HITOS DEL BOLERO DOMINICANO 3 -Pedro Delgado Malagon

8/14/2019 HITOS DEL BOLERO DOMINICANO 3 -Pedro Delgado Malagon

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HITOS DEL BOLERO DOMINICAUNA VISIN APASIONADA

PEDRO DELGADO MALAGN


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PROEMIO

Hablar del bolero es trasladar el recuerdo a los das antigu

dad. Las voces lejanas de Lucho Gatica, Alfredo Sadel, Jos

dez, Daniel Riolobos y Antonio Prieto son rumores que toda

la memoria remota. La msica ha sido parte entraable de m

cer el bolero fue, en aquellos aos, un descubrimiento capita

bles aos 50 me acerqu a los msicos y cantantes dominican

con las canciones de Salvador Sturla, de Manuel S nchez A

Lockward, de Moiss Zouain, de Bullumba Landestoy. Escuch

guer, a Gernimo Pellerano, a Guarionex Aquino, a Arstide

a Armando Recio. Llegu, muy escaso de edad, a esa fiesta p

difunda a travs de la emisora de radio y televisin La Voz

En esos das descubrla noche y me sorprendi que una

se despejar las oscuridades del sueo. Entonces, de repente

serenata. Poco a poco, de esta suerte, fui entrando en la t

universo lleno de palabras y acordes que me revelaban la v

caban unos ardores que mi adolescencia an no anticipaba

Hube de esperar a los abrasadores aos 60 para conocer

Luis Alberti conacorden piano.


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HITOS DEL BOLERO DOMINICANO. UNA VISION APASIONADA

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HITOS DEL BOLERO DOMINICANO. UNA VISION APASIONAD

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Manuel Troncoso, de Rafael Solano, de Nelson Lugo. Era, sin duda, una m -

sica nueva, de meloda palpitante, con un montaje armnico de gran aliento,

de poesa crecida y preada de tropos. Me emocionaban esas canciones que

levantaban el vuelo en las voces de Luchy Vicioso, Ivette Pereyra, Fernando

Casado, Horacio Pichardo, NinCffaro, Julio Csar Defill. Esa nueva po-

tica musical cerraba el crculo inconcluso. El bolero criollo se establec a en-

tonces, con legitimidad absoluta, en el espacio que ocupaban los mejores m-

sicos de Amrica. Ya en Troncoso, Solano y Lugo podamos encontrar los se-

cretos meldicos y armnicos descubiertos por Marta Valds, Csar Portillo de

la Luz, Vicente Garrido, Arturo Castro y Armando Manzanero.

Ms tarde, ya en los 80, accedo a las inditas emociones que proponen las

melodas y los versos de Vctor Vctor y Cheo Zorrilla. Tambin la magia radi-

cal de Juan Luis Guerra coquetea en aquellos das con el bolero, en vietas co-

loreadas de inocente surrealismo. Despus, durante los dos ltimos decenios, el

bolero dominicano languidece. Los tres grandes maestros del bolero moderno

Troncoso, Solano, Lugo escriben muy poco, o ya no escriben. La cancin ro-

mntica dominicana desaparece de la radio y la televisin. Salvo Cecilia Gar-

ca, como lo demuestran sus dos recientes y esplndidas producciones discogr-ficas, prcticamente nadie canta hoy con la dignidad que el gnero merece.

Ahora son los das de la bachata. Esta suerte de msica que una vez ca-

lifiqu como un tango escrito por un analfabeto se traslad desde los ex-

trarradios, desde los suburbios, hasta irrumpir en los centros urbanos y alte-

rar el sentido esttico de la gran poblacin, masificada por la ingenuidad y

la ignorancia. La bachata, denominada hoy da por algunos crticos extran-

jeros como el bolero dominicano, evolucion desde la cancin de amar-

gue, de pauprrima factura literaria y musical, hasta lograr el m ximo de

dignidad que este gnero limitado por la estrechez del patrn rtmico y ar-

mnico, y condicionado por una cierta penuria literaria podra haber alcan-

zado. De ahque la perspicacia de msicos como Juan Luis Guerra, Vctor

Vctor y Luis Daz nos arrojara un puado de afables cancion

te comn bailotea hoy da con ademanes de spera fruicin.

El recorrido es, no cabe duda, largo y sugestivo. El bolero

de las tonadas sentimentales de Salvador Sturla y Mois s Z

briolas de Juan Luis Guerra y la rudeza d e Luis Daz. Ahora t

ttulo de estas pginas: Hitos del bolero dominicano: Una v

da. En el trayecto que sigue me referir solamente a mis pasi

jas y vehementes pasiones. Destacar los autores y compo

emocionaron ayer y que me conmueven todava. No preten

historia bblica del bolero dominicano, tarea de anticuario

an, muchos artistas cuya obra respeto, aunque no sea de mi p

jos de mest el emitir juicios de mrito con relacin a ello

clinacin de los dems, tanto como espero que se tolere la m

Aristles dijo que las cosas se diferencian en lo que se p

que los hombres, as, se separan por lo mismo que quieren. A

amar el bolero, debe bastar para reconciliar todas nuestras di


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DEFINICIN Y ORGENES DEL G

El bolero viene de muy hondo y de muy lejos. Jos (Pep

1856, f. 1918), un mulato sastre y poeta, natural de Santiago

be a finales del siglo XIX (en el 1885) el bolero Tristezas, y es

blece convencionalmente como el punto de nacimiento de

ese entonces, el bolero tena dos partes o perodos musicales d

pases, separados por un pasaje instrumental al que llamabanTristezas me dan tus penas mujer, / profundo dolor que dudes

prueba de amor que deje entrever, / cunto sufro y padezco por t

adversa conmigo / no deja ensanchar mi pasin / un beso me diste

do en mi corazn...

Ya a lo largo del siglo XX, como una inmensa oleada que tr

del Mar Caribe, aquella cancin un poco italiana, siempre en

mental y melanclica, estrechamente ligada al bambuco col

cancin mexicana y, sin embargo, muy criolla para los odos c

trovadores cantaban a media voz, cerrando los ojos, sufriend

sobre las cuerdas de sus guitarras, evoluciona hasta materializa

naturaleza, el ser, el ethos y el pathos, del hombre y la mujer

Agustn Lara.


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En un intento de definir el bolero, Clara Romn-Odio dice: Siguiendo

la tradicin del discurso amoroso de Occidente que entronca, primero, con

la lrica provenzal, luego con el romanticismo y, ms tarde, con el modernis-

mo hispanoamericano, el bolero pone en escena al individuo en su bsque-

da de la alteridad, es decir, de el otro, de la otra. Igual que la canti-

ga y la cancin medieval se destina al canto, a la comunicaci n oral a tra-

vs de un intrprete. Y tambin al baile, mediante el cual la pareja, abraza-

da y movindose a un ritmo lento, actualiza como suyo el drama que la can-

cin representa.

