La “meta-antrópica” unamuniana en San Manuel Bueno, mártir, a...

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La “meta-antrópica” unamuniana en San Manuel Bueno, mártir, a la luz de los símbolos naturales Amable FERNÁNDEZ SANz (Universidad Complutense) ABSTRACT: Trough the symbols of dic scenery, Unamuno engages his dee- pest self, the philosophical and theological problems that haunt him. The landscape gets dyed with the drama that don Manuel-Unamuno lives. By assuming this 1 attempt to offer an explanation of the meaning of diese symbols trying to decipher dic project of life or self-schedule diat Unamuno establishes in this unique and complex novel of “San Manuel Bueno, mártir”. KEY WORDS: hesitation, belief, agony, deep self, nihilism. RESUMEN: A través de los símbolos del paisaje, Unamuno pone en juego su yo más profundo, los problemas filosófico-teológicos que le asolan. El paisaje se tiñe del drama que vive don Manuel-Unamuno. Desde esta base pretendo ofrecer una interpretación de la significación de estos sím- bolos buscando descifrar el proyecto de vida o programa de si mismo que Unamuno hace patente en esta singular y compleja novela de “San Manuel Bueno, mártir”. PALABRAS CLAVE: duda, fe, agonía, yo profundo, nihilismo. Desde el paisaje, Unamuno había recreado el ser de España, como sus coetáneos del 98. Ahora, en San Manuel Bueno, mártir, Unamuno pone en juego su conciencia individual, su yo profundo, intentando dar una solución definitiva al eterno problema de la inmortalidad, de su salvación. Andes Msembnrio&H¿eaia&¡a FilosqYa, (MExtilin ¡7. p~231-248. Soviciode fNtlic~c.~ Urá,~1ai Cal#flm Mahid

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  • La “meta-antrópica” unamuniana en SanManuel Bueno, mártir, a la luz delos

    símbolosnaturales

    AmableFERNÁNDEZ SANz(UniversidadComplutense)

    ABSTRACT: Troughthesymbolsof dic scenery,Unamunoengageshisdee-pestself, the philosophicalandtheologicalproblemsthathaunthim. Thelandscapegetsdyedwith the dramathat donManuel-Unamunolives.Byassumingthis 1 attempt to offer an explanationof the meaningof diesesymbols trying to decipherdic project of life or self-schedulediatUnamunoestablishesin this uniqueandcomplexnovel of “San ManuelBueno,mártir”.

    KEY WORDS: hesitation,belief, agony,deepself, nihilism.

    RESUMEN: A travésde los símbolosdel paisaje,Unamunoponeenjuegosu yo másprofundo,losproblemasfilosófico-teológicosqueleasolan.Elpaisajese tiñe del dramaque vive don Manuel-Unamuno.Desdeestabasepretendoofrecerunainterpretaciónde lasignificacióndeestossím-bolosbuscandodescifrarel proyectodevidao programade simismoqueUnamunohace patenteen esta singulary compleja novela de “SanManuel Bueno, mártir”.

    PALABRAS CLAVE: duda, fe, agonía,yo profundo,nihilismo.

    Desdeel paisaje,Unamunohabíarecreadoel serde España,como suscoetáneosdel 98. Ahora, en SanManuelBueno,mártir, Unamunoponeenjuegosu concienciaindividual, suyo profundo,intentandodar unasolucióndefinitiva aleternoproblemadela inmortalidad,desusalvación.

    AndesMsembnrio&H¿eaia&¡aFilosqYa,(MEx tilin ¡7.p~231-248.SoviciodefNtlic~c.~ Urá,~1aiCal#flmMahid

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    Por ello, Unamuno,comoen ningunaotra de susobras,llegaa fundirsehipostáticamenteconelpaisaje,conel corazónde Sanabria,consu lagoy sumontaña.A travésde los símbolosnaturalesvaa aflorarsuyo másíntimo yprofundo;vaaaflorartodala problemáticafundamentaldesu filosofía, de su“meta-antrópica”como gustabaél llamarla. En dos artículos1 anterioreshemosintentandosentarlasbasesquenospermitierancomprender,primero,el “escenarionatural” deSan Manuel Bueno, mártir, y, segundo,la fusiónquese opera,en estaobra, del Unamunoagónicoy el Unamunocontempla-tivo. Es ahoranuestro objetivo el ofrecer una interpretación,—intentandoabriralgunaperspectivamás,entrelas ya existentes—,dealgunosdelos pro-blemasfilosófico-teológicosquetranspiran,a travésde los símbolosdel pai-saje,enestanovela.

    SeñalabaacertadamenteOrtegaquetodo ver es un mirar,un prestaraten-clon. Pero,también,un cegarseparalo excluido.La atenciónvieneexigidapor el interésy éstenacede la constelacióndenuestrasnecesidades,deseosy apetencias,esdecir,el “apriori cordial”. Desdeestesentido,en Unamuno,la situación es la crisisquedesde1924 estáviviendo,el dramavital plantea-do, el problemade lapersonalidad,la turbadoraincredulidadqueahoraasolael almadeDon Manuel-Unamuno.Porello el paisajese tiñe de don Manuel-Unamuno,habladel proyectoo programade símismo.Ello no quieredecir,como muy bien señalaJulián Marías, que el paisajeaparezcacomo algomeramente“subjetivado, sino que aparececomo ámbito queintegray haceposibleun momentoúnico e insustituibledel almadel autor”2.

    1. Entre la nada y la fe. Entre el lago y la montaña

    Teniendoen cuentalo apuntadoanteriormentey lo señaladoen los artí-culos anteriores,la descripciónque se haceal principio de la novelade lafigurade donManuel, conelementosdel paisaje,—“era alto, delgado,ergui-do, llevabala cabezacomonuestraPeñadelBuitre lleva sucrestay habíaen

    “Unamuno-SanManuel y Sanabria.Entre el lago y la montaña”, en Actas de lasJornadasde HispanismoFilosófico, SerieEstudios de Literaturay PensamientoHispano,SociedadMenéndezPelayo,Santander,2000;“La Filosofía delPaisajeen5anManuelBueno,mártir, de Unamuno”,enPaidea, 50, (1999),Pp. 405-418.

