Vortice Energetico
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SABADOS PARA DEVELAR Y COMPARTIR
TEORíA DEL VÓRTICE ENERGÉTICO
RAYMUNDO NIETO BARRAZA
RIO DE JANEIRO, 06 DE MARZO DEL 2010
1.- VÓRTICE ENERGÉTICO
Albert Einstein fue uno de los científicos más relevantes del siglo XX
al demostrar que la materia era equivalente a la energía
Los físicos desecharon la idea tradicional de que el átomo era una partícula
indivisible, y la más pequeña, dentro de la materia. La concepción del átomo
como una bola de billar se hizo añicos, y resultó que el pequeño elemento se
componía a su vez de partículas subatómicas, aún más pequeñas. Hoy en día
se sabe que el átomo, en lugar de una masa sólida e indestructible, es en
buena forma un espacio vacío. En rigor consta de pequeños electrones
orbitando alrededor de un núcleo central hecho de otras partículas.
“No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo
a tu abuela”.
A. Einstein
¿Cómo puede ser la materia, en apariencia tan estática, una forma de energía,
que es intrínsecamente dinámica?
En 1884 Kelvin dicto en los EEUU una serie de conferencias acerca de la
teoría de las ondas luminosas. Kelvin creía en el éter (sustancia invisible
que hipotéticamente llenaba todo el espacio.), consideraba a los átomos
como una serie de vórtices en mitad del éter. Luego se llegó a aceptar que
las ondas de energía podían existir sin un material adyacente en el cual
desplazarse.
El vórtice energético, muestra por primera vez, como es que la energía está
“encerrada” en la materia. Einstein describió la materia como energía
congelada. El vórtice nos brinda una imagen mucho más clara: el
movimiento es el fundamento mismo de la materia... y no hay nada en ella
“congelado”.
“No podemos resolver problemas usando el mismo tipo de
pensamiento que usamos cuando los creamos”.
A. Einstein
La energía es dinámica, es acción, es cambio. Podemos representarla como
puro movimiento. Del mismo modo que el movimiento no puede existir sin
una dirección determinada, la energía no existe sin una forma definida, No es
que la energía forme un vórtice o una onda, el vórtice es la energía. Las dos
formas básicas de energía en nuestro mundo son la materia y la luz.
Igual que las ondas luminosas pueden existir sin un éter en el cual oscilar, la
materia no es un vórtice dentro de algo: es pura energía sin soporte material.
Para configurar una partícula elemental, requerimos de un vórtice esférico,
uno que sea por completo simétrico. La partícula en vórtice, ha de ser como
una bola: una bola de energía. Pero, ¿cómo pudo surgir una bola de energía?
¿cómo pudo formarse un vórtice esférico a partir del movimiento?
“Algo he aprendido en mi larga vida: que toda nuestra ciencia,
contrastada con la realidad, es primitiva y pueril; y, sin embargo, es lo
más valioso que tenemos”.
A. Einstein
Representemos el movimiento como una línea. Si una línea en particular se
enrosca sobre si misma en espiral puede formar un vértice esférico: una bola
de energía en torbellino. Podemos representar el vórtice de energía como la
pelota de lana. En ella, la lana orbita en una espiral tridimensional alrededor
de un único punto. En el vórtice esférico, habría un movimiento giratorio en
espiral alrededor de un punto central.
A partir de ello, apreciamos que bien puede haber dos tipos absolutamente
opuestos de vórtices entre los que forman las partículas subatómicas. Uno
seria giratorio hacia el centro, el otro hacia fuera.
El vórtice de energía muestra como es que algo tan dinámico como la
energía subyace a algo tan estático como la materia. El movimiento giratorio
crea estabilidad. Los vórtice de energía pueden aparecer como partículas
estables y sólidas.
“El sentido común no es más que un depósito de prejuicios
establecidos en la mente antes de cumplir dieciocho años”.
A. Einstein
¿Que ocurría si desenrollamos la madeja de lana?
