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Semana del 08 al 14 de Junio 2015 [E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya] Recuerda que haciendo clic en alguno de los anuncios donde descargaste este archivo, aportas al mantenimiento económico del servidor y hosting de la página y de futuros proyectos. www.ayudatj.com o www.epubteo.blogspot.com GRACIAS!! [Canción 6 ][E. Libro] [Inicio] [ 17 ][ 18 ][ 19 ][ 20 ][ 21 ] cl cap. 25 párrs. 17-21 y recuadro de la página 259 (30 min.) Ocasiones en que Jehová no se compadece 17-19. a) ¿Cómo muestra la Biblia que la compasión de Jehová tiene límites? b) ¿Por qué se agotó la compasión de Jehová hacia su pueblo? [ 17 ] [Textos] ¿Deberíamos imaginar, entonces, que la entrañable compasión de Jehová carece de límites? Todo lo contrario. La Biblia indica claramente que la niega con toda justicia a quienes se oponen a sus rectos caminos (Hebreos 10:28). Veamos por qué actúa así examinando el ejemplo de los israelitas. [ 18 ] [Textos] Aunque él los liberó de sus enemigos en repetidas ocasiones, terminaron superando los límites de la compasión divina. Aquellos obstinados se entregaron al culto de ídolos abominables, que llegaron a introducir en el templo del Altísimo (Ezequiel 5:11; 8:17, 18). Además, “continuamente estuvieron burlándose de los mensajeros del Dios verdadero y despreciando sus palabras y mofándose de sus profetas, hasta que la furia de Jehová subió contra su pueblo, hasta que no hubo curación” (2 Crónicas 36:16). Alcanzaron una degradación tal, que no hubo ya razón válida para que Dios, cuya justa indignación habían provocado, siguiera mostrándoles misericordia. ¿Cuáles fueron las consecuencias? [ 19 ] [Textos] Jehová ya no podía apiadarse de su pueblo. De ahí que proclamara: “No mostraré compasión, ni sentiré pena, y no tendré la misericordia de guardarme de arruinarlos” (Jeremías 13:14). Por consiguiente, Jerusalén y su templo fueron destruidos, y los israelitas, llevados cautivos a Babilonia. ¡Qué trágico es que los pecadores se vuelvan tan rebeldes que lleguen a exceder los límites de la compasión de Dios! (Lamentaciones 2:21.) 20, 21. a) ¿Qué sucederá cuando se agote la compasión divina en nuestro tiempo? b) ¿Qué compasivo don divino analizará el próximo capítulo? [ 20 ] [Textos] ¿Y qué decir de la actualidad? Jehová no ha cambiado. Misericordiosamente, ha dado a sus Testigos la comisión de predicar las “buenas nuevas del reino” en toda la Tierra habitada (Mateo 24:14). Las personas de corazón recto que reaccionan bien a tal proclamación reciben ayuda divina para comprender el mensaje del Reino (Hechos 16:14). Sin embargo, esta obra no perdurará indefinidamente. No sería compasivo que Dios permitiera que este mundo malvado, con sus miserias y sufrimientos, continuara sin cesar. Por el contrario, el Todopoderoso lo castigará cuando se haya agotado Su compasión. Pero incluso entonces seguirá motivándolo esta cualidad, porque se compadecerá de su “santo nombre” y de sus siervos fieles (Ezequiel 36:20-23). Por ello, eliminará toda maldad y establecerá un nuevo mundo justo. Tocante a los inicuos declara: “Mi ojo no se sentirá apenado, ni mostraré compasión. Ciertamente traeré sobre su propia cabeza su camino” (Ezequiel 9:10). [ 21 ] [Textos] Hasta que llegue ese día, Jehová se apiadará de las personas, incluidas las que van camino de la destrucción. Los humanos pecadores que se arrepientan de corazón se beneficiarán de un don divino que brota de la compasión: el perdón. En el próximo capítulo comentaremos bellas imágenes bíblicas que exponen el perdón completo que otorga Dios.

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Semana del 08 al 14 de Junio 2015

[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]

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GRACIAS!!

[Canción 6 ][E. Libro] [Inicio]

[ 17 ][ 18 ][ 19 ][ 20 ][ 21 ]

cl cap. 25 párrs. 17-21 y recuadro de la página

259 (30 min.)

Ocasiones en que Jehová no se compadece

17-19. a) ¿Cómo muestra la Biblia que la compasión

de Jehová tiene límites? b) ¿Por qué se agotó la

compasión de Jehová hacia su pueblo?

[ 17 ] [Textos] ¿Deberíamos imaginar, entonces, que

la entrañable compasión de Jehová carece de límites?

Todo lo contrario. La Biblia indica claramente que la

niega con toda justicia a quienes se oponen a sus rectos

caminos (Hebreos 10:28). Veamos por qué actúa así

examinando el ejemplo de los israelitas.

[ 18 ] [Textos] Aunque él los liberó de sus enemigos

en repetidas ocasiones, terminaron superando los

límites de la compasión divina. Aquellos obstinados se

entregaron al culto de ídolos abominables, que llegaron

a introducir en el templo del Altísimo (Ezequiel 5:11;

8:17, 18). Además, “continuamente estuvieron

burlándose de los mensajeros del Dios verdadero y

despreciando sus palabras y mofándose de sus

profetas, hasta que la furia de Jehová subió contra su

pueblo, hasta que no hubo curación” (2 Crónicas 36:16).

Alcanzaron una degradación tal, que no hubo ya razón

válida para que Dios, cuya justa indignación habían

provocado, siguiera mostrándoles misericordia. ¿Cuáles

fueron las consecuencias?

[ 19 ] [Textos] Jehová ya no podía apiadarse de su

pueblo. De ahí que proclamara: “No mostraré

compasión, ni sentiré pena, y no tendré la misericordia

de guardarme de arruinarlos” (Jeremías 13:14). Por

consiguiente, Jerusalén y su templo fueron destruidos, y

los israelitas, llevados cautivos a Babilonia. ¡Qué trágico

es que los pecadores se vuelvan tan rebeldes que

lleguen a exceder los límites de la compasión de Dios!

(Lamentaciones 2:21.)

20, 21. a) ¿Qué sucederá cuando se agote la

compasión divina en nuestro tiempo? b) ¿Qué

compasivo don divino analizará el próximo capítulo?

[ 20 ] [Textos] ¿Y qué decir de la actualidad? Jehová

no ha cambiado. Misericordiosamente, ha dado a sus

Testigos la comisión de predicar las “buenas nuevas del

reino” en toda la Tierra habitada (Mateo 24:14). Las

personas de corazón recto que reaccionan bien a tal

proclamación reciben ayuda divina para comprender el

mensaje del Reino (Hechos 16:14). Sin embargo, esta

obra no perdurará indefinidamente. No sería compasivo

que Dios permitiera que este mundo malvado, con sus

miserias y sufrimientos, continuara sin cesar. Por el

contrario, el Todopoderoso lo castigará cuando se haya

agotado Su compasión. Pero incluso entonces seguirá

motivándolo esta cualidad, porque se compadecerá de

su “santo nombre” y de sus siervos fieles (Ezequiel

36:20-23). Por ello, eliminará toda maldad y establecerá

un nuevo mundo justo. Tocante a los inicuos declara:

“Mi ojo no se sentirá apenado, ni mostraré compasión.

Ciertamente traeré sobre su propia cabeza su camino”

(Ezequiel 9:10).

[ 21 ] [Textos] Hasta que llegue ese día, Jehová se

apiadará de las personas, incluidas las que van camino

de la destrucción. Los humanos pecadores que se

arrepientan de corazón se beneficiarán de un don divino

que brota de la compasión: el perdón. En el próximo

capítulo comentaremos bellas imágenes bíblicas que

exponen el perdón completo que otorga Dios.

Preguntas para meditar

Jeremías 31:20 ¿Con cuánta ternura ve Jehová a su pueblo, y qué sentimientos para con él nos inspira dicha actitud?

(Jeremías 31:20) “¿Es Efraín para mí un hijo precioso, o un

niño acariciado? Porque al grado que hablé contra él, sin falta me acordaré de él más aún. Por eso mis intestinos se han alborotado por él. Con toda seguridad le tendré piedad”, es la expresión de Jehová.

Joel 2:12-14, 17-19 ¿Qué debía hacer el pueblo de Jehová para beneficiarse de la compasión divina, y qué lección nos enseña este hecho?

(Joel 2:12-14) “Y ahora también —la expresión de Jehová

es— vuelvan a mí con todo su corazón, y con ayuno y con lloro y con plañido.

13 Y rasguen su corazón, y no sus prendas

de vestir; y vuelvan a Jehová su Dios, porque él es benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa, y ciertamente sentirá pesar debido a la calamidad. 14

¿Quién hay que sepa si se volverá y realmente sentirá pesar

y dejará que después de ello quede una bendición, una ofrenda de grano y una libación para Jehová el Dios de ustedes?

(Joel 2:17-19) ”Entre el pórtico y el altar, que los sacerdotes,

los ministros de Jehová, lloren y digan: „Siente pena, sí, oh Jehová, por tu pueblo, y no hagas de tu herencia un oprobio, de modo que gobiernen naciones sobre ellos. ¿Por qué deberían decir entre los pueblos: “¿Dónde está su Dios?”‟.

18 Y

Jehová será celoso por su tierra y mostrará compasión a su pueblo.

19 Y Jehová responderá y dirá a su pueblo: „Aquí voy a

enviarles el grano y el vino nuevo y el aceite, y ustedes ciertamente estarán satisfechos con ello; y ya no los haré un oprobio entre las naciones.

Jonás 4:1-11 ¿Cómo le enseñó Jehová a Jonás la importancia de la compasión?

(Jonás 4:1-11) A Jonás, sin embargo, esto le desagradó sumamente, y llegó a estar enardecido de cólera.

2 Por lo

tanto, oró a Jehová y dijo: “Ah, pues, oh Jehová, ¿no era este un asunto mío, mientras yo estaba en mi propio suelo? Por eso proseguí y huí a Tarsis; porque sabía que tú eres un Dios benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa, y que sientes pesar en cuanto a la calamidad.

3 Y ahora, oh Jehová, quita, por favor, mi alma de

mí, porque mejor es mi morir que mi estar vivo”. 4 A su vez,

Jehová dijo: “¿Es con razón que te has enardecido de cólera?”.

5 Entonces Jonás salió de la ciudad y se sentó al este

de la ciudad; y gradualmente se hizo allí una cabaña, para sentarse bajo ella en la sombra hasta ver lo que llegaría a ser de la ciudad.

