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LOS ESCLAVOS FELICES. OTMlñ^JL SJEM.IJL MW ITW ACTO. POR DON LUCIANO FRANCISCO COMELLA. PERSONAS. ACTORES. Miiley y Dey de Argel. ..............Sr. Vicente Garcia. A li i su hijo......................... .......... Sr. Vicente Sánchez. J). Alfmso^Escltvo, Esposo deSrTí. Antonia Prado. jDoña Elvira , Esclava .............. Sra. Lorenza Correa. Acem , Corsario........................... Sr. Thomas Ramos. Esclavasf Esclavos^ Moros^ ^c. LA ESCENA ES EN ARGEL. Salón corto : Aparece Don Alfonso sentado en unas almohadas, lleno de la mayor tristeza y abatimiento : antes de acabar ia Cabatina sale Alif y le compadece ,y desques se llega d consolarle. Cabatina. Hay Moro en Argel que logre O lo que ha logrado un Esclavo? h , qué afan ! qué pena fiera! klf. Con caractères eternos despedaza el corazon;' en mi corazon gr^ibados sin mi bien no es susceptible estanin vuestros favores, de consuelo mi aflicción. Desde el miserable estado A y , perdida Elvira! de la cadena y os deí>í a y , mi bien ! por tí suspira, me trageseis á Palacio por tí llora el corazon. á ser vuestro amigo , en donde Suerte infeliz! destino adverso! disfruto quantos regalos quándo el ceño dexarás, disfrutáis vos : en las ropas, y á dos almas divididas en los trenes y caballos en Iberia juntarás? nadie llega á distinguirnos; hii. Alfonso.^ tanto que los Africanos Klf. Señor. dudan entre Alí , y Alfonso, AA^E s dable quál es Príncipe ú Esclavo. que has* de estar siempre llorando? Pero este honor que envidiable, hlf. Mientras que là tria muerte mi esclavitud hace á tantos, no cierre para el descanso me sirve á mí de tortura eterno mis tristes ojos, por ver que el dolor que paso d:irá tributos al llanto es tal , que no me consiente mi dolor. mostrarme un momento ufino édí> .Pero el cariño por vuestras honras. Señor, y el amor con que te trato, sino quereis contristaros, no bastan á desterrar dexadme con mi dolor, de tu pecho los quebramos? A//; Alfonso , ya llegó el caso * A de S i haíJará en ía imprenta de Orga^ calle de las Barcas número 1 3.

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LOS ESCLAVOS FELICES.OTMlñ^JL SJEM .IJL M W ITW A C T O .

POR D O N LU C IA N O F R A N C IS C O C O M ELLA .

P E R S O N A S . A C T O R E S .Miiley y Dey de Argel...............Sr. V icen te G arcia.A li i su hijo......................... ..........Sr. V icen te Sánchez.J ) . Alfmso^Escltvo, Esposo deSrTí. Antonia Prado.jDoña E lv ira , Esclava .............. Sra. Lorenza Correa.Acem , Corsario........................... Sr. Thomas Ram os.Esclavasf Esclavos^ Moros ^ c .

L A E S C E N A E S E N A R G E L .

Salón corto : Aparece Don Alfonso sentado en unas almohadas, lleno de la mayor tristeza y abatimiento : antes de acabar ia Cabatina sale A lif

y le compadece , y desques se llega d consolarle.

Cabatina. H a y M oro en Argel que logre

O lo que ha logrado un Esclavo? h , qué afan ! qué pena fiera! k lf. Con caractères eternos

despedaza el co razo n ;' en mi corazon gr^ibadossin mi bien no es susceptible estanin vuestros favores,de consuelo mi aflicción. Desde el miserable estadoA y , perdida E lv ira ! de la cadena y os deí>ía y , mi bien ! por tí suspira, me trageseis á Palaciopor tí llora el corazon. á ser vuestro amigo , en dondeSuerte infeliz! destino adverso! disfruto quantos regalosquándo el ceño dexarás, disfrutáis vos : en las ropas,y á dos almas divididas en los trenes y caballosen Iberia juntarás? nadie llega á distinguirnos;

hii. Alfonso.^ tanto que los AfricanosKlf. Señor. dudan entre A lí , y Alfonso,A A ^ E s dable quál es Príncipe ú Esclavo.

que has* de estar siempre llorando? Pero este honor que envidiable,h lf. Mientras que là tria muerte mi esclavitud hace á tantos,

no cierre para el descanso me sirve á mí de torturaeterno mis tristes ojos, por ver que el dolor que pasod:irá tributos al llanto es tal , que no me consientemi dolor. mostrarme un momento ufino

édí> .Pero el cariño por vuestras honras. Señor,y el amor con que te trato, sino quereis contristaros,no bastan á desterrar dexadme con mi dolor,de tu pecho los quebramos? A//; Alfonso , y a llegó el caso

* A deS i haíJará en ía imprenta de Orga^

calle de las Barcas número 1 3 .

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de que la amistad , cl ruego, ú el poder , habra el candado de tu corazon. T u amigo, ta señor , tu Soberano desean saber la causa de tu d o lo r ; y es en vano que pretendas con embozos ocultarla, y luego en cambio pídeme quanto tu quieras tesoros, jo y a F , Esclavos, que todo lo tendrás, menos la libertad.

Klf- Olí , qué amargo consuelo i

A lí. Porque no es dable que pueda de t í apartado ■vivir A lí. Desde cl dia que te enccntré junto á un árbol de mi J.^.rdin , pensativo, sobre la azada apoyado, tnisp^sado de.dolor, flbatido dcl cansancio, con el llanto dé tus ojos una azuzena regando, y te pregunté ia causa de til pesar ; tan prendado quedé de tí , que no puedo estar de tí separado un instante. Desde luego te hice sacar del trabajo, te quité el trage grosero, te llevé á mi mismo quarto, y te hice de mis secretos en breve depositario: te hice mi amigo.

Klf. Señor,con recuerdos tan tiranos no me aflijáis. M í silencio me acusa con vos de ingrato, de aleve , y falso:;-

A /£ Pues bien,rompe al secreto el candado. Descúbreme tu dolor; no tem as, solos estamos; quién eres?

A\f. Un caballero Español.

Alí. N unca he pensado

que de principios hum ildel dimanasen tus hidalgos procederes.

Alf. So y el C onde del V a lle .

Alí. Por qué en callarlohas mostrado tanto empeño?

A lf. Porque quando me apresaron desde M allorca á V alencia iba , señor, disfrazado de Marinero , y no quise descubrirme con cl Cabo ó A rráez que me apresó, porque con menos reparo y coste se concertase despues mi rescate.

Alí. Y quándote apresaron dónde ibas.?

Alf, Iba á una cssa de campo que está inmediata á V alen cia á ver al m ayor milagro de hermosura y de virtud que contiene el suelo Hispano.

A li. Luego de amorosas causas son efecto tus quebrantos?

A lf. Sí señor , y á ser posible que vos vierais los encantos, las gracias, las perfecciones del objeto que idolatro, disculparíais el exceso de mi dolor.

A li. Tan dotadoestá de gracias y hechizos ?

A l f Si y o pudiera enseñaros el retrato que el amor dexó en mi pecho gravado vierais que en encarecerlo no procedo apasionado.

A lí. Por m uy hermosa que sea la causa de tus cuidados, ninguna hermosura es digna, si su inconstancia miramos, de tanta fidelidad, tal vez mientras t ú con llantos conmueves de Argel las piedras, ella aplaude en otros brazos tu desventura en V a len cia .

A lf. E l objeto que idolatrono

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no e? capaz de esas baxezas; si los cielos se esmeraron en formar sus perfecciones, no menos se han esmerado en formar su corazon; si en él cupiesen engaños, diría que la lisonja se ignoraba en los Palacios, que andaba la sencillez segura por los poblados, que los hombres mutuamente se daban entre sí amparo, y diría que del mundo se habia el vicio ausentado.

AU. Bien se vé que no conoces al bello sexó i el alhago, el cariño mas constante dexa de serlo en faltando el objeto de la vista: tranquiliza tus cuidados, sosicgate, y aunque ahora Dorque estás apasionado lága en ello un sacrificio

el amor , darás aplausos despues á tu indiferencia al tocar el desengaño. '

A lf. Aunque quisiera no puedo borrar su hermoso retrato de mi corazon. Señor, si os mueve á 'p ied ad m i llanto, si mi pena os interesa, y si estáis de mí prendado como decís, concededme que otra vez del suelo. Hispano vea las gratas orillas, y reciba entre los brazos de una perdida consorte el premio de los trabajos que seis meses de cadenas y de angustian me han causado: ccpicededmelo- señop, si sois sensible , y humano: á vuestros pies:;-

A/í. N o pensabaAlfonso , que tan ingrato procedieses con ru amigo y bienhechor; este pago, este reconocimiento

me tenias reservadoen recompensa de haberte elevado desde esclavo á ia dignidad de amigo? sal al pimro del palacio, vuelve á la servil cadena^ vuelve al penoso trabajo de la azada : ; - te demudas? tiemblas ? me besas la mano? te hechas á mis pies? Alfonso vuelve otra vez á mis brazos:N o puedo vivir sin tí, perdona si te he ultrajado, mi queja nació de zelos: zeloso estoy j no es estraño,

• que hay zelos que también nacen de la amistad ; y o te amo y siento que orro amor tenga distraído tu conato.Olvida por mí esa dama, temple mí vista tu llanto, y si á templarla no basta, anda al punto á mi Serrallo, allí tienes Europeas,Africanas y si acaso te gusta la favorita que me dio el Sultán en cambio de veinte y quatro camellos que le llevé por mandado de mi padre, tómala, tranquiliza tus cuidados, da tributos al amor.

