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del 0 El heraldo del Istmo AÑO1° Panamá, 5 de junio de 1904 . NUM . 10 Canto Andalúz--- Para adornar tu belleza de morisca soberana, debiera un clavel de grana suspender en tu cabeza la mantilla soberana. La falda corta debiera dejar ver tu zapatilla mientras con dulce pandera cantas una petenera, bailas una seguidilla Y aletear un abanico, con movimientos ligeros, entre las divinas ma nos mostrando dibujo rico: con un grupo de toreros y otro gru po de gi tanos Y provocar los enojos la envidia de las bellas, con la lumbre de tus ojos que hasta . al cielo causa enojos eclipsando a las estrellas Y tener de los canceles el alma rendida y loca con dejarles ver las mieles del panal que hay en tu boca . Y dar realce a tus hechi zos de urtar isea soberana potnindo un clavel de grana Que m . ~ 1 /era entre ht .s rizos la, mantilla ser/llana. Máximo Soto Hall.

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del

0 El heraldo del IstmoAÑO1° Panamá, 5 de junio de 1904 .

NUM . 10

CantoAndalúz---A una panameña

Para adornar tu bellezade morisca soberana,debiera un clavel degranasuspender en tu cabezala mantilla soberana.

La falda corta debieradejar ver tu zapatillamientras con dulcepanderacantas una petenera,bailas una seguidilla

Y aletear un abanico,con movimientos ligeros,entre las divinas manosmostrando dibujo rico:con un grupo de toreros

y otro grupo de gitanos

Y provocar los enojosla envidia de las bellas,

con la lumbre de tus ojos

que hasta . al cielo causa enojoseclipsando a las estrellas

Y tener de loscancelesel alma rendida y locacon dejarles ver las mielesdel panal que hay en tu boca .

Y dar realce a tus hechi zosde urtar isea soberanapotnindo un clavel de granaQue m .~1 /era entre ht .s rizosla, mantilla ser/llana.

Máximo Soto Hall.

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EL 11FRA IODO D11, 1STMU.

El Heraldo del Istmo—Director - Propietario : GUILLERMO ANDREVE--

PANAMA, S DIC JUNIO DE 1004.

SCM Ait10 .—CANTO ANDALUZ (Poesía), Máximo So-to hall.- - I'AL.ASoAS .—Los OJOS DE LILi, Mo,n-neo Noto Han . —TIOPi'.AL SOUNDS (Poesía), Aiz-yrut tt Aizmnru -CARMEN, Israel Vas,,uez Y.J . DOMINGO DE OBALDIA. —ViA NUEVA, JoséOlivares . 1,A PRoFECÍA DE LA MOMIA, llenryMalo (Traducción de Juan J . Méndez) .—LOSESCRLCORES Y LA CRITICA, Manuel Ugarte. -CLEOPATRA (Soneto), Ocia-rio Valdés Arce . - -PARA ENTONCES (Sonetos de Steehetti), Abjan-dro Dtaary .— PArao (Guillermina. AugustaArias), horneo . —Dz LA BELLZA .—Ecos DIC LAQUINCENA, ¡lomeo.— ESCUELA DE MÚSICA V DE-CLAMACIÓN.— . ERRATA NOTABLE .- -JOSE SANTOSCaror,ANO .—d,A A CÍMII .A (Soneto), JOsé SoaatosChocano . —MATUTINA (Soneto), José K . Lora yLora .—PROGRESO, Antonio B-urgos.—(IERTA-nnaN DE BElLEZA .

Son generalmente los individuos faltos de co-nocimientos literarios, los que desconocen la historia de la literatura, los eunucos desmadejadospartidarios de lo fósil, con un barniz muy super-ficial de versos leidos en Antologías más ó menosburdamente zurcidas, los que reniegan de la Es-cuela Moderna. Estos tales, verdaderos anfibios,se inclinan al lado contrario por echarla de versallos, pues en verdad poco ó nada conocen de lasproducciones maravillosas del pensantiollto en to-dos los idiomas, en todos los tiempos y en todoslos países.

Bien es cie rto que tiene enemigos do valíatambién la nueva escuela ; pero no son ellos porcierto los que la condenan sin apelación . Ape-gados á los viejos métodos merced ti los cualeshall conquistado toda su gloria, justo es que veancon malos ojos un movimiento literario que losdejará muy atrás. Por esto y sólo por esto, nolo acepta ti, pero llegan á roconOLe en él coutodo cualidades que toca únicamente á las mediocridades venir ú negarle rotundamente, b :wieodouso de unta autoridad que no tienen lid so perecen

Las mejOres producciones, las que lucen ma-yor gala de palabrería aristocrática, las hallan III

comprensibles . Pero corno no? Poco versados en elidioma; teniendo por todo tesoro unos cuantoscentenares de palabras do las más usuales, de lasque pertenecen por decirlo así al lenguaje fami-liar, hallan raro cualquier término escogido y su-dan y bregan cuando tropiezan con algún giroelegante que viene á ser para ellos manjar que nopueden gustar.

La sencillez pastoril no cuadra bien con nues-tra vida actual, llena. de afanes y emociones . Po-co so canta hoy á la N aturtdeza, y de hacerlo noeS por cierto en el lenguaje primitivo de los pas-tores y cabreros, sino en un idioma más elevado,más propio de lo cantado y que dé medida exac-ta de los quilates intelectuales del cantor . Justoes, por consiguiente, que en literatura, como enpintura y en música, las obras de Arto estén siem-pre por encinta do la comprensión de : la multitud.La Escuda Moderna es escuela de arte y no de Set

timiento ; natural es desde luego que cada adoptosea un artista y cincelo la frase desechando to-do vocablo vulgar al alcance de todo ganapán.

La grita formidable no debe espantar . Ruidomonstruoso forman algunos animales en ocasio-nes dadas y no por ello se conmueven las altascimas. lfay quo pasar sonriendo, abriéndose pasoá fuerza de músculos mitro la muchedumbre, conlos oídos cerrados. Pero si en vez del desprecionatural que inspira la `gritería do las ocas" fue-ra á e nft en t áreeles alguno de los nuevos, para con .testar las críticas esmirriadas lo bastaría con en-rostrarles la célebre frase de Comedio, el granfrancés : Je, -a ccrire pmo . les ignonruls.

Y lo habría dicho todo.

Palabras ._~.

N la Escuela Moderna, el pulimento de-la frase, la exquisita escogitaeión de;los términos,—trabajo de orfebres— vie-

-uen á ser corno esencial condición áque hall ~de someterse los quo se dedican al culti-vo de las letras . Sin descuidar la idea, que porel contrario adquiere cada vez mayor elevación,urge presentarla brillantemente ataviada, echan-do mano para ello de todo el color y toda la lrar-rnonía del rico idioma castellano . Así al menoslo entienden los Maestros, así lo practican, y asíhallan sus producciouca favorable acogida de par-te no sólo de los iniciados sino que también de losespíritus generosos y francos . abiertos á la con

tensión de todo lo grande. Quédese allá para losrefractarios--moluscos pegados á la concha clási-ca--el sordo murmullo de desaprobación para loque no entienden . Infusorios dd pensamiento,muévense en reducido circulo y no comprendenque pueda haber, fuera de las conocidas, otras fortitulas de producción más artísticas y más enconsonancia con nuestra naturaleza y nuestrosgustos . Miopes del persentiento, no ven más le ja;do 11 ermosilla y Valbnena ; y así como la hormi-ga ;juzga que el mundo acaba veinte pasos másallá de su hormiguero, para ellos el idioma ha da-do ya todo cu jugo y el pensamiento no puede expandirse más, quedatndo estacionario el moviuticu-to intelectual en el punto en que lo dejaron lospríncipes de la literatura en el siglo de oro .

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E1,i11CRALDO DEL ISTMO

ILI era una criatura encantadora. Tenía un alma do angel y unas energíasde acero. Era rnl>2a, de boca encondio

-o :da, con cutis blanco y mate y unosgrandes y expresivos ojos azules. I'or desgraciaaquellos divinos globos de diáfano cristal, de nadale servían . heyeado cierta noche un cuento dehadas, gritó do pronto:

—Mamá ¿quién ha apagado la lámpara?-Está encendida, respondió la madre

--¿Encendida? pues yo no veo nada!1 Mí estaba, ciegalDías de gran desosporación siguieran para la

madre y la hija ; sobro todo para la madre. encar-nación de la vanidad, que no podía pensar en quesu hija, á quién sonaba viéndola rolan de los salones, de los paseaos, de los teatros, flora ciega.Aquello destruía, aniquilaba, sus hermosos ideales.

So recurrió á los módicos más notables de Ma-dridy todos estuvieron acordes : la niña podía re-cobrar la vista, pero ora forzoso gasta r mucho.;Qué hacer! El padre, un pobre capitán de arti .llería quo estaba de servicio en el Africa, manda-ba á su esposa casi el total de su sueldo, más ¿quévalía esa miserable cmrtidad? ; Era un sueno em-prenderla curación!

Cierto día la madre se arregló cuidadosamen-te y dejando á la cieguecita en la casa se echó A.la calle . Vivían en 1 :1 del Arenal y ella tomó há-cia la puerta del Sol . Al pasar frente á un cafévió A. un hombre correctamente vestido, alto, fla-co, con la tez en endida por el herpes, que soaproximó A. los cristales para contemplarla . Ellasonrió y siguió su camino, tomando por la calledo Alcalá. Frente al edificio de la Equitativa sedetuvo á conversar con un 'Poniente ;joven, recio'llegado del Africa y que le traía noticias de su esposo . Conversaban, cuando junto á ellos pasó e-hombre que se habla acercado á los cristales delcafé para verla .

1—¿Quién es ese sugeto? preguntó ella con indi-

ferencia.—Ese—dijo el Teniente es Don Santiago de

Mendoza, un millonario.Cruzaron unas pocas palabras más y se despi-

dieron . Ella siguió su camino hacia el Paseo delPrado. Frente al Teatro de Apolo la esperaba olhombre alto, flaco, con la tez encendida por elherpes . 1 ,e bailó on una, sonrisa y en una miradaincendiaria y siguió su camino.

