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LA TAUMÄTURGA

DEL SIGLO XIX.

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r i C I I :

Heìmpreso Por Ignacio Valis.U N I V L ^ ^ ' . O DH ■

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9 »nta Filom ena fue bija de un re y .d e ]q grecía : Jlevada á R om a por su Padre, y visla por el em ­perador Diock-ciono, se «piisionó de au hermosura tan fuertem en­te, que Ja pidió por esposa. L a Santa se negó á serlo por el v o ­to de virg inidad con que se ha­bía consagrado á Je sn cr is lo j y no pudiendo doblar su constan-* qia ni los ruegos del Padre, cu y o reino dependía del (irano, ni los halagos ni amanazas de este, se v.inoá las obras. F u e azotada pú­blicamente, airojíída al r io T ib e r con una ancora al cuello, y asae­teada por tres veces, sacaudola l)ios á salvo de todos estos lo r ­í e n l o s ; liasla que temioiido el tirano no se convirtiese lodo el pueblo á vista de tantos prodigio», lam an d ód eg o lla re ld ia lodeago»» to , teniendo trece años de edad.

¿)us reliquias estuvieron sepul-

t)das p o r muchos siglos en las catacumbas'^' pero á principios del presente quiso Dios manifestarlas al mundo. Trasladadas á un pue* b lo cerca de Ñapóles comenzó el Seüor á glorificar á su sierva con millares de portentos, c u ja fam» volando por todas partes excitó la fe de muclusimas gentes en casi todas las naciones. Gou ésto ere- ceu cada dia los milagros de to­d a clase, acudiendo la Santa á la invocación de sus devotos, y re­m ediando toda suerte de necesi­dades por medio de sus reliquias^ estatuas, estampas, y del aceite de sus lamparas, quedando no pocas veces convertidos los mis­mos incrédulos á vista de cosas ta n sobrenaturales, que cuentan tantos pueblos p o r testigües.

NOVENA ■

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GLORIOSA VÍR G EK Y M À R U R

S A N T A F I L O M E N A .

J I uesto en la presencia de DIoi y delante de una imagen de l.i Santa , se hará la señal de la cruz, y excitándose á dolor de los pecados, se harú el acto de contrición.

Despues con todo fervor y conOanza se dirá la siguiente

OR A C I ON.

Gloriosa Santa Filom ena, animír- d o s . d e la benlguidiid con a. todqs recibi.s,. escucháis y cpn- (olais, venimos hoy , aunque in­

dignos, ú vuestra presencia, y osdirigiinas iiumildemeule uue^- tras süpiiciis, para que nos a l­cancéis favorable despacho de vuestro ctíloslial Esposo. Mas si jio bau de ser para glori.» d« Dios, y bien de nuestras almas, recliílcadlas vos, y haced que ce­da todo en su m ayor honra, y vuestro sagrado cuito . Àm en.

Oración particu lar p a ra el prim er d ia .

V irg e n purísima, y ool)iU's¡ma priocesa, que con tanta constan*» ¿ia, y á pesar de Jas lagrimas de vuestros padres, y halagos del em parador, supisteis m a n te n e r l i fe y palabra de esposa dada á Jesucristo, á quien habíais con­sagrado vuestra v irg in id a d ; por el heroico desinlere's con que re­nunciasteis la gloriii de vuestra casa real, y menospreciasteis el esplendor de la corona y eleva­ción al t ono imperial á que cou. su mauo os coQvidaba Dioclecianoi'>

dando tan admirable ejemplo á Roma pagatja ]leiia entonces de vicios y supersticiones; os su- plicanios nos alcauccis de la di'- 'vina Bondad la fortaleza necesa­ria para no (juebrantar las p ro ­mesas del santo Bautismo, y para apartarnos de las pompas y v a ­nidades del mundo, conservándo­nos firmes en la fe, y puros y castos de cuerpo y alma ; y ade- jnás la gracia especial que p re ­tendemos en esta novena. A m en .

jáqui se rezarán tres P a d re nueotroSf A v e M arías y Glo~ rinf, en memoria de los' tres principales tormentos que pa de­ció la S a n ta ; y después un Cre- do para confesar la f e que ella profesó.

OR A C I ON.

