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Memorias de trabajo del Grupo Conservadores de Fotografas (gcf) 2005-2007
Coordinadores:
Pilar Hernndez Romero
Claudio Hernndez Hernndez
Liliana Dvila Lorenzana
TEORA
FOTOGRFICO
DE LA
A LA
PRCTICALA PRESERVACIN DEL PATRIMONIO
ISBN: 978-607-484-385-9
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2Comit organizador del Grupo Conservadores de FotografasLiliana Dvila Lorenzana
Diana Daz Caas
Caroline Figueroa Fuentes
Estbaliz Guzmn Solano
Claudio Hernndez Hernndez
Pilar Hernndez Romero
Gustavo Lozano San Juan
Alejandra Mendoza Olmos
Cecilia Salgado Aguayo
CompiladoresLiliana Dvila Lorenzana
Claudio Hernndez Hernndez
Pilar Hernndez Romero
Cuidado de la edicinYmari Prez Ramos
Correccin de estiloNorma Fernndez
Diseo y formacinJorge Alejandro Bautista Ramrez
Crditos
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3Consejo Nacional para la Cultura y las ArtesPresidente
Rafael Tovar y de Teresa
Instituto Nacional de Antropologa e HistoriaDirector General
Sergio Ral Arroyo
Secretario Tcnico
Miguel ngel Echegaray Ziga
Secretario Administrativo
Eugenio Reza Sosa
Coordinador Nacional de Difusin
Benito Taibo Mahojo
Director de Publicaciones
Hctor Toledano
Subdireccin de Publicaciones Peridicas
Benigno Casas
Escuela Nacional de Conservacin, Restauracin y Museografa
Directora
Liliana Giorguli Chvez
Secretaria Acadmica y de Investigacin
Guadalupe de la Torre Villalpando
Subdirector de Planeacin y Servicios Educativos
Juan Carlos Corts Ruz
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4De la teora a la prctica, la preservacin del patrimonio fotogrfico es
una publicacin realizada por la Escuela Nacional de Conservacin,
Restauracin y Museografa del Instituto Nacional de Antropologa
e Historia. Todos los derechos reservados. Queda prohibida la repro-
duccin parcial o total, directa o indirecta del contenido de la pre-
sente obra, sin contar previamente con la autorizacin expresa y por
escrito de los editores, en trminos de la Ley Federal del Derecho de
Autor, y en su caso de los tratados internacionales aplicables, la per-
sona que infrinja esta disposicn se har acreedora a las sanciones
legales correspondientes.
El contenido de los artculos es responsabilidad exclusiva de los au-
tores y no representa necesariamente la opinin del Comit Editorial
de De la teora a la prctica, la preservacin del patrimonio fotogrfico,
de la ENCRyM o del INAH.
ISBN: 978-607-484-385-9
Primera edicin: 2012
D. R. 2012 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGA E HISTORIA
Crdoba 45, colonia Roma, 06700, Mxico, D. F.
Producido y hecho en Mxico
Coordinadora de la Especialidad en Conservacin y Restauracin de
Fotografas-Programa Internacional
Fernanda Valverde Valds
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5Agradecimientos:
A la Escuela Nacional de Conservacin, Restauracin y Museo-
grafa encrym
A la Especialidad en Conservacin y Restauracin de Fotografas-
Programa Internacional
A la Biblioteca Nacional de Antropologa e Historia bnah
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6IntroduccinCecilia Salgado y Alejandra Mendoza
I. Establecimiento de bases para la preservacin del patrimonio fotogrfico
Grupo Conservadores de Fotografas, hacia un Cdigo de ticaClaudio Hernndez, Pilar Hernndez, Alejandra Mendoza y Cecilia
Salgado
De la integridad de las colecciones fotogrficasGeorgina Rodrguez
La administracin de colecciones, herramienta para la conser-vacin del patrimonio culturalPilar Hernndez
II. Contexto, anlisis y propuestas de la conservacin de fotografas en Mxico
Conservacin y fotografa en la actualidadClaudio Hernndez
Conservacin y documentacin de archivos fotogrficos de autorAlejandra Mendoza e Ishtar Laguna
Planeacin y cambio de administracinLiliana Dvila y Estrellita Uraga
Situacin del almacenaje de material fotogrfico en Mxico, anlisis y perspectivasCecilia Salgado
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7III. El ejercicio de la conservacin de materiales fotogrficos en cuatro casos prcticos
Conservacin del acervo documental del Laboratorio Arte AlamedaClaudio Hernndez
Gestionar o preservar: la experiencia de digitalizacin en el Archivo Fotogrfico Manuel ToussaintAdriana Roldn
Conservacin en el archivo fotogrfico de la Biblioteca Nacion-al de Antropologa e HistoriaGustavo Lozano
Trascendiendo en la memoria. Caso prctico: Archivo Histrico del Bisbol Guillermo A. Corts
IV. Resultados de las investigaciones sobre la conservacin de materiales fotogrficos
Deterioro de negativos de placas de vidrio: consolidacin de la capa de aglutinante desprendida en negativos de la Fototeca Pedro Guerra de la Universidad Autnoma de YucatnLiliana Dvila
Estudio de papeles para guarda de fotografas en MxicoMariana Planck
Evolucin de la conservacin de lbumes y libros ilustrados fotogrficamente Gustavo Lozano
V. Anexo
Conclusiones del Primer Encuentro de Conservacin del Patri-monio Fotogrfico: Experiencias Profesionales y Retos Actuales
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8La conservacin del patrimonio fotogrfico como una disciplina
profesional es una reciente especializacin dentro de la preservacin
del patrimonio cultural. Hasta hace muy poco se cuestionaba to-
dava el valor artstico y documental de la fotografa, de modo que la
creacin de archivos y colecciones que tienen como eje este patri-
monio es reciente y en consecuencia la literatura relacionada con el
tema en idioma espaol comienza a generarse.
Ante esta necesidad de difundir y promover la conservacin del pat-
rimonio fotogrfico en Mxico, el Grupo Conservadores de Fotografa
(gcf), formado en el 2003 e integrado por conservadores profesion-
ales de fotografas, propone la publicacin de los primeros trabajos
realizados como parte de sus diferentes actividades durante los
primeros cinco aos. Entre stas se encuentran el Seminario sobre la
conservacin y la restauracin de fotografas, cuyo objetivo es el in-
tercambio de experiencias en torno a la conservacin de fotografas
en archivos y museos; la exposicin de las tesis y proyectos de in-
vestigacin de los alumnos de la Escuela Nacional de Conservacin,
Restauracin y Museografa (encrym), as como el Primer Encuentro de
Conservacin del Patrimonio Fotogrfico Experiencias Profesionales
y Retos Actuales, llevado a cabo el 23 de mayo de 2007 en la ciudad
de Mxico. La conservacin y el estudio del patrimonio fotogrfico constituyen un gran reto para la disciplina de la conservacin-res-
tauracin. Muestra clara de ello lo representa la diversidad de temas
que fueron objeto de investigaciones en los ltimos cinco aos. Entre
stos encontramos propuestas metodolgicas para el anlisis y con-
servacin de fotografas, avances en tecnologas especializadas para
la preservacin, estudios sobre la problemtica que representa con-
servar las nuevas tecnologas y medios y por ltimo investigaciones
acerca de los aspectos materiales de las fotografas y sus procesos de
deterioro. Por esta razn estas Memorias de trabajo han sido divididas
en cuatro secciones, ilustrativas de la variedad temtica actual, y en
un apartado final, como Anexo, se incluyen las Conclusiones de la
reunin de especialistas en conservacin del patrimonio fotogrfico.
Introduccin
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9La primera seccin se titula Establecimiento de bases para la preser-
vacin del patrimonio fotogrfico, y en sta se recopilan los trabajos
que emprenden la conservacin de fotografas desde un punto de
vista terico, al incluir la ontologa y la abstraccin de la gestin a
objetos de valor patrimonial. Es claro que los autores abordan la
prctica de la profesin de una manera abstracta como punto de
referencia para concretar de forma efectiva el ejercicio de la preser-
vacin. Es as como se incluye el Cdigo de tica creado por el gcf,
texto base para el desarrollo profesional de esta especializacin de
la conservacin-restauracin. Est tambin la reflexin de Georgina
Rodrguez sobre La integridad de las colecciones fotogrficas, as
como el ensayo de Pilar Hernndez: La administracin de colecci-
ones, herramienta para la conservacin del patrimonio cultural, en
el que desde una perspectiva ms prctica se destaca la importancia
del anlisis, la gestin y la organizacin para la conservacin integral
de los diferentes tipos de acervos.
En la segunda seccin: Contexto, anlisis y propuestas de la conser-
vacin de fotografas en Mxico, se tratan temas diversos y especfi-
cos en la prctica y estudio del patrimonio fotogrfico, por lo que se
logra tener un panorama de la situacin general en nuestro pas. La
colaboracin de Claudio Hernndez, Conservacin y fotografa en
la actualidad, se centra en las circunstancias por las que atraviesa la
profesin ante la aparicin y desarrollo de las nuevas tecnologas y
la problemtica que conlleva su conservacin, uso y acceso, al igual
que en las potencialidades del trabajo interdisciplinario. En el artculo
Conservacin y documentacin de archivos fotogrficos de autor,
Alejandra Mendoza e Ishtar Laguna exponen la problemtica en la
que se encuentran la mayora de los archivos de autor, por lo que la
propuesta se basa en el trabajo en conjunto con el fotgrafo, mien-
tras que Liliana Dvila y Estrellita Uraga elaboran sus planteamientos
en torno a la Planeacin y cambio de administracin, y destacan el
impacto de la falta de continuidad en muchas de las instituciones gu-
bernamentales en relacin con el resguardo de archivos fotogrficos.
Finalmente, en Situacin del almacenaje de material fotogrfico en
Mxico, anlisis y perspectivas, Cecilia Salgado presenta de un modo
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claro el panorama sobre la proteccin de los materiales fotogrficos
tanto en instituciones privadas como pblicas.
