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95 Cuadernos de la Diáspora 30 Madrid, AML, 2018 TAGORE, MÁS ALLÁ DE LA POESÍA Jorge Arturo Chaves Ortiz PREÁMBULO Parto de una simple experiencia personal. Durante años, muchos años, mantuve sobre mi mesilla de noche un ejemplar de la Obra Escogida de Rabindranaz Tagore (1) , de ediciones Aguilar, traducida por Zenobia Camprubí de Jiménez. Muchos años, hasta que un día, tras una mudanza, el ejemplar desapareció. Siempre he dicho a mis amigas y amigos que soy un poco sordo para la poesía, sin embargo tenía un cierto apego a aquel libro, y una necesidad de tenerlo al lado de la cabecera por la noche, aunque no pasara de repetir breves lec- turas de la Ofrenda Lírica [Gitanjali]. Había algo sanador en aquellas estrofas, algo que me producía calma o me permitía soñar con hori- zontes nuevos en mi vida, por ejemplo, cuando releía aquello de: "Fue tu voluntad hacerme infinito. Este frágil vaso mío tú lo derramas una y otra vez, y lo vuelves a llenar con tu nueva vida." (Ofrenda lírica, poema 1), o: “En las playas de todos los mundos, se reúnen los niños. Rueda la tempestad por el cielo sin caminos, los barcos naufragan en el mar sin rutas, anda suelta la muerte, y los niños juegan.”( poema 60), o también: “La Muerte, tu esclava, está a mi puerta. Ha cruzado el mar desconocido y llama, en tu nombre, a mi casa […]; le daré, rendido, la bienvenida; porque es mensajera tuya la que está a mi puerta” (poema 86) y: “He jugado en esta casa de juguetes de formas infinitas; y vislumbré, jugando, a aquel que no tiene forma.” (poema 96); … (1) La grafía no ortodoxa sino fiel a la fonética en el nombre del poeta (Rabindranaz), así como en algunas de las palabras de las citas del Gitanjali (Ofrenda Lírica) que apa- recen en estas páginas, es la de la traducción de Zenobia Camprubí de Jiménez que, en esto (uso, por ejemplo, de la "j" en lugar de la "g"), estuvo de acuerdo con el gusto de su esposo, JRJ.

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TA G O R E, MÁS A LLÁ D E LA P O E SÍA

Jorge Arturo Chaves Ortiz

PREÁMBULO

Parto de una simple experiencia personal. Durante años, muchosaños, mantuve sobre mi mesilla de noche un ejemplar de la ObraEscogida de Rabindranaz Tagore (1), de ediciones Aguilar, traducidapor Zenobia Camprubí de Jiménez. Muchos años, hasta que un día,tras una mudanza, el ejemplar desapareció. Siempre he dicho a misamigas y amigos que soy un poco sordo para la poesía, sin embargotenía un cierto apego a aquel libro, y una necesidad de tenerlo al ladode la cabecera por la noche, aunque no pasara de repetir breves lec-turas de la Ofrenda Lírica [Gitanjali]. Había algo sanador en aquellasestrofas, algo que me producía calma o me permitía soñar con hori-zontes nuevos en mi vida, por ejemplo, cuando releía aquello de:

"Fue tu voluntad hacerme infinito. Este frágil vaso mío tú lo derramasuna y otra vez, y lo vuelves a llenar con tu nueva vida." (Ofrenda lírica,poema 1),

o: “En las playas de todos los mundos, se reúnen los niños. Rueda latempestad por el cielo sin caminos, los barcos naufragan en el mar sinrutas, anda suelta la muerte, y los niños juegan.”( poema 60),

o también: “La Muerte, tu esclava, está a mi puerta. Ha cruzado el mardesconocido y llama, en tu nombre, a mi casa […]; le daré, rendido, labienvenida; porque es mensajera tuya la que está a mi puerta” (poema 86)

y: “He jugado en esta casa de juguetes de formas infinitas; y vislumbré,jugando, a aquel que no tiene forma.” (poema 96); …

(1) La grafía no ortodoxa sino fiel a la fonética en el nombre del poeta (Rabindranaz),así como en algunas de las palabras de las citas del Gitanjali (Ofrenda Lírica) que apa-recen en estas páginas, es la de la traducción de Zenobia Camprubí de Jiménez que,en esto (uso, por ejemplo, de la "j" en lugar de la "g"), estuvo de acuerdo con el gustode su esposo, JRJ.

Rabindranath Tagore (1861-1941)

De manera que, en la primera oportunidad que tuve, en un viaje aEspaña a finales de los 80 del siglo pasado, un amigo de un amigo meconsiguió, en una librería “de viejo” de la calle Hortaleza de Madrid,un nuevo e idéntico ejemplar de la Obra Escogida. Me lo regaló y,desde entonces, ha ocupado el lugar del anterior solo que –no sé nicómo– fui descubriendo, ya recientemente, perspectivas más allá dela belleza del Gitanjali. No soy en absoluto un especialista en Tagore,apenas un iniciado, pero sí un amateur y lo que comparto aquí es loque se me ha ido revelando, de riqueza humana y espiritual, de esteextraordinario maestro de vida.

