D O C U M E N T O S D E T R A B A J O D E L A A S I G N A T U R A D E E S T É T I C A

2012

OBJETO DE ESTUDIO DE

LA ESTÉTICA

UNCP

1

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ARTE COMO FORMA DE LA CONCIENCIA SOCIAL

DE LA NATURALEZA DEL ARTE

Los enfoques acerca del arte en el transcurso histórico han sido

diversos, los problemas, funciones, atributos e influencias fueron

interpretados de acuerdo a su concepción del mundo, con el carácter

y nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y condiciones de vida

material.

El acercamiento más objetivo al arte es que es una forma específica

de reproducir la realidad, sobre la naturaleza de la creación artística

y su relación estética del arte con la realidad.

Existen algunas posturas racionalistas, existencialistas, neopositivistas,

respecto del arte, que expresan la imposibilidad del estudio del mismo,

que todo cuanto pueda expresarse no es más que un engaño mental,

una alucinación creada por el cerebro, una argumentación audaz, dañina

e inútil.

El arte debe comprenderse como una forma de conciencia social y de la

comprensión práctica y espiritual del mundo

La naturaleza del arte es compleja y polifacética , las actividades

artísticas no sólo reflejan la realidad, sino actos de creación, un

tipo especial de actividad estética práctico – espiritual del hombre.

El arte es una forma de interpretación estética de la realidad y, por

tanto, un aspecto de la actitud práctica y dinámica del hombre

frente al mundo. Al mismo tiempo, según las tesis fundamentales y

de principio que ellos sentaron, el arte actúa como un determinado

tipo de pensamiento, como un conocimiento artístico del mundo,

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como una forma compleja y peculiar de la conciencia social , como

una ideología.

Se requiere considerar al arte como un fenómeno integral en la

compleja vinculación dialéctica de sus diversas facetas.

Describir, analizar y explicar las actividades artísticas de manera

multidisciplinaria nos conducirá a encontrar significados variados

considerados en el arte.

El carácter global de esta época, la informática, contaminación

ambiental, masificación de la comunicación etc, hace necesario el

análisis estético del arte apoyados en la experiencia y métodos de

algunas otras ciencias.

La eclosión de conocimientos, el avance de la ciencia y los hallazgos

del análisis semiótico del arte, la l ingüística estructural, la psicología,

fisiología, etc.

A pesar de importantes hallazgos de estas ciencias, estos no pueden

proporcionar información tal que nos permita inferir conclusiones

respecto de la naturaleza del arte en general; por lo que la estética se

encargará de investigar la naturaleza del arte.

Son significativos los aportes de la psicología, trabajo como el de D.

Uznadze, de L. Vigotski, de A. Leóntiev, de B. Anániev y de otros

psicólogos que orientan las actividades artísticas hacia el conocimiento

de las relaciones humanas y la actitud del hombre hacia el mundo

objetivo, como aspectos auxiliares de la naturaleza artística.

Como se observa son diversos y variados los aportes de la ciencia, que

si bien es cierto guardan diferencias con la misma, existe también

muchas cosa en común, por ello es que se debe abordar la naturaleza

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de la creatividad artística de manera interdisciplinaria, sin prescindir de

la esencia social e ideológica de la obra de arte, es decir del análisis y

apreciación de la misma.

El investigador se ocupa de los medios de materialización de una idea

artística, más no así de la trascendencia ideológica del arte y se rebaja

su fondo cognoscitivo.

El arte, como parte de la cultura espiritual, ha sido posible gracias al

trabajo, representa formas específicas del trabajo, acompañados de

principios estéticos del diseño: funcional, constructivo y artístico. El

arte y el diseño están relacionados, pero su relación estética con el

hombre difiere.

En nuestra sociedad actual se aprecian dos concepciones extremas

respecto del arte:

Una que afirma que el arte carece de importancia funcional en la

sociedad, que sólo lo practica la gente desordenada (pintores,

cantantes, músicos) negando el hecho de que se transmiten en ellos

valores de la cultural espiritual y material. Por otra parte,

La otra, que pretende denominar al arte como la construcción de

inventos, producto de una elucubración fantasiosa que se da en

determinados momentos de inspiración, tales afirmaciones desvían la

esencia de los procesos cognitivos de la actividad artística y su

repercusión en la ideología de los hombres y conciencia social

respectiva, argumentan que existen principios para fabricar objetos o

en todo caso sujetos bellos y armoniosos los cuales están bajo los

designios del arte y la producción material.

