Introito

El viento que las eras con blando soplo rasa,llev6 la paja initil, en la estaci6n estiva,y henchi el pequefio troje con la simiente escasaque por su malla tosca dej6 pasar la criba.

Tal vez no todo es trigo; tal vez del troj rebasalos bordes, la cizafia que se escurri6 furtiva:asi la mano torpe que el pan de vida amasa,mezcla a la harina a veces levadura nociva.

Amor, desden... i Qu6 importa! Lo que estos versos llevan,no bastar. por cierto para endulzar el vinoni acibarar el agua de que los otros beban.

Es lo que va quedando de una vida cansadaque anduvo siempre a tientas, sin hallar su camino,y que ahora regresa sin haber hecho nada.

Vita vana

Era mas de media noche y alboreaban los veinte afiosde mi edad.

Combatido por anhelos siempre informes, siempre hurafios,daba vueltas en el lecho que albergaba los veinte aios,

los veinte afios de mi edad.Estoy cierto: no dormia. Con el anima despierta,meditaba. De repente, cruji6 un gozne de la puerta

que entornada dej6 ayer,y con paso sigiloso, con el paso del que robaal durmiente descuidado, desliz6se por la alcoba

una forma de mujer.

Era gricil como un angel, era dulce como un suefiovirginal.

Quise hablarle, y las palabras no sirvieron a mi empefio;quise asirla, y escurri6se de mis manos como un sueiio,

como un sueiio virginal.Estoy cierto: no dormia. Lo imprevisto del desvioardi6 el fuego de mis ansias. Deja el lecho y en el frio

pavimento puse el pie.Voy tras ella: ya la tengo. .. No, de nuevo se evapora.Brilla el alba, y la quimera en un rayo de la aurora

se disuelve .. iYa se fue!

Los diez afios que pasaron me sedujo esa quimeradel amor.

lC6mo hieren los recuerdos de lozana primaveravanamente malograda, por seguir una quimera,

la quimera del amor!

REVISTA IBEROAMERICANA

Cuintas veces, adormido de la noche bajo el ala,con arresto de princesa o blanduras de zagala

a mi lado la fingi!iCuintas veces tom6 carne la quimera de mis suefios,y en los brazos de otros hombres, en los brazos de otros duefios,

para siempre la perdi!

Cierto dia, por mi senda cruz6 raudo un caballerode otra edad.

El almete, los anillos de la cota y el acerodel estoque, le brillaban al gallardo caballero,

caballero de otra edad.Sus arreos atestiguan el oficio que profesa;la leyenda de su escudo dice "ISursum!" y es su empresa

una rama de laurel.No hay trabajo que le arredre, no hay peligro que no afronte.Quiero hablarle ... No me escucha. i Se ha perdido tras el monte

galopando en su corcel!

Los diez afios que pasaron fue la gloria, pesadillade mi afin.

Cuantas veces surque el ponto, Ilegu niufrago a la orilla,consumido por la fiebre de esa inquieta pesadilla,

pesadilla de mi afin.Alentando el noble brio que el sopor del ocio enerva,las arrugas de mi frente con las palmas de Minerva

recatarlas quise yo.Lauros, palmas devoraron una noche las orugas,y mas hondas en mi frente, mas siniestras, las arrugas

la mafiana descubri6.

Fue a la hora del crepisculo, tras un dia lacerantede inquietud.

Aurea diosa de ojos ciegos en su carro resonantecruza el eter, una tarde, tras un dia lacerante,

lacerante de inquietud.Sobre el orco de infelices que sucumben a la inopia,va arrojando los tesoros de su firtil cornucopia,

sin medida y al azar.

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COLECCION LITERARI1A

Le doy voces, e impasible, desdefiosa de mis ruegos,apresura su carrera la aurea diosa de ojos ciegos,

por la tierra, por el mar.

Los diez afios que pasaron segui el coro de la farsade Arlequin,

y vistiendo los disfraces de la an6nima comparsa,llegu un dia con los otros al tinglado de la farsa,

de la farsa de Arlequin.Vi dorando sus grilletes a los viejos galeotes,y en las aras profanadas, oficiando sacerdotes

de otro culto y otra ley.Tuve miedo. Senti frio. La bandera que enarbolonadie sigue ... Del bullicio me retiro .. , i. . Ya estoy solo,

rezagado de la grey!

Solo, no, que oigo los pasos de un jinete que galopatras de mi.

Aun mis ojos no han logrado descubrirle entre la tropa,pero siento las pisadas del jinete que galopa,

que galopa tras de mi.-Caballero, si me traes la ilusoria recompensade otra vida, donde el hombre, como en esta, siente y piensa,

no me quieras alcanzar.Mas, si vienes a ensefiarme el oculto derroterode un nirvana venturoso, date prisa, caballero,

date prisa de llegar.