RABINDRANATH TAGORE (1861-1941), UNA PERSONALIDAD POLIFACÉTICA, ADMIRADA Y DISCUTIDA

Como de tantas otras figuras destacadas del arte o de la ciencia, deTagore también encontramos elogiosos y entusiastas calificativos porparte de quienes han estudiado su vida y, sobre todo, su obra. En sucaso, por ejemplo, se le reconoce como “el más grande poeta inglésindio” (Dutta y Robinson, 1995), The Lost Great Man of India (ibid.),“el gran poeta del hombre” (Babu Lai, 2014, 2), “un hombre comprometidocon grandes ideales que no fueron populares en su tiempo”, “un artista parexcellence” (Humayun Kabir, 1961, 104). Pero, probablemente, en lamedida en que se adentra uno en la lectura de su obra, lo que másllama la atención y lo coloca a distancia de muchas otras personalida-des del mundo de la cultura, es ese perfil que se revela detrás de laconocida expresión “A Myriad-minded man” (2). Un hombre polifacé-tico, poeta sin lugar a dudas, pero también músico, compositor demelodías y de sus letras, pintor abundante en los últimos años de suvida. Para el propio Tagore, sin embargo, en su autopercepción, serepresentaba sobre todo como un poeta.

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(2) Esta expresión, la adopta como subtítulo la excelente Biografía de Krishna Duttay Andrew Robinson, Rabindranath Tagore, The myriad – minded man (1995, Rupa andCo., NewDelhi). La expresión proviene de la Universidad de Oxford, cuando éstaotorgó a Tagore el Doctorado Honoris causa en Letras, en 1940.

Pero, mientras que sus fecundas incursiones en la poesía, la música yla pintura podrían no causar extrañeza —pues no parecen sacarlo delmismo ámbito del arte—, quien lo lee se empieza a sorprender alencontrarlo comprometido en el campo de la educación —de unaeducación revolucionaria, para la libertad—, en el campo del pensa-miento y de la acción en el mundo de la política, a nivel nacional einternacional, y en el mundo de la economía y del desarrollo rural.Una de las autoras destacadas que lo ha estudiado, intenta, en uno desus trabajos, “conectar con él como trabajador, educador y reformador rural,y no solo como poeta y genio literario” (Uma das Gupta, 2010).

En el espacio político, fue siempre amante de la paz y la comunica-ción intercultural, sin renunciar nunca a posiciones firmes e inclusoconfrontativas cuando esto respondía a sus principios. Su posiciónfirme se muestra, por ejemplo, en sus diferencias con Ghandi a quien,sin embargo, admiraba extraordinariamente.

De ahí también las expresiones de quienes lo valoran como “verdaderohumanista y espiritual realista” (Babu Lai, 2014, 2), “sin rival en su geniode total comprensión, espléndido en pensamiento, en creación y acción”(Dutta y Robinson); alguien que no solo fue un poeta “sino tambiénun vidente, un profeta, un místico” (Rohit Bagthariya, 2014, 41).

Aunque no fue propiamente un académico ni un analista, tal comocomenta Indra Nath Choudhuri (2014, 9), siendo poeta, tiene másde pensamiento poético que de pensamiento analítico, argumentati-vo y calculador. Heidegger encontró definitivamente este perfil deTagore en el poeta alemán Holderlin y lo llamó poeta de alcancemundial, remarcando que “existe una gran necesidad, especialmente ennuestra era moderna en la que hemos olvidado cómo pensar poéticamente.”Y Mitreya Hawthorne (2016, 4), subraya cómo “más que avanzar en elanálisis filosófico, los escritos de Tagore amplifican la inspiración devocionalde entrega a Dios y servicio a la humanidad con amor. Incluso sus puntos devista políticos estuvieron profundamente influenciados por esta visión poéti-ca y devocional de la vida.”

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Eso sí, sin duda, aunque no fue un analista en el sentido académicodel término, fue un gran observador del ser humano y de la sociedad,de la naturaleza y de los movimientos y acciones de Dios en el serhumano (Babu Lai, 2014,1); fue además un notable pedagogo capazde transmitir su visión interior y las verdades que captaba por esta vía,al plasmarlas en el lenguaje de la experiencia ordinaria (RohitBagthariya, 2014, 41); y tuvo una gran capacidad de expresar místicamen-te los rasgos de su personalidad por medio de sus poemas (Paula Hayes). Esimposible pasar por alto, en todas sus formas de expresión y comuni-cación, la integración de su claridad mental y “su vida de entusiasmo ypasión interiores” (Rohit Bagthariya, 2014, 41). Tagore muestra, viven-cialmente y en su acción, lo mucho que valoraba el cultivo de los sen-timientos. Ellos lo guiaban incluso en sus esfuerzos por aproximar el“mundo de la racionalidad Occidental” y el de la “espiritualidad de la India”.

