Peirce, Charles - La lógica considerada como semiótica

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    LA LGICA CONSIDERADA COMO SEMITICA (L 75)

    Charles S. Peirce (1902)

    Reconstruccin analtica de Joseph RansdellTraduccin castellana de Sara F. Barrena (2004)

    Milford, Pa., 15 de julio de 1902

    Al Comit Ejecutivo de la Institucin Carnegie,

    Caballeros:

    Tengo el honor de presentarles respetuosamente en esta carta unasolicitud de ayuda de la Institucin Carnegie para desarrollar cierto trabajocientfico. Los contenidos de la carta son los siguientes:

    1. Explicacin acerca de qu trabajo se propone.

    Apndice con una exposicin ms completa.

    2. Consideraciones acerca de su Utilidad.

    3. Estimacin delEsfuerzo que implicar.

    4. Estimacin de Otros Gastos implicados

    5. Explicacin de laNecesidadde la ayuda de la Institucin Carnegie.

    6. Sugerencia de unPlan por el que pudiera ofrecerse la ayuda.

    7. Explicacin de laProbabilidad de Conclusin del trabajo, etc.

    8. Observaciones en cuanto al Coste Neto probable para la InstitucinCarnegie, en dinero y en eficiencia.

    9. Explicacin de mi comprensin de la Base para mi peticin deayuda.

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    Versin Final MS L75 346-349

    SECCCIN 1

    EXPLICACIN DE CUL ES EL TRABAJO PROPUESTO

    Es necesaria aqu alguna narracin personal. Desde pequeo beb elespritu de la ciencia positiva, y especialmente de la ciencia exacta; ypronto sent una intensa curiosidad acerca de la teora de los mtodos de laciencia; de modo que, poco despus de mi graduacin en 1859, deciddedicar mi vida a ese estudio; aunque por supuesto era menos una

    resolucin que una pasin dominante que durante varios aos haba sidoincapaz de tener a raya. Nunca disminuy. En 1866, y ms en 1867, melanc a mis primeras contribuciones originales a la ciencia de la lgica, yhe continuado desde entonces mis estudios de esta ciencia, con rarasinterrupciones de tan slo unos meses cada una. Debido a que trato lalgica como una ciencia, como las ciencias fsicas en las que he sidoformado, y a que hago mis estudios especiales, minuciosos, exactos ycomprobados por experiencia, y debido al hecho de que la lgica apenas seha estudiado antes de esta forma, los descubrimientos me llegaban en un

    torrente tal que me resultaban desconcertantes. Esta ha sido una razn porla que no he publicado hasta ahora sino unos pocos fragmentos de partesaisladas, o ligeros esbozos de partes ms importantes. Pues la cienciadifiere de las ciencias naturales y, en alguna medida, incluso de lasmatemticas, en que es esencialmente ms sistemtica. Consecuentemente,si se hicieran nuevos descubrimientos al escribir un artculo, sera probableque pidieran una remodelacin de l, un trabajo para la reconsideracinmadura. Sin embargo, hasta donde puedo recordar, ninguna conclusindefinitiva de importancia a la que yo haya llegado alguna vez ha requerido

    retractacin, tales eran las ventajas de los mtodos cientficos de estudio.La modificacin de los detalles y los cambios (muy escasos) en laimportancia relativa de los principios son las mayores alteraciones quealguna vez he sido llevado a hacer. Incluso esos han sido debidos, no a lafalta de mtodo cientfico, sino principalmente a mi adherencia aenseanzas anteriores. Pero, ms que eso, lo que ha impedido mipublicacin ha sido, en primer lugar, que mi deseo de ensear no ha sidotan fuerte como mi deseo de aprender y, en segundo lugar, que, lejos dehaber recibido peticiones de artculos mos, he encontrado siempre no pocadificultad en ver publicado lo que escriba; y cuando se me conceda elfavor se me deca que se sacrificaban los fondos al hacerlo. Mis primeros

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    artculos, que han sido considerados desde entonces buen trabajo, fueronenviados casi a todo lgico en el mundo, acompaados en muchos casos decartas; pero durante diez aos despus de eso no he sabido nunca que unsolo individuo los haya mirado. Desde entonces he tenido poco fervor

    acerca de publicar nada. Ahora, sin embargo, al estar en el umbral de lavejez, no podra sentir que he hecho lo mximo para llevar a cabo aquellopara lo que estoy en el mundo si no gastara todas mis fuerzas disponiblespara dejar constancia de tantos de mis resultados lgicos como pudiera.

    Por tanto, lo que solicito por la presente que la Institucin Carnegieme permita hacer es preparar unas tres docenas de memorias, cada unacompleta en s misma, y sin embargo el todo formando un sistema delgica unitario en todas sus partes, memorias que presentarn a una menteabierta de forma bastante convincente los resultados a los que heencontrado que conduce inequvocamente el mtodo cientfico, aadiendoen cada caso explicaciones racionales de cmo se ha llegado a opinionescontrarias; la completa lgica expuesta, hasta donde han llegado misestudios de ella, sobre el innegable asentamiento de una ciencia.

    Para lo que deseo ayuda es para presentar ante el mundo el resultadode mis investigaciones en lgica.

    Comenc a estudiar lgica en 1856, y ha sido mi principal ocupacin

    desde entonces. Dos veces he realizado esfuerzos enrgicos para apartar lacuestin de mis pensamientos; pero la tendencia de mi pensamiento es talque al hacerlo no tuve xito por ms de unos pocos meses cada vez. No fue,sin embargo, hasta 1861 cuando emprend alguna investigacin originalseria; de modo que, quitando las distracciones, mis resultados me hancostado alrededor de cuarenta aos.

    Estos resultados nunca han sido publicados. Es verdad que hanaparecido artculos fragmentarios sobre temas relativamente sin

    importancia; pero el todo forma un sistema unitario en tal grado queninguna parte que parezca tener alguna importancia puede ser expuestaseparadamente de una forma que le haga justicia, ya sea respecto a susignificado o respecto a sus evidencias. Explicar cmo lleg esto a ser as.En mayo de 1867 present a la Academia en Boston un escrito de diez pginas, o de alrededor de 4.000 palabras, sobre Una nueva lista decategoras. Era el resultado de un total aplicacin intensa e incesantedurante dos aos. Hoy en da me sorprende que en tan poco tiempo pudieraproducir una explicacin de ese tipo casi tan exacta, especialmente cuando

    vuelvo a mirar mis cuadernos de notas y encuentro por qu rutainnecesariamente difcil alcanc mi objetivo. Pues esta lista de categoras

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    difiere de las listas de Aristteles, Kant y Hegel en que intenta mucho msque ellas. Ellos tomaron meramente concepciones que encontraron a mano,ya descubiertas. Su labor se limitaba a seleccionar las concepciones,desarrollando ligeramente algunas de ellas, ordenndolas y, en el caso de

    Hegel, separando una o dos que haban sido confundidas con otras. Pero loque yo intent hacer era volver a la experiencia, en el sentido de aquelloque encontramos que se ha presentado ante nuestras mentes y,examinndolo, formar concepciones claras de sus clases de elementosradicalmente diferentes, sin contar con ninguna filosofa previa en absoluto.Esta era la tarea ms difcil que nunca me he aventurado a intentar. Estalista es afortunadamente muy corta. Correspondiendo a la sustancia deAristteles hay dos concepciones que llamo Ser y Sustancia, perocorrespondiendo a los nueve accidentes encuentro slo tres, Cualidad,Reaccin, Mediacin. Habiendo obtenido esta lista de tres clases deelementos de experiencia, (puesto que Ser y Sustancia son de unanaturaleza diferente), la tarea ante m era la tarea compuesta de hacer micomprensin de las tres ideas que nunca haban sido asidas certeramente loms clara y evidente posible, y de averiguar todos sus modos decombinacin. Esto ltimo, por lo menos, pareca ser un problema que podaresolverse con simple paciencia. Tal era la enseanza de toda la lgica queconoca, la de Aristteles, la de los comentaristas griegos, la de lospensadores del siglo XI, la de los grandes doctores escolsticos, la de loslgicos modernos franceses, ingleses y alemanes. Mucho tiempo despus,

    cuando haba desarrollado los nicos mtodos efectivos para hacer unacosa y la otra, esto es, para hacer mi comprensin clara y para encontrar lasformas de combinacin de las categoras, descubr que la ltima era de lanaturaleza de las cosas, no para ser conseguida slo por el mero pensamiento duro, sino que era necesario esperar a que los compuestoshicieran su aparicin, y analizarlos pacientemente, hasta que la listaestuviera hasta cierto punto completa. Pero, al no saber esto entonces,despus de aos de esfuerzo infructuoso (no dir que fueron malgastados, pues me dieron gran preparacin), me dije a m mismo, esta lista de

    categoras, especiosa como es, debe ser un engao del que debodesengaarme. Por consiguiente pas cinco aos buscando diligentemente,s, apasionadamente, hechos que refutaran mi lista. Nunca en mi vida heestado ms completamente en serio de lo que estaba en aquella larga batalla. Fue en vano. Todo lo que prometa refutar la lista, cuando eraexaminado cuidadosamente slo lo confirmaba. La evidencia lleg a serirresistible. Luego aquello en lo que haba fallado deba ser posible.

    Pero nunca se demostr; y me di cuenta finalmente de por qu no

    pudo probarse. Fui conducido a esta solucin por las mismas categoras ens mismas. Comenc entonces el largo trabajo de reunir los compuestos y

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    analizarlos en las categoras. Este trabajo es de naturaleza absolutamenteinterminable. Implica una doctrina lgica que no puede completarse nunca.Pero ahora estaba desarrollado hasta el punto en que el mtodo general deinvestigacin poda hacerse evidente para cada mente.

    Pero, para ese tiempo, yo haba alcanzado un modo de pensamientotan lejano al del hombre ordinario que era incapaz de comunicar con l. Serequera otra gran tarea para abrir un camino por el que llevarle de suposicin a la ma. Yo haba llegado a estar del todo desacostumbrado al usodel lenguaje ordinario para expresarme mis propias ideas lgicas a mmismo. Estaba obligado a hacer un estudio de las ideas y del lenguajeordinarios para dar a entender algn indicio de mi significado real. Me dicuenta de que tena que adquirir un arte difcil. La expresin clara de mis pensamientos es todava muy difcil para m. Esta misma explicacinmostrar en alguna medida qu torpe soy para ello.

