Historia de la vida - CORE · rector de la editorial du Seuil, Michael Winock, —que publi-carA la...

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WOLII’J, Sheldon 5. Ir (1973): “Ihe Politica of the Study of Re- volution”. Comparative Politics, 5 (3): 343-358. WOLPE, Harold. Ir (1969>: “An Examination of Sorne Ap- proaches to the Problem of the Development of Revolutio- nary Consciousness”. Telos, 4: II 3-144. WaMÁcK, John ir. Fc (1969): Zapata and tIte Mexican Revo- lution. Cambridge: Harvard University Preas. [Trad. cast. de F. Glez. Aramburo, Zapata y la revolución mexicana. México: Siglo XXI: 1969]. YEPES DEL Poza, Juan. Tr (1960): “Concepto sociológico de la revolución”. Journal of ínter-American Studies, 2 (2): 145-158. YODER, Dale. Tr (1926): “Current Definitiona of Revolution American Journal of Sociology, 32: 433-441. YOUNG, Kimbal. Tr (1974): Psicología Social de la revolución y de la guerra. Paidós. ZAGORIN, Pérez. Ir (1959): “Ihe Social Interpretation of the English Revolution”. Journal of Economic Histor>’. 19: 376-401. Tr (1973): “Iheories of Revolution in Contemporary His- toriography”. 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Fc (1968>: “Ihe Structure of Political Conflict in the New States of Tropical Africa”. American Political Science Review, 62: 70-87. ZURCHER, L.A. y SNaw, DA. La (1981): “Collective Behavior: Social Movementa”, en ROSENBERO, M. y TURNER, R. (eds.), Social Psycholog>’, pp. 447-482. Nueva York: Basic. Historia de la vida privada Dirigida por Philipe Ariés y Georges Duby. Tomo 1: Del Imperio Romano al año 1.000 dirigido por Paul Veyne. Tomo II: De la Europa Feudal al Renacimiento, dirigido por Georges Duby. Madrid, Taurus, 1987 y 1988. La idea de hacer una historia de la vida privada como la que se comenta aquí, parte de la sugerencia hecha por el di- rector de la editorial du Seuil, Michael Winock, —que publi- carA la edición original francesa— en un momento en que la presencia en el mercado de una serie de libros sobre aspectos concretos de la vida privada y de la existencia cotidiana in- dicaba que era éste un tema que satisfacía la curiosidad de un amplio sector de la población. Y que posibilitaba, en conse- cuencia, un alto número de ventas: de hecho, la obra dirigida por Ph. Ariés y G. Duby, cuyos das primeros tomos han sido recientemente publicados en español, ha mostrado cumplir las previsiones, situandose a la cabeza de los libros más ven- didos no solo en Francia sino en otros lugares en que ha sido publicado. El concepto de privacidad, sin embargo, es relativamente nuevo pues surge dentro de las sociedades burguesas de los si- glos XVIII y XIX y esto plantea el primer problema en rela- ción a la pertinencia de su utilización para sociedades muy dispares a aquéllas en las que el concepto nace. Duby, al ha- blar de este problema, sostiene que bien puede trazarse la pre- historia del concepto, puesto que en todos los idiomas existe una denominación para el área privada, para lo que él define como “una zona de inmunidad ofrecida al repliegue, al reti- ro, donde uno puede abandonar las armas y las defensas de las que conviene hallarse provista cuando se aventura al es- pacio público, donde uno se distiende, donde uno sc encuen- tra a gusto, ‘en zapatillas’, libre del caparazón con que nos mostramos y protegemos hacia el exterior. Es un lugar fami- liar. Doméstico. Secreto tambien - Al trazar la historia de este ámbito (como Helena Béjar lo califica en su reciente estudio*) la obra, dirigida por G. Duby y Ph. Arita (hasta su muerte en 1984>, sigue las huellas de la llamada “nueva historia” y se ven en ella los trazos inequí- vocos de la obra de Foucault, cuyos trabajos pusieron en cues- tión muchos aspectos, probablemente no tanto en el terreno estrictamente histórico cuanto en las propias interpretaciones políticas y sociales de nuestro tiempo, al posibilitar nuevas ópticas en las preguntas sobre el pasado y, por ello, nuevas cuestiones sobre el presente (¿existe alguna historia que no sea historia del presente?>. La educación y sus modos, la mo- ral y los comportamientos sexualea, la relación con el cuerpo, propio y de los otros, el cuidado del mismo, la higiene, etc. estudiados en las páginas de esta obra, deben mucho a los es- critos foucaultianos. Como también lo deben al estudio pio- nero que N. Elias redacta en 1939 y cuya edición alemana, he- cha casi cuarenta años después, llena hoy las librerias euro- peas. Es también claro el peso de las aportaciones de la psi- cologia y la antropología sociales y de ese “cajón de sastre” en que muchas veces parece haberse convertido la historia de las mentalidades. ~1M15.& 6

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WOLII’J, Sheldon5. Ir (1973):“Ihe Politicaof theStudyofRe-volution”. ComparativePolitics, 5 (3): 343-358.

