memorias-gcf.pdf

download memorias-gcf.pdf

of 136

Transcript of memorias-gcf.pdf

  • Memorias de trabajo del Grupo Conservadores de Fotografas (gcf) 2005-2007

    Coordinadores:

    Pilar Hernndez Romero

    Claudio Hernndez Hernndez

    Liliana Dvila Lorenzana

    TEORA

    FOTOGRFICO

    DE LA

    A LA

    PRCTICALA PRESERVACIN DEL PATRIMONIO

    ISBN: 978-607-484-385-9

  • 2Comit organizador del Grupo Conservadores de FotografasLiliana Dvila Lorenzana

    Diana Daz Caas

    Caroline Figueroa Fuentes

    Estbaliz Guzmn Solano

    Claudio Hernndez Hernndez

    Pilar Hernndez Romero

    Gustavo Lozano San Juan

    Alejandra Mendoza Olmos

    Cecilia Salgado Aguayo

    CompiladoresLiliana Dvila Lorenzana

    Claudio Hernndez Hernndez

    Pilar Hernndez Romero

    Cuidado de la edicinYmari Prez Ramos

    Correccin de estiloNorma Fernndez

    Diseo y formacinJorge Alejandro Bautista Ramrez

    Crditos

    ndice

  • 3Consejo Nacional para la Cultura y las ArtesPresidente

    Rafael Tovar y de Teresa

    Instituto Nacional de Antropologa e HistoriaDirector General

    Sergio Ral Arroyo

    Secretario Tcnico

    Miguel ngel Echegaray Ziga

    Secretario Administrativo

    Eugenio Reza Sosa

    Coordinador Nacional de Difusin

    Benito Taibo Mahojo

    Director de Publicaciones

    Hctor Toledano

    Subdireccin de Publicaciones Peridicas

    Benigno Casas

    Escuela Nacional de Conservacin, Restauracin y Museografa

    Directora

    Liliana Giorguli Chvez

    Secretaria Acadmica y de Investigacin

    Guadalupe de la Torre Villalpando

    Subdirector de Planeacin y Servicios Educativos

    Juan Carlos Corts Ruz

    ndice

  • 4De la teora a la prctica, la preservacin del patrimonio fotogrfico es

    una publicacin realizada por la Escuela Nacional de Conservacin,

    Restauracin y Museografa del Instituto Nacional de Antropologa

    e Historia. Todos los derechos reservados. Queda prohibida la repro-

    duccin parcial o total, directa o indirecta del contenido de la pre-

    sente obra, sin contar previamente con la autorizacin expresa y por

    escrito de los editores, en trminos de la Ley Federal del Derecho de

    Autor, y en su caso de los tratados internacionales aplicables, la per-

    sona que infrinja esta disposicn se har acreedora a las sanciones

    legales correspondientes.

    El contenido de los artculos es responsabilidad exclusiva de los au-

    tores y no representa necesariamente la opinin del Comit Editorial

    de De la teora a la prctica, la preservacin del patrimonio fotogrfico,

    de la ENCRyM o del INAH.

    ISBN: 978-607-484-385-9

    Primera edicin: 2012

    D. R. 2012 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGA E HISTORIA

    Crdoba 45, colonia Roma, 06700, Mxico, D. F.

    [email protected]

    Producido y hecho en Mxico

    Coordinadora de la Especialidad en Conservacin y Restauracin de

    Fotografas-Programa Internacional

    Fernanda Valverde Valds

    ndice

  • 5Agradecimientos:

    A la Escuela Nacional de Conservacin, Restauracin y Museo-

    grafa encrym

    A la Especialidad en Conservacin y Restauracin de Fotografas-

    Programa Internacional

    A la Biblioteca Nacional de Antropologa e Historia bnah

    ndice

  • 6IntroduccinCecilia Salgado y Alejandra Mendoza

    I. Establecimiento de bases para la preservacin del patrimonio fotogrfico

    Grupo Conservadores de Fotografas, hacia un Cdigo de ticaClaudio Hernndez, Pilar Hernndez, Alejandra Mendoza y Cecilia

    Salgado

    De la integridad de las colecciones fotogrficasGeorgina Rodrguez

    La administracin de colecciones, herramienta para la conser-vacin del patrimonio culturalPilar Hernndez

    II. Contexto, anlisis y propuestas de la conservacin de fotografas en Mxico

    Conservacin y fotografa en la actualidadClaudio Hernndez

    Conservacin y documentacin de archivos fotogrficos de autorAlejandra Mendoza e Ishtar Laguna

    Planeacin y cambio de administracinLiliana Dvila y Estrellita Uraga

    Situacin del almacenaje de material fotogrfico en Mxico, anlisis y perspectivasCecilia Salgado

    ndice

    ndice

  • 7III. El ejercicio de la conservacin de materiales fotogrficos en cuatro casos prcticos

    Conservacin del acervo documental del Laboratorio Arte AlamedaClaudio Hernndez

    Gestionar o preservar: la experiencia de digitalizacin en el Archivo Fotogrfico Manuel ToussaintAdriana Roldn

    Conservacin en el archivo fotogrfico de la Biblioteca Nacion-al de Antropologa e HistoriaGustavo Lozano

    Trascendiendo en la memoria. Caso prctico: Archivo Histrico del Bisbol Guillermo A. Corts

    IV. Resultados de las investigaciones sobre la conservacin de materiales fotogrficos

    Deterioro de negativos de placas de vidrio: consolidacin de la capa de aglutinante desprendida en negativos de la Fototeca Pedro Guerra de la Universidad Autnoma de YucatnLiliana Dvila

    Estudio de papeles para guarda de fotografas en MxicoMariana Planck

    Evolucin de la conservacin de lbumes y libros ilustrados fotogrficamente Gustavo Lozano

    V. Anexo

    Conclusiones del Primer Encuentro de Conservacin del Patri-monio Fotogrfico: Experiencias Profesionales y Retos Actuales

    ndice

  • 8La conservacin del patrimonio fotogrfico como una disciplina

    profesional es una reciente especializacin dentro de la preservacin

    del patrimonio cultural. Hasta hace muy poco se cuestionaba to-

    dava el valor artstico y documental de la fotografa, de modo que la

    creacin de archivos y colecciones que tienen como eje este patri-

    monio es reciente y en consecuencia la literatura relacionada con el

    tema en idioma espaol comienza a generarse.