Que el hilo desenrollado no cabría en la habitación, debido a su longitud. De
la misma manera, si pudiéramos desenrollar un vórtice de energía, la
cantidad de energía liberada seria enorme. Igual que una madeja de lana es
una forma muy compacta de ese material, una partícula de vórtice es una
forma muy concentrada de energía.
El vórtice energético puede explicar ciertos rasgos del universo sensible que la
ciencia ha considerado desde siempre impenetrables.
El tema de la carga eléctrica, por ejemplo, y de igual modo, se ha dado por
sentada, y se considera inexplicable, la existencia de tan solo dos tipos de carga
eléctrica. El vórtice permite explica, estos dos aspectos de la materia.
En la medida en que las proposiciones de las matemáticas se refieren a la
realidad no son ciertas y en la medida en que son ciertas no se refieren a
la realidad.
A. Einstein
El vórtice de energía prescinde por completo de lo material. El requisito de
que haya una sustancia de cualquier tipo, como sostén del mundo físico,
desaparece de un plumazo. La materia aparece así, como una fachada de lo
real y la materia es, a fin de cuentas, puro movimiento.
La clave está en comprender que nuestro universo no es sino pura energía.
Einstein fue el primero que estableció la relación entre la materia y la
energía. Su famosa ecuación E=MC2 , el vórtice llega aún más lejos: nos
demuestra la forma precisa de la energía dentro de la materia.
La luz es una forma distinta de energía, pero es obvio, a partir de la
ecuación de Einstein, que la materia y la luz comparten un mismo
dinamismo.
Si en una partícula de materia el movimiento en vórtice ocurre a la
velocidad de la luz, podemos representarnos esa partícula como una espiral
a la velocidad de la luz.
La ciencia ha arribado a la conclusión de que nada puede moverse a una
velocidad mayor que la de la luz, pero, ¿será también aplicable al movimiento
primario a partir del cual surgen la materia y la luz en sí? ¿Está todo el
movimiento constreñido a la velocidad de la luz?
Todo se reduce a determinar que es la energía. Los físicos actuales no se
preocupan por definir la energía, pero se muestran taxativos al señalar que
esta última no puede desplazarse a mayor velocidad que la luz. Ahora bien, si
las diversas formas de energía son, por definición, variadas formas del
movimiento, quiere decir que el movimiento es más fundamental que la
energía misma.
¿por qué tendría que limitarse ese movimiento a velocidades inferiores a la
velocidad de la luz?
Si el movimiento ocurriera a mayor velocidad daría origen a un tipo de energía
por completo distinta, al cual podríamos designar como supra energía.
La materia no interactuaría con los objetos hechos de supra energía la luz no
se reflejaría en ellos, serían absolutamente invisibles en el plano físico.
Mucha gente se mostraría reacia a aceptar la existencia de tales formas supra
físicas, al no poder captarlas con los sentidos.
Para Einstein, la velocidad de la luz era el elemento esencial dentro del
universo físico. En su teoría de la relatividad se refirió a ella como “la única
constante universal” y demostró que todo en este mundo –incluidos el
espacio y el tiempo- están relacionados con dicha velocidad. Al aproximarse a
la velocidad de la luz, el espacio y el tiempo comienzan a experimentar una
serie de fenómenos extraordinarios.
La supra energía en vórtice podría explicar muchos de los fenómenos
paranormales de los que se tienen noticias.
VÓRTICE ENERGÉTICO Y MATERIA-ESPACIO-TIEMPO
El vórtice energético permite entender la relación entre la materia, el
espacio y el tiempo. Podemos considerar no tan solo la materia, sino
también el espacio y el tiempo, como aspectos distintos del vórtice.
A medida que el vórtice se amplia hacia fuera, la energía se hace cada vez
más tenue. Al ampliarse a un área cada vez mayor, se haría más y más
tenue con gran rapidez. Pero incluso a grandes distancias del centro del
vórtice, aunque su intensidad fuese infinitesimal, la energía del vórtice
estaría aún presente, el vacío aparente del espacio es en realidad, materia
de baja densidad.