En El ejercicio de la conservacin de fotografas en cuatro casos
prcticos, tercera seccin del libro, Claudio Hernndez se ocupa de un
caso poco convencional, o al menos poco conocido, en la preservacin
de acervos: Conservacin del acervo documental del Laboratorio Arte
Alameda explora la situacin de este museo de nuevos medios ante
la generacin de acervos digitales producto de la documentacin de
las exposiciones. Enseguida, en Gestionar o preservar: la experiencia
de digitalizacin en el Archivo Fotogrfico Manuel Toussaint, Adriana
Roldn explica, enfatiza y reflexiona sobre el trabajo y problemtica
de digitalizacin, labor que se lleva a cabo en archivos, bibliotecas y
fondos documentales. Gustavo Lozano ejemplifica el proceso de tra-
bajo al que se enfrentan las instituciones que poseen una importante
coleccin fotogrfica y que cuentan en su plantilla con un restaurador
especializado en fotografas en el texto Conservacin en el archivo
fotogrfico de la Biblioteca Nacional de Antropologa e Historia. La co-
laboracin con que cierra esta seccin es de Guillermo A. Corts Flores:
Trascendiendo en la memoria. Caso prctico: Archivo Histrico del
Bisbol, y en ella resea el trabajo llevado a cabo por Apoyo al Desar-
rollo de Archivos y Bibliotecas de Mxico, A. C. (Adabi), desde un punto
de vista ms archivstico y documental.
La cuarta seccin, Resultados de las investigaciones sobre la conser-
vacin de materiales fotogrficos, compila trabajos especficos que
involucran completamente la profesin de conservacin y restaura-
cin de materiales fotogrficos. Liliana Dvila, en Deterioro de nega-
tivos de placas de vidrio: consolidacin de la capa de aglutinante
desprendida en negativos de la Fototeca Pedro Guerra de la Univer-
sidad Autnoma de Yucatn, estudia y analiza de manera detallada
el proceso de degradacin de este tipo de soporte fotogrfico, pues
es slo al comprender este mecanismo que se puede formular una
propuesta de conservacin adecuada para colecciones de esta natu-
raleza. Los escritos Estudio de papeles para guarda de fotografas
en Mxico de Mariana Plank y Evolucin de la conservacin de
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lbumes y libros ilustrados fotogrficamente de Gustavo Lozano ver-
san sobre las herramientas cientficas, analticas, histricas y tcnicas
del trabajo interdisciplinario que realiza el restaurador-conservador
en el desempeo de su profesin para la salvaguarda del patrimonio.
En conjunto, en estos ensayos se pueden apreciar los avances ob-
tenidos en torno al resguardo del patrimonio fotogrfico, pero ms
importante quiz: se definen los retos actuales y las lneas de trabajo
a seguir para lograr su preservacin con resultados positivos y defini-
tivos. Respecto de los avances en la tecnologa desarrollada para la
conservacin, los casos expuestos son muestras de las ventajas que
ofrecen los sistemas y los materiales especficos para el adecuado
almacenamiento de las colecciones. Y son, al mismo tiempo, un in-
centivo y gua para mejorar estas condiciones y garantizar la preser-
vacin de los materiales a largo plazo. Para los miembros del gcf es
claro que slo cuando se logren establecer lazos slidos entre las
instituciones y los distintos especialistas, y se gestionen los proyectos
y los recursos necesarios para llevarlos a cabo, se podr decir que el
uso y la preservacin de este tipo de patrimonio estarn garantiza-
dos para las futuras generaciones.
Cecilia SalgadoAlejandra Mendoza
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I. Establecimiento de bases para la preservacin del patrimonio fotogrfico
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Panorama de la conservacin de la fotografa en Mxico
En Mxico en las ltimas dcadas, la fotografa ha sido revalo-rada y promovida por su valor artstico y por ser un medio de obtencin de conocimiento, pues las imgenes fotogrficas nos comunican acerca de la sociedad, de sus costumbres y de ciertos
acontecimientos a partir de la interpretacin de su autor. Por estos
valores intrnsecos, las instituciones que resguardan el patrimonio
fotogrfico tienen la misma responsabilidad que las que preservan
cualquier otro tipo de patrimonio cultural de realizar acciones para
conservar y difundir este bien, tanto la imagen como la materia que
la sustenta, para poder seguir teniendo la oportunidad de estudiarlo,
interpretarlo y admirarlo.
El Grupo Conservadores de Fotografa (gcf), formado en el 2003
e integrado por conservadores profesionales de fotografa, es un
espacio de discusin, difusin y desarrollo especializado. Si bien
parte del reconocimiento a las instancias encargadas de conservar
el patrimonio fotogrfico en Mxico, busca sumarse a los esfuerzos
para promover la permanencia de este tipo de patrimonio. A partir
de la experiencia de sus integrantes, al laborar dentro de archivos de
diversas instituciones pblicas y privadas, discutimos sobre la proble-
Grupo Conservadores
de Fotografas, hacia un Cdigo de tica*
Claudio Hernndez Pilar Hernndez Alejandra Mendoza Cecilia Salgado
* Ponencia, XIV Coloquio del Seminario de Estudio y Conservacin del Patrimonio
La Fotografa: Imagen y Materia, IIE/UNAM, Oaxaca, Oax., 2006.
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mtica de preservacin que prevalece en nuestro pas. Consideramos
que la situacin desfavorable en la que se encuentran los archivos es
en gran medida un reflejo de los problemas que enfrenta Mxico, es
decir, carencia de recursos econmicos, humanos y materiales; hete-
rogeneidad de criterios y falta de planeacin a largo plazo. Ante esta
realidad es primordial que las acciones de conservacin dentro de los
archivos se efecten de manera profesional, para lo cual es necesa-
rio jerarquizar necesidades, planear acciones y optimizar recursos,
siguiendo en primer trmino principios ticos y en segunda instancia
estndares de calidad de trabajo.
Propuesta del GCF
Tras analizar esta situacin, los miembros del gcf consideramos que
contar con un Cdigo de tica1 para las personas encargadas de la
conservacin dentro de instituciones pblicas o privadas, sin impor-
tar su profesin ya sean biblioteclogos, historiadores, archivistas,
restauradores o especialistas provenientes de otras reas, puede
ser una herramienta til para promover una forma de trabajo de
mayor profesionalidad, que est basada en lineamientos y estn-
dares internacionales, con el fin de mejorar la preservacin de las
fotografas. El Cdigo de tica es un compromiso con principios que
guan diariamente decisiones y acciones de profesionistas y personas
afines en conservacin para fomentar y favorecer la excelencia y la
confianza pblica (Hess, 1999: 131-134). Los principios propuestos en
este documento aseguran que los conservadores o responsables de
la preservacin asuman obligaciones especficas con el patrimonio
fotogrfico, al igual que los dueos, custodios y creadores. La idea
de definir y asentar el comportamiento que un profesionista debe
seguir en su quehacer no es reciente ni exclusiva de ciertas reas. Si
bien la existencia de un Cdigo de tica para normar el trabajo profe-
sional de un grupo no garantiza que sus integrantes lo sigan total o
1 Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana (Diccionario de la Real
Academia Espaola, 2005).
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parcialmente ni que sus decisiones y acciones sean correctas, ade-
cuadas y/o conscientes, este conjunto de normas morales establece
claramente el deber ser de ciertos individuos en su ejercicio profesio-
nal, y por esta razn es un documento necesario e importante.
Para realizar la propuesta del gcf, como primera accin se cre una
mesa de anlisis para definir el significado y origen de los precep-
tos ticos de los miembros del grupo. La conclusin fue que stos
provienen de nuestra formacin profesional dentro de la carrera de
Restauracin de Bienes Muebles de la encrym, de la cual somos egre-
sados.
La tica es parte indispensable dentro del programa de la licenciatu-
ra de la encrym y pese a que no se ensea formalmente un cdigo, se
explican y promueven los postulados tericos de la escuela italiana
de restauracin (principalmente los de Cesare Brandi, 1999), que
incluyen la mnima intervencin, el respeto a las instancias histrica2
y esttica,3 la reversibilidad, la compatibilidad y el respeto al original.
Posteriormente el gcf recopil Cdigos de tica de diversas asociacio-
nes e instituciones, tanto nacionales como internacionales, de profe-
siones o actividades relacionadas con la preservacin y el estudio del
patrimonio cultural, con el fin de conocer las propuestas y alcances
de sus contenidos.4
2 Este valor se adquiere ya que los bienes culturales son producto del quehacer huma-
no realizado en un cierto tiempo y lugar, y se encuentra en un cierto tiempo y lugar.
3 Valor dado por la sociedad al reconocer que el bien cultural es parte de un estilo,
corriente o moda. Corresponde al hecho bsico de la calidad de lo artstico por el
que la obra es obra de arte.
4 Coordinacin Nacional de Conservacin del Patrimonio Cultural del Instituto Na-
cional de Antropologa e Historia (inah), Colegio Nacional de Bibliotecarios (Mxico),
American Institute for Conservation for Historic and Artistic Works (Estados Unidos),
Associao Catarinense de Conservadores e Restauradores de Bens Culturais, Asso-
ciao Brasileira de Conservadores y Restauradores (Brasil), European Confederation
of Conservator-Restorers Organization, International Council of Archives, Internatio-
nal Council of Museums.
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En relacin con el patrimonio cultural, hay dos tipos de Cdigos de
tica: institucionales y por profesin. De los primeros podemos men-
cionar el Cdigo para museos del International Council of Museums
(icom) y los de la Fdration Internationale des Archives du Film (fiaf) y
la International Association of Sound and Audiovisual Archives (iasa);
de los segundos los podemos encontrar internacionales y por pa-
ses para conservadores, restauradores, archivistas y bibliotecarios.