A ^ . N i la ley de los Ch ristíanos que sigo constantemente, ni el cariño que consagro á mi amante y fiel esposa me permiten aceptaros vuestra generosa oferta; y pues que el destino infausto quiere que por ser dichoso con vos, sea desdichado con mi am or, la frente humillo á los decretos del hado.

A/i". Con la ausencia y la amistad tendrá alivio tu quebranto; no lo dudes. Mas mi padre.

Sale Muiey con Moros-Muí. Alfonso , pues ha Uegsdo

A 2 dcl

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del corso el valiente Acem , con una porción de esclavos considerable, de mi orden dilc que antet de llevarlos al mercado quiero verlos.

A Jf‘ Y a obedezco tus mándi'tos, Quándo su cará los m.ires sin este ric?go el Christiano! vase,

MuL Dexad nos solos. Q uerido vanse ¡os A lí, y a ha lleg.ido el caso [Moros. de que no admita demora el tratAr de darte estado.T ú eres único heredero de mi valor , y mis bastos dominios ; pero si vives en cl capricho obstinado de no quererte casnr, es preciso que á otras manos despues de tu muerte pasea, y e s t o puede causar bandos y facciones que la ruina sean de Argel , con que vamos por ipedio de un himeneo á prevenir estos daños.L a hija de A cem ::-

Alí. N o me gusta.M iil.Y la de Osman ?Ali. Me da entado.Mui. Te cas irás con Z o ra y d j,

que es de hermosura un milagro?Alí. L a hermosura que la encuentran

siempre á reí se me ha ocultado. M ui. N o abuses de mi bondad.A/T. Y o d e b j tomar estado

á mi gusto.M ili. T.imbj.en debes

obedecer mis mandatos.Alí. Scwor mirad::- j?^//J. N ada miro.I.lí. Reparad:;- Míil. Nad.i reparo,

obedece mis preceptos, ó vive Alá : : -

Alí, Padre amado.MuLQ_\.\é resuelves? Dilo pronto.Alí.. Resuelvo : : pero escuchadlo.

A ria .P;idi:e jn io , aunque á tu gusto

siempre el mió he resignado antes de tomar estado lo resuelvo meditar.Resolverm e pronto aguardo, aunque es fuerza discurrirlo: esta noche decidirlo te prometo á mas tardar. vase^

Salón largo con trono en medio \ sale Miiley y A lí precedidos de la corres­pondiente guardia de Moros con sus respectivos Xefes que obsequian a los dos a l comf>as de una -marcha de ins­trumentos de boca que sigue tocando

hasta estar colocados en el trono. Muí. Que éntre cl valeroso Acem.

M ucho he debido á su brazo vencedor , en quatro lunas ha apresado á los Christlanos en las costas de V alencia seis n aves, y cien esclavos; pero él llega , sus victorias son dignas de inmortal lauro.

'Tocan la misma marcha-: y sale Acem con un numeroso séquito áe Meros que traen varios trofeos., que postran á los pies de Midey , y A l í i detrás vieneit

varios esclavos encadenados. Acem. Señor , despues de una Luna

que salí dcl. Africano suelo á surcar las riveras del mar de Iberia y he logrado inmortalizar en ellas mi valor , y coronaros de troféós , esas telas, esos preciosos brocados, resos míseros cautivos, /que á vuestras plantas consagro, son los sublimes despojos de una nave que he apresado á la vista de M allorca, despues de un combate largo; todo lo qual , si ps dignáis benignamente aceptarlo, es solo la recompensa que desea mi conato.

M uí. Llega , Acem , que tus hazañas, te hacen digno de mis brazos.

Atc’«í.M e honráis mas que y o merezco.M id.

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}vM ‘ Asi premio tns cuidado?.A n d a , Alí , mira si entre ellos encuentras algún eschivo digno de ru servidumbre, que yo para mi serrallo veré si- hay ¿alguna esclava también di^'na de ocuparlo.

hlí. Puesto que son Españoles h.iblarles de Alfonso trato.

Hermosa dama.Ace?n. A la vista

de otra que está alli llorando es lo mismo que la noche con el dia comparado.

Jiíul. H azla llegar.Acein. Y a obedezco.M iiL D e mirarte no me canso.

Cabaiina.. SacaAcem á E lv ira . £ lv . D ulce esposo , sin tí el júbilo

ha perdido el corazon; si me vieras entre bárbaros, quál sería tu aflicción.D el rigor infuista víctima,niC alimento del afanquando, ay D ios! mis males términoen mi esclavitud tendrán.D ulce esposo, & c .Sí miraras mis cadenas moriríais de dolor.D ulce , & c .C ielo santo, en tanto apuro no me niegues tu favor.

hcem. Vedh\, pues, y aunque el dolor .• en parte ha desfigurado

los hechizos' de su rostro, la dotü ej:-cielo de tantos - ■ q»uando elI.V puede decirlo es por demás explicarlo.M iradla,' , '

2\hil- V algam e A lá In o Jje visto m ayor milagro de hermosura: amigo Acem esta mnger li' este encanto ’ • me arrebata los sentidosí- -

^ h . E l Moro me está mirando con atención; a y , mas penas!

Klí. Alfonso no me ha .engañado; con sus noticias contextin

las noticias de este esclavo.Con tu licencia me llevo este cautivo á mi quarto.

MuL Llévatelo ; pero antes ven á mirar un dechado de la beld ad , un compendio de la hermosura.

A/í. Alá santo,es esta mug<;r , ó cíelo? cielo es sin duda abreviado.

M id. T e admiran sus perfecciones^ sus hechizos? N o lo estrañu, porque verla , y no pasmarse no cabe en un pecho humano.

Elv.'Los d o s , a y triste 1 me miran con ojos apasionados.

Muí- Acem ?-Acem, Señor ?MuL H az al punto,

retirar á esos esclavos, despues <->ye.

E lv . Respiremos.Acem. Ahora al mercado llevadlos.Muí. Se llevan también la esclava?

qué es lo que hacéis temerarios?E lv . Jíícn temía el corazon.

N o me neguéis vuestro amparo en tai desventura c^elosl

Acem. Híio , y;padrC ' cn.unorados están de la esdava , Temo de este amor-, ftiicaso.

Muí. Esto determino. Biscucha.Alí- Enjuga el' randql dcl ll.f>iito

que tus hcí'mosAS m-jxilías están, de p^rl^s quciiando, que aunque el.ct;úe> del déstino á ser esclava te tr.i*]o,; te trajo en donde el ;.>mor hace á los hombres esclavos, y y o lo soy tuyo y a ; vesos hierros que tus manos bíirbaramenre suietan, dexa que te qu ite , en vano quiere-el rigor, oprimirte, quando vo he determinado librarte de la opre'ion por un medio extraordinario^ y o resuelvo ; ; -

Acem.

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Acem. V e n conmigo.y£lv . Dónde me lleváis?Alí. V illano,

dexa esa esclava.Muí. Q ué es esto ?Acem. Oponerse á tus mandatos

ta hijo A lí.Muí. Pues cómo ?Ali. Habiendo , señor , despacio

el peso de tus razones con reflexión meditado, y a tengo elegida esposa.

iV/«/. T u resolución al>bo.Quién es U esposa ?

A/.- Esa esclava.M uí. H azla conducir al baño

para vestirla de M ora, * y después á mí serrallo esta noche la conduce.

E lv . Q ué es lo que oigo, cielos santos! señor , p icdad;:-

A lí. Padre m io::-Mul. Toda súplica es en vano.A lí. N o quereis, padre y señor,

para bien de los estados dé tributos al amor, dando á una esposa la mano ?

M uí. Moras hay en Berberia.A lí. N o hay ninguna de mí agrado.M id, Esa esclava es de otra ley .Alt. E l amor hace milagros.¿/■y. D e la ley de mis mayores

pensáis que es capaz el fausto ni el rigor á separarme.?

Muí. C um ple, Acem , con mis mandatos.Acem. Sigue mis pasos.E h . D ios mió 1

Llevarm e intentas en vano.V a m o s , digo.

E lv . Gran señon:-Mul. Son tus ruegos escusados.E lv . Puesto que vuestro rigor

me ha destÍRado á ser pasto de vuestra torpeza , asidme del cabello , y arrastrando llevadm e á ese impuro wtio, porque antes de dar un paso á c ia 'é l , recibiré

mi! muertes en holocausto del Dios que adoro, arrastradme, divididme en mi! pedazos, destrozad todos mis miembros, dadme la muerte inhumanos, porque mas quiero la muerte que verme en el triste estad® de ser víctima hifelíz^ de sor miserable blanco de la insaciable torpeza de un amor desenfrenado.

