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UDO Agrícola VOLUMEN 4 ENERO-DICIEMBRE 2004 NÚMERO 1 Revista Científica de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente ISSN 1317 - 9152 Depósito Legal pp200102Mo1203

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UDO Agrícola

VOLUMEN 4 ENERO-DICIEMBRE 2004 NÚMERO 1

Revista Científica de la Escuela de Ingeniería

Agronómica de la Universidad de Oriente

ISSN 1317 - 9152 Depósito Legal pp200102Mo1203

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UNIVERSIDAD DE ORIENTE

Autoridades Rectorales

Rector: Pedro José Mago Herminson

Vice-Rector Académico: Milena Bravo

Vice-Rector Administrativo: Manuel Funes Ariza

Secretario: Esteban Obando

Autoridades del Núcleo Monagas

Decano: José Isaac Jiménez Tiamo

Coordinador Académico: Tomás Rodríguez

Coordinador Administrativo: Irma Pérez

Director Escuela de Ingeniería Agronómica: Víctor Alejandro Otahola Gómez

Jefe Departamento de Agronomía: Roxana Ramírez de Bolatre

Jefe Departamento de Ingeniería Agrícola: Luis Daniel Andérico

Jefe Departamento de Economía Agrícola: Nieves Josefina Chauran

Impreso en la Comisión de Investigación del Núcleo de Monagas de la Universidad de Oriente

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Volumen 4 Enero-Diciembre 2004 Número 1

REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA

Revista de la Escuela de Ingeniería Agronómica del Núcleo de Monagas de la Universidad de Oriente

La REVISTA CIENTIFICA UDO AGRICOLA, es una publicación arbitrada de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente cuya periodicidad es de al menos un volumen por año y distribución gratuita. La Revista publica artículos científicos originales e inéditos en Ciencias Agrícolas que enfoquen aspectos de agronomía, botánica, entomología, fitopatología, suelos, ingeniería agrícola, genética y mejoramiento de plantas, ecología, biotecnología, sociales, economía, etc. También podrán publicarse avances de trabajos, notas técnicas, cartas con opiniones o comentarios debidamente argumentados y reseñas de libros. Excepcionalmente serán publicadas revisiones bibliográficas o monografías, a solicitud del Consejo Directivo. La Revista no se hace responsable de los conceptos y opiniones emitidos por los autores de los trabajos publicados en la misma.

Los autores deberán enviar original y dos copias de sus artículos en papel tamaño carta, escrito en idioma castellano o inglés, a doble espacio. Para facilitar la edición también deberán enviar los trabajos en un diskette 3 ½ , transcritos en Microsoft Word 6,0 o posteriores, con tipo de letra Times New Roman número 12 y márgenes de 2 cm en todos los lados. Los trabajos también podrán ser enviados a la siguiente dirección de correo electrónico: [email protected].

Abreviatura recomendad para citas bibliográficas: UDO Ag. La Revista Científica UDO Agrícola esta indexada y publicada a texto completo en Bioline International

System, Canadá (http://www.bioline.org.br/cg/) e Índice y Biblioteca Electrónica de Revistas Venezolanas de Ciencia y Tecnología (REVENCYT) Código RVR037. Fundacite Mérida, Venezuela (http://150.185.136.100/scielo.php?script=sci_serial&pid=1317-9152&lng=es&nrm=iso y http://www.revencyt. ula.ve/revencyt/verifica.php?nombre=Revista UDO Agrícola).

Adicionalmente está indexada en Electronic Sites of Leading Botany, Plant Biology and Science Journals, Oklahoma, Estados Unidos. (http://www.e-journals.org/botany/#R) y Portal de Revistas de la Biblioteca de la Facultad de Agronomía, Universidad de la República, Montevideo, Uruguay (http://www.biblioteca.fagro.edu.uy/revistas/prodvege.php).

EDITORIAL

Parece que fue ayer cuando salió la Revista Científica UDO Agrícola, pero ya han transcurridos cuatro años ininterrumpidos publicándose. La tarea no ha sido fácil, pero se ha logrado gracias a todos los autores que han sometido sus artículos para que la Revista de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente divulgue los resultados de sus investigaciones y gracias también a los revisores y árbitros que gentilmente nos han hecho llegar sus comentarios acerca de los artículos que se les ha dado para su revisión, muchas gracias porque esta es una labor encomiable y no remunerada en términos económicos pero si en su aspecto académico. Por otra parte, quisiéramos agradecer a los profesores de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad Veracruzana en México por el arbitraje de algunos artículos de este volumen. Un agradecimiento especial a la Comisión de Investigación del Núcleo Monagas por la publicación impresa de la Revista.

Los Editores

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Revista Científica UDO Agrícola

Volumen 4, N° 1, 2004

Comité Editorial

Editores Principales Jesús Rafael Méndez Natera

Víctor Alejandro Otahola Gómez

Editores Asociados Departamento de Agronomía: Nilda Alcorcés de Guerra Departamento de Ingeniería Agrícola: Américo Hossne

Departamento de Economía: Beatriz Febres

Consejo de Árbitros, 2004

Américo Hossne Departamento de Ingeniería Agrícola, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente, Venezuela.

Atilano Nuñez Calcaño Programa Tecnología de Alimentos, Escuela de Zootecnia, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente, Venezuela.

Atilio Higuera Moros Facultad de Agronomía, La Universidad del Zulia, Venezuela Aurora Espinoza Programa Tecnología de Alimentos, Escuela de Zootecnia, Núcleo de Monagas,

Universidad de Oriente, Venezuela. Carlos González Gándara Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad Veracruzana, Tuxpan.

Veracruz, México.

Dorian Rodríguez Postgrado Fitopatología, Decanato de Agronomía. Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, Venezuela

Editor Rivas Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Maturín, Monagas, Venezuela.

Jesús Rafael Cedeño Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente. Venezuela

José Jiménez Tiamo Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

José Manuel Maruri García Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad Veracruzana, Tuxpan. Veracruz, México.

Juan B. Pineda Postgrado Fitopatología, Decanato de Agronomía. Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, Venezuela

Julio César González Cárdenas Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad Veracruzana, Tuxpan. Veracruz, México.

Luis Alberto Hermoso Gallardo Laboratorio de Clonación y Genética Vegetal, Facultad de Ciencias, Universidad Central de Venezuela.

Luis H. Gómez Gil Departamento de Economía Agrícola y Ciencias Sociales, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente.

Maria Juana Perez Martinez

Recursos Agroecologicos-CENIAP. Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), Maracay, Aragua, Venezuela

Maribel Ramírez Villalobos Facultad de Agronomía, La Universidad del Zulia. Venezuela Norca Mogollón de Moisés Unidad de Biotecnología, Posgrado de Horticultura, Decanato de Agronomía.

Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, Venezuela

Pablo Elorza Martínez Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad Veracruzana, Tuxpan. Veracruz, México.

Zenaida Lozano Pérez Laboratorio de Química de Suelos, Instituto de Edafología, Facultad de Agronomía, Universidad Central de Venezuela, Maracay, Venezuela

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Fijación biológica de nitrógeno

Biological Nitrogen Fixation

Juliana Mayz-Figueroa

Universidad de Oriente, Núcleo de Monagas, Laboratorio de Rizobiología, Campus Juanico, Maturín, Estado Monagas. Email: [email protected].

RESUMEN

Esta revisión es acerca de los organismos fijadores de nitrógeno, viviendo libres o en asociación con plantas terrestres. Se discute su hábitat, morfología y los aspectos fisiológicos; se incluyen, la ubicación de las estructuras involucradas en la Fijación Biológica de Nitrógeno, los mecanismos de protección de la nitrogenasa, las vías metabólicas de incorporación del nitrógeno fijado y los compuestos nitrogenados transportados vía xilema o floema. Además, se citan géneros y especies de organismos o sistemas fijadores que se localizan en el territorio de Venezuela, indicando el colector y el herbario de referencia. Palabras Clave: Fijación Biológica de Nitrógeno, Microorganismos de vida libre, Asociaciones, Nitrogenasa.

ABSTRACT

This review is about nitrogen-fixing organisms, free-living or living in association with terrestrial plants. Their habitat,

morphology and physiological aspects are discussed; location of the involved structures in the Biological Nitrogen Fixation, mechanisms of nitrogenase protection, metabolic routes of fixed nitrogen incorporation and nitrogen compounds transported via xylem or phloem are included. In addition, genus and species of organisms or fixing-systems located in the states of Venezuela countryside are mentioned, jointly with the collector and the reference herbarium. Key Words: Biological Nitrogen Fixation, Free-living microorganisms, Associations, Nitrogenase.

INTRODUCCIÓN

El Nitrógeno (N) es un elemento necesario en la composición de proteínas, ácidos nucleicos y otros componentes celulares, siendo así una molécula esencial para el crecimiento de todos los organismos. En la atmósfera el N ocupa aproximadamente el 80%, existiendo en la forma NN; sin embargo, el N2, debido al triple enlace entre los dos átomos de nitrógeno, que hace a la molécula casi inerte, no puede ser aprovechado por la mayoría de las formas vivientes, sino sólo por un pequeño grupo de microorganismos altamente especializados, que incluyen algas, bacterias y actinomicetes. Para ser utilizado en el crecimiento, este debe ser primero reducido y luego “fijado” (combinado) en la forma de iones amonio (NH4

+) o nitrato (NO3-). El proceso a

través del cual esos microorganismos reducen el nitrógeno hasta una forma utilizable es conocido como Fijación Biológica de Nitrógeno (FBN por sus siglas en español). El proceso puede ser llevado a cabo por los microorganismos en vida libre o en simbiosis con plantas, y el mismo no sólo permite usar el nitrógeno atmosférico sino también revertir o

reducir la degradación del suelo (Allan y Graham, 2002; Parsons, 2004).

La FBN es mediada por el complejo

nitrogenasa, presente en los organismos fijadores, el cual cataliza la conversión del N2 a NH4

+ bajo la reacción general: N2 + 10H+ + 8e- + nMgATP 2NH4

+ + H2 + nMgADP + nPi (n 16). Esta requiere de grandes cantidades de poder reductor y energía (ATP), y la reducción obligada de protones con un mínimo de 1 mol of H2 producido por mol de N2 reducido (Halbleib y Luden, 2000). La actividad del complejo enzimático puede ser mermada por el oxígeno, de tal manera que los organismos fijadores poseen mecanismos (e.j. alta tasa respiratoria, compartamentalizaciones o protección conformacional) que les permiten mantener bajas concentraciones de éste a fin de mantener la enzima funcionando (Ureta y Nordlund, 2002; Lee et al., 2004).

Organismos involucrados en la FBN

Entre los microorganismos involucrados en la FBN se encuentran: bacterias, algas verde-azules

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(cianobacterias) y actinomicetes, los cuales pueden fijar el nitrógeno viviendo libremente o formando asociaciones.

Microorganismos de Vida Libre

Bacterias

Las bacterias fijadoras de nitrógeno son componentes importantes del suelo y requieren una fuente de energía química si no son fotosintéticas, las cuales a su vez utilizan la energía de la luz solar.

Entre las bacterias de vida libre pueden encontrarse: anaeróbicas obligadas o facultativas (e.j. Clostridium pasteurianum, Klebsiella spp., Desulfovibrio sp.), aeróbicas obligadas (e.j. Azotobacter spp., Beijerinckia sp.) y fotosintéticas (bacterias púrpuras sulfurosas y no sulfurosas, y bacterias verdes sulfurosas) (Allan y Graham, 2002).

Las bacterias aeróbicas dependen fuertemente de las condiciones de humedad, oxígeno y materia orgánica, y las anaeróbicas son predominantes en suelos anegados donde existen las condiciones de humedad y materia orgánica, pero el suministro de oxígeno está restringido. La FBN en los suelos tropicales con las condiciones requeridas de humedad, temperatura y materia orgánica es generalmente alta. Se reporta que el número de bacterias fijadoras de nitrógeno es particularmente elevado en la zona adyacente a la raíz (rizósfera), debido a la liberación de compuestos orgánicos que le sirven como nutrimento (Dugan 2004).

Las bacterias aeróbicas emplean dos mecanismos de protección de la nitrogenasa: la protección respiratoria, donde se produce una elevada tasa respiratoria a expensas de un alto consumo de carbono y energía, manteniendo así una concentración intracelular de oxígeno baja; y la protección conformacional, en la cual la nitrogenasa cambia su disposición a una forma reversible inactiva (Robson y Postgate, 1980; Segura y Espín, 1998).

Cianobacterias

Las Cianobacterias tienen una amplia distribución y ocupan un gran rango de habitas al igual que las bacterias, que incluyen suelo y agua, tanto de regiones tropicales y templadas como de climas extremos (Herrero et al. 2001), Presentan una gran diversidad morfológica, desde unicelulares hasta

multicelulares filamentosas y con o sin la presencia de heterocistos. Stanier y Cohen-Bazire (1977), las describen como fotoautotróficas, fijadoras de CO2 a través del Ciclo de Calvin y carentes de 2-oxoglutarato deshidrogenasa. En las cianobacterias, el amonio es incorporado en esqueletos carbonados (2-oxoglutarato) a través del ciclo de la glutamina sintetasa-glutamato sintasa para la biosíntesis de glutamato y compuestos nitrogenados derivados (Herrero et al., 2001).

Los heterocistos (Figura 1) son células especializadas, distribuidas a lo largo o al final del filamento (cianobacterias multicelulares filamentosas), los cuales tienen conexiones intercelulares con las células vegetativas adyacentes, de tal manera que existe un continuo movimiento de los productos de la fijación de nitrógeno desde los heterocistos hacia las células vegetativas y de los productos fotosintéticos desde las células vegetativas hacia los heterocistos (Todar, 2004).

Debido a la sensibilidad de la enzima nitrogenasa al oxígeno, las cianobacterias tienen como mecanismos de protección, la separación en espacio o en tiempo de los mecanismos fotosintéticos y de fijación de nitrógeno. Algunas algas filamentosas como Nostoc y Anabaena, tienen la nitrogenasa confinada a los heterocistos, los cuales carecen del

Figura 1.a. Imagen de contraste de fase de filamentos

de Nostoc punctiforme, mostrando heterocistos (flechas).

b. Imagen epifluorescente de los filamentos mostrados en la Figura a. (Meeks y Elhai, 2002).

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fotosistema II liberador de oxígeno y rodeados de una pared glicolipídica gruesa que reduce la difusión de éste hacia las células, cualquier oxígeno que difunde hacia los heterocistos es rápidamente reducido por hidrógeno; así, la fijación de nitrógeno está espacialmente y metabólicamente separada del proceso fotosintético; las algas unicelulares (e.j. Gloeocapsa) y las filamentosas sin heterocistos (e.j. Trichodesmium), presentan los dos procesos separados en tiempo; de tal manera que la nitrogenasa sólo ocurre en el período de oscuridad. Sin embargo, algunas cianobacterias como mantienen la fijación de nitrógeno durante el período de luz, a expensas de una elevada tasa respiratoria, mecanismo similar al presentado por las bacterias aeróbicas (Capone et al., 1997; Herrero et al., 2001; Omoregie et al., 2004; Todar, 2004). Actinomicetes

Los actinomicetes son bacterias filamentosas Gram positivas, comunes en el suelo, especialmente en suelos de elevado pH y poca humedad. Se les considera como organismos intermedios entre los hongos y las bacterias, formadores de micelios (Lechevalier y Lechevalier, 1979; Huss, 1990).

Frankia es un género del grupo de los actinomicetes, cuya especie F. alni, se ha reportado como fijadora de nitrógeno tanto en vida libre como en asociación con algunas angiospermas (no leguminosas). Las especies de Frankia son de crecimiento lento en cultivo y requieren de medios especializados para su crecimiento, presentan hifas ramificadas y septadas con vesículas y esporangios. Los esporangios multiloculares e irregulares en forma se localizan terminal, lateralo intercalarmente en las hifas, cuyas esporas no resistentes al calor sirven probablemente como agentes de propagación. La actividad de la nitrogenasa ha sido asociada con las vesículas, las cuales pueden formarse lateral o terminalmente en las hifas y bajo condiciones de deficiencia de nitrógeno. Cada vesícula está rodeada por una multicapa lipídica que probablemente funciona como una barrera para la difusión de oxígeno. Estudios estructurales en cultivo han mostrado que el grosor de la capa lipídica aumenta en respuesta a un incremento de la concentración de oxígeno, a fin de evitar la inactivación de la nitrogenasa (Silvester et al., 1990; Nalin et al., 2000; Todar, 2004).

Asociaciones Asociaciones no simbióticas

Bacterias-Filósfera Varias bacterias fijadoras de nitrógeno pueden colonizar la filósfera, término usado por algunos investigadores para referirse a la superficie adaxial y abaxial de la hoja, y por otros a la hoja completa, incluyendo el ambiente interno. Se ha observado que las bacterias más abundantes en las hojas son las pigmentadas (e. j. Methylobacterium

mesophilicum, Pseudomonas syringae), a las cuales se les ha atribuido una mejor adaptación a los rayos solares (Sundin y Jacobs, 1999; Hirano y Upper,

2000). Las especies de Beijerinckia y Azotobacter son comúnmente encontradas en cultivos; y se ha reportado su efecto benéfico en el crecimiento de las plantas (Ching-Hong, 2001; Lindow y Brandl, 2003). Sin embargo, no está clara la forma en que las plantas se benefician y posiblemente se ha atribuido el beneficio a la absorción radical de compuestos nitrogenados, los cuales una vez excretados por las bacterias en las hojas, llegan a la raíz por lavado. Bacterias-Rizósfera Hiltner en 1904 observó por primera vez la acumulación de microorganismos en la zona radical y propuso el término “rizósfera”. Los exudados radicales, conformados por substancias diversas crean alrededor de las raíces (rizósfera) un ambiente nutricional enriquecido que favorece el crecimiento bacteriano. Smith (1976) y Martin y Kemp (1980) reportan la presencia de carbohidratos y aminoácidos, y señalan que la composición y cantidad de exudados varía con la especie presente y las condiciones abióticas, tales como agua y temperatura. La relación que se establece entre las bacterias y las plantas puede ser favorable, perjudicial o neutra. Dentro de las relaciones favorables se encuentra la asociación con bacterias fijadoras de nitrógeno; entre estas, especies de Azospirillum1, Enterobacter, Klebsiella, Pseudomonas y Burkholderia (Estrada et al., 2001). Las bacterias

1 Identificado en suelos de la Gran Sabana por Andrade y

Cuenca (1998).

b

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fijadoras de nitrógeno pueden ser categorizadas dentro del grupo de las rizobacterias promotoras del crecimiento (PGPR, por sus siglas en inglés), al ejercen un efecto benéfico sobre el crecimiento de las plantas. La primera especie aislada fue Azospirillum lipoferum (para entonces nombrada como Spirillum lipoferum) en Holanda en 1925 (BeijerincK, 1925) y de la cual en la actualidad se reconocen 7 especies: A. brasilense, A. lipoferum, A. amazonense, A. halopraeferans, A. irakense, A. largimobile y A. doebereinerae (Tarrand et al.,1978; Magelhaes et al., 1983; Reinhold et al., 1987; Khammas et al., 1989; Sly y Stackebrandt, 1999; Eckert et al., 2001); desde entonces ha sido aislada de varias especies cultivadas y silvestres y de varios tipos de suelo. Por muchos años se consideró que el efecto benéfico de las bacterias fijadoras de nitrógeno sólo provenía de la utilización por las plantas del amonio excretado; así existen numerosas publicaciones que prueban tal efecto (Mirza et al., 2001; Becker et al., 2002); sin embargo, se ha encontrado que esta bacterias también producen fitohormonas (auxinas, giberelinas y citocininas) que afectan favorablemente el desarrollo de las plantas, particularmente de la raíz (Persello-Cartieaux et al., 2003). Más recientemente se ha reportado que las bacterias fijadoras de nitrógeno incrementan la capacidad radical de absorción de nitrato, indirectamente como una consecuencia de la estimulación del desarrollo radical y directamente por estimulación del sistema transportador del compuesto (Mantelin y Touraine, 2004). Asociaciones simbióticas

Rhizobia-Leguminosas

Rhizobium Frank 1889, el género tipo de la Familia Rhizobiaceae Conn 1998, está representado por bacterias de forma bacilar, Gram negativas, habitantes del suelo, que tienen la capacidad de formar nódulos en varias leguminosas y en Parasponia spp. (e. j. P. andersonii, P. rigida). Esta relación simbiótica es controlada genéticamente tanto por la planta como por la bacteria y ocurre a través de una secuencia de estados de desarrollo que culminan en el establecimiento de una simbiosis efectiva: el nódulo fijador de nitrógeno. El primer nombre dado a las bacterias de los nódulos de las raíces de las leguminosas fue Phytomyxa, el cual lo propuso Schroeter en 1886, considerando la relación de estas bacterias con los hongos mucosos. Sin embargo, en 1970, la Comisión Judicial del Comité Internacional

de Nomenclatura Bacteriana (Opinión 34) aprobó como nombre genérico Rhizobium FranK 1889 (nombre conservado) en vez de Phytomyxa Schroeter 1886 (nombre prioritario). Esto se hizo en base a que el nombre RhIzobium, tiene la ventaja de enfatizar la importancia agronómica de las bacterias de los nódulos de las raíces (rhiza: raíz, bius: vida, Rhizobium: vida en las raíces) y a su vez guarda tributo a la extensa literatura publicada con ese nombre (Mayz, 1997). Actualmente, además de Rhizobium, existen otros géneros de bacterias fijadoras de nitrógeno: Ensifer (Casida, 1982), Bradyrhizobium (Jordan 1982), Azorhizobium (Dreyfus et al., 1988) y Mesorhizobium (Jarvis et al., 1997). Weir (2004) hace una revisión exhaustiva de la taxonomía actual de los rizobia. El enigma de las leguminosas fue aclarado cuando Hellriegel y Wilfarth en 1888 probaron la fijación de nitrógeno en plantas noduladas, esto fue seguido por el aislamiento de la primera bacteria de los nódulos por Beijerinck ese mismo año. En 1932, Fred y colaboradores publicaron una monografía que ha recorrido el mundo, donde revisaron y analizaron la información existente sobre la simbiosis; sus consideraciones tuvieron una profunda influencia en la práctica y teoría subsiguientes. Para las décadas posteriores y hasta la actualidad los avances tecnológicos han permitido estudios más detallados y por lo tanto un mejor conocimiento y entendimiento de la simbiosis leguminosas-rizobia. Para que se establezca la relación simbiótica deben ocurrir las siguientes etapas: 1. multiplicación de las bacterias en la rizósfera, 2. colonización de la rizósfera, 3. adsorción de las bacterias a la raíz, 4. ensortijamiento de los pelos radicales, ocurre en las raíces cuando la infección es vía pelos radicales y en algunas donde acontece vía unión raíces laterales-raíz principal, 5. formación de los hilos o zonas intercelulares de infección, 6. crecimiento del hilo de infección hacia las células corticales o invasión directa de las mismas, y 7. diferenciación tisular y desarrollo del nódulo (Figura 2). Los cambios morfológicos y fisiológicos que ocurren a nivel de los puntos de desarrollo nodular van acompañados de señales moleculares inducidas por genes propios del proceso (genes Nod) (Mayz, 1997; Perret et al., 2000; González y Marketon, 2003; Gage, 2004).

El tipo y estructura nodular es dependiente de la planta hospedera, así se tienen:

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a. nódulos determinados, en los cuales la actividad meristemática cesa temprano en su formación y su aspecto final resulta del alargamiento de las células, este tipo de desarrollo origina nódulos esféricos o globosos (Figura 3A), que pueden organizarse alrededor de la raíz para formar los denominados nódulos en collar (Figura 3B) (Hirsch, 1992; Mayz, 1997).

b. nódulos indeterminados, los cuales presentan un meristema persistente, que puede producir nódulos ramificados o coraloides, puesto que constantemente se añaden nuevas células a la parte distal del nódulo; de tal manera que todos los estados de desarrollo están así representados, debido a que ocurre un gradiente de formación desde la parte distal, a la proximal en el punto de unión a la raíz. Este tipo de desarrollo da lugar a nódulos elongados o cilíndricos (Figura 3C) y ramificados o coraloides (Figura 3D) (Hirsch, 1992; Mayz, 1997). La utilización del nitrógeno atmosférico en la simbiosis, requiere de la

integración de las vías metabólicas de la fijación (bacteroides) y de la asimilación (planta hospedera) del nitrógeno. La bacteria emplea compuestos carbonados oxidables suplidos por la planta para su metabolismo y desarrollo y para la síntesis de ATP y del poder reductor usados en la reacción de fijación catalizada por la nitrogenasa, la cual genera el nitrógeno asimilable (NH4+), que es metabolizado en las células nodulares a amidas o ureidos, que luego son exportados vía xilema al resto de la planta, donde son usados (Mayz, 1997).

El primer producto de la reacción de fijación es NH3 (amoníaco), pero este es rápidamente protonado, formándose NH4+, lo cual es favorecido por el pK (9,25) de la reacción, de tal manera que amonio es la especie predominante a los pHs fisiológicos y la que toma parte en las reacciones de asimilación (Sprent y Sprent, 1990).

Figura 2. Invasión de pelos radicales por Rhizobium sp. (A) rizobia (rh) coloniza la rizósfera y se adhiere al pelo radical (r). (B) “Factores Nod” inducen el ensortijamiento del pelo radical y permiten la penetración bacteriana al centro de infección (ci). El núcleo del pelo radical (n) precede el crecimiento del hilo de infección (it). (C) El hilo de infección alcanza la base del pelo radical (it), aún acompañado del núcleo (n) (D) El pelo radical (r) se ramifica (rit) cerca del primordio nodular formado por las células corticales en división. (E) Los bacteroides (b) son liberados desde el hilo de infección (it) y forman simbiosomas (s) donde se acumulan gránulos de poly--hidroxibutarato (phb) rodeados por la membrana peribacteroidal (pb). Otras abreviaturas: c, corteza; d, vacuola digestiva; ep, epidermis; ed, endodermis (Perret et al., 2000).

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El amonio es un inhibidor de la síntesis de nitrogenasa, por lo que es imperativa su rápida asimilación; en el citosol de las células infectadas, éste es asimilado en ácido glutámico, en cuya reacción interviene la enzima octamérica ATP dependiente glutamina sintetasa o GS, y donde se forma glutamina, la cual puede ser exportada o usada para restaurar el ácido glutámico, a través de una reacción con el ácido 2-oxoglutárico (proveniente del ciclo de los ácidos tricarboxílicos) catalizada por la enzima monomérica NADH dependiente glutamato sintasa, también denominada glutamina-2-oxoglutarato aminotransferasa o GOGAT (Sprent y Sprent, 1990; Ortega et al., 2004).

Las leguminosas simbióticas pueden ser

separadas en dos grupos de acuerdo a los productos exportados desde los nódulos: las exportadoras de amidas (asparagina, glutamina) (Figura 4) y las exportadoras de ureidos (alantoína y ácido alantoico)

(Figura 5). El primer grupo incluye varias especies de regiones templadas, entre estas Lupinus subcarnosus, Pisum sativum y Medicago sativa y el segundo varias especies tropicales, tales como Glycine max, Phaseolus vulgaris y Vigna unguiculata (Scott et al., 1976; Miflin y Habash, 2002; Harrison et al., 2003).

Cianobacterias-Hongos (Líquenes), Briofitas, Helechos, Angiospermas, Gimnospermas

Las cianobacterias se asocian simbióticamente con representantes de las cuatro principales divisiones filogenéticas de las plantas terrestres: briofitas (musgos, hepáticas y antocerotas), helechos, gimnospermas y angiospermas; además, se asocian con hongos para formar los líquenes y con organismos marinos (Meeks y Elhai, 2002). Esta revisión se centra en las asociaciones de cianobacterias con plantas terrestres.

Figura 3. Formas nodulares presentes en algunas especies de leguminosas. 1. Vigna unguiculata, 2. Desmodium canum, 3. Centrosema brasilianum, 4. Cannavalia ensiformis, 5. Indigofera hirsuta, 6. Cajanus cajan, 7-8. Crotalaria retusa, 9. Gliricidia sepium (Mayz, 1997).

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Figuara 4. Síntesis de asparagina en nódulos de Lupinus sp. 1. glutamina sintetasa, 2. glutamato sintasa, 3. aspartato

aminotransferasa, 4. asparagina sintetasa, 5. fosfoenol piruvato carboxilasa (Scott et al., 1976).

Figura 5. Síntesis de los ureidos alantoína y ácido alantoico. 1. glutamina sintetasa, 2. glutamato sintasa,

3. aspartatp aminotransferasa, 4. aminotransferasas, 5. inosina monofosfato deshidrogenasa, 6. nucleosidasas, nucleotidasas, 7. xantina deshidrogenada, 8. urato oxidasa (uricasa), 9. alantoinasa, 10. fosfoenol piruvato carboxilasa (Mayz, 1997).

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Líquenes

Los líquenes son asociaciones simbióticas entre un hongo (micobionte) y una cianobacteria (fotobionte o cianobionte). La cianobacteria más frecuente en los líquenes es Nostoc (Meeks y Elhai, 2002; Oksanen et al., 2004). Los líquenes viven en varias superficies: suelos, árboles, rocas y paredes, a menudo son los primeros en establecerse en el ambiente, constituyendo la única vegetación en ambientes extremos. Su aspecto es variable: de hojas (folioso, Figura 6), de costra (crustoso, Figura 7) o de arbusto (fruticoso, Figura 8) (Purvis, 2000).

Figura 6. Parmotremma stuppeum (Amstrong, 2004)2

Figura 7. Caloplaca saxicola (Silverside, 2002)3

La anatomía de los líquenes varía desde muy simple hasta compleja (Per, 2001; Brodo et al., 2001):

2 Parmotrema stuppeum (Taylor) Hale, colectada en el

estado Mérida por López 353 (VEN). 3 Caloplaca saxicola (Hoffm.) Nordin, colectada en el

estado Mérida por López 464 (VEN) y Marcano et al. 197 (VEN).

Figura 8. Teloschistes chrysophthalmus (Armstrong,

2001)4

a. El talo homómero presenta una estructura uniforme donde están distribuidas las células del alga, penetradas por las hifas del hongo (Figura 9).

b. El talo heterómero con una sola especie de alga

(liquen bipartito), exhibe capas delimitadas e identificables: la corteza superior, la capa fotobióntica que contiene las células del alga, la médula, donde se alojan las hifas del hongo y la corteza inferior (Figura 10).

c. En el talo heterómero donde se presentan dos

especies de algas (liquen tripartito), la cianobacteria está confinada a estructuras especiales o cefalopodios que pueden sobresalir en la superficie superior o inferior del liquen, o permanecer internamente, y el alga verde está localizada en la corteza superior (Figura 11).

En la asociación, la cianobacteria debe ser

capaz de llenar los requerimientos bioquímicos y de desarrollo del hongo. La función del fotobionte en el talo es de proporcionar compuestos nitrogenados y carbohidratos (polioles y glucosa), donde alrededor del 80% o más de los productos fotosintéticos son liberados e inmediatamente absorbidos por el micobionte, mientras que el hongo le suministra protección, agua y minerales (Hill, 2001; Schofield et al., 2003).

4 Teloschistes chrysophthalmus (L.) Norm. Colectado en el

estado Mérida por Vareschi 233 (VEN) y López 441(VEN).

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Cianobacterias-Briofitas (musgos, hepáticas y antocerotas)

Los musgos (e.j., Sphagnum spp.)5, hepáticas

(e.j: Marchantia spp.)6 y antocerotas (e.j Anthoceros spp., Notothylas spp. y Phaeoceros spp.) forman asociaciones simbióticas con especies de cianobacterias, siendo las especies de Nostoc las más frecuentemente encontradas (e.j. N. ellipsosporum y N. punctiforme) (Adams, 2000; Wong y Meeks, 2002).

Las colonias de la cianobacteria se alojan en

cavidades especiales (domatias) localizadas en la parte ventral del gametofito (Figura 12), donde ocurre el intercambio de compuestos nitrogenados y carbohidratos (Vance et al., 1998; Costa et al., 2001). Los heterocistos proporcionan los productos nitrogenados a las células vegetativas de la planta, y en turno reciben los productos fotosintéticos. Se asume que existen mecanismos reguladores (probablemente genes) que controlan la diferenciación y el patrón de distribución de los heterocistos en las cianobacterias simbióticas, a fin de optimizar la fijación de nitrógeno y por ende la simbiosis (Yoon y Golden, 2001).

Cianobacterias-helechos (Azolla)

Azolla (Figura 13) es un helecho acuático que forma una simbiosis permanente y hereditaria con la cianobacteria Anabaena azollae, cuya relación mutualística es la única conocida en la naturaleza entre una pteridofita y una procariotica diazotrófica Esta asociación fue descrita por primera vez por el científico alemán Eduard Strasburger en 1873. En

5 Sphagnum meridense (Hampe) Müll. Hal. Bolívar:

Steyermark y Wurdack 383 (MO); Trujillo: Griffin et al. 1129 (MO); Sphagnum sparsum Hampe Bolívar: Steyermark et al. 109321 (MO), Mérida: Griffin y López PV-922 (MO); Sphagnum tenerum Sull. & Lesq. ex Sull. Bolívar: Liesner 19159 (MO); Sphagnum recurvum P. Beauv. Bolívar: Steyermark et al. 128356 (MO); Sphagnum sancto-josephense H.A. Crum & Crosby Trujillo: Dorr et al. 5055 (MO, NY); Sphagnum magellanicum Brid. Amazonas: Steyermark 129570 (MO); Sphagnum ornatum H.A. Crum Amazonas: Buck 10628 (MO, NY), Bolívar: Boom 9333 (MO, NY); Sphagnum perichaetiale Hampe Amazonas: Steyermark 107519 (MO), Bolívar: Liesner 19951 (MO).

6 Marchantia polymorfa L. Colectada en el estado Mérida: Pittier 12894(MO), Marchantia chenopoda L. colectada en el Distrito Federal: Agostini et al. 81 (MO).

Figura 9. Talo Homómero (Per, 2001)

Figura 10. Talo heterómero (Per, 2001)

Figura 11. Talo heterómero con cefalopodios

(Per, 2001)

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Venezuela se han identificado algunas especies: e.j. A. filiculoides7 y A. carolliniana8.

Azolla es usado como fertilizante verde y como alimento para animales en China y Vietnam, y algunas regiones de África desde hace mucho tiempo y más recientemente como un biofiltro de aguas servidas (Carrapiço, 2002; van Hove y Lejeune, 2002).

El endosimbionte se aloja en la cavidad del

lóbulo dorsal clorofílico de la hoja bilobada (Fig. 14),

7 Mérida: Barclay 9628 (MO). 8 Amazonas: Liesner y Carnevali 22784 (MO), Portuguesa:

Liesner y González 12698; Zulia: Liesner y González 13188 (VEN).

donde además se localizan tricomas que intervienen en el transporte de substancias. En esta asociación ocurre un intercambio de compuestos desde la cianobacteria hacia el hospedero (compuestos nitrogenados) y en vía contraria (productos fotosintéticos).

Cianobacterias-Angiospermas

Todas las especies de Gunnera (Figura 15) forman asociaciones simbióticas con Nostoc (particularmente con N. punctiforme) (Figura 16), siendo la única angiosperma conocida por formar este tipo de asociación. Las cianobacterias se localizan intracelularmente (Figura 17) en las glándulas ubicadas en la base del pecíolo (Figura 18) donde ocurre el intercambio de compuestos: nitrogenados desde el alga y fotosintéticos desde la planta (Benson y Margulis, 2002). Las glándulas se abren al exterior a través de varios canales y las células que las conforman se separan ligeramente en la base de los canales, formando una cavidad (Bergman et al., 1992). Las especies de Gunnera (alrededor de 40) se distribuyen principalmente en el Hemisferio Sur, y se consideran originarias de Suramérica (Wanntorp y Wanntorp, 2003). G. pittierana es autóctona en el Parque Nacional Henry Pittier (Venezuela).

Cianobaterias- Gymnospermas (Cícadas)

El grupo de las cícadas (e.j. Cycas, Zamia,

Bowenia) forma asociaciones simbióticas con cianobacterias (siendo las más comunes Nostoc spp, Spirulina sp. Oscillatoria sp., Anabaena spp., Rivularia sp. y Calothrix sp.) proporcionando un ambiente estable al alga a cambio del nitrógeno fijado; en esta alianza las cianobacterias son endosimbiontes de algunas raíces (raíces coraloides o parecidas a corales), las cuales se caracterizan por tener un crecimiento apogeotrópico o hacia la superficie del suelo (Figura 19) (Medeiros y Stevenson, 2004; Thoumire, 2004). Cycas revoluta es común en parques y jardines del país (Figura 20).

El proceso de colonización de las raíces

precoraloides envuelve mecanismos de acción y reacción de ambos organismos. El alga penetra a través de la epidermis hacia la zona cianobacterial (Figura 21), produciéndose cambios permanentes que conducen a la transformación de las raíces precoraloides en raíces coraloides simbióticas (Figura 19) (Lindblad y Costa, 2002).

Figura 12. Sección del talo de Anthoceros

punctatus, mostrando los domatia (flechas) con colonias de Nostoc punctiforme (Wong y Meeks, 2002).

Figura 13. Talo de Azolla sp. (van Hove y Lejeune,

2002).

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Fig. 16. Fotomicrografía en microscopio de luz del

corte transversal del tallo de G. chilense, mostrando las colonias de Nostoc (S.U., 2004).

Figura 15. Planta de Gunnera magellanica (Rai

et al., 2000).

Figura 14. Lóbulo dorsal (a) de la hoja de Azolla filiculoides (b), mostrando la cavidad (c), donde se localiza el

endosinbionte Anabaena azollae (Carrapico, 2002).

b

a

c

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Después de la reducción del nitrógeno hasta amonio, éste es incorporado en glutamina por glutamina sintetasa, luego el grupo amida es transferido a la posición alfa del -cetoglutarato, produciéndose glutamato, reacción catalizada por la glutamato sintasa; sin embargo, el análisis de la savia xilemática ha revelado que los compuestos nitrogenados transportados varían en algunas especies; así en Macrozamia, Lepidozamia y Encephalartos se ha encontrado glutamina y citrulina, mientras que en Bowenia y Cycas, glutamina y ácido glutámico (Lindblad y Costa, 2002).

Fisiología del Intercambio de compuestos en las asociaciones con cianobacterias

Durante la simbiosis de las cianobacterias con otros organismos, ocurren cambios estructurales y fisiológicos que conducen al intercambio apropiado

Figura 17. Fotomicrografía en microscopio de

transmisión del corte transversal del tallo de G. chilense, mostrando la infección intracelular por Nostoc (S. U., 2004).

Figura 18. Tallo de G. chilensis mostrando las

glándulas en la base de los pecíolos (S.U., 2004).

Figura 20. Cycas revoluta. copyright © Geoff

Stein, 1997 (VCE, 2004)

Figura 21. Sección transversal de una raíz

coraloide mostrando la zona cianobacterial (CZ), traqueidas (Xy), corteza externa (OC) e interna (IC) y peridermis (Pd ) (Medeiros y Stevenson, 2004).

Figura 19. Raíces precoraloides (PC) y coraloides (C)

de Cycas circinalis, donde se muestra la cianobacteria como endófito () (Medeiros y Stevenson, 2004).

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de compuestos entre el cianobionte y el hospedero (Figura 22).

En el caso de localizaciones extracelulares del

alga como en los líquenes, el contacto íntimo de las hifas con los heterocistos permite el tráfico de substancias, desconociéndose el mecanismo exacto de intercambio. Se ha encontrado que en los cianolíquenes bipartitos (hongo-alga) ocurre el movimiento de productos fotosintéticos desde el cianobionte al micobionte, siendo principalmente glucosa, la cual es convertida a manitol (no producido, ni consumido por el alga) en el hongo, posiblemente una estrategia para el secuestro de carbohidratos. Como causa de esta liberación de glucosa se ha considerado la reducción de la síntesis de polisacáridos para la formación de las paredes celulares. El alga permanece independiente en cuanto a sus requerimientos y producción de carbohidratos. En los líquenes con cefalopodios o tripartitos no se ha encontrado o existe poco movimiento de carbohidratos desde el cianobionte al micobionte, considerándose que la fuente de carbohidratos es el ficobionte (alga verde) asociado ya que la cianobacteria no fotosintetiza. La glucosa liberada origina un pool de glucano, el cual sirve como

reservorio, siendo la fuente a utilizar por el cianobionte. En el caso de localizaciones intracelulares como en briofitas (musgos, hepáticas y antocerotas), helechos (Azolla), angiospermas (Gunnera) y gimnospermas (cícadas), se señala la posibilidad de que el cianobionte pierda su capacidad fotosintética y que el C provenga de las partes fotosintéticas del hospedero hacia el tejido simbiótico como sacarosa o procedente de la degradación de los polisacáridos que están normalmente presentes en el mucílago de las cavidades o nódulos donde habita la cianobacteria. La fijación y transferencia de nitrógeno desde el cianobionte al hospedero ocurre en todas las simbiosis, siendo los heterocistos, los sitios de fijación y de las primeras reacciones de asimilación. El N puede existir en las células en las formas NH4

+ o NH3 que puede difundir a través de las membranas o ser reciclado por las células a través de un sistema transportador de amonio, devolviéndolo desde el espacio periplásmico conjuntamente con un protón. En los líquenes el amonio liberado, es asimilado vía glutamato deshidrogenasa, pero en las otras asociaciones se presenta la vía glutamato sintasa-glutamato sintetasa. El transporte de nitrógeno desde los tejidos simbióticos hacia las otras partes del hospedero se hace en forma de aminoácidos. En los

Figura 22. Intercambio de compuestos en las asociaciones con cianobacterias. N2 asa: nitrogenasa, GDH: glutamato

deshidrogenada, GS-GOGAT: vía glutamato cintasa-glutamato deshidrogenada, H: heterocistos, V: células vegetativas (Rai et al., 2000).