El primer antecedente del Cdigo de tica para restauradores, segn
la bibliografa consultada, fue el Reglamento del Taller de Restau-
racin del Real Museo de Pintura y Escultura (actualmente Museo
del Prado), donde se busc limitar las funciones del restaurador a la
aplicacin de tratamientos (Macarrn, 1997: 162). El American Institu-
te for Conservation of Historic and Artistic Works (aic) emiti el primer
Cdigo de normas morales y criterios para regular el ejercicio de la
conservacin a principios de la dcada de los sesenta del siglo pasa-
do. Este Cdigo se ha revisado y actualizado peridicamente, por lo
que contina vigente en Estados Unidos, adems de que ha servido
como base para la formulacin de otros en distintos pases. Los Cdi-
gos sobre conservacin, como es de suponerse, son similares entre s,
en contenido y estructura. Las diferencias que presentan responden
a las distintas realidades, principalmente de recursos y de nivel de
especializacin, que existen entre los pases involucrados.
Cdigo de tica del GCF
El Cdigo de tica del gcf se realiz con base en tres cdigos extran-
jeros, dos de conservacin (Code of Ethics of the American Institute
for Conservation of Historic and Artistic Works y Profesional Guidelines:
Code of Ethics del European Confederation of Conservator-Restorers
Organization, ecco) y uno de archivstica (Cdigo de tica del Consejo
Internacional de Archivos). Como se indica en el prembulo, este C-
digo no es especfico para una profesin, pero s para un tipo de bien
patrimonial: el fotogrfico, y pretende abarcar a todos los individuos
relacionados con el cuidado y manejo de ste. Por esta particulari-
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dad, el Cdigo no es tan extenso y detallado como el del aic o el del
ecco, y slo toma de stos las ideas principales y rectoras, que pueden
aplicarse a esta situacin.
Prembulo
Este Cdigo de tica establece las normas de conducta, principios
y obligaciones que las personas relacionadas con la preservacin
de fotografa deben seguir en su prctica profesional o laboral, con
el objetivo de regular las actividades y estandarizar los criterios en
pro del patrimonio fotogrfico. Pueden adoptar este Cdigo de tica
todos aquellos involucrados o interesados en la conservacin de
fotografas, tanto los individuos que llevan a cabo tareas de conser-
vacin y restauracin como quienes desempean labores de control,
cuidado, custodia, administracin y gestin.
Artculo 1
El deber primordial de los integrantes del gcf o las personas afines
a este Cdigo que se denominarn a partir de este punto como
sujetos es promover la conservacin de las fotografas que estn
bajo su cuidado.
Artculo 2
Los sujetos deben reconocer los alcances de su preparacin y realizar
nicamente el trabajo para el cual estn capacitados.
Artculo 3
Antes de realizar cualquier accin, es deber de los sujetos conocer los
principios bsicos de conservacin, as como los estndares interna-
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cionales vigentes sobre conservacin, preservacin, manipulacin y
almacenamiento de fotografas.
Artculo 3A
Todas las acciones que los sujetos desempeen deben respetar los
principios bsicos de conservacin y considerar como gua los linea-
mientos establecidos en los estndares internacionales vigentes.
Artculo 4
En el desarrollo de su trabajo, los sujetos debern respetar la integri-
dad de las fotografas, en sus aspectos materiales y conceptuales, que
incluyen: significado, valores formales, estticos e histricos, unici-
dad, uso e impacto social y autora.
Artculo 5
En el desarrollo de su trabajo, los sujetos debern priorizar sus accio-
nes. Al tratar conjuntos de fotografas, debern considerar la imple-
mentacin de acciones de conservacin preventiva antes de efectuar
acciones de intervencin directa. Cuando se decida intervenir, cada
tratamiento deber limitarse a lo estrictamente necesario, con base
en el diagnstico previo y ser realizado por un restaurador.
Artculo 6
Los mtodos y materiales que los sujetos utilicen no deben afectar a
las fotografas, ni su estudio, tratamiento o funcin en el futuro.
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Artculo 7
Los sujetos debern documentar de manera completa y detallada las
actividades e intervenciones que efecten.
Artculo 8
Los sujetos debern conseguir la excelencia en el desempeo de su
trabajo, mediante la sistemtica y continua actualizacin de conoci-
mientos, y compartir los resultados de su experiencia e investigacin.
Artculo 9
Los sujetos deben difundir, dentro de la institucin en la que labo-
ren, la importancia y necesidad de la conservacin y sus principios
bsicos, as como manifestar su inconformidad cuando alguno de los
intereses o actividades de la institucin vayan en contra de sta.
Artculo 10
Los sujetos debern conservar las fotografas originales aunque se di-
gitalice su imagen, pues la digitalizacin es slo una herramienta que
facilita el manejo, acceso y difusin, pero no remplaza a los objetos
originales.
Artculo 11
Cada uno de los sujetos tendr la obligacin moral de difundir y pro-
mover el contenido de este Cdigo de tica.
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Conclusiones
Los miembros del gcf, conscientes de la necesidad de mejorar la
conservacin de la fotografa en Mxico en amplio sentido, es decir,
como disciplina profesional y en la prctica cotidiana dentro de los
archivos e instituciones que resguardan este patrimonio, formulamos
un Cdigo de tica con el fin de establecer las directrices del deber
profesional de los involucrados. Los integrantes de este grupo esta-
mos convencidos de que la situacin alrededor de la preservacin
de las fotografas en Mxico es compleja y que los problemas que
enfrenta rebasan el nivel personal, e inclusive el institucional, pero
tambin que es nuestro deber hacer propuestas para mejorar, iden-
tificar carencias y proponer soluciones. Nos queda claro que cierto
sector de la sociedad puede considerar la creacin de un Cdigo de
tica para los conservadores de fotografa como una aportacin poco
funcional u operativa, por no ser una herramienta aplicable de forma
directa a casos concretos o que produzca resultados contundentes.
Sin embargo, estamos seguros de que es un documento base para
normar el comportamiento de las personas, y que no podemos es-
perar una conducta tica, que busque el mejoramiento y la excelen-
cia, sin esclarecer primero en qu consiste sta. Este Cdigo de tica,
producto del anlisis de un grupo de conservadores, est abierto a
la crtica, revisin y aportaciones de los interesados en el tema. La
propuesta no debe interpretarse como un aval para que cualquier
persona sin preparacin profesional especializada pueda hacerse car-
go de la conservacin del patrimonio fotogrfico; es una invitacin a
la reflexin personal y a que se adopte este Cdigo de tica para que
las acciones y decisiones de cada uno de los ya involucrados respon-
dan a la tica profesional, y as ayudemos, paso a paso, da a da, a
transformar la realidad mexicana.
Referencias
Brandi, Cesare, Teora de la restauracin (versin de Mara ngeles
Toajas Roger), Alianza Editorial, Espaa, 1999.
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-
21
Corzo, Miguel ngel (ed.), Mortality Immortality?: The Legacy of Con-
temporary Art, The Getty Conservation Institute, Los ngeles, 1999.
Diccionario de la Real Academia Espaola, en lnea: www.rae.es, con-
sultado el 28 de marzo del 2005.
Hess Norris, Debra, Survival of Contemporary Art, en Miguel ngel
Corzo (ed.), Mortality Immortality?: The Legacy of Contemporary Art,
The Getty Conservation Institute, Los ngeles, 1999.
Macarrn Miguel, Ana Mara, Historia de la conservacin y la restau-
racin desde la Antigedad hasta finales del siglo XIX, Tecnos, Madrid,
1997.
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22
Segn el Diccionario de Terminologa Archivstica, editado por el Ministerio de Cultura de Espaa en 1995, una coleccin es: la reunin artificial de documentos que, al no mantener una relacin orgnica entre s, presentan algunas caractersticas en comn
(difiere del fondo de archivo por la ausencia de organicidad). La defi-
nicin que el Consejo Internacional de Archivos da para un fondo de
archivo, dice: conjunto de documentos, cualquiera que sea su forma-
to o soporte, producidos orgnicamente y/o reunidos y utilizados por
una persona particular, familia u organismo en el ejercicio de las acti-
vidades y funciones de ese productor (Porto Ancona, 2005: 243-270).
Ms all de las relaciones orgnicas o no, esto es, de las cualidades
que los documentos reflejen claramente en su estructura, funciones
y actividades de la entidad acumuladora en sus relaciones internas y
externas, considero que por su mera existencia una coleccin es un
hecho cultural relevante, y que desde el momento mismo en que se le
reconoce como tal supone una cierta organicidad y en consecuencia
debe atenderse integralmente, tanto en lo relativo a su conservacin
como en lo que corresponde a su documentacin y divulgacin.
En el caso especfico de las colecciones de objetos fotogrficos, su
importancia trasciende los valores tcnicos y artsticos. Una coleccin
fotogrfica representa ante todo un segmento significativo de la
experiencia cultural de la poca que tocan sus objetos. En cada una
de las piezas, as como en las series y los conjuntos temticos que las
conforman, subyacen fragmentos que revelan alguna faceta de la
experiencia humana, de sus autores, sus consumidores y los contex-
De la integridad de las colecciones
fotogrficas*
Georgina Rodrguez
* Ponencia, Primer Encuentro de Conservacin del Patrimonio Fotogrfico Experien-
cias Profesionales y Retos Actuales, Mxico, D. F., 23 de mayo, 2007.
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23
tos en que fueron producidas, no como meras imgenes, sino como
objetos culturales. Esta relevancia y significacin cultural incluye tam-
bin a las llamadas obras de autor, que a veces slo se miran como
las fuentes para sumar a futuras historias de la fotografa. Sabemos
que las fotografas informan, a la vez que emocionan. Su carga de
convencimiento es mayor que la de otro documento, al igual que
su capacidad narrativa, condensada en una sola imagen o en una
serie o secuencia de imgenes. Sus contenidos, asociados a otros
documentos que en torno de ellas gravitan, reconstituyen el espritu
cultural de una poca, sea sta reciente o remota. Para la interpre-
tacin del significado de las imgenes se requiere de una slida
competencia en el conocimiento de los periodos que alcanzan y por
ello la necesidad de impulsar y construir una verdadera investigacin
iconogrfica, que en la suma de distintos saberes distinga y depure la
informacin que subyace en las fotografas. De ah la importancia de
las colecciones fotogrficas. Metdica e ntegramente conservadas,
documentadas y a disposicin de todos los interesados, las coleccio-
nes fotogrficas en su conjunto constituyen una memoria visual y
slo a partir de este reconocimiento podr hablarse de un verdadero
patrimonio fotogrfico mexicano.
