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҈Sinopsis

҈Capitulo 1

҈Capitulo 2

҈Capitulo 3

҈Capitulo 4

҈Capitulo 5

҈Capitulo 6

Cuando Link se unió a su mejor amigo, Ethan Wate, en una búsqueda a

través de una misteriosa red de túneles subterráneos que cruzan el sur

sin fin, sabía que el viaje sería peligroso. Pero Volver a casa a Gatlin,

Carolina del Sur fue sólo el comienzo ...

Herido durante la batalla culminante, Link descubre que curar sus heridas

no será tan simple como visitar la médico y que la curación de su brazo

debe ser el menor de sus preocupaciones. Ser mordido por un

Sobrenatural hace más que romper la piel, cambia a las personas, dentro

y fuera. Volviendo a Link más y más oscuro, como la criatura que lo hirió.

Traducido por: Esmeralda Negra

Traducido por: Hinata Molina

Las ciudades pequeñas son conocidas por muchas cosas pequeñas, pero

también son conocidas por cosas grandes también. Como historias que

comienzan tan pequeñas como la ciudad, hasta que los aldeanos las

hacen crecer. No puedes hacer crecer los cuentos, tanto como nosotros lo

hacemos aquí en Gatlin. Quizás es porque estamos tan cerca de

Charleston, hogar de casas embrujadas y de desembrujadas, cada una

con una historia mas increíble que la anterior. ¿Por qué debería ser Gatlin

ser diferente? ¿Y por qué me tomó casi diecisiete años para darme cuenta

de eso?

Algunas cosas que me han ocurrido en este último año, cosas

verdaderas, eran tan grandes y tan imposibles, que se sentían como

mentiras. Descubrí que mi novia era una Sobrenatural, una hechicera con

una maldición. Lena fue dividida en su decimosétima luna, reclamada

tanto por la luz como por la oscuridad. Me encontré enfrascado en una

batalla con criaturas sobrenaturales que podrían competir con las de

cualquier comic. Y la cereza del pastel fue que Macon Ravenwood, quien

una vez había sido un incubo, encontró su camino de regreso de entre los

muertos.

Todo esto fue antes del mes de Julio. Cuando regresamos a Gatlin

después de nuestro aterrador viaje a la Gran Barrera, las historias, las

verdades que deberían haber sido mentiras, se hicieron más grandes.

Una cosa lo hizo, de todos modos. Mi mejor amigo, Link.

Probablemente la cosa más grande que pasó este verano, aparte del

calor que no detendría el sobrecalentamiento y los espeluznantes

tractores que no paraban de arrastrarse, fue la introducción de un

Linkubus al mundo desprevenido de Gatlin. Era digno de las primeras

páginas de The Stars and Stripes, la mayor historia de la que nadie ha

oído hablar. Lo cual era bueno, creo. Porque si alguien lo hubiera

escuchado, la señora Lincoln habría tenido que dar un montón de

explicaciones. No era como si los bautistas tuvieran una postura oficial

sobre la inmortalidad, aparte de la clase celestial, pero el mundo de los

íncubos tenía menos que una connotación estelar. Simplemente digamos

que no era exactamente algo que la mamá de Link estuviera ansiosa de

compartir con el reverendo cuando llegara el momento de dar su

testimonio en la iglesia.

No le habría ido mucho mejor a Linkubus.

En la manera que Link lo contó. Toda la cosa había caído sobre su cabeza

de la nada, como el yunque que siempre cae sobre el coyote en los

dibujos aminados del corre caminos. Cuando señalé que ser mordido por

un híbrido incubo como John Breed debió haber sido su primera pista

para saber que algo pasaba, él se encogió de hombros y dijo:

“Tú no estaba allí, amigo. Un minuto estaba sentado frente al bizcocho en

salsa de mi mamá, mirando la mitad de un cerdo para mi segundo

desayuno y pensando sobre mi tercero. Y el siguiente minuto, todo

cambió...”

Okay, yo no estaba allí. Pero la forma en que lo dijo, me hizo sentir como

si lo hubiera estado. Aún así me estoy adelantando.

Esta es una historia de Gatlin, del primer, y único, Likcubus. No leerás

esto en The Stars and Stripes, y no la escucharás a nadie más que yo.

Lena dice que debería escribirlo, así aquí va. Alguien tiene que saber,

algún día.

Es el cuento más realista en la ciudad.

“¡Wesley Lincoln! ¡Sigue moviendo ese tenedor ahora mismo, jovencito!

¡No me digas que ese pobre cerdo ha dado su vida en vano!”

Link estaba sentado en frente de un plato cargado con tocino y el

bizcocho en salsa de su madre. No había nada diferente acerca de este

desayuno, no desde la perspectiva del cerdo, de todos modos, o de la

señora Lincoln. La mesa estaba cubierta con el mismo aspecto de

bizcochos tristes, la misma salsa blanca espesa. Y si Link tenía suerte,

aún tenía probabilidades de que quedara algo de la mermelada de

albaricoque de Amma en el fondo del frasco.

Sólo había un problema.

Por primera vez en toda su vida, Link no estaba hambriento. Pero tratar

de decirle eso a su mamá era como tratar de explicar que los bautistas y

los metodistas no eran del todo diferentes. Tal vez tú puedas explicarlo,

pero no mientras un bautista o metodista estuviera por aquí.

“Sí, señora.” Así que mantuvo su cabeza baja, mirando el mismo

desayuno que había comido cientos de veces, tal vez incluso un millar. El

único que siempre le había gustado hasta esta mañana.

“Todavía no veo ese tenedor moverse.”

Aunque el tenedor de la señora Lincoln operaba a la velocidad de la rayo.

Su mano se dirigió hacia atrás y hacia adelante sobre los bizcochos como

si ella probara para club del capitán plato limpio.

“No tengo hambre, mamá. Creo que cogí un virus estomacal o algo así”

Murmuró Link con la expresión más patética que pudo. Era la misma que

le daba a sus maestros cuando no quería terminar sus tareas. La habían

visto tantas veces que había dejado de funcionar alrededor del quinto

grado. Los ojos de su madre se estrecharon, su tenedor flotando por

encima de su plato.

“El único virus que alguna vez has tenido fue un mal caso de piojos con

Jimmy Weeks, después de que te dije que él no era nuestra clase de

gente”

Era cierto Link nunca se había enfermado y su mamá lo sabía mejor que

nadie.

“Si esta es tu manera de decirme que no te importa que haya cocinado

mis bizcochos en salsa, entonces cocina tu propio desayuno. ¿Me

escuchaste, Wesley?”

Link tomo un bocado con su brazo bueno, el que no estaba en cabestrillo,

pero no se atrevía a comerlo. Él empezó con la salsa. Se veía bastante

inofensiva. Pero olía como a una combinación de aluminio viejo y sucio,

mantequilla rancia, y lo peor de todo, a las uñas de su mamá. Él prefería

comer los piojos de Jimmy Weeks.

“Martha, deja al chico en paz. Tal vez realmente no se siente bien,” dijo el

padre Link entre bocado y bocado.

Gran error. La señora Lincoln dejo caer su tenedor sobre el borde del

plato de porcelana con estrépito.

“ ¿Disculpa? ¿Dijiste algo, Calyton? Porque me pareció oírte minar mi

autoridad mientras estas sentado allí comiendo el desayuno que yo cociné

para ti”

El padre de Link tragó saliva. “Sólo estaba diciendo...”

“Creo que sería mejor si no dices nada en absoluto,” le espetó ella.

El señor Lincoln sabía cuando él iba a ganar una batalla. Se había dado

por vencido y comenzó a agitar la bandera blanca a su mujer tan prono

como su hijo nació.

“Ni una palabra,” repitió la señora Lincoln.

“Espero que pueda hacer eso.” Suspiró el señor Lincoln a su tenedor.

La madre de Link tomó los crujientes trozos de tocino de la fuente de

servir y volvió su atención de nuevo a Link, quien había estado empujado

la comida en su plato mientras ella no estaba mirando.

“Ahora que lo mencionas, has estado actuando peculiar desde que

llegaste anoche”

“No, señora. No lo hice.”

“¿No hiciste qué?”

