n es Q u i h en las Letras Chilenas

ENRIQUB NE

uauuiu wrregu v imna

Atturo VaMCs Phillips

Tiraje: 1.000 ejemplares. Impreso en 10s talleres de la Editorial Nascimento S. A. - Arturo Prat 1428 -

Santiago de Chile, 1978

te reto, n Ira nacior

. I *

a, canto ?

carilla [amen1

L - ...

u - - --- 7 r- - - - - J - - - - - - - n ~ . I -~ -- - -----

ac rcspetables escritores de Santiago, en inquie- Tan ie pide explicar qui& soy en la lite- rat1 ial. Mis a h , me solicita que, por ra- zones recnicas, no vaya mis alli de Ias veinte o vein tic arillas.

Y aqU1 csiov con el problema. Pues, <para qu6 tantas is, si en dos o tres hojitas cabe muy holgad :e el historial de un var6n de clase medi en lo econ6mico, como en lo cul- tural

D€ i autobiografia. Escribir sobre uno ~ n i s a ~ . IUaLdlmnte, lo que menos me gusta hacer. Pretenden que realice una introspeccih. Que jue- W a ser un niievn Jehovi, un mago que logra

este in ~ I_

stante debo escarbar dentro de mi. No creo le p e d a contarlo todo. Hay cosas -corn0 ya dijera en un libro-, que ni uno mismo se atre- a confesarse. Existen sucesos intimos, por Ids

re se pagaria cualquier cantidad de dinero pa- que se marginaran de la mente. Mas, menos preimbulos dilatorios. Salgimonos las ramas y admitamos que no llegarl a la so-

l:-- -: L- 1, -: -- --: -- _-- -1. - _ * - -

son; tor 4- - corn

rar I

bo I -

en I

mur 11

de

des. Asi me duela, conven debe cuidar su imagen. TI

I t profusamente en 10s medic lentarios a “Yo y 10s afines 3ostergar mi modestia pro1 causales que me han condu

Enciendo la luz en mi vida aferro a un pensamiento yidisl

el original- que solia de ido se compone de pequefi

res humanos” y vam ian sei

Doy e treno en

X 8 X

I primer paso largo er sociedad. Intentar6 se

7

inoda adornarsc curnias.

Lo concreto 1

man Santa Ros no apogeo del ( sandri, Le6n de en la mano.

Mis primero: Hasta un puntc do sostengo 91: coche de guagv subterrheo exi f - " e-,.- ,z,, 1,.

ban- Mars obra

A rrenc no h un d . . .-

1e en mi ceremo aparece aun mi ia. 0 que veo, desde la lejania, un stente en la casa de la cual sali a

1~ L l c s dl lUS uc edad. Aporto m6s datos. Todavia veo, sin nubosidades, un enorrne galp6n frente a mi casa natal, lleno de tranvias -ahi se guarda-

-, ni se me ha borrado la entonaci6n de La dlesa, que en esos meses de efervescencia, 10s -os cantaban a pulm6n pleno. todo esto, podria pensarse que preparo el te- ) para exponer una maravillosa memoria. Y ay tal, pues la contradicci6n es colosal. Basta etalle: nunca he logrado grabar en mi mente

~ ~ 1 1 poema, o una canci6n completa. Soy perito en arte de olvidar citas, aforismos. Ni siquiera sir-

m narg 2menizar una reuni6n amistosa, aportan-

9

do algllxn chiste. Cuando me cuentan uno, me rio, pero ayenas termino de reir, ya he olvidado el chiste. S t que algunos enferinos del inisino mal, se defienden anotando estas ocurrencias en una li- bretita, para poder lucirse m5s adelante. Pero en mi no llega a tanto el deseo de agradar.

Confieso, pues, ser poseedor de una memoria calamitosa. AI extremo de cantar a mata martillo -y no estoy seguro de hacerlo correctamente- las estrofas agregadas Gltimamente a la parte caii- tibile de nuestra Canci6n Nacional. Y no se pien-

I - / 1. * t 1 1 * .

tanto. N la reacia tan mala dido alg

se en rria premeaitacion, ni que er sutxonsciente se rebele ante una canci6n nacional que se alarga

.ads de esto. Es simplemente mi ineinoria a programar versos. Es tan mala, pero mi computadora, que nunca me he ayren-

Gn poenia corto, que por descuido yo ha-

Mi I

do con infanci, fica, co

iiiiez fue relativamente normal, de acuer- 10s cinones de la pequefia burguesia. Una

a situada en plena revoluci6n tecnocienti- In una aviaci6n cada vez mis arriba, con la

10

introduccibn de la se atrevian a tras tranvias que se vi kpoca grandiosa. sus habitantes. El despegire, atizado to, hasta colocar a ^.._ LA,, -_..*_ E., q U C 1

versil trech la C Talc; Vicei -^A-

radio, el cine sonoro, buses que pasar las fronteras provinciales, nciilahan a la eltctririrlarl TJna I __ _-- _-- - -_- Concepci6n me contaba entre Concepcih que coinenzaba el el despegue luego del terremo-