La construccin de esta memoria visual no es cosa reciente. En
diferentes momentos de nuestra vida cultural se han llevado a cabo
diversos proyectos y programas institucionales por conformar, divul-
gar y conservar colecciones fotogrficas que dan cuenta de hechos
culturales relevantes. En algunos casos estos proyectos se remontan
a las ltimas dcadas del siglo xix, como el gran mapeo tnico que
por medio de retratos de diversas facturas permiti presentar la
Exposicin-Histrico Americana en Madrid en 1892, con motivo del iv Centenario del Descubrimiento de Amrica (Rodrguez, 1997: 24-
31). Otro ejemplo notable es el esfuerzo que de 1915 a 1935 realiz la
Inspeccin Nacional de Monumentos Artsticos e Histricos al consti-
tuir una red de inspectores honorarios, que en aquellos logr reunir
uno de los ms impresionantes catlogos (Miranda, 2003: 35-39), y ni
qu decir del trabajo reciente de algunos de nuestros peridicos por
conservar sus acervos.
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24
Afortunadamente sabemos de estos casos porque han llegado a
nuestros das, pero por desgracia sabemos de otros en los que, pese
a que surgieron de iniciativas institucionales, las colecciones reunidas
se perdieron, o por as decirlo se dispersaron. Triste ejemplo son las
colecciones conformadas durante las investigaciones sobre el teatro
de revista, la historia del circo y la historia de la historieta desarrolla-
das en el Museo Nacional de Culturas Populares para las exposiciones
El Pas de la Tandas (1982), Ver para Creer (1985) y Puros Cuen-
tos (1987). El Museo explica la desaparicin de cassettes con testi-
monios grabados, fotografas, libretos, partituras, discos, vestuarios,
objetos y cientos y cientos de historietas adquiridas con dinero
federal o producto de donaciones por la inundacin que sufri
la bodega en donde estaban resguardados estos materiales (Luna
Crnea, 2005: 272-273). Lo cierto es que hace relativamente poco
tiempo, comentando el propsito de este texto con Alfonso Morales,
investigador responsable de dichos proyectos museogrficos y editor
de la revista Luna Crnea, me seal que quizs no slo fueron las
aguas de la inundacin las que ocasionaron la prdida de las colec-
ciones. Con tristeza me dijo haber presenciado cmo se negociaba la
venta de uno de los lbumes del Cuatezn Beristin, clebre produc-
tor y cmico del teatro de revista, en una mesa de un VIPs al sur de la
ciudad de Mxico.
Pero no estamos aqu slo para referir los ejemplos desafortunados.
Curiosamente fue tambin en la mesa de otro VIPs, en el de San n-
gel, hace ya muchos aos, en las tardes de enero y febrero de 1977,
que ciertas mentes brillantes concibieron la creacin de una instancia
que promoviera la fotografa en Mxico, bajo un ambicioso esquema
que incluyera un coloquio, una exposicin colectiva de la produccin
fotogrfica contempornea latinoamericana, exposiciones individua-
les complementarias y talleres. En un principio intentaron venderle
el proyecto al Instituto de Investigaciones Estticas de la Universidad
Nacional Autnoma de Mxico (unam), sin haber encontrado eco en
nuestra mxima casa de estudios. Mas quiso el destino que en aquel
entonces el propio subsecretario de Cultura, don Vctor Flores Olea,
fuera un destacado fotgrafo y junto con Juan Jos Bremen, director
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del Instituto Nacional de Bellas Artes, se diera el necesario respaldo
institucional a la propuesta encabezada por Pedro Meyer, Raquel
Tibol, Lzaro Blanco y Jorge Alberto Manrique, director del Instituto
de Investigaciones Estticas.
La coleccin del consejo mexicano de fotografa
El Consejo Mexicano de Fotografa (cmf) firm su acta constitutiva
en enero de 1978. Su intencin por promover una cultura fotogr-
fica sintetizaba las inquietudes, aunque no todas las simpatas, del
gremio. El Consejo se enmarcaba en un planteamiento ideolgico
que ensalzaba el espritu latinoamericano, propuesto y desarro-
llado por Nacho Lpez. Luchas guerrilleras, rechazo a regmenes
dictatoriales e imperialistas, as como la genuina aspiracin por
valores universales y democrticos atendan a la bsqueda de una
identidad latinoamericana. Bajo esas premisas se convocaron las
exposiciones denominadas Hecho en Latinoamrica i y ii, realiza-
das de mayo a julio de 1978 en el Museo de Arte y en abril y mayo
de 1981 en el Palacio de Bellas Artes. Se reuni una impresionante
coleccin ms de 5 000 fotografas de 652 autores con obras
de destacados fotgrafos de prcticamente todos los pases lati-
noamericanos, junto con varios estadounidenses en busca de sus
races latinas y notables autores invitados, como Cornell Capa, Peter
Anderson, Rafael Navarro, Max Kozloff y Manfred Willman, quienes
generosamente tambin donaron su obra al Consejo. Aunadas a los
dos coloquios que las acompaaron, las exposiciones catapultaron
a la fotografa latinoamericana a nivel mundial. A lo largo de 1979,
en ciudades como Venecia y Turn, Italia; Arles, Francia, y Nueva York,
Estados Unidos, se exhibi una seleccin de la Primera Muestra de
la Fotografa Latinoamericana Contempornea que inspir otros
proyectos, como el de Erika Billeter en Zurich en 1981, pero especial-
mente el evento gestado en Mxico impuls proyectos similares en
otros pases latinoamericanos, como Argentina, Brasil, Colombia y
Venezuela.
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Tras una vida de prcticamente 30 aos de promover una cultura fo-
togrfica, el cmf cerr las puertas de su ltima sede en Medelln 81-A
en 2004. Desde hace dos aos la coleccin se encuentra resguardada
por el Centro de la Imagen, institucin heredera del Consejo en la
valoracin y promocin de la cultura fotogrfica y esperamos cum-
plir puntualmente con todas las gestiones necesarias para que el
total del acervo, conformado por ms de 6 000 obras, pase a ser una
coleccin patrimonial a disposicin de todos los interesados y que
sirva nuevamente para la construccin de puentes con los pases de
Latinoamrica y el resto del mundo. En este punto quiero expresar
mi reconocimiento a Luis Alberto Gonzlez, fiel custodio de esta
coleccin, compaero del Centro de la Imagen siempre dispuesto
a colaborar, si bien su personal manera de resguardar e identificar
los distintos paquetes que la contenan (identificados a partir de las
iniciales de los pases, como A para Argentina, B para Brasil y as hasta
llegar a la letra P de las fotos patitos) me mantuvo girando un rato
para entender a qu hacan referencia sus anotaciones. Debo con-
fesar que cuando fui invitada al Centro de la Imagen a colaborar en
este proyecto desconoca la trayectoria del Consejo y nada saba de
la relevancia de su coleccin. Durante un ao me he aplicado en la
bsqueda de rutas para conocerla y reconstituirla, tratando de hallar
sus relaciones orgnicas, entendiendo sus contextos e identificando
a sus autores, como debe hacerse con toda coleccin fotogrfica. En
estos tiempos de internet, esta herramienta ha sido imprescindible
para llegar a apreciar las piezas de Geraldo de Barros, artista vanguar-
dista de Brasil, que a finales de 1940 tom a la fotografa como una
extensin ms del grabado; gracias a la informacin disponible en la
web, me he conmovido con la trayectoria de Alicia DAmico, fotgra-
fa, escritora y feminista de Argentina que, junto con su colega y socia
Sara Facio y Mara Cristina Orive, fund en la dcada de 1970 La Azo-
tea, primera editorial latinoamericana de libros de fotografa, y da a
da, hurgando en la blogosfera, me sorprende encontrar pedazos de
informacin que van relatando las vidas de muchos de los fotgrafos
que participaron en Hecho en Latinoamrica.
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A manera de conclusin
Hemos establecido que una coleccin fotogrfica es un hecho
cultural, en el que subyacen una diversidad de conocimientos que
van ms all de su valor tcnico o esttico. Por otro lado, el hecho
de contar con una coleccin fotogrfica implica la participacin de
insospechadas personas que han invertido considerables cantidades
de tiempo y esfuerzo en su conformacin. Enfrentarse a una colec-
cin fotogrfica, sea sta de registros hechos por las cmaras de
reporteros atentos al calor de los acontecimientos, por las lentes ins-
titucionales, por las familias vidas de preservar su pasado o por los
coleccionistas interesados en ciertos autores o temas, implica ya un
compromiso por dar continuidad a los esfuerzos que muchos otros
hicieron para que dicha coleccin llegara ante nuestros ojos, y de
aqu la premisa y el compromiso de cada uno de nosotros de asumir
integralmente su conservacin, su documentacin y su divulgacin.
Referencias
Aguayo, Fernando y Lourdes Roca (coords.), Imgenes e investigacin
social, Instituto de Investigaciones Histricas Dr. Jos Mara Luis
Mora, Mxico, 2005.
Luna Crnea, Registro de inventario de algunos documentos y ob-
jetos que formaron parte de la exposicin `Ver para Creer, nm. 29,
2005, pp. 272-273.
Miranda, Martha R., La gnesis de un proyecto de conservacin de
monumentos, en Alquimia, nm. 18, mayo-agosto, 2003.
