JAIME RIO-MIRANDA ALCÓN - Caparra DE LA CUEVA DE... · A ambos lados de esta sierra se forman...

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5 JAIME RIO-MIRANDA ALCÓN HISTORIA DE LA CUEVA DE BOQUIQUE Plasencia (Cáceres)

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    JAIME RIO-MIRANDA ALCÓN

    HISTORIA DE LA CUEVA DE BOQUIQUE Plasencia (Cáceres)

  • INDICE GENERAL

    Prólogo ……………….………………………………………………..…….… 3

    LA CUEVA DE BOQUIQUE

    Dehesa de Valcorchero. Plasencia (Cáceres) ……………………..…… .…… 5

    LAS PRIMERAS NOTICIAS DE LA CUEVA DE BOQUIQUE

    ……………………………………………............................................................. 9

    La excavación y los hallazgos………………………………………………. 10

    La cerámica…………………………………………………….……….…… 11

    OTRAS PUBLICACIONES QUE CITAN EL YACIMIENTO DE BOQUIQUE

    Primeras excavaciones oficiales de 1970 ………………………………….. 13

    Materiales de las excavaciones de P. García Faria ……………………….. 21

    Materiales de las excavaciones oficiales de 1970 ………………………….. 34

    OTROS MATERIALES NO PUBLICADOS

    Colecciones privadas………………………………………………………… 39

    Otros materiales de Boquique. Colección privada………………………… 42

    MATERIALES CONSIDERADOS COMO PROCEDENTES DE BOQUIQUE

    Depositados en Museos …………………………………………………….. 44

    CERÁMICAS BOQUIQUE

    Otros yacimientos………………………….……………………………….. 47

    EL SANTUARIO RUPESTRE DE VALCORCHERO….…………………... 49

    LA NECRÓPOLIS DEL POBLADO DE VALCORCHERO.………………. 50

  • 7

    PROLOGO

    Para muchos la palabra arqueología evoca imágenes de impresionantes templos o

    ciudades en ruinas, como Roma, Pompeya, Machu Pichu, o Mérida. Aquellos restos

    excitan fácilmente la imaginación de algunas personas, y muchos caen en la tentación de

    creer que la arqueología trata principalmente de esos fantásticos monumentos. Sin

    embargo no es tal el objeto de este trabajo que solo intenta valorar un enclave

    arqueológico sumamente castigado como ha sido la “Cueva de Boquique” y su entorno

    arqueológico por otro lado sumamente importante para el conocimiento de nuestros

    antepasados en Plasencia y en su entorno geográfico.

    La arqueología estudia el pasado del hombre a través de sus vestigios o de sus restos

    materiales así como de sus huellas. Escribimos “huellas” ya que incluso se han hallado

    marcas de pies humanos de la Edad de la Piedra, impresas en tierras blandas de cuevas

    habitadas por aquellas gentes. La arqueología es, a la vez un arte y una ciencia, que

    contribuye con sus técnicas a la investigación de cualquier periodo histórico. Los más

    primitivos utensilios utilizados por el hombre constituyen sin duda, claros signos para el

    investigador moderno experto, tanto como puede ser un molino barquiforme, como restos

    de hace menos tiempo que hoy se engloba dentro de la disciplina arqueológica moderna.1

    La arqueología ofrece un vasto campo para los entendidos que requiere, a su vez, una

    estricta metodología. Esta es la cualidad que permite que el aficionado contribuya, sino

    mediante excavaciones, si por su agudo sentido de observación y rápida comunicación de

    su descubrimiento. Tanto en España como en otros países la arqueología y las

    excavaciones arqueológicas en particular fueron cuestión de los aficionados no

    especializados, animados quizás de las mejores intenciones pero, por lo general, de una

    incompetencia total. Aunque se haya podido constatar una clara mejora de la situación en

    estos últimos años, el peligro que representa para esta Ciencia no ha sido eliminado por

    completo. La arqueología ejerce, en efecto, como hemos citado una atracción sobre

    numerosos espíritus interesados en nuestro pasado, pero hoy día con nuevos medios

    sofisticados, este peligro se ha visto aún más acentuado.

    Pero no queremos concluir este prologo sin ser algo más explícitos, es decir, la

    arqueología y la prehistoria permite escribir la Historia de la “Gente sin Historia”, pero

    esta no solo se escribe estudiando las pertenecías de aquellas gentes que vivieron y

    murieron no sin premura sino que las tierras que pisaron o sepultaron sus reductos de

    1 La investigación arqueológica ha estado relacionada fundamentalmente a la Prehistoria y a la Antigüedad; sin embargo, durante las últimas décadas la metodología arqueológica se ha aplicado a etapas más recientes,

    como la Edad Media (arqueología medieval), la Edad Moderna (arqueología postmedieval) o el periodo

    industrial. En la actualidad, los arqueólogos dedican ocasionalmente su atención a materiales actuales,

    investigan residuos urbanos, con lo que está naciendo la denominada arqueología industrial.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Arqueolog%C3%ADa_medievalhttp://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Arqueolog%C3%ADa_postmedieval&action=edit&redlink=1http://es.wikipedia.org/wiki/Arqueolog%C3%ADa_industrial

  • viviendas, son primordiales para llegar a conocer mejor quienes fueron y cuáles fueron

    sus vivencias, sus fatigas e incluso su relaciones sociales, sus religiones y su arte.

    Realizar excavaciones sin la metodología moderna, es confinar al olvido cualquier

    dato que permitiera llegar a conclusiones más concluyentes de las que hoy conocemos,

    algunos autores ponen en duda algunas afirmaciones en relación a datar este lugar a un

    período determinado como el Bronce Final, ya que no debemos obviar a los materiales

    hallados en la cueva o sus alrededores así como algunos materiales que estamos

    convencidos debieron pertenecer a ajuares expoliados de las citas de la zona de

    enterramientos.

    A la espera de que la aportación en este trabajo de compilación y la aportación de

    nuevos datos sobre este yacimiento sirva para iluminar de nuevo el interés y programar

    nuevas campañas de excavaciones en los derredores de la cueva de Boquique ya que

    lamentablemente la cueva ya no nos puede aportar nada, sino un estudio del resto de

    abrigos, y viviendas adosadas a la sombra de las muchas rocas emblemáticas del paraje

    de Valcorchero que esperan la piqueta del arqueólogo para mostrarnos todo aquello que

    aún esconden las capas de tierras que no son otras que esa historia que está aún por

    escribir.

    Recolectores del Neolítico

  • 5

    LA CUEVA DE BOQUIQUE

    DEHESA DE VALCORCHERO-PLASENCIA (Cáceres)

    Vistas de la cueva de Boquique y su entorno

  • Instantáneas del interior de la cueva

    Panorámica y situación de la Cueva de Boquique

    http://1.bp.blogspot.com/_fJj47jiVa0o/TPVaEHJUQVI/AAAAAAAAALI/pTKEf-frSPg/s1600/ALB_2019.gifhttp://4.bp.blogspot.com/_fJj47jiVa0o/TPVaxT4hGhI/AAAAAAAAALQ/A8s2k56qZ9s/s1600/ALB_2032.gif

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    SITUACIÓN GEOGRAFICA DE BOQUIQUE-VALCORCHERO

    La cueva de Boquique, se encuentra en las estribaciones de la Sierra de Gredos, en

    los montes de Valcorchero y sierra del Gordo, El Paisaje está protegido y es hasta el

    momento el único espacio natural de Extremadura declarado como tal.2 El alto valor

    estético del “Monte Valcorchero” tiene su razón de ser en un característico relieve abrupto

    y quebrado, con afloraciones graníticas. Tradicionalmente el monte se ha dedicado tanto

    a la saca del corcho como a la ganadería extensiva, pese a que las condiciones ecológicas

    que posee el parque no son en principio óptimas para el buen desarrollo del alcornocal.

    No obstante se da el caso de que la intensa fracturación natural a la que han sido sometidas

    las rocas y su posterior alteración hace que el alcornoque encuentre en estas tierras unas

    condiciones aptas para su desarrollo, dando lugar a un desarrollo especial de los mismos

    y a una fisonomía muy particular.

    A ambos lados de esta sierra se forman sendos valles, el Ambroz y el Jerte. La cueva

    de Boquique se encuentra situada en la dehesa de Valcorchero en el paraje conocido como

    Era de la Guijosa, a 2,500 kms, en línea recta del centro de Plasencia. La altura con

    respecto a nivel de mar, oscila entre los 500 y 540 mts,3 la cueva se encuentra en un

    conglomerado granítico de grandes rocas, donde en una de ellas por acciones naturales se

    formó una oquedad de escasas dimensiones, (Foto 1) pero que sirvió de abrigo con un

    acceso actualmente desahogado como entrada principal, y un pasillo que da acceso a otra

    entrada.

    La actual entrada fue modificada hace muchos años, con una carga de explosivo,

    cuando estas rocas se explotaban como material de construcción en Plasencia. La entrada

    principal era a través del pasillo norte, mucho más protegida y resguardada de las

    inclemencias del tiempo. (Foto 2) Por los alrededores de la cueva de Boquique, se

    encuentran numerosas huellas de haber sido un poblado habitado por gentes que unos

    2 http://www.plasencia.es/web/paisaje-protegido-de-valcorchero 3 Hoja 598 Plasencia. Instituto Geográfico Nacional.

    Foto 1 Cueva de Boquique

    Foto 2. Pasillo a la entrada Norte

    Foto 2 Pasillo a la entrada Norte

    http://es.wikipedia.org/wiki/Extremadurahttp://es.wikipedia.org/wiki/Granitohttp://es.wikipedia.org/wiki/Corchohttp://es.wikipedia.org/wiki/Alcornoque

  • investigadores lo sitúan entre el bronce medio y otros lo asientan en el bronce final. Por

    los alrededores también se han hallado fragmentos de cerámicas catalogadas como

    neolíticas, la singularidad de las cerámicas recogidas por sus descubridores a comienzos

    del siglo XX, nos la describen con una característica particular hasta aquellas fechas, en

    que las excavaciones tanto de los alrededores como de las provincias limítrofes eran

    realmente escasas.

    A finales de los 70, tuvimos la ocasión de conocer la cueva de Boquique y su entorno,

    acompañados por terceras personas conocedoras de sus parajes, escuchando atentamente

    sus puntos de vista así como tomando notas de todo aquello que nos mostraban o lo que

    a nosotros nos parecía digno de reseñar en un futuro. Como he citado anteriormente,

    después de tantos años, me han animado a presentar este trabajo diseñado como un

    complemento de lo conocido sobre Boquique y contribuyendo con nuevos datos y

    nuestras propias reflexiones en base a nuevas aportaciones de materiales algunos inéditos,

    otros aunque conocidos, no figuraban en los catálogos que desde 1972 se han venido

    publicando.