6 De consiguiente, Jehová Dios asignó una

calabaza vinatera, para que subiera sobre Jonás, de modo que llegara a ser sombra sobre su cabeza, para librarlo de su estado calamitoso. Y Jonás empezó a regocijarse mucho por la calabaza vinatera.

7 Pero el Dios [verdadero] asignó un

gusano al ascender el alba al día siguiente, para que hiriera la calabaza vinatera; y esta gradualmente se secó.

8 Y sucedió

que, tan pronto como el sol brilló, Dios también procedió a asignar un viento abrasador del este, y el sol siguió hiriendo la cabeza de Jonás, de modo que él se desmayaba; y siguió pidiendo que su alma muriera, y repetidamente decía: “Mejor es mi morir que mi estar vivo”.

9 Y Dios procedió a decir a

Jonás: “¿Es con razón que te has enardecido de cólera en cuanto a la calabaza vinatera?”. Ante aquello, él dijo: “Con razón me he enardecido de cólera, hasta el punto de la

muerte”. 10

Pero Jehová dijo: “Tú, por tu parte, sentiste lástima

por la calabaza vinatera, por la cual no te afanaste, y que no hiciste crecer, la cual resultó ser el simple crecimiento de una noche y pereció como simple crecimiento de una noche.

11 Y,

por mi parte, ¿no debería yo sentir lástima por Nínive la gran ciudad, en la cual existen más de ciento veinte mil hombres que de ningún modo saben la diferencia entre su mano derecha y su izquierda, además de muchos animales domésticos?”.

Hebreos 10:26-31 ¿Por qué no podemos abusar de la misericordia, o compasión, de Jehová?

(Hebreos 10:26-31) Porque si voluntariosamente practicamos

el pecado después de haber recibido el conocimiento exacto

de la verdad, no queda ya sacrificio alguno por los pecados, 27

sino [que hay] cierta horrenda expectación de juicio y [hay]

un celo ardiente que va a consumir a los que están en

oposición. 28

Cualquiera que ha desatendido la ley de Moisés

muere sin compasión, por el testimonio de dos o tres. 29

¿De

cuánto más severo castigo piensan ustedes que será

considerado digno el que ha hollado al Hijo de Dios y que ha

estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la

cual fue santificado, y que ha ultrajado con desdén el espíritu

de bondad inmerecida? 30

Porque conocemos al que dijo: “Mía

es la venganza; yo recompensaré”; y otra vez: “Jehová juzgará

a su pueblo”. 31

Es cosa horrenda caer en las manos de[l] Dios

vivo.

[E.M.T] [Inicio]

[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]

[P.S] 8 de jun. Lectura de la Biblia: 2 Samuel 19 a 21 | Puntos Sobresalientes

19:24, 30. Mefibóset apreció profundamente la bondad amorosa de David y se sometió de buena gana a la decisión del rey con respecto a Zibá. El aprecio por Jehová y su organización debe impulsarnos a ser sumisos.

20:21, 22. La sabiduría de una sola persona puede librar de la desgracia a muchas (Eclesiastés 9:14, 15).

21:8. ¿Por qué se dice que Mical, la hija de Saúl, tuvo cinco hijos, si 2 Samuel 6:23 afirma que murió sin descendencia? La explicación más aceptada es que estos fueron los hijos de su hermana Merab, que se casó con Adriel. Es probable que Merab muriera joven y que Mical, quien no tenía hijos, criara a los muchachos.

21:9, 10. ¿Cuánto tiempo custodió Rizpá a sus dos hijos y a los cinco nietos de Saúl que fueron ejecutados por los gabaonitas? Estos siete varones fueron colgados “en los primeros días de la siega” —marzo o abril—, y sus cadáveres se dejaron expuestos en una montaña. Rizpá custodió los siete cadáveres día y noche hasta que Jehová mostró que su furia se había aplacado poniendo fin a la sequía. Es improbable que cayera aguacero alguno antes del final de la siega en octubre. Por lo tanto, es muy posible que Rizpá pasara hasta cinco o seis meses vigilando los cuerpos. Después David se encargó de que se enterraran los huesos.

[Nº1] Núm. 1: 2 Samuel 19:24-37

24 En cuanto a Mefibóset nieto de Saúl, bajó al

encuentro del rey; y no había atendido a sus pies ni había atendido a su bigote ni había lavado sus prendas de vestir desde el día en que el rey se fue hasta el día en que vino en paz.

25 Y aconteció que, cuando vino a

Jerusalén al encuentro del rey, entonces el rey le dijo: “¿Por qué no fuiste conmigo, Mefibóset?”.

26 A lo que él

dijo: “Señor mío el rey, fue mi siervo que me embaucó. Porque tu siervo había dicho: „Déjame aparejarme el asna para cabalgar sobre ella e ir con el rey‟, porque tu siervo es cojo.

27 De modo que él calumnió a tu siervo

ante mi señor el rey. Pero mi señor el rey es como un ángel del Dios [verdadero], y así es que haz lo que sea bueno a tus ojos.

28 Porque toda la casa de mi padre no

hubiera llegado a ser otra cosa sino condenada a muerte ante mi señor el rey, y, no obstante, colocaste a tu siervo entre los que comen a tu mesa. Entonces, ¿qué tengo todavía como justa pretensión siquiera para clamar más al rey?”.

29 Sin embargo, el rey le dijo: “¿Por qué sigues aún

hablando tus palabras? Digo en efecto: Tú y Zibá deben compartir el campo”.

30 Ante esto, Mefibóset dijo al rey:

“Que tome aun todo, ya que mi señor el rey ha venido en paz a su casa”.

31 Y Barzilai el galaadita mismo bajó de Roguelim

para pasar hasta el Jordán con el rey, para escoltarlo hasta el Jordán.

32 Y Barzilai era muy viejo, pues tenía

ochenta años de edad; y él mismo proveyó al rey de alimento mientras estuvo morando en Mahanaim, porque el hombre era personaje muy grande.

33 Así que

el rey dijo a Barzilai: “Cruza tú mismo conmigo, y ciertamente te proveeré de alimento conmigo en Jerusalén”.

34 Pero Barzilai dijo al rey: “¿Como qué son

los días de los años de mi vida, para que yo suba con el rey a Jerusalén?

35 Tengo ochenta años de edad hoy.

¿Pudiera yo discernir entre lo bueno y lo malo, o pudiera tu siervo gustar lo que comiera o lo que bebiera, o pudiera escuchar ya la voz de cantores y cantoras? ¿Por qué, pues, debe hacerse tu siervo una carga ya a mi señor el rey?

36 Porque solo por corta distancia tu

siervo pudo acompañar al rey hasta el Jordán, ¿y por qué debe pagarme el rey con este galardón?

37 Deja que

tu siervo se vuelva, por favor, y déjame morir en mi ciudad, cerca de la sepultura de mi padre y mi madre.

Pero aquí está tu siervo Kimham. Que él cruce con mi señor el rey; y hazle lo que sea bueno a tus ojos”.

[Nº2] Núm. 2: ¿Cómo podemos ser felices? (igw

pág. 22 párrs. 1-3) PREGUNTA 15

¿Cómo podemos ser felices?

“Mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro cebado en pesebre y, junto con él, odio.”

(Proverbios 15:17)

“Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar.”

(Isaías 48:17)

“Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.”

(Mateo 5:3)

[Nº3] Núm. 3: Caifás. Tema: Los que tienen culpa de

sangre y se oponen a la verdad nunca triunfarán (it-1 pág. 386)

CAIFÁS

José Caifás era quien ocupaba el puesto de sumo sacerdote durante el ministerio terrestre de Jesús. (Lu 3:2.) Era yerno del sumo sacerdote Anás (Jn 18:13; véase ANÁS), y recibió su nombramiento del antecesor de Poncio Pilato, Valerio Grato, hacia el año 18 E.C., aunque hay quien afirma que no fue sino hasta el año 26 E.C. Ocupó ese cargo hasta alrededor del año 36 E.C., más tiempo que cualquiera de sus

predecesores inmediatos, gracias a su sagaz diplomacia y cooperación con el gobierno romano. Caifás era saduceo (Hch 5:17) y buen amigo de Pilato.

Como cabecilla del complot contra Jesús, Caifás profetizó, aunque no de sí mismo, que Jesús moriría en breve por la nación, e hizo todo cuanto pudo para que esto fuera así. (Jn 11:49-53; 18:12-14.) En el juicio de Jesús delante del Sanedrín, rasgó sus prendas exteriores de vestir y dijo: “¡Ha blasfemado!”. (Mt 26:65.) Cuando Jesús compareció ante Pilato, Caifás probablemente fue uno de los que gritaron: “¡Al madero con él! ¡Al madero con él!” (Jn 19:6, 11); fue uno de los que pidieron que se soltase a Barrabás en vez de a Jesús (Mt 27:20, 21; Mr 15:11); estuvo entre los que gritaron: “No tenemos más rey que César” (Jn 19:15), y también fue uno de los que protestaron por la inscripción que se había puesto sobre el madero de tormento de Jesús: “El rey de los judíos”. (Jn 19:21.)

La muerte de Jesús no hizo que Caifás cesase de perseguir al incipiente cristianismo. Sin dilación se llevó a los apóstoles ante este líder religioso; se les ordenó con firmeza que dejaran de predicar, se les amenazó e incluso golpeó, pero en vano. “Todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar” con su predicación a pesar de la posición de Caifás. (Hch 4:5-7; 5:17, 18, 21, 27, 28, 40, 42.) Pronto las manos de Caifás se volvieron a manchar de sangre, esta vez con la del justo Esteban, y más tarde facilitó a Saulo de Tarso cartas de presentación para que pudiera extender la campaña homicida contra los cristianos hasta Damasco. (Hch 7:1, 54-60; 9:1, 2.) Sin embargo, no mucho después, un funcionario romano llamado Vitelio destituyó a Caifás de su puesto.

[R. Servicio] [Inicio]

Reunión de Servicio

Tema del mes: “Recuerda los días de la

antigüedad” (Deuteronomio 32:7).

Canción 90

10 min. Recuerda los días de la antigüedad. Discurso

basado en el tema del mes. Lea y analice

Deuteronomio 4:9; 32:7 y Salmo 71:15-18. Explique

cómo puede ayudarnos recordar acontecimientos y

personas de nuestra historia teocrática. Recomiende

a los presentes analizar de vez en cuando artículos de

la serie “De nuestros archivos” de La Atalaya durante

la Noche de Adoración en Familia. Repase algunos de

los discursos que se presentarán este mes en la

Reunión de Servicio y diga cómo se relacionan con el

tema.