    Ante esta necesidad de difundir y promover la conservacin del pat-

    rimonio fotogrfico en Mxico, el Grupo Conservadores de Fotografa

    (gcf), formado en el 2003 e integrado por conservadores profesion-

    ales de fotografas, propone la publicacin de los primeros trabajos

    realizados como parte de sus diferentes actividades durante los

    primeros cinco aos. Entre stas se encuentran el Seminario sobre la

    conservacin y la restauracin de fotografas, cuyo objetivo es el in-

    tercambio de experiencias en torno a la conservacin de fotografas

    en archivos y museos; la exposicin de las tesis y proyectos de in-

    vestigacin de los alumnos de la Escuela Nacional de Conservacin,

    Restauracin y Museografa (encrym), as como el Primer Encuentro de

    Conservacin del Patrimonio Fotogrfico Experiencias Profesionales

    y Retos Actuales, llevado a cabo el 23 de mayo de 2007 en la ciudad

    de Mxico. La conservacin y el estudio del patrimonio fotogrfico constituyen un gran reto para la disciplina de la conservacin-res-

    tauracin. Muestra clara de ello lo representa la diversidad de temas

    que fueron objeto de investigaciones en los ltimos cinco aos. Entre

    stos encontramos propuestas metodolgicas para el anlisis y con-

    servacin de fotografas, avances en tecnologas especializadas para

    la preservacin, estudios sobre la problemtica que representa con-

    servar las nuevas tecnologas y medios y por ltimo investigaciones

    acerca de los aspectos materiales de las fotografas y sus procesos de

    deterioro. Por esta razn estas Memorias de trabajo han sido divididas

    en cuatro secciones, ilustrativas de la variedad temtica actual, y en

    un apartado final, como Anexo, se incluyen las Conclusiones de la

    reunin de especialistas en conservacin del patrimonio fotogrfico.

    Introduccin

    ndice

  • 9La primera seccin se titula Establecimiento de bases para la preser-

    vacin del patrimonio fotogrfico, y en sta se recopilan los trabajos

    que emprenden la conservacin de fotografas desde un punto de

    vista terico, al incluir la ontologa y la abstraccin de la gestin a

    objetos de valor patrimonial. Es claro que los autores abordan la

    prctica de la profesin de una manera abstracta como punto de

    referencia para concretar de forma efectiva el ejercicio de la preser-

    vacin. Es as como se incluye el Cdigo de tica creado por el gcf,

    texto base para el desarrollo profesional de esta especializacin de

    la conservacin-restauracin. Est tambin la reflexin de Georgina

    Rodrguez sobre La integridad de las colecciones fotogrficas, as

    como el ensayo de Pilar Hernndez: La administracin de colecci-

    ones, herramienta para la conservacin del patrimonio cultural, en

    el que desde una perspectiva ms prctica se destaca la importancia

    del anlisis, la gestin y la organizacin para la conservacin integral

    de los diferentes tipos de acervos.

    En la segunda seccin: Contexto, anlisis y propuestas de la conser-

    vacin de fotografas en Mxico, se tratan temas diversos y especfi-

    cos en la prctica y estudio del patrimonio fotogrfico, por lo que se

    logra tener un panorama de la situacin general en nuestro pas. La

    colaboracin de Claudio Hernndez, Conservacin y fotografa en

    la actualidad, se centra en las circunstancias por las que atraviesa la

    profesin ante la aparicin y desarrollo de las nuevas tecnologas y

    la problemtica que conlleva su conservacin, uso y acceso, al igual

    que en las potencialidades del trabajo interdisciplinario. En el artculo

    Conservacin y documentacin de archivos fotogrficos de autor,

    Alejandra Mendoza e Ishtar Laguna exponen la problemtica en la

    que se encuentran la mayora de los archivos de autor, por lo que la

    propuesta se basa en el trabajo en conjunto con el fotgrafo, mien-

    tras que Liliana Dvila y Estrellita Uraga elaboran sus planteamientos

    en torno a la Planeacin y cambio de administracin, y destacan el

    impacto de la falta de continuidad en muchas de las instituciones gu-

    bernamentales en relacin con el resguardo de archivos fotogrficos.

    Finalmente, en Situacin del almacenaje de material fotogrfico en

    Mxico, anlisis y perspectivas, Cecilia Salgado presenta de un modo

    ndice

  • 10

    claro el panorama sobre la proteccin de los materiales fotogrficos

    tanto en instituciones privadas como pblicas.

    En El ejercicio de la conservacin de fotografas en cuatro casos

    prcticos, tercera seccin del libro, Claudio Hernndez se ocupa de un

    caso poco convencional, o al menos poco conocido, en la preservacin

    de acervos: Conservacin del acervo documental del Laboratorio Arte

    Alameda explora la situacin de este museo de nuevos medios ante

    la generacin de acervos digitales producto de la documentacin de

    las exposiciones. Enseguida, en Gestionar o preservar: la experiencia

    de digitalizacin en el Archivo Fotogrfico Manuel Toussaint, Adriana

    Roldn explica, enfatiza y reflexiona sobre el trabajo y problemtica

    de digitalizacin, labor que se lleva a cabo en archivos, bibliotecas y

    fondos documentales. Gustavo Lozano ejemplifica el proceso de tra-

    bajo al que se enfrentan las instituciones que poseen una importante

    coleccin fotogrfica y que cuentan en su plantilla con un restaurador

    especializado en fotografas en el texto Conservacin en el archivo

    fotogrfico de la Biblioteca Nacional de Antropologa e Historia. La co-

    laboracin con que cierra esta seccin es de Guillermo A. Corts Flores:

    Trascendiendo en la memoria. Caso prctico: Archivo Histrico del

    Bisbol, y en ella resea el trabajo llevado a cabo por Apoyo al Desar-

    rollo de Archivos y Bibliotecas de Mxico, A. C. (Adabi), desde un punto

    de vista ms archivstico y documental.

    La cuarta seccin, Resultados de las investigaciones sobre la conser-

    vacin de materiales fotogrficos, compila trabajos especficos que

    involucran completamente la profesin de conservacin y restaura-

    cin de materiales fotogrficos. Liliana Dvila, en Deterioro de nega-

    tivos de placas de vidrio: consolidacin de la capa de aglutinante

    desprendida en negativos de la Fototeca Pedro Guerra de la Univer-

    sidad Autnoma de Yucatn, estudia y analiza de manera detallada

    el proceso de degradacin de este tipo de soporte fotogrfico, pues

    es slo al comprender este mecanismo que se puede formular una

    propuesta de conservacin adecuada para colecciones de esta natu-

    raleza. Los escritos Estudio de papeles para guarda de fotografas

    en Mxico de Mariana Plank y Evolucin de la conservacin de

    ndice

  • 11

    lbumes y libros ilustrados fotogrficamente de Gustavo Lozano ver-

    san sobre las herramientas cientficas, analticas, histricas y tcnicas

    del trabajo interdisciplinario que realiza el restaurador-conservador

    en el desempeo de su profesin para la salvaguarda del patrimonio.

    En conjunto, en estos ensayos se pueden apreciar los avances ob-

    tenidos en torno al resguardo del patrimonio fotogrfico, pero ms

    importante quiz: se definen los retos actuales y las lneas de trabajo

    a seguir para lograr su preservacin con resultados positivos y defini-

    tivos. Respecto de los avances en la tecnologa desarrollada para la

    conservacin, los casos expuestos son muestras de las ventajas que

    ofrecen los sistemas y los materiales especficos para el adecuado

    almacenamiento de las colecciones. Y son, al mismo tiempo, un in-

    centivo y gua para mejorar estas condiciones y garantizar la preser-

    vacin de los materiales a largo plazo. Para los miembros del gcf es

    claro que slo cuando se logren establecer lazos slidos entre las

    instituciones y los distintos especialistas, y se gestionen los proyectos

    y los recursos necesarios para llevarlos a cabo, se podr decir que el

    uso y la preservacin de este tipo de patrimonio estarn garantiza-

    dos para las futuras generaciones.

