Sonidos del albayzin

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San Juan de los Reyes Camino del Avellano Cuesta del Chapiz Cuesta Alhacaba Carril de San Agustín Zafra Concepción Aljibe de Trillo río Darro Santa Isabel La Real Cuesta Marañas San José Alta Rosal de San Pedro Vereda de Enmedio Sacromonte San Nicolás Carnero 1 2 3 4 5 6 7 8 Cuesta Gomérez “Surgen con ecos fantásticos las casas blancas sobre el monte... Enfrente, las torres doradas de la Alhambra enseñan recortadas sobre el cielo un sueño oriental. El Dauro clama sus llantos antiguos lamiendo parajes de leyendas morunas. Sobre el ambiente vibra el sonido de la ciudad.” Federico García Lorca Impresiones y paisajes, 1918 I · SONIDOS DEL DARRO Albaicín S onidos del Plaza Nueva Lavadero de Santa Inés Puente Cabrera Carrera del Darro Gloria Fuente en Paseo de Los Tristes Puente Rey Chico Palacio de los Córdova Pilar del Toro (Plaza Nueva) I SONIDOS DEL DARRO María de la Miel Candil Cuesta Victoria Carril de las Tomasas Jazmín Placeta Grajales Cárcel Alta Tiña Calderería vieja El proyecto Itinerarios Sonoros del Albaicín surge con el objeto de educar y ampliar nuestra atención, abrumadoramen- te focalizada en el sentido de la vista, al sentido del oído, aprendiendo y disfrutando de escuchar la ciudad. Los sonidos de nuestro entorno transportan información, configuran el ambiente influyen en nuestro estado de ánimo. Su presen- cia invita a una reflexión sobre nuestra relación con el  medio. Podemos recordar y evocar un barrio o un espacio concreto no sólo por sus monumentos, sino también a través de sus sonidos; sonidos cotidianos que hemos de escuchar, familiarizándonos y enmarcándolos en su entorno. Todos ellos, sin excepción, forman un paisaje sonoro propio, mezcla de sonidos procedentes de distintas focos: la caída del agua procedente de las fuentes, el flujo del agua por el río, el canto de los pájaros, el sonido de la brisa, las campanas de iglesias y conventos, el canto del muecín, la reverberación del sonido en las plazas, la gente caminando, conversando... El barrio del Albaicín tiene su propia identidad sonora,  que permite reconocerlo, identificarlo y diferenciarlo de otro lugar. Esta propuesta de itinerarios sonoros no temáticos surge de un amplio estudio sobre los sonidos presentes en el barrio, en los que se seleccionan focos característicos dentro de su contexto cultural o patrimonial. Cada itinerario le invita a detenerse en determinados lugares, escuchar con quietud el sonido e introducirse en la historia del lugar o de la fuente sonora que contribuye a configurar el espacio sonoro. Anímese a recorrer sin prisa estos cinco itinerarios, y además del entorno visual, busque y escuche sus sonidos, observe e identifique sus focos y aprecie cómo le hace sentir ese entorno. (más información en www.granada.org) ITINERARIOS SONOROS Albaicín S onidos del “Aprender a escuchar. Abra sus oídos al mundo” Este itinerario sonoro se inicia en Plaza Nueva, auténtico foro de la vida granadina, donde se mezclan múltiples sonidos procedentes de las personas que transitan, del agua en fuentes o pilares, del tráfico, etc. El reloj de la Real Chancillería nos informará de la hora. No olvidemos escuchar el rumor del río al perderse bajo la Plaza. A continuación paseamos por la Carrera del Darro, con el oído atento a los sonidos naturales: agua, brisa, aves… Entremos en alguna de tantas calles que perpendicularmente llevan a San Juan de los Reyes … ¡qué contraste! Si busca un lugar tranquilo, le sugerimos el ensanche de la calle Gloria con su modesto pilar. Sigamos hacia el Paseo de los Tristes y de ahí, hasta los asombrosos jardines del Palacio de los Córdova. El sonido del fluir del agua y los trinos de los pájaros serán nuestros compañeros en este paseo.

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Guía de recorridos por el barrio del Albayzín de Granada (España), con énfasis en sus aspectos sonoros.

Transcript of Sonidos del albayzin

San Juan de los Reyes

Camino del Avellano

Cuesta del C

hapiz

Cuesta Alhacaba

Elvira

Gran Vía de C

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Carril de San Agustín

Zafra

Concepción

Aljibe de Trillo

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Santa Isabel La Real

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San José Alta

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Rosal de San Pedro

Vereda de Enmedio

SacromonteSan Nicolás

Carnero

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CuestaGomérez

“Surgen con ecos fantásticos las casas blancas sobre el monte...

Enfrente, las torres doradas de la Alhambra enseñan recortadas

sobre el cielo un sueño oriental. El Dauro clama sus llantos antiguos

lamiendo parajes de leyendas morunas. Sobre el ambiente vibra

el sonido de la ciudad.”

Federico García LorcaImpresiones y paisajes, 1918

I · SONIDOS DEL DARRO

AlbaicínSonidos

del

Plaza Nueva

Lavadero de Santa Inés

Puente Cabrera

Carreradel Darro

Gloria

Fuenteen Paseo de Los Tristes

PuenteRey Chico

Palaciode los Córdova

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ISONIDOS DEL DARRO

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PlacetaGrajales

Cárcel Alta

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El proyecto Itinerarios Sonoros del Albaicín surge con el objeto de educar y ampliar nuestra atención, abrumadoramen-te focalizada en el sentido de la vista, al sentido del oído, aprendiendo y disfrutando de escuchar la ciudad. Los sonidos de nuestro entorno transportan información, configuran el ambiente influyen en nuestro estado de ánimo. Su presen-cia invita a una reflexión sobre nuestra relación con el  medio.

Podemos recordar y evocar un barrio o un espacio concreto no sólo por sus monumentos, sino también a través de sus sonidos; sonidos cotidianos que hemos de escuchar, familiarizándonos y enmarcándolos en su entorno. Todos ellos, sin excepción, forman un paisaje sonoro propio, mezcla de sonidos procedentes de distintas focos: la caída del agua procedente de las fuentes, el flujo del agua por el río, el canto de los pájaros, el sonido de la brisa, las campanas de iglesias y conventos, el canto del muecín, la reverberación del sonido en las plazas, la gente caminando, conversando...

