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Akal / Vía Láctea 3 WALTER BE N]AMIN

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Akal / Vía Láctea 3

WALTER

BE N]AMIN

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Di~liG

RAG

7ifld~ .",gillal

DdS Pa~agen .Welk

TraJltu iÓl'Luis ~rnán<kl Cesrafieda("lcm.ín y teXIOS en inglts ),

Isidro Herrera(francés IllC'I"IO<Ilos .<:1'1105J).N)

y Iemando Guerreroúenos en franen de los

fngJTml losJr N).

Suhrkarnp Vf ll~. Fr;m kfurt amM. in, 1982

O Ediciones Ah !, S. A., 2005para lengua española

Sector forula, I211760 lrc5 Cantos (Madrid)

Td. : 918 061 996Fax: 918 044 028

www.•llul.com

ISBN·U: 978·84460·1901·5ISBN-lO: 84·460-190 1-9

Depósito Jeg~ l: M. 129·2005Impreso en FCTIJ,\m1c7 Ciudad,S.L

(M;\driJ).

Rn~rv ,l<l", 1<"lm 1", drl" ],"', I le.. ...c" lo ,'011 1.. ,lj,I'''"'''' " 11 el. II!.2711 ,Irl Cód iK" 1\.",,1, 1""11 ,1" ,.,, ."I i ~"d ", ""'1"'''.' ' r 1111,11 ; y

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D ELI BR O

LOS PA S AJ E SEdi ci ó n de

Rol f Ti edemann

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"

ÍN D I C E

Libre de los Pasajes

IntroJuaiún Jd editar ...

Resúm enesParís, capital dd siglo XIX .Porls, copitol del siglo ~ IX

Apunt es y ma teriales ,.,IlIdice .. . .. .... .

Primeras anotacion es: Pasajes de París 1Proyectos iniciales

Pasajes . .Pasajes de París 11 . .FJ ani llo de Saturno, o sobre la construcción en hierro

Nolas dd eduorInjomu dtl ediJor .u uÍlmm;os sobrr /at/lJ tsisJe la obra .Parafip6mmos, tradición mal/usm"'iJ, fim1/(lción delI(X{Q .

L" ta de!dJfum!t$ ciladas paTl< {os Apu tll~' y materiales

Indicegel/erar.

7

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823

8. 38.5877

883893985

1043

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-'

PASAJES

En la Avenida de los Ca mpos Elíseos, ent re ho teles nuev os co n nom bres ang lo­sajones.ese ab neron hace poco unas arcadas , dan do así lugar al más recientepasaje pa risino . Para su Ina ugu raci ón . una enorme o rquesta uniforma da tocóan te p arterres de llores y gráciles su rtido res. La ge nte se amontonab a entremurmullos en los umbra les de arenisca a lo largo de grandes espe jos, veíacae r tina lluvia artificial sobre las e ntrañas de cohre de los automóviles másrecientes como prueba de la bondad del material , veía moverse ruedas enaceite , leía en pequeños carteles negros [as cifras en cristal Strass de- Ios pre­cios de los a rtículos de p iel , de los d iscos de gra mófono y de los kimonosbo rdados . Bajo tina d ifusa luz ce nital, la ge nte se deslizaba so bre baldosas.Mientras que aquí se ha preparado un nue vo pasaje pa ra el París de ú!limamoda , ha desaparecido uno de los más antiguos de \;1 ciudad , el pasaje deI'Op éra , devorado pOI' la irrupción del bulevar Hauss mann. Tal como hizoesa notable galería has ta h :IC( ' poc o , algunos pasajes conservan aún hoy,e ntre luz chillon a y rincones oscuros , un pasado hecho espacio. Algunosanticuados negocios se afe rran a estos espacios in terio res , y la me rcancíaexpuesta e n e llos es co nfusa, o tiene muchas interpretaciones . En las pue r­tas de entrada (10 mismo se p uede decir que son p uertas de salida, pues e nestas ex trañas fonnas que mezclan casa y ca lle , toda pu erta es entrad a ysalida a la vez) , los carteles y letreros tienen ya algo enigmático. Las ins­cripciones se repnen luego dentro, donde , en tre pe rche ros sob re..x argados.algu na que o tra escalera de caraco l sube hacía la oscuridad. A1JJ1":RT au 83bien podrá ser un pelliquero , y los mattkxs de uxatre serán camisetas deseda, pe ro esas le tras insiste ntes quie ren dec ir algo más . Quié n tuviera valo rpara subir la gastada esca le rilla que conduce al instituto de belleza de l pro­fesor Atfred Bitterlin. Umbrales de mosaico al estilo de los viejos restauran­tes del Palais Ha yal co nduce n a un o tner de París, dando a una puerta decrtsrafuas la que ta n Imp robable resulta que haya realmente un restaurante.y la siguien te pu erta de crista l, que promete un casino y deja ver algo comouna taquilla a nunciando los precios de las localidad es , ¿no conducirá,

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Libro de los Pa~jt'S. Proyect o.. inicia les

cua ndo la abramoss, a la oscuridad, a un só tano o a la calle , en lugar duna sa la de te atro? Sobre la taq uilla se almac enan de un golpe medías, "tvez med ias, como arriba. e n el sanat o rio de muñecos, y antes, junto aln«rrador del despacho de lico res. - En los a nimad os pasa jes de los bulcv.ruC0l11 0 e n los algo vacío s de la vie ja ca lle Sa inl·Denis, se expo nen par;lll " .l ~

basto nes en apretadas filas: una falange de pomo,~ multico lo res. SOl! 11cue ntes los Institutos de h ig ie ne , do nd e se ve n gladiadores con fajas. m ll ll

tras qu e los venda jes se ciñen al rededor de b lancos vientres de mamqu! Ilas ve ntanas de las peluqu e rías se ve a las últi m as mujeres co n cabello lól rMmostrando mechones profusamente o nd ulados: pe tríflcados reco rridos I

ca bello. Qué frágil se ve , al Iado y arri ba, la fábrica de las pa n.'(.k s: ¡POImoché e n ple na descomposición! Los souoentrs y bihelols resultan l:S p,1tl11

sos; reposa a l acecho la odalisca junto al tintero; adoradoras en camb.e dpunto levantan ce nice ros co mo acetres. Una libre ría pone ma nua les snhn- 1 1

amor junto a c stampitas de co lo res; hace cabalgar a Napo león en Mall'I\1Ijunto a las memo rias de una doncella de cámara y, entre un libro de slle n,y ot ro de coc ina , hace ma rchar a antiguo s ing leses por 105 caminos anchO!estrecho del Evange lio . Se conse rva n e n los pasa jes modelos de boto nes tlcuello cuyos corres po ndien tes cuellos y ca misas ya ha conocemos. .sI 1111zapater ja está junto a una confiter ía, sus co rdones se pa recen al n·¡.t.lllSobre sellos y cajas de impre nta ruedan balduq ues y ovilloss de seda. 1),nu dos torsos de muñ ecos co n cabezas ca lvas espe ran su pelo y su v~'~Ii, I , 1

Ve rde rana y rojo co ral, lo s peine s nadan como e n un acu ario , las unm¡«ras se vuelv en co nchas, las oca rinas pomos de paraguas, hay ¡j l p i.~ t ~· vu I1cubetas de la cáma ra oscura , Tres sillas de felpa co n tapetes de g:llH I1 IUI Itiene el víg jlanre de la ga lería en su ga ruo, pero allado hay una t ienda v.u 1I

de cuyo inve ntario sólo quedó un let rero, q ue p reten de comprar dentaduras I1oro , de cera y rolas . Aq uí, e n la parte tranquila del pasillo late ral, per~lI l ' I

de ambos sex os pueden conven irse en personal de servicio . donde tr.l. 11cristal se ha ínsmlado un decorado de comedor. Sohre la tela de ap;l)[.ld,to nos de la pared , llena de cuad ros y bustos de b ronce, a rro ja su luz IlH 1

lámpa ra de gas, Junto ;1 ella lee una anciana . E.s tá so la , co mo des rh- h,1I 1

a ños. La gale ría se vacía ahora ca da ve z más. En la sub ida de tina es('"II'I.Iun pequeño paraguas rojo de hojalata hace de reclamo de una fállrll'.l ,l.varillas de para guas; un po lvor iento tocado de novia p romete un a tienda de 1;1/1'

para bodas y banquetes. Pero ya no hay quien lo c rea. Escalera de lmv-ndios, canal o nes: esto y e n la calle . Enfren te hay o tra vez algo como un p;l ~ .ll'

un espa d o abovedado, y dentro un cal lejón que va hasta un H óte! tlt· 111111

Jogne o de Dourgogne con una sola ventana . Pe ro ahí ya no tengo qlUe ntra r; subo IXlr la calle has ta el a rco del triunfo q ue gris y g to ríosanwnn- 11

cngíó a Ludovlco Magno . En las pir ámides en rel ieve de sus asce ndl'llhpilares reposan leone s, cue lgan arma s y trofeos desvaíd os .

