Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

download Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

of 30

Transcript of Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    1/30

    JOSEPH A. SCHUMPETER

    HISTORIA DEL ANALISIS,ECONOMICOEditada de la oersion manuscrit por

    ELIZABETH BoODY ScHUMPETER

    f

    ? 1 * u ~ c A D r1\llA\ feR ~ ~ \}E-l-

    FONDO DE CULTURA ECON6MlCAMEXICO

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    2/30

    PREFACIO

    Primera cdici6n en ingles, 19HSexta edici6n en ingl~s, 1966Primera cdici6n en espafiol, de la sexta en Ingles, 1971

    ~A HI~"O;IA ~IE~ AN.\U>IS ECOMhIlC(), en la que Joseph A. Schumpetcr lralJ.ljC>uran e os u limos nu.eve afios de su vida ) que no IIcgli a tcuninar, Iue el~csutad~ dc . su proposito de traducir, reviser ) poneI' 3 1 dla 'II "breve esbozoe. as oClr~nas y los metodos" ( Ep oc ilc lI c iC )' Dogmm - IlIlIl Mrt lIOc iC I I r s -eIHelr.te) escrito para el primer volumcn del Grundri.u de Mnx Weber qlle 1 1 1 1 'publicado en 1914 I Sc trau b: I' I . . .. a .1 I C lin ,Irgo l'n',I)O (aproximadamcrue seseruamil palabras) de poco mas de cie ;\'.. I' idi ICI n p. gm,ls. (IVI I( 0 cn cuauo pilrlCS 0 capilli'los . .Al examma: el Indice obsc,:,amos quc csias cuatro pOlites o capltulos in-cluyen muy sucmtamerne los mlSOlOStemas generales que sc desarrullan conmuch~ mas de t~lle en las partes Segumla, Tercera 'i Cuai ta de eSLI Historiu tidan~l lS ls e c onom lc o , ~ue tiene una extension de mil doscieruas p;iginas. I.;IS duspnmeras que . se refieren J) a la [01ma en que la econornia se ha ido desarroIlando ~ Ralt!r de la obr~. de los Iilosofos y de la discus ion popular. y 2) a losdescubrimientos de los Iisiocra tas, de Turgor y de Adam Smith en el campode la economi~, ocupan s610 una parte de la preseme obra (Pane Segunda:Desde los com lenzos hast a 17~O). En arnbas obras la Parte Tcrcera y la ParteCuarta son paralelas en terminos generales. En las Epochen las cuatro pariesfundamentales tenian los t itulos siguientes :

    Revision deCRLOS YIL1.U"

    I. "Die Entwicklug der Sozialokonomik LUI' Wissenscha{t" (EI desarrollo dela economia como ciencia).II. "Die Entdeckung des wirtschaftlichen Kreislaufs" (EI descubrimieruode la corriente circular en la vida econ6mica).III. "Das klassische System und seine Auslaufcr" (EI sistema clasico y susderivaciones) .IV. "Die historischc Schulc und die Grenznutzentheoric" (La escue la hist6rica y la teoria de la utilidad marginal) .

    '1raducci6n deLl;CAS MANTIU.A

    EI primitivo ensayo se habta agotado. Nunca lleg6 a traducirse al inglcs,aun cuando mucha genre, que se habla interesado por el, 10 habla pedido insis-tentemente. En 1938, despues de un trabajo fmprobo, J. A. S. termin6 su mo-numental obra Bussiness Cycles y busc6 un trabajo mas descansado en Capita-lism , S ocia lism , a nd D em ocra cy, que consideraba como un libro "popular" 31que s610 pensaba dedicar unos pocos meses, Lo termin6, en efecto, en algUnmornento durante el afio 1941. Entretanto, empezo a desarrollar en Harvardun curso semestral de Historia del Pensamiento Econ6mico. Profes6 esre cursoPOI' v ez primera en el otofio de 1939 y por ultima en la primavera de 19;18.ha-ciendolo en forma ininterrumpida, salvo en H M O en que se le concedio unalicencia. Probablemente este ultimo aspecto de su actividad inteleclu~ fue unfactor dec isivo. Una vez mas profesaba una disciplina par la que uempre sehabfa inreresado y era natural que pcosaJe esaibir sobre ella. Su prop6sito ~traducir, revisar y actualizar las Epochtm. AI prindpio, DO conced iO mucha un-

    7

    Ttuno original de esta ohra/liJtory 0/ Economic Analysis 1%4 Oxford University Press, Inc.

    I). R. 1!J71 I""'ft' (,f. ('U,TLllA Y.l.l}';;'''It;AAv. de la Universidad ~ r ; " . Mexiw I~, II- 1'.

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    3/30

    PREFACIOPRH \CIOportancia a los aspectos puramente analiticos contenidos en .I~s obras d~ loseconomistas que explicaba en sus curses y sobre los cU.al;s escnbJ.a. E~l realidad,duran te mucho tiempo tuve la impresion de que escribia una historia del pen.

    samiento econ6mico.Su plan original no era mlly ambicioso. Evidenteme~lle estaba mu.y lejos desu intenci6n dedi car nueve 0 diez afios a la elaboracion de una historia delanalisis econ6mico. A1 principio, penso probablemente dedicar su tiempo li-bre, durante a lgunos meses 0 un afio, a un breve libro de trescientas o. c~atro-cientas paginas; despues empezo a pensar en un gran volumen de seiscIe~taso setecientas. EI centro de su interes seguia ocupado por la teoria economica,

    en cuvo campo proyectaba escribir su obra mas im~ortante .. Se dedic6 a~idu.a-mente al estudio de las maternaticas, a las que consideraba mstrumento indis-pensable de la teoria moderna. Prerendia elaborar ~na teoria que pudie~e sin-tetizar, algun dia, la economia dinamica: en la misma, forma. que ~l sistemawalrasiano habia servido para compendiar la economra estatica, Finalmentemodific6 este programa en el sentido de decidir escribir primero una breve "in-troducci6n a la teoria", que representaria, en su terre no, 10 que la T'eor ia ge-neral de La ocupacion, e l intents y el dinero representaba para la teoria keyne-siana. Se dedic6 a leer la bibliografia te6rica de la epoca (sobre to do en pu-blicaciones peri6dicas), al estudio de las matematicas, y fue reuniendo notasvoluminosas. Los resultados de este trabajo se reflejan en algunas de las ulti-mas partes de la Historic, especialmente en aquellas que resumen los desarro-110smodern os.Es dificil precisar las razones por las cuales su dedicacion a esta Historia fuehaciendose progresivamente mas minuciosa y ocupando cada dia mayor partede su tiernpo. En parte se debi6 a que su interes por la materia aumentabaconstantemente, y cada dia Ie resultaba mas dificil tratar en forma esquema-

    tica un tema que tanto le fascinaba. (Los escolasticos y los f il6sofos del derechonatural, por ejemplo, llegaron a absorber su interes durante los primeros afiosde la decada de 1940-50). Este estudio se Ie presentaba como un campo apro-piado donde podia tejer los diversos hiles de todos sus intereses: filosofia, so-ciologia, historia, teoria econ6mica y algunas ramas aplicadas de la economia,tales como la teoria monetaria, la teoria de los ciclos, finanzas publicas, el 50-cialismo, etc. Creo ademas que la guerra fue otra de las causas que influyo ensu conducta. Recuerdo haberle oido decir a algunos de sus amigos que traba-jar en su Historia, durante el tiempo de la guerra, tenia para el un efecto ali-viador. Estaba convencido de que la guerra destruiria la civilizaci6n que tantoam aba, y esta actividad tenia la virtud de alejarle temporalmente de una reali-dad cruel que le atormentaba.Segun su costumbre, J . A. S. escribi6 todo de su propio pufio y letra y con-servo todo cuanto escribi6. Esto permite ver c6mo los primeros analisis fueronperfeccionandose progresivamente. Probablemente empez6 a escribir la Histo-ria en 1911. Parece que durante los alios 1912 y 1943 hizo mecanografiar bas-tantes capitulos y secciones, la mayor parte de los cualcs fueron revisados pos-teriorrnente. Las {micas pallCs sustancialcs dc la Historia que, habiendo sideescrilas en los primclOs alios, no fueron rcclaboradas miis tarde son las siguien-les: el capitulo dedicado a fA bibliografla "mercantili.f!a", cscrito a maquina

    en junio de 1943: el c3p'itulo titulado (>~/dpolilik

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    4/30

    drl andlisis cconomico. EI discurso que pronuncio en diciembre de 19J8 al asu.mir Ia presidencia de Ia American Economic Association -bajo el titulo deScience and Ideology=- se ocupa ba de a lgunos. de ~os problemas met?dol?gicosque se incluyen en la Parte Primera de la Historia, EI curso de HlstOTla delpcnsamiento economico que d~sanollaba en H_arvard se centraba fundamental.mente en el periodo comprendido entre A. Sm ith y A. ~Iarshall, destacando demodo especial el sistema ricar.diano de la teorla economica. En el curso. de TCI).ria economica superior 3 analizo muchos. de los pro?le~as que se contlcnen (11el capitulo 7 de la Parte Cuarta (Andlisis del equilibrioj y en la Parte Quinta.Tambien se ocupo en Harvard de un curso sobre el socialis~o. del cur~ deTeo ria monetaria y, ocasionalmente, desarrollo otro sobre .105 ciclos ec~nonllcos.En la Universidad de Bonn, J. A. S. ocup6 la catedra de Finanzas publicas, percalii tam bien dirigi6 un seminario dedicado principalmente al estudio de lateoria econornica -incluida la teoria monetaria- y de la epistemologia. EnYale, durante un afio, estuvo encargado del curso de Comercio internacional.Ademas de sus cursos, contribuyeron a la preparacion de la Historia del atuili-sis economico sus multiples articulos -que versa ban sobre casi todos los as-pec tos de Ia economia-, sus numerosas resefias de Iib ros, sus ensayos biograficos) sus li bros. Ineluso las Iecturas que hacia por su propio deleite y pasatiem.po -gustaba de leer biografias, preferentemente las mas extensas-- contribu-yeron a su asombroso conoc irniento de hombres, acontecimientos y antecedentesque se manifiesta a 10 largo de toda la Historia y que suscitara en algunos lee-rores profundas reflexiones sobre puntos finos del ana lisis economiro.A su muerte, ninguna de las partes del manuscrito habia alcanzado su formadefinitiva, pero algunas de ell as estaban mas completas que otras. La ParteSegunda, la Parte Tercera y la Parte Cuarta (que son las tres principales) esta-ban pracricamenre terminadas, con las excepciones que se indican en el Apen-dice. Cuando Ia muerte Ie sorprendio redactaba la Parte Primera, a manera deintroduccion, y la Parte Quinta, que serviria de conclusion. Lo ultimo que es -cribio, evidentemente , fue el capitu lo titulado Keynes y la macroeconomia mo-derna -al final de la Parte Quinta-, redactado a fines de 1949, y que dejopreparado para ser pasado a maquina cuando marcho, primero, a Taconic parapasar .Ia Navidad y, despues, a Nueva York para asistir a las reuniones de laA~~Tlcan Economic Association. Al regreso de estas reuniones, empezo a es-cribir una _conferencia sobre La march a hac ia el socialismo y a leer Ia copiamecanograc~~ de la Parte Tercera de la Historia. Dejo varias paginas de notaspara la re~I~16n de los tres 0 cuatro primeros capitulos de esta parte, consagra-da al estudio de la economia "clasica". Su rnuerte, ocurrida el 8 de enero de 1950,interrumpi6 para siernpre esta labor de revision.La primera redacci6n de la Historia fue, en su totalidad, manuscrita. Algu-nos de sus pasajes, por ejemplo, el primero de los capitulos relativos al dinero(Pane Segunda, cap. 6) y gran parte del material reference a la teoria wah-a-slana del equilibrio (Parte Cuarta, cap. 7, sec. 7) existian 5010 en forma ma-nu~ita y nunca habfan sido mecanografiados. En algunos casos habia inclusoverslones manuscritas distintas. Otro! pasajes hablan sido mecanografiauos perolas .copias no habfan sido leidas por el au l or. Olras. sin embargo, haban sidorevlSadas, y en elias aparedan notas a lapiz e interrogantes que habrian de te-