Santa prodigiosa, en q\iicn b r i­lla soljremanera la omnijxiípucia de Dios con tantos milagros co­mo por vuestro medio obra cada dia en beneficio de los hombres 5

«■osotros, «tinque indignos y pe­cadores, os suplicam os tengáis á bicu niiiMt benignamente desde fíl al(o trono de vuestra gran­deza nuoslras necesidades y m i­serias consolándouos con una seüal de la aceptación que os mere­cen nuestros obsequios. N o apar­téis vuestro oido de nuestro hu* milde ruego, y pedid al Señoi* nos libre de la m uerte eterna por su infinita misericordia. A m en.

se p id e con toda con­fia n z a la gracia especial^ y des­pués se d ic e :

Bendecimos y glorificamos i la Augustísima T r in id a d , que ea Ja tierra os previno con tantas bendiciones de dulzura, con las virtndes de la fe, pureza, cons­tancia, y otros muclios dones q u e eii vida os elevaron á heroica santidad y m arlir ío insigne, y OS hicieron gloriosa en la patria celestial. Damos también rendi­das gracias á la Inmaculada siem­pre Vir^jen María, Madre de Dios y ütiiaa de los zaárlircs, que coa

8U po<íerosa asistenc’ a en d u jló Vuestros tormentos, e íperaudo de )a misDia Scüora igua) socorro oii nuestros males por vuestra iolei’ - c«siou, y despues Ja gloria por ios siglos (Je ios siglos. AmciJ.

Ora p ro nobis Sancta F ilom e­na,U l tìigni efíioiamur promissio- iiilius Gliri&li.

O R È MU S .

Indulgeutiam uol>¡s, qu«snm u5. Domine, Beata Filomena virgo, et m artyr im plorel, quíe tibi graia semper e x l it i l , el m erita oaslitalis, et tuce professioue v ir - lutis. Per DoBiiuum woslrum Í íc .

E n los demás dias solo se -íJa* ría la segunda Oración^

Oración p a ra ei segundo d^a,

Virgen invicta, y esj>osa fide­lísima d e Jesucristo, que des­pues de haber resistido á todas Ías promesas y ameuasas del

1 *

vado emperador, fuisteis sep u l­tada ea un calabozo, sin conce* deros otro alimento por espacio de cuarenta dias, que pau y agua \ por aquella invencible constan* cÍ4 con que tolerasteis Jos gri­llos y cadt*nas, por Ja Santa in- dignuciou coa que recliazaateis las seduccioues del tirano que pre­tendía menoscabar vuestra enle- re z a ; y por el consuelo que os causó la vÍ!»ta de Ja lioioa de los angeles que os animó para uiayor batnll¿i: os suplicamos nos alcancéis de la divina Bondad constancia en Jos trabajos-, y íü i - taleza en las tentaciones, y de la Virgen nuestra Señora su am pa­ro y ]>alrocinio, con Ja gracia es­pecial que pretendemos en esta novena. Am en.

Ot'acion para el tercer d ia .

O virgen m ártir gloriosa, que menospreciadas Jas promesas y amenazas con que ci tirano oi ^ueiria o b lig ar á d arle la in a a o

de esposa en perju icio <lel voto de v irg in idad con que os h a ­bíais consagrado á Jesucvisto, qu i­sisteis mas bien sufrir el lorm e«- to de crueles szoles alada á una co lum na; por el rubor y con­fusion que padecisleis eii esta afrenta, y por el dolor acerbo de tantos golpes como despeda­zaron vuestro cuerpo virg inal, dtíjiíndoos hecha una viva ima­gen de vuestro celestial Esposo ; os suplicamos nos alcancéis pa­ciencia y resiíínacion para i*eci~ bir huiuilmenle los azotes con que la divina justicia castiga n u ­estros pecados, fortaleza para con­fesar la fe, resolución para seguir ]as máximas*del Evangelio sin te­mores, ni respetos humafu)s; y asimismo la gracia que ]>reten- demos en esta novena. A m en.

Oración p a ra el cuarto d ia .

O fortísi ma m ártir y virgen sin mancilla, que despues del

d e los. crüeles aáóie#

tuvii le is la dicha de ser yisitA- da e» la cáicel por los angeles <}ue milagrosamenttí curaron to­das vuestras heridas, lo cua l fue causa de irr itar D)as y mas el animo del tirano, y de un nuevo m artirio , pues os mandó arrojar al r iü T ib e r alada á una ancora ; p o r la cristiana libertad cou que manil'estasteis el poder de Je su - r. i is ío ; Y por el gozo que reci- ])jsl(‘ Ís al ver que los angolés ü í fr^oubau de las agiuis sin que ni aun se mojason vue.stros resti- dosj as suplicamos nos libréis pia­dosamente de las tribulaciones que nos rodean, y en especial del naufragio de la culpa, a l ­canzándonos para ello el ausüio del Señor, y al mismo tiem po Ut gracia que pedímos en esta novena, si es conducente á tu alabanza y gloria. Am en.

Oración pa ra el ^um to día .

