Tres referencias al clima urbano de Madrid en la segunda ... · 446 Antonio López Gómez ciado de...

5
Tres referencias al clima urbano de Madrid en la segunda mitad del siglo xix Antonio LÓPEZ GÓMEz INTRODUCCIÓN La percepción de las alteraciones climáticas en la ciudad se ha manifesta- do desde hace largos siglos con los clásicos ejemplos de la antigua Roma, de Londres, etc., hasta los primeros estudios científicos en esta ciudad por Ho- ward a comienzos del xíx ~. Sobre Madrid, con numerosas referencias al cli- ma, desde el siglo xvu también hay algunos atisbos en ciertos aspectos 2• Pue- den citarse, por ejemplo, la ascensión de la influencia del excesivo sol estival en los edificios, que motivaría aberturas pequeñas, incluso en el Alcázar re- gio, según el embajador Gramont, e igualmente Mme. D’Aulnoy, quien añade que en las casas se disponen habitaciones arriba y abajo para el frío invierno y el ardoroso verano. Sitio fresco, tradicional de paseos para huir del calor urbano, era la ribera del Manzanares, donde se permanecía hasta la madruga- da, según la señora antes citada; aunque en ocasiones ya no era soportable por el polvo en primavera (sería muy seca) como indica la marquesa de Vi- llars. Otro aspecto, muy repetido, es la fetidez ambiental motivada por el va- Lamdsberg, Helmut H.: ¡he urbon clirnaxe, Nueva York, Academie Press, 1981; x-275 p. López Gómez, Antonio: El clima de las ciudades, Arbor, 1985, nÚm. 474, pp. 13-32. 2 López 06mev, A: El clima de Madrid según/os autores de/ossigios xv’-x¡x. (Inédito). Ana/es de Geogra/>2¿ de/a Universidad riomplurense, nP 15,445-449 Servicio de Pubticaciones. Universidad Comphitense. Madrid, 1995

Transcript of Tres referencias al clima urbano de Madrid en la segunda ... · 446 Antonio López Gómez ciado de...

Page 1: Tres referencias al clima urbano de Madrid en la segunda ... · 446 Antonio López Gómez ciado de aguas fecales y las basuras en las calles, que incide directamente en la confortabilidad

Tres referenciasal clima urbano de Madriden la segundamitaddel siglo xix

Antonio LÓPEZ GÓMEz

INTRODUCCIÓN

Lapercepcióndelas alteracionesclimáticasenla ciudadseha manifesta-do desdehacelargossigloscon los clásicosejemplosdela antiguaRoma,deLondres,etc.,hastalos primerosestudioscientíficos en estaciudadpor Ho-ward a comienzosdel xíx ~. SobreMadrid, con numerosasreferenciasal cli-ma,desdeel siglo xvu tambiénhayalgunosatisbosenciertosaspectos2• Pue-dencitarse,por ejemplo,la ascensiónde la influenciadel excesivosol estivalen los edificios,que motivaríaaberturaspequeñas,incluso enel Alcázar re-gio, segúnel embajadorGramont,e igualmenteMme.D’Aulnoy, quien añadequeen lascasassedisponenhabitacionesarribay abajoparael frío inviernoy el ardorosoverano.Sitio fresco,tradicionalde paseosparahuir del calorurbano,erala riberadel Manzanares,dondesepermanecíahastala madruga-da, segúnla señoraantescitada;aunqueen ocasionesya no era soportablepor el polvo enprimavera (seríamuy seca)como indicala marquesade Vi-llars. Otro aspecto,muy repetido,es la fetidezambientalmotivadapor el va-

Lamdsberg,Helmut H.: ¡heurbon clirnaxe, NuevaYork, AcademiePress,1981;x-275 p.

LópezGómez,Antonio: Elclimade lasciudades,Arbor, 1985,nÚm. 474, pp. 13-32.2 López06mev,A: ElclimadeMadrid según/osautoresde/ossigios xv’-x¡x. (Inédito).