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El arte constituye una forma de la conciencia social, el producto

artístico no es más que la manifestación espiritual y social expresada

en una determinada disciplina estética, por ello se constituye en la

materialización estética del pensamiento y ocupa un lugar importante

en las relaciones sociales y la producción.

El arte como parte de la vida espiritual de la sociedad, como las

ideas políticas, opiniones jurídicas, moral, ciencia, fi losofía y

religión, está sujeto a la acción de leyes afines a la cultur a

espiritual.

Es importante destacar el carácter determinante del artista como

ser social y la autonomía relativa de la conciencia social y la

influencia que a la vez la sociedad ejerce sobre él , cada una de las

cuales se presenta de manera específica en las actividades

artísticas o disciplinas estéticas.

Dos herramientas cognosci tivas deben ser consideradas por

quienes realizan las actividades artísticas como refiere (Zis, 1976)

ci tando a V. kelle y M. Kovalzón "es de rigor destacar dos

tendencias recíprocamente vinculadas: en primer lugar, el proceso

cognoscitivo, determinado por los requisitos de la vida real del hombre

social, es decir, la acumulación de conocimientos objetivos sobre la

naturaleza y la sociedad; y en segundo lugar, el proceso ideológico,

determinado, en las sociedades antagónicas, por los intereses de las

diversas clases que han venido actuando en la historia, o sea, el

surgimiento, el desarrollo y el cambio de las ideologías de las distintas

clases".

Ambos elementos están entrelazados, separarlos conllevaría a posiciones

unilaterales, superficiales y frívolas. El conocimiento y la ideología encuentran

en el arte un elemento dinamizador y como esencia al artista.

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Por ello, es que los hombres frente a la obra artística adquieren conciencia de

la propia vida, actitud frente al mundo circúndate, posición frente a los

conflictos sociales y este ―encuentro‖ la impulsa a luchar por el progreso,

ganara espacios cada vez más humanistas.

En conclusión el arte tiene una naturaleza social, actividades materiales y

espirituales que se evidencian en la materialización estética del pensamiento,

apoyada en dos herramientas fundamentales: los conocimientos y la ideología

que transmite el artista y que ocupa espacio en la vida social.

Analice la naturaleza artística de obras literarias poéticas, musicales,

etc.

Tarea nuestra es como profesionales de la educación e la

especialidad de Lenguas, Literatura y Comunicación abordar la

materialización del pensamiento estético ampliar los horizontes

humanos y artístico del hombre.

OBJETO DE ESTUDIO DE LA ESTÉTICA

Etimológicamente la palabra estética proviene del griego ―aisthesis‖ que

quiere decir captar con los sentidos. Se utilizó por primera vez con la

denominación de ciencia en Alemania por el crítico de arte Alexander

Baumgarten (1970).

Hasta la actualidad han sido diversas las posturas que se asumen respecto de

la estética, cada cual supeditada a una determinada concepción, intereses y

ubicación relaciones sociales acerca de la traducción, transferencia de las

categorías, principios y leyes de la misma.

El descubrimiento de la influencia de las manifestaciones artísticas en la vida

espiritual de los hombres y posterior toma de decisiones en las diversas

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actividades artísticas, ha hecho de que los aportes de la estética no sean

tomados de manera superficial.

Los problemas de la educación estética y la necesidad del su estudio teórico

han hecho posible y necesario establecer con precisión su objeto de estudio

que es la traducción y transferencia de las manifestaciones artísticas y

actividades afines al conocimiento científico,

La Estética se ocupa del estudio de la naturaleza del arte, la

traducción y transferencia de sus múltiples manifestaciones de

manera multidisciplinaria.

La estética entonces es el estudio científico de la traducción,

transferencia, interpretación y orientación del desarrollo artístico en

la sociedad para mejorar la calidad de vida de los hombres apoyada

en la influencia que ejerce.