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(PASAJES DE PARÍS II)

.AI hab lar de los bu le va res del Interio r-, d ice la Guia ilustrada de Paro - todoun ret rato de la ciudad del Sena y de sus alreded ores por el a~o .1.85~-, .m~n.­cicnamos varias veces los pasajes, qu e desemboca~ en ell~. Esta s pasajes,una nu eva invención del lujo industrial, son galenas cubie rtas d~ cn~1 .~reveslidas de mármol q ue alravie san eJifici o.'> enteros , cuyos pro~le~~os seh' un ido paro tales espt.."'Cu lado ne s. A a mbo s lados de estas g,llenas, q uer:C~bcn la luz desde arriba , se aline an las tiendas más e lega n,tes, de l.nQ(\(~que un tal pa saje es una ciudad , e incluso un mundo en pequeño , en el qu eel co mprado r áv ido encontrará todo lo que nece sita , Ante un c~\~\hasc()repentino , se ronvierte n e n el refugio de todos los q ue se han Visto b íénprendidos, ofreciendo un paseo seguro, aunque angosto , del.q ue tarnlos vendedores sacan provecho-. Allí se e ncuentran los q ue quie ren cOl~pra~

y los que se han visto sorp rend idos. la lluvia sólo lI~a a los pasale~ alíeme pobre q ue carece sobre tuda del aislante o del Impe~mc".lble . Eran

CC.spad os para una generació n que sabía demas iad o poco deltiempo n~eteo­. , 1 d n -rse esqu íes seroló neo, y Los d omingos, <:l iando neva la , e n ugar e f:K l e . . .calc~taba en los invernaderos. Cristal que aparece dem~sl<ld() pront (.J, hlcr~()

rc uiaruro: eran de u na misma es tirpe los pasajes, los lllvernadero.~. con S~ I~ herbia palmera y los vestíb ulos de las estacione s, donde se cu ltiVab~\ t i~~1 s.1 orqUídl..'3 lIa~ada -adíós-, con SU5 pétalos movié ndo.'OC e n desped l<~"' ,H~ce tiempo q ue los ha liq uidado el hangar. Y hoy ocurre co n ~I malefla~h mano e n el inte rior lo que ocurre con el mate rial de construcción de,Io.s~sajes . Los p roxenetas son las naturalezas férre as de esta calle , y sus ~ragl'

fes cr ista les las prostilUtas. Fue éste el último asilo de aquellas mara vI." as q ueviero n la luz e n las exposicio nes universales , ca ma la ca rtera patentada conilumina ció n interior, la navaja kilométrica , o el m;~ nHo de ~arag:, ~s p>atent.~l d ~)co n relo j y revólvcr. y junto a las degeneradas criaturas gIgan tes, ~emed\,.l ~l~y e n la estacada, la ma te ria. gegu ímos el corre dor estrec ho ~ oscuro h~~ ~aque entre una libreria de sa ldo, d o nde kgairn: atados y multicolores ha (~.ha n de todas las formas de la ruina , y una tie nd a repleta de boto nes e

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Libro de I ,,~ i'a ~a j l's . Proycctus in icia les

~:(~~l;r~~~:~~lI~ I~' I:a~~~~ ~;~n~~)7;~: f~~~~.:íí~~·sS llr~ió una especie de cu.u«lmlla ba una lámpara d e 1-:'IS Al lado 1 '" .. l ~ eno de cuadros y hu , lo,

vie ra so la desde h:l ~'c afi( ;~ " y q l;¡e re ~1~n~~(~lI~,~;l:~a - P;¡ re~t" ~om() .~ i l'.~ 1 1IDesde este d ía Sahelll().~ también de dó nde' _' : oro , ~ e ce ra . o rol:1la que hizo a Olimpia lo' unta _ d¡ r lmer el doctor Mllag ro !:l ce ra ('( I r

• . ." ...n o m un la mente Iam . . ñnos - mas as equibles y difund idos que los ti l" _ o sos m u C("OS p:1 1'1 Isobre el pedestal sonor o e arrumo natura t-, que Sl: irah.lI

.•. con un cesto en ] 0 ,<; brazos mi -ntra - .• •aco rde en to no menor a la .. . e s se 0 1:1 unso n las ve rda deras h ,. , I' IS .Pe' cT~~I" 'c u n~ ?veJ lta sacaba tímidamente la C¡¡llI: / 1

• . • u. _ u ... lS p asa jes _ (a', 1)

Todo este es el p-.,¡~je '1 nuestro -' y d(sei/. 10:'; p;.1~jes) I~da~ e n ~I P~~~~~~i In; ~ de rodo esto lo ha sido 12'1 I ~ ll len 1817 en el p;.1S:lje des Panoramas le c antab, como gru tas. A quien entmlluz de ,R;IS , y enfrente le sed uc ían l.'.odah . ~n por un lado [as sire nas dl ' lrespl andor de la luz eléctrica se e~~n .:'>CaS c~mo lb m:s de aceite. COI! r lllama; de pronto se hicieron dif~'i!es de~:~n ~~tas g~renas la crep rodublcon las puertas , mirando su pro pio interior~;p,rat~~~. una I~gu rll'~r,1el ocaso de los p asa jes, sino un vuelco. De u~ Ol\ enl.a~¡s ciegas. ~o fue t:se fu nd ió la imag ...n de la -enodernidad •. El si lo ~efl~' fue~ el mol de d(uulnovtsímo p asado. Fue este el último asil~ deF., q uel'l.'JO aqtu, coI' n arrogancia, 11as marav¡ as.. (:¡' , J.)

Cuan do d e niños recihimos esas nd - '1 'bnmanídad. El ,welJQ unit erso o~ ,;;::aee;'p t ~C1ones com o.El IIIIIIU/ol' 111el co loreado 'pa is.aje dd carbonífe l ' o pn mero q~lf" miramos ¿no hume ra era glaciar-) Semejante pano'::a~d~:;~I:~~_Y glaciares duran te la pucu rrida es el qu e a bre la mirada po I ~ era arcaica apenas tra ll ~las ciudad es. Aq uí hab ita e l último ~~:~u~'> ~asales qu e :e hallan ~n tod ;1

las ~aredes de estas cavernas prolife ra la m~rc:;c~;'~;~~ co~sumld~)l" 111mortal que experime nta , co rno el teiklo ulceres ' . una f10 r¡1 mnnxíones. Un m undo de secretas afi nidades- roso , las ma s irregula res CO lll

Ven us de Miro pró tesis Y' portaca rtas ~ . p almera y plumero, se cador \,. • ".~ ",e e ncue n tran aquí de nu 'v

u n;l lafH~1 Sl,.'p aración. Yace '11' ., I ~' I " , e O,COlllo tl.l'd . ace ( 10 a uua l~a Junto a l tmt l' ., Ionts a ll..a n ce nict"ro s como platillos de ofre nd a ' E ' e ro , a.s ,H ut.1

jerogl ífico, y tien e u no e n l:l p unta d e la le n ' ll a t; _~f~S e~ap;] rates sun Ittl

para pá j ~l ros <leposil;](j;¡ en la cubeta de fiiad~r de lad <l,\ e ,p.lra . I ~er la C( lIl lhl.lHas de flores junto a lo s p rismático s !o s gara bato ' .c:m:lra O~ltra, las ,~\'llllderno de notas, y el revó lver so bre ' la ' _' , ", S l~ er:~lmpl( os en d {'Il.ldemás, n;¡lb de todo esto fieH\;' un as ~~~~ t~ de, los pel es dorad os. l' u l 101yknen {IUiZá de un" I"·,.,,,'n ', l . , : pe l~e\ o. Los peces dora dos 11111