Su naturaleza y carácter creativo marca toda su vida y su obra. Y élmismo compara al poeta con el Dios de la creación, pues asimila elpoder del poeta para dar existencia a nuevas palabras con el poder delcreador para dar existencia a los mundos conformados en el tiempo(Paula Hayes, 2010, 484).

Una sensación de esperanza, de alegría, de positividad recorre toda suvisión de lo humano. Sin embargo, Tagore no fue ajeno a la tragediaen su propia vida familiar, ni al conflicto en sus relaciones y en suproyección.

En cuanto a lo primero, Tagore perdió a su madre cuando tenía ape-nas trece años. Más tarde, perdió a su esposa, a varios de sus hijos aúnmuy jóvenes, y también a su padre, y todo ello comportó una épocamuy difícil para él, en la que rozó la depresión.

En cuanto a lo segundo, Tagore mantuvo siempre una posición inter-nacionalista, de apertura a otras culturas y tradiciones religiosas. Engran medida esto se explica por su ambiente familiar. Uma Das Guptacomenta que, cuando

sus ancestros llegaron a la ciudad de Gobindapore, dejaron sus tareassacerdotales, que tenían como Brahmanes, para convertirse en agentes

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corredores comerciales para los europeos. Aparte de la exitosa carrerafinanciera, el abuelo Dwarkanath participó en la fundación de la ramamonoteísta hindú Brahmo Samaj que, entre otras cosas, contribuyó ala abolición del rito de inmolación y quema de las viudas, patrocinóla Sociedad de Terratenientes e impulsó la defensa de la libertad deprensa. Su hijo mayor Debendranath Tagore, padre de Rabindranath,fue el primero en ser iniciado brahman. La familia respiraba unambiente de reformadores y patriotas, inmersos en debates sobre reli-gión y política. Rabindranath comentará lo peculiar que era la cercaníay compromiso con los Upanishads, lo cual no excluía un enorme afectopor la literatura inglesa.

«Shakespeare y Sir Walter Scott tuvieron una gran influencia en mi familia»,afirmó alguna vez Rabindranath.

Es curioso mencionar que, sin embargo, la educación escolar deRabindranath fue muy irregular, por decirlo de alguna manera. Locambiaron de escuela muchas veces porque no se adaptaba a la edu-cación establecida y, por fin, tras la muerte de su madre, logró que susmayores le permitieran liberarse de este tipo de formación convencio-nal y que uno de sus hermanos asumiera ser su tutor en la casa. Talcomo comenta un autor, “el muchacho pudo así aprender todo lo que hayde interés bajo el sol”, en bengalí primero y en inglés después.

El ambiente familiar, que el propio Rabindranath consideraba comouna confluencia de tres culturas (hindú, mahometana y británica), lepermitió liberarse de aislamientos y fanatismos, para ir conformandouna visión universalista.

Dada la fecha de su nacimiento, conoció la presencia inglesa en laIndia y, personalmente, gracias a sus estudios en Inglaterra, desarrollóuna especial actitud de cara a promover el acercamiento emocional yel contacto intelectual entre Oriente y Occidente. Aunque luego estasaspiraciones universalistas se mostraron irrealizables debido a la pri-mera Guerra Mundial y al surgimiento del movimiento nacionalistaindio, la subsiguiente represión por el gobierno imperial, y el creci-miento de la popularidad del movimiento de no-cooperación deGandhi, Tagore mantuvo siempre firmes convicciones, aparentemen-te incompatibles para algunos.

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Esto le llevó siempre, por un lado, a defender la espiritualidad de laIndia cuando estaba en el extranjero y, por otro, a defender el espíritudel Occidente mientras estaba en la India (Dutta y Robinson).

Su universalismo se refleja en su poesía, en sus ensayos y en su músi-ca. La primera estrofa de su canción que luego será el HimnoNacional de la India, Tagore incluye la invocación al “Señor de todoslos pueblos del mundo”. Aunque Tagore siempre dejó claro que queríaque su país fuera independiente, él no fue nacionalista. No serlo, leacarreó críticas, acusaciones y enfrentamientos públicos. Y comportóasimismo diferencias con personajes destacados que le eran cercanospor amistad. Ya hemos dicho que éste fue el caso de Ghandi, conquien tuvo diferencias importantes tanto en las ideas como en lapráctica. Sus maneras de concebir la estrategia de cara a la indepen-dencia eran diferentes. Discrepaban en la valoración de la técnicamoderna de cara al desarrollo de la India y también en la valoraciónde la vida sexual dentro de las relaciones.

No sorprende por tanto que Tagore se sintiera psicológicamente des-garrado a menudo. Era muy sensible a la crítica peyorativa y se sintiómuy herido, por ejemplo, por las más descabelladas acusaciones quese le dirigieron, tales como afirmar, injustificadamente, que se estabaapropiando del crédito y de la fama de W. B. Yeats, quien decían quehabía “reescrito” el Gitanjali al traducirlo (Amartya Sen, 2001).

