LA VIDA CONTROVERTIDA DE

ROUSSEAU

Francisco Javier Martín LópezGrado en Educación Primaria, 2ºBTendencias Contemporáneas de la

Educación

BIOGRAFÍA (1712-1778)

Jean-Jacques Rousseau nació en Ginebra en

1712, en una familia económicamente

modesta y protestante. Cuando tenía 10 años

se quedó solo, pues su padre tuvo que huir de

Ginebra por una disputa, su hermano

desapareció y su madre murió en el parto.

Dejó Ginebra tras varios trabajos y fue acogido

por diferentes personas.

Tras permanecer un tiempo en París, se trasladó

a Chambery, dónde estudió filosofía, química,

matemáticas y latín. En 1742 volvió a París para

presentar un proyecto musical que fue

rechazado. Sus relaciones en París fueron

difíciles porque se le consideraba socialmente

inferior.

En 1744 conoció a Théresè Levasseur con la que tuvo 5 hijos, los cuales, todos ellos fueron enviados a un orfanato nada más nacer. Existen otras versiones que rechazan la posibilidad de que Rousseau tuviese hijos, debido a que era impotente (incógnita aún sin resolver).

Tras su obra sobre el

origen y la

desigualdad de los

hombres volvió a

Ginebra, donde el

rechazo de la

sociedad ilustrada

provocó que su

carácter fuera más

agrio aún,

apreciando esa

incapacidad para

relacionarse durante

el resto de su vida.

Tras romper con Théresè

Levasseur por engañarla con otra

mujer, se instaló en el bosque de

Montmorency, donde, en 1761,

publicó una novela que mostraba

su espíritu prerromántico. Al año

siguiente publicó “El Contrato

Social” y “El Emilio”. Éste último

produjo verdadera conmoción y

se condenó al libro a ser

quemado y a su autor a ser

detenido. Esto obligó a Rousseau

a mudarse a Suiza y a verse

inmerso en una vida errante.

Finalmente residió en Inglaterra

como invitado de Hume; no

obstante, su inestabilidad

provocó que acabase enemistado

con éste.

En 1767, regresó a Francia y se casó con

Théresè Levasseur. Más tarde, en 1770,

volvió a París, alojado por el Marqués de

Giraldin, un admirador suyo. Finalmente

murió súbitamente en 1778 en el Palacio de

Ermenonville.

“EL EMILIO” 1762 Este libro fue escrito debido a la petición de una madre

para saber cómo educar de manera adecuada a sus hijos. Se trata de una novela cuyo protagonista es un niño que va pasando por las diferentes etapas de la educación de un modo idealizado.

En esta obra podemos encontrar muchas reflexiones teóricas del autor, por ejemplo, una que aparece al principio del libro es el naturalismo pedagógico.

El libro se divide en 5 partes, las cuáles se adaptan a las etapas que el niño debe de ir cubriendo a medida que aprende.

LIBRO I: HASTA LOS 5 AÑOS En esta parte encontramos una serie de

afirmaciones generales acerca de la Educación

y de cómo tratar a los niños en sus primeros

años de vida.

Indica que cualquier restricción que se le

imponga al niño es perjudicial, ya que frena su

proceso de aprendizaje. Echa la culpa a las

madres que se desentienden de los cuidados

de sus hijos dejando a los mismos a las

nodrizas.

Este libro cuenta “tres educaciones”: la de la

naturaleza, la de las cosas y la de los hombres.

La primera enseña al niño los impulsos básicos;

la segunda, a interactuar con el mundo; y la

tercera, es el conocimiento aprendido en las

escuelas. El problema de la pedagogía aparece

cuando la educación de los hombres se olvida

que existen las otras dos y empieza a actuar

individualmente impidiendo que las otras dos se

produzcan correctamente.

Rousseau considera la educación de las cosas imprescindible en esta etapa, pero el ser humano tiende a sobreproteger a sus hijos de manera que les impide asentar conocimientos que más tarde ayudarán a asentar de manera óptima la educación posterior.

Según Rousseau, es muy perjudicial el choque de voluntades entre docente y discente, puesto que el adulto, con su natural ansia de anticipar acontecimientos y precocidad, someterá al niño a pruebas y métodos para los que no esta ni preparado ni interesado. Esta confrontación provoca en el niño un estrés que no puede soportar, se desahoga con el llanto y consecuentemente, la búsqueda incesante de acumular poder.

LIBRO II: HASTA LOS 12 AÑOS Las tres ideas principales de esta parte son: el

descubrimiento de la infancia, la educación negativa y la educación de los sentidos.

Considerar al niño un proyecto de adulto o un adulto sin madurar, es un grave error que se comete, ya que arrebatamos a la infancia su significado. La educación debe conocer al niño tal y como es, con sus propios pensamientos y características diferentes a los de los adultos. Aquí se observa la ideología de Rousseau con el hecho de considerar al niño un ser totalmente ajeno al hombre y al animal.

Al exigir al niño cosas que aún no necesita hacer, provocamos que aumenten sus males y preocupaciones privándole de libertad y felicidad. El niño comienza a reflexionar acerca de temas que no le conciernen, gracias a instituciones y medios sociales. Rousseau considera, también, que se deben limitar las nociones obtenidas por los sentidos con una excepción, la idea de propiedad, la cual debe aprenderse por medio de la experiencia.

La educación negativa trata de preservar el corazón del vicio y el espíritu del error, por ello el educador debe potenciar cuanto pueda la educación de las cosas. La educación negativa consiste en que el educador utilice una enseñanza indirecta, es decir, manipulando el ambiente físico del niño para que él mismo aprenda creyendo que lo hace por sí mismo, que parezca que el educador no hace nada cuando él es quién maneja todo.