    De entre aquellos datos obtenidos en aquella visita, por el entorno y entre otras rocas,

    se encontraban entremezclados con otras piedras, molinos del tipo barquiformes4

    ovalados generalmente, aunque también los vimos casi planos, todos ellos presentan un

    gran desgaste en su parte central, algunos de considerables dimensiones, en granito unos

    de grano grueso y otros de grano más fino, diversas piezas que por su forma corresponden

    a las molenderas, pesas de pesca de granito o royos de río, hachas rudimentarias y

    cerámica grosera, espatuladas o bruñidas así como con distintas decoraciones, en su

    mayoría incisas.

    En una roca con cara de corte vertical conserva pequeñas oquedades a cierta altura,

    que deben corresponder a encajes para fijar vigas que soportarían la techumbre de una

    vivienda, a escasos metros de esta roca, se conservan restos de unas paredes de piedra

    bien dispuestas y que conformaba un rectángulo como cerramiento de una vivienda, entre

    las piedras caídas vimos varios molinos barquiformes. Eran tantos los detalles a tener en

    cuenta y que nos daba a entender la gran importancia arqueológica del lugar y que tantos

    detalles debían de servir para que las autoridades científicas programaran unas campañas

    de excavaciones sistemáticas y modernas que sirvan y aclaren una cronología más

    ajustada en las épocas de ocupación de la dehesa de Valcorchero, desde nuestro punto de

    vista, no se debe desdeñar un neolítico tardío, con los distintos períodos siguientes, como

    edad del Cobre, Bronce etc. Algunos de los materiales expuestos en este trabajo nos han

    permitido diferenciar que corresponden a períodos anteriores a la Edad del Bronce,

    período al que estacionan la mayoría de los autores que han tratado este yacimiento.5

    En el sector sureste de la cueva bajando hacia la N-630, entre rocas de buen tamaño,

    vimos un muro dispuesto en forma de cerramiento entre dos grandes rocas, lo que nos

    hizo pensar que las gentes que vivieron en Boquique y sus alrededores, formaban parte

    4 Los molinos barquiformes constituían una piedra durmiente, en la cual se colocaba en cereal o fruto que

    se deseaba moler, y con una piedra activa o molendera o piedra de moler se procedía a la molienda del

    producto. 5En El Excelentísimo Ayuntamiento de Plasencia, en el año 2011, propuso a Patrimonio un estudio

    pormenorizado de este emblemático yacimiento. Hoy, 16-2-2011.”Patrimonio quiere excavar Boquique

    este verano” http://www.hoy.es/20110216/local/plasencia-/.

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    de un poblado fortificado construidos posiblemente con materiales mixtos como piedras

    o con troncos.

    Analizando hoy las fotografías aéreas que nos ofrecen los medios modernos, permite

    deducir que el pequeño altozano que pudo haber sido el poblado, pudo haber tenido unas

    considerables dimensiones. A la vista de las aglomeraciones rocosas, suponemos que

    estas serían base para delimitar el amurallamiento del poblado, en nuestra opinión el

    perímetro bien pudiera haber tenido una longitud total de 1200 mts aproximadamente.

    Por lo que el poblado de Valcorchero estuvo amurallado aprovechando las mismas rocas

    con muros y cercas con materiales diversos como troncos, por otro lado muy corriente en

    otros yacimientos, opinión compartida por otros autores.

    LAS PRIMERAS NOTICIAS DE LA CUEVA DE BOQUIQUE

    Sobre la cueva de Boquique, mucho se ha publicado en distintos medios científicos

    de todo el país, incluso en estudios realizados en otros países, con referencias a Boquique.

    Pese a los diversos estudios realizados por distintos investigadores, aún hoy, se desconoce

    mucho sobre este importante yacimiento arqueológico, la

    única trascendencia ha sido hasta hoy, la cerámica de

    Boquique que continúa planteando diversos problemas de

    datación. Los estudios de Bosch i Gimpera en 1915-1920,

    (Fig.1) las aportaciones materiales publicadas por Mª C.

    Rivero, en 1972, o los resultados de las excavaciones de

    Martín-Almagro Gorbea publicadas en 1977, nos indican

    que en la cueva de Boquique se han hallado cerámica

    atribuibles a una etapa tardía del Neolítico, con lo que nos

    deja entrever que la cueva de Boquique fue ocupada en ese

    período de tiempo, por otro lado nada extraño ya que la

    ocupación de las cuevas como habitas, fue el modelo más

    extendido en aquellos tiempos, otra cosa sería difícil poder

    determinar si la cueva fue una alojamiento eventual o formaba

    parte de una generalización diversa de ocupaciones

    establecidas a modo de poblado.

    En 1919, Pedro García Faria, ingeniero de caminos y arquitecto catalán, desempeñó

    diversas funciones, de canalizaciones de aguas y otros cometidos, en su calidad de

    inspector de obras, función que desempeñaba por diversas provincias españolas, al que

    debieron de dar aviso del hallazgo de una serie de artefactos en la zona de Valcorchero,

    o informado especialmente de la cueva de Boquique, siguiendo los pasos marcados por

    Vicente Paredes, que había hallado en la misma, cerámicas prehistóricas y hachas de

    bronce, en la actualidad en el Museo de Cáceres, que publicó en "Origen del nombre de

    Extremadura". Plasencia, 1886)

    Aunque casi siempre se hace referencia exclusiva a la cueva de Boquique, se trata de

    un asentamiento con muralla situado en la dehesa de Valcorchero y los hallazgos se

    extienden por una zona amplia de la que Paredes señala como particularmente rica la

    llamada "Era de la Guijosa". Alrededor del año 1914, efectuó una serie de excavaciones

    en la mencionada cueva, de cuyos hallazgos materiales hizo donación una parte al Institut

    d´Estudis Catalans en Barcelona y otra parte al Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

    Los materiales donados por P. García Faria, los hizo llegar al prehistoriador y arqueólogo

    Fig. 1 Portada del

    Anuari de L´Institut

    d´Estudis Catalans

  • D. Pere Bosch i Gimpera, que estudió y publicó en el “Anuari de L´Institut d´Estudis

    Catalans, MCMXV-XX” 6 un artículo que transcribimos del catalán:

    La cueva del Boquique en Plasencia.

    D. Pere García Faria, ha hecho excavaciones en el término de Plasencia, en las

    cuevas de Boquique, de cuyos hallazgos ha hecho la generosa donación al Institut, a

    excepción de unos molinos de mano que dona al Museo Arqueológico Nacional de

    Madrid7, facilitando al mismo tiempo la siguiente noticia sobre la cueva y los trabajos

    hechos en ella:

    La excavación y los hallazgos

    En la parte más elevada del termino de Plasencia, en la dehesa de Valcorchero a 90

    metros más arriba de la cota de la carretera que pasa por debajo y que marca 360 metros

    sobre el nivel del mar, se encuentra la cueva de Boquique, llamada así por haber servido

    de refugio a un bandolero conocido con aquel sobrenombre.( Fig.188)8 La entrada

    grande que hoy tiene, estuvo tapiada antes, abierta por diversos trozos que había ya que

    de ahí se obtenían trozos de roca para las construcciones en Plasencia.

    Entonces la cueva solo debía de ser accesible por la entrada más pequeña, en la cual

    se encuentran señales de picos en las rocas, lo que parece hecho en tiempos modernos.

    Hace años D. Vicente Paredes, de Plasencia, hizo

    exploraciones, llegando hasta medio metro de

    fondo y encontrando, según parece, hachas de

    bronce y fragmentos de cerámica a mano muy

    grosera. Nosotros continuamos hundiendo hasta

    la roca, y en aquella capa profunda hicimos sus

    hallazgos.

    Estos consisten en numerosos fragmentos de

    cerámica hecha a mano, de tierras rojizas con

    mucho grano de cuarzo y frecuentemente con

    decoraciones, percutores de cuarzo, dos hachas

    de pizarra de forma muy irregular, siendo

    propiamente dos planos los cuales se les ha hecho

    un corte y un par de tallas de sílex, que

    difícilmente se puede decir si han sido utilizados, un punzón de hueso de 15 cms., de

    largo, con la punta muy bien tallada( Fig.189) y que pudo servir para hacer las incisiones

    en la cerámica, tres fragmentos de vasos de piedra (serpentina)9 y numerosos fragmentos

    de molinos de mano, generalmente de forma aplanada la pieza de abajo, con un hoyo

    producido por el freno de la pieza superior, que tenía forma redondeada.

    6 Conservamos las figuras numeradas de aquella publicación. 7 Mélida. Museo Arqueológico Nacional. Adquisiciones en 1917 (Revista de Archivos, Bibliotecas y

    Museos. 1918. 8 Los números de figuras son los de la publicación original. 9 La serpentinita, son rocas metamórficas, ricas en minerales feromagnsianos, de rocas ígneas básicas y

    ultrabásicas muy pobres en sílice, la serpentina es una roca usada tradicionalmente por la textura, color y

    bandeado de gran belleza que se obtiene al pulirla, como roca ornamental, pulidas en formas de hachas

    (piedras del rayo).

    Fig. 188. Planta de la Cueva de Boquique

  • 11

    Las dos hachas salieron en la parte más baja de la excavación, los molinos se

    encontraron en diferentes lugares de esta cueva y también fuera de ella. Cerca de la

    pared del oeste de la cueva se encontraron multitud de restos de huesos carbonizados

    que parecen indicar un hogar. También recogió el Sr García Faria, dos piedras areniscas

    que por su forma, compara con los ídolos del Garcel i de Tròia, su parecido parece una

    mera casualidad.

    La cerámica

    La cerámica comprende diversos fragmentos sin

    decorar y otros decorados. (Fig.191) Entre los

    primeros, algunos son de pasta grosera, pero otros

    son frecuentemente bien pulidos, con las paredes

    algo gruesas. Los perfiles apenas si permiten

    adivinar algunas formas. (Fig.190) En determinados

    casos se encuentran señales de asas o con el asa bien

    conservada. Un grupo de fragmentos con decoración

    rudimentaria comprenden algunos con cordones con

    la marca de los nudillos aplicados en las

    paredes del vaso, pero siempre se trata de

    uno o dos y de dimensiones regulares y

    nunca formando serie, como ocurre en

    cualquier caso de la tierra mejor ornada.

    En este grupo podemos incluir fragmentos

    de bordes con marcas de dedos o

    incisiones hechas con un punzón al mismo

    canto del borde.

    Entre los fragmentos que podríamos

    citar con decoración desenrollada hay dos

    de cerámica grosera, con cordones en

    relieve, con impresiones digitales o sin las

    únicas de este tipo. De los primeros uno tiene

    la impresión digital plana como de costumbre, pero el otro es hecho con un dedo de punta

    marcando la uña. Otras decoraciones en relieve son en un par de fragmentos con la

    superficie pulida, cordones estrechos y finos.

