Leiomioma esofágico gigante: a propósito de un caso

2
Correo de los lectores 272 FMC 2004;11(5):270-3 272 medicamentos (salicilatos, morfínicos, codeína, anfetaminas, con- trastes yodados, ciertos anestésicos generales, ciertos antibióticos, etc.), traumatismos (intervenciones quirúrgicas), cambios de tem- peratura, situaciones de estrés, picaduras y alimentos liberadores de histamina (alcohol, crustáceos, tomates, fresas, frutos secos, chocolate, quesos fermentados, charcutería, etc.). Los antihistamí- nicos clásicos anti H 1 constituyen el tratamiento de base para las manifestaciones cutáneas. La asociación con antihistamínicos anti H 2 , utilizados para tratar la hipersecreción ácida gástrica, mejora los resultados. En ocasiones se ha utilizado el cromoglicato disódi- co y el ketotifeno con resultados favorables. En las formas más graves se puede utilizar la corticoterapia general. M. Paredes Rizo a y R. Giménez García b a MIR. Medicina familiar y comunitaria. Sección de Dermatología. Hospital Universitario Río Hortega. Valladolid. b Servicio de Dermatología. Hospital Universitario Río Hortega. Valladolid. España. Leiomioma esofágico gigante: a propósito de un caso Sr. Director: Presentamos el caso de una mujer de 38 años, fumadora de 6-8 cigarrillos al día, sin antecedentes personales de interés, que acude a consulta por molestias en la garganta que define como “sensa- ción de ahogo” desde hace unas 3 semanas. Manifiesta encontrarse nerviosa, debido a la aparición reciente de algún caso de cáncer en la familia de su esposo, y tiene miedo de padecer algo similar. No refiere dolor ni dificultad para tragar, ni pérdida de peso o apetito. La exploración física no aporta ningún dato relevante. La faringe se aprecia ligeramente hiperémica, y la auscultación cardiopulmo- nar es normal. No se palpa bocio ni adenopatías cervicales. Se rea- liza analítica de sangre con hemograma, velocidad de sedimenta- ción globular, perfil bioquímico básico y hormonas tiroideas, todo ello dentro de la normalidad. El electrocardiograma muestra un rit- mo sinusal a 96 latidos/min, sin otras alteraciones. Se instaura tra- tamiento ansiolítico con lorazepam. Acude a los pocos días a urgencias del hospital por sensación de disfagia y odinofagia, por lo que se le remite a otorrinolaringolo- gía, donde se le diagnostica laringitis por reflujo. Reinterrogada al respecto, la paciente refiere picor y escozor faríngeo con sensación de cuerpo extraño y odinofagia cervical desde hacía 6 meses. No presenta síndrome general. Tampoco se encuentran evidencias de sangrado digestivo. Se deriva a digestivo para la realización de pruebas complemen- tarias: esofagograma y endoscopia inicialmente. En el estudio gas- troduodenal (fig. 1) se aprecia un ensanchamiento del esófago dis- tal en relación con masa submucosa en unión esofagogástrica, con dudosa ulceración que sugiere leiomioma esofágico como primera posibilidad, hernia de hiato y reflujo gastroesofágico. La endosco- pia describe una protrusión en la mucosa del tercio distal sugestiva de leiomioma esofágico, esófago de Barret (confirmado por biop- sia) y hernia de hiato. A la vista de estos resultados se decide proseguir el estudio con ecoendoscopia, tomografía computarizada (TC) de tórax (fig. 2) y resonancia magnética (RM) de tórax, que muestra una tumoración sólida en mediastino posterior de 7 × 6 cm sugestiva de leiomioma esofágico o tumor neurogénico. Con sospecha de leiomioma esofá- gico, se decide cirugía diagnóstica y terapéutica (previa realización de manometría y ph-metría, que confirman hipotonía del esfínter esofágico inferior y reflujo gastroesofágico ácido patológico mix- to). Se practica toracotomía derecha, exéresis de la lesión y fundu- Figura 2. Figura 1. Tránsito esofagogastroduodenal. Figura 2. Tomografía computarizada de tórax: masa hipodensa de 6 × 3,5 cm que comprime y desplaza el esófago, con discreta cap- tación de contraste.

