7/31/2019 N6 Captulo 11

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N6 Captulo 11 (tomo 3, captulo 1): Los ms hermosos.

Vamos! Y que se trasluzcan los ms risueos semblantes a los ojos del mundo Un rostro

falso debe ocultar lo que sabe un falso corazn!- Macbeth, Acto 1, Escena 7(1)

El cielo estaba azul y brillante. Los rayos del sol, prximo al medioda, eran suaves y clidos.Pareca un sueo que fuera a ser una tarde templada salida del fro glaciar de los dasanteriores.

Shion levant la cara y entrecerr los ojos mientras miraba la inmensidad del cielo. Pensque era hermoso. El cielo era hermoso. El reflejo de los rayos del sol que daba una blancuradeslumbrante de las piedras de ruinas era hermoso. Las extraas burbujas que flotaban comopor arte de magia desde la espuma eran hermosas. El brillo en el pelo de un perro recin

baado era hermoso.

Todas esas pequeas cosas de las que estaba rodeado eran hermosas. Una burbuja solitaria

flot de nuevo y se alej en la suave brisa.

- Eh! Deja de hacer el vago- le dijo la voz de Inukashi- Todava quedan toneladas deperros. Derrocha cada minuto de luz as y no habremos llegado a la mitad cuando se haga denoche.

Como dndole la razn con la reprimenda a Inukashi, un perro grande cubierto de espuma,gru.

- Oh, perdona.

Shion meti las manos de nuevo en la espuma y lav el perro a fondo con sus dedos. Alperro, evidentemente, le result muy agradable, por sus ojos cerrados y la lengua colgndolede su boca entreabierta. Ese haba sido el segundo da de Shion en ese trabajo de baarperros, aunque ya haba aprendido que cada perro tena diferentes expresiones faciales.Tambin haba variaciones en la personalidad y la tendencia, algunos eran vagos, otros msaplicados, algunos ms nerviosos, otros ms relajados; podan ser afables, impacientes,

bravucones todo eso era nuevo para l.

El perro blanco al que estaba baando era una hembra bastante vieja. Era amable einteligente y le recordaba a las sabias ancianas que aparecan en los cuentos.

- Shion, ests perdiendo demasiado tiempo con cada perro cunto tiempo tardars enlavar slo uno?- Inukashi, con el pelo atado hacia atrs y la nariz llena de espuma en la nariz,

le puso una cara seria.

- Alquilas estos perros para que los utilicen como mantas verdad?- respondi Shion-

entonces, necesitan que los limpien adecuadamente.

- Un lavado rpido ser suficiente. Los clientes son todos unos cochinos callejeros, lo muy

desgraciados.

En un edificio, mayormente reducido a escombros, quedaba todava una parte queconservaba la apariencia que sola tener el hotel. Inukashi aprovech ese espacio como

alojamiento nocturno para aquellos que no tenan dnde quedarse. Les alquilaba los perrospara protegerse del invierno venidero. Los huspedes pasaban la noche enterrados entre

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varios perros y de esta manera podan evitar morir de hipotermia. A Shion le haban

contratado para lavar esos perros.

- Inukashi, no creo que est bien decir esas cosas sobre tus clientes.

- Eh? Qu has dicho?

- No veo bien que llames a tus clientes callejeros, o cochinos.

Inukashi se frot la nariz con el dorso de la mano y dio un pequeo estornudo.

- Eres mi madre o qu, Shion?

- No, me has contratado para que lave a tus perros.

- Lo que me convierte en tu jefe y a ti en mi empleado. Y tu trabajo es callarte y hacer lo

que te he ordenado.

Inukashi le quit a Shion el perro de las manos y comenz a enjuagarle vigorosamente

echndole agua por encima, agua que haba sacado del riachuelo.

En la parte trasera de las ruinas, haba un pequeo riachuelo muy limpio. Poco despus deque Shion escapase de N6 al Bloque Oeste, estuvo a punto de morir debido a una abejaparsito que se haba implantado en su cuerpo. Aunque pas la mayor parte del tiempoinconsciente debido al intenso dolor y a la fuerte fiebre, todava recordaba con claridad elsabor de esa fra y deliciosa agua deslizndose por su garganta numerosas veces.

Cuando le agradeci a Nezumi el haberle dado agua y haberle cuidado, la respuesta que ledio fue que haba un manantial cerca. Tal vez ese riachuelo se haba generado gracias a ese

manantial.

- No hagas eso Inukashi, el jabn se va a mezclar con el agua- rpidamente Shion agarr

las manos de Inukashi. La espuma que flotaba en el agua se fue alejando de ellos.

- Y qu?

- Todos beben de este riachuelo no?

- Bueno s, por supuesto. No tenemos ningn tipo de facilidades lujosas que nos permitanconseguir agua desinfectada y con la temperatura controlada con slo pulsar un botn. Todo

el mundo saca agua directamente del ro o del manantial.

- Entonces no deber ensuciarlo. Es malo para la gente que vive en el curso bajo del

riachuelo.

Inukashi mir la cara de Shion con brevedad.

- Y por qu debera preocuparme por la gente que vive ah abajo?

- Bueno me refiero a- Shion balbuce- si sabes que hay gente que v ive ms abajo y

que va a beber de esta agua no es normal que no les ensuciemos el agua?

- Normal? De qu parmetros de normalidad ests hablando Shion? Esto es el Bloque Oeste.No vas a ser capaz de sobrevivir aqu si vas por ah anteponiendo las necesidades de los dems

a las tuyas.

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- Ya, pero no hay ninguna necesidad de ensuciarlo - protest Shion- podemos hacer lo

mismo que ayer, y sacar el agua en esos bidones de acero para lavar a los perros por all.

- Ayer slo haba perros pequeos. No me jodas Shion, se supone que ayer podamos acabarde sobra con todos esos perros. Esta charla es tiempo que nos est costando Lo entiendes,

verdad?

- S.

- No slo eres terriblemente lento, los perros que estamos lavando hoy son grandes. Y esono es no, espera es que hay un huevo(2) te haces a la idea? Si le preparsemos un bidn a

cada uno, no acabaremos en toda la eternidad.

Entonces Inukashi se par y se encogi de hombros.

- Aunque si quieres sacar agua del ro por cuenta propia, no voy a ser yo quien te lo impida.

- Genial, lo har.

- Es un trabajo muy duro, chaval.

- Lo s.

. De toda formas, te estoy pagando para que baes a los perros. Cargar agua es algo que

ests haciendo por tu propia cuenta.

- No me importa.

- Bien, entonces manos a la obra. Me voy a almorzar.

El perro blanco se sacudi vigorosamente y el agua que sali de su pelaje vol por todas

partes. Shion agarr el cubo que le haba lanzado Inukashi, y lo llen con agua del riachuelo.

- Shion- dijo Inukashi de repente.

- Hm?

- Por qu?

- Por qu, qu?

- Por qu no debo hablar mal de mis clientes ? Por qu tengo que preocuparme por la

gente de abajo?

Shion mir a la cara morena de Inukashi, el cual estaba sentado en la parte superior de una

pila de escombros.

- Porque somos iguales.

- Iguales?

- Ellos son seres humanos, igual que nosotros. As que

Inukashi, de repente, ech la cabeza hacia atrs y se ri. Su voz sali y fue tragada por el

inmenso cielo azul. Varios perros empezaron a ladrar agitados.

- Seres humanos como nosotros eh? Ja, ja me has dejado pasmado. Nunca antes haba odoesas palabras. Shion es realmente lo que piensas?

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- S hay algn problema?- dijo Shion con firmeza.

Inukashi salt desde la montaa de escombros y se acerc a l. Tena un cuerpo pequeo yse quedaba casi a la altura de los hombros de Shion. Sus brazos y sus piernas sobresalan de

sus ropas de color negro, y su piel era del color del cuero curtido.