L la ciudad en el sitial brillante luy ULUpd. 1' di un nifio que vi0 surgir la Uni- dad, la Loteria. Aprendi a conocer, trecho a LO, cada vericueto del Cerro Caracol, desde ascada al Mirador Alemin. Conocia a1 hilo ahuano, viajaba en el tranvia de sanpre a San nte, Penco, Coronel y otros tanto

3

s lugares d>dx-osamente bellos de la provincia 1 ... .

nec I

me! me; -"e^

to ill nidac largo

s u resist

)@a, mas,

n e perte-

rle e1 nri- ieron. 31 Liceo de Concepci6n me cobij6 des-- _ _ r-- r peldafio hasta dejarme en el bachillerato. La- ntablemente, fui uno de 10s chicos, en edad y

LALdtura, durante este prolongado lapso. Como da- istrativo dig0 que, casi a1 terminar las huma- ies, result6 el Gltinio en ponerme pantalones

pongo que ahi puedo encontrar la base de mi encia a la vida social. NO soy maestro en si-

estimo que alli deben alojarse los

IS.

11

, I -A"U'AIU"U) "All U l l A I I l V u1 " l 1 A l - 1 A L A l r .

me dolia mi situaci6n desmedrada. AGn, endo mis pisimas aptitudes deportivas, llevaban a ser, dentro de la cancha, un es-

FILLLauVI mis, un nifio invisible. Sinceramente, en seis a bisqc rutbo

Es so. c comp Jarni me trc

6 0 s de humanidades, encesti tres veces en ietbol y, laucheando, meti un solo go1 en 1. grave cosa ser uno de 10s menores en un cur- !ue lo tengan en cuenta 10s padres. Brotan llejos, sicosis. Yo le tenia horror a1 salto alto. s logrt traspasar la vara colocada a medio

de altura. Tampoco saltar el caballete en

12

mi! me me ma ClO!

de mo 1, c,

1"O c

> pl llllCl U S a l l U S J UVClll lCb bC L1 UllLlldIU11 U1 UbGi-

nte. Puedo asegurar que existe una laguna enor- , negra y terrifica, que se interpuso en mi nor- 1 camino. Por culpa de un maniAtico interna- nal, perdi varios afios de juventud. Cuando pu- ser un nifio alegre, sano y plet6rico de optimis-

1, el odio, un odio intenso, me satur6 el cuer- p y el alma. Los acontecimientos en Europa, un nacismo que cometia atrocidades inconcebibles, una humanidad que no lograba parar el golpe ale-

todo configur6 dentro de mi un esquema tico. En mi humilde rinc6n de la tierra, le-

, me converti en un muchacho - - - _ _ __ -

le1 holocausto

13

atenazado por la amargura, en un ferviente, pric- ticamente en un fanitico implorador a Dios, pa- ra que descargara su ira sobre esos teutones des- equilibrados.

Anoto, si, un respiro alentador en esos aciagos J:ac r i p n t n c T1p n 1 v ; c r r ; n l l n c c e rPiin;Prnn iin fin

tas, con ta y bravata: dian most

Pero lo m,....+r. A...

de semana e rian emular lugar precisc grupo de soc tur6n y puii laques de 10s tes. Der0 me

U I U U . V I b I I C V L I UL I I L l L I I O L I L " I I " 0 O b IbL4111LIV11 UII L11L

n Concepci6n. En cierta forma, que- a 10s pardos europeos. Y estuve en el ), en la Plaza de Armas, en que un ialistas, no miis de treinta, a pur0 cin- 0, se enfrentaron a 10s rev6lveres y ; nazis. Vi caer a muchos combatien- qued6 la impresi6n de que 10s fascis-

odo su poder de consignas, armamento 3, no eran tan invencibles como preten- rarse a trav6s de su fanfarria. s sucesos en Europa, gravitaban fuerte-

111C11Lc mi. Eran muchos 10s muertos en juego. Se han sucedido 10s afios, me gusta bromear, reir,

libre, pero s t que me pena ese trecho de I escamoteado a mi existencia. Quiz&, alli 9tro factor para que tienda a1 aislamien-

, I

sentirme juventuc radique tn 2 ret --, - ---iuir incluso a grupos con 10s cuales con- cuerdo y me siento en mi elemento. Lo supongo. Ya he dicho que no soy experto en sicologia.