    Cecilia SalgadoAlejandra Mendoza

    ndice

  • 12

    I. Establecimiento de bases para la preservacin del patrimonio fotogrfico

    ndice

  • 13

    Panorama de la conservacin de la fotografa en Mxico

    En Mxico en las ltimas dcadas, la fotografa ha sido revalo-rada y promovida por su valor artstico y por ser un medio de obtencin de conocimiento, pues las imgenes fotogrficas nos comunican acerca de la sociedad, de sus costumbres y de ciertos

    acontecimientos a partir de la interpretacin de su autor. Por estos

    valores intrnsecos, las instituciones que resguardan el patrimonio

    fotogrfico tienen la misma responsabilidad que las que preservan

    cualquier otro tipo de patrimonio cultural de realizar acciones para

    conservar y difundir este bien, tanto la imagen como la materia que

    la sustenta, para poder seguir teniendo la oportunidad de estudiarlo,

    interpretarlo y admirarlo.

    El Grupo Conservadores de Fotografa (gcf), formado en el 2003

    e integrado por conservadores profesionales de fotografa, es un

    espacio de discusin, difusin y desarrollo especializado. Si bien

    parte del reconocimiento a las instancias encargadas de conservar

    el patrimonio fotogrfico en Mxico, busca sumarse a los esfuerzos

    para promover la permanencia de este tipo de patrimonio. A partir

    de la experiencia de sus integrantes, al laborar dentro de archivos de

    diversas instituciones pblicas y privadas, discutimos sobre la proble-

    Grupo Conservadores

    de Fotografas, hacia un Cdigo de tica*

    Claudio Hernndez Pilar Hernndez Alejandra Mendoza Cecilia Salgado

    * Ponencia, XIV Coloquio del Seminario de Estudio y Conservacin del Patrimonio

    La Fotografa: Imagen y Materia, IIE/UNAM, Oaxaca, Oax., 2006.

    ndice

  • 14

    mtica de preservacin que prevalece en nuestro pas. Consideramos

    que la situacin desfavorable en la que se encuentran los archivos es

    en gran medida un reflejo de los problemas que enfrenta Mxico, es

    decir, carencia de recursos econmicos, humanos y materiales; hete-

    rogeneidad de criterios y falta de planeacin a largo plazo. Ante esta

    realidad es primordial que las acciones de conservacin dentro de los

    archivos se efecten de manera profesional, para lo cual es necesa-

    rio jerarquizar necesidades, planear acciones y optimizar recursos,

    siguiendo en primer trmino principios ticos y en segunda instancia

    estndares de calidad de trabajo.

    Propuesta del GCF

    Tras analizar esta situacin, los miembros del gcf consideramos que

    contar con un Cdigo de tica1 para las personas encargadas de la

    conservacin dentro de instituciones pblicas o privadas, sin impor-

    tar su profesin ya sean biblioteclogos, historiadores, archivistas,

    restauradores o especialistas provenientes de otras reas, puede

    ser una herramienta til para promover una forma de trabajo de

    mayor profesionalidad, que est basada en lineamientos y estn-

    dares internacionales, con el fin de mejorar la preservacin de las

    fotografas. El Cdigo de tica es un compromiso con principios que

    guan diariamente decisiones y acciones de profesionistas y personas

    afines en conservacin para fomentar y favorecer la excelencia y la

    confianza pblica (Hess, 1999: 131-134). Los principios propuestos en

    este documento aseguran que los conservadores o responsables de

    la preservacin asuman obligaciones especficas con el patrimonio

    fotogrfico, al igual que los dueos, custodios y creadores. La idea

    de definir y asentar el comportamiento que un profesionista debe

    seguir en su quehacer no es reciente ni exclusiva de ciertas reas. Si

    bien la existencia de un Cdigo de tica para normar el trabajo profe-

    sional de un grupo no garantiza que sus integrantes lo sigan total o

    1 Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana (Diccionario de la Real

    Academia Espaola, 2005).

    ndice

  • 15

    parcialmente ni que sus decisiones y acciones sean correctas, ade-

    cuadas y/o conscientes, este conjunto de normas morales establece

    claramente el deber ser de ciertos individuos en su ejercicio profesio-

    nal, y por esta razn es un documento necesario e importante.

    Para realizar la propuesta del gcf, como primera accin se cre una

    mesa de anlisis para definir el significado y origen de los precep-

    tos ticos de los miembros del grupo. La conclusin fue que stos

    provienen de nuestra formacin profesional dentro de la carrera de

    Restauracin de Bienes Muebles de la encrym, de la cual somos egre-

    sados.

    La tica es parte indispensable dentro del programa de la licenciatu-

    ra de la encrym y pese a que no se ensea formalmente un cdigo, se

    explican y promueven los postulados tericos de la escuela italiana

    de restauracin (principalmente los de Cesare Brandi, 1999), que

    incluyen la mnima intervencin, el respeto a las instancias histrica2

    y esttica,3 la reversibilidad, la compatibilidad y el respeto al original.

    Posteriormente el gcf recopil Cdigos de tica de diversas asociacio-

    nes e instituciones, tanto nacionales como internacionales, de profe-

    siones o actividades relacionadas con la preservacin y el estudio del

    patrimonio cultural, con el fin de conocer las propuestas y alcances

    de sus contenidos.4

    2 Este valor se adquiere ya que los bienes culturales son producto del quehacer huma-

    no realizado en un cierto tiempo y lugar, y se encuentra en un cierto tiempo y lugar.

    3 Valor dado por la sociedad al reconocer que el bien cultural es parte de un estilo,

    corriente o moda. Corresponde al hecho bsico de la calidad de lo artstico por el

    que la obra es obra de arte.

    4 Coordinacin Nacional de Conservacin del Patrimonio Cultural del Instituto Na-

    cional de Antropologa e Historia (inah), Colegio Nacional de Bibliotecarios (Mxico),

    American Institute for Conservation for Historic and Artistic Works (Estados Unidos),

    Associao Catarinense de Conservadores e Restauradores de Bens Culturais, Asso-

    ciao Brasileira de Conservadores y Restauradores (Brasil), European Confederation

    of Conservator-Restorers Organization, International Council of Archives, Internatio-

    nal Council of Museums.

    ndice

  • 16

    En relacin con el patrimonio cultural, hay dos tipos de Cdigos de

    tica: institucionales y por profesin. De los primeros podemos men-

    cionar el Cdigo para museos del International Council of Museums

    (icom) y los de la Fdration Internationale des Archives du Film (fiaf) y

    la International Association of Sound and Audiovisual Archives (iasa);

    de los segundos los podemos encontrar internacionales y por pa-

    ses para conservadores, restauradores, archivistas y bibliotecarios.

    El primer antecedente del Cdigo de tica para restauradores, segn

    la bibliografa consultada, fue el Reglamento del Taller de Restau-

    racin del Real Museo de Pintura y Escultura (actualmente Museo

    del Prado), donde se busc limitar las funciones del restaurador a la

    aplicacin de tratamientos (Macarrn, 1997: 162). El American Institu-

    te for Conservation of Historic and Artistic Works (aic) emiti el primer

    Cdigo de normas morales y criterios para regular el ejercicio de la

    conservacin a principios de la dcada de los sesenta del siglo pasa-

    do. Este Cdigo se ha revisado y actualizado peridicamente, por lo

    que contina vigente en Estados Unidos, adems de que ha servido

    como base para la formulacin de otros en distintos pases. Los Cdi-

    gos sobre conservacin, como es de suponerse, son similares entre s,

    en contenido y estructura. Las diferencias que presentan responden

    a las distintas realidades, principalmente de recursos y de nivel de

    especializacin, que existen entre los pases involucrados.

