DIA60 ReseNasGortari Notas

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RESE:RAS BlBLIOGRAFlCAS mítico-práctica y la concepción del mun- do propia del interés teórico". En ver- dad, todas estas vías están apenas esbo- zadas, además de expuestas con cierta confusión. Como indica el editor, Hu- dolf Boehm, en la Introducción (pág. XXXII, resulta imposible distinguir con precisión entre ellas y someterlasa un tratamiento sistemático. La preocupación de Husserl por inten- tar caminos distintos al "cartesiano" in- dica que consideraba ésteinsatisfactorio o, al menos, insuficiente. Siu embargo, las otras vías no rechazan la primera, más bien la completan revelando posi- bilidades concomitantes. Porque tal vez no se trate propiamente de caminos se- parados, sino de aspectos,de facetas de una sola transformación radical, cuya complejidad no podría exponerse desde un solo ángulo. Nada entenderíamos,en efecto, si consideráramos la reducción como una operación simple; en realidad, Husserl reúne bajo el mismo rubro va- rios pasos de sentidos muy diferentes, que él nunca quiso distinguir con pre- cisión por considerarlos reciprocamente dependientes. "Reducción" significa a la vez, entre otros, los siguientes pasos: paso de los sentidosmentadosa lo dado con evidencia apodíctica, del ser rela- tivo al ser absoluto, del mundo como suma de realidades a su origen cons- tituyentey fuente de sentido, del yo per- dido en los. objetos al yo consciente de su propio sentido, de la vida orientada a valores relativos a la vida orientada al valor absoluto. Todos estos pasos, de tan diversa índole, quedan unificados en el tránsito del "mundo natural" a la "subjetividad trascendental". Y la vía eartesiana resulta insuficiente porque no puede dar cuenta de todos los sentidos implicados en una operación metódica que Husserl considera unitaria. Mas tal pareceque Husserl nunca llegó a dar con un sentido originario de la reducción del cual pudieran' derivarse todos los demás. ¿No quiere esto decir que hasta el final quedóparcialmenteoscuro-vis- lumbrado, cada vez más cercano, pero nunca distinto- el sentida último de la fenomenología misma? Pues, ¿no·sería acaso esencial a la tarea radical del filósofo no negar nunca al fin. del cami- no? Que fuera tal vez propio del verda- dero filósofo ser siempre un "princi- piante". "Si por una parte el autor ha tenido que rebajar prácticamenteel ideal de sus aspiraciones filosóficas al de un simple principiante --escribía Husserl en 1930-, por otra parte ha llegado con la edad a la plena certeza de poder lla- marse un efectivo principiante. Casi pu- diera tener la esperanza -si le fuera concedida la vejez de Matusalem- de poder llegar a ser un filósofo ... " ("Epí- logo" a 'las Ideas, trad. J: Gaos, Fondo de Cultura Económica, México, 1949, pág. 394). LUIS VILLORO Notas 1ntrodutórias a Lógica Dialé- tica, por Caio Prado Júnior. Edi- toraBrasiliense, Sao Paulo, 1959. Las 19 notas que constituyen este volu- men representanuna aportación impor- tante y original para el análisis de la actividad del pensamiento,en su función elaboradora del conocimiento científico, incluyendo sus enlaces con eh lenguaje en general y sus formas lógicas en par- ticular, tal como están contenidas im- plícitamente en el lenguaje, tanto dis- cursivo como simbólico. En el examen quenos ofreceel autorsetomanencuen- ta de .manera prominente los procesos mentalesdel sujetopensante,para el cual el lenguaje y sus formas específicas son otros tantos instrumentosde expresión y exteriorización de dichos procesos. Por lo tanto, adopta como punto de partida las bases experimentales suministradas por la psicología científica, dejando a un lado las simples representacionesin- tuitivas que son tan comunes en el tra- tamiento de los problemas lógicos. De esta'manera se amplían las perspectivas para establecer una determinación más precisa del método científico, es decir,

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  • RESE:RAS BlBLIOGRAFlCAS

    mtico-prctica y la concepcin del mun-do propia del inters terico". En ver-dad, todas estas vas estn apenas esbo-zadas, adems de expuestas con ciertaconfusin. Como indica el editor, Hu-dolf Boehm, en la Introduccin (pg.XXXII, resulta imposible distinguir conprecisin entre ellas y someterlas a untratamiento sistemtico.

