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1 Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado nutricional de un grupo de boxeadores de Medellín-Colombia David Camilo Gutiérrez Pacheco Trabajo de grado para optar al título de Antropólogo. Asesora: Timisay Monsalve Vargas Doctora en Antropología. Universidad Autónoma de México Universidad de Antioquia Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Departamento de Antropología Medellín, 2017

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Por un Bistec.

Condicionantes socioculturales del estado nutricional de un grupo de boxeadores de

Medellín-Colombia

David Camilo Gutiérrez Pacheco

Trabajo de grado para optar al título de Antropólogo.

Asesora:

Timisay Monsalve Vargas

Doctora en Antropología. Universidad Autónoma de México

Universidad de Antioquia

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

Departamento de Antropología

Medellín, 2017

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Agradecimientos.

En primer lugar agradecer a todos los deportistas y entrenadores que me apoyaron e

hicieron posible este trabajo. Pues sin su disposición y participación este texto no hubiera

podido ver la luz.

Gracias al profesor Beibis Mendoza y al profesor Johan de la Liga Antioqueña de boxeo,

igualmente a Jaime Agudelo y demás miembros de la academia MMA Colombia, por

abrirme las puertas y ser siempre tan amables. También y de manera especial quiero

agradecer al profesor de la liga Medellín de boxeo Gustavo Adolfo Ospina quien me

colaboro desde el inicio de este proyecto.

Un profundo agradecimiento a la profesora Julia María Monsalve de la escuela de

Nutrición y Dietética de la UdeA cuya asesoría y ayuda fue indispensable para lograr darle

forma a esta investigación. Igualmente a los otros miembros de la Escuela, administrativos

y maestros, que me ayudaron en algún momento a solucionar dudas y a dar con la profe

Julia.

Al laboratorio de Antropología biológica y a los profesores Andrés Felipe García y Javier

Rosique por facilitarme el antropómetro para la toma de la talla.

A la profesora Timisay Monsalve por tomar el riesgo de asesorarme, por su guía, y sobre

todo por darme ánimos y alentarme a finalizar “la tesis”.

A Patricia Pabón por su gran ayuda corrigiendo y puliendo este trabajo.

A mi familia y amigos por acompañarme y apoyarme en este proceso que no siempre fue

satisfactorio.

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Resumen:

Estudio cuantitativo de tipo correlacional-transversal que busca identificar la asociación

entre condicionantes socioculturales y el estado nutricional de un grupo de boxeadores de la

ciudad de Medellín (Antioquia-Colombia). Como condicionantes socioculturales se

evaluaron la capacidad económica, la ocupación y el uso del tiempo (actividad física fuera

de los entrenamientos y horas de sueño), la percepción de la imagen corporal y el peso, el

género, los conocimientos alimentarios, y las preferencias y aversiones alimentarias. Para la

evaluación de la composición corporal se utilizó una balanza tetrapolar monofrecuencia (50

kHz) Modelo BP-601 de la compañía TANITA, y se siguió un protocolo estandarizado. Por

su parte la evaluación de la ingesta dietética se realizó a partir de la aplicación de un

cuestionario de frecuencia alimentaría semi-cuantitativo. Las variables capacidad

económica, ocupación, uso del tiempo, género y conocimientos alimentarios se evaluaron a

través de un cuestionario elaborado por el autor, mientras que para las variables percepción

de la imagen corporal y preferencias y aversiones alimentarias se recurrió respectivamente

al Cuestionario de Hábitos Alimentarios del Deportista y a un cuestionario de preferencias

y aversiones alimentarias. Como principal resultado se obtuvo que el estado nutricional del

grupo evaluado se correlaciono en un grado estadísticamente significativo y de manera

coherente con el gusto por alimentos como los dulces y la leche, así como con las horas de

actividad física realizadas por los deportistas por fuera de los entrenamientos regulares.

Palabras clave: boxeo, deportes de categorías, control del peso corporal, estado

nutricional, condicionantes socioculturales.

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Tabla de contenido

Introducción e información general……………………………………………………..8

Capítulo 1. Marco Teórico………………………………………………………………17

1.2 El boxeo-generalidades…………………………………………………………...…..17

1.2.1 Boxeo deporte de categorías…………………………………………………..…….18

1.3 Requerimientos nutricionales del boxeador…………………………………………..19

1.3.1 Función de los HC en el ejercicio………………………………………………..….19

1.3.2 Función de las G en el ejercicio………………………………………………….….21

1.3.3 Función de las P en el ejercicio……………………………………………….……..22

1.3.4 Hidratación y estado nutricional…………………………………………….……….22

1.3.5 Sueño y estado nutricional………………………………………………...................23

1.3.6 Consumo de alcohol……………………………………………………………….....24

1.4 Prácticas inadecuadas para el control del peso corporal…………………………........24

1.5 Condicionantes del estado nutricional……………………………………..…………25

1.5.1 Sociedad y cultura……………………………………………………………….…..27

1.5.2 Formación Social……………………………………………………………………27

1.5.3 Superestructuras…………………………………………………………….……....28

1.5.4 Modo de vida……………………………………………………………..……...….29

1.5.5 La cultura………………………………………...………………………………….30

1.5.6 Especificidad de la investigación……………………………………………………30

Capítulo 2. Marco Metodológico………………………………………………………..35

2.1 Tipo de estudio………………………………………………………………………..35

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2.2 Población……………………………………………………………..……………….35

2.2.1 Muestra………………………………………………………………………………36

2.3 Definición de las variables……………………………………………...…...………..36

2.3.1 Variables dependientes. ……………………………………...………………..…….37

2.3.1.1 Estado Nutricional……………………………………………………………...….37

2.3.1.2 Análisis de la composición corporal……………………………….………………37

2.3.1.3 Evaluación de la ingesta dietética……………………………….…………………41

2.3.2 Variables Independientes……………………………………………………………45

2.3.2.1 Ingresos económicos………………………………………………………...…….45

2.3.2.2 Ocupación y uso del tiempo……………………………………………………….46

2.3.2.3 Preocupación por la imagen corporal y el peso……………………………………48

2.3.2.4 Preferencias y aversiones alimentarias…………………………….………….…...49

2.3.2.5 Conocimientos alimentarios……………………………………………………….50

2.3.2.6 Género……………………………………………………………………………..51

2.4 Análisis de resultados………………………………………………………………….52

Capítulo 3. Resultados y Discusión……………………………………………………..53

3.1 Fase 1- Descriptiva…………………………………………………….……………..53

3.1.1 Características del grupo……………………………………………….…………...53

3.1.2 Género……………………………………………………………...……...…….…53

3.1.2 Edad…………………………………………………………………….….………54

3.1.3 Clasificación socioeconómica………………………………………………….….55

3.1.4 Ocupación………………………………………….………………...…………….56

3.1.5 Uso del tiempo: horas de actividad física diarias por fuera de los

entrenamiento…………………………………………………………………………….57

3.1.6 Uso del tiempo: horas de sueño……………………………………………………58

3.1.7 Conocimientos alimentarios……………..………………….……………………..59

3.1.8 Percepción de la imagen corporal y el peso………………………….……………60

3.1.9 Preferencias y aversiones alimentarias…………………………………………….61

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3.1.10 Composición corporal…………………………………..…….……………….....62

3.1.11 Gasto calórico e Ingesta dietética……………………………………..……….…61

3.2 Fase 2 - Correlacional………………………………………………………….…...67

3.3 Discusión resultados. Fase 1-Descriptiva…………………………………..………69

3.4 Discusión resultados. Fase 2-Correlacional………………………………………...74

Conclusiones………………………………………………………………………..…..76

Bibliografía y

anexos…………………………………………………………………………...……...78

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Lista de Gráficos

Gráfico 1. Resultados Género………………………………………………….…..51

Gráfico 2. Resultados-Clasificación socioeconómica………………………...……52

Gráfico 3. Resultados-Ocupación………………………………………………..…53

Gráfico 4. Resultados-Uso del tiempo: horas de actividad física diarias por fuera de los

entrenamiento………………………………………………………………………54

Gráfico 5. Resultados-Uso del tiempo: horas de sueño…………………………….55

Gráfico 6. Resultados-Conocimientos alimentarios………………………………...56

Gráfico 7. Resultados-Percepción de la imagen corporal y el peso…………….......57

Gráfico 8. Resultados-Adecuación valores de referencia % de Grasa…………..….60

Gráfico 9. Resultados- Adecuación ingesta calórica al gasto calórico

total………………………………………………………………………………….62

Gráfico 10. Resultados- Adecuación ingesta de macronutrientes…………………..63

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Lista de Tablas

Tabla.1 Requerimientos de HC en deportistas…………………………………………...20

Tabla 2. Coeficiente y niveles de correlación…………………………………………….52

Tabla.3 Resultados- Edad………………………………………………………………...54

Tabla.4 Resultados- Preferencias y aversiones alimentarias……………………………..61

Tabla.5 Resultados- Composición corporal……………………………….……………...62

Tabla.6 Resultados-Diferencia en Kg entre peso y categoría de competencia…………...63

Tabla.7 Resultados-Gasto calórico e Ingesta dietética………………………….…….….64

Tabla.8 Resultados-Pruebas de correlación significativas en el nivel 0,05 (bilateral)….. 67

Tabla.9 Anexos- Pruebas de correlación no significativas en el nivel 0,05 (bilateral)…..90

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Introducción

“..Tom King lanzó un gruñido por toda respuesta. Se acordaba del bulldog que tuvo en su

juventud, al que echaba continuamente bistecs crudos. En aquella época, Burke le habría

concedido crédito para mil bistecs. Pero los tiempos cambian. Tom King estaba

envejecido, y un viejo que tenía que enfrentarse con un boxeador joven en un club de

segunda categoría, no podía esperar que ningún comerciante le fiase….Aquella mañana se

había levantado con el deseo de comer un bistec, y aquel deseo no lo había abandonado.

No había podido entrenarse debidamente para aquel combate. En Australia el año había

sido de sequía y los tiempos eran difíciles… Cuando se anunció su combate con Sandel, los

tenderos apenas le concedieron un poco más de crédito. El secretario del Gayety Club le

adelantó tres libras -la cantidad que percibiría si perdía el combate-, y se negó a darle un

céntimo más. De vez en cuando consiguió que sus antiguos compañeros le prestasen unos

centavos, pero no pudieron prestarle más, porque corrían malos tiempos y ellos también

pasaban sus apuros. En resumen, que era inútil tratar de ocultarse que no estaba

debidamente preparado para la pelea. Le había faltado comida y le habían sobrado

preocupaciones. Además, ponerse «en forma» no es tan fácil para un hombre de cuarenta

años como para otro de veinte...” (London, 1909)

Así versa uno de los primeros párrafos de “A piece of Steak” (Por un Bistec en la

traducción al español) cuento del escritor Estadounidense Jack London (19091) cuya trama

gira en torno a la carrera pugilística y al relevo generacional en los ensogados. Pero que

además desde sus primeras líneas pone de manifiesto la importancia de la alimentación en

el boxeo, así como la influencia que tienen las condiciones sociales en la calidad de ésta y

otros elementos relevantes en la preparación del deportista, como el entrenamiento, por

ejemplo.

Por este motivo quise encabezar el trabajo con ese texto, pues nada mejor que la literatura,

o en general el arte, para entender de una manera entrañable la importancia y las

implicaciones que puede tener el estudio de un tema como la relación entre factores

sociales y el estado nutricional en deportistas, boxeadores en nuestro caso. No obstante se

sabe que este abrebocas no es suficiente para comprender completamente el asunto, y por

eso se presenta una explicación más detallada y técnica al respecto.

1 Originalmente apareció en The Saturday Evening Post: http://www.saturdayeveningpost.com/

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Breve reseña sobre la alimentación deportiva en la antigüedad.

El interés por la alimentación y preparación deportiva es un tema del que se podrían decir

muchas cosas, excepto que se trata de un tema reciente. Muestra de ello es que gracias a los

historiadores se ha tenido acceso a algunas de las recomendaciones y opiniones de los

filósofos griegos respecto a la alimentación y preparación física de los competidores que

participaban de los Juegos Panhelenicos (Sesé, 2008) incluidos por supuesto los juegos

Olímpicos Antiguos (776 a.c-393 d.c). Por ejemplo García (2012) apunta que según

Filostrato y Pansorias la dieta de los atletas de los primeros juegos era vegetariana y se

componía básicamente de higos, quesos, pastas de harina de trigo y cebada, aunque hacia el

siglo V a.c se introdujo el consumo de carne, que se generalizó rápidamente, sobre todo en

atletas de combate (lucha, boxeo, pancracio)

Asi mismo pensadores como Galeno, en sus escritos también dejaron registro de cómo era

la vida de los atletas de su época. Se levantaban tarde ya que el descanso se consideraba

fundamental para realizar correctamente el entrenamiento, la comida consistía en un poco

de pan fermentado tras lo que se disponían a entrenar hasta el momento de la cena que era

una comida abundate que se alargaba durante mucho tiempo para sacar la máxima sustancia

de los alimentos y realizar la digestión correctamente, aspecto al que también le daban gran

importancia (García, 2012).

Sin embargo filósofos como Platón o Aristóteles2 atacaron fuertemente el régimen de vida

de los atletas, el que consideraban insano para el cuerpo. Así mismo Hipócrates en “Sobre

la alimentación” expresa que: “La constitución del atleta no va de acuerdo con la

naturaleza” (Citado en García, 2005)

Alimentación y control del peso corporal en el boxeo.

Con el surgimiento del deporte contemporáneo3 estas preocupaciones y debates respecto a

la relación entre régimen de vida, salud y deporte vuelven a ser un tema de interés y, al

igual que sucedía en la antigua Grecia, se conforman a partir del conocimiento y

experiencias propias de entrenadores, atletas y afines al deporte todo un conjunto de saberes

en torno al deber ser de la alimentación y preparación deportiva.

El caso del boxeo no es ajeno a esa realidad, pues al igual que sucede en otros deportes en

los que se compite por categorías de peso, es común que los boxeadores(as) mantengan una

dieta inadecuada respecto a sus requerimientos nutricionales y objetivos deportivos

(Lombardo & Sirias, 2007; Wacquant, 2004; Castillo, 1998), así como la práctica de

2Su crítica recaía específicamente sobre los competidores profesionales, pues ambos consideraban que la

educación física ocupaba un lugar importante en la adquisición y mantenimiento de la salud y la belleza del

cuerpo y el “alma”. (García, 2005)

3Según Velázquez (2000, citado en Velázquez 2001) existe un consenso acerca de que “lo que hoy se conoce

como deporte -en cualquiera de los múltiples sentidos o significados que puede adoptar dicho término en la

actualidad- tuvo su origen en Inglaterra, a partir del siglo XVIII, mediante un proceso de transformación de

juegos y pasatiempos tradicionales iniciado por las élites sociales, y en el que tuvieron un papel clave las

«publicsschools» y los «clubs» ingleses”

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métodos inadecuados para controlar el peso corporal, tales como la deshidratación, el

sometimiento a dietas hipo o hiper calóricas o el sobre-entrenamiento, entre otros (Díaz &

Ceballos, 2012; Lombardo & Sirias, 2007; Alfonseca, 2006; Wacquant, 2004) para así

poder ajustar el peso a las categorías de competencia.

Estos métodos, como detalla Wacquant (2004) y lo puede comprobar cualquier persona que

esté inmersa en el mundo de los deportes de combate, hacen parte del conjunto de

conocimientos y prácticas propias de estas disciplinas donde un gran número de

practicantes entrenan con un peso por encima del de competición y pierden el exceso los

días previos a la misma (Morales, Sarola & Urdampilleta, 2012). En otras ocasiones los

peleadores aumentan de peso para participar en competencias o pactar una pelea.

El rol de la alimentación/nutrición en el deporte: más allá del éxito competitivo.

Lo anterior es preocupante tanto desde el punto de vista deportivo como el de la salud, pues

es sabido que la alimentación juega un papel preponderante en la preparación y el

performance competitivo de los deportistas, ya que posibilita sacar el máximo provecho de

los entrenamientos, acelerar la recuperación muscular, optimizar el peso y la composición

corporal. Además las prácticas para el control del peso corporal como la deshidratación o la

restricción extrema de alimentos unidas al entrenamiento pueden acarrear problemas de

salud como síndrome de sobre-entrenamiento, golpes de calor o daño renal (Lombardo &

Sirias 2007).

Por este motivo, con el fin de optimizar el estado físico y prevenir problemas de salud, son

continuas las investigaciones sobre el estado nutricional en los deportistas de combate, ya

sea con la evaluación de su ingesta dietética, de su composición corporal o de ambas. Sin

embargo sería un error plantear que la motivación de las personas que se dedican al estudio

de ese y otros problemas relativos a la alimentación/nutrición deportiva sea el éxito en sí

mismo. La primera razón para afirmar esto es que detrás del éxito están los anhelos de

realización personal del deportista, que son un conjunto de actos puramente emocionales de

los que es difícil escapar como ser humano. Lo cual es mucho más cierto cuando también

se practica una disciplina deportiva.

El boxeo es con seguridad el deporte donde mayor número de veces se han representado

estos aspectos en el arte4, pues como se dijo al comienzo, el arte es el medio que permite

acercarse de una manera sencilla pero a la vez profunda a los anhelos de los practicantes de

la dulce ciencia. En ese sentido y procurando no alargar la enumeración de artistas y sus

respectivas obras5, la siguiente frase, de F.X Toole (seudónimo de Jerry Boyd) autor de las

4 Por ejemplo la tenacidad, la fortaleza, el esfuerzo y/o espíritu de lucha (Dempsey and Firpo, 1924; Tiguer

Boxer, 1999; The Hurricane,1999; Millon Dollar Baby, 2004), los excesos, la redención, el levantarse tras el

fracaso (Raging Bull,1980; Requiem for a Heavyweight, 1956; The Boxer, 1997; Southpaw, 2015), la

necesidad (The Champion, 1915; City Lights,1931), el desarraigo (Le petit Voleur, 1999), la constancia y la

disciplina como camino al éxito (Rocky, 1976).

5Quienes deseen profundizar en este aspecto pueden revisar nombres como George Bellows, Eduardo Arroyo

o Alfredo García Revuelta en las artes plásticas; Julio Cortázar, Jack London, Ernest Hemingway, Joyce

Carol Oates, Arthur Conan Doyle, entre otros en la literatura, y por supuesto filmes como: The Champion

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novelas boxísticas “Rope Burns, Stories From the Corner” (2000) y Pound for Pund

(2006), resume en unas cuantas palabras la idea que se quiere expresar:

«La magia del ring es distinta de la del teatro, porque el telón nunca se cae –la

sangre en el ring es de verdad, así como las narices y los corazones rotos, que

a veces se rompen para siempre-. El boxeo es la magia de los hombres en

combate, la magia de la voluntad, la habilidad y el dolor, y de arriesgarlo todo

para poder respetarte a ti mismo durante el resto de tu vida. Se parece a

escribir.» (Toole, s.f recuperado de Albarrán, 2012)

En conclusión, cuando se estudian temas como los trastornos alimentarios, hábitos

alimenticios, el estado nutricional, etc, en deportistas, partimos de la comprensión de sus

motivaciones, de una empatía que deviene en el compromiso de aumentar las posibilidades

de éxito deportivo, pero a la vez en el ánimo de prevenir que, en aras del triunfo, el

deportista desperdicie su esfuerzo y afecte su salud o incluso arriesgue su vida.

Por otra parte, los deportistas conforman subgrupos dentro de las sociedades mayoritarias

de las que hacen parte (de las que se distinguen principalmente por la actividad física que

realizan). Por tanto no solo se encuentran inmersos dentro de las limitaciones y exigencias

de sus respectivos deportes sino también en las del medio que los rodea: trabajo (en el caso

de deportistas amateur o sin financiación suficiente); familia, violencia, cánones estéticos,

prevalencia de enfermedades, medios de comunicación. etc., elementos que de una u otra

forma explican el ¿por qué? X o Y deportista presenta determinada condición física.

De manera que la investigación sobre alimentación/nutrición deportiva también es un

espacio que permite acercarse a la compresión de otros problemas de estudio, a partir de la

relación que guarda con estos. Aspecto sin duda importante pues facilita información

relativa a temas cruciales a nivel político y social, como pueden ser la industria alimentaria,

la soberanía y la seguridad alimentaria, el modelo económico, la desigualdad económica,

los roles de género, entre otros elementos que ciertamente pueden ser nutridos a partir de

los hallazgos obtenidos al interior de las comunidades atléticas.

El por qué y el para qué de este estudio.