Para el filósofo Hegel el objeto de estudio de la estética se constituía

en la teoría general del arte, que esta posee un carácter objetivo y

ejerce una influencia en la sociedad.

Los vertiginosos cambios, aporte de las ciencias, distintas formas de la

globalización, condicionan y revelan nuevas perspectivas acerca del

que hacer científico de la estética.

La estética tiene sus bases en los cambios de la naturaleza y el

desarrollo social.

El esteta soviético V. Sokolov señala acertadamente: "...El arte, como

elemento del objeto de la Estética, ocupa dentro de ella un lugar

fundamental no sólo por su volumen, sino también porque determina, en

medida considerable, el carácter de los estudios estéticos en su

conjunto. En virtud de ello, la mayor parte de las teorías estéticas

precedentes tuvieron el carácter de investigación artística. . . La teoría

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del arte ha sido ("y es" agregamos nosotros. —A.Z.), en este caso, el

modelo más general y el más perfecto para determinar los parámetros

de otros fenómenos componentes del objeto de la Estética". El objeto de

la Estética se amplía, pero "los parámetros de otros fenómenos" que la

integran siguen siendo determinados por el arte hasta nuestros días.

La Estética se apoya en los aportes y descubrimientos del método

científico, su problemática esencial se circunscribe a la correlación

entre el contenido que ejerce el papel rector y la forma del arte.

La Estética aborda las leyes de la traducción, transferencia y orientación de

las disciplinas artísticas: la literatura, la música, el teatro y las artes

plásticas.

Los aportes específicos de cada teoría artística sirven de manera particular

para cada disciplina, cuyas tesis sólo pueden aplicarse a esa misma

disciplina, no pudiendo aplicarse a otras; sin embargo existen rasgos

comunes o afines a todas las disciplinas y de ello precisamente, es de lo que

estudia la Estética, es decir, la función de la teoría general del arte.

Los aportes de las disciplinas artísticas son canalizados por la estética,

las cuales se manifiestan o extraen luego de una interacción

metodológica de análisis y traducción para su respectiva transferencia y

orientación en la sociedad, ambiente o producción.

A la vez, las disciplinas artísticas se apoyan en los principios

metodológicos provenientes de la Estética como base teórica.

Los aportes de la estética en el arte y procesos creativos, se

evidencian en la crítica de manera dinámica, sobre todo considerando

los aportes para la sociedad, el ambiente y la producción.

La estética no puede estar limitada a la mera descripción del

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fenómeno artístico, ello supondría una situación pasiva y fuera de

toda crítica a los significados sociales que trasuntan y que

precisamente son los que los artistas desean expresar, de lo

contrario no tendría sentido la creación artística.

Los estudios de la estética no son para que los creadores

encuentren la manera de hacer descubrimientos poéticos , de

escribir versos; sino para describir cómo se escribió la obra poética,

cómo se realizó tal o cual situación poética y cuáles serían sus

fines.

Si observamos con detalle, existen más estatuas del Quijote de la

Mancha que la del autor Cervantes Saavedra, si somos más

rigurosos en las comparaciones, el Quijote ni siquiera existió como

hombre, sino que muchas actitudes humanas se representan a

través de él, lo mismo sucede con Sancho Panza o Romeo y Julieta

del genial Will iam Shakespeare, no hay estatuas de Romeo ni de

Julieta pero la historia se encarga de conservarlos en el tiempo y es

precisamente la estética la que hace posible ello.

Las leyes propuestas por la estética derivan del mismo proceso del

desarrollo del arte, no son recetas impuestas a ultranza ni

especulaciones lanzadas al azar, son categorías forjadas en el

tiempo cuyo suministro fueron y serán los artistas a los cuales no

le les niega ni debe negárseles sus cualidades científicas

vinculadas a la práctica del arte.

Los principios de la estética como de cualquier ciencia, son

producto de la práctica artística, de su síntesis e interpretación de

su teórica e influencia práctica, las cuales se reflejan mediante

leyes objetivas que los artistas no deben soslayar ni apartarse de

la naturaleza y objeto del arte.

De manera tal que la estética no sólo describe o explica el objeto

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del arte sino que orienta las actividades artísticas con cr iterios

estéticos ideológicos para intervenir creativamente dentro de la

dinámica socio ambiental productiva.

