PODA Y ENTUTORADO DEL TOMATE

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    Núm. 19 73 H

    PO D A Y

    ENTUTORADO

    DEL TOM TE

    ZOILO SERRANO CERMEIVO

    ^4gente de

    Extensión graria

    M I N I T E R I O D E A G R

     

    C U L T U R A

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    PODA Y ENTLITORADO

    DEL TOMATE

    El cultivo de tom ate en plan intensivo, en invernad ero 0

    al aire libre, exige ciertas prácticas culturales. Si éstas no se

    realizan, se obtiene m enos prod ucción e, incluso, puede p e-

    ligrar totalm ente la rentab ilidad de l cultivo.

    En tre las prácticas que es ne cesario hacer en los culti-

    vos de tom ates en invernadero o en cualquier sistema de cul-

    tivo intensivo, se encuentran las siguientes:

    - Poda o d estallado.

    - De spunte o pinzam iento de los tallos.

    - D eshojado o lim pieza de hojas.

     

    Entutorado o enram e.

    Estas cuatro operaciones son imprescindibles, razón por

    lo que que remo s divulgar en esta publicación sobre las téc-

    nicas de su norm al realización.

    P ) ll A

    UN:STAi I.AD()

    Co n el destallado o desbrote se intenta encauzar el des-

    arrollo de la ve^etación según las conveniencias del agricul-

    tor.

    C on esta operación se limita el número de tallos en las

    plantas y, por tanto, la cantidad d e fruto de cada planta, en

    compensación de una m ayor precocidad.

    Ad em ás se c onsi^ue, entre otras, las si^uientes ventajas:

    - M ayor calidad de los frt^tos, obteniéndose tomates de

    mayor tamaño, m°jor uniformidad en el color, m ás tersos y

    limpios.

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    A medida que va creciendo la planta se van podand o los

    brotes o hijuelos, procurando que no estén m uy desarrolla-

    dos cuand o se corten ( cuatro a seis centímetros de largo ).

    El número de brazos que se debe dejar a la planta es fun-

    ción de los factores siguientes :

    - M arco de plantación.

    - M ayor o m enor atempranam iento que se persiga.

    -- Ma no de ob ra disponible.

    - Variedad q ue se cultive.

    - Cl im a.

    lióg^icamente, cuanto m ás am plio sea el marco de plan-

    tación m ás posibilidades hay de dej ar mayor núm ero de bra-

    zos por cada planta.

    Cuan to mayor precocidad se pretenda en la recolección,

    m enor núm ero de tallos se deben de dejar. Para conseguir

    m ayor precocidad y más cantidad de fruto, tenemos com -

    probado que va m ejor con dos brazos que con un o o tres .

    Si la planta es de desarrollo vegetativo exuberan te se de-

    ben de dejar mayor número de brazos que en aquellas varie-

    dades que sean de porte enano.

    En los climas ex cesiva-

    m ente húmedos no convie-

    ne dem asiada vegetación ni,

    por tanto, excesivo núm ero

    de brazos.

    Los principios generales

    fisiológicos de la poda son

    todos v álidos p ara el culti-

    vo del tomate.

    En las plantas de toma-

    te,

    y en la m ayoría de las °^^`r

    Fig.

    2.-En la may or par te de las

    plantas de tomate nacen do s hojas

    y^ continuación un racim o de flores.

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    variedades, el primer racimo de flores aparece después del na-

    cimiento de la quinta hoja; a continuación de este primer ra-

    cimo sigue una hoja y despu és otra y en la axila de esta úl-

    tim a aparece u n nuevo racimo d e flores. El resto de las flo-

    res y hojas sigue la m ism a cadencia: dos hojas, un racimo de

    flores.

    El núm ero de racimos de flores en cada planta, según las

    variedades, oscila entre 6 y 15 ; las más precoces dan m enos

    racimos y las de ciclo más largo producen mayor núm ero.

    Cu ando e l destallado es m uy enérgico, las plantas de to-

    m ates sufren un d esequilibrio fisiológico que da lugar a un

    abarquillamiento de las hojas que terminan po r rajarse; casi

    siempre, después de destallar, las plantas sufren una "para-

    da." en su desarrollo vege tativo.

    CLASES DE PODA

    Las form as en que se podan los tom ates son variadas; a

    continuación se detallan las más convenientes.

    Fig.

