Jesus Romero Musica Precortesiana

download Jesus Romero Musica Precortesiana

of 29

Transcript of Jesus Romero Musica Precortesiana

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    1/29

    SECRETARIA

    DE

    EDUCACION PUBLICA

    Mrisica

    Preconesiana

    .

    por

    JESUS

    C.

    ROMERo

    (SOENEITBO

    DEL T()MO

    II,

    DE If}S

    NIITS DEL INSTTTIITO NACION.{L

    DE ANTROPOIOGA

    E

    IIISTORIA)

    .

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    2/29

    MUSICA

    PRECORTESIANA

    Por

    Jess

    C. RonrEno

    ,

    INTRODACCION

    Estudio

    sucintamente en

    esta ocasin la

    debatida

    y

    ms

    que

    esto la

    ne.

    gada

    existencia

    de la msica precortesiana;

    una

    vez

    que

    haya

    yo

    tenido

    la

    suerte de

    probar

    su existencia,

    intentar

    fijar

    sus

    caracteres

    rtmico-tonales,

    cuya dilucidacin tiene importancia no

    slo

    para el

    historiador,

    sino

    para el

    msico y

    para

    nuestra

    cultura

    general.

    No desconozco

    lo

    arduo

    de

    mi

    empresa,

    ya

    que

    soy el

    primero

    que

    en-

    tre

    nosotros

    se

    lanza

    a semejante investigacinn

    pero

    me anima

    a empren-

    derla el convencimiento

    de

    su

    necesidad,

    ya que

    autores

    tan prestigiados

    como

    Raoul

    d'Harcourt,

    hllanse

    imposibilitados

    para hablar

    de

    nuestra

    nisica indgena

    y

    expresan su

    impotencia

    en

    forma

    que

    nos resulta

    de.

    primente.

    Del mencionado

    autor son

    las

    palabras

    siguientes,

    consignadas

    a

    p.

    ginas

    3338

    de

    la

    Histore de

    la

    Musique,

    de

    Ia

    Errcycloped,ie

    d,e

    la

    Musi-

    que

    et

    Di,ctionnaire

    d,u

    Conseraanire

    (Pas,

    1922):

    "Quant

    au

    Mexique,

    il

    semble

    bien

    que

    rien

    de srieux

    n'ait encore t tent".

    Animado

    por

    el deseo

    de

    remediar

    semejante

    necesidad,

    doy principio

    abordando tema tan interesante

    y

    sugestivo

    como lo es el de responder

    afir.

    mativamente a esa

    pregunta

    que

    a diario

    escuchamos,

    formulada

    por

    m-

    sicos,

    historiadores

    y

    folkloristas:

    existi

    la

    msica precortesiana?

    2D

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    3/29

    I

    EXISTIO

    LA

    MASICA

    PRECORTESIANA?

    "'

    :?:i'-,"Ji:,:i.XifJ:,i'LH#ruil

    no

    sin

    msica".-M.

    HABERLANDT,

    Si

    es

    de suyo interesante

    y

    trascendental

    eI

    estudio

    de

    la

    historia

    pol-

    tico-militar de

    un

    pueblo,

    tiene forzosamente

    que resultar

    de

    inters ma-

    yor y

    de mxima

    importancia, la nuestigacn que

    se

    real.ce

    para

    d,eter-

    minar los grados

    relativos

    a sus diversas

    etapas culturales,

    Estamos

    muy

    lejos

    -esto

    lo sabemos todos-

    de

    poder

    asegurar que

    nuestros

    estudios encaminados

    a

    justificar

    el nivel

    cultural del Mxico

    pre-

    cortesiano,

    sean completos;

    no

    me

    refiero

    a

    los

    detalles,

    porque

    entonces

    mucho

    sera

    pedir;

    me concreto

    a los puntos capitales,

    a

    los

    temas bsicos,

    cuyo dominio es indispensable

    para resolver

    satisfactoriamente

    el

    problema.

    Qu

    es

    lo que

    sabemos respecto de la

    matemtica

    de

    los

    antiguos me-

    xicanos,

    a

    pesar

    de que

    ella est

    implcita

    en los

    mltiples

    palacios

    y tem.

    plos

    indgenas,

    de suyo monumentales,

    y

    cuyas

    ruinas le

    son

    tan familia-

    res a nuestra

    ciencia arqueolgica?

    1

    I

    Et

    1927, convesando con mi

    venerando

    maestro y

    to afectsimo,

    el seor ingenieo don

    Je

    ss Galindo

    y

    Villa,

    y

    con el

    diitinguido botanista

    profesor

    don Guillermo Gndara, acerca de

    la necesidad de

    puntaliz

    el

    grado

    a

    que

    haba llegado

    el

    desarollo de

    la

    ciencia

    recorte-

    siena, se

    convino

    en

    que

    mi to estudiaa la matemtica

    indgena, el

    profesor

    Gndara

    la

    bo.

    trnica

    y

    yo

    la

    msica.

    La

    enfemedad

    primeo

    y

    la

    muerte

    despus,

    impidieron

    a

    mi

    to

    realizar su

    laborj el

    pm.

    fesor

    Gndara, actualmente fallecido, alcanz

    a dr cima

    a

    sus

    primeros

    trabajos,

    escribiendo

    su interesante

    monografa Flord representaila en

    la

    cemica

    nahoa

    precortesana,

    que

    ley la

    oche del 5 de agosto de 1929 en la

    Sociedad Cientilica Antonio Alzate, ahora Academia

    Na-

    cional

    de Ciencias

    y

    en cuyrs Memoias gura

    publicada

    en las

    pginas

    293-340

    del tomo

    5l

    (Mxico,

    1932). f'ste distinguido

    pmfemr

    me

    indic que

    en

    estudios

    posteriores pnsaba

    demos-

    trar

    que

    los

    nahoas

    poseyeron

    na

    sistemtic&

    botnica,

    deduciendo

    su

    existencia, del rombre

    de

    las

    plantas, que

    expresaban su morfologa

    en la

    generalidad

    de los

    casos.

    Poducto

    de

    ese acuerdo,

    en lo

    que

    a mi respecta, son

    las tesis

    que presente

    al

    2e Congreso

    Nacional de Msica

    celebrado

    en

    septiembre

    de

    1928,

    y

    esle

    estudio.

    Infludo

    por

    mis ideas,

    mi

    estimado amigo

    y

    colega el

    seo

    ingeniero

    Daniel

    lastaeda,

    e*

    cibi su

    estudio acstico

    intitlado

    Las

    flautas

    en las cidlizaciorcs

    ercca

    y

    urasca,

    q:ue pu.bli-

    c en los nmeos

    I

    y

    9-10 de

    la

    Reiista r+tic

    (

    tf&ico, dorieDbrc

    t

    diciembe

    de 1929

    y

    eaero

    de

    1930)

    y

    en

    el

    cual

    se evidencia

    el

    garr

    dclfo

    quc

    lc

    iagraas

    alczon en

    or'

    ganografa

    musical.

    Posleriormente,

    el

    propio

    ingeniero se soci

    al

    ii.fido

    pmfcsor

    doa Vicente

    T. Men.

    doza

    y

    amlos escribieron

    el

    tomo

    primero

    dl

    Insnurcttd. Pttatfsioto que

    corresponde a

    pdcutores

    y qu

    ea 1933 fu

    pubc-ado por

    el llusco

    \-rcinrl

    Cmo

    ganara

    la historia de

    la

    c tur

    iadifa

    si gc

    .d6 cr

    arqrcologe

    y

    en

    historis

    precortsiss

    se decidie

    coti

    .aq

    rortro

    de fuctiferog e-

    s

    rado6

    n

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    4/29

    Con respecto

    a

    su arte, estamos obligados

    a

    confesar

    la

    ignorancia

    ms

    rotunda.

    Si

    por

    arte debemos

    entender

    -me

    refiero

    a

    las

    artes

    liberales-

    la

    ealizacin

    o

    la

    manifestacin

    de

    Ia

    belleza en form exterior

    sensible,

    es de forzosa

    aceptacin Ia existencia

    de varias artes bellasn

    puesto

    que

    hay

    diferentes

    modos de expresar

    la

    belleza.

    La mayora

    de

    los

    estetlogos

    mo-

    dernos agrupan

    a

    las nobles

    artes en dos triadas independientes:

    la trilo.

    ga

    de

    las

    artes

    del

    espacio

    o

    de

    la

    belleza esttica,

    y

    la triloga

    de las

    artes

    del tiempo

    o de

    la

    belleza dinmica.

    La

    primera

    comprende a

    las

    ar.

    tes

    pl'sticas

    y

    la

    segunda agrupa

    a

    las

    artes

    que

    los

    griegos

    denominaron

    "musicales"

    (la

    msica vocal

    e

    instrumental,

    la

    poesa

    y Ia

    danza).

    Hasta

    hoy slo

    conocemos

    bien

    las

    artes

    precortesianas

    del

    primer

    gru-

    po;

    a

    las del

    segundo apenas

    las

    comenzamos

    estudiar.

    Todava

    en el

    pasado

    siglo,

    con

    Icazbalceta

    y

    con Chavero,

    se

    tuvo

    por

    dudosa

    la

    existencia de

    la

    poesa entre

    los

    antiguos mexicanos;

    pero

    en

    el

    transcurso de

    esta centuria los trabajos de Brinton, de Del Paso

    y

    Troncoso, de Peafiel, de Vigil

    y

    de

    Castillo

    Ledn, han

    comprobado sa-

    tisfactoriamente

    lo

    errneo de semejante duda.

    No slo est

    probada

    la existencia de

    la poesa

    entre

    los

    antiguos me-

    xicanosn

    sino tambin

    el

    que

    sta

    haba

    logrado esplendidez

    y majestuosi-

    dad

    bastantes

    para

    sorprender

    gratamente

    a

    los

    primeros

    religiosos

    que

    llegaron a

    Nueva

    Espaa,

    quienes

    encontraron

    "ms

    alto de

    Io

    que

    se

    crea,

    el nivel

    moral

    que haban

    alcanzado"

    los

    indgenas, segn

    lo

    afir-

    m

    don

    Jos

    lVlara

    Vigil,

    a

    pginas

    5

    de su inconclusa

    Historin

    d.e Ia lite-

    ratura

    mexicana.