Ana/esdeGeogra/>2¿de/aUniversidadriomplurense,nP 15,445-449ServiciodePubticaciones.UniversidadComphitense.Madrid,1995

Page 2: Tres referencias al clima urbano de Madrid en la segunda ... · 446 Antonio López Gómez ciado de aguas fecales y las basuras en las calles, que incide directamente en la confortabilidad

446 AntonioLópezGómez

ciadode aguasfecalesy las basurasenlas calles,queincide directamenteenla confortabilidad3; incluso se llega a pensarque esasuciedad«corrige»laexcesivapurezadel aire (Y).

En cualquiercasose tratasolamentede percepciónpor el observador,yaque hastael siglo xviii no se realizanlas primerasmedidasinstrumentalesydemanerasistemáticaenel xix, en un establecimientoprovisional y luego--ala terminacióndelas obras—en el ObservatorioAstronómico,en las afueras,en unapequeñaelevacióna 655 metros,en el extremodel parquedel Retiro;después,enestemismo, se instalaríaaparteel ObservatorioMeteorológico~.

Porconsiguiente,no eranvaloresrepresentativosdel verdaderoclima urba-no y no habíaotros paracompararenla ciudad.

No obstante,en la segundamitad del siglo tres autoresaportannoticiasinteresantes;uno de ellos,Castro,por tomaren consideraciónel clima parael trazadodel Ensanche;otros dos, Pradoy Fernándezde los Ríos,por esti-mar lasalteracionesen la ciudad.

EL PLAN DE ENSANCHE DE CASTRO

Como es lógico, sólo analizamosaquí los aspectosclimáticos ~. No sinapuntarantesqueel trazadode lascalles, endirecciónN-S y E-W, algunavezse ha pensadoque obedecea cierta adaptaciónal relieve, ya que las doslomasenquese realizael Ensanchesiguenaproximadamentede N a 5 con li-gerodescensolongitudinal, así como la vaguadaintermediade la Castellana;adaptaciónno rigurosacomo muestrandiversosejemplos,el másnotorio enel EnsancheNorte, dondela divisoria de la loma esen realidadligeramenteoblicua,de NNW a SSE,por la calle deSantaEngracia.cortandoen diagonaldichazona.Precisamenteentrelos reprochesal plan,algunose refiere al re-lieve; en el Informede 1929 sedice del trazadoen cuadrícularigurosaquees«sin considerarquela villa seasentabasobreunasucesiónde colinas»,y San-tiago Estebande la Mora, en 1936,señalaque al delinearsela «cuadrículaperfecta»,Castroseolvidó dela topografíairregulardel terreno«.

Lo cierto es querealizó un plano con curvasdenivel de 1 metro(aunqueno hay en el publicadoa 1:12.500)y dedica bastanteespacioa indicar laszonasmaso menosaptasparala edificaciónsegúnel relieve (op. cit., Pp. 18-

Arroyo llera, Fernando,y FernándezGarcía. Felipe:Aproximaciónal estudiodelcon/brttérmicoenMadrid, UniversidadAutónoma,1991.

Garcíade Pedraza,Lorenzo, y Giménezde la Cuadra,JoséMaría: Notaspara la Historiadela Meteorologíaen España,Madrid, InstitutoNacionaldeMeteorología,1985,144p.

Castro.JoséMide:MemoriadescriptivadelanteproyectodeEnsanchede MadrieL Madrid,imp. C. de la Peña,1860, 188 p., 3 1dm.pleg.F,d. fac..con estudiopreliminardeA. Bonet,Ma-drid, COAM, 1978.

Cii. A. Bonet,enCastro,Memoria..,p. MXI.

