12. Heka, La Vida de los humildes en Tebas

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12. Los humildes. Explica las impresiones de Víctor en las calles de Tebas. En esta novela son pocas las impresiones reflejadas de la vida diaria de los humildes en la ciudad de Tebas, pues la parte del relato que transcurre en esta ciudad se desarrolla sobre todo en casas ricas: el interior de la Casa Jeneret y de la mansión del médico Hotepu. Por sus descripciones sabemos cómo se vestía y se maquillaba la gente adinerada, los muebles que empleaba y los alimentos que solía comer: se mencionan lujosas estancias, colosales salas y jardines espléndidos, pasadizos tras los tapices, pinturas en las paredes, taburetes de madera (ésta era case inexistente en Egipto), esteras de papiro, lámparas de aceite, joyas y maquillajes, mesas bajas de madera de ébano con perfumes, pelucas sofisticadas, trajes de exquisito lino, sandalias de junco, deliciosas fuentes de aves del Nilo asadas,... Se indican sus costumbres higiénicas: cómo se lavaban los dientes con natrón y se peinaban con peines de madera, sus cabezas rapadas ... Pero también se hace referencia al ambiente exterior de Tebas, a su clima: cómo le costaba a Víctor soportar el calor de la ciudad, cómo sentía “fuego al respirar” o cómo era su precioso cielo estrellado,... Se refleja además en esta historia algunas de sus costumbres: la edad de los jóvenes para casarse (cuando Tutmosis, un adolescente de unhos doce años se compromete en matrimonio con Sitah, una niña de la misma edad que el), y cómo son sus ceremonias (cuando entierran al fiel Ithu o cuando celebran la ceremonia de la coronación deTutmosis III) en esta ciudad. 20

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Análisis de la vida y costumbres de Tebas reflejada en la novela de Nuria Pradas: Heka, un viaje mágico a Egipto-

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12. Los humildes. Explica las impresiones de Víctor en las calles de Tebas.

En esta novela son pocas las impresiones reflejadas de la vida diaria de los humildes en la ciudad de Tebas, pues la parte del relato que transcurre en esta ciudad se desarrolla sobre todo en casas ricas: el interior de la Casa Jeneret y de la mansión del médico Hotepu. Por sus descripciones sabemos cómo se vestía y se maquillaba la gente adinerada, los muebles que empleaba y los alimentos que solía comer: se mencionan lujosas estancias, colosales salas y jardines espléndidos, pasadizos tras los tapices, pinturas en las paredes, taburetes de madera (ésta era case inexistente en Egipto), esteras de papiro, lámparas de aceite, joyas y maquillajes, mesas bajas de madera de ébano con perfumes, pelucas sofisticadas, trajes de exquisito lino, sandalias de junco, deliciosas fuentes de aves del Nilo asadas,... Se indican sus costumbres higiénicas: cómo se lavaban los dientes con natrón y se peinaban con peines de madera, sus cabezas rapadas ... Pero también se hace referencia al ambiente exterior de Tebas, a su clima: cómo le costaba a Víctor soportar el calor de la ciudad, cómo sentía “fuego al respirar” o cómo era su precioso cielo estrellado,... Se refleja además en esta historia algunas de sus costumbres: la edad de los jóvenes para casarse (cuando Tutmosis, un adolescente de unhos doce años se compromete en matrimonio con Sitah, una niña de la misma edad que el), y cómo son sus ceremonias (cuando entierran al fiel Ithu o cuando celebran la ceremonia de la coronación deTutmosis III) en esta ciudad.

El exterior de Tebas aparece señalado por primera vez en la obra cuando Víctor y Tutmosis huyen juntos en la oscuridad de la noche hacia la casa de su amigo médico Hotepu (Víctor tiene la impresión de que las callejuelas de Tebas los engullen). Un laberinto de pequeñas calles que no se acaba bajo un cielo estrellado

maravilloso.

La riqueza de la vida comercial portuaria del Nilo en esta importante ciudad aparece reflejada en la novela cuando Víctor y Tutmosis se acercan al muelle de mañana para huir a Menfis en la barca de Ithu: “Divisaron el muelle. Había una multitud de barcos amarrados. Era un hormiguero de gente, ruido, gritos y movimiento. Y color. Mucho color”.”Se tenían que abrir paso a golpes de codo. Avanzaban a trompicones e incluso les resultaba difícil acercarse a los barcos” La ciudad acaba mostrándose en todo en su esplendor cuando Tutmosis dice: “Si Egipto se apagara, la luz del mundo quedaría atenuada”.

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Mientras Víctor se aleja de Tebas a bordo del viejo velero que navega lentamente por el Nilo, puede contemplar a lo lejos la gran ciudad dedicada al comercio fluvial. Admirado, observa en la orilla izquierda los enormes y preciosos jardines de la Ciudad de los Muertos. Justo cuando la barca pasa a la altura del centro de la ciudad, Víctor lleva una gran desilusión: la famosa Tebas huele muy mal! Sus casas se amontonan como en un rompecabezas imposible, desordenadas,

algunas tienen hasta tres alturas. El río Nilo está lleno de barcos, es difícil navegar, hombres y mujeres gritan en las orillas anunciando sus mercancias. Al caer la tarde, la barca de Ithu deja atrás finalmente la ciudad de Tebas.

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