El barrio del Albaicín tiene su propia identidad sonora,  que permite reconocerlo, identificarlo y diferenciarlo de otro lugar. Esta propuesta de itinerarios sonoros no temáticos surge de un amplio estudio sobre los sonidos presentes en el barrio, en los que se seleccionan focos característicos dentro de su contexto cultural o patrimonial. Cada itinerario le invita a detenerse en determinados lugares, escuchar con quietud el sonido e introducirse en la historia del lugar o de la fuente sonora que contribuye a configurar el espacio sonoro. Anímese a recorrer sin prisa estos cinco itinerarios, y además del entorno visual, busque y escuche sus sonidos, observe e identifique sus focos y aprecie cómo le hace sentir ese entorno.

(más información en www.granada.org)

ITINERARIOS SONOROSAlbaicínSonidos

del

“Aprender a escuchar. Abra sus oídos al mundo”

Este itinerario sonoro se inicia en Plaza Nueva, auténtico foro de la vida granadina, donde se mezclan múltiples sonidos procedentes de las personas que transitan, del agua en fuentes o pilares, del tráfico, etc. El reloj de la Real Chancillería nos informará de la hora. No olvidemos escuchar el rumor del río al perderse bajo la Plaza. A continuación paseamos por la Carrera del Darro, con el oído atento a los sonidos naturales: agua, brisa, aves… Entremos en alguna de tantas calles que perpendicularmente llevan a San Juan de los Reyes … ¡qué contraste! Si busca un lugar tranquilo, le sugerimos el ensanche de la calle Gloria con su modesto pilar. Sigamos hacia el Paseo de los Tristes y de ahí, hasta los asombrosos jardines del Palacio de los Córdova. El sonido del fluir del agua y los trinos de los pájaros serán nuestros compañeros en este paseo.

PilónDe planta octogonal curva ubicado en la plaza desde finales del S. XIX, y considerado uno de los más bellos de Granada. Sonido constante característico, generado por la caída del agua de la taza mayor al pilón. La sonoridad percibida es media-alta, con aspereza moderada y domi-nio de las frecuencias bajas y medias. Este tipo de pilares son utilizados para enmascarar ruidos procedentes del tráfico. Se recomienda escuchar su sonido a unos 3 metros y alejarse progresivamente para así experimentar una mejora de la agradabilidad percibida.

Reloj de la Real AudienciaEscuche el sonido de las campanadas del reloj situado en el palacio de la Chancillería. Es un sonido de alta sonoridad de frecuencias medias, con un timbre metálico en las bandas de frecuencia de la voz, portador de información.

Embovedado sobre el río DarroEscuche el rumor del agua del río al introducirse bajo el embovedado y los cambios que se suceden cuando se percibe desde el puente o desde los márgenes. La reverberación producida por la canalización configura un sonido constante con un predominio moderado de las frecuencias bajas, de sonoridad media y aspereza moderada. Al alejarse del embo-vedado, disminuye la sonoridad y se aprecia la modulación de baja frecuencia constante.

Plaza Nueva

Lavadero de Santa Inés Pilar de Ágreda

Puente Cabrera Carrera del Darro

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Fuente en Paseo de los Tristes

Puente Rey Chico o del Aljibillo

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Apoyado en un paredón que salva el desnivel entre la Cuesta de Santa Inés y la calle de San Juan de los Reyes. A la izquierda de la cuesta se levanta la magnífica portada manierista de la Casa de Ágreda y a la derecha queda el conven-to de Santa Inés, ambos edificios del S. XVI. Se escucha el sonido del agua junto con el de los paseantes. El débil caudal de agua sobre la pila genera una sonoridad moderadamente baja de escasa rugosidad y la modulación de baja frecuencia constante hace que se perciba como un sonido relajante.

Del S. XVII. Su nombre proviene de Don Pedro Cabrera y Jacques de Mansilla, Comendador de Ocaña, y Teniente del Generalife; une la Carrera del Darro con el barrio de la Almanzora, entre el río y la cuesta de Gomérez. Podríamos distinguir la tonalidad base representada por el sonido del río, y la señal sonora de tipo armónico consonante constituida a su vez por las campanas, que genera atención auditiva.

Pilar del Toro o de los Almizcleros Del S. XVI. En piedra de Sierra Elvira y obra de Diego de Siloé. En el centro del frontis esculpida la cabeza de toro que le da nombre y de la que salen dos caños de agua. En sus extremos, otros dos caños a modo de cuerno de la fortuna, sobre los hombros de sendos jóvenes sentados en el borde de la pila. En este pilar se escucha el sonido proce-dente de la caída del agua. Es un sonido constante con un predominio moderado de las frecuencias bajas. La sonori-dad percibida es débil, correspondiéndose con un sonido agradable, de aspereza moderada que permite la comuni-cación humana. Se hace posible entender los mensajes orales y apreciar la modulación de baja frecuencia constan-te, lo que permite un descanso auditivo.

La Carrera del Darro data del S. XVII, cuenta con interesantes edificios de los S. XVI y XVII, y restos de casas árabes. Por otra parte, la calle Zafra toma su nombre de D. Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos. Escu-che el sonido del agua del río mezclado con conversaciones y ocasionalmente, con el de instrumentos musicales, todo ello en una calle que genera un sonido envolvente que enriquece y da vivacidad al ambiente sonoro. Es un sonido de bajas y medias frecuencias de baja sono-ridad que incita al relax.

La Calle Gloria (S. XVI), esconde una pequeña placita con un austero pilar, “remanso de paz para el viaje-ro”. El nombre de Gloria, según la leyenda, se debe a dos caballeros que quedan extasiados, cuando camina-ban por ella, por una música que “sonaba a gloria”. La quietud y silen-cio de la plaza, con el envolvente sonido del agua, de baja aspereza y muy baja disonancia, configuran un ambiente sonoro agradable, rítmico y consonante, ideal para el descanso, la lectura o la comunicación verbal.

Erigida por el Cabildo Municipal en el año 1609 junto con la Casa de las Chirimías. La fuente dispone de un mar octogonal sobre el que se alzan dos tazas circulares. Todo el conjunto está elaborado con piedra de Sierra Elvira. Se escucha el sonido generado por la caída del agua de la taza mayor a la pila, sonido constante de sonoridad media y moderada aspereza, que enmascara ruidos y genera un efecto relajante por la modulación característica de la caída del agua.

De origen islámico, conecta los paseos de los Tristes y del Aljibillo, a ambos lados del Darro. Conserva de su fábrica islámica el estribo sur, en la margen izquierda del río. El resto ha sufrido numerosas intervencio-nes a lo largo del tiempo, la última en 1861. Se escucha el sonido mezcla del fluir del agua en el curso del río y las voces humanas, ininteli-gibles en ocasiones. Es un ambiente de sonoridad y disonancia medias, con ligero predominio de las bajas frecuencias que aumentan a medida que se aleja del río.