WOLPE, Harold. Ir (1969>: “An Examinationof SorneAp-proachesto the Problemofthe Developmentof Revolutio-nary Consciousness”.Telos,4: II 3-144.

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—Tr(1976): “Prologomenato theComparativeHistory ofRe-volutionin EarlyModernEurope”.ComparativeStudiesinSocietyandHistory,18(2>: 151-174.

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ZEITLIN, Maurice. Ir (1984): TheCivil Wars in Mile (or iheBourgeoisRevolutionsthat NeverWere). Princeton:Prince-ton UniversityPresa.

ZJMMERMANN, Ekkart. Tr (1980): Political Violence, Crisesand Revolutions: TIteories and Research.Cambridge:Schenkman.

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ZURCHER, L.A. y SNaw,DA. La (1981):“CollectiveBehavior:Social Movementa”, en ROSENBERO, M. y TURNER, R.(eds.),SocialPsycholog>’, pp. 447-482.NuevaYork: Basic.

Historia de la vidaprivada

Dirigida por Philipe Ariés y GeorgesDuby.Tomo 1: Del Imperio Romanoal año1.000 dirigido por Paul Veyne.Tomo II: De la EuropaFeudalalRenacimiento,dirigido por GeorgesDuby. Madrid, Taurus,1987 y 1988.

La ideade hacerunahistoria dela vida privadacomolaque se comentaaquí,partede la sugerenciahechapor el di-rectorde la editorial du Seuil, Michael Winock, —quepubli-carA la edición original francesa—en un momentoen quelapresenciaenel mercadodeunaseriedelibros sobreaspectosconcretosde la vida privaday de la existenciacotidianain-dicabaqueeraésteun temaquesatisfacíala curiosidaddeunamplio sectorde la población.Y queposibilitaba,en conse-cuencia,un alto númerodeventas:dehecho,laobra dirigidapor Ph. Ariésy G. Duby,cuyosdasprimerostomoshansidorecientementepublicadosen español,ha mostradocumplirlasprevisiones,situandosea la cabezadelos libros másven-didosno solo enFranciasino enotros lugaresenquehasidopublicado.

El conceptode privacidad,sin embargo,esrelativamentenuevopuessurgedentrodelassociedadesburguesasdelos si-glos XVIII y XIX y estoplanteael primerproblemaen rela-ción a la pertinenciadesu utilización parasociedadesmuydisparesa aquéllasen lasque el conceptonace. Duby, al ha-blar deesteproblema,sostienequebienpuedetrazarsela pre-historia delconcepto,puestoqueen todos los idiomasexisteunadenominaciónparael áreaprivada,para lo queél definecomo “una zonade inmunidadofrecida al repliegue,al reti-ro, donde uno puedeabandonarlas armasy las defensasdelas que conviene hallarse provista cuando se aventura al es-pacio público, donde uno se distiende, donde uno sc encuen-tra a gusto, ‘en zapatillas’,libre del caparazóncon que nosmostramos y protegemoshaciael exterior.Es un lugar fami-liar. Doméstico. Secreto tambien -

Al trazarla historia deesteámbito (como HelenaBéjar localifica en su recienteestudio*)la obra,dirigidaporG. Dubyy Ph. Arita (hastasu muerteen 1984>,siguelashuellasde lallamada“nueva historia” y se ven enella los trazosinequí-vocosde laobrade Foucault,cuyostrabajospusieronencues-tión muchosaspectos,probablementeno tantoen el terrenoestrictamentehistórico cuantoen laspropiasinterpretacionespolíticas y socialesde nuestro tiempo, al posibilitar nuevasópticasen las preguntassobreel pasadoy, porello, nuevascuestionessobre el presente(¿existealgunahistoria quenoseahistoriadel presente?>.La educacióny susmodos,la mo-ral y los comportamientossexualea,la relaciónconel cuerpo,propio y de los otros, el cuidado delmismo, la higiene,etc.estudiadosen las páginasde estaobra,debenmuchoa los es-critos foucaultianos.Como tambiénlo debenal estudiopio-neroqueN. Elias redactaen1939 y cuyaediciónalemana,he-cha casi cuarentaañosdespués,llena hoy las librerias euro-peas.Estambiénclaroel pesodelasaportacionesde la psi-cologia y la antropologíasocialesy de ese“cajón de sastre”enquemuchasvecesparecehaberseconvertidola historiadelasmentalidades.