    El

    propio autor

    dice en

    la

    misma pgina:

    "Pocos

    son

    los

    documentos

    que

    nos han llegado

    por

    conducto

    de

    los

    historiadores,

    quienes

    los

    recogieron

    directamente

    de los

    depositarios de

    ese

    precioso tesoro

    de

    tradiciones

    remotsimas

    que

    forman

    un

    conjunto

    de

    doctrinas

    y

    creencias

    dignas de

    la

    ms

    seria atencin,

    pues

    sugieren al-

    ta

    idea del desarrollo

    intelectual, moral,

    poltico

    y

    artstico

    de aquel

    pue-

    blo.

    El

    lenguaje

    de

    sus

    discursos

    y

    oraciones, de

    sus

    himnos religiosos,

    de

    las

    plticas

    educativas

    de

    sus

    hijos

    y

    de sus cantares elegiacos en

    que

    aso-

    ma un sedimento de amargo

    pesimismo;

    ese lenguaje, decimos,

    abunda en

    imgenes

    atrevidas que

    llegan

    a

    veces

    a

    lo terrible,

    en

    giros

    de

    la

    extraa

    elocuencia

    que

    caracteriza

    las

    creaciones de

    pueblos

    acostumbrados a

    vi-

    vir en comunin

    ntima

    con una

    naturaleza

    de exuberancia

    monstruosa, co-

    mo

    la

    naturaleza de la

    India

    y

    Ia

    de Mxico".

    Si

    desde

    el

    18 de febrero de

    1909

    en

    que

    muri

    el

    autor

    del

    prrafo

    transcrito, sus opiniones, en

    vez

    de ser impugnadas,

    han hallado

    en

    los

    es-

    23r

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    5/29

    critores

    subsiguientes

    muy

    decididos

    partidarios,

    ello

    prueba

    su

    bondad

    y

    exactitud,

    causa

    por

    la

    cual

    uniforman

    actualmente

    el

    criterio

    de

    los

    es-

    tudiosos

    de esta disciplina.

    Ser

    posible

    opinar

    acertadamente

    en relacin con

    la

    esttica del

    M-

    xico

    precortesiano, conociendo

    la

    interpretacin indgena

    del bello

    ideal

    tan

    slo a travs

    de las artes

    del espacio?

    Acaso

    no han

    pecado

    por

    tre-

    vidos

    los

    juicios

    que hasta

    hoy

    se

    han

    formulado

    acerc de

    la

    msica

    me-

    xicatl,

    fincndolos

    nicamente

    en

    un

    conocimiento

    fragmentario de

    la

    es-

    tLica

    indgena?

    Por haber

    incurrido

    en

    semejante

    error,

    ni nos

    asombra,

    ni

    aceptamos,

    ni

    refutamos,

    la

    equvoca

    apreciacin,

    hija

    de su

    poca,

    que

    de

    Ia msica

    indgena

    hizo

    el

    distinguidsimo

    y

    honorable y

    erudito historigrafo don

    Joaqun

    Garca Icazbalceta;

    pero,

    en

    cambio, nos

    desconcert saber

    que

    hay

    en

    Mxico quien niega

    rotundamente

    Ia

    simple

    posibilidad

    de

    una

    m-

    sica precortesiana

    cuyo desarrollo

    sea equiparable

    al

    de

    la

    literatura

    de

    esa poca,

    a

    pesar

    de

    admitir la

    existencia de dicha

    literatura

    y

    de comul-

    gar

    con la idea,

    universalmente

    admitida

    ya,

    de

    que

    cada

    cultura

    tiene su

    lenguaje

    esttico,

    el

    cual

    logra

    su

    mxima

    expresin

    por

    medio

    del

    arte

    que

    en ella culmina,

    sin

    que

    este

    fenmeno

    implique

    la

    ausencia o

    la

    nega-

    cin de

    alguna de

    las

    otras

    artesn

    ya

    que

    todas ellas,

    segn Spengler, de-

    ben estar forzosamente

    en relacin

    ntima,

    teniendo

    en

    consideracin que

    cada

    cultura

    no

    tiene ms

    que

    un estilo:

    eI

    que

    le

    es

    propio y

    prueba

    de

    ello

    es

    que

    la

    arquitectura del Rococ,

    en Europa, tiene

    su

    forzoso

    equiva-

    Iente

    en

    la

    literatura

    y

    en

    la

    msica de

    ese

    perodo,

    Cmo

    iba

    a

    ser

    po-

    sible

    que

    Mxico registrara

    la

    excepcin de tener

    una arquitectura monu-

    mental,

    una

    pintura y

    una escultura altamente simblicas,

    una literatura

    por

    dems conceptuosa

    y

    que

    a

    pesar

    de

    ello careciera de una msica

    an-

    loga

    a

    las otras artes

    sus

    contemporneas?

    Semejante

    opinin,

    a todas

    luces falsa,

    hall,

    sin

    embargo,

    sustentado-

    xes,

    muy

    opacos

    por

    cierto,

    durante

    las

    sesiones

    del

    Primer

    Congreso Na-

    cional de Msica,

    celebrado en la ciudad de Mxico en

    septiembre de

    1926,

    Voy

    a

    demostrar,

    a

    la luz de

    la etnografa, la invalidez

    de semejante

    opinin.

    El

    profesor

    doctor

    Michael Haberlandt, director

    del

    Museo FoIk-

    lrico

    de Viena, dice

    en

    el

    captulo

    intitulado

    "El

    Arte",

    de s't Etnograt'n

    Gencral

    (Editorial

    Labor. Barcelona,

    1926):

    "La

    etnografa conoce

    tribus

    sin viviendas,

    sin

    eI

    ms

    ligero

    rastro de

    indumentaria, pero

    no sin

    msica.

    ..

    El

    hecho

    de

    que

    no existe

    pueblo

    sin

    arte viene

    a

    expresar de

    un

    modo

    elocuente su

    cacter

    imprescindible

    y

    232

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    6/29

    necesario...

    Su

    primera

    manifestacin

    a

    este respecto,

    su

    forma

    ms

    an-

    tigua

    y

    efectiva

    es la trinidad

    constituda

    por

    la Msica, la

    Danza

    y

    el

    Tea-

    tro,

    que

    son

    formas

    inseparables".

    Siendo verdad inconcusa

    el

    que

    la msica constituye la

    primera ma-

    nifestacin artstica que

    aparece en

    los

    pueblos

    primitivos;

    siendo

    otra

    ver-

    dad de igual categora

    el

    que

    las artes todas

    son en

    cada cultura

    equiva-

    lentes

    entre

    s,

    desde

    el

    punto

    de

    vista

    de

    la expresin,

    cmo

    sera

    posible

    aceptar

    que

    los

    mexicanos, poseedores

    de una

    arquitectura

    evolucionada

    y

    de una literatura

    conceptuosa,

    hubiranse

    estancado

    en msica, cuyo

    arte,

    por

    razones de

    su antigedad

    etnogrfica tena

    que

    sufrir,

    forzosamente,

    la

    influencia

    evolutiva

    de

    las dems

    artes?

    Ser

    posible negar,

    a

    la luz

    de la

    lgica,

    la

    posibilidad

    de una

    msica precortesiana

    bien constituda

    y

    con

    cierta amplitud

    ideolgica, cuando hasta

    nosotros

    ha llegado

    la

    mag-

    nificencia

    de

    su

    arte

    coreogrfico,

    pese

    a

    las mil influencias

    nefastas que

    han estorbado

    su transmisin y

    desarrollo?

    No

    debemos olvidar

    que

    la

    danza

    lleg

    a ser entre los antiguos

    mexi-

    canos

    equivalente

    al

    modemo

    ballet, toda vez

    que

    se

    desarrollaba

    siguien-

    do un

    argumento

    preconcebidon

    el cual iba tras la

    consecucin

    de una fi-

    nalidad.

    Eran los

    mexicanos

    tan cuidadosos

    de

    la

    esttica

    de su

    baile,

    que

    en las danzas

    circulares los'nobles

    se colocaban en

    el

    centro

    para poder

    con.

    servar

    su

    circunspeccin

    y

    dignidad

    durante

    eI

    movimiento;

    en

    cambion

    los humildes,

    que

    no

    tenan compostura que

    cuidar,

    danzaban

    en

    la

    peri-

    feria,

    cuya

    circunstancia

    los

    obligaba

    a imprimir

    a

    sus movimientos

    tal

    velocidad, que

    Ies

    demandaba

    cietas

    actitudes

    grotescas.

    Hasta

    esos

    ni-

    mios

    detalles

    cuidaban

    los

    estetas

    coreogrficos

    de

    la antigua Tenochtitln

    Voy'a

    indicar,

    en

    concepto mo,

    la

    causa por

    la cual los historiadores

    no han

    expresado concretamente

    su opinin

    respecto

    de

    la msica precor.

    tesiana,

    a

    pesar

    de

    haber

    sido

    muchos

    de

    ellos

    tan acuciosos

    y

    competentes

    como

    Orozco

    y

    Berra,

    Ramrez,

    Chavero

    y

    Paso

    y

    Troncoso,

    por

    no citar

    de los

    nuestros ms

    que

    a los fallecidos;

    se

    ver entonces que

    tal

    omisin

    no

    obedece

    a

    circunstancias

    inferiorizantes para

    ese

    arte, sino

    a dificulta-

    des

    de orden tcnico

    estiico,

    cuya resolucin

    caa

    fuera

    de Ia capacidad

    de

    dichos

    autores.

    Mientras que

    las artes plsticas

    una vez concebidas

    y

    ejecutadas por

    su

    autor,

    pueden

    ser comprendidas y

    admiradas

    por

    cualquier individuo.

    sin

    que

    ste necesite

    preparacin

    especial previa, para

    la

    msica

    urge

    la

    necesidad

    de un intrprete,

    capacitado

    previamente para

    verter con

    abso-

    luta fidelidad

    las

    ideas

    del

    compositor.

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    7/29

    '"Toda buena

    meloda

    lleva

    en s

    un sentido y

    su explicacin

    -dic

    ombarieu

    en

    el

    prlogo

    de su

    libo La

    Musique,

    ses Zois

    et son

    Eool

    ton-

    y,

    sin

    embargo,

    el

    compositor

    con

    suma frecuenbia

    escribe la

    guiente

    nota

    explicativa

    dirigida

    al

    ejecutante

    gue

    la

    interpret

    a.

    ,,con

    e

    presin".

    Expresin

    de qu?

    Es

    intil inquirir;

    slo un

    compositor

    segundo

    orden

    ser

    capaz de precisar"

    (pg.

    8,

    Flamarin,

    ed.

    Pars,

    192?