Edificio de portada renacentista, con atrio interior de elementos góticos y techos de arteso-nado mudéjar. Construido entre 1530 y 1592 en la Placeta de las Descalzas, fue trasladado en 1960 a la Cuesta del Chapiz. En la entrada escuche el sonido de la caída del agua de la fuente. Introdúz-case en su interior y escuche el agua, las aves, y la suave brisa que dota al sonido de cierta musicali-dad. Deténgase en la Pérgola, escuche la fuente y compárelo posteriormente con el sonido de la ría. La baja sensación de sonoridad y las característi-cas de modulación en medias y bajas frecuencias evocan sonidos naturales que configuran un ambiente sonoro y visual apto para el descanso tanto físico como auditivo.

Camino del Avellano

Cuesta del C

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Gran Vía de C

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Carril de San Agustín

río Darro

Santa Isabel La Real

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San José Alta

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Vereda de Enmedio

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“Llegan otros sonidos hasta el borde y piden

su momento para existir. Afluyennuevas formas de vida

que al final toman cuerpo y se acomodan.

Pero el tiempo ya es otro y el espacio

ya es otro y no es posiblerevivir lo que el tiempo desordena.”

Rafael GuillénDonde sonó una risa

II · SONIDOS DE LA CIUDAD DESDE EL ALBAICÍN

AlbaicínSonidos

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Pila

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IISONIDOS DE LA CIUDAD DESDE EL ALBAICÍN

ITINERARIOS SONOROSAlbaicínSonidos

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“Aprender a escuchar. Abra sus oídos al mundo”

Es éste un itinerario en el que partiendo de la Plaza del Triunfo, entraremos en el Albaicín atravesando la Puerta de Elvira. Abandonaremos dicha calle justo al comienzo, tras detenernos a escuchar el suave golpeteo de los caños de agua sobre el pilón. Ascendiendo por la Cuesta de Abarqueros, a continuación subiremos por la Cuesta de la Alhacaba, mientras escuchamos múltiples sonidos característicos de la ciudad modulados por la configuración urbana del barrio. Llegaremos hasta el mirador de la Cruz de Quirós para, desde ahí, descender de nuevo al otro extre-mo de la calle Elvira y finalizar el recorrido.

Placeta del Triunfo

Pilar en calle Elvira

Abarqueros

Zenete

Cuesta de la Alhacaba

Carrilde la Lona

Mirador de la Cruz de Quirós

Lavadero de la Manchega

Placeta Correo Viejo

Elvira

El proyecto Itinerarios Sonoros del Albaicín surge con el objeto de educar y ampliar nuestra atención, abrumadoramen-te focalizada en el sentido de la vista, al sentido del oído, aprendiendo y disfrutando de escuchar la ciudad. Los sonidos de nuestro entorno transportan información, configuran el ambiente influyen en nuestro estado de ánimo. Su presen-cia invita a una reflexión sobre nuestra relación con el  medio.

Podemos recordar y evocar un barrio o un espacio concreto no sólo por sus monumentos, sino también a través de sus sonidos; sonidos cotidianos que hemos de escuchar, familiarizándonos y enmarcándolos en su entorno. Todos ellos, sin excepción, forman un paisaje sonoro propio, mezcla de sonidos procedentes de distintas focos: la caída del agua procedente de las fuentes, el flujo del agua por el río, el canto de los pájaros, el sonido de la brisa, las campanas de iglesias y conventos, el canto del muecín, la reverberación del sonido en las plazas, la gente caminando, conversando...

El barrio del Albaicín tiene su propia identidad sonora,  que permite reconocerlo, identificarlo y diferenciarlo de otro lugar. Esta propuesta de itinerarios sonoros no temáticos surge de un amplio estudio sobre los sonidos presentes en el barrio, en los que se seleccionan focos característicos dentro de su contexto cultural o patrimonial. Cada itinerario le invita a detenerse en determinados lugares, escuchar con quietud el sonido e introducirse en la historia del lugar o de la fuente sonora que contribuye a configurar el espacio sonoro. Anímese a recorrer sin prisa estos cinco itinerarios, y además del entorno visual, busque y escuche sus sonidos, observe e identifique sus focos y aprecie cómo le hace sentir ese entorno.

(más información en www.granada.org)

CuestaGomérez

Plaza NuevaPlaceta del Triunfo

Pilar en Calle Elvira

Cuesta Abarqueros

Zenete

Cuesta de la Alhacaba

Carril de la Lona

Mirador Cruz de Quirós

Lavadero de la Manchega

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Calle Elvira10

Pilar de finales del siglo XVII, cercano a la Puerta de Elvira, se cree que Henrí-quez de Jorquera se refiere a él, cuando dice: «En la plaçuela de la puerta de Elvira de la parte de adentro ay una gran pila de agua de dos caños, una del Dauro y otro de Alfacar». Sobre él aparece una imagen de la Virgen de las Angustias. La caída del agua sobre la pila provoca un sonido constante, de baja sonoridad, relajante. Se recomienda acercarse a la fuente y alejarse escuchando cómo el sonido se mezcla con el clima sonoro de la ciudad.

Se sitúa paralela a la muralla que unía la Puerta Monaita con la de Elvira. Debe su nombre a que antaño se establecieron aquí pequeños talleres de artesanos que construían un rústico calzado llamado abarcas. Aún influenciada por el tráfico de calles cercanas, los niveles de sonoridad percibidos son, sin embargo, bajos. Aprecie como el sonido de baja frecuencia sube por la cuesta, con una casi despreciable modulación, convirtiéndose en un murmullo sostenido.

La Puerta de Elvira, construida en el siglo XI reinando Habbus de la dinastía zirí, es uno de los monumentos histórico-artísticos más emblemáticos de la ciudad. En el siglo XIV, durante el reinado de la dinastía nazarí, Puerta Elvira fue reconstruida y los restos de esa construcción son los que han llegado hasta nosotros. En esta ubicación se aprecia el clima sonoro característico del centro de cualquier gran ciudad, como un rumor que no es ni agradable ni portador de información concreta. Este clima sonoro nos servirá de comparación con aquellos que nos acompañarán en nuestro paseo sonoro.

El origen del nombre puede proceder del árabe sened, “ladera”; o bien de los miembros de la tribu berberisca de los Benimerín que habitaron la calle y que llegaron al servicio de Mohamed I de Granada. Superpuesto al sonido del tráfico destaca la presencia del procedente de la avifauna. Su confi-guración cerrada y estrecha genera la sensación de un sonido directo y cercano. Realice un paseo sobre la ladera, siguiendo la curva de nivel, cierre los ojos y tome plena concien-cia de cómo cambia la percepción auditiva con el refuerzo visual y sin él.