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Todasestasdeudaseinfluenciasmúltiples hacenqueestaobra,dirigida pordos historiadores tan prestigiosos como, encierto modo, dispares (Ariés, historiador activamente no aca-démico, bien conocidopor su historiasobrela infanciay so-bre lascambiantesactitudesantela muertey O. Duby, miem-brodestacadodelCollegedeFrance,agil y vivasmedievalis-ta, queha recorridocon su plumalos másvariadosaspectosdeunaépocaenqueesunodelos mayoresexpertos>,senosaparezcacomounconjuntoheterogéneo,redactadopor38 es-pecialistas,francesesensu mayorparte,que,a lo largo de cin-ca tomos, recorren dos mi? años de historia y realizan unascontribucionesque, aúnestandocoordinadaspor eldirectordecadavolumen,conservanunaautonomíaenla exposicióny el planteamiento que hace que el resultado final no sea li-neal ni exahustivoy aparezca,en algunosmomentos,comoun rompecabezasal quefaltanmultitud de piezas.

Tampoco pretende ser otra cosa. Dificilmente podría: ha-cer una historia así es un empeño imposible. De hecho, comoafirmaDuby, lo quesepretendeno estanto dar respuestasto-tales cuanto presentar un programa de investigación en elquese plantean más preguntas que las repuestas ofrecidas.De to-dosmodos,habríaque decirqueel ámbitodedichaspregun-tasva quedandoprogresivamentereducidoamedidaque seavanzaen el tiempo,hastaquedarcasipor completolimita-do, en los dos últimos tomos,a la sociedadfrancesa.No eseseel casodelos dosqueahorasecomentan.

Corresponde el primero de ellos, al coordinadopor PaulVeyne.Cinco especialistasanalizanenél diversosaspectosdeunaépocaqueva del ImperioRomanoal añomil. Se elige alos romanos y no a los griegos como comienzo porque, comodice P. Veyne, “los griegosestánenRoma,sonlo esencialdeRoma”. Es Veyne quien inicia el estudio del Imperio, seali-zandoun brillante ensayoque esalgo másque unaexposi-ción sobrela vida privadaentendidaenunsentido reducido:comenzando por el hecho del nacimiento, los modos en quese da vida real y legal al reciénnacido,las prácticasde la ex-posición, el abandono,el abortoo el infanticidio, seterminaconun estudiode lamuertey de lasvisionesdel másallá,jun-to conlo queel autordenominacomo‘tranquilizacionea’parahacerfrenteatodos los temoresque deello sederivan,estu-diando la ideade Dios, tan marcadamentedistintade la queimperaría,con el triunfo del cristianismo,poco después.En-tre estosdosextremosseexponen,enun amplio abanico,losdistintosaspectosde la sociedadromana:el matrimonio, lafamilia y lasrelacionesdentrode la misma,el mundodelosesclavosy los libertos, la educación,comúnpor lo generalpara niños y niñas hasta los doce años, hecha dentro de unmarcodereferenciaciudadano,la moral, el mundo del po-der, en cuyo ejercicio lo público y lo privado se confunden,al igual que lo hacenen buenapartede las manifestacionesque, como los espectáculos o los bañospúblicos,caracterizana la sociedad romana. El mundo de los ricos, el de la ociosi-dad y el trabajo,el pesodela opinión pública,desfilanpores-taspáginasque, sinhacerreferenciaexplícitaa lasinstitucio-neso al mundo dela política concreta,consiguen—al igualque lo haránlasdeP. Brown y a diferenciade lo que ocurreconalgunasotrasaportaciones,trazaruncuadroen quelo pri-vado y lo público no son espaciosseparadossino queseex-plicanmutuamente.

Es PeterBrownquien estudiael pasolento de unacomu-nidada otra, de la comunidad ciudadana antigua a la Iglesiacristiana, los diversos puntos en que dicho cambio se va rea-lizando, partiendo de la evoluciónque se habíaido produ-ciendo,yadesdeel siglo1, enel mundopagano.La nuevaan-tropología,marcadapor una fuerte solidaridady los nuevos

espaciosurbanosenlo quela Iglesiaresultarádominante,apa-recenjunto al estudiodelmonacato,queno solo debilitarálaurbesino quepondráencuestiónel papelde losespaciospú-blicos como lugar fundamental de socialización. En los cua-tro siglos que estudia, del II al VI, se va a trazarel pasodelhombre-ciudada la iglesia-mundoqueen religión se corres-ponderá,a grandestrazos,conel pasode una,fundadasobreel modelocívicode las relacionesentreiguales,a otra final-mentetriunfante,basadaen el modelopaternaly familiar ycaracterizadapor la solidaridad,pero también por la su-mísían.

