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1 Domingo 2 de agosto de 2020 sofá en el www.laprensaaustral.cl Gerardo López M. Benito Marsan Perovic Un ex refugiado de la antigua Yugoslavia que ancló en Magallanes

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Benito Marsan Perovic

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Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Nacido el 1 de marzo de 1935 en Zadar, Croacia, en 1954 huyó del régimen de Tito en la antigua Yugoslavia y recaló en Santiago. Su talento como basquetbolista -donde hizo del lanzamiento de ‘gancho’ su marca registrada- lo llevó a jugar por algunos clubes nortinos hasta que

fue tentado para venir a Punta Arenas a defender a Sokol. Aquí se estableció y una vez retirado, consolidó la céntrica Ferretería Marsan.

Por Cristian Saralegui [email protected]

Como tantos ma-gallánicos adop-tivos, Benito Marsan Pero-vic llegó desde

Croacia. Pero su caso es di-ferente al de muchos que cruzaron el Atlántico para establecerse en estas he-ladas tierras. En 1954, con sólo 19 años, escapó del na-ciente régimen de Josip Broz Tito, llegó a Santiago y por el básquetbol, se estableció en Punta Arenas. Además de jugar, levantó su negocio que mantiene por más de 40 años, la ferretería Marsan, en calle Magallanes.

Benito Marsan Perovic na-ció un 9 de marzo de 1935 en Zadar, Croacia. Hijo de Ma-teo Marsan y María Perovic, tuvo dos hermanos: Isidor y Elda. “Llegué como prófugo político, no nos gustaba el régimen de Tito” parte re-conociendo Marsan, que en esos años de juventud ya se vislumbraba como el gran jugador de básquetbol que terminaría siendo: “Noso-tros fuimos campeones de Croacia, fuimos a jugar a Viena al campeonato de clu-bes campeones, donde sali-mos segundos; le ganamos

a Austria, Polonia y perdi-mos contra Italia y Francia. Pero de ahí fue cuando me fugué y me instalé en Italia. Dejamos el equipo en Viena y tuvimos que arrancar por los Alpes para pasar a Italia. Fueron tres días y tres no-ches, que tuvimos que subir como 3 mil metros de altura. La policía austríaca y rusa

nos estaban buscando, y me arranqué yo, mi hermano y Antonio Gergia, mi amigo. Estuvimos presos en Italia durante dos días, porque en esa época había conflicto entre Trieste y Yugoslavia con Italia, entonces nos to-maron como espías. Des-pués nos instalamos cerca de Roma, Frosinone, en un

campamento de inmigra-ción, donde estuvimos un año y medio, con otras 2 mil personas”.

Marsan explica el por qué de esa decisión tan drásti-ca de dejar a su familia y su país: “Nosotros salimos del comunismo, que era como una dictadura. Yo me arran-qué y mi mamá estuvo pre-sa, pero yo nunca les dije que me iba a arrancar. Ellos se quedaron en Croacia. En el año 1969 me dejaron pasar un mes, para ir a ver a mis padres”.

A dormir en el Estadio Nacional

Estuvo ese tiempo de casi dos años en el campo de re-fugiados y se abrió la posibi-lidad de salir. “En ese tiem-po, viajamos desde Nápoles con un transatlántico con el que demoramos cuarenta

días en llegar a Chile, pasa-mos por el canal de Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y llegamos a Chile. Eramos 20 inmigrantes y quedamos en un convento de monjas, y al final fuimos al Estadio Na-cional, donde estuvimos tres meses durmiendo debajo de las tribunas”, parte recor-dando sobre su llegada.

De esos primeros meses, destaca que le tocó ver la final del Sudamericano de fútbol de 1955 entre Chile y Argentina, que terminó con triunfo de la albiceleste por la cuenta mínima. “Estaba Angel Labruna por Argen-tina, y por Chile el ‘Sapo’ Livingstone y Manuel ‘Colo Colo’ Muñoz, el ‘Expreso de Tocopilla’”.

El ‘gancho’ que lo hizo famoso

Pero en esos primeros meses nació su vínculo con el básquetbol chileno, que le permitió insertarse en una sociedad desconoci-da. “Cuando pasamos por Mapocho, vi una cancha de básquetbol donde entrenaba Iberia. En ese tiempo yo ha-

Dueño de una de las ferreterías más antiguas de Punta Arenas

Benito Marsan, el ex refugiado que brilló en el básquetbol magallánico

Su hermano Isidor Marsan, también básquetbolista, jugó en Italia.

Otra formación de Sokol. Arriba, de izquierda a derecha: Raúl Slavic, Benito Marsan, Marco Kusanovic, Juan Blazina, Kronoslav Duimovic. Abajo: Ivo Radic, Pedro Radic y Antonio Gergia.

A sus 85 años Benito Marsan reconoce que ya siente el cansancio y que está pensando en liquidar su negocio.

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“Nosotros fuimos campeones de Croacia, fuimos

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clubes campeones, donde salimos

segundos. Pero de ahí fue cuando me fugué arrancando con mi hermano y un amigo a través de los Alpes para

pasar a Italia”

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blaba italiano y me presenté, dije que jugaba y jugué con pies descalzos. Me vieron jugar y altiro me sacaron del Estadio Nacional, me dieron una pieza, me buscaron un trabajo. Comencé a entrenar en Iberia, que estaba en Pri-mera División. Jugábamos en la cancha de Famae, contra Palestino, Colo Colo, Sirio, Audax Italiano, Unión Es-pañola. Salí scorer (máximo anotador) con 200 y tantos puntos en tres partidos. A Colo Colo le gané con un tiro de ‘gancho’ en último minu-to”, apunta.

Después jugó por Audax Italiano y Unión Española, donde también fue figura y comenzaron a circular por el país las noticias del yugos-lavo que jugaba básquetbol, aunque a poco andar renun-ció a su nacionalidad de ori-gen y se convirtió en chileno cuando sólo llevaba un año y medio en el país, donde se sintió muy cómodo “con la calidad de vida que tenía, ni comparado a lo que es aho-ra”, comenta crítico.

Claro que también tuvo episodios singulares en el básquetbol. En uno de sus primeros partidos, como aún no dominaba bien el caste-llano, “por talla, me dije-ron ‘¡llámalo, llámalo! éste se llama conchasumadre’ y yo grité tal cual a la persona que me indicaron, quien era el árbitro del cotejo… Obvio

que me echó de una, pero es que yo no sabía que eso era un garabato”.

Pero eso no opacó su nivel, ya que su promedio de pun-tos no bajaba de los treinta tantos, y su juego, “era muy rápido, tenía un tiro de ‘gan-cho’ que era imparable, sal-taba casi 70 centímetros”.

El gran refuerzo de Sokol

Los comentarios sobre su gran rendimiento deporti-vo llegaron a Punta Arenas, llamando la atención de los dirigentes de Sokol. “El gran colaborador de Sokol, Jure Martinic, el ‘Chuleta’, me trajo de Santiago, pero por intermedio de Antonio Zec, y el presidente de Sokol, Pedro Bradasic. Me fueron a buscar a Bahía Catalina don-de llegué en un avión DC 3, que demoró como 9 horas en llegar a Punta Arenas. De Ce-rrillos fuimos a Temuco, de ahí a Puerto Montt, Coyhai-que, un tremendo viaje”.

Así fue como se calzó la camiseta de Sokol, junto a Ivo Radic, Raúl Slavic, Mar-co Kusanovic, Blazina, y su amigo Antonio Gergia, su compañero de escape de la ex Yugoslavia. Tanta fue su identificación con el club de colonia, donde revalidó su ya famoso lanzamiento de ‘gancho’ con el que no para-ba de anotar, que jugó hasta los 78 años, en los senior.

Destaca la calidad de clubes que había en sus años de es-plendor: “Español, Audax Italiano, Liceo, Comercial, Progreso, Naval, Ute y Pu-deto”.

Calcula que con Sokol ob-tuvo, por lo menos, unos ocho títulos. Eso lo llevó igual a ser seleccionado de Punta Arenas, jugando un Nacional en Temuco, donde enfrentaron al equipo anfi-trión, Osorno, Puerto Montt, Valdivia, “y fui scorer con 58 puntos en tres partidos”, destaca Marsan.