Pocos días después, eu la casa de la calle delArenal, Santiago de Nfeadaza entraba constante .monte, así como los mejores Médicos de Madrid yLilí recobraba la visto con pasmosa rapidez . Alfin la recobró por completo . i Cuánta felicidad'Para celebrar aquel prodigio hicieron un día decampo, olla, su madre y el hombre alto, flaco, conla tez encendida por el herpes. Al regresar en lanoche, Lilí estiba triste ; se metió muy tempranoen su carnita blanca y sin dor mir permaneció si-lenciosa corno uu pájaro enfermo . Y siguió tris-te ; había recobrado la vista, pero no recobraba elcontento.

CARLOS A. COWES .- Compra Perlas y Brillantes

Los ojos de Lilí - --ami--"

Para EL HERALDO DEL ISTMO

Una mañana, ml madre, después de nn cuida-doso tocado, deslumbrante de gracia, salió de la.masa .. hill se puso á contemplar el retrato de supadre. De pronto viÓ en el suelo una carta . La,recogió. 1111 sobre estaba dirigido á su madre, perola letra no era la del pobre Capitán que allá en elAfrica sufría los rigores del clima y las molestiasdel servicio. No pudo resistir y la leyó. Lacarta decía:—"Adorada de mi alma:

A las diez de la mañana te aguardo en nues-tro nido de amor. Cuidado con faltar . Que hagal,ilí los oficios de la casa .

'Poyo, SANTIAGO .,,

Lilí estuvo Aí punto do romper la carta, peroalcanzó á coo tenerse. Tornó un lápiz y con ruanofebril escribió algo al pié de ella. Después, páli-da, erguida, con la firmeza y el valor de un már-tir cristiano, tomó unas ti jaras y se arrancó losojos que puso á ticotao sobre el papel en que habíaescrito

Mamá:' 1 ' e devuelvo los ojos ; os preferible no ver ."

9Ráximo Soto 3faff.

Tropical soundsT0 MR . TRACY ROBINSON

In the land of great plains and mighty rivers,And lakos as inland seas,

'Phi ive a people who nphold their fellow crenturesA nd guard their liberty;

A Nation in the load of other nationsAs the light of the world ' s civilization.

AmeriCa . ia the llame of sneh a country'Phe, land of people free,

Of Washington and Lincoln, who are glory'L'hat notlnng can bedinr:

'fhese the raen that with dauntless proclamationsSealod the [ata of the present gonerations.

Rnt, Alas! how can 1, a 1'anarnanian'1'ho fitful praises rhyme

In the language of Byron and Shakspeare],a igfellow, Pue and Bryant:

The poeta tbat with harpa of sil ver abordaThrilled the heart of the knaves or mighty lords.

1,et mor then in roy hmubleness supino,.1ut in feclings nuost trua,

Only hope for the futura olear and brightOf men who are great and good;

As the Isth mians will evermore ramonber'Pheir brothers uf the third day of Novwnber.

i igpuru aigpuru .

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El, HERALDO l)lt L lSTMO.

CarmenICti uno de los cementerios (le 14utamá, que

llaman "Cementerio Viejo", so halla una tumbaque, si mal no reeuel'lo, es la sexta de lo. izquier-da.. en la fila de eu niel io.

Sobre negra lápida de "Paros pitado verso encamacteres góticos, esta sola inscripción :

O AR:LLEN

Obligado á. vivir siempre soñando, aquelnombre despertó en mí muehas historias.

Largo rato gaedé frente á esa tumba.Y por tul memoria cruzaron 1?loísa y Travia-

tu y María y tantas abandonadas del amor en losIe1Os C(la(ntn'i0s

/Seria esta untEloisa? Acaso unaTraviatta!Quizás una María!

Una historia. debía . guardarse en aquel nom-bre .

Yo meditaba en tanto que el cierzo azotaba lascúspides de los monumentos, produciendo un ge-mido que hubiérasc,. creído de ultratumba, y lalluvia menudea bañaba la faz angustiosa del ángelriel abandono, con su antorcha apagada.

Bien lo recuerdo : a r a ama mañana cha iuvicrno,

Me propuse conocer aquella historia.

Ic;l sol iba á hundir su disco do oro tras lasagitas del océno.

Las olas se rizaban con los besos de la brisa.Los barcos agitaban su velamen sobro la ex-

tensa Bahía.En un predio vecino, dos palomas se arrulla-

han, ebrias de amor.Por un lado del cerro, la penumbra y la ea]--

ala por el otro, la . ciudad que se agitaba.Y ene dijo mi nuevo aintgu arreglando el ne-

gro lazo de su corbata:—Te ofrecí contarte aquella historia y lo cum-

plo . Yo nunca citar que saliera de mis labios, peroveo que tu comprendes mis tristezas.

"Era pu r a cual una (árazieila tate l,n numtine."Tení_uxts siete. ;tilos mando nos eonOauWO5."Juntos ,jug:íbamos en casa ; ;juntos íbamos al

colegio y regresábamos ;juntos."Nos airábamos sin saber lo que era autr.„ Así crecimos.„Carmen era siempre unís esquiva y entonces

(omprendi lo que so u celos." Creía que su amor ya no era mío. Que con

todos era siembre cariñosa, menos conmigo."Pm todos sois amigos creía ver rivales."Más no era eso . Era que la niña inocente da-

ba espacio á la virgen tímida."Desde entonces huyúse nuestra dicha, . Ya

no íbamos juntos al colegio, ni ya juntos jugabaunOs eta casa.

°Maceo sufrimos."Sólo podía veda por las tardes . Su madre

no ln abandonaba un solo instante . Yo me deses-peraba

"Cuando fi. vedas hablábamos á . solas, en casade tina .ortiga, Ca r men une ;juraba eterno amor.PLitotecs ate extasiaba horas enteras tnirando subelleza . Ella Inc reprendía con ruta sonrisa auge-liad . i Pobre niña! ;Cuánto Inc tomaba!"

Y mi amigo lanzó un profundo suspiro y sellevó el pañuelo á la cara para ocultar su dolor.

Después tale uu largo espacio continuó:"Así pisau'ou algunos años . Nuestro amor iba

sio.ntine en &.mno.ntO ; u'ás ya n0 1105 veíamos . ,911madre lit tenía recluida . 1 a pobre niña estabatísica.

' ;Aun ate parece verla!"; Os tuna, tenebrosa era la nacho! Cerní á su

casta : Caruten me. ¡imanta."En su gubiiietita de diosa, deliciosamente

perfumado, hasta donde ninguno mirada profanahabía osado penetrar, estaba ella ..

"En su blanco lecho se hallaba recosta .ua enalmohadones, en completo oey/lipé.

"Las venas azuladas de su frente resaltabanen su faz, pálida y mustia.

"Sus ojos, siempre, brillantes ; siempre bollos."Era une flor agostada en primavera."Teudi°ate su mutuo demacrada y ardiente.

"Ven, me dijo ; te lec llamado para darte mipostrer adiós y para decirte cuanto te amo. Voy,:í morir.

"l ndorporúse lemtanmate ; cogióme la cabezacon ;untas manos y me dijo al oído.

---" ; Adiós, mi dulce atinado"Y juntó sus labios uí los míos en un beso lar-

go . _muy la rgo . ., . el beso nupcial de la muerte.' . Luego reclino su cabecita . sobre mi pecho ..

y ged° muerta.

"Lívida y eseuálicla y demacrada . Con loscabellos dc sor .leu : nlos y caídas sobro sus Selloscon profusión así la conservo en mi memoria ; asíes mi esposa, así nos desposamos en la hora de lasuprema verdad.

"No so por qué la adoro tanto, así en ln tumba.Si viviera, quizás asf no la <merma . Vo sé gao ellanunca olvida á s .l Efraín ."

L; Faz entristecida del joven se volvió haciael cementerio.

Con su luz temblorosa, las estrelles rasgabancual saetas, la casi densa oscuridad.

Detrás de las tapias sombrías de la . masióudel silencio y del misterio, una sombra Ida lea yvaporosa conto Diabla se elevaba lentamente ha-cia el csp:e :io.;Sería Carmen . que hacía su aparición uoctu'-na, evocada por los ti cuerdos?

asraee )asc{uey'W .

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EL HERALDO DEL STMO

En el vapor Negurani-

Aa siguió á Estados Uni-dos el día 1 . " el honora-ble señor D . J. Domingode Obaldía, quién ha si-do designado por el 1'o-der Ejecutivo para ejer-cer las funciones deMinistro de la Repúblicaante el Gobierno de laCasa Blanca.

El señor de Obaldíae s u n a personalidadmuy respetable y muypopular en el lstmo.UI timo representantedel gobierno colombia-no en nuestra tierra,el 3 do Noviembre locolocó en un conflictoterrible en que jugabande un lado su honor y

su lealtad y del otro sugran patriotismo. Triun-faron los primeros y elseñor de Obaldía impo-sibilitado para detenerel movimiento cayó delalto puesto que ocupabacon la conciencia deldeber cumplido, rodeadodo las simpatías de susconnacionales quo biensupieron atprociar suconducta.

Tal es el caballero queha de representar alpaís en la hermana re-pública del Norte . Suculi; su hidalguía ysu tacto político, liaránestrechar más los lazosque hoy unen á has dosnaciones.

1 . DOMINGO de OBALDIA, Ministro Plenlpotenclerlo de la RepúblicA de Panamá ante el Gobierno de los EE . UU.

Vida Nueva -'sam sri/H/

( FRAGMENTO .)