La anterior explicación se hacía necesaria, pues este texto es una tesis de antropología, por

lo que es inevitable que algunos colegas vean este tema como un aspecto curioso, pero de

segunda importancia frente a elementos como el desplazamiento, la desigualdad o la

violencia, cuyo análisis ciertamente aparecen como más urgentes (sobre todo en un

contexto social como el de Colombia). No obstante, como ya se dijo, los deportistas no

constituyen grupos aislados de la totalidad social (aspecto en el que se profundizará más

adelante), por tanto sus condiciones físicas, psicológicas y sociales serán, en parte, reflejo

de las condiciones que caracterizan sus entornos.

(1915), City Lights (1931), Requiem for a Heavyweight (1956), Fat City (1972), Rocky (1976), Raging Bull

(1980), The Boxer (1997), The Hurricane (1999), The petit Voleur (1999), When were Kings (2000), Millon

Dollar Baby, (2004) o Southpaw (2015).

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Comprender esto posibilita hacer uso de la información que se genere en la investigación de

la alimentación/nutrición deportiva, para contribuir al entendimiento de aspectos sociales

relacionados con la misma. Pero también permite comenzar a tener en cuenta y a

preguntarse cada vez más por la relación y efecto que tienen las características de una

sociedad sobre la calidad de la alimentación y el estado nutricional de los deportistas, así

como por la medida en que estos factores inciden en la continuidad y éxito deportivo de los

mismos. Lo cual es de cierta manera preponderante pues desde hace varios años

organizaciones como la FAO6 (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación

y la Agricultura) y autores tales como de Garine (1995) o Restrepo (2000) han indicado

que la nutrición humana se ve afectada por elementos sociales y culturales tales como los

medios de producción, las creencias religiosas, la percepción de los alimentos, la

organización social, etc.

Antecedentes

A pesar de lo anterior no se encontraron investigaciones en Colombia que se plantearan

problemas de investigación similares en población de deportes de combate o deportista en

general. Sin embargo encontramos algunos estudios que guardan ciertas similitudes con el

aquí expuesto. Por ejemplo el realizado por Rangel, Rojas & Gamboa (2015) en el que

evalúan la asociación entre sobrepeso, obesidad y actividad física, en estudiantes de la

universidad Santo Tomas (Bucaramanga), así mismo Souza, Zea, Rodríguez & Molina

(2016) evaluaron la correlación entre estilos de vida y factores socioeconómicos con la

salud de los estudiantes de las electivas de actividad física y deporte de la Pontificia

Universidad Javeriana (sede Bogotá). Por otro lado en población de deportes de combate en

Colombia encontramos el trabajo de Chow (2017) en el que se describe la composición

corporal, somatotipo y nivel de actividad física de los karatekas universitarios de ambos

sexos del club de la Universidad de Antioquia. Específicamente en boxeadores destaca el

trabajo de Quitían (2010) quien aunque hace una exploración puramente etnográfica, en la

que intenta responder, entre otras, preguntas como: ¿qué significa ser boxeador?, rescata la

validez de la exploración antropológica en esta población, y el valor que tiene su estudio en

el esclarecimiento de circunstancias y condiciones sociales más amplias.

A nivel internacional se hallaron otras líneas de trabajo, en las que por ejemplo se indaga o

se discute la relación entre características psicológicas individuales y rendimiento

deportivo, o aspectos relativos al mismo (Morillo, Reigal, & Hernández, 2016; Montero,

Moreno, González, Pulido & Cervelló, 2012; González & Garcés, 2014; Ruiz & García,

2013; Pazo, López & Fradua, 2012; Torregrosa, Cruz, Sousa, Viladrich, Villamarín, Garcia

& Palou, 2007; Jaénes, Godoy & Román, 2009; Ortín, Garcés, Gosálvez, Ortega &

Olmedilla, 2011; de la Vega, Rivera & Ruiz, 2011; Irazusta & Arruza, 2006) o la incidencia

de ciertas patologías alimentarias en deporte o grupos deportivos específicos (Dosil & Díaz,

6 Ver por ejemplo: FAO (1992). Factores sociales y culturales de la nutrición, Nutrición Humana en el mundo

en desarrollo, p.35-43, Depósito de documentos de la FAO, recuperado del sitio web:

ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/005/w0073s/W0073S00.pdf

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2012 ; Dosil, Díaz, Viñolas & Díaz, 2012; Alfonseca, 2006; Márquez, 2008). De éstas la

realizada por Arbinaga & Caracuel (2008), aunque es muy similar a las anteriores, se

pregunta además por la relación entre rasgos de personalidad, variables antropométricas y

conductas deportivas en fisiculturistas. También cabe resaltar aquellos trabajos en los que

se analiza o propone el estudio de la influencia del contexto psicosocial7 de los deportistas

y su relación con el rendimiento profesional y personal (de la Paz, 2014; Díez, Zubiaur &

Requena, 2014; Carratalá, Gutiérrez, Guzmán & Pablos, 2011).

En otra línea, más cercana a la propuesta en este trabajo, observamos investigaciones que

se preguntan por la relación entre hábitos alimenticios y determinados elementos como

pueden ser el rendimiento deportivo, la ingesta dietética, la composición corporal, entre

otros. Algunos de éstos se han preguntado por la asociación entre adhesión a la dieta

mediterránea y el rendimiento deportivo (Rubio, Ramos, Ruiloba, Carrasco, Alcaraz &

Jiménez, 2015), o los parámetros antropométricos en mujeres Kayakistas (Alacid, Vaquero,

Sánchez, Muyor & López, 2014). En otras como la llevada a cabo por Úbeda, Palacios,

Montalvo, García, García & Iglesia (2010) se evalúan los hábitos alimenticios y

composición corporal de deportistas españoles de élite pertenecientes a disciplinas de

combate con el fin de recoger información sobre las prácticas dietéticas habituales y los

factores que influyen en la selección de alimentos en deportistas de combate.

Por último cabe mencionar el trabajo expuesto por Jacques, Flández, Monrroy, Arismendi,

Vergara, Maureira, Monrroy, Vargas, Cornejo, Martínez & Gajardo (2016) en el cual se

identifican los principales factores o variables que influyen tanto positiva como

negativamente en el surgimiento, mantención y desarrollo de los deportistas de alto

rendimiento en Chile. En éste “se constata que los deportistas de élite, presentan problemas

frente a la existencia de dificultades personales, económicas, sociales, familiares y

deportivas” (p.172) que se enmarcan tanto en un nivel micro (familia, entrenadores, etc.),

un nivel estatal (políticas públicas) y uno macro, compuesto por aspectos que caracterizan a

la sociedad a nivel general y que envuelven la actividad deportiva.

Justificación.

Como se observa, existe un cúmulo de trabajos en los que se reconoce que el deportista se

ve afectado por una serie de factores sociales, que condicionan o facilitan su rendimiento,

salud, estado físico, etc. Sin embargo, también se evidencia que son pocas las

investigaciones que se preguntan por los efectos que estos elementos pueden tener sobre el

estado físico y nutricional de los deportistas, siendo mucho menos las dirigidas a

practicantes de boxeo, población en la que, como ya se explicó, tener un peso y

composición corporal adecuadas son condiciones preponderantes para alcanzar el éxito

deportivo. Desconocer estos factores impide comprender la razón por la que algunos

practicantes de esta disciplina no llegan a las competencias con el mejor estado físico

posible, sino que controlan su peso a partir de métodos poco recomendados, lo que podría

implicar fuga de talentos (al mermar posibilidades de triunfo por el uso de malas prácticas

7 Según los estudios citados se considera que dicho contexto está conformado por los pares, la familia, los

entrenadores y el público en ciertos casos.

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de control del peso) y además supone un vacío a la hora de prevenir riesgos en la salud de

la población boxística y de deportes de combate en general.

Por lo anterior, la siguiente investigación tiene como objetivo conocer la correlación entre

condicionantes socioculturales y estado nutricional de un grupo de boxeadores de la ciudad

de Medellín (Antioquia-Colombia). Esta indagación constituirá un importante aporte para

la comunidad boxística de la región así como para la comunidad académica, pues permitirá

levantar información sobre el estado nutricional de estos deportistas, y posibilita trazar

líneas de trabajo en nutrición, salud y deporte. Al mismo tiempo se podrá profundizar en el

conocimiento de la relación entre factores socioculturales, condición física y desempeño

deportivo.

El lector encontrará que esta propuesta consta de 4 capítulos, que se desarrollan de la

siguiente manera: el primero expone el marco teórico del trabajo, el cual comienza con una

explicación somera de lo que es el boxeo como disciplina y las implicaciones que tiene

sobre sus practicantes al ser un deporte de categorías, las características morfológicas y de

composición corporal que se esperan encontrar en sus practicantes a nivel competitivo, y

las necesidades nutricionales de los mismos para alcanzar dichos objetivos. Luego se centra

en detallar las recomendaciones nutricionales para este deporte, haciendo una exposición de

qué y cuáles son los requerimientos, y la función que cumple cada uno de los diferentes

macronutrientes (Hidratos de carbono, Grasas y Proteínas), ejercicio que se desarrolla de

manera similar con otros elementos preponderantes en la nutrición deportiva como la

hidratación, el sueño, el consumo de alcohol y los efectos que tiene sobre la salud al

recurrir a prácticas inadecuadas de control del peso corporal como la deshidratación, las

dietas hipo o híper calóricas, entre otras.

Posteriormente el texto gira en torno a cómo la problemática de no alcanzar un estado

nutricional óptimo y las prácticas inadecuadas para el control del peso en boxeo pueden

tener relación con una serie de factores socioculturales. Para esto se ubica el estado

nutricional, en tanto condición del cuerpo, como un proceso biocultural, es decir como

producto de las interacciones entre los procesos biológicos de cada ser humano y los

procesos socioculturales ocurridos en diferentes niveles. Para esa tarea y con el fin de

definir qué se entiende por sociedad y cultura, se realizó un recorrido breve por la propuesta

teórica de Bate (1998) introduciendo al lector en categorías como formación social, modo

de vida, y cultura, las cuales serán claves para entender los conceptos antes mencionados, a

la vez que permite exponer los diferentes factores que pueden tener alguna relación con el

estado nutricional de los practicantes de boxeo, como son: capacidad económica,

ocupación, uso del tiempo (actividad física fuera de los entrenamientos y horas de sueño),

percepción de la imagen corporal y el peso, género, conocimientos alimentarios, y

preferencias y aversiones alimentarias.

El segundo capítulo se centra en la exposición del tipo de estudio realizado, la metodología

e instrumentos utilizados para la recolección de datos relativos tanto a la composición

corporal, gasto energético e ingesta dietética de los participantes del estudio, como a los

diferentes factores socioculturales que se pretendían evaluar. Se detallan además las

pruebas estadísticas que se utilizaron para la evaluación de las correlaciones entre las

Page 16: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

16

diferentes variables, así como algunas de las dificultades encontradas a la hora de llevar a

cabo la investigación.

En el tercer capítulo inicialmente se describen los resultados encontrados a partir de

gráficas y tablas. En un segundo momento se discuten los hallazgos a partir de la

información contenida en fuentes de datos secundarias, y de la observación propia del

autor, que aunque no constituyó uno de los métodos de investigación, fue un elemento

presente antes, durante y después de la recolección de datos, pues él mismo practica de

manera recreativa esta disciplina, lo cual aporta un conocimiento extra sobre una parte del

grupo que participó del estudio.

El cuarto y último capítulo contiene las conclusiones que surgieron de este proceso de

investigación.

Objetivos.

General.

Conocer la correlación entre condicionantes socioculturales y estado nutricional de un

grupo de boxeadores de la ciudad de Medellín.

Específicos

1) Describir el estado nutricional de los deportistas participantes de este estudio.

2) Describir los condicionantes socioculturales evaluados dentro del grupo de

boxeadores.

3) Determinar si el estado nutricional de los boxeadores es adecuado según el gasto

energético estimado y los indicadores nutricionales y de composición corporal

existentes para boxeo.

Page 17: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

17

Capítulo 1-Marco Teórico.

El boxeo - generalidades.

El boxeo es una disciplina de combate en la que se debe golpear al adversario

exclusivamente con los puños. Se sabe que ya se practicaba en las Olimpiadas antiguas,

donde fue incluido en el año 688 a.d.n.e. Como deporte moderno evolucionó a partir de las

normas de ese tiempo. En 1889 el Márquez de Queensberry estableció las reglas que

continúan vigentes hoy en día.

Tradicionalmente este deporte se consideró de exclusividad masculina, aunque

recientemente el boxeo femenino ha ido ganando espacios, siendo incluido en los Juegos

Olímpicos a partir de Londres 2012. Existen dos modalidades de competencia, amateur y

profesional. En amateur los hombres compiten a 3 rounds de 3 minutos y las mujeres a 4

rounds de 2 minutos. En profesional hombres y mujeres pelean durante un máximo de 12 y

10 rounds de 3 y 2 minutos respectivamente (inicialmente eran 20 y luego 15). El combate

lo gana quien logre conectar más golpes a las regiones asignadas como blancos (cabeza y

tronco) a menos de que el árbitro detenga el combate antes de la campana final por K.O,

inferioridad técnica o rendición de uno de los peleadores.

Respecto a los movimientos musculares, predomina el uso de los miembros superiores. Al

igual que en otros deportes de combate la energía se produce principalmente a partir de la

glucosis lactacída, con gran énfasis en la fuerza muscular. En cuanto a la morfología

predomina el somatotipo mesoectomorfo, caracterizado por un cuerpo delgado, de

extremidades largas, con una gran proporción de músculo esquelético y baja grasa corporal

(Lentini, 2006 y Betancourt, 2009 citados en Correa, 2012)

Boxeo deporte de categorías.

En boxeo se compite por categorías de peso8, ello con el fin de proteger a los peleadores

con menor masa corporal, y evitar que ésta represente una ventaja para cualquiera de los

adversarios. Por este motivo gran parte de los practicantes de este deporte suelen entrenar

con un peso por encima del de competición y pierden el exceso los días previos a la misma

(Morales, Sarola & Urdampilleta, 2012), pues les permite tener ventaja respecto al alcance.

8Para las olimpiadas de Rio 2016 la AIBA (International Boxing Asossiation) determinó las siguientes

categorías de competencia para boxeo amateur: minimosca (40-46 kg), mosca (52 kg), gallo (56 kg), ligero

(60 kg), semiwelter (64 kg), welter ( 69 kg), medio (75 kg), semipesado (81 kg), peso completo (91 kg),

peso súper completo (+ 91 kg), peso mosca femenino (48-51 kg), peso ligero femenino (57-60 kg), peso

medio femenino (69-75 kg)

Por su parte el boxeo profesional se divide en las siguientes categorías: paja (105 libras), minimosca (108

libras), mosca (112 libras), supermosca (115 libras), gallo (118 libras), supergallo (122 libras), pluma (126

libras), superpluma o ligeros junior (130 libras), ligero (135 libras), superligeros o welters junior (140 libras),

welters (147 libras), superwelters o medios juniors (154 libras), medianos (160 libras), super medianos (168

libras), semipesados (175 libras), cruceros (190 libras) y pesos pesados (por encima de las 190 libras).

Page 18: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

18

Sin embargo en ocasiones los peleadores también aumentan de peso con el fin de participar

en competencias o pactar una pelea.

Debido a lo anterior, el estado nutricional, entendido como la “condición del organismo que

resulta de la relación entre las necesidades nutritivas individuales y la ingestión, absorción

y utilización de los nutrientes contenidos en los alimentos” (Farré, 2012), es un elemento

íntimamente ligado al rendimiento y éxito deportivo. Un estado nutricional adecuado

permite sacar el máximo provecho de los entrenamientos, acelerar la recuperación

muscular, optimizar el peso y la composición corporal, lo que representa una ventaja

competitiva porque posibilita alcanzar un porcentaje de grasa lo más bajo posible y

aumentar la proporción de masa muscular.

Recordemos que la acumulación de masa grasa puede reducir la velocidad de los

movimientos, la habilidad en los desplazamientos y la resistencia aérobica, provocando un

gasto calórico mayor (Ramírez & Cordero, 2009). Por su parte la masa muscular se

relaciona con los niveles de fuerza, resistencia y potencia muscular (Lentini, 2006 y

Betancourt, 2009, citados en Correa, 2012; Lombardo & Sirias, 2007), todos elementos

preponderantes en deportes de combate como el boxeo.

En ese sentido autores como Lombardo & Sirias (2007) plantean que en boxeo la masa

grasa debe representar entre el 5 y el 12% del total del peso corporal, en varones, mientras

que en mujeres deportistas se sabe que teóricamente el valor mínimo de grasa corporal es

aproximadamente 12% (Boileauand & Horswill, 2000) y según muestras como la utilizada

por Canda (2010) el valor medio de grasa corporal en las categorías de peso menores a 63,5

kg se encuentra en un rango que va de 15,4 a 16,6% , en categorías que van de los 67 a los

81 kg se ubica entre 17 a 18% ; y en las categorías de 81 a 91 kg entre 21,9 y 23%.

Requerimientos nutricionales del boxeador

Para alcanzar un óptimo estado nutricional es necesario que el deportista mantenga una

alimentación adecuada a su gasto calórico y requerimientos de nutrientes. Según Correa

(2012) en boxeo, durante la actividad física, el músculo esquelético satisface sus demandas

energéticas a través de sustratos que provienen tanto de las reservas del organismo como de

la ingesta diaria de nutrientes. Sin embargo la energía para el desarrollo de las funciones

musculares proviene más de las grasas (G) e hidratos de carbono (HC) que de las proteínas

(P). Por ello autores como Gonzáles et. al. (2008) recomiendan que del total de kilocalorías

(Kcal) consumidas al día, las P aporten entre un 16 al 18 % de las mismas; las G un 30% y

los HC entre el 51 y 55%. Por su parte Weatherwax (2003, citado en Lombardo & Sirias,

2007) hace el equilibrio de macronutrientes para pruebas de larga duración9 (aquellas que

duran más de 10 minutos) dividiendo el total de calorías en 60% a 70% para los hidratos de

carbono, 20 a 30% para las grasas y 10 a 15% para las proteínas.

9 Aunque un combate de boxeo puede durar desde 1 a 48 minutos según lo que pase en el ring, el boxeador se

somete a entrenamientos de larga duración que involucran un gasto energético alto.

Page 19: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

19

Función de los HC en el ejercicio.

Los HC y las G son las principales fuentes de energía para nuestro cuerpo. Sin embargo los

HC aportan la energía para que haya una correcta contracción muscular y constituyen el

principal combustible para el tejido muscular durante ejercicios de mediana y alta

intensidad. Esto debido a que se puede obtener más ATP a partir de HC que de las G, lo

que hace que los HC tengan una función más relevante durante los esfuerzos físicos de

mayor intensidad, en donde la utilización del ATP es alta (Olivos, Cuevas, Álvarez &

Jorquera, 2012).

Además las reservas de HC, en forma de glicógeno, son un componente esencial para

evitar la fatiga muscular que comienzan a disminuir aproximadamente luego de dos horas y

su reposición puede durar entre 36 y 48 horas dependiendo la intensidad del ejercicio y del

estado de entrenamiento del deportista (López & Fernández, 1998). Éstas se encuentran

almacenadas en el músculo, el hígado y el plasma. En actividad la primera fuente de

glucosa para el músculo es su reserva de glicógeno, aunque cuando comienza a disminuir el

aporte de glucosa depende de las reservas de glicógeno del hígado (Mahan, 2000 citado en

Lombardo & Sirias, 2007). Sin embargo cabe aclarar que la principal función de las

reservas del hígado no es abastecer las necesidades del músculo para llevar a cabo la

actividad física, sino regular la concentración de glucosa en sangre, la cual alimenta el

cerebro de forma constante (el cual no contienen reservas) garantizando la capacidad de

concentración y un buen estado de ánimo (Guía de alimentación y salud, s.f)

Según Pérez (2009) los atletas que tienen niveles de intensidad de entrenamiento

moderados (de 2-3 horas/día 5-6 veces a la semana) requieren aproximadamente 5-8 g de

HC/kg/día para mantener los niveles de glucógeno hepático y muscular. Aunque si los

niveles de intensidad de entrenamiento son altos (aproximadamente 3-6 horas al día, 1-2

veces al día, 5-6 veces por semana), estas necesidades resultan aún más altas, pues pasan a

ser de 8-10 g/kg/día. Por su parte atletas cuya carga de entrenamiento sea inferior a 6 horas

a la semana, no requieren cantidades de HC superiores a los 5g/ kg/ día.