De instalador eléctrico a ferretero

Pero no todo podía ser básquetbol, así que de a poco fue forjando su futuro como comerciante. “En Sokol me ubicaron en pensión y me dieron trabajo, comencé en Mademsa y después, como era el boom del gas, hice un

curso de instalador de gas y trabajé como tal durante 20 años. En 1974 puse la ferrete-ría, que en ese tiempo esta-ba en Ignacio Carrera Pinto, donde hasta hace poco fun-cionaba la lavandería Josseau y de ahí me instalé en esta esquina (en Magallanes con el pasaje Angela Vallese, a un costado del río de las Mi-nas)”, cuenta Marsan sobre su negocio, que ya mantie-ne por cuarenta años en este sector.

Cuando tenía 23 años se casó con Aracelli García, con quien estuvo casado unos 9 años, para después contraer matrimonio con Rita Lagu-nas. Tiene dos hijos, Benito Nicolás, constructor civil y Ninoska, ingeniera comer-cial.

Con su negocio ha tenido muchas satisfacciones, pero ya el cansancio le está pasan-do la cuenta. “Me formé de un capital de propiedades, que ahora estoy liquidando, porque no quiero trabajar más, ya llegó la hora, ten-go 85 años y ya está bueno. Lo que más me duele es que haya llegado esta enferme-dad del coronavirus, que me arruinó, como a todos. Me estoy cuidando para que no me dé, pero por la parte económica, el negocio se fue abajo, estamos trabajando con las puertas cerradas”, lamentó Marsan, que casi vio perder todo su negocio a fines del año pasado, en el incendio que consumió la oficina de AFP Habitat, en una de las jornadas más álgi-das del estallido social.

Hubiese sido una gran pérdida, porque su ferretería es de esas que ya casi no hay,

con muchos artículos para la cocina, el baño y la cons-trucción, que no se encuen-tran con facilidad en otros negocios, y con una fabri-cación que los hace ser más duradera que los productos chinos, que tanta demanda tienen. “Esto que tengo es todo importación antigua, donde la industria era buena. Tenemos harto accesorios de gas, de agua potable, he-

rramientas buenas. Unos 25 mil artículos más o menos, herramientas de hace 30-40 años, que ya no llegan más. Yo traía mercadería buena, más o menos cara, pero los chinos no los quise traer, fue un error, pude haber traído chino y bueno. Trabajamos bien, pero llegó la compe-tencia, las cadenas”, re-flexionó finalmente Benito Marsan.

Sokol de gira por Antofagasta, María Elena y Pedro de Valdivia, norte del país, en 1968. Benito Marsan es el tercero, en la fila superior, de izquierda a derecha.

La estampa de Benito Marsan cuando era figura en Sokol.

Sokol campeón de la temporada 1969. Arriba, de izquierda a derecha: R. Mattioni, R. Torres, S. Coro, E. Hollub, R. Figueroa y C. Trujillo. Abajo, en el mismo orden, B. Marsan, A. Ríspoli, R. Palma, M. Jercic y M. Biskupovic. Entrenador del equipo era Ivo Radic y el presidente del club, Néstor Tadic.

“Cuando pasamos por Mapocho, vi una cancha de básquetbol donde entrenaba

Iberia. En ese tiempo yo hablaba italiano y me presenté, dije que jugaba y jugué con

pies descalzos. Me vieron jugar y altiro me sacaron del Estadio Nacional”, donde durmió

debajo de las tribunas durante tres meses”, tras su llegada a Chile como refugiado

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Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Víctor HernándezSociedad de Escritores de Magallanes

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En las próximas líneas nos refe-riremos a uno de los escritores m a g a l l á n i c o s

más importantes e influ-yentes de las últimas déca-das. Decimos y escribimos esto con sincera modestia, pero también, con absolu-ta convicción, conscientes que trataremos de brindar algunos conceptos a nues-tros lectores, tanto histó-ricos como literarios, que respaldan nuestra asevera-ción y validan la compleja propuesta creativa de Juan Mihovilovich Hernández.

Este narrador puntare-nense y abogado de profe-sión, nacido en 1951, se ha convertido sin proponér-selo, en uno de los auto-res más representativos de nuestra región. Y no deja de sorprendernos, toda vez, que Mihovilovich ha vivido gran parte de su existencia fuera de Magallanes. Por-que de inmediato surge el siguiente dilema: ¿Cómo se logra plasmar en una obra literaria, anécdotas, recuerdos de situaciones y personajes, ubicados en un lugar y en un espacio geo-gráfico en el que no se vive?

Porque, y -emplearemos el título de una de las obras de Manuel Rojas para gra-ficarlo- “las imágenes de infancia y adolescencia”, cómo pueden ser tan im-portantes para un creador, que gran parte de la pro-ducción literaria de nuestro biografiado se circunscribe en el fino tratamiento que suele efectuar, en cada uno de sus libros, a los recuer-dos de una ciudad, Punta Arenas y de un barrio en particular, el Yugoslavo, (hoy Croata) en donde des-cansan varias de las claves literarias de la obra de Juan Mihovilovich.

Aquello es aún más signi-ficativo si consideramos que hablamos de un escritor que cuenta con un palmarés, sin considerar reediciones, de dieciséis libros publicados. Se trata de una obra maciza

que comprende un período de cuarenta años, en donde muchas ideas planteadas en un texto se reproducen, se amplifican o se profundizan en los textos siguientes, de modo, que resulta casi im-posible separar una parte del todo. Aquí se presenta un gran desafío, tanto para el lector inicial como para el más avezado; para el co-mentarista novato o el críti-co literario experimentado: no basta con hojear o leer uno o dos de sus textos para emitir un juicio valórico o estético; para comprender el trabajo de Mihovilovich se precisa una lectura com-pleta de su obra literaria.

No es difícil caer en la se-ducción de sumergirse en su discurso narrativo, el que surge en 1980 con la publi-cación de su primer libro de cuentos “El ventanal de la desolación”. Es un texto clave para adentrarnos en muchas de las preocupa-ciones en que gira toda la obra posterior de este crea-dor magallánico. Nuestro autor entregó algunas pistas en una entrevista ofrecida al periódico digital “Letras de Chile”, aparecida el 8 de julio de 2016, en donde rememora: “Debo asumir que partí siendo escritor de cuentos, de contar vi-vencias de personajes mar-ginales que pululaban en mi barrio croata de Punta Arenas, en el extremo sur de Chile. Allí cohabitaban junto a nuestra infancia se-res desarraigados: el loquito del barrio, el mendigo reco-nocido por todos, el “hom-bre del saco” a quien tanto temíamos, los visitantes a un prostíbulo cercano, los sueños de niño que veía la realidad como a través de un perpetuo espejismo, las andanzas de un grupo o pandilla que formábamos para sortear el tiempo. Esos cuentos fueron esbozando mi “visión de mundo” y luego, casi sin notarlo, pa-saron a ser parte indivisible de mis novelas, sólo que con un tratamiento lógica-

mente distinto”. Hacemos hincapié ade-

más, en que junto a esta galería de personajes y de situaciones, Mihovilovich inaugura con “El ventanal de la desolación”, el empleo de una serie de recursos estilísticos que caracteriza la narrativa de famosos es-critores de la literatura uni-versal como Julio Cortázar, Ernesto Sábato, Juan Car-los Onetti y Gabriel García Márquez.

En efecto, la utilización del montaje, (establecer varios relatos paralelos que en algún momento se en-trelazan), el raconto, (con-tar una o varias historias desde el final alterando los tiempos en que transcurre la acción) y el flash back, (intercalar y trasladar la ac-ción en forma recurrente a

tiempo pasado y presente) modos que son propios del lenguaje cinematográfico, forman parte de algunas de las técnicas que se recono-cen con más frecuencia en la narrativa de Juan Mihovi-lovich, lo que ya había sido apuntado por Ernesto Liva-cic Gazzano, en su clásico texto “Historia de la litera-tura de Magallanes”, quien, a propósito de la publica-ción en la Editorial Pehuén de la novela “La última condena” en 1983, emitió el siguiente comentario: “Ha ganado incontables concursos literarios con sus muy logrados cuentos, y ha producido una notable no-vela que, si bien físicamen-te ambientada en Yumbel, privilegia lo fantástico y lo psicológico. Su narrador “contempla el mundo des-

de el interior de un cerebro enloquecido”, como ha dicho Hernán Poblete Va-ras. Juan Mihovilovich es el mejor exponente de una narrativa magallánica de rasgos técnicos contem-poráneos”. Esta obra había obtenido los premios Pedro de Oña y Gabriela Mistral en novela inédita en 1980 y fue reimpresa recientemen-te, en 2015, por la Editorial Windmills, en los Estados Unidos.