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Noche de vigilia

Son las doce de la noche. .. Quien me llama?

Todo calla, todo duerme .. . Quien me llama?SHas sido tu, al pasar,

abejorro repugnante siempre en vela,o esa arafia, que los hilos de su tela

tal vez hizo vibrar?

No es el arpa de la arafia,ni el menguado cornetin

de ese estupido abejorro que regaiacon su musica sin fin.

Es la voz casi mudade alguien que aqui no esta.

Es una voz crepuscular . . Sin duda,

es voz del Mds alld!

Siento el placido embeleso de los afos juveniles,oigo toques de campanas y rumor de tamboriles,y parece que de nuevo soplan brisas de ilusi6n.iOh Galiana! Desde el dia que tu vida rompi6 el broche,no estuviste mas cercana de mi lado que esta noche;y aunque el animo se turba y palpita el coraz6n,siento el placido embeleso de los afios juveniles,oigo toques de campanas y rumor de tamboriles,y parece que de nuevo soplan brisas de ilusi6n.

COLECCION LITERARIA

La luz astral se desvanece,y mis la noche se obscurecey mas arrecia mi inquietud.Tal vez el aire esti dormidodesde que trajo aquel riiido,voz de lejana juventud.

Quizi otra vez despierta ahora:en el ambiente se evaporablando perfume de azahar.

Que novia pasa al lado mio?i Tal vez Ofelia! El desvariono la consiente sosegar.

Sutil fulgor que al pronto asombra,un punto alumbra de la sombracon blanca luz de amanecer,y ya delinea sus contornos,rigida, grave y sin adornos,una figura de mujer.

Es nifia afin. En su miradainm6vil y honda, reflejadaparece estar la eternidad.Su rostro tiene algo de augusto;nada hay de afable ni de adustoen su precoz serenidad.

iOh Galiana! -Eres toi? Recuerdo amargo

tengo de aquella noche en que sumidate vi, muy blanca, en el final letargo.

A darte la postrera despedidahoras mis tarde fui, cuando afanosala multitud te abandon6 sin vida.

Vi el ataid que se trag6 la fosa,y vi cerrar por manos mercenariasel hoyo sepulcral con una losa.

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464 . REVISTA IBEROAMERICANA

Repeti con los otros las plegariasque dijeron por ti, y el dulce canto,al esparcir las rosas funerarias.

Y vi, para rubor de mi quebranto,aun no pasada la siguiente aurora,

secos los ojos que lloraron tanto.

iOh Galiana! Esto vi. Pues zc6mo ahora

la carne finges que ocult6 la tierray que el gusano devor6 a deshora?

Treinta afios hace que invisible yerratu espiritu gentil en el profundoarcano de la sombra que lo encierra.

SEl tiempo no transcurre en ese mundo?iNo se ve desde alli lo que padeceel que arrastra la vida vagabundo?

-O con la propia dicha se amortecela compasi6n ? . Mira mi faz! ~ Que quedade aquella edad, que en ti rejuvenece?

Oculta desaz6n el gesto aceda;cansancio de vivir no comprendidode los demis, toda esperanza veda.

Eterna juventud el premio ha sido

de tu morir temprano; a mi, Galiana,la vida terrenal me ha envejecido.

Y aunque abandone esta carrofia humana,

siempre habri entre los dos la lejaniaque media entre la tarde y la mafiana.

Tf, la alondra triunfal que anuncia el dia;

yo, de la noche el pyjaro agorero ...iSe que no hay esperanza, y todavia

-~oh dulce engaiio de mi vida!- espero!

COLECCI6N LITERARIA 465

El gallo canta. Viene el alba.Tenue fulgor los montes salvateijido en suave rosicler.Y ante la luz que reaparece,leve y sutil se desvaneceaquella forma de mujer.

Tal vez del todo no se ha ido:algo ha quedado difundidode su precoz serenidad.Hay en la tierra y en el cielouna alegria y un consuelo

que me recuerdan otra edad.Tal vez del todo no se ha ido:jun bienestar nunca sentidome habla de eternidad!

En el tiempo de ahora

Si ya en mi jardinillono florece el almendro,ni desbordan las rosaspor las tapias del huerto,otofiales racimosme dan el vino nuevode sabor agridulce,como el n&ctar del besoen labios juveniles,rojos, hfimedos, frescos.Y en mis venas se enciendenprimaverales fuegos,y olvido las palabrasque siempre esti diciendoese Otro go que habita,no se d6nde, en mi cuerpo:

-No tan aprisa. Modera el paso,corazon,

que del camino ya trecho escasoresta a mi vida. iModera el paso,

coraz6n !