En este sentido las necesidades de HC (así como de los demás macronutrientes) dependerán

de la etapa de preparación u objetivos del deportista, pues estos modificarán los tiempos e

intensidades de la actividad física realizada. Lo anterior se resume en la siguiente tabla

elaborada por Olivos, et. al, (2012), acorde a las recomendaciones de otros autores tales

como Ruud, Grandjean & Reimers (1996), Rankin (2000) o Pérez (2009).

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20

Tabla.1 Requerimientos de HC en deportistas (Olivos, et. al, 2012)

Situación Recomendación

Ingesta diaria para una recuperación

depósito de glucógeno muscular en

individuos con ejercicio de baja intensidad

y/o deportistas que busquen bajar su % de

grasa corporal.

3 - 5 gr. *kg peso

Recuperación de depósitos de glucógeno y

combustible diario en deportistas con

programas de ejercicios de moderada

intensidad.

5 - 7 gr. *kg peso

Recuperación de depósitos de glucógeno y

combustible diario en deportistas con

programas de ejercicios de alta intensidad

y/o busquen aumentar su peso corporal.

7 - 12 gr. *kg peso

Recuperación de depósitos de glucógeno y

combustible diario en deportistas con

programas de ejercicios de extrema

intensidad (ej. Tour de Francia, Ironman).

> 10 - 12 gr. *kg peso

Función de las G en el ejercicio.

Las grasas se almacenan en las células grasas del organismo en forma de triglicéridos.

Forman el tejido adiposo, aunque una pequeña parte se almacena en las células musculares

y otras circulan por la sangre unida a la albúmina (Onzari, 2004). Constituyen la principal

reserva energética del cuerpo, aunque energéticamente son menos rentables que los HC.

Tienen mayor disponibilidad dado que no necesitan de agua para almacenarse (1 gr de HC

necesita de 2,7 gr de agua para almacenarse) lo cual las hace más eficientes por unidad de

peso. Además aportan 9 kcal por gramo (gr), casi el doble que los HC que aportan solo 4

kcal por gr. Del mismo modo el aporte de ATP de las G también es superior al de los HC.

Sin embargo el metabolismo de las grasas requiere de mayor aporte de oxígeno que los HC,

por lo que se puede obtener más ATP por unidad de tiempo de estos últimos (Olivos, et. al

2012).

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21

Las G además de ser una reserva energética, son indispensables para el aporte de vitaminas

liposolubles. No obstante, ello no debe inducir a una dieta muy rica en grasas para los

deportistas, pues ésta contribuye a disminuir el almacenamiento de glucógeno, con la

consiguiente disminución de la capacidad de potencia (Guía de alimentación y salud, s.f.)

Según Pérez (2009) se recomienda consumir al menos 0,5-1 gr de grasa/kg de peso al día,

aún en deportistas cuyo objetivo sea la disminución de peso. Además este autor resalta que

además de cuidar el aporte total de grasas, es importante diferenciar entre los diferentes

tipos de ácidos grasos que existen, pues algunos como los omega 3 (poliinsaturados)

pueden ser muy benéficos ya que, entre otras propiedades, poseen cualidades

antinflamatorias que favorecen la recuperación de los procesos inflamatorios derivados de

la práctica deportiva. Por otra parte las grasas hidrogenadas artificialmente o grasas trans

pueden ser bastante perjudiciales debido a que su consumo excesivo se considera como un

factor de riesgo para sufrir enfermedades crónicas no transmisibles (OMS, 2003; 2015)

Este autor recomienda un aporte aproximado del 10% de ácidos grasos saturados,

monoinsaturados y poliinsaturados, completando un total de 30% del aporte calórico total.

Función de las P en el ejercicio.

Las P son un componente estructural que entre otras funciones juega un papel esencial en la

formación de la membrana de las células. Aun así para el caso de los deportistas estas

pueden llegar a aportar entre el 5 y el 10% del total de energía utilizada (Olivos, et. al,

2012)

Su degradación es proporcional a la duración e intensidad del ejercicio, pero en deportistas

la síntesis proteica se aumenta luego de terminada la actividad física, lo cual determina

finalmente un balance nitrogenado positivo. En ese sentido el aporte de P que necesita el

deportista dependerá del tipo de entrenamiento, la intensidad y frecuencia de los ejercicios,

la ingesta energética en la dieta y de las reservas de HC del organismo (Olivos, et. al, 2012)

El aporte de P en deportistas se puede resumir de la siguiente forma:

-Entrenamiento de fuerza, etapa de mantenimiento: 1,2-1,4 gr/kg de peso corporal.

-Entrenamiento de fuerza, etapa de aumento de masa muscular: 1,8-2 gr/kg de peso

corporal

-Entrenamiento de resistencia: 1,4-1,6 gr gr/kg de peso corporal.

-Actividades intermitentes de alta intensidad: 1,4-1,7 gr/kg de peso corporal (Olivos, et.

al, 2012)

Cabe resaltar que según Pérez (2009) parece estar claro que rebasar los 2 g/kg/día no

supone un beneficio extra en la formación de masa muscular, ya que incluso con el

consumo de anabolizantes no se han encontrado evidencias de que una ingesta de proteína

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superior a esa cantidad se asocie con una mayor ganancia de masa muscular. Esta posición

coincide con las recomendaciones de otros autores como Campbell. B, Kreider. B,

Ziegenfuss. T, La Bounty. P, Roberts. M, Burke. D, Landis. J, Lopez. H & José Antonio

(2007).

Hidratación y estado nutricional.

Otro aspecto fundamental para el rendimiento deportivo y el mantenimiento de un óptimo

estado nutricional es la hidratación. Ello se debe a que el agua es un nutriente esencial que

el organismo necesita en cantidades superiores a las que puede producir (Onzari, 2004).

Entre las funciones que cumple el agua, las más relacionadas con el deporte son:

-Controlar la temperatura corporal, permitir que los nutrientes puedan realizar sus funciones

en forma correcta dentro del organismo, transportar los glóbulos rojos con oxígeno hacia

los músculos, permitir que el dióxido de carbono y otros productos metabólicos sean

eliminados del organismo y regular la presión arterial para una función cardiovascular

adecuada (Wilmore, 2001 citado en Lombardo & Sirias, 2007), además mantiene la

concentración de los electrolitos, lo cual es importante en la transmisión del impulso

nervioso, la contracción muscular, el aumento del gasto cardíaco y la regulación del ph

(Olivos, et. al, 2012)

Es importante tener en cuenta que la sensación de sed no es un mecanismo de control

primario, sino una señal de alerta que aparece cuando ya se ha perdido entre un 1 y 2% del

agua corporal, por lo cual un deportista (que puede llegar a perder hasta 3 litros de agua por

hora de ejercicio) puede deshidratarse antes de que aparezca dicha sensación (Olivos, et. al,

2012). En este orden de ideas mantener una buena hidratación antes, durante y después de

la actividad física es muy importante no solo porque está relacionada con el rendimiento

físico, sino porque puede prevenir riesgos para la salud.

Las necesidades de hidratación varían según diferentes factores como son: el tipo de

entrenamiento, el clima, el nivel de adaptación al calor, condiciones fisiológicas

individuales, etc. (Franco et. al, 2008). Según la Federación Española de Medicina del

Deporte una buena hidratación antes del ejercicio se consigue si se consume suficientes

líquidos junto con las comidas y si hay un descanso adecuado (entre 8 y 12 horas). Durante

el ejercicio se recomienda comenzar a reponer líquidos a partir de los 30 minutos de

comenzada la actividad en cantidades que varíen entre 400 a 500 ml/hora. Como pauta de

hidratación post-esfuerzo se recomienda como mínimo ingerir el 150% de la pérdida del

peso en las primeras 6 horas (Franco et. al, 2008). Por su parte Vázquez (2005) indica que

utilizamos 1.5 litros de bebida por cada 2.2 libras de peso perdido; de acuerdo a esto se

puede clasificar la ingesta de líquido por porcentaje de adecuación, menor a 70%

inadecuada, de 70%-90% baja, de 90%-110% adecuada y mayor a 110% excesiva

(Lombardo & Sirias, 2007).

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23

Sueño y estado nutricional

Otro aspecto que cabe destacar es el papel del sueño en la optimización del estado

nutricional, pues durante éste se recargan las reservas energéticas del cuerpo y se aumenta

la síntesis proteica, permitiendo la reparación de las fibras musculares dañadas y la

formación de nuevos tejidos, entre otros beneficios10. Por el contrario la falta de sueño

disminuye los niveles de atención y alerta, y provoca un aumento en los niveles de cortisol,

hormona que favorece la pérdida de tejido muscular pues lo degrada con el fin de obtener

energía, además favorece la aparición de síndrome de sobreentrenamiento11.

Consumo de alcohol.

El consumo de licor en deportistas también afecta el rendimiento entre otras cosas porque

si hay un consumo agudo este conlleva la disminución de la capacidad cardiovascular, la

velocidad, la resistencia, la fuerza y las capacidades psicomotoras. Además el alcohol no es

una buena fuente de HC y si se consume tarde en la noche no permite un descanso efectivo,

y en casos como la cerveza favorece la deshidratación por la evacuación de líquido que

produce (Lombardo & Sirias 2007).

Prácticas inadecuadas para el control del peso corporal.

A pesar de estas recomendaciones, es común que los deportistas, especialmente aquellos

que practican disciplinas de combate como boxeo, mantengan una dieta inadecuada

respecto a sus requerimientos nutricionales y objetivos deportivos (Guisado, 2009;

Lombardo & Sirias, 2007; Wacquant, 2004; Castillo, 1998), así como que practiquen

métodos inadecuados para el control del peso corporal, como la deshidratación, el

sometimiento a dietas hipo o híper calóricas, el aumento excesivo de las sesiones de

entrenamiento, entre otras (Díaz & Ceballos 2012, Lombardo & Sirias 2007; Wacquant,

2004).

Lo anterior representa un problema pues una alimentación inadecuada conlleva graves

consecuencias para la salud y el desempeño deportivo, ya que una escasa alimentación

unida a un entrenamiento intenso incrementa el catabolismo proteico y disminuye la

10 Durante el sueño también se recupera el sistema nervioso central y se aumenta la producción de hormona

del crecimiento la cual refuerza el proceso de síntesis proteica.

11El sobre-entrenamiento aparece cuando no hay una suficiente o adecuada recuperación muscular, se

manifiesta con signos y síntomas de agotamiento que pueden afectar tanto la parte física como la psicológica.

Cómo indican Díaz & Ceballos (2012) es común que practicantes de deportes donde el peso juega un papel

preponderante (deportes por categorías, de estética, de resistencia) se sobre-entrenen con el fin de alcanzar el

peso necesario para competir. Entre las principales consecuencias del sobre-entrenamiento se encuentra la

reducción del rendimiento, la fatiga marcada, dolores musculares, lesiones por sobrecarga, alteración del

apetito, problemas de sueño, reducción de la capacidad inmunitaria, cambios de carácter, valores más bajos de

respuesta cardiaca y reducción de la capacidad de las células para recuperar las reservas de glicógeno

(Lombardo & Sirias, 2007)

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concentración de glucógeno muscular. Dicha situación termina afectando el estado

nutricional, principalmente la masa muscular, que se relaciona, como ya se indicó, con los

niveles de fuerza, resistencia y potencia (Cillo, 2012; Del Vecchio & Franchini, 2011;

Ubeda, Palacios, Montalvo, García, García e Iglesias, 2010). Además la reducción rápida

de peso tiene consecuencias como la pérdida de agua, la disminución del metabolismo basal

y del volumen plasmático, mayor susceptibilidad a golpes de calor, alteraciones

hormonales, disminución de la capacidad buffer de la sangre, deficiencia de nutrientes,

reducción de la masa ósea y aparición de síndrome de sobre-entrenamiento (Lombardo &

Sirias, 2007).

Por su parte, el aumento acelerado de peso a partir del aumento del aporte energético a

través de la dieta, aunque favorece la ganancia de peso, no contribuye al aumento de la

masa muscular pues aproximadamente entre el 60 y el 70% de la ganancia es grasa (Pérez,

2009; Ruud et.al., 1996).

Así mismo, la deshidratación también tiene diferentes consecuencias sobre el rendimiento y

la salud de los deportistas. Según el grado de deshidratación se pueden producir las

siguientes alteraciones:

Pérdida 2%: descenso de la capacidad termorreguladora.

Pérdida del 3%: disminución de la resistencia al ejercicio, calambres, mareos, aumento

del riesgo de sufrir lipotimias e incremento de la temperatura corporal hasta 38 grados.

Pérdida del 4-6%: disminución de la fuerza muscular, contracturas, cefaleas y aumento de

la temperatura corporal hasta 39 grados.

Pérdida del 7-8%: contracturas graves, agotamiento, parestesias, posible fallo orgánico,

golpe de calor. (Lombardo & Sirias, 2007).

Condicionantes del estado nutricional.

Para entender el porqué de esta situación se debe partir del hecho de que el estado

nutricional, como condición del organismo, es el resultado de la interacción entre los

factores biológicos y socioculturales que condicionan la ingesta alimentaria, el gasto

energético y/o la absorción de los nutrientes.

En ese sentido, para abordar este problema partimos de la idea de la síntesis biocultural,

propuesta teórica de la antropología física que se origina en los años 80 a partir de los

trabajos de diferentes autores en México, Estados Unidos y Gran Bretaña y que redefine el

objeto de estudio de esta disciplina como “las interacciones de los procesos biológicos y

sociales y sus efectos sobre los seres humanos" (Sandoval, 1982, p. 35)

En esa línea de ideas, la comprensión del cuerpo como unidad no puede hacerse a través de

la desarticulación analítica de cada una de sus partes o niveles (por ejemplo el atómico,

celular, psicológico, sociológico, etc.) ni a partir de un proceso de sumatoria (la totalidad

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igual a la suma de sus partes) pues la totalidad constituye una nueva determinación

producto de la relación entre las partes. Se propone entonces comprender el cuerpo a partir

del estudio de la forma particular en la que se articulan los procesos sociales, culturales y

biológicos en el cuerpo humano (Monsalve, 2006).

Según Monsalve (2006) en la síntesis biocultural se reconocen tres formas en las que se da

la relación entre lo biológico, lo cultural y lo social, a saber:

- Las formas y funciones biológicas se mantienen al igual que la significación

fisiológica, pero adquieren un sentido y significado socioculturales: Por ejemplo

la gordura, como proceso adaptativo del organismo a condiciones alimentarias

favorables ha tenido diferentes significados a lo largo de la historia, siendo símbolo

de prestigio y respetabilidad en las comunidades europeas del siglo XIX y

principios del XX, incluso en niveles excesivos. Por el contrario en la actualidad es

considerada antiestética aún en niveles mínimos que no representan riesgo de sufrir

patologías crónicas (de Garine, 1997).

- Lo biológico se transforma en lo social perdiendo su significación fisiológica: Así el consumo de bebidas alcohólicas en la actualidad no se encuentra asociado a

suplir necesidades nutritivas o de líquidos, sino que hace parte de los rituales de

socialización, motivo por el cual incluso se consume en cantidades superiores a las

que podrían suponer algún beneficio para el organismo.

- Lo social establece nuevas relaciones biológicas. En este tipo de relación se crea

el significado fisiológico: Muestra de ello es la eficacia de ciertas prácticas mágicas

que llegan a crear condiciones fisiológicas nuevas en el organismo, tal y como lo

presenta Levi Strauss (1961) en “Antropología estructural” cuando relata la

inducción de partos difíciles por medio del canto shamanistico (p.168-156).

Como vemos, pensar el cuerpo, en este caso su estado nutricional, requiere interpretar y

explicar las determinantes biológicas en el marco del condicionante sociocultural. Por

ejemplo, variaciones históricas en el estado nutricional de las poblaciones como las

crecientes tasas de sobrepeso y obesidad en la actualidad (OMS,2016), no pueden

entenderse únicamente a partir de elementos como el de que nuestra especie posee la

capacidad de acumular grandes porcentajes de masa grasa, o una preferencia

fisiológica/organoléptica por alimentos ricos en azúcares, sino a partir del hecho de que

estas características derivaron en sobrepeso y obesidad a causa de factores socioculturales

como la producción industrial de alimentos y la ocupación de las personas en actividades

principalmente sedentarias (OMS, 2015; Fischler,1995).

Es entonces coherente preguntarse qué factores socioculturales pueden estar condicionando

el estado nutricional de los boxeadores. Para ello, sin embargo, es necesario primero

definir los conceptos de sociedad y cultura.

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26

Sociedad y cultura

Partiendo de la idea anteriormente expuesta, de que lo sociocultural es uno de los niveles

que da forma (en su interacción con otros niveles) al cuerpo en su totalidad, es necesario

comprender los conceptos de sociedad y cultura a partir de una explicación que de cuenta

de los mismos de manera articulada. Para esto se tomará como base el materialismo

histórico, específicamente en la propuesta teórico-metodológica de Bate (1998) en su texto

“El proceso de investigación en arqueología”.

Lo primero que habría que aclarar es que la postura materialista parte de la idea de que la

realidad es objetiva y concreta en tanto posee propiedades que existen independientemente

de cómo sean reflejadas por la conciencia de los sujetos que la conocen. Es esta realidad la

que se intenta dar cuenta a través de conceptos, categorías o leyes que buscan reflejar de

manera lógica el sistema y propiedades lógicas de la realidad. Por este motivo, para

exponer lo que entendemos por sociedad y cultura se partirá del concepto de sociedad

concreta (Bate, 1998) que es la relación tricategorial establecida entre los conceptos de

formación social, modo de vida y cultura, los cuales en su unidad e interrelaciones expresan

los distintos niveles de existencia de la sociedad, desde el mayor nivel de esencialidad hasta

sus expresiones fenoménicas singulares, permitiendo conceptualizar la sociedad como una

totalidad concreta.

Formación Social

Se refiere al sistema general de contenidos y relaciones de la sociedad concreta. Ésta se

constituye a través de la unidad orgánica entre la base material del ser social y la

superestructura.

El ser social comprende la totalidad de las relaciones materiales y objetivas establecidas

entre los seres humanos, directamente o mediadas por su relación con los objetos naturales

o socialmente producidos, independientemente de cómo sean reflejadas

superestructuralmente. Esta categoría integra las relaciones sociales de producción y las

relaciones sociales de filiación o parentesco, las cuales responden respectivamente a las dos

condiciones básicas para la reproducción social: la reproducción económica de las

condiciones materiales de vida y la reproducción biológica.

La reproducción económica de las condiciones materiales de vida se da a través del modo

de producción, concepto que se refiere a la unidad de los procesos económicos básicos de la

sociedad: producción, distribución, cambio y consumo. Sin embargo son las relaciones que

se establecen alrededor del proceso de producción las que tienen un papel preponderante en

la determinación de la estructura social.

El sistema de producción lo conforman los diferentes procesos de trabajo concreto con los

que se elaboran los bienes para la satisfacción de necesidades y la organización general del

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27

proceso de producción se da a través de la unidad de las fuerzas productivas y las relaciones

sociales de producción, tanto en sus aspectos cuantitativos como cualitativos.

La composición cualitativa corresponde a las propiedades específicas del proceso

productivo: fuerza de trabajo, objetos de trabajo, medios o instrumentos de trabajo,

productos, desechos y las formas en como éstos se integran a los diferentes procesos. Por

su parte la composición cuantitativa se refiere a la organización social del trabajo, a la

organización social de la producción y al grado de desarrollo de las fuerzas productivas

medidas en el rendimiento promedio de la fuerza de trabajo. Las relaciones sociales de

producción se conforman esencialmente a partir de las relaciones de la propiedad objetiva

de los agentes de producción sobre los elementos del proceso productivo, de manera que

este último aspecto determina la posición del sujeto y la forma y proporciones de

apropiación de la riqueza social producida.

Por otra parte la reproducción biológica de los grupos humanos se configura sobre la base

de los sistemas de parentesco o afinidad. Sin embargo la categoría de modo de

reproducción es mucho más amplia para entender este aspecto, pues se refiere no solo al

conjunto de actividades que permiten la procreación, sino también el mantenimiento y

reposición de la población y la fuerza de trabajo (alimentación, aprendizaje, conservación

de la salud, diversión, etc.). En la medida que la sociedad se hace más compleja dichas

actividades y condiciones de existencia son organizadas institucionalmente.

Superestructuras

Las superestructuras constituyen la esencialidad del ser social (modo de producción y

reproducción) que se refleja en las formas de conciencia social y de institucionalidad. En

las sociedades de clases estos conceptos adquieren la categorización específica de

superestructura político ideológico y jurídico política.