Antes de concluir su si-guiente obra de largo alien-to, Mihovilovich nos legó dos ensayos que a nuestro juicio, ameritan una reedi-ción ampliada y mejorada. El primero de ellos, “Litera-tura y Sociedad”, publicado por la Editorial Universita-ria de Cuenca en Ecuador, en 1980 y el segundo, una biografía en estilo del pe-riodismo de investigación, titulada “Camus, Obispo” dada a conocer en Linares por la imprenta Rahue en 1988, en que revela aspec-tos desconocidos del sa-cerdote que se enfrentó en varias oportunidades a los servicios de seguridad de la pasada dictadura, en un momento histórico de pro-fundos cambios en el país, y que coincidió con la etapa en que nuestro biografia-do se desempeñaba como abogado del obispado de esa ciudad.

A nosotros nos parece, que las dos obras que se su-ceden cierran una primera etapa dentro de la narrati-va de Juan. La breve y bella novela “Sus desnudos pies sobre la nieve” y el tomo de cuentos “El Clasificador”, publicados por Mosquito Editores el primero, en 1990 y por Pehuén, el segundo en 1992, sintetizan las obse-siones y preocupaciones de nuestro autor. Ambos libros fueron elogiosamente reci-bidos por la crítica. Matías Rafide dijo de la novela: “El recuerdo de la infancia es eje central de una obsesión dulce y dolorosa a la vez. Hay un halo de angustia y

ansiedad que recorren las páginas de esta nouvelle que emociona y se proyecta desde sus personajes y es-cuetas resonancias y el lec-tor, que poco a poco, hace suyas las nostalgias y diva-gaciones del protagonista y sus fantasmas familiares: la madre, los hermanos y el autor”. Mientras tanto, Ro-samaría Echenique escri-bió del volumen de relatos: “La lectura de todos y cada uno de los cuentos de “El Clasificador”, permite que el lector se sienta activo al tener que completar per-sonajes, descifrar símbolos y llenar vacíos con lo que su lectura se transforma en una acción cómplice del mundo fantástico narrado por el escritor”.

Hacia la consolidaciónprofesional y literaria

Durante gran parte de la década del noventa, Juan Mihovilovich fue combi-nando su oficio literario, con su actividad profesional como abogado. A ello sumó una importante labor pe-riodística como columnista de opinión y comentaris-ta literario de importantes medios de prensa escritos. Por lo menos, desde 1984 hasta 1996 escribió para los diarios “La Prensa Austral”, de Punta Arenas; “El Cen-tro” de Talca; “El Heraldo” de Linares y “La Epoca”, de Santiago. Luego de trabajar por espacio de cinco años, (1985-1990) en el Obispa-do de Linares, asumió ese último año el cargo de Se-cretario Regional Ministe-rial de Justicia de la Región del Maule hasta 1994. Lue-go, por espacio de dos años fue jefe del Departamento de Readaptación Social de Gendarmería de Chile. A fines de 1995 fue nombrado juez del Juzgado de Letras de Curepto, llamado des-de 2000 Juzgado de Letras y Garantía. En 2011 asu-mió como juez de Letras y Garantía en la localidad de Puerto Cisnes, en la Región de Aysén, donde reside ac-

El fascinante universo narrativode Juan Mihovilovich Hernández

En septiembre de 2018, en el Museo Regional de Punta Arenas, el escritor Juan Mihovilovich presentó su libro de relatos breves, “Bucear en su alma”.

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Este narrador puntarenense y abogado de profesión, nacido en 1951, se ha convertido

sin proponérselo, en uno de los autores más representativos de nuestra región. Y no deja de sorprendernos, toda vez, que Mihovilovich ha vivido gran parte de su existencia fuera de Magallanes

Domingo 2 de agosto de 2020 5

tualmente.Después de un silencio de

doce años, Juan retoma las publicaciones literarias con el libro de cuentos “Res-tos mortales”, editado en 2004, que inicia la colabo-ración con el sello editorial Lom. A continuación, en 2006, apareció el celebra-do texto “El contagio de la locura”, que según el autor, comprende una trilogía no-velística que continúa con “Desencierro” de 2008 y culmina con “Yo mi her-mano” de 2015, todas im-presas por Lom. Estas obras aparecen vinculadas por el fino análisis psicológico que utiliza Mihovilovich para dar cuenta a través de la alienación que afecta a los personajes de la trama, de la profunda soledad que pa-dece la sociedad occidental.

Después de publicar en 2008 “Los números no cuentan” (cuentos reuni-dos), la siempre compleja y seductora relación entre el ejercicio de las leyes y la vocación escritural, encon-tró en la novela “Grados de referencia” de 2011, algunos puntos de contacto en que se manifiesta el vivo anhe-lo del hombre por tratar de encontrar y hacer prevale-cer el sentido de la justicia.

A esta obra le sucederá “El asombro”, publicada por Simplemente Editores en 2013, que a nuestro juicio pone a prueba las continuas especulaciones filosóficas y las elucubraciones psico-lógicas que determinan la obra de Mihovilovich. Con-frontado a un problema real -el terremoto de 2010, que Juan sufrió en carne pro-pia- un hombre común se encuentra en unos cuantos minutos ante la devasta-ción total ¿Qué hacer? Aquí el autor consigue que el personaje central acompa-ñado siempre de un perro que ha sobrevivido a la ca-tástrofe, mantenga la cor-dura, la racionalidad ante la muerte inminente. Pero,

¿Qué racionalidad? La de la conciencia del miedo, que ayuda a ordenar lo externo a uno. Esa racionalidad es la que permite al protagonis-ta evitar la locura, tratar de ayudar a los demás y salir de ese infierno.

En mayo de 2017, Juan Mihovilovich fue incor-porado como miembro de la Academia Chilena de la Lengua. Ello coincidió con la visita que efectuó a Pun-ta Arenas para presentar su libro “Espejismos con Stan-ley Kubrick, relatos nove-lescos”. El cronista literario de La Prensa Austral, Mari-no Muñoz Agüero se refirió a ambos episodios litera-rios. En cuanto a la nomi-nación hecha por la Acade-mia manifestó en su crónica de 18 de junio de 2017, que “el pasado siempre está presente en este escritor. La niñez y adolescencia trans-curridas en ese antiguo barrio Yugoeslavo, con sus personajes, sus viejas ca-lles empedradas, la cancha de fútbol, la chancadora, la escuela, el río de las Minas, el basural, los boliches de la esquina y esos negocios que alumbran el cielo cuando la noche llega de visita”. Del texto, señaló en su columna de “El Magallanes”, el 20 de agosto de 2017 que: “En este libro por primera vez el na-rrador, a diferencia de otros textos de Mihovilovich, tie-ne nombre y apellido: Iván Aldrich en primera persona singular y sin interlocutor trata directamente con el lector por medio de 26 re-latos, cada uno con su títu-lo y que nos proporcionan la información necesaria para deducir cierta regula-ridad cronológica en ellos, aun cuando pueden ser perfectamente indepen-dientes entre sí. Los relatos combinan sueños de este narrador-personaje, con la exposición paralela de su existencia”.

En 2018, nos sorprendió con la edición de un vo-

lumen de cuarenta rela-tos breves, “Bucear en su alma”, publicados al igual que el texto anterior por Simplemente Editores, que mezclan la reflexión y la ironía. El crítico Cristián Montes Capó dio el siguien-te espaldarazo a este entre-tenido libro:

“La obra de Juan Mihovi-lovich hace años ha deve-nido referente fundamen-tal de la literatura chilena actual. Pocos autores han alcanzado la solidez de una voz tan potente y un estilo de tal consistencia. En los mundos representados, ya sea que estén centrados en el sur de Chile, en la pro-vincia, o en los avatares de la ciudad o del país, resuena siempre una inquietud me-tafísica, una búsqueda espi-ritual, un deseo de otredad y un imperativo ético que otorga a su literatura un sello inconfundible. Y todo esto, vehiculado por una escritura precisa, una téc-nica sumamente depurada y un encomiable virtuosis-mo narrativo”.