Parece ser que aquí fue donde los árabes y los mercena-rios bereberes construyeron su primera fortaleza, en un lugar de fácil defensa. La fisonomía de la calle, en pronunciada pendiente y el piso empedrado, le confie-ren un carácter dual, ruidoso-silencioso, según haya o no tráfico rodado. Como sonido emblemático, se aconseja escuchar las mirlas al amanecer. Con tráfico la sonoridad será media-alta, con apreciable modulación en medias frecuencias que otorga una cierta cualidad de aspereza a la escucha.

Callejuela estrecha y con excelentes vistas, que llega hasta la cuesta de la Alhacaba. Aquí estuvieron el palacio del rey Badis, los frailes trinitarios, y en el siglo XVIII la Casa de la Lona, propiedad de un comer-ciante, Juan Andrés Gómez, dedicado a la fábrica de todo tipo de utensilios de cáñamo. Confluyen en este lugar sonidos naturales (viento, pájaros, etc.), de vehículos, y aquellos que llegan de la ciudad, fundién-dose en un paisaje sonoro de sonoridad y rugosidad medias, y con una tonalidad característica de alta frecuencia que se hace perceptible, mejorando sensi-blemente la calidad del ambiente sonoro percibido.

Desde este punto se puede observar la ciudad hacia el oeste, donde la cabecera de la Catedral cobra especial protagonismo. Hasta principios del siglo XX se alzaba la ahora desaparecida Cruz de Quirós en el lugar donde murió ahorcado D. Diego de Figue-roa por orden del caballero D. Tello de Quirós, cuya esposa andaba en amores ilícitos con el desafortunado D. Diego. Esta sencilla cruz era el testimonio de su remordimiento.Desde aquí podremos apreciar el sonido de la brisa, los sonidos que ascienden de la ciudad y en ocasiones el sonido de las campa-nas de la catedral u otras iglesias. Es una zona de contemplación, tranquila, donde los sonidos de baja frecuencia forman un clima sonoro monótono, roto fugazmente por componentes tonales de frecuencias más altas que permiten identificar las fuentes de sonidos individuales procedentes de campanas, aves, etc.

Antiguamente se ubicaba aquí un lavadero. Era tradicio-nalmente muy utilizado por las mujeres, desempeñando un importante papel como espacio de sociabilidad feme-nina. En la actualidad este lavadero es un enclave recep-tor de sonidos que generalmente comportan una baja sonoridad, fundamentalmente de bajas frecuencias, donde la significativa ausencia de las modulaciones rápidas permite y favorece el desarrollo de actividades de concentración o de escucha.

Pequeña plaza que alberga la primera mezquita que se fundó en Granada tras la expulsión de los musulmanes. Desde finales del siglo pasado, la mezquita at-Taqwa, sirve a los musulmanes de Granada como lugar de culto y encuentro. Es un espacio de sonoridad percibida baja, con sonidos principalmente naturales (pájaros), que son modu-lados y enriquecidos por las múltiples reflexiones que se suceden en las paredes de la plaza, conformando un espacio reverberante característico de su clima sonoro.

Sirve de límite perimetral del Albaicín con el centro de la ciudad. Separa dos espacios urbanísticos y sonoros diferentes. Esta calle fue, en tiempo de los árabes, uno de los principales centros comerciales, junto al Zacatín y Alcaicería. Muy transitada por el tráfico y las personas, su configuración estrecha en “U” y el piso adoquinado dan lugar a un entorno propicio a las múltiples reflexiones donde el sonido se ve amplificado. En ocasiones, la rugosidad y disonancia del sonido es apreciable, por lo que el entorno sonoro es percibido como poco agradable, característico de esta tipología de calles.

IIISan Juan de los Reyes

Camino del Avellano

Cuesta del C

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Cuesta Alhacaba

Aljibe de la Gitana

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Panaderos

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Calderería Nueva

San Gregorio

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Callejón del Gallo

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Callejón de las Monjas

Huerto del Carlos

Santa IsabelLa Real

“El canto primitivo que dices al silencioy la historia sonora que cuentas al ramajelos comenta llorando mi corazón desierto

en un negro y profundo pentagrama sin clave” 

Federico García Lorca

Granada

III · SONIDOS DE LA COTIDIANIDAD

AlbaicínSonidos

del

Plaza de San Gregorio

ITINERARIOS SONOROSAlbaicínSonidos

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“Aprender a escuchar. Abra sus oídos al mundo”

SONIDOS DE LA COTIDIANIDAD

Este paseo parte de la concurrida calle de la Calderería Nueva y finaliza en el Monasterio de Santa Isabel la Real. El itinerario recorre emplazamientos donde se pueden apreciar y escuchar los sonidos cotidianos del quehacer de las gentes y visitantes de este barrio. En este trayecto podrá escuchar, por un lado, los pasos y conversaciones de los viandantes, pasan-do por plazas como la de S. Miguel Bajo animadas por la presencia de personas en terrazas o sentadas. En contraste, también encontramos espacios interiores semireverberantes en iglesias, placetas o monasterios, donde los sonidos de los trinos de las aves y del fluir del agua, siempre modulados por la especial configuración de las estrechas calles, crean un ambiente sonoro característico del barrio.

El proyecto Itinerarios Sonoros del Albaicín surge con el objeto de educar y ampliar nuestra atención, abrumadoramen-te focalizada en el sentido de la vista, al sentido del oído, aprendiendo y disfrutando de escuchar la ciudad. Los sonidos de nuestro entorno transportan información, configuran el ambiente influyen en nuestro estado de ánimo. Su presen-cia invita a una reflexión sobre nuestra relación con el  medio.

Podemos recordar y evocar un barrio o un espacio concreto no sólo por sus monumentos, sino también a través de sus sonidos; sonidos cotidianos que hemos de escuchar, familiarizándonos y enmarcándolos en su entorno. Todos ellos, sin excepción, forman un paisaje sonoro propio, mezcla de sonidos procedentes de distintas focos: la caída del agua procedente de las fuentes, el flujo del agua por el río, el canto de los pájaros, el sonido de la brisa, las campanas de iglesias y conventos, el canto del muecín, la reverberación del sonido en las plazas, la gente caminando, conversando...

