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Jamie Dey’s Stories
HStories Studio ©
K A R E N S T R A I G H T
Sinopsis
Jamie Dey Unnane cruza un portal
dimensional hacia el universo de Darken the
Darkness, protagonizado por Peter
Emphirio, un joven de Technology City,
hacia el año 2171.
En su universo, Emphirio fue elegido como
el Warrior Black por el Orbe de Cristal, en
una realidad mágica: cada 1,000 años se vertía
un alma a un cuerpo vacío con el poder
acumulado de 30,000 años. Aunque su
propósito original era ser un héroe de Zyrer,
el Warrior Black siempre adquiría malignidad
en el futuro. Con el temor de convertirse en
el destructor tan temido y odiado, no solo
Peter se enfrentará a sus enemigos, sino
también las vidas alrededor de él obtendrán
un giro inesperado.
¿Es posible escapar de las redes del destino?
Under the Spell
1
Main Brain
DESTINY
under Darker Destiny
Karen Straight | HStories
Studio © 2019
http://www.hstoriestudio.wor
dpress.com
Introducción a Under the Spell
Under the Spell, dentro de Darker Destiny y
de Jamie Dey’s Stories, es protagonizada por
Maredel, mejor conocido como el genio de la
mente, personaje secundario de la obra Kirtu
Soh, también de Mundo A.
Una saga posterior a Desolated en Jamie
Dey’s Stories. UTS está compuesta, a su vez,
por otras historias, siendo esta la primera.
Capítulo 1: Winspencer
››Oscurece el tiempo.
Oscuridad en el destino.
Sin salvación, sin salvación.
Mundo A, Dimensión A.
Technology City, en Darken the Darkness
Peter Emphirio en cuerpo y alma era el
elegido por el Orbe de Cristal. La materia de
Zyrer de fantásticas formas en las montañas,
bajo el firmamento limitado de un único
mundo significaba solo un mundo a destruir.
En el borde de una desgastada pieza de
superficie de la meseta más elevada, Peter
observó el panorama agonizante de la
realidad, Zyrer, solo con el propósito de
aniquilar. La maldad rebotaba dentro de él,
ansiosa por escapar de su prisión.
Incontables habitantes corrían asustados de
un lado a otro, intentando en vano escapar
de su destino. Una voz sonó en sus oídos,
dentro de él:
‹‹Destruye. Destruye. Destruye››
El Warrior Black no necesitaba un Arco
Mágico, el único en Zyrer. Creado miles de
años antes, generó una esfera púrpura a
modo de torbellino mágico. Sin dudar, el
máximo destructor creó una explosión de
magnitudes catastróficas que saturó su visión.
Su alma, atrapada en el cuerpo maléfico,
soportó los gritos de terror y las súplicas, el
dolor de cada muerte en Zyrer le destrozaba
la cordura.
‹‹Destruye. Destruye. Destruye››
‹‹Destruye. Destruye. Destruye››
― ¡Peter!―despertó Wendy Zaylor, justo en
clase de biología.
― ¡No, no, no!―Peter seguía recordando el
sueño terrible. Fue momentos más tarde
cuando reaccionó: Por fortuna, solo fue una
pesadilla.
― ¡Estamos en clase!
― ¡Jovencito!― la profesora Mayra cruzaba
sus brazos notándose molesta en tanto sus
tres amigos lamentaron los regaños―, ¡no es
hora de dormir!
Peter sentía un dolor de cabeza terrible
incomparable con la burla de sus
compañeros; un caso raro en el estudiante
más dedicado del nivel 16 en el Instituto
Densoniano. Las pesadillas sobre Zyrer le
desgastaban el pensamiento de vez en
cuando. La angustia volvía desde su
encuentro con el reservado Anthoine, quien
le contó a qué se enfrentaba; a él mismo, al
Warrior Black, a la maldición del cuerpo
otorgado meses antes. Sus temores más
profundos de ser vencido por su malignidad
implícita volvían para aterrorizar sus sueños y
ganarse su primer reporte en Biología.
Mundo 0 (Cero), Dimensión 0 (Cero).
Winspencer, la Tierra.
Existía una dimensión, en ella, un mundo, y
un universo, y en él, el planeta Tierra,
Winspencer. En una de las mansiones del
distrito 24, una niña de diez años miraba el
caer de la nieve a través de su ventana. El
clima era desgastante, a pesar de ser su
estación preferida. Era el tiempo de
vacaciones. Pasaba el tiempo en casa, en su
habitación.
― ¡Ay!― suspiró ella, cuyo nombre era Jamie
Dey―. Quisiera encontrar amigos de
verdad―decía ella, sentada cerca de la
ventana de cristales limpios, mientras
observada a otros niños jugar con la nieve
cayendo despacio al otro lado de las rejas:
Ellos parecían felices.
A los diez años, ella vivía la convicción de
volverse actriz en la academia para participar
en historias ficticias. Desde que sus padres la
llevaron al teatro por invitación de la famosa
actriz O’Naider, Jamie no dejó de pensar en
lo maravilloso de interpretar otras vidas,
otros pensamientos bajo las luces del
escenario. Solo la actuación vencía la timidez
de ella en público, la desplazaba conforme
pasaban las lecciones.
― ¡Jamie!―una voz clara desde la primera
planta; era la voz de su niñera―. ¡Es hora de
cenar!
La tarde estaba cayendo. Jamie se apartó de
la ventana con cortinas blancas y salió de la
habitación, dejando sus pensamientos para
bajar.
Jamie era hija de una modelo llamada
Angelica. Angelica Unnane fue nombrada
como Modelo Internacional del Año, hacía
algunos años. A su paso, bajando las
escaleras, Jamie pasó por una de sus
fotografías en la ceremonia de premiación. Su
madre siempre estaba preocupada por su
apariencia perfecta. En cambio, su padre
solía permanecer en el trabajo, arreglando
asuntos de su importante empresa. Incluso,
cuando estaba en casa, no se apartaba del
trabajo. Cuando llegó a la mesa, la niña los
encontró atendiendo sus pendientes.
―Hola, mamá, hola, papá―ocupando su
lugar en la amplia mesa. Una vez más intentó
hablar con ellos.
― ¿Ya está listo mi capuchino?―Leonel Dey
se dirigió a la cocinera, quien estaba sirviendo
la jarra. Al lado de su padre, su lado su
ordenador portátil. Y escribía sin parar.
―Sí, señor. En un momento se lo traeré.
Angelica, su madre, no respondió. Ya era
costumbre su falta de cortesía. No saludaba a
nadie de su familia en casa. Una de sus
manos sostenía un espejo, y la otra llevaba un
pintalabios. Angelica no se dejaba de
contemplar para arreglar sus imperfecciones
delante del espejo.
―Mamá, papá― sus padres apenas la
notaron. Le dolía en el alma su indiferencia.
― ¡Hija!―Angelica, sin dejar de mirarse al
espejo no se limitó a dar un poco de modales
a su única hija―, es de mala educación hablar
mientras cenamos. Es irrespetuoso. ¿No es
así, Leonel?
―Por supuesto, es hora de cenar―matizó sin
apartar la vista de la pantalla, los
presupuestos del próximo mes, el reporte, las
facturas de última hora…
―Lo siento. Yo solo quiero hablar con
ustedes, porque casi nunca tenemos tiempo.
― ¡Por favor, Jamie! ¡Déjanos cenar en paz!
Jamie dejó de sonreír. Angelica y Leonel
seguían en sus asuntos sin perturbarse ni un
poco. La cocinera y su niñera se miraron,
indignadas por la actitud de Angelica y
Leonel. Ellas no trataban de esa forma a sus
hijos, aunque no tuvieran la fortuna de los
Dey Unnane.
―Jamie, al terminar de cenar, puedes ver la
televisión―le animó la niñera.
―Gracias, Anne.
Jamie continuó en silencio el resto de la cena,
mientras la cocinera, Jackie, servía los
platillos para la familia reunida. Leonel comió
tan pronto como pudo y volvió a su estudio
para seguir con el trabajo. Angelica apenas si
tocó las galletas, pero la ensalada la terminó,
la dieta era primordial para ella.
Jamie se sentía triste por su indiferencia,
radicaba en ella la sensación de unos padres
agotados por el trabajo. Era el mismo asunto
de siempre, todo el tiempo. Estaba cansada
del mismo drama. En casa, solo contaba con
Anne y a Jackie, quienes la trataban con
cariño, a pesar que no era su hija. No solo
por cuestiones de trabajo, Jamie fue querida
por las trabajadoras de su casa, desde su
nacimiento. Solo ellas le brindaron consejos
cuando necesitaba. En el fondo, prevalecía el
deseo de atención por parte de sus padres; al
menos, una sonrisa, una vez por día. Un
saludo. Un detalle vivo.
Al finalizar la cena, Jamie salió de la mesa, no
sin antes, agradecerle a Jackie por la gran
comida preparada por Jackie. Pasó por la
sala, y se sentó en el sofá. Aparecieron
promocionales de algunas series, y
programas. Luego un documental sobre las
teorías de Joseph H. Glaser. Anne echó un
vistazo a la pequeña dormida en el sofá.
―Pobre niña, a pesar que es rica, no tiene la
fortuna de ser feliz―pensó la niñera,
mientras la cobijaba con una manta.
Mundo A, Dimensión A.
Sede del reino Fantasía.
Numerosos mundos fueron asignados a la
reina Iris Isabel de Mundo A. Dirigida por la
reina Azura, la líder principal de Mundo A,
Iris se encargaba de velar por los mejores
intereses de los mundos. Su principal labor
consistía en equilibrar universos, evitando el
contacto de unos con otros. No obstante, la
mayor parte del tiempo, a falta de errores,
Iris se ocupaba de otros asuntos en la
administración de Fantasía. Por tal motivo,
Azura le asignó al hada Izarea como
aprendiz, una recién llegada de Dimensión
Oo: Derifai.
―Iris, ¿es el método correcto?―se dirigió
Izarea a su tutora.
La plataforma contigua al Palacio de
Fantasía, hogar de Iris, Azura y la princesa
Blanca, quienes desde los balcones
observaban el progreso de Izarea.
―No estás ajustando tu mente. En Mundo A
solo necesitas pensar en el procedimiento
para abrir portales, no basta con el deseo en
sí mismo. Dota de forma a tu poder creativo.
― ¡Ya lo decía Dora Daniela!―exhaló Izarea,
sentándose en el césped luminoso ―. ¡Esto
no sería sencillo!
Agotada por el esfuerzo mental para abrir
portales en Mundo A, decidió descansar
algunos minutos. Exhaló, de nuevo,
refrescando su mente. Iris Isabel se volvió a
animar; suponía para ella un reto colosal
enseñar imaginación a un hada acostumbrada
a la magia de otra dimensión.
Izarea agitó su varita mágica. Se concentró.
Materializó en su mente el portal. Ideas de
diferentes mundos se fundieron en sus
pensamientos, Mundo A, B, C,…
1….2…3… 0… L…
Todo al mismo tiempo. Intentó ajustar las
coordenadas en los diversos mundos,
universos, dimensiones. Falló.
― ¡Izarea, intenta de nuevo!
Izarea tuvo otro fracaso. Ningún portal
apareció frente a ella.
Winspencer, la Tierra, Mundo 0, Dimensión
0.
Al día siguiente, Jamie estaba en la sala, en
compañía de su niñera Anne. Anne se sentía
complacida de ayudar a cuidar a Dey
Unnane.
―Anne, yo quiero saber ¿Por qué mis padres
son así, conmigo?
―Jamie―inició Anne― a mí también me
gustaría―. Pero, ellos te aman de todas
formas.
― ¿Sabes por qué deseaban tener una hija?
―Por amor―respondió Anne, segura de sus
palabras.
‹‹Para ellos, su trabajo y apariencia es
prioridad, más que el tiempo con familia ››
pensó Anne, empero, no sería cruel con
Jamie.
― Nunca les he importado.
―Oh, Jamie, no te sientas así. Pronto todo
irá mejor.
―Gracias, Anne―sonrió Jamie, y la abrazó.
Anne también lo hizo.
Por la tarde, su madre estaba ocupada
acomodando algunas repisas de su nuevo
mueble para sus zapatos. Jackie salió a
comprar la despensa y Anne le ayudaba a
Angelica a cambiar sus desgastados (casi
nuevos) zapatos de tacones. La modelo se
quejaba de todos esos zapatos fuera de
temporada.
― ¡Debo lucir al último grito de la
moda!―contaba Angelica― ¡Y estos zapatos
están anticuados! Pásame esas cajas, Jackie.
Bien, estos zapatos los acomodas en las cajas
y las colocas en la entrada. Justo así. Le dices
a Jamie que saque las cajas, y las lleve al patio.
Cuando termine, se duerma temprano, no la
quiero ver en la sala. Y tú, regresas a
ayudarme a elegir un vestido de fiesta ¡Me
acaba de llegar el catálogo del Festival de
Party4ever, estoy muy emocionada!
―A sus órdenes―decía Anne sin estar
interesada en los lujosos vestidos. A decir
verdad, nunca los podría comprar.
Como indicó Angelica, Anne pasó las
instrucciones a Jamie, quien bajó para sacar
algunas cajas ligeras. Las acomodó en el
patio. El frío de la tarde apenas era
soportable, Jamie llevaba un abrigo.
Cuando terminó, el crepúsculo era
inminente. Sin embargo, en el patio, no todo
era oscuridad; una intensa luz apareció detrás
de ella. De reojo, no se trataba de una
lámpara o linterna. Al mirar por completo,
Jamie descubrió una mezcla extraña pantalla
de luz flotando en el espacio, suspendido en
el aire, a poco espacio entre el suelo.
Desconfiando del fenómeno, Dey avanzó
para observar de cerca; del triple de su
tamaño, bellos colores se fundían entre un
espectáculo hermoso inigualable. Frente a
ella, su forma aplanada le causó intriga:
Según el ángulo observable era delgado o
aplanado.
Curiosa por la aparición, Jamie tomó un
poco de nieve y la lanzó. La bola de nieve se
mezcló con los colores dentro del óvalo de
luz. Asombrada, Jamie se decidió a tocarlo.
El portal desapareció en cuanto Jamie fue
absorbida.
Mientras era transportada, Jamie sentía un
cambio en su energía, en su cuerpo. Una
transformación energética se efectuaba en el
cambio de densidad, las barreras le permitían
pertenecer al nuevo espacio al cual fue
transportada. Los colores del lugar se
mezclaron en un giratorio pulso de luz.
Cuando abrió los ojos, logró ver un paisaje
con contornos definidos y las estrellas
brillaban en el firmamento. La luna dorada
resplandecía entre las nubes de una ciudad
avanzada. Tampoco sentía el frío de
Winspencer, no existía nieve por las calles. La
ciudad poseía un semblante de mayor
desarrollo tecnológico que en Winspencer.
La calle donde ella apareció no encontró
vehículos o personas caminando. Estaba sola,
o eso creía.
En una de las calles, en busca de alguien,
cerca del Invernadero 20-04 de Technology
City, Jamie observó una batalla entre dos
seres; uno de ellos rondaba los dos metros de
altura. El otro llevaba una capa azul marino,
sus ojos no eran visibles a causa de una
banda apretada a ellos. Su vestimenta era gris.
El otro vestía en colores oscuros. Ambos
generaban defensas y ataques en forma de
luz. Asustada, Jamie se escondió detrás de
una de las torres. Detrás de ella, Jamie siguió
observando la batalla.
Quizás regresó a dormir, y era un sueño
ocasionado por ver demasiadas películas y
sumergirse en ellas. Al final, les escuchó
decir:
― ¡Tú no me puedes vencer!―frente a él
flotaba una pantalla transparente con signos
no visibles para Jamie por la distancia―. ¡Soy
Droid y nadie me puede vencer!
―Lo siento, pero en eso, no estoy de
acuerdo―opinó el otro, de su voz masculina,
vestido con motivos medievales; su rostro no
podía ser visible. Él le lanzó magia para
atacarlo sin necesidad del artefacto
translúcido de Droid, y desapareció al
contacto con la magia.
― ¡Me estoy volviendo…!― Jamie dijo detrás
de la torre y completó sus pensamientos;
“loca, me estoy volviendo loca”.
― ¿Quien anda ahí?―el terrible ser de
capucha negra indagó. Se acercó a la torre
donde Jamie se ocultaba.
Ella calló bajo la oscuridad tenue. Su corazón
latía deprisa mientras temía por su vida, pues,
en un solo soplo, el otro desapareció. Para su
suerte, el ser se retiró sin percatarse de ella
¿O La habría dejado ir? Cuando Jamie salió a
ver, aún detrás y oculta por la torre, desde ahí
observó al misterioso ser partir hacia el
horizonte.
Ella se preguntó ‹‹ ¿Qué estaba sucediendo?
¿Por qué se encontraba en ese sitio?››
Algo peculiar aconteció. Ella no lo
comprendía por completo ninguno de los
sucesos recientes. No era un sueño,
comprobó al hacer la clásica prueba. No
sabía dónde estaba, pero lo averiguaría. Jamie
se quedó dormida por varias horas, cerca de
la torre.
Al despertar, salió a caminar por cualquier
calle. Visualizó a la ciudad silenciosa horas
antes, como una ciudad en movimiento:
Posters, vehículos de tierra y aire, personas
como ella. Se acercó a un Centro de
Información Turística cercano, pero Jamie
no encontró la forma de manipular la
pantalla. Otras personas se apartaron de ella
por su suéter para el invierno justo en una
estación cálida. Minutos más tarde se animó a
interactuar con las personas. Un chico le
respondió:
―Estamos en Technology City.
―Este lugar es diferente a donde yo vivo.
― ¿No vives en una ciudad?
―Sí, pero la mía es menos sorprendente que
esta.
― ¿Y cómo se llama?
―Winspencer. ¿La conoces? ¿Me puedes
decir cómo puedo regresar? No recuerdo
cómo llegué a aquí―omitió ella.
―”Winspencer”, mmm, nunca he oído hablar
de esa ciudad. La buscaré en NavEarth™.
El joven sacó de su bolsillo un dispositivo
traslúcido a modo de pantalla táctil. No
obstante, su transparencia era ajustable. Jamie
se sorprendió con el teléfono del chico,
porque ni siquiera sus padres poseían uno
igual. El joven no encontró resultados. Al
instante, la consideró fuera de sus cabales.
―Lo siento, no puedo ayudarte.
― ¡Oye, espera! No conozco Nav..., ni esta es
la Tierra…―y el chico apresuró su paso.
Jamie se acercó a una colosal pantalla
comercial. Con efectos sorprendentes de alta
tecnología, en una de las calles, escuchó el
anuncio:
‹‹“Viaja al espacio exterior hoy mismo; de la
Tierra a Urano. Por una cuota adicional,
puedes visitar la zona para vacacionar en
Neptuno. ¡Maravíllate con las instalaciones, la
vista desde tu habitación y los servicios
especiales! ¡Llame ya y solicite el paquete
Space4U para viajar a Marte, Saturno y
Venus! ¡La promoción 3x1 imperdible!
El viaje con un costo especial por tiempo
limitado. Paga desde NavEarth™ y en
oficinas especializadas. Descuentos al usar tu
Quent™ o en efectivo Premium.” ››
Era la calle más transitada por las naves
pequeñas por donde Jamie caminaba,
ignorando el peligro, Peter manejaba la suya
después de volver de clases en el Instituto
Densoniano. Él contemplaba la ciudad como
siempre al volver a casa. Se prometió olvidar
el sueño fugaz, producto de sus profundos
temores de volverse el Warrior Black
maligno, el enemigo definitivo. Decidió
mantenerse sereno. Su armonía duró hasta
ver el aviso en la pantalla; comenzó a
parpadear una advertencia del C34, el sistema
encargado de vuelo de las naves personales.
‹‹ Debí escuchar a mamá, debí llevar la nave a
revisión ›› Peter intentaba equilibrar los
índices para estabilizar la nave. No obstante,
la nave no respondía al control de mando
especial, y el pulso rojo se mezclaba con la
voz automática.
‹‹ALERTA, ALERTA, C34
DESESTABILIZADO. ALERTA,
ALERTA…››
Peter no logró equilibrar la nave; otros
viajeros en la misma ruta lo esquivaron, pero
él no podía detenerse. Desde su cabina, Peter
miró a una niña en plena calle, solo le gritó:
“¡Corre! ¡Corre! ¡Corre! ¡Corre! ¡Corre!
¡Corre! ¡Corre! ¡Corre!”
Ella no hizo caso, hasta sentir el fugaz golpe
del viento cerca de ella a alta velocidad. Ella
reaccionó a tiempo para apartarse de la calle.
Alcanzó a ver una nave con un chico
asustado a su interior de ventanas de cristal.
El artefacto no lesionó a Jamie, pero la nave
se estrelló a unos metros.
Jamie corrió en silencio, a auxiliarlo, por
temor a una inminente explosión. Se
aproximó a la cabina y dentro, a un chico
herido. Ella intentó sacarlo del metal doblado
de enfrente, pero no funcionó las primeras
veces. Cuando logró sacar su pie, y estuvo
libre, Jamie averiguó:
― ¿Tienes algo para comunicarme con otras
personas?― ella notó el sangrado en una
sección de su pie. Confundida por todos los
controles de la nave, y la nave en sí misma,
no sabía cómo reaccionar.
Peter le entregó una tableta traslúcida,
mientras Emphirio evitaba la hemorragia
cubriéndose con su chaleco azul marino. Los
controles eran tecnología más avanzada que
en Winspencer y no supo cómo usarla. Salió
afuera de la nave rota y empezó a gritar a las
pocas personas, pero ninguna se acercó a ver
el accidente: Era normal alejarse del área.
― ¡Una ambulancia, una ambulancia, por
favor!
― ¿Qué es?
―Una ambulancia ¿No sabes qué es?
―No.
―Una ambulancia es un automóvil o
transporte para trasladar heridos, enfermos a
un hospital ¿Sabes que es un auto, un
hospital, un herido, un enfermo, o el verbo
trasladar?―se preocupó ella.
―Sí, eres graciosa―rio a pesar de las heridas.
Ella no le ayudaría, se percató, en llamar a
una nave de Emergencias Aéreas personales.
Como pudo, buscó activar una llamada,
esforzándose en alcanzar la interfaz del
tablero de la nave. Ni su tableta personal
podía usar por la configuración. Incluso, él se
sintió un tonto por darle a la niña el aparato.
―No soy graciosa, estás herido―Jamie le
devolvió el aparato―, no sé usarlo, te sacaré
de aquí―y diciendo eso, Jamie se atrevió a
sacarlo de la nave, arrastrándolo, porque una
de sus piernas estaba lesionada, no hizo con
mucho cuidado. Una vez lejos de la nave,
Jamie lo colocó en un lugar seguro a su
criterio. No contaba con conocimientos de
primeros auxilios, estuvo a punto de cometer
una imprudencia, pero por fortuna, no pasó
nada grave.
― ¿Cómo llaman aquí a las ambulancias?
―Hay naves especiales. ¿Cómo te llamas?
Soy Peter.
―Mi nombre es Jamie Dey.
Capítulo 2: La familia de Peter
Peter Emphirio se inclinó por los números,
las cifras y sus operaciones desde su ingreso a
primer grado (5) en el Instituto Densoniano.
Fue un interés especial, casi un llamado
etéreo a seguir aprendiendo tópicos no aptos
para su nivel académico. Algunos lo miraban
con curiosidad al resolver complejos
problemas matemáticos en un par de
minutos. Las ecuaciones y expresiones
algebraicas se atravesaron en su camino
cuando llegó a la edad de 8 años.
Cuando otros niños reían y disfrutaban de los
juegos más novedosos en los parques al aire
libre y en las plataformas virtuales o en áreas
de diversiones, él aprendió de la plataforma
NavEarth y de sus volúmenes el
conocimiento abstracto. Su nivel y rapidez de
cálculo se volvió el aspecto más valorado en
él en el Instituto Densoniano: Y él se
engrandecía a sí mismo con ello. Incluso, a
veces, miraba con desprecio a los demás;
ellos no podrían hacer lo que él.
En su infancia y juventud, Emphirio obtuvo
numerosos reconocimientos en las
competencias de matemáticas; nunca fueron
suficientes los premios a causa de un
conocimiento, siempre anhelaba saber más.
Sin embargo, el Consejo de Educación de TC
no aprobó su adelanto de grado en el sistema
educativo. En Future City, otro estudiante de
la misma edad, llamado Mark Wesley, del
Instituto Haylera, a quien Peter conoció en la
XXIV Feria del Conocimiento de
Technology City, tuvo el mismo problema
con el CE del país.
Mark quería ir a vivir en Technology City, no
sólo por ser considerada la capital del avance
tecnológico obtenido del Centro de Ciencias,
sino también, porque en Peter Emphirio
encontró un amigo con quien compartía su
devoción por las matemáticas. En cambio,
Mark, más reservado que Peter, nunca se
sintió izó a sí mismo por sus conocimientos..
En un patio de emergencias, cerca de la calle,
Peter seguía tendido, y Jamie le proporcionó
su abrigo de invierno, para sostener su
cabeza. Miró hacia ella para decirle.
― Gracias por tu ayuda―estuvo a punto de
reír por las circunstancias inusuales.
―Oye, no es gracioso―declaró ella, cruzando
los brazos―. Yo tuve la culpa de tu
accidente.
― ¡No, Jamie! La nave estaba en mal estado,
por eso me accidenté. Trataba de avisarte,
como los demás hacen. Discúlpame.
―Estamos a mano.
La tecnología de la Tierra le pareció
fascinante a Jamie: la nave especial, la
tecnología con la cual, Peter fue curado en
plena calle en menos de cinco minutos.
―Gracias, de nuevo, Jamie. Te invito a mi
casa, a comer.
En Technology City y en la Tierra del año
2171 invitar una comida la forma de
agradecer a otros. A Jamie le pareció una
excelente idea, porque desde el día anterior,
no probó comida. Ambos subieron a uno de
los trenes de alta velocidad, abordaron con
destino a la dirección de Peter, si bien, ella no
lo conocía. Peter deslizó una tarjeta metálica
para pagar con NavEarth, la plataforma
universal creada por el Centro de Ciencias,
vinculada a una cuenta para servicios,
entretenimiento y más.
El tren de Technology City era blanco, con
ventanas cristalinas color azul claro. Otros
pasajeros abordaron la estación junto a ellos.
Jamie se sorprendió con los circuitos al
interior de los pasillos amplios. Deslizó sus
dedos para probar si era real.
― ¿En dónde vives?―preguntó Peter, cuando
ella estaba distraída, una vez en sus asientos.
Jamie no respondió. Ella estaba
contemplando con asombro a la ventana;
desde ella, veía un panorama de casas,
edificios, y estructuras nunca vistas por ella.
―Es bella tu ciudad.
―Es el mejor lugar para vivir.
― Yo…―confió ella, le faltó fuerzas para
seguir adelante, y contarle la verdad, Jamie
sin despegar la vista del panorama―. No
tengo a donde volver, no sé a dónde ir, todo
es tan confuso. No conozco a nadie, no sé
qué ocurrió con mi realidad.
Peter comprendió el motivo de su
vocabulario diferente. Él se apiadó de ella.
Quizás, meses antes fue desconsiderado,
empero, en su proceso de volverse servicial
más allá de los lineamientos básicos de los
Principios de la Humanidad, en las
oportunidades indicadas, Peter le dijo:
―Puedes quedarte en mi casa, con mi familia,
el tiempo que quieras. Mis padres son
comprensivos y lo entenderán.
― ¿Harían eso por mí?
― Lo harían.
Jamie sonrió. Peter parecía convincente en
cada palabra. Peter le contó sobre el amigo
de sus padres, quien trabajaba en Instituto de
Reconocimiento; él podía agilizar los trámites
de su búsqueda.
―Gracias, Peter.
― Te prometo lo prometo, mi familia sigue
los Principios de la Humanidad.
Jamie no comprendió el concepto, a ciegas
confió en él, porque todos eran desconocidos
para ella.
―Gracias, Peter, es mucho para mí.
―No es nada, lo hago de buena voluntad.
Antes de haber sido elegido como el Warrior
Black, Peter no socializaba con quienes no
fueran de su “nivel”. Su único amigo, previo
a la llegada de Wendy Zaylor y Elliot Darsen,
era Mark Wesley, a quien a veces le reprendía
su falta de orgullo por sus habilidades. A
Emphirio solo le importaba ser él mismo
junto a los conjuntos matemáticos. A falta de
salidas y convivios con otros estudiantes, los
demás huían de Peter y Mark a falta de
conversaciones y aficiones afines; a Peter
sentía que no le faltaba ir con aquellos.
Al llegar a la calle donde Peter vivía, ambos
bajaron del tren proyectado para cruzar la
ciudad. Jamie fue impresionada con la
infraestructura de Technology City. La
fascinación por el tiempo se convirtió en un
ambiente amable, en un mundo hospitalario.
―Jamie, mi nombre completo es Peter
Emphirio―reveló caminando junto a ella por
la calle. A Jamie no le sorprendió. No
reconocía ese apellido.
Peter recordó la incomprensión por parte de
ella. Siguió.
―Son productores de cine, shows, y otros
conceptos.
― ¿Crean películas?
―Ellos dirigieron y escribieron Agonía.
Peter sonreía con gran satisfacción; estaba
orgulloso de su familia, porque sus padres
lograron, con el paso de los años, trascender
en Technology City, a pesar de no tener,
Peter, ningún interés en el mundo del
entretenimiento. Algunas veces llegó a
fastidiarse con ellos por sus actitudes
desmedidas. Por ejemplo, meses atrás, su
madre llegó a afectar su privacidad al
transmitir la vida diaria de Peter en el show
cancelado por falta de audiencia.
―Mis padres trabajan cuando tienen
proyectos nuevos―, pero, creo, hoy estarán
descansando.
― ¿Y pasan tiempo contigo, a pesar de su
trabajo?
―Siempre, no se olvidan de mí. Cuando no
están ellos, está Nora en casa. Ella también
de nuestra familia―le reveló. Nora era para
ellos una compañía necesaria, era como una
tía para Peter y una hermana para Kenya,
tanto como para Dante―. Mis padres la
invitaron a casa cuando yo rondaba los diez
años.
Jamie se alegró por la fortuna de Peter junto
a su familia: Él parecía feliz de llegar a casa, al
contrario de ella cuando volvía de clases.
Ambos se dirigieron hacia la casa de dos
plantas, modesta pero con la tecnología de
punta, común en Technology City.
Peter abrió la puerta e invitó a pasar a Jamie.
Las redondas lámparas en el techo creaban
un ambiente acogedor. En la sala, su madre
estaba frente a la pantalla junto a quien Jamie
supuso, era Nora, y su padre preparaba
botanas.
―Ya llegué.
―Bienvenido, hijo―saludó su madre, y
también su padre, ambos sonrieron al verlo.
Nora se levantó para abrazarlo. Jamie se
sentía feliz de poder presenciar la atmósfera
emotiva. Peter tomó la palabra antes que sus
padres, sorprendidos por la compañía
inesperada de su hijo.
―Traigo conmigo a una amiga, ella no tiene
donde quedarse. Su nombre es Jamie Dey.
―Mucho gusto, Jamie―y los tres sonrieron al
ver una nueva amiga de su hijo, quien no
acostumbraba a elegir demasiados amigos;
incluso ellos notaron la diferencia de edad―,
ven, pasen a la sala―los invitó Nora, y el
padre de Peter agregó―. Jamie, eres
bienvenida en esta casa, puedes quedarte aquí
el tiempo que quieras y necesites.
Jamie nunca sintió más acogida que en ese
momento. Aceptó uno de los bocadillos
preparados por el padre de su nuevo amigo.
Kenya se preguntaba si ella sería una chica
inteligente, porque, según palabras de Peter
en el pasado, no consideraría amigos que no
alcanzaran un puntaje alto. Dante, quien era
más cercano a su hijo, entendió que él
también cambiaba su vida para bien.
―Yo soy Kenya Emphirio.
―Yo, Dante Emphirio.
―Mi nombre es Nora Myre―extendió su
mano para saludarla. Ella solía ser callada y
retraída la mayor parte del tiempo. Hizo una
excepción por la estima a Peter Emphirio.
Jamie la saludó para enseguida acomodarse
en el sillón, al lado de Kenya y de Peter.
Kenya se emocionó tanto con la llegada de
Jamie.
―Dante, preparemos algo especial a Jamie en
la cocina tradicional. ¿Qué te parece si para la
cena de hoy, cocinas ese banquete de
almendras?
― ¡Excelente!
―Y yo haré el café―se apuntó Nora.
―Yo haré un coctel―invitó Kenya.
―Yo quiero participar―se apuntó Peter―.
Haré las galletas.
― ¿Recuerdas aquellas de la semana
pasada?―se dirigió Kenya a su hijo.
― ¡Cómo olvidarlas!
―A Margaret Sisve, también le encantaron.
Nos declaró que tienes talento para la cocina
tradicional.
― ¡No lo sabía!.
Dante rio también. Peter recordó su error
ajustar el tiempo de cocción en el horno.
―Yo también creí eso.
Hasta Jamie soltó una risa junto a ellos.
Sentía la calidez de una familia. Por fortuna,
estaba en ese momento en ese círculo cálido
de la unión familiar.
―Hijo, ¿Qué tal te fue hoy en clases?―Dante
se dirigió a su hijo.
― Bien, como siempre.
Minutos más tarde, cuando la cena estuvo
lista, Peter les contó cómo la conoció. Nora
la abrazó con efusiva prontitud después de
escuchar el relato.
― ¡Gracias, Jamie!―exclamó Nora, quien la
veía desde sus ojos sinceros, una mirada
conocida por Jamie solo en Anne o en Jackie.
Esa sinceridad no era falsa. Ni Kenya y
Dante actuaban, ella lo interpretó bien desde
sus clases de actuación.
―Yo, solo intentaba ayudar.
― Estamos agradecidos―concedió Kenya
con sinceridad―, por ayudar a nuestro amado
hijo.
Esa misma noche, después de la cena, Kenya,
Dante, Nora y Peter la llevaron a una
habitación en la segunda planta. Jamie se
sorprendió por la cantidad de aparatos planos
en las paredes, las pantallas y algunos
circuitos. Ella pensó, los botones
trasparentes no debía tocarse, tuvo
curiosidad de sus funciones. Algunos poseían
un familiar recuerdo lejano, distante. Una
reminiscencia borrada por el tiempo. Jamie se
perdió por un instante en el lugar. Respiró
hondo para comprender vivir en un lugar de
tintes amables y cálidos.
Kenya extendió sus manos:
―Jamie, ésta es tu habitación.
― ¡Es hermosa! ¡Me gusta mucho!―desvió
ella el tema.
―Nos alegra oír eso―Dante se sintió
complacido―, tiene todos los servicios.
―Si necesitas algo, me puedes llamar―le
guiñó un ojo Nora.
―Gracias por su amabilidad. En donde yo
vivía, las personas no hacen eso por otras
personas.
Kenya suspiró con tristeza. Lamentó sus
circunstancias.
―En Technology City, uno de los principales
decretos es ayudar a los demás. Y nos
encanta hacer todo lo posible por quienes
nos necesiten, lo hacemos de corazón.
―Lo hacemos no por obligación, sino por
amor a los demás. Y tú, al ayudar a nuestro
hijo en apuros, nos has demostrado seguir los
Principios de la Humanidad.
Peter cerró los ojos por un momento. Jamie
no entendió sobre aquellos famosos
Principios. En la Tierra de Darken the
Darkness, eran un reglamento no sólo
obligado, sino cultivado para prosperar en la
armonía con otros y consigo mismos. Estos
principios fueron la base para evitar guerras
en los últimos años, y el progreso social,
cultural y tecnológico en la Tierra del año
2171.
― A mí me recibieron con los brazos
abiertos―señaló Nora―. Yo tampoco tenía
donde ir. Ahora son mi familia―intervino
ella, acomodándose sus lentes usados como
accesorio para no perder la costumbre,
porque a pesar de rondar los 50 años, su vista
fue reparada en una costosa cirugía. Desde
ese tiempo, ella podía volver a leer libros en
NavEarth. Pocos sabían sobre Nora, la
mente maestra detrás de algunos cambios
importantes en la trama de la película más
aclamada de los Emphirio, Agonía.
―Esta es tu casa, Jamie―Peter sonrió.
Por vez primera, Jamie se sintió, en un su
propia casa a raíz de las actitudes de los
padres de Peter, aunque ellos no eran su
familia biológica. Incluso, Nora la miraba con
agrado. Esa noche, Jamie se encontraba en
una habitación en otro mundo. Miraba por la
ventana las luces de la ciudad y de las
estrellas; su parpadeo sublime le brindaba
una melodía amable, cantando con el
silencio. Contemplaba otra ventana otra
ciudad y otra calle.
La sensación de un inminente futuro surgió
en ella. ¿Por qué al mirar las estrellas deseaba
prolongar el hechizo? Extendió su mano
hacia el cristal, contemplando su reflejo. En
tanto, Peter estaba en su habitación sobre el
escritorio, frente al monitor. Al otro lado de
la comunicación, Wendy Zaylor, quien se
convirtió en su amiga poco tiempo antes,
meses después de haber sido elegido como el
Warrior Black.
―Elliot quería salir hoy, pero yo, al no saber
de ti en esta tarde, estuve preocupada. Hasta
le marqué a Mark para saber si estudiabas
con él.
― Mark fue a casa a estudiar. Yo estoy bien.
Hay mucho por contarles.
― ¡Muero por saber!
Peter, animado, compartió con ella sobre la
niña extraviada, Jamie Dey.
―Ella se quedará en casa. Escuché a mis
padres contarle a Nora que desean adoptarla
si no encuentran a su familia.
― ¿Cómo? ¿Es posible eso?
―Parece desorientada. incluso en una
búsqueda rápida en NavEarth no aparece su
ciudad, ni los nombres de sus padres. Ni ella.
―Extraño caso. ¿Qué piensas al respecto?
Peter no dudó.
― ¿Sabes? Mis padres siempre han querido
tener una hija. Pero no lo han conseguido.
Mañana iremos al IDR para averiguar su
identidad, si la tiene.
―Espero, sea de fiar. Ya no sabemos a quién
tenemos en casa. ¿No lo crees, Peter?
―Seguro, ella no parece mala persona. Ella
me ayudó en el accidente. Fui yo quien pudo
asesinarla.
―Entonces, ¿qué ocurrió con tu nave?
―Me llegó la notificación de la alcaldía;
confiscarán mi nave―le contó―. Mi madre
me regañó cuando Jamie subió a su
habitación. Las cámaras grabaron el accidente
y a ella. Yo estoy en deuda. Es lo peor que
pude haber hecho en toda mi vida.
―Asegúrate de eso. La mayoría aplica los
Principios de la Humanidad, pero, en esas
excepciones, puede ocurrirte algo, o, a tu
familia. Recuerda eso, Peter.
―No hay de qué preocuparse. No tengo
enemigos.
Peter volvía a mentir. Wendy no aprobaba el
hecho de por volverse ameno con los demás,
dejando de lado su egocentrismo, Peter se
relacionaba con personas misteriosas. Pero,
ella, esperó una mejor elección. En su cuarto,
Wendy tomaba una taza de té.
―Ha sido un gran día para ti y para tu
familia. Cuídate, Peter, nos veremos pasado
mañana en el Instituto.
Peter, agotado, se despidió de ella.
―Buenas noches, Wendy.
. Le sentaba bien más compañía en casa y en
el instituto, además de sus recientes amigos,
Wendy y Elliot.
Peter volvió a la cama; una manta delgada. A
pesar de ser su mayor afición el estudio, su
cuarto solía ser un desastre. Entre sus
formas, prefería dormir en el suelo, cerca del
piso de madera. Pensaba mejor fijándose en
el techo. Los muebles le relajaban y las
figuras geométricas de colores colgadas del
techo le ayudaban a dormir. Eran las mismas
formas al amanecer brillando a través de la
cortina blanca, recordándole las dos formas
de vivir.
A partir de ser elegido como el Warrior
Black, un progresivo cambio nació en él: La
Tierra no solo necesitaba matemáticos
narcisistas, sino seres humanos velando por
las necesidades de los demás: El verdadero
propósito del Warrior Black era ser el
salvador de Zyrer. Fue de forma semejante
como Peter usó sus poderes para ayudar en
los problemas del mundo no resueltos por la
tecnología, si bien, su pasión por el estudio
no terminó. Fue una de las enseñanzas claras
como el cristal desde la llegada del cuerpo del
guerrero oscuro.
Era la madrugada del día siguiente. La alarma
especial, regalo de Anthoine, Peter en su
muñeca, le alertó de la emergencia en el
Edificio 235, despertándolo de su sueño
reparador. Era temprano. Peter miró a través
de la ventana; el edificio no parecía estar en
peligro. Tomó una de las gemas rojas de
Zyrer de bolsillo para materializar al cuerpo
vacío; el Warrior Black. Extendió su mano
para desintegrarse dentro de él; el cuerpo
cobró vida. Nunca tuvo la sensación de
tomarlo, sino colocarse sólo la vestimenta.
Mientras se dirigía al edificio, percibió las
siluetas de Linera Licker junto a uno de sus
secuaces, llamado Lourie.
Peter descendió hasta el edificio.
―¡Qué tal! ¿Te has portado bien, Warrior
Black?―Lourie inclinó sus lentes.
―Bienvenido Warrior Black, este [el edificio]
pronto se hará añicos.
Peter se contuvo el enojo por los inocentes.
―Aquí viven muchas personas―señaló
Linera―, no queremos herir a nadie. Solo
debes venir con nosotros.
― ¿Ustedes?―Peter, detrás del disfraz
irradiaba enojo―. ¿Han hackeado mi
alarma?―verificó.
―Da gracias a Lourie, él es el experto. Pero
yo tengo regalos para ti―se aventuró ella, al
tiempo activaba su Arco Mágico, semejante a
una pantalla flotante. El Arco fue conectado
a una gema lateral, la fuente de energía.
En el Arco Mágico se escribían fórmulas
mágicas, complejas líneas de hechizos con
símbolos mezclados de notaciones
matemáticas, con las cuales, Linera creó
poderosas estelas de luz frente a ella.
Él apenas tuvo tiempo para retroceder ante el
hechizo, pero Lourie, quien apoyó a derribar
a Peter, terminó por alcanzarlo. Peter los
miró desde el suelo, lastimado por el
asfixiante poder.
―No eres tan poderoso, como nos contó
Droid―insinuó Lourie, acercándose junto a
Linera.
Linera intentó enfocar sus ojos verdes en los
del vano vacío detrás de la capa densa del
Warrior Black.
―Terminaremos contigo, aquí mismo, y solo
así podrás salvar a estas personas. ¿No
quieres eso? ¿Salvar a todos?
―Si mueres, salvarás a más personas. Debes
morir, ríndete―completó Lourie, intentando
no perder la calma.
Pocas fuerzas le restaban. Peter intentó
destrozar el hechizo, más poderoso que su
poder desarrollado. Solo podía esperar un
milagro. Sin salvación, iba a morir.
Linera era de las habitantes de Zyrer más
poderosas. Cuando la conoció, Linera
desempeñaba como líder de varios
escuadrones de batalla inactivos,
preparándose para proteger a Zyrer si Peter
se transformaba. Ella, quien vivió por miles
de años, soportó la crueldad y la destrucción
de anteriores Warrior Black. Ella, sin ayuda
de otros, aniquiló a uno de ellos. Junto a
Lourie, iba a acabar con el segundo.
―¡Alto, Linera!―una voz aguda de una chica
misteriosa. Si silueta se recortaba en
oscuridad junto a la torre. Ella también usaba
una capucha negra, pero su delgado cuerpo
llevaba un vestido corto decorado con los
motivos –AZ- del reino de Zyrer, solo
recordaba a la poderosa princesa Yarin.
Linera y Lourie voltearon.
― ¿Tú? ¿Aquí?―Linera levantó las cejas
rubias.
―Tenemos una pelea pendiente, Licker― le
recordó Yarin, acercándose a su enemiga
también vestida en colores densos―, puedo
acabar con tu sirviente Lourie aquí mismo.
Lourie cubrió a Linera Licker. Él decidió no
perder más tiempo para acabar con el
Warrior Black, a pesar de ser Yarin más
poderosa que ellos juntos.
―Descubriremos quien está detrás de la
máscara―sostuvo Lourie―, antes de pelear
con Linera, pelearás conmigo.
Peter recuperaba su magia. Destruía el
hechizo en su interior más rápido de lo
esperado.
―Entonces, demuestra tu voluntad. TÚ,
solo, no puedes acabar con el Warrior Black
¿O me equivoco? Necesitas a Linera, o a otro
de tus amigos para venir a enfrentarte. Eres
débil, muy débil.
Lourie enfureció, pero se contuvo.
―Si no crees en mi poder, entonces mira lo
que voy a hacer―Lourie sacó de su manga un
circuito de avanzada tecnología con
numerosas teclas, un tipo de Arco Mágico
conectado a su cuerpo. Su Arco Mágico
usaba energía de las múltiples gemas
fusionadas en su cuerpo. Un experimento
funcionó a causa de su fascinación por la
tecnología en su cuerpo―. No tengo
demasiada fuerza, pero tengo puntos a mi
favor.
Linera decidió marcharse del combate si
Lourie recurría a esa opción. El Warrior
Black se levantaba. Lourie activó un hechizo
para el detonador con el objetivo final de
derrumbar la parte oeste del edificio. Yarin se
apresuró a huir del edificio. Linera y Lourie
también escaparon; si se enfrentaban a Yarin,
no podrían combatir a la poderosa joven ni al
recuperado Warrior Black.
El detonador desestabilizó ciertos
fragmentos del edificio. Peter apenas tuvo
tiempo para levantarse y detener la inminente
caída del edificio. Con todas sus fuerzas,
Peter mantuvo en equilibro al edificio. En
seguida, conectó su poder interno a cambio
de reconstruir una parte dañada.
Agotado por el esfuerzo mental, y la
recurrente voz, volvió a casa.
En Zyrer…
Linera Licker llegó junto a Lourie, al palacio
de la joven. Sus sirvientes los recibieron con
veneración mientras pasaban frente a ellos.
En especial a la mujer vestida de negro y gris.
― Ha sido buena tu actuación, Lourie―
felicitó ella, mientras caminaban por la
alfombra roja hacia el interior del palacio,
donde se reunirían con sus demás aliados.
― No es nada, es por el bienestar de nuestro
reino― expresó Lourie guardando su Arco
Mágico en su mano―, todos los cuerdos
queremos su cabeza.
Capítulo 3: En un mundo diferente
Zyrer, año 3,887.
En la Biblioteca Pública de magia de Zyrer, o
mejor conocida como la biblioteca de 365, la
joven Yarin leía los volúmenes de la sección
2345-A. Era objeto de burlas, no solo por
preferir leer sobre los volúmenes de magia
más recientes que salir a pasear por los
idílicos paisajes de Zyrer, sino también por
leer el controversial Magia #1344 Volumen
243 escrito por Gina Magic, una renovación
radical de las técnicas con la tecnología de los
Arcos Mágicos.
Un par de chicas, al volver a casa, la
encontraron en el camino. Aún, Yarin no
dominaba el control de su gema de Zyrer
para volar, debía caminar.
― ¿Sabías que Yarin es una presumida,
renegada de la vida sin magia?―le dijo una a
otra a propósito.
― Todos lo saben. Además, es tan odiosa. ¡Se
cree mejor que todos por leer “magia”!
Yarin llevó una vida ordinaria como
contadora en el despacho de su padre, en un
pueblo renuente a usar la magia formulada
por el Orbe de Cristal junto a la energía, las
gemas de Zyrer. Con el fin de alargar su
esperanza de vida y vivir miles de años, todos
los habitantes de Zyrer recibieron una Gema
de Zyrer, fundidas en su cuerpo. Empero,
alegaban el hecho de crear al Warrior Black y
su destrucción fue causa del mal uso de la
magia. De esta forma, ciertas secciones vivían
apartadas del contacto con los magos y las
comunidades del reino, en las secciones
interconectadas mediante bulbos flotantes
cubiertos de sustancias extraídas de seres
antiguos, irónicamente, estos seres fueron
creados con “magia”.
Yarin renunció a su vida como contadora
para dedicarse a estudiar magia. Otro factor
del rechazo de ciertas comunidades se debía a
un hecho indiscutible; la dificultad de las
fórmulas implicaba miles de años de estudio
para alcanzar un nivel aceptable. Yarin
admiraba el trabajo de la talentosa Gina
Magic, quería ser como ella algún día, o
como Linera Licker.
Lo que no sabía era que, algún día, sus
ejemplos a seguir la odiarían, y ella a ellas.
Una de las chicas la empujó a un charco de
pudrición. Yarin sostuvo sus libros con
fuerza, rescatándolos.
― ¡Tonta, tonta Yarin, nunca lograrás ser una
maga de verdad!―Yarin, después de tanto
tiempo soportando la carga de renunciar a la
vida sin problemas, se soltó en llanto. Las
chicas se marcharon, riéndose de ella.
Yarin se aferró a los libros, y se dijo:
― Seré una maga, una maga de verdad…
Technology City, año 2171.
El amigo de los padres de Peter no encontró
a los padres de la niña. No fue registrada en
el Sistema de Reconocimiento (SR) del
Instituto de Reconocimiento (IDR). Él les
ayudó a registrarla con los apellidos
recordados por ella: “Dey Unnane”. Los
padres de Peter se sentían afortunados por
ampliar su familia.
A la par, Jamie extrañaba a Angelica y Leonel
solo por el hecho de ser su familia biológica.
Anne y Jackie permanecieron en su mente.
Sin embargo, no deseaba regresar en vista de
su ausencia definitiva. Prefería quedarse con
Peter y sus padres, y la hogareña Nora.
―Por alguna razón, estoy aquí, estoy de
suerte―confesó ella, en uno de los pasillos
del IDR.
Tocaba las enormes ventanas de cristal. Tenía
un amigo, Peter, él lo dijo. Tenía una familia.
Sus sueños más profundos se volvían
realidad. Peter se acercó a ella, y la miró
pensativa, mirando a la ciudad.
―Peter―volteó ella―, es como un sueño
convertido en realidad.
― ¿Qué tal si me lo cuentas en el comedor
del IDR?―invitó él―, vamos.
Jamie aceptó.
En el comedor, comenzaron a conversar
mientras Peter digitaba la comida en las
pantallas y esta era devuelta en la bandeja
contigua. Jamie intentaba adaptarse al nuevo
ambiente. Peter notó su exaltación en breves
momentos, por intentar comprender
conceptos nuevos y manejar la tecnología.
―A veces, lo imposible se vuelve real― Peter
enfatizó porque a él también le sucedieron
sucesos poco comunes.
―Sabes, tú y tu familia son un milagro para
mí. Encontrarte a ti, entre todas las personas
de la esta ciudad―Jamie tomaba un
emparedado recién horneado por el aparato
de alta tecnología―. Yo tenía una familia,
pero mis padres no me prestaban atención.
Yo, vivía sola siempre, excepto por Anne y
Jackie, ellas me daban consejos de vez en
cuando.
Para Peter, la inocencia de Jamie se volvió un
enigma. No comprendía a qué se refería con
exactitud. Incluso en los libros no encontró
casos parecidos.
―Gracias, Peter.
Los padres de Peter la registraron en el
Instituto Densoniano. Peter le pasó una
tableta para mostrarle algunas fotografías y
planes curriculares. Jamie se maravilló saber
sobre un rumbo nuevo en su vida. Lo
necesitaba.
―Ahora somos hermanos―festejó al tiempo
de entregarle los Principios de la Humanidad.
Jamie los recibió con agrado, para saber qué
podía hacer y no hacer en Technology City y
en la Tierra del año 2171―. Si necesitas algo,
no dudes en decirme.
―Gracias, por todo.
Transcurrieron algunos minutos.
―Corte Informativo del
Mediodía―anunciaba una voz en una de las
pantallas del comedor. En seguida, en un
estudio de televisión, la conductora
prosiguió―. Sean bienvenidos al CIDM, estas
son las noticias más relevantes del día:
―Cámaras de vigilancia en la zona Norte
muestran la aparición del héroe aclamado de
los últimos meses, evitando, esta madrugada,
el derrumbe de un edificio de
departamentos―y en cámara de vídeo,
apareció el ser robusto de oscura capucha,
deteniendo un edificio.
Jamie, al reconocerlo, se estremeció pero
evitó demostrarlo.
― Por fortuna, no hubo lesionados gracias a
su intervención oportuna.
En otras noticias, el tren que recorre
Technology City tendrá remodelación por un
par de horas, en un horario de 3:30 p. m. a
5:30 p. m., se invita a los ciudadanos a usar el
transporte alternativo y privado.
Peter también veía las noticias, y en
determinado momento, él le preguntó a
Jamie:
― ¿Qué opinas del misterioso héroe?
―Debe tener todos los atributos de
uno―enumeró ella, con naturalidad―, y
fuerte, ese edificio debe pesar toneladas.
―Sí, eso parece.
―Debe ser una bendición para todos―se
entusiasmó ella―, al proteger a la ciudad, y al
mundo.
Peter prestó atención. A él le gustaba ser un
héroe.
―Nadie sabe de dónde proviene. ¡Qué
extraño! ¿No crees?
―Sí, segura. De donde venga, su alma es
buena con los demás. El mundo lo merece,
porque le ha regalado al planeta, y a
Technology City un defensor, pues ustedes
son buenos con los demás. Justo como tú y
tu familia conmigo.
Peter se sintió conmovido por las palabras de
su nueva amiga, y hermana, Jamie. Sin
embargo, ocultó, como siempre, el secreto
que deseaba confesar a quienes se volvían
relevantes en su vida. Su faceta reservada
ganó ante él.
―Nunca lo vi de esa manera, pero estoy de
acuerdo contigo―declaró Peter―. Yo
también quiero que siga luchando por el
bienestar del mundo.
En ese minuto, los padres de Peter llegaron
junto a ellos y tomaron asiento en la misma
mesa. Los dos llevaban su propia bandeja de
comida.
― ¿Qué tal, chicos? ¿Se la están pasando
bien?
―Sí, mamá.
Peter se dirigió a Jamie.
―En el ID conocerás a mis amigos, Wendy,
Elliot y Mark. Mañana te los presentaré.
Kenya sacó de su bolsa una tarjeta pequeña
metálica.
―Jamie, este es tu documento de identidad
del SR. Con esta tarjeta podrás entrar a clases
al Instituto Densoniano. Tómala, es tuya.
Jamie recibió de manos de Kenya la tarjeta.
Llevaba escrito “Jamie Dey Unnane” en
color dorado. Abajo, las barras diferentes
solo eran legibles en los instrumentos de
diferentes lugares. Desde ese día, Jamie ya era
una ciudadana de Technology City. Ella
contempló la tarjeta con entusiasmo mientras
la sostenía en sus manos.
Quien también adquirió su ciudadanía era un
apuesto hombre. Él llevaba una corbata y un
traje de negocios. Él entró a su apartamento
en una de las Torres. El ambiente se envolvía
por un débil olor a té en la cocina. Dejó sus
llaves en la mesa de la sala y se acercó para
averiguar: era Arlerinia, un genio de la
lámpara, también conocida como “La genio
del Castillo”.
― ¿Arlerinia? ¿Qué haces aquí?
―Yo, estoy preparando algo para ti―
Arlerinia movía la pala de madera en un cazo.
Jai encontró a gusanos crudos hirviendo
junto a especias aromáticas, características del
té de manzanilla, en la olla.
―¡Arlerinia!― Jai no demoró en cubrirse la
nariz―. ¡Esto es asqueroso!
―Jai, me pediste cocinar algo para ti. Lo
preparaba con mucho cariño.
―Yo pensé que las leyendas sobre ti eran
mentira―declaró sacando un pañuelo de su
traje, e intentando apartar el olor del él―, ya
contaminaste mi nuevo departamento con
tus brebajes.
―¡No son brebajes! ¡Son alimentos de
primera clase! ¿No sabes cuantos nutrientes
tienen estos gusanos? Yo misma me fui a
recolectarlos al Amazonas.
―No, no lo sé―se defendió Jai―. En lugar de
preparar porquerías, deberías buscar al
Warrior Black.
