isabel Fredes.

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    ÁLVAREZ DE LA VEGA

  • 2. Da. María del Tránsito Álvarez del Águila, n. el 3-VIII-1782, b. el 5-III-1783134; c. el 23-V-1801135 con D. Casimiro Molina.

    3. D. Ricardo Álvarez del Águila, n. el 2-IV-1784, b. el 12-IV-1784136.4. Da. María Felipa Álvarez del Águila, n. el 2-I-1785, b. 2-VI-1785137.5. Da. María Juliana Álvarez del Águila, n. el 22-X-1786, b. el 22-II-1787138, c.

    el 23-X-1801139 con D. Justo Ramón Fernández, hijo de D. José AntonioFernández y Da. Magdalena Vera, c.s.

    6. D. Francisco Antonio Álvarez del Águila, n. el 8-X-1788, b. el 8-III-1789140,c.c. Da. María Mercedes Belén (Ver “Álvarez de Melo” VIb).

    7. D. Juan Pablo Álvarez del Águila, n. el 2-II-1790 y f. el 2-VI-1790141.8. Da. María Rosa Álvarez del Águila, n. en 1775, c. 1º el 10-XII-1790142 con

    Antonio Álvarez, hijo de Ignacio Álvarez y Feliciana Fredes, padres de:

    A) Da. María Victoria Álvarez, c.c. D. Rosendo Gijena y B) Da. María Feliciana Álvarez, c.c. D. Juan Ascencio Lugo.C) Da. María Rosa c. 2º el 9-III-1817143 con D. Pedro Plácido Arriola, hijo

    de D. Pedro Arriola y Da. Josefa Duré, s.s.

    [ Álvarez - Belén ]

    VIb) D. FRANCISCO ANTONIO ÁLVAREZ, c. el 16-II-1810144 en la pa-rroquia de Santiago Apóstol de Baradero con Da. María Mercedes Belén145,hija de D. Guillermo Belén146 y Da. Francisca de Melo147, n.p. de D. Basi-lio Belén y Da. Juana Díaz y n.m. de D. Félix de Melo y Da. María Ábalos.Fueron padres de:

    1. D. Olegario José Álvarez, n. el 26-II-1811 en Capilla del Señor, b. el 26-XI-1811148 en Exaltación de la Cruz y f. el 12-V-1812.

    2. Da. María Inés Álvarez, n. el 21-I-1813, b. el 21-XI-1813149 en Exaltaciónde la Cruz.

    3. D. Apolinario del Carmen Álvarez, n. el 23-VII-1815 en Buenos Aires, b.el 24-VII-1815150.

    4. D. Luis Joaquín del Carmen Álvarez, n. el 17-VIII-1816 en Buenos Aires,b. el 19-VIII-1816151, c. el 21-I-1868152 con Da. Vicenta Roldán, hija de D.Alejandro Roldán y Da. Tiburcia Martínez.

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    S. ALONSO - M. ÁLVAREZ HERRERA

  • 5. José de los Santos Álvarez, n. el 4-XI-1822 en Buenos Aires, b. el 4-XI-1822153, c. el 22-XII-1845154, en Dolores, con Magdalena Rojas, natural deSanta Fe, hija de Juan José Rojas y Elena Gaona.

    6. Fermín Álvarez, n. el 2-VII-1824 en Buenos Aires, b. el 9-VII- 1824155.7. Ezequiel Álvarez, n. el 10-IV-1826 en Buenos Aires, b. el 12-IV-1826156 y f.

    el 11-XII-1826157.8. Mariano del Corazón de Jesús Álvarez, n. el 22-IX-1827 en Buenos Aires,

    b. el 24-IX-1827158, c.c. Paula Avinceta, (Ver “Álvarez Avinceta” VIIb).9. Isidro Aureliano Álvarez, n. el 15-V-1829 en Buenos Aires, b. el 18-V-

    1829159.10. María de los Santos Álvarez, c. el 12-I-1839 en Dolores160 con Venancio Ra-

    mírez, natural de Santa Fe, hijo natural de Josefa Ramírez.11. Manuela Álvarez, c. el 9-II-1857161 en Dolores con Pedro Contreras, hijo

    de Agustín Contreras y Casimira Figueroa.