. "'- ' 1.1(e tiemp o Yac!'t el . ' [ [ ' - ,('o r/ nls ddiel/ y es '" n",'''' A'''''' ." ." revo ve r la )ra .sldo 1111

' f ".. ' ''~ ull1U mente pudll,;ron S'l! ' I . 1a su anti~lIa pro pi l'tari a un'l v ' ,. , .[ . . , V,lr~ e. Illonr (e halll l>l", el. que se lll.lrc 1alon lo s U1l1lllos alum llos,

(,,-, .1)

Jamás se dehe (:on fiar e n lo q ue los l~S(.'fitor" d 'Cuando Zola quiso defende r su Te;es~ Raqu~S d~c~l~ ~~t :s~~s ~f(d)Pia s {) ¡' I['l '~. , tC,IS a versas , {IIII

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Pasajes ele París II

q ue su lib ro era un estudio cic ntiílco so bre ln s tcmper.unemos. Intentaba ,según é l, explicar co n precisión, h asánduse e n un eje mplo. cómo el tempe­ram ento sanguíneo y el ne rvioso Inte ractúan e n perj u icio mu tuo. Esta afi r­mació n no conte ntó a nadie. Tampoco aclara la ina udita impronta calle jerade la acció n , ni su sangu ino lcnda, su crude za casi cine lllatogrúfica . 1\'0 e nva no se desarrolla e n u n pa~l je . Si acaso este libro explica ;llgo rea lmentecientífico, es la ago nía de los pas ajes paris inos , el proceso de desco mposi­ción de una arq unect ura . Oc sus ve nenos está re pleta la atm ós fera de estelibro, y a causa de ellos m uere n los persona jes. (:l' , 4)

En la antigua G reci a se e nscñah:m ciert os luga rt's q ut: deS(:endía n al sub­mundo. Nuestra e xistencia despierta también es una tie rra e n la q ue po rluga res ocultos se desciende al subrnundo. u na tier ra re pleta de discretos luga­res donde d esemboca n lo s suenes. Todos los dí as pasar no s por ellos sin dar­nos cue nta, pero , apenas nos do rmimos, recur rimos a e llos co n rápidosmo vimientos, perd ié ndo nos en los oscuros corredores . gllaberirno de casasde la ciudad equivale dura nte el d ía a la con cie nc ia; los pasa jes (q ue son lasga lerías q ue co nd uce n a su pasada existe ncia) dest:mtxx."".lIl de día, ínadve r­tidamentc , e n las ca lles. Pe ro a la noche, ba jo las oscuras masas d e edificios.surge. infundiendo pavor, su compacta oscurid ad, y el rardío paseante seafana por d e jarlo s atrás, s i acaso le había mos animad o a u n via je a través deles trecho callejón. (a' , S)

En los pasa jes son posibles lo s colores má s falso s; no extra ña a penas quehaya peine s rojo s y ve rdes. La mad rastra d e Blancanieves tenía uno así, ycua ndo el peine no hizo lo q ue deb ía, a llí es taba la lind a manza na p araayud ar a ello, de u n color ve nenoso, mi tad rojo mit ad verde , como el afi­lado peine . Las med ias tienen por do qu ier u n pa pe l de actrices invitad as:tan pronto e stá n ba jo u n fon ógrafo como ante un esta nco. en a ira ocasióne n la me sa de u na taberna , vígj ladas po r u na chica. Ta mbi én fren te a lestanco , donde entre sobres con los sellos más d ive rsos y refinados sees parcen s in es mero manlla le~ d e un arte d e vivir ya su pe rad o , Abrozo5secretas e flusianes que enloquecen, introd uccio nes a v icios y pasio nes fuerade moda . Las lunas de l esca par ate est;ín cu b ie rlas nJll estamp itas d e co lo ­res e n las q ue Arleq uín Sl' e na mora d e su hi ja , Kapoleó n cab:llga e nMarengo y, e n med io de todo gl' lle ro de an ilk' ría , unos ingleses escuálidosavanz an por la amp lia vía d el in fie rno y d ca mino o lvidado d el Evangelio ,Ninglln co mprador debcrí;¡ e ntrar e n ('stas tie nda s co n una idea preconce ­b ida , s ino al egrar se de p (){_kr vo lve r a G IS:! ('o n u n to mo de la Investigació nde la verdad de Malehranche , ü de Miss Dai51, un diario de UIlO amaz onaing lesa_ (bO, 1)

De vez en cuando , hay ca rteles y letreros q ue senalan a los habitantes deestos pasajes , letre l'Os que se repiten dentro, entre tienda y tienda , dondealgu na que otrJ esca1L'ra d e caraenl suhe haci a la oscur idad . No tienenm ucho en co mún co n los que h ay en los portale s corrientes, s ino que más

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Libro de 10.-; Pasajes. Proyectos iniciales

bie~ ,recu erd a,o a los 1~I~eros d I." las jaulas de los jardines zoológicos. qUf'~\lIc:"I~,n n~ ' ta nto el há bita t d<.' lo s ani males presos, cuanto su especie y pll 'cedcnc ¡a. En [as let ras de lo s letrero s met álico s o esmaltad os se ha dc ¡lIJ~1

t~do el .poso de to das las fo rmas de escritura que alguna vez se hayan usad"en O:C1dcntt' . A.'hel1 (1// 83 será un peluque ro , y los matttots de tb éátre hh' l\

1~~~1n ser ~:~ l~ l.<;etas ~I~.sed;j ro...a yceleste para jóvenes canta ntes y h;¡U,1nna: , pero esas le tras ms rsrentes qU iere n decir a lgo más y qu ieren de ' 1cosa. Los coleccio nistas de curios idades de la lustona cuhuralüe ctr o r.l_.. ' ... nen e n sll~

esl~ nt~s secretos oc1avlll.as de una lite ratura q ue alcanza un ano precio : prosP~"( ,tos d,e firmas comerciales o a nuncios de teat ro , pe ns ados ambo s para UIM' ~ :r.lda fugaz . De: rochan d oce nas de alfabeto s d istinto s par,l ornar su inr ll.lu( ~n, inmediata. Estos osc uros carteles es maltados recuerdan al ro mántk-og u.ud arro p'l de letra,", de la o~ ),",('enklad . - Recu erdan el nacimiento del ("¡ Irrelmodemo. En 1861 a pareci ó e n los muros de las cas as de Lond res el pr!mcr ca rtel 111Oj.1 ráfico : mostraba la espalda de un' nu¡ b1,," 'd. , _ I ter anca que , mu ycem ,1 en un d ial, habla alcanzado a [oda prisa el último pel fa - dee scale ra y [vi I d 1 ( no e UI1, ''. ."" vo viene o a me ías a cabeza. el ded o e n los labios, enrreabn.,un ayes~lda , pue rta po r do nde se ad tvmuba el ciel o estrell ado, Asi anLll1d (,Wl1kle Collln s su nuevo libro , una de las me jores no vela s pclícíacas 1 ,m ~ lj(~ d~ blanco. Aú n (,s in) color se desl izaba n por los muros de las ca~ ;; ,~ 1::'1~nlllnas .~ot ;)S de una lluvia de let ras que ho y se derra ma d ía y noche slnmte~lIp("lon sobre las grandes ciudades, y qu e fue rec íb ld a cu ma las phK I~~ E~ip[o. - ~)ur eso temblamos cuando, ap re tados por los q ue compra~ :I ,~verdad , estrujados en tre percheros sobrecargados de ropa. Ic emos en el plimer t r~mo (~e la esca lera de caracol; -tnstttu t de beanté du profosseur AI(",',I~":e~tII - .~) la -Pabríqne de Cnll'elfl!S (lit 2'''',:) ¿De verdad tie nen allí n;lh ,t~¡S , C.."La nerra punteada. de SherIoc k Holmes") Pero no , allí se cose paclll(:~ I~e~).t~ , y t()(.I~., los t errore~ imaginados se clasifica rán obj etivamente e n LI .~stad l st lG1S de la [~he':culoslS . Es un consuelo que en es tos luga res sea lIl U)'