Los principios de la estética como ciencia hacen su intervención en la

solución de conflictos ideológicos, en la interpretación del desarrollo

de la cultura artística y en su orientación.

La actividad artística es objetiva y ejerce influencia espiritual sobre el

conocimiento que se manifiesta en la dinámica socio ambiental

productiva.

La estética permite descubrir los atributos de la creación artística,

necesidades estéticas, gustos y criterios artísticos de los hombres en

cada etapa histórica, comprensión del tránsito de una cultura artística

dentro de una formación económico y prever e interpretar el ideal

estético – social de la humanidad.

Los cr ít icos del arte requieren de los aportes de la ciencia a par ti r

de la objetividad y de las relaciones sociales estab lecidas por los

mismos hombres quienes basados en los aportes de la estética

deberán orientar sus acciones hacia la humanización.

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EL ARTE Y LA REALIDAD

El análisis del arte desde la gnoseología implica el estudio de sus

vínculos y de sus relaciones con el objeto reflejado, con la propia

realidad.

Existen subjetivistas que afirman que la creación artística surge de

sufrimientos o pasiones individuales subconscientes y que en mucho

de los casos surge de la improvisación y la casualidad e inspiración

divina.

(Zis, Fundamentos de la estética marxista, 1976) nos da un ejemplo

citando a Susana Langer, conocida esteta norteamericana, escribe: "En

el arte todo se crea; nada se toma nunca de la realidad"5.

Al igual que los subjetivistas la autora obvia la misión del arte que

consiste en representar estéticamente los principios de la vida a

través las imágenes artísticas.

Sigmund Freud conocido psicoanalista refiere del arte como una

actividad inocua y benéfica; no aspira ser otra cosa que una ilusión

y que no pretende entrometerse en la realidad.

Así muchos estetas aíslan la relación del arte con la realidad,

concibiendo en el artista un agente alienado en la sociedad; pero es

evidente que nunca actividad artística está lejana a la realidad, esta

se origina en la realidad reflejada en el cerebro de los hombres y se

materializa en el objeto creado estéticamente.

Todas las corrientes artísticas no dejan de estar relacionadas con la

realidad, a pesar de que puedan tener nombres o designaciones

como surrealismo, abstraccionistas, etc.

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Los artistas denominados realistas son los que reproducen la realidad de

diversas formas a través del arte, como por ejemplo La guerra y la paz de León

Tolstoi, en la Comedia humana de Honorato de Balzac; en El Don apacible de

Shólojov y en La Joven Guardia de Fadéiev; en las películas de Eintein y Pu-

dovkin, de Charles Chaplin y de S. Krame, shaolín Soccer o por el triunfo, la

sociedad de los poetas muertos. En tales obras puede apreciarse la interacción

dinámica de los sujeto con la realidad de manera estética, permiten captar la

idea que encierran y comprender su sentido y significado social, envueltas en

complejas formas ―ocultas‖ y cuyo sentido se alcanza mediante un lenguaje

metafórico y el ―descubrimiento ― del mismo a través del análisis del mismo.

Los defensores del arte antirrealista, formalistas, no hacen otra cosa que tirar

al caos las perspectivas de la humanidad, afirman que cualquier actividad

artística, se deforma, se diluye en visiones efímeras. El asunto no es tan sólo

presentar la obra artística sino el mensaje que traslucen a la sociedad, a la

humanidad, en muchos casos, una realidad desfigurada, falsa o exagerada.

Los hombres tenemos razones humanas para seguir viviendo, para mejorar

nuestras condiciones humanas y no como proponen algunos practicantes de

este arte, el hombre derrotado, derrumbado, ganado por el sistema, dominado

por algunas costumbres negativas, el cual debe estar conforme sea con su

miseria, corrupción o ―desgracia‖ que le tocó vivir. Escuchamos temas como el

de papilón, el triste payaso.

Es tarea del arte como cualquier esfera del conocimiento humano desarrollar

ideales capaces de humanizar, mejorar y fortalecer su fuerza de voluntad para

transformar un mundo horrible, un mundo de diferencias humanas, orientar

hacia el progreso de los hombres no a partir de los milagros o las casualidades

sino de la reconstrucción conciente acorde al razonamiento y desarrollo

humano.