En el 1906, Alberto Villaln presenta una revista musical (El triunfo del

bolero) en el Teatro Alhambra de La Habana. Despus, durante cien aos

germinan los boleros en Cuba, en Mxico, en Puerto Rico, en Colombia, en

Venezuela, en la Repblica Dominicana. Ms que un gnero, el bolero es

una atmsfera, un clima, una tensin. Hasta Brasil, Argentina y Chile se ex-

tiende esta meloda concisa, con letra sentimental, nacida del danzn cuba-

no y de la contradanza en 2x4. Las letras aluden, generalmente, a los afec-

tos sencillos y espontneos, a los amores imposibles, a las pasiones extravia-

das. El bolero nace con expresiones propias y, al mismo tiempo, se apropiade los versos de Luis Urbina, de Amado Nervo, de Pedro Mata.

Manuel Ponce, el Tata Nacho, Guty Crdenas, Agustn Lara, Alfonso

Esparza Oteo, Joaqun Pardav y Mara Grever escriben los primeros bo-

leros mexicanos del siglo XX. (Lara, al principio, se apropia del instru-

mental lxico de Daro) Nacen, as, temas como Estrellita, Borrachita,

Ojos tristes, Concha ncar, Un viejo amor, Cuando vuelva a tu lado . En Cu-

ba, Miguel Matamoros, Gonzalo Roig, Ernesto Lecuona, Eliseo Grenet,

Julio Brito y Osvaldo Farrs crean, en los primeros decenios de la pasada

centuria, canciones clebres como Flores negras, Quireme mucho, Ests

en mi corazn, Toda una vida. La iluminacin de Rafael Hernndez y Pedro

Flores produce, en Puerto Rico, joyas musicales como Perfume de gardenias

y Perdn. Esta es la generacin instauradora, la generacin

bolero americano.

Ya despus de las jornadas iniciales, afectadas por la roman

italiana, el bolero se transforma drsticamente. Las influenci

el jazz, el blues, la ranchera mexicana, el flamenco, el rock,

troducido por el insuperable Cole Porter y considerado por a

versin norteamericana del bolero), el tango, el son, el mam

cha, el merengue.

Una generacin de msicos nacidos entre los primeros de

XX revoluciona el bolero cubano de los a os 40 y 50. Me r

que componen Mario Fernndez Porta, Juan Bruno Tarraza,

Sergio de Karlo, Orlando de la Rosa, Ren Touset, Pedro Jun

tillo de la Luz, Frank Domnguez, Jos Antonio Mndez. En C

as, emblemticas canciones: Qu me importa, Llanto de lun

Flores negras, Nosotros, Toda una vida, Tres palabras, Contig

Delirio, La gloria eres t, Imgenes.

En Mxico, asimismo, surge una numerosa y egregia horn

res de textos y msicas de boleros. Hablo, entre otros, de Gautor de Vereda Tropical; de Alberto Domnguez, compositor

Consuelo Velsquez, creadora de Bsame mucho y Que seas fe

Garrido, escritor deNo me platiques ya, Todo y nada y Una s

Jos Sabre Marroqun, autor deNocturnal; de Wello Rivas, p

Cenizas; de lvaro Carrillo, productor de boleros insuperabl

mo y Sabr Dios; de Roberto Cantoral, inspirado creador de

loj y Reglame esta noche.

Con escasa distancia en el tiempo, surgen a la vida en Pu

berto Cole (autor del bolero Olvdame), Mirta Silva (composi

bes ty Tengo que acostumbrarme), Bobby Cap (brillante cre

nela y Poquita fe) y Silvia Rexac (intuitiva creadora de cancio


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y arena yNave sin rumbo). Hasta Argentina llega la influencia caribea, y

allsurgen compositores seeros como Mario Clavell (autor de Somos, Abr-

zame asy Brindo por ti) y Chico Novarro (creador deAmnesia).

La poca dorada del bolero es el perodo de 1940 a 1950. La difusin de

la radio hace del bolero un fenmeno de masas. Despus, las voces de Agus-

tn Lara y Toa la Negra, Fernando Albuerne y Fernando Fernndez, Bobby

Cap y Elvira Ros, Pedro Vargas y Benny Mor, Alberto Beltrn y Leo Ma-

rini, entre muchas, invaden el mundo privado, el universo ntimo de los his-

panoamericanos. La aparicin de la vellonera es una verdadera revolucin

en los aos 40. En los 50, bastarn cinco centavos para traer al escenario la

magia de Lucho Gatica o el canto transparente de Alfredo Sadel.

Cabe destacar que a finales de los 40 se manifiesta, principalmente en

Cuba y Mxico, un importantsimo movimiento de compositores y cantau-

tores que algunos denominaron como bolero moderno o filin (deriva-

do de la palabra inglesa feeling, que se traduce como sentimiento). La

obra de los cubanos Jos Antonio Mndez, Csar Portillo de la Luz, Ren

Touzet, Frank Domnguez y de la prodigiosa Marta Valds, ascomo de los

mexicanos Vicente Garrido y Mario Ruiz Armengol, en una asombrosa si-multaneidad de arquitectura musical y potica, constituy uno de los fen-

menos artsticos ms preeminentes de la mitad del siglo.

Se acepta que el giro hacia el bolero moderno nace en 1947 con la canci n

Contigo a la distancia, de Portillo de la Luz. Despus, las canciones de Jos An-

tonio Mndez (La gloria eres t, Novia ma), interpretadas por l con su voz

de ronco enronquecido, conmueven y trazan la pauta de lo que ser un bo-

lero de sugestiva cultura, de meloda donosa, articulado en torno a estructuras

armnicas imaginativas y complejas, vinculadas al jazz. Dice Gonzalo Roig:

El intrprete del filin tena que ser un actor-cantante que dominara la esce-

na y liberara la voz, jugando con el tiempo y la armona, y con capacidad de

dramatizar, reflejando en cada interpretacin, con sus gestos y modulaciones

Bolero. leo del pintorFernando Pea Defill.1998.


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vocales los sentimientos del cantante-ejecutante. El pblico no slo escucha-

ba, sino que senta las mismas emociones que el cantante le proyectaba. Es

una creacin musical que no est hecha para el cine ni la televisin, sino pa-

ra ambientes ntimos como una casa privada, un night-club o pequeas boi-

tes, donde se crea una atmsfera apropiada y se puede descargar a sus an-

chas. El punto ms alto de la cancin romntica latinoamericana, a mi jui-

cio, se alcanza con las obras de los artistas que integraron el filin.