    La preocupacin de Husserl por inten-tar caminos distintos al "cartesiano" in-dica que consideraba steinsatisfactorioo, al menos, insuficiente. Siu embargo,las otras vas no rechazan la primera,ms bien la completan revelando posi-bilidades concomitantes. Porque tal vezno se trate propiamente de caminos se-parados, sino de aspectos,de facetas deuna sola transformacin radical, cuyacomplejidad no podra exponerse desdeun solo ngulo. Nada entenderamos,enefecto, si considerramos la reduccincomo una operacin simple; en realidad,Husserl rene bajo el mismo rubro va-rios pasos de sentidos muy diferentes,que l nunca quiso distinguir con pre-cisin por considerarlos reciprocamentedependientes. "Reduccin" significa ala vez, entre otros, los siguientes pasos:paso de los sentidosmentadosa lo dadocon evidencia apodctica, del ser rela-tivo al ser absoluto, del mundo comosuma de realidades a su origen cons-tituyentey fuente de sentido, del yo per-dido en los. objetos al yo consciente desu propio sentido, de la vida orientadaa valores relativos a la vida orientada alvalor absoluto. Todos estos pasos, detan diversa ndole, quedan unificadosen el trnsito del "mundo natural" a la"subjetividad trascendental". Y la vaeartesiana resulta insuficiente porque nopuede dar cuenta de todos los sentidosimplicados en una operacin metdicaque Husserl considera unitaria. Mas talpareceque Husserl nunca lleg a dar conun sentido originario de la reduccindel cual pudieran' derivarse todos losdems. No quiere esto decir que hastael final quedparcialmente oscuro -vis-lumbrado, cada vez ms cercano, pero

    nunca distinto- el sentida ltimo de lafenomenologamisma? Pues, noseraacaso esencial a la tarea radical delfilsofo no negar nunca al fin. del cami-no? Que fuera tal vez propio del verda-dero filsofo ser siempre un "princi-piante". "Si por una parte el autor hatenido que rebajar prcticamenteel idealde sus aspiraciones filosficas al de unsimple principiante --escriba Husserlen 1930-, por otra parte ha llegado conla edad a la plena certeza de poder lla-marse un efectivo principiante. Casi pu-diera tener la esperanza -si le fueraconcedida la vejez de Matusalem- depoder llegar a ser un filsofo ... " ("Ep-logo" a 'las Ideas, trad. J: Gaos, Fondode Cultura Econmica, Mxico, 1949,pg. 394).

    LUIS VILLORO

    Notas 1ntrodutrias a Lgica Dial-tica, por Caio Prado Jnior. Edi-tora Brasiliense, Sao Paulo, 1959.

    Las 19 notas que constituyen este volu-men representanuna aportacin impor-tante y original para el anlisis de laactividad del pensamiento,en su funcinelaboradora del conocimiento cientfico,incluyendo sus enlaces con eh lenguajeen general y sus formas lgicas en par-ticular, tal como estn contenidas im-plcitamente en el lenguaje, tanto dis-cursivo como simblico. En el examenquenos ofrece el autor se toman en cuen-ta de .manera prominente los procesosmentalesdel sujetopensante,para el cualel lenguaje y sus formas especficas sonotros tantos instrumentosde expresin yexteriorizacin de dichos procesos. Porlo tanto, adopta como punto de partidalas bases experimentales suministradaspor la psicologa cientfica, dejando aun lado las simples representacionesin-tuitivas que son tan comunes en el tra-tamiento de los problemas lgicos. Deesta'manera se amplan las perspectivaspara establecer una determinacin msprecisa del mtodo cientfico, es decir,

    ingridTypewritten TextDinoia, vol. 6, no. 6, 1960

  • RESE~AS BIBLIOGRAFICAS

    de la manera ms acertada posible enque se ha de orientar y conducir el cur-so del pensamiento para la adquisicindel conocimiento. Al mismo tiempo, laposicin adoptada permite la elabora-cin de las formas verbales en ge-neral y de las formas lgicas especficas,de modo que resulten adecuadas para laexpresin del pensamiento y, sobre todo,del producto de ese pensamiento que esel conocimiento cientfico.