Análogamente, podemos suponer que la materia es un espacio de gran
densidad. En resumidas cuentas, la materia y el espacio son una y la misma
cosa: dos aspectos del mismo vórtice de energía.
Percibimos la materia y el espacio como dos elementos bien diferenciados
solo a causa de nuestros sentidos, que son limitados.
Nuestros ojos reaccionan a la luz, pero la luz es solo un intervalo muy
estrecho dentro del espectro. La misma cosa ocurre con el sonido: solo lo
captamos dentro de determinados limites. La energía en dispersión a partir
del vórtice, mas allá de nuestra percepción directa, aparecería ante nosotros
como un “espacio vacío”. Y aún cuando pareciera no haber sino vacío, esta
energía en expansión seria inequívocamente real: tan real como la materia.
Esta concepción del espacio sugiere una explicación inicial del fenómeno de
las “acciones a distancia”. Tanto en el caso de las cargas eléctricas como en
el del magnetismo, una partícula actúa sobre otra sin tocarla.
Es fácil entender tales efectos si cada partícula es, en realidad un vórtice de
energía en expansión y que interactúa con la energía de otros vórtices, para
crear ciertos efectos como el de las cargas eléctricas y el magnetismo.
El espacio se origina en las regiones más tenues, periféricas del vórtice,
pero la materia no tiene límites reales: su “superficie” es algo subjetivo,
pareciera que los objetos tienen límites, pero es solo una ilusión,
determinado en rigor por nuestra capacidad limitada de percibir una
intensidad menor de la energía en vórtice.
Experimentamos cada día la materia como algo sólido porque representa
una elevada concentración de energía: En los bloques de materia hay
billones de vórtices arracimados en partículas elementales que forman
átomos firmemente adheridos.
Al igual que el vórtice origina el espacio y la materia, se lo puede concebir
como el generador del tiempo. Einstein percibía al tiempo y al espacio como
dos factores ligados, con el tiempo entendido como una cuarta dimensión.
El tiempo se establece a partir de la secuencia repetitiva de acontecimientos.
Ejemplo:
El año queda establecido por el movimiento de la Tierra alrededor del Sol; el
día, por el movimiento de la Tierra en torno a su propio eje.
Ambos son procesos regulares y repetitivos. Todos los cambios físicos,
químicos y biológicos adquieren su “ritmo” a partir de otros procesos
regulares más fundamentales.
¿Habrá en el universo algunos procesos fundamentales a los cuales
referirse todas las restantes medidas de tiempo? Este proceso último podría
ser el giro del vórtice. Puede que el vórtice constituya una suerte de reloj
primordial: señalando los intervalos de tiempo de los que dependen todos
los demás procesos subatómicos y cósmicos.
El tiempo fluye a partir del movimiento en el vórtice, y el espacio es una
expansión en la forma del vórtice.
Einstein demostró que el espacio y el tiempo no son absolutos, sino que
están íntimamente relacionados entre sí y dependen de la velocidad de la
luz. El vórtice energético nos indica cómo es que el espacio, el tiempo y la
materia se derivan todos ellos de un vórtice de energía.
Einstein consideraba que la velocidad de la luz era el limite de nuestro
universo. La teoría del vórtice energético sugiere que dicha variable no es
una frontera de carácter absoluto, sino más bien la línea divisoria entre la
realidad física y la supra física. Ambas difieren en sustancia, puesto que el
movimiento es, por supuesto, relativo. El movimiento en un vórtice crea el
espacio y el tiempo en los que otros pueden existir y moverse. Y son todos
ellos absolutamente interdependientes, existen solo en relación con los
demás.
“Es suma estupidez creer en una opinión a causa del número de los
que la tienen”.
GIORDANO BRUNO
OBRIGADO