S1 llega el renacimiento artístico dehoy . La evolución persiste y triunfacorno pan' cumplir la frase de Mada-me Stul : "El estacionamiento --en

literatura --es la muerto ." Ampliemos y digamosarte, purificando al propio tiempo el conceptoaunque en particular hablemos del de las le-tras . La edad media es una tumba : hubo vidade arte en ella, pero no arte en vida . Agota-do el convencionalismo estético quo fijaron losmaestros griegos y esprimieron los latinos, murióel Bello Ideal, en la anemia de su círculo, en esaedad de los caballeros . 1 te vive después, como pa -ra quedar archivado en cada uno de los nuevosidiomas . En cada uno enseña sus torres más ómenos prodigiosas, pero siempre bajo la niebla delatavismo clásico . La Divina Comedia, no esdel todo rara originalidad ; arranca de una obrade Cicerón . Shakespeare desenterraba sus asun-tos ; Julieta y Romeo fué un cuento italiano ; Ham-let, una, leyenda di naanarq ilesa . En España, Man-rigne, Garcilaso, Horrura, Lope y casi todos conquienes so enorgullecen los moscos, no fueronmás (Inc traductores de Hor acio, de Virgilio y demuchos italianos. Para eso revivió, para seguirla rapsodia de los empolvados : fué un recuerdo.¡Que tiene sus bellezas! En buena hora, pero noes la única belleza, y en ello no hay discordia.Y ese recue r do se esfuma, al cabo, con la repre-sentación de IIernani ; el Romanticismo : ¡pléya-

(le de grandes, vuestra tarea fué! Lucharon lasescuelas, en donde inconsecuentes capitanes arras-traban muchedumbres débiles . Razón tuvo Hugo:"el arte es una especie de valor ." Oigamos á Re-tes : "nada de escuelas ." porque como dice Henryde Regnier, eso do banderas y programas no tie-ne uinguu atractivo . Luchan ahora las individua-lidades : ahí está el estandarte mientras otra Dio-sa más fulgente te destrona ¡oh santa libertad!Los hombres no se pueden sumar, dice de G-onr-mont, uno es mío y otro es otro, pero tino y otronunca hacen dos . No podemos agruparnos, diceCharles Moriee, con certeza ; por el contrario de-bemos buscar el aislamiento para realizar p uestra obra.. r. Y vuestra obra? gritan los escolásti-cos y los ignorantes . ¿Y con qué derecho queréiscomprenderla? se les replica, ¿sois nuestros ''gua-los para codearnos? atenéis ojos para verla ; de-bemos seguir alim :nrtandoos el espíritu como an-tes? Nosotros no escribirnos para vosotros, nues-tro arto es aristocrático, y es sagrado y lo es-quivamos mala onnt bn ica mente á las curadas pro-fanas, porque su ocultismo lo aureola . Y ellosrefunfuñan : decadentes? sin comprender el elo-gio que nos dan, y se alejan tarareando el aria(le la ignorancia ó muestran sonriendo su doblehilera molar de cocodrilos, cono diría RubénDarío

.JOSE OLIVARES .

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El, FIERLA1' ,DO DEI, ISTMO .

dos por esa afección íntima que brinda una amis-tad sincera . Lord Wildmor e amante del sport, ydotado de un carácter firmo, unía á sus condicio-nes físicas, las cualidades de un espíritu supe-rior . Sus vastos conocimientos hacían su ecnver-saeión harto inte r esante y proporcionaban á sulenguaje, fácil y lleno de galanura, algo especialque atraía . Así, pues, no le fué difíciL convencermey conseguir quo lo acompañara á LIgi pto . N os propu-simos visitar ,juntos los gra ndiosos monumentos quoaún quedan de pié en esa prestigiosa tierra do losFaraones, atestiguando al inundo el esplendor delas pasadas civilizaciones, á pesar del tiempo y delas guerras. Vimos las pirámides, y Memphis yLongsor y Karnak y Tebas ; vimos también esapreciosa Isla de Philzc que trabajos recientes aca-ban de destruir ; sacrilegio quo - no cometie ron nilas invasiones de los Persas, ni de Alejandro elGrande. ni de los Romanos, ni de los Arabes ni deBonaparte y que estaba reservado para sombrearlas conciencias de ingenieros contemporáneos.

Sabido es que en Egipto hay corredores espe-ciales que se ocupen en vender estatuas, joyas,medallas, amuletos y todo aquello que constituyeel mobiliario fúnebre de alguna tumba egipcia, yá veces negocian hasta el difunto mismo, perfecta .mento momificado y envuelto en las vendas conpie los antiguos ceñían la frente do los sace r doteso de las víctimas inmoladas á los dioses : pero loque quizá se ignora, es que también trafican con elderecho-de buscar los lugares en donde tal vez seaposible descubrir esas reliquias . Mercachifles ára-bes, escudriñan entre las ruinas con olfato taL quelogran conocer á punto fijo los lugares quo encie-rran tumbas que no han sido abier tas todavía;luego se ofrecen como guías á los tu ristas, tenpronto corno advierten sus bolsillos bien provistosde dinero. Esto da por resultado un gasto bastaa-to crecido para todo aquel quo quiera entregarseá esa clase de emociones tan intensas cuino raras.

A nuestro paso por Tebas, nos sorprendió unode esos corredores, quien propuso á Lord Wild mo-re ayudarlo ó dirigirlo en el registro do algún snr-cófago, propuesta que mi amigo aceptó entusias-mado.

Dos días después, comenzábamos los trabajoscon un magnífico tren de obreros. Por algún tiempocontinuamos lec rebusca vaaamonte, hasta que uudía, citando menos lo espe ábamos, apareció una es-finge de granito, luego dos, y enseguida una serie,colocadas todas en línea, en una vía que, segó ti

colegimos, debía conducirnos al lugar deseado yen donde preciswnonte creímos eneontU ar algo in-teresante . 1 °ara realizar nuestro intento, nos fuépreciso ir cuidadosamente observando las sinuosi-dades que ofrecía aquella senda oscura cuya di-rección no debíamos perder.

Como de costumbre, á. la caída de la tarde nosretiramos mi amigo y yo para descansar, ;bajo untoldo del campamento cercano, cuando fuimosagradablemente sorprendidos por el anuncio quese nos dió, de. que el pico había tropezado con una

ño de una inmensa fo r tuna, y quien so propouia puerta de bronce, quo ocupaba, por lo alto, la mi-complotar sus estudios . LIT" en la. Univevdad t :uf de la cueva . inmediatamente nos pusimos dede Cambridge, con esa lección objetiva que pro- pies, y con ayuda de antorchas encendidas, baja-poreioia un viaje al rededor del mundo .

nos. Bien pronto pudimos cerciorarnos de unaNo tardamos en adquirir la confianza propia realidad quo proporcionaba á Lord Wildmore en-

de compañeros de viaje y pronto estuvimos liga

tusiasmo quo rayaba en locura . Con las mayores

La profecía de lá MomiaTRADUCCION DE JUAN d- MENDEZ

Para Era ==E-A.I. O ==r., $LifltO

No soy ningún ingenuo, ni crédulo, ni supers-ticioso. Estoy convencido de que no existe poderoculto que tonga relación con las suertes que, contanta destreza ., vemos ejecutar á diario por losfaquires ; ellos son hábiles prestidigitadores y na-da más. No tongo fé ni aún en las profecías delhechicero Merlín . Croo que aquellos fenómenosquo nos parecen sobrenaturales deben su singularaspecto á la ignorancia, por nuestra parte, de suscausas reales y evidentes Sinembargo, expelaatento impresión viva con motivo de ciertos he-chos y coincidencias más ómenos extrañas.

Así se expresaba el Coronel Howard dirigién-dose á un grupo de camaradas del Ejército de laIndio ., muellemente instalados como él en Rocicingehairs, sobre la azotea de un suntuoso palacio, an-tigua residencia de los Bajás . hoy conve rtido ótransformado en Mes,s por los señores Oficiales deS. M. Británica.

Era la hora apacible do la tarde : bajo el lumi .lioso cielo de uno de esos crepúsculos orientales, elCoronel Howard y sus compañeros estimulaban subuen humor al blando arrullo de brisa suave, querasgaba la densa atmósfera, aún tibia por los últi-mos fulgores de un sol agonizante . y consumíanuno tras otro, cae/daifa ricamente preparadosmientras los atentos boys agitaban perezosamentelos panlcales y ofrecían fuego á los fumadores.

A puesto, Coronel, exclamó uno de los circuns-tantes, que vuestra memoria os sugiere en este mo-mento uno de osos hechos extraordinarios de quehabláis tan amenudo

—Efectivamente, repuso el Coronel Howard.—a Sería indiscreto, acaso, suplicaros su narra-

ción—Absolutamente . Aún cuando los hechos no

son de fecha reciente, los detalles reposan en mimemoria con impresión correcta.

Tomó un sorbo, mediante una bombilla de pa-ja que empapó en el contenido de su copa, encen-dió un cigarrillo de tabaco egipcio, y empezó surelato asa:

Poco tiempo después de haber salido do laescuela de Cadetes, fuí nombrado Su bteni ente, ydesignado á petición mía, para ingresar en el Ejér-cito do la India . No hay un sólo inglés que no de-seo vehelnolntenonte conocer la preciosa joya denuestro dominio colonial

Todos escuchaban atentos yúltima observación con un ligerocabeza.

A bordo del vapor en que me embarqué pirahacer la travesía, tuvo ocasión de ser presentadoá Lord Wildmore, Viven de 26 años de edad, due-

aprobar on estamovimiento de

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El, IILRAL DODEL ISTMO

precauciones fué abierta la puerta, y Lord W ild-more bajó el primero á practicar una inspección.Sobre la arena que cubría, el piso, pudo advertirclaramente las huellas quo habían dejado las san-dalias del último sacerdote salido de allí hacíatres mil aros. Aquel recinto se componía de va-rias salas fúnebrenreute decoradas y amuebladascon lujo y riqueza ox traordina rios, ostentando ensus paredes pinturas do coloridos tan vivos y tanbien conservadas que parecían haber sido ejecutardas la víspera. Supusimos que aquel subterráneodebía guardar los despojos de algún personaje deimportancia, debido al d erroch e y galanura de laornamentación . A medida que avanzábamos erecía nuestro asombro, hasta quo llegamos á la últi-ma de les salas y a pesar de la oscuridad, pudimosdistinguir un objeto quo llamó nuestra atenciónpor sus dimensiones . Un sarcófago de maderadorada ocupaba el centro. Lord Wildmo re orde-nó, y así se hizo, el transporte de la caja que conteaía los restos de aquel que creyó reposar eterna-mente en tan suntuosa morada .. Una vez coloca-da en lugar conveniente procedimos á levantarla tapa descubriéndose á nuestros ojos tina momiacolocada . entre plantas olorosas, ya secas, que aúndespedían perfumes viejos . Despojada de los lien-zos en que se hallaba envuelta, apareció la faz deuna mujer ;Jóven que debió ser muy bella ; incrus-tados en sus párpados resecos, resaltaron unosojos que semejaban esmalte, y cuya mirada fijaeu un punto, electrizaba nuestro sor. Sus labiosentreabiertos, permitían ver una sar ta de dientes,blancos cual nieve . Los embalsamadores habíanarreglado cuidadosa rnento su cabellera abundantey sedosa y aún adornaban su cue r po las joyas ypiedras preciosas quo tanto debieron realzar envida su belleza.