    Un nuevo grupo está constituido

    por un fragmento con una doble serie

    de pezones muy pequeños cerca del

    borde y por dos tienen pezones

    combinados con incisiones. El más

    sencillo tiene dos no muy pequeños, y

    debajo de los diversas líneas

    onduladas e irregulares, incisiones. El

    otro tiene una serie de pezones

    pequeños a ras del borde, y un poco

    más abajo diversas líneas paralelas

    que forman una ondulación

    encuadrada por dos series de puntos

    Fig. 189. Punzón de hueso y dos

    hachas de piedra

    Fig. 191 Cerámica decorada

    Fig. 190. Perfiles de la cerámica.

  • incisos. La ondulación parece arrancar de un relieve roto que no se comprende bien si

    es una señal del nacimiento de un asa o de un cordón estrecho vertical en relieve.

    Siguen los fragmentos con decoración solamente incisa. El motivo más sencillo es el

    de la serie de puntos o pequeñas líneas discontinuas. En un fragmento con dos incisiones

    verticales, estos parecen realizados con las uñas. En ciertos casos son dos o tres series

    de puntos paralelos. Por excepción en un fragmento hay diversas series paralelas de

    puntos muy finos que arrancan de un pezón alargado por cada lado, habiendo otro grupo

    de serie paralelos de puntos más abajo del pezón, formando una ondulación que no se ve

    como acaba.

    Otro grupo de incisiones ofrecen conjunto de líneas paralelas continuas e incisas,

    muy próximas las unas y las otras, que debieron formar una zona bastante amplia. Aquel

    sistema de incisiones tiene de otros con las líneas más distantes o con incisiones

    transversales que parten de la parte inferior de la zona y que no sabemos si debía de ser

    el comienzo de un triángulo o de un zig-zag. Hay también un fragmento con líneas

    paralelas incisas, formando una zona combinadas con una línea de puntos, otro tiene la

    zona formada por dos líneas paralelas, entre las cuales hay incisiones rectilíneas

    transversales. Un nuevo grupo tiene motivos más variados, representados solos,

    desgraciadamente, por dos fragmentos. En uno de ellos hay dos líneas de puntos dejando

    entre ellos un espacio amplio que llenan un grupo de líneas incisas paralelas formando

    un zig-zag, los ángulos de los cuales cortan las líneas de puntos mencionado. El otro

    tiene dos series de incisiones formando ángulos paralelos que también se podrían

    comparar a dos guirnaldas de hojas esquemáticas.

    Un último grupo, muy interesante por lo que comentaremos después, comprende

    puntos incisos con una técnica especial. A consecuencia de no levantar el punzón hasta

    separarlo del todo de la superficie del vaso, después de cada incisión, en arrastrar la

    punta hasta llegar al nuevo punto, y queda impreso uno solo entre dos puntos, pero

    mucho menos profundo. Con esta técnica se han decorado seis fragmentos: el más

    sencillo tienen solo varias líneas horizontales paralelas. Un fragmento tiene una serie de

    líneas paralelas, las más exteriores de las cuales forman una doble ondulación, colgadas

    de una zona de líneas horizontales. Otro fragmento tiene un trozo de ondulación vuelta

    también con diversas líneas paralelas. Finalmente otro, con un asa, tiene, por debajo de esta asa, dos series de curvas concéntricas que se cruzan.10

    OTRAS PUBLICACIONES QUE CITAN EL YACIMIENTO DE BOQUIQUE

    Paredes Guillén, Vicente. El arquitecto y erudito placentino, nace en la localidad

    cacereña de Garguera en la provincia de Cáceres. Gran aficionado a la arqueología e

    incansable investigador de la comarca placentina, como de buena parte de Extremadura.

    Las primeras noticias que se tuvieron sobre el hallazgo de materiales arqueológicos en la

    cueva de Boquique y alrededores,. Aquellos primeros datos recogidos por él mismo los

    cita en su libro “Origen del Nombre de Extremadura, Tip. José de Hontiveros, Plasencia

    1886, pág. 33” nos especifica detalladamente sobre el yacimiento de Boquique. (Fig. 2)

    «Cerca de Plasencia en la dehesa de Valcorchero, al sitio de la Era de Guijosa, se

    encuentran los mismos vestigios en un recinto bastante extenso que se conoce estuvo

    10 Lamentablemente los materiales que donó Pedro García Faria, a Barcelona, actualmente están

    desaparecidos.

  • 13

    defendido por una muralla en los sitios que de él era accesible; pues lo demás del recinto

    lo tenía natural; pero estas construcciones están escavadas debajo de grandes peñascos

    que les servían de cubierta, y hoy hay muchas rellenas de tierra.

    En el centro está la mayor que llaman cueva de Boquique, apodo de un facineroso

    que se refugiaba en ella. Caben diez o doce caballos y cuarenta o cincuenta hombres.

    Uno de los peñascos que le sirve de cubierta tiene unos veinte metros de largo. Hoy tiene

    una boca grande, que debió en sus primitivos tiempos estar cerrada, y no tener otras

    entradas que aquellas más pequeñas en que se conocen han rozado la roca para abrirlas.

    En estas cuevas están mezcladas los instrumentos de piedra con las hachas de

    bronce y con fragmentos de cerámica muy tosca, en que no intervino el horno de

    alfarero»

    En otro trabajo de Vicente Paredes Guillén, realizado en Plasencia, en 1888, titulado

    “La Historia de los Framontanos Celtíberos”, (Fig. 3) p. 8, describe:

    “…cerca de Plasencia donde estoy escribiendo, se encuentran revueltos

    instrumentos de piedra, de bronce y tierra cocida, en cuevas rodeadas de construcciones

    que indican no ser de remota fecha”,

    Mélida José Ramón, que recoge las noticias de este descubrimiento, publicando en

    el Catalogo Monumental de la Provincia de Cáceres. pp, 8-9, Adquisiciones del Museo

    Arqueológico Nacional. 1917. Revista de Archivos Bibliotecas y Museos, julio-agosto,

    1918, p.5-6

    (Fig. 4)

    escribió que:

    CINCO PlEDRAS DE MOLER, descubiertas en la estación prehistórica de la

    Fig. 2 Portada y pág. 33 del

    libro."El nombre de Extremadura.

    V. Paredes Guillén

    Fig. 3 Los Framontanos

    celtibéricos V. Paredes Guillén

    1888

  • dehesa de Valcochero, en término de Plasencia (Cáceres), por don Pedro Carda Faria, que hizo donación de ellas al Museo. Quien primeramente dió cuenta de esa estación prehistórica fue el arquitecto e investigador de Plasencia don Vicente Paredes en su curioso libro Origen del nombre de Extremadura (pág. 33), donde la describe como ciudad troglodítica, compuesta de cuevas hechas con peñascos apoyados unos en otros, situadas en una eminencia dentro de un recinto, y en donde se recogieron hachas de piedra y de bronce y tosca cerámica.

    He visitado el sitio,

    que está a unos dos kilómetros al Norte de Plasencia, y a unos 2OO metros de altitud sobre esta ciudad. De las cuevas, una de las más notables es la llamada de Boquique, nombre de un bandolero que en ella tuvo su guarida. El señor García Faria hizo excavaciones en tal sitio en diciembre de 1916 y descubrió instrumentos de piedra y otros objetos, entre éstos las piedras de moler.

    Dos están completas y tres en estado fragmentario. Todas afectan la misma forma

    oblonga o elíptica, achatada por ambas caras, y en una socavada o ahondada para que sirviera de mortero. Están toscamente labradas en granito gris, y miden: la mayor, 0,55 por 0,28 metros; la segunda, completa, 0,41 por 0,23, y las fragmentarias, de ancho, dos de ellas, 0,29, y la menor, 0,18.Deben corresponder al periodo eneolítico.

    Mélida también habla de la cerámica hecha a mano, con pastas de barro rojizo con

    granos de cuarzo, y decoraciones en muchas de ellas, realizadas por medio de impresiones digitales o unguiculares o por la aplicación de cordones en relieve. También hace mención de haber visto instrumentos percutores de cuarzo, dos paletas de pizarra, un punzón de hueso. Trozos de pedernal y tres fragmentos de vasos de piedra (serpentina), objetos que donó al Instituto catalán así como un buen número de piedras de moler que entregó al Museo Nacional de Arqueología.

    Maluquer de Motes, J. Publica en la revista Zephyrus Vol. VII, (Fig.5) de la

    Universidad de Salamanca, un artículo “La técnica de incrustaciones del Boquique y la

    dualidad de tradiciones cerámicas en la meseta durante la edad del hierro.” pp, 157 y ss,

    1956.

    Maluquer, en este trabajo analiza las cerámicas de poblados de la meseta y efectúa diversas comparativas sobre los materiales exhumados en los distintos poblamientos estudiados con las cerámicas hasta hoy publicadas, llega a la conclusión de que los materiales hallados en la cueva de Boquique así como los hallados en niveles superficiales, tienen la notoriedad de que al encontrase con artefactos típicos como hachas neolíticas llevó a Bosch i Gimpera a considerar que las cerámicas de Boquique eran por lo tanto cerámicas muy arcaicas y en consecuencia encajadas en período neolítico.

    Fig. 4 Portada publicación Mélida 1918

  • 15

    Pero siendo totalmente justos en nuestras manifestaciones, deberíamos dispensar el empeño de aquellos autores antiguos en conseguir una primera sistematización armónica de la prehistoria peninsular, quizás encuadrarlas en un periodo tardío, que nosotros y en base a algunos otros hallazgos no tenidos en cuenta y correspondientes a las postrimerías de la edad del cobre, deberían obedecer no a los parámetros establecidos, sino, a fases de carácter regional, puesto que no está exento de peculiaridades según las regiones de la península, así tendríamos entre otros detalles, los estilos cerámicos o costumbres funerarias donde en su fase más tardía se encuentran los hallazgos de cerámicas decoradas como la de Boquique o las incisas. Reproducimos algunas de sus exposiciones en la publicación sobre “La técnica de incrustaciones del Boquique y la dualidad de tradiciones cerámicas en la meseta durante la edad del hierro” de Maluquer de Motes de 1956.

    “La tosquedad de las cerámicas de Boquique y como hemos comentado el hecho

    de hallar hachas de piedra pulimentadas, (designadas genéricamente con notable

    inexactitud como hachas neolíticas). La cerámica del Boquique se clasificó

    provisionalmente como neo-eneolítica. Esta cronología alta, atribuida a la técnica del

    Boquique, que aparecía asociada con cerámica decorada con cordones en relieve, con

    incisiones ungüiculares, etc., se basaba en buena parte en el hecho de que la misma

    técnica de rayas punteadas se había descubierto en fragmentos que sin lugar a dudas

    pertenecían a la llamada cerámica del estilo del vaso campaniforme.