Todo lo que los hombres hacen pasa por la conciencia, de manera que la práctica del ser

social está ligada a la conciencia social. Esta es un sistema de reflejos cognitivos de la

realidad que puede darse en diferentes niveles (empírico-espontáneo, lógico, teórico,

científico) y se presenta en diferentes formas (mágico-fantásticas, lógicas, etc.). Sin

embargo, la realidad de la que los seres humanos participan no solo es reflejada por la

conciencia social sino por la afectividad, la cual muestra como la realidad afecta al sujeto

social, y cuyos reflejos dan forma a los sistemas de valores, los cuales a su vez condicionan

las posiciones del sujeto social frente a la realidad, es decir que pueden motivar distintas

conductas sociales frente a un mismo fenómeno real.

Cabe aclarar que por sujeto social se entienden los grupos sociales que comparten

características en algún nivel de la práctica social o en varios niveles al mismo tiempo,

como la posición de clase, la pertenencia a un mismo espacio geográfico, el género, grupos

de afinidad etc. Según el sistema de valores estos grupos tendrán distintas conductas

Por su parte la institucionalidad es el sistema de organizaciones sociales a través de las

cuales se ejercen las actividades de coerción y administración que permiten el

mantenimiento o los cambios en el sistema de relaciones sociales de producción o

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28

parentesco. Esta se corresponde con una normativa de la realidad que se estructura en la

conciencia social, por tanto no solo incide recíprocamente en la base material que la

origina, sino en la reproducción o cambios de determinados contenidos y formas de la

conciencia social.

Modo de vida.

Esta categoría se refiere a las particularidades de la formación social, como elementos

intermedios entre el carácter esencial de la formación social y su manifestación fenoménica

en la cultura. La especificad de la organización técnica y social, condicionada por el medio

ambiente que habitan los grupos sociales, así como las especificidades de la organización y

dinámica social, y el contacto con otros grupos, son los factores que inciden en la

particularización de la formación social.

Además esta categoría también se refiere a la dimensión histórica: ritmos de desarrollo y

posibilidades de cambio condicionados por sus particularidades estructurales, los cuales a

su vez condicionan particularidades de las vías de desarrollo, o “líneas” de modos de vida,

los cuales se distinguen cualitativamente como momentos del desarrollo de un modo de

producción y una formación social determinada.

En las sociedades donde las formas específicas de producción se han diferenciado

internamente se pueden encontrar modos de vida como particularidad de la totalidad social,

o submodos de vida como particularidades de los grupos sociales que integran la totalidad

social. Los submodos de vida corresponden a grupos sociales que adquieren

particularidades debido a: la posición que ocupan dentro del sistema de relaciones sociales

de producción, las relaciones técnicas y situaciones específicas respecto a la relación social

condicionada por los sectores de producción (agraria, minera, industrial, artesanal,

intelectual, industrial), las particularidades de relación de los diferentes grupos de la misma

sociedad o exteriores a ella; los ritmos de desarrollo y viabilidad histórica de participación

en el desarrollo social.

La cultura.

La cultura es el reflejo de la esencialidad social y se define como el conjunto de formas

fenoménicas que presenta toda sociedad concreta. Ésta se caracteriza por ser una

manifestación perceptible, que es efecto multideterminado de las condiciones de existencia

de la formación social, es decir que es específica y por tanto característica de diferenciación

de los grupos sociales.

Por ello se plantea que los grupos sociales en tanto partes que integran la totalidad de la

formación social, se manifiestan fenoménicamente como subculturas de una cultura global.

Estos se definen por las relaciones que establecen y desarrollan en la base material del ser

social y de las superestructuras. Se distinguen a partir de los siguientes criterios: 1) la

posición en el sistema de relaciones sociales de producción; 2) la posición en la división

social o doméstica del trabajo: 3) el origen histórico-geográfico particular (barrio, nación,

etnia); 4) posición en un sistema de parentesco; 5) género. Aunque vale aclarar que estos

criterios no son excluyentes unos de otros y no son los únicos aplicables en tal distinción

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29

En ese sentido cada subcultura posee singularidades que las distinguen de las demás

(siendo una parte expresión de la interacción con otros grupos) y también comparte formas

culturales con otros grupos sociales que integran la misma formación social.

Por su parte la cultura global estaría configurada por las diferentes subculturas que la

componen y constituiría la manifestación fenoménica de la sociedad concreta, como

totalidad. Es decir que manifiesta de manera aparente lo que diferencia y une los

diferentes grupos sociales en una totalidad dinámica.

Especificidad de la investigación

La importancia de la exposición de la propuesta teórica de Bate (1998) para este trabajo,

recae en el hecho de que nos permite situar dentro de un marco general los elementos que

conforman nuestra pregunta de investigación, es decir: el estado nutricional de los

boxeadores y el concepto de condicionantes socioculturales.

Partiendo entonces del concepto de sociedad concreta se puede proponer que los

condicionantes socioculturales del estado nutricional estarían determinados por los

elementos que conforman los procesos de producción y reproducción al interior de la

totalidad, así como en cada grupo o subgrupo específico. En este caso proponemos que

dichos elementos condicionan el estado nutricional en la medida que los procesos de

producción y reproducción regulan, entre otras cosas, elementos fundamentales para el

mantenimiento del mismo tales como la producción, el acceso y la selección de alimentos;

o la ocupación, la cual afecta el gasto energético.

Tales aspectos, según lo planteado, se ubican dentro del marco general de la formación

social. Sin embargo el grado y forma en que afectan a un grupo dependerá de la posición

específica que ocupe dentro de la totalidad social (modos y submodos de vida) y estará

reflejado en el nivel particular de la cultura. Así por ejemplo, se puede decir que

actualmente hay una alta producción de alimentos debido a la existencia de medios de

producción industrializados, lo que en términos generales aumentó la cantidad de alimentos

disponibles para la totalidad de la sociedad facilitando fenómenos como el crecimiento

demográfico, cambios seculares en talla y peso, o el aumento de la obesidad en la totalidad

social (Rosique, 2002). No obstante algunos de estos efectos como la obesidad, por

ejemplo, no se perciben en el mismo grado en grupos como el de los boxeadores, debido a

que por su actividad deportiva poseen un sistema de valores particular respecto al peso

corporal, el cual los lleva a recurrir a métodos para el control del mismo.

En ese sentido, situar el grupo de los boxeadores que se pretende investigar es de suma

importancia para definir los condicionantes socioculturales que pueden tener relación con el

estado nutricional de los mismos. Como ya se dijo la principal particularidad y elemento

distintivo de los boxeadores dentro de la totalidad social es su práctica deportiva, la forma

en que valoran el peso corporal y los métodos que utilizan para el control del mismo. A

pesar de tal distinción el subgrupo de los boxeadores puede dividirse entre boxeadores

profesionales y amateur, los cuales se distinguen debido al nivel de financiación y

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30

dedicación a este deporte. Además los boxeadores como totalidad no comparten un grupo

de edad ni una procedencia y/o residencia geográfica de manera que también se conforman

subgrupos de acuerdo a esos elementos.

Para este estudio se trabajó con peleadores profesionales y amateur de la ciudad de

Medellín (Antioquia-Colombia) entre los 16 y 37 años de edad. Estos constituirían

subgrupos dentro de la totalidad del grupo de los boxeadores y a su vez un subgrupo dentro

de una comunidad regional (Valle de Aburra-Antioquia). De esta manera los

condicionantes socioculturales del estado nutricional de este grupo específico, aunque se

desprenden de la situación general de la totalidad social se caracterizan por la pertenencia a

los grupos señalados.

En ese sentido se considera que los siguientes elementos pueden guardar alguna relación

con su estado nutricional: capacidad económica, ocupación y uso del tiempo (actividad

física fuera de los entrenamientos y horas de sueño) percepción de la imagen corporal y el

peso, género, y conocimientos alimentarios. Las razones para proponer cada uno se

exponen a continuación.

Capacidad económica: al tratarse de individuos que habitan espacios principalmente

urbanos, donde la capacidad económica es un marcador fundamental del acceso a los

alimentos (de Garine, 1995) podemos suponer que ésta tiene una fuerte influencia en el

estado nutricional de los mismos. En Antioquia el 42% de los hogares presenta inseguridad

alimentaria (ENSIN, 2010) y en Colombia la capacidad económica, respecto al acceso de

los alimentos, se ha visto reducida desde el año 2015 producto de un proceso de inflación12

aumentando su precio, alcanzando en algunos casos más del 30% con relación al precio

inicial de enero del mismo año (El País, 2016; Arias, 2016).

Ocupación y uso del tiempo: igualmente la ocupación y el uso del tiempo pueden tener

importantes efectos sobre el estado nutricional. En trabajos como el de Wacquant (2004) es

posible observar como éstos limitan el tiempo que los deportistas dedican a su preparación,

en otras palabras, condicionan su gasto energético. Además también tiene efectos sobre los

tiempo de sueño de los mismos, pues como indican Salcedo, Rodríguez, Monterde, García,

Redondo & Marcos (2005) durante la segunda infancia y la adolescencia se produce una

disminución fisiológica del tiempo de sueño nocturno en la que influyen factores como el

horario escolar (ocupación) y las salidas nocturnas (uso del tiempo) lo cual podría tener

efectos sobre el balance proteico y la recuperación muscular en los deportistas.

Además estos elementos se encuentran relacionados con el tipo, cantidades y momentos de

consumo de los alimentos; estudios como los de Contreras (2000) y Contreras & Ribas

(2012) muestran que las variaciones de las pautas alimenticias tradicionales que se

presentan en la actualidad (consumo de comidas de fácil preparación, comer fuera del

hogar, comer solo, etc.) se deben entre otras cosas a cambios ocupacionales y del uso del

tiempo (uso del tiempo en actividades sedentarias como ver t.v., reducción del tiempo y

12 Como efecto del aumento de las temperaturas, el incremento de la importación de alimentos y al paro

camionero del 2016.

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31

actividad física para el desplazamiento gracias a la aparición del transporte motorizado,

ocupación en actividades con poco gasto energético como los trabajos de oficina, etc.).

Percepción de la imagen corporal y el peso: por otra parte, la percepción de la imagen

corporal y del peso tienen una fuerte influencia sobre el estado nutricional de practicantes

de deportes de combate (Dosil & Díaz, 2012) pues en éstos existe una constante

preocupación por mantener un peso adecuado para la competición y por ajustar el físico a

los estándares de la disciplina o al de ídolos deportivos. Por esto los practicantes de estos

deportes tienen un alto riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y

suelen recurrir a prácticas inadecuadas para el control del peso (Ubeda et. al, 2010;

Lombardo & Sirias, 2007; Alfonseca, 2006). Además es sabido que en el medio deportivo

existe, a nivel general, un consumo de suplementos nutricionales no medicados así como de

esteroides anabólicos (aunque principalmente en practicante de deportes de estética como el

fisioculturismo o gimnasio) como consecuencia de la misma preocupación (Colls, Gómez,

Cañadas & Fernández, 2015; Rodríguez, Crovetto, González, Morant & Santibáñez, 2011;

Sambade, 2011; Sánchez, Miranda & Guerra, 2008).

Conocimientos alimentarios: está relacionado con el tipo de conocimientos alimentarios y

de control del peso corporal que poseen los deportistas, que como se ha indicado en el caso

de los boxeadores, se encuentran asociados en varios casos al uso de prácticas inadecuadas

para el control del peso corporal (Lombardo & Sirias, 2007; Wacquant, 2004). Sin embargo

en estudios como el de Ubeda et. al. (2010) en el que participaron boxeadores y otros

deportistas de combate de la selección nacional española, encontraron que los deportistas

llevaban una buena alimentación en términos generales, y que tenían conocimientos

adecuados respecto a prácticas para el control del peso. En vista de ello se puede pensar que

el tipo de conocimientos alimentarios que posea el deportista afecta su estado nutricional,

pues condicionaría las prácticas que éste utiliza para el control del peso.

Género: de forma similar el género parece tener alguna influencia sobre el estado

nutricional, pues en el ámbito deportivo las mujeres tienen un mayor riesgo de presentar

TCA (Dosil & Diaz, 2012; Dosil, Díaz, Viñolas & Díaz, 2012; Alfonseca, 2006), lo que

lleva a suponer que aunque en el grupo a evaluar no se identifiquen este tipo de trastornos,

sí existan diferencias en el estado nutricional como producto de las posibles diferencias

respecto a la valoración corporal entre géneros. Además se sabe que en el ámbito laboral las

mujeres colombianas tienen una menor remuneración económica que los hombres

(Vásquez, 2016; Escuela Nacional Sindical, 2015) lo cual podría afectar su acceso a los

alimentos.

Preferencias y aversiones alimentarias: Finalmente, cabe mencionar que los gustos y

aversiones alimentarias también pueden tener un peso importante sobre el estado

nutricional de los deportistas a evaluar, pues aunque existe un código cultural que

constituye la base del gusto de cada comunidad en general, éstos se incorporan a los

individuos y por tanto están sujetos a las historias personales, por lo cual se pueden

observar gustos y aversiones a nivel individual (Leroi-Gourthan citado en De Garine, 1995)

que modifican la ingesta de alimentos. En ese sentido y debido a que se trabaja con

deportistas que no reciben asistencia alimentaria (es decir que tienen un grado considerable

de libertad para elegir entre los alimentos a los que tienen acceso) se puede suponer que los

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gustos y aversiones personales tienen un alto grado de influencia sobre las decisiones

alimentarias de los púgiles que participarán del estudio.

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33

Capítulo 2. Marco Metodológico

Tipo de estudio

La presente investigación corresponde a un estudio cuantitativo de tipo correlacional-

transversal en el que se busca identificar la correlación entre condicionantes socioculturales

y estado nutricional de un grupo de boxeadores del Medellín. Lo anterior quiere decir que

se pretende medir el grado de asociación que existe entre condicionantes socioculturales y

estado nutricional en el momento específico en el que se desarrolle el trabajo.

Cabe aclarar que la investigación, analíticamente hablando, consta de dos etapas. Una

primera etapa en la que se evalúa el estado nutricional de los deportistas, así como cada una

de las variables definidas anteriormente. Y una segunda en la cual se utilizan los resultados

de dicha medición con el fin de determinar si existe o no correlación entre las variables

definidas.

Población

Durante esta investigación se trabajó con deportistas, específicamente boxeadores

pertenecientes a academias y ligas de boxeo (aunque éstas no se dediquen exclusivamente a

este deporte) en Medellín. En ese sentido es importante definir qué es un deportista, pues es

común que se confunda deporte con actividad física. Igualmente relevante sería diferenciar

entre un deportista amateur y un deportista élite o de alta competencia (Correa, 2012)

Un deportista es aquella persona que perteneciendo a una federación, liga, o club deportivo,

realiza una actividad física o mental de acuerdo con un plan de entrenamiento y compite de

forma regular en eventos locales, regionales, nacionales o internacionales (Correa, 2012).

Por su parte la actividad física puede entenderse como cualquier movimiento corporal

producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía (OMS, s.f). Es decir

que todo deporte puede ser una actividad física más no toda actividad física puede ser

considerada como deporte (Correa, 2012).

En cuanto al deporte aficionado o amateur podemos decir que es el que se practica extra a

las actividades habituales como estudiar o trabajar. Por su parte los deportistas de alta

competencia o élite son aquellos que poseen financiamiento gubernamental o privado para

dedicarse únicamente a la práctica deportiva con el único fin del perfeccionamiento atlético

(Maughan, 2001, citado en Correa, 2012).

En nuestro caso aunque se trabajó con un peleador profesional y otros 14 amateur, se debe

aclarar que el profesional, también reportó desempeñar una actividad laboral.

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34

Muestra

Inicialmente se consideró que la muestra fuera de tipo probabilístico, sin embargo no fue

posible conocer toda la población de boxeadores y boxeadoras en la ciudad de Medellín, de

manera que por cuestiones de tiempo fue necesario optar por una muestra de tipo no

probabilístico o dirigida, con base en las ligas y gimnasios de boxeo a los que se podía tener

relativamente fácil acceso para realizar el estudio. Lo anterior significa que los resultados

de esta investigación no se pueden generalizar al resto de la población boxística de la

ciudad (Medellín), aunque estos si tienen un valor para la muestra en sí.

Además se utilizaron los siguientes criterios de inclusión para seleccionar a los deportistas

que participaron del estudio, para tener la certeza de que los boxeadores efectivamente

participaban de competiciones y evitar que elementos como el estado de salud y/o la

ausencia prolongada de los entrenamientos se convirtieran en un sesgo a la hora de evaluar

los resultados de la estimación de la composición corporal.

Criterios de Inclusión

Los deportistas incluidos debían cumplir con las siguientes condiciones:

-Aceptar participar del estudio.

-Tener mínimo 2 peleas amateur

-No tener problemas de salud recientes o en el momento del estudio.

-Tener constancia en los entrenamientos (criterio del entrenador).

Definición de las variables

A continuación presentamos cada una de las variables que se tomaron en cuenta para el

desarrollo del estudio, divididas en dependientes e independientes. Vale recordar que una

variable independiente es aquella que es la causa o condición antecedente de la situación

estudiada, mientras que las variables dependientes son el efecto provocado por dicha causa

(Hernández, 2010).

Para la organización de las mismas se tendrán en cuenta el nivel de medición de cada una,

que puede ser en este caso, nominal u ordinal. El nivel de medición nominal corresponde a

aquellas variables en las que sus ítems no tienen orden ni jerarquía, por lo que aquello que

se mide se ubica en una u otra categoría (que pueden ser dos o más), lo cual tan solo indica

diferencias en una o más características. Por su parte las variables cuyo nivel de medición

es ordinal tienen varias categorías que sí mantienen un orden de mayor a menor, sin

embargo, a pesar de que existe una escala de jerarquía, estas no se encuentran distanciadas

por los mismo intervalos unas de otras. Además tampoco se pueden utilizar las operaciones

aritméticas.

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35

Variables dependientes

Ordinales

Estado Nutricional

El estado nutricional se puede definir como “la condición del organismo que resulta de la

relación entre las necesidades nutritivas individuales y la ingestión, absorción y utilización

de los nutrientes contenidos en los alimentos” (FAO, s.f). Su evaluación permite conocer el

grado en que la alimentación cubre las necesidades del organismo, es decir que permite

detectar situaciones de deficiencia o exceso (Farré, 2012).

Entre los métodos más utilizados para su evaluación en deportistas se encuentran la

evaluación de la ingesta dietética y de la composición corporal.

Análisis de la composición corporal

El estudio de la composición corporal (CC) es importante para evaluar el estado nutricional

en deportistas debido a que el peso y la talla resultan insuficientes para medir sus

posibilidades de rendimiento, sin con ello decir que esos factores no sean importantes para

esa población.

Esta se define como la combinación de los componentes químicos y/o estructurales que

comprenden la totalidad del organismo (Carvajal, Deturnell, Echevarría, Martínez &

Castillo, 2011). Se puede representar a partir de diferentes modelos, que se clasifican en 5

niveles de complejidad creciente: atómico, molecular, celular, tisular y corporal total

(Farré, 2012). El modelo químico, divide el cuerpo en grasas, proteínas, carbohidratos, agua

y minerales; en el modelo anatómico, se hace referencia al tejido adiposo, al músculo, a los

órganos, huesos y otros tejidos (Lombardo & Sirias, 2007). En deporte se suelen evaluar 2

de los principales componentes de la masa o peso corporal, la masa grasa y la masa magra

(todo tejido corporal libre de grasa) pues variaciones en cualquiera de estos tejidos tiene

diferentes efectos sobre el rendimiento de acuerdo a la disciplina que se practique.

En esta ocasión se utilizó el último modelo, bicompartimental, de la CC. Para su evaluación

se recurrió a la bioimpedancia eléctrica (BIA), que es una técnica utilizada para medir la

composición corporal de un organismo basándose en la capacidad que tiene para conducir

corriente eléctrica (Rodón, Vallejo & García 2014). Al igual que la antropometría consiste

en un método doblemente indirecto, sin embargo es poco invasiva, de bajo coste y de

mayor reproductibilidad, si se le compara con otros de los métodos comúnmente usados

para este fin13. Además según Rodón et. al. (2014) se ha comprobado que algunas

variaciones de BIA son especialmente eficaces a la hora de evaluar la composición corporal

en deportistas de alto rendimiento.

13 Otros métodos para la estimación de la composición corporal son: la densitometría, la dilución isotópica, el

análisis de activación de neutrones, la absorciometría dual de rayos X (DEXA), la resonancia magnética y la

tomografía computarizada.