    Todo esto explicar no claramente, lo que sera imposible sin entraren detalles, pero de alguna manera vaga qu imposible era que algnfragmento de la verdad que se me haba concedido percibir fueraadecuadamente representado por s mismo. De ah que yo haya sidotergiversado de una forma bastante grotesca. He sido llamado hedonista,yo, quien desde el principio de mi carrera hasta hoy no he escrito un solofragmento de naturaleza general que no mostrara suficientemente que

    considero el placer, no como la mayora hace, como una pequeasatisfaccin, sino como ninguna satisfaccin racional en absoluto. Unahistoria de la filosofa me consigna como un escptico tpico, aunque elcriticismo de Kant era, por as decir, mi leche materna en filosofa. He sidollamado un Hume moderno, porque Hume negaba del todo la causalidad y,yo, despus de llamar la atencin sobre el hecho de que todos los hombresestablecen algunos lmites a la causalidad, me esforc por definir esoslmites. Porque seal la insuficiencia del lgebra lgica existente, y heusado el lgebra como una ayuda para explicar la lgica de relaciones, ha

    sido asumido que yo consider el lgebra como la parte total, o principal,de la lgica; aunque, de hecho, he protestado con la mayor seriedad contrala importancia exagerada atribuida por muchos a este instrumento de lalgica. Casi en el mismo momento, un filsofo eminente se refera a mcomo una especie de Bchner, mientras otro me estaba llamando unschellingiano puro. Se supone que soy opuesto a Hegel en todo punto. Enefecto, pienso que los procesos de Hegel, si se consideran como pruebas,son casi los razonamientos ms absurdos que hubo o podra haber. Pero encuanto a sus doctrinas principales, a las que lleg antes de que alguna vez

    vislumbrara su procedimiento dialctico, pienso que hay una gran cantidadde verdad en ellas. Pienso que la metafsica, tal y como ha sido hasta ahora,

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    ha consistido principalmente en verdades bien fundadas enormementeexageradas, hasta que llegan a ser falsedades monstruosas; y la opinin deHegel de que son todas unilaterales equivale a la misma cosa. Mi objecinprincipal a Hegel es que de todos los que exageran l es el ms errante; y

    que lleva la unilateralidad a su ltimo extremo. En mi opinin hay sietetipos concebibles de filosofa. Tres exageran ampliamente la importanciade alguna de mis tres categoras y subestiman ms o menos las otras. Tresms subestiman algo dos de ellas y casi olvidan completamente la tercera.El sptimo tipo hace casi igual justicia a las tres. El hegelianismo es una delas tres primeras. Pero la categora que exagera es la ms comnmentepasada por alto; y por esa razn hay una relativa salud en ello. Vera soladecir que, mientras el hegelianismo era rechazado, ms o menos habafiltrado y permeado todo el pensamiento. Muy bien; diluyan elhegelianismo disminuyendo la importancia que sita en la mediacin yreconociendo el debido significado de las otras, y tendrn algo parecido a laverdad.

    Del Borrador B-MS L75.3-9

    Eso para lo que deseo que me ayuden es para traer ante el mundo losresultados de mis investigaciones en lgica.

    Comenc este estudio en 1856; y ha sido mi principal ocupacin desdeentonces. No puedo reclamar el menor mrito por la constancia con la quelo he proseguido, ya que ha sido un impulso incontrolable. Por el contrario,me ha sido necesario en todo momento ejercer todo mi control sobre mmismo, por temor a que mi mente pudiera verse afectada por tal aplicacinincesante a una materia particular. Cuando me he encontrado a m mismoen una situacin solitaria, y sin que hubiera una serie de deberes diarios queme ocuparan, he tenido luchas desesperadas con mi lgica. Me hamantenido pobre; pero mi experiencia es que slo hay una pequea

    proporcin de la humanidad que es capaz de hacer del ganar o incrementarel dinero su motivo conductor. En todo caso, estoy seguro de que yo no soyuno de esa clase. He experimentado extremadamente poco apoyo. Fue msde diez aos despus de que publicara mis primeros escritos cuando me dicuenta de algn modo de que nadie excepto yo mismo y el editor los habanmirado nunca. He tenido por tanto todas las razones excepto una paraabandonar el propsito. Dos veces he hecho esfuerzos definitivos parahacerlo; pero mi inclinacin era demasiado fuerte.

    Aunque empec el estudio hace tanto como en 1856 y pas casi todomi tiempo leyendo en ese tiempo a los filsofos alemanes y a Aristteles,

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    no fue hasta 1861 cuando me aventur en alguna investigacin originalseria, y hasta 1866 no haba avanzado lo suficiente para ofrecer algo parasu publicacin. Lo que deseo presentar son por tanto los resultados detreinta y cinco aos de trabajo.

    Solamente han sido publicados fragmentos del trabajo, y partesrelativamente sin importancia, que adems no pueden ser correctamenteentendidas por s solas. Un ejemplo llamativo de cmo he sidomalinterpretado es que, mientras una de las historias de la filosofa meconsigna como un escptico, una especie de Hume moderno, como he sidollamado, advierto que uno de los ms grandes filsofos vivos me clasificacomo un schellingiano puro. Ambas clasificaciones no pueden serverdaderas; sin embargo las dos provienen de los ms competentes ycuidadosos crticos.

    Se me preguntar por qu he publicado tan poco y en una forma [tan]fragmentaria. Respondo,

    Primero, que he tenido una dificultad extrema en que lo que escribasobre lgica llegara a ser publicado. Mis cajas estn llenas de Manuscritossin publicar acerca de la materia, tan cuidadosamente escritos como todo loque alguna vez haya escrito. Slo podan ser publicadas aquellas cosas quepudieran pasar como relacionadas con alguna otra materia, y entonces slo

    si se hacan tan breves como para resultar casi ininteligibles, o msdesarrolladas para servir a los propsitos de las revistas populares.

    Segundo, que incluso as, no he sido capaz de saber que ni siquieramedia docena de personas haya ledo alguna vez un escrito mo, no importacomo lo haya disfrazado.

    Tercero, que durante todos estos aos el vasto volumen de misresultados ha sido tal que no ha sido fcil para m, con mi aptitud para la

    materia, mi inters personal en los descubrimientos, y mi estudiosincesantes de ellos, tenerlos todos al mismo tiempo en mi cabeza de unamanera ordenada; y la dificultad de la tarea de ordenarlos de una maneralcida y convincente es tal que se requeriran varios aos de dedicacinexclusiva a esa tarea para su realizacin.

    Cuarto, que hasta hace unos pocos aos, estaban continuamenteapareciendo nuevos resultados en una profusin tal que no me dejabantiempo libre para exponer los antiguos.

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    Quinto, que no tengo el don natural de hacerme entender, y mis pensamientos se me aparecen en un ropaje tan extrao para los modosordinarios de pensar que sera un asunto difcil traducirlos al lenguajeusado por los lectores.

    Sexto, la razn principal sigue sin mencionarse. En mayo de 1867,como resultado de dos aos de incesante aplicacin, publiqu un escrito dediez pginas que o bien estaba del todo equivocado o bien era una de lasms importantes generalizaciones filosficas. Varios aos siguientes fueronocupados ampliamente en seguir la cuestin en todos sus desarrollos. Perolas dificultades que se encontraron aqu eran tan grandes que, aunque miresultado original pareca todava evidente, comenc a pensar que debaesconder algn error no descubierto y que yo era vctima de un engao.Casi persuadido de que esto deba ser as, estuve durante una considerableserie de aos planeando descubrir una refutacin abierta a mi teora. Perocada investigacin que hice que prometa conducir a tales refutaciones,resultaba que al final slo proporcionaba nueva evidencia de su verdad.Finalmente, descubra que la razn real de mis dificultades no resida en migeneralizacin sino en una posicin que haba sido aceptada por todos loslgicos sin cuestionrsela seriamente. Volv entonces con energa a laposicin original que adopt con el mayor provecho como una especie deesqueleto de mi doctrina lgica original. Trajo gran unidad a toda lamateria, pero al mismo tiempo la mantuvo muy lejos del camino ordinario

    de los pensamientos de los hombres. Desde ese desarrollo, ha sidoabsolutamente imposible presentar mis opiniones sobre casi cualquier partede la lgica separada del todo.

    Sptimo, a pesar de todo lo que he dicho, y sin referencia a anterioresensayos, durante los ltimos aos he escrito dos veces un libro entero sobrelgica. El primero fue ofrecido a un editor; pero a pesar de lasrecomendaciones de sus lectores, lo rechaz; y he estado muy contento deque lo hiciera. El otro era un libro muy extenso, hecho con mucho cuidado.

    Sin embargo, cuando estuvo hecho, encontr que estaba escrito demasiadodesde su propio punto de vista. No examinaba opiniones opuestas con lasuficiente simpata y comprensin; en todo l haba un tono ofensivo; noera convincente ni en absoluto merecedor de la teora que tena el honor dedefender. Desde entonces he pensado y experimentado mucho acerca decmo debera haberse escrito el libro. Ahora puedo escribir un tratado quecontendr cada afirmacin en l dentro de los lmites en los que seraabsolutamente convincente, que sealar todo lo que de importancia se hadicho en cada materia, y se enfrentar a cada cuestin directa y justamente.

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    cerca de 200.000 en total que, si los fondos no se hubieran terminado,hubieran crecido hasta el libro convincente que yo hubiera reconocidocomo algo digno de la gran teora que intentaba exponer.

    Lo que deseo es dividir mis investigaciones en un nmero deencabezados, digamos de una veintena a dos docenas en total, y explicarmis investigaciones de cada uno junto con un examen crtico exhaustivo detodo lo que de importancia ha sido dicho o podra decirse en contra de misresultados. Cada uno de esos escritos estara completo en s mismo, exceptoque supondra una familiaridad con los que iban antes. Las diferentesmemorias oscilaran entre 20.000 y 100.000 palabras cada una.Probablemente requerira, como media, unas diez semanas preparar cadauna. Durante el ltimo ao he trabajado ms rpido, es verdad; pero me hedado ms prisa de lo que debera haber hecho. Si viviera para completar elplan, como hay toda razn para esperar que hara bajo el enorme estmuloque la ayuda dara a mi vitalidad, el conjunto constituira cuando estuvieracompleto un amplio tratado sobre lgica, de algn modo el ms grande jams dado al mundo. Podra ser algo cercano a un milln de palabras.Cuando hablo de nmero de palabras, quiero decir que ocupara cuandofuera convenientemente impreso tanto espacio como ese nmero de palabras de una materia ordinaria constituyen apretadamente. Una buenacantidad de ese espacio contendra frmulas, diagramas, etc.