    2 MARíAS, J.: “Prólogo” aMiguel de UNAMUNO, Obras selectas,Madrid, EditorialBibliotecaNueva, 1977 (6’ edición),p. 32.

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    sus ojos toda la honduraazul de nuestrolago”3—, no es algo casualy nossumergedegolpeensuyo profundo,en la honduradeun almaquecontienemásde lo que aparecey, por ello, complejay solitaria. Complejidad4quequedamanifiestaenel mismocarácterpolisémicode los símbolos.Por elloseríamuy simpleel mantenercomoalgo axiomáticoel rótulo conqueenca-bezamosesteapartadoo los siguientes,sin advertirel carácterrelativo delasconclusionesy lanecesidadcontinuade matizacionesquelaproblemáticadela obray del propioUnamunorequieren.

    Ahora bien,estaposiblesimplificaciónnos sirve, yadeentraday aunquesólo seaa nivel metodológico,paradestacarla tensión-limitaciónenquesemueve el alma de don Manuel-Unamuno,“que no quería ser sino de suValverdede Lucerna,de sualdeaperdidacomoun brocheentreel lagoy lamontañaque se mira en él”5. Estosdos polos de atracción, lago-montana.constituyenla columnavertebraly el principal punto deinflexión por el quese manifiestael problemade lapersonalidad,“si uno es lo quees y seguirásiendolo quees”, queinvadeadonManuel-Unamuno.El pesoy lacargasig-nificativa de estosdos elementosdel paisajese percibecuandose constata,como muy bien ha puestode relieve Hugo Rodríguez-Alcalá6,que en lasescasaspáginasdeestanovela,lapalabralago aparececuarentay tresvecesy la palabramontañaveinteveces.La montaña, sola, apareceunavez,fren-te a lago queaparecediecinuevevecesen solitario.

    De estemismodatoestadísticoyapodríainferirsequelabalanzadelalmadedon Manuelse inclinamáshaciael lagoy sucargasimbólica.Es verdad,comohadestacadoBlancoAguinaga,queparaUnamunosiemprefue un cen-

    3 UNAMUNO, M.: San Manuel Bueno, mártir, (EdicióndeVictor Garcíadela Concha),Madrid,ColecciónAustral, Espasa-Calpe,199!, (22’ edición),p. 109.(Todasnuestraspróxi-mascitas de la obrahacenreferenciaaestaedición). El subrayadoen estetexto y en tassiguientescitasde ‘San Manuel” esano.

    4”Nada seperfila conla claridadquesuponíamosal resumirel argumentoy el conflictodeideasdominante.Desdela primerapalabra,misterioabiertoala meditación.Novelaenig-maen laque,quizáporprimeravez, lograUnamunocrearun mundolibre, ficción enlacuallos contrariossecruzany sefundendejandoal lectorsin ningúnsosténconceptualdefinido,como en la realidad misma impenetrable”.(Cft. BLANCO AGUINAGA, C.: “Sobre lacomplejidaddeSan Manuel Bueno, mártir, novela”,enMiguel de Unamuno. El escritor y suobra, (EdicióndeA. SánchezBarbudo),Madrid,Taurus,1980.(2’ edición),p. 296.)

    5 ManuelBueno,mártir, op. cit., p. 112.6 RODRÍGUEZ ALCALÁ, H.: “El escenariode SanManuelBueno,mártir, comoincas-

    tatiopoética”, enGermánBleibergy E. JumanFox(eda.),PensamientoyLetrasenla Españadelsiglo XX. VanderbiltUniversity Press,Nashville,1996, p. 412.

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    tro de atenciónel agua,perotambiénmanifestógraninteréspor las cumbresy las montañas.Por ello de la lecturade susescritospaisajísticosno podría-mosdeducirfehacientementelapredilecciónporunodeestosdoselementos.En el casode“San Manuel” no sería,sin embargo,descabelladoinducir queel mayor pesodel lagosobrela montañapudieraserindicativo dela tenden-cia unamunianaa disolver,en estosmomentos,su tensión,a “desaparecer”,en la quietud del lago. Pero “hastael aguaestancadacría flores”7, decíaUnamunoenunode susescritos,asípues,lamontaña,aparececomoesepoíodeesperanzadesesperadaque siempremantuvovivo a Unamunoy posible-menteal propiodon Manuel. Estenúcleo dramáticose va amantenervivograciasal vinculo sugestivoquese estableceentredon Manuel,el pueblo,ellago y la montaña.En este sentido,Hugo Rodriguez-Alcalá,ha señaladocómoel dramade los agonistas,en estanovela, “se efectúaen un escenarioconstantementesugeridoen el relato,en un ámbito espacialpoéticamentedelimitado por accidentesgeográficoscargadosde sentidosímbolico:unamontañay un lago”8. Así, paraesteautor, el escenarionaturalde la novelaactúacomo leimotiv sugiriendopaisajesbíblicosy convirtiendoa ésteenun“trozo de TierraSanta”, enunaespeciede “palestinización”del escenario9.Interpretación,sin duda,plausibledadoel profundoconocimientoque teníaUnamunode la Biblia, especialmentedel NuevoTestamento,unade suslec-turaspreferidasen épocasdecrisis,comolavivida ensuetapade destierro—yqueyano le abandonóhastasumuerte—,dondeensusoledadparisienseleíatodaslas mañanasun capítulo,“el quemetocaraenturno”10.Nada,pues,queobjetara estasresonanciasbíblicas. Ahora bien, si convieneprecisarquetodoslos elementosquesirven de inspiracióna Unamunoestánen la propiaSanabria.Afirma, por ejemplo,HugoRodríguez:“Pero dondelaimitaciónnode Cristo por el protagonista,sino del estilo del Nuevo Testamentopor elescritorexhibeformas sintácticasinequívocas,es en la frase siguientea lacitada. Y esta frase, que no accidentalmenteencierrael leitmotiv del lago,dice literalmente:“con lo quecreció su fama,queatraíaanuestrolago y a éltodos los enfermosdel contorno...”11.Tiene, sin duda, Hugo Rodríguez,

    7 UNAMUNO, M.: “Recuerdode la granjade Moreruela”(1911),enAndanzasy visonesespañolas, en Obras Completas, Vol. 1, Madrid,Escelicer,1966, p. 347.

    8 “El escenario deSanManuel Bueno,mártir,como incantatiopoética”, op. cit., p. 409.

    9lbid., pp.409-4l5.lO UNAMUNO, M.: “Prólogo’ (1927) a Cómo se hace una novela, Madrid, Alianza

    Editorial, ¡980, (9 edición),p. 86.‘‘Op. ca..p. 416.