LA AMPLITUD DE LA OBRA DE TAGORE, EN POCAS PISTAS

Rabindranath Tagore, a lo largo de su vida (1861 - 1941),

– Escribió más de mil poemas, ocho volúmenes de cuentos cortos,alrededor de veinticuatro obras de teatro, cientos de ensayos sobrefilosofía, religión, educación y sociedad.

– Compuso, además, más de dos mil canciones —tanto su músicacomo su letra– incluidas dos que llegaron a ser himnos nacionales(no oficiales) de la India y de Bangladesh.

– A los 70 años, se inició, también exitosamente, en la pintura al óleo.

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– Y a los 80 años, falleció en la misma casa en que había nacido.

Puede ayudar, de cara a hacernos una idea del vasto conjunto de suobra creadora, el conocimiento de varias publicaciones bibliográficas.Sin embargo, no son de fácil localización ni acceso, e incluso algunostítulos pueden ser engañosos. Por ejemplo, The Complete Works ofRabindranath Tagore (General Press, Nueva Delhi, 2017) no son, dehecho, ni pueden ser sus obras completas, aunque sí es una interesan-te colección de Poesía, cuentos cortos, novelas, obras de teatro y ensa-yos. Puede resultar de mayor interés, en mi opinión, la List of works byRabindranath Tagore que se encuentra en la Wikipedia, aunque se reco-noce incompleta e invita a aumentarla. Está ordenada cronológica-mente e incorpora los títulos originales en bengalí y las correspon-dientes traducciones en inglés cuando las hay.

Para quien desee explorar en la obra musical del autor, puede escu-char las 200 canciones que presenta:(https://www.youtube.com/watch?v=U3LYOiRfGyw)

También puede uno navegar en esa página web:(https://www.facebook.com/TagoreDanielouProject/?rc=p)

Alain Danielou (1907-1994), hermano del cardenal Jean Daniélou, trasuna primera etapa de su vida dedicada a la danza y a la música, y trasun largo período nómada camino de Oriente, vivió muchos años enla India, donde se inició en el hinduismo y se familiarizó con la músi-ca del país, hasta regresar a Francia y luego ir a Italia, al final de suvida, y dedicarse a dar a conocer en Europa la gran cultura india.

En cuanto a la obra pictórica de Tagore, puede empezar uno a degus-tarla en este sitio web:www.pinterest.es/swetarc/rabindranath-tagore-paintings/?lp=true

También es útil una exposición presentada en el Victoria and AlbertMuseum de Londres: https://www.pinterest.es/swetarc/rabindranath-tagore-paintings/?lp=true

Completará la visión de la vida y de la obra de Tagore, y resultará deinterés para los lectores, el Time Line interactivo publicado en la web

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del Scottish Center of Tagore Studies, de la Universidad de Edinburgo:http://www.scots-tagore.org/interactive-timeline. En él, los eventos de la vidapersonal de Tagore se presentan en relación tanto con el contexto polí-tico y familiar como con las obras de cada período.

LA ESPIRITUALIDAD, HILO CONDUCTOR E INTEGRADOR

No es fácil para ningún humano mantener la unidad y el equilibriopersonal cuando su actividad se encuentra repartida entre la poesía yla lucha política, entre la reflexión filosófico - religiosa y la elabora-ción de propuestas para el desarrollo rural y para una educación enlibertad; y menos aún lo es cuando se intenta mantener un compro-miso de fidelidad al propio país de origen, junto con una fidelidad aun espíritu de diálogo y de cooperación con otros pueblos.

Creo que una explicación de este proceso de integración se encuentraen la calidad y en la naturaleza de la espiritualidad que invadía, alen-taba y dirigía toda la vida de Rabindranath Tagore. Tal como sugiereel Comité que le otorgó el Premio Nobel de Literatura de 1913 (3),dicha espiritualidad se expresó, de manera muy especial, en la poesía.Las páginas que siguen, de este ensayo introductorio de la vida y obrade Tagore, las voy a dedicar a presentar los puntos centrales de suvisión y práctica espirituales.

Lo primero que hay que decir es que aquí se interpreta espiritualidaden un sentido que no hay que confundir con religiosidad en su inter-

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(3) “Prize motivation: "because of his profoundly sensitive, fresh and beautiful verse, by which,with consummate skill, he has made his poetic thought, expressed in his own English words, apart of the literature of the West." … “ In contrast to the frenzied life in the West, his poetry wasfelt to convey the peace of the soul in harmony with nature.” (Traducción: Motivación delPremio: por su verso hermoso, fresco y profundamente sensible, por medio del cual,con destreza consumada, ha hecho de su pensamiento poético, expresado en sus pro-pias palabras inglesas, una parte de la literatura de Occidente.” … “En contraste conla vida frenética de Occidente, se siente que su poesía comunica la paz del alma enarmonía con la naturaleza.). Rabindranath Tagore – Biographical. NobelPrize.org.Nobel Media AB 2018. Mon. 15 Oct 2018.