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líquenes tripartitos, se ha demostrado el transporte de alanina desde el cefalopodio hacia el resto del talo; en Azolla, se transportan desde las cavidades en las hojas hacia el ápice del tallo los compuestos glutamato, glutamina, amonio y un derivado de glutamato; en Gunnera, asparagina es el compuesto principal exportado a través del floema desde las glándulas al resto de la planta y en las cícadas una mezcla de aminoácidos es liberada en el xilema desde las raíces coraloides, principalmente citrulina en Zamiaceae y glutamina en las otras familias (Rai et al., 2000).

Frankia-Angiospermas La ocurrencia de Frankia en el interior de los nódulos de algunas plantas fue reportada por Woronin en 1866, quien describió las hifas y vesículas como pertenecientes a un hongo parásito, más tarde correctamente identificadas como pertenecientes al actinomicete Frankia. (Becking, 1974, Lechevalier y Lechevalier 1979), pero no fue sino hasta 1978 cuando pudo ser aislado. Este actinomicete forma nódulos (actinorizas) o raíces laterales modificadas con lóbulos hasta de 5 cm de longitud (Figura 23) y fija nitrógeno en ocho familias de dicotiledóneas: Betulaceae9, Casuarinaceae, Coriariaceae, Datiscaceae, Elaeagnaceae, Myricaceae10, Rhamnaceae11 y Rosaceae12. Como consecuencia, estas plantas son capaces de crecer en suelos pobres e intervenidos (Verghese y Misra, 2002), siendo así útiles en la recuperación de suelos y reforestación.

En el proceso simbiótico y de formación de

los nódulos se presentan variaciones determinadas por el hospedero, que incluyen la vía de infección (en

9 Alnus acuminata subs. acuminata Kunth ha sido

colectada en el estado Mérida: Hahn y Grifo 3509(MO); Alnus acuminata var. ferruginea (Kunth) Regel colectada en la Cordillera de los Andes por Pittier 13239 (VEN).

10 Morella pubescens (Humb. & Bonpl. ex Willd.) Wilbur, 2001 ha sido colectada en los estados Barinas: Croat 74592 (MO), Lara: Liesner et al. 7939, Mérida: Liesner 13849 (MO), Yaracuy: Trujillo y Ponce 18275 (MO), Trujillo: Trujillo et al. 18370 (MO). y Distrito Federal: Gentry et al. 41263 (MO).

11 Rhamnus acuminata Maguire & Steyerm 1989. Colectada en el estado Amazonas: Maguire et al. 42496 (MO); Rhamnus sipapoenis Steyerm. Maguire y Politi 28656(MO).

12 Prunus moritziana Koehne colectada en los estados Mérida: Hahn y Grifo 3341 (MO) y Yaracuy: Smith V10001.

algunas especies la infección es vía pelos radicales, e.j. Casuarina, Morella (Myrica), y en otras procede intercelularmente, e.j. Discaria, Dryas, Ceanothus, la morfología y anatomía de los nódulos y en la diferenciación de Frankia en el desarrollo nodular (Benson y Silvester, 1993; Huss, 1990, 1999). La formación del primordio nodular (Figura 24) se inicia en el periciclo, donde se originan raíces laterales modificadas de forma lobular con células infectadas en la corteza. Frankia penetra los pelos radicales curvados o intercelularmente hacia la corteza, donde ocurren divisiones celulares limitadas que dan lugar a la formación del prenódulo; al mismo tiempo, en las células del periciclo opuestas al protoxilema se suceden divisiones mitóticas que conducen a la formación de las raíces laterales modificadas o nódulos; al prenódulo se le considera como un órgano simbiótico paralelo, desde donde progresan las hifas hacia el primordio del nódulo (Laplaze et al., 2000; Obertello, 2003). Los lóbulos presentan un meristema apical y Frankia existe como un micelio vegetativo con presencia de vesículas donde es protegida y funciona la nitrogenasa; tal resguardo es dado por la elevada concentración de ácidos grasos; sin embargo, en Casuarina y Allocasuarina, no se forman vesículas, dado el cambio de composición de las paredes celulares, las cuales se hacen más hidrofóbicas y menos permeables al oxígeno después de la infección (Verghese y Misra, 2002).

Durante la simbiosis, el microsimbionte

obtiene la energía de la planta hospedera a través de compuestos carbonados; se considera que Frankia por carecer de enzimas glicolíticas, obtiene el carbono de lípidos (Verghese y Misra, 2002); sin embargo,

Figura 23. Nódulos de Alnus sp. mostrando la

estructura multilobulada. Copyright © Lundquist, P.O. (Allan y Graham, 2002).

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algunos investigadores han reportado el transporte de sacarosa vía floema hacia los nódulos (Parsons y Sunley, 2001). Como en los otros sistemas simbióticos el compuesto de nitrógeno metabolizado es NH4

+ a través de la vía GS/GOGAT, ATP/NADPH dependientes, que produce glutamina y luego glutamato en los nódulos; los aminoácidos aspartato y asparagina son subsecuentemente metabolizados por enzimas amido y amino transferasas (AAT) y sintetasas (AS) (Figura 25). El compuesto nitrogenado transportado vía xilema desde los nódulos varía entre los hospederos; así, se ha encontrado citrulina en Alnus sp. (Wheeler y Bond, 1970) y Casuarina equisetifolia (Walsh et al., 1984), arginina en Casuarina cunninghamiana (Sellstedt y Atkins, 1991), y glutamina y asparagina en Myrica (Fig. 25), Hippophae, Ceanothus y Elaeagnus (Huss,

1990; Parsons, 2004).

CONCLUSIONES

Los microorganismos fijadores de nitrógeno de vida libre, abarcan una gama morfológica que va desde los organismos unicelulares como las bacterias y algunas cianobacterias, hasta multicelulares como las cianobacterias filamentosas y los actinomicetes, que habitan diferentes ambientes, incluyendo los extremos, todos procarióticos; comprendiendo así

microorganismos pertenecientes a los Dominios Archaea y Bacteria, los cuales pueden formar asociaciones con organismos pertenecientes al Dominio Eucaria. Estas asociaciones pueden ser de tipo no simbiótico, ocurriendo principalmente en la filósfera o la rizósfera de algunas plantas, o de tipo simbiótico, dándose en briofitas (musgos, hepáticas y antocerotas), helechos (Azolla), gimnospermas (cícadas) y angiospermas (Gunnera, leguminosas y Parasponia) y en zonas de la planta que incluyen la raíz, el tallo y las hojas. Una característica común de los microorganismos involucrados en la FBN, es la presencia del sistema enzimático nitrogenasa, que les permite la reducción del nitrógeno molecular (NN) atmosférico hasta la forma asimilable NH4

+. Esta enzima puede funcionar a cabalidad en los microorganismos viviendo en forma libre o asociados, excepto en las asociaciones de rizobia con leguminosas o Parasponia, donde la síntesis de la enzima es compartida; es decir su acción depende de los dos organismos involucrados. La actividad es susceptible a las concentraciones de oxígeno de la atmósfera circundante, de tal manera que los organismos, bien aislados o asociados han adoptado mecanismos que le permiten la protección de la actividad de la misma, mecanismos que incluyen: protección respiratoria, conformacional y la compartamentalización.

Fig. 24. Infección y desarrollo nodular (Obertello, 2003).

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Bien sea de vida libre o asociados los organismos se benefician de la FBN, al poder utilizar el nitrógeno del aire como fuente del elemento, e incorporarlo en compuestos esenciales para su crecimiento y desarrollo. En general la vía de metabolización es la glutamato sintasa/glutamato sintetasa (GS/GOGAT), excepto en los líquenes, donde el amonio es asimilado vía glutamato deshidrogenada. Los compuesto transportados vía xilema o floema son aminoácidos, principalmente glutamina o sus derivados aminas, amidas o ureidos formados por reacciones de aminación y desaminación.

En Venezuela, están representados todos los

organismos y asociaciones fijadoras de nitrógeno, siendo un potencial casi inexplorado; está en nuestras manos jugar un papel en este contexto.

LITERATURA CITADA

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Control de la oxidación y la contaminación en el cultivo in vitro de fresa (Fragaria X ananassa Duch.)

Control of oxidation and contamination of strawberry (Fragaria X ananassa Duch.) cultivated in vitro.

Maria Claudia Sánchez-Cuevas* y José Luis Salaverría

Laboratorio de Biotecnología, Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente, Maturín. E-mail:[email protected]. *Autor para correspondencia

RESUMEN

La fresa es cultivada en casi todo el mundo, no solamente por sus características digestivas y tónicas, sino por el valor nutritivo de sus frutos, fuente importante de folato, vitamina C, fibra, potasio, flavonoides, antocianidina, fitoquímicos y antioxidantes. Las experiencias de la micropropagación en fresas indican que las vitroplantas son más uniformes, presentan un mayor número de estolones, tienen una mayor sobrevivencia en el campo y el rendimiento de frutos se incrementa en un 24% que las plantas propagadas por el método tradicional. Es indispensable evitar la contaminación con microorganismos para lograr éxito en el establecimiento, incubación y manipulación del tejido in vitro, ya que éstos pueden destruir los explantes, retrasar su desarrollo al competir con ellos o generar modificaciones en el medio que afectan negativamente su sobrevivencia y desarrollo. La contaminación puede provenir del tejido vegetal o ser introducida durante la manipulación del tejido. En los primeros intentos por establecer explantes de fresa in vitro se observó una alta contaminación por hongos y bacterias, a más del ennegrecimiento de algunos cultivares. En el presente trabajo se evaluó el efecto del tiempo de inmersión (10, 20 y 30 min) y tres concentraciones (10, 20 y 30%) de cloro comercial (5,25% de hipoclorito de sodio) en la desinfección de explantes de fresa cv. Fresno. El tratamiento 20 min en cloro comercial al 20% mostró la menor contaminación y la mayor sobrevivencia de los explantes, y mayor formación de brotes. La oxidación de los explantes del cv. Aiko fue completamente eliminada con la adición de cisteina (4 g/l) en presencia de luz, permitiendo la sobrevivencia del 100% de los explantes. Palabras clave: Fresa, cultivo de tejidos, contaminación, oxidación, desinfección

ABSTRACT Strawberry is cultivated all around the world, not only for its digestive and tonic properties, but because of the nutritional value of its fruits, important source of folate, vitamin C, fiber, potassium, flavonoids, antocianidin, phytochemicals and antioxidants. Prior experiences with strawberry micropropagation indicate that vitroplants are more uniform, produce higher number of runners, have better survival in the field, and the fruit yield increases in 24% than plants propagated by the traditional method. It is necessary to avoid the contamination with microorganisms in order to achieve success in the establishment, incubation and manipulation of the tissue in vitro, since contaminants can destroy the explants, delay their development by competing with them or generate changes in the culture medium that negatively affect their survival and growth. Contamination can come from the explant or can be introduced during the manipulation of plant tissue. In the initial attempts to introduce strawberry plants to in vitro conditions, a high contamination by fungi and bacteria was observed, besides tissue blackening in some cultivars. In the present work, disinfection of the strawberry explants cv. Fresno was done by means of immersion of the shoots in the plant crown in commercial chlorine (sodium hypoclorite, 5.25%) for different time intervals (10, 20 and 30 min) and various chlorine concentrations (10, 20 and 30%). The best treatment was 20% chlorine with a 20 min immersion time, which better reduced the contamination, allowing a greater survival of the explants and a higher shoot formation. The treatment that reduced more efficiently tissue oxidation was cystein (4 g/l) with light, which allowed 100% explant survival. Key words: Strawberry, tissue culture, contamination, tissue oxidation, disinfection.

INTRODUCCIÓN

La fresa, una planta pequeña de la familia Rosaceae, se cultiva en Venezuela en pequeñas plantaciones, con una producción baja a pesar de la

gran demanda que siempre ha tenido, tanto para el consumo fresco como para el uso industrial. Las condiciones agroecológicas del Municipio Caripe del estado Monagas son aptas para el desarrollo del cultivo: altitud de 1100 msnm, temperatura promedio

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anual de 25 ºC y una precipitación media anual de 1200 mm En esta zona se produjeron cerca de 200 tn de fresa entre 1972 y 1974, pero actualmente la producción ha disminuido drásticamente debido a la escasez de material importado de siembra, a que las variedades sembradas no son las más adecuadas y a que existen plagas que afectan negativamente al cultivo (Ávila, 1986). La planta de fresa se propaga exclusivamente en forma asexual, por lo que existe gran diseminación de virus, micoplasmas, nemátodos y hongos. Estos problemas se han agudizado por la dificultad de detectar estos patógenos ya que muchas plantas enfermas son asintomáticas, a la introducción de cultivares susceptibles, al intercambio internacional y a las nuevas técnicas de siembra (Boxus et al., 1977).

Las plantas de fresa procedentes de cultivo de tejidos producen mayor número de estolones que las plantas propagadas por los métodos tradicionales (Boxus et al., 1984), son más uniformes y sobreviven más en el campo (Swartz y Lindstrom, 1986). Experiencias llevadas a cabo en Venezuela señalan que las plantas micropropagadas poseen un excelente vigor y una óptima producción de estolones y frutos en el campo (FUSAGRI, 1984).

Los explantes para el cultivo de tejidos de fresa pueden provenir de la corona o de los estolones, aunque es más fácil la extracción y la desinfección de los explantes de los estolones (Villegas, 1990). La alta pubescencia de los tejidos y su contacto directo con el suelo inducen una alta contaminación de los explantes, especialmente cuando éstos son extraídos de plantas provenientes del campo (Villalobos y Pérez, 1979). Estos contaminantes pueden ocasionar la muerte de los tejidos, competir con ellos o modificar el medio (Mroginski y Roca, 1991). Existen diversas técnicas para el control de la contaminación in vitro, tales como el uso de fungicidas y antibióticos en la planta madre, el explante y/o el medio de cultivo; sin embargo, no se recomienda la adición de antibióticos al medio para controlar la contaminación bacteriana porque no son efectivos en la mayoría de los casos (Pierik, 1987), aunque algunos autores señalan que su adición es necesaria cuando el tejido tiene infecciones sistémicas (Phillips et al., 1981). Ocasionalmente ocurre el ennegrecimiento del tejido, con posterior necrosis del explante. Para evitarlo se sugiere disminuir la intensidad de la luz, agregar antioxidantes al medio y el explante, subcultivar con frecuencia, incrementar las sales de calcio, reducir el nivel de nitrato en el medio y sumergir el explante en

medio líquido por un día (Swartz y Lindstrom, 1986).

El objetivo de este trabajo fue evaluar procedimientos de desinfección superficial con hipoclorito de sodio y el uso de antioxidantes durante el establecimiento in vitro de explantes de fresa, para controlar la contaminación y el ennegrecimiento de los tejidos de los cv. Fresno y Aiko.

MATERIALES Y MÉTODOS

Los explantes fueron extraídos de plantas procedentes de siembras comerciales ubicadas en La Guanota y San Agustín, Municipio Caripe del estado Monagas. Las yemas extraídas de la corona, de unos 5 mm de longitud, fueron lavadas tres veces, durante 5 min, con agua corriente y unas gotas de jabón líquido lavaplatos. Las yemas del cv Fresno fueron sumergidas en alcohol 70% durante 10s, después en una solución de cloro comercial (5,25% de hipoclorito de sodio) en tres concentraciones (10, 20 y 30%), durante tres períodos de inmersión (10, 20 y 30 min) y finalmente se lavaron tres veces con agua destilada estéril. Los explantes, constituídos por el domo meristemático y 2 ó 3 primordios foliares, se sembraron en tubos de ensayo en 10ml del medio nutritivo de Boxus (1977), y se incubaron a una temperatura de 24 2 ºC y un fotoperíodo de 12 hr luz. El diseño experimental utilizado fue completamente aleatorizado en arreglo factorial 3 x 3, con 10 repeticiones. La evaluación de los porcentajes de contaminación, sobrevivencia y número de brotes se realizó 20 días después del establecimiento del ensayo.

En el ensayo de antioxidantes, los explantes

del cv. Aiko fueron desinfectados con una solución de cloro comercial (5,25% de hipoclorito de sodio) al 20% durante 20min. A cada explante se le agregó, previo a la siembra, los antioxidantes: cisteína (4 g/l), ácido cítrico (150 mg/l) + ácido ascórbico (150 mg/l) o polivinilpirrolidona (5 y 10%). Los explantes sembrados en el medio de Boxus (1977) fueron sometidos a oscuridad completa o a 12 hr/luz y 12 hr/oscuridad. Cada tratamiento estaba compuesto por 16 explantes, en un diseño estadístico completamente aleatorizado con 4 repeticiones. Las diferencias entre los porcentajes de sobrevivencia, evaluada 8 días después de la siembra, se realizaron mediante la prueba de Sokal y Rohlf.

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RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En la evaluación de contaminación se observó que a medida que se aumentaron la concentración de cloro comercial y el tiempo de inmersión, la contaminación de los explantes disminuyó (Figura 1). Los menores porcentajes de contaminación se obtuvieron con 20 y 30% de cloro comercial y períodos de inmersión de 20 y 30 min. En el tratamiento con 30% de cloro y 30 min de inmersión,

a pesar de no haber habido contaminación, la sobrevivencia fue de tan solo el 50%, lo que indica que este tratamiento fue tóxico para los explantes. El mayor porcentaje de sobrevivencia se obtuvo con el tratamiento compuesto por cloro 20% y 20 min de inmersión.

A los 20 días después de la siembra (DDS), el tratamiento de cloro comercial al 20% registró el

Figura 1. Efecto de la concentración de cloro comercial (5,25% hipoclorito de sodio) y el tiempo de inmersión en los

porcentajes de contaminación y sobrevivencia de los explantes de fresa, 20 días después de la siembra. Barras con la misma letra no difieren estadísticamente entre si (α ≤ 0,05)

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Sánchez-Cuevas y Salaverría. Control de la oxidación y la contaminación en el cultivo in vitro de fresa

Revista UDO Agrícola 4 (1): 21-26. 2004 24

mayor número de brotes por explante, sin diferencias significativas con la máxima dosis (Figura 2). Estos resultados indicaron que el mejor comportamiento de los explantes se obtuvo al desinfectarlos con cloro comercial al 20% durante 20min. Otros investigadores también han utilizado cloro para desinfectar tejidos de fresa. Dodds y Roberts (1985) recomiendan desinfectar con 10% de cloro (0,5% de hipoclorito de sodio), mientras que Bhojwani y Razdan (1983) señalaron que una concentración de 0,3 a 0,6% de hipoclorito de sodio durante 15min a 30min es suficiente para descontaminar la mayoría de los tejidos. También se ha recomendado tener cuidado con la dosis del desinfectante y el tiempo de inmersión seleccionados, pues todos los desinfectantes son tóxicos para el tejido. Otro factor a tomar en cuenta es la pubescencia del tejido. Villalobos y Pérez (1979) señalaron que, si el tejido es pubescente, debe hacerse un prelavado con detergente o etanol 70% durante 30s para romper la tensión superficial y hacer la superficie más accesible a la acción de los agentes desinfectantes. Otros autores han utilizado exitosamente el cloro en cultivos en los que la contaminación y la fenolización del tejido dificultan el establecimiento de los explantes (Romero, 2000a; Romero, 200b).

La aplicación de antioxidantes tuvo un efecto muy marcado en la sobrevivencia de los explantes de fresa cv Aiko. Los mejores resultados se obtuvieron con el tratamiento de cisteína (4 g/l) en

presencia de luz, seguidos por el control con luz, cisteína (4 g/l) sin luz y la mezcla de ácido ascórbico y ácido cítrico (AC + AA) sin luz, en los cuales se observó un 50% de sobrevivencia (Figura 3). La cisteína, de acuerdo con George y Sherrington (1984), no previene la oxidación, sino que actúa en la rápida remoción de cualquier quinona que se forma. Además, como es un aminoácido, pudo haber inducido un rápido desarrollo de los explantes al ofrecer nitrógeno orgánico rápidamente disponible para suplir sus requerimientos. Los explantes tratados con polivinilpirrolidona (PVP) en dosis de 5% (con y sin luz) y 10% sin luz no sobrevivieron, así como los que no recibieron antioxidante alguno y permanecieron en la oscuridad (control sin luz). Estos resultados contrastan con los obtenidos por Sánchez-Cuevas y otros (2001), quienes lograron obtener los mejores resultados de sobrevivencia de 80% de explantes de pimentero, libres de oxidación, con la adición de PVP (0,5 y 1,0 g/l) en presencia de luz.

De acuerdo con Davies y Creasy, citados por

George y Sherington (1984), las enzimas involucradas en la biosíntesis y la oxidación de fenoles se incrementan con la luz, por lo que es conveniente mantener los explantes en la oscuridad unos días antes de pasarlos a una intensidad lumínica baja.

En este experimento, los resultados indicaron

Figura 2. Efecto de la concentración de cloro y del tiempo de inmersión en el número de brotes formados en

explantes de fresa cv Fresno, 20 días después de la siembra. Barras con la misma letra no difieren estadísticamente entre si (α ≤ 0,05)

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Revista UDO Agrícola 4 (1): 21-26. 2004 25

que la sobrevivencia de los explantes disminuyó en ausencia de luz, con o sin la adición de antioxidantes, excepto en los explantes que recibieron la adición de AC + AA. Así mismo, a pesar de George y Sherrington (1984) indican que en ápices de Malus la adición de la poliamida PVP fue esencial para la sobrevivencia de los explantes, al remover los componentes fenólicos, en fresa la mortalidad de los explantes fue muy alta cuando se añadió PVP, probablemente porque las concentraciones empleadas hayan sido muy altas. Por último, no es frecuente observar oxidación de tejidos en fresa y son pocos los cultivares que presentan ennegrecimiento (Villalobos y Pérez, 1979).

CONCLUSIONES

La alta contaminación por hongos y bacterias de los explantes, generada por la procedencia de las plantas directamente del campo, el contacto directo de las yemas con el suelo por su ubicación en la corona (cuello de la planta) y por la gran pubescencia del tejido de fresa, fue controlada efectivamente con la inmersión de los explantes en una solución de cloro 20% durante 20 min. Concentraciones más altas o períodos de inmersión mas prolongados causaron necrosis en el tejido. El tratamiento de los explantes con cloro 20% y 20 min de inmersión indujeron la

mayor formación de brotes (1,8 brotes). La oxidación fenólica de los tejidos de fresa

cv Aiko se redujo con la adición de cisteína (4 g/l) directamente al explante antes de la siembra, manteniendo el tejido en presencia de luz.

AGRADECIMIENTOs

Se agradece el financiamiento de esta investigación al Consejo de Investigación de la Universidad de Oriente.

LITERATURA CITADA

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Bhojwani, S. S. and M. K. Razdan. 1983. Plant Tissue Culture. Theory and Practice. Elsevier. New York. 235 p.

Figura 3. Efecto de la presencia o ausencia de luz y de los antioxidantes Cisteina, ácido cítrico (AC) + ácido ascórbico

(AA) y polivinilpirrolidona (PVP) en la sobrevivencia de explantes de fresa cv “Aiko”. Barras con la misma letra no difieren estadísticamente entre si (α ≤ 0,05)

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Evaluación de cinco tratamientos fitosanitarios en la producción de plántulas de cedro rosado (Acrocarpus fraxinifolius Wight & Arn) en etapa de semillero en Tuxpan, Veracruz, México

Evaluation of five agricultural treatments in the production of pink cedar (Acrocarpus fraxinifolius Wight &

Arn) at the nursery stage in Tuxpan, Veracruz, México

Pablo Elorza-Martínez* y José Manuel Maruri-García

Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad Veracruzana, Campus Tuxpan, Carretera Tuxpan-Tampico km. 7.5 S/N, Col. Universitaria. CP. 92860, Veracruz, México. E-mail: [email protected];

[email protected] y [email protected]. * Autor para correspondencia

RESUMEN La muerte de plántulas en etapa de semillero es el problema principal en la producción de cedro rosado (Acrocarpus fraxinifolius Wight & Arn), buscando con este trabajo determinar el tratamiento fitosanitario correcto para abatirlo evaluando diferentes tratamientos en la producción de plántula y mejorar así la producción de planta. El análisis de varianza mostró diferencias entre los tratamientos y la prueba de comparación de medias por Tukey en la variable altura de planta a los 21 días nos indica que el tratamiento 3 es el que mayor crecimiento registró y el tratamiento 5 el menor. Las conclusiones fueron: la principal causa de muerte de las plantas se debió a la presencia de Damping-off o secadera, que es causado por varios hongos como Rhizoctonia solani, Pythium ultimum, Phytophthora, Bortytis y Verticillum, entre otros y el tratamiento que consistió en (2 gr. Clorotalonil) – (2.5 gr. Captán) + ácido giberélico, es el que mejores resultados fitosanitarios y de beneficio-costo presentó. Palabras clave: Cedro rosado, Acrocarpus fraxinifolius, damping off, control

ABSTRACT The death of seedlings at the nursery stage is the main problem of cultivating pink cedar (Acrocarpus fraxinifolius Wight & Arn). The aim of this study is to determine the agriculturally correct treatment to avoid this problem, evaluating different treatments in the production of seedlings and, therefore, to improve the production of the plant. The variance analysis showed differences between the treatments and in a comparison of the average heights of young plants after 21 days by Tukey, treatment 3 showed the best growth rate and treatment 5 the worst. The conclusions were: the principal cause of plant death was due to the presence of Damping-Off or fungal dryness wchich is caused by several fungus like Rhizoctonia solani, Pythium ultimum, Phytophthora, Bortytis and Verticillum and the best agricultural and cost-benefit results were obtained by the treatment consisting of 2g clorotalinil, 2.5 g Captan and giberelic acid. Kew word: Pink cedar, Acrocarpus fraxinifolius, damping off, control

INTRODUCCIÓN México está considerado dentro de los 5

países con mayor diversidad biológica a nivel mundial. Paradójicamente, también es considerado como uno de los países que presenta mayor deforestación; alrededor del 4 % de la deforestación mundial ocurre en el territorio nacional, lo que significa que cada año una superficie aproximada de 600 000 hectáreas queda desprovista de vegetación. La mayor cantidad de superficie deforestada ha ocurrido en las ultimas 5 décadas, propiciado en gran medida por la expansión de la frontera agropecuaria, a costa de las áreas forestales (SEMARNAT, 2002).

Los recursos renovables como los bosques, tierras agrícolas fértiles y la pesca, están siendo

dañados irreversiblemente, destruidos por el uso excesivo e inapropiado. La degradación ambiental, la reducción de la calidad de vida y a las políticas y al desarrollo de la ciencia y la tecnología (Odum, 1986).

Dos terceras partes de la deforestación en América Latina son provocadas por la ganadería extensiva y otras actividades de agro exportación; sólo un tercio es atribuible a la agricultura de subsistencia (Vargas, 1984)

En este contexto es pertinente mencionar que México ha perdido la mitad de sus bosques tropicales en los últimos 35 años (SEMARNAT, 2002). Si atendemos lo anterior, nos daremos cuenta que es prioritario emprender políticas incluyentes que

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Elorza-Martínez y Maruri-García. Evaluación de cinco tratamientos fitosanitarios en la producción de cedro rosado

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propicien la conservación y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales aún disponibles, así como también recuperar los recursos perdidos. El propósito de las plantaciones forestales es el de obtener a corto plazo materia prima destinada a satisfacer la demanda de la industria forestal, de celulosa y madera aserrada entre otros.

Para lograr que esta producción se realice a

corto plazo y a bajo costo, es fundamental seleccionar las especies más adecuadas a los productos a obtener y a las características de la región, pudiendo estas, ser nativas u originarias de otros países, denominadas comúnmente como introducidas. El uso de especies introducidas como el cedro rosado (Acrocarpus fraxinifolius Wight y Arn), el cual ofrece en muchos casos ventajas comparativas en velocidad de crecimiento y turnos de aprovechamiento más cortos que son fundamentales para desarrollar proyectos financieramente viables (Whitmore y Otarola 1976). Esta especie (A. fraxinifolius), se considera resistente a plagas y enfermedades

En México, las hormigas arrierías (Atta spp)

o cortadoras defolian con facilidad las plantas en los viveros y los árboles de las plantaciones jóvenes, las termitas (Cryptotermes spp y Nasutitermes spp.) también atacan a los árboles y construyen sus galerías cubiertas sobre la corteza (Whitmore y Otarola 1976). Otro de los principales problemas registrados, son las diversas enfermedades en el crecimiento del cedro rosado en su etapa de semillero, las plántulas producidas son afectadas por enfermedades infecciosas y no infecciosas; éstas se pueden presentar desde el momento de la germinación, y durante el tiempo que permanezcan en las charolas (Hudson y Kester, 1984).

El método de semilleros en camas se ha utilizado como el más práctico y barato para producir plantas, sin embargo, tiene desventajas como a) Las raíces de las plantas sufren mucho daño en el arranque y manejo. b) El arranque con terrón o adobe es laborioso y se tienen problemas de embarque y transporte de plántulas y c) es difícil controlar la dispersión de enfermedades y plagas en el terrón. Estas desventajas llevan al uso de semilleros en bandejas o charolas. La charola es un semillero portátil, diseñada para su trasporte al campo. Son livianas y fuertes, tienen un diseño celular, y permiten la extracción de las plantas con poco daño (Agronegocios, 2004).

El daño de cada enfermedad está determinado por las condiciones ambientales como altas o bajas temperaturas y un ambiente de humedad apropiado, por lo que la sanidad del sustrato, agua de riego, charolas y el equipo de invernadero son fundamentales para evitar enfermedades en las plántulas, sin embargo el agricultor y el técnico desconocen frecuentemente en donde se produce la semilla y cual es su sanidad (Sanfor, 1959). Ante los innumerables problemas fitosanitarios del cedro rosado en su etapa de semillero, etapa en la que se registran pérdidas de hasta un 100 % por un mal control fitosanitario, surge la necesidad de realizar proyectos de investigación que nos ayuden a determinar el mejor tratamiento fitosanitario y las técnicas de cultivo en invernadero para abatir el problema, planteándose los siguientes objetivos: Evaluar diferentes tratamientos fitosanitarios en la producción de plántula de cedro rosado y mejorar la producción de plantas de esta especie.

MATERIALES Y MÉTODOS Ubicación geográfica:

El Municipio de Tuxpan se localiza en el norte de Veracruz, México. Geográficamente se localiza entre los 21º 08´ y 20º 44´ de latitud norte y los 97º 13´ y 97º 36´ de longitud oeste, con una altitud de 4 msnm. El clima predominante es cálido subhúmedo (Aw) con lluvias en verano, temperatura media anual de 24.9 °C, y un promedio anual de precipitación pluvial de 1, 325 mm, siendo los meses más lluviosos julio y agosto (INEGI, 2001). Preparación del sustrato y semillas:

Se utilizó tierra negra perfectamente cribada, mezclada con arena para favorecer el drenaje. Las semillas se escarifican (para hacerlas permeables al agua o gases y uniformizar la germinación) en forma mecánica utilizando un cortaúñas (Heilfus, 1987), aplicándoles a cada uno de los 4 tratamientos dosis diferentes para protección fitosanitaria antes de la siembra. La semilla se cubrió con 2 cm de sustrato. Diseño Experimental:

El diseño experimental utilizado fue bloques completos al azar con 5 tratamientos y 4 repeticiones, asignando Semillero-tabla/tratamiento/repetición, utilizando las variables de respuesta: Porcentaje de germinación; altura de planta a los 7 días; Altura de

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planta a los 15 días; Altura de planta a los 21 días y el Porcentaje de plantas muertas a los 7, 15 y 21 días. Tratamientos: Los tratamientos fueron: T1: 12,5 g Fosetil-al) – (2,5 g Captán) + 100 mg

l¯¹ ácido giberélico T2: 12 g Metalaxil m – Clorotalonil) + 100 mg l¯¹

ácido giberélico T3: 2 g Clorotalonil) – (2,5 g Captán) + 100 mg l¯¹

ácido giberélico T4: 12,5 g Fosetil-al) + 100 mg l¯¹ ácido

giberélico T5: Testigo + 100 mg l¯¹ ácido giberélico

Una vez concluidos los trabajos de campo se

procedió a analizar las variables de respuesta, realizando a cada una el Análisis de Varianza y la prueba de comparación de medias por el método de Tukey

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Para la variable de respuesta, porcentaje de germinación se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p ≤ 0,05), mientras que la prueba de comparación de medias por Tukey nos indica diferencias estadísticamente significativas entre los tratamientos, siendo los tratamientos 1, 2, 3 y 4 los que mayor porcentaje de germinación presentaron, colocándose con el menor porcentaje el tratamiento 5 (Figura 1).

En las variables de respuesta de altura de

planta, para los 7, 15 y 21 días, el análisis de varianza presenta diferencias altamente significativas entre los tratamientos, aunque la prueba de comparación de medias por Tukey no encontró diferencias entre los tratamientos evaluados (Figura 2). Según Hudson y Kester, (1984) se tienen datos de algunos sitios en donde el primer año hubo un crecimiento de 7,5 metros de altura y un DAP de 11 cm.

Finalmente, observamos que la variable de

respuesta porcentaje de plantas muertas a los 7, 15 y 21 días nos muestra resultados similares en su análisis de varianza de cada una, mostrando diferencias estadísticamente significativas entre los tratamientos para una p ≤ 0,05. En este contexto, la prueba de comparación de medias por Tukey nos muestra que

en las tres variables consideradas fue el tratamiento 5 el que mayor porcentaje presentó (Figura 3)

CONCLUSIONES

Una vez analizados los resultados, se llegó a las siguientes conclusiones: 1. La principal causa de muerte de las plantas se

debió a la presencia de Damping-off o secadera, que es causado por varios hongos como Rhizoctonia solani, Pythium ultimum, Phytophthora, Bortytis y Verticillum, entre otros.

Figura 1. Prueba de comparación de medias por Tukey

para porcentaje de germinación. Letras iguales indican promedios estadísticamente similares (p ≤ 0,05). Tratamientos: Ver Materiales y Métodos.

Figura 2. Prueba de comparación de medias por Tukey para la altura de las plantas (cm) a los 21 días después de la siembra. Letras iguales indican promedios estadísticamente similares (p ≤ 0,05). Tratamientos: Ver Materiales y Métodos.

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2. El tratamiento que consistió en (2 gr. Clorotalonil) – (2.5 gr. Captán) + Ácido Giberélico, es el que mejores resultados fitosanitarios y de beneficio-costo presentó.

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http://www.semarnat.gob.mx. (Última visita 20 de noviembre de 2004).

Figura 3. Prueba de comparación de medias por Tukey para el porcentaje de plantas muertas a los 21 días después de la siembra. Letras iguales indican promedios estadísticamente similares (p ≤ 0,05). Tratamientos: Ver Materiales y Métodos.

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Revista UDO Agrícola 4 (1): 31-35. 2004 31

Efecto del medio de enraizamiento, número de hojas por estaca y lesionado de las estacas de Ixora Enana (Ixora coccinea L.) con Hormojardín Nro 4

Effect of rooting media, leaves by cuttings and cutting wounding on the cutting rooting of Ixora coccinea L.

treated with Hormojardin Nro 4

Jesús Rafael Méndez-Natera*, Ricardo José Salazar-Garantón, Miguel Angel Dautant, Nilda Alcorcés de Guerra y José Laynez

Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Universidad de Oriente.

E-mail: [email protected]. *Autor para correspondencia

RESUMEN Las plantas de ixora poseen flores muy vistosas y son muy comunes en avenidas, edificios y casas. El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto del medio de enraizamiento, número de hojas por estaca y lesionado de las estacas sobre el enraizamiento de estacas de Ixora Enana tratadas con Hormojardín Nro 4. Se utilizaron estacas provenientes de plantas de ixoras aparentemente sanas, las estacas se tomaron del ápice de las plantas y tenían un tamaño aproximado de 20 cm de largo y 4 a 5 mm de diámetro. El diseño estadístico utilizado fue el de parcelas divididas con tres repeticiones, la parcela principal estuvo constituida por el medio de enraizamiento (agua y suelo), la subparcela por la longitud de la lesión en la base de la estaca (0, 2 y 4 cm) y la subsubparcela por el número de hojas en las estacas a enraizar (0, 8 16 hojas). A todas las estacas se les aplicó el producto comercial en polvo Hormojardín Nro 4 (ácido-α-naftalenacético), la aplicación se realizó en los primeros 4 cm de la base de las estacas. Se determinó el número de raíces producidas por estaca a los 49 días después de la siembra. En general, los mejores tratamientos fueron en agua con estacas con una lesión de 2 cm y con 8 hojas y estacas sin lesiones con 16 hojas, mientras que para el suelo los resultados no fueron satisfactorios, observándose un pobre enraizamiento. Palabras clave: Ixora coccinea, propagación, auxinas, enraizamiento.

ABSTRACT The plants of Ixora coccinea L. have beautiful flowers and they are very common in roads, buildings and houses. The objective of the present work was evaluate the effect of rooting media, number of leaves/cutting and cutting injury on cutting rooting of dwarf Ixora treated with Hormojardin Nro 4. A cuttings from apparently healthy plants were used, the cuttings were taken from the plant tips and were approximately 20 cm long and have a diameter of 4 or 5 mm. A split-split-plot design was used with three replications. The main plot was constituted for the rooting media (water and soil), the subplot was lesion longitude at the cutting end (0, 2 and 4 cm) and the sub subplot was the number of leaves/cutting. All cuttings were treated with Hormojardin Nro 4 (acid-α-naftalenacetic), the application was made in the first 4 cm at the cutting end. The number of roots/cutting at 49 days after sowing was counted. The best results were obtained for water as media with 2 cm-cutting lesion and 8 leaves/cutting and for cutting without a lesion and 16 leaves/cutting, while for the soil as a media, the results were not successful, producing a poor rooting. Key word: Ixora coccinea, propagation, auxins, rooting.

INTRODUCCIÓN

Las plantas ornamentales en la actualidad, representan un campo poco explorado por la agronomía, a pesar de ser cultivos muy rentables. La propagación de las especies ornamentales en algunos casos es muy difícil de realizar bien sea por semillas o por medios vegetativos. La ixora enana es una especie ornamental muy apreciada, por su vistosidad y belleza, pero es muy difícil de propagarla en forma

vegetativa, la cual es la forma que asegura, que las características de la planta madre pasarán a su descendencia. Según Monteath et al. (2000), la presencia de triterpeno ácido ursólico en cantidades apreciables, despierta un gran interés por continuar los estudios de esta especie debido principalmente a los recientes resultados en la actividad anti-tumoral y anti-viral del ácido triterpénico.

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Las plantas de ixora prosperan en una alta radiación solar, en suelos ácidos húmedos pero bien drenados pero puede tolerar algo de sombra, el follaje se torna amarillo en suelos alcalinos tales como aceras y fundaciones, donde a menudo se siembra y un programa continuo de fertilidad con micronutrimentos se necesita para mantener el color verde de las hojas en suelos alcalinos. La propagación de ixora es mediante estacas (Gilman, 1999). Las ixoras se encuentran disponibles en variedades enanas que hacen de ellas unas plantas ideales para cercas vegetales, las ixoras enanas rara vez exceden los 30 cm de altura y están disponibles más comúnmente en amarillo y rosado, esta especie es nativa del sur de Asia, es una planta popular para aceras debido a su patrón compacto de crecimiento, cuando se siembra en un área parcialmente sombreada, las hojas son de un verde más oscuro pero para un profuso florecimiento, prefiere un sol intenso (Sympson, 2002).

En las plantas existen sustancias reguladoras

del crecimiento (hormonas) que desempeñan un papel muy importante en el crecimiento y desarrollo de los vegetales, entre estas hormonas están: auxinas, giberalinas, citocininas, ácido absícico y etileno, una de las principales funciones de las auxinas es promover el enraizamiento en estacas de diferentes plantas. Según Devlin (1980) la aplicación de ácido indol-3-acético (AIA) en forma de pasta de lanolina al extremo cortado de un tallo joven estimula la intensidad de formación de raíces y aumenta el número de éstas, este descubrimiento ha abierto perspectivas a la aplicación comercial de AIA, para provocar la formación de raíces en estacas de plantas útiles desde el punto de vista económico. Salisbury y Ross (1978) indicaron que el papel primario de las auxinas en la iniciación de las raíces parece ser una estimulación de las divisiones celulares, la cual es consistente con la promoción de auxinas de la actividad cambial. Hartmann et al. (1993) indicaron que no existe una mezcla de enraizamiento universal o ideal para las estacas, el medio de propagación para usar depende de la especie de planta, tipo de estaca, estación, tipo de sistema de propagación y costo y disponibilidad de los componentes del medio, por otra parte, la producción de raíces en estacas de tallo puede ser promovida lesionando la base de la estaca, esto ha sido útil en un número de especies.