Corto la rama initily la tierra renuevo,por mejorar el frutoque aun rinde el Arbol viejo.Con antiguos cantaresen las noches me aduermo,

COLECCI6N LITERARIA 467

y con versos de ahorami espiritu desvelo.

Intensamente vivola vida, en lo que puedo,sin que rebose el vaso

en fitiles excesos.Y evito oir las voces

de ese Otr yo o discreto,que desde su escondrijoesti siempre diciendo:

-Quedo, mis quedo; no muevas ruidos,corazon.

No me desveles con tus latidos,que tengo suefio. iNo muevas ruidos,

coraz6n !

Mdsica prohibida

Amor de doncella mi carne consume;de dia la busco, de noche la suefio;en ondas muy tenues me llega el perfumedel cuerpo inviolado de cutis sedeiio.

No se si mafiana mis horas abrumecon sus esquiveces, mi frivolo duefio.iQud importa! Su beso mi boca sahume,y cambiese en t6sigo el dulce belefio.

i Amores de un dia, felices amores!-Mi nifia, no viven mis tiempo las flores,y nadie agostado vi6 nunca el jardin.

jDi6 fin el banquete? Doblad los manteles.Mafiana... Si vino qued6 en los toneles,mafiana tendremos un nuevo festin.

La Mimosita

Ojos de gacela de la Mimosita,rizos de azabache de la Mimosita,manos nacaradas de la Mimosita ...

!En d6nde ahora estan?Sus alegres cantos, voces de la aurora,los blandos arrullos con que a veces Ilora,

que oidos, ahora,los escucharan?

Las vecinas cuentan que se fue muy lejos;que vendra muy pronto; que no volver ...

La humilde casita de los muebles viejos,

con una herradura clausurada esta.

S Misterio! Qu habra?Las vecinas cuentan que se fue muy lejos;

que reia alegre; que llorando va.

Una vieja fea que se dice tia,con ella, sin duda, cual antes, ira:iPobre Mimosita! De tal compafiia,

ique mano piadosa la defenders!Nadie la vera,

y esa vieja fea que se dice tiaa buenos lugares no la llevari.

SQue recuerdo! Un hombre de mirada aviesarondaba su casa, un mes hace ya.

470 RE VI STA IB EROAMERICANA

Ella le temia; su boca de fresaasi me lo dijo, cuando estuve ally.

-Vendr ? zNo vendr?Sin duda aquel hombre de mirada aviesala llev6 robada, y no volvera.

Era rico el hombre. Cadenas, sortijas,lucia con aires de fastuosidad,y dicen que hay madres que venden las hijas,y hombres que las compran en tan tierna edad.

i Que perversidad !Era rico el hombre: cadenas, sortijas,habrin sido el precio de su castidad.

Ojos de gacela de la Mimosita,rizos de azabache de la Mimosita,manos nacaradas de la Mimosita,

no os quiero evocar.Lejos de su dulce voz arrulladora,-quien sabe si rie? z quien sabe si llora?

Mejor es, ahora,su historia olvidar.

Por los barrios bajos

Domingo. Tarde. Es el otojio. Nifiosque en la calzada se persiguen. Risasde pulcros mancebitos de talleres,los leones del barrio en estos dias.

Mozas que lucen indumentos charros,en las aceras; ebrios, camorristasde profesi6n. Bajo el parral del huerto,rasgueos de guitarra, seguidillas.

En el balc6n de una casita nueva,el rostro indiferente de una nijia,y tras ella, la madre, enjalbegada,que parece decirnos: -iTodavia! . .

Connubio crstico

t Ruben Dario.

Entre la catedral y las ruinas paganas

vuelas i oh Psiquis, oh alma mia!

R. D.

El hada Morena, el hada mas nifia

de todas las hadas, viste la basquifiacolor de esperanza, y a sus pies desnudos,alados, menudos,calza las chinelas de grana. En la frentesus rizos compone, diademaque un rey envidiara, y adorna su frentecon ramas de almendro, que muestran en yemalas cindidas flores. En su manecitam6rbida, que a dulces presiones invita,la vara cimbreaque teje los suefios y crealas visiones plicidas de la fantasia.Es el vago y tenue despertar del dia.El hada Morena la puerta golpeade una pobre chozaque en la niebla friasu miseria emboza.