“Mencionarlo”

“No seas descarado conmigo. Yo fui la que dijo que pasar tiempo con

amigos cuestionables solo consigue una gran gorda marca de

interrogación junto a tu propio nombre”

“Sí, señora.” Link miró hacia abajo a la pila de fango negro. Su mamá no

era Amma en la cocina. Amma no se sentaría frente un plato de bizcochos

en salsa de la señora Lincoln, ella traería a casa bizcochos de la tienda.

“¿No siempre he dicho eso querido?” Ella se volvió hacia el padre de Link,

pero no le dio ni un segundo para responder. “Estoy aquí diciéndote, que

hay signos de interrogación al lado de mi buen nombre. Los Lincoln

hemos mantenido nuestro nombre brillante durante generaciones.”

Link levantó la vista a tiempo para ver salsa goteando de la barbilla de su

madre. Su estómago dio un vuelco. Él empujó su silla de la mesa y luego

salió corriendo de la habitación, y subió las escaleras.

“¡Wesley Lincoln!” Gritó tras él.

“Mamá, creo que voy a...”

El sonido seco de los pasos flotaba por las escaleras. Los padres de Link

se miraron entre sí.

“Ese chico probablemente a cogido algún tipo de virus asqueroso,” dijo la

señora Lincoln. “Voy a llamar al doctor Asher y ver si puede atender a

Wesley ahora”

El señor Lincoln dejó caer su tenedor, dudando. Pero supongo que todo lo

de intimidar había cobrado su precio, y no pudo resistir. “Tal vez fue algo

que comió”

La mirada de su esposa estaba tan cargada, que pudo haber eliminado a

una bandada de palomas en el cable eléctrico. Sin decir una palabra,

cogió todos los platos que pudo de la mesa y los llevó al fregadero. Todo

lo que el señor Lincoln pudo hacer fue sostener su plato con medio

bizcocho.

“Te voy a decir una cosa. Las personas en esta casa deberían empezar a

escucharme. Si Mary Beth Sutton me hubiera escuchado cuando le dije su

esposo estaba tan loco como un lobo hambriento en un gallinero, ella no

estaría en un aprieto ahora. Sissy Honeycutt me dijo que ella escuchó de

Loretta Snow que Mary Beth le dijo que él tomó el pickup de su hijo y lo

condujo todo el camino a Memphis. Y que apenas le habían puesto los

neumáticos nuevos.”

La madre de Link siguió hablando tan rápido como pudo. Tenía que

hacerlo. De otra manera, tendría que pensar sobre el hecho que o algo

estaba mal con su único hijo, o que algo andaba mas con sus bizcochos

en salsa.

Era difícil para ella decidir cuál era peor.

Traducido por: Hinata Molina

Arriba en la habitación de Link, todo estaba mal.

Quiero decir, siempre se veía mal porque su mamá no lo dejaba cambiar

nada desde tercer grado. Ella decía que al tapizado todavía le quedaban

unos diez buenos años para dar, que cada buen bautista sabía que la

vanidad era un negocio del Diablo, de todos modos. La guerras de las

galaxias que bordeaban el techo seguían allí, Darth Vader pelado

alrededor de los bordes, justo encima de la cruz con el arca de Noé y los

animales marchando hacia él. Sus trofeos de baloncesto, estaban

alineados sobre sus cintas de Field Day.

Y por si hay alguna duda, un poster del campamento de la iglesia decía:

¡DIOS TE QUIERE! Sólo que Link había cambiado YOU por YOUTUBE

con lápiz, lo suficientemente suave para que su madre no pudiera verlo a

menos que llevara sus gafas para leer, los que ella había salvado de los

paquetes envueltos en papel marrón que María había enviado desde la

biblioteca.

A Link le gustaba esconderle las gafas porque decía que su vida era

mucho más fácil si su mamá sólo podía ver la mitad de lo que él veía.

Desde que yo había entregado algunos de esos paquetes con Liv, y sabía

que la señora Lincoln estaba leyendo novelas de romance, yo esperaba

que nunca encontrara las gafas. Y esto de la mujer que nos hacía apagar

la televisión si los animales se ponían demasiado juguetones en el

Discovery Channel.

Los Cds de Link estaban en una caja bajo su cama, junto a su colección

de cómics y algunos números atrasados de la revista Hot Rod. Pero esta

noche, ni siquiera su cómic favorito, Batman: The Dark Knight Returns, y

su CD favorito, Las mejores baladas de poder del Heavy Metal, no podía

distraer al chico más distraído en la ciudad.

En todo lo que él podía pensar era en la salsa de su madre y en cómo

había olido a un animal atropellado en su plato. Había llegado el momento

de sacar la artillería pesada. La única chica que podía sacar todo de su

mente, excepto a ella misma.

Ridley. Su cabello rosa y rubio estilo chica mala con un corazón de oro. O,

al menos, de placa dorada. No es que Link la quiera de otra manera. En

sus ojos (y en los de ella) era perfecta.

El recordó la Reclamación de Lena, en la cual él había empezado a pesar

como una noche infernal. Se había sentido como si alguien hizo un

agujero a través de él cuando Ridley desapareció y pensó que ella estaba

muerta. Y luego, como si alguien tuviera un conducto para cerrarlo de

nuevo cuando vio que ella estaba viva sólo uno minutos más tarde. Ella

saltó a sus brazos y lo abrazó como si fuera una chica normal (por dos

minutos). Fueron dos minutos impresionantes, los dos mejores minutos de

su vida.

Pero ahora de pie frente a su espejo de baño, Link sabía que algo era

diferente. Simplemente no podía concretar exactamente qué. Su cabello

rubio en puntas, estaba aún en puntas, su sonrisa torcida seguía torcida,

sus ojos azules seguían azules. Pero parecían más oscuros de alguna

manera. Tal vez su madre había cambiado las bombillas una vez más,

para ahorrar energía, o las ballenas, o lo que sea que sus amigas Las

Hijas de la Revolución decidieron que iban a salvar esta semana.

Generalmente su alma.

Mientras más se miraba en el espejo buscando por las cosas que estaban

mal con él, más se daba cuenta de las cosas que eran diferentes. Tal vez

incluso correctas. Parecía imposible, pero desde que las podía ver en el

espejo, como la cara de bebe de la cual las chicas se burlaban de él casi

había desaparecido, sustituida por el tipo de mandíbula que podría recibir

un golpe serio. Sentía como su piel había sido estirada sobre el rostro de

alguien más (un chico quien era mayor, más atractivo, más grande).

Porque él era definitivamente más grande.

Trató de parase derecho, pero había estado encorvado tanto tiempo que

su cuerpo casi no recordaba cómo. Había crecido por lo menos dos

pulgadas en aproximadamente dos horas. ¿Era eso posible? Link no

estaba seguro, pero si sabe que cuando intentó conciliar el sueño la

noche anterior, había sentido sus huesos agitarse y gemir, como si

estuvieran literalmente extendiéndose bajo su piel. Y su piel se

estremeció, sus terminaciones nerviosas más sensibles que cuando se

había despellejado las rodillas haciendo break dance en el asfalto. Luego

estaba su brazo, el dolor pareció desaparecer durante la noche.

Link se veía bien hoy, el camino de la muerte, vómito, y todo eso. La

altura extra valió la pena un poco de estiramiento de huesos, o lo que sea

estaba sucediendo. Especialmente desde que solo estaba obteniendo

altura. Se sentía como si estuviera más fuerte, también. Echó un vistazo a

la puerta, luego flexiono sus bíceps en el espejo. Sí, tenía algunas armas

de núcleo duro.

“No me obligues a disparar cachorros”, le dijo a su imagen en el espejo.

Era una especie de invasión como de los ladrones de cuerpos. Se sentía

como él mismo. Todavía rockeaba con Black Sabbath y Led Zeppelín.

Todavía no podía dejar de pensar en Ridley y en convertirse en un

baterista famoso. Pero el cuerpo no se sentía como el suyo. Se sentía

prestado, o robado. Tan loco como sonaba.