Rousseau defiende la idea de no enseñar al niño

a leer ni a escribir hasta que éste tenga

inquietudes por tales habilidades. Respecto a la

educación de las cosas, el niño debe de aprender

de forma sensorial, ya que si plasmamos estos

aprendizajes en libros, sólo hacemos que el niño

aprenda por mano de otros, haciendo que se

acostumbre a creer todo lo que vea o lea y no se

interese por aprender nada de manera

autónoma.

LIBRO III: HASTA LOS 15 AÑOS En esta etapa se debe enseñar lo bueno y lo

malo, pero no como tales sino como beneficioso y perjudicial, además se deben lanzar preguntas para despertar la curiosidad del niño de tal manera que pueda responderlas con el saber obtenido en etapas anteriores.

En el libro, a Emilio se le enseña, por medio de la experiencia, a perfeccionar su juicio haciendo que reflexione constantemente sobre sus pensamientos contrastándolos con la experiencia que recibe de las situaciones a las que le somete el profesor.

LIBRO IV: HASTA LOS 20 AÑOS

Esta etapa se caracteriza por la presencia de

numerosos cambios tanto fisiológicos como

mentales; es necesario ignorarlos y mantener

el mayor tiempo posible la inocencia.

Es importante llevar a cabo una educación

moral para tratar de controlar las pasiones,

que en un principio son pocas, pero aumentan

cuantitativa y cualitativamente.

En “El Emilio” se trata tan solo de una pasión que se va trasformando, el amor. En un principio, este amor es hacia los de más y nacen sentimientos como la amistad, la piedad y la benevolencia. Hay que tener cuidado cuando se empieza a desear al ser querido, donde aparecen sentimientos como la envidia, el odio y el engaño hacia los demás.

Se introduce al alumno en un mundo moral, dónde no sirve la educación negativa; ahora se debe enseñar la bondad que reside en él, contradiciendo la

cultura y la vida social. Debe, también, insistirse en el aprendizaje por medio de la experiencia hasta que ésta resulte peligrosa, entonces, se cambiará a un aprendizaje por medio de historias, siempre evitando el aprendizaje teórico.

En el libro, un vicario enseña a Emilio la

existencia de Dios mediante una serie de

preguntas cuya respuesta necesita la existencia

de un Dios. Rousseau considera esto una

reconsideración de la naturaleza y por ello le

parece beneficioso aprender.

En esta etapa, el deseo sexual se hace cada vez

mas fuerte y Rousseau le empieza a hablar de la

idea de buscarse una compañera, pero no se la

describe como la mujer perfecta, sino como la

más conveniente para él.

LIBRO V: LA EDAD VIRIL Y LA EDUCACIÓN DE LA MUJER

Al hablar de la mujer a Emilio, Rousseau

enuncia como debe ser la educación femenina:

fiel, modesta y reservada, puesto que tiene

como misión salvaguardar la reputación de la

familia. Su educación ha de estar regulada por

la autoridad y prepararla para el futuro

matrimonio.

Al conocerse Emilio y Sofía, el preceptor

sugiere a Emilio un viaje de instrucción para

que se conozcan mejor ambas partes de la

pareja. A la vuelta, se casan y el instructor

sigue guiando a Emilio, y ahora también a

Sofía, hasta que tienen un hijo al que deberán

de educar ellos mismos sin ayuda, cerrándose

así el proceso de enseñanza.

EL INDIVIDUALISMO EN ROUSSEAU

Como hemos podido comprobar en “El Emilio”,

Rousseau apuesta por la mínima participación

en el aprendizaje del niño, mientras que la

sociedad ilustrada mantenía la idea de un

aprendizaje por medio de la trasmisión de

conocimientos. Además, conoce la felicidad

como la autosuficiencia del niño para cubrir

por sí mismo todas sus necesidades, y es aquí

donde coincide con el individualismo, puesto

que toda acción socializadora es perjudicial,

rompiendo la naturaleza humana.

También encontramos

una contradicción en

su individualismo ya

que están creando

personas antisociales,

pero con motivo de

crear una sociedad

óptima, ya que para él,

en una sociedad debe

de prevalecer la

“voluntad

individual”.

Depende de la etapa en la que nos

encontremos, la idea de Rousseau era de

educar un radicalismo independiente en el niño,

de manera que una vez que se inserte en la

sociedad olvide éste y se guíe por la voluntad

general, y no por la individual. En conclusión,

Rousseau busca utilizar el individualismo para

que más tarde invierta su mentalidad hasta el

colectivismo, aunque no indica en ningún

momento como ocurre este proceso de

inversión.

En este libro, Rousseau nos habla de una manera de

educar a un ser humano, pero lo que nos intenta

trasmitir es el sentido de la perfección humana, esto es,

nos expone una reflexión antropológica camuflada en un

método pedagógico. Este método es utópico, ya que es

sólo una manera idealista de descubrir la bondad del

hombre, por ello es imposible llevarla a cabo, sólo sirve

para mostrar el camino de una educación natural.

Además, esta interpretación está incompleta ya que

considera la educación como algo finito, que pasa a ser

sustituida por la política.

A continuación he recopilado un vídeo en el que,

los que podrían ser nuestros compañeros,

muestran la visión que otros personajes ilustres

de la época tienen de Jean-Jacque Rousseau y de

sus aportaciones sobre la concepción de la

sociedad y de la educación:

https://www.youtube.com/watch?v=a0Ft6LIrZLA