- As que mis mugrientos clientes y los mocosos que vienen aqu a sacar agua son humanoscomo nosotros?

- S.

- T y yo somos tambin humanos?

- S.

Inukashi levant un brazo y lo extendi hacia el sol de medioda que estaba sobre ellos.

- Las personas de N6 son humanos como nosotros?

Shion asinti con la cabeza y respondi:

- S.

La piel suave de Inukashi brill con la luz del sol y su flequillo largo hizo sombra sobre su

frente y sus ojos. Bajo ese velo, sus ojos del mismo color marrn parpadearon varias veces.

- Vas a morir, Shion.

- Eh?

* - (3)Si dices en serio todas esas cosas tan amables, nunca vas a ser capaz de sobrevivir

aqu.

- Nezumi me dice lo mismo, que soy demasiado dulce.

- Demasiado dulce no es suficiente. Estamos hablando ms bien de algo parecido a uncastillo de azcar. Nunca he podido ver uno con mis propios ojos, pero se supone que debe

ser muy dulce y que se derrite cuando le echas agua verdad?

- Nunca he echado agua en uno, pero supongo que ests en lo cierto, tiene que ser muy

dulce. *

Inukashi trep gilmente por las ruinas y se sent con el cielo azul detrs de s, sus piernas

colgaban en el borde. Y habl suavemente, como si lo hiciera consigo mismo.

- Me pregunto por qu Nezumi te aloja. Odia a la gente que es tan habladora y tan poco

realista.

- Inukashieres cercano con Nezumi?

- Cercano? A qu te refieres con cercano?

Shion tir del cubo hasta un camino con hierba seca y escombros, y arroj el agua dentro del

barreo de acero.

- Significa que ambos sabis mucho el uno del otro.

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- Oh, si ese es el caso, entonces no. S mucho menos de l que la punta de la cola de esetipo, y preferira no saber nada de lo que s. Mientras hablaba, Inukashi seal un perritomarrn claro que estaba revolcndose junto a los pies de Shion, la punta de su cola era de

color blanco.

- Pens que serais amigos, pero veo que me he equivocado

- Amigos!- Inukashi exclam incrdulo- He aqu otra palabra que no se oye muy amenudo. Amigos. Ja! Ridculo. Nezumi slo viene aqu de vez en cuando quiere informacin

que mis perros o yo hayamos recogido. Yo le informo y el me paga. As es, esto es todo.

Inukashi qued en silencio. Su mirada vag un rato hasta que choc con la de Shion,

entonces la evadi.

- No se trata slo de informacin y dinero con lo que comerciis - dijo Shion. Era una

afirmacin, no una pregunta.

- Eh bueno, de vez en cuando l canta para m.

- Canta?

- Tiene muy buena voz. As que yo lo traigo para cantar. A veces, cuando mis perrosmueren no hay problema cuando te levantas y estn ya muertos, pero a veces, estn

enfermos o heridos y no pueden morir tan fcilmente, y ellos sufren. Es algo tan dolorosoque se pasan toda la noche gimiendo. Entonces es cuando le traigo para que cante. No scmo se llama esa cancin. Pero no s cmo describirlo... no s qu podr ser?- murmur

Inukashi para s.

- Cmo suena?

- Eh?

- La cancin de Nezumi. La voz de Nezumi. S I tuvieras que compararlo con algo con qu

sera?

Inukashi inclin la cabeza hacia un lado y medit en silencio. Shion, tambin en silencio,continu llevando cubos de agua. Hizo varios viajes entre en ro y el barril de acero, y cuando

llevaba ms de la mitad lleno, Inukashi abri la boca:

- El viento tal vez?- dijo vacilante- un viento que sopla desde muy lejos s, su cancinse lleva las almas que estn luchando porque no pueden morir. De la misma forma que elviento dispersa los ptalos de las flores, su cancin separa el alma del cuerpo. Cualquier

perro, sin importar lo mucho que estuviese sufriendo, cerraba los ojos y se quedaba tranquilo.En ese momento piensas que se ha calmado, pero realmente ha dejado de respirar . Todosmueren tranquilamente, como si su sufrimiento fuese un sueo o algo as- hizo una pausa-

eso mismo pas tambin con mi madre.

- Tu madre muri?

- S. La mataron un par de mocosos de los que viven en la parte baja del ro, esos para losque me has dicho que no ensucie el agua. Le lanzaron piedras y le golpearon hasta la muertecon un palo de roble. Pero tambin fue culpa de mi madre. Intent robarles lo poco quetenan para cenar. Ella se col en su choza y le pillaron llevndose la carne seca en su boca.Cuando, finalmente, pudo escapar y regresar, sus patas delanteras y sus costillas estaban

rotas y estaba sangrando por la boca. No haba nada que pudiramos hacer.

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Despus de terminar de llenar el barreo con agua, Shion se sec el sudor de la frente. No

poda entender bien lo que deca Inukashi.

- Inukashi, con eso de patas delanteras te refieres a tu madre?

- S, es un perro.

- Un perro?

Shion pudo sentir cmo se le abra la boca. Inukashi lo mir y solt una carcajada. Su voz

son alta y clara en el aire.

- Me abandonaron aqu cuando todava era un beb- explic- el tipo que me recogi eraun viejo raro que viva aqu con sus perros y me cri junto a ellos. Mi madre me daba leche,me lama y se acurrucaba conmigo para dormir. Cuando haca fro se apiaba junto a m y mishermanos, sus cachorros, para mantenernos calientes. Siempre sola decirme pobrecillo, no

tienes pelo, pero al menos no tienes calor en verano ni pulgas . Me lo repeta una y otra vez

hasta que quedaba bien limpio.

- Tuvo que ser una madre fantstica- dijo Shion con suavidad- amable y cariosa.

Inukashi parpade varias veces.

- Eso es lo que piensas, Shion?

- S. Ella te quera. Como no tenas pelo, te protega y se aseguraba de que no tuvieras

fro.

- S. Mi madre siempre fue muy agradable. Todava recuerdo el tacto de su lengua. Era

clida, hmeda y divertida creo que nunca podr olvidarlo.

- Es un regalo de la memoria.

- Eh?

- Es un regalo de la memoria de una madre a su hijo. Son recuerdos te dej tu madre.

Inukashi dej de mover sus piernas y ech hacia atrs su barbilla.

- Nunca lo haba pensado de esa forma - dijo de forma pensativa- un regalo de la

memoria eh?

Shion se arrodill en la orilla del ro y bebi un sorbo de agua.

Estaba fra. Empap todo su cuerpo y estaba deliciosa.

Ah, s, esta agua.

Era el agua que haba saciado su cuerpo exhausto como un elixir despus de su guerra con laabeja parsito. No slo su cuerpo, desde el momento en el que el agua se desliz a lo largo desu garganta, le result deliciosa, eso fue lo que hizo revivir el cuerpo de Shion. Eso era lo que

pensaba.

Esa agua era la conexin a lo que significaba estar vivo. Esa frialdad, esa exquisitez.Conectaba con una voz que le llamaba, que le deca no mueras, vive, vuelve aunque sea

arrastrndote.

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Por eso lo recordara para siempre. No haba forma de que pudiera olvidarlo. En lo msprofundo de s , esta agua y esa voz haban echado races y haban continuado creciendo, sin

miedo a marchitarse. Y a veces, sala a flote en su consciencia, cada vez que le susurraba:

No te mueras, vive, vuelve aunque sea arrastrndote.

De hecho, era un regalo de la memoria.

- Voy a traerte algo de comer- Inukashi se levant en la cima de los escombros y habl conun tono de voz que sonaba ms como una orden- ms te vale que acabes con ese negro antes

de que vuelva, o no te lo dar hasta que no hayas terminado.

- Wow Incluso me vas a dar el almuerzo? Qu amable por tu parte.