    Cdigo de tica del GCF

    El Cdigo de tica del gcf se realiz con base en tres cdigos extran-

    jeros, dos de conservacin (Code of Ethics of the American Institute

    for Conservation of Historic and Artistic Works y Profesional Guidelines:

    Code of Ethics del European Confederation of Conservator-Restorers

    Organization, ecco) y uno de archivstica (Cdigo de tica del Consejo

    Internacional de Archivos). Como se indica en el prembulo, este C-

    digo no es especfico para una profesin, pero s para un tipo de bien

    patrimonial: el fotogrfico, y pretende abarcar a todos los individuos

    relacionados con el cuidado y manejo de ste. Por esta particulari-

    ndice

  • 17

    dad, el Cdigo no es tan extenso y detallado como el del aic o el del

    ecco, y slo toma de stos las ideas principales y rectoras, que pueden

    aplicarse a esta situacin.

    Prembulo

    Este Cdigo de tica establece las normas de conducta, principios

    y obligaciones que las personas relacionadas con la preservacin

    de fotografa deben seguir en su prctica profesional o laboral, con

    el objetivo de regular las actividades y estandarizar los criterios en

    pro del patrimonio fotogrfico. Pueden adoptar este Cdigo de tica

    todos aquellos involucrados o interesados en la conservacin de

    fotografas, tanto los individuos que llevan a cabo tareas de conser-

    vacin y restauracin como quienes desempean labores de control,

    cuidado, custodia, administracin y gestin.

    Artculo 1

    El deber primordial de los integrantes del gcf o las personas afines

    a este Cdigo que se denominarn a partir de este punto como

    sujetos es promover la conservacin de las fotografas que estn

    bajo su cuidado.

    Artculo 2

    Los sujetos deben reconocer los alcances de su preparacin y realizar

    nicamente el trabajo para el cual estn capacitados.

    Artculo 3

    Antes de realizar cualquier accin, es deber de los sujetos conocer los

    principios bsicos de conservacin, as como los estndares interna-

    ndice

  • 18

    cionales vigentes sobre conservacin, preservacin, manipulacin y

    almacenamiento de fotografas.

    Artculo 3A

    Todas las acciones que los sujetos desempeen deben respetar los

    principios bsicos de conservacin y considerar como gua los linea-

    mientos establecidos en los estndares internacionales vigentes.

    Artculo 4

    En el desarrollo de su trabajo, los sujetos debern respetar la integri-

    dad de las fotografas, en sus aspectos materiales y conceptuales, que

    incluyen: significado, valores formales, estticos e histricos, unici-

    dad, uso e impacto social y autora.

    Artculo 5

    En el desarrollo de su trabajo, los sujetos debern priorizar sus accio-

    nes. Al tratar conjuntos de fotografas, debern considerar la imple-

    mentacin de acciones de conservacin preventiva antes de efectuar

    acciones de intervencin directa. Cuando se decida intervenir, cada

    tratamiento deber limitarse a lo estrictamente necesario, con base

    en el diagnstico previo y ser realizado por un restaurador.

    Artculo 6

    Los mtodos y materiales que los sujetos utilicen no deben afectar a

    las fotografas, ni su estudio, tratamiento o funcin en el futuro.

    ndice

  • 19

    Artculo 7

    Los sujetos debern documentar de manera completa y detallada las

    actividades e intervenciones que efecten.

    Artculo 8

    Los sujetos debern conseguir la excelencia en el desempeo de su

    trabajo, mediante la sistemtica y continua actualizacin de conoci-

    mientos, y compartir los resultados de su experiencia e investigacin.

    Artculo 9

    Los sujetos deben difundir, dentro de la institucin en la que labo-

    ren, la importancia y necesidad de la conservacin y sus principios

    bsicos, as como manifestar su inconformidad cuando alguno de los

    intereses o actividades de la institucin vayan en contra de sta.

    Artculo 10

    Los sujetos debern conservar las fotografas originales aunque se di-

    gitalice su imagen, pues la digitalizacin es slo una herramienta que

    facilita el manejo, acceso y difusin, pero no remplaza a los objetos

    originales.

    Artculo 11

    Cada uno de los sujetos tendr la obligacin moral de difundir y pro-

    mover el contenido de este Cdigo de tica.

    ndice

  • 20

    Conclusiones

    Los miembros del gcf, conscientes de la necesidad de mejorar la

    conservacin de la fotografa en Mxico en amplio sentido, es decir,

    como disciplina profesional y en la prctica cotidiana dentro de los

    archivos e instituciones que resguardan este patrimonio, formulamos

    un Cdigo de tica con el fin de establecer las directrices del deber

    profesional de los involucrados. Los integrantes de este grupo esta-

    mos convencidos de que la situacin alrededor de la preservacin

    de las fotografas en Mxico es compleja y que los problemas que

    enfrenta rebasan el nivel personal, e inclusive el institucional, pero

    tambin que es nuestro deber hacer propuestas para mejorar, iden-

    tificar carencias y proponer soluciones. Nos queda claro que cierto

    sector de la sociedad puede considerar la creacin de un Cdigo de

    tica para los conservadores de fotografa como una aportacin poco

    funcional u operativa, por no ser una herramienta aplicable de forma

    directa a casos concretos o que produzca resultados contundentes.

    Sin embargo, estamos seguros de que es un documento base para

    normar el comportamiento de las personas, y que no podemos es-

    perar una conducta tica, que busque el mejoramiento y la excelen-

    cia, sin esclarecer primero en qu consiste sta. Este Cdigo de tica,

    producto del anlisis de un grupo de conservadores, est abierto a

    la crtica, revisin y aportaciones de los interesados en el tema. La

    propuesta no debe interpretarse como un aval para que cualquier

    persona sin preparacin profesional especializada pueda hacerse car-

    go de la conservacin del patrimonio fotogrfico; es una invitacin a

    la reflexin personal y a que se adopte este Cdigo de tica para que

    las acciones y decisiones de cada uno de los ya involucrados respon-

    dan a la tica profesional, y as ayudemos, paso a paso, da a da, a

    transformar la realidad mexicana.

    Referencias

    Brandi, Cesare, Teora de la restauracin (versin de Mara ngeles

    Toajas Roger), Alianza Editorial, Espaa, 1999.

    ndice

  • 21

    Corzo, Miguel ngel (ed.), Mortality Immortality?: The Legacy of Con-

    temporary Art, The Getty Conservation Institute, Los ngeles, 1999.

    Diccionario de la Real Academia Espaola, en lnea: www.rae.es, con-

    sultado el 28 de marzo del 2005.

    Hess Norris, Debra, Survival of Contemporary Art, en Miguel ngel

    Corzo (ed.), Mortality Immortality?: The Legacy of Contemporary Art,

    The Getty Conservation Institute, Los ngeles, 1999.