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Obras como la de Kafka tienen mérito en cuanto describen figurativamente el

horror y la frialdad del sistema capitalista al abandonar a los seres humanos

hasta hacerlos sentir en una especie de parásito, estorbo e elemento

innecesario, de esta manera enfrenta y manifiesta la antihumanidad de esta

forma de vida.

El artista no puede realizar una obra literaria ajena a la representación de algún

aspecto de la realidad, que desentrañe las fuentes de los males humanos, para

que luego de la reflexión a partir de la obra artística los hombres busquen el

deseo de mejorar sus condiciones. El artista no puede mantenerse al margen o

en medio del bien y del mal.

No se justifica en el arte motivos antihumanistas, aunque se hayan tenido

heridas profundas como las que dejaron los fascistas a la humanidad, el arte

combate estas deformidades sociales bajo los principios estéticos que buscan

la humanización, más no así la bestialización.

Un tipo de arte que sólo crítica y demuestra sensibilidad de teórica que no

aspira o descubre la esencia y las verdaderas causas, sólo distrae o genera el

conformismo de que se mostró la situación.

El arte realista propone y plantea acciones que desarrollen en los hombres una

concepción humanista, de triunfo en la vida, el sentido y profundo contenido

de la existencia humana.

Podríamos citar la película ―La vida es bella‖ en la que los protagonistas a

pesar de las situaciones entre la vida y la muerte protegen al niño, no lo

contagian de lo desgarrador de la guerra, o en el caso de Corazón Valiente, el

protagonista mantiene hasta el último momento sus ideales.

El problema de la relación del arte y la realidad, estará resuelto por la decisión

racional, científica y humana de quienes se dedican a estas actividades, sobre

todo de su concepción ideológica.

Por lo tanto existen una que considera la manifestación artística como

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actividad fuera de este mundo y otra que representa y difunde los hechos,

objetos y fenómenos de la realidad de manera estética con el fin de humanizar

a la conciencia social.

Pero no sólo el arte es el encargado de reflejar la realidad, la ciencia, el arte y

la moral, porque son las diversas formas de la conciencia social, las que de

manera interdisciplinaria revelan las condiciones reales de los hombres en la

dinámica socio ambiental productivo.

Así el objeto de la ideología describe, explica y proyecta alternativas frente a la

diferencia, relaciones, las fuerza rectoras de su desarrollo, el Estado, el

carácter y las formas de los regímenes que representa, en primer término, la

expresión jurídica de las relaciones económicas: la moral, relaciones entre los

hombres y la sociedad, relaciones que se expresan en las normas de la

conducta humana, refrendada por la opinión pública y por la tradición, la ciencia

y las leyes objetivas de los diversos sectores de la naturaleza y de la sociedad.

No es difícil comprender entonces que cualquier forma de conciencia social,

representa de una forma peculiar la existencia de lo objetivo, de las leyes de su

desarrollo en determinado momento histórico, por eso es que la obra artística

con destino social que emerge de la realidad, la cual es representada

estéticamente, queda como testimonio del pasado, presente y deseos de la

humanidad, como refiere (Lluch, 2004) ―leer una historia es conocer cómo los

pueblos han intentado explicar su mundo‖ entonces el arte nunca se separó de

la vida.

Entonces el objeto del arte es la representación de la vida y no la subjetiva o

irracional, proponiendo una observación a la nada o sugerir a la humanidad que

renuncien a la vida, a su existencia o invitarlos a la desesperanza o suicidio;

mientras que yo no hago aquello y siga cantando, pintando, escribiendo,

esculpiendo, escenificando, danzando, elaborando guiones teatrales o fílmicos.

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Pero en realidad, el arte tiene un objeto y objetivo, por ello es que las

actividades artísticas que denotan acciones sublimes, heroicas prevalecen en

el tiempo, porque no se le exige al artista haber sido como se representa en el

cuadro, pero aquella representación estética no lo compromete con lo

subjetivo, sino que lo conlleva a compartir humanidad, razón e ideales

objetivos.

La representación del caos, del dolor o lo que podría llamarse una cuadro

espeluznante, deshumanizante, como lo representa el pintor (Berni, 2006, pág.