―¡A mí no me interesa el Warrior
Black!―recalcó ella mirándolo a los ojos, sin
embargo, ella tendía a apoyarlo―. Nadie, ni él
tiene la culpa de la oscuridad del puesto, de
ese cuerpo. No voy a participar en semejante
cacería―afirmó mientras agarraba la olla con
ayuda de su magia y la derramaba sobre la
alfombra.
―¡Arlerinia!― Jai se llevó las manos a la
cabeza―. ¡Qué has hecho!
―Creí que me amabas―se dignó ella―. Pero,
solo te importa mi ayuda contra el Warrior
Black. ¿No lo ves? Eres solo una copia
malograda de él.
Ella salió del departamento, sin dar tiempo a
Jai para responderle. Cerró la puerta tras ella.
Jai, molesto con la reacción de Arlerinia, se
dijo a sí mismo, mientras se acomodaba la
corbata:
―Entonces, yo solo lo buscaré para saber
quién es el más fuerte―se afirmó―. Arlerinia,
te arrepentirás.
Esa misma noche, Jai adoptó su verdadera
forma. Ideó un plan para atraer al Warrior
Black; detonaría una importante ciudad si él
no se presentaba en el lugar indicado. Jai
ocupó un medio de comunicación para
enviar la nota de un remitente desconocido.
Peter, junto a Jamie y Nora en la sala de su
casa, le enseñában como usar la tableta
escolar. En el corte informativo, la
conductora mantuvo su postura a pesar del
terror de la nota.
―Bienvenidos a este corte informativo de
emergencia―Peter prestó atención, evitó
levantar sospechas en Nora y Jamie―, a esta
agencia de noticias ha llegado un sobre para
el “Warrior Black”.
Peter se estremeció al oír su nombre. Nora se
fijó con preocupación en la pantalla: Le
guardaba un cariño especial aunque no le
contó a nadie en su familia del aprecio por
salvarle la vida una vez.
―En el mensaje se lee: “Presentarse hoy
antes de medianoche en el Desierto de Lid.
De lo contrario, esperar consecuencias
devastadoras para el mundo”―leyó la
conductora―. La alcaldesa de Technology
City, Diana, al conocer el misterioso mensaje,
alienta al Warrior Black, como conoceremos,
a partir de ahora, al héroe de nos ha salvado
de varios peligros, aceptar la propuesta del
remitente. Al mismo tiempo, envía un
mensaje de agradecimiento por su generosa
intervención en nuestro mundo―y esto dio
paso a la escena de Diana, la alcaldesa.
― Saludos a todos los habitantes de
Technology City, y al resto del mundo. No
sabemos de dónde proviene, lo hemos visto
ser bondadoso con la humanidad en cientos
de veces. Le tenemos respeto y veneración,
por ser el salvador clásico de las novelas y
series de ficción, ahora en nuestra vida real y
cotidiana. También, en ese papel
desempeñado sin pedir algo a cambio, le
suplicamos tomar nota. Tiene el apoyo moral
de la Alcaldía de TC y de todos los habitantes
a merced de los peligros implicados por
contar con un héroe de su magnitud.
Agradecemos su atención.
Peter se estremeció. Temió de Linera, y
también de todos aquellos que lo deseaban
ver muerto. Jamie notó que él comenzó a
mirar hacia la ventana. Nora habló.
― ¡Otra vez estamos en peligro!―lamentó la
mujer colocando sus manos sobre su
rostro―. ¡Y tan bueno es él!
― Creo que me siento mal.
― ¿Qué sucede? ¿te encuentras bien?― Jamie
apartó la vista de la tableta escolar. Nora
perdió su atención a la noticia para fijarse en
Peter, a quien consideraba como un sobrino.
―Lo siento, tengo que subir a la habitación.
― ¿Cómo?―se preocupó Nora―. ¿No
quieres una pastilla?
―No, gracias, Nora. Me ha caído mal la
comida, voy a descansar. Jamie, puedes
practicar con Nora.
―Yo la ayudaré―sonrió Nora acariciando su
cabeza―. Si necesitas algo, dime―se dirigió a
Jamie.
―Gracias, Nora.
― Peter, te ayudaré a subir a tu habitación―le
habló Nora.
―¡No, no es necesario! Yo puedo ir solo.
Necesito reposar la comida. No debí
excederme.
― Esta bien, me quedo.
― Jamie, puedes prepararte algo cuando
quieras―dijo Peter, mientras subía a su
habitación. Y una vez dentro, volvió a
materializar el cuerpo y se volvió uno.
Oscurecía. Voló hasta el desierto para
encontrarse con sus enemigos. No tuvo
demasiado tiempo para practicar, pero
adquirió experiencia en otras áreas. Al llegar
al desierto, Peter imaginó encontrarse con
Linera Licker y Lourie. Ellos, según sabía él,
trabajaban bien juntos. Pero no podía esperar
ver al hombre de negocios; Jai.
―Eres, tú, Jai―lo reconoció Peter, puesto
que él siempre solía llevar una pipa solo por
diversión. Al menos no deterioraba su
cuerpo, solo el disfraz de humano.
― Eres bastante bueno, Warrior Black―Jai lo
rodeó, no podía ver su rostro teñido de
tinieblas, como Jai―. Eres valiente al venir
solo hasta aquí. Hasta donde sé, la princesa
Yarin te salvó la última vez.
Peter enfureció por el derrumbe en el
edificio. No lo perdonaría con facilidad.
― Esta vez, Yarin no vendrá. Yo me aseguré;
hay una barrera en el desierto, nadie podrá
ver el combate.
Las palabras de Diana resonaban en la mente
de Peter.
―No peleo por la gloria de matar al Warrior
Black, sino por probar que no soy una copia
malograda de ti.
―Entonces, comencemos― Peter adoptó
posición de combate cuerpo a cuerpo―.
Pelearemos sin magia.
Jai desapareció su Arco Mágico frente a él.
Jai, dotado de una fuerza descomunal,
levantó polvo a su paso, se transformó a su
verdadera forma para atacar a Peter con un
golpe preciso y fuerte en el abdomen. Peter,
aunque era fuerte con el traje del Warrior
Black, recibió el golpe de Jai con un desaire,
no sin antes, enviarle a Jai un puñetazo en
donde podría tener el rostro. La batalla
apenas comenzaba; Jai se volteó e intentó
golpear a Peter.
Si Jai le golpeaba en un lugar visible,
sospecharían de él. Evitó con sus manos, el
golpe fulminante de Jai. Adolorido por los
golpes, a causa de estar dentro del Warrior
Black, Peter decidió acabar pronto a pesar de
pasar por alto el acuerdo; en ese momento,
Peter lanzó poder mágico para bloquear los
puños de su oponente.
― ¡Tramposo!― sentenció Jai, desde su
monstruosa voz―. ¡Eres cobarde!
― Tú eres el más fuerte―reconoció Peter―,
tú eres el ganador. Ve y cuéntales a todos
sobre tu victoria―, y diciendo eso, creó un
Trofeo de Vida―, tómalo― y lo entregó a Jai.
Era el primer Trofeo de Vida recibido en su
existencia. Trofeos obtenidos al vencer otros
magos. Lo recibió con entusiasmo sin
preocuparse por matar al Warrior Black, por
ese momento. Aislado de la realidad,
contemplando el trofeo que presumiría a
Arlerinia. Peter volvió a casa.
Capítulo 4: El Instituto
Densoniano
Tal vez fue el recuerdo de la pelea de la
noche el detonante de otra pesadilla.
De nuevo, como en otras ocasiones, Peter
visualizó a través del espectro nítido de
Zyrer, un entorno de numerosas montañas y
poblaciones en las faldas de los acantilados.
Castillos y plazas en mesetas ardían en fuego,
diluidos con golpes de magia lanzados por
los aprendices y aspirantes a magos. Escenas
desfiguradas se reflejaron por sus ojos en un
intento por cruzar su colosal cuerpo a través
de ellos, arrebatándoles la vida perpetua a
través de las gemas de Zyrer. Sumergido en
una constante lucha interna por aniquilar y
preservar, Peter, atrapado en el cuerpo
maligno, no conseguía cruzar el umbral hacia
la libertad; un dolor inefable lo golpeaba por
dentro mientras seguía destruyendo.
‹‹Destruye. Destruye. Destruye››
Un grupo de niños se atrevieron a ir hasta él.
‹‹ ¡Déjanos vivir! ››
El alma y cuerpo no resistieron la tentación
de desvanecerlos. Él no tuvo piedad y en un
hechizo volátil, consumiendo el espacio, les
evaporó como el fuego a una chispa de
gasolina. En sus sueños, Peter visualizó
escenas repetitivas del Orbe de Cristal
girando en un desfasado color pulsante.
Campos, valles, aldeas ardiendo. La plaza de
Zyrer, todo al mismo tiempo.
‹‹Destruye. Destruye. Destruye››
‹‹No los dejes sobrevivir…no los dejes
destruir…››
Peter se levantó, aterrado. El reloj en
NavEarth mostraba las 5:25 a.m. Las
palabras lo dejaban aturdido. Era una voz
confusa, neblinosa y difícil de describir o
recordar, sólo el mensaje se grababa. Miró de
nuevo al reloj, agitado, sudaba frío. El
amanecer era inminente. Se volvió a dormir
con la esperanza de apartar su mensaje de sus
pensamientos.
El primer día de clases para Dey Unnane
llegó.
Jamie se levantó desde temprano para
prepararse. Nunca se sintió más emocionada.
Jamie se prometió, si alguna vez falló a sus
padres reales, no lo haría con los adoptivos,
trataría de llevarse bien y seguir su educación
en los Principios de la Humanidad. Se
propuso ser mejor persona con los consejos
recordados de Anne y Jackie combinados.
Kenya le enseñó a usar los controles de la
habitación, y la tecnología de punta. Jamie se
sorprendió con las maravillosas herramientas
y dispositivos. Ella le enseñó a usar el
despertador. Peter también se involucró, y él
le puntualizó conceptos básicos necesarios
para tomar clases.
Cuando Jamie abrió la aplicación del armario,
recordó el consejo de Nora:
―Solo debes seleccionar la mejor
combinación, en esta pantalla, y el armario te
entregará la ropa, lista para usarla―y ella, con
prudencia, se acercó a la pantalla, y eligió
entre el Control de Habitación,
“Guardarropa” y eligió alguna de las prendas
a su medida. En 2171, la ropa contenía
medidas universales y modificables mediante
la configuración de las telas en el Control de
Habitación.
Después, acudió al guardarropa y este le
entregó la ropa doblada en una bandeja
automática. Fue al vestidor, y se cambió.
Sacó de una de sus repisas, su mochila
equipada con una tableta parecida del chico
temeroso de Dey. Un lápiz especial se incluía
en un empaque junto a la tableta. Eran sus
nuevos libros y cuaderno, todo en uno.
Cuando estuvo lista, Jamie abrió la puerta, y
bajó por las escaleras al comedor. Ahí, en la
mesa, Kenya y Dante desayunaban en
compañía de Nora. Ellos sonrieron en
cuanto la vieron lista.
― ¡Buenos días, Jamie! ¿No es un gran día?
― ¡Buenos días!―pasó ella a abrazarlos en
agradecimiento―. Hoy es un gran día.
―Esa es la actitud. ¿Qué te parece si
desayunas? el Control de Cocina está justo
ahí, es justo como en tu habitación. Elije
algún platillo, y ahí lo tendrás―señaló Kenya
hacia la pantalla.
―Ya voy.
El aparato justo al lado preparó su desayuno,
y lo entregó en una bandeja automática.
Jamie la tomó y se sentó a la mesa.
―Ayer, Peter nos contó tu sueño de ser
actriz―reveló Dante, comiendo una rebanada
de un platillo desconocido para Jamie.
―Sí, es uno de mis más grandes
sueños―confesó ella, sosteniendo sus manos
sobre su rostro, ilusionada―¸ poder llegar a
ser una actriz reconocida por la entrega en el
escenario.
Kenya y Dante se miraron en complicidad.
Ambos se sentían inspirados. Ese día no fue
la excepción. Grandes ilusiones compartían
con ella. Ambos querían tener una hija, pero,
por ciertas complicaciones médicas, ellos no
podrían ser padres biológicos de nuevo. Solo
lograron concebir a su único hijo, Peter, a
través de un complejo proceso de
reproducción por el cual pagaron una fortuna
para evitar… ciertas complicaciones.
―Jamie―inició Kenya con una sonrisa―,
nosotros, como tus padres sustitutos, o
tutores―pronunció ella―, o padres, tal vez, si
algún día quieres llamarnos así―moviendo
sus manos con entusiasmo―, nosotros te
apoyaremos y te conviertas en una estrella.
Puedes inscribirte en el programa de medio
tiempo del instituto en Actuación.
―Yo, no tengo palabras―declaró ella,
llorando de alegría―, ustedes son, un sueño
en una vida que solía ser, una pesadilla.
Kenya y Dante la abrazaron, cómo si se
tratara de su mejor sueño, además de Peter.
Nora no pudo evitar conmoverse. Todos se
encariñaron con ella, con la niña perdida. Ella
era el sueño de Kenya y Dante, en la
constante búsqueda de una oportunidad de
tener, a su familia completa.
Tiempo atrás, Kenya caminaba junto a
Dante, tomados de las manos, por el jardín
Devasor de Technology City. Era el
mediodía. Kenya sonreía, ruborizada al tomar
de las manos de Dante. A veces, Dante
intentaba olvidar quien era ella, Kenya.
Intentaba recordarla, como desde su infancia
hasta recibir las gemas de Zyrer. Kenya se
acercó a él:
―Yo, te amo, Kenya―expresó Dante―, y
seremos felices, en esta ciudad, los dos.
Tendremos una familia.
Kenya reaccionó a sus palabras, no eran
vacías. Eran las mismas cuando él era
sincero. No con todas las personas fue
amable.
―Yo, también, te amo, Dante.
Tiempo más tarde.
Los recuerdos de Dante y Kenya en la sala de
una clínica especializada, juntos, esperando al
doctor con las pruebas.
―Señor, y señora Emphirio―llegó el doctor
junto a ellos, quienes de inmediato se
pusieron de pie. Kenya se mordía las uñas.
Dante movía su pie de un lado a otro, de
cabizbajo, volvió a la mirada de Kenya.
―Somos nosotros―reconoció ella―, dígalo
deprisa.
―De acuerdo; los informes de laboratorio
arrojan… los pacientes no pueden procrear.
Ustedes son… No hay solución sencilla a su
problema.
Kenya se acercó a Dante. No siempre le
resultó fácil mirarlo. Nunca.
―Dante, estoy junto a ti por amor. Estoy
contigo.
Dante, afligido aún más que su esposa,
levantó la mirada. Ella lo abrazó. Dante
correspondió a ella, él no dudó en soltar
nuevas lágrimas. El doctor se incomodó con
sus reacciones.
―Eso nunca fue un problema―. Desearía
haber sido otra persona, con otra genética.
―Basta, no llores. Hay una solución.
Y se apartó de Dante, y antes la retirada
discreta del doctor, Kenya le gritó.
― ¡Doctor! ¿Habrá otra manera? Tenemos
mucho, mucho dinero, podemos pagar por
otra solución.
El doctor alcanzó a escuchar las palabras de
Kenya, y de inmediato, volvió con ellos. Con
modestia y sencillez, violando los Códigos
Éticos de los Principios de la Humanidad, les
habló:
―Bueno, si hay otra forma― el doctor se
dirigió hacia ellos, pensando―, necesitan
consultar al especialista de Tecnología DR
del Edificio 35. No estoy autorizado a
permitir ese tipo de procedimientos
modificados, ustedes lo saben. Él iniciará el
proceso. Yo me comunicaré con él.
El médico se detuvo por un instante para la
hora de la verdad, su motivación real.
―Necesitan transferir la suma
correspondiente a un procedimiento de
rutina, más los honorarios médicos. Enviaré
la nota y los resultados de laboratorio
‘adecuados’ a mi colega.
Kenya y Dante se abrazaron, compartían su
alegría. Dante no podía creer en la actuación
de Kenya. Él la amó y admiró aún más de ese
día; ella compró la ética de su doctor.
―Muchas gracias, doctor―se maravilló ella―,
usted tendrá un bono especial―le guiñó el
ojo.
―Es mi deber―informó él, tomando su
pantalla portable, simulando un
procedimiento rutinario―, velar por el
bienestar de mis pacientes. Seguimos en
contacto.
Kenya y Dante se abrazaron, de nuevo,
ambos comenzaron a celebrar la oportunidad
de pronto ser padres.
Kenya y Dante le dijeron a Jamie, volviendo
de sus recuerdos. No fue lo correcto, poco
les importaban, a veces, los Principios de la
Humanidad.
―También lo es para mí―manifestó la
pequeña Jamie, cuando dejó de abrazarlos―,
gracias por la oportunidad, me esforzaré
mucho.
―Contigo, nuestra familia está
completa―Kenya tomó las manos de Dante.
La alarma sonó; 6:45 a. m. Estaban a punto
de salir a la nave de Kenya, cuando Peter,
apareció con la cara desvelada, con su
mochila, y a medio peinar, bajando deprisa
por la escalera.
― ¡Ya voy!―chilló él, corriendo, adolorido.
― ¿Hijo, qué te pasó?―Kenya lo miró
caminar con ligera dificultad.
―Nada, mamá. Hoy no me sentó dormir
bien en el suelo.
― ¡Ay, Peter, Peter, Peter!―suspiró Dante,
quien se creyó la historia de Peter.
Jamie, en la nave junto a Nora, le habló:
―Buenos días, Peter.
―Buenos días, Jamie.
Peter subió a la nave. Kenya condujo el
vehículo volador. Jamie miró a Peter en mal
estado, no parecía nada grave.
―Lamento no haber desayunado contigo.
―No te preocupes, Peter. ¿Qué te ha
sucedido?
―Nada, tuve un sueño pesado, nada para
preocuparte. Solo dormí en mala postura.
―Toma estas pastillas―le dio Nora. Ella las
solía llevar a todas partes para aminorar las
secuelas de la operación. Por fortuna, cada
mes se sentía mejor.
―Gracias, Nora.
―Ya ves, cariño, necesitas una cama―insinuó
Kenya, y mientras Dante leía un catálogo en
su tableta en versión traslúcida; podría
cambiarse la opacidad del dispositivo para
adaptarse a la lectura o al entorno.
―Hay ofertas―añadió Dante, sin apartar su
vista de las hojas.
― ¡No, no es necesario! No me pasa seguido.
Además, no me gustan los colchones.
―Para nosotros, sigues siendo frágil.
― ¡Frágil!―se exaltó Peter, asombrado―, yo
no soy frágil.
―Ya lo sabemos, hijo, pero para nosotros
siempre serás el pequeño Peter―reconoció
Kenya, quien no despegaba su vista de los
tableros y del panorama―. Necesitas una
cama.
No hubo forma de convencerlos de lo
contrario. A Peter le gustaba dormir en su
espaciosa habitación sin limitarse a una cama.
Peter, junto a Jamie y a su familia, llegó al
Instituto. Los dos bajaron de la nave.
― Peter, promete tu ayuda a Jamie en su
nueva escuela― pidió ella.
― Lo haré con mucho gusto, mamá. Jamie
estará bien conmigo.
― ¡Felicidades, Jamie, será primer día de
clases fabuloso para ti!― celebró Dante―, los
veremos por la noche.
Kenya y Nora se despidieron de ellos.
Jamie y Peter se despidieron de ellos, quienes
partieron en la nave. Jamie miró el panorama
del instituto; jóvenes y niños de todas las
edades entraban con una mochila pequeña en
su espalda. Algunos otros alquilaban las
tabletas para el horario de clases, sin
preocuparse por llevar carga a casa. Muchos
lucían animados por ir a estudiar, o en
prepararse para la carrera final, combinada a
medio tiempo con clases habituales. Algunos
bajaban de la nave escolar, mientras ella
caminaba junto a Peter por la entrada
principal. Algunos cruzaban el verde césped,
despreocupados.
― Te va a gustar estudiar aquí― comentó
Peter, mientras pasaban bajo el arco de la
entrada: “Instituto Densoniano, honor por el
honor del saber” se leía como slogan de la
aclamada institución.
Jamie miraba alrededor, conociendo, por
primera vez, su nueva escuela.
― ¡Parece fascinante!― aplaudió ella,
tomando con ambas manos, el tirante de la
ligera mochila de costado. Peter sonreía,
sentía el entusiasmo de estar junto a ella, en
ese momento, poder ser parte de un
comienzo.
― Le pedí a mis amigos encontrarnos en la
entrada― reveló Peter, revisando su tableta―,
pero, al parecer, ellos llegan tarde. Quiero
presentarlos.
― ¡Todo es increíble!―Jamie se sorprendía al
pasar por los pasillos. Todos miraron a
Jamie.
― Es la estudiante nueva.
―Vi en las noticias que los directores de cine,
los Emphirio, adoptaron una hija― contó
una joven de más edad―, debe ser ella―
continuaba, sin despegarle la vista.
Peter se acercó al oído de Jamie, y le
murmuró;
― No hagas caso de los rumores. Tú eres de
nuestra familia. Y yo te defenderé.
― Gracias, Peter― respondió ella―, no
escucharé sus palabras.
Caminaron juntos hasta el edificio de Jamie,
asignado en nivel 10 en uno de los dos
edificios del Instituto. En la Tierra del año
2171 se clasificaba a los estudiantes por su
edad. Peter, en el camino, le indicó donde se
encontraban los sanitarios, las oficinas
administrativas, la enfermería especializada.
Jamie se sorprendía por cada sitio, y el ver a
otros estudiantes, también le levantaba aún
más el ánimo.
Peter se sentía mejor, las pastillas lo aliviaban
de los golpes de Jai. No sanaron por
completo con el descanso.
―Gracias, Peter.
―No me agradezcas―puntualizó―, yo soy tu
mejor amigo, y tú también lo eres para mí,
cuenta con eso. Aparte, somos hermanos.
Jamie lo abrazó antes de ir a clases en el otro
edificio, conectado por pasillos de cristal por
a los costados y arriba. Las alturas le parecían
fascinantes mientras los rayos se reflejaban
en el vidrio fortalecido.
Peter se despidió de ella con una sonrisa. Ella
le renovaba la alegría, la despreocupación por
su deber como héroe se veía recompensado
con ser mejor persona, no solo en el aspecto
intelectual.
Otro factor era el recuerdo de Alondra
Quent, a la indefensa hija del propietario de
la tecnología Quent, dedicada al manejo del
efectivo en la plataforma mundial NavEarth.
En el episodio Un desastre imprevisto de
Darken the Darkness Alondra y dos de sus
amigos también perecieron antes de ser
salvados por Peter. Ese hecho le robaba el
pensamiento a veces por haber sido incapaz
de detener a la maquinaria; mucho tiempo se
culpó por aprender de sus poderes
demasiado tarde. Nadie le reprochó su falla
como héroe porque el mundo desconocía su
existencia; eran las primeras ocasiones de su
intento por ayudar a los demás.
Así, al menos podía rescatar a alguien. Y su
nuevo nombre era Jamie Dey Unnane.
Dey buscó en las puertas la etiqueta
correspondiente a su grado. Otros
estudiantes la miraron. Tal como Peter le
contó, su asiento destinado era el #21 en el
aula 124. Entró a una de las aulas con vista
hacia el otro edificio, de paredes de cristal.
Ella sonrió, pero algunos solo la miraron.
Otros se acercaron a ella.
― ¿Tú eres la niña nueva?―le decían, otros
chicos y chicas de su edad.
― ¿Eres adoptada? ―le lanzaron preguntas,
alrededor de su butaca.
― ¿De dónde eres?
Jamie se sintió abrumada, intentó calmarse,
como prometió a Peter. A su mente llegaron
los recuerdos de su primer día de clases,
cuatro años atrás en Winspencer: El color del
verano llegando a la puerta de la entrada,
filtrándose en las rejas. Otros niños arribando
a clases. Y ella, sola bajando del autobús
escolar. En cambio, en Technology City las
estaciones y el calendario escolar y laboral se
manejaban diferentes. Debía adaptarse,
asunto que, al principio le costó creerlo. Lo
más fascinante para ella era ser acompañada
en su comienzo. No hubo más dicha para ella
que las atenciones.
La profesora, quien llegaba a clases, les llamó:
―Niños, déjenla respirar―pidió, y al oír su
voz, todos se retiraron a sus butacas―, ven,
pasa, queremos conocerte―invitó la maestra,
extendiendo su mano a Jamie. Ella tomó
fuerzas, orgullosa de sí misma, y de su nueva
familia.
―Preséntate, por favor―pidió la profesora.
Jamie, al frente del aula, veía las miradas
sobre ella. Algunos la veían con asombro,
otros igual de entusiasmados, y el resto
aburridos como siempre.
―Mi nombre es Jamie Dey. Vivo con mi
familia adoptiva, Kenya, Dante, Nora, y
Peter. Ellos hacen posible esto.
―Lindas palabras―reflexionó la maestra―,
yo soy la Profesora Marie, y puedes contar
conmigo.
―Gracias. Ustedes también.
En tanto, en camino a clases, Peter se topó
con Wendy, junto a Elliot y Mark
dirigiéndose a la entrada. Mark llevaba su
tableta para repasar las más novedosas
fórmulas de Hever-Lan para variables sin
número positivo en las Secuencias de Nie23.
― ¡Peter!―saludó Wendy entusiasmada.
Elliot veía el interés de la a veces,
malhumorada Zaylor―. ¿Y tu nueva
hermana?
―Hola, Wendy, Mark, Elliot. La he llevado a
clases, a conocer el instituto. Al llegar no los
encontré en la entrada.
―Discúlpanos, Peter―apuntó Mark―,
pensamos que vendrían más tarde.
― Tomamos un atajo, sugerencia de mi
mamá.
―Ella será una buena suegra ¿No crees,
Wendy?―interrumpió Elliot. Wendy se
ruborizó. Mark seguía estudiando; ignorando
las indirectas que Elliot solía dar a Wendy.
― ¡Ah, sí claro, para alguna chica
afortunada!―se limitó ella, poniéndose
nerviosa.
Peter no tenía ningún interés en ella de esa
manera.
― ¿Estás bien, Wendy? ―Peter se dirigió a
ella cuando sacaba un rudimentario abanico
de su vestido rosado, y lo agitaba en su
rostro.
― ¿Oh, sí, lo estoy?―exhaló ella, aliviando el
malestar―, me preguntaba por tu nueva
hermana, ¿Jamie, dices?
―Ese es su nombre. Ella es amigable.
Los celos la invadieron por un momento,
pero, recordó que ella sería como una
hermana para él, no habría razón para
sentirse mal por ella. Además, era seis años
menor que él. Wendy guardó su abanico.
― ¿Y ella, de donde es?―Elliot conversó con
Peter mientras caminaban, de nuevo a clases;
faltaban 2 minutos para el inicio de su clase.
― De un lugar llamado Winspencer. Dice.
Mark se apresuró a decir:
―No existe un lugar llamado así―dijo sin
consultar su tableta.
― Eso averiguamos. Quizás se confundió.
― Tal vez se refería a Hindersen―intuyó
Mark.
―Lo curioso de esto es que nadie la ha
reportado como desaparecida. Tampoco está
registrada.
―Curioso caso―Mark pensó en algunas
posibilidades pero las descartó en seguida.
― Es un sueño realidad para mis padres tener
una hija. Y para mí tener una hermana―le
desvió del tema a propósito.
―Te felicito, amigo. No todos los días
pasa―le apoyó Mark.
Y los cuatro se dirigieron a tomar la primera
clase.
Capítulo 5: Jamie conoce a Wendy
Zaylor
Peter y sus amigos tomaron clases con el
profesor de historia, Mario Hilster. De vez en
cuando, Peter miraba hacia la pared de cristal,
al edificio de nivel 10. Aunque pocos metros
los separaban, no la distinguía por los reflejos
del otro edificio. En momentos se
preguntaba: ¿Cómo le iba? ¿Había
encontrado amigas? Esperaba saber en la
hora del descanso.
― ¡Peter!
― ¡Wendy!― volteó él de pronto―. ¿Pasa
algo?
― Nada, Peter. Presta atención.
― ¡Ah, era eso!― anunció él, sereno―, el
examen parece fácil.
―En eso estoy de acuerdo―aprobó Mark
fijándose en las nuevas formas de redactar la
información.
― Presumido― etiquetó Wendy con una
mirada desaprobatoria―, al menos no todos
nos distraemos por la ventana.
― Peter― llamó Elliot, al otro lado de
Peter―, ¿vendrás hoy a la fiesta de Aly?
― Quizás. No estoy seguro.
Dos meses antes, Peter fue a la fiesta de Kel
por su cumpleaños. A pesar de desear ser
más ameno en ciertos aspectos, detestó el
ambiente. Prefirió irse en una nave rentada.
― ¡Vamos, Peter!
― Quizás vaya con Jamie a alguna parte de la
ciudad, para ayudarla a familiarizarse con
Technology City.
― Bien hecho, amigo―le dijo Mark―. Si no
conoce nada de por aquí, conviene.
Wendy deseaba acompañarlo a la fiesta,
escuchó con atención. Se molestó, de nuevo,
por las atenciones a Jamie, la inoportuna
Jamie. Incluso compró un vestido nuevo para
salir de la rutina.
― ¡Wendy y compañía!― reprochó el
profesor, y todas las miradas recayeron en
ellos―. La próxima vez perderán todos los
créditos del curso.
Elliot, quien era el más rebelde de los cuatro,
se atrevió a hablar:
― ¡Ni que fuera tan importante su clase!― a
causa de esas palabras, todos lo miraron con
asombro, otros comenzaron a reír, y hubo
quien salió corriendo al baño para evitar las
carcajadas frente al profesor.
El profesor se indignó ante esa muestra de
odio por parte de Elliot.
― ¡Retírate de mi clase! ¡Directo a
Administración!
― Idiota― rabió Elliot, saliendo de clases―,
pobre diablo…
Los demás se reservaron sus risas al ver a
Hilster molesto; a pocos solía enviar a
Administración. Mario pensó la causa de
prepotencia. Quizás se debía por la fortuna
en su posesión al morir sus padres dos años
atrás, asunto conocido por todos. Viviendo
solo, sin orientación por padres, era natural.
Tampoco lo justificaba. Elliot salía
despreocupado de clases, como si no le
importara nada en la vida.
― ¿En qué estábamos?― se dirigió a su clase,
y enseguida recordó el tema.
Peter decidió salir después de Elliot, con el
propósito de ir a buscar a su amigo. Lo vio
bajando en las escaleras. Wendy se asomó
por la ventana, molesta por las incomodas
circunstancias.
‹‹ ¡Vaya forma de perder la clase! ››
Peter alcanzó a Elliot, quien caminaba
directo al popular comedor del Instituto
Densoniano.
― ¡Elliot!― Elliot volteó hacia su amigo, y lo
esperó.
― ¿Todo bien, Peter?
― Vine a pedirte disculpas, porque yo
ocasioné tu expulsión de clases.
― No, Peter, fui yo el responsable. Además,
sus clases son aburridas. ¿No crees que
deberían implementar el Sistema de
Aprendizaje Acelerado en el instituto? Tal
vez así nos evitarían venir todos los días por
nada. Mark está de acuerdo conmigo.
― Quizás― suspiró Peter―, este sistema es el
mejor para medir la perseverancia, dice
Diana. Y yo creo en ella.
― Diana tiene ideas retrasadas, ella se crio en
otra época. Bueno, al menos, tiene
paradigmas clavados en su mente por ese
tipo de lecturas anticuadas de décadas
olvidadas. No entiendo cómo pueden
funcionar sistemas antiguos en nuestros días.
Estamos en el futuro, somos el futuro. No
somos neandertales.
― Si te postularas como candidato a la
alcaldía, ¿no podrías implementar el
sistema?― recomendó Peter, ya que en
Technology City cualquier ciudadano podría
llegar a tener el puesto de Diana, quien en las
próximas dos semanas podría abandonar el
cargo si no era reelegida.
― Eres listo, Peter, como siempre. Eso haré,
eso haré. Y ese… profesor no volverá a
insultarme de nuevo. Me voy, Peter, me iré a
inscribir.
― ¿Ahora?― se asombró Peter, al ver a Elliot
saliendo del instituto―, te presentaría a
Jamie.
Elliot, quien no escuchó a Peter, se dirigió a
su nave hacia la Central, la alcaldía, requisito
esencial era el presentarse en persona. Peter
se quedó fuera de clases, esperando a Jamie
para ir juntos al comedor.
Era la hora del descanso. Jamie recogió su
tableta y lápiz, y miró a Peter en la ventana.
― ¡Peter, has venido!
― ¿Nadie te ha molestado?
― No, han sido cordiales conmigo.
― ¿Has encontrado amigos?
― Aún no, nadie me ha invitado a salir a
comer.
― Vamos, yo soy tu hermano, tu mejor
amigo ¿no es así?
― Sí.
Una niña de su clase quería invitar a Jamie a
comer, pero al verla partir con Peter, se sintió
triste, pues, Jamie le cayó bien. Wendy los
miró pasar por el pasillo. No era justo para
ella. Peter le entregaba demasiada atención a
esa niña.
‹‹ ¡Peter Emphirio! ››
Varias secciones, algunas bajo techo, otras
con sombrillas y algunas al aire libre
conformaban el área de la cafetería. Los otros
estudiantes formados en las numerosas
pantallas pegadas a blancas paredes,
solicitando sus alimentos.
― Jamie, es justo como en casa.
Ella eligió un platillo, una bebida y un postre.
Él hizo lo mismo. Jamie no sentía
nerviosismo, pero era algo nuevo, en un lugar
distinto.
―Wendy― saludó Peter, a Wendy caminando
hacia ellos junto a Mark.
― Peter― Wendy miraba Jamie, quien llevaba
su bandeja con comida servida, la miró
también―, ella debe ser tu hermana.
― Jamie, ella es Wendy, Wendy, ella es
Jamie― las presentó.
― Mucho gusto en conocerte, Wendy―
celebró Jamie con alegría, pero Wendy, se
portó cordial con ella a pesar de la
incomodidad.
― Wendy Zaylor, igual para mí― coincidió
ella, sin el entusiasmo de conocerla, se
mantenía prudente y formal con la hermana
de Peter.
En seguida, Peter le presentó a Mark.
―Jamie, él es Mark Wesley.
― Mucho gusto, Mark―extendió Jamie su
mano.
― El gusto es mí, Jamie―saludó él con
cortesía.
Peter no notó la mirada de Wendy. Jamie
intuyó por sus clases de actuación su agrado,
pero nada podía afirmar o descartar.
― Peter me ha contado muchas cosas de ti―
empezó a decir Jamie con alegría esperando
dispersar sus temores―, él me contó que
fuiste su primera amiga.
Wendy sonrió complacida. Mark lo aprobó.
― Y no es como las otras chicas que solo nos
hablaban para pedirnos la tarea.
‹‹Pobres chicos›› pensó Jamie.
― ¿Qué tal si vamos a comer juntos?― invitó
Peter, y Wendy accedió. Ella eligió su
aperitivo y Mark también. Los cuatro
buscaron una mesa vacía.
― ¿Y qué ha sido de Elliot?―preguntó
Wendy a Peter.
― Él decidió inscribirse como candidato a la
alcaldía ahora― y al decir esas palabras,
Wendy casi estalla de risa, casi escupía un
trozo de fresa.
― ¡Elliot está fuera de sí! Vaya, vaya. ¿Qué
iremos a hacer con él?
― Quiere que el instituto use el SADA.
Quiere vengarse del profesor de historia.
― Es lo más tonto del mundo― confesó
Wendy.
― A ver qué resulta―decía Mark tomando su
tenedor.
― Más tarde, te lo presentaré― se dirigió
Peter a Jamie―, a ver si vuelve.
― Espero conocerlo pronto.
En tanto, en Zyrer.
En el interior del palacio de Linera Licker, se
reunieron varios de sus secuaces, entre ellos,
Droid, Grissh, Lourie, Mourie y la invitada
quien no quería estar ahí; Arlerinia. Linera
presidía la junta de los seis en una mesa
rectangular.
― Estos son los planos de Technology City―
extendía ella sobre la mesa un enorme rollo a
modo de pergamino. Los demás se
asombraron y se acercaron a observar.
― ¿Puedo preguntar, por qué esa ciudad de la
Tierra?― intervino Arlerinia, quien, en
realidad, solo era curiosa, pero no tuvo
interés en capturar al Warrior Black por sus
conocimientos sobre él. Y todos los
presentes su calidad de observadora. Quizás,
si la genio deseaba, les podría dar algún
consejo dada su elevado intelecto. Sin
embargo, por su carácter y estatus clásico de
“genio” no podían obligarla a nada, si bien, la
insultaban por sus extrañas aficiones.
― Lista, como siempre, Arlerinia― señaló
Linera―, les cuento: Esta ciudad, según los
reportes de mis servicios secretos, es la
ciudad con mayor cantidad de apariciones del
Warrior Black― subrayó―. ¿Tú qué opinas,
Arlerinia?
Linera esperó, quizás ella le respondiera algo
ingenioso.
― Esa ciudad es especial para él, por alguna
razón. Incontables alternativas― y se detuvo
para mirar a todos, quienes la veían atentos a
sus palabras― pero, eso ya lo sabía Linera.
― Inteligente, como siempre― Lourie se
acomodó los lentes.
― Linera, ¿Qué podemos hacer?―Mourie
apuntó―, yo estoy ansiosa por enfrentarme a
él.
― Vayamos con cuidado, Mourie. Como
coincido con Arlerinia, aquí presente, esta
ciudad es un punto clave en nuestra batalla
contra el Warrior Black. ― ¿Qué hay de la
seguridad de la ciudad?― preguntó Droid a
Lourie―. ¿No puedes hackear sus sistemas?
― Con dificultad logré intervenir en el código
de su alarma, y del edificio. Es una tecnología
diferente.
― ¿Y qué más sabemos de él?― intervino
Droid.
― Nada relevante― confesó Linera―. Solo
sabemos su sexo, como todos los elegidos.
No fue despojado de su cuerpo real en la
elección. Y la tonta Yarin está defendiéndolo.
No tenemos más.
Linera hizo una pausa.
― Pero, esta ciudad es importante para
encontrarlo. Debe tener un vínculo, y
nosotros estamos obligados a descubrirlo.
― Más sencillo. ¿Y si destruimos Technology
City?― sugirió Mourie―. Así nos libraremos
de él, y del vínculo con ella. Si vive ahí el
susodicho morirá.
― Es un arma de dos filos. ¿Qué se necesita
para crear magia?
― Gemas de Zyrer, un Arco Mágico, las
ecuaciones formuladas y la computadora
central o fuente; el Orbe de Cristal―
intervino Droid.
― Exacto, Droid. El Warrior Black no
necesita de lo mismo.
En Zyrer, los magos aprendían de los libros,
y ellos ejercían sus conocimientos con su
Arco Mágico y su GDZ interna. Por qué el
Warrior Black era el único quien no
necesitaba de los otros elementos,
indispensables para cualquier mago, era un
misterio para todos, a falta de estudios sobre
él. La mayoría teorizaba que, gracias a ser un
cuerpo originado directo del Orbe de Cristal,
era la causa.
― Pero, un Destructor Nulo no puede
insertarse en una ciudad― replicó Mourie.
― Un DN puede instalarse en cualquier
lugar, incluyendo una ciudad.
Arlerinia se asustó con el vasto conocimiento
de Linera, pues, demostraba la tutela de 365,
uno de los magos más poderosos de Zyrer en
épocas pasadas. Linera guardó el
conocimiento de que, un DN podría usarse
también para aniquilar segmentos mágicos;
era un asunto irrelevante, ya que no tenía
ninguna utilidad en combate.
― ¿Y si, no ha construido un Destructor
Nulo?― habló Grissh, por primera vez―.
Podríamos atacar ahora mismo.
― Será mejor no averiguarlo― sentenció
Linera―. Y según sé, nadie quiere morir por
atacar a un Destructor Nulo. ¿Alguien quiere
ver qué sucede?
― ¡No, para nada!― aseguró Mourie,
sentándose de nuevo en su silla, tranquila.
Arlerinia jugaba con una mosca en el plato
color blanco escuchaba.
― ¿Opiniones?
― Yo― participó Mourie―, yo quiero
averiguar por mi cuenta. Yo iré a buscarlo.
― ¿Y cómo lo harás?
― Linera, yo tengo poderes únicos en todo
Zyrer, tú lo sabes― coqueteó ella―. ¿Lo
recuerdas?
Linera se sonrojó de pronto al recordar cierto
incidente.
― ¡Ah! ¡Olvida eso!― Linera agitó sus manos,
y el resto de los presentes la miraron
extrañados.
― ¡No!― casi reía Mourie, levantándose de la
mesa por completo―, ¡no lo quieres olvidar,
yo lo sé!―y con una de las plumas de su
abanico le hacía cosquillas en la nariz.
― ¡Basta, basta! ¡Eso no fue importante!
― ¿De qué me perdí?― preguntó Grissh,
extrañado por sus reacciones.
Lourie le contó, pues él conocía la situación:
― Hace quinientos años, Mourie le ayudó a
Linera a conquistar a un vagabundo, pero
este vagabundo no era cualquier vagabundo;
solo le era indispensable bañarse para ser
todo un hombre “apuesto”― contó él con
tranquilidad, pero Grissh estaba a punto de
reír por el tono de Lourie―, recurrió a los
servicios de mi hermana, y le hiciera un
encantamiento. Duró poco el hechizo al
descubrir que, en realidad, el apuesto
hombre…
― ¡Jajajajaja!―Grissh no evitó reír al escuchar
la historia, y Arlerinia veía como Linera no
paraba de reír. Droid comenzó a
impacientarse, hasta les hizo sonidos para
llamar la atención:
― Grgr….grgr―produjo con la garganta,
quienes hablaban o reían callaron―. ¿En qué
punto estábamos?
― ¡Jajajajaja!― seguía riendo Linera, pero
poco después calló―, disculpen los
inconvenientes. Volvamos al tema― habló
ella, recobrando la compostura y el porte.
Mourie volvió a sentarse, las secuelas de la
risa seguían en ella―, como les decía…
¿Recuerdan?
― Estábamos hablando sobre Mourie― le
ayudó Droid con educación―, ella se
enfrentará al Warrior Black usando sus
hechizos de encantamiento. Espero, no te
pase como a mí; me destruyó de su
dimensión, y me regeneré con dificultad en
esta.
― Sí, Droid, muy amable― puntualizó
Linera―. Mourie, como tu hermano Lourie,
tienes mi financiamiento. Puedes recoger
municiones de gemas.
― Esta vez, lo encontraré―decidió Mourie.
Capítulo 6: La ciudad encantada
(Primera Parte)
Pasaron varios días sin la presencia de Elliot
en clases; él se decidió a ganar la
convocatoria: Desde siempre él quiso
gobernar alguna parte. Solicitó una licencia
para ir o faltar a clases cuando quisiera. La
ofensa del profesor se la tomó en serio, no
podía perdonar aquella injusticia, la fachada
de cumplir su sueño: Él se vengaría
quitándole el trabajo.
Un día, después de clases, Wendy hablaba
con Elliot por video llamada.
―Aun no comprendo tu odio
irracional―decía Wendy―. Mario es el mejor
profesor de historia. ¿Lo recuerdas? Él fue
quien te regaló los Principios de la
Humanidad en una copia firmada por Diana
cuando llegaste a esta ciudad.
―Justo a ella es a quien voy a quitarle la
alcaldía―Elliot se encontraba confiado,
mientras se limaba las uñas.
― ¿Sabías que hay un hombre quien se
postuló ayer? Es nuevo en la ciudad, un
extranjero, al parecer. Leí en las noticias
sobre su dinero Premium y en Quent™.
―No me quedo atrás, tengo el dinero de mi
herencia. Pero, te aseguro, te aseguro que soy
mucho mejor, lo verás hoy mismo en el
primer debate.
― ¿Y en qué te basas para decir eso?―Wendy
se sintió intrigada, porque según ella, él no
tenía o tenía pocos talentos, aparte de jugar
ajedrez.
― ¡Soy yo, Wendy!
― ¡Ay, Elliot! ¿Qué haremos contigo?―se
cansó Wendy, y una voz la llamó por su
nombre desde la planta baja―, me voy, debo
ir con mis padres a jugar ese tonto juego.
―Nos vemos, Wendy, la próxima vez, te
encontrarás con el alcalde de Technology
City― Elliot podía parecer iluso, pero él creía
en él.
―Como digas.
La comunicación se cortó entre ellos. Wendy
bajó con sus padres a la sala de juegos.
― ¡Wendy, ven, cielo!
Wendy, agobiada por el tono de su madre. Al
llegar, encontró a su padre y a su madre,
sentados en la mesa a modo de una pantalla
colosal.
― ¡Otra vez!
En tanto, en el estudio de los Emphirio,
Kenya firmaba los contratos para su próximo
proyecto para la cadena de información de
TC, mientras Dante revisaba su última
producción.
―Esta vez―inició Dante―, supervisaré las
escenas de T4―. ¿Recuerdas el desastre con
la FTE?
―Lo recuerdo, amor―habló Kenya, quien no
dejaba de leer los contratos, subrayando los
guiones confusos y aclarar con su abogado
los términos ambiguos.
― ¿Sabes quién se va a postular para la
alcaldía?
― ¿Quién?
―El amigo de nuestro hijo; Elliot Darsen.
― ¡Vaya sorpresa!―Kenya levantó su
atención de los documentos―, ¿y qué
propuestas interesantes tiene?
―En NavEarth, en su perfil ha escrito como
primera acción “Implementar el Sistema de
Aprendizaje Acelerado (SADA) en los
institutos de Technology City”
―Suena avanzado, aún para nuestra ciudad;
en New City ya está en marcha con
resultados dudosos según este informe―
consultó en su tableta―. La alcaldesa Diana
asegura, es mejor el sistema retrógrado para
poner a prueba a los estudiantes. Yo solo
quiero mejor para nuestros hijos. ¿Hay otros
candidatos?
― Aparte de Diana y Elliot, hay otros cuatro
candidatos inscritos hasta el momento; el
presidente de I. Inc., una ama de casa llamada
Cristina, un joven, según su información,
pertenece a un grupo Pro-MC y un
extranjero, nuevo en la ciudad llamado
Hiverson. Hoy por la noche, será el primer
debate público en el IFest Corp ¿Iremos?
―Yo quiero asistir, pero tengo estos
contratos para mañana.
―Entonces iremos con Nora, Peter y Jamie,
me llevaré la nave―comprendió Dante―,
prometo usar los lentes para transmitirte el
evento como si estuvieras ahí.
― ¡Gracias, amor!―lo abrazó Kenya.
Faltaban pocas horas para el anochecer. En
la sala, Jamie jugaba con Peter, en una
pantalla con modelos tridimensionales,
cuando terminaron sus tareas escolares. En
tanto, Nora leía un libro en NavEarth.
― ¡Gané! ¡Lo sabía, Peter!―reveló ella, pues
en la última jugada, ella tomó varias zonas
estratégicas de Peter, quien se encontraba
distraído la mayor parte del juego, pensando
en la magia de Zyrer y en ciertas semejanzas
con algunas ecuaciones conocidas.
― ¡Ay!―lamentó él, bromeando―. Jugar
contigo es más divertido que jugar contra el
sistema.
―Donde vivía no existían estos juegos.
― ¿Qué te parece si la próxima semana
salimos al concierto de The Gladstones?
Pagaré de mi mesada.
― ¿Es tu grupo preferido, verdad?
―El mejor de todos los tiempos―suspiró
él―, su música es inspiradora.
Y Peter cambió la interfaz de la pantalla, para
abrir una sesión musical.
―Esta canción es mi preferida. Aunque
suene romántica no pienso en nadie en
particular ―confesó él. Wendy siempre
pensaba en ella misma cuando Peter la
escuchaba en sus auriculares.
―Algún día llegará―lo consoló ella.
― Eso me dice Wendy.
Antes de todos mis sueños
No vengas como solías ser
no digas adiós cuando solías llegar.
Es mi meta
alcanzarte más allá de mis sueños,
antes de todos mis sueños sigues ahí.
No te vayas cuando lo confieso.
Si te dijera que el mundo solo es una melodía
para compartir,
nunca creerías que tu voz son las notas que
anhelo oír,
escucha lo que debo decir,
no me dejes aquí.
‹‹Puente››
Si camináramos juntos,
como en mis sueños,
dirías adiós al mundo.
Si nadie más te ha contado
la verdad que deseo subrayar en ti,
cuando las pesadillas vuelven a mí,
no me digas adiós (adiós, adiós)
Si nadie más te ha contado
la verdad que deseo subrayar en ti,
cuando las pesadillas vuelven a mí,
no me digas adiós (adiós, adiós)
Quizás no tenga sentido si lo confieso hoy
mismo,
porque el mundo no sabe que
estás antes de todos mis sueños.
Antes de todos mis sueños, de todos ellos.
‹‹Coro final››
Toma mi vida, mi destino está junto a ti,
te veo antes de todos mis sueños,
antes de todas las pesadillas,
respiro a través de los tuyos,
estoy vivo
cuando estamos juntos.
Me pregunto,
si alguna vez me verás como yo a ti…
―Es una linda melodía―confirmó ella, tras
escuchar la voz del vocalista, al quien Peter
admiraba.
―Iré a conseguir los boletos―se apresuró
Peter, mientras abría una sesión en su cuenta,
el sistema universal usado en la Tierra del
2171. Sin embargo, Jamie aún no comprendía
los conceptos detrás de los avances.
Peter alcanzó a comprar dos de los decenas
disponibles en el horario del tercer día del
festival en TC. En ese momento, el padre de
Peter llegó junto a ellos, en la sala.
―Hoy será el debate. ¿Quieren venir?
― Yo no―le dijo Nora sin apartar la vista de
su volumen―. Este libro de N. R Harell es
tan adictivo.
―Yo si―dijo Jamie―. ¿Y tú, Peter?
―Vamos, yo quiero ir a ver a Elliot. Nunca
me imaginé su postulación, lo dije en broma.
― ¿Así que fue idea tuya?―señaló Dante, con
una risa a punto de brotar de su cara,
incrédulo.
―Eso me contó Peter. Tuvo un conflicto con
su maestro.
― Elliot no cree que sea importante la
Historia.
― ¡Estos jóvenes de hoy!―suspiró Dante,
mirando la pantalla de juegos―. Jamie, ¿Tú le
ganaste a Peter?
―Sí, otra vez―festejó ella, y chocó las manos
contra Dante quien la felicitó―. Entonces,
prepárense, vamos al debate―recordó Dante
a sus hijos, quienes dejaron la sala y subieron
a sus habitaciones a cambiarse.
Dante hizo lo mismo, y mientras ellos se
preparaban, él sacó la nave para subirlos
desde la entrada de la casa. Minutos más
tarde, los tres iban camino al IFest Corp.
Minutos antes de la apertura del debate,
Elliot se encontraba en los camerinos del
foro, siendo maquillado para la presentación
en vivo, a punto de ser transmitida por las
cadenas nacionales. Ni un poco nervioso,
incluso se sentía familiarizado con el trato
especial.
―Un poco aquí―señalaba Elliot al equipo de
maquillistas de pintura clásica; él solicitó un
servicio anticuado para la mayoría de las
personas en Technology City. Pocos se
dedicaban al maquillaje manual. La mayoría
de ciudadanos preferían al Selector de
Apariencia Personal (SAP) ajustándose a sus
facciones y tonos para elegir las mejores
combinaciones de tocado y pintura―,
también te falta aquí―indicó Elliot
mirándose al espejo.
―En seguida―dijo uno de los especialistas,
mientras una chica le llevaba un par de
zapatos acorde a su vestimenta formal.
Cristina, una de las postuladas, se acercó a
Elliot en la sesión de arreglos.
―Niño ingenuo―calificó ella, lista para el
debate―, no eres más apto que mi hijo
rebelde.
―Alto, ahí, señora―ordenó Elliot―. ¡Ni se
atreva a mirarme! Soy intachable.
―Ajá―se burló ella, mientras tomaba uno de
los cepillos de la mesa y trataba de usarlo,
pero desconocía el cómo―. Lo único en tu
perfil es tu sistema de aprendizaje, no veo
otra―subrayó, mientras dejaba el cepillo y en
la otra, tomaba su tableta para confirmar.
―Espera sorpresas―Elliot se dirigió a ella
con una mirada retadora.
Cristina se retiró del lugar para irse al espacio
para el debate. El área cubría alrededor de
200 metros, con una distancia de 20 metros
entre cada participante de 10 metros, pues,
las enormes pantallas detrás de cada uno de
los postulados enlistarían las principales
propuestas para la ciudad, podrían ser
visibles para quienes estuvieran más lejos en
el auditorio al aire libre.
Conforme pasaban los minutos, los
participantes llegaron a ocupar su lugar. La
primera en llegar fue Diana, la actual
alcaldesa. Después, el presidente de I. Inc., la
corporación dedicada a producir música
original. Cristina, al lado derecho del joven
de Pro-MC, y a su vez, cerca de las sillas
flotantes para los ciudadanos. Diana, al
centro, al lado derecho de donde Elliot,
quien llegó en penúltimo lugar, llevaba su
vestido azul adorado por la mayoría de los
ciudadanos. Al lado de ella, a su derecha,
Hiverson, el extranjero, quien era en realidad
Jai. Él se mantenía sereno, pues, a su derecha,
el presidente de I. Inc. lo miraba con
atención.
El moderador, el popular presentador de la
Cadena TC se acercó entre las luces del
escenario, pasando enfrente de todos los
candidatos, quienes lo saludaban de mano. Y
mientras los saludaba se activaban las
pantallas, mostrando el nombre de cada
participante.
“Broke Hes”
“Elliot Darsen”
“Cristina Maire”
“Diana”
“Hiverson”
“Richard Iker”
― ¡Bienvenidos a este gran evento para
nuestra ciudad!―el presentador irradiaba
efusividad―, soy Patrick Ander, como
moderador del primer debate público para la
próxima elección del alcalde de Technology
City en las próximas dos semanas.
Dante y su familia llegaron a ocupar uno de
los lugares, entre los últimos asientos del
auditorio. Hubo quienes llegaron para ocupar
los primeros lugares, más cercanos a los
candidatos Peter miró a su amigo Elliot,
quien vestía de traje en un sitio importante.
― ¿Él es tu amigo, verdad?―señaló Dante a
su hijo.
―Es él.
Una chica detrás de la fila de asientos se
acercó a preguntarles.
― ¿Es tu amigo?
―Elliot, sí.
―Su propuesta es interesante para nuestra
sociedad; cambiaría los paradigmas de los
negocios. Es por ese motivo, el presidente de
I. Inc. ha intervenido para participar. Él
quiere ganar para usar la idea de Elliot y
ganar beneficios en la producción de mejores
cantantes entre la juventud―contó la
entusiasta chica universitaria―. Yo elegiría,
sin lugar a dudas, a Richard.
―Excelente observación―reflexionó Peter.
―Si tu amigo no tiene mejores ideas, Richard
estará en el top 3.
―Quizás, ya veremos―lo defendió él.
La chica volvió a su asiento, y esperó a ver el
inicio del debate.
Capítulo 7: La ciudad encantada
(Segunda Parte)
Mientras el debate se llevaba a cabo,
iniciando primero con las tediosas propuestas
del joven de Pro-MC, afuera del auditorio
donde ocurría el debate de Technology City,
un portal entre Zyrer y la Tierra fue abierto:
Mourie llegaba a la ciudad usando el Arco
Mágico desde el primer momento. La
solitaria calle fue el sitio indicado para
mostrarse ante la otra dimensión. Era el día
esperado para llevar a cabo su plan.
―El Warrior Black debe aparecer esta noche.
Mourie entró al auditorio, como si de
cualquier humana habitante de Technology
City se tratara, a excepción del Arco Mágico.
Algunos la miraron por su peculiar ropa, y
otros por su manera de caminar, además, por
el Arco Mágico, pensaron, se trataba de una
nueva tecnología del Centro de Ciencias, el
máximo instituto en áreas de tecnología del
país, dio nombre a la ciudad. Ella pasó a su
lado, por la escalera principal, mirando a
todos los presentes. Sin prisa, pasó de largo
de los asientos para los asistentes y subió al
escenario en medio de un debate entre Diana
y Elliot:
―… el sistema, en la actualidad es ejercido en
los institutos ralentiza el proceso de
aprendizaje efectivo para los
estudiantes―hablaba Elliot con seguridad,
Cristina fue asombrada con su forma de
hablar, porque ella lo consideraba un
muchacho como cualquier hijo de vecino.