Y este 2020 Juan nos acaba de compartir su no-vela “Utero”, editada por Zuramérica, que junto a una nueva reedición de “El ventanal de la desola-ción”, a cargo de Editorial Entre Páginas, nos augura una pronta visita. En pala-bras del cineasta Edgardo Viereck Salinas: “Utero, es un texto que nos sacude y puede perseguirnos un buen tiempo si no sabe-

mos leerlo. Parafraseando otro de sus bellos pasajes, podremos comenzar a ser libres cuando descubramos que la jaula está hecha de pensamientos. Y entonces la nieve será blanca, pul-cra y el ruido de la soledad seguirá nuestros pasos, y nuestras huellas, las hue-llas de nuestros abuelos, de nuestros padres, y nuestros hermanos serán la higiénica representación de la blan-cura más blanca que poda-mos imaginar. Sólo enton-ces podremos acompañar la memoria de nuestros padres como es debido, nos quedaremos con sus manos entre las nuestras y les dire-mos que se duerman. Pen-saremos en Dios, en cómo la vida se escurre entre esos dedos contraídos y llora-remos en silencio mientras su único ojo desciende a las profundidades de un sueño lastimero”.

Algunas glosas y notas finales

Juan Mihovilovich ha

sido distinguido con sig-nificativas distinciones li-terarias: en cuento, logró en 1978 dos importantes reconocimientos, el pre-mio Derechos Humanos, Arzobispado de Santiago y Vicaría de la Solidaridad; y el otorgado por la revista Andrés Bello de “El Mercu-rio”; en 1982, fue galardo-nado con el premio “Cuen-tos de mi país”, certamen organizado por la Biblio-teca Nacional y la empre-sa Bata. En 1985 obtuvo el premio Julio Cortázar, en poesía, por su volumen de versos “Extraños ele-mentos”. Ese mismo año, representó a Chile en el Primer Congreso Hispano-americano de Escritores Jó-venes, en Madrid, España. En 1989, logró el premio de cuentos Antonio Pigafetta, concurso organizado por la Universidad de Magallanes y la Sociedad de Escritores de Chile, filial Magallanes; ese mismo año su novela “Sus desnudos pies sobre la nieve”, fue finalista del

prestigioso concurso Casi-no de Mieres, en Asturias, España. En 1992, la Mu-nicipalidad de Linares, le otorgó el Premio Municipal de Arte en Literatura y la revista francesa Porte des Poetes de París, le asignó una mención honrosa. Su novela “El contagio de la locura”, fue semifinalis-ta del Premio Herralde, en España, en 2005; en tanto, uno de sus últimos celebra-dos trabajos, la novela “Yo mi hermano”, fue galardo-nada con el Premio Nacio-nal de Narrativa Francisco Coloane, en 2016.

Pero tal vez, el recono-cimiento humano más emotivo provino de los habitantes de la ciudad de Curepto, destruida parcial-mente por el terremoto del 27 de febrero de 2010. Juan Mihovilovich, en conjunto con el párroco de la locali-dad organizaron un cabil-do en la plaza del pueblo, constituyendo un comité de vecinos pro reconstruc-ción de la pequeña ciudad, entre las que destacó el le-vantamiento de la pobla-ción Aysén, cuyas calles se denominan con nombres de árboles, a excepción de una, que por iniciativa de sus propios pobladores y de la comunidad, como una forma simbólica para agradecer y distinguir su liderazgo luego de aque-lla catástrofe natural, lleva el nombre de este querido amigo, escritor y abogado magallánico.

Juan Mihovilovich ha sido galardonado tanto en cuento, poesía y novela. Entre

las muchas distinciones recibidas podemos mencionar el premio Derechos

Humanos, Arzobispado de Santiago y Vicaría de la Solidaridad; el otorgado por la revista Andrés Bello de “El Mercurio”; en tanto, uno de sus últimos celebrados

trabajos, la novela “Yo mi hermano”, fue galardonada con el Premio Nacional de

Narrativa Francisco Coloane, en 2016

Pero tal vez, el reconocimiento humano más emotivo provino de los habitantes

de Curepto, devastada parcialmente por el terremoto del 27 de febrero de

2010. Como una forma simbólica para agradecer y distinguir su liderazgo en

pro de la reconstrucción de la pequeña ciudad luego de aquella catástrofe natural, una calle lleva el nombre de este querido amigo, escritor y abogado magallánico

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Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Los ataques de Hiroshima y Nagasaki se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente, lo que contribuyó a la rendición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Los bombardeos atómicos de Hiro-shima y Nagasaki fueron ataques nucleares orde-

nados por Harry S. Truman, Presidente de los Estados Unidos, contra el Imperio del Japón. Los ataques se efec-tuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente, lo que contribuyó a la ren-dición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Después de seis meses de intenso bombardeo de otras 67 ciudades, el arma nu-clear Little Boy fue soltada sobre Hiroshima el lunes 6 de agosto de 1945, segui-da por la detonación de la bomba Fat Man el jueves 9 de agosto sobre Nagasaki. Entre 105.000 y 120.000 personas murieron y 130.000 resulta-ron heridas. Hasta la fecha, estos bombardeos constitu-yen los únicos ataques nu-cleares de la historia.

Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 166.000 personas en Hiroshima y 80.000 en Nagasaki, totalizando unas 246.000 muertes, aunque sólo la mitad falleció los días de los bombardeos.

Entre las víctimas, del 15 al 20% murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radia-ción. En ambas ciudades, la gran mayoría de las muertes fueron de civiles.

Seis días después de la de-tonación sobre Nagasaki, el 15 de agosto, el Imperio de Japón anunció su rendición incondicional a los Aliados, haciéndose formal el 2 de septiembre con la firma del acta de capitulación. Con la rendición de Japón, conclu-yó la guerra del Pacífico y, por tanto, la Segunda Guerra Mundial.

Hiroshima durante la Segunda Guerra

En el momento del bom-bardeo, Hiroshima era una ciudad de cierta importancia industrial y militar. Algunos campamentos militares se encontraban en los alrede-dores, incluyendo los cuar-teles generales de la Quinta División y los del Segundo Ejército General del mariscal de campo Hata Shunroku, quien comandaba la defensa de toda la parte sur del país.

Hiroshima era una base de abastecimiento y logís-

tica menor para la milicia japonesa. La ciudad era un centro de comunicación, lu-gar de almacenamiento y un área de reunión para las tro-pas. Fue una de las ciudades japonesas que fueron deli-beradamente preservadas de los bombardeos aliados con el fin de poder efectuar pos-teriormente una evaluación precisa de los daños causa-dos por la bomba atómica.

El centro de la ciudad tenía varios edificios reforzados de hormigón, así como estruc-turas más livianas. Fuera del centro, el área estaba reple-ta por pequeños talleres de madera ubicados entre los hogares japoneses. Algunas plantas industriales se en-contraban en las afueras de la ciudad. Las casas eran de madera con pisos de teja y también muchos edificios industriales tenían armazón de madera, por lo que toda la ciudad en su conjunto era al-tamente susceptible a daños por incendios.

La población de Hiroshi-ma había alcanzado la cifra máxima de 381.000 antes de la guerra, pero antes del bombardeo la población ha-bía disminuido regularmen-te debido a evacuaciones sis-temáticas ordenadas por el gobierno japonés. En el mo-mento del ataque se estima que había aproximadamente 255.000 personas. Esta ci-fra se basa en los datos de la población registrada según

el cómputo de raciones, así como la estimación adicio-nal de trabajadores y solda-dos que fueron enviados a la ciudad.

El Enola GayHiroshima fue el objetivo

primario del primer bom-bardeo atómico seguido de Kokura y Nagasaki como ob-jetivos alternativos. La fecha del 6 de agosto se eligió por-que anteriormente la ciudad había estado cubierta por nubes. El B-29 Enola Gay, perteneciente al Escuadrón de Bombardeo 393d, pilota-do y comandado por el co-ronel Paul Tibbets, despegó desde la base aérea de North Field, en Tinian, y realizó un vuelo de aproximadamen-te seis horas hasta Japón. El Enola Gay fue acompañado por otros dos B-29, el The Great Artiste, que llevaba instrumentos de medida, y el #91, que más tarde fue re-nombrado como Necessary Evil y que tenía labores de fotografía.