Page 3: Tres referencias al clima urbano de Madrid en la segunda ... · 446 Antonio López Gómez ciado de aguas fecales y las basuras en las calles, que incide directamente en la confortabilidad

Tres referenciasal clima urbano de Madrid en la segundamitad delsiglo xix 447

20 y 103-12);sin embargola decisiónsobrelas direccionesde las callesN-Sy E-W es puramenteclimática. En efecto,en largaspáginas(op. cii., 23-55),recogecifras de temperaturas,presión,lluvias, humedad,nubosidad,etc.,en-tre ellas las de MartínezPalomaresde 1839-1946,queya figuranen el Dic-cionario de Madoz y las muy detalladasde Rico y Sinobasde 1854; con lasde esteúnico añoobtienepredominio de los vientosdel ME fríos y secos,engeneral(ochentay sietedías)y del SW lluviosos(noventay nuevedías),seríadiscutibleutilizar un solo año,aunquese acercabastantea la realidad si seañadeel viento del oeste.Estimaquelosfríos intensosy los caloresexcesivosno duranmuchos días seguidos,la sequedaddel aire esgrandey, lo que esdecisivoen nuestrocaso,la mejor orientaciónes la N-S y E-W parala mayorinsolacióny parano enfilar esosvientosmásmolestosdel NE y SW, con locual decide la disposicióngeneral (op. cit., Pp. 137-141).Es así un intentoclaro, sobresalienteen suépoca,de establecerunaadecuadarelación entrelaciudad y el clima y, en cierto modo, de alterarlos vientosen el interior deaquélla.

CASIANO DE PRADO

Es un caso muy distintosya que tratade ver cómo la ciudad, especial-menteel relieve, alteralos elementosdel clima, en algún punto de manerainexacta.Tieneel gran mérito tambiénde conocerinvestigacionesextranjerasde la épocaenun campoqueno esel suyopropio de la Geología;sin embar-go, no percibeel fenómeno,ya apuntadoantespor Howarden Londresy porRénou en París(a quien cita), de la mayor temperaturade la ciudad, lo queluegosellamaría la isladecalor».

En sunotabilísimaDescripciónde la provinciade Madrid dedicavariaspáginasa los aspectosclimáticos,esencialmentesegúndatosdel Observato-rio Astronómicode 1854-1861y otros propios.Aparte de las temperaturas,lluvias, etc.,señalaqueen la ciudad,debidoasus«notablesdiferenciasde ni-vel, es seguroque si estasobservacionesse hicieran tambiénen otros pun-tos», lascifras variarían,«y lo másparticulares queen los másbajos resultaríatambiénmás bajala temperatura».No explicamotivo para esainversióntér-micageneral,pero acudeal ejemplodeMontpellier en 1859,segúnCh. Mar-tins, con l~ menosen la mediay 2,90 en lasmínimasentresuJardínBotánicoy suObservatorioMeteorológico,a 30 metrosmás de alturay 460 metrosdedistancia;asisenalaqueen Madrid «hielaavecesen la partebajadela pobla-ción y no en el Observatorio»(op. cd, Pp. 56-57),aquélla(Madrid reducidoentoncesal uCaseoViejo») a unas decenasde metros menos que éste,el

Prado,Casianodc: /)escripciónfívicaygeológicade la provincia deMadrid Madrid, 1864,Ed.be.Col. Ing. Caminos.1975,352p.

Page 4: Tres referencias al clima urbano de Madrid en la segunda ... · 446 Antonio López Gómez ciado de aguas fecales y las basuras en las calles, que incide directamente en la confortabilidad

448 Antonio LópezGómez

propio Pradoindica ya su alturaoficial de 655 metros y 82 menospara elpuentede Toledo (op. cii., p. 9). Segúnlos estudiosrealizadospor nuestrogrupo, la zonamásfría en variosgrados,y sobretodode noche,es,efectiva-mente,la vaguadadel Manzanaresy susladeras,a vecespor inversión,perodebesermás importantela entradade aire frío exterior;en el Retiro, dondese halla el Observatorio,por su carácterdeparquese forma tambiénun en-clave frío, aunquemuchomenosacusado~•