    Para

    comprender

    la

    msica,

    especialmente

    la antigua,

    no basta eI c

    nocimieato

    superficial

    de la

    notacin guidoniana,

    ni la

    preparacin

    esc

    lstica

    enmacada

    dentro de

    los modos

    mayor y menor; y

    si tal acopio

    insuficiente

    para

    permitir

    su

    estudio

    histrico,

    lo ser mayor para

    la i

    vestigacin

    en msica

    extica;

    qu

    no

    contecer

    con

    los

    que

    hallndos

    hurfanos

    de toda preparacin

    musical

    se

    aventuren

    en esas

    investigacio

    nes?

    No

    es

    difcil

    que

    muchos

    historiadores de

    los

    mexica,

    Brinton

    ent

    ellos, hayan

    sabido msica; pero

    lo

    que por

    tal

    cosa comprende la

    gen

    ralidad: sabe

    leer la notacin guidoniana;

    iy

    con semejante luz,

    de

    su

    opaca,

    hubieron

    de

    alumbrar sus

    opiniones

    Esta ha

    sido la fuente de ta

    tos dislates,

    que

    hoy

    corren

    como verdades rotundas,

    sostenidos

    acerca

    d

    la msica precortesiana.

    La msica

    -al

    decir de Combarieu-,

    opinin

    que fundamenta

    y

    e

    plica

    con toda amplitud,

    o'es

    el arte de

    pensar por

    medio de sonidos";

    (o

    cit,,

    p6g.7), y quien

    slo

    posea

    medios musicales

    escolsticos, estar

    inc

    pacitado

    para

    comprender

    el

    pensamiento

    musical

    precortesiano

    que

    ca

    fuera de tales normas

    y po

    esa causa no

    podr

    externar, respecto de

    st

    opinin digna de confianza.

    Se

    conceder validez

    a

    las opiniones

    de

    guienes

    se han expresado

    m

    de

    esa

    msica,

    aun cuando

    ni

    siquiera conozcan las

    escalas

    en

    que

    sus m

    lodas

    estn construdas?

    Los hechos ponen

    claramente de manifiesto

    qu

    no hay

    exageracin en esta

    censura.

    Otro error

    en

    que

    han incurrido los

    escritores

    que

    impugno, hijo de

    impreparacin musical

    que

    les vengo

    sealando, estriba

    en

    tomal com

    punto

    de

    comparacin

    para

    juzgar

    nuestra msica

    autctona,

    el

    estado qu

    guardaba

    el arte

    musical europeo

    cuando

    los

    historiadores

    mencionilb

    optmron

    aI

    respecto, sin darse

    cuenta,

    pot

    su desconocimiento histric

    musical,

    que

    era

    muy

    otro el

    que guardaba

    en el siglo xvt, poca

    en

    que

    debe

    juzga.r

    eI nuestro.

    Una vez

    sentado el

    principio

    de

    la

    posibilidad

    de una

    msica precorte

    siana

    poseedora

    de

    validez artstica, fundamentar su

    existencia

    median

    234

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    8/29

    pero

    ellos

    tomaban

    tan

    gran placer

    por

    1,

    que

    en

    las

    festividades

    perma

    necan

    cantando

    eI da

    entero

    (Clavijeron

    lib.

    VIL

    cap,

    44,

    pg.234).

    4.

    Entre los

    empleados de

    los

    templos se

    cita a un

    chantre

    y

    a un

    so

    chantre

    encargados

    de

    la

    msica

    del

    templo

    (Torquem

    ad,a,

    Monar,qua

    In

    dana,

    t.II, lib.

    IX,

    cap.

    6. Madrid,

    1723).

    5.

    Los seminarios

    d muchachos

    y

    jvenes

    estaban

    dirigidos

    por

    sace

    dotes

    dedicados exclusivamente

    a

    su educacin.

    Existan

    seminarios

    distin

    tos

    para

    nobles

    y

    plebeyos,

    ambos

    bajo la direccin

    de superiores

    y maes

    tros que los instruan

    en

    religin,

    historia,

    pinturan

    msica

    y

    otras &rte

    convenientes

    a su

    rango

    y

    circunstancia

    (Clavijero,

    lib.

    VII,

    cap.

    5).

    6.

    Ios

    mexicanos

    componan himnos en

    honor

    de sus dioses,

    y los can

    taban

    en los

    templos

    y

    en los bailes

    sacros;

    poemas

    histricos en que

    s

    referan

    los

    sucesos

    de

    la

    nacin

    y

    las

    acciones

    gloriosas

    de

    sus hroes

    y

    stos se cantaban

    en los bailes profanos;

    odas morales

    o tiles,

    y

    final

    mente

    piezas

    amatorias

    o

    descriptivas

    de la

    caza

    o de

    algn otro

    asunto

    agradable

    para

    cantarlos

    en los regocijos

    pblicos

    del

    sptimo mes. Lo

    compositores

    eran

    por

    lo

    comn

    los

    sacerdotes,

    quienes

    enseaban a

    los

    ni

    os,

    para

    que

    las

    cantasen

    cuando

    llegaran

    a

    su

    mayor

    edad

    (Clavijero,

    t

    l,

    p6Lgs.

    232

    y 233. Mxico,

    lSuK).

    7.

    Los msicos

    y

    los cantantes eran muy

    estimados entre

    los indios, por

    que

    conservaban

    en

    sus

    canciones

    los

    recuerdos

    del

    pasado;

    por tanto,

    los

    hombres gue se

    dedicaban

    a

    estas artes tenanlos

    en

    muy

    alta

    estima

    y

    estaban exentos

    de pagar

    tributos (carta

    del

    Obispo

    Ramrez de

    Fuen

    leal,

    1532.

    En

    Tornaux-Compans, Bbliothque

    Amricainn,

    vol.

    XVI,

    pg

    218. Pars, 1837).

    8.

    Respecto

    a

    lo

    amante que eran los mexicanos

    por

    Ia

    msica...

    Va

    se

    Herrera,

    Histora

    General

    de Indas,

    dcada

    III,

    pg.

    137. (Madrid

    1615).

    9.

    Netzahualcyotl

    fund

    en

    su Palacio

    el Tribunal de

    Ciencia

    y

    M

    sica,

    especie

    de academia donde se

    lean

    composiciones histricas

    y

    poti

    cas

    y

    se

    premiaba

    a

    los

    compositores ms

    aventajados

    (Ixtlilxchitl, Iisa-

    ria

    ile

    los

    chbhmccas, cap.

    36.

    Mxico, 1892).

    10. A

    usanza

    de

    los

    castellanos medievales,

    los

    nobles mexicas

    tenan

    trovadores

    que

    componan

    canciones en

    las

    que cantaban

    sus hazaas

    (Tor

    quemada,

    op.

    ct,,lib. 14,

    cap.

    II).

    11.

    Una

    comprobacin

    de

    los

    testimonios anteriores,

    la

    constituyen

    los

    instrumentos musicales

    precortesianos,

    existentes

    en

    el

    Museo

    Nacional

    de

    Arqueologa de

    Mxico

    (flautas,

    ocarinas, silbatos,

    teponaxtles, huehuetles

    235

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    9/29

    chicahuactlis),

    y

    las

    figuras

    de

    msicos y danzantes consignados

    en

    los di-

    ferentes cdices

    que poseemos.

    Las citas

    marcadas

    con los nmeros

    6,7,8,9

    y

    10 evidencian

    el alto

    aprecio que

    el

    pueblo mexica tena

    por eI

    arte

    musical.

    Siendo mltiples e incontrovertibles

    los

    testimonios a

    favor de

    Ia exis-

    tencia de

    la

    msica

    precortesiana,

    cules

    han

    sido

    entonces

    las

    causas

    que influyeron

    para que por

    mucho tiempo se considerara

    extinta

    su tra-

    dicin?

    En

    concepto

    mo,

    ellas son

    de

    tres

    rdenes:

    1,

    poltico-sociales;

    2,

    histrico-crticas,

    y

    3,

    msico-tcnicas.

    Las

    poltico-sociales

    son de

    triple

    ndole: religioso,

    escolar

    y

    poltico.

    El

    religioso

    fu

    debido

    al

    celo eclesistico

    de los

    misioneros, exagera'

    do

    las ms veces,

    que

    en

    su anhelo de

    cristianizar a

    los

    indgenas,

    propen-

    di a

    destruir

    por impo

    cuanto se

    refera a las

    civilizaciones

    autctonas

    de Nueva

    Espaa.

    Un

    documento

    irrefutable

    al respecto,

    en relacin

    con

    la

    msica,

    es

    el

    de las Ordenanzas

    del Primer Concilio

    Mexieano,

    ledas

    el

    17 de noviembre de

    1555, e impresas eI

    10 de enero

    de J.556. Su

    cap-

    tulo

    6 incluye eI

    funcionamiento de escuelas

    donde

    no hubiera eclesisti

    cos; el

    72 prohibe las danzas

    y

    los cantos del tiempo

    de la

    gentilidad,

    y

    el

    74 impide

    la

    impresin

    y

    venta de libros sin

    licencia del ordinario

    (Obis'

    po

    F.

    H. Yera, Apu*arnientos

    Histricos d'e los Concilos

    Proainciales M+

    *icanos.

    Mxico,

    1893).

    Segn

    lo

    dispuesto

    por

    ese

    concilio, los

    nios

    indgenas

    ya

    no

    podran

    recibir

    de sus antiguos

    mentores

    la

    enseanza

    tradicional de sus

    cantos,

    porque

    a

    ello se

    opona

    el captulo

    6;

    si

    anhelaban

    conservarlos

    en la in-

    timidad

    del hogar, all estaba

    el captulo 72

    para

    impedirlo;

    les

    quedaba

    el recurso

    de escribirlos

    en

    mexicano, que

    era

    su idioma,

    y publicarlos;

    pero

    el

    captulo

    73

    1o estorbara.

    Acaso

    no constituye

    este

    documento

    una

    de

    las

    pruebas irrefutables de

    lo

    que

    afirmo?

    No

    son

    imaginarias

    estas

    deducciones,

    sino apoyadas en

    hechos

    reales;

    sirvan

    de ejemplo estas

    palabras

    de Torquemada,

    que

    se

    hallan en el

    ca-

    ptulo

    XLIII

    del

    libro

    VI

    de su

    obra

    ya

    citada:

    "Que

    no

    se deje

    ms

    a

    los indios cantar

    sus

    cantos antiguos,

    porque

    cs-

    tn

    plenos de reminiscencias diablicas".

    No

    es

    menos claro eI

    factor

    esmlar.