- Esto no se lo hago a nadie eh? Y hablo de una comida completa, con completa me refiero

a dos cosas: pan y fruta seca.

- Eso es ms que suficiente.

Empezando a pasar un cepillo a lo largo de la espalda del perro de pelo negro, Shion sonri aInukashi. Haban pasado meses desde que haba escapado al Bloque Oeste y el hambre crnicacorroa a Shion insistentemente. Muchas veces deseaba poder comer hasta hartarse con grancantidad de pescado, carne y huevos, y anhelaba el pan y los pasteles que horneaba su madreKaran. Pero, al contrario, cosas que nunca haba visto como comida antes, como la sopahecha con trocitos y extremos de verduras y pan que estaba empezando a enmohecerse le

haca la boca agua y saciaba su apetito.

Con poder comer es suficiente.

All, todo el mundo tena hambre. Se moran de hambre, pasaban un fro mortal y moran. A

su manera, Shion saba lo valiosa que era la rebanada de pan que Inukashi iba a darle.

Mir el cielo. El sol brillaba. Esa luz tambin iluminaba N6. Esa luz baaba su antiguo lugarde trabajo en el Parque Forestal, la zona residencial de alto nivel de Chronos, la CiudadPerdida, donde viva su madre y all, en el Bloque Oeste. Pero las cosas eran muy distintas.

Demasiado distintas.

Separados por un muro de una aleacin especial, la prosperidad y la pobreza se mantenanen oposicin. Vida y la muerte. Luz y oscuridad. A la misma hora que dentro de N6 sedesarrollaba una fiesta de lo ms extravagante, en la que la gente se relama los labios conuna gran cantidad de platos bien elaborados y deleitables, en un rincn del Bloque Oeste unanciano cubierto de harapos mora por no tener qu comer. Mientras que los nios y nias deN6 podan arrastrarse hasta sus camas en habitaciones con climatizadores, los nios de losbarracones del Bloque Oeste se acurrucaban cerca unos de otros para evitar la muerte por

hipotermia.

Era la verdad que Shion haba visto con sus ojos. Haba demasiadas pocas cosas que eran

como la luz del sol, repartida de forma equitativa e igual de amplia para todos.

- Entonces ponte a trabajar- escupi Inukashi antes de desaparecer en las sombras de las

ruinas.

Todo lo que quedaba de la puerta de entrada, que probablemente hubiera estadocompuesta por gruesas puertas de madera, eran un par de bisagras oxidadas. Cada vez que

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soplaba el viento, su chirrido haca dao a los odos. Inukashi pas esta entrada para subir lasescaleras hacia el segundo piso. Por algn tipo de consideracin arquitectnica, la parte deledificio que sola ser un hotel continuaba resistiendo el ataque de los elementos. Por muyduradero que fuera, las paredes de yeso estaban peladas y las incontables grietas de los

recibidores y de los techos, formaban como una tela de araa.

Los edificios tambin tienen vida. En el momento que les abandonaron, comenzaron adecaer. Comenzaron a morir. Ese hotel, que se haba convertido en una ruina, continuabadescomponindose y decayendo. Iba firmemente hacia su completa destruccin, sin guardar

rencor a sus dueos humanos, ni lamentar su suerte.

Inukashi, de vez en cuando se preguntaba qu hara cuando ese edificio se derrumbase por

completo y se convirtiera en escombros.

El anciano que lo haba recogido, que le dio leche de perro y le ense a hablar y escribir, ya

no estaba all. Se fue a deambular un da nevado y nunca volvi.

Nieve? Estaba nevando? O tal vez tronaba. Pudo haber s ido una maana con vientoshuracanados de cualquier forma, el anciano desapareci. Se desvaneci sin dejarle, ni siquiera, una palabra de despedida.

No se senta solo porque tena a sus perros. Desde entonces hasta ese da, haba vivido allcon ellos. No conoca ninguna otra casa. Ni conoca ninguna otra compaa humana. Nezumiestaba probablemente igual. Podra haber estado en muchos ms lugares que Inukashi, peroprobablemente viviera solo, sin conocer a nadie ms y sin la necesidad de conocerlo. Inukashilo haba asumido, sin ninguna razn en particular. No tena motivos en ese argumento, perose figuraba que no estaba del todo equivocado. Inukashi tena un agudo sentido del olfato. Elolor de Nezumi sola destilar soledad. Cuando esa esencia empez a difuminarse, cuando

Inukashi comenz a sentir otra esencia mezclada con esa, Shion apareci frente a l.

Era un bicho raro. Era muy raro. Tena el pelo blanco como la nieve y una cicatriz de colorrojo. A pesar de que Inukashi no estaba del todo seguro, escuch que esa cicatriz cubra todoel cuerpo de Shion, como si se tratase de una serpiente enroscada sobre l. Pero en trminosde apariencia, haba miles de personas mucho ms extravagantes que l. Su apariencia no eralo nico Shion tambin era raro por dentro. Le dijo que no ensuciase el agua por losmocosos de la zona baja. Dijo que la gente de la Ciudad Sagrada eran personas como ellos. Yhabl del regalo de la memoria. Y no era ningn tipo de broma o sarcasmo, ibacompletamente en serio.

Era raro, Muy raro Por qu Nezumi tena a su lado a un to tan raro como l?

Inukashi camin por el pasillo y abri la puerta al final de ste.

- Nezumi.

Nezumi estaba sentado en una silla con los pies puestos sobre la mesa.

- Ni si quiera puedes llamar a la puerta antes de entrar en una habitacin? - dijo Inukashiirritado- hay alguien a quien mam no le ense buenos modales. Joder - entonces lanz ungolpe tan fuerte como pudo contra ese par de piernas largas que descansaban sobre la mesa.Nezumi olfate el aire suavemente a modo de burla y baj las piernas.

- Llam antes de entrar. Ese perro me dio permiso.

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Un perro negro con manchas en su pelaje estaba tumbado en una esquina de la habitacin.

Lade la cabeza y dio un amplio bostezo.

- Si ests aqu para llevarte a Shion, todava es muy pronto. Si continua mantenien do esa

velocidad, posiblemente no acabe hasta la tarde.

- Llevrmelo? Nunca.

- Pero se enfrent a los limpiadores no? No es peligroso que vaya caminando por ah solo?

Le mandar de vuelta con un perro, de todas formas.

- Eso ser suficiente.

- Aunque los limpiadores no se dan por venidos tan fcilmente. Si este chico destaca y loatrapan, a saber lo que podran hacerle.

Los ojos grises de Nezumi brillaron y una leve sonrisa se dibuj en sus labios.

- Acaso nos importa lo que los limpiadores le hagan a Shion? Qu te pasa Inukashi? Estssiendo demasiado amable. No pareces t en absoluto.

Inukashi mir a Nezumi en silencio.

El pequeo teatro era uno de los pocos lugares de ocio que tena el Bloque Oeste. Y comoalguien con un sitio en el escenario, Nezumi haca pagar a su audiencia o al menos les hacaquerer pagar el poco dinero que tenan por un espectculo que no les daba ningn alimentofsico. Era el hermoso rostro de Nezumi, su voz clara y profunda lo que hacan que quisieranpagar. Su aspecto haca imposible distinguir si era hombre o mujer, bueno o malo, humano odemonio. Su audiencia, en un momento de la noche, poda olvidar las dificultades diar ias y

los dolores del maana, inmersos e intoxicados con su voz.

Una vez fuera de las radas puertas del teatro, la realidad les esperaba, s in dinero en losbolsillos y sus hijos llorando muertos de hambre, pero a pesar de eso, sus rostros mostraban

una satisfaccin embriagadora mientras se dispersaban por todas partes por la oscuridad.

Es una ilusin. Es un completo estafador.