-Abuelo, ya es hora. La faldadel monte, se tifie color de esmeralda,y el limpio arroyuelo

COLECCIdN LITERARIA

que deja su cuna de hielo,ya busca los ricos vergeles,sonando el corimbo de sus cascabeles.-Alza el viejo la frente, sin prisa,y enmendando el gesto de su faz ya seca,busca una sonrisay ensaya una mueca.

-- Abuelo, ya es hora. Tus canas agraviaesa cobardia con que las abrumas:en los viejos troncos hay rumor de savia,y en los yertos nidos hay calor de plumas.El bord6n requiere, viste la coroza,pon las viejas armas en la bandolera:donde Don Invierno levant6 su choza,va a alzar su palacio Dofia Primavera.-Por la faz caducadel titrico viejo desbordael lanto. Contempla su misera rucapor la vez postrera,y hacia las regiones donde el trueno asordalos aires, y cae la nieveen copos, su paso perezoso mueve.

El hada Morena, el hada mas nifiade todas las hadas, cruza la campifia,y a su paso brotancespedes y flores que el matiz agotan,perfumes que embriagan, brisas que recrean,fuentes que murmuran, ayes que aletean.Con su vara migica toca el viejo tronco,que del cierzo roncoquebrant6 la furia, y al contacto leve,la savia circula, la rama se mueve,revienta la yema y nace el bot6n:es la hora nfibil de la creaci6n.Es la hora joven de este mundo viejo,en que, en cada surco que su faz arruga,cuando el alba envia su primer reflejocuaja un nuevo germen, una flor madruga.

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474 RE VISTA IBEROAMERICANA

Es la hora de extrafios connubios,

en que el aire se carga de efluvios

que la sangre encienden,

y despiertan ansias que en el alma prenden

como chispas rojas en trigales rubios.

El pimpollo tierno de la rosa, enarca

su cuello, que al peso

se dobla del trimulo beso

de la abeja, y croan en la negra charca

las ranas lascivas en su ritmo avieso.

Gritos estridentes,

cantos de victoria y de desafio

conmueven las frondas nacientes;

los celos estallan que enciende el desvio,

y los trovadores

alados, se embisten en torno a la hembra,

que promete amores

y discordias siembra.En los viejos montes que velan las brumas,a un tiempo resuenan en orgias francas,cilidos idilios de rugientes pumasy eglogas dulcisimas de palomas blancas.Y cruzan lagartos, y ondulan culebras,y vuelan enjambres por entre los riscos,y hay epitalamios en las hondas quiebras,

tiernos oaristys junto a los apriscos.

El hada Morena, el hada mas nifiade todas las hadas, el campo escudrifiaque en torno descubre,

con mirada vaga

que vagos anhelos inquietan. Octubrecon luces y aromas embriagasu pecho de virgen, y halaga

la su fantasia,

el ensuefio impreciso, que acrecela melancoliaen que lanuuidece.

COLECCI6N LITERARIA

Un cimbalo suena. Entre los rosalesque sus rfisticos tallos desplomansobre el cauce abierto de los manantiales,las orejas caprinas asomande un Fauno muy bello, ni altivo ni hurafio,que fija en la virgen Morena su ardientemirada, y balbuce: - Por cierto que antafiovestian las ninfas mis ligeramente!-(Era un Fauno joven, casi adolescente.)

Con un imprevisto movimiento brusco,a el hada se llega, la besa en la boca,y exclama: -Ha mil afios que en vano te busco.Perdona este exceso;yo no soy de nieve, ti no eres de roca.-Y otra vez un besoestamp6 en sus labios picarescamente.(No hagais caso d'eso;era un Fauno joven, casi adolescente.)En otro hemisferio,por siglos y siglos dilate mi imperio,y nunca marchitas las rosasvi de mis mejillas, ni escuch6 el dicterioque a Sileno dicen las j6venes diosas.En Trinacria fertil, los estivos mesesguardaba las miesesmaduras, que hinchen los trojes,y mansos corderos y bravias reses-el oido atentoa la voz del cimbalo- por entre los bojespacian el tribol del campo opulento,en la rica selva de la gran Tarento.Las doradas uvastan caras a Baco, transforme en las cubasen cecubo hirviente y en rojo falernoy cuando el inviernoalzaba sus tiendas, el seno fecundode Pomona heriacon el verde mirto, y de nuevo el mundosus marchitas galas rejuvenecia.