    En 1523, lleg a Texcoco el

    ad-

    mirable fray

    Pedro de Gante,

    y

    a fines de 1526

    o

    principios

    de

    1527,

    es-

    taba

    ya

    en su convento

    de Mxico en

    el cual

    instruy durante 50

    aos

    a

    la

    juventud

    indgena,

    ensendole,

    entre otras cosas, nociones de msica

    europea,

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    10/29

    Llegados

    que

    fueron los franciscanos

    a

    la

    capital

    de Neva

    Espaa

    17

    de

    junio

    de 1524, principiaron

    dsde

    luego su

    obra

    de

    europeizaci

    Motolina

    el magnfico, que

    vino

    con

    ellos,

    dice

    en

    el

    captulo XII de

    Historia:

    "En

    el

    segundo

    ao que

    les

    comenzamos

    a

    ensear.

    ..

    (los

    indios

    escriban)

    canto llano

    y

    canto de

    rgano. ..

    y

    han hecho muchos

    libros

    ellos. El

    tercer

    ao

    les impusimos

    en eI canto

    y

    algunos

    se rean

    y

    bur

    ban de

    ello... Porque

    parecan

    desentonados.

    .. Un

    indio

    de

    esos can

    res,

    vecino de Tlaxcala, ha

    compuesto

    una

    misa

    entera,

    apuntada

    por pu

    ingenio,

    aprobada por

    buenos cantores

    de Castilla que

    la han visto.

    En

    .

    gar

    de

    rganos tienen msica

    de

    flautas

    concertadas,

    que

    parecen propi

    mente

    rganos

    de

    palo, porque

    son

    muchas

    flautas.

    Esta

    msica

    ense

    ron

    a

    los indios

    unos

    ministriles

    que

    vinieron de Espaa

    y

    como ac

    hubiese

    quien

    a todos

    juntos

    los recibiese

    y

    diese

    de

    comer, rogmosle q

    se repartiesen por

    los

    pueblos

    de los indios

    y

    les

    enseasen

    pagndoselo,

    as los ensearon"

    (Tratado

    30,

    pg,

    214, Barcelona,

    1914).

    El 8 de

    enero de 1536, se reforz

    Ia

    europeizacin,

    al

    abrirse,

    pa

    uso de

    los

    indgenas,

    el colegi de Santa

    Cruz de Tlaltelolco,

    en donde

    ta

    bin se impartieron

    junto

    con

    otras materias,

    nociones

    de

    msica

    europe

    Por ltimo, con

    la

    llegada

    de los

    jesutas

    en 1572, y

    su instalacin

    Tepotzotln

    en 1584,

    se

    complet

    el cimiento

    de nuestra europeizacin.

    No es

    mi

    propsito

    discutir si fu

    o

    no

    benfico

    este contingente cul

    ral;

    slo

    pretendo

    dejar

    establecido

    el

    hecho

    de

    que

    tal contingente co

    tribuy

    en

    forma

    decisiva,

    a

    que

    se

    truncara, en gran parte,

    Ia

    tradici

    musical

    indgena, mxime

    cuando eran los nios

    a

    quienes

    se incorpora

    al

    europesmo.

    EI

    factor

    poltico

    es inconcuso. Ya

    fuera

    por

    slo

    cuestiones teol

    cas,

    ya

    por

    el temor

    de

    que

    los

    colonos

    hicieran labor

    subversiva en

    con

    de la Corona mediante

    escritos redactados en

    lenguas

    americanas,

    la

    Inq

    sicin persigui

    a

    quienes

    cultivaron

    semejante

    literatura;

    el

    virtuoso

    fr

    Maturino

    Gilberti,

    por

    componer

    en

    tarasco su dilogo

    de Doctrina

    Crist

    ta,

    se

    vi6

    envuelto

    en largusimo

    proceso inquisitorial que

    dur

    17

    a

    (f559-f576).

    (Publcacones

    d.el

    Archiao

    General

    d,e

    Ia

    Nacin, tomo

    V

    cap. 30. Mxico, 1914).

    Entraba

    en

    la poltica hispana

    destruir toda huella de mexicanismo,

    gn

    lo

    prueba

    la

    Reatr

    Cdula de 23 de abril de 1577, fechada en Madr

    por

    cuyo

    medio

    se

    le orden al Virrey

    don trfartn Enrquez:

    "...No

    consentir de ninguna manera

    persona

    alguna escriba

    cosas

    q

    238

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    11/29

    toquen

    a

    supersticiones

    y

    manera de

    vivir

    que

    estos indios tenan, en nin-

    guna

    lengua,

    porque

    as conviene

    aI

    servicio de

    Dios Nuestro Seor"

    (Ar-

    chivo de Indias. Patronato Real, Tomo II. Minutas de Reales Cdulas, Ra-

    mo

    75).

    Fray

    Bernardino Sahagn,

    nuestro folklorista

    mximo, honradsimo,

    acucioso

    y

    competente, sufri toda su vida por desobedecer

    el

    mandato

    an-

    terior; varias

    veces

    Ie fueron recogidos los manuscritos de st

    Historia

    Ge-

    neral

    d,e las Cosas d,e Nuua Espaa,

    que

    rehizo

    en

    diversas ocasiones

    y

    en

    la

    que trabaj

    aun

    octogenario,

    sin

    que

    llegaran a

    permitirle

    su

    publi-

    cacin, a

    pesar

    de ser varn virtuoso

    y

    muy

    docto en teologa;

    he

    aqu la

    prueba:

    "Por algunas cartas

    que nos

    han

    escrito

    de

    esas

    provincias, hemos

    en-

    tendido

    que

    Fr. Bernardino

    de Sahagn, de la

    Orden de

    San Francisco, ha

    compuesto una

    Historia

    Universal

    de

    las cosas ms sealadas de esa Nue-

    va Espaa,

    la

    cual es una computacin muy

    copiosa

    de todos los ritos,

    ce-

    remonias

    e

    idolatras

    que

    los indios usaban

    en su infidelidad, repartida

    en

    doce

    libros

    y

    en lengua

    mexicana;

    y

    aunque se entiende

    que

    el celo del

    dicho

    Fr.

    Bernardino haba

    sido bueno,

    y

    con

    deseo

    que

    su trabajo

    qea

    de fruto, ha

    parecido que

    no

    conviene

    que

    ese

    libro se imprina

    ni

    ande de

    ninguna

    manera

    en esas

    pafes, por

    algunas causas de

    consideracin,

    y

    as

    os

    mantio

    que

    luego

    que

    recibis

    esta nuestra Cdula, con mucho cuidado

    y

    diligencia

    procuris haber

    estos libros,

    y

    sin

    que de

    ellos

    quede

    original

    ni

    translado alguno,

    los

    enviis

    a

    buen recaudo

    en

    la

    primera

    ocasin

    a

    nuestro

    Consejo de las Indias,

    para

    que

    en

    l

    se vean".

    (Publimcones

    ilel

    Archiao Ceneral ile Ia Nac6n,

    tomo VI,

    pg.

    513.

    Mxico, 1914).

    No slo con respecto

    a

    las

    obras histricas

    era

    intransigente

    el

    gobier-

    no hispano;

    a

    la

    Colonia deba

    mantenrsele

    en tinieblas

    para que

    olvida-

    ra

    su

    origen

    y

    a

    nada pudiera

    aspirar.

    No

    era se

    el

    mejor procedimien-

    to

    para

    extinguir

    todo

    bote de nacionalismo,

    de suyo

    peligroso?

    La

    carta

    del

    Santo

    Oficio de

    la

    Inquisicin

    al

    muy

    reverendo seor don

    Hiernimo

    Pacheco,

    arcediano

    de Tlaxcala, comisionario de

    Ia

    Santa

    Inquisicin

    en

    Puebla,

    fechada

    en Mxico

    el

    16

    de

    junio

    de

    1576,

    justificando

    esta opinin:

    "...Todos

    los libros

    que

    por

    el Santo

    Oficio estuvieren

    recogidos

    en

    su

    poder,

    o en el Monasterio

    de

    Santo Domingo

    o en

    otra

    cualquier parte,

    en

    lugar

    y parte

    secreta

    donde

    no

    se entienda, los har

    quemar; y

    conviene

    este

    recato

    porque

    como estos

    libros no

    se mandaron recoger

    por prohibidos

    ni

    porque

    en ellos hubiese alguna

    cosa

    mala,

    sino

    porque

    no fuesen oca-

    239

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    12/29

    sin

    al

    vulgo

    de errar, podra

    alguno

    recibir

    escndalo

    de entender

    que

    quemasen

    libros

    tanto tiempo

    usados

    y

    permitidos

    entre

    los fieles

    cat

    cos

    Christianos" (Archivo

    General

    y

    Pblico

    de

    la

    Nacin.

    Inquisicin,

    t

    mo

    82,

    nm.

    4).

    La

    disposicin

    anterior

    no fu un

    caso

    aislado, sino

    Ia

    evidencia

    d

    una

    poltica

    meditada y

    cuidadosamente

    proseguida,

    segn lo

    prueba

    mandato que

    ordena que

    o'no

    se

    consientan en

    las

    Indias

    libros

    profanos

    fabulosos,

    porque

    de llevarse

    a

    las Indias

    libros

    de romance que

    traten d

    materias

    ptofanas

    y

    fabulosas y

    historias

    fingidas,

    se siguen muchos

    i

    convenientes" y

    as

    "mandamos

    a los

    Virreyes,

    Audiencias

    y

    Gobernad

    res que

    no

    los

    consientan imprimir,

    vender

    ni tener y

    llevar

    a

    sus distrito

    y

    provean

    que

    ningn

    espaol

    e

    indio

    Ios lea,,.

    (Recopilacin

    de Leyes

    de Indias,

    ttulo

    XXIV,

    Ley IV).

    Hasta

    los defensores

    ms decididos

    del

    gobierno

    colonial

    reconoce

    que

    Ia

    monarqua

    espaola

    se

    esforz por

    mantener

    al

    indgena en

    la

    ig

    norancia,

    como

    recurso

    de su poltica

    de dominacin;

    he

    aqu una prueba

    "En los

    tiempos

    que

    siguieron

    inmediatamente

    a

    la

    conquista, se tu

    vieron

    ideas muy

    liberales

    para

    la instruccin

    y

    fomenio

    de los

    indios.