Iras estosdosmagníficoscapítulosviene elestudiodeY.Ihebert sobre la arquitectura del Africa romana. Mucho másconcreto,enél sededucela vidaprivado-públicadelasclasespoderosas(solo ellasdejaronmansionescuyosrestospermi-tan semejanteestudio>basandoseenun detalladoanálisisdelas distribuciones espaciales de las viviendas, de sus amplia-ciones de nuevos espacios —entre ellos el importante hechodela apariciónen lascasasde letrinasy bañosprivados—etc.Los ensayos deM. Rouchey de E. Platagean,centradosenlaAlta EdadMedia occidentaly Bizanciorespectivamente,cie-rran esteprimer tomo. SeñalaRouchecómola vida privadava a apasar a ser, en la Alta Edad Media, el factorpredomi-nantede civilización, coincidiendocon el pasode la ciudadal campo,enun procesoenel quelos monasteriosjugaránunpapelclave.La invasión de los bárbarosenrealidades, diceRouche,unainvasiónde lo privado,ámbitoqueacabarápordominarlotodo, llegandosea unaconfusióncon lo públicoque caracterizará todos los aspectospolíticosy sociales.El Es-tado, la justicia, los poderes,los espaciosprivados,las rela-cionesfamiliaresy con los otros, la violencia y la muerte,elmundodela religión, pasanporlaspáginasdeestosensayos,sugiriendoaveces,másqueexponiendo,perocerrandoun di-bujo que hace que este primer tomo, a pesar de la diversidadseñalada,se lea como un cuadrocon un fondo difuminadopero similar para las diversas escenas que representa.

No sucedelo mismocon el segundotomo.Si hubieraquedescribirestevolumen,dirigido porDuby,enel queseabor-da unaépoca,no tan largaperosí tan complejacomo la an-terior (de la Europafeudalal Renacimiento),se diría que setratadeunaspinceldasquedejansu impresiónsobreun fon-do muchomásdesdibujado,cuandono ausente,comosuce-de en algunasocasiones.Creo queesto es, enparte,unaop-ción deliberada,querespondeaunaintencióndesuscitarpre-guntas,provocandoconello nuevasinvestigaciones.Ial vezhaya que esperar un tiempo para ver en qué medida dichomé-todo ha resultadoeficaz, pero temo que el lenguajecasi eté-reo de algunasde las aportacionesde estetomo no suscitesino algunaqueotraensoñación.

Hace Duby una larga introducción (obertura se denomina)transparenteensu complejidad,como tanto de lo que Dubyescribe,enla quereflexionasobrelo público y lo privado,so-bre lasdosnaturalezasdelos poderesenjuegoy sobrelo queesoconlíevaen la definición de lo queporprivadosehadeentender.Privacidadque, en el siglo X, acabarápor invadir-lo todo,en un procesoque,segúnel autor,no seorigina soloenlasinvasionesdelos bárbarossino quetienesu germenenlos finalesdelaépocaclásica,y quevendrácaracterizadoporel cerramiento, la cerca, curtis (corte)y por las nuevas rela-ciones que son propias de la sociedad feudal: las que unen alrey con su entorno, las de los nobles entre si, marcadas porla familiaridady la deferencia.Invasiónde lo privadoento-doslos ámbitos,privatizacióndelaspersonas,de los pobres,palabraquecaracterizaráal pueblo,a los sin armas,en estetiempo.Invasión a la quetampocoescapael campodelo re-

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ligioso. Si bien, señalaDuby, siguepermaneciendoclara laexistencia de una distinción entre lo que es público y lo queno lo es, a pesar de esa invasión, real, de lo privado. La casa,la familia, la persona,quedan,al final, comoreductoanteesamismainvasión.

Este esel fondo.Sobreel mismo se haceun estudiodivi-dido entresdistintosenfoquesque, bajola denominacióndeCuadros,Ficciones,Problemas,trataránde unasdetermina-dasy muy concretas parcelas que, pormejorconocidas,pue-denayudaradibujarel conjuntoy aplantearcuestiones.Laelección,esevidente,podíahabersido otra, sepodíahaberes-tudiado,en eí apartadoFicciones,porejemplo, la literaturagermánica,o la hispánica,tanto o másrica, perosc eligeundeterminadomarcode referencia,la literatura francesade laépocafeudal,para describir,conligeraperosiemprediáfana,pluma, los lugaressimbólicos, el espaciointerior (la alcoba,la sala>la sociabilidady los lenguajessecretos,la figurade loshermanos,laenseñanzadelasmujeressegúnlos libros, la en-señanzadelpudor,dela relaciónconel cuerpo,desuscuida-dos, laobsesiónporlos problemasdeidentidad,etc.Ensuma,se puededecir queDanielle Regnier-Bohíertocade todo unpocoy qué, ciertamente,su estudioplanteapreguntas.

Como tambiénlas planteanlo quese incluyeen lasotrasdos secciones:en la primera, los Cuadros,se estudiala vidaprivadadelasfamiliasaristocráticasdela Franciafeudal,pro-cediendoO. Dubyaun análisisdelaconvivialidady D. Bart-hélemyal estudiodel parentescoy de los sistemasdefilacióny deformacióndelinajes.ExponeDubylasreprescatacionesdela moradaperfecta:Jerusalencomoparadigma,el monas-teriocomoejemplo.La parejamatrimonialcomocentroesen-cialde la casanoble,peroconunanetaseparacióndelo mas-culino y lo femeninodentrodelespaciodoméstico.En la im-portanciadela parejainsisteD. Barthémely,quefechahaciael año1.100el inicio de los primerosritualesmatrimoniales.Señala,despuésde haberestudiadola sociedadconyugaly lasituaciónde la viudacomopartedelproceso,los cambioslen-tos dentrode la familia noble, distintosa los de la familiacampesina(de la queapenasse nos dicenada).Y de nuevosurgela pregunta:ciertoesquelasfuentessonescasasparaes-tos primerossiglos, pero¿tanto?