Después de salir de Tinian, el Enola Gay voló por sepa-rado hacia Iwo Jima, donde se reunió a 2.440 metros de altura con los bombarderos auxiliares, tomando rum-bo hacia Japón. La aeronave arribó al objetivo con cla-ra visibilidad a los 9.855 m. Durante el vuelo, el capitán de la Armada William Par-sons armó la bomba, ya que se había desactivado para

minimizar el riesgo de ex-plosión durante el despegue. Su asistente, el subtenien-te Morris Jeppson, quitó los dispositivos de seguridad treinta minutos antes de lle-gar al objetivo.

Alrededor de las 07:00, el sistema de radares japoneses

de alerta temprana detectó a las naves estadouniden-ses aproximándose desde la parte sur de Japón, por lo que se emitió una alerta a dis-tintas ciudades, entre ellas Hiroshima. Un avión clima-tológico sobrevoló la ciu-dad y al no ver signos de los

Hace 75 años explotó la primera bomba atómica, y el mundo cambió para siempre

Tres días después de Hiroshima, una segunda bomba caía sobre Nagasaki. El doble bombardeo obtenía casi de inmediato las reacciones deseadas: Japón aceptaba el ultimátum de rendición, una capitulación que se hizo oficial el 15 de agosto de 1945 y que significaba el fin de la II Guerra Mundial.

La energía liberada por la bomba fue tan poderosa que incluso quemó por debajo de la ropa.

Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 166.000

personas en Hiroshima y 80.000 en Nagasaki, totalizando unas 246.000

muertes, aunque sólo la mitad falleció los días de los bombardeos

En el momento del bombardeo, Hiroshima era una ciudad de cierta importancia industrial

y militar. Algunos campamentos militares se encontraban en los alrededores. El centro de

la urbe tenía varios edificios reforzados de hormigón, así como estructuras más livianas

Durante el vuelo del B-29 Enola Gay, el capitán de la Armada William Parsons armó la bomba, ya que se había desactivado para minimizar el riesgo de explosión durante el

despegue. Su asistente, el subteniente Morris Jeppson, quitó los dispositivos de seguridad treinta minutos antes de llegar al objetivo

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Los ataques de Hiroshima y Nagasaki se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente, lo que contribuyó a la rendición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Hace 75 años explotó la primera bomba atómica, y el mundo cambió para siempre

bombarderos, los habitantes decidieron continuar sus actividades diarias. Cerca de las 08:00, el radar detectó nuevamente los B-29 acer-cándose a la ciudad, por lo que las estaciones de radio emitieron la alarma para que los habitantes se refugiaran, pero muchos la ignoraron.

La detonación de la bomba

La bomba Little Boy fue arrojada a las 08:15 horas de Hiroshima y alcanzó en 55 segundos la altura deter-minada para su explosión, aproximadamente 600 me-tros sobre la ciudad. Debido a vientos laterales falló el blanco principal, el puen-

te Aioi, por casi 244 metros, detonando justo encima de la Clínica quirúrgica de Shi-ma. La detonación creó una explosión equivalente a 16 kilotones de TNT, a pesar de que el arma con U-235 se consideraba muy ineficien-te, pues sólo se fisionaba el 1,38% de su material. Se es-tima que instantáneamen-te la temperatura se elevó a más de un millón de grados centígrados, lo que incendió el aire circundante, crean-do una bola de fuego de 256 metros de diámetro aproxi-madamente. En menos de un segundo la bola se expan-dió a 274 metros.

Mientras el Enola Gay se alejaba a toda velocidad de la ciudad, el capitán Robert Lewis, copiloto del bombar-dero, comentó: “Dios mío, ¿qué hemos hecho?”.

Los pasos previos Ha pasado casi un siglo,

pero la amenaza latente de las bombas atómicas sigue planeando sobre nuestras cabezas. El 16 de julio de 1945 Estados Unidos explosionó la primera bomba atómica, en Nuevo México. El destino de

Hiroshima y Nagasaki estaba sellado.

Algunas personas rieron. Otras lloraron. La mayo-ría permaneció en silencio. Una bola de luz cegadora lo envolvió todo. Pese a estar en un búnker a docenas de kilómetros de la explosión, todos los presentes sintieron una ola de calor, como cuan-do se abre un horno. Hace 75 años explotó la primera bomba atómica.

Mientras observaba la ex-plosión, a uno de los padres de esta nueva arma de ani-quilación masiva, el físico J.R. Oppenheimer, le vino a la memoria uno de los pá-rrafos del Bhagavad Gita, un texto sagrado hindú: Para impresionar al príncipe, el dios Vishnú adoptó su for-ma divina y exclamó: “Me he convertido en la Muerte, el Destructor de Mundos”. Oppenheimer no podía ha-berse descrito mejor.

La Prueba Trinidad había sido completada con éxito. Tal como nos recuerda New Atlas, Estados Unidos aca-baba de explotar la prime-ra bomba atómica. Era una bomba de plutonio de 22 ki-

lotones llamada The Gadget. Su explosión, el 16 de julio de 1945, provocó una nube de fuego de más de 10 kiló-metros de alto y convirtió el suelo del desierto en cristal, creando un nuevo mineral bautizado con el nombre de Trinitita.

Todo empezó tres años antes con el Proyecto Man-hattan, la iniciativa de Esta-dos Unidos, Reino Unido y Canadá para fabricar bombas atómicas. Los mejores cien-tíficos de los Aliados desa-rrollaron dos tipos de bom-bas atómicas: de uranio y de plutonio.

Era un proyecto en el que se partía de cero, porque nadie había investigado la energía atómica. Ni siquiera tenían los materiales: todo el plutonio (un metal radiacti-vo artificial) que existía en el mundo cabía en la cabeza de un alfiler.

La bomba de uranio tenía un mecanismo de activación sencillo: bastaba con hacer chocar el uranio entre sí para provocar la reacción en ca-dena, así que no hacía falta probarla. Fue la que se lanzó en Hiroshima.

La bomba de plutonio era mucho más complicada. Los tubos del metal radiactivo

estaban rodeados de explo-sivos con una gran cantidad de detonadores. Había que probarla antes de usarla con-tra los japoneses en Naga-saki, así que el 16 de julio de 1945 la Prueba Trinity (Tri-nidad) se llevó a cabo en el desierto Jornada del Muerto, en Nuevo México.

Los científicos que la ha-bían desarrollado no tenían ni idea del poder destructor que tenía, hasta el punto de

que apostaron entre ellos para ver quién se acercaba más. Edward Teller creía que equivalía a 45.000 toneladas de explosivos TNT. Oppen-heimer, unas 3.000 tonela-das. Enrico Fermi apostó que arrasaría todo Nuevo Mexi-co. Finalmente la explosión alcanzó las 22.000 toneladas de TNT, bastante más de lo previsto.

Esta primera bomba de plutonio funcionó como es-taba previsto. Apenas 20 días después, el 9 de agosto de 1945, una bomba de pluto-nio muy similar fue lanzada sobre Nagasaki. Tres días an-tes había caído la bomba de uranio en Hiroshima.

El debate sobre si se tra-tó de un acto de extrema crueldad, o un mal necesario para evitar aún más muertes por la guerra, posiblemente nunca será resuelto.

Tres días después de Hiroshima, una segunda bomba caía sobre Nagasaki. El doble bombardeo obtenía casi de inmediato las reacciones deseadas: Japón aceptaba el ultimátum de rendición, una capitulación que se hizo oficial el 15 de agosto de 1945 y que significaba el fin de la II Guerra Mundial.

Una maqueta de posguerra de la carcasa de la bomba Little Boy.

La tripulación de tierra del Enola Gay posa delante del bombardero. En el centro, su piloto Paul Tibbets.

La bomba Little Boy fue arrojada a las 08:15 horas de Hiroshima. La detonación creó una explosión equivalente a 16 kilotones de TNT. Se estima que instantáneamente la temperatura se elevó a más de un millón de grados centígrados, lo que incendió el aire circundante, creando una bola de fuego de 256 metros de diámetro aproximadamente

Alrededor de treinta minutos después de la explosión comenzó un efecto extraño: empezó

a caer una lluvia de color negro al noroeste de la ciudad. Esta “lluvia negra” estaba llena

de suciedad, polvo, hollín, así como partículas altamente radiactivas, lo que ocasionó contaminación aun en zonas remotas

Mientras el bombardero Enola Gay se alejaba a toda velocidad de la ciudad, el capitán Robert Lewis, copiloto del bombardero, comentó: “Dios mío, ¿qué hemos hecho?”