    [ Álvarez - Avinceta ]

    VIIb) D. MARIANO DEL CORAZÓN DE JESÚS ÁLVAREZ. Se dedicó ala cría de hacienda y pasó a radicarse en Monsalvo hacia 1856. En el censode 1869, figura junto a su familia en dicha zona, como criador. El 27-I-1871, adquirió una porción de campo (850 ha) en el límite entre el partidode Maipú y Gral. Guido. El campo constaba, según plano de la época, concuatro puestos, casco principal y pulpería. Por una diligencia de mensura,efectuada el 7-IV-1883162, se observa que vendió una fracción en esquinaal FCS. A su muerte el 2-VIII-1883163 en Maipú, Buenos Aires, por perito-nitis aguda, el campo fue nuevamente mensurado el 23-IV-1887164, que-dando la mitad del mismo para su esposa y el resto para sus hijos. Casó el5-V-1854165 con Da. Paula Avinceta166, hija de Leonardo Avinceta167 y Jo-sefa Castro, n.p. de José Isidro Avinceta Pavón y Ana Pascuala PérezGodoy. Fueron padres de:

    1. Mariano Aureliano Álvarez Avinceta, n. el 25-IX-1855 en Buenos Aires, b.el 11-II-1856168, c. en 1898 en N. Sra. del Rosario de Maipú, Buenos Airescon Ambrosia Cruz, padres de:

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    ÁLVAREZ DE LA VEGA

  • A) Martiniana Álvarez, c. el 12-II-1914 con Silverio Figueroa, hijo de ÁngelFigueroa y Emerenciana Cabezas, c.s.

    2. Manuel Álvarez Avinceta, n. el 29-III-1857 en Monsalvo169, Buenos Aires,b. el 23-X-1857170.

    3. María Eusebia Álvarez Avinceta, n. el 14-VIII-1859 en Monsalvo, BuenosAires, b. el 30-III-1860171, c. el 2-VII-1879172 en Dolores con Manuel deLhonsy, n. en Francia en 1841, hijo de Juan Lhonsy y María N., padres de:

    A) Marcela Lhonsy.B) Isabel Lhonsy, b. el 16-III-1892.

    4. Manuel Marciano Álvarez Avinceta, n. el 26-III-1861 en Monsalvo, BuenosAires, b. el 31-X-1862173 c. el 8-IX-1890174 en N. Sra. del Rosario de Maipúcon Abelarda Góngora, hija de Pacífico Góngora y Fortunata Aguirre, pa-dres de:

    A) Ramona Valentina Álvarez, b. el 25-VII-1891.B) Valentín Peregrino Álvarez, b. el 1-VII-1895.

    5. Alejandro Álvarez Avinceta, n. el 7-II-1863 en Monsalvo, Buenos Aires, b.el 28-IV-1863175, c. el 2-II-1891176 en N. Sra. del Rosario de Maipú con Re-migia Castro, hija de Marcos Castro y Bernardina Rivero, padres de:

    A) Valentina Álvarez, b. el 14-II-1892, c.c. Fermín Cavero.B) Luis Pedro Marcelino Carmelo Álvarez, b. el 19-IX-1896.C) Toribio Álvarez, b. el 27-IV-1895.

    6. Esteban Álvarez Avinceta, n. en 1866 en Monsalvo, b. el 23-I-1868177, f. el19-X-1882178 de 16 años en Maipú, Buenos Aires.

    7. Prudencia Álvarez Avinceta, n. el 28-IV-1896 en Monsalvo, Buenos Aires,b. el 3-V-1870179, c. el 24-V-189018