Link se salpicó agua en la cara con una mano. Le iba a dar Power Ballads

otra oportunidad. Cogió su Ipod y se dejó caer en la cama. Cuando su

espalda golpeó el cochón, oyó el crujido de estillas de madera debajo de

él, y la mitad de su cama se estrelló contra el suelo. Su corazón se

aceleró, escuchó la música de Montley Crues home sweet home,

esperando ahogar la voz de su madre gritar desde abajo.

La orina era cálida y amarilla y, bueno, era pis. Unas horas más tarde,

Link estaba mirando hacia el recipiente de la muestra como si pudiera

explicarlo todo. Él estaba bastante seguro que no podía, pero al menos

esperaba que su madre lo dejara en paz. Ella estaba convencida que sus

cambios físicos súbitos era el resultado de esteroides. Link negó con la

cabeza.

“Un poco de Mountain Dew en la mañana, después tu me dejaste reposar

en tu cama durante toda la noche”

Como no sabía qué hacer con nuevo físico más que con el resto de las

cosas que estaban pasando, Link se rindió y enroscó la tapa del

recipiente. Escribió su nombre en la etiqueta de la derecha donde la

enfermera, Wanda Beezer, le dijo que lo hiciera. Todavía no había visto al

Doc. Asher, pero Link sabía qué estaba allí. Su madre lo había dejado

claro, y no tenía nada que hacer con el cabestrillo en su brazo.

No había manera en el mundo que pudieras abandonar la comida de su

madre y vomitar dos minutos después sin terminar en el consultorio del

médico. No a menos que tengas una nota medica excusándote de no

comer en primer lugar.

Si ella no hubiera servido la salsa blanca. Cualquier cosa menos eso. Tal

vez hubiera podido tragar las tortitas. Se estremeció ante la idea, y el olor.

Puede que no.

¿Qué estaba mal con él?

Había estado tratando de convencer a su madre que él estaba bien, pero

no había sido capaz de convencerse a sí mismo.

Tal vez ella tenía razón. No sobre las drogas, pero tal vez sobre el Diablo.

No sabía lo que estaba pasando en su cabeza, o su cuerpo, nada de eso

era normal. No es que todas las cosas que pasan por la cabeza de Link

sean normales para empezar.

Sin embargo, esto era anormalmente anormal.

“¿Estas tomando drogas, Wesley?” Exigió su mamá después de que ella

llegó a su habitación después del almuerzo.

“¿Has consumido Marihuana?” por la forma que lo dijo, se podría pensar

que ella le estaba proponiendo matrimonio a alguien. ¿Marriage-you-

wanna? 1

Link no quería. Él no quería nada.

“No, señora. ¿Quieres revisar mis cajones de nuevo?” Con esa serían dos

veces en el día, pero valía la pena si se la sacaba de encima. “No hay

revistas sucias. No hay revistas de Harry Potter. Te lo prometo.” Ella no

pensó que su respuesta fuera graciosa. Él solo esperaba que no

encontrara sus Cds de Iron Maiden. Eso sería peor que la marihuana.

Ella puso sus manos en las caderas, lo cual nunca era buena señal. “Todo

lo que sé es que no estás comiendo, pero tu cuerpo está más grande que

Bobby Watkins. Entonces si no es marihuana, tú debes de estar tomando

esteroides como los jugadores de fútbol de los que siempre están

hablando en la televisión.”

Link dejó caer su cabeza contra la pared derrotado.

“Mamá, no soy un jugador de fútbol de la NFL, y no estoy tomando

esteroides”.

Sus ojos se estrecharon. “Ya veremos”. Ahora ella estaba en eso. Alguien

estaba golpeando la puerta del baño.

“Wesley Lincoln, ¿estás bien ahí dentro? ¿Necesitas ayuda?”

“Dame un minuto mamá. No es como si yo apretara un botón”.

“No seas insolente, Wesley.” Ella estaba golpeando la puerta de nuevo, y

él sabía que tenía que salir y enfrentarse a ella. Cinco minutos a solas en

el cuarto de baño era más libertad de que podía esperar el día de hoy.

Un desayuno dejado en el plato y un poco de náuseas. Tú pensarías que

había disparado a un hombre.

Link abrió la puerta. Su madre está allí, entre el doctor Asher y Wanda

Beezer, todos impacientes. ¿No había nadie más enfermo en esta

ciudad?

“Vamos, hijo. Tu madre cree que deberíamos tener una pequeña charla. Y

voy a echar un vistazo a ese brazo tuyo.” El doctor Asher palmeó el

hombro de Link. Wanda tosió y le tendió la mano enguantada.

“Estoy esperando” Link le entregó la cálida taza amarilla.

Doc Asher miró Link desde el otro lado de su escritorio. “Veras, hijo,

algunas veces cuando un chico y una chica -un hombre y una mujer- se

aman verdaderamente...”

“Me estás tomando el pelo, Doc? Creo que ya tengo esta charla cubierta.”

No es que alguien se haya tomado la molestia de dársela, pero había

aprendido todos los hechos de la vida como Dios manda, por espionaje en

el vestuario de las niñas al lado de la calefacción de la piscina en el

campamento de la iglesia.

Doc Asher se echó hacia atrás en su silla. “No interrumpas. Como iba

diciendo, a veces cuando un hombre ama de verdad a una mujer, quiere

impresionarla. Tal vez desarrollar músculos más grandes. Mostrar un

poco.”

“¿Está tratando de decir algo, Doc?” Link sabía que probablemente su

madre ya había compartido su teoría de los esteroides.

Doc Asher cogió una pluma y el archivo de Link de la mesa. “¿Te has

sentido enojado?”

(¿En serio?) “No lo sé. ¿Y usted?”

“Wesley, esto es serio. El abuso de esteroides...”

Link dejo de escuchar y comenzó a preguntarse si el grave abuso de la

intimidad de tu hijo podría aparecer en el archivo. Hasta que el Doc dijo

algo que lo detuvo en seco.

“Con todos los cambios que tu madre mencionó, después de enyesar tu

brazo, creo que voy a buscar marcas de pinchazos.”

¿Marcas de pinchazos? Le tomo un segundo juntarlo todo. Doc estaba

hablado sobre marcas de agujas, disparos de esteroides. Pero eso no era

lo que Link estaba pensado.

Se quedó helado. Y de repente, él ya no estaba en el consultorio del

doctor. Estaba de nuevo en una cueva oscura en la Gran Barrera de la

noche anterior, durante la Reivindicación de Lena. La lucha había

comenzado ya, y él estaba de pie entre Ridley y John Breed, que parecía

un robot psicópata. Link no iba a dejar que John lastimara a Rid, sin

importar que. Pero así como Link planeaba lanzarse a él, el hombre

arrancó y desapareció. Link escaneó la caverna tratando de averiguar

donde fue John.

Un segundo después, lo supo. Link sintió los dientes de John hundirse en

su cuello.

Dolió como el infierno, y ardía como él también. Pudo oír los gritos de

Ridley, su cabello rosado y rubio batía con el viento mientras ella saltaba

hacia John. En ellos dos, alejaron a John. O tal vez él simplemente lo dejo

ir. Pero dejo algo atrás.

Dos marcas de mordeduras, con forma de colmillos.

Link sentado en la oficina del Doc para el resto de la visita, pero él no

estaba escuchando más.

Link no se asusta fácilmente, pero esa misma noche subió por mi ventana

y nos contó todo. Estaba asustado, Lena y Ridley trataron de explicar

algunos de los hechos básicos de la vida Íncubos a él, aunque no podían

decirle todo lo que necesitaba saber.

Pero yo conocía a alguien que podía.

1: [nota de la traductora: ¡no sé cómo explicar esto! La mamá de Link pronunció mal marijuana en ingles haciéndolo sonar marriage-you wanna, la verdad que cuando lo leí me mató de la risa pero no se qué hacer a la hora de traducirlo, ¡sorry!]

Traducido por: Hinata Molina

Link no estaba loco por volver a bajar los túneles Caster, pero tenía

preguntas, y Macon Ravenwood era el único con las respuestas. Así que

ofrecí a ir con él. Me había llevado una hora para convencerlo de que no

iba a estallar en llamas al segundo que la luz lo golpeara.