    PitH \,.111 II10 PREFACIO

    ncr ' en cuenra en una rev i,il n 1'0C inserran a 10 largu de h,,1.1 l.t ,,111.1 ;1'1 WllIo en el '\1'611Ii((\Dur.uue la ma)ur parte del tkllll't1 que II,IIl.li' en (SIC lihru. ~dlllll1l)("""rarccic de la a) uda regular de 11 11 1 ('1 .1 1in. ~l1\ f1llh.IlgO. ,,1'"Il.I\ I I III..que conodan su letra (olal)()ral\)l1 a 1II,,.III1I' li.lI rI m.llIlIS(llln; run eM,'fin cl a 11101' le~ enviaba, de vcz ('1\ cu.uulo, Lljlls vulumino I' tI. I" fnlin qll~habla terminado de e ribir. '\lll-mh. all)\lIl1llhl.lh ....1 I'llulhit pOI {lIIi Inn I..mayor parte de sus cart IS, Y I\W. como , ., n .uur. rl , 'OIlII11I'nl.lh.Ion illel.b lcmcnte c1 peso de su trabajo. Todo C\tu ill1Jlidi~ qne \11 ui.uerial e'llI~itl,I.I~II1\C.nienrernente clasificado, como huhiera potl,du 1"11\'110 1111('( 1et.tnn rill rente,Finalmente, en el verano de 1!11~,~it:ndn prcsidcnrc tic la A"'ldaci'\1l NIlII

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    5/30

    12 PREFACIOo sumario, este estaba imphcito en eJ texto. Tropece con otra difieuJtad que.aunque menor, cntorpecla mi tarea: eJ autor habia proyeetado originalmenleque Ia Parte Segunda constase de oeho eapftuJos y Ja Parte Cuarta de diez,pero en las elaboraciones posteriores estes se ?abfa~ r~due!~o a siete y a oehorespecrivamente, A pesar de todo . . pude POI' fin, casi SIn .dl.fleultad, determinara que Jugar perteneda eada seccion 0 subseccion y decidir, entre dos 0 masver iones de un mismo tern a, emil era Ia redactada con posteriori dad. TodoseSlOSproblemas se examinan en el Apendice.La gran extension del libro complico muchis~mo. mi t.rab~jo. Aun ClIando)0 misma so)' econornista y tengo alguna expenencI.a editorial '. no Iue tareaIacil ordenar una obra tan exiensa, en la que se estudian econorrustas de epocasrnlly diversas y que escribieron en muchos idiomas distintos. En general, miforma de proceder fue la siguiente: las secciones que s6lo estaban manuscritasfueron copiadas a maquina, despues diversos colaboradores me Ieyeron el rna-nuscrito, desde el principio hasta el final, mientras yo iba corrigiendo el ori-ginal mecanografiado; se completaron y se cotejaron las citas y referencias. )'se pusieron utulos y subtitulos en los lugares donde eran necesarios. Cuandola Oxford University Press tuvo preparado el original para la imprenra, volvia leerlo una vez mas para controlar los camb ios introducidos, agregar las refe-rencias cruzadas y revisar el indice de los autores citados. Finalmente diversoscolaboradores me leyeron el original asi resultante, desde el principio hasta elfinal, mientras yo iba corrigiendo las pruebas de galera. Durante cada una delas lec turas sucesivas de la Historia, Iueron eliminandos- pequefias inexact itu-

    des e imprecisiones. Es indudable que este proceso podria haber continuadoindefinidamente. pero la limitaci6n del tiempo obligaba a Iijar un plazo razo-nable. Me parece oportuno expresar en este lugar mi gratitud a David Rocke-feller por su donative, asi como a la Rockefeller Foundation por la subvenci6nconcedida, gracias a 10 cual pudieron costearse gran parte de los gastos de secre-taria y de ayuda en la preparaci6n del material anteriormente mencionado.Es preciso citar tarnbien otra de las dificultades que se plantearon, dificultadque afecta principalmente a aquellos pasajes de la Historui que el autor dej6sin terminar. Frecuentemente J. A. S. empezaba distintas elaboraciones de unmismo terna, que luego abandonaba antes de concluir. Gonservaba todos estostanteos, inicialcs }' las notas origi n ales. junto con las partes acabadas del ma-nuscrito. Por esta razon no siempre era Iacil deterrninar, entre distintas versio-nes, cual debia considerarse mas proxima a la definitiva. A veces, la Iecha eleuna (ita 0 la incorporaoo de algunas paginas pertenecientes a una versionanterior daban la clave del problema. Otra dificultad se planteaba por el hechode clue sus esquemas y sus notas para la revision estaban escritas Irecuente-mente en una mezcla de inglCs. aleman y taquigraffa. Cuatro paginas de estasnOla~ se reproducen en cI Ap(:ndice (el esquema de capitulo de la Parte Se-gunda rclativo al dinero y la pagina final del mismo. y clos proyectos del su-mario de la Parte Quinta). No he int('nlado inlcrpretar las notas taquigraficasni dc~arrollar las sugerencias anot aclas por el alHor para ulteriores revisioncs.Me he limilado simple-mente a in(orporar las mrrecciones claras que figurabanen la primera (opia del origin~l IfJl'canografiado. EI manuscrito original. lasdiferentes ver~iones, las notas y d original mccanof,'r:Hico con las correcciones

    I'RH\CtO, las sugerenc ia anoradas por Sd\ump

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    6/30

    I~ PREFACIOgo, Ie fue imposible aclarar este punto, porque habia trabajad? e~ tantos In-di ti tos y durante un periodo de tiempo tan largo que mevltableroentegares IS III . IdIb' tenido que servirse de diferentes ediciones 0 Impreslones. n udable-ra ia I b' '1' d 1 d '6t ntes de llegar a Harvard en 1932, ra ra uti rza 0, para a re acci nmen e, a . . I .de sus notas y escritos, las bibli~tecas u_niversltanas europeas y a suy~ propia,que era bastante rica. Aquel mismo ana esta fue ,erupacada y d.eposltada enJiiliclI, cerca de Bonn. Cuando Ia guerra esta1l6 aun no habla sido t1-.an~pr_tada a los Estados Unidos. Su traslado se rue retrasando porque, al pnnClplO,su duefio no dispona de espacio suficiente )', mas tarde, surgieron diversas "di-ficultades practicas" (tal vez mas irnaginarias que reales). Desp~es estallo l~guerra. JiiliclI sufri6 el bombardeo de la fuerza aerea norteamencana y la bi-blioteca qued6 destruida. Entre los escombros solo pudo salvarse un centenarde Ii bros (la mayor parte de ellos biografas inglesas). Desde 1932, J. A. S,utilizaba para su trabajo los Ii bros que habia adquirido en los Estados Unidosy mi propia biblioteca de economia, en Taconic. Durante la guerra paso mu-cho tiempo trabajando sosegadamente en la Kress Library of Business and Eco-nomics de la Haruard School of Business Administration. (Lei a tambien rou-chas revistas tecnicas, las novedades bibliogrMicas y las separatas en diversaslenguas que Ie enviaban los estudiosos de todas las partes del mundo). Estopuede contribuir a explicar la raz6n de que se chen en la Historia distintasediciones de algunas de las obras utilizadas. Se explica as! tam bien que existancitas paginadas en relacion con dos traducciones inglesas distintas del primervolumen de Das Kapital, citas relativas a las ediciones inglesa y americana deCairnes (Some Leading Principles) y de Keynes (Tract on Monetary Reform).Su estudio original sobre las Reflexions de Turgot fue evidentemente redac-tado antes de la publicaci6n de la edici6n Schelle.::\0, te.ngo el p~op6sito ~e afiadir una bibliograia a esta Historia del analisiseconor:zl~o. En oe~to sentido, el conjunto de la obra puede considerarse como

    una bibliogratla. Sill embargo, doy una lista de los libros citados mas frecuente-~ente, cuando, siendo importante la edicion utilizada, no se men cion a especf-flcamente en cada cita, J. A. S. se sirvi6 de la cuarta edicion de los Priciplesde M~shall (1898), porque tanto el como yo poseiamos tal edici6n. (Esto Iep_roduJo mu00s escrupulos y se preguntaba si no deberia cambiar las referen-eras en relacl6n con una edici6n posterior). La Iista de libros que he confeccio-nado (co I di ..? as.e iciones que se han uUhzado) puede encontrarse al final dela obra, mmedlatamente despues del Apendice,

    EI lector puede sentir extrafieza ~especto a la significaci6n de los parrafos~gra?os que aparecen en las paginas de esta obra . Es necesario admitirmmedl~tarnente qu~ se trata de un error, derivado, por una parte, de un malenrendido entre el Impresor y la casa editorial y, por otra, entre aquel y quientuvo a su cargo I dicio L' .hubi . a e ICI n. a mtencl6n era que todos los parrafos sangradosse ubieran Impreso en el mismo rt 1 . .s . ,I mo upo que as notas de pie de pagina, porque seup~n~ que trenen un mt~r~s menor ,Para el lector rnedio. Debe recordarse queJ. 1 . ,se pr~~nfa escrlblr una hlstoria que pudiese publicarse en un solo:~b~m~n .de selsclentas o. ~tecientas paginas, Sin embargo, a medida que p a _d e tlempo, sus analtsis resultaron eada vez mas minuciosos y acabO porarlle Olenta de que el libro resultarfa demasiado largo y que i~duirfa lemas

    1'R.f.h\(.Io 1 5que podian carecer de inlcrc~ para el let lor pron\('dio, Por t'\I:I 1.11(>1\, IIcridi,')establecer dos niveles en su obra: el material tel nico, 1.1~ Ili"'lI~inl\c, epistcmo-161\'icas Y Iilosofica ) los ensayos bi :iirm se imprimii ian I'll lip,) 1l\'\~ pe .querio: de este modo ocuparlan meno: espar io \ cl lerror que lin "~tll\it''tt'intere ado en cllos podria pa-eulos pOl' alto I.ir ilrnente. P.I,I iruli, ,II' ( 'sl;1 intcn-cion, hizo que tale parrafos se mt'('anl>glafiasen a un soln t"pac in, en Iorm. rsimilar a la nOI.I\ de pic de p;\~ina, FI imprcsor, que bah[,\ t'k~iclc) lin lip"de letra adecuado p.u a el Iihro, penStS

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    7/30

    It 1 PREFACIOlOS te6ricos que ofreclan ciertas dificultades para mi. Paul 1\1. Sweezy le)u todaslas pruebas, hizo muchas sugerencias valiosas y descubri6 varios errores que seme hablan escapado. Richard M. Goodwin orden6 por vez primera, para queyo pudiera utilizarlo, el capitulo 7 de la Parte Cuarta, as! como la Pane Quin-ta, en la cual J A. S. trabajaba cuando Ie sorprendi6 la muerte: se tratabade algo tan importame como el analisis del equilibrio y los desarrollos modcr-nos en el campo de la economia respectivamente. Alfred H. Conrad leyo unapane de 10mecanografiado y gran parte de las pruebas de galera, comprob6adernas las formulas matematicas. William J . Fellner leyo pane de 10 mecano.grafiado y Alexander Gerschenkron parte de las pruebas de imprenta. Frieda S.Ullian mostro iniciativa y energfa ilimitada para encontrar la pista de algunosautores oscuros. Anna Thorpe presto su colaboracion en todas las etapas de 1'1elaboraci6n de este libro, desde mecanografiar, hace ya muchos afios, algunosde los primeros manuscritos hasta prestarrne su ayuda en la lectura de pruebasy en la preparacion del indice. Su familiaridad con la diffcil letra del autor ycon sus merodos de trabajo me ayudaron a resolver muchos problemas. Quieroexpresar mi gratitud a estas personas y a todas aquellas que me ayudaron enuna Uotra forma a preparar para su edici6n esta Historia del aruilisis econ6mico.