    Blas Taracena Aguirre, otro reputado arqueólogo, Director del Museo Numantino

    y nombrado Director del Museo Arqueológico Nacional en 1939, en opinión en uno de

    sus artículos que fecha alrededor del año 800 a.d.n.e, comenta taxativamente que "la

    técnica llamada del Boquique, que sin lugar a duda aparece en el neo-eneolítico y se repite

    en núcleos hallstátticos, señala que en la Península es una continuidad racial y dentro de

    la técnica del Hallstatt español sólo dejan por ahora como importado el procedimiento de

    la excisión."11

    Lluis Pericot García, historiador, arqueólogo y especialista en prehistoria, alumno

    de Bosch i Gimpera, en su última síntesis de 1950, 12 en relación a la cerámica de

    Boquique sigue en definitiva las orientaciones de su maestro y que por lo tanto fueron

    cerámicas arcaicas fechable por lo tanto en período neolítico.

    Martín Almagro Basch, arqueólogo fue Director del Museo de Arqueología de

    Catalunya, en 1939, especialista en prehistoria, opina en su trabajo 13que se mantiene su

    criterio a pensar que las cerámicas llamadas de estilo Boquique se podrían datar con

    tendencia a fechas bajas,

    Martín Almagro, a su vez, mantiene su criterio de 1939, con tendencia a fechas bajas.

    Como se desprende de todo lo anterior, el problema planteado inicialmente por unos

    11 Taracena, B. "La antigua población de La Rioja", Archivo Español de Arqueología, 1940, p. 157. 12 Pericot. L. "La España primitiva". Barcelona, 1950. 13 Almagro. M. "La España de las invasiones célticas" en la H. de España dirigida por R. Menéndez.

    Fig. 5 Portada revista ZEPHIRUS

    Univ. De Salamanca

  • pocos fragmentos de la cueva del Boquique, fue desplazado del plano originario sin una

    revisión no ya de los mismos fragmentos, sino del yacimiento a que pertenecían, no

    habiendo tenido noticia de que la famosa cueva extremeña haya sido posteriormente

    visitada con vistas a ofrecer nuevos datos. A nuestro juicio el tema es del máximo interés

    para aclarar algunos aspectos del problema de la celtización de la Meseta.

    Familiarizados hace algunos años con la arqueología de la zona abulense-cacereña-

    salmantina, creemos poder aportar a dicho problema datos de interés positivo, pues

    desde hace algunos meses hemos iniciado excavaciones sistemáticas en el Cerro del

    Berrueco, uno de los primeros yacimientos en que aparecieron estas cerámicas, y hemos

    recogido enormes cantidades de cerámica decorada por el procedimiento del Boquique,

    nombre que creemos con toda propiedad para designar esa técnica, en modo alguno

    limitada, como se verá a la presencia de punto en raya que jamás constituye por sí misma una decoración.14.

    Comenta Almagro Bash, que la opinión de Maluquer en relación a la cerámica del

    Boquique, desde su punto de vista técnico es que:

    Después del examen de miles de fragmentos y algunos vasos enteros o reconstruibles

    del poblado de "Cancho Enamorado" en el cerro del Berrueco,15 creemos que debe

    mantenerse el nombre de cerámica del Boquique para un conjunto de cerámica peculiar

    y característica de determinadas poblaciones prehistóricas prerromanas de la Meseta

    española. El nombre es, asimismo, valedero, porque la llamada cueva del Boquique,

    como se verá, debe integrarse plenamente al complejo cultural y cronológico que

    analizamos, de la plena Edad del Hierro.

    Debe rechazarse el nombre de punto en raya, utilizado a veces para describir estas

    decoraciones cerámicas, porque ello sugiere el uso exclusivo de un punzón y en realidad

    el modo de trazar este tipo de surcos es muy variado, pero el más frecuente, es mediante

    el uso de piezas dentadas de piedra, hueso, sílex, cuarcita, caliza y pizarras. En realidad

    la técnica del Boquique es simplemente una técnica de incrustación.

    Desde este punto de vista la cerámica del Boquique es técnicamente análoga a la

    cerámica excisa, con la que aparece casi siempre asociada. Se diferencia de ella sólo en

    el hecho de que el tema decorativo lo representa la incrustación en aquélla, mientras en

    la excisa es la superficie reservada del vaso que destaca sobre la incrustación que actúa

    de telón de fondo.

    Marceliano, Sayans Castaños, Nace en la localidad cacereña de Cabezuela del

    Valle, el 29 de julio de 1910. Dr. En Medicina, y gran aficionado a la arqueología

    colaborando en la divulgación de Boquique, en su libro “Artes y Pueblos Primitivos de la

    Alta Extremadura” pp, 41-44 y 137. 1957. (Fig. 6)

    14 J. Maluquer de Motes, Nicolau. "Carta Arqueológica de España. Salamanca". Diputación de

    Salamanca, 1956. “Cerámicas de la Meseta” 187, Fig. 3. Cerámica incrustada en blanco. Casa Be 1 del

    poblado de "Cancho Enamorado”. Excavaciones S. I. A. S., 1956. 15 El Cerro del Berrueco es una elevación montañosa que se extiende entre los municipios de El Tejado,

    Puente del Congosto, Medinilla y Santibáñez de Béjar, en la provincia de Salamanca.

    http://es.wikipedia.org/wiki/El_Tejadohttp://es.wikipedia.org/wiki/Puente_del_Congostohttp://es.wikipedia.org/wiki/Medinillahttp://es.wikipedia.org/wiki/Santib%C3%A1%C3%B1ez_de_B%C3%A9jar

  • 17

    Como se ve, este yacimiento, que ocupa una de las laderas de la dehesa de

    Valcorchero y situado a unos cinco kms, de la ciudad de Plasencia, está necesitado de

    un estudio reglado que hasta hoy no se ha hecho.

    Nuestras prospecciones nos permiten hablar de una cerámica de finas paredes y

    muy variados elementos decorativos, en relieve, incisiones, estampillados, con variación

    en los perfiles de su contorno y en la capacidad de sus vasijas. Hay una gran variedad

    de cantos rodados, muy esféricos, subidos desde las cercanas orillas del rio.

    Es extraordinario el número de molinos de mano de tipo naviforme que se ven por

    todas partes. Recogí una piedra, encontrada en las inmediaciones de la cueva, que supuse

    cinabrio y hoy el dictamen de la Universidad de Salamanca (Carta del Dr. Maluquer,

    de fecha 3/7/1957), lo confirma informando que se trata de un cinabrio muy rico en

    mercurio.

    Texto de Sayans Castaños:

    Hallamos dos elementos que creemos

    fueron utilizados como pesario de redes, a

    pesar de haberlos visto clasificados, según

    Montelius y Menghin, referidos por Beltrán

    Martínez, como forma de hacha de combate.

    Respecto al cinabrio sugiere Maluquer que

    pudo haber sido utilizado como colorante de

    cerámica, para tatuaje o como veneno.

    En 1954, en la parte alta de uno de los

    crestones que se destaca más avanzado hacia

    la carretera de Salamanca y a los pies de un

    cabezo de canchales que coronan este vértice,

    exteriorizamos un grupo de piedras labradas

    que se dio a entender como grupo zoomorfo de un posible templo fisolátrico,

    perteneciente al conglomerado y situado en la parte anterior y cercano a una entrada.

    Fig. 6. Portada del Libro de M.Sayans Castaños, donde cita a la Cueva de Boquique.

    Fig. 7 Extensión de los dominios cerámicos.

    A, influencia del estilo Boquique; B,

    Cerámicas cardiales, C, convivencia de

    ambos tipos cerámicos

  • Recientemente en junio de 1957, en una relación de hallazgos se cita, sin determinar el

    lugar, la presencia de un verraco en Valcorchero. Creemos se trata del ya descubierto

    en 1954 por nosotros, al solicitar una aclaración en bien de la cronologación de

    hallazgos arqueológicos, aun no ha sido contestado nuestro público requerimiento.

    En la publicación de M. Sayans Castaños, Artes y Pueblos Primitivos de la Alta

    Extremadura, 1957, en la página 127 añade fotografía con 32 fragmentos en los que dos

    tienen aplicaciones con digitalizaciones, un fragmento con un mamelón, otro fragmento

    de borde con asa, dos fondos de ollas planos de cerámica grosera, y el resto panzas de

    formas indeterminadas. (Fig.8) En la página 137 fotografía con 8 fragmentos cerámicos

    decorados con técnica Boquique. (Fig.9)

    Fig. Cerámicas fondo M. Sayans Castaños

    Fig. 8 Fragmentos cerámicos del fondo de M. Sayans Castaños

    Fig. 9 Dibujos de algunos de los fragmento del fondo de M. Sayans Castaños.

  • 19

    Numerosas son las referencias sobre la cerámica de Boquique, sería por nuestra parte

    interminable, citar la bibliografía que cita este estilo cerámico, en los yacimientos

    excavados y que por comparativa aluden en sus hallazgos al estilo Boquique, (Fig.27)

    entre los investigadores más reputados podemos citar: Almago Gorbea; Javier Jiménez

    Ávila; Fernández-Galiano; F. Chaves Tristan; G. López Monteagudo; A. Alday Ruiz; Mª

    T. Mínguez Álvaro, entre otros muchos, en publicaciones que van desde finales de la

    década de los 70 a finales de los 80.

    Mª Cleofé Rivero de La Higuera, en el trabajo publicado en ZEPHYRUS Revista

    de prehistoria y arqueología de la Universidad de Salamanca, Nº 23-24 de 1972-73,

    pp.101-130, nos da a conocer una colección privada de D. José Luis Blanco de Plasencia,

    que conservaba en su casa de Plasencia una colección arqueológica conseguida por

    rebuscas, según él o por excavaciones clandestinas. Cita esta autora que posteriormente

    este lote de piezas fueron donadas al Museo de Cáceres. Pero queremos dejar constancia

    de que nos informaron que esta entrega del SDr. Blanco no se efectuó en el Museo

    Arqueológico de Cáceres, o Museo de Las Veletas, tan solo entrego el citado Sr, un

    fragmento de un hacha inventariada con el número 4825, y que según nos indicaron,

    posiblemente no sea ni siquiera del yacimiento de Boquique.

    La cerámica, lascas y puntas de sílex, del fondo del Museo de Cáceres, no figuran

    como entregadas por J.L .Blanco, aunque en el artículo de M. C. Rivero, se haga alusión

    a la donación al Museo de Cáceres. Este fondo se encuentra en el MAN, de Madrid.16

    Desde estas líneas queremos agradecer a los profesionales del Museo Arqueológico de

    Cáceres, la ayuda prestada facilitándonos las fotografías de algunas de las piezas que

    corresponden a la “Cueva de Boquique”.