Ridley lanzó un ataque cuando se enteró, y se negó a dejarnos usar la

puerta de su dormitorio para acceder a los túneles. Supongo que fue difícil

para ella ver a Link transformarse en un ser sobrenatural, mientras ella

estaba atrapada como una mortal. Si alguien sabe cómo se siente, era

soy yo. Yo estaba viendo a Lena volverse más y más una Caster con cada

mes que pasa. Tal vez Macon tenía un panfleto en su estudio: “Así que no

tienes poderes ahora, pero está saliendo con un de los X-Men.”

Link y yo terminamos dando vueltas en el recinto de la feria de nuevo,

dando vueltas hasta que encontramos la puerta exterior.

“Tu novia es un verdadero dolor en el trasero.” Estaba tan caliente que

pensé que me iba a desmayar.

Link no había ni sudado.

“Ella dice que no es mi novia, pero Rid solo juega a hacerse la difícil.” Link

sonaba como si no le importara la referencia de novia.

“¿Cierto?”

“No lo sé. Tal vez es diferente con una ex-Siren.” Empujé la puerta pesada

de barro.

“Hombre, ¿Podría hacer más calor?” Mi camisa estaba empapada.

Link se encogió de hombros. “Supongo que hace bastante calor”

“¿Supones?” Nunca había una ola de calor de este tipo en Gatlin, al

menos no en mi vida. La gente vagando por la ciudad derritiéndose como

paletas de hielo bajo el sol.

“Realmente no ya no sudo. Debe ser alguna cosa de Íncubos”, dijo Link,

empujando la pesada puerta con una mano como si fuera la tapa de un

recipiente. Su brazo se había curado una velocidad supersónica. “Muy

impresionante, ¿no? ¿Quieres verlo de nuevo?”

Antes de que pudiera decir nada, cerró la puerta de golpe en mi cara. Una

nube de polvo se levantó del suelo, y yo tosía. “Gracias, hombre”

“Cuando quieras.” Empujó la puerta para abrirla de nuevo.

Miré el abismo frente a mí, pausar un segundo era mi manera de

enfrentar a una escalera que no podía ver. Pero Link no lo dudó. Dio un

salto, aterrizando sobre la mitad. Por lo general, era yo quien iba por

primera vez cuando nos enfrentábamos a una situación potencialmente

peligrosa.

“¿Vienes, amigo?” Link llamó desde las tinieblas.

“Estoy justo detrás de ti.” ¿Con qué frecuencia pasa eso? El estudio de

Malcon estaba en la base de la escalera que conducía a los túneles de su

antiguo dormitorio en Ravenwood, la habitación era de Ridley ahora.

“¿Estás seguro que él está cool con esto?”, preguntó Link, llegando a

tocar la puerta de roble tallado.

Antes de que pudiera responder, la puerta se abrió y Macon estaba

mirando hacia nosotros a través de los ojos verdes de la luz Caster.

“Yo no estoy nada, señor Lincoln, y menos “cool” como dicen ustedes, los

jóvenes. Considerando particularmente el estado del clima en nuestra

ciudad en estos días”

“Yo-uh... quiero decir, gracias por haberme invitado aquí, señor”, balbuceó

Link. “Es toda esta cosa que ha llegado de la nada y me pateó el trasero.

Sin ánimo de ofender”.

Macon desestimó el comentario con un gesto de la mano. “No hay

problemas. Aunque estoy seguro que no necesito recordarles que el

termino íncubos ya no se aplica en mi situación actual.”

Link arrugó la frente. “¿Señor?”

“No muerdo, Señor Lincoln. No es que no lo haya hecho antes.”

Macon abrió más la puerta y dio un paso a un lado para dejarnos entrar

“Pero ahora ni siquiera está dentro del reino de la posibilidad. ¿Por qué no

entra, así podemos asegurarnos que podemos decir lo mismo de usted?”

Link se rascó la cabeza, y yo dudaba que entendiera la mitad de las

palabras que salían de la boca de Macon. Iba a ser un largo día.

“Verá, señor Lincoln, llega el momento en la vida de un joven cuando su

cuerpo comienza a cambiar...”

Macon no paraba de hablar, y la cara de Link se puso roja como la

remolacha. Supongo que había pájaros y abejas en el mundo Caster,

también.

Estaba bastante seguro que iba tener que hacer un poco de traducción,

hasta que Macon finalmente se rindió y dijo a Link algo que entendió

perfectamente. Algo que yo estaba bastante seguro que nunca había oído

decir a él, al menos de su propia gente.

“Vamos a sentarnos, Wesley. Puedes preguntarme lo que quieras saber.”

La siguiente vez que Link fue a ver a Macon, no me pidió ir con él,

igualmente yo debería estar ahí para él de todos modos. Pero Lena y yo

habíamos estado separados de muchas maneras, durante tanto tiempo,

que teníamos mucho en que ponernos al día. Cuando Link me dijo que

llevó a Ridley con él, me imaginé que su relación tenía que seguir su

curso, tarde o temprano.

“¿Así que no tengo que beber sangre?” Era la misma pregunta que Link le

había hecho a Lena la noche que nos habló de mordedura, y la misma

que le había hecho a Macon la última vez que él estuvo allí. Link parecía

no tener suficientes garantías al respecto.

“¡Ugh!” Ridley suspiró dramáticamente. “¿No habíamos hablado esto ya,

Shrinky Dinks?” Ella estaba sentada junto a Link, limándose las uñas

pintadas de color púrpura. Parecía totalmente aburrida, pero ella había

insistido en venir con él.

“Lo siento, señor Ravenwood. Lena me contó algunas de las cosas

básicas, pero me asusté bastante esa noche, y no puedo recordar

mucho.”

“Eso es absolutamente correcto y compresible por completo.” Macon se

sirvió un vaso de té dulce. “Y la respuesta es no, Wesley. Usted no tiene

que beber sangre. ¿Puedo preguntarle si ha experimentado algunos de

los otros antojos?”

Link negó con la cabeza. “No por sangre.”

Ridley dejo de limarse.

“¿Has estado anhelando algo más, hijo?, preguntó Macon. Ridley

examinó sus uñas tan de cerca que pasaría como una modelo de manos

profesional.

“Sólo el amor de su madre,” dijo. “Y un contrato discográfico. Dos cosas

que nunca va a conseguir. Correcto, Shrinky Dinks?” Ella hizo un pequeño

sonido en la parte de posterior de la garganta que estaba destinado a ser

probablemente una risita, pero le salió como un gruñido. No fue un buen

sonido.

“Ridley, déjalo responder.”

Link no estaba seguro de querer hacerlo, ni siquiera sabía cómo,

responder a esa pregunta.

“No lo sé exactamente.” Él vaciló. Esto iba a sonar loco. “A veces tengo la

necesidad de...Yo en realidad no sé cómo decir esto.”

“Puedes hablar libremente aquí, Wesley.”

Link miró hacia la puerta como si temiera que su madre tuviera la oreja

pegada al otro lado de la puerta.

“De ver dormir a las personas.”

Ridley abrió la boca y la volvió a cerrar, finalmente perdió las palabras.

Ella estaba prestando atención ahora.

“Continua,” alentó Macon. “Es natural ahora que eres parte íncubos. Tú

no vas a tener los mismos deseos mortales. Solo se honesto, no hay

respuesta equivocada.”

No, a menos que él estuviera tomando la página del libro para cazar y

beber la sangre de las personas.

Ridley desvió la mirada.

Link pasó la mano por su cabello en punta nerviosamente. “Yo como que

quiero... saber qué es lo que ellos están pensando.”

Macon asintió. ¿Y sabes por qué es eso?”

Link negó con la cabeza. “¿Porque estoy loco?”

“Es la necesidad de alimentarte, Wesley,” explicó Macon. “Tú siempre te

sentirás atraído a los pensamientos y los sueños de los mortales, porque

eso es lo que sostiene a un íncubos que no consume sangre.”

Ridley se tensó cuando su tío le dijo “mortal”, como si estuviera hablando

de ella en concreto.

“Así que ¿tengo que leer la mente de las personas cuando están

durmiendo?”, preguntó Link.

El color desapareció del rostro de Ridley. Parecía completamente presa

del pánico, como si de pronto imaginara a Link de pie junto a su cama,

leyendo sus pensamientos.

Macon se rió. Él parecía estar disfrutando de la oportunidad de mostrar a

alguien más contra las cuerdas.