Lord Wildmor e que sabía descifrar ge•oglíti-cos, y conocía los antiguos escritos egipcios, layendo los caracteres quo contenía la tapa de aquelsarcofago, me demostró ser esa la momia de Philo-eris, gran sacerdotisa de Atnnión do la época deThoutmés 111, uno de los más poderosos reyes dela 18.^ dinastía. Un objeto allí colocado llamónuestra atención ; era esto un rollo de hojas de pa-piro que Lord W ilchuore tomó cuidadosamente ydesenvolvió con gran precaución por• temor deromperlo ; en él se hallaban unas inscripciones queleyó .

Por uu montante lo ví palidecer.

¿Qué ocu r re? le pregunté.

-('losa rara, contestó.

—¿Cual?

Esta inscripción.

¿Y que dice?

—Escucha, me dijo, y leyendo en voz alta pro-siguió : ''El cuerpo do aquel que violare mi tum-ba ha de disolverse, sin que de él quedo nada á,que pueda dársele sepultura ."

Echona á reí a

LY oso to alarma? repliqué .

--En lo absoluto, me dijo un tanto turbado ; éinmediata rinanto dió orden para quo empacaransus reliquias y las enviaran á Inglate r ra, al casti-llo que poseía en el Condado de ]fent, pretextandoel deseo (le apurar su viaje.

Desde entonces Lord Wildmore se mostrabasombrío ; evitaba siempre hablar de la tumba, dela momia ó (le las inscripciones ; indefectiblementevariaba la conve r sación cuando de ello se trataba,y constantemente pensativo, demostraba un aba-timiento tal, que con dificultad lograba . yo sacarlode ese tan alarmante estado de ánimo.

Proseguimos nuestro viajo ,y llegamos á Bom-bay, en donde menos preocupado ya, parecía ha-ber recobrado sus antiguas liohas y alegrías.

Como yo debía separa r me do él y seguir miviaje para tonina posesión del cargo para que ha-bíasido nombrado, convinimos en organizar unepartida de caza para renta tigres . Rápidamenteestuvo todo prepar ado y primeramente en tren yluego á lomo de elefante, llegamos al punta dondedebía tener lugar la cacería . A la tanda na si-guiente . muy al amanece, nos dirigirnos hacia unsitio designado por unos beduinos á quienes ha -tia nos contratado para que nos sirvieran de prác-ticos ; nos apostamos, y, puestos en asecho cercade una vertiente, en cuyas aguas las fieras acos-tumbraban apagar su sed, aguardamos Depronto uu magnífico tigre real asomó por entre laszarzas e.omo á cincuenta yardas do liord Wild-more ; éste en seguida tornando puntería disparósu arma. Diestro tirador, no le cupo la mismasuerte ele otras ocasiones, } er ró el blanco. (Ionpresteza trató ele cargar uuevarneute,- pero coléri-co y un tanto nervioso por el resultado del primerdisparo, no tuvo la suficiente calma, y antes deque su lr rh t estuviese preparada, el feroz animallanzase sobre él, y derri bond ole, le asió por la cin-tura con sus poderosas mandíbulas y se internó enel bosque. No tuvo tiempo para acudir en su auxi-lio y los con ipañe•os, presas de terror, huyeron entodas direcciones hasta lograr poner en salvo tesvidas quo creyeron en peligro.

Después de haber recorrido el bosque todo eldía en busca de la fiera y su presa, solo fué posibleencontrar girares de ropa ensangre atados, unoque otro hueso no comploto, y huellas más ó me-nos claras que demostraban el lugar en que la fie-ra había dado fin á vida tan preciosa como llenade esperanzas é ilusiones . . ..

Un silencio profundo reinaba entre los cir-cunstantes y un tanto emocionado, el Coronelhoward, agregó:

Ya lo veis? !dé ahí cumplida la predicción dela momia.

Y apuró su eoc%foil, como indicando el finalde su relato .

e11vt %ato.

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El, I1ERALDO DEL ISTMO .

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Los escritoresy la crítica.

PROPOSITO del drama de M. Rrieuxque fue leído hace algunas noches enel teatro A ntoine ante un publico in-telectual y entusiasta, so ha. reanuda

dado en París la vieja. discusión sobre los dere-chos de la crítica y la actitud que el escritor de-be asuran ante ella . Unos la consideran como uncontrol necesario y benéfico que orienta y permiteevitar muchos peligros . Otros la juzgan i oci va,contraproducente y atentatoria dla libertad delarte. Desde luego, nadie ha pensado poner en telade juicio la crítica seria, do espí r itu hnpersonal,que abarca grandes extensiones y extrae la saviade un siglo : Taíno.

IIoussaye, etc ., están fuera del debate -Sólose trata de la crítica menuda que apunta en losperiódicos las opiniones de un día, las inclinacionesde un temperamento . las opiniones de un hombre:juicios rápidos y efímeros que la posteridad recti-fica casi sinn pro. Nada más curioso quo lojoar lasgacetas de hace cincuenta años y pesar el volumende ingenuidades que tantos hombres hoy ol v ida-dos formularon sobro II ugo, Reinan, Flanbert ó elgran Balzac. El mismo Sainte Beuve, que fue elespíritu más amplio de su siglo, tendría que ave r

-gonzarse si viviera de muchos fallos quo hoy noshacen somrefr y que en su tiempo parecieron jus-tos . De ahí que, en principio, la verdadera críticasólo pueda existir tí un siglo de distancia.

Pero lo que se discute hoy en París es muchomás secundario . Los diarios y las revistas tie-nen rúbricas especiales consagradas á los dramas,los libros ó el arte pictórico, en los cuales un hom-bre, generalmente informado, pero falible, dice sumanera de ver sobre las producciones recientes.Es ul lazo de unión indispensable quo pone al a'tista en contacto con el público. Sin él, las obraspasarían desapercibidas, y el esfuerzo del creadorsolo sería apreciado por un pequeño número dehombres. Un pintor, un escultor ó un poeta, quedespués de babor producido la tela, la estatua óel ve r so, no contaran con ese e1wnento de difu-sión, estarían condenados á una celebridad de fa-milia ó de barrio . 195 cosa tradicional y de an-temano aceptada, que las apreciaciones (1el críti-co carecen casi siempre de reposo y de ;justicia . . .Pero se trata de uno de esos males necesarios, co-mo el invierno ó las tormentas.

No es, pues, posible discutir la existencia dela crítica . Sólo cabe formular objeciones sobrela manera corriente de ejercerla . El que juzga,se despoja rara vez de su credo particula r en cues-tiones políticas, religiosas ó estéticas, y sólo en-cuentra bueno lo que coincide con sus doctrinasy se ajusta á sir nume r a de ver. De suerte que,como el crítico procedo pm' comparación consigomismo, sólo pueda encontrar perfectas sus propiasobras . Por eso es que algunos son partidarios deque se discurra. sobre la forma externa únicanente, y se deje de lado el volumen de ideas queconstituye el fondo del trabajo . Aquí se chocacon otra dificultad . Limitar así las atribuciones

de la crítica, sería casi suprimirla . Y además,en la forma . en la ejecución, hay t ;imbión sec-turisnos y exclusivismos arraigados . ¿Cómo pre-tender que Gastón Boissier aprecie el estilo deGustavo Kalm, ó quo Vicié O,' iffiu estime losversos de Maurice Roncha. ? Sería necesario ol-vidar las propias preferencias y dominar el pai-saje que s extiende hasta el horizonte, lleno devalles y non tañas de diferentes forma y color,en esa armónica diversidad de la naturaleza . Deno ser así, todo se reduce á comentarios hue-cos, y el escritor y el crítico siguen girando ca-da cual en su órbita, sin emnpr ndmsc ni penetrar .se . En la práctica las convicciones pe rsonalesimperáis misa siempre . M . Rrunetiér e, que es reao-d onario, no puede admitir que tenga talento Oc-tava Mirbeau, que es reformador, El arte no in-terviene en el litigio, pero sufre las consecuenciasdel desacuerdo de dos hombres sobro ciertas ideasfundamentales. Con tales procedimientos, la li-teratura pierde su unidad, y se disper sa en tantastracciones corno pareceres, puesto que cada pare-cer excluye á los dermis . Y de continuar así, sosubdividiría. intinitamente, hasta llegar á ser peir-sonal. Quizá entonces estarían todos de acuerdo,porque cada escritor sería su propio c r ítico. Perodejando estas hipótesis á A lphonse Allais, volva-mos al drama en cuestión. No se habla hoy enParís ele otra cosa.

M . Rrieux es uno de los tres ú cuatro grandesdramaturgos que hay actualmente en Francia.Esc ritor concienzudo y macizo, que cree en la mi-sión educadora del arto, cada pieza suya plan-tea un problema trascendental, que se presenta yse resuelv e en conciencia, s n rendir culto á lamoda, y hasta hiriendo á veces los prejuicios deldía . Nada más moralizador que Les A ira liés . Apesur de ln . aparente crudeza del asunto, se guardaen la acción y el lenguaje la mayor pulcritud.No hay ama sola palabra . quo pueda clocar almás quisquilloso . Expone una situación terrible,que vemos muy ti meunio en la vida real perola presenta como enseñanza, para contribuir á ha-cerla menos frecuente, mostrando la, intensidadmisma de su horror.