El objetivo de este trabajo fue evaluar el

efecto del medio de enraizamiento, número de hojas por estaca y lesionado de las estacas sobre el

enraizamiento de estacas de Ixora Enana (Ixora coccinea L.) tratadas con ácido-α-naftalenacético.

MATERIALES Y MÉTODOS

El estudio se realizó en la población de El Corozo, Municipio Maturín del estado Monagas. Se utilizaron estacas provenientes de plantas de ixoras, las estacas se tomaron del ápice de las plantas y tenían aproximadamente 20 cm de largo y 4 a 5 mm de diámetro. El diseño estadístico utilizado fue el de parcelas divididas con tres repeticiones, la parcela principal estuvo constituida por el medio de enraizamiento (agua y suelo), la subparcela por la longitud de la lesión en la base de la estaca mediante la remoción de la epidermis (0, 2 y 4 cm) y la subsubparcela por el número de hojas en las estacas a enraizar (0, 8 y 16 hojas). A todas las estacas se les aplicó el producto comercial en polvo Hormojardín Nro 4 (ácido-α-naftalenacético), la aplicación se realizó en los primeros 4 cm de la base de las estacas. Los polvos comerciales en los cuales la base de los tallos son sumergidos para facilitar la producción de raíces usualmente contienen ácido indol butírico o ácido naftalen acético (Salisbury y Ross, 1978). Las estacas se sembraron en bolsas de 2 kg con suelo de sabana y en botellas de refresco que contenían agua. Se determinó el número de raíces producidas por estaca a los 49 días después de la siembra.

Los datos fueron analizados estadísticamente

a través del análisis de varianza convencional y la diferencia entre tratamientos se realizó mediante la prueba de la diferencia mínima significativa. El nivel de probabilidad fue de 0,10. Se realizó la combinación de los tres errores experimentales y de los grados de libertad provenientes de las parcelas principales, subparcelas y subsubparcelas debido a la similitud entre los errores, debido a que según Steel y Torrie (1980) es apropiado considerar los tres errores experimentales como estimados de la misma varianza y consecuentemente las sumas de cuadrados de los errores pueden ser combinadas y divididas por los grados de libertad combinados para obtener un estimado de la varianza. Previo al análisis de varianza los datos fueron transformados mediante la fórmula Log (x + 2), donde x es el número de raíces por estaca. La comparación de medias se realizó a estos datos transformados pero se expresan en sus valores originales. Para los análisis estadísticos se utilizó el programa Statistix versión 8.0.

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RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El análisis de varianza para el número de raíces señaló diferencias significativas sólo para la interacción de los tres factores, es decir, la cantidad de raíces producidas dependerá del tipo de substrato utilizado, el número de hojas por estaca y la longitud de la lesión en la base de las estacas (cuadro 1).

En el cuadro 2, se observa la prueba de la mínima diferencia significativa para la interacción doble, es decir, de los tres factores. La producción de raíces fue similar en el medio de enraizamiento en todos los tratamientos, a excepción de los tratamientos 0 cm de lesión - 16 hojas y 2 cm de lesión - 8 hojas en la estaca, donde el agua produjo más raíces que el suelo. Por otra parte, en relación a la longitud de la lesión de la estaca, se observa que se produjeron similares cantidades de raíces en los tratamientos agua - 0 hojas y en todos los tratamientos de hojas en la estaca con el factor suelo. En cuanto al número de hojas dejadas en la estaca, se observa que los tratamientos fueron similares en agua - 4 cm de lesión y en el suelo con todos los tratamientos de lesión de la estaca (0, 2 y 4 cm), el tratamiento agua - 16 hojas - 0 cm de lesión produjo más raíces que agua

- 0 cm de lesión con 0 y 8 hojas en la estaca, mientras que el tratamiento agua - 8 hojas y 2 cm de lesión produjo mayor cantidad de raíces que los tratamientos agua - 2 cm con 0 y 16 hojas, es decir, en estos dos últimos tratamientos la presencia de hojas estimuló la producción de raíces. Hartmann et al. (1993) indicaron que la presencia de hojas ejerce una fuerte influencia estimulante en la iniciación de las raíces y esto es porque los carbohidratos translocados de las hojas indudablemente contribuyen con la formación de raíces, sin embargo, los fuertes efectos promotores de raíces de las hojas se deben probablemente a otros factores más directos, las hojas son conocidas por ser poderosas productoras de auxina.

Por otra parte, en los dos tratamientos que difirieron en cuanto a la producción de raíces de acuerdo al medio de enraizamiento, en ambos el agua produjo un mayor número de raíces. Esto coincide por lo señalado por Hartmann et al. (1993) quienes indicaron que la presencia de oxígeno disponible en el medio de enraizamiento es indispensable para la producción de raíces, aunque los requerimientos varían con las diversas especies, las estacas de sauce forman con facilidad raíces en agua con un contenido de oxígeno tan bajo como de 1 ppm, pero la hiedra

Cuadro 1. Análisis de varianza para el número de raíces por estaca de plantas de Ixora enana (Ixora coccinea L.) colocadas

en dos medios de enraizamiento, con diferentes número de hojas por estaca y diferentes grados de lesiones tratadas con Hormojardín Nro 4. Datos transformados mediante Log (x + 2).

Fuente de Variación Grados de Libertad Suma de Cuadrados Cuadrados Medios F

Repetición 2 0,07639 0,03819 Medio (M) 1 0,00251 0,00251 0,22 ns

Error (a) 2 0,02255 0,01128 Lesión (L) 2 0,00003 0,00002 0,00 ns M x L 2 0,02261 0,01131 1,04 ns Error (b) 8 0,08725 0,01091 Hojas (H) 2 0,02753 0,01377 1,18 ns M x H 2 0,01757 0,00879 0,76 ns L x H 4 0,03245 0,00811 0,70 ns M x L x H 4 0,10863 0,02716 2,34 *

Error (c) 24 0,27894 0,01162 Error Exper ** 34 0,38874 0,01143 Total 53 0,67646 * : Significativo (p ≤ 0,10) ns : No Significativo (p > 0,10)

** : Error experimental combinado = Error (a) + Error (b) + Error (c) C. V. (a) = 31,03 % C. V. (b) = 30,52 % C. V. (c) = 31,51 %

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inglesa requiere unas 10 ppm para el desarrollo adecuado de sus raíces, la ixora parece más del tipo de sauce. Se puede utilizar agua para el enraizamiento de especies que se propagan con facilidad, en algunas de ellas se ha obtenido un excelente enraizamiento de las estacas usando agua aireada artificialmente con aire u oxígeno, en agua aireada, las mejores raíces se producen cerca del extremo basal de las estacas, mientras que en agua no aireada, las mejores raíces se producen cerca de la superficie del agua donde el contenido de oxígeno es mayor.

En los dos tratamientos donde se encontraron diferencias relacionadas con la longitud de la lesión en la estaca, las menores lesiones tuvieron mejor resultado (0 y 2 cm). Hartmann et al. (1993) indicaron que una lesión basal es beneficiosa en el enraizamiento de estacas de ciertas especies, siguiendo a la lesión, la producción de callos y desarrollo de raíces frecuentemente son mayores a lo largo de los márgenes de la lesión, evidentemente, los tejidos lesionados son estimulados para realizar la división celular y la producción de primordios radicales, esto se debe, quizás, a una acumulación natural de auxinas y carbohidratos en el área lesionada y a un incremento en la tasa de respiración en la creación de una nueva área de sumidero, en adición, los ejidos dañados de la lesión serían estimulados para producir etileno, el cual puede

promover la formación de raíces adventicias, por otra parte, las estacas con lesiones absorben más agua del medio que las no lesionadas y la lesión puede también permitir una mayor absorción de los reguladores de crecimiento aplicados por los tejidos en la base de las estacas. Pareciera que una lesión de 4 cm es detrimental para la formación de raíces. En general, la producción de raíces por estaca fue relativamente baja. Las estacas que no produjeron raíces no sobrevivieron. Montaño-Mata y Díaz-López (1996) concluyeron que el uso de Hormojardín Nro 4 en estacas adultas de ixora no es lo recomendable para su propagación vegetativa, debido a que en todos los tratamientos incluyendo el control, la respuesta al regulador de crecimiento fue muy baja. Según Keeler et al. (2003) la ixora puede ser propagada por estacas tanto de ápices tiernos como de tallos semi-leñosos y se toman estacas de 10,16 a 15,24 cm y se siembran en medio de crecimiento bien drenado y el uso de una hormona de enraizamiento puede ayudar a acelerar el enraizamiento y mantener ligeramente húmedo durante cuatro a seis semanas hasta que las estacan hayan enraizado.

En general los mejores tratamientos fueron

en agua con estacas con una lesión de 2 cm y con 8 hojas y estacas sin lesiones con 16 hojas, mientras que para el suelo los resultados no fueron satisfactorios, observándose un pobre enraizamiento.

Cuadro 2. Promedios para el número de raíces producidas por estaca de plantas de Ixora enana (Ixora coccinea L.)

colocadas en dos medios de enraizamiento, con diferentes número de hojas por estaca y diferentes grados de lesiones tratadas con Hormojardín Nro 4.

Hojas por Longitud de la lesión de la estaca (cm) * Substrato estaca 0 2 4 0 0,0 BaX 0,0 BaX 0,0 AaX Agua 8 0,0 BbX 1,7 AaX 0,0 AbX 16 1,3 AaX 0,0 BbX 0,3 AabX 0 0,0 AaX 0,0 AaX 0,3 AaX Suelo 8 0,3 AaX 0,0 AaY 1,0 AaX 16 0,0 AaY 0,3 AaX 0,0 AaX * Prueba de la mínima diferencia significativa. Letras iguales indican promedios estadísticamente iguales (p ≤ 0,10).

Letras mayúsculas (A y B) para la comparación entre el número de hojas por estaca a un mismo nivel de substrato y un mismo nivel de la lesión de la estaca. Letras minúsculas (a y b) para la comparación entre la longitud de la lesión de la estaca a un mismo nivel de substrato y un mismo nivel de hojas por estaca. Letras mayúsculas (X e Y) para la comparación entre los dos substrato a un mismo nivel de hojas por estaca y a un mismo nivel de lesión de les estaca

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Por otra parte, la eliminación de las hojas de las estacas de ixora parece desfavorecer la producción de raíces, de allí que esta planta ornamental debería propagarse con estacas con 8 o 16 hojas. La propagación en agua tiene la ventaja que ocupa menos espacio que la propagación en bolsas con tierra y las botellas de vidrio pueden utilizarse indefinidamente, por otra parte, el riego no es necesario cuando el medio de enraizamiento es agua, lo que hay que cambiar el agua de las botellas al menos una vez por semana y con el enraizamiento en agua se pueden observar fácilmente cuales estacas tienen la cantidad de raíces necesarias para la siembra, todos estos elementos implicarían una reducción de los costos de producción. Una vez que la estaca ha enraizado en la botella de vidrio, se puede transferir a una bolsa con tierra para cumplir con el proceso de crecimiento o pueden ser sembradas directamente en el sitio definitivo, pero al respecto hace falta mayor investigación.

LITERATURA CITADA Devlin, R. M. 1980. Fisiología Vegetal. Tercera

Edición. Traducido por X. Llimosa Ediciones Omega, S. A. Barcelona, España. 517 p.

Gilman, E. F. 1999. Ixora coccinea. Fact Sheet FPS-

291. Environmental Horticulture Department, Florida Cooperative Extension Service, Institute of Food and Agricultural Sciences, University of Florida. 3 p.

Hartmann, H. T.; D. E. Kester y F. T. Davies Jr. 1993.

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Keeler, G.; K. Gabel y R. Schoellhorn. 2003. Ixora for South Florida. Publication ENH 955, Environmental Horticulture Department, Florida Cooperative Extension Service, Institute of Food and Agricultural Sciences, University of Florida. 3.

Montaño-Mata, N. J. y R. Díaz-López. 1996. Efecto

de la aplicación del ácido-α-naftalenacético en el enraizamiento de estacas “adultas” de ixora roja enana (Ixora coccinea L.). Revista Saber Vol 8. Suplemento. Memorias del III Congreso Científico de la Universidad de Oriente. Maturín, estado Monagas del 03 al 07 de noviembre de 1996. p. 89-90.

Monteath, S. A. F.; V. F. Veiga Júnior; A. C. Pinto;

A. Echevarria y M. A. M. Maciel. 2000. Constituintes químicos das flores de Ixora coccinea. In 23 Reunião Anual da Sociedade Brasileira de Química del 23 a 26 de maio de 2000 na cidade de Poços de Caldas, Minas Gerais, Brasil.

Salisbury, F. B. and C. W. Ross. 1978. Plant

Physiology. Second Edition. Wadsworth Publishing Company, Inc. Belmont, California, U. S. A. 422 p.

Steel, R. G. D. and J. H. Torrie. 1980. Principles and

procedures of statistics. A Biometrical Approach. Second Edition. McGraw-Hill Book Company, New York, U. S. A. 633 p.

Sympson, R. 2002. Low-growing plants; dwarf ixora;

mexican heather; liriope; lantana; mexican petunias; porterweed; scarlet milkweed. The Florida Garden. http://www.ronsympson.com/generic47.htm. (Última visita: 27 de octubre de 2004).

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Efecto de sistemas de preparación de suelos sobre algunas propiedades físicas del suelo y biométricas en yuca (Manihot esculenta Crantz) en Llanos Altos de Monagas

Effect of soil preparation systems on some soil physical properties and biometric properties in cassava in

Monagas High Plains

Editor J. Rivas*; Ennodio Velásquez y Jesús Tenías Tenías

Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Maturín, Monagas. E-mails: [email protected]; [email protected] y [email protected]. *Autor para correspondencia

RESUMEN

El experimento fue instalado en la localidad de San Jaime, Estado Monagas, en un suelo Grossarenic Paleustults con la finalidad de evaluar algunas propiedades físicas del suelo y propiedades biométricas de la yuca con diferentes sistemas de labranza. Para la realización de este trabajo se utilizaron cuatro sistemas de preparación de suelo: Siembra directa, rastra (cuatro pases de rastra), cincel (dos pases cruzados) y cincel + rastra (dos pases de cincel cruzados seguido de dos pases de rastra). Las evaluaciones biométricas las constituyeron el rendimiento de raíces, diámetros de tallo y número de raíces totales, y las físicas fueron hechas en las capas de 0,0 – 0,10m, 0,10 – 0,20m y 0,20 – 0,30m tomando como referencias las variables densidad aparente, macroporosidad y resistencia a la penetración del suelo. El rendimiento de raíces en la siembra directa (25.739,6 kg/ha) fue más alta en comparación con los demás sistemas evaluados. El diámetro de tallo fue más alto con la rastra (2,7cm) y el número de raíces totales fue superior en el sistema cincel + rastra (5,5). La densidad aparente presentó, estadísticamente, un comportamiento similar y un valor máximo en los sistemas siembra directa, cincel + rastra y rastra. Igual situación presentaron los sistema rastra, cincel y cincel + rastra con el % de macroporos. La resistencia a la penetración del suelo fue superior en la siembra directa seguido del cincel + rastra, rastra y cincel. Palabras clave: Labranza, yuca, rendimiento, densidad aparente, resistencia a la penetración

ABSTRACT The experiment was installed in the town of San Jaime, Monagas State in a Grossarenic Paleustults soil, in order to evaluate some soil physical properites and biometric properties in cassava, using differents soil tilling systems. For the realization of this work, four systems of soil preparation were used: direct seeding, harrow (for harrow passes), chisel (two crossed chisel passes) and chisel plus harrow (two crossed chisel passes, followed by two harrow passes). The biometric evaluations were: root yield, shaft diameter and number of total roots; the physical evaluations were made in the layers of 0.0-0.10m, 0.10-0.20m and 0.20-0.30m, taking as reference the following variables: apparent density, macroporosity and penetration resistance. The yield of roots in the direct seeding (25,739.6 kg/ha) was higher in comparison with the other evaluated systems. The shaft diameter was higher when using the harrow (2.7cm) and the number of total roots was superior in the chisel plus harrow system (5.5). The apparent density showed a similar statistically behavior and a maximun value in the systems direct seeding, chisel, chisel plus harrow and harrow. The same behavior presented the systems harrow, chisel and chisel plus harrow in relation to the % of macropores. The penetration resistance was superior in the direct seeding, followed by chisel plus harrow, harrow and chisel. Key words: Tillage, cassava, yield, apparent density, penetration resistance.

INTRODUCCIÓN

Los sistemas de labranza tienen por finalidad crear condiciones favorables en el suelo para un mejor desarrollo de los cultivos. No obstante, la aplicación de ellos sin tomar en consideración las condiciones edafo-climáticas del lugar, la naturaleza del cultivo y su manejo, pueden generar daños en la productividad de los cultivos. (Klute, 1982, Tormena et al 2004).En las regiones tropicales, los sistemas de

preparación de suelos con una mínima disturbación, propenden a mantener en la superficie una cantidad apreciable de residuos, los cuales controlan los procesos erosivos, reduciendo la degradación del suelo, y generando, por ende, un mejoramiento del medio ambiente (Lal, 2000). Estos sistemas representan una alternativa viable desde el punto de vista económico y conservacionista en el cultivo de la yuca (Oliveira et al, 2001).No obstante, otros autores afirman que estos sistemas de labranza producen

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compactación en las capas superficiales, agregando además, que los cultivos de raíces tuberosas son sensible a este fenómeno, debido a baja tasa de difusión de oxígeno presente en el subsuelo (Klepker y Anghinoni, 1995).

En el Estado Monagas, la yuca es un cultivo

que se siembra frecuentemente en los suelos arenosos de las sabanas bien drenadas del sur-oeste de Maturín, los cuales son bajos en nutrientes y materia orgánica y altamente susceptibles a la erosión hídrica y eólica (UDO, 1981). Actualmente la superficie sembrada de yuca en los llanos altos de Monagas es de aproximadamente 10.000 ha, bajo un sistema de preparación de suelos con rastra el cual, en el mejor de los casos, alcanza hasta cuatro pases por hectárea. Esta situación de preparación de suelos se realiza para eliminar las malezas y crear condiciones favorables en el suelo para la emergencia de las plántulas, pulverizando el suelo y contribuyendo a su degradación (Guevara, 2002). El objetivo de este estudio fue evaluar algunas propiedades físicas del suelo y propiedades biométricas de la yuca bajo diferentes sistemas de labranza, en un Ultisol de los llanos altos de Monagas.

MATERIALES Y MÉTODOS

El experimento fue instalado en un área aledaña al caserío de San Jaime ( N 9o 39,5´; E 63o 15´) al sur-oeste de Maturín, durante el año agrícola 2002-2003, en un suelo Grossarenic Paleustults (MARNR,1983). El clima de la región presentó una precipitación y evaporación anual de 1.304,1 y 2.281,1mm respectivamente, y una temperatura media anual de 27.5oC (Marcano, 2003). Antes de la implementación de los sistemas de preparación de suelo, se realizó una caracterización química en el horizonte Ap, en el cual la clase textural es arenosa, pH 5,0; 20,0 ppm de fósforo, 47 ppm de potasio, 100 ppm calcio y 22 ppm de magnesio. El fósforo y el potasio se determinaron por el método de Bray N°1, y el calcio y magnesio por Morgan modificado. Los tratamientos utilizados fueron los siguientes: rastra (4 pases con una rastra de 24 discos), cincel (2 pases cruzados a una profundidad aproximada entre 0,25m – 0,30m), cincel más rastra (dos pases cruzados de cincel a una profundidad aproximada entre 0,25m – 0,30m seguido de dos pases de rastra) y siembra directa. Cada parcela experimental presentó un área de 60m2 y el diseño experimental utilizado fue en

parcelas divididas con tres repeticiones en el cual la parcela principal la constituyeron los sistemas de preparación del suelo y las subparcelas las profundidades de evaluación ( 0-0,10m; 0,10 – 0,20m y 0,20 – 0,30m)..

El experimento se estableció sobre la

vegetación natural del lugar. Una semana antes de la siembra se pasó rotativa en el área experimental, a los fines de establecer las parcelas principales y seguidamente dar inicio el rastreo, subsolado y aplicación del herbicida Glyfosato (4,0 l/ha) en las parcelas de siembra directa. La variedad de yuca utilizada fue la denominada “Pata e’ coítora”, sembrada en posición inclinada a una profundidad de 0,10m y con una fertilización básica a razón de 56 kg/ha de N, 56 kg/ha de P2O5 y 56 kg/ha de K2O, de acuerdo al análisis de suelo. El espaciamiento entre hilo fue de 1,0m y entre plantas de 0,8m, para obtener una población de 12.500 plastas /ha.

A los seis meses de establecido el ensayo, se determinó la densidad aparente, macroporosidad y resistencia a la penetración en muestras de suelo no disturbadas de suelos, tomadas en el centro de las capas de 0,0 – 0,10m; 0,10 – 0,20m y 0,20 – 0,30m en cada parcela experimental, utilizando un toma muestra Uhland para determinar estos parámetros (se realizó un punto de muestreo por parcela experimental); El procesamiento en el laboratorio se realizó a través de la metodología propuesta por Pla (1983). La resistencia a la penetración se llevó a cabo con un penetrómetro de impacto de punta cónica 3,80 cm2. En cada parcela experimental se hicieron dos evaluaciones de resistencia a las profundidades señaladas anteriormente, y un valor promedio de estas medidas fue tomado como representativo de cada parcela.

Con relación a las variables biométricas (rendimiento de raíces tuberosas, número de raíces totales y diámetro del tallo), las mismas fueron evaluadas en el momento de la cosecha, tomando para su estudio 20 plantas por parcelas. A través del análisis de la varianza se comparó el efecto de los sistemas de preparación del suelo en cada profundidad sobre cada variable biométrica determinada. La comparación de medias se hizo mediante la prueba de rangos múltiples de Duncan al 1 y 5% de probabilidad. El paquete estadístico utilizado fue el SAS (1999).

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RESULTADOS Y DISCUSIÓN Evaluación biométrica en el cultivo de yuca

El cuadro 1 refleja los promedios de las variables rendimiento, diámetro del tallo y número de raíces totales.

Con relación al rendimiento, este no presentó

significación en el ANAVAR (p 0,05). El promedio general fue 24.468,7 kg/ha. Resultados similares fueron reportados por Zamorano et al (2001). El sistema de siembra directa produce una mejor retención de humedad y a la estratificación de nutrimentos aplicados al suelo (Spain et al, 1996; Allmaras et al, 1985). Resultados disímiles fueron reportados por Oliveira et al (2001), en el cual el sistema de mínima preparación y el convencional produjeron mejor rendimiento que la siembra directa, en un suelo Typic Hapludults de la región noroeste del Paraná, Brasil.

El diámetro de tallo y el número de raíces

totales no resultó significativo (p 0,05) en el

ANAVAR, los promedios fueron 2,6 cm y 5,4 raíces, respectivamente. Resultados similares fueron reportados por Filho et al (2003). Evaluación de las propiedades físicas del suelo

La interacción labranza * profundidad no resultó significativa (p > 0,05) en las variables densidad aparente, macroporosidad y resistencia a la penetración.

El cuadro 2 muestra que la densidad aparente

en los sistemas de preparación de suelos: siembra directa, cincel + rastra y rastra fueron superiores al cincel (p ≤ 0,05). Esta situación, probablemente, está asociada al grado de confinamiento superficial generado por el número de pasadas de la maquinaria en el caso de los sistemas que producen disturbación del suelo, y al no laboreo de la siembra directa. Afirmaciones similares fueron reportados por Tormena et al (1998b), Stone et al (2001). Menores valores de densidad aparente debido a la poca intensidad de laboreo con labranza convencional fueron reportados por Bonari et al (1995).

Cuadro 1. Efecto de los sistemas de labranza sobre el rendimiento, diámetro del tallo y número de raíces totales de la

yuca (Manihot esculenta Crantz). Sistemas de labranza Rendimiento (Kg/ha) Diámetro del tallo (cm) Número de Raíces Totales

Rastra 24.770,8 2,7 5,4 Cincel 22.312,5 2,4 5,1 Cincel + rastra 25.052,0 2,6 5,5 Siembra directa 25.739,6 2,6 5,4 Promedios 24.468,7 2,6 5,4

Cuadro 2. Efecto de diferentes sistemas de labranza sobre la densidad aparente (Mg/m3) en yuca (Manihot esculenta Crantz).

Sistemas de labranza

Profundidad (m) Promedios 1/ 0-0,10 0,10-0,20 0,20-0,30

(Mg/m3) Siembra directa 1,35 1,56 1,54 1,48 a Cincel+ Rastra 1,38 1,55 1,47 1,47 a Rastra 1,41 1,47 1,51 1,46 a Cincel 1,33 1,44 1,46 1,41 b 1/ Medias seguidas de la misma letra no son significativamente diferente para la prueba de Duncan (p ≤ 0,05)

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En el cuadro 3 se presentan los valores promedios de macroporosidad por sistemas de labranza. Se destaca en el Cuadro que los sistemas que disturbaron el suelo generaron mayor porcentaje de macroprosidad (p 0,05) que la siembra directa. Estos resultados están en concordancia con los obtenidos por Tormena et al (2002) y Spera et al (2004).

En los suelos con espesores de arenas

superiores a 0,50m y muchos días secos en la época de lluvias, valores altos de macroporos con relación a los microporos producen déficit humedad en el suelo que para el cultivo de la yuca es crítico los primeros tres meses y a los cinco meses de sembrado.

Se han realizado estudios en suelos arenosos (Nacci et al, 1997) en el cual la tendencia a hacer más denso al suelo ha ayudado a disminuir la proporción de macroporos y por ende, a incrementar los niveles de microporos. En consecuencia, en estas sabanas arenosas sería muy beneficioso realizar una

mínima alteración del suelo a los fines de mejorar sus propiedades hídricas.

Con relación a la resistencia a la penetración

del suelo, el Cuadro 4 muestra valores promedios en cada sistema de preparación de suelo.

El efecto de los sistemas de labranza sobre esta variable no fue significativo (P > 0,05), el promedio general fue 0,64 MPa. Resultados diferentes fueron reportados por otros estudios (de María et al, 1999; Rivas, et al, 1998; Tormena et al, 2002; Watanabe, 2001; Reyes et al, 2002). La resistencia a la penetración del suelo se incrementó con la profundidad del suelo, este incremento, probablemente, se debe a una densificación de las capas por efecto del desecamiento (Da Silva et al, 2004, Tormena et al, 2002).

No obstante, el sistema siembra directa obtuvo un alto rendimiento en raíces, ya que el valor promedio (0,69 MPa) de este sistema, esta por debajo del valor crítico de 2.0 MPa (Bengough et al, 2004b).

Cuadro 3. Efecto de diferentes sistemas de labranza sobre la macroporosidad del suelo (%v/v) en yuca (Manihot

esculenta Crantz). Sistemas de labranza

Profundidad (m) Promedios 1/ 0-0,10 0,10-0,20 0,20-0,30

(% v/v) Rastra 25,0 24,1 23,0 24,0 a Cincel 24,0 25,5 22,4 24,0 a Cincel+ Rastra 22,0 20,7 21,5 21,4 a Siembra directa 18,0 18,6 18,0 8,2 b 1/ Medias seguidas de la misma letra no son significativamente diferente para la prueba de Duncan (p ≤ 0,05)

Cuadro 4. Efecto de diferentes sistemas de labranza sobre la penetración del suelo (MPa) en yuca (Manihot esculenta Crantz).

Sistemas de labranza

Profundidad(m) Promedios 0-0,10 0,10-0,20 0,20-0,30

(MPa) Siembra directa 0,26 0,91 0,91 0,69 Cincel + Rastra 0,21 0,89 0,82 0,64 Rastra 0,20 0,77 0,89 0,62 Cincel 0,16 0,74 0,85 0,59 Promedios 0,21 0,83 0,87 0,64

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CONCLUSIONES 1. Los sistemas de labranza: rastra; cincel; cincel +

rastra y siembra directa produjeron iguales rendimientos de raíces, número de raíces totales y diámetro del tallo, con valores promedios de 24.468,7 kg/ha; 5,4 raíces y 2,6 cm, respectivamente.

2. La densidad aparente y la macroporosidad en el

análisis de la varianza resultaron significativos. En este sentido, en la variable densidad aparente la rastra, cincel + rastra y siembra directa se comportaron de manera similar, presentando un mayor valor que aquella del cincel. Por otra parte, con la macroporosidad los sistemas rastra, cincel y cincel + rastra. Reflejaron igual comportamiento, mostrando un valor mayor a aquel de la siembra directa. Con relación a la resistencia a la penetración del suelo, los cuatro sistemas presentaron resultados similares con un promedio general de 0,64 MPa.

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Evaluación terramecánica del crecimiento radical en un suelo ultisol de sabana del Estado Monagas, Venezuela

Terramechanic evaluation of the root growth in an ultisol soil of savanna of the Monagas State of Venezuela

Américo J. Hossne G.

Departamento de Ingeniería Agrícola, Escuela de Ingeniería Agronómica, Universidad de Oriente. Dirección de

correos: Américo Hossne, Apartado Postal 414, Maturín, Monagas, Venezuela 6201-A. Email: [email protected]

RESUMEN

Es un concepto generalizado que las densidades aparentes (N, S) del suelo son índices del crecimiento radical al considerar que las raíces crecen a través de los espacios interpartículas y que los suelos compactados, sin referencia comparativa con la humedad, ofrecen resistencia. Esto ha conllevado a considerar que el impedimento primordial en el desarrollo radicular es la compactación. Los índices mecánicos del suelo son pocos o casi nunca nombrados para los suelos agrícolas, a menos que se trate de tracción. El objetivo general se basa en evaluar las condiciones mecánicas y físicas de los suelos de sabana con el fin de producir informaciones contribuyentes a esclarecer el proceso del crecimiento radical. Los objetivos específicos consistieron en: (a) relacionar los esfuerzos ejercidos por las raíces desarrollados en su crecimiento y la resistencia mecánica del suelo estudiado y (b) evaluar las condiciones físicas y mecánicas del suelo y su influencia en el desarrollo radical. La metodología se basó en los métodos de Mecánica y Física de Suelo para evaluar algunos índices físicos, el Aparato Triaxial para evaluar la tensión cortante y la evaluación de los esfuerzos radicales versus resistencia edáfica en el proceso de crecimiento radical por análisis bibliográfico. El análisis de regresión fue utilizado para interpretar la variancia entre los parámetros. Entre los resultados: (1) se estableció la tensión cortante del suelo, (2) se registraron valores comparativos de las cargas axiales de las raíces y las resistencias del suelo que inhiben su crecimiento con los valores de la tensión cortante en función de la humedad (w), los límites de consistencia y la capacidad de campo, y (3) la importancia de algunos componentes texturales y materia orgánica. Se concluye: (a) la humedad edáfica influye en la penetrabilidad radical, el cual disminuye las acciones de resistencia de los parámetros físicos y terramecánicos; (b) la raíz crece, de acuerdo a la sección de área, a través del suelo por donde haya menor resistencia, o cizallando el suelo en donde la tensión axial radical sea al menos mayor a la resistencia del suelo, en donde las masas de suelos posiblemente colapsan una frente a la otra o que el crecimiento radial produce apertura lateral favoreciendo el crecimiento radial, y (c) la acción de crecimiento de las raíces aumentan su tensión axial al aumentar la resistencia del suelo con un valor crítico de 2.343,2 kPa para un 20,78 % de crecimiento. Estos suelos ejercen una resistencia menores a los 0,5 MPa en el rango de la capacidad de campo. Palabras clave: Resistencia mecánica del suelo, tensión axial, límites de consistencia, humedad edáfica.

ABSTRACT It is a widespread concept that the apparent densities (N, S) of the soil are index of radical growth when considering that the roots grow through the interparticle spaces and that the compacted soil, without comparative reference of the soil humidity, offer resistance. This has borne to consider that the primordial impediment in the radical development is soil compaction. The mechanical soil indexes are few or hardly ever mentioned for the agricultural soils, unless it is a question of soil traction. The general objective is based on evaluating the mechanical and physical conditions of the savanna soils with the purpose of producing contributing information to clarify the process of the radical growth. The specific objectives consisted in: (a) to relate the efforts exercised by the roots developed in their growth and the mechanical resistance of the studied soil and (b) to evaluate the physical and mechanical conditions of the soil and their influence in the radical development. The methodology was based on the methods of Soil Mechanics and Soil Physics to evaluate some physical indexes, the Apparatus Triaxial to evaluate the shear tension and the evaluation of the efforts versus soil resistance in the process of radical growth obtained bibliographically. The regression analysis was used to interpret the variance among the parameters. Among the results: (1) the soil shear tension was established, (2) comparative values of the axial loads of the roots and soil resistances that inhibit its growth with the values of the shear tension as a function of the soil humidity (w), the limits of consistency and the field capacity, and (3) the importance of some textural components and organic matter. It is concluded: (a) the soil humidity influences radical penetrability, which diminishes the actions of the physical and terramechanic parameters resistance; (b) the root grows, according to the area section, through the soil where there is

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smaller resistance, or shearing the soil where the radical axial tension is at least bigger to the soil resistance where the soil masses possibly collapse one in front of the other or that the radial growth produces lateral opening favoring the radial growth, and (c) the root growth action increases its axial tension when increasing the soil resistance with a critical value of 2,343.2 kPa for 20.78% of growth. These soils exercised a resistance minor to the 0.5 MPa in the range of the field capacity. Key words: Soil mechanic resistance, axial tension, consistency limits, soil moisture. .

INTRODUCCIÓN

El entendimiento del proceso fisiológico y biofísico del crecimiento radicular de las plantas en los suelos, podría proveer resultados para evaluar la selección de plantas con sistemas radicales que mejor se adapten a condiciones particulares (Bengough et al 2004b). Es muy creído que en las áreas de sabana, el desarrollo radicular es impedido por la compactación de estos suelos que pueden comprimirse hasta por si mismo debido a los cambios de humedad, la influencia de la temperatura y el abandono del suelo después de la cosecha a la inclemencia del medio sin cobertura viva. La densidad aparente seca (S) es un índice de compactación o porosidad aerífera. Se le ha considerado como un índice de penetrabilidad radical. Un axioma generalizado es que las raíces crecen a través de los espacios interpartículas y que por lo tanto los suelos compactados ofrecen resistencia. Lutz (1952) enfatizó que existía un gran vacío en el conocimiento sobre impedimentos mecánicos y el crecimiento de las plantas.

Los estudios de la resistencia al cizalleo de

los suelos agrícolas por efecto de la presión radical han sido poco incursionados, posiblemente debido a la aceptación generalizada que el crecimiento de las raíces es contrarrestado por la compactación y que crecen al través de los intersticios edáficos. Al respecto, Martino y Shaykewich (1994) establecieron que la resistencia de 2000 kPa del suelo es crítica para la penetración radical y que es independiente de la textura; sin embargo, en la mayoría de los casos con resistencias mayores de 2000 kPa, las raíces son capaces de crecer utilizando los canales bióticos, los espacios y las heterogeneidades de la estructura del suelo. Zou et al (2001) concluyeron que la elongación radical decrece exponencialmente con el aumento de la resistencia del suelo cuando el potencial mátrico se mantiene constante y los poros aeríferos son mayores de 0,20 m3 m-3, y que esta relación era independiente de la textura del suelo y para una resistencia de 1300 kPa la elongación máxima se redujo a la mitad. Como comparación con las cargas ejercidas por las raíces según Pfeffer (1893), compilado por Gill y Bolt (1955) y Misra et al (1986), citado por Martino y Shaykewich (1994), la presión máxima que una raíz

puede ejercer está restringida alrededor de 700 a 1300 kPa en la dirección axial y de 400 a 600 kPa en la dirección radial. Bengough et al (2004b) encontraron que las raíces pueden ejercer presiones de 1 MPa lo cual es alrededor de cinco veces más que la presión en los neumáticos de vehículos y que la tensión en las paredes de las células en expansión excede los 100 MPa, dos veces mayor que la tensión en las paredes del neumático. Nadian (2002) trabajando con T. alexanderium mostró que el tamaño de los agregados afecta el crecimiento de las raíces y plántulas. Poco se referencia la importancia de la humedad del suelo para el desarrollo radicular con respecto a la resistencia del suelo, al respecto Coder (2000) establece que el requerimiento de agua para el desarrollo radical debe tener un mínimo del 12 % y un máximo del 40 %. El objetivo consistió en analizar la influencia de la humedad, la densidad aparente, la cohesión aparente y el ángulo de fricción interna en la resistencia del suelo al crecimiento radical. Los objetivos específicos consistieron en: (a) relacionar los esfuerzos ejercidos por las raíces desarrollados en su crecimiento y la resistencia mecánica del suelo estudiado y (b) evaluar las condiciones físicas y mecánicas del suelo y su influencia en el desarrollo radical.

MATERIALES Y MÉTODOS

El muestreo para realizar las pruebas en el triaxial se realizó en suelos de sabanas de Jusepín, estado Monagas, situada a 147 m.s.n.m. con coordenadas geográficas de 9º 41´ 33” de latitud Norte y 63º 23´ de longitud Oeste; con una precipitación media anual de 1127 mm. En el área predomina una vegetación típica de sabana: Chaparro (Curatella americana (Dilleniaceae)), Manteco (Byrsonima crassifolia (Malpighiaceae)), Mastranto (Hyptis suaveolens (Lamiaceae)), Gramíneas, Ciperaceas, etc.). El área de trabajo seleccionado dentro de la Unidad II de suelo en estudio, pertenece a las condiciones de un Ultisol de sabana y al grupo de los Oxic Paleustult Isohipertérmic, en condiciones de suelo virgen. Los componentes físicos se muestran respectivamente en el Cuadro 1.

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El muestreo estratificado se basó en el trabajo realizado por Espinoza (1970), donde se practicó una estratificación de los suelos presentes en la Estación Experimental de sabana de la Universidad de Oriente, en Jusepín, en el cual el estrato que corresponde a la Unidad Maturín está clasificado como Unidad II con textura superficial franco arenosa, comprendida en una superficie aproximada de 55 ha. Se abrieron 20 calicatas para la recolección de las muestras y se conformó como una muestra compuesta. La recolección de las muestras y ubicación del sitio para el estratificado se realizó apoyado en el método de muestreo aleatorio simple. En cada uno de las áreas de muestreo se realizó un muestreo en los horizontes comprendidos entre 0,0 – 0,15, 0,15 – 0,30, 0,30 – 0,45 y 0,45 – 0,60 m de profundidad, tomando muestras al azar del mismo. Para el análisis en el triaxial, las muestras se conformaron como una muestra combinada.

Estadísticamente el análisis de regresión es utilizado para interpretar la variancia entre los parámetros evaluados. Las pruebas triaxiales se realizaron en el Laboratorio de Ensayo de Materiales de la Universidad de Oriente, Ciudad Bolívar, estado Bolívar.

La información sobre la resistencia del suelo

al crecimiento de la raíz, la penetración radical y la tensión radical axial, fueron obtenidas de una amplia revisión bibliográfica relacionadas con los impedimentos para el desarrollo radical.

RESULTADOS

La Figura 1 muestra la penetración radical

(%) y la tensión axial (kPa) de las raíces con respecto

a la resistencia del suelo. Se observa que al aumentar la resistencia del suelo, la tensión axial compresiva ejercida por la raíz, aumenta de tal forma que produce un crecimiento radical semi constante hasta tender a cero en donde la resistencia del suelo está entre los 2000 y 3000 kPa. El crecimiento cae rápidamente un 50 % hasta alrededor de los 500 kPa de resistencia edáfica; luego, se mantiene aproximadamente constante hasta los 1500 kPa, y de aquí el crecimiento cae rápidamente hasta la paralización para una resistencia de 2500 kPa del suelo. A partir de los 1500 kPa, la tensión de la raíz empieza a aumentar. Las curvas de la penetración radical y la tensión axial se cruzan en un punto, para esta intersección se obtiene un polinomio de tercer grado, que al resolverlo produce dos raíces complejas y una real igual a 23,432 102 kPa de resistencia del suelo para el cual la penetración radical es del 20,78 % y la tensión radical axial es de 20,78 102 kPa. El análisis de regresión lineal de la tensión radical axial versus la resistencia del suelo produce un r2 de 56,32 % y un valor crítico de F de 0,0013 para una significación del 0,05 y la ecuación de regresión A = 0,579*Re + 3,965 para una probabilidad de 0,0013 para la variable y 0,036 para el intercepto. El análisis lineal de la penetración radical versus la resistencia del suelo produce un r2 de 70,93 % y un valor crítico de F de 8,17E-05, para una significación del 0,05 y la ecuación de regresión Pe = -2,01*Re + 71,357 para una probabilidad de 8,17E-05 para la variable y 3,90E-10 para el intercepto.