Más preguntas,perotambiénmuchasmásrespuestas,sur-gendelestudiode Ch. de la Ronciére,buen conocedordelaItalia de los siglos XIV y XV. Hablael autorde las familiasnotablestoscanasen estossiglos. Es la segundapartedeestos“Cuadros”.Y aquíestamosanteun ‘cuadro’ muchomáscom-pleto: sehablade losaltos,perotambiénaparecen,comocon-trapunto, lasgentesdel pueblo,las urbanasy las rurales.Setrataa mi juicio, deun magníficoestudio,queindica lo que,confuentessuficientesen la mano,puedehacerseen estecam-po, 51 esquese sabenhacerlaspreguntasadecuadas.Las ca-sas,su disposición,la alcoba,las cerraduras,lasventanas,laluz y el fuego, el ornatodoméstico,los tapices,telas, vajilla:lascosas;la alimentacióny sus ritos, la vidacomúny la vidadesolidaridadesexternas,la vidaprivaday el individuo y susespacios;el papelde los sirvientes;la educacióny la impor-tanciadela pastoraldentrodelacasa;la invasióndelosfrai-lesy su papelcrecientecomodirectoresdeconciencia,en lasvisitas domiciliariasy en la confesión.Todo estodesfila, or-denaday sugerentemente,porel centenardepáginasquecie-rran estaprimera partey enlazancon la tercera,dedicadaalos “Problemas”.

Cuatrohistoriadorescontribuyena estaultima. O. Duby

la incia enun estudiosobreel espacioprivadoen lo siglosXIy XII, enel que sehabla de la vivienda,pasandode sudes-cnpciónexterna,de la torre-fortaleza,a su ámbito interno, nolleno deesa“horrible tristeza”conquese le haacostumbra-do a presentar.Los dossiglos siguienteslos trataPh. Conta-mine, quedescribelascalles, la ciudadcerraday los intentosdemejorarel urbanismo,pasandoluegoal estudiode lasca-sas,lasruralesy lasurbanas,tantolaspopularescomolasdelos notables,señalandosus pertenenciase indicando—comolo han hechootrosen páginasdeestemismovolumenlaim-portanciadel lecho,posesiónprimordialde la quesololos ab-solutamenteindigentescarecen. La mejoradelashabitacio-nespuedeentenderse,sostiene,comoun desarrollodel indi-vidualismo,pero sin olvidar quesiguesiendotodavíadomi-nantela habitacióncolectiva.

Es el surgimientodel individuo lo que, precisamentecie-rra el volumen. Duby habla de los siglos XI-XIII y Ph.Braunsteinde los dos siguientes.Se describenlos signosdeconquistade la autonomíade lo individual, quehastaelsigloXIV va a ser más una individualizaciónde los hogaresquede las personas. La conquista de la intimidadserá,pues,pos-terior a estosprimerossiglos: el nacimientodelyo, del indi-viduo, quetiene tantarelacióncon las nuevasmanifestacio-nesreligiosas,la confesiónprincipalmente.Pero tambiéneldesarrollodesussignos:los retratos,la autobiografia,los dia-nos, el gustopor la suntuosidadde los vestidos,la moda.Ylos tratados para mejor gobernar el cuerpo, tantoestéticamen-te comoen lo quehacea la salud.Surgimientolento, por tan-to, del individuo dentro del ámbito privado, marcadosiem-pre por otros ámbitos que, como el religioso, lo invaden.

Se acabaaquíestesegundovolumen, impresionistay quedejaen el aire varias preguntas.Quizásla esencialse puedahacer ante los dos tomo conjuntamente: hay muchos momen-tos en que parecería que la vida privada fuera algo autóno-mo, al igual que todos los elementos que la componen y per-miten. Podría parecer, muchas veces, que esta vida se cons-truye enelaire, sin referenciaalgunaa un marcorealinstitu-cionaly político, quela construyenunasgentes“encantadas”,comolasllamaríaCellorigo, mientrasquelasllamadas“gen-tessin historia” no la tuvieranni participaranenella. Estees,indudablementeuno de los riesgosde estetipo de historia,aunqueenella—comodehechoocurreen estaobra—sehuyade la anécdota,ante el riesgode verla convertidaenunaes-pecie de cotilleo histórico. Pero a veces,por tanto huir seabandonaun hilo narrativoquearticuley permitaplantearlas preguntassabreunatramabien tejida, paraquela laborsobrela mismaresulteeficazy no sedeshilacheantesde tiem-po. La introducción, las magníficasilustraciones,los cuida-dospiesdelasmismas,su mismaabundancia,permiten,jun-lo conlosestudiosintroductoriosy la línea queconduceam-bosvolúmenes,obviaralgunos—no todos—deestosinconve-nientes.Y, al final, el conjuntoresulta,enbalance,un acicatemás que una descorazonadoraexposiciónde un empeñoimposible.