Alt- N o os conmueven sus lamentos ? Muí. Llevadla por fuerza al baño. Acem, O la , M o ro s, conducidla, salen E lv . OIt, pese ám i sexó flaco! [Moros,

que no pueda separarme de estos bárbaros ? los M otos la co-

Alí. Villanos,soltad la esclava:*.-

Mul. Qué intentas?Alí. Han de morir á mis manos.MuL T e n te , atrevido.E lv . Dios mió,

mi honestidad os encargo, se Li lle- Muí. N o te crei tan audaz. {van. Alí. Me ha conmovido su llanto.Mui. M ejor dirías tu amor.Alí. E s cierto que la idolatro.Muí. Pues sabe que es cosa mia,

y si por medio del rapto,.- ó del cíiriño , pretendes apartarla de mi lado te costará la cabeza; en mi despacho te aguardo, vase.

Alí. S eñ o r, m irad;:- es inútil queter detener sus pasos.Con un padre por rival, qué he de hacer ? Apurar quantos arbitrios sugiere á un pecho amante el niño vendado. vasf.

Salón con luces , sale Alfonso.Alf. Y a que de la libertad

mi desdicha me ha privado p.ira siempre,' y el recuerdo de este dólor inhumano, poco á poco la carrera de mi« días va cortando, antes de morir pretendo

st-

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saber si entre los esclavos Españoles que han venido á gemir entre Africanos h ay alguno que conozca ,i mi dueño idolatrado, á mi E lv ira ; pero un Moro vicDe con veloces pasos acia mí.

Sais kli. Gracias á A láque te encuentro en el Palacio. Estamos solos Alfonso ? puedo sin ningún reparo descubrir contigo el pecho?

A lf‘ S o lo s , gran señor , estamos.A/zl A y amigo! aquel mortal

que hasta ahora se ha mostrado indiferente al amor, es del amor triste blanco.Por una esclava Española lloro , suspiro , y me afano, y no cederá este afiui hasta verla entre mis brazos con el título de esposa, y asi es fucrzau-

Alf. Sosegaos,calmad vuestra agitación.

AH. Son muchos los sobresaltos que mi corazon padece j mi padre está en el despacho hasta media noche , y y o debo asistir á su lado por precisa obligación, y entre tanto á su serrallo desde el baño llevarán á la Esclava que idolatro; y una vez que de su amor llegue á ser despojo infausto, y o ia pierdo para siempre; si tú con otros esclavos la robases , y á la Quinta que esta cercana del baño de mi padre la llevases lo qoe tanto estás deseando,

.lo g ra ria s , volverías á. gozar de los alhagos de tu patria y de tu esposa.

Alf. Qué Bic decís ?A lí. Que en un barco

i¿c los míos esta noche con otros veinte christianos darás tu esperanza al viento, dirigirás tus cuidados ácia el patrio suelo : lloras? tiemblas ? te echas en mis brazos ? Quién te enagena?

A lf E l contento.Con que me daréis en cambio lifciertad ? Con que esta noche m e volveré al suelo Hispano?

A//. S í , amigo Alfonso, anda^ vé, qu(5 la custodia del baño, la esclava te entregará; de sobornaría me encargo, puesto que en Palacio queda:Busca amigos esforzados qüe te ayuden , y al momento quft me entregues el encanto que apetezco , encontrarás dispuesto en la playa el barco en que has de irte ; efectúa de la hermosa esclava eJ rapto; y á Dios ; tu dicha , y mi dicha de este modo aseguramos.

Recitado. (punto K o te detengas pi'.es, emprende al

el rapto proyectado de la esclava, por ella sin cesar mi alma suspira: anda, v é ,y volverás á ver á E lv ira.

Aria,D e tí mi suerte pende de tí mi dicha nace, mi afan , pues , satisfacej y gozarás tu amor.

-T iem b lo , deliro ; misero! de amor , de afan , de rábia.A h ! inhumanas furias que me agitals el ánimo, inspiradme furor,

A l f L a alegría de volver á gozar de los encantos de una consorte que adoro, estático me ha dexado, de manera que no hacierto á mover un pie ácia el baño:Y o no entiendo esta sorpresa, ni menos el sobresalto

que

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que me atribula; si E lvirame mirara en este casotan indeciso , diria,con razón , que era un ingrato,un falso esposo , un aleve*.:-V o y á b\ S-ar los esclavosque h.in de ayudarm e á la empresa.Pero con qué tin el raptoveriñco de esta esclava ?Con el fin torpe y malvado de entregarla á un fiero Moro, á un infiel , y este es un acto reprobado por mis dogmas.Y o ser instrumento infausto de un iniquo sacrificio?Si dexo de executarlo también pierdo al bien que adoro, y si lo executo emj)año el candor de mi virtud;Q ué he de hacer , ciclos sagrados, en tan dura situación ?Q ué he de hacer? Y a lo he pensado; librar á esa trisre esclava del amor de un A frican o , llevarla á Esp ma conmigo, aprovecharme «leí barco; ' y aunque tomando este arbitrio con A lí procedo ingrato, antes que la fé de A lí es la fé de los Christianos. vase.

"Noche : Selva con marina y un barco que estd pronto d hacerse d la Vida: d ía izquierda arboleda y un psñ.tsco p a ra sentarse una persona , d la de­recha baño con puertas transitables^

de donde sale kcem , y quatro ' Moros.

hcem. Y a que para hacer volver á la esclava dcl desmayo, toda eficacia es inútil, todo remedio es en vano, para que esta noche el D ey no la espere en eJ serrallo á darle v o y de ello aviso en alas de mi cuidado;^ pero 'm irad que en mi ausencia guardéis las puertas del baño, de modo que sin mi orden

nadie penetre su espacio, y al mismo tiempo cuidad de atender á su regtlo s¡ volviere , y de llevarla donde encuentre algún descanso. Porque el estado funesto en que el dolor ia ha po'itrado me ha movido á compasion y quisiera á sus quebrantos dar alivio ; pero un Moro llega ácia aquí apresurado: sal. Al/, vendrá de parte del D ey [conesclav» á saber porque tardamos en llevar la esclava. Amigo?

Alf. Esta voz sino me engaño es de A cem , ácia la nave con cautela retiraos. se retiran.

Acem. Si el D ey te envía á saber la causa porque tarciamos en llevar la esclava, düe::- pero ve tú á examinarlo por tí mismo : conducidle donde vea el triste estado en que se encuentra, que yo por no mirar sus quebrantos nuevamente me retiro tras las pilmas á esperararos.

A//. Seguidme á lo iéjos.Entran los Moros y Alfonso , y sé

quedan los esclavos d la vista de la puerta.

Acem. Sientoque el D ey me de estos encargos, y mas darle estas noticias.E l Moro que aqui ha enviado,despues que se satisfjga,haré que le dé del casocuenta de todo , y me librode icr de suviras blanco;pero la aurora pareceque va las sombras borrandode la noche, y la demoratendrá á M ulcy irritado. vsse.

Saca kífonso d E lv ira desmayada^ la sienta en un peñasco, y los cau­

tivos se Van d la nave.A l f Mientras que lebais las anclas,

y disponéis el embarcov o y

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voy á ver si esta infeliz se recobra dcl desmayo.E l conseguir est.i empresa se lo he dcbii.ío al ac.iso.R ecóbrate, hermosa esclava, abandona ci sobresalto, que quien te lleva no Intenta infamar tu honor preclaro, sino librarte dcl riesgo : vuelve en tí , vamos al barco.

Recitado.E h . E lv ira , dónde te hallas?Alf. Y a se recobra,

y un i.mpuho interior mueve al cui­dado

á descubrir su rostro. D e tu lado la descubre.

separarme podrá solo la muerte.E lv . Oh amado esposo! oh Alfonso! oh

suerte! se abrazan.Los 2. Qué plácido momento

es este , esposa mia, y o muero de pontento, y o muero de placer.

Alf. N o me canso , esposa mía, de estrecharte entre mis brazos.

E lv . N i y o , esposo , de admirar suceso tan impensado, cómo me encuentro contigo.^

Alf. Todo lo sabrás despacio; solo te d igo , que el cielo ha protegido tu rapto.

E lv . Qué tierra es esta bien mió?Alf. Este es el suelo Africano

todavia.E lv . A y Alfonso!Alf. N o tem as, allí está el barco.

tremolad luego las velas. .E lv . Y si vuelven á apresarnos ?Alf. A vela y remo , esos mares

sulcarémos dueño amado, pero tú infeliz cautiva?

E lv . tú infeliz esclavo? ^Alf. Po*" prendieron. .E h . Por verte á tí me apresaron.A l f Pues á embarcarnos esposa.E lv . Pues, dueño mió, á embarcarnos. Alf- Y á las playas Españolas

nos condiizca cl ciclo santo.E lv . E n donde hago voto firme,A lf. En donde voto fírme hago.Los 2. D e hacer un Templo en V alencia

de María en holocausto.

Se van d enibtorear, y- a l tiempo de entrar en la nave sale A l í con

Moros.