Transcript of Leiomioma esofágico gigante: a propósito de un caso

Page 1: Leiomioma esofágico gigante: a propósito de un caso

Correo de los lectores

272 FMC 2004;11(5):270-3 272

medicamentos (salicilatos, morfínicos, codeína, anfetaminas, con-trastes yodados, ciertos anestésicos generales, ciertos antibióticos,etc.), traumatismos (intervenciones quirúrgicas), cambios de tem-peratura, situaciones de estrés, picaduras y alimentos liberadoresde histamina (alcohol, crustáceos, tomates, fresas, frutos secos,chocolate, quesos fermentados, charcutería, etc.). Los antihistamí-nicos clásicos anti H1 constituyen el tratamiento de base para lasmanifestaciones cutáneas. La asociación con antihistamínicos antiH2, utilizados para tratar la hipersecreción ácida gástrica, mejoralos resultados. En ocasiones se ha utilizado el cromoglicato disódi-co y el ketotifeno con resultados favorables. En las formas másgraves se puede utilizar la corticoterapia general.

M. Paredes Rizoa y R. Giménez Garcíab

aMIR. Medicina familiar y comunitaria. Sección de Dermatología.Hospital Universitario Río Hortega. Valladolid. bServicio deDermatología. Hospital Universitario Río Hortega. Valladolid. España.

Leiomioma esofágico gigante: a propósito de un casoSr. Director:

Presentamos el caso de una mujer de 38 años, fumadora de 6-8cigarrillos al día, sin antecedentes personales de interés, que acudea consulta por molestias en la garganta que define como “sensa-ción de ahogo” desde hace unas 3 semanas. Manifiesta encontrarsenerviosa, debido a la aparición reciente de algún caso de cáncer enla familia de su esposo, y tiene miedo de padecer algo similar. Norefiere dolor ni dificultad para tragar, ni pérdida de peso o apetito.La exploración física no aporta ningún dato relevante. La faringese aprecia ligeramente hiperémica, y la auscultación cardiopulmo-nar es normal. No se palpa bocio ni adenopatías cervicales. Se rea-liza analítica de sangre con hemograma, velocidad de sedimenta-ción globular, perfil bioquímico básico y hormonas tiroideas, todoello dentro de la normalidad. El electrocardiograma muestra un rit-mo sinusal a 96 latidos/min, sin otras alteraciones. Se instaura tra-tamiento ansiolítico con lorazepam.

Acude a los pocos días a urgencias del hospital por sensación dedisfagia y odinofagia, por lo que se le remite a otorrinolaringolo-gía, donde se le diagnostica laringitis por reflujo. Reinterrogada al

respecto, la paciente refiere picor y escozor faríngeo con sensaciónde cuerpo extraño y odinofagia cervical desde hacía 6 meses. Nopresenta síndrome general. Tampoco se encuentran evidencias desangrado digestivo.

Se deriva a digestivo para la realización de pruebas complemen-tarias: esofagograma y endoscopia inicialmente. En el estudio gas-troduodenal (fig. 1) se aprecia un ensanchamiento del esófago dis-tal en relación con masa submucosa en unión esofagogástrica, condudosa ulceración que sugiere leiomioma esofágico como primeraposibilidad, hernia de hiato y reflujo gastroesofágico. La endosco-pia describe una protrusión en la mucosa del tercio distal sugestivade leiomioma esofágico, esófago de Barret (confirmado por biop-sia) y hernia de hiato.

A la vista de estos resultados se decide proseguir el estudio conecoendoscopia, tomografía computarizada (TC) de tórax (fig. 2) yresonancia magnética (RM) de tórax, que muestra una tumoraciónsólida en mediastino posterior de 7 ×6 cm sugestiva de leiomiomaesofágico o tumor neurogénico. Con sospecha de leiomioma esofá-gico, se decide cirugía diagnóstica y terapéutica (previa realizaciónde manometría y ph-metría, que confirman hipotonía del esfínteresofágico inferior y reflujo gastroesofágico ácido patológico mix-to). Se practica toracotomía derecha, exéresis de la lesión y fundu-

Figura 2. Figura 1. Tránsito esofagogastroduodenal.

Figura 2. Tomografía computarizada de tórax: masa hipodensa de6 × 3,5 cm que comprime y desplaza el esófago, con discreta cap-tación de contraste.