El barrio del Albaicín tiene su propia identidad sonora,  que permite reconocerlo, identificarlo y diferenciarlo de otro lugar. Esta propuesta de itinerarios sonoros no temáticos surge de un amplio estudio sobre los sonidos presentes en el barrio, en los que se seleccionan focos característicos dentro de su contexto cultural o patrimonial. Cada itinerario le invita a detenerse en determinados lugares, escuchar con quietud el sonido e introducirse en la historia del lugar o de la fuente sonora que contribuye a configurar el espacio sonoro. Anímese a recorrer sin prisa estos cinco itinerarios, y además del entorno visual, busque y escuche sus sonidos, observe e identifique sus focos y aprecie cómo le hace sentir ese entorno.

(más información en www.granada.org)

Calderería Nueva

Plaza de San Gregorio

Perro alta San José

Oidores San Miguel BajoCallejón del Gallo

Placeta del Gallo1

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Huerto del Carlos10

Santa Isabel La Real11

Al final de la Calderería, donde las empinadas callejas se hacen remanso, se encuentra la placeta de San Gregorio Bético. Merece la pena escuchar algunos elementos de este entorno sonoro: el agua del pilar adosado al muro de mampostería que golpea la piedra desgastada; el murmullo que asciende por la Calderería; entrar a la propia Iglesia, siempre abierta, silen-ciosa y reverberante, donde las hermanas clarisas rezan a Cristo con gran devoción veinticuatro horas al día, por turnos y sin dar nunca la espada al altar. En el ambiente exterior, en la plaza, siempre de fondo, domina el sonido del agua, constante, con predominio de bajas frecuencias, de sonoridad baja, moderada rugosidad y otras cualidades que favorecen la comunica-ción oral y/o el descanso auditivo.

Calle bulliciosa pero tranquila, de sonidos y silencios, en la que todos los sentidos se agudizan y relajan al tiempo. Su apariencia actual, jalonada de comercios que recuerdan a los zocos o medinas árabes, es relativamente reciente. El ambiente acústico permite escuchar manifestaciones sono-ras variadas y contrastadas: ritmos cotidianos y presencia colectiva de los habitantes y usuarios (sus pasos y voces). Desde el punto de vista sonoro predominan las frecuencias en el rango medio, con un clima sonoro de baja modula-ción o aspereza que permite la comunicación.

La calle San José une los núcleos de San Miguel y San José, en su tiempo, lugares predilectos de muchos jerarcas árabes. El Albaicín ofrece algunos rincones similares a éste, donde las estrechas calles se ensanchan y aparece una placeta donde pararse a descansar y/o disfrutar del paisaje. La proximidad de algún carmen contribuye a la presen-cia de elementos naturales (pájaros, árboles). Aquí los sonidos se mezclan con los de actividades cotidianas gene-rando un ambiente sonoro tranquilo de intenso significado expresivo, de baja sonoridad y escasa incidencia de las modulaciones rápidas.

En la calle Oidores vivieron muy destaca-das personalidades de la vida judicial. Oidor era el nombre que recibían los jueces miembros de las Reales Audiencias o Cancillerías, tribunales colegiados originarios de Castilla. Su nombre surge de su obligación de escuchar (oír) a las partes en un proceso judicial, particular-mente durante la fase de alegatos. Los valores medios de sonoridad que encon-traremos en este caso serán sensiblemente bajos, fundamentalmente debidos a bajas y medias frecuencias entre los que surgen de forma clara y nítida los cantos de los pájaros.

La plaza de San Miguel Bajo, atravesada por el tráfico en toda su longitud, suele estar ocupada por terrazas de bares. El ambiente es típico de estas actividades, con sonoridad global media y una rugo-sidad apreciable. Diríjase desde aquí hasta el Callejón del Gallo y aprecie el importante contraste. La calle es estre-cha, peatonal, con edificaciones de pequeña altura de materiales reflectantes que crean un clima sonoro tranquilo, relativamente protegido, propicio para pasear, conversar, etc.

El nombre de la calle y placeta del Gallo se debe a la existencia de un fabuloso complejo palaciego —cons-truido bajo el reinado de al-Musafar Badis—, sobre el que destacaba una célebre veleta, representando un jinete, en bronce. Era el llamado “Gallo del Viento”. Los sonidos que llegan a la plaza, son en gran medida similares a los del callejón, con la diferencia de que aquí son muy apreciables los cantos de las aves. Es un sonido de alta frecuencia con modulación en frecuencias medias-bajas que contribuye a proporcionar un sonido envolvente que da riqueza al trino de los pájaros.

La empinada calle Perro Alta, con su aparentemente interminable escalinata, se hace más silenciosa a medida que se aleja de la Cuesta de San Gregorio. Suba despa-cio por las escaleras y observe cómo los pájaros se hacen más audibles mientras el murmullo del pilar y los sonidos sociales se van apagando. Al comienzo de la calle sobre el muro de mampostería, la sonori-dad suele ser media, con un moderado aporte de energía en medias y altas frecuencias. Al subir se aprecia el efecto reverberante de baja frecuencia y los sonidos modulados del canto de las aves.

En el callejón de las Monjas, en otro tiempo llamado Ladrón del Agua, se encuentra el acueducto, sobre un arco, que llevaba las aguas de la acequia de Aynadamar. Las modulaciones rápidas del sonido proporcionan un matiz envol-vente que se hace presente hasta el Huerto del Carlos. Éste es un parque cons-truido sobre la huerta próxima al convento de Santa Isabel la Real. Es un espacio amplio, abierto, ajardinado, caracterizado por la presencia de sonidos naturales (pájaros, viento, vegetación…) fundidos con sonidos de procedencia humana. La sonoridad suele ser baja, aunque en determinados momentos este emplaza-miento puede convertirse en lugar de reunión, cambiando drásticamente el ambiente sonoro del lugar.

El Monasterio de Santa Isabel la Real fue fundado por la reina Isabel de Castilla en el año 1501, construyéndose las dependencias a lo largo del siglo XVI en el viejo Palacio de Dar al-horra. Accedamos al monasterio a través de un compás, cuya fisonomía, dimensiones, junto a la existencia de una reverberación media y presencia de sonidos naturales de los pájaros o la suave brisa, constituyen un ambiente sonoro especial por sus matices y vivacidad.

San Juan de los Reyes

Cuesta del C

hapiz

Vereda de los Pinchos

Horno de

San Agustín

Cuesta Alhacaba

Ceniceros

Larga S. Cristóbal

Elvira

Gran Vía de C

olón

Carril de San Agustín

Panaderos

Aljibe de Trillo

Quijada

Santa Isabel La Real

San José Alta

Carril d

e la Lona

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Rosal de San Pedro

SacromonteSan Nicolás

Santa Inés

María d

e la Miel

Oidores

Cárcel A

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PlacetaGrajales

Callejón de las Monjas

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Puerta Nueva (Arco de las Pesas)

Plaza Larga

Agua

Las Minas

Plaza AliatarColegiata del Salvador

Placeta de Abad

Cuesta de las Tomasas

Espaldas deSan Nicolás

Campanas de amanecer, en Granadallegáis a mi corazón

y con desvelo de aldabame golpeáis los sentidos.