In clita virgen y m ártir esfor­zada, que libre y a de Jasaguajs p o r

manos angélicas, os vUlüís nr- X'a»lra<ia por las calles de Ko*- ma, despojada púbjicameiite de los vestidos, y bárbaramente asa^- tead<i, atribuyendo el tirano á mágia y no al poder divino vues­tras v ictorias ; por la vergüen­za y corn*ioti que padecistt-ls viéndoos desnuda en público se­gunda vez, y j)or el dolor de los dardos que atravesaban vues­tro delicado cuerpo hañandoos i“ ií vuestra propia sangr#"; os su p li­camos nos alcancéis tolerancia y paz eu medio de las cajumniai; y persecuciones con que los ra i l ú ­

danos uos persigan por seguir la divina l e y ; y además la gracia que pretendemos eu esta noveua. Amen.

Orncion para el sexto ilia.

O virgen invencible en las ba­tallas del Señor, que conducida de nuevo á las prisiones toda llagada y casi espirando, mere­cisteis ser otra vez curtida

p'*Dliiiamente, q u e ja n d o asi mas snn» j liermosa que nuncn, y el lii'í«no mas enfurecido, mandan­do que de nuevo «on mas agu­das ílechás os nsaetiisen hasU m orir : por la nueva a írenla que padecisteis desnuda lércera vez, y también por el gozo que sen­tías al ver que triunfando el pu­dor de vuestro celestifí! Esposo, las saelas no saliun del arc<), ni llegaban á lieriros; os suplica­mos nos alcancéis remedio para nuestras almas, por medio de la coufe.siou sincera y dolorosa, de- fendi<!*ndonos de todas las ten­taciones; y ademas la gracia que deseamos conseguir en esta no- ▼ena. Am en.

Oración p a ra el sépLimo d ia .

V irgen gloriosa, y fiel espo­t a de Jesucristo , que habiendo tr iunfado del tirano os visteis C i r a vez desnuda para ser asae­teada con flechas encendidas ; por e«le « u e v o rubop y afren ta, y

í ‘*tftmbien por el placer <]ue - bislüis viendo que vuestro ceics- tial Msposo frustrabii todos Í0» esfuerzos de vuestros eiioniijos, y hacia volver coutra ellos las sflelas inflamadas; os suplicauios tj\ie con vuestra poderosa ¡uíer- cesion apartéis ios tiros con q«a las potestades infernales inteulrtu inflamar nuestras pasiones, y dar muerte ú nuestras alm as; y asi- inisuio la gracia que protende- mos en e^U novena. Am en.

Oración para el octavo dia.

Mártir invictísima y celosa de­fensora de la virg inidad, que d(!S- pues de tantos combates en los cuales valerosamente deí'endisteis vuestra pureza virginal, y la pa­labra de esposa dada á Jesucristo, fuisteis al lin degollada, dándose prisa el tirano para impedir las muchas conversiones de gentiles, que á vista de tantos prodigios abrazaban la fe, por aquella re- iu lgeute corona que coa U n pre-

CMÍsn m uerte merecisteis, trocan- río «sí ei Seüor li ’̂ eros males eu foao? eternos; os pedimos nos aluauceis de Oios la gracia de co­nocer cuan vil, y transitorio es todo lo temporn), para que des­preciándolo generosamente, aspi­remos siempre á lo que ha de ser duradero y eterno^ y además el faTor especial íjiwí solicitamos ea t*aU novena. Amen.

Oi ación p a ra el noveno d ía .

YiVgou admirable y poderos», tMyo sagrado cuerpo, olvidado des[)ncs de tantos siglos, quiso Dios manilbstor á su iglesia, y hacarle iusirumeuto de tantos prodigios singularísimos eu favor de ios que con fe invocan vues­tra intercesión; por el siil>lime honor cou que el Señor os ha distinguido dándoos el encargo de rcitnimar eu estos calamito­sos tiempos 1.1 fe amortiguada j os suplicamos fervorosamente avi* Teis la nuestra, para que viv icado

de Ja fe, logreroosuna Sania muer­te, y además la gracia que pre- letidemos eu esta novena. Amen.