52), provoca en el espectador reflexiones acerca de la imperiosa necesidad de

humanización, sensaciones de rechazo a las condiciones en que son

sometidos hombres y mujeres que piensan de diferente forma.

Por ello el origen y destino del arte es la humanidad. El hombre aparece como

sujeto decisivo de las representaciones artísticas, así en las ecofábulas de

ROJAS Y CERRON, se exponen las actitudes dañina de los hombre hacia la

naturaleza y son los animales y naturaleza quienes asumen las actitudes

huamanas de quienes han sido afectados por los mismos hombres, es decir

habla la naturaleza del hombre en la misma naturezale. Entonces no es el

espectardor ni el artista sino la representación artística la que hace que el arte

cobre objetividad estética.

Tanto la ciencia como el arte investigan al hombre, una la hace con la

metodología científica apoyada en las principios y categorías de la estética y la

otra a partir de los principios y categorías estética apoyado en la metodología

científica, ambos luego de varios procesos presentan a manera de tesis u obra

artística la construcción de nuevos conocimientos que solucionarán diversos

problema suscitados en la dinámica socio ambiental productiva, considerando

las actividades de los hombre, sean estas consideradas como hermosas o

feas, nobles o viles, trágicos o cómicos a partir de las valoraciones ideológicas.

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EL ARTE Y EL CONOCIMIENTO

Encontramos en el arte grandes probabilidades para la construcción de

conocimientos, encontramos en todas las actividades artísticas formas del

conocimiento.

Como quiera que el arte y la realidad estén en estrecho vínculo, este permite

acercarnos y comprender la realidad social de las diversas etapas del mundo.

Así si observamos con detenimiento las obras literarias, estás traslucen las

condiciones de vida material de esas épocas, sus pormenores económicos y

relaciones sociales de producción.

Al realizar estudios literarios se develan organizaciones políticas, deseos y

aspiraciones de todas las épocas de manera figurada; pero el fin del ate no es

la construcción del significado figurado, artístico, sino del develamiento además

de los conocimientos de su expresión ideológica en las relaciones sociales.

En las actividades artísticas se manifiestan con distinta intensidad, la fuerza

cognoscitiva, el trabajo estético o la utilitaridad, cada disciplina de la estética lo

hace de manera particular de acuerdo a sus peculiaridades; pero por la

proyección de las fuerzas que irradian amplían su rango a diferentes

actividades humanas, sea en la sociedad, el ambiente o la producción.

(Zis, Fundamentos de la estética marxista, 1976) Es evidente, por ejemplo,

que, en lo que a esto respecta, la música se diferencia de la literatura. Por

supuesto, la música no puede revelar las relaciones económicas ni mostrar las

condiciones de vida de la gente. Sin embargo, un filósofo francés dijo que si él

hubiera sido ministro de Asuntos Exteriores, la música de Músorgski le habría

ayudado a comprender el contenido de los informes del embajador francés en

Petersburgo. Y esto porque la música puede expresar el espíritu y las

costumbres de un pueblo, sus emociones y sus sueños, fruto de un

determinado sistema de vida.

(Zis, Fundamentos de la estética marxista, 1976) Stefan Zweig afirmó en cierta

ocasión que si la civilización se derrumbara repentinamente, desapareciendo

todos los monumentos de la cultura, los libros, las fotografías y los

documentos, pero sobrevivieran los grabados y dibujos de Franz Masereel, por

ellos cabría establecer cómo vivían los hombres de nuestra época y percibir el

hálito de la existencia del siglo XX.

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Por su propio carácter de reproducción integral de la vida y por su

representación veraz y realista el arte, penetra profundamente y con certeza

en la índole de las relacione sociales, porque estimulan diferentes funciones

cognoscitivas, de esta manera el arte haya vinculación con la ciencia, es decir

con el conocimiento.

Al leer las obras de Sthendal el lector extrae conocimientos complejos o

superficiales acerca de la época en que transcurren los hechos, pero no ser tan

precisos como los que nos proporcionan las investigaciones científicas, sin

embargo en el informe de investigación científica no podremos hallar los

conocimientos hallados en Rojo y Negro.