    3.-Un a vez for-

    m ada la Planta en el

    tallo

    guía principal y

    uno o dos tellos hijos

    se desbrotan tudos los

    brotes yue salgan en

    PSOS iU11p5 gUÍBS.

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    Fig. -^.-Esquema de la poda

    .

    Poda nor^na

    La p oda m ás usada , aunque no

    por m ás perfecta, es aque lla en que

    se de_ ia el tallo principal y uno o dos

    hijos de los que b rotan en las axilas

    de las hojas de ese tallo; se desbro tan

    todos los hijuelos que salen en los dos

    o tres brazos que se dejan.

    Poda del `Curr^i

    En algunas regiones suelen hacer

    ia siguiente poda :

    D ejan por cada planta uno o dos tallos que van d eshi-

    jando a m edida que la planta va creciendo; aparte de esos

    tallos dejan otro que denom inan "curro", al cual despuntan

    o cortan su yem a terminal inm ediatamente que ven forma-

    do el primer racimo de flores.

    Poda ardy

      una poaa

    mas racionai que

    ^^^^, las anteriores, aunque

    muy

    ^^

    parecida en la forma, con siste

    en d espu ntar el tallo princi-

    pal por encima de la segunda

    o tercera hoja, después de la

    primera inflorescencia ; de los

    brotes que salen en las axilas

    de esas dos o tres hojas, se de-

    jan los dos o tres me jores ta-

    Eig.

    5.-Esquema de la poda

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    llos gu ías, procurando que estén insertos en el tallo princi-

    pal en posición diferente ; todos los hijuelos que vayan b ro-

    tando de estos brazos guías se van desbrotando.

    Toda en candelabro articulado

    O tra poda interesante es la siguiente: se desp unta el ta-

    llo

    principal  uando h a alcanzado una altura alrededor de

    2U centímetros; inm ediatamente brotarán y se desarrollarán

    tallos laterales de los que se de jan dos en posición contra-

    ria ; estas dos ram as secundarias se despun tan a partir del

    primer racimo d e flores con lo que cada u na de ellas em itirá

    nuevos brotes, de los que se dejan dos tallos com o guías prin-

    cipales ; después estos tallos se vuelven a pinzar una vez que

    haya florecido el prim er racim o, dejando un h ijo por cad a

    Fig.

    fi.-Esquema

    de poda en can-

    del a b r c^

    arlicu-

    l do

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     s

    una d e las cuatro guías principales; se sigue ha ciendo de

    esta forma según vayan apa reciendo nuevas inflorescencias.

      oda en candelabro simple

    O tra poda parecida a la anterior, aunque meno s comple-

    ja, consiste en p inzar el tallo o guía p rincipal a una altura

    de uno s 20 a 25 cen tímetros ; de los hijos que broten en este

    tallo se dejan dos com o brazos principales, procurando q ue

    estén insertos en el tallo principal en sentido contrario.

    En cada uno de estos dos brazos principales se destallan

    todos los hijos que nazcan, a ex cepción del brote qu e salga

    en la axila de la primera ho ,ja que aparezca p or debajo del

    primer racim o de flores; este hijo o brote es uno de los dos

    tallos secundarios.

    Fig.

    ?.-Esquem a de^ poda en candelabro simp le.

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    De esta forma, la planta queda con dos tallos principales

    y dos secundarios.

    I oda de recuperación

    Cuando por alguna causa, ( niebla, frío, helada, humedad,

    etcétera), no hayan cua jado los primeros racimos de flores

    y la planta se haya quedado con poc os frutos, se puede re-

    m ediar esta falta de tom ates haciendo la poda que se des-

    cribe a continuación :

    Supon iendo que la planta se haya podado en dos brazos

    o guías principales y que hasta una a ltura de 5U a 75 centí^

    m etros haya quedado vacía de frutos, se procede de la forma

    siguiente :

    Estos dos brazos guías se despuntan y se deja en cada uno

    de ellos dos brotes hijos, que a su vez, se vuelven a despuntar

    cuando en cada uno d e ellos tenga un racimo de flores cua-

      ,

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    I^ig.