    Algunos de los materiales depositados en el Museo de Cáceres, plantean dudas en

    cuanto a su lugar de hallazgo, Paredes, donó algunos materiales que en las fichas antiguas

    dice de la “·Era de la Guijosa”, en las cuevas que rodean a la llamada de Boquique, pero

    esas anotaciones son antiguas y no se puede asegurar que sean de allí ya que su legado nº

    96, donde se conservan una serie de fichas con anotaciones y fotografías no aclaran el

    verdadero lugar del hallazgo, fichas que se encuentran en el Archivo Histórico Provincial

    de la Diputación de Cáceres.

    Rivero de La Higuera, describe detallando cada pieza y que corresponden a la

    colección de José Luis Blanco, y que incluimos en este compendio de materiales de

    Boquique considerándolo como un excelente estudio que complementa aún más lo

    conocido hasta hoy de Boquique.

    El trabajo de Rivero de La Higuera 1972, se titula “Materiales Inéditos de la Cueva

    de Boquique. Datos para una nueva Sistematización de la Edad del Bronce en

    Extremadura.” En él describe la morfología y las características de cada una de las piezas

    que con sus correspondientes dibujos que nos ilustran holgadamente sus formas. Que

    permite hacernos una idea global de los útiles e utensilios usados por aquellas gentes que

    poblaron hace unos cuantos siglos las tierras placentinas.

    16 Como hemos indicado la mayoría de los materiales de este yacimiento se encuentran en el MAN de

    Madrid, los menos de ellos están expuestos en la sala VI, períodos del Bronce inicial y Bronce final, vitrina

    nº 1,en el Museo de Cáceres

  • PRIMERAS EXCAVACIONES OFICIALES DE 1970

    Hemos relacionado todas las referencias bibliográficas conocidas, llegando hasta este

    trabajo que corresponden a las únicas excavaciones que podríamos llamar oficiales,

    llevadas a cabo por M. Almagro en 1970 y publicadas en 1977 con el título de “El Poblado

    de Boquique o Valcorchero.” 17

    Destacamos que de los hallazgos tanto en la cueva como en sus alrededores, muchos

    de ellos están hoy día dispersos, formando parte de colecciones locales e incluso otras se

    encuentran alejadas de nuestra comunidad. Muchas de estas colecciones las

    consideramos definitivamente perdidas. El investigador M. Almagro Gorbea, en su

    publicación nos efectúa un resumen detallando del material que él conoció, y describe los

    materiales hallados en su excavación en la cueva, diversificándolo en cuatro grupos.

    Vista de la entrada de la cueva de Boquique. Foto publicación 1977

    Un primer grupo lo forman los materiales donados por Pedro García Faria en 1916

    al Institut d´Estudis Catalans, y que pública Pere Bosh i Gimpera en el Anuari de esta

    institución en el volumen de 1915-1920

    MATERIALES DE LAS EXCAVACIONES DE “ P. GARCÍA FARIA ”18

    Cerámica

    Los fragmentos sin especificar su número, su manufactura está realizada totalmente

    a mano, utilizando mucho desgrasante arenoso y micáceo. Sus formas reconocibles son

    escasas. Hay cuencos carenados y cuencos carenados con asa desde la carena al borde.

    La decoración de los fragmentos de este lote de cerámicas se distinguen entre: cerámica

    tosca; cerámica lisa, cerámica bruñida, cerámica decorada con mamelones.

    17 Almagro-Gorbea, El Bronce Final el Período Orientalizante en Extremadura. Bibliotheca Praehistorica

    Hispana 14, Madrid 1977. 18 Publicadas en 1915-20, en el Anuari del L´Institut d´Estudis Catalans, por P.Bosh i Gimpera.

  • 21

    Vasos con borde decorado con impresiones digitales o incisiones. Casos decorados

    con cordones, impresiones digitales o singulares; mamelóncillos en doble línea o

    combinados con incisiones y puntos incisos; decoraciones incisas a base de puntos; a base

    de líneas y puntos; incisa a base de puntos dentro de un surco inciso producido con un

    punzón al no separarse de la pared. (Fig. 10 y 1119)

    El conjunto de todas estas decoraciones son las que han determinado que las

    cerámicas halladas en la cueva de Boquique, hoy día sea un referente para todos los

    especialistas ceramistas, que trabajan en los distintos yacimientos de España, incluso en

    el extranjero, denominándose como “Técnica de Boquique”.

    Piedra a.-Molinos de mano

    lisos y molinos sencillos (Fig.12)

    b.- Percutores de cuarzo.

    c.- Lajas de pizarra irregulares.

    d.- Lascas de sílex.

    e.- Tres fragmentos de vasos? de serpentina.

    Hueso

    19 Los dibujos, corresponden a los de la publicación de M. Almagro Gorbea de 1977. Foto, con las cerámicas

    originales, de la publicación de P, Bosch i Gimpera en el Anuari del L´Institut d´Estudis Catalans, MCMXV-

    XX

    Fig. 10 Publicación de P.Bosch i Gimpera

    Fig. 11 Publicación de P. Bosch i Gimpera

  • Un punzón de punta aguda seguramente empleado para decorar la cerámica.

    MATERIALES DE COLECCIÓN PRIVADA Y HALLAZGOS DIVERSOS

    Estos materiales son los publicados en su artículo Mª C. Rivero, 1972-3, de la

    colección privada de José Luis Blasco de Plasencia, y que hoy, constituye el más rico

    exponente de los materiales de Boquique y sus alrededores.20

    Lamentablemente se desconoce el lugar exacto de su hallazgo ya que el Sr. Blasco,

    no lo especifica. Bien podrían ser materiales excavados en la propia cueva o de los abrigos

    cercanos, o quizás de la zona de enterramientos que se encuentra a poco más de 40 metros.

    Desde nuestra opinión creemos

    que algunos de estos materiales

    corresponden a las cistas

    expropiadas desde hace muchos

    años.21.

    Sílex

    1 hacha de sílex gris tosca algo

    retocada. 2 hojitas de sílex

    blanco lechoso. (Fig. 13)

    Vidrio

    1 cuenta de collar de forma redonda de color ámbar oscuro.

    Piedra

    2 Alisadores de piedra para la cerámica. 1 pesa percutor.

    1 pizarra rodada con perforación en el centro y escotaduras laterales.

    28 Pesas de red, o de telar, de forma oval plana con escotaduras

    laterales. (Fig.16-17) 2 “moldes” probablemente.

    Alisadores con ranura transversal. (Fig.18) 1 raspador discoidal.

    Cuentas de collar

    1 cuenta de collar cilíndrica de cornalina.

    20 Al igual que otra opinión oficial, creemos que algunas piezas de este lote pudieran ser de cualquier otro

    lugar, ya que son hallazgos fuera del contexto científico y arqueológico, según Rivero, materiales

    conseguidos por rebuscas o excavaciones clandestinas. 21 Cuando conocimos este yacimiento a finales de los 70, nos enseñaron el lugar personas en aquella época

    residentes en Plasencia comentándonos que se encontraban excavadas clandestinamente.

    Fig. 12 Molino barquiforme para moler cereales

    Fig. 13 Lascas de sílex, cuentas de collar.

  • 23

    Hachas de piedra

    5 hachas toscas de piedra sin acabar de pulir. (Fig.14-15)

    Fig. 14 Hachas de anfibolita Fig. 15 Hachas rusticas 15 cms. largo

    Fig. 16 Pesas de red. Canto afilado Fig. 17 Pesas de red. Pulidor

    Fig. 18 Moldes de fundición para agujas o punzón

  • Cerámica

    Los fragmentos cerámicos de esta colección, son los que reúnen mayor interés y por su

    cantidad aunque no se conoce ningún dato referente a los lugares exactos donde los

    encontró o como los encontró o si son de excavación de la cueva o de otros lugares.

    Decoración bruñida externa tipo “lapa de Fumo.”22 (Fig. 19)

    Dos fragmentos corresponden a vasos de pared gruesa y forma indeterminada con

    motivos geométricos de triángulos rellenos y trazos paralelos. Uno de ellos corresponde

    al borde de un cuenco carenado de borde vertical con triángulos cubiertos de bruñido.23

    Decoración de pintura geométrica roja tipo “Carambolo.”24(Fig.20)

    Dos fragmentos de pequeños cuencos carenados de borde vertical decorado con líneas

    paralelas y frisos de triángulos y rombos. La Pasta de color pardo claro. Dos fragmentos

    bruñidos de pasta parda oscura, negra con motivos geométricos semejantes.

    22 “Lapa do fuma”, Cueva que se encuentra en Sezimbra-Setúbal-Portugal, donde se han hallado gran cantidad de cerámicas del neolítico y edad del bronce, así como culturas posteriores. Por la similitud con

    estas cerámicas se las clasifica con este nombre. 23 La Cerámica bruñida se consigue, presionando objetos, madera, hueso o piedras con la intención de cerrar

    los poros del barro y lograr una impermeabilidad de la pieza, quedando una superficie totalmente lisa. 24 Cerámica del primer período tartésico (bronce final), principalmente en el sureste y sur de la Península, se caracteriza por los motivos decorativos bruñidos, fechable hasta el siglo VII a.d.n.e,, período

    orientalizante.

    Fig. 19 Cerámica pintada "Lapa do

    Fumo"

    Fig. 21 Cerámica bruñida pasta pasta-rojiza y perfiles carenados. En el MAN

    Fig. 20 Fragmentos de panza y borde.

    Pintadas

  • 25

    Cerámica bruñida de paredes finas.

    Dos cuencos carenados forma completa, pasta pardo-rojiza, borde algo exvasado con una

    base reducida de ónfalo. Siete perfiles de vasos carenados pasta pardo-rojiza. (Fig. 21)

    Cerámica bruñida de paredes finas.

    Ocho fragmentos correspondientes a cuencos carenados, de pasta pardo-oscura o gris.

    Un cuenco casi completo, aunque muy fragmentado. Como decoración cuatro círculos

    rehundidos en torno al ónfalo de la base, de color negro oscuro, con desgrasante de arena

    y mica. La superficie del vaso bruñida negra, aunque le faltan algunas partes de la

    superficie. Realizado a torno. (Fig. 22)

    Pasta gris oscuro, bruñido

    Fig.22 Cuenco casi completo a torno.