<www.nobelprize.org/prizes/literature/1913/tagore/biographical/>

pretación premoderna ni, mucho menos, con la popularizada ver-sión de un conjunto de prácticas esotéricas. Es importante precisaresto porque, tal como dice Amartya Sen, mientras en Bangladesh yen la India Tagore tiene, en la actualidad, una presencia poderosatanto en la literatura como en la cultura, y se le considera un pensa-dor profundamente relevante y polifacético, en cambio, en el restodel mundo y en particular en Occidente (sobre todo en Europa y enEstados Unidos) su reconocimiento ha sufrido un eclipse casi totalporque algunos autores destacados lo han juzgado, en un sentidopeyorativo, como un “repetitivo y remoto espiritualista” al ignorar –ellos mismos– su propio apriori.

Cuál sea el sentido propio de la espiritualidad de Tagore puede com-prenderse, más que definirse, a través de lo que él expresó en su obra.Es elocuente que Tagore, en el Prefacio de Sadhana (La Vía Espiritual),incluya su espiritualidad dentro de su vida familiar desde muy peque-ño, y que la incorpore a lo cotidiano:

Quizás sería bueno en mi descargo, explicar que el objeto de los artículospublicados en este libro no ha sido el de hacer un tratado filosófico, y quetampoco he abordado este libro desde un punto de vista académico. Perocomo he sido educado en una familia donde los textos de los Upanishadsse utilizaban en el culto diario, y he tenido ante mí el ejemplo de mipadre, que vivió su larga vida en la más íntima comunión con Dios perosin olvidar sus deberes para con el mundo y sin dejar de poner un vivointerés en todos los asuntos del sufrimiento humano sin excepción; enestos ensayos, se puede esperar, que los lectores occidentales tengan laoportunidad de entrar en contacto con el antiguo espíritu de la India taly como se revela en los textos sagrados y se manifiesta en la vida de hoy.

Varios de los estudiosos que se aproximan al descubrimiento de ladimensión espiritual de Tagore parten prioritariamente de los poemasde Gitanjali. Es un buen punto de partida. Los títulos de sus estu-dios son ya de por sí elocuentes y por eso remito a la referenciacompleta que doy en la nota bibliográfica final. Recojo los términosque escogen: humanismo espiritual, misticismo, amor de la

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Creación y misticismo, conciencia mística como culminación bakt-hi, misticismo de nuevo.

Otros títulos responden más a una visión de conjunto de la obra delpoeta, y hablan de "la formación de la espiritualidad de Tagore y laprueba de ello en su esfuerzo artístico", del "legado espiritual" deTagore o de "misticismo y humanidad", dos de ellos, o de "espiritua-lidad más allá de religión" de cara a presentar la experiencia espiritualde Tagore que, como es de suponer, critica las prácticas religiosas tra-dicionales cuando son rutinarias, y las condena como “culto ciego eidolátrico” aparte de señalar su “inutilidad”.

Tras leer estos estudios, no cabe dudar del valor de la profundadimensión humana de Tagore, que nada tiene que ver con los “espiri-tualismos remotos y repetitivos” que algunos vieron en él y por los quelo relegaron fuera del arte y de la literatura valorados en Occidente.

Deja ya esa salmodia, ese canturreo, ese pasar y repasar rosarios. ¿Aquién adoras, di, en ese oscuro rincón solitario del templo cerrado?¡Abre tus ojos y ve que tu Dios no está ante ti!

dice Tagore en la Canción 11 de Gitanjali, para dejar enseguida muyclara su visión de Dios, presente en el ser humano:

Dios está donde el labrador cava la tierra dura, donde el picapedreropica la piedra; está, con ellos, en el sol y en la lluvia, lleno de polvo elvestido. ¡Quítate ese manto sagrado y baja con tu Dios al terruño pol-voriento! […] ¡Sal ya de tu éxtasis, déjate ya de flores y de incienso!¿Qué importa que tus ropas se manchen o se andrajen? ¡Ve a su encuen-tro, ponte a su lado y trabaja, y que sude tu frente!

Su espiritualidad apunta a la dimensión profunda de la vida, y fue elmotor de la suya pues animó su producción artística, su labor educa-tiva, su compromiso político y económico, nacional e internacional,y posibilitó la integración de su polifacética personalidad.Comprenderemos el fundamento de esta interpretación cuandosubrayemos a continuación los elementos que son los ejes de suvivencia. Ellos nos proporcionan un claro retrato de cómo percibe,

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entiende y experimenta la vida en su relación con los otros, con lanaturaleza y con Dios.

RASGOS DE SU ESPIRITUALIDAD

Ya en los breves fragmentos citados de Gitanjali puede apreciarse unrasgo central de su vivencia espiritual: la percepción de la presenciade Dios no en los templos, ni en los rezos rutinarios, ni oscurecidotras ornamentos de culto sino en los seres humanos y, en particular,en el pueblo trabajador.