La Figura 2 muestra la franja de la capacidad

de campo, índice de marchitez y límite líquido para un suelo Ultisol de sabana, relacionándola con la tensión cortante. Se produce el área friable alrededor del límite plástico, en donde el índice plástico es alrededor entre 3,59 y 5,78 (Salazar, 1999; Hossne,

Cuadro 1. Distribución del tamaño de partículas en el perfil del suelo estudiado. Suelo de sabana Ultisol del Estado Monagas, Venezuela

Profundidad Arena muy

gruesa

Arena gruesa

Arena media

Arena fina

Arena muy fina

Limo Arcilla

cm % 0 - 15 0,22 2,91 12,18 39,13 13,93 19,43 12,20

15 - 30 0,52 2,23 11,07 41,09 10,51 18,38 16,20 30 - 45 0,30 2,46 10,30 34,56 12,58 21,60 18,20 45 - 60 0,33 2,64 10,84 30,69 14,63 20,67 20,20

Tamaño promedio de las Partículas

(mm)

1,41

0,72

0,37

0,15

0,07

0,02 a

0,002

Menor a

0,0002

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100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

3 5 7 9 11 13 15 17 19

HUMEDAD EDÁFICA %

(

kN/m

2)

LC LL LP

CC

IM

Figura 2. Tensión cortante () en kN/m2 (kN/m2 = kPa) para diferentes tensiones de compresión (3) en kN/m2 con

respecto a la humedad, en relación con el límite líquido (LL), la capacidad de campo (CC), el límite de contracción (LC) y el índice de marchites (IM) de un suelo ultisol del Estado Monagas

Pe = -0,0264Re3 + 0,9477Re

2 - 10,417Re + 86,271

R2 = 0,9379

A = 0,0064Re3 - 0,1937Re2 + 1,731Re + 3,5361

R2 = 0,8286

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28

Resistencia del suelo en 102 kPa

Pen

etra

ción

rad

ical

%

Ten

sión

rad

ical

axi

al 1

02 k

Pa

Figura 1. Penetración radical en porcentaje (------) y la tensión axial radical en 102 kPa (–––) relación con la resistencia del

suelo en 102 kPa.

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2004 y Salazar, 2001a). Los máximos valores de se encuentran en el estado sólido, disminuyen rápidamente después del índice de marchites, estado friable y se reducen mucho más en el estado plástico, acercándose a cero en el límite líquido del suelo estudiado. El análisis de regresión para la relación 340 = f(w), produce un r2 de 0,98, error típico de 9,83; una probabilidad del modelo de 1,45E-57, una relación algebraica = 421,007 – 22,284*w con una probabilidad para los coeficientes de 1,93E-74 y 1,45E-57 respectivamente.

La Figura 3 muestra la relación entre la densidad aparente seca (S) y w a diferentes profundidades. Se observa la variación inversa de (S) versus w, la cual es mayor a la profundidad de 450 -600 mm. La humedad disminuye la compactación de los suelos en estudio.

DISCUSIÓN

Los parámetros terramecánicos cohesión aparente y ángulo de fricción interna conforman la estructura resistente del suelo (), los cuales varían con el contenido de materia orgánica, componentes texturales en donde es importante la presencia de arcillas, cationes intercambiables, el contenido de humedad del suelo, y en especial para los suelos agrícolas el zooplantum y el fitoplantum. La humedad edáfica produce variaciones dinámicas y rápidas en

los valores de . La Figura 1 muestra que después de los 2.343,2 kPa de resistencia del suelo el crecimiento radical es detenido con gran rapidez, para este valor el crecimiento radicular está en un 20,78 %, y para 2500 kPa el crecimiento se paralizaría por completo. Se puede observar que al aumentar la resistencia del suelo la tensión axial radical también aumenta. Estos resultados apoyan los encontrados por otros investigadores. En el rango de resistencia del suelo entre 700 kPa y 1700 kPa el crecimiento radical se mantiene aproximadamente en un 50 %. Relaciones al respecto presentadas por Gill y Bolt (1955) al revisar la publicación de Pfeffer (1893) que las plantas pueden ejercer presiones por encima de los 2500 kPa durante el crecimiento. Una presión alrededor de 700 kPa (7 bar) (700 kN/m2) (7 kg/cm2) es requerida para expandir una cavidad radical en un suelo suficientemente denso para paralizar la penetración radical. Esto es similar a la presión máxima que una raíz puede ejercer en crecimiento. Casi todas las raíces de algodón penetraron suelos con poca resistencia, pero la proporción desminuyó con el aumento de la resistencia, hasta que ninguna raíz penetró a una resistencia de 3000 kPa, indiferentemente si la alta resistencia fue causada por el aumento de la densidad seca o por la reducción en la humedad edáfica (ASAE, 1981). Existe información relacionada con la distribución de las raíces debido a la importancia asumida para un adecuado suministro de agua (Phene et al 1991; Sharp y Davies, 1988), citado por Liegens and Richner,

13,213,413,613,814,014,214,4

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30

humedad %

dens

idad

sec

a kP

a/m

0-150 mm

300-450 mm

150-300 mm

450-600 mm

Figura 3. Densidad aparente seca versus el contenido de humedad del suelo a las profundidades de 0-150, 150-300, 300-

450 y 450-600 mm.

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(2001). Sin embargo, las variaciones en la distribución en el plano horizontal de las raíces podría también influenciar el suministro de agua para la planta (Tardieu, 1988), citado por Liegens and Richner, 2001. Kaspar et al 1991, citado por Liegens and Richner, 2001, manifestaron que agronómicamente las variaciones horizontales de las raíces son importantes especialmente cuando concierne el tráfico de ruedas y la colocación de fertilizantes. Greacen (1981) citado por Cornish (1998) en su estudio comparando un suelo franco limoso con uno franco arenoso, ambos con una densidad aparente seca de 1,3 g/cm3, encontraron que el crecimiento de las raíces fue menor en el suelo franco limoso debido a su mayor resistencia. El secamiento reduce el crecimiento mayor en el suelo franco limoso que en el franco arenoso debido a que la resistencia del suelo aumentó a una mayor razón. Él también estableció que para una resistencia al penetrómetro de 3000 kPa a una profundidad de 300 mm, el crecimiento prácticamente se paralizó. Bengough et al (2004a) trabajando con maíz y guisantes establecieron que el diámetro de las raíces en un suelo franco arenoso con una resistencia a la penetración de alrededor 2000 kPa fue aproximadamente el doble para la de 500 kPa. Vepraskas et al (1986) encontraron una alta relación entre la tasa de elongación, el porcentaje de penetración y la concentración de raíces en la medida que se incrementó la resistencia mecánica desde valores de cero hasta 3200 kPa, indicando como valor crítico para el desarrollo de raíces, un índice de cono de 2800 kPa.

La Figura 2 muestra que los suelos franco arenosos de sabana en el proceso de falla no alcanzan a más allá de 1000 kPa y para las humedades en el rango de la capacidad de campo no llega a 800 kPa y entre 11 % y 12 % no pasa de los 600 kPa. Si el suelo se encuentra a bajas presiones como sucede en los 0,30 m de profundidad, la resistencia del suelo en ningún momento pasa de los 100 kPa. Esto podría inferir que el verdadero impedimento al crecimiento radical es el contenido de agua adecuado también exigido por la planta. Al respecto Bengough et al (2004b) trabajando con cebada y trigo en suelos arenosos encontraron que la resistencia del suelo es difícil de separarla del efecto del contenido de agua, y como resultado obtuvieron que al compactar el suelo decreció el crecimiento y la elongación de las hojas en minutos, luego el suelo fue saturado con una solución de nutrimentos aireada a la presión atmosférica y la resistencia del medio cambió. En el

rango de la capacidad de campo no hay resistencia alguna para el desarrollo radical. De acuerdo a Baver et al (1972) la tensión cortante para suelos sin consolidación aumenta linealmente con la humedad hasta un máximo cerca del límite plástico, y luego decrece a una cantidad muy baja al llegar al límite líquido. De acuerdo a la teoría de las películas de plasticidad, esto es esperado, ya que la tensión y cohesión máxima de una película ocurre cerca del contenido de humedad del límite plástico. La fuerza tensión-película en el límite líquido son muy pequeñas y el flujo es producido. Una vez que el suelo está en límite plástico hay poca fricción interna; consecuentemente, la tensión está en función de la cohesión de la película húmeda más que del límite plástico. En lo que la humedad se acerca al límite líquido la tensión cortante asume las propiedades de un flujo viscoso. La tensión cortante máxima es proporcional al índice plástico, como es de esperarse ya que la tensión cortante es función de la cohesión debido a la humedad. Cuanto más alto es el contenido de arcilla, mayor es la contribución de la cohesión a la resistencia.

Según Tardieu (1988), citado por Liegens and

Richner (2001), hay un menor consumo de agua cuando las raíces están agrupadas que cuando se encuentran distribuidas uniformemente. El maní es bastante sembrado en suelos tropicales semiáridos. Erráticas y limitadas lluvias limita la productividad en estas regiones, la carencia de agua durante la colocación de la semilla influencia altamente la productividad más que las sequías en las fases siguientes (Boot y Hammond, 1981; Negeswara et al 1985; Pallas et al. 1979). El efecto de la carencia de agua durante la fase vegetativa indican consecuencias mínimas en el crecimiento y rendimiento del maní (Ketring et al 1982; Reddy and Reddy 1977; Stansell et al. 1976; Stansell and Pallas 1976). Según Harris (1971) cuando se le aplica carga a un suelo, la mayor acción dentro del suelo es el arreglo de las partículas y la reducción en los poros, especialmente en los poros grandes. Este arreglo de las partículas y reducción de los poros, aumenta tanto la compactación como la cohesión del suelo. Esto se pone de manifiesto en la Figura 2 en la cual no se observa relación con la humedad. Compactación, humedad edáfica y crecimiento radicular

El índice de plasticidad es una medida de la cohesividad de un suelo, cuanto mayor sea su valor

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mayor la atracción entre las partícula. El ángulo de fricción interno disminuye al aumentar el índice de plasticidad. Este suelo es moderadamente plástico y un cambio de volumen es pequeño pero sucede. El término fracción gruesa del suelo engloba a las partículas mayores de 2 mm de diámetro. Este material se conoce también como gravas, clastos o esqueleto del suelo. Cuando esta fracción representa más del 40% del volumen de un suelo, éste se definiría como pedregoso o esquelético ISRIC, 1994, citado por Sanjurio (1999).

La variación de la densidad aparente inversamente proporcional con respecto a la humedad edáfica, fue demostrada por Hossne (1997a, 1997b, 1998, 1999, 2001, 2001a) para un suelo Ultisol. Esto muestra el proceso de compactación que experimentan los suelos con la variación de la humedad edáfica. La disminución de la densidad aparente al aumentar la humedad del suelo conlleva a una disminución de la compactación. La compactación de los suelos es una característica de los suelos exánimes, no son agrícolas, por manejos inadecuados, abandonados y expuestos a variaciones de humedad por tiempos largos. Se ha establecido que con muchas excepciones se consideran los valores de 1,55, 1,65, 1,80 y 1,85 g/cm3 para la densidad aparente seca, que causarían impedimentos severos en el crecimiento radical y el rendimiento, en suelos franco arcilloso, franco limoso, franco arenoso fino, y arenosos finos francos, respectivamente (ASAE, 1981); pero, no se dice nada del contenido de humedad edáfica.

Unger y Kaspar (1994) concluyen que las

condiciones del tiempo a través del agua del suelo que influencian la resistencia del suelo pueden mejorar o disminuir el efecto de compactación en el crecimiento radical. Aún si la compactación limita el crecimiento radical, los subsecuentes eventos de tiempo podrían mejorar o disminuir el efecto de las limitaciones radicales al crecimiento de las plantas. Oljaca (1994) concluyó que en suelos franco limo arcilloso pesados y livianos, que la compactación de los suelos es mayor cuando expuestos a rodamientos de hierros y que la penetración al penetrómetro para los rodamientos de hierros es del 22,31 % a 150 %, y para los rodamientos de gomas es del 20,05 % al 120,63 % en relación al suelo descompactado. Sin embargo, él no hace la observación que a medida que aumenta el índice cónico disminuye la humedad. La humedad registrada varió un 18,85 %, la resistencia a la penetración un 67,92 % y la densidad seca un 5,68

%. Se podría inferir la influencia de la humedad en la variación de la resistencia al penetrómetro. Veihmeyer y Hendrickson (1948) conclusivamente mostraron que el aumento en la densidad seca reduce el crecimiento de las raíces aún en suelos en donde la aireación no era problema. No se hace mención de la humedad. Los cultivos que crecen en áreas semiáridas y áridas del mundo en donde a menudo son sembrados cuando el suelo está por debajo de la capacidad de campo, pero aún suficiente para que germinen. El impedimento mecánico es función tanto de la densidad seca como del contenido de agua. Las capas con bajo contenido de agua algunas veces impiden el crecimiento de las raíces hasta que llueva (Taylor et al (1964)) o hasta que agua sea aplicada por riego. Cuando el agua es agregada, la resistencia del suelo disminuye y la penetración radical aumenta. Riego adicional que aumente el contenido disponible de agua aumenta el crecimiento inclusive en capas de alta resistencia (ASAE, 1981). El impedimento mecánico es más severo en áreas semiáridas en donde la materia orgánica es baja y el suelo se seca rápidamente (ASAE, 1981). Taylor y Burnett (1964) mostraron que al sembrar algodón, una capa de suelo inmediatamente debajo de la semilla fue compactada por el mecanismo de apertura y la bota sembradora; la semilla germinó y las raicillas penetraron la capa compactada, la que subsecuentemente se secó; durante el secamiento, el suelo se hizo resistente al aumentar la tensión cortante. Las raíces se expandieron lateralmente por arriba y debajo de la capa compactada, cuando la capa compactada fue humedecida por la lluvia, el diámetro radical pronto aumentó y lo que vivía de las plantas se recuperó. Taylor et al 1964b mostraron que los suelos aumentan en resistencia cuando compactados, y que el suelo compactado obtiene más resistencia cuando pierden agua. Taylor y Gardner (1963), citado por Unger y Kaspar (1994), mostraron que la resistencia del suelo es suficientemente grande para limitar críticamente la penetración de la raíz de algodón, y que se puede obtener aumentando la densidad aparente o disminuyendo el potencial mátrico del agua edáfica. Además de la densidad aparente y el contenido de humedad del suelo que afectan la resistencia del suelo, se incluye el contenido de arcilla y los cationes intercambiables (Mathers et al (1966), citado por Unger y Kaspar (1994). Lawton (1945) obtuvo un 65 % de reducción en el crecimiento radical del maíz en un suelo franco cuando el suelo fue compactado a baja porosidad de aireación de 37 % a 1,00 %.

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Braunack y Williams (1993) concluyen que el contenido inicial de la humedad es importante para determinar la resistencia del suelo y así su perturbación. Ellos introducen la expresión NCR = 377 – 14.7 * w para predecir la resistencia al penetrómetro normalizado (NCR) en kPa/cm en función de la humedad para el suelo en estudio. Según Baber et al 1972 la cantidad de agua disponible en el suelo afecta el crecimiento radical. Las raíces no penetran los suelos secos y la tasa de elongación disminuye al aumentar la tensión del agua edáfica. La presencia de sustancias tóxicas, tal como la presencia excesiva de aluminio soluble, restrigen el crecimiento radical. Dos factores principales en suelos compactados que afectan el sistema radical son la aireación y los impedimentos mecánicos. En otras palabras, la habilidad de las raíces para penetrar es función de la porosidad y la compresibilidad. Otra forma para contrarrestar la resistencia del suelo es con el agregado de materia orgánica. Esto se puede lograr con el uso de la labranza cero, rotación de cultivos, estercolar o aplicar otros materiales orgánicos (Unger y Kaspar, 1994). Ohu et al 1985, citado por Unger y Kaspar (1994) mostraron que al agregar materia orgánica disminuyó la resistencia a la penetración del suelo cuando es compactado.

La raíz crece a lo largo de las masas de suelo de menor resistencia, como por ejemplo los poros, y aumenta su acción de tensión axial proporcionalmente a la resistencia del suelo en acción cizallante de la masa de suelo que encuentre. Bengough et al (2004b) trabajando con arvejas encontraron que la presión de la raíces en suelos sin restricciones era la misma que en los suelos restringidos. Cuando la raíz en su crecimiento avanza, un número de masas del suelo, proporcional al volumen de la raíz, fallan al colapsar una en frente de la otra. Las componentes horizontales y verticales de la resistencia del suelo son cíclicas y en fase con cada una, con distintos valores de crestas y canales. Cuando la raíz avanza en la masa del suelo semiinfinito, causa fallas en intervalos periódicos. Cuando el suelo colapsa, la raíz se mueve en la masa de suelo colapsada que a su vez causa desplazamiento del suelo a lo largo de la raíz. Cuanto mayor sea la sección de área de la raíz, mayor es el número de fallas. Esto varía con el tipo de raíz, en especial aquellas que tienen componentes cálcicos en las puntas o terminales de la raíz. Esto expuesto es la forma como sucede en elementos de aperos que se aplican al suelo. Holloway y Dexter (1990) recomiendan el desarrollo de la labranza biológica con variedades de lombrices que son más activas en

condiciones secas o el uso de plantas con sistemas radicales que son mejores para penetrar los suelos compactados.

CONCLUSIONES

1. La cohesión aparente, el ángulo de fricción

interno, la densidad aparente, la humedad edáfica (la cual varía la magnitud inversamente proporcional de los anteriores) afectan el crecimiento radical. El suelo estudiado bajo condiciones adecuadas de humedad no ofrecería ninguna resistencia al desarrollo radicular. La resistencia de los suelos de sabana en el rango de la capacidad de campo no sería mayor de los 500 kPa. El valor crítico es del orden de 2.343,2 kPa para un 20,78 % de crecimiento. La mayor resistencia de estos suelos se encontró en el estado sólido con un límite contracción entre 4% y 5 % de humedad.

2. Como la densidad aparente, la cohesión aparente

y el ángulo de fricción interna son alterados inversamente proporcionales por la humedad edáfica, se puede inferir que la humedad edáfica es el factor fundamental en el crecimiento radical y que es el verdadero índice de penetrabilidad radical.

3. La raíz crece, de acuerdo a la sección de área, a

través del suelo por donde haya menor resistencia o cizallando la masa de suelo cuando de la raíz (radial o axial) sea mayor a la resistencia del suelo, las masas de suelos colapsan una frente a la otra.

4. Cuando se presentan valores de las densidades

aparentes, índices cónicos, la cohesión aparente y el ángulo de fricción interna deben estar acompañadas de la humedad edáfica, características texturales del perfil físico y el perfil químico del suelo en cuestión. Si es posible, la precipitación caída en el lugar bajo estudio.

5. La densidad aparente no se le debería considerar

el índice de penetrabilidad radical, sólo como un índice de porosidad aerífera o de compactación. Los efectos de los parámetros terramecánicos juegan gran importancia.

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AGRADECIMIENTOS

El autor desea expresar su agradecimiento al Consejo de Investigación de la Universidad de Oriente por el apoyo y financiamiento de esta investigación.

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Las rastras a discos, características ingenieriles, agronómicas y sus implicaciones físicas en el Nororiente de Venezuela

Disk harrows, engineering and agronomic characteristics and its physical implications in the northeast of

Venezuela

Américo J. Hossne G.

Departamento de Ingeniería Agrícola, Escuela de Ingeniería Agronómica, Universidad de Oriente. Dirección de correos: Américo Hossne, Apartado Postal 414, Maturín, Monagas, Venezuela 6201-A.

Email: [email protected]

RESUMEN Las rastras a discos son ampliamente utilizadas en todo la Zona Nororiental venezolana, tanto para la labranza primaria como para la secundaria. La rastra a discos es la configuración mecánica agrícola más popular en el campo de este País; es empleada para la labranza primaria, preparación de camas para la siembra, incorporación de cal, mezclado de fertilizante y suelo, siembra al voleo, corta fuegos, triturador, cortador e incorporado de restos vegetales, control mecánico de malezas, labores de cultivo, etc. El proceso convencional de preparación de suelos en la Zona Nororiental es producto de las condiciones climáticas; en donde no es posible contar con el tiempo oportuno operacional y la humedad óptima de preparación para realizar la labranza eficientemente. La labranza primaria no es realizada en las áreas de sabana debido al tiempo oportuno operacional, friabilidad y que el aporte agronómico no se justifica en estos suelos caoliníticos. El objetivo general consiste en la evaluación de las rastras a discos con el propósito de apreciar algunos parámetros ingenieriles y agronómicos que rijan su proceso en la toma de decisiones. Los objetivos específicos están conformados en: (a) Los ingenieriles de uso: requerimiento de tiro, requerimiento de potencia (P), humedad edáfica, densidad aparente, velocidad, capacidad efectiva, ancho de corte teórico (ACT), eficiencia, consumo energético, el peso por cuerpo (W/cuerpo) y profundidad de trabajo, y (b) Los agronómicos: la fertilización, control de malezas, rendimiento, mineralización de la materia orgánica, pH, control de plagas y enfermedades, erosión y enraizamiento. Entre los resultados ingenieriles se establece que la humedad edáfica para el laboreo debe estar cercana de la capacidad de campo, la eficiencia en 75 %, la capacidad efectiva en 1,79 ha/h, una velocidad de laboreo de 8,19 km/h, las rastras en V, tandem o excéntricas, son las más utilizadas, las rastras comprendidas entre 12 y 28 discos son las de mayor existencia y la humedad en conjunto con la profundidad de labranza influyen altamente en el requerimiento de potencia para los suelos de sabana; y entre los agronómicos: las rastras a discos son muy buenas en el control de malezas y muchas plagas y enfermedades, pero no así con otros parámetros. Se concluye que las rastras a discos: (a) favorecen un aumento de la densidad aparente, en especial bajo condiciones inadecuadas de uso, (b) la poca penetrabilidad del apero repercute en un bajo rendimiento, (c) son causantes de una alta erosión, (d) prácticamente no hay condiciones de friabilidad adecuadas para la labranza secundaria en las épocas establecidas y (e) las mejoras físicas producidas por las rastras de los suelos de sabana desaparecen y empeoran al caer las lluvias. Palabras Clave: Labranza cero, friabilidad, labranza primaria, PERT, tiempo oportuno de operación.

ABSTRACT

Disk harrows are broadly used in the whole Northeastern Venezuelan area, as much for the primary tillage as for the secondary. The disk harrows is the most popular agricultural mechanical configuration in the field of this Country; it is employed for the primary tillage, preparation of seed beds, incorporation of lime, blended of fertilizer and soil, seeding, fire trails, crusher, cutter and incorporation of vegetable remains, mechanical weed control, cultivation works, etc.. The conventional process of soil preparation in the Northeastern Area is product of the climatic conditions where it is not possible to have the operational opportune time and the good humidity of preparation to carry out the tillage efficiently. The primary tillage is not carried out in the savanna areas due to the timeliness factor, friability and that the agronomic contribution is not justified in these kaolinitic soils. The general objective consists on the evaluation of the disk harrows with the purpose of appreciating some engineering and agronomic parameters that govern its process in decisions taking. The specific objectives are conformed in: (a) The engineering uses: draft and power (P) requirement, soil humidity, apparent density, speed, effective capacity, efficiency, theoretical work width (ACT), energy consumption, weight per disk (W/disk) and work depth, and (b) The agronomic ones: fertilization, weed control, yield, mineralization of the organic matter, pH, plague and illnesses control, erosion, and root growing. Among the engineering results the soil humidity for tillage should be around between the field capacity and the plastic limit, the efficiency in 75%, the effective capacity in 1,79 ha/h, a tillage

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speed of 8,19 km/h, disk harrows in V, tandem or offset, are the one most used, disk harrows between 12 and 28 disks are the one with the greater existence, and the soil humidity together with the tillage depth influences highly in the requirement of power for the savanna soil. Among the agronomic ones: the disk harrow, are very good in weeds, illnesses and many plagues control, but it did not happened with other parameters evaluated. It is concluded that the disk harrow: (a) favored an increase of the apparent density, especially under inadequate conditions of use, (b) little penetrability of the harrow rebounds in a low yield, (c) they caused high erosion, (d) practically there are not appropriate friability conditions for the secondary tillage in the established times y (e) the physical improvements taken place by the disk harrows of the savanna soil disappear and worsen when falling the rains. Key words: No-tillage, primary tillage, friability, PERT, timeliness factor.

INTRODUCCIÓN

En 1943, cuando William Faulkner (1897-

1962; Premio Nobel de Literatura 1949) lanzó su crítica al arado en su libro Plowman’s Folly; recibió poco soporte de los científicos cuando dijo “Nadie ha avanzado razonamientos científicos del porqué arar” (Phillips y Young, 1973). La rastra a discos alcanzó su popularidad en la última parte del siglo 19 y las investigaciones sobre uso, aplicabilidad, diseño, etc. comenzaron alrededor de 1916. En los Estados Unidos durante los años 1950-1959 el arado convencional empezó a ser reemplazado por el arado a cincel, rastra a discos y otras formas de labranza (Phillips et al 1973). A pesar del avance significativo del control químico de las malezas, el diseño de sembradoras directas y la experticia de los agricultores, la siembra directa no produce siempre los rendimientos equivalentes al sistema convencional (Bodet et al, 1976; Colmes, 1976; Ellis et al, 1982) citados por Stengel et al (1984). Al contrario, como sucede en las áreas tropicales y semiáridas, el aumento de la densidad en los suelos puede presentar problemas serios durante la labranza, en particular en relación a la infiltración, aspereza, germinación, penetración radical, aireación, etc. (Aylmore y Sills, 1982).

Muchos estudios que envuelven prácticas tales como arado, cincelado y el dinamitado fueron conducidos desde los alrededores de 1800 hasta la mitad de los 1900. Esos estudios; sin embargo, a menudo dieron resultados inconsistentes e inconclusos (Unger y Kaspar, 1994). Esto ha sido atribuido a las propiedades de la capa arable en cuanto a transferencia de agua, aireación y el crecimiento radical inhibido por la compactación; sin embargo, los cambios inducidos en los constituyentes del suelo como la materia orgánica, podrían fortalecer la posibilidad de mejorar las condiciones del suelo después de sucesivos años de la cero labranza. Según Soane y Ouwerkerk (1981) la cantidad y tipo de labranza requerido en una situación depende de la

cantidad y tipo de tráfico impuesto en el suelo durante la siembra anterior. Los requerimientos de fuerzas para rastras a discos grandes, muestran que el diseño óptimo y las condiciones de operación son influenciados linealmente por la geometría del disco y el aumento de la velocidad. Se considera que cuando es utilizada como un apero de labranza primaria reduce la compactación del suelo a la profundidad de operación, en la zona son utilizadas como tal y a la vez para la preparación de camas para la siembra, por desmenuzar los terrones, corta fuegos, controlar malezas, para incorporar cal, fertilizantes, herbicidas y la incorporación de cualquier tipo de material al suelo.

La labranza convencional para realizarla es

muy compleja debido a las condiciones de humedad óptima necesarias; y además, los tiempos oportunos operacionales son muy cortos, creando cuellos de botellas en el proceso productivo. Todo esto involucra altos costos y existe la necesidad de evaluar su actividad agrícola con fines comparativos. El objetivo consiste en una evaluación ingenieril y agronómica de las rastras a discos en la zona Nororiental de Venezuela, con el fin de poder contar con fuentes de datos, conceptos generales y específicos para la toma de decisiones en el uso adecuado, relacionadas todas con el empleo de este apero, el cual seguirá siendo utilizado por mucho tiempo; sino como apero de labranza, entonces en las labores de enmienda.

MATERIALES Y MÉTODOS La información utilizada en el proceso evaluativo se obtuvo mediante encuestas realizadas en los mercados comerciales, organismos del Estado, empresas agrícolas privadas y asociaciones agrícolas. Para ello se utilizaron planillas estructuradas de forma de obtener la mayor información posible de cada organismo. Se hicieron treinta y dos contactos. Se estimaron algunos parámetros ingenieriles y características técnicas: capacidad efectiva, eficiencia,

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índices de suelo, tipo de discos, número de discos, tamaño de los discos, peso de la rastra (W), tipo de enganche, velocidad, ancho de corte teórico, consumo energético en kW-h/ha, profundidad de trabajo (h), humedad del suelo (w), requerimiento de tiro, requerimiento de potencia y formación de costras. Agronómicamente se contemplaron: Fertilización, pH, materia orgánica, control de maleza, protección contra la erosión, volumen de enraizamiento, rendimiento, control de plagas y enfermedades. Estas informaciones fueron obtenidas en las encuestas. Se realizó un análisis de la mínima labranza, la labranza convencional, la labranza cero con la presencia de la rastra. Se estableció el PERT para facilitar las comparaciones y análisis de los diferentes caminos utilizados en el proceso. Se realizó un estudio para comparar el requerimiento de potencia versus humedad y profundidad de labranza en los suelos de sabana. Se ubicaron al azar 9 parcelas de 60 m x 30 m. En cada parcela se permitió con la caída de la lluvia para obtener las diferentes humedades. Se utilizó una rastra de 20 discos lisos a la velocidad promedio de 9 km/h. El análisis de regresión fue utilizado para comparar el requerimiento de potencia versus humedad y profundidad. El efecto de la compactación producido por las rastras se simuló con el uso del aparato Proctor T-99 utilizado para determinar la humedad óptima de compactación.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN Requerimientos Ingenieriles

El Cuadro 1 muestra que alrededor del 70 % de las rastras utilizadas, promedio de la encuesta, en la Zona, están comprendidas entre 12 y 28 discos. Esto indica que la mayoría son rastras de dos cuerpos

en V. Las rastras en X son poco comunes. Todas, con pocas excepciones, son a tiro; las existentes para el enganche de tres puntos son contadas, con aplicaciones especiales y para áreas muy pequeñas. Estas rastras son de 12, 14, 16, 18 y 20 discos. La utilización del diámetro de 28 pulgadas (711,2 mm) se observa más en las rastras pequeñas y el mayor grosor de 7,938 mm es poco utilizado.

La Figura 1 muestra la existencia porcentual de las rastras en Venezuela en relación con el número de discos. Se observa que las rastras más utilizadas son las de 20 discos y las agrupaciones de 10,12 y 14 discos. Las grandes con cuarenta o más discos son poco utilizada. Esto último indicaría problemas con el tiempo oportuno operacional.

Entre los tipos de discos, existen los normales cóncavos, lisos o dentados, de 12 a 32 pulgadas con espesores de 3,4; 5,6 y 8 mm y con concavidades acordes. Los de gran concavidad permiten mejor penetración con un mínimo de peso y mejor desenvolvimiento en terrenos húmedos. Passelegue (1963) expone que las rastras a discos en V tienen un número de discos entre 16 y 36 y su diámetro entre 450 y 560 mm. Los discos de doble acción lisos, con perforaciones en el área cónica, lisa y dentada pulverizan mejor el terreno; no obstante, no son utilizadas en la Zona.

Cuando la rastra a disco es utilizada como

apero de labranza secundaria a humedades por debajo del punto de marchites, pulveriza a la profundidad de operación; sin embargo, compacta el suelo inmediatamente debajo de la profundidad de operación con el uso repetido, debido a que el peso es sostenido por un área de contacto muy baja. Esto es normal en las sabanas y muchas otras áreas con la misma ecología, en donde la compactación es

Cuadro 1. Existencia y algunas características técnicas de las rastras en el Nororiente de Venezuela para una población

encuestada de 635 rastras a discos.

Número de discos 10-12-

14 16 18 20 24 28 32 36 40-44-48-56

Existencia relativa por tipo en Venezuela (%)

17,34 11,87 11,87 15,82 11,87 11,08 8,71 8,71 2,37 c/u

Diámetro (pulgadas y mm)

20 (508)

22 (558,8)

24 (609,6)

26 (660,4)

28 (711,2)

26 (660,4)

26 (660,4)

26 (660,4)

26 (660,4)

Grosor (mm) 7,938 6,35 4,763 3,97 3,97 4,763 4,763 6,35 7,938

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también causada al caer las lluvias sobre las capas secas rastreadas, la cual es la forma común de hacerlo por el problema del tiempo oportuno de operación, ocasionando las costras. Es de remarcar que los suelos con alto contenido de arenas son altamente susceptibles a la compactación. La compactación del suelo es menor en suelos arcillosos y en suelos con alto contenido de materia orgánica Arkin et al (1981); ASAE Monograph (1971). La profundidad de las rastras a discos tiende a disminuir cuando la velocidad se acerca a 9 km/h. La mayoría de las rastras a discos pulverizan el suelo excesivamente. A velocidades por encima de 9 km/h aumenta el requerimiento de tiro.

El Cuadro 2 presenta algunos requerimientos ingenieriles en el uso de las rastras a discos en la Zona. Se puede observar que la profundidad de labranza no pasa de los 12 cm, lo cual es aceptable por el uso en condiciones inadecuadas de humedad. Las rastras a discos tandem es una de las más populares pero su profundidad de labor está limitada a 15 cm, y una capa compactada es dejada a la profundidad de la labranza (Arkin et al, 1981).

La Figura 2 presenta la relación directa entre

el requerimiento de potencia y el peso de las rastras. Esto visualiza las exigencias de las fuentes potenciales para ser utilizadas en el requerimiento de tiro de rastras en cuanto al peso de las mismas. Se observa que la mayoría de las rastras utilizadas están

entre 500 y 3000 kg para exigencias potenciales entre 50 y 100 kW.

La Figura 3 presenta la relación directa entre

el requerimiento de potencia y el ancho de corte o cobertura de las rastras. Esto visualiza las exigencias de las fuentes potenciales para ser utilizadas en los requerimientos de tiro de las rastras de acuerdo al número de discos y así su cobertura. Se puede inferir que el ancho de corte más común se encuentra menor de cuatro metros.

Cuadro 2. Algunos parámetros ingenieriles evaluados para las rastras a discos en Venezuela.

Tiro por ancho de corte (kn/m) 52,66 Velocidad (km/h) 8,16 Capacidad efectiva 75% de eficiencia (ha/h)

1,79

Precio por ancho de trabajo ($/m) 1.448,31 Consumo energético (kwh/ha) 9,27 Peso (kg/cuerpo) 75,86 Profundidad promedio (mm) 115,26 Potencia (kw/disco) 2,73 Potencia (kw/m) de ancho de corte 23,23 Potencia (kw/kg) 0,0362 kw/mm de profundidad 0,27 Tiro (kn/disco) 6,19 Eficiencia (%) 75 Ancho de corte aproximado (m/disco) 0,118

0369

121518

10.1

2.14 16 18 20 24 28 32 36

40.4

4.48

.56

Número de Discos

Exis

tenc

ia

%

Figura 1. Existencia relativa en porcentaje versus el número de discos. La primera columna es para rastras de 10, 12 y 14

discos en conjunto y la última columna es para rastras de 40, 44, 48 y 56 discos en conjunto, por tipo de rastra.

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La Figura 4 muestra el requerimiento de potencia en el rastreo versus la humedad del suelo y la profundidad de labranza en los suelos de sabana. Se observa como el mayor requerimiento de potencia es para la humedad y la profundidad máxima. Este resultado era de esperarse al considerar que la profundidad de labranza o de cualquier implemento agrícola que se realiza al suelo es función fundamentalmente de la humedad y de su peso. El análisis de regresión paso a paso para la función P = f(w, h, w*h), el efecto combinado w*h es el de mayor influencia sobre el requerimiento de potencia en el rastreo, produciendo la función P = 7,47 + 0,187 * w*h para un r2 = 0,993 (p ≤ 0,000) y para el efecto combinado w*h (p ≤ 0,000). León (1978) al utilizar experimentalmente una rastra de 18 discos de tiro

tandem en V lateral, un peso de 760 kg y tirada por un tractor Internacional 824 con 60 kW en el motor, en un suelo de textura franco arcilloso con un contenido de materia orgánica 7,90 % para un rango de humedad de 21,23 – 23,21 %; requirió un tiro entre 5,55 – 12,41 kN/disco a una velocidad entre 5,52 – 9,98 km/h para una profundidad entre 13,36 cm – 17,99 cm y el ancho de corte entre 2,11 – 2,12 m. Pérez (1971) encontró que para rastras de 18 discos de 24 pulgadas, los tractores de alrededor 50 kW son suficientes en suelos arenosos.

Passelegue (1963) indica que las rastras a discos en V requieren una potencia entre 0,75 a 1,13 kW por disco. Pérez (1971) al estudiar los requerimientos ingenieriles de una rastra tandem lateral de 18 discos en un suelo franco arenoso encontró que la potencia máxima exigida fue de de 24,94 kW a una profundidad entre 2 y 6 cm, una humedad de 7, 44 % y una velocidad promedio 7 km/h; y 24,85 kW a una profundidad entre 2 y 6 cm, una humedad de 3,07 y una velocidad de 7 km/h. Parrella (1978) en sus conclusiones agregó que el tiro direccional requerido por una rastra a tiro tipo tandem lateral de 18 discos de 55 cm diámetro y un peso de 37,22 kg/disco con uso de un tractor Internacional 674 de 42 kW y un peso de 3.945,26 kg, fue entre 4,82 y 8,58 kN/disco a una velocidad entre 6,16 y 9,45 km/h, una profundidad entre 5,7 cm y 7,9 cm y un ancho de rastreo entre 2,12 m y 2, 11 m. Según Russell et al (1970), si los discos dentados, en el cuerpo frontal son espaciados un poco más que los colocados en el cuerpo trasero, pueden soportar más peso ayudándolos a penetrar más. Esto no es utilizado en la Zona. Krasnoshchekov (1962) encontró que las rastras con discos dentados producen un trabajo adecuado a velocidades sobre los 11 km/h y ventajosos en preparación de la cama para siembra. Klenin et al (1970) citado por Gill et al (1982) reporta que al aumentar la velocidad del rastreo de 4 km a 10 km disminuye la profundidad de penetración de 65 mm a 45 mm para un ángulo del disco de 23° (mejor control de la maleza) y de 70 mm a 60 mm para un ángulo del disco de 35°. Gil et al (1981) en sus conclusiones agregó que la velocidad de uso no interactuó con la forma de los discos para causar diferencias en las fuerzas del suelo, pero el aumento en velocidad influenció el manejo del suelo; los discos con menor concavidad influenció el manejo del suelo, y que los discos con poca concavidad lanzan menos el suelo que los discos con mayor concavidad, en todas las velocidades; por lo tanto, los discos con poca concavidad proveen una conservación de

Potencia = 0.0266*W + 17,52r2 = 0,8666

0

100

200

0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000

Peso de la rastra kg

Po

ten

cia

kW

Figura 2. Relación entre el requerimiento de potencia y el peso de las rastras encuestadas

Potencia = 20,395*ACT + 8,066

r2 = 0,7065

050

100150200

0 1 2 3 4 5 6 7

Ancho de corte m

Po

ten

cia

kW

Figura 3. Relación entre el requerimiento de potencia y el ancho de corte teórico de las rastras encuestadas.

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energía al aumentar la velocidad de labranza. Esto tampoco fue observado en la Zona. Las rastras a discos con ejes encadenados requieren un menor tiro comparado con las rastras a discos con estructuras de hierro no han sido utilizadas en Venezuela, se reporta que para suelos franco arcillosos, que las rastras de cadena con discos de 600 mm exigen alrededor de 503 N/m, al ser utilizadas con tractores de oruga D-8H o D-6C a una velocidad de 4,8 km/h, requieren 0,96 kN/disco, con un peso por disco entre 33,5 y 60 kg, una distancia entre discos entre 37 y 48 cm, una capacidad efectiva de alrededor 3 ha/h y una longitud total de 6,9 a 8,9 m Wiedemann y Cross (1982). Gill et al (1982) concluyeron que para un ángulo del disco de 0,2 rad a 0,45 rad (11,460 a 25,780) y un aumento de la masa por disco de 23 a 91 kg causó, de una doble penetración a una tres veces mayor, para una relación curvatura/diámetro de 1,86 a 2,92. Chapman et al (1988) en su trabajo sobre los cuerpos de discos de rastras concluyeron que las fuerzas del cuerpo de discos eran relacionadas al número de discos por una relación lineal, pero interacciones ocurren que al calcular el tiro del cuerpo en base a un disco produce inexactitudes; sin embargo, las cargas verticales y laterales si pueden ser estimadas en base a un disco y que las cargas con respecto al ángulo del disco y la textura del suelo, también ocurre en el cuerpo de discos. Chapman et al (1988) en su experimento utilizó una profundidad de 150 mm debido que a las interacciones eran mayores a mayor profundidad para los espacios entre discos. Esto lo corrobora Gill et al (1980), citado por Chapman et al (1988), al reportar

que la profundidad normal de operación para discos de 610 mm está en el rango de 76 a 151 mm. En la Zona lo que más influye en la profundidad promedio de 115,26 mm es la humedad adecuada de trabajo. Smith (1976) indica que en un ensayo conducido con rastras en V en un suelo arcilloso se demostró que a medida que aumenta la profundidad aumenta el requerimiento de tiro. La rastra a discos necesita mucho peso para lograr su profundidad. Este peso es soportado por un área muy pequeña de la hoja del disco (ASAE Monograph, 1971).

La Figura 5 presenta el comportamiento físico

de los suelos de sabana por efecto vibracional, energía de compactación y las condiciones de humedad del suelo. La labor de rastreo produce los mismos efectos. Se podría recomendar, que el rastreo bajo condición de humedad óptima de compactación no debe realizarse entre 10 y 11 %, y tampoco a humedades por debajo del 6 % (punto de marchites) en donde se observa el proceso de pulverización (baja la densidad aparente seca).