    Del Manuscrito A-MS L75.29-33

    Pero, cales seran los contenidos de mis tres pesados volmenes delgica? En primer lugar contesto, en referencia a las expectativas que lapalabra lgica podra despertar en mentes no instruidas, que contendrauna teora del razonamiento cientfico y tambin una teora delrazonamiento de los hombres prcticos acerca de los asuntos de cada da.Se mostrara que estos dos son gobernados por principios algo diferentes,en tanto que el razonamiento prctico est forzado a alcanzar con prontitud

    alguna conclusin definitiva, mientras que la ciencia puede esperar un sigloo cinco siglos, si fuera necesario, antes de llegar a alguna conclusin. Otracausa que hace que se diferencien an ms fuertemente las metoduticasdel razonamiento terico y prctico es que ste ltimo puede ser regulado por el instinto que acta en su forma natural, mientras que [la] teora decmo uno debera razonar depende de la propia finalidad ltima y semodifica con cada modificacin de la tica. La teora est de este modo enuna desventaja especial aqu; pues el instinto dentro de su dominio propioes generalmente mucho ms agudo, seguro y sobre todo rpido de lo que pueda ser cualquier deduccin de una teora. Adems, en todo caso elinstinto lgico tiene que ser empleado al aplicar la teora. Por otra parte, el

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    propsito ltimo de la ciencia pura, como tal, es perfectamente definido ysimple; la teora del razonamiento cientfico puro puede ser desarrolladacon certeza matemtica; y la aplicacin de la teora no requiere que elinstinto lgico sea forzado ms all de su funcin natural. Por otra parte, si

    intentamos aplicar el instinto lgico natural a cuestiones puramentecientficas de alguna dificultad, no slo llega a ser incierto, sino que, si sele presta atencin, la misma voz del instinto es que las consideracionesobjetivas deberan ser las decisivas.

    La utilidad metodutica de la lgica est adems limitada por el hechode que los razonamientos matemticos puros son perfectamente evidentes yno tienen necesidad de ninguna teora de la lgica separada parareforzarlos. Las matemticas son su propia lgica.

    Ms an, las tres ciencias normativas, esttica, tica y la lgicamisma, aunque no se sitan bajo la rama de la ciencia llamada prctica,esto es, las artes, son sin embargo tan prcticas que el instinto en suoperacin natural est perfectamente adaptado a sus razonamientos segnlos sutiles anlisis a partir de los que estas ciencias han tomado laspremisas.

    Se sigue que los nicos razonamientos para los que una ciencia de lalgica es metodeticamente til son los de la metafsica y las ciencias

    teorticas especiales del lado fsico y psquico. La ciencia fsica lo ha hecholo suficientemente bien hasta ahora sin apelar a la ciencia de la lgica. Peroen este momento han surgido cuestiones de naturaleza lgica que no esprobable que nada resuelva sino una lgica cientfica. Vean la controversiaentre aquellos partidarios de Poincar y aquellos partidarios de Boltzmann.Vean la an ms difcil cuestin de la constitucin de la materia. Segn mi previsin la lgica parece estar entrando en un periodo en el que talescuestiones se multiplicarn.

    Cunto han sufrido las ciencias fsicas por la falta de una lgica exactapuede entenderse por mi memoria acerca de los mtodos de investigacinen la historia a travs de documentos.

    En metafsica la dependencia es an mucho ms fuerte, pero es engran parte enmascarada por la circunstancia de que la metafsica es del tododependiente de la lgica de un modo diferente, que las categoras de Kant eincluso las de Aristteles ilustran. A saber, la metafsica considera eluniverso como pensando, como representando, y todas las relaciones

    lgicas son repetidas como relaciones metafsicas. La metafsica apenas esms que un corolario de la lgica. Ahora bien, la metafsica afecta a la

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    fsica y a las ciencias fsicas del modo ms ntimo, incluso ms de lo que lohacen las ciencias psquicas.

    De este modo la utilidad metodutica de la ciencia de la lgica,

    aunque no tenga precio, est bastante delimitada.Versin final-MS L75.350-357

    MEMORIA 1

    SOBRE LA CLASIFICACIN DE LAS CIENCIAS TEORTICAS DEINVESTIGACIN

    Esta ser una clasificacin natural, no de ciencias posibles, sino de las

    ciencias tal y como existen hoy; no de las ciencias en el sentido deconocimiento sistematizado, sino de ramas del esfuerzo por averiguar laverdad. No intentar probar que no hay otra clasificacin natural de lasciencias que la que yo doy; y sta, siendo meramente una memoriaintroductoria, no puede tener el mismo carcter convincente que las otras.Cada clasificacin unitaria tiene una idea conductora o propsito, y es unaclasificacin natural en tanto que ese mismo propsito es determinante parala produccin de los objetos clasificados. El propsito de esta clasificacines casi el mismo que el de Comte, a saber, organizar un catlogo de lasciencias que exhiba lo ms importante de las relaciones de dependencialgica entre ellas. De hecho, mi clasificacin es simplemente un intento demejorar la de Comte; en primer lugar, mirando menos a lo que ha sido elcurso de la historia cientfica, y ms a lo que hubiera sido si se hubieranseguido los mtodos tericamente mejores; en segundo lugar, supliendo lasespantosas omisiones que la rabia de Comte contra el sinsentido le llevan acometer; y tercero, descendiendo en la subdivisin tanto como miconocimiento me permite hacer. Fue necesario para m determinar a qudeba llamar ciencia. Para este propsito he unido bajo una ciencia estudiostales que un mismo hombre, en el presente estado de la ciencia, pudiera

    muy bien seguir. Para determinar esto me he guiado por la observacin decmo los cientficos se asocian en sociedades, y qu contribuciones soncomnmente admitidas en una revista, estando en guardia frente a lasupervivencia de tradiciones de estados pasados de la ciencia. A un estudioal que los hombres dedican sus vidas, pero no, en el estado actual dedesarrollo de la ciencia, de forma tan numerosa como para justificarsociedades y revistas exclusivas para l le llamo una variedadde la ciencia.A eso que forma la materia de las sociedades y revistas ms exclusivas, demodo que cualquier estudiante de cualquier parte de ella debera estar

    informado de cada parte de una forma bastante completa, le llamo unaespecie de la ciencia. A esa rama en la que el estudiante de cualquier parte

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    est bien cualificado para emprender cualquier otra parte, excepto quepueda no estar suficientemente familiarizado con los hechos en detalle, lellamo ungnero de la ciencia. Si la nica preparacin nueva para pasar deuna parte a otra es una mera cuestin de habilidad, y las concepciones

    generales permanecen las mismas, llamo al campo una familia de laciencia. Si se trata de diferentes clases de concepciones en las diferentesfamilias de un campo, pero el tipo general de investigacin es el mismo, lollamo un orden de la ciencia. Si los tipos de investigacin de los diferentesrdenes de un campo son diferentes, pero esos rdenes estn unidos demodo que los estudiantes sienten que estn estudiando la misma granmateria, llamo al campo una clase de la ciencia. Si hay diferentes clases, demodo que estudiantes diferentes parecen vivir en mundos diferentes, perosin embargo hay un motivo general que lo anima, llamo al campo una ramade la ciencia. Por supuesto habr sub-ramas, sub-clases, etc., descendiendohasta sub-variedades; e incluso a veces sub-sub-divisiones. A modo deilustracin, llamo a la ciencia pura y a la ciencia aplicada ramas diferentes,y llamo a las matemticas y a las ciencias especiales clases diferentes; digoque la fsica general, la biologa y la geologa pertenecen a diferentesrdenes de la ciencia. La astronoma y la geognosia son diferentes familias.ptica y elctrica son ahora diferentes gneros. Entomologa e ictiologason especies diferentes de un gnero. El estudio de Kant y el estudio deSpinoza son variedades diferentes de una especie.

    La ejecucin de este til pero ambicioso diseo no puede ser, en primer lugar, a pesar de todo el esfuerzo por mi parte que parecaeconmicamente recomendado, sino un esbozo. Habr obtenido plenamente todo lo que espero si es lo suficientemente respetable paramerecer que se despedace seriamente en sus divisiones ms pequeas yms grandes. En efecto, puedo decir que de todas estas memorias lo quems deseo es que se expongan sus errores, en cuanto que conducen a un posterior estudio cientfico de las materias con las que se relacionan. Larelacin de la presente memoria con aquellas que le siguen en la serie es

    que da una idea, desde un examen general de la ciencia, del lugar de lalgica entre las ciencias. Expondr aqu las divisiones mayores delesquema tal como lo recuerdo (al no tener las notas en mi posesin). Peroser la discusin lo que formar el valor principal de mi memoria, no elesquema en s mismo. Se criticarn cerca de un centenar de esquemasdados hasta ahora.

    A. Ciencia terica

    I. Ciencia de investigacini. Matemticas

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    ii. Filosofa o cenoscopia1. Categoras [=fenomenologa o faneroscopia]2. Ciencias normativas

    a. Esttica

    b. ticac. Lgica [=semitica][Gramtica filosfica][Crtica lgica][Retrica filosfica]

    3. Metafsica

    iii. Idioscopia o ciencia especial1. Psicognosia

    a. Psicologa nomolgica o generalb. Clasificatoria

    . Lingstica. Crtica. Etnologa

    c. Descriptiva. Biografa. Historia. Arqueologa

    2. Fisiognosiaa. Fsica nomolgica o general. Dinmica

    1. De partculas2. De agregados

    . Elatrica [Elaterics] y termtica. ptica y elctrica

    b. Clasificatoria. Cristalografa

    . Qumica. Biologac. Descriptiva

    . Astronoma. Geognosia

    II. Ciencias de revisin o Filosofa sinttica(Cosmos de Humboldt;Philosophie Positive de Comte)

    B. Ciencia Prctica, o las Artes

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    Del Borrador E-MS L75.206-207

    Esta [clasificacin] estara restringida a las ciencias tal y como existenactualmente, con alguna pequea disposicin respecto a lo que es seguroque suceder pronto. Considerar a las ciencias no como conocimientosistematizado, sino como organizaciones de investigacin, tal y comoviven hoy. Al no haber sido muy exitosa mi clasificacin de las cienciasaplicadas o artes, probablemente no debera intentar entrar en esa materia.Mas an, tales estudios como el Cosmos de Humboldt, y Philosophie

    Positive de Comte, aunque son realmente estudios de ciencia, no caerandentro del alcance de mi clasificacin, que estara limitada de este modo alas ciencias tericas. Mi clasificacin es bastante minuciosa; pero susdivisiones principales son: matemticas, filosofa o, como Bentham lallama, cenoscopia (esto es, basada en la experiencia universal); e

    idioscopia, o ciencia especial. La ltima se divide en dos partes, psicognosia (que abarca psicologa, lingstica, etnologa, historia, etc.) yfisiognosia (que abarca fsica, qumica, biologa, astronoma, geognosia).Divido la filosofa en tres partes, las categoras, ciencias normativas(esttica, tica y lgica) y metafsica. La geometra y la ciencia del tiempoforman un eslabn que conecta la metafsica y la idioscopia.