Campanas de amanecer, en Granada

Elena Martín Vivaldi

Campanas de amanecer

IV · SONIDOS PARA LOS ENCUENTROS

AlbaicínSonidos

del

Espaldas de San Nicolás

ITINERARIOS SONOROSAlbaicínSonidos

del

“Aprender a escuchar. Abra sus oídos al mundo”

Este itinerario es un recorrido que nos transporta por lugares especiales del Albaicín donde escuchar sonidos plagados de múltiples matices, relacionados con las llamadas a encuentros (campanas de monasterios, iglesias, la oración en la mezquita, etc), o con los propios encuentros que se producen en espacio público (por ejemplo, el mercado de Plaza Larga). Partiendo del Arco de las Pesas o Puerta Nueva, se podrá apreciar como las formas espaciales definidas por calles estrechas e irregulares, con casas de pequeña altura, plazas y pequeños espacios semicerrados, en conjunción con la presencia de materiales reflectantes como la piedra o el cemento y elementos naturales absorbentes como el arbolado, crean un clima sonoro relativamente tranquilo y protegido, en el que emergen los sonidos de las campanas, llamadas o de la voz humana. En algunos casos la presencia añadida de sonidos naturales termina por añadir al ambiente sonoro un intenso significado expresivo.

SONIDOS PARA LOS ENCUENTROSIV

El proyecto Itinerarios Sonoros del Albaicín surge con el objeto de educar y ampliar nuestra atención, abrumadoramen-te focalizada en el sentido de la vista, al sentido del oído, aprendiendo y disfrutando de escuchar la ciudad. Los sonidos de nuestro entorno transportan información, configuran el ambiente influyen en nuestro estado de ánimo. Su presen-cia invita a una reflexión sobre nuestra relación con el  medio.

Podemos recordar y evocar un barrio o un espacio concreto no sólo por sus monumentos, sino también a través de sus sonidos; sonidos cotidianos que hemos de escuchar, familiarizándonos y enmarcándolos en su entorno. Todos ellos, sin excepción, forman un paisaje sonoro propio, mezcla de sonidos procedentes de distintas focos: la caída del agua procedente de las fuentes, el flujo del agua por el río, el canto de los pájaros, el sonido de la brisa, las campanas de iglesias y conventos, el canto del muecín, la reverberación del sonido en las plazas, la gente caminando, conversando...

El barrio del Albaicín tiene su propia identidad sonora,  que permite reconocerlo, identificarlo y diferenciarlo de otro lugar. Esta propuesta de itinerarios sonoros no temáticos surge de un amplio estudio sobre los sonidos presentes en el barrio, en los que se seleccionan focos característicos dentro de su contexto cultural o patrimonial. Cada itinerario le invita a detenerse en determinados lugares, escuchar con quietud el sonido e introducirse en la historia del lugar o de la fuente sonora que contribuye a configurar el espacio sonoro. Anímese a recorrer sin prisa estos cinco itinerarios, y además del entorno visual, busque y escuche sus sonidos, observe e identifique sus focos y aprecie cómo le hace sentir ese entorno.

(más información en www.granada.org)

CuestaGomérez

Puerta Nueva (Arco de las Pesas)

Plaza Larga

Agua del Albaicín

Las Minas Plaza Aliatar

Colegiata del SalvadorPilar de la Placeta de Abad

Cuesta de las Tomasas

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8 Espaldas de San Nicolás9

La Plaza Larga fue, en principio, una explanada que quedaba fuera de la Alcazaba. Centro neurálgico del Albayzín, aún se observa la muralla que separaba el barrio del Albaicín del de la Alcazaba Cadima, donde se abre el Arco de las Pesas. Se aprecia un ambiente de mezcla de sonidos de conversaciones, del caminar de personas, de animales… (el mercado es el sábado pero hay puestos de vendedores por la mañana y terrazas de bares por la tarde). El ambiente sonoro es de una alta aspereza (no muy agradable) con predominio de sonidos de frecuencia media y alta que puede considerarse característico de espacios con estas actividades.

Ubicada en el interior de un torreón construido con tapial de dura argamasa, de fachada exterior con superposición de arcos de herradura y medio punto, pasadizo de codo sencillo y vano interior de medio punto. Es un espacio activo ante los sonidos y algunos músicos callejeros buscan en él el fenómeno de la reflexión. La geometría particular de la bóveda refuerza los sonidos que bajo ella se produ-cen, trasladándolos al exterior con una mayor claridad y definición. Pruebe a escuchar sonidos procedentes del interior, producidos por la voz o el propio paso y valore el efecto de alargamiento y refuerzo de sonoridad (reverberación) que se experimenta en la bóveda.

Larga y estrecha, de trazado angular, puede deber su nombre a la existencia de algún pozo de agua, o mina. Su configuración especial y los materiales de construcción empleados (reflectantes) reco-gen y alargan los sonidos presentes (cotidianos, el trino de los pájaros o el de los propios pasos del caminante), y permite focalizar la atención auditiva. La sonoridad percibida suele ser baja, así como la disonancia de los sonidos naturales presentes.

Su nombre proviene de Ibrahim Alí Atar, que fue alcaide de la ciudad de Loja. En esta ubicación nos encon-tramos con una mezcla de sonidos procedentes de una fuente de agua, del ruido del tráfico y de las perso-nas. Es un ambiente sonoro de alta sonoridad, con riqueza en todas las frecuencias y una significativa modu-lación en las medias, que genera una sensación de cierta disonancia. Se recomienda dedicar a este punto unos minutos de descanso y probar la capacidad del oyente de identificar los sonidos presentes en la plaza.

Calle de la Charca10

Destaca el torreón de la antigua muralla zirí. Su forma en cubo afirma el carácter defensivo la muralla, siendo de los restos monumentales más antiguos de la época árabe. El entorno sonoro está dominado la mayor parte del día por una baja sono-ridad, de bajas frecuencias procedente de sonidos cotidianos. La baja modulación en frecuencia de los sonidos y su baja aspereza, permite finalizar el recorrido con un agradable relax auditivo.

Se ubica en ella el convento que fundara la Madre Antonia de Jesús en 1635, que se encuentra adosado al sistema defensi-vo de la preexistente Alcazaba Cadima. Es emblemático el Reloj del Convento que servía para general conocimiento de la hora. A relojes de este tipo se les conectaba una campana grande y sonora que iba indicando con un toque peculiar las horas y cuartos de hora. Detengámo-nos a escuchar los sonidos de este reloj y luego el silencio resultante. La particular configuración de la calle provoca reflexiones múltiples generando una sensación de inmersión en un sonido envolvente de media y alta frecuencia característico de las campanadas.