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476 RE VISTA IB EROAMERICANA

Otro tiempo vino. Se hizo sabio el hombrey volc6 las aras y olvid6 hasta el nombredel dios tutelar que la tierra,con los otros dioses, dej6. Por la sierra,errante, yo solo, vague luengos siglos,entre los vestiglosde esta edad honesta, de esta edad sesudaque viste la came y muestra desnudala intenci6n. Corria los campos, trepabapor agrias laderas a la cima bravadel monte remotoque baten el b6reas y el noto,sin templar mis ansias, al caer el diasiempre devorado por las mismas llamas.Y apenas su antorcha Vispero encendia,en lo mis repuesto del bosque mulliacon hojas y ramas,magnificos dones de Flora,el tilamo initil en que solitariome hallaba la Aurora.SLarga fue la noche, pero ya amanece!Esplendido y varioes el panorama que la vida ofrece.iAmada, ya es hora!-Y tendiendo el brazo desenvueltamente(era un Fauno joven, casi adolescente),rode6 con mimo donairoso y f icilde Morena hermosa la cintura gricil.Y el hada, sonriente, no esquiv6 este abrazo(ni para qud habia de esquivar el lazo),y en tiernos coloquios que inspir6 el instinto,e1 vivaz y ardiente cuando ella modesta,desaparecieron en el laberintode la gran floresta.Y encendi6se el aire, y alegres las brisascorearon los himnos de invisible orquesta,y sonaron besos, y estallaron risas,y natura toda se visti6 de fiesta.

COLECCI6 N LITERARIA

Y en las nuevas aras las sacerdotisasel mistico inciensoal dios ofrendaron del amor intenso,y hubo madrigales y brillantes odas,y uninimes voces al son de la rfistica avena.-iCantemos, dijeron, las bodas,las bodas jocundas de Fauno y el hada Morena!Al beso del numen la virgen indiana,en lo mas umbrio de la selva arcana,sentiri fecundo palpitar su seno,y un dia sereno,aurora risuefia de tiempos mejores,en cuna de mirtos y floresnaceri Eufori6n. Mecerin su infancialas brisas del tr6pico de rara fraganciaque rizan las aguas del lago encantadoy a los sones magicos de su plectro de oro,en el ritmo aladodel castalio coro,que en fuente inexhausta sus labios abreva,brotarin las gracias de la Musa Nueva.iBien venga el ungido del arte naciente,abeja escapada del jardin heleno!iLas rosas de Chipre cefiiran su frente,las rosas de Chipre, que exhalan veneno!-Una voz: -~Quien turba la quietud del Hado?En la primavera florece el retofio;la espiga, al estio, da el grano dorado;las vides sazonan su fruto en otoio;ique importa el invierno, brumoso y helado?-Asi la voz dijo, y el hada madrinadel bosque nupcial,di6 al viento las notas de su arpa argentina,preludios acaso de la Sonatina,arpegios que anuncian la Marcha triunfal.

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La perfecta alegrfa

In foco amor mi mise,in foco amor mi mise!

S. Francisco.

El enamorado de todas las cosas,hermano del lobo, del agua, del yermo;el enamorado de todas las cosas,

de amor esti enfermo.

Temblando de frio bajo la capucha,van dos mendicantes, camino de Asis;el abrigo es poco, la inclemencia es mucha,y hay fieras hambrientas en el campo gris.Ciegos por la lluvia, dan en la posada,que el mas viejo evita, huyendo la entradaen el bien guarnido, recio caser6n.Alegre esti el fuego que tienen delante.

El siervo Le6n,turbado y arisco,

-~Acaso, murmura, por boy no es bastante,hermano Francisco?

Francisco en silencio las Iluvias encara,velando su rostro bajo la capucha.Dos leguas camina, de pronto se para,y dice al hermano, que humilde le escucha:

-Si el fraile Menor distingue los rastrosque dejan dos aves volando a la vez,

COLECCI6N LITERARIA

y el curso adivina que Ilevan los astros,y sabe el origen del bruto y del pez.Si tiene del Arbol concepto seguro,y el antro conoce medroso y obscurodo habita el diamante que acendra el carb6n;si ha visto el oasis que oculta el desierto,

hermano Le6n,tu fe no se engria,

y escribe que en esto no existe por ciertoperfecta alegria.-

De nuevo en silencio sigue su camino,y vibra de nuevo su acento divino:

-Si el fraile Menor eleva sus ruegos,y ascienden al trono del Dios de Israel,y puede, por ellos, dar vista a los ciegosy voz a los mudos, que siguen tras 1.Si alumbra al demente, da al sordo el oido,y sana al leproso, y cura al tullido,y levanta al muerto de tres dias, conel poder arcano que su empefio ayuda,

hermano Le6n,tu fe no se engria,

y escribe que en esto no existe, sin duda,perfecta alegria.-

Sacude la lluvia que moja su cara,y otra vez camina, y otra vez se para.