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Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Jaime Bustamante BórquezPor

Los inicios del canto coral en M a g a l l a n e s se remontan hacia 1898,

cuando se formó la So-ciedad Coral Alemana. Con el correr del tiem-po, otras agrupaciones fueron incorporando el canto coral, como una importante actividad dentro de sus acciones societarias.

Durante el siglo XX, la diáspora hispana fue un permanente animador del arte musical a través de diferentes agrupa-ciones, destacando los orfeones del recorda-do Jovino Fernández, la sinfónica de Divasson, el conjunto Rosalía de Castro, el grupo de bailes y el conjunto de gaitas estos dos últimos plena-mente vigentes.

Luego de una exitosa presentación de zarzue-las, a cargo de un grupo dirigido por la sopra-no Teresa Vera Foglia, se fundó “Cantares de España”. Era el 6 de oc-tubre de 1999. Los pri-meros integrantes y so-cios fundadores fueron: Sergio Ramírez, Mario Pascual, Manola Prado, Adriana Hernández, Es-ter Riquelme, Gustavo Gallegos, Edelmira de Gallegos, Victoria To-

rres, Jorge Campodó-nico, Beatriz Cárcamo, Juan Durán, Cecilia Pra-do.

En su caminar la agru-pación ha sido dirigida por los profesores Teresa Vera Foglia, Jaime Bus-tamante Bórquez, Jorge Huidobro Durán y desde 2010 Gonzalo Fernández Muñoz.

El profesor Fernández comenta: “la actividad coral en Magallanes está a muy buen nivel, el en-tusiasmo de la gente por participar y el apoyo de las instituciones es un estímulo para los direc-tores. En Magallanes te-nemos muy buenos can-tantes”.

Jorge Campodónico es el actual presidente de “Cantares de España”, al referirse a la situación actual del coro, señala: “Este singular y comple-jo escenario de la pande-mia, nos encontró con una realidad nueva, a la cual debemos adecuar, con todo lo que esto im-plica, como no poder juntarnos físicamente en lo nuestro, de sentir a tu compañero en los ensa-yos, la broma y el abra-zo. Este año, se realiza-rían muchas actividades concernientes a la con-memoración de los 500 años, donde podríamos

mostrar todo el trabajo musical preparado para la ocasión”. Como exi-gen los tiempos actua-les, el coro se reinventa asumiendo el desafío de trabajar a través de las diferentes plataformas digitales. El resultado ha sido muy satisfactorio para este entusiasta gru-po de cantantes.

Héctor Aguila, tesore-ro de la actual directiva y antiguo integrante, hace un resumen de lo que es el conjunto: “La Coral Cantares de Espa-ña, desde sus comien-zos se ha caracterizado, no sólo por el canto de la música española, sino

también por la gran co-hesión, fraternidad y capacidad de trabajo de sus integrantes, que ha permitido que año a año, a través de múltiples ac-tividades, se generen los recursos para desarrollar una intensa agenda de presentaciones en la re-gión y fuera de ella”.

Hitos del CoroEn la bitácora de la co-

ral destacan:

• Presentación de una zarzuela, cantada y ac-tuada por socios de la Sociedad Española de Punta Arenas el año 1999, que dio origen a

la fundación de la Coral Cantares de España

• Viaje del grupo a Espa-ña en julio de 2012, re-corriendo Galicia y As-turias.

• Presentación de la Misa de la Alegría en múlti-ples Iglesias de Punta Arenas, Puerto Montt y Puerto Varas.

• Concierto Sinfónico-Coral de Navidad en el Teatro Cervantes y el Santuario María Auxilia-dora, junto a la Orquesta Sinfónica de la Umag.

• Participación de la Co-

ral en el reestreno del Canto a Magallanes, jun-to al Taller Alturas.

• Concierto en la Escuela Superior de Bellas Artes, Cartagena de Indias, Co-lombia.

• Ciclo Coral de Invierno.

• En 2019 Cantares de España celebró 20 años de su creación.

Actuales integrantesEn la actualidad Can-

tares está integrado por: Héctor Aguila E., Ma-rio Pascual F., Luz Aros I., Sandra Caipillán L., Jorge Campodónico R., Carolina Cortés Sc., Mercedes Medina N., Patricia Ojeda M., Ana Pascual P., Manola Pra-do M., Mirna Ramos M., Carmen Sepúlveda E., Ana María Soto M., Te-resa Torres M., Miriam Torres M., María Villán M., Adriana Zapata R., Androulla Varnava T., Fernanda Azócar P., Ig-nacia Azócar P., Eduar-do Galindo V., Daniela Lavado C., Diego Men-doza P., Gustavo Sán-chez R., Paulina Chaura O., Andrea Salas T., Ca-mila Vidal B., Alejandro Aparicio A., Daniel Fi-gueroa M., Jorge Porcio V. y Rosa Ruiz H.

Cantares de España Un 6 de octubre de 1999 y luego de una exitosa presentación de zarzuelas, a cargo de un

grupo dirigido por la soprano Teresa Vera Foglia, se fundó esta destacada agrupación coral.

Concierto coral magallánico en Cartagena de Indias, Colombia.Misa de la Alegría en la Iglesia de Puerto Varas.

Cantares de España frente a la Catedral de Santiago de Compostela.

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La docencia remota de emergencia en educación superior desde la perspectiva estudiantil

Desafío para la Zoit Torres delPaine en el escenario post-Covid

Germaynee Vela-RuizInvestigadora Centro Regional Fundación Cequa

Por

Carlos Barahona J., Mauricio Rifo M. y Alvaro Rojas Z.Centro de Enseñanza y Aprendizaje Utem

Por

A fines de junio de este año se dio inicio a la go-bernanza de la Zona de Interés Turístico (Zoit) destino Torres del Paine.

Dado el largo proceso que ha impli-cado poner en funcionamiento esta Zoit, quisiera hacer un resumen del mismo. Para ello, partiré indicando que la Zoit es un instrumento de ges-tión territorial público-privada para el fomento de la actividad turística, que se ejecuta por medio de la cons-trucción participativa, coordinación y el compromiso de ejecución de un plan de acción para un territorio de-terminado. El que un territorio sea declarado Zoit, no lleva asignación directa de fondos, sino que implica que sobre él se prioricen instrumen-tos de fomento productivo para el desarrollo y fortalecimiento del tu-rismo.

En el caso del destino Torres del Paine, el proceso de solicitud de de-claratoria de Zoit comenzó en junio de 2017, siendo liderado por los mu-nicipios de Torres del Paine y Natales, además de Sernatur regional. La Fun-dación Cequa a través de licitación

pública, fue la entidad técnica res-ponsable de llevar a cabo el proceso de declaratoria y elaboración del plan de acción correspondiente.

Durante una primera etapa se traba-jó participativamente y de forma am-plia con los gremios de turismo y con las estancias ganaderas que desarro-llan turismo en la provincia de Ultima Esperanza. De esta forma, se propuso un polígono para la Zoit que incluyó el Parque Nacional Torres del Paine, el Monumento Natural Cueva del Milo-dón, Puerto Natales y Cerro Castillo, así como áreas donde se realiza turis-mo en 20 estancias. En una segunda etapa se elaboró participativamente el plan de acción, el cual incluyó un total de 97 acciones distribuidas en 5 ejes: 1) equipamiento e infraestruc-tura habilitante, 2) recurso humano

y calidad de la oferta turística, 3) de-sarrollo de productos, 4) promoción turística y 5) sustentabilidad del des-tino. Asimismo, se propuso el mode-lo de gobernanza público -privada en base a las instituciones públicas, aca-demia, gremios y estancias que apo-yaron formalmente la postulación del plan de acción.

Las propuestas elaboradas local-mente en un proceso que finalizó en julio del año 2018, debieron pasar primero por la aprobación del Comi-té Regional de Seremis del Turismo, y posteriormente por la aprobación del Comité de Ministros de Turismo. Pro-ceso que finalizó con la promulgación en el Diario Oficial el día 19 de agosto de 2019 de la Zoit destino Torres del Paine.

El proceso de establecer y ejecutar

la Zoit ha sido largo, por lo que hoy la mesa público-privada enfrenta los desafíos de avanzar en el desarrollo de las acciones priorizadas hace 2 años. Considerando las nuevas necesidades que han surgido, derivadas tanto del estallido social como de la crisis ge-nerada por la pandemia del Covid-19, es que se hace más urgente que este tipo de instrumentos se flexibilicen. Para ello se requiere priorizar aquellas acciones que cobran más relevancia para el destino, así como dar cabida a nuevas acciones que hoy en día son necesarias dado el cambio de escena-rio para el rubro.