“Algo como eso. Podemos discutir los detalles cuando vuelvas mañana.”

Esa no era una petición.

“¿Tengo que alimentarme?”, preguntó Link.

Macon consideró por un momento. “No estoy seguro con que tanta

regularidad tendrás que alimentarte, teniendo en cuenta la naturaleza

híbrida de John Breed. Le pediré a Olivia hacer una investigación sobre el

tema.”

Liv había tenido un perfil bajo desde que volvimos de La Gran Barrera,

pero desde que sabíamos que nunca se alejaba de Macon.

Lo que básicamente garantizaba una vida fuera de la vista, desde que la

gente de Gatlin pensaba que Macon Ravenwood estaba en una caja de

pino bajo dos metros de la tierra en su Jardín de la Paz Perpetua.

Parecía que Macon le gustaba de esa manera, considerando la pequeña

fortuna que gastó en su propia tumba. En ese sentido, no era diferente del

resto de la gente en Gatlin. No es que Macon lo haya visto de esa

manera. Excepto que sus flores no eran de plástico, y su lápida estaba

rodeada de gardenias en maceta y hortensias, más que brillantes en la

oscuridad.

“Gracias,” dijo Link agradecido. “No me quiero morir de hambre ni nada.

Definitivamente no puedo comer nada cocinado por mi madre nunca más.”

“Eso es lamentable.” Macon tomó un largo trago de su té dulce. “La

comida Mortal es ciertamente una ventaja inesperada de mi

transformación.”

“Sabe, no es el té dulce que echo de menos tanto como el pastel de

Amma.”

“Ah, sí.” Macon Sonrió. “Ella me trajo un hermoso pastel de limón esta

semana.”

“¿Crema o merengue?”

“Crema.” Limón y merengue era estrictamente para el Tío Abner y los

Grandes. Ambos sonrieron, Link por la memoria del pastel en su pasado,

y Macon por el pensamiento de todos los pies en su futuro

.

“Basta de hablar de pies. Vuelve a la parte de los poderes”, dijo Ridley,

molesta. “Hablando de poderes, no has mencionado los tuyos, tío M.

¿Qué tipo de Caster eres, de todos modos? No es que, nosotros los

mortales, tengamos que preocuparnos por eso.”

“Creo que deberíamos centrarnos en Wesley hoy.” Macon vació su vaso, y

lo recargó inmediatamente. “Hay algunas ventajas por ser un íncubos,

sabes.”

“¿Como la superfuerza?” Link se hacía más fuerte cada día. Justo como

esa mañana se había levantado la cama vieja rota con una mano mientras

trataba de sacar unos Cds de contrabando.

“Entre otras cosas,” respondió Macon. “Eres un sobrenatural ahora,

Wesley. Tus días como mortal se han acabado. Y tienes poderes que

superan con creces tu fuerza superior.”

Ridley se puso de pie y se acercó a la chimenea, desenvolviendo un

chicle. No era una goma mágica que podía cerrar una cerradura para

mantener a raya a los cazadores y su grupo sangriento. Era una goma

normal.

Link se inclinó hacia delante en su silla, apoyando los codos en la mesa.

Esta era la parte en la que estaba realmente interesado.

“¿Qué tipo de poderes? ¿Puedo doblar el metal?” Cualquiera podría

haber dicho cual iba a ser su primera pregunta. En libro de Link, valía la

pena ser parte íncubos si lo convertía en Magneto.

“Me temo que no,” respondió Macon. “Pero si te sirve de consuelo,

puedes doblar el espacio, en una manera de hablar.”

“¿Uh?”

“¿Hola? Él está hablando acerca de viajar.” La voz de Ridley sonaba

lejana.

“Precisamente. Te puedes desmaterializar ahora”, explicó Macon.

“Puede ser muy útil a veces.”

Link se mostró escéptico. “Si. Eso suena como avanzado, señor

Ravenwood. Tal vez deberíamos dejar eso para más tarde.”

Aún estaban hablando cuando Ridley salió por la puerta. Ninguno de los

dos lo notó. Y esta vez, ellos no estaban hablando sobre pasteles.

Traducido por: Jade

Link subió las escaleras que conducían de los túneles a Ravenwood

Manor.

¿Dónde diablos estaba Rid? Un segundo estaba masticando su chicle

cerca de la chimenea, y el siguiente ya no estaba.

Alzó la mano y empujó la trampilla convenientemente que daba a la

habitación de Ridley. La difusa alfombra rosa era pesada, pero Link

consiguió abrir la puerta con una sola mano. En el segundo que abrió la

puerta, el túnel se inundo de luz brillante. Link se cubrió los ojos con la

mano libre. "Por Dios, ¿Qué haces ahí, Rid?”

"¡No me vengas con esas!" La puerta se cerró, y la luz se vio atenuada de

repente, como si se hubiera apagado un interruptor. "Casi me das un

ataque al corazón.“

Link llego hasta la mitad del túnel cuando vio a Ridley sentada en el suelo,

con la espalda contra la puerta del armario. Ella parecía tan inocente

como un gato con la boca llena de plumas, pero cuando miró alrededor de

la habitación, no había nada que hacer.

Aun así. Así era Rid, por lo que dio otro vistazo. Nada.

"¿Por qué te fuiste?" Link salió del Túnel, dejando que la trampilla se

cerrase detrás de él. Él se sentó frente a ella.

"¿De verdad crees que quiero sentarme y escucharte a ti ya mi tío hablar

sobre sus estúpidos poderes mágicos? ", Ella se quitó los zapatos y

comenzó a frotar sus dedos de los pies de color rosa y púrpura.

Link estaba confundido. Por otra parte, Ridley estaba tan confundida

como una chica podía estar. "Tú eres la que dijiste que querías venir

conmigo. “

Ella se apartó el pelo, una antigua costumbre de Siren que probablemente

nunca será capaz de abandonar. No había nada triste en eso, como ver la

desenvolver sus piruletas. "Soy un Mortal ahora, Shrinky Dinks. Ya no me

necesitan”.

Se levantó, y él sabía que ella estaba planeando una huida rápida. Link la

agarró del brazo antes de que ella tuviese la oportunidad de correr.

"Siempre te necesitare, Rid».

Ridley se mordió el labio inferior. "¿Por cuánto tiempo?“

"¿De qué estás hablando?" Link honestamente no tenía idea. Las chicas

eran como extraterrestres, y por lo que a él se refería, Ridley era su reina.

"Sólo dime lo que está mal”.

"Esto. Nosotros." Ella hizo un gesto en el espacio vacío entre ellos. "No va

a funcionar. Los dos lo sabemos, así que vamos a dejarlo mientras

podamos. “

Link sintió una subida de pánico en su pecho. Ella iba a abandonar, de la

forma en que siempre lo hacía cuando pensaba estaban empezando a

acercarse. "¿A qué te refieres? Eres mi chica. “

Ridley negó con la cabeza. "¿No lo entiendes? Ese es el problema. Soy

una chica mortal, una del montón, sin valor. No soy un Sobrenatural más.

Soy una supernada. Y tú eres un Íncubo, que se pasea a la luz del día. “

"Cuarto de Íncubo".

"Bueno, yo soy cien por cien mortal. Así que no tenemos nada en común.“

Link agarró por los hombros. Ella hizo una mueca, y trató de aflojar su

apretón antes de que accidentalmente le rompiera algunos huesos.

"Nunca hemos tenido nada en común, y no te importaba antes. Eras un

Siren y yo era un tipo normal. Eras una chica espectacular y yo era feo. “

"Odio tener que decírtelo, pero nunca fuiste tan feo. "Ridley le sonrió.

"Entonces, ¿por qué es diferente ahora?" Link aferrado a su sonrisa. Esos

labios englosados, y esa sonrisa de diva significaba tanto para él como

cualquier cosa estos días.

Ridley desvió la mirada.

Había algo acerca de decir las palabras en voz alta que finalmente

consiguieron hacer a Link entender. "Oh, lo entiendo. Cuando tu eras una

Caster, todo fue bien. Pero ahora que yo soy el sobrenatural, las cosas no

saldrán bien.” Tomó las manos de sus hombros y la empujó ellos en los

bolsillos torpemente. "Porque yo soy sólo algún paleto estúpido,

¿verdad?”