    Pasta gris-oscuro superficie bruñida. y

    color negra, de 14,3 cms, diámetro

    total. MAN25

    25 Fotos MANF_56_27_S; MANF_56_27_S4

    Fig. 23 Perfiles de cuencos carenados

  • Cerámica bruñida de paredes gruesas

    Dos pequeñas ollas de cuello ligeramente exvasado hacia afuera, carenados con asa ancha

    del borde a la carena. Pasta pardo-rojiza a negruzca. (Fig.23)

    Un fragmento de cuenco carenado con dos agujeros en el cuello del cuenco y otras dos

    perforaciones alargadas por debajo de la carena. Pasta pardo-rojiza a negruzca. (Fig. 24)

    Dos fragmentos de cuencos con cuello vertical y panza ovoide de pasta parda-rojiza

    bruñida a torno. (Fig. 25)

    Cerámica con decoración incisa tipo “Boquique”

    De este tipo cerámico de este lote únicamente se tienen cuatro fragmentos, uno con doble

    pezón cilíndrico le falta el segundo pero conserva el arranque y borde horizontal. (Fig.261)

    Un fragmento con un asa perforada vertical junto al borde y un motivo decorativo en

    líneas incisas en semicírculo bajo el asa, en ángulos bajo el borde y trazos verticales sobre

    el mismo.(Fig.262) Un fragmento con motivo de ángulos (Fig.263) y otro con toda

    la superficie cubierta de líneas de puntos. (Fig. 264)

    Fig. 23 Ollitas monoansadas de pasta pardo-rojiza de paredes gruesas.

    Fig. 24 Fragmentos de cuenco carenado con perforaciones

  • 27

    Cerámica con decoración incisa de líneas.

    Un fragmento con asa ancha y pequeños trazos incisos junto a uno de sus arranques.

    (Fig. 265) Un fragmento con banda de líneas incisas en aspa. (Fig. 266)

    Fig. 26 Fragmentos con decoración incisa, tipo Boquique

    Fig. 27 Cerámicas groseras decoradas

    Fig. 25 Fragmento de vaso carenado, cuello exvasado panza ovoide

  • Cerámica tosca de paredes finas. Un borde de olla cuello vertical y panza globular de una urna de urna de cuello vertical,

    cerámica grosera a mano con incisiones oblicuas en línea al comienzo de la carena, de

    pasta gris casi negra con abundante desgrasante de cuarzo y mica. (Fig. 271)

    Un fragmento de una pequeña ollita con cuello vertical de pasta pardo-rojiza. (Fig. 272)

    Fragmento de borde con aplicación de mamelón aplanado perforado. (Fig. 273)

    Cerámica con superficie peinada o cepillo

    4 Fragmentos de la misma pieza, con borde vertical y panza globular de pasta pardo-

    rojiza, con abundante desgrasante arenoso y de cuarzo, la superficie está alisada con

    cepillo o peine. (Fig. 28) Fragmento con decoración aplicada en relieve triangular. (Fig,

    29)

    Cerámica grosera

    Fragmento de panza pared gruesa, pasta pardo-rojiza desengrasante de arenas, cuarzos y

    mica, decorado con un triángulo aplicado. (Fig.29)

    Cerámica tosca de paredes gruesas

    Dos fragmentos de panza con aplicación de un cordón y decorado con digitalizaciones.

    (Fig.30) Dos fragmentos lisos, y un fragmento con decoración aplicada en relieve.

    Fig. 28 Cerámica de superficie peinada

    Fig. 30 Cerámica con aplicación de cordón con impresión digital

    Fig.29 Panza con aplicación en relieve en forma

    triangular

  • 29

    Cerámicas espatuladas

    Fragmento con aplicación a modo de cordón, con mamelón horizontal, pasta oscura con

    desgrasante, superficie color gris, superficie espatulada. (Fig.311). Borde y panza olla con

    cuello exvasado y panza globular, de pasta pardo-rojiza, con desgrasante de arena, a torno.

    (Fig.312)

    Fragmento con ensanchamiento en el borde, pasta oscura con desgrasante de arena y

    cuarzo. Superficie color gris, espatulada. Fig.313) Fragmento de panza, pasta gris-pardo,

    lisa.

    Fragmento de borde a torno de pasta parda, con engarce en la panza a modo de asidero.

    (Fig.32)

    Cerámicas fina bruñidas

    Borde de plato labio ligeramente exvasado. Pasta gris oscura. Superficie exterior gris

    oscura caso negra. Bruñida. Con desgrasante de arena. Realizada a torno. Fig. 331)

    Fragmento de cerámica fina, olla con cuello ligeramente exvasado. Pasta oscura gris, con

    desgrasante de arena superficie exterior gris y negra en el exterior. de color gris-negro.

    En el interior algo más bruñido. (Fig.332)

    Vaso carenado Pasta parda, desgrasantes de arena, cuarzo y mica. Superficie pardo-

    grisáceo, con manchas grises. Bruñida. (Fig.341).

    Fragmento de borde y parte de la carena pequeña ollita, de pasta rojiza-grisacea, con

    desgrasante de arena. Bruñida, superficie de color rojo-gris, a torno.(Fig.342)

    Fragmento de vaso carenado. Pasta pardo-oscuro, desgrasante de arena y mica.

    Superficie bruñida, (Fig. 343)

    Fig. 31. Cerámicas espatuladas y liso Fig. 32 Fragmento de borde

  • Fig. 34 Cerámica bruñida

    Cerámica espatulada

    Fragmento de borde de pasta y superficie color pardo-rojizo, Bruñida con desgrasante de

    arena, a torno.(Fig. 333)

    Fragmento de borde. Pasta color pardo, fina con desgrasante de arena. Espatulada. (fig.

    334)

    Moldes de arcilla para la fundición de agujas de bronce.

    Tres piezas de barro cocido se cree que pudieron ser utilizados para molde de fundición

    de piezas de bronce, dos de ellas de idénticas características, para la confección de

    cabezas de agujas en forma de discos con tres niveles de círculos y acanalados en torno

    de un agujero central.

    La tercera pieza corresponde a otro molde en cerámica al inicio del cuerpo abocinado de

    la aguja de sección cilíndrica. (Fig. 35)

    Fig. 33 Cerámica bruñida

    Fig. 35 Moldes de fundición en cerámica. Cabeza de aguja y molde de cuerpo de aguja

  • 31

    MATERIALES CONSERVADOS EN EL MUSEO ARQUEOLÓGICO

    PROVINCIAL DE CÁCERES

    En el Museo de “Las Veletas” o Museo Arqueológico Provincial de Cáceres,

    conserva una serie de fondos compuestos por materiales líticos, pétreos y cerámicos,

    atribuibles a Boquique, dos fragmentos de estas cerámicas corresponden a los entregados

    por V. Paredes, 26 así como otros materiales que corresponden a otros yacimientos. (Fig.

    36-36b)

    1.-Fragmento de panza con líneas incisas y debajo de estas líneas paralelas el comienzo

    de una decoración en zig-zag, pasta parda clara, con desgrasante fino, posiblemente

    corresponda a l fragmento de l asa.Inv. 427

    2.-Fragmento de panza y parte de un asa redonda, de pasta parda clara, con desgrasante

    fino. La decoración incisiones en zig-zag Inv. 430.

    3.-Otros tres fragmentos cerámicos

    De los materiales que en principio M. C. Rivero, detalla en su artículo que los

    materiales de la colección de J.L Blanco de Plasencia, los donaba al Museo de Cáceres,

    pero esto no fue así, de todos los materiales publicados, tan solo entregó un fragmento de

    hacha inventariada con el nº 4825.27 (Fig.37) Todos los materiales se hallan expuestos en

    una sala del Museo. 28

    Fig. 36 Cerámica del fondo antiguo. Inv. 427

    26 Agradecemos, la colaboración de esta Institución por las fotos que nos han facilitado, para este trabajo 27 Según nos informaron responsables del Museo de Cáceres, no creen que este fragmento de hacha

    entregada por J.L. Blanco, sea de Boquique, sino que puede pertenecer a algún otro lugar. 28 Fondo antiguo, según nos informa el Museo, se ignora tanto su donante como su descubridor, expuestos

    en la Sala II, vitrina, 7

  • OTROS FRAGMENTOS CERÁMICOS DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO

    PROVINCIAL DE CÁCERES

    1.- Fragmento de panza forma ovoide, de pasta parda clara, y decoración en zig-zag, en

    líneas paralelas, bruñida, con desgrasante muy fino. Inv.426. (Fig.38)

    2.-Fragmento de pasta parda clara, desgrasante de arena y cuarzo, decoración de trazos

    incisos en espiga, entre las líneas incisas. (Fig. 39)

    3.-Fragmento de pasta parda con tonalidad más oscura por cocción, decoración con líneas

    de trazos incisos cruzadas. (Fig.40)

    Fig. 38 Cerámica de Boquique. Museo de Cáceres Inv. 426

    Fig. 36b Cerámica fondo antiguo. Inv. 430

    Fig.37 Fragmento de hacha Inv. 4825

  • 33

    Fig. 39 Cerámica de Boquique. Museo de Cáceres Inv. 429

    Fig. 40 Cerámica de Boquique. Museo de Cáceres. Inv. 428

    MATERIALES DE LAS EXCAVACIONES OFICIALES DE 1970

    La excavación llevada a cabo por Martín Almagro Gorbea en 1970, han sido

    realmente las únicas con rigor científico, ya que las anteriores realizadas por Paredes o

    las que realiza García, en aquellos tiempos se limitaban únicamente a acopiar los distintos

    materiales que van aflorando al ir extrayendo las distintas capas de tierras.

    en la extracción de las tierras. aunque por el estado lamentable del espacio a estudiar

    como consecuencia de las múltiples excavaciones clandestinas, no consiguiendo ninguna

    estratigrafía fiable y publicando sus conclusiones en 1977. (Fig. 41)

    Se realizaron dos catas de 1 x 1 mts, en la parte Noroeste de la Cueva, a la izquierda

    de su entrada principal, lugar donde su potencia estratigráfica ofrecía una mayor

    profundidad, pero sus tierras resultaron totalmente alteradas, por las excavaciones

    realizadas a principio del siglo XX.

  • Los materiales hallados

    correspondían a algunos fragmentos

    contemporáneos a la cueva, entre-

    mezclados con cerámicas y otros

    elementos metálicos modernos.

    Solamente se obtuvieron algunos

    fragmentos en las aberturas existentes

    entre las rocas más profundas que

    denotaban un nivel original con

    escasa potencia estratigráfica, pero

    que permitió exhumar diversas

    cerámicas que han permitido

    complementar hasta ese momento los

    pormenores históricos del yacimiento de

    Boquique en Plasencia.

    Nivel I

    Muy superficial y revuelto,

    entremezclados con restos de cenizas de

    hogueras así como utensilios metálicos

    modernos. 10 Fragmentos de cerámica

    bruñida, 36 fragmentos de cerámica tosca

    , 3 trozos de sílex, Destaca su autor un

    alisador de granito , un perforador en

    extremo de una hoja de sílex de tonalidad

    lechosa, dos lascas raras de sílex algo

    retocadas en su borde y un fragmento de

    pesa de telar con perforación central. (Fig.