(Deuteronomio 4:9) ”Solo que, cuídate y cuida bien tu alma,

para que no olvides las cosas que tus ojos han visto y para que no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; y tienes que darlas a conocer a tus hijos y a tus nietos,

(Deuteronomio 32:7) Recuerda los días de la antigüedad,

consideren de generación en generación los años pasados; pregunta a tu padre, y él podrá informarte; a los tuyos que han envejecido, y ellos podrán decírtelo.

(Salmo 71:15-18) Mi propia boca relatará tu justicia; todo el

día, tu salvación, pues no he llegado a saber las cantidades [de ellas].

16 Vendré en magnífico poderío, oh Señor Soberano

Jehová; mencionaré tu justicia, la tuya sola. 17

Oh Dios, tú me

has enseñado desde mi juventud en adelante, y hasta ahora sigo informando acerca de tus maravillosas obras.

18 Y aun

hasta la vejez y canicie, oh Dios, no me dejes, hasta que informe acerca de tu brazo a la generación; a todos los que han de venir, acerca de tu poderío.

20 min. “Mejore sus habilidades en el ministerio:

empiece un curso bíblico en la puerta con el folleto

Buenas noticias de parte de Dios.” Análisis con el

auditorio a cargo del superintendente de servicio.

Mencione algunas cifras de la actividad de la

congregación en la predicación que indiquen el

potencial que hay para empezar más cursos bíblicos.

Haga que un publicador con experiencia demuestre

cómo se puede usar la presentación del recuadro

para comenzar un curso bíblico en la puerta. Anime a

todos a ponerse la meta de empezar un curso bíblico

en la primera visita.

Mejore sus habilidades en el

ministerio: empiece un curso bíblico

en la puerta con el folleto Buenas

noticias de parte de Dios

Por qué es importante. Tenemos que saber enseñar

para ayudar a las personas a hacerse discípulos (Mat.

28:19, 20). Todos podemos ser buenos maestros de la

verdad si utilizamos bien las herramientas que

tenemos a nuestro alcance. Una publicación

especialmente pensada para ello es el folleto Buenas

noticias de parte de Dios. De hecho, podemos usarlo

para empezar un curso bíblico la primera vez que

hablemos con una persona en la misma puerta de su

casa.

Cómo hacerlo:

Repase la presentación del recuadro. (Vea también

Nuestro Ministerio del Reino de marzo de 2013.)

Asegúrese de llevar suficientes folletos cuando vaya a

predicar. Tenga a mano su copia personal.

Analice solo uno o dos párrafos, y hágalo en diez

minutos o menos.

Intente esto durante el mes:

Ore para tener el deseo de empezar un curso bíblico.

Pídale a Jehová su ayuda para empezar un curso de la

Biblia, y para ser un buen maestro de la verdad (Filip.

2:13).

Practique lo que va decir en la adoración en familia o

durante su estudio personal. Así, podrá hablar con

más seguridad y se le hará más fácil empezar un

curso bíblico con una persona en la puerta de su casa.

Cuando vaya de casa en casa, puede

decir:

“Le visito porque sabemos que a la gente le preocupa

el futuro. ¿Cree usted que las cosas van a mejorar?

[Permita que la persona responda.] ¿Sabía que la

Biblia contiene buenas noticias que nos devuelven la

esperanza? Mire aquí algunas de las cosas que enseña

la Biblia.” Entréguele el folleto y pídale que elija una

de las preguntas que aparecen en la parte de atrás.

Entonces, vaya a la lección correspondiente y

demuestre cómo se estudia el folleto. Quede en volver

para analizar la próxima pregunta de la lección.

Canción 29 y oración

Cántico 45 [Atalaya] [Inicio]

[ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ][ 7 ][ 8 ][ 9 ][ 10 ][ 11 ][ 12

][ 13 ][ 14 ][ 15 ][ 16 ][ 17 ][ 18 ]

Cómo capacitar a otros

“Las cosas que oíste de mí [...] encárgalas a

hombres fieles.” (2 TIM. 2:2)

Cántico 70

¿QUÉ RESPONDERÍA? ¿Cómo puede el anciano fortalecer el amor de un hermano por Jehová? ¿Qué textos podrían cambiar la actitud de un hermano que parece estar desconectado de la congregación? ¿Cómo puede seguir el ejemplo de Eliseo un hermano que está recibiendo preparación? 1. a) ¿Qué han sabido siempre los siervos de Dios? b) ¿Por qué necesitamos estar bien preparados hoy día? c) ¿Qué veremos en este artículo? [ 1 ] [Textos] LOS siervos de Dios siempre han

sabido que es muy importante estar bien capacitados.

Por ejemplo, el patriarca Abrán fue a rescatar a Lot de

sus secuestradores, y la Biblia dice que llevó a “sus

hombres adiestrados” para la batalla (Gén. 14:14-16).

En los días del rey David había cantores que alababan

a Jehová en el templo, y todos estaban “entrenados en

el canto” (1 Crón. 25:7). Hoy día estamos peleando

una guerra espiritual contra Satanás y sus seguidores,

y nos estamos esforzando de toda alma por alabar a

Jehová (Efes. 6:11-13; Heb. 13:15, 16). Si queremos

triunfar en nuestra lucha, debemos estar bien

preparados, tal como lo estuvieron los siervos de

Dios del pasado. Jehová ha encargado esta labor de

capacitación a los ancianos de congregación (2 Tim.

2:2). En este artículo veremos qué métodos están

utilizando algunos ancianos de experiencia para

enseñar a más hermanos a cuidar del rebaño.

FORTALEZCA EL AMOR QUE EL HERMANO SIENTE

POR JEHOVÁ

2. Al capacitar a un hermano, ¿qué podría hacer

falta, y por qué?

[ 2 ] [Textos] El trabajo de un anciano puede

compararse al de un agricultor. Antes de sembrar las

semillas, el agricultor tal vez necesite abonar el

terreno para hacerlo más productivo. De manera

similar, el anciano tal vez necesite nutrir primero el

corazón del hermano con pasajes de la Biblia (1 Tim.

4:6). Así, el hermano “absorberá” mejor la instrucción

que va a recibir.

3. a) ¿Cómo puede el anciano utilizar las palabras

de Marcos 12:29, 30 al conversar con el hermano?

b) ¿Cómo se sentirá el hermano cuando escuche

al anciano orar por él?

[ 3 ] [Textos] Si usted es anciano, debe averiguar

hasta qué grado ha llegado la verdad al corazón del

hermano. Para ello podría preguntarle: “¿Cómo ha

cambiado tu vida desde que te dedicaste a Jehová?”.

Esa pregunta le dará la oportunidad de conversar con

él y de explicarle qué se necesita para servir a Dios

con todo el corazón (lea Marcos 12:29, 30). Al final de

la conversación hagan una oración juntos, y pida a

Jehová que le dé su espíritu al hermano para ayudarlo

a progresar. Escuchar que usted ora por él de seguro

animará mucho al hermano.

4. a) Mencione relatos bíblicos que se pueden

usar para estimular el crecimiento espiritual de

un hermano. b) ¿Qué objetivo debe tener el

anciano al preparar a los hermanos?

[ 4 ] [Textos] Al empezar la capacitación, analice

relatos bíblicos que ayuden al hermano a entender la

importancia de ser servicial, confiable y humilde (1

Rey. 19:19-21; Neh. 7:2; 13:13; Hech. 18:24-26). Esas

cualidades son tan necesarias para el hermano como

el abono lo es para la tierra, pues estimulan su

crecimiento espiritual. Jean-Claude, un anciano de

Francia, comenta: “Mi principal objetivo al capacitar a

un hermano es ayudarlo a convertirse en un hombre

espiritual. Busco oportunidades para leer textos que

le permitan descubrir ‘las cosas maravillosas’ que

contiene la Palabra de Dios” (Sal. 119:18). ¿Qué otras

maneras hay de fortalecer a los hermanos?

PONGA METAS Y EXPLIQUE LAS RAZONES

5. a) ¿Por qué es necesario hablar sobre metas

espirituales? b) ¿Por qué es mejor capacitar a los

hermanos desde que son jóvenes? (Vea la nota.)

[ 5 ] [Textos] Pregúntele al hermano cuáles son sus

metas. Si ve que no tiene las ideas muy claras,

ayúdelo a encontrar una meta que sea razonable.

Háblele de una que se haya puesto usted y de cómo se

sintió cuando la alcanzó. Que el hermano note el

entusiasmo en sus palabras. Hablar de sus metas

podría parecer una técnica muy simple, pero

funciona. Víctor, anciano y precursor de África,

recuerda: “Cuando era joven, un anciano me hizo

varias preguntas bien pensadas sobre mis metas.

Aquello me ayudó a ver con más seriedad mi servicio

a Jehová”. Por otro lado, los ancianos de más

experiencia aseguran que lo mejor es empezar a

capacitar a los varones pronto, desde que estos

comienzan la adolescencia. ¿Qué se puede hacer?

Darles tareas que sean adecuadas a su edad. ¿Y qué

logra esa preparación? Que los chicos se mantengan

concentrados en alcanzar sus metas al avanzar en la

adolescencia, la época en la que más distracciones los

bombardean (lea Salmo 71:5, 17).*Nota

Nota: Si un joven es maduro y humilde, y si cumple los

requisitos que da la Biblia, los ancianos pueden

recomendarlo para que sea siervo ministerial aunque

todavía no tenga 20 años (1 Tim. 3:8-10, 12; vea La Atalaya

del 1 de julio de 1989, página 29).

Explique al hermano por qué es necesario hacer

una tarea y felicítelo cuando la cumpla (Vea los

párrafos 5 a 8)

6. ¿Qué importante método seguía Jesús al

capacitar a sus discípulos?

[ 6 ] [Textos] No se limite a decirle al hermano lo que

debe hacer. Dígale también por qué es necesario que

lo haga; así crecerá su deseo de servir. Jesús daba

razones. Por ejemplo, a sus apóstoles les dio la

siguiente instrucción: “Hagan discípulos de gente de

todas las naciones”. Pero antes les dijo por qué

debían obedecerlo: “Toda autoridad me ha sido dada

en el cielo y sobre la tierra” (Mat. 28:18, 19). ¿Cómo

puede usted imitar lo que hacía Jesús?

7, 8. a) ¿Cómo puede el anciano imitar el ejemplo

de Jesús al capacitar al hermano? b) ¿Por qué es

tan importante felicitar al hermano? c) ¿Qué

sugerencias ayudarán a los ancianos a dar una

mejor preparación? (Vea el recuadro “Cómo

capacitar a más hermanos”.)