Cada vez que se encontraba con Nezumi, Inukashi se repeta mentalmente esas palabrasdesde la boca de su estmago. Nezumi era como la hermosa amante que manipulaba a loshombres y les chupaba la sangre hasta sacarles todo lo que le era til. Inukashi tambin haba

pasado por esa experiencia una vez.

Mam sufra demasiado y no se me ocurri ninguna otra cosa, salvo llamarle. Le ped quedejara ir el alma de mam en paz. Eso estara bien. Su cancin fue impresionante y mamfue liberada de todo sufrimiento. Pero lo que hizo antes de eso, la inmensa cantidad dedinero que me exigi mientras mam estaba all tirada sufriendo, fue suficiente paradejarme un mes entero sin trabajar. Con otros perros me he dado por vencido. Les romperael cuello o les aplastara la cabeza con mis propias manos para darles una muerte rpida yfcil. Pero no poda hacer eso con mam. Nunca habra podido hacerle eso con mis propiasmanos. l lo saba y por eso me exigi esa cantidad. Despus de enterrar a mi madre en sutumba, los perros y yo tuvimos que trabajar durante tres das sin nada que comer. Es unestafador. Captura el alma de las personas, las atrapa bien atrapadas y les muestra un sueofugaz. Podra ser intenso, pero sigue siendo una mentira. Los sueos son sueos. Se puede

vivir sin ellos.

Inukashi abri el armario y sac el pan y una bolsa de fruta seca.

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- Si no ests aqu para recoger a Shion entonces a qu has venido?

- Me puedes dar algo de comida? Me estoy muriendo de hambre.

- Ests de broma?- dijo Inukashi con voz burlona- no tengo nada adecuado para unaestrella del escenario como t. Pero si me das una moneda de plata, puedo darte pan, fruta y

agua.

- Una moneda de plata por un poco de pan mohoso, frutas secas duras como piedras y

agua del ro? Eso es pedir mucho, Inukashi.

- Es mucho ms barato que lo que me cost tu cancin.

Nezumi ri entre dientes.

- Todava me guardas rencor por eso?

- Joder, claro que s.

- He cantado para tus perros muchas otras veces despus de eso. Podra haber sido caridad

por la cantidad que te ped de pago.

- Eso es lo que me molesta an ms. Te aprovechaste de m. Me sacaste todo el dinero que

tena aquella vez. Estuve a punto de morirme por culpa del hambre.

- Entonces, si eso pasase de nuevo, no dudes en llamarme- dijo Nezumi amablemente- te

cantar una cancin sobre comida y nos despediremos.

- Todo lleno de compasin verdad?- replic Inukashi. Se encogi de hombros y se par

directamente frente a Nezumi. Le plante la pregunta de nuevo.

- Qu quieres?

Nezumi, que segua cmodamente sentado en la silla, lanz una moneda sobre la mesa. Los

ojos de Inukashi se agrandaron.

- Oro- susurr.

- Es de verdad, comprubalo t mismo.

Inukashi agarr la moneda con dos dedos y la mir.

- Tienes razn, es real. S, es de verdad.

- Me gustara que me hicieses un trabajito- dijo Nezumi con voz inexpresiva.

- Trabajo? Un trabajo que vale una moneda de oro?

- Esto es una entrada. Cuando termines el trabajo, te dar otra moneda de oro.

- Mucho dinero no?, pero no voy a aceptarlo- Inukashi lanz la moneda sobre la mesa.

- Vas a rechazar un trabajo que vale dos monedas de oro sin ni siquiera saber en qu

consiste?

- Lo rechazo porque es un trabajo digno de dos monedas de oro. Esto apesta.

- Apesta?

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- Apesta a peligro. Mi olfato me est advirtiendo de que no haga eso o me matarn. No meimporta cunto dinero vayas a darme. Si muero, se acab todo. De todas formas, todo eltrabajo que involucra a una rata y que vale dos monedas de oro ser como meter la mano en

un nido de serpientes venenosas. Simplemente, no quiero morir todava.

- Por eso quieres conseguir dinero sin morir eso no en lo que consiste un trabajo? Evitar

el peligro no te va a dar ningn beneficio.

- Depende del nivel de peligro. Todos tus trabajos son peligrosos y difciles. De esto queestamos hablando implica dos monedas de oro. Si alguien ms viniese con esa oferta, lo

habra aceptado en dcimas de segundo. Maldita sea- gru Inukashi- me siento explotado.

Nezumi se puso de pie y guard en un bolsillo las monedas de oro.

- Qu mal. Supongo que no se puede evitar.

- Sin resentimientos. Contigo, las cosas son demasiado arriesgadas. Para ser s incero, no

quiero tener mucho que ver contigo.

- Entonces es mutuo- dijo Nezumi alegremente- est bien, intentemos no volver amezclar nuestros asuntos. No volver a pedirte nunca ningn tipo de trabajo. En cuanto a ti,

no importa lo mucho que sufras, estate seguro de no venir a m.

Inukashi agarr el brazo de Nezumi rpidamente mientras este le daba la espalda. Leenvisti con tanta fuerza que casi se cae sobre l.

- E... espera un momento, Nezumi a qu te refieres con eso de no importa lo mucho quesufras?

- Simplemente lo que acabo de decir. Si algn da acabas como tu madre y acabas sufriendo

porque no puedes morir, no tendr nada contigo, podrs llamarme todo lo que quieras, noir.

- Pero qu ests?- dijo Inukashi con voz temblorosa- yo? Morir de forma dolorosa? Eso

no podr pasar nunca adems soy ms joven que t no? Creo que eso parece.

Nezumi apart vagamente la mano de Inukashi.

- Inukashi, la edad no importa aqu. Ya lo sabes cierto? La muerte es impredecible,simplemente ocurre Cunta gente aqu tiene la suerte de morir sin dolor? Eh? La mayora deellos sufren, sufren y despus mueren retorcindose de dolor. Quin sabe, puede que maanate apualen en el estmago, es posible que alguien te abra el crneo con un trozo de piedra,

las bacterias pueden infectarte una herida, que supure y acabes pudrindote vivo. Te puedesechar a perder con una enfermedad grave Puedes garantizar que na da de esto te vaya aocurrir? Eh Inukashi? Podras decir con completa certeza que t, sobre el resto de las

personas, vas a morir sin sufrimiento?

Abri ese par de ojos grises frente a los de Inukashi. Tenan un brillo sutil como el de unatela de primera calidad, con un resplandor tenue, como el de las nubes cuando envuelven al

sol. Su voz reverber en sus odos.

Inukashi tom una bocanada de aire y dio un paso hacia atrs.

Es un truco, una ilusin, est tratando de absorberme.

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- Sufre todo lo que quieras porque no puedes morir. No me ver involucrado ests de

acuerdo con eso?

Inukashi se dej caer en una silla.

Conoca la muerte. La haba visto en innumerables ocasiones, de las cuales, ninguna podra

llamarse decente. Era por eso por lo que era por eso por lo que quera seguir con vida. Sesenta como un superviviente, como si hubiese sido capaz de experimentar, ms o menos, unamuerte mejor. Aunque era demasiado insignificante para llamarlo esperanza, Inukashi admita

sentir una especie de anhelo por poder morir en paz.

Maldita sea.

Apret los dientes. Los labios de Nezumi se curvaron finamente hasta describir una sonrisa.

Es una amenaza. Puedo rechazar ahora a Nezumi. Pero despus de eso, si me viera en lamisma situacin que mam mis huesos rotos, todo mi interior hecho pedazos, la sangresalindome por la bocay tener que morir as Si no hay nada que pueda aliviar mi dolor

incluso un poco, si no me quedaba otra eleccin que gemir y suplicarle a alguien que mehaga el favor de matarme lo ms rpido posible o esperar a que la muerte venga a

reclamarme. Slo de pensarlo me da escalofros. Empez a sudar.

- Sintate- balbuce Inukashi dbilmente- antes de nada, escuchar lo que tienes que

decirme.