    Al construir mi clasificacin, he estudiado cuidadosamente las razonesalegadas por casi un centenar de otros sistemas; de modo que la parte

    crtica de esta memoria sera extremadamente laboriosa. Sin embargo,como mi propsito es no presentar nada para lo que no pueda proporcionaruna prueba convincente, tal criticismo debe ser realizado cuidadosa yrespetuosamente a lo largo de todas las memorias.

    Versin final-MS L75.357

    MEMORIA 2

    SOBRE LAS MATEMTICAS MS SIMPLES

    Estas son las matemticas que distinguen slo dos valores diferentes,y son de gran importancia para la lgica.

    Del Borrador E-MS L75.207

    Este es el sistema que tiene una escala de slo dos grados. En tantoque pueden ser identificados (en una aplicacin de este sistema matemtico puro) como lo verdadero y lo falso, este sistema exige algn estudio

    elaborado como una propedutica a la lgica.

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    MEMORIA 3

    ANLISIS DE LAS CONCEPCIONES DE LAS MATEMTICAS

    Tales son nmero, multitud, lmite, infinito, infinitesimales,continuidad, dimensin, imaginarios, lgebra mltiple, medida, etc. Misanteriores contribuciones, aunque muy fragmentarias, atrajeron atencin enEuropa, aunque respecto a la prioridad no se les ha hecho justicia. Juntotodo en un sistema, defiendo el mtodo de los infinitesimalesconcluyentemente, y doy muchas verdades nuevas establecidas por unnuevo y notable mtodo.

    Del Borrador E-MS L75.208-209

    Mi trabajo en esta direccin es ya algo conocido, aunque muyimperfectamente. Una de las academias eruditas de Europa ha completadouna demostracin de que mi definicin de multitud finita coincide con ladefinicin de Dedekind de una multitud infinita. Me parece que una no esapenas ms que una modificacin verbal de la otra. Se me presentausualmente como habiendo dado mi definicin como sustituta para la deDedekind. En realidad, la ma fue publicada seis aos antes que la suya; ymi escrito contiene de forma breve y apretada todo lo esencial de su bellaexposicin (an ms perfecta tal como la modific Schrder). Ha habidomucha animadversin por parte de hombres eminentes acerca de miobservacin en el Century Dictionary de que el mtodo de losinfinitesimales est ms en consonancia con los entonces (en 1883)recientes estudios de lgica matemtica. En esta memoria debera mostrar precisamente cmo el clculo puede basarse, para ventaja de lasimplicidad, en la doctrina de los infinitesimales. Se han hecho muchosintentos intiles de definir la continuidad. En el sentido del clculo noqueda dificultad, pero el todo de la geometra tpica [N. del T.: antecedente

    de la actual topologa] permanece en un estado sumamente atrasado ydesprovisto de cualquier mtodo de prueba simplemente porque lacontinuidad verdadera no se ha definido matemticamente. A travs de uncuidadoso anlisis del concepto de coleccin, del que no se ha publicadotodava ninguna definicin matemtica, he logrado dar una demostracinde una importante proposicin que a Cantor se le haba escapado, de la queresulta la definicin requerida de un continuo; y se proporciona unfundamento para la geometra tpica, cuya rama de la geometra abarcarealmente el todo de la geometra. He hecho otros varios avances en definir

    las concepciones de las matemticas que iluminarn la materia.

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    No se necesita para las matemticas ninguna ciencia de la lgica msall de aquello que las matemticas pueden proporcionar por s mismas, amenos posiblemente que sea en relacin a la heurtica matemtica. Pero elexamen de los mtodos de demostracin matemtica arroja una luz

    extraordinaria sobre la lgica, tal y como yo, por mi parte, nunca soanticipadamente, aunque debera haber adivinado que debe haberinsospechados tesoros ocultos en su terreno bastante poco explorado. Quela lgica de las matemticas perteneca a la lgica de relativos, y a la lgicade relaciones tridicas, no didicas, era por supuesto obvioanticipadamente; pero ms all de eso no tena ni idea de su naturaleza. Lasprimeras cosas que averig fueron que todo el razonamiento matemticoes diagramtico y que todo razonamiento necesario es razonamientomatemtico, no importa lo simple que pueda ser. Por razonamientodiagramtico entiendo razonamiento que construye un diagrama de acuerdocon un precepto expresado en trminos generales, realiza experimentossobre ese diagrama, observa sus resultados, se asegura de que experimentossimilares realizados sobre cualquier diagrama construido de acuerdo con elmismo precepto tendran los mismos resultados, y expresa esto en trminosgenerales. Esto fue un descubrimiento de no poca importancia, al mostrar,como hace, que todo conocimiento sin excepcin viene de la observacin.

    En este punto, pretendo insertar una mencin de mi teora de losgrados de realidad. La nocin general es vieja, pero en los tiempos

    modernos ha sido olvidada. Me propongo probar su verdad, apoyndomeen el principio de que una teora que se adapta a la prediccin de hechosobservacionales, y que no conduce a la decepcin es ipso facto verdadera.Este principio se prueba en la nmero 1. Entonces, mi prueba de los gradosde realidad es inductiva, y consiste en desviarse a menudo en el curso deesta serie de memorias para mostrar cmo esta teora se adapta a laexpresin de los hechos. Esto podra ser errneo por repetitivo; pero dehecho es lgicamente defendible, y tambin tiene la ventaja de conducir allector, paso a paso, a la comprensin de una idea que no sera capaz de

    captar de inmediato, y a la apreciacin de un argumento que no podradigerir de una vez. No tratar aqu de explicar cul es la teora en detalle.Baste decir que, puesto que la realidad consiste en esto, que una cosa realtiene cualquier carcter que tenga en su ser y su tenerlo no consiste en suser representado como tenindolo, ni siquiera en su representarse a smismo que lo tiene, ni siquiera si el carcter consiste en el representarse dela cosa misma para representarse a s misma; puesto que, digo yo, esa es lanaturaleza de la realidad, como admiten ahora todas las escuelas defilosofa, no hay razn en la naturaleza de la realidad por la que no debiera

    tener gradaciones de diversas clases; y en realidad encontramos evidenciasconvincentes de tales gradaciones. Es fcil ver que de acuerdo con esta

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    definicin la raz cuadrada de menos uno posee un cierto grado de realidad,ya que todos sus caracteres excepto ese de ser la raz cuadrada de menosuno son lo que son lo pensemos t y yo o no. As cuando Charles Dickensestaba en mitad de una de sus novelas no poda hacer que sus personajes

    hicieran algo que algn capricho de un lector pudiera sugerir sin sentir queera falso. Incluso aqu, entonces, hay algn grado de realidadextremadamente bajo. Todo el mundo admitira que la palabra podraaplicarse en tales casos por una metfora apropiada; pero me propongomostrar que hay un cierto grado de verdad sensata en ello, y que esimportante para la lgica reconocer que la realidad de la Gran Pirmide, odel Ocano Atlntico, o del mismo Sol, no es nada sino un grado mayor dela misma cosa.

    Pero decir que el razonamiento de las matemticas es diagramtico noes penetrar en lo ms mnimo en las peculiaridades lgicas de suprocedimiento, porque todo razonamiento necesario es diagramtico.

    Mi primer descubrimiento real acerca del procedimiento matemticofue que hay dos clases de razonamiento necesario, que yo llamo elcorolario y el teoremtico porque los corolarios pegados a las proposiciones de Euclides son usualmente argumentos de una clase,mientras que los teoremas ms importantes son de la otra. La peculiaridaddel razonamiento teoremtico es que considera algo no implicado en

    absoluto en las concepciones adquiridas hasta ahora, que ni la definicindel objeto de investigacin ni algo ya conocido podran por s mismossugerir, aunque dejen espacio para ello. Euclides, por ejemplo, aadirlneas a su diagrama que no son en absoluto requeridas o sugeridas porninguna proposicin previa, y sobre las que la conclusin que alcanza poreste medio no dice nada. Muestro que ningn avance considerable puedehacerse en ninguna clase de pensamiento sin el razonamiento teoremtico.Cuando uno llega a considerar la parte heurtica del procedimientomatemtico, la cuestin de cmo se obtienen tales sugerencias ser el punto

    central de la discusin.

    Pasando por alto los descubrimientos ms pequeos, el resultado principal de mis estudios ms concienzudos de ello ha sido la parte muygrande que juega una operacin que a lo largo de los tiempos modernos noha sido tomada por nada mejor que por un propio blanco del ridculo. Es laoperacin de la abstraccin, en el sentido propio del trmino, que, porejemplo, convierte la proposicin el opio hace que la gente duerma en elopio tiene una virtud dormitiva. Esto resulta ser tan esencial para los

    grandes pasos de la demostracin matemtica que resulta adecuado dividirtodo el razonamiento teoremtico en lo abstractivo y lo no-abstractivo.

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    Consecuentemente hay una serie infinita de formas de razonamientorelativas al clculo que tratan slo con una coleccin de nmeros de la primera multitud abnumerable que no son aplicables a los verdaderoscontinuos. Podra parecer que esto es una explicacin suficiente para la

    circunstancia de que los matemticos nunca hayan descubierto ningnmtodo de razonamiento sobre la geometra tpica, que trata con losverdaderos continuos. De hecho no han probado una sola proposicin enesa rama de las matemticas.

    Cayley, cuando yo era todava un nio, prob que la geometramtrica, la geometra de los elementos, no es sino un problema especial para la geometra proyectiva, o perspectiva. Por otra parte, ya que cadarelacin puede reducirse a una relacin de orden serial, puede aplicarsealgo similar a una escala de valores a cada clase de matemticas.Probablemente, si se encontrara la escala apropiada, proporcionara elmejor mtodo general para el tratamiento de cada rama. Vemos, porejemplo, el poder del clculo baricntrico en la geometra proyectiva. Esesencialmente el mtodo de la geometra analtica moderna. Sin embargo esevidente que no es del todo una escala apropiada. Puedo ver ya algunas delas caractersticas de una escala de valores apropiada para la geometratpica.

    Mis estudios lgicos me han permitido ya probar algunas

    proposiciones que han impedido el poder a los matemticos. Sin embargo,rechazo claramente, por el momento, toda pretensin de haber tenido xitonotable al tratar con la divisin heurtica de las matemticas. Mi atencinha estado concentrada en el estudio de su procedimiento para lademostracin, no en su procedimiento para descubrir demostraciones. Estodebe venir ms tarde; y puede ser muy bien que no est tan cerca de unacomprensin completa de ello como puedo esperar.

    Estoy bastante seguro de que el valor de lo que he averiguado ser

    reconocido por los matemticos. Har un esfuerzo ms para aumentarlo,antes de escribir esta segunda memoria.