Sin lugar a dudas, este instrumen-to de gestión otorga nuevas posibili-dades para fortalecer el desarrollo del turismo en el destino Torres del Paine, especialmente al dar soporte formal a un modelo de gobernanza, donde el éxito y los logros que se generen de-penden de los actores locales. Ade-más, en base a la planificación parti-cipativa que fue realizada se sustenta un modelo de gobernanza público-privada, que debe ser trabajado en conjunto para lograr los avances que se esperan de este destino.

La pandemia aceleró la mi-gración a nuevos entornos virtuales de aprendizaje, presionando a las universi-dades a enfrentar desafíos

inéditos y sin preparación. Es por ello que la Universidad Tecnológica Metro-politana, Utem, buscando potenciar los apoyos académicos, indagó, desde la perspectiva estudiantil, la percep-ción sobre docencia remota de emer-gencia, obteniendo las siguientes con-clusiones.

En primer lugar, se concluye que para aprender influyen factores no cognitivos, como las brechas mate-riales, tecnológicas y espaciales. En segundo lugar, las y los estudiantes aprueban el desempeño docente y ex-presan que la mayoría de las clases se

realiza a través de procesos análogos, en que la interacción es a través de cá-mara, intentando simular condiciones presenciales de enseñanza en una sala de clases.

También manifiestan que la evalua-ción es el proceso con mayores trans-formaciones y como esta situación es emergente y de resolución casuística, afirman que la mayoría de los y las do-centes han utilizado criterios evalua-

tivos flexibles y han diversificado sus canales de comunicación, en miras a profundizar lazos humanos y educati-vos en un contexto altamente amena-zante.

Finalmente, perciben que la virtua-lidad presionó al soporte tecnológi-co al máximo, pero que la apresurada respuesta y la imperiosa necesidad de continuar con el proceso formativo, evidenció también gruesas brechas

educativas, tecnológicas y de conec-tividad.

En un contexto irregular, es ilógico esperar regularidad. Bajo esta premisa, la crisis tensiona a las instituciones de educación superior a buscar respuestas para migrar de una docencia de emer-gencia hacia un modelo de enseñanza virtual, destapando la oportunidad de transformar la educación superior como la conocemos hasta ahora.

Por lo pronto, es momento de vol-ver a las raíces. Para esto, es necesa-rio ajustar planes de estudio, apoyar a académicos en el desarrollo de compe-tencias, gestionar políticas para favo-recer el aprendizaje, disminuir la bre-cha tecnológica, entre otras medidas que aseguren una formación educativa robusta.

“Sin lugar a dudas, este instrumento de gestión (Zoit) otorga nuevas posibilidades para fortalecer el desarrollo del turismo en el destino Torres del Paine, especialmente al dar soporte

formal a un modelo de gobernanza, donde el éxito y los logros que se generen dependen de los actores locales”

“En un contexto irregular, es ilógico esperar regularidad. Bajo esta premisa, la crisis tensiona a las instituciones de educación superior a buscar respuestas para migrar de una docencia de emergencia

hacia un modelo de enseñanza virtual, destapando la oportunidad de transformar la educación superior como la conocemos hasta ahora”

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Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Puzzle Histórico

Sopa de letrasEncuentre los nombres de las 10 figuras que se muestran. Estos nombres pueden estar en cualquier dirección, considerando que una letra puede formar parte de más de una palabra.

SudokuPoner los números comprendidos entre el 1 y 9, ambos números incluidos, en cada casilla vacía pero sin repetir ningún número en una misma columna ni fila, ni en la misma sección de 3 x 3 casilleros

Solución jueves 30

de julio

Sudoku se publica en los

suplementos La Lleva, y El Sofá

CRUCICLAVESLAS SIETE DIFERENCIASLas diferencias entre las dos escenas son:OJO ALERTASoluciones

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Ojo Alerta

Siete diferencias

En este recuadro debes encontrar las 2 figuras que no están repetidas ¡Vamos a buscar!

LaberintoEncuentra el camino correcto para superar este laberinto

CruciclavesTrata de ubicar los vocablos que están dados en los recuadros laterales y que están divididos de acuerdo al número que lo componen. Coloca primero las palabras que son únicas te servirán como orientación.

Sopa de LetrasBusca los seis términos que están relacionados con el tema de la imagen y que se identifican en la parte de abajo del dibujo.

ARIES (21 de marzo al 20 de abril)AMOR: Tenga cuidado, a veces los de-más esperan cosas de usted, pero no se ha dado cuenta. SALUD: Buen momen-to. Aprovéchelo bien. DINERO: No tenga miedo en convertirse en pionero/a. Eso puede llevarle a un gran éxito. COLOR: Calipso. NÚMERO: 1.

TAURO (21 de abril al 20 de mayo)AMOR: Sea comprensivo/a con los que están a tu alrededor, aprenda a entender y aceptar. SALUD: Evite las situaciones que le provoquen estrés. DINERO: No es el momento para cerrar nuevos tratos. Aproveche el tiempo para organizar los compromisos que tiene. COLOR: Morado. NÚMERO: 17.

GEMINIS (21 de mayo al 21 de junio)AMOR: Trate este inicio de agosto de aclarar sus ideas. Es vital para el futuro de la relación. SALUD: No pierda la se-renidad. DINERO: Recuerde que por el momento debe ajustar el cinturón en sus gastos. No gaste más allá de lo que reci-ba. COLOR: Marengo. NÚMERO: 44.

CÁNCER (22 de junio al 22 de julio)AMOR: Disfrute con su pareja y seres queridos, aproveche bien este inicio de mes. SALUD: Es el momento de calmar las cosas. DINERO: Aproveche bien sus condiciones, para que en su trabajo se plague de éxitos. No descarte independi-zarse. COLOR: Verde. NÚMERO: 60.

LEO (23 de julio al 22 de agosto)AMOR: Es el momento de escuchar lo que dice su corazón. SALUD: Cuidado con las rabietas. Controle su carácter. DINERO: Inicio de mes con algo de incertidumbre. No pierda la fe que alcanzará el éxito en los negocios y el trabajo. COLOR: Negro. NÚMERO: 28.

VIRGO (23 de agosto al 22 de sept.)AMOR: Mire las cosas tratando de po-ner su corazón en ello. Así las cosas, le resultarán mejor. SALUD: Peligro de accidentes, tenga cuidado. DINERO: No se dé por triunfador/ra en los inicios del juego de los negocios, ya que es un ca-mino lleno de riesgos. COLOR: Turquesa. NÚMERO: 9.

LIBRA (23 de sept. al 22 de octubre)AMOR: La buena disposición será clave para evitar cualquier mal entendido en-tre usted y los demás. SALUD: Cuidado con los estados depresivos. DINERO: No pierda la calma, las cosas en el traba-jo no tardarán en mejorar, sólo debe aguantar un poco más. COLOR: Magenta. NÚMERO: 56.

ESCORPIÓN (23 de octubre al 22 de nov.)AMOR: Mucho cuidado con los arranques durante los inicios del mes de agosto. SALUD: Controle sus impulsos y evitará problemas. DINERO: Debe preocuparse más de sus negocios o de las cosas que hace en su trabajo. Evite los problemas. COLOR: Café. NÚMERO: 52.

SAGITARIO (23 de nov. al 20 de dic.)AMOR: Las lamentaciones no sirven de nada si es que usted no decide cambiar de verdad. SALUD: Necesita distraerse un poco. DINERO: Evite que sus conflictos personales afecten su trabajo. Es impor-tante tratar de separar las cosas. COLOR: Crema. NÚMERO: 20.

CAPRICORNIO (21 de dic. al 20 de enero)AMOR: Deberá apoyar en todo a su pa-reja o seres queridos en los momentos complejos. SALUD: Tenga cuidado con cualquier desarreglo, no olvide que debe cuidarse. DINERO: Cuidado con dejarse llevar por tentaciones que desajusten su presupuesto. COLOR: Gris. NÚMERO: 33.

ACUARIO (21 de enero al 19 de febrero)AMOR: No transforme las cosas en pro-blemas. Disfrute lo que tiene y no lo des-perdicie. SALUD: Controle su mal carác-ter. DINERO: No se enceguezca con ese negocio por maravilloso que parezca. No confíe sin tener una base sólida. COLOR: Púrpura. NÚMERO: 6.