r.•~o que no haya msru utos hlgi ér ucos. Hay e n e llos gladiadores con f'II:. ' ,ml~ntras que los ,'enda,es se ci í'icn alrakxlor d e b!;¡ncos vientres de m;1II1q~ l. lIay.alg~ ,que mueve al pro pie.ta rio del negocio a apa recer una y 0 11,1

vC~n;ntre eS,IS fígura s, - Much ;l anstocr.lCi:l, q ue no sahe mIda de Go lila. M de Consol l ~ , Ma estra de Ballet, Lecciones, Clases, Núme ros. , . Mllw d"Za~ no, Cartomó~ tl c~:; ,SI allí, a mediados de In'> nove nta , (nos) (hu h il'l;l)hecho una p red lcclo n, seguro q ue h ubiera sido la dt" la (k"Cad encia de "'"cu ltura ' .. O ~ , 4

A. menu.do. e~t~ espacios interio res alhe rga n come rcios anticua dos. y t:ll11h lén los come rCIos ll.lás a<-1ua les adquie re n en e llo:> cie rto aire desolado I'~

el lugar dc las a,Rennas de infon nació n e investigación, que allí e n la lUI:hl lI~¡;': , l.l e las ~;l! t' n:ls sup e riores, siguen la." h uellas d el pasad o . El; los eSC:lp;;~t~~ de l~s peltl(~u.enas se ve n las (¡1{imas Tllujeres co n cabello I' lrgo . Tk' I1 I'(l

.c.cho nes muy ~l -:ados, q ue resu llan ~permanen les~, to rres de pelo petrirk .•da~ ..A lo~ que h'c'eron_un ¡~ ll.ndo propia de es tas construccio nes. deh~'rr;1tl

e llas detllcarles pequenas lap Idas votivas: a Baudela ire y a Odi lo n R~~I ' lI \ ,

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cuyo nombre cae ya como un rizo perfeeumeme fon naJo. En lugar de eso,se les ha tra icio nado y ve nd ido, convirtiendo en un objet o la cabeza deSalomé , si es q ue eso que a llí sufre e n la co nso la no es la cabeza embalsa­mada de An na Czi l la ~ . y mie ntras éstas se petrifican , arriba la oh ra de losmuros se ha vuelto queb rad iza . Quebradizos so n tamb ién los umbral es demosa ico q ue , estilo de los vie jo s res tau rantes del Palais Ruyal, ronducvn ;1

un -Diner de Paris- po r cinco ~ncos, también so n frág iles; asc ie nden conamplitud hasta una puerta de crbtal, pero resulta mcrefble qu e al 0 ([0 ladohaya realmente un restauran te. la siguiente puerta de cristal prome te un-pettt Ca sino-, deja entreve r una ca ja reg istrado ra y los precios de las localí­d udes, pero , d e abrirla, ¿se acc edería a su inte rio r? ¿No se sald ría m ás b h-n ala calle , e n lug ar de a un teatro? Dado que pu ertas y pa redes es tán hechasde es pe jos, no se encu ent ra n i una entrada n i una salida a e~\a du dos a cla­ridad . Pa rís es una ciudad -espe jo . Asfalto espc jean te de sus carre teras , marn­paras de crista l delante de tod os lus bares. So h rea hundanci.a de lunas y espc­[os e n los calés para aumentar su claridad interior y proporcionar una ale greamplitud a tuda s los min úsculo s apartados y reselVados en que se descoru­ponen los tocares par is inos. Las mujeres se co nte mplan aqu í más q ue en n tn­gún o tro sitio , de aquí surgió la pa rticular bel leza de las parisinas . Antes deq ue un homb re las mire , ya se han v ísro reflejadas dlc z vece s. Pero tambiénel ho mbre se ve relampaguear ñso nóm ícatuentc . ü btiene su imagen co nmucha más rap ide z qu e tI! cua lqu ier otro sitio, y ve también mucho m ásráp idame nte cómo esta image n co ncuerda co n é l. Incluso los ojos de lostranseúntes son espej oscolgad,},,>, y sobre el gra n lec ho del Sena, París , seex tiende el c ielo co mo se extiende el espe jo de cristal sobre los lechos ínfí­mos de las casas de vida alegre. (e", l}

Cuando do s espejos se miran, Salanás hace su truco preferido , y ab re aquí, asu manera (com o hace su co mp:ll'tero en las miradas de los amant es), la pers­pectívc al infinito . Ya sea dívína o s;lt;í nicamt"nte , París tiene pa.sió n por lasperspectivas especulares , El Arco del Triunlo, el Sacré Creur, incluso el Porte60,apafl,,<-'Cn de lejos como imág enes suspendidas a lIll.-dia a1mrJ, cntreahri~'1ldoarq uitecto nicame nte el espe ji:>mo. El barón Haussman n, durJn{l:' su relllcx lela~ciÚll del París d d Tc n:c r (recte: S<.'b'lJndo) Imperio, se extasió ante es t:IS pers­¡X'ctivas, y qu iso multip licarlas allá dOlllle pudo , En los pas ajes, la perspectivase ha co nM:lVado duradl'ram entt' , co mo en las naves de las i~ks ias , Y las ven­tanas en el pi.so superio r fam lan e! trUo rio do nde anid:m ángele:> que llaman.golo nd rinas-. _ .Golondrinos (mujeres) que hocen lo ventano.' (c·. 2)

Amb igüe d..d de los pasajes como una a mbigüed ad del espacio. Qu izás .se¡xK1ria acceder a este fe nóme no, ante todo, a través <.Id uso múltiple de b sfiHuras en los muscos de cer;l, Co mo tamhién , por o tra parte , la d isposició nintencio nada de la ambigüeda d e spacial qu e alcanzan los pasa je s ha de (-nr i­qu ece r la te oría de las ca lles de París . El aspecto pura mente e X{t'rno y se t'llll­darlo de la ambigüedad de los pasajes lo propo rciona su ;)bllndanci;l del~petoS. que amplían el esp-.Icio como e n un cuento de h3das, díficu ltando

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l ibro de- los Pasajes. Proyectos in id~lt's

I;¡ or ien tació n. Quizá eso no diga mucho . Y. sin embargo, aunq ue e~ l (

mu nd o de espejo s pueda tener varios e incluso infin itos siKnific-ddos, Sij.tlllsiendo amhigu o , e n el se ntido de un mun d o especular. Par padea, es siempre este uno y jam ás nada , de d o nde sa le e nsegu ida o tro. El espado, q ue ' 1

trans torrna, lo hace e n el seno de la nada. En sus tu rbios y sudas espt. jm,las COsas intercambian Ul1;1 mirada- Kaspar Ha user co n la nada: q ué ambígu«('S ese pes ta ñe o desde el n irvana , Y de nu evo no." roza con frío aliento r-]

nombre galan te de Odilo n Redon, que capeó tumo na die esta mirada de Ll\rosas en el espejo de la nada , y como nad ie s upo me zcla rse e n e l consentímiento de las cosas con el no ser. Un murmu llo de miradas llena los p~I S, 1

jes . No hay ull¡ cosa que no abra un pequeño ojo donde menos se espera.In cierre parpadeand o y, cuando miras de ce rca, ha ya desaparecid o . Al murmullo de estas miradas le p rest;1el espacio su eco. '¿Qué puede _ parpadeahaber pasado e n mi?" Q uedamos perplejos. -St, ¿q ué puede ha ber pasado enti?· y de este mod o le devolvemos delicadamente b pregu nta. Aq uí podríah,lhe r tenido lugar lamo la coronación imperial de Carlos V, como el ase.~ 1

nalo de Enriq ue IV o la muerte de los h ijo s de Ricardo e n la To rre de Lontires. . Por e so están aquí Jos museos de cera. Esta galería ó p tica de prlncipes t-onx tit uy e e l grueso de su capital. Para Luis XI es el salón del tro no, p:ll';lYork (tI la To rre de Londres. para Ahd el Kti m, el desie rto, y para Nerón,Roma. (c", .9