El arte al igual que la ciencia sintetiza diversas experiencias sociales de lo

fugaz de la vida, acrecienta el horizonte cultural de los hombres, proporciona

conocimientos multidisciplinarios, descubre la esencia a través de la apariencia

de los fenómenos vitales, que en lo cotidiano no son accesibles a cualquiera,

puede presentar al fenómeno no necesariamente nuevo como novedoso o

hallar lo extraordinario en lo ordinario.

El arte por su naturaleza puede romper el tiempo y el espacio, atribuir en un

solo personajes el destino de muchos y proyectar en lo individual, lo típico; pero

con los aportes de la ciencia logra construir los signos e imágenes artísticas,

por lo que ciencia y arte se complementan: unen fuerzas antes que señalar

diferencias.

El arte no deja de sorprendernos, solamente porque estimula nuestros sentidos

o aviva los sentimientos, sino porque la obra artística devela desde otras

perspectivas, a veces más profundas que la ciencia.

Así por ejemplo Ciro Alegría expresa el momento histórico del Perú como

ningún historiador lo haría en la obra ―El mundo es Ancho y Ajeno‖, no porque

haya superado a cualquier historiador sino porque nos provee de una profunda

comprensión y abstracción que el historiador, economista o geógrafo podría

hacerlo; pero de ninguna manera éste reemplaza a los científicos.

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El ignorar el valor cognoscitivo del arte acarrea inevitablemente la negación de

otras de sus funciones la ideológica y la educativa, de acuerdo a la naturaleza

del arte, este contiene a veces aspectos que pertenecen directamente a la

ciencia, pero específicamente se diferencia del conocimiento científico, no por

sus medios expresivos, ni por la profundidad de su penetración, sino por su

objeto y contenido.

(Zis, Fundamentos de la estética marxista, 1976) cita a G. Vólkov. Tres

Semblantes de la cultura, repleto de valiosos datos concretos y de

observaciones serias. El autor considera el arte, la filosofía y la ciencia como

tres grados de la actividad cognoscitiva del hombre… el arte actúa como

peculiar patrulla de exploración cognoscitiva, haciendo vaticinios y conjeturas;

la filosofía confiere a estas previsiones carácter de hipótesis y de teorías; y la

ciencia transforma dichas hipótesis en conocimientos fundamentales.

La cualidad multifacética del arte es producto de su aspecto gnoseológico que

es el que encierra en sí la posibilidad de que se evidencien todas sus demás

facetas y principios.

Existes posturas que rechazan el aspecto cognoscitivo del arte y otras que

considera única forma de conocimiento de la vida, si se acentúan los aspectos

cognoscitivos del arte, éste se desnaturaliza o pierde su verdadera esencia

mística.

EL ARTE Y LA MORAL

El arte y la moral mantienen vínculos estrechos porque su naturaleza y

funciones son afines a ambos. El arte es inseparable de la política como lo es

de la moral.

La moral aborda problemas del individuo y de la sociedad; de aquí se

desprende que los problemas de la moral se entrelazan con el arte; lo estético

implica lo ético: es orgánicamente inherente al propio arte y se origina de su

naturaleza humanística.

El arte no debe representar de manera encubierta, abstracta o pasiva los vicios

y virtudes los caracteres humanos en la dinámica socio ambiental productiva;

su organización y relaciones para consolidar los principios morales y combatir

las deformidades sociales.

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De esta manera el arte, trae como contenido la interacción estética del artista

con las relaciones sociales, llevando consigo lo ético, como elemento

indisoluble. Separarlos equivaldría a tergiversar la verdad, asumir la defensa de

principios amorales y lleva al arte a perder su valor moral.

La comercialización, mercantilización y excesiva producción de objetos

artísticos que animalizan, justifican los best sellers, o ―momentos de la

humanidad‖ no hacen más que los artistas y hombres renuncien a naturaleza y

verdad vital de la misma.

Mencionar obras que cumplen una relación positiva y otra negativa del arte con

la moral.

EL ARTE Y LA FILOSOFÍA.