-Si el fraile Menor no esquiva el ejemploy busca sencillo la paz del erial,con sus propias manos edifica el templo,y labra la tierra y teje el sayal.Si ayuna a pan y agua, sus carnes macera,con fervor predica la pobreza austera,les habla a los sordos con el coraz6n,allega a los tibios al celeste foco,

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480 RE VIS TA IB EROAMERICANA

hermano Le6n,tu fe no se engria,

y escribe que en esto no existe tampocoperfecta alegria.-

Con la frente baja que el cansancio inmuta,los dos mendicantes prosiguen su ruta.

Y dice el hermano Le6n: -iYo bendigo,Seior, mi ignorancia, si viene de Ti!Mas, obra otro nuevo prodigio conmigoy muestra a mis ojos la luz que no vi.Si no esti en la ciencia que ilumina al sabio,si no esti en la gracia que fluye del labiodel santo eremita morador del risco,ni esti en la plegaria que sube hasta el cielo,

hermano Francisco,dame mejoria,

y dime en que existe, sin dejar el suelo,perfecta alegria.-

Francisco sonrie bajo la capucha,y dice al hermano, que d6cil le escucha:

-Si el fraile Menor, manchado de lodo,al convento vuelve, vacilante el pie,y el portero, airado, murmura "ibeodo!"y su faz golpea y le grita ";ve!"Y el fraile Menor lo sufre paciente,puesta en Dios el alma, fija en Dios la mente,y de amor del hombre lleno el coraz6n,sin que el dejo amargo su pecho contriste,

hermano Le6n,ya has mejoria,

y escribe que en esto no hay duda que existeperfecta alegria.-

Eleva los ojos al cielo un momento,y otra vez resuena su inspirado acento:

CO LECCI6N LITERARIA A

-Si el fraile Menor, cual lluvia temprana,redime las almas de esterilidad,purifica el lecho de la cortesanacon el fuego amable de su castidad.Y el mundo ignorante le llama "iperjuro!",o le dice ";loco!", o le grita "Jimpuro!",y el fraile bendice su tribulaci6n,y en ella, piadoso, su celo acrisola,

hermano Le6n,ya has mejoria,

y escribe que en esto reside la solaperfecta alegria.-

Asi el santo dijo con la faz serena,y aun su voz parece que en el mundo suena.

Temblando de frio bajo la capucha,los dos mendicantes Ilegaron a Asis:la limosna es poca, la miseria es mucha,la celda esti obscura y el huerto esti gris.Le6n, junto al fuego, su tfinica seca;Francisco, la cara rugosa y entecaoculta en sus manos. Del pecho doliente

se exhala un gemido.SQue nuevos pesares anublan su frente?J Que aflige al ungido?

El enamorado de todas las cosas,hermano del lobo, del agua, del yermo;el enamorado de todas las cosas,

de amor est, enfermo.

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El asno

En la dehesa sitiro, en el corral asceta,paciente como Job, como Falstaff deforme,con gravedad de ap6stol, sobre la frente quieta,lleva los dos apindices de su cabeza enorme.

Ni la hartura le halaga, ni el ayuno le aprieta,con su destino vive, si no feliz, conforme,y prolonga su efigie de contrahecho atletaen una innumerable generaci6n biforme.

Vivi6 noches amargas, tuvo dias lozanos;le cabalgaron nimenes, le afligieron villanos;unas veces la jiquima, otras veces el freno.

Honores y trabajos tiempo ha los di6 al olvido,pero siempre recuerda su pellejo curtidola presi6n inefable del dulce Nazareno.

La bruja

Ya en la caldera hierven el sapo y la culebra.Vaya ahora el murcielago. De este rizo, una hebra

para el objeto bastari.Nada falta. El hogar de lefia est. provisto.Avivemos la llama, y en breve rato, listo

el maleficio quedari.

Hermosa es la muchacha: lo dice este retrato.Hermosa -y que?... Su garbo gentil y su recato

mi safia irritan a la vez.No estli bien que haya hembras hermosas, de alma justa,en este mundo, donde mi fealdad asusta

e inspira horror mi sordidez.

Una mujer me ha dado el retrato y el rizo.Con gesto rencoroso: -- iYo quiero que el hechizo

vaya derecho al coraz6n!-Asi me dijo, y luego me refiri6 una historia:la victima es su amiga y su rival ... iQu6 gloria!

Siempre la misma relaci6n.

iOh, el odio de los hombres! Tempestad de verano.iVenganza! Hembra naciste, y es tu cubil arcano

el coraz6n de la mujer.Ella sola conoce los malignos influjosque aniquilan. Por eso, hay mis brujas que brujos,

y es invencible su poder.