McGarry y Daniells (1987) analizando un suelo Vertisol con textura arcillosa uniforme, encontraron que al preparar el suelo seco disminuyó mayormente el volumen que cuando preparado húmedo es decir mayor contracción y que al prepararlos húmedos significativamente disminuye en donde se sucede la contracción natural; es decir, reduce altamente el volumen de poros estructurales. McGarry 1990 en su trabajo de compactación de

Figura 4. Potencia en kW versus profundidad de laboreo en cm y humedad del suelo en % en el rastreo con una rastra

de 20 discos en V.

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suelos y crecimiento del algodón en un vertisol, concluye que la estructura degradada del suelo fue causada al preparar la cama para la siembra con el suelo demasiado húmedo. Arriaga et al (1989) citado por Bravo (2002) en sus conclusiones agregan que la densidad aparente aumentó en el cultivo de sorgo a 1,57 Mg/m3 en comparación con la labranza conservacionista que registró 1,39 Mg/m3. Unger y Kaspar (1994) expusieron que las rastras a discos tienen poco valor en el aflojamiento de las subsuperficies compactadas en el suelo; en realidad, su uso a menudo es la causa de zonas compactadas. Los suelos compactados son considerados inhibidores de las extensiones radicales y eventualmente las raíces no estarían en capacidad de suplir suficiente agua o nutrientes, y el crecimiento es reducido (Morris y Daynard 1978; Barraclough y Weir 1988; ambos citados por Passioura 1991).

Estos problemas según Passioura (1991) son

evidentes si el pie de arado está presente. Greacen y Sands (1980) establecen la importancia de entender la mecánica para situaciones particulares en el aliviado de la compactación con procesos de labranza. Cuando el suelo ha sido degradado mostrado por una reducción de la materia orgánica, es posible que el estado de compactación en equilibrio con fuerzas naturales, serían crítico en el suelo. Los efectos del laboreo en el aflojado del suelo serían poco duraderos y podría ser contra productivo. Cuando es utilizada como un apero de labranza primaria reduce la compactación del suelo a la profundidad de operación. Cuando es utilizada como apero de labranza secundaria, pulveriza a la profundidad de operación; sin embargo, compacta el suelo

inmediatamente debajo de la profundidad de operación. Esto es debido a que la rastra a discos necesita mucho peso para lograr su profundidad. Este peso es soportado por un área muy pequeña de la hoja del disco. Con el uso repetido produce compactación debajo el área de operación, ASAE Monograph (1971). Baber et al (1972) citando a Trouse y Baber (1965, pp. 113) expusieron que las rastras forman el pie de arado sobre todo cuando hay humedad suficiente para la compactación. Esto impide la infiltración y el desarrollo radical. Ellos presentaron que los efectos de compactación por tractores, se sucedieron para los contenidos de humedad cerca de la capacidad de campo. La humedad edáfica que se recomienda para el uso de la rastra a discos debe estar entre la capacidad de campo y el límite plástico (Salazar, 1999). En los suelos de sabana del Estado Monagas de acuerdo a Salazar (1999) el límite plástico está entre el 13 % y 14 % y la capacidad de campo entre 11 % y 13 %. Requerimientos Agronómicos

El Cuadro 3 presenta varias características agronómicas implicantes del uso de las rastras a disco haciendo muestra de los beneficios y adversidades producidas. La contribución remarcada de este apero agronómicamente consiste en el control mecánico de malezas en forma rápida, dejando el área lista para la siembra convencional.

El uso común es debido al fácil manejo en conjunto con la aplicación de cal y al uso de fertilizante. Sin embargo, todo esto en función del deterioro agronómico e ingenieril del suelo y el alto costo de productividad; al respecto según Mayfield et al (1978) controla pobremente la maleza cuando se utiliza mezclando herbicidas, un pase de equipos rotatorios mezcla herbicidas mejor que dos pases cruzados o paralelos de rastras a discos. La labranza secundaria después del arado es más probable que cause desajustes físicos al laboreo. Se recomiendo el mínimo de los procesos secundarios, Brady (1974). Los discos de rastras pueden ser lisos o dentados, los lisos mezclan y los dentados además cortan restos vegetales. El cuerpo de discos delantero usa discos dentados en especial en terrenos con muchos restos de plantas. Reed (1974) hizo observaciones sobre la lixiviación, mineralización, degradación y erosión producida por las rastras. López y Jesús (1980) hicieron observaciones sobre la poca eliminación de malas hierbas que no fueron eliminadas de raíces.

S = -7E-05w5 + 0,0038w4 - 0,0817w3 + 0,8424w2 - 4,1247w

+ 9,4043R2 = 0,824

1,65

1,70

1,75

1,80

1,85

1,90

1,95

5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16

Humedad (w) %

Den

sida

d se

ca (

S)

g/cm

3

Figura 5. Relación entre la densidad seca y el contenido

de humedad del suelo.

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Pérez (1971) observó una mayor resistencia al desarrollo radicular. El rastreo puede producir bajos rendimientos Landinez (1978); García (1956). Lozano (1966) consideró que el rastreo produce eficiente control de malezas. Landinez (1978) realizó estudios sobre el efecto de la intensidad de la mecanización en la preparación del suelo para el cultivo del maní, encontrando que la labranza no tiene efecto estadístico significativo sobre el rendimiento de frutos y almendras. Investigaciones hechas por Taylor et al (ASAE, Monograph, 1971) en más de 2000 referencias bibliográficas no encontraron “efectos positivos” significativos de la labranza. McGarry (1988) encontró que el volumen específico de poros

llenos de aire de los suelos mecánicamente labrados con un 41 % al comienzo de la contracción con más poros llenos de aire que los suelos bajo labranza cero y que la labranza produjo mejor estructura del suelo que la labranza cero.

Los suelos de sabana por su contenido de

arcillas caoliníticas son adecuados para la labranza convencional. En sus conclusiones Stengel et al (1984) exponen que suelos con bajo contenido de arcilla y alta proporción de arena y limo fueron identificados como suelos problemáticos para la labranza cero; sin embargo, el posible aumento de la materia orgánica a través de la implantación de la

Cuadro 3. Algunos parámetros agronómicos y resultados favorables e infavorables evaluados en el uso de las rastras en la Zona Nororiental

Mayores pérdidas por lixiviación Acelera la mineralización o descomposición de los fertilizantes

Mayor reproducción de malas hierbas que no son eliminadas de raíz

Eficiente control de maleza

Lixiviación de los cationes esenciales: Ca++,Mg++, Na+, K+ y NH4

+ Acelera la mineralización de la materia orgánica

No hay control total de plagas. Ejemplo o controla el gusano blanco (coleóptero) (9)

En la aplicación de cal, la labor debe hacerse lo más profundo para favorecer el aumento del pH

No controla malezas en los cereales de granos pequeños, no controla Phytophtora, Fusarium, Rhizoctonia

Menor incidencia en maíz de gusanos cortadores, gusanos negros y pulgones en la raíz. Destrucción de hábitat y reservorios. Eficiente control de babosas

Acelera la erosión Control de esclerocio meridional del maní Control de la quema bacteriana, mal de esclerosio de la soya. Elimina reservorios

Mayor resistencia al desarrollo radicular. Las raíces son más gruesas y menos abundantes

Disminuye la capacidad de campo en suelos arenosos y franco arenosos

Bajos rendimientos Disminuye la infiltración en los suelos arenosos y franco arenosos

Aumenta la temperatura del suelo No favorece el estado de los nutrientes del suelo

Disminuye el contenido de materia orgánica Aumenta la densidad aparente en los suelos arenosos y franco arenosos

Produce substratos duros El volumen específico del suelo es el más sensitivo a la acción de rastreo en los suelos arenosos y franco arenosos

No es eficiente en la mezcla de herbicidas con el suelo

Aceleración en la degradación

Deja los suelos con escasa cubierta vegetal dejándolos a la inclemencia de todas las acciones artificiales y naturales

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siembra directa podría mejorar la opción. Según Franklin et al (1973), citado por Soane y Ouwerkerk (1981), la presencia de aún una pequeña cantidad de materia orgánica puede tener una influencia apreciable en proteger los suelos de la compactabilidad. Crovetto (1992, pp. 239) expone que el exceso de laboreo y la consiguiente disminución de la materia orgánica puede significar una pérdida de OH y con ello un aumento en la acidez del suelo; Esto deja los suelos sujetos a lixiviación de sus cationes útiles. Crovetto (1992, pp. 234) reporta que el cultivo mecánico del suelo favorece la formación de macrosporas y con ello el desarrollo radical y vegetativo de las plantas, aunque sólo en los primeros meses de su evolución. La compactación y por ende la disminución de la porosidad de los suelos bajo cultivo mecánico se inicia en el mismo momento que se termina la siembra. Agrega que un suelo labrado con escasa cubierta vegetal será compactado por las gotas de lluvia y por los pasos con maquinarias agrícolas durante el desarrollo de las plantas. Anexa que la única defensa que tiene el suelo contra la compactación es evitar su labranza y mantener los rastrojos sobre él. Unger y Kaspar (1994) exponen que los horizontes compactados que impiden el desarrollo radical puede ser debido a capas densas naturalmente o el resultado de las fuerzas aplicadas al suelo por la repetida labranza. Para aliviar estas condiciones adversas, muchos estudios relacionados con labores de arado, cincelado y dinamitado se condujeron desde los años 1800 a mitad de los años 1900, en los años 1940 y 1950. Estos estudios, sin embargo, dieron a menudo resultados inconsistentes e inconclusos, debido a que los problemas causantes de las condiciones de suelo y los resultados ambientales producto de las prácticas aliviadoras no fueron medidas o completamente entendidas.

La importancia de distribuir el abono y los fertilizantes a través de un mayor espesor de suelo en vez de mezclarlo con los primeros centímetros de espesor, esta relacionada con la labranza como método utilizado para incorporar y mezclar fertilizantes; las rastras a discos realizan una eficiente labor en cuanto a la mezcla y distribución; sin embargo, ocasionan pérdidas de ciertos fertilizantes por volatilización y lixiviación, lo que resulta ser ventajoso para ciertos cultivos de ciclo corto pero no así para otros cultivos de ciclo largo. Nieves et al (1996) en sus conclusiones manifestaron que un número mayor de colonias de microorganismos fueron eliminadas por el rastreo. Hendrix et al (1986),

citado por Lee y Pankkhurst (1992) al comparar alimentos de origen de detritus en la labranza convencional y labranza cero; concluyeron que en la labranza convencional en donde los restos vegetales fueron mezclados en las capas superiores del suelo, la mineralización inicial fue predominantemente mediada por bacterias; las bacterias fueron alimentadas por protozoarios y nemátodos bacterivorous. En la labranza cero, la materia orgánica derivada de la cobertura vegetal fue concentrada cerca de la superficie del suelo y que la mineralización inicial fue mediada por hongos.

La labranza secundaria después del arado es más probable que cause desajustes físicos al laboreo. Gerik y Morrison (1984) hacen notar que la labranza conservacionista como la labranza cero ha mostrado tremendo potencial para el control de la erosión. Informes han sugerido que al eliminar la labranza puede aumentar el contenido de humedad, mejorar la infiltración, disminuye la temperatura del suelo y altera el estado nutricional. Pobre control de maleza cuando se utiliza mezclando herbicidas.

La Figura 6. presenta el PERT de los diferentes procesos de la labranza desde el comienzo hasta la siembra que se realizan en la Zona. Se observa que muchos de los caminos son exigentes en el uso de maquinarias, causando así innumerables perturbaciones al estado físico y agronómico del suelo. Dadas las condiciones de tiempo oportuno de operación y las épocas de condiciones de humedad adecuada, las variadas labores son realizadas a destiempo y con mayor daño al ecosistema. El tiempo oportuno de operación se complica debido a que en la zona se utilizan rastras muy pequeñas con bajas condiciones de humedad. Guiliani (1998) hizo un análisis de la labranza secundaria a través del PERT concluyendo sobre los cuellos de botellas que se presentan al confrontar los tiempos oportunos de operación. De la misma forma lo establecieron Páez y García (1998) al hacer comparaciones con la siembra directa.

CONCLUSIONES

1. La rastra a discos es el apero casi exclusivamente

utilizado en la labranza en la Zona Nororiental. Esto es debido al grave problema del tiempo oportuno de operación y la limitante de la humedad edáfica necesaria para que se pueda realizar la labor. Además, la rastra a discos es favorecida por sus múltiples y fáciles usos sobre

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todo en el control de maleza. 2. Las rastras a discos en V, tandem o excéntricas

son las más utilizadas en la Zona. En cuanto al número de discos las rastras de 10, 12, 14 y 20 discos son las más utilizadas. Esto último influye altamente en la creación de cuellos de botella en el tiempo oportuno de operación. Acrecentado esta dificultad con la utilización, casi normal, con más de dos pases de rastras por hectáreas.

3. Las rastras a discos ocasionan ruptura del

condicionamiento físico del ambiente edáfico. La contribución física desaparece o empeora con las primeras lluvias.

4. En la Zona las rastras a discos nunca son

utilizadas en el rango de friabilidad. 5. El control mecánico de las malezas se logra

eficientemente a costa del deterioro del suelo agrícola, sobre todo en los suelos arenosos caoliníticos.

6. Máximo dos pases cruzados favorece el

rompimiento de los terrones al orientarse en el primer pase. Si es necesario el encalamiento, un pase para el control de maleza y un segundo para la incorporación de cal. La labor debería realizarse a humedades cercanas a la humedad óptima de compactación.

7. Las etapas PERT en el proceso convencional de

siembra son demasiadas, lo cual crea problemas en el tiempo oportuno de operación. Esto origina cuellos de botella influyendo en la productividad, la labor de cosecha y aumenta los costos

8. Poco control de malezas cuando se utiliza en la

incorporación de herbicidas. 9. Velocidad de laboreo recomendada debe estar

alrededor de los 8 km/h y no mayor de 9 km/h 10. Profundidad adecuada está en función del peso,

textura del suelo y la humedad edáfica de friabilidad. La profundidad común por efecto de diseño se encuentra entre los 15 cm. La concavidad favorece la profundidad. El requerimiento de tiro y potencia se registró en

Figura 6. PERT para los diferentes procesos de labores hasta la siembra que se realizan en Venezuela.

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52,66 kN/m, 6,19 kN/disco, 2,73 kW/disco y 23,23 kW/m. La capacidad efectiva registrada fue de 1,79 ha/h y la eficiencia de 75 %.

11. Si para el 2010 en los Estados Unidos el 90 % de

las fincas utilizarán la labranza cero, en la Zona, dados los resultados en este trabajo y las condiciones climáticas, sería necesario entrar en la dirección de la labranza cero. La otra alternativa sería reducir al máximo la labranza convencional con el objetivo de la labranza cero.

12. Los suelos de sabana son problemáticos para la

introducción de la labranza cero; pero con procesos bien implementados por tres a cuatro años y la contribución al aumento de la materia orgánica se pondría a funcionar la labranza conservacionista.

13. Las rastras más utilizadas se encuentran entre 500 kg y 3000 kg de peso total. Los requerimientos de potencia aumentan linealmente con el número de discos y con el peso de las rastras. El efecto combinado w*h resultó ser el de mayor influencia sobre el requerimiento de potencia. El aumento de la velocidad del rastreo disminuye la profundidad de la labor.

14. En los suelos de sabana la labor de rastreo

físicamente favorece el posible buen acondicionamiento por poco tiempo en el proceso del cultivo. Las condiciones retornan iguales o peores a la etapa inicial.

15. Las rastras con discos de doble acción, con

perforaciones en el área cónica, lisos y dentados pulverizan mejor el terreno; no obstante, no son utilizadas en la Zona.

AGRADECIMIENTOS

El autor desea expresar su agradecimiento al

Consejo de Investigación de la UDO por el apoyo y financiamiento de esta investigación.

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Efecto de la concentración y tiempo de contaminación de un suelo por petróleo en la germinación de semillas de maíz (Zea mays L.) cv. Himeca 95

Effect of oil concentration and contamination period on seed germination of corn (Zea mays L.) cv. Himeca 95.

Jesús Rafael Méndez-Natera*, Celymar Roque, Kharym Zapata y Víctor Alejandro Otahola-Gómez

Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Universidad de Oriente.

E-mail: [email protected]. * Autor para correspondencia

RESUMEN Venezuela es el tercer país productor de petróleo de la OPEP con más de 2.717.000 barriles por día, esta alta producción conlleva a riesgos por contaminación debido a derrames de petróleo. La fitorremediación emplea plantas para eliminar la contaminación del medio ambiente. El objetivo del presente trabajo fue evaluar el efecto de diferentes concentraciones de petróleo (0, 3 y 6 %) y tres periodos de siembra después de ocurrido el derrame petrolero sobre la germinación de las semillas del maíz cv. Himeca 95. El estudio se realizó en el Invernadero de Postgrado de la Universidad de Oriente en Maturín, estado Monagas. Se pesaron 2 kg de suelo por cada maceta y 60 y 120 g de petróleo para una contaminación de 3 y 6 %, respectivamente. Se dejó un tratamiento sin petróleo (testigo). La siembra de las semillas de maíz cv. Himeca 95 se realizó a los 0, 7 y 14 días después de contaminado el suelo con las diferentes concentraciones de petróleo. El diseño estadístico utilizado fue el de bloques al azar en arreglo factorial con tres repeticiones. En general, se encontró que los mejores resultados fueron para las semillas que se sembraron después de 1 a 2 semanas de ocurrida la contaminación petrolero indicando que en suelos afectados por petróleo debería realizarse la siembra un poco tiempo después de la contaminación y no inmediatamente después. Palabras clave: Zea mayz, germinación de semillas, contaminación petrolera, fitorremediación

ABSTRACT Venezuela is the third petroleum producer country of OPEC with 2,717,000 b/day, this huge production lead to contamination risks because of oil spills. Phytoremediation use plants to eliminate the contamination of environment. The objective of this work was evaluate the effect of different oil concentrations (0, 3 and 6 %) and three periods of sowing after oil spill occurrence on seed germination of corn cv. Himeca 95. The study was carried out at greenhouse of Postgraduate School of the Universidad de Oriente in Maturin, Monagas state. Two kg of soil were weighted for each pot and 60 and 120 g of oil for a contamination level of 3 and 6 %, respectively. A treatment without oil contamination was used as a control. Seed sowing of corn cv. Himeca 95 was carried out at 0, 7 and 14 days after contamination of soil with different levels of oil. A 3 x 3 factorial experiment in a randomized complete block design was used with three replications. It was founded that the best results were for the seeds sowed after 1 or 2 weeks of oil contamination, suggesting that in soils affected by oil spills the sowing should be made after a period of time instead of immediately after oil contamination. Key word: Zea mayz, seed germination, oil spill contamination, phytoremediation

INTRODUCCIÓN

Venezuela produjo 2.615.000 barriles de petróleo por día en el mes de octubre del 2004, lo que la convierte en el tercer país miembro de la OPEP más productor de petróleo en el mundo sólo superada por Arabia Saudita e Irán (OPEC, 2004). Tal volumen de producción puede generar la contaminación de suelos y aguas por derrames petroleros, de allí que hay que evaluar técnicas o metodologías que permitan la descontaminación de tales áreas. La fitorremediación o fitocorrección emplea plantas para

eliminar la contaminación del medio ambiente. Las plantas ayudan a eliminar muchos tipos de contaminación como metales, plaguicidas, explosivos y el petróleo en el suelo y las aguas subterráneas. Las plantas también contribuyen a impedir que el viento, la lluvia y las aguas subterráneas extiendan la contaminación a otras zonas. La fitorremediación es más eficaz en los sitios donde hay baja concentración de contaminantes (EPA 2001). Según Infante (1998), las bondades de las técnicas de biorremediación permiten recuperar de una forma ambientalmente segura, suelos contaminados por derrame de crudo,

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áreas de disposición temporal de desechos orgánicos así como realizar un tratamiento continuo de desechos impregnados con hidrocarburos, generados durante la perforación. La contaminación puede inhibir la germinación, inducir un inadecuado desarrollo y comportamiento radicular, provocando achaparramiento, clorosis, amorfismo en las hojas, etc. El efecto detrimental de la fuente contaminante decrece a medida que es degradado hasta límites no tóxicos, incorporándose a la materia orgánica del suelo (Dibble y Bartha, 1979).

Se han reportado ensayos sobre el efecto de

suelos contaminados con petróleo sobre la germinación de semillas y caracteres de las plántulas en numerosos cultivos. Cermeño (1997) quien trabajó con el producto comercial Eoicasorb, en condiciones de campo y encontró que a los 14 días después de la siembra y con una dosis de 1875 kg del producto/ha se obtuvo el mayor porcentaje de germinación en frijol y maíz, es decir, la aplicación de un remediador aseguró la germinación de las semillas de maíz y frijol. Hernández-Valencia y Mager (2003), trabajando con las gramíneas Panicum maximum y Brachiaria brizantha, indicaron que no existieron diferencias significativas entre la cantidad de semillas que germinaron y el tiempo promedio de emergencia de las plántulas en los suelos con adición de hidrocarburos de petróleo, respecto al control y sugirieron que la contaminación con hidrocarburos de petróleo a una concentración del 3 % no afectó la capacidad germinativa de las semillas. Quiñones-Aguilar et al. (2003), en un experimento con cuatro concentraciones de petróleo en el suelo (0, 15.000, 25.000 y 35.000 mg.kg-1 de suelo) y once tipos de maíz, encontraron que las concentraciones de 25.000 y 35.000 mg.kg-1

de suelo favorecieron una mayor emergencia del maíz, después del testigo e indicaron que a concentraciones mayores de 15.000 mg.kg-1 de suelo, las plantas de maíz germinan y emergen sin graves problemas de toxicidad por petróleo. Méndez-Natera et al. (2003) encontraron que los menores porcentajes de germinación a los 8, 16, 24 y 32 días después de la siembra, ocurrieron en las máximas concentraciones de petróleo (6 y 9 %) y la germinación fue similar en las concentraciones de 0 y 3 % en los dos suelos estudiados (El Tejero y Caripito, estado Monagas) e indicaron que igual tendencia se observó para el número promedio de días a total germinación e índice de la velocidad de germinación y concluyeron que el maíz podría utilizarse como un cultivo recuperador de suelos afectados por petróleo cuando los niveles de

contaminación del suelo no sean tan severos. Méndez-Natera et al. (2001) evaluaron dos tipos de maíz (grano blanco y grano amarillo) ante la contaminación con 20 % de petróleo y encontraron que los mayores porcentajes de germinación para ambos tipos de maíces se lograron con la siembra de las semillas 30 días después de la aplicación del petróleo y 15 días después de la aplicación del remediador.

La fitorremediación aprovecha procesos naturales de las plantas. Requiere menos equipamiento y trabajo que otros métodos ya que las plantas hacen la mayor parte de las tareas. Además, los árboles y las plantas pueden hacer más atractivos los sitios. Se puede limpiar un sitio sin necesidad de cambiar el suelo contaminado ni de extraer el agua subterránea contaminada por bombeo. De ese modo se puede evitar que los trabajadores entren en contacto con las sustancias químicas dañinas (EPA 2001).

Según Merkl et al. (2004), la fitorremediación

es el uso de plantas para recuperar suelos contaminados, es una tecnología in situ no destructiva y de bajo costo y en el caso de la contaminación por petróleo está basada en la estimulación de microorganismos degradadores de hidrocarburos petroleros en la rizósfera, estos autores indicaron que las investigaciones acerca de esta tecnología en los trópicos son escasas.

El objetivo del presente trabajo fue evaluar el efecto de diferentes concentraciones de petróleo (0, 3 y 6 %) y tres tiempos después de ocurrido el derrame petrolero sobre la germinación de las semillas de maíz cv. Himeca 95.

MATERIALES Y MÉTODOS El estudio se realizó en el Invernadero de

Postgrado de la Universidad de Oriente en Maturín, estado Monagas. Se pesaron 2 kg de suelo por cada maceta y 60 y 120 g de petróleo para una contaminación de 3 y 6 %, respectivamente. Se dejó un tratamiento sin petróleo (testigo). La siembra de las semillas de maíz cv. Himeca 95 se realizó a los 0, 7 y 14 días después de contaminado el suelo con las diferentes concentraciones de petróleo. La siembra se realizó a 2 cm de profundidad. Se determinaron los porcentajes de germinación a los 4, 5, 6, 7, 8, 12 y 16 días después de la siembra, con el número de semillas germinadas en los tiempos anteriores se calcularon el

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número medio de días a total germinación (Hartmann et al. (1993) e índice de la velocidad de germinación (Khan y Ungar, 1984). El diseño estadístico utilizado fue el de bloques al azar en arreglo factorial con tres repeticiones. Un factor estuvo constituido por las tres concentraciones de petróleo (0, 3 y 6 %) y el otro factor fueron los periodos posteriores a la contaminación petrolera en relación a la siembra de las semillas de maíz (0, 7 y 14 días después de contaminado el suelo con petróleo). Se realizó el análisis de varianza convencional y las diferencias entre tratamientos se detectaron mediante la prueba de rangos múltiples de Duncan (Steel y Torrie, 1980): Se utilizó un nivel de significación de 5 % para todos los análisis. Para los análisis estadísticos se utilizó el programa MSTAT-C versión 2.10 (Bricker, 1990).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN Se encontraron diferencias significativas para la concentración de petróleo, época de siembra y la interacción de ambos factores para los cuatro caracteres estudiados a excepción de la concentración de petróleo para el número medio de días a total germinación (Cuadro 1).

La germinación a los 4 días después de la siembra de las semillas de maíz cv. Himeca 95 en este experimento, mostró diferencias, los mayores porcentajes se observaron a concentraciones de 3 % de petróleo y los menores ocurrieron con una contaminación de 6 y 9 % en las semillas sembradas inmediatamente después de la aplicación del petróleo (Figura 1). Para la evaluación a los 8 días después de

la siembra (Figura 2), se observa una germinación similar en todos los tratamientos, a excepción de aquel compuesto por la concentración más alta de petróleo (6 %) sembrado inmediatamente después de la contaminación. En cuanto al número medio de días a total germinación (Figura 3) se observa que todos los tratamientos duraron el mismo tiempo para germinar, exceptuando a aquellos constituidos por las concentraciones de petróleo (3 y 6 %) sembrados inmediatamente después de la contaminación

Cuadro 1. Análisis de varianza para el porcentaje de germinación a los cuatro y ocho días después de la siembra, número

medio de días a total germinación e índice de la velocidad de germinación de las semillas de maíz cv. Himeca 95 bajo tres concentraciones de petróleo y tres periodos de siembra posteriores a la contaminación petrolera.

Fuente de Grados de Cuadrados Medios Variación Libertad Germ 4 dds 1/ Ger 8 dds 2/ NMD 3/ IVG 4/ Repetición 2 59,259 ns 44,444 ns 0,365 ns 0,049 nsConcentración de Petróleo 2 770,370 * 844,444 * 0,535 ns 2,299 * Época de Siembra 2 6325,926 * 2133,333 * 6,546 * 6,396 * CP x ES 4 925,926 * 844,444 * 0,843 * 2,413 * Error Experimental 16 159,259 77,778 0,253 0,116 Total 26 Coeficiente de Variación (%) --- 16,38 9,68 12,01 7,72

* : Significativo (p ≤ 0,05) ns : No significativo (p > 0,05) 1/ y 2/ Porcentajes de germinación a los 4 y 8 días después de la siembra (dds), respectivamente 3/ NMD : Número medio de días a total germinación 4/ Índice de la velocidad de germinación

Figura 1. Porcentaje de germinación a los cuatro días

después de la siembra de las semillas de maíz cv. Himeca 95 bajo tres concentraciones de petróleo y tres periodos de siembra posteriores a la contaminación petrolera.

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petrolera. Resultados similares se encontraron para el índice de la velocidad de germinación (Figura 4), aunque las semillas más lentas en germinar correspondieron al tratamiento de 6 % de petróleo y semillas sembradas inmediatamente después de la contaminación.

En general, se encontró que los mejores resultados fueron para las semillas que se sembraron después de 1 a 2 semanas de ocurrida la contaminación petrolera, indicando que en suelos afectados por petróleo debería realizarse la siembra un poco tiempo después de la contaminación. Méndez-Natera et al. (2000), indicaron que la siembra de frijol 30 días antes de la contaminación petrolera y 15 días después de la aplicación de un remediador fue el mejor tratamiento para la germinación de las semillas, siendo mucho mejor que aquel cuando las semillas se sembraron inmediatamente después de la contaminación. En otro estudio, Méndez-Natera et al. (2001), evaluaron dos tipos de maíz (grano blanco y grano amarillo) ante la contaminación con 20 % de petróleo y encontraron que los mayores porcentajes de germinación para ambos tipos de maíces se lograron con la siembra de las semillas 30 días después de la aplicación del petróleo y 15 días después de la aplicación del remediador. Resultados similares fueron reportados por Hernández-Valencia y Mager (2003), quienes trabajando con las gramíneas Panicum maximum y Brachiaria brizantha, indicaron que no existieron diferencias significativas entre la

cantidad de semillas que germinaron y el tiempo promedio de emergencia de las plántulas en los suelos con adición de hidrocarburos de petróleo, respecto al control y sugirieron que la contaminación con hidrocarburos de petróleo a una concentración del 3 % no afectó la capacidad germinativa de las semillas.

Figura 4. Índice de la velocidad de germinación de las

semillas de maíz cv. Himeca 95 bajo tres concentraciones de petróleo y tres periodos de siembra posteriores a la contaminación petrolera.

Figura 2. Porcentaje de germinación a los ocho días

después de la siembra de las semillas de maízcv. Himeca 95 bajo tres concentraciones depetróleo y tres periodos de siembra posterioresa la contaminación petrolera.

Figura 3. Número medio de días a total germinación de las

semillas de maíz cv. Himeca 95 bajo tresconcentraciones de petróleo y tres periodos desiembra posteriores a la contaminación petrolera.

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Brown et al. (2004) evaluaron plantas de diferentes especies para su tolerancia a los hidrocarburos totales de petróleo en la cámara de crecimiento y en el campo e indicaron que debería usarse para los tratamientos de la fase I (pretratamiento con biorremediación convencional o a través de plantas usando plantas agronómicas tolerantes a los TPH), un límite de 3 a 5 % de TPH en los suelos y una profundidad de suelo de 15 a 20 cm deberían usarse, mientras que para la fase II un tratamiento combinado mediado por plantas con una revegetación final usando gramíneas nativas e indicaron que las gramíneas nativas fueron menos tolerantes a los TPH en el suelo que las especies agronómicas y su uso puede requerir pretratamiento de aproximadamente 1 % de TPH en el suelo.

En conclusión, la germinación de las semillas y los caracteres de la germinación (número medio de días a total germinación e índice de la velocidad de germinación) resultaron mejores cuando se esperó para sembrar 14 días después del derrame petrolero y no hubo un efecto detrimental de las concentraciones mas altas de petróleo (3 y 6 %).

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Revista UDO Agrícola 4 (1): 72-79. 2004 72

Análisis de riesgos y control de puntos críticos en un Central Frutícola. Caso Lima Tahití

Analysis of risks and control of critical points in a fruit processer central . Case: Tahití. Lime

Nestor Chaló1, Adolfo Cañizares2* y Ginette Belloso1

1Universidad de Oriente, Núcleo Monagas. Programa de Tecnología de Alimentos, Escuela de Zootecnia, Universidad de Oriente. Maturín, Monagas, Venezuela 2Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas. Monagas. Vía Laguna Grande Monagas. Email: [email protected] * Autor para correspondencia

RESUMEN

El análisis de riesgos y control de puntos críticos (HACCP) es el sistema preventivo basado en una definición sistemática de puntos críticos a lo largo de las etapas del procesado de frutas. Se realizó el análisis de riegos y control de puntos críticos en un Central frutícola productora y exportadora de lima Tahití, ubicada en la población de Tarragona, Municipio Cedeño del Estado Monagas. Se definió el diagrama de flujo del proceso y empacado del fruto de lima, estableciéndose los agentes o peligros, se determinaron los puntos críticos a controlar a través de medidas preventivas y de vigilancia. Palabras claves: Lima, Riesgos, Puntos Críticos

ABSTRACT Hazard analysis and control of critical points (HACCP) is the preventive system based on a systematic definition of critical points along the stages of fruits processing. This HACCP was performad in a facility, producer and exporter of Tahití lime, located in the town of Tarragona, Municipality Cedeño of the Monagas state. It was defined the flow diagram for the process and packing of the fruit; settling down the agents or risks; the critical points to be controlled were determined through preventive measures and surveillance. Key words: Lime, risks, critical points.

INTRODUCCION

El nivel de calidad de los productos en el área agrícola es un patrón que define el libre acceso y distribución a mercados nacionales e internacionales, especialmente cuando se trata de productos perecederos en donde las exigencias de los consumidores finales y comportamiento al momento de adquirir un producto hacen que la manipulación y producción dentro de una empresa se lleve a cabo a través de parámetros de higiene cada vez más estrictos. Por lo tanto se deben hacer cumplir las normas existentes que mejoran la calidad de los productos agrícolas para satisfacer las necesidades de los consumidores.

En los últimos años se han presentado algunos inconvenientes dirigidos en frutas frescas causados por distintos factores, como los microbiológicos hasta la presencia de cuerpos extraños (residuos vegetales, presencia de metales, entre otros); por tal motivo es de suma importancia la implantación de una guía que garantice la calidad e inocuidad de los productos

agrícolas durante su procesado y manipulación en centrales frutícolas. Siendo el análisis de riesgos y control de puntos críticos, cuyas siglas en ingles son HACCP (Hazard Analisis Critical Control Points), un sistema de identificación de riesgos y aplicación de medidas preventivas para el control de puntos críticos en todas las etapas del procesado de frutas y otros alimentos. Este sistema garantiza la inocuidad y un alto nivel de calidad de los productos en centrales frutícolas, además de permitir el completo aprovechamiento de la materia prima y detectar los posibles inconvenientes que surjan acompañados de una solución inmediata durante el manejo poscosecha. El Plan HACCP o ARCPC se trata de una gestión encaminada a identificar los riesgos significativos con relación a la seguridad alimentaría, específicos de un producto alimenticio, así como a evaluar y establecer las medidas preventivas que permitan controlarlos (Hyginov, 2000). El HACCP debe considerarse como un sistema de calidad, una

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práctica razonada, organizada y sistemática, dirigido a proporcionar la confianza necesaria de que un producto alimenticio satisfará las exigencias de seguridad y salubridad esperadas (Garcia, 1999). Inicialmente el sistema HACCP fue desarrollado durante los primeros días de los viajes espaciales tripulados de los Estados Unidos de Norte-América, como un sistema para la seguridad microbiológica, dado que era vital garantizar que los alimentos de los astronautas fueran seguros (Mortimore y Wallace, 2001). En aquella época, la mayoría de los sistemas de seguridad alimentaría y el control de calidad se basaban en el análisis del producto final, pero se observó que solo se podía garantizar completamente la seguridad si se analizaba el cien por ciento de los productos, un método que obviamente no funcionaba dado que supone la destrucción de toda la producción. Sin embargo, se vio claro que se necesitaba un sistema preventivo que proporcionase un alto nivel de garantías sobre la seguridad de los alimentos de este modo nació el HACCP, siendo la compañía Pillsbury conjuntamente con la NASA y los laboratorios de la armada estadounidense en Natick los pioneros en su desarrollo. Este es un sistema probado, que aplicado correctamente, garantiza que la seguridad de los alimentos sea eficazmente gestionada. Permite centrarse en la seguridad del producto como prioridad más importante, planificando todas las acciones necesarias para corregir cualquier defecto y obtener de alguna manera alimentos inocuos. Dado que el HACCP es un sistema reconocido y eficaz, proporciona en los clientes la confianza en la seguridad del proceso e indica que la empresa que lo aplica es profesional y toma en serio sus responsabilidades. Cuando se implanta el HACCP, es necesario que se impliquen personas pertenecientes a diferentes estamentos dentro de la empresa, este hecho garantiza que todo el mundo tiene el mismo objetivo fundamental, que es producir alimentos seguros. Este objetivo es difícil de conseguir de otro modo en el mundo real, en el que la presión proveniente de diferentes áreas es constante, por ejemplo presiones comerciales/ clientes, desarrollo de la marca, rentabilidad, desarrollo de nuevos productos, seguridad y salud, aspectos ecológicos y ambientales, entre otros.

Este es un sistema que consta de siete principios básicos que esbozan como establecer, implementar y mantener un plan HACCP para el proceso sometido a estudio. Dichos principios gozan de reconocimiento internacional y han sido publicados de modo detallado por la comisión del Codex Alimentarius (Mortimore y Wallace, 2001) y el Comité Asesor Nacional sobre Criterios Microbiológicos en Alimentos (Mortimore y Wallace, 2001):

1. Realizar un análisis de riesgos: Preparar una lista con las etapas del proceso, identificar donde pueden aparecer riesgos significativos y describir las medidas de control.

2. Identificar los puntos críticos de control (PCC): Una vez descritos todos los peligros y sus medidas preventivas, el equipo HACCP establece cuales son los puntos de control que son críticos a la hora de garantizar la seguridad del producto.

3. Establecer los límites críticos: De las medidas preventivas asociadas con cada punto crítico de control identificado. Los límites críticos marcan la diferencia entre producto seguro o inseguro en los punto crítico de control.

4. Establecer un sistema de vigilancia en los puntos críticos de control: El equipo HACCP tiene que especificar los requisitos de la vigilancia para gestionar los puntos críticos de control dentro de sus límites críticos. Esta conlleva la definición de las acciones de vigilancia junto con la frecuencia de la misma y establecer quién es el responsable.

5. Establecer las acciones correctoras a realizar cuando el sistema de vigilancia detecta que un punto crítico de control no se encuentra bajo control: Es necesario especificar las acciones correctoras y quién es responsable de llevarlas a cabo.

6. Establecer el procedimiento de verificación encaminado a confirmar que el sistema HACCP funciona correctamente: Se deben desarrollar los procedimientos de verificación para mantener el sistema HACCP y garantizar que sigue funcionando eficazmente.

7. Crear el sistema de documentación relativo a todos los procedimientos y registros apropiados para estos principios y su aplicación: Hay que guardar los registros que demuestran que el HACCP funciona de modo controlado y que se tomaron las acciones correctoras apropiadas en

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caso de cualquier desviación fuera de los límites críticos.

Los factores o criterios que constituyen los límites críticos están relacionados con el tipo de peligro que va a ser controlado por el punto crítico de control (PCC) y la medida de control específica. Pueden ser números, bien un valor mínimo o máximo para un criterio determinado, pero nunca un rango de valores. Los límites críticos deben ser claros, objetivos, medibles y registrables (Sancho, et al, 1996): Límites químicos: estos límites pueden tener relación con la aparición de peligros químicos en el producto y sus ingredientes o en el control de peligros microbiológicos por medio de la formulación y los factores intrínsecos, por ejemplo: el nivel máximo aceptable de micotoxinas, pH, sal, aw, entre otros. Límites físicos: estos están relacionados con la tolerancia para los peligros físicos o materias extrañas; sin embargo también pueden tener que ver con el control de los peligros microbiológicos, en los casos en que la supervivencia o muerte de los microorganismos sea gobernada por parámetros físicos. Algunos ejemplos de factores asociados con límites físicos serian: la ausencia de metales, temperatura y tiempo. Límites microbiológicos: solo pueden ser vigilados por medio del crecimiento del organismo en cuestión, en el laboratorio, proceso para el que son necesarios varios días. Por lo tanto la vigilancia de los límites microbiológicos no permite actuar inmediatamente cuando el proceso se desvía; sin embargo existen métodos microbiológicos rápidos como es el caso de la bioluminiscencia por ATP que puede valorar la eficacia de la limpieza, y las técnicas basadas en la reacción en cadena de la polimerasa, que es posible que en un futuro próximo se utilice para muchas aplicaciones. Con la finalidad de determinar las posibles causas que puedan inducir al deterioro o disminución del tiempo de vida útil de productos frutícolas, se aplicó de forma cualitativa un análisis de riesgos y control de untos críticos (HACCP) a una central frutícola (Agropecuaria La Gloria, S. A.) del estado Monagas; encargada de procesar Lima persa y Mango siendo la primera objeto de estudio para la presentación de este trabajo.

MATERIALES Y MÉTODOS

Para llevar a cabo el análisis de riegos y control

de puntos críticos (HACCP), se procedió a: 1. Definir el ámbito de aplicación: de acuerdo con

el tipo de producto (fruta, producto perecedero), en esta empresa se consideraron riesgos de tipo biológico, químico y físico controlándose estos desde la cosecha del fruto pasando por el procesado y manipulación hasta su expedición. Describir el producto: la descripción de este producto se amplia con más detalle en la sección de marco teórico.

2. Uso esperado del producto: la lima Persa puede ser consumida como aperitivo, jugo concentrado o diluido, para el público en general.

3. Elaboración del diagrama de flujo del proceso: para la elaboración de este diagrama de flujo se visitó el campo o plantación para observar la forma y acciones tomadas por los operarios durante la cosecha y transporte hacia la planta procesadora.

4. Una vez estando en la procesadora se siguieron todas las etapas de forma cualitativa desde la recepción de la materia prima hasta su expedición como se muestra en la Figura 1.