    La primera cuestin abordada por elprofesor \Prado es elestablecimiento dela necesaria distincin entre la dialcticade la naturaleza y la sociedad =-esto es,la evolucin y la transformacin de losprocesos existentes, en cuyo comporta:miento se ponen de manifiesto las leyesdialcticas- y los procesos lgicos quellevan al hombre a comprender, expli-car y dominar objetivamente los pro-cesos naturales y sociales, mediante laexperimentacin, el razonamiento dialc-tico y la actividad prctica. Por unlado, la dialctica es la expresin de]comportamiento general del universo yrepresenta una propiedad fundamentalde todos y cada uno de los procesos exis-tentes. En este sentido, la dialctica cons-tituye el objeto de estudio de las dife-rentes disciplinas cientficas y como taldebe ser tratada: como expresin defi-nida del cambio, la transformacin y laaccin recproca entre los procesos deluniverso. Por otra parte, la dialctica esLa expresin fundamental de la actividaddel pensamiento y constituye, por lo tan-to, la clave del pensamiento cientfico.En este otro sentido, la dialctica es elmtodo lgico por excelencia, ya que esla manera de adquirir el conocimientode los procesos existentes y de interpre-tarlo en forma correspondiente a su na-turaleza intrnsecamente dialctica. Losprocesos existentes se manifiestan alhombre de modos contradictorios: porun lado, son mltiples y diversos, ines-tables y fluidos; y, por otra parte y a lavez, son uniformes e idnticos, establesy permanentes. El problema de la lgicadialctica consiste entonces en enlazar

    y armonizar los aspectos contradictorios,para obtener como sntesis dialctica unconocimiento completo y comprobable,sin excluir ni subestimar a ninguno deesos aspectos. As surge la cuestin:fun-damental y primordial de entender launiformidad en la multiplicidad y la per-manencia en el flujo. Basndose en lasrelaciones existentes entre la dialcticade la existencia y la lgica dialctica, lacuestin consiste en elaborar un mtodode conceptuacin que permita dar cuen>ta cabal de los procesos conocidos y hagaposible su representacin adecuada y sindeformaciones. Y, Con esto, se colocael estudio de la lgica dialctica en susjustos trminos.

    Siguiendo el tratamiento del autor,tenemos que la lgica formal es funda-mentalmente una expresin de las rela-ciones que enlazan estructuralmente a loselementos del lenguaje. Como es sabido,lo que caracteriza distntivamente a laestructura del lenguaje -y esta carac-terstica es comn a todas las lenguasconocidas, vivas y muertas- es la dife-renciacin tajante entre sujeto y predi-cado, en la oracin. El sujeto es un ele-mento estable que permanece idnticoa travs de todo lo expuesto o descritoy que, incluso, existe independiente-mente de la accin o representacin co-rrespondiente. De modo semejante, den-tro de la concepcin esttica de la lgicaformal, impregnada de antropomorfis-mo hasta en sus formulaciones ms ri-gurosas, se considera al sujeto -que esuna representacin o una. transposicindel hombre- como Un elemento esta-ble que constituye el punto de partiday el impulso de la accin que el propiosujeto realiza. Anlogamente, las demsacciones o impulsos son realizados porotros seres, entidades o cosas dotados delas mismas cualidades de individualidady permanencia de su ser que el hom-bre, como sujeto prstino, se atribuye as mismo. De esta manera, en la solu-cin formalista del problema inicial y pri-mordial del conocimiento, lo que se des-taca es el aspecto estable y permanente,