14

anto a mi calidad como alumno, digamos *. 1 _ . 1 - L - 1 1 1 I t

En ct-l que me uno a1 si prensivo: era porrc var a la

e! pin cio, para bilidades transcur5 G A l In

conjui Ma

1:A-A -_

rnanei

Un *--

situaDa en la nota cinco, CIP 13 p c r g l ~ ~ P I

ete. Algunas notas me las 5 maestros. En artes man1 i7 es mucho alabarme. No cartulina un miserable jarron. La greaa

cel eran mis enemigos declarados. Silen- no baldonearme a lo masoauista. mis ha- en trabajo en madera

io de un afio model; UT primario, a1 decir de 1( IcLI-I17

ro mi profesor, de muy buena nar qu6 animal pretendia yo rcr- . ...- _ _ _ entonces -ahora pienso lo contrario- estim4 que el profesor era un ignorante. El bicho, mal que mal, tenia las cuatro patas de rigor y le colgaba una trompa, esto iiltimo, quizis desde muy cerca de una oreja, pero, fen6meno o no, la cosa en su

nto parecia elefante. s, lo repito, mis maestros reconocian r

JIUdCl innata y, apiadindose, me ponian ui nte cinco.

U d S cc

x x *

dU .Lu b"bULU U \ r L

regalaban com- xales, decir que logri jamis lle-

I T 1

._._ - -.-_ --, _ _ _ _ _ ___

. En greda, en el 1 elefante..Lo mis 3s entendidos. Pe- !e, no 1ogr6 adivi- :mesentar. En ese

poco m6s de colegio. Muy poco, porqu )menzados, termin4 mis estudios en la

ni nu- n per-

le ape- L Uni-

15

la S ,

I'

Y .l

raban las ramosas torciiias ae rescoiao, que se cn- gullian con queso fresco y harto aji, y cerca de Tc- inuco, en PGa, devoraba sabrosas empanadas d e horno, de aves y caldGas, como Dios orden6 hacer- las en un mandamiento ticito y no a1 estila ri- diculo con que hoy las fabrican. Lo cuento a titu- lo anecd6tico. De ninguna manera para que se compadezcan teledramiticamente de mi. Porque en aquellos dos aiios, salvo la presi6n impactante de la Segunda Guerra Mundial, tuve la felicidad de xcorrer, pueblo tras pueblo, incluidos ramales,

16

dt rii

:sde Valparaiso a Puerto Montt, en una expe- encia que aprovecht positivamente.

x x x

He escarbado en el posible origen de mi perso- didad, .esta que me ha conducido a publicar li- -os, a escribir en peri6dicos. En parCntesis, a 10s diecisiete aiios, en la secci6n

Voz del PGblico” de “El Sur” de Concepci6n, mi primera nota periodistica. DespuCs me ha-

tu6 a los articulos. Durante la Guerra, mientras .rnrr:Q Chile rnmn vpnrlprlnr pn 1aq nocheq pq-

n; bi

reLulllll bvIIIv _-- ----- --- -- cribia parrafadas que enviaba a distintos medios informativos. Estos, calculo en un noventa por ciento, se referian a la conflagracih. De preferen- cia 10s remitia a “Defensa”, igil Y vibrante peri6- dico de las fuerzas democriticas

,en Santiago. De pronto, a1 pasar por San 1

charon las ruedas de mi vida vi pensado que fue Vilma, con qui Sara y tuviera tres hijos, quien 1: en el camino, para que se detuv t am. Desde 1943, soy un apare

chagiiino, un hombre satisfecho de habermc tenido en tal lugar. Sin ofender a alguien, que laboro sin correr tras buses y relojes, nc n ; Y n 0 ; C P cl-rrn.;n~tn 1, f in l : t ;" , ,0T4Q 0-2 A= I

menor, me rol sinceridad, en

La inen t a liz, porque desconocidc cribir. Y s equivale a diarias. a s

escritor, aunl su pluma a - .L! ^__LA ------

ocasior bkma! ces, ni DllPrlP

W l l U CLllL 3111ufjulLllLu) 1Q y u l l L l y U C l l a L O UL tono dea una buena porcibn de aniistad y fin, no envidio a1 metropolitano.

sto que cubre mi cuerpo la camiseta

blemente, no puedo ser enteramente fc- no sk por d6nde, pero en un seguiido

3, en mi cuerpo penetr6 el virus de es- er escritor, de buena o mala sintaxis, observar, a vibrar con las ocurrencias

I------.-, .. ufrir con 10s padecimientos ajenos. Un que se le pinte encerrado, asi dedique la ciencia-ficcibn, permanentemen te

e s ~ a exuayclido materia prima para sus obras, del mundo que lo rodea. Un escritor que desea serlo en conciencia -y tal es mi caso-, siendo feliz en

ies, palpa que en la tierra hay muchos pro- i, demasiada tristeza merodeando. Enton- mca logra sentirse satisfecho en plenitud.

I uCuL darse el cas0 de escritores egoistas, yoistas 'emo. 0 que no ven m6s all5 de la nariz pro- xque la orden de un partido o una doctri-

ucl Lllu3uIu J i z ?

na I cion

tras vish

es embota el sentimiento. Pero forman excep- es a la regla del escritor. ,&An en iin niiphln c l i i ~ ;mgaingr;gmpntt= he FL,,,v ljlll yL,buL" y w b , """&LA"" L U A L A L l l L b , I L L

crnvertido en fortaleza espiritual. Desdc esfuerzo en abrirme camino hacia el cor to. Con mucho esfuerzo, pues no soy g( \Tiso norinas gramaticaks, ko, escribo, T ~ U L

visar las mismas pautas gramaticales que penst ya no se borrarian del cerebro, pienso y leo v mien-

a

mis pienso y leo, suelo desesperai mbro que son para mi inalcanzal

tas del saber y la perfecci6n que me ag No estoy en contact0 fisico con otros escritores.