La iglesia del Salvador se construyó sobre el solar de la mezquita Mayor del Albaicín y fue consagrada al culto cristiano en 1.499, siendo una de las dos que en Granada tenían “derecho de asilo”. Escuche sus campanas, perciba los sonidos que ascienden del barrio, con unos bajos niveles de aspereza y poste-riormente sumérjase en el silencio de su patio interior. Después trasládese a la plaza del Abad, que ocupa el lugar donde estuvo el hospital general de los moriscos, y en el que posteriormente, se construyó el convento de los agustinos descalzos, de donde toma el nombre del Abad del monasterio. Escuche el agua del pilar adosado a un antiguo aljibe. El pilar tiene un solo caño de escaso caudal, lo que genera unos bajos niveles de sonoridad de media frecuencia, cuyo tenue sonido contrasta con el tráfico que pasa por la calle, creando un clima sonoro común que incita a focalizar la atención sobre el mismo.

Calle peatonal, su nombre guarda relación con la gran cantidad de baños que en ella se encontraban, aunque hoy día pocos se conservan. Aún permanece alguna casa morisca con artesonados, yeserías, cena-dores, arcos… La estrechez de la calle y su firme provoca que cualquier sonido cotidiano (se puede apreciar el sonido de los pasos, voces, actividades de transporte, etc.) se transmita y se haga más percepti-ble. Se aconseja experimentar todas las posibilidades acústicas que ofrece la calle, especialmente las diferencias de tonalidad de los sonidos en uno y otro extremo y en los puntos intermedios.

En esta ubicación se puede observar la Mezquita Mayor de Granada, inaugurada en el año 2003. En ella se celebran las cinco oraciones diarias del Islam, y el muecín lo recuerda a los creyentes con su característi-co canto. La primera de ellas es la oración de Subh, al amanecer. La segunda es la oración de Duhur, al mediodía. La tercera oración es Asr, la de media tarde, la cuarta oración es la de la puesta del sol, Magrib y la quinta y última oración del día es Isha, la de la noche. En esta ubicación es donde recomenda-mos escuchar el canto del muecín pues en un entorno donde converge con otros sonidos procedentes del tránsito de personas o de animales. Aquí su canto es de sonoridad medio-alta, de alta inteligibili-dad, y con predominio de frecuencias medio-bajas con rica consonancia. Es destacable el efecto del sonido en la estrecha calle que genera un efecto envol-vente que enriquece el sonido de la voz, y permite percibirlo desde varias direcciones. Se recomienda realizar la escucha sin caminar.

San Juan de los Reyes

Camino

del Avellano

Cuesta del C

hapiz

Cuesta Alhacaba

Elvira

CuestaGomérez

Gran Vía de C

olón

Carril de San Agustín

Paseo de los Tristes

Aljibe de Trillo

río Darro

Santa Isabel La Real

Cuesta M

arañasSan José Alta

Carril d

e la Lona

Zen

ete

Cru

z d

e Q

uiró

s

Rosal

de San Pedro

Vereda

de Enmedio

Sacromonte

Zafra

“Lo negro, acribilladoPor el canto del grillo,Tiene ese fuego fatuo,

Muerto,Del sonido.

Esa luz musicalQue percibeEl espíritu.”

Federico García LorcaEl silencio redondo de la noche

AlbaicínSonidos

del

Plaza Nueva

Aire

Benalúa

Aceituneros

Granadillo Santa Inés Alta

Carvajales

RosalCobertizo

Virgendel Carmen

Almez Trillo

Comino

San Nicolás

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ITINERARIOS SONOROSAlbaicínSonidos

del

“Aprender a escuchar. Abra sus oídos al mundo”

Plac

eta

de C

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s

Este paseo sonoro tiene como objetivo sentir y escuchar el rico abanico de sonidos característicos presentes en algunas de las plazas o placetas del Albaicín. Se inicia en Plaza Nueva o en la Plaza de Santa Ana, —suge-rimos un pequeño paseo por ambas—, y finaliza en el Mirador de San Nicolás, recorriendo algunas de las numerosas y diferentes plazas que el Albaicín esconde en su seno. De diversa tipología, cada una de ellas tiene su encanto sonoro: unas por los sonidos del agua de la pequeña fuente que las adorna, otras por el canto o aleteo de las aves atraídas por la vegetación propia o de los cármenes próximos, otras por la suave brisa que penetra en las plazas, y otras, simplemente por su silencio.

V · SONIDOS DE LAS PLACETAS

VSONIDOS DE LAS PLACETAS

María d

e la Miel

Carril

de las Tom

asas

Cand

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Cárcel A

lta

Jazmín

PlacetaGrajales

Callejón de las Monjas

Cuesta V

ictoria

Gloria

El proyecto Itinerarios Sonoros del Albaicín surge con el objeto de educar y ampliar nuestra atención, abrumadoramen-te focalizada en el sentido de la vista, al sentido del oído, aprendiendo y disfrutando de escuchar la ciudad. Los sonidos de nuestro entorno transportan información, configuran el ambiente influyen en nuestro estado de ánimo. Su presen-cia invita a una reflexión sobre nuestra relación con el  medio.

Podemos recordar y evocar un barrio o un espacio concreto no sólo por sus monumentos, sino también a través de sus sonidos; sonidos cotidianos que hemos de escuchar, familiarizándonos y enmarcándolos en su entorno. Todos ellos, sin excepción, forman un paisaje sonoro propio, mezcla de sonidos procedentes de distintas focos: la caída del agua procedente de las fuentes, el flujo del agua por el río, el canto de los pájaros, el sonido de la brisa, las campanas de iglesias y conventos, el canto del muecín, la reverberación del sonido en las plazas, la gente caminando, conversando...

El barrio del Albaicín tiene su propia identidad sonora,  que permite reconocerlo, identificarlo y diferenciarlo de otro lugar. Esta propuesta de itinerarios sonoros no temáticos surge de un amplio estudio sobre los sonidos presentes en el barrio, en los que se seleccionan focos característicos dentro de su contexto cultural o patrimonial. Cada itinerario le invita a detenerse en determinados lugares, escuchar con quietud el sonido e introducirse en la historia del lugar o de la fuente sonora que contribuye a configurar el espacio sonoro. Anímese a recorrer sin prisa estos cinco itinerarios, y además del entorno visual, busque y escuche sus sonidos, observe e identifique sus focos y aprecie cómo le hace sentir ese entorno.