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    razónenlo quese refiereal modeloestilístico,peroquizásél desconocequeel leirmotiv estabatambiénen la propia Sanabriay en la experienciaqueUnamunovivió personalmente,pues,al ladomismodel lago,junto al Hostal“Bouzas” en que se hospedaba,existíauna fuentede aguassulfurosas unpequeñoBalneariodondeacudíantodoslos díasenfennosatraídospor laspropiedadescurativasy milagrosasque se le atribuíana estasaguasy, másaún,enellassebatióel propioUnamuno,comonoshacontadodoñaSocorro,queregentabaentoncesel Hostal. Todavíapuedeverificarse,ya quese con-servala fuente,partedel depósitoy laspilasdeesteantiguoBalneario.

    Pero ademásde esta cuestiónacercade los elementosdel “escenarionatura]” queinspiranaUnamunoy los contextosbíblicossugeridos,hayotraqueahorasenos presentacomofundamental:¿cuálesel significadode estossímbolospara desentrañarlos problemasque preocupana don Manuel-Unamuno?.UnalecturadeSanManuelBueno,mártir, nos ponede inmedia-to antela pistade la cargasignificativade estossímboloscomoelementostrasmisoresdelaobsesiónquepersiguea don Manuel.Unaobsesiónmetafí-sico-religiosaqueaúnaalUnamunoagónicoy alUnamunocontemplativoenunatensióndialéctica,entreel lagoy lamontaña,enlabúsquedadeunasolu-ciónimposibleparasualmaescindiday desolada.En unaprimeray másrele-vanteaproximación,el lago vieneasía significar la quietudde la nada,elespejodeuna soledadenraizadaenel almaque nacedela “verdadterrible”no compartida.La hondurade unasaguasapuntodeanegarnosen el mismoinstanteen queabandonemosel intento,elesfuerzopor sobrevivir.Así apa-rece en el poemaque Unamunocomponeen el Lago de Sanabria,—antesdenominadolagode SanMartín deCatañeda—,y queinsertaen el prólogoa“San Manuel”: “San Martín de Castañeda!espejodesoledades,!el lagoreco-ge edades!de antesdel hombrey se queda!soñandoen la santacalma!delcieloen las alturas!enquese sumeen lashonduras!de anegarse,¡pobre!,elalma...”’2.

    En estesentido,BlancoAguinaga,el autorquemáshapuestode relieveel significadodel aguay el lago en la obra de Unamuno,destacael cariznadista,pero no agónico,que este símboloadquiereen la obra de “SanManuel”: “no olvidemosqueen estanoveladecomplejísimosignificado,elmismolagoqueparadonManuelsimbolizalanadaes laEternidadviva parael pueblode su parroquiaquesi creeen la existenciade Dios y en la fusiónúltima yperfectadetodosloselementosdelarealidad.Pero,positivoo nega-

    ¡2 UNAMUNO, M.: “Prólogo” aSan Manuel Bueno, mártir, op. cit. p. 98-99.

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    tivo, el sentidosimbólicodel lagolleva siemprea Unamuno“más allá de ladesesperación”,es decir,a un modode sentiry expresarla vida porcomple-to ajenoa laagonía,y a los gritos y violenciaconquela agoníasueleexpre-sarse13 Lasafirmacionesde Aguinagarequieren,creo, dos puntualizacio-nes. En primer lugar, todos los símbolostienenen Unamunoun carácterpolisémico,del mismo modo que los múltiples “yoes” que contienesu per-sonalidad.En estecasoel lagotambiénes símbolo de eternidadparaDonManuel, perounaeternidadmarcadamentediferentea la soñadapor el pue-blo. La eternidadde Don Manueles la eternidadde la naturaleza,inmanen-cia pura, frente al puebloque sueñacon el cielo, por ello se afirma que elcantode donManuel, “saliendodel templo, iba a quedarsedormidosobreellagoy al piedela montaña”14.Su feno consiguesuperaresemarcode inma-nencia que supone el lago. No es, sin embargo, de la misma opinión,FernándezPelayo,otro de los estudiososque másha profundizadoen estacomplejasimbologia.Paraél, “don Manuel no está convencidode que noexistade veras ese cielo que el lago refleja; y al no estarlo no se atreve aarriesgarsuvida eternaquitándoseesta,suicidándose”15.

    Una segundapuntualizaciónhacereferenciaal carácterno agonista,aun-que nadista,señaladopor Aguinaga. Incluso otros autores, como López

    Quintás, ofrecen una interpretaciónpositiva, al considerarque “esta obrasuponeunaventanaabiertaala esperanzade quees posiblesuperarel ago-nismo, la tremendaluchaque selibró en el espíritu del autorentrela inteli-genciay lavoluntadapropósitodelaexistenciadeDios” 16; o ManuelBlancoque encuentraen “San Manuel” el secretode una “fe escondida”17 Másnumerososson los autoresquehandestacadoel carácteragonistay trágico,como lo ha hecho, recientemente,Cerezo Galán18.Por mi parteconsideroque en estaobra, comohe tratadode probaren mi articulo anterior,se pro-

    ‘3 BLANCOAGUINAGA, C.: El Unamuno contemplativo, Barcelona, Laia. ¡975, ¡y.318.

    ‘4UNAMUNO, M.: San ManuelBueno,mártir, op. cit., Pp. 115-116.‘5 FÉRNANDEZ PELAYO, H.: El problemade la personalidaden Unamunoy en San

    ManuelBueno,Madrid, Editorial Mayfe, 1966,p. 141.6 LÓPEZ QUINTÁS, A.: “San ManuelBueno,mártir (Unamuno)y la superacióndel

    agonismo”,en Diálogo filosófico 41(1998),pp. 230-231.‘7BLANCO, M.: Lo voluntad de vivir y sobrevivir en Miguel de Unamuno,Madrid, ABL

    Editor/Franciscanos(OFM),1994,p. 204.‘8CEREZO GALAN, 1’.: Las máscaras de lo trágico. Filosofía y tragediaen Miguel de

    Unamuno,Madrid,Trotía, 1996,Pp. 714-733.