Almnos doctrinarios de la literatura expresan que cesario el intercambio direct0 de ideas. Yo creo tanto. Tengo bastante con mis proble-

mas y con 10s problemas que la gente con quien alterno, sin recatarse me cuentan. No requiero de mavores angustias.

v

es ne' no lo

Pues. ciera qi r q t n o

: alli me rocimien- mio. Re- =1wn 9 rp

'me, porque bles las me- radaria asir.

, desgraciadamente, ahora y siempre, pare- -ie 10s apremios son mis numerosos que 10s

LcLcc13 dlegres. O se notan mis, porque las penas producen hueilan mis profundas. En el cas0 del escri ibilidad, susceptibilidad y UT - ticar ;e trae, 10s problemas propios

_ _ _ _ _ ---- --- itor, con la sensi -ia especial que :

19

y ajenos, aunque Sean oteros, se toman como cor- dilleras.

Pero el contact0 existe, sin embargo. Los libros, cmbajadores regios, viven y hablan, conducen a1 dihlogo entre invisibles, estrechan la mano con manifiesta naturalidad. Recibo muchos libros. Au- tores, ciertas editoriales, constantemente me hacen llegar obras. Tambiin, i qut se .creen ! , suelo corn- n r g r l o r FTg,-;g mi c~lg-h~hl;nter~ en Anncle el tiern - PO esth d( bles de tex

t S b , UI I Ib"

rio -&e tijera- (

estas cosa per sonas" men tario! mas. De piiblico q renheit 4

y A U A A \ , u . I A U b I U 1111 .JUJU " I " I I " C b b U , b-II U"-I-IUb G I C I b L I I -

ztenido, conflu yen cantidades aprecia- tos. Como puedo, 10s leo y generalmen-

TP gt-r1yando mi pellejo ante el Director del dia- : u otro, todos son cortados por la misma p e es renuente a ocupar columnas con LS que "s610 lee un reducido niimero de ', s e g h cre? 16piz en mano, deslizo co- s rasantes con la critica en apretadas li- tal manera, sonrio a1 autor y recuerdo at ue todavia, a pesar del ambiente de "Fah- 51", existen 10s libros.

x x x

)r o involuntaria omisih, en este ins- h i c o escritor con libros. editados, ha-

.20

bi tando en Colchagua. Esto constituye un privile- 0, pues no paso tan inadvertido como un escritor ntiaguino, por ejemplo, asi mi nivel intelectual a menor. Mi fama no derriba miles de kil6me- 3s, pero me crea comprensih y estimacih en- ? 10s moradores de mi zona. Fsto. tan amadable a nrimera vista acarrea cier-

7 ------- ---- .--- , __.-- ..~- - _ I - -- _ _ - - I - - _I

complicaciones. Porque ~ O S alumn :r escalafh, incluidos 10s universit:

pel sonas que no sefialo, convencidos critor es duefio del summum de la I

a dia buscan en mi la ayuda intelec parte, para no desprestigiar a1 grem res, ni desilusionar a 10s visitadores, T

te de hojear libros de mi, por suerte, bien n * - + * * ~ -

biblioteca y estar a1 corriente en materias. siones, distantes de mis personales gustc

. . _ _ _ _

rim. R,

cuen tl torno I,.:- 1'

os de'cual- trios y otras aue un es-

Ias, en el fondo, aunque protest0 poi I d b que birlan a las pocas que el dia me d escribir, me complace la visita de las pers quietas. No mucho, cuando me llevan

os y hasta novelas, para que dicta1 a sus cualidades. Ni cuando me pid

UII n1crl1rsos --jcuiintos he escrito y sobre

iabiduria, dia :tual. Por mi io de escrito- Jivo pendien- * . ..

i i u u iua

, en oca- 1s litera-

. las ho- ieja para ionas in- poemas, nine en en escri- : quL no

21

he escritoi-, para ser leidos por mi, a veces, por otros, las m i s de las veces.

Lo niis duro reside en leer trabajos de j6venes esperanzados. St5 que no tengo pedagogia profe-

, sional para colocarme en el nivel adecuado. No me gusta asestar golpes, que pueden ser injustos. Por eso, en la duda, sin abstenerme, invariable- mente aliento a 10s principiantes.

Hago un parintesis de reposo. Hace poco, en la seinana paraacadimica, el pro-

-e--- A -1 ..,,L",,,A, A- 1, ,.-.,:x, A-,-:A:L ,....,.