Sinem bru'go, la pieza ha levantado muchascríticas . Según algunos, hay malos quo condena-rnos todos los días en las conversaciones particula-res, pero quo no es posible reprobar en la escuna,porque está mal visto hablar de ello en público.M. Rrieux ha pensado que los escritores tienen eldeber de combatir usas preocupaciones, y se haaplicado con tesón á hacer del teatro una escuelade moral . Cerrar los ojos no es evitar el peligro.Vale más encar ar la situación y mostrar los erro-res, tratando ele hacerlos desaparecer con la pro-paganda y el cjoruplo . La mayoría cae en unacontradicción curiosa . Aprueba, hasta ciertopunto, el hecho , poro no la lecciinn mora que de élse quiera sacar. Los que aplauden en la Dance de("hez Mdeui-m r s el triunfo de la cortesana., se ofus-can porque en Mana la. cortesana cae al abismo.La obra do laavedau fomenta la vida licenciosa,porque hace nace' en muchas mujeres la tenta-ción de triunfar imitando á la heroína . ; la de/,olala combara, porque muestra lo efímero de esasvictorias y presenta el miserable fin qúc la aguar-da. Sinembargo . en la opinión general, Nurrn esaurelio menos moral que la Ihenre de CL.ez Moarinaa' .e .

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EL HERAL DODEL ISTMO

La pieza anterior de M . Brieux . Les Rempla-4antes, hirió también de frente los prejuicios dealgunos . Predicaba ha supresión de la nodriza,recordaba á las madres su deber do educadoras, ypresentaba los inconvenientes de abandonar alniño entre manos mercenarias . París no estabapreparado para aceptar esa tesis. Desde tiempode Juan Jacobo Rousseau no se había levantadoninguna voz en favor de esa . idea . Todos habíanconvenido en que las madres ricas son fatalmentedébiles, y no pueden amamantar á sus hijos . Elbueno de M . Brieux p sci mi mal rato. Si sus de-fensores fueron muchos, sus adversarios se conta-ron por millares . V los cronistas ligeros del bule-var, que presienten la opinión del publico y la for-mulan, abrumaron al infortunado autor con susterribles ironías . Porque, en resumen, lo que lageneralidad mr admite es que se rompa con su atá-vica manera de pensar . Quien examina lo exis-tente, critica lo sancionado, ó admite opinionesque no coinciden con las usuales, se condena á servisto como ^el enemigo del pueblo", del drama deIbsen. M. Brieux no podía ignorarlo . El éxito deGeorge Ohnet no se obtiene escribiendo Les Rem-plratantes.

El escritor concienzudo no tiene más derechosque los demás hombres, pero tiene más deberes.Es quien indica rumbo, quien hace el gesto quetodos repetirán mañana . I'or eso le correspondemirar siempre muy lejos y muy alto, sin que ningún interés le desvíe . Debe esta fue ra del tiempoy de las cosas y vivir, más que para el hombre,para la idea . No es que tenga que acantonarse enun mundo ideal, y desdeñar los problemas de su'siglo . Todo lo que pueda influir sobro la suerte dela humanidad le concierne . El productor de belle-za ha de ser apóstol, porque la belleza está en loshechos, no en las palabras, y la verdad es bellezaen acción, suprema belleza . Ocuparse de losasuntos inmediatos de la comunidad, no es des-cender, es alzarse . El buen escritor comenzarápor ser buen ciudadano . Siendo el atina de su ge-neración. es justo que vibre en los conflictos quedeben agitarla.

Hemos dejado muy lejos la co!cepción egoístadel arte por el arte, el di lettantismo de la bellezaexterior.

Quede lejos también la preocupación exclusi-va del renombre, y esa baja cupidez que fabricainmoralidades de. cartón y da lugar á una especiede burguesía del talento. Al artista le correspon-de velar más por los demás que por él mismo . Lacelebridad es un jornal que gana en cambio delbien quo hace. Piense más el la obra que en eljornal.

Si la. calumnia le alcanza, sopórtela sin pro-testa ; defenderse, es admitir la posibilidad del cri-men . Que nada consiga apartarlo de sil derrotero:ni la avidez del t r iunfo, ni los bajos apetitos, ni eldeseo de medrar . Ita de ser corno los árboles se-culares, que sufren impasibles el azote de las tor-mentas sin dejar de levantar los brazos al cielo.

dirían los demás? Poco importa que alcancen untriunfo pasajero, y se apoderen momentáneamen-te de la opinión. Ciertos hombres son corno lasgrandes olas : al levantarse, hacen el vacío en tor-no de ellos . M. Brieux ha entendido así su papel,y es necesario confesar quo no le ha faltado nienergía, ni audacia. El escritor sano debe mar-char con los ojos fijos en la verdad, sin que le de-tenga el aplauso ó el insulto, realizando su obra,cumpliendo su misión, y viendo pasar el mal, has-ta el mal que lo hiere, con la altiva serenidad delhombre honrado.

Su divisa es la de Boissy d'Anglas : Bien "'aire,et laiaser (lile,

9nanuei Ugarte.

•~yá!

CleopatraPOR OCTAVIO VALDES ARCE

Ved á Cleopatra, la imperial ramera,1 .a hermosa egipcia de pupila ardiente,Suelto el cabello, con la faz doliente,En el lecho tendida y prisionera.

Transida del dolor que la exaspera,Saca febril un pecho tmgescente,Y en él poniendo la fatal serpiente,Segura muerte con valor espera.

Más ¿qué sucedo á la gentil suicida?¿Por qué se arranca la temprana vidaDe modo tan atroz, tan inhumano?

Es quo su Antonio, su infeliz amante,Acaba do expirar hace un instantePartido el corazón por propia mano.

i9±i4.

Para entonces-Otecch_tt±

Eterno soñador, talvez la' SuerteO el olvido cruel de sus amoresQuiere hacerlo buscar con sus rigoresLa paz entre los brazos de la muerte.

Nobleza á lucha obliga y siempre fuerteA â suicidio tendrá para él mayoresLazos conque vencerlo, y los horrores1)e la tumba amar á para perderte.

Después so mirará junto á su fosaSin flor y sin ciprés, la fementidaLlorando su pasado temblorosa.Un grabado de Gustavo Doré podría simboli-

zar la crítica . menuda : representa un enjambre dehombres liliputienses que esgrimen agq ,jas contra

Y talvez no comprenda enloquecidalos colosos que escalan las nomta.ñas

Que vale más la muerte que es honrosaPer o los pequeños espíritus son ni ósarios ; por

Que maldita y sin fe gozar de vida.que asa como sin el metro no se r ía posible medir ,la altura de las pirámides, sin ellos, ¿cómo se me-

ALEJANDRO DUTARY.

CARLOS A . COWES.==Vendutero Público .

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EL HERALDO DEL ISTMO

Io

v

GUILLER MINA AUGUSTA ARIASen traje de Primera Comunión .

N

De la BellezaPara que un rostro se considere bello en la

verdadera acepción do la palabra, es preciso quelas facciones guarden entre sí ciertas relaciones fi-jas, con las cuales están Tamu i n Izados la mayorparte de los artistas y escultores, pero quo no songeneralmente conocidas por el público . Hé aquíalgunas de ellas : el ancho de la cara debe ser igualá cinco veces el ancho de los ojos. La distanciaque media entre los dos ojos, la cual influyo tán-to en la expresión del rostro, debe tener la mismalongitud que los ojos, y el ancho de éstos debe serigual á dos tercios del de la boca . La longi-tud de la nariz, de cualquier tipo que sea, de-be ser exactamente igual á un tercio do la longitudde la cara . So diría . que es largo un rostro en quela nar iz ocupase más de la tercera parte que le es-tá asignada. Las orejas deben tener de largo eldoble del ancho do los ojos.

La estatura de una persona bien proporciona-da se averigua midiendo la distancia que hay delextremo de los dedos de una mano al extremo delos de la otra, teniendo los brazos y manos exten-didos horizontalmente. El pie debe tener la mis-ma longitud que el antebrazo. El dedo índice de-be tener la mitad de la longitud de la mamo.

(De La Quincena) .

Ecos de laQuincena.

Después de un descanso forzoso de un mes,(Lomeo. lleno siempre de buena voluntad y de afánde complacer, vuelve á la arena con su cartera deapuntes sin un solo dato de que echar mano . perocon el coraz5n lleno do ilusiones y el cerebro ro-bustecido por la tregua. pletórico de ideas nuevas.

Durante mi siLencio ? ha. ocurrido algo nuevodigno de los honores de ser relatado? Eso trataréde saber . ya que á este pobre cronista, por razonesde todos conocidas, le está vedado ocuparse de lasdos últimas funciones que con fines loables hadado en el teatro de esta capital hace poco, ungrupo de señoritas y caballeros de la aristocracia.

Limitémonos por lo pronto á hacer presenteque quienes venciendo escrúpulos y repugnanciasha nse presentado al público con el objeto único dealiviar miserias del prójimo, merecen bien de to-dos y aplauso prolongado y sincero, con tanta ma-yor razon cuanto quo la tarea resulta más merito-ria si se tiene en cuenta que su labor abraza trespuntos : deleita, instruyo y-este es el principal--beneficia . . .

x

En el Club br teraaciocal, nodo es aún mono-

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Il

EL HERALDO DEL ISTMO

tenía y tristeza . Las familias han retornado to-das ya del campo y todavía no se ha dado en esecentro un solo baile para festejarlas . El vocal (leturno—dicho sea de pasotrata de remediar estoy pone en ello empefio muy digno de aplauso, quebien merece agradecimiento . Ojalá logre él suanhelo . .

x

José Santos Chocano, el poeta de estro mara-villoso, gran diplomático y notabilidad del Conti .nente hoy, ha estado entre nosotros en estos últi-mos días, de paso para Lima.

Dejónos, como grato recuerdo, su último poe-ma Ciudad Fundada, con galante dedicatoria quede todo corazón le agradecemos.

En este mismo número publicarnos su retratoy con él un soneto inédito La Acémila que ga-lantemente cediónos para EL HERALDo, al cual haprometido nu ;va colaboración inédita que nos re-mitirá del Perú .

*

Oportuno nos parece—ya que todavía entrenosotros no es debidamente apreciado el Maestro—la reproducción de las siguientes líneas que traeBelios en su número correspondiente al pasadomes de Marzo:

"Rubén Darío ha estado en Madrid . Es lamen-table el silencio de la prensa . Los periodistas—que todo lo saben—han debido saber ó adivinarque Rubén Darío estaba en Madrid . Cuando vie-nen y se van tantos Príncipes ignorantes y tantasPrincesas sin ricino, los que leen periódicos tienenbuen pasto real . Cuando viene un poeta, un granpoeta . . . .¿es que se callan (le emoción? Claro estáque á Rubén Darío no le quita el sueno la prensade Madrid . Todo su mérito lo lleva dentro de sumismo corazón.