    Macarrn Miguel, Ana Mara, Historia de la conservacin y la restau-

    racin desde la Antigedad hasta finales del siglo XIX, Tecnos, Madrid,

    1997.

    ndice

  • 22

    Segn el Diccionario de Terminologa Archivstica, editado por el Ministerio de Cultura de Espaa en 1995, una coleccin es: la reunin artificial de documentos que, al no mantener una relacin orgnica entre s, presentan algunas caractersticas en comn

    (difiere del fondo de archivo por la ausencia de organicidad). La defi-

    nicin que el Consejo Internacional de Archivos da para un fondo de

    archivo, dice: conjunto de documentos, cualquiera que sea su forma-

    to o soporte, producidos orgnicamente y/o reunidos y utilizados por

    una persona particular, familia u organismo en el ejercicio de las acti-

    vidades y funciones de ese productor (Porto Ancona, 2005: 243-270).

    Ms all de las relaciones orgnicas o no, esto es, de las cualidades

    que los documentos reflejen claramente en su estructura, funciones

    y actividades de la entidad acumuladora en sus relaciones internas y

    externas, considero que por su mera existencia una coleccin es un

    hecho cultural relevante, y que desde el momento mismo en que se le

    reconoce como tal supone una cierta organicidad y en consecuencia

    debe atenderse integralmente, tanto en lo relativo a su conservacin

    como en lo que corresponde a su documentacin y divulgacin.

    En el caso especfico de las colecciones de objetos fotogrficos, su

    importancia trasciende los valores tcnicos y artsticos. Una coleccin

    fotogrfica representa ante todo un segmento significativo de la

    experiencia cultural de la poca que tocan sus objetos. En cada una

    de las piezas, as como en las series y los conjuntos temticos que las

    conforman, subyacen fragmentos que revelan alguna faceta de la

    experiencia humana, de sus autores, sus consumidores y los contex-

    De la integridad de las colecciones

    fotogrficas*

    Georgina Rodrguez

    * Ponencia, Primer Encuentro de Conservacin del Patrimonio Fotogrfico Experien-

    cias Profesionales y Retos Actuales, Mxico, D. F., 23 de mayo, 2007.

    ndice

  • 23

    tos en que fueron producidas, no como meras imgenes, sino como

    objetos culturales. Esta relevancia y significacin cultural incluye tam-

    bin a las llamadas obras de autor, que a veces slo se miran como

    las fuentes para sumar a futuras historias de la fotografa. Sabemos

    que las fotografas informan, a la vez que emocionan. Su carga de

    convencimiento es mayor que la de otro documento, al igual que

    su capacidad narrativa, condensada en una sola imagen o en una

    serie o secuencia de imgenes. Sus contenidos, asociados a otros

    documentos que en torno de ellas gravitan, reconstituyen el espritu

    cultural de una poca, sea sta reciente o remota. Para la interpre-

    tacin del significado de las imgenes se requiere de una slida

    competencia en el conocimiento de los periodos que alcanzan y por

    ello la necesidad de impulsar y construir una verdadera investigacin

    iconogrfica, que en la suma de distintos saberes distinga y depure la

    informacin que subyace en las fotografas. De ah la importancia de

    las colecciones fotogrficas. Metdica e ntegramente conservadas,

    documentadas y a disposicin de todos los interesados, las coleccio-

    nes fotogrficas en su conjunto constituyen una memoria visual y

    slo a partir de este reconocimiento podr hablarse de un verdadero

    patrimonio fotogrfico mexicano.

    La construccin de esta memoria visual no es cosa reciente. En

    diferentes momentos de nuestra vida cultural se han llevado a cabo

    diversos proyectos y programas institucionales por conformar, divul-

    gar y conservar colecciones fotogrficas que dan cuenta de hechos

    culturales relevantes. En algunos casos estos proyectos se remontan

    a las ltimas dcadas del siglo xix, como el gran mapeo tnico que

    por medio de retratos de diversas facturas permiti presentar la

    Exposicin-Histrico Americana en Madrid en 1892, con motivo del iv Centenario del Descubrimiento de Amrica (Rodrguez, 1997: 24-

    31). Otro ejemplo notable es el esfuerzo que de 1915 a 1935 realiz la

    Inspeccin Nacional de Monumentos Artsticos e Histricos al consti-

    tuir una red de inspectores honorarios, que en aquellos logr reunir

    uno de los ms impresionantes catlogos (Miranda, 2003: 35-39), y ni

    qu decir del trabajo reciente de algunos de nuestros peridicos por

    conservar sus acervos.

    ndice

  • 24

    Afortunadamente sabemos de estos casos porque han llegado a

    nuestros das, pero por desgracia sabemos de otros en los que, pese

    a que surgieron de iniciativas institucionales, las colecciones reunidas

    se perdieron, o por as decirlo se dispersaron. Triste ejemplo son las

    colecciones conformadas durante las investigaciones sobre el teatro

    de revista, la historia del circo y la historia de la historieta desarrolla-

    das en el Museo Nacional de Culturas Populares para las exposiciones

    El Pas de la Tandas (1982), Ver para Creer (1985) y Puros Cuen-

    tos (1987). El Museo explica la desaparicin de cassettes con testi-

    monios grabados, fotografas, libretos, partituras, discos, vestuarios,

    objetos y cientos y cientos de historietas adquiridas con dinero

    federal o producto de donaciones por la inundacin que sufri

    la bodega en donde estaban resguardados estos materiales (Luna

    Crnea, 2005: 272-273). Lo cierto es que hace relativamente poco

    tiempo, comentando el propsito de este texto con Alfonso Morales,

    investigador responsable de dichos proyectos museogrficos y editor

    de la revista Luna Crnea, me seal que quizs no slo fueron las

    aguas de la inundacin las que ocasionaron la prdida de las colec-

    ciones. Con tristeza me dijo haber presenciado cmo se negociaba la

    venta de uno de los lbumes del Cuatezn Beristin, clebre produc-

    tor y cmico del teatro de revista, en una mesa de un VIPs al sur de la

    ciudad de Mxico.

    Pero no estamos aqu slo para referir los ejemplos desafortunados.

    Curiosamente fue tambin en la mesa de otro VIPs, en el de San n-

    gel, hace ya muchos aos, en las tardes de enero y febrero de 1977,

    que ciertas mentes brillantes concibieron la creacin de una instancia

    que promoviera la fotografa en Mxico, bajo un ambicioso esquema

    que incluyera un coloquio, una exposicin colectiva de la produccin

    fotogrfica contempornea latinoamericana, exposiciones individua-

    les complementarias y talleres. En un principio intentaron venderle

    el proyecto al Instituto de Investigaciones Estticas de la Universidad

    Nacional Autnoma de Mxico (unam), sin haber encontrado eco en

    nuestra mxima casa de estudios. Mas quiso el destino que en aquel

    entonces el propio subsecretario de Cultura, don Vctor Flores Olea,

    fuera un destacado fotgrafo y junto con Juan Jos Bremen, director

    ndice

  • 25

    del Instituto Nacional de Bellas Artes, se diera el necesario respaldo

    institucional a la propuesta encabezada por Pedro Meyer, Raquel

    Tibol, Lzaro Blanco y Jorge Alberto Manrique, director del Instituto

    de Investigaciones Estticas.