    An

    tes

    de

    pensar

    en formar

    ningn

    establecimiento

    pblico

    de

    instruccin pa

    ra

    los espaoles,

    se

    fund

    el

    Colegio

    de Santa

    Cruz

    para

    los indios

    noble

    en

    el

    convento

    de Santiago

    Tlaltelolco

    de

    religiosos franciscarros,

    cuya ape

    tura

    solemne

    hizo

    el

    primer

    virrey

    de Mxico,

    don

    Antonio

    de Mendoza

    Hubo

    de pensarse

    despus

    que

    no

    convena

    dar

    demasiada

    instruccin

    aquella

    clase,

    de

    que

    podra resultar algn

    pel,igro

    para

    la

    seguridad

    d

    estos

    dominios,

    y no

    slo se

    dej

    en decadencia

    aquel

    colegio,

    sino

    que

    s

    embaraz

    la

    formacin

    de

    otrosn

    y por

    esto

    el

    cacique

    don

    Juan

    de Cast

    lla

    se afan

    en vano

    durante muchos

    aos en

    Madrid,

    a fines del

    siglo

    pa

    sado,

    para

    conseguir

    la fundacin

    de

    un

    colegio

    para

    sus

    compatriotas

    e

    su

    patria,

    Puebla.

    El

    virrey

    marqus

    de

    Branciforte

    deca

    por.el

    mism

    tiempo, que

    en

    Amrica

    no se deba

    dar

    ms instruccin

    que

    el catecismo

    no

    es,

    pues,

    extrao,

    que

    conforme

    a esto

    las

    clases

    bajas de

    la

    sociedad n

    tuviesen

    otra,

    y

    an,

    sa, bastante

    imperfecta

    y

    escasa"

    (Lucas

    Alamn

    Histora de

    Mjico,

    t. I, pgs.

    26.27.

    Mxico, 1849).

    Para concluir

    copiar

    los

    valientes

    conceptos

    del

    distinguido

    escrito

    colombiano

    Baldomero

    Sann

    Cano,

    consignados

    en

    su

    estudio

    Inlluencias

    d,e

    Europa

    sobre

    I,a

    Culura

    d,e

    Amrica

    Espaola:

    o'Antes

    de pasar

    adelante conviene

    seatrar,

    aunque sea someramente

    cul fu para

    las culturas

    americanas

    existentes

    al

    momento

    de la Conquis

    240

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    13/29

    ta

    y para

    la

    cultura espaola

    en los

    tres

    siglos

    de dominio,

    el

    resultado

    del

    contacto

    entre

    dos

    maneras

    de entender

    el

    mundo

    y

    de

    regir

    a

    los

    hombres.

    Acaso

    la

    palabra

    contacto

    est aqu

    mal

    empleada.

    No

    fu

    precisamente,

    segn

    se deduce

    de

    las

    historias

    y

    crnicas

    de

    esa

    poca,

    una

    comunica'

    cin entre

    dos civilizaciones,

    sino un choque

    violento,

    una serie

    de

    impac'

    tos formidables

    en

    que

    haba de sucumbir

    uno de

    los cuerpos

    en

    conflicto'

    La religin,

    las necesidades

    del

    Estado,

    las

    ideas

    de

    gobierno, el

    peligro

    de

    que intervinieran

    naciones

    herticas en

    la

    obra

    de

    la

    Conquista

    amena-

    zando

    los

    derechos

    adquiridos

    del

    gobierno

    espaol,

    haciendo

    ms

    difcil

    la realizacin

    de

    sus

    ambiciones,

    le indicaba

    a

    Espaa

    la

    necesidad

    "de

    destruir

    los

    pocos estados

    constitudos

    con

    los

    cuales chocaban

    sus

    planes

    de

    dominio"'

    III

    .

    OTRAS CAUSAS

    QUE

    INTERRUMPIERON

    SU

    TRADICION

    ",.,1o

    nico

    evidente

    en

    este ssunto

    g

    due

    rlo

    tencmos datos

    fidedicnos,

    ealmen'

    ilustrat;vos.

    de

    la

    clase

    di

    msia

    que

    produjeron

    nuFstros aborgenPs".

    A.

    HE'

    i,i[i'.i9:*0"

    (EI

    Arte

    Mu:icat en

    M'

    Las

    causas

    histrco-crticas

    que

    influyeron

    en

    hace

    creer

    como

    cier'

    to

    el

    aparente

    truncamiento de la

    tradicin

    musical

    precortesiana,

    poseen

    aspecto

    dual

    y

    ellas son:

    1. El

    prejuicio ideolgico,

    que

    opaca el

    criterio

    del historiador,

    y

    2. El desconocimiento

    de la

    disciplina

    que

    se estudia.

    El

    prejuicio

    ceg

    inteligencias

    tan

    claras

    y

    robustas

    como

    la del

    seor

    Icazbalceta, cuya

    honorabilidad

    y

    rectitud histricas

    estn

    fuera de duda;

    incrdulo

    de

    Ia

    literatura

    mexicatl, deba tener

    por despreciable

    la msica

    precortesiana,

    para

    ser

    consecuente con su

    manera de

    pensar

    y por

    ello di.

    ce en

    su

    monogr afa

    Representationes

    Religiosas

    ile Mxico

    en

    eI sglo

    xvr:

    "Cmo

    no referir

    los

    acentos

    de

    msica acordada

    al

    lgubre taido

    del teponaxtli,

    precursor de la

    matanza?"

    (Obra

    de

    J.

    G. Icazbalceta,

    t.

    U,

    pg. 309; Ageros, ed. Mxico,

    1896).

    Si

    conord

    su opinin respecto de la

    msica precortesiana

    con

    Ia

    que

    le

    mereca su

    literatura,

    en cambio,

    incuri

    en

    contradiccin con

    su

    crite'

    rio

    histrico-crtico

    a

    causa de su

    prejuicio

    anti-indgena,

    del cual

    en este

    caso

    no

    se

    pudo

    librar,

    ya

    que

    en

    Ia

    propia monografa

    que

    cito,

    justipre-

    24r

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    14/29

    ciando

    la

    obra

    de

    Hernn

    Gonzlez

    Eslava, inconscientemente se

    autorre

    ta

    al

    afirmar:

    "...Se

    podran

    notar defectos... si

    se cae

    en eI error

    de

    juzgarl

    conforme a

    las reglas

    del

    gusto

    dominante en nuestra

    poca..."

    (op.

    c

    p.361),

    e

    Icazbalceta

    incurri

    en

    el

    error

    que fustiga

    en

    otros,

    juzga

    do

    a

    la

    rnsica

    precortesiana probablemente

    conforrt."

    al

    gusto

    wagneria

    que

    era eI

    de su

    poca,

    ya que

    es

    imposible

    aptricar

    eI calificativo

    oc

    d,ad,a,

    a la

    msica

    europea

    de los

    albores

    del

    siglo

    xvr,

    pues

    ella

    ni

    u

    del

    acorde,

    ni

    de

    la

    cuerda,

    en

    un

    sentido orquestal

    y

    s a

    Ia de Wagn

    que

    fu

    la

    imperante

    en 1877,

    fecha

    en

    que

    escribi

    las

    palabras que

    c

    mento.

    El

    d,eseonocimiento

    de lo. d,isciplina

    que

    se estud,ia, constituye

    la

    segu

    da

    causa

    histrico-crtica

    que

    ha

    entorpecido

    el

    esclarecimiento

    de

    la

    t

    dicin

    musical precortesiana,

    y

    sus

    resultados

    han sido tan

    funestos com

    claros;

    ste condujo

    a

    Icazbalceta

    al

    ms rotundo fracaso cuando opin

    asuntos histrico-musicales,

    pues

    evidenci su

    impreparacin,

    al

    demostr

    que

    ignoraba qu

    cosa era

    el

    organum, conocimiento de

    suma

    importanc

    para

    la comprensin

    musical

    de la poca

    que

    histori. Cada vez

    que

    en s

    escritos

    se

    halla

    esta

    voz (op,

    ct,,

    pp.

    316,323

    y

    324), se le enouen

    impropiamente

    traducida

    por

    Ia

    palabra

    rgano,

    pues

    el

    escrito

    confu

    di

    lamentablemente

    su recto

    significado con

    el

    del instrumento de e

    nombre.

    La

    voz

    organun

    jams

    se

    ha

    empleado

    para

    designar

    a

    ese i

    trumento,

    como

    lo

    crey Icazbalceta,

    sino para nombrar una

    forma

    dia

    nico-vocal

    rudimentaria

    del

    gnero

    del

    discanto, cuyo

    uso

    termin

    a

    med

    dos

    del

    siglo xv: Miche

    Brenet,

    en su Dcconario

    d,e

    la

    Msica

    (Pa

    1916),

    lo

    define:

    "Organum.-Forma

    primitiva

    de

    la

    armona, consistente

    en

    una su

    sin

    reglada

    de octavas,

    quintas y

    cuartas, ejecutadas

    por

    un

    coro de

    ces de hombres

    y

    de nios".

    El

    error

    se agiganta,

    considcrando

    que

    los diccionarios

    musicales

    paoles,

    antiguos

    y

    modernos

    (Icazbalceta

    pudo

    haberlos

    consultado

    pa

    aclarar

    sus

    dudas), registran

    la

    voz

    latina sin

    castellanizarla,

    tal

    y

    co

    pasa

    con

    los ingleses,

    franceses

    e

    italianos, que

    tambin pudo

    consultar.

    Es seguro

    que

    los negadores de

    la

    msica

    precortesiana

    se conducir

    ms

    atinadamente

    si

    se

    les impusiera la obiigacin

    de opinar

    respecto

    la

    msica

    egipcia,

    de

    la

    siria o

    de

    la

    griega;

    para

    justificar

    su

    diferen

    moclo

    de opinar, diran

    que

    es imposible dudar

    de la existencia del a

    242

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    15/29

    musical heleno,

    si hasta

    nosotros han llegado

    los

    nombres de

    Marsias, de

    Terpandro, de

    Frynis,

    de

    Mitilene,

    de Lasos, de Hermiones,

    de

    Architas,

    de

    Tarento, de Aristxenes

    y

    de Pitgoras,

    todos ellos autores

    musicales

    griegos

    de

    gran

    fama, mientras

    que

    nadie

    conoce

    eI

    nombre

    de

    un

    solo

    compositor mexicatl.