[ 7 ] [Textos] Explíquele al hermano las razones

bíblicas por las que le pide que haga las cosas. Así se

acostumbrará a pensar en los principios bíblicos que

se deben tomar en cuenta en cada situación. Por

ejemplo, imagine que le pide al hermano que

mantenga limpia y sin obstáculos la entrada del Salón

del Reino. Léale Tito 2:10 y dígale que el mensaje del

Reino será más atractivo gracias a su trabajo.

También hágalo pensar en los beneficios que

recibirán los hermanos de edad avanzada. Eso lo

ayudará a entender que, aunque es importante

cumplir las instrucciones, lo principal es beneficiar a

las personas. Cuando el hermano vea el resultado de

su labor, se sentirá feliz de haber sido útil a la

congregación.

[ 8 ] [Textos] No olvide felicitarlo siempre que siga

sus sugerencias. ¿Por qué es esto tan importante? Por

la misma razón por la que es indispensable regar una

planta: porque es la mejor manera de hacer crecer al

hermano (compare con Mateo 3:17).

Cómo capacitar a más hermanos ALGUNOS ancianos que han capacitado con éxito a hermanos ofrecen estas sugerencias:

1. Sea ejemplar: cuide sus palabras y su conducta.

2. Anime al hermano a leer la Biblia completa en un año. Eso fortalecerá el amor que siente por Jehová.

3. Prediquen juntos. 4. Enséñele cómo dirigir bien una reunión para

ir a predicar. 5. Cuando dé un discurso público, pídale al hermano que lo siga con una copia del bosquejo. Así verá cómo presenta usted la información. 6. Invítelo a él y a su familia de vez en cuando a

su Noche de Adoración en Familia. 7. Organice un viaje con las familias de ambos

para predicar en algún territorio no asignado o en el que rara vez se predique.* Nota: Estas sugerencias les han

dado buenos resultados a ancianos de África, América, Asia, Australia y Europa. Estas sugerencias les han dado buenos resultados a ancianos de África, América, Asia, Australia y Europa.

UN DESAFÍO ESPECIAL

9. a) ¿Qué desafío especial tienen los ancianos de

los países más ricos? b) ¿Por qué algunos adultos

jóvenes de la congregación no ven el servicio a

Dios como una prioridad?

[ 9 ] [Textos] En los países más ricos, los ancianos

tienen un desafío especial: motivar a los adultos

jóvenes de la congregación a hacer más por el Reino.

Entrevistamos a ancianos experimentados de unos

veinte países desarrollados para entender mejor por

qué hay hermanos que huyen de las

responsabilidades de la congregación. La razón que

más se mencionó en la entrevista fue que sus padres

no los motivaron a ponerse metas espirituales. De

hecho, algunos de esos jóvenes tenían el deseo de

hacer más por el Reino, pero sus padres los animaron

a alcanzar metas profesionales. Como consecuencia,

el servicio a Dios nunca fue una prioridad en su vida

(Mat. 10:24).

10, 11. a) ¿Cómo podría un anciano ayudar poco a

poco a un hermano que parece estar

desconectado de la congregación? b) ¿Qué pasajes

bíblicos podría analizar el anciano con el

hermano, y por qué? (Vea la nota.)

[ 10 ] [Textos] Si un hermano parece estar

desconectado de la congregación, es posible cambiar

su forma de pensar, pero se necesita tiempo y

paciencia. Tal como un agricultor dirige poco a poco

el crecimiento de una planta usando guías, el anciano

puede ayudar poco a poco al hermano a ver la

necesidad de cambiar su actitud. Pero ¿cómo?

[ 11 ] [Textos] Dedicando tiempo a hacerse su amigo.

Dígale que la congregación lo necesita y vaya

razonando con él usando versículos de la Biblia.

Ayúdelo a reflexionar en lo que ha estado haciendo

con su vida desde que se dedicó a Jehová (Ecl. 5:4; Is.

6:8; Mat. 6:24, 33; Luc. 9:57-62; 1 Cor. 15:58; 2 Cor.

5:15; 13:5). Podría preguntarle algo como: “¿Qué le

prometiste a Jehová cuando te dedicaste a él?”.

Intente llegar a su corazón con estas otras preguntas:

“¿Cómo crees que se sintió Jehová cuando te

bautizaste?” (Prov. 27:11). “¿Cómo se habrá sentido

Satanás?” (1 Ped. 5:8.) Los pasajes bíblicos bien

seleccionados pueden llegar a lo más hondo del

corazón y motivar al hermano a cambiar (lea Hebreos

4:12).*Nota:

Nota: También se podrían usar algunos puntos de La

Atalaya del 15 de abril de 2012, páginas 14 a 16, párrafos 8

a 13, así como el capítulo 16 del libro “Manténganse en el

amor de Dios”, párrafos 1 a 3.

JOVEN, CUMPLE FIELMENTE TUS TAREAS

12, 13. a) ¿Qué actitud demostró Eliseo durante

su preparación? b) ¿Cómo recompensó Jehová la

lealtad de Eliseo?

[ 12 ] [Textos] ¿Y qué se puede decir de los jóvenes, a

los que tanto necesitamos en la congregación? ¿Qué

actitud necesitan para triunfar en la vida? Para

responder esta pregunta, hablemos de Eliseo, un

siervo de Dios del pasado.

[ 13 ] [Textos] Hace unos tres mil años, el profeta

Elías invitó a Eliseo a convertirse en su ayudante. El

joven aceptó sin dudarlo y estuvo dispuesto a realizar

tareas humildes para el profeta (2 Rey. 3:11).

Después de unos seis años, Eliseo ya estaba bien

capacitado. Entonces se enteró de que la labor de su

amo en Israel estaba a punto de terminar. En tres

ocasiones, Elías le pidió que dejara de seguirlo, pero

él se negó vez tras vez con estas palabras: “No te

dejaré”. Estaba decidido a quedarse junto a su

maestro todo el tiempo posible. Jehová vio la lealtad

de Eliseo y lo recompensó dejándolo ver la

espectacular partida de su amo (2 Rey. 2:1-12).

14. a) ¿Cómo pueden los jóvenes imitar a Eliseo?

b) ¿Por qué es tan importante que el joven

cumpla sin falta sus tareas?

[ 14 ] [Textos] ¿Cómo puedes imitar a Eliseo? Acepta

de buena gana cualquier tarea que te encarguen,

aunque sea humilde. Ve a tu maestro como un amigo

y dile que agradeces mucho sus esfuerzos. Eso es

como decirle: “No te dejaré, quiero seguir

aprendiendo de ti”. Pero sobre todo, cumple sin falta

tus tareas. ¿Por qué? Porque así demostrarás que

eres fiel y confiable, y los ancianos verán que eres la

clase de persona a la que Jehová quiere encargarle

más responsabilidades (Sal. 101:6; lea 2 Timoteo

2:2).

HERMANOS, RESPETEN LA EXPERIENCIA DE LOS

ANCIANOS

15, 16. a) ¿Cómo demostró Eliseo respeto por su

maestro? (Vea la ilustración del principio.) b)

¿Por qué se ganó Eliseo la confianza de sus

compañeros profetas?

[ 15 ] [Textos] Hay algo más que nos enseña el relato

de Eliseo: que los hermanos que están recibiendo

capacitación deben respetar la experiencia de los

ancianos. Elías y Eliseo fueron a Jericó a visitar a unos

profetas y después se dirigieron a pie al río Jordán.

Allí, “Elías tomó su prenda de vestir oficial y la

[enrolló] y golpeó las aguas, y estas se dividieron”.

Entonces ambos cruzaron el río y continuaron su

camino, “hablando al andar”. Como vemos, Eliseo no

creía que ya lo sabía todo. Siguió escuchando y

tomándose muy en serio cada palabra de su amo

hasta que este fue arrebatado en medio de una

tormenta de viento. Al regresar al río Jordán, Eliseo

golpeó las aguas con la misma prenda de Elías y dijo:

“¿Dónde está Jehová el Dios de Elías[?]”. Como

resultado, las aguas volvieron a dividirse (2 Rey. 2:8-

14).

[ 16 ] [Textos] Cabe notar que el primer milagro de

Eliseo fue exactamente igual al último de Elías. ¿Por

qué es interesante este detalle? Al parecer Eliseo no

pensó que, como ahora ocupaba el lugar de su amo,

tenía que comenzar a cambiar las cosas. Decidió

continuar su trabajo de profeta del mismo modo

como lo había estado haciendo Elías. Demostró

respeto por su maestro y gracias a ello se ganó la

confianza de sus compañeros profetas (2 Rey. 2:15).

Finalmente, Eliseo llegó a realizar muchos milagros

durante los sesenta años que fue profeta, muchos

más que Elías. ¿Cuál es la lección para los hermanos

que reciben capacitación hoy?

17. a) ¿Cómo pueden imitar la actitud de Eliseo

los hermanos que reciben capacitación hoy día?

b) ¿Cómo podría Jehová usar a algunos de esos

hermanos?

[ 17 ] [Textos] No piense que tendrá que cambiar las

cosas tan pronto como reciba un nombramiento. Las

cosas no tienen por qué hacerse de manera

completamente distinta a como se han hecho hasta

ahora. Los cambios no deben realizarse cuando uno

quiere, sino cuando la congregación lo necesite o la

organización de Jehová dé alguna instrucción. Eliseo

se ganó la confianza de sus compañeros siguiendo

con respeto los métodos de su maestro. Usted

también puede ganarse la confianza de sus hermanos

usando con respeto los métodos bíblicos que usan los

ancianos más experimentados (lea 1 Corintios 4:17).

Claro, con el tiempo ganará experiencia y podrá hacer

los cambios que hagan falta para que su congregación

progrese al mismo paso que la organización de

Jehová. Quizás hasta le pase igual que a Eliseo. Tal vez

con el tiempo Jehová lo use para hacer “obras

mayores” que sus maestros (Juan 14:12).

18. ¿Por qué es tan importante capacitar a más

hermanos?

[ 18 ] [Textos] Las sugerencias de este artículo y el

anterior sin duda motivarán a los ancianos a buscar

tiempo para capacitar a más hermanos. Asimismo se

espera que los hermanos acepten con gusto esa

capacitación y la aprovechen para cuidar bien al

rebaño. Eso fortalecerá a las congregaciones de todo

el mundo y contribuirá a que permanezcamos fieles

durante los sucesos tan cruciales que se acercan.

Textos del Libro

Párrafo 17

(Hebreos 10:28) Cualquiera que ha desatendido la ley

de Moisés muere sin compasión, por el testimonio de

dos o tres.