Incluso Peter se sorprendió con el cambio
repentino en su forma de dirigirse a los
demás―. La ventajas del SADA son
innumerables para el ámbito escolar,
profesional y social de los jóvenes; en poco
tiempo pueden entrar al campo laboral y
dedicarse con eficiencia a sus actividades
elegidas, a diferencia de los programas de
medio tiempo en los institutos. Esto no le
resta importancia al esfuerzo, pues
contribuye a la prosperidad de la ciudad,
como podemos notar en ciudades como New
City, adelantada a nuestro actual sistema…
―Te equivocas, Darsen. Todos los niños y
jóvenes tienen el derecho de ocupar su
tiempo en dedicarse a explorar sus intereses
acorde a su edad, no podemos acelerar la
maduración de las personas aunque se
introdujeran los prototipos de procesos
mentales.
Diana los miró, manteniendo su compostura.
―Contribuiríamos a la sociedad vacía de las
maravillas de la infancia, las experiencias
junto a la familia. Ni siquiera las supuestas
ventajas del SADA construirían las bases de
una sociedad estable, como ahora se ha
logrado a través de los programas de medio
tiempo en los institutos.
Mourie subió al área donde los otros
participantes la miraron, incluyendo al
moderador.
―Usted no puede estar aquí―le dijo un
hombre de seguridad, quien, al verla subir, la
intentó detener, pero Mourie hizo aparecer
en el Arco Mágico las fórmulas para
congelarle la mano.
Todos, sorprendidos por el evento sin
precedentes en su tranquila ciudad, entraron
en una fase de pánico. Peter intentó
levantarse, pero su padre lo detuvo. Nadie se
imaginó ver a Mourie lanzando un hechizo
hacia Diana, cubriéndola de una capa mágica.
―Nadie se mueva de sus lugares―Mourie le
quitó al presentador su pequeño dispositivo
en su oído empleado como micrófono
debido a la cercanía de las ondas emitidas por
el hablante.
― ¿Qué quieres de mí?―le preguntó Diana, al
verla atrapada bajo una peculiar luz, la podía
observar a través de ella.
―De ti, querida, nada. Yo quiero al Warrior
Black. Y tú eres la carnada.
Peter, quien presenció la ofensa a su ciudad
natal, se estremeció al ver a Mourie atacando
desde enfrente; era la primera enemiga
atreviéndose a mostrarse ante Technology
City.
―Papá, debemos salir de aquí.
―Esa mujer es peligrosa, Peter. Si el Warrior
Black no se presenta, entonces, Diana sufrirá
a causa de él―contó Dante, resignado, sin
quitarse los lentes transmitiendo a Kenya lo
ocurrido.
―No hagas nada peligroso, Peter, no te
muevas―suplicó Jamie.
Peter se encontró entre la espada y la pared;
si actuaba, entonces todos sus enemigos en
Zyrer se enterarían de su identidad, poniendo
en peligro a su padre, y a Jamie.
Él no podía decepcionar a quienes protegía
de diversos peligros, tampoco a su ciudad y a
la Tierra; uno de sus actos heroicos resaltaba
por haber salvado a una alejada ciudad Over
City de un terremoto; fue capaz de conectar
las capas para mantener a salvo a miles de
habitantes. Él debía salvar el día.
― ¿Warrior Black?― llamó ella, y su rostro
apareció en todas las pantallas que alguna vez
mostraron los nombres de los candidatos―.
Me ves, en alguna parte de Technology City.
La cabeza de Diana está justo en mi poder―,
y ella se estremeció al escuchar su nombre.
Elliot miró a su amigo Peter presente. Por su
parte, Cristina se encontraba igual de serena,
si bien, temía por su vida como el resto de
los participantes. Richard se arrepintió de
estar en ese lugar. Jai, si bien, conocía a
Mourie, ella no lo detectó ni reconoció. El
joven Broke se encontraba mirando a todos
los participantes. Pensó, no valía la pena
llegar a la alcaldía; alguno de los enemigos de
Warrior Black podía amenazarlo, como en
ese momento la mujer de cabello corto
aseguraba tener a Diana a su disposición, lista
para arrebatarle la vida por intereses fuera de
su comprensión.
En cierto momento, Mourie generó, a través
de su Arco Mágico, un halo de cristal
alrededor de Technology City, aislando a la
ciudad a partir de complejas fórmulas,
controladas desde la mente de Mourie hasta
su Arco Mágico.
Un tren rumbo a la vecina ciudad de Ohen
City se detuvo metros antes para evitar un
choque fatal con la fuerte capa cúbica.
Muchos de los observadores de la
transmisión decidieron escapar, pero, al
momento de salir de sus casas, observaron la
magia cientos de metros arriba de su ciudad.
― ¿Qué te parece, Warrior Black? Esta es mi
ciudad, solo mía. Y nadie puede abandonarla
sin mi consentimiento. Lo más importante de
mi hechizo es el contador. Todos pueden
verlo.
En la parte inferior del cubo formado
apareció un reloj circular, con manecillas
mágicas luminosas. Todos pasaron de estar
asombrados a atónitos al contemplar la
magia, nunca se imaginaron, pudiera ser
posible. Empero, desde la aparición Warrior
Black apareció en sus vidas, todo ese
concepto cambió de forma radical.
― 3 horas, 45 minutos y 12 segundos restan
antes de la medianoche de este planeta― leyó
Mourie en el reloj―. Ese es el tiempo límite
para acabar la pesadilla.
― ¿Cuál pesadilla?― Diana, perturbada.
― La conocerás si Warrior Black no viene a
salvarte.
En ese instante, enormes luces comenzaron a
surgir de todas partes de Technology City,
flujos de energía aterrorizaron a las personas
saliendo de los centros comerciales. Hubo
choques de naves por la impresión al ver
magia libre solo existente en las películas de
los Emphirio.
Kenya y Nora miraron a través de la ventana.
Kenya se quitó los lentes; numerosos
destellos de luz destruían algunas zonas de la
ciudad, a raíz de los hechizos de Mourie.
Miles de personas corrían del peligro por las
calles. El resto se ocultaba bajo bunkers
personales o colectivos.
― Kenya, quédate en casa― pidió él―. Yo
protegeré a nuestros hijos, si es necesario,
con mi propia vida.
― ¡No, Dante!― pidió Kenya―, no podrás
hacerlo… esa mujer es poderosa… todos lo
han visto.
Nora rezaba por qué su familia volviera a
casa. Kenya le colocaba su mano en el
hombro, compartiendo su preocupación.
― Tengo la esperanza la presencia del
Warrior Black. Él es el salvador de la Tierra,
él nos protegerá. Y si no viene, y si les hace
daño a mis seres queridos, yo nos defenderé.
Quédate en casa, te lo suplico.
En un descuido, una rayo de luz mágica
destruyó una parte de una nave cayó rodando
sobre algunas casas. Fue cuando, a través de
la destrucción en su algunas área de su
ciudad, Kenya obedeció la recomendación de
Dante, siguió inquieta.
En medio del caos en la ciudad, en el
auditorio, libre de energía, Mourie decidió
sentarse en el borde del área de debate, frente
a varios. Ella comenzó a platicar con la
primera línea.
― ¿Y tú, cómo te llamas?― Mourie se acercó
a un niño asustado.
― Me… me.. me lllamo… Liw,
Liww―tartamudeó el niño sosteniendo la
mano de su madre.
― Lindo nombre, Liw. Mi hermano tiene un
nombre con la misma inicial ¿Y qué tal, tú?
¿Cómo te llamas?― preguntó a su madre.
― Maje Kayler― respondió ella, controlando
su nerviosismo.
Los demás, atentos a las acciones de Mourie.
― ¡Me falta presentarme!― volvió ella,
subiendo a la plataforma―. Mi nombre es
Mourie. M-O-U-R-I-E. Recuerden ese
nombre.
Los administradores de las pantallas
escribieron, en cada una de las pantallas
sobre los candidatos: M, O, U, R, I, E. De
vez en cuando soltaba alguna que otra
carcajada. Peter no soportó más.
―Padre―llamó Peter a Dante―, iré por
ayuda―susurró―, cúbreme.
―No, hijo, no te arriesgarás a salir de
aquí―lo regañó su padre―, yo no te voy a
perder... Quédate donde estás―ordenó de
una forma autoritaria desconocida para Peter.
Solo en tiempos atrás fue de otra manera.
―Nadie puede ayudarnos.
― ¡Cree en mí, estaré bien, lo prometo!
Activaré alguna alarma fuera de aquí. O
ver qué puedo hacer.
― Es mi orden. Le prometí a tu madre
cuidarlos. Yo no le fallaré.
―Haz caso a tu padre―intervino la chica de
antes, con quien conversaron momentos
antes sobre los candidatos―, no es momento
de “querer ser héroe”.
Peter se agachó. Jamie lo miró bajarse con
cautela. Peter aprovechó la fugaz distracción
de Mourie. Bajó por los asientos, uno tras
otro. Quienes lo veían, temieron por su vida
si Mourie lo detectaba. Dante miró a su hija,
Jamie. Y él la abrazó. Dante se conformaba
con mantenerse bien; por una parte, si
actuaba, pondría en riesgo a los tres.
―Todo estará bien―consoló Dante a Jamie,
y ella lo miró con aires de nostalgia. Ambos
sentían lo mismo por Peter.
Mientras, Mourie seguía conversando con
otros de los presentes, Peter aprovechó para
colocarse detrás de un muro en la entrada.
Sacó una gema y materializó el cuerpo para
usarlo como disfraz, como el verdadero
origen de la magia. Al usar la capa, Peter se
disfrazaba del Warrior Black. Y al mismo
tiempo, era él el Warrior Black. Peter era un
caso único en la historia del cuerpo maldito.
― ¡Debo ir! ¡No puedo esperar más!
Se puso en marcha hacia el auditorio, a pocos
metros, donde, para su sorpresa, una mujer
combatía contra Mourie; era Yarin, otra vez.
Ambas peleaban, usando amplias fórmulas
con sus Arcos Mágicos. El resto de asistentes
y candidatos corrían rumbo a las escaleras,
saliendo por la puerta principal. Peter buscó
a su padre, y a Jamie con la mirada, pero, no
los distinguió entre la multitud.
En cuanto Yarin y Mourie sintieron la
presencia del Warrior Black, se detuvieron
del combate reñido. Mourie demostraba su
capacidad de enfrentamiento contra Yarin; ni
Linera o Droid lo consiguieron.
― ¡Al menos viniste!―sonrió Mourie, al verlo
aparecer flotando sobre los asientos ya
vacíos―. Estás invitado a la batalla, yo puedo
con los dos, sola.
―Lo dudo―dijo Yarin, quien también usaba
una capa ocultando su rostro hacía miles de
años.
Peter habló.
―Libera a Diana. Libera a todos.
―Yarin, yo sé cuál es tu debilidad―sonrió
Mourie―, no necesito ganarte, tampoco
necesito a Diana―y en ese momento, Mourie
destruyó el hechizo alrededor de la alcaldesa.
Incluso, el reloj y la capa alrededor de
Technology City desaparecieron, para el
alivio de los ciudadanos. El hechizo maligno
se desvaneció―. Sólo el Warrior Black debe
venir conmigo.
Yarin reaccionó, y se interpuso entre el
Warrior Black y ella.
― ¡No permitiré eso!―sentenció ella,
generando varias esferas color púrpura de
gran poder, después de haber sido
formuladas en el Arco Mágico de Yarin―.
Antes de tomar al Warrior Black, pasarás
sobre mi cadáver.
― ¿Eso quieres?―se burló Mourie―. Esto es
una trampa para ti, querida―insinuó
Mourie―, si tu venías, yo no estaría sola. No
es justo dos contra uno.
― ¡Dijiste, podías contra los dos!―reclamó la
princesa, apretando sus puños con fuerza, a
punto de desear romperle la cara a Mourie.
―Mentí―reveló ella, al tiempo de la aparición
de varios de sus aliados; Linera, Droid,
Grissh y su hermano Lourie; emplearon un
hechizo de teletransportación especial para
aparecer justo en el momento indicado; sus
Arcos Mágicos lucían activos con cientos de
fórmulas sintetizadas.
Yarin imaginó el potencial de los cinco
contra ellos dos; para su desgracia, el Warrior
Black solo contaba con un diminuto
porcentaje desarrollado de Zyrer; no podría
enfrentarse a todos al mismo tiempo.
―Nosotros no somos malos, te lo hemos
dicho infinidad de veces―intervino Grissh,
escribiendo fórmulas en su Arco Mágico―,
solo estamos aquí para salvar a Zyrer de ti.
―Incluso, los accidentes causados por
Mourie esta noche―inició Linera, quien no
despegó la vista de la magia de Yarin―,
ninguno cobraron vidas humanas. Yarin, no
comprendo el porqué de tu arrogancia al
venir a defender al destructor de nuestro
mundo. ¡Él no debe vivir!
― ¡Mentira!―se defendió Yarin, confiada de
él―, quien sea debajo de la máscara podrá
luchar y vencer contra la oscuridad del
cuerpo del Warrior Black. Yo creo en él.
―Nosotros no―contó Lourie―. Si él muere
ahora, tendremos mil años de paz para Zyrer.
Él debe saber que nadie ha logrado luchar
contra la oscuridad de ese cuerpo, todos
terminan siendo la pesadilla de nuestro
mundo.
― ¿No dirás algo?―subrayó Mourie―. Su
vida a cambio de Technology City. Mourie ha
liberado a Diana y a su ciudad.
Peter intentó atacarlos, pero los hechizos
contra ellos no resultaron; unidos, podían
ganar.
―¡Malditos!― Yarin les lanzó las esferas
generadas gracias al Arco Mágico; sus
oponentes crearon muros para protegerse,
mientras, con sus puños voladores
potenciados por las ecuaciones, Grissh lanzó
para golpear a Yarin.
Peter intervino, creando una barrera para
cubrir a la princesa de Zyrer. Droid se lanzó
contra los dos, y usó sus Generaciones
Cúbicas en un espacio amplio para originar
ataques múltiples atacando a Peter y a Yarin,
quienes intentaban protegerse de nuevo. Sin
embargo, su defensa no duraría mucho
tiempo, Linera y Mourie intervinieron para
derribar la capa ya debilitada.
A pesar del poder de Yarin, su duración era
limitada por la cantidad extraída de las gemas
de su Arco Mágico, compuesto por
numerosos espacios para dividir las
ecuaciones.
Peter, quien usaba todos los medios mágicos
a su alcance, se dirigió a Yarin, la princesa de
Zyrer.
― ¿Por qué haces todo esto?
―Podrás controlar el poder del Warrior
Black para seguir haciendo el bien en la
Tierra. Yo creo en ti.
―Te lo agradezco, Yarin.
Él pensó, quizás solo le afectaría la supuesta
oscuridad del cuerpo si el Warrior Black
hubiera despojado a Peter de su cuerpo
original, y su alma estuviera contenida en el
recipiente, el Warrior Black, todo el tiempo.
No era el caso; solo usaba el cuerpo en
contadas ocasiones.
Justo en medio de esa conversación, la
defensa se desmoronó; Linera creó un lazo
para atar a Yarin, apoyada por Mourie,
mientras Droid y Grissh se encargaban de
atrapar al Warrior Black, quien, debilitado
por el anterior ataque de Grissh no podía
activar más magia. Fue justo en ese
momento, cuando Mourie sonrió, satisfecha
con los resultados de su plan maestro; nadie
fue capaz de atrapar al Warrior Black tiempo
atrás.
Capítulo 8: Un evento
desafortunado
Dante y Jamie volvieron a casa, esperándola
llegada de Peter Emphirio. Incluso llamaron
a sus amigos para saber si estaba con ellos; ni
Mark sabía de él o Elliot. Se acomodaron en
la sala, esperando el momento de verlo llegar.
Transportado hasta Zyrer, donde se
encargarían de su destrucción, Peter luchaba
por salir del calabozo del palacio de Linera;
debía darse prisa; si notaban su ausencia,
todos sospecharían de su identidad.
― ¡El Warrior Black debe morir hoy
mismo!―sentenció Grissh, mirando a Peter.
― ¡Yo me apunto!―señaló Droid junto a
Gina Magic, y ellos chocaron sus manos.
― ¡Ya llamé a todos!―Mourie se encontraba
alegre por decirlo, al fin―. Todos, hasta
Anthoine vendrán. Todos lo terminaremos
para asegurarnos de la muerte el mayor
enemigo de nuestro mundo.
― ¡Esto es digno de celebrarse!―se
entusiasmó Darina creando una copa de
vino, acto celebrado por Kaiser quien brindó
con ella y después con Gina.
Conforme pasaron los primeros minutos, sus
enemigos fueron llegando al interior del
palacio de Linera. Cada uno de los magos
avanzados de Zyrer compartía el punto vista;
después de varios años de intentar capturarlo,
se encontraban a punto de garantizar 1,000
años de paz para Zyrer. Hasta Xeter se sentó
en medio del suelo y prendió una hoguera, al
puro estilo de la Semana de la Tregua. Nei
creó una bolsa de bombones y repartió a
todos; el salón se llenó con todos los
hechiceros ansiosos por verlo morir. Algunos
eran desconocidos para Peter, pero otros
como Anthoine y su sirvienta, la callada
Serena estuvieron presentes.
Zero Inert y Wack acompañaron a Xeter en
la hoguera con los bombones. Onaide
también agarró el suyo, y por fin los
presentes vieron una sonrisa en ella.
―Es un milagro―apuntó Xeter a Odaine―,
verte sonreír, Oda.
―No me llames “Oda”.
― ¡De acuerdo, Odaine!
― ¿Y de qué va todo esto?―Arlerinia se
encontró con la peculiar celebración,
entrando por la puerta principal.
― ¡Han capturado al Warrior Black!―señaló
Nei en la entrada―, pasa, debes celebrar
también―invitaba él llevando un gorro con
“Feliz Cumpleaños” tachados con un
marcador de tinta negra.
Arlerinia entró, sorprendida por la repentina
captura del inofensivo Warrior Black; para
ser sinceros, ella no creyó en el plan de
Mourie; valió la pena el tiempo invertido,
ellos lo decían en cada oportunidad.
―La ventaja de nosotros es el tiempo―habló
Droid, comiendo uno de los bombones―,
nosotros nos preparamos y mejoramos
nuestra magia, pero para el Warrior Black en
ese planeta; una semana aquí es un día para
él.
―Es cierto―concedió Gina, tomando en su
otra mano un puñado de bombones de
colores.
―Me voy―suspiró Arlerinia, agobiada.
― ¡Hey, no te vayas!―llamó Linera, corriendo
a jalarle el brazo―, tenemos comida para ti,
traídos de la Tierra―y le mostró un plato de
larvas cuajadas y revueltas con pedazos de
escarabajos de diversos colores.
― ¡Oh!―se enamoró Arlerinia, sacando sus
cubiertos de la nada―, es hora de comer― y
tomó el plato sin decir más. Se colocó su
servilleta y se sentó a la mesa; no probó un
buen guiso desde mucho tiempo antes.
Linera se sintió hospitalaria como en pocas
ocasiones. A ella le gustó el ambiente.
Incluso Peter lo reconoció. Nunca asistió a
una mejor fiesta que esa; eran las
celebraciones por su captura. No quería ser el
plato principal.
― ¿Y qué ha pasado con Yarin?― Arlerinia
comía sin prestar importancia a la
conversación de Linera con Anthoine.
―La entregamos al rey de Zyrer―respondió
Linera―. Su padre la ha encerrado en su
castillo.
― ¡Jajajajajajaja!―rio Niye junto a su mejor
amiga Gina―. Yarin no sabe disimular su
orgullo barato.
―Yo también opino lo mismo―opinó
Xeter―. El futuro con la histérica Yarin
reinando Zyrer es impredecible.
Gina no perdía el tiempo.
― ¿Qué te parece eso, Warrior Black?―Gina
miró hacia el calabozo donde él podía
observarlos a través de los barrotes mágicos
en tanto los intentaba destruir―. Este es tu
fin―y después volvió su atención con Niye y
Droid, quienes jugaban cartas en una mesa
contigua a la de Arlerinia.
Lourie entró con algunas bandejas para servir
a los recién llegados. Repartió algunas
bebidas y después se sentó al lado de Xeter.
―Quiero conocer su identidad― dijo Xeter,
inquieto por la duda―. Antes de morir.
―Yo también tengo la duda ¿Quién es en
realidad? ¿Por qué el Orbe de Cristal no
destruyó su cuerpo? ―Lourie lo miró de
reojo.
―En eso estamos de acuerdo― Odaine no se
quedó atrás.
―Lo mejor es darse prisa sino Linera se
enojará con nosotros― se levantaban Xeter,
Odaine y Lourie hacia el calabozo mágico.
Xeter metió la mano en la celda e intentó
quitarle la capucha a Peter. Él, por su parte,
aprovechó la ocasión para probar su magia.
Peter sostuvo la mano de Xeter y la agarró
tan fuerte como pudo: Al ver tal escena,
Odaine y Lourie se miraron alarmados, pero
evitaron llamar la atención al hablar fuerte.
― ¿Qué pasa, Xeter?―susurró Odaine al
verlo, intentando ayudarle a soltarse de Peter.
Xeter no podía soltarse. Fue un grave error
de su parte meter la mano en la celda.
Conforme pasaban los segundos, sentía una
fuerte energía consumiendo su piel y su
cuerpo. Lourie se asustó en cuanto notó la
misma técnica usada por el egocéntrico Dark,
le mejor de todos los habitantes de Zyrer;
absorber energía.
― ¡No, no, debemos irnos!―advirtió Lourie a
Odaine―, ¡no podremos detenerlo!
― ¡Hey!―Linera a los tres cerca del calabozo
donde Xeter perdía el conocimiento―. ¿Qué
pasa ahí?
Odaine y Lourie, tanto como Xeter, tenían
muchas explicaciones para dar a la
propietaria del castillo. Se asustaron aún más
de ella que del Warrior Black absorbiendo la
energía de Xeter; en poco tiempo sería libre
gracias a la extracción de los poderes de
Xeter. Peter, por su parte, usaba su magia en
la única salida posible. Era un dato relevante
en el momento crucial. Hasta Peter se
sorprendió por ser alguien más. Un mensaje
hondo provenía del espacio, del Orbe de
Cristal, el origen de la magia.
―Solo queríamos ver quien era―confesó
Lourie―, pero no imaginamos la técnica de
Dark en el Warrior Black.
― ¡No!―se asustó Linera, acercándose a la
celda, junto a ellos.
Mourie se acercó con una bandeja al volver
de la cocina:
― ¡Guisantes para todos!―anunció
entusiasmada―, ¡en forma de corazón!
― ¡Silencio!―pidió Niye, impactada,
comenzó a morder sus decoradas uñas―. El
Warrior Black pronto estará libre―percibió la
chica―. Y ha adquirido los poderes de Xeter
al tocarlo.
― ¡Debemos tomar parte en esto!―se alarmó
Grissh, acercándose a Linera.
― ¡No, debemos escapar de aquí!―pronunció
ella al percatarse del Warrior Black se
materializándose fuera de la celda―. ¡Aléjense
del castillo!
Todos dejaron la fiesta a un lado,
abandonaron el palacio de Linera a como
diera lugar; la mayoría se tele transportó.
Peter también salió de Zyrer en cuanto se
liberó de su prisión. Para su desgracia, el
poder usado de Xeter se desvanecía
conforme pasaban los segundos; el cuerpo
del Warrior Black lo absorbía sin
oportunidad de usar esa magia por largos
periodos de tiempo.
Peter desvaneció, usando la magia propia del
Warrior Black, el cuerpo. Se volvió Peter.
‹‹ Ve por ellos. Puedes destruirlos››
Peter volvió a sí mismo, dejó de lado la voz
lejana invitándole, de nuevo, a destruir a
Zyrer.
Caminó por la solitaria calle rumbo a su casa
al volver a Technology City. Pensó en una
excusa: Compró una legalizaba bebida
alcohólica en una pantalla de la misma calle.
La abrió, probó un poco para su disgusto,
escupió, a pesar de simular “pasar” la noche
en alguna fiesta. Tocó la puerta de su casa; no
funcionaban las llaves; Dante le abrió la
puerta principal: Sus padres lo miraron desde
la sala, cruzados de brazos. Jamie estaba
usando unos pañuelos por la tristeza.
― ¿Dónde te has metido, Peter?―Kenya
mostraba una faceta jamás vista por Jamie en
el tiempo viviendo juntos. La situación lo
ameritaba.
―Estaba en una, fiesta―completó Peter
escondiendo a propósito la lata detrás de él.
― ¡A ver! ¿Qué traes ahí?―Dante intentó
confirmar sus sospechas.
― ¡Nada, nada!
Dante consiguió quitarle la lata a Peter.
―No es posible―suspiró Dante
descubriendo la bebida―. Irías por ayuda.
― ¡Yo sé, yo sé!―movió sus manos ―, me
enteré de la liberación de Diana y todo volvió
a la normalidad―intentó explicar a sus
molestos padres― y…
― ¿Y qué sucedió?―Kenya aún no perdía el
juicio, pocas veces fue radical con Peter
cuando se portaba mal. Fue un hijo
excepcional quien siguió, casi al pie de la
letra, los Principios de la Humanidad,
establecidos veinte años atrás.
― Ya venía hacia aquí pero en el camino me
encontré con unos compañeros de nivel 20,
ellos organizaron una fiesta para
festejar―mintió―. Es parte de ser sociable,
quiero ser sociable.
― ¡Ay, Peter!―lo abrazó su madre―. ¡No
debiste ir a esa fiesta sin avisarnos! ¡Ni tomar
bebidas alcohólicas!
Nora se atrevió a regañarlo.
― Esta actitud de desear ser sociable se está
descontrolando―lamentó ella―. Nos tenías
preocupados.
―Lo siento, Nora―pidió disculpas.
―Me sorprende de ti esta actitud―contó
Dante, junto a Jamie, quien con alegría lo
veía llegar sano y salvo―. Preocupas a tu
familia, no lo vuelvas a hacer.
―No lo haré. Lo prometo, Nora.
―Estás castigado―apuntó Kenya mientras lo
dejaba de abrazar―. No podrás usar los
controles de tu habitación por una semana.
―Bien merecido lo tienes―apoyó Dante―.
Tampoco tienes permiso para salir a pasear
por dos semanas.
―Lo merezco. No pasará de nuevo.
―Te extrañamos―habló Jamie―. Pensamos
mucho en ti en estas horas.
El reloj marcaba las 5:23 a. m.
‹‹Yo también››
En tanto, en Zyrer:
En el palacio de Kaiser, todos los asistentes a
la fiesta se volvieron a reunir. Algunos
preocupados, otros pensativos y otros como
Arlerinia o Neic o Anthoine solo fueron por
la comida lujosa.
―Ya habrá otra oportunidad―consoló Linera
a Xeter, quien estaba sorbiendo una soda en
una mesa con aires de culpa―. No fue culpa
tuya. Al menos estás recuperando tu magia
robada por el Warrior Black.
―Gracias, Linera. Es por eso todos te tienen
estima.
―Yo estoy de acuerdo con Linera―intervino
Droid―. Nadie sabía. Todos estamos a salvo;
el Warrior Black se fue de Zyrer en cuanto
salió de la celda.
―Ya habrá otra oportunidad―repitió Linera.
Mientras Jamie y Dante desayunaban junto a
sus padres y con Nora, Diana emitía un aviso
a los habitantes después la notificación del
debate cancelado.
“Honorables ciudadanos de Technology City
y del mundo, ayer por la noche un evento
desafortunado marcó a nuestra ciudad con
hechos descritos con exactitud por pocos.
Todos hemos sido atemorizados a
consecuencia de la intervención de seres de
otro intelecto.
Por fortuna, nuestro héroe, Warrior Black se
presentó para liberar no solo a su servidora,
sino a cada uno de nosotros. Desde esta
transmisión especial, a nombre de todos los
ciudadanos de Technology City, enviamos
nuestro agradecimiento a Warrior Black. Por
su valiosa e inigualable bondad a atender los
infortunios propios del mundo, TC le entrega
las llaves de la ciudad…”
―Ya es hora de salir―avisó Dante a su hijo,
quien prestaba con atención las palabras de
Diana mientras que Jamie corría hacia la
puerta.
―Ya voy, ya voy.
Ese mismo día, después de terminar de leer
un tratado sobre física, Peter fue en busca de
la misteriosa princesa Yarin para agradecerle
por su ayuda. Viajó hasta Zyrer hacia el
palacio real. No obstante, Yarin le envió un
mensaje con sus guardias:
“No molestes más o acabo contigo”
Extrañado, Peter pensó perder a una posible
amiga.
Capítulo 9: Un día en Technology
City
Ese día por la tarde al volver de clases, Jamie
y Peter tomaban limonadas el patio trasero
de la casa de sus padres junto a Mark. Mark
invitó a Wendy a casa de Peter y Jamie, pero
la joven no respondió.
―Me pregunto por qué Wendy no
aparece―dijo Mark, pensativo.
―Eso opino―comentó Peter, revisando su
tableta―. Ni siquiera contesta las
videollamada.
‹‹Ayer fui a su casa y sus papás no me
recibieron›› leyó Mark un mensaje de Elliot.
― Es una lástima no poder ir―comentó
Peter―-. Me gustaría, cuando me levanten el
castigo, vayamos todos al parque de
diversiones.
― Buena idea, Peter―señaló Mark.
Jamie se sentó en la mesa de campo, mientras
Peter estudiaba y comparaba ecuaciones con
su amigo más entrañable. Ella tomó su
limonada y el caluroso sol seguía en el aire.
La melancolía la visitaba de vez en cuando al
recordar no pertenecer. A veces llegaba a ella
la sensación de vivir solo un sueño. No
deseaba despertar nunca.
― ¡Hey, Jamie! ¿Todo bien?
―Estoy bien, Peter―dijo ella, quitándose los
audífonos diminutos.
Ella tomó un poco más de la limonada y
agitó el vaso. Miró alrededor mientras seguía
pensando: ¿Era posible? La vida soñada, en
el fondo de su inconsciente, se volvió
realidad: Si seguía esforzándose lo suficiente,
podría alcanzar ese sueño de ser actriz.
―Peter― lo interrumpió por un momento―.
¿Todo sea real? ¿Lo crees? ¿Cómo sabemos
si esto es real?
Peter se detuvo y dirigió su mirada al suelo,
pensando en su respuesta: Era la pregunta
más difícil. Hasta Mark tenía sus dudas.
―Buena pregunta, Jamie―señaló Mark.
― En eso estoy de acuerdo―dijo Peter.
― ¿Y si todo fuera un sueño?―añadió Jamie.
―Eso es aún más difícil de averiguar―inició
Peter―, pero no es imposible saberlo: Al
despertar sabes, hubo algo de irrealidad en
ciertos episodios y recuerdos de un tiempo
antes. Y si eso no ha ocurrido, estás
despierta.
― ¿Te conté que esto parecía un sueño para
mí? Porque aún no despierto.
Mark se extrañó con sus palabras. Peter
siguió.
―Entonces esto es real y estás despierta. A
veces hay sucesos extraordinarios, pero
siguen siendo reales.
―Eso espero, todo esto sea real.
Esa misma tarde, Peter viajó a Zyrer para
visitar al mago Anthoine quien solía
permanecer leyendo libros: Descendió
atravesando las aguas hasta la esfera de cristal
atada a una cadena al fondo del mar de agua
creada miles de años atrás. Entró a la burbuja
sin tocar porque la puerta principal estaba
abierta de par en par. Subió las escaleras del
recinto poco iluminado por los reflejos del
agua con la luz artificial. Pasó hasta el estudio
de Anthoine del mismo modo como quien
entra a su casa. Por el pasillo encontró a
Serena, a quien Peter no saludó porque ella
nunca hablaba; alguna vez intentó saludarla,
pero ella, tan indiferente, no sabía cómo lo
miraba detrás de sus anteojos oscuros. La
miró llevar algunas ropas oscuras para su
amo, Anthoine.
―Warrior Black―habló Anthoine desde la
silla en su escritorio desde el barandal
leyendo un libro antiguo―. ¿Qué te trae por
aquí?
―No mucho. Te recuerdo a ti, y a Serena en
la fiesta de Linera Licker cuando me
atraparon en el debate.
―Era inevitable no asistir. Ya sabes, me son
indiferentes los asuntos del Warrior Black.
―Mentira. De lo contrario, nunca me
hubieras regalado la avanzada alarma para
advertirme de los peligros en mi planeta.
―Bueno, bueno―se excusó; sin embargo, él
también le regaló tres gemas de Zyrer con
ecuaciones incrustadas para materializar al
cuerpo maldito a su antojo―, es de los
objetos más monótonos en mi casa―y señaló
una caja con una lupa, un collar oxidado, una
brújula terrestre. Anthoine le ayudaba de vez
en cuando, tanto como su amiga Arlerinia.
De alguna forma, ocultaba que Peter le
agradaba como amigo.
Peter miraba hacia arriba; Anthoine cerró su
libro para escucharlo.
―Vengo a hacerte una pregunta.
―Adelante, veré si puedo responderla.
― ¿Cómo sabemos si vivimos en la verdadera
realidad? Quizás lo es, pero me surgió la
duda ¿Y si estamos equivocados?
― ¿Es en serio?―se asombró Anthoine, casi
burlándose de sus preguntas ilusas.
―Ustedes viven por miles de años gracias a la
magia. Viven por el poder otorgado por las
Gemas de Zyrer. Será más fácil para mí saber
la opinión de alguien quien vivió mucho más.
Anthoine no se alteró ni un poco. Peter
prosiguió.
―Mi hermana me ha preguntado algo hoy.
Yo quiero saber si no estamos soñando,
cómo saberlo sin respuestas lógicas. Tú has
creado con tu magia el Volumen del Destino,
lo sabes todo: Eres el único lector.
―Debemos seguir adelante―inició
Anthoine―, sea verdad o mentira. Por mi
experiencia, ninguno de nosotros está
soñando.
― ¡Debiste comenzar por ahí! Te lo
agradezco mucho, Anthoine.
―No es nada―y siguió leyendo un volumen
de pastas desgastadas.
―Prometo conseguirte algo de mi
planeta―habló él al ver su afición por
coleccionar objetos de la Tierra.
Anthoine pensó en algo. Muchos objetos
pasaron por su mente.
―Aún no tengo una de esas mantas delgadas
para dormir―reflexionó Anthoine―, una
original es cara. No soy de esos quienes usan
efectivo Premium. ¿Podrías conseguirme
una?
―Traeré la mejor para ti.
―Gracias, Peter, eres un buen chico.
Peter abandonó Zyrer. Pasó al supermercado
y compró un set de sábanas del color
preferido de Anthoine; azul marino. Pagó
desde su NavEarth volvió a Zyrer para
entregárselas. Él se emocionó al ver las
mantas originales para dormir cómodo. Peter
volvió a casa para también entrar en su
cuarto. Pensativo antes de conciliar el sueño
tendido en el suelo, Peter pensó en lo
afortunado de tener todo a su disposición.
Un motivo más para agradecer a sus padres
por el esfuerzo de todos los días.
Wendy no asistió a clases en la última
semana. Sus padres enviaron una nota
recibida también por Peter y Mark; Wendy
salió con su familia por asuntos familiares a
New City. Por su parte, Elliot tampoco; se
ocupaba de las elecciones, y seguía en la
propaganda.
Solo Jamie, Peter y Mark asistían a clases.
Iban juntos a todas partes. Volvían de clases
comiendo algunas chucherías a bordo del
mismo tren. Al llegar a casa, se preparaban la
comida y la cena turnándose las veces para
hacer algún postre, para después ocuparse de
sus deberes escolares.
Por las tardes, algunas veces jugaron en la
pantalla o vieron alguna transmisión con
Mark. Hasta Peter les compartió las películas
producidas por Kenia y Dante.
Peter se encontraba aliviado por la última
semana de paz desde ese día. No olvidaba
seguir practicando mientras nadie se atreviera
a volver. Usó más técnicas mágicas. Dos
veces, con gran satisfacción, detuvo el
colapso de un tren en Yesterday City. Se
alivió al saber de la plataforma de despegue
de naves espaciales reparada por él antes de
ocurrir tragedia. Dos veces, Peter se
transportó al océano para salvar a un barco
de un hundimiento.
Cuando, una vez, algunos compañeros de
clase de Peter lo empujaron en el patio,
porque él no quiso pasarles los datos de la
tarea de Matemáticas, Jamie y Mark le
ayudaron a levantarse. Hasta Mark vengó a
su amigo con un golpe, obteniendo así, un
quinto reporte por la misma razón. Y en la
ocasión cuando todos se burlaron de él
porque llevaba un chicle en el cabello, su
hermana Jamie se lo cortó. Así, fue cuando
ese mismo día, Peter se decidió a organizar
su habitación.
Peter canceló el concierto programado por el
castigo. Era una lástima no asistir al
importante evento en su ciudad. Jamie le
dijo, era mejor quedarse en casa con algunas
palomitas de maíz para festejarle las mejores
notas en la clase de Matemáticas en la última
evaluación. Mark nunca sentía envidia de él
por quedar en segundo lugar. Siempre
compartieron sus triunfos como los amigos
verdaderos, en especial él, quien, al contrario
de Peter, nunca se enalteció por sus
conocimientos.
Ni en la próxima semana se aparecieron los
enemigos del Warrior Black en la Tierra.
Hasta el fin de semana, cuando el castigo de
los padres de Peter se terminó, Gina Magic
se aventuró junto a su mejor amiga Niye al
centro comercial de Technology City. Las
dos miraron con asombro todos los
cosméticos exhibidos en los estantes de
cristal.
― ¡Oh, mira, Gina!―decía Niye pegando sus
manos en el cristal, sin despegar la mirada en
su encantamiento ante los frascos de
pintura―, ¡hay labiales de colores!
― ¡Los veo, los veo, Niye, son divinos! ¡Mira
ese delineador! ¡Oh! ¡Nunca vi un set de uñas
igual!
―Chicas, ¿Las puedo ayudar en algo?―dijo
un empleado de la tienda.
― ¡Nos llevaremos todo!
―Pagaremos con efectivo Premium―decía
Gina sin despegar la vista de las vitrinas. El
efectivo Premium era el tipo de moneda no
estaba seriada, tampoco era contabilizado en
alguna base de datos. Era justo para pasar
desapercibidas.
― ¿Todo?―se sorprendió el empleado
especial con alegría; si era verdad era la mejor
venta no del día, sino del año, o quizás de la
historia de la tienda.
― ¡Todo! Queremos toda la sección de
cosméticos―y miró hacia arriba incontables
productos de belleza resplandecientes como
el sol. Encontraron más fulgor en ellos que
en los paisajes desconocidos. La imaginación
no le bastaba para crear maquillaje producido
por otras mentes.
―En seguida empacaremos su pedido―anotó
él en su tableta―. ¡Sí!
Gina le pagó con efectivo de alto valor,
mientras seguían viendo. Niye pidió unas
gafas y lo anotaron al pedido.
― ¿A dónde les enviamos su
compra?―preguntó el empleado, sin lugar a
dudas, se trataba de demasiadas cajas.
―Al estacionamiento, por favor―habló
Gina―, aquí están las llaves de la nave; es la
más grande. Seguiremos comprando.
―En seguida―aprobó mientras metía las
cajas en el transportador de materia y
ajustaba las coordenadas; era el mejor
invento desde el descubrimiento de la energía
propulsora de naves.
― ¡Mira esto!―decía Niye mirando los
espejos; se probó frente al espejo un par de
lentes de sol.
― ¡Ay, Niye! ―suspiró Gina con aire de
nostalgia―. En Zyrer no hay “sol”.
―No las llevaremos―sonrió ella mientras las
anotaba en el pedido. Diversas luces
aleatorias cumplían la labor de iluminar a
Zyrer.
―Todo. ¿Me prestarás tus gafas?
―Son tuyas, todas mis cosas―compartió
Niye, en tanto, Gina se probaba ropa; pocas
eran de su agrado. Por fin encontró la
sección de ropa oscura de su estilo.
―Gina, me llevaré estas “sandalias”―miraba
Niye tomándolas del mostrador, y las anotó
en la tableta prestada en la entrada.
―Y yo estas botas―miró Gina con asombro
por lo bonitas que eran―. Aquí hay muchas
cosas inexistentes en Zyrer.
―Imagínate si hubiéramos sabido de la
Tierra―decía Niye probándose unas
pulseras―, hubiera comprado todo esto
antes.
―Le llevaré este dije a Arlerinia. Parecen
moscas raras de amarillo y negro ―. Te
garantizo que le gustarán.
Gina tomó un par de aretes con figuras de un
insecto desconocido para ella―. Arlerinia
sabrá cuál es.
―Te va a amar por eso.
Horas más tarde, el pedido estuvo completo.
Después fueron al área de comestibles; ahí
compraron todo lo exquisito. Incluso
llevaron comida preparada para compartir
con sus amigos en Zyrer. Se emocionaron
por toda la comida producida desde las
plantas, y no al contrario, como en Zyrer,
donde su magia creaba todo, hasta la comida
degustada solo por placer.
Por la tarde del sábado terminaron las
compras. La colosal nave comprada también
en una agencia de naves de carga, les serviría
para transportar a Zyrer sus compras sin
parecer sospechosas a las miradas de los
sencillos habitantes de la Tierra.
Más tarde fueron a los juegos mecánicos. Se
formaron en la fila y subieron a la montaña
rusa. Peter, fue con Jamie y Mark. Emphirio
las reconoció de inmediato.
― ¿Todo bien, Peter?―preguntó Jamie al
verlo distraído.
Peter no terminaba de entender por qué
viajaron a Technology City como si nada
pasara; se divertían y llevaban accesorios
terrestres.
―Todo bien, Jamie.
Capítulo 10: El secuestro de Diana
Mientras tanto, en la Tierra, las elecciones se
aproximaban, y Elliot estaba ansioso de saber
si ganaría como había previsto. No solo se
preocuparía por el SADA sino también por
otras cuestiones personales. Quizás
impresionaría, por fin, a sus amigos y al
mundo con su experiencia. Después de los
sucesos de aquella noche, solo tres se
atrevieron a seguir participando. Diana les
llevaba la delantera.
De vez en cuando, Elliot se comunicaba con
sus amigos para saludarlos, o brindaba
conferencias a los curiosos quienes se
maravillaban con él. Incluso dio una
entrevista en medios de Technology City.
―Hoy es el gran día―aseguraba Elliot a
través de video llamada―. Recuerda votar
por mí―le decía Elliot a su amigo junto a su
hermana, Jamie en la sala―, Jamie, tú
también.
―Te apoyaré―dijo ella.
―Cuenta con eso, amigo―añadió Peter.
En Technology City, la mayoría de
cuestiones se arreglaban en NavEarth, la
plataforma universal dividida en diferentes
secciones. Todos los ciudadanos votaron por
su nuevo alcalde; la competencia seguía
reñida entre Diana y Elliot, pero, por una
gran diferencia, Diana venció a Elliot tal
como el reservado Mark, en cuestiones de
política, pronosticó. Empero, no se atrevió a
bajarle la autoestima a su nuevo amigo,
Elliot. Si bien, él apoyaba la implementación
del SADA en Technology City, la capital de
la tecnología de punta.
Triste por los resultados obtenidos a pesar
del apoyo recibido de muchos ciudadanos,
Elliot salió a beber en el área de playa de
Technology City, en la costa del país. Bajo
una sombrilla blanca a la luz de la luna, Elliot
bebía un refresco servido con un toque de
limón.
Lamentaba haber perdido contra Diana, a
quien todos amaban por ser carismática y
bondadosa, siempre atenta a las necesidades
de su ciudad. En la soledad de la playa, Elliot
visualizaba el oscilar de las olas y las estrellas.
Nunca tuvo más calma desde el comienzo de
su vida. Estar solo le renovaba las fuerzas,
compartir con los demás esa ligera
sincronización con la atmósfera le hacía
sentir dichoso.
No quería volver a Technology City y
enfrentarse a las cámaras de las transmisoras:
Era un perdedor. Sin embargo, se sentía en
paz consigo mismo. Vivir era una fortuna
para él: sin las presiones del tiempo, de su
propia esencia.
Sobre sus pensamientos sumergidos en el
color del mar, tres figuras se acercaron a él;
era Peter y su hermana Jamie, y Mark
caminando hasta él. Ellos pensaron, los
necesitaba en esos duros momentos. Sin
voltear por completo, Elliot supo su interés
por aliviar su soledad. Y él, tal vez sí
necesitaba hablar con alguien, después de
todo.
― ¡Qué tal, Elliot!―lo saludó Peter,
extendiendo su mano―, venimos a hacerte
compañía.
―Me encontraran tan pronto. Tomen
asiento.
― ¿Cómo estás?―preguntó Mark.
―Regular―confesó él―, nada del otro
mundo.
―Tenemos esto para ti―extendió Jamie un
set de dulces y chocolates. Al verlos, Elliot
no evitó entusiasmarse.
― ¡Son tan considerados!―Elliot miró todo el
lujoso set de postre. Advirtió varios
exclusivos chocolates de su gusto refinado.
―No es nada―y Peter abrazó a su amigo―,
eres un orgullo para nosotros, aunque no
hayas sido elegido.
― ¿Eh?
― Además, Diana te invitó a su fiesta como
invitado especial―contó Mark.
Peter lo convenció de aceptar la invitación de
la alcaldesa Diana. Por dentro, sintió perder
cada uno de sus planes; tanto tiempo
dedicado a seguir en una línea para ser, al
menos, importante para los demás en la
Tierra, en Technology City y sorprender a sus
amigos en su vida.
En la fiesta de celebración, Diana conoció a
los amigos de su último competidor.
― ¡Hey, Peter!―le habló Diana con aquella
sonrisa conocida en Technology City―. ¿Te
encuentras bien?
― No es nada, este ambiente es nuevo para
mí.
―Eso debe ser. Si necesitas algo no dudes en
pedírmelo―decía ella mientras revisaba la
tableta con las estadísticas de los jóvenes.
Después de unos minutos, los reconoció
como los ganadores del último concurso de
Matemáticas.
―Chicos, sigan esforzándose en sus estudios,
al terminar de especializarse tienen un lugar
asegurado en el Centro de Ciencias.
― Gracias, Diana―sonrió Mark, quien le
contó algunos detalles generales de sus
estudios.
― Los felicito, de nuevo, chicos―si bien, ella
poco sabía de matemáticas, les daba la razón
en todo.
Kaiser, uno de los enemigos a muerte del
Warrior Black los acechaba. Kaiser sentía un
odio especial contra el cuerpo maldito: Hacía
miles de años perdió a su familia en un
ataque mágico irreversible del Warrior Black.
No podía olvidar perder su alma y su vida
junto a sus seres queridos. El dolor fuerte se
alivió, pero el rencor prevalecía.
Después de un largo tiempo de práctica,
Kaiser se aventuró a Technology City con el
propósito de secuestrar a Diana: En Zyrer
todos la conocían. Según sus estrategias, ella
era la mujer indicada para capturar al Warrior
Black. Al parecer, todos en Technology City
(TC) la querían como una hija, hermana,
líder, benefactora y amiga. Diana era un caso
especial.
Tiempo atrás, algunos habitantes, ordinarios
no practicantes de magia y magos, del mundo
Zyrer protestaron a la recién liberada Yarin.
La joven se fastidió de las comparaciones
absurdas; Zyrer era un mundo mágico, y la
Tierra, un planeta tecnológico. Otros la
tacharon de ser fea a causa de su rutinario
uso de capuchas y capas oscuras de diversos
diseños, aunque otros quienes vivieron por
más años alguna vez la conocieron. Sin
embargo, la mayoría olvidó sus facciones. A
veces le pedían mostrarse para saber si era
tan carismática como la alcaldesa de
Technology City, asunto desquiciante para
Yarin, quien prefería pasar su tiempo
estudiando los libros de magia.
Esa noche, Kaiser no se atrevió a ir solo
después del último suceso: Judith Kane y
Droid se reunieron en torno a la fiesta de
Diana en la plaza principal de Technology
City como alcaldesa. Peter reconoció no estar
solo con habitantes de la Tierra: Era lógico
un intento de captura o amenaza a Diana en
un día importante.
―Peter―comentó Jamie en una de las mesas
donde ella se reunió con los invitados
especiales―, te veo alerta―distinguió ella por
sus constantes miradas alrededor de los
edificios, y las luces de la explanada de 1,000
metros de longitud.
―No es un lugar seguro para Diana.
¿Recuerdas la última vez?
―Sí, fue una experiencia horrible para
todos―recordó ella con amargura―, y porque
llegaste tarde.
Peter se sintió seguro. Nadie le cuestionó
más desde ese día.
―Aún no lo olvido―dijo Peter―. Aún me
siento culpable.
Mark, a pesar de seguir en la fiesta, leía otras
fórmulas. De vez en cuando, Peter compartía
algunos comentarios de ecuaciones con él en
tanto conversaba con Jamie.
Una chica llevaba repartiendo cupones de
efectivo Premium y en Quent a todos los
asistentes, como era la costumbre de repartir
obsequios a los asistentes en las fiestas para
estudiantes, asistentes o profesionales,
interrumpió su conversación.
― ¿Cuál es tu grado?―preguntaba la chica.
―16―respondió Peter, al tiempo de la
expedición de un cupón desde su tableta. El
cupón llevaba el nombre del Instituto
Densoniano. Lo mismo sucedió con Jamie,
quien recibió el suyo. Mark tomó el #16.
―Gracias―Jamie contemplaba las letras
recibidas en el papel impreso―. ¿Siempre es
así?
―En Technology City se suele regalar algo a
los invitados a la fiesta de la alcaldía. Se
acostumbraba a regalar cupones por efectivo,
también se sortean viajes a Neptuno, a Marte
y al Cinturón de Asteroides.
― ¿Y cómo funciona?
―Ese número de ahí lo escribes en la sección
Quent de tu cuenta de NavEarth y se
deposita. O puedes cambiarlo por efectivo
Premium para comprarte algo.
―Novedoso―habló ella mirando el cupón.
Después lo guardó en su mochila. Peter hizo
lo mismo; él lo guardó en su pantalón
oscuro.
―Jamie, no te muevas de aquí, quédate con
Mark. Voy al baño.
― Sí.
Peter salió a toda prisa hacia los baños, se
desvió hacia un callejón oscuro cercano a la
plaza. Sacó de su bolsillo una gema para
vestirse del Warrior Black. La energía mágica
del cuerpo se liberó en su cuerpo. Era más
poderoso, era más que un humano, era un
humano. Peter se elevó y contempló a Kaiser
en compañía de sus secuaces: Droid y Judith
Kane. Con ambos no tenía buenos
recuerdos, en especial con Judith. La
desquiciada Kane, en sus palabras, estuvo a
punto de degollarlo una vez.
Peter avanzó hasta el interior de la fiesta;
todos los presentes se asombraron.
Enfocaron sus tabletas para filmar. Los
medios de comunicación presentes solo en el
área 3, iniciaron grabaciones también.
―”Aquí, desde la fiesta de Diana, el Warrior
Black se ha hecho presente ante nuestras
miradas atónitas. Nosotros nos preguntamos:
¿Habrá venido por las llaves de la ciudad
prometidas por Diana? ¿Vendrá a protegerla
de una nueva amenaza?”
Diana volteó al ver al Warrior Black
materializado en su celebración: Por un
momento, el terror la invadió; quizás
ocurriría una tragedia. No obstante, el verlo
le hizo sentirse protegida ante algún
inminente ataque por parte de los enemigos
del Warrior Black. El costo de tener un héroe
en su ciudad y en la Tierra era alto.
― ¿Eres… tú… el Warrior Black?―le habló
Diana al Warrior Black, mientras la comitiva
de Diana, además de Elliot, no le despegaban
la vista.
Peter no respondió con su voz, pero asintió
con la cabeza. Diana lo observó marcharse
con las luces del aire y la noche bajo las
estrellas. Peter lanzó energía destructiva solo
a donde Kaiser se encontraba; su práctica
con el poder del Warrior Black regalaba
resultados a cambio de ligeros
desvanecimientos cuando se quitaba la capa;
a veces podía sentir al cuerpo robándole
parte de su alma.
Los presentes salieron corriendo tiempo
antes, desde el inicio de la batalla entre el
Warrior Black y sus enemigos. Jamie se
quedó en el mismo lugar, esperando a su
hermano. Él no apareció mientras el Warrior
Black luchaba. Mark se preocupó por él
cuando no lo encontró en los baños.
―Te llevaré a casa―le dijo Mark a Jamie.
Jamie, no podía creer ser abandonada de
nuevo. Mientras volvía a casa, Jamie pensaba:
No podía ser casualidad; la última vez los
dejó en plena tragedia. Peter debía ser un
cobarde y egocéntrico genio valorando más
su vida que la de su familia. En el camino,
Jamie lloraba por una persona de doble cara.
―Vamos, no llores―le pidió Mark.
―Tal vez es porque no soy su hermana
“real”. Él parecía ser, diferente.
―Esos somos, a veces, somos egoístas. Lo
hacemos sin saber de las heridas provocadas
a otros―Mark incluso se sintió defraudado
por su mejor amigo; del tiempo de
conocerlo, nunca hizo algo igual. Incluso
cuando se derrumbó un edificio aledaño al
Instituto Densoniano, a la edad de 13 años,
él no escapó. Planteó varias posibilidades
mientras pensaba en la hipótesis, según sus
lecturas.
― Eso espero, al menos esté bien―dijo ella.
En tanto, Peter generó un corte de luz en
parte de la capa de Kaiser. Kaiser respondió
moviéndose y construyendo un escudo
mágico. Judith Kane se unió a la batalla, con
las cuchillas filosas alrededor de Peter. Por
fortuna, pudo destruirlas. Droid, por su
parte, preparó su magia para llevarse a Diana:
creó densa neblina con gemas excepcionales
de Zyrer.
Dentro del salón, Jai, en su forma humana, le
dijo:
―Por aquí―le indicó a la alcaldesa, llevándola
a toda prisa al interior de la catedral. Jai se
aseguró de ser el primero ante sus ayudantes.
Aprovechando su cuerpo humano, la encerró
en un salón mágico preparado. Mientras
Peter combatía a sus enemigos en la neblina,
Droid entró al salón.
― ¿Lo ves? Todo esto es para llevarte a
Zyrer.
―A ¿Zyrer?
Droid les dio el aviso a Kaiser y a Judith;
desaparecer de la Tierra en cuanto
trasladaron a Diana a Zyrer.
Simultáneamente, Jai se hacía pasar por un
ser humano con buenas intenciones.
Entre la confusión, con ayuda de su magia la
dispersó con dificultad para percatarse de los
hechos; sus enemigos desaparecieron:
Dedujo un truco para capturar a Diana, y
como era lógico, la llevaron a Zyrer,
esperándolo. Fue en ese momento cuando
recordó a Jamie con Mark. No los encontró.
Debía apresurarse si quería volver pronto a
casa y presentar una buena excusa. Peter se
transportó a Zyrer; el cielo era igual de
ambiguo como ciertas zonas. Aquel
fragmento de estrellas le enfurecía a pesar de
invocar la serenidad. En Zyrer nunca fue
bien recibido, excepto por algunos magos
quienes lo apreciaban, como Anthoine y
Arlerinia, si bien, el primero siempre fue más
reservado con sus emociones y apegos.
Arlerinia fue la primera en llegar hasta él. Ella
no temía. Ella escuchó sus historias de
generosidad con los habitantes de la Tierra,
quien llegó a admirarlo; era el único Warrior
Black en la historia ayudando a los demás
durante mucho tiempo. Por ella se atravesaba
la pregunta compartida por todos los
conocedores de su naturaleza: ‹‹ ¿Por qué fue
elegido el Warrior Black en un planeta
desconocido para ellos, en la Tierra?››
― ¡Warrior Black! ¡Diana está en el palacio de
Kaiser!
― ¡Gracias, Arlerinia!
― ¡De nada… Peter Emphirio...!