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36

¿Qué es la impedancia eléctrica y cómo se mide?

La impedancia se define como la oposición de un conductor al flujo de una corriente

alterna. Su medida está compuesta por dos vectores que se denominan resistencia (R) y

reactancia (Xc). La R representa la resistencia de los tejidos al paso de una corriente

eléctrica y Xc indica la oposición adicional debida a la capacitancia de esos tejidos y las

membranas celulares (lo cual se denomina componente dieléctrico) y depende a su vez de

la frecuencia de la corriente eléctrica (Alvero, Correas, Ronconi, Vazquez & Porta, 2011;

Rodón et. al, 2014). El cálculo de la impedancia en el cuerpo se hace a partir del agua

presente principalmente en el tejido magro, ya que este contiene más agua y electrolitos que

el tejido adiposo. Cabe anotar que la conductividad de la sangre o la orina es alta, la del

músculo intermedia y la de huesos, grasa o aire es baja. (Rodón et. al, 2014)

Posterior a esto los resultados de la impedancia son contrastados en función del sexo, la

altura y el peso de la persona, para así poder calcular de manera personalizada la lectura de

la CC, en este caso el porcentaje (%) de grasa corporal. Actualmente, los

impedanciómetros segmentales realizan mediciones con electrodos mano-mano o pie-pie,

normalmente con el individuo en posición de bipedestación, y todo ello siempre sujeto a las

instrucciones de cada modelo de bioimpedanciómetro y del fabricante (Alvero, et.al 2011).

Factores que influyen en la estimación de la composición corporal a partir de la

bioimpedancia eléctrica.

Al igual que otros métodos de estimación de la CC, la BIA está sujeta a una serie de

elementos como las propiedades eléctricas del cuerpo humano, su hidratación, la densidad

de los tejidos, la edad, el sexo, la ascendencia genética, y el grado de condición física, por

lo que la selección de las ecuaciones utilizadas constituye un elemento bastante relevante,

pues se debe saber si han sido válidas dentro de la población en la que se van a utilizar

(Alvero et.al, 2011; Sánchez & Barón, 2009).

En este caso se usó una balanza tetrapolar monofrecuencia (50 kHz) Modelo BP-601 de la

compañía TANITA para estimar el porcentaje de grasa de los participantes del estudio. Este

equipo ya tiene integradas las ecuaciones que determinan estos datos. Los productos de

TANITA han sido certificados por la AFNOR (Asociación francesa por la normalización)

la cual garantiza la precisión de la tecnología BIA14.

Además de lo anterior también existen una serie de condiciones que pueden alterar los

resultados de la BIA, como posición del cuerpo, el ejercicio físico, el consumo de bebidas,

comidas o alcohol, procesos menstruales, temperatura, deshidratación, condiciones clínicas

que alteren los niveles de agua y/o electrolitos (Alvero et. al, 2011)

14 Ver: http://www.tanita.com/en/why-choose-tanita/

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37

Por este motivo se deben seguir una serie de recomendaciones a la hora de llevar a cabo las

pruebas de BIA15. Para este caso se utilizó el protocolo estandarizado por González, San

Mauro, García, Fajardo & Garicano (2014) quienes utilizaron el mismo equipo para evaluar

la CC en mujeres futbolistas, el cual es bastante similar a las recomendaciones hechas por

otros autores como Alvero et. al. (2011) y Sánchez & Barón (2009):

- Ayuno de 3 horas como mínimo.

- Orinar antes de la medición.

- No haber bebido café, té o mate, ni haber realizado actividad física desde 12 horas antes

de hacer la medición.

- No ingerir bebidas alcohólicas ni diuréticos desde 24 horas antes de realizar la

impedancia.

Finalmente cabe señalar que para evaluar la talla, necesaria para realizar la medición de la

CC, se tuvo que recurrir al auto reporte de los deportistas, pues aunque inicialmente se

pensó utilizar un antropómetro Sibber–Hegner GPM (precisión ± 0,1mm), el cual inclusive

fue facilitado en una ocasión por el Laboratorio de Antropología biológica de la

Universidad de Antioquia, la intermitencia en las citas para hacer las mediciones dificultó

el proceso para el préstamo del antropómetro en otras ocasiones.

Los valores obtenidos para el peso fueron ubicados en las siguientes categorías según su

adecuación a las categorías de competencia de los deportistas.

Adecuación peso

1- De -2 kg a 1,9 kg de peso de diferencia con la categoría de competencia.

2-Diferencia de 2 a 5 kg con la categoría de competencia.

3-Diferencia de + de 5 kg con la categoría de competencia.

Por su parte los valores obtenidos para él % de grasa de los participantes se ubicaron en los

siguientes grupos de acuerdo a si se ajustaban o no a los valores de referencia utilizados.

1- Composición corporal adecuada para boxeo: % de grasa entre el 5-12% en hombres y

entre 15,4 a 16,6% en mujeres (Lombardo & Sirias, 2007 y Canda, 2010).

2- Composición corporal inadecuada: los porcentajes de masa grasa son inferiores o

superiores a los valores de referencia.

15 En este caso se omitieron las recomendaciones respecto a condiciones clínicas pues se parte de que uno de

los criterios para participar del mismo es no presentar enfermedades recientes.

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Para evaluar la masa libre de grasa se utilizaron las variables de masa grasa en kg, la masa

corporal activa en kg., y el índice de sustancia activa o AKS (por sus siglas en alemán) el

cual evalúa la cantidad de masa corporal activa (que es igual a la masa magra o libre de

grasa) en relación a la talla, el cual es comúnmente utilizado en el medio deportivo cubano

(Nortey, Vázquez, Mora, Sánchez & García, 2004; Ramírez & Cordero, 2009; González,

Gutiérrez, Piñeiro & Rojas, 2008).

La ecuación para determinar este índice fue diseñado en Alemania Oriental por Tittel y

Wutscherk, y se calcula a partir de la siguiente ecuación (Holway, 2010):

Índice AKS (g/cm3) = [masa corporal activa (g) × 100] / estatura (cm)3

Los resultados de este índice fueron analizados a partir de los valores de referencia tomados

de Holway (2010):

- Hombres: 1.01 hasta 1.55 g/cm3.

- Mujeres: 0.93 hasta 1.24 g/cm3.

Los resultados que se encontraban dentro de los valores de referencia fueron codificados

como 1, mientras los que se encontraron por fuera se codificaron como 2.

Evaluación de la ingesta dietética

La evaluación de la ingesta dietética permite conocer los patrones de consumo de alimentos

(cantidad, calidad, forma de preparación, frecuencia) e identificar alteraciones (por defecto

o exceso) en la dieta. Entre los métodos existentes para su estimación se pueden nombrar:

el recordatorio de 24 horas, los cuestionarios de frecuencia de consumo alimentario, la

pesada directa de los alimentos, el registro de consumo, entre otros (Farré, 2012).

Para este estudio se utilizó el cuestionario de frecuencia de ingesta alimentaria (CFIA)

semicuantitativo16 diseñado por Monsalve & Zapata (2011). Se eligió este método debido a

que permite tener un conocimiento mucho más profundo de la dieta usual que otros

métodos como el recordatorio de 24 horas. Además su aplicación es mucho más sencilla

pues este es un cuestionario autorreportado.

Dicho cuestionario se compone de una lista de 144 alimentos divididos en 9 grupos

(Lácteos, Huevos, Carnes, Pescados, Leguminosas y Harinas, Frutas, Verduras y

Hortalizas, Aceites y Grasas, Dulces y Postres, Miscelánea, y Bebidas) y 9 categorías de

ingesta usual durante el año17. La selección de los alimentos presentes en el cuestionario se

realizó teniendo en cuenta el Perfil alimentario y Nutricional de Antioquia, la lista de

16Existen dos tipos de CFIA, los cuantitativos y los semicuantitativos. Mientras que los primeros requieren

ayudas visuales para su diligenciamiento (para indagar el peso del alimento) los CFIA semicuantitativos

incluyen en el cuestionario el tamaño de la porción, por ende no requieren de ayudas visuales y puede ser auto

reportados. Sin embargo su uso es limitado en adultos con bajo nivel educativo, en niños y en ancianos

(Monsalve & Zapata, 2011)

17 Las frecuencias son: nunca/casi nunca, 1-3 veces al mes, 1 ves a la semana, 2-4 veces a la semana, 5-6

veces a la semana, 1 ves al día, 2-3 veces al día, 4-6 veces al día, 6 o más veces al día.

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39

alimentos y preparaciones autorizado por la UdeA y los alimentos reportados por la

población Antioqueña entre 15 y 60 años en la Encuesta Nacional de Situación Nutricional

(ENSIN) que cumplieron con el criterio de patrón de ingesta alimentaria según la definición

de Morón y Viteri18. El cuestionario también incluye preguntas abiertas para identificar

posibles alimentos y suplementos alimentarios no contemplados en la lista (Monsalve &

Zapata, 2011).

Los tamaños de referencia utilizados en el cuestionario se definieron a partir de la unidad

de medida de mayor frecuencia de ingesta por alimento reportada en la ENSIN (2005) y en

el caso de algunas preparaciones regionales como empanadas, pasteles, etc, los tamaños se

determinaron en base a la reglamentación de la Universidad de Antioquia (UdeA) sobre

pesos y medidas de los alimentos para el servicio de cafeterías al interior del campus

universitario.

Para calcular el consumo energético y de macronutrientes se convirtieron las frecuencias de

consumo de alimentos registradas en el CFIA a una unidad común de consumo de veces

por día, luego estas se multiplicaron por el peso del alimento (indicado en el CFIA) para

poder obtener la cantidad de alimento consumida por día. El valor energético y de

macronutrientes se estimó a partir del ingreso de estos datos a una base de datos construida

en Excel a partir de la Tabla de composición de alimentos Colombianos (ICBF, 2015) y la

Lista de Intercambios de la escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de

Antioquia (Manjarrés, García, Rodríguez, Arango, Uribe, Sepúlveda, Espinal, Cadavid &

Vanegas, 2016).

Los valores obtenidos fueron clasificados en las siguientes categorías de acuerdo a su

nivel de adecuación al gasto energético estimado para cada uno de los deportistas.

0- Consumo inadecuado: Se adecua al gasto energético en valores inferiores al 70%

1- Consumo bajo: Se adecua al gasto energético entre un 70% y un 90%

2- Consumo Adecuado: Se adecua al gasto energético entre un 90% y un 110%.

3- Consumo excesivo: Se adecua al gasto energético en valores superiores al 110%

En cuanto a la clasificación de consumo de macronutrientes se partió de las

recomendaciones de Pérez (2009) y Olivos et. al. (2012). Según estas recomendaciones y

partiendo del hecho de que los deportistas podían estar en diferentes periodos de

preparación (pues no todos pertenecen a un mismo grupo ni compiten en los mismos

circuitos) se establecieron los siguientes rangos como referencia para clasificar el consumo

de macronutrientes:

Proteínas: entre 1,4 y 1,7 gr/kg de peso corporal; 1,8-2 gr/kg si se está en etapa de aumento

de masa muscular.

Hidratos de Carbono: mínimo 3-5 gr/kg de peso; máximo 10 gr/kg; 12 si se está en etapa

de aumento de la masa corporal.

18 Es decir aquellos alimentos consumidos por el 30% o más de la población con una frecuencia semanal

(Monsalve & Zapata , 2011, p.1335)

Page 40: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

40

Grasas: entre 20 y 30% del total de calorías consumidas, no menos de 0,5-1 gr/kg de peso.

La adecuación o no al consumo de macronutrientes recomendado se clasificará como:

1) Ingesta inferior a lo recomendado.

2) Ingesta adecuada

3) Ingesta superior a lo recomendado.

Gasto energético: El gasto energético se define como la cantidad de energía que el

organismo gasta en las funciones vitales y el movimiento. Se obtiene a través del

metabolismo, el cual puede entenderse como una serie de reacciones y procesos físico-

químicos en los que se obtiene ATP (adenosin trifosfato) a partir de la oxidación de los

nutrientes contenidos en las reservas del organismo gracias a los alimentos ingeridos. Este

ATP, que es un compuesto de alta energía, es el encargado de transferir dicha energía para

el cumplimiento de todas las funciones vitales del organismo, y a su vez, hacer que la

energía química de los alimentos se transforme en energía mecánica para el movimiento

(McArdle & Katch, 2004 citado en Correa, 2012).

La energía producida durante el metabolismo se trasforma en calor. Así el total de la

energía liberada durante este proceso se calcula a partir de la cantidad de calor producido.

Por este motivo durante mucho tiempo se ha utilizado la caloría (cal) como unidad de

medida. Una cal seria la unidad térmica necesaria para elevar la temperatura de un litro de

agua de 14,5 C° a 15,5 C° (Giannini & Vega, s.f) Por esto, y aunque el Joul19 se reconozca

como la unidad internacional de energía, la unidad de referencia para este estudio será la

caloría.

Lo anterior quiere decir que el cálculo del gasto energético se hizo a partir de la estimación

del Gasto Calórico Total (GCT), el cual se puede definir como la cantidad de calorías que

el organismo gasta en las funciones vitales y el movimiento. Comúnmente se expresa en

función de la energía gastada en 24 horas. Para su estimación se recurrió a los MET, los

cuales se definen como el número de calorías consumidas por minuto en una actividad,

relativa al metabolismo basal (Martínez et al, 2013)

De manera que: 1 MET = 1 kcal/kg/h

Se registraron entonces los MET en una semana, es decir que a los deportistas se les aplicó

un recordatorio para registrar las actividades llevadas a cabo en una semana promedio

(incluidos los entrenamientos) el número de días que se lleva a cabo cada actividad y el

tiempo dedicado a las mismas, para obtener el promedio de MET gastados en 24 horas para

cada participante. Luego estos valores fueron multiplicados por la TMB x hora de cada

participante, para así finalmente obtener un valor estimado del GCT.

19Es la energía necesaria para desplazar una masa de un Kg a una distancia de un metro aplicando la fuerza de

Newton (Giannini & Vega, s.f)

Page 41: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

41

De manera que el GCT= TMB x hora * METS 24H

Para conocer el número de MET gastados en cada una de las actividades reportadas se

recurrió a las tablas de gasto de actividad fisca de Ainsworth et. al. (2000). Por su parte

para calcular el MB se utilizó la fórmula predictiva de Harris-Benedit pues aunque existen

métodos más exactos para calcular este componente del GCT, como por ejemplo la

calorimetría directa, la calorimetría indirecta, el agua doblemente marcada, bicarbonato

marcado, frecuencia cardíaca, detectores de movimiento, entre otros, no contamos con los

equipos para aplicarlos. Además en un estudio realizado por Bauce y Cordoba (2009) en el

que estiman el requerimiento energético para jóvenes venezolanos que realizan actividad

física a partir de 4 métodos diferentes20, el método de Harris-Benedict resultó ser el más

apropiado cuando se tienen grupos de deportistas, porque mide con más precisión el efecto

del gasto energético por actividad física.

Vale recordar que la fórmula de Harris-Bededict no mide propiamente el MB sino el Gasto

calórico en reposo (GCR), pues debido a que pocas veces los individuos se encuentran en

estado de reposo basal21, se recurre al cálculo del GCR definido como la cantidad de

calorías perdidas mientras el individuo está en reposo (Giannini & Vega, s.f). El GCR

constituye aproximadamente el 70% del gasto energético total diario en adultos sedentarios

mientras que en las personas activas físicamente representa aproximadamente el 50%

(Estévez de Oliveira y col, 2008 citado en Correa, 2012).

Harris Benedict.

GCR hombres= 66 + (peso (kg) * 13,7) + (Talla (cm) * 5) - (Edad (años) *6,8)

GCR mujeres= 655 + (peso (kg) * 9,6) + (Talla (cm) * 1,8) - (Edad (años) *4,7)

Variables Independientes

Ordinales

Ingresos económicos: los ingresos hacen referencia a las entradas económicas que recibe

una persona, una familia o una empresa. Según la actividad que realice recibirá un tipo de

ingreso, es decir que el ingreso es la remuneración que obtiene por realizar dicha actividad

(Banco de la república, s.f).

20 Métodos revisados: 1-Harris-Benedict, 2- el del Comité de Expertos de la FAO/ OMS, 3- Los valores de

referencia de energía y nutrientes para la población venezolana y 4- Las recomendaciones FAO/OMS/INN

1985

21El término MB fue propuesto por Magnus- Levy en 1899 y corresponde al gasto energético que necesita el

organismo para el mantenimiento de las funciones fisiológicas esenciales. También se define como la

cantidad de calor perdida en condiciones de ayuno de aproximadamente 10-12 horas, reposo físico y psíquico,

vigilia y neutralidad termoambiental (Correa, 2012).

Page 42: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

42

La clasificación se hizo a partir de las categorías utilizadas por el Banco Mundial para

valorar los ingresos en América latina (Ferreira, Messina, Rigolini, Lopéz, Lugo & Vakis,

2013) como son: pobre, clase vulnerable, clase media, y rico. Cada una de estas categorías

corresponde a un nivel de ingresos diarios por persona (medido en dólares valorados en

paridad de poder adquisitivo22-PPA) según los ingresos totales del hogar al que pertenece.

Los ingresos por categoría en dólares PPA y pesos son los siguientes:

Pobres: menos de 4 dólares x día (menos de 7.064 pesos x día /menos de 211.920 pesos x

mes)

Vulnerable: Entre 4 y 10 dólares x día (Entre 7.064 y 17.660 pesos x día/ entre 211.920 y

529.800 x mes)

Clase media: Entre 10 y 50 dólares x día (Entre 17.660 pesos y 88.300 pesos x día / entre

529.800 y 2.649.000 pesos x mes)

Ricos: Más de 50 dólares x día (más de 88.300 pesos x día / más de 2.649.000 pesos x mes)

En la recolección de datos se aplicó una entrevista semiestructurada en la que entre otras se

incluyó una pregunta para saber el número de personas con las que habitan los deportistas y

otra para conocer aproximadamente los ingresos totales del hogar, medidos en número de

salarios mínimos legales vigentes al mes. Esto debido a que es difícil que las personas

revelen estos datos con precisión.

Las preguntas fueron las siguientes:

- ¿Con cuantas personas vive actualmente?

- ¿Aproximadamente a cuantos salarios mínimos equivalen los ingresos totales de su

hogar? (Recuerde que el salario mínimo para el 2017 es de $737,717 pesos)

Luego de obtenidos los datos el número SMLV reportados fue dividido entre el número de

personas que habitaban el hogar, el resultado se clasificó en una de las 4 categorías

propuestas anteriormente, las cuales fueron codificadas de la siguiente manera: pobres (1);

vulnerable (2); clase media (3); ricos (4).

Ocupación y uso del tiempo: Según la RAE podemos entender por ocupación todo trabajo

o cuidado que impida emplear el tiempo en otra cosa. Por su parte, por uso del tiempo

entendemos las actividades a las que se dedica una persona en su vida cotidiana. Sin

embargo, dado que para esta investigación este factor interesa en la medida en que altere

los requerimientos nutricionales o los procesos de recuperación muscular únicamente, se

indaga sobre el uso del tiempo referido a actividades que impliquen esfuerzos físicos

22Es decir, ingresos que alcancen para comprar lo que en Estados Unidos se adquiere con 50 dólares. Según

The Big Mac Index publicado por The Economist (2016), para el momento en que se llevó a cabo la toma de

datos un dólar PPA equivalía a 1.766 pesos colombianos.

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43

moderados o intensos, diferentes al entrenamiento (desplazamiento, labores de hogar, etc.)

y al dedicado a dormir.

Para la recolección de estos datos se aplicó una entrevista semiestructurada en la que se

incluyó una pregunta con respuesta múltiple para indagar por la principal ocupación u

ocupaciones de los deportistas. En cuanto al uso del tiempo se preguntó por el número

aproximado de horas de sueño nocturno de los participantes del estudio, así como por el

número de horas a la semana dedicadas a actividades que impliquen un gasto físico

moderado o intenso, específicamente el desplazamiento, las actividades del hogar, o a la

práctica de actividad física por fuera del entrenamiento.

Las preguntas fueron:

- Dentro de las siguientes opciones marque cuál es su principal ocupación en la

actualidad.

*Estudiante.

*Trabajador

*Estudio y trabajo

*Solo Boxeo

- Normalmente cuantas horas duerme en la noche:

* -espacio para respuesta-

- Aproximadamente cuantas horas a la semana invierte en las siguientes actividades.

*Desplazamiento caminando o en bicicleta

*Oficios de hogar (Barrer, tapiar y limpieza en general)

*Práctica de deportes por fuera de los entrenamientos de boxeo.