    Del Borrador C- MS L75.129-132

    Paso ahora a una explicacin a grandes rasgos de mis resultados enrelacin con la rama heurtica del pensamiento matemtico. Al principio,establec para m mismo una especie de marca por la que distinguir siestaba haciendo algn progreso real o no. Cayley haba mostrado, cuandoyo era un nio que justo empezaba a entender tales cosas, que la geometramtrica, la geometra de losElementos, no es sino un problema especial de

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    la geometra proyectiva, o perspectiva, y es fcil ver que la geometraproyectiva no es sino un problema especial de la geometra tpica. Ahorabien, los matemticos estn enteramente desprovistos de cualquier mtodode razonamiento acerca de la geometra tpica. La proposicin 25 del libro

    sptimo de los lments de Gomtrie de Legendre, que es estrictamentetodo lo que se conoce de la materia excepto algunas de sus ampliaciones,de las que la mayor es el teorema del census de Listing, fue demostrada congran dificultad por Legendre, habiendo excedido los poderes de Euler. Enrealidad la prueba no es satisfactoria, ni tampoco la de Listing. La simple proposicin de que cuatro colores bastan para colorear un mapa en unesferoide ha resistido a los esfuerzos de los ms grandes matemticos. Siencuentro, entonces, sin ocuparme particularmente de esa proposicin o dela geometra tpica, que mis estudios del mtodo para descubrir mtodosheurticos me conduce de forma natural a la prueba deseada del problemadel mapa, sabr que estoy haciendo progresos. De tiempo en tiempo, amedida que avanzaba, lo he intentado con ese problema. An no lo heprobado, aunque la ltima vez que lo intent pensaba que tena una prueba,que un examen ms cuidadoso prob que tena una grieta. Desde entoncesme parece que he hecho un avance considerable; pero no me he persuadidopara reexaminar la materia, como ciertamente hara si tuviera confianza deser capaz de resolverlo con facilidad. Sin embargo, he aplicadodirectamente mi teora lgica con xito a la demostracin de otras variasproposiciones que se han resistido a poderosos matemticos; y he mejorado

    mucho la teora de Listing; de modo que confo en que lo que heaveriguado es valioso; y creo que slo tiene que proseguirse el mismomtodo un poco ms para resolver el problema del mapa.

    Puedo mostrar que los nmeros, sean integrales, fraccionarios, oirracionales, no tienen otro uso o significado que decir cul de dos cosasviene primero y cul despus en una ordenacin serial. La pregunta,cunto pesa esto?, es respondida tan pronto como sabemos qu cosas entrelas que nos conciernen son ms pesadas y cules ms ligeras. Un sistema

    de medida no tiene otro propsito que ese; y parece ser el mejor recursoartificial para ese propsito.

    Pero todas relaciones cualesquiera pueden ser reducidas a relacionesde orden serial; de modo que puede mirarse cada cuestin matemticacomo una cuestin mtrica en sentido amplio; y quiz el modo mejor y msdisponible de dominar una rama de las matemticas es encontrar qusistema de medida se adapta mejor a ella. De este modo el clculo baricntrico se aplica a la geometra proyectiva [considerado como] una

    especie de medida; y de hecho la geometra analtica moderna resulta precisamente de esa aplicacin. Pero trabaja evidentemente bajo la

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    dificultad de no ser un sistema de medida suficientemente flexible y bienadaptado. El Clculo de geometra de Hermann Schubert da alguna pista delo que se busca.

    Versin final-MS L75.385

    MEMORIA 5

    SOBRE LAS CUALIDADES DE LAS TRES CATEGORAS DEEXPERIENCIA

    Un anlisis y descripcin de los tres tipos de elementosirreductiblemente distintos encontrados en la experiencia e incluso en elmundo abstracto de la matemtica pura. Esta memoria descansa en la

    observacin de la experiencia de cada da y hora, siendo sistematizada estaobservacin por el pensamiento. Se prueba, ms all de dudas, que no hayms que tres categoras. La lista fue publicada primero por m en mayo de1867, pero desde entonces ha sido repetidamente sujeta a la ms severacrtica que poda aplicarle, con el resultado de hacerla mucho msevidentemente correcta. Las categoras fueron llamadas originalmentecualidad, relacin y representacin. La cuestin de los nombres y otraterminologa para ellas todava me deja de algn modo perplejo. Me inclinoa llamarlas sabor, reaccin y mediacin.

    Del Borrador B-MS L75.19

    [Esta memoria] mostrar que todo lo que est ante la mente como percibido, imaginado, supuesto, rechazado, etc. tiene tres clases deelementos y no ms. Estas son las cualidades de sentimiento, reaccin ymediacin. Se harn grandes esfuerzos para hacer estas tres concepcionesperfectamente claras y vvidas.

    Del Borrador C-MS L75.102-108

    Mi propsito en este escrito, al que he dedicado ms trabajo que aningn otro, comenzando dos aos antes de mi primera publicacin acercadel tema en mayo de 1867, es bastante ms ambicioso que el de Kant, oincluso que el de Aristteles, o incluso que la ms extensa obra de Hegel.Todos esos filsofos se contentaron principalmente con ordenarconcepciones que ya eran corrientes. Yo, por el contrario, me propongomirar directamente al fenmeno universal, esto es, a todo lo que de algnmodo aparece, sea como hecho o como ficcin; entresacar las diferentes

    clases de elementos que detecto en l, ayudado por un arte especialdesarrollado para ese propsito.

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    En mi presente espacio limitado no puedo explicarme con claridad,

    mucho menos ser convincente. Sin embargo dar tantas pistas como puedade las tres clases de elementos. Podra denominarlas cualidades,

    ocurrencias y significados. Para tener una idea de lo que entiendo poruna cualidad, imaginen un ser cuya consciencia no fuera nada sino el perfume de una rosa adamascada, sin ningn sentido de cambio, deduracin, de yo o de otra cosa. Pnganse en los zapatos de ese ser, y lo quepermanece del fenmeno universal es lo que llamo una cualidad. Puededefinirse como eso cuyo modo de ser consiste simplemente en su ser lo quees. Es auto-esencia. Supongan ahora que esa consciencia que hemosimaginado experimentase la experiencia ms simple posible; que, porejemplo, el olor a rosa cambiara de repente a olor a violeta. Si debe permanecer la misma consciencia, debe haber un momento en el que seaconsciencia de ambos olores. No puede en ese momento ser consciencia delcorrer del tiempo; pero el anterior olor a rosa aparecer como su ego, comosu consciencia, mientras que el nuevo olor a violeta ser en ese momentosu non-ego, el objeto de su consciencia. Tenemos esta clase de conscienciasiempre que experimentamos un evento. Lo viejo, que justo ha llegado a unfin, aparece como un ego, con lo nuevo, que est a punto de comenzar,frente a l como un non-ego, pasando inmediatamente al ego. El sentido deactualidad, de hecho presente, es de este modo esencialmente unaconsciencia de duplicidad, de oposicin. Cuando tenemos de este modo la

    idea de un interior y un exterior, podemos revisar nuestra experiencia yvolver a un momento cuando tanto el estado anterior y el posterior erannon-egos, y de este modo tenemos la idea de una fuerza actuando entreobjetos exteriores. No quiero decir que histricamente hagamos de hechoesa reflexin; probablemente no. Pero quiero decir que esa sera unareflexin lgica. De este modo podramos derivar lgicamente la nocin deuna cosa, como algo cuyo modo de ser consiste en una reaccin contra algoms. Esta es mi segunda categora. La ocurrencia es esencialmentepresente. Cuando no es presente su peculiar modo de ser se ha ido. No hay

    constituyente temporal en ella; pues el transcurrir del tiempo implica unelemento muy diferente. Hay siempre una cierta resistencia a lo inesperado.Se rompe normalmente de una forma tan instantnea que slo puededetectarse en casos en los que circunstancias peculiares causan sucontinuacin. Pero el hecho de que nosotros sentimos que es irresistibleprueba que la nueva experiencia siempre tiene que vencer una resistencia por parte de lo viejo. Sentimos su fuerza. Ahora bien, no puede haberfuerza donde no hay resistencia. Los dos no son sino aspectos inversos delmismo fenmeno. Esta resistencia es una fuerza contraria. De aqu que el

    sentido del hecho actual sea un sentido de fuerzas que reaccionan.

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    Hasta aqu, he dejado fuera de consideracin el elemento principal delfenmeno universal. En tanto que hemos estado considerando las cosascomo temporales, podemos igualmente continuar tomando el mismo puntode vista. El futuro crece en hechos consumados por un desarrollo gradual;

    lo nuevo llega gradualmente a ser viejo. Sus efectos permanecen, perodisminuyen en importancia hacia el completo olvido. De acuerdo con lapresuncin fsica legtima, ciertamente la evidencia ahora (aunque podamosno pensar que es probable que sea bastante verdadera) es la de que todas lasfuerzas fsicas son en el fondo conservadoras. Ahora bien las fuerzasconservadoras producen necesariamente efectos cclicos. Es verdad que sidos partculas se atraen exactamente de forma inversa al cubo de sudistancia, o por alguna ley equivalente a esa, una se mover en una espiralms cercana a la otra para siempre. Este es un punto interesante; y nunca lohe visto explicado con precisin. La frmula dada en la pgina 878 de laMecnica analtica de mi padre muestra que si P es la velocidad dedescripcin del rea del punto boscovichiano que se mueve alrededor de uncentro de atraccin fijo, entonces, si usamos un sistema de coordenadasrectangulares en las que x sea igual al cuadrado del recproco del vectorradio, e y igual al cuadrado de la velocidad, entonces la lnea recta cuyaecuacin es y=4p2x determinar la condicin de la partcula que se muevealcanzando un bside; esto es, una distancia mxima o mnima. Otra curva,dependiente de la ley de variacin de la atraccin con la distancia,determinar cmo u2 variar con 1/2. Si la atraccin vara menos

    rpidamente que el cubo inverso de la distancia, esta segunda curva sercncava hacia abajo; si ms rpidamente, cncava hacia arriba. Pero sialguna vez cruza la lnea recta y=4p2x el cuerpo habr estado a esadistancia a una distancia mxima o mnima. Si es tangente a esa lnea recta, puede describir el crculo a esa distancia. Cuando est por debajo de lalnea recta su velocidad ser insuficiente y la distancia disminuir; de modoque x se incrementar.