Arlerinia suspendida a gran altura, contempló
la rapidez del Warrior Black en la atmósfera
de Zyrer. Los elementos de Zyrer fueron
originados con magia; desde los escalones y
caminos aledaños al castillo de Kaiser hasta
los campos de algodón. Las esporas flotantes
irradiando luz.
Peter entró al palacio de Kaiser exigiendo a
Diana. Sus peticiones fueron escuchadas.
Kaiser, Judith y Droid posicionados detrás de
la jaula dorada. La adornada prisión contenía
a una Diana ya despierta.
―Bienvenido, de nuevo, Warrior Black―le
dijo Droid.
―No la involucren en esto.
Judith estuvo a punto de soltar una carcajada,
a pesar odiar las risas, en especial aquellas de
alegría pura.
―Tonto, ella es el puente entre nuestra
lucha―describió Kane―. ¡Y nosotros…!
―Esta vez, hemos sellado en ella un
hechizo―interrumpió Kaiser, Diana se
estremecía al escucharlos―. No será liberada
hasta que decidas intercambiar lugar, como lo
hiciste antes en la fiesta. ¿Lo recuerdas?
―Después de todo este tiempo pensando en
mi posición en el mundo, y mi destino como
el Warrior Black, comprendo el porqué de
todo esto: ¿No es el Warrior Black el cuerpo
maldito? ¿No quien posee la magia
acumulada través del tiempo? Di, Kane, ¿Lo
es?
―Todos lo saben―cruzó los brazos y en
seguida torció la boca.
―Quizás acumula la maldad de todos los
tiempos, en sus corazones, en sus malas
obras. Solo acumula el odio hacia un cuerpo
vacío. Cada vez que ustedes hacen y
deshacen, se deposita en mí. Ustedes vuelven
más destructivo al Warrior Black, solo por el
ambicionar su magia.
―Nosotros no la ambicionamos―habló
Kaiser―, Dark es el único de todos nosotros
quien aspira tu poder, porque participó en su
creación, o síntesis del cuerpo. El idiota
quiere volver a gobernar Zyrer como sus
padres lo hicieron hace miles de años. Para
nosotros, el Warrior Black es una blasfemia.
―Exacto―apoyó Judith―. Nosotros
evitaremos más dolor causado por tu cuerpo.
Al final, se verá aniquilada por el cuerpo, no
puedes evitarlo, nadie puede evitarlo.
―Quieres ser el héroe en tu mundo pero
serás el antagonista en el nuestro―sentenció
Kaiser―. Como lo hiciste con mi familia.
―Tú solo eres el desecho de nuestro mundo,
no vale la pena seguir adelante― se atrevió
Droid.
―Ya te lo hemos dicho muchas veces―habló
Judith en tono serio―. Si eres una buena
persona como nos consta, entonces también
salva a nuestro mundo. Nosotros también
merecemos vivir como lo merecen en tu
planeta.
Kaiser se contenía las lágrimas solo por evitar
mostrar la fragilidad dentro de su serio
rostro. El dolor era compartido por todos los
presentes.
Diana no deseaba seguir escuchando más
palabras contra el héroe aclamado. Ella no
podía confirmar si era cierto o no, solo sabía
las ventajas de un héroe por todas las vidas
salvadas. La alcaldesa tomó la palabra.
―Vete, Warrior Black―suplicó ella―.
Alcaldes siempre habrá. Yo soy ahora,
mañana otro tomará mi lugar. Nunca habrá
fin. Y tú eres especial para todos nosotros,
entre todos los habitantes de la Tierra.
―Eso nunca, Diana.
―No importa si yo perezca en este lugar. Los
ciudadanos de mi planeta necesitan ser
salvados, no yo. Tan solo soy el puente, ellos
son la Tierra y el mar, el cielo, las estrellas.
―No te dejaré aquí, Diana―habló Peter,
lanzando magia contra los tres, quienes
fueron atacados de improvisto. Los tres
cayeron de espaldas golpeados hacia la
entrada del palacio. Peter tomaba la jaula y
desaparecía ante la mirada furiosa de los
defensores de Zyrer.
― ¡Nuestro plan se ha arruinado!―gruñó
Judith levantándose de la pared; lanzó una
tira filosa que sólo alcanzó a rasguñar una
parte de su pantalón; para desgracia de Peter,
el cupón con sus datos cayó.
Peter llevó a Diana al desierto.
―Warrior Black, tu voz me parece
familiar―decía ella―, la he escuchado en
alguna parte.
Peter se asustó ante el reconocimiento de
Diana: Estaba a punto ella de decir su
nombre, cuando Peter reveló su rostro.
―Peter Emphirio.
― Sí, soy yo.
―Aún me resulta difícil creerlo―sonreía ella,
emocionada―, eres tan talentoso. Y eres,
humano, no lo comprendo. ¿Cómo pasó?
―A mí también me resulta difícil creerlo,
todos los días.
― ¿Por qué no me dejaste en ese lugar? Si
vuelve a ocurrir, y no tienes salida, siempre
sálvate. ¿Lo prometes?
― No lo prometo.
―Tu secreto estará a salvo conmigo, lo
juro―confesó ella. En su sociedad, el jurar
por palabra era ley y obligación, no podía
quebrantar su promesa. Peter agradeció su
confidencialidad―. Has hecho mucho por
mí, y por la Tierra. Quiero preguntarte sobre
todo esto, pero tu familia te espera, no saben
sobre tu poder. ¿Me equivoco?
―No se equivoca―decía él mientras destruía
el poder; el sello era el más poderoso que los
habituales.
Diana era libre de nuevo. Ella pudo caminar.
Peter se volvía a cubrir el rostro.
―La llevaré a casa.
Peter la dejó en la entrada de su palacio en el
centro de Technology City. Diana tuvo con
una sonrisa sincera durante toda la noche: La
imagen de Peter no se apartaba de su mente,
era la revelación más grande de su tiempo.
Ella decidió mantener el secreto para
siempre, a la par de la emisión de un
comunicado desde su casa para anunciar que
estaba sana y salva gracias al Warrior Black.
Al llegar a casa, sus padres se acomodaron en
la sala para su llegada. Nora volvió a ver al
niño rebelde. Si bien, ella no intervenía en su
educación, le importaba.
― ¿Qué tal, hijo? ¿Te la pasaste bien en otra
fiesta?―regañó Dante al verlo abrir la puerta
con la mayor discreción posible.
―No tengo excusas―reveló Peter―. Soy
culpable de dejar a Jamie sola en la fiesta de
Diana con Mark. Yo, lo siento. Merezco
todos los castigos.
Jamie lo miró enojada, y triste a la vez, desde
la cocina, donde estaba cenando con galletas
y chocolate hervido a altas horas de la noche.
―Y la dejaste a su suerte en la fiesta, pudo
haberle pasado algo de no ser porque Mark
fue con ustedes.
―Solo piensas en ti y en divertirte―dijo su
madre―. No tienes permitido ningún lujo en
esta casa. No podrás salir durante este año.
Esperamos, aprendas la lección.
Peter se acercó a Jamie en la mesa, ignorando
a sus padres.
―Jamie, lo siento. Pudo pasarte algo, lo sé,
perdóname. Esta vez, te prometo cuidar de
ti. Yo no esperaba fallarte tan pronto―se
lamentó mientras ocultaba su cara
melancólica bajo sus manos.
Jamie no habló. Su semblante mostraba
arrepentimiento junto a las palabras de
disculpas, analizó desde su perspectiva como
estudiante de actuación.
―Mi error fue no priorizar. Soy el peor
hermano del mundo―decía mientras ella
escuchaba―. Cuidaré de ti todo el tiempo. Lo
juro.
Al final de todo, Peter reflexionó; tanto la
vida de su hermana como Diana eran del
mismo valor. Eran ciertas las palabras de
Diana, la primera enseñanza útil en su vida
por parte de ella en su papel como héroe, un
mundo diferente se abría ante él, un mundo
de decisiones en ambos ámbitos; debía
escoger. Su hermana era única para él. Ella
necesitó de refugio, de una vida con padres y
hermanos de verdad.
Kenya y Dante se miraron; juró cuidar de
ella. Eran promesas siempre bajo los
Principios de la Humanidad cuya obligación
era mantener para siempre, hasta la muerte, y
en ninguna circunstancia desistir.
― ¿Me perdonas?―y la abrazó.
― Te perdono, Peter.
―Peter, ¿Juraste?―se asombró Kenya.
―Perdonen por todos los errores. He
aprendido mi lección.
―Pórtate bien, hijo, te retiramos el castigo
solo si no vuelves a fallar de nuevo.
―No les fallaré.
Kenya y Dante se volvieron a mirar en
complicidad; esperaban creer en él. Se acercó
a ellos para abrazarlos y, juntos, con Nora,
Jamie, al final de los malos momentos, tenía
una familia de verdad.
Capítulo 11: Los cristales del
planeta Lerión
Derrotados por un renovado Warrior Black,
Kaiser, Judith y Droid permanecieron
furiosos durante un tiempo; por fortuna,
encontraron una pista en la entrada del
palacio de Kaiser era una un papel con
números (16) Instituto Densoniano CODE:
539-056. Como ellos desistieron pelear
contra él, acudieron con Linera y le
entregaron el papel.
Gracias al apoyo recibido de sus secuaces y
de su propia inteligencia, Linera usó un
hechizo para pasar desapercibida. Su nombre
era Paty. Se aproximó a la escuela en la
mañana de un día cualquiera. Entusiasmada
pasó entre los alumnos, segura de averiguar
la identidad del Warrior Black; por el registro
del cupón, se enteró su pertenencia al
Instituto Densoniano, a un joven de 16 años.
Ella misma se aseguró ser asignada por el
hermano de Mourie quien quebrantó por un
momento el sistema.
Ese día, Wendy regresó de New City a clases.
―Buenos días, jóvenes estudiantes―se
presentó la nueva maestra en el aula donde
Peter y Wendy tomaban clases de Historia.
Elliot asistía también a esa clase, usando su
licencia―. Seré su nueva profesora de
Historia por algunos días. Mis clases serán
tan divertidas que olvidarán estar estudiando.
― ¿Y qué pasó con el profesor Mario?―alzó
la mano un alumno.
―Tomó unas bien merecidas
vacaciones―respondió Paty mintiendo;
Lourie se encargó de alterar el software de
NavEarth en la sección del Instituto
Densoniano―, pero conmigo parecerá que el
profe Mario está lejos, muy lejos.
A Peter no le gustó el tono de la nueva
maestra de Historia, cuyo nombre
desconocía. Mark analizó sus palabras; no era
una profesional como afirmaba. Elliot se
sintió aliviado de no encontrarse con el
odiado profesor.
― ¿Puedo salir?―preguntó Mark.
―Déjame pensar. No. Todos deben estar
presentes a mi invitación.
‹‹ ¿De qué invitación habla?›› Mark pensó.
Mark solía ser crítico con sus profesores,
mientras el resto seguía atento a su carisma
natural. Peter compartía la opinión de Mark.
‹‹Puede ser cualquiera››
―Bien, tengo planeado un viaje al planeta
Lerión.
― ¿Al planeta Lerión?―se asombró un
alumno―. ¡Eso ni existe!
― ¡Existe!―informó ella. En esa parte, Mark
y Peter le concedieron la razón―, y no está
lejos―y se acercó a susurrarle en el oído. Con
el control de la pantalla amplió el mapa del
Sistema Solar, en la Versión Haylera, con las
más recientes investigaciones de planetas
cercanos―. El viaje será mañana, todos
deben ir.
―Creí que era una invitación―reclamó Mark.
― ¡Silencio, jovencito!―lo señaló― es parte
de mi materia.
‹‹Esto no tiene relación con la Historia de la
Tierra›› pensó Mark.
Wendy miró con malos ojos las inesperadas
reacciones de sus amigos Peter y Mark. Para
ella, era importante seguir las clases aunque
fueran ridículas. Se veían compensadas por el
hecho de estar en compañía de Peter.
―Cálmense, chicos―les habló Wendy,
anotando.
― ¡Su materia será divertida!―aplaudían
otros, quienes también necesitaban un
respiro. Otros se emocionaron por la idea de
viajar al espacio. Un lujo inaccesible para la
mayoría.
―..., y dinámica―completó Paty―. Muchos
profesores malos fallan en ese aspecto;
siempre imparten clases con aburridas
lecturas olvidables. Hay muchas tareas con
miles de fechas que ya no interesan ¿Para qué
todo ese relajo? Importa el presente, no el
pasado.
Mark y Peter se llevaron una mano a la
frente, confirmando sus sospechas; era la
peor maestra del Instituto Densoniano.
―La Historia tiene las respuestas del
presente; sin pasado no hay futuro. Eso lo
sabe cualquiera, en especial, los buenos
profesores―se atrevió a corregir Mark.
― ¡Otra palabra más y te ganas tu sexto
reporte, Wesley!
Peter se inconformó. A pesar de ser
apasionado por la ciencia, no le interesaba
viajar a otros planetas. Por algunos
momentos, se distrajo.
―… ¡jovencito, el de ojos grises!―señaló a
Peter―. ¿Escuchó la hora de la salida de la
nave?
―Perdón, no la escuché.
― ¡Para la próxima…!―se desesperó Linera,
pero reflexionó pronto para evitar perder la
cordura―, les enviaré la hora a sus cuentas de
NavEarth esta tarde ―y sonrió, calmándose.
Algunos de sus compañeros percibieron el
radical cambio de humor de Linera Licker, y
temieron de ella.
La última clase terminó al tiempo. Los
estudiantes salieron del aula deprisa por la
puerta principal. Peter no dejaba de pensar
en los fallos de la nueva profesora. Wesley
veía el doble de errores que Peter, a él lo
estimaba más que a Wendy y Elliot juntos.
―Algo no anda bien―comentó Peter junto a
sus amigos, mientras salían de clases juntos
porque ninguno estaba de acuerdo con la
excéntrica Paty.
― ¿Qué no anda bien?―levantó su cabeza
Jamie.
―La profesora nueva de Historia―contó
Peter mientras los cinco descendían en el
elevador―. Es la peor en la historia del
instituto.
―Revisé su historial―contó Mark―. No hay
registros.
―Ustedes todo lo ven mal―cruzó los brazos
la joven Wendy―. Ella trata de ser creativa.
―Habla como si detestara la historia―contó
Peter.
―Quizás solo desea encajar, y la vean como
una amiga―habló Jamie.
―Nos obligó a ir a un viaje a un planeta
llamado Lerión―contó Peter, preocupado
por ir, de nuevo, fuera de la Tierra. Además,
si ocurría alguna tragedia, el Warrior Black no
podía ayudar.
― ¿Eso existe?―se intrigó Jamie.
―En NavEarth aparece en la versión
ampliada del Sistema Solar, la versión
Haylera― contó Mark―. No es una versión
aprobada por el Consejo Espacial por haber
sido descubierta hace tres semanas.
―Es un rocoso y deshabitado mundo cuatro
veces más grande que la Tierra―revisó Elliot
en su tableta―. Según las investigaciones,
cuenta con oxígeno y atmósfera. Al menos
doce naves han ido a Lerión.
Eran las 5 en punto. El Sol no aparecía en el
horizonte. Puntuales, las naves personales de
los estudiantes llegaban a la plataforma de
despegue para los viajes espaciales, y abordar
la gigantesca nave alquilada por “Paty”.
Linera gastó una fortuna terrestre en el viaje
para ella y sus estudiantes. Por el dinero,
Licker nunca se preocupó; era maga, podía
hacer casi cualquier cosa en la Tierra y en
Technology City: Las excepciones del ODC
eran: Viajar en el tiempo más allá del inicio
de Zyrer, controlar a otros, entre otros casos
específicos.
Wendy iba acompañada por sus padres,
emocionados con el primer viaje de su hija
más allá de su planeta natal.
―Cuídate mucho―le bendecían.
―Estaré bien―los consolaba ella―, yo
también quiero despejar mi mente―mientras
se despedía de ellos.
Bajó de la nave junto a su maleta de viaje.
Abrió la pantalla de su tableta. Peter no
respondía los mensajes ni sus llamadas.
Tampoco Elliot asistió. Mark se rehusó
aunque disminuyera su promedio. Ella estaba
ansiosa de ir junto con Peter. Deseó estar
solos en algún mundo distante, sin la
incómoda presencia de Jamie o de sus
amigos. Nacía en ella la idea de estar
partiendo para siempre. Era el adiós
definitivo.
Los circuitos de la nave fueron encendidos
mientras los estudiantes abordaban. El motor
silencioso inició la carga de la energía
entretanto, algunos de sus compañeros se
reflejaban en las ventanas. Wendy avanzó en
el panorama oscuro de la mañana al compás
de la mezcla de luces de la plataforma. En su
paso se encontró con Josh, Luna, Ashley, y el
equipo de David bajaron.
Wendy esperó a Peter en esa nave.
―Es hora de subir―indicó la joven maestra a
Wendy, quien deseaba retractarse de ir a
Lerión sin sus amigos. Resignada a la
ausencia de su amado Peter, decidió dejarlo a
su suerte. Paty miró la lista de alumnos, y
solo faltaban:
― Peter Emphirio―leyó Linera―. Falta
voluntaria; Elliot Darsen; licencia para
Créditos 12; Mark Wesley; Falta voluntaria.
La nave despegó y viajó miles de kilómetros
a través de la atmósfera, a una velocidad
25,000 veces la necesaria para escapar de la
gravedad de la Tierra. Al llegar, Wendy logró
ver la superficie del rocoso planeta. Paty,
quien se presentó rumbo a Lerión. Su
carácter amable volvió entretanto, les
contaba sobre el mundo ideal para tomar las
clases de Historia del presente. Muchos se
entusiasmaron con la idea de cumplir con los
créditos en un solo viaje.
Minutos después, descendieron. El relieve de
Lerión se asemejaba a una bola de papel
arrugado. Algunas nubes rojizas circulaban
alrededor del planeta. Wendy, agotada por el
pesar de la ausencia de Peter, preocupándose
si estaba bien. Le resultaba contraproducente
pensar en ello.
― ¡Felicidades, jóvenes, hemos llegado a
divertirnos!―anunció Linera.
Ella percibió el cansancio por el viaje de
varias horas. Minutos después, Linera sacó de
su maleta diversos cubos de alta tecnología
reconocidas por sus alumnos; eran casas de
acampar especiales para viajes
interplanetarios. Instaló reflectores al mundo
donde la débil luz del sol apenas alcanzaba al
planeta color cartón.
―Es una bendición―miró Linera al cielo―.
Mañana mismo nos daremos una vuelta por
este lugar mientras hablamos de Historia.
Elijan su casa. Hasta mañana.
Sin preguntar más, escogieron con
entusiasmo alguna de las casas de campaña.
Linera tomó la suya, Wendy también.
Transcurrían las horas, y Wendy no podía
conciliar el sueño. Era medianoche del
mismo día en la Tierra. Se levantó de su casa
a respirar el aire limpio del planeta Lerión.
Incrédula, alcanzó a distinguir luces
encendidas lejos de las colinas rocosas donde
acampaban junto a la nave.
Intrigada por el fenómeno, Wendy caminó
hasta el sitio donde provenían los rayos
misteriosos que conforme se acercaba se
revelaban; era una figura conocida para ella;
Linera Licker estaba de visita en el planeta
Lerión, creando hechizos mágicos.
Wendy corrió tan lejos como le fue posible,
sin mirar atrás. Sus zapatos fueron raspados
por la hostil superficie: No se fijó por donde
corría porque en un segundo, Yarin, la
princesa, cayó en una grieta hacia el interior
de una cueva oscura. En su faceta de Wendy,
Yarin sintió golpearse y arañarse los
delicados brazos humanos mientras intentaba
aferrarse al vacío. Nada resultó bien en la
oscuridad de la noche y de las profundidades
del planeta inhóspito. Wendy se golpeó la
cabeza y perdió el conocimiento.
Cuando despertó, Wendy intentó levantarse.
Se miró en un ambiente confuso, de escasa
iluminación por alguna fuente imperceptible
de luz. El interior de la caverna se extendía
en numerosas direcciones. Aún con el dolor
de cabeza, Wendy se levantó.
― ¡Qué voy a hacer!―se reprochó―. No
puedo usar mis poderes―probó ella. Al
instante se percató de ella―. ¿Por qué no hice
caso a mi instinto?
Wendy avanzó apoyándose en ratos de las
rocas y las estalactitas a su paso. Yarin perdió
uno de sus zapatos en algún pasillo de la
galería. Un lejano resplandor azulado llamó
su atención mientras intentaba encontrar una
salida. Al llegar hasta la fuente de luz, Wendy
se maravilló con el radiante color proveniente
de precioso lago subterráneo irradiando
energía.
Wendy tocó el agua.
En un abrir y cerrar de ojos, el agua azul se
agitó al contacto con ella. Osciló. Estaba
¿viva? Las frías ramificaciones jalaron su
brazo para sumergirla entre el salpicar del
agua. Desesperada, Wendy sintió una clase de
energía instalándose entre sus manos y se
conectaba a su mente. Con dolor comenzó a
notar cristales creciendo en sus manos sin
llegar a la palma. Aterrada, Wendy se resistía
ante tal maldición inevitable. Sin embargo,
cedió por su curiosidad.
Cuando el azulado líquido terminó de formar
gemas en sus manos, Wendy fue liberada.
Ella retrocedió como pudo, pero en el terror,
comprendió un fragmento de su naturaleza.
―Debo salir de aquí―dijo. Pensó en las
infinitas posibilidades de un cuerpo humano
con magia. Abrió una abertura en la caverna,
y en seguida, cortó pedazos de su vestido
para cubrir los cristales en sus manos. Subió
con ayuda de la magia de las gemas a la
superficie de Lerión.
Las estrellas se trazaban en el cielo denso
sobre el campamento junto a la nave espacial.
Caminó hiriéndose el pie izquierdo, del cual,
ni la tela rosa alrededor de la planta del pie
podía enfrentarse a la irregular superficie de
Lerión. Llegó al campamento, arañada y con
heridas en todo el cuerpo: Todos dormían.
Incluso Linera regresó a su casa personal.
Se quitó los vendajes mientras los cambiaba
por un vendaje de emergencia; aparentando
normalidad. Cubrió con cuidado sus manos y
se colocó un abrigo con mangas cubriendo
hasta sus dedos. Los demás no la notaron. Ni
siquiera Linera Licker, ilustrando la historia
de Lerión por la mañana.
―Lerión es el último planeta recién
descubierto en la reciente exploración 345.
Es importante saber que la historia no solo es
el pasado, es el presente―decía Linera en voz
de su nuevo cuerpo, Paty―. Hoy, mañana
será historia. ¿No lo creen?
―Estamos de acuerdo con usted, profesora
Paty―aplaudieron algunos de sus estudiantes,
hubo quienes admiraron la belleza de si
cuidado cabello ondulado. Incluso su ropa
fue la envidia de algunas estudiantes.
Wendy, distraída miraba hacia el borde del
planeta radiante de luz lejana. Las
constelaciones cruzaban el cielo mientras
ajustaba la magia nueva en su mente hacia las
gemas.
Al final de la sesión, en el momento del
descanso, Wendy se acercó a su enemiga;
Linera Licker.
―Profesora―habló Wendy―. ¿Cuándo
volveremos a la Tierra?
― Mañana partimos hacia la Tierra.
Por vez primera, Wendy decidió fingir.
Alguna vez, Linera también fue su modelo a
seguir cuando apenas aprendía magia.
Conversaron de diferentes temas. Miles de
años antes ella quiso tener una conversación
con ella, pero la creía tan inalcanzable. Y
después, el narcisismo en Yarin creció
cuando llegó al nivel de Linera.
Uno de ellos fue sobre Peter.
― Peter es un chico extraordinario―sonrió
Wendy, confiando en ella. Nunca en Zyrer
tuvo la oportunidad de conversar de una
forma amistosa con Linera. Pocas veces
hablaron, la última fue cuando Yarin y Linera
tuvieron una pelea a causa del Warrior Black.
En ese momento, fingió ser una estudiante
como todas. Ella lo era.
―Sí, sus calificaciones son extraordinarias en
la mayoría de las materias, y sobresalientes en
el área de las matemáticas para su nivel.
Linera ordenó a sus estudiantes las trazar en
sus tabletas las constelaciones de Zyrer. En
tanto, Linera revisaba su energía; ninguna
apuntaba a la identidad del Warrior Black. Sin
ningún resultado, Linera Licker aguardó la
esperanza con los siguientes tres grupos. Era
su única oportunidad.
A millones de kilómetros, en el planeta
Tierra, Peter invitó a Jamie a conocer
Technology City junto a sus otros amigos,
Mark y Elliot. Visitaron los museos de
enormes torres e imponentes cristales claros
en los edificios. Jamie se maravilló con la
belleza de las calles y de cada sitio visitado.
Pasaron fuera de las instituciones de Quent,
de NavEarth entre otras.
― Es una lástima que Wendy fue a perder el
tiempo por allá―dijo Elliot a Mark―.
Pudimos faltar todos juntos.
―Sí lo es. Paty es la peor maestra de todas.
Ojalá, pronto vuelva Mario.
Era tarde mientras caminaban por el área
exterior de Technology City. En tanto Elliot
y Mark jugaban ajedrez en una mesa al aire
libre, Peter y Jamie caminaron sobre el
césped del parque.
―Jamie, lo siento―se disculpó Peter en tanto
miraba el césped del jardín de alrededor,
calculando no pisar ninguna piedra.
Jamie pisaba solo las rocas, imitando a Peter.
Sonrió, y se detuvo en el borde del césped.
―Peter, tú y tu familia son como un deseo
concedido para mí―decía mientras se sentaba
para contemplar el atardecer―. A veces creo
que esto no es para mí, ni con sus malos
momentos.
―A veces, nos suceden cosas extraordinarias
sin pedirlas, solo ocurren. Debes creerlo. Si
yo te contara, no me creerías.
―Puedes confiar en mí.
Peter se decidió a contarle a su hermana su
identidad, pero declinó en el último segundo.
― Mis padres me aman, como a ti. Tengo
amigos. Soy un buen estudiante. Vivo en este
tiempo, te tengo a ti. Y tengo un deber con el
mundo. Soy feliz. ¿No es ese un milagro?
― También es un milagro para mí: Soy feliz
desde conocerte―ella miraba el horizonte―.
Mis padres no se ocupaban de mí a pesar de
darme riqueza material.
Hizo una pausa.
― Trato de dar lo mejor con ustedes como
mi familia, a veces me siento perdida.
―Es normal―confió Peter―. No has vivido
toda la vida con nosotros. Con el tiempo
nuestra relación mejorará. Confía en eso.
―Pero, aun así, yo los quiero
mucho―reveló―. Y tú, cuando estamos
juntos todo el tiempo, eres justo como
pensaba que un hermano podía ser, porque
nunca tuve uno, ni tú una hermana.
―Descuida, es parte de nuestra búsqueda de
la identidad―habló él―. Yo suelo
confundirme en mis prioridades, no soy tan
bueno como debería ser. Una lección valiosa
aprendí de Diana.
Y cambió de tema al percatarse de su desliz.
― ¿Te va bien en actuación?
―Por supuesto, Peter―bromeó ella
actuando―. Es un honor el haberlo
conocido. Siempre será un ejemplo para mí.
Él esperaba no volver a equivocarse. Dos
días después, Wendy regresó del viaje de
Lerión y arregló su problema en la Tierra con
ayuda de su magia, volviendo invisibles las
gemas incrustadas. Se refugió, de nuevo, en
su palacio, para estudiar la composición y los
usos de su nueva magia en un cuerpo
humano.
Capítulo 12: Cambio de estrategia
Era el verano en Technology City.
Transcurrieron algunos meses desde la
llegada de Jamie a la ciudad. Conforme
pasaba el tiempo, encontraba la rutina de los
Emphirio y se ajustaba a ella, si bien, al
principio no fue sencillo adaptarse a la vida
de una ciudad del año 2171. Ese verano,
Peter insistió a sus padres para ir al filme de
la película corta La Tierra del Futuro.
Ansiosa, Jamie soñaba con por poder
conocer cómo se producían las películas en
esa realidad, pues sus técnicas en Winspencer
eran diferentes, cambiando en las
tecnologías; numerosas cámaras grababan
flotando, controladas desde las tabletas
especiales de los directores y personal
dirigido por Kenya y Dante.
―Por favor, llévanos―pidió Peter antes de la
partida de sus padres por varios meses―. Al
menos durante las vacaciones de esta
semana. Me hace ilusión ir.
―A ti no te gusta el cine, Peter―rio Dante.
―. ¿De verdad harías eso por tu hermana, la
acompañarías?
Nora cocinaba para todos. A ella le
encantaba usar los instrumentos
tradicionales.
―Lo haría por mi hermana. ¿No hace eso la
familia?
― ¡Gracias, Peter!―lo abrazó Jamie―. Te lo
agradeceré toda la vida.
―No es nada―habló él―. Para mi mejor
hermana.
Kenya y Dante tenían listos los preparativos
para marcharse al Desierto del 56; se
despidieron de Nora, quien les deseó lo
mejor. Durante el trayecto, Kenya y Dante
llevaron a sus hijos a bordo de su nave. El
paisaje mostraba un compuesto armónico
contemplado por Dey. La vegetación de los
bosques antes de llegar al Desierto del 56
invitaba a tomar una limonada fría. Ella
habló con Peter en tanto se dirigían a donde
el resto del equipo instalaba el set de
filmación.
En el radio sonaba una popular canción de
Hassi743 llamada Ella cae en el olvido.
Después, escucharon Hasta el fin de Inseyd.
Peter no olvidó sus gemas. Miraba el paisaje
mientras pensaba en encontrar nuevas
técnicas mágicas, se dirigió a Jamie.
―Este viaje es para ti.
―Gracias, Peter―pronunció ella, ansiosa por
llegar.
Y siempre, cada vez, desde los últimos
tiempos, se enteró del aprecio; encontraba en
ella una hermana verdadera, en una amiga, en
una confidente que jamás se burló de su
devoción por las matemáticas. Y ella sentía lo
mismo; él nunca se burló de ella por su
devoción al entretenimiento. Dejó, por vez
primera, de ver a Alondra en ella. Ella se
volvió un significado imperceptible para él. A
veces trataba de encontrar la respuesta, pero
nunca lo conseguía.
Horas más tarde.
―Ya vamos a llegar―avisó Dante, quien
conducía.
En unos minutos, la nave llegó al desierto, y
descendió sobre el área destinada a
aterrizajes. Otras naves también bajaban. El
resto fue preparado para la llegada de los
directores. Algunos actores y actrices
esperaban bajo sombrillas especiales bajo el
caluroso ambiente. Algunos más llevaban los
reflectores cuidándose de inhalar la arena.
Una actriz llegó a recibirlos.
―Ya estamos listos―aplaudió ella―. Miren
mi maquillaje, luzco mejor que en el capítulo
anterior.
―Esa es la idea, Margaret―añadió Kenya―.
¿Y Anthoine?
―Está justo por allá―señaló la actriz―. ¿Y
quiénes son ellos? ¿Se incorporarán a las
grabaciones?
―Ellos son nuestros hijos―apuntó Dante―.
Vienen a presenciar las filmaciones por unos
días.
―Mucho gusto, niños―saludó la atareada
actriz.
―El honor es nuestro―Jamie no evitó
emocionarse por conocer a otra actriz en
persona, a otro su modelo a seguir en la
actuación.
Dante los llevó al área bajo las múltiples
sombrillas destinadas a protegerlos de los
ardientes rayos solares. Jamie y Peter
bebieron algunas limonadas en sus sillas.
Kenya y Dante dirigían las primeras escenas.
“Anthoine” e “Ina” se prepararon para su
batalla en el desierto.
―Escena de Enfrentamiento #7―habló
Dante al director de grabaciones―. Acción.
― ¡No me detendrás!―en pose defensiva,
Anthoine miraba a Ina con una mirada
retadora.
―Tú no me detendrás―decía Ina sin perder
la compostura―. Mis secuaces están listos
para atacar―en ese momento, varios fornidos
hombres caminaron hasta entrar en escena―.
¿Qué dices ahora?
―Yo debo proteger a New City de tus planes
perversos. No lograrás la intervención de tus
magos en mi familia…
Jamie tomaba nota de uno de los detalles.
Aprendía de las auténticas actuaciones de los
personajes de la película. Peter estaba atento,
pero no podía evitar aburrirse, no era lo suyo
el mundo del entretenimiento. En
determinado momento, Jamie percibió detrás
de una pantalla, a alguien espiándolos. Jamie
no comprendió de quien se trataba.
―Peter―habló ella con disimulo―. Esa
persona nos observa. ¿Por qué?
Peter estaba a punto de dormirse en cuanto
Jamie le habló.
― ¿Qué sucede?
―Eso, detrás de la pantalla 14―le contó sin
señalarle.
Peter volvió a mirar. No encontró nada fuera
de lo normal.
―Debe ser alguien de las grabaciones. No te
preocupes―se conformó Peter, volviendo a
descansar. Cerró los ojos.
De nuevo, Jamie notó que volvía a mirarlos
un par de ojos rojos y tez pálida.
―Peter, no recuerdo un actor con ojos
rojos―contó ella del guion en su tableta.
Peter reaccionó, y despertó por completo.
―No puede ser.
― ¿Qué no puede ser?―se preocupó Jamie al
ver a Peter levantándose.
―Espera aquí. Vuelvo pronto.
―Voy contigo, Peter―señaló ella,
levantándose―. Aún no me dices qué pasa.
―No les digas a nuestros padres―pidió él―.
Debes quedarte aquí. ¿Me comprendes?
Jamie obedeció a Peter. Él se dirigió hacia la
pantalla 14. Quien los miraba era Kaiser.
Pronto, él también se volvió a ocultar y
corrió entre las naves estacionadas. Peter lo
siguió; su capa era vistosa. Para su desgracia,
se confundía con el resto de los actores de la
filmación. Peter lo buscó entre los camerinos,
pero fue inútil. Jamie siguió a Peter, curiosa
de sus actitudes extrañas. Siempre se
desaparecía en medio de la tragedia. Esa vez
no sería la excepción; ella iría con él.
Jamie caminó entre los camerinos. Dio una
vuelta a la derecha. Enfrente de ella, Kaiser la
miró. Ella pensó que solo era un actor más.
Cuando se fijó con detalle, reconoció al espía.
―Así que, tú eres la hermana de Peter―le
habló.
Jamie dio media vuelta y comenzó a correr
reconocer al oponente del Warrior Black en
la fiesta de Diana, pero Kaiser generó un
hechizo. Jamie cayó entre la arena sin poder
caminar. Kaiser se dirigió hasta ella,
esforzándose en levantarse.
― ¿Quién eres?
―Kaiser.
― ¿Kaiser?
Kaiser la levantó con un hechizo y abrió un
portal hacia Zyrer, y la arrojó dentro del
portal. Jamie sintió como el mundo real
quedaba fuera de su campo de visión,
adentrándose a un pozo oscuro; pronto
reveló otra densidad de espacio. La imagen
de Kaiser se volvió distante en un segundo.
Cayó de espaldas en un área de plantas
extrañas para ella.
― ¿Dónde estoy?―se preguntó mientras
miraba a su alrededor, no podía levantarse a
causa del hechizo de Kaiser.
Arrastrándose, Jamie temió de las asquerosas
plantas y deformes a su paso, buscando una
salida. El cielo se construía por trozos de
colores. Estaba perdida de nuevo. Por un
momento se preguntó si volvería a pasar a
otro mundo, de Winspencer a Technology
City a un mundo cuyo nombre no conocía.
Un par de voces le hablaron.
―Eres tú―la señaló una mujer de cabello
azul; Odaine.
―La hermana del Warrior Black―completó
la otra, quien llevaba el cabello corto color
negro y una pequeña coleta quince
centímetros arriba de la nuca, acentuando su
mirada en ella. Ambas la miraron con
sorpresa, Gina Magic tronó los dedos para
generarle una jaula mágica.
― ¡Déjenme salir!
―Es inútil. Vendrás con nosotros hasta que
tu hermano querido venga por ti―se burló
Odaine mientras tomaba la jaula y la llevaba
consigo mientras volaban a través de los
paisajes contemplados por Jamie con
asombro. Distinguió numerosas ciudades
debajo de ella. Al menos, se conformó con la
ausencia de miedo a las alturas.
― ¿Jamie? ¿Ese es tu nombre?―le habló Gina
mirándola con curiosidad a través de la jaula
dorada―. No todos tienen la fortuna de ser
tú.
―Otra vez, Gina―la regañó Odaine―. El
chico no es apuesto como dices.
― A veces, me lamento de su identidad. ¿Y si
lo dejamos libre?
― ¡No, Gina, eso no puede ser!
―Jamie, eres parte de ese plan.
― ¿Qué estás pensando, Gina?―se
sorprendió Odaine, encontrando la intención
de la chica mientras miraba ansiosa a Jamie,
quien estaba sorprendida de las
declaraciones.
― Ya verás. Llevemos a Jamie a mi casa.
Haremos una fiesta. Y Peter debe quedarse.
― ¿No lo recuerdas? Peter te odia desde
siempre. Nunca se fijará en ti. ¿Lo
comprendes? Además, tú has querido
matarlo. Todos proyectamos lo mismo para
él.
―Tonterías, Odaine. Vamos a mi castillo,
obedece.
Odaine no tuvo otra opción. Gracias a las
investigaciones de Linera Licker, en Zyrer ya
era de dominio público la identidad de Peter
Emphirio; era el auténtico Warrior Black.
Odaine y Gina llevaron a Jamie a un
hermoso palacio, el más bello de Zyrer
después de los reyes. Gina se sentía orgullosa
de las riquezas acumuladas, de su buen gusto
y de cada uno de los hechizos construidos a
base de miles de millones de horas dedicadas.
Sus libros mágicos eran los más solicitados
en Zyrer por los practicantes de magia. Por
sus conocimientos, competía con 365 en
cantidad de volúmenes escritos a través del
tiempo. Como recompensa a su labor
excepcional, en Zyrer le agregaron el título
“Magic” a su nombre.
Sin embargo, a pesar de ser poderosa, ni con
su vasta obra podía detener al Warrior Black.
Aún preparaba el hechizo para destruirlo. No
lo había conseguido ni con milenios de
estudio. Odaine, por su parte, era una las
escribas de sus volúmenes. Solía mantenerse
junto a Gina cuando trabajaba en sus
hechizos. Solo Odaine estaba autorizada al
acceso a las líneas mágicas, antes que la mejor
amiga de Gina, Niye.
Entraron al palacio. Jamie se mantenía alerta.
Aún no podía asimilarlo. Era demasiado
bueno para ser real. Ahora entendía el
porqué de su ausencia en las situaciones
cruciales, como en el debate o en la fiesta de
Diana.
― ¡Si tan solo me lo hubiera
contado!―suspiró ella, triste por todos los
hechos. Algunas veces, Jamie le reprochó en
sus pensamientos su ausencia.
―A mí me debió enseñarme su cara―apuntó
Gina mientras colocaba la jaula en una mesa
de cristal resistente.
―Él no es atractivo―apuntó Odaine―. ¿No
has considerado a otro?
― ¿Cómo a quién?
―No sé, a mí nadie me gusta de Zyrer, por
eso no me he casado.
Odaine siempre guardó sus opiniones sobre
Dark. Ella tenía interés romántico en él. Sin
embargo, vencía su lealtad a sí misma, a la
moral construida en Zyrer. Ella nunca
aprobó su comportamiento egocéntrico,
empero, su apariencia resultaba llamativa
para ella.
―Ya ves, ninguno gusta. A ver, Jamie,
cuéntanos, ¿Peter tiene novia?
―No.
― ¿Y qué opinas de la chica, u amiga? ¿Cómo
se llama? … mmm… Wendolyn? ¡Wendy!
―No lo sé. Yo solo quiero irme.
―Te irás en cuanto Peter venga por ti. Me
han contado sobre su cercanía. Eres, por
decisión unánime, una mejor carnada que
Diana.
―Peter nunca me dijo nada―contó ella,
sentándose―. Él ha hecho lo mejor para la
Tierra; lo he visto ayudar a evitar tragedias en
tierra, mar y aire. Y en NavEarth leí mucho
sobre él.
Gina y Odaine se miraron y enseguida
comenzaron a reír.
― ¡Te equivocas! El Warrior Black es un
peligro para todos en Zyrer―habló Odaine―.
Él no tendrá control del Warrior Black en
algún tiempo. Eso pasará. Y destruirá todo,
hasta el planeta donde vives.
― Es una desgracia―suspiró Gina―. Ojalá el
Warrior Black no significara destrucción
cuando fue concebido como salvación. Él
podría ser nuestro héroe…
De un momento a otro, Kaiser interrumpió
la conversación.
― ¿Qué has dicho?―se asombró Kaiser.
―Lo que dije―cruzó Gina sus brazos―.
Estoy planeando quitarle el cuerpo del
Warrior Black, y quedarme con Peter. ¿No es
una excelente idea?
― ¡Tonterías! Eres demasiado…
―Demasiado… ¿Qué? Di, habla, Kaiser.
Gina comenzó a discutir con Kaiser mientras
Odaine y Jamie se miraron.
―Estas magas―habló Odaine―, se
emocionan con cualquiera. Y, espera, no digo
que tu hermano sea un cualquiera.
Odaine tomó de las palabras usadas mucho
tiempo atrás. Jamie le respondió.
―Quizás. ¿Me van a dejar salir?
―Mmm, aunque te dejáramos libre, no
puedes abrir puertas dimensionales hacia la
Tierra. ¿Me equivoco?
―No.
Jamie suspiró, cansada.
―Ni modo―habló Odaine.
Minutos más tarde, Peter se presentó en
Zyrer. Su visión era clara en el cuerpo del
Warrior Black. Distinguió los colores en el
panorama de facetas llamativas. Era un aire
nuevo y fresco para respirar. Pronto, advirtió
a su hermana Jamie en posesión de sus
enemigos.
―Esto no debió suceder―se dijo, agobiado
se dirigió al palacio. Jamie se percató cuando
Peter apareció volando hacia ellos. Ella se
maravilló al verlo llegar, lucía majestuoso, un
héroe. Se sintió orgullosa de él, un alma
buena regalando un poco de sí para ayudar al
mundo en una idea opuesta. Se consideró
afortunada. Peter se dirigió a pocos metros
de ellos. Miró a Jamie con una sonrisa
cómplice
‹‹Te sacaré de este mundo, Jamie››
Jamie lo comprendió.
― ¡Oh!―notó Gina―. ¿Ya vieron quien
llegó?
Peter percibió el modo de mirar de Gina;
entusiasta, siempre fue altiva, nunca generosa
con él. Kaiser no pudo evitar sentirse
inconforme con las actitudes irrelevantes de
Gina.
―Gina se ha vuelto loca―exhaló Kaiser.
― ¡Cállate, Kaiser!―golpeó ella con su puño
de forma inesperada a un Kaiser
sorprendido―. ¡Peter, Peter, eres
bienvenido!―habló ella―. ¡Hay un cambio de
planes contigo!
―Eso es imposible―miró a su hermana
encerrada.
―Si tú quieres―se acercó hacia la jaula donde
Jamie en tanto deslizaba sus manos sobre su
cabello oscuro―, te queremos una buena
temporada aquí. No le pasará nada a tu
hermana, si aceptas.
―Déjala en paz y me quedaré―mintió en un
impulso por evitar peligros a su hermana.
Gina chocó las manos con una malhumorada
Odaine y con Kaiser, obligado, aceptaba las
condiciones de Gina por ser ella mejor que
él.
― ¡Lo he logrado!
― ¿Qué te sucede, Gina?―preguntó
Arlerinia, quien entraba en escena.
― ¡Miren quién ha llegado!―aplaudió Gina―.
Arle, estamos celebrando.
― ¿Y qué celebran?―preguntó extrañada
mientras dirigía su mirada a la jaula con Jamie
dentro de ella.
Gina se sentía emocionada.
―Peter se quedará en Zyrer―se enojó Peter
al escucharla―, lo trataré bien, como se debe.
―Es eso―se inconformó la joven Arlerinia―.
¿Y qué hay de ella?
―La dejaremos cuando Peter cumpla con el
trato.
― ¡Deben dejarla ir ahora!―molesto, Peter la
señaló furioso―. Si no lo hacen, pelearemos.
― ¡No, nada de eso!―agitó las manos Gina―.
Yo no quiero pelear contigo.
― ¡Yo sí!―se molestó Kaiser mientras se
dirigía hacia Peter y lanzaba numerosas
órbitas de fuego formuladas en su Arco
Mágico. Gina Magic reaccionó a tiempo
antes que Peter y desvaneció el hechizo de
Kaiser.
Todos la miraron asombrados.
― ¡Gina!―llamó Arlerinia, emocionada―. ¡Lo
has logrado!
Ese era uno de los hechizos excepción. Ni
Arlerinia podía; ella tenía limitado su poder
según el criterio del Orbe de Cristal. Gina se
cruzó de brazos y con una mirada
satisfactoria, le respondió confiada.
―Así es, querida Arlerinia.
Peter se percató de la gravedad de la
situación; era lógico. Gina Magic consiguió el
hechizo perfecto para aniquilar otro hechizo.
El cómo lo obtuvo no era un misterio, ella
era una erudita de la magia. Gina Magic
quizás se especializó en esa línea mágica,
explicaba el por qué pocas veces se enfrentó
a ella en los últimos tiempos.
―Peter, la fiesta es aquí, en mi casa―contó
Gina―. Todos están invitados― y deshizo la
jaula encerrando a Jamie.
Ella se puso de pie y Peter fue junto a ella.
―Odaine, avisa a todos. Y recuerden; están
advertidos de tocar a Peter, o a su hermana, o
yo me encargaré de ustedes―y dirigió su
mirada a Kaiser, inconforme con la situación;
Gina nunca lo amenazó de esa manera.
Jamie y Peter se miraron el uno al otro.
―No te preocupes, yo te cuidaré―habló
Peter.
―Gracias, por venir por mí.
En el palacio de Gina, Peter, junto a Jamie
fue recibido con fuegos artificiales creados a
partir de la magia. Desde el primer momento,
Arlerinia se juntó con ellos. Ella los guio.
Gina se encargaba de los preparativos junto a
Odaine, Niye y el malhumorado Kaiser.
―Tienes suerte de haberle caído bien a
Gina―contó Arlerinia―. No sabemos sus
nuevas capacidades. Ni yo estaba al
pendiente de su magia.
Arlerinia se presentó con Jamie.
― Mi nombre es Arlerinia.
― Mucho gusto, Arlerinia, yo soy Jamie.
― También, soy una genio de la lámpara, una
de las pocas creaciones antiguas de la
civilización de Zyrer―Arlerinia se sentía
orgullosa de su identidad.
― ¿Y qué significa eso?
― Hace miles de años se crearon “Seres
clásicos”. Somos respetados por los
habitantes de Zyrer por nuestro “Estatus
clásico”, pero no siempre―suspiró
desalentada.
― ¿Qué es ese collar?―señaló a un collar de
moscas atrapadas en ámbar.
―Es una de mis mejores posesiones―. Es
divino, ¿no lo crees?
―Sí―sonrió Jamie―. Lucen bien en ti.
― ¡Gracias!―la abrazó mientras caminaban―.
A casi nadie le gustan mis joyas. ¿Ves esta
corona?
― Sí.
―Me la regalaron por haber leído toda la
biblioteca de 365. Es tan hermosa. Me
enamoré en cuanto la recibí―y en ese
momento, Arlerinia se la quitó y se la enseñó
a Jamie, quien la recibió para apreciar sus
peculiares detalles; sobre la corona de jade,
en un trozo de ámbar entintado color rosado,
una asquerosa mosca atrapada era el centro
de atención, en una corona con trozos de
heces secas incrustadas.
Jamie hizo caso omiso al deseo de vomitar, lo
pasó por alto para apreciar las posesiones de
la cordial hechicera, tal como si fueran joyas
magníficas.
―Es bonita―felicitó Jamie, contemplándola.
Los ojos azules de Arlerinia también se
fijaban en la corona. Emocionada, Arlerinia
se sentía agradecida. Jamie le sonrió y le
devolvió la corona. Peter no le encontraba la
“belleza” a aquellos elementos repulsivos.
―La mereces por ser inteligente.
―Gracias, Jamie. Un día te voy a llevar a leer
la biblioteca de 365―se convenció, sin
embargo, solo pocos lograron leerla en
menos de mil años; Arlerinia, Gina, Linera,
Dark y Yarin en la historia de Zyrer. Y de
todos ellos, Arlerinia era la única a quien se
obsequió la corona por ser la primera en
leerla.
Jamie apreció las atenciones de Arlerinia. A
pesar de estar atados a las decisiones de
Gina. No todo podría ser tan malo como
parecía. Al menos, le estaba cayendo bien
Arlerinia, quien sentía lo mismo con ella.
Peter, por su parte, se encontraba
preocupado: Gina era capaz de cualquier
cosa, después de haber conseguido dominar
el hechizo para desvanecer hechizos.
―Arlerinia, puedo usar la magia acumulada
por ustedes, incluso la más reciente.
Entonces, podré usar el hechizo de Gina
para desvanecer magia. ¿Verdad?
―En teoría, deberías de dominar toda la
magia de Zyrer acumulada―contó
Arlerinia―. Por eso, todos temen de ti; eres
tan poderoso, como todas las vidas del
pasado y presente Zyrer juntas.
―Lo comprendo. No he logrado tener tu
magia para conceder deseos, ni muchas otras
magias.
―Solo dos Warrior Black han logrado
alcanzar su potencial máximo en poco
tiempo, pero eran otros tiempos y menor
magia acumulada; ahora, según 365, nos
acercamos a obtener la mayoría de la
magia―suspiró.
Arlerinia le contó a Jamie que mientras
transcurrieran más milenios, mayor era la
magia acumulada del Warrior Black, mayor
dificultad para eliminar al enemigo y mayor el
tiempo de desarrollo hacia la transformación
definitiva.
― ¿Y qué pasará con Peter?―se preocupó
Jamie.
―Han pasado varios meses en tu planeta,
muchos años en Zyrer, desde tu elección
como el Warrior Black. Y a pesar de eso, no
muestras señales de ser tomado por la
maldad del cuerpo―se dirigió a Peter―, un
caso tan anormal como el que seas de otro
mundo. Yo, aún tengo la esperanza en ti.
Hasta la malhumorada Yarin cree en ti por
esa razón.
―No la he vuelto a ver―contó.
―Es solitaria, no te sorprenda.
―Eso noté.
Peter lo pensó dos veces antes de hablar
sobre sí mismo. No quería preocupar a nadie
por los repentinos desvanecimientos antes de
dormir ni las voces en sus pesadillas. Quizás
eran asunto de la juventud, o el simple estrés
de llevar la carga de otro cuerpo, las
responsabilidades, todo en combinación.
― ¿Cómo derrotaron a los otros Warrior
Black?
― Siempre fue en combate, por desgracia.
― ¿Y tú, has participado en las batallas contra
los anteriores Warrior Black?―preguntó
Jamie.
―Son inocentes en un cuerpo malvado.
Todos los elegidos eran fuertes y valientes.
Eran buenos, eran honrados y honorables.
Arlerinia les contó una historia:
―Hace muchos años, en la capital de Zyrer,
apareció el séptimo Warrior Black. Era un
joven con gran reputación por haber logrado
arrancar parte de la dimensión de Zyrer, el
fragmento de luces brillando en la distancia
3,000 años antes, en el combate contra el
cuatro Warrior Black, cuando lo derrotó.
Nadie más se atrevió a ir más allá.
››Su nombre era Laron. Estaba a punto de
casarse con su prometida, la hija de una maga
popular en Zyrer. Laron era el hermano
menor de Grissh. Ambos eran unidos, iban
juntos a todas partes con Kelly, la novia de
Laron.
››El día esperado, 1,000 años, todos estaban
atentos a sí mismos, rezando por ser
descartados por el Orbe. En la plaza, Laron
comenzó a sufrir; el cuerpo vacío del Warrior
Black apareció envolviéndolo, destruyendo
su cuerpo real para apoderarse de su materia.
Grissh y Kelly comprendieron lo grave de su
situación ante la mirada temerosa de los
presentes; el Séptimo Warrior Black fue
elegido y su transformación ocurrió en ese
mismo momento.
››Kelly intentó ayudarlo, pero fue inútil;
Laron se debilitó en el proceso radical
mientras el Warrior Black tomaba posesión
de su mente en los niveles más complejos.
En esa misma plaza llena de personas, Laron
destruyó a Kelly. Grissh solo pudo usar su
poder para proteger a los habitantes de la
plaza de Zyrer, aunque no todos se salvaron.
―Fue una escena horrible. Llegué cuando
Laron destruyó la quinta parte de la sección
12. Fue rápido. Nos unimos con otros magos
para aniquilarlo tan pronto como fuera
posible―contaba Arlerinia, melancólica―. A
pesar de haber organizado la batalla, en el
momento crucial no me atreví a atacar a
Laron. Sentía tanto dolor por él, y por Kelly.
Me compadecía de Grissh, fue una tragedia
no solo para él, sino para todos. Los demás
atacaron y acabaron con él. Me sentí
destruida por un largo tiempo. Y bendecida,
porque no murieron más.
Peter comprendió la pena de Arlerinia,
mirando de nuevo hacia la grieta, el límite del
mundo Sus temores se avivaron, él no quería
terminar igual.
―Laron, a pesar de la destrucción en Zyrer,
se quedó en nuestros corazones―decía
Arlerinia―, la grieta no fue sellada en su
honor. Derrotó a un Warrior Black, y fue
convertido en uno, derrotado también.
Capítulo 13: La fiesta de Gina
Magic
Cuando los preparativos terminaron, Gina
los invitó a pasar al palacio. Pronto le pidió
separarse de su hermana y Arlerinia para
estar juntos en la fiesta. De mala gana, Peter
aceptó. Los amigos más cercanos de Kaiser,
Judith y Neic llegaron poco después, miraron
con malos ojos a Peter. Incluso Niye se sintió
desplazada por su mejor amiga. Arlerinia se
quedó con Jamie.
―Ven, pasa, Peter―invitó Gina a una de las
mesas.
Él tomó asiento y la miró con molestia. No
terminaba de asimilar sus amenazas.
―No me mires así―apuntó Gina―. Yo te
voy a ayudar a liberarte de ese cuerpo. No
seas tan malagradecido.
― ¿Y por qué harías algo así?
―Necesitas vivir, ser tan libre como
nosotros. No, no es ninguna broma, si eso
crees.
―Ya basta, Gina―señaló Peter―. Nadie
puede quitar el desenlace entre mí y este
cuerpo. Anthoine dice que es imposible.
―Anthoine es un tonto. Se cree erudito solo
porque lee libros antiguos inútiles. No
confíes tanto en un coleccionista barato.
Gina hizo una pausa y hubo silencio por un
momento, para proseguir.
―Eres un caso diferente―reconocía―. En
todos los demás Warrior Black, el cuerpo
eliminó el cuerpo del otro, pero tú conservas
el tuyo. Tal vez, podemos rescatarte. Quizás
pueda destruir el cuerpo del Warrior Black.
―Es probable. Pero necesito este cuerpo-
disfraz para seguir ayudando a los
necesitados en Technology City, y en mi
planeta.
Gina eligió las palabras adecuadas,
rememorando la historia.
―Peter, es difícil controlar el cuerpo
legendario. Digo, nadie en 30,000 años de
historia lo ha logrado. ¿Qué te hace pensar
que eres diferente? Eres como los otros
elegidos.
―Lucho contra la maldad―contó él―, no
solo con la mía, sino con la del mundo.
―Será por poco tiempo. Lo siento mucho.
Gina cortaba con tenedor su guisado. Peter
no tocó el suyo.
― En ti, la maldad del cuerpo no se acelera
porque no ha eliminado tu cuerpo verdadero,
pero cuando lo haga, entonces considérate
muerto. Aquí nadie va a dudar ni un segundo
de levantar todos los hechizos en tu contra.
―Lo hacen, hasta se atreven a lastimar a mi
hermana.
―Si ahora no lo hacemos de verdad es por
compasión a tu buena voluntad, porque
haces en otro mundo lo que debería ser el
Warrior Black; un héroe. Créeme, a nadie le
ha gustado eliminar a uno de los suyos. Y si
llega el momento, hasta la buena Arlerinia te
va a destruir, aunque se haya retractado,
como pasó con Laron.