    Taconic, Connecticut, julio de 1952 ELIZABETH BOODY SCHUMPETER

    l\OTA:. DC!lmCs de la mucrtc del fJrf)f,Wl" SchumpNcr, su csposa dcdic6 Ia mavor partede su uernpo a prt-pa rar- este libro para la publicaci6n, trabajando en

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    8/30

    CAPiTULO 1[Introduccion )' plan de la obra]

    1. PLAN OE LA ORR.\POR "historia del analisis econ6mico" entiendo la histor ia los esfuerzos inte-lectuales que los hombres han hecho para comprender los fen6menos economi-cos, 0, dicho de otra forma, la historia de los aspectos analiticos 0 cicnrificodel pensamiento econ6mico. En la Parle Scgunda de csta obra se describe lahistoria de tales esfuerzos desde los orlgenes mas remotes que se conocen hastalas dos 0 tres ultimas decadas del siglo XVIlI. En la Parte Tercera se estudia elperiodo que puede llamarse, aunque s610 son cierta aproximaci6n, periodo delos "clasicos" ingleses, y que abarca hasta los primeros afios de la decada de 1870 -1880 . La Parte Cuarta contiene un balance de las vicisitudes de la economiaanalitica 0 cient ifica desde el final del per iodo "clasico" (hablando nuevamenteen terminos aproximados) hasta la primera Guerra Mundial; sin embargo, enesta Parte, el estudio de algunos ternas se ha prolongado hasta el momento ac-tual por conveniencias de la exposic ion, Estas tres partes constituyen el nucleofundamental de la obra y contienen sus mas imporrantes investigaciones. LaParte Quinta es simplemente una descripci6n sumaria de los resultados m.!srecientes, reducida en parte por las anticipaciones que, segun he dicho, se ha-cen en la Parte Cuarta; pretende unicamente ayudar al lector a comprenderla re laci6n que existe entre las investigac iones modernas y la obra del pasado.AI enfrentarme con la ingente tarea que he intentado realizar en esta obra-aunque dudo mucho de haberlo conseguido--, se me hace inmediatamentemanifiesto un hecho ominoso. Es cierto que, bajo la superficie de la historiade cualquier ciencia, multitud de problemas acechan a los incautos, Sin em-bargo, el historiador, cuando no se trata de la historia de la economia, tiene almenus una seguridad: el objeto de su investigaci6n esta sufic ienternente deter-rninado, y esto le permite empezar su trabajo sin mas dilaci6n. Nuestro casees distinto. En nuestro caso, las mismas ideas de analisis econ6mico, esfuerzointelectual y ciencia se "pierden en la niebla": las mismas reglas 0 principiosque deben guiar al historiador estan expuestas a la dud a y, 10 que aun es peor,a Ia falsa interpretaci6n. Por esta razon, en la Parte Primera, que sirve de in-troduccion a las restantes, con toda la amplitud que el espacio permite, expon-go mi punto de vista sobre la naturaleza del tema y algunos de los esquemaintelectuales que me propongo utilizar. Me ha parecido tambien necesario in-cluir aquf el analisis de algunos problemas relatives a la sociologfa de Ia cien-cia, esto es, a la teoria de la ciencia considerada como fen6meno sociaL Deboadvertir, sin embargo, que estas cuestiones se incluyen unicamente CO D la in-tencion de proporcionar algunas indicaciones respecto a los principios que " ' I O fa adoptar y respecto al tono general de esta obra. Aunque me propoD&O ~ner las razones en que me baso para adoptar estos princip ioa. DO me IIII'i p o s i -

    19

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    9/30

    20 CAMPO DE INVESTIGACI6N Y METODOble detenerrue demasiado en su Iundamentacion, Pretendo urucamenn, que sir-van para facilitar la comprension de cuanto he intentado hacer y que permitanal lector renunciar al estudio de esta obra si las Hneas generales que en ellosse anticipan no son de su gusto.

    2. JUSTIFICACION DEL STUDIO DE LA HISTORlA DE LA ECONOMlA~Por que se estudia la historia de una ciencia? Cabria pensar que la ciencia dehoy conserva todo 10 que sigue siendo util del trabajo realizado por las genera_ciones precedentes. Si as i fuera, no valdria la pena interesarse por los con-ceptos, los ruetodos y los resultados que no se hayan conservado. ~Que senticlotenclria volver a los viejos autores y enumerar puntos de vista que ya han sidosuperados? ~No serfa mejor dejar estas antigiiedades al cuidado de unos cuantosespecialistas que se complacen en elIas?Habria mucho que decir de esta actitud. Desde luego, es preferible descartarlas formas de pensamiento ya superadas antes que aferrarse indefinidarnentea elIas. No obstante, ereemos que tiene alguna utilidad hacer una visita a casadel anticuario a condicion de que no permanezcarnos allf demasiado tiempo.Las ventajas que confiamos obtener procediendo asf pueden cIasificarse en tresapartados: ventajas pedag6gicas, nuevas ideas y mejor conocimiento de los pro-cesos de la mente humana. Vamos a abordar en forma sucesiva estas cuestiones,en primer lugar sin referirnos particularmente al caso de la economia, y agre-gando despues, en un cuarto apartado, algunas de las razones que tenemos paracreer que el estudio de la historia del trabajo analitico tiene mayor irnportan-cia para Ia economia que para otras disciplinas.En primer lugar, los profesores 0 estudiantes que parten del supuesto de quebasta con asimilar los tratados mas modernos, no tardaran en darse cuenta deque, procediendo asl, se erean dificultades innecesarias. Por muy correcto, ori-ginal, riguroso y bien redactado que sea un tratado moderno, si no contieneun miniI~1Ode referencias hist6ricas, no podra evitarse que se extienda entrelos estudiantes, 0 al menos entre la mayoria de ellos, la impresi6n de que ca-rece de direcci6n y de significado. Esto se debe a que, en cualquier disciplina,los problemas y los meiodos que estan vigentes en una epoca determinada in-~rporan los resultados y llevan las huellas de las investigaciones que, en con-dlao~es. ~ompletamente distintas, se han desarrollado en los tiempos pasados.La MgTllficacl6n y la validez de los problemas y de los metodos vigentes nopuede ser cabalmente entendida sin un conocimiento de los problemas y me-todos precedentes, puesto que aquellos son, respecto de estos ultimos, un intentode respuesta. El analisis cientffico no es simplemente un proceso 16gicamentecohere.nte que, partiendo de algunas nociones elementales, vaya aumentandopostenormente el conjunto de conocimientos segUn un desarrollo rectilineo.T'am poco es simplr-mente 1'1d escubrimiento progresivo de una realidad obje-tiva, como, por ejemplo, el descubrimiento de la cuenca del Congo. EI analisiscientlfico, por el contrario, es una lueha incesantemente mantenida contra nues-tras propias creaciones mentales y contra las de nuestros predecesores, de talforma que "progresa", si es que efeetivamente 10 hace, de manera zigzaguean-

    I,\TRonUCCIO.. \1.1'1 \'\ 21te. no obedeciendo a las reglas de la lo::;i("a,sino pol el impulse de nuevasideas, nuevas observacioncs 0 nueva s nt', ,i,t.,lt,. ~,,{como por la, inclinacio-ne s )' los tcmpe ramentos de nuevos hombre-, Pur C,(;\ r.\lbn. (1I;11'IlIin tr.uadoque interne exponer "el estado actual tie la cienria", expone rcalrnentc !lUlo.dos, problemas y re ultados condirionudos hi storic ame rue )" que 0;610 c obrunsentido wando esuin referidos al traslondo hi. torico del que surgen, }.'.I\ ()Ira~pnlabras: en una ~POCit det erminada e l e suulo de una cit-llda implira su histo-ria pa sada y no pucde ser CXPUCSIOen forma sarisfnc toiia sil l barer expll ch.,esa historia impliclta. Perrnitaseme agregar ahora misrno que, a 10 largo detoda la obra, nos proponemos tenor I'll cuenta 1',11' cnracter pcdap;6giw tie 1;1historia de la ciencia y que en el nos Iundarcrnos para rcalirar la s e l ecc i(~n delmaterial de estudio, sacrificando a veces OliOS rritcrios importautes,En segundo Iugar, 101inteligencia humana es capa! de cxtracr III1CV;\$ impi.raciones del estudio de 101histori a de la ci encia , Naturalmente, ;llgIl1l0' horn-bres conseguiran en esto mayores resultados que otros, pcro probablcmente sc-ran pocos los que , abordando 101area, no obtengan alglln benCirio. En verda~1puede decirse que es bien obtusa la mente de aquel hombre que no expert-mente una ampliaci6n de su horizon te despues de habcr contemplado, (.le!l Ademas, de estas nuevas inspiraciones, car la uno de nosolr~~ puede OhIC-ner, en la historia de la cienc ia que cultiva, lecciones de gran utilidad, aunq.u~estas sean a veces desalentadoras, Aprendcmos as! rnuchas cosa.ssobre 101Iutili-dad y sobre la fecundidad de las polernicas, sobre las 3.berrac lones, los esfuer-zos inuti les y los calJejones s in sal ida. Aprendemos tarnbien muchas cosas ~brelos mementos de estancamiento en el desarrollo, sobre nuestra depe~denC1a deelementos casuales, sobre c6mo no deben hacersc las cosas, sobre el uernpo per-dido y la forma de recuperarlo, Aprendemos a comprender por que h~os I1.~.gado hasta donde efectivamente nos encontramos y por que no hemos.ldo masalIa . Aprendemos a conocer aquel los esjuerzos humanos que se .han vlSto,c?ro-nados por el exito, y POTque y c6mo 10 han consegllido, cuestion esta ultimaa la que prestaremos atenci6n a 10 largo d~ toda est~ obra, ..En tercer lugar, la historia de una cienaa determinada 0 la historia de laciencia en general nos proporciona multiples enseiianza~ so~re los proc;esosdela mente humana: este es 1'1mayor rnerito q~e puede a~b~lrsc a l eSl.udlo,d~ lahistoria de la ciencia . Es cierto que el material que sumrrustra se refie re urura-mente a una forma particular de la actividad intelectual, pero, dent~o d~ S ; I ~Ifmites su testimonio tiene un valor casi idealmente c~mpJeto. ~ historia .< e. '. 1 16 I eto la lozica en acaon la 16gJcala ciencia nos muestra a gJca en 0 concreto, ". ,Intirnamente unida a una forma de ver las cosas y a un proposito, La mentehurnana en actividad se manifiesta en cualquier campo d?n~e el hombre ac-tua: sin embargo, los metodos reales con los q~e el entendi~len.to opera se re-Iejan en la historia de la ciencia con mas cIandad que en mn_~n otto campo,porque los hombres, en su trabajo cientffiro, procuran d~b~ ~ e : . ; : c : :mentales con mayor cuidado que en nlnguna otra de sus aCUVl 3

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    10/30

    CAMPO DE INVESTIGACI6N Y M~TODO

    respectHo, hombrels dis~dntos. se han comportado Nde dierent~ manera. Algunos,como uygens, ran sr 0 sinceros: otros, como 1 ewton, retrcentes, Pero latividad cient1fica -a diferencia de. l~ a~tividad politica- es autorrevelado~:por naturaleza, de tal forma que ru siquiera los hombres de ciencia mas rer],centes han podido ocultar sus procesos mentales. Esta es la raz6n principal porla cual tantas veces se ha reconocido -desde Whewell y J. S. Mill hasta ''''undty Dewey-c. que la te_oria ge.neral d~ la cienc.ia (Ia Wissel1sch~flslchrc alemana)no es solamente 16g1Ca ap!lcada, smo tambl(:~n. un Iabor atorjr, de logica pura.En otras palabras: los habitos y los metodos C1entificos no deben juzgarse sirn.plemente segun criterios 16gicos que sean independientes de ell os, puesu, quetales habitos y ta les metodos actuan sobre esos mismos criterios, condiciollan_doles de alguna manera. Podrfa decirse =-recurriendo al uti! expediente de 1aexageraci6n- que es posible deducir una especie de logica pragmatica 0 des-criptiva a partir de la observaci6n y de la formulaci6n de los procesos cientffi_cos, que naturalrnente implican el estudio de la historia de las ciencias 0 queconvergen en el.En cuarto lugar, se puede demostrar que los argumentos precedentes, al me-nos los que he desarrollado en los dos primeros apartados, se aplican con mayorvalidez en el caso particular de la economla. Vamos a ocuparnos inmediata-mente (vease infra, secc. 3) de un hecho evidente y de sus implicaciones: el ob-jeto de estudio de la economia es un proceso hist6rico unico, de tal forma que,

    en una gran medida, en cada epoca Ia economia trata grupos de hechos y proble-mas diferentes. Este hecho, por sl solo, bastarfa para justificar el enorme interesque tiene la historia de las doctrinas econ6micas. Sin embargo, para evitar re-peticiones, vamos a prescindir por ahora de su consideraci6n y a destacar otrohecho tam bien importante. Como a 10 largo de esta obra veremos, la economlacienufica no carece de continuidad hist6rica. En realidad, nuestro principalobjetivo va a consistir en describir 10 que puede llamarse el proceso de "filia-ci6n de las ideas cientificas", es decir, el proceso a traves del cual los esfuerzoshumanos que se aplican a la comprensi6n de los fen6menos econ6micos cons-truyen, perfeccionan y derriban, en una secuencia sin fin, estructuras analfti-cas. En esta Historia, una de las tesis principales que pretendo justificar es queeste proceso no difiere fundamentalmente de los procesos analogos que se des-arrollan en otros campos del conocimiento. Sin embargo, en nuestra disciplina,por distintos motivos cuyo esclarecimiento tam bien figura entre nuestros pro-posiios, esta filiaci6n de las ideas ha tropezado con mas impedimentos que enla mayorla de las demas ramas de la ciencia. Pocos hombres, y nosotros losernnornist as menos que nadie, estan dispuestos a felicitarse POI' los resultadosde su actividad intelectual. Los frutos de nuestro trabajo han side siempre, ysiguen siendolo, no s6lo modestos, sino tam bien desorganizados. Metodos deinvestigacion emplrica y metodos de analisis, que algunos de nosotros hemosrechazado por su escasa eficacia 0por considerarlos err6neos en su aspecto teo-rico, sigucn prevalcdendo ampliamcntc para otros. A pesar de todo, puededecirse - como intentare demostrar. - que en cada cpoca ha predominado unaopinion profesional sobre las curstiones cicruijicas y aunque muchas vecestal opinion ha sido capaz de imponcrsc por enrima de las Iuertcs diferencias decritr-rios poltticos, no podcmos hablar en este punto con tanta seguridad como