Ella se quedó mirando el techo, centrándose en una delgada grieta de

yeso blanco perfecto. Era curioso cómo una pequeña grieta podría

arruinar completamente algo perfecto.

"Tú eres un estúpido paleto si eso es lo que crees." Ridley vaciló.

Link se inclinó hacia adelante, con la frente tocando la suya. "¿Puede un

paleto estúpido hacer esto?" Se inclinó y la besó tan suavemente como

pudo.

"Sí, y esto.” Ella se empujó contra él y besó a Link tan fuerte como pudo.

Luego se levantó del suelo y se fue antes de que pudiera decir una

palabra.

Aún así, Link estaba casi seguro de que ella estaba sonriendo. Link cogió

uno de los altísimos tacones de Ridley y se quedó mirándolo. Por lo

general, se preguntaba cómo andaba en esas cosas, eso era lo más

cercano que Link ha estado nunca de contemplar física.

Hoy en lo único que podía pensar era en la caja junto a los zapatos. Había

algo familiar en ella, pero no podía recordar por qué. Tal vez realmente era

un paleto estúpido.

Si no hubiera estado mirando tan de cerca la caja de zapatos, podría

haber notado que la luz todavía brilla intensamente, brillante como una

linterna, a través de la grieta de debajo de la puerta del armario.

Para cuando Macon envió a Link una llave Caster, unos pocos días

después, Ridley y Link estaban juntos de nuevo, como uña y carne. Me

sentí un poco celoso, no acerca de Rid sino de Macon. En serio, quiero

decir, yo salve la vida de Macon, y yo no tengo una llave Caster para los

túneles.

"No tienes que ocultar que eres un Sobrenatural a tu madre, quien ni

siquiera soporta a los metodistas ", señaló Lena.

Supongo que tenía razón.

Link no tuvo que esperar mucho tiempo para probar su llave Caster.

Estábamos lanzando unas canastas en el patio de la escuela, en medio

del calor abrasador, el asfalto estaba prácticamente derritiéndose en

alquitrán, cuando Boo se presentó con una hoja de papel enrollada

alrededor de su cuello. No estaba firmado, pero los dos sabíamos de

quien era.

"¿Qué soy, un espía ahora?" Link arrugó el papel y lo arrojó a la papelera

de metal verde. Yo medio esperaba que se prendiese fuego al chocar con

el borde.

"Macon se supone que está muerto", le recordé.

Link boto el balón de una mano a la otra.

"Oh, está bien. Supongo que no es tan extraño, entonces."

Sólo que si lo era, y ambos lo sabían. Si solo supiéramos lo extraño que

es.

Traducido por: Esmeralda Negra

Tres horas más tarde, Link llamó a la puerta de Macon en los túneles. Se

preguntó si la llave Caster serviría en esta puerta también. Probablemente

nunca había sabremos, pues no había manera de intentarlo.

Macon Ravenwood no era un Íncubo más, pero él seguía siendo un

Caster. Incluso si a él no le gusta decir lo que puede hacer.

Link fue pensando en las posibilidades en su mente cuando la puerta se

abrió. Macon Ravenwood estaba con un vaso de té dulce. Gran sorpresa.

Bastante pronto iba a necesitar una línea intravenosa.

"Mr. Lincoln, estoy impresionado. A las cuatro de la punto”. Macon dio un

paso a un lado para dejar entrar a Link. "Creo que la puntualidad es una

cualidad subestimada, al menos por sus contemporáneos”.

Como de costumbre, Link tenía ni idea de lo que era Macon diciendo.

"Uh-Está bien, señor.“

"Por favor, tome asiento." Hizo un gesto hacia el Macon par de sillones de

orejas en la esquina. "Me disculpo por la naturaleza críptica de mi

mensaje, pero lo que hay que discutir es de gran importancia. “

"¿Señor?" Link se dejo caer en la silla, y la madera gimió.

"Necesito que entregues un mensaje urgente para mí, Wesley. "Macon

echó un vistazo a la tabla entre las sillas. Un sobre de crema de leche

estaba sobre ella.

"¿Quieres que entrege una carta? ¿No podría el Sr. Eaton hacer eso? “

Macon levantó el sobre y lo sostuvo entre sus dedos. "Esta no es

cualquier carta. El beneficiario de esta carta es un viejo amigo mío, y esta

correspondencia debe llegar a él. Es una cuestión de importancia crítica,

me temo." Esa parte no era sorprendente. Todo parecía peligroso e

importante si Macon estaba involucrado.

Link rascó la cabeza. "¿Por qué no puedes ofrecer usted, señor?” Era una

pregunta válida.

"La ruta es un poco traicionera para un Caster, que es lo que soy. “

"Okey." Link lo dudaba. Puede que no sea la herramienta más afilada de

la nave, pero ni siquiera sabía que había un montón de cosas que eran

demasiado peligrosas para Macon Ravenwood.

"Necesito un Íncubo para entregarlo, y mi hermana indispuesta. "Link

estaba bastante seguro de que Leah no dejaría que Macon la mandara.

Todo eso tenía sentido. Al igual que la idea de que Link era el lacayo en

esta situación.

Link se rindió y dejó de tratar de entenderlo. "¿Dónde quieres que

entregue la carta?“

Macon se la dio a Link. El papel era grueso y pesado y bien sellado con

cera. "Barbados".

"¿Te refieres a la isla?" Tal vez había una ciudad hacia el norte, llamada

Barbados que Link no conociese. Al igual que El Cairo, en Mississippi. Era

posible, como lo que él sabía. Había fallado un montón de veces en

geografía.

Macon parecía divertido. "Precisamente el Sr. Lincoln. Aunque si usted

toma los túneles, probablemente no se llegue a ver el Caribe. Obidias vive

demasiado lejos de la costa”.

Obidias Trueblood. Era el nombre inscrito en la parte frontal del sobre.

"¿Quieres que camine a Barbados?“

"Puedes viajar, si lo prefieres. Obviamente, sería ser mucho más

eficiente”.

Link no estaba interesado en intentar teletransportarse a cualquier lugar.

Por lo que a él concernía, era como pedirle que saltar de un avión. "No,

gracias, señor. Creo que voy a ir a pie, si no le importa. “

Macon asintió. "No, en absoluto. Pero hay que partir de inmediato. No

puedo enfatizar suficiente la importancia del contenido de ese sobre.”

Link se metió el sobre en el bolsillo. "¿Cómo estoy supone que encontrar

mi camino a Barbados?”

Link había conseguido perderse conduciendo a Charleston una vez. En

otra ocasión, incluso había llamado y denunciado el robo de su coche

cuando se le olvidó que lo había aparcado en el aparcamiento al Stop &

Steal.

Macon asintió con la cabeza hacia la puerta. Boo Radley estaba sentado

allí, esperando. Link casi podría jurar Boo estaba sentado allí esperando.

Link casi podría jurar Boo estaba rodando los ojos cuando Link se dirigió a

la puerta.

"Está bien. Vamos a Barbados, Boo." El perro ladró. "¿Entiendes? ¿A

Barbados? ¿Barba-dos?". Boo se volvió hacia Macon, que negó con la

cabeza.

"Tenga cuidado, señor Lincoln. Nuestro destino está en sus manos”.

Ahora, eso era un pensamiento aterrador, incluso para Link. Los túneles

eran retorcidos y curvados en frente de él, desapareciendo en la

oscuridad, pero no era nada a lo que Link no se había enfrentado antes.

Podría ser peor. Él podría pensar en las cosas más peligrosas de los

túneles y lo que podría encontrar aquí, siempre y cuando su madre se

quede sobre el suelo. Su mamá, y tal vez esa taza de amarillo pis.

Link metió la mano en el bolsillo de atrás y sacó sus fieles tijeras de

jardinería, cortando el aire unas pocas veces por si acaso.

Estaba haciendo un hábito de llevándolas cada vez que visitaba Macon en

los Túneles. Se sentía mucho mejor con un par de gigantes tijeras de

metal en la mano, ya estén destinadas a rosales de recorte o la columna

vertebral de un feto de cerdo en la escuela de verano en el laboratorio de

biología, no es que lo haya hecho tampoco. No importaba. A principios de

este verano, quien se hubiese imaginado lo que esas tijeras podían hacer.