Peter escuchaba, divagando.
―Por esa mirada, parece que no crees que te
pueda pasar. Pues, a todos les ha pasado. Es
la verdad, estas obligado a ser realista, no
todo es un mundo de fantasía como en tu
planeta, donde todo es bueno, donde ya no
hay guerras.
Peter desconfiaba aún.
― Te propongo una alianza para encontrar la
forma de salvarte ¿Te parece?
Peter no confiaba en Gina Magic, quien
siempre fue radical en ciertos aspectos.
―Averiguaremos el hechizo. Arlerinia,
Odaine, 365, Anthoine, todos unidos para
encontrar la forma de destruir el cuerpo. Nos
uniremos, esta vez, para salvarte, Y salvar a
los dos mundos.
―Suena bien.
―Quién sabe, si encontramos juntos el
hechizo para aniquilar de una vez por todas a
los siguientes Warrior Black.
―Entonces, por eso fingiste esta fiesta.
―Necesitaba el hechizo para destruir
hechizos para mantener a raya a los demás. Y
cuando lo conseguí, era el momento de
traerte. Claro, tu hermana solo era el señuelo.
Ahora, que nadie puede tocarte, podemos
seguir con el plan.
―Gina también es lista―contó Arlerinia―.
Casi tanto como Linera Licker.
― ¡Oye, no me compares con Linera!
―Tranquila, Gina―intentó Peter.
― ¿No lo sabías? Tuve un problema con
Linera por la información de tu identidad.
No quiero escuchar de ella.
―No la mencionaré de nuevo―concedió
Arlerinia.
―Retomemos. Como te conté, vamos en el
siguiente paso; reunirnos el tiempo necesario
para encontrar el hechizo. Todos los
nombres de los magos en esta causa serán
inscritos en la Placa Dorada.
― ¿Qué es la Placa Dorada?
―El máximo archivo de los mejores magos
de Zyrer en la historia. Es la mayor
recompensa para cualquiera en Zyrer, claro,
aparte de derrotar al Warrior Black. Todos
quieren estar ahí, te lo aseguro. Es mejor que
tener un Trofeo de Vida. 365 es el
propietario de la placa, me ha dado permiso.
―Arlerinia―se dirigió Gina a ella―.
¿Recuerdas quienes ya se inscribieron?
―Sí, 365, Anthoine, Niye, Odaine, Neic,
Xeter, Kaiser, Nei Zei y Jai, no le salió bien
lo de ser alcalde―y comenzó a reír Arlerinia.
― ¿Has dicho alcalde?―se asombró Peter.
― Jai regresó después de ayudar a Kaiser con
su plan de capturar a Diana en Technology
City―contó Arlerinia.
― Ahora bien, a poner manos a la obra,
claro, después terminarte ese platillo.
Jamie también comía junto a Arlerinia, con
su plato de cucarachas, escarabajos y otros
insectos guisados y salsa verde.
―Come, Jamie―animó Arlerinia mientras
remojaba una de los tostados insectos en la
salsa―. ¿Quieres?
Jamie sintió pánico. No quiso se descortés ni
grosera con Arlerinia, porque ella parecía tan
amable de pies a cabeza.
―No te preocupes, esta mosca fue creada
con magia, no es “real”―sonrió Arlerinia―.
Tienes que probarla, te va a gustar.
Jamie se sintió tentada a decirle que no.
―Gracias, Arlerinia, por invitarme―sonrió
Jamie.
―Discúlpame, para mí es una delicia. ¿Sabías
sobre sus propiedades nutricionales?
―No lo sabía.
― Yo tampoco, cuando leí un libro sobre
insectos y gusanos. Antes de ir a tu planeta,
los construía con magia. Cuando voy a la
Tierra puedo traer insectos reales para
cultivar con sus nutrientes.
― ¿Cultivar?―se sorprendió ella, pero
Arlerinia no escuchó; se emocionó más con
el siguiente tema.
― ¿Sabes qué conseguí? Una rata real. Es
preciosa. La cuido mucho con magia, porque
ya hubiera muerto. Se llama Generación
Espontánea…
Jamie no comprendía sus extrañas aficiones,
esa faceta de la personalidad de una chica tan
inteligente. No obstante, tampoco era una
excusa para insultarla, como le contó sobre la
falta de respeto por ser ella misma.
―Yo quiero ver a tu mascota―se apuntó
Jamie.
― ¡Gracias, Jamie!―se regocijó Arlerinia―.
Cuando vayamos por los libros para el
proyecto te la voy a enseñar.
― Sería curioso para mí, nunca he conocido a
nadie que tenga una rata de mascota.
―Te enseñaré mi colección de mariposas
disecadas. ¡Ah! Y mis libros, todos son
bellos. ¡Te voy a enseñar mi jarrón de
porcelana!
―Gracias, Arlerinia, por compartir conmigo.
― Aquí el tiempo transcurre de forma
diferente a tu planeta. ¿Lo sabías?
― No.
― No hay tiempos precisos por medidas de
tiempo disparejas, un día en tu planeta en una
semana aquí, por nuestro horario. Un año en
la Tierra son 6 años aquí―recordó
Arlerinia―. Pero no te preocupes, si se
quedan mucho tiempo, yo me encargaré
detener tu edad. Así nadie notará la
diferencia. Lo mismo haré con Peter.
―Pero…―replicó Peter, interviniendo―. No
quiero quedarme en Zyrer, yo tengo una vida
fuera de aquí.
― ¿Crees poder renunciar a todo?―dijo Gina.
Peter lo pensó por un momento.
― Solo necesitamos tiempo, y evita usar el
cuerpo del Warrior Black, así no tomará
posesión de ti antes encontrar el hechizo.
― Podré. Terminaré el curso de este año y
ayudaré a mi hermana a familiarizarse.
Vendré, excusándome con estudiar a New
City.
―Peter…―se apresuró Jamie al percatarse de
su inminente partida.
―Ahora debo protegerlos de mí, a la Tierra, a
Zyrer, a ti. Debo unirme. Si lo logramos
pronto, podré regresar a la Tierra. Debo ser
fuerte. Debo hacer lo correcto.
―Te entiendo.
―Gracias, Jamie, por el apoyo incondicional.
Peter dejó atrás su orgullo de héroe causado
por ser el Warrior Black. Al tomar el tenedor,
y pinchar las verduras, se enfrentaba a sí
mismo, en una batalla interna por el poder de
vencer contra su ego y narcisismo; cuando
ayudaba a los demás con el poder del cuerpo
vacío, su alma deseó el bien ajeno, y por otro
lado, el sucio deseo interno de ser admirado
le motivaban a hacer mejores obras para
engrandecerse a sí mismo. Cuando
encontraba la oportunidad de salir a
beneficiar a los demás, era alabado, y no solo
por salvar vidas, el aspecto más difícil de
discernir si hacía lo correcto, sino por ser un
héroe. Y lo guardó para sí mismo. Si bien, la
tecnología contaba en el año 2171, pocos le
celebraron su intelecto y su velocidad de
complejas fórmulas. En realidad, eran útiles
hasta cierto grado; por otra parte, él quería
hacer el bien por dar sin recibir.
En su mente se trasladó a las calles de
Technology City. Se vio vestido como el
Warrior Black sin la capa cubriendo su
rostro. Tres palabras sonaron en su mente:
‹‹Admiración. Alabar. Adorar.››
Se iteraban al compás del viento deslizándose
en su rostro. Palabras diversas llegaron hasta
él como una ola, conformando un mensaje
en su inconsciente. No encontró significado
inmediato, ni siquiera prestó atención al
contenido, sino a la forma. Los rayos de luz
incidían sobre el pavimento mientras veía
una silueta borrosa entre la neblina blanca a
su alrededor, su cabello era casi idéntico al
suyo. Apenas alcanzó a distinguir su iris
enrojecido. Las naves personales cruzaron
debajo del azul y el blanco de las nubes y el
sol.
― ¿Por qué?―
‹‹Destruye…››
‹‹No Admiración. No Alabar. No Adorar.››
‹‹Destruye a todos...››
Es la única solución…
Sus labios se cerraron. Todo se terminó.
Peter volvió de la visión.
― ¿Estás bien, Peter?―los azules ojos de
Gina lo miraron con detalle.
―Sí, estoy bien, gracias.
Capítulo 14: El proyecto
“Salvación”
Arlerinia creó un hechizo tanto en ella como
en Peter para evitar cambios en su organismo
mientras estuvieran en Zyrer. Jamie ayudó a
Arlerinia a juntar algunos libros de su casa
para llevarlos al castillo listo para ser el
centro principal del proyecto destinado a
salvar a Technology City, a Peter y a Zyrer
del Warrior Black.
Jamie tomó unos volúmenes del estante de
madera. De vez en cuando, Jamie se sentía
intimidada por las colecciones exóticas de
Arlerinia; arañas disecadas, moscas en frascos
de gel, trozos de seres extraños y la rata
Generación Espontánea en una pequeña
jaula. Jamie conoció el famoso jarrón de
porcelana con una estampada una singular
flor desconocida para ella.
En el estante inferior, Jamie sintió curiosidad
por los libros escritos. Tomó uno de los
volúmenes de una enciclopedia color blanco
con estampados de insectos. Abrió una de las
hojas, algunas partes fueron tachadas con
color negro. Arlerinia entró.
―Arlerinia, ¿por qué hay palabras ocultas?
―Son hermosos ejemplares, ¿no lo crees?
―Son libros bonitos.
― ¿En tu planeta usan libros?
―No, usamos tabletas―contó Jamie, si bien,
en su planeta original, en Winspencer, pocas
veces usaban libros.
―Nuestro mundo es más antiguo que el
tuyo―rio Arlerinia―. Aquí, en Zyrer, los
libros tangibles son apreciados. Los libros
sobre magia son los más pedidos. Nadie hace
caso a libros olvidados. Yo los tengo porque
me gusta la naturaleza, a pesar de haber
pocos animales e insectos en Zyrer.
Jamie dejó el libro atrás sin preguntarse más.
Lo cerró para proseguir tomando los libros
señalados por Arlerinia. Si bien, la genio
podía hacerlo con magia, para ella y los
demás, radicaba un encanto en tomar los
objetos con las manos.
Algunos volúmenes eran tan pesados que
apenas podía cargarlos, u otros tan delgados
y compuestos por una hoja o más; podía
sostener hasta 100 en sus manos. De
diferentes pastas y decorados, Jamie se
sorprendió con los diseños translúcidos de
algunas tapas.
Libros de gran belleza y valor con hojas
mágicas: Las palabras se construían con
puntos volátiles color negro. Jamie también
se fascinó con los libros de estructuras
singulares; algunas hojas eran parte de las
hojas anteriores, enlazadas por reflejos de luz
rebotando en el soporte anterior. Eran los
libros más costosos en Zyrer porque
almacenaban los primeros vestigios de magia
en Zyrer.
Peter también estuvo en casa de Gina,
ayudándole a llevar los ejemplares
importantes. De vez en cuando se
encontraba con Odaine, a quien no le hacía
ninguna gracia verlo. A ella, pocas veces
alguien le parecía agradable, y Peter no era la
excepción.
Gina acomodaba algunos planos en el otro
palacio, en tanto, Kaiser y Judith colocaban,
con ayuda de su magia, los muebles para
adaptarse a las nuevas necesidades del
proyecto; sillas, mesas y sofás. Xeter y Neic
llevaron sus mejores libros de magia y los
acomodaron en los muebles usando ciertos
hechizos con sus Arcos Mágicos. Xeter
decidió ubicarlos por antigüedad; él solía ser
minucioso y ordenado, todo lo contrario a su
amigo Neic.
En los preparativos en el palacio recién
creado, Peter se encontró con su hermana, y
hablaron.
―Llevamos aquí mucho tiempo, ¿Se darán
cuenta?
―Volví y me aseguré de cerrar con llave
nuestros dormitorios. En la Tierra ya
oscurece. Me encontré con mamá y le dije
que decidiste descansar temprano.
Volveremos mañana a medio día.
―Gracias, Peter.
―Descuida; No era mi plan arruinarte el
rodaje.
― No te preocupes, ya habrá otra
oportunidad. Debiste confiar en mí, Peter.
Yo, me disculpo. Porque nunca te
comprendí.
―Lo siento. Era mejor callar, y mantener a
salvo a mi familia de los que ahora son
nuestros aliados.
―Estoy orgullosa de ti.
―Gracias, Jamie.
―No es nada, es solo que, todo esto es tan
inusual.
―Yo también me siento así.
―Te extrañaré, pero este plan te necesita
más, porque eres el mejor amigo en mi vida.
Eres el mejor hermano. Gracias, Peter.
―Tú también lo eres. Gracias por todo tu
apoyo.
Los dos volvieron a sus actividades. Jamie
extendió algunos planos con ayuda de
Arlerinia. Ella también agarró algunas gemas
mágicas y las colocó en los frascos. Siguió las
instrucciones de Gina para acomodar las
sillas y otros documentos en otras mesas
dedicadas para el estudio teórico.
En tanto, Gina y Arlerinia instalaron el
Sector de Pruebas afuera del palacio sobre un
campo de varias hectáreas de longitud.
Elevaron torres de cristal funcionando con
generadores con gemas de Zyrer incrustadas.
En el palacio, Odaine ajustaba los
mecanismos de su Arco Mágico tipo
Volumen para crear los volúmenes
necesarios, producto de las investigaciones.
Instaló su sección ante la mirada curiosa de
Jamie, descansando en una de las sillas.
― ¿Para qué es?
―Es mi instrumento principal para crear los
volúmenes mágicos, versiones ligeras, libros
planos.
― Ya veo.
―No soy maga profesional como Gina.
Logré tener dos cuerpos gracias a los
conocimientos de ella. No te asustes si un día
me ves con mi otro cuerpo, a veces cambio
de apariencia según mi estado de ánimo.
―Entiendo―habló Jamie, colocando sus
manos sobre sus mejillas.
Jamie balanceaba los pies debajo de la mesa.
― ¿Y a ti, qué te gusta hacer?
―Estoy estudiando para ser actriz. Quiero
actuar en películas, en teatro, en todo.
― A mí nunca me gustó el teatro, pero iba a
veces con mis amigos al teatro de Zyrer en
las comunidades sin magia. Es pequeño. A
veces ofrecen funciones. Pregúntale a
Arlerinia cuando es el próximo
evento―susurró―, ella sabe de “cultura
general”.
―Gracias, Odaine.
― Para servirte. Tu hermano no es simpático
y aún es temeroso. No lo culpo. No hemos
sido amables con él―reconoció a pesar no
caerle bien―, ni él con nosotros. Pero lo
perdonamos.
Odaine suspiró.
―La inminente Semana de la Tregua está
haciendo estragos en mi alma―se estremeció
ella, manteniéndose preocupada por la
seriedad habitual en ella―. Nos llevaremos
bien, eso espero.
―Odaine, gracias.
―No agradezcas―se sentó al frente de la
máquina para probar su comodidad.
Jamie estuvo atenta a la concentración de ella
frente a la interfaz flotante. Gemas
conectadas al Arco Mágico generaban las
letras y símbolos. Tuvo curiosidad.
―Si te preguntas, estos signos son fórmulas.
En realidad son expresiones matemáticas
manipulando la energía contenida en las
gemas de Zyrer. Otras veces se incrustan
ecuaciones dentro de las gemas; es un
método rudimentario y de contados usos.
― Parece difícil.
― No es complicado, si te animas a
involucrarte en el proyecto, te puedo prestar
algunos libros.
―Las matemáticas son mi debilidad―lamentó
Jamie.
Esa misma tarde, mientras los hechiceros de
Zyrer se organizaban en una de las mesas,
junto a Peter, Jamie se encontraba a algunos
metros de ellos revisando los libros
enseñados por Odaine. Eran fórmulas tan
avanzadas e incomprensibles aún para Peter,
quien pensó, desde hacía meses atrás, sobre
la singular forma de llamarle “matemáticas” a
sus conjuros con notación matemática.
Agobiada, volvió a la mesa donde todos se
reunieron.
―… perfecto. Nosotros veremos qué hacer
si sucede―hablaba Gina. Jamie se
incorporaba en una de las sillas. Tomó su
lugar para escuchar―. Peter, si te atacan,
avisa. ¿De acuerdo?
― Lo haré.
―Mientras Peter no venga a tiempo
completo, no podemos realizar las pruebas
físicas en el Sector, pueden arreglar sus
asuntos en sus tiempos libres. ¿No querías
esquiar en la zona artificial?―señaló a Judith.
―Eso haré―señaló Judith.
―Entonces es el momento. Igual para ti, Jai.
Y para todos. Arreglaremos nuestros asuntos
cuando no estemos reunidos. Después, en
medio año de Zyrer, estaremos aquí lograr el
hechizo. Por mi parte, estaré trabajando aquí
con Odaine y Niye. Quienes quieran venir
antes, son bienvenidos.
―Sí, además, ya se viene la Semana de la
Tregua―se emocionó Arlerinia―. Prepararé
algo especial para divertirnos.
Después de las planeaciones, Peter volvió
con Jamie justo a tiempo, antes del amanecer.
Esa noche, Peter no escuchó las palabras
durante algún tiempo. Descansó de los
sucesos en Zyrer, ansioso de ayudar, a pesar
de temer del Sector de Pruebas. En tanto,
Jamie soñaba, agradeciendo un día más de
estar viva.
Capítulo 15: Una voz maligna
En Zyrer…
A pesar de la alianza del Warrior Black entre
Gina y otros de sus enemigos, Linera ni
algunos de sus amigos aprobaban los planes
de Magic. Entre ellos, Mourie y su hermano,
Grissh, Darina, entre otros.
―Gina es tan ingenua―dijo desde su trono―.
¿No lo crees, Mourie?
―No estás equivocada, Linera. Gracias a ti
descubrimos a Emphirio.
Technology City…
Jamie y Peter volvieron a clases días después
de las vacaciones. Faltaban pocas semanas
para la graduación. En el instituto, Mark
estudiaba sin parar para conservar su
segundo lugar. Wendy y Elliot se reunieron
en la misma mesa para estudiar. Cuando a
Zaylor o a Elliot les surgían dudas, Mark les
ayudaba. Jamie y Peter conversaban a
algunos metros de distancia.
―Ya va terminar el curso―suspiró Peter.
Jamie lo miró levantando su cabeza; se
reclinó en el barandal. No deseaba dejar su
vida. Él era el único en quién podía confiar,
aún más que en sus padres o en Nora. Sentía
la cercanía de él de un modo difícil de
interpretar para ella, a pesar de ser perspicaz
en ciertos aspectos.
En tanto, en Zyrer, Dark contemplaba una
vista desde las montañas altas de la realidad.
Su mirada se envolvía con el ambiente, de
matices sigilosos, recorrió con su mirada
todos los panoramas visibles al compás del
pensamiento sobre su mundo.
―Zyrer me pertenecerá tan pronto, como
capture a Peter Emphirio.
Sus sirvientes se miraron, decididos. Era el
momento esperado de Dark después de más
de 1,000 años. Ningún plan previo
funcionaba contra el siempre derrotado
Warrior Black, en esa ocasión, era conocida
su debilidad.
― ¿Qué haremos, jefe?
― Obligarlo a venir. Vayan por dos de sus
amigos…Mark y Jamie.
Wendy tomaba clases extracurriculares y
Elliot, en el taller de ajedrez perfeccionaba
sus técnicas para ganarle a Mark. Solo Jamie
fue de regreso a casa junto a Mark y Peter.
―Hoy fue un gran día―contaba Jamie.
― Igual para mí―sonrió Peter―. ¿Cómo te
va en esas fórmulas, Mark?
― Regular, no consigo despejar esta
ecuación―decía mientras caminaban por el
mismo camino hacia la estación de tren.
Después de tantos años de técnica, podía
caminar y ver su tableta al mismo tiempo.
― Déjame revisar― Peter tomó la tableta y
revisó las fórmulas. Despejó una variable
olvidada por Mark―. Ya está, era esto.
― ¡Gracias, Peter!
―No es nada, amigo.
En ese momento, tres sirvientes de Dark,
caracterizados por vestir de matices oscuros y
grises se acercaron a ellos; los demás
estudiantes corrieron aterrorizados. Otros
subieron al tren tan pronto como fuera
posible.
―No puede ser―Mark soltó la tableta.
Los seres tomaron a Jamie y a Mark más
rápido de lo que Peter pudo materializar al
cuerpo. Abrieron una puerta dimensional a
Zyrer ante la mirada de Peter.
Llevaron a Jamie y a Mark hacia un palacio
oscuro, en el abismo más denso de Zyrer.
Ningún rayo de luz se filtraba del exterior,
solo el color rojizo de las lámparas del propio
castillo y las ventanas amarillentas. Ante el
portal principal, los soltaron sin decir otra
palabra. Jamie por dentro, el terror la
paralizó, se mantuvo tranquila, atenta a
cualquier suceso del exterior.
― ¿Te encuentras bien?―preguntó Mark.
― Sí.
― ¡No entiendo por qué nos pasa esto!
―Yo lo sé―y aunque Jamie decidió no
contarle a nadie sobre la identidad de Peter,
no tuvo otra opción―. Peter es el Warrior
Black.
― ¿Es una broma?
― No. Yo lo he visto usar ese “cuerpo
vacío”.
Un sonido proveniente de las escaleras.
Desde los pies hasta la cabeza, un hombre
vestido de telas oscuras. Dark los miró
triunfal. Sostenía un báculo de oro, con
incrustaciones de gemas.
―Bienvenidos a mi hogar―extendió su mano
de finos dedos.
Jamie lo miró con seriedad. Mark se
preocupó aún más; nunca vio algo parecido.
―No me he presentado―notó él―. Mi
nombre es Dark, a quien todos odian en
Zyrer, aparte del Warrior Black, y de Yarin, la
ridícula princesa.
Mark exhaló. Jamie miró fijamente a Dark,
quien lucía joven, aunque rondaba los 25
años en apariencia terrestre.
―No solo por Peter―aclaró―, están aquí.
Tengo un plan para ustedes él no
viene―reveló―. Llévenlos al
calabozo―ordenó a sus sirvientes.
Los dos intentaron resistirse contra su
descomunal fuerza. Ninguno de los dos pudo
liberarse mientras los arrojaban a un calabozo
oscuro. Dentro de él, Jamie cayó en un sitio
infestado por tejidos descompuestos. Mark
tuvo la sensación de falta de aire. Ella se
sostuvo de pie contra la pared, cubriéndose la
nariz con su camisa azul. Se encontraban con
serios problemas; sin ningún tipo de magia o
modo de defensa; solo podían esperar.
Peter abrió un portal hacia Zyrer. Fue al
castillo de Gina para pedirles orientación, y
saber si en realidad no fue un desvarío de
Gina el haber capturado a Mark y a Jamie.
Peter les contó lo sucedido. Arlerinia le
llevaba una bandeja de comida a Gina, abrió
los ojos en cuanto escuchó a Jamie en
problemas.
― ¡Jamie! ¡Hay que buscarla!
―Gracias, Arlerinia―se apresuró Peter.
―Te ayudaremos, Peter―habló Gina―.
Debió ser quien no teme de mí, y de mi
poder.
― ¡Dark!―atinó Arlerinia―. Ese
sinvergüenza debe estar detrás de todo esto.
Tu hermana es la presa fácil tanto como tu
amigo Mark.
Gina se acomodó.
―Odaine, termina los hechizos. Iré con Peter
y Arlerinia.
―En seguida. Suerte con Dark.
Los tres se pusieron en marcha hacia el
conocido palacio oscuro de Dark, en las
profundidades de las montañas más altas de
Zyrer. Era el único sitio en Zyrer de
penumbras, rodeado por columnas de fuego.
Gina deshizo el hechizo gracias a las reservas
mágicas en su Arco Mágico renovado tan
pronto como se percató de la naturaleza de la
magia de Dark. Tanto Arlerinia como Peter
se asombraron con el nivel de Gina.
―Con nuestros poderes le daremos batalla al
orgulloso Dark.
Desde su ventana, Dark cerró la cortina y
descendió por la escalera. Desde su
encuentro, inspiraba odio a pesar no tener el
disgusto de conocerlo; ni siquiera se enfrentó
a él. No obstante, Dark estaba obsesionado
con controlar al Warrior Black y sacar ventaja
entre los otros magos.
―Bienvenidos―ironizó Dark y en ese
momento inclinó la mirada hacia el castillo―,
no es el momento para discutirlo.
―Dark, entréganos a Mark y a Jamie―ordenó
Arlerinia―, o en ti caerá la maldición de mi
poder.
Dark se llevó las manos a los bolsillos.
Tranquilo, sacó de su bolsa derecha una
cajetilla de cigarros y fumó uno de ellos. No
tuvo miedo de nadie, menos de Arlerinia; dos
veces combatieron y él ganó miles de años
atrás.
―No hay prisa―decía mientras sostuvo el
cigarro en sus labios.
― ¡Ahora!
Dark lo miró con resentimiento, alterado,
mantuvo la compostura. Él se consideraba
una persona refinada, de categoría.
―Aquí nadie ha venido en miles de años a
perturbarme―señaló, indignado, enrojecido
por el coraje―, menos tú, Peter Emphirio.
―Es el momento―y Peter comenzó a usar
poder contra él; le lanzó diferentes ataques
esquivados por Dark. Para Dark, el Warrior
Black solo era un juego. Arlerinia intervino y
lanzó contra él un poderoso hechizo para
debilitar la energía de Dark. Gina cubrió a
Peter con sus mejores hechizos. Dark logró
detener su poder con cierto grado de
dificultad. De pronto, Dark retomó fuerzas y
les llevó ventaja a los tres; él también logró el
hechizo para deshacer magia.
Gina se estremeció en cuanto uno de sus
hechizos fue destruido.
― ¿Sabes a dónde va la energía
destruida?―preguntó Dark, levantándose, a
Gina.
― ¡Por supuesto que no! ¿O tú lo
sabes?―reclamó ella.
Arlerinia retrocedió.
―Al Warrior Black―señaló―. A pesar de ser
de él elegido, no eres rival para mí―lo señaló,
y en ese momento, trasportó a Jamie y a
Mark con una guillotina mágica en sus
cuellos.
Jamie los miró a todos sin decir ninguna
palabra; su vida pendía de un fino hilo. Mark
rezaba por salir airoso de la situación; no
imaginó a su mejor amigo como el héroe más
aclamado en la Tierra.
―Hacemos un trato―inclinó sus ojos hacia
los secuestrados y después hacia él―. Tu
hermana y tu amigo a cambio de tu poder
para el magnífico Dark. Es sencillo. Si no
aceptas, ellos mueren.
―Peter―habló Gina―. Dark tiene un plan
irreversible.
Jamie se sintió culpable de estar en medio de
todo el problema. Mark se percató de su
vulnerable posición. Peter no lo dudó.
― Libéralos, te serviré.
Todos se sorprendieron, aunque para Dark,
Peter solía ser bastante predecible en casos
de vida o muerte. Peter avanzó ante el
asombro de Gina.
― Pueden irse―los liberó.
Fue en un segundo cuando Dark levantó un
hechizo en un diámetro de veinte kilómetros
alrededor de su palacio. Ni Gina o Arlerinia,
incluso Peter podían usar sus poderes a
excepción de él mismo.
Eran como humanos, sin poderes mágicos.
Las gemas internas tanto como sus Arcos
Mágicos se congelaron.
― ¿Qué hiciste?―reclamó Gina al notar su
incapacidad para generar su Arco Mágico
conectado a su gema interna.
―Nada del otro mundo. Perfeccioné el
hechizo. ¿No es algo logrado por ti, cierto,
Gina “Magic”?
Gina enfureció de nuevo y se dirigió a él para
golpearlo, él la derribó con un hechizo
virtual. Arlerinia la ayudó a levantarse. Jamie
se reunió con ellas a petición de Dark.
―Es momento de irse de mis aposentos―las
invitó a salir―. Si se atreven a volver, ya
saben qué sucederá.
Peter bajó la vista. No todo estaba perdido
para él; mientras Dark lo llevaba al interior
del palacio, planeaba una solución. No sería
sencillo liberarse.
Dark y Peter desaparecieron de la vista. Mark
no sabía qué decir.
― ¿Piensas lo mismo que yo?―señaló Gina a
Arlerinia.
―Lo mismo―contestó Arlerinia.
― ¿Qué sucede?―preguntó Jamie.
―Me pesa decirlo―contó Gina―, pero Peter
eligió la mejor opción, chicos―se dirigió a
Jamie y a Mark―. Ese hechizo nos va a
ayudar a eliminar la magia del Warrior Black.
―Por supuesto, no es ni la una décima
parte―detalló Arlerinia―. Solo necesitamos
copiar el hechizo. Y crear las fórmulas
alrededor de la base.
― ¿Qué tienes planeado?―intervino Arlerinia
al mostrarse Gina pensativa.
―Ir por Peter después de encontrar las
fórmulas. Como todo mago, debe tenerlas
escritas en alguna parte. Tú, Arlerinia, te
encargarás de encontrarlas con ayuda de
Mark, Jamie y yo nos encargaremos de
rescatar a Peter de las garras de Dark.
―Vamos―dijo Mark, agradecido con su
amigo, aunque temía por su condición:
Pensó, si él la pasó mal, su amigo Peter vivió
circunstancias peores.
Jamie acompañó a Gina por los demás
caminos donde podía pasar lejos de la vista
desapercibida de los malignos secuaces de
Dark. Los sirvientes escoltaban los
alrededores de la morada del mayor enemigo
de Zyrer, aparte del Warrior Black. Dark era
sofisticado en cuanto a su magia incapaz de
dañar si él no lo autorizaba.
Gina buscó pasar desapercibida por la
vigilancia de Dark. Jamie la siguió.
Recorrieron los parajes alrededor de la
maleza, buscando una entrada sencilla. Gina
percibió como una dificultad irreparable; su
magia era todo para ella. Nunca antes tuvo la
desventaja de ser tan solo una humana como
Jamie y los demás terrestres o habitantes sin
poderes de Zyrer.
Jamie se aventuró a abrir una nueva puerta.
Gina tuvo la sensatez de ocultarse detrás de
un muro cuando uno de los sirvientes de
Dark pasó por el mismo sitio. Gina planeaba
qué hacer en cuanto se encontraran con
Peter. En condiciones habituales, contaban
con varias oportunidades de librarse de su
perversa influencia.
Después de un tiempo, Gina decidió distraer
a Dark con un asunto más importante que
con ellas. No estaba segura si era la mejor
opción, podía morir en el intento.
―Jamie, tengo un perfecto plan. ¿Qué opinas
de hacer un truco?
―Ayudaré.
Gina recogió una roca del jardín y se la
entregó a Jamie, quien la tomó deprisa. Jamie
se ocultó detrás de la fuente. Le pidió
arrojarla a su orden. Gina avanzó hacia el
siguiente pasillo conduciendo a otro patio.
Allí, Dark colocó a Peter dentro de una
cápsula de cristal. Dark se apresuraba en sus
planes de robar el poder de Peter, usando su
Arco Mágico color negro. Gina le dio la señal
a Jamie. Sin embargo, Dark se frustró por la
incapacidad de la cápsula. Solo al ver a Gina,
su coraje se acentuó.
―Estas intrusas...
Jamie se mostró ante él y le habló.
―Dark, ¿Crees que puedes salirte con la
tuya?― Jamie lo distrajo mientras Gina fue
con Peter. Dark la notó a tiempo y la arrojó
hacia la pared.
Palabras dentro de él se formaban al ver a
Jamie y a Gina en peligro, se decía a sí
mismo;
“Peter: Tienes el conocimiento de Zyrer:
Eres el (…) Puedes usar la magia Zyrer
dentro de sus miles de años. Todo,
incluyendo los mejores hechizos de Dark,
Gina…”
Peter se concentró.
―Tontas, ¡les perdoné la vida!―generó un
hechizo para desvanecerlas.
Justo a tiempo, Peter detuvo el hechizo de
Dark. Se concentró. Leyó toda la magia a una
velocidad impresionante. Destruyó el hechizo
de Dark en cuanto conectó con la magia
creada por él mientras destruía la cápsula.
Dark, al notar que su hechizo fue destruido,
su atención fue robada por Peter.
―Ahora sé la verdad―le dijo Peter a Dark,
enfrentándose sin miedo―. Ustedes no lo
saben―dijo una voz de alguna versión de
Peter, dentro de sus conocimientos, dentro
de su mente―. Solo el Orbe de Cristal sabe
quién soy en verdad, quienes somos
nosotros.
‹‹Destruye. Destruye. Destruye››
Dark temió de él; no sabía con certeza qué
procesos mágicos ocurrían en él por la
mirada de Peter. Antes que Dark lograra
levantar una mano para atacarlo, el Warrior
Black le destruyó el hechizo desde su núcleo.
Ni siquiera pudo formularlo en el Arco
Mágico.
Peter extendió su mano, y su Arco Mágico se
desintegró. Gina temió; Peter no parecía ser
el mismo; su tono era semejante al de los
anteriores Warrior Black.
―Arlerinia, conviene marcharnos, ya
podemos usar magia―le advirtió mediante
comunicación telepática, gracias a las gemas
fundidas y descongeladas gracias a
Emphirio―. Peter tiene un cambio hacia el
Warrior Black, creo.
― ¿Qué?―habló ella mientras revisaba los
libros en otra planta―. Eso no es posible…
¿O acaso está transformándose ahora
mismo?―Mark temió por el tono de la genio.
―No, no ha sucedido nada de eso. Es algo
más sutil.
―Saca a Jamie del palacio, nos vemos afuera.
Gina tomó a Jamie y dejó atrás todos los
planes para salvarlo; si era verdad, ni siquiera
Dark podría sobrevivir. Asustada, Gina no
respondió las agitadas preguntas de Jamie
mientras salían del palacio. Arlerinia salió
volando junto a Mark con un par de libros
sobre la magia de Dark, aunque ya no era su
mayor preocupación.
― ¿Qué pasa?
―Arlerinia, escuché la voz auténtica del
Warrior Black en voz de Peter. Yo la he
escuchado muchas veces. Tú la conoces.
¡Debemos hacer algo pronto!
―Dame detalles―pidió Arlerinia,
preocupada. Jamie las notó más asustadas
que ante Dark. Mark también se preocupó, si
bien, no comprendía el potencial maligno del
Warrior Black.
Gina le contó de forma breve lo ocurrido.
― ¿Te percatas de lo gravedad? Nadie ha
logrado destruir un hechizo antes de ser
creado. Anuló mis investigaciones de tanto
tiempo, incluso las de Dark. Estamos fritos
otra vez, esta vez, algo no anda bien. No es
como antes…
―No es posible, Peter se encontraba bien.
―Como todos los otros elegidos―habló
Gina mientras volaba sosteniendo la mano de
Jamie a la par de Arlerinia junto a Mark―.
Avisemos a los demás. Nuestros planes están
perdidos.
Jamie temió por su hermano. Todo parecía
perderse. Miró hacia atrás, al palacio oscuro
de Dark.
Gina, Arlerinia, Jamie y Mark llegaron al
palacio destinado al proyecto. Adentro, 365,
Odaine y Niye estudiaban algunos hechizos.
Por el semblante de las tres chicas, corrieron
a ver qué sucedía.
― ¡Gina, esa cara no es tuya!―se asustó Niye.
― ¡No lo es! ¿Recuerdas que fuimos por la
hermana de Peter y su amigo?―se dirigió a
Odaine.
―Lo recuerdo, ¿Qué sucedió con
Peter?―preguntó al no verlo presente.
Gina les contó lo sucedido.
― Un hechizo complejo del orgulloso Dark,
a mi parecer―habló 365.
―Destruyó el hechizo de Dark. Incluso
escuché la voz del Warrior Black en él.
Todos hicieron diferentes gestos de
preocupación. Mark necesitaba explicaciones
pero todos hablaban sobre su
“transformación”. Se contagió al grado que
formuló en su mente diversas hipótesis.
― ¡No puede suceder esto!―habló Onaide―.
¡No podemos perder otra oportunidad,
necesitamos a Peter!
― ¡Segura que sí! Parece que Peter se ha
transformado, o algo similar.
365 reflexionó un poco.
― ¿Estás segura, Gina?
― ¿Mentiría con algo así?
―Solo queda esperar―se conformó Odaine.
Justo en ese momento, tocaron la puerta del
palacio: Se trataba de Peter.
― ¿Abrimos?―preguntó Niye.
―Déjalo pasar―notó 365 viendo con su
poder―. Parece cansado.
Niye abrió la puerta y él apenas pudo
saludarlos.
― ¿Peter?―preguntó Gina. Jamie estaba
ansiosa. Por fortuna, estaba bien. 365 y Gina
le ayudaron a sostenerse.
― ¿Qué pasó allá?
―No recuerdo con claridad―contó mientras
tomaba asiento en la mesa―. Usé demasiada
energía en quitar el campo de Dark, y en él,
para bloquear su poder. No sé cómo lo hice.
Peter, al igual que los demás, sabía que el
Warrior Black podía usar una cantidad
ilimitada de poder; no necesitaba de gemas
de Zyrer.
― ¿Cómo?―se sorprendió 365―. Es
imposible destruir un hechizo de destrucción
de magia, a menos que…
―No te detengas―habló Gina.
―Que alguien lo haya logrado en el
pasado―contó 365―. Alguien debió crear ese
hechizo y lo destruyó, pues no quedan
vestigios de un libro mágico con el proceso.
―Ahora―continuó Gina―. Solo fue una falsa
alarma. Pero, esa voz, esa voz…
―Gina―la consoló Niye―, estabas estresada.
― ¡No lo estaba!―ella tuvo esas dudas―. ¡No
lo imaginé, no estoy loca!
―No lo estás, Gina. Solo necesitas descansar.
Jamie y Mark se acercaron con Peter para
comprobar si era él. Mientras los demás
reclamaron a Gina por haberles dado un
susto de muerte, Jamie se acercó a sostenerlo.
―Gracias, Peter. Me salvaste la vida.
―No fue nada, Jamie.
Peter le contó a su amigo sobre su disfraz. El
cómo fue elegido y su otra vida en Zyrer,
como el enemigo a muerte. Fue entonces
cuando él, al igual que Jamie, comprendió su
ausencia en la fiesta de Diana, en el concurso
de matemáticas y en otras ocasiones.
― Te debemos mucho―lo abrazó su amigo.
― Ahora hice lo correcto―por dentro, Peter
sabía en el verdadero camino a tomar; todo
lo comenzaba a ver más claro.
Capítulo 16: Devota del Código de
Zyrer
En el Código de Zyrer (CDZ) redactado por
el Orbe de Cristal, se leía que la heredera del
reino de Zyrer en turno al elegirse el Warrior
Black debería de casarse con el elegido. En
épocas pasadas, no hubo ni una boda; el
poder maligno tomaba el control del elegido.
Por su cuenta, Yarin, decidió buscarlo y
cumplir con la ley. Conforme pasó el tiempo
en la Tierra, ella coincidió en su lucha para
proteger su planeta. Yarin no solo amaba a
Peter porque él estaba destinado a ella, sino
por su benevolencia con los demás a causa de
haber sido elegido como el Warrior Black.
Era la verdadera esencia de él; proteger con
el poder recopilado, si bien, no sabían de
quién o qué debía proteger el Warrior Black,
puesto que Zyrer era una realidad aislada,
nunca tuvo enemigos externos. Sin embargo,
algunos decidieron usar al Orbe de Cristal
para ayudar a mejorar Zyrer. Fue la peor
decisión en la historia. A veces se
preguntaban por qué lo hicieron. Hasta Dark
lo pensaba con frecuencia.
Yarin era conocida en Zyrer como una
ermitaña, una presumida por el poder
acumulado durante miles de años. Sólo en
algunas ocasiones convivió con alguien, entre
ellos, Darina, quien se hartó de la obsesión
de Yarin con los libros mágicos. Cuando
conoció a Emphirio comprendió que no sólo
necesitaba de la magia.
Pasado un tiempo, Peter recuperó su energía.
Los demás tacharon a Gina de loca en broma
durante algún tiempo, pero Peter se sentía de
maravilla. Incluso, al volver a clases, tuvo
mejores notas cerca de la finalización del
curso.
En un solitario parque donde solían ir, Mark,
Elliot y Peter estudiaban.
― ¿Alguien sabe por qué Wendy falta
mucho?―preguntó Mark sin dejar de revisar
su tableta.
― Ayer me dijo que salió a New City―contó
Elliot―, con sus padres.
―No debería faltar tanto―Mark tocó el tema,
pocas veces se atrevía―, va reprobando dos
materias.
― Déjala―la defendió Elliot―, a ver qué
pasa.
Jamie pasó enfrente de la mesa.
― ¡Corran!―gritaba ella―. ¡Alguien viene
detrás de mí!
Peter alcanzó a ver una figura oscura en
pleno día; una capa negra con un vestido lila.
Él no la reconoció.
―No te vas a salir con la tuya―decidió Peter,
generando el cuerpo del Warrior Black. Peter
se levantó de la mesa y lanzó magia a la
enigmática mujer, quien se defendió en
cuanto vio al Warrior Black.
Comenzó una batalla de magia; la mujer
intentaba apartar de su camino a Peter para
atacar a Jamie, quien se detuvo más adelante,
ocultándose detrás de otro poste. Era
costumbre suya el apenas alcanzar a ver
protegida por alguna clase de columna. Peter
trataba de impedirle el paso creando
múltiples esferas y hechizos; estaba
mejorando la calidad de su magia.
La chica, Wendy, usó uno de los cristales,
extendiendo su mano, proyectó un haz de luz
abriendo el espacio, mareando a Peter, entre
el límite de Zyrer y la Tierra. En una confusa
visión, observó a la mujer de rostro oscuro
proyectando luz cegando a Peter. Fue
entonces cuando Mark intervino; tomó el
vaso de vidrio de la limonada y lo lanzó hacia
la cabeza de la chica, quien ante tal golpe,
cayó.
El hechizo de los cristales se desvaneció,
dejando libre a Peter. La mujer fue vencida,
pero su rostro no era visible para los
espectadores. Tampoco usaba un Arco
Mágico.
―Gracias, Mark―pronunció Peter, mirando a
su amigo.
―De nada, Peter, es lo poco de mí para el
Warrior Black.
―Pero… ¿funcionó?
‹‹No es una habitante de Zyrer ››
Y justo cuando Peter se acercó para quitarle
la capa, la mano de Wendy la detuvo. Al
verse acorralada, la misteriosa mujer se
esfumó. Peter notó las dos gemas.
Jamie salió de su escondite y se aproximó a
ellos.
― ¿Qué ha sido todo esto?―miró Jamie al
vaso roto.
Peter desvaneció su traje para acercarse a su
hermana Jamie.
―Al menos estás bien.
― Peter, debiste contarnos sobre el Warrior
Black―Elliot cruzó los brazos, inconforme.
―Yo lo sabía―habló Mark.
― ¿Acaso no somos amigos, Peter?
― Lamento no haber confiado en ustedes.
¿Me perdonan?
―Te perdonamos―Elliot lo disculpó.
En una lejana casa, al norte de Technology
City, Wendy abría la puerta de su habitación.
Miró los enormes posters del héroe aclamado
por todos; pegados en las siete paredes. Ella
los contempló con tristeza y decepción. Se
bajó la capa.
― ¿Por qué, por qué, Peter?―lo miró,
hincada ante los posters, deslizó sus manos
sobre el papel, en la oscura capa―. ¿Por qué?
Dímelo ahora. Ella jamás tanto por ti. Yo te
amo de verdad.
Yarin no se quedó con los brazos cruzados.
Al día siguiente, emprendió un nuevo plan:
Acabar con Jamie en cuanto ella saliera sola
de clases, pero sus amigos siempre iban junto
a ella desde los últimos sucesos.
Serenado sus ánimos, decidió “ganarse” a
Peter de alguna manera; se atrevió a pedirle al
profesor de matemáticas asesoría para Peter:
En los últimos días solía pasar desapercibida
en el instituto, disfrazada de otra chica. Lo
notaba estudiando matemáticas como nunca
antes. Se convirtió no solo en su acosadora
sino en su espía, como también lo era con
Jamie.
―Profesor―le pidió Yarin, en su faceta como
Wendy―. Quizás Peter quiere participar el
próximo año en el concurso de matemáticas.
―No lo sabía―se acomodó los lentes como
accesorio que encajaba con su rostro―. Lo
he visto en la hora del descanso estudiando
junto a sus amigos.
―Ni yo. Es reservado en ese aspecto.
Mañana, ¿puede ayudarle? Es el único día
libre.
El profesor lo pensó dos veces.
―Mañana me toca pasar tiempo con mi
hija―suspiró―. Hace dos semanas que no la
veo. Su madre no me dejaría verla si no fuera
porque el juez me asignó un día cada medio
mes.
―Por favor. Es una sorpresa. Yo le pagaré en
efectivo, o incluso el salario de un año si le
ayuda por lo menos una vez a la semana.
Convencido, decidió hacer una excepción;
con ese dinero podía comprarle a su hija el
viaje a Saturno, pero el viaje era costoso.
―Acepto. Mañana al salir lo veré.
Al día siguiente, solo Jamie y Peter salieron
en compañía del profesor de matemáticas
junto a su hija. La última clase de
matemáticas resultó aburrida para la hija del
maestro. No se conformaba con esperar la
única hora de clases para salir tan pronto
como fuera posible.
―Peter―le indicó al salir―. ¿Tienes tiempo
libre, cierto?
―Toda la tarde. ¿Cómo lo sabe?
― Rumores. Desde hoy, y cada semana me
tocará asesorarte antes de la graduación.
―Eres genial, Peter, incluso el profesor
quiere asesorarte.
―Muchas gracias profesor. Nos vendrá bien
una ayuda.
―Con mucho gusto, Peter. Te esmeras en las
matemáticas.
Peter asintió
―Lo comprendo. Justo a tu edad me sentía
igual. En mi caso, no era un genio, tú
demuestras más interés que yo. Llegarás lejos
cuando te gradúes del ID. Recuérdalo. Solo
debes seguir estudiando―llevaba de la mano
a su hija jugando con las mariposas del
siguiente pasillo por la calle rumbo al tren.
―Me marcharé a New City.
― ¿Te especializarás antes de graduarte?―se
sorprendió el profesor.
Peter suspiró. Era parte verdad y mentira.
Restaban algunos metros para la siguiente
estación. Droid apareció frente a ellos,
materializándose en forma visible para la
materia terrestre. Su Arco Mágico estaba
activo, listo para lanzar las fórmulas escritas.
― ¿A dónde van?
―Droid, ¿Qué haces aquí?―caminó Peter
hacia el frente para cubrirlos.
―Casual, ¿y tú?
―Déjate de mentiras―exigió Peter―.
¡Márchate!
―No tengo miedo de Gina Magic ni de sus
amigos―le contó―. Mi deber es con Zyrer;
debes morir.
Peter materializó el cuerpo; extendió su
mano y se colocó el modo de héroe, y para
sorpresa del profesor y su hija, Peter era el
Warrior Black.
―Vayan lejos de aquí―pidió Peter. Jamie, el
profesor e Ivana retrocedieron.
Con su Arco derribó las torres del camino
para obstruirles la salida. Entre el polvo de
los escombros, su visión se volvió confusa.
― ¡Estoy cansado de ti! Es momento de
terminar con todo―generaba un haz de luz
azul contra Peter, derribándolo.
Jamie se levantó, cubriéndose la nariz. El
profesor Hary llamaba a su hija.
―Ivana, Ivana, ¿dónde estás?―le llamó, pero
ella no respondió. Temiendo lo peor, recordó
soltarla en cuanto Droid apareció en su
camino.
Jamie lo llamó en cuanto ella la encontró.
―Profesor… su hija…―la señaló entre
algunos rotos alambres y las cenizas de la
construcción. Ella yacía en el suelo con un
una herida en su cabeza.
Los dos corrieron a verla. . Su padre le tomó
el pulso; aún seguía viva. Ella no respondió;
el golpe de alguna torre la debió alcanzar.
― ¡No, no puede ser…! ―gritó el profesor
sosteniendo la mano de su a punto de
morir―. ¡Ivana!―le lloró.
Peter y Droid peleaban con poderosos
hechizos recorriendo varias veces el Arco
Mágico de Droid. El habitante de Zyrer le
llevaba ventaja a Peter, quien intentaba
agilizarse más que la velocidad de escritura de
complejas ecuaciones en el Arco de su
oponente.
El profesor seguía llorando. Ivana apenas
podía abrir los ojos. Peter se percató de lo
sucedido. Tomó fuerzas; furioso, Peter usó la
mayoría de su magia para evaporizar al
renovado Droid, quien reaccionó antes de
tiempo y se clonó en Zyrer para salvarse, con
un porcentaje reducido de su magia original.
Droid dejó de ser una amenaza para ellos.
Peter se acercó a ellos.
Peter usó una gema de Zyrer para rescatarla.
Ivana abrió los ojos y su herida fue sanada
justo antes de morir.
― ¿Papá?―habló ella, levantándose. Su padre
la abrazó con fuerzas.
― ¡Ivana!
Jamie se apartó de ellos y se acercó a su
hermano.
―Gracias, Peter. Eres increíble, ¡eres un
héroe!
―No es nada―le dijo.
Justo en ese momento, Peter comenzó a
sentirse debilitado; la energía oscura rebotaba
en su interior, pequeños dolores comenzaron
a aquejarlo. Se sostuvo con ayuda de su
hermana.
―Peter, Peter, ¿te encuentras bien?
―Sí, nada de qué preocuparse. Solo ocupé mi
energía en exceso―la tranquilizó a pesar de
mentir; él reconocía los fugaces dolores de su
lucha interna contra las conexiones mágicas
con el Warrior Black. Se calmó para evitar
levantar sospechas en su hermana.
Su profesor y su hija se acercaron a él.
― ¿Todo bien?―le preguntó su profesor.
―Sí, solo fueron las secuelas del combate.
Será mejor que vaya en paz con su hija a casa.
Me disculpo lo sucedido con su hija.
―Solo fue un susto, el más grande de mi
vida―confesó él―, gracias por salvar a mi
hija―y la abrazó.
― ¡Gracias, Warrior Black!―le dijo la niña―.
Eres mi héroe después de mi padre.
―Solo es mi deber. No le digan a los demás,
por favor.
―No, lo prometemos.
Se despidieron de ellos y se dirigieron al tren.
Solo fue un mal momento. La energía del
Warrior Black lo dominaba cuando usaba
excedía sus capacidades energéticas hacia las
gemas.
―Vamos a casa, Jamie.
Ella lo ayudó a caminar hasta el tren.
En tanto, Wendy Zaylor, arrepentida, decidió
no volver a pedir ningún favor para Peter.
Decidió cobrar venganza contra Droid, a
quien, al llegar a su palacio, lo encontró
destruido por una potente magia.
Capítulo 17: Debilidad
Un día, en la hora de descanso, Peter llamó a
Wendy para hablar con ella el día en que
Zaylor volvió a Technology City.
― Wendy, debo contarte algo― Peter se fijó
en el horizonte. El viento cálido le agitaba el
cabello púrpura.
― Dime.
―Soy el Warrior Black.
― ¿Ah sí?―Yarin fingió sorprenderse―. ¿Y
por qué no me lo contaste?
― Elliot, Mark, Jamie y Diana lo
saben―reveló―. Les pedí a nuestros amigos
que me dejaran decírtelo―decía mientras se
sostenía en los barandales del techo del
edificio―. No quería ponerlos en peligro con
mis enemigos de Zyrer.
― Lo entiendo, puede ser un desastre.
― Me voy a ir a Zyrer para resolver algunos
problemas con este cuerpo.
Wendy respiró hondo para asimilar el hecho;
ella no estaba enterada de los secretos planes
de Gina y sus amigos; comprendió por qué
construyeron un castillo.
― ¿Te irás? ¿Para siempre?―se asustó ella,
fingiendo ser solo una amiga de la Tierra.
― No eran mis planes, pero me iré poco
después de la graduación. He perdido mucho
tiempo.
―No digas eso, Peter. Si necesitas algo,
puedo ayudarte―y sostuvo sus manos en el
barandal. Usaba un suéter de mangas largas
para ocultar las gemas de Zyrer en su cuerpo
humano.
― Gracias, Wendy― sin embargo, no podrían
hacer algo por él a falta de magia. No
obstante, apreciaba con el alma sus buenas
intenciones.
Droid volvió al palacio de Linera Licker para
rendir su último informe y alojarse en casa de
Grissh. Como sucedió con Dark, Droid,
fueron bloqueadas sus capacidades mágicas.
Su mente seguía nublada al grado de ser
incapaz de leer magia. Incluso los trucos más
sencillos se volvieron imposibles para él. A
pesar de todo su esfuerzo por mucho tiempo,
no obtenía resultados para contrarrestar el
poder del Warrior Black. Agradecía a Grissh
por ayudarlo a tener un hogar.
―Sucede que―apuntó Linera, en la misma
mesa, reunida con sus amigos y aliados―,
Peter es más poderoso que en épocas
pasadas.
―Tampoco Dark puede usar magia― Mourie
miró a su hermano, burlándose de Droid.
―Lo sabemos. La cuestión aquí son las
amenazas de Gina contra mí.
― ¡Siempre te preocupas por ti!―se molestó
Droid, revelando su opinión de Licker―. ¡Yo
estuve a punto de morir! ¡Y alguien destruyó
mi castillo!
―Todavía no acabo―interrumpió Linera―. Y
ese poder renovado de Peter no me gusta
nada. Mourie, ¿Te has atrevido a enfrentarte
a él?
―No me arriesgaría. Si Droid, y peor aún,
Dark fue derrotado por Peter; no es buena
idea ir sola contra él.
―Eres más lista que Droid, de eso estamos
seguros. Ahora bien; Peter no parece
convertirse en el Warrior Black, por ahora.
No podemos enfrentarnos a él hasta estar
seguros de su nivel.
Darina le pasó un libro a Linera Licker.
―He estado trabajando en nuevas fórmulas.
Las puedes ver aquí―y las señaló―. Encontré
la forma de contrarrestar el hechizo de
anulación de Gina; hay un fallo en su
fórmula.
Zero Inert, incrédulo ante las capacidades de
Darina, le pidió el libro a Linera cuando ella
lo terminó de revisar.
―Bueno, no lo hice sola―confesó―. Tracey
me ayudó con la energía inversa.
―Eso lo explica todo―se conformó Zero.
―Y tú, ¿qué has logrado por tu cuenta?―lo
retó Darina.
―No mucho―confesó―. Solo este libro de
estrategia.
―Pero, ni siquiera será útil contra el Warrior
Black. Es más poderoso ahora―habló Tracey
para defender a su amiga.
―Al menos, con el trabajo de Darina y
Tracey, podemos enfrentarnos a las
amenazas sutiles de Gina Magic―habló
Lourie―. Por mi parte, estoy mejorando mis
poderes.
― ¿Tú?―se burló Zero.
―Puede ser difícil entender―se relajó
cruzando de brazos―. Tengo un as bajo la
manga.
― ¡No me digas!―ironizó Zero, no solía
llevarse bien con Lourie―. Pero, ¡tú eres muy
débil!
Lourie perdió los estribos y se levantó de la
mesa para pelear contra Zero justo en otra
reunión. A tiempo, su hermana y Darina lo
detuvieron.
― ¡Basta de dramas!―los regañó Linera―. ¡Es
hora de planear no de pelear!
―Por eso, planeo romperle la cara a
Zero―dijo Lourie, y ante su respuesta, Zero
no evitó lanzar una merecida carcajada por lo
ridícula de su respuesta.
―Hermano, Zero tiene razón―concedió
ella―. Eres inteligente, pero nada más.
Zero y su amigo creado Wack chocaron sus
manos.
―No soy ningún débil―reafirmó―. Iré solo a
derrotar al Warrior Black.
Se levantó de la mesa ante la mirada atónita
de los demás. Mourie se disculpó con ellos y
les dijo:
―Discúlpenlo, es bastante ingenuo.
―Espero verlo vivo después de su
aventura―se burló Linera.
Por decisión unánime, no apoyaban a Lourie.