    Precisamente,

    les

    contestara

    yo,

    Grecia constituye

    la

    mejor

    prueba

    de

    la validez

    que

    para

    eI

    conocimiento

    histrico

    de Ia

    msica antigua tiene

    la

    tradicin; si

    de los

    griegos, que poseyeron

    escritura

    perfecta

    y

    de

    quienes

    conocemos

    tanto

    manuscrito,

    apenas

    si

    hoy

    da contamos con

    unos cuantos

    de sus

    fragmentos musicales,

    muchos

    de ellos

    probablemente

    post-alejan-

    drinos,

    porque su

    "msica

    antigua

    fu

    en buena

    parte

    improvisacin o

    tra'

    dicin trasmitida

    de boca en boca,

    y

    sIo

    mucho despus

    que

    la

    poesa fu

    reproducida en formas

    fijas

    por medio de la escritura

    es cuando

    los m-

    sicos apelaron al

    lecurso de

    l

    anotacin

    y

    esto slo en

    raras

    excepciones",

    al decir del

    profesor

    Curt

    Sachs, a

    pginas

    84 de su

    ol*a

    La Msica en

    la

    Antged,ad,

    (Col.

    Labor):

    Cmo

    se va

    a

    exigir

    que

    los

    aztecas,

    cultural'

    mente

    inferiores, se hubieran conducido

    en

    forma diferente,

    y

    utilizaran

    procedimientos superiores?

    Por

    qu

    aceptamos

    la tradicin

    como vlida

    para estudiar la

    msica de

    los

    griegos y

    la

    invalidamos

    para

    la msica

    precortesiana?

    Quienes

    as

    obran,

    o descoirocen

    la

    historia

    musical de to-

    dos

    los

    pueblos antiguos

    y

    las de

    muchos

    medievales, cuya msica se

    trans-

    miti

    gracias

    a

    la

    tradicin

    y

    no a

    Ia

    escritura,

    o

    estn

    cegados

    por

    ciertos

    prejuicios

    que

    les disminuyen

    su

    capacidad histrico-crtica,

    A1 igual

    que

    las histrico-crticas, Ias causas

    msico-tcnicas

    poseen

    as-

    pecto

    dual:

    1. El europesmo

    de

    nuestros

    msicos prominentes,

    y

    2. Su

    ignorancia

    manifiesta

    en

    cuanto a

    investigaciones etnogrfico-

    musicales.

    En relacin

    con el

    primer punto, debe tenerse

    presente que

    el arte mu-

    sical

    en

    Mxico,

    durante los 50

    primeros

    aos

    de vida independiente

    (1821-

    70),

    se

    circunscribi a

    dos gneros:

    al

    religioso

    y

    al lrico,

    El

    primero,

    ni

    remotamente estuvo

    realizado

    dentro de los

    preceptos

    de

    la Iglesia; el

    se-

    gundo, mucho

    menos

    cultivado,

    pues que para

    entonces apenas

    si

    se

    habran

    producido unas doce peras,

    era

    hijo

    legtimo de

    la

    escuela

    belliniana, de

    la

    cual fu

    paladn

    nuestro

    insigne

    Cenobio

    Paniagua.

    -

    Los

    cincuenta

    aos

    subsiguientes

    (1871-1920)

    correron

    mejor

    y

    ms

    varia suerte. Con

    Melesio Morales continu la escuela

    italiana, la

    cual fu

    sustituda

    por la

    francesa

    (1895-1910)

    con

    Hernndez Acevedo, Ricardo

    24s

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    16/29

    Castro y

    Gustavo

    E.

    Campa;

    Ia

    escuela

    alemana

    vino

    despus, con

    Julin

    Carrillo y

    Arnulfo

    Miramontes.

    Durante

    todo

    ese

    lapso,

    eI

    nacionalismo

    no

    despunt; los primados de

    nuestra

    msica

    eran

    lo

    suficientemente

    escolsticos

    y

    europeizantes

    para

    ver fuera

    de

    su

    prisma;

    sentir,

    pensar

    y

    expresarse

    a

    la

    europea,

    era

    su

    rnico

    ideal.

    Pero

    su

    europesmo

    fu

    azs raqutico, pues

    lo

    circunscribie.

    ron

    a la produccin

    de los

    siglos xvrrr

    y

    xrx.

    Aherrojados

    por

    semejante

    eriterio,

    nuestros

    compositores

    ignoraron

    la

    posibilidad

    de

    la

    produccin

    nacionalista,

    e

    incurieron

    en el error de creer

    que

    su

    msica

    era

    mexicana,

    cuando que

    caa dentro

    del

    ms

    puro

    euro.

    pesmo;

    hasta

    la letra

    de su msica

    vocal

    deba

    ser en idioma extranjero.

    Bajo

    tales

    auspicios, nuestra

    cancin

    popular

    fu

    despreciada

    por

    in.

    noble,

    y

    eI folklorismo

    se estim indigno

    del

    msico

    serio, no

    obstante

    que

    ellos conocian

    y

    admiraban

    la obra

    de

    Grieg, de Lizst,

    de Chopin,

    de

    Sme-

    tana, de Mussorgsky,

    etc.; a no

    ser que ignorasen

    la

    ndole

    de

    semejantes

    producciones,

    as

    como

    la

    existencia de

    obras doctrinales

    de

    esa tendencian

    tales, como.

    las de

    Eximeno

    y

    las

    de

    Pedrell, por

    no

    citar

    sino a

    ciertos

    autores

    espaoles,

    juzgados

    como ortodoxos

    por

    los mexicanos

    de

    esa poca.

    Si era

    tal

    su

    desprecio

    por

    la

    cancin

    popular,

    es lgico

    deducir que

    desconocan

    la

    existencia

    de

    nuestra

    msica

    autctona,

    con tanta

    ms

    ra-

    zn

    cuanto

    que

    las

    fuentes

    de su

    inspiracin

    jams

    fueron

    otras

    que

    el eu-

    ropesmo de

    los

    dos siglos mencionados,

    segn

    lo demuestran

    sus compo.

    siciones

    as

    religiosas

    como lricas,

    de

    cmara

    o

    sinfnicas, producidas

    en

    el

    transcurso de

    esos

    100

    aos

    (182I-1920).

    Correspondi

    a Manuel

    M.

    Ponce

    (1910), iniciar Ia

    oba

    nacionalista

    con su

    predileccin

    fructfera por

    nuestra

    cancin popular.

    El

    ideal

    nacionalista, con

    orientacin

    definida

    y

    tendencia

    encauzada,

    fu

    sustentado hasta 1928,

    por

    m y por

    Baqueiro y

    Castaeda,

    durante

    el

    Primer

    Congreso

    Nacional de

    Msiea,

    mientras

    que,

    por

    un lado,

    Carlos

    Chvez

    realizaba obra

    de

    arte

    dentro

    de

    estos

    postulados.

    Puede

    afirmar-

    se, en

    vista de

    lo expuesto, que

    antes de

    l926,los msicoso

    en

    Mxico,

    no

    haban

    tenido

    idea de

    la

    msica

    autctona

    y,

    por

    ende,

    la suponan

    extinta.

    Si

    esto aconteca

    entre los msicos y

    musicgrafos,

    qu

    sucedera

    con

    los

    historiadores?

    La

    respuesta nos

    la

    proporcionan

    sus

    obras, en

    las

    que

    ni

    una

    palabra

    se

    encuentra

    referent

    a Ia

    msica indgena,

    cuando no

    se

    le

    niega rotundamente.

    Si del

    europesmo de nuestos

    msicos, pasamos

    a

    estudiar

    su ignoran-

    cia

    en investigaciones

    etnogrfico-musicales,

    encontraremos

    tan

    clara

    para

    244

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    17/29

    este factor como

    para

    eI anterior, el

    influjo nefasto con

    que

    contribuy

    a

    suponer

    trunca

    la

    tradicin

    musical precortesiana.

    Los ms

    conspicuos maestros de

    la poca de

    nuestra

    renovacin

    musi-

    cal

    (1870-f910),

    nica

    que

    debemos tomar en consideracin

    para el

    pun'

    to en

    estudio,

    jams

    han

    salido de las ciudades

    y

    por ello

    ignoran

    si

    hay

    o

    no

    msica

    verncula, mxime que

    ninguno

    de ellos

    ha hecho,

    no diga'

    mos

    estudio alguno acerca de msica

    extica,

    pero

    ni siquiera

    de msica

    antigua, como lo demuestra

    el

    que

    ninguno de ellos

    haya

    intentdo anali-

    zar,

    clasificar

    y

    justipreciar,

    el

    Gradual

    Domncal

    que

    existe

    en

    la Biblio-

    teca Nacional, cuyo

    mrito

    estriba en ser

    el

    primer libro

    de

    msica impre-

    so

    en Amrica,

    y

    lo

    fu

    en Mxico

    el ao

    1576,

    por Pedro

    Ocharte,

    obra

    que

    est esperando el empeo de

    nuestros

    eruditos

    musicales,

    Esa falta de

    estudios especialistas los incapacit para reconocer

    la

    existencia

    de Ia m-

    sica autctona, cuyas caractersticas

    estn

    fuera del

    alcance de su europes-

    mo escolstico,

    Cuando

    nuestros msicos de entonces llegaron a

    opinar acerca de Ia

    msica precortesiana, incurrieron en etr error de

    tomar literalmente

    y

    sin

    crtica alguna,

    Ios

    juicios,

    a

    todas luces

    falsos, de nuestos

    historiadores

    primitivos,

    quienes

    la clasificaron

    muy

    desfavorablemente

    porque la

    juz-

    garon

    a

    la luz

    de su

    criterio

    sevillano,

    o, cuando

    menos,

    gregoiiano.

    Nues-

    tros

    msicos historiadores,

    al

    adoptar esos

    pareceres, no

    se

    percataron

    de

    que

    a

    los

    misioneros les pas

    en

    msica indgena Io

    mismo que

    en

    filologa,

    atr

    pretender

    ajustar

    el

    estudio

    de

    las

    lenguas americanas

    aI

    cartabn

    de

    Ia Gramtica

    Latina de Nebrija,

    que

    era Ia

    que ellos conocan; tampoco se

    fijaron en el testimonio

    de Motolina,

    ya

    citado

    por m

    en

    mi

    conferencia

    anterior,

    comprobando

    que

    si al espaol

    le

    pareca

    antiesttica la msica

    de los indgenas,

    stos,

    a su

    vez, rean del canto llano

    por parecerles

    des-

    afinado

    y necio,

    pues

    juzgaban

    segn su autctono criterio e

    incurran,

    por

    ende, en el

    rnismo

    error

    que

    los misioneros,

    que

    opinaban acerca de

    la

    msica

    indgena, de

    acuerdo

    con

    su

    sentir

    europeo.