    8.-Le, dos guías principele, ,c despuutan en 111, dejenclu dus brotes en

    c^da u na de ellas. En estos cutitro brotes 12) saldr5n cuatro racimos de fru-

    tos (31; los cuatro brotes se vuelven a despuntar en (-+1 inmediatam ente que

    hayan salido los racimos de flores (3). 6n cad a uno d e estus brotes se dejan

    dos hijos 15), eliminándosc lo^los los demás. A p artir de este mo men to, estos

    ocho h iius (6) se dejan como ^ ;i^ías principales, en los que se eliminan todos

    los brotes yue les salgan.

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    jado y se hayan formado dos brotes. Hasta ahora se tiene en

    la planta cuatro racimo s de flores y ocho guías.

    En e stas ocho guías se conduce el desbrotado de hijuelos

    en la misma form a que para cualquiera de los otros sistemas

    de poda.

    PIN LAMIEN 1 O

    A unqu e esta práctica es una p arte de la poc la, se consi-

    dera interesan te tratar de ella en cap ítulo aparte, por tener

    gran im portancia sobre el adelanto de la cosecha y la dis-

    m inución del destrío.

    El pinzam iento consiste en cortar con las uñas las yemas

    o brotes term inales de los tallos guías cuan do la planta ha

    llegado al límite de altura que se desea tenga ; siempre hay

    que tener en cuenta el desarrollo vegetativo de la variedad.

    Co n esta operación y una pod a m etódica y racional, se

    lim ita la cantidad de fruto qu e se desea reco lectar, pero al

    m ismo tiempo se disminuye la longitud del ciclo ve^^etativo

    y, por consiguiente, se obtiene una cosecha m ás precoz; tam-

    bién, se consigue un aum ento en el tamaño de los frutos, al

    disminuir su número.

    Para las variedades de ciclo corto y po rte enano no con-

    viene dejar m ás de cinco racimos florales por cada tallo, pin-

    zando la yema terminal en ese mom ento.

    Fig. 9.

    - En el Pinza

    m iento se cortan las

    vemas terminales de los

    tallos guías.

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    El pinzam iento es fundamental en muchos casos. Supon-

    gam os los cultivos de otoño en las zonas dond e escarcha o

    hiela en fecha tem prana; en estos cultivos suele ocurrir que

    las plantas no term inan su ciclo y se q uedan con b astante

    fruto helado. Conociendo en qué fecha suele ocurrir esta pri-

    mera helada, es muy interesante pinzar las yemas terminales

    de las plantas unos 25 a 30 días antes de que ocurra la he-

    lada. D e esta forma, las energías gastadas en formar esa ve -

    getación, que va a ser destruida por el hielo, puede ir a en-

    grosar y aum entar la calidad de los frutos que hayan cua-

    jado hasta el m om ento en que se hac e el pinzam iento.

    En algunas regiones no se terminan de recolectar los úl-

    t im os frutos, debido a que entran en co m petencia con los

    tomates de otras regiones y p ierden totalmente su valor co-

    mercial. En estos casos, en que se conoce que todos los años

    ocurre este fenóm eno, es conveniente hacer el pinzamiento

    25 a 3 0 días antes de la fecha que se supone va a ocurrir esa

    caída de precias.

    PODA DE HOJAS^

    C uando e l follaje es muy intenso, conviene hacer una

    poda de hojas; con ello se aumenta la ilum inación y se m e-

    jora la aireación, consiguiendo :

      M ayor floración y cuaje

    de frutos.

    M ejor calidad de la co

    secha.

     

    M enos plagas y enfer

    mcdades.

    Pi^.

    10.-Deben eliminarse las ho;as

    viejas y enfermas que dificultar. Ira ai-

    reación c iluminn^iór..

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    Esta poda deb e hacerse en algunas hojas de las que es-

    tán por debaio del prim er racim o de frutos que en la plan-

    ta quede sin recolectar, contando a partir del suelo. Deben

    elim inarse aquellas hojas envejecidas o enferm as que difi-

    cultan la aireación e ilum inación ; estas hojas no trabajan

    para la planta y lo único que hacen es consum ir energías.

    Cuando la vegetación es m uy densa, es conveniente arran-

    car algunas hojas; para ello se a rranca una hoja de en tre

    cada dos racimos, procurando no hacer desg°arros en el tallo

    y no queden "muñones", que pueden ser atacados por diver-

    sas enfermedades, com o Botrytis.

    La eliminación de hoias hay que hacerla con muc ho cui-

    dado, pues algunos hortelanos arrancan casi todas las hojas,

    con grav e queb ranto para la planta y los frutos.