CarmenLópezAlonso

NOTAS

• HelenaBéjar. El dmbitoíntima Madrid 1988.** Acaba de aparecerrecientementela ediciónespañola,en traduc-ciónde R. Cotarelo,deElprocesodecivilización. F.C.E.Madrid l988.

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Islas de historia. Lamuerte del capitánCook: Metáfora,antropología e historia

Marshall SahlinsBarcelona,GedisaEditorial, 1988

Estebello libro de Sahlinsreflejaunapreocupacióngene-ralizadaenestosúltimos añosentrequienesse dedicana lascienciassociales:el recelo,la desconfianzaen lasdicotomíasde añosatrás,seanestasestructura¡ historia, cambio 1 con-tinuidad,sincronía/diacroníao símbolo1 realidadempírica.También,aunqueenestaspáginasmenosexplicitamentefor-mulado, el rechazodetajantesfronterasentreantropologíayotrasmateriasafines.

Anhelamásnuestraépocasíntesisque antítesis;cuandomenoscompromisos.Y, enefecto,diríasequeelcapitánCook—o mejor,su suerte—encarnabien la metáforade la síntesis:grannavegantey descubridorpara los británicos,dios Lonoparalos hawaianos.Masal tiempo queaquelestáhaciéndosemítico o actualizandoel mito, éstosestánpenetrandoen laHistoriaUniversal,enelSistemaMundial.Ya al final deestelibro, quesenoshacecorto,comprendemosplenamenteelva-br de la metáfora:su autornosdefinela culturacomo“la or-ganizaciónde la situaciónactualen función deun pasado”(pág. 144). Y tal concepciónconducea “la síntesisindisolu-ble del pasadoy del presente,el sistemay el acontecimiento,la estructuray la historia” (ibidem).

La obra,misceláneaensu génesis,adquiereunidadgraciasa la metáforay a su análisis,al contrariode lo quesueleocu-rrir enlibros de estegénero,y menasaúnentrenosotros.Cla-ro está,sin embargo,que suspartesintegrantesofrecenper-filesdiferenciados.Vamosa dejara un ladounarelativamen-te extensaIntroducción,con toda probabilidadmenosobli-gadao necesariade lo que su autor confiesa.Sirve, tal vez,paraqueel lector poco familiarizadoconla evolución inte-lectualdeSahlins—y concretamentecon suacercamientocrí-tico al estructuralismofrancés— entiendaciertasdigresionesteóricasesparcidasalo largodel libro. En mi opinión,el va-lor de éste no estribaen ellas. Destacarébrevementeotrascuestiones:

Paraempezarla finura analíticade Sahlinscuandonosmuestrala trabazón,enla sociedadHawaiana,entreel paren-tescoy la política atravésdel sexo,el amor, lo bello. Alohaes, a la vez, actodeamor y relacióndesubordinaciónpolíti-ca: “lo bello funcionacomoun paradigmanaturaldelo polí-tico” (pag. 34); “el amor es la infraestructura”(pag. 36). Elconjuntode la estructurasociopolíticaes negociableporquesu basamentoestanmovedizocomolapasióny el sentimien-to; estafluidez es la que permite a los nativos integrar,confacilidady con amor,alos europeosensu mundoderelacio-nesy de símbolos.Y a ello contribuyedecisivamenteel mito,

yaque larealezay la divinidad seconcebíanenHawaicomoforáneas;tambiénla realezaindoeuropease concibió deesemodo (Sahlinsparecequerercompletarasíel circulo de su-gestivasequiparacionesentreel mundopolinesioy el indoeu-ropeo que abriera Hocart y continuaraDumézil). Por eso“Cook habíasidoun mito antesdequefueseun hecho”(pag.80). Estosson algunosde los datosetnográficosy algunasdelas interpretaciones.

Quieroresaltartambiénotrosaspectosde relevanciamásgeneral.Ante todo,unaideaquecircula por la obra: a dife-rencíade unaconcepciónempiristadel ritual, Sahlinscon-templalos ritos nativosmáscomoexpresionesdeteoríasquede realidades.De teoríascósmicasy tambiéndel ordenso-cialDeteoríapolíticaquees, endefinitiva, la denuestropro-pio pasado:el rey extranjeroasumela realezafueradesu tie-rra a travésdesu relaciónamorosacon la princesanativa. Yesto,comodice Sahlins,antesdequefueseparanosotrosuncuentodehadas,erateoríasocial. Porestay otrasvías,el au-tor reivindicala inclusióndemateriales,aparentementeinge-nuos o triviales, enunahistoriografiadiferentea la usualenel mundooccidental.Con el mismotalanteSahlinsda la vuel-ta ala interpretaciónconvencionalde la figura y de1 destinofatal deCook.Segúnaquella,los nativosseequivocaronalto-mar al capitánpordios de la fertilidad. Sahlinsmuestra,porel contrario,cómo una sucesiónde errorespor parte de losbritánicoscondujoa tal desenlace;la muertedel dios (Cook)Lono vino a poner las cosasen su lugar, ritualmente ha-blando.