5. Verificación “in situ” del diagrama de flujo: este diagrama fue verificado y corregido por el supervisor de planta de la empresa.

6. Identificación de riesgos asociados con cada etapa y medidas preventivas: con la ayuda del diagrama de flujo del proceso se procedió a realizar el análisis, enumerándose todos los posibles riesgos de tipo biológico, químico o físico, que pudieran estar presentes en cada una de las etapas, tomándose en cuenta para su inclusión que deben ser de tal naturaleza que su eliminación o reducción a niveles aceptables sea esencial para la producción de alimentos inocuos.

7. Posteriormente se adoptaron medidas preventivas fáciles de aplicar para cada uno de los riesgos.

8. Identificación de los puntos críticos de control (PCC): para la identificación de los PCC se utilizó para mayor facilidad y confiabilidad el árbol de decisiones (Figura 2), aplicándose este para cada uno de los riesgos enumerados y estableciéndose si era o no un PCC. (Cuadro 1)

9. Establecimiento de límites críticos: una vez identificados los PCC se procedió a establecer

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los límites críticos correspondientes a cada PCC, que separa lo aceptable de lo no aceptable. Estos se determinaron mediante parámetros observables y medibles, y con la ayuda de revisión bibliográfica.

10. Establecimiento de sistemas de vigilancia: en esta fase se analizó la implantación de

observadores, así como la medición química de sustancias y otros factores como la temperatura, con la finalidad de detectar la posible desviación de los límites críticos en cada etapa del proceso productivo.

Figura 1. Diagrama de flujo del proceso de limpieza y empaquetado de la Lima Persa (Citrus latifolia Tanaka) en la

Agropecuaria La Gloria, S.A.

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11. Acciones correctoras: una vez establecidos los límites críticos conjuntamente con el sistema de vigilancia fue necesario establecer acciones correctoras en caso de que algún factor tienda a superar los límites críticos o que exista desviación en algunos de los puntos críticos de control, para así poder actuar inmediatamente de ocurrir tal hecho.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A continuación se presentan los resultados obtenidos de la aplicación del sistema HACCP durante el procesado de la Lima Persa (Citrus

latifolia Tanaka) en una central frutícola del estado Monagas.

El análisis de riesgos y control de puntos

críticos presentó resultados cualitativos que condujeron a la identificación de distintos tipos de riesgos, desde biológicos hasta la implantación de físicos (ver resultados), para cada una de las etapas del proceso de manipulación y empaquetado de la Lima Persa (Citrus latifolia Tanaka), además de la implantación de puntos críticos de control (PCC) con sus respectivos límites críticos, sistemas de vigilancia y acciones correctoras en caso de desvío. Los riesgos biológicos tomados en cuenta, como se puede

P1. ¿Existe algún peligro en esta etapa del proceso? ¿Cuál? No es un PCC Parar *

P2. ¿Existen medidas preventivas para

el peligro identificado?

Modificar etapa, proceso oproducto.

P2a. ¿Es necesario el control en esta etapa? No es un PCC Parar* P3. ¿Elimina esta etapa el riesgo, o lo reduce a un nivel aceptable? P4. ¿Puede la contaminación aparecer o incrementarse hasta alcanzar niveles inaceptables? No es un PCC Parar*

P5. ¿Una etapa o acción posterior eliminara o reducirá el peligro hasta un nivel aceptable? No es un PCC Parar* PUNTO CRITICO DE CONTROL. * Parar y continuar con el siguiente peligro de la etapa.

Si No

Si No

No

Si

No

Si

Si

No

Si

No

Figura 2. Árbol de decisiones de los puntos críticos de control.

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apreciar en el Cuadro 2, incluyen desde la contaminación con Staphylococcus aureus hasta una variedad de hongos y organismos patógenos, los cuales se consideran puntos críticos de control, que pueden aparecer en las etapas de limpieza, verificación y selección, encerado, clasificación por tamaño, empaquetado y almacenamiento. Mientras que a los riesgos físicos se le pueden atribuir la presencia de residuos sólidos en la parte externa del fruto (residuos vegetales, inorgánicos), residuos metálicos y daños por una incorrecta manipulación de los operarios, estando éstos en la etapa de limpieza, secado y comercialización del producto; lo que constituye una posible fuente de daños graves que pudieran afectar al consumidor.

En cuanto al establecimiento de riesgos químicos se puede afirmar que son inexistentes al no haber contacto alguno de productos frutícolas con algún agente o sustancia química (desinfectantes, plaguicidas, fungicidas, entre otros), por lo tanto se debe descartar cualquier contaminación del fruto con un agente químico en el interior de la planta procesadora y que pueda afectar la salubridad e inocuidad del producto. Sin embargo hay que tomar en cuenta que este producto si puede ser alterado por la posible adición de restos químicos tóxicos, una vez que es distribuido y dependiendo de las condiciones de almacenamiento.

Los puntos críticos de control (PCC) establecidos en este análisis fueron determinados con la aplicación del árbol de decisiones (Figura 2) resultando de esta manera un total de siete (7) PCC, incluidos en diversas etapas del proceso de manipulación y empaquetado de la Lima Persa (Citrus latifolia Tanaka) con la finalidad de garantizar la inocuidad y salubridad de la producción. Además se establecieron límites para dichos puntos críticos, los cuales fueron determinados tomando en cuenta el nivel de peligrosidad del riesgo identificado, especialmente por que se trata de un producto de consumo masivo fresco, y del posible daño que ocasionaría al consumidor final; así por ejemplo los niveles de Staphylococcus aureus permitidos (norma COVENIN 1292-89) en los alimentos son cuantificables (103 NMP/g), mientras que la presencia de fragmentos y residuos de metal en el fruto es inaceptable ya que estos compuestos dañarían la salud del consumidor final.

CONCLUSIONES

Los riesgos que se pueden considerar como un

peligro durante el procesado de la Lima Persa en esta central frutícola son de tipo biológico (contaminación con S. aureus, hongos y otros patógenos), y físicos como la presencia de cuerpos extraños en la superficie del fruto y daños por incorrecta manipulación.

Cuadro 1. Árbol de decisiones de los puntos críticos de control (PCC) para el procesado de la Lima Persa

Etapa del proceso

P1

P2

P2a

P3

P4

P5

¿PCC? Si/No

Cosecha Si Si - No Si Si No

Transporte Si Si - No Si Si No Recepción Si Si - No No - No

Limpieza. Si Si - Si - - Si Si Si - No Si Si No

Verificación y Selección Si Si - Si - - Si

Encerado Si Si - Si - - Si Secado en horno T≈ 40°C Si Si - No Si No Si

Clasificación por tamaño (mecánica)

Si Si - No Si No Si

Empaquetado Si Si - No Si Si No Si Si - No Si No Si

Almacenamiento T≈ 8 – 10°C

Si Si - No No - No Si Si - Si - - Si

Comercialización Si Si - No Si Si No

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Los límites críticos establecidos como ausentes (en las etapas de limpieza, secado en horno, clasificación por tamaño y empaquetado) se deben hacer cumplir a cabalidad, evitando así una posible desviación para garantizar la inocuidad del producto.

El límite máximo de S. aureus permitido en los alimentos es de 103 NMP/g, por lo tanto se deben tomar en cuenta las medidas necesarias para reducir la contaminación con este microorganismo para impedir la desviación en este punto crítico.

Cuadro 2. Análisis de riesgos y medidas preventivas para el procesado de la Lima Persa.

Etapa del proceso Riesgos y fuente Medidas preventivas

Cosecha B: Contaminación con hongos y S. aureus

Tomar los frutos utilizando guantes y colocarlos directamente en las cajas de cosecha.

Transporte B: Contaminación con organismos patógenos generalmente hongos.

Una vez estando los frutos en el transporte cubrirlos con un manto de tal forma que evite el contacto con el polvo y otros residuos.

Recepción B: Fruto contaminado con organismos patógenos.

Cumplimiento de prácticas higiénicas durante la cosecha y transporte del fruto.

Limpieza

F: Presencia de residuos sólidos difíciles de eliminar.

Eliminar manualmente residuos restantes.

B: Presencia de organismos patógenos.

Reducir la contaminación durante la recolección del fruto con el uso de guantes.

Verificación y Selección B: Contaminación microbiológica con S. aureus por parte de los operarios.

Dictar cursos de capacitación al personal sobre normas higiénicas durante la manipulación de alimentos. Utilizar guantes y vestimenta adecuada.

Encerado B: Contaminación microbiana debido a una mala cobertura del fruto con cera líquida.

Realizar una constante verificación de eficiencia de encerado.

Secado en horno T≈ 40°C

F: fragmentos y residuos de metal proveniente del desgaste de los rodillos giratorios.

Mantenimiento secuencial de los rodillos giratorios transportadores.

Clasificación por tamaño (mecánica).

B: Contaminación microbiológica generalmente hongos.

Higiene de los cajones de clasificación.

Empaquetado

B: Contaminación por S. aureus por parte del personal manipulador.

Cumplimiento de normas higiénicas, utilizar guantes y vestimenta adecuada durante el empaquetado.

B: Contaminación adicional por contacto del fruto con el piso.

Evitar caídas del fruto al piso durante su introducción al empaque.

Almacenamiento T≈ 8 – 10°C.

B Crecimiento de patógenos. Higiene del refrigerador.

B: Pudrición por aumento en maduración fisiológica debido a altas temperaturas.

Mantenimiento de temperatura correcta de refrigeración.

Comercialización

F: Daños a la fruta por incorrecta manipulación.

Implementar medidas de correcta manipulación a los operarios.

B: Desarrollo microbiano por elevadas temperaturas.

Mantenimiento de temperatura adecuada durante su distribución.

B: Biológico, F: Físico

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La temperatura de almacenamiento es un factor de suma importancia en la conservación de la Lima Persa, valores superiores a 9°C en un tiempo prolongado ocasionan un cambio de color en el fruto además de inducir al deterioro de este, mientras que rangos inferiores a 9°C dañan la superficie del fruto provocando su descomposición durante la distribución y comercialización.

El personal manipulador que labora en esta

empresa no pone en práctica alguna norma de higiene y saneamiento industrial durante el procesado del fruto, lo cual se evidencia por la falta de vestimenta adecuada, utilización de guantes en la manipulación y otros implementos necesarios que contribuyen a la inocuidad del fruto.

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Sistema de producción del ocumo chino (Colocasia esculenta (L.) Schott) con financiamiento de FONCRAMO en el Municipio Bolívar del estado Monagas, ciclo 2001-2002

Production system of taro financed by FONCRAMO at County Bolívar, Monagas State, Period 2001 - 2002

Hilmig Viloria1*, Johana Padrón2 y Nieves Chaurán2

1Unidad de Estudios Básicos y 2Departamento de Economía, Escuela de Ingeniería Agronómica. Núcleo

Monagas, Universidad de Oriente. Campus “Los Guaritos”. Maturín, 6201, Monagas. Venezuela. E-mail: [email protected]. *Autor para correspondencia

RESUMEN

La presente investigación se basó en un análisis agrosocioeconómico del cultivo de ocumo chino (Colocasia esculenta (L). Schott), en el Municipio Bolívar del estado Monagas, donde un grupo de productores agrícolas contó con financiamiento de FONCRAMO (Fondo de Crédito Agropecuario del Estado Monagas), durante el ciclo de cultivo 2001 – 2002. El área bajo estudio estuvo comprendida por las localidades siguientes: La Acequia, San Miguel, El Veintiuno y Los Kilómetros de Caripito, en los cuales se aplicó una encuesta a una muestra de 20 productores, que fueron seleccionados de forma aleatoria simple. La explotación del cultivo en la zona se practica en forma de conuco, realizándose labores culturales tradicionales tales como la tala y la quema, incorporándose a éstas, labores técnicas poco acostumbradas por los productores de este rubro, como son la fertilización y el control químico de malezas el cual se combinó con el control manual, desarrollándose estas labores en un 65 por ciento cada una. La producción de ocumo chino obtenida fue de 638.000 Kg, al cosechar 30,2 ha de un total de 38 ha sembradas. Palabras clave: Ocumo chino, Colocasia esculenta, financiamiento, sistema de producción

ABSTRACT The present investigation was based in an analysis agronomic, social and economic of taro (Colocasia esculenta (L.) Schott), in the Bolívar County of Monagas State, where a producer group was financed by FONCRAMO, during cultivation cycle 2001-2002. The study area was constituited by the following locations: La Acequia, San Miguel, Los Morros, El Veintiuno and Los Kilómetros de Caripito, where a survey was applied to 20 producer sample, that was selected by random and simple form. Crop exploitation is practiced of conuco form, the producers carried out the traditional cultural practices like the tree-felling and fire, incorporating to these, some technical practices which are very unusual by producers, like fertilization and chemical weed control that was combined with manual weed control. These practices were carried out in a 65 %. Taro production was 638,000 kg from 38 sowing hectares. Keys words: Taro, Colocasia esculenta, financing, production systems

INTRODUCCIÓN Los cultivos de raíces y tubérculos tienen un enorme potencial para contribuir al desarrollo socioeconómico de áreas rurales debido a la necesidad de la utilización de mano de obra en las distintas labores que implica su producción. Dentro de las raíces y tubérculos se encuentra el ocumo chino (Colocasia esculenta (L) Schott), al cual se le dedica poca atención por considerarse un producto de bajos rendimientos económicos (Scott et al, 1992). Blohm (1992) señala que las explotaciones del cultivo de ocumo chino, en el estado Monagas, se realizan en pequeñas extensiones y posiblemente sean en su mayoría de 0,2

a 4,0 ha y no requiere de un gran capital de explotación. Para incrementar la obtención de alimentos hay que incentivar la producción agrícola. Una forma efectiva de lograrlo es la aplicación de planes de financiamiento agropecuario, los cuales pueden originarse de fuentes privadas o públicas. Los créditos ofrecidos por la banca privada generalmente son poco accesibles a los pequeños y medianos productores. En el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo de cultivo 2001-2002, un grupo de productores de ocumo chino fue financiado por el Fondo de Crédito Agropecuario del Estado Monagas (FONCRAMO), por lo cual se presume un cambio en la calidad de vida del agricultor, en tal sentido, el presente trabajo tiene como principal

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objetivo determinar las condiciones agrosocioeconómicas de la producción del ocumo chino en este Municipio y la influencia del financiamiento en este sistema de producción.

MATERIALES Y MÉTODOS

El área bajo estudio está ubicada en los caseríos de La Acequia, San Miguel, el 21, Los Morros y Mosú del Municipio Bolívar del estado Monagas, Venezuela; geográficamente situado entre los 63° 01’ 6’’ y 63° 15’ 28’’ Longitud Oeste y los paralelos 10° 00’ 34’’ y 10° 13’ 30’’ Latitud Norte, aproximadamente. Los productores financiados por FONCRAMO, fueron ubicados a través de la empresa SAMOCA (Servicios Agrícolas Monagas), encargada de desarrollar el asesoramiento técnico dentro del programa de financiamiento. Los datos básicos para el análisis agro-socioeconómico del cultivo de ocumo chino, se obtuvieron mediante la aplicación de una encuesta personalizada adaptada a los objetivos de la investigación, la cual fue debidamente probada con anterioridad a su aplicación. El método estadístico utilizado para la determinación de la cantidad de los productores a encuestar fue el Muestreo Aleatorio Simple, por ser éste método el que más se adapta a la situación, lo que garantiza que cada uno de los productores tuviese la misma oportunidad de ser elegido para ser encuestado. En el Municipio Bolívar, para el ciclo de cultivo 2001-2002 fue financiada una población de 64 cultivadores de ocumo chino, los cuales sembraron en parcelas con dimensiones similares (2 ha por productor), por lo cual se descartó la clasificación según el tamaño de la parcela. Pertenecientes a dicha población se encuestaron 20 productores; estimándose esta cantidad mediante la siguiente fórmula: N0

1+N0/N Donde: n = N° de productores a encuestar N0 = N° de productores a encuestar, según la

prueba de t Student N = Total de productores

Los datos obtenidos fueron tabulados y analizados mediante frecuencias relativas y absolutas. Se determinó el costo de producción del cultivo según la información aportada por los productores, a través de cálculos matemáticos simples. Sobre la base de dicho análisis de los resultados, se realizaron las discusiones y conclusiones sobre el tema.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN I.- Aspectos Sociales En el Cuadro 1, se observa que la mayor cantidad de productores financiados ubican sus siembras en el sector de La Acequia (45 %), seguido por el sector de Los Morros (30 %), posiblemente debido a que estas zonas son más cercanas a los afluentes del Caño San Juan, alrededor del cual se producen inundaciones frecuentes debido a un efecto marea. Cuadro 1. Distribución de los productores de ocumo

chino (Colocasia esculenta L. Schott) financiados en el Municipio bolívar del estado Monagas, según su ubicación, ciclo 2001-2002.

Frecuencia

Localidad Absoluta Relativa (%)

La Acequia 9 45

Los Morros 6 30

San Miguel 2 10

El Veintiuno 2 10

Mosú 1 5

Total 20 100

El 45 por ciento de los productores

encuestados (Cuadro 2) expresó que tienen una experiencia en el cultivo de ocumo chino comprendida entre 11 y 15 años y el 20 por ciento expresó tener una experiencia en el cultivo entre 16 y 20 años. El cultivo de ocumo chino en este Municipio es considerado tradicional, lo cual explica que un amplio porcentaje de los productores encuestados

Cuadro 2. Distribución de los productores de ocumo chino financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, de acuerdo a su experiencia en el cultivo, ciclo 2001-2002.

Experiencia en Frecuencia

el cultivo (años) Absoluta Relativa (%)

0-5 3 15

6-10 3 15

11-15 9 45

16-20 4 20

> 20 1 5

Total 20 100

n =

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tenga una experiencia considerable en cuanto a la explotación del mismo.

El 60 por ciento de los productores encuestados afirmó que saben leer y escribir y el 40 por ciento de ellos dijo que no sabe hacerlo (Cuadro 3); esta situación es preocupante, ya que una cantidad importante de los productores encuestados es analfabeta y en estas condiciones les será más difícil aprovechar al máximo el intercambio de conocimientos con instituciones dedicadas a la extensión agrícola. El 90 por ciento de los productores encuestados habita en casas de condiciones aceptables, construidas en su totalidad de bloque y concreto, con techo de zinc, contando con instalaciones de agua potable y luz eléctrica en su totalidad. Sólo dos productores afirmaron habitar en ranchos construidos de bahareque y tablas. Mata (1984), señala que un 21,43 por ciento de los productores habitaban ranchos en condiciones insalubres sin servicios públicos y el 64, 28 por ciento habitaban viviendas dotadas de servicios públicos.

El 30 por ciento de los productores de ocumo

chino encuestados realiza actividades económicas alternas a la siembra de este cultivo y devenga remuneraciones entre 200 y 500 mil bolívares por mes (Cuadro 4). El resto de los productores (70%) se dedica totalmente a la agricultura, por lo cual están sujetos a recibir beneficios económicos, generalmente ocho meses después de la siembra que es cuando la mayoría de ellos acostumbra a iniciar la cosecha.

En el Cuadro 5, se observa que el 75 % de los productores señaló que realiza la siembra en terrenos propios, situación similar a la reportada por Blohm (1992), quien señala que el 79 por ciento de los productores posee tierra propia. El 20 por ciento de los productores siembra en terrenos baldíos en condiciones de ocupante y el cinco por ciento de los productores siembra en terrenos prestados, los cuales

deben regresar al final de la cosecha. Los productores con terreno propio no presentan problemas respecto a la tenencia de la tierra y pueden sembrar la próxima cosecha sin ningún tipo de incertidumbre. Esta situación se torna contraria para los productores cuyas tierras no son propias.

Todos los productores encuestados recibieron asistencia técnica la cual fue brindada conjuntamente por FONCRAMO y por la empresa privada SAMOCA. En el Cuadro 6 se observa la frecuencia con la cual los productores recibieron visita técnica. El 40 por ciento fue visitado por el técnico de manera semanal, otro 40 por ciento recibió visitas técnicas quincenalmente y el 20 por ciento recibió visitas de forma mensual. Los productores señalaron que la asistencia se basó esencialmente en orientaciones, inspecciones, recomendaciones, facilitación de insumos, fiscalización, asesoría y supervisión. Cuando se preguntó a los productores, si estarían dispuestos a pagar asistencia técnica en el futuro, el 45 por ciento respondió que sí lo haría, debido a que consideraba que la asesoría recibida durante el ciclo anterior (Mayo 2001-Abril 2002) había sido provechosa y bastante útil en el manejo del cultivo. El 55 por ciento de los productores señaló que no está dispuesto a cancelar asistencia técnica. Ellos

Cuadro 3. Distribución de los productores de ocumo chino

financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, según sus condiciones de alfabetismo, ciclo 2001-2002.

Sabe leer Frecuencia

y escribir Absoluta Relativa (%)

Si 12 60

No 8 40

Total 20 100

Cuadro 5. Distribución de los productores de ocumo chino financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, según la relación productor – tierra, ciclo 2001-2002.

Condición Frecuencia

de la tierra Absoluta Relativa (%) Propia 15 75

Baldía 4 20

Prestada 1 5

Total 20 100

Cuadro 4. Distribución de los productores de ocumo

chino financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, según las actividades alternas que realizan, ciclo 2001-2002

Realiza alguna Frecuencia

actividad alterna Absoluta Relativa (%)

Si 6 30

No 14 70

Total 20 100

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consideran que la asesoría recibida en ciclo anterior no había sido de utilidad para el manejo del cultivo y alegan que la información recibida de los técnicos ya era conocida por ellos y en ciertos casos la consideraban errada II.- Aspectos Agronómicos La siembra de ocumo chino generalmente se practica en terrenos de vegetación boscosa (denominados rastrojos), inundables y de relieve irregular, por lo que resulta casi obligatoria una preparación manual del terreno, practican la tala del material vegetal y luego en algunos casos proceden a la quema del mismo. Esta última se practica generalmente en las zonas no inundables. En las zonas inundables o anegadizas, los productores sólo desmontan y retiran el material en forma de montones hasta la orilla, hacen pequeños montones en medio del terreno o simplemente lo esparcen por todo el terreno a sembrar y lo dejan allí hasta que se seque y posteriormente se descomponga. Una situación similar es señalada por Blohm (1992), Figueroa (1996) y Mata 1984), en sus trabajos de investigación donde afirman que las labores fundamentales para la siembra del cultivo de ocumo chino son la tala y la quema. Para esta labor se contrató un promedio de 30 jornales / ha. En el Cuadro 7 se observa que un 85 por ciento de los productores encuestados compró la semilla en las poblaciones de La Acequia, Caripito, Mosú, San Miguel y en algunos casos fueron traídas del Estado Sucre. El 15 por ciento de los productores obtuvo la semilla de siembras anteriores. Es importante destacar que la compra de la semilla no ofrece ningún tipo de garantías para el comprador, debido a que no es semilla certificada. La compra se realiza a productores que hayan tenido excedente de

semilla en la siembra anterior. El costo promedio de la semilla para este ciclo de cultivo fue de Bs 13.735,3 por millar. Con relación al tratamiento y preparación que recibe la semilla previa a la siembra, el 85 por ciento de los productores señaló que no realiza ningún tipo de práctica de preparación de semilla antes de la siembra, ya que no lo consideran necesario. En términos generales, la semilla es clasificada mediante la selección de los hijos más vigorosos y de mejor tamaño, que no presenten ninguna evidencia física de enfermedad o ataque de plagas.

La labor de siembra se realiza de forma

manual, principalmente por las condiciones topográficas y edáficas del terreno, las cuales generalmente no permiten la mecanización y además, porque en nuestro país no existe la tecnología adecuada para la siembra del cultivo de ocumo chino de forma mecanizada. Montaldo (1991) señala que en Hawai se usan para la siembra mecanizada plantadoras de hijuelos para cultivos en seco y para cultivos bajo agua. El 85 por ciento de los productores encuestados inició la siembra entre los meses de mayo y junio, y el 15 por ciento restante extendió el inicio de la siembra hasta el mes de agosto. La siembra se efectúa al enterrar a una profundidad de 20 cm la “semilla” o hijuelo, esto coincide con lo señalado por Figueroa (1996) en investigación similar realizada en el Estado Sucre, donde la siembra se hace mediante el entierro del hijuelo en el terreno con parte del material vegetal a una profundidad de 20 cm. Las distancias de siembra utilizadas por los productores encuestados están comprendidas entre 50 x 50 cm hasta 100 x 100 cm, tal como se observa en el Cuadro 8, donde la distancia de siembra más utilizada es la 100 x 100 cm con una frecuencia de 70 por ciento. Para esta labor se empleó un total de 12 jornales/ha, a los cuales se le pagó un promedio de Bs 6.550 por jornal, siendo el importe total de esta labor de Bs 78.600 por ha. Cuadro 6. Distribución de los productores de ocumo chino

financiados en el Municipio bolívar del estado Monagas, de acuerdo con la frecuencia de la asistencia técnica recibida, ciclo 2001-2002.

Frecuencia Frecuencia

de visitas técnicas Absoluta Relativa (%)

Semanal 8 40

Quincenal 8 40

Mensual 4 20

Total 20 100

Cuadro 7. Distribución de los productores de ocumo chino

financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, según la forma de obtención de la semilla, ciclo 2001-2002.

Obtención de la Frecuencia

semilla Absoluta Relativa (%)

Compra la “semilla” 17 85 “Semilla” propia 3 15

Total 20 100

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En ocumo chino se realiza la labor de zanjeo, la cual consiste en la apertura de canales de drenaje por los cuales pueda circular el agua cuando aumenta la marea e inunda los terrenos y también cuando esta baja y se retira de los mismos llevándose el excedente de agua que podría dañar el cultivo. Estos canales cumplen un doble propósito, funcionan como mecanismos de drenaje del suelo y como vía de transporte a los productores para llegar hasta los cultivos y trasladar el ocumo una vez que se realiza la cosecha, debido a ser la forma más fácil de acceso a las siembras de los caños. Cabe destacar, que los canales de drenaje son navegables solo cuando la marea está alta, ya que cuando ésta baja los niveles de agua descienden. El 70 por ciento de los productores encuestados realizó labor de zanjeo, debido a que éstos siembran en zonas inundables. Algunos de ellos sólo realizaron mantenimiento a canales ya existentes, abiertos para siembras anteriores; el resto de los productores (30%) sembró en zonas no inundables o en las denominadas por ellos zonas altas. En el Cuadro 9 se observa que el 65 por ciento de los productores encuestados realizó la labor de fertilización; los productores que no fertilizaron consideran que esta labor no es necesaria; la mayoría de ellos dice que no ve la diferencia entre un cultivo fertilizado y uno sin fertilizar y en algunos casos alegan que al fertilizar el cultivo los cormos pierden cualidades gastronómicas. Por otra parte, los productores que fertilizaron consideran que esta es una manera de fortalecer el terreno, para que el cormo se forme más rápido, o sólo porque el terreno no es muy bueno, o ha sido cultivado con anterioridad. Se evidencia un incremento en la realización de esta labor, al ser comparados los resultados con los obtenidos por Blohm (1992), quien señala que sólo el 3 por ciento de los productores aplicó fertilizante. Los productores que fertilizaron aplicaron la fórmula 14-

14-14 en dosis que varían entre 100 y 250 Kg/ ha, también usaron Urea a razón de 200 Kg/ha.

Con respecto a la época de aplicación del

fertilizante, el 46,15 por ciento de los productores fertilizó al primer mes después de la siembra, 30,77 por ciento fertilizó a los dos meses después de la siembra y 23,08 por ciento lo hizo a los tres meses después de la siembra. Resalta en este aspecto el hecho de que los productores siembran estacas de bucare (Eritrina peoppiana (Walp). Cook) provenientes de árboles talados durante la preparación del terreno, según lo expresado por ellos, lo hacen con el fin de enriquecer el suelo aunque desconocen que este árbol es una leguminosa muy efectiva en la fijación de nitrógeno. Así, sin ellos saberlo están contribuyendo a una forma de fertilización natural del suelo. En relación a los métodos de control de malezas, se aprecian en el Cuadro 10 que un 65 por ciento de los productores utiliza la combinación del control químico y el control manual; el 25 por ciento de los productores utiliza sólo control manual y el 10 por ciento utiliza control químico. Estos resultados difieren de los obtenidos por Blohm (1992), quien señala que todos los agricultores de la región bajo estudio realizaron control en forma manual, y utilizaron como herramientas el machete y la escardilla. Los productores que aplicaron control combinado realizaron primero las actividades de limpias manuales, y usaron herramientas como machete y escardilla para tratar de llevar las malezas al menor tamaño posible que les permitiera la posterior aplicación de productos químicos de una forma cómoda. El control químico se aplica con una asperjadora de espalda. Este control se hace poco después de haber aplicado el control manual, con la finalidad de retardar la presencia de malezas en la

Cuadro 8. Distribución de los productores de ocumo

chino financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, de acuerdo a las distancias de siembra utilizadas, ciclo 2001-2002.

Distancias de Frecuencia

siembra (cm) Absoluta Relativa (%)

100 x 100 14 70

80 x 80 5 25

50 x 50 1 5

Total 20 100

Cuadro 9. Distribución de los productores de ocumo

chino financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, según la aplicación de fertilizantes al cultivo, ciclo 2001-2002.

Aplicación de Frecuencia

Fertilizante Absoluta Relativa (%)

Si 13 85

No 7 35

Total 20 100

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plantación. Los productos químicos utilizados en el control de malezas fueron Gramoxone y 2-4-D.

Los productores manifestaron que no tienen problemas con insectos-plagas, no obstante, consideran como una plaga muy perjudicial a los cangrejos que habitan en el Caño San Juan, los cuales se comen gran cantidad de “semillas” después de las siembras. Además, se comen los cormos una vez que éstos están formados, dejando heridas en la superficie que promueve la entrada de patógenos y la pudrición posterior del cormo. Los cormos que logran sobrevivir al ataque de cangrejos terminan siendo descartados para la comercialización. Por tal motivo los productores aplican un control químico, utilizando el insecticida Parathión en la dosis mínima que indica el envase del producto. En general los productores de ocumo chino encuestados manifestaron que no tienen problemas mayores en lo referente a enfermedades dentro de sus cultivos. La cosecha se realiza de forma manual con la implementación de herramientas como el machete y el palín, generalmente se inicia cuando el cultivo alcanza entre siete y ocho meses de sembrado o tiempo después dependiendo del criterio y la necesidad del productor. Los productores realizan la cosecha de forma escalonada, lo que les permite practicar hasta cuatro cosechas dentro de un mismo ciclo de cultivo. A la medida que van cosechando van volviendo a sembrar, realizando varias siembras en un mismo terreno, aprovechando así el tiempo y el espacio físico. La cantidad de ocumo a cosechar (volumen de cosecha) va a estar determinada directamente por el precio y la demanda del producto en el mercado. En la labor de cosecha fueron invertidos por cada productor un promedio de Bs 100.000, y se contrató una media de 10 jornales por hectárea.

En el Cuadro 11, se observa que el 40 por ciento de la población evaluada obtuvo un rendimiento comprendido entre 10.001 y 20.000 Kg/ha y otro 40 por ciento obtuvo rendimientos entre 20.001 y 30.000 Kg/ha. Los rendimientos obtenidos por debajo de los 10.000 Kg/ha se debieron a pérdidas en el cultivo provocadas por el exceso de agua en la plantación por un tiempo prolongado. Algunos de los productores señalaron que no habían cosechado en su totalidad el hectareaje sembrado debido a pérdidas por inundaciones y otros no terminaron de cosechar simplemente porque consideraron que los precios de venta no eran rentables y prefirieron que el ocumo permaneciera en el campo.

En el Cuadro 12 se observa que el 55 por ciento de los productores no siembra en asociación con otros cultivos, principalmente debido a razones culturales y edáficas. El 45 por ciento de los productores manifestó que sí siembra en asociación con otros cultivos tales como: auyama (Cucurbita maxima), ají dulce (Capsicum frutecens), ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium), maíz (Zea mays), cambur (Mussa paradisíaca), yuca (Manihot esculenta), batata (Ipomoea batata), plátano (Mussa sapientum) y caña (Sacharum officinarum), y obtener buenos resultados, aun cuando estas asociaciones no se realizan con fines comerciales. La producción de estos rubros cultivados de forma alterna es utilizada para el consumo familiar, y si queda algún excedente es vendido. Algunos productores afirmaron que realizan siembras de cacao (Teobroma cacao), ñame (Dioscorea alata), maíz (Zea mays) y ají dulce (Capsicum frutecens), de forma separada a la siembra de ocumo chino. Esto contradice lo reportado por Blohm (1992), quien señala que el 92 por ciento de los productores de ocumo chino no realizó siembras asociadas. Actualmente, es posible que el alto costo de los productos alimenticios, promovieran la aceptación de los productores a diversificar su producción.

Cuadro 10. Distribución de los productores de ocumo

chino financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, según los métodos de control de malezas utilizados, ciclo 2001-2002.

Control de Frecuencia malezas Absoluta Relativa (%) Manual 5 25 Químico 2 10 Manual-Químico 13 65 Total 20 100

Cuadro 11. Distribución de los productores de ocumo

chino financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, según los rendimientos obtenidos, ciclo 2001-2002.

Rendimiento Frecuencia (kg/ha) Absoluta Relativa (%) < 10.000 3 15 10.001 a 20.000 8 40 20.001 a 30.000 8 40 > 30.000 1 5 Total 20 100

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El 60 por ciento de los productores encuestados afirmó que no cambia anualmente el lote de terreno donde siembra, y que realiza hasta dos y tres cosechas consecutivas en el mismo lote de terreno. El 40 por ciento de los productores si cambia anualmente el lote de terreno donde siembra. Ellos expresaron hacerlo debido al cansancio de la tierra, ya que si vuelven a sembrar en el mismo lote de terreno para el ciclo siguiente, el rendimiento disminuirá. Otros productores lo cambian simplemente porque el lote de terreno no es propio, como es el caso de un productor que sembró en terrenos prestados, los cuales debe devolver al finalizar esta cosecha. III. - Aspectos de Comercialización Al momento de la cosecha el ocumo no es clasificado, tanto los pequeños como los grandes son considerados iguales, aunque, generalmente los productores tienden a colocar los ocumos medianos o de menor tamaño para llenar el saco, los más grandes o de mayor tamaño son utilizados para rellenar la parte superior del mismo. Los ocumos son arrancados y ensacados de forma directa sin lavarlos, los sacos son el único tipo de empaque utilizado para trasladar el producto hasta el sitio de venta, dichos sacos al momento de la venta pueden tener un peso que oscila entre 70 a 90 Kg. La totalidad de los productores encuestados no almacena la producción. Algunos argumentan que ésta se pudre, ya que el ocumo chino es un rubro altamente perecedero. El producto es negociado con anticipación a la cosecha. Una vez arrancado el ocumo sólo dura de tres a cinco días en condiciones ambientales.

Los medios de transporte utilizados por los productores de ocumo chino son muy variados, siendo el más común la canoa o curiara, utilizada por en 70 por ciento de los productores (Cuadro 13),

debido a que las siembras se localizan en áreas inundables, por donde pasan los afluentes del caño San Juan. Además de servir para trasladar la cosecha hasta un sitio donde se pueda comercializar, el uso de curiaras le permite a los productores trasladarse a sus fincas, transportar el personal, los insumos y las herramientas necesarias para realizar las labores culturales de la plantación; por estas razones, la curiara se ha convertido en el medio de transporte más eficiente porque aprovecha los afluentes anteriormente mencionados y los canales de drenaje construidos por los mismos productores. Los automóviles también son utilizados como medio de transporte por el diez por ciento de los productores, ya que son pocos los productores que siembran en zonas accesibles a los vehículos donde pueda ser embarcado el ocumo por los arrancadores. El 20 por ciento de los productores utiliza burros para transportar sus cosechas.

La cosecha es vendida en un 90 por ciento a

camioneros, los cuales compran al mayor, generalmente en el Muelle de los Morros, siendo éste el principal punto de concentración de los productores (para realizar la venta) que siembran en los alrededores del Río San Juan. El diez por ciento de los productores encuestados realizó la venta de forma directa al negociar con los detallistas del Mercado Municipal de Caripito, sin intervención de los camioneros (intermediarios). El producto según lo señalado por los productores es transportado por los camioneros a los mercados de Caripito, Maturín y Punta de Mata en el estado Monagas; San Félix, Puerto Ordaz y Ciudad Bolívar en el estado Bolívar; El Tigre y Anaco en el estad o Anzoátegui; y en mercados del estado Nueva Esparta y algunos camioneros van hasta la ciudad de Caracas, en la región central del país.

Cuadro 12. Distribución de los productores de ocumo

chino financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, de acuerdo a la siembra de cultivos asociados, ciclo 2001-2002.

Siembra en asociación con Frecuencia

otros cultivos Absoluta Relativa (%)

Si 9 45

No 11 55

Total 20 100

Cuadro 13. Distribución de los productores de ocumo

chino financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, de acuerdo al tipo de transporte utilizado, ciclo 2001-2002.

Frecuencia Transporte Absoluta Relativa (%) Canoas 14 70 Autos 2 10 Animales 4 20 Total 20 100

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Los canales de comercialización de la producción de ocumo chino están dados de la siguiente forma:

Los principales problemas que se presentan en el proceso de comercialización del ocumo chino en el área bajo estudio son los siguientes:

La no clasificación del producto. La presencia de intermediarios entre los

productores y los comerciantes mayoristas. Los productores generalmente no son dueños

de los medios de transporte para el traslado y posterior venta de la producción.

El hecho de que el ocumo chino es un producto perecedero, lo cual no permite el almacenamiento del mismo por períodos prolongados.

La falta de planificación de la siembra, para no saturar el mercado durante la época de cosecha.

IV.- Aspectos Económicos El monto del crédito otorgado a cada productor fue de 1.200.000 bolívares por hectárea. Los productores encuestados manifestaron sentirse satisfechos con el monto recibido, ya que este cubrió mayormente los gastos generados por el cultivo; sin embargo hubo dificultad para cancelarlo en su totalidad por parte de un grupo de productores, debido a que los precios del ocumo chino disminuyeron de tal modo durante este período que los productores no percibieron el ingreso esperado. Los cálculos realizados sobre la base de los datos aportados por los productores encuestados dan como resultado un gasto directo de Bs. 1.303.553, incluyendo todas las labores realizadas durante el ciclo de cultivo (Cuadro 14).

La realización de forma manual de todas las labores del cultivo de ocumo chino, implica la contratación de abundante mano de obra para la

producción de una hectárea del mismo, como se refleja en el Cuadro 15, donde se observa con claridad que en promedio se necesitaron 102 jornales en total para una hectárea del cultivo. Esta cantidad tan elevada de personal conllevó un desembolso de 755.100 Bs/ha, representando esta cifra el 59,27 por ciento del total de los costos de producción.

El precio promedio de venta del producto al

mayor a nivel del productor fue de Bs 170 por kilogramo. La variación del precio depende directamente de la producción existente en el periodo de cosecha. Los productores consideraron los precios bastante bajos para este ciclo del cultivo, en comparación con los precios del ciclo anterior. Esta disminución en el valor de la producción se debió a la saturación del mercado por exceso de producción, a la adjudicación de créditos como incentivo a los productores para sembrar y a la falta de una planificación de la siembra de forma escalonada que permita las cosechas en diferentes periodos y, además, por no contar con un plan de comercialización organizado por parte del instituto crediticio, para la colocación del producto en el mercado.

Los ingresos líquidos devengados por los

productores encuestados, sobre la base de los resultados obtenidos se muestran en el Cuadro 16.

En el Cuadro 17, se expresa el cálculo de la

estimación del ingreso líquido promedio mensual de los productores encuestados reflejando que dicho ingreso es menor que el salario mínimo actual (Bs 200.000,00/ha) para los productores del grupo II, el ingreso promedio mensual obtenido por los productores de los grupos III y IV superó el ingreso mínimo mensual debido a que sus ingresos líquidos

(90%) (10%)

Productor

Camionero Mayorista Minorista

Consumidor Final

Detallistas mercado (Caripito)

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superaron al de los otros grupos. Sin embargo, se consideran bajos los ingresos líquidos para todos los grupos, con respecto al tiempo que transcurre desde la

siembra hasta la cosecha y la ardua dedicación que requiere el cultivo.

Cuadro 15. Distribución de jornales empleados por los productores de ocumo chino financiados del Municipio Bolívar

del estado Monagas, en la producción de una hectárea del cultivo, ciclo 2001-2002.

Actividad Nro de

Jornales Bs./Jornal Gasto Total

(Bs.) % del Gasto

Total Preparación del terreno 30 7.050 211.500 26,96 Siembra 12 6.550 78.600 10,02 Fertilización 10 8.300 83.000 10,58 Control de Malezas: - Químico 10 9.150 81.500 10,39 - Manual 20 6.600 132.000 16,82 Zanjeo 10 10.000 100.000 12,75 Cosecha 10 9.800 98.000 12,49 Total 102 ----- 784.600 100,00

Cuadro 14. Gastos directos para una hectárea del cultivo de ocumo chino, Municipio Bolívar, estado Monagas, ciclo 2001-2002.