    La p oda de hojas, lo mismo que el destallado, debe ha -

    cerse en las primeras horas de la m añana y , a poder ser,

    en aquellos días que presenten am biente seco.

    ENTUTDR DO O ENR M llO

    El entutorado o enram e consiste en colocar unas gu ías

    de cañas, cuerdas, mallas de hilo, palos, etc., en posición m ás

    o

    m enos vertical y sujetas en el suelo o en las estructuras

    de los invernade ros, con el fin de ap oyar en ellas los tallos

    de las plantas mediante ataduras hechas con diversos mate-

    riales.

    VENTAJAS

    C on el entutorado se obtienen las ventajas siguientes:

    - Se ad elanta la recolección de los frutos ya q ue al in-

    cidir los rayos solares casi perpendicularmente sobre las plan•

    tas reciben m ás calor.

    - Los tratam ientos fitosanitarios son m ás uniforme s y

    efectivos.

    - La f loración y fecundación o cu aje es m ejor, ya que

    las plantas están m ejor ventiladas e ilum inadas.

    - Las prácticas culturales ( em pleo de horm onas, poda,

    despun te, tratamientos fitosanitarios, escardas, eliminación

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    Fig. 11.-Soporte o

    tutor por cada plan-

    ta

    podada a una so-

    la guía o brazo.

    de flores defectuosas, etc. ) y recolección se hacen con m ayor

    comodidad y rapidez.

    - Los frutos son m ás sanos y limpios, puesto que se evi-

    tan los roces con el suelo y apenas son atacados por las pla^

    gas del suelo.

    CLASES DE TLiTORES

    Los materiales que se em plean com o tutores en el cultivo

    del tomate son: cañas, alambres, palos de madera, cuerdas,

    mallas de hilo, estacas de hierro o madera, etc.

    Los m ateriales que se em plean en las ataduras de los ta-

    llos a los tutores son : espartos, rafia, plá5ticos, lazos prefa-

    bricados, cuerdas, etc.

    Los tutores en el cultivo de tomate pueden colocarse de

    varias

    maneras, destacando las siguientes clases :

    -- Soporte individual.

    - Pirám ide.

    - Empalizada.

    -- Ca ballete o túnel.

      oportes individuales

    Lo s soportes individuales con sisten en colocar un tutor

    por c a d a planta o tallo, indepen dizado totalm ente de los

    demás.

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    Los tutores individuales pueden h acerse clavando una o

    varias cañas o estacas de madera al pie de cada planta; tam -

    bién se hacen por medio de cuerdas o alambres que cuelgan

    verticalmente de un soporte horizontal colocado a cierta al-

    tura.

    En los invernaderos está dando b uen resultado el entu-

    torado por medio de cuerdas o alambres que se cuelgan ver-

    t icalme nte del techo. E stos tutores se sujetan po r la parte

    de la techumb re a alambres apoyad os en la estructura del

    invernadero, colocados paralelam ente a los líneos de tom ate;

    por la parte inferior se atan al cuello de los tallos o a unos

    alambres que se sujetan en el suelo siguiendo las líneas de

    las plantas.

    Por cada un o de los brazos que se haya dejado a la plan-

    ta en la pod a o destal lado, debe p onerse un a cuerda o

    alambre.

    C uando se termina el cultivo estas cuerdas no se retiran

    sino que se dejan recogidas en lo alto del invernadero para

    aprovecharlas como tutores de siguientes cultivos.

    Fig. 12.-E1 e^ntutorado en

    forma de pi rám ide es tá

    indicado

    solamente para

    plantas podadas a un solo

    tallo. Para dar m ás resis-

    tencia a los tutores en for-

    m a de pirámide, es con-

    veniente colocar una caña

    horizontal que una los vér-

    tices

    de las pirámides.

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    Pirámide

    En la form a de pirám ide se colocan tres o cuatro cañas

    clavadas al lado de otros tantos pies de plantas de tom ate ; a

    una altura variable, que depende de la envergadura de la va-

    riedad, (1,20 para las de ciclo prec oz, 1,60 para las de ciclo

    largo ) , se atan las cuatro cañ as con esparto o rafia ; las

    plantas se apoyan y atan cada u na en una ca ña.