El arte siempre está vinculado con la filosofía en tanto que las obras artísticas

son ante todo representación de la meditación filosófica acerca del contexto

local y global, de la dinámica socio ambiental productiva. La obra artística

genera una reflexión estética, de qué y como es y de qué manera o como

deber ser, subyace una expresión de los ideales sociales, dimanada de una

determinada concepción del mundo, como actividad genuina del arte.

La concepción del mundo del artista establece la profundidad filosófica de

manera estética, que nos proveerá de significados sociales estéticos

auténticamente filosóficas, para orientar a los pueblos no de manera directa

sino artística, luego del develamiento de los significados estéticos.

Como refiere (Zis, 1976) En los vínculos del arte con la filosofía, lo mismo que

con la ciencia, se expresa su función cognoscitiva, y en su ligazón con la

política y la moral su función ideológica y educativa. En las relaciones mutuas

con estas formas de la conciencia social, el arte se manifiesta como

conocimiento artístico y como plasmación de ideas y principios científico-

filosóficos, morales y políticos. Como quiera que estas funciones sean

inseparables, el arte es siempre a fin de las mencionadas formas de la

conciencia.

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EL ARTE Y LA RELIGIÓN

El arte y la religión son formas de la conciencia social, sin embargo la segunda

a usufructuado durante mucho tiempo, la profundidad de lo bello que anida en

los hombres, ejerciendo influencia en lo bello con carácter pasivo, sumiso o de

―tranquilidad‖.

El arte influye sosiego en los hombres que verdaderamente han orientado y

actuado sus actividades de manera colectiva y humanamente racional, sin

ataduras a imágenes del pasado, en el aquí y ahora para el futuro.

Ricardo Arjona. Jesús Hermanos Mío es Verbo no Sustantivo.

EL ARTE Y LA POLÍTICA

El arte y la política se encuentran relacionados, sin embargo existen

afirmaciones de algunos estetas idealistas que consideran que la política y el

arte son disparejos, el artista que mezcla el arte con la política, desfigura su

naturaleza; sin embargo admiten que el arte presta un buen servicio a la

política (Zis, 1976) citando Collinwood, la intención del autor de cualquier obra

que tienda a suscitar en el público determinadas emociones políticas puede, en

el mejor de los casos, prestar un buen servicio a la política, pero será nocivo

para la creación artística.

Algunos que quieren evadir sus responsabilidades sociales mencionan que el

artista genuino debe estar al margen de las clases sociales y por encima de las

discrepancias políticas, inclusive agrupan las novelas en dos tipos en

psicológicas, las cuales, constituyen el arte genuino y las sociales que sólo

podrían concebirse como publicidad ocasional, más o menos feliz.

Tales posturas frente al arte, no son más que falacias, frivolidades que como

indica el pintor francés L. Mitelberg, citado por (Zis, 1976) en su dibujo El arte

por el arte: un artista, sentado en un caballete, contempla a un hombre

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ahorcado en un árbol, pero ―ve‖ y pinta una naturaleza muerta, un jarrón con

flores y manzanas.

En todas las épocas el arte no estuvo desvinculado de su naturaleza objetiva,

de los conocimientos que trae consigo, de su ideología que inevitablemente

desemboca en una inclinación política, que será parte de la cultura artística

correspondiente a su época por lo tanto a la humanidad.

(Zis, 1976) refiere que en 1928, León Schiller, eminente personalidad di teatro

polaco, exponía su credo artístico y social en los térmi nos siguientes: —

―¿Dirección?‖ A la izquierda y adelante. — ¿Orientación? La vida actual. Sus

necesidades y sus anhelos. La lucha por la estructura moral y social del día de

mañana".

Schiller, exhorta desde el tiempo a los artistas a conciencia de sus

responsabilidades ante la sociedad moderna, a la cual el arte debe servir, como

refería Gorki: el arte es siempre un combate en ―pro‖ o en ―contra‖, lo que nos

permite concebir la inseparable relación del arte con la política proveniente del

mismo arte.

El artista apoyado en los conocimientos científicos, valores humanísticos,

honradez, sinceridad y objetividad, representará de manera sintética la

expresión e interés social de los pueblos como grupo mayoritario, orientando

las tendencias rectoras de la vida hacia la humanización, sin caer en la

apología ni la exacerbada inclinación simplista y oportunista.