Tagore enfatiza el amor de servicio a cada ser humano en el mundo,y no el ascetismo, el desapego y la liberación. Enraíza este amor en laconciencia de Dios presente en todo ser humano. Presencia que des-cubre a partir de su propia experiencia y de la conciencia, inmediata,directa e íntima, de la presencia y de la identidad divina, lo cual lelleva a concebir al hombre como divino.

Leamos, en Gitanjali, poema 1 y luego unas expresiones del 71 y del 72:

- Fue tu voluntad hacerme infinito. Este frájil vaso mío tú lo derramasuna y otra vez, y lo vuelves a llenar con tu nueva vida.

Tú has llevado por valles y colinas esta flautilla de caña, y has silbadoen ella melodías eternamente nuevas. Al contacto inmortal de tusmanos, mi corazoncillo se dilata sin fin en la alegría, y da vida a la espre-sión inefable.

Tu dádiva infinita solo puedo cojerla con estas pobres manitas mías. Ypasan los siglos, y tú sigues derramando, y siempre hay en ellas sitio quellenar.

– Pones una valla a tu propio ser y luego llamas, con voces infinitas, atu ser separado. Y esta parte de ti mismo es la que ha encarnado en mí.

– Es él, mi más íntimo él, quien despierta mi vida con sus profundasllamadas secretas.

Tagore no habla aquí de una búsqueda romántica o esotérica de Dios,que recurre al aislamiento y que establece una distancia o una separa-ción respecto del mundo, al que se juzga negativamente porque o es

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pagano o es secular o ha perdido el norte. Su actitud es, más bien, debúsqueda confiada de la unidad, de ascensión espiritual en relacióncon todo ser, con la naturaleza, con los seres humanos, con el Todo.

Los poemas de Gitanjali apuntan a dejar una vida superficial y mate-rialista, a levantar el alma y a orientarla hacia la unión del hombre, suentorno y la realidad última. Su visión unitaria e integradora es lafuente de su cotidiano rechazo de toda fragmentación y segregación,ya sea por razones de casta, de credo religioso o político, de naciona-lidad o de pretendida superioridad.

De su experiencia nuclear proviene también el gozo y plenitud quese respira en Gitanjali y en el resto de su obra. Sus poemas expresan,en innumerables ocasiones, este gozo místico de unidad. Leemos enla canción 56:

¡Qué plenitud de tu alegría en mí! ¡Qué descendimiento a mí el tuyo! Túme tienes como compañero de tu tesoro; tus alegrías están jugando sinparar en mi corazón, y tu voluntad está siempre recreándose en mi vida.

La actitud básica que genera esta experiencia es una alabanza perma-nente del mundo natural en el cual se conecta dinámicamente con latrascendencia. Por eso, en cierto sentido, el amor a la naturaleza equi-vale o incluye el amor al Dios del que procede dicha naturaleza. Lasfuerzas primarias de las que procede la existencia son los medios porlos que trabaja el Dios de la creación. Los rasgos de alegría y de sen-sualidad se entremezclan con la creencia teísta.

Como destaca Paula Hayes (2010), Tagore se inspira en el Rig Veda yéste le enseña esta vasta apreciación por la vida y la realidad física.Tagore reverencia la abundancia y variedad de las formas naturales. Almismo tiempo, sin pesimismo, el Rig Veda le enseña la aceptación delas restricciones impuestas por esas mismas fuerzas de la naturaleza.El Rig Veda, comenta Hayes, le enseña la necesidad de buscar el pro-pio lugar en medio del orden de los fenómenos naturales, y no tantoluchar por superar este orden. “Ni siquiera a los dioses se les permite tras-cender plenamente el mundo fenoménico de la naturaleza, menos aún cabeesperar esto para los humanos”. De ahí que el espiritual en búsqueda

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apunte al mejoramiento del mundo en las formas del aquí y del ahoraen vez de divagar con esperanzas en otros mundos. El aprecio de loreal, y no su rechazo ni su superación, es lo que se desprende de laidea espiritual de Tagore, a la que guía la sabiduría y la razón recibidasde lo divino, la cuales no conducen a una mística irracional sino a unsentido más alto, desarrollado, de la razón.

Esta vivencia de la unidad de todas las cosas permite comprender queincluso en la muerte misma se realizará la unidad.

En la muerte lo múltiple se hace uno; en la vida, lo uno se hace múlti-ple. La Religión será una cuando muera Dios (Pájaros perdidos, 84).

En la oscuridad lo Uno aparece indiviso; a la luz, lo múltiple (Pájarosperdidos, 90).

Los sentimientos de alienación y de aislamiento, y los deseos desapa-recen al pasar a vivir como parte de un todo mayor. Cabe, entonces,la nostalgia del momento final, como también los espirituales cristia-nos formulan. Momento en el que la realización en la totalidad nosupone un salto que conlleve la aniquilación del individuo.