    Si

    nuestros

    msicos hubieran conocido

    el

    caso

    de

    Guillermo Villoteau,

    recolector

    de

    msica

    copta

    en

    la

    expedicin

    napolenica

    a

    Egipto,

    quien

    errneamente

    tildaba

    de desafinado

    al

    cantor nativo cuando

    le

    estaba en-

    tonando

    melodas utctonas, tilde

    que

    a

    su

    vez

    el

    africano

    propinaba

    al

    europeo

    si ste

    ejecutaba

    en

    violn

    la

    msica recolectada,

    hubieran

    com-

    prendido

    que

    era el

    mismo

    caso

    que

    el sucedido

    en Mxico

    entre misione-

    ros

    e

    indgenas y que

    ambos obedecan a la

    disimilfuud entre las escalas

    europeas

    de doce

    grados

    con la mexicatl de cinco

    grados y

    la

    copta

    de

    245

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    18/29

    diecisis, disimilitud

    que

    todos ellos ignoraban

    y

    por

    eso

    mutuamente

    se

    incornprendan; si nuestros

    msicos

    se hubieran compenetrado

    que

    euro-

    peos

    e indgenas hablaban

    en lenguaje musical distinto,

    quiz

    entonces hu-

    bieran

    sentido la necesidad de

    conocer

    escalas

    exticas

    para poder

    justipre-

    ciar Ia

    msica precortesiana,

    por cuyo

    desconocimiento pecaba

    de

    errneo

    el

    juicio

    desfavorable de

    los

    misioneros y

    de los

    escritores

    que han

    adop-

    tado su

    opinin,

    hija de

    la

    falta

    de

    preparacin

    etnogrfico-musical.

    Los

    equivocados

    conceptos

    de

    la

    seorita profesora

    Alba

    Herrera

    y

    Ogazn,

    de

    los

    cuales

    ya

    me he

    ocupado, respecto

    de

    nuestra msica

    aborigen,

    cons-

    tituyen

    el

    mejor

    ejemplo

    de

    las errneas

    ideas

    que impugno.

    2

    Otra

    inconsecuencia

    de

    apreciacin histrico-crtica,

    fruto

    de

    nuestra

    impreparacin

    etngrafico-musical,

    estriba en

    la

    propensin

    a

    desnaturali.

    zar

    el folklore.

    Al recoger una meloda

    autctona,

    nuestro recolector, ima-

    ginando

    que

    el

    annimo

    autor era un impreparado,

    mira

    en aqulla defec.

    tos

    donde

    no los

    hay

    y

    a la

    luz

    de su europesmo

    le corrige

    el

    ritmo

    dizque

    para

    dejarla

    "cuadrada"

    y

    como,

    segn

    1,

    a

    la

    escala le faltan

    algunas

    2

    "El

    eruditsimo

    lcazbalceta, honra

    y

    prez

    de nuestros historigrafos,

    est,

    segn

    mi

    crite.

    do,

    conrpletamente

    dispensado de expresarse en

    la

    Iorma

    en

    que

    Io

    hizo,

    por

    la

    razn

    muy sen.

    cilla

    y

    clara

    de

    que

    desconoca

    la

    msica; no as la seorita

    Herrera

    y

    Ogazn,

    quien

    en

    su

    triple

    investidura de

    catedritica

    en

    el Conservatorio Nacional,

    de

    Piano Superior,

    de Histori

    ds la Msica

    y

    de

    Acstica

    Musical,

    esr

    en

    la

    obligacin de

    fundamenta

    sus asertos;

    desgra.

    ciadamente ellos son inconexos

    y

    contadctorios

    y

    no

    le

    pertenecen

    en

    absoluto,

    puesto

    que

    sin

    discernimiento los tom de Icazbalceta

    y

    de

    Campa;

    tales aserciones,

    que

    son las subsiguientes,

    las

    consigna como suyas

    a

    pginas

    9

    y

    14,

    respectivamente,

    en su

    opsculo El

    Arte

    llwical en

    Mxco

    (Departsmento

    Editoial de la Direccin Geneal

    de

    Bellas Ates, 1917):

    "Por

    los

    contados

    ejemplares

    del

    instrumental

    aztece

    que

    se

    consei'a

    en

    el

    Museo

    Nacional de Mxico,

    juzganos

    que

    la

    msica de aquel

    pueblo,

    durante

    la

    poca

    pre.

    cortesiana, debe haler

    sido...

    brbara

    y

    espantosa,. .

    "

    "La

    msic

    de

    esos

    pueblos

    (los

    primeos pobladores

    de trlxico),

    llcs a

    adquiir

    n algn tiempo,

    {orma

    correcta

    y

    expresin agradable, de auerdo con los modemos

    cnones del

    atd',

    'Ninguna

    de

    esas

    dos declaraciones,

    absolutamente contradictoias entre s, es verdadera;

    sin

    embargo, ambas hn

    contribudo

    a

    extraviar lamentablemente

    el criterio

    de nuestros msicos,

    ya

    que

    las

    dos

    cuentan con simpatizadores,

    segn sean nacionalistss o

    euopeizantes,

    y

    por

    ello

    deben combatirse

    enrgicamente sus alcances funestos

    por

    lo falsos,

    "Cae

    por

    su

    peso

    el

    hecho de

    que

    un autor

    que

    en

    la

    misma obra sustenta

    pensamientos

    antitticos, carec de

    propio

    criterio

    y

    por

    ello

    ser lcil explicarnos la

    causa

    por

    la

    cual

    la

    escritora

    que

    comento

    a ninguna conclusin llega re{erente a

    la

    msica

    precortesiana,

    de la cual

    trata en

    el

    capitulo primero

    de

    su

    opsculo

    en

    cuestin".

    (Doctor

    Jess

    l.

    Romero:

    El

    Estudio

    e nuestra Ptehstota

    Mu,scal, como

    iactor

    inpottan-

    tsmo en

    la

    especulacn

    olklrtca

    d.e

    Mxico, Mxico,

    1928,9,2),

    En vista de lo

    anterior,

    la

    seorita

    profesora

    Herrera

    y

    Ogazn

    renunci

    para

    siempre hablar

    aceca

    de

    la

    mrsica

    precortesiana, pues

    en su

    Histoa

    de

    la

    Msica

    (tlniversidd

    Nacional

    Aut-

    noma de Mxico, Seccin Editorial, l93l), al escribir el captulo intitulado "Resea

    del Desro-

    llo

    Musical

    en l{xico",

    que

    se

    halla al final del libro, omiti su

    estudio, dejando

    con

    ello

    in.

    completo

    el tema

    que

    se

    propuso

    desarrolla.

    246

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    19/29

    notas indispensables

    a

    la funcin tonal, omitidas,

    segn cree,

    por

    ignoran-

    cia

    del

    autor,

    se

    .Ias

    agrega,

    con cuyas reformas la

    primitiva meloda

    que-

    da

    desfigurada

    y

    con sentido europeot esto,

    precisamente, sucedi al

    pro-

    fesor

    Francisco Domnguez

    en

    sus

    primeras

    recolecciones,

    no as en

    las

    posteriores,

    y

    acontece

    an

    con

    el

    seor

    Rubn

    M.

    Campos.

    En

    la

    obra

    de

    este

    ltimo,

    EI

    Folklore

    y

    Ia

    Msca

    Mexicana, se

    consignan

    varias

    melo-

    das

    michoacanas

    de las cuales

    eI

    profesor Marcos

    A.

    Jim.nez,

    su

    original

    recolector, me ha declarado

    por

    escrito:

    "Los

    Aires

    Michoacanos

    que

    figu-

    ran en este libro

    (el

    del

    seor

    Campos

    ya

    mencionado),

    presentados por

    m no

    estn

    de acuerdo con

    los originales

    que proporcion".

    Es

    natural

    que

    el

    celo

    religioso

    espaol

    impidiendo

    que

    continuara

    la

    prctica de

    los

    ritos autctonos, Ia enseanza

    de rudimentos de

    msica

    eu-

    ropea

    impartida

    regularmente

    a los

    nios

    indgenas

    en

    las

    escuelas

    novo-

    hispanas

    y

    la

    tendencia

    poltica

    del

    gobierno

    colonial de

    perseguir

    pot

    medio

    de Ia Inquisicin a

    los

    historiadores

    y

    escritores

    de

    tendencia na-

    cionalista,

    lograron arraigar

    entre

    nuestros

    eruditos de

    gabinete

    la aparien-

    cia

    de

    que

    se

    haba

    extinguido Ia tradicin

    musical

    autctona;

    la

    falta

    de

    crtica

    histrica

    en

    algunos historiadores de

    prestigio

    robusteci

    esa creen-

    cia,

    Ilegando

    varios de ellos

    hasta el error de

    negar

    en sus escritos la

    exis-

    tencia

    de

    un

    floreciente

    arte

    musical

    precortesiano.

    Coron

    este errorn

    dn-

    dole

    apariencia

    de

    verdad axiomtica,

    el

    europesmo de nuestros msicos,

    que les

    hizo

    despreciar

    durante

    lustros

    cuanto

    tena sello

    indgena

    y,

    ms

    tarde,

    cuando

    principiaron a

    aceptar

    nuestras

    melodas vernculas, dieron

    por

    retocarlas

    y

    europeizarlas,

    sin

    que pudieran

    reconocer

    esas

    impropie-

    dades

    suyas,

    por falta

    de conocimiento

    en

    etnografa musical.

    ff

    NO

    SE

    HA EXTINGUIDO LA TRADICION

    MT]SICAL PRECORTESIANA

    "...los

    cantaes

    que

    componan

    (los

    in'

    dios)

    en

    sus

    pblicoi

    festines

    y

    bailes.

    ..

    de

    que qued

    alguna

    huella

    en esta ciudad

    y

    sus

    indios

    hasta

    nuestros

    das,

    cantando

    ves'

    tidos,

    a

    su

    sanza,

    en

    sus liestas

    (los

    en-

    i1ll

    i;

    it"

    Ti;f,,

    r?uffil'"f

    "iiu:"i3;

    t746).

    La tradicin

    musical

    precortesiana

    no

    se

    ha extinguido

    an,

    pese

    a lo

    que errneamente

    han

    credo

    los diversos

    historiadores, etngrafos

    y

    msi-

    cos, negadores

    de su existencia

    actual;

    esa

    tradicin

    existe

    y

    contina

    flo'

    reciendo.

    Si

    no

    me

    extraa

    la opinin

    que

    la

    niega a

    pesar de ser errnea,

    247

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    20/29

    mucho

    menos

    me

    extraar

    el

    que

    para

    muchos

    investigadores no consti-

    tuya

    novedad

    esta

    afimacin ma,

    en

    pro

    de

    Ia

    existencia de

    dicha tradi.

    cin musical, ya

    que

    han

    comenzado

    a encauzarse por

    buen camino

    los

    estudios

    de nuestra

    historia

    musical

    indgena.