Oración que se puede añ ad ir el último d ia de ¿a novena, ò en

cualquiera ocasión.Ó castísima Virgen, y Mártir

invicta de Jesucristo. Santa F i - Jomena, vedme aquí postrado de­lante de vos, á quien elijo por abogada especiaiisima con el fía de obtener vuestra poderosa in­tercesión para con vuestro d i­vino Esposo J ’esu?, y su Madre María Santissima. Conozco el gran favor , y valimiento que con am ­bos leneis, y que no os niegan ninguna gracia, como Jo corfir» mnn los innumerables prodigios que en donde quiera que es coi- iiocido vuestro nombre, obra la divina oranipótencia. Por una disposición de su sapionlísíiua y particular providencia os ba ele­gido y destinado Dios pnra ser nuestra esperanza, consuplo, y amparo ea estos desdicb&do«

rmpns. Y vos, como tan infla- Tonda en c«ridtiJ, os pruslais a loílos <le mil minora#: ahora ])U- is , jiloriosa Santa, yo os piílo con loda conlianza (|ne os d ig­neis inirarnie de adelante como cosa vuestra, y encarga­da á Tuestro patrocinio, de fen- die'ndome de Jos enemigos que -ah'orn mas que nunca haceu lior- rible esliago en Ja¿ almas redi­midas -con Ja preciosísima san* gre de Jesucristo.

Pero como vos, amorosísima abogada m ia, .solo alcanzais fa­vores á los que :¡ imitación vues­tra viven con inocencia de cos­tumbres, pureza de aluia y c u - f r p o , fe viva, paciencia y man­sedum bre: os ruego me alcan- reis de la divina mi.sericordia, pureza de alma sin amancillarla «nnca cotí culpa mortal j antes bien adornándola de continuo con to d o ge'nero de virtudes, señala- dameule resignación 0 1 ia divina ▼ 'li ;ntad para sxifrir con merito -Uà paualidades de esta vida eu

fl.itisfaccion de mis pecados y g lo ­ria su ya .

Además de esto confiado h u- niiliJeineiile en vuestra piednd y clemencia, me atrevo á suplica­ros que por tantos ilustres n i t r i ­tos como os adornan, me alcan­céis la gracia particu lar que a - liora os pido ( aqui la petición qiie se pretende ) si es conforme al beneplácito divino, y conve­niente á mi eterna salvación. A u ­mentad eu m i cada dia la ie , es­peranza, y caridad , y la contri­ción de mis pecados: J ibradm e de todo caso desastrado, y mirad p o r las necesidades de la Santa Iglesia, lodo para lionra y g lo­ria de Dios Padre, que con el Ili* j o y e l Espíritu Santo , v ive y reina por los siglos del os siglos. Amen.

Dendito seáis Dios santol Dios adm irable en imesCros Santoi ! Z)Íos ju sto ! Dios fu e r te l Dios de infinita m isericordia !

P a d re nuestro y ^v*t M a n a por N . S . P. el Sum o Pontífice, y por ]as necesidades de la Iglesia.

20

A SANTA FILOMENA,• ^5- ® *

C O R O -

/ " a ,enturosa Filomena^ ì a mi penaBusca en ti dulce consuelo^ y e n del cieloY la mano tiéndem e.

E n tre v irg ices ufana Capitana,E n tre ílores azucena Filom ena,Dulce encanto del Señor:

Del esposo á quien hallaste y abrazaste,A quien diste blando lechoy en tu pechoJLas caricias dei nmor;

Venturosa Filom ena Ya que brillas m u y mas belU

Que la estrella y ei reüejo de la aurora i

T riun fa d o raMas que palma de Cade's;

Y es diadema oro luciente D e lu frente,Y el lucero de la tarde Hace alardeDe lucir-bajo tus p ie s :

Veniuosa Filom ena ^ c . T r iu n fa , tr iu n fa : y o le ador^

E n tre el coro D e abrasados querubines,E n festines De bcatíGco raudal.

Veces mil, ¡ ó gran Princoia t Ahora besaDardos, ancoras, martirios,Bellos liriosD e tu cuerpo virginal.

Venturosa Filom ena &€. Pero míranos piadosa

Gomo á rosaMira el sol de alegre maro^.Que el desmayo D e la noche marchitó.

Nuestra fe se ha m arcbitadojY ha llamado£ 1 enejo del E tera o Del arerno

F urias mi} que alla lanzó.f"'enturosa Filom ena 5*?c.

Virpen, veu, y cruza el aura,Y restaura1 « v irtud y la «ilcgria;N azca el tliaG ira vez de antigua luz.

Y dcrrn'mesa la lum bre D e la cumbreDel sagrado firmamento^Bata el viento L d bandera de la cruz.

Venturosa Filom ena l^c,Y a! em puje de las olas

EspañolasT u renombre á L im a vaya,Y á la playaDe que el ludo hace un jardin.

Hombres lodos, y a las mano* Como hermanos Kn unión, santa enlacemos,Y rolemosA do triunfa cJ Sarafin.

f enliirosa Filom ena ü*c.

N ÌD A D E5

E stán concedidos ^Sodios de indulgencia por cada vez q u e je recen con devocion cada una de las oraciones de esta novenay ro- gando á Dios nuestro Señor por las necesidades de la Iglesia y del Estado.

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