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La cocci6n esti a punto. En el liquido mojoel alfiler agudo, y el veneno recojo

que infiltrare en su coraz6n,cuando, al decir mis labios las frases del conjuro,hiera el retrato inerme, clavandole en el muro

con el malkfico aguij6n.

Ahora es tiempo .. -En el nombre del sefior San Cipriano,protector de hechiceros y brujo soberano:

i Que no haya suefio ni quietud!iNi remedio la sane, ni evangelio la cureni su congoja alivie fraile que la conjure,

y muera en plena juventud!-

El rito ha terminado. De esta siniestra andanza,responda la que el logro cifr6 de su venganza

en mi torcido natural.

Si al hierro dicen "jmata!" y a la vibora ";muerde!",del crimen, cuando el rastro del malhechor se pierde,

i quien culpa al aspid ni al pufial!

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La noche verde

Noche. Una casa ambigua que en la sombra se emboza.

Cerrada esta la puerta para la gente moza

que alborotada quiere Ilegar hasta el zaguin.

A intervalos se escuchan los ecos de la orquesta.

Del sal6n de respeto, donde bulle la fiesta,

salen estas palabras, que balbuce un galin:

-Adorables chiquillas de pintadas ojeras,

de arrebolados p6mulos y cimbrantes caderas,

venid a divertir nuestro dolor:

el dolor de ser viejos, dolor de los dolores;

cefiid las frentes mustias con pampanos y flores

y dadnos a beber vuestro licor.

No os conviene ese gesto, bellas sacerdotisas

del amor de un instante. Prodigad las sonrisas

con amable y gentil solicitud.

Ni receleis que el tedio pueda agostar las rosas

de vuestras alegrias: iSabemos tantas cosas

que ignora la inexperta juventud!

-Quien prefiri6 a la encina la esbelta y gricil cafia?

SQuien dijo que la espuma, que el apetito engafia,moder6 el hambre o extingui6 la sed?

iDejad el vino nuevo, que aun tiene de las uvasel sabor agridulce, y en las afiosas cubas,

el que acendr6 la edad, nifias, bebed!

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Ni amor, ni fe os pedimos, ni voluntad siquiera,ipero fingidla al menos! Verted sobre la hoguera

la sangre inmaculada de un pich6n.Con lazos anudados cefiios las gargantas:1Aqui del arte vuestro de insignes comediantas!

Los transportes mentid de la pasi6n.

Oh! i Que misica es esa de garrulo sonido,que no conmueve el alma ni deleita el oido?

-- iToca, maestro, la canci6n de ayer!Aquella tan hermosa, tan primitiva y ruda.

iMaestro, tf eres viejo y la sabris sin duda!

i S6lo ella evoca el juvenil placer!-

jC6mo quereis que hallemos alegre la velada,si estas extrafias notas no nos recuerdan nada?

iNifias, old esa canci6n triunfal!Rebeca la cantaba .. . Cantaba tantas otras!

Muri6 la pobrecilla, cual morireis vosotras,en un lecho mezquino de hospital.

iA ver, a ver, chiquillas! iVenid a nuestro lado!Contadnos vuestra historia, vuestro primer pecado,

ese que nunca olvidareis tal vez.eDecis que muy temprano quedasteis sin arrimo?iA ver! Contad las gracias de aquel travieso primo,

el primo iniciador, de la nifiez.

Si, si... Amores, promesas, que no acaban en bodas.No digais mais, chiquillas, es la historia de todas!,

ni os disculpeis de no vestir sayal.Nada esti aqui de sobra: para que al mar resista,la roca, inconmovible en su quietud; la arista,

para ir a merced del vendaval.

ILa historia nuestra?... Nifias, es poco interesante.Diez afios de locura, de mocedad galante,

y muchos mas de estdril ambici6n.

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Ahora, el amor de nuevo . . .-- Mas, ino os vayais tan lejos!

iVenid a consolarnos del dolor de ser viejoscuando joven palpita el coraz6n!

i Aun hay sol en las bardas! Llegad, Ilegad, chiquillas;con vuestros cuerpos griciles cargad nuestras rodillas:

calor de cuna encontrardis quizi.Peinad nuestros cabellos con los rosados dedos,para ausentar las sombras, para aliviar los miedos

que ya insinfla el torvo Mds alld.-

Call6. Tal vez sus ojos fijironse en el muro,donde un grabado habia en que un artista obscuroquiso evocar las gracias de una escena rural:al lado de una gruta que arrullan frescas linfas,un sitiro requiere, de amores a unas ninfas,a la hora mis cilida de la siesta estival.