Párrafo 18

(Ezequiel 5:11) ”„Por lo tanto, tan ciertamente como que estoy vivo —es la expresión del Señor Soberano Jehová—, de seguro por causa de que fue mi santuario lo que contaminaste con todas tus cosas repugnantes y con todas tus cosas detestables, yo mismo también soy Aquel que ciertamente [te] disminuirá, y mi ojo no se sentirá apenado, y ciertamente yo mismo tampoco mostraré compasión.

(Ezequiel 8:17, 18) Y pasó a decirme: “¿Has visto [esto], oh hijo del hombre? ¿Es cosa tan liviana a la casa de Judá el hacer las cosas detestables que han hecho aquí, que tengan que llenar la tierra con violencia y que deban ofenderme de nuevo, y aquí estén empujando el vástago a mi nariz?

18 Y yo mismo

también actuaré con furia. Mi ojo no se sentirá apenado, ni sentiré compasión. Y ciertamente clamarán en mis oídos con fuerte voz, pero no los oiré”.

(2 Crónicas 36:16) Pero ellos continuamente estuvieron burlándose de los mensajeros del Dios [verdadero] y despreciando sus palabras y mofándose de sus profetas, hasta que la furia de Jehová subió contra su pueblo, hasta que no hubo curación.

Párrafo 19

(Jeremías 13:14) Y ciertamente los estrellaré uno contra otro, tanto a los padres como a los hijos, al mismo tiempo —es la expresión de Jehová—. No mostraré compasión, ni sentiré pena, y no tendré la misericordia de guardarme de arruinarlos”‟.

(Lamentaciones 2:21) Muchacho y viejo se han acostado en la tierra de las calles. Mis vírgenes y mis jóvenes mismos han caído a espada. Has matado en el día de tu cólera. Has degollado; no has tenido compasión.

Párrafo 20

(Mateo 24:14) Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

(Hechos 16:14) Y cierta mujer por nombre Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira y adoradora de Dios, estaba escuchando, y Jehová le abrió el corazón ampliamente para que prestara atención a las cosas que Pablo estaba hablando.

(Ezequiel 36:20-23) De modo que entraron en las naciones en donde entraron, y la gente procedió a profanar mi santo nombre al decir con referencia a ellos: „Estos son el pueblo de Jehová, y de la tierra de él han salido‟.

21 Y tendré compasión de mi santo nombre, el

cual los de la casa de Israel han profanado entre las naciones en donde han entrado”.

22 “Por lo tanto, di a la

casa de Israel: „Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: “No por causa de ustedes [lo] hago, oh casa de Israel, sino por mi santo nombre, el cual ustedes han profanado entre las naciones adonde han ido”‟.

23 „Y ciertamente santificaré mi gran nombre, que

estaba siendo profanado entre las naciones, que ustedes profanaron en medio de ellas; y las naciones tendrán que saber que yo soy Jehová —es la expresión del Señor Soberano Jehová— cuando yo sea santificado entre ustedes delante de los ojos de ellas.

(Ezequiel 9:10) Y en cuanto a mí también, mi ojo no se sentirá apenado, ni mostraré compasión. Ciertamente traeré sobre su propia cabeza su camino”.

Textos Atalaya

Párrafo 1

(Génesis 14:14-16) 14 Así llegó a oír Abrán que su

hermano había sido llevado cautivo. En seguida juntó en

formación militar a sus hombres adiestrados,

trescientos dieciocho esclavos nacidos en su casa, y fue

en persecución de ellos hasta Dan. 15 Y de noche se

puso a dividir sus fuerzas, él y sus esclavos, contra ellos,

y así los derrotó y siguió persiguiéndolos hasta Hobá,

que está al norte de Damasco. 16 Y procedió a recobrar

todos los bienes, y recobró también a Lot su hermano, y

sus bienes, y también a las mujeres y a la gente.

(1 Crónicas 25:7) 7 Y el número de ellos junto con sus

hermanos entrenados en el canto a Jehová, todos

peritos, llegó a ser doscientos ochenta y ocho.

(Efesios 6:11-13) 11 Pónganse la armadura completa

que proviene de Dios para que puedan estar firmes

contra las maquinaciones del Diablo; 12 porque

tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino

contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los

gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las

fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales. 13

Por esta causa tomen la armadura completa que

proviene de Dios, para que puedan resistir en el día

inicuo y, después de haber hecho todas las cosas

cabalmente, estar firmes.

(Hebreos 13:15-16) 15 Mediante él ofrezcamos siempre

a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios

que hacen declaración pública de su nombre. 16

Además, no olviden el hacer bien y el compartir cosas

con otros, porque dichos sacrificios le son de mucho

agrado a Dios.

(2 Timoteo 2:2) 2 y las cosas que oíste de mí con el

apoyo de muchos testigos, estas cosas encárgalas a

hombres fieles, quienes, a su vez, estarán

adecuadamente capacitados para enseñar a otros.

Párrafo 2

(Marcos 12:29-30) 29 Jesús contestó: “El primero es:

‘Oye, oh Israel, Jehová nuestro Dios es un solo Jehová,

30 y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu

corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con

todas tus fuerzas’.

Párrafo 3

(Marcos 12:29-30) 29 Jesús contestó: “El primero es:

‘Oye, oh Israel, Jehová nuestro Dios es un solo Jehová,

30 y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu

corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con

todas tus fuerzas’.

Párrafo 4

(1 Reyes 19:19-21) 19 Por lo tanto, él se fue de allí y

halló a Eliseo hijo de Safat mientras estaba arando con

doce yuntas delante de él, y él con la duodécima. Elías,

pues, cruzó a donde él y echó sobre él su prenda de

vestir oficial. 20 Por lo cual él dejó los toros y se fue

corriendo tras Elías y dijo: “Déjame, por favor, besar a

mi padre y a mi madre. Entonces ciertamente iré

siguiéndote”. Ante esto, él le dijo: “Anda, vuélvete;

pues, ¿qué te he hecho yo?”. 21 Así que se volvió de

seguirlo y entonces tomó una yunta de toros y los

sacrificó, y con los aparejos de los toros coció su carne y

luego la dio a la gente, y ellos procedieron a comer.

Después de aquello se levantó y se puso a seguir a Elías

y empezó a ministrarle.

(Nehemías 7:2) 2 Y pasé a poner al mando de Jerusalén

a Hananí mi hermano y a Hananías el príncipe del

Castillo, porque era un hombre muy fidedigno y temía al

Dios [verdadero] más que muchos otros.

(Nehemías 13:13) 13 Entonces puse a Selemías el

sacerdote y a Sadoc el copista y a Pedaya de los levitas a

cargo de los almacenes; y bajo el control de ellos estaba

Hanán hijo de Zacur hijo de Matanías, porque se les

consideraba fieles; y sobre ellos recayó el hacer la

distribución a sus hermanos.

(Hechos 18:24-26) 24 Ahora bien, cierto judío de

nombre Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente,

llegó a Éfeso; y estaba bien versado en las Escrituras. 25

Este había sido instruido oralmente en el camino de

Jehová y, puesto que estaba fulgurante con el espíritu,

iba hablando y enseñando con exactitud las cosas

acerca de Jesús, pero conocía solamente el bautismo de

Juan. 26 Y comenzó a hablar con denuedo en la

sinagoga. Cuando lo oyeron Priscila y Áquila, lo tomaron

consigo y le expusieron con mayor exactitud el camino

de Dios.

(Salmos 119:18) 18 Destapa mis ojos, para que mire las

cosas maravillosas procedentes de tu ley.

Párrafo 5

(Salmos 71:5) 5 Porque tú eres mi esperanza, oh Señor

Soberano Jehová, mi confianza desde mi juventud.

(Salmos 71:17) 17 Oh Dios, tú me has enseñado desde

mi juventud en adelante, y hasta ahora sigo informando

acerca de tus maravillosas obras.

Párrafo 6

(Mateo 28:18-19) 18 Y Jesús se acercó y les habló,

diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y

sobre la tierra. 19 Vayan, por lo tanto, y hagan

discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos

en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo,

Párrafo 7

(Tito 2:10) 10 no cometiendo robos, sino desplegando

buena fidelidad a plenitud, para que en todas las cosas

adornen la enseñanza de nuestro Salvador, Dios.

Párrafo 8

(Mateo 3:17) 17 ¡Mire! También hubo una voz desde

los cielos que decía: “Este es mi Hijo, el amado, a quien

he aprobado”.

Párrafo 9

(Mateo 10:24) 24 ”El discípulo no es superior a su

maestro, ni el esclavo superior a su señor.

Párrafo 10

Párrafo 11

(Eclesiastés 5:4) 4 Siempre que hagas un voto a Dios, no

titubees en pagarlo, porque no hay deleite en los

estúpidos. Lo que prometes en voto, págalo.

(Isaías 6:8) 8 Y empecé a oír la voz de Jehová que decía:

“¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”. Y yo

procedí a decir: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”.

(Mateo 6:24) 24 ”Nadie puede servir como esclavo a

dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se

apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes

servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.

(Mateo 6:33) 33 ”Sigan, pues, buscando primero el

reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas

les serán añadidas.

(Lucas 9:57-62) 57 Ahora bien, mientras iban por el

camino, alguien le dijo: “Te seguiré a cualquier lugar

adonde partas”. 58 Y Jesús le dijo: “Las zorras tienen

cuevas y las aves del cielo tienen donde posarse, pero el

Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza”. 59

Luego dijo a otro: “Sé mi seguidor”. El hombre dijo:

“Permíteme primero ir y enterrar a mi padre”. 60 Pero

él le dijo: “Deja que los muertos entierren a sus

muertos, mas vete tú y declara por todas partes el reino

de Dios”. 61 Y uno más dijo: “Te seguiré, Señor; pero

primero permíteme despedirme de los de mi casa”. 62

Jesús le dijo: “Nadie que ha puesto la mano en el arado

y mira a las cosas [que deja] atrás es muy apto para el

reino de Dios”.

(1 Corintios 15:58) 58 Por consiguiente, amados

hermanos míos, háganse constantes, inmovibles,

siempre teniendo mucho que hacer en la obra del

Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo

relacionado con [el] Señor.

(2 Corintios 5:15) 15 y murió por todos para que los

que viven no vivan ya para sí, sino para el que murió por

ellos y fue levantado.

(2 Corintios 13:5) 5 Sigan poniéndose a prueba para ver

si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes

mismos son. ¿O no reconocen que Jesucristo está en

unión con ustedes? A no ser que estén desaprobados.