Page 2: Leiomioma esofágico gigante: a propósito de un caso

Correo de los lectores

FMC 2004;11(5):270-3 273273

plicatura como tratamiento del reflujo. El análisis anatomopatológi-co confirma el diagnóstico de leiomioma esofágico de unos 9 cm.La evolución de la paciente ha sido satisfactoria, y en la actualidadpermanece asintomática (22 meses tras la intervención), sin necesi-dad de tratamiento antisecretor, aunque en seguimiento endoscópi-co periódico debido a la presencia de esófago de Barrett.

Los tumores esofágicos benignos son mucho menos frecuentesque los malignos, y representan menos del 10% de todos los tumo-res del esófago. El leiomioma es el tumor esofágico benigno másfrecuente (más del 60% de todos los tumores benignosesofágicos)1. Son ligeramente más frecuentes en varones y su loca-lización predominante es el tercio distal (60%, frente al 30% queasientan en tercio medio o el 10% del tercio proximal). El pico má-ximo se incidencia ocurre entre los 30 y los 59 años1,2. General-mente se trata de lesiones únicas, pero se han descrito casos deleiomiomatosis difusa esofágica1,3.

En su mayoría son asintomáticos, aunque pueden cursar con dis-fagia, pirosis y/o dolor o disconfort torácico1,2,4. Son tumores pe-queños (aunque se han descrito casos de leiomiomas gigantes quealcanzan los 11 cm)5, de crecimiento lento, principalmente intra-mural2. La tendencia a la ulceración (complicación más frecuente)y el sangrado es escasa y rara vez malignizan.

El diagnóstico se realiza a través de pruebas radiológicas: ene-ma de bario, TC, RM (útil para comprobar la relación espacial dela lesión con estructuras vecinas que pueden verse afectadas porcompresión: tráquea, aorta descendente…)2-4. Podemos sospechar-lo ante una imagen de masa en mediastino posterior en una radio-grafía lateral de tórax. Es frecuente que la biopsia por endoscopiasea normal, ya que se trata de un tumor submucoso4.

El único tratamiento curativo es quirúrgico y está indicado siem-pre que el tumor produzca síntomas, y, según la mayoría de los au-tores, también en pacientes asintomáticos en los que el hallazgo dela lesión sea casual. En una serie publicada en 19956 con 66 pacien-tes intervenidos no se observó mortalidad asociada al acto quirúrgi-

co ni recurrencia tras un seguimiento medio de 53 meses, y las prin-cipales complicaciones posquirúrgicas fueron la aparición de diver-tículos, el reflujo y la perforación esofágica. En leiomiomatosis di-fusas se puede también llevar a cabo una resección esofágica3. Encaso de optar por la no-intervención (tumores pequeños, asintomáti-cos…), se recomienda realizar seguimiento con controles periódi-cos con TC para valorar el crecimiento del tumor4.

C. Beaumont Caminosa, V. Estremera Urabayenb

y B. Pernaut Salinasc

aEspecialista en Medicina Familiar y Comunitaria. CS Chantrea.Pamplona. Navarra. bEspecialista en Medicina Familiar y Comunitaria.Tutor de residentes. Unidad Docente Pamplona-Norte. Pamplona.Navarra. cResidente de Medicina Familiar y Comunitaria. CS Chantrea.Pamplona. Navarra. España.

Bibliografía1. Seremetis MG, Lyons WS, DeGuzman VC, et al. Leiomyomata of the

esophagus: an analysis of 838 cases. Cancer 1976;38:2166-77.

2. Hatch GF 3rd, Wertheimer-Hatch L, Hatch KF, Davis GB, BlanchardDK, Foster RS Jr, et al. Tumors of the esophagus. World J Surg2000;24(4):401-11.

3. Pujol J, Pares D, Mora L, Sans M, Jaurrieta E. Diagnosis and manage-ment of diffuse leiomyomatosis of the oesophagus. Dis Esophagus2000;13(2):169-71.

4. Cox MA, Cooper BT, Sagar G. Endoscopy and computed tomographyin the diagnosis and follow up of oesophageal leiomyoma. Gut 1995;37(2):288-91.

5. Tamura K, Takamori S, Tayama K, Mitsuoka M, Hayashi A, Fujita H, etal. Thoracoscopic resection of a giant leiomyoma of the esophagus witha mediastinal outgrowth. Ann Thorac Cardiovasc Surg 1998;4(6):351-3.

6. Bonavina L, Segalin A, Rosati R, Pavanello M, Peracchia A. Surgicaltherapy of esophageal leiomioma. J Am Coll Surg 1995;181(3):257-62.