Recitado.A/T.Quées esto? dónde vas. dónde con­

ducesesa hermosa beldad: de tus designios comprendo la falacia; tu iniquidad me dexa sorprendido; procedes con A lí desconocido.

Terceto.E lv . Com padece , A lí piadoso,

de mi pecho el cruél tormento; no estés sordo á mi lamento, de mi esposo ten piedad.A h , señor !

Alf. A l í , clemencia.E lv . N o hace caso.Alf. Está insensible.Los dos. Si te precias de sensible

no te ciegue la crueldad.Alí. Con qué rostro di me imploras,

v il esclavo , mi clemencia, de mi enojo tu infidencia triste víctima será.

Alf. Qué d u re za !E lv . Qué aspereza !Alí. T e m ed , viles.E h . Oh , dura suerte!Los /‘rí’j . Qué cruel! qué acerva muertej

y o fallezco á tanto horror.E lv , Ten piedad del dueñe mÍo,

compadece mi dolor.Alf. Si tu pecho no es de marmol,

no me prives de su amor.Alí. Ah, la rabia siento, Cielos,

que me enciende de furor!Los 3 . Ah , que á tan fieros quebrantos

resistir no puede el alma! dadme alivio , Cielos santos, ó acabadme de matar.

B Se

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Se Ueví jt los Moroa l i ’E lv ira , y cae Alfonso desmayado. Sale kcem.

Kcem. Y a están cubiertas h s copas de las palmas de los rayos del Sol j y el M oro no viene s si mientras el breve rato , que di tributos al sueño impelido del cansancio, habrá ido á d ir al D ey parte del mísero estado en que l;i esclava se encuentra? pero para averiguarlo, y salir de tantas d i'd is v o y á saberlo en cl baño.

E n tra en el baño.k lf . Q ué otra re z vuelva á la vida

para volver al quebranto?E n cl estado presente ó tengo el pecho de marmol ó no matan los pesares; no matan á un desdichado porque no tenga el consuelo de morir. Q ué pecho humano ha padecido las penas, las angustias que y o paso!Y o mismo robar mi esposa para ser despojo infausto de la torpeza de un Moro?N o me corro al pronunciarlo?N o me abismo al proferirlo?A l verlo no me anonado?Corazon , que estos recuerdos no te hagan dos mil pedazos?Siente el dogal de la afrenta, siente el rigor del quebranto.Oh , pese á rni desventura!

. Por mas cargos qxie le hago jio quiere exMar el alma por los suspiros que exalo.Q ue el alivio de la muerte me niegue cl destino infaustí»? Puede haber m ayor desdicha? m ayor desgracia? Debíante sentir no siento ; D ios m ió, qué he de h^cer en tal estado?

se vuelve a sentar.Sale Acem con Moros.

AíífWí. C on que se llevó la esclava

sin respetar su desmayo el Moro que vino?

Mo^. Aunquele hicimos algunos cargos nada bastó á detenerle.

Kcem. O aquí media algún engaóo, ó por este medio quiere el favor del soberano ganar el M oro.

Moro. Al li está.Kcem. D ónde pues ?Moro. Ju n to á aquel árbol.Acem. Este es esclavo de Alí:

Y a el misterio he penetrado,Alfonso ?

Sale Mili. Aú y indigno Acem , se obedecen mis mandatos ?D ónde has llevado la esclava ?

Acem. E se esclavo la ha robado.M uí. Indigno j qué has hecho de ella?

dilo al momenro , ó te mato.Alf. C ó m o ?::- si de vuestro enojo

mi corazon es el b lsnce, heridlo , no os detengáis, no quede el golpe en amago; nada su impulso detenga, que en el miserable estado en que me veo , es piedad mas que rigor traspasarlo.

Muí. Dónde has llevado la esclara ?A lf G ran señor , me la han quitado.M uí. Comprehendo bien la ficción.

E l y A lí para este rapto han caminado de acuerdo: corre al momento á buscarlo, y si está con él la esclava, hazla llev.>r al serrallo: ha de ser mia esta noche, he de gozar de su alhago, ú otra troya será Argél.

Alf. Dadme favor , cielo santo.Muí. Encadenad áese iniquo,

y mientras que le preparo la muerte , en una mazmorra ’ iva muriendo encerrado. •vanse.

Recitado.Alf. Y o mismo de mi afrenta ser tercero.

Y o robar á mi esposa?pue-

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puede darse mortal mas afligido, favor en tanto apuro al cielo pido.

Arla. Sin mi bien morir es fuerza de dolor y de quebranto: desde el reyno del espanto siempre riel te adoraré.A h ! qué pena! hado tirano! me confundo en rarm(>mento, dulce esposa , tu tormento, ah! sufrir, a y D ios! Hosé.

Quarto de la Quinta de Ali con dos puertas laterales. Sale E lv ira hu'

yendo de Alí.E lv . Y a que el aliento perdido

el pecho ha recuperado, iré huyendo de tu TÍsta;:- pero está cerrado el paso.

Alí. Y por aqui también, fiera: cierra la p ie rta por donde han

salido. ahora tu desden , tirano, réremos si se convence á mis razones. N o trato de valerme de la fuerza, que no soy tan inhumano, sino solo de que prestes á mis razones un rato tus oidos : te parece que y o con impuros lazos quiero profanar tu hechizo? quiero manchar tu recato ? la misma resolución, el mismo arrojo del rapto justifica mis intentos.E l fin que siempre ha llevado mi am or, es el de librarte del desenfreno insensato de M ulcy , y de tenerte en esta casa de campo oculta mientras de esposa podía obtener tu mano; pero tú fiera y cruel, á la fe que te consagro, ni aun te has dignado escucharme. N o era así con el esclavo, cómplice de tu vil fuga, y desconocido á un amo, que desde que está cautivo,

como i amigo le ha tratado.E lv . Esos sentimientos nobles,

ese caracter humano, que en vuestra frente distingo, destierran el sobresalto de mi corazon. Señor, quando mi ley vuestra mana me permitiera aceptar, lo impediría mi estado.E se esclavo que el enojo de vuestro pecho ha excitado es mi esposo ; no teniendo noticias de él en un año, me embarqué para M allorca, y quando pensé en sus brazos los males de tanta ausencia dexar sener compensados, fuimos del corsario Acem una mañana apresados; el qual me conduxo á A rgel; á M uley me presentaron, quien al baño me envió para llevarme al serrallo; sin saber cómo mi esposo me sacó de aquel infausto, aquel torpe, inmundo sitio; si él rae eonducia al barco, su amor y la libertad dexan el hecho abonado; despues de un año de ausencia, despues de tant;os trabajos, contemplad nuestra sorpresa, qual seria al encontrarnos.

Recitado.Alí. E n vano con razones

pretendes disculparle ; y o no debo tolerar de un esclavo menosprecio tan vil : es necesario que conozca el iniquo la osadía, la grande felonía,que ha usado contra mí. Este es el la recompensa es ésta (p^S®que da á mi amor ?

E lv . Señor basta. N o creo que éste sea motivo para apartar tu alma de la gloria que adquiere toda acción en grande.

E n vanoB 2 el

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cl ceño !e condena, sns agravios no pueden superar de ningún modo á tus bond.ídes.Quieres eternizarte ? (grandeza? quieres qi;e el mundo admire tu olvida tu pasión, y á dos esposos que separó el destino busca medios de que vuelvan á unirse : da este

exemplo (suelode constancia, de esfuerzo : el patrio haz que otra vez pisem os, no pre­

tendashacernos triste objeto del quebranto! conmueva tu piedad mi eterno lian-

Cabatina. (lo.D e una esposa doU-rida, de un esposo atribulado com padeced triste estado, muestra en ellos tu piedad.

A la mitíid la Cabatina abre A l í la puerta , la mira , ella le sigue , y

acabada la Cabatina cierra la puerta ,y se va.

Pero me dexa : a y D io s ! en tanto apuro

concede al pecho el brio estenuado du tanto padecer, de llorar tanto de lágrimas carece enteramente el corazon ; parece que esta puerta pretende abrir alguno, y se lo impi­

den (presa los fuertes hierros; mas ya de la em- discurro que desiste. £ 1 fundamento de e«te rumor estraño á comprender no lle g o ; pero el alma que no es en favor suyo se propone j y á sufrir nuevos males se dispone.

Echan las puertas de pronto d baxo: salen Muley y Moros , al verlos E lv i­

ra huye , y recobrada se v d d ellos ofreciéndoles e l pecho.

Aria.Si el rigor quiere mi muerte, al rigor ofrezco el pecho, trespasudin sin temor.Por piedad mi infeliz suerte decretad con cruel despecho, y dcxad libre mi honor. -

N o se vencen á mi pena por doblar mi sentimiento, y añudir nuevo tormento que m ayor haga el dolor.

MuL N o vengo á darte la muerte, que no soy tan inhumano, bella esclava , sino solo á decirte que el acaso te trajo á Argel á ser mia; que la fuerza , ú el alhago lo han de conseguir, y aunque quiera con otro atentado oponerse á ello A lí, á su osadia de amago servirá la infausta muerte que al vil esclavo preparo^ que por medio del soborno logró sacarte del baño.Acem , conforme te he dicho haz conducirla al serrallo; pero qué es lo que te dá ? de nuevo vuelves al llanto.?