La gente sigue ignorando quién es Rubén Da-río . Rubén Darío es el poeta más grande que hoytiene España .—Grande en todos sentidos ; aún enel de poeta menor .—Desde Zorrilla nadie ha cantadode esta m errera . Y aún cl mismo Zorrilla abusa-ba de las notas gordas . Este Maestro moderno esgenial, es grande, es íntimo, es musical, es dia-mantino . Tiene rosas de la primavera de Hugo,violetas de Becquer, flautas de Verlaine, y su co-razón español . Vosotros no sabéis, imbéciles, comocanta este poeta.

En la sombra de una de estas noches, ha sona-do en Madrid su voz, y . su voz decía palabras nue-vas, versos divinos, sobrenaturales, versos daauroras y mujeres, cosas sutiles y fragantes.Pero es su voz, es su voz- la que sabe cantar suscanciones ; su boca tiene la nota con que cada pa-labra ha nacido, el matiz de cada medio tono, esadulzura de las llores, esa. lenta sonoridad, esa ele-gancia . . ..

El Maestro ha estado entre nosotros ."Y estas frases autorizadas son de un cronista

que vive y trabaja en Madrid, pleno riñón do Es-paña que diría Robadilla, en donde hay verdade-ras autoridades en materia de literatura . . ..

x

lección hábil del Maestro Don Santos .Jorge A ..ha progresado mucho durante los últimos meses.

La retreta del domingo por la noche en el Par-que de la Catedral fué un verdadero éxito, fiadala buena ejecución de las piezas que se tocaronr~tret solaz y deleito de los que en ose sitio pasea-

U an, dulcemente acariciados por los rayos de platade una luna hermosísima que desde el cielo lucíatodo su explendor lujoso.

Preciosas mujeres, ataviadas con gracia y sen-cillez, llenaban el ambiente tibio con la sonoridadde sus risas y alegraban el sitio con la bellezaexpléudida de sus rostros sonrosados y te r sos.

. . . Y allá, en una banca, bajo la sombraprotectora del ramaje de un árbol, una pareja denovios, tranquilos y llenos de ilusiones, desperta .han en los cerebros soñadores, ideas dulces y halagueñas é impulsaban al soñar despie r to, haciendovislumbrar allá, en días futuros siempre espera-dos con ansia, un hogar tranquilo y halagador, deesos siempre envidiables . d nde el Amor verdade-ro,—el grande, eso que cuando no comprende adivi-na y cuando no adivina admira y respeta,—imperay ríe

x

Cartas quo del Sur hemos recibido por el últi-mo correo, u r, ¿malician, para dentro de un mes,la llegada de una Compañia de Zarzuela española.

Nosotros cumplimos coa dar á nnestros lecto-res la noticia, sin aventurar concepto ninguno so-bre la aptitud de los artistas que deban venirproximamento á librarnos de las horas de tediode estas noches de invierno calurosas y aburrido-ras.

X

Ayer tarde recibí ele un buen amigo una cartay en ella me dice:

"El sábado en el Teatro, entusiasmado con elbuen decir y arte de la señorita X. X., escribí enel respaldo de un programa, los siguientes versos(le los cuales puedes hacer el uso que á bien ten-gas :

Vaciad vuestra escarcelaRepleta de jazmines.De nardos y de rosas,Oh Dios de los Jardines;Regadlas á sus plantasY hacedla sonseír,Verás que así difundeOlor do primaveraPor la escena (lo cruzaRadiante y hechicera,Si sus rosados labiosConsiente en entreabir . . . ."

Debo guardar absoluto silencio sobre el nom-bre de la inspiradora por deseos del autor de losversos, y me limito á darle las gracias al amigo ennombre de ella

x

Y ahora, unas líneas cortas, netamente perso-nales, que deben quedar oscu"as para invocaraquello de San Pablo : "el que esto pueda compren-

La Banda de Música Republicana, bajo la di

don, que lo entienda"

Dulcería de IIodesta Urbina, Pa~,1e aMI

+ Constitución

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EL HERALDO 1)I~fl . ISTMO.

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Pretender no es presumir : lo primero denotaannclo digno de encomio ; lo segundo vanidad, poco ó ningun conocimiento del valor de uno mismo,tal corno ordena el filósofo antiguo. Quién me lla-ma pretencioso eso me alaba y yo por tal rae enor-gullezco . Presuntuoso no, porque boina diríaMontalvo -del epíteto no he menester ni lo merez-co. Deseo, aspiro y nada más. No pretendo co-jer el Sol con la mano. ni agitarme en una att u es-fera distinta á aquella en que la suerte ha tenidoel capricho de colocarme.

Tal dice el Maestro y es un gran decir.

Ahora bien : para juzgar de la labor de otro esnecesario haberlo superado No se es bueno ysano con solo el deseo ni so compra criterio, conroropa en una tienda. Precisa adquirirlo por otrosmedios y dejar en tanto que reine el silencio parapoder escuchar á los escogidos.

Y nuevamente repita 'nos lo de San Pablo : `elque pueda esto comprender, que lo entienda . "

x

Don JOAQUÍN Vnr .r,nnrxo, miembro respetabley digno de esta sociedad, padre de numerosa familía, dejó de existir en las primeras horas del día.de hoy, víctima de un ataque repentino.

Para todos sus deudos y muy especialmentesu señora esposa y sus hijos todos, nuestra mássince r a expresión de condolencia.

Cartas que de las riberas del Plata se han reci-bido últimamente en esta ciudad, nos avisan lagrata nueva del completo restablecimiento delpoeta Darío Herrera, quién según se dijo, estabasufriendo de una afección cerebral que ponía engravo riesgo sus aptitudes literarias.

Su cerebro, bien construido y poderoso, no hasufrido nada absolutamente--tal nos dicen--y fuéuna grave dispepsia nerviosa la que puso en peli-gro la vida del escritor istmeño.

Celebramos la grata nueva y can fé en el ma-ñana esperamos la llegada próxima del amigo.quién saldrá para esta ciudad dentro do unas se-manas, por consejo facultativo.

Poner debemos ya un punto final aquí y com-placer de esta suerte al cajista que nos pide á gri-tos las últimas cuartillas de estos Ecos, escritos álas volandas y bajo la sugestión de impresionesdistintas y avasalladoras.

Un amigo nos dice al oído, muy quedo, algoque queremos poner en el terreno de la Duda porahora, para mas tarde averiguar lo que de ciertoexista sobre este particular.

No deseamos formar camorra, ni pedir á gri-tos que en nuestra humilde persona se fije la aten-

ción del público, por quién sentimos—dicho sea depaso cariño leal y sincero respeto, pero si en ver-dad, sorés de afina especial quieren lanzar contranosotros los dardos ponzoñosos de su envidia y enel afán de aparecer como genios, piensan que ser-virles podemos de escalón, sepan, para lo de sumejor manera de pensar, que Romeo . hoy y nun-ca rehusa las luchas caballerescas y hermosísimaspor la Verdad en el firme ter reno de los propiosméritos . . .

Romeo.Día de Corpus - 1901.

Escuela de Músicay Declamación

Bajo la dirección de NAmaso GARAY el notableartista hijo del lstmo, se abrió el día I .° del aresen curso la Escuela de Música :q Declamación, connn buten número de al unrnos de ambos sexos.

El programa de estudios, gustado en uu todoá las prácticas mode rnas y calcado en los que ri-gen en la mayor parte de los establecimientos aná-logos de toda Europa, promete á la par con lacompeten ia y altas dotes musicales de muestroamigo GARAY, que al fi q en materia de Arte Mu-sical, se abrirán nuevos horizontes, desarrollandoel gusto á lo bueno y á lo bello con la aplicacióná los estudios musicales serios de los jóvenesalmnos.

Que no desmaye I.4nnAY en la ruda labor quehoy le toca desempeñar. Hacer abandonar erroresde mucho tiempo no es cosa de un momento ni exen-ta de fatigas La envidia y la malignidad opon-drán á los obstáculos naturales que encuentre enel desempeño de su obra, ot r os aún mayores. Peroél no debe hacer caso de esto . El Progreso seimpone en contra de los estacionarios, y á ellosaún á su pesar, es necesario hace r los entrar porsu ancha vía . Que persevere pues, y que tengaen cuenta. que la recompensa vi ene rucho despuésdel triunfo . si es q ue viene.

Errata notable.En el Canto Andaluz de nuestro buen amigo

Soto Hall, que aparece. en la primera página, hayun error que nos apresuramos á corregir . Es elcaso que en el último verso de la primera quiutiIla, so lee :

la mantilla soberana,

debiendo leerse:la mantilla sevillana.

A nuestros lectores y al autor del preciosoCante dndcelux, pedimos amy sinceramente esca-sea el error involuntario .

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1I1?h,Al d)O 1)]dl, ISTMO

José Santos Chocarlo

I)e paso paga la (liudad de los Reyesestuvo en (lías pasad,s entre nOsotros, porpopas horas, el poeta José Santos 1 ;Boca-no, una de .las primeras figuras de esteCOntinent : .Ministro de la República delPerla teste ol Gobierno de Kagol.d y honray gloria de la patria de Miguel Grau . Conplacer estrechamos la muno del atraigo ycoutpafiero siempre amable qne, siguiendoel consejo del Maestro Darío, se tut erra-do un estilo propio, encantador . y vibran-te . Chocano . Roy del Soneto —va, segu-ro y firme el paso, cargado de riquezas,con rumbo fijo hacia

I.amortalidad.

kit la Aldea, has Santas . Azahares,La hlpopel/a, de/ ,horra, Poli Cual) del, ,Si-rpo . /Sl Derrumbe, l'aluhra .v y otra; librosnaísi hijas todo .; de su cerebro de oro,prueba inegnívncn son del iunienso valorIt1 eximio poeta, con cuya amistad noshonramos.

ILl, Illten1,uo ola, Istmo, al publiearhoy su retrato, ríndele con ello homenajede admiración ,y le envía, dude estas pla-yas tan queridas por él, un aplauso simia—

,y prolongarlo.