  • RESE1ilAS BIBLIOGRFICAS

    a la vez qu~ se excluye decididamenteel cambio y el flujo de los procesos.En el .dominio del conocimiento, estaactitud lgica se traduce en el empleodelpensamientoen el plano elementaly pri-mario de las simples preservacionesy dela adaptacin pasiva a las condicionesimpuestaspor el medio ambiente. Y, demodo correspondiente, en el dominiode la tica dicha posicin quedarepresen-tada peculiarmenteen la mxima: "evitael mal y procura el bien"; sin que seimplique as intencin alguna de trans-formar el mal en bien, ni menos de in-tervenir activamenteen sus factores cau-sales.El progresomoderno del conocimiento

    cientfico se ha efectuadoenteramentealmargen de la lgica formal, dice congran acierto el profesor Prado. En rea-lidad, la lgica formal ha estado confi-nada a crculos filosficos reducidos' yha sido ignorada deliberadamente porlos constructoresde la ciencia moderna.Es ms, todos los intentos de rehabilitaro renovar la lgica formal, hechosdesdeel campo de la filosofa, han terminadoen e1fracaso. Sin embargo,tampoco hanfaltado tentativas hechas desde el cam-po de la investigacin cientfica, paratratar de galvanizar la vieja y caducalgica formal con la joven logstica. Elmejor fruto de estos trabajos ha sido laelaboracin de instrumentos precisos yrigurosos para sistematizar los conoci-mientos ya adquiridos y expresados for-malmenteen su registro verbal. Pero, loque es ms importante todava es quelos empeoslogsticos ponen claramentedemanifiesto la necesidadque tienen loscientficos de contar con un procedi-miento conscientey metdico en sus in-vestigaciones. Sin duda, esto hace re-saltar la importancia del problema deelaborar la lgica dialctica de talmanera que pueda ser utilizada cons-cientemente,con eficacia y rigor enla investigacin cientfica. Por otra par-te,los trabajos realizados en el campo dela logstica han tenido el gran mritode esclarecerdefinidamenteque la lgica

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    clsica es una mera Lgica formal y noes en modo alguno una ontologa, COmose ha pretendido secularmente en susinterpretaciones metafsicas. Slo que,a su'vez, los logicistas han exagerado lanota, hasta llegar a sostener paladina-mente que la lgica es "tan formal queconsisteexclusivamente,en ltimo trmi-no, en un anlisis del lenguaje. '

    Ahora bien, es cierto que la elabora-cin del conocimiento se realiza siemprea partir de conocimientoselaboradosconanterioridad y que ordinariamente, almenos en gran parte, se presentan enforma verbal. Pero tambin es ciertoque la actividad elaboradora del conoci-,miento no se restringe a dicha forma, nia las formulaciones antecedentes,ni tam-poco a aquellas otras que derivan for-malmentede ellas, o sea,a travs de ope-raciones formales. Adems, una mismaexpresin verbal puede traducir, en dis-tintos contextos,conceptosdiferentes; y,a la vez, cualquier vocablo puede sersustituido siempre por una combinacinde vocablos que resulteequivalente. Porotro lado, la plasticidad de la expresinlingstica es tan"inagotable y variada-particularmente debido a su dinamis-mo siempre presentey susceptiblede po-nerseen accin- que una misma lenguasirve con modificaciones relativamenteinsignificantes, a travs de perodos his-tricos muy prolongados, durante loscuales la conceptuacin contenida en elconocimiento cientfico se transformaconsiderablemente. Y esta plasticidadlingstica tiene su aspecto negativo enla facilidad que ofrece para la especu-lacin verbalista. En todo caso, jamsexiste una relacin biunvoca entre losvocablos y los significados, lo cual quie-re decir que los vocablos carecen deespecificidad estricta. De otra parte, ellengua je constituido justamente conel propsito de expresar el pensamien-to, traduciendo y registrando su conte-nido' de conocimiento, viene a ser comoun 'recipiente del conocimiento ya elabo-rado, el cual se conservaen la tradicin.oral y en los textos escritos. De este

  • RESEl'IAS BIBLIOGRAFICAS

    modo, las formulaciones verbales cons-tituidas Con el empleo del instrumentovocal y grfico que es el lenguaje, for-man un registro del conocimiento. Eneste sentido, sin confundir el co-nocimiento con su registro, resultaparcialmente cierta la formulacin deTarski, de que "toda teora cientfica esun sistema de proposiciones aceptadascomo verdaderas".