PISCIS (20 de febrero al 20 de marzo)AMOR: Cada cosa que ocurre en la vida tiene un porqué. Aprenda de lo que le ocurre. SALUD: Tenga cuidado con la an-siedad. DINERO: No desperdicie las opor-tunidades que se cruzan en su camino. Aproveche al máximo sus talentos. CO-LOR: Rosado. NÚMERO: 41.

Horóscopo

SOPA PARA NIÑOS SOPA DE LETRAS DOMINICAL LABERINTO

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Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Roberto Hofer OyanederPor

En 1967, había unos 150 mil tocadiscos en el país y se vendían 26 mil aparatos al año, alimentados por unas 300 tiendas de discos.

Parte II

Aun cuando se-ría imposible levantar un ca-tálogo de todo lo que editaron

en vinilo los sellos chilenos hasta la prematura muerte del formato (1982), no du-damos que pudo haber un mejor posicionamiento de talentos nacionales, amén del poco dadivoso filtro para editar artistas interna-cionales.

La mejor prueba para el melómano que vitrinea hoy en algún “persa” o feria de antigüedades es el predo-minio de vinilos chilenos orquestales de olvidados artistas de moda en los años ’60 ó ’70, algunos de ellos bailables, álbumes de música docta, a lo más fol-clore nacional onda Hua-sos Quincheros o Tito Fer-nández, astros en español y onda disco. Pero, ¿algo de música electrónica, jazz o rock…? Ni hablar, al ser especialmente este último género bastante menospre-ciado en los últimos años de la industria discográfica -salvo todas aquellas me-lodías vinculadas al espacio televisivo “Música libre”-.

Aunque suelen decir que los chilenos “somos lo que comemos”, en materia de consumo da la impresión que “nunca fuimos lo que escuchábamos”, pues lo poco y nada que los sellos se empeñaban en prensar luce deficitario ante las tonela-das de álbumes y melodías del ayer que circulan com-primidas hoy en Internet.

Tiempos de “Bonanza”Si tuviéramos que marcar

un espacio en el tiempo, los años ’60 fueron el periodo de mayor crecimiento del negocio discográfico, de la mano del “Baby Boom” y de la eclosión de figuras de re-nombre nacional e interna-cional. En aquella romántica década, éramos el tercer ac-tor de Sudamérica en ventas de música envasada.

Como lo consignan sus archivos, en 1967 (año que vio aparecer el álbum “Sargento Pepper” de The Beatles) la transnacional EMI era el sello discográfico que “la llevaba” en Chile, con más de un 40 por cien-to de la “torta”, seguido por los también multina-cionales RCA (Corporación de Radio de Chile S.A.) y Philips, más un puñado de etiquetas de menor tama-ño (Arena, Producciones Caracol, Orpal y Golub-off). En aquellos desigua-les tiempos de poblaciones “callampa” y de incipiente Reforma Agraria, nuestro ingreso “per cápita” mar-caba 753,13 dólares de la época (1967), sólo superado a nivel latinoamericano por Venezuela.

Y si de industria se trata, qué mejor estadística que los alrededor de 150 mil to-cadiscos que contabilizaba nuestro largo y angosto país del ’67, donde se vendían anualmente unos 26 mil aparatos, alimentados por unas 300 tiendas de discos.

A nivel local, la Discoteca Domic, atendida por la re-cordada Dita Mera Latorre, era un actor estelar en este mercado. Aquella comer-ciante en alguna entrevista pretérita nos hizo saber que alrededor del 70 por ciento de las ventas correspondía entonces a discos singles (45 RPM) y el resto a los álbumes

o discos long play (33 RPM).

Rock y otras yerbasPor lo menos en la década

del ’60 e inicios de los ’70, los catálogos de sellos na-cionales y multinacionales nutrieron a los coléricos chilenos con sonidos pa-ganos que “la llevaban” en aquel periodo, como ocu-rrió con Philips (Jimi Hen-drix, The Who, Bob Dylan, The Doors, Led Zeppelin, Cream) y EMI Odeón (Si-mon & Garfunkel, Santana,

Grand Funk Railroad, Ten Years After).

Tras el Golpe de Estado de 1973 (año de la crisis del petróleo, que hizo morder el polvo a la creciente in-dustria disquera) el colador musical redundó en la edi-ción de artistas más vende-dores que talentosos, teñi-dos del oropel de los “top ten” europeos y yanquis.

Incluso se dio el caso de muchas bandas emergentes o consagrados del pop rock que vieron prensado en

Chile apenas un álbum de su extenso catálogo como: Rush, The Stranglers, John Miles (artífice de aquel exi-tazo intitulado “Music”), Gentle Giant, Kansas, Thin Lizzy, UFO, Joni Mitchell, Peter Gabriel, Robert Pal-mer o los Barclay James Harvest (con su disco inci-dental del espacio televisivo “Magnetoscopio Musical”). Otros apenas alcanza-ron algún single como los rockeros Van Halen “Oh, Pretty Woman” (cover de Roy Orbison, editado por el sello Quatro); los melódi-cos Foreigner, “Waiting For a Girl Like You” (Quatro) o los electrónicos Yellow Ma-gic Orchestra, “Computer Game” (EMI Odeón).

Más suerte en cuanto a periodicidad de ediciones (hasta la debacle del ’82) tuvieron artistas extranje-ros vendedores como Ray Conniff, Julio Iglesias, Neil Diamond, Queen, Boney M, Abba, los Bee Gees y los ex Beatles Paul McCartney y John Lennon.

Ahora, lo reducido del mercado y la coyuntura económica setentera lleva-rían a Philips (usualmente tercera discográfica en ta-maño) a importar algunos títulos en vinilo desde Brasil al promediar los años ’70; en tanto, el sello Quatro abría los ’80 con material procedente de EE.UU.

La etiqueta Sochem (que

prensaba su material en EMI Odeón) afrontaría la nueva década absorbiendo los catálogos de Philips y de RCA (que durante la Unidad Popular se había naciona-lizado bajo la sigla IRT, y en dictadura pasó a ser IRT Alba). Tal esfuerzo no se traduciría en mayores ven-tas y, para colmo, en junio de 1982 la economía chile-na se derrumbaría como un castillo de naipes.

Al romperse la cadena de vida de la pasta chilena, co-rrientes musicales enteras de los años ’80 e inicios de los ’90 no alcanzaron a ver la luz en ediciones nacionales, y de ahí que no exista nada atesorable “made in Chile” vinculado al Heavy Metal, Synth Pop, Rock Latino, Grunge, New Wave (salvo dos álbumes de Blondie) o incluso el Punk que, siendo anterior, pasó inadvertido.

Calidad en el tiempoAl no poder hablar ya de

cantidad, la calidad de pren-sado nacional sin ser la me-jor, al menos envejece bien. Durante la etapa monofó-nica hasta 1970, la pasta fue digna, en ediciones de 150 a 180 gramos, con excelente fidelidad, casi a la par que las ediciones europeas. Claro que el talón de Aquiles fue el débil plastificado de los es-tuches de portada entre los años 60’ y 70’ (hasta el debut del termolaminado recién en 1974). Incluso con la sola manipulación, las aletas de carátula se deterioraban o se desprendían fácilmente del nylon. Por eso abundan vie-jos elepés estropeados y sin funda, que sólo sirven para adornar un quincho.

Pero para quienes ate-soramos épocas mágicas de nuestras vidas en hile-ras, con carátulas y surcos plagados de emociones y recuerdos indelebles, los vinilos nacionales siempre ocuparán un lugar especial, sin importar adonde nos lleve la aguja del tiempo.

Crónicas del vinilo chileno

Ediciones nacionales que desafían al tiempo

Como lo consignan sus archivos, en 1967 la transnacional EMI era el sello discográfico que

“la llevaba” en Chile, con más de un 40 por ciento de la “torta”, seguido por los también

multinacionales RCA y Philips, más un puñado de etiquetas de menor tamaño (Arena, Producciones Caracol, Orpal y Goluboff)

Los catálogos de sellos nacionales y multinacionales nutrieron al menos con algunos títulos a los melómanos chilenos aficionados al rock clásico.

Durante los años ’60, la industria discográfica nacional creció a niveles nunca antes vistos, gracias a sucesivos años de bonanza económica.