Porto Ancona Lpez, Andr, La clasificacin archivstica como
actividad previa para la descripcin de documentos imagticos, en
Fernando Aguayo y Lourdes Roca (coords.), Imgenes e investigacin
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social, Instituto de Investigaciones Histricas Dr. Jos Mara Luis
Mora, Mxico, 2005.
Rodrguez, Georgina, Miradas sin rendicin, en Luna Crnea, nm.
13, septiembre-diciembre, 1997.
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La administracin se puede encontrar en cualquier mbito: domstico, laboral, social, ya que forma parte de la actividad humana. sta se ejerce con el fin de establecer un orden, un mtodo; est regida por una lgica y se ejecuta mediante procesos.
Por lo tanto, la administracin de colecciones es una herramienta para
lograr que las tareas de conservacin y acceso se realicen de mane-
ra sencilla y efectiva. El volumen de patrimonio cultural y los pocos
recursos que se destinan a su conservacin nos obligan a buscar
estrategias que nos ayuden a preservar la mayor cantidad de bienes
culturales. Las colecciones le dan sentido e identidad a las institucio-
nes cuyo objetivo es resguardar y difundir el patrimonio cultural. Si
las colecciones se perdieran, los valores culturales que representa ese
patrimonio para la sociedad desapareceran para siempre y este tipo
de centros no tendran razn de ser. Lo anterior hace de la administra-
cin de colecciones una tarea indispensable para la institucin y de la
conservacin del patrimonio cultural un compromiso con la sociedad.
La administracin de colecciones opera de la siguiente forma: se reco-
pila la informacin acerca del estado material, del grado de deterioro,
de los valores econmicos y culturales del patrimonio en resguardo,
datos con los cuales se organizan y programan en un plan de con-
servacin todas las actividades relacionadas con las colecciones para
reducir las causas de deterioro, tales como el control ambiental, el
mantenimiento regular de la planta fsica, los sistemas de seguridad
y sobre todo la conservacin y el uso correcto de los materiales. La
La administracin de colecciones,
herramienta para la conservacin del
patrimonio cultural*
Pilar Hernndez
* Fragmentos extrados de la tesis Administracin de colecciones, una herramienta para la
conservacin de bienes culturales, encrym-sep-inah, Mxico, 2005.
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reglamentacin contenida en los manuales de procedimientos, en los
objetivos y en la misin de la institucin ha de servir de gua en estas
prcticas.1
La administracin de colecciones
El reconocimiento de la necesidad de contar con una estrategia o
plan de conservacin es el primer paso en la administracin de colec-
ciones, respecto de la cual es imprescindible encontrar un balance
entre la conservacin preventiva, la restauracin y el acceso. De
modo que la administracin de colecciones tiene que crear una es-
trategia que ayude a conservar los atributos fsicos de los documen-
tos y que a su vez contribuya a preservar su significado, ya que el fin
prctico de la conservacin de las colecciones es permitir el acceso al
pblico. Se han identificado tres actividades rectoras que componen
la administracin de colecciones (Waller y Muething, 2004)
Conservacin de colecciones
Desarrollo de colecciones Uso de colecciones
1 A todo lo largo de la investigacin se observ la urgente necesidad de difundir el
quehacer de la conservacin dentro y fuera de las instituciones. El poco conocimien-
to del trabajo del conservador-restaurador y la falta de consenso respecto de los
trminos que involucra la conservacin del patrimonio obstaculiza nuestra labor co-
tidiana, al no poder comunicarnos con otros profesionales con los que diariamente
interactuamos. Por lo mismo, se hace evidente la falta de comprensin y sensibilidad
por parte de las autoridades al desarrollar proyectos y al presentar sus resultados, ya
que se ignora en qu consiste nuestra labor y sobre todo se desconoce la impor-
tancia de incorporar la conservacin en todas las actividades relacionadas con el
patrimonio.
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Desarrollo de colecciones. La adicin o sustraccin de objetos o do-
cumentos de una coleccin condiciona la posibilidad de uso, lo cual
tiene impacto en la conservacin de las colecciones.
Uso de colecciones. Cualquier actividad que requiera de un objeto
o coleccin repercute en la conservacin al determinar el tipo y fre-
cuencia de uso, lo que influye en su estado de conservacin.
Conservacin de colecciones. Es el manejo de los riesgos para man-
tener el mejor estado de conservacin posible de las colecciones,
una actividad fundamental, pues determina los lmites o posibilida-
des de una coleccin.
En algunas ocasiones las actividades de conservacin que se llevan
a cabo son realizadas sin un plan sistemtico que administre los
recursos, lo que provoca su mal uso y la falta de cumplimiento de los
objetivos de la institucin. Por ello, una institucin que salvaguarda
patrimonio debe identificar y cuantificar los riesgos, amenazas o ne-
cesidades de una coleccin para ser capaz de desarrollar estrategias
que los mitigue de una manera efectiva. De hecho, las acciones rela-
tivas a la administracin de colecciones empiezan cuando se incluye
a la conservacin en la misin de la institucin, en sus objetivos y en
sus polticas. La redaccin de la poltica de conservacin es indispen-
sable. Su objetivo es guiar la planeacin y la toma de decisiones para
lograr el cuidado correcto de las colecciones al involucrar a todo el
personal y a los usuarios, ambos responsables de su conservacin. El
siguiente paso es la elaboracin de un plan de conservacin basado
en las caractersticas propias de la institucin. ste es un programa
de trabajo que abarca todos los factores de deterioro generados por
el almacenamiento y el uso de las colecciones, y comprende tanto
la organizacin de datos como la recopilacin, registro y evaluacin
de la informacin relacionada con el cuidado de las colecciones,
documentacin que se integra en un reporte dirigido a los directivos
junto con las propuestas para controlar y mitigar los riesgos y nece-
sidades prevalecientes. No hay que olvidar que la administracin del
plan de conservacin requiere forzosamente del apoyo de la direc-
cin y del personal para su xito, y por consiguiente para el logro de
su objetivo: la conservacin y el acceso a las colecciones. La adminis-
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tracin de colecciones se basa en cuatro herramientas (AICCM: 2): 1)
los estatutos (la misin y las polticas); 2) los procedimientos; 3) los
planes (presupuesto), y 4) el personal.
Los estatutos
Los estatutos estn conformados por la misin y las polticas y descri-
ben la razn de ser de la institucin y las actividades especficas que
realiza, al tiempo que sientan las bases para la toma de decisiones. La
correcta administracin asegura que la misin y las polticas necesa-
rias sean desarrolladas, actualizadas y difundidas entre el personal de
la institucin.
La misin
La misin debe ser la declaracin ms importante de una institucin,
pues en ella quedan contenidos su razn de ser, sus objetivos y sus
propsitos. En ella se basan las polticas de la institucin, para poste-
riormente generar coherencia en los procedimientos. Su difusin en-
tre los trabajadores les ayuda a comprender el funcionamiento de la
institucin y a aplicar estas directrices en sus actividades cotidianas,
reforzando de esta manera la identidad institucional (aiccm, 1998: 9).
Las polticas
Las polticas necesariamente derivan de la misin. Su propsito es
desarrollar lineamientos generales de largo plazo que favorezcan
la toma de decisiones. Clarifican la visin de la institucin en temas
especficos, haciendo ms sencillo el cumplimiento de la misin. Las
polticas ayudan a (aiccm, 1998: 10) difundir el autoconocimiento que
se tiene de la institucin, las necesidades y los aciertos en su admi-
nistracin, as como a aclarar temas especficos sobre las actividades
descritas en la misin, lo que redunda en una correcta administracin
y aplicacin de los recursos. Entre las polticas pertinentes propias de
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una institucin que colecciona bienes culturales pueden enumerarse
las siguientes (aiccm, 1998: 10): de adquisicin y descarte, de adminis-
tracin de colecciones, de investigacin, de conservacin, de restaura-
cin, de prstamo para consulta y para exposicin, y de reproduccin.
Poltica de adquisicin y descarte
La poltica de adquisicin y descarte es de los primeros aspectos que
debe definir la institucin. Es esencial para la administracin de las
colecciones saber qu materiales las conforman y qu tipo de colec-
ciones se pueden adquirir para incrementarlas ordenadamente. No
slo basta que la coleccin tenga un significado cultural, pues ade-
ms debe reunir las caractersticas propias de la coleccin (temporali-
dad, marco geogrfico) y de los objetivos de la institucin (investiga-
cin, difusin, exposicin, conservacin). La poltica de adquisicin y
descarte debe prever los recursos econmicos y humanos que sern
necesarios para la conservacin y catalogacin de las colecciones. En
resumen, la decisin de adquirir o no una coleccin deber basarse
desde un principio en la aportacin cultural que haga a la coleccin
y acabar definindose cuando la institucin considere que puede
afrontar el costo de su conservacin.
Poltica de investigacin
La poltica de investigacin define el tipo y enfoque que se le dan a
los estudios realizados en la institucin. sta describe el propsito de
investigar, acceder y tener control del material estudiado y prestado,
los temas especficos a estudiar, el procedimiento de cmo llevar a
cabo una investigacin y una publicacin.
Poltica de prstamo
La poltica de prstamo determina cmo y cundo los usuarios pue-
den acceder a las colecciones, ya sea para una investigacin o para
una exposicin. Esta poltica debe ser sensible a los materiales frgi-
les o deteriorados que se encuentren dentro de las colecciones para
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restringir su acceso. Tambin debe contemplar los distintos tipos de
usuarios y los siguientes rubros: propsitos del acceso, en qu casos
se prestar material original y en cules se proporcionarn copias, los
trminos de prstamo a individuos o instituciones y en qu condicio-
nes los objetos o colecciones tienen que ser consultados o expuestos.