    I;o.;TRODlICII\. . . . 1 . 1'1 \. 11 310 hacen 10, tisicos y 10' rnatcm.iuco . POI' ~'ta 131011, Ius CIIU-rota -con mayor razon que en Iii Iisirn, por ejemplo 10 problemas, 1\" 111\'-todos Y los resulrados modcrnos no puedcn cntcnderse plcn.uucntc ,i 11(1IInomos alguu conocimicnro del PlUlCSO a Ila\ ll , tid (11;11 lu' ('llltlOllli I." haltl lcgado a adherirse a las Iormas de rnzon.uuiento que a rualmcnte uri lizau. A,I _m;15, en Ia economln -en mayor grado tnmhien que en I.t hica- 11I11dlllM IC-sultados se han perdido en el camino 0 han PCI m;lI1l'cido en S\lSP':II"-l (IUr,1II11:siglos. Vercrnos algunos ejcmplo: de esto que 5 1 1 1 1 verdadcramerue impresio-nantes. Es mas probable que encucnu c inspiraciones y leccione illilc~, uunquesean dcsconcertarucs, el economisra que esiud ia la historia de 5\1 ciencia que clHs i co que procede de la misma manera, porqlle, en general, este ultimo pucdeconfiar en que se ha conservado y trasrnitido casi redo I t . > '1 "C . vale la pen.1de la obra de sus antecesores. lPor que, pue~, no (On1('nl;II'inmedi.n.uneun- 1'111esta OLTa historia de las conquistas intelcctuales?

    3. PERO lE S UNA ClfNCIA I.A 1.CONOMtA?

    La respuesta a esta pregunta depende, na tu ralrnente, de 10 ( ! " e enu-ndarnus l . ) Q c"ciencia", En el lenguaje cotidiano, igual que en Ia l~tnoloS(.1 de I.t Vidaacademics, -particularmente en los paises. de lengua ~ngle,a 0 fr'.lnccs.~- s~usa frecuentemente este te rmino para reenrse a la Ilsica ~na temalltO. E5 eVI-dente que un uso semejante exduye todas las ciencias sociales, y, enlre. ~JlJ5.la economfa. Si consideramos que la caracte rfstica diferenciadora (~elmll'lIS)de la ciencia consiste en el empleo de metodos similares a los de la fl:lC.l male-matica, es evidente entonces que la economla, considerada :n suconjl .' ll lo , ,nodebe induirse dentro de ella. En tal caso, s610 una ,p:que,,:, r.Jl1e de la eco-nomfa puede considerarse dentro del campo de 10 Clenl(~lco.: Igual ().t~rr~:aun ue no en el mismo grado, si utilizamos el lema "Ia ciencia es. m edicioncom~ caracter is tica diferenciadora de 10 cientHico. H~y que ,~dvert~: q~'~ies(~forma de hablar no debe entenderse como una valoracl6':1 ~e rango 0 go -dad": Ilamar c iencia a un campo determinad.o del conOCI~lento no debe mter-pretarse como un elogio, ni ~omo 10 c~ntrano d~au~ el~~~. una definici6n deDe acuerdo con nuestros fines se sUgJeTeespon n am. . . perfec-caracter eneral: ciencia es cualquier genero de conoclm~ento : CU}O. . g h n aplicado los hombres sus esfuerzos con s c r e r u e s , T~I~5 esfuer-cionamrento a .. e . " _ . un dominic de loszos producen habitos mentales -metodos 0 t (meas) . Ihechos descubiertos con la ayuda de est~s tecnicas'l que so~ mudy ~~~~re:o~_. . I h ch los habitos menta es proplos econocumento de os e os y a d f "0 pricticamente equiva-diana. Podlamos, pues, adoptar tambie,;, ~ta e InJ~:ya desarroJlado t~ca5lente: ciencia es todo campo del cenocirmento que. ciOn la de-especiales para la inves tigaci6n de los ~echos.J r : a d::c!.r~ a s p e c t : ' 1OCi~ducci6n (analisis). Finalmente, con la mtena n e

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    11/30

    CrDlI'O 11 !:,\\"ESTIG.-\CIO:,\ Y i\!ETODOlogicos, podemos aun forruular otra definicion, que es tam bien practlcamentecquivalcnte a la dos anteriores: ciencia es todo campo del conocimiento den-tro del cual existen algunas personas -los llamados investigadores, cientl[icoso sabios-- dcdicadas a la tarea de rnejorar el acervo existente de los hechos )'los metodos, y que, a traves de esta dedicacion, adquieren un dominio de am-bas COS.1Sue les cliferencia de los "profanes" e incluso de los simples "prae.ticos". Podrian darse otras muchas definiciones igualmente validas. Valgan lasdos siguientes que agrego sin mas explicaciones: 1) la ciencia es seruido co-rnun refinado; 2) la ciencia es conocimiento instrumentalizado.Como la eoonomia emplea tecnicas que no son de uso cornun, y como existeneoonomistas que se dedican a su cultivo, puede decirse evidentemente de ellaque es una ciencia, en el sentido que hemos atribuido a este termino. De aquiparece deducirse que escribir la historia de tales tecnicas es una tarea que estalibre de ambigiiedades, en torno a la cual no deberian existir dudas ni escru-pul~s. Desgraciadamente no ocurre asi, No estamos aun fuera del bosque; enrealidad todavia no hemos entrado en el. Antes de que podamos estar segurosdel terreno que pisamos, tendremos que veneer muchos obstaculos, el mas im-p?rtante de los cuales !leva una etiqueta conocida: "ideologia". A ella se de-clican los capitulos siguientes de esta Primera Parte. Ahora, vamos a ocuparnosde oomentar brevemente la definici6n de ciencia que hemos dado.Ante tod~, hemos. ~e en~enlar?OS con una objecion que probablemente el

    lect~r ~onsld~~ d~oslva. SI la ciencia es eonoeimiento instrumentalizado, esd~ar, 5J la utilizacion d~ te~ica5 especiales es el criterio que sirve para defi-nula,. parec~a. ?atural incluir en ella, por ejemplo, la magia praetieada porl~s tribus pnminvas, puesto que esta se ha caraeterizado por el empleo de tee-~cas. que no son aeeesibles para todos y se ha desarro!lado y trasmitido en elinterior de. un dr~lo de hechieeros profesionales. Y naruralmente, desde un~un~o de VIsta teorico, la magia debe incluirse dentro del campo de la ciencia.e 0 es ~i porque la magia -asi como aquellas otras practicas que en el as-pecto ~tme?te no ~eren fundamentalmente de ella- se convierte a vecesmpr~todeSlv~ 11fi~percleptlblemente , en 10 que el hombre moderno entiende po;e 0 oent 00 a astrolo . .astronomla hasta' . " ~a, ~r ejemplo, fue compafiera inseparable de laaducirse otra razo~nn~plOs d el sl~lo xv!~. En este mismo sentido, aun puedegenero de conocimie: s.po erosa. e:,clUlr del campo de la ciencia cualquierrios actuales que noso~r~~s~:entahzado equi.v~dria. a suponer que los crite-las epocas v todos los 1 . Pero e. para definirla uenen validez para todastica claro' esta cual ~gales. ~ro esta suposici6n es Insostenible.s En la prac-ya pe'rtenezca al' qdUler manifes tacio del conocimiento ins trumentalizadopasa 0 0 al presente tiene mecesar i 'v valorarse desd I . ' rene necesanamente que interpretarse, e a perspecuva de nuest '"cemos de otros para haeerl T 1 . :os prop lOS cnterros, puesto que care-ceso que se ha desarrollado o~ 10\~Sr cruenos, adema~, S?n resultado de un pro-el campo de los metod . g~ de I~as de seis siglos,s durante los cualesdose incesantemente os 0 tecnicas Cle.nllfteamente admisibles ha ido reducien-. , como consecuenc.a de que h id dmaceptables un numero d se an 1 0 escartando comorimos a este cam I.a a vel mayor de los mismos. Onicamente nos refe-po Ulcalllcnte rCSlJ'n . I dderna" ciencI'a "em f... .. , gl( .o cuan 0hablamos de ciencia "mo-, p nca () clenc " " "la pOSltJva. Sus reglas metodol6gicas no

    1. ;'TROn (;1('1x ,\1. PI \.son las mi. mas en l_as divcrsa-, disriplin ., v, COnlOh(,nIll visro IIlniollll('Jlle,n.u~~. pucder: romllk~'ar i nd i vcut ibl ,~'ill e11l" I " pr man II.. ,.II:tete-II nca que Itne~ \";Ih.llC/, I!;.c neral: redu en t os It h l Cll)11 ,Cpl:1Iittll no\propone por motlT'os nr.n~lfICOf a la I. 1~llri.1 111. CU h lie ""('.110 v e rl ti c . .h1l'~ mediante Ia ob: Cn";I(I()1 l , el e perimentn": , limitn 1 1 I I1 " _ T . . ' ' , ' 1l1' ' '1. , ,1lII~(~~ ..(I('r~I". ":l1lHnte a

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    12/30

    CAMPO DE INVESTIGACl6N Y MTODOSOil de caracter precientifico, y seria absurdo que ~u~rayasemo , en los autorcsantiguos, estas afirmaciones como si fueran descubrimientos, La n:anera en queprirnitivamente se formu16 la teorla ?e la .0Lel't~ y la demanda trene evidente.mente caracter cientiIico; pero su IIIvel cienufico es tan modesto, el sentidocomun )' cl conocimiento cientifico, en este ~aso, estrin tan l~r6ximos, que cua].quier afirruacion en torno al mOl~ento pl'eClso ~n que se dl? el.paso desde elprimero al segundo ha de .sel' sJempre necesarramente ~rbltrar.la. Aprol'Cchnesta oportunidad para referirrne a un problema que esta relacionadr, con 10dicho.Definir la ciencia como una forma de conocimiento instrumentalizado y aso.ciarla con grupos determinados de personas casi equivale a resaltar Ia impor.tancia indiscutible que en ella tiene la especializacion, cuyo resultado (relaucs.mente recierue) 11a s ido la aparicion de las diversas ciencias particulares,e Sinembargo, este proceso de especializacion nunca se ha desarrollado de acuerdocon un plan racional -ya Luera este explicitamente preconcebido 0 este unica-mente presente de hecho=-, de tal forma que la ciencia, considerada en su con-junto, nunca ha llegado a tener una estructura 16gicamente eoherente: es mascorrecto compararla con una selva tropical que con un edificio construido deacuerdo con un proyecto detallado. Individuos y grupos, siguiendo a los hom-bres de vanguardia, ensayando nuevos metodos 0 buscando la soluci6n de suspropios problemas, han caminado -por asi decirlo=- a campo traviesa, comoya hemos explicado en la secci6n 2. Las Iron teras de las ciencias particulares,como consecuencia de esto, cambian sin cesar y carece de sentido intentar defi-nirlas en raz6n de su objeto 0 de su metodo, Esto puede apl icarse especialmen-te a la economla, que no es una eiencia en el sentido que 10 es, por ejemplo,la acustica, sino que, como la medicina, debe considerarse como una aglomera-ci6n de diversos campos del eonocimiento, imbricados unos sobre otros y malcoordinados. De acuerdo con esto, nos proponernos analizar las definicionesde la economia que otras personas han formulado -sobre todo con el prop6-sito de denunciar su impropiedad=-, evitando, por nuestra parte, adoptar nin-guna otra. Lo mas que haremos en este camino consistira en enurnerar las"disciplinas" principales reconocidas actualmente por los diversos sistemas deensenanza, Sin embargo, debe quedar bien claro que esta definici6n epidictica 1no tiene Ia pretension de ser exhaustiva. Por otra parte, debemos dejar siempreabierta Ia posibilidad de que, en el futuro, se afiadan nuevos temas --0se ex-cJuyan- en cualquiera de las enumeraciones que actualmente puedan ela-borarse.En tercer Iugar nuestra definici6n de ciencia no se ocupa en ningun modo~Ie los motivos que impulsan a los hombres a esforzarse POl' mejorar el con-Junto de eonocimientos ya cxistentes en un campo cientlfico determinado. Pron-to volveremos a ocuparnos de este tema desde otro punto de vista. Por el rno-rnento, varnos a Iimitarnos a sefialar que los motivos que irnpulsan el an;\lisisno influyen sobre el caractcr cientHico del mismo. La investigaci6n bacterio-I6giea, por ejemplo, es siernpre una invcstigacion eientlfica; el investigadorpucde proponerse fines de caracter medico 0 de cualquier otro tipo, pero estono impone ninguna diferencia en los rnetodos que utiliza. Igual oeurre cuandoun economista, utilizando metodos que se ajustnn a los criterios cientHieos de