Descripción Unidad Costo Unit. Cant. Costo Total % del C. T. Preparación del Terreno Jornal 7.050,0 30 211.500 16,22 Siembra Semilla Labor

Millar Jornal

13.735,3 6.550,0

10 12

137.353 78.600

Sub-Total 215.953 16,57 Fertilización 15-15-15 14-14-14 Urea Aplicación

Saco Saco Saco

Jornal

8.000,0 9.000,0 6.100,0 8.300,0

5 4 4 10

4.000

36.000 24.000 63.000

Sub-total 183.000 14,04 Control de Malezas Químico Gramoxone 2-4-D- amina Aplicación Manual

Garrafa Litro Jornal Jornal

32.000,0 11.900,0 8.150,0 6.600,0

2* 4*

10* 20*

64.000 47.600 81.500

132.000

Sub-Total 325.100 24,94 Zanjeo Jornal 10.000,0 10 100.000 7,67 Cosecha Jornal 9.800,0 10 98.000 7,52 Transporte ----- ------ ---- 170.000 13,04 Total 1.303.553 100,00 2*, 4*, 10*, 20* = Representan el doble de la cantidad aplicada por hectárea, ya que la actividad se realizó dos veces.

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Cuadro 16. Ingresos líquidos obtenidos por los productores de ocumo chino financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas, ciclo 2001-2002.

Grupo

Rendimiento Promedio/grupo

(kg/ha)

Precio del Ocumo Chino

(Bs./kg)

Ingreso Bruto

(kg/ha)

Gastos Directos (Bs./ha)

Ingreso Líquido (Bs./ha)

I 7.416,7 170 1.260.839 1.303.553 - 42.714 II 16.937,5 170 2.879.375 1.303.553 1.575.822 III 27.312,5 170 4.643.125 1.303.553 3.339.572 IV 30.000,0 170 5.100.000 1.303.553 3.596.447 Grupo I: 0 – 1.000 kg/ha; Grupo II: 10.001 – 20.000 kg/ha Grupo III: 20.001 – 30.000 kg/ha; Grupo IV: > 30.000 kg/ha.

Cuadro 17. Estimación del ingreso líquido mensual obtenido por los productores de ocumo chino financiados en el

Municipio Bolívar del estado Monagas, ciclo 2001-2002.

Grupo Número de Productores Ingreso Líquido (Bs.) Meses Ingreso Promedio/

Mensual (Bs.) I 3 - 13.214 ----- ----- II 8 1.605.322 12 133.776,83 III 8 3.369.072 12 280.756,00 IV 1 3.910.947 12 325.912,25 Grupo I: 0 – 1.000 kg/ha; Grupo II: 10.001 – 20.000 kg/ha Grupo III: 20.001 – 30.000 kg/ha; Grupo IV: > 30.000 kg/ha.

Sólo el 25 por ciento de los productores

encuestados lleva registros del cultivo. Estos productores aseguran hacerlo debido a que les permite saber realmente cuanto invirtieron y estimar las ganancias obtenidas en el cultivo. El tipo de información registrada por los productores es: anotaciones en cuanto a las labores realizadas en el cultivo y compras de insumos. El resto de los productores, señaló que no lleva registros debido a que no lo consideran necesario, pues, ellos esperan cosechar y vender, lo que les quede de la venta representa su ganancia. El 80 por de los productores encuestados señaló que está dispuesto a sembrar para el próximo ciclo de cultivo, debido a que la siembra de ocumo chino representa parte de su forma de vida. Estos productores expresaron que han sembrado ocumo chino toda su vida y que así mantienen a su familia, que aman la agricultura, y que al producir todo el año conservan la semilla y obtienen beneficios económicos, entre otros motivos. Los productores, además señalaron que el hectareaje a sembrar se encuentra dentro de un rango de una a tres hectáreas. Por otro lado, el 20 por ciento de los productores

señaló que no está dispuesto a sembrar para el próximo ciclo de cultivo debido a distintos factores, tales como: pérdida de la cosecha actual, pérdidas económicas o por no tener terreno preparado.

CONCLUSIONES

El 70 por ciento de los productores no realiza

actividades económicas alternas al cultivo del ocumo chino, siendo éste un grupo considerable que depende netamente de dicho rubro.

Las semillas en un 85 por ciento fueron comprado sólo algunos productores utilizaron semillas provenientes de siembras anteriores. El 35 por ciento de la semilla fue traída del estado Sucre y el 65 % fue adquirida en el Municipio Bolívar. Dicha semilla recibe una preparación rudimentaria y no se práctica ningún método de desinfección de la misma antes de la siembra.

La explotación del cultivo continúa realizándose de manera tradicional, con un control de malezas combinado manual-químico, y cierta aceptación a la aplicación

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de fertilizantes (65 % de los productores fertilizó), sin embargo, no están conscientes realmente de la necesidad e importancia de esta labor, ni de los beneficios obtenidos a través de la misma.

La labor más costosa realizada en el cultivo es el control de malezas, la cual representa un 24,94 por ciento de los gastos directos y la menos costosa es la labor de cosecha la cual representa el 7,52 por ciento de los gastos directos.

El cultivo de ocumo chino en el ciclo 2001-2002, representó pérdidas para el 15 por ciento de los productores encuestados.

La inversión en mano de obra utilizada durante el cultivo representa el 60 por ciento del total de los gastos directos.

Los ocumos no son clasificados previo a la comercialización, tampoco son almacenados por no tener las condiciones necesarias para ello y por ser éste un producto altamente perecedero.

Predomina la venta de forma directa a camioneros, los cuales a su vez distribuyen el producto principalmente en la zona oriental del país, predominando el canal de comercialización Productor-Intermediario-Mayorista-Detallista-Consumidor final.

AGRADECIMIENTO

La primera autora agradece al Consejo de Investigación de la Universidad de Oriente por la subvención de este trabajo a través del proyecto CI – 3 – 0101 – 1074/02.

LITERATURA CITADA

Blohm, W. 1992. Estado Actual y Perspectivas de la

Producción y Comercialización del Ocumo Chino (Colocasia esculenta Schott) y de Ocumo Blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott), con fines de establecer un Centro de Acopio en el Municipio Bolívar del Estado Monagas. Tesis de Grado. UDO Escuela de Ingeniería Agronómica. Maturín, Venezuela. 140 p.

Figueroa, R. 1986. Estudio Agro-socioeconómico del

Cultivo de Ocumo Blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) y del Ocumo Chino (Colocasia esculenta Schott) en los Distritos Ribero y Andrés Eloy Blanco del Estado Sucre. Tesis de Grado. UDO. Escuela de Ingeniería Agronómica. Jusepín, Venezuela. 152 p.

Mata, F. 1984. Aspectos Agro-socieconómicos del

Ocumo Blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) y Ocumo Chino (Colocasia esculenta Schott) en los Distritos Benítez, Libertador y Mariño del Estado Sucre. Tesis de Grado. UDO. Escuela de Ingeniería Agronómica. Jusepín, Venezuela. 139 p.

Montaldo, A. 1981. Cultivo de Raíces y Tubérculos

Tropicales. 2da Edición. Instituto Interamericano de la Cooperación para la Agricultura, San José de Costa Rica. 405 p.

Scott, G., E. Herrera; L. Espinoza; M. Daza; C.

Fonseca; H. Fano y H. Benavides. 1992. Desarrollo de Productos de Raíces y Tubérculos. Volumen II-América Latina, 8-12 Abril, en ICTA, Villa Nueva, Guatemala. 375 p. + xxii.

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Sistema de producción de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) con financiamiento de FONCRAMO en el Municipio Bolívar del estado Monagas (ciclo 2001 – 2002)

Production system of new cocoyam financed by FONCRAMO at County Bolívar, Monagas State,

Period 2001-2002

Hilmig Viloria

Unidad de Estudios Básicos, Núcleo Monagas, Universidad de Oriente. Campus “Los Guaritos”. Maturín, 6201, Monagas. Venezuela. E-mail: [email protected]

RESUMEN

El Municipio Bolívar del estado Monagas se ha destacado por ser el principal productor de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott.) de esa entidad, cultivo explotado tradicionalmente por campesinos con recursos propios. Desde 1999, el Fondo de Crédito Agropecuario del Estado Monagas (FONCRAMO) inicia un plan de financiamiento para fortalecer este rubro. En el presente trabajo se estudió el grupo de productores de ocumo blanco financiados por dicho instituto durante el ciclo 2001 – 2002, bajo un tipo de investigación de campo de nivel descriptivo. Los datos fueron obtenidos aplicando una encuesta personal y directa. Se evaluaron aspectos sociales, económicos y agronómicos, los datos se tabularon y analizaron mediante frecuencias relativas y absolutas. Se aprecia que el cultivo es manejado de manera empírica con técnicas rudimentarias, por lo que practican una agricultura itinerante; se evidencia la importancia social del cultivo al utilizar un promedio de 155 jornales por hectárea y arraigar al productor y familia a la zona. El financiamiento no representó un factor significativo en el mejoramiento de la calidad de vida de los beneficiarios y su familia, contribuyó al aumento de la superficie sembrada, pero no hubo incremento de los ingresos, debido a que se saturó el mercado con el producto y provocó una caída de los precios, siendo el margen de ganancia promedio, en la población encuestada, de Bs 718.528, 10 / ha. Con respecto a la asistencia técnica, ésta no cubrió las expectativas. En este estudio se reporta por primera vez en este Municipio la enfermedad “peste amarilla” o candelilla. Palabras clave: Ocumo blanco, Xanthosoma sagittifolium, sistema de producción, financiamiento

ABSTRACT

The main producer of new cocoyam (Xanthosoma sagittifolium Schott) is the Bolívar County of Monagas State, this crop has been exploited traditionally by farmers with their own money, from 1999 the Fondo de Crédito Agropecuario del Estado Monagas (FONCRAMO) begins a financial program in order to fortity this crop. In the present work, a set of new cocoyam producer financed by FONCRAMO during 2001-2002 crop cycle was studied, under a descriptive level of field research. Data were obtained applying a personal and direct survey. Social, economic and agronomic aspects were evaluated; data were tabulated and analyzed by relative and absolute frequencies. From the results the crop is handled in an empirical way with rudimentary techniques, practicing an itinerant agriculture. The social importance is observed because the crop uses a mean of 155 daily wage per hectare and roots the producer and its family to the area. The financial aspect did not represent a significant factor in the improving of life quality of beneficiaries and their family but it contributed to the rising of the sowed area, but there were not an increase of the income, because the market was saturated with the product and this caused a decrease of prices. The mean margin of profit in the surveyed population was Bs 718,528.10/ha. Speaking of the technical assistance, this did not cover the expectations. In this investigation, the disease “peste amarilla” or rust was reported by first time. Keys words: New cocoyam, Xanthosoma sagittifolium, production systems, financing

INTRODUCCIÓN

En la agricultura, las tendencias actuales son hacia la búsqueda de especies que permitan abastecimiento de alimentos a bajo costo, protección de los recursos naturales, equidad y alivio de la pobreza. Las raíces y tubérculos cumplen en su mayoría con estos requisitos (Polanco, 2000). El

ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott.) y el ocumo chino (Colocasia esculenta Schott) son altamente rendidores y con apreciables cualidades alimenticias, además de ser cultivos tradicionales de significativa importancia en la sobrevivencia de los pequeños productores agrícolas. En Venezuela, una limitante que han mostrado las raíces y tubérculos es la falta de políticas crediticias que incentiven la

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producción. Al respecto, el estado Monagas ha sido por tradición cultivador de ocumos, especialmente en el Municipio Bolívar. En este estado, la producción de raíces y tubérculos para el año 2002 fue de 37.099 toneladas, de las cuales aproximadamente 3.000 toneladas fueron de ocumo blanco (MAT, 2001-2002). Carvajal (1981) y Gallardo (1987), indican en trabajos realizados en el Municipio Bolívar de este estado que el asesoramiento técnico para el cultivo de ocumo blanco es nulo, que existe un alto porcentaje de productores que se autofinancian, y reportan la modalidad del financiamiento por parte de los intermediarios (camioneros). El sistema de producción más importante y común en las comunidades de los estados Monagas, Sucre y Delta Amacuro para el cultivo de ocumo blanco es el conuco. En el caso específico del Municipio Bolívar del estado Monagas, la totalidad de los agricultores trabaja un solo conuco con un área promedio de 0,86 ha, y utilizan como elemento decisivo para determinar la extensión del conuco: las condiciones físicas del terreno, la disponibilidad de mano de obra, los recursos económicos disponibles y las vías de penetración (Gutiérrez, 1985). El financiamiento del cultivo en el estado Monagas tiene sus inicios en 1986, como parte del Convenio UDO - Lagovén - ICAP que se ejecutaba en el Municipio Bolívar, y favoreció la siembra de seis ha (1986), 20 ha (1987) y 20 ha (1988), con un porcentaje de recuperación de los créditos de 60 por ciento (Arcia, 1988). Al respecto, este autor cita que hubo cambios de actitud en cuanto a la adopción de nuevas tecnologías y de las visitas regulares que se realizaban a los productores. Más recientemente, el Fondo de Crédito Agropecuario del Estado Monagas (FONCRAMO), desde el año 1999 inicia un programa de financiamiento con asistencia técnica para el mencionado Municipio con miras a impulsar ambos rubros. El presente trabajo tiene como objetivos determinar algunos aspectos sociales de los productores de ocumo blanco en el Municipio Bolívar del estado Monagas, describir el manejo agronómico del cultivo de ocumo blanco en la zona bajo estudio, determinar los costos de producción, los ingresos líquidos y los canales de comercialización del ocumo blanco en la zona bajo estudio e identificar los posibles cambios en la calidad de vida de los productores beneficiarios del financiamiento.

MATERIALES Y MÉTODOS

El presente trabajo se efectuó en el Municipio Bolívar del estado Monagas, en las localidades de Las Parcelas, Los Morros, San Miguel y Río Alegre. El área de estudio geográficamente está ubicada al Norte del estado Monagas y al Sur del estado Sucre, comprendido entre los meridianos 63° 01’ 6’’ y 63° 15’ 28’’ Longitud Oeste y los paralelos 10° 00’ 34’’ y 10° 13’ 30’’ Latitud Norte, aproximadamente. Los datos se recogieron con la aplicación de una encuesta de tipo personal y directa a los productores de ocumo blanco financiados durante el ciclo 2001 – 2002, que cubrió los aspectos sociales, agronómicos y económicos del sistema evaluado. El número de productores fue de 18, por lo cual se les aplicó el instrumento a la totalidad de los mismos durante el lapso mayo – agosto 2002. Los productores fueron ubicados gracias al personal de Servicios Agrícola Monagas, C.A. (SAMOCA), empresa encargada de la asistencia técnica. El tipo de investigación es de campo de nivel descriptivo y los datos obtenidos se tabularon y analizaron mediante frecuencias relativas y absolutas. El costo de producción del cultivo se calculó en base a la información suministrada por los productores. Para el análisis económico se consideraron ingresos por concepto de venta del producto y egresos por compra de insumos y su aplicación.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

I.- Aspectos Sociales: Las localidades de Las Parcelas y Los Morros presentan el mayor número de productores de ocumo blanco (38,90% y 27,80%, respectivamente) (Cuadro 1). Situación que se ha mantenido en el tiempo según lo reflejan Carvajal, 1981 y Blohm, 1992, quienes se refieren a estos sitios como tradicionales del cultivo, debido, entre otras cosas a la cercanía de las montañas donde realizan la explotación del mismo. En el Cuadro 2, se muestra que la mayoría de los productores tiene tiempo viviendo en la zona, muchos de ellos toda su vida. Esta información es significativa si se pretende medir la importancia social del cultivo; debido a la naturaleza anual del mismo y su productividad en el transcurso de los años arraiga al agricultor a la zona, situación favorable para combatir la emigración a zonas urbanas con las consabidas consecuencias.

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Es notorio el bajo grado de instrucción (Cuadro 3) entre los productores, situación que limita los posibles programas de asistencia técnica referidos al manejo del cultivo y la organización de éstos para fines de trámites crediticios y/o gestiones para formar cooperativas u otras formas de agrupación. Es prioritaria la activación de planes de alfabetización y de motivación al estudio, no solo para el productor, sino para su entorno familiar, en especial hijos e hijas, que generalmente, continúan las actividades agrícolas del padre (en el caso de los varones) sin culminar el bachillerato. El porcentaje de analfabetismo es menor en este estudio (16,65%) con respecto a los citados en décadas anteriores, como Figueroa, 1986 y Rodríguez, 1994, (37,50% y 27% de analfabetismo, respectivamente) y Gallardo (1987) que menciona 34 por ciento en el Municipio Bolívar del estado Monagas. Sin embargo, el desarrollo de planes educativos no se puede considerar lo suficientemente efectivos en estas localidades, en vista de que aún persisten personas analfabetas.

El 50 por ciento de los productores respondió

que tiene tierras prestadas, es decir, cedidas por un tiempo limitado por otro productor. El 44,44 por ciento dijo que tiene tierras propias y 5,56 por ciento

bajo arrendamiento (Cuadro 4). II.- Aspectos Agronómicos Durante el Ciclo 2001 – 2002, se sembraron 26 hectáreas de ocumo blanco en el Municipio Bolívar bajo la modalidad de financiamiento. Del total de 18 productores que obtuvieron créditos, el 44,44 por ciento sembró 1,50 ha, mientras que 22,22 por ciento sembró 2,00 ha, y el resto sembró 1,20 y 0,80 ha (Cuadro 5). Tradicionalmente, y por las complicaciones propias del cultivo, los campesinos de la zona no suelen excederse de una ha en sus siembras. Sin embargo, al contar con financiamiento éstos extendieron la superficie de siembra para que se incrementara el monto recibido, en virtud de que esto podría repercutir en los ingresos a obtener. En la población evaluada, la distancia de siembra predominante fue de un metro entre planta por un metro entre hilera (Cuadro 5) para un total de 10.000 plantas por hectárea. Esto concuerda con los datos reportados en trabajos similares realizados en la zona y en el estado Sucre (Carvajal, 1981; Figueroa, 1986 y Blohm, 1992).

Cuadro 1. Distribución de los productores financiados de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar del estado Monagas; según el sitio de habitación durante el ciclo 2001 – 2002.

Localidad Frecuencia

Absoluta Relativa Las Parcelas 7 38,90 Los Morros 5 27,80 San Miguel 2 11,10 Río Alegre 2 11,10 Las Acequias 2 11,10 Total 18 100,00

Cuadro 2. Distribución de los productores financiados de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar del estado Monagas; según el tiempo viviendo en el sector durante el ciclo 2001 – 2002.

Tiempo viviendo en el sector (años)

Frecuencia Absoluta Relativa

5 – 20 3 16,75 21 – 35 6 33,30 36 – 55 8 44,40 > 55 1 5,55 Total 18 100,00

Cuadro 4. Distribución de los productores financiados de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002; según el tipo de tenencia de la tierra

Tenencia de la tierra Frecuencia

Absoluta Relativa Propia 8 44,44 Arrendada 1 5,56 Prestada 9 50,00 Total 18 100,00

Cuadro 3. Distribución de los productores financiados de

ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium) en el Municipio Bolívar del estado Monagas; según el grado de instrucción (Ciclo 2001 – 2002)

Grado de instrucción Frecuencia

Absoluta Relativa Ninguno 3 16,65 1° - 3° grado 4 22,20 4° - 6° grado 9 49,95 7° - 9° grado 2 11,10 Total 18 100,00

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Cuadro 5. Distribución de los productores financiados de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002; según la superficie sembrada, número de plantas sembradas y distancia de siembra

Superficie sembrada (ha)

N° de productores (Frecuencia

Relativa)

N° plantas totales

sembradas

Distancias de siembras

D/P y D/H (m x m)

Frecuencia

Absoluta

Relativa

0,80 1 (5,55%) 8.000 1 x 1 1 5,56 1,00 4 (22,22%) 10.000 1x 1 4 22,22 1,20 1 (5,55%) 12.000 1 x 1 1 5,56 1,50 8 (44,44%) 15.000 1 x 1 7 38,88 1,50 8 (44,44%) 10.000 1,2 x 1,2 1 5,56 2,00 4 (22,22%) 20.000 1 x 1 3 16,66 2,00 4 (22,22%) 17.000 1,2 x 1,2 1 5,56 Total 18 92.000 18 100,00

Todos los productores sembraron en terrenos

vírgenes y practicaron la labor de tala y quema para la preparación del terreno. La totalidad de la población encuestada realizó las labores de forma manual que incluyen tumba de árboles y arbustos, recolección, quema y holladura. Los productores practican una agricultura itinerante, cambiando anualmente de tierra. No realizan reforestación y los suelos quedan susceptibles a erosión. Esta forma de preparación de tierras se ha mantenido por muchos años, a pesar de los diversos planes de extensión (Arcia, 1988) que se han desarrollado en estos sectores, y actualmente, aunque no está cuantificado, se argumenta que parte del problema de sedimentación que presenta el Caño San Juan obedece al deslave o arrastre de los cerros cuando están “desnudos” durante la época de lluvia. De hecho, parte de las pérdidas de superficie de siembra fue producto de los deslaves de los cerros. El 66,67 por ciento de los productores inicia la siembra durante los meses de abril, mayo, junio y julio, a entrada de lluvias. La labor de siembra se ejecuta bajo dos modalidades: por ajuste o contrato (por lo cual pagan por la siembra completa de 10.000 plantas/ha) y, por jornales. El material de propagación del cultivo de ocumo blanco utilizado por los productores de la zona oriental del país son los hijos o hijuelos que brotan del cormo principal o “macolla madre”, los cuales son dejados en el terreno luego de la cosecha en espera del inicio del nuevo ciclo de siembra. En el Cuadro 6 se muestra que la mayoría de los productores tuvo que comprar semillas para la siembra, obteniéndolos tanto de la misma zona como

de las localidades vecinas del estado Sucre (Palencia, Caituco y Río Grande). Ninguno de los productores realiza desinfección química de los hijos. La preparación consiste en cortar una sección de la parte aérea y algunos cortan la parte basal del cormo. El costo promedio de los propágulos es de Bs 30/hijo, para un total de 300.000 bolívares/ha si se maneja la distancia de siembra de 1 m x 1 m, aunque los productores suelen adquirir un diez por ciento adicional de hijos para prevenir posibles fallas durante la siembra.

El plan de financiamiento influyó en el incremento del área de siembra durante el período 2001 – 2002, por lo cual, muchos productores decidieron adquirir hijos de siembras vecinas y de otras zonas para optar a créditos para 1,5 y hasta dos ha. Tal situación incidió, probablemente, en la diseminación de la enfermedad conocida como “candelilla” o “peste amarilla”, la cual afectó aproximadamente dos hectáreas y ha sido reportada en Municipios del estado Sucre, con especial influencia en la Península de Paria (Faro, 2002).

Cuadro 6. Distribución de los productores financiados de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002; según la forma de adquisición de los propágulos

Forma de adquisición de las semillas

Frecuencia Absoluta Relativa

Propio 1 5,56 Comprados y propios 17 94,44 Total 18 100,00

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Durante la realización de este trabajo se recomendó a los productores encuestados y a los técnicos de asistencia evitar el traslado de material vegetal desde el estado vecino, y eliminar (quemar) las plantas con sintomatología que indique la presencia de peste amarilla o candelilla. En este aspecto, se hace necesario continuar las investigaciones que tiendan a determinar los agentes causales y los tratamientos desinfectantes de “semillas” más apropiados. Al respecto, Faro (2002) sugiere tratamientos térmicos y uso de productos químicos, como Trimiltox-Forte, Ridomil y cal agrícola. De 18 productores, el 33,33 por ciento controló las malezas con métodos químicos (Cuadro 7), utilizó el producto Gramoxone (Paraquat) en dosis de un litro por hectárea. La época de aplicación varió desde antes de la siembra, dos meses después de la siembra hasta tres meses después de la siembra. El 83,33 por ciento realizó control de malezas manual, por lo que efectuó un promedio de 2,20 limpias durante el ciclo del cultivo. Ninguno de los productores realiza prácticas de control de plagas y enfermedades. El 38,89 por ciento de los entrevistados manifestó la presencia de plantas con sintomatología de enfermedades; coincidiendo en todos los casos por la presencia de amarillamiento de las hojas bajeras con “quemazón” o secamiento de los bordes, tallo cenizoso y cormelos pequeños, llamando a la enfermedad “candelilla” o “peste amarilla”. Aparece del tercer mes en adelante. De la población evaluada se estimó una pérdida de 20.500 plantas por esta enfermedad, lo que representó el 22,28 por ciento de pérdidas por esta causa.

Según Faro (2002), la peste amarilla se caracteriza por inducir un amarillamiento ascendente de la planta y necrosamiento de sus raíces. Esta anomalía ha ocasionado grandes pérdidas a los

productores de la península de Paria, y cabe la posibilidad de que haya sido trasladada hasta la zona del Municipio Bolívar a través de los hijos procedentes de cultivos de regiones afectadas. El mismo autor indica que los organismos de mayor frecuencia de aparición fueron Fusarium solani y Trichoderma sp. en aislamientos de plantas afectadas. Pero, no se ha diagnosticado con propiedad el o los agentes causales. En Costa Rica, se ha reportado un complejo marchitamiento – pudrición de raíces similar al de la zona, caracterizado por una clorosis de las hojas que avanza hacia los pecíolos. Se torna amarillenta toda la parte aérea y ésta detiene su crecimiento. Los cormos que alcanzan a formarse son pequeños y escasos, pero no muestran síntomas necróticos. Los aislamientos sugieren que este síndrome es causado por Pythium splendens, Rhizoctionia solani y Fusarium solani. Esta enfermedad se ha señalado también en Nigeria y Camerún, y se asocia a suelos pesados, mal drenados y deficientes en potasio, condiciones que debilitarían a la planta haciéndola susceptible a estos microorganismos (Laguna et al, 1983). El 11,11 por ciento de los productores aplicó fertilizante del tipo 14 – 14 – 14 en dosis de 25 g/planta, en forma de media luna 45 ó 60 días después de la siembra. Dicha aplicación se debió a que los técnicos de la asistencia se lo suministraron. El resto de los agricultores no fertilizó debido a que no lo consideran necesario puesto que los terrenos, siendo vírgenes, garantizan buen suministro de nutrimentos y porque el transporte del fertilizante, en bestia, hasta las parcelas de siembra representa un costo que no consideran que pueda ser compensado con la cosecha. En trabajos anteriores, Gallardo (1987) y Carvajal (1981) se demuestra que la fertilización no es una labor que realicen los productores de ocumo blanco, aunque Rodríguez, (1985), recomienda la aplicación de 100 Kg de Nitrógeno, 400 Kg de P2O5 y 200 Kg de K2O para obtener una producción promedio de 25 892 Kg/ha, en la zona de estudio. Con respecto a la labor de aporque, tradicionalmente efectuada a los tres meses después de la siembra, en la población encuestada ningún productor la realizó; la labor de deshije sólo un productor la realizó al cuarto mes, argumentando que de esa manera los cormelos se forman más grandes y el escarbe o capado, una labor típica de la zona oriental que consiste en cosechar los cormelos más superficiales a los siete u ocho meses después de la

Cuadro 7. Distribución de los productores financiados de

ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002; según el tipo de control de malezas

Tipo de control de malezas

Frecuencia Absoluta Relativa

Manual 12 66,67 Químico y manual 6 33,33 Total 18 100,00

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siembra, con el objetivo de obtener cierto ingreso (tradicionalmente coincide con los meses de diciembre – enero) y de permitir que los cormelos que quedan en el suelo aumenten de tamaño, fue ejecutada por el 44,44 por ciento de los cultivadores (Cuadro 8). De hecho, Carvajal (1981) reporta que el 100 por ciento de los productores hacía la labor de aporque a los tres meses después de la siembra; no obstante, se evidencia como ha disminuido la práctica de tales labores, debido, según los agricultores, a que las plantas “ya no son rendidoras” y que el suelo está “agotándose”; situación que amerita la evaluación del material vegetal y la aplicación de técnicas de manejo integrado de suelos.

La superficie sembrada bajo financiamiento fue de 26 ha, distribuidas entre 18 productores (Cuadro 9). El total de las hectáreas cosechadas fue de 18.06, lo que indica 30,50 por ciento de pérdida, por problemas de deslave de los cerros que tapiaron las plantas y por efecto de enfermedades e invasión de malezas. La labor de cosecha se inicia a partir del décimo mes, es enteramente manual, usando machete o palín, la cual hacen de manera escalonada, dependiendo de la demanda o encargos. El producto es embalado en sacos de nylon con capacidad de 60 a 80 Kg. Esta última capacidad la logran con amarres y empates que agrandan el tamaño original de los sacos. La labor de cosecha se hace contratando jornales o por “ajuste” que consiste en pagar por determinado número de sacos cosechados. En el Cuadro 9, se aprecia que hubo una producción de 237.675,00 Kg de ocumo blanco en la población bajo estudio, con un rendimiento promedio de 12.461,53 Kg/ha, mientras que Rodríguez (1994) cita 15.928,53 Kg/ha y Figueroa (1986), 17.257 Kg/ha. El Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT)

- 2001 y 2002 - en sus memorias registra para el estado Monagas un rendimiento de 12.000 Kg/ha para los dos años mencionados, la superficie sembrada referida es de 267 ha y 250 ha, respectivamente, con una producción de 2.904 TM para 2001 y 2.856 TM para 2002. A nivel nacional, FAO (2001) reporta un rendimiento de 10.907,80 Kg/ha y una superficie sembrada de 5.908 ha.

La venta del producto se inició desde el mes de febrero y se extendió hasta el mes de agosto (2002). El precio de venta varió entre 120 y 300 bolívares/Kg y alcanzó cierta estabilidad a Bs. 200,00/Kg durante los meses de abril y mayo. La zafra alcanzó su pico más elevado durante los meses de junio – julio, bajando el precio a 150 y 120 bolívares/Kg, con el correspondiente perjuicio para el productor, en vista de que el producto es sensiblemente perecedero, y soporta apenas cinco a siete días de almacenamiento cuando es cosechado y almacenado adecuadamente.

Los canales de comercialización detectados fueron:

El principal beneficiado de estos canales es el

camionero que coloca el producto entre 400 y 500 bolívares/kg y obtiene un margen de ganancia entre 100 y 167 por ciento. El destino de la producción abarca ciudades como Maturín, San Félix, Anaco, Carúpano y El Tigre. La totalidad de los productores recibió de la empresa Servicios Agrícolas Monagas, C.A. (SAMOCA) la asistencia técnica exigida como condición para el plan crediticio. En el Cuadro 10, se muestra que el 33,33 por ciento de los productores recibe visita del técnico una vez al mes, y el 66,67 por ciento manifiesta recibirla rara vez, durante el período del cultivo. La ayuda recibida por parte de los técnicos consistió en supervisión de las partidas recibidas (cinco en total), levantamiento de informes por pérdidas (por enfermedad y deslave) y ocasionalmente, recomendación de fertilización, en caso de los productores que la aplicaron y algunas recomendaciones de manejo.

Cuadro 8. Distribución de los productores

financiados de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002; según las labores de escarbe y aporque

Realiza las labores de escarbe y aporque

Frecuencia Absoluta Relativa

Si 8 44,44 No 10 55,56 Total 18 100,00

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Cuadro 10. Distribución de los productores financiados

de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002; según la frecuencia de la asistencia técnica

Frecuencia de la asistencia técnica

Frecuencia Absoluta Relativa

Mensual 6 33,33 Rara vez 12 66,67 Total 18 100,00

III.- Aspectos Económicos En el Cuadro 11 se observa que al 44.44 por ciento se le otorgó 2.250.000 bolívares, lo cual corresponde a 1,50 ha, 33,33 por ciento fue beneficiado con 1.500.000 bolívares y el resto obtuvo

financiamiento para dos ha con un total de Bs 3.000.000,00. El 55,56 por ciento de los agricultores que obtuvo financiamiento manifestó que está conforme con la cantidad recibida; no obstante, reconoce que las partidas llegan tarde, lo cual retrasa ciertas labores, en especial la siembra y las limpias. El grupo que no sintió conformidad argumentó que la mano de obra y el traslado en bestia de la cosecha son labores costosas que no alcanza a cubrir el dinero otorgado. En el Cuadro 12, se muestra que el costo de producción del cultivo de ocumo blanco para el ciclo 2001 – 2002 fue de 1.781.254,80 bolívares/ha. El monto del crédito fue de 1.500.000 bolívares por hectárea, aunque no cubrió totalmente los gastos si representó una considerable ayuda para el productor. Se aprecia que las labores con mayor porcentaje dentro del costo son el transporte de la cosecha (23,88%), la cosecha (23,52%) y compra de los hijos (18,52%).

Cuadro 9. Superficie sembrada y cosechada, producción y rendimiento obtenido por productor de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002 (Productores financiados por FONCRAMO)

Productor Superficie (ha)

Producción (Kg) Rendimiento

(Kg/ha) Sembrada Cosechada 1 0,80 0,80 12.000 15.000,00 2 2,00 1,50 15.000 10.000,00 3 1,50 1,50 22.500 15.000,00

4 2,00 1,00 35.000 35.000,00

5 1,00 0,21 2.100 10.000,00

6 1,50 0,00 0,00 0,00

7 2,00 0,75 5.075 7.807,70

8 1,50 1,00 15.000 15.000,00

9 1,50 1,50 21.000 14.000,00

10 1,20 0,80 10.000 12.500,00

11 1,50 1,50 15.000 10.000,00

12 2,00 1,00 15.000 15.000,00

13 1,00 1,00 10.000 10.000,00

14 1,00 1,00 10.000 10.000,00

15 1,50 1,00 15.000 15.000,00

16 1,50 1,00 10.000 10.000,00

17 1,50 1,50 15.000 10.000,00

18 1,00 1,00 10.000 10.000,00

Total 26,00 18,06 237.675,00 224.307,70

Promedio 1,44 1,00 13.204,16 12.461,53

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En detalle, en el Cuadro 13, se observa que se requirió un total de 155 jornales por hectárea. La realización manual de todas las labores implicó la necesidad de contratación de mano de obra, razón que avala la importancia del cultivo en la zona, en vista de la cantidad de jornales que emplea y que dependen de dicho rubro. Se aprecia en dicho Cuadro que las labores de cosecha (41,93%), siembra (20%),

control de malezas (18,71%) y preparación de terreno (16,13 %), son en orden decreciente, las labores que más ameritan la contratación de jornales, relación que se mantiene similar en el tiempo (Mata, 1984 y Blohm, 1992).

Cuadro 11. Distribución de los productores financiados de

ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002; según el monto del crédito recibido

Monto del crédito recibido (Bs.)

Frecuencia Absoluta Relativa

1.500.000 6 33,33 2.250.000 8 44,44 3.000.000 4 22,23 Total 18 100,00

Cuadro 12. Costo de producción del cultivo de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en el Municipio Bolívar

del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002 en población de productores bajo financiamiento* Concepto Unidad Costo unitario

(Bs) Cantidad

(N°) Costo/ha (Bs) %

I. Labores culturales Preparación de tierra Jornal 6.555,56 25 163.889,00 9,20 Siembra Jornal 7.000,00 31 217.000,00 12,18 Fertilización Jornal 388,88 1 338,88 0,02 Control de malezas Jornal 6.666,66 29 193.333,14 10,86 Deshije Jornal 333,33 1 333,33 0,02 Capado y aporque Jornal 388,88 1 388,88 0,02 Cosecha Jornal 6.444,44 65 418.888,60 23,52 Subtotal mano de obra 994.171,83 55,82 II. Insumos Propágulos Hijo 30,00 11.000 330.000,00 18,52 Fertilizantes Saco 9.000,00 0,39 3.510,00 0,20 Herbicidas Garrafa 3.000.00 0,33 10.230,00 0,57 Sacos Saco 100,00 180 18.000,00 1,01 Subtotal insumos 361.740,00 20,30 III. Transporte Flete cosecha ** Saco 2.513.00 180 425 340,00 23,88 Subtotal transporte 425.340,00 23,88 Total 1.781.254,80 100,00 * Cálculos propios ** Traslado de la cosecha del terreno a la vivienda u orilla de carretera en bestia (burro)

Cuadro 13. Distribución de jornales por hectárea para la producción de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en productores financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002

Labores Jornales % Preparación del terreno 25 16,13 Siembra 31 20,00 Abonamiento 1 0,65 Control de malezas 29 18,71 Deshije 1 0,65 Capado y aporque 3 1,93 Cosecha 65 41,93 Total 155 100,00

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El análisis del Cuadro 14 indica que el cultivo produjo un ingreso líquido de Bs 718.528,10/ha, no obstante, los productores mostraron inconformidad por la poca ganancia percibida después de un año de trabajo, debido principalmente por el bajo precio del mercado.

La tasa de recuperación de los créditos por

parte de FONCRAMO fue baja (menos de 35%). Al respecto, existen antecedentes de financiamiento en este Municipio para este cultivo, Arcia (1998), refiere el otorgamiento de crédito a 17 productores, para un total de 20 hectáreas, con un margen de recuperación de los créditos otorgados de 60 por ciento durante el año 1988; sin embargo, desde ese año hasta el año 2000, el cultivo era básicamente autofinanciado, aunque en algunos casos, los agricultores recibían apoyo financiero de ciertos camioneros (intermediarios) con el fin de garantizar la compra de la cosecha (Gallardo, 1987). Los productores alegan que los precios del producto estuvieron por debajo de lo estimado, debido a la saturación del mercado con ocumo blanco, lo que les impidió cumplir con los compromisos con el ente crediticio. Para el ciclo 2002 – 2003 no se contempló ocumo blanco en el plan financiero de FONCRAMO para el Municipio Bolívar (Estado Monagas). El precio osciló entre 150 y 300 bolívares por kilogramo, con un promedio de Bs 200,60/Kg. Una solicitud común de todos los productores es la participación del gobierno en la proposición de un precio estable del producto cuando realizan financiamiento, de esta manera se asegura un ingreso que permita cumplir los compromisos crediticios.

CONCLUSIONES 1. El cultivo de ocumo blanco en la zona del

Municipio Bolívar del estado Monagas se maneja empíricamente, con técnicas rudimentarias. Se practica una agricultura itinerante, cambiando anualmente de terreno, talando y quemando, careciendo de cultura de reforestación. Esta situación constituye un factor de riesgo en la erosión de los suelos.

2. Se reporta por primera vez en el Municipio Bolívar del estado Monagas la presencia de la enfermedad “peste amarilla” o candelilla.

3. La importancia social del cultivo en la zona es

evidente al utilizar un promedio de 155 jornales por hectárea, además de que arraiga al productor y familia a la misma.

4. El financiamiento del rubro ocumo blanco,

iniciado por FONCRAMO desde el año 2000 no representó un factor significativo en el mejoramiento de la calidad de vida de los productores en base a las variables sociales evaluadas, las cuales no han variado significativamente en los últimos años.

5. El margen de ganancia promedio para la

población de productores financiados fue de Bs 718.0528,10 por ha, durante el ciclo 2001 – 2002, sin que ello signifique satisfacción para los productores, ya que algunos obtuvieron pérdidas o vendieron a precios por debajo de lo estimado.

6. El financiamiento del cultivo contribuyó al

aumento de la superficie cultivada; sin embargo, éste no influyó en el incremento de sus ingresos ni en el aumento del rendimiento del cultivo (12.461.53 Kg/ha), el cual estuvo por debajo de los de años anteriores (sobre los 15.500 Kg/ha).

7. La asistencia técnica no cubrió las expectativas,

considerándose la misma como una supervisión de las partidas otorgadas más que una asistencia concebida para el mejoramiento del manejo del cultivo.

AGRADECIMIENTO

La autora agradece al Consejo de Investigación de la Universidad de Oriente por la subvención de este trabajo, a través del proyecto CI- 3-0101-1074/02; a la Prof. Nieves Chaurán por las sugerencias relacionadas en los aspectos económicos, y a los Prof. Luis H. Goméz Gil y José I. Jiménez Tiamo por las revisiones y correcciones del mismo

Cuadro 14. Ingresos y gastos por hectárea en la producción de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) en

productores financiados en el Municipio Bolívar del estado Monagas durante el ciclo 2001 – 2002 Rendimiento (Kg/ha) Precio

(Bs/Kg) Valor de la

producción (Bs/ha) Gastos directos

(Bs/ha) Ingresos líquidos

(Bs/ha)

12.461,53 200,60 2.499.782,90 1.781.254,80 718.528,10

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REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA

ESTATUTOS

I. CONSIDERACIONES GENERALES

1. La revista Científica UDO Agrícola se crea como uno de los órganos de divulgación científica de la Escuela de Ingeniería Agronómica del Núcleo de Monagas de la Universidad de Oriente y está abierta a los investigadores nacionales e internacionales que deseen utilizar la revista como medio de difusión para la publicación de resultados originales de trabajos de investigación.

2. La edición de la revista estará a cargo de un Consejo Directivo integrado por dos Editores

Principales y tres editores asociados pertenecientes a los Departamentos de Agronomía, Ingeniería Agrícola y Economía Agrícola y por un Consejo de Árbitros.