(Proverbios 27:11) 11 Sé sabio, hijo mío, y regocija mi

corazón, para que pueda responder al que me está

desafiando con escarnio.

(1 Pedro 5:8) 8 Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su

adversario, el Diablo, anda en derredor como león

rugiente, procurando devorar [a alguien].

(Hebreos 4:12) 12 Porque la palabra de Dios es viva, y

ejerce poder, y es más aguda que toda espada de dos

filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y

entre coyunturas y [su] tuétano, y puede discernir

pensamientos e intenciones de[l] corazón.

Párrafo 12

Párrafo 13

(2 Reyes 3:11) 11 A lo que dijo Jehosafat: “¿No hay aquí

un profeta de Jehová? Entonces inquiramos de Jehová

por medio de él”. Por lo tanto, uno de los siervos del rey

de Israel contestó y dijo: “Está aquí Eliseo hijo de Safat,

que derramaba agua sobre las manos de Elías”.

(2 Reyes 2:1-12) 2 Y cuando Jehová había de llevarse a

Elías a los cielos en una tempestad de viento, aconteció

que Elías y Eliseo procedieron a partir de Guilgal. 2 Y

Elías empezó a decir a Eliseo: “Siéntate aquí, por favor,

porque Jehová mismo me ha enviado aun hasta Betel”.

Pero Eliseo dijo: “Tan ciertamente como que vive

Jehová y como que vive tu alma, yo ciertamente no te

dejaré”. De modo que bajaron a Betel. 3 Entonces los

hijos de los profetas que se hallaban en Betel salieron a

Eliseo y le dijeron: “¿Realmente sabes tú que hoy

Jehová va a quitar a tu amo de la jefatura sobre ti?”. A

lo que él dijo: “Bien lo sé yo también. Guarden silencio”.

4 Elías ahora le dijo: “Eliseo, siéntate aquí, por favor,

porque Jehová mismo me ha enviado a Jericó”. Pero él

dijo: “Tan ciertamente como que vive Jehová y como

que vive tu alma, yo ciertamente no te dejaré”. De

modo que llegaron a Jericó. 5 Entonces los hijos de los

profetas que se hallaban en Jericó se acercaron a Eliseo

y le dijeron: “¿Realmente sabes tú que hoy Jehová va a

quitar a tu amo de la jefatura sobre ti?”. A lo que dijo:

“Bien lo sé yo también. Guarden silencio”. 6 Elías ahora

le dijo: “Siéntate aquí, por favor, porque Jehová mismo

me ha enviado al Jordán”. Pero él dijo: “Tan

ciertamente como que vive Jehová y como que vive tu

alma, yo ciertamente no te dejaré”. De modo que los

dos siguieron adelante. 7 Y había cincuenta hombres de

los hijos de los profetas que fueron y se quedaron

parados a la vista, a cierta distancia; pero, en cuanto a

ellos dos, estuvieron parados junto al Jordán. 8

Entonces Elías tomó su prenda de vestir oficial y la

envolvió y golpeó las aguas, y estas se dividieron

gradualmente para acá y para allá, de manera que

ambos cruzaron por el suelo seco. 9 Y aconteció que,

en cuanto habían cruzado, Elías mismo dijo a Eliseo:

“Pide lo que he de hacer por ti antes que sea quitado de

ti”. A lo que dijo Eliseo: “Por favor, que dos partes de tu

espíritu vengan a mí”. 10 A lo que él dijo: “Has pedido

una cosa difícil. Si me ves cuando sea quitado de ti, te

sucederá así; pero si no *me ves+, no sucederá”. 11 Y

aconteció que, mientras ellos iban andando, hablando

al andar, pues, ¡mire!, un carro de guerra de fuego y

caballos de fuego, y estos procedieron a hacer una

separación entre los dos; y Elías fue ascendiendo a los

cielos en la tempestad de viento. 12 Durante todo este

tiempo Eliseo estaba viendo esto, y clamaba: “¡Padre

mío, padre mío, el carro de guerra de Israel y sus

hombres de a caballo!”. Y no lo vio más. En

consecuencia, asió sus propias prendas de vestir y las

rasgó en dos pedazos.

Párrafo 14

(Salmos 101:6) 6 Mis ojos están sobre los fieles de la

tierra, para que moren conmigo. El que anda en un

camino exento de falta, ese es el que me servirá de

ministro.

(2 Timoteo 2:2) 2 y las cosas que oíste de mí con el

apoyo de muchos testigos, estas cosas encárgalas a

hombres fieles, quienes, a su vez, estarán

adecuadamente capacitados para enseñar a otros.

Párrafo 15

(2 Reyes 2:8-14) 8 Entonces Elías tomó su prenda de

vestir oficial y la envolvió y golpeó las aguas, y estas se

dividieron gradualmente para acá y para allá, de manera

que ambos cruzaron por el suelo seco. 9 Y aconteció

que, en cuanto habían cruzado, Elías mismo dijo a

Eliseo: “Pide lo que he de hacer por ti antes que sea

quitado de ti”. A lo que dijo Eliseo: “Por favor, que dos

partes de tu espíritu vengan a mí”. 10 A lo que él dijo:

“Has pedido una cosa difícil. Si me ves cuando sea

quitado de ti, te sucederá así; pero si no [me ves], no

sucederá”. 11 Y aconteció que, mientras ellos iban

andando, hablando al andar, pues, ¡mire!, un carro de

guerra de fuego y caballos de fuego, y estos

procedieron a hacer una separación entre los dos; y

Elías fue ascendiendo a los cielos en la tempestad de

viento. 12 Durante todo este tiempo Eliseo estaba

viendo esto, y clamaba: “¡Padre mío, padre mío, el carro

de guerra de Israel y sus hombres de a caballo!”. Y no lo

vio más. En consecuencia, asió sus propias prendas de

vestir y las rasgó en dos pedazos. 13 Después de eso

alzó la prenda de vestir oficial de Elías que se le había

caído, y regresó y se situó junto a la orilla del Jordán. 14

Entonces tomó la prenda de vestir oficial de Elías que se

le había caído y golpeó las aguas y dijo: “¿Dónde está

Jehová el Dios de Elías, aun Él?”. Cuando golpeó las

aguas, entonces estas se dividieron gradualmente para

acá y para allá, de manera que Eliseo cruzó.

Párrafo 16

(2 Reyes 2:15) 15 Cuando los hijos de los profetas que

estaban en Jericó lo vieron desde alguna distancia,

empezaron a decir: “El espíritu de Elías se ha posado

sobre Eliseo”. Por consiguiente, fueron a su encuentro y

se inclinaron a tierra ante él.

Párrafo 17

(1 Corintios 4:17) 17 Por eso les envío a Timoteo,

puesto que él es mi hijo amado y fiel en [el] Señor; y él

les recordará mis métodos relacionados con Cristo

Jesús, así como yo estoy enseñando en todas partes en

toda congregación.

(Juan 14:12) 12 Muy verdaderamente les digo: El que

ejerce fe en mí, ese también hará las obras que yo hago;

y hará obras mayores que estas, porque yo estoy

siguiendo mi camino al Padre.

Cántico 6

La oración del siervo de Dios

(Efesios 6:18)

1. Padre, Jehová, altísimo Dios,

digno es tu nombre de veneración.

Eres tan tierno, tan justo y fiel,

en ti yo pongo toda mi fe.

En ti pongo yo mi fe,

Padre tierno, justo y fiel.

2. Tu voluntad enséñame a hacer,

a amar tus leyes con mi entero ser.

A los humildes quiero buscar

y consolarlos con tu verdad.

Tu consuelo quiero dar

al humilde, oh Jehová.

3. Lléname, Dios, de tu paz y amor,

dame también un sabio corazón.

Tu compasión deseo mostrar

y salvación a todos llevar.

Salvación voy a llevar

y tu compasión mostrar.

(Véanse también Sal. 143:10; Juan 21:15-17; Sant. 1:5.)

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Cántico 90

Las canas, hermosa corona

(Proverbios 16:31)

1. Contemplamos con amor

al anciano fiel.

Débiles sus manos son;

sólida su fe.

Aunque ya no tenga hoy

fuerzas como ayer,

no lo dejará Jehová

ahora en su vejez.

(ESTRIBILLO)

Oh Señor, recuerda

su fiel devoción.

Dale tu cariño

y tu aprobación.

2. Sus cabellos blancos son

signo de honor,

la corona de esplendor

que le da el Señor.

No podemos olvidar

que, con fe y virtud,

dedicó su vida a Dios

en su juventud.

(ESTRIBILLO)

Oh Señor, recuerda

su fiel devoción.

Dale tu cariño

y tu aprobación.

(Véanse también Sal. 71:9, 18; Pro. 20:29; Mat. 25:21,

23; Luc. 22:28; 1 Tim. 5:1.) volver

Cántico 29

Andaré en mi integridad

(Salmo 26)

1. Jehová, mi Dios, te ruego júzgame.

En ti confío yo, bien sabes que soy fiel.

Observa tú mi mente y corazón;

delante de ti están, refínalos, Señor.

(ESTRIBILLO)

Mi integridad yo mantendré, Jehová;

por la eternidad a ti seré leal.

2. Mi amistad al falso nunca di,

al hombre desleal yo siempre aborrecí.

La vida no me vayas a quitar

igual que al pecador que ama la maldad.

(ESTRIBILLO)

Mi integridad yo mantendré, Jehová;

por la eternidad a ti seré leal.

3. Tu casa es lo que más quiero yo,

a ella correré buscando tu favor.

Y marcharé en torno de tu altar;

agradecido a ti, mi voz te cantará.

(ESTRIBILLO)

Mi integridad yo mantendré, Jehová;

por la eternidad a ti seré leal.

(Véase también Sal. 25:2.) volver

Cántico 45

¡Adelante!

(Hebreos 6:1)

1. ¡Adelante, adelante a la madurez!

Crece cada vez más en conocimiento y fe.

Trata de mejorar siempre tu quehacer,

y Dios te bendecirá.

El mandato que nos dio el Señor,

cumplirás con gran dedicación.

Pide a Dios que te dé fuerzas y valor,

él no te abandonará.

2. ¡Adelante, adelante, sin desmayar!

Buenas nuevas eternas anuncia en todo hogar.

A Jehová, nuestro Rey, debes alabar,

su mensaje difundir.

No sucumbas jamás al temor,

nunca aflojes en tu comisión.

Deja oír la verdad con potente voz,

fiel mantente hasta el fin.

3. ¡Adelante, adelante! ¡Ni un paso atrás!

La labor grande es, hazte hábil y capaz.