U I I b . U U I I C \

de la mo( cialmente mas y se 1

ro me que h$g ngrirln

gldllld U C l ~ l U L C > U l d U U UC I d I C ~ l U I I , UCLlUlU YUC

el alumnado investigara mi biografia. De este mo- do, durante una semana, tuve en mi hogar nume- sa concurrencia de estudiantes de San Fernando y pueblos cercanos. Preguntas, .declaraciones, gra- baciones. Un atardecer conti m& de cincuenta alumnos, muchachas y j6venes, dentro de mi es- critorio. .Querian saberlo todo. No s i el resultado. Fn riigntr) a mi, me sirvi6 para conocer facetas

lerna juventud. iQu6 bravos son, espe- las mujeres, para preguntar! Un poco

neten en 10s rincones m5s privados. Pe- bd6 el consuelo de hacerles creer que ha-

,,,,,.A en 1940. Total, veinte afios m& o me- I significan.

22

A1 arg paliar el sentaci61

UltO x i

o el intermedio, con una an6cdota para aburrimiento que pueda arrastrar mi pre-

de esos dias llegan a mi boliche concert selloritas alumnas. Lindas, calculo 16 afios,

1 encachadas. “Wecesitamos preguntarle algo, Enrique”, me dicen. Y yo, s e d n el ritual,

testo: “Perd6nenme, per0 aqui no las puedo der. Lo mejor es que vayan a mi casa despuis a hora del cierre. En mi escritorio, con absolu- ranquilidad, conversamos de lo que quieran”. jPero, cGmo vamos a ir a su casa?”, se inquie-

1.

tan.

“No se preocupen. Todas las noches rec de nifias como ustedes”.

una de ellas, ruborizada, reclama :ree que somos unas cualesquiera ! ” ueno, les aclaro, si quieren datos p

YV, qLlC b u y Cl lLClIUlUU GI1 Id I l l d L C l l d , lA\ C A l l l l l l :

9 9 rea. . . , don Enrique, si la Directora qu-,-- .lc.uI A le vender con factura a1 co

“NO si p e d

~i existencia se ha enmarcac rrannll~n Per0 como yo soy inqi

__ - _.____ . .

ibo visitas

: “iChis,

lara la ta-

iprp cahpr

23

lidad ha sido espejismo. Podria contar mon- tones de sucesos. Pero ya, en “Yo y 10s afines” apuntt una porci6n considerable de acontecimien- tos. No corresponde repetirlos. Tampoco tengo autorizaci6n del autor y 10s anfitriones de este mo- mento me ceden poco espacio.

He amado intensamente, he conocido a cente- nares de seres, a centenares, tambiin, me duele ha- berlos conocido tanto, me resta un pufiado de ami- POS. me nawn a vet-. neri6dicamente. en escala ha- - - , - _ _ - - - -_ - - - - , - - - - - - - .-- - - - - - , _ _ _ .. _. ~. ~ ~ . .

cia o del sur, escritores, pintores y, como soy un ptsimo fisonomista, me arm0 tremenda compli- caci6n visceral ante 10s interlocutores que me con- versan amistosamente y hasta me tutean, mien-

itando cabos para lograr la identifica- tras yo voy : ci6n.

iEl problc :ma de mi memoria! Ya me han insi- IIu;1uu, pul dhi, muy en confianza, que no me si- tih tan alto, que no me hipervalore. Lo creen, a1

desgano en la conversaci6n, porque le la vida social. No saben estos amigos,

pido excusas, el trabajo intensivo que en momentos de sociabilidad, por estable- realizo

cer rel; Peqi

aciones. iefieces, indudablemente, asuntos persona-

24

te6ricos de la posici6n avanzada, que no van mis alii de ser te6ricos. A quienes hablan de patriotis- nio e incitan a la guerra, pero que no marchan a1 frente, por su edad o por su posici6n.

§e trata de moralizar escribiendo. Por eso co- mulgo de lejos con excelentes plumas que se pier- den, dejan un contenido vacuo, a1 no predicar con el ejemplo.

Tampoco me abanderizo con la creencia que ve en el artista a un enemigo del orden. Ni esti- xno necesario que todo escritor sea revolucionario. Por lo menos, en el sentido politico que todavia

inovar, ser vanguardia, si, pero dentro 'ara crear, el orden es necesario. Un li- scribe en alas del terrorism0 idiomiiti-

- -1 libro circunstancial, aquel que huele a panfleto politico o a noticiario. Estilo, soltura, naturalidad, medida, elegancia, todo es profesio- nalismo del estudio. En la vida, en cualquier sen-

i positivamente cuando existe el mito- k l orden. 0 el orden dentro del mi-

tido, se cre; do dentro (

todo. §on dedi

I 1 '

icciones que me muestra la meta que

gustaria ser un buen escritor, en todas sus

26

diinensioiies. Para cubrir anhelos propios y para ser ejempio de generaciones futuras. Cerrar mi . . . .nan+P 0 n t - p i i i i r i n c Chip l n c t p n m n AAP ClllPlp rr,n lllLllL

fesarl Toyn tas. C ber si de je Pero &ant ni siq fecto

L a yILJUILL"0. yuL l"0 L L l l 6 U . L Y L L UULlL bw11-

0, no es decoroso, pero me [bee, a Ezra, por ejemplo, 1 1 a Nietzsche, o escuchar a ' Ldo -qui culpa tienen 10s pobres- ravoritos 'rarcas podridos. No niego s cuando se ubicaii o son ubica e partidista, se me coarta el dis piera acepto que Hitler haya I

de 10s malvados, como lo claJlllball LILILuJ

b cmipos de andisis en la actual Alemania. A 61 y a sus seguidores, no les doy ninguna e x c ~ l p n ~ ; ~