En Technology City, Peter se mantuvo la
tarde pensando en el problema. Al menos,
sus padres filmaban, y nadie se atrevió a
atacarlos. Peter le pidió a Nora tomarse unas
vacaciones. Solo así la mantendría lejos en
tanto se resolvían los problemas con los
habitantes de Zyrer quienes no temían de
Gina o de Peter.
― ¿Qué piensas?―preguntó él.
―Me preocupé por ti ese día, cuando
anulaste el poder de Dark. Parecías otro.
―Poco recuerdo. De alguna forma, logré
desactivar el hechizo de Dark. No estoy
seguro qué sucedió o cómo lo hice. No
puedo reproducirlo.
―Supongo que son los poderes ocultos del
Warrior Black.
Peter lo pensó por un momento.
―Tal vez, ¿qué te parece si preparo algo para
cenar?
―Unas palomitas, por favor―apuntó ella.
―En seguida.
Peter se dirigió hacia la cocina y activó la
pantalla y seleccionó la opción de palomitas
de maíz. Después eligió algunas opciones
adicionales para el recipiente. Justo cuando
estaba por terminarse el preparado, alguien
llamó a la puerta.
Jamie miró a Peter; no invitaron a alguien a
casa. Peter miró por la otra pantalla de la
única cámara en la entrada para ver de quién
se trataba; era nada más y nada menos que
Lourie. Jamie se acercó a la pantalla ante la
señal de Peter.
― ¿Qué quiere?―preguntó Jamie a Peter.
―No estoy seguro, nada bueno.
Peter no sabía qué hacer; al menos le
consolaba verlo fuera de su casa. No tuvo
otra opción. Abrió la puerta después de
preparar una gema en el caso de necesitar
materializar el cuerpo.
― ¿Qué quieres?
―Vengo a invitarte a un combate aquí
mismo.
― ¿Qué?
―Sí, como te dije. Ahora mismo.
―No tengo tiempo para juegos―y estuvo a
punto de cerrarle la puerta en la cara, pero
Lourie lo detuvo.
― ¡Hey, no hemos terminado de hablar!
―Lourie, no pelearé contigo. No me gustaría
hacerte lo mismo que Droid.
―Droid no tiene poderes como los míos.
―Demasiado orgulloso para ser un sirviente
de Linera.
―No soy un sirviente de Linera. Somos
aliados. Aliados.
―En cualquier caso, fue tu culpa que
averiguaran quien soy.
―No me subestimes. No solo soy hacker.
― ¡Por favor!―se burló―. En Zyrer no
necesitan “hackers”. La magia lo soluciona
todo allá.
―No vine para discutir sobre mí. Vengo para
derrotarte.
Jamie estaba riendo al interior de su casa
pero ni Peter o Lourie se enteraron. El
orgullo lo dominaba. Triste, pero cierto, ella
confiaba en Peter; podía aniquilarlo en
cuanto se lo propusiera. Peter se volvió el
héroe personal de Jamie, su ejemplo a seguir.
―Terminemos con esto―se dirigió Peter
hacia la puerta―. Ahora regreso―le indicó a
su hermana, saliendo.
― ¿Irás?
―Regreso pronto.
―Voy contigo.
―No, Jamie, este tipo está loco.
―Por favor, solo quiero ver cómo lo vences.
¿Puedo?
―Solo esta vez.
Jamie salió de casa, llevando consigo las
palomitas preparadas en un tazón. Después,
Peter salió en compañía de Lourie. Las
estrellas brillaban en el oscuro firmamento.
Eligieron una calle libre de personas, y
cámaras. Peter y Lourie se separaron
dispuestos para combatir. Jamie comía
palomitas. Los dos se preparaban. Peter usó
su gema para materializar el cuerpo.
De pronto, Lourie se detuvo y se dirigió a
Jamie.
― ¿Cómo te llamas?―preguntó. Ella se
estremeció al escucharlo; él la veía quitándose
los lentes solo un poco, con una sonrisa
sencilla.
―Quédate detrás de mí―pidió Peter a Jamie,
ella siguió con su tazón de palomitas.
― ¡No seas aguafiestas, Peter!―dijo Lourie,
mirando a Jamie de reojo―, yo solo quiero
saber cómo se llama.
Peter sintió arder en rabia ante tal ofensa;
Lourie solo estaba jugando con él, para
provocarlo. Quizás no era eso. Decidió
atacarlo no por el último golpe recibido, sino
por sus palabras; Peter acertó un puñetazo en
la cara de Lourie, quien no supo cómo
defenderse en ese momento, cayó metros
atrás. Apenas pudo levantarse, miró a sus
amados lentes rotos.
― ¡Pagarás por eso!―se encaprichó Lourie,
tomando su Arco de su otra mano, y ahí
mismo se convirtió en Zoufire; su más
reciente logro; el tener un segundo cuerpo.
Este le permitía usar mayor cantidad de
magia en su Arco Mágico, a una mayor
velocidad.
Peter y Jamie se miraron uno al otro,
sorprendidos por la transformación de
Lourie, quien comenzó a flotar, irradiando
poder de sus manos
― Niña, retírate, acabaré con este presumido.
Peter también estaba preparándose para
atacarlo, Jamie obedeció y se apartó del área
de combate, ocultándose detrás de un poste.
La batalla comenzó.
Zoufire lanzó poder a Peter, quien lo retuvo,
se defendió con un nuevo ataque en forma
de remolino; Zoufire destruyó el poder de
Peter, le pareció una ligera brisa. Se dirigió a
él, proyectándose en el aire, con su mano
derecha, generó un vórtice de energía
destructiva y tocó a Peter, arrojándolo
decenas de metros; nueva forma era ágil,
difícil de esquivar. Deprisa, Zoufire llegó
hasta el adolorido Peter y lo agarró del cuello.
Con su pie, le golpeó en el vientre mientras
lo arrojaba como si se tratara de un muñeco
de tela.
― ¿Ves? ¡No soy débil!―gritó el enfurecido
Zoufire, Peter se levantó poco a poco, creó
una barrera entre ellos.
― ¡Peter!―llamó Jamie, asustada al ver a
Peter en mal estado.
― ¡Estoy bien!―respondió él, quien pronto
generó un campo energético listo para
derribar a Zoufire.
Zoufire, después de varios proyectiles, logró
alcanzar y empujar hasta el otro lado de la
calle. Ninguno de los dos se daría por
vencido tan pronto; solo era el comienzo
para ellos. Peter decidió acabar con el
enemigo.
Fue en un segundo cuando originó uno de
los mejores ataques con capacidad para
destruirlo en un momento; Peter lo lanzó a
Zoufire, quien apenas notó una gran cantidad
de magia. Usó toda su magia en generar un
campo en su Arco Mágico para evitar morir.
Hubo una explosión enseguida. Un par de
minutos más tarde, cuando el humo se
dispersó, Peter se acercó al malherido Lourie,
quien volvió a su forma habitual.
― ¡Nunca, nunca vuelvas a insinuarte a mi
hermana!―advirtió Peter.
Lourie entreabrió los ojos, escuchó sus
palabras, y con la ropa desgastada, intentó
levantarse, pero estaba débil. Era inevitable;
era el resultado de su batalla. Era débil, como
todos le decían cuando se enfrentaba a otros.
Jamie salió y caminó junto a Peter.
―Vámonos, Peter―pidió Jamie, mirándolo.
―Tienes razón, esto es una pérdida de
tiempo.
Ambos, Jamie y Peter abandonaron la calle.
Caminaron juntos de regreso a casa. Lourie
se levantó con dificultad; los miró marcharse
hacia la casa donde vivían.
Derrotado por el Warrior Black, Lourie
volvió a Zyrer para refugiarse en sus aparatos
electrónicos. Hasta su hermana notó un
cambio en él.
― ¿Qué te sucede, Lourie?―preguntó ella.
―No preguntes―dijo sin despegar la vista en
su taller―. Me da igual lo que otros piensen
de mí. Tampoco voy a volver a pelear contra
él.
―Te lo dijimos. Pero, tú y Droid son
necios―cruzó los brazos.
Capítulo 18: El concierto de Vmp
Una noticia trascendental sacudió
emocionalmente a los residentes de Zyrer; un
nuevo habitante se incorporaba a la
población. Era delgado, de cabellos verdes,
vestido con traje gris. Hasta por su edad
indeterminada causaba sensación en las
plazas. Le preguntaban de dónde venía, pero
él era una intriga para todos por su forma de
hablar, su origen no fue comprensible para
los habitantes de Darken the Darkness.
― Amigos, vengo de donde no hay bóvedas
aisladas―y mostraba sus colmillos―, de
donde no hay sombra ni luz.
― ¿Eres un...?
―Un vampiro genuino―se enorgullecía.
Algunos otros dudaban de él y se retiraban
de la plaza, donde varios magos de buena
reputación lo analizaban para verificar si era
auténtico o sólo un hechizo creado por
alguien, llamados “creaciones” con
pensamientos propios.
―En Zyrer nunca hubo vampiros―contó
otro, quien comprobó con ayuda de su magia
que Von era real―. Solo en los libros
antiguos se hace referencia a ellos.
―Solo hay genios de las lámparas y
hadas―contó otro―, y quedan poco después
de las batallas contra los Warrior Black; ― y
susurró― solo tres.
―Yo soy algo más elevado que eso―aseguró,
acomodándose la corbata suelta―. También
canto.
― ¿Ah sí?
―Sin duda.
― ¿Esa es tu mejor habilidad?―preguntó un
mago reservado y analítico con los aspirantes
a hechiceros.
―Uno de tantos dones que tengo, no lo voy
a negar.
― ¿Y por qué viniste a vivir aquí?
―Cambio de aires―aseguró―. ¿No tienen
una copa por ahí?
― ¿Cómo ésta?―hizo un mago con su Arco
Mágico.
―Como esta―y la recibió. De su otro bolsillo
sacó una botella de vino tinto ante la mirada
incrédula de los presentes―. Soy viajero
incansable, músico por vocación.
Otros no evitaron burlarse por parecer
pretencioso.
― ¿No me creen?―insinuó bebiendo de la
copa―. Hoy por la noche les ofreceré un
concierto, ya me dirán. Se deleitarán con mi
talento natural sin ningún costo.
―Ya veremos.
Peter estaba en clases cuando recibió un
mensaje, en su tableta, de Gina desde una
mesa de un parque en compañía de Niye. Las
dos usaban sombreros y accesorios que
compraron en la Tierra. Niye revisaba las
novedades de la Tierra con su nueva tableta.
GINA: Peter, ¿Tienes tiempo hoy al salir del
instituto?
PETER: Hola, Gina, ¿Cómo logras hablar
conmigo en dos mundos diferentes?
GINA: Vine a la Tierra. ¿Vas a tener tiempo?
PETER: Lo voy a pensar.
GINA: No hay nada qué pensar, te estoy
invitando a un concierto en Zyrer ¡Casi
nunca hay conciertos!
PETER: ¿Por qué?
GINA: Pocos cantan aquí. Se reservan sus
talentos para la Semana de la Tregua.
PETER: Todos hablan de la “Semana de la
Tregua” y no tengo ni idea qué celebran.
GINA: Ya te contaré. ¿Vas a venir o no?
Pueden venir tus amigos, será seguro para
todos. Hay una política en contra de las
peleas en este tipo de fiestas, nadie te
destruirá, ni Linera o sus amigos.
PETER: Les preguntaré.
GINA: Espero tu respuesta. No te hagas del
rogar.
Peter invitó a sus amigos Mark, Wendy y
Elliot a la fiesta. No obstante, ninguno de los
tres aceptó; Wendy debía recuperar los
créditos por faltar. Elliot decidió quedarse a
su taller de ajedrez y Mark prefirió estudiar.
La única con tiempo libre fue su hermana
Jamie; ella terminó los ensayos a tiempo.
12:23 pm
PETER: Gina, solo mi hermana puede ir.
GINA: Los espero en el palacio de
reuniones.
Al salir de clases, Peter y Jamie se dirigieron a
casa para cambiarse de ropa para ir al
concierto.
― ¿Y quién va a cantar?―preguntó Jamie
cuando terminaron de vestirse.
―No tengo idea―confesó―. Al menos nos
divertiremos. ¿No lo crees?
―Sí, Peter.
Peter y Jamie llegaron a Zyrer a través de un
portal creado por Peter. No olvidó llevar las
gemas por si acaso. Llegaron al palacio donde
se reunían todos los amigos y aliados de Gina
Magic.
Odaine bebía su soda junto a sus amigos
Neic y Xeter. Gina y Niye se vistieron para la
ocasión como Judith. Arlerinia escogió su
ropa estampada de insectos. En casa también
estaba Nei Zei de traje negro al igual que
Peter. 365 fue como siempre, todos los días
iba bien vestido; para él todos los días eran
especiales. Anthoine, Serena, Kaiser y Jai
tomaron lo primero que encontraron en el
armario. Otros crearon su ropa con ayuda de
la magia.
Se saludaron entre ellos.
― Ya estamos todos. Ya casi es hora.
Todos salieron rumbo a la plaza principal,
donde Vmp ofrecería su concierto. Incluso él
mismo se encargó de crear los instrumentos.
Llevó consigo su guitarra favorita. Para
distraerse, nada era mejor cantar al aire libre
en un mundo donde él era desconocido y
novedoso.
La plaza principal, conforme transcurrían los
minutos, los habitantes de las comunidades
en contra de la magia, como los hechiceros y
demás categorías de los practicantes
arribaron. Algunos con curiosidad señalaban
las estructuras del escenario y los reflectores
para ambientar el concierto; la mayoría poco
conocía ese tipo de estructuras, pues pocas
veces en la historia de Zyrer un evento de tal
magnitud llegaba a acontecer. Era curioso
para todos un vampiro en Zyrer.
En la plaza construida por mosaicos porosos,
otros grupos de amigos se reunían esperando
la hora de comienzo. Algunos tomaban
asiento en las bancas cerca de los árboles
decorativos. Entre la gente, Gina alcanzó a
distinguir a Linera Licker y sus amigos.
―Tenemos compañía―habló Gina a sus
amigos haciendo referencia a Licker
mostrando su descontento.
―Deberían arreglar sus conflictos―sugirió
365.
― ¡Jamás!―sentenció Gina―. Linera no es
más orgullosa que yo―cruzó los brazos la
joven.
―Es odiosa―la apoyó su mejor amiga,
Niye―. Nunca me cayeron bien sus amigos,
en especial, Darina: Se dice, fue amiga de
Yarin.
Arlerinia decidió hablar con Jamie en tanto,
Odaine aún no se terminaba su refresco.
Parecía serena. Anthoine evitaba pelear en el
momento inapropiado, opinión compartida
con Kaiser; se sentía molesto con Peter por
los recuerdos. Judith se percataba de sus
fugaces miradas. Hasta se sintió incómoda
con la presencia de sus miradas. Entre ellos
también murmuraban sobre Gina y sus
amigos.
El concierto comenzó. Se acomodaron de
vista hacia el escenario. Nei Zei tomó asiento
al lado de Xeter, quien, a su vez estaba con y
Neic y Odaine. Conversó con 365, su amigo
más cercano. En Jamie, se originó una
sensación nueva; era el sabor de la amistad:
La misma sensación cuando estaba con Peter
y sus amigos. A excepción de Wendy, quien
casi nunca le dirigía la palabra.
―Mira, Jamie―señaló Arlerinia, al lado de
ella. Gina y Peter atentos a la presentación―.
Es el popular habitante de Zyrer; un tal Vmp.
Se dice ser un vampiro original.
―Yo no creo en esas historias―confesó
Kaiser―. Nunca he visto uno.
―Ni yo―intervino Neic―. Debe ser un
farsante. Hay que ver cómo canta.
―Si canta bien, lo invitaremos a la Semana de
la Tregua―opinó Anthoine pensando en la
posible utilidad de sus talentos. Serena asintió
con la cabeza.
― O como comediante―rio Niye―. ¿Qué
opinas, Gina?―lo señaló al verlo entrar.
Algunos otros músicos aficionados por el
modo tradicional se apuntaron a
acompañarlo para tocar los instrumentos
restantes. En Zyrer se mantenía cierta
devoción por hacer las cosas sin magia, en
algunos casos.
Vmp entró con la misma ropa; su traje gris le
sentaba bien. Llevaba en su mano derecha
una guitarra eléctrica. Con la otra mano
saludó a su público. Tomó el micrófono y
con su voz rasposa se dirigió a los habitantes
de Zyrer:
― ¡Qué onda fans!―algunos rieron ante tal
presentación. Linera tomó su pañuelo para
limpiarse las lágrimas de la risa. No estuvo
sola, Mourie estuvo de acuerdo en su ridícula
presentación. Tracey estaba atenta; ella
adoraba la música; solía ir a las comunidades
sin magia para presenciar los conciertos―,
aquí Vmp― Grissh y Droid creían que Vmp
era el mejor cómico de todos los tiempos―,
aquí les va una buena rola―y comenzó a
tocar la guitarra de un modo peculiar.
Las notas se componían por un tipo de
música escuchadas por pocos alguna vez.
Incluso Peter, acostumbrado a grupos como
The GladStones no le fue fácil clasificar el
tipo de música. Tuvo sus dudas con respecto
a las notas que en cierto momento,
ensordecían. A pesar de la inicial reacción del
público, a la mayoría le agradó. Interpretó
una canción compuesta por él durante sus
viajes por mundos lejanos a Zyrer.
(Alma pesada/ VMP)
Mi alma gira alrededor de escarchas doradas
he sido viajero de mundos de antaño, oh,
si llegaran hasta ellos
comprenderían que la vida es solo una
oportunidad,
una para tomar del destino en la mirada.
Proyectados entre nubes y en abismos de
recónditos planetas,
nadie se enterará de quien camina bajo el sol
si no eres yo,
si no eres quien cae
justo cuando vas a caminar.
(No sabes que estoy en busca de mi libertad)
Te llevo conmigo a donde quiera que voy,
olvidarte es solo un paso más
de mi decisión de ser quien deseo ser, soy.
Mi vida repetida es la oportunidad
para descansar en paz viviendo cada instante,
soy un vago de mi propia verdad
porque conozco quien soy y quiero saber
más.
(No sabes que estoy en busca de mi libertad)
Te llevo conmigo a donde quiera que voy
olvidarte es solo un paso más
de mi decisión de ser quien deseo ser, soy.
(No sabes que estoy en busca de mi libertad)
Ese soy yo, ¡Hey!
Tú, que miras el presente como el destino
déjame contarte que
ambos vivimos en mundos simultáneos.
Quien conoce la verdad de sí mismo,
ese soy yo,
¡Hey!
Pasan las horas y no sabes quién eres en
realidad,
busca ser tú mismo aunque le duela al
mundo,
nadie te ha contado que tú eres el universo
y solo tú lo puedes controlar.
(y solo tú lo puedes controlar)
(y solo tú lo puedes cambiar)
(y solo tú lo puedes imaginar)
(y solo tú lo puedes…valorar )
Vmp interpretó otros temas memorables,
siempre desde el fruto de sus experiencias.
Sin lugar a dudas, fueron del agrado de los
habitantes de Zyrer, entre ellos, Memorias de
un Vampiro, Los viajes de Vmp, entre otros.
VER: VMP: Temas inolvidables (Álbum
Especial de Poder Infinito Saga 1)
Al término del concierto, todos
permanecieron con un buen sabor de oídos.
Tracey se apresuró a pedirle un autógrafo en
la fila para felicitarlo, otros para ofrecerle
disculpas por haber creído que solo era un
engreído. ― Me gustó la música de
Vmp―contó Jamie a Peter. Él también
admiró su conocimiento con la guitarra.
―Ni Steven de The GladStones lo hace
igual―reconoció Peter.
Capítulo 19: Muerte misteriosa
La música de Vmp influenció a Linera Licker
para ir hasta quien fue su amiga. A pesar de
haber peleado varias veces miles de años de
existencia prolongada, en esa ocasión su
conflicto fue por asuntos sin importancia. Tal
y como Vmp cantó en la melodía Vive hoy,
perdona hoy (Disponible en VMP: Temas
inolvidables [Álbum especial de Poder
Infinito Saga 1]) la motivación conmovió el
corazón de Linera.
― ¿A dónde vas?―preguntó Mourie.
―Con Gina.
― ¿Van a pelear?―se asombró Grissh por las
reglas.
― ¿Qué te hace pensar eso?― insinuó sin
permitirle tiempo de contestar para dirigirse
con Gina.
Se abrió paso entre las personas. Mourie la
acompañó junto a Droid, ambos curiosos de
saber qué pasaría.
Gina conversaba con Peter, cuando de
pronto, Niye se acercó a ellos para
advertirles.
―Miren quién viene hacia acá―Gina volteó
en la dirección señalada por Niye. Gina no
evitó responderle.
―Tenemos problemas, otra vez.
Peter pronto pensó en su enfrentamiento
contra Droid. A él le guardaba especial
rencor por lo ocurrido con Ivana.
― ¿Qué tal, chicos y chicas!―saludó ella en
aire amistoso.
―No me creo que seas la misma
Linera―habló Gina―, quien solía ser mi
amiga.
―Vengo a pedirte perdón y
perdonarte―confesó ante la sorpresa de
Mourie y Droid―. ¿Lo dudan? Hasta yo lo
hago―reveló.
―Ya se viene la Semana de la
Tregua―recordó Mourie―. No sería justo si
no aceptan a Linera ni a nosotros. De todas
formas pasaremos juntos el tiempo, de aquí
hasta la eternidad, hasta morir.
―No queremos pelear―le recordó a Droid―.
Ni contigo ni con los demás. Perdónanos―se
dirigió a Peter.
―No pasará―anunció Droid, disculpándose
con Peter―. No pelearemos más entre
nosotros. No sabemos hasta cuando nos
dure la paz en Zyrer― y miraron a Peter,
quien fingió no saber a qué se refería.
―Volveremos a juntarnos, como antes. ¿Qué
te parece, Gina?―invitó Linera―. No
pelearemos por tonterías.
Gina lo pensó. Confió en ella, como en otras
ocasiones.
―Te perdono, y me perdonas―sonrió Gina,
abrazando a Linera Licker.
― ¿Qué?―se asombró Niye al a Gina y
Linera como amigas de nuevo.
Los otros amigos de Linera se acercaron a los
amigos de Gina. Algunos de ellos se
abrazaron en señal de aprobación, otros,
como Lourie con Xeter a raíz de la discusión
de ellas, se volvieron a hacer señas para
volver a juntarse. Jamie se sintió en un
ambiente diferente al habitual. Quizás se
debía a la renovada amistad entre sus grupos
de magos, ella no tuvo la oportunidad de ver
otros tiempos en Zyrer.
―Es una buena señal―le susurró Peter a
Jamie―, así no volverán a atacarnos.
―Colaboremos en el proyecto―invitó Gina.
―Yo todavía no lo asimilo―intervino
Kaiser―, pero aquí estamos.
―Yo me pasé mucho tiempo pensando en lo
mejor, y en los últimos años (de aquí) hay
algo mejor para todos―siguió Gina―, incluso
para Peter.
― Gina tiene razón―añadió Arlerinia.
―Pronto Peter se mudará a Zyrer, vamos a
encontrar la forma de evitar la tragedia. No
solo en los próximos mil años, sino para
siempre. ¿Qué opinan?
Entre ellos hubo opiniones diversas.
―Lo intentaremos―dijo Lourie―. Desde ese
día de mi combate con Peter, no siempre
pelear es la mejor solución. Siempre hemos
hecho lo mismo, pelear, pelear, matar a los
Warrior Black. Nunca termina.
―Bien dicho, Lourie―intervino Gina―. Esa
es la idea ¿Te unirás?
―Sí.
― ¿Y los demás?
―Yo lo voy a pensar―opinó Grissh―. No
me gusta la idea en ciertos aspectos.
―Pueden sugerir―interrumpió Anthoine―,
ya saben, entre todos podemos encontrar
esperanza para Zyrer.
―Haremos lo mejor―dispuso Linera.
Fue en ese momento cuando 365 anotó a
quienes se registraban para el proyecto. La
mayoría de ellos apoyaron a Gina después del
perdón entre las dos, como antes. Nunca se
organizaron para un proyecto parecido.
Otros solo se convencieron solo por aparecer
en la Placa Dorada.
― Debemos darnos prisa―sugirió Droid―,
Peter es una oportunidad única para
nosotros.
―Tenemos algunas fórmulas, necesitamos de
más y mejores magos, como ustedes.
Nosotros somos la esperanza no solo de los
próximos 1,000 años, sino del futuro.
En tanto, Tracey conversaba con Vmp entre
la multitud alabando sus melodías producto
de sus memorias. Otros se acercaban a Peter
a agradecerle por la censura del poder de
Dark. Jamie, en tanto, conversaba con
Arlerinia sobre Zyrer y sus leyes, sus
reglamentos y su modo de vivir.
En el castillo de los reyes de Zyrer, el Orbe
de Cristal condensaba un tipo de energía
diferente. La princesa Yarin se acercó junto a
sus padres a presenciar el cambio inesperado.
― ¿Qué sucede?―preguntó Yarin a sus
padres quienes también notaban un cambio
en el contenido. Mandaron por los magos
eruditos de Zyrer al servicio del reino.
Tampoco ellos sabían qué ocurría a pesar de
usar Arcos Mágicos de la élite.
―Yarin, ve por 365, por Gina Magic― pidió
la reina, atemorizada―. A cualquiera de ellos.
Yarin salió en busca de sus enemigos, en
contra de su voluntad: La obligación como
princesa era cumplir las órdenes del reino.
No obstante, el Orbe de Cristal en un estado
nunca antes visto, ameritaba las
contradicciones en su persona.
Voló hasta el concierto de Vmp para
aparecer justo en el escenario. La mayoría de
los asistentes se percataron de la majestuosa
presencia de la misteriosa princesa, quien
captó miradas desde el primer momento.
―Por orden de los reyes de Zyrer, se
convoca a los mejores magos de Zyrer al
palacio real. Es urgente― y se fue sin dar más
explicaciones.
Entre la multitud, Gina, 364, Linera y los
demás como Anthoine, incluido Peter y los
demás siguieron a la princesa Yarin.
―Algo grave debió ocurrir―dijeron ellos,
mirándose, mientras se dirigían al castillo, a
poca distancia de la plaza principal de
Zyrer―. Los reyes por fin nos piden ayuda.
Jamie, llevada por Arlerinia, le preguntó:
― ¿Suele pasar?
―No, nunca antes se han convocado a los
mejores en Zyrer en el palacio. Algo debe ir
mal con el orbe.
Jamie no hizo más preguntas al ver sus
rostros preocupados y temerosos, reflejo de
sus emociones. Ella distinguió a algunos
metros de distancia el palacio real. Se trataba
de un castillo de miles de metros, conectado
a diversas bases aéreas, el palacio más amplio
de todos en Zyrer. En su interior, se
albergaba el Orbe de Cristal [Oscuro] a causa
de su color maligno, la primera pieza de los
fundadores de Zyrer. Algunos opinaban que
el palacio fue construido con la misma
materia del Orbe. Para la mayoría, solo era
una leyenda. De imponentes torres negras y
murallas de obsidiana, el palacio era el hogar
de los reyes administrando Zyrer por
elección no ligada a un linaje.
―El palacio―suspiró Arlerinia―, es el lugar
donde nacimos aquellos quienes tenemos un
estatus clásico.
Arlerinia la llevó, junto a los demás, al
palacio. En la entrada, los guardias les
permitieron pasar. Recorrieron por el mismo
paso hasta la puerta abierta de varios metros
de altura. Jamie pudo percibir su prisa por
entrar. Ella siguió a Arlerinia cuando la dejó
en el suelo.
―Por aquí―señaló Yarin a los magos.
Gina, 365, Peter y los demás se acercaron al
orbe inestable. Lanzaba diminutos destellos
de naturaleza inconcebible, apreciada con
interés por los magos expertos.
―Debemos investigar saber qué sucede
aquí―hablaron los reyes―, nunca antes pasó
algo semejante.
Gina y 365 se miraron.
― ¿Qué opinas?―preguntó 365 a Gina.
Linera Licker analizó, aunque no acertaba
con la causa.
―No parece ser una naturaleza explosiva o
quizás es el paso previo a radiación mágica.
La razón; tampoco encuentro una causa―y
examinó con sus hechizos. 365 escaneó el
Orbe con su Arco Mágico ante la mirada de
los demás. Algunos intentaron hacer algo
para analizar la energía en el ambiente.
La reina de Zyrer y su esposo, Yarin e
incluso los anteriores reyes de Zyrer fueron
convocados para averiguar. Ninguno
encontró la causa.
365 acertó.
―Necesitamos a los anteriores príncipes de
Zyrer ahora―comentó―. Ellos pueden
detener la inestabilidad del orbe. Si no
aparecen pronto, el orbe podría…
365 se detuvo para pensar en la tragedia que
vendría. Los demás lo alentaron a hablar.
―… fracturarse…―comentó.
― ¿Fracturarse? ¿Eso es posible?―preguntó
el actual rey.
―Y acelerar la inminente elección de un
Warrior Black, un clon del actual―completó
Gina. La reina no creyó en sus palabras―.
Tendríamos dos Warrior Black al mismo
tiempo, o incluso más de ellos.
― ¿Qué cuerpo dotaría? No lo
entiendo―habló la reina.
―Un cuerpo clon del original, no como Jai,
sino a otro nivel energético, de mayor
alcance―le dijo Linera.
―Pero, ellos están muertos―lloró la madre,
la antigua reina―. No debimos―siguió
lamentando.
―No lo están―calculó 365―, su energía sigue
fluyendo: Ellos poseían las Gemas de Zyrer
#1 y #2.
#1 Y #2 eran las gemas primordiales, los
prototipos fundidos en sus cuerpos por ser
los herederos de Zyrer.
Entre los presentes, a excepción de Jamie y
Peter, comprendieron el caos. Ellos se
miraron.
―Esperemos su llegada, o estaremos
perdidos―habló el padre de ellos. Nadie en
Zyrer podía detener su progreso. Incluso
Peter intentó usar la magia de las gemas,
decodificando como en anteriores ocasiones.
No funcionó por alguna causa desconocida
para él. Podía realizar cualquier otra magia.
Pasaron varias horas en tanto los otros
magos solo esperaban un milagro. El Orbe
de Cristal adoptaba formas incomprensibles
de humo y magia en su interior, dentro de la
capa de cristal. Una pequeña fractura fue
encontrada por Arlerinia cuando se acercó a
estudiar su errático comportamiento. Jamie,
sentada en las escaleras contiguas, solo
deseaba que Peter tuviera más poder para
encontrar la solución.
Para sorpresa de todos, la princesa Antel y su
hermano llegaban a salvar el día; recorrieron
el pasillo hasta el Orbe de Cristal. Ninguno
de los presentes se atrevió a hablar. Todos
murmuraron su muerte más de 100 años
atrás en el experimento. Ninguno imaginó
verlos vivos, hasta ese día. Usaban capuchas.
Ellos solo se fijaron en el orbe y no les
importó quien estuviera ahí.
La anterior reina rompió el silencio:
― ¡Antel, Iraven!
Ellos hicieron caso omiso a las palabras de su
madre. Todos los creían muertos. El cómo y
el por qué se marcharon estaba claro para la
mayoría, si bien, el dolor de sus padres
permanecía en sus corazones.
Iraven y Antel colocaron sus manos sobre el
orbe y extrajeron la magia de las gemas
fundidas dentro de ellos ante la mirada
atónita de algunos. Al terminar la transición
de energía, la reina de años atrás se acercó a
ellos y les quitó la capa de sus rostros al
mismo tiempo para reconocerlos.
― ¿Iraven? ¿Antel?
Peter los reconoció al instante. Jamie también
se sorprendió.
― ¿Mamá, papá?―se acercó a ellos.
― ¿Peter? ¿Qué haces aquí?―preguntó su
madre.
― ¡No, no es posible!―se llevó las manos a la
boca la madre de Iraven y Antel. El padre de
ellos se llevó las manos a la cabeza,
conteniendo su furia y dolor.
― ¿Qué han hecho?―exigió Idter a sus hijos.
Antel cambió su nombre a Kenya, y su
hermano Iraven a Dante. Caminaron hacia
Peter. Él casi fue con ellos, hipnotizado.
―Eres… el Warrior Black―reconocieron al
mirarlo―. No, esto no está pasando, ¿verdad?
―Ustedes, son… ¿hermanos? ―habló Peter
sin poder contener su sorpresa.
Los demás prestaban atención al drama
desatado en medio del palacio.
― ¡Fallaron!―gritó su padre―. ¡Fallaron!
― ¡No me grites así!―exigió Kenya a su
padre, mirándolo con odio.
― ¡No le grites a mi esposa!―pidió Dante
con un tono retador. La reina lloraba,
desconsolada. Sentía el dolor un paro
cardiaco, de no ser por las gemas fundidas en
ella.
365 dedujo su “invisibilidad” en la Tierra
gracias a las Gemas de Zyrer.
― ¿Cómo pudieron?―sollozaba su madre.
Yarin entendió la verdad sobre quien amaba.
No importó para ella a pesar del impacto―.
¡No es lo correcto!
Kenya y Dante se miraron, dirigiéndose a su
hijo.
―Es el momento de contarlo, todos los días
prometimos callar este cruel secreto para
ti―colocó Dante su mano en el hombro de
su hijo.
Kenya se serenó y miró a Dante. Peter
reconoció ciertas semejanzas de esos hechos
con la película más exitosa lanzada en la
Tierra: Dos príncipes, una princesa y un
príncipe de diferentes reinos escapando del
destino, refugiándose en una colonia de otro
país, empezando una nueva vida sin que
nadie supiera que fueron ellos de la realeza.
La película rompió records de
reproducciones en la plataforma de la
universal NavEarth en la sección “Great
Films” en el año 2167.
―Se basaron en sus vidas para crear
Agonía―reconoció Peter.
―Así es. Escapamos de este maldito lugar―y
volteó a sus padres―, gracias a tu padre―,
aquí―recalcó―, quienes decían ser nuestros
padres nos traicionaron―habló con más
fuerza.
― ¡No es verdad!―se defendió la reina.
― ¡Calla de una vez!―gritó Kenya sin perder
de vista a su hijo, pidiendo más de una
explicación―. Los aborrezco, los he
olvidado―resaltó mirándolos de reojo―,
tanto como Dante―. Por eso, te contamos
dijimos que ellos murieron, como los de
Dante.
―Están muertos a nuestros ojos―apoyó
Dante.
Los demás no podían creer en todos los
hechos. Otros de los asistentes y magos de
elite se sintieron culpables por la profanación
al CDZ, redactado por el Orbe de Cristal.
Nadie aprobaba el hecho de un matrimonio
entre Iraven y Antel, y peor aún, hubieran
tenido un hijo, Peter.
―Tu madre y yo, nos amábamos tanto como
ahora―sostuvo su mano―. No quería
perderla.
Dante y Kenya le contaron la historia de su
pasado, una trama semejante a Agonía
(2167):
Capítulo 20: Iraven y Antel
Muchos años antes, en Zyrer, existió un
reino, el reino de Zyrer, gobernado por los
padres de la hermosa Antel. Ella era la
heredera definitiva, la mujer elegida. Si bien,
ella y su hermano Iraven nacieron el mismo
día, los padres de los príncipes escogieron a
Antel para un experimento.
Los reyes Disse y Hesser llamaron a su hija
quien se divertía con su hermano, Iraven, en
los campos del palacio, donde crecían árboles
alrededor eran el sitio preferido de los
príncipes. Los dos encontraron, tiempo
antes, con las especiales Gemas de Zyrer
fundidas en ellos, un portal hacia un mundo
diferente, con vida como la suya. Se distraían
horas contemplando esa realidad. Era un
secreto entre los dos.
―Antel― le llamaron mediante comunicación
telepática―. Preséntate en el palacio.
Antel miró a su hermano, preocupada.
Cerraron el portal.
―¿Habrá sucedido algo?―se inquietó la
joven.
―Iré contigo.
Antel y su hermano se dirigieron al palacio.
Entraron de nuevo al hogar para averiguar.
Los guardias los miraron, murmuraron entre
ellos. Antel e Iraven parecían ser
escudriñados por quienes pasaban. Un flujo
energético al interior del inmenso palacio
creció de repente fue percibido por los
hermanos.
―¿Sentiste eso?
―Sí, algo no anda bien.
Cuando entraron al palacio, en el salón
principal, numerosos magos se reunieron en
el centro, alrededor del Orbe de Cristal
Oscuro. Los padres de Iraven y Antel
presidían la ceremonia. Cuando ellos
llegaron, sus miradas se dirigieron a ellos, en
especial, a Antel.
―Querida, ven―extendió su mano.
―¿Qué hacen estos hechiceros en el palacio?
―Hija―se aproximó su padre a ella―. Toma
mi mano, ven.
Iraven tuvo la sensación de ser excluido. Solo
Antel era importante. Ella caminó hacia sus
padres. Subió las escaleras hacia pedestal para
ser testigo especial de un suceso inevitable.
Iraven caminó hacia el área donde el resto de
magos vestidos de negro ejecutaban un ritual
singular alrededor del Orbe de Cristal.
Curioso, Iraven fue uno más de los presentes
de honor. Antel, por su parte, sostenía las
manos de sus padres, cuyos ojos brillaban
ante los reflejos luminosos emanados del
Orbe.
Todos los magos y hechiceros, del comité del
reino, escribían incontables líneas de
complejas ecuaciones en sus Arcos Mágicos.
Iraven comenzó a temblar al percatarse una
prematura inducción hacia el Orbe de
generar un cuerpo. El Orbe de Cristal era la
fuente entre las gemas y los Arcos Mágicos,
sintetizaba las fórmulas y las conectaba. Para
los príncipes, fue injusto intervenir en los
avanzados procesos matemáticos dentro de
la esfera, púrpura, brumosa de cristal.
―¿Qué hacen!―Iraven interrumpió en la
máxima concentración de los magos. Antel
no comprendía la situación.
―¡Calla, Iraven!―le habló su padre―.
¡Márchate!
Antel percibió el aura oscura adquiriendo
forma, rebotando de luz al interior del Orbe.
Sus padres sostuvieron las manos de Antel
con mayor fuerza. Ella sentía colapsar
radiante de emociones entre todos los
presentes.
―¿Qué es eso?―preguntó Antel. Del Orbe
de Cristal surgía un alma, un cuerpo deforme,
expulsado por el Orbe forzado a crear un
alma.
―Eso es…―decía el padre de Antel e Iraven.
―…es tu futuro―miró a los ojos a su hija.
― No es cierto―Antel dudaba, en tanto la
forma densa, manoteaba en el aire,
originando ráfagas de luz, bajo la
inconsciencia de su mente. Los magos
retrocedieron, contemplando el monstruo,
pocas similitudes compartía con su raza
humanoide.
―Hija―habló su padre, tomándola con
mayor fuerza en las manos―. Es la voluntad
del reino. Él será tu marido.
―No, eso ni siquiera tiene
consciencia―señaló ella, mientras el ser
adoptaba formas extrañas en el aire,
retorciéndose por un extraño dolor. Gritos
aterradores eran lanzados por su boca de
tortura. Se llevaba las múltiples anormales
manos alrededor de su cabeza grotesca.
Nadie de los presentes se atrevió a acercarse
a la abominación. El príncipe Iraven intentó
lanzar un hechizo que rebotó, destruyendo
una de las columnas.
―¡Están locos!―Antel se sentía aterrada.
Los magos del comité se apiadaron de ella,
jamás desearían estar en su lugar. Pobre de
ella, decían, en sus pensamientos. Sin
embargo, era el destino, el Orbe inducido por
su magia abortaba un ser aterrador para
obtener una nueva raza de seres, a través de
la princesa Antel.
―Mañana mismo te casarás con el ser―habló
su madre, emocionada―. La ceremonia es
simple, diferente a las actuales: En la jaula
mágica, el ser y tú serán encerrados durante 3
años. Extraeremos a los seres procreados
para la nueva raza mágica. Ellos serán
quienes derroten al próximo Warrior Black.
¿No te gusta la idea? No pongas esa cara,
eres la elegida para salvar a Zyrer de su
mayor enemigo. Recuerda, falta un poco más
de 100 años para la aparición del próximo
destructor de nuestro reino.
Antel estuvo a punto de desmayarse,
debilitada por la carga emocional de haber
sido elegida para un fin tan cruel. Solo
pensaba en su inevitable destino. Sus padres
decidieron por ella. No tenía otra alternativa.
―¡Hija, Antel!―Antel se desvanecía en un
desmayo.
Antel se desmayó. Iraven la ayudó a
levantarse. Los magos encerraban al ser. Él
se arrodilló junto a ella, al lado de sus padres.
―¡Antel, Antel!
Ella no respondió. Iraven lanzaba
maldiciones a sus padres.
―¡Silencio, Iraven!―ordenó su padre―. ¡Eres
el sucesor del reino!
―Antel será elegida reina, pero tú serás el rey.
Tú dirigirás todos los esfuerzos para adiestrar
a las legiones de seres; podrán poner fin al
Warrior Black. Tú también lo odias: Perdiste
a tus mejores amigos en esa última
devastación.
―¡Ni eso importa! ¡Antel es mi hermana, es
más importante que todo, que todo!
―Cálmate, hijo. Debes mantenerte en calma.
―¿Cómo me piden eso?―insultó él a su
madre―, si Antel será usada para proteger
sus intereses.
―Para proteger a Zyrer, no a
nosotros―corrigió su padre―. Antel es
nuestra hija, podemos hacer todo con ella.
Antel es la princesa de Zyrer, debe ser usada
para Zyrer.
―Está decidido, no podemos cambiar nada.
Es nuestra salvación. ¿Lo recuerdas? Solo
serán 3 años, después, Antel será liberada y
reinará junto a ti.
―¡No, no, no!―se encolerizó su hermano, a
punto de rebelarse contra sus padres. Varios
guardias lo tomaron por la fuerza―. ¡Antel!
¡Antel!
Iraven, en vano, luchaba por liberarse. Iraven
fue llevado a una celda en el palacio. Desde
las rejas temporales, Iraven observó cómo se
llevaban a su hermana hacia su habitación.
En esos casos, no usaban hechizos para
despertarla; era más conveniente mantenerla
en adormecimiento para la “fiesta”.
Al día siguiente, Iraven fue liberado tan solo
para presenciar un hecho insólito en la
historia de Zyrer. Durante toda la tarde y
noche, Iraven se mantuvo pensando. Desde
tempranas horas, el príncipe Iraven se apuró
para los preparativos, sin oponerse a las
órdenes de los reyes. Su madre estaba
tranquila ante la actitud colaborativa de su
hijo.
Desde lejanas regiones de Zyrer, magos,
habitantes y demás de Zyrer acudieron al
palacio para presenciar un suceso
trascendente. Muchos susurraban el destino
horrible de la princesa, otros aplaudían su
valentía y otros sonreían por el futuro
prometedor gracias al sacrificio de la inocente
Antel. Un reducido grupo de habitantes de
las comunidades sin magia comenzó a
llamarla ‹‹salvadora›› y ‹‹heroína››
Antel se levantó a causa del hechizo de su
padre, para despertarla. Su madre, a su
izquierda, la miró con alegría.
―Hoy es el gran día, Antel―le acarició el
rostro. Ella irradiaba dolor, un sufrimiento
soportado por su materia.
―Alégrate, ya nadie más morirá en el futuro.
Tú salvarás a Zyrer.
―¿Por qué… debo hacer algo así?―se aferró
ella.
―Quizás es complejo de entender para ti.
Para crear una nueva raza se necesita un
cuerpo como el nuestro y un hechizo, un
cuerpo generado por el Orbe de Cristal.
―Créenos, no queríamos esto para
ti―confesó su padre con nostalgia―, pero
debemos ser fuertes y afrontar nuestro
destino. Entiéndenos, no llores, nosotros te
amamos tanto―la abrazó su padre―, pero
tenemos un deber con los inocentes de
Zyrer, con todos. ¿Lo comprendes?
―Gracias a ti, nadie más morirá a causa del
Warrior Black. Y seremos libres, y tú podrás
ser feliz durante el resto de la eternidad.
Antel lloraba. Asimilaba todas las palabras y
justificaciones de sus padres, pero se oponía
con fuerza cuando la llevaron a cambiar de
ropa diseñada para la ocasión a pesar del
hechizo sobre su cuerpo. Todo fue inútil. Ni
siquiera podía usar magia; sus padres crearon
un sello en ella para bloquear cualquier
intento de liberarse.
Sus padres la llevaron de la mano hacia la
ceremonia, descendiendo por las escaleras al
jardín destinado a eventos importantes en
Zyrer. Todas las miradas fijas en la colosal
jaula de oro donde el ser maligno rasgaba el
aire con magia contenida en el recipiente.
Iraven vestido de traje la miró con cortesía
en la entrada de la jaula.
―Hasta tu hermano se ofreció a abrir la jaula
para ti―contó su madre. Ante esas palabras,
Antel fue destrozada; la traición de quien
amaba la aniquiló aún más.
―Él, él, ¿está de acuerdo?―se derrumbó la
joven princesa, tartamudeando.
―Así es, querida Antel―sonrió su madre
mientras conducía a su hija por la alfombra
desde el castillo al jardín.
Numerosos magos presenciaron el solitario
andar de Antel. En silencio y descalza, Antel
se sostuvo, derrotada por el dolor. El aura de
su agonía se contagiaba entre los presentes
mirándose, compartiendo el sacrificio de la
princesa. Nadie se atrevió a hablar o alabarla.
Cuando llegó hasta la entrada, Iraven se
mostró entusiasmado, se inclinó ante ella.
―Hermana, esta nuestra oportunidad para
ser felices―la abrazó, pero ella lo apartó de
él.
―¡Te odio, Iraven!―decía mientras lloraba.
Iraven la soltó y abrió la jaula. Antel entró a
la jaula. El monstruo agitaba con fuerza su
ser para liberarse. En un momento, el
monstruo agitó una de sus manos, y una
nube blanca de vapor obstruyó la visión de
todos los presentes temiendo lo peor; cuando
la nube se dispersó, la jaula estaba cerrada sin
la presencia de Antel o Iraven; la conclusión
era lógica; fueron devorados por el
monstruo.
Los padres de los jóvenes se soltaron en
llanto. La mayoría de los presentes también
se conmovieron por la tragedia azotando a su
reino. Gina Magic, una de los presentes, no
hizo más que decir.
―¡Lo sabía!―le dijo a Arlerinia, que llevaba
cargando sus canastos con postres para el
evento―. Pero, esos “magos intelectuales” se
creen importantes.
―A pesar de todo, los reyes no vienen con
nosotros a asesorarse con magos de
verdad―se molestó 365, enojado porque solo
los magos de la comitiva podían ejercer
influencia en el Orbe de Cristal. A pesar de
ser ellos mejores, en algún tiempo pidieron
ser parte de la elite y fueron rechazados,
porque, según los reyes, los magos
independientes podrían hacer mal.
―Coincido contigo―contó Anthoine, quien
también juzgó las decisiones de los
incompetentes reyes―. Estas son las
consecuencias de jugar con el orbe.
Arlerinia se sintió otra vez con el mismo
dolor; Iraven fue generoso con ella alguna
vez. No solía serlo.
Miles de metros lejos del castillo de Zyrer,
Iraven aparecía junto a Antel. La soltó y
sonrió.
―Te dije que esta vez seríamos felices―se
inclinó ante ella.
―¡Gracias, Iraven!―lo abrazó ella.
Iraven la abrazó con fuerza para besarla.
―Yo te amo, Antel―le confesó―. Siempre he
amado. Nunca te dejaría en manos de otro.
Los ojos de Antel brillaron, aliviada por saber
la verdad. Ella sentía lo mismo por él, a pesar
de no ser lo correcto. El Código de Zyrer era
claro con respecto a ese tema tan
controversial.
―Yo también te amo, Iraven―lo abrazó―.
Eres mi héroe.
―¿Recuerdas La puerta hacia ese mundo? He
ido dos veces antes. Te llevaré. Y dejaremos
todo atrás.
―Iré contigo a donde vayas―tomó su brazo.
Iraven abrió el portal hacia un planeta; la
Tierra.
El relato terminó. Kenya y Dante abrazaron a
su hijo. No terminaba de asimilarlo. Dentro
de él los condenó, y se condenó a sí mismo.
―Está prohibido en todos mundos―habló
Peter.
―Cometimos un error, lo sabemos―habló
Kenya―. El dolor y la culpa nos invaden
siempre, todos los días, porque no es
correcto. Solo el amor, y por ti, enfrentamos
al mundo interno.
―A pesar de todo, debes saber que te
amamos―lo consoló Dante.
―El castigo llegó a nosotros―lo miró siendo
el Warrior Black, el temido, el odiado por
todos en Zyrer―, por nuestra traición al
Código de Zyrer, a los Principios de la Tierra.
Fuimos elegidos para destruirte.
Jamie se acercó a ellos y abrazó a Peter,
compartiendo su conmoción:
―Estoy contigo. Y eres afortunado, porque
aunque sean hermanos, te aman como a
nadie en el mundo. Eso es lo importante.
―Gracias, Jamie―le dijo, limpiándose las
lágrimas―, aún no lo puedo creer.
―Todo a su tiempo―se acercó Arlerinia―.
No es necesario que te desahogues ahora,
solo perdónalos.
Kenya y Dante se acercaron a abrazar a sus
hijos. Arlerinia se retiró para ir junto a
Anthoine.
―Los amamos. Estaremos juntos siempre.
Es momento de marcharnos.
Peter y Jamie salieron de Zyrer acompañados
de sus padres, sin que estos últimos se
dirigieran más a sus padres. Los demás los
observaron partir por la puerta del palacio, su
anterior hogar.
Capítulo 21: Después del ocaso
Technology City, año 2165.
Peter estudiaba en casa junto a su mejor
amigo, Mark. Los dos analizaban ecuaciones
avanzadas para su nivel. Su amor por los
números los unió desde el grado 9. Su madre,
Kenya, miraba con anhelo a su hijo; él lograra
algún día sus sueños de convertirse en
profesional. Ni ella o su esposo perturbaron
la mente de su hijo para dedicarse al mundo
del entretenimiento. A ellos siempre les gustó
contar historias, uno al otro: Inventarse otras
para compartir el tiempo, en los miles de
años cuando eran hermanos.
―Ya es hora de la cena―llamó Kenya desde
la cocina a la sala. Dante tomó la mano a
quien antes fuera su hermana, y le dijo en voz
baja.
― Soy feliz contigo, Kenya. Soy dichoso con
nuestro hijo.
― Yo, también, Dante―y lo abrazó―. No sé
qué sería de mí sin ustedes.
―Ni de mí sin ti, sin Peter.
Technology City, año 2171
Ellos volvieron a la Tierra. Para Peter, una
atmósfera diferente caía sobre su hogar. Sus
padres lo notaron afligido cuando tomó
asiento en el sillón central de la sala. Jamie
propuso algo para animarlo.
―¿Y si salimos juntos?―sugirió―. A Peter le
gusta salir a pasear para despejar su mente.
―Buena idea, Jamie―se acercó Kenya.
Era la tarde de aquel día cuando salieron
juntos a caminar por las calles de Technology
City. En todo momento, sus padres se
mostraron complacientes con su hijo,
enfrentándose a la terrible idea. Prefería no
tener ese conocimiento.
Ellos esperaban perdón por parte de él algún
día. Pasaron por calles vacías hacia el parque.
Él luchaba por comprenderlos. Sin embargo,
una parte de él no les guardaba ningún
rencor, al final de todo, ellos eran sus padres
y los amaba. Llevaba las manos en su suéter
mientras caminaba en silencio, intentando
despejar su mente.
―Peter―habló Kenya―. ¿Cómo te sientes?
―Confundido―habló―. Esa es la palabra.
Dirigió su mirada hacia los rayos solares
mezclándose con las nubes y los árboles de la
próxima colina verde. Se serenaba mientras
pasaba el tiempo.
―A pesar de todo, yo los amo―habló, al fin,
después de evaluar sus pensamientos―. Son
los mejores padres; no solo conmigo, sino
también con Nora y Jamie. No les puedo
reprochar nada, las dudas en mí se
dispersarán algún día, espero.
Ellos se acercaron para abrazarlo mientras
Jamie los miraba con alegría en el atardecer
en Technology City. Desde una distancia
considerable, Yarin con sus manos vendadas
los espiaba. Después, regresó a Zyrer.
Se cumplió un año desde la misteriosa
decisión del orbe. Peter, conforme pasaron
los días, volvía a su vida habitual en
Technology City. Repasando, decidió no
agobiarse más por sus problemas personales,
a pesar de seguir dentro de su corazón la
pena de sus padres. Cuando el tiempo le
sobraba, iba a los ensayos de su hermana en
el teatro o presenciaba algunos juegos de
ajedrez de Elliot contra Mark. Jamie se
esforzaba tanto en las matemáticas; planeaba
seguir estudiando en Zyrer para, al volver,
aplicar ese conocimiento en la Tierra.
Las voces volvían de vez en cuando,
perturbando sus sueños. Se veía a sí mismo
en sueños caminando entre un Zyrer
destruido. Eras. Tiempos inalcanzables para
un ser humano habitual. Su cuerpo, el
Warrior Black solo era un traje para él.
Generaba magia. Planetas orbitaban frente a
él de un modo rápido. Cifras. Colores
radiando su visión. Casi en un desvarío, en
una alucinación encontró mundos singulares
en color azul cielo.
Cierto día, Arlerinia se atrevió a buscarlo en
su habitación. Peter estaba mirando por la
pantalla, descansando en el suelo limpio
cuando Arlerinia apareció entre el monitor
proyectado y Peter.
―¡Arlerinia!―gritó él, levantándose de
repente―. ¿Cómo…?
―Yo soy una genio, ¿lo recuerdas? Mis
deseos se vuelven realidad―apuntó la chica,
mirando a su Arco Mágico de otro nivel―.
Te traje este delicioso postre―y con sus
manos apareció un plato con un terrible
guisado de bichos extraños burbujeando en
una espesa sopa. Peter lo miró asqueado.
―Voy a vomitar―dijo, levantándose, se
aproximó hasta el bote de basura, y ahí
mismo vomitó la comida de ese día.
Arlerinia lo miró extrañada, decepcionada de
sus talentos culinarios. Empero, no se dejó
llevar, ella estaba acostumbrada a las
reacciones adversas de todos.
―Lo siento, Peter―se disculpó ella―. Quizás
a Jamie le guste.
―¡Lo dudo!―Peter se limpiaba el vómito.
Jamie entró a la habitación. Miró a Arlerinia
con el plato, y a Peter levantándose del bote
de basura. No supo qué decir.
―¡Hola, Jamie!―la abrazó Arlerinia con
alegría y entusiasmo, hasta creó un par de
manos extra―. Le traje esto a Peter, pero no
lo quiso― con la tercera y cuarta mano
sostenía el plato. Jamie sonrió.
―Arlerinia, gracias por el guiso.
―Ya ves, Peter, a ella si le gustará―sonrió
ella―. Son exquisitos y le entregó el plato con
ambas manos cuando la soltó.
Jamie recibió el guiso sin discriminar , pero le
parecía horrible, la peor comida vista por ella.
Después lo dejó en la mesa de la habitación
de Peter.
Arlerinia se sentó en el escritorio de Peter de
vuelta hacia ellos.
―¿Y, a qué se debe tu visita?
―¡Oh, cierto, Jamie!―exclamó Arlerinia―.
Los vine a invitar a la Semana de la Tregua.
Yo misma me apunté para llevarlos. Será
divertido.
―¿Y qué es la Semana de la Tregua? Muchos
hablan de ella desde hace mucho tiempo―se
asombró Peter, lavándose los dientes.
―Es una semana especial para Zyrer, todos la
esperamos con ansiedad cada seis años.
¿Saben por qué?
―No―respondió Jamie.
―Hace muchos, muchos años, hace 30,000
años se desató en Zyrer una gran guerra, los
primeros de nuestros ancestros descubrieron
la realidad habitable. Los líderes pelearon por
saber quién tendría el control. Ninguno pudo
obtenerlo, porque, la realidad era una entidad
viva.
―¿Y qué pasó?―se intrigó Peter usando
enjuague bucal.
―Zyrer no permitió la disputa; aniquiló a la
mayoría con gemas de Zyrer.