El germe n más ín timo y respla nded entl;'de la ville lumi ér e, los viejos dloram;IS, anidaban en es tos pasajes, entre los q ue a ún ho y uno lleva .su no mb re :p;lsa je des Pano ramas. En los p rimeros insta ntes , era como e rurar e n unacu ario . Po r la pare d de la gra n sula oscu recida pasaba a lgo así como un pa¡sa je de ag ua ilumina da por ftas, inte rrumpida por peq ue ñas junturas. Hjuego de colores de la fau na oceán ica no puede se r más ardiente. Pe ro [u"luto" :lquí se mostra ban er.m mibj.tro..; terrestres , atrnosférico.<;. En aftuas íluminadas por la luna , sto rent' jan pabdo.~, ap;m~cen noche s blanca.<; e n par<¡ues aha ndo nados. Se reconoce a la luz de la luna el castillo de Saínt Lt'll,do nde hace cien años entuntraron al último Candé ahorcado ha jo una ventana . Brilla aún la luz en un;1 de las ventanas del castillo, Ent reUnto, el so lilumiru un par de ve ces la escena : ha jo e l claro resp landor de una manaJl ~1\'("raniega, se ven las Esta nd as del Vatic-dno ta l co mo las ha hrían visto 10\nazarenos; no lejos se const ruye todo Bad en-Bade n , y si no pus iéram()~

Il:l60, quizá po d ríamos reco n(x:c r entre sus mui'le<..u s , a escala 1:10,000 , a f)o~to ÍL'vski ('o Ja terra za del Glsino . Pt'ro tambié n se ho nra la luz de las velas. Enti cah.."lIral crepuscular, los ci rios rodean, como capilla ardkl1te , al asesin adl ld uque d .... Ilerry, y la,.; l á ll1 p ~l ra ,.; colgan les e n el cielo I'.IS;1Il1c Cl.si averg(k'nzan a la red onda luna. Era un l·xperimento sin igu al sobre la noche mfigk:l,iluminada por la luna, del I\omantid smo , y su nohle su.~tanda s~ l i6 venet '­dora de toda prueba sig nific;ltiv¡¡, A q uien SI.: to maba el tiemp o de pla nta r,'ivante e l transpareJ1le del viejo balneario de Con trex éville , le parecía q ue, ( '11

una vida ante rio r, ya ha bía pasado por este cam ino so lead o e nt re álamm,roza nd o , ;11 pasa r, lo s muros de p ied ra - humildes efectos máRicos par.l uso

8 7 1

Pa sajes de Paris 11

- . or lo demás .'iC experimentaro n en muy pocos casos, comodomestico. que P , ..rs de ~steatita o la p intu ra esm uhadu rusa-. (c' .4)ante las estatuas c 1111.. "" .

Las ca lles son la vivie nda del col.ec~iYO. El c~lc~i~.:o:: ll~i~~~~I~~e~)~~~;t;despierto, eternamente e n rnovmuento. qt e

moI ~s in~viduos hajo la pro-

_.,. 1 muros de 1;,2; casas tanto co . 'medita e ntre os .' lect ivo los brillantes cartelesrecció n de sus cuat ro paredes . Para eSle . c~adorn~ mural q~e los cua drosesmaltados de los comercios son tanto mejo I P h'b·do Ijinr corteles_

d I l ' el b urgués lo'> muros con e • 10 I I ,-

al ól~ e ~ ~n ~a~d( IU ioSCOS d~ pr~nsa sus hih liotecas, los hU~)l\es ~\lSson su escruono . o, , la tenaza del cale el nura­bronces, 10.<; ba ncos sus mueh les dedonndi to::~~~tic~s Alli do nde los Ix:onesd d d d de contempla sus enseres o , .or es e o n . .. s re ías est á el vestíbulo y el portó n qu e

camine ro." cuelgan la chaqueta ~e la., ," , . redo r ue asusta al bur­lleva de los patios Inte rio res a l a rre 1Ibr: ; el, la~~~'orl ' d ll~d El pasa je fue

ués es para e llos el acceso a las habuaciones e a . - se da ag < , •• - . 16 ~Hs qu e e n cua lq uie r o tro lugar, e n el pasaje~;:~:~~ol: ~ua l~~ C<l)~ 'll;) ~'l interior amueblado de las masas, hab itado pO(~!,bt>

. . . F '1' ' Insis te e n convertir la ce rcanía yEl bu rgu0s qu e ascendió co n LUIS -c lp~ 1 . " . , ' .. ,1 ' aló n En l H39

' Sók co no ce un un sco cscena no. e s . .la lejanía e n un i ~ te ll:~ . o ~nba 'ad'l ing lesa . Se enca rgan doscientos rosa­se cele?r;¡ ~ n halle ~ n l l a t:st i ~ pr~sendal- estaba cu b ie rto por una carpales. ·F. I jardí n -c ue ntu l n . g . _ .Pe o qué salón! Los o lon l.';o.s a rnn-

.' 'aló n de conversac lon. I cr . " . IY pa recra u~ s . s hab lan transformado e n e no rme s i;I n..l1n c:: I'.I ,~ , ates, re pleto s de nor~~ ' . ·le,. d sa a recido ba jo espl~ndidas alfombras , enarena de los paseos ¡a,n.l

h.e. p ce - nco nt r.lban cnnap és tap izados e n, ' d lo s ba ncos c e l erro .~ ~. . , d e

uga r e _,. -do nda ofrecía Libros y álbum es. El sorne o edamasco y seoa . una me sa re . . , 1 trip le gale-la o rquesta invadía desdecz e ste ,mme;:~e~:~~:.:~uC::d~ i~ra una del i­ria de flore s q ue lo rode~ a ~sctrn~ un cle ro la tu rbi a perspe<:tiya de laci a!- ~l pol...oricl·nt~ es~'tS~r dee :~~~~n::na e~ la int(' rsecció n d e la.<; vías.estaCIÓn, con e pc queno a _ , _ . t 1 premalUro

I~O ell o ,se r ud,n: ba) ja fa~~~~~~n~~~~~~~on~~:a~~l~~~c~~~~a' aún cómuhIerro , au n ho}, ~A me -"1 h. Pe ro desde h;lce tiempo lo resol­ha b ía que co nst rhUlr.co n cne"cao~ ell:7~~ria l h umano e n el inte rio r lo que'·'0- e l ha noar A o r.1 ocurr t . •n

.. " ' .. ' ". lo" p·,s" ,·e s Los p ro xene as SI1 t 'a l d ' construcClo n u C <~ , . .. • •

oc urre co n e ma e n e 11 _ , fr;¡oi le s n istales las p ros titutas.las na turale7.;ls fé rreas de e sta ca e , )' sus ... . . (d' , 2)

. . -[ . ció n dt' la calle : ésta le conduce aEl fllineu r asiste ~l la slg\lle ntt" trans or~a >' " , po r las calles tod as so n

. - d " o uesa p;HeCll!o , En su ret orm ) ' . .'traves e un tlem p . 1 . l . .,., l., ' ,n .,d res en todo caso stl · l) e sClcnc en 51 no 1,IS , , ." ,para él cue sta a JalO. , ta~to l11'Is Jrofun(\o eu~ nto q ue no es su r ro­hasta un pa sado qu e pu ede se, ' ·, 11 ',.l" ,, ~ '.·" 'ndo siemp re el pasado de