Mi corazón siente hoy nostalgia de esa hora única y apacible que estámás allá de las costas del tiempo. (Pájaros perdidos, 244)

Lo universal está siempre buscando su consumación en el único. Y eldeseo que tenemos de mantener intacta nuestra singularidad es, en reali-dad, el deseo del universo actuando en nosotros. El placer del infinito ennosotros es lo que nos da el gozo de nosotros mismos. (Sadhana, IV, 45)

Tagore responde a la pregunta de si la aniquilación del yo se ha conside-rado en la India como el objetivo supremo, de forma general y directa:

El pensamiento típico de la India sostiene que la verdadera liberación delhombre es la liberación de la avidya (ignorancia). No es la destrucción detodo lo positivo y real, lo cual es imposible, sino la destrucción de lo nega-tivo, de lo que destruye nuestra visión de la verdad. (Sadhana, IV, 46)

Por eso, no teme decir:

Apaga la lámpara, si quieres. Exploraré tu oscuridad y la amaré. (Pájarosperdidos, 288)

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Y recuerda a sus lectores:

No solo en el Budismo y en las religiones de la India sino también en elcristianismo se predica con vigor el ideal del desapego del yo. El símbo-lo de la muerte también se ha utilizado en el cristianismo para expresarla idea la liberación del hombre de la vida que no es verdadera. Nirvanatiene el mismo significado, es símbolo de la extinción de la lámpara.(Sadhana, IV, 46)

Sin embargo, en modo alguno esto implica una subestimación deesta vida. Maya es, para Tagore, la falsa concepción de la naturaleza,innata de la humanidad, que nos impide ver la realidad en sí. CuandoTagore recuerda e interpreta el canto de la fiesta de medianoche, alfinal de Sadhana, escribe este texto develador:

Nunca podré olvidar un trozo de una canción que escuché una madru-gada, en medio del fragor de la multitud que se había reunido para unfestival en la noche: "¡Barquero, llévame a la otra orilla!" ¿Cuál es el sig-nificado de este grito? […] ¿Cuál es este algo más? ¿Dónde está la otraorilla? ¿Es algo más de lo que tenemos? ¿Es otro lugar diferente a dondeestamos? ¿Es para descansar de nuestras obras, para que nos releven delas responsabilidades de la vida? No, en el corazón de nuestras activida-des es donde estamos buscando nuestro fin. No sentimos nostalgia delTodo, sabemos incluso a qué atenernos. Así, mientras nuestros labiospronuncian esta oración, nuestras manos ocupadas no están ociosas. […] Porque aquí es donde están los embates del mar que nos empujan, eincluso aquí mismo es donde está la otra orilla en espera de ser alcanza-da; sí, aquí está este presente eterno, no muy lejano, no en otro sitio.(Sadhana, VIII, 98)

La espiritualidad de Tagore, pues, en apretado resumen, puede versecomo fundamentada en la experiencia de la presencia de lo divino enel ser humano o, quizá, en la identidad divina del ser humano. Deahí se desprende un amor por todo que se traduce en compromisosde transformación, del mundo, de la economía y la política, guiadospor la sabiduría y la razón elevada a un nivel superior. Su espirituali-dad es de un gozo y disfrute que reconoce las limitaciones que la

TAGORE , MÁS ALLÁ DE LA POE S ÍA

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naturaleza impone a las personas; pero, conforme a la racionalidadinspirada por Dios, busca el lugar que le corresponde al sujeto dentrodel orden de los fenómenos. Incluye una visión cosmológica y antro-pológica que enfatiza la unidad de todos los seres, que descarta lasbarreras que dividen a la gente (raza, casta o nacionalidad) y quegeneran opresión y alienación. Tagore cree que se manifestará plenadespués de la muerte y que se anticipa en la nostalgia que nos habitadel momento de plenitud de unión que conservará, sin embargo, lariqueza de la persona individual.

UNA INVITACIÓN

Estas páginas desearían haber contribuido a introducir y a motivara los lectores occidentales de habla hispana, para que se adentren,más allá del campo poético, en descubrir a Rabindranath Tagorecomo inspirador de una vía espiritual que es de gran fecundidad enla vida cotidiana y que puede contribuir a una mejor convivenciaentre culturas, nacionalidades y orientaciones religiosas e ideológi-cas diversas.

La riqueza y amplitud de la obra de Tagore invita a lecturas desdemuy variadas perspectivas disciplinares, sobre temas específicos queestán por profundizar. La idea de espiritualidad que aquí hemosexpuesto tiene subtemas que merecerían un estudio detallado.Algunos de ellos, los esbozan los estudios cuyos títulos aparecen enla Nota Bibliográfica de más abajo. Otros, como la participación polí-tica de Tagore en torno a las luchas por la independencia, o en la vidaeconómica, y sobre todo sus planes de contribución al desarrollorural, prometen ser de gran interés y serían muy inspiradores si se vie-ran en conexión con la vivencia espiritual del autor. Más estudiadoestá el tema de su contribución en el campo de la educación. Claroestá, queda pendiente el desafío de la traducción al español de ungran número de sus obras. Todo un programa.