E lv . A y triste esposo!M uí. Qué tienes ?

A qué viene el sobresalto?Para castigo ese sitio no juzgues que te señalo.A I reves allí en tu obsequio se competirá el conato con el esmero. D e nada te pei'mitiráel cuidado que carezcas.

E lv . Con qué intentovuestro amor me ha señalado ese sitio?

Mili. Proferirloquando sabes que te amo es por demas.

E h . N o podiaisdestinarme á los trabajos mas penosos, mas serviles?

M id. L levadla donde he mandado, que ya me cansan sus ruegos.

E h . Señor , piedad::-MuL E s en vano.E h . Antes de manchar mi honor,

una y mil veces muramos, pero cómo? Y a sé un medio.

M uí,

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M iil. Haced luego lo que mando.B h , N o queráis, señ or, por fuerza

lo que os concede el alhago.Y o , señor, con mi destino vuestras honras he pesado, y he resulto que::- los ojos dirán mejor que mis labios mis ocultos sentiraientf s.

I uL Si me está engañando acíASo?E lv . Q ué lo dudáis? Para prueba

bastarán , señor , los brazos?Muí. N o han de bastar. V e s , Acem,

lo que es el sexó ?E lv . Tom adlos.Hace la accim de irle abrazar , y le

quita el sable.Mtd. Q ué has hecho atrevida.^E lv . Q ué,

armar de denuedo el brazo para quitarme la vida, por no ser despojo infausto de tu torpeza.

Sale h lí. Detente.M uí. Q ué es lo que quieres, villano^

^uál es tu intento?h li. T u nombre

eternizar en los fastos de la historia : bella esclava desarma el indócil brazo, y alegrate.

E lv . Y o alegrarme 1 A y esposo idolatrado!

Alí. Señor , de vuestra barbarie, de vuestro poder tirano desistid ; ai Européo demostrad que sois humano, que sois sensible y piadoso.Q ué gloria , qué honor, qué lauro puede adquiriros triunfar de una m uger? n¡ qué grato le puede ser al cariño tiranizar á un alhago?Esta esclava está casada, ligada poir unos lazos indisolubles : : -

Muí. Entiendotus designios, en el rapto contigo estuvo de acuerdo»

Alí. Coñeso que me robaron el corazon sus hechizos, y que en sacarla del baño emplee todo mi esfuerzo.Pero despues, hecho cargo de su virtud y mi honor, mi pasión he abandonado, y pues veis que rae he vencido haced , señor, oíro tanto.

Muí. Que estás de acuerdo con ella de confirmar ahora ac.ibo.

Alí. Pronto saldréis dé ese error.E lv . Q ué intentará , C ielo santo.^Alí. E ste es su esposo , y su esposo

saca d Alfonso. solo es dueño de su mano.

Ai«/. Quién le ha dado libertad?Alí. Y o , gran señor , se la he dado

y pues y o le expuse al riesgo, del riesgo y o he sacarlo: contemplad mi triste suerte.Mis súplicas : : -

MuL Acem , vamos.Alí. N o tem áis, tiernos esposos,

que he de morir ó libraros. vanse Dúo. {todos.

E lv . Ah , que sin tí mi vida !A h , cederá al dolor!

Alf. D im e , dulce homicida, qué hará sin tí amor?

Alf. E sto es morir de afanes» y no lograr morir.

E lv . E l pecho á tantos males no puede resistir.

Los djs. Bastante he tolerado, bárbara infausta suerte, dame por piedad muerte, ó dexa tu impiedad.E n tan fieros desvelos, en tan duros contrastes, favor , divinos Cielos, tened de mí piedad.

Sale Acem.Acem. Esta es del D e y la sentencia

que á los dos ha decretado.i"/» . Temes morir?Alf. N o por cierto.E lv . Luego al suplicio llevadnos.

Acem.

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Accm. Manda que antes la leais.£.lv. Q ué sangriento ! qué inhumaoo! Alf. Si es verdad lo que aquí veo,

lee E lv ira . C ielo santo , cómo no muero de gozo Ì

Sale Muley y Alt ^y Moros. M ui. Y a estais libres. T od o quanto

con vosotros se encontró,Acem volverá á entregaros.

Los dos. Tanta piedad : ; - Alí. E n la playa,

aún estará pronto el barco, idos á España , y á todos, quando reñrais el caso,

decidles que por Alí fuesteis felices esclavos.

Final.Todos. Despues del susto,

y del disgusto, permite el C ielo, que el mar sereno para la patria vuelva á surcar.Por estos dones tan singulares, todos unidos, demos rendidosgracias al C ie lo , sin mas tardar.

F I N .

AS-

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IS

A S B B . U B A l iJD JK A M A TJB.A & IC O JEW WW A C TO .

POR DON L U C IA N O F R A N C I S C O C O M E L L A .

P E R S O N A S . A C T O R E S .AsdriibAÌ y Capitan Cartaginés..........Sr. Arwonio Robles.Sofronia su esposa..................................... Sra. M aría del Rosario.JEscipion , Capitan Romano.................. Sr. Jo s e f H uerta.Romanos ■) Cartagineses , dos niños , mugeres y y pueblo.

L A E S C E N A E S E N C A R T A G O .

G ran Plaza de Cartago con la estatua de Aníbal enmedio,deiitro se oirá ruido de armas que figure darse una batalla : que imitará la orquesta. Sale As-

drubal confundido , y fu era de sí.

Asd. Oh pese á mi valor que ahora des­m aye !

quando el fuerte Escipion entra ven­ciendo,

los muros de Cartago derribando, me pasm o, y me confundo ? cómo

puedosobrevivir á tanta desventura? cómo puedo sufrir golpe tan fiero? oh mal haya el destino 3 no hay re­

curso,el rumor de las armas va creciendo, el Rom ano penetra y a las calles; aquí se acerca ya ; no hay otro medio que ser de su valor despojo infausto, y tirar de su carro con desprecio del Senado y la plebe quando en

Rom aentre triunfante de laureles lleno. Tristes Cartagineses ! triste patria! que á ser despojo vas de ese congreso de fieros asesinos, de tiranos, de ese S.^nado vi!, que con pretexto de dar favor á todas las Naciones, de todas la Naciones se hace dueño. Oh desdicha ! oh rigor ! oh triste dia! siempre vivo en mi triste-pensamiento.

Se apoya en el pedestal de la estatua

de Aníbal : quatro compases de an-~ dante , y dos de alegro que anuncian

la salida de Sofronia , Itn que sale despechada.

Sof. Quando el rigor cruel de los R o ­manos

propaga cl exterminio y el incendio en Ja triste Cartago , indiferente, indeciso y cobarde aquel guerrero que fue terror de Rom a , y de la

Iberia ÌJos hombres viles, y los Dioses fieros al rigor abandonan á Cartago.E se testigo de tu abatimiento primero que entregarte á la cadena, tu valor no despierta con su exemplo? dexa esa estupidéz, y antes que R o ­

mate vea atado al triunfo del veneno se víctima gloriosa ; pero apura primero los recursos; aun de medios no te priva la suerte ; aun conservas el fuerte brazo, y el agudo azero: haz que compren con sangre la v ic­

toria ;triunfen los Romanos, mas muriendo: si en Utica Escipion venció tus hues­

tes,CO

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no lloraron las suyas los trofeos que en España é Italia les ganastes? qué te acobarda, di ? Esos lamentos, esos esclavos que huyen, el tumulto, las armas , el horror, la muerte y

fuegono excitan tu valor? por esas calles en arroyos la sangre va corriendo; L o s niños oprimidos en los brazos de su madre infeliz , dan al azero sus inocentes vidas : los ancianos trémulos , por huir de tanto riesgo, caen unos sobre o tro s , y alli acaban: de batallar cansados los guerreros se quedan desmayados y fallecen: o ye la voz de Anibal ; sus acentos

salva la patria (dicen) y á sus hi- ,, jo s / ‘

N o conmueve tu pecho el estar viendo

los palacios, las torres incendiadas? esa sangre en la qual nadan los

muertos ? esas tristes mugeres que destrozan las desplomadas ruinas de los T e m ­

plos ?y el dolor de una Esposa que re­

cuerdaá tu cobarde pecho el ardimiento ? ni eres Cartaginés, ni ere* mi esposo, si al combate no vuelves con de­

nuedo.h sd . D eserCartagines^y ser tu esposo,

me hacen , Sofronia , digno tus re­cuerdos. (flama

Y a se enardece el pecho, y a sc in ­de rábia , de furor y de despecho. Recobrad el valor, amigos mios, (do, y al combate vo lved , dexad el mie- quc inflamado de Asdrubal'y Sofronia vuelve á empuñar Asdrubal el acero: víctimas del honor , muramos todos primero que la patria abandonemos.

Sof, Otra vez de mis b razos, dulce es­poso (mientes,

te hacen digno tus nobles senti- V e á vencer 6 morir.

Asd. M i noble brio

no tiene otro recurso en tanto aprieto.