Los aos 60 son un tiempo de protesta y rebelin. El fenmeno hippie,

las drogas, el rock, los Beatles, las manifestaciones de mayo del 68 en Pars,

Woodstock, la revolucin cubana, la guerra de Vietnam, entre otras claves,

expresan los nuevos valores de una juventud que deja de escuchar boleros,

que rechaza la msica que escuchaban sus padres, en un espacio estremeci-

do por las convulsiones de una virulenta contracultura.

Sin embargo, pese a todo, el bolero sobrevive a tales avatares. Armando

Manzanero se establece como el ms destacado compositor de boleros de los

aos 60. En las voces de Marco Antonio Muiz y Jos Jos, su msica le abre

nuevas dimensiones a los reclamos pasionales del ser latinoamericano. En

los temas de sus canciones, Manzanero accede a un indito inventario de si-tuaciones, de ancdotas, lejanas como nunca de los lugares comunes del bo-

lero tradicional de los aos 40 y 50. El bolero Esta tarde vi llover expresa la

simultaneidad, la concurrencia de acontecimientos externos (la lluvia, el

mar, la gente, el vuelo del ave) con otros de repercusin ntima (la soledad,

la ausencia), para materializar en una de las ms inslitas y hermosas expre-

siones del repertorio bolerstico de cualquier poca. Cabe destacar que la

meloda tanto como el entramado armnico empleado por Manzanero reco-

gen, pareja e inteligentemente, las mejores influencias de la msica cubana,

mexicana, brasilea y norteamericana de la poca.

Una importante contribucin al bolero moderno probablemente nun-

ca bien comprendida la realiz el grupo de cantautores de la Nueva Trova

Cubana. Aunque no era ste su principal bosquejo potico y

destacar el valioso aporte realizado al gnero bolerstico por

(Para vivir), Noel Nicola (Te perdono), Amaury Prez (Acu

Miriam Ramos (Para tu piel).

Despus de 1990, el bolero (ahora influido por la balada)

perar el espacio perdido. En la voz del cantante mexicano Lui

producciones de Armando Manzanero y orquestaciones de B

gnero reconquista el favor de la juventud hispanoamerican

en un rapto de romanticismo entumecido y anacrnico, se

escuchar las viejas canciones de Agustn Lara y Vicente Gar

El bolero, asparece, no morir. Confiemos, pues, en la v

trozo de meloda, de esa minscula hazaa potica, que escuc

mos con los ojos cerrados, en tanto nos deslizamos a lo ms h

profundo de nosotros mismos.


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EL BOLERO DOMINICANO DE 1930

En la Repblica Dominicana el bolero nace con algn ret

cos populares dominicanos de los aos primeros del siglo XX

Cern, Julio Alberto Hernndez, Rafael Ignacio, Machilo G

Lockward incursionan ms que nada en lo que podra en

una versin nativa del bolero caribeo, esto es, la criolla. D

cen canciones como La gaviota, Como me besabas t, Luca. Lticamente llenaron el espacio de la msica romntica dom

bien entrada la pasada centuria.

Cabra sealar que, en su gran mayora, los boleros dominica

tre 1930 y 1960 tuvieron muy poca repercusin internacional. L

te perodo, que una vez denomin como de bolero tradicional

urbano, expresa una temtica parroquial, provinciana, orient

cin de costumbres, paisajes y valores sencillos y buclicos. Era

mayores pretensiones. Salvo aisladas canciones de Luis Kala

Brens, Juan Lockward, Bullumba Landestoy, Luis Chabebe, Ar

y Manuel Snchez Acosta, el bolero dominicano estuvo ause

que se escenificaba en los centros artsticos de Cuba, Mxico y

Salvador Sturla y

ngela Carrasco.


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Mario de Jess y Billo Frmeta seran quizs la excepcin. Pero sucede

que ambos, si bien oriundos del pas, llegaron a la culminacin de sus carre-

ras fuera del espacio nacional: Mario de Jess madura y se desarrolla musi-

calmente en Mxico; Billo Frmeta, en Venezuela. El descollante itinerario

de estos dos artistas podr suscitarnos un legtimo orgullo nacionalista, aun-

que debamos admitir que su relacin con la msica dominicana es no me-

nos que alegrica y remota.

Cabran diferentes explicaciones respecto al retraimiento, a la orfan-

dad en que vivi la msica popular dominicana de aquellos aos. En pri-

mer lugar podra sealarse la dictadura trujillista. El pas se mantuvo ais-

lado de la comunidad internacional, y muy pocos artistas pod an viajar

al exterior y, mucho menos, grabar o colocar sus discos fuera del pa s.

Otra razn, dolorosa aunque objetiva, es que la obra de los compositores

dominicanos de aquellos aos era escasa en los aspectos musicales y, por

igual, en el desarrollo literario. En la mayora de los casos se trataba de

melodas llanas, con inflexiones predecibles y desganadas que transcu-

rran en una anchura de uniformidad y simpleza. Hebras meldicas deri-

vadas de la romanza, o acaso de la danza puertorriquea, que se resolvanen volatines de una tristeza inelegante y cursi. La base armnica de ca-

si todos los boleros dominicanos de esa poca es trivial y poco ingenio-

sa. Se trata, tan slo, de oscilaciones, vaivenes, ir y venir de cadencias

mayores y menores que se resuelven en un estrecho crculo de monoto-

na sin asomo de perspicacia, que nada novedoso aportaban. sta, ms

que cualquier otra, es la explicacin que se me ocurre para justificar la

reducida trascendencia de los boleros tradicionales nuestros en todo el

mbito americano.

An as, pienso que los mritos de algunos de nuestros autores y compo-

sitores pudo haber rebasado, bajo otras circunstancias, con mayor ventura,

los lmites exiguos de la frontera geogrfica del pas. Artistas como Salvador

Sturla, Luis Alberti, Juan Lockward, Manuel Snchez Aco

Landestoy, Moiss Zouain, Tony Vicioso, Papa Molina, Luis

venido Brens fueron dignos de mejor suerte. Su obra es parej

la de aquellos autores que masivamente llenaron la radio de

mediados del pasado siglo.

A ellos, que constituyen mis hitos del bolero dominicano

ta visin apasionada.

SALVADOR STURLA (1891-1975)

Salvador Sturla acaso sea nuestro primer autor de bole

caba empricamente guitarra, piano, ukelele, violn, arm

tante, autor, compositor, adems de bailarn, fotgrafo y p

l debemos temas nicos comoAmorosa yAzul (grabado p

ln, con la orquesta de Luis Alberti). En el ao 1927, Anto

ba dos composiciones suyas con el Tro Quisqueya, a do

Ithier y la guitarra de Rafael Hernndez: La mueca yNo

tus palabras. Suyas son canciones como Quimera (grabad

Quisqueya, formado por Armando Cabrera, Emilio Carbucmeta),Navidad (grabada por el Tro Ensueo en los inici

50, y luego por Arstides Inchustegui), y Vuelan mis canci

entre otros, por Fernando Casado). En la primorosa creac

dor Sturla est presente la influencia de la vieja trova dom

to como la potica de Agustn Lara, Guty Crdenas y el T

exagero al decir que el Azul de Sturla rivaliza en belleza

Agustn Lara:

Azul de Sturla:Azul es el mar de mis sueos / Azul la esp

/ Azul, horizonte sin dueo / Azul es mi dulce cancin.

Azul de Lara: Cuando yo sentde cerca tu mirar / De color

lor de mar, / Mi paisaje triste se visti de azul / Con ese azul que


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LUIS ALBERTI (1906-1976)

Luis Alberti constituye una de las inteligencias ms fecundas del universo

musical dominicano. Compositor de merengues como Compadre Pedro Juan,

Loreta, Dolorita, Lea; de boleros: Luna sobre el Jaragua, T no podrs olvidar,

Entre pinares; colaborador de Pancho Garca y Julio Alberto Hernndez en la

bsqueda de races y elementos primarios del folklore dominicano; autor de

obras sinfnicas como la suite Estampas criollas; de un potpourri para banda:

Albertiana; de obras para viol n y piano: Olas de mar y Scherzando; escritor de

libros como Mtodo de tambora y gira, Cantos infantiles y Msica, msicos y

orquestas bailables dominicanas, 1910-1959.

Luis Alberti era hijo del doctor Narciso Alberti Bosch, precursor de los es-

tudios arqueolgicos en el pas, y biznieto del coronel Juan Bautista Alfonse-

ca, autor del primer himno nacional dominicano. Alberti tocaba violn, cello,

piano, rgano y piano-acorden. Fu primer violn de la orquesta del teatro

Coln, en Santiago. A finales de los aos 20 constituy la orquesta Jazz Band

Alberti, que luego de varios cambios de nombre se transform en la mtica or-

questa Santa Cecilia. Al frente de su orquesta, como compositor y arreglista

de boleros, Alberti logra plasmar un estilo pausado y elegante, desenvuelto ysobrio. En las voces de Rafael Coln y Marcelino Plcido, las canciones ro-

mnticas interpretadas por Luis Alberti y su orquesta determinan el derrotero

y el carcter del bolero bailable dominicano en los aos 40 y 50.

MOISS ZOUAIN (1912-2004)

Oriundo de Santiago de los Caballeros, Moiss Zouain es un innato com-

positor y autor de canciones con significativo contenido potico y un muy

elegante diseo musical. Los boleros Romance bajo la luna, Serrana y Egos-

mo expresan su aliento como creador de algunos de los temas romnticos

ms sugerentes del repertorio dominicano. El bolero moruno Egosmo fue

grabado por Lope Balaguer, Milagros Lanty, el colombiano V ctor Hugo

Luis Alberti.


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Ayala y por el cantante puertorrique

o Gilberto Monroig. Elce bajo la luna grabada, entre otros, por el mexicano Fernan

los dominicanos Lope Balaguer y Expedy Pou irradia un des

co y armnico de gran impulso, y representa una de las ms

posiciones dominicanas escritas en el perodo 1940-60:

Qu raro es tu mirar bajo la luna / Su lumbre y tus pupilas v

el mar va formando encajes de blanca espuma / Y yo a ti te estoy

a ninguna. / Paisaje hecho de luz, de amor y besos / Sonrisas qu

querer. / Ternura de la luna, aliento de tu ser / Es cuanto yo pre

Las canciones de Zouain fueron llevadas al disco, adems

Inchustegui, Francis Santana, Alcibadez Snchez, Milagros

dra Damirn, Rafael Coln, Camboy Estvez, Henry Ely y N


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MANUEL SNCHEZ ACOSTA (1914)

A finales del decenio de los 30 y en el inicio de los 40 ap

ca de Manuel Snchez Acosta. Este mdico y compositor, n

tiago y arraigado tempranamente en La Vega, se anticipa a

positores del pas y escribe acaso los primeros boleros domin

flejos de modernidad: Paraso soado (compuesto en 1938),

vista, Maribel. Msico desde temprana edad, toc la batera

ta de su to Dindn Acosta, en La Vega. En Snchez Acosta

fluencia de la sintaxis musical norteamericana: melodas de

sonancias abiertas y de gran aliento, tempos rubatos (signific

tiempo robado; se refiere a adelantamientos y retrasos en

meldico en relacin al pulso del acompaamiento) y armo

vaciones y mudanzas que se avecinan a los temas de Porter

Carmichael y Gershwin.

Snchez Acosta es, adems, compositor de merengues co

(con letra de Negrito Chapuseaux), El ajcaribe y El zumba

ha sido grabada por inumerables cantantes nacionales y ex

berto Beltrn, Rafael Coln, Lope Balaguer, Francis Santa

mrez, Angel Viloria y su Conjunto Tpico Cibaeo, Fran

Valladares, Flix del Rosario y los Magos del Ritmo, Silvia

grito Chapuseaux y Sim Damirn, Vicentico Valdz, Tito

lando Laserie, Danny Rivera, Joe Valle, Billo Frmeta y su

ginia Lpez.

JUAN LOCKWARD (1915)

Creemos no exagerar cuando decimos que todo el bolero

los aos 40 y 50 cabe en el ancho espacio potico y musical q

frtiles canciones de Juan Lockward, el trovador de la media v

gran donaire, con una concisa y gallarda prosa, l le canta a


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Manuel SnchezAcosta.


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Puerto Plata: Yo nacen la falda de la loma / Yo naca la orilla de la mar / Me arru-

llaron las cndidas palomas / El cantar de un arroyuelo / Y la brisa de un palmar.

O se regodea en la campia apacible del Cibao:

Frtil regin de las palmas, del caf y del cacao / Que Dios bendiga mil veces

esta tierra del Cibao.

O hace splica a los ardores humildes de la tez oscura:

Alumbra mi camino con tu mirar divino, morena / Pon fin a mi locura, arran-

ca mi amargura y mi pena / Restame la herida conque la vida me ha castigado

/ Y aydame a olvidar / que tanto he sollozado y quiero descansar.

O relata los conflictos del amor furtivo:

Qu dilema tan grande se presenta en mi vida / Ella tiene otro hombre y yo otra

mujer / Ella dice que me ama con pasi n desmedida / Y yo le amo con todas la

fuerzas de mi ser / Seor, como podr resolver / Seor, este dilema tan cruel / Se-

or, qu debo hacer / Ella dice que m a solamente quiere ser.

Lockward es un msico y un poeta natural, a quien le suenan gratamente las

melodas y las palabras, y en cuyo estro la nacin subyugada encontr motivos

y satisfacciones abundantes. Intuitivo, autodidacta, sus influencias musicales y

literarias son claras. Guty Crdenas, Sindo Garay, Agustn Lara, su padre Dan-

da, el decimero, los poetas romnticos. A nuestro juicio, Juan Lockward resu-

me, sintetiza, expresa, todas las virtudes y limitaciones de nuestra producci n

de canciones populares romnticas hasta el colofn de la dictadura trujillista.

Las canciones de Juan Lockward fueron grabadas por prcticamente to-

dos los cantantes y agrupaciones musicales del pa s (Guarionex Aquino, Lope

Balaguer, el Tro Los Juglares, Luis Vsquez, Rafael Martnez, NinCffaro,

Rafael Coln, Fausto Rey, Rafael Solano). Su cancin Dilema fue grabada

en el decenio de los 50 por el Tro Los Panchos.

En una hiprbole que dice mucho, tanto del autor como del objeto de la

lisonja, el poeta Hctor J. Daz, aparcero de Lockward en numerosas criollas

y canciones, dice de l lo siguiente:

Juan Lockward.


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Una mezcla espiritual de Quijote, de Tenorio y de Cellini

expresa sus sentimientos transportando al oyente al ms incre

al ms imposible y taumaturgo cuento de Lohengrin o del Had

LUIS KALAFF (1916)

La cancinAunque me cueste la vida, recordada en la voz d

trn y tambin de Pedro Infante, fue sin ninguna duda el m

Luis Kalaff:

Aunque me cueste la vida / sigo buscando tu amor / te sigo am

guntando / dnde poderte encontrar. / Aunque vayas donde va

mundo me ir / para entregarte mi cariito / porque nacpara ti.

Hijo de un emigrante rabe, Kalaff naci en Pimentel, pro

Recibi sus primeras, y acaso nicas, lecciones de msica, c

joven, del profesor Santos Paln. Desarroll su carrera com

Form parte, junto a Bienvenido Brens y Pablo Molina, del t

Dominicanos. Su obra comprende mangulinas, merengues y

cientos de composiciones. Suyo es el clebre merengue La e

convirti en un xito en Mxico en las voces de Los Tres D

Boleros de Kalaff son, adems: Cuando vuelvas conmigo (p

la voz del cubano Celio Gonzlez)Amor sin esperanzas, Mi g

tada por Pedro Vargas) yAcurdate de mi.

La lista de los artistas internacionales que grabaron su m

tensa: Libertad Lamarque, Oscar de Len, Johnny Albino y el

La Lupe, Daniel Santos, Blanca Rosa Gil, Flix Chapotn y M

la Sonora Matancera, Rolando La Serie. En el pas, la msica

sitor alcanz un lugar preeminente en las voces de Lope Balag

Elenita Santos, Armando Recio, Rafael Coln y Nicols Cas

La obra de Kalaff responde a los reclamos de aflicciones y

humildes, sencillos que una vez llampre-urbanos expre

Partitura La india

soberbia de Juan

Lockward.


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Luis Kalaff.


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plagadas de tpicos y de castos diminutivos. El hilo meldico esbozado por

Kalaff es, aunque de intuitiva belleza, de hechura fcil y sin complicaciones.

TONY VICIOSO (1917-1955)

El poeta Tony Vicioso es una rara avis en el panorama de la msica popu-

lar dominicana. Nadie lo describe mejor que su hija, la poetisa Scherezada

(Chiqui) Vicioso: poeta y bohemio, escritor y dibujante, compositor con

voz de crooner y largura de palabras tristes, msico renacentista que tocaba

el piano, el contrabajo, el ukelele y el armonium. Escribe crnicas novedo-

sas, poemas de corte moderno, relatos interesantes. Junto a Blas Carrasco

y al arquitecto Amable Frmeta constituy un tro de vanguardia en el de-

cenio de los 50. La obra musical de Vicioso es amplia y novedosa. De l se

conocen decenas de canciones, estructuradas con una originalidad armni-

ca sin par, influida por los giros del blues y elfox-trot, y con una valiossima

aportacin lrica.

Su cancin Hireme otra vez es una hazaa, todava no superada, en el pa-

norama de la msica popular dominicana (el pianista y compositor Nelson

Lugo la armoniz de forma inusitada, con acordes de cuartas que fluian en

movimiento cromtico descendente):

Hireme otra vez / con tu cruel indiferencia, / vulveme a decir / que es men-

tira mi cario; / vulveme a olvidar / me hacen falta tus desdenes, / yo te quiero

as/ mentirosa de mi amor. / No te importe ya / que yo sufra por tu ausencia, /

ni quieras saber / si me matan los desvelos; / gzate en herir / a mi corazn, / qu

te importa a ti / todo este dolor / hazlo de maldad: / hireme otra vez.

De Tony Vicioso se registran, entre otros temas, La cancin que t inspi-

raste, Mi pena, Crucigrama, La cancin de la espera, Nuestra cancin, Presagio

y Dme cunto cuesta tu corazn.

La obra de este brillante compositor y poeta, q uien falleciera a los 38 aos

en un accidente de aviacin, permanece como un patrimonio inexplorado

Tony Vicioso.


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de la msica popular dominicana. Pienso que su prematura d

exilio forzoso en el interior del pa s, ascomo la destreza musi

sus canciones, impidieron que la obra de Vicioso alcanzara

que su incuestionable excelencia mereca.

RAFAEL BULLUMBA LANDESTOY (192

Bullumba Landestoy, pianista y compositor, naci e

Repblica Dominicana. A los 20 aos de edad trabaj com

La Voz del Yuna. Vivi hasta los aos 50 en el pas, desde

Mxico. Luego se traslad a Puerto Rico y allentabl amis

Hernndez.

Su obra musical es vasta y profunda. Bullumba fue, con tod

compositor dominicano ms afortunado en el mbito intern

lero Pesar fue grabado por Daniel Santos, Toa la Negra, P

Alcibades Snchez y la orquesta Billo's Caracas Boys, el Tr

berto Beltrn y Miltinho:

El dolor que has dejado en mi vida / con tu indiferencia, / no

car ni un momento de m , / y tan slo este inmenso pesar / que to

se ha quedado en mi vida / despus de negarme tu amor.

Sus canciones Carita de ngel y Mi dulce querer fueron grab

al cine por el destacado cantante y artista mexicano Fernand

Vidita, / carita de ngel, amor de mi vida, / te llevo en el alm

sufro por ti. / Vidita, / a veces de noche junto a las estrellas / yo

/ Vidita, / y sufro por ti.

La notable cancionera mexicana Lupita Palomera grab su

cesidad. Toa la Negra y Milagros Lanty llevaron al disco la c

llumba Yo soy mulata. Juan Arvizu grab el bolero Incompre

Vicentico Valds y Panchito Rizek realizaron grabaciones de

te fecundo autor.


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Rafael BullumbaLandestoy.


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Landestoy es un msico de slida formacin acadmica, que ha escrito

decenas de temas de msica culta para piano. Intrpretes como Ren Rodr-

guez, Milton Cruz y Mara de Ftima Geraldez han ejecutado sus obras.

En los boleros de Bullumba Landestoy se da una original sima forma de

estructurar la meloda, con aliteraciones, con pertinacias de notas que, al ca-

bo, fluyen soportadas por progresiones de acordes de gran donaire y extra-

eza. Los canjes meldicos y armnicos en que se basa el bolero Carita de

ngel constituyen, a mi juicio, una de las primeras y ms valiosas innovacio-

nes que registra el bolero dominicano tradicional.

BIENVENIDO BRENS (1925)

Nacido en Pimentel, provincia Duarte, Bienvenido Brens es un fecundo

compositor de mambos, sones, tamboreras, criollas, plenas, guarachas, me-

rengues, mediatunas, mangulinas, danzas, danzones y boleros. Form parte

del tro Los Alegres Dominicanos, junto a Luis Kalaff y a Pablo Molina.

Johnny Albino y el Tro San Juan popularizaron su bolero Mar de insom-

nio. El Tro Los Panchos divulg dos boleros de Brens:Al retorno y Pensan-

do. El mexicano Fernando Fernndez graba e introduce en el cine, en 1951,

el tema Peregrina sin amor. Esta cancin fue luego llevada al disco por Betty

Misiego, Rafael Coln, Leo Marini, Panchito Risek, Tro Los Prncipes y

Lope Balaguer:

Pobrecita golondrina / que aventuras por los mares del champagne y del dolor /

Pobre piedra peregrina / que rodando por el mundo vas detrs de un nuevo sol /

Lleva el rostro avejentado / por el peso de las noches tenebrosas del alcohol / Quin

pudiera a ti salvarte, / avecilla trashumante, / peregrina sin amor.

Otras composiciones de Bienvenido Brens fueron interpretadas por impor-

tantes cantores internacionales como Bobby Cap, Marco Antonio Muiz,

Jos Feliciano, el Tro Los Diamantes y Carlos Pizarro. Por igual, los m s des-

tacados vocalistas nacionales grabaron las canciones de Brens: Lope Balaguer,


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Luchy Vicioso, Fernando Casado, Francis Santana, Tony Curiel, Jose to

Mateo, entre muchos.

La relacin de las palabras en la obra de Bienvenido Brens es espontnea,

sencilla y, no cabe duda, de una candorosa eficacia:

Cuando no haya remedio para curar tu herida / cuando ya ests vencida por la

cruz del dolor / entonces hallars en mi jardn las flores del ensueo / y con alegre

trino el ruiseor me anunciar tu dueo.

Su msica es abiertamente lineal, vaporosa, tenue, con melodas elemen-

tales que se articulan en torno a movimientos l gicos entre acordes mayo-

res y menores, sin sobresaltos ni giros inslitos.

Quizs ms que ningn otro autor de aquella poca, Brens refleja en sus

estrofas la humilde franqueza con que se expresaba el pueblo llano en el pa s

y, por qu no decirlo, en toda hispanoamrica de los ao

relativo xito y la trascendencia de sus canciones en las voce

trpretes de indiscutible arraigo popular.

No dejo de advertir que el lenguaje l rico y musical de Bie

y Luis Kalaffpor coincidencia, compueblanos es parejo, s

cuenta de diferencias formales, ambos interpretaron la maner

entender de una poblacin campechana que, vida de clarid

ba de trovadores que explicaran, que tradujeran el amor en f

rosas canciones.

RAMN ANTONIO PAPA MOLINA (192

Trompetista, arreglista, compositor de merengues y bolero

tonio Papa Molina constituye una de las personalidades m

de la msica popular dominicana durante el siglo XX. Naci

vincia Espaillat. Realiz sus primeros estudios de solfeo y teo

el profesor Tilo Rojas. Muy tempranamente fue considerado

digio en la ejecucin de la trompeta. Durante corto tiempo

las agrupaciones musicales de Enriquillo Snchez, Tatn Min

berti. En 1942 se integr como primera trompeta de la orqu

vinculada a La Voz del Yuna, en Bonao. En 1949, y hasta 196

como director de dicho grupo, entonces llamado Super Or

s. Casado con la bailarina Josefina Minio, es el padre del re

sico sinfnico Jos Antonio Molina, antiguo director de la

Palm Beach, Florida.

Su bolero ms divulgado es Evocacin, que fuera grabado

chez, Alberto Beltrn y la orquesta de Billo Frmeta, Rafael

Misiego: Cuando suelo evocar / con marcada inquietud / tu bo

me roba la vida, / no hago ms que anhelar / la historia de tus bes

mi corazn.

Bienvenido Brens.


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Otros boleros suyos grabados por artistas locales son: Sufro por ti, interpre-

tado por Alberto Beltrn y la Super Orquesta San Jos;Nunca te lo he dicho,

en la voz de Lope Balaguer; y Cuando volver a besarte, con versiones de Ele-

nita Santos y Rafael Coln.

Aunque los boleros de Molina constituyeron t picas canciones de la po-

ca, ajustadas a los patrones d e estilo prevalecientes en el mbito de la msi-ca caribea, las mismas no recibieron la merecida difusin internacional.

Esta eventualidad, cabe destacarlo, no impide que reconozcamos los altos

mritos de su obra.

EL BOLERO DOMINICANO DESPUS DE 1960

El segundo perodo del bolero dominicano se inicia en las postrimeras

del decenio de 1950. Surgen entonces compositores como Manuel Tron-

coso (1927), Rafael Solano (1931) y Nelson Lugo (1940). Despu s de

1961, el pas endereza su vuelo. La capital crece desmedidamente. El mun-

do cambia durante los aos 60. Surge en Santo Domingo, entonces, un

movimiento que bien podra denominarse como del bolero moderno o

bolero urbano.

MANUEL TRONCOSO (1927)

El autor emblemtico de este grupo lo constituye Manuel Troncoso. Cul-

to, con formacin acadmica, est tocado por la influencia del modernismo

potico, el filin y la msica norteamericana. Nace con Troncoso, as, una

nueva y plena estructura armnica tanto como un indito y rico desarrollo

meldico. Pero Troncoso est dotado, adems, de una visin potica capaz

de traducir en despejadas palabras, en delgados tropos, en coloquios ntimos,

los conflictos interiores del hombre de la ciudad grande. Las dudas existen-

ciales, la angustia vital de la clase media urbana encuentra en los temas de

Manuel Troncoso su cabal territorio.

Dr. Manuel A.

Troncoso.


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Los temas son otros y variados. l se deleita en la contempl

No hay nada que sea ms hermoso / ni ms grande en el mundo /

cielo / y las nubes que pasan / por el firmamento. / La lluvia que

a la primavera / y ver el oto o a las hojas / jugar con el viento. /

en el parque / viviendo un recuerdo / y la carcajada inocente y bu

o travieso. / Y todas las cosas sencillas / la luna y el sol cuando ellas reflejan la imagen / de Dios.

O confiesa la inevitabilidad de un amor:

Cuando las hojas se van cayendo / y sus colores lo van perdiend

tiene que ser. / Cuando la noche se desvanece en medio mundo /

/ es otro da, tiene que ser. / Si en unos ojos el llanto asoma / es

/ tiene que ser. / Si ves que lloro cuando t lloras, / si ves que r o

/ Si por tus labios que no son m os / al mismo cielo lo desafo, / e

/ es que te adoro / tiene que ser.

O revela las claves del amor recurrente:

Para que t no me olvides / te voy a decir tres cosas / muy fcil d

amo, te amo, te amo. / Aunque tu amor yo no pueda tener, / a

no pueda alcanzar / siempre me queda el consuelo / de poder so

en la memoria / y conocers la historia / de quien te dice cantan

amo, te amo.

Troncoso recupera el tiempo perdido y sus canciones se arrim

a los grandes boleros de influencia moderna escritos en Am

internacionales como Marco Antonio Muiz, Vicentico V

Machn, Tito Rodrguez y Blanca Rosa Gil grabaron los bole

Troncoso. Su repertorio aparece en los discos de prcticam

cantores dominicanos: Lope Balaguer, Cecilia Garc a, Los So

cio Pichardo, NinCffaro, Rhina Ramrez, Fernando Casado

so, Expedy Pou, Sonia Silvestre.


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Rafael Solano.

RAFAEL SOLANO (1931)

Rafael Solano,pianista, arreglista, director de orquesta, cantante y es-

critor, constituye una de las ms slidas personalidades del arte domini-

cano de nuestros das. Nacido en Puerto Plata, fue organista de iglesia a

muy temprana edad. Educado en su pueblo natal por los profesores Ra-

fael Arzeno y Vicente Grisola, se traslad a la capital donde recibi ins-truccin musical de los maestros del Conservatorio Mary Siragusa y Pe-

dro Lerma. Solano dirigi a los 20 aos la orquesta Angelita de la emiso-

ra La Voz Dominicana. Agot luego temporadas musicales en Venezuela

y Jamaica.

La obra de Solano es ingente y de grandes aportaciones a la msica y,

en general, a la cultura popular dominicana. Es autor de merengues, man-

gulinas, temas de jazz, boleros. Fue descubridor y promotor de una nume-

rosa hornada de cantantes que surgieron a trav s de la televisora Rahin-

tel, en su programa La hora del moro: Luchy Vicioso, Ivette Pereyra, Ni-

nCffaro, Los Solmeos, Luis Newman, Fernando Casado y Julio Csar

Defill, entre otros.

Solano es autor de boleros emblemticos, de gran aliento musical y po-

tico, como En la oscuridad:

Un atardecer / cuando no haya sol / y que el mar se ve ya sin su color, / en la os-

curidad donde nadie va / que no se oiga ya ni tu respirar, / voy a hacer que en un

solo suspiro / me entregues la vida / para adorarte y con fiebre en los labios / sa-

ciarte de besos. / Y ese atardecer / en la oscuridad / t sers ma. / Un atardecer

/ en el mes de abril / cuando los capullos se quieren abrir / prender tu cuerpo /

con mi fuego ardiente / y aunque tus pupilas / ya no puedan verme / como un sue-

o ser cuando sientas / que ya ests rendida. / Y ese atardecer / en la oscuridad

/ t sers ma.

La obra bolerstica de Rafael Solano incluye ttulos notables como Por

amor, Aquel romance, Perdidamente enamorado, Quiero verte, Magia, Enton-


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ces me cansar de ti, El sonido de tu voz, El diez de abril. Gran

ternacionales, como Plcido Domingo y Marco Antonio Mu

do sus canciones. Asimismo, su repertorio musical aparece e

los principales intrpretes dominicanos: Lope Balaguer, Cec

destaca su primorosa versin del boleroAquel romance, en e

da la vida), NinCffaro, Fernando Casado, Horacio Picharos, Francis Santana, Expedy Pou.

Los lineamientos musicales de Rafael Solano se equiparan

en influencias, a los bosquejos desarrollados por Manuel Tron

cida la gran vinculacin existente entre estos dos compositor

recproca concurrencia, durante muchos aos, en la concep

rrollo de sus obras respectivas. Los influjos musicales que aco

y Solano son bsicamente los mismos: la msica dominicana

llumba, Vicioso), la msica norteamericana (Porter, Gershwi

michael), el filin (Portillo, Mndez, Vicente Garrido, Ruiz

msica brasilea (Barroso, Jobim, Gilberto).

En algunas de las composiciones populares de Solano, an

se advierte una acentuada tendencia pianstica en el desarro

la armona, marcada acaso por sus estudios y conocimientos

de Chopin y Debussy.

Explcitamente, considero que Rafael Solano y Manuel T

sentan la cota ms alta, la cima que alcanz el bolero domin

la segunda mitad del siglo XX.

NELSON LUGO (1940-2004)

Un personaje inusitado en la escena de la m sica popular

lo constituye Nelson Lugo. Oriundo de La Romana, Lugo

rujano de largo ejercicio. Estudi piano con su madre, Mar

na, y su ta Mara Estela Salazar de Valdez. Realiz estudio


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composicin con el maestro Manuel Sim, y de direccin de orquesta con

el maestro espaol Garca Asensio. Compuso un puado de canciones po-

pulares y dos conciertos para piano y orquesta sinfnica. Los temas popula-

res ms conocidos de este compositor son: Matices (grabada por Luchy Vi-

cioso), Concierto en gris (ganadora de un premio en el II Festival de la Voz

de New York, en la voz de Fausto Rey), El mundo y el amor (finalista en elII Festival de la Cancin de Amucaba), Te quiero as, La vida es loca armo-

na y Yo quisiera.

Hoy la vida cambia de colores, / hoy tu blanca tez se ha marchitado. / No pien-

ses t que el tiempo ha de borrar / los momentos felices de ayer / se han acabado

/ Pienso cuanto has hecho t en mi ausencia. / Siempre te he llevado en mi pen-

samiento. / Mas, el correr de los aos cambia un corazn. / La vida cambia de

matices, / cambia de color. [Matices]

Quizs un tanto ms que Troncoso y Solano, Nelson Lugo estuvo signa-

do por el peso de la msica norteamericana de mediados de siglo XX. l sen-

ta una devota admiracin por Gershwin, Jerome Kern y Richard Rogers.

Era admirable su gran agudeza y capacidad como ejecutante del piano y arre-

glista. La obra de Nelson Lugo, igual que la de otro extrao como Tony

Vicioso, aguarda por el estudio y la divulgacin de los msicos de nuevas ge-

neraciones.

JUAN LUIS GUERRA (1956)

El xito internacional de Juan Luis Guerra sobrepasa los l mites registra-

dos por un artista dominicano en cualquier poca. Con la originalidad de sus

merengues y canciones, l rompe las fronteras del mercado internacional y

se transforma en un autntico fenmeno de masas que subyuga multitudes

en New York, Boston o Madrid.

Nacido en Santo Domingo, de pequeo le llamaban el nio de las vela-

das, por la emotividad de sus actuaciones escolares, cuando haca llorar a

Juan Luis Guerra.


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padres y compaeros. Guerra curs Filosofa y Letras en la Universidad de

Santo Domingo. Despus estudi guitarra y composicin musical en Berklee

College of Music en Boston, Estados Unidos.

Mi casa siempre fue musical; hasta los aguacates cantaban, recuerda el

artista a quien algunos definen como poeta. Lo que soy en realidad es un

letrista, no un poeta; poetas son otros. Lector perseverante, su casa est

lle-

na de libros y discos. Es asiduo de la literatura hispana de Julio Cortzar,

Garca Lorca, Csar Vallejo, Nicols Guilln y Pablo Neruda; y de la msi-

ca de los Beatles, Eric Clapton, Serrat, Silvio Rodrguez y Pablo Milans.

Despus de su regreso al pas, l produjo Soplando (1984), su primer l-

bum musical con un cuarteto de voces que ms tarde fue conocido como

Juan Luis Guerra y 4-40. Su siguiente disco, publicado en 1989, lo llev a la

fama: Ojal que llueva caf. Aunque los xitos de Juan Luis Guerra estn aso-

ciados principalmente a una nueva visin literaria y musical del merengue,

cabe destacar que su incursin en esa suerte de sub-gnero de bolero que re-

presenta la bachata logra rescatar, en tanto fue posible, esta forma rudi-

mentaria de msica de su naturaleza y de su fundamento tosco y turbulento.

Guerra logra que la bachata, ya dignificada por su empaque musical y

sus letras, se derrame hacia el gran pblico. Burbujas de amor se inspira en

una escena de la Rayuela del gran escritor argentino Julio Cortzar:

Tengo un corazn / mutilado de esperanza y de razn / tengo un corazn / que

madruga adonde quiera / ayayayay! / Y ese corazn / se desnuda de impaciencia

ante tu voz / pobre corazn / que no atrapa su cordura / Quisiera ser un pez / pa-

ra tocar mi nariz en tu pecera / y hacer burbujas de amor / por donde quiera / oh!

pasar la noche en vela / mojado en ti / Un pez / para bordar de corales tu cintura

/ y hacer siluetas de amor / bajo la luna / oh! saciar esta locura / mojado en ti /

Canta corazn / con un ancla imprescindible de ilusin / suea corazn / no te

nubles de amargura / ayayayay! / Y este corazn / se desnuda de impaciencia

ante tu voz / pobre corazn / que no atrapa su cordura / Quisiera ser un pez /


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para tocar mi nariz en tu pecera / y hacer burbujas de amor / por donde quiera /

oh! pasar la noche en vela / mojado en ti / Un pez / para bordar de corales tu

cintura / y hacer siluetas de amor / bajo la luna / oh! saciar esta locura / moja-

do en ti / Una noche para unirnos / hasta el fin / cara a cara, beso a beso / y vi-

vir / por siempre mojado en ti.

Su Bachata rosa est

inspirada en el Libro de las preguntas del extraordi-nario poeta chileno Pablo Neruda:

Te regalo mis manos / mis prpados cados / el beso ms profundo / el que se aho-

ga en un gemido, oh / Te regalo un oto o / un da entre Abril y Junio / un rayo

de ilusiones / un corazn al desnudo / Ay, ayayay, amor / eres la rosa que me da

calor / eres el sueo de mi soledad / un letargo de azul / un eclipse de mar, vida...

/ Ay, ayayay, amor / yo soy sat lite y t eres mi sol / un universo de agua mine-

ral / un espacio de luz / que slo llenas t, ay amor.

La magia de Guerra transforma la bachata en un espacio cuajado de in-

teligencia potica y de agradable y novedosa expresin musical. Con su in-

geniosa versatilidad, Juan Luis Guerra se manifiesta, as , como uno de los

grandes msicos populares de la historia dominicana, y, sin ninguna duda,

como el ms trascendente de su generacin.

EPLOGO

Muchas veces he sealado estas frases del musiclogo norteamericano

Andrew Fletcher: Si me dejan escribir todas las baladas de una nacin, no

me importa quin escriba las leyes. Cierto. Hay un apresto antropolgico

en los versos del bolero hispanoamericano y, precisamente, del caribeo.

Ms que un sentimiento y un ritmo, el bolero expresa nuestro car cter,

nuestra forma de ser. Al crear una espacialidad y un tiempo resueltos en en-

sueos de palmeras, olas y lunas, el bolero narra las congojas del amor, pero

tambin nos conjura y nos redime.

Alguien dijo que el bolero, contrario al juicio de Enrique Santos Disc -

polo sobre el tango, no es un pensamiento triste que se b

bien, un deseo jubiloso que se baila con el pensamiento instal

po. Mejor dicho: en el bolero, el pensamiento es el cuerpo.

Hace ya mucho tiempo que Julio Cortzar so el siguien

Qu vanidad imaginar / que puedo darte todo, / el amor y la d

rios, msica, juguetes. / Es cierto que es as: todo lo mo te lo doyro todo lo mo no te basta / como a m no me basta que me des /

Siempre fuiste mi espejo, / quiero decir que para verme / ten a q

La lenta mquina del desamor / los engranajes del reflujo / los cu

donan / las almohadas / las sbanas los besos / y de pie ante el es

dose / cada uno a s mismo / ya no mirndose entre ellos / ya no d

otro / ya no te amo, / mi amor.

Est claro: en la escueta dimensin del bolero est la ilu

existe y no existe, el vuelo y el descenso, el temblor y la fuga

fuegos primordiales, el amor y el desamor, el abrazo y la dese

lunio y el eclipse.

Por ltimo, admito que hablar de mi pasi n por el bolero

principio es volver a los das lejanos de mi juventud; reenco

que fui y, quiz, todavia soy. Ser, quin sabe, regresar a los o

aeja emocin. O, tal vez, comenzar a reconocer que la mem

que un caamazo tejido con vetustos hilos de fervor. O, acas

recuerdos ya son viejos, muy viejos, aunque todava no lo e

igual, que poco me importe.

HITOS DEL BOLERO DOMINICANO 3 -Pedro Delgado Malagon

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