Poltica de exposicin
Una buena poltica de exposicin ayuda a la institucin a producir
exhibiciones de calidad que sean informativas, educativas y atracti-
vas para el pblico. Esta poltica debe incluir cmo han de llevarse a
cabo las exposiciones sin poner en riesgo los objetos o colecciones
que se incluyan; establece los temas a tratar en las exposiciones y
describe cmo se desarrollar la investigacin necesaria; designa los
espacios a ocupar por el rea de exposicin y los requerimientos tc-
nicos para una exhibicin correcta y segura, as como el rea para la
produccin de exposiciones y establece un proceso efectivo para su
planeacin, produccin, montaje y evaluacin; determina la duracin
de exposiciones permanentes y temporales; describe las actividades
complementarias; aporta los recursos humanos para la planeacin,
produccin y promocin, y finalmente asigna los recursos econmi-
cos correspondientes.
Poltica de administracin de colecciones
Una poltica de administracin bien definida ayuda a la institucin a
controlar todas las actividades importantes relacionadas con sus co-
lecciones. La poltica de administracin estar basada en la misin de
la institucin e identificar cmo y qu coleccin puede ser adquirida
o descartada, cmo se registran y catalogan las colecciones, cmo
se realizan los prstamos, cmo se conservan los acervos y cmo se
toman las decisiones relativas a las colecciones. Establece parmetros
de conservacin y determina el uso que se les puede dar. Esta pol-
tica explica cmo se logran los objetivos de la institucin por medio
de sus colecciones (Edson y Dean, 1993: 65).
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Poltica de conservacin
La poltica de conservacin describe los procedimientos para propor-
cionar y evaluar el cuidado, mantenimiento y necesidades especficas
de las colecciones y determina el tipo de uso que se hace de ellas.
La poltica de conservacin tiene los siguientes objetivos (Canadian
Council of Archives, 2003:3): a) proporcionar a la direccin, al perso-
nal, a los voluntarios y a los usuarios los objetivos de conservacin de
la institucin bajo los cuales deben regirse; b) dar al personal y a los
voluntarios guas o procedimientos para cumplir con los estatutos de
la poltica institucional; c) presentar el mtodo de evaluacin del plan
de conservacin, as como el papel de la institucin respecto de otras
con objetivos similares; y d) difundir este documento que promueve
la integracin de las actividades de conservacin con las dems fun-
ciones de la institucin. Esta poltica es la primera parte de la estra-
tegia de conservacin cuyo objetivo es promover la conservacin de
las colecciones y evitar la prdida de stas. Como cualquier procedi-
miento, debe tener prioridades y stas influirn en la decisin de qu
se conserva y cunto tiempo se quiere que perdure. Se pretende que
cubra todo lo concerniente a la adquisicin, mantenimiento y uso
potencial de los materiales (Foot, 2001: 1). La estrategia de conserva-
cin concluye cuando se formula el plan de conservacin, en donde
se priorizan las colecciones, acciones y funciones de la institucin.
En pocas palabras, la poltica sirve de gua para desarrollar planes y
para conducir su implementacin. La poltica de conservacin provee
lineamientos escritos que se deben llevar a cabo para lograr que las
actividades de conservacin se realicen diariamente, como: normas
de seguridad, uso de colecciones, prstamo de colecciones, exposi-
cin de colecciones, manipulacin de colecciones, almacenamiento,
reproduccin de colecciones, registro de condiciones ambientales,
creacin de un archivo con los tratamientos de restauracin.
El propsito de la coleccin es fundamental para establecer la polti-
ca de conservacin, pero igualmente importantes son las actividades
relacionadas con la coleccin: exposicin, consulta, reproduccin,
entre otras. El permitir la consulta a las colecciones es una decisin
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difcil que ser determinada por el tipo de material, su estado de
conservacin, la frecuencia de las consultas y el tipo de manipula-
cin. Es primordial que esta informacin sea conocida por las autori-
dades de la institucin para que conozca qu actividades se pueden
realizar con las colecciones (exposicin, prstamo, restauracin). En
esta poltica se debe definir asimismo la temporalidad del resguardo.
Posiblemente cuando se adquiere una coleccin no se piensa cunto
tiempo se le pretende conservar, aunque esta opinin puede cam-
biar por diversas circunstancias (frecuencia de uso, cambio de valor).
No obstante, al momento de adquirir una coleccin se debe tener
claro el tipo de resguardo que se le dar, pues con base en esto se
podr definir el tiempo de conservacin y las caractersticas de alma-
cenaje, as como la clase y frecuencia de uso que se le asigne. ste es
un punto esencial en la poltica de conservacin, cuyo fin deber ser
la conservacin a largo plazo. El resguardo a largo plazo requiere de
condiciones muy especficas: tipo de planta fsica, materiales inertes
para almacenamiento, condiciones ambientales adecuadas (hume-
dad, temperatura, contaminantes), mantenimiento y tipo de consulta.
Los procedimientos
Los procedimientos son las instrucciones paso a paso para llevar a
cabo las acciones que tienen como objetivo la instrumentacin de las
polticas y de los planes. Son las instrucciones detalladas para realizar
actividades o trmites especficos, como son los servicios al pblico.
La correcta administracin desarrolla guas o procedimientos necesa-
rios y asegura su cumplimiento. Los procedimientos documentan las
tareas particulares de cada rea, sirven para reducir riesgos y para no
pasar por alto ciertos pasos que son importantes aunque repetitivos.
A largo plazo ahorran tiempo y mejoran el funcionamiento institucio-
nal, al lograr que el personal desarrolle sus actividades de manera co-
rrecta. Entre la lista de procedimientos que puede llegar a establecer
una institucin podemos citar los correspondientes a desarrollo de
colecciones, adquisicin y descarte de colecciones, investigacin
de colecciones, prstamo para investigacin, prstamo para expo-
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sicin, manipulacin de materiales, condiciones para exposicin.
Generalmente hay dos tipos de procedimientos en la administracin
de colecciones: los que reglamentan las acciones que se ejecutan
repetitivamente en la institucin y los que tienen que ver con estn-
dares internacionales establecidos y especficos para realizar ciertas
actividades en pos de la conservacin de las colecciones.
Los planes
Los planes son los programas de accin que estipulan cmo se-
rn alcanzados los objetivos, las polticas y la misin. Una correcta
administracin crea e instrumenta planes para cubrir necesidades
relevantes como la conservacin. De las polticas derivan los planes
y dependen de ellos para su cumplimiento. La planeacin se define
como una respuesta profesional ante un reto en particular y trata
de anticiparse a posibles problemas u oportunidades. Los planes
fijan prioridades y secuencias de eventos e incluyen un listado de los
recursos que pueden ser utilizados para la consecucin de las metas.
La planeacin se basa en el establecimiento de metas especficas y
en su redaccin se detallan los mecanismos por medio de los cuales
stas se llevarn a trmino. El presupuesto es un componente indis-
pensable de la planeacin. El equilibrio entre ste y el plan es esen-
cial para el uso efectivo y eficiente de los recursos con los que cuenta
una institucin. Si bien no debe ser determinante para la planeacin,
el presupuesto permite tener una visin realista en relacin con los
objetivos propuestos.
La tipologa de la planeacin
El plan estratgico, plan a largo plazo El plan estratgico o plan a largo
plazo (aiccm, 1998: 20) identifica metas de largo alcance que requieren
de mayor presupuesto y administracin. Sirve para fijar el rumbo ge-
neral de la institucin. Aunque demanda mayor cantidad de fondos,
debido a su duracin estos recursos pueden obtenerse con mayor
facilidad, pues se cuenta con ms tiempo. En ocasiones es posible
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que este tipo de plan involucre remodelaciones o cambios en los
procedimientos y en las polticas que rigen las actividades cotidianas.
Sin este plan es fcil concentrarse nicamente en objetivos a corto
plazo, lo que representara un obstculo para el desarrollo de proyec-
tos ms ambiciosos. El plan estratgico debe incluir un calendario en
el que se ubiquen las metas ms altas y las actividades para poder
alcanzarlas. Su periodicidad es de cinco a 10 aos o ms y no debe
ser inflexible, por lo que debe ser revisado cada tres aos para saber
si se han alcanzado las metas y poder realizar cambios en la estructu-
ra de la institucin si es necesario.
Los planes operacionales
Los planes a mediano plazo. Los planes operacionales son ms des-
criptivos y detallados y su duracin vara entre uno y dos aos.
Resuelven las necesidades y aprovechan las oportunidades que
requieren de la organizacin y planeacin de informacin, recursos
econmicos, materiales y humanos. El conjunto de estos planes for-
man a su vez el plan estratgico, pues a medida que se van concre-
tando las diversas metas especficas se alcanza el objetivo mximo
del plan estratgico. Dado que en ocasiones este tipo de planes de-
mandan recursos y personal adicionales, la institucin debe asignar-
les un presupuesto anual. La institucin debe realizar y revisar este
tipo de planes por lo menos una vez al ao y considerar sus objetivos
y logros. Esta revisin ayudar a evaluar los avances en relacin con
las metas a largo plazo fijadas por el plan estratgico y permitir emi-
tir alertas cuando alguna de las funciones no sea cumplida correcta-
mente, a fin de operar los ajustes indispensables en la misma insti-
tucin y en el plan estratgico. Los planes operacionales detallan los
siguientes datos: a) las acciones que puedan y deban ser realizadas;
b) la duracin especfica, y c) los recursos necesarios para alcanzar
sus objetivos. Deben incluir las actividades y los proyectos en curso
y ser coherentes con el plan estratgico y con la misin de la institu-
cin, as como contemplar el desarrollo de polticas, procedimientos,
diagnsticos, programas de vigilancia y, sobre todo, la aplicacin de
estrategias pertinentes para llevar a cabo el plan propuesto.
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Los planes a corto plazo. Resuelven necesidades y problemas inme-
diatos, adems de identificar las oportunidades que se presentan y
que ayuden a mejorar las condiciones de conservacin. Los planes a
corto plazo utilizan los recursos disponibles y son el inicio de otros
planes a corto o mediano plazo.