    Del Borrador C-MS L75.134-139

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    Aunque no puedo en mi presente espacio limitado explicarme con

    claridad, mucho menos ser convincente, nombrar los tres elementos queencuentro y dar alguna nocin a grandes rasgos de las significaciones de

    los nombres. Son llamados cualidades, cosas y significados. Por unacualidad se entiende una auto-esencia, o algo que es lo que es slo por yen s mismo. Tal, por ejemplo es cualquier cualidad simple de sensacin.Cuidado, no estoy hablando de la ocurrencia de esa sensacin. Lo quequiero decir puede comprenderse imaginando un ser cuya conscienciaconsistiera, diremos, en el sentido de perfume de una rosa adamascada, sinningn cambio, sin ninguna sensacin de tiempo, sin atribuir el olor aningn objeto, sin ninguna auto-consciencia. No digo que uno pueda darsecuenta de eso en la imaginacin; pero uno puede percibir que podra habertal estado de consciencia. Uno puede incluso suponer, aunque bastanteinfundadamente que el aroma de las rosas tiene una consciencia que es sloeso. Ahora bien, quiten la consciencia en la que hay un elemento de hecho,de accin y en la que hay un elemento de representacin, y la mismacualidad, que consiste en su propio auto-ser peculiar, y tienen lo que yoentiendo por los elementos de cualidad en los fenmenos universales. Elelemento que llamo una cosa es ms familiar; pero el anlisis lgico de lque se da en los libros no es exacto, porque est coloreado por los modos peculiares de pensar de las lenguas indo-europeas. Es verdad que haynombres propios en todas las lenguas; pero los sustantivos comunes, tal

    como son los nuestros, claramente no verbos, ciertamente no sonnecesarios en una lengua, y en mi opinin no existen plenamente en lamayora de las lenguas. En las lenguas semticas, por ejemplo, cada nombrecomn es considerado como una formacin a partir de un verbo. Inclusoaunque no exista tal verbo, parecera que los semitas no pueden pensar enun nombre excepto como una parte de un verbo; pues le dan una formacomo si fuera de esa naturaleza. En efecto, hay lenguas indoeuropeas en lasque la idea del nombre comn no es del todo habitual. Ya que es evidenteque con nombres, slo con nombres completos, uno no podra construir una

    frase que fuera satisfactoria a la mente como del todo expresada. Ahora bien la mayora de los lenguajes estn desprovistos de cualquier verbosustantivo es. En el egipcio antiguo, un pronombre que ocupanormalmente su lugar. En griego hay poco o ningn sentimiento de que unafrase sin un verbo es elpitica. Por tanto es imposible que en esas lenguas elnombre comn sea pensado como un mero nombre, tal y como nosotros lopensamos. En el egipcio antiguo parece que el modo pictrico de pensar,tan prominente en los jeroglficos, era ms influyente en su pensamiento delo que lo es con nosotros. La palabra hombre sera entonces reemplazada

    por lo que nosotros de forma ms precisa podemos expresar como algo esun hombre, la palabra animal por algo es un animal. De aqu que para

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    expresar la idea de que el hombre es un animal el pronombre que seranaturalmente ms apropiado que es. Ellos pensaran algo es un hombreque algo es un animal. Es nuestra idea de un nombre comn como unnombre lo que ha causado que los lgicos consideren una cosa como algo

    auto-subsistente. No hay lugar para dudar que esta es la forma en que laidea surgi. Un nombre propio es siempre el nombre de algo ms o menosfamiliar tanto para el que pronuncia la frase en la que ocurre como para la persona a la que se dirige. Pues de otro modo la frase no tendrasignificado. Si yo les informo de que el primer rey de Inglaterra fue Arturo,y ustedes nunca han odo antes Arturo, an mi descripcin de l comoprimer rey de Inglaterra les da alguna familiaridad con l antes de que usela palabra Arturo. Si digo Arturo fue el primer rey de Inglaterra estoyusando una inversin defectuosa. Pero un nombre comn no supone unafamiliaridad tal. La frase Los peces voladores son comunes en la corrientedel golfo es suficientemente inteligible para una persona que nunca hayaodo hablar de peces voladores. Que la idea de una cosa o, como dicen loslgicos, una sustancia, no slo no consiste en auto-subsistencia, querealmente describe una cualidad, sino que es declaradamente repugnante aella, se ve al tratar de imaginar un universo en el que nada existiera exceptoun simple tomo. Se ha mostrado arriba que es bastante posible concebir ununiverso en el que no hubiera absolutamente nada excepto un olor a rosa,sin tiempo, espacio o algo ms. Pero suponer que no exista nada exceptoun solo tomo sera absurdo. Supongan que existiera y no existiera en das

    alternos: qu diferencia habra entonces entre los das pares y los impares?La diferencia entre un imn actualmente existente y un fantasma de unimn es que uno atrae realmente y el otro no. La actualidad, o existencia,consiste en reaccin. Cuando llamo cosa a un fenmeno, quiero decir quees un objeto, un algo que acta ob, o en contra de m.

    Del Borrador C-MS L75.140-142

    Nombrar estos elementos aqu, aunque no puedo detenerme a

    explicar qu significan los nombres. Son cualidades simples, sujetos defuerza y mente. Mente, en particular, es una concepcin muy diferente de laque es corriente. Es casi el Begriff hegeliano. Hay tres puntos de vistadesde los que estos elementos tienen que ser estudiados antes de que puedan comprenderse claramente. Estos son los puntos de vista de lascualidades, de los sujetos y de las mentes. Desde el punto de vista de lacualidad, aparecen respectivamente como cualidad, reaccin y mediacin.Desde el punto de vista de los sujetos aparecen como quales, relaciones[relates] y representaciones. Este es [el] punto de vista ms familiar para el pensamiento ordinario, y le parecer el ms claro a un principiante en lamateria. Si se recuerda que por fenmeno universal entiendo todo lo que

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    ha alcanzado la mente de cualquier forma, incluyendo toda ficcin y nocinfalsa, cualquiera puede ver sin dificultad que hay una idea de una cosa tal ycomo es en s misma con ciertas cualidades, estn lo ocultas que estn, queno consiste en su relacin actual con alguna otra cosa. En siguiente lugar,

    las cosas se relacionan unas con otras en pares, es decir, estn a distanciasunas de otras, se atraen o se repelen unas a otras, etc. En tercer lugar,finalmente, hay cosas que representan a otras cosas para alguna mente quetiene una finalidad; esto es, actan como sustitutas para esas otras cosascon algn propsito; esto es, de nuevo, hacen al objeto representado vlido para el propsito. De este modo, por tomar un ejemplo donde, a primeravista, no se percibe ningn elemento de representacin, A da a B un regalo,C. Como consecuencia de ese acto, B entra en relacin directa con C, y Ano tiene ms que ver con la cuestin. Pero en tanto que el acto de regalar deA est en proceso de realizarse, este acto consiste en dar a B unaconsciencia de tener poder sobre C. Es para B una clase particular derepresentacin del objeto C. En tercer lugar, desde el punto de vista de lamente, las tres categoras aparecen como sentimiento o conscienciainmediata, como el sentido del hecho, y como concepcin o menteestrictamente.

    Estas tres categoras se componen de una multitud de formas que slopueden comprenderse a travs de la experiencia. No pueden ser construidaspor un acto de pensamiento puro. Algunas de estas formas de composicin

    tienen que ser cuidadosamente examinadas para obtener concepcionesdistintas con las que construir una teora de la lgica.

    Versin final-MS L75.358

    MEMORIA 6

    SOBRE LAS CATEGORAS EN SUS ASPECTOS REACTIVOS

    [Peirce no dijo nada bajo este encabezamiento en ninguna versinexistente del MS L75]

    Versin final-MS L.75.359

    MEMORIA 7

    SOBRE LAS CATEGORAS EN SUS ASPECTOS MEDIATOS

    Estas dos memorias [esto es, la 6 y la 7] desarrollan y hacen claro un

    nmero considerable de concepciones de las que har un uso constante en

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    las restantes memorias, y que son de uso constante en todas las partes de lafilosofa e incluso en matemticas.

    Versin final-MS L75.359

    MEMORIA 8

    EXMENES DE LAS LISTAS HISTRICAS DE CATEGORAS

    Mi lista difiere de las de Aristteles, Kant y Hegel en que ellos nuncase dedicaron realmente a examinar el fenmeno para ver qu haba queobservar ah; y no dejo fuera de esta crtica a la Phnomenologie de Hegel.Ellos simplemente tomaron concepciones corrientes y las ordenaron. Lama ha sido una empresa ms fundamental y laboriosa ya que he trabajado

    desde las percepciones a las nociones ms altas. Examino esos sistemas ascomo algunos otros.

    Versin final-MS L75.359-361

    MEMORIA 9

    SOBRE LA RELACIN DE ESTTICA Y TICA CON LA LGICA

    Comienzo explicando la naturaleza de las ciencias normativas. A

    menudo han sido confundidas con ciencias prcticas, o artes. Muestro queson el polo opuesto de la esfera de la ciencia, y estn de ese modo tanestrechamente aliadas a las matemticas que sera un error mucho mspequeo decir que, como las matemticas, estaban simplemente ocupadasen deducir las consecuencias de las hiptesis iniciales. Su dualismopeculiar, que aparece en las distinciones de lo bello y lo feo, bien y mal,verdad y falsedad, y que es una causa de que se las confunda con las artes,es realmente debido a que estn en el borde entre las matemticas y laciencia positiva; y a esto se debe, junto con su gran abstraccin, suaplicabilidad a tantas cuestiones, que tambin contribuye a que seantomadas por artes. Habiendo analizado la naturaleza de los problemasprecisos de las tres, y dadas algunas consideraciones generalmente pasadas por alto, muestro que la tica depende esencialmente de la esttica y lalgica de la tica. Esta ltima dependencia la haba mostrado de formamenos completa en 1869 ( Journal of Speculative Philosophy, Vol. II, pp.297 y siguientes). Pero los mtodos de razonamiento por los que seestablecen las verdades de la lgica deben ser matemticos, siendo ese elnico razonamiento evidente independientemente de cualquier doctrinalgica.

    Del Borrador E-MS L75.161-162

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    [Esta memoria] explicar la naturaleza de una ciencia normativa y

    mostrar que, muy lejos de aproximarse a la ciencia prctica o arte, por elcontrario, su extrema abstraccin se aproxima estrechamente a la

    naturaleza de la matemtica pura, superando en abstraccin a toda otraciencia positiva, o ciencia de hecho (que la matemtica pura no es), que leimparte su peculiar dualismo (bello y feo, bueno y malo, verdadero yfalso), y al mismo tiempo la hace ms aplicable a casi cada cuestin quecualquier otra ciencia tal excepto las matemticas y las categoras. Losproblemas precisos de las tres ciencias normativas son puestos en claro encuatro etapas o grados de claridad. De qu manera han de descubrirse lasverdades de la esttica [es su] principal proposicin. La tica depende de laesttica; no podemos saber cmo estamos deliberadamente preparados para pretender actuar hasta que no sepamos qu admiramos deliberadamente.Las dos doctrinas principales de la tica. La lgica a su vez dependeesencialmente de la tica (como mostr, de una manera general y ms vagaen 1869,Journal of Speculative Philosophy, II, 207-208), pero sus mtodosde razonamiento deben ser matemticos, siendo tal razonamiento evidentey por tanto no requiriendo el apoyo de ninguna doctrina lgica.