Música patetica ; después de la qual hace Sofronia el siguiente voto.

Si en el brazo de Asdrubal el R o ­mano, (mio

de su perfidia encuentra el Justo pre­de un puro corazon , de una alma

humilde, reverente holocausto hacer ofrezco al Num en vengador de los delitos en las sagradas aras de su templo. Este ferviente voto de esperanzas me llena el corazon::- pero qué veo) E l impetuoso fluxo de las olas (blo que forman losRom anos con cl pue- cien veces huye , y ciento retrocede sin decidirse la victoria entre ellos; pero el Cartaginés huye vencido, sin que el respeto baste á detenérlo del intrépido A sdrubal.H ay mas ma­

les!del Romano acosados á este puesto vienen por todas partes.

Seden por todas partes fugitivos va^ ríos Cartagineses,

Reunios, no huyáis cobardemente.

Sale Asa. Salva luego,salva á mis tiernos hijos, huye esposa* salvate tu también.

Sof D ónde?Asd. E n el templo

de Eículapio.Sof. Q ué dices?Asd. Que te salves

en tanto que reúno los dispersos.Dent. Esc. Ningún Romano con loi

cjue se rindan los rigores emplee del acero.

Asd. Dónde vais.^Sold. A humillarnos al Romano.A sd. Ahcizt la cadena que el l'c^verso

socolor de piedad os ha ofrecido?Id á inclinar la frente al cautiverio, Ciudadanos indignos de Cartago. Manes de Anibal ved de los guerreros

■ que abatieron de Roma h soberbiaen

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en IloríMS, y « 1 lago Trasim eno los viles descendientes : grande A n i-

b;il,estos sus hijos son , estos jus nietos; os ofrecen la vida porque juzgan que preforis la muerte al vilipendio de! yugo vergonzoso : sobre todo,lio está en nuestro poder el fuerte

ternplode E scu lapio? N o encierra en sus

espaciosdel -Rom.mQ ochocientos prisioneros? Libertem os con ellos á Cartago, la p itria -á costa suya recobremos; y quando uo , para morir con gloria el f^uerte Saguntino nos dá exemplo; antes que ser .esclavos, nuestras,, vidas acáben con d fuego ,ú el veneno;Os inflamáis? volvéis el fuerte escudo á embrazar , y á empuñar el duro

acero?,Nobles Cartagineses^,almas dignas

, . de .suertq.mas feliz , vamos a_L tem -

Plp» ■ . . vamos á disputar á esos tiranos, á esos viles la gloria de vencernos; y vean que aunque pocos, reunjdos, las Aguilas de Rom a no tem.9mQS.

Calle : dentro ruido de ar.mas'' que io\itnrd.la ¡iQrqite. ta,,: <s,aÍe Esc¿j}ioK

con algunos de los sifyos.E sc. Espectáculo atroz ! Sin conpun­

girme,sin llenarme de horror mir^r nopue- esas víctimas tristes.de la rabia, (do esa sangre que corre y esos muertos, que sobre e la ñuctu^n ; á la bayna vuelva,Rom anos, el sangriento acero; baste de estrago y a y camiceria. Respetad el ardor de unos guerreros que mas cuesta vencerlos que ma­

tarlos;dexad Cartagineses el despechó; h muerte que buscáis y a no es glo­

riosa: (cielo tanta sangre vertisteis, que hasta el se muestra horrorizado de mirarla: readios á Escipion.

M'fsicA * salen, los Cartagineses en ademan de quererse entregar d E s ­

cipion , y Ksdruhal deteniéndolos con el sable, ■

Asdrubal fiero,Africano feroz , sé mas sensible^ sé mas humano,y dexa que ese resta, ese triste residuo de Cartago de la piedad disfrute que le ofrezco; y tú, cede al destino. . ;■

Ksd. Si me vences.E sc. D e mi valor Cartago no es trofeo? Ksd. Pero su General aun está libre;

aun goza libertad parte del pueblo.• Ese. Conserva hombre tenaz sus tris­

tes vidas.Ksd. H is conservado tú las de sus

deudos?las de sus padres ? las de sus herma­

nos ?Y o soy bárbaro porque no conservo las vidas de.unos quantos C iudada­

nos;tú eres benigno,, compasivo y tierno que has muerto á los demas ; qu$

has iacendiado. los palacios, las torres y los templos de la infeliz C artago ; ese Roman'p

, que t ^ : a Si? interesa-en favor Vues-ífviicla, • -

es el Rom ano cruel que os quitd, á España;

el que venció á Sifaz; el que ha des­hecho

en Africa mis h uestes;y .el que trata de llevaros á Roma á ser objeto del escarnio común: podréis humil­

desla frente resignar al cautiverio? podréis servir de esclavos á los mis­

mosque á Cartago en cenizas redgxcron? qual verá en su señor el. asesino de su padre infeliz; qual en su dueño verá el cruel verdugo de sus hijos, y qual se verá en Rom a en el ex­

tremode tener que besar la fiera mano

C que

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í Sque le robo á su esposa me aver­

güenzo,, me corro de tener Cartaginesas

que haceros estos trágicos recuerdos para haceros volver ácia el camino de Li noble constancia ; mas y a veo

' de furor exaltadas vuestras almas, de rabia enardecidosvuestros pechos, vuestros ojos de furia encarnizados, de cólera erizados los cabellos: y a sois Cartagineses, y a sois dignos de haber sido de Anibalcompañeros; Escipion , si el Romano con A sdru-

balfuedichoso en las márgenes del Ebro; si con H'.non en Lérida sus armas un éxito feliz también tuvieron: si las naves de Hamilcon incendia­

ron :si á M agon en Tortosa sorprendie­

ron;y p or fin-, si los m uroS' de Cartago osaron p en etrar á sangre y fuego,

• no vencerán á Asdrubal, ni al residuo infeliz de Cartago, pues primero que humillar la cerviz álos Romanos lUios de otros serán verdugos fieros.

JE se. Y a se cansó mi noble tolerancia de tu insano furor, t if t ta u e s to s ; y asi, Romanos, muefaíiT-*

Asd. A eso aspiranios que quieren vivir dcspiies de

muertos.Travasa vatalla yy retiran los Roma-' nos á ios Cartagineses'.'múdase d tea­tro en gran templo de Esculapio, con pórtico , todo lo alto de él debe ser transitable , delante del pórtico esta­cada , y delante de ésta muro ; á tm

lado un olivo. Sale presurosa Sofronia con sus dos hijos.

Sof, E n cl único asilo que nos queda^ el honor de la patria conservemos: A d o n d e estará Asdrubal? Dispu­

tando1.1 victoria al Romano con el resfo del pueblo que ha quedado : aili pe-

iea^

de polvo y de sudor todo cubierto mirad como defiende vuestro padre el honor de la patria : vedlo, vedlo, y aprended á morir en su defensa; pero vencidos corren ácia el templo á guarecer sus v id as; mas en vano, ■pues el Rom ano frustra sus intentos: aqui Cartago acaba; aqui la patria verifica su fin ; no quiere el C ielo , ni el destino que triunfe.

Quatro compases de música y sigue diciendo:

H ijos queridos,míseros succesores, tristes nietos de aquel primer Asdrubal que en E s­

pañaavatió del Rom ano el ardimiento; antes que ser esclavos de su orgullo moriréis al impulso de este acero.M e ofrecéis vuestras vidas inocentes? J 3 ien se vé que circula en vuestros

' ’ pechos •sangre'Cartaginesa ; aun en vosotros ‘Cartago existe, y consumar no debo por medio de vosotros su exterminio. V iv id para vengar los males fieros que ha sufrido la p.'itria del Rom ano;

•pero ño os olvidéis del cruél recuer­do

■que os determino h a c e r , ni de los nombres

dePubHo Escip ion ,"Publio Cornelio, y de Claudio Nerón ; y porque el

òdio,el rencor , y la rabia eoiltra ellos

'áe estienda en vuestros hijos ; ved la patria

reducida á cen izas, ved de hiertos ■ cadáveres las calles atascadas; red Ja sjngre agitada por los vientos cómo imita las ólas de los mares; y, los sepulcros ved : : - pero qué es

esto !Asdrubul y los suyos derrotados

Sale A sdruba l, y los demas.^se acercan á este sitio: ved cubiertosde heridasy de sangre áJos soldado&já vuestro mismo padre sin acero,

‘ ro-

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roto el escudo, undída la zeJada; dastiguradp todo-,.y sin aliento:

' hijos in ios, vengad estos uitrágcs: los ofreceis veng<ir?.

U ij. Los vengarémos.Asci. Dulces prendas ... esposa : : - Sof. A l templo vamos.. -<4 íííf.HiJosmios^supaesto que no puedo

vincular en vosotros m asque sangre, vinculo entre vosotros este lienzo, todo empapado en ella; su memoria, de Cartago osrecuerdc el íin funesto.