Cualquiera de estos planes debe ser vigilado y evaluado regularmen-
te. Sus parmetros sern las metas y los objetivos de la institucin. El
conjunto de metas son nuestros objetivos, mientras que los objetivos
son la lista de alcances cuantificables que fijan etapas a lo largo del
proceso. Cuando stos son logrados es porque todas las metas se
han cumplido previamente. El ltimo paso del proceso expuesto es
implementar los planes, realizar las actividades de conservacin y una
evaluacin continua. Los diferentes tipos de planes que puede tener
una institucin que resguarda patrimonio cultural son: plan a largo
plazo; plan anual o semestral; proyectos de investigacin; plan de
conservacin; plan de seguridad; plan de prevencin y respuesta en
caso de desastre; plan de administracin; plan de almacenamiento.
El plan de conservacin
El plan de conservacin es el proceso por medio del cual las nece-
sidades de conservacin de las colecciones tratan de ser subsana-
das al priorizar las actividades correctivas con base en los recursos
disponibles en la institucin. Su propsito es proporcionar una lnea
de accin que permita a la institucin establecer las acciones de
conservacin presentes y futuras, al mismo tiempo que enfocar sus
esfuerzos a acciones viables. Un plan de conservacin de coleccio-
nes exitoso ser aquel que rena las siguientes caractersticas: que
est por escrito, que tenga objetivos claros, que sea difundido en
toda la institucin, que sea respaldado por la direccin y que invo-
lucre el trabajo conjunto de los investigadores, archivistas, bibliote-
carios y el resto del personal con el conservador-restaurador para
lograr la conservacin de las colecciones de una manera integral.
Para que este trabajo en equipo sea eficaz generalmente se designa
a un individuo como responsable (administrador de colecciones)
o a un grupo de personas que vigilen su cumplimiento. El plan de
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conservacin debe ser difundido entre todo el personal, por lo que
debe estar redactado en un lenguaje coloquial para evitar confu-
siones e interpretaciones personales. En su forma ms elemental un
plan de conservacin describe las prioridades de conservacin de
las colecciones que resguarda la institucin. Los objetivos de un plan
de conservacin son los siguientes (ifla, 1998): conservar la informa-
cin que poseen los objetos y/o las colecciones (control intelectual);
preservar los materiales en su forma fsica original de la mejor ma-
nera posible, al disminuir los procesos de deterioro (control fsico);
encontrar el balance entre conservacin y restauracin; asegurar
que los recursos se utilicen eficientemente a partir de la correcta
administracin de la institucin; crear una estrategia o ruta crtica
para los planes de conservacin; contribuir a la continuidad en los
proyectos; identificar las acciones o proyectos que la institucin no
sea capaz de emprender; validar la importancia de la conservacin
colocndola en el mismo nivel de la administracin, la investigacin
y los servicios al pblico; ayudar a mantener altos estndares de
conservacin, as como a buscar los recursos para la conservacin a
largo plazo de las colecciones.
Personal
El personal es el capital humano gracias al cual la institucin puede
funcionar. La correcta administracin verifica el cumplimiento de sus
obligaciones y vela por sus necesidades. El personal es indispensable
para que la administracin sea un xito. De la gente depende que
los planes, los procedimientos y las polticas se apliquen y se lleven
a cabo para cumplir con la misin de la institucin. Una institucin
administrada correctamente es aquella en la que (ifla, 1998: 3): todo
el personal sabe que su trabajo es valioso para la institucin; el per-
sonal desarrolla un plan de trabajo para cada rea; se proporcionan
guas y procedimientos claros que regulan las actividades asignadas
al personal; cada rea est involucrada en la administracin de toda
la institucin y es responsable de realizar un trabajo eficiente. Todo
lo anterior est encaminado a que la institucin sea cada vez ms
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eficiente, para lo cual la administracin implica a todo el personal y
se responsabiliza de su capacitacin y de su actualizacin.
Conclusiones
La administracin de colecciones no es ms que un consenso de
principios de buena prctica que busca ante todo calidad y profesio-
nalismo en el trabajo cotidiano. La elaboracin e instrumentacin del
plan de conservacin pretenden hacer eficiente el manejo de los re-
cursos institucionales existentes para poder conservar las colecciones
y darle acceso a ellas al pblico usuario. El patrimonio es un recurso
no renovable y no slo debe usarse conforme a los requerimientos
actuales, sino tambin a los del maana. La necesidad de contar con
polticas de proteccin integradas con un plan general de conserva-
cin del patrimonio nacional es evidente. Es urgente e indispensa-
ble una legislacin adecuada y sensible a la situacin nacional, que
empiece por identificar el patrimonio existente en todo el territorio y
promueva una administracin del patrimonio que incluya su conser-
vacin y el desarrollo econmico de la regin, el acceso al pblico y
la cooperacin internacional respecto de las posibilidades de estudio
y proteccin. El cuidado del patrimonio es un trabajo que nunca se
acaba y la inversin monetaria que implica es constante y necesaria,
pues se trata de nuestro patrimonio cultural, fruto de nuestra socie-
dad y pas. Es valioso para nuestra comunidad, ya que forma parte
de nuestra identidad. Asegurar que la conservacin del patrimonio
sea una prioridad para que se resguarde, cuide, exponga e interprete
es responsabilidad de todos nosotros, de nuestra institucin, de la
sociedad, de las autoridades y del gobierno nacional.
Referencias
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II. Contexto, anlisis y propuestas de la conservacin de fotografas en Mxico
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Dentro del lenguaje visual y el discurso del arte contempo-rneo la fotografa sobresale como un medio de expresin nico e irremplazable. A diferencia de otras manifestaciones, como la pintura o la escultura, la fotografa ha asimilado, evoluciona-
do y crecido como ningn otro medio: se vuelve obra al adoptar la
tecnologa digital, pero tambin es registro y testigo al documentar
otro tipo de manifestaciones cuya naturaleza es efmera y no perma-
nente. De igual modo, el lenguaje y recreacin de tcnicas antiguas
sigue siendo una estrategia de produccin contempornea. Qu
retos representa para la conservacin la vigencia de la fotografa?
Cmo se lleva a cabo este trabajo? Este documento narra mi expe-
riencia profesional en este mbito y puntualiza los desafos a futuro
para la disciplina de la conservacin. Menciono nueve casos de obras
y artistas que ejemplifican la diversidad de la fotografa en la actuali-
dad, es decir, temtica, tcnica y medio o soporte final.
La fotografa, dentro del lenguaje visual bidimensional, tiene una
gran ventaja ante manifestaciones como la pintura, ya que su propio
desarrollo tcnico y el avance de las telecomunicaciones han propi-
ciado la aparicin de medios como el video o el internet, lo que ha
hecho de la fotografa un soporte y medio vigente para el arte. Desde
las tcnicas fotogrficas pioneras del siglo xix, como el papel salado
o el daguerrotipo, los primeros procesos a color de inicios de siglo xx,
los soportes plsticos de las dcadas de los cincuenta y sesenta, y la
aparicin de las impresiones digitales en esa misma poca, hasta las
impresiones contemporneas como la piezografa a base de pig-
Conservacin y fotografa
en la actualidad*
Claudio Hernndez
* Ponencia, Primer Encuentro de Conservacin del Patrimonio Fotogrfico Experien-
cias Profesionales y Retos Actuales, Mxico, D. F., 23 de mayo, 2007.
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mentos o la impresin digital lamba, que utiliza un papel sensible a
la luz, hay constancia de la trascendente evolucin de la fotografa en
los ltimos decenios.
Fotografa como obra analgica o digital
Artistas de varias generaciones y de distintas formaciones e intere-
ses encuentran en la fotografa el medio idneo para manifestarse,
transmitir, difundir y mostrar su trabajo. Expongo tres ejemplos que
dan cuenta de la evolucin de la fotografa. Me interesa resaltar la
transicin de blanco y negro a color y despus a digital en color o
blanco y negro. El primer ejemplo es de una exposicin del Centro
de la Imagen que se exhibe actualmente (mayo de 2007). Colette
lvarez U., fotgrafa nacida en la dcada de 1940, comenz a tomar
fotografas durante los aos cincuenta. Llama mi atencin que el tex-
to de su exposicin precise: despus de una exposicin en 1983 dej
de hacer foto blanco y negro para dedicarme al color (los colores son
tan importantes como la imagen misma) y desde 2002 decid tomar
slo fotografa digital.1 El siguiente caso es el del fotgrafo scar
Morales (1978), quien desde el comienzo (primeros aos del 2 000)
slo se enfoc al trabajo en cmara digital. Me parece importante
destacar el hecho de que toda su produccin sea en blanco y negro,
lo que a mi juicio es un juego interesante entre la tcnica (digital)
y el aspecto (analgico) que da una impresin en blanco y negro.2
La fotografa blanco y negro es considerada la mejor tcnica para el
trabajo artstico, por la escala de grises que alcanza, as como por la
definicin y resolucin en detalles. El ltimo ejemplo con que ilustro
la versatilidad de la fotografa en el terreno digital es el del artista
canadiense Geoff Lilemon, nacido en la dcada de 1970, cuya obra
se centra en la experimentacin visual con un toque surrealista.
El artista mezcla fotografa con algunos elementos de dibujo para
1 Esta fotgrafa ha expuesto en un sinnmero de pases y museos (vase http://
www.conaculta.gob.mx).
2 Vase http://www.hombresdemexico.com
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obtener una esttica digital original: un collage. Lilemon expuso en el
Cyberlounge del Museo Tamayo en el ao 2005, curado por Arcngel
Constantini.3
Medio de documentacin
La impresin causada al observar una fotografa de una batalla o
de una guerra, de un evento como la inauguracin de un puente, la
toma de protesta de un presidente o del descubrimiento de una ruina
arqueolgica no ser la misma que presenciar el acontecimiento mis-
mo, pero la fotografa nos acerca como objeto y testigo a otro tiempo,
impresin y sentir. Mi experiencia de trabajo al acercarme a otro tipo
de manifestaciones artsticas cuya naturaleza es efmera y no perma-
nente, es decir, en la que el objeto mismo no posee un valor sino que
se da preferencia al mensaje que se quiere comunicar, me involucra
con la fotografa como medio de conservacin y acceso a las obras en
el presente y futuro. Comento tres casos en los que la fotografa es el
medio para aproximarme a la obra contempornea: escultura, perfor-
mance e instalacin para sitio especfico como ejemplos.