    Del Borrador D-MS L75.231-233

    Muestro aqu el carcter peculiar de una ciencia normativa; a saber,

    que aunque es una ciencia puramente terica, y no esencialmente prctica,sin embargo declara que algunas cosas son buenas y otras malas. Laesttica hace eso dentro del campo de la categora del sentimiento, la ticaen el campo de la accin, y la lgica en el campo del pensamiento. Hacetanto como en 1869, prob claramente que es imposible para un hombre serlgico a menos que adopte ciertos elevados propsitos morales. Elargumento es extremadamente simple: todo razonamiento positivo dependede la probabilidad. Toda probabilidad depende de la suposicin de que hayun a largo plazo. Pero un a largo plazo es un curso de experiencia

    interminable. Ahora bien, incluso si hubiera una vida futura, el curso deexperiencia de cada hombre con el que su razonamiento tiene que ver llegaa un rpido final. Por tanto si sus propsitos son puramente egostas no puede ser lgico. Ese argumento est abierto a alguna objecin aparente; pero un subsiguiente anlisis cuidadoso de l slo ha mostrado que elargumento tiene incluso ms fuerza de la que se supona. Tambin hanaparecido otras consideraciones que hacen que la dependencia de lo quedeberamos pensar sobre aquello que nos proponemos sea an msestrecha. La lgica es por tanto ms o menos dependiente de la tica. Latica, a su vez, o la cuestin de lo que estamos deliberadamente preparadospara proponernos, depende de una forma similar de la esttica, o de qu es

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    aquello que declararamos deliberadamente ser kalon kagathon.Indirectamente por tanto la lgica depende tambin de la esttica. Por estarazn, con ayuda de las categoras, comienzo con un intento de perfilar elanlisis de los problemas de la esttica y de la tica.

    Versin final-MS L75.361-362

    MEMORIA 10

    SOBRE LAS PRESUPOSICIONES DE LA LGICA

    Muestro aqu que mucho de lo que es generalmente establecido como presupuesto en lgica no es ni necesario ni justificado. Las verdaderas presuposiciones de la lgica son meramente esperanzas y, como tales,

    cuando consideramos sus consecuencias colectivamente, no podemoscondenar el escepticismo respecto hasta dnde pueden ser corroboradas porlos hechos. Pero cuando descendemos a los casos especficos estn tancompletamente justificadas que el conflicto ms pequeo con ellas basta para condenar la doctrina que implica ese conflicto. Este es uno de loslugares donde la lgica entra en contacto con la tica. Examino la cuestinde esas esperanzas mostrando que son, entre otras cosas que enumero, quecualquier cuestin dada es susceptible de una respuesta verdadera, y queesa respuesta se puede descubrir, que ser y ser representado son diferentes,que hay una realidad, y que el mundo real est gobernado por ideas. Seanalizan la duda y la creencia de cada da; y se muestra la diferencia entreesta ltima y la aceptacin cientfica. Se examinan otras doctrinas.

    Del borrador B-MS L75-18

    [Esta discusin concierne a] qu es lo que el sincero estudiante delgica debe ciertamente ya creer ms all de toda duda. Debe creer, o almenos esperar, que hay una cosa tal como La Verdad, al menos conreferencia a algunas cuestiones. Debe por tanto pensar que hay alguna

    realidad que es independientemente de su ser representada que es. Debe portanto pensar que hay un mundo exterior, por muy ntimamente que puedaestar conectado a l, o l con el mundo. Debe estar de acuerdo con que lascosas pasan, y que hay alguna cosa tal como la compulsin, o al menoscomo la fuerza. Debe de estar de acuerdo con que hay una cosa tal como lainfluencia de las ideas abstractas, tal como La Verdad, sobre los hechosfirmes. Que es realmente verdadero, y no una mera metfora, que LaVerdad es un gran poder. Se mostrar que el estudiante de lgica, si essinceramente tal, cree todas estas cosas.

    Del Borrador D-MS L75.230-231

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    La mayora de los lgicos, si no todos, sostienen que hay ciertas

    presuposiciones, o postulados, que la lgica debe asumir que sonverdaderos; pero difieren mucho sobre cules son esas presuposiciones e

    incluso sobre si forman una lista o cdigo definido. Encuentro que lamayora de los lgicos han exagerado de modo escandaloso estas presuposiciones, pero que a pesar de todo hay ciertas creencias que unhombre debe sostener firmemente o al menos esperar que sean verdad; deotro modo no tendra sentido que estudie lgica. Me propongo catalogar ydefinir stas. Es obvio que la precisin en esta materia es bastanteindispensable. Mi posicin aqu parece estar asegurada por el hecho de quetodas las diferencias entre otros lgicos y yo consisten en que sostengo queno deben presuponerse proposiciones que ellos sostienen que han de ser.Ahora bien si dicen que estas cosas son presupuestas por todo el mundoopongo a eso el hecho de que yo no las presupongo. Si dicen que deberanser presupuestas, en primer lugar, no pueden decir definitivamente cmo, yen segundo lugar, ofrezco una prueba que, si no demostrativa es muyfuerte, de que no puede haber argumento que establezca tal deber.

    Del Borrador C-MS L75. 110-118

    Los lgicos generalmente, y especialmente los alemanes, sostienenque el mero hecho de razonar, o de esforzarse por razonar, nos lleva a la

    afirmacin categrica de un considerable cuerpo de doctrina. Pero me propongo mostrar que en este caso, como en innumerables otros, esasmentes filosficas que no han tenido preparacin en una ciencia progresivay viva exageran enormemente, si no infinitamente, las conclusiones queestn realmente autorizados a sacar. En este nmero me propongo examinarcon cuidado, primero, en qu sentido algo es presupuesto al emprendermeramente una investigacin, y qu es; y en segundo lugar, si hay algoadicional a lo que una persona es llevada por el acto de investigar en lgica,y si es as, qu es, y cmo es llevada a ello.

    Me propongo mostrar ms all de la posibilidad de la duda de algnlector atento, que la mayora de las proposiciones que los lgicos dicen quetenemos el deber de afirmar, como mucho, slo estamos realmenteobligados con consistencia a esperarlas o a tener esperanzas, y que en lugarde estar obligados a afirmar proposiciones universales, meramenteesperamos que ciertas proposiciones personales bastante estrechas seanverdaderas. Al mismo tiempo, entre las proposiciones que se dice que sonpresupuestas, hay algunas que, aunque el razonador pueda no estarobligado a adherirse a ellas, es bastante claro que sostiene que son hechosindudables o evidentes. Me propongo adems mostrar que las operaciones

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    de las que no somos conscientes estn ms all de nuestro control directo, yque es intil preguntar si una operacin sobre la que no tenemos control seha realizado correctamente o no. Por ejemplo, abro mis ojos y miro; y actoseguido digo parece que hay un caballo bayo. Esto es una proposicin.

    Una percepcin no es una proposicin. Pero se supone que la proposicinrepresenta verdaderamente la apariencia de la percepcin. Es, como yosostengo, bastante intil preguntar si es correcto o no. Es concebible que nofuera correcto; pero al estar la operacin de formar ese juicio perceptual a partir de la percepcin ms all de nuestro control, en este momento, nodebe cuestionarse. Est fuera de nuestro poder el dudarlo. Apareceevidentemente. Las proposiciones que no podemos dudar deben aceptarsesin crtica. Su crtica genuina es imposible. Es verdad que creemos queentre las proposiciones que nos parecen evidentes hay algunas que sonfalsas y que descubriremos finalmente que son falsas. Esa es una buenarazn para no declarar precipitadamente que una proposicin es indudablehoy por nosotros. An as, hasta que podamos lograr dudar de una proposicin no puede tener lugar ninguna investigacin real acerca de suverdad.

    Habiendo puesto estos principios en claro y examinado todas lasdems objeciones posibles a ellos, me incumbir admitir que no estn libresdel defecto comn a casi todas las proposiciones en filosofa, ese de serms o menos vagos y abiertos a una exageracin injustificada. Ser capaz de

    dudar una proposicin, si significa dudarla en este instante, slo puedeincluir la duda actual. Si el tiempo se amplia pueden tener lugar cambios dela mente. La duda puede ser tambin tan ligera que no sea decididamentereconocible. Es fcil encontrar proposiciones de las que no podemos decir positivamente si pueden dudarse o no. A pesar de todo, me propongomostrar que los principios son suficientemente definidos para lospropsitos de la lgica.

    Me propongo despus algo as como una enumeracin de las

    proposiciones indudables. No afirmar que mi enumeracin es completa,sino que slo mencionar aquellas que deben ser tomadas en cuenta en lalgica. Tampoco nombrar todas las proposiciones individuales; pues serndiferentes para diferentes personas, e incluso para la misma persona enmomentos diferentes; pero enumerar categoras de ellas. Estas sernenumeradas en forma de proposiciones que no son indudables en s mismascon anterioridad a las pruebas de ellas que aducir. Tampoco estas pruebas pueden ser apodcticas. Dejarn sitio para dudas hipotticas; pero piensoque no dejarn ninguna duda realmente posible en la mente del lector.

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    No he decidido el orden de mi enumeracin; Tampoco dir positivamente que bajo reconsideracin no pueda alterar ligeramente miexplicacin presente. Pero las proposiciones que mostrar que estn msall de crtica sern de forma bastante aproximada como sigue.

    Mencionar primero juicios descriptivos del propio estado delpensamiento. Estos incluirn juicios perceptuales, esto es, juicios en cuantoal carcter de las percepciones presentes, tales como el cielo es azul.Incluirn tambin juicios respecto a los significados que las mismas personas que hacen los juicios dan a las palabras y otros signos. De estemodo, si me digo a m mismo parece que hay un caballo, entonces siendoeso verdad en el sentido que doy a la palabra caballo, estoy bastanteseguro de que hay un animal. Pues estoy bastante seguro de que por caballoentiendo una clase de animal. Es verdad que a veces estoy en duda de ququiero decir exactamente. Dnde trazar de forma precisa la lnea entremuchas personas y no muchas personas? Ms an, puedo meter la pataacerca de mi significado. Puedo declarar que al decir que el cielo es azulimplico ah que no es de color naranja, aunque, de hecho, cuando dije queel cielo era azul no me estaba refiriendo en absoluto a la posibilidad de quefuera de color naranja. Pero mostrar que, a pesar de todo, todos los juiciosque conciernen al pensamiento propio estn ms all de crtica en el nicosentido razonable de las palabras.