. l· lo COl\to<o aca e s .., "" " 'plO pa s;l, o pnv a< . , l ' d I . la qu e ha vivido? r:I asfalto .so bre eluna juventud . ¿l'l:ro por q ue a e a VK

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Libro de I().~ Pasa jes. Proyectos iniciales

que cannna está hueco SU5 P' dd sos es prerr m una a hgas. que e.sclcndc JI UflUn rnd ' 1 • som rosa resonandn

I h] . o ,1S 0.';(.'13 S a ITO" , , '( O e 5udo, Como movida " '.' una uz ambigua sohn' 1 1

o r u n 1lJ(.'C 3 nJ5lJlQ dere¡ _ ,ll~r avan za por la calle ernrl:dracJ.¡ d e don . ' le le ojena, a figu ra ell" /I,se e sconde e:;te rneca nísmo, suena (1) co r nor suelo Y en el mtenor, dOlldtac de una cap de música que- toca 1; '1 en los Jugue tes ant Iguos, ('1111r.l Juventud / me sigue SIempre una c~ n~~: od ia- -ncsde la juve mu d I d\.,,,nuevo lo que le rode a ' no CO IllO s¡ le h b las•. e l n esta mel odía recom x r- dlud a ' . ' a arae p.lsado J., un recrente , SIno que es una ¡ (_ . ( e su propia }l!I,(,11I . . .... . in ,¡OCIa ya a n tes " d 1o mismo le vate que s..~ (1 ,) d ' VI~ I a a q ue le h.lbll

I , ,,.. . e un anreoa 1 , «,e m )flag uez SI.: apodera dI..' qurcn ha e 11 pasa c o o .1 suya propia - 1rnrungunn meta Sumarcha gana con ad nrnado "URO tIemp o por las c.dks ' 111ración que sup onen bares uend cae ,1 P ,¡SO una vfole ncía crecien te I.ll e'lI

, , .. . .1<; Y mujere s son ' . d 'Il1.1 S, vo Vlendo.s<;' Irr('SISllblc I ,. nemes ' ''tn lfluye cada \C

I le¡ 'e magnet ismo de la _ .p aza ejan a en la mcb la de ! ] A_ • p roxrma esq uina, lit· 1111F. ' a esp a u a de ti n a .

monees llega el hamhre Pe ' 1 mujer q ue camma ud.1Il1h ' d

. "ro e no quiere sa lx: d 1 1' XN I I acles q ue h'IYnara C" "' I r na a {e os cientos ti, ' d . .-- .. ar a, Sino que de-J.mh ,);UflOS (':;.conondos hasr u .1 CO/llo un a ninl'll ,,,. , a qUe , IOlalmcme ex h. ' ,cuarto, qu e le lecl!>c fríamente _ d , austo, se derrumba en ~ llJ en me te eresu extrae ]"ru ma no Lo raro e s que no fuel 1 Ha p , neza ar¡,s creó este 11) 10 >

curren en Roma pOI e lIJe" bie n d ma. ~ or qu e' .¿Acaso Jos su e ños no diJI , . d ' ¡Spues l.ls;> QUIzá 1 . A" '

(; 11.1 e it'ma...... monumentos plazas , ·.1 ClUu;I( este dem.I' i,ldll_ ' .u.... .s rt:'CO eras y S'101

para q ue , md IVIS<l , pueda mzresar en I : . uanos nactonaj es 1111l lU- d .......... e ~u ('no delqum , ca a letrero comerctat cad "6 pa seante con cada ,ulllrene. , ' • a esca n y cada rt I Q ,~ ga ~ go qu e ve r el carácter naciona l de los . po a UIZ:l t.llllhwJI

cxrrnn¡ero...., ....mo lo s Ill l ~mos ms . Halla nos Pu es no ha n ~ ldl) 111,d lJ(,lad del flli /J eur, el ' ;)a l sa J~fol' l: ~~~(~ ~enes k m hecho de I'a ris la .11.111.11 1.1Jlo fm ,lnn~ rha J J'.lI~ aJe en e <;o s e pura VIda. , co mo kl ll.lmó un a \C"

, . e co nVJerle de hech" , 1 ' .'ex.l( lamente anle él , , ' ", 1 para e jumeu r () '" ,.• , .. dUU:I( se .separa 't da .COSo se le a hre como paisaje le 'roe! flI 1 me nte en sus polos d íal6 11esa embna g uez anamnC::'t~ca ~n I 1..-";1 cOlmo~h;]blfaCIÓn - y (JIra CUSa m,l\s61 a q ue e fla neurma h "o se n utre de lo q ue a éste se le res re a por a elUd,ld nll

q ue es cap.l]: de ap rop iar:;e de l m~~ e~lla senslb leme nre ante los oJos. MIl '1como de .d¡.:to ex pefllllentado y d S.1 >er, mcluso de los datos ffiUl,.lm_ " VIVl o EMe saher , e t I 'CS O)VJO,( e ,wrsona a ne, " O ll OSetr,IOSmlte (( Jl II"

, " son.l, ante todo e l 'slg () XIX ((¡a jó tamhlt'll en un:t ilterat ¡fa mente Pero en el CUISO ddLefl'uve , q lK' acertó a Iu ce r de la e xp U ~l C~SI m,lharca ble. Ya ant(',S tll '

e! título de su o bra en ~'n~ , reSI n e arís ca lle a calle ca sa a ca ... ." ".... amos .se ha hí d ' "'"

tUmo el drturdOO p,ll~aJi s(ICO del ~Io.so _a p mla o Pans um lodo amOIflle para e l pa riSino COIllO una seou A . . .son,l d o r. la lectu ra de Cales 111m O<;

P' c , , - , . '" n.....eXlslenCla p"'p '- 1, ,1 e nso n,leloo, el ,'>: Ibcr qUe le resla ' ..rae a Y:I enleranll' lIll'lm.lgcn en el I' a"eo de l III . I r p ron e.sos llhro.s adqu inó fo rm.l dI'

_ , e{ loe 1.1, .Intes del Ope ntlvQ Ar{'.Ill1ente COll más JI11l'lls1dad ¡ ~ caso no debJó st'nlllSla dl' Nolre D,IIllC de •" '- tte ,) .IJe,l sus p Ies la StUve Cuesta detrás de la I"lt,

.... .. ,1 .s.11(.' r qu e am - "tuvo sus pnme ros óm nlhus se e n ha l a no , ell ese" luga r, cuando P:J rI ~nwjun, al VaRón? ' • gane )a un tercer ca ballo, el cbet'(f/ d I'

(e', 1)

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glred ío es un paño cilido y gris forrado por dentro con la seda má s ard ie mey co loreada. En es te pa no nos e nvolvemos al so ña r. En los arabescos de suforro nos encontramos e ntonces en casa . Pero el durmiente tiene bajo todoe llo una aparienc ia gris y aburrida. Y cu ando luego despierta y q uiere con­ta r lo q ue soñó , apenas co nsigue sino com unicar es te aburrimiento . Pues¿qu ién podrla vo lver hacia fue ra, de un golpe, el forro del tiempo? Y sine mbargo , co ntar sueños no qu ie re cfe'clrotra CO S 3 . Y no se pue de n abordarde otra manera los pasajes , construcciones e n las q ue volvemo, a vivir comoe n un sue ño la vida de nuestros pa d res y ab ue los , igua l qu e el embrión. e nel seno de la mad re, vuelve a vivir la vida de los animales. Pues la existe n­da de es tos es pacios dis curre tambtén co mo los acontecímíentos e n los SlIC­ilos : sin acentos. Pi áneur es el ritmo de este ad o rme cimien to . En 1839 llegóa Parí" la moda de las tort ugas. E,o; fácil imagi nar có mo los elegan tes acepta­ron e n los pasajes, mejor aún q ue en los bule vares, el ritmo de esta s criatu­ras. El tedio es siempre la cara externa del ccontecímíeruo inconsciente. Po reso les pareció u n elega nte a los grandes dandis. (eO, 2)