Enotro sentidoresultareconfortablequeSahlinshagaam-plio usode autorescomoFrazery Hocart,otrorabestiasne-grasdel funcionalismo.Noblezaobliga,sinduda,dadoslos te-masde este libro —deicidios periódicos,ritos de investiduraregia...Temasquequizáhaganquesu autorhayaoptadopornarrarnosno “lo que sucediórealmente” (pag. 82>, si bienaclaraque lo que narra puedesermásimportantedesdeunpunto devista histórico. Es unaopcióntanlícita comocual-quier otra, peroacarreaun costoinnegable;dejarde ladocasiporcompletola carasuciade lo que“sucediórealmente”trasel contadoy la posteriorcolonizaciónde lasIslas Sandwich.El lectorquedamásbienenayunasrespectoal destinodelaparadisiacaalohade los contactosiniciales.La contrapartidaa laofrenday el amorindígenassetradujeronenenfermeda-desy epidermiasqueredujeronpronto a la poblaciónde lasislasaun 20%.Ello estuvoacompañadode la vertiginosaoc-cidentalizacióny cristianizaciónde los hawaianos,fenóme-nosestosa los quecontribuyódecisivamenteel granconquis-tador y unificador nativo Kamahameha1, el llamdo Napo-león hawaiano;unafigura quizáimpensablesi no sehubieraproducidoel contacto,y a la que, sin embargo,estelibro pre-senta, repetidapero fugazmente,como algo casi del todoautónomo.

Paraterminar,unasbrevespalabrassobrela versióncas-tellana.Es deagradecerqueun libro nadabaratocomoel quenos ocupaesté,en general,bien traducido;ciertosvocablos—pocos, por fortuna— revelan traducciónacelerada,cuandono penososanglicismos.Otros fallos, tampocoabundantesbienesverdad,requierenuna llamadadeatencióna la edito-rial decaraa la supervisiónprofesionaldefuturastraduccio-nes.Dado queel libro va dirigido a un lector al menosme-dianamenteculto, tal vez sobrela notadela traductora(pag.11), aclarandoque unareferenciaa Alicia procededeun fa-mosísimolibro. Faltan, sin embargo,otrasaclaraciones,porejemplolos términosgumsa/gumlaoaparecen(pag.48> enelcontextodeunaampliareferenciaa la Greciade la épocahe-róica; el lectorqueno sepael origenextremoorientaldetales

Page 5: Historia de la vida - CORE · rector de la editorial du Seuil, Michael Winock, —que publi-carA la edición original francesa— en un momento en que la presenciaen el mercado de

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conceptosy de su amplio usoporEdmundLeach,podríaima-ginarenellos realidadesoraícesindoeruropeas.Peroespeoraúnqueunareferencia,comprensibleparainiciados,aun tipodeenlacematrimonialde los llamadosasimétricos(con unahija del hermanodela madrede ego) aparezca,sin aclara-ción, como“matrimonio MBD’ (pag. 101,nota 22), esto es,

con las inicialesde los vocablosinglesescorrespondientes.Algo lamentablesi unorecuerdaaquelhipotéticolectoralquehahabidoqueinstruir respectoal bienconocidopersonajedeLewis Carroll.

EnriqueLuque Baena

Democracia y Polfticaexterior en España

RobertoMesaMadrid, Eudema,col. Actualidad, 1988

Paraconsuelodeafligidosy avisodenavegantes,Democra-cta >‘ política exterior en Españaes, en principio, un librooportuno:proporcionaunareflexión construidaal hilo de losacontecimientosquehanconformadola política exteriordela Españademocrática.Se tratade unarecopilaciónde artí-culosque,al cubrirtodoun períodohistórico—desdela muer-te deFrancohasta1987— plenodesignificacióntantoen loqueserefiereala situaciónpolítica internacomoala políticaexterior (inseparableso ineludiblementeconvergentessegúnel autor),superalos análisissectoriales,publicadashastalafe-chacon profusión,sobrelos distintoshechosqueen materiainternacionalhan afectadoaEspaña,ofreciendounavisiónglobal y clarificadoradelapolítica exteriorespañola.

Sin embargo,hubiéramospreferidodel profesorMesa lapublicaciónde un libro que desarrollaracon amplitud lasideasqueseapuntanenéste.Una disquisiciónteóricasobrecuestionescomolasposibilidadesdetransformacióndelapo-lítica exteriordeun paísenel que, comoenel casodeEspa-ña,seproduceun cambioderégimen,o un análisisprofundodela relaciónsiemprepolémicaentrepolítica interior y polí-tica exterior,hubierancontribuidoa llenarun vacío desola-dordeestudiosactualizadossobrerelacionesinternacionales.Porotraparte,echamosenfaltaunareflexiónactualsobrelostemastratados,conla perspectivaqueaportael pasodel tiem-po y la consumacióndehechosqueentonces,cuandosepu-blicaron los artículosque configuranDemocracia>‘ políticaexteriorenEspaña,eransólo posibilidades.

Finalmente,hubierasido un aciertoincluir la referenciadecadaescrito,o al menosla fechadepublicaciónque, deotraforma, hay que ir adivinandoa lo largo de la lectura. Contodo, el discursode RobertoMesa en estay otrasmateriassiemprees interesantepor lo que la lecturade Democracia>’política exteriorenEspañano sólo no es yana,sino quega-rantizaaportacionesoriginales.

Comienzaporponernosen antecedentescon un articulodedicadoa lapolítica exteriorfranquista, de la queproponeunaperiodizaciónfundadaenlos órganosencargadosdeeje-cutarla.Así, distinguetresgrandesperíodos(1940-42;1946-57y 1957-69)a lo largodeloscualesse configuran—a travésde

laspersonasqueocupanla carteradeExterioresy quecuen-tanconespecialrelevanciaapesardela constatacióndelhe-cho de queenlos regímenesautoritarios,en general,las de-cisionesenmateriaexterioremanandirectamentedelJefedeEstado—laslíneasmaestrasde lo queseríala acciónexteriorespañola,cuyadirectrizideológicainmutable fue,duranteloscasi cuarentaañosde Régimen,el anticomunismomilitante.Otros autores,comoel profesorAldecoa hanefectuadodi-versosintentosdeanálisisdela política exteriorfranquistaapartir desu disecciónenperíodossobrebasesdistintas: evo-lución de los hechoso consecucionesde la política exteriormásquesobrelaspersonasconcretas.No obstanteexisteunacoincidenciaentreambos,queseñalancomofundamentalesen la política exteriorespañola,los períodosenlos queMar-tín Art~o y Castiella ocuparonel Ministerio (1945-57 y1957-69respectivamente).

La cuestiónfundamentalquese planteael autor,despuésdeapuntarla posibilidad dequela Españade Francofueramásbien objeto quesujeto de lasrelacionesinternacionales(pág. 18),esla de laconexióny la necesidaddecoherenciaen-tre la política internay lapolitica exterior; la divergenciaen-tre ambasllevó al fracaso,o al menosa la ausenciaderesul-tadospositivosconcretos,la labordelministro Castiellaque,sin embargo,“supusoel único intento conscientede llevar acabounapolítica exteriororiginal” (pág.26) 2

Llama la atención,conla perspectivadel tiempo, leer laspropuestasqueplanteael profesorMesacomobaseparaini-ciar, despuésde la muertede Francoy con el desmantela-miento desu régimen,unapolítica exteriordemocrática.Enestesentido, señalacomofundamentalla adscripciónde Es-pañaaunaposturaneutral“la cualeliminaríatodatentación,o invitación, departiciparenla OrganizacióndelTratadodelAtlántico Norte...” (pág.37); el restode susdesiderata,sin em-bargo, sí coincidencon lo queposteriormenteha ido suce-diendoprecisamenteapartirdeun planteamientoconvergen-te de la política exterior y la estructurapolítica interna.

Insertaya Españaen plenoprocesodemocratizador,tressonlascuestiones,quese conviertenentemarecurrentey decuyaevoluciónhaceel autorun seguimientoexhaustivo,so-bre lasqueEspañahabrádedefinir supolítica exteriorsetra-ta del atlantismo,del europeísmoy del “tercermundismo”,esteúltimo desdobladoen dos proyeccionesfundamentales:Iberoaméricay los paísesárabes,especialmenteel Mogreb.Nos referiremossobretodo a susapreciacionessobrelaCE.y laOTAN, ejes, hastala integracióndeEspañaen ambasor-ganizaciones,de la política exteriorespañola.Enrelaciónconellas,ofrece susplanteamientospersonalesmostrándoseradi-calmenteantiatíantista:“.. Españano puedejugaren modoalgunoel papeldecontrafuertedela OTAN enel Mediterrá-neo”, “...No debetratarse,pues,en el futuro, de engrosarlasfilas politicamentedebilitadasde la OTAN” (pág.41) o ‘t..Ahorano habráquereclamarsolamenteel desmantelamien-to de lasbasesnorteamericanas,sino también, y al mismotiempo luchar contrael compromisoatlantista” (pág. 76),tono queseva matizandoal mismo ritmo conquese va ím-