    42) Fig.42 Fusayola de barro y lascas de sílex

    Fig. 43 Fragmentos cerámicos recogidos en el nivel I

    Nivel II

    Nivel menos revuelto, del que se obtuvieron 19 fragmentos de cerámica a torno, donde

    todavía se apreciaban las tierras removidas de las excavaciones de comienzo del siglo

    Fig. 41 Interior de la cueva zona NW

  • 35

    XX. Las cerámicas de pastas rojizas amarillentas con zonas carbonosas.29 La tipología de

    los fragmentos de este nivel son los siguientes:

    Cerámica “De Boquique” 5 Fragmentos, destacando 1 decorado por las dos caras.

    Fragmento algo bruñido y con decoración de incisiones formando 3 líneas paralelas

    curvas, la misma decoración en vertical, 1 a 5. (Fig. 43)

    Cerámica bruñida

    41 Fragmentos, en su mayoría atípicos y muy pequeños, 6 de ellos con borde.

    Cerámica peinada o cepillo

    4 Fragmentos bruñidos por una cara y a cepillo. El interior.

    Cerámica tosca

    120 Fragmentos pertenecientes a panzas con mucho desgrasante arenoso.

    Entre las cerámicas halladas en la cata realizada, se hallaron dos fragmentos del borde de

    un cuenco de dimensiones profundas, con aplicación de mamelón cilíndrico pronunciado

    que sobresale de la pared 2 cms, cerca del borde. (Fig. XXXIV)

    Sílex Una lasca muy pequeña y rara.

    Nivel IIb

    Almagro denominó el nivel II b, (Fig.45) con la superficie que estaba en contacto con la

    roca natural de este estrato se hallaron una serie de materiales vinculados con el estado

    original del yacimiento.

    Fig. 43 Fragmentos cerámicos del nivel II

    Piedra

    Un alisador de granito de forma ovoide con las caras allanadas. Un fragmento de colorante

    ocre-rojizo. Un fragmento de hoja de sílex. (Fig.44)

    29 Se llama a cerámicas carbonosas aquellas que en su composición pueden tener carbón machacado, y a la

    hora de su cocción a baja temperatura, esta tiende a quedar la pieza de tonalidad negra.

  • Cerámica “de Boquique” 4 Fragmentos, dos bordes decorados con líneas horizontales y curvas con distinta

    disposición, (Fig.46) 2 fragmentos incompletos.

    Fig. 44 Alisador y lsca de sílex

    Cerámica incisa. (Fig.465)

    3 Fragmentos decorados con líneas de trazos paralelas y un fragmento con un motivo

    circular rodeado de puntos incisos

    Cerámica bruñida fina

    3 Fragmentos de cuencos carenados y borde vertical.

    Cerámica bruñida gruesa

    48 Fragmentos en su mayoría panzas, uno decorado con un cordón con huellas digitales,

    otro con una asa ancha.

    Fig. 46 Cerámica incisa y superficie peinada.

    Fig. 45 Nivel II b

  • 37

    Cerámica a peine o cepillo (Fig.4610)

    1 Fragmento de una urna de tamaño grande con borde vertical y 4 fragmentos a peine

    por una cara y bruñida por la otra

    Cerámica tosca (Fig.47)

    118 Fragmentos, en su mayoría indeterminados, salvo algún borde y un fragmento con

    un grueso mamelón.

    Fig. 47 Cerámicas toscas del nivel II b

    La cueva tiene dos aberturas a modo de entradas, es en la entrada norte de la roca

    donde se realiza la segunda cata, que comunica con la cueva a través de una galería

    estrecha. La tierra de esta zona también se encontraba totalmente revuelta, aunque el

    material que proporcionó estas capas de tierra fue homogéneo, no pudiéndose

    establecerse en la excavación una estratigrafía coherente, ni siquiera en algunas de las

    grietas que también se analizaron.

    Los materiales exhumados en esta zona norte, difieren de los de la entrada sur o

    entrada principal a la cueva, aunque estos materiales no se pueden considerar diferentes

    de otros materiales hallados en este yacimiento tanto de las excavaciones clandestinas o

    unos y otros de los hallazgos esporádicos ya citados, por lo que complementan y

    establecen una correcta valoración y catalogación de la cerámica de Boquique.

    Los materiales hallados en esta entrada norte, comparándolos con los de la entrada

    sur, fueron en menor cuantía, quizás por haber sido la zona más rebuscada y a la vez la

    más escondida a la hora de efectuar excavaciones ocultas.

    Cerámica de retícula bruñida externa tipo “Lapa do Fumo”

    De entre los fragmentos exhumados, su autor considera de este estilo a los números 1-2,

    poniendo en duda otros tres fragmentos. Tres corresponden a vasos de paredes gruesas y

    uno a paredes finas. (Fig. 48)

  • Cerámica con decoraciones geométricas de líneas rojas tipo “Carambolo”

    Un fragmento de cuenco carenado con borde vertical de pasta negruzca con decoración

    de líneas horizontales y triángulos con trazos en su interior número 3. Un fragmento de

    vaso carenado decorado con líneas horizontales y paralelas número 4, de pasta clara.

    Fig. 48 Cerámica pintada bruñida tipo "Lapa do Fumo" El 4 Tipo “Carambolo” resto cerámicas

    bruñidas finas

    Cerámica bruñida fina

    8 Fragmentos de pequeños vasos carenados. Uno tienen un grafito en forma de E

    mayúscula, (Fig.485-11).

    Cerámica bruñida de paredes gruesas

    111 Fragmentos en su mayoría simples bordes y panzas sin ningún tipo de peculiaridad,

    de pastas variadas con desgrasante en su mayor parte.

    Cerámica a cepillo

    Este tipo de cerámica es numerosa, con 67 fragmentos y 9 con una cara decorada con

    cepillo y la otra cara bruñida. Un fragmento tiene el borde con impresiones digitales, el

    resto sin interés y no se presentan sus dibujos.

    Cerámica tosca

    136 Fragmentos sin interés, con desgrasantes de tipo gruesos, cerámica que no se han

    encontrado en las cerámicas conocidas hasta estos hallazgos en esta entrada norte.

    Los materiales que se inventariaron en esta excavación publicados por Almagro,

    permiten llegar a la conclusión de que el grupo mayoritario de cerámicas fueron las

    cerámicas toscas de recipientes medianamente grandes, con paredes sin pulir o decorar,

    y representan el 70% del volumen de todo los materiales recogidos en las distintas etapas

    de investigación de este yacimiento, incluyendo los materiales de colecciones privadas.

    El 25% restante corresponden a cerámicas decoradas o bruñidas, incluyendo las

    cerámicas del tipo “Lapa do Fumo”, o las cerámicas con decoración con pintura roja tipo

    “Carambolo”. Entre la diversidad de recipientes que han podido establecerse su forma,

    los más abundantes son los carenados con bordes rectos o abiertos y los cuencos

    globulares u ovoides.

  • 39

    OTROS MATERIALES NO PUBLICADOS COLECCIONES PRIVADAS

    Piedra

    Hacha de piedra de forma isósceles de anfibolita gris, con muestras de repiqueteado en

    una de sus caras, sección oval a dos biseles de punta redondeada, filo redondeado

    pulimentada en toda su superficie. Sus medidas son: 8 X 4,7 cms,30 fechable 2.500 a.d.n.e.

    (Fig.49 ). Hachas rusticas (Fig.50) Pesas de pesca o de telar. (Fig.51)

    Hueso

    Punzón de hueso de ovicaprido, afilado en su extremo apuntado fragmentado para

    conseguir la punta plana. Posiblemente lo utilizara un tejedor. Las dimensiones son 17,7

    de largo y 1,4 cms de diámetro. (Fig.52)

    Bronce

    Punta de flecha de bronce, del tipo “Palmela”.7,5 x 2,1 cms.31 (Fig.53)

    30 El hacha de piedra pulida es considerada como uno de los acontecimientos más importantes de la época

    neolítica. Mientras que un hacha se utilizaba para destazar animales, otra se utilizaba para moler cosas

    suaves. Las hachas facilitaron el desmonte de la tierra, permitiendo con ello la expansión de la agricultura.

    También eran armas muy eficaces. Se cree que durante el neolítico muchas se usaban para defenderse de

    los enemigos más que para talar árboles. La necesidad de auto protegerse condujo a muchos pueblos a una

    vida más centralizada dentro de muros altos 31 Según nos informaron en 1980, fue hallada superficial

    Fig. 49 Hacha pulimentada Fig. 50 Hachas rusticas

    Fig. 51 Pesas de pesca o de telar

    Fig.52 Punzón de hueso

  • Fig. 53 Punta de flecha en bronce tipo "Palmela"

    Restos de fundición.

    Escorias de cobre en forma de lupia de sangrado, alrededores de la cueva de

    Boquique.32(Fig.54)

    Pequeño recipiente hueco hecho a mano

    Objeto hueco, realizado ahondado con el dedo, con pie con agujero rectangular, sin base

    definida, cerámica rustica barro, con grano y pequeñas piedrecitas. (Fig.55)

    Fig. 54 Moco de Fragua

    Cerámica bruñida

    Fragmentos cerámica bruñida, de pastas variadas, pardas claras, oscuras, pardas-rojizas y

    ocres, en la mayoría con desgrasante, arenoso y de cuarzo. Las características similares a

    las descritas en las catalogadas anteriormente. (Fig.56)

    Cerámica tosca

    Fragmento de panza, de pasta parda oscura con desgrasante (Fig.57)

    Cerámica incisa

    De este tipo decorado, dos fragmentos con incisiones en línea realizados en panza de

    recipiente de buen tamaño y grosor, pasta parda oscura. (Fig. XLV2)

    32 Según fuente informativa, moco de fragua, posiblemente de un horno.

    Fig. 55 Pequeño recipiente hueco

  • 41

    Fig. 56 Cerámica bruñida

    Dibujos de cerámicas Fragmentos de cerámicas y reconstrucción de sus formas, no conocemos sus

    características morfológicas. 33

    Fragmentos de un vaso carenado. (Fig.581)

    Fragmento de borde y comienzo de la panza, con decoraciones incisas en todo el borde,

    debajo saliente de la pared, y dos líneas de incisiones. (Fig.582)

    Fragmento de panza, con decoración de tres líneas de incisiones de punzón.(Fig.583)

    Fragmento de pequeña ollita, decoración con incisiones en línea en el borde en la panza,

    la decoración está compuesta por tres líneas inclinadas de puntos. (Fig.59)

    33 Cerámicas de colección privadas únicamente pudimos dibujarlas, procedentes del entorno próximo a la

    cueva. Nosotros nos inclinamos que son de ajuares.