    1:-'I RO\)\'U \I') .\1. 1'1.... 1: 7'II medic ) lie su t iCI1lPO. invcstiga, 1'01' e j .mplo, la pr, li,.1 ,I.: ''Ilc.',"1.lIi,":los re ul iados qlle a iobtcng.i ('1111,11.11a [,)!nUT I IlC II I pallilllllllill i '"1i.f ico del couocirniento economico. imlependientcmeuu , I, ' 1 11 1 , . 1'l()I~)II"I emplcallos para rccomeud.u 1I1l;j 1 1 ' ~ i , l " d ' ; 1 1 11U(lllntos pOI los "ahog..tlm ,Ielcn >1 e " - lSI no no estcn pagados por elabortu Ios- son pala nosotros 1:111 11lI1'l1m II tau 111,11."como los proplicslOS pOi l o s " Ii lo s o fo irnpan i.ilcs", ~Il '1 S\lpllC~ln , II. ' ' 1 " C vcr -daderameru c cxistan individuos de esm ,' tIl ima c'I . ..x ie, liu ulgllnm ( ' ;1 ()~ I'"cdeser interesante pregunlarsc POl' qlll! 1111 hombre dill' I" 'lIlt dice: IWIO 1.1 r s-puesta, cualquiera que sea, mula IIll' dice !t. 1)C,lll a .1,1\rlda" II (.11,ctl'lIl d,'aquello que ha dicho. 1-:5 Irccucnie en la lurhu pol !I11.1, 1!.I1.1ar!lIIl~It'III.ll' I'lltorno a una proposici6n, atacar 0 exaltur los 11101HI'. de ~IIIII'II 1.1aO~":lIeII losintereses que la misma parcee defender 0 romb.uir, blc Pllltl' tllIllICl~11Itil'mala fe -aunque, por desgracia, es demasiado ronurn "1\111: 1m C(llilOml 101careee de utiJidad para nosotros.

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    13/30

    CAPITULO 2Interludio I. [Las tecnicas del analisis economico]

    Ex EL ultimo parrafo del capitulo precedente se sugieren importantes proble,mas, de Jos que trataremos brevemente en el capitulo 4, cuando nos oCllpemosdel terna de Ja "sociologia de 1a ciencia". Abandonando por ahora el desarro_llo de estos argumentos, nos vamos a empefiar en rastrear y perseguir dos pie-zas, cuyas sendas a veces divergen en forma desconcertante: por una parte, esnecesario definir las relaciones que la economia tiene con algunos de los cam-pos del conocimiento instrumentalizado, precisamente con aquellos que ejer-cen -0 han ejercido- alguna influencia sobre ella, 0 que tienen con ellazonas marginales comunes 1 (cap. 3); por otra parte, conviene aprovechar est aocasi6n para aclarar sin mas dilaciones algunos de los conceptos y principiosen los que va a apoyarse nuestra exposicion de la historia del analisis econo.mico. Este ultimo tema constituye el contenido del presente capitulo.Vamos a comenzar con una observaci6n que esta extrafda totalmente del

    sentido comun. EI economista "cientffico" se diferencia de todas las demas per-sonas que hablan, piensan 0 escriben sobre temas econ6micos, por su dominiode unas tecnicas,> que pueden clasificarse en tres grupos: historia, estadisticay "teorfa". Estos tres grupos de tecnicas constituyen 10 que nosotros llamamos"ana lisis econ6mico". [Mas tarde, J. A. S. agreg6 en este capitulo un cuartocampo fundamental: la "sociologia econ6mica".]

    1. LA H]STORIA ECON6MICALa historia econ6mica -que desemboca en los hechos de la epoca presente ylos incluye- es con mucha diferencia el mas importante de estos campos fun-damentales. Antes que nada quiero declarar que, si ahora hubiese de iniciar mitr~bajo ~n la economia y se me diese unicamente la posibilidad de estudiar, am~ eleccion, uno de estos campos, optarfa sin dudarlo por la historia econo-mica. Tr~s razones justiicarfan mi elecci6n. La primera de ellas se funda enque el objeto de la econornta es esencialmente un proceso unitario en el tiernpobi~t6rico. Nadie puede tener la esperanza de comprender los fen6menos econo-mlc?s .de una cpoca cualquiera, incluida la epoca presente, si carece de un co-nonmlC.nto a_decuado de los hechos hist6ricos y de una proporci6n suficientede sentido historico 0 de 10 que puede llarnarse experiencia historica:" La se-gunda razon reside en cl hecho de fJue Ia exposici6n de este tipo de historia? O ~uedc scr de raracter purarnente eronornico, sino que debe reflejar tambien.inevitablemente, hechos "instituclonales", es decir, hechos que no son pur~-mente er.onomicos: por este motive, el estudio de la historia econ6mica eonsn-tuye d mejor mercdo para cornprcnder la reJari6n cllle existc entre los hechoseconornicos y los no econornicos y Ja rr-larion que drbe esrablecerse entre las

    28

    29diversas ciencias sociales.s La tercera l;IlI'm ev Iii 'iglti me: ell rni opini6n. lamayor parte de 105 CHores Iundarncutalcs sque sirven para :: : zcomo los fundamentos epistemol6gicos de los mlsmos.e!:~! es =esi6n de un dominie adecuado de los modernoa m

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    14/30

    30 CAMPO DE INVESTIGACIoN Y Mt.TODOcondici6n necesaria (aunque no suficiente) para poder evitar ue emoderno desemboque en resultados carentes de sentido; es e 9d Ie~onollli_di 6 . Vl ente Sin ......go, que esta con 10 n se nnpone en algunos campos de la econo ' embar.fuerza que en otros. En nuestro caso son muchas las cosas irn mia COn III~penden de estos metodos -por ejemplo, del metodo de las dfPorta~tes que de-

    d d .. 1 erenCias fi .)' 110 po emos eJar que SUSvirtudes 0 sus defectos sean Juzg d .Innas-I iali a os exdUSlVpor os espeo stas, aun cuando todos ellos sostuviesen . alllenteN d una mlsma ..os encontramos e nuevo ante la imposibilidad de cum Ii I oplnl(~nque de estas consideraciones se deduce. Sin embargo deben rr e program a totai6 . , mos reconocer I~os te ricamente, que los metodos estadisticos forman parte del c .' a lIIeinstrumentos del analisis econ6mico aunque no hayand Ib onJunto de. f ' Sloe a orad oscamente para saus acer sus necesidades particulares el A . especlfi.ques Bernoulli 0 la Theorie an.aZytique de Laplace forma~ co;;:;ctandi d.e la.c.d~ ':llu.chas ciencias, pero tambien tienen un puesto en la t t ?e la hlStonadisciplina.s s ona de nuestraLa "teoria" constituye el tercer cam fundame ..Este termino abarca multitud de . pofd ntal del analisis econ6mico.. slgm ica os pero en I 6tiene en esta obra unicament . ' re ao n con el uso que, e mteresan dos de ell E1 -el menos importante- es a uel . os., pnmero de estes -y"hipotesis explicativas" T;les ~;tCO?SIdera toda teona como un conjunto deciales de la historiografia y de I I e~~ ~on, naturalmente, ingredientes esen-explicar el origen de las ciuda~e~st~ istrca. Cuan?o s~ trata, por ejemplo, deapegados a los hecho .' mcJuso los historiadores mas tenazmentes -ya se dediquen a I hi tori 6 .otra especialidad hist6rica- dificilm a IS on.a econ mica 0 a cualqwerQ varias hip6tesis 0 teor' D. ente pueden evrtar la formulaci6n de unasid ad de formular po I~S. Ic 19ual forma, los estadigrafos se yen en la nece-buci6n conJunta de lars eJe~Pblo, a lguna hip6tesis 0teoria respecto de la distri-varia es estocasn ..5610 se necesita advert b icas que mtervienen en sus problemas.fu . rr, sin em argo que . dindldo-- Suponer que I ' . '. es un error -oertamente muy I'en teorfa econ6mica con~u tmca 0 la mas importanre tarea de los especialistas'd SISe en formular . h - . .trui as en el vacio afiadi i 1 semepntes ipotesis (hip6tesls cons-La ' . ir an a gunos) .. teorfa econ6mlca tiene obi .igual que la fisica te6rica Jelivos con:ple~amente diferentes. En realidad,Q modclos simplificadores ' no puede prescindir de la utilizaci6n de esquemasaspectos de la realidad y que ~ elaboran can el objeto de representar algunostienden a demostrar otra qued,. ando por supuesta la verdad de algunas cosas,. s me lanle la I 6 'mmadas. Desde el punto d. ap Icao n de reglas metodol6gicas deter-damos por supuestas puede~ ~I:~~~ esta ?br.a, Jas cosas (proposi~ones~ quepostulados, supuestos 0 . I ~tn.ar~e mdlferentemente hip6tesls, aXlOmas,(proposiciones) que conls~dcusa pnnnplos; g Ilamaremos teoremas a las casas- d .. I eramos establ d 6gi ' 5a mlslbles. Puede ocurr eCI as mediante reglas metodol cazonam lr, naturalmente que . '6' n ra'~ lento como postu) d ,una propoSlcI n figure en ueste genero vienen taml~e~ ~uen ?tro como teorema. A veces las hip6tesis de.1)Joy;indose en ObservaCl' gr!TIrias por los hechos -es decir se fonnulanones rear I ,.iZa( as--, pero en estricta 16gica son creaClD-

    IN, ',H:.\I('\, IH.I, .\.\HI h F.,0,'011(,0Ill> arbitraria del an:lli,I;I.' I: " ta-, hil~)le, (Iir-~(I(11 (I' I I I .: (h > 6 . . " " " , ,I I C I 'r u u e rg~:lcro II le'ls. e\.ph("~lIya,). 110 tncorporan rcsuluul {ill III 's d e L I in v 'Ii a-l~~n que. se convideren mtere .IIlIl, I l l ' ! " i111i '1 110 , ino !J lle (HI 'imph utcn-51ilo\.o IIlS1rUIIlcnlOs elaborado-, (011 cl 1'1"llI') ilo ric ("0r,1(011 de este genero de hip('lcsi,. 1111)1011,11.ll1Ihi(\n. ('II 1.1mism.r 111,1111'1.1,ne;~r rodos aquellos ouos insn umeutov all;rlllilo, nt(di.llltl; 1m I u.llc, c h;tlePO,I b.le cxuaer rI~ cllas algllll()~ J .. sultadus: :I'! lu~ wnlt'llIos (1)111111m l ie "1 .1 .1llIal:~ll1al de SIl~t111ld6n", "produrri, iliad m.lIginal', "mult iplir.ulur", "accle: I,d.or ). las .relaCioncs enu e (mllCplOS )' I I I ' > m(-Iodus para m.mipul.ir 1:.\1,1 Id.1clones -nmgllno de los cu;.llc\, evidcntemente, tiene fadl ItT hipI)lt(lilO,1I I.asuma t~I~1 de todos. C\IO' rnstrumcntos -inl luidos los 'lIpllI'stm ('Mr,t1,lgiw.mente. uliles-- consutuye la tcm!;1 cwnt\mi(a. Pmlr Lunos decir, lit ilizarulo laexpresion sumarnerue acertada de la 'I6iOl a Robi II'I()II, que 1.1 l(orl~1cmn6111i~aes una ca ja de hcrramientas .. EI Iundamento racional de esra concepcion cle la Icolla ('mnl)mir;l ('~ mllySimple, y, en todos sus aspectos, similar al que se ulililil en toda\ las dcm;hrama.s de la ciencia. La experiencia nos cnsena que los fl'lIOtTII"IIO\ dt! una de-terminada categorfa -econcimicos, biol6gico 'l , mcraniros, c i t - , II im" ('11".- \011en realidad acontecimientos individualcs, cnda uno de 10'1III~IC\, ;II muuifestur-se, revel a peculiaridades propias. Sin embargo, 101cxpcricnr ia t.rmbien 1l0~ en-sefia que estos acontecimientos individuales ticnen cicrtas propiedades 0 ;Up