La variable de ocupación se clasificó a partir de las categorías de cada una de las opciones

de respuesta y se codificaran así: Solo Boxeo (1), estudiante (2), trabajador (3), Estudio y

trabajo (4). Cabe señalar que en este caso se consideró esta variable como ordinal en la

medida que podemos asumir que existe una diferencia de grado entre las diferentes

ocupaciones respecto a la cantidad de ocupaciones, diferentes al entrenamiento, que suma

al día a día del deportista.

La variable uso del tiempo se dividió en las variables actividad física (diferente al

entrenamiento) y horas de sueño.

La actividad física se clasificó en las siguientes categorías:

1: más de 3 horas/día de actividad física al día.

2: entre 1 y 3 horas/día de actividad física

3: menos de una hora/día de actividad física.

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44

Por su parte el sueño se clasificó de acuerdo a las horas de sueño remendadas por

Hirshkowitz, Whiton, Albert, Alessi, Bruni, DonCarlo, Hazen, Herman, Katz, Kheirandish-

Gozal, Neubauer, O’Donnell, Ohayon, Peever, Rawding, Sachdeva, Setters, Vitiello, Ware

& Adams (2017).

1-Horas de sueño recomendadas: entre 8 y 10 horas para quienes están entre los 14 y 17

años; entre 7 y 9 para adultos jóvenes (18 a 25 años) y adultos (26 a 64 años).

2-Horas de sueño posiblemente apropiadas: entre 7 y 11 horas para quienes están entre

los 14 y 17 años; entre 6 y 11 para adultos jóvenes (18 a 25 años) y entre 6 y 10 para

adultos (26 a 64 años).

3-Horas de sueño no recomendadas: menos de 7 o más de 11 horas para quienes están

entre los 14 y 17 años; menos de 6 y más de 11 horas para adultos jóvenes (18 a 25 años) y

menos de 6 y más de 10 para adultos (26 a 64 años).

Preocupación por la imagen corporal y el peso: La imagen corporal es una construcción

que implica la forma en la que se piensa, siente, percibe y actúa en relación al propio

cuerpo (Raich, Torras & Figueras, 1996 citados en Baile, 2003). Ésta implica elementos

cognitivos, emotivos, perceptivos y conductuales del cuerpo que se tiene o que se desea

tener (Toro, Walters & Sánchez, 2012). Autores como Pruzinsky y Cash (1990) también

indican que la imagen corporal es un concepto socialmente determinado, que no

necesariamente es acorde a la realidad social del individuo y que está sujeto al cambio, ya

que varía conforme a las experiencias y etapas por las que esté pasando el individuo

(Salaberria, Rodríguez & Cruz, 2007).

Cómo indican Castrillón, Luna, Avendaño & Acosta (2007) se puede afirmar que la

preocupación por el peso y la imagen corporal es normal en la población general, sin

embargo un exceso de dicha preocupación se asocia a un mayor riesgo de padecer algún

tipo de TCA (Trastornos de la conducta alimentaria).

Actualmente existen diferentes métodos para la evaluación de la percepción de la imagen

corporal. Entre estos cabria mencionar el BQS-Body Shape Questionarie (Cooper, Tylor,

Cooper y Fairburn, 1987) que evalúa la preocupación por el peso y la imagen corporal y

puede ser utilizado para la identificación de trastornos de la imagen corporal en puntajes

elevados. Además está validado por Castrillón et. al. (2007) en población femenina

Colombiana.

Sin embargo debido a que ese cuestionario fue construido y validado exclusivamente en

población femenina no deportista, se ha decidido utilizar el CHAD-cuestionario de hábitos

alimentarios del deportista (Dosil & Diaz 2012) puesto que fue validado en ambos sexos y

en deportistas élite y amateur de diferentes disciplinas.

Dicho cuestionario se compone de 30 items distribuidos en 4 factores que valoran los

siguientes aspectos: 1-Miedo a engordar en periodos de descanso y práctica de ejercicio

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45

físico como método de pérdida de peso; 2-Malestar psíquico asociado al peso y la figura

ante comentarios de otros significativos; 3-Preocupación obsesiva por los alimentos y el

peso en relación a sus compañeros; 4-Cogniciones relativas a la satisfacción corporal y a la

autoimagen. Como opción de respuesta cuenta con una escala tipo Likert con una amplitud

de 1-6, con opción de respuesta única, donde 1= completamente en desacuerdo y 6=

totalmente de acuerdo. La puntuación máxima es de 180 y la mínima de 30, siendo 100 el

punto de corte elegido por dichos autores, es decir que por encima de dicha puntuación hay

riesgo de presentar sintomatología TCA.

Los puntajes obtenidos por los participantes se clasificaron a partir de los percentiles 25,

50, 75, 90 y 100. Un percentil es el valor de las variables a observar que está por debajo del

porcentaje que se ha dado. Por ejemplo el percentil 25 corresponde a los valores que se

encuentran por debajo del 25% del total de los valores ordenados que se han obtenido. Cada

uno de los percentiles se codificó a partir de su propio valor, así por ejemplo el percentil 50

se codificó con ese mismo número.

Preferencias y aversiones alimentarias: se refiere a la predilección o rechazo hacia

determinados alimentos. Se encuentran sujetos tanto al código cultural que constituye el

gusto de cada sociedad, como a las historias personales de los individuos que las

conforman. Es decir que se pueden encontrar tanto preferencias y aversiones alimentarias a

nivel de toda una sociedad, como preferencias y aversiones a nivel individual dentro de la

misma comunidad (de Garine, 1995).

Para la evaluación de este aspecto se aplicó una adaptación del cuestionario utilizado por

Úbeda et. al. (2010) en el que los deportistas deben indicar su gusto por 20 alimentos

ajustados al CFIA utilizando una escala de 1 a 9 donde 1 = no me gusta nada y 9= me gusta

muchísimo. De acuerdo a la puntación, se clasificó en los siguientes grupos: entre 1 y 3

“Aversión”; entre 4 y 6 “Indiferente”; entre 7 y 9 “Preferencia”. Los que a su vez se

codificaron respectivamente como 3, 2 y 1.

Conocimientos alimentarios: podemos entender este concepto como el conjunto de

prácticas y representaciones alimentarias que poseen los individuos así como los grupos a

los que hacen parte (Fischler, 2010)

En este caso sabemos que en boxeo se recurre y acepta el uso de prácticas como la

deshidratación o la restricción alimentaria con el fin de ajustar el peso para la competencia,

lo que, como ya se señaló, puede tener efectos adversos sobre el estado nutricional,

especialmente sobre la masa muscular. Por este motivo durante esta investigación al hablar

de conocimientos alimentarios se hace referencia a las prácticas y representaciones de los

boxeadores respecto a la necesidad de ajustar el peso.

Para la recolección de la información se incluyeron dentro de una entrevista

semiestructurada las siguientes preguntas abiertas.

1) En qué peso suele competir.

2) En competiciones pasadas, ¿cómo ha dado el peso?

3) Actualmente cómo pretende dar el peso para la competencia.

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46

4) ¿Qué efectos sabe o cree que tienen en el cuerpo la deshidratación, dejar de comer bien,

o el comer en exceso?

Luego, según sus respuestas, se agrupará a los deportistas en los siguientes grupos,

codificados con los números señalados en la definición de cada uno.

1) Conocimientos alimentarios adecuados. Cualquier conocimiento que en teoría

permita alcanzar el peso de competencia sin afectar mucho la composición corporal o el

estado de salud. Es decir adaptar con suficiente tiempo la dieta y las cargas de los

entrenamientos a la necesidad que se tenga, sea esta aumentar o reducir el peso.

Además de tener alguna noción sobre los riesgos que implica la utilización de prácticas

inadecuadas para el control del peso.

2) Conocimientos poco claros: En esta categoría se ubicaron los deportistas que no

conocen las consecuencias de utilizar prácticas inadecuadas para el control del peso,

pero cuyos conocimientos alimentarios no se encuentras orientados a hacer uso de

dichos métodos para ajustar el peso.

3) Conocimientos alimentarios inadecuados. Aquellos deportistas que desconocen del

todo las consecuencias de recurrir a prácticas inadecuadas para el control del peso

corporal y cuyos conocimientos están orientados al uso de las mismas para controlar el

peso.

Nominales

Género: La OMS (2015) define el género como aquellos conceptos sociales de los

comportamientos, funciones, atributos y roles que cada sociedad considera apropiados para

los hombres y las mujeres. Tales diferencias pueden generar desigualdades entre los

géneros, es decir ente hombres y mujeres, favoreciendo a uno de los grupos. Para este caso

se tiene conocimiento de que las mujeres tienen menor remuneración económica que los

hombres (Vásquez, 2016; Escuela Nacional Sindical, 2015), así como que la mujeres

deportistas son objeto de una mayor presión por mantener un peso y una figura acordes a la

concepción social de belleza que sus pares masculinos (Dosil & Diaz, 2012; Dosil et al,

2012; Alfonseca, 2006).

Para la recolección de esta información se incluyó dentro de una encuesta semiestructurada

la siguiente pregunta:

- Cuál es su género ( marque con un X su respuesta)

Hombre:

Mujer:

Hombre se codificara como 1 y Mujer como 2.

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47

Análisis de resultados.

Todos los datos fueron ingresados al programa SPSS 24.0 a partir de los códigos definidos

anteriormente. Se aplicaron estadísticos descriptivos a cada una de las variables, y

posteriormente, para evaluar la correlación entre las condicionantes socioculturales

(variables independientes) y el estado nutricional (variables dependientes) de los

participantes del estudio, se utilizó la prueba de correlación de Spearman, que permite

obtener un coeficiente de asociación entre variables cuantitativas que no se comportan

normalmente, y entre variables ordinales. Se calcula en base a una serie de rangos

asignados, y sus valores van de -1 a 1, siendo 0 el valor que indica no correlación, mientras

que los signos indican correlación directa o inversa (Lizama, Boccardo, Díaz, García, León,

Ruiz & Torres, 2014).

En ese sentido, para evaluar el coeficiente de correlación se debe tener en cuenta la

siguiente tabla:

Tabla.2 Coeficiente y niveles de correlación (Lizama, Boccardo, Díaz, García, León,

Ruiz & Torres, 2014)

Valor coeficiente de correlación Nivel de correlación

Entre 0 y 0,2 Mínima

Entre 0,2 y 0,4 Baja

Entre 0,4 y 0,6 Moderada

Entre 0,6 y 0,8 Alta

Entre 0,8 y 1 Muy Alta

Otro aspecto que se debe considerar a la hora de interpretar la prueba de correlación, es el

nivel de significación, cuyo valor indica si existe o no asociación entre las variables. En

este caso se trabajó con un nivel de confianza del 95%, es decir que existe un 5% de

probabilidad de equivocarse, de manera que valores menores o iguales a 0,05 en la

significación corroboran que existe asociación entre las variables analizadas. Pero si la

significación es mayor no se puede indicar que haya asociación entre las variables porque la

probabilidad de equivocarse es más alta que el nivel de confianza establecido (Lizama et al,

2014).

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48

Capítulo 3. Resultados

Fase.1-Descriptiva

Características del grupo

El grupo estuvo compuesto por 15 deportistas, 7 pertenecientes a la liga Medellín de boxeo,

3 adscritos al equipo de competencia de la academia MMA Colombia y 5 a la liga

antioqueña de boxeo. Solo 1 de los participantes es peleador profesional, los demás se

identificaron como amateur.

Cabe aclarar que los deportistas pertenecientes a la academia MMA Colombia entrenan y

participan de competiciones de Artes Marciales Mixtas (MMA por sus siglas en inglés) sin

embargo como parte su preparación incluyen entrenamientos de boxeo, y en ocasiones

compiten en circuitos de este deporte (torneos, exhibiciones, fogueos, etc.). Con base a

esto y a que cada vez se encuentran más peleadores que migran de diferentes disciplinas de

combate a las MMA y/o combinan la competición en ambas modalidades, se consideró

correcto incluir a estos individuos dentro del grupo estudiado.

A continuación se describen las características sociodemográficas del grupo:

Género.

Gráfico 1

El género de los participantes coincidió con los sexos socialmente asociados a cada uno de

los roles de género. Es decir que los participantes del sexo masculino se identificaron como

hombres, y las del sexo femenino como mujeres. Obteniendo una relación numérica de 12

hombres y 3 mujeres (Gráfico 1)

0

2

4

6

8

10

12

14

Hombres Mujeres

Hombres Mujeres

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49

Edad.

Tabla.3- Edad.

Media +/- DS 23 +/- 6

Mediana 22

Mínimo

16

Máximo

37

El promedio de edad del grupo +/- la desviación estándar fue de 23 años +/- 6. Igualmente

la mediana y los valores mínimo y máximo nos indican que el 50% del grupo tenía edades

comprendidas entre los 16 y 22 años y el otro 50% entre los 22 y los 37 años.

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50

Clasificación socioeconómica.

Gráfico 2

La totalidad del grupo estudiado se ubicó en 2 de las categorías socioeconómicas

previamente establecidas. El 33% se ubicó en la categoría vulnerable, es decir que tienen

ingresos mensuales desde 211.920 a 529.800 pesos, mientras que el 67% restante tiene

ingresos entre 529.800 y 2,649.000 pesos mensuales, por lo que se ubicó dentro de la

categoría clase media (grafíco.2). Cabe resaltar que dentro de ambos grupos se encontraron

variaciones considerables en lo que respecta a los ingresos, especialmente en la categoría

clase media la cual tiene un rango más amplio.

0

2

4

6

8

10

12

Clasificación Socioeconómica

Pobre Vulnerable2 Clase Media Rico

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51

Ocupación

Gráfico 3

Solo 1 persona (7%) se dedicaba exclusivamente a la práctica de boxeo (aunque no se trata

del deportista profesional) mientras que el resto del grupo tenía como principal ocupación

una actividad laboral (20%); el curso de estudios secundarios o de educación superior

(53%); o el desarrollo de ambas, estudio y trabajo, de manera conjunta (20%).

0

2

4

6

8

10

Ocupación

Estudiante Trabajador Estudia y trabaja Solo boxea

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52

Uso del tiempo: horas de actividad física diarias por fuera de los entrenamientos.

Gráfico 4

Más de la mitad (60%) realiza entre 1 y 3 horas de actividad física extra, el resto del grupo

realiza menos de una hora diaria (27%) o más de 3 horas de actividad física diarias (13%).

Cabe aclarar que en el caso de los deportistas dedicados a practicar MMA, no se tuvieron

en cuenta como horas extra los entrenamientos de otras disciplinas de combate diferentes al

boxeo, pues en su caso esa es su principal actividad física. Sí se tuvieron en cuenta otros

deportes que no fueran de combate y que se desarrollaran por fuera de los entrenamientos

regulares.

0

2

4

6

8

10

Actividad física

Menos de una hora/día de actividad física.

Entre 1 y 3 horas de actividad física

Más de 3 horas de actividad física al día.

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53

Uso del tiempo: horas de sueño.

Gráfico 5

40% del grupo descansa según las recomendaciones de sueño nocturno para sus respectivos

grupos de edad, y un 33% duerme una cantidad de horas que pueden ser apropiadas

dependiendo la persona, aunque no cumplen con el tiempo recomendado. Sin embargo el

27% de los participantes duerme una cantidad de horas poco apropiadas de acuerdo a las

referencias utilizadas.

0

1

2

3

4

5

6

7

Horas de sueño

Horas de sueño recomendadas Horas de sueño posiblemente apropiadas

Horas de sueño no recomendadas

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54

Conocimientos alimentarios

Gráfico 6

Ninguno de los participantes se ubicó dentro de la categoría “conocimientos alimentarios

inadecuados”, ya que nadie reportó como opción para dar el peso de competencia algún

método inadecuado de control del peso corporal. El grupo se ubicó entonces en las dos

categorías restantes, el 73% en la categoría conocimientos alimentarios adecuados, pues

además mostraron tener claridad respecto a las consecuencias que pueden tener estos

métodos sobre el rendimiento y salud del deportista, y el 27% restante en la categoría

conocimientos alimentarios poco claros, ya que no tenían mucha certeza respecto a este

último aspecto.

0

2

4

6

8

10

12

Conocimientos alimentarios

Conocimientos alimentarios inadecuados

Conocimientos alimentarios adecuados

Conocimientos poco claros.

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55

Percepción de la imagen corporal y el peso.

Gráfico 7

El puntaje más alto obtenido por los participantes en el CHAD (cuestionario de hábitos

alimentarios del deportista; Dosil & Diaz, 2012) fue de 121, el menor de 46 y el puntaje

medio de 70 (de 180 posibles).

Para establecer los percentiles se estableció un puntaje máximo de 130 como percentil 100,

y partir de éste se calcularon los demás percentiles, de manera que el percentil 25

correspondió a los puntajes menores a 33 puntos, el 50 menores a 65, el 75 menores a 98 y

el 90 menores a 117. Como detalla el gráfico 7 más de la mitad del grupo (47%) obtuvo

puntajes que se ubicaron entre los percentiles 50 y 75, mientras que ningún puntaje se ubicó

en el percentil 25 , y solo 1 se ubicó en los percentiles 90 y 100 respectivamente.

Además de lo anterior es importante destacar que a diferencia de lo encontrado por Dosil &

Díaz (2012) en nuestro caso las mujeres presentaron un puntaje promedio muy similar al de

los hombres (78 y 75 respectivamente) aunque la desviación estándar en las mujeres (+/-

39) fue mucho mayor que la de los hombres 17,25). De manera que no podemos plantear

que para el caso evaluado las mujeres en tanto grupo tengan una peor percepción corporal

de sí mismas y un mayor riego de presentar TCA respecto a sus compañeros hombres.

0

1

2

3

4

5

6

7

8

percentiles

25 50 75 90 100

Page 56: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

56

Tabla.4- Preferencias y aversiones alimentarias

Alimento Preferencia

%

Indiferencia % Aversión

%

Puntaje

Leche 67 27 7 7 (2-9)

Yogurth 73 13 13 8 (3-9)

Queso -cuajada 80 13 7 9 (1-9)

Carnes 87 13 9 (4-9)

Pescado 67 27 7 8 (3-9)

Derivados cárnicos 53 47 0 7 (5-9)

Mariscos 60 13 27 7 (1-9)

Leguminosas 80 13 7 8 (2-9)

Pan 67 27 7 8 (3-9)

Arepa 53 33 13 7 (1-9)

Fritos 47 47 7 6 (3-9)

Pasta 80 7 13 7 (2-9)

Arroz 60 27 13 7 (3-7)

Tubérculos 67 20 13 8 (2-9)

Frutas 100 0 0 9 (7-9)

Verduras y

hortalizas

80 13 7 8 (1-9)

Dulces y postres 73 20 7 8 (2-9)

Frutos secos 67 27 7 8 (1-9)

Aguacate 73 20 7 9 (1-9)

Huevo 80 20 0 9 (5-9)

Los puntajes asignados a cada alimento del cuestionario de preferencias y aversiones

alimentarias se organizaron en las categorías previamente establecidas: Aversión si el grupo

se puntuaba entre 1 y 3; Indiferencia entre 4 y 6; y Preferencia entre 7 y 9. Los datos están

expresados como mediana y rango.

El grupo con mayor puntaje fue el de las frutas (100% preferencia) y el de menor el de los

fritos (puntaje de 6). Las carnes, el huevo, las verduras y las hortalizas, el queso y las pastas

también obtuvieron puntajes altos (preferencia por el 80% o más del grupo) mientras que

los derivados cárnicos y el pan solo obtuvieron puntajes similares del 53% del grupo.

Page 57: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

57

Tabla. 5- Composición corporal

Talla

(cm)

Peso

(K.g)

% grasa

(total

grupo)

% grasa

(Hombres)

% grasa

(Mujeres)

Índice AKS

(total

grupo)

Índc. AKS

(hombres)

Índc. AKS

(Mujeres)

Media +/- DS

169,06

+/- 6,44

65,48

+/-

11,79

13,15

+/-5,32

11,95 +/-

5,18

17,9 +/-

2,59 1,17 +/- 0,11

1,18 +/-

0,11

1,13 +/-

0,13

Mediana

171 60,9 15,3 11,3 17,4 1,19 1,21 1,1

Min.

160 50,4 5 5 15,7 0,94 0,94 1,01

Max.

180 92 20,8 18,5 20,8 1,38 1,38 1,28

La tabla. 3 resume los resultados de la evaluación de la composición corporal de los

participantes del estudio. Las medidas se presentan como mediana +/- la desviación

estándar, mediana y los valores mínimo y máximo.

