8/17/2019 Del Quijotismo Al Bovarismo

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El Quijote y Madame Bovary son de las pocas novelas que gozan del privilegio de haber

forjado no sólo un arquetipo universal sino una actitud ante la vida. De Don Quijote y de

Emma Bovary han surgido el quijotismo y el bovarismo; este ltimo t!rmino es mucho

menos conocido que el referido al caballero andante" aunque tambi!n haya tenido sus

correspondientes reflejos en el mundo real.

#o curioso es que $laubert escribiese su novela bajo la influencia del Quijote" dando vida a

un personaje femenino que" como el caballero andante" moldea su identidad social a partir

de las lecturas de novelas de amor destinadas principalmente a las mujeres de la peque%a

 burgues&a de la !poca.

Gustave Flaubert en una fotografía de Nadar

#a semejanza que se aprecia en ambos arquetipos" y que liga tambi!n a los personajes de los

que emanan" encierra notorios matices diferenciadores. 'ientras el quijotismo remite a una

actitud (idealista) del individuo ante situaciones conflictivas relacionadas con la moral

pblica" en las que trata de influir en vano debido a la desproporción entre sus aspiraciones y 

los intereses de la realidad" el bovarismo incide en la reacción del sujeto cuando pretende

satisfacer sus deseos en un medio abiertamente hostil a !stos.

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 *ntes de su transformación en caballero andante" el anciano hidalgo *lonso Quijano sufr&a

en secreto el desarraigo derivado de la creciente distancia entre su compromiso con los libros

de caballer&as y" sobre todo" con sus protagonistas principales" los caballeros andantes" y la

realidad cotidiana. +asta que una ma%ana de julio decidió acabar con esa sensación de

desarraigo abandonando la lectura para siempre y transform,ndose al fin en un caballero

andante dispuesto a buscar aventuras como las que hab&a le&do en los libros. -uesto que en el

mundo real no hab&a caballeros andantes" ni castillos ni damas de alcurnia de las que

enamorarse y menos an gigantes a los que combatir" tuvo que conformarse con adaptar a su

universo imaginario las pocas e insignificantes incidencias que le sal&an al paso en su traves&a

por los des!rticos campos de astilla.

 Estampa de Gustave Doré !on Don Quijote y "an!#o $an%a !abalgando a lomos de sus

!aballerías

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Don Quijote no sólo no encuentra correspondencia a su entusiasmo sino que su simple figura

suscita risas" burlas o escarnio. Est, loco" y as& lo toman por tal la mayor&a de quienes se

cruzan con !l" empezando por el cronista de sus andanzas" el burlón ide +amete

Benengeli. /o se le perdona que" adem,s de confundir el deseo con la realidad y el pasado

con el presente" intente persuadir a los hombres de la autenticidad de su entelequia. De esta

manera su involuntariamente provocador uno !ontra todos" pronto se invierte en un

deliberado todos !ontra uno.

#a locura quijotesca trae de cabeza a sus parientes y amigos" quienes para e0orcizarla le

siguen el juego transform&ndose ocasionalmente tambi!n en locos pasajeros. 1ancho -anza"

su fiel escudero" es el nico que le sigue de verdad por tratarse tambi!n del nico de todos

los personajes de la novela que desconoce los argumentos de los libros de caballer&as.

 *nalfabeto como es" no ha tenido la oportunidad de leerlos ni de es!u!#arlos.

El quijotismo nace de la certeza de que es posible cambiar lo e0istente por algo que todav&a

no e0iste sólo con que los hombres se convenzan de las bondades del cambio y lo abracen

con el mismo entusiasmo que la minor&a que lo promueve. #a conflictividad de Don Quijote

 y" por e0tensión del quijotismo" radica en el antagonismo entre su mundo imaginario"

troquelado conforme a los libros de caballer&as" y el mundo real" que se rige por unas

costumbres y unas leyes en las ant&podas de las propugnadas en esos libros. En tiempos de

Don Quijote la elitista caballer&a andante sólo sobreviv&a en las novelas del g!nero y en la

imaginación de sus numerosos lectores.

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 Don Quijote arremete !ontra 'uan (aldudo !onmin&ndole a que desate del &rbol a su

!riado )ndresillo *grabado de Gustave Doré+

#os ideales por los que abogaba" trufados de buenas intenciones" eran anacrónicos como su

misma figura. 1i acaso sólo contribu&an a agravar el mal que trataba de e0tirpar" como lo

demuestra su contraproducente defensa del ni%o *ndresillo ante la paliza que le propina su

 brutal amo" 2uan +aldudo. En cuanto Don Quijote se alejó del lugar" el hombre redobló los

azotes contra el criado para resarcirse de la humillante amonestación que hab&a recibido del

caballero.

 *s& como ignoramos la identidad del autor que acu%ó el t!rmino quijotismo" s& conocemos la

del inventor del bovarismo. En 3456 el filósofo franc!s 2ules de 7aultier publicó un libro

titulado ,e Bovarysme" en el que e0pon&a su tesis a partir de la lectura que hizo la novela de

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$laubert" Madame Bovary *-./0+1 Die% a2os antes hab&a publicado el estudio #e Bovarysme

la psy!#ologie dans l34uvre de Flaubert1

7aultier estaba influido por la filosof&a de 1chopenhauer" quien se ocupó de analizar la

 voluntad humana. En 3458 otro filósofo tambi!n franc!s" 7eorges -alante" publicó unart&culo en la 5evue du Mer!ure de Fran!e titulado ,e bovarysme6 une moderne

 p#ilosop#ie de l3illusion. 9mpresionado por el retrato psicológico que trazó $laubert de

Emma Bovary" 7aultier definió el bovarismo como el poder del ser humano (para concebirse

otro del que es)" forj,ndose una personalidad ficticia.