    Fig. 57 Cerámica tosca. Cerámica con líneas incisas en línea

  • OTROS MATERIALES DE BOQUIQUE34 COLECCIÓN PRIVADA

    Cerámica

    1.- Fragmento de cuenco a torno, superficie alisada, con el borde abierto, de pasta gris

    oscura, ocre-rojiza en el exterior, depurada medianamente con desgrasantes arenosos y

    cuarzo, su aspecto externo viene marcado por una cocción regular que presenta en el

    exterior una tonalidad ocre amarillenta. La decoración se realizó con un molde alargado

    presionando antes de la cocción, separados por líneas prensadas, combinando la

    decoración en forma de espiga.35 (Fig.61)

    2.- Fragmento de panza, con aplique de mamelón aplanado a modo de asa, de pasta parda,

    con abundante desgrasante de arena y cuarzo. (Fig.62)

    3.- Fragmento de olla, con borde exvasado y panza ovoide, diámetro de la boca 15 cms, aproximadamente a torno, decoración incisa lineal pasta parda-rojiza, con abundante

    desgrasante grandes y grano arenoso. Cerámica tosca, con un mamelón. (fig.63)

    34 Materiales como los anteriores de procedencia privada. 35 Chaves F- Mª.L. de la Bandera. “La cerámica de Boquique aparecida en el yacimiento de Montemolín

    (Marchena-Sevilla), p.376,

    Fig, 60 Olla decorada. Borde exvasado y fragmento de panza

    Fig. 58 vaso carenado Fig.59 Vaso cuello vertical

  • 43

    4.- Fragmento de cuenco carenado con el borde abierto, de pasta gris-negruzca,

    regularmente depurada, desgrasante de arena y cuarzo, su forma bien marcada , cocción

    regular, presenta tonalidad ocre en el exterior y en el interior, ocre-gris, negruzca hacia el

    fondo del cuenco. (Fig.64)

    5.- Fragmento de panza fina, de pasta color ladrillo, de pasta depurada y desgrasante

    minúsculo, la decoración está compuesto por un friso con radios verticales, en relieve, el

    fragmento conserva una pátina original. (Fig.65)

    6.- Fragmento de borde de urna, de pasta parda-oscura con zonas negras, bruñida. La

    decoración Boquique, son cuatro líneas junto al borde y 4 líneas incisas formando un

    semicírculo. (Fig.66)

    ………………………….Fig. 61 Fig. 62

    Fig. 63 Borde y panza olla.

  • Fig. 64 Cuenco carenado

    Fig. 65 Cerámica decorada con líneas en relieve.

    Fig. 66 Fragmento con decoración incisa

    MATERIALES CONSIDERADOS COMO PROCEDENTES DE BOQUIQUE

    En el Museo Arqueológico Provincial de Cáceres, están expuestas dos hachas como

    procedentes de Boquique, sin documentarse su descubridor ni el donador. Pere Bosh i

    Gimpera publica que Pedro García Faria, hizo excavaciones y encontró entre otros

    muchos materiales, dos hachas de bronce (Fig. 66) en la parte más baja de la excavación.36

    36 Entendemos debe referirse al estrato más bajo de su excavación.

  • 45

    El fondo museístico de Cáceres, también nos han facilitado instantáneas de puntas de

    flechas, cuchillos, lascas de sílex, o fragmentos de puntas y lascas de cuarzo.37 (Fig.67)

    LA CERÁMICA DE BOQUIQUE

    La cerámica de Boquique es el conjunto de un determinado estilo decorativo muy

    característico y que comienza a ser divulgado por primera vez por V. Paredes Guillén a

    finales del siglo XIX, a través de sus hallazgos en la cueva “Cueva de Boquique” o de

    los alrededores, en la dehesa de Valcorchero a las afueras de la ciudad de Plasencia. El

    nombre de cerámicas de Boquique, crea un referente para todas las cerámicas con similar

    estilo decorativo y que se van conociendo en los nuevos estudios arqueológicos en la gran

    diversidad de yacimientos en la Península Ibérica, Baleares incluso en yacimientos de

    Europa Central. La decoración se conseguía con el uso de punzones de hueso o maderas,

    que tallarían hasta conseguir un determinado motivo, creando líneas incisas o motivos

    redondeados en los bordes, carenas o panzas, de la pieza a decorar.

    Ante la diversidad de opiniones de los distintos investigadores que van conociendo

    este yacimiento, unos lo encasillan como perteneciente al neolítico tardío, Bosh i

    Gimpera, 513-516, Paredes Guillén, 33. Pero Maluquer, 157, comenta que es inexacto

    clasificar las hachas de piedra halladas como neolíticas, y las clasifica como neo-

    eneolíticas,38 y en cuanto a las cerámicas decoradas de Boquique, otros autores sitúan a

    esta cerámica como perteneciente a la Edad del Bronce pleno, datando este período entre

    el 2.500 al 1.700 a.d.n.e.

    37 Materiales considerados como pertenecientes a Boquique, pero nos sugieren que al no ser provenientes

    de excavación y solo de algún aficcionado que las recogido. El Museo creen que no son de Boquique. 38 Este período se establece en un neolítico tardío, llegando incluso hasta el 2500 a.d.n.e, no obstante estas

    clasificaciones, no concretan la situación geográfica de los yacimientos dentro de un contexto en la

    Península, así como las latitudes que los contextos culturales debieron variar en relación al ambiente y

    necesidades de aquellos pobladores.

    Fig. 66 Hachas de bronce

    Fig. 67 Puntas de flechas de sílex y cuarzo

  • Por las hachas de bronce así como las hachas de piedra pulimentadas, deberíamos

    clasificarlas a partir del II milenio, en tránsito con el Calcolítico y el Bronce. Pero

    debemos aclarar, que la zona de Valcorchero posiblemente albergó una amplia diversidad

    de culturas, desde un neolítico tardío, hasta la Edad del Bronce Final y nos atreveríamos

    a la Edad del Hierro.

    La cueva de Boquique, como consecuencia de las continuas rebuscas fue

    estratigráficamente alterada, y mantenía en su nivel más profundo cerámicas (Almagro-

    Gorbea 1977) que servían para ratificar la ocupación neolítica del yacimiento Femández-

    Posse 1982. Lógicamente estas cerámicas fueron reminiscencias seguramente de estilos

    anteriores que perduraron a través del tiempo, dado que en aquella época no existía un

    comercio de vajillas. La influencia podríamos pensar pudo haber llegado a Valcorchero

    a través de desplazamientos esporádicos de gentes con ganado para intercambiarlos por

    otros productos.

    La mayoría de autores citan en sus trabajos a yacimientos de la meseta donde quizás

    dimanara algún estilo en concreto y por influencia, los artesanos de Valcorchero,

    siguieran alguna de esas pautas decorativas a la hora de elaborar sus cerámicas. Los

    yacimientos que han ofrecido cerámicas clasificadas como “Técnica de Boquique” son

    tantos que enumerarlos sería tedioso. Pero predomina la asociación con las cerámicas

    halladas en poblados de la Meseta próximos como Ávila y Salamanca, y que asocian al

    referido estilo de Boquique. La calidad en las decoraciones de esos poblados creemos

    que es superior a los motivos catalogados en Boquique, lo que desde nuestro punto de

    vista nos hace preguntarnos si realmente tendríamos que asociarlos a esta influencia o

    realmente su cronología fuera algo más antigua.

    La cultura de Las Cogotas establece una cronología más ajustada, a las cerámicas de

    Boquique asocia a las cerámicas de este poblado

    con dos períodos en el tiempo como Cogotas I,

    que da nombre a las distintas comunidades en la

    meseta durante el Bronce Final así lo propuso M.

    D. Fernández Posse, se encuentra en etapas muy

    dispares desde el Neolítico, pasando por la Edad

    del Bronce hasta alcanzar la Edad de Hierro.

    Estas cerámicas suelen caracterizar de hecho los

    primeros yacimientos neolíticos de la zona

    centro-occidental de la Península Ibérica, tanto

    en el Alentejo como en Extremadura. 39

    Las cogotas situado en la localidad de Cardeñosa en la provincia de Ávila, poblado

    fortificado donde se han hallado cerámicas clasificadas como de técnica de Boquique,

    se establecieron dos grandes períodos culturales, uno Cogotas I, donde se localizan las

    cerámicas de Boquique, en plena Edad del Bronce final y otro Cogotas II, datable en la

    Edad del Hierro II, entre un período y otro existen dudas que aún hoy no han podido

    solventarse, hay dudas entre estas épocas ya que el período final, puede establecerse en

    el 500 a.d.n.e, dudas que hoy día aún están sin resolver. (Fig.68)

    39 El Neolítico en la Península ibérica corresponde al período comprendido, aproximadamente, entre el

    6000 y el 3000 a.d.n.e, momento en el que se generaliza la fundición del cobre y se da paso a un nuevo

    período, el Calcolítico. Puede decirse que los yacimientos neolíticos más antiguos de la península ibérica

    se han datado en torno al 5500 a. C.

    Fig. 68 Las Cogotas

    http://es.wikipedia.org/wiki/6000_a._C.http://es.wikipedia.org/wiki/3000_a._C.http://es.wikipedia.org/wiki/Cobrehttp://es.wikipedia.org/wiki/Calcol%C3%ADticohttp://es.wikipedia.org/wiki/Neol%C3%ADticohttp://es.wikipedia.org/wiki/Pen%C3%ADnsula_ib%C3%A9ricahttp://es.wikipedia.org/wiki/VI_milenio_a._C.

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    El castro de Castillejo de Sanchorreja en Ávila, nos ofrece una cronología parecida a

    la citada de Cogotas, donde se puede observar ejemplos de cerámicas pintadas que

    encajan dentro de un abanico cronológico que abarca desde el siglo VIII, hasta el siglo V

    a.d.n.e. Es por ello que se hace difícil un tratamiento uniforme de cada uno de los casos,

    ya que la cronología es diversa, y más comparada con la meseta superior o los yacimientos

    del sur de Extremadura, ya que la influencia mediterránea tuvo un papel de mayor

    anticipación en cuanto a ciertos períodos culturales.

    El Cerro del Berrueco en la provincia de Salamanca, sus primeros pobladores se

    sitúan en el paleolítico Superior 10.000 a.d.n.e, y posteriormente nuevos grupos culturales

    se establecen en este lugar durante el período del Bronce y del Hierro, situándolo en los

    periodos que van desde el siglo IX al IV o III, a.d.n.e.

    Uno de los poblados estudiados en la cercanía de Trujillo, lo tenemos en Plasenzuela,

    concretamente el poblado el “Cerro de la Horca”,