(más información en www.granada.org)

Plaza Nueva

Calle del Aire o Rey Chico

Calle y Placeta Benalúa

Calle Aceituneros

Cuesta del Granadillo

Plaza de Santa Inés Alta

Placeta de Carvajales1

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Calle estrecha, angosta y en pendiente, su nombre se debe a que con frecuencia se produce una fuerte corriente del aire que circula por la calle. Por ello se la llamó también Calle del Chorrillo del Aire. La configuración de la calle produce una amplificación de sonidos de baja frecuencia, como se observa con focos como el del trans-formador colocado en el edificio de la Real Chancillería, del que, aunque su sonoridad percibida a escasos metros es moderadamente baja, su aspereza genera disonancia en este entorno.

De la calle del Aire pasamos a Convalecencia y encontramos la calle Benalúa. Unos metros antes, la calle Benalúa tiene un ensanche, que se convierte en plazoleta y recibe su mismo nombre. Su nombre viene de los condes de Benalúa que vivieron aquí en el siglo XVI. La plaza de Benalúa, por su geometría y materiales forma un espacio semireverberante que configura un entorno envolvente de los sonidos presentes, como los trinos de los pájaros, resultando globalmente en un ambiente sonoro percibido como agrada-ble y de gran viveza.

(descrito en itinerario I)

Su nombre podría derivarse de la actividad que ocupaba a vecinos de la misma, aliñado-res de la oliva o de algún vecino conocido de apellido Aceituno. La configuración de la calle: estrecha, empinada, con amplios escalones para salvar el desnivel, etc. hacen de ella un entorno sonoro peculiar donde se pueden sentir los sonidos de la respi-ración y el caminar. Se puede apreciar cómo ascienden los sonidos desde la carrera del Darro o el trinar de los pájaros por la partes más altas que conforman un clima sonoro sin modulación, de alta consonancia y agradable.

La Cuesta del Granadillo da acceso a las plazas de Santa Inés Alta y Carvajales. Escuche y analice como cambia la percepción sonora con y sin el tráfico, y cuando suben o bajan peatones. Escuche el fluir de las canalizaciones de agua subterránea que nos retrotraen a sonidos de gran importancia antaño. Sonidos uniformes, suaves, de bajas frecuencias, que se mezclan con las conversaciones de transeúntes a las que la fisonomía de la calle añade múltiples reflexiones con un efecto semireverberante que altera la percepción de la distancia a las fuentes emisoras.

Placeta de laVirgen del Carmen

Placetas del Almez, Rosal y Cobertizo

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De acceso peatonal y sin vistas a la Alhambra, puede apreciarse la mimosa asomando por la tapia del Carmen de Alonso Cano. En esta ubicación se pueden apreciar sonidos proce-dentes del agua de la fuente y del trinar de los pájaros, sonido que es modulado y enriquecido por las reflexiones en las paredes de la plaza que conforman un espacio reverberante que alarga los sonidos. El nivel de sonoridad percibida es muy bajo y sin aspereza, en ocasiones rico en armónicos, favoreciendo el relax auditivo.

Placetas Aljibe de Trillo y del Comino

Miradorde San Nicolás

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En la Placeta del Aljibe Trillo (Juan de Trillo 1498) podremos apreciar diferentes situaciones desde el punto de vista acústico: presencia de pájaros, amplificación del ruido de los pasos, aldaba de alguna puerta, etc. Es un entor-no silencioso, de sonoridad muy baja, con sonidos claramente identificables por sus modulaciones rápidas y medias. En la Placeta del Comino la imagen visual queda reforzada con el elemento dinámico de las modulaciones medias del sonido procedentes de los transeúntes, viajeros, aves, la suave brisa, etc.

En el rellano más alto de la colina, donde se levantó la Alcazaba Cadima, existió una mezquita llamada Azitini por los musulmanes. Sobre ella se levantó la iglesia de San Nicolás. Por su situación privilegiada, la placeta es un gran foco emisor de sonidos, procedentes de las conversaciones de los visitantes, peque-ños puestos ambulantes, música etc. Los niveles de sonoridad pueden llegar a ser medio-altos, interferentes con el lenguaje aunque la escasa modulación en bajas frecuencias determina una rugosidad de escasa incidencia en la molestia percibida.

La placeta de Santa Inés Alta tiene forma rectangu-lar, acceso estrictamente peatonal y en ella destacan el convento de Santa Inés y el de la Concepción. Escuche el rumor del tráfico de la cercana calle de San Juan de los Reyes, el trinar de los pájaros, las hojas de los árboles movidas por la brisa, y el sonido de las campanas de campanarios, como el del monasterio de San Bernardo. El ambiente lo constituye un entorno de muy baja disonancia con un sonido de fondo de baja frecuencia comple-mentado con componentes tonales de agudeza media-alta que permiten identificar los sonidos individuales.

Debe su toponimia a Don Alonso Sánchez de Carvajal y Don Juan de Carvajal que tomaron parte en la conquista de Granada. Es uno de los espacios más extraordinarios del Albaicín de geometría rectangular, con bancos y arbolado que invitan al descanso, bordeada de casas sencillas, excep-to por un lado: el lado que mira a la Alhambra. La sensuali-dad aportada por un espacio recoleto y romántico se complementa con el murmullo apagado de un agua que fluye por la alberca y el dulce chapoteo de las aves. Agua y aves (tal vez sea uno de los lugares donde mejor se aprecia el arrullo de las palomas) son los focos dominantes.

El sonido constante del agua conforma un fondo con predominio de las frecuencia medias y bajas, globalmen-te con un nivel de sonoridad bajo, que permite la concentración y la comunicación oral. El clima sonoro es de una rugosidad baja, nada disonante, que suele ser percibido como agradable y silencioso. En la parte abier-ta de la placeta que mira a la Alhambra hay un hermoso pilar de tres caños. Advierta que el sonido es distinto al de otros pilares, más constante, casi sin fluctuaciones de niveles de presión sonora y con un aporte de energía en frecuencias más altas.

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Son lugares para la contemplación y la observación. Podremos escuchar con fuerza y nitidez el canto de las aves. Este canto, rico en altas frecuencias destaca claramente sobre el murmullo de las bajas

frecuencias. En la Placeta del Rosal llegan muy atenuados los sonidos de la ciudad, y crean un clima sonoro tranquilo, agradable. En la Placeta del Cobertizo se escucha la fuente, las aves y otros sonidos de la parte más baja del barrio, enriquecido por el suave murmullo reverberante producido en la plaza que genera un sonido envolvente rico y dinámico.