 'ules de Gaultier

Bajo el poderoso influjo de la lectura de novelas rom,nticas en un ambiente prosaico y

alejado del mundo que se describ&a en !stas" Emma abrigó desde su adolescencia la ilusión

de e0perimentar una pasión erótica similar a la que embargaba a las damas que

protagonizaban aquellas historias. -or entonces era hu!rfana de madre y viv&a con su padre"

un granjero próspero al que ayudaba en las tareas dom!sticas. 1u matrimonio con el m!dico

rural harles Bovary pronto la sumió en el desencanto. harles no se parec&a a los galanes de

las novelas que seduc&an a damas enamoradizas. :iudo de una mujer muy distinta de Emma"

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era un hombre sencillo y hogare%o" que se hab&a hecho a s& mismo con muchos sacrificios y

desempe%aba su oficio lo mejor que pod&a" sin m,s aspiraciones.

 *l aburrimiento conyugal se sumaba la monoton&a de la vida pueblerina" sin perspectiva

alguna de cambio o de novedades que la amenizasen. #a maternidad tampoco calmó laansiedad de Emma. En lugar de una ni%a hubiese querido tener un ni%o. uanto m,s se

aburr&a" m,s se encerraba en la lectura de las novelas rom,nticas" hasta el punto de no

distinguir la l&nea fronteriza que separaba el mundo real del ficticio. *l igual que le sucedió a

 *lonso Quijano" el empacho de lecturas de novelas de amor desencadenó el deseo de imitar a

las mujeres que las protagonizaban.

 *unque las circunstancias ambientales le hurtasen las oportunidades para hacer realidad sus

fantas&as amatorias" Emma se las arregló para proyectarlas primero sobre un curtido

prototipo de seductor y" tras el fracaso con !ste" sobre un joven estudiante" ine0perto en

amores. El final catastrófico de ambos romances arrastraron a la adltera al suicidio"

acosada por las deudas que contrajo a espaldas de su marido.

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 Emma Bovary *'ennifer 'ones+ y su primer amante 5odolp#e Boulanger *,ouis 'ourdan+

en la pelí!ula de 7in!ente Minnelli 

 *l igual que el quijotismo" el bovarismo brota de un profundo descontento del sujeto con el

ambiente en el que ha nacido" alentado por la lectura de ficciones en las que se pintan

escenarios" personajes" costumbres y sentimientos inconcebibles en ese ambiente. #as

historias que se narraban en los libros de caballer&as transcurren en la sociedad

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tardomedieval; las novelas que frecuentaba Emma Bovary se desarrollaban en el *ntiguo

!gimen" poco antes de la evolución de 3odav&a la joven pudo conocer a un par de

personajes vinculados a esa !poca y por los que enseguida se sintió fascinada.

?no de los episodios centrales de Madame Bovary es aquel en el que se describe la fiesta enel castillo de :aubyessard a la que casualmente fue invitada Emma" junto con su marido" por

su propietario" un viejo aristócrata. E0tasiada por la atmósfera de lujo y el esplendor

palaciego que conoc&a por las novelas" se siente m,s cerca de aquel microcosmos que del

mundo real en el que ha de vivir todos los d&as. omo observa el narrador" la accidental visita

al castillo dividió su vida en dos@ la real y la ficticia.

 Fotograma de la pelí!ula de 7in!ente Minnelli 8Madame Bovary9 !on Emma Bovary en la

es!ena del baile en el !astillo de 7aubyessard 

Desde ese momento Emma consumó su destierro de la realidad" a la que le dio la espalda

definitivamente" con las terribles consecuencias que semejante decisión habr&a de acarrearle

a ella y a su familia.

 *lgo parecido le sucedió a Don Quijote al llegar al palacio de los Duques" donde !stos" que

hab&an le&do la -rimera -arte de la novela" le siguieron el juego. :i!ndose tratado como un

 verdadero caballero andante por primera vez desde que salió de su pueblo" no tuvo que

esforzarse por demostrar la autenticidad de su condición. 9gnoraba que todo formaba parte

de una sofisticada farsa urdida por sus anfitriones.

#as caracter&sticas del bovarismo" su complejidad psicológica" lo alejan del ingenuo

quijotismo. El menosprecio de Emma hacia su marido y su atracción por hombres apuestos

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 y seductores como los que aparec&an en las novelas rom,nticas revelaban una sensibilidad

superficial e impresionable" que se dejaba deslumbrar con facilidad por los gestos ampulosos

 y el fulgor de las cosas. 1in embargo" harles Bovary fue el nico hombre que la amó de

 verdad incluso despu!s de muerta" a pesar de las deudas y disgustos que heredó de ella.

El temperamento bovarista es incapaz de apreciar lo que tiene delante@ las cosas peque%as y

sencillas" los detalles" los matices" los alrededores. 1ólo tiene ojos para lo que resulta efectista

 y se mueve en el escenario iluminado por el c&rculo de luz. *dmira el oropel y la bisuter&a" se

e0trav&a en vaguedades trilladas e incurre en la fraseolog&a rimbombante y el

sentimentalismo. arece de iron&a y" por supuesto" de humor. 1i a Emma le hubiese dado por

seguir los pasos de los autores de las novelas que le&a" habr&a sido una novelista insufrible

incluso para lectores de su estilo.

 'ean Fran:ois Balmer e ;sabelle (uppert en los papeles de

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la falsa pero cómoda ilusión de que somos uno y no un (manicomio de caricaturas) A-essoa.

 En ltima instancia" quijotismo y bovarismo no dejan de ser etiquetas que reducen a una

definición simplista la complejidad de los personajes que evocan.