La mano de Nezumi, arropada bajo un guante, se acerc hasta l y le golpe la mejilla.

- Buen chico.

- Vete a la mierda.

Inukashi le mir a la cara, que segua sonrindole dbilmente.

- Djame decirte algo, Nezumi: no te creas que este tinglado vaya a funcionar siempre.

- Tinglado? Slo quera que me hicieras un trabajo. Qu forma ms poco educada de tratar

a un cliente no crees Inukashi?

- Esta es tu idea de cliente decente? Aprovecharte de las debilidades ajenas, amenazarley obligarle a hacer un trabajo peligroso para l? Incluso las pulgas que infectan a los perros

son mucho ms agradables que t.

- No vas a decirlo?- dijo Nezumi- que la culpa reside en la persona que posee esadebilidad de la que pueden aprovecharse los dems en primera instancia? En este tipo de

situaciones, exponer tus debilidades te puede costar la vida. No es nuevo para ti Cierto?

Una vez ms, Nezumi golpe con ms suavidad la mejilla mientras Inukashi se quedaba en

silencio y murmur con comprensin:

- Le tienes miedo a la muerte. Ms que a cualquier otra cosa, tienes miedo del sufrimientoque te lleva hasta ella. Haras cualquier cosa por evitarlo. Yo lo s y soy capaz de aliviar esedolor me equivoco? No quiero chantajearte ni arrancarte nada. Estoy cumpliendo

adecuadamente, te doy dinero a cambio de un trabajo.

- Ya es suficiente- Inukashi golpe la mesa con el puo. Dos cachorros que estabanjugando debajo de la mesa salieron disparados de ella y desaparecieron- eres un estafador,

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sofista, actor de tercera categora! Espero que te ahogues en matarratas y mueras- Inukashi

inhal entrecortadamente, sin apenas aliento.

- Has terminado?- dijo Nezumi de repente. La calma y la serenidad en su tono de vozencendieron an ms la ira de Inukashi. Pero no le sirvi de nada irritarse ms. Nezumi estabaen lo cierto. Era culpa suya por exponer de esa forma su debilidad y ser tan vulnerable. Esas

eran las normas de ese lugar.

Inukashi suspir y se acomod en el asiento.

- Vamos a escuchar lo que tienes que decir. No tengo mucho tiempo. Que sea rpido y

conciso.

Nezumi se sent tambin en una silla. Haba dejado de sonrer.

- Quiero informacin.

- Era lo que me imaginaba- dijo Inukashi con simpleza- Incluso t no seras tan idiota de

venir a m en busca de vveres Y bien? Qu tipo de informacin?

- Del Centro Penitenciario.

Inukashi casi se cae de la silla.

- El Centro Penitenciario!- exclam- te refieres al que preside la Oficina de Seguridad?

- Hay algn otro Centro Penitenciario que no conozcamos?- dijo Nezumi con sarcasmo.

Inukashi le ignor.

- As que quieres informacin de qu tipo?

- De lo que sea, no me importa lo trascendente que sea- Nezumi pesc un ratn blanco en

su bolsillo(4). Era del tamao del dedo pulgar de un adulto. Inukashi entrecerr los ojos.

- Es un robot? Es mucho ms pequeo que el que me diste la otra vez.

Quitndose los guantes, Nezumi presion suavemente la cabeza del ratn. Su espalda seabri y sali un resplandor amarillo que parpade un momento antes de que una imagen

flotase sobre ste.

- Qu es esto?

- Un holograma. El mecanismo incluido en este ratn utiliza la luz para reproducir objetos.

- Ya s lo que es un holograma- dijo Inukashi molesto- aunque es la primera vez que veouno- aadi al momento- lo que te estoy preguntando es qu est mostrando Qu es? Un

plano?

- Es un mapa de la estructura interna del Centro Penitenciario, pero est bastantedesfasado. La estructura en s no debe haber cambiado mucho, pero el sistema de

administracin probablemente haya mejorado.

Inukashi frunci el entrecejo de tal forma que pareca decir debes estar bromeando.

- No puedo. No me importa qu tipo de informacin quieras, no voy a ser capaz deconsegurtela.

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- Por qu?

- Qu por qu? No digas estupideces Sabes qu tipo de lugar es este? Por supuesto que nolo sabes. Dijo rotundamente- Ni yo lo s. Nadie lo sabe porque no ha habido una personaque haya vuelto de all con vida. Ni si quiera los muertos pueden salir de all. Una vez queatraviesan las puertas especiales, desaparecen. Se desvanecen de la faz de la tierra.

Entiendes ya qu tipo de lugar es? Eso es lo que dicen los rumores.

Inukashi trag en seco y se estremeci. El eco de sus palabras devolvieron la expresin a

Nezumi.

- Rumores?

- Los rumores dicen- comenz Inukashi tmidamente- que hay un incinerador gigante enla base y que arrojan all a los prisioneros, que se queman all como si fueran basura. Lascenizas que salen de all se dispersan en los campos agrcolas del Bloque Sur, como reciclajede residuos. Dicen que es bueno para el suelo. Aqu, en este lugar.

Inukashi seal a la base de la planta baja, probablemente el stano que mostraba eldiagrama que flotaba sobre la mesa y se estremeci de nuevo. Haba un espacio en blanco,

sin nada escrito en l. Curiosamente, ese espacio vaco le dio una sensacin extraa.

- Ah no hay un incinerador- murmur Nezumi,

- Por qu ests tan seguro?- dijo Inukashi en tono acusador- acaso lo has visto? Cmo

puedes decir eso si ni s i quiera?

Inukashi dej a medio salir sus palabras cuando se encontr mirando a Nezumi.

- Lo sabes?

No hubo respuesta.

- Sabes lo que hay dentro del Centro Penitenciario? Cundo? - Inukashi llev su mano

hacia la luz y apret su puo. La imagen se distorsion antes de deformarse.

- Cundo grabaste esto?- exigi- esto es informacin confidencial.

- Inukashi, no te estoy pagando tu moneda de oro para responder tus preguntas. Quiero queme proporciones todo lo que pueda manejar, consigue la ltima informacin que haya sobreel interior del Centro Penitenciario para actualizar estos datos. Especficamente, si fueraquisquilloso, me gustara que fuera informacin precisa sobre las operaciones y sistemas de

seguridad.

- Eres imbcil o algo parecido? Sistemas y operaciones de seguridad? Slo las personas delas clases ms altas tienen acceso a eso, es un alto secreto. Mala suerte si pudiera poner las

manos sobre eso.

- Por eso no estoy siendo quisquilloso. Rene todo lo que puedas conseguir. Cualquier tipode informacin que tenga que ver con el Centro Penitenciario, y lo quiero cuanto antes.

Cuento contigo.

Nezumi apag el interruptor y lanz el pequeo ratn proyector a Inukashi. ste arrug la

nariz como si le hubieran lanzado un cadver en descomposicin.

- Debera utilizar el mini-ratn que me diste la otra vez?- pregunt.

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- No, eso no va a funcionar. El Centro Penitenciario est plagado de sensores de seguridad.Cualquier robot, sin importar el tamao que tenga, acabar hecho pedazos si lo detectan

correteando por all sin un identificador adecuado.

- Entonces usa ratones reales- continu Inukashi- pueden ser capaces de conseguir eso

mucho mejor que los perros. Un organismo vivo pequeo no es problema para un sensor no?

- No tan rpido. Olvdate de los ratones, incluso las moscas o las cucarachas seranexterminadas de forma automtica. Los lser los acribillan sin dejar ni uno vivo. No le

permiten colarse all ni a una mosca. Eso es lo que hay.

- Entonces qu se supone que debo hacer?- dijo Inukashi con frustracin- cmo sesupone que voy poder colarme en un lugar para sacar informacin s i est controlado todo por

ordenadores?