Entran por las pue fias dz las rnuta- llas , y las cierran. Salen Escipion

y Romajios.E sc, A lástima me mueve la constancia ’

de este X cfe feroz y turbulento.' ■E n vano determina hacerse tuerte , e n e i débil recinto de. ese templo: no queda á su constancia mas recurso que c e d e r , ó morir al hambre ó

fuego.Cercad luego esos muros,y al impulso del golpe repetido del tremeudo ariete , caygan desplom ados, ced.in á este nuevo rigor, Ó los extremos del furor de la guerra experimenten.

Arrim an los Romanos los arietes d los muros , empezando d derribarlos. Música, qiie imite los golpes de.l ariete. Asdrubal se de xa ver.en el templo., y d d parte de lo que ex.ecut.in los J^o-

manos d sus compañeras.Esc. Asdrubal ?Asd. Escipion?E sc. Com o no puedo

prescindir de aquella alma gcflCtosa de que mi corazon enriquecíqrpn los sacrosantos Dioses , te convido por la última v e z , á tí y al pueblo que te sigue obstinado, con la vida: no abuses de la gracia ; los efectos y a ves del ariete ; de los muros que defienden el Templo , un gran­

de trecho y a se vé derribado ; varias brechas ofrecen libre paso á mis gui'rreros para forzar tu asilo ; ccde Asdrubal,

dexa h obstinación , salva á ese pueblo,

salvatC’ tá también, salva, á tuf hijos, y á tu querida esposa.,

A sd. E sto y tan lejos.de ceder, E sc ip io n , á tus Instancias, y de ablandarme á -tus mentidos

rijegos,. que desde e l triste estad-o en que me

miras,provo;;;ar tu valor- quiero de nuevo. Si deC artagoal punto no abandcnis el recinto infeliz , los. prisioneros Rom anos que en el Tem plo qonser-

• , vaba,víctima van á ser de nji despecho,

,,y t a indócil tesón ; X efe Rom ano, generoso Escipion , ahora es tiempo de que muestre tu, pecho su cons­

tancia,.ó la piedad que obstenta ; ahora ve­

remosquién en tesón se excede. Titubeas? consultas tus soldados?

Míisica : Consulta Escipion, d sus sol­dados , Ínterin Asdrubal ll.im,a d los

suyos , y les hace presente la incer^ tidumbre de Escipion,.

A sd. V e d quan prestolos Rom.inos se qued:m confundidos: y o vencido y cercado en, este Tem ­

plo :él venced or, y lleijo de despojos, y con todo de espanto le he cu­

bierto:esos sois les Romanos. Q ué respon­

des ?E sc. ‘Víctim as infelices! P¿ro cedo

á vuestras persuasiones, y al Senado que ver exterminado quiere un pue­

bloémulo,desús glorias. Cruel Asdrubal, las Aguilas de Rom a , que mi es­

fuerzoeaC artago .trem ola , no se abaten: de pueblo que Escipion fue una vez

dueño,jamás salió Escipion. Esta respuesta

C 2 te

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te sirva' en este caso de gobierno.Asd. A Dios Escipion.£ j v . Trepad Romanos,

trepad por esos m uros, sus intentos, procurad cstorvar ; mas de qué sirve si detrís de los muros con maderos formidables , con arboles y vigas, una fuerte estacada const-uyeron de nuevo en su defensa.- Qué cons­

tancia !bien se vé que este indomito guer­

rerodebe al Africa el sér.

h sd. Cartagineses,asamad á esos tristes prisioneros:

ios asoman,- 'abandona Escipion luego esos m u-

roSjó sufran á tu vista de mi ceño el último rigor. Qué te detiene? con las manos te cubres por nò ver­

los.Qué es esto? N o respondes? A rro­

jadlos. los tiran. Esc.Yd. se acabó del todo el sufri­

miento.Música 'anàloga d Li situación , A í - dnibal se retira , Escipion permane­

ce inmóvil , y lleno de furor dice :

E sc. D e vuestra sangre , oh míseros í en vano

sube el humo á pedir justicia al cielo.

N o es necesario que Nemesis baxe a vengar vuestras muertes. D e ese

Tem plo, asilo de asesinos, ni aun memoria dexará á las edades mi denuedo.N o son Cartagineses, no son hom­

breslos que en él se guarecen : sus ex -

cesosssus crncldades les hacén de ludibrio, de execración, de odio vil objeto: sea vuestro rigor inexórable con esas fieras, estrechad el cerco, penurias preparad con que aíligic"

los,hogueras encended con qnO'ofen-

dürlos,exterminad sus vidas_, todo acabe, leído perezca al hambre fuego y '

hierro:y despues que las llamas destructoras empiecen en el templo á hacer p ro - '

gresos,á un regular (jistríto retiraos

■ ■ por rió participar de Sus efectos. Vanse los Romanos divididos míisica de furor mientras se van , y despues andante de suspensión , en el qual st dexa^yer Ksdruhal en la estacada^

regis‘tra ,ve que se han ido , llama d los suyos y dice. áqui del Romano la entereza:

cobardes, de la empresa desistieron al ver nuestro v a lo r , y han apelado a la hambre y al ardid para vencer­

nos:arbitrios que se toman confreqü.'ncia para abatir los ánimos gnerr'ercs; pero arbitrios que dan pocos laurdcs al que tiene la dicha de vencerlos. N o parece Escipion ni sus soldados: si su codicia se entregó al saqueo,

■' y el resguardo ha olvidado de éstos' .. sitios, ■; (ro.-

• y o hafé que'se arrepienta de su y e r- ^xáA iinarlo trato de mas cérca; por aqüi la estacada á mis'deseos ofrece transitable un corto espacio.

Un corto periodo de mitsica mientras hdíía.

A ún parece que dura del incendio lá dcnsituddel humo, y esto impide que la vista descubra lo'S objetos: solo rumor se escucha de pisadas, que alternan tal qual vez con el si­

lencio;de rato en rato el ayre á mis oidos conduce unos confusos torpes ecos, que indican que el ardid contra no­

sotrostrata alguna asechanza. Este recelo, esta duda de nuevo vuelve el alma

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á llenar de terror y ab.Ttimlcnto. ü l amor filial por oira parte del conyugal en brazoí, con acentos tierno« y dolorosos me recuerda la vida de una madre; y o no puedo resistir á memorias tan sensibles,Ili puedo resistir á los recuerdos del amor conyugal,.que me presenta

’ anii¡uilaclo<, pálidos y hiertos al rigor de la hanibVe ám is dos hijos: de la naturaleza también siento los' mudos gritos los sensibles ayes, el amor , Ja piedad:;- pero qué veo ! qué llamas son aquellas? y a los viles, lostraydores lograron sus proyectos. Por todas partes arde la estacada: y a veis Cartagineses el efecto que haceni 'las fieras llamas.

A qui se ven algunos Cartagineses que quieren apagar las llamas.

Pero a y triste,que ya se comunican en el templo^ y van d ser despojo de su furia mi esposa , mis dos hijos , mis guer­

reros:el corazon desmaya ; no es posible que y o resista á golpes tan tremen­

dos.Llam ad luego á Sofronia , á ítíís dos

hijos,libraos todos del rigor del fuego: trepad por la estacada_,y al Romano imploremos piedad. Mas qué es

aquello? solicita Sofronia á todas partes con los demas acude con denuedo

. a cortar los projxresos de las llamas. Sof. D e que' eres Africano ahora es

tiem poque dés conmigo muestras j de las

llamasno te inrim ide, Asdrubal , el efecto,

• antes que del tirano ser despojo como Cartaginés muere primero. - '

Asd. Sofronia me recuerda de mi her­mano (do

la heroyca senda ; pero y o no pue- resistir del amor á los impulsos.

Y a es razón que sus gritos cscuclie- nios :

las víctimas que al odio Ja venganza ha inmolado feroz borran del pecho toda esperanza. V o y á los Rom anos á pedir una vida que detexto: por ventura? mi esposa, mis dos hijos, mis soldados salvar solo deseo.

'N o es razón inmolar sus tristes vidas á mi ciego furor: corramos luego á buscar á Escipion , y aunque en

Asdrubal detexten esta acción los venideros, la acción abonarán los que conozcan de un noble corazon los sentimientos. •

Vase por un lado y por otro: Sale Escipion con los Romanos , los Car­tagineses se 'üiin resguardando en donde no ha llegado el fuego s So­fronia los s.ica de a llí para preci­sarlos d apagarlo f lo .que llena de admiración a los Roinanos ; Ínterin miisicá que habrd espresado todas estas acciones. Asdrubal al tiempo de irse corta una rama de un Olivo

que htabrd d un lado del tea­tro , y se la lleva.

Í j'C .T riste escena! con harto dolor mio ha recurrido cl alma á'estos extremos. Q ué bárbaro tesón! qué pertinacia! Tragedia tan a 'roz , no puede menos de sellarla con lágrimas el alma: á lástima y á horror me mueve á un

tiempo. ,Oh mísera Cartago ! tu extefm iriioj' tu ¡Tifelrz destrucción, si doy aíciiso- á üna voz interior que el pecho e j-

■ cucha, es anuncio fatal de mas funesto, ; mas horrible exterminio. L as D e y -

dadesdexen mi vaticinio sin efecto; ' y mas si de estas trágicas rumas '! l:e de ser instrumento como temo. Pero á pesar del íu m o , y d^-las

sombras,,un hombre acierto á ver con lo#

reflexosque

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que despiden las llamas. A quién buscas ?

quién eres? no respondes? T an agetro tan fuera de sí está que no conoce. Si será Asdrubal^ S í : Asdrubal?

jís d . C ielos !H a b td sciliio AscÍTubcil con unvei-'

m> de oliva.E sc. C on un ramo de oliva tu en I*

mano ?L a paz ahora me pides f Y a no es

tiempo.Mtísica patética : Escipion le vuel­ve Ici espalda ; Asdrubal se quedae&ufiisd } y d'spues de acabada la

música k dice con el mayor tesón.

