PRESA DEL TRÁFICO ILÍCITO DE DROGAS

Mirza era una chica de 16 años y durante toda su vida había soñado con viajar a Colombia. Lo

que más quería era conocer las grandes islas y los grandes paisajes pero lamentablemente no

contaba con los recursos económicos necesarios para poder hacer ese viaje.

MIRZA: Mamá, mira ya pasó mucho tiempo, me dijiste que cuando cumpliera 15 años me ibas

a mandar.

MAMÁ: Mirza tienes que entender, a veces no nos alcanza, entre tu colegio y ya vas a entrar a

la universidad. Tienes que pensar en eso, no es que no quiera hija.

MIRZA: Esta bien mamá, siempre me dices lo mismo, dime que no vas a poder y ya no insistiré

MAMÁ: Hija te prometo que voy a hacer todo lo posible, dame tiempo.

MIRZA: Esta bien mamá, espero que esta vez sea de verdad (sale de la habitación)

Así pasó una semana, dos semanas, 1 mes, 2 meses, un año. Mirza cumplía 17 años. Llegó el

día esperado.

MAMÁ: ¡Mirza, feliz cumpleaños! Yo te prometí algo hace mucho tiempo y esta vez lo voy a

cumplir, vas a poder viajar a Colombia a conocer lo que querías. Me esforcé tanto, vendí lo que

pude y trabajé mucho.

MIRZA: Mamá, no tienes idea de lo feliz que me estás haciendo.

MAMÁ: Mirza, aquí están tus pasajes y unos beaticos para que puedas comer y comprar lo que

quieras.

MIRZA: Mamá muchas gracias, te quiero.

Mirza había comentado con sus amigas y con otras personas más sobre cuál era su idea para

viajar. Como el mundo es tan pequeño y la gente tan mala, un malhechor llamado Cañonazo,

un flacuchento sin oficio ni beneficio, era un vago que buscaba a personas inocentes para

poder mandar droga a otros países.

CAÑONAZO: (sosteniendo su teléfono) Aló, socio; ya busque a la nueva presa. Es una chiquilla

que quiere viajar a Colombia, chica tonta, no piensa que va a caer redondita, pero ya sabes, no

te preocupes, a nosotros nos interesa que llegue. Una vez que ingresa a Colombia, la policía se

encarga del resto. No me interesa lo que pase con la chica pero de qué pasa, pasa. Claro

hermano, yo te llamo.

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Cañonazo había estudiado a Mirza. Tenía un aspecto tan desagradable, era una persona que a

simple vista no daba confianza alguna, fue así que investigó donde vivía, el nombre de sus

padres y cuando viajaría. Llegó el día esperado por Mirza.

MIRZA: Mamá, ya tengo que estar en el aeropuerto, estoy tan feliz. (Sosteniendo sus pasajes)

MAMÁ: Yo también hija mía, ya sabes la empresa que te lleva te ofrece un club extraordinario,

cuídate mucho y no hables con desconocidos.

MIRZA: Descuida, tú sabes que soy una chica que no habla fácilmente con personas que no

conozco.

En el aeropuerto, una vez que, Mirza y su madre habían llegado, Mirza tenía que ir a entregar

su equipaje.

MIRZA: Mamá, ya debo ir a dejar las maletas.

Mientras colocan las maletas, Mirza se distrae comprando algunas cosas, en eso Cañonazo

empieza a observarla desde una esquina.

CAÑONAZO: Bien chiquilla tonta, llegó tu momento. Ojalá que puedas hacer bien ese trabajo y

si no me da igual. (Se acerca a la Maleta e introduce la droga sigilosamente y luego la cierra sin

levantar sospechas)

MAMÁ: Te amo, hija (abraza a Mirza)

Mirza aborda el avión. Pasan las horas de viaje y llega a Colombia, se encontraba demasiado

entusiasmada por bajar. Una vez que lo hace se dirige a recoger sus maletas, sin embargo la

suya no aparecía.

MIRZA: Mi maleta, no me la entregan.

POLICÍA: (Agarra a Mirza y la arresta) Usted queda arrestada por tráfico ilícito de drogas.

MIRZA: (Asustada) Te equivocas, ¿qué pasa?

POLICIA 2: ¿Acaso no es tu maleta? esto es un delito y ahora te vas a ir a la cárcel.