- No tienes por qu colarte ah. Tienes razn gran parte del interior del CentroPenitenciario se gestiona en el punto de salida. Pero todava quedan muchas reas quetambin involucran personas. Y la informacin se suele filtrar a travs de la boca de las

personas. Hay algo que las mquinas no pueden controlar, la lengua de alguien.

Inukashi se encogi de hombros de forma exagerada. Estaba empezando a entendervagamente a lo que Nezumi estaba intentando llegar. Aunque no quera ver con ms claridad

eso, s i poda evitarlo.

- Por supuesto- asinti rpidamente- hay personas que hacen trabajar a los ordenadoresy los robot humanoides. Los guardias de seguridad tienen que ser humanos y los funcionariosde la Oficina de Seguridad deben estar entrando y saliendo a sus anchas. Tampoco podemosolvidarnos de los presos, tambin son humanos no? Salvo ellos, las nicas personas quepueden entrar y salir del Centro Penitenciario son los que viven dentro de N6. Necesitas una

tarjeta de identificacin para pasar esas puertas especiales. Es imposible crear una tarjetafalsa. Lo que significa que nadie del Bloque Oeste puede acercarse a ese edificio a no ser quevaya como prisionero. De todas formas, no hay nadie que quiera acercarse mucho a eselugar- Inukashi estaba hablando bastante rpido- Entonces llegamos a la conclusin deque es perfectamente imposible para nosotros poder interactuar con alguien que puedaacceder al Centro Penitenciario porque son residentes de N6 y eso lo convierte en unimposible cierto? Deberas saberlo mejor que nadie. Esos tos viven en un mundo

completamente distinto al nuestro. Simplemente diferente...

- Inukashi.

- Qu?

- Hoy ests muy hablador.

Inukashi baj la mirada. Saba que ese gesto denotaba su derrota. Pero no tena energapara mirar de nuevo a ese par de ojos grises que no se le quitaban de encima. Ya saba

perfectamente quin iba a ganar y quin iba a perder.

Nezumi se puso en pie y se acerc a Inukashi, que estaba mirando al suelo. Le susurr con un

tono de voz bajo y spero, pero sensual: la voz de una mujer.

- Siempre has sido as. Cuando tienes algo que ocultar, te vuelves ms elocuente y te dascuenta de que la verdad est oculta en tu corazn. En las palabra, que aletean como una hoja

en el viento, un secreto hay un secreto furtivo oculto en ellas.

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Sus dedos acariciaron la barbilla de Inukashi, se deslizaron hasta su mandbula y lepellizcaron ligeramente el lbulo de la oreja. Inukashi se estremeci. A ese breve momento

de xtasis le sigui rpidamente un pequeo dolor agudo. Le haban dado un tirn de orejas(5).

- Ay!- dijo indignado- qu demonios ha sido eso?

- No me subestimes, Inukashi.

- A qu te refieres? Yo no estaba

- Deja de hacer el tonto. S perfectamente para lo que usas a tus perros. Por eso he venidoaqu.

Inukashi chasque la lengua sonoramente y alej fuertemente la mano de Nezumi. Nezumiri divertido.

- Utilizas a tus perros para hacer contrabando me equivoco? Te has estado dedicando atraer restos de comida y basura del Centro Penitenciario al Bloque Oeste desde hace ya unos

cuantos aos.

- S, lo hago- respondi Inukashi desafiante- y qu? El transporte de mercancas tambin

es parte de mi trabajo. Una rata como t no tiene que decirme qu tengo que hacer.

- El Centro Penitenciario cuenta con funciones de eliminacin completa de residuos -continu Nezumi- pueden acabar con todo dentro de ese edificio. Hasta t mismo acabas dedecir que ni los cadveres pueden salir de all. Tienes razn, incluso destruyen los cadveresall dentro. Lo que significa que ni una mota de polvo puede escapar de all, mucho menos lassobras de la comida. De ese mismo Centro Penitenciario es como t consigues adminis trarcargamentos peridicos de sobras de comida y los vendes en los puestos del Bloque Oeste.

Debes conseguir mucho dinero no? Tal vez incluso ms que con este negocio del hotel.

- Acaso no te gusta que me mueva en el mercado negro?- dijo Inukashi con dureza-debes estarme tomando el pelo desde cuando eres un lacayo de la Oficina de Seguridad? eh,

Nezumi?

- Las mquinas no comercian en el mercado negro. Una vez programadas con un conjuntode reglas, nunca van a romperla. Los que van a romper las reglas van a ser los humanos. Hayalguien dentro del Centro Penitenciario que te est vendiendo los restos de comida verdad?No, no slo sobras. Posiblemente sean las raciones de los prisioneros y otras pertenenciassuyas tambin. De todas formas, el hecho es que tienes contacto con el interior del Centro

Penitenciario, olfatea la forma de tomar ventaja y atraerlo para sacarle informacin.

Inukashi neg con la cabeza. El muchacho que estaba frente a l estaba involucrndole enun peligro mayor del que se esperaba. Inukashi empez a sudar en fro.

- Es imposible- murmur- los tipos con los que trato pertenecen a lo ms bajo de lo msbajo. Como mucho se dedican a la limpieza y al uso de robot encargados de la eliminacin de

residuos. No hay forma de poder conseguir esa informacin.

- Eso es exactamente lo que quiero que les preguntes. Los del nivel superior estnsupervisados estrictamente por las autoridades y no pueden arriesgarse a poner en peligroque filtren cualquier secreto. Pero los de los niveles bajos son poco estrictos. Y si su trabajoes limpiar, seguramente hayan estado en todos los lugares dentro del Centro. Quin sabe,

puede que tengan ms informacin de lo que te crees. Tu trabajo es olfatear, no tienes lanariz tan buena como la de un perro?

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Inukashi dej escapar un suspiro e intent su ltimo acto de venganza:

- Necesito dinero. Para poder sacarles informacin, necesitar dinero. Dos monedas de orono van a ser suficientes.

Nezumi asinti con la cabeza y le pas una bolsita de cuero a Inukashi. Dentro de ella haba

una cantidad considerable de monedas de oro.

- De momento slo tengo esto- Nezumi de repente se agach y mir a los ojos de Inukashi.

- Inukashi, trabaja conmigo. Te lo suplico.

Suplicar? Nezumi me ests suplicando?

- Si aceptas el trabajo, te prometo que siempre estar a tu lado si ests abrumado porcualquier dolor insoportable. No importa dnde ests, le dedicar una cancin a tu alma. Te

lo prometo.

- Cmo va a poder funcionar una promesa entre un perro y una rata?Nadie poda garantizarlo. Pero, sin lugar a dudas, Nezumi cumplira su promesa. Casi

instintivamente, era la sensacin que haba aprehendido el alma de Inukashi.

No importa dnde o cmo muera, si sufrir o no, vendr a darle descanso a mi alma. Puede

que sea jodidamente difcil entenderle, pero nunca rompe una promesa.

Inukashi crea firmemente en sus instintos. Extendi su mano y la cerr, agarrando la bolsade cuero.

- Acepto el trabajo.

- Te debo una- Nezumi exhal suavemente y se ech la capa de superfibra sobre sushombros. Despus se llev un dedo a los labios.

- No debera ser necesario que te lo dijera, pero no digas

- Lo s. No dejar que nadie se entere de esto. Es la regla de oro de mi trabajo. Recopilarla informacin tan rpido como pueda y me pondr en contacto contigo antes de que nadiepueda enterarse.

- Cuento contigo.

- Nezumi, me gustara preguntarte algo.

- Qu?

- Para quin ests haciendo esto?

Silencio. Era imposible leer ningn tipo de expresin en la cara de Nezumi. Inukashi se

relami el labio inferior y continu.

- Con este dinero, se puede vivir muy bien durante bastante tiempo. Saba que eras unactor importante y que ganabas bastante dinero, pero incluso para eso, esto es demasiado.