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    15/30

    CA)JPO DE L "'ESTIGACIO:\ Y ~1.tTODOXo e' po ible ni convenicme emprender aqui un estudio epistemologico de la

    ciencia economics: algunos de los problemas relacionados (on esta materia se exam].naran en los capltulos siguienies de esta Parte Prirnera y a 10 largo de todas laspanes sucesivas. Sin embargo, conviene hater ahora algunas observaciones suplemen_tarias, con la esperanza de que sirvan para eliminar las barreras que puedan existirentre el autor )' los lectores,En primer lugar. por consiguieme, conviene precisar las consideraciones anterior-mente expuestas sobre la naruraleza y las funciones de la teoria econ6mica. Talesconsideraciones se han formulado en terminos aplicables, sustancialmente al menos,a todas aqueJJas ciencias que disponen de un aparato de amilisis para cualquier fin.SiD embargo. existen algunos hechos que restringen este paralelismo, entre los cualeslos mas importantes SOD los dos siguierues: la economia no puede beneficiarse de lasvemajas que la fisica obtiene en los experimemos del laboratorio (cuando los econo-minas hablan de experimentar quieren decir algo muy diferente de 10 que se cntiendepor experimemaci6n en condiciones de Iaboratorioj ; por el contrario, la economiadispone de una fuente de informaci6n que la fisica no tiene, a saber. un extenso (0-nocimiento de las significaci ones de los aClOS econ6mieos. Esta fuente de informaci6nes tambien una fuente de co n troversi as. que eneontraremos repetidamente como obs-dculo en nuestro camino. pero diftcilmente podemos negar su existencia. Ahora bien,cuand~ ~~lamOs. por ejemplo, de las motivacicnes que. segun se supone, impulsana los Ind iv iduos 0 a los grupos, esta fuente de informaci6n puede identificarse, en~neas generales. con el conocimiento de los procesos pslquieos, consciernes 0 subcons-creates: seria .absu.rdo. pues. no servirse de este conocimiento, aunque hay que advertir=como repeure slc:mpre que sea necesario- que esta utilizaci6n no implica traspasarlas Ironteras pTOpla; de la psicologia profesional: del mismo modo. la formulaci6nde ~ "ley" de .105 rendimientos decrecientes de la tierra no impLica la invasi6n de losdoml~lO~ prOplOS de .la . f~si~ Existe, sin embargo, otra forma de interpretar esteconOClm~e~to de las sl~lflcaaones d~ los aetos econ6micos que esta mas de a cuerdoc on la J:,g~ca . : " ' 5 1 . por ejemplo, al afirrnar que las ganancias instaruaneas de una em -presa -baJo oertas condiciones- alcanzan su punto maximo cuando la producci6n~ tal que el. costo marginal coincide con el ingreso marginal (siendo este ultimoigual al prerio en el caso en que exista comperencia perfecta) , puede decirse queformulamos la l ly ,; ica de la situacion, que exponemos una conclusi6n que es cierta,COfC() lo es .una r~la de la 16gica general. independientemente de que algunos suje-tos economlcos acruen 0 no siempre de acuerdo con ella. Esto significa que existeuna ,dase .de teor~ economicos que son modelos 0 normas 16gicas (y no. natural-men.e. ttlcas 0 f"lhuca~), y que evidenremerue los teoremas de esta c1ase se dife-renoan ?e aquellos Q TQ , Ihle msldenr (Iue entre estos dos gcneros de teo ria noexlSt: m~n~. dlf;r:naa; h:utarla para dlo interpretar las norma, l6gicas como ge-ner~llIauoneJ pUTlflcad(Jr3'" de I~ dlltr>, emplriuJ\ o. si asl fuera preciso de las observauones acumulada$ aubum0entemellte p')r la (:Xl.eriencia comun. Sin' embargo paleu! mas or.ortuno. en general . () " d' . . ."'. a IOlIlr ':Sla I tlller/," y reconocer francamente quelenern ') ! la capaudad ~J (IU" al mcr (" I . .,. d d '. Ih (fetm,), lener a- de comprender 105 5lgmfl-c.a ~ y e repH;!(:ntar mc(IJamc "-"lucma, ad(;(.uad(" las implicaciones de 10' mi_ol.F_n "'(mnd,) lugar es uHie ( I . I - " ' - . , . jue 31 a e. a ra(l(JIIC I pre a ver 'I. en el campo de la economla. h producido realmeme estaImll~ClOn acnuca de. me~odo que unicamerue tienen ntido dentro de 10$ uemaparticulates de Ia . crencias en las que se han desarrollado ~;ando oparte nalural-mente, las declaraciones pro$ramdticas qUi', aunque han suio Ion conlanunt 7 nume.rosas desde. los a.ombrosos exl/os conll'gllldns pot las ciencias }isl(41 en el Iglo XIIcarecen casl par completo de signl}icacion. Desde el punt" lie ,i ta te6rico 110 ClIt~la men~r duda de que Hayek ticne Tad", -lOmo 1a han renido rodos 3q~clll quen ~l siglo XIX I~ han .~recedido en formular una crluca mejarue a la uv; - cuandososu~ne que e> inadmisibfe que los economi ra tornen presrado UII metodo cualquieraaduclen.do ~mo unico fu?damcllto que haya sido aplicado COli exito ell otro campode la crencia, y cuando afirma q~e. en aquellos caso poco Y s ill importancia, en quese ha hecho realmente esto 10 recibido no vale la pena, IJ~r ..ciadamente no cs bte elverdadero problema. En efecto, es necesario ac.larar que debe eruenderse por "tamarprestado" ~ntes de pregumarno> en qui: cases e ilegitimo hacerlo. En ole pumo he-mos de evrtar caer en una ilusi6n 6ptica semejante a la que ha heche que los mar-xistas, al hablar de un futuro orden sociali ta, >f: mueuren tall renuentes a emplearterminos tales como precio 0 COSLO. dinero 0 valor de 10\ >en iuo! de la tierra e m-duso interes: estes terminos expresan realmente conceptos de lOgica econ6mia ge-neral, pero el simple hecho de que se utilicen rambien en la sociedad capilalisl:" hacepenSaT a los marxistas que estan impregnados de una ,igniicaci6n que el capitalismoles ha dado. A proposito de los conceptos y de los merodos 16gico~ de la matemjtia"superior" se presenta un caso semejame: es cierto que C5LO~concepios y ~todos sehan desarrollado inicialmente en conexi6n con los problemas de 101 fi ic os, pero C5Wno implica que pueda atribuirse algun caracier especlfiameme "Iisicisra" a Ia formaparticular de lenguaje que sirva para expresarlos.t! La mismo puede dedrse de aJ.gunos de los conceptos generales de la fisica =como potencial de equilibrio. oscila-dor, estatica, dinamica- que se preseman a su vez en e l a n:Uisi s ec on6mico igua l quese presentan los sistemas de ecuaciones: aI adopiar en nuestro campo. por ejemplo. elconcepto de "oscilador" no hacemos otra cosa mas que tomar pres l ad a una palabn.Sin embargo. existen dos circunstancias que vienen a reforzar Ia ilusi6n 6ptia de laque hablamos. Ocurre, por una pane. que los fisicos y matmli1ticos. al descubrir C5tOSconce ptos ge nerale s -que 5610 en fe cha poste ri or aparec ieron e ntre l os e ~onoml.!la s-.no se limitaron a crear nombres apropiados para designarIos. sino que al mumo uempose ocuparon en desarrollar la 16gica de los mismos. E,idememcnte. sicmpre que CSta16gica no iruroduzca en nuestros analisis elementos "fisicistas", . no hacer usa de ellasigniicaria un inutil despilfarro de energias. Por otra pane. es .mdudabJe q~ ~ .,ceolos e srudian te s comprenden m a s fac ilment e una anaIogia fis lca que el IIglll flc adoecon6mic o de l os conc eptos que se Ie s presc ntan. ua tura!. par ta nto. que t ale s anaJo.gias se utilicen frecuemememe en la ensei iama . Parec: r. pues. quc el cmpIeo de conc.cp-tos originados en otros campos de la ciencia, en el cuaI Ie fundan los que n c ; ' S ;u:usande tomar co53s en presLamo. es una mera coD5eCUenOa de un becho obvio: t o e k Mnosotros. f1sicos 0 economistas. rawnaID?' median Ie ~ mismo upa de ~~~u:aClua siempre en forma bastanle semeJa~te. ~ w e r : a ! J D e sean. los ~~ deque se aplique -hecho al que debe 50 ~leDoa cl ~VUDICIlCO bacia Ia unidad .la ciencia". Uto no implica errores mecamostaJ, detenDiDaDteS u OCJO I ~ra de ~posimilar; no implica que olvidemos el becho c : i e r t ? de qu e ell . .... ~~"explicar" liene un significado distiDto del que - CD ... ~ -- .,

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    16/30

    34 CAMPO DE INVESTIGACrON Y METODOimplica Iinalrneute que neguemos las eonsecuencias del caracter historico de nue Iradiscipline.En tercer lugar. admitiendo que la reorla economica sea a1go tan simple y taninocuo como se deduce de la exposiei6n que he hecho, el lec tor puede preguntanede d6nde precede Ia hostilidad manifestada pennanentemente Irerue a ella de-de queempez6 a atraer la atenci6n general (aplOximadame11le en la epoca de los fi~i6cratas)hasta nuestros dias. Voy a enumerar simplcmerue los puntos m.is importantes quedeben tenerse en cuerna para elaborar una respuesta, puntos que a 10 largo de nues-Ira e xposi ei6n que daran suficie ntemente jusrifi cados:1) En todas las epocas, induyendo la presente, si se juzga el esrado de la teorla

    eeon6mica desde el punto de "isla de los criterios cientlficos de cada periodo (es de-cir, sin aplicar criterios propios de un periodo posterior), los resultados de Ia rnismahan sido inferiores a los que razonablemente podia esperarse, y la critica que de ellosse ha hecho esta justificada.2) ESLOSresultados insatisfactorios se han visto -y aun se ven- acompaiiados de

    pretensiones injustificadas, y especialmente de aplicaciones irresponsables a los pro-blemas practices: aplicaciones que estaban -0 estan- fuera del alcance del aparatoanal1tico de la epoca,3) Es ci~rto q~e los res~ltados de la teorla econ6mica nunca han sido comple-

    iamente satlsfacton?~. es de~lr. nunea han llegado hasta el nivel que cabla esperar;pero hay que admitir tambien que la mayorla de las personas interesadas han sidoJIlcap~ces ?e entender~os y que han manifestado hostilidad ante cualquier tentativade afinamiento analitico. Debemos destacar cuidadosamente dos elementos distintosque estan c onte~idos en esta hostilidad. Primero: ha existido siempre un gran nu-mero de eco~omlStas que deploran la perdida de esa multitud de hechos que efecti-vamente se pl~rden en todo proeeso que implique abstracci6n. Frecuentemente, desdeel punto de '.Is.ta de las aplicaciones practicas, la hostilidad fundada en este motivoha .estado suficientemente justificada. Segundo: existen ademas mentalidades consti-tu??nalmente ine~tas para la abstracci6n te6rica que son inca paces de ver algunautilidad e~ ~ualqUler cosa que no este directamente referida a la soluci6n de los pro-b!em~~ pracucos ",0 -para decirlo menos inofensivamente- que carecen de la culturac~entltca nece;ana para apreciar cualquier cosa que suponga un afinamiento anall-1 1 < : < > : Es .mu.y. importante que el lector tenga en cuenta esta curiosa combinaci6n decnl1c~s justificadas e injustificadas dirigidas contra la teorla econornica, combinacionque mteruaremos poneI' de maniiesto a 10 largo de toda esta obra. Asl se explica quel~ mayor parte de las criticas que se han hecho a la teorla econ6mica procedian casislempre de .pe.r'onas que se encontraban pOl' encima 0 por debajo del nivel de lateoria econorruca de su cpoca.I ~) ~1.uchas ve~es la h~stilidad que procedia de estas Iuerues se vela fonalecida pora iosrilidad ~aCla las ahanzas politicas quc la mayorla de los te6ricos persistian en:rm~r. La ~ha.l17a de la teoria economica con el liberalismo politico del siglo XIXtul15tll~)er e c~emplo rna.s caracterhtico. E.ta alian2a. como mas adelante veremos.en' ::a ~e~~Ota ~c ~1\~:~lri duran6te. algU~ ticmpo la derrota del liberalismo politicor a eeon mIca. En aquel uempo ch b Isitivamente la teoria econ6mica. identificlndola con un a'rtT?1 . a dgen.te da orrec a po -un proolili d. I UglO estma 0 a sostener