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    duceunasimbiosisdel Unamunoagónicoy el contemplativo,y la tensiónyla tragedia se proyecta,incluso, en los propios elementosdel paisaje.Larazónestribaen queUnamunosustentaenla imaginacióncreadorala posibi-lidad delamor.La imaginaciónes la queposibilita lapersonalizacióny con-cienciaciónde lo animadoy, también,de lo inanimado.Y es,por ello, por loquepodemos“sentir-con”, dotandode almaalpueblo,ala montaña,al lago:“él nosenseñó...asumergirnosenel almadela montaña,enel almadel lago,

    en el almadel pueblode la aldea”19. Alma que es quietud y eternidadencuantoalmainmersaen el almadela naturaleza,pero, también,almatensio-naday trágicaencuantoquees personalizacióny proyeccióndel alma ínti-ma y profundade don Manuel, del alma queno puedevivir en pazcon elsecretode muertequetratade acallary queno puedecontara susfeligreses,pero si al lagoy la montaña.Así la naturaleza,el paisaje,adquierelos mis-mostintesqueel almade Don Manuel.Tintesde tragediay tintesde quietudfruto dela fusióndialécticadel yo agónicoy el yo contemplativoquese pro-duceenel almade Don Manuel-Unamuno.

    En otra aproximación el lago aparece,también, como símbolode larazón,del carácterdisolventede la razón. Las aguasdel lago lo absorbentodo, hastalaposibilidadde fequebajao sereflejadesdelamontaña.El lagoes el reclamodelas aguasbriosasquese desprendende las montañasy ter-minanamansándosey negándoseen él. Así, lagoy montañason lasdos carasde lamonedaunamunianaquebaila constantementeentrela vida y la razón.En estesentido,la montaña,frenteal lago, simbolizala vida queno seresig-na alos designiosdela razóny buscaen la fe el apoyode supervivencia,laesperanzaen un cielo, enun Valverdedeultratumba:“cree en elcielo...míra-lo —y me lo mostrabasobre la montañay abajo,reflejadoen el lago”20; “yesperandoquetodosnos veamosun día en la Valverdede Lucernaquehayallí, entrelas estrellasde la nocheque se reflejanen el lago,sobrela mon-taña”21. Peroestaesperanzamarca,también, la diferenciade “mundos”queseparanal puebloy aDon Manuel. Lafe del puebloes capazde remontarsehacia lo alto de la cumbre de la montaña,como “sueño de niño”, diráUnamunoenuno de suspoemas.¿Porqué?La razón estribaen queel únicomotordel almadel puebloes la viday no la razón.Porello, la laborprinci-palde don Manuel será velarpor la no inmersiónde larazónen la vida

    ‘9UNAMUNO, M.: San Manuel Bueno, mártir, op. cit., p. 166.2OIJNAJ..41JN0 M.: San Manuel Bueno, mártir, op. cii, p. 131.21 Ibid., p. 159.

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    del pueblo.Y es,precisamente,a lo que se convierteLázaro.Estaseríamirespuestaa la agudacuestiónplanteadapor ManuelMaceirascuando,en su“Introducción” a SanManuel, se pregunta:“Lázaro, nombredel resucitadoevangélico,era inicialmenteincrédulo racionalista,¿a qué se conviertesiDon Manuelfreseun incrédulo?”22. Frentea la esperanza-vidadel pueblo,el problemade donManueles queesa ‘verdadde muerte”,esaincredulidad,la razónquese haencastilladoen lo másprofundode suyo, dejapocosres-quiciosparael asaltode lavida. Por eso, su fe “se quedadormidasobreellagoy al pie de lamontaña”y cuandoalgúnhilillo consigueremontar,allíestála Peñadel Buitre, el buitrequedevora,y el cierzoqueincesantementele hostiga.

    2. El acechode la dudao el cerconihilista. La Peñadel Buitre y el cier-zo

    La razón,elpensamiento,tienecercadoaDon Manuel-Unamuno.No haysalidaparalaesperanzade salvaciónatravésdeesafe inocente,la fedelpue-blo, la fe de su infanciaquetanbien encarnala figura de Blasillo el bobo oel Rosend&3de la leyendadel Lagode Sanabria,en el queposiblementeseinspiró Unamuno.Al fin y al cabo,Blasillo, el representantemásgenuinodeestafe, muereal mismotiempoque Don Manuel, “así que hubo luegoqueenterrardos cuerpos”24.Desdeestaconsideración,mueretambiéntodaposi-bleesperanzadetrascendencia,de inmortalidadpersonalparaDon Manuel.

    Puesbien, comoen los niveles de la dudacartesiana,hay dos símbolosenla novelaqueoperancomoel último eslabónpor si aúnquedaraalgúnres-quicio deesperanzaparala fe de don Manuel, la Peñadel Buitrey el cierzo.Se afirmaqueDon Manuel“llevaba lacabezacomonuestraPeñadelBuitrelleva sucresta”.Laladeradela montañadondeestásituadoel pueblodeSanMartín de Castañedaestá jalonadade numerosospeñascos,uno de ellos,

    22 MACEIRASFAFL4N, M.: “Introducción” a San Manuel Bueno, mártir, Madrid,

    Editorial EDAF, 1985,p. 33. El subrayadoes mío.23 “Había elqul, enGalende,un bornealgu tontoquesechamabaRosendoe iba apedir

    llimosnaaffiballa~ con su madre.Y al pasarporaorilladel llagu, dixo asu madrequeoyiatocarunaesquila,y esqueu tontoestabaen graciade Dios y l’esquilaqueoyía lleraa cara-pasa de Villalverde”. (Cfr. Veáse nota 19 de nuestro artículo ya citado: “Unamuno-San Manuely Sanabria”).

    241,JNAJ~A1JNO, M.: SanManuelBueno,mártir, op. cit., p. 160.

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    visto25desdela otra orilla del lago,desdeel lugarenquese asientael Hostalenquese hospedóUnamuno,guardaciertasimilitud con la formade un pája-ro. No es necesariocomentarlaconocidaasociaciónqueUnamunoestableceentreelbuitre de Prometeoy el pensamiento,la razón,la dudaquelo corroe.El buitre-razónincesantementelo picoteay le devoratoda posibilidaddeesperanzaquedimanade la vida, de la imaginación,del sentimiento.De suextensopoema, El buitre de Prometeo”,de unafuerzaimplacable,puedenserilustrativos estosversos: “Dále, dále, mi buitre, sin cuidado;/no temasqueme muera;! manjartendrásen ti por largossiglos;! común es nuestravida,! y entanto me devores/se mantendrámi vida condolores./No busquesotro pasto)mira, mi vida, cómoyo te basto”26.O los primeros versosde sufamososoneto“A mi buitre”: “Estebuitrevorazdeceñotorvo!quemedevo-ra las entrañasfiero! y es mi únicoconstantecompañero/labramispenasconsupico corvo”27.