    El conocimiento cientfico se integraen un sistemade conjunto cuyos elemen-tos, que son los conceptos, se implicanrecprocamente y se conjugan de talmodo que slo muestran plenamente susignificado y su contenido dentro del sis-tema a que pertenecen y en funcin del. No obstante, la expresin verbal delconocimiento produce la ilusin de quela conceptuacin se compone de elemen-tos discretos y autnomos. Pero, en rea-lidad, los conceptos son interdependien-tes, dinmicos y cambiantes, ya quecorresponden y expresan el avance en elproceso del conocimiento. Adems, losconceptos, lejos de ser elementos aut-nomos, se interpenetran y conjugan for-mando sistemas y conjuntos de sistemasque constituyen otros tantos conceptos,mismos que a su vez se conectan y coor-dinan mutuamentepara formar sistemasms amplios, que tambin son concep-tos ms generales.El proceso de concep-tuacin consiste fundamentalmenteen larepresentacin mental de un sistema derelaciones, en donde los trminos o ele-mentos constituyentes pierden su espe-cificidad -como tales o cuales elemen-tos en particular-; aunque esta prdidanicamenteocurre dentro de la sistemati-zacin, ya que fuera de ella los concep-tos se pueden 'discriminar y distinguirdefinidamente unos de otros. Por otra.parte, en la medida en que el conoci-miento se desenvuelve,de manera irre-gular y asimtrica, se van requiriendonuevos conceptos, conjugaciones nuevasde los anteriores y relaciones tambinnuevas entre unos y otras; y, para for-mular estosnuevoselementosconceptua-les y sus interconexiones, se tiene que ir

    modificando igualmente la estructura dellenguaje que les sirve de expresin. Eneste sentido, la lgica dialctica se esfuerza en restablecer la naturalidad dela funcin pensante, para que quedeequilibrada la correspondencia entre. elpensamiento ,y su forma verbal; demodo que el lenguaje mantenga su fun-cin intrnseca-de ser expresin del pen-samiento, fijndolo y disciplinndolo,pero sin que se pretenda convertirlo ensustituto. del propio pensamiento.

    V olviendo a tomar el curso histricode la' lgica, recordamos rpidamenteque Hegel fue el primero en romper con':secuentementecon la interpretacin cl-sica, volviendo a establecerla nocin deser como una -sntesis dialctica del serv el no-ser, de la identidad y la divers-fcacin, formulando a a vez las leyesprincipales de la contradiccin, la con-jugacin de los opuestos, su negacin ysu. transformacin recproca. As, lalgica hegeliana permiti explicar y con-ceptuar la dialctica del flujo, la varia-bilidad y el cambio de Jos procesos.Pero, para Hegel, la dialctica objetivade la naturaleza y la sociedad quedenteramentesubordinada a la dialcticadel pensamiento, convertida .en simpleexpresin de sta, o sea, en la realiza-cin del proceso de desenvolvimientode la idea absoluta. En cambio, Marxy Engels ~al invertir la dialctica he-geliana, para colocarla justamente sobresu base- pusieron al descubierto lasenormes perspectivas y la fecundidaddel mtodo dialctico -definindolo,caracterizndolo y, lo que es ms impor-tante an, aplicndolo creadoramentepara establecer la filosofa del proleta-riado y la ciencia de la sociedad-, apor-tando as la contribucin que resultser decisiva y convincente. Por esto, enla actualidad, la tarea principal en eldominio de la lgica dialctica es la deprecisada como proceso cientfico delpensamiento y de la experimentacin,como instrumento aplicable de maneraconsciente y metdica a la observacin,el anlisis, la sntesis y la interpreta-

  • RESE~AS BlBLIOGRAFICAS

    cin de los procesosexistentes.En suma,de lo que se trata es de ampliar, pro-fundizar y sistematizar el mtodo dia-lctico para que tenga mayor eficaciaen la elaboracin del conocimiento cien-tfico y, por consiguiente, en la com-prensin y el dominio humanode la dia-lctica de la sociedad y de la naturaleza.Y, para estatarea, las nutridas penetran-tesnotas preparatorias del profesor Pra-do son, sin duda, una contribucin su-mamentevaliosa.