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    17/30

    C,\MI'O DE IN\'ESTIGAC[O Y METODOpalabra, contienen una inu'od~tcci~n relativa. a las i~stitucione~, que pertenecemas a la socioloo-fa que a la historia economlca proptamente dicha. Adoptandola pdctica aler:ana, col1sideramos util. afiadir un cuarto campo Iundarnentg]que sirva para complementar los tres citados hasta ahora, aunqu~, en ngor, laact ividad cient if ica propia de este campo queda fuera de los Iimites espedficosdel analisis economico: Ilamaremos a este nuevo campo "sociologla econornica:(TVi1'lscha[ISSozi%gie). Podemos afiadir, usando una ex presion afortunada, queel analisis economico se ocupa del comportamiento de los hombres en una epo-ca determinada y de que efectos economicos resultan de tal cornportamiento,la sociologia economica estudia como Ilegan los hombres a comportarse comorealmente 10 hacen." Si definimos el comportamiento humano en forma sufi-cientemente general para que no solo inc1uya las acciones, las motivaciones ylas inclinaciones, sino tambien las instituciones sociales que estan en relacioncon el comportamiento economico -por ejemplo, el gobierno, la trasmisionhereditaria de la propiedad, el contrato, etc-, la ex presion utilizada satisfaceplenamente nuestras necesidades. Conviene sefialar que, naturalrnente, la dis-tincion que en ella se contiene esta de acuerdo con nuestros propios fines; nopretendemos suponer que sea una distincion com partida por los autores quevamos a analizar en esta Historic. Por ahora, me abstendre de presentar ningunargumento en defensa de la misma: la calidad de un pastel 0010 se compruebacomiendolo.

    5. LA ECONOMIA POLiTICALlamamos economia (cientifica) al complejo formado por las tecnicas histori-cas, estadisticas y teoricas que anteriormente hemos descrito, junto con los re-sultados obtenidos con la ayuda de las misrnas, La difusion del termino es rela-~ivamente reciente. Fue A, Marshall, en su importante tratado, el primero enimplantar SU uso, al menus en Inglaterra y en los Estados Unidos.r" a partir de1890. En el siglo XIX se utilize comunrnente el termino "economla polftica",aunque en algunos paises, durante las primeras decadas del siglo, compitieronC?n ella otras denominaciones. En las partes sucesivas examinaremos esta cues-tl~n, que realmente carece de importancia. Es conveniente, sin embargo, quesen~lemos ahora ~os puntos importantes. Primero: por economfa poluica seen.uend.en .c?sas distintas segun los diversos autores; en algunos casas este ter-ml110 significa 10 que ahora se conoce con el nombre de teorta econornica 0economla "p~ra". Por ~sta razon, para interpretar correctamente 10 que unauto~ determmado .ha dicho respecto del objeto y del rnetodo de la economfapo.Ifllca,. es necesario asegurarse del significado que Ie atribuye a este termino(s~ se t.lenen en cuenta esta regla, se transforman en inocuas muchas de lasafirmaciones que mas vil)lentam~nLe han sido criticadas). Segundo: desde que~m autor no muy destarado d~1 \Iglo XVII des ign6 a nuestra disciplina, 0 al con-Junto de ~ampos ,que la consuruven, u~n el nornbre de economla politica -he-cho. por el eua.1 alcanz6 su obra una inmortalidad inmerecida- se ha tenidola .)(Iea, cxplk.ita 0 i rnpl lcita, de (Jill: la r i rncia economira tiene como unico(JhJe~() la e~on()mla .del Estado =-aunquc. naturalmente, I)() s610 Ia de la polis,la ciudad-Estado grlega- 0 10 .' . . .

    r l J U I , viene a ser I" nnsmo, la poluica publica

    LAS TI'.C:\IC.\S DEL ,\~.\l,I'I~ t.CO~()\\I(:() 31de naturaleza econ6mica. emejantc idea -

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    18/30

    CAMPO DE IN\'ESTIGACI6;\' Y l\IETODO

    6. CAMPOS DE APLICACIONEn la ecol1omia, igual que en las dernas ciencias, la division del trabajo, actuan,do al mismo uernpo sobre la investigacion y sobre la ensefianza, ha producidouna infinidad de especialidades que habitualmente se Haman "campos de apli-cacion". Para enuruerar estos campos especializados (enumeracion que no pre-tende ser completa) varnos a guiarnos por los programas de los cursos de eco-nomia que se desarrollan en las mas importantes instituciones de ensefianzasuperior de los Estados Unidos.Ademas de los cursos generales y de los cursos de historia economica, de esta-distica, de teoria economica y de sociologia eccnomica.P observamos que exis-te, en primer lugar, un grupo de especialidades consideradas por todo el mun-do como elementos integrantes de la "economia general" y que se desarrollanseparadamente con la unica intencion de facilitar una exposicion mas detalla-da de los temas. A este grupo pertenecen las disciplinas que se ocupan del di-nero y del sistema bancario, de las fluctuaciones economicas (ciclos), del co-mercio exterior (relaciones economicas internacionales) y, en algunos casos, dela localizacion de las industrias. En segundo lugar, nos encontramos con otrogrupo de especialidades =-como la contabilidad, la ciencia actuarial y la teoriadel seguro- que, en con junto, se han mantenido historicamente en una posi-cion de independencia excesiva respecto a la economia general (en el caso dela contabilidad esta independencia disminuye lentamente) : este grupo de dis-ciplinas, a pesar de la autonomia que han mantenido, son utiles para el eco-nomista -y a veces indispensables- puesto que proporcionan instrumentosde analisis economico y posibilidades para la aplicacion practica del mismo:el problema de la depreciacion constituye un ejemplo significativo. Encontra-rnos despues un tercer grupo de especialidades clasicas que se correspond en conlas subdivisiones tradicionales de la politica economica: agricultura.w trabajo,transportes y empresas de utilidad publica, problemas relativos a la industriamanulacturera (y los relativos a su control por los organismos publicos) -cam-po pa~a el cu~l ~o e~.iste, ~n in.gles "ninglin nombre generalmente aceptado-y ~aoenda pu~hca ( politica fiscal ); muchos pensaran que es necesario in-cluir en este rmsrno grupo algunos otros campos de estudio, como el mercadeo("dist~ibucion de mercandas") y la seguridad social (en aquellos aspectos queno calgan dentro de la teoria general del seguro). EI socialismo, los "sistemase~~6micos comparados" e in~uso l?s estudios sobre "poblacion" pueden cons-utuir un cuarto grupo, y los estudios regionales", un quinto. La inclusion deotros campos 0 la subdivisi6.n de ~lgunos de los que ya han sido consideradospodda. aumentar en forma impresionante el numero de pasajeros de ese grancarruaJe con el que hernos comparado el analisis economico S' b I'6 h h . 111 em argo, aenumeraci n que em os ~cho y el conocimiento general del lector uedenbastar para prob~r la exactitud de las tres afirmaciones siguientes (afi~acio,nes que, en Iuncion de los propositos que se persiguen en t bconveniente formular): es a 0 ra, creemos

    l)d Ef..e~iden~e que esta .melCoJanza clc campos de aplicaci6n no tiene carac-tel e mJtIVO ru orden 16glCO F . l 1 di .11 rc os iversos campos no existen fronteras

    LAS T:C:-'1C \S Dfl \:-\.1.11 IS H.O:\()\II(".Oclaramente definida Todos ell . .aparecen, desaparece~ 0 se sobr~' lcg~1I1~lJ1blan lo~ intelc.~, ) los IlIClotiU.minuye Y es natural q I pOI en, su irnportancia relativa aumenta 0 dis-Iicado ~l interes por un~c ;:te~~~ITJ:I: ~omo )a hemos dicho, Cuando c la ju Iitudio 0 abstenerse de hI" rtl~l colrno del ubsurdo cmprender su es-o la ~onfigurac ion segu I~C~:0, enI Ilnl~161~bdelre peto que suv itan las Ironteras2 ' ella .sc urstn uyen estes campos.) Todos estos campos. de apheaci6n. estos campos cspecializados -no ' 1 0 1 . , .mente lo~ t~es que han sido citados como integrantes del pi imer m uI)C}- .L;\n constituidos por una mezcln de h I I' o es-I . ec 105 ) ue tecnicas que fOlman coujunta-~e?te os c~atro campos Iundamerualcs del analisis ccon6mico. Todo ellosdifieren considcrablemenrs entre sl por la Inzon de . .I a difici '" que existcn amplias LUIIJSen as ~ue es. m S I ClI 0 m.enos necesario que en otras (0 incluso ccmpleta-mente. imposiblej elaborar mstrumentos estadlsticos 0 le6ricos: en ningunc~so, Sl~ embargo, puede despreciarse impunemente el elemento historico, Sedlfe~enCian ademas .po~ ?tra razon: los especialistas de estes diversos Glmpo ,consldera~o~ tanto individualmenta como en grupos, poseen niveles distintosde ,conoomlento .en cada uno de los cuatro campos fundamentales }, por clio.mezclan las t~crucas en. u?a .forma que difiere considerablcmentc de la qucparece requenr la especializacion conereta que han escogido. Este es un hechoque debemos tener en cuenta si queremos comprender las causas de la estruc-tura real de la ec~nomfa. A pesar de to do, es imposible, en principio, separartotalmente cualquiera de los campos especializados de los campos Iundamen-tales.3) Hay ~na razon mas. p:,ra que esta separacion resulte imposible: los cam.pos esp~Clahzados n.o se Iimitan a aplicar tecnicas y hechos elaborados por laeconorrua general, 51110 que a su vez hacen algunas aportaciones a esta ultima.En elIas se acumulan ciertamente grupos de hechos y de metodos "particula-res" que sirven de muy poco, 0 de nada, fuera de sus fronteras, Pero, ademasde esto, en varias ocasiones han desarrolJado hechos y metodos conceptualesque deben considerarse como una contribucion al analisis econ6mico general,a pesar de que algunas veces los guardianes oficiales de este se hayan mostradoreacios en aceptarlos, La moderna economia agricola ofrece algunos ejemplosde esto, y otros semejantes se presentan en el campo de los transportee y enel de la Hacienda publica. De todo esto se deduce que en el presente estudiono podemos limitarnos a la historia del analisis economico "general", sino quehabremos de prestar atencion, en la forma mas precisa que podamos, a los re-sultados obtenidos en los campos de aplicacion que hemos enumerado.

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    19/30

    CAPiTULO 3Interludio II. [Desan-ollos contempordneos en otras ciencias]

    DE CUANOO en cuando levantaremos la vista de nuestro campo espedfico deestudio para fijarnos somerarnenre en algunos o~ros aspectos del panorru:na in-telectual. En relacion con cada uno de los penodos que vamos a considerar,observaremos tam bien, con atencion un poco menos superficial, algunos de losresultados contemporaneos alcanzados en aquellas ciencias (en el sentido quehemos dado anteriormente a este termino) que hayan tenido alguna influencia--0que por una u otra raz6n pueda suponerse que la han tenido- sobre nues-tra disciplina. Las observaciones que hemos de hacer en el presente capituloa prop6sito de este aspecto de nuestra exposicion estan en conexi6n tan estre-cha con la "filosoffa" que, en rigor, podiamos haberle titulado "economia yfilosoffa". Dedicarnos las dos secciones siguientes a los aspectos que quedanfuera de esta perspectiva.