Aquí la moda ha inaugurado ellugar de in tercam bio dial éctico en tre la muje ry la me rcan cía. Su dependienta, e norme y descarada, la muerte, to ma lasmedidas al siglo , hace ella misma, por aho rrar, de maniquí, y d irige perso­na lme nte la liqu ida ció n, llama da e n francés erevoluctón •. Pues nu nca fue lam oda sino la pa rod ia de l cadá ve r multiforme , la p rovocació n de la muertemediante la mujer, amargo d íá logo en sus ur ros , en tre agudos gritos de unaaprend ida aleg ría, con la descomposición . Po r eso ca mbia con tanta rapidez:pel lizca a la mue rte, y ya es de nuevo otra par.! cua ndo la mue rte intentagolpc<ula. No le ha d eb ido na da e n cie n año s. Solamente a ho r;.l cstá a PUnlode abando n;lf la pal e stra. La mue rte , en cambio , a 1.1 orilla de un nuevo Lc teoqu e extiend e su corri<:nte de asfalto por los pasaje s, erige elesqlld eto de b sprosliluUS co mo tro feo . {f", 1)

Cuando Hacklander se sirvió e n uno de sus ruentos de esta ·no vb ima inven­ció n del lujo indust rial., situó tambié n a e.slos ad mirables muñecos e n el peli­groso pasa je q ue la he lmana Tinch en lie ne q ue recorrer por mandato de!hada Co ncordia para red imir a S ll ~ pobres hl' l'luanos .•Tinchen pasó re.signadala frontera d d país de l3 magia , sin dejar de pensa r en sus he rmanos , Al p rin­cip io no vio nath\ especial, pero pon) después d camino 11-' llevó :1 unaamplia e stancia repleta de jugu etes. Había allí pequCl'ia s tie nlbs con lodo lopo sib le: carruseles con caballilu" y axhe,o;, colum pios y suheo-ha jas, pero,sohre todo, soberbias ('"dsas de muñ ecas. En una pt..-quefu ffil..'Sa robien.. sesenlaba n gra ndes mui'1ccos soh re sillones, y e! mayo r y más bo nilo de lod osse puso de p ie cuando le miró Tinchen, le hizo una co mpliC'".lda few rt'ncia ,y le hab ló C()¡l 11na vOl'eci ta extr;¡ortlinariamcnle fina .· El nido no q uiere sabernada de juguetes animados, lJl'ro el pé rfido encanto de es tc Lícil caminog,usta de aJ o p tar hasta el d ía de hoy la fo rma de g,randes Illuñeco.s qu e semueven. Pero ¿q uién sabe hoy d ía en qué lugares de la ú llim:1 década delsiRIo pasa.do mostraha tl mu jer al hombre su ima gen más seductora, la pro--

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Uhro de los P' ls a;e,; . Provecto..s inic talc-,

mesa n1.1S íntima d~ su fig ura? Era e n los pabellones cubiertos y asfaltados i-n

los q ue se aprend ía a montar e n bicicleta . Es c o mo ciclista que la mujer Ir~lspl" la _~ la tonadille ra la hegemo n Í;l en lo s carteles (los afiches) de Chi-ll,.'l,impmn íénd oh-a la moda sus lineas mas atrevidas. (r, .!)

Pocas cosas ~ay e n la historia de la hu man idad de [:IS q ue se pa mos tantocomo de la hisro r¡a d e la ciudad de Parí;'!. Miles y decenas de miles de volúllll:~eS están exclusivame nte dedicados a investigar esle minúscu lo p unto d..la TI,em •. En e1,caso de a lg unas ca lles , M~ co noce a trav és de varios sig lo.~ eldesuno de casr cada uno de sus edificios. Con una bella expres ión , I [otlI~~ n n.~tha l llamó a es ta ciu dad -un paisaje hecho de p ura vtda-. Y, en la atral'~lor ~ lIu: ~'j e rc~ w,h,r~ ,la genl~, .ope ra t~krl a bel le za propi a del gra n pai.~; l j\' ,en c o ncreto del pa l ~a!e v()~camco, París es en el orde n soc¡a l 10 que e" c-JVes ll l )l(~ " " ~l gcogrdflco. Una masa amenaza nte y pelig rosa, un jun io de larcvOl.u~lon Siempre ac tivo . I'e ro al ig ual q ue las pencnemcs d el vesubto S( '

~onv~rtlerol~ e n huertas pcra dísíacas gracias a las capas de lava que l a ~

cubrían, asr Ilo n x..-en sobre la lava de la revol ución como en ningún o trolugar, el a rte , la vida festiva y la moda , ' (r, j)

¿r-.·o~aC(~[Umhl";ldo por sus constantes vagabu ndeos a dar por doquier oln )se ntido a la. una ge n de la ciudad? ¿;>;"o transfo rma el pas':'lje e n u n casino, cul~n~ sala de Juego ,donde apues ta las fichas rojas , azul....s y ama rillas de los se n.tnmento s a las mujeres, ~ un rostro q ue aparece (¿respo nderá a su mirad l?), all~a txx:J. mud a (¿halllara?)? Lo q ue sobre el tapete verde, desde cada númcn 1,

n~ I r: 1 al Jugado r - la sue rte-, le guiña aq uí el o jo d esde lod os los cuerpos feJll\'n ~nos como la ql l~ r.I1{ ' ra de la sex ualida d : co mo su tipo , Que no es otro que 1,1numero, q ue la cifra, co rno nombre por el q ue justo l'11 e-ste instante qui en 'se r llamada la suerte , para sal tar inmediat amente d esp ués a ot ra cifra , El tipu:es la casilla dl;' la apuesta mu ltiplicada por treinta y seis , e n la q ue se cla va .~ i ll.s.u mlef\:l;'~ción la ViS!;1del voluptu{,..;(), como la bola de marfil en el co mp,lr­limento roJ~ o negro. Sale del P:l lai.~ Royal con [os bolsillos exultanles, Jlalll,la u na p roslifuta y celebra otra vez en sus hrazo:; ese acto con e l número lonel q ue el din.e ro y la Pros~ridad. de o rdinario lo má s pesado y masivo, le lle­gan del destino como la rt:plica d l;' un ahr.¡zo p le namenle logra do. Pues en l'lbu~e1 ~. en la sah (Ic ,iuego se trata d~1 mi..sr~o gozo, dd más ptX"ami nosu )'pUnible. poner el dl"S( lllo e n el placer. Sólo el idealismo ingen uo puede so ñ:¡rque el p lacer ~e .los sentidos, sea cual sea, pudiera ser c lpa7. de deternlinar el(~lIlceP[~ l~o [ogK"O de pecado. Prec i.s:ullell!e el oonceplo de lascivia en sen­tl~U leolog l ~'o no lo det ermina sino eSla retracción del plao.:r al curso de laVida con 0 10..., cuya vincu lación n m d la lub il:a en el nomb re. El nombr<.omismo es el grito del placer des nudo , San to , :sohrio, sin destino en sí el nOIllhre no comx:e lll a~o~, rival ql.le el desti no , q ue en la prostitución ('leupa sulllWlr y en la supt'rsllcloll adqUiere sus armas. De ahí la superstic ió n en el juga­d or y en la p.ms t l~ lll ;¡ , ...up ers tici6n q ue eSlab lece las figuras cid destino, q ue'colma roda thve rsló n ~alame co n la inu isc reción y Jasci \'ia del dest ino, humi­llando ante.su tro llo ind uso al place r (g0, 1)

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Pasajes de París 1I

El padre del surrealismo fue Dada; su madre fue un pasa je. ~l~ era ,Y.-l vtc jocua ndo 1:1 conoc-ió. A fines de 1919 Aragon y Breto n, p x antípana hacía Mora­parnas...e y Moormartre. traslada ron su luga r de encuentro con sus am igos a uncafé oc'!. pasa je de l'Opéra . La irTIlpción del bul eva r Haussmann supuso su fin.louis Aragon escrihib 135 páginas sohre él , un número que. sumadas S"US cifras,esconde el número de las 9 musas q ue habrían prestado sus S(..rvicios materna­les al pequeño surrealismo . Los nombres de estas recias musas son: Balihorn,I.e nin, LUIl3, Preud, ~1ors, Marlítt y Cnroen. Al!idonde, en el curso de estas líneas,dé co n ellas un lector precavido , les cederá el paso tan d tscretamen re como seaposible. En ff campesino de Pans, Aragon dcdka a este pasa je el más coruT~.Vt.'·dor elogio Fúnebre que jamás haya dedk-ado un hombre a la mad re de sus hlju <; .Allí es donde se puede leer, pero aqu í no se ha de esperar sino una fisiología y,para decirlo claram ente, el resultado de una autopsia de estas porciones miste­nosa rnen te fallecid as de la capital ele Europa . (h' , 1)