    Pero,porsi la fuerzadeestesímboloinquietantefuerapoco,Don Manuelse sienteacometidopor el cierzo, “temblandocomotiembla el lagocuandole hostigael cierzo”28, al darle la comunióna Lázaro. Y en el pasajedelsermóndel ViernesSanto,al clamar“¡Dios mío,Dios mio!, por quémehasabandonado?,pasabapor el pueblotodo un temblorhondocomopor sobrelas aguasdel lago en díasde cierzo de hostigo”29. El abandonoquesienteDon Manuel,la imposibilidadde ayudaparasudramainconfesado,le con-viertenen un hombresolitario y “la soledades la nada”,decíaen uno delosversos del “Buitre de Prometeo”. De ahí la exclamaciónevangélicay laangustiainevitablede un Don Manuelexpuestoa la intemperie,sometidoalas inclemenciasdel máximo nivel de dudapropiciadapor su actitudracio-nalista,sometidoal hostigodel cienoquecontinuamentelo bamboleay lecierra las puertasde una inmortalidadultraterrena.Perohay algo más,porprimera vez el pueblomismo parecepercibir este vacío de Don Manuelyllora: “y fue un chaparrónde lágrimasentretodos”30. Sobre este punto,

    25 El mejormomentoparapoderobservarloes,ahora,en la estacióninvernal,ya queen

    veranolo ofuscala arboleda.En laépoca,—Juniode 1930—,enqueUnamunolo contempla,noexistíaestaarboleda.La montañaestaba,entonces,casipeladadebidoala incesantecortaaqueerasometidapor los vecinosdel puebloquenecesitabanhastael último recursoparasobrevivir.

    26UNAMUNO, M.: ‘El buitre dePrometeo”,enOC. Vol. VI, PP. 234-239.27 UNAMUNO, M.: “A mi buitre’, enO. C. Vol. VI, p. 385.28 UNAMUNO, M.: San Manuel Bueno, mártir, op. cit. p. 139.29Ibid., ¡y. 116.30 UNAMUNO, M.: San Manuel,.., op. cit. p. 116.

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    FernándezPelayoafirmaque“la compenetracióndel puebloconsu pastorestanprofunday completaquesienteal unísonoconél, y experimenta“un tem-blor hondo” que brota de un presentimientoque adivina el dramade DonManuel”31. Perola cuestiónno es tanclaray el textode “San Manuel” plan-teagravesproblemasparala interpretacióndela novela.La cuestiónes que,si el puebloadivinael drama,el secretode Don Manuel, ¿noqueda,enton-ces,en entredichotodo el proyectode vida del propioDon Manuel,callar la“verdadde muerte”en arasde la felicidaddel pueblo?.Personalmente,con-sideroque,Unamuno,en suafán porexpresarel máximo nivel de duda,ter-mina abarcandohastala propia “fe del carbonero”del pueblo.No caeen lacuentade que,de estemodo,anulael sentidomismodela vida y la obradeDon Manuel. Aunquequizás seaesto,precisamente,lo que pretende,en unestadiode máximareducciónnadista:ponerenevidenciala imposibilidaddecualquiersalidaa la trascendencia,ala inmortalidadpersonal,y, con ello, elsinsentido,el absurdo,el caráctertrágicodela vida.

    En estesentidohayotrotexto significativo,en “San Manuel”, que,enla-zandoconel anterior,vienea reforzary ampliarestatragedia:“Al llegar laúltima Semanade Pasiónque con nosotros,en nuestromundo,en nuestraaldeacelebróDon Manuel,elpueblotodo presintióelfin de la tragedia. ¡ Ycómosónoentoncesaquel: Dios mío, Dios mío!. ¿porquéme hasabando-nado?,elúltimo queenpúblico sollozóDonManuel!...Y laúltima comunióngenerai..cuandollegó adárselaami hermano,estavez conmanosegura,...sele inclinó al oídoy le dijo: “No haymásvida eternaqueésta...quela sueñeneterna...eternadeunospocosaños”.Y cuandomeladió ami me dijo: “Reza,hija mía, rezapor nosotros”.Y luego,algotan extraordinarioquelo llevo enel corazóncomoel másgrandemisterio,...yrezatambiénporNuestroSeñorJesucristo...Ypensé: “Habré de rezar tambiénpor el lago y por la mon-taña”.Y luego: “¿Esqueestaréendemoniada?”32.Estamáximaextensióndela dudatrágica se hacepatenteaquí, abarcandoa la naturalezay a Ángelamisma,el último reductoquequedabasin elhostigodel cierzo,quele perse-guirá yahastael final: “¿ Y yo, creo?”33.Además,rezarpor el lagoy lamon-taña significa que, Unamuno,los incluye en el mismo destinotrágico que

    3’ FERNANDEZ PELAYO, H.: El problemade la personalidaden Unamunoyen SanManuelBueno,op. cit. pp. 135-136.

    32 ManuelBueno,mártir, pp. 153-154.El subrayadoenestetexto y entodoslos cita-dosdeSanManuelesmio.

    33Ibid.,p. 168.

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    Don Manuel.No envano,lagoy montañason lacolumnavertebralpor laquese proyectael yo profundo,elalmadeDonManuel. Así, el almadel lago, dela montaña,de la naturalezatoda, quedainvadidapor el nadismotrágicodeDon Manuel y sumidaen unaespeciedepesimismocósmico.