Poner esta cantidad de dinero, con tanto inters y bajo amenazas

- Yo no te estoy amenazando, slo he venido a ofrecerte un trabajo.

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- Mmm lo que sea. Entonces, yendo tan lejos para pedirme un trabajo qu hace que

quieras meter tus narices en el Centro Penitenciario con tantas ganas? Qu razn tienes?

Nezumi no respondi. Simplemente esboz una leve media sonrisa. Era una sonrisa artificial,

preparada para el escenario.

-No necesitas saber eso para hacer tu trabajo verdad Inukashi?

- Bueno, es obvio- dijo Inukashi irritado- sin embargo, voy a jugarme el pescuezo en este

trabajo tan arriesgado sin ningn tipo de explicacin, eso es un poco duro, to.

- Saber el porqu no va a quitarle que sea arriesgado.

Tsk, este tipo y su aficin porretorcer los argumentos no puedo rivalizar con l cuandosale con este tipo de discusiones verbales.

- Bien- dijo finalmente- ya es suficiente. Vete de aqu- Inukashi agit la mano como siestuviera espantando a Nezumi. Sinti el olor del jabn. La imagen de un rostro se le pas por

la cabeza. El rostro de alguien que estaba baando perros, cubiertos de espuma. Unapregunta indiferente sali de su boca.

- Nezumi, esto no tiene nada que ver con Shion verdad?

Por un instante, esos ojos grises vacilaron. La vista de Inukashi no pudo evitar perder esa

breve vacilacin. Movi la punta de la nariz. Poda oler algo.

- Shion?- Nezumi se encogi de hombros ligeramente- qu pinta Shion en todo esto? No

tiene nada que ver con l.

- Justo ahora, acabas de pedirme que no le diga a nadie nada sobre este trabajo te

refieres tambin a que no le diga nada a Shion?

- Por supuesto. No hay necesidad de que se involucre nadie que no tenga que ver con esto.

- Vaya, vaya quin es ahora un chico amable?- se burl Inukashi- quin sabe en cuntostrabajos peligrosos habrs dejado en mis manos, pero tratndose de Shion: oh no, no puedodejar que se involucre. Aj, ya veo. Supongo que incluso alguien como t se acabaencariando de la gente cuando vive con ella el tiempo suficiente tan importante es eserarito de pelo blanco para ti?

Nezumi se desvaneci de su vista. Antes de que pudiera incluso gritar, el cuerpo de Inukashifue estampado hacia arriba contra la pared y un grupo de dedos estaban rodeando su

garganta.

- Ya he tenido demasiado con esas palabras tuyas tan inteligentes- sise Nezumi- un poco

ms y me asegurar de que no puedas volver a hablar de nuevo.

- Vamos a verte intentarlo- respondi Inukashi con audacia- estos chicos no te van a

dejar.

Varios perros aparecieron dispersos por la habitacin, apoyados sobre sus patas traseras,gruendo amenazadoramente mientras rodeaban a Nezumi. Justo cuando uno de ellosempez a ensear los dientes, una pequea sombra gris apareci en la esquina de la

habitacin.

Hubo un grito ahogado.

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El perro grande que haba enseado sus dientes levant la voz dolorido. Haba un ratnpequeo enganchado en su cuello. El perro se retorca sacudiendo violentamente su cabeza alos lados, y rpidamente se desplom sobre sus patas delanteras antes de caer al suelo. Susextremidades convulsionaron. Los otros perros se apartaron temerosos. Inukashi empuj a

Nezumi y grit de forma ahogada, de la misma forma lo hizo el perro.

- Mi perro! Mi perro!- levant el cuerpo del perro en sus brazos. Una voz fra cay sobresu cabeza.

- Si no quieres acabar como l, ms te vale retirar a los otros perros.

- Nezumi, maldito

Chip, chip.

El suave chirrido de un ratn. Inukashi levant la cara y se le qued la respiracin atrapadaen la garganta. Mir a su alrededor y se qued clavado en el suelo. En la parte superior de losarmarios, debajo de la mesa, en la sombra de la puerta en varios lugares de la habitacin,

un sinnmero de ratones estaban mirndole en silencio. Sus ojos eran rojos y brillaban desdeel interior.

- Abajo- orden Inukashi con la voz ronca. Los perros obedecieron y volvieron los lugaresen los que estaban y se tumbaron sobre sus estmagos.

- No est muerto dijo Nezumi- slo est un poco paralizado. Dale de veinte a treinta

minutos y estar bien. Respira correctamente no?

Exactamente como haba dicho Nezumi: la respiracin del perro era pesada, pero continua.Luchaba por mantenerse sobre sus patas, pero pareca no tener fuerza para ello. Dio un

gemido lastimero.

- La vas a pagar por hacerle estoa mi perro.

Justo cuando Inukashi apret el puo, la puerta se abri como una explosin. Shion apareci

lleno de energa.

- Inukashi- Shion se par en seco sin soltar el pomo de la puerta. Su mirada pas de

Inukashi que estaba abrazando al perro, a Nezumi.

- Nezumi qu ests haciendo aqu?

- Qu ests haciendo aqu? No deberas abandonar tu lugar de trabajo de esa forma.

- Vers, he odo el aullido de un perro, creo que tambin la voz de Inukashi pens que

algo malo haba pasado Inukashi qu le pasa a ese perro?

- Simplemente est paralizado- respondi Nezumi por l. Un ratn de color marrn asom

la cabeza desde el hombro de Nezumi. Baj de un salto al suelo y se tir al cuerpo de Shion.

- Hamlet has venido hasta aqu tambin?- le dijo Shion.

- Hamlet? De qu ests hablando?

- Es su nombre. Le llam as porque le gusta que le lea Hamlet en voz alta.

Nezumi arrug la cara.

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- No le des nombres a mis ratones sin pedir permiso.

- T no les diste ningn nombre- dijo Shion sin inmutarse- parece que le gusta verdadHamlet?

El ratn asinti moviendo la cabeza arriba y abajo.

- Ridculo- escupi Nezumi- As que si este es Hamlet qu cmo se llama el otro? Otelo?Macbeth?

- Cravat.

- Cravat? Hay algn nombre como ese en Shakespeare?

- Cravat es el nombre de una masa frita. El color de su pelo se parece a uno. Su nombresignifica corbata, debido a su forma La masa tiene almendras espolvoreada por en cima y se

le da la forma de una corbata para frerla

- Lo he pillado, es suficiente- interrumpi Nezumi- vete a soar que te llenas elestmago de cravats, o lo que sea, cuando te vayas a dormir esta noche. Me voy a casa.

Hablar contigo me da dolor de cabeza.

- Ests seguro de que no tiene algo que ver con los nervios? Siempre ests irritado y puede

que cansado.

- De quin es la culpa de que est siempre irritado? Adems t

-Sinti la mirada desconcertada de Inukashi sobre l. Nezumi cerr la boca. Se cubri denuevo con la capa de superfibra y sali de la habitacin sin abrir la boca. Hamlet le dio a

Shion un golpecito en la mejilla y chill antes de seguir el camino de su maestro.

Los ratones grises que haban estado esparcidos por toda la habitacin, desaparecieronmisteriosamente. Inukashi suspir y se dej caer al suelo. El perro gru en voz baja en sus

brazos. Shion se inclin sobre una rodilla e inspeccion al perro a fondo.

- Parece que le han paralizado con algn tipo de droga pero su corazn est latiendo con

normalidad y no est vomitando. Debera estar bien.

- En serio? No se va a morir?

- Estar bien, slo es una ligera parlisis. Deberamos darle agua limpia para beber. Ir abuscar un poco- Shion llen el cubo que haba estado usando para llevar agua desde el ro y

se lo llev al perro. El perro bebi con ansiedad.- Mira, parece que la parlisis parece que casi se ha ido. Pero cmo ha podido quedar

paralizado este perro?