De la prc

1

nos c

peracicin

desagrada leer a )orque son racis- Wagner,' por ha-

1 r

u importagcia. dos en tal cua- cernimiento. Si ;id0 el inis per- a&Kran A e r t n c

ntro de las oportunidades que puede vllllua2

wincia, semillero de hombres sanos, I

ae a veces se respira en mayor plenitud qu grandes ciudades, en la m'a he encontrac h~~mano. Por arios he convivido con mis

Propagandisticas, hay hombres tras el afir fe Logia, advirtiendo c6mo, sin estriciriic i x \

. En 10s Talleres Mas6nicos he

En don- e en las lo calor

L de su- logrado

27

afianzar mis convicciones democriticas, sisteina sofisticamen te pisoteado en ocasiones, por quienes, escudados en “ismos”, a este y a1 otro lado de la Cortina, proclaman su amor por la Libertad. Me gusta el esfuerzo que en comih hacemos por avan- zar en el camino de la tolerancia y la fraternidad, sin discriminar por raza, religi6n o idea doctrina- ria.

Me siento bien alli, coino aprecio a 10s escritores que no se colocan en 6rbita fanitica, que luchan por ser objetivos, agnjsticos, que bwcan cn el

Y me ace] He contado, trasfondo de

go en su que han cuerdo co No me f cualquier rnn-ta F;

rco mis a la creaci6n de inis libros. sin percatarme que lleno piginas, el

_ _ - _ _ _ _ _ _ _ _ _ mi vida sin importancia. Hice del Grupo Los Afines un hogar literario, me manten-

interior rodeado de hermanos fantasmas desembarcado y en mi orfandad 10s re- n cariiio. No me desanima mi soledad. altan distracciones. He sido jurado en cantidad de concursos, de poca o mucha

i l l t l l lLa . ,n todas las ramas del saber. Increible,

28

hasta pc * 1 1-

tll

1.r una noche, integr6 el Jurado de un Fes- {ai uc la Canci6n que abarcaba muchas provin-

1 ..___ L - L - . - I - 1-. A 1 I 1 1 cias y primer tes son cantan rejos”.

Desi cretam volvier

en mi: Ya 1

vido, c fechas

’a ronda. Luego de escuch; es y letras, a1 seleccionar 01 tes y las canciones son mal

ar 10s inquietan- ping: “Todos 10s [os, per0 son pa-

bleml El

ria Z la sar +.nu--

d s de entregar phblicame ente se me notific6 que no a en la siguiente noche. mede apreciarse que 10s alt i pasos. Tal vez deba recoi ;in tomar parte directa en trascendentales. Son mis s

I I I ~ ~ I ~ S mayores. Una, la llegada aei ~ m n r p 2 12

luna. Fue uno de 10s sucesos que con elite mi fria epidermis sensorial.

, L

lar palabras. 1

:nte el fallo, dis- :ra necesario que

ibajos rnenudean iocer que he vi- 10s hechos, dos

atisfacciones hu- 1 - 1 1. . 1 1

otro momento culminante, estel weig, lo vivi en 1948, cuando de igre y el dolor de dos mil aiios, c

ttalles, unos y otros, importantes js otros. que me entregan vivenc

Por lo que sigo advj

c l r l l ; l resurgia el Estado de Israel.

movi6 terri-

ar como di- las cenizas,

:n su propia

algunos, so- ias para en- irtiendo que

29

en estos flash back realizo el milagro de sacar unas cuantas lineas de la nada.

x x x

Aunque todavia resta hablar de las influencias. Es de buen tono hacerlo. Entiendo que debo re- trotraerme a 10s profesores liceanos. Ellos dan la partida. Con agrado menciono a estos maestros

n,.k--!- - - - & - - I - - - &--I-- TL-- __ -_ 1 r ---I---- -- ta la f i g vera la d e su patria, c *

alguien, si tc lix, luego de

Recuerdo 1 I I .

i ~ r i t c i i i i ~ i a ~ . ~ c u c i i a aiiuiaiiub a LUUVS. 1-ciu r cw- Ira del fil6sofo Enrique Molina. A su :I poeta venezolano, Premio Nacional en FClix Armando Nhfiez. “Busca el per-

reccionamiento. Escribes con ingenio. Puedes ser ! lo propones”, solia decirme don FC : revisar mis composiciones. a don Carlos Oliver Schneider, un

aleman tipico, en sangre, genio y figura. Sus cla- mhanas, juveniles. Como lo era su

A ,

ses eran cam1 conversacih j

Museo Regior del Biobio. Ur risa, sin que y plico c6mo p una atrocidad

ingeniosa. A veces lo visitaba en el la1 que dir<gia, por ahi en la ribei-a la tarde, abandonando su cl6sica son- o dijera algo, se quej6: ‘‘No me ex- ueden hacer esto en Alemania. Es . Pero Uds. pueden vencer a1 mal.