    [I. EcoNoMIA Y SOCIOLOGiA]Por la irnportancia capital que, en relaci6n con la historia del analisis econo-mico, hemos atribuido en el capitulo anterior a la historia -as! como a todaslas rarnas de la ciencia que pueden encuadrarse dentro de este termino=> ya la estadistica, resulta evidente que tenemos la necesidad de intentar man-tener con ambas alguna forma de contacto. Este intento, sin embargo, va arealizarse de una manera fragrnentaria, porque, aunque fuera deseable un tra-tamiento mas sistematico, el espacio de que disponemos y las limitaciones in-telectuales del autor impiden que este pueda llevarse a cabo (aun en el casode que fuera posible, s610 conseguirlamos con el surnergir el objeto espedfi-co de nuestro estudio en un oceano insondable). Es tam bien evidente, con lasmismas restricciones apuntadas, que no podemos dejar de tener en cuenta losresultados obtenidos en la sociologla. Uti lizarernos este termino en su sentidoestricto: con el designamos una ciencia singularizada, aunque desprovista decar~ (.ll':-;CI.\S IIn.ola que ,:a de pi~ de p,igina pretentlo acl.rrur, mc:cli;lIl1cel ejcmplo de II jll'ns~rudenc~a, ~os diver os ~cne~os de eo~e~i.one, g '.le jusri licnu lu in' lX,r t. '11I1aque, en relacion con la hi tona del 111:.h 'l "(01111111'(0' I - I I'. ~ '.. , lenCIl t)!\ It'\U loU0(obtemdos .en estes 0en otros carnpos.s" AI considerar que la ~.o(iologia economim constituv uno de nuestro cuatrocam pos fundamcntales, hemo reconocido el (I,:,(IC. .. '.' . "Rill mo 'JUl' neru-nalgunas de estas concxrones, En dicho campo ni los economist ... ni los '01iMo,gos puedcn llegar dernasiado lejos sin que sus camino! se intcrfie rn n I11I1IU;I'mente. Soslen~r esto 110 equ~vale a .admitir que la coopcracion entre ambosgrup~s h~y~ sido en la prac tica l~arttclllarm(,llle csnecha Y Iccunda , 11 que tiehabet existido en o:'ayor proporcion unos y Oll'OS hubieran ohienido mejorcsresu.llados. En relacion con el prim~r pl~nto, e un hecho cviderue que desrleel siglo XVIII ambos grupos han "enld~ siernpre desarrolh'tntlo5C indcpcndicnte-n;e~te, de tal forma que en la actualidad el cconornista rlpiro y el SOt iologotlPICO saben muy poco y se preocupan menos aun de las investigaciones rcali-zadas po~ .105 otros; unos y otros preieren, respect ivarneruc, su propia sociolo-gla pr~mltlV~ o. su propia. economia prirnitiva ames que arcptar los resultadosde la 1I1v.e~tl~aCl6n profeslOn?1 de los dcmas , Las acusaciones que mutuarnentese han dmgt?o no han servido para mejorar -ni en el pasado ni en el pre,sente- sernejante estado de cosas, Respecto del segundo punto, no es cicrtoni mucho menos que una cooperaci6n mas estrecha (rec1amada tan insistcntc-mente por los profanos que, con una seguridad propia de la falta de compe-tencia profesional, esperan gran des cosas de la "Iecundacion cruzada") hubierasignificado necesariamente un beneficio absolute , En realidad una cooperac ionsemejante no habrfa producido ventajas netas, puesto que con ella se hahrlaperdido parte de la eficiencia que resulta de una especializaci6n rigurosa, aunen el caso en que esta sea demasiado estrecha. Esto puede aplicarse tarnbienal proceso de division que se ha producido en la economla y en la sociologta(entendida esta en el sentido mas amplio de los que hemos citado) . a traves delcual han ido desarrollandose rarnas especiaJizadas que, para todos los efectos,pueden considerarse cienc ias casi independientes. Prec isarnente por esta razonpreferimos hablar de ciencias sociales mas que de sociologia en el sentido masamplio. Como en cierta ocasi6n hizo notar un economista eminente. la I e cu n -dac i6n cruzada puede transformarse facil~ente en esterilizaci6n ~edproca. ,Ell-tas ultimas observaciones se induyen unicamente con el proposito de evitaralgunos malentendidos que pudieran producirse, y no afectan a 10 que se hadicho respecto de la necesidad de atender en es t e libro, au.?que s610 ~a ~?forma fragrnentaria, a los resultados aJcanzados en todos los campos vecmos .

    [2 , L6GICA Y PSICOLOGfA)La logica y la psicologia tienen tambie~ p~r? nosotros un interes pa~cticular,En el caso de la logica, este interes esta justificado porque los econormstas hancontribuido considerablemente a su desarrollo, pero sobre todo por 5U propen-si6n manifiesta a dogmatizar y a polemizar sobre cuestiones de "meredo": loseconomistas aficionados a este deporte tienen una disposici6n adecuada para

  • 5/12/2018 Joseph Schumpeter Historia Del Analisis Economico

    20/30

    CAMPO DE JNVESTIGACIOi" Y MI!:TODOdejarse influir por los resultados de la I6gi~a de su .epoca, que adquiere asl, aun.que en forma mas aparente que r~al, una mflueno.a -a~eptable 0 rech~zable_sobre nuestra disciplina. Nuestro interes por la psicologfa esta en relacion conuna doctrina expuesta pOl' vez primera en el siglo XVIIl y que d.esde entoncesha sido sostenida intermitentemente: puesto que la economia, igual que lasdemas ciencias sociales, se ocupa del comportamiento humano, la psicologiadebe ser eJ punto de partida en el que se funde toda ciencia social y de acuer-do con ella deben hacerse todas las explicaciones fundamentales. Util izaremosel termino "psicologismo" para designar esta doctrina, respecto de la cual pue-de decirse que ha sido atacada y defendida con parejo vigor. En realidad loseconomistas nunca han permitido que los psicologos profesionales de su epocaejerzan influencia sobre sus analisis, sino que han elaborado por sf mismostodos aquellos supuestos que juzgaban oportunos en relaci6n con los procesospsiquicos. En repetidas ocasiones llamaremos la atencion sobre este hecho, quesin duda es sorprendente puesto que en el analisis econ6mico existen proble-mas que podrian abordarse ventajosamente con los metodos elaborados porlos psicologos. Debemos evitar, sin embargo, una ilusi6n muy natural. Utilizarsupuestos cuyo contenido pertenezca aparentemente a una ciencia particularno s ignifica necesariamente invadir de hecho el campo espedfico de la misma.Por ejemplo: como ya hemos dicho, aunque la ley del rendimiento decrecientede la tierra se refiere a un hecho que puede caracterizarse como ffsico, laformulaci6n de la misma no significa ninguna intromisi6n en el campo de la Ii-sica. De manera semejante, al formular el supuesto de que, segun vamos co-miendo sucesivos pedazos de pan, disminuye nuestro deseo de comer los peda-zos restantes, podria decirse que presentarnos un hecho pslquico. Sin embargo,cuando hacemos esto, no tom amos de prestado ninguna cosa de la psicologiaprofesional, buena 0 mala: simplemente formulamos un hecho que, correcta 0incorrectamente, creemos que pertenece a Ia experiencia comun. Colocindonosen esta perspectiva, observamos que en las proposiciones econ6micas intervie-nen muchos menos elementos psicol6gicos de los que a primera vista podrfasuponerse. Hablar de leyes psico16gicas tales como la ley keynesiana de la pro-pensi6n al con sumo, es un abuso evidente, porque una practica semejante irn-plica una justificaci6n de nuestros supuestos que en realidad no existe. A pesar~e todo, es necesario que de cuando en cuando prestemos alguna arencion, porhgera que sea, a los resultados de la psicologla profesional, necesidad que tam-bien se presenta, aunque con menos Irecuencia, en relaci6n con algunas otrasciencias. Por ahora, nos limitaremos a recordar, como ejemplo, la biologla. Exis-te 0 ha existido un darwinismo social y ccon6mico. Si hemos de hacer la esti-maci6n de es~e fen6meno, cs necesario saber que es 10 que realmente dijoCharles Darwin y conocer los metodos y los datos que Ie indujeron a decirlo.

    [3 . EcoN()MiA Y Hl.OsOJoiA]Vamos a oc~parnos ahora de la relacion que existe entre la economla y la Ii -losof~a, ?, dicho en form~ ~as pred~a, del grado de influcncia que esta ultimaha ejercido sohre el analisis economico, Los IJII'Jltiplcs significados que se han

    DESARROLLOS CO;-';TEMPOR.\:\EOS r, 0 I IUS Cll','\Gl.\Satribuido al termino Iilosofta nos obligan a tomar "lgun;h 11IC(;t11l iunr, P rIIevitar equlvocos.Hay un primer .signi~icado de acue rdo COil el cual t!\tc problem.i ,. Iesuelvef;kilmente, 0, meJo~ dicho, ni s iqu~cra existe, F.1 "I ilosolo" h '" icgl l, lJlll' IX)'"a poco Iue confundiendosa con lao~Igura ( ~c J rct6rico y del soli>ta, cra simple-ment~ ~} hombre ocupad~ en act1vld~(~cs tntc1c( l~lalcs. f:n este sl"IlIitlu 'I"C ,I~trasmilJO .a l .a.Eclad MedIa y sobrevivio hasta bien enuado el siglo xvur, 1.,fiJoso{j~ sl~ntflc~ba la suma de todo el conocimiento cicntlfiro. Era simplenu n-te la ciencra universal, de la que Iorrnaban parte tanto la mctalska como LtIlsica, y tanto la flsica como la matematica 0 cualquicr "Iilosolia" relat iva a

    la naturaleza de la sociedad y de la polis. Este significado del icrrnino cSlab"destinado a mantenerse mientras que el conjuruo de rC~lIltados cientlliros y deinstrumentos de analisis fuese suficienternente reducido para podcr cr abar-cado por un solo cerebro. En llneas generales, as! fue aproximadarucntc hastamediados del siglo XVIlI, epoca en la que los pollgrafos pasaron delinitiva-mente a la historia.s Como ya hernos visto, Santo Tomas de Aquino aceptoesta interpretacion de la ilosola y solo excluy6 de ella la sacra dortrina, a I..que consideraba una ciencia independiente. Todas las demas cran "disr i pli-nas filos6ficas". Hay que observar, sin embargo, que Santo Tomas no intent!'>atribuir a la sacra doctrina otra prerrogativa que la de una dignidad supraterrenal y que no le otorg6 autoridad alguna sobre el resto de las c i en c i a s .Al exarninar estos sistemas 5 globales de la ciencia, no podemos dejar de ad-vertir algo que tiene una extraordinaria importancia para el prob~ema queahora nos ocupa. Ni Arist6teles ni ninguno de los I?Dligrafos postcnores con-siguieron unificar los diversos campos que sus d~ctnnas abarc:aban y muchosni siquiera 10 intentaron; puede decirse, en particular, que l1I~~no .~e e ll o shicieron nada por justificar sus opiniones sobre las "causas ultimas , sobrecl "significado ultimo" de las cosas u otros conceptos .similares.. Las teortas

    flsicas de Aristoteles, por ejemplo, son completamente l~dependl~nt~s. de es-tos "principios fundarnentales", y, en relacion con estos mi smos pn~oplOs, po -dian haber sido desarrolladas en forma totalmente d~eren~e. ~o mrsrno _puededecirse de su sociologia pol1tica: por ejcmplo, su~ mve~tJ,?aones re1a~I~as alas constituciones de las ciudades-estados de Grecia, Asimisrno, las opiruonesde Leibniz respecto del comercio exterior nada tienen que v e r con ~u concep -cion general del mundo lsico y del mundo mora] y, de~e estas mismas c~n-. . h b id n defensor de la libertad de cornercio.cepclOnes podia muy bien a er si 0 u dTodo esto pone de manifiesto que es mas correcto hablar de un conglomer~ 0de ciencias que de una ciencia universal . Este. con~lom~addo fule de5Co~dpo~J(!~-. individ I edida que se iba rmpomen 0 a nece s i a e adose en plezas indivi ua es am.. i ilosofiadivision del trabajo. En los siglos XVlI Y XVIII se disun?U t ya ~n~e difereo-natural y filosoffa moral, divisi6n esta que parece sugenr a pa s enorciaci6n alemana en