Lo cual era bueno, porque Link se adentraba más profundo en los túneles

de lo que nunca había estado antes.

Pasó por algunos lugares que parecían familiares, pero su memoria

nunca fue genial para empezar, una cosa que la sangre de Íncubo no

había mejorado. Reconocía El exilio, el club donde se había encontrado

Ridley y Lena con John Breed y un montón de Sobrenaturales oscuros.

Link sabía que no quería volver a ver ese lugar de nuevo. Por suerte, Boo

parecía conocer el camino.

El perro Caster siguió su camino, hasta que se encontraron en la curva

más oscura todavía. Cuanto más lejos el perro caminaba, la más negros

los Túneles se volvían, y Link se dio cuenta exactamente de lo bien que

podía ver en la oscuridad ahora.

Ya casi ha terminado. Sólo un poco más lejos y puedo entregar la carta y

nos vamos. Link se repetía las palabras en silencio, pero no estaba

seguro de que fuesen ciertas. Link pudo ver una larga y estrecha line a de

oscuridad frente a él, como un enorme túnel del metro negro excepto sin

las pistas. Trató de distraerse silbando las canciones más recientes y

peores de Holy Rollers. Pero la letra que había estado cantando ya no

funcionaba más.

Seguía pensando en su sonrisa arrogante y la forma en que ella

masticaba chicle tras chicle, la vieja manera Wallace Gunn fumaba Lucky

Strikes, cuando captó el olor de algo desconocido y nauseabundo.

El aceite de motor, huevos podridos y el pelo chamuscado. Link respiró de

nuevo, tenia arcadas por el hedor.

Se quedó mirando hacia delante, pero el túnel estaba muy oscuro, incluso

para un cuarto de Íncubo. Y había ruidos. No es el tipo de ruidos

inofensivos, como en su casa por la noche. Estos eran reales.

Respiración entrecortada e irregular. Algo afilado arrastrando contra la

piedra. ¿Qué demonios fue eso? Boo se detuvo y gruñó, el pelo negro de

punta a lo largo de su espalda. Dos ojos amarillos miraban detrás de las

profundidades del túnel.

Link fue lo suficientemente inteligente como para saber que eran los ojos

de unaCaster Oscura cuando los vio. Sobre todo después de haber pasó

la mayor parte de un año enamorado de uno. Pero esta no se Ridley. Todo

lo que podía pensar era en Sarafine. Él no estaba seguro de tener

suficiente poder Íncubo para enfrentarte a ella. Boo volvió a gruñir. La

figura se acercó. No era Sarafine.

Podía verlo ahora, pero no tenía ni idea de quién o lo que era. Cuando los

ojos de Link se establecieron en su suave piel, una parte de él sabía que

estaba mirando a un hombre, o lo que solía ser uno. Aparte de la color de

la piel artificial y una cabeza tan calva que parecía pertenecía en esas

fotos exóticas, los rasgos faciales eran completamente humanos. Excepto

por el enorme amarillos ojos enloquecidos y primitivos, como un rabioso

animal.

Lo estaba mirando, sus ojos se abrieron con anticipación como los deLink

se abrieron con miedo. La figura salió de la boca del túnel negro, donde

que había estado.

Vestía pantalones negros raídos que eran demasiado cortos, como si

hubiera dejado atrás un largo pasado, y nada más. Sin camisa y descalzo,

su cuerpo era el mismo tono enfermizo de moretones negro como su cara.

Pero ahí es donde las similitudes físicas entre esta cosa y un hombre

acababan. Extendió su mano, para intentar alcanzarlo, Link vio a una

capa de la piel que se extendía desde la parte inferior de su brazo hacia

abajo a la criatura de la cintura, como un ala deformada. Parecía como

algo fuera de uno de los libros de comic de Link, pero No podía pasar

página y hacerla desaparecer. Dio un salto hacia atrás, golpeando en la

pared a su lado. Olió la sangre que le corría por el brazo.

La cabeza de la criatura se sacudió hacia arriba. "¿A dónde va este niño?”

Un escalofrío corrió por la parte posterior del cuello de Link. La voz tenía

una cualidad espeluznante. Sonaba como si la cosa estaba hablando con

alguien junto a él, pero no había nadie allí. Al menos así lo esperaba Link.

"Yo-yo sólo estaba marchándome, hombre. Mi perro y yo." Link

tartamudeó. "Perdona que te moleste.“

"El niño se aleja de su casa, y ¿ qué es lo que ve?” La voz se elevó y cayó

en el ritmo monótono y de retorcida rima.

Link no tenía la intención de quedarse y averiguarlo. Empezó a retroceder,

y la criatura se acercó sus dedos rotos y doblados, exponiendo la capa de

piel en forma de ala de piel oscura que se extiende desde su cuerpo.

Mostró los dientes en una sonrisa demente mientras cantaba una rima

inquietante. "El monstruo en el espejo esperando para matarme... “

Por un segundo, lo miró como si tuviera presentando un acertijo para que

Link lo resolviese y esperaba una respuesta. Link no tiene una.

La sonrisa torcida en una mueca de desprecio y, sin advertencia, la cosa

se abalanzó sobre él. Boo se lanzó al ataque, pero cogió la criatura al

perro en el aire mientras saltaba, golpeándolo contra la piedra de la pared.

Boo lanzó un grito y Link sintió curvar manos en puños.

La criatura cogió a Link, y su instinto se hizo cargo. Se precipitó hacia

delante, y en una fracción segundo su mano estaba alrededor de la

garganta de la criatura. El movimiento fue tan rápido que sorprendió a los

dos, y Link casi olvida apretar su agarre.

Lo atacó y arañando a Link. "El niño esta demasiado lejos de casa. "La

voz era tensa, un silbido más que cualquier otra cosa. Una mano cogió el

lado de la cara de Link, las uñas rotas que se hunden en la piel.

"¡No me toques, monstruo!" Link lanzo al mutado hacia atrás, y voló por lo

menos tres metros, a través de la tierra. Hasta entonces, Link no tenía se

dio cuenta de lo fuerte que era.

Observó como la oscura figura se levantaba. Una sonrisa se dibujó en el

rostro de Link. Esa cosa no era la única criatura en el juego. Había una

Linkubus allí, también.

Boo estaba de vuelta en sus pies, cruzo el Túnel gruñendo. Link tendió la

mano. Se preguntó si era Macon mirando a través de los ojos del perro de

Caster. "No preocupes, Boo. Tengo esto bajo control”.

Los ojos amarillos estaban fijos en Link, y observó que como el hombre-

que-no era-un hombre-se lanzó hacia delante como si estuviese corriendo

a cámara lenta. Link sacó las tijeras de podar de la cintura de sus

pantalones vaqueros y esperó. La criatura saltó, arrojándose sobre el

Link. Sintió que las cuchillas hacían contacto y vio agrandarse los ojos de

la criatura. Cayó hacia atrás, golpeando el suelo duro. No se movía, pero

su pecho seguía subiendo y bajando. Link corrió, con Boo Radley justo

detrás él.

Traducido por: Esmeralda Negra

Link no dejó de correr hasta que hizo todo el camino a través del túnel

negro como el carbón. Pero incluso cuando se ralentizado, su mente

seguía corriendo.

¿Qué había hecho? No era como si hubiera tenido elección, esa cosa

podría haberlo matado. ¿Qué fue? ¿Sabía Macon que estaba ahí?

Cuanto más caminaba, más preguntas que tenía. Su corazón no dejó de

golpear hasta Boo se detuvo frente a un Doorwell 2. Incluso entonces no

se sentía bien.

¿Era esto lo que significa tener superpoderes? ¿Fue una ventaja injusta

en una pelea? ¿Se cuenta si estas luchando con una especie de

monstruo?

Cuando Link salió de la puerta exterior y vio la casa, se olvidó de todo lo

demás. Macon, dijo que la casa estaba tierra adentro, pero debe haber

sido en broma.