Arlerinia no estuvo en aquel tiempo, lo recitó
conforme a los volúmenes de historia y la
tradición.
―Fue la razón por la que los sobrevivientes
decidieron conmemorar una Semana de la
Tregua cada seis años, pues Zyrer permitió a
algunos vivir y fundar la conocida realidad.
En esta época todos se olvidan de sus
rencores, odio e indiferencia y de las
emociones malignas.
―¿Y qué eventos hacen en la Semana de la
Tregua?―le preguntó Jamie.
―De todo; hay comida, bebida, juegos,
diversión al estilo clásico. Es como una
feria― como contó Gina y Niye que pasaron
una temporada aquí. Peter recordó aquel día
―. Nos llevamos bien y convivimos.
―Suena bien― miró Jamie a Peter.
―Doy mi palabra de Estatus Clásico. Me
siento renovada, más amable. Dicen que es la
influencia de Zyrer, otros aseguran empatía
por Zyrer. Y ustedes están invitados.
Peter y Jamie prestaron atención.
―¡No, miento! Es obligatorio. Por favor. Por
favor.
―¡Yo quiero ir!―se apuntó Jamie, dispuesta a
averiguar si era cierto. Nada perdía con ir,
además, Arlerinia era confiable, y también la
estimaba.
La fiesta va a ser un ideal para él, quien
pronto se mudaría. Además, a partir de la
revelación de su linaje, el pertenecer a Zyrer
lo sensibilizó antes las necesidades de Zyrer y
de sus habitantes, tal como fue en la Tierra
meses atrás.
―Quienes no van a perdonar son tus
padres―contó Arlerinia, suspiró.
―¿No irán?
―No, ellos decidieron no volver a Zyrer, si
no ocurre otra inestabilidad en el Orbe de
Cristal, como la vez pasada. No los culpo.
Sobre todo a Antel por el error de sus
padres.
Arlerinia calló que ellos pagaron su
equivocación renunciando al trono y
dejándolo en manos de los padres de Yarin,
quienes siguieron el camino de la magia
algunos miles de años después, por los logros
sobresalientes su hija.
Justo en ese momento, Antel subió a la
habitación de su hijo. Ella notó la presencia
de Arlerinia. Activó su gema para volverse
visible ante ella.
―¿Arlerinia?
―Antel, platicaba con tus hijos, ¿estás
segura?
―No vuelvo a Zyrer―contó ella―. Ni Iraven.
Nos encontraremos con malos recuerdos,
Arlerinia. Cuida a mis hijos como si fueran
tuyos― y se colocó al lado de Jamie―. ¡Ay,
Peter!―lo miró ella con un suspiro―. Aún no
creo que hayas sido elegido. Es irónico; me
eligieron para derrotar al próximo Warrior
Black.
―Yo tampoco lo creo―agitó su cabeza Peter
y se acercó a abrazarla―. Estaremos bien en
la Semana de la Tregua.
―No quisiera verte partir después de la
graduación. Cuídate mucho de los demás― y
lo abrazó―, y de ti.
―No te preocupes, mamá, estaré bien.
Confiamos en Arlerinia.
―Vayan, los espero de vuelta en una sola
pieza.
Antel abrazó a Jamie, se despidió de ella y de
Peter, después de Arlerinia.
―Vayan con cuidado.
Arlerinia abrió un portal hacia Zyrer. Primero
entró Jamie, seguida de Peter, y al final, de
Arlerinia.
Capítulo 22: La Semana de la
Tregua
Los tres llegaron a Zyrer donde las
celebraciones se percibían desde el aire.
Globos de colores y destellos de luces
inauguraban el día de inicio de la popular
Semana de la Tregua tan esperada. Bajaron
hasta la plaza central donde Vmp estaba
junto a Tracey, quien se convirtió en su
novia. Los dos interpretaban una canción
escrita por él para la ocasión, titulada
“Felicidad”.
Jamie se maravilló con la celebración. Era un
ambiente invitándola a permanecer para
siempre. Sonrisas en todos, ninguna cara
triste encontró entre los habitantes bebiendo
copas de vino costoso en las mesas. Otros
bailaban con quienes solían odiarse. Otros
compartían el banquete con quienes se
detestaban cuando no era la Semana de la
Tregua: En ese tiempo, varios notaban que
su diferencias eran insignificantes, y en
realidad, ellos se llevaban bien. Muchas
amistades de los magos, como Xeter y Neic,
nacieron en una Semana de la Tregua, miles
años atrás.
En la plaza de varios cientos de metros se
encontraron con sus ahora amigos, después
de la alianza. Todos se vistieron para la fiesta,
contagiados con el entusiasmo de la
iluminación del escenario y las pistas para
bailar. Las mesas dispuestas junto a sus
respectivas sillas los esperaban. La
inauguración estaba a punto de comenzar.
El rey de Zyrer junto a su esposa e hija, la
misteriosa Yarin, anunciaron el comienzo.
―Habitantes, magos y criaturas especiales de
nuestra realidad, Zyrer, hoy tenemos el gran
honor de inaugurar otra Semana de la
Tregua, esperada por todos nosotros cada
seis años.
―Estamos emocionados de estar
aquí―continuaba la reina, mientras ella
cortaba una flotante esfera arrugada.
Con este gesto, todos comenzaron a celebrar
la anhelada llegada de la Semana de la Tregua
para comenzar a ser amigos verdaderos por
una semana. Incluso los reyes se reunieron
con un antiguo contrincante. No obstante,
no a todos les gustó la idea de convivir con
sus enemigos, entre ellos, Dark quien seguía
sin poder recuperar su magia, y a quienes
pocos vieron salir de su oscuro palacio.
Tampoco Yarin decidió ir junto a los demás,
en especial, cuando vio a Jamie con Peter en
Zyrer. Enojada consigo misma, Yarin volvió
su palacio.
En la plaza, Vmp y Tracey volvieron al
escenario para cantar otras memorables
canciones para amenizar la atmósfera liviana
de armonía entre ellos. Tracey y Vmp se
enamoraron al grado de ser inevitable no
contagiarse de sus emociones. Muchos
cantaron junto a ellos y bailaron al ritmo
marcado por ellos.
Jamie se sentía más feliz que en casa de los
Emphirio. Le costó admitirlo. Ella bailó
junto a él en su hermandad. Los dos
festejaron el poder estar en Zyrer junto a sus
nuevos amigos. El sonido de la música de
Vmp se mezclaba en ella, era dichosa en una
atmósfera. Era aún más afortunada que
Peter, porque obtuvo todo sus sueños. Ya no
pensaba en el extraordinario suceso el óvalo
de luz, vuelto fugaz sueño, un brumoso
recuerdo enmarcando su vida perfecta.
―Gracias, Peter, por todo. Siempre estaré en
deuda contigo. Toda la vida te lo agradeceré.
―Yo también soy afortunado, tengo una
familia, una amiga como tú.
Le costaba no agradecer, un aspecto
enseñado por Anne. Peter bailó con Gina,
con otras amigas. Jamie tomó asiento en una
mesa, y comió de los postres preparados por
Odaine mientras miraba hacia el escenario,
pensativa. La música se volvió la banda
sonora de aquel tiempo inolvidable. Después
llegó Arlerinia junto a ella para compartir del
mismo plato una rebanada de frutas hervidas.
No estuvieron solos, más tarde, Lourie,
Droid y Anthoine junto a su sirvienta,
Serena, llevaron sus platillos para conversar.
Más tarde, Linera Licker y Jamie subieron a
una vieja nave estacionaria, conectada a la
plaza mediante varios tubos metálicos, desde
la cual saludaron a los demás desde las
alturas. Desde la nave, las dos colocaron un
letrero blanco con letras negras:
‹‹Feliz Semana de la Tregua››
Todos aplaudieron. Ellas descendieron
celebrando con movimientos de manos
saludando a los demás. Al llegar de nuevo a
la plaza, Jamie se reunió con Arlerinia. Peter
bebía una limonada. Grissh ondeaba una
bandera blanca en señal de la paz. Vmp y
Tracey dejaron el escenario para permitirles a
otros cantar.
Por la noche de aquel día, algunos de ellos se
reunieron en el patio del castillo destinado al
proyecto para salvar a Zyrer. La oscuridad
artificial cayó en Zyrer para abrir paso a la
hoguera en el patio, donde Grissh
acomodaba la leña del modo tradicional y le
encendía con costosos cerillos. Otros se
sentaron a la luz cálida para contar historias.
Adentro, Gina no olvidó de llevar sus
mejores maquillajes. Niye, más aficionada a
los productos para lucir radiante, la
acompañó a peinar a Jamie. Las dos se
encargaron de su cabello, a pesar cepillarse
antes de ir a la Semana de la Tregua. Arlerinia
preparaba sin ayuda de magia, algunos
postres con escarabajos molidos junto a la
harina. Nadie se percató de los ingredientes
extraños en la comida, hasta Gina, quien
peinaba a Jamie se atrevió a felicitarla.
―¡Arlerinia! ¡Exquisitos, me han
fascinado!―señaló a los bocadillos repartidos
por ella misma. Arlerinia sonrió de forma
ingenua, porque ni ella pensaba en haber
hecho mal. Al contrario, era un honor el dar
alimentos especiales a los demás. Niye le
pidió otros dos bocadillos, hasta le pidió la
receta. Arlerinia omitió el ingrediente
especial.
Jamie se miraba en el espejo agradeciendo las
atenciones de Gina y Niye. Odaine se acercó
para ver con detalle. Después, les comentó su
deseo de conocer la historia tradicional.
―¡Por supuesto!―señaló Kaiser, quien
pasaba por casualidad―. Una historia
inolvidable que ni Peter, Jamie y Vmp
conocen.
―¿De qué historia?―se intrigó ella.
―Del DestroyerFlat―habló Niye, precavida
en sus palabras en un tono amable, sugirió la
importancia del “DestoyerFlat” en Zyrer.
―Ya no existe el artefacto―atinó Lourie
desde una de las sillas mientras jugaba con
sus dedos en un cubo cambiante―. Ya te
contaremos qué sucedió aquel día, vas a ver.
―¿Y para qué servía?―preguntó Jamie.
Xeter que entraba para tomar un bocadillo
preparado por Arlerinia:
―Era el proyecto―inició con grandes
aspiraciones―, para averiguar qué existía más
allá de la rasgadura de Zyrer: Todo un
misterio para nosotros.
―Ya vamos a terminar, Jamie, para ir afuera a
contar nuestra gran historia―le decía Gina.
Pocos minutos después, terminaron con
Jamie y ella salió junto a los demás hacia el
patio donde los demás los esperaban con
ansias de contar, una vez más, la historia una
unión entre ellos; era la historia compartida
en todas las Semanas de la Tregua desde que
ocurrió. Tanto Peter como Jamie notaron su
entusiasmados hasta cuando tomaron la
bolsa de bombones.
Se sentaron en las frías rocas grises a la luz
del fuego. El frío era soportable, a pesar de
ello, algunos se colocaron mantas para
cubrirse del clima y el viento que, a veces,
agitaba la llama de la hoguera preparada con
esmero. Grissh la cuidaba.
―El DestroyerFlat fue creado para alcanzar
el espacio más allá de Zyrer―suspiraba Judith
Kane―. Tenemos prohibido ir.
―¿Y por qué?―se intrigó Jamie.
―Se dice, allá no podemos vivir. No
comprendo el por qué―decía Grissh, en tono
lúgubre―, si hemos viajado a la Tierra y
podemos usar nuestra magia sin ningún
problema.
―Volviendo al tema―contaba Judith, asando
un bombón―, en Zyrer se creó un aparato
para destruir otro fragmento del límite
rasgado.
―Son estrellas, inalcanzables
estrellas―suspiraba Arlerinia―, pero antes
deseábamos saber qué eran.
―El DestroyerFlat solo fue previo a ese
conocimiento―añadió 365―. Poco sabemos
de nuestra realidad. Hemos dejado de
averiguar qué existe más allá para
concentrarnos en nuestros problemas.
―Exacto―coincidió Zero Inert―. Hay
suficiente aquí. No necesitamos irnos. Hasta
ahora, y solo por el Warrior Black, llevamos
una vida cómoda.
―En eso estoy de acuerdo―habló el serio
Nei. La mayoría sentía cierto disgusto a los
reyes de Zyrer quienes jamás los admitieron
para formar parte de la comitiva mágica; solo
los más antiguos podían ser parte de la elite.
―El DestroyerFlat cambió nuestras vidas
durante algún tiempo―contó Kaiser.
Grissh se apuntó para iniciar con la historia:
―Yo me enojé con Anser―contaba Grissh
sobre los hechos―, mi mejor amigo. Para
bajarme los humos, asistí a la inauguración
del DestroyerFlat. Quería estar lejos de Anser
y de Elina, quien apoyó sus argumentos
basura. En el evento, mi curiosidad por los
artefactos de metal me hizo perder la razón.
Me enojé de nuevo. Estaba perdiendo el
tiempo. Cuando la mayoría se iba, me
acerqué al DestroyerFlat y aplasté botones al
azar. El invento estalló y sentí perderme.
―Yo estaba ahí―contó Mourie asando un
bombón―, junto a mi hermano Lourie, en
aquella fiesta de fin de época. La
inauguración era inigualable, solo la Semana
de la Tregua supera la maravilla de ese
evento. Estaba a punto de regresar a casa
junto a él. Al mirar mi mano, por casualidad,
extravié el regalo de la abuela; el anillo de oro
y diamantes, una reliquia. Y volvimos a
buscarlo, cuando escuchamos una explosión,
y perdimos el conocimiento.
―A ella le gustan los lugares interesantes
donde se presentan artefactos de
metal―prosiguió Lourie con su versión―, tal
como a mí, la tecnología asociada a ellos.
Cuando terminó el evento del DestroyerFlat,
Mourie ya no traía el anillo de la abuela. Yo le
dije: no lo lleves, pero ella insistió y lo perdió.
Regresamos, y mientras recogían los
aparatos, pasamos el tiempo buscando el
dichoso anillo caro. Cuando muchos se
fueron, una explosión inundo todo. No
supimos nada de nosotros ni del anillo
valioso.
―Yo siempre asistí a cualquier evento donde
sirvieran ricos postres y ofrecieran un
espectáculo digno para mí. Era la ocasión
perfecta para buscar a Jimmy, un apuesto
hombre quien fue un vagabundo en las
comunidades no mágicas. Pero, ¡Ah¡ Resultó
ser de diferente orientación. Desengañada,
encontré entre la gente a un niño
llorando―contaba Linera―. Le pregunté:
“¿Qué te pasa?”
Linera se acomodó.
―Él me contó su pena; sus padres lo
castigaban y regañaban, nunca le dejaban salir
con sus amigos a hacer destrozos con los
hechizos aprendidos. Pensé en dejarlo sin
más. Me calmé. Necesitaba un consejo; le
conté la historia de mi prima. Él me abrazó;
comprendió su fortuna. Yo estaba satisfecha
cuando corrió a abrazar a sus padres,
pensando en la lección de vida. Me senté en
una de las colinas, mirando al borroso cielo,
hacia la popular y rasgada forma.
Desaparecieron de mi vista por un rayo de
luz brillante.
Arlerinia pidió la palabra, emocionada:
―¡Yo, yo quiero contar!―decía ella―. Me
fascinaba, y aún, me fascina coleccionar
artículos de ratones, moscas, arañas, vómitos.
Me enteré que alguien adquirió el último
collar de mosca en ámbar. Enfurecí. El
propietario asistiría a la inauguración del
DestroyerFlat. Me decidí quitárselo. ¡Era
mío, solo mío!―se obsesionó la genio―. Me
fui a buscar mi preciado collar entre la gente
en posesión del coleccionista exótico. Él se
retiraba a casa, como todos, cuando le
arrebaté el collar del cuello. No medí mi
fuerza, y las piedras y la mosca se
desprendieron del lazo; los dos fuimos
corriendo detrás de las gemas valiosas, más
que el anillo de Mourie―se enorgulleció
Arlerinia al decirlo―, llegaron hasta el
aparato. El coleccionista y yo miramos a
Grissh apretando los botones. Antes de
poder reaccionar, estalló el DestroyerFlat.
Jai intervino a la conversación.
―Después, Dark llegó a la destruida región.
Todos cayeron inconscientes por el rayo de
luz que, por fortuna, no hizo daño mortal a
nadie. Nos despertó con su magia y nos dijo
que le debíamos la vida. Fue así como
muchos de nosotros le servimos por
trescientos años.
―Cuando nos enteramos del fraude, lo
dejamos solo―se enojó Gina, indignada―.
¡Perdimos valioso tiempo con él! Yo pude
crear otro libro de magia, no, quizás muchos,
decenas o cientos de libros mágicos útiles.
―Hasta yo perdí la paciencia ante los
rumores―expresó Anthoine―. Fue en ese
tiempo cuando construí con mi poder, hace
doscientos años, el Volumen del Destino
para saber la verdad.
―A pesar de todo, la explosión de aquel
artilugio―suspiraba Kaiser―, nos trajo
bendiciones. Yo construí mi palacio, y recibí
en casa a algunos de mis amigos, como a
Xeter, Neic y Judith Kane…
Jamie asó otro bombón mientras escuchaba
sus historias. El calor de la hoguera era
amable como el sonido de sus voces. Ella
nunca se sentía cómoda conviviendo con
otras personas en grupos numerosos, pero
conforme pasaba el tiempo con ellos, la
armonía se grababa en ella. Los apreciaba en
una sincera verdad, solo en su alma y en su
tiempo.
Se conformaba con su vida; sus enemigos se
volvieron amables con todos, y nadie
intentaba revivir el rencor, excepto contra
Dark, a quien nadie caía bien. Y aún así, lo
perdonaban en la Semana de la Tregua, pero
esa vez, él no apareció. Dark era el único
ausente en la celebración, como Yarin, altiva
y soberbia. La Semana de la Tregua era una
pérdida de tiempo a su criterio, quien prefería
estudiar magia. Siempre fue así; reservada y
misteriosa, nunca se dejó ver. Incluso Darina
no conoció su rostro.
―Me gusta estar aquí―confesó Jamie―, y
nos llevamos bien.
―A mí también me gustaría―apuntó Zero
Inert.
―Yo también―subrayó Darina.
―No me quedo atrás― sonrió Nei Zei, y
Odaine aprobó lo mismo. Todos los
presentes estuvieron de acuerdo, uno tras
otro.
Al día siguiente, Darina despertó a todos para
ir a desayunar juntos, como si de una gran
familia se tratara. La comida estaba servida,
creada en un solo soplo mágico de Darina.
Todos se levantaron, saliendo de sus
habitaciones del Palacio destinado no solo
para el proyecto, sino también para la
Semana de la Tregua. Jamie salió de su cuarto
para encontrarse en el pasillo con Peter.
―Buenos días, Peter―saludó ella y él le
devolvió el saludo. Caminaron juntos por el
corredor hasta llegar al salón decorado de
bellas gemas en los arcos y en los flexibles
soportes. Incluso los candelabros lucían
cálidos e invitaban a pasar. Tomaron asiento
en la mesa donde los demás gozaban de los
buenos platillos. Era un talento especial de
ella crear, con su magia, comida inigualable.
Jamie probó los singulares guisados. Todos
comieron juntos y de vez en cuando,
conversaban. Esa misma mañana, tocaron la
puerta del palacio. Gina se apresuró a abrir al
ver a Tracey junto al aclamado Von.
―Venimos a juntarnos con ustedes― Tracey
y Vmp los saludaron para después, tomar
asiento al lado de Kaiser y Anthoine. Serena
bebía; poca gracia le hacía ver llegar a Vmp; a
decir verdad, por su mirada, a ella nadie le
caía bien alguien, incluso se decía que ni
apreciaba a Anthoine.
―Bienvenido, hermano―saludó Anthoine
partiendo un filete.
―Este si es un buen ambiente―percibió,
porque en su antiguo hogar no ocurría. Vmp
comenzó a comer y después de beberse tres
copas de vino, al que por cierto, elogió por
su calidad, les contó algunas anécdotas de sus
viajes por otros mundos; la mayoría sentía
curiosidad.
―Cuando era más joven, tuve un reino.
Después cayó, tuve otro, surgí de las cenizas.
Ni mis enemigos me detuvieron cuando
conquisté un planeta abandonado. ¡No van a
creerlo!
― Cuéntales, amor―habló Tracey.
―Un monstruo habitaba ese mundo, me
enfrenté al ser. Cuando estuve a punto de
derrotarlo, la criatura habló y me pidió vivir a
cambio de obtener los tesoros que
custodiaba bajo tierra. Armé mi expedición
para ir por la recompensa prometida; oro,
gemas, plata, joyas, todo el planeta para mi
bolsillo, ah, y para gobernar.
―Eres afortunado―decía Zero sin perder de
vista su comida―, no a todos nos ha pasado.
―Con las riquezas fundé otros veinte reinos.
Me volví poderoso. Muy poderoso. Pero,
también perdí a mi primera hija. Tuve otros
hijos, pero siempre la extrañé a ella. Nadie
comprendió mi pena, ni mi esposa. Ella y yo
nos separamos hace algunos años por
diferencias en el carácter. Fue lo mejor para
todos. Ahora conocí a Tracey―suspiró
mientras que ella tomó su mano―. Me
comprende y me entiende.
―Felicidades a los dos―apuntó 365―.
Siempre vienen tiempos mejores. ¿No es así,
Peter?
―Siempre.
―Lamento mucho lo de su hija―habló
Grissh―. Perder un ser querido es peor que
perderse a uno mismo. Kaiser estuvo de
acuerdo. Vmp asintió. Tracey sonrió y le
abrazó.
―Para animarnos más, hoy vamos a salir a
explorar Zyrer―invitó Gina―. Ustedes
también pueden venir―se dirigió a Vmp y
Tracey.
―Muchas gracias―aplaudió Tracey.
Al terminar el desayuno, se prepararon para
salir a explorar los lugares nuevos y poder ir a
pasar por las Cascadas de Niz en las orillas de
Zyrer. Planearon nadar mientras se
preparaban un buen picnic en las colinas
cercanas. Todos corrieron hacia la cascada,
también creada con ayuda de otra Gema de
Zyrer sosteniendo el flujo constante de agua.
Jamie estuvo en la colina bajo un árbol junto
a Arlerinia quien sostenía su canasta
preferida. Sacó un bocadillo y se lo dio a
Jamie. Ella lo aceptó. 365 también fue junto a
Linera, Gina, Xeter, Neic, y los demás a
lanzarse en el agua. Peter eligió acompañar a
su hermana Jamie; tomaron otros
emparedados. Anthoine no quería lanzarse al
agua fría. Niye lo empujó, y después ella fue
aventada por Judith.
Gina jugaba con una pelota con Niye
mientras Lourie, Neic y Xeter se organizaban
una carrera de natación en contra de Zero,
Wack, Droid y Darina. Mourie estaba en una
silla divirtiéndose con las estadísticas; Darina
era la peor competidora.
Todos se divertían. Hasta Tracey y Vmp
jugaban a lanzarse agua. Vmp fue protegido
por un agradecido hechizo de su novia. Eran
felices. En Jamie renació la sensación de una
verdad tan buena para ser real. Aun no
despertaba. Peter la notó pensativa.
―¿Quieres ir?
―¿A dónde?
―A jugar al agua, puedo enseñarte a nadar.
Jamie se levantó y le dijo;
―Vamos, quiero aprender―y lo siguió. Se
quitó los zapatos y esperó a que Peter se
lanzara al agua. El agua cayendo se agitaba
desde la cascada, fluía hacia un pequeño
cauce a su izquierda.
―Ven― ella lo dudó por un minuto, empero,
Peter le enseñó las técnicas, paciente con ella.
Se lanzó al agua. Peter le enseñó mientras ella
trataba de imitarlo. Fue difícil aprender en
todo el día en el agua. Después de varias
horas consiguió sostenerse. Hasta Gina
intervino y creó flotadores para ayudarle.
Peter agradeció la idea. Jamie quería aprender
sin ellos. Sin embargo, no podía sentirse más
dichosa por las atenciones.
Por la tarde, organizaron una carrera entre
todos. Hasta Mourie y quienes no bajaron se
atrevieron a participar. Con gran dificultad,
Peter alcanzó el décimo lugar, siendo
ganador Zero. Jamie no participó, pero
celebraba por todos quienes jugaron.
Arlerinia creó varias toallas para secarse y
Anthoine las repartió.
―Hace mucho tiempo, en la historia, nadie
usaba magia para secarse después de bañarse
o nadar―contaba Anthoine a Peter se
acomodó en una silla a tomar luz solar,
tampoco era real como la oscuridad―. Eran
otros tiempos.
―A mí me gustaría ir a antes de la fundación
de Zyrer―suspiró Gina―. Me pregunto
cómo vivirían nuestros ancestros―decía―.
Pero es imposible regresar el tiempo―miró a
Arlerinia.
―Exacto, no podemos ir más allá de la
fundación. Y el futuro, no debe ser
conocido―añadió Arlerinia―. Es mejor
divertirnos en el presente. ¿No lo creen?
―Sí― Niye le entregó un vaso de limonada a
su amiga Gina.
Capítulo 23: La última noche de la
Semana de la Tregua
La noche era un sonido bajo la pequeña
poción de firmamento creado por antiguos
magos. Las estrellas titilaban en conjunto con
las luces de fiesta de la ciudad de Zyrer. El
suéter de Peter se agitaba por el aire frío de la
noche de espacios mezclados por colores
singulares. Sonreía con la misma amabilidad
de Jamie, compartían la devoción por la
música llevada por Emphirio de la Tierra a
Zyrer. Y ese tono se fundía con el sabor de
aquellos días marcando el alma de Dey.
Suspiró. No podía pedir nada, era feliz por
todo. Estimó mucho a Arlerinia, con quien se
pasó la mayor parte del tiempo en la Semana.
Se sentó en la banca, al lado de Peter. Él
escuchaba la melodía de Alphonse Divter,
cuyo nombre real era Albert Izere, por su
peculiar sonido era sin duda alguna del álbum
Electronic Dreams. Esa singular canción le
recordaba la bella amistad por el amable
Peter, el bondadoso, el bueno Peter. No era
consciente del significado de vivir en esa
realidad, disfrutaba el momento de estar
junto a él, escuchando la misma canción. El
volteó y la miró, cómplice de su sonrisa a
causa de su desmedida estima.
―¿Alguien quiere cantar?―Arlerinia ofreció
el micrófono a los presentes―. ¿Qué tal tú,
Jamie?―la invitó.
Jamie no lo dudó y caminó hasta el escenario
para seguir animando la fiesta; algunos
bailaban. Otros, como ellos, escuchaban a los
participantes. Jamie no fue bendecida una
gran voz, pero decidió a imitar a Alphonse a
su propio estilo; los consejos de sus
instructores del Instituto Densoniano le
funcionarían para tener el porte de pisar un
escenario y tomar un micrófono antiguo para
Zyrer.
―¡Vamos, todos, cantemos otra vez!―cantó
ella, y prosiguió retomando la pista.
Linda
Como si nunca el mañana cayera en su vida
ella no sabe quién es, quien es ¿Quién es?
Ella es—
Ella camina a mi lado
mientras el mundo va pensando
‹‹Linda, Linda…››
No hay secretos en ella
si nadie ha robado su corazón.
¿Por qué no nos gritas tu lindo nombre!
‹‹Linda, Linda››
por favor, cuéntanos
si estamos esperando saber
para comenzar, para comenzar,
perteneces a nosotros,
Linda.
“Linda, Linda.. Linda…”
Un millón de nombres aleatorios caen sobre
nosotros, linda, linda, linda,
todos quieren grita tu nombre, linda
di tu nombre, linda.
Ella ha conseguido un nuevo día en nuestras
almas,
porque todos queremos saber tu nombre
real,
linda, linda, linda, linda,
todos queremos gritar tu nombre, Linda
Si nadie recuerda tu nombre,
tú lo olvidas,
aunque nadie te conozca como nosotros,
seguiremos llamándote, linda….
Ella ha conseguido un nuevo día en nuestras
almas,
porque todos queremos saber tu nombre
real,
linda, linda, linda, linda,
todos queremos gritar tu nombre, Linda
“Linda, Linda.. Linda…”
[….]
Todos aplaudieron a Jamie en el escenario.
Encontró a todos los rostros conocidos
mirándola con entusiasmo, motivados por la
voz de Jamie Dey. Ella se sintió como una
estrella; estaba en camino; si algún día
lograba actuar en algún musical. Todos la
pasaban bien, algunos brindaron en las
mesas, y ella bajó del escenario para dar paso
a Gina junto a Xeter; harían un dueto a pesar
de tener, los dos, peor voz que Jamie.
Desde una de las torres, Yarin usaba la
peluca cuando era humana como Peter.
Desde su castillo, podía ver las luces de
fiesta. Escuchó la detestable voz de Jamie al
micrófono cantando Linda de Divter. Luego
a Xeter con Gina, y después a Tracey y a
Vmp con su escandaloso tono de voz
desgarrador. Después, recostada en su cama,
escuchó la voz de ella cantando al micrófono
en coro con algunos otros quienes eran sus
enemigos, y a Peter haciéndole compañía en
una conocida canción de Inseyd. También
apareció en escena la siempre seria Serena, la
maga interpretó algunos temas inolvidables;
su voz entrenada para la música se llevó los
aplausos; muchos lamentaron no poder
escucharla todos los días. Eran días de
excepciones.
Después, pasó Jamie a cantar junto a Darina.
―¡Estoy harta de oír a Jamie!―gritó Wendy y
cerró la ventana con gran fuerza―. Esa
estúpida se ha llevado a mis amigos, a Peter,
a todo. ¡Basta ya! Todos la adoran en la
Semana de la Tregua ¡Esto no me puede estar
pasando!―gritaba mientras tiraba de un
pedestal un costoso jarrón―. ¡Esa niña me ha
robado todo! ―gruñía en un ataque de
rabia―. ¡Te odio, te odio, Jamie Dey solo en
el instituto simulo!―apuntó a una de las
fotografías tomadas por su cámara cuando la
espiaba―. ¡Peter me abandonó por tu culpa!
Cuando se calmó, se puso un par de
audífonos y prendió el reproductor táctil
también conseguido en la Tierra. Escogió
una melodía de The GladStones llamada
RadioVoice by Chain.
―Mucho mejor―suspiró ella, y se recostó en
su cama. Tomó el tazo de palomitas creada
con magia. En ese aspecto era idéntica a
Jamie, quien adoraba esa botana. Eligió una
película subtitulada. En los diálogos, Wendy
leyó la conversación de una película de
drama.
―¡Hey!―decía una amiga a otra―,
¡escúchame!
―Sí, lo estoy haciendo.
―Bien. No parezcas la tonta del cuento; eso
hacen los extras, y tú eres la protagonista de
esta historia, de tu vida.
―Yo debería tomar una decisión firme. Yo
no soy la clase de personaje derrumbado por
la adversidad. Yo tengo un rumbo y un
propósito. Yo me conozco, soy capaz―decía
la princesa, en una historia parodiada―, yo
soy la chica ideal. ¿No es cierto, Ale? Yo soy
perfecta.
―Tú lo eres, él debe oírte. Debes tomar una
decisión.
Wendy prestó atención a los diálogos, y los
transportó a las circunstancias de la vida, No
se arrepentía de haber llevado aquella
tecnología a su cuarto en Zyrer.
―Yo soy… la protagonista de esta
historia―se reveló a sí misma―. Soy yo la
heroína. No ella. Él está destinado a
mí―presentía―, y debe hacer algo para
apartarla de mi camino.
Capítulo 24: Realidad disfrazada
de sueño
Después de la fiesta, Peter y Jamie volvieron
a la Tierra; para su planeta pasó solo un día.
En tanto, en Technology City, Jamie y Peter
asistieron a la escuela y a sus exámenes
finales. En apariencia, Wendy se encontraba
nerviosa por pasar las dos materias
reprobadas en las anteriores evaluaciones.
Elliot ganó dos veces a Mark en juegos de
ajedrez. En Jamie y en Peter prevalecía la
convivencia con los habitantes de Zyrer.
Era la hora del receso. A Jamie le parecía
infinito el tiempo, las fechas no importaban;
solo esperaba llegada de la próxima Semana
de la Tregua. Al parecer, también los magos
en Zyrer experimentaban la misma sensación.
Jamie salió a buscar a Peter, quien estaba en
la misma mesa con sus amigos, para
enseñarle la nota en clase de matemáticas;
aprobó el examen del trimestre.
Entusiasmada, llevó consigo su mochila.
―¡Peter, mira!―mostró la tableta en cuanto
ella llegó con él.
―¡Vaya, eres lista!― Peter se asombró al ver
una calificación casi perfecta. Wendy sintió
rabia por dentro; él nunca fue complaciente y
dedicado con ella. Mark le dio el visto bueno
a su puntaje mientras movía una pieza en el
tablero. Para Elliot, esa calificación era mejor
que las suyas, sin dejar de lado el juego
contra Mark.
―Gracias, Peter―se sentó en una de las
bancas―, tú me has ayudado mucho a
entender esta materia.
―No me agradezcas.
Zaylor la miró molesta, Jamie se percató de
sus gestos. Pocas veces se hablaron a pesar
de estar juntas en su grupo de amigos.
Incluso, cuando salían de clases ella nunca
conversó con Jamie ni viceversa. Jamie hizo
caso omiso, y siguió adelante.
―Este es tu premio por ayudarme―dijo ella,
sacando de su mochila un platillo de galletas
preparados por ella antes del desayuno, pues
desde el día anterior recibió la nota―, lo
preparé para ti, era un día especial para
regalarte algo.
―¡Oh, Jamie!―se alegró él, lleno de felicidad,
si bien, sus galletas no eran las mejores―, no
debiste―pero se apresuró a comer una de las
galletas con chispas de chocolate.
Les invitó a sus amigos. Zaylor no aceptó.
― Voy audicionar esta tarde le contó ella en
el instituto. Sacó su tableta con los guiones.
― ¡Felicidades, hermana!―la abrazó.
Wendy casi estallaba de rabia de no ser
porque trataba de distraerse con las partidas
de Elliot contra Mark.
―Gracias, Peter. Todo es gracias a ti y a
nuestros padres.
― ¿Te digo algo? Me haría feliz que tú
alcanzaras tus sueños, son los míos también.
― ¿De verdad?
―Sí. Con eso me basta. Quiero que estés con
Kenya, Dante y Nora aunque yo no vuelva.
¿Me lo prometes?
Jamie no pudo evitar llorar.
―No llores, estaré bien. Haremos todo lo
posible para salvarme, pero sobre todo, a los
demás. Eso es lo que deseo para mí.
―No quiero que todo termine. Me gusta
venir contigo a clases, ir a casa con nuestros
padres, estar con nuestros amigos―miró a
Mark y a Elliot, y solo para simular
estabilidad, a Zaylor―. Eres el mejor
hermano que he tenido―decía ella,
limpiándose las lágrimas―. No quiero
perderte.
Zaylor casi reía por verla llorar.
―No los voy a perder. Nos salvaremos. Lo
prometo.
― ¿Lo prometes?
―Lo prometo―aseguró con confianza,
acarició su cabeza.
Al terminar el receso, Wendy se marchó sin
despedirse de Jamie. Peter fue adelante al
edificio junto a Mark con quien compartió
algunas de sus fórmulas en sus tabletas.
Wendy fue detrás a algunos metros de
distancia de los dos.
― Debería estar en su corazón, no ella.
― Wendy, solo es su hermana―le aclaró
Elliot―. Pero, al menos, puedes contar
conmigo si necesitas algo―prometió él―,
aquí tienes un amigo sincero sintiendo
empatía por ti.
―¡Gracias, Elliot, tú si eres un buen
amigo!―lo abrazó ella.
Esa misma tarde, Jamie se dirigió al teatro de
instituto para audicionar. Peter la acompañó
junto a Mark. Elliot y Wendy no aparecieron.
Tomaron asiento junto a ella quien se arregló
para el papel de los ensayos para el siguiente
curso.
Uno de los jurados leyó su nombre en la lista
de aspirantes:
“Jamie Dey Unnane”
―Mucha suerte, Jamie―la abrazó justo
cuando ella se levantó agradeciéndole su
apoyo, emocionada. Cruzó las bancas y
recorrió las escaleras hasta el escenario.
Muchos participantes y sus acompañantes la
veían.
―Es el momento―se serenó con una sonrisa.
―Puedes comenzar―le señaló una de los
jurados.
Jamie levantó sus manos con delicadeza para
señalar:
Jamie actuó imaginando frente a ella, el
personaje de Ard visitaba el Imperio de
Sindery de la obra propuesta. Fue en ese
momento, cuando no solo Peter fue a
presenciar la audición, sino también sus
padres adoptivos junto a Nora quien volvió
de vacaciones solo por ella. Para su sorpresa,
Gina disfrazada, Lourie, Xeter y Neic
decidieron no querían perderse ese momento
significativo para Jamie, a quien también
estimaban desde la Semana de la Tregua. Ese
aspecto la revitalizó para sentirse orgullosa de
su esfuerzo, entregar más de ella en el
escenario y siguió dramatizando.
―… recuerden; la vida solo es una
oportunidad― y se inclinó a los presentes
para cerrar la obra.
Todos aplaudieron su actuación. Al jurado le
gustó su progreso, porque algunos de ellos
fueron sus instructores.
Capítulo 25: Preludio de la
destrucción
Faltaba solo un día para la fiesta de
graduación del Instituto Densoniano: Wendy
planeaba deshacerse de ella: Debía darse
prisa. Wendy salió de su casa sin preocuparse
en los más mínimo en la fiesta. Cerró la
puerta de casa, dejando a sus padres falsos
controlados con su hechizo para borrar
recuerdos. Al fin tomó la decisión de
encontrar la verdad definitiva; Pensaba en
Jamie como la espía de alguien en Zyrer, un
hechizo de alto nivel: Solo pocos podían
crear seres con cuerpo y alma, como Gina o
alguien con un avanzado poder como Dark.
Era de dominio público la mayor posesión de
Anthoine; el libro especial; el Volumen del
Destino resguardado en su castillo, bajo la
burbuja atada a una cadena al fondo del mar
de aguas azules.
―Iré a buscarlo―se propuso Wendy,
entrando a Zyrer, dejando su faceta como
Wendy estudiante para volverse Yarin, la
princesa de Zyrer―. Aún si nado hasta ese
lugar, iré por ese libro, iré por esa verdad.
Yarin se arrojó al océano en el punto exacto.
Nadó por mucho tiempo, bajo el brillante
mar de aguas radiantes de color azul; adoraba
el sentir del agua en su cuerpo, en lugar de la
teletransportación. No encontró peces como
en la Tierra, pero, era natural para ella
acercarse hasta la burbuja de cristal y tocar
con su puño en la entrada. Su magia le
permitía respirar bajo el agua.
La sirvienta de Anthoine no apareció, así que
ella se aventuró a entrar en la fortaleza a
pesar de su recurrente mal carácter. Temía
ser echada por el propietario. Pero, ella era la
princesa de Zyrer, no debía negarle entrar a
su casa.
Yarin usó magia para quitarse el agua de
encima. Sus zapatos pisaron las rocas de la
entrada, y avanzó por el jardín conduciendo
al palacio. Tocó el portón del castillo. Yarin
pensó, quizás él arreglaba asuntos
importantes como seguir leyendo libros
basura. ¡Ni siquiera su empleada le abría!
Minutos más tarde, Anthoine bajó y recibió a
Yarin.
― Anthoine, soy la princesa Yarin.
―Bienvenida su alteza, ¿Qué la trae por
aquí?―disimuló la apatía por ella.
―Yo quiero su ayuda.
― Entre.
―Gracias, Anthoine―dijo ella, pasando al
interior del lúgubre castillo. Subieron al
recibidor en la segunda planta por las
escaleras conmemorativas.
Anthoine habló a su sirvienta para que les
sirviera dos tazas de té con la ayuda de la
magia. Ella entregó en tazas de porcelana.
Salió sin decir más.
Wendy tomó su taza de té.
―No puedo entender por completo. Ya
conoces a Jamie Dey, la “hermana” de Peter.
―Sí, no la pasamos bien todos en la Semana
de la Tregua―se acomodó su único lente.
―Es justo Jamie el problema, mi gran
problema. Ella llegó de la nada, y se volvió
todo para Peter. Durante mucho tiempo he
tratado de averiguar de dónde proviene.
Quiero saber quién es ella en realidad.
―Tienes razón en preocuparte―reveló
Anthoine―, yo también he estado pensando
en lo mismo. He notado un cambio radical
en el ambiente, y en sus vidas―confirmó él―,
al volver a leer el libro me encontré con
ciertos aspectos.
―¿Cuáles son?―suplicó ella―, yo necesito
saber la verdad: ¿Es una espía? ¿Una
“creación”? ¿Qué es “Jamie Dey”? Tienes el
Volumen del Destino, lo sabes.
―Es un secreto. El Volumen del Destino es
un ejemplar delicado.
― Anthoine, esto es un asunto serio.
Incluso el rechazo por Yarin se vio
disminuido por su preocupación con ella.
Tuvo sus razones para revelarle lo demás.
―Bien, en el Volumen del Destino, en el
original, nunca aparece nuestra conversación.
Tampoco tendrías un motivo para venir aquí,
solo lo harías en un futuro distante, cuando
algo grave pasaba contigo.
―¿Qué estaría haciendo ahora? ¿Qué dice en
el volumen original?
―Ven, te llevaré a ver los libros.
Ambos subieron al centro del castillo, donde
Anthoine los guardaba.
―En este momento―le decía mientras sacaba
uno de los ejemplares y lo leía bajo la luz de
las velas del escritorio del estudio, rodeado
de libros conservados en flotantes
protectores mágicos―, tú deberías luchar
junto a Peter, contra tu amigo Elliot.
―¿Elliot?―se asombró ella, incrédula.
―Así es―reveló Anthoine―. Elliot es Dark.
―¡No puede ser verdad!―se llevó Yarin fue
incapaz de asimilar las palabras de Anthoine
en un segundo.
―Dark hizo lo mismo que tú; se disfrazó de
humano para buscar al Warrior Black en la
Tierra. Solo tú sabías la identidad de Peter,
pero ni él se enteró de sus orígenes. En este
momento ni Elliot sabe de ti.
―No es posible…
―Dark no tiene poderes ya para dañarlo.
Pero, en nuestro destino original, Elliot les
revelaría a su identidad. ¿Y sabes por qué El
Orbe de Cristal [Oscuro] eligió a Peter?
―Porque es descendiente de Zyrer, hijo de
Iraven y Antel, los príncipes de Zyrer con las
Gemas de Zyrer #1 y #2.
‹‹No del todo. Yo sé la verdad›› pero él no le
contaría a Yarin la realidad aún más profunda
que, hasta a él le hacía perder la cabeza
pensando en aquella conexión indestructible.
Le ponía de mal humor pensar en ello.
Anthoine sacó del otro cajón un volumen
más voluminoso; las pastas eran idénticas.
Anthoine le desvió del tema.
―Este…
―¡Oh, por Dios!―exclamó Wendy―, ese
libro debe ser…
―… el Segundo Volumen del Destino―se
estremeció Anthoine al posar su mirada
sobre él. Yarin aún no salía de su
estupefacción―. Nuestra realidad solo era un
destino; él único, un solo libro―contó
Anthoine mientras abría la página dedicada al
índice del primer libro creado cientos de años
atrás―, nuestros nombres están escritos aquí.
Tú tienes dos nombres; Wendy Zaylor y
Yarin. Y en cada una de estas páginas―hojeó
Anthoine―, están escritas nuestras acciones,
los lugares y épocas que visitamos.
Yarin tomó el primer libro, buscando leer
algo sobre los sentimientos y pensamientos
de Peter, pero pronto se percató de un libro
compuesto por hojas en blanco; solo su
creador podía leerlo.
―No vienen nuestros pensamientos ni
sentimientos en los Volúmenes―aclaró él―.
Solo pueden ser deducidos por la globalidad
de las acciones, no en todos los casos
funciona.
Wendy tuvo otro desaire.
―¿Y por qué hay dos libros? No lo
comprendo.
―Es una buena pregunta―vaciló Anthoine,
recibiendo de nuevo el libro de manos de
Yarin, se lo devolvió cuando él la miró
molesto por haberle arrebatado el libro.
―La razón es simple―cerró el primer
volumen, y tomó el segundo y lo colocó
encima del primero―. Al llegar Jamie se creó
un segundo libro.
―¿Eso qué significa?
― Que su nombre apareció al final del libro
primero. Sin embargo, ella nunca perteneció
a nuestra realidad original; ella viene de un
tercer mundo (desconocido para nosotros,
quizás Vmp lo conozca) generó letras sobre
el volumen terminado: No existía espacio
para escribir sobre ella. Entonces, apareció
un segundo libro, con todo lo sucedido.
―Jamie no es ni una espía ni una
creación―habló Yarin, aliviada al oírlo―. La
solución es más fácil; destruiré el libro―dijo,
agarrándolo del escritorio, pero Anthoine se
lo arrebató.
―¡Nooo!―gritó él―. ¡No se te ocurra! Si lo
haces, se borrarán nuestras vidas para
siempre, la realidad, todo, incluso el primer
volumen. Estos libros no solo son magia,
sino han sido materializados de la realidad,
coexisten con ella.
―¿Entonces, qué debo hacer?―soltó Yarin el
libro.
―Yo no puedo juzgar cuál es el mejor
destino, no soy el elegido para decidir. Yo tan
solo originé el libro para saber qué ocurrió
aquel día con el DestroyerFlat. En ambos
libros…
―¿En ambos libros qué?―obligó Yarin a
decirlo.
―La destrucción será inevitable; Peter no
conseguirá liberarse de la maldición del
Warrior Black a pesar de nuestro esfuerzo.
Yo y Arlerinia sabemos, pero nos prohibimos
contarles sobre esto.
―¡No, no es verdad!―reprochó Yarin,
Anthoine no dijo nada al ver su devastación.
Hubo un largo silencio. Anthoine comparó
los dos libros. Yarin se enteró que quien
debió caer en la grieta del planeta Lerión era
sino Julie, compañera de clases, y murió en
batalla contra Linera Licker.
―…Y yo usé ese poder para intentar acabar
con Jamie por mis temores―interrumpió
Yarin, con aires de culpa.
Anthoine prosiguió, desaprobando su
actitud.
―En aquel derrumbe quien debió haber
muerto fue el príncipe Iraven, padre de Peter,
pero en su lugar, fue lastimada la hija del
profesor―comparó Anthoine ambos libros,
uno en cada mano, flotando.
― Necesito ver el futuro por mí misma. Si
no conseguirá, como todos, liberarse del
destino. Quizás pueda hacer algo para
cambiarlo.
―Sí así lo deseas―lamentó él―. Pide a
Arlerinia un deseo que ni ella sepa cuál
es―escribió Anthoine, pensando en el futuro
insostenible. Él leyó infinidad de veces sin
lograr conectar hechos.
‹‹Si hubiera una manera, yo la habría
cambiado por el bien de todos, incluso
Arlerinia lo hubiera hecho, pero el destino es
irrevocable››
Anthoine pensó mientras redactaba en un
papel:
‹‹Conceder el deseo de Yarin de viajar al
futuro, al tiempo nueve años terrestres y
volver cuando ella desee al presente››.
Le entregó la nota a Yarin, quien la recibió
con sorpresa.
― Di a Arlerinia que, al cumplir tu deseo ella
me paga el libro de insectos que se llevó la
semana pasada.
―¡Gracias, Anthoine!―se alegró Yarin,
saliendo del palacio. Anthoine la vio
marcharse.
Anthoine también tenía una deuda pendiente
con su padre, y para Anthoine, era el
correspondiente pago. Era justo dejarle
conocer el futuro. Miró el segundo volumen,
y en las letras encontró que todo acontecía
conforme a los hechos del presente.
Capítulo 26: Futuro Eventual
Arlerinia se encontraba hojeando el valioso
libro. Incluía todas las especies desaparecidas
de insectos peculiares; moscas, gusanos,
parásitos abominables y demás. Usaba los
aretes de abeja regalados por Gina tiempo
atrás. Los examinaba con una lupa, sin perder
de vista sus detalles en su sala de su enorme
castillo.
Ella misma lo construyó su palacio usando
cosas monstruosas y materiales residuales de
algunos huesos de las ya extintas mascotas
del príncipe Iraven. Y ella aceptó con alegría.
Para mostrar su agradecimiento, ella le regaló
una pequeña lámpara. En Zyrer, obtener una
lámpara de un genio de lámparas era
equivalente a recibir una posesión de valor
incalculable, por ser la única genio de
lámparas viva en Zyrer.
―Toc, toc―escuchó Arlerinia en la entrada
decorada con figuras de moscas
simbolizando su devoción por la Generación
Espontánea. Ella se apresuró a recibir visitas;
eran pocas las veces cuando alguien se atrevía
a verla en casa. Abrió la puerta y se encontró
con Yarin.
―¡Yarin, qué sorpresa! Pasa, eres
bienvenida― a pesar de ser Yarin odiada por
la mayoría, Arlerinia trataba de ser amigable
con todos.
―Te lo agradezco mucho, Arlerinia, no es
necesario entrar―echó una mirada al
nauseabundo olor―. ¿Qué tal si lo
arreglamos al aire libre?
Arlerinia comprendió la indirecta de Yarin.
Irritada por la ofensa, estuvo a punto de
cerrarle la puerta en la cara, pero Yarin la
detuvo.
―¡Espera!, esta nota es enviada por
Anthoine. No debes leerla, y conceder el
deseo escrito ahí sin importar cuál sea.
Arlerinia sabía cuáles eran las excepciones de
la magia: las emociones, las mentes, viajar
más allá de la fundación de Zyrer, entre otras
cosas. Al menos no podría hacer mal.
―¿Y por qué habría de hacer algo así?
―Es el pago del libro que le compraste a
Anthoine, el último de su tipo, el libro
valioso―le recordó, y Arlerinia olvidó
pagárselo: ¡Estuvo la última semana
leyéndolo!
―¡Lo siento! Te concedo la razón. Fui
descuidada―tomó el papel―. Ese libro con
moscas de todo tipo vale cualquier deseo
absurdo de Anthoine.
Yarin sonrió, complacida, por una vez en la
vida de Arlerinia y su rara afición por lo
asqueroso o lo antiguo. Arlerinia tomó el
papel y concedió el deseo escrito: Yarin fue
transportada como al futuro, solo nueve años
más tarde, hacia el año 2180.
Technology City, la Tierra, 2180.
Yarin caminó por las comunes calles de la
Tierra. La tecnología avanzó en nueve años.
Uno de los pioneros fue Mark Wesley quien
se volvió director del Centro de Ciencias.
Mark siempre tenía presente a su mejor
amigo cuando llegaba al Centro por la placa
con su nombre en la entrada; para todos era
inevitable leerla pensando en que, si Peter
fuera un ser humano, él hubiera contribuido
al desarrollo de la tecnología y las ciencias
exactas. No sería solo director del CDC sino
quizás llegaría más lejos. Tantos sueños
truncos.
Yarin buscó la casa de Peter. En la entrada,
un letrero traslúcido mostraba con tintas
digitales:
‹‹Propiedad Patrimonio Internacional.
Declarado de valor inconmensurable por la
alcaldía de Technology City.
-Diana.››
Incluso una nave fue confiscada a Peter se
devolvió al garage, fue etiquetada para
exhibirse desde la calle. El césped artificial se
mantenía intacto tanto como la fachada y las
áreas de recreación: No obstante, sus
pertenencias nunca fueron tomadas para el
museo de Technology City a pesar de las
constantes peticiones por parte de los
administradores. Diana fue quien rompió el
silencio de su identidad; ella consideró que, al
menos, debería ser recordado como el héroe
bueno, aunque en otra realidad inalcanzable,
él se convirtió en el villano.
Dispuesta a averiguar más sobre el destino
temido, encontró en una tableta en la calle de
información turística con una versión
avanzada de NavEarth sobre la historia
reciente: En el artículo, se leía, en el año
2177, Peter Emphirio, mejor conocido como
el Warrior Black, sufrió de cierta
transformación y desapareció de la Tierra
para siempre.
―Buscaré a Anthoine.
Yarin abrió un portal hacia Zyrer. En Zyrer,
el panorama era distinto; nubes ardientes
quemaban y rasgaban el techo del mundo. La
franja de estrellas seguía intactas en el cielo
en cambio, debajo, extrañas aniquilaciones de
las montañas derretidas, los cauces de agua y
los panoramas más emblemáticos de Zyrer
hechos trizas.
En la desolación, nunca ella conoció peor
tragedia, ni siquiera con los previos Warrior
Black. Pasó por las calles de Zyrer. Algunos
magos se escondían entre las piedras y en las
cavernas, sin poder ni siquiera combatir a
causa de la falta de gemas; el Warrior Black
destruyó miles de depósitos. Ellos la veían
pasar sin indiferencia, no se atrevían a
dirigirle alguna palabra; perdieron a seres
queridos, y tal vez ella también moriría si
seguía exponiéndose.
En el fuego perpetuo de la devastación, Yarin
buscó respuestas; acudió a casa de Anthoine,
bajo el mar. Sin embargo, la fosa fue
evaporada y destruida: Anthoine pereció
junto a casa bajo la burbuja reventada por el
calor. Solo contempló el vacío abismo en la
orilla del área marina.
―Anthoine, no, no. ¡Esto no es justo!
― ¿Buscas a Anthoine?―habló una voz
detrás de un árbol marchito.
― ¿Quién eres?―volteó ella, sin lograr
distinguirlo por el sombrero.
―Soy Lourie, ¿Me recuerdas?―le habló él,
quien no envejeció gracias a la gema dentro
de él―. No me creo que tu esposo te haya
dejado salir de ese castillo en 18 años.
― ¿Cuál esposo? ¿Cuál castillo?―se
sorprendió Yarin.
―Dark―reveló Lourie―. ¿Los rumores son
ciertos? ¿Te maltrata?―ella no parecía
lastimada.
― ¡No, no es cierto!―gritó Yarin, mirando a
todas partes, conmocionada por la noticia―.
¿Yo…?
― ¿Buscabas a Anthoine? ¿A su sirvienta? Él
ya está muerto, casi todos están muertos. ¿Lo
sabías? Yo perdí a Mourie, a todos mis
amigos. Sobreviven Danna, la creación de
Gina, Odaine y Kaiser. Todos los demás han
caído en la batalla. Hasta el poderoso Vmp se
enfrentó a él, pero no logró nada. Se marchó
de aquí junto a su esposa Tracey y otros igual
de sensatos a la Tierra.
― ¿Qué pasó?
― ¿No lo sabes?―dudó él, a punto de
burlarse―. El Warrior Black lo ha destruido
todo, todo, todo… Ha destruido nuestras
vidas. En mi caso, por fortuna, no estoy solo.
―Mientes, Peter no sería capaz de hacer algo
así.
―Peter es el peor Warrior Black surgido en
nuestro mundo desde su fundación. Todos le
teníamos estima desde el proyecto y se mudó
a Zyrer hace 18 años. Yo, ya no quiero volver
más aquí a esta batalla inútil. Mañana me iré
con mi novia a la Tierra.
― Esto, esto es una broma, ¿verdad? Esto no
debe pasar, no debe suceder, Peter es fuerte,
yo lo sé.
― ¡No es una broma!―sentenció Lourie―.
Tú deberías escapar de Dark ahora que
puedes. Puedes venir a la Tierra cuando
gustes. Si no tienes a donde llegar, antes de
crearte una casa con la ayuda de la magia, te
paso la dirección de mi novia―le decía
mientras escribía una nota con una dirección
de Technology City.
Yarin no creía en los cambios dramáticos. Ni
siquiera podía asimilar por completo las
muertes a causa de Peter. Lourie hablaba
mientras le anexaba un pase digital para
registrarse en Technology City.
―Es lo mejor para quienes tenemos a donde
ir y queremos dejar este infierno. A veces
vengo a Zyrer a invitar, pero la mayoría se
aferra a este lugar.
―Gracias, Lourie―sonrió ella―. Iré a la
Tierra cuando resuelva ciertos
problemas―confirmó ella―. Debo ir por una
amiga.
―Te esperamos― Lourie caminaba en la
dirección contraria a la de Yarin.