El primero de stos es la obra de la artista Mara Jos De la Macorra
(1963) con el ejercicio Cambio de estado, Proyecto para plazas p-
blicas (2002), en donde construy una serie de esculturas efmeras a
base de hielo y paja en tres plazas pblicas distintas del Centro His-
trico de la Ciudad de Mxico. Durante tres das se registr el cambio
de estado y la interaccin de la gente con las esculturas. Al final las
obras efmeras fueron retiradas de las plazas. El registro fotogrfico
sirvi para elaborar una publicacin con textos de De la Macorra y de
curadores (2002). Para el caso del performance retomo el trabajo del
artista Luis Orozco (1975), quien escenifica el personaje de un poe-
ma de Juan de Dios Peza y un extracto de un poema de Pita Amor, y
durante la accin el artista se tata en la espalda parte del texto. Del
registro en fotografa y video se crearon varios productos que Orozco
3 Vase http://www.oculart.com
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expuso. A este artista le interesa seguir el proceso de trabajo creati-
vo, al continuar manipulando su documentacin. stas son algunas
consideraciones del creador respecto del valor del registro de la
obra: queramos que se elevara la documentacin del performance
a la categora de obra, porque es efmera y as le dbamos valor al
recinto y a la obra [] No es lo mismo hacer arte que hacer historia
(Morfn y Hernndez, 2006). Asegura que el registro de su obra es el
medio para validar y legitimar su trabajo, y entre los distintos tipos de
documentacin menciona la que es testimonial e histrica y aquella
que busca slo un lenguaje y un resultado esttico y artstico. Como
ltimo ejemplo de este tema incluyo el proyecto de documentacin
que desarroll a finales de mayo 2007, en el que se demuestra que
el trabajo conjunto de las reas artstica y de conservacin tiene
buenos resultados. Se trata del proyecto Dialoga visual II, de Vctor
Lerma (1956), quien en sus propias palabras define el proyecto como:
intervenir espacios pblicos habitados por pblicos especficos. En este
caso el edificio modernista que ocupa la Sala de Arte Pblico Siqueiros,
partiendo de un discurso doble en el que se conjugan valores artsti-
cos y cientficos, la certeza y la ambigedad, el acto de descubrir y de
enterrar. El proyecto tiene un giro arqueolgico que apunta a evidenciar
los aspectos ntimos y ocultos del edificio que ha sido objeto de varias
remodelaciones, intervenciones y modificaciones arquitectnicas, las
cuales sern evidenciadas a travs de calas estratigrficas.
El trabajo de conservacin consisti en realizar el registro y docu-
mentacin de la obra, la ejecucin de las calas estratigrficas o ex-
ploratorias y el anlisis y observacin de los materiales de los muros
del recinto, para vincular de este modo la informacin histrica re-
copilada con el testigo material o evidencia arqueolgica. Al tratarse
de una intervencin efmera, su preservacin y entendimiento sern
a travs de la documentacin. Con qu fin, con qu medios y cmo
se presentar en un futuro sern aspectos que debern ser resuel-
tos bajo la visin de la conservacin contempornea. En este caso,
el artista decidi llevar registro fotogrfico del proceso del trabajo
y realiz entrevistas con gente relacionada con el inmueble desde
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hace varios aos para recopilar la historia oral del recinto. Se hizo una
seleccin de imgenes de todo el trabajo y se imprimieron, al igual
que los textos de las entrevistas. La actividad final, misma que dio co-
mienzo formal a la exposicin, fue una mesa redonda integrada por
varios especialistas y en la que participaron el rea de conservacin,
arqueologa, filosofa y el artista mismo, con lo que se vincul el inte-
rs de cada rea en el proyecto. Lo que me parece ms importante de
este proyecto multidisciplinario y que de manera personal me es ms
enriquecedor como profesionista es mostrar que el trabajo de con-
servacin y de creacin artstica encuentran un dilogo y una convi-
vencia distintos al sobreponerse a la concepcin tradicional de obra,
en la que esta relacin slo tena sentido al intervenir y conservar
un objeto cuando los efectos de deterioro eran evidentes y ponan
en riesgo la permanencia del objeto. Apunto para concluir que con
estos resultados y colaboracin se constata que esta relacin puede
adquirir otro sentido y ser el mismo proyecto el que determine las
directrices de trabajo y el resultado final.
Recreacin de tcnicas histricas como estrategia artstica
La recreacin de tcnicas histricas en la fotografa o la reproduccin
y apropiacin de esta apariencia antigua es una de las estrategias
ms recurrentes utilizadas por los fotgrafos contemporneos. Lo-
grar la apariencia vintage de un tema actual es uno de sus principales
objetivos. Identifico que se busca una esttica de poca. El artista
utiliza cualquier medio tecnolgico para lograrlo. Los creadores
experimentan y alcanzan texturas, apariencias y resultados asombro-
sos. El primer fotgrafo que quiero mencionar es Carlos Daro Al-
bornoz, originario de Tucumn, Argentina, quien se dio a la tarea de
investigar y recrear la tcnica fotogrfica del daguerrotipo. Albornoz
ha mostrado su trabajo en un sinnmero de ocasiones en su pas, ha
realizado varias exposiciones en Mxico y ha impartido varios cursos.
En el Seminario-Taller de Restauracin de Materiales Fotogrficos, de
la Escuela Nacional de Conservacin, Restauracin y Museografa, ha
tenido a su cargo el Taller de Daguerrotipia en varias ocasiones. Su
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obra es un claro ejemplo de la revalorizacin de las tcnicas histricas
al trabajar con una visin actual. La siguiente obra a revisar es la de
Claudia Kunin (1954), artista estadounidense que juega con tcnicas
novedosas de impresin: anaglyph/lightjet prints, en este caso, es
una tcnica que utiliza la sobreposicin de varias capas que logran la
tridimensionalidad a partir de los colores primarios y secundarios de
las imgenes sobre soportes textiles la artista experimenta y trasla-
da este resultado o estado al nivel psicolgico, ya que crea series de
fantasmas . Las obras resultantes estn relacionadas con la forma-
cin de Kunin, dado que es psicloga tambin.4 Por ltimo presento
al artista originario de Nairobi, Kenia, Allan deSouza (1948), quien
particip en la exposicin Juicios instantneos: nuevas posturas de
la fotografa africana que se exhibi en el Museo Tamayo (abril-mayo
de 2007).5 ste es un claro ejemplo de la bsqueda de los artistas
por nuevas texturas, sensaciones y tcnicas. DeSouza interviene los
negativos cromgenos para asemejar el deterioro producido por el
tiempo. De esta manera combina el negativo intervenido con una
tcnica contempornea de impresin, como es el laminado. Desde
mi punto de vista, en este caso las fichas tcnicas de obras de este
tipo deberan ser mucho ms detallas y explicativas, lo que permitira
su estudio y compresin la descripcin tcnica de la obra que se
encontraba en el museo se limita slo a decir: C-print
Conservacin en la actualidad
Qu retos representa para la conservacin la vigencia de la foto-
grafa? El primer aspecto abordado en este documento: la fotografa
como obra analgica o digital, refleja la velocidad y la falta de con-
ciencia con la que el cambio tecnolgico de lo analgico a lo digital
se dio o se est dando. Fuimos y somos testigos de esta transforma-
cin producto del mercado y del desarrollo tecnolgico. Responder
a los siguientes cuestionamientos nos ayudar a tomar conciencia de
4 Vase http://www.claudiakunin.com5 Vase http://www.museotamayo.org
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este cambio, para as establecer estrategias encaminadas a la con-
servacin de estos materiales actuales: por qu son los materiales
digitales diferentes?, cmo son producidos?, de quin depende
su conservacin?, quin tiene que estar involucrado con esta ta-
rea? Slo con el entendimiento pleno de la naturaleza, produccin
y significado de la obra se puede plantear su correcta conservacin.
Respecto de la documentacin de obra contempornea es necesario
y urgente que se tomen en cuenta estos materiales fotogrficos, as
como cualquier otro elemento que adquiere el carcter de documen-
to de acuerdo con la naturaleza de la obra, como son textos, objetos,
grabaciones, etc. (por ejemplo, en el caso de Cambio de estado las
estructuras metlicas, o en el de Dialoga visual la bitcora de tra-
bajo o el registro grfico). Estos materiales han de ser considerados
como acervos y por lo tanto deben ser susceptibles de conservacin
y consulta.
La memoria del arte actual est en peligro, no slo por la condicin
no permanente de las obras, sino por el trabajo que implica docu-
mentarlas y preservar estos materiales. El avance tecnolgico en
primer lugar demanda la investigacin de las nuevas tcnicas, ya
que se tendrn que aplicar y adaptar procesos de preservacin para
la conservacin e intervencin de este sinnmero de experimenta-
ciones y materiales. Es prioritario que artistas y conservadores do-
cumenten estos datos tcnicos y que los museos valoren y difundan
esta informacin nueva y cumplan con su funcin de enseanza en
este sentido. Los especialistas en cada rea debemos trabajar en
conjunto e indagar dentro de la industria y laboratorios para recopi-
lar la informacin pertinente. De ah la relevancia del trabajo interdis-
ciplinario. El patrimonio actual es ms vulnerable que el patrimonio
tradicional dada su condicin de no permanente, por lo que es
urgente adoptar medidas adecuadas. Cmo se lleva a cabo este
trabajo de conservacin? En el siguiente esquema de trabajo pro-
pongo y ejemplifico las funciones de la conservacin contempornea
en interaccin con otras reas en torno al arte, para enfrentarse as
al patrimonio actual y satisfacer sus necesidades. Se identifica plena-
mente el trabajo con