Busca dar lo mejor de ti a Jehová,

solo así serás feliz.

Por amor ve a buscar con afán

al que quiera escuchar la verdad.

Con tu ayuda podrá madurez lograr

y la vida conseguir.

(Véanse también Fili. 1:27; 3:16; Heb. 10:39.) volver

Cántico 70

Asegúrate de lo más importante

(Filipenses 1:10)

1. Hoy es vital saber distinguir

la verdad de la falsedad,

saber también a qué cosas quiere Jehová

que des prioridad:

que odies el mal y ames el bien,

que seas fiel

y no descuides jamás la oración,

que oigas su voz

y a diario leas su justa ley.

2. ¿Qué puede ser de más importancia

que hablar del Reino de Dios

y hallar a las ovejas perdidas

llevándoles salvación?

Deben oír y conocer

qué han de hacer

para obtener libertad de Satán

y disfrutar

de la amistad del Señor Jehová.

3. Si prestas atención a lo que es primordial,

tu fe crecerá,

la paz de Dios, que el mundo no alcanza a entender,

te protegerá.

Líbrate ya de la inquietud,

sigue a Jesús,

miles de amigos y hermanos tendrás.

Y en su bondad,

tu Dios, Jehová, velará por ti.

(Véanse también Sal. 97:10; Mat. 22:37; Juan 21:15-17;

Hech. 10:42.) volver

2 Samuel 19 a 21

19 Más tarde, se informó a Joab: “¡Mira! El rey está llorando, y hace duelo por Absalón”.

2 Así que la

salvación de aquel día vino a ser ocasión de duelo de parte de toda la gente, porque la gente oyó decir aquel día: “El rey se ha sentido herido por su hijo”.

3 Y la gente

empezó a irse a hurtadillas aquel día para entrar en la ciudad, tal como suele irse a hurtadillas la gente cuando se siente avergonzada por haber huido en la batalla.

4 Y

el rey mismo se cubrió el rostro, y el rey siguió clamando en alta voz: “¡Hijo mío, Absalón! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!”.

5 Por fin Joab entró a donde el rey en la casa y dijo:

“Tú has avergonzado hoy el rostro de todos tus siervos, los que proveyeron escape para tu alma hoy y para el alma de tus hijos y tus hijas y para el alma de tus esposas y para el alma de tus concubinas,

6 amando a

los que te odian y odiando a los que te aman; porque hoy has dado informe de que jefes y siervos nada te son a ti, pues bien sé yo hoy que si solo estuviera vivo Absalón y todos nosotros hoy estuviéramos muertos, pues, en tal caso ello sería recto a tus ojos.

7 Y ahora

levántate, sal fuera y habla directamente al corazón de tus siervos, porque, por Jehová, de veras juro que, en caso de que no salgas, no se alojará ni un hombre contigo esta noche; y esto ciertamente te será peor que

todo el perjuicio que te ha sobrevenido desde tu juventud hasta ahora”.

8 Por lo tanto, el rey se levantó y

se sentó en la puerta, y a toda la gente se hizo el informe, diciendo: “Allí está el rey sentado en la puerta”. Y toda la gente empezó a venir delante del rey.

En cuanto a Israel, había huido cada cual a su hogar. 9 Y toda la gente se hallaba envuelta en disputa en

todas las tribus de Israel, pues decían: “Fue el rey quien nos libró de la palma de la mano de nuestros enemigos, y él fue quien nos proveyó escape de la palma de la mano de los filisteos; y ahora ha salido del país huyendo de Absalón.

10 En cuanto a Absalón, a quien ungimos

sobre nosotros, ha muerto en la batalla. Ahora pues, ¿por qué no están haciendo algo para traer de vuelta al rey?”.

11 En cuanto al rey David, envió a decir a Sadoc y a

Abiatar los sacerdotes: “Hablen a los ancianos de Judá, y digan: „¿Por qué deben ustedes llegar a ser los últimos en traer de vuelta al rey a su casa, cuando la palabra de todo Israel mismo ha llegado al rey en su casa? 12

Hermanos míos son ustedes; mi hueso y mi carne son. ¿Por qué, pues, deben ustedes llegar a ser los últimos en traer de vuelta al rey?‟.

13 Y a Amasá ustedes

deben decir: „¿No eres tú mi hueso y mi carne? Hágame así Dios y añada así a ello si tú no llegas a ser jefe del ejército delante de mí siempre en lugar de Joab‟”.

14 Y él procedió a inclinar el corazón de todos los

hombres de Judá como un solo hombre, de modo que enviaron a decir al rey: “Vuelve, tú y todos tus siervos”.

15 Y el rey empezó a volver y logró venir hasta el

Jordán. En cuanto a Judá, vino hasta Guilgal para ir al encuentro del rey, para conducir al rey a través del Jordán.

16 Entonces Simeí hijo de Guerá el benjaminita,

que era de Bahurim, se dio prisa y bajó con los hombres de Judá al encuentro del rey David.

17 Y había con él mil

hombres de Benjamín. (Y también Zibá el servidor de la casa de Saúl, y con él estaban sus quince hijos y veinte siervos de él, y tuvieron éxito en llegar al Jordán antes que el rey.

18 Y él cruzó el vado para conducir la casa

del rey a través y para hacer lo que fuera bueno a sus ojos.) En cuanto a Simeí hijo de Guerá, él cayó delante del rey cuando este estaba a punto de cruzar el Jordán. 19

Entonces dijo al rey: “No vaya mi señor a atribuirme error, y no te acuerdes del mal que tu siervo hizo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén, de modo que lo ponga el rey en su corazón.

20 Porque tu siervo bien

sabe que yo soy el que pecó; y por eso aquí he venido hoy el primero de toda la casa de José para bajar al encuentro de mi señor el rey”.

21 Al instante Abisai hijo de Zeruyá contestó y dijo:

“¿En pago de esto no debe darse muerte a Simeí, puesto que invocó el mal contra el ungido de Jehová?”. 22

Pero David dijo: “¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Zeruyá, para que lleguen a ser hoy un resistidor para mí? ¿Se dará muerte hoy a persona alguna en Israel? ¿Pues acaso no sé yo bien que hoy soy rey sobre Israel?”.

23 Entonces el rey dijo a Simeí: “No

morirás”. Y el rey pasó a jurárselo.

24 En cuanto a Mefibóset nieto de Saúl, bajó al

encuentro del rey; y no había atendido a sus pies ni había atendido a su bigote ni había lavado sus prendas de vestir desde el día en que el rey se fue hasta el día en que vino en paz.

25 Y aconteció que, cuando vino a

Jerusalén al encuentro del rey, entonces el rey le dijo: “¿Por qué no fuiste conmigo, Mefibóset?”.

26 A lo que él

dijo: “Señor mío el rey, fue mi siervo que me embaucó. Porque tu siervo había dicho: „Déjame aparejarme el asna para cabalgar sobre ella e ir con el rey‟, porque tu siervo es cojo.

27 De modo que él calumnió a tu siervo

ante mi señor el rey. Pero mi señor el rey es como un ángel del Dios [verdadero], y así es que haz lo que sea bueno a tus ojos.

28 Porque toda la casa de mi padre no

hubiera llegado a ser otra cosa sino condenada a muerte ante mi señor el rey, y, no obstante, colocaste a tu siervo entre los que comen a tu mesa. Entonces, ¿qué tengo todavía como justa pretensión siquiera para clamar más al rey?”.

29 Sin embargo, el rey le dijo: “¿Por qué sigues aún

hablando tus palabras? Digo en efecto: Tú y Zibá deben compartir el campo”.

30 Ante esto, Mefibóset dijo al rey:

“Que tome aun todo, ya que mi señor el rey ha venido en paz a su casa”.

31 Y Barzilai el galaadita mismo bajó de Roguelim

para pasar hasta el Jordán con el rey, para escoltarlo hasta el Jordán.

32 Y Barzilai era muy viejo, pues tenía

ochenta años de edad; y él mismo proveyó al rey de alimento mientras estuvo morando en Mahanaim, porque el hombre era personaje muy grande.

33 Así que

el rey dijo a Barzilai: “Cruza tú mismo conmigo, y ciertamente te proveeré de alimento conmigo en Jerusalén”.

34 Pero Barzilai dijo al rey: “¿Como qué son

los días de los años de mi vida, para que yo suba con el rey a Jerusalén?

35 Tengo ochenta años de edad hoy.

¿Pudiera yo discernir entre lo bueno y lo malo, o pudiera tu siervo gustar lo que comiera o lo que bebiera, o pudiera escuchar ya la voz de cantores y cantoras? ¿Por qué, pues, debe hacerse tu siervo una carga ya a mi señor el rey?

36 Porque solo por corta distancia tu

siervo pudo acompañar al rey hasta el Jordán, ¿y por qué debe pagarme el rey con este galardón?

37 Deja que

tu siervo se vuelva, por favor, y déjame morir en mi ciudad, cerca de la sepultura de mi padre y mi madre. Pero aquí está tu siervo Kimham. Que él cruce con mi señor el rey; y hazle lo que sea bueno a tus ojos”.

38 En conformidad, el rey dijo: “Conmigo cruzará

Kimham, y yo mismo le haré lo que sea bueno a tus ojos; y todo lo que escojas [imponer] sobre mí te lo haré”.

39 Toda la gente entonces empezó a cruzar el

Jordán, y el rey mismo cruzó; pero el rey besó a Barzilai y lo bendijo, después de lo cual él se volvió a su lugar. 40

Cuando el rey pasó al otro lado a Guilgal, Kimham mismo cruzó con él, y también toda la gente de Judá, y también la mitad de la gente de Israel, para acompañar al rey en el cruce.

41 Y, ¡mire!, todos los hombres de Israel venían al

rey, y procedieron a decir al rey: “¿Por qué te hurtaron nuestros hermanos, los hombres de Judá, para hacer ellos que el rey y su casa y todos los hombres de David

con él pasaran el Jordán?”. 42

Ante esto, todos los hombres de Judá contestaron a los hombres de Israel: “Porque el rey es pariente cercano nuestro; ¿y por qué se han encolerizado ustedes por esta cosa? ¿Acaso hemos comido a expensas del rey, o se nos ha llevado algún regalo?”.

43 Sin embargo, los hombres de Israel contestaron a

los hombres de Judá y dijeron: “Nosotros tenemos diez partes en el rey, de modo que aun en David nosotros somos más que ustedes. ¿Por qué, pues, nos han tratado con desprecio, y a qué se debe que nuestro asunto no vino a ser primero para que nosotros trajéramos de vuelta a nuestro rey?”. Pero la palabra de los hombres de Judá fue más severa que la palabra de los hombres de Israel.