    La coleccin del consejo mexicano de fotografa

    El Consejo Mexicano de Fotografa (cmf) firm su acta constitutiva

    en enero de 1978. Su intencin por promover una cultura fotogr-

    fica sintetizaba las inquietudes, aunque no todas las simpatas, del

    gremio. El Consejo se enmarcaba en un planteamiento ideolgico

    que ensalzaba el espritu latinoamericano, propuesto y desarro-

    llado por Nacho Lpez. Luchas guerrilleras, rechazo a regmenes

    dictatoriales e imperialistas, as como la genuina aspiracin por

    valores universales y democrticos atendan a la bsqueda de una

    identidad latinoamericana. Bajo esas premisas se convocaron las

    exposiciones denominadas Hecho en Latinoamrica i y ii, realiza-

    das de mayo a julio de 1978 en el Museo de Arte y en abril y mayo

    de 1981 en el Palacio de Bellas Artes. Se reuni una impresionante

    coleccin ms de 5 000 fotografas de 652 autores con obras

    de destacados fotgrafos de prcticamente todos los pases lati-

    noamericanos, junto con varios estadounidenses en busca de sus

    races latinas y notables autores invitados, como Cornell Capa, Peter

    Anderson, Rafael Navarro, Max Kozloff y Manfred Willman, quienes

    generosamente tambin donaron su obra al Consejo. Aunadas a los

    dos coloquios que las acompaaron, las exposiciones catapultaron

    a la fotografa latinoamericana a nivel mundial. A lo largo de 1979,

    en ciudades como Venecia y Turn, Italia; Arles, Francia, y Nueva York,

    Estados Unidos, se exhibi una seleccin de la Primera Muestra de

    la Fotografa Latinoamericana Contempornea que inspir otros

    proyectos, como el de Erika Billeter en Zurich en 1981, pero especial-

    mente el evento gestado en Mxico impuls proyectos similares en

    otros pases latinoamericanos, como Argentina, Brasil, Colombia y

    Venezuela.

    ndice

  • 26

    Tras una vida de prcticamente 30 aos de promover una cultura fo-

    togrfica, el cmf cerr las puertas de su ltima sede en Medelln 81-A

    en 2004. Desde hace dos aos la coleccin se encuentra resguardada

    por el Centro de la Imagen, institucin heredera del Consejo en la

    valoracin y promocin de la cultura fotogrfica y esperamos cum-

    plir puntualmente con todas las gestiones necesarias para que el

    total del acervo, conformado por ms de 6 000 obras, pase a ser una

    coleccin patrimonial a disposicin de todos los interesados y que

    sirva nuevamente para la construccin de puentes con los pases de

    Latinoamrica y el resto del mundo. En este punto quiero expresar

    mi reconocimiento a Luis Alberto Gonzlez, fiel custodio de esta

    coleccin, compaero del Centro de la Imagen siempre dispuesto

    a colaborar, si bien su personal manera de resguardar e identificar

    los distintos paquetes que la contenan (identificados a partir de las

    iniciales de los pases, como A para Argentina, B para Brasil y as hasta

    llegar a la letra P de las fotos patitos) me mantuvo girando un rato

    para entender a qu hacan referencia sus anotaciones. Debo con-

    fesar que cuando fui invitada al Centro de la Imagen a colaborar en

    este proyecto desconoca la trayectoria del Consejo y nada saba de

    la relevancia de su coleccin. Durante un ao me he aplicado en la

    bsqueda de rutas para conocerla y reconstituirla, tratando de hallar

    sus relaciones orgnicas, entendiendo sus contextos e identificando

    a sus autores, como debe hacerse con toda coleccin fotogrfica. En

    estos tiempos de internet, esta herramienta ha sido imprescindible

    para llegar a apreciar las piezas de Geraldo de Barros, artista vanguar-

    dista de Brasil, que a finales de 1940 tom a la fotografa como una

    extensin ms del grabado; gracias a la informacin disponible en la

    web, me he conmovido con la trayectoria de Alicia DAmico, fotgra-

    fa, escritora y feminista de Argentina que, junto con su colega y socia

    Sara Facio y Mara Cristina Orive, fund en la dcada de 1970 La Azo-

    tea, primera editorial latinoamericana de libros de fotografa, y da a

    da, hurgando en la blogosfera, me sorprende encontrar pedazos de

    informacin que van relatando las vidas de muchos de los fotgrafos

    que participaron en Hecho en Latinoamrica.

    ndice

  • 27

    A manera de conclusin

    Hemos establecido que una coleccin fotogrfica es un hecho

    cultural, en el que subyacen una diversidad de conocimientos que

    van ms all de su valor tcnico o esttico. Por otro lado, el hecho

    de contar con una coleccin fotogrfica implica la participacin de

    insospechadas personas que han invertido considerables cantidades

    de tiempo y esfuerzo en su conformacin. Enfrentarse a una colec-

    cin fotogrfica, sea sta de registros hechos por las cmaras de

    reporteros atentos al calor de los acontecimientos, por las lentes ins-

    titucionales, por las familias vidas de preservar su pasado o por los

    coleccionistas interesados en ciertos autores o temas, implica ya un

    compromiso por dar continuidad a los esfuerzos que muchos otros

    hicieron para que dicha coleccin llegara ante nuestros ojos, y de

    aqu la premisa y el compromiso de cada uno de nosotros de asumir

    integralmente su conservacin, su documentacin y su divulgacin.

    Referencias

    Aguayo, Fernando y Lourdes Roca (coords.), Imgenes e investigacin

    social, Instituto de Investigaciones Histricas Dr. Jos Mara Luis

    Mora, Mxico, 2005.

    Luna Crnea, Registro de inventario de algunos documentos y ob-

    jetos que formaron parte de la exposicin `Ver para Creer, nm. 29,

    2005, pp. 272-273.

    Miranda, Martha R., La gnesis de un proyecto de conservacin de

    monumentos, en Alquimia, nm. 18, mayo-agosto, 2003.

    Porto Ancona Lpez, Andr, La clasificacin archivstica como

    actividad previa para la descripcin de documentos imagticos, en

    Fernando Aguayo y Lourdes Roca (coords.), Imgenes e investigacin

    ndice

  • 28

    social, Instituto de Investigaciones Histricas Dr. Jos Mara Luis

    Mora, Mxico, 2005.

    Rodrguez, Georgina, Miradas sin rendicin, en Luna Crnea, nm.

    13, septiembre-diciembre, 1997.

    ndice

  • 29

    La administracin se puede encontrar en cualquier mbito: domstico, laboral, social, ya que forma parte de la actividad humana. sta se ejerce con el fin de establecer un orden, un mtodo; est regida por una lgica y se ejecuta mediante procesos.