A sd . Mas h ero yco , mas grande te creía ;

Y a no eres Escipion : los epitectos de justo- y compasivo que te han

dado,cubiertos quedarán de olvido eterpo con esta negra acción. N o te per­

suadasque me trae i Escipion > mi abati­

miento,el temor de la muerte á tu presencia con la insignia de p az ; mis hijos

tiernos,mi querida consorte , mis soldados me reducen á estado tan funesto.

Esc. L lora su muerte , pues su muer­te causas.

A sd. A D io s , cru e l!Msc. Detente Asdrubal fiero t

el inflexible arrojo con que siempre has llenado mi nombre de dicterios; c l bárbaro rigor con que la muerte has dado á los R o m a n o s prisioneros apartan de tus ruegos mis o lios:Por un lado te acusan tus denuestos, por otra te acriminan tus cruelda­

des::-l í o acierto a resolver sobre tus

ruegos.A.sd, Consúltalo y de dudas saldrás

pronto.

E sc. Con quién?A sd. Con Escipion : contigo mesmo. Música en. que está pensativo Esci­pion im corto instante j despues lla<-

ma d los soldados para que salven d los Cortagineses.

Esc. E l i favor de esos tristes no per- done,.

Romanos y la eficacia ningún medio: del rigor de las llamas preservadlos; L legad , Cirtagineses, que de nuevo os vaelvo á convidar con mis pieda­

des.Asd. D e ese modo , Escipion , mue­

ro contento.Va d tirarse d las llamas j lo ve. So~ fronia y. y lo aplaude , y Escipion

corre d detenerle»Sof- E io s i , seposo mjo.Esc. Tente Asdrubal.Sof. A l succesor de Anibal imitemos:'

mas qué miro ! Envidiosos los R o ­manos

de su gloria , frustrar quieren su in­tento.

dexadlo al punto libre.Esc. N o es posible. k sd . D e las Naciones los sagrados fue­

rosde este modo respetan los Romanos?

Bsc, N o atropella Escipion sus pri­vilegios

en impedir tu muerte.Asd. Y quién te ha dado

dominio sobre mí ?E se. T u loco arresto.

V íctim as miserables del arrojo dei mortal mas feroz , salvad del

fuegovuestra vida infeliz. Arrebatadlos de énmedio del horror del cruel

incendio:librad á esa muger , salvad sus hijos.

J V ”. Hijos m ios, venid... Ahora ve­remos

si este asilo penetran los Romanos. Se pasa d un lado en donde queda aislada de fuego, Escipion se cubre

di

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de horror : hsdriibaì hace esfuerzos ^.ira ir á librarla.

V e d todo vuestro arrojo sin efecto. Por qué no os acercais ? Contra vo­

sotrosme sirve de resguardo el mismo fue-

go _que ha de e-xtingirme : el fuego de

mi gloriase muestra protector.Ten ardimiento ten constancia consorte , aunque los

vilesémulos del honor de tus abuelos, quieran de los Asdrúbales el nombre dexar obscurecido , al carro fiero del oprobio , no dexes aerrojaxtc.A l constante varón no faltan medios de morir con honor ; no te persua­

dasque á la pompa triunfal con vilipen­

diode adorno servirá el valiente A sd ru -

bal,ni menos su muger , ni sus renuevos. O pesia á la demora de las llamas!

Í jí- ,R o m a n o s, emplead todo el esfuer­zo

en isalvar ese monstruo de òdio y rábia.

Acuden los Romanos á apagar e l fue­go que rodea d Sofronia , y lo van

consiguiendo.S o f Discurres oponerte á mis proyec­

tos?á la muger de Asdrubal no conocesi quereis salvar tres vidas con intento de engrandecer con ellas vuestro

triunfo.H ijos mio's, muramos con denuedo.

Va d herirlos y se detiene.Pero no puedo herircs ; ni es posi­

bleque en vuestro pecho cnvayné el du­

ro acero.Soy m .idre... . Mas fos viles^ de las

llamasempiezan á cortar y a los efectos, y salvarán mi vida : esposo mio^

para morir tn esposa te da exemplo.Se hiere.

Ahí el acero tienes que me ha herido, la gloria endulza su rigor sangriento.

L e tira el puñal ¡ y cae : sus hijos la rodean : Asdrubal queda como fu era de s í en brazos de los Romanos , y

de repente pasa a l mas cauel despecho.

Asd. Oh Sofronia!£ s c . Salvad luego sus h ijos

á tanta desventura me estremezco. Se derriba todo el templo, y quedan

sepultados todos en sus ruinas Y a todo se desploma; santos Dioses! vuestro enojo aplacad. Y a fenecie­

ron.Espectáculo a tro z ! horrible vista !

A sd . Oh destino croiel ! Oh hados fie­ros !

que me dexeisJa vida? que la rabia., la -congoja, el do lor, el sentimiento, de una vez no me acaben ? con jus­

ticiala piedad de los Númenes detesto, su clemencia abomino j y á mí mis­

moá ser objeto de odio me condeno.

Asdrubal se entrega a l mas grande despecho.

Esc. Depon tu ciego enojo ., fiero A í - drubal;

pero con cl furor no o ye mis fuegos: rebientan sangre sus hinchadas ve­

nas:encarnizados con visage horrendo vuelve en blanco los ojos espantosos: no he visto mas voraz, ni cruel des­

pecho.L levadle donde temple su fiereza: huyamos de este sitio ,de horror lié-

no.Asd. F u é Cartago, fué Asdrubal; pero

iniquosfué Rom a , fué Escipion dirán .los

tiempos.

r I N .

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n S T A S M h a l l a r a -^ L A S S l G U I M ^ T E S r

L as V íctim as del Am or, í 'ed erico IL tre s partes.L as tres partes de Carlos X I I .L a jAcoba.E l Pueblo F e liz .L a H idalgu ij de una Inglesa. LaC écU ia, primera y segunda parte.E l Triunfo de Tomiris.Gustabo Adolfo , R e y de Suecia.L a Industriosa Madrileña ■El Calderero de San Germán. i-Carlos V - sobre Dura.D e dos enemigos hace el amor dos

amigos.■El Prem io de la Hum anidad.E l Hom bre convencido á la razón. Hernán Cortés en Tabasco.L a toma de M ilán.L a Justina.A caso, astucia y valor.A ragón restaurado.L o s tres Mellizos.L a Cam ila.L a virtud premiada.E l Severo Dictador.L a F ie l Pastorcitay Tirano del Castillo, T ro y a abrasada.E l Am or perseguido.E l Toledano M oyses.E l natural V izcaín o .Caprichos de amor y zelos.E l mas H eroyco Español.L u is X I V . el Grande.Jerusalen conquistada.Defensa de J3 arceIona.E l Hidalgo tramposo.Orestes en Sciro , tragedia.L a desgraciada hermosura, tragedia. E l A lba y el Sol.D e un acaso nacen muchos.E l Abuelo y la Nieta.E l tirano de Lom bardía.C ó no ha de ser la amistad.L a buena Esposa en un acto.E l Feliz encuentro.

L a V iu d a generosa.M unuza. Tragedia en cinco actos.L a Buena 'Madrastra.E l Buen hijo.Siempre triunfa la inocencia.A lexandro en Scútaro.Christobal Colon.L a Ju d it Castellana.

■"La R.izon todo lo vence.E l buen L.tbrador.E l Fénix de los C riados.E l inocente usurpador.

“Doña M aría Pacheco , tragedia.Buen amante y Buen amigp.A cm et el Magnánimo. '•E l Zeloso Don Lesmes.L a Esclaxa del N egro Ponto.Olimpia y N icandro.E l Embu'itcro Encañado.E l Naufragio Feliz .E l Atolondrado. ' ,E l Jo ve n Pedro de Guzm an.

• M arco Antonio y Cleopatra.L a Buena Criada.Doña Bcrenguela.Para averiguar verdades el tiempo me­

jor testigo.Ino y Temisto.L a Constancia Española. ' 'María Teresa de Austria en L a n d a w . Solimán Segundo.La. Escocesa en Lam brun.Perico cl de los Palotes.Medea Cruel.E l Idome'neo.E l Matrimonio por razón de estado. Doña Inés de Castro , diálogo.E l Tirano de Ormuz.E l Casado avergonzado. ^E l Poeta escribiendo.Ariadna abandonada.Tener zelos de sí mismo.E l Bueno y el M al Am igo.L a Y.irtud aun entre Persas lauros y

honores grangea, con lo asy saynetes.