20 Ahora bien, sucedió que se hallaba allí un hombre que no servía para nada, cuyo nombre era Seba, hijo de Bicrí, un benjaminita; y él procedió a tocar el cuerno y a decir: “Nosotros no tenemos parte que nos corresponda en David, y no tenemos herencia en el hijo de Jesé. ¡Cada uno a sus dioses, oh Israel!”.

2 Ante eso, todos los

hombres de Israel empezaron a subir de en pos de David para seguir a Seba hijo de Bicrí; pero en cuanto a los hombres de Judá, se adhirieron a su rey desde el Jordán hasta Jerusalén.

3 Por fin David llegó a su casa en Jerusalén.

Entonces el rey tomó a las diez mujeres, las concubinas que había dejado para cuidar la casa, y las puso en una casa de encierro, pero siguió proveyéndoles alimento. Y no tuvo relaciones con ellas, sino que ellas continuaron muy encerradas hasta el día en que murieron, en viudez con un [esposo] vivo.

4 El rey ahora dijo a Amasá: “Convócame a los

hombres de Judá dentro de tres días, y tú mismo está de pie aquí”.

5 De modo que Amasá se fue para

convocar a Judá; pero tardó más en venir que el tiempo establecido que él le había señalado.

6 Entonces David

dijo a Abisai: “Ahora Seba hijo de Bicrí nos será peor que Absalón. Toma tú mismo a los siervos de tu señor y corre tras él, para que realmente no halle para sí ciudades fortificadas y escape ante nuestros ojos”.

7 Por

consiguiente, los hombres de Joab y los keretitas y los peletitas y todos los hombres poderosos salieron en pos de él; y se fueron saliendo de Jerusalén para correr tras de Seba hijo de Bicrí.

8 Estaban cerca de la gran piedra

que hay en Gabaón, y Amasá mismo vino a su encuentro. Ahora bien, Joab estaba ceñido, vestido con una prenda de vestir; y tenía ceñida sobre sí una espada pegada a su cadera, en su vaina. Y él mismo avanzó, y así que esta se cayó.

9 Y Joab procedió a decir a Amasá: “¿Te va bien,

hermano mío?”. Entonces la mano derecha de Joab asió la barba de Amasá para besarlo.

10 En cuanto a Amasá,

no se mantuvo alerta respecto a la espada que estaba en la mano de Joab; de modo que este le hirió con ella en el abdomen, y sus intestinos se vertieron a tierra, y no tuvo que hacérselo otra vez. De modo que murió. Y Joab y Abisai su hermano, por su parte, corrieron tras de Seba hijo de Bicrí.

11 Y cierto individuo de los jóvenes de Joab se paró

junto a él y siguió diciendo: “¡Quienquiera que se haya deleitado en Joab y quienquiera que pertenezca a David, siga a Joab!”.

12 Mientras tanto, Amasá estaba

revolcándose en la sangre en medio de la calzada. Cuando el hombre vio que toda la gente se paraba, entonces trasladó a Amasá de la calzada al campo. Por fin echó sobre él una prenda de vestir, puesto que vio que todo el que llegaba hasta él se paraba.

13 Luego que

lo hubo removido de la calzada, cada hombre pasó adelante, siguiendo a Joab para correr tras de Seba hijo de Bicrí.

14 Y [Seba] fue pasando por todas las tribus de Israel

hasta Abel de Bet-maacá. En cuanto a todos los bicritas, estos entonces se congregaron y entraron también después de él.

15 Y procedieron a llegar y a sitiarlo en Abel de Bet-

maacá y a alzar contra la ciudad un cerco de sitiar, puesto que estaba situada dentro de un baluarte. Y toda la gente que estaba con Joab estaba socavando el muro, para echarlo abajo.

16 Y una mujer sabia se puso

a gritar desde la ciudad: “¡Escuchen, escuchen! Digan, por favor, a Joab: „Acércate hasta acá, y déjame hablarte‟”.

17 De modo que él se le acercó, y la mujer

entonces dijo: “¿Eres tú Joab?”, a lo cual él dijo: “Yo soy”. Ante esto, ella le dijo: “Escucha las palabras de tu esclava”. A su vez, él dijo: “Estoy escuchando”.

18 Y ella

siguió diciendo: “Sin excepción solían hablar en tiempos pasados, diciendo: „Que solo inquieran en Abel, y así ciertamente acabarán con el asunto‟.

19 Yo represento a

los pacíficos y fieles de Israel. Tú estás procurando dar muerte a una ciudad y a una madre en Israel. ¿Por qué debes tragarte la herencia de Jehová?”.

20 A lo cual

Joab contestó y dijo: “Es absolutamente inconcebible de parte mía que yo trague y que yo arruine.

21 No es así el

asunto, sino que un hombre de la región montañosa de Efraín, cuyo nombre es Seba hijo de Bicrí, ha alzado su mano contra el rey David. Entréguenlo a él solo, y yo ciertamente me retiraré de la ciudad”. Entonces la mujer dijo a Joab: “¡Mira! ¡Su cabeza te [será] arrojada por encima del muro!”.

22 En seguida la mujer fue en su sabiduría a todo el

pueblo, y procedieron a cortarle la cabeza a Seba hijo de Bicrí y a arrojársela a Joab. Por lo tanto él tocó el cuerno, y así se esparcieron de la ciudad, cada uno a su hogar; y Joab mismo regresó a Jerusalén, al rey.

23 Y Joab estaba sobre todo el ejército de Israel; y

Benaya hijo de Jehoiadá estaba sobre los keretitas y sobre los peletitas.

24 Y Adoram estaba sobre los

reclutados para trabajo forzado; y Jehosafat hijo de Ahilud era el registrador.

25 Y Sevá era secretario, y

Sadoc y Abiatar eran sacerdotes. 26

E Irá el jairita también llegó a ser sacerdote de David.

21 Ahora bien, llegó a haber un hambre en los días de David, por tres años, año tras año; y David procedió a consultar el rostro de Jehová. Entonces Jehová dijo: “Sobre Saúl y sobre su casa hay culpa de sangre, porque dio muerte a los gabaonitas”.

2 De modo que el

rey llamó a los gabaonitas y les habló. (A propósito, los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del

remanente de los amorreos; y los hijos de Israel mismos les habían jurado, pero Saúl procuró derribarlos por sentirse celoso por los hijos de Israel y Judá.)

3 Y David

pasó a decir a los gabaonitas: “¿Qué les haré a ustedes, y con qué haré expiación, para que ciertamente bendigan la herencia de Jehová?”.

4 Así que los

gabaonitas le dijeron: “No es asunto de plata u oro para nosotros respecto a Saúl y su casa, tampoco es de nosotros dar muerte a hombre alguno en Israel”. A lo que él dijo: “Cualquier cosa que estén diciendo ustedes, se lo haré”.

5 Por lo cual dijeron al rey: “El hombre que

nos exterminó y que tramó aniquilarnos para que no subsistiéramos en parte alguna del territorio de Israel..., 6 que se nos den siete hombres de sus hijos; y

tendremos que exponérselos a Jehová en Guibeah de Saúl, el escogido de Jehová”. En conformidad, el rey dijo: “Yo mismo los daré”.

7 Sin embargo, el rey le tuvo compasión a Mefibóset

hijo de Jonatán hijo de Saúl por causa del juramento de Jehová que había entre ellos, entre David y Jonatán hijo de Saúl.

8 En consecuencia, el rey tomó a Armoní y

Mefibóset, los dos hijos de Rizpá hija de Ayá que ella había dado a Saúl, y a los cinco hijos de Mical hija de Saúl que ella había dado a Adriel hijo de Barzilai el meholatita.

9 Entonces los dio en la mano de los

gabaonitas, y ellos procedieron a exponerlos en la montaña delante de Jehová, de modo que los siete cayeron juntos; y ellos mismos fueron muertos en los primeros días de la siega, al comienzo de la siega de la cebada.

10 Sin embargo, Rizpá hija de Ayá tomó tela de

saco y la extendió para sí sobre la roca desde el comienzo de la siega hasta que el agua llovió a cántaros sobre ellos desde los cielos; y no permitió que las aves de los cielos se posaran sobre ellos de día ni las fieras del campo de noche.

11 Por fin se informó a David lo que había hecho

Rizpá hija de Ayá, concubina de Saúl. 12

Así que David fue y tomó los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo de los terratenientes de Jabés-galaad, quienes los habían hurtado de la plaza pública de Bet-san, donde los habían colgado los filisteos el día en que los filisteos derribaron a Saúl en Guilboa.

13 Y procedió a

subir de allí los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo; además, recogieron los huesos de los que estaban expuestos.

14 Entonces enterraron los huesos

de Saúl y de Jonatán su hijo en la tierra de Benjamín, en Zelá, en la sepultura de Quis su padre, para hacer todo lo que el rey había mandado. De modo que Dios se dejó rogar a favor de la tierra después de esto.

15 Y los filisteos llegaron a tener guerra otra vez con

Israel. Por lo tanto David bajó, y sus siervos con él, y pelearon contra los filisteos; y se cansó David.

16 E Isbí-

benob, que se contaba entre los nacidos de los refaím, el peso de cuya lanza era trescientos siclos de cobre, y que estaba ceñido con una espada nueva, llegó a pensar en derribar a David.

17 En seguida Abisai hijo de

Zeruyá vino en socorro de él y derribó al filisteo y le dio muerte. En aquel tiempo los hombres de David le juraron, diciendo: “¡Ya no debes salir con nosotros a la batalla, para que no extingas la lámpara de Israel!”.

18 Y después de esto aconteció que surgió guerra de

nuevo con los filisteos en Gob. Entonces fue cuando Sibecai el husatita derribó a Saf, que se contaba entre los nacidos de los refaím.

19 Y otra vez surgió guerra con los filisteos en Gob, y

Elhanán hijo de Jaaré-oreguim el betlemita logró derribar a Goliat el guitita, el asta de cuya lanza era como el enjulio de los obreros del telar.

20 Y aun de nuevo surgió guerra en Gat, cuando

sucedió que hubo un hombre de tamaño extraordinario, con seis dedos en cada una de las manos y seis dedos en cada uno de los pies, veinticuatro en número; y él también les había nacido a los refaím.

21 Y siguió

desafiando con escarnio a Israel. Por fin Jonatán hijo de Simeí hermano de David lo derribó.

22 Estos cuatro les habían nacido a los refaím en Gat;

y llegaron a caer por mano de David y por mano de sus siervos.

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