Yarin fue en busca del castillo para salvarse a
sí misma. La conmoción de la identidad de
Elliot, quien era su amigo en el Instituto
fuera Dark y ella hubiera sido tomada y
esclavizada por él le revolvía el estómago.
Con su orgullo arrebatado, ese hecho era una
ofensa al código de su mundo y a su dignidad
como ser y princesa de Zyrer. Pero, ante toda
la tragedia sacudiendo su alma. y por encima
de todo, Peter no logró salvarse de su destino
a pesar de los esfuerzos del proyecto iniciado
por Gina Magic.
― ¿Yarin?―la reconoció una niña junto a
Odaine, quien llevaba una canasta, en las
afueras del palacio real.
―Odaine y, tú debes ser Danna―dijo Yarin.
―Sí, soy yo―pronunciaba la chica.
―Es un gusto verte, Yarin, hace muchos,
muchos años que no te veíamos―la abrazó
Odaine con nostalgia contagiosa, al menos
así lo percibió Yarin; estuvo a punto de
quebrarse tan solo de verla, aunque la odió
antes―. ¿Has escapado? Yo te ayudaré a salir
de aquí.
―No, necesito entrar. Soy Yarin de hace
nueve años. Arlerinia me concedió un deseo.
―Es imposible cambiar el destino―suspiraba
Odaine―. ¿Sabías que cuando Peter se
transformó, eliminó la magia de algunos de
los magos más poderosos?
― ¿Qué? Eso nunca ha pasado.
― Nunca pasó, lo sabes bien. Nuestros
progresos hasta el año 2177 de Zyrer se
detuvieron. Cuando algunos de los nuestros
peleaban contra el Warrior Black, su magia se
eliminaba. Desde ese día, ya no combatimos
contra él.
― Quise vengar a mi creadora―contó
Danna―, pero el Warrior Black me dejó sin
magia. Odaine me salvó de morir.
―Intentamos destruir al Orbe de Cristal
antes de la transformación de Peter, pero es
indestructible, no sabemos por qué. No
conseguimos nada. Ninguna de nuestras
estrategias resultó.
―Adiós, Odaine―se despidió Yarin mientras
entraba en el castillo del reino de Zyrer.
Pasó desapercibida ante los guardias en la
fortaleza porque la seguridad era estricta al
grado de escanear su magia para reconocer
intrusos. Yarin comprobó que, en uno de los
salones, la depresión alcanzó a Yarin. Lloraba
su pena todo el tiempo; ninguno de los
criados lograba provocarle risas, a petición de
Dark. La adoraba a pesar de su rechazo
perpetuo.
A través de los cristales del exterior, Yarin se
acercó a su otro yo, del futuro. Lucía
magnífica en apariencia, vestida con las
mejores telas de Zyrer pero derrumbada por
dentro. El dolor conmovía incluso a los
sirvientes mirándose angustiados. No existía
solución mágica para aliviar la tragedia de
Yarin por muchos años desde la
transformación de Peter en un monstruo,
peor que el ambicioso Dark. Él la obligaba a
amarlo cuando él la necesitaba.
― ¡Quiten eso de mi vista!―gritó ella
derribando la bandeja de oro con lujosos
alimentos.
Una de las empleadas recogió los platos y las
jarras, mientras otro empleado limpiaba.
― ¿Qué podemos hacer por usted, su
majestad?―reverenció un consejero vestido
de traje.
― ¡Nada, no pueden hacer nada!―se limpiaba
el llanto―. ¡Ni yo puedo hacer algo por mí!
¡Nadie puede salvarme!
―Su majestad―intentó convencerla uno de
sus sirvientes―, usted es la mujer más
poderosa de Zyrer. Usted es la reina de
Zyrer, es afortunada por tener un domo
protegiéndola del Warrior Black…
― ¿Afortunada?―se levantó de su trono
dorado y le jaló de la corbata para mirarlo
con furia conocida por sus constantes
arrebatos―. ¿A esto le llamas afortunada?
¡Responde! ¡Mi vida es el mismo infierno!
¡Que te quede claro!
Ante esa amenaza, los demás sirvientes,
incluyendo al consejero, se alejaron de ella, y
abandonaron el salón. Era costumbre suya el
amenazarlos de morir. No descartaban otra
masacre como la acontecida hacía tres años
de Zyrer, cuando destruyó a algunos bufones
en la plaza.
En silencio del bello palacio que alguna vez
fue el memorable hogar junto a sus padres,
ahora ya muertos a causa del Warrior Black,
se convirtió en la penumbra de su vida. La
nostalgia la invadía día tras día; el amor por el
destructor, Peter Emphirio se volvió el caos
en su alma: Ella no podía detenerlo, ni
siquiera su poder era suficiente para liberarse
del poder Dark y salvar a Peter.
Yarin se acercó hacia su otro yo. Yarin le
colocó la mano en su hombro desnudo. Con
lágrimas en los ojos, Yarin se conmovió por
su sufrimiento interminable.
―Yarin, soy yo; tú.
― ¿Cómo es posible?―se reconoció.
―Arlerinia concedió un deseo para mí. Te
salvaré. Lo prometo. Nos salvaremos de este
dolor―y la abrazó―. Encontraré una forma
para rescatarte.
―Nadie puede cambiar el futuro. Ve, estoy
aquí. Significa que fallaste en tu plan. Fallé en
todo―se llevó las manos al rostro,
cubriéndose.
―Tranquila. Este es un futuro volátil. He
estado pensando en llevarte lejos de aquí.
― ¿A dónde iría? Dark lo controla todo
desde que se hizo con el poder y
conocimiento del plan “Salvación”. No
puedo ir a la Tierra. No puedo salir de Zyrer
fuera del domo
―Cambiaré esto mientras pueda―se
motivó―. Ven conmigo.
Justo cuando Yarin se levantaba del trono,
entró Dark. Yarin se ocultó detrás del trono
al verlo. Por fortuna, no se percató de su
presencia. Yarin se mantuvo traumada.
―Querida Yarin, ¿a dónde vas?
―A ninguna parte―se apresuró ella.
― ¿A ninguna parte? ¿Segura?―le habló con
furia al tomarla de la mano derecha. Su
mayor temor era que su amada Yarin lo
abandonara.
Yarin escuchó el golpe en el rostro recibió
por parte de Dark. Después la empujó con
violencia hacia el trono por decreto de su
malvado esposo. Yarin se cubrió la boca para
evitar maldecirlo. Necesitaba esperar.
―Espero, aprendas la lección, bella Yarin―la
miró altivo a los ojos mientras Yarin lloraba,
lastimada. Pronto con magia la curó en
materia, pero su alma fue rota―. Mañana te
necesito a primera hora en la plaza. Me
acompañarás a inaugurar nuestra ciudad.
― ¿Nuestra ciudad?
―Fundaré una ciudad con las gemas en mi
poder. Los sobrevivientes de la destrucción
del Warrior Black serán nuestros. Los salvaré.
Al fin tendré un lugar para reinar.
Multiplicaré los domos, como este. ¿Sabes
cómo la llamaré?
―No.
―Zaylor City.
Yarin se estremeció por recordarle su
pseudónimo, cuando era una estudiante,
cuando era feliz por ayudar a Peter sin que él
se enterara.
― Viviremos juntos, como ahora, sin
preocuparnos, solo por amarnos mientras los
dos seguimos creando magia―extendió su
mano para acariciar su rostro claro. La miró a
los ojos verdes―. A ti siempre te gustó crear
magia sola, como a mí―le recordó el
pasado―. Estás destinada a mí, Yarin.
―Nunca creí que fueras Dark, Elliot. Eras mi
amigo en el instituto, me apoyaste siempre
cuando necesitaba a Peter. No lo entiendo.
―El tiempo cambia, pero yo siempre fue
así―subrayó mientras se acercaba a besarla―.
Yo siempre te amé desde que te conocí en la
plaza de Technology City, por eso me
inscribí en ese instituto con los nerds de tus
amigos, con tu amado Peter y el bobo Mark.
¿Quién lo imaginaría!
Dark, quien antes llevara por apellido
Darsen, nunca imaginó enamorarse de Yarin,
a quien odió por un largo tiempo. Ella nunca
fue querida por nadie, hasta ser encontrada
por Dark en la Tierra.
Dark abandonó el salón para volver a sus
labores, no sin antes cerciorarse de no ser
abandonado por la mujer a quien más amó.
Creó una cadena mágica de ella con el salón.
Al salir, la miró de nuevo, era ideal para él.
No obstante, ni con el paso del tiempo
lograba obtener el cariño de Wendy Zaylor o
Yarin. Nadie estaba enterado de los nuevos y
macabros planes de Dark para fundar una
civilización protegida del Warrior Black al
interior de Zyrer. Yarin se dirigió a su yo
joven.
―Yarin, no podré salir de este mundo.
―Puedes hacerlo.
Yarin, ya sufría el tormento de servir a Dark,
su dolor de perder para siempre al amor de
su vida le sofocaba aún más. La esperanza de
salir, aunque fuera del castillo, mantendría su
dolor, sin forma de renunciar a la tragedia.
― Estoy condenada a servir los planes de
Dark― Yarin tenía un nudo en la garganta,
pero prosiguió, mirando la cadena―. Pero,
quizás puedas hacer algo por mí. Si te sirven,
toma los libros del estante tercero, sección
20. Son las investigaciones que Dark robó del
proyecto de Gina. Una parte del libro las
tiene Lourie en alguna casa de la Tierra, pero
están incompletas. No estoy segura.
Yarin no evitó sonreír.
―En el libro negro, tendrás las fórmulas
usadas por Dark para crear los domos―
Yarin hizo memoria―. Hay algunas
investigaciones en la sección 22 que Dark no
ha logrado descifrar, quizás solo Gina los
pueda resolver a tiempo. Llévatelos,
entrégalos a Magic.
Yarin la miró a los ojos.
―No te dejaré aquí.
―No puedo irme. Toma los libros. Eres mi
esperanza, Yarin, de salir de este destino.
Yarin abrazó a su otro yo. Yarin le entregó la
llave. La tomó y se despidió de ella. Cruzó las
puertas y tomó los libros del estante
indicado. Los redujo y guardó en su vestido.
Justo cuando los consiguió, marchó hacia la
Tierra.
Technology City, año 2180.
Se dirigió a la dirección que Lourie anotó,
deduciendo otra parte de las investigaciones.
Tocó la puerta. Una chica joven de largo y
rubio cabello le abrió; Yarin la reconoció; era
Jamie Dey.
― ¿Te conozco?
―No, digo, si―habló Yarin, tartamudeando,
por la impresión de verla―. Soy Yarin. ¿Me
recuerdas?
― ¿Yarin?―y ella intentó recordarla.
―Soy Yarin, la princesa de Zyrer.
― ¡No puede ser cierto, Dark no te liberaría
jamás!―entonces, la reconoció―, ¡adelante!
Jamie la condujo hacia la sala.
― Puede ser increíble para ti, pero soy yo,
Yarin.
― Yarin, ¿Puedo hacer algo por ti?
―Lourie me envió aquí, ¿lo conoces?
―Por supuesto, es mi novio. Entonces él te
envió.
―Sí.
―Eres más que bienvenida. Traeré un té para
ti―y se levantó del sofá para ir hacia la cocina
y elegir té en la pantalla que ya dominaba
desde hacía muchos años atrás. Y cada vez
que la usaba, recordaba a su familia. Yarin
miró alrededor; era probable que en algún
lugar de la pequeña casa estuviera guardado
el otro libro.
―Gracias, Jamie. Así que te eres novia de
Lourie.
―Es una larga historia―suspiró, actuando―.
Nos conocimos hace mucho tiempo, cuando
yo tenía diez. Cuando cumplí 16, hace tres
años, me enamoré de él, cuando íbamos
hacia Zyrer al proyecto de Gina, para salvar a
mi hermano―Jamie pasó de la alegría al
dolor.
Yarin se conmovió al verla llorar. Una
sensación de empatía la recorrió.
―Perdí una parte de mí cuando él se
marchó―y tomó un pañuelo para la nariz,
comenzó a llorar sin control―, solo me
fortalecí en mis padres, en Nora y después
con Lourie, porque yo quedé destrozada
cuando perdimos a mi hermano. Tampoco
mis ellos pueden superar que él se haya
convertido en eso.
Yarin se contagió del dolor de Jamie, a quien
solía odiar. Fue, después de tantos años,
cuando tuvo la oportunidad de mirarla sin
rencor. Comprendió el cariño verdadero, la
verdadera hermandad.
―Mañana iré a Zyrer―confesó―. Aún no le
he contado a Lourie, deseo ir a ver a mi
hermano―lloró ella―. ¡Yo, lo extraño
tanto!―decía―. ‹‹Si pudiera cambiar todo lo
que tengo, lo cambiaría sin dudar›› No me
sirve toda la fortuna en mi carrera como
actriz, si perdí a mi hermano. Sin él, yo no
sería quien soy. Quisiera verlo de nuevo,
aunque ese disfraz lo haya absorbido.
Wendy la abrazó.
―Te acompañaré―le dijo―, a verlo, si
quieres.
― ¿Harías eso por mí?
―Lo haría―la apoyó.
―Gracias― y ella se reconfortó en Wendy,
llevando otro nudo en la garganta. El dolor
también la aprisionó tanto como a ella. De
esta forma, Yarin logró apartar el
resentimiento a Jamie Dey Unnane.
Capítulo 27: El libro de la magia de
Zyrer
Jamie solía ir a Zyrer gracias a él, quien
visitaba también a sus padres y la amable
Nora, quien decidió tomar parte activa en el
desarrollo de los guiones de las películas de
los Emphirio. Jamie se cautivó con él desde
sus 14 años. En su mente seguía grabada su
rostro cuando él la miraba, quien seguía
teniendo 16.
Cuando Peter iba a visitarlos, ella lucía más
feliz. Desde su entrada a casa, ella lo recibía
con entusiasmo.
―Me hace tan feliz verte―le decía él, después
de tantos meses sin verla.
― Yo también te extrañé mucho―ella lo
abrazó.
Era un error. No debían fallar. Ninguno de
los dos se atrevió a repetir la tragedia de sus
padres. Peter se condenó por mucho tiempo
enamorarse de Dey y no de Gina Magic,
quien seguía interesada en él.
―Tengo una sorpresa para ti―Jamie se
apartó de él para llevarle una caja. Peter la
abrió y en ella encontró un instrumento
rudimentario, tan antiguo; una calculadora de
mano del año 2000.
― ¡Siempre quise una, gracias Jamie!
―No es nada, Peter―ella sonrió―. La busqué
en todo el mundo para ti.
Él volvía a iterar sus temores al dormir, la
voz sonaba de nuevo, la malignidad podría
robarle sus sueños de volver a estar con ella y
regresar a la Tierra. Por fin se enteró que
Antes de todos mis sueños de The
GladStones era justo para Jamie. Ella se
volvió su mayor fortaleza mientras era
sometido a los experimentos en el doloroso
Sector de Pruebas, al costado del palacio
donde se llevaba a cabo el proyecto de Magic.
Incluso ‹‹Wendy›› y ‹‹Elliot›› fueron una vez
en uno de los experimentos, pero después lo
abandonaron cuando él se transformó. Mark
continuó su carrera, y en alcanzar ese sueño
de ser director del Centro de Ciencias. Una
forma más de rendir honor a su mejor amigo,
a quien le perdonó sus errores.
Jamie, cuando Peter se volvió en el peor
enemigo de Zyrer, decidió tomar un papel
ficticio con Lourie, de quien utilizó su magia,
en un intento por encontrarse de nuevo con
él en la realidad lejana, inalcanzable para ella.
Nadie se percató del disfraz de la actriz.
Alguna vez, cuando salieron a caminar por
las solitarias calles de Technology City, donde
solo las naves lejanas se trasladaban, Peter le
contó a Jamie que quizás ella era la causa de
su tardía transformación hacia el Warrior
Black. A ella le gustaba pensar lo mismo. Era
un secreto compartido, tres años antes, el
derribar sus principios, si bien, ambos
provenían de diferentes realidades
Año 2180.
Esa misma tarde, Lourie llegó a Technology
City. Yarin sentada en el mismo sofá, se
apiadaba de Jamie Dey.
―Lourie, quiero ver a mi hermano, por
última vez―se levantó ella―. Quiero ir, aún
tengo la esperanza, quizás me reconozca.
Lourie descartó en ponerla en peligro; la
última vez, poco faltaba para ser lastimada de
gravedad.
― ¡No, Jamie!―le suplicó―, ¡eres todo para
mí!―sostuvo sus manos. Jamie levantó la
mirada del suelo a sus ojos.
― ¡Por favor, solo esta vez, la última! Yarin
irá con nosotros.
―Está bien, pero solo esta vez―y la abrazó.
Jamie sonrió y lo abrazó con fuerza. Yarin
también quería ver a Peter.
―Gracias, Lourie, gracias.
Ese día, Jamie fue llevada por Lourie hacia el
devastado Zyrer. Wendy se conmovió al
descubrir otro palacio destruido por el
Warrior Black, creado solo para borrar todo a
su paso. Llamas y fuego crecían en todas las
ciudades destruidas por quien fuera Peter
Emphirio, el joven hábil en matemáticas, y
después, como humano, como héroe, pero, al
final, como villano, como el gran enemigo.
Jamie, desde hacía tres lo perdió para
siempre. La esperanza de poder hablar de
nuevo con él le robaba una parte de su
pensamiento todos los días; cuando
ensayaba, cuando recibía un nuevo guion de
Nora.
.Jamie pidió a Lourie ser llevada a la meseta
de la próxima ciudad, donde encontraron al
Warrior Black destruyendo con su poder,
bombardeando de magia las ciudades y
poblaciones cercanas a las montañas en las
orillas de Zyrer. Desde esa vista, Jamie gritó
hacia donde Peter desmoronaba vidas.
Volvían a izarse palacios. Sobrevivientes
reconstruían. Él aniquilaba. Un ciclo casi
interminable. Con el paso de los años, en 18
años casi destruyó a un mundo colosal; sin
embargo, pudo haberlo aniquilado por
completo de una sola vez si él lo deseaba;
sólo adoraba destruir y volcar el sufrimiento.
― ¡Peter, Peter, Peter!―lo llamaba ella. Él
parecía sumergido en el habitual caos de sus
pensamientos destructivos: Solo pensaba
aniquilar, en arrasar con todo a su paso,
esfumando sonrisas ―. ‹‹Prometiste
salvarte…››
En ese estado casi hipnótico, el Warrior
Black alcanzó a percibir sus palabras, una voz
lejana y confusa, con alguna clase de señal
codificada para su cuerpo mágico. Un
conjuro, un tipo de magia perceptible y
familiar, de alguien vital para él, en lo más
profundo de sí mismo, del verdadero Peter
Emphirio.
Dejó atrás su destrucción para acercarse a la
meseta por intentar alcanzar a Dey. Yarin se
encontró con la sorpresa de su vida; Warrior
Black aumentó varios miles de veces su
tamaño, un colosal destructor. Lourie y Yarin
retrocedieron, pero Jamie se acercó al borde
para extender su mano, intentando
alcanzarlo.
― ¡Peter, Peter, soy yo, Jamie! ¿Me
recuerdas?
El ser solo se detuvo para interpretar el
mensaje de ella. No logró decodificar
ninguna de sus palabras, tampoco
reconocerla por completo en su faceta
oscura. Su fragmento real deseaba, en el
fondo, dejar atrás todo para encontrarse con
ella, como antes, desde el año 2175. Yarin
percibió aquella agonía no solo en Jamie, sino
también un dolor profundo e imperceptible
de Peter; ninguno de los dos podía detener la
destrucción de Peter Emphirio.
Wendy se enteró, por su pausa forzada, que
Peter sollozaba por dentro, sin poder escapar
de sí mismo, controlado por un poder
inagotable. A veces combatía contra sí
mismo, para evitar seguir destruyendo:
Épocas doradas de paz llegaban a Zyrer en
esos lapsos de meses combatiendo por
dentro, cuando Peter alcanzaba el umbral de
la consciencia. El dolor de perder su
identidad se volvía un ciclo interminable, lo
volvía a sumergir en el caótico mundo de la
destrucción.
Mientras Jamie intentaba hablarle entre
lágrimas, Wendy miró a las estrellas en la
rasgadura; algo familiar radicaba en ellas.
Recordó, al fin, los ejercicios de Linera
Licker sobre las constelaciones: Lerión y
Zyrer eran el mismo espacio. Zyrer, por lo
tanto, no era un universo aislado, era el
interior de un planeta.
Lourie solo se fijó en cuidar a Jamie. Él notó
un cambio ligero en el Warrior Black. Tomó
a Jamie y a Yarin de la mano justo a tiempo,
para salir volando de la meseta destruida por
el Warrior Black.
― ¡Peter!―hablaba ella, se detuvo para
fundirse en su pena, ella, como sus padres
adoptivos, dejó atrás los Principios de la
Humanidad, aunque no acertados en ellos―.
¡Nunca olvides que te amo, y siempre lo haré,
Peter Emphirio!
Wendy no evitó llorar, persuadida por todos
los hechos del futuro. Conmovida por el
dolor, Yarin se mantuvo firme. Se reservó
sus pensamientos; no solo existía dolor en
Zyrer y en sus habitantes, en quienes
conocieron y amaron a Peter, sino en él se
generaba un dolor creciente. Y no podía
escapar de él mismo jamás.
Jamie siguió llorando en la sala al llegar a su
casa en Technology City. Lourie compartía
su pena, en menor grado; para él, Peter fue
un amigo entrañable cuando colaboraron ese
tiempo en busca de una solución. Zaylor
comprendió el agradecimiento de Jamie.
―Les prometo―habló Yarin―, encontrar la
forma de liberarnos ―decía, porque ella
también sufría bajo la pena de perder a su
amor y permanecer una vida de agonía bajo
Dark. Les ocultó la verdad.
―Gracias, Yarin―la abrazó Jamie. Por tal
motivo, Yarin le pidió a Lourie el pedazo de
las investigaciones. Yarin se despidió de ellos
y viajó hacia el año 2171.
Con los libros extraídos del futuro, se dirigió
a su castillo, pasando por alto las
instrucciones de ella misma de entregarlos a
Gina Magic; el destino recaía en sus manos
desde ese momento. Mientras Peter se
encontraba en la fiesta de graduación
acompañado por su hermana, de Elliot, Mark
y algunos invitados de Zyrer, Yarin estudió
los volúmenes.
Durante una semana, Yarin analizó el
contenido de los libros, para encontrar por sí
misma una solución, como les prometió a
Jamie y a su novio Lourie. Mientras ella se
refugió en su habitación descifrando las
investigaciones de muchos años de Dark y
Gina, Peter recibía mención honorífica en su
grado por obtener el mejor promedio en su
nivel. Jamie celebró junto a él y a sus padres
junto a Nora en la fiesta del Instituto
Densoniano. Elliot intentó contactarla pero
ella no asistió.
―Quizás salió, otra vez a New City―dijo
Mark, aplaudiendo a su amigo en la
ceremonia.
―Ojalá esté bien―Elliot se preocupó.
― ¡Felicidades!―abrazó 365 a Peter cuando él
recibió sus diplomas. Los demás aplaudían.
Sus padres, halagados por el talento de su
hijo, por la devoción por aprender más cada
día. Nora lo abrazó. Mark felicitó a su amigo,
orgulloso de él. Esta primera graduación del
nivel 16 él no deseaba ser alabado.
Al mismo tiempo, Yarin seguía
decodificando el material. Pasó noches y días
en vela, sin descansar por un momento. En
tanto en una fiesta de graduación él
pronunció las palabras para cerrar el ciclo
escolar.
― Ya no me siento orgulloso de mí, como
antes. Todo sucede por alguna razón. Ahora
entiendo que es mejor dar que recibir, como
los elogios. Mis conocimientos serán usados
para bien, para ayudar a los demás. Pronto
encontraremos nuevos horizontes, un mejor
porvenir para nosotros, para quienes estén en
nuestras vidas y para el mundo.
Minutos más tarde, Mark, el segundo mejor
promedio del Instituto, leyó:
― Nuestro progreso será el progreso del
mundo futuro.
Yarin, en tanto, leía las líneas y las fórmulas
matemáticas
.
Diversas variaciones leyó Yarin y estudió
mientras siguió construyendo otros hechizos
con ayuda de las líneas redactadas. Descifró
otras variantes. Fue capaz de deducir a qué se
referían ciertas variables. Encontró la
respuesta en poco más de dos semanas de
duro esfuerzo intelectual. Revisó los libros
para cerciorarse de crear el hechizo correcto.
Se colocó su capucha y usó su ropa de Yarin
para ir en busca de Peter, quien estaba en el
palacio del proyecto de Gina Magic junto a
Jamie y Mark, quienes celebraban que en dos
días terrestres Peter se mudaría al proyecto
de Gina.
― Te necesito―pidió la misteriosa princesa―.
Es una Orden Real tu presencia en el palacio
de los reyes de Zyrer.
Peter lo pensó dos veces antes de ir con ella,
si bien, lo convocaban, el asunto del proyecto
de Gina era más relevante para él.
―Solo necesitamos ayuda de tu poder para
algunos asuntos privados del reino. Debes
acompañarme―y miró a los demás quienes se
disponían a ir con él―. Tú solo.
Linera se abrió paso, maquillada por Gina y
Niye.
―No confiamos en ti.
―Soy la princesa de Zyrer, tengo una orden
real para llevarlo―Yarin se aprovechó su
posición para falsificar un papel emitido por
sus padres. Linera comprobó su autenticidad.
Peter la siguió manteniendo una distancia
prudente. Volaron hacia el palacio real.
―Fui a agradecerte la ayuda―señaló él―, y
me pediste no molestarte. Entiendo, debes
tener tus motivos.
Ella guardó silencio. Minutos más tarde, al
llegar al solitario palacio, justo cuando se
encontraban frente al Orbe, Yarin habló.
― Ahora me toca contarte algo a ti, Peter―y
en ese momento, Yarin se reveló como
Wendy Zaylor. Incluso, sus manos revelaron
las gemas incrustadas en sus manos. Su faceta
como estudiante y humana se mostró ante el
incrédulo Peter.
― ¿Wendy?―no lo creyó al instante,
comenzaba a creer que la vida le estaba
jugando más sorpresas. Apenas afrontaba el
hecho de ser hijo de hermanos provenientes
de Zyrer, y la misteriosa princesa Yarin se
tratara de Wendy Zaylor.
―La misma, a quien conociste aquel día en el
parque. Yo no lo olvido, Peter. Nunca lo
olvidé―diminutas lágrimas comenzaron a
inundar sus ojos―, porque en ese mundo
nuevo, la Tierra, me enseñaste dar detalles a
los demás, a ser generosa. Jamie fue parte de
eso; le extendiste la mano para lograr todos
sus sueños. Y ella lo logró. Y yo, tan solo era
una princesa caprichosa, quien se
engrandecía con su magia. Tú eras igual a mí,
pero tú sí cambiaste.
Peter no sabía qué decir. Yarin suspiró,
agotada por el cansancio de soportar su
propio carácter durante miles de años.
― Todos mis conocimientos presumí, me
metí en problemas. Con nadie me llevo bien
en este mundo―suspiró, recordando a las
chicas de tanto tiempo atrás y de tantas
circunstancias forjando su carácter. Peter
sintió estremecerse, porque él compartió su
experiencia de ser orgulloso por sus
conocimientos, y después por la adoración
del mundo hacia sus buenas obras e
imagen―. Y tú has logrado una alianza con
los magos, eres tan diferente a mí. Eres
imperfecto, como todos, y fallaste en tu
lucha, pero yo no te fallaré.
―Me sorprende encontrarte en todas partes.
―Peter, yo fui quien se equivocó―lo abrazó
Yarin―. Tuve celos de ella [Jamie Dey] todo
el tiempo, fui irracional. Tú le prestabas
atención siempre porque te preocupabas por
tu familia. Pero, no solo eso; creí que ella te
haría daño alguna vez. Yo debí avanzar y
eliminar mi ego, como tú. ¿Me perdonas?
―No te disculpes, Wendy, somos
imperfectos, todos. Yo también me he
equivocado, muchas veces―se sinceró―. Me
salvaste la vida aquel día. Gracias.
Yarin se acercó a su oído para decirle:
― Hace miles de años, me dijeron que nunca
sería una maga de verdad… mira lo que voy
a hacer…
En ese momento, Wendy aprovechó su
cercanía para usar los cristales incrustados
como un Arco Mágico modificado y fundirle
el DN modificado, y después, el hechizo
desde obtenido en Lerión con ayuda de los
libros extraídos del futuro y sus
conocimientos. Peter cayó inconsciente a
causa de un DN modificado sintetizado en el
AM de las gemas, en manos del cuerpo de
Wendy Zaylor.
Al fin, Yarin logró adentrarse al etéreo
mundo, al Warrior Black.
Wendy se materializó dentro del cuerpo.
Flotó en un fragmento de fórmulas
matemáticas escritas en letras blancas y
negras, volando en el vacío, dentro de un
saturado matiz carmesí. Ella voló en la
infinidad de páginas, una tras otra,
sumergiéndose entre las letras y números.
Caminó dentro de las blancas páginas
desprendiéndose del limbo de las siguientes
secciones, de los infinitos volúmenes y de las
interminables fórmulas escritas. Recorrió los
tomos, hojeándolos, recorriéndolos uno tras
otro.
‹‹Esto es infinito…››
Materializado, como Yarin, dentro de sí
mismo, Peter Emphirio la observaba
escudriñando a los volúmenes fundidos en el
vacío sometido por la magia. Giró varias
veces para comprender su contenido; no
alcanzó a visualizar la verdad completa en las
primeras impresiones.
Una voz la detuvo por unos momentos:
― No debiste intervenir en mí, Yarin Zaylor.
Yarin notó que el corpóreo ser de apariencia
idéntica a Emphirio fusionó sus nombres de
la manera más odiada por ella.
― ¿Peter?
―Solo soy un espejismo dentro de mí mismo. Sigo
siendo ‹‹ yo ››.
― No entiendo a qué te refieres.
Wendy siguió avanzando para determinar su
naturaleza mientras esperaba una respuesta.
Él le reveló la verdad; él era la enciclopedia
más grande de Zyrer, pues reunía todos los
hechizos escritos, formulados y ejercidos a
través de las épocas, de 30,000 años de
historia de Zyrer, como era bien sabido por
todos. Peter en apariencia de tez clara
acarició las hojas levitando sobre ellas,
deslizando sus dedos con la malicia de su
devoción por todos los conocimientos
generados gracias a él. La magia en Zyrer
sólo fue gracias a sus cálculos de la energía
contenida en las gemas de diferentes tonos.
Ante todo, en cada uso con la energía, más
llegaba a sentirse usado, este aspecto no lo
contó a Yarin, lo reservó para él.
― ¿Conforme?
― Déjame ayudarte, por favor.
― Debo destruirte. Debes morir. Debes
morir. Te destruiré alguna vez, Yarin.
Peter materializó un Arco Mágico especial
para extraer fórmulas de su alrededor. El
fulgor inundó hasta sus ojos color sangre.
Yarin hizo lo mismo, preparándose para
defenderse.
Peter deshizo el Arco.
― ¡Solo jugaba contigo, Zaylor! ¡No puedo
destruirte, por ahora!
―No eres tú, Peter, tú no eres tú. No eres el
mismo. ¡Tú no piensas de esa manera!
― Solo a tu parecer. No tengo otra opción
contigo que mostrarte la realidad.
Peter, aún de 16 años, movió su mano para
mostrarle el pasado, presente y futuro.
Vestido de la misma forma en tonos oscuros,
su mirada indiferente se convirtió en un
misterio para Yarin. Una pantalla fue
revelada ante el serio Peter y Yarin. Los
transportó como observadores a épocas
pasadas.
Una nave despegó de la Tierra hacia Lerión
en el año 2305, cuyo nombre fue cambiado
por Zyrer, como averiguó ella en su viaje al
futuro.
―Este es el mundo conocido para nosotros,
Zyrer. El mundo destinado a la destrucción.
De la nave, se bajó la posesión más valiosa
rescatada de la última guerra en la Tierra,
conservada con la tecnología de punta creada
por M. Wesley en el CDC: la computadora
matemática más avanzada: El Orbe de
Cristal: el cerebro de un ser humano
excepcional en la física y matemáticas: Peter
Emphirio. Con ella, los científicos, los primeros
magos encontraron las fórmulas describiendo
el comportamiento y uso de la energía, de los
cristales del planeta Lerión, hacia nuevos
horizontes, donde la magia era una forma
avanzada de fórmulas matemáticas solo
capaces de ser sintetizadas por su velocidad
de comprensión abstracta.
Así fue fundada Zyrer.
Volvieron al presente.
Yarin miró hacia la vitrina esférica, la mente
de Peter Emphirio conectó con ellos a través
del tiempo y el espacio. Fue entonces
cuando, el cerebro dentro de la esfera de
cristal designó cada 1000 años un protector
para Zyrer.
―5,000 años terrestres llegó el Warrior Black
para destruirlos a todos. Nadie debe vivir.
No es Peter quien debe morir, no es ningún
Warrior Black.
― ¡Eso no puede ser cierto, tú eres incapaz
de desear matar! ¡El Warrior Black debe
morir para salvar a todos!
― Es al revés. Es mi mayor deseo destruirlos
a todos en Zyrer, Yarin Zaylor. Nadie puede
aniquilarme; crearía una paradoja. Márchate,
Yarin Zaylor. Nadie puede detener mi poder,
yo lo controlo.
Una conexión singular innombrable al
interior del cuerpo maldito, el cuerpo del
Warrior Black. Wendy tuvo una profunda
curiosidad por saber sobre el contenido del
Orbe de Cristal. Pronto dedujo que el Orbe
de Cristal materializó su cuerpo dentro del
Warrior Black y habló con ella. Comprendió
porqué podían ir más allá de la fundación de
Zyrer pero inconscientes de ello, pues fue
prohibido por el ODC.
― ¿Qué pasó en tu destino? Sólo deseas
destruirnos. No hacemos mal a los demás. La
magia nos permite seguir vivos, todos tus
amigos están luchando por ti, por salvarte.
―Ustedes son mentira.
―Todos existimos por el bien, sabes bien que
hemos combatido para enfrentar a tu poder.
Has acabado con miles de vidas, Peter.
¿Estás satisfecho? Quien se equivoca… ¡eres
tú!
Peter la miró furioso al ser descubierto.
― ¡Solo eres una destructora, Yarin Zaylor!
¡Mereces morir ahora mismo!
Yarin estaba segura de ser confundida por la
malignidad del Warrior Black, solo jugaba
con sus emociones para hacerle parecer una
malvada solo por palabras, no con
fundamentos; ella y todos los demás fueron
intachables, mejorando su poder mágico para
hacer lo inalcanzable.
―Acabaré con tu destino, Peter Emphirio,
Orbe de Cristal.
Siguió leyendo las fórmulas a pesar del enojo
del Orbe de Cristal; no podía aniquilarla.
Debía encontrar la magia para evitar su
transformación violenta. O tal vez se trataba
de un desencadenante, un conjunto complejo
de fórmulas activas en la detonación. No
ocurrió la transición de Peter Emphirio al
Warrior Black, en poco tiempo, como en los
anteriores elegidos: el Orbe de Cristal
conocía la razón.
Yarin usó sus conocimientos para anular
algunas las fórmulas clave y borrarlas al
interior de Peter, a pesar del maligno
maquinador; el Orbe de Cristal originó
nuevas fórmulas para librarse de las fórmulas
usadas por Yarin.
― ¿No es impresionante mi velocidad? He
tardado mucho en aniquilarlos.
Yarin tuvo batallas contra las fórmulas
generadas por el ODC. Agobiada, Yarin
decidió ir hacia el gran controlador, la mente
maestra a través de las fórmulas, en un
proceso de ingeniería inversa para cortar la
Conexión; un rayo de luz brotó al bloquearse
el enlace. Peter Emphirio convulsionó. El
orbe se burló de su fracaso. Decidida a todo,
Yarin se disolvió del cuerpo del Warrior
Black para dirigirse al Orbe de Cristal, y
fundirle el mismo hechizo usado para
adentrarse en Peter.
En el interior del Orbe de Cristal, Wendy
intentó deshacer el vínculo de sí mismo con
el Peter Emphirio vivo con nuevos ataques
de fórmulas. En cualquier caso, las
conexiones neuronales se veían bloqueados
por algún tipo de energía obstruyendo su
paso hacia la Conexión. Wendy analizó de
nuevo las fórmulas dentro del consciente
Peter Emphirio, lanzándole ofensas y avisos
al inactivo cuerpo del Warrior Black.
‹‹Destruye… Destruye a Yarin››
‹‹Warrior Black, destruye a Yarin Zaylor››
Yarin no escuchó, siguió en su labor para
destruirlo. Peter no actuaba a causa del DN
modificado para inhabilitar su cuerpo; el
Warrior Black no obedecía por el estado
causado por Yarin.
Pasaron varias horas sin ningún resultado a
favor de Yarin. Peter estuvo inconsciente a
causa del bloqueo unilateral con el Orbe de
Cristal. Yarin no conseguía desestabilizar la
energía para salvarlo del destino programado
por el mismo.
Fue en un descuido, cuando el Orbe reveló
un aumento de magia significativo con
respecto a anteriores épocas; la razón; Jamie
Dey Unnane, proveniente de otra realidad,
como se escribía en el volumen de Anthoine:
Ella causó, de forma inconsciente, el
aumento de magia del Orbe de Cristal.
―Así que es ella…
Era indispensable liberarla de la realidad si
deseaba salvar al Warrior Black, y por
consiguiente, a todos. El por qué ella
aumentó su energía quizás se debía a su
origen externo. Yarin pensó, quizás el Orbe
de Cristal, a causa del vínculo de Peter con
ella, sostenía su vida en esa realidad.
Yarin colocó en él un hechizo para hacerle
olvidar a Peter e implantó recuerdos
coherentes. Peter volvió a la fiesta en el
palacio sin recordar lo sucedido. Yarin fue a
buscar a Anthoine a su castillo. Le contó su
problema; necesitaba sacar a Jamie fuera de la
realidad.
― No sé―habló Anthoine―. Yo no sé cómo
sacarla. Ni siquiera puedo abrir un portal a su
mundo desconocido.
― ¡Quizás hay una manera, Anthoine!
Anthoine tuvo una brillante idea:
― Vmp ha viajado por muchos mundos.
A Yarin le brillaron los ojos tan pronto como
a Anthoine. Desde el balcón de su
habitación, Serena los miró partir con su
misma mirada de incertidumbre. Los dos
fueron en busca de Vmp, quien se instaló en
casa de Tracey.
Vmp abrió la puerta.
― ¿Qué onda, chavos?
―Vmp, te necesitamos.
―Soy todo oídos.
Yarin le contó su problema.
― Es fácil―dijo, al fin―. Sólo necesitan
invocar a la reina Iris Isabel Sundey. Ese es
su nombre.
― ¿Quién es ella?
― Ella tiene varias tareas en este mundo, y en
varios. Yo tengo ciertos poderes, por eso no
me ha descubierto, sino, imaginen ustedes,
no estaría aquí.
― ¿La puede sacar?― se decidió Yarin.
― Ella puede sacarla de la realidad sin ningún
problema, es más poderosa que todos
nosotros juntos―aseguró Vmp para sorpresa
de Anthoine―. Con su permiso, debo volver
a mi ataúd.
― ¡Gracias, Vmp, te debemos mucho!
― Vale, nos vemos.
Yarin y Anthoine se despidieron del ojeroso
Vmp. Anthoine se marchó a su palacio,
dejando todo en manos de Yarin.
Desde su ventana, Yarin alteraría un destino
aún más grande que todos ellos. Conforme al
libro, suspiró, dejando sus temores de lado
para volver a su escritorio para leer, por
última vez, el Segundo Volumen del Destino
incompleto; conocía el final de todo. Quizás
ella encontrara la forma de salvarse… ¿Sería
un mejor destino para todos si ella se
marchara? Era mejor no contarle a Yarin
ciertas épocas
Capítulo 28: La agonía del tiempo
Technology City, año 2187
Nadie comprendió porqué la carrera de la
popular actriz JaDe se desmoronó cuando
rondaba los 25 años. Protagonizó cintas
memorables como La verdad, 255 espacios y
El sendero que decidió tomar. Los medios
comunicaban una extraña enfermedad
después del rodaje de La verdad. En realidad,
solo sus padres, Nora y algunos amigos
sabían la razón por la cual ella agonizaba al
grado de residir en un Centro Especial en
Technology City. Aunque los Emphirio
trataron de ayudar a su amada hija, no
lograron ningún avance. Si bien, siguieron
con sus aclamadas producciones, la culpa por
repetir los errores en sus hijos les pasaba
factura en la vida.
Lourie, quien fue su novio años atrás, le llevó
una flor selvática a la solitaria Dey. Ella lo
miró sin ninguna expresión, en una banca
blanca en la zona de descanso para los
enfermos.
―Déjame sola―le pidió ella, perdida en las
nubes blancas del radiante cielo de
Technology City.
‹‹Nadie puede arrancar este dolor.››
―Jamie, prometí salvarte―Lourie sostuvo la
flor con fuerza; siempre quiso ayudarla a salir
adelante, pero la tragedia la rebasó. Incluso él
desarrolló magia para ayudarla, pero nunca
logró rescatarla. Ella, culpable por todos sus
errores, se alejó del mundo. Pocos conocían
el dolor de ellos, tanto como la de Emphirio,
quien tal vez, en el fondo sufría por lo
mismo: descartar el CDZ y los Principios de
la Humanidad. Empero, una verdad aún más
inalcanzable para ella, ―poco podía discernir
en su modo de vida― le agotaba y le envolvía
de dolor en cuerpo y alma.
―Nadie puede salvar a Peter―lo miró a los
ojos en tanto, la música de Hassi743 del
popular álbum Star Mind sonaba en el
ambiente mientras ella perdía la esperanza―.
Nadie, nadie, nadie, nadie…
Ella cae en el olvido, de Hassi743
Encerrada en cuatro paredes blancas
cuenta solo las espinas de las rosas del
Edificio Kyrar,
encerrada en el cubo del olvidar,
en contra de su voluntad
alguna vez fue liberada en la sala de estar.
Solo más allá de las estrellas
alguna vez puede su silencio encontrar la
verdad,
descalza de ilusiones por encontrar
a quien partió tiempo atrás.
….
Año 30,006 de Zyrer.
Arlerinia paseaba con su canasta de picnic
camino al palacio creado por Gina Magic,
para hacer una comida al aire libre junto a
Niye, la mejor amiga de la maga. Arlerinia
sentía pena por haber sido cambiada, hacía
miles de años, por Niye. Si bien, no sentía
celos obsesivos; comprendía su rara
naturaleza en Zyrer, porque todos se
burlaban de sus gustos extravagantes,
incluyendo a Gina. Consideró desde la
Semana de la Tregua a Jamie, como una
amiga en lugar de Gina. De todas formas,
Arlerinia iba contenta, quizás Gina Magic
hubiera conseguido un buen guisado para
ella.
En tanto, en casa de los padres de Peter y
Jamie, él preparaba sus maletas para mudarse
a Zyrer. En la entrada de su casa, Peter
suprimía la inevitable nostalgia. Todos los
recuerdos, su vida en la Tierra.
― Te extrañaremos mucho, Peter―lo abrazó
Nora, limpiándose las lágrimas.
― Vendré a visitarlos cuando esté
libre―decía Peter mientras Kenya y Dante se
tomaban de las manos.
Peter fue a abrazar a sus padres, les agradeció
por todo.
― Los quiero―les dijo―. Yo también los
extrañaré mientras esté allá.
―Estamos orgullosos de ti―contó Jamie,
quien en seguida lo abrazó―. Esperamos
verte pronto.
―Yo también.
En Zyrer, en una colina alejada de su
excéntrico palacio, mientras la genio del
castillo pasaba por ahí, Arlerinia miró a
Wendy Zaylor dejar atrás su cuerpo terreno;
se volvió Yarin, la princesa de Zyrer. Atónita
por la revelación, Arlerinia se desvió de su
camino para seguirla, preguntándose qué se
disponía a hacer. Pocas veces vio a Yarin
fuera del palacio, tampoco su rostro. Al
aproximarse a Yarin, hablaba sola.
―Cambiaré ese destino. Peter debe ser tan
libre como el viento. Solo debo hacer una
cosa…
― Vmp, te deberemos mucho―decidió ella,
sosteniendo en una de sus manos un
Destructor Nulo modificado―. Mi destino es
junto a Peter, está en el Código de Zyrer.
Arlerinia se asustó.
―No quiero este camino para mí―lloró
Yarin―, yo no quiero caer en manos de
Dark―recordó con dolor el futuro para ella,
siendo controlada por quien fuera su amigo
del instituto―. Tampoco quiero ese dolor
para Jamie por perder a su hermano, ni esa
agonía de Peter atrapado en un cuerpo que lo
aprisiona, lo agita hasta el fondo de su ser, lo
controla él mismo.
Yarin tomó un respiro. Prosiguió. Arlerinia
comprendió entonces.
―Hay alguien quien no pertenece a este
mundo, por eso, te llamo a ti, reina Iris
Sundey―pronunciaba Yarin―, porque con
mi magia ahora sé de la existencia de otras
realidades.
‹‹Ayúdame a sobrevivir de esta tragedia, por
favor››
Arlerinia escuchaba con atención las
singulares palabras de Yarin; nunca observó a
Yarin llorar; ella siempre fue orgullosa.
Al ser consciente la existencia de Iris en la
forma proyectada por Wendy Zaylor o Yarin,
hasta la Dimensión A llegó la súplica de
Yarin. Iris Isabel apareció en un tenue
resplandor de puntos luminosos. De porte
característico de una reina, Iris sostenía una
preciosa y colorida varita con cuatro estrellas
y una luna mágica: Era el arma definitiva de
la Dimensión A, con el poder incalculable de
Mundo A.
―He venido―anunció ella, a la cabizbaja
Yarin, apretaba sus manos contra su rostro, y
conteniendo su abundante llanto, Yarin
escuchó la voz de Iris. Levantó la mirada.
―Yo…―se puso de pie con ayuda de Iris;
irradiaba luz blanca. Tomó su delicada mano,
y la miró con aires de esperanza―. Quiero un
mundo sin ella, sin Jamie Dey.
―Mi deber es equilibrar universos y cuidarlos
de desajustes―sin embargo, no se percató de
la presencia de Jamie en Darken the
Darkness―. Mi obligación es contigo y con
los habitantes de Darken the Darkness. No
te preocupes, yo la devolveré.
Arlerinia no podía medir la cantidad de poder
de Iris; era por mucho más poderosa que el
Warrior Black. Se preguntaba el por qué
existía alguien como ella más allá de sus
mundos y de sus dilemas. En su mente,
renegó de su existencia, pues solo observar
(si acaso lo hacía): Ella, a pesar de su
incalculable poder, jamás intervino cuando el
Warrior Black azotó en épocas pasadas a su
realidad, llevándose a quienes quería.
Iris agitó su poderosa varita e hizo aparecer a
Jamie y a Peter en la verde colina. El color de
la tarde los bañó de la misma duda,
descolocados del espacio y el tiempo.
―¿Dónde estamos?―preguntó Jamie a Peter,
quien también estaba desorientado.
―Estamos en Zyrer―contó él, al reconocer
el panorama, descubrieron estar
acompañados.
―¿Quiénes son?―preguntó Jamie a Peter.
Yarin e Iris los miraban.
―Disculpen―habló Iris―, mi nombre es Iris
Isabel…
―¡Basta!―ordenó Yarin a Iris; Arlerinia creyó
que era atrevido de su parte el hablarle de esa
manera a la poderosa Iris―. Sin mayores
explicaciones, por favor. La quiero
fuera―señaló a Jamie.
―Mi deber es equilibrar universos y mundos
de Mundo A―informó ella siguiendo el
Protocolo―. Cada uno de los universos de
Fantasía a veces son agrupados―reveló Iris,
agitó su varita e hizo aparecer del lado
opuesto a Jamie y Peter una pantalla cósmica.
En color negro del vacío, se mostró una vista
completa de todos los universos.
―Cada uno de ellos tiene un destino―acercó
la vista―. Sus habitantes, a su vez, su
identidad como parte de la realidad habitada.
Ellos son la razón. Todo está ahí―y en un
mover sus manos, pasó por entre muchos
mundos, estrellas y espacios desconocidos en
torno a una agrupación energética―. Los
acontecimientos ocurridos pueden ser
predeterminados o aleatorios. Todos
pertenecemos a alguno, pero este no es el
tuyo―se dirigió Iris a Jamie, quien veía la
pantalla, a Yarin y a Peter de vez en cuando,
asimilando sus palabras.
―¿Qué hará conmigo?―se asustó Jamie―.
Yo soy feliz al vivir aquí. En este universo he
encontrado todo lo mejor para mí―suplicó
ella, con gran dolor en su corazón―, tengo a
Peter, unos padres queriéndome, una familia
de verdad, tengo amigos. En mi mundo
original no tengo amistad―confesó―, estoy
sola―y ella se aferró a Peter, quien incrédulo
escuchaba a Jamie―, por favor, no me
devuelvan a la Tierra, no, por favor.
― ¡No permitiré que alejen a mi hermana de
nosotros!―decidió Peter, tomó el cuerpo del
Warrior Black y atacó lanzando magia;
pronto Peter se percató de la inutilidad de su
poder―. ¡No me importa si viene de otro
mundo, o de ninguno!
―Su amistad es auténtica, lo sé―contó Iris
analizando sus mentes―. Pero su presencia
aquí no es coherente con esta realidad. Es
simple; ella no pertenece aquí.
―Bien dicho―aprobó Yarin. Peter la miró
con odio.
A Yarin le dolía eliminar a Jamie de la
realidad; pero necesitaba enviarla lejos para
poder destruir el poder del Orbe de Cristal,
controlándolo. Creyó nunca estimarla, pero
desde el futuro, llegó a apreciarla.
Arlerinia escondida detrás de un arbusto,
contemplaba de primera mano el evento sin
precedentes. Desde ese sitio, observó cómo
Iris con su varita levantaba una barrera
púrpura entre los dos; Peter y Jamie; el lado
de ella se desestabilizaba, abriendo un porta;
era el mismo del patio de su casa.
―Jamie, tu lugar está allá, en Winspencer, en
la Tierra de otra Dimensión. Este sitio no
está destinado a soportar tu energía―subrayó
Iris, sin conmoverse un poco: Después de la
última expulsión se volvió más enérgica.
Su decisión estaba hecha. Jamie gritaba del
otro lado de la barrera de matiz púrpura.
―¡Jamie!―intentaba Peter, en vano,
golpeando la muralla; ni el Warrior Black
podía destruirla.
― ¡Peter!
―No te preocupes―se acercó Iris a la barrera
y se dirigió a Jamie―. Yo borraré de ti todo el
cariño, todos tus recuerdos en Technology
City y Zyrer. No hay regreso, tu memoria
quedará en blanco. No habrá poder para
revertir mi acción sobre ti. Tú no pensarás
más en ello. No debes preocuparte por el
dolor del futuro; mañana volverás a ser una
niña normal, quien jamás visitó este mundo.
Iris apuntó su varita a Jamie, quien cayó
desmayada al otro lado de la barrera.
―¡Jamie!―gritaba Peter sin descanso, pero
ninguno de sus poderes podía borrar la
barrera. Jamie desapareció de Darken the
Darkness a través del portal.
Yarin caminó hacia Peter.
―Peter, yo te salvaré de la destrucción.
Peter solo contuvo su dolor porque le debía
la vida. De lo contrario, hubiera entablado
una batalla a muerte con ella, sin recordar su
identidad como Wendy Zaylor.
― ¡Nunca te lo perdonaré, nunca!
―¡No me arrepiento!― ella sabía mentía,
sentía tanta pena por apartarla de la vida en
Technology City.
Arlerinia tomó una decisión, abandonó su
escondite y caminó hasta Iris.
―Reina Iris―se presentó Arlerinia.
―Arlerinia―la miró Iris―, yo solo hago mi
trabajo.
―Yo lo sé―comprendió Arlerinia―. Sé su
deber con nosotros. Veo la capacidad de su
poder. Por eso, quiero un clon mío en este
universo. Quiero ir con Jamie a su realidad.
Ella es una buena chica, por favor.
Iris no creyó al principio. Arlerinia añadió:
―Yo quiero cuidarla y hacerle compañía en
ese hostil mundo. Si pudiera ser humana,
como ella, sería su amiga como ella lo ha sido
para mí; nunca me rechazó a pesar de ser
como soy en realidad. Por favor, reina Iris, yo
no puedo cumplir ese deseo por mí misma,
aunque en este mundo pueda conceder casi
cualquiera.
Iris pensó un poco en las palabras.
Conmovieron su alma; un nudo en la
garganta se formó en Iris, quien no solía
tomar órdenes ni peticiones violando el
equilibrio de Mundo A.
―Concederé tu deseo, genio del castillo. Solo
debes prometer guardar el secreto de
Fantasía. Ni contarás a Jamie lo sucedido y
vivido; si lo haces, entonces mi poder te
destruirá donde estés. Nadie debe sospechar
de tu identidad como Arlerinia de Darken the
Darkness. ¿Lo comprendes?
―Doy mi palabra. Buscaré lo mejor para ella.
Iris se complació por las palabras y la
voluntad sencilla de Arlerinia. Originó un
clon de ella, y a Arlerinia le cambió la
apariencia y la edad a 10 años, incluso el
color de cabello. Iris abrió un portal frente a
Arlerinia mientras Peter y Yarin seguían
discutiendo. Megan atravesó el portal, no sin
antes decirle a Iris;
―Gracias…
Iris se sintió satisfecha con su trabajo: Era lo
justo para todos, incluso para una intrusa
como Jamie.
‹‹Una amiga, una amiga verdadera›› pensaba
Iris sobre las palabras de Arlerinia. ‹‹Justo
como Clarisa y yo›› suspiró Iris, quien pronto
desapareció de Zyrer y del universo de
Darken the Darkness.
Yarin usó las mismas ecuaciones para borrar
de las mentes los recuerdos, tal como hizo
con sus falsos padres. Eliminó de todos en
Zyrer y en la Tierra el recuerdo, sus
pertenencias y los asuntos relacionados a
Jamie Dey.
Después, Wendy abrió el código energético
del Orbe de Cristal para insertar un
Destructor Nulo justo en las líneas para
desaparecer su conexión con el Warrior
Black. Peter Emphirio se volvió libre,
manteniendo su poder. La malignidad de su ‹‹
yo ›› no podría destrozarlo, pero podría
desarrollar su poder al máximo nivel.
Al fin, Peter se volvió el héroe de dos
mundos, protegiendo a los dos planetas
separados en el espacio y el tiempo, a una
misma civilización de las nuevas amenazas en
una realidad nueva. En ella se creó un Tercer
Volumen del Destino. Anthoine se ocupó de
hacer pasar como el único: Ocultó el Primer
y Segundo Volumen en un cajón mágico bajo
llave, en su palacio. Sólo Yarin, Vmp y
Anthoine podían recordar tres líneas de
tiempo.
Peter nunca volvió a escuchar la voz de sí
mismo en su mente: ‹‹Destruye. Destruye.
Destruye››
Winspencer, la Tierra (Mundo 0 [Cero],
Dimensión 0 [Cero]).
La nieve caía despacio en el patio de la casa
de Jamie, en Winspencer. El frío viento
arrastraba los copos hasta ella, congelando su
desnuda piel. Bajo el congelado tiempo,
Arlerinia atravesó el portal y la miró con una
sonrisa sencilla.
―Megan será tu mejor amiga para
siempre―prometió, mientras la levantaba y le
limpiaba la nieve de su ropa. Como le fue
posible para su fuerza, la arrastró hasta la
puerta de la entrada con sus pequeños
brazos.
Tocó el timbre. Anne abrió la puerta.
― ¡Hola, soy Megan!―saludó ella―. Vine a
visitar a mi mejor amiga, pero la encontré
desmayada en el frío.
―¡No puede ser! ¡Llamaré al médico!
Annie se apresuró a levantar a Jamie de
brazos de su mejor amiga, Megan.
Las tres entraron a casa. •
Resplandece el tiempo.
Luz en el destino.
Salvación, salvación.