Debido a que el grupo estuvo compuesto por hombres y mujeres, los valores de porcentaje

(%) de grasa e índice AKS se presentan de manera diferenciada para cada uno, pues su

análisis así lo requiere, ya que poseen distintos valores de referencia.

Respecto al peso de los participantes encontramos que el 33% presenta una diferencia de

peso entre -2 y 1,9 kg respecto a la categoría de competencia, 33% se encuentran entre 2 y

5 kg de peso por encima de la categoría de competencia reportada y 33% restante se

encuentran más de 5 kg por encima del peso de competencia (Tabla. 6)

En cuanto a los valores del porcentaje (%) de grasa corporal se encontró que el promedio de

los atletas hombres estaba en el límite de los valores de referencia (entre 5 y 12%), mientras

que el promedio de las mujeres se encontraba por encima del rango establecido para las

divisiones menores a 63,5 kg. Además en el gráfico 8 se dividió el grupo estudiado en

relación al porcentaje de grasa obtenido individualmente y su adecuación a los valores de

referencia utilizados. Como resultado se observa que el 53% de los deportistas obtuvieron

medidas dentro de lo esperado para boxeadores, y el 47% tuvo medidas por fuera de las

recomendaciones de porcentaje de grasa para este deporte.

Por último, en relación al índice AKS se halló que los promedios de ambos grupos

(hombres y mujeres) estaban dentro de los valores de referencia (Tabla. 5). Solo 2 valores,

el mínimo en el caso de los hombres (0,94) y el máximo en el de las mujeres (1,28) se

ubicaron por fuera de lo esperado. Es importante recordar que como señala Ramírez (2009)

en boxeo este parámetro no requiere ser tan alto como en otros deportes de combate,

incluso se encuentran medallistas olímpicos y mundiales con índices de 0,99 y 1, aunque en

esos casos deben manejar un estilo de larga distancia, estilista.

Page 58: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

58

Tabla .6

Diferencia en Kg entre peso y

categoría de competencia

Entre -2 y 1,9 kg

por encima de la

categoría de

competición

5

De +2 a+5 kg 5

Más de +5 kg 5

Adecuación valores de referencia % de Grasa

.

Gráfico 8

6,4

6,6

6,8

7

7,2

7,4

7,6

7,8

8

8,2

% de grasaEntre los valores de referencia

Page 59: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

59

Tabla. 7- Gasto calórico e Ingesta dietética

Gasto

cal. En

reposo

Gasto

calórico

total

Ingesta

Calórica

Promedio

Proteínas:

consumo

gr/kg de

peso

Hidratos de

carbono: consumo

gr/kg de peso

Grasas:

consumo

gr/kg de

peso

Media +/-

DS

1626 +/-

206

2856 +/-

607

3146 +/-

997 1,9 +/- 0,68 6,5 +/- 2,51 1,7 +/- o,58

Mediana 1566 2692 3177 1,75 5,81 1,8

Mínimo 1371 2096 1732 1,05 2,39 0,95

Máximo 2076 3896 5262 2,81 10,8 2,83

La tabla.4 resume la información resultante de la estimación del gasto calórico en reposo y

total del grupo estudiado, así como del consumo calórico y de macronutrientes promedio.

Los datos se muestran a partir de la media +/- la desviación estándar, la mediana, y los

valores mínimo y máximo.

Según el cálculo, el promedio del gasto calórico en reposo para el grupo fue de 1.626 cal,

mientras que el del gasto calórico total fue de 2.856 cal, ligeramente inferior a la ingesta

calórica promedio del grupo que fue de 3.146, aunque se adecua en un 110% a este valor.

En cuanto a los promedios de consumo de los macronutrientes, se observa que hay un

consumo elevado de proteínas y grasas, y normal de hidratos de carbono.

Page 60: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

60

Adecuación ingesta calórica al gasto calórico total.

Gráfico 9

El 33% del grupo reportó un consumo excesivo de calorías, aunque una requería subir de

peso para una competición en un mes. Como esta persona con su ingesta no excedía el

límite semanal que recomiendan autores como Pérez (2009) que es de 1 kg x semana, se

interpretó como un consumo adecuado.

Por otra parte el 47% del grupo reportó una ingesta calórica adecuada a su gasto energético,

y el 20% reportó una ingesta baja respecto a su gasto calórico. Sin embargo en estos casos

se trataba de peleadores que necesitaban bajar de peso, por lo que interpretamos estos

valores como adecuados pues la restricción energética no era excesiva (se adecuaba entre

un 70 a 90% del gasto calórico)

No hubo deportistas cuya ingesta se adecuara por debajo del 70% al gasto energético, por lo

que a ninguno se le ubicó en la categoría de consumo inadecuado.

0

1

2

3

4

5

6

7

8

Adecuación de la ingesta al gasto energético total

Consumo excesivo Consumo Adecuado Consumo bajo Consumo inadecuado

Page 61: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

61

Adecuación ingesta de macronutrientes.

Gráfico 10

En cuanto a la adecuación del consumo de macronutrientes a los valores de referencia

utilizados, encontramos que para el caso de las proteínas el 27% tuvo un consumo

adecuado, el 47%% tuvo un consumo por encima de lo recomendado y el 26% tuvo un

consumo bajo respecto a lo recomendado para deportes intermitentes como el boxeo

(menor a 1,3 gr/kg de peso). Por su parte para el grupo de los hidratos de carbono el 93%

reportó un consumo adecuado, y solo el 7% un consumo bajo (menor a 3 gr/kg de peso). Es

importante precisar que aunque esta correspondía a una de las personas que necesitaban

bajar de peso, el bajo consumo de HC si puede afectar el rendimiento del peleador en los

entrenamientos debido a que dificulta la reposición del glucógeno muscular, por lo que en

este caso no lo interpretaremos como un valor óptimo. Finalmente respecto a las grasas

encontramos que solo el 33% de los participantes tenía un consumo adecuado de este

macronutriente, mientras que el 67% reportó un consumo por fuera de lo recomendado

(superior al 30% de la ingesta calórica total).

0

2

4

6

8

10

12

14

16

Adecuación al consumorecomendado de proteinas

Adecuación al consumorecomendado de hidratos de

carbono

Adecuación al consumorecomendado de grasas

Consumo adecuado Consumo por encima de las recomendaciones

Consumo por debajo de las recomendaciones

Page 62: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

62

Fase 2-Correlacional.

Tabla.8- Pruebas de correlación significativas en el nivel 0,05 (bilateral)

Variables Coeficiente de

correlación

Significación

(Bilateral)

Adecuación del peso y preferencia

dulces

0,561 0,03

Adecuación del peso y preferencia

Arroz

-0,626 0,013

Adecuación % de grasa corporal y

preferencia Dulces

0,639 0,01

Ingesta Calórica Promedio y

preferencia Arepa

-0,542 0,037

Ingesta de P y preferencia Leche

0,517 0,049

Ingesta de G y Horas de actividad

física (fuera de los

entrenamientos)

-0,542 0,037

La tabla muestra las pruebas de correlación que resultaron estadísticamente significativas

(significación menor a 0,05). De estas las que más probabilidad tienen de ocurrir en la

realidad son la asociación entre las variables Adecuación del peso y la preferencia por el

arroz, y la Adecuación % de grasa corporal y la preferencia por los Dulces, pues presentan

valores cercanos a 0 en la significación bilateral.

Además en la tabla también podemos observar los puntajes de los coeficientes de

correlación, los cuales nos indican el grado y la dirección de la asociación entre las

variables. De acuerdo con esto las variables Adecuación al peso de competencia y

Preferencia por los dulces presentan un nivel de correlación moderado, y positivo es decir

que a mayor preferencia por los dulces más van a ser los kilos de diferencia entre el peso

del deportista y el de la categoría de competencia.

En las variables Adecuación del peso y preferencia por el Arroz, el coeficiente de

correlación muestra una correlación alta y negativa, o inversa, es decir que a menor

preferencia por el arroz, más son los kilos de diferencia entre el peso del deportista y el de

la categoría de competencia, y viceversa.

Page 63: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

63

Esto resulta extraño en tanto sería más factible suponer que quienes prefieren el arroz,

tienen pesos más altos respecto a su categoría de competencia, pues éste es un alimento con

una densidad energética considerable. Sin embargo según la información recolectada en los

cuestionarios de frecuencia alimentaria, evidenciamos que la preferencia por ese alimento

no afecta su consumo pues en general todos lo comían (aunque en diferentes frecuencias

claro está) lo cual es entendible partiendo de que es un alimento base en Antioquia y otras

regiones del país. Además según esta información podemos suponer que en los casos que

hay menor aceptación del arroz, este puede ser remplazado por otros alimentos no

necesariamente con menor carga calórica.

En cuanto al coeficiente de correlación de las variables Adecuación % de grasa corporal y

preferencia por los, este puede interpretarse como un grado de correlación alto y positivo,

lo que quiere decir que a mayor gusto por los dulces, más probable es que el deportista

presente valores de grasa corporal por fuera de las referencias de % de grasa para boxeo

utilizadas en este estudio. Esto nos lleva a pensar que el gusto por los dulces si se refleja en

un consumo regular de estos alimentos, lo cual llevaría a que los deportistas presenten un

balance energético positivo respecto a la relación entre calorías gastadas y consumidas.

Por otra parte vemos que las variables Ingesta Calórica promedio y preferencia por la

Arepa, presentan una correlación moderada y negativa, es decir que a menor preferencia

por la arepa más alta es la ingesta calórica del deportista en relación a su gasto energético y

viceversa.

Al igual que con el arroz esto resulta extraño si se parte del hecho de que la arepa es un

alimento base en Medellín, que también aporta una buena cantidad de calorías, por lo que

sería más factible pensar que a mayor gusto por la arepa mayor será la ingesta calórica. Sin

embargo según la información que registraron los deportistas en el Cuestionario de

frecuencia alimentaria, la arepa por lo general solo se consumía 1 vez al día, y teniendo en

cuenta la información arrojada por la tabla, indica que este alimento no influye mucho en el

balance energético de los deportistas.

Seguido a esto se observa que la correlación entre las variables Ingesta de P y preferencia

por la leche Leche es moderada y positiva, es decir que a mayor preferencia por la leche

mayor es la ingesta de proteínas. Situación que es razonable en la medida que la leche es un

alimento rico en proteínas cuyo consumo aumentaría el total de gr consumidos de este

nutriente.

Finalmente las variables ingesta de G y horas de actividad física muestran una correlación

moderada y negativa, lo que quiere decir que a mayor actividad física, menor consumo de

grasas y viceversa.

Las demás pruebas, en las que no se encontró asociación (significación mayor a 0,05) se

presentan en los anexos. Además para el caso de la variable género no se llevaron a cabo

pruebas de asociación debido a que la muestra de las mujeres era de un tamaño muy

pequeño (n=3) y se consideró que constituye un sesgo a la hora de interpretar los

resultados. Igualmente sucedió con la variable ingesta de HC, pero en ese caso debido a que

está presentaba una variación mínima la cual hacia que no se esperase ninguna correlación

positiva entre está y cualquiera de las variables independientes.

Page 64: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

64

Discusión

Fase 1-Descriptiva.

Tras observar los resultados de la fase descriptiva del estudio se corroboró un elemento

evidente, el boxeo sigue siendo un deporte de predominancia masculina, por lo que en

posteriores estudios en los que se pretenda realizar análisis por sexo, o por género, sería

recomendable hacer un muestreo más exhaustivo de la población femenina, de manera que

se puedan obtener resultados que no estén sesgados por el tamaño de la muestra.

En cuanto a la clasificación socioeconómica del grupo, se puede observar que los sectores

sociales que conforman el grupo evaluado, según las clasificaciones socioeconómicas del

banco mundial, se ubican dentro de las clases económicas vulnerables y clase media,

aunque esta última categoría debido al rango presentado (entre 529.800 y 2.649.000 pesos x

mes) se puede decir que incluye lo que coloquialmente se le llama clase social media y

clase social media alta.

Lo anterior es acorde a situaciones como las encontradas por Wacquant (2004) durante su

estadía en un gimnasio del Gueto de Chicago (Estados Unidos) en la que describe que los

boxeadores no son los más pobres, pues aunque viven en el gueto tienen un mínimo de

estabilidad laboral y familiar, que precisamente les permite boxear (p.54-60). Pero también

menciona que al revisar datos y relatos originales sobre boxeadores encontró que parecía

ser que “la extracción social de los boxeadores, en lugar de bajar, asciende ligeramente a

medida que subimos en la jerarquía pugilística” (p.57). A esto se le añade el hecho de que

el boxeo y los deportes de combate recientemente han comenzado a cobrar popularidad

como una alternativa de actividad física en la ciudad (Medellín), de manera que algunas

personas de extracción social alta pueden terminar enroladas en el mundo de los ensogados,

lo cual incluso es facilitado por su capacidad económica. Aspecto que también observó, en

su momento, el profesor francés durante su experiencia en Chicago y que se encuentra

descrito en las páginas citadas.

Por otra parte lo encontrado en este grupo se diferencia en parte de lo observado por

Quitían (2010), quien trabajó con un grupo de 12 boxeadores pertenecientes a la Liga de

boxeo de Bogotá (aunque solo 3 habían nacido en la ciudad) quienes se ubicaban en su

totalidad, según el autor, dentro de las clases socioeconómicas menos favorecidas. Esto

puede deberse al tipo de muestra utilizada por dicho investigador quien no tuvo en cuenta

gimnasios donde la procedencia socioeconómica de los púgiles pudiera ser más alta que la

encontrada en su caso. Igualmente la diferencia en la metodología de los estudios también

puede explicar estas diferencias.

Respecto a la ocupación de los deportistas los resultados se ajustaron a la situación descrita

en el marco metodológico, donde se manifestó que debido al nivel en el que se practicaba

así como al nivel de financiación existente en la ciudad hacia esta disciplina, la mayor parte

de los deportistas no se dedican 100% a esta actividad. Por otra parte el hecho de que más

de la mitad de los deportistas sean estudiantes se debe en gran medida a la edad media del

grupo, pues una buena parte de éste se encuentra representado por estudiantes universitarios

y de secundaria. Situación que también indicaría que la ocupación laboral es un limitante

Page 65: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

65

para la práctica competitiva de este deporte, lo cual también es mencionado por Wacquant

(2004) tras su experiencia en Chicago.

En relación a lo anterior observamos que los deportistas realizan una cantidad considerable

de actividad física extra a los entrenamientos (60% realiza entre 1 y 3 h, y 13% más de 3 h)

Lo cual puede darse de esa manera en la medida que a diferencia de deportistas

profesionales que pueden tener hasta 3 sesiones de entrenamiento diario, la gran mayoría de

los participantes (boxeadores amateur) complementan el boxeo con otras actividades como

trotar, calistenia o gimnasio. Además deben realizar algunas o varias actividades de

limpieza en sus hogares, y varios caminan o utilizan bicicleta como medio de transporte.

En cuanto a las horas de sueño reportadas por los deportistas es relevante el hecho de que el

60% duerme menos de lo recomendado para su grupo de edad, ya que de acuerdo a la

actividad física realizada (no solo la del entrenamiento) lo esperado sería que todos

durmieran una cantidad de horas suficientes, pues lo contrario puede suponer efectos

negativos sobre el rendimiento y diferentes funciones biológicas (Duran, Arroyo, Varas,

Herrera, Moya, Robledo & Valdés, 2015; Samuels, 2008; Relly & Edwars, 2007; Malhotra,

2017). Sin embargo esto no sorprende en la medida que los participantes tienen otras

ocupaciones que pueden interferir con los tiempos de sueño. Además esta situación es

común en deportistas, pues es similar a la encontrada por Duran et. al. (2015) que estudió la

calidad del sueño, la somnolencia y el insomnio en deportistas paralímpicos de élite

chilenos, de los cuales solo el 33,3% dormía las horas correspondientes. Igualmente en un

estudio con atletas de preparatoria Estadounidenses más del 80% tenía poca calidad de

sueño (Swinbourne, Gill & Vaile & Smart, 2016). Y en otro estudio con atletas

profesionales de Rugby y Criket, el 50% reportó una mala calidad de sueño (Samuels,

2008).

Respecto a los conocimientos alimentarios evaluados no se identificó una disposición al

uso de métodos inadecuados de control del peso corporal (situación frente a la cual se

manifestó como primera opción la adecuación de la dieta y el aumento de la intensidad o

cantidad de los entrenamientos) y en general se observó un conocimiento aceptable acerca

de las consecuencias de utilizar métodos inadecuados para ajustar el peso a las categorías

de competencia. Sin embargo fue evidente durante la experiencia de investigación que

existen vacíos respecto al cómo alimentarse debidamente, de manera que ésta se convierta

en una ayuda ergogénica23 o que por lo menos no afecte de manera considerable el

rendimiento en los entrenamientos ni el performance competitivo. Así mismo se observó un

distanciamiento entre los conocimientos mencionados y el estado nutricional que

presentaban los deportistas, quienes reportaron un consumo elevado de proteínas y grasas.

Esto es acorde a la condición que se enunció inicialmente en este estudio cuando se

manifestó la existencia de un conjunto de conocimientos y prácticas acerca de la

alimentación en deportes de combate, que no necesariamente están de acuerdo o no

terminan de ajustarse del todo a las recomendaciones generadas desde la investigación en

nutrición. Además es similar a los situaciones encontradas por otros autores como

Lombardo & Sirias (2007) en boxeadores Panameños, o Morales (2010) en la selección

Colombia de canotaje, quienes identificaron la necesidad de que los deportistas y/o los

23 Es decir una ayuda para mejorar el rendimiento físico (Santesteban & Ibáñez, 2017)

Page 66: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

66

entrenadores tengan ciertos conocimientos respecto a las necesidades nutricionales de sus

respectivos deportes en aras del mejoramiento atlético y la prevención de la salud de los

competidores.

En cuanto a los puntajes obtenidos por los deportistas en el CHAD, solo dos personas

tuvieron puntajes por encima de 100, lo cual indica que la gran mayoría de participantes

tiene una buena percepción de su peso e imagen corporal. Sin embargo los individuos que

obtuvieron puntajes por encima de 100, de acuerdo a lo planteado por Dosil & Diaz,

(2012), tienen riesgo de presentar sintomatología TCA, pues superaron el puntaje de corte

elegido por estos autores. Además es interesante el hecho de que las mujeres obtuvieron un

puntaje promedio similar al de los hombres, lo cual podría evaluarse en una muestra más

grande en posteriores investigaciones, pues podría ser que en deportes de combate como el

boxeo a diferencia de deportes donde prima la estética, la percepción de la imagen y el peso

corporal no presente diferencias significativas entre géneros.

Por otra parte, los resultados del cuestionario de preferencia y aversiones alimentarias que

se aplicó, son similares a la situación que se describió respecto a los conocimientos

alimentarios, pues el hecho de que alimentos o grupos de alimentos ricos en grasas

saturadas como los fritos o lo derivados cárnicos hayan tenido una preferencia de tan solo

el 47% y 53% del grupo y que otros como las frutas y las verduras hayan obtenido

preferencias del 100% y el 80% respectivamente, evidencia que las preferencias de los

participantes se ajustan de alguna forma a lo que coloquialmente se considera como

saludable. Situación que supondría un beneficio para aquellos que deben controlar su peso

para las competencias. No obstante los resultados de la evaluación de la ingesta dietética,

sobre los cuales hablaremos a continuación, demuestran que a pesar de esto la mayoría de

los participantes presentan una ingesta por encima de lo recomendado de algunos

macronutrientes, lo que supondría que el consumo real de alimentos no se ajusta a las

preferencias indicadas por el grupo en el cuestionario aplicado.

Por ejemplo, se observó que la ingesta de proteínas promedio del grupo fue de 1,9 gr x kg

de peso, consumo bastante alto (aunque no se realizó una distinción entre el valor biológico

de las diferentes fuentes de donde provenían) si se considera que las recomendaciones para

deportes intermitentes como el boxeo están entre 1,4 y 1,7 gr/kg de peso cuando la

intensidad del entrenamiento es alta y no se pretende aumentar o disminuir el peso corporal.

Así mismo en el caso de las grasas 67% de los participantes reportaron consumir más del

porcentaje recomendado, el cual corresponde al 30% de la totalidad de las calorías

consumidas.