    3. El yo profundoy el yo social.Los dosValverdes

    No voy a comentaraquíla leyendadel lago y la villa sumergidaqueUnamunoconvierteen punto de inflexión relevanteen la simbologíade lanovela.Me remitoa mi artículo“Unamunoy Sanabria”.Me interesa,ahora,destacarelcaráctersugerentey significativodelos dos ValverdesdeLucernacomo expresióndel problemade la personalidadunamuniana,del almadeDon Manuel. Ya sabes,decíaLázaro, “que enel fondode estelagohayunavilla sumergiday queen la nochede SanJuan,a lasdoce,se oyenlas cam-panasde su Iglesia..Y creo—anadíaél— queen el fondo del almade nuestroDon Manuelhaytambiénsumergida,ahogadaunavilla y quealgunavez seoyen sus campanas”34.Estamos ante un problemaque venia larvándosedesdetiempoatrás y que aflora tras la crisis de 1924, con su destierro,yalcanzasucénit tras suvueltaa Españaen 1930,dondeno encuentrala pazesperada.Crisisqueha destacadomuy bien JoséLuis Abellán,señalandolasoledady la meditacióncomoclaves,en el transcurrirde su destierro,“quehicieron posible una nueva experienciareligiosaque le enfrentóconsigomismo,desvelandosu verdaderoconflicto,el quehabíaocultadotanto tiem-po antesusojos y ante los demás:la luchaentreel yo superficial,externoypúblico, y el yo profundo,internoeíntimo”35. Sobrela situacióndecrisis enquese encuentraUnamunocuandovisita el lagode Sanabriay cuandopocodespuésescribe la novela, SánchezBarbudo,nos ofreceuna visión másinquietantey nihilista: “una vez más, ese veranode 1930, habíacaídoUnamunoa lo máshondode si, a la dolorosaverdad, tocandola nada,y alabandonarel papeldeluchadorconsigoabandonaríatambiénel de incitadora la luchacivil; o quizáa la inversa,al apartarsede la revolución temerosodel aire que éstatomaba,abandonandoel papelde libertadorde galeotes,abandonaríatambién,momentáneamentesiquiera,suvestiduralegendaria,y

    34Ibid., p. 138.35 ABELLÁN, J.L.: Miguel deUnamunoa la luz de la psicología.Una interpretaciónde

    Unamunodesdela psicología individual, Madrid,Tecnos, 1964,p. 48.

  • 242 AmableFernándezSanz

    caeríade nuevoal verdaderodolor; es decir, advertiríade nuevoquelo queen el fondode su concienciahabíano era“lucha” o “duda”, sino unacom-pletafaltade fe”36. Interpretacionesaparte,es el propioUnamunoquiennosponeantelosojossucrisis,primero,enCómo se haceunanovela,obrabási-caparaentenderlas preocupacionesqueenestaépocaleembargany que,amenudo,hasido tenidapocoencuenta;segundo,en la propia novelade SanManuelBueno,acabadoreflejo de estacrisis.Crisis queandasusraícesenlas “experienciasíntimas, hastareligiosas”37que Unamunoconfiesahabervivido en el destierroy queagudizanelpersistenteproblemadela personali-dad,quepuedeexplicitarsecon suspropiaspreguntas:“¿serécomome creoo como se me cree?”38,“¿es que representouna comedia,hastapara losmíos”39,“¿“no estaréacasoapuntode sacrificarmi yo intimo...alyo históri-co?”40.

    “Yoes” unamunianosquepuedenrastrearsea lo largo desusobras,peroque ahora,en “San Manuel”, adquierentintesmásdramáticosque convier-ten en problemáticacualquierinterpretación,a lo quehayqueañadirla com-plejidad de la simbologíautilizada y los distintos planos de aplicación.Parececlaroquela villa sumergida,en relaciónconel pueblo,tieneel signi-ficado dela fe intrahistórica,la fe tradicionalquesetransmitedegeneraciónen generación,de muertosa vivos, “el cementeriode las almasde nuestrosabuelos”41.Lascampanasque,en la nochede SanJuan,oyen los queestánen graciade Dios, seríanel enlace,el punto de unión entrela Valverde del“fondodel lagoy la queensusobrehazse mira”42.Puntodeunión queposi-bilita la aperturaa la trascendencia,al másallá, a la otra vida, a “la Valverdede Lucernaquehayallí, entrelasestrellasdelanoche”43.Perohayalgomás,la paradojaestribaen queDon Manuely Lázaro,trassuconversión,—ponerentreparéntesissu yo profundo, su verdadprofunda,en arasde la felicidaddel pueblo—, sonotra“laña másentrelasdosValverdesdeLucerna”44.Ahora

    36 SANCHEZ BARBUDO, A.: EstudiossobreGaldós, Unamunoy Machado,Madrid,EdicionesGuadarrama,1968 (2’ edición),p. 234.

    37 UNAMUNO, Mi Cómosehaceuna novela,Madrid,Alianza, 1980, p. 122.3tIbid., p. 133.39Jbid.,,p. 156.441 Ibid., p. 154.41 SanManuelBueno,mártir, p. 138.42Ihid.,pp. 165-166.

    43Ihid.,p. 159.“Ibid., p. 165.

  • La “meta-antrópica” unamuniana 243

    bien,¿cómodos almasincrédulaspuedenserelpuntodeunión,el enlacesus-tancial entreestasdos Valverdes?He aquí la originalidad dramáticade lanovela. La represiónde una“verdadde muerte”se convierteen unaverdaddevida queposibilitala salvacióncolectiva.La esperanzade vida deun pue-blo se asientaen la inconsecuenciade un hombre.La visión pragmatistadelaverdad,queUnamunohablamantenido,esverdadlo quesirveparalavida,lo quenoshacevivir, adquiereaquítintesmásdramáticosy problemáticos.Se enfrentandos modosdevida, uno de los cualestienequecederen favordel otro. La verdaddejade tenerun carácterirrenunciable.Verdad y razón,contraviniendola concepción unamunianaanterior, terminan en DonManuel-Unamunopor serunay la mismacosa.Sólo asíes posibleentendersu incoherenciavital y su incoherenciaética. Estamosanteun Unamunoque,sin acasopretenderlo,acabapor dar primacíaal yo racional, al yo-censurafreudiano.Ahorabien,¿esposiblemantenertodaunavidaestacensuraférreasobrela “verdad de muerte”?¿acostadequépuedemantenerseestadoblepersonalidad?Me pareceque,—inclusoechandomanode losmecanismosdedefensa,como la proyección,la compensacióny la sublimación—,sólo acostadeunavida tensa,trágica,rozandolos límitesdel desequilibrioperso-nal. Es un proyectode vida muy problemáticoel quese ofrece, insoportableparacualquierpersonanormal,sólo asequibleal héroeo al santo: “¿Laver-dad?La verdad,Lázaro,es acasoalgoterrible, algo intolerable,algomortal;la gentesencillanopodría vivir conella”45. Peroel héroeo el santotambiénson humanosy acabapor sertareaimposibleel manteneraraya estavillasumergida,sin que afloreen algún momentoa la superficie. Por ello, DonManuel, terminapor descargarseensualmagemela,en el Lázaroracional,ymástarde,en Ángela,e incluso, el pueblomismo, acabapresintiendola tra-gedia.