- Nezumi lo hizo.

- Nezumi? Al perro? No puede ser.

- S, as es- dijo Inukashi enfadado- fue l. Ese desgraciado paraliz a mi perro. Nodudara en hacer algo as. Es despiadado, astuto y cruel. Me andara con cuidado si estuvieraen tu lugar. Si dejas que su cara bonita juegue contigo mientras piensas que est siendoamable y carioso como si fuera tu madre, te vas a llevar una sorpresa muy desagradable.

- No le veo como si fuera mi madre, pero creo que es amable.

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Inukashi se puso a dibujar crculos en el aire frente a la cara de Shion.

- Imbcil. A eso es a lo que me refiero cuando digo que est jugando contigo. Eresdemasiado ingenuo para darte cuenta de lo despiadado que es.

- Nezumi no es cruel. Me ha salvado la vida ms de una vez. Si no hubiera s ido por l, no

habra sido capaz de sobrevivir.

- Nezumi ayud a un extrao? Sin pedir nada a cambio?

- Sin pedir nada a cambio. Todo lo contrario - dijo Shion reflexivo- creo que se haconvertido en una molestia para s mismo. Puede que suene raro viniendo de m, pero estoy

siendo una carga para l. Al fin y al cabo, no s nada de cmo se vive aqu.

Inukashi apret los labios y dej que su mirada se centrase sobre el perfil de Shion que

estaba lavando las heridas del perro con agua.

Una molestia? Estaba en lo cierto. En ese lugar, alguien con esa ingenuidad y esa credulidad

como tena l, siendo tan amable con todos, no era ms que una molestia. Y una molestia amenudo acababa convirtindose en una cadena para las manos y los pies.

Pero por qu Nezumi estaba viviendo con ese tipo raro si le resultaba una molestia?, y sinpedirle nada a cambio. No estaba detrs de Shion por su casa, al contrario, era l el que le

estaba dando refugio a Shion.

Por qu?

- Eh, Shion.

- Hm?

- Siempre hablis as el uno con el otro?

- Eh? Bueno s, supongo que s por qu?

- Porque Nezumino suele ser as. Nunca muestra sus emociones.

Shion lade la cabeza hacia un lado con curiosidad, como si diera en serio?. El perro lelami el dorso de la mano. Era la forma que tena de expresarle gratitud por tratarle las

heridas.

Inukashi movi la nariz y sonri. Sinti una fragancia.

Shion y el trabajo respecto al Centro Penitenciario tenan algn tipo de relacin. Por estenio, Nezumi estaba dispuesto a entrar en un terreno muy peligroso.

Inukashi no tena pruebas. No tena en mente ninguna razn clara por la cual Nezumi podraestar haciendo eso. Pero haba encontrado la debilidad de Nezumi, eso era lo nico certero.

Mi nariz no miente.

Nezumi, es tan obvio que este bicho raro es tu punto dbil, tu taln de Aquiles eh? Je je,las cosas deben ser muy interesantes. T lo has dicho. Si alguien encuentra tu debilidad, tepuede costar la vida. Y ahora tengo tu vida en mis manos. Me asegurar de recompensarte

generosamente por lo que me has hecho. Puedes contar con ello.

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- Puede que me equivoque, pero- la voz de Shion lleg hasta sus odos. Estabaacariciando al perro, que se haba puesto en pie y mova la cola enrgicamente, al parecer,

completamente recuperado de su parlisis.

- Eh? Has dicho algo?

- Este perro no tendrs algn parentesco con l por casualidad?

- Oh- Inukashi hizo una pausa- s, claro. Es el ltimo al que mi madre dio a luz. Lo tuvo yal poco despus le dieron esa paliza mortal- hubo una pausa de tiempo antes de que dijera:

Cmo lo hassabido?

- Simplemente era un presentimiento- dijo Shion- Tiene una mirada inteligente ycompasiva. Me recuerda a lo que dijiste de tu madre, simplemente me preguntaba si estaba

en lo cierto.

La mano de Shion acarici el cuello del perro. Los ojos del perro se entrecerraron casi hastacerrarlos por completo y dej escapar un suspiro de su boca. Por su expresin pacfica era

difcil imaginar que haba sido el que le haba enseado los dientes a Nezumi.

- Shion, no te has redo.

- Eh? De qutendra que rerme?

- Sobre mi madre. Normalmente cuando les digo a los dems que mi madre fue un perro, seren, me toman el pelo o me tratan como a un bicho raro pero t t has dicho que mi

madre era amable y cariosa. Eres el nico que me ha escuchado sin rerse o burlarse de mimadre, aparte de

Inukashi detuvo sus palabras y trag en seco. Se acababa de dar cuenta de ese hecho.

Simultneamente, una ola de agitacin se apoder de l y amenazaba con asfixiarlo.

Shion, an de rodillas, lo mir con preocupacin. Inukashi se humedeci sus labios resecos y

poco a poco fueron articulando las palabras como si las estuviera diciendo de memoria.

- T eres el nico a parte de Nezumi.

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Notas:

(1) ltimas palabras de Macbeth en la escena sptima del primer acto de la obra de WilliamShakespeare del mismo nombre, sacado de: http://www.biblioteca.org.ar/libros/132743.pdf

(gracias a la revisin hecha de http://shakespeare.mit.edu/macbeth/full.html)

(2) Hay un huevo de perros: la palabra a traducir era shitloads (lit: carga de mierda), en silustra mucho la situacin, pero no he encontrado una traduccin para esa palabra y hepreferido buscar una frase equivalente en el castellano que conozco referido a una enormecantidad de algo (en este caso perros) con un matiz vulgar (de acuerdo al vocabulario deInukashi), huevo (referido a gnada masculina xD), vulgarmente utilizado como numeralindefinido de grandes cantidades es lo mejor que se me ha ocurrido.

(3) Amabilidad, dulce y nubes: 9th avenue hizo una analoga en la traduccin de esta parteal no ver sentido en la palabra que traduce como dulce. En japons esta palabra es el

adjetivo amai (), que puede s ignificar tanto dulce como amable, carioso, afable

vamos lo que es Shion y en ese caso se escribira con kanji (). Dejo la parte original

interpretando un poco esos dulces que tiene puestos por ah como amable dependiendodel contexto. Si a alguien le gust ms la analoga de las nubes, le dejo aqu la traduccin:

- Ests en las nubes o algo as? Si sigues creyndote esas fantasas, jams vas a sobrevivir

aqu.

- Nezumi me dice lo mismo- dijo Shion- que me paso el da en las nubes.

- En las nubes no estaras lo suficientemente alto. Debes andar en el espacio o algoparecido. No s cmo se supone que debe ser el espacio, pero est realmente alto verdad? Y

te puedes llegar a consumir, simplemente as, incluso antes de haber llegado.

- Nunca he estado en el espacio, pero supongo que est realmente alto.

(4) Nezumi pesc un ratn: he traducido literalmente el verbo que daba 9th avenue. S,suena raro, pero ilustra muy bien la idea: Nezumi mete la mano en el bolsillo y saca la colade un ratn como si fuera el sedal de una caa de pescar, en el cebo, el cuerpo del animal.

(5) Tirn de orejas: Es una expresin hecha tpica de la zona en la que vivo (no s si es tpicade Espaa). Desconozco por completo si en Latinoamrica ser igual o no. La referencia v ieneporque en singular queda muy raro, espero que se quede claro que Nezumi pellizca el lbulode la oreja de Inukashi y tira de ella despus de hablarle con voz seductora, pero slo lo hace

acon una oreja, no las dos. Espero no haber creado ninguna confusin.

http://www.biblioteca.org.ar/libros/132743.pdfhttp://shakespeare.mit.edu/macbeth/full.htmlhttp://shakespeare.mit.edu/macbeth/full.htmlhttp://www.biblioteca.org.ar/libros/132743.pdf