    Este sistema se adap ta muy bien a la poda en que sola-

    mente se deja un solo ta11o o g^ uía por cada planta; cuando

    se dejan m ás de un brazo o tallo este sistema presenta al-

    gunas dificultades.

    Espaldera

    Cu ando los tutores son en form a de espaldera, se clavan

    las cañas o estaca s verticalm ente en las líneas de las plan-

    tas, a una distancia unas de otras de dos me tros; estas cañas

    deben tener una altura mayor de 1,5 metros.

    Fig. 13.-Tu^ores

     e ct ñas en lorma

    de esp^ldera.

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      16

    Se colocan horizontalm ente otras cañas que se apoyan y

    atan a las cañas o estacas ve rticales, a una altura del suelo

    de 0,50 m etros la primera, a 1 m etro la segund a y 1,50 la

    tercera.

    En algunas regiones españolas suele em plearse setillos o

    pantallas protectoras para acelera.r el desarrollo vegetativo

    y prevenir los daños que p ueden p roducir una helada de

    viento frío.

    En la construcc ión de estos protectores se utilizan cañas

    com o soportes o tutores y juncos, espadañas, broza, etc. co-

    m o pantalla protectora.

    Los soportes de cañas se colocan de tal forma que , luego

    m ás tarde, cuando se retire la pan talla protectora, pueda n

    Pig.

    14.-Cuan do se retira

    la

    pantalla

    de espadaña quedan

    sus soportes e

    cañas com o tutores dc espaldera.

    aprovecharse para tener ya colocados los puntales y la pri-

    m era caña ho rizontal del entutorado.

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    Si la espaldera se hace co n alambres y estacas de hierro

    o de m adera, se sigue el m ism o sistema anterior.

    La s estacas se clavan en el suelo a u na distancia, unas

    de otras, de unos tres metros; apoyadas en estas estacas se

    colocan horizontalm ente tres hileras de alam bre, a una dis-

    Fig. 15.-La espaldera hecha de alambre es económica, fácil de realizar y muy

    limpia para e-1 cultivo.

    tancia de 50 ce ntíme tros unas de otras a partir del suelo.

    Los tallos se apoyan y atan en los alam bres.

    En los invernaderos se com ienza a em plear mallas de

    hilo o de plástico, prefabricadas ; esta clase de tutores pue-

    de tener interés en aqu ellos lugares donde escasea el tipo

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    Fig. 16.-Moderno sistem^i de entutorado m ecliante m^lla de plástico o hilo

    prefabricado.

    de m aterial que tradicionalm ente se einplea en los entuto-

    rados.

    Estas m allas, que suelen tener una cu adrícula de 1,5 a

    2 centíme tros, se sujetan a unos alam bres que previam ente

     

    Fig

    7

    f ^^uems

    de colocación de la mall

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    se apoyan en la estructura del invernade ro. Estos alam bres

    que son dos por cad a líneo de plantas y, por tanto, por cada

    m alla, se colocan pa ralelos a las líneas de tom ates, uno a

    ras del suelo y otro a una altura may or que la anchura d e

    la

    m alla; la ma lla se ata a los dos alamb res.

    H'ig. 18.-^:n el túnel que se

    (orm

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     ?

    Sobre estas cañas, clavadas e n el suelo a un a distancia

    de do s m etros unas de otras en e l sentido longitudinal de

    las líneas de plantas, se colocan y atan o tras cañas horizon-

    talmen te; estas cañas ho rizontales se atan a las cañas ver-

    ticales a una altura de 5 0 cen tím etros del suelo para la pri-

    m era hilera horizontal, un m etro para la segunda y 1,50 me-

    tros para la tercera.

    Este sistema de entutorar tomates en form a de ca balle-

    te,

    de em pleo tradicional, no es aconsejable en los cultivos

    intensivos, ya que se retrasa la recogida de frutos y se crea

    un am biente húm edo y tem plado dentro del túnel que for-

    m an las plantas al cerrarse, que favo rece el desarrollo de

    enfermedades.

    PUBLICACIONES DE EXTENSION AGRARIA

    Bravo Murillo 101 - Madrid-20

    Se autoriza la reproducción

    int gr

    de esta publicación

    mencionando

    su origen: «Hojas Divulgadoras del

    Ministerio de Agricultura^^

    llepósito legal:  

    34.014 1973 (20.000 ejemplares

    Neografis, S.

    L. - Santiago Estévez,

    8- Vladrid-19