30

ferenciantes que presentaban eran de 6ptima ca lidad.

i Y qui Ma? En casa, las revistas infantiles, : Salgari, y en la Biblioteca libros con tel6n de fon do hist6rico y sobremanera a Julio Verne. Crec

autografiado. Detalle que deslic4, por cierto, en la conferencia que sobre su vida y obra leyera en algunas ciudades.

ios de soledad”, no asi “La montaiia Jris, Barrios, Belmar, Gonzdez Vera,

1 lcllldll Aaz , .Fast, Freud en un tiempo, “La San Michele”, Russell, Papini con Gog, cuando supe que era fascista, el enig- ven, Tolstoy, en fin, libros de filosofia

haber leido toda su produccih. Quien est4 a1 tan- to de la cantidad, puede apreciar mi pasi6n por la

I

lectura. Tras haE

de fantasiai Mhs ade

Somerset R, A- 1-0 ,A,

- _ . ~ ~ ~

historia de ,

a mi pesar inhtico Tra

32 I

tragado, inuchos autores y 2rcl,llpfiado, tantos, que no s6 cl,

in mayor fuerza m s, por esta ensalada

que c( In, pue!

Me posibl de las lizadc de Ch no sit tarea yerro re por de AI sobre de Pn pensai a tcipic

Mi ta s61( sad0 P

mi ob

3-E

x. x x

pdlLLL que ya he expuestc es fundamentos de mi afilj letras. Me parece bien agrej

IS a cercanos y lejanos lugai iile, con un equipaje de coni :mpre es posible publicar, llevando en vivo y en direc a1 decir que he presentado qu6 tanta certeza. He anali'

lbert Schweitzer, de Gabuk Integraci6n de AmCrica del ensa, a 10s escritores de nue niento de Buber y, tambitn cos comerciales. archivo de producciones n I el titulo. Por eso s t cuintl m tiempo prudencial, cuand ra se ha convertido en pape

33 Neiman

casa. Dank consigui6 e mo, no s i c

1. 1 .~ .

1 Relrnar, en Concepcibn, no s l c6nio, ncontrar piginas promisoras. Lo mis- p i in , en “El Mercurio”. S610 uno me

aiiro 1 Vava In n i i ~ e9 la viA9 I En 12 + e v i c t 3 -l-- -v -... . * - - I Y A A 1u L l r l l V C U dl0 u uz .I. 1 - - .I-- -- “Erc pocc plantar naranjos en un kibbutz. A n e c ~ y

le ten

” de Buenos Aires, un p; I que era preferible que r

+ n ~ n

rto cariiio a este prime

ztz Israel ) me dijc

zisano, por ”

ne f-uera a 1 1

Un lil miadc

3 .- la- .

go ha

L L T T

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gmda e(

Yb“- uL cuu”~

:r esfuerzo lite-

tos. En mi po- en Venezuela. el espaldarazo iam’n Suberca- ’ “La Naci6n”.

- u n dia despertaron”, cuen an quedado 16 criticas, una Arratia comenz6 d&ndome

desde la revista “En Viaje”. Benj seaux se encarg6 de rajarrne desde

3ro en que recopili una serie uc L u c l l L u b PIC-

)s en concursos zonales. -“Un modesto rio Tinguiririca”. Este tam- Indesto librito, 26 piginas, cuenta la histo-

ria y geografia del rio de mi provincia. Obtuve cinco criticas, entre ellas, unas sencillas lineas de Alone, lo que me reconfort6 el espiritu.

4.-“Aquel SAn Fernando”. Una suerte de anec- dotario sanfernandino. Una primera edici6n que se a m a a 10s cinco dias y, meses desputs, una se-

licihn, con mayor nGmero de piginas y

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distinta portada, que conwe tambitn el ri venderse. En el rengl6n criticas, he reunido dos locales y una de Olga Arratia, siempre ta a brindar un leal apoyo. Es un libro que c 16 solamente en Colchagua.