Lo anterior puede presentarse debido a que un consumo alto de proteínas generalmente se

asocia en la mayoría de las dietas occidentales (a excepción de cuando se administra de

manera aislada) a una elevada ingesta de grasas, presentes en los alimentos cárnicos o

derivados animales (Aparicio, Nebot, Heredia & Aranda, 2010). Esta situación no

necesariamente representa problemas de salud, pues no existe un consenso acerca de si un

consumo elevado de proteínas tiene efectos nocivos sobre la salud, específicamente sobre el

metabolismo óseo y la función renal (Aparicio et al, 2010; Pivetta, Borgatello, Bove &

Fernández, 2013; y Pérez, 2008): de hecho la Sociedad Internacional de Nutrición

Deportiva (ISSN) indica que cuando hay un balance adecuado de nutrientes, el consumo

elevado de P no es perjudicial ni para la función renal ni para el metabolismo óseo. Además

Page 67: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

67

“el ejercicio se presenta como una herramienta reguladora de los efectos negativos que esas

dietas pudieran ocasionar al fomentar un mejor perfil lipídico, reducir la inflamación renal, mejorar la

ratio de filtración glomerular y estimular el fortalecimiento óseo” (Aparicio, et. al, 2010, p.157), lo

cual también compensaría hasta cierto punto el elevado consumo de grasas cuando las P no

se consumen de forma aislada. No obstante autores como Friedman (2004) o Aparicio et. al.

(2010) opinan que como la insuficiencia renal crónica es una enfermedad silenciosa, cualquier persona

antes de asumir una dieta alta en P se debería realizarse una analítica de orina.

A pesar de lo anterior existe un consenso acerca de que más de 2 gr/kg de P no aportan un beneficio

adicional a la ganancia de masa muscular, pues a partir de esta cantidad no se obtiene un mayor efecto

anabolizante (Pérez, 2009). Además en la mayor parte de los casos que se reportó una ingesta elevada de

este nutriente los deportistas no requerían aumentar su peso y masa muscular, e inclusive algunos

necesitaban bajar de peso. Lo cual implicaría que el exceso de proteínas estaría siendo utilizado bien en

forma de energía o siendo convertido en carbohidratos o grasa (Williams, 2006); pues para que se produzca

hipertrofia muscular no solo es necesario aumentar el consumo de proteínas sino modificar las cargas de los

entrenamientos a dicho objetivo, así como el balance energético y de macronutrientes consumido (Pérez,

2008).

Aunque varias investigaciones indican que la mayoría de los atletas consumen valores de

proteína mayores a los recomendados (Phillips, Moore & Tang, 2007) se podría pensar que

esta situación también se relaciona con aspectos que implican a la sociedad colombiana en

general. Por ejemplo, en los últimos 20 años en Colombia ha aumentado la disponibilidad

de proteínas de tipo animal en un 18%, y se ha reducido en 29,1% la de proteínas de origen

vegetal, lo cual ha implicado el consiguiente aumento en la participación de la

disponibilidad de grasas de origen animal, las cuales ha tenido un crecimiento del 83,8%

(FAO, 2014). Además, según una investigación realizada por Euromonitor International el

consumo de calorías provenientes de alimentos y bebidas procesadas, en las que por lo

general se encuentran cantidades considerables de grasas y azucares, pero también de

proteínas de origen animal (hamburguesas, pizza, embutidos etc.) va en aumento en el país,

y equivalen a 928 calorías diarias (EL TIEMPO, 2015). En las Recomendaciones de ingesta

de Energía y Nutrientes (RIEN) para la población Colombiana, también se apunta que 1 de

cada 4 Colombianos consume comidas rápidas semanalmente (Ministerio de Salud, 2016).

Por otra parte, un 27% del grupo reportó consumir una cantidad insuficiente de proteína de

acuerdo a las recomendaciones para deporte intermitentes. Sin embargo estos no se

ubicaron por debajo de las recomendaciones para la población Colombiana en general24

(ENSIN, 2005) por lo que aunque esto no implicaría problemas de salud, con el tiempo si

podría generar una pérdida de masa muscular e intolerancia al ejercicio (Pérez, 2009)

especialmente durante determinados periodos en los que las cargas del entrenamiento

aumentan. Lo cual recalca la necesidad de formarse en temas como la alimentación durante

cada uno de los ciclos del entrenamiento, el timing de nutrientes, entre otros.

En relación a esto también se observó que el 67% del grupo se encontraba entre 2 y más kg

por encima de su categoría de competencia, lo que no necesariamente es malo porque para

el momento de la medición ninguno de los participantes con mayor exceso de peso tenía

una competición cercana, lo cual permitiría tomar las medidas requeridas para ajustarlo

Page 68: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

68

adecuadamente. A pesar de esto solo 3 deportistas se encontraban haciendo algo al respecto

(quienes tenían un consumo calórico bajo en relación a su gasto energético), y de estos solo

1 se encontraba dentro del grupo de más de 5 kg por encima de la categoría de competición.

Esto queda evidenciado cuando se observa que el promedio de la ingesta calórica del grupo

supera ligeramente el del gasto energético total del mismo, pues aunque no se encuentra por

encima de los valores recomendados de adecuación a la ingesta (entre 90-110%) se podría

pensar que si los deportistas estuvieran regulando su consumo de alimentos este porcentaje

sería mucho menor, ya que este que se encuentra en el límite de lo adecuado.

Acerca de los demás valores de la composición corporal se encontró que el 87% de los

participantes poseía valores adecuados en el índice AKS, sin embargo un 47% presenta

valores por encima de lo esperado para la masa grasa en boxeo. Respecto a esto último el

grupo estudiado obtuvo, en el caso de los hombres, un promedio de masa grasa superior al

encontrado en otros grupos de boxeadores como los evaluados por Lombardo & Sirias

(2007) en un gimnasio de Ciudad de Panamá, Nortey et. al. (2004) en algunas divisiones de

la preselección Cubana de boxeo, y González et. al. (2008) en un grupo de boxeadores

cubanos. Aunque en éste último caso los investigadores hallaron un promedio de % grasa

superior en las divisiones pesadas. Sin embargo esto seguramente se debe al hecho de que

ellos obtuvieron resultados para cada división (ligeras, medianas, y pesadas) y a que en

nuestro caso no hubo una representación considerable de las categorías pesadas.

Para el caso de las mujeres no se encontraron estudios de referencia en los que se

describiera la composición corporal de boxeadoras, por lo que no se pudieron comparar los

resultados obtenidos en este caso.

Fase 2-Correlacional.

Pasando a los resultados de las pruebas de correlación se puede suponer que el hecho de

que tan pocas tablas hayan arrojado resultados con un nivel de significación menor a 0,05

se debió a la cantidad de datos recolectados, pues seguramente en una muestra más grande

se hubiera podido observar mayor número de asociaciones entre las variables.

Esta falta de información se debió en parte a la metodología escogida para su recolección,

pues aunque ciertamente utilizar cuestionarios de auto llenado agilizó los tiempos

invertidos en esta tarea, la coordinación con los deportistas para su devolución no fue la

mejor.

Retomando la información arrojada por la tabla. 5, se puede suponer que el gusto por

alimentos dulces está más relacionado con el grado de adecuación del peso y la masa grasa

a los valores de referencia, que el gusto y consumo de los alimentos base en Medellín,

como lo son la arepa y el arroz. Esto es coherente pues fisiológicamente hay mayor

inclinación a preferir este tipo de alimentos que otros menos gustosos organolépticamente

hablando (Fischer, 1995). Además los dulces aportan más calorías en proporción a su peso

que el arroz o la arepa pero generan menos saciedad, razón por lo que se pueden consumir

incluso sobre una comida. Adicionalmente son de fácil acceso (baratos, con mucha oferta)

y están presentes en diferentes situaciones sociales (cumpleaños, fiestas, comidas

familiares, bodas, etc.), siendo difícil evitar su consumo, aun a sabiendas de que deben

moderarse si se desea reducir el peso corporal.

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69

En cuanto a la asociación entre consumo de proteínas y preferencia por la leche, se podría

pensar que el gusto si se asocia con el consumo real, y que por tanto este grupo de

alimentos aumentaría la carga de proteínas en la dieta, respecto a quienes no prefieren este

alimento. No obstante sería necesario investigar este aspecto más a fondo pues según la

información existente en Colombia y Medellín hay un consumo bajo de leche según las

recomendaciones propuestas por organizaciones como la ONU (Restrepo, Rodríguez &

Angulo, 2016).

Finalmente en relación a la ingesta de grasas y la actividad física se observó que la

información arrojada por la tabla es acorde a las opiniones de algunos de los deportistas con

los que se tuvo oportunidad de conversar al respecto durante el proceso de investigación en

calidad de observador participante, según estos entre menor es la carga de actividad física

mayor es la cantidad de alimentos que se consume, y en algunos casos se manifiesta

inclusive un aumento de la ansiedad. En investigaciones como la de Westerterp (1998,

citado en Morales 2010) también se señala que la ingesta dietética de los deportistas tiende

a ser menor los días en que el gasto calórico ha sido mayor debido al entrenamiento, ya que

aparentemente el apetito se ve disminuido con ejercicios de alta duración e intensidad, lo

cual se compensa con una ingesta calórica mayor los días en los que el entrenamiento es

menos intenso.

En esa linera de ideas se puede suponer que mayor actividad física fuera de los

entrenamientos implica un menor consumo de alimentos con una carga alta de grasas.

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70

Conclusiones

1. Tras el proceso de investigación se encontró que el estado nutricional del grupo

evaluado se correlaciono en un grado estadísticamente significativo y de manera

coherente con el gusto por alimentos como los dulces y la leche, así como con las horas

de actividad física realizadas por fuera de los entrenamientos regulares.

2. Las variables género, ingresos económicos, percepción de la imagen corporal y el peso,

horas de sueño, y conocimientos alimentarios no presentaron ninguna asociación

estadísticamente significativa con las variables de peso, composición corporal, e ingesta

energética y de macronutrientes dentro del grupo de deportistas que participo de este

estudio.

3. Según el análisis realizado, en el grupo estudiado, el gusto por alimentos dulces parece

tener más asociación con el grado de adecuación del peso y la masa grasa a los valores

de referencia, que el gusto por los alimentos base en Medellín, como la arepa y el arroz.

4. A pesar de que en Medellín y en Colombia en general se ha reportado un consumo bajo

de leche respecto a las recomendaciones de la ONU, para el caso de nuestro grupo el

mayor gusto por este alimento se encuentra asociado con una mayor ingesta de

proteínas.

5. Las horas de actividad física fuera de los entrenamientos se encuentran asociadas

negativamente con la ingesta de grasas.

6. Respecto al estado nutricional del grupo se encontró que el promedio de la ingesta

calórica del grupo (3146 cal) se adecua en un 110% al gasto calórico promedio (2856

cal) del mismo. Por su parte el consumo promedio de macronutrientes medidos en gr/kg

de peso, fue de 1,9 para las proteínas, 6,5 para los hidratos de carbono y 1,7 para las

grasas. En cuanto a la composición corporal, se halló que los participantes tenían en

promedio 13,15% de masa grasa, y un valor promedio de 1,17 en el índice AKS.

7. La situación socioeconómica del grupo indica que en Medellín el boxeo aunque tiene

una participación considerable dentro de las clases socioeconómicas bajas, también

encuentra acogida dentro de sectores económicamente más favorecidos como la clase

media y media alta.

8. El hecho de que un poco más de la mitad del grupo (53%) sean estudiantes de tiempo

completo, indica que la ocupación laboral es un limitante para la práctica competitiva

de este deporte.

9. La percepción corporal de los participantes correspondió a lo esperado, pues solo el

13% puntuó por encima de 100 en el CHAD. Evidenciando que la gran mayoría del

grupo tienen una buena percepción de su imagen y peso corporal. Destaca el hecho de

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71

que las mujeres no tuvieron diferencias significativas en su puntajes respecto a los

hombres, lo cual difiere de lo encontrado por otros autores como Dosil & Diaz (2012),

Dosil, Díaz, Viñolas & Díaz (2012), y Alfonseca (2006), lo cual amerita una revisión en

estudios que cuenten con una población femenina más amplia.

10. Las preferencias y aversiones alimentarias del grupo indican que los participantes

tienen nociones respecto a lo que coloquialmente se denomina como alimentación

saludable, sin embargo esto difiere de las condiciones reales de consumo de alimentos

según lo reportado por ellos mismos en el cuestionario de frecuencia de consumo

alimentario aplicado.

11. Lo valores reportados para las horas de sueño corresponden a lo obtenido en las

variable ocupación y de actividad física fuera de los entrenamientos, además es similar

a la situación descrita en estudios como los de Duran. et. al (2015), Swinbourne et. al

(2016) o Samuels (2008) en los que se evalúa la calidad del sueño y otros elementos

relacionados en deportistas

12. A pesar de que la mayor parte del grupo tiene conocimiento de los efectos nocivos de

recurrir a prácticas inadecuadas para el control del peso corporal, y/o no reportó

tenerlos como primera opción para lograr el peso de competencia. Se evidenció la

necesidad de que los deportistas reciban asesoría en conocimientos básicos de nutrición

para su deporte, de manera que estos puedan tener mejores decisiones en torno a su

alimentación de acuerdo a los objetivos y necesidades del periodo deportivo en el que

se encuentren.

13. En próximas investigaciones en las que se pretenda evaluar la variable género, es

necesario obtener una muestra que contenga un número similar de los diferentes

géneros a evaluar, de manera que el tamaño de la población no se convierta en un sesgo

a la hora del análisis.

14. El estado nutricional del grupo evaluado no es el más adecuado, pues aunque un 87%

presenta valores de masa magra óptimos, un 47% del mismo obtuvo porcentajes de

masa grasa superiores a lo esperado en boxeo. También un 33% de los deportistas tenía

un peso de más de 5 kg sobre su categoría de competencia, y de estos solo 1 se

encontraba tomando medidas al respecto. Sumando a esto el 67% de los participantes

reportó consumir un porcentaje de grasas superior a lo recomendado para este deporte,

lo cual estaría contribuyendo a la acumulación de tejido graso. Igualmente un 73% de

los participantes reportó un consumo inadecuado de proteínas, el 47% por consumo

excesivo y el 26% por uno deficiente.

15. La relación entre consumo y gasto energético dentro del grupo presento un balance que

se ubicó en el límite de lo adecuado, lo cual constata que la mayoría de los y las púgiles

no se encontraban realizando alguna acción con el fin de acercarse a sus pesos de

competencia. Lo cual se suma al exceso en el consumo de grasas y proteínas

identificado al interior del grupo.

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72

16. Siguen siendo necesarias investigaciones que apunten a conocer la relación entre

diferentes condicionantes socioculturales y el estado nutricional de deportistas de

combate, pues el conocimiento de este tema es mínimo y continúa siendo necesario para

comprender el impacto que estos pueden tener sobre el rendimiento y salud de esta

población. Sobre todo cuando dentro de estas comunidades hay una presencia

considerable de individuos cuya situación social y/o económica no es la más idónea

para cumplir con los rigores que exige la vida del deportista de alto rendimiento.

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84

Anexos

Tabla.9- Pruebas de correlación no significativas en el nivel 0,05 (bilateral)

Variables Coeficiente de correlación Significación (Bilateral)

Adecuación del peso y

Clasificación

Socioeconómica.

0,173 0,537

Adecuación del peso y

Ocupación 0,145 0,607

Adecuación del peso y

Horas de sueño -0,181 0,519

Adecuación del peso y

Horas de actividad física

0,119 0,673

Adecuación del peso y

Conocimientos

alimentarios

0,185 0,510

Adecuación del peso y

Percepción corporal

-0,186 0,507

Adecuación del peso y

preferencia frutos secos

0,057 0,840

Adecuación del peso y

preferencia aguacate

-0,122 0,665

Adecuación del peso y

preferencia verduras

-0,149 0,596

Adecuación del peso y

preferencia Tubérculos.

-0,351 0,200

Adecuación del peso y

preferencia Pasta

-0,392 0,148

Adecuación del peso y

preferencia Fritos

0,380 0,162

Adecuación del peso y

preferencia Arepa

-0,482 0,069

Adecuación del peso y

preferencia Pan

0,376 0,167

Adecuación del peso y

preferencia Leguminosas

-0,420 0,120

Adecuación del peso y

preferencia Derivados

Cárnicos

-0,327 0,234

Adecuación % de grasa

corporal y Clasificación

socioeconómica

0,378 0,165

Adecuación % de grasa 0,068 0,811

Page 85: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

85

corporal y Ocupación

Adecuación % de grasa

corporal y Horas de sueño

-0,345 0,207

Adecuación % de grasa

corporal y Horas de

actividad física (extra a los

entrenamientos)

0,018 0,950

Adecuación % de grasa

corporal y Conocimientos

alimentarios

0,040 0,887

Adecuación % de grasa

corporal y Percepción

corporal

-0,186 0,507

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Huevo

-0,134 0,635

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Aguacate

0,080 0,777

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Frutos secos

0,224 0,423

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Verduras

-0,089 0,754

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Tubérculos

0,074 0,793

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Arroz

-0,406 0,133

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Pasta

-0,111 0,694

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Fritos

0,380 0,162

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Arepa

-0,275 0,322

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Pan

0,485 0,067

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Leguminosas

-0,155 0,581

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86

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Mariscos

-0,247 0,374

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Derivados Cárnicos

-0,339 0,216

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Pescado

-0,131 0,643

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Carnes

0,026 0,926

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Queso

-0,089 0,754

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Yogurth

-0,219 0,433

Adecuación % de grasa

corporal y preferencia

Leche

-0,037 0,895

Ingesta Calórica Promedio

y Clasificación

socioeconómica

-0,213 0,446

Ingesta Calórica Promedio

y Ocupación

0,153 0,587

Ingesta Calórica Promedio

y Horas de sueño

0,111 0,693

Ingesta Calórica Promedio

y Horas de actividad física

(extras al entrenamiento)

-0,159 0,570

Ingesta Calórica Promedio

y Conocimientos

alimentarios

-0,023 0,936

Ingesta Calórica Promedio

y Percepción corporal

0,057 0,840

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Aguacate

-0,360 0,187

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Frutos secos

0,274 0,324

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Dulces

-0,045 0,873

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Dulces

-0,300 0,278

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Tubérculos

-0,146 0,603

Page 87: Por un Bistec. Condicionantes socioculturales del estado ...

87

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Arroz

-0,478 0,71

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Arroz

-0,300 0,278

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Fritos

-0,078 0,782

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Pan

-0,021 0,941

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Tubérculos

-0,300 0,278

Ingesta Calórica Promedio

y preferencia Derivados

cárnicos

0,040 0,887

Ingesta de P y

Clasificación

Socioeconómica

-0,511 0,052

Ingesta de P y Ocupación 0,307 0,266

Ingesta de P y Horas de

sueño

0,153 0,586

Ingesta de P y Horas de

actividad física (extras al

entrenamiento)

0,041 0,886

Ingesta de P y

Conocimientos

alimentarios

0,038 0,894

Ingesta de P y Percepción

corporal

0,006 0,982

Ingesta de P y preferencia

Yogurt

0,185 0,508

Ingesta de P y preferencia

Queso

0,283 0,306

Ingesta de P y preferencia

Carnes

0,391 0,150

Ingesta de P y preferencia

Pescado

0,030 0,915

Ingesta de P y preferencia

Derivados cárnicos

0,433 0,107

Ingesta de P y preferencia

Mariscos

0,380 0,163

Ingesta de P y preferencia

Leguminosas

-0,083

0,770

Ingesta de P y preferencia

Pasta

-0,186 0,508

Ingesta de P y preferencia -0,100 0,724

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88

Frutos secos

Ingesta de P y preferencia

Huevo

-0,124 0,658

Ingesta de G y

Clasificación

socioeconómica

0,400 0,140

Ingesta de G y Ocupación -0,197 0,482

Ingesta de G y Horas de

sueño

-0,296 0,284

Ingesta de G y

Conocimientos

alimentarios

-0,213 0,446

Ingesta de G y Percepción

corporal

0,429 0,110

Ingesta de G y preferencia

Huevo

0,000 1,000

Ingesta de G y preferencia

Aguacate

-0,254 0,362

Ingesta de G y preferencia

Frutos secos

0,493 0,062

Ingesta de G y preferencia

Dulces

0,042 0,881

Ingesta de G y preferencia

Fritos

-0,183 0,514

Ingesta de G y preferencia

pan

-0,059 0,834

Ingesta de G y preferencia

Derivados cárnicos

-0,472 0,075

Ingesta de G y preferencia

Pescado

0,118 0,674

Ingesta de G y preferencia

Carnes

0,277 0,317

Ingesta de G y preferencia

Queso

-0,305 0,269

Ingesta de G y preferencia

Leche

-0,059 0,834

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