    Por lo tanto, la administracin de colecciones es una herramienta para

    lograr que las tareas de conservacin y acceso se realicen de mane-

    ra sencilla y efectiva. El volumen de patrimonio cultural y los pocos

    recursos que se destinan a su conservacin nos obligan a buscar

    estrategias que nos ayuden a preservar la mayor cantidad de bienes

    culturales. Las colecciones le dan sentido e identidad a las institucio-

    nes cuyo objetivo es resguardar y difundir el patrimonio cultural. Si

    las colecciones se perdieran, los valores culturales que representa ese

    patrimonio para la sociedad desapareceran para siempre y este tipo

    de centros no tendran razn de ser. Lo anterior hace de la administra-

    cin de colecciones una tarea indispensable para la institucin y de la

    conservacin del patrimonio cultural un compromiso con la sociedad.

    La administracin de colecciones opera de la siguiente forma: se reco-

    pila la informacin acerca del estado material, del grado de deterioro,

    de los valores econmicos y culturales del patrimonio en resguardo,

    datos con los cuales se organizan y programan en un plan de con-

    servacin todas las actividades relacionadas con las colecciones para

    reducir las causas de deterioro, tales como el control ambiental, el

    mantenimiento regular de la planta fsica, los sistemas de seguridad

    y sobre todo la conservacin y el uso correcto de los materiales. La

    La administracin de colecciones,

    herramienta para la conservacin del

    patrimonio cultural*

    Pilar Hernndez

    * Fragmentos extrados de la tesis Administracin de colecciones, una herramienta para la

    conservacin de bienes culturales, encrym-sep-inah, Mxico, 2005.

    ndice

  • 30

    reglamentacin contenida en los manuales de procedimientos, en los

    objetivos y en la misin de la institucin ha de servir de gua en estas

    prcticas.1

    La administracin de colecciones

    El reconocimiento de la necesidad de contar con una estrategia o

    plan de conservacin es el primer paso en la administracin de colec-

    ciones, respecto de la cual es imprescindible encontrar un balance

    entre la conservacin preventiva, la restauracin y el acceso. De

    modo que la administracin de colecciones tiene que crear una es-

    trategia que ayude a conservar los atributos fsicos de los documen-

    tos y que a su vez contribuya a preservar su significado, ya que el fin

    prctico de la conservacin de las colecciones es permitir el acceso al

    pblico. Se han identificado tres actividades rectoras que componen

    la administracin de colecciones (Waller y Muething, 2004)

    Conservacin de colecciones

    Desarrollo de colecciones Uso de colecciones

    1 A todo lo largo de la investigacin se observ la urgente necesidad de difundir el

    quehacer de la conservacin dentro y fuera de las instituciones. El poco conocimien-

    to del trabajo del conservador-restaurador y la falta de consenso respecto de los

    trminos que involucra la conservacin del patrimonio obstaculiza nuestra labor co-

    tidiana, al no poder comunicarnos con otros profesionales con los que diariamente

    interactuamos. Por lo mismo, se hace evidente la falta de comprensin y sensibilidad

    por parte de las autoridades al desarrollar proyectos y al presentar sus resultados, ya

    que se ignora en qu consiste nuestra labor y sobre todo se desconoce la impor-

    tancia de incorporar la conservacin en todas las actividades relacionadas con el

    patrimonio.

    ndice

  • 31

    Desarrollo de colecciones. La adicin o sustraccin de objetos o do-

    cumentos de una coleccin condiciona la posibilidad de uso, lo cual

    tiene impacto en la conservacin de las colecciones.

    Uso de colecciones. Cualquier actividad que requiera de un objeto

    o coleccin repercute en la conservacin al determinar el tipo y fre-

    cuencia de uso, lo que influye en su estado de conservacin.

    Conservacin de colecciones. Es el manejo de los riesgos para man-

    tener el mejor estado de conservacin posible de las colecciones,

    una actividad fundamental, pues determina los lmites o posibilida-

    des de una coleccin.

    En algunas ocasiones las actividades de conservacin que se llevan

    a cabo son realizadas sin un plan sistemtico que administre los

    recursos, lo que provoca su mal uso y la falta de cumplimiento de los

    objetivos de la institucin. Por ello, una institucin que salvaguarda

    patrimonio debe identificar y cuantificar los riesgos, amenazas o ne-

    cesidades de una coleccin para ser capaz de desarrollar estrategias

    que los mitigue de una manera efectiva. De hecho, las acciones rela-

    tivas a la administracin de colecciones empiezan cuando se incluye

    a la conservacin en la misin de la institucin, en sus objetivos y en

    sus polticas. La redaccin de la poltica de conservacin es indispen-

    sable. Su objetivo es guiar la planeacin y la toma de decisiones para

    lograr el cuidado correcto de las colecciones al involucrar a todo el

    personal y a los usuarios, ambos responsables de su conservacin. El

    siguiente paso es la elaboracin de un plan de conservacin basado

    en las caractersticas propias de la institucin. ste es un programa

    de trabajo que abarca todos los factores de deterioro generados por

    el almacenamiento y el uso de las colecciones, y comprende tanto

    la organizacin de datos como la recopilacin, registro y evaluacin

    de la informacin relacionada con el cuidado de las colecciones,

    documentacin que se integra en un reporte dirigido a los directivos

    junto con las propuestas para controlar y mitigar los riesgos y nece-

    sidades prevalecientes. No hay que olvidar que la administracin del

    plan de conservacin requiere forzosamente del apoyo de la direc-

    cin y del personal para su xito, y por consiguiente para el logro de

    su objetivo: la conservacin y el acceso a las colecciones. La adminis-

    ndice

  • 32

    tracin de colecciones se basa en cuatro herramientas (AICCM: 2): 1)

    los estatutos (la misin y las polticas); 2) los procedimientos; 3) los

    planes (presupuesto), y 4) el personal.

    Los estatutos

    Los estatutos estn conformados por la misin y las polticas y descri-

    ben la razn de ser de la institucin y las actividades especficas que

    realiza, al tiempo que sientan las bases para la toma de decisiones. La

    correcta administracin asegura que la misin y las polticas necesa-

    rias sean desarrolladas, actualizadas y difundidas entre el personal de

    la institucin.

    La misin

    La misin debe ser la declaracin ms importante de una institucin,

    pues en ella quedan contenidos su razn de ser, sus objetivos y sus

    propsitos. En ella se basan las polticas de la institucin, para poste-

    riormente generar coherencia en los procedimientos. Su difusin en-

    tre los trabajadores les ayuda a comprender el funcionamiento de la

    institucin y a aplicar estas directrices en sus actividades cotidianas,

    reforzando de esta manera la identidad institucional (aiccm, 1998: 9).

    Las polticas

    Las polticas necesariamente derivan de la misin. Su propsito es

    desarrollar lineamientos generales de largo plazo que favorezcan

    la toma de decisiones. Clarifican la visin de la institucin en temas

    especficos, haciendo ms sencillo el cumplimiento de la misin. Las

    polticas ayudan a (aiccm, 1998: 10) difundir el autoconocimiento que

    se tiene de la institucin, las necesidades y los aciertos en su admi-

    nistracin, as como a aclarar temas especficos sobre las actividades

    descritas en la misin, lo que redunda en una correcta administracin

    y aplicacin de los recursos. Entre las polticas pertinentes propias de

    ndice

  • 33

    una institucin que colecciona bienes culturales pueden enumerarse

    las siguientes (aiccm, 1998: 10): de adquisicin y descarte, de adminis-

    tracin de colecciones, de investigacin, de conservacin, de restaura-

    cin, de prstamo para consulta y para exposicin, y de reproduccin.