    EL! DE GORTARI

    La filosofa de Jos Vasconcelos,por Agustn Basave Fernndezdel Valle, Madrid, Ed. CulturaHispnica, 1958.

    "Siempre que pienso en Jos Vasconce-los -dice Basave-- evoco esospersona-jes gigantescosdel Antiguo Testamentoy de Shakespeare. Su pasin, su des-mesura, y su impaciencia de lo eternoson dardos de anheloen un mundo mez-quino que carece de pasin, que peca,siente y piensa con el mnimo vitalde un buen burgus. Vasconcelos seofrece a sus contemporneoscomo unafigura proteica. Hay el Vasconcelospintoresco -----f.:omola Andaluca de lamanzanilla y de la pandereta- que co-noce hasta el ltimo mexicano; es elhombre de los desahogospolticos,. delas frases certeras, que son verdaderosfusilamientos civiles. Hay el Vasconee-los de la autobiografa de cristal, el dela sinceridad sin reticencias, que llegahastael impudor... Juzgar a un hombreque.ha publicado una veintenade librospor hechos aislados de su vida, por fra-ses contradictorias o exageradas,o porcualquier otra minucia, constituye unaligereza imperdonable... " Hay en Vas-concelos una autntica vocacin filos-fica, que se manifest en l desde suprimera adolescencia,casi desdesu ni-ez, cuando se preguntaba ya: Quinsoy?, y que ir desenvolvindosea lo

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    largo de toda su vida. Adems existeen su obra "una voluntad de justificar-se, no slo ante s mismo, sino ante susociedad y el mundo". Tambin "quie-re hacer pedagoga... Naci para ser delos que Platn llama.. , 'amigos de mi-rar' (contemplativos); pero al mismotiempo aborrece al intelectual eunucoy se lanza a la accin, al apostoladosocial."

    Este libro de Basave presentaun cua-dro muy rico tanto sobre el hombreVas-concelos,como sobre su obra filosfica.Estudia primero al hombre, su estilo, sufilosofa enpanoramay encuadradaden-tro del marco hispanoamericano. Des-pus analiza minuciosamente su lgicaorgnica; su metafsica; su tica; y suesttica. En la ltima parte vuelve adecirnos algo ms sobre el hombre, se. ocupa de su todologa, y termina conunas lcidas consideraciones sobre eldestino de Jos Vasconcelos.

    Vasconcelos tuvo la inmensa suertede que fuese precisamenteAgustn Ba-save quien emprendiera un estudio om-nicomprensivo sobre su personalidadmultilateral y sobre su obra, tan super-lativamente rica; y tuvo la suertede veresa gran realizacin de Basave antes demorir.

    Fue ciertamente una ventura contarcon un bigrafo, comentarista y expo-sitor de la alta jerarqua intelectual y hu-mana de Basave, uno de los ms desta-cados filsofos en el mundo joven deMxico, y aun de Hispanoamrica. Por-que es un hecho, que es imperativo sub-rayar, que Basave, a mediados del cuar-to decenio de su vida, ha probado serya una de las cabezasjvenesmejor do-tadas para la filosofa en el HemisferioOccidental. Y su fama justamente harebasado los lmites americanos parahallar eco en Europa, hasta el punto deque alguno de sus libros ha sido tradu-cido al alemn. Basave ha producido,en el campo de la filosofa de la vidahumana, una nueva antropologa filo-sfica con raz cristiana y a la vez muyen la corriente del pensamiento del si-