La casa Obidias Trueblood fue tallada prácticamente en la ladera de un

acantilado. La madera gris deformada mezclada en la piedra que lo rodea

y colgado peligrosamente cerca de las olas golpeando la pared de la roca

a continuación. Link estaba seguro de que si una de esas olas era

suficientemente grande, el lugar entero se derrumbaría en el mar. ¿Quién

demonios iba a vivir aquí?

Boo ladró como si estuviera ofreciendo una respuesta, pero Link ya lo

sabía. Un amigo loco de Macon Ravenwood que es quién vivirá aquí.

Link navegado por las rocas hasta llegar a la parte de la casa frente a la

tierra, donde vio dos ventanas torcidas y una puerta que había perdido su

pintura por el aire salado hace mucho tiempo. Había un anillo de hierro

redondo en el centro de la madera podrida.

Link miró a Boo, que lo observaba expectante. "Tal vez nadie está en

casa." El Caster perro no parecía convencido. "Está bien, voy a llamar a la

puerta”.

El anillo golpeó la puerta, y poco a poco se abrió.

"¿Hola?" Llamado Link.

No había nadie allí. Link echó un vistazo a la cerradura. Fue arrestado.

Entró en la entrada tentativamente. "¿Hola? ¿Hay alguien en casa? “

En el interior, el lugar era como una biblioteca. Los libros estaban apilados

por todas partes, y a excepción de unas pocas sillas cerca de la chimenea

y una mesa, no había muebles. Sólo libros y revistas desde el suelo hasta

el de techo y mapas grabados en los muros. La cocina estaba a un lado,

con una enorme ventana que daba al agua.

Alguien tenía que estar allí. La chimenea estaba encendida.

"Mr. Trueblood?”Link gritó por encima del ruido de las olas rompiendo

contra las rocas exteriores. "Macon Ravenwood me envió. Él tiene un

mensaje para usted”.

Boo olfateó alrededor de la habitación y se detuvo por un largo pasillo.

Más mapas fueron grabados en las paredes allí.

"Hueles algo, Boo?" Sus sentidos de Linkubus eran agudos, también.

Inhaló profundamente, tabaco de pipa. Link siguió a la combinación de

regaliz y roble hasta que llegó al final del pasillo, donde una puerta estaba

rota lo suficiente para que una rebanada de luz de la luna se escape.

Había voces, no, una de voz seguido de un gemido.

Un nuevo olor inundó sentidos aumentados de Link algo más familiar.

Cobre y sal. Sangre. Él se concentró en el espacio delgado entre la puerta

y el marco. Había alguien en la habitación, acunando a un anciano en sus

brazos. La sangre fluía en el suelo.

Link hubiera sabido de quien era la chaqueta de cuero y ese pelo negro

en cualquier lugar. Fue Hunting Ravenwood. Él se estaba alimentando.

" Hunting!" Link gritó antes de que pudiera detenerse a sí mismo. No

estaba seguro de que estaba planeando hacer, pero iba a hacer algo. Link

irrumpió a través de la puerta, blandiendo sus tijeras y Hunting le dedicó

una sonrisa sangrienta, satisfecho.

"Eres un chico poco lento". Él bajó el flacido cuerpo. "Quiero matarte,

también, pero no importa.“

Link escuchó el sonido de la resaca. Hunting se había ido antes Link

pudiese cruzar la habitación. El hombre, unos veinte años mayor que

Macon, a juzgar por su barba blanca, estaba acostado en el centro de la

habitación, donde Hunting le había dejado.

La luna brillaba a través de la ventana, echando una extraña y pálida luz

en su rostro. Su camisa blanca estaba manchada de sangre.

Boo ladró, y el hombre se agito, inclinando la cabeza a un lado. Sus ojos

eran de oro. Obidias era un Caster Oscuro.

Link se arrodillo al lado del hombre herido y se dio cuenta de por qué Boo

estaba ladrando. Obidias fue acostado sobre el pecho, pero no tenia

manos.

Cuando Link se acercó, la cabeza de cinco serpientes negras de la

longitud de los dedos humanos silbó y golpeó el aire. Las serpientes se

han unido a la muñeca del anciano, donde la mano debería haber estado.

"¡Mierda!" Saltó Link de vuelta.

"No te preocupes", dijo el hombre, con voz tensa. "Sólo quieren hacerme

daño a mí.“

Link recobró la compostura. Podía hacer frente a unas pocas serpientes.

Pero este tipo estaba en mal estado. "Mr. Trueblood? ¿Qué ha pasado? “

El hombre tosió. "Abraham Ravenwood me envió una visita. “

La piel de Link se erizó ante el nombre de Abraham. "Pero, ¿por qué?

Usted es un Caster oscuro, quiero decir, eres un de ellos”.

Obidias tosió, tratando de recuperar el aliento. "Yo soy no es uno de

ellos”.

"No entiendo.“

"No hay tiempo para explicaciones. Macon necesita saber lo que Abraham

estaba tratando de confirmar... "Obidias Apenas podía respirar. No iba a

hacerlo.

Link quitó su sudadera negra de AC / DC y la empujó debajo de la cabeza

del anciano.

Con su mano buena, Obidias agarró el brazo de Link y lo jaló más cerca.

"Yo sé lo que viene, las consecuencias. El Orden está roto”. Obidias cerró

los ojos y volvió a abrirlos lentamente. Él estaba hablando de la Orden de

las Cosas, se rompió en la noche de la Decimoséptima luna de Lena.

"¿Lo que va a pasar, señor?" Fuera lo que fuera, tal vez podrían detenerlo

si sabían lo que era.

"El apocalipsis. El fin del mundo Mortal tal y como lo conocemos. "Obidias

se desvanecía.

"¿Qué quieres decir con apocalipsis? ¿Al igual que en la Biblia? "¿Había

otra clase? Link ni siquiera sabia.

Obidias tenía los ojos vidriosos. "Inimaginable, lloverán plagas sobre el

mundo de los mortales hasta que no quede nada, y los Caster no serán

suficientemente fuertes para detener la destrucción. “

"¿Qué debemos hacer?“

"Hay algunas cosas demasiado rotas que se arreglen," él dijo, luchando

por respirar. "Algunas cosas son inevitables. Dile a Macon que lo siento.

Por muchas de las cosas... “

La cabeza del anciano rodó hacia un lado, con los ojos todavía

desenfocados. Las serpientes detuvieron su silbido se detuvo y cayeron

contra su pecho. Estaba muerto.

Link agarró sus hombros y lo sacudió suavemente. "Mr. Trueblood " Pero

él se había ido.

El fin del mundo Mortal.

Siguió repitiéndose las palabras a sí mismo una y otra vez en la cabeza.

Caminó hacia el cenicero, donde una pipa encendida, y golpeó las brasas

fuera de ella.

Obidias Trueblood no la necesitaría más. Link sacó el sobre de crema de

leche de su bolsillo. Otra cosa que el Caster muertos no iba a necesitar.

Se quedó mirando la escritura garabateada de Macon a través de la

envoltura. La carta no era para Link. Él lo sabía. Pero también sabía que

el destinatario estaba muerto. Rasgó el sobre, cortando con el dedo en el

borde del papel.

Sacó una tarjeta del interior, su sangre mancho la parte delantera. Él la

miró durante un largo tiempo, su mano temblando. La tarjeta estaba

completamente en blanco.

"No puede ser".

Link miraba de la tarjeta al Caster muerto. No había una carta. Nunca

había habido una. El mensaje era de Macon Ravenwood, pero no era

para el muerto. Era para Link, ni siquiera él lo sabía. Si se trataba de una

prueba, Link esperaba haberla pasado. No sucede muy a menudo, pero

no había una primera vez para todo.

Además, Link sabía que había más aventura que en la escuela de

verano.

Mucho más.

2: [nota de la traductora: Se refiere a la puerta correcta]

Traducido por: Hinata Molina

Ethan y Lena pensaban que ya se habían acostumbrado a los acontecimientos extraños e imposibles que ocurrían en su Gatlin natal. Sin embargo, cuando regresan a casa, las palabras "extraño" e "imposible" adquieren un nuevo significado. Plagas de langostas, oleadas de calor y devastadoras tormentas asolan la ciudad, mientras intentan desentrañar los nudos que los atan a misteriosos cementerios.

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