    La proposicin aqu expuesta, que todos los juicios que conciernen alos contenidos de nuestro propio pensamiento estn ms all de crtica, noest en s misma ms all de crtica. Es una cuestin para ser debatida; yalgunos lgicos la niegan virtualmente. Su doctrina es que slo las primerasimpresiones de los sentidos u otra consciencia inmediata ha de ser aceptadasin crtica. Pero niego ambas ramas de esta opinin, y sostengo que lasprimeras impresiones de los sentidos y toda la consciencia inmediata sondel carcter ms dudoso, mientras que ciertas proposiciones cuya gnesis psicolgica puede trazarse son a pesar de todo bastante indudables. Me

    propondr poner esto ms all de toda duda real.

    Otra clase de proposiciones ms all de crtica resulta de la aplicacinde un juicio indudable a otro. Por ejemplo, si digo que un juicio es falso,me estoy refiriendo a algo fuera del pensamiento. Pues lo que quiero decires que la proposicin se refiere a un sujeto y lo tergiversa, lo que no podrahacer si se refiriese slo a los contenidos del pensamiento.Consecuentemente, la siguiente proposicin no est limitada al pensamiento de la persona que la juzga: Hay una cosa tal como una

    proposicin falsa. Ahora bien, dos cosas son indudables; primero, quedecir que si esa proposicin fuera enunciada sera falsa implicara que esa

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    proposicin no era enunciada, y segundo, el juicio perceptual de que unooye esa proposicin enunciada. Consecuentemente, la proposicin est msall de crtica; y esto es un resultado importante. Se observar que yo noniego que su estar ms all de crtica sea en s mismo una proposicin que

    requiera examen cuidadoso. Podran hacerse a eso varias objeciones. Porejemplo, puede decirse que Hegel no la admite, de modo que no puede sertan incapaz de duda. Respondo que podra dudarse si pasramos por alto loque actualmente percibimos, como hace Hegel. Pero si l abriera sus ojos alhecho de que se niega su propia opinin, inmediatamente llegara a serimposible para l mantener esa opinin.

    Otra clase de juicios exentos de crtica se refieren a los objetos de lascreaciones de la propia mente.

    Del Borrador C-MS L75.65-90

    Los lgicos alemanes generalmente mantienen que la mera fuerza delrazonamiento lleva al razonador a la afirmacin categrica de un cuerpo dedoctrina relativa a todas las cosas altamente importante. Muestro que eneste caso, como en otros innumerables, las mentes filosficas no entrenadasen la vida de alguna ciencia progresista caen en una exageracin enorme,por no decir infinita. Por afirmacin leen esperanza, y por relativa atodas las cosas leen relativa a la materia en cuestin, y la doctrina [de

    los lgicos] llega a ser verdadera.

    La lgica, sin embargo, hace afirmaciones positivas de una naturalezamuy general. Sobre qu descansan? Me propongo mostrar que ciertasclases de juicios son indudables, que aparecen como evidentes y estn msall de toda crtica, y que, aceptndolos como ciertos, llega a ser evidenteque ciertos mtodos de procedimiento deben a la larga conducir a la cienciaa la verdad, suponiendo que conduzcan a algn resultado en absoluto, ysuponiendo que haya tal cosa como la verdad; y que esto permanece

    verdadero no importa cmo el universo est constituido, y si nosotrosaprobamos instintivamente el razonamiento o no. De este modo me opongotanto a los lgicos ingleses, que sostienen que la validez del razonamientoemprico depende de que el universo tenga una constitucin especial, comoa los lgicos alemanes, que sostienen que la validez de todo razonamientoconsiste al final en un sentimiento de racionalidad. Pero se observar quelimito mi posicin, por el momento, al razonamiento de la ciencia, dejandolos razonamientos prcticos de los individuos para consideracin posterior.De este programa de mi lgica (una visin muy parcial de ella), me limitoen esta memoria a convencer a cada lector atento de la verdad de la primera parte; esto es, que algunos juicios estn exentos de crtica y que ciertas

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    clases especficas de juicios pertenecen a esa clase. En este nmero noafirmo dejar abierta la teora completa de tales juicios ni hacer su carcterindudable perfectamente claro y comprensible; porque hacer eso requeriraciertas concepciones que no es necesario desarrollar aqu para mostrar que

    el hecho es como yo digo, sea como sea que suceda.El escrito, para ser convincente, como entiendo que ser, se ocupar

    necesariamente en gran parte de cuestiones realmente irrelevantes, aunquecasi para todo lector parecer que son muy pertinentes. Pues el terreno aquesta erizado de objeciones sofsticas que, en esta etapa de la investigacin,no habr desarrollado mtodo lgico para despachar. No aludir ms a ellasen este programa del escrito.

    Mi principio general, que pruebo fcilmente, es que en tanto que lasoperaciones estn ms all de nuestra comprensin, no podemoscontrolarlas; y en tanto que no podemos controlarlas es intil preguntarse sise realizan bien o mal; y en tanto que esa pregunta es intil, debera yno debera no tienen significado, y la crtica, en el sentido filosfico, estfuera de consideracin.

    Hay una de esas irrelevantes dificultades aparentes que quizs mejorapenas debera tocar. A saber, decir que un juicio est ms all de crtica esdecir que no slo debera [sino que] a la fuerza debe ser tratado como

    infalible. Pero, por supuesto, realmente ningn juicio es literalmenteinfalible. Aunque tales juicios no estn sujetos a crtica externa, pueden serhechos con tanta deliberacin como para disminuir grandemente laposibilidad de que un juicio que no sea de esa clase sea confundido por unode esa clase. Esta es una muestra de la clase de objecin que requerirelucidacin.

    Continuar aplicando mi principio para mostrar que las siguientesclases de juicios estn exentas de crtica lgica:

    En primer lugar, juicios en el sentido de que el contenido de nuestraconsciencia incluya ciertos elementos, o en otras palabras, anlisis de laconsciencia en forma de juicios. En particular hay dos variedadesimportantes de tales juicios. Una de ellas consiste en los juiciosperceptivos. Por ejemplo, cuando digo el cielo es azul, no estoy hablandode ninguna realidad externa sino que slo quiero decir que cuando mirohacia arriba tengo una sensacin de azuleidad. Es concebible que este juicio, siendo una clase de producto mental enteramente diferente a la

    sensacin, tergiversara la sensacin. Pero si no podemos evitar hacer ese juicio, y hasta la fecha no hay la ms ligera base para sospechar que

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    pudiramos hacerlo de otra forma a la que lo hacemos, no tiene ningnsentido preguntar si se hace bien o mal. Si podemos juzgar o no de otramanera la percepcin ante nosotros es, sin duda, una cuestin que deconsiderarse cuidadosamente. Pero tan pronto como se establece que no

    podemos, la crtica se silencia. Si se probara dentro de los prximos tresmeses que no podemos evitar juzgar como lo hacemos, entonces hasta quehubiera transcurrido ese tiempo deberamos tratar el juicio como infalible.La otra variedad de esta clase de juicios cuyas virtudes menciono consisteen los juicios relativos a nuestro propio significado. Supongamos, porejemplo, que me he convencido a m mismo de que estoy mirando uncaballo, y que hago explcitamente ese juicio. Entonces, concluyo que estoymirando un perisodctilo ungulado. Puesto que lo que entiendo por caballoes un perisodctilo ungulado. En otras palabras, analizo el significado de lapalabra caballo, en el sentido en que yo la uso. Ciertamente con frecuenciase cometen meteduras de pata en tales anlisis. Sin embargo, si estoy persuadido de que ninguna cantidad de deliberacin podra hacer quejuzgara de otro modo que eso que yo ahora entiendo que es un caballo esnecesariamente un pesirodctilo ungulado, entonces esa impotencia para juzgar de otra manera debe cortar toda disputa. Podra imaginarse elsiguiente dilogo:

    Cmo sabes que A es A?

    Porque eso est implicado en lo que entiendo por es.

    Cmo sabes que est implicado?

    Porque, aunque torture mi imaginacin, no puedo pensar en nada quepudiese llamar A y no juzgar que A es A.

    Quiz es porque no has dado con la clase correcta de sujeto parasustituir a A.

    Posiblemente. Pero en tanto que no puedo evitar pensar que eso es loque entiendo por es`, no tiene sentido cuestionarlo.

    Una segunda clase de juicios que estn ms all de la crtica consisteen aquellos que responderan a la pregunta, qu haras bajo tales y talescircunstancias, suponiendo que tuvieras que actuar como para estarsatisfecho deliberadamente con lo que ests haciendo? Un hombre podraresponder, si tuviera tal experiencia, a la luz de ella podra cambiar mi

    mente; pero suponiendo que permaneciera como soy ahora, y actuaradeliberadamente, no puedo evitar pensar que debera hacer esto y esto. Las

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    intenciones estn profundamente sumergidas en el oscuro lago de laconsciencia. Un hombre puede no divisar la suya, acertadamente. Lasrepresentaciones en la superficie de la consciencia pueden interferir con supenetracin en s mismo. Sin embargo, si realmente no puede juzgar de otra

    forma su propsito deliberado presente, no le queda nada excepto aceptarsu juicio de esa intencin presente. Tales juicios de cmo uno deberacomportarse bajo circunstancias de una descripcin general ocurren cadavez que un hombre razona. Pues en todo razonamiento, hay un juicioacompaante de que a partir de premisas anlogas uno sacara, siconsiderara la cuestin suficientemente, una conclusin anloga. Si loshechos le confirmaran o no es, por supuesto, otra cuestin.

    Una tercera clase de juicios no abiertos a crtica son los juiciosrelativos a objetos creados por la propia imaginacin. Imaginen, porejemplo, una sucesin interminable de objetos. Entonces habr ah dossecuencias interminables distintas; a saber, la de los objetos en los lugaresnumerados impares, y la de los objetos en los lugares numerados pares.Que esto es as no se descubre meramente analizando lo que uno tena en lamente. El juicio es el resultado de un proceso psquico de experimentacin,considerablemente como una induccin. Pero difiere de cualquier clase derazonamiento en no estar sujeto a control. Es verdad que despus de que auno se le ha iluminado una vez la idea de que hay dos series interminablescuyos miembros se alternan as, el anlisis de esa idea muestra que ser

    aplicable a cualquier serie interminable; y este anlisis puede ponerse en laforma de una prueba de que ser as. Sin embargo esta prueba descansaren alguna proposicin que es simplemente auto-evidente. Pero en tanto queuno slo tiene la idea de la simple serie interminable, puede pensar porsiempre y no descubrir el teorema hasta que algo sugiera esa otra idea a lamente. Lo que llamo el razonamiento teoremtico de las matemticasconsiste en introducir as una idea externa, usndola, y deduciendofinalmente una conclusin desde la que se elimina. Toda prueba tal,descansa, sin embargo, en juicios en los que se introduce primero la idea

    externa, y que son simplemente auto-evidentes. Como tales, estn exentosde crtica. Los juicios d