Detalladespuésla temperaturadel aguaen unaveintenadepozosy variasfuentes,obteniendounamediadc 13,90; admitequedebeser1<’ másqueen elaireen la superficiey estimaparaéste12,90;así suponequela de 15<’ del Ob-servatorio(media1854-1861)«acasoes algofuerte»,y aducequeRénoupien-salo mismoenotros observatoriosy ciudades,rebajando0,4ven Paris,0,2< enLondres,0,6<> en Bruselasy hasta2,30 en Montpellier; señalatambiénPradoquela mediaesde j3,90en 1838-1846,aunqueantesde estarmontadoel ob-servatoriocomo cuandoescribe,asimismola de 1860fue 13,70.Por todoellopiensaquelos 15< searealmentela mediadel Observatorio,pero 1 ó 2 menos«en todo el ámbito de Madrid»,como acasoresultaracon termómetrosen Soly en las puertasde Segovia,Alcalá y SantaBárbara(op. cit., p. 60), éstasen ellímite de la ciudadde entonces,la primeracercadel río, las otrasdos en alto.Es decir,justo lo contrariodelo queluegose llamaría«islade calor»; no indicarazonesni precisacl texto de Rénou,quienprecisamenteen 1855 exponequela temperaturaenParíses 1 ó 2< másaltaqueen losalrededores»~

Finalmente,al referirsea las lluvias apuntaque si hubierapluviómetrosen lugaresdiversos,el resultadoseríadistinto al del Observatorio,«aun notomandoen cuentaqueen los puntosmás altoscaemás aguaqueen los másbajos»;cita el ejemplo de Paris,con sietepluviómetrosen 1858-1860;en elprimer año la diferenciamáximaentreaquéllosfue de 131 milímetros,en elsegundo88 milímetrosy enel último 233,apesardehallarsela ciudaden unllano. «Probablementecon los grandesdesnivelesque ofreceel terreno deMadrid esasdiferenciasseríanaúnmayores»(op. ch., p. 61). Es decir, sólo in-tuyeunaprobabilidad,aunqueno dejadeserinteresantecomoanticipación.

FERNÁNDEZ DE LOS RÍOS

Resumea CasianodeFrado,inclusolas observacionessobrepozos,peroañadeun curiosocuadrode Muñoz Lunacon la temperatura,viento y com-

LópezGómez,Antonio, y otros:El clima urbanodeMadrid: La isla deca/or,Madrid, Ins-tituto deGeografíay Economía(C5IC), 1988, 199, p.. 2< impr. 1991, AlmendrosCoca,MiguelAngel. Aspectosclimáticosdel parquedel Retiro (Madrid)», EstudiosGeogrófirvs,núm. 207,PP.217-239.

Landsberg:op. ch. pp. 5-6.

Page 5: Tres referencias al clima urbano de Madrid en la segunda ... · 446 Antonio López Gómez ciado de aguas fecales y las basuras en las calles, que incide directamente en la confortabilidad

Tres referenciasal clima urbano de Madrid en la segundamitad del siglo xix 449

posicióndel aireal mediodíaen 24 puntosdel interior y exterior;si las niedi-dashubieransido simultáneas,suvalor seríaextraordinario,perocorrespon-dena díasdistintosen marzoy abril, lógicamentecon cambiosdel tiempoydiferenciasque impidentoda comparación,algunatan exageradacomo 7,80

al final del paseode Areneros (hoy Alberto Aguilera), y un mes después25,70 en la plazade Bilbao (hoy Vázquezde Mella, detrásde la GranVía);tambiéncontradiccionestan evidentes,sin explicarcausa,como considerarmejoreslas condicionesdel aireen la Puertadel Sol o Antón Martín, sitioscéntricos,y peoresenla Casade Campoo lasVistillas,junto al río ~

De unau otra manera,con intuicionesmuy notablesy tambiénerrores,los tres autoresapuntan,con anticipaciónnotoria, un temade graninterés,la relación entrela ciudad y el clima; desafortunadamenteson consideracio-nesaisladasy no prosiguieronlos estudiosen esadirección.Habríande pa-sarmuchosañosparaquetalescuestionesseconsiderasenimportantesy ob-jeto de investigacióndentro de las preocupacionesambientalesde nuestrotiempo.

Fernándezde los Ríos, Ángel: Guía de Madrid, Madrid, Ilust. Españolay Americana,1876,xíí-813p.;cfi Pp.3-7