Mirza lloraba desconsoladamente y fue llevada por los policías.

MIRZA: No hice nada, lo juro. (Llorando)

Mirza fue llevada a un área del aeropuerto y comenzaron a interrogarla.

POLICÍA 2: Dinos quien te dio la droga.

MIRZA: No tengo nada que ver con eso, no sé cómo apareció. (Llorando)

POLICÍA 1: Calla tonta, ¿acaso no te das cuenta lo que has hecho?, arruinas tu vida por unos

cuantos dólares.

POLICÍA 2: Calma niña, solo dinos quién te dio eso y todo estará bien.

MIRZA: No lo sé, no sé nada. (Llorando)

Así pasó una semana y Mirza era investigada pues ya que no tenía a nadie que la respalde,

tenía que cumplir una condena de 10 años. Mientras tanto en Perú la situación se alteraba, la

madre de Mirza esperó su llamada, pero nunca llamó. La madre va a la comisaría más cercana

para presentar una denuncia sobre la desaparición de su hija.

MAMÁ: No me llama mi hija, quiero saber de ella. (A un policía)

POLICIA: Venga dentro de 48 horas, tal vez podremos ayudarla.

Así pasó un mes, dos meses, un año, 3 años, y la madre de Mirza se entera que su hija había

sido presa de grandes malhechores. Mientras tanto Mirza sufría en Colombia. La maltrataban.

CANUTA: Hey! Chiquilla apura lávame mis calzones y limpia la celda.

MIRZA: Ya no por favor me duelen mis manos, todos los días hago lo mismo (Llorando)

CANUTA: Avanza, que quieres que te dé una buena maja. Limpia todo. (Enseñándole el puño y

tirando basura)

Pasa un policía de la carceleta.

POLICÍA 1: Todo en orden.

MIRZA: Señor quiero salir de aquí por favor.

CANUTA: Calla tonta (Le pega)

POLICIA 1: ¡¿Qué pasa?!

CANUTA: (Dirigiéndose al policía) Toma tu billete, retírate de acá, esta mocosa tiene que

atenderme.

POLICÍA 1: Hay! Jajaja Siempre haces lo mismo Yo no vi nada, aquí no pasó nada.

Al cabo de unos minutos, pasa otro policía y ve que el Canuta empuja a Mirza.

POLICIA 2: ¡¿Qué pasa?!

CANUTA: Toma tu billete y vete.

Así pasaron los años, exactamente 9, faltaba 1 para que Mirza pueda salir libre.

CANUTA: Te falta un año, pero antes debes hacer algo.

MIRZA: ¿Qué quieres? estoy cansada de ti

CANUTA: (La agarra de los pelos) Ya vas a ver, chiquilla tonta (Se va)

Llegó el tiempo esperado, y se sabe la verdad, gracias a unas cámaras de vigilancia se

comprobó la inocencia de Mirza; pero nada devolvería el tiempo perdido a la pobre joven.

Mirza sale de la cárcel, estaba con mucho dolor y malestar, tenía un poco de dinero ahorrado

para regresar a su país. Un día, mientras la mamá estaba sentada en su mueble, alguien toca la

puerta. La madre sin una mínima sospecha de quién sería abre la puerta. Se da cuenta de que

era Mirza su hija.

MAMÁ: ¡Mirza! ¡Hija, no sabes todo lo que he pasado sin ti! Te he extrañado demasiado.

(Emocionada y a la vez llorando)

MIRZA: ¡Mamá! (abrazando a su madre fuerte)

MAMÁ: ¿Qué fue lo que pasó, hija? (llorando)

MIRZA: Todo fue un mal entendido, quiero que me entiendas.

MAMÁ: Lo sé hija, ya olvida todo eso.

MIRZA: Mamá lo siento. Si nunca te hubiera presionado para que compres esos boletos nada

de esto habría pasado.

MAMÁ: Hija, yo creo en ti y sé que tu eres inocente.

MIRZA: Te quiero mucho, mamá.

MAMÁ: Hija, tu eres fuerte (Lloran abrazadas)

Fue así como Mirza regresó a casa y recuperó su libertad, pero no su vida, fueron 10 años de

sufrimiento, dolor, hambre, maltratos. Ahora es libre y aprendió a manejar su vida con tal

precaución que nadie puede hacerle daño otra vez..