5.-"El hum0 sigue a1 hombre", novela, r e satisface y me entrega, s e g h inis c6mp siete criticas, cuatro de ellas extraprovinciale preocupan del libro en "El Mercurio", "La Fiana" de Taka, y en Concepcibn. Mis adel ya agotada la edicibn, obtengo cartas de fel . I

ctnn x n r i g c At- n P r c n n 9 c n i i ~ nn rnnnvrn N c

ipido S6lO

aten- :ircu-

que 'UtOS,

s. Se Ma-

ante, icita-

YU- I A V bVIIVYb". 1.3 p" r- "VAL-" GIVII, .'UIIU" u-

cas veces me han sugerido que lance la segunda 1. Es un aliento significativo para mi. edicibr

1972, 6.-

1s fer1

vanidos; dos corr

7.-"1 cen tras

En un parhtesis semipolitico, corre el aiio para que no se vea oportunismo estampo

,,,,la, aparece el ensayo "Libertad, Igualdad, Marxismo". Es un pequefio libro, sin pretensiones

is, que logra circular perfectamente entre ientarios sin mayor jerarquia. Un irbol para dos ramas", cuentos que na- pasando la censura oficial, censura benig-

na, pero censura a1 fin y a1 cabo. Una serie de na- rraciones, algunas ambientadas politicamente, bus- cando el realismo. Logra siete criticas. Mencie

F-

no preferente amigo. listo s a 10s

8 .- la cu Xacil am& ne, n brinc Merc de tr;

vi cepcic

mer0 n.

( 6 ter opini6n alguna. Pero Veleros sin ancla”, por el esi con que lo trabaj6, merece mi apro- baci6

9.-“Mi tierra huasa”. En agradecimiento a ia tierra que me cobija, me lanzo en la tarea de sa- cudir el polvo del olvido que cubre a tantos auto- res que se vinculan directamente a Colchapa. Los estudiantes, particularmente, obtienen un benefi-

me place. Y que me quita el trabajo de

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entregar pericidicamente datos a quienes iiie con- sideraii una fuente de sabiduria.

Ea critica tambikn, en apreciable cantidad, fa- vorcce esta ediciGn. La Superintendencia de Edu- caciGn lo considera texto auxiliar de estudio. Es, p e s , doble satisfaccih la que obtengo.

10.-“Yo y 10s afines”. Coino es libro reciente, abn guardo 10s recortes de diarios y revistas que he recibido o conseguido. Por lo menos, cmtabi- lizo alrededor de cuarenta coinentarios halagado- res. De todos 10s puntos del pais, unos pocos del exterior, he captado las felicitaciones y sel’iales afa- b’es. Ha sido una aoalancha de cartas, tarjetas y telegramas, de gente conocida y desconocida, de b mxpos culturales, que desearon demostrarme sim- patias, luego que la Revista del Doiningo de “E! Mercurio”, sin que iiiediara cufia alguna -lo di- go hidalgamente, ni me consta ni he oido qui: acepten cufias- me entregara la mejor y mis ape- tecida publicidad. En esto, mi reconocimiento a Enrique Lafourcade y a Luis Ganderats. a quie-

)zco personalmente. la jugada del factor imponderable. Por- 10s afines” lo escribi a1 desgaire, casi

sin fijarme mucho en 10s puntos p co-

Isra

con edac

to c

to c 1

1 ~ o iniento a1 decir que lo revis6 una sola va se ve el resultado. Un Cxito indudable,

,.l--on t o n t X c) 1, A n-+-,,moAXL A -;,An A 1 T :

mas. f vez. Y que in1 bro a .

ra la h: Dos

l:-".- 1

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!e les entrega- i movimiento. h t o , por rea- mL;pntc)rlc) p-

$e ha escri- )miso para

1 .

LlLI3U C L l l L U a la 1151 U p C l I I l l 1 Jll l l l tLII> ULl L l -

invitarnie a Santiago, para qu istoria de mi carrera literaria er temas me quedan, en lo inmec

el. Nada original, con todo lo que I

:n este rengl6n. Pero es un comprc migo. La otra meta, un libro para todas ias des. Lo tengo delineado. Un volumen compues- le cuentos. Un cuento para cada edad o perio-

dn de la vida. Uno para nifios, otro para la edad amor, para adultos que gustan de lo policial,

I niatrimonios, uno pornogrifico, el politico, teina de fantaciencia, otro con sentido hist6- , en suina, varios temas que converjan a1 cuen- m a viejecitos. Calculo una obra con catorce

11Ldl. Una obra, ensayo o novela, alllulCllLaud Cll

~ - _ _ _ _

Ht cientc treter el tra

ntos, en la cual cualquier lector, a1 inenos se aiciitq a gusto con un capitulo.

: aqui un resumen de la labor rea1i7Jg IS de horas robadas a1 suefio y a hun iciones. Treinta aiios en que, sin a1 baio nile da el pan nuestro de cad;

otro niundo. No me satisfa

L l U U U U .,LA

nanas en- xmdonar 3 dia, he ce haber

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hablado sobre mi mismo. Espero, con constancia, lograr que alguna vez otra persona se encargue de mi biografia. Adnque no estoy arrepentido del presente trabajo. En cierto modo, agradezco ab grupo santiaguino que me dio la oportunidad de mostrar mis hilachas. Quien sabe si 10s anfitrio- nes puedan estar arrepentidos. Ya lo notart! ma- fiana. cuando clarifique mis observaciones. Mien-

13 de noviembre de 1978, de- ia atris y coloquemos el pun-

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