3. Los Editores Principales duraran cuatro años en sus funciones, los Editores Asociados dos

y el Consejo de Árbitros un año. Finalizado el plazo los Editores Principales abrirán un periodo de postulación de candidatos los cuales serán presentados por los Editores Principales ante el Consejo de Escuela de Ingeniería Agronómica mediante un escrito acompañado de los recaudos pertinentes para su consideración. Los miembros del Consejo Directivo de la revista podrán ser reelegidos y tendrán necesariamente que ser miembros del personal docente activo o jubilado de la Escuela de Ingeniería Agronómica. Cuando un miembro del Consejo Directivo no pueda seguir ejerciendo sus funciones, se procederá a la elección del nuevo Directivo, previa postulación de los Editores Principales, ante el Consejo de Escuela de Ingeniería Agronómica.

II. REGLAMENTACIÓN INTERNA

1. De las funciones del Consejo Directivo

1. La principal función del Consejo Directivo es garantizar la publicación de la Revista Científica UDO AGRÍCOLA.

2. Los Editores Principales y los Editores Asociados recibirán y considerarán para su publicación los trabajos enviados de acuerdo con los objetivos de la revista y las Normas de Publicación. Igualmente tendrán la facultad de rechazar un trabajo si no cumple con el nivel científico que garantice la continuidad de prestigio de la revista.

3. Los integrantes del Consejo Directivo se encargarán de las actividades propias de la edición de la revista, siendo estas:

a. Recepción y lectura de manuscritos b. Envío de trabajos a los árbitros c. Envío a los autores de los resultados del arbitraje del trabajo d. Coordinar con los autores los cambios o modificaciones necesarias

en los trabajos, siempre y cuando a juicio de los árbitros tengan méritos suficientes para ser publicados en la revista

e. Coordinar el mecanismo de suscripción y el mecanismo de canje nacional e internacional de la revista.

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Estatutos de la Revista Científica UDO Agrícola

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2. De las funciones y atribuciones de los Editores Principales de la revista

1. Los Editores Principales de la Revista UDO AGRÍCOLA son los miembros principales del Consejo Directivo, la Presidencia del Consejo Directivo será ejercida por cada Editor Principal cada dos años. Los Editores Principales poseen un conjunto de funciones y atribuciones entre las cuales se encuentran:

a. Ser responsables de la consecución de financiamiento para la

publicación de cada volumen de la revista b. Planificar, coordinar y supervisar el proceso editorial de la revista c. Coordinar y supervisar las responsabilidades de los miembros del

Consejo Directivo y del Consejo de Árbitros d. Presentar un informe de gestión anual

3. De las funciones del Consejo de Árbitros

1. El Consejo de Árbitros estará integrado por un grupo de especialistas de reconocido prestigio y trayectoria académica avalada por su experiencia en publicaciones de carácter científico. Tendrá la responsabilidad de revisar los trabajos sometidos a la consideración de la revista para garantizar una evaluación independiente y objetiva del nivel científico y académico de dichos trabajos.

2. El Consejo Directivo de la revista someterá cada trabajo a la consideración

de dos árbitros y en caso de discrepancias entre las opiniones, se seleccionará un tercero, tomándose por mayoría la decisión de publicación del trabajo en la revista.

3. La lista de los evaluadores que integran el Consejo de Árbitros de cada

volumen y número de la revista aparecerá publicada al momento de editar el volumen y número respectivo.

4. De las reuniones del Consejo Directivo

1. El Consejo Directivo de la revista se reunirá cada vez que sea necesario en

el lugar, en el día y la hora señalados de común acuerdo entre los miembros.

2. El Editor Principal de la revista quien este ejerciendo la Presidencia en ese momento, presidirá las reuniones y presentará el orden del día, del cual dejará constancia escrita en la carpeta de Actas que será propiedad de la revista UDO AGRÍCOLA.

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NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS

La REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA, es una publicación arbitrada de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Oriente, que publica artículos científicos originales e inéditos en Ciencias Agrícolas que enfoquen aspectos de agronomía, botánica, entomología, fitopatología, suelos, ingeniería agrícola, genética y mejoramiento de plantas, ecología, biotecnología, sociales, economía, etc. También podrán publicarse avances de trabajos, notas técnicas, cartas con opiniones o comentarios debidamente argumentados y reseñas de libros. Excepcionalmente serán publicadas revisiones bibliográficas o monografías, a solicitud del Consejo Directivo. Los artículos y demás correspondencia deben dirigirse a: La Revista Científica UDO AGRÍCOLA, Avenida Universidad, Campus Los Guaritos, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo de Monagas, Universidad de Oriente, Maturín, C. P. 6201. Estado Monagas, Venezuela. Telefax: 58-0291-6521192. E-mail: [email protected].

Los autores deberán enviar original y dos copias de sus artículos en papel tamaño carta, escrito en idioma castellano o inglés, a doble espacio. Para facilitar la edición también deberán enviar los trabajos en un diskette 3 ½, transcritos en Microsoft Word 6,0 o posteriores, con tipo de letra Times New Roman número 12 y márgenes de 2 cm en todos los lados. Los trabajos también podrán ser enviados a la siguiente dirección de correo electrónico: [email protected].

Todos los artículos serán enviados para su revisión a dos árbitros y en caso de existir discrepancias entre

las opiniones emitidas acerca de la publicación del artículo, se seleccionará un tercer árbitro para decidir por mayoría. La secuencia de preparación del manuscrito será la siguiente: TÍTULO DEL TRABAJO: Deberá ser lo más conciso posible, con un máximo de 15 palabras, reflejando el contenido del trabajo, además debe ser traducido al ingles. AUTOR(ES): Nombre y apellidos, institución a la cual pertenece(n), dirección postal y electrónica, teléfono o fax. PALABRAS CLAVES: Máximo cinco (5) palabras que tengan relación directa con el tema tratado en el artículo, tanto en castellano como en ingles. RESÚMENES: cada artículo se acompañará de dos resúmenes, uno en castellano (Compendio) y uno en ingles (Abstract), que no excedan de 250 palabras en cada caso. TEXTO: La secuencia será la siguiente:

Introducción: incluye breve revisión bibliográfica pertinente al trabajo y a los objetivos del mismo. La introducción debe finalizar con un párrafo en la que se planteen los objetivos Materiales y métodos: Descripción breve de la metodología planteada, dando énfasis a los métodos originales o a las modificaciones importantes a técnicas o equipos conocidos. Los procedimientos analíticos y estadísticos deben ser descritos claramente. Resultados: Se describirán, en forma lógica, objetiva, exacta y de manera fácil de comprender e interpretar las tendencias más relevantes del trabajo, las cuales pueden ser expresadas principalmente en forma de cuadros y figuras, los cuales deben ir insertos en el texto. Discusión: Es el análisis o interpretación que hace el autor de manera rigurosa de los resultados obtenidos en la investigación, además de contrastarlos con los resultados de otros autores. Es importante finalizar esta sección con un párrafo donde se reflejen las implicaciones prácticas o teóricas de la

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Revista UDO Agrícola 4 (1): 103-104. 2004 104

investigación. Los resultados y la discusión podrán presentarse conjuntamente bajo el subtítulo de resultados y discusión Conclusiones: Aquí se indicará en forma lógica, concisa y en orden de importancia los hechos nuevos descubiertos y su aporte o contribución a la ciencia. Eventualmente, se podrán incluir recomendaciones, que constituyan la acción a seguir basándose en las conclusiones. Pueden ser incluidas en el subtítulo de conclusiones con la expresión de conclusiones y recomendaciones. Agradecimiento: Podrán incluirse cuando el autor(es) lo considere necesario. Literatura citada: La lista de referencia deberá organizarse en orden alfabético por autor (es), seguido del año de publicación. Deben incluirse los nombres de todos los autores de la referencia bibliográfica citada. El orden de presentación de las referencias bibliográficas será el siguiente:

Revista: Apellido del autor, Nombre o inicial, año de publicación, titulo del artículo en la revista, nombre de la revista, volumen, número y paginación correspondiente. Ejemplo:

Otahola, V. y J. Imery. 1995. Selección masal con control biparental para prolificidad en

maíz (Zea mays L.). SABER 7 (2): 63 – 69.

Méndez-Natera, J. R.; O. H. Medina-Leota; J. F. Merazo-Pinto and J. E. Fendel-Alvarez. 1999. Effect of four tillage methods and two forms of urea placement in an Ultisol of savanna on vegetative and flowering traits of three sesame cultivars, Sesamum indicum L. Revista de La Facultad de Agronomía (LUZ) 16 (5): 463-475.

Obras colectivas: Apellido del autor, Nombre o inicial, año de publicación, nombre del artículo, editor de la obra (Precedido de la palabra latina In), nombre de la obra, editorial, ciudad y paginación correspondiente. Ejemplo:

Ortega, A.; S. K. Vasal; J. Mihl y C. Hershey. 1991. Mejoramiento de maíz resistente a los insectos. In: F. G. Maxwell y P. R. Jennings (EDS). Mejoramiento de plantas resistentes a insectos. Editorial LIMUSA. México. p. 391 – 442.

Libros: Apellido del autor, Nombre o inicial, año de publicación, nombre de la obra, editorial, ciudad o país, número de páginas. Ejemplo:

Hernández, F. J. 1997. El cultivo del algodonero. Ediciones de la Universidad Ezequiel

Zamora. Barinas, Venezuela. 309 pp. Para citas más específicas consultar las normas internacionales de redacción técnica o al editor de la revista

INFORMACIÓN ADICIONAL Los artículos deberán tener un máximo de 15 páginas. El estilo de citas de las referencias bibliográficas en el texto será por autor (hasta dos) seguido del año de la publicación entre paréntesis. Si los autores fueran más de dos, colocar el apellido del primer autor, seguido de et al. y el año de publicación. Así mismo, no se aceptarán citas de segunda mano. Los nombres científicos deben ser escritos en cursivas. Un artículo podrá publicarse en dos o más partes (I , II , etc.) cuando se reciban simultáneamente al menos las dos primeras partes del mismo. El autor principal recibirá gratuitamente 5 separatas o un archivo en formato PDF contentivo de su trabajo.

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Revista UDO Agrícola 4 (1): 105-107. 2004 105

Revista Científica UDO Agrícola

Índice Acumulado de Artículos

Volúmenes 1-4 (2001-2004)

Todos los artículos incluyendo revisiones, son listados alfabéticamente por primer autor y numerados secuencialmente. Estos números secuenciales son usados para identificar los artículos en la lista de palabras clave y key words, la cual comienza en la página 108 y el índice acumulado de autores de la página 111. Nro. Autor y Titulo del Artículo Volumen, Nro y Año Páginas

1 Alcorcés de Guerra, Nilda. Cariología de dos Especies del Género Tabebuia Gomes (Bignoniaceae).

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002

14-21

2 Alcorcés de Guerra, Nilda. Estudios cromosómicos de cuatro selecciones de Capsicum chinense Jacq.

Volumen 1. Número 1 Enero-Diciembre 2001

34-41

3 Arismendi, Luis Gilberto. Investigación sobre el cultivo de la papa (Solanum tuberosum L.) en el Oriente de Venezuela.

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002

1-7

4 Arismendi, Luis Gilberto. Investigación sobre el cultivo de la yuca (Manihot esculenta Crantz.) en el Oriente de Venezuela.

Volumen 1. Número 1 Enero-Diciembre 2001

1-10

5 Barrios, Renny, Arteaga Andry, Florentino, Adriana y Amaya, Guillermo. Evaluación de sistemas de subirrigación y de aspersión en suelos cultivados con palma aceitera.

Volumen 3. Número 1 Enero-Diciembre 2003 39-46

6 Cañizares A., D. Laverde y R. Puesme. Crecimiento y desarrollo del fruto de guayaba (Psidium guajava L.) en Santa Bárbara, Estado Monagas, Venezuela.

Volumen 3. Número 1 Enero-Diciembre 2003 34-38

7 Cañizares, Adolfo; Sanabria, Maria Elena, Rodríguez, Dorian A. y Perozo, Yaritza. Características de los estomas, índice y densidad estomática de las hojas de lima Tahití (Citrus latifolia Tanaka) injertada sobre ocho patrones cítricos.

Volumen 3. Número 1 Enero-Diciembre 2003

59-64

8 Chaló, Nestor; Cañizares, Adolfo y Belloso, Ginette. Análisis de riesgos y control de puntos críticos en un central frutícola. Caso Lima Tahiti.

Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004

72-79

9 Elorza-Martínez, Pablo y Maruri-García, José Manuel. Evaluación de cinco tratamientos fitosanitarios en la producción de plántula de cedro rosado (Acrocarpus fraxinifolius Wight & Arn) en etapa de semillero en Tuxpan, Veracruz, México.

Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004

27-30

10 Febres-Bolívar, Beatriz; Milano-Márquez, Wuillians y Méndez-Natera, Jesús Rafael. Aspectos sociales y económicos de los productores de palma aceitera (Elaeis guinensis Jacq.) y su relación con el rendimiento en fruta en el estado Monagas, Venezuela, año 2000.

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002

29-45

11 García, Moraima y Watson, Clarence E. Jr. Herencia de la resistencia al acame de raíces en maíz dulce (Zea mays L.).

Volumen 3. Número 1 Enero-Diciembre 2003

24-33

12 Gil, José Alexander; Khan, Luis y Hernández, Ramiro. Evaluación del comportamiento hidráulico de varios emisores importados para riego por goteo.

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002 64-72

13 Gil-Marín, José Alexander. Forma y dimensiones del bulbo húmedo con fines de diseño de riego por goteo en dos suelos típicos de sabana.

Volumen 1. Número 1 Enero-Diciembre 2001

42-47

14 González, Ana; González, Marcial; Leal, Angel y Michelena, Vicente. Evaluación de algunos parámetros relacionados con la fijación de N2 en Gliricidia sepium Jacq..

Volumen 1. Número 1 Enero-Diciembre 2001

25-28

15 Higuera-Moros, A.; Camacho, M. y Guerra, J. Efecto de las fases lunares sobre la incidencia de insectos y componentes de rendimiento en el cultivo de frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp)

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002 54-63

16 Hossne G, Américo J. Evaluación terramecánica del crecimiento radical en un suelo ultisol de sabana del estado Monagas.

Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004

42-52

17 Hossne G, Américo J. Las rastras a discos, características ingenieriles, agronómicas y sus implicaciones físicas en el Nororiente de Venezuela.

Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004

53-65

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Índice Acumulado de Artículos. Volúmenes 1-4 (2001-2004)

Revista UDO Agrícola 4 (1): 105-107. 2004 106

18 Hossne G., A.; Christopher, J.; Santaella, E. y Malaver, J. Evaluación de la resistencia terramecánica a tres presiones laterales de cámara de un suelo ultisol de sabana del estado Monagas, Venezuela.

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002 73-78

19 Hossne, Américo. Valoración física conformante del ambiente radical Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002

84-94

20 Imery-Buiza, José y Cequea-Ruíz, Hernán. Evaluación citogenética de la generación M1V2 de tetraploides experimentales en sábila (Aloe vera L.).

Volumen 1. Número 1 Enero-Diciembre 2001

29-33

21 Lemus, Yrasema; Méndez-Natera, Jesús Rafael; Cedeño, Jesús Rafael y Otahola-Gómez, Víctor. Radiosensibilidad de dos genotipos de frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp) a radiaciones gamma

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002 22-28

22 López-Jiménez, Maria Alejandra; Hernández-Sánchez, Maria y Elorza-Martínez, Pablo. Evaluación de la densidad de población de la lombriz compostera (Eisena andrei Savigni).

Volumen 3. Número 1 Enero-Diciembre 2003 12-16

23 Marcano, Lisbeth; González, Marcial; Leal, Angel y Michelena, Vicente. Fijación biológica de N2 por Pachecoa venezuelensis en dos suelos de sabana del Oriente Venezolano.

Volumen 1. Número 1 Enero-Diciembre 2001

64-69

24 Marcano, Miguelina, García, Moraima y Caraballo, Luisa. Evaluación de doce variedades de Caña de Azúcar (Sacharum spp.) bajo condiciones de secano en un suelo de sabana del Oeste del estado Monagas, Venezuela.

Volumen 3. Número 1 Enero-Diciembre 2003 65-73

25 Mayz-Figueroa, Juliana. Fijación biológica de nitrógeno Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004

1-20

26 Méndez-Natera, Jesús Rafael. Efecto de dos densidades de población y dos niveles de fertilización sobre algunos caracteres vegetativos de tres cultivares de algodón (Gossypium hirsutum L.) en la sabana de Jusepín, Estado Monagas.

Volumen 1. Número 1 Enero-Diciembre 2001

11-17

27 Méndez-Natera, Jesús Rafael. Relación entre el peso seco total y los caracteres vegetativos y la nodulación de plantas de maní (Arachis hypogaea L.).

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002 46-53

28 Méndez-Natera, Jesús Rafael; García-Cedeño, Luis Eduardo; Fendel-Álvarez, José Enrique y Merazo-Pinto, José Fernando. Evaluación de la calidad de la fibra en catorce cultivares de algodón (Gossypium hirsutum L.) bajo condiciones de sabana.

Volumen 3. Número 1 Enero-Diciembre 2003

17-23

29 Méndez-Natera, Jesús Rafael; Osorio Dannacé y Cedeño, Jesús Rafael. Evaluación de cultivares de maní (Arachis hypogaea L.) sin la aplicación de fungicidas en época de lluvias.

Volumen 3. Número 1 Enero-Diciembre 2003 47-58

30 Méndez-Natera, Jesús Rafael; Roque, Celymar; Zapata, Kharym y Otahola, Víctor A. Efecto de la concentración y tiempo de contaminación de un suelo por petróleo en la germinación de semillas de maíz (Zea mays L.) cv. Himeca 95.

Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004

66-71

31 Méndez-Natera, Jesús Rafael; Salazar-Brito, Ronald S.; Merazo-Pinto, José F.; Gil-Marín, José Alexander y Khan-Prado, Luis. Efecto de tres frecuencias de riego sobre algunos caracteres de la planta en cuatro cultivares de algodón (Gossypium hirsutum L.) tipo Upland.

Volumen 1. Número 1 Enero-Diciembre 2001

48-55

32 Méndez-Natera, Jesús Rafael; Salazar-Garantón, Ricardo José; Dautant, Miguel Angel; Alcorcés de Guerra, Nilda y Laynez, José. Efecto del medio de enraizamiento, número de hojas por estaca y lesionado de las estacas de Ixora Enana (Ixora coccinea L.) con Hormojardín Nro 4.

Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004

31-35

33 Montaño, Nelson. Efecto de combinaciones de humus de lombriz roja (Eisenia fetida L.) y fertilizante químico en el rendimiento de tres cultivares de pimentón.

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002 79-83

34 Montaño-Mata, Nelson y Cedeño, Evelio. Evaluación agronómica de siete cultivares de pimentón (Capsicum annuum L.).

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002

95-100

35 Otahola-Gómez, Víctor Alejandro y Silva-Blanco, Alexandra. Respuesta del Maíz (Zea mays L.) Tipo Reventón a Diferentes Poblaciones y Niveles de Fertilización en Condiciones Edafoclimáticas de Sabana

Volumen 2. Número 1 Enero-Diciembre 2002 8-13

36 Otahola-Gómez, Víctor y Rodríguez, Zulay. Comportamiento agronómico de maíz (Zea mays L.) tipo dulce bajo diferentes densidades de siembra en condiciones de sabana.

Volumen 1. Número 1 Enero-Diciembre 2001

18-24

37 Otahola-Gómez, Víctor; Aray, Marisol y Antoima, Yira. Inducción de Volumen 1. Número 1 56-63

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Índice Acumulado de Artículos. Volúmenes 1-4 (2001-2004)

Revista UDO Agrícola 4 (1): 105-107. 2004 107

mutantes para el color de la flor en crisantemos (Dendranthema grandiflora (Ram) Tzvelev) mediante radiaciones gamma.

Enero-Diciembre 2001

38 Rivas, Editor J., Velásquez, Ennodio y Tenías-Tenías, Jesús. Efecto de sistemas de preparación de suelos sobre algunas propiedades físicas del suelo y biométricas en yuca (Manihot esculenta Crantz) en Llanos Altos de Monagas.

Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004 36-41

39 Sánchez-Cuevas, Maria Claudia y Salaverría, José Luis. Control de la oxidación y la contaminación en el cultivo in vitro de fresa (Fragaria X ananassa Duch.).

Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004 21-26

40 Sánchez-Cuevas, Maria Claudia. Biotecnología: Ventajas y desventajas para la agricultura.

Volumen 3. Número 1 Enero-Diciembre 2003

1-11

41 Viloria, Hilmig. Análisis de la producción de papa (Solanum tuberosum L.) en el Estado Monagas.

Volumen 3. Número 1 Enero-Diciembre 2003

74-77

42 Viloria, Hilmig. Sistema de producción de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) con financiamiento de FONCRAMO en el Municipio Bolívar del estado Monagas (ciclo 2001 – 2002).

Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004 91-100

43 Viloria, Hilmig; Padrón, Johana y Chaurán, Nieves. Sistema de producción del ocumo chino (Colocasia esculenta (L.) Schott) con financiamiento de FONCRAMO en el Municipio Bolívar del estado Monagas, ciclo 2001-2002.

Volumen 4. Número 1 Enero-Diciembre 2004 80-90

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Revista UDO Agrícola 4 (1): 108-110. 2004 108

Revista Científica UDO Agrícola

Índice Acumulado de Temas: Palabras Clave y Key Words

Volúmenes 1-4 (2001-2004)

Los números listados en las palabras clave y key words son aquellos asignados en los artículos indicados en las páginas previas.

Palabras Clave. Español Key Words. English Acame de raíces; 11 Acrocarpus fraxinifolius; 9 Acrocarpus fraxinifolius; 9 Agricultural physical indexes; 19 Algodón; 26, 28, 31 Agricultural soil physics; 19 Aloe vera; 20 Agro-Socio-economic aspects; 21, 24, 42, 43 Ángulo de falla; 18 Aloe vera; 20 Arachis hipogaea; 27, 29 Apparent density; 38 Asociaciones simbióticas; 25 Arachis hipogaea; 27, 29 Aspectos Agro-socio-económicos; 21, 24, 42, 43 Auxins ; 32 Auxinas; 32 Axial tension; 16 Bignoniaceae; 1 Bignoniaceae; 1 Biotecnología; 40 Biotechnology; 40 Bradyrhizobium; 14 BNF; 14, 23, 25 Bulbo húmedo; 13 Bradyrhizobium; 14 Cacahuate; 27, 29 Capsicum; 2, 33, 34 Calidad de fibra; 28 Cassava; 4, 38 Caña de azúcar; 24 Chamber pressure; 18 Capsicum; 2, 33, 34 Chlorophyll; 14 Caracteres de la planta; 31 Chromosomes; 1, 2, 20 Cariotipos; 1, 2 Chrysanthemum; 37 Cedro rosado; 9 Citrus latifolia; 7, 8 Cercosporiosis; 29 Colchicine; 20 Citogenética; 2 Colocasia esculenta; 43 Citrus latifolia; 7, 8 Consistency limits; 16 Cizalleo del suelo; 18 Contamination ; 39 Clorofila; 14 Corn; 30 Colchicina; 20 Cotton; 26, 28,, 31 Colocasia esculenta; 43 Cowpea; 21 Color de flor; 37 Critical points; 8 Comportamiento hidraúlico; 12 Cultivar evaluation; 24, 34 Condiciones de sabana; 35, 36 Cytogenetic; 2 Contaminación petrolera; 30 Damping off; 9 Contaminación; 39 Disease control; 9 Control de enfermedades; 9 Disinfection ; 39 Crisantemo; 37 Drip irrigation;12, 13 Cromosomas; 1, 2, 20 Dry weight; 14 Cultivo de tejidos; 39 Dryland conditions; 24 Damping off; 9 Early and late leaf spot; 29 Daño de insectos; 15 Efficiency of application; 5 Déficit hídrico; 5 Elaeis guinensis; 5, 21 Densidad aparente; 38 Failure angle; 18 Densidad de población de la lombriz compostera; 22 Fiber quality; 28 Densidad de población; 26; 35, 36 Financing; 42, 43 Densidad estomática; 7 Flower color; 37 Desinfección; 39 Fragaria X ananassa; 39 Edafofísica agrícola; 19 Free-living microorganisms; 25 Eficiencia de aplicación; 5 Friability; 17 Elaeis guinensis; 5, 21 Fruit yeld; 21

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Índice Acumulado de Temas: Palabras Claves y Key Words. Volúmenes 1-4 (2001-2004)

Revista UDO Agrícola 4 (1): 108-110. 2004 109

Enraizamiento; 32 Gamma rays; 21 Estomas; 7 Genetic engineering; 40 Evaluación de cultivares; 24, 34 Genetic resistance; 11 Fases lunares; 15 Gliricidia; 14 FBN; 14, 23, 25 Gossypium hirsutum; 26, 28, 31 Fenología; 6 Groundnut; 27, 29 Fertilización NPK; 26, 33, 35 Guava; 6 Financiamiento; 42, 43 HACCP Fitorremediación; 30 Humus; 33 Fragaria X ananassa; 39 Hydraulic performance; 12 Frecuencia de riego; 31 Insect damage 15 Fresa; 39 Irradiation; 21 Friabilidad; 17 Irrigation frecuency; 31 Frijol; 21 Irrigation; 5 Germinación de semillas; 30 Ixora coccinea ; 32 Gliricidia; 14 Karyotype; 1, 2 Gossypium hirsutum; 26, 28, 31 Maize; 30 Guayaba; 6 Manihot esculenta; 4, 38 HACCP Moon phases; 15 Humedad edáfica; 16 Mutants; 37 Humus; 33 New cocoyam; 42 Indexación física agrícola; 19 Nitrogenase; 25 Índice estomático; 7 Nodulation; 27 Ingeniería genética; 40 No-tillage; 17 Irradiación; 21 NPK fertilization; 26, 33, 35 Irrigación; 5 Oil palm; 21 Ixora coccinea; 32 Oil spill contamination; 30 Labranza cero; 17 Organic matter; 22 Labranza primaia; 17 Pachecoa venezuelensis; 23 Labranza; 17, 38 Peanut; 27, 29 Lima Tahiti; 7, 8 Penetration resistance; 38 Límites de consistencia; 16 Pepper; 33, 34 Maíz dulce; 11, 36 PERT; 17 Maíz reventón; 35 Phenology; 6 Maiz; 30 Physical-chemical variables; 6 Maní; 27, 29 Phytoremediation; 30 Manihot esculenta; 4, 38 Pink cedar; 9 Materia orgánica; 22 Plant characters; 31 Microorganismos de vida libre; 25 Plant stand; 26; 35,36 Mutantes; 37 Popcorn; 35 Nitrogenasa; 25 Potato; 3, 24 Nodulación; 27 Principal stress; 18 Ocumo blanco; 42 Production of roots; 4 Ocumo chino; 43 Production systems; 42, 43 Oxidación del tejido; 39 Psidium guajava; 6 Pachecoa venezuelensis; 23 Rhizobium; 23, 27 Palma aceitera; 21 Risks; 8 Papa; 3, 24 Root lodging; 11 Patrones; 7 Rooting; 32 PERT; 17 Rootstocks; 7 Peso seco; 14 Sacharum; 24 Pimentón; 33, 34 Savanna conditions; 35, 36 Plantas transgénicas; 40 Savanna soil; 13, 24 Presión de cámara; 18 Seed germination; 30 Producción de raíces; Shearing of soil; 18 Producción de tubérculos; 3, 24 Simbiotic Associations; 25 Propagación vegetativa; 32 Soil mechanic resistance; 16 Psidium guajava; 6 Soil moisture; 16 Puntos Críticos; 8 Solanum tuberosum; 3,24

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Índice Acumulado de Temas: Palabras Clave y Key Words

Revista UDO Agrícola 4 (1): 108-110. 2004 110

Rayos gamma; 21 Stomas; 7 Rendimiento de frutos; 21 Stomatic density; 7 Rendimiento; 15, 21, 23; 24, 38 Stomatic index; 7 Resistencia a la penetración; 38 Strawberry; 39 Resistencia genética; 11 Sugarcane; 24 Resistencia mecánica del suelo; 16 Sweet corn; 11, 36 Rhizobium; 23, 27 Tabebuia; 1 Riego por goteo; 12, 13 Tahiti lime; 7, 8 Riesgos; 8 Taro; 43 Sacharum; 24 Tetraploids; 20 Secano; 24 Tillage; 17, 38 Sistema de producción; 42, 43 Timeliness factor; 17 Solanum tuberosum; 3, 24 Tissue culture;39 Suelo de sabana; 13, 24 Tissue oxidation; 39 Tabebuia; 1 Transgenic plants; 40 Tensión axial; 16 Tuber production; 3, 24 Tensión principal; 18 Uniformity of distribution; 5 Tetraploides; 20 Vegetative propagation; 32 Tiempo oportuno de operación; 17 Vigna unguiculata; 15, 21 Uniformidad de distribución; 5 Water deficit; 5 Variables fisico-químicas; Wet ratio; 13 Vigna unguiculata; 15, 21 Worm density population; 22 Xanthosoma sagittifolium; 42 Xanthosoma sagittifolium; 42 Yuca; 4, 38 Yield; 15, 21, 23, 24, 38 Zea mays; 11, 30, 35, 36 Zea mays; 11, 30, 35, 36

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Revista UDO Agrícola 4 (1): 111. 2004 111

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Índice Acumulado de Autores

Volúmenes 1-4 (2001-2004)

Los números listados en los autores son aquellos asignados a los artículos indicados en las páginas previas.

Autor Institución Autor Institución Alcorcés de Guerra*; 1, 2, 32

Universidad de Oriente, Monagas Leal, A.; 14, 23 Instituto Universitario Tecnología José Antonio Anzoátegui

Amaya, G.; 5 Palmas de Monagas S. A. Lemus, Y.; 21 Universidad de Oriente, Monagas Antoima, Y. 37 Universidad de Oriente, Monagas López-Jiménez; 22 Universidad Veracruzana, México Aray, M.; 37 Universidad de Oriente, Monagas Malaver, J.; 18 Universidad de Oriente, Monagas Arismendi*; 3, 4 Universidad de Oriente, Monagas Marcano, L.; 23 Universidad de Oriente, Monagas

Arteaga, A.; 5 Palmas de Monagas S. A. Marcano, M.; 24 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Monagas

Barrios, R.; 5 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Monagas

Maruri-García; 9 Universidad Veracruzana, México

Belloso, G.*; 8 Universidad de Oriente, Monagas Mays-Figueroa*; 25 Universidad de Oriente, Monagas

Camacho, M.; 15 Universidad del Zulia Méndez-Natera*; 10, 21, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32

Universidad de Oriente, Monagas

Cañizares A.; 6, 7, 8 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Monagas

Merazo-Pinto*; 31 Universidad de Oriente, Monagas

Caraballo, L.; 24 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Anzoátegui

Michelena, V.*; 14, 23 Universidad de Oriente, Monagas

Cedeño, E.; 34 Universidad de Oriente, Monagas Milano-Márquez*; 10 Universidad de Oriente, Monagas Cedeño, J.*; 21, 29 Universidad de Oriente, Monagas Montaño-Mata*; 33, 34 Universidad de Oriente, Monagas Cequea-Ruíz*; 20 Universidad de Oriente, Sucre Osorio, D.; 29 Universidad de Oriente, Monagas

Chaló, N.; 8 Universidad de Oriente, Monagas Otahola-Gómez*; 21, 30, 35, 36, 37

Universidad de Oriente, Monagas

Chaurán, N.*; 43 Universidad de Oriente, Monagas Padrón, J.; 43 Universidad de Oriente, Monagas

Christopher, J.*; 18 Universidad de Oriente, Monagas Perozo, Y.; 7 Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, Lara

Dautant, M.; 32 Universidad de Oriente, Monagas Puesme, R.; 11 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Monagas

Elorza-Martínez; 9, 22 Universidad Veracruzana, México Rivas, E.; 38 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Monagas

Febres-Bolívar*; 10 Universidad de Oriente, Monagas Rodriguez, Z.; 36 Universidad de Oriente, Monagas

Fendel-Álvarez*; 28 Universidad de Oriente, Monagas Rodríguez, D.; 7 Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, Lara

Florentino, A.; 5 Universidad Central de Venezuela, Aragua

Roque, C.; 30 Universidad de Oriente, Monagas

García, M.; 11, 24 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Monagas

Salaverría, J.; 39 Universidad de Oriente, Monagas

García-Cedeño; 28 Universidad de Oriente, Monagas Salazar-Brito; 31 Universidad de Oriente, Monagas Gil-Marín*; 12, 13, 31 Universidad de Oriente, Monagas Salazar-Garantón; 32 Universidad de Oriente, Monagas

González, A.; 14 Universidad de Oriente, Monagas Sanabria, M.; 7 Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, Lara

González, M.*; 14, 23 Universidad de Oriente, Monagas Sánchez-Cuevas*; 39, 40 Universidad de Oriente, Monagas Guerra, J.; 15 Universidad del Zulia Santaella, E.; 18 Universidad de Oriente, Monagas Hernández, R.; 12 Universidad de Oriente, Monagas Silva-Blanco; 35 Universidad de Oriente, Monagas Hernández-Sánchez; 22 Universidad Veracruzana, México Simosa, J.*; 33 Universidad de Oriente, Monagas

Higuera-Moros; 15 Universidad del Zulia Tenías-Tenías; 38 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Monagas

Hossne, G.*; 16, 17, 18, 19

Universidad de Oriente, Monagas Velásquez, E.; 38 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Monagas

Imery-Buiza*; 20 Universidad de Oriente, Sucre Viloria, H*.; 41, 42, 43 Universidad de Oriente, Monagas

Khan-Prado*; 12, 28, 31 Universidad de Oriente, Monagas Watson, C.; 11 Mississippi State University, Estados Unidos

Laverde, D.; 6 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Monagas

Zapata, K.; 30 Universidad de Oriente, Monagas

Laynez, G*.; 32 Universidad de Oriente, Monagas * Profesores de la Universidad de Oriente

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Revista UDO Agrícola 4 (1): 112. 2004 112

Revista Científica UDO Agrícola

Índice Acumulado de Revisores

Volúmenes 1-4 (2001-2004)

Revisor Institución Revisor Institución

Alcorcés de Guerra, Nilda Universidad de Oriente, Monagas Lozano Pérez, Zenaida Universidad Central de Venezuela, Aragua

Aguiar, Jesús Universidad de Oriente, Monagas Marcano, Letty Universidad del Zulia

Bernardo, Salassier Universidad Estadual de Norte Fluminense, Brasil Maruri García, José Universidad Veracruzana, México

Carlos Párraga Universidad Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora, Portuguesa Mayz, Juliana Universidad de Oriente, Monagas

Cedeño, Jesús Rafael Universidad de Oriente, Monagas Maza, Iván Universidad de Oriente, Monagas

Cequea Ruiz, Hernán Universidad de Oriente, Sucre Meléndez , Lenny Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, Lara

Chirinos, José Universidad de Oriente, Monagas Méndez-Natera, Jesús Universidad de Oriente, Monagas

Colmenares, Ricardina Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Apure Merazo Pinto, José Universidad de Oriente, Monagas

Elorza Martínez, Pablo Universidad Veracruzana, México Mogollón, Norca Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, Lara

Espinoza, Aurora Universidad de Oriente, Monagas Montaldo, Alvaro Universidad Central de Venezuela, Maracay

Fernandes de Sousa, Elias Universidad Estadual de Norte Fluminense. Brasil Montaño Mata, Nelson Universidad de Oriente, Monagas

Fernández, Shirley Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, Lara Moya, Juan Francisco Universidad de Oriente, Monagas

García, Pedro Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Portuguesa Mujica Blanco, Carmen Universidad de Oriente, Monagas

Gómez Gil, Luis Universidad de Oriente, Monagas Nuñez Calcaño, Atilano Universidad de Oriente, Monagas

González Cárdenas, Julio Universidad Veracruzana, México Otahola-Gómez, Víctor Universidad de Oriente, Monagas

González Gándara, Carlos Universidad Veracruzana, México. Perez Martínez, Maria Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Aragua

Henríquez, Manuel. Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, Lara

Pérez, Juan José Universidad del Zulia

Hermoso Gallardo, Luis Universidad Central de Venezuela, Caracas Pineda, Juan

Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, Lara

Hernández, Jacqueline Universidad del Zulia Piñango Alvarez, Luis Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Lara

Higuera Moros, Atilio Universidad del Zulia Ramírez, Maribel Universidad del Zulia

Hossne, Américo Universidad de Oriente, Monagas Rivas, Editor Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Monagas

Imery Buiza, José Universidad de Oriente, Sucre Rodríguez, Dorian Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, Lara

Jiménez Tiamo, José Universidad de Oriente, Monagas Rondón, Clara Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos, Guárico

Khan Prado, Luis Universidad de Oriente, Monagas Saud de Tovar, Damelis Universidad de Oriente, Monagas

Laynez, José Universidad de Oriente, Monagas Simosa, José Alejandro Universidad de Oriente, Monagas

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REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA

Volumen 4 Enero-Diciembre 2004 Número 1

CONTENIDO PáginasContinuación .... Agronomia. Agrosocioeconomía Viloria, Hilmig; Padrón, Johana y Chaurán, Nieves Sistema de producción del ocumo chino (Colocasia esculenta (L.) Schott) con financiamiento de

FONCRAMO en el Municipio Bolívar del estado Monagas, ciclo 2001-2002 Production system of taro financed by FONCRAMO at County Bolívar, Monagas, State, Period 2001-

2002

80-90

Viloria, Hilmig Sistema de producción de ocumo blanco (Xanthosoma sagittifolium Schott) con financiamiento de

FONCRAMO en el Municipio Bolívar del estado Monagas (ciclo 2001 – 2002) Production system of new cocoyam financed by FONCRAMO at County Bolívar, Monagas, State,

Period 2001-2002

91-100

Estatutos de la Revista Científica UDO Agrícola 101-102Normas de Publicación de la Revista 103-104Índice Acumulado de Artículos 105-107Índice Acumulado de Temas: Palabras Claves y Key Words 108-110Índice Acumulado de Autores 111 Índice Acumulado de Revisores 112

Impreso en la Comisión de Investigación del Núcleo de Monagas de la Universidad de Oriente

ISSN 1317 - 9152 Depósito Legal pp200102Mo1203

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REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA

Volumen 4 Enero-Diciembre 2004 Número 1

CONTENIDO Páginas

Artículo de Revisión Mayz-Figueroa, Juliana Fijación biológica de nitrógeno Biological nitrogen fixation

1-20

Agronomia. Fisiología Sánchez-Cuevas, Maria Claudia y Salaverría, José Luis Control de la oxidación y la contaminación en el cultivo in vitro de fresa (Fragaria X ananassa

Duch.). Control of oxidation and contamination of strawberry (Fragaria X ananassa Duch.) cultivated in vitro.

21-26

Elorza-Martínez, Pablo y Maruri-García, José Manuel Evaluación de cinco tratamientos fitosanitarios en la producción de plántula de cedro rosado

(Acrocarpus fraxinifolius Wight & Arn) en etapa de semillero en Tuxpan, Veracruz, México Evaluation of five agricultural treatments in the production of pink cedar (Acrocarpus fraxinifolius

Wight & Arn) at the nursery stage in Tuxpan, Veracruz, México

27-30

Méndez-Natera, Jesús Rafael; Salazar-Garantón, Ricardo José; Dautant, Miguel Angel; Alcorcés de Guerra, Nilda y Laynez, José Efecto del medio de enraizamiento, número de hojas por estaca y lesionado de las estacas de Ixora

Enana (Ixora coccinea L.) con Hormojardín Nro 4. Effect of rooting media, leaves by cuttings and cutting wounding on the cutting rooting of Ixora

coccinea L. treated with Hormojardin Nro 4.

31-35

Agronomia. Mecanización Agrícola Rivas, Editor J., Velásquez, Ennodio y Tenías-Tenías, Jesús Efecto de sistemas de preparación de suelos sobre algunas propiedades físicas del suelo y biométricas

en yuca (Manihot esculenta Crantz) en Llanos Altos de Monagas Effect of soil preparation systems on some soil physical properties and biometric properties in cassava

in Monagas High Plains

36-41

Hossne G, Américo J. Evaluación terramecánica del crecimiento radical en un suelo ultisol de sabana del estado Monagas Terramecanic evaluation of the root growth in an ultisol savanna soil of the Monagas State

42-52

Hossne G, Américo J. Las rastras a discos, características ingenieriles, agronómicas y sus implicaciones físicas en el

Nororiente de Venezuela Disk harrows, engineering and agronomic characteristics and its physical implications in the northeast

of Venezuela

53-65

Agronomia. Ambiente Méndez-Natera, Jesús Rafael; Roque, Celymar; Zapata, Kharym y Otahola, Víctor A. Efecto de la concentración y tiempo de contaminación de un suelo por petróleo en la germinación de

semillas de maíz (Zea mays L.) cv. Himeca 95 Effect of oil concentration and contamination period on seed germination of corn (Zea mays L.) cv.

Himeca 95.

66-71

Agronomia. Control de Procesos Chaló, Nestor; Cañizares, Adolfo y Belloso, Ginette Análisis de riesgos y control de puntos críticos en un central fruticola. Caso Lima Tahiti Analysis of risks and control of critical points in a fruit processer central. Case: Tahití Lime

72-79

Continuación en la contraportada.... ISSN 1317 - 9152

Depósito Legal pp200102Mo1203