1':1 giro co pem ican o e n la visió n híst órica es éste : se romó por pu nto fijo ·10que ha sído-, y se vio el p rese nte esforzándose rentativamcnte por d irigir elconocimiento hasta ese punto estableo Pero ahora debe tnve rurse esa rela­ción. y lo q ue ha sido debe recib ir ...u fijación díalécnca de la síntesis quelleva a caro el despertar con las imágenes oníricas co ntrapcesas. La.polí.l icaohtie ne el p rimado sobre la historia. Y, c iertame nte, los .hechos- htst óncospasan a ser lo que ahora mismo nos sobrevino: oonstatarlos es la tarea delrecuerdo . El despertar es el caso e je mplar d el recorda r. Es ese caso e n el que:co nseguimos reco rdar lo más cerca no , lo que está más p róximo (a l yo). 1.0(Iue qu iere dec ir Prousr cuando reord ena e:xperime ntalmeme I~ muebles , lo queco no ce Bloch co mo la oscur idad d el instante vivido, no es d istinto de lo q ueaqu í, e n el nivel de [o h ist órico , y colectiv ame nte , qued: ~ asegurado . Hay un-suhe r aú n no consciente- de lo que ha sido, y su aflorarnlcnto nene la es truc­tura del de sperta r. (h", 2)

En este procesu de fijación, histó rico y COk't1ivo , el cole<:cio nismo dcsempeoacierto papel. Cok't-cion:1res una fonua de l'\."COrda r med iante la rra~is y, de entrelas manife::.taciones profanas de la interpt.-nt.-'1r.-lció n de ·10q ue ha Sido- (enlre lasmanifestaciones profanas de la .cercanía·) , la más conduyt.-'Ilte. Por tanto , encierto modo, d mi.... pequeno att o <k rellcxión política hace época e n el o:>mer­do de antigüedades. Estamos constntyt.'Ildo 3quí un despert ador q ue sarude lat..IPiilería kitsch del siglo pasado , Ib m.1ndolo <l reu nión·. Esta salida auténlica deuna época tiene la estructu rJ. del despcrt:u , lo cual se muestra también e n q uel'53 salida L'Slá gohe rnada enteramenle por la astucia. Pllt.'S el dt.'Spenar o peI"J.con asnlcia. Co n a.' lud a, no sin e1b , es corno logr:llno.<; sa lir dd ámbilo de lossueños . Pero hay también una salida fals;l, cuyo signo es la violencia. Tambi('naquí Y"JJe la ley cid esfuerzo contrap roducenre . Este esfue rzo estéril cs lo q llerepresenta, para la época aquí en clles ti(¡n, e1]lIgendstif, (h", 3)

P~"mK'tura d ialéc tica del d espertar: recordar )' d e'ipe rlar son íntima me nte afi­nes. Pucs des~rta r es el giro d ia l("(:lico , copern ica no, de la rcmemoI"J ción.

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Libro de los Pasajes . Pm yectos illki:l1e.~

Es un vuelco dialéctico sumamen te co m 1 .mun do del qu e está desp;c rt Lo h¡ P eJO del mu ndo de! so ñadru

o. s e 11100 en sus CUento' ]traron la exp resió n más radie I d 1 _ ' _. s y re ates, cm " 1

base de este proceso fi~ioló~ ' a ~ esq ue ma,llsmo ~jal~cljco qu e cM:! .1 1g rafía enseña a discurr ir por ~~O 'as ~uevo rnel~~ dlaleclico de la h b lo"sida d de los sueños para ex p ,a o en, e1 espmtu co n la mpidez e inl. ti

. , ..... penm eruar as¡ el p res t ]vIgilia al que en último t érm¡ , r. sen e com o e mundo dI' 1

mo se renere lo do sueño . (l¡0, I

E.<;te escrito, que trata de Jos pasa ' t d p , . . . . .azu l sin nubes curvado sobre ~I ~I ~ a~, :-;e in ició al a ire libre de un octpor el polvo muhlsecula r de míl l o a~hs~n e mbargo ha qued ado cuhil" !afá n. el pesado aliento del Inv ' l ()ncd~ ] 0135, ante las q ue la fresca hri:;;1d

es IRa or a to rmenta de l 'e lo ¡ ' ]indolente de la curiosidad q' ,. -oul ce o juvem y el so pll, teoaron sepu tados El " I aíval n¡saja de lec tura de [a Bih]',o.c" N" ] d . cíe o es nva pintado cnl..... aCIana e París m ' d hac í ,las arcadas ext endió S" cub¡ rt ' ñ d . fnnu n O acta abajo (k~d, ' , .. e a, IM) a o ra y sln luz '01 ]M I Idea. Y si se a briera ante ]0 ' ' r cl . " s ire e primer parlo d

], , '. ameros ojos e esta Joven ide a . • .

a as dIVin idades de l Olimpo " ' H f , no se venan dC1I11l 1, ' .\ ~. eus , cesto Hermcs o Ir · " A' ,Atenea , sino, en p rimer término ' 1 I . D " '. era, a rtem¡s 11 ,1

" os 10 SCUroS. (h' , ~ )

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EL ANILLO DE SATURNO ,O

SOBRE LA CONSTRUCCIÓN EN HIERRO

A princi p ios d el siglo dlcclnueve se hicieron los p rime ros ensayos de cons­trucctón en hierro , cuyos res ultados, jun to con los de la máquina de vapor,tanto habían de cambia r la imagen de Euro pa a fin de siglo. En lugar de tra­zar el desarrollo hist órico de este p roceso, q ueremos apo rtar unas cu anta sreflexion es a una pequeña viñe ta sac ada de med iados de síglo (como elgrueso to mo en do nde es tá) y que indic a, aun de modo grotesco, las ilimi­tadas po sibilidades que se le ve ían a la co nstrucció n e n hie rro . El d ibujo'p roviene de una o bra de 1844 -Grandville , cnro mundo- , y relata las ave n­tura s de un fantástico d uende cillo q ue, esta ndo precisa mente aquí, q u iereo rie ntarse en el es pacio c ósmico. -Un p uente del q ue no se podían div isa r ala ve z ambos e xtremo.... y cuyo.s píl ares se apoyahan e n planetas, cond ucía ,sobre un asfalto ma ravillosamente alisado, de un orbe a otro. El p ilar tres­c ie ntos trei nta y tROS mil descansaba en Saturno. Vio entonces nuestrod uend e q ue el arullo de este p lane ta no e ra otra cosa que un balcón q ue d Ls­curría a su alrededor, e n el q ue los hab itante s de Saturno tornaban el frescopo r la tard eo.

Tambié n hay farolas de ga s en nu estra ilustració n . No se las podía entoncespasa r po r alto cua ndo se hahl aba d e los h rtllanre s logros de la téc n ica . Si lailuminación a gas nos causa hoy una impresió n más bien lóbrega y sofo­ca nte , en aq uella é pOC¡1 re prese ntaba el culmen del lujo y de lo fes tivo ,Cuando se e hterró a Nap o le ón en la catedra l de los Inválidos, no faltó sobrela tumba, junto al te rciopelo , la seda , el oro, la p lata y la... coronas de siem­p revivas, una lámpara pe rpetu a de gas , Las gentes conside raron un absolu toprod igio el inv en to de un inge n iero en Lencastrc , q ue ha bía fabricado un

, (O r, ll ustr:lci6n t6,)