    Los

    negadores

    de

    la msica precortesiana

    han sido

    siempre

    eruditos

    de

    gabinete

    con

    quienes

    se

    pueden

    formar

    dos

    grupos:

    los

    impreparados

    en

    msica

    y

    los

    poseedores

    de

    esta

    disciplina, pero

    sin

    conocimientos

    de

    etnografa

    musical.

    Como los escritores

    de

    ambos

    grupos

    nunca

    estuvieron en contacto

    con

    la

    realidad,

    fincaron

    su opinin

    en diversos

    documentos histricos de

    in-

    negable

    validez, pero

    de

    alcance

    circunscrito,

    el

    cual

    ellos

    indebidamente

    generalizaron,

    concedindoles

    una

    trascendencia

    que

    agullos no

    podan

    tener. Esos documentos

    cornprueban

    en forma indudable que

    muchsirios

    indgenas

    fueron

    europeizados,

    por

    cuya

    causa qued

    en

    ellos

    completa-

    mente trunca

    la

    tradicin

    musical precortesiana;

    pero

    tales

    documentos,

    ni

    afirman, ni hacen

    suponer

    que

    todos los

    indgenas

    de Mxico

    recibieron

    la

    europeizacin.

    Es

    verdad

    que

    sta actu

    en

    la

    porcin

    ms ilustrada

    de la poblacin

    indgena, por

    cuya

    causa se

    extingui

    la tradicin musi

    cal

    autctona entre quienes pudieron

    hacerla

    brillar y florecer;

    pero

    la

    por-

    cin indocta,

    que

    era

    mayora, qued

    libre de Ia influencia

    europea

    y por

    ello

    la

    tradicin

    autctona decay lastimosamente,

    pero

    no

    muri, segn

    lo supusieron muchos.

    Si

    tal

    hecho

    ignoraron los

    escritores

    a

    quienes

    impugno,

    dbese

    a

    que

    ellos

    conocan

    tan

    slo

    a los

    indgenas moradores

    de

    la ciudades y

    de

    sus

    alrededores, nicos

    que

    recibieron

    la

    influencia

    cultural

    de

    Espaa,

    y

    co-

    mo

    a

    stos

    los

    hallaon

    semieuropeizados,

    creyeron

    ellos

    que

    todos

    los d+

    ms

    se

    hallaban

    en idnticas

    condiciones;

    pero

    si hubieran

    abandonado su

    gabinete

    de

    estudio

    para

    trasladarse

    a

    las

    quiebras

    de las

    montaas de

    cualquier regin

    del

    pas,

    se

    hubieran

    encontrado

    con

    que

    todos los ind.

    genas

    que

    viven

    distantes

    d

    los

    centros

    de

    civilizacin

    occidental,

    cultivan

    una msica

    bien diferente de

    la europea,

    tanto

    en

    su

    estructura

    modal

    co.

    mo

    en la

    rtmica,

    la

    cual,

    etnogrficamente, les

    es

    propia.

    Tengo

    la

    seguridad que

    las diferencias

    estructurales

    entre

    ambas

    m.

    sicas,

    la

    indgena

    y

    la

    europea,

    a

    pesar

    de

    ser de suyo

    tan

    notables,

    no

    son

    tan

    distinguibles

    para

    el

    msico

    formado

    exclusivamente

    dentro

    del

    euro-

    pesmo

    escolstico,

    enmarcado en los modos

    mayor

    y

    menor, por

    cuya cau.

    sa, aunque

    tales escritores

    y

    musicgrafos

    salieran

    al

    campo

    a

    fin de

    auxi.

    248

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    21/29

    liar

    en sus investigaciones

    musicales

    al

    historiador no

    preparado

    o

    preparado

    a

    medias

    en

    cuanto

    a

    msica,

    jams

    se

    daran

    cuenta

    de

    la

    realidad

    ar'

    tstica

    que

    ante s se desarrollaba.

    A

    Ia luz

    de

    qu

    principios

    se

    puede

    afirmar

    que

    la

    nsica

    indgena

    actual

    es continuacin

    no

    interrumpida

    de

    la

    precortesiana, transmitida

    hasta

    la

    fecha

    por

    radicin oral

    directa?

    A los

    de

    la

    etnografa,

    a

    los

    de

    la arqueologa

    y

    a

    los

    de

    la

    historia

    nusical.

    La

    etnografa

    tiene

    comprobado

    que

    todos

    los

    pueblos

    de cultura

    pri-

    mitiva

    cantan

    exclusivamente

    en escala

    pentfona,

    idea

    que

    sustentan,

    en'

    tre otros,

    los autores siguientes:

    A.

    J.

    Ellis,

    On

    th,e

    Musical

    Scales

    of

    Various

    N ations,

    en

    Journal

    ol Society ol

    lrrs

    (Londres,

    1885);

    Eduardo

    Lpez

    Chavarri,

    Historia

    d.e Ia Msica

    (Barcelona, 1914);

    J.

    Cambarieu, Ilis'

    toire

    d,e la

    Musique

    (Pars,

    1920); Encyclopedie

    de

    Ia

    Musique

    et

    Dic'

    tioumre

    du

    Conseraatoire

    (Pars,

    1924);

    profesor Curt

    Bach,

    La

    Msca

    en

    la

    Antigicdad

    (Barcelona,

    7927),

    y

    cuyo

    principio

    fu sustentado

    en

    Mxico

    por primera

    vez, en

    el

    Primer

    Congreso

    Nacionatr

    de

    Msica,

    por

    Baqueiro

    y Castaeda

    y

    por

    m.

    Cul

    es

    la

    causa,

    a

    Ia luz

    de

    la

    etnografa,

    por

    la

    cual

    la

    escala

    pen'

    tfona

    es la

    de

    los

    pueblos

    primitivos? Para explicarlo,

    formulamos

    en'

    tonces

    la

    hiptesis

    fisiolgica

    de

    la

    pentafona,

    que sostiene

    que

    la

    glotis,

    al

    cantar,

    engendra

    los

    primeros amnicos

    naturales,

    base

    stos

    de la

    pen'

    tafona.

    En

    aquella

    poca

    dije:

    "Como

    deseamos

    asumir

    la

    responsabilidad

    histrica,

    declaro que

    la

    hiptesis

    fisiolgica

    de

    Ia

    pentafona

    musical..

    '

    se

    expone

    por

    primera

    vez

    en

    el

    mundo cientfico-musical

    y

    nos

    petenece

    exclusivamente,

    a

    mis

    colaboradores

    y

    a

    quien esto

    escribe"

    (doctor

    Jess

    C. Romero,

    EI

    estud,io

    d,e

    nuestra

    Prehistoria

    Musical

    comn

    factor

    npor'

    tantsimo

    en

    la

    especulacin

    folklrica

    de Mxico.

    Mxico,

    1928,

    pg.

    11).8

    La arqueologa

    nos ensea

    la

    existencia

    de

    flautas

    de

    barro,

    precorte-

    sianas

    todas

    ellas,

    construdas

    para producir

    melodas

    pentfonas. Estas

    flautas,

    conservadas

    en

    nuestro Museo

    Nacional

    de Arqueologa,

    fueron

    s

    El

    seor docto

    don

    Miguel

    Galindo,

    a

    pginas

    99 de

    su Estoria

    de lz Mfuica

    Mejcau

    (Colim, 1933)

    dice: "No

    participamos

    de

    la

    idea de

    nuesto

    culto

    amigo

    el

    ilustrado

    uusic-

    grafo

    doctor don Jesus

    C'

    Romero,

    qe

    supone

    s

    los

    armnicos

    de la

    garganta,

    los

    que

    han

    sugerido

    el

    sistema

    pentatnico"

    poque,

    segrin 1,

    "pmbablemente

    ello

    se debe

    a

    que

    en

    las

    flautillas

    es cmodo

    usar cuatrc dedos

    para

    cubrir

    o desculrir

    los

    agujeros, dejando

    el

    Aulga

    psra

    sostenerlas.

    ..

    "

    Quien

    haya estudiado

    le

    acsticq de

    la

    pentofona,

    podr

    decidir

    cul de las dos

    hiptesis,

    l

    aa

    o la de mi

    amigo, el seor

    docto Galindo,

    tiene mayor*

    probabilidades

    de

    llegar a con'

    vertise

    en tesis.-J. C.

    R,

    249

  • 5/20/2018 Jesus Romero Musica Precortesiana

    22/29

    estudiadas por

    m,

    en unin

    de

    mis

    colaboradores

    los

    profesores

    Montiel

    y

    L6pez y Baqueiro

    Foster,

    catedrticos

    de

    este

    Conservatorio,

    con

    asisten-

    cia

    del seor profesor

    Aguirre,

    ayudante de

    la

    clase de

    Arqueologa en

    dicho Museo y

    comprobamos

    entonces

    que

    aunque de diversas dimensio-

    nes

    y

    por

    ende

    afinadas

    en distinta

    tnica, todas ellas

    estaban construdas

    sobre base

    pentafnica:

    con

    cuatro

    agujeros,

    a

    La historia

    musical

    nos

    proporciona

    melodas

    aportadas

    por recolecto-

    res

    capacitados,

    que

    comprueban que

    los

    actuales

    indgenas

    de

    las diver.

    sas

    regio.r"s del

    pas

    (lacandones,

    mayas,

    mixes,

    nahuas, ppagos,

    seris,

    ta-

    rascos,

    tarahumaras,

    otomes,

    perics,

    zapotecas,

    etc.)

    continan

    cantando

    en

    la escala

    pentfona

    y

    usando instrumentos

    similares a los

    precortesia.

    nos,

    conservados

    en

    el

    Museo

    Nacional

    de Arqueologa,

    Si

    por

    razn

    etnogrfica los mexica

    cantaban

    pentafnicamente;

    si

    las

    flautas

    precortesianas

    que

    se

    conservan

    en

    el

    Museo

    Nacional

    de Arqueo.

    loga

    estn construdas

    para

    producir

    melodas pentafnicas,

    lo

    cual

    prue.

    ba la

    veracidad

    para

    el

    Mxico

    autctono

    del

    principio

    etnogrfico

    ante-

    rior; y

    si

    los

    actuales indgenas

    de nuestra patria

    continan cultivando

    esta

    msica,

    lgico es deducir

    que

    enke

    ellos

    no se ha

    truncado,

    hasta hoy, su

    tradicin, mxime que el influjo

    europeo

    (modos

    mayor y menor),

    slo

    se encuentra en aquellas

    melodas

    ind