Jo rge Ar tu ro Chaves Or t i z

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DOS TEXTOS, PARA TERMINAR

Sobre cómo entendía Tagore la búsqueda y el logro de Dios

(Sadhana, VIII, 89 – 90)

Los Upanishads dicen: "El hombre se convierte en verdad si en estavida puede aprehender a Dios; el no hacerlo, es la mayor calamidadpara él".

Pero ¿cuál es la naturaleza de este logro de Dios?

Es evidente que el infinito no es como un objeto entre muchos, paraser definitivamente clasificado y mantenido entre nuestras posesio-nes, para ser utilizado como un aliado especial que nos favorece ennuestra política, nuestra guerra, para ganar dinero, o en las competi-ciones sociales. No podemos poner a nuestro Dios en la misma listacon nuestras casas de verano, automóviles, o nuestro crédito en elbanco, como muchos parecen querer hacer.

Debemos tratar de comprender el verdadero carácter del deseo queun hombre tiene cuando su alma busca a Dios. ¿En qué consiste sudeseo? ¿Es el de añadir algo, por valioso que sea, a sus pertenencias?¡Decididamente no!

Es una tarea sin fin y fatigosa, este continuo incremento de nuestrasposesiones. De hecho, cuando el alma busca a Dios, busca su escapefinal de esta incesante recogida y amontonamiento de cosas quenunca llega a su fin. No es un objeto adicional lo que desea, es lanityo ‘ nitynm, lo permanente en todo lo que es impermanente, elrasatamah rasnm, la mayor alegría perdurable, la unificación de todaslas alegrías.

Por tanto, cuando los Upanishads nos enseñan a realizarnos enBrahma, no es para buscar algo extra ni es para fabricar algo nuevo.

“Conoce todo lo que hay en el universo como envuelto por Dios.Disfruta de todo lo que él da y no abrigues en tu mente la codicia deuna riqueza que no te pertenece”.

DOS TEXTOS , PARA TERM INAR

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Cuando sabemos que todo lo que hay es lo que él ha llenado, y quetodo lo que tenemos es su regalo, entonces nos damos cuenta de loinfinito en lo finito y del donante en los dones. Entonces sabemosque todos los hechos de la realidad tienen su significado sólo en lamanifestación de la verdad, y todas nuestras posesiones tienen su sig-nificado sólo para nosotros, no en sí mismas sino en la relación queestablecen con el infinito.

La religión del hombre

Espero que mis lectores habrán comprendido, al ojear estas páginas,que no soy ni un erudito ni un filósofo. No deben aguardar de mí fru-tos cosechados en un vasto campo de estudios ni ningún caudal apor-tado por una mente diestra en la difícil exploración científica. Porsuerte para mí, el tema de la religión gana en valor e interés según laexperiencia de los individuos que seriamente creen en su verdad. Seaésta mi disculpa por ofrecer aquí una parte de la historia de mi vida,que siempre realizó su religión mediante un proceso de incremento yno en virtud de herencia ni de importación.

[…]

Nuestra casa tiene un jardincito, y este jardincito era para mí un paísmilagroso, en el que los sortilegios de la belleza eran cosa de todoslos días. Casi todas las mañanas, a la temprana hora del amanecer, sal-taba de la cama con gran prisa, con el fin de sorprender la primerapincelada rosa del alba entre las trémulas ramas de las palmeras quese alzaban en fila en la linde del jardín en tanto el césped relucía alcaer sobre el rocío los primeros temblores de la brisa matinal. Parecíacomo si el cielo me enviase sus personales saludos, y todo mi corazón—en realidad mi cuerpo todo— bebía de un trago la desbordante cla-ridad y la paz de aquellas horas tranquilas. Yo hacía todo lo posiblepor no perderme ni una sola mañana, pues cada una de ellas me eramás preciosa que el oro para el avaro. Estoy seguro de que me sentíaengrandecido en significación al desvanecerse los límites que en otrosinstantes se alzaban entre mí y lo que había más allá de mí.

Rab indrana th Tagore

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Me ha concedido Dios esta sensación de maravilla que da al niño elderecho de entrar en el misterio de lo profundo de la existencia.Descuidaba mis estudios en la escuela porque bruscamente me apartaban del mundo y yo entonces me sentía desdichado como elconejillo en la trampa de un instituto biológico. Quizás esto expliqueel sentido de mi religión. Aquél era un mundo vivo para mí, íntima-mente ligado a mi vida por un sutil rasgo de parentesco que realzabael valor de mi propio ser. (4)

* * *

NOTA BIBLIOGRÁFICA

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(4) Tagore, Rabindranath. La religión del hombre (Spanish Edition) (Posición en Kindle,965-969; 1091 - 1099). Arca Ediciones. Edición de Kindle. En edición impresa, deEdicomunicación, S.A. La Religión del Hombre, VI La visión, pp. 352. 358 - 359.

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