La AcémilaDEL LIBRO " ALMA DE AMERICA "

/'ara El IIENAIOO lltl ISTMO

I'or la quebrada que parece un tajoVa galiando la acémila el sendero,IAa una vuadha en la. sien del atonte austeroY Mira vez precipítase hacia abajo.

Uan las duras fatigas del trabajo,iVic zcla, por el veLo, desfiladero,Al quejumbroso ;alerta .! del arrieroCI chis-elias de la herrumbre eu el e Isea .jo.

Cuando así la ac émilat rendida,Que ha tropezado en el sendero enjuto,Va en los abi .ant,is í, estrellan' su vida,

Natura le hace en las etéreas salas,1)e rana . hilera. de pájaros de luto,Unas enana fúnebra ron alas

aosé mantos @loca no .

flatutina- --~AI Maestro .losé Santos Chocano

Se d osl iza la luz calladamenteComo nn ladró' miedoso ; eli SU cintilloPreludia Sil cantar el ronco gallo.Corno sordo clarín de un combatiente;

Sopla la fresca brisa blandamente;Balancean las frondes en el tallo;[trinca el pez, aaílla, el can, piafa cl caballo:Y de la clara, luz brota . el torrente.

El mar es azulada porcelana.;)e las nubes la errante caravana,

li;l Sol—artistrl ideal—esmalta y data;

Salta . el obrero y el traba; jo empieza ;Mientras el monje en el oouvento rezaY el pajarillo en la arboleda llora.

posé & .lora lg ~ora.

1'antunií ., 19 de, Abril de 1903 .

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EL (hERALDO DEL ISTMO.

ProgresoPOR ANTONIO BURGOS

(Continuación .)LGUNOS espíritus incrédulos dudaránde la realización de esta empresa SOY -

rrendente; muchos la considerarán co .._mo un sueño utópico ó cono el pro

dueto de una imaginación soñadora ; y otros, aca-so los ménos, creerán que se trata de utas de esosnegocios vulgares en quo entran por iguales partesel propio interés y la burda especulación Perono es así, y ocasión tendremos de demostrarlo enel curso de este mal pergeñado articulo . El he-cho se cumplirá en menos tiempo del que hoyse supone, y se cumplirá por y en virtud desu trascendental importancia. Aún en el caso dequo no militasen en favor de su realización lascircunstancias poderosas que hoy median, basta-ría para no dudar de su consumación reco rdarque han pasado ya los tiempos de la inercia y delretroceso ; que el Istmo ha entrado do lleno en una.nueva vía, y que su situación geográfica y la fa-ma de que gozan 1„ cuantiosas é inexploradasriquezas de su territorio, le atraerán el concursode gruesos capitales quo lo darán vida á sus en,-presas materiales, á sus industrias y tí su comer-cio. El lstmo posee, como ya hemos dicho,cuencas carboníferas de inestimable valor y deindiscutible mérito, cuyos productos han sidoanalizados con éxito satisfactorio en Europa yNorte America.. I'or qué, pires, había de putea'_si en duda la explotación de osas cucucas? Elanálisis del combustible dió por resultado quetanto en Francia como en Estados Unidos se aco-giera cota creciente entusiasmo el proyecto demea explotación y el que en la primera de estasdos naciones se le diera forma práctica, fundán-dose para ello la asociación que lleva por títuloSocicté des Chrtr'bo ,aadcs di Retrates de L'lstltatede Panamá, bajo la dirección del opulento ban-quero M . 1 unbert, y por la iniciativa y esfuer-zos del conocido hombre público v patriota ist-meño señor Don Antonio Zubieta . Los miembrosque la componen son personalidodes bien cono-cidas en el inundo europeo por ocupar puestosprominentes en la alta banca, en la política y enlas finanzas, por su práctica en los grandes nego-cios y por su clara visión . Eu los estatutos deesta importante asociación, fundada de acuerdocon las liberales leyes suizas, con un escogido per-sonal y con el capital provisorio de Fea . 60 .000,000so hace constar que ella cuenta con la base sufi-ciente para llevar á cabo la explotación de lashulleras y de las fuentes de petróleo del Istmo dePanamá Esto suceso de nrterés trascendental pa-ra el porvenir de nuestro suelo, nos lleva it ropoDr aquí lo que antes hemos dicho : quo la explo-tación de nuestras cuencas carboníferas será bienpronto una alentadora realidad .

la actividad y la constancia secundadas por unafe inquebrantable, han logrado obtener un éxitomás brillante. Entre los hombres á quienes lesha tocado y les toca en suerte ocupar puesto dohonor en las lides pacíficas del pensamiento, exis-ten dos clases importantes que es preciso distin-guir . Perla uncen á la primera los que guiadospor una vasta ilustración, por una larga experien-cia y por un conocimiento profundo de los hom-bres y de las cosas, dedican sus desvelos al estudioy solución de los problemas relacionados con elprogreso intelectual y con la cultura de los pue .blos y dictan las leyes que en el orden social lesseñalan la norma. de sus derechos y- de sus obli-gaciones como fundamentas indispensables de superfección moral y de su bienestar . Pertenecená la segunda . los que educados en la escuela prác-tica del trabajo y de la actividad, viven, si amipuede decirse, la vida do ese movimiento vertigi-noso y civilizador que es hoy el asombro del sigloy que todo lo crea y lo transforma en beneficiodel progreso material do las naciones . ?ara esos(nombres apenas existo la equidad del espíritu ; saesfera de acción se ensancha cada día á medidaque aumenta en ellos ese anhelo incesante de con-tribuír con sus esfuerzos . con su inteligencia ya voces con su lastima, al desarrollo do las em-presas materiales . y á la implantación de nuevasindustrias, mano las dos grandes ruedas que efec-túan el movimiento prog resista de que acaba-mos do hablar . Son esos los verdaderos bienhe-chores do la humanidad ; son esos los que pormedio de la constante aplicación de la ley deltra`ajo, atienden á las necesidades de las clasesproletarias y lineen más llevadora su condición.A esta clase de hombres pertenece AntonioZ,nbie-ta. Dotado de un espíritu recto y emprendedor ydo un carácter firme ü la par que benévolo, no learredran los obstáculos que se oponen á su pasocuando su clara visual lo lleva en Unen recta . á.la realización do un fin de utilidad práctica.Constante y tenaz en la labor fiel progreso, hadesplegado su actividad y su competencia cuan-do le ha llegado la ocasióncon el Gobierno en elfomento de las obras públicas . Su sentido prá.>tico poco común y la naturaleza de sus estudioscursados en uno do los colegios de la grao Me-

americana, lo han (techo identificar con losindividuos de aquella raza superior llamada á sa'bien pronto la dominadora del inundo . La altaposición que el señor Zubieta ocupa en nuestrasociedad puede ser materia de estadio para . lageneración que se levanta, Ella enseña de lo queson capaces la constancia y el trabajo, la honra-dez y el mérito intrínseco cuando los secundanun indomable esfuerzo de voluntad y el propio es-fuerzo . Tal os la personalidad descrita á gran-des rasgos. á cuya energía deberá. el Istmo eldesarrollo de su eunpuss nula rm portante.

A los quo deseen conocer la relación porme-norizada de las gestiones practicadas por el se-ñor Zubieta para obtener la concesión del con-trato sobre explotación de nuestras hulleras, yquieran estar al corriente de la lucha. que emprendió para que no fuesen vulnerados los fiera-

llentos hecho alusión á los esfuerzos é iniciativa ellos de la Sociedad que representa, les recomen-desplegados por el señor Zubieta para darle vida á damos la. lectura de su i a-posieión que con talla Empresa redentora de que venimos ocupándonos objeto fue publicada en el número 1800 de k'(y á esa{ respecto podemos agrega' que raras veces Abata vio de esta ciudad correspondiente al 21 de

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El, HEItA1DO DEI, ISTMO

Octubre del afín próximo pasado. Para nuestropropósito insertamos aquí algunos de sus párrafos:

"EI 2:3 tIc 11'ebrero de 1897 (empieza la Exp(sición) celebró el señor Natrón 13. :finicuo uncontrato con la Nación `sobre explotación de hu-lleras en el Departamento do Panamá . ' Poco des-pués nao fue traspasado ese contrato. Corno pa-ra darle desarrollo era necesario hacer en el cur-so (le cuatro años exploraciones conducentes ádescubrir munas de hulla y vertientes ó depósitosde petróleo que existan en los ti rrenos baldíosen dicho Departamento ó en los terrenos que porcualquier título pertenezcan á la Nación, y comose necesitaba un fue rte capital para hacer lasexploraciones necesarias, determiné seguir á Es-tados Unidos y Europa con el objeto de orga-nizar ama compañía que tuviera el sufieienteca -pitad para hacer exploraciones en un territorioque abarca una extensión de 8211 mi riámetroscuadrarlos . Después ele muchos esfuerzos logréorganizar en París una Sociedad con un capitalde 1 .000,000 de francos destinados e .rclusieanceateá exploraciones ." Las frases que van en bastar-dilla hacen ver que se trata et una Sociedad detendencias progresa tau, y de carácter serio.

Preciso es hacer notar que el contrato Jime-no fué celebrado por el Gobierno Nacional colom-biano, y que cuando éste tuvo conocimiento deléxito obtenido por el señor Zubieta, faltó á su fepública y á su palabra empeñarla, según pudoverse en un documento de earactor oficial, comolo fué el Decreto del Jefe Civil y Militar del entonces Departamento de Panamá, por el cual sedisponía no hacer concesión alguna de las minasde carbón del Departamento á menos que los con-cesionarios so eotnproticran á entregar al Gobier-no el 50 o y^ del producto bruto de la explotación,y se hicieron estudios preliminares en la mina decarbón quo existe en el cerro de Bombacho, otropenando así derechos legalmente adquiridos. Es ,ta resolución descabellada de un Gobiorno .'es .petable, á más de carecer de la seriedad de quedebe estar revestido todo doutme) cío (le carácteroficial, probó una vez más ln resistencia que aqueloponía al progreso material del Istmo.