    Poltica de adquisicin y descarte

    La poltica de adquisicin y descarte es de los primeros aspectos que

    debe definir la institucin. Es esencial para la administracin de las

    colecciones saber qu materiales las conforman y qu tipo de colec-

    ciones se pueden adquirir para incrementarlas ordenadamente. No

    slo basta que la coleccin tenga un significado cultural, pues ade-

    ms debe reunir las caractersticas propias de la coleccin (temporali-

    dad, marco geogrfico) y de los objetivos de la institucin (investiga-

    cin, difusin, exposicin, conservacin). La poltica de adquisicin y

    descarte debe prever los recursos econmicos y humanos que sern

    necesarios para la conservacin y catalogacin de las colecciones. En

    resumen, la decisin de adquirir o no una coleccin deber basarse

    desde un principio en la aportacin cultural que haga a la coleccin

    y acabar definindose cuando la institucin considere que puede

    afrontar el costo de su conservacin.

    Poltica de investigacin

    La poltica de investigacin define el tipo y enfoque que se le dan a

    los estudios realizados en la institucin. sta describe el propsito de

    investigar, acceder y tener control del material estudiado y prestado,

    los temas especficos a estudiar, el procedimiento de cmo llevar a

    cabo una investigacin y una publicacin.

    Poltica de prstamo

    La poltica de prstamo determina cmo y cundo los usuarios pue-

    den acceder a las colecciones, ya sea para una investigacin o para

    una exposicin. Esta poltica debe ser sensible a los materiales frgi-

    les o deteriorados que se encuentren dentro de las colecciones para

    ndice

  • 34

    restringir su acceso. Tambin debe contemplar los distintos tipos de

    usuarios y los siguientes rubros: propsitos del acceso, en qu casos

    se prestar material original y en cules se proporcionarn copias, los

    trminos de prstamo a individuos o instituciones y en qu condicio-

    nes los objetos o colecciones tienen que ser consultados o expuestos.

    Poltica de exposicin

    Una buena poltica de exposicin ayuda a la institucin a producir

    exhibiciones de calidad que sean informativas, educativas y atracti-

    vas para el pblico. Esta poltica debe incluir cmo han de llevarse a

    cabo las exposiciones sin poner en riesgo los objetos o colecciones

    que se incluyan; establece los temas a tratar en las exposiciones y

    describe cmo se desarrollar la investigacin necesaria; designa los

    espacios a ocupar por el rea de exposicin y los requerimientos tc-

    nicos para una exhibicin correcta y segura, as como el rea para la

    produccin de exposiciones y establece un proceso efectivo para su

    planeacin, produccin, montaje y evaluacin; determina la duracin

    de exposiciones permanentes y temporales; describe las actividades

    complementarias; aporta los recursos humanos para la planeacin,

    produccin y promocin, y finalmente asigna los recursos econmi-

    cos correspondientes.

    Poltica de administracin de colecciones

    Una poltica de administracin bien definida ayuda a la institucin a

    controlar todas las actividades importantes relacionadas con sus co-

    lecciones. La poltica de administracin estar basada en la misin de

    la institucin e identificar cmo y qu coleccin puede ser adquirida

    o descartada, cmo se registran y catalogan las colecciones, cmo

    se realizan los prstamos, cmo se conservan los acervos y cmo se

    toman las decisiones relativas a las colecciones. Establece parmetros

    de conservacin y determina el uso que se les puede dar. Esta pol-

    tica explica cmo se logran los objetivos de la institucin por medio

    de sus colecciones (Edson y Dean, 1993: 65).

    ndice

  • 35

    Poltica de conservacin

    La poltica de conservacin describe los procedimientos para propor-

    cionar y evaluar el cuidado, mantenimiento y necesidades especficas

    de las colecciones y determina el tipo de uso que se hace de ellas.

    La poltica de conservacin tiene los siguientes objetivos (Canadian

    Council of Archives, 2003:3): a) proporcionar a la direccin, al perso-

    nal, a los voluntarios y a los usuarios los objetivos de conservacin de

    la institucin bajo los cuales deben regirse; b) dar al personal y a los

    voluntarios guas o procedimientos para cumplir con los estatutos de

    la poltica institucional; c) presentar el mtodo de evaluacin del plan

    de conservacin, as como el papel de la institucin respecto de otras

    con objetivos similares; y d) difundir este documento que promueve

    la integracin de las actividades de conservacin con las dems fun-

    ciones de la institucin. Esta poltica es la primera parte de la estra-

    tegia de conservacin cuyo objetivo es promover la conservacin de

    las colecciones y evitar la prdida de stas. Como cualquier procedi-

    miento, debe tener prioridades y stas influirn en la decisin de qu

    se conserva y cunto tiempo se quiere que perdure. Se pretende que

    cubra todo lo concerniente a la adquisicin, mantenimiento y uso

    potencial de los materiales (Foot, 2001: 1). La estrategia de conserva-

    cin concluye cuando se formula el plan de conservacin, en donde

    se priorizan las colecciones, acciones y funciones de la institucin.

    En pocas palabras, la poltica sirve de gua para desarrollar planes y

    para conducir su implementacin. La poltica de conservacin provee

    lineamientos escritos que se deben llevar a cabo para lograr que las

    actividades de conservacin se realicen diariamente, como: normas

    de seguridad, uso de colecciones, prstamo de colecciones, exposi-

    cin de colecciones, manipulacin de colecciones, almacenamiento,

    reproduccin de colecciones, registro de condiciones ambientales,

    creacin de un archivo con los tratamientos de restauracin.

    El propsito de la coleccin es fundamental para establecer la polti-

    ca de conservacin, pero igualmente importantes son las actividades

    relacionadas con la coleccin: exposicin, consulta, reproduccin,

    entre otras. El permitir la consulta a las colecciones es una decisin

    ndice

  • 36

    difcil que ser determinada por el tipo de material, su estado de

    conservacin, la frecuencia de las consultas y el tipo de manipula-

    cin. Es primordial que esta informacin sea conocida por las autori-

    dades de la institucin para que conozca qu actividades se pueden

    realizar con las colecciones (exposicin, prstamo, restauracin). En

    esta poltica se debe definir asimismo la temporalidad del resguardo.

    Posiblemente cuando se adquiere una coleccin no se piensa cunto

    tiempo se le pretende conservar, aunque esta opinin puede cam-

    biar por diversas circunstancias (frecuencia de uso, cambio de valor).

    No obstante, al momento de adquirir una coleccin se debe tener

    claro el tipo de resguardo que se le dar, pues con base en esto se

    podr definir el tiempo de conservacin y las caractersticas de alma-

    cenaje, as como la clase y frecuencia de uso que se le asigne. ste es

    un punto esencial en la poltica de conservacin, cuyo fin deber ser

    la conservacin a largo plazo. El resguardo a largo plazo requiere de

    condiciones muy especficas: tipo de planta fsica, materiales inertes

    para almacenamiento, condiciones ambientales adecuadas (hume-

    dad, temperatura, contaminantes), mantenimiento y tipo de consulta.

    Los procedimientos