La dama y el caballero

-Lo mate por desmandado,por celos no lo mate,lo mate por alevoso,no por amor de mujer;que en hembra malmaridadanunca puse el interns,ni placieron a mis ojoslas tocas de la viudez.Hombre mozo en tierra llanacontento no puede haber:doncella el tilamo pide,doncella con doncellez;barragana no la busco,porque no la he menester.Si otra cosa se os ofrece,mandar, sefiora, podeis.-Esto dijo el caballero,puesto en el estribo el pie,y con destempladas voces-iMenguado, la lengua ten!-grit6 la dama, cogiendopor las riendas el corcel.-Malas manos envenenenel agua que has de beber,y cuando vayas de cazate desconozca el lebrel.Malos suefios te visitencuando yazgas con mujer,

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y la hembra con quien casespor dinero sea infiel.Por traidores a tus hijosa la horca mande el rey,y a tus hijas arrebatenvillanos la doncellez.-Aunque asi fuere, seiora,dijo el apuesto doncel,mejor sera lo que dicesque lo que osaste ofrecer.

La ocasi6n

-La rosa que ayer tarde en el jardin cogiste,ya no estaba en tu pecho al volver del sal6n:

-quien pudo arrebatirtela si ti no se la diste?-La ocasi6n, madre, la ocasi6n.

-En tus mejillas rojas hay la huella de un beso(los besos dejan huellas cuando pecados son):

i quien pudo, sin tu gusto, consurnar este exceso?-La ocasi6n, madre, la ocasi6n.

-Tu rostro languidece, se te acorta el vestidoy ya le viene estrecho al talle el cintur6n:

-quien pudo ajar tu honra, si ti no lo has querido?-La ocasi6n, madre, la ocasi6n.

La have dorada

Los goznes resisten, la puerta no cede.Perdida la Hlave dorada, -iqui6n puedeabrir esta puerta que lleva a la vida?

iLa Hlave dorada, perdida!

La noche en que el tiempo nev6 mis cabellos,"tan rubios, tan bellos"

(asi lo decia quien supo de ellos),la Have dorada perdi.

Una rapazacon un muchachuelo de sucios guifiapos,la Hlave encontraron, perdida, en la plaza,y oculta la llevan entre sus harapos.Con ella, mafiana, dorando su escoria,abririn sin duda, si no se les pierde,el, la ferrea puerta que guia a la gloria;ella, la gaveta de algin viejo verde.

iOh, que triste historia!iPerdida por siempre la Hlave dorada,la Hlave dorada que abria la puerta cerrada!

Rapazuela inocente ...

Rapazuela inocente, que en fijar te complacestus curiosas miradas, que ante nadie doblegas;rapazuela inocente de los ojos tenaces,isabes ti, cuando miras, las promesas que haces?i sabes ti lo que pides? i sabes ta lo que niegas?

Candorosa mufieca de la boca de risa,con audacias felinas y arrullar de paloma,isabes ti lo que dice, sabes ti lo que avisa,cuando surge entre perlas tu inquietante sonrisa,primavera de un alma que a la vida se asoma?

Cabecita sin seso, que con tal desembozo,porque ignoras el mundo, vas diciendo monadas,isabes ti por que el diablo cabriolea de gozocuando ingenua prodigas, frente al viejo y al mozo,tus alegres sonrisas, tus traviesas miradas?

La Patria

Es un concepto breve con una idea sola:iLa tierra en que nacimos! No mis. El todo es eso.En estas aras (inicas el sacerdote inmola;en esta sola imagen el labio imprime el beso.

Ideologias vanas, paradojales fraseslos labios discurrieron ... -iC6mo lograr la empresade sustentar los idolos en tan instables bases?-i La tierra en que nacimos! Esa es la patria, esa.

Del mar a la montafia, del ecuador al polo,el hombre fu&. No tuvo rival su poderio.El mundo es para todos, pero en el mundo, s6lo"su tierra" es nuestra tierra, "su rio" es nuestro rio.

La patria es siempre hermosa. Nublados horizontes,esteriles llanuras, enmarafiadas sendas,ison bellos por ser suyos! Arroyos de sus montespregonan sus hazafias, divulgan sus leyendas.

La patria es siempre buena. No le digiis ingratasi el que por ella lucha el galard6n no obtiene:la patria, aunque tan libre, la ley del hombre acata,y aunque de todo es duefia, la patria nada tiene.

Hablemos a la patria con voces de santuario,sin toscos ademanes, sin ruidos de querella.Bajemos, para hablarle, la voz; no es necesarioel aturdirla a gritos para morir por ella.

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Amemos a la patria. La patria es nuestra hechuray nuestra madre. Tiene de la mujer y el nifio.

Es cuna y es regazo, matrona y criatura,

y su alma ingenua y joven es pulcra como armifio.