1dliga y tenaz ha sido la lucha sostenida po rel señor Zu bi eta . para recuperar los derechos ad-gniridos por la Sociedad qnc representa y vulne-rados por el Gobierno de Colombia : y como unamuestra. do la entereza de su carácter, publica-mos á continuación los dos notables párrafos queá este respecto cnl :ier e su Exposición . los cua-les hacen parte del memorial que elevó á dichoGobierno. 1)ice así :

le legítimamente, y para cuya consecución hadesembolsado runcho dinero, empleado muchotiempo y mucho trabajo . Se trata de una Socie-dad seria que no especula con concesiones deruinas negociándolas luego, sino que invierte sucapital en explotar minas como su labor vienedemostrándolo . Sin la asoladora guerra civil quetan duramente ha agotado h la Nación, es probable quo ,ya,--y por primera voz en esta lleptí-blica -aquella explotación de sus hulleras se es-tuviera efectuando con beneficio público. Cortotodo derecho merece respeto, y el mismo Exce-lentísimo saña' . Presidente de la República en acLo público ha manifestado tenerlo por la entidade xtLanjera quo aquí represento, espero, y así lopido, quo revogneis, ó nuléis ó declaréis sinefecto alguno, la concesión hecha al señor Alber-to Valenzuela sobro las minas de {bombo cho á queso refiere la Escritura pública que menciono alprincipio de este rnonorial' De no hacerse así,bien que con profunda pena ., pero en cumplimien-to de mi deber, protesto do todos los perjuiciosque por motivo directo ó indirecto de aquellaconcesión sobrevengan ó puedan sobrevenir á laSoclelc des Chrcrbo)raage .s cl Z'etróles de l l7sthneede Pa Hanoi, y de que será responsable el Gobier-no, que olvidando sus compromisos y por acto vo-luntario, causa un perjuicio cuya magnitud no esdable proveer . "

A la Nación panameña le ha correspondido lasolución de esto asunto do vital interés. La Con-vención Nacional, ha dictada un artículo Cons-titucional por el cual quedan á salvo los derechoslegítimamente adquiridos sobre minas . Este actode justicia que ha obtenido la sanción del Presi-dente de la República, por inedia do la Resoluciónnúmero li publicada en el número 22 de la GacetaOficial, es á la vez una constancia y una ga-rantía de qnc muestro Gobierno acatará y res-petará en todo tiempo esos derechos, dada laseriedad y rectitud de que deben estar revestidostodos sus actos . En esta confianza no es aventura-do asegurar que esté ya cercano el día en quese dé principio en el Istmo á los trabajos de ins-talación de la Empresa quo ha . de explotar sus mi-nas do carbón y sus fuentes do petróleo.

(Continuará .)

CURA MUSICAL,

revista Mistada de primera clase, que se publicaen la Habana, nos ha visitado.

Gustosos o.orresponlemos la galantería.. . . Por tanto no ha ea durado ni podido ea-

duca r ninguno de los derechos de aquella Saciedad sobre la trina. en eefereticia (la de Botuba-ehni . Ella descansaba _-y con justo motivo - -ouIas promesas y los contratos oficiales, y tan gran-de como desagradable será su sorpresa . al saberla eonccsión hecha . . . . Mas yo espero de la hon-radez del Gobieno que sin mayor dilación podré comunicarle que no habrá de entrar en liti-gios de oposición con un tercen a que se presenta agradeceríamos la remisión de las sumas que ten-de improviso á quere r arrebatarle lo que con ra- gan recaudadas, inmediatamente reciban el pre-zón esa Sociedad loa juzgado y juzga petrtenecer- solde número .

-

CARLOS A. COWES.= Agente Comisionista.

A NUI'JSTROS A(IENTES

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El, li Pl{.A1 l)O 1)11;1, I .STNLO .

In

Certamen de bellezaSEGUNDO I~ :SC'Rti TISIO.

A. las lutero. de la mañana del alía trointode llia,yo dc; unid aove(ientna cuatro a0 reunieroncn un 1O0al ader,nada los señores miembro~ti de laJ unta Revisora de (L . I I],:IIALI)O 1xr,I, IH'PMO con elfin de proceder al seguWlo eserotialie de lOS votosrccibitios para el ('ertamen le Bolhza . C ' ontado .a

abiertos 1110 Fo0 1 011, resulto haber riontiu frez nt .liodho (138) que se unieron Ii. Ioa del pedan (15011

t.inio . distribuirlos así :Ante- Nuo- 1'u-ri

roy

.os .

tal.

l'or la

.oñ,u'ita . Aludir . Lyons_ 15

1 InPor la señurita Leticia Lopez 9

28 3i1 'or la señorita Celia Quelquejeu li

1 il lar la vollorila

Benilda.

Pérez -I

23 29Por la señorita lsolilrn . Saaso 2 2Por la señorita 1{anna Louise Soaso 2

„I'or la señorita Dolores Guardia 2

. . 2Por la señorita Josefina ICspriella l 2Por la señorita

Victoria Gnuir Ii :, 1

1 21'or la señorita Carlota M . Zaehrissoo 1

. . 1Por la señorita Carmen Bovd I

. . 1

Por la señorita Snlbina l-'auiza (

. . 1Por la sedm•itu Lola Navarro . .

:32 32Por la señorita. l,cuuor Arias . .

21 21I'or la. señorita M(rco.rlas

Cheira . .

51'or l :t señoritaa 161ida Po ,yló . .

.1 '1I lar la señorita Carolina Méndez .

2 2Por la señorita . Isabel V. Aros'uncua . . .

2 2I'or la señorita Julita Guardia .

. . . . .

2 2Por la señorita Ca .l Iota Limas 2 2l lar la. señorita Afilia Lewis . .

2 2Por la señorita Catalion 1Al . Arias . . . . .

1 1Por la señorita Mercedes .l imenez ._ . _

1 1Por la señorita Ana PJida Aallarioo . . . .

t 11 'or

la señorita M1 .” Ar,xscl mara Nle ,jía . 1 IPor la señorita Geraldina Siuuuons . .

1 1l l ar la señorita Raquel Ortega . .

1 11'or la señorita Mercedes I-'uyftu . .

1 1

'Totales JIl 138 18.1

N'naron deelrn'a.dos nudos ocho votos y dejadosde computar por no venir de acuerdo con la .s condi-ciones del Certamen . Con lo cual, después deguardar los votos en un sobre cerrado ;y selladose di() por terminarlo el oscrutinlo, lirlmando esta.neta para constancia los quo intervinie ron.

ti ("ILI,E2,nIO :ANIM11V . Al,11,1ANMIO Do' r . itv

11 ,l.( ;nplvALI Elt .— SINON RiVAS,

8-

(1ONDICIONES DEI, CER'T'AMEN.

I .^ Desde el número octavo bal ta el undé-civao, c séla ejemplar de NS . Tfnllt Ar,no Drl, ls'1 âro irá;MOmn pa ñudo de dos papeletas.

2 ° ' Todos los lectores ;y lentoras de la capitaly de la ciudad de CuIbo podrían soga' ; pero un;lmisma 101501la no pOdrá \'otear dos ''ecos.

Leas prapeletas deban ser firmadas, cousi-Ilerí,ndos, nulas las que (arimaaun (le este requisitoi ud ispeusable .

d - '

♦ e s equisulo indispensable que loseinl-I ata poi quien sr . dr s/ vot u se a n aeal a e n 1 . tn -ala ; siendo suficiente c indispensable out : nblkAVICCI NDADA. AíZ01.

5 .° II ;I . Illc¢ .a 1 .no ultr . 1~a1'MO obsequiara unamedalla do oro á . ln señorita fa vorerida con m ;r,yar número de votos, y publicaría, en primeraoportunidad sn retrato, como tanihién el de oque;Ibas ,los señoritas que t1e~spués de la primeras obte n-2an lo a ,yor níunero.

(i .° 1,os escrutinios p:arcial•s se verificaráncinco días despues do la. ,salirla de cada uíuunro, yel escrutinio total, tres días después de veriliuodoel parcial correspond imite al número undécimo.

lea Junta k..evisora de LL 1 .PIRA,Io n)zl, INYMO(4otr .u,ar ra I s cserutinins ,y publicu .rá los resultad( spero gmaail .ua absolut .:a reserva sobre el nombre delos votantes.

r . " Los votos doben ser remitidos ñ la 'Pipografía Casís y Cia ., en sobre cerrado ,y lacrando,con la siguiente. inscripción:Seno•os de le Junta. de llos ; i.siúla de U)1 . 1 . lltitAI .00

1,151, Ial'At(1

Presente.Z'o'co PALLA El, cbarrAlm' ;N UIU Iinna .n:Z1,.

Nuestros AgentesPn D:oid Don Santiago Lombardi.(Sa Santiago I)on Pedro 1 ' ábregn.Rn ("hitré _ Don Víctor Nt . Juliao 1'.H ;u Penonomé Don l néctar (',unte 13En Agluadnlce - Don José M.auíaa Calvo.]9n I3eous del Toro Don daíal Villamil.

Agrade espacial en (tilúu y Línea del Ferro-coriil, Don Carlos Cowes.

:Agente en Guayaquil (I{enadoq .. Don Ramón1, . Va.11ari no.

Val Colon no teucmos Agente radiando. Los.suscritoras de esa ciudad ronibicáu lu Revista porcorreo. y se (intenderán para cl pago le susericio .nes con I ton Alberto Mendoza.

El Heraldo del lstmoQuincenario Ilustrado.

Director-Propietario : GUILLEHO ANDREVE.

Pasta Revista Constara de 16 páginas de lecturay se publicará /los vecesnl uu,s.

La snseripeion por trinaste, vale 1)0 .8 P/s.SOb'(SY .00i y cadae. ieiuplar suelto ('U :I.M/C,V'/ .I ( ;H;A''l'A VOS.

Nia se etduerte unía colraboración grce Iré qur seasolici(adu y reo ae decu., p hvw eu luatyíca 0.0 .80 loso'riginitles.

Para todo lo rela.eiona.do con la Revista diri-girse 4, su Director Propietario ú la la . Y 'i)royre/íeCes/s fl (+La.

Por Coa reo : !1 pnrtadn No . .81 .3.

e-sb Lu Dirección de Ki l[l,at_~I,uonlal, Is'rnlo luaorganizado laca Jnuta (le Censura encargada deusa minar todo 1raba., ja que sea reluitido para supnblieaeióu, la canal no ac clec Wl,u•3 . sin la ;arrobacica ele dicha Junta .

in