    Comocontrapuntoa mi interpretación,queno dejade provocarmesenasdudas,concluyoesteapartadoofreciendootraperspectivaquesirva de con-frontación.ParaFernándezPelayola villa sumergidatiene, enDon Manuel,elmismosignificadoqueelquehemosseñaladoantesparaelpueblo.Éí con-sideraque,enDon Manuel.“la villa simbolizaigualmentela fe quehahere-dadoportradicióneintrahistoriay quelateenel fondode su alma,aunqueélno se percatedeello, aunqueél creaqueno cree”46.

    451bid., p. 142.46E1problemadela personalidaden UnamunoyenSanManuelBueno,op. cii. p. 144.

  • 244 Amable Fernández Sanz

    4. La perdurabilidad de la fe. La nieve

    “Nuncaolvidaréel día de la nevadaen queme dijo: ¿Hasvisto,Lázaro,misteriomayorqueel de la nievecayendoen el lagoy muriendoenél mien-

    tras cubrecon su toca la montaña’?’47.En unaprimeraaproximación,creoquela másplausible,lanieve,comoenlaparábolaevangélicadel sembrador,sugierela fe cayendocomoun don gratuito,divino, y asentándoseen aque-líos queestánen disposiciónderecibirla. La semillaquecaeen tierrabuenafructifica, la que caeen tierraárida se pierde.Pero,sobretodo, estesimbo-lismopermiteestablecerunagradaciónenlaperdurabilidadde la fe. Lanievede la montañaes másduradera,quela quecaeen susladerasy en el valle.

    DonManuelyLázaroson lagos,en los quela nieve,lafe, sediluyenadamáscaer, transidoscomoestánpor la incredulidad,por la racionalidad.Lanieveque caeen la montaña,la fe del puebloy la fe de la infancia, es másduraderay no se derriteconfacilidad. Ahora bien,puedederretirsesi no sedanunasdeterminadascondiciones,si no estáresguardadadel calordel solyarropadapor la sombray el abrigo de Don Manuel. En definitiva, puedemorir si no se la preservade la “verdadterrible”, quees intolerabley mortalparala fe sencilladel pueblo.Ante ello, el incréduloDon Manuel, seimpo-ne la heróicatarea de cobijar estanieve sobrela montañadel pueblo, unameveblancay pura,pero tambiénfrágil comoel niño quenecesitaconstan-tes cuidados.

    Perolanievetiene tambiénotrosimbolismomásinquietante.En un ensa-yo de 1922,escribíaUnamuno:“la silenciosanevadatiendeun manto,a lavezquede blancura,de nivelación,deallanamiento”48.Textoquesugiereelpapelniveladordel transcursodel tiempo, que lo borra todo, lo relativizatodo,y rompela barrera queseparala realidady laficción: “estanieveborraesquinasy borrasombras,pueshastadenochela nievealumbra.Y yo no sélo quees verdady lo quees mentira,ni lo quevi y lo quesoñé—o mejor loquesoñéy lo quesólo vi—, ni lo quesupeni lo quecreí.No sé si estoytras-pasandoaestepapel,tan blancocomola nieve,mi concienciaqueél sehadequedar,quedándomeyo sin ella, ¿Paraquétenerlaya..?”49.

    Rica problemáticala que se planteaen el texto y que la limitación deespaciono nos permitetrataraquí. Sólamentehacernotarqueestamosante

    475an Manuel Bueno.,. op. cit., p. 149.48 UNAMUNO, M.: ‘Nieve’

  • Lo ‘meta-antrópica’unamuniana 245

    la cuestiónunamunianadela identificaciónentreel “ente real” y el “ente deficción”, entrelaviday el sueño,dentrode lamásgenuinafilosofíadela sos-pecha.Problemaque ya habíaesbozadoen obrasanteriorescomo en “Lavidaessueño”, “Vida deDonQuijoteySancho”, “Del sentimientotrágico“Amor ypedagogía”. Peroserá, sobretodo, en su novela “Niebla”, y, enésta,de “Son Manuel”, dondela cuestiónadquieretintesmássignificativos.Posiblementeestamosante uno de los planteamientoscríticosmássugeren-tes y radicalesde la filosofía, que, sin duda, desembocaen una especiedeantropologíafugitiva,dondeno tienencabidalas certezasy losdogmatismos.

    5. Másallá de la fe y ladespesperación.La zagalay el nogal matriarcal

    La sublimaciónes un recursoqueutiliza Unamunoparaevitar la frustra-ción que suponeel aceptarla “verdaddemuerte”. Pareceimposiblevivir enestaatmósferabochornosaen que se ha sumido el yo de Don Manuel. Porello trataráde agarrarsealo queestámásallá de la acciónde lahistoria.DonManuel amala naturalezay trataráde fundirseconella,de cobijarseen ella,en lo quequedamásalláde la fe y ladesesperación.Estepuedeserel senti-do delas palabrasconqueconcluyesurelato: “mas esperoqueseaporqueenello todo se queda,como se quedanlos lagos y las montañasy las santasalmassencillasasentadasmásalláde la fe y de ladesesperación,queenellos,en loslagosy en las montañas,fuerade lahistoria,en divina novela,se cobi-jaron”50.

    Uno de los pasajes,dondeaparecemásexplícito el recursoa la naturale-za y la intrahistoria,es el de la zagala o cabrera, —inspiradoen lo queUnamunocontemplóenuno desuspaseoshaciaRibadelago—:“Mira, parececomosi se hubieraacabadoel tiempo,comosi esazagalahubieseestadoahísiempre,y comoestá,y cantandocomo está,y como si hubierade seguirestandoasísiempre,comoestuvocuandoempezómi conciencia,comoestarácuandose me acabe.Esazagalaforma parte,con las rocas,las nubes, losárboles,las aguas,de la naturalezay no de la historia. Cómo siente,cómoanimaDon Manuel a la naturaleza¡”51.Unamunobuscael amparoen algosobrelo que no hayahechomella laacciónde la historia,dondeno se hayacebadola duday la tragedia.Buscaunasalidaa su imposiblesalvaciónper-

    50Ibid p. 172

    511b1d.,p. 149

  • 246 Amable Fernández Sanz

    sonal mediantela vía contemplativa,depositandosu yo en las rocas,en ellagoy la montaña,escudriñandounaeternidadalternativay queno seacadu-cacomola histórica.Peroparecequeello no dejade serun mecanismodedefensaparaseguirviviendo, parasoportarel tedio de la vida, paraque lacostumbreno seael únicoy frío sustentodel vivir. Por ello intentamantenerviva la paradoja:el sabequeno hayescape,pero mantienela esperanzadeescapar.Sabeque no haymásvida eternaque ésta,—que la sueñeneterna,decía—,peroél mismola sueña.Comoparadójicoresultaqueansiela quie-tud, la pazy la eternidadde la naturaleza,cuandoél mismo, —como hemosseñaladoen un apartadoanterior—, la habíacontagiadode duda,trágediaynihilismo.

