Horizonte - Nº 2

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Editores responsables: Departamento de Hagshamá de la O.S.M.Con el auspicio de FACH, Fundación Alianza Cultural Hebrea, Pasteur 633, 1° Piso (C1028AAM)Director: Maximiliano BorchesRedactores en Buenos Aires: Damián Szvalb y Claudio Gustavo GoldmanCorresponsal en España: Joaquín Mirkin - Corresponsal en Chile: Jorge Zeballos Stepankowsky - Corresponsal en Israel: Sebastián SclofskyCorresponsal en Venezuela: Jennifer Ghelman Cohen - Agradecemos la colaboración de: Alejandro WengerComercialización y Publicidad: Tamara WeissDiseño: Bleu Diseño - Tel: 4372-9041E-mail: [email protected] - Tel: 4952-8978/Fax: 4951-8115-Fecha de cierre: 27/11/2002-Registro de la Propiedad Intelectual, en trámite.

La renuncia de los Ministros laboristas desencadenó la ruptura,tras 20 meses en el poder, del gobierno de coalición nacionalde Israel, obligando al Primer Ministro Ariel Sharon a llamar aelecciones anticipadas para el 28 de enero próximo.

La gota que derramó el vaso del laborismo, fue el proyecto presupuestario que presentó el gobernante partido de derecha Likud,en el que se preveía una suma adicional de 180 millones de dólares para fortalecer la presencia de colonos judíos en losterritorios ocupados. Oponiéndose a este destino, el laborismo puso el grito en el cielo pidiendo que ese dinero sea destinado acubrir gastos sociales, tales como educación, salud y jubilaciones. De todos modos, y con el apoyo de los partidos religiosos, elpresupuesto se votó a la medida del proyecto oficialista. Entre tanto, se espera que las próximas elecciones fijen el tono paraabordar la confrontación en las relaciones israelo-palestinas, y el clima preelectoral en Israel ya comienza a sentirse. Por un lado,el actual Canciller y precandidato a Primer Ministro por el Likud, Benjamin Netanyahu, rival de Sharon en la interna de esepartido, amenazó públicamente con echar a Yasser Arafat de los territorios si resulta electo Primer Ministro. A contramano deesta postura, el nuevo líder laborista y actual alcalde de Haifa Amram Mitzna, ganador de las internas de ese partido disputadasel pasado 19 de noviembre, dijo que si era elegido para el cargo de Primer Ministro, ordenaría la evacuación de los colonos judíosy de las fuerzas israelíes de los territorios ocupados. A pesar de estas declaraciones, quien mejor se posiciona en las encuestas,hasta el momento de cierre de esta edición, es el actual Primer Ministro Ariel Sharon. A esta situación, se le suma una radicalizacióncada vez mayor en los actos terroristas palestinos y en las respuestas militares israelíes. El sanguinario ataque sufrido en elkibutz Metzer, símbolo de la convivencia entre israelíes y palestinos, donde un terrorista palestino asesinó a sangre fría a unamadre con sus dos pequeños hijos, junto a dos integrantes más del kibutz, y la posterior “invasión” de los tanques israelíes enalgunas ciudades de Gaza y Cisjordania, son una muestra de ello.

Por otra parte, el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, logró un aplastante triunfo en las últimaselecciones legislativas de su país, posicionándose con mayor fuerza para llevar a cabo su papel de “gendarme”internacional, en su “encarnizada lucha contra el terrorismo”. Este triunfo del Partido Republicano le brinda unrespaldo internacional más sólido. Si bien es cierto que el Presidente iraquí Saddam Hussein, accedió a que ungrupo de inspectores de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), aterricen en Bagdad para que revisen“libremente” sus arsenales y laboratorios, el ex socio del otrora mandatario republicano Ronald Reagan, en laguerra contra Irán, está en la mira de la Casa Blanca, y posiblemente tenga los días contados. Una invasiónestadounidense a Irak, no sólo profundizaría la crisis en la región, sino que esta acción invitaría a profundizar,aún más, las represalias contra las poblaciones palestinas en los territorios ocupados, como así también, losatentados terroristas en la región y en otras partes del planeta.

Mientras tanto, y como resultado de estos dos largos años de violencia, la condición de vida de israelíes y palestinos continúaempeorando. Por el lado palestino, la precariedad de su economía y la condición de hacinamiento en que se encuentra la granmayoría de su población, arrojan datos espeluznantes para su desarrollo futuro como pueblo. Según un informe presentado por elcomisionado general del Organismo de Obras Públicas y Socorro de la Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en elCercano Oriente (UNRWA), Peter Hasen, el nivel de desnutrición de los niños palestinos en Cisjordania y Gaza, supera el 20%,equiparándose con los índices de países como Zimbabwe o la República Democrática del Congo. La vida de este pueblo se hadegradado en tal medida que al día de hoy, más de la mitad de su población depende de la ayuda de ese organismo. Por el lado israelí,su economía, si bien distinta que la palestina, continúa sufriendo duros golpes y la calidad de vida comenzó a descender notablemente.Uno de cada cinco israelíes se encuentra viviendo bajo el índice de pobreza y la desocupación se encuentra en el orden del 15%.

Resulta demasiado aventurado prever que sucederá en esta región a corto plazo. Lo que lamentablementequeda claro, es que la espiral de violencia, proveniente de ambas partes, no cesa de crecer. ¿Quiénes serán lasfiguras capaces de lograr un proceso que esté más comprometido con la vida y menos con el odio?

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INDICE

4ENTREVISTA AL EX DIRECTOR EJECUTIVO DEL CENTRO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES

“CURIEL” DE LA UNIVERSIDAD DE TEL AVIV, DR. ALBERTO SPEKTOROVSKY

6CRISIS POLITICA EN ISRAELELECCIONES ANTICIPADAS

8MARUAN BARGUTI: JUICIO AL TERROR

10POLEMICO LIBRO DE MIGUEL ANGEL BASTENIER,SUBDIRECTOR DEL DIARIO “EL PAIS”, DE ESPAÑA

11ENTREVISTA AL DR. MARIO SNAJDER, PROFESOR E INVESTIGADOR DELINSTITUTO TRUMAN DE INVESTIGACIÓN POR EL AVANCE DE LA PAZ.

13EDUCACIONEL DR. JAIME KAPITULNIK SE REFIERE A LA SITUACION EN LAS UNIVERSIDADESISRAELIES Y PALESTINAS

15DOSSIER“EL DIA QUE MURIO LA PAZ”, ENTREVISTA AL EX CANCILLER ISRAELI, SHLOMÓ BEN AMI

27HOMENAJEA SIETE AÑOS DEL ASESINATO DE ISAAC RABIN

29ENTREVISTA AL PERIODISTA Y ESCRITOR

JULIAN SCHVINDLERMAN

31OPERACION “TORMENTA DEL DESIERTO”EL DÍA QUE SADDAM HUSSEIN FUE DERROTADO

33DEPORTESEL TENIS COMO EJEMPLO DE CONVIVENCIA

34CULTURAHISTORIA DEL C INE ISRAEL I

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ENTREVISTA?

[email protected]

Nacido en Montevideo, Uruguay, el Doctor Alberto Spektorovsky reside en Israeldesde 1974. Obtuvo su doctorado en ciencia política en la Universidad Hebrea deJerusalem y realizó estudios complementarios en la Universidad de Yale, de losEstados Unidos. Fue profesor de las universidades estadounidenses WisconsinMadison y Notre Dame de Indiana, y Director Ejecutivo del Centro de Estudios Inter-nacionales “Curiel”, de la Universidad de Tel-Aviv. Actualmente se desempeña comoProfesor de Ciencia Política en la Universidad de Tel-Aviv y como asistente, desdehace seis años, del ex Canciller Shlomo Ben Ami, con quien participó, entre otrosencuentros con autoridades palestinas, en las conversaciones de Oslo del año 2000.

¿La fractura del gobierno de UnidadNacional en Israel, congeló definitiva-mente cualquier intento de diálogo parallegar a un acuerdo con los palestinos?

Si no se hubiese fracturado el gobierno,tampoco habría diálogo con los pales-tinos. Hoy en día no se mantiene algúndiálogo y tampoco creo que se manten-ga por un largo tiempo, aunque no séqué quiere decir largo tiempo. No tengoninguna esperanza de que se produzcaalgún diálogo, parece ser que todavía,lamentablemente, no cayó la suficientesangre para que se lleguen a nuevas con-versaciones. Hasta que (el presidentenorteamericano George W.Bush) no im-ponga nuevos encuentros, éstos seguiráncongelados.

¿Considera que Ben-Eliézer persiguióalgún interés particular, en su decisiónde alejarse del gobierno?

Sin ninguna duda, seguro. No podía pre-sentarse como candidato estando en elgobierno. El asunto era elegir el momen-to, y creo que eligió el más inadecuadopara alejarse. El mensaje que ahora tieneBen-Eliezer, se ubica prácticamente tana la izquierda como el que tuvo Beilin.Lo interesante es que hoy en día, la de-recha y la izquierda, pueden dividir susposturas; la derecha, es decir la gentede derecha-izquierda y la de derecha-derecha dicen: “no me sentaré a discutirnada mientras continúe el terror”, y lagente de izquierda dice: “hay que darleduro al terrorismo pero presentando al-guna alternativa de diálogo”. Ben- Eliézerdecía esto último, pero ahora dentro delpartido laborista plantean una retiradaunilateral y en esto coinciden los tres re-ferentes más importantes del laborismo;Ben-Elizer, Mitzna y Ramon.

¿Simón Peres y Ben-Elizer, son dos“cadáveres políticos”?

Simón Peres, cuánto más viejo y más“cadáver político” es; renace, aparecesiempre desde cualquier lado. Lo lógicosería pensar que sí, pero Peres es unapersona sorprendente. Ben-Elizer, encambio, se podría decir que sí, que es

un “cadáver político”. Ahora se está ju-gando con el asunto de que es “dueño”de una parte del partido. Eso todos losaben, el asunto será saber que hará conesa parte del partido que responde a él.Por ahora, al menos, lo único que pue-de hacer es “patalear”, obstruir, más quecrear una opción.

¿Qué opinión le merece el actual lí-der laborista Amram Mitzna?

Personalmente me cae muy bien. Meparece que es una persona que piensay hace lo que piensa, pero no sé si esasson las condiciones esenciales para serbuen político, creo que ser más astuto,y hasta mentir un poco, son las condi-ciones. El maquiavelismo es parte de lapolítica. De todos modos, no es que estédiciendo que Mitzna debería mentir,pero hay que ver como se manejará. Loque hizo hasta ahora fue reubicar a laoposición y presentar una propuesta,pero no creo que vaya a pensar quepodrá ganar las elecciones.

¿Usted cree que el ganador en las in-ternas del Likud, va a ser el próximoPrimer Ministro?

Creo que sí, al menos mucha gente pien-sa eso. Creo que tendría que pasar algomuy radical para que esto no suceda.

“Sharon esta esperando

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en Israel

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¿Cómo se imagina un gobierno deNetanyahu?

Su personalidad es muy divisoria, crea mu-chas divisiones, pero creo que esto puedellegar a ser bueno porque podría animar ala izquierda. Podría llegar a crear una si-tuación en la que la izquierda pueda pegarun salto. Sharon, por ejemplo, adormecióa la izquierda porque no tiene dudas deque tenga que existir un Estado palestino,aunque antes los muela a palos.Netanyahu, en cambio es más radical, más“ultra” si se quiere, pero se le puede ejercermás presión. De todos modos, un gobiernode Netanyahu sería totalmente negativopara Israel y para Medio Oriente.

¿Y otro de Sharon?

No creo que imponga variaciones a la durasituación que estamos atravesando hoyen día. Al igual que Netanyahu, está es-perando que Estados Unidos invada Irakpara aprovechar la situación y expulsar ala Autoridad Palestina de los territorios ycrear una situación más anárquica quela actual para, sencillamente, no tenercon quien hablar.

¿Hacía dónde creé que marcha MedioOriente?

A una situación bastante anárquica.Cuando Estados Unidos invada Irak, si-tuación que considero altamente pro-bable, la crisis se va a profundizar en laregión. Es posible que haya levantamien-tos en masa, mayor cantidad de atenta-dos, es decir; se tiende a una situaciónmucho más crítica. Creo que lo que estánbuscando Bush y Sharón son definicio-nes, no quieren dar más vueltas, quierenganar y Estados Unidos, por sobre todo,quiere legitimar su poder militar y eco-nómico en la región y ante el mundo.

Por Max im i l i ano Borches○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

que E.E.U.U. invada Irak, para expulsara la autoridad palestina”

El pasado 28 de noviembre, un automóvil repleto de explosivos atravesó a alta velocidad labarrera de seguridad del hotel “Paradise”, estallando en el lobby en momentos que decenasde turistas israelíes se estaban registrando. El saldo fue de al menos 9 muertos, tres turistasisraelíes –entre ellos dos niñas- y seis empleados kenianos, sumando a más de 80 heridos.Según precisó la policía keniana, tres terroristas ocupaban el coche-bomba. Tras la explo-sión se produjo un gigantesco incendio que dejó al hotel en ruinas. Minutos antes de estehecho, dos misiles fueron disparados sin éxito contra un avión de la compañía israelí “Arkia”,con 264 pasajeros y 11 tripulantes, en momentos que despegaba del aeropuerto de Mombasa,pero el avión llegó a salvo a Tel-Aviv. El gobierno de Israel inmediatamente envió un equipode rescate para atender a las víctimas del atentado y para devolverlas a su país. En tanto, elembajador de Kenia en Jerusalem, John Malan Zawe, dijo a la radio estatal israelí que “laautoría de ambos atentados corresponde a la red terrorista Al Qaeda, del millonario sauditaOsama Bin Laden”, y el Canciller israelí, Benjamín Netanyahu, expresó que “éstos ataquesson una grave escalada del terror contra Israel”.

Las acciones del terrorismo internacional vuelven a pegar golpes bajos, en momentos queMedio Oriente es un real hervidero. Estos actos, por demás condenables, sólo pueden res-ponder a aquellos que idolatran la muerte, y se cubren –cobardemente- tras la sangre y eldolor de los otros y no hacen más que legitimar el facineroso discurso del Presidente norte-americano, George W. Bus, para llevar a cabo su “cruzada internacional contra el terrorismo”,habilitándolo a seguir invadiendo a cuánto país se le ponga en contra en todo el mundo, acosta de seguir acumulando poder político, militar y económico.Por otra parte, el actual Primer Ministro Israelí, Ariel Sharon quedó habilitado para presen-tarse como candidato por el Likud, en las próximas elecciones, tras obtener un rotundotriunfo en las internas de ese partido.

Al cierre de esta edición, un deplorable atentado te-rrorista se cobraba al menos 9 víctimas fatales y másde 80 heridos en el hotel Paradise, de propietariosisraelíes, ubicado en la playa Kikambala, a 80 kilóme-tros de la ciudad de Mombasa, Kenia. Minutos antesde este atentado, dos misiles habían sido disparadoscontra un avión de la compañía israelí Arkia, repletode turistas israelíes que volvían a sus hogares luego dehaber finalizado sus vacaciones en el país africano. Losproyectiles erraron el blanco y el avión pudo llegar sininconvenientes al aeropuerto de Tel-Aviv.

DOBLE ATENTADO ANTI-ISRAELI EN KENIAULTIMO MOMENTO

Por Max im i l i ano Borches○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Restos del Hotel «Paradise»

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La vuelta de los colonos a la mesa de discusión.El gobierno de coalición nacional se encontraba en la líneafloja desde hacía tiempo. Los atentados, a pesar de haberreducido su intensidad, continuan sucediendo. Las actividadesdel ejército en los territorios aumentaron, algunas con erroresimportantes como el intento fallido de asesinato de un líderdel Hamas en Gaza. Sumado a esta preocupante situaciónde seguridad, la economía israelí continúa siendo, hasta lafecha, negativa. La caída de la multinacional israelí High Techa nivel internacional junto con la destrucción de la industriaturística, hicieron que se pasara en muy poco tiempo del augedel 2000, a la trágica situación actual.Bajo este panorama la coalición nacional comenzó lentamentea resquebrajarse. El tema de los asentamientos y los colonos pro-vocó el primer temblor. Grupos de colones decidieron levantarnuevos asentamientos en la zona de Judea y Samaria sin au-torización gubernamental. El ejército recibió la orden de des-alojar a los asentados, lo que fue interpretado por los sectoresreligiosos como una provocación. Se produjeron enfrentamien-tos, varios soldados resultaron heridos, y llovieron críticas haciael ex Ministro de Defensa Ben Eliezer, por haber dado la orden aTzahal (ejército de defensa israelí) de llevar adelante la opera-ción. Sharon apoyó a su Ministro, pero las relaciones dentro delgobierno se complicaron.

El presupuesto, la gota que derramó el vaso.En estas condiciones se llegó al momento de votación delpresupuesto. En el sistema político israelí cuando se vota elpresupuesto gubernamental en el Kneset (Parlamento), el quevota en contra está votando en contra del gobierno, es decir,que si el presupuesto no es aprobado el gobierno cae. Acla-rado este punto, al momento de discusión del presupuesto elex Ministro de Defensa Ben Eliezer, antiguo líder del partidolaborista Avodá, decidió rebelarse al mismo, negándose aaceptar que se transfieran 700 millones de Shekels –unos180 millones de dólares- a los asentamientos, para que esedinero se destinara a ayuda social. De acuerdo a los númerosde la Organización de Previsión Social, hay más de un millóny medio de israelíes bajo los niveles de pobreza. De acuerdoa los análisis de Ben Eliezer, o el gobierno caía o aceptabansu propuesta, de ambas formas, pensaba, él y su partido sal-drían fortalecidos. Sharon respondió a la oposición diciendoque no se retiren de la coalición, que aprueben el presupues-to y que negociaran después de evitar la caída del gobierno.Ben Eliezer, apoyado por su partido, decidió no aceptar lapropuesta de Sharon y Avodá votó en contra.

NOTA; Por Sebast ián SclofskyDESDE ISRAEL○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

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NOTA;

Con la renuncia de los Ministros laboristas al gobierno deunidad nacional, el Primer Ministro Ariel Sharon, se vioobligado a adelantar las elecciones para el próximo 28 deenero. Esta crisis política se desencadena en momentosde conflictos sociales y militares de enorme importanciapara el joven Estado.

ELECCIONES ANTICIPADAS

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en Israel

Ben-Eliezer junto a Ariel Sharon

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Lo que Avodá no logró, lo logró la derecha.Contrariamente a lo que todos pensaban, Avodá no logró suobjetivo. El presupuesto fue aprobado, el gobierno de coaliciónnacional cayó, pero el debilitado en este juego fue el partidode oposición. Si el Partido Laborista se encontraba en unagrave crisis política y electoral en los últimos tiempos, estajugada le hizo mucho peor. Frente a la caída de la coalición,Sharon tuvo que formar un nuevo gabinete y no tuvo otraopción que salir a buscar a la extrema derecha. Comenzó porofrecer el Ministerio de Defensa a líder del partido extremista“Zo Artzenu”, Liberman, quien desechó el cargo. De ahí salióa negociar con el ex Primer Ministro Benjamín Netanyiahu,su opositor en la interna del Likud. Este último apoyado porel partido Zo Artzenu, decidió salir en búsqueda de su opor-tunidad electoral, y estableció sus condiciones para apoyar aSharon, entre ellas la de adelantar las elecciones. Al mismotiempo, Liberman establecía sus propias condiciones, entrelas cuales se encontraba la destitución de todos los Minis-tros de izquierda del gobierno. Ante la negativa de Sharon, elgobierno se encontró con que no contaba con los votos sufi-cientes para mantenerse en el poder. Como conclusión detodo esto, la extrema derecha logró el objetivo que Avodá nopudo obtener. Y en 60 días, específicamente el 28 de eneropróximo, se llevarán a cabo las elecciones para un nuevogobierno en nuestro país. Mientras tanto se han producidocambios en el gabinete. Como Ministro de Defensa asumió elcuestionado ex Comandante en Jefe del Ejército, Shaul Mofaz;y como Ministro de Relaciones Exteriores (Canciller) asumióel ex Primer Ministro, Benjamín Netanyahu.

El retorno del viejo sistema parlamentario puro.En las últimas tres elecciones se había introducido un embriónpresidencialista en el sistema parlamentario israelí. Desde laelección de 1996 hasta la última, se votaba bajo dos vías. Porun lado se votaba en forma directa al Primer Ministro y porotra se votaba la conformación de la Knesset (parlamento).Por eso se comprende como en las últimas elecciones el par-tido más votado fue Avoda, pero el cargo de Primer Ministrole correspondió al líder del Likud, Ariel Sharon. En estas elec-ciones se retornará al viejo sistema donde lo único que sevota es el Parlamento. El líder del partido que obtenga másbancas tendrá un período de tiempo para formar su gobierno yser aprobado por 61 votos de los 120 escaños que representanal Parlamento israelí, de no lograrlo, la oportunidad pasará allíder del segundo partido más votado.

Las perspectivas: ¿Recomposición de Avodá?,¿nueva victoria del Likud?A raíz de la grave situación de seguridad, la sociedad israelíse ha derechizado en forma notable. Hasta los viejos luchado-res por la paz desconfían enormemente en el liderazgo palestino,se han visto defraudados por Arafat y están cansados. En los

últimos años se vivió la peor época de atentados en la historiade Israel, y todas las acusaciones apuntan al líder palestino.Sumado a esto, se encuentra la enorme perdida de liderazgoe identidad de Avodá. A raíz de la derechización de la socie-dad israelí y del fracaso de Arafat de liderar a su pueblo haciala paz, Avodá ha intentado cambiar su discurso de acuerdos,pero no ha encontrado un camino que lo defina como partido.Quizá, ahora, con el triunfo del actual alcalde de Haifa, AmramMitzna en las internas laboristas, quién prometió desalojar alos colonos judíos y retirar al ejército de los territorios, Avodáse reubique políticamente asumiendo un verdadero rol deoposición. A pesar de esto muchos de sus electores, así comolos votantes independientes que optaban en general por elLaborismo han perdido la confianza en él. Por lo tanto, y deacuerdo al punto de vista de varios analistas políticos, no cabendudas de que el Likud saldrá victorioso en las próximas elecciones.La pregunta es cuántas bancas obtendrá, con quién hará coali-ción y fundamentalmente, quién ganará las internas del partido.

Todo se define en una interna.Siguiendo este razonamiento, la elección nacional se definiráprobablemente en las internas del Likud que se realizarán próxi-mamente.En ellas se enfrentarán el actual Primer Ministro Ariel Sharony el actual Ministro de Relaciones Exteriores, Benjamin Neta-nyahu. De acuerdo a las últimas encuestas, Sharon aventajaa Netanyahu por un 10%, y todo indica que esta brecha au-mentará. No olvidemos que Sharon es de los últimos líderes dela vieja generación de militares y políticos israelíes, que estuvoen todas sus guerras y en todos los momentos importantes deeste país. Por otra parte, Netanyahu es considerado uno de lasmás hábiles políticos israelíes en la actualidad. A pesar de laimportante ventaja de Sharon es difícil prever quien ganará. Todo es una incógnita frente a una grave situación económica,la peor en la historia de Israel; con una delicada situación enmateria de seguridad y ante la posibilidad de una guerra conIrak, Israel mantiene su compromiso democrático y en dosmeses habrá elecciones. Se podría decir que no es la mejor é-poca para cambiar de gobierno, para entrar en estos juegospolíticos que pueden debilitar el liderazgo del país, gastarmillones en elecciones internas y nacionales, pero como dijoShimon Peres; “Israel es el único país donde la guerra y las crisislo han hecho más democrático”, y el llamado a elecciones es unejemplo de esto. ¿Quién va a ganar?, difícil saberlo. Todo in-dica que continuará el liderazgo del Likud, pero en este paíslo único constante es el cambio, lo que hoy es cierto puedeno serlo mañana. En principio habrá que ver como evolucionala economía, que ocurre con la seguridad, y principalmenteque acontecerá con Irak. Se sumarán otros temas en la agen-da, pero indudablemente la economía y la seguridad seránlos temas principales de discusión, además del problema delos asentamientos.El próximo 28 de enero habrá una respuesta a estas preguntas.

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Medio Oriente

Poco después del fracaso en las conversaciones de Camp David de julio de

2000, Marúan Barguti lanzó la amenaza: “Shlomo, si no se llega a un acuerdo

de aquí al mes de septiembre habrá problemas”. Quien escuchaba del otro

lado de la línea era el entonces canciller israelí Shlomo Ben Ami, para quien

todavía no habían muerto las esperanzas de alcanzar un acuerdo definitivo

luego del rechazo de Arafat a la propuesta de Ehud Barak y Bill Clinton.

Todavía el jefe de Likud, Ariel Sharon no había visitado el Monte del Tem-

plo pero Barguti ya había anunciado que el terror era la contra propuesta

que la dirigencia palestina le tenía preparado a Israel.

Dos años después, aquel dirigente palestino que mantenía un fluido contactocon el gobierno de Barak se convirtió en el líder terrorista más importantearrestado por el Ejército Israelí durante la operación “Muro de Defensa” acu-sado de haber desarrollado, manejado y llevado a la práctica actos terroristasasí como haber recaudado fondos a favor del terror y la obtención ilegal dearmamento. Pero lo que parecía encaminarse a ser el juicio criminal másimportante que se haya hecho sobre terrorismo en Israel, se está trans-formando en un proceso en donde se potencia como en ningún otroámbito el enfrentamiento político entre palestinos e israelíes.

El proceso contra Barguti ya ha trascendido el aspecto meramente judicialgracias a la hábil estrategia del dirigente palestino y sus abogados. Mientrasque los israelíes no quieren alejarse de las cuestiones estrictamente legalespara no dar lugar a las críticas de los grupos pacifistas y de derechos humanosinternacionales que cuestionan el carácter democrático con el que el juicio seestá llevando adelante, los palestinos quieren sacar todo tipo de implicanciajudicial al proceso y transformarlo en un juicio político, pero no sólo parademostrar la inocencia de Barguti sino para convertir el proceso en un juiciocontra la ocupación militar israelí de Gaza y Cisjordania. Las posiciones sonirreductibles: para los palestinos Barguti es un líder político, un combatiente de lapaz y para ellos debe estar en la mesa de negociaciones y no en la cárcel. ParaIsrael, es un architerrorista responsable directo del asesinato de 26 personas.

JUICIOAL TERROR○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

[email protected]

NOTA;

Marúan Barguti

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La estrategia de Barguti es clara: quiere transformar este pro-ceso legal en una plataforma política desde donde atacar aIsrael utilizando la gran difusión que genera este caso en laprensa internacional. Es que la mayoría de los medios euro-peos, que consideran a Barguti casi como un héroe de laresistencia palestina, coinciden con el análisis palestino deque en verdad lo que debería estarse juzgando en el tribunalson los 35 años de ocupación militar israelí en Gaza y Cisjorda-nia y no el asesinato de 26 civiles. Y en el primer capítulo deesta estrategia Barguti salió exitoso. En las oportunidades queestuvo frente a la Corte israelí prefirió utilizar su descargo in-citando contra Israel antes que defenderse de los gravísimoscargos que se le imputan. Barguti solicitó al presidente deltribunal que se le permitiera también a él exponer «una pe-sada demanda contra el Estado israelí» y acusó a Israel degenocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de gue-rra y discriminación racial llevados a cabo desde 1948. Lascrónicas periodísticas de los medios ahora hablan del “yoacuso” de Barguti contra la ocupación israelí.

El abogado Jawad Bulos lleva adelante la defensa de Bargutipara intentar demostrar la “ilegalidad” del proceso. “Marúanes un líder político, un hombre que desde siempre solamenteha hecho política” explicó hace unos días. Bulos quiere de-mostrar que lo que se lleva adelante en Tel Aviv «es un procesoilegal, dirigido por las fuerzas de ocupación, que no tienen nin-guna competencia jurídica en las áreas autónomas comoRamallah, donde ha sido detenido y llevado por la fuerza”.

Los israelíes dicen tener pruebas contundentes para acu-sar a Barguti del asesinato de 26 civiles y creen que nohay razón por la cual una persona responsable del ataquea ciudadanos israelíes, en las calles de Israel, no seajuzgado en un tribunal israelí. Según la inteligencia israelí,Barguti dirigió operaciones terroristas, y para sustentar estatesis se mostraron documentos firmados y escritos por supuño y letra, en los que pedía a Arafat dinero para familiasde varios miembros de Al Fatah, muertos en atentados con-tra israelíes o en combates.

El arresto de Barguti es hoy en día lo máximo a lo que puedenllegar los israelíes, ya que en el actual contexto internacional,EL Primer Ministro Ariel Sharon está imposibilitado política ydiplomáticamente para capturar, mantener detenido y juzgara quien considera el principal responsable del terrorismoantijudío: Yasser Arafat. Esta situación convierte entonces aBarguti en el individuo de la dirigencia palestina que para losisraelíes más claramente está identificado con la ola de ata-ques suicidas sobre civiles que sufre Israel desde septiembre de2000. Barguti es consciente de que Israel dispone de pruebasmuy contundentes en su contra y que es muy probable quepase muchos años dentro de alguna cárcel israelí. Por esopotenciará durante el juicio todos sus argumentos para pre-sionar políticamente al gobierno israelí, moralmente a losjueces y sentimentalmente a la sociedad israelí con el fin desocavar la ya frágil estabilidad que existe entre algunos sec-tores pacifistas que condenan la naturaleza del juicio, y losfamiliares de las víctimas de los atentados en los que Bargutihabría tenido responsabilidad que piden una condena ejem-plificadora. Cuatro meses antes de ser detenido, Marúan Barguti,quien ya era conocido en Cisjordania como el “jefe del EstadoMayor de la Intifada palestina”, temía ser asesinado por losisraelíes. “Estoy preparado para todo lo que pueda pasarme.Espero que los israelíes no me maten, porque Israel no gananada si mata a un hombre que siempre ha defendido yluchado por una paz verdadera”, decía en aquel momento.Hoy Barguti esta preso en Israel esperando su juicio. Estaacusado de asesinar a 26 civiles israelíes durante el actualrecrudecimiento de la violencia que él mismo anunció.

Por Damián Szvalb○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

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CON ACENTO ESPAÑOL

¿A que pecado original se refiere Bastenier? El habla del «des-pojo» al que los israelíes sometieron a los palestinos y creeque sólo «un cambio de mentalidad israelí ‘puede’ propiciarun cambio de acción por parte de los palestinos». Y dichocambio en la manera de pensar «implicaría el reconoci-miento de que han cometido un pecado original» desdela creación del Estado de Israel, que «están ocupando la tierrade otro, la patria de otro». Para Bastenier, «sólo ese reconoci-miento pone en situación de encontrar una solución equitativay aceptable para ambas partes».

Si bien el tratamiento de los medios europeos hacia las políti-cas que llevan adelante los israelíes en Medio Oriente generanindignación y rechazo en buena parte de Israel, está instaladala idea de que toda crítica es aceptable salvo las que ponen enduda la legitimidad y legalidad del Estado judío. Así como enel resto del mundo democrático se desarrolló durante los últi-mos años una corriente que se encarga de revisar hechos his-tóricos que parecían intocables, se está percibiendo en Israella aparición de un grupo de historiadores que cuestionan losorígenes del sionismo y la creación del Estado. A estosrevisionistas les gusta presentar a Israel como un hecho his-tórico, pero también como un pecado. Y en el marco del re-

crudecimiento del conflicto político militar entre palestinose israelíes Bastenier se sube a esta corriente para presentarsu análisis que en el mejor de los casos pone en duda la legi-timidad histórica de la existencia de Israel, como Estado. Te-niendo en cuenta sus declaraciones periodísticas, Bastenierrealiza un ejercicio intelectual que se parece más a la criticadavisión irreductible que utiliza el presidente estadounidenseGeorge W. Bush, que a un análisis serio de el responsable deuno de los diarios más importantes de Europa. Marca, sinmatices, las diferencias entre los buenos y los malos: Bastenierve improbable que el pueblo palestino sea capaz de aceptarplenamente la existencia del Estado de Israel «porque sonlas víctimas, y a las víctimas es prematuro pedirles quehagan el camino mental que lleva a la aceptación delenemigo, porque no sólo es el enemigo sino el verdugo».

Estas declaraciones seguramente generarán más debate sobreun tema que parece eterno y que necesita reflexiones seriaspara poder comprender las razones de tantos fracasos polí-ticos y militares que buscaron alcanzar la solución a esteconflicto. En medio de tanta confusión, Bastenier pareceapostar a la provocación.

PROVOCACION

Por Damián Szvalb○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

La aparición del libro “Israel-Palestina: La casa de la guerra” escrito por Miguel

Angel Bastenier, uno de los subdirectores del diario El País de España, amenaza

potenciar crudamente un debate que parece eterno sobre cómo se encontrará

la paz en el conflicto entre israelíes y palestinos. Esta conclusión se desprende

de sus declaraciones, que provocarán, y seguramente traspasarán, el límite que

gran parte de los israelíes toleran: Bastenier pone en duda la legitimidad del

Estado de Israel al decir que la única solución al conflicto pasa por que Israel

reconozca su «pecado original».

[email protected]

NOTA;

Page 11: Horizonte - Nº 2

Mario Sznajder es Doctor en Ciencia Política de la Universidad

Hebrea de Jerusalem e investigador asociado del Instituro

Truman de Investgación por el avance de la paz. Es autor de

“El nacimiento de la ideología fascista”, (Madrid, Siglo XXI,

1994) y de “The Legacy of Human Rigths, Violations in the

Southern Cono, Argentina, Chile and Uruguay” (Oxford University

Press, 1999) Lleva escrito más de cuarenta artículos científicos

en los campos de teoría política y política comparativa, con

especialización en el estudio de las ideologías.

¿Cómo funciona la cooperación aca-démica entre palestinos e israelíes?

No se va a poder creer, pero aún fun-ciona. Existen módulos, al día de hoy,que son dados por profesores palestinose israelíes, con estudiantes también pa-lestinos e israelíes. No hay problemasmayores entre nosotros, pero claro, deciresto es un poco ilusorio, porque entreacadémicos sería muy fácil conseguiralgún acuerdo.

¿Qué sucedió con esta cooperacióndespués del atentado en la Universi-dad Hebrea de Jerusalén?

Hubo cambios, últimamente los pales-tinos no pueden acceder a la parte is-raelí, tanto por problemas que tienencon nosotros como por las amenazasque reciben de los distintos grupos pa-lestinos, pensando que podrían llegar adar algún tipo de información al ejércitoisraelí. Todo esto se hace muy dificul-toso, yo tengo un compañero palestino,politólogo también que ahora está tra-bajando en el Instituto Truman, que nopuede llegar a la Universidad por dis-tintos problemas. Él vive en Ramalah,además, sí en Ramalah se enteran queél llega a donde estamos nosotros, vana sospechar mucho y va a empezar aser mal visto.

¿Cómo se recibió la noticia, en el ám-bito académico, de que había sido untrabajador palestino, que trabajaba allídesde hacía 20 años, quien puso la bom-ba en la Universidad de Jerusalén?

Muy mal, muy mal, y acá entramos enun problema complicadísimo que sonlas motivaciones del terrorismo. No esun problema simple de dilucidar. La in-teligencia israelí elaboró categorías paratratar de definir quien puede llegar a serterrorista y quien no, pero cuanto máspasa el tiempo, y suceden cosas comoéstas, las teorías quedan caducas.

11

ENTREVISTA? Por Max im i l i ano Borches○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

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“me niego a descalificar a un grupo humano entero,porque yo provengo de un grupo humanoque fue descalificado de la misma manera”

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Entonces se podría decir que cual-quier palestino es un terrorista enpotencia...

Esa es una afirmación descalificatoria,yo no me atrevería nunca a hacer unaafirmación de ese tipo. Sólo diría quehay una circunstancia que puede ge-nerar terrorismo en casi cualquier sec-tor de la sociedad palestina. Hay quetener cuidado con el lenguaje, me niegoa descalificar a un grupo humano en-tero, porque yo provengo de un grupohumano que fue descalificado de lamisma manera.

¿En qué cree que cambió la relaciónentre árabes-israelíes e israelíes-judíos?¿ Cuál es el peligro?

Creo que este es el problema más gran-de de la intifada. No entiendo muchode relaciones internacionales, pero miposición en todo esto es la de “realista”y esta posición dice que toda potenciahegemónica, al final del día, dicta suvoluntad y el resto acata la voluntadde ellos. El problema interno en Israel,que se reduce a la famosa frase: “el Es-tado judío y democrático”, es otro pro-blema real y nuestro. Creo que el sucesomás terrible de esta segunda intifada,se da cuando el 29 de septiembre de2000, mueren 13 árabes-israelíes amanos de la policía israelí. Luego de estehecho sucedieron dos cosas; la primera,se estableció una comisión investigadoraque está terminando su trabajo y que

advirtió a una serie de personajes, em-pezando por el entonces Primer Minis-tro Ehud Barak, que pueden ser some-tidos a juicio por lo que declaren. Porotro lado, el gobierno de Barak por esosdías, prometió invertir 4.000 millones deshekel (moneda israelí) para el sectorárabe-israelí, y esto nunca sucedió. Escierto que hubo un cambio de gobierno,pero en Israel, por ley, cuando asume unnuevo gobierno recibe las obligaciones delanterior. En definitiva, y no es novedad,hay cada vez más intervención en actosde terror, de ciudadanos árabes-israelíes.

Este aumento de ciudadanos árabes-israelíes en actos de terroristas, traedel lado israelí mayor discriminación;¿usted piensa que se pueda llegar aun apartheid?

Por supuesto, los fenómenos de polari-zación son social y políticamente des-tructivos y esto nos está pasando eneste momento. Creo, de todos modos,que todo es negociable, y hay que to-marlo como una norma de conductaporque la alternativa a las negociacio-nes es la violencia, y la violencia generamás violencia. Esto es lo que hay queintentar evitar.

[email protected]

[“me niego a descalificar a un grupo humano entero ...

¿Cómo cree que cambió la relaciónentre estos pueblos, después de losatentados del 11 de septiembre?

Cambió mucho, porque la actitud es-tadounidense se endureció. Hay, po-dríamos decir, un fenómeno de cortoplazo que funciona a favor de Israel,porque se legitima hablar de terror y te-rrorismo y otro fenómeno a largo plazoque está basado en los propósitoshegemónicos estadounidenses, quevan a atropellar por el camino a todolo que se le ponga adelante.

¿Considera un hecho viable, el es-tablecimiento del Estado palestino?

En Jerusalem dicen así: “desde la des-trucción del segundo Templo, el dere-cho de profecía queda para los pobresde espíritu”. No sé lo que va a pasar,pero por supuesto, espero que se esta-blezca el Estado palestino. La realiza-ción de ese Estado depende de muchascosas, pero fundamentalmente, de quelos propios palestinos tengan unliderazgo responsable que sepa condu-cir la política en dirección a un Estado.Uno de los grandes problemas palestinoses su bajo nivel de institucionalización.

Page 13: Horizonte - Nº 2

“En Israel, la ciencia es muy moderna, con instrumentación científica muyavanzada. Esto es mundialmente reconocido: participamos de los programasde investigación de la Unión Europea, tenemos muchos intercambios de aca-démicos y estudiantes con los países de ese continente y muchos científicosisraelíes reciben becas y presupuestos de investigación de Europa. En lo quese refiere a investigación aplicada es indudable que Israel está considerado entrelos líderes mundiales, fundamentalmente en los campos de alta tecnología, in-geniería genética, biología molecular y la industria farmacéutica. En este últimocampo se avanzó más rápidamente que otros países occidentales. La industria,los entes nacionales y la universidad dan mucha importancia a la investigaciónaplicada ya que tiene una misión relevante para la sociedad y constituye unafuente de ingreso para los centros de estudio. Parte de las ganancias quegeneran las invenciones en las universidades vuelve a ella o a los investigadores.Esto podría representar un promedio del 15% de los ingresos de las casas deestudio, que es muy significativo. No hay que olvidar que las universidadesson mantenidas por el gobierno. Paralelamente, hay muchísimo desarrolloindustrial. Ya mencioné el farmacéutico, que estaba muy limitado pero en losúltimos años tuvo logros muy importantes de la mano del conglomerado “Tevah”,que es pionero -sobre todo- en el campo de los medicamentos genéricos o lasnuevas drogas para el tratamiento de la esclerosis múltiple o el Mal de Parkinson.Idear, crear, comercializar e instalar en el mercado una nueva droga es muysignificativo para un país pequeño y con escasos medios como Israel.”

¿Cuáles son los centros médicos,científicos y universitarios más re-nombrados?

La mayor parte de la investigación serealiza en las universidades (la más acti-va es la Hebrea de Jerusalén), pero hayvarios institutos científicos (el principales el Weizmann) y hospitales (guberna-mentales y privados, como el Hadassa)que tienen laboratorios de investigación.En las universidades se han incorporadocarreras nuevas, como las vinculadas ala biotecnología, que creo que es el futu-ro de la ciencia (biología, medicina, agro-nomía). Hay un principio fundamental quese cuida mucho: la bioética, tanto en es-tudios clínicos como en animales...

... A propósito, ¿cuando habla debioética se refiere a una concepcióncientífica o religiosa?

Se basa en acuerdos científicos interna-cionales, aunque hay quienes los com-plementan con principios adicionales.

¿Y el juramento médico es hipocrá-tico o religioso?

Es una combinación de ambos: el jura-mento de Maimónides, que incorporaelementos de Hipócrates y del judaísmo.

13

Por Lic. Claud io Gustavo Goldman○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

EDUCACION<

I SRAEL , EN EL“PRIMER MUNDO”CIENTIFICO

Jaime Kapitulnik llegó a Israel desde la Argentina en 1963.

En la actualidad es profesor de Farmacología en la Facultad

de Medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Allí

obtuvo su título de grado en Ciencias Biológicas y su máster

y doctorado en Bioquímica. Luego hizo su posdoctorado

en Farmacología en los Estados Unidos. Durante su breve

visita a la Argentina conversó con Horizonte acerca de la

actualidad científica de Israel.

Page 14: Horizonte - Nº 2

¿El Estado está comprometido conel desarrollo de la ciencia?

Sí, lo reconoce como algo que debe serpromovido y apoyado, aunque los pre-supuestos no cuentan con un completorespaldo de los estamentos ortodoxos,si bien éstos son conscientes de que elavance tecnológico no llega desde las“ieshivot” (escuelas rabínicas). Dos sonlos entes oficiales que promueven eldesarrollo científico: la Academia Nacio-nal de Ciencias y el Ministerio de Salud.También hay varios privados, como laAsociación Israelí de Lucha contra elCáncer. Los fondos dedicados a la saludy la investigación son ciertamente in-suficientes. Debieran darse más porqueel resultado logrado es excelente. Granparte del dinero empleado en la investi-gación proviene de acuerdos entre Israely los Estados Unidos, Alemania y laUnión Europea. En este caso y dado queIsrael es un “Estado asociado”, nuestroscientíficos presentan proyectos de inves-tigación con pedido de financiamiento,y muchos lo logran.

LA CIENCIA EN LA AUTONOMIA PALESTINA

“LAS UNIVERSIDADES ESTAN MUY INVOLUCRADAS EN EL CONFLICTO”

“El desarrollo científico en las dos universidades palestinas, Bir Zeit (en Ramalah) y al-Nakyá(en Nablus), está paralizado porque esas casas se radicalizaron y están muy involucradas enel conflicto israelo-palestino, atentados incluidos. No se trata de una democracia, en la cual lagente puede elegir lo que le conviene. Entre los alumnos existen los más y los menos radicales,pero la actividad científica es prácticamente nula. Por otra parte, hasta los investigadoresegipcios temen reunirse con pares israelíes, y muchos de ellos están amenazados. Esto tambiénpasaba antes, pero esta ola de violencia lo exacerbó.”

¿Cómo era la relación con los investigadores palestinos antes de septiembre de 2000?Después de los Acuerdos de Oslo se establecieron grupos de actividades con los palestinos,en la Margen Occidental. Era una época de florecimiento, y los encuentros conjuntos erancomunes. Yo mismo invité, desde la Universidad Hebrea de Jerusalem, a profesionales de laEscuela de Farmacia de la Universidad de al-Nakyá, que visitaron nuestra escuela y acorda-mos realizar seminarios conjuntos e intercambio de estudiantes. Ellos estaban muy intere-sados en nuestro apoyo. También existían programas de investigación fomentados por elgobierno alemán, con un presupuesto muy generoso. La ciencia es una buena forma deacercamiento. Todo esto se paralizó en septiembre de 2000, por un cambio de estrategia delos palestinos.

[email protected]

¿Qué puede comentar acerca de lainvestigación de base?

En esta etapa también se han consegui-do logros muy importantes en la terapiagénica, el diagnóstico prenatal o el usode medios basados en imágenes, comosistemas de tomografía computarizadapara diagnosticar cánceres muy especí-ficos que antes no podían identificarsecon tanta precisión. Además, hay unénfasis muy grande en la investigaciónde la vejez, no sólo para prolongar lavida, sino también para mejorar su cali-dad. También hubo adelantos significa-tivos en física, química, psicología y otrasciencias sociales. Por otra parte, Israelestá muy avanzado en el desarrollo desatélites de comunicaciones y ya cuentacon uno propio (“Ofek V”).

PROBLEMATICA

¿Cómo influye en la ciencia israelí laexportación de “cerebros”?

Si los palestinos se pusieran a pensaren el potencial científico existente enla zona, en la cantidad de “cerebros” quese van a otros países por la inestabilidadimperante y en que éstos podrían desa-rrollarse y solucionar muchos de los pro-blemas de Medio Oriente si no hubieseviolencia, no demorarían demasiado enfirmar la paz. El problema es que no esprecisamente esto en lo que piensan.

¿Cómo afecta la recesión económicaal campo científico?

En ciertos aspectos se nota una limita-ción, pero no creo que sea significati-vo. Las universidades se ven amenaza-das por los recortes de presupuesto,pero sus autoridades tratan de ahorraren el área administrativa y no dañar lainvestigación, también porque ésta leconsigue fondos adicionales.

ISRAEL, EN EL“PRIMER MUNDO”

CIENTIFICO

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DOSSIER(

“EL DIA QUE MURIO LA PAZ”

¿Qué ocurrió en Camp David? ¿Cómo expiró el proceso de paz?.El entonces Canciller israelí, Shlomó Ben Amí, escribió un diariodetallado sobre el encuentro en Camp David, documentando elfracaso que comenzó en Estocolmo, continuó en Maryland y secompletó en Taba, y cuyos ecos resuenan, aún, en las ciudades deIsrael y de los territorios ocupados. En su diario se encuentra lahistoria completa del intento fallido por finalizar el conflicto,incluyendo el mapa de la retirada israelí.

En esta entrevista, realizada por el periodista is-raelí Ari Shavit y publicada en el periódico Haaretzel 14-09-01, el entonces Canciller Shlomó BenAmi, afirma que Camp David fue un hito crucialpara comprender “el día que murió la paz”. De-muestra que, con posterioridad a Estocolmo, lospalestinos eran flexibles sobre el tema de asen-tamientos, pero no en lo concerniente al límiteoriental y el valle del Jordán.

A diferencia de lo que se cree, en Camp David no hubo contrapuesta palestina sino que la oferta más concreta presentadafue con respecto a Jerusalem, tema no entendido como “acuerdo” sino como “división” absoluta. En cuanto a la CiudadVieja de esa ciudad, se consideró la opción de dividirla en dos barrios palestinos y otros dos israelíes, propuesta que,tampoco, fue aceptada. Hacia el final del encuentro en Maryland, se avanzó sobre la idea de colocar un cinturón exteriorbajo soberanía palestina y el Monte del Templo bajo soberanía israelí pero en fideicomiso palestino. Esa opción israelítampoco fue aceptada ni contó con una contraoferta palestina. Ben Ami considera que Arafat no es un líder terrenal sinoque está preocupado por temas centrados en lo “mítico” (Jerusalem, Monte del Templo) y en su arraigado sentimiento de“víctima”. Esta postura la mantuvo hasta el 28 de septiembre de 2000, cuando estalló el recrudecimiento de la violenciaentre palestinos e israelíes, denominada “segunda intifada”, que definitivamente lo “salva” políticamente. Sin embargo, paraBen Ami, la conformación de un Estado Palestino es un imperativo moral y político y, para su concreción, se debería contarcon la colaboración de la comunidad internacional.

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ESTOCOLMO:ACUERDOS PRELIMINARES

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¿Cuáles fueron las premisas queguiaron a Ehud Barak y a Ud. cuandoen la primavera salieron a finalizarel conflicto israelí –palestino?

Teníamos una serie de hipótesis de tra-bajo. Creo que la más importante era lapresunción, común a los norteamerica-nos, europeos y la centro-izquierda israelídurante años, que el Acuerdo de Oslo creó– en el Medio Oriente- un orden interna-cional nuevo y racional basado en el prin-cipio de dar y recibir que, en el futuro,podría conducirnos a un compromisorazonable. La hipótesis de trabajo detodos, incluso de Ehud y mía, era que,en 1993, se había establecido aquí unaespecie de Estado palestino que actuaba,con nosotros, de acuerdo a criterios acor-des a las relaciones internacionales. Aposteriori se descubrió que esa presun-ción – sobre las intenciones de la otraparte- era errónea. Resultó que Oslo sir-vió al líder palestino Yasser Arafat comoun camuflaje a través del cual empleó, ylo continúa haciendo, presión política yterrorismo en dosis diversas y alternadaspara minar los cimientos de la idea dedos Estados para dos pueblos.

Retornemos al principio, a las pri-meras conversaciones que mantuvocon Barak cuando le encomendó lasnegociaciones ¿En ese momento, enqué clase de compromiso territorialse pensaba?

En uno de los primeros encuentros Barakme mostró un mapa que incluía ( paraIsrael) el Valle del Jordán. Era similar alPlan Allon (diseñado por el extinto Can-ciller Ygal Allon en los años ‘ 70) aunqueconsiderablemente ampliado. Barak es-taba orgulloso que su mapa dejaba casiun tercio del territorio bajo soberaníaisraelí. Si no me equivoco entregaba alos palestinos sólo un 66 % del territo-rio. Ehud estaba convencido que éstemapa era sumamente lógico y tratóde persuadirme, de que todo el que loviera comprendería que reflejaba unapropuesta absolutamente razonable.Su idea era una expresión de deseo,inocente y paternalista. Cuando medijo, con mucho entusiasmo: “Mira,esto es un Estado; se ve- a todos losefectos – como Estado”. En ese mo-mento no lo discutí. No le dije quearroje el mapa a la basura o que hagacon él un barrilete. Pero, más adelan-te, tras haber mantenido conversacio-nes con palestinos y analizado los di-versos aspectos en forma interna,comprendió que era imposible pre-sentar, en público, este mapa.

¿Con qué fueron a las negociaciones?¿ Cuáles fueron las posiciones israelíesoficiales que presentó, junto conGuilad Sher, a los palestinos en lasnegociaciones secretas de Estocolmo,en mayo de 2000?

En Estocolmo colocamos, sobre la mesa,un mapa con una relación de 88porciento-12 por ciento (88% para lospalestinos y 12% para los israelíes). Exi-gíamos tres bloques de asentamientos(Etzion, Ariel y los suburbios de Jerusalem)y retención, por razones de seguridad,del Valle de Jordán, por un lapso de20 años. De acuerdo al mapa, la línea

del río Jordán permanecería siemprebajo soberanía israelí, para evitar el in-greso de armamentos y la violación delos acuerdos de desmilitarización. EnEsto-colmo nos opusimos, también, a laidea de intercambio territorial. La con-cepción era que la solución estaría den-tro de los limites territoriales de la Franjade Gaza y la Margen Occidental.

¿Cómo reaccionaron los palestinos?

A ellos no les gustaron nuestros ma-pas. Abú Alá solía decirme: «Shlomó,retira el mapa”. En conversaciones in-formales me presionaba: “¿ Qué por-centaje están dispuestos a ceder real-mente?”. Pero las mejores de todas lasconversaciones las mantuvimos en la re-sidencia para huéspedes del Primer Mi-nistro sueco, a orillas de un lago queresulta difícil de describir por su belleza.El entorno era apacible, la atmósferaadecuada y la actitud pragmática. Has-ta tal punto que ya habíamos armado,por escrito, un acuerdo marco, aseso-rados por juristas expertos en Dere-cho Internacional sobre la redacciónlegal. Estas reuniones fueron las más or-denadas que tuvimos en todo el proce-so de negociación. Nuestra sensaciónera que, de verdad, estábamos avan-zando rápidamente hacia un acuerdode paz israelí-palestino.

¿Cuáles fueron los acuerdos que lo-graron?

Él término del acuerdo fue demasiadoformal. No hubo conclusiones pero sí unentendimiento sobre nuestra necesidadde que los asentamientos quedasen bajosoberanía israelí así como que, en todolo concerniente a la seguridad, lospalestinos serían flexibles. Respecto altema de los refugiados desarrollamosun marco completo de solución, dentrode los países árabes donde se encuen-tran; en el Estado palestino, en terce-ros países y en la reunificación de fa-milias en Israel. En Suecia, Guilad y yo,

“ E L D I A Q U E M U R I O L A P A Z ”

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DOSSIER(

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hablamos de una cantidad que oscilabaentre los 10.000 y 15.000 refugiados queserían absorbidos por Israel, durante va-rios años. Abú Alá y Hasán Asfur noaceptaron la cantidad pero demostra-ron disposición a entrar en negociacio-nes concretas sobre la cantidad de re-fugiados. También en asuntos territo-riales se tuvo la sensación que estaríandispuestos a acercarse a nuestra posi-ción. En una conversación, posterior aEstocolmo, en el Hotel Holiday Inn deJerusalem, Abú Alá aceptó, explícita-mente, renunciar a un 4% de la Mar-gen Occidental. Esto dio la sensación deque el acuerdo estaba al alcance de lamano.

¿Y Jerusalem?

Sobre Jerusalem no se habló. Barak noestaba dispuesto y, creo, que fue un error.Si hubiéramos hablado también sobreJerusalem hubiéramos llegado a CampDavid mejor preparados. Pero Barak te-mía las filtraciones de información yque el sólo hecho de tratar el tema, de-bilitase al gobierno y pusiera en peligrola coalición. Así es como, en los borra-dores que preparamos, el capitulo sobreJerusalem quedó en blanco. Inclusiveeste “blanco” le preocupaba. En estos do-cumentos, que se elaboraron a media-dos de mayo, se puede ver una notaescrita de su puño y letra que dice:“Barak prefirió que ni siquiera en el títulode la sección, figurara Jerusalem”.

¿Cuál fue la dirección que este pro-ceso tomó después de las conversa-ciones en Estocolmo, en vista de lareunión en Camp David?Si le hubiera preguntado, en junio ojulio de 2000, sobre qué tema sehubiese podido lograr un acuerdo,¿qué me hubiese respondido?

En forma oficial, en esta etapa, no nosmovimos del mapa 88-12 de Estocolmoy del principio que no habría intercambiode territorios. Pero, en conversacionespersonales, mencioné alrededor de un 8a un 10 por ciento. Como dije, Abú Aláhabló sobre un 4%. Hasta donde séClinton recibió de los palestinos, antesde Camp David, la promesa de un 2 porciento. Así es como podíamos suponerque nosotros avanzaríamos más allá del90 por ciento y los palestinos más del 4por ciento, y que nos encontraríamosen algún lugar intermedio. En el asuntoterritorial, Clinton podía decir que laspartes no estaban de acuerdo sobre lasdimensiones pero sí respecto del prin-cipio. Lo que estuvo claro en las conver-saciones, inmediatamente posteriores aEstocolmo, fue que los palestinos podríanser relativamente flexibles sobre losasentamientos pero que no lo serían enlo concerniente al límite oriental y al Valledel Jordán. Exigían que la frontera lle-gase hasta el río Jordán cosa que, enesa etapa no estábamos dispuestos agarantizar.

¿Y respecto a Jerusalén y a los refu-giados?

Sobre Jerusalem no se mantuvieronconversaciones detalladas. Todo lo quehubo fue una promesa hecha por Arafaten una conversación mantenida enNablus, que el Muro Occidental y el ba-rrio judío (en la Ciudad Vieja) eran nues-tros. Arafat habló, extensamente, sobresus recuerdos cuando jugaba en los años´30 con niños judíos al lado del Muro,por lo que sabía que el Muro es nuestro.Otros palestinos mencionaron, variasveces, el barrio de Giló, de lo que sepuede entender que aceptaban los ba-rrios judíos en la parte oriental de la ciu-dad. Pero, respecto a los refugiados, hubo–en el período entre Estocolmo y Camp

2 MARYLAND:LA ÚLTIMA NEGATIVA

David- un cierto retroceso. Abú Mazenconvenció a Abú Alá de no entrar en ladiscusión sobre cantidades, sino aferrar-se al principio del Derecho al Retorno.A uno de los encuentros, Abú Alá trajoel documento conjunto de Beilin y AbúMazen, señalándome las reservas deAbú Mazen sobre el mismo, especial-mente en lo referente a los refugiados.

¿Abú Mazen tenía reservas sobre eldocumento Beilin-Abú Mazen?

No sólo él. Cuando le pregunté a Arafatsobre este documento, en una charlaque mantuvimos, en Gaza, meses mástarde, me respondió despectivamente:“palabras, palabras”. Arafat no estabadispuesto a considerar este documentocomo base (de negociación) Durantetodo el proceso los palestinos no acep-taron los parámetros más básicos deldocumento. Por eso llegué a la conclu-sión que no se debía continuar con la pro-ducción de documentos de “diplomaciade la puerta trasera”. Los palestinos no sesentían obligados y los consideraban sólocomo ablandamiento anticipado de susobjetivos.

¿Cuáles fueron –en el encuentro deCamp David de mediados de julio de2000- las posiciones de aperturaisraelíes?En ese encuentro, ¿Cuál fue la pro-puesta oficial israelí en las negocia-ciones de paz?

En presencia de Clinton coloqué, so-bre la mesa, ante el equipo palestinoel mapa de 8-12. Entre Estocolmo(mayo 2000) y Taba (enero 2001) ofi-cialmente no presentamos ningúnotro mapa. No aceptamos hacer nin-gún retoque en nuestra posición ofi-cial, sin que hubiera algún cambio enla posición de ellos. Al no haber nin-guna modificación no presentamosmapas nuevos. Pero, extraoficialmente,

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era claro que estábamos dispuestos aaceptar de un 10 hasta un 8 por ciento.Aún nos oponíamos a un intercambio deterritorios; aún exigíamos que Jerusalénpermaneciera bajo nuestra soberanía. Re-tornábamos a una solución, basada en laampliación del área urbana, y que partede esta zona ampliada pasase a sobera-nía palestina. Los palestinos, en cam-bio, insistían que las negociaciones seiniciasen con un reconocimiento, porparte de Israel, de los límites de 1967.Fueron inflexibles en este aspecto. Noolvidaré una discusión, en presencia delpresidente Clinton, la Secretaria de Es-tado Madeleine Albright y el Asesor deSeguridad Nacional Sandy Berger, en lacual sugerí que comenzásemos sobre lahipótesis de los límites de 1967, sin quesignificase compromiso. Abú Alá recha-zó, rotundamente, ésta dinámica insis-tiendo que, ante todo, debíamos reco-nocer los límites del 4 de junio de 1967.Más tarde Clinton se enfureció e irrum-pió con gritos terribles. Le espetó a AbúAlá que esto “no es un discurso ante laAsamblea General de las Naciones Uni-das y que los palestinos debían presentarpropuestas positivas de su parte”.Clinton continuó gritando que “nadiepuede recibir todo lo que quiere y quetambién él querría gobernar un ter-cer período, pero sabe que es imposi-ble”. Enrojecido, finalmente, se retirómuy enojado. Abú Alá se ofendió pro-fundamente. Desde ese momento casi loúnico que hizo en Camp David fue pa-sear en un pequeño vehículo de golf.

¿Los palestinos no presentaron unacontrapropuesta?

No. Y ese es el meollo de la cuestión.Nunca hubo contraoferta palestina.Nunca hubo ni habrá. Es por eso que laparte israelí se encuentra siempre anteel dilema: “me levanto y me retiro delas negociaciones, porque esta gente noestá dispuesta a presentar alguna pro-puesta, o hago una nueva concesión”.Llega un momento en el cual el másmoderado comprende que en la otraparte no hay un punto final. Ningunanueva cesión la satisface. No tiene fin.

¿En algún momento fue diferente?,¿se supuso que en Camp David selograría un cambio?

Cuando se tuvo la sensación que elasunto no se movía, el Presidente nor-teamericano organizó un juego de si-mulación que duró toda la noche hastael mediodía siguiente. La consigna eraque el juego no comprometía a los lí-deres. Participamos Guilad Sher, IsraelHasón y yo, frente a Saeb Erekat, Muha-med Dahlán y un abogado palestino deOxford. En este juego planteamos, porprimera vez, una propuesta sobre Jerusa-lén que sugería que el cinturón interiorgozaría de autonomía administrativa. LaCiudad Vieja tendría un régimen especialy el Monte del Templo estaría bajo fidei-comiso palestino permanente. Clintonestaba muy satisfecho con nuestra pro-puesta. También Ehud (Barak) pensóque habíamos dado un paso muy va-liente. Esta posición era para comenzarun nuevo camino que podría sacar alproceso del atolladero.

¿Cuál fue la reacción palestina?

Decepcionante. El abogado de Oxforddijo que ellos exigirían indemnizaciónpor todos los años de ocupación. SaebErekat afirmó cosas similares. No pudecontrolarme y estallé diciéndoles quelos que habían negociado, en vísperas

del establecimiento del Estado de Israelen nombre del sionismo, no habríanactuado con semejante indolencia. Lespregunté: ¿quién tiene que establecerun Estado, nosotros o ustedes?. Sentíuna profunda frustración. Nosotroshabíamos hecho un movimiento tancreativo y flexible y habíamos llegado auno de los momentos más lindos de lanegociación y ellos no podían liberarsede sus ataques, de sus necesidades dereivindicación y de sentirse víctimas. Lacontinuación fue, no obstante, positiva.Clinton fue hasta donde estaba Arafaty mantuvo una conversación muydura. Al sentir que estaba al borde delabismo, Arafat hizo una especie decontraoferta. Le dijo a Clinton que es-taba dispuesto a ceder entre el 8 y 10por ciento del territorio.

¿Está diciendo que, el 16 de julio de2000, en una conversación con Clin-ton, Yasser Arafat aceptó entregar aIsrael la décima parte de la margenoccidental?

Le cito lo que escribí en mi diario el 17de julio: “Durante el día de ayer Arafatle hizo a Clinton una contrapropuesta alposible escenario de la noche anterior.Está dispuesto a otorgar territorio de un8 a un 10 por ciento. Le dijo a Clinton: elasunto de intercambio de territorios lodejo en tus manos, para que decidas. Estádispuesto a aceptar los acuerdos de se-guridad que se resuelvan. Puso énfasissobre las fuerzas internacionales. Tam-bién en el tema de los refugiados en-contraremos una solución. Todo de-pende ahora de Jerusalem. En lo queconcierne a este tema Arafat quiereuna solución aceptable”

¿De aquí surgió la fórmula en CampDavid de intercambio de territorios:9 por ciento de la Margen Occidentala cambio del 1 por ciento de territo-rio soberano israelí?

Esta fórmula no fue nunca plasmada

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se la base para la negociación. Recuer-

en un documento formal, pero flotabaen el aire desde el comienzo de la se-gunda semana. Era nuestra hipótesis detrabajo y no se basaba en un esquemade establecer cantones, formulado porlos israelíes, sino en la posición explíci-ta de Arafat. Recuerdo que el día 17 fuia la cabaña de Ehud (Barak) y me encon-tré con Clinton, que salía en ese momen-to y me dijo, más o menos textualmente,que el mensaje de Arafat implicaba unapredisposición al 8 por ciento, con in-tercambio simbólico de territorios en laFranja de Gaza. En otras conversaciones,el mismo día, Clinton, dijo que “los isra-elíes sentaron un precedente; que real-mente hubo un avance concreto y quees imprescindible llegar a un 80 por cien-to de los asentamientos, más Jerusalénunificada bajo soberanía israelí”. Clintoncomenzaba a tener la sensación quetodo el paquete encajaba. Pero, al pocotiempo, Arafat se retractó. Le envió aClinton una carta en la cual se desdecía.

¿Es posible que Arafat haya hecho unamaniobra brillante para quebrar elgran tabú de Jerusalem, creando unafalsa impresión que, si ustedes cedíansólo en éste asunto todo el resto severía resuelto fácilmente y se podríafirmar un acuerdo?

No lo sé. No me sorprendería que, enese momento, lo único que quería erasalir de la difícil situación en la que seencontraba por la presión norte-americana. Desde su punto de vista,haber dicho algunas palabras aClinton, no algo de gran importancia.También cuando fue con nosotros aSharm-a-Sheik prometió que cesaríael fuego. También entonces habló.Pero, ¿hubo realmente cese de fuego?

Entonces, esa dinámica convierte a CampDavid sólo en una conferencia sobreJerusalem. Ustedes no llegan a un acue-rdo territorial, ni formularon una solu-ción al problema de los refugiados. ¿Loúnico que hacen es dividir Jerusalem?

Eso no fue totalmente exacto. Es ciertoque, en el asunto de refugiados, huboun retroceso pero, en el tema territorial,se creó una sensación que no era elnúcleo de la discusión; que había flexi-bilidad y que el proceso de paz no depen-día de la cuestión territorial. En el grupode negociaciones sobre seguridad hubodiscusiones positivas que significaronun avance en el proceso. Se formuló laidea de la fuerza multinacional. Tampocoacepto que, en Camp David, dividimos aJerusalén. La decisión de repartir Jerusa-lén surgió cuando se aceptaron losparámetros de Clinton, planteados cincomeses más tarde. En Camp David se de-cidió, de hecho, la división pero con unaaspiración a llegar a un acuerdo que nose viese como partición. En este punto,el gran problema fue que los palestinosno estuvieron dispuestos a ayudarnos.No aceptaban ninguna fórmula quesalvase las apariencias con los israelíes;ni en cuanto al Monte del Templo, nien lo referente a la cuestión de la sobe-ranía, ni en nada. Arafat no aceptó nadaque no fuese la división absoluta. Por esoes que Bob Mally (miembro del equiponorteamericano de paz y asistencia es-pecial de Clinton), a quien todos gustanahora citar, en un momento me dijo quelos palestinos deseaban, simplemente,“humillarnos”.

Entiendo que hubo una etapa en laque Barak los sorprendió al aceptar ladivisión de la Ciudad Vieja en dos ba-rrios bajo soberanía israelí y dos ba-rrios bajo soberanía palestina.¿Hizo esto por decisión propia o fue elresultado de una decisión conjunta?

Tal como dije, propuse que se estable-ciera, en la Ciudad Vieja, un régimenespecial. Un poco más adelante, des-pués de esta discusión, el presidenteClinton llegó con una propuesta dedos y dos que significaba la división dela soberanía en Jerusalem. En una con-versación con el presidente de EstadosUnidos, Barak aceptó que esa idea fue-

do que esa noche salí a caminar conMartín Indyk (funcionario del Departa-mento de Estado y ex embajador de Es-tados Unidos en Israel) y ambos coinci-dimos que Ehud (Barak) estaba loco. Nocomprendíamos cómo se le ocurrió, si-quiera, estar de acuerdo. Más tarde mesenté y escribí en mi diario que: “ todospiensan que Amnón Lipkin Shajak y yoempujamos a Barak hacia la izquierdapero, la verdad, es que él nos arrastra anosotros”. En esta etapa, al comienzo dela segunda semana, Barak era mucho másvaliente que nosotros. Realmente valien-te. Clinton me dijo varias veces: “nuncame encontré con alguien tan valiente”.

¿Y a dónde condujo todo esto?

Los palestinos no aceptaron la propuestadel Presidente de Estados Unidos sobreJerusalem por lo que Ehud, también, seretractó. En esta etapa envió una carta aClinton recriminándole que no presiona-ba lo suficiente a Arafat. Más adelanteClinton lo volvió a intentar. Tengo aquíuna esquela, de su puño y letra, en la queme preguntaba si estaba dispuesto a pre-sentar, nuevamente, el acuerdo de Barakcon este principio. Respondí negativa-mente. “Esta propuesta fue descartada”,le dije. El resultado fue una profundacrisis que condujo a que la conferenciacasi se interrumpiera antes de la partidade Clinton a Japón. Barak comenzó asentir que no tenía con quien negociar;que avanzaba más allá de lo que habíahecho cualquier otro Primer Ministroisraelí; que ponía en peligro su carrerapolítica y perdía su gobierno. Arafat semantenía inamovible, rehusando entraren el juego. Fue muy duro para EhudBarak. Muy difícil. Después que decidimos,a pesar de todo, quedarnos y queClinton viajó, Barak se aisló. Nadie lovio durante dos días. Barak había caídoen una depresión.

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EL FRACASO:TRIUNFO DE LO MÍTICO

3¿Qué fue tan difícil para Barak?

Deseaba mucho llegar a un acuerdo. Elque duda sobre esto, no sabe lo quedice. Puedo asegurar que, en diciembre,en las etapas posteriores de las negocia-ciones, me dijo cosas que no me atrevoa repetir pero que reflejan, del modo másdramático posible, cuán fuerte era sudeseo de lograr un acuerdo, aún en lascondiciones más difíciles. Pero en CampDavid, de repente, tomó conciencia quesus premisas optimistas no se concre-taban; que, en realidad, no había conquien negociar; que Arafat no partici-paba de esa dinámica. Tampoco los otroslíderes en Medio Oriente acudieron ensu ayuda. Ninguno contaba con lagrandeza de Ehud (Barak) Mientrastanto, en Israel, fue –políticamente-degollado. Era como una cabeza depuente que avanzaba y se quedaba sinretaguardia. Piense cuánta fortaleza deespíritu fue necesaria para hablar so-bre lo que hablamos en Camp David.Mientras tanto, el gobierno israelí seasemejaba a un misil del cual, a cadamomento, se desprendía una nuevasección. Lo único que quedaba era lacabeza del misil. Lo que Barak soportó,en esos días, fue casi inhumano.

Pero después de esos dos días Clintonregresa de Japón y las negociacionesse reanudaron. ¿Qué ocurrió en losúltimos días?

Hacia el final de la conferencia se coloca,sobre la mesa, la propuesta del presidenteClinton relativa al cinturón exterior bajosoberanía palestina, y el Monte del Tem-plo bajo soberanía israelí pero en fidei-comiso palestino. Además había dos va-riantes: autonomía administrativa en losbarrios árabes internos y dos barrios enla Ciudad Vieja bajo soberanía palestina,o soberanía palestina en los barrios árabesinternos y autonomía administrativa enla Ciudad Vieja. Había una tercera opción:postergar, por tres años, las negociacio-nes sobre Jerusalem. Esa fue la últimanoche. Era tarde. Recuerdo que, antesde salir hacia la cabaña de Clinton, Ehud(Barak) me llevó a un costado y me dijoque era un momento histórico. Una yotra vez repitió que era un momentohistórico. En su expresión había sumorespeto por el significado trascendentalde la palabra. Encontré a Clinton conjeans y un sweater liviano. Se sentó,unos minutos, en torno a la mesa demadera con Erekat y conmigo hasta queme preguntó si estábamos dispuestos aaceptar su propuesta. Respondí que,esta vez, no pensaba responder hastaescuchar la respuesta palestina. Des-pués que Barak aceptó la propuestade 2-2 y los palestinos la evadieron, noestábamos dispuestos a pasar, otra vez,por la misma experiencia. Clinton con-sideró que, la mía, era una respuestahonesta y no me presionó sino queenvió a Erekat a Arafat expresándole,puntualmente, que si el Presidente dela Autoridad Palestina no aceptaba laoferta, que hiciese una contrapropuesta.Clinton prometió que, de hacerla, se que-daría y la conferencia continuaría. Era, enla habitación, el único israelí. La sensa-ción no era buena. Clinton era ya bastan-te pesimista. Después de una hora retor-nó Erekat y respondió negativamente. Meparece que, también, trajo algo escrito. Medespedí de Clinton y retorné a lo de Barak.“Ya está”, le dije, “Esto se acabó”.

¿Entonces el fracaso de la conferenciade Camp David se debe al rechazopalestino a la propuesta estadouniden-se sobre Jerusalem, que les pareció in-satisfactoria?

No. Camp David fracasó porque lospalestinos rehusaron entrar en el juego.Se opusieron a presentar una contra-oferta. Nadie les impuso que respon-diesen positivamente a la propuestade Clinton. Por el contrario, pese a to-das las tonterías que dicen algunos delos paladines de la izquierda, no huboningún ultimátum. La exigencia eramucho más elemental: que presenta-sen, aunque fuera por única vez, algu-na contraoferta; que no dijesen, cons-tantemente, esto no es suficientemen-te bueno y esperar a que continue-mos con nuestras concesiones. Por esoel Presidente norteamericano envió,esa misma noche, a George Tenet (Di-rector de la CIA) a Arafat para instarloa la reflexión y que respondiera reciéna la mañana siguiente. Arafat ya nopodía más. Añoraba los aplausos de lasmasas en Gaza. A las 9 de la mañanaArafat, Barak y Clinton volvieron a reu-nirse. Nosotros esperábamos afuerarezando para que, a pesar de todo,ocurriese algo; que Arafat compren-diera que estábamos en el último mi-nuto, y recapacite. Cinco minutos des-pués salieron. Era el final.

La opinión predominante es que CampDavid fracasó por tácticas erróneas denegociación y por el comportamientode Ehud Barak.¿Por qué Barak Humilló a Arafat y lodespreció?

Creo que se cometieron errores. El sis-tema de negociaciones no fue el co-rrecto: tuvimos que haber mantenidodiscusiones entre equipos, que some-tieran los resultados a la aprobación delos líderes; se debía haber realizado

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pared. Barak dijo que, si se logra unacuerdo con este personaje, se compro-metía a “hacer caminar al reloj”. Pero

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una cumbre de los líderes que indica-sen cuáles eran los acuerdos que sedebían lograr. También hubo oportuni-dades que se despreciaron. Cuando sehabía logrado una tregua sobre Jeru-salem y la concesión de Arafat, se debe-ría haber convocado a los líderes a unaespecie de cumbre relámpago. Pero, endefinitiva, el fracaso de Camp David sedebió a que Arafat rehusó presentar suspropuestas y no logró transmitirnosque, en algún lugar, sus demandas te-nían fin. Nosotros estábamos dispues-tos a llegar muy lejos. Una de las cosasimportantes, que hicimos en Camp Da-vid, fue definir nuestros intereses vita-les en la forma más concreta posible;salir del falso discurso de la política is-raelí y definir qué es, realmente, lo vitalpara nosotros. No esperábamos encon-trarnos, con los palestinos, a mitad de ca-mino. Tampoco a los dos tercios del mis-mo. Pero sí en algún lugar. Ellos no lohicieron. No estuvieron de acuerdo endarnos una idea de dónde acabarían susdemandas. Nuestra sensación era queprocuraban arrastrarnos a un agujeronegro, a una concesión tras otra, sin quetuviéramos en claro cuál era la línea dellegada.

¿Por qué no les ofrecieron a los pa-lestinos, algún acuerdo parcial?Cuándo se percataron que era impo-sible resolver los problemas funda-mentales, ¿por qué no trataron,cuando menos, de lograr un arreglointermedio?

En varios puntos propusimos avanzarhacia un acuerdo parcial, sin Jerusalemy sin refugiados. Esta posibilidad surgió,también, en la última noche. Los pales-tinos la rechazaron. Por un lado, no es-taban dispuestos a un compromiso enasuntos centrales y, con más razón, so-bre Jerusalem. Pero, por el otro, no que-rían llegar a un acuerdo parcial. En esesentido, los reclamos dirigidos contraBarak son tonterías. Recuerdo que, enun momento, ofrecí a Arafat postergarel tema de Jerusalem por dos años. “Ni

siquiera por dos horas”, me respondió,y blandió dos de sus dedos.

¿Qué opina del comportamiento per-sonal de Barak? ¿No fue demasiadorudo con Arafat?

Ehud (Barak) no es una persona muyagradable. Cuesta quererlo. Es cerradoe introvertido y no hay con él una rela-ción afectiva. Todos tuvimos una viven-cia. ¿Pero alguien, realmente, cree que,si hubiera sido más simpático con Ara-fat, Arafat hubiese cedido en el derechoal retorno?. ¿O sobre Haram al Sharif(denominación musulmana del Montedel Templo)? En la cena que Nava (es-posa de Barak) y Ehud brindaron, en sucasa de Kojav Yair, en honor de Arafat,dos meses después de Camp David,Barak estuvo inusualmente cálido, deun modo que no era propio de su per-sonalidad. Recuerdo que le dije a mi es-posa Ruty que “ Barak está tan ansiosopor llegar a una cuerdo que está dis-puesto a cambiar, no sólo su políticasino hasta su personalidad”. Estaba listoa transformar su carácter. Tres días mástarde irrumpió la intifada.

Cuénteme algo sobre las relaciones,entre estos dos personajes, duranteCamp David...

En realidad nunca se encontraron.Madeleine Albright ofreció, una vez,una cena para romper el hielo, en lacual Barak estuvo sentado como unaestatua de sal. No habló durante doshoras. Fue muy incómodo y uno de losmomentos más difíciles. Coincidió conel viaje de Clinton a Japón y el enojode Barak con Arafat era terrible. Nopodía soportar la situación en la cualsabía que arriesgaba todo dependien-do, en definitiva, de ese hombre. Re-cuerdo que, en una oportunidad, es-tábamos parados al lado de un reloj de

hay algo más profundo. Barak es un sercartesiano, racionalista. En Camp Da-vid constatamos que Arafat es mítico.Lo que ocurrió, entre las cabañas y loscampos de césped de Maryland, fue unencuentro entre una persona –que pro-cura un acuerdo racional- y otra –quehabla sobre mitos y los encarna-. Y nofue exitoso. A posteriori comprendo queno tenía chance de serlo. Hoy piensoque ningún líder israelí racional podríahaber logrado, en ese encuentro, unacuerdo con Arafat.

¿Por qué?

Arafat no es un líder terrenal. Es unapersona religiosa. Siempre se presen-tó como una suerte de Saladino mo-derno. Por eso los temas concretos depropiedades inmuebles no le intere-san tanto. En Camp David estaba cla-ro que no buscaba soluciones prácti-cas sino que estaba centrado en te-mas míticos: el derecho al retorno,Jerusalem, el Monte del Templo... Flo-taba en las alturas de los mitosislámicos, los mitos palestinos y losmitos sobre los refugiados. El discur-so de Arafat no es nunca práctico. Susfrases no se conectan y quedan incon-clusas. Hay palabras, hay frases, haymetáforas. No hay una posición clara.Uno no vuelve a casa sabiendo cuál esla posición de Arafat sobre una u otracuestión. Lo único que hay son códi-gos y nada más. Por eso al final del pro-ceso, de repente, comprendí que nose avanzaba en las negociaciones por-que, en realidad, estábamos negocian-do con un mito.

¿Pero, en el pasado, hubo con Arafatnegociaciones exitosas?

Fueron negociaciones sobre acuerdosintermedios. Un líder puede permitira sus asistentes llegar a acuerdos so-bre repliegues de un 10 ó 20 por cien-to del territorio porque se supone que,lo que no recibe hoy, lo recibirá maña-

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4 WASHINGTON Y JERUSALEM:EL PAQUETE DE CLINTON

na. Ahí podría llegar a un compromiso.Pero, cuando se llega al final del juego,se encuentra en una terrible emergen-cia ya que, para el “rais” finalizar el pro-ceso significa decir: “dejé de ser un mitoy, ahora, soy simplemente el jefe de unpequeño Estado”. Por tanto, cuánto másatrevida fuese la oferta, más se sentiríabajo presión y patearía. Es un eternocaminante que teme detenerse y enfren-tarse a sí mismo ante la realidad. Todo eltiempo escapa a tomar decisión. En lahistoria, no conozco un comportamien-to tan difícil de huir de la toma de deci-siones, como lo hace Arafat.

Pero, después de Camp David, tampo-co se abandonaron las negociaciones.En agosto y septiembre de 2000 loscontactos continuaron.

Por supuesto. Durante esos meses de-cenas de encuentros se efectuaron,gran parte en el Hotel King David deJerualem. El esfuerzo se desarrolló endos carriles: conversaciones bilateralescon los palestinos y conversacionesnuestras y de los palestinos con los nor-teamericanos. En ese período esperá-bamos que se consolidase –para ser pre-sentado ante las dos partes- un paquetenorteamericano. Personalmente, en eselapso, presioné sobre los norteamericanospara que elaborasen un documento conla memoria colectiva, creada en CampDavid. Ese documento debía reunir todoslos resúmenes presidenciales registradosy construir, con esa base, una propuestaabarcadora. Los palestinos temían unamoción de este tipo. Sabía que no la acep-tarían y que, una nueva negativa, lescausaría un daño internacional enorme.En ese momento su situación era muymala. Europa nos apoyaba, el mundoárabe no los apoyaba a ellos y estabanaislados. En vísperas de la “intifada” susituación era casi desesperante.

¿La intifada fue un movimiento pre-meditado por los palestinos destinadoa rescatarlos de la crítica situación po-lítica en la que se encontraban?

No, no les atribuyo cálculos maquia-vélicos de este tipo. Pero recuerdo que,cuando estábamos en Camp David, SaebErekat dijo que teníamos tiempo hastael 13 de septiembre. También tengo me-moria que, cuando en agosto visité aMuhamed Dahlan y, desde su oficinahablé con Marúan Bargutti (comandantede la milicia de Al-Fatah), me dijo que,si no llegábamos a un acuerdo hastamediados de septiembre, sería malo. Ensus palabras había un tono de amenazaque no me gustó. Por eso, al mirar re-trospectivamente y ver que la violenciairrumpió exactamente dos semanasdespués del 13 de septiembre, da quepensar. Pero, algo es totalmente seguro:la intifada salvó a Arafat.

¿En las conversaciones mantenidasen agosto-septiembre hubo algúncambio en la posición israelí?

Sí. En esa etapa ya hablábamos de unadivisión vertical de la soberanía en elMonte del Templo. El Monte del Templono estaría más bajo soberanía israelí y fi-deicomiso palestino sino bajo total sobe-ranía palestina. Todo lo que exigíamos erala soberanía subterránea del Monte. Perolos palestinos despreciaron, por comple-to, nuestra demanda. Repetían que ahíno había nada negándonos nuestros de-rechos sobre el Monte del Templo.

¿Hubo algún cambio en el tema terri-torial?

En septiembre ya hablábamos del 7por ciento (de territorio de la Margenoccidental que mantendría Israel) acambio del 2 por ciento (de territorioisraelí que sería transferido a lospalestinos). Creo que, también, cedía-mos en la demanda de soberanía en elValle del Jordán.

¿Cuándo ocurrió esto? ¿Cuándo sedecidió transigir en la soberanía enel Valle?

No sé exactamente. Pero, tras los resú-menes en Camp David sobre las dispo-siciones de seguridad y la fuerza multi-nacional, teníamos la sensación que lo-graríamos un acuerdo que preservaríanuestros intereses vitales de seguridadaún sin soberanía. Teníamos claro quenuestra demanda de soberanía en elValle era algo con lo cual los palestinosno podían vivir.

¿Trazaron mapas nuevos?

Tal como dije, hasta Taba no presenta-mos mapas nuevos. Elaboramos otrosmapas internos que reflejaban cambiosen los porcentajes. Cuando surgió elplanteo ridículo que ofrecíamos a lospalestinos cantones, sin continuidad te-rritorial, viajé a ver al Presidente egipcioHosni Mubarak y le mostré el mapa. Creoque fue el mapa del 8 por ciento; unmapa de 8-92. Mubarak lo observó y pre-guntó, en voz alta: “¿por qué ellos dicenque no tienen continuidad territorial?”.

¿Durante todo ese tiempo, lo palestinosno mostraron mapas propios? ¿Nohubo ninguna propuesta geográficapalestina?

Nunca mostraron mapas. No antes deTaba. En Camp David tuve la oportu-nidad de ver algún mapa palestino quereflejaba una cesión de menos del 2 porciento de su parte con un intercam-bio territorial de 1 a 1. Pero los territo-rios que nos exigían no estaban en lasdunas de Jalutzá (en el Néguev) sinoadyacentes a la Margen Occidental. Re-cuerdo que, según ese mapa, Kojav Yairpor ejemplo, se incluía en el Estadopalestino. Por tanto, demandaban sobe-ranía sobre Kojav Yair (lugar de residen-cia del ex Primer Ministro Barak)

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La intifada congeló las negociaciones.Pero, en noviembre-diciembre, en ple-na violencia y ante las inminenteselecciones, se renovaron. ¿En qué secentraron?

Principalmente en Jerusalem. En esta eta-pa aceptamos la división de la ciudad, consoberanía palestina sobre Haram elSharif pero exigimos que se nos reco-nociese algún vínculo son el Monte delTemplo. Recuerdo que, cuando mantu-vimos conversaciones con Yasser AbedRabo, Saeb Erekat y Muhamed Dahlanen la base aérea de Bolling, planteé -por mi cuenta- la siguiente propuesta: lasoberanía sobre el Monte será palestinapero los palestinos se comprometen a norealizar excavaciones porque el lugaressagrado para los judíos. Aceptaron noexcavar pero, de ninguna manera, qui-sieron darnos la más mínima declara-ción que implicara lo sagrado del lugarpara los judíos. Lo que, internamente,me rebeló no fue sólo su rechazo sinola forma en que lo hicieron; con absolu-to desprecio; con actitud de negación yarrogancia. En ese momento comprendíque eran muy diferentes al difuntoSadat; que no están dispuestos a acer-carse a nosotros ni siquiera en el as-pecto emocional y simbólico. En lo másprofundo no estaban dispuestos a re-conocer que teníamos algún derecho.

El 20 de diciembre de 2000, Clintonlos convocó a la Casa Blanca y lespresentó sus parámetros amplios parael acuerdo. ¿Qué comprendían?

Más del 90 pero menos del 80 por cier-to (de territorio para los palestinos);el 100 por cierto de los asentamientosjudíos bajo soberanía israelí; acuerdosde seguridad en el Valle del Jordán;régimen especial en la Ciudad Vieja yuna solución para el Monte del Tem-plo que respetase el vínculo judío.

Tres días más tarde, el 23 de diciem-bre, al finalizar las conversaciones en

Bolling, Clinton volvió a convocarlos yles presentó sus parámetros reducidos.¿Qué comprendían?

97 por ciento: 96 por ciento de la Margenoccidental con el agregado de un 1 porciento del territorio soberano israelí o el94 por ciento de la Margen Occidental conel agregado de un 3 por ciento de territo-rio israelí. Clinton incluyó en esa fórmulala Ruta de Tránsito Seguro –sobre la cualla soberanía israelí sería muy etérea- sepodría plantear que los palestinos reci-bieran ahí casi un 100 por ciento. Clintonredactó su propuesta de modo tal que sila respuesta hubiera sido positiva, podríanhaberla mostrado ante su público comouna solución del 100 por ciento.

¿Y Jerusalem?

Tal como se publicó: las partes judíasserían israelíes y las partes árabes,palestinas. El Monte del Templo bajocompleta soberanía palestina e Israelrecibiría el Muro Occidental y elSancta Sactorum (en el corazón delMonte del Templo). Clinton no se re-firió, explícitamente, a la cuenca sa-grada, toda la zona fuera de la CiudadVieja, que incluía la ciudad de David ylas tumbas de los profetas en el cami-no al Monte de los Olivos. Nosotrosreivindicamos esa zona, en la cual casino habitan árabes. Los palestinos senegaron. Por la noche hubo –sobre esepunto- una dura conversación tele-fónica entre Clinton y Barak. Temía-mos que Clinton decidiese en nuestracontra. Tras esta charla el tema quedóabierto. Clinton no se refirió al mismo.

¿Y los refugiados?

Clinton intentó encontrar la cuadraturadel círculo. Se acercó a la posición pales-tina hasta el límite extremo de lo quepodíamos aceptar. Estableció que “ambaspartes reconocen el derecho de lospalestinos de retornar a la Palestina his-tórica” o “retornar a su patria”. Por otro

lado aclaró que “no tienen derecho alretorno específico a Israel”. Nosotros es-tábamos satisfechos que hablara de unasolución de dos países; el Estado pales-tino como patria del pueblo palestino eIsrael como hogar del pueblo judío. Elmecanismo era similar al de Estocolmo.Obligaba a una cierta absorción de re-fugiados en Israel, sujeta a sus leyes so-beranas y a su política inmigratoria.

¿Y qué hubo respecto de los arreglosde seguridad y de la desmilitarización?

Nosotros exigimos que el Estadopalestino sea un Estado “desmilitariza-do”. El Presidente Clinton propuso untérmino más suave: estado “no mili-tarizado”, determinando que tendría-mos, durante tres años, una presenciamilitar considerable en el Valle delJordán y presencia simbólica, en luga-res determinados, durante tres añosmás. Se nos otorgaba, por diez años,tres estaciones de alerta, con presen-cia de oficiales de enlace palestinos.

¿Se prohibía la utilización, por partede los palestinos, de tanques, avionesy mísiles?

No. Según mi conocimiento no se llegóa estos detalles. Por supuesto, no fue-ron mencionados por Clinton. Pero estafue la intención.

¿Y sobre los derechos aéreos y el agua?

Los palestinos se negaron a entrar ennegociaciones sobre el tema del agua.Por eso Clinton no se refirió a esos tó-picos. Sobre el espacio aéreo el tér-mino fue “utilización bajo acuerdo”.Clinton estableció que la soberanía so-bre el espacio aéreo era palestina, reco-nociendo el derecho israelí a utilizarlopara entrenamiento y necesidadesoperativas, siempre y cuando hubieraacuerdo. Se pensó que una de las mane-ras de actuar sería la reciprocidad, o sea:los palestinos tendrían derecho a la uti-lización civil del espacio aéreo israelí.

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TABA:HAY UN MAPA

5 ¿Y los palestinos?

Arafat no se apuró. Viajó a visitar aMubarak, luego participó en toda clasede convenciones pan-árabe, tomándo-se todo su tiempo. No respondía a lasllamadas telefónicas de Clinton. Todoel mundo, realmente todo el mundo,ejerció sobre él gran presión mientrasse negaba a decir sí. Durante esos 10días casi no hubo un líder mundial queno se comunicará con él; desde el Du-que de Lichtenstein hasta el Presidentede China. Arafat se mantuvo en las su-yas, sosteniendo una posición evasiva.Finalmente, con gran atraso, sus hom-bres transmitieron a la Casa Blanca unarespuesta en la que había muchos “no”y pocos “sí”. Bruce Reidell, del ConsejoNacional de Seguridad norteamericano,me dijo que: “no nos quepa la menor dudaque, en realidad, Arafat había dicho no”.

Pero también Israel tenía sus reservas...

Es cierto. Entregamos a los norteameri-canos un documento, de varias páginas,con nuestras reservas. Pero por lo querecuerdo eran menores y referidas, bá-sicamente, a arreglos de seguridad, azonas de reorganización de estas fuerzasy control de los lugares de entrada ysalida. Había, también, una aclaraciónsobre nuestra demanda de soberaníasobre el Monte del Templo. Era claro quenuestra respuesta había sido positiva.Para que no quedase ninguna duda, el26 de diciembre, llamé –por instrucciónde Ehud (Barak)- a Arafat y le dije queIsrael se mantenía fiel a los parlamentos.Desde nuestra perspectiva toda nuevanegociación debería realizarse en elmarco de esos parlamentos y sobre lasvías de su implementación.

Tomando en cuenta todo esto, ¿te-nía sentido llevar a cabo las conver-saciones en Taba? Avanzaron hastala línea roja y los palestinos no secontentaban con esto. ¿Sobre quémás podían negociar?

La verdad es que Ehud pensaba del mis-mo modo que usted. No quería ir a Taba.Pero, en esos momentos, hubo un re-volver sobre la mesa. Estábamos a unmes de las elecciones y, en la sesión degabinete en la que participe, hubo unministro que amenazó a Barak que, sinoconcurría a Taba, haría declaracionespublicas condenándolo como quien seescabullía de hacer la paz. No le quedóotra alternativa que concurrir, algo con-tra lo que internamente se rebelaba.

¿Sobre qué hablaron en Taba? ¿Quénuevo avance se logró allí?

Insistimos en que los parámetros deClinton no se pondrían en discusión sinoque servirían de marco para las nego-ciaciones en las que trataría, solamen-te, las vías de implementación. Intenta-ron obtener más concesiones de nues-tra parte: respecto a Jerusalem no acep-taban la idea del Sancta Santorum,explicitado en el documento deClinton. En cuanto a los refugiadossugirieron una fórmula que indicaseque las lecturas de la Resolución 194de Naciones Unidas eran diferentespara palestinos e israe-líes. Deseabanque, primero, se estableciese el reco-nocimiento del derecho al retorno yque, luego, se discutieran los meca-nismos de implementación. Esta exi-gencia me enfureció no menos quecuando, ocasionalmente, menciona-ron cifras de refugiados.

¿Qué cifras mencionaron?

No negocié personalmente en Taba so-bre el tema de refugiados. Pero, en losdiversos informes que circulaban sobrela mesa aparecían números fantásticos.¿Qué piensa sobre la cifra de 150.000refugiados por año, ingresando a Israel,durante un lapso de 10 años?

¿Cuál fue la reacción israelí a losparámetros de Clinton? ¿Barak losaceptó sin problemas?

El presidente nos dictó a nosotros y alos palestinos –en la sala de reunionescontigua a la oficina oval de la CasaBlanca- sus palabras. Fue un sábado.Recuerdo que caminé, ida y vuelta, des-de el hotel a la Casa Blanca. Clintonnos aclaró que esos parámetros noeran la propuesta norteamericana sinolo que comprendía que era el punto in-termedio entre ambas posiciones. Dijo:“ahora todo depende de la decisión delos líderes”. Pidió que decidiésemos encuatro días. En menos de 24 horas pre-senté –ante el foro compuesto porEhud Barak, (los Ministros), Iosi Sarid,Iosi Beilin, Shimon Peres, Dani Yatom(jefe del servicio de inteligencia) y, porsupuesto, Guilad Sher –. Por alguna ra-zón esta reunión se realizó en la baseShraga, en la meseta del Golán. Recuer-do que el ambiente era bueno. Anotéen mi diario que Peres habló con espíri-tu positivo. Por supuesto, Sarid y Beilinapoyaron. No era fácil para ningunode nosotros. Nadie saltaba de alegría.Especialmente Barak estaba preocupa-do. De todos modos, salimos con la sen-sación que habíamos tomado la deci-sión correcta; aprovechando el pro-ceso en forma exhaustiva y condu-ciéndolo hasta su punto final. Había-mos llegado al límite. Tres días mástarde el gobierno decidió responder aClinton en forma positiva –todos losMinistros apoyaron la decisión salvoMatán Vilnaí y Raanán Cohen- anun-ciándolo a los norteamericanos.

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DOSSIER(

FIN DE LA MARCHA:EL DESENGAÑO

6

¿Y qué ofreció Israel?

Beilin me contó que ofreció 40.000. Nosé si esta fue, realmente, la cifra pero,en caso que lo fuera, quedaba claro queno se podía cerrar un acuerdo, salvo quese dejasen los números abiertos, parael futuro, a nuevas demandas.

En Taba presentaron a los palestinosun nuevo mapa. ¿Qué clase de mapafue?

Aquí puede verlo. El color marrón-mos-taza – ( gris en esta publicación) repre-senta el territorio palestino, el blancoel israelí. Aquí se refleja una proporcióndel 94.5 por ciento frente al 5.5 porciento. Y esto antes del intercambio deterritorios. (ver mapa adjunto].

¿ Llegaron a un acuerdo en el inter-cambio territorial?

No. Resultó que a los palestinos no lesgustó la idea de las dunas de Jalutzá. Amí tampoco me entusiasmaba. Veía enesta zona la última reserva para unasentamiento sionista, en los límites dela Línea Verde (territorio israelí soberano)Por eso consideramos la posibilidad detransferir territorios al sur del monteHebrón, al norte de Arad. Esto era muydifícil; medio por ciento aquí, un cuartopor ciento allá, sin estar seguro que estaidea fuese factible. Tal vez el único ca-mino hubiese sido mover el límite conEgipto hacia el Este y dar a los pales-tinos territorio egipcio adyacente a laFranja de Gaza. Pero ni ellos ni nosotrossugerimos esta idea a los egipcios.

De acuerdo a este mapa Israel deberíadesmantelar unos 100 asentamientos...

No sé el número exacto, pero se hablabade desmantelar decenas de poblados. Ami entender este mapa no lograba con-servar el objetivo que nos impusimos ysobre el cual Clinton había dado suacuerdo, es decir, el 80 por ciento delos asentamientos bajo soberanía israelí.

¿ Los palestinos aceptaron este mapa? No. Presentaron otro que, en realidad,fragmentaba por completo estas tresáreas poblacionales ya reducidas y va-ciaba de contenido la idea de forma-ción de estos bloques de población. Deacuerdo al mapa palestino, quedabanen el terreno sólo con algunos asen-tamientos aislados, colgando de unoscordones raquíticos, que son las rutas deacceso. Un cálculo que hicimos demos-tró que todo lo que estaban dispuestosa ceder era solo 2.34 por ciento.

Está diciendo que, durante todo esteproceso, entre junio y enero, mientrasIsrael renunciaba al Valle de Jordán yaceptaban el intercambio territorial, di-vidían Jerusalem y entregaban el Mon-te del Templo, la concesión total delos palestinos fue de fracciones de ununo por ciento. ¿Todo lo que ellos agre-garon al 2 por ciento que prometierona Clinton desde un comienzo fue un0.34 por ciento?

Me resulta difícil disentir con usted.Pero es justamente por eso que la crí-tica proveniente de la izquierda medeja boquiabierto, básicamente por-que no la comprendo. Es cierto quetanto Barak como yo llegábamos a laizquierda por afuera de la izquierda. Niél ni yo fuimos parte de “la industriade la paz”. Ninguno de nosotros somos“profesionales de la paz”. Pero mirehasta dónde llegamos. Dígame qué másteníamos que hacer.

Shlomó Ben Ami; usted y Ehud Barakpartieron hacia una especie de “Viaje alcentro de la tierra”; al verdadero meo-llo del conflicto ¿ qué descubrieron?

Descubrimos varias cosas, para nadasencillas. Ante todo sobre Arafat. Com-probamos que no tiene una estrategia defin del conflicto. Fue incapaz de transmi-tir -a sus interlocutores israelíes- que elproceso de concesiones tenía un puntolímite. Y esto creó la sensación que suobjetivo no fue acabar con la situaciónsino asegurar su continuidad. La suyaes una estrategia de enfrentamiento.

¿ Lo que está diciendo es que, a suparecer, Arafat no es más un socio?

Arafat es el líder de los palestinos. Estoes un hecho que no puedo cambiar. Estaes su tragedia. Mi madre tiene un refránen árabe, que da, exactamente, en el blan-co para ejemplificar el modelo: “ sigue almentiroso hasta la puerta de su casa”.Nosotros fuimos, tras Arafat, hasta lapuerta de su casa y descubrimos queArafat no es mentiroso. Al contrario. Estan fiel a su verdad que no puede trai-cionarla o llegar a un compromiso sobreella. Su verdad es la de la tradición míticaislámica; el mito del refugiado y el sen-tirse víctima. Esta verdad no le permitefinalizar las negociaciones salvo en elmismo punto en que Israel se desarticule.Por lo tanto, Arafat no es socio para lanegociación. Peor aún: Arafat es una ame-naza estratégica, pone en peligro la pazen Medio Oriente y en el mundo entero.

Usted es crítico no sólo respecto aArafat sino también respecto al movi-miento nacional palestino en general...

Sí. Intelectualmente comprendo su lógi-ca; comprendo que desde su punto devista, ellos cedieron el 78 por ciento en

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“ E L D I A Q U E M U R I O L A P A Z ”

Oslo y, por ende, el resto les pertenece;comprendo que -desde su perspectiva-ese proceso es de descolonización por loque no tienen por qué llegar a un com-promiso, tal como los habitantes del Con-go no hicieron un compromiso con losbelgas. Comprendo que, de acuerdo asu lógica, avanzaron hacia nosotros alaceptar los barrios judíos de Jerusalemy parte de los asentamientos. Pero, al finy al cabo, tras ocho meses de negociacio-nes llego a la conclusión que estábamosen un enfrentamiento con un movimientonacional, con características patológicasgraves. Es un movimiento muy triste.Un movimiento trágico. Y, en el corazónde esta desdicha está su imposibilidadde imponerse objetivos positivos. Al finalde este proceso no se puede sino tenerla impresión que los palestinos, más quelograr una solución, deseaban sentar aIsrael en el banquillo de los acusados.Ellos quieren más que un Estado propio,censurar al Estado. Su tradición míticanacional es de negación.Esta es la razón por la cual, contraria-mente a lo que hizo el sionismo, lospalestinos fueron incapaces de llegar aun compromiso. Simplemente porque notienen, ante sí la imagen de una socie-dad futura por la cual vale la pena llegara compromisos. Por eso este proceso nofue de conciliación sino de reivindicación;corrección de una injusticia; socava-miento de nuestra existencia como Es-tado judío.

¿ Llegó a estas duras conclusionesdurante las negociaciones?

Fue un proceso acumulativo. Hubo di-ferentes momentos que me llevaron ala conclusión que, los palestinos, siempredejan hilos sueltos; no por poseer unplan estructurado perverso sino parapermitir que, en el futuro, se retomenestos hilos y se intente deshilvanar alEstado judío. Puedo pensar en tres mo-mentos: el primero en una charla conAbú Mazen en Camp David. Yosi Gui-nosar y yo nos encontramos con él. Nossentamos sobre su cama y habló- ama-

blemente y con suavidad-sobre el temade los refugiados. A medida que conver-saba advertí que era imposible llegar auna fórmula final o a un número de-finitivo. Era difícil dar una idea de don-de terminaría el tema. Unos meses mástarde, en diciembre, tuve una charla conArafat en Gaza, en la que le expliquépor qué la sociedad israelí estaba uni-da en su rechazo al derecho al retorno.Esperaba que me dijese algo tranquili-zador, que facilitase la negociación. Encambio sacó del bolsillo el famoso recortede periódico, en el cual estaba escrito queel 50 por ciento de inmigrantes rusos,llegados a Israel, no son judíos. Ni siquie-ra intentó apaciguarnos con alguna re-tórica. Pero, lo más duro, fue la reacciónde Arafat a los parámetros de Clinton.Ahí supimos cuál era nuestro límite. Yllegamos con un gobierno con insufi-ciente base parlamentaria y pública, conla Intifada en el trasfondo y con los co-mandantes militares que disentían connosotros. En esta situación la única op-ción que le quedaba a un líder palestinocon visión, que deseaba llegar a unacuerdo, era decir un sí estruendoso. Notartamudear ni balbucear. Si Arafat hu-biera dicho, a fines de diciembre, un sí re-sonante, hubiese salvado al gobierno deBarak y la paz.

¿Él vio que ustedes naufragaban yno hizo nada?

Él vio cómo naufragábamos, cómo seahogaba la paz y cómo se acababa eltiempo. Ahí comprendí que, para él, lanegociación finalizaría cuando viera aIsrael quebrada.

¿Es decir que el punto crítico no seregistró en Camp David sino en tornoa los parámetros de Clinton?

Por supuesto. Hasta entonces se hubierapodido argumentar que no habíamoscedido suficiente. Pero, después, de losparámetros de Clinton y durante Taba,hablábamos del cien por cien del terri-

torio. Había que ser ciego y sordo parano advertir que Barak no iba a ganarlas elecciones. Había que ser ciego ysordo para no comprender que todo seperdería. Y, a pesar de todo, no se inmu-taron. Tampoco en Taba se movieron. Secolocó sobre la mesa una propuesta deensueño y a los palestinos no les urgiónada. Recuerdo que, en Taba, los ob-servé. No veía en sus caras ninguna ex-presión de tragedia. No veía en sus ojosel dolor de una oportunidad desperdi-ciada. Para mí fue terrible. Y me quedógrabado. Al final de cuentas esto es loque me llevó a rever mis posturas y haceruna nueva evaluación de la situación.

¿Hubo un cambio ideológico? Tras elfracaso de vuestra marcha hacia la paz¿adoptó una posición de derecha?

De ningún modo. No podemos dominara otro pueblo. Esto no fue factible enningún lado y tampoco funcionará aquí.No modifiqué mi opinión respecto delos asentamientos. Fue una obcecacióninvertir nuestras energías nacionales enuna empresa de asentamientos, sin nin-guna esperanza, en el corazón de la po-blación árabe. Continúo convencido que,el establecimiento de un Estado pales-tino, es un imperativo moral y político.Pero hoy sé que debemos construir unnuevo paradigma. En cierto modo de-bemos volver a levantar a la izquierda;sin negar lo que se nos ha revelado: lasposiciones palestinas e islámicas quecuestionan nuestro derecho de exis-tir. Y no continuar con la cultura dehacer más concesiones a expensas delpatriotismo judío e israelí. Debemoscomprender que no siempre somos losculpables. Debemos decir basta, hastaaquí. Y si la otra parte quiere destruir lamédula de nuestra esencia, a esta esen-cia la defenderé.

Diciembre, 2001

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HOMENAJE

Itzhak Rabin, considerado el estratega de la paz, nació el 1°de Marzo de 1922 en Jerusalem, en el seno de una familiaque contribuyó a la fundación del Estado de Israel. Formadoa la luz de una ideología socialista, cursó estudios en la es-cuela agrícola Kaduri, aspirando a convertirse en ingenierohidráulico. Sin embargo, a la temprana edad de diez y seisaños, inició su carrera militar activando en el Palmaj. Co-mandó un grupo armado en la guerra de independencia desu país, y fue ascendiendo con méritos hasta convertirse enjefe de Estado Mayor del Ejército, conduciendo exitosamentea las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la Guerra de losSeis Días (1967). Esta victoria y su consecuente adhesión te-rritorial, permitieron a Israel negociar posteriormente la pazcon Egipto a cambio de las extensiones de tierra ganadas eneste enfrentamiento.

RABIN

“Matar por la paz es como follar por la castidad”

Stephen King

Itzhak Rabin pasó a la historia como un líder y un estadista

que trabajó inquebrantablemente por la paz. Víctima de

la intolerancia y el odio, cayó asesinado el 4 de noviembre

de 1995, a manos de un joven ultra-ortodoxo judío. En

estos momentos, donde la sangre parece ser la única

moneda de cambio, brindamos un respetuoso homenaje

a quien supo crear las bases para un diálogo entre pales-

tinos e israelíes. Ojalá que su ejemplo, en el futuro, se

materialice en la creación de un escenario de armonía y

desarrollo soberano de los distintos pueblos que inte-

gran la región.

Y LOS CAMINOS DE LA PAZ

27

Por Jenn i fe r Ghe lman CohenDESDE VENEZUELA

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Y LOS CAMINOS DE LA PAZRABIN

puerta al cerrarse; y luego el silencio en el que me quedosolo” (…) “ Como ex militar, también recordaré siempre elsilencio del momento antes: el silencio de las manecillasdel reloj en su carrera hacia el futuro, cuando el tiempose está acabando y en otra hora, en otro minuto, el in-fiero hará erupción” (…) “Yo fui un hombre joven y ahorasobrellevo la carga de los años. Y de todas las memoriasque he acumulado en mis setenta y dos años, ahora re-cuerdo las esperanzas” (…) “Conmigo aquí hay cinco mi-llones de ciudadanos de Israel -judíos, árabes, drusos ycircasianos- cinco millones de corazones que ansían lapaz, y cinco millones de pares de ojos que nos miran congrandes esperanzas de paz”.

Al año siguiente, un 4 de noviembre, miles de personas que secongregaron en la Plaza Malkei de Tel Aviv (hoy Plaza Rabin),para manifestarse en favor de la paz en el Medio Oriente,fueron testigos del asesinato de Itzhak Rabin. Un estudiantereligioso fundamentalista judío de la Universidad de Bar Ilan,Igal Amir, perpetró el atentado contra el entonces PrimerMinistro terminando con su vida y frustrando sus esfuerzosen la batalla por la paz.

Este lamentable suceso que conmocionó a la sociedad israelíy a la humanidad, entorpeció la evolución del proceso depaz, que tantas vidas ha cobrado en el Medio Oriente. En laactualidad, el diálogo se ha interrumpido a raíz de la ola deviolencia iniciada a partir de los recrudecimientos de la vio-lencia, y la resolución del conflicto parece estar cada vez másdistante.

Itzhak Rabin, militar de cualidades excepcionales, encarnó lafigura de un luchador tenaz, y se lo recuerda como un líderpacifista cuyo mayor legado fue abogar por los derechos delibertad del pueblo judío en el Estado de Israel, en pos de laconvivencia con los palestinos.

Habiéndose retirado de la milicia, asume el cargo de embajadoren Washington, en donde juega un importante papel durantecinco años representando a Israel, y posteriormente es nom-brado Ministro de Trabajo. Luego de la Guerra de Yom Kipur, en1974, llega a la jefatura de Gobierno, encabezando al PartidoLaborista. “La visión general del primer mandato de Rabincomo Primer Ministro no parece muy positiva (…) No obs-tante, sería injusto no recordar, especialmente desde la pers-pectiva de la desastrosa política económica de la derechaque le sucedió, que la suya produjo resultados enormementebeneficiosos para el país. Tampoco hay que olvidar que elacuerdo de paz con Egipto, no hubiera sido posible sin losacuerdos de separación de fuerzas militares tan laboriosa-mente negociados por el primer gobierno de Rabin, tantocon los egipcios como con los sirios”, sostiene el ex cancillerde Israel, Shlomo Ben Ami.

Durante seis años (1984-1990) se desempeña como Ministrode Defensa y propone la retirada de las FDI del Líbano, asícomo el establecimiento de una zona de seguridad, que ga-rantizara la paz de los asentamientos instalados a lo largo dela frontera norte de Israel.

Sin duda, su carrera política se verá consagrada durante su se-gundo mandato, al ser reelecto en 1992 como Primer Minis-tro, concentrando todos sus esfuerzos en el proceso de pazdel Medio Oriente. En este sentido, quedó en el recuerdo elmomento histórico en que le estrechó la mano a Yasser Ara-fat, demostrando su espíritu conciliador para lograr el entendi-miento con el líder de la Organización de Liberación Palestina,procurando sentar las bases del Acuerdo de Oslo (1993).

En 1994 logra firmar la paz con el Rey Hussein de Jordania, yse propone mejorar las relaciones con los países miembrosde la Unión Europea. En Oslo, el 10 de diciembre de ese mismoaño, se une a Shimón Peres y a Yasser Arafat, para recibir elPremio Nobel de la Paz. Durante esta ceremonia expresó unemotivo discurso, del cual rescatamos las líneas que siguen:

“Yo fui un hombre joven y ahora sobrellevo la carga de losaños. Y de todas las memorias que he acumulado en missetenta y dos años de vida, lo que más he de recordar,hasta mi último día, son los silencios: el terrible silenciodel momento después, y el ominoso silencio del mo-mento antes. Como hombre militar, como comandante,como Ministro de Defensa, ordené muchas operacionesmilitares. Y junto con la alegría de la victoria y el dolordel duelo, siempre recordaré el instante previo a la tomade tales decisiones: el silencio de los altos funcionarios oMinistros al levantarse lentamente de sus asientos; laimagen de sus espaldas retrocediendo; el sonido de la

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HOMENAJE

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“el comportamiento anti-israeli de la prensa europea,

tiene su origen en la ignorancia”Julián Schvindlerman es escritor, periodista y analista político. Es

autor de «Tierras por Paz, Tierras por Guerra» y colaborador de The

Miami Herald y Comunidades. Sus artículos han sido publicados en

medios de la Argentina, Israel y Estados Unidos. En la actualidad

reside en Ginebra.

Así como la Guerra del Golfo provocódrásticos cambios en el Medio Oriente(sobre todo por el apoyo palestino aSaddam Hussein), ¿Cómo cree que sepueden comportar israelíes y palesti-nos ante la posibilidad de un ataquede EEUU a Irak y que consecuenciaspolíticas y militares puede traer enla región?

Es muy difícil anticipar las repercusionesque una nueva intervención militar es-tadounidense en el Golfo Pérsico puedatener sobre todo el Medio Oriente. Enel pasado los palestinos eligieron estardel lado equivocado: la OLP con SaddamHussein y los palestinos aplaudiendo enlas terrazas de sus casas los misiles queaterrizaban en Tel-Aviv. Con el climapost-11 de septiembre el escenario polí-tico global se ha complicado y ha des-pertado mayor identificación árabe/musulmana con sus hermanos en Bag-dad, ahora bajo inminente agresión im-perialista. Arafat no es persona grata enla Casa Blanca y esto puede acentuar elresentimiento palestino contra la admi-nistración Bush. Al mismo tiempo, elliderazgo palestino no querrá verse nue-vamente asociado a quien a todas lucessurgirá como el perdedor de la contien-da. En cuanto a los israelíes, entiendo quesu principal preocupación yace, a nivelpopular, en protegerse de ataques no con-vencionales, y a nivel gubernamental, enmantener independencia en la toma de

decisiones políticas y militares. Es decir,Israel desea naturalmente reservarse elderecho de responder militarmente a unataque no provocado. Y por buenas ra-zones. El precedente marcado en 1991fue estratégicamente peligroso en tantoque las naciones árabes comprendieronque bajo la adecuada presión en el marcopolítico adecuado, Israel podía quedarrestringida en defenderse de agresiónmilitar. Por esto creo que hacen bienlos líderes israelíes actuales en dejarsaber cortésmente a Norteamérica queesta vez no podrán permanecer de bra-zos cruzados si misiles Scud nuevamenteaterrorizan a la población.

¿Cómo cree que afectó y afecta lainestabilidad del sistema político is-raelí (cinco cambios de gobierno yuna nueva elección en enero de 2003desde Oslo) en el proceso de paz?

Yo daría vuelta la relación causa-efectopuesto que, debido a los vaivenes delproceso de paz hubo repetidos cambiosde gobierno en Israel. Fue precisamentela naturaleza agitada del período encuestión, la ferocidad de los debates quecapturaron a la sociedad israelí, la in-tensidad del terrorismo que sacudió ala población, la seriedad de los temasen discusión y muchas otras conside-raciones más las que derivaron en fre-cuentes cambios de gobierno, en última

instancia. Todo lo que reflejan los in-tentos, diría desesperados, comprensi-blemente, de una sociedad agobiada conun conflicto intransigente y agotada detanto sufrimiento innecesario. Desde ya,esta inestabilidad a su vez repercutiósobre el proceso de negociaciones puestoque nuevos líderes, con distintas per-sonalidades e ideologías, han tomadodemocráticamente el poder en Israel. Encontraste, del lado palestino, el rais (ysu intransigencia, ahora evidente paramuchos) ha sido siempre el mismo, conlo que las cosas han sido más claras.Pero no por eso más simples. Obviamenteun sistema político más estable que elque actualmente posee Israel, sería unbeneficio para toda la nación. Que enmedio de la peor guerra que Israel hayaenfrentado en su historia, sus ciudada-nos deban ir a las urnas como deberánhacer dentro de poco, no es un escena-rio muy auspiciante, desde ya. Pero nocaigamos en un error conceptual. Másallá de las diferentes ideologías, todaslas administraciones israelíes abrazaronlos parámetros diseñados en Oslo. In-cluso aquellos gobiernos de la derechasiguieron, si bien a regañadientes, elsendero trazado por los arquitectos deOslo. En lo cotidiano el cambio de ideo-logías fue visible, pero al largo plazo laadhesión oficial israelí al proceso de pazfue continua, después de la oferta deEhud Barak en Camp David,

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ENTREVISTA? Por Damián Szvalb○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

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¿Cuáles cree que son las máximas con-cesiones que un gobierno israelí les pue-de hacer hoy en día a los palestinos?

Hoy en día, ninguna. Cuando ni siquierahay un interlocutor válido del otro ladopara hablar de concesiones, más difícilse me hace contemplar la idea de hacerconcesiones. Eventualmente, y asumien-do que efectivamente surgirán líderespalestinos verdaderamente dispuestos anegociar la paz con Israel, imagino quehabrá un retorno a los parámetros deCamp David y Taba. Esta es la posicióndeclarada en el pasado por los palestinosy no me sorprendería que intenten rea-vivar las ofertas israelíes que sepultaronalgo más de dos años atrás. Tampocome sorprendería que algunos sectores dela sociedad israelí, frente a una hipotéti-ca reanudación de tratativas, cedan antela tentación de ofrecer nuevamente loque ya ha sido repudiado en el pasadopor los palestinos, y que desde una pers-pectiva israelí, podemos con seguridaddefinir como ofertas desmedidas desdela óptica de la seguridad nacional y losderechos históricos. De todas maneras,creo que hay consenso en Israel respectoa cuáles son los límites máximos a los quelos israelíes, humana y nacionalmente sepueden estirar. Estos ya han sido proba-dos en Camp David y fueron rechazadospor la otra parte. El problema entonceses: los israelíes raramente vayan a ofre-cer más de lo que ya han ofrecido, pueshan realmente alcanzado su límite ydudo que además quieran premiar la vio-lencia palestina con más concesionesaún. Los palestinos, a su vez, no irán aaceptar menos de lo que se les ofreciópues deberán autojustificar psicológicay políticamente la «necesidad» originalde lanzar la presente intifada. Ergo, si lomáximo que una parte podría ofrecerpareciera estar por debajo de lo mínimoque la otra parte estaría dispuesta a acep-tar, vemos que aquí ya no es una cues-tión de concesiones israelíes, sino másbien, de actitudes palestinas que debenser modificadas. Y retornamos al puntode partida. Este conflicto no se trata deasentamientos y puestos de control enGaza, sino de aceptación (o falta de acep-tación) al concepto de la convivencia.

¿Esta de acuerdo con la idea de quepara alcanzar al menos una «paz fría»con los palestinos, Israel se retire unila-teralmente de los territorios. ¿Cual essu opinión y que consecuencias podríatener la actual construcción de la mu-ralla divisoria sobre la línea verde?

En primer lugar, deberíamos hablar deterritorios, y no de los territorios. Estees el propio lenguaje de la resolución242 del Consejo de Seguridad de la ONUde 1967. Mientras no exista la voluntadpacifista palestina no veo que beneficiovaya a obtener Israel mediante una reti-rada unilateral, menos aún en el marcode una guerra, y menos aún cuando talgesto será indefectiblemente visto comodebilidad israelí, lo que invitará a unamayor agresión. Al mismo tiempo, valeargumentar que precisamente porqueno se vislumbra una solución pacíficaal conflicto, o a las actuales confronta-ciones, lo mejor que podría hacer Israeles desprenderse del caldero que existeen los territorios. Tiene sentido práctico,si desconsideramos los vínculos histó-ricos del pueblo de Israel con la Tierra.Y aquí es donde entra en juego el asuntode la muralla divisoria. Casi todos com-prenden que es necesaria, y casi todoscomprenden también que el riesgo queacarrea es el de crear una frontera políti-ca futura, de esta forma efectivamentevalidando una retirada unilateral, conce-siones territoriales, o como queramosllamarlo. Además está la cuestión de losasí llamados colonos, quienes luego dela creación de una muralla quedaríandel otro lado del «nuevo Israel». Okay,estarán conectados mediante caminosde acceso, etc, pero su situación indu-dablemente se verá afectada.Asentamientos alejados, aislados, en-tiendo que deberán ser desmantelados.Pero hay otros que hacen a la seguridadisraelí que deberían ser mantenidos. Yhay otros que tocan con aspectos deidentidad y de historia que no imaginocomo podrían ser evacuados, Hebrón esun caso saliente. Con todo, no descar-taría la posibilidad de que a largo plazovaya a haber una retirada israelí de im-portantes partes de los territorios, ne-gociada o unilateral.

¿A que atribuye el comportamientoanti israelí de la prensa, de los círcu-los intelectuales mas importantes deoccidente y de gran parte de perso-nalidades judías alrededor del mundodurante esta «segunda intifada»?

A varias razones. La primera creo quees ignorancia masiva sobre las raíces delconflicto y el desconocimiento más ele-mental de los hechos históricos. En se-gundo término, muchos en occidentetienen una simplista percepción delconflicto árabe-israelí como un choqueentre una fuerza colonialista y un pueblooprimido. El modelo David-Goliath esinjustamente invertido y aplicado demanera deforme. Y en tercer lugar, perono por último menos importante, es an-tisemitismo. Recientemente, la esposadel titular del Banco Central Europeocomenzó una colecta de firmas a favorde los palestinos. En una entrevista lepreguntaron cuantas esperaba sumar,y riendo, respondió: «seis millones». Estoen pleno corazón de Europa. No pode-mos negar el componente de la judeofobiaen las actitudes de muchos periodistas eintelectuales. Sobre las personalidadesjudías, en los casos más extremos vemosla perniciosa faceta del auto-odio. Enotros, cierta vergüenza en defendersecon contundencia, con justicia, sin ti-tubeos. Es una actitud gética a nivelinconsciente que todavía intenta ga-narse el favor del gentil mostrandocompasión infinita por las penurias desus enemigos y cruel indiferencia al su-frimiento propio. No comprenden queesto produce mayor rechazo social. Quienno se respeta a sí mismo, difícilmentepueda ganarse el respeto del prójimo.

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“el comportamiento anti-israeli ...[

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OPERACION “TORMENTA DEL DESIERTO”

Se suele referir la fecha de inicio de la

Guerra del Golfo Pérsico al día 16 de enero

de 1991, pero en rigor, la guerra había

empezado antes: el 2 de agosto de 1990,

cuando las tropas iraquíes invadieron el

pequeño emirato de Kuwait, poniendo

fin en pocas horas a la resistencia de los

defensores.

La tensión bélica había venido en aumento desde abril de 1990.El mundo aún no se recuperaba del abrupto final de la GuerraFría; pocos meses antes había sido testigo del derrumbe delMuro de Berlín y de la caída de los regímenes comunistas enEuropa Oriental. Fue entonces cuando el dictador iraquíSaddam Hussein comenzó a amenazar a Israel (no a Kuwait),con dispararle armas de destrucción masiva. Ya se sabía queSaddam había empleado gases contra las tropas de Irán, paíscon el que había sostenido una guerra (1980-1988), de la quehabía sido relativo vencedor, al igual que contra su propiaminoría kurda; la extraña muerte del ingeniero canadienseGerald Bull, especializado en artillería, trajo luz sobre el fabulosoproyecto iraquí de construir un supercañón capaz de disparproyectiles capaces de llegar a Israel, además de recordar queIrak ya tenía misiles de mediano alcance -modificaciones delScud hecho por Alemania Oriental-, y que pretendía obtenerotros aún más potentes y precisos -como por ejemplo el misilargentino Cóndor II-, todo ello sumado a sus reconocidosavances en materia de gases nerviosos y armas biológicas, lle-varon a creer que se avecinaba una nueva guerra árabe israelí.

Por Ale jandro Wenger○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Pero la guerra fue árabe-árabe. Cuando el 21 de julio de 1990,las tropas iraquíes se empezaron a mover en dirección aKuwait, nadie pensaba en Occidente que en verdad fuera ainiciarse una invasión; se pensó que era una acciónintimidatoria contra el pequeño emirato. Este análisis se sus-tentaba en que los iraquíes no habían desplegado su aparatologístico -de hecho, nunca lo hicieron-, y habían reemplazadolas comunicaciones radiales por un anticuado pero eficaz sis-tema de mensajería, evitando su intercepción por las escuchaselectrónicas, hecho que engañó a la inteligencia occidental.

FUE VENCIDOEL DIA QUE SADDAM HUSSEIN

NOTA;

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Un kuwaití celebra la llegada de los aliados a la capital de su país

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La decisión del gobierno de Itzjak Shamir fue controvertida,aunque en su momento hasta la oposición coincidió con ella.Los norteamericanos ejercieron una enorme presión paraevitar una represalia israelí, que podía haber desarticulado lacomplicada coalición árabe entramada por Washington, peroademás, se dijo que unas cuantas bombas israelíes ni siquierase habrían notado en medio del masivo bombardeo aliado.Los efectos negativos de la «autocontención» ejercida por elgobierno israelí, se extendieron por toda una década. La moralde los israelíes decayó, creciendo la autoestima árabe en igualproporción; la población palestina de los Territorios, por ejem-plo, festejó ruidosamente cada vez que un Scud impactabasobre territorio hebreo. Los aliados árabes de Norteamericanaadquirieron protagonismo en detrimento de Israel. La Confe-rencia de Madrid, que dio inició al así llamado «Proceso de Paz»,fue resultado directo de la política norteamericana que emergiótras la Guerra del Golfo, y, en última instancia, los Acuerdos deOslo, considerados ahora, por algunos, como el mayor error his-tórico de Israel, tuvieron su génesis en la misma época.

La renovada crisis en el Golfo Pérsico, trae a la memoria aquellosdías de 1991, pero con un escenario cambiado. Ya no existeuna coalición árabe. Los aliados árabes de Norteamérica handemostrado ser poco creíbles después del 11 de septiembrede 2001, y, por último, el Estado de Israel ya no está dispues-to a quedarse con las manos cruzadas. Ya lo ha dicho el PrimerMinistro israelí, Ariel Sharon: “esta vez, si Israel es atacado,habrá respuesta”.

Lo que siguió luego fue el mayor gesto de timidez de todala cruenta historia de Saddam Hussein: si las columnasiraquíes, en lugar de detenerse en Kuwait, hubiesen seguidoavanzando por el borde costero del Golfo Pérsico, habríanllegado hasta Omán sin grandes dificultades. No había entoda la región ningún ejército capaz de detenerlo. Estasituación no cambió ni aún con el arribo de los paracaidistasnorteamericanos, el 8 de agosto, cuando aún no contabancon armamento pesado. Saddam habría así terminado con-trolando los mayores pozos petroleros del mundo, arrollandode paso a sauditas, kataríes, omaníes...y norteamericanos. Eldictador iraquí, en cambio, optó por atrincherar a sus hom-bres en Kuwait, y, no conforme con el desempeño de susejércitos, ordenó fusilar al general Abdel Karim, planificadorde la invasión de Kuwait, junto con varios oficiales de suplana mayor, tan sólo un mes más tarde. Como se sabe, laGuerra del Golfo se caracterizó por la falta de iniciativa departe iraquí, dando la impresión de que su líder se resignó aperderla desde el momento mismo en que cayó la primerabomba. Las únicas excepciones fueron una breve incursiónterrestre en la localidad saudita de Khafji, pronto desbaratadapor las fuerzas de la Coalición, y el disparo de misiles balísticoscontra Arabia Saudita e Israel. Estos disparos crearon un granimpacto psicológico, pero escasas víctimas, la mayoría de ellasnorteamericanas. En Israel, se temía principalmente queSaddam Hussein disparara misiles cargados con armas quími-cas, y por ello se implementaron medidas de defensa pasiva.Pero además, los Estados Unidos entregaron a Israel misilesantiaéreos Patriot que habían sido recientemente adaptadospara darles una cierta capacidad antibalística. Los Patriotlograron interceptar en el aire a la mayoría de los Scud ira-quíes, y de haber cargado ojivas químicas no habrían producidodaño, ya que éstas requieren una dispersión muy precisa paraconservar su letalidad. Pero en cambio, no pudieron calmar ala población israelí, que veía como los fragmentos inertes delos proyectiles enemigos caían sobre Tel Aviv y Haifa. Si bienla destrucción ocasionada fue escasa, el efecto psicológicofue atroz: era la primera vez que Israel necesitaba de la in-tervención extranjera para defender a sus ciudadanos (losPatriot, así como el sistema satelital de alerta, estaban opera-dos por norteamericanos), y para colmo, estaba maniatadopara contragolpear a Saddam.

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Una vaca parada frente a los pozos de petróleo,

encendidos por las tropas iraquies en su retirada

El líder iraquí Saddam Hussein

EL DIA QUE SADDAM HUSSEIN

FUE VENCIDO

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DEPORTES/

UN PAQUISTANI FUE CRITICADO EN SU PAIS PORJUGAR CON UN ISRAELI COMO COMPAÑERO

EL TENIS DIO UN EJEMPLO DE CONVIVENCIA

Aisam ul-Hak Kureshi tiene 22 años y es el único paquistaní

rankeado. Amir Hadad es israelí y tiene 24 años. Ninguno de los

dos ha tenido actuaciones individuales de relevancia.

En junio pasado ambos se presentaron para competir en las rondas clasificatoriasindividuales del torneo de Wimbledon, instancia que no superaron. Paralela-mente, a Aisam se le ocurrió ofrecerle a Amir integrar el dobles y presentarse a laclasificación. Nunca antes habían jugado juntos, pero se entendieron inmediata-mente y ganaron dos partidos, para ingresar en el certamen principal. Allíatravesaron dos rondas (vencieron a la pareja que era undécima favorita), perosucumbieron ante los séptimos preclasificados, los checos Martín Damm y CyrilSuk. Sin lugar a dudas, más importante que su rendimiento deportivo era elhecho que un musulmán y un judío habían decidido jugar juntos, abstrayéndosedel conflicto de Medio Oriente. A Aisam no le importó el que Pakistán (unapotencia nuclear conducida por un gobierno militar) no tuviese relaciones conel Estado judío, y eso no le salió barato: las autoridades deportivas de su paísconsideraron la posibilidad de multarlo o suspenderlo por haber elegido a unjudío como pareja. “Aunque está jugando por su cuenta, oficialmente conde-namos el hecho que lo haga con un israelí y le exigimos una explicación”, dijoSaulat Abbas, director de la Federación Paquistaní de Tenis, a la BBC. SaidHaju, un ex tenista paquistaní, también se molestó con su compatriota: “Es unerror jugar dobles con un israelí, considerando el baño de sangre al que asistimosen Medio Oriente”. El jugador paquistaní admitió su sorpresa y respondió: “Megustaría que se hablara más de mi tenis, en lugar de los asuntos políticos”.Amir Hadad, por su parte, consideró: “Algunos deberían aprender al ver cómotrabajamos y nos divertimos juntos, pese a que pertenecemos a distintas reli-giones”. Consultado acerca de si volvería a jugar con un israelí después de lapolémica, Kureshi no dudó: “¿Por qué no?”. La mejor respuesta la dio un par demeses después: llegó a la segunda ronda del Abierto de los Estados Unidos, conHadad como compañero. Esos fueron los únicos torneos en los cuales compi-tieron juntos. Por este motivo es que están cayendo en el ranking mundial, queal cierre de esta edición aún los mostraba en el puesto 67, con 48 puntos.Un ejemplo de convivencia pacífica en Medio Oriente que presenta un hori-zonte mejor. Ojalá se repita.

Tras quedar eliminados del torneo de Wimble-don, la dupla Hadad-Kureshi brindó una con-ferencia de prensa. Esta es una síntesis de ella:

Aisam ul-Hak Kureshi: Es la primera vez que unpakistaní llega tan lejos en Wimbledon. Pro-bablemente esto no habría sido posible sin él(Amir Hadad). Nos conocemos desde hace doso tres años.Hemos leído algunos comentarios negativos departe de oficiales del gobierno.Aisam ul-Hak Kureshi: Me afectaron un poco,pero también hubo algunos positivos. Ano-che me llamó un periodista desde Pakistán, yme dijo que todos los medios me apoyaban.¿Volverías a jugar con él?Aisam ul-Hak Kureshi: ¿Por qué no? No megusta que la religión o la política interfieranen el deporte. Cuando lo decidí no pensé quese convertiría en algo tan grande. No esta-mos aquí para cambiar algo. Estamos aquí sólopara jugar y divertirnos, pero si alguien ve enesto un camino positivo, lo aceptaré.¿Y vos qué pensás al respecto?Amir Hadad: Alguna gente quizá busque inven-tar grandes titulares y decir cosas malas denosotros, pero lo único que veo como positivoes que dos jóvenes de diferentes nacionalidadespueden jugar juntos.¿Nunca hablan de política?Amir Hadad: Sinceramente, no. Estamos aquípor el deporte, para mejorar nuestro rankingy ganar algo de dinero.Aisam ul-Hak Kureshi: Yo leo los diarios, perono estoy interesado en la política.¿Habías jugado con un compañero israelí antes?Aisam ul-Hak Kureshi: En certámenes menores.Conozco a todos los israelíes del circuito.Amir Hadad: Y todos lo apreciamos.¿Y vos recibiste alguna reacción desde tu país?Amir Hadad: Sí, y todas positivas. Aprueban elque podamos jugar juntos y que lo hagamostan bien.¿Es difícil para los tenistas israelíes jugar tenien-do en cuenta lo que pasa en vuestro país?Amir Hadad: Siempre mirás los noticieros, y es tris-te ver que la gente es asesinada por nada, perotratamos de pensar en positivo todo el tiempo.¿Has vivido de cerca algún atentado?Amir Hadad: Afortunadamente, no todavía.¿Jugaste con un compañero palestino?Amir Hadad: No, porque no hay tenistaspalestinos de nivel. Quizás en el futuro.

Por Lic. Claud io Gustavo Goldman○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

“Vinimos a jugar al tenis,no a cambiar el mundo”

Los tenistas Amir Hadad (a la izquierda) y Aisam Ul-Hak Kureshi (a la derecha)

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CULTURA*

BREVE CRONOLOGIA

La cámara es un testigo ocular de los períodos más trascendentes en la historia de

cualquier nación. El desarrollo y evolución del cine, al igual que el de la literatura, en

el moderno Estado de Israel, se encuentra dividido en etapas que van desde el denominado

“realismo sionista”, una convención muy usada durante las décadas del ’40 y ’50,

hasta la producción más ligada con el quehacer artístico y menos comprometida con la

propaganda ideológica.

Los filmes del denominado “Realismo Sionista”, fueron laspelículas financiadas por el Fondo Nacional Judío desde 1948hasta 1961. La producción de estos filmes estaba destinada ala propaganda. Explicaba, con moldes, el renacimiento estatal,los desafíos enfrentados por el sionismo moderno y las luchasque debieron librarse, exhortando siempre a la cooperaciónestrictamente económica. Estas producciones estabanemparentadas con las obras de los escritores y dramaturgosde la llamada “Generación del Palmaj” (fuerza de choque dela “Haganá” –defensa- como se la llamaba a la organizaciónde defensa armada de la comunidad judía en la entoncesPalestina, antes de la existencia del Estado de Israel). El artedesempeñaba, por esos años, una función nacional y social,sus argumentos eran dinámicos y significativos, pero esque-máticos en sus propuestas. Las filmaciones tenían un costoelevado y la industria cinematográfica carecía de estructura pro-pia, cargando, además, con múltiples inconvenientes técnicos ycon poco personal idóneo. Prácticamente no había inversoresni capital de inversión, recibiendo sólo ayuda del gobierno enforma de pequeños préstamos, adquisición de materia primay productos químicos. Era un panorama muy complicado parapoder filmar, sin embargo la incipiente industria cinemato-gráfica se desarrolló por el esfuerzo de un solo hombre: NatánAxelrod, cineasta de origen ruso que había sido colaboradordel genial Sergey Einsenstein. Este cineasta fue el creador delnoticiero “Carmel”, que comenzó a proyectarse en la décadadel ’20, durando prácticamente hasta 1968.Poco a poco, cuando se inauguraron los primeros laboratorios;Herzlia (1949) y Gueva (1952), comenzaron a inmigrar artistasy técnicos relacionados con el mundo del cine, al Estado reciénnacido. En 1952 se estableció un departamento cinemato-gráfico en la Confederación General del Trabajo (“Histadrut”)y en 1954 comenzó a funcionar el Departamento Guberna-mental de Producción Fílmica, dando inicio a una nueva pro-puesta cinematográfica.

La década del cincuenta coincidió con un cambio fundamentalen el carácter de la población. Si hasta el momento todo eldesarrollo político, social y cultural lo habían realizado losjudíos oriundos de Europa del este, los ashkenazim, es enesta década cuando se produce una nueva inmigración pro-veniente de países de Asia y África del Norte (sefaradíes),destacándose un cambio notable en el público asistente alos cines. Este cambio se produjo gradualmente, dando inicioa una nueva generación, denominada “Generación Nativa”,consolidada a comienzos de los años ’60. Esta consolidacióncoincidió con los orígenes de una política de apoyo guberna-mental a la cinematografía nacional. El gobierno pagaba unasubvención retroactiva por cada entrada vendida para verun film israelí. Este subsidio sirvió de señuelo para atraer ainversores privados, fijándose el objetivo de resolver los pro-blemas del público minoritario. A partir de aquí comienzauna transformación en la forma y los contenidos del cinelocal. Surgieron comedias, películas de acción, melodramas,cine infantil y sátiras. Uno de los filmes más destacados deesta época fue: “Un agujero en la luna”, escrita por Amos Kenany laureada con el Premio de los Críticos de Festival de Cannes.

Durante la década del ’60 predominaron las películas comer-ciales. Influidos por la “Nueva Ola Francesa”, se destacarondirectores como Itzjak Tzepel Yeshurún (con su film “La mujerde la otra alcoba”); David Perlov (“la píldora”); Ashaz Eldad(“El Dibuk”); Natan Gross (“El Sótano”); Mija Shagrir (“Los explo-radores”), entre otros. Todos estos directores se esforzaban porhablar un idioma cotidiano y por actuar con naturalidad ysin dramatismo.

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DEL CINE ISRAELI

Por Max im i l i ano Borches○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

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Durante los años 1970 hasta 1976, aparecieron los denomina-dos “Filmes Burekas” (comida rápida). Estos filmes acentuabanla necesidad de la prudencia, honestidad, sinceridad, lealtad,ortodoxia y elogiable simplicidad de los personajes étnicos, esdecir: de los judíos de origen sefaradí, provenientes de África yAsia. Estos filmes se constituyeron en una rara mezcla de losmoldes melodramáticos-cómicos del teatro judío de EuropaOriental, con las características de las fotonovelas (necesidadde sucesos rápidos, repentinos y consecutivos) y con las repre-sentaciones folklóricas que obtenían de algunos estereotiposétnicos. Se caracterizaron, además, por su aguda polarización.Una de las películas más exitosas de este período fue: “Te amoRosa”, de Moshe Mizraji.

A esta generación le tocó convivir con el nacimiento de unaauténtica cultura fílmica israelí institucionalizada. Surgieron lasescuelas cinematográficas Beit Tzi, en 1971 y la escuela en laUniversidad de Tel-Aviv, en 1973. Además comienzan a surgirrevistas especializadas y una verdadera generación de cineastas.

El punto de quiebre con la antigua forma de filmar en el país,comienza a vislumbrarse a partir de 1977, con la llamada “Ge-neración de Iom Kipur”, en alusión a la guerra que se cono-ció con ese nombre y que fue librada en 1973. El significado deesta nueva filmografía acentuó la importancia social y políticadel país. Promovió la industria del cine, en cooperación conlos directores de la “Nueva Ola” de los años ’60. Ellos lograronla formación de una fundación que estimule la producción depelículas de calidad en el Ministerio de Educación y Cultura. Lapelícula más destacada de este período, hasta 1981, fue“¿Dónde está Daniel Wax?”, de Abraham Efner.El nuevo protagonista de este período fue el árabe-palestino.

Las guerras pasaban a describirse como traumas nacionalesinterminables, dejando de constituir la imagen heroica quesupo realizar los filmes del denominado “Realismo Sionista”.Algunas de las películas más destacadas de esos años, fueron:“Detrás de los muros”, de Uri Barbash (1984); “Hamsin”, deDaniel Wachsman (1982) y “Avanti Popolo”, de Rafi Bukai(1986), entre otras.

A partir de la década de los ’90 la tendencia del cine israelí sedirigió al universalismo. La temática del conflicto árabe-israelíse agotó para la industria fílmica. El público local buscó, enesta manifestación artística, un refugio, un cable a tierra frentea la constante tensión política. Surgieron comedias como“Shurú” e “Historias de Tel-Aviv”, donde los temas femeninosalcanzan una importancia hasta entonces desconocida. Loscineastas de esta etapa buscan llegar al individuo, especial-mente a hombres y mujeres marginados socialmente, talcomo puede apreciarse en filmes como “La venganza de ItzikFinkelstein” y “Cuervos”. El cine moral y político decayó enimportancia frente a otras problemáticas que intentan relatarhistorias sin emitir juicios.Desde 1990, la legislación impositiva israelí permitió a los pro-ductores contar con fondos de inversores, con “protecciónimpositiva”, de esta manera se abrió un camino que permiterealizar co-producciones ente productores extranjeros eisraelíes, muy usual en las últimas películas realizadas.El problema de estos últimos años, vuelve a manifestar lahistórica lucha por el presupuesto y los financiamientos gu-bernamentales. En estos últimos años, el magro presupuestohizo que muchos proyectos se estancaran y sólo unos pocosproductores y directores israelíes pudieron finalizar sus pro-ducciones con aportes recibidos del extranjero.

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El precursor del cine israelí fue Iaacov Ben-Dov, un experto fotógrafo ucraniano que arribó a la entoncesPalestina, en 1907. En 1919 creó, junto a Boris Schatz de la Academia Betzalel, la primera sociedad cinemato-gráfica de Jerusalem, llamada “Menorá” (candelabro) Esta empresa producía filmes sobre sucesos históricos,enfocados a la construcción de la futura Nación y a la empresa sionista. Los esfuerzos por conseguir equiposfílmicos fueron gigantescos, hasta que el cuerpo de médicos del ejercito turco lo ayudó a conseguir su primeracámara. Fue entonces cuando Ben-Dov propuso la difusión de imágenes cinematográficas del país y de la vidade sus habitantes. Las imágenes del primer film que dirigió mostraban al General Allenby, frente a sus tropas,en las puertas de Jerusalem. A este film, le continuaron: “Eretz Israel Liberada” (“La Tierra de Israel Liberada”)y “Retorno a Sión”. Ambas fueron financiadas por el Fondo Nacional Judío. Más tarde, una disputa financieracon esa entidad provocó su distanciamiento, recibiendo, más adelante, el patronato de otra institución: elFondo para Asentamientos, que patrocinó, entre otros filmes; “Los hijos construyen” y “Joven Palestina”. En1925 filmó la visita de Lord Balfour a Palestina y la inauguración de la Universidad Hebrea de Jerusalem.En 1929 viajó a Austria y Alemania para familiarizarse con las técnicas del cine parlante, fijándose un propósito:confeccionar una cinta que tenga como objetivo el esclarecimiento cultural. Pero las penurias económicascontinuaron y siguió trabajando en el cine mudo.Aunque muchas producciones fueron rescatadas, la mayor parte de su filmografía se perdió. Ben-Dov realizó,por lo menos, 300 filmes y noticieros, incluyendo 6 largometrajes. Sus obras rescatadas se encuentran en elarchivo “Steven Spielberg” del Cine Judío, en la Universidad Hebrea de Jerusalem. M.B

PIONERO DEL CINE ISRAELI

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