    Queda,sinembargo,otro recurso,otro asideroal queaferrarse,“más alláde lamuertey ladesesperación”,quevienesugeridoporunodelos símbolosmásrico enmaticescomoes el delnogalmatriarcal: “Cuandose secóaquelmagnificonogal— “un nogalmatriarcal”52le llamaba—,a cuyasombrahabíajugadode niño y con cuyasnuecesse habíadurantetantos añosregalado,pidió el tronco,se lo llevó asucasay despuésde labraren élseistablas,queguardabaalpie de su lecho,hizo del restoleñaparacalentara lospobres”53.El calificativo de “matriarcal” tiene, comosabemos,unaenormesignifica-ción en Unamuno,queasociacomunmentecon las milenariasencinascaste-llanas, “símbolodel almadeestatierra”, del árbol fuerte,que dacobijo, delquijotismo,de la intrahistoria: “He vuelto a oir entrela matriarcalesencinascastellanas,surgiendode susmelodiosasentrañas,la voz de Don Quijote,yhe vuelto a encontrara sus cabreros”54 . Pero, también, un árbol que lerecuerdasu infancia: “Su perenneverduraes de la infancia!denuestratierra,viejaya, recuerdo/de aquellaedaden que esperandoal hombre!se henchíael seno”55.Así, el “nogal matriarcal”, de cuyo tronco ha sacadolas tablasparasu ataúd,se presentacomola última fortaleza,laúltima patentede eter-nidadanhelada,un cobijo másalláde lamuerte,la esperanzadeun renacer,deun hombrenuevo.

    En estasbasesse asientala sugerentetesis de Manuel Maceiras,queacabaencontrandounasalidaal incrédulodon Manuel, en una “esperanza

    52 NótesecómoUnamunoseempapóde Sanabria.Porello no hablade encinas,queen

    Sanabriaprácticamenteno existen,y sí deun árbol típico de lazona.53Ibid., p. 122.~4UNAMUNO,M.: “Entre encinascastellanas”(1931), enOC.!, p. 641.55 UNAMUNO, M.:”EI mardeencinas”(Zamora,1906), en Paisajes, (Estudioy edición

    deManuelAlvar), Madrid, EdicionesAlcalá, 1966, p. 66.

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    inconfesable,peroesperanzacierta”. Paraél,el ancestralnogal, “sugiereunsimbolismoesclarecedor:sólodespuésde lamuerte,apagadaya la inquietudvital y la esperanzabiológicadel quererser siemprey ser todo, sólo enton-ces seráposibleel retomo a la esperanzateológicay a la añoradafe de lainfancia,aquírecordadacomoel momentoqueélconfiesaque“sí creíaen lavida perdurable”.Don Manuel, pues,se niegaen vida unafe de la que noquiereestardespojadodespuésdemuerto.Deestemodo,la inmortalidadqueno confiesarezandoel credo,es la esperadairracionalmenteparasi despuésde muerto”56.Desdenuestropunto devista,y comoel propioMaceirasreco-noce, se trata de una esperanzairracional, inconsciente.Irracionalidadeinconscienciaque son carácterísticasbásicasde todoslos mecanismosdedefensaqueutilizamoscuandosomosincapacesde resolverun conflicto, desuperarun obstáculoo adecuarnuestrasaspiracionesanuestrasposibilidadesreales.De aquíque es escasala significaciónde trascendenciaque puedededucirsedeestesimbolismo.Es cierto queatravésdel “nogal matriacal”sepercibeunaañoranzadela infancia,de unafelicidady unafe perdidas,y undeseodefundirseconla naturaleza,conla intrahistoria.Pero,eseso,unanos-talgia, un recursoego-defensivoparapaliar la limitación-tensiónen la quevive, imposiblede conciliar conla racionalidadque lo domina.No en vanocomienzaafirmando: “cuando se secóaquelmagníficonogal...”, es decir,hastael propio cobijo al que tantasveceshabíarecurrido paracalmar suangustiavital, metafísicay religiosa,se habíasecadoya. No puede,por ello,dar sombra,dar cobijo ante los avataresde la intemperie.Le queda,sinembargo,una última finalidad: “cuandome entierren,que sea en unacajahechaconaquellasseis tablasquetallé del viejo nogal, ¡pobrecito!,a cuyasombrajuguédeniño,cuandoempezabaasoñar...¡ Y entoncessíquecreíaenlavidaperdurable!Es decir,mefiguro ahoraquecreíaentonces.Paraun niñocreerno es másquesoñar.Y paraun pueblo”57.Último recursoal queechamanodonManuel-Unamunoparasoportarla “terrible verdad”.El recursoal“sueño” queponga fin a la fronteraentravida y muerte,al imperio de larazón, que tennine fundiendo pasado,presentey futuro. Así, Unamuno,como cuandoempezóa soñarde niño, pretendeacabarsoñando.Pero unsueñoque,ahora,no es garantíade fe, porque,paraél, creeryano es sonar.Por ello, ni esteúltimo recurso,consigueabrirlo a la trascendencia,sacarlo

    56 MACEIRAS FAFIAN, M.: “Prólogo” a San Manuel Bueno, mártir, Madrid, EDAF,1985, p. 38.

    575anManuel Bueno,mártir, p. 157.

  • 248 Amable Fernández Sanz

    del nihilismo quelo asola.Estamos,pues,ante un Unamunoque,en “SanManuel”, acabadesvelandoel “enigmade la Esfinge”, la “verdadde muer-te”, yya nadapuedecontraella.Intenta,esosí, aliviarlamedianteestosrecur-sosego-defensivos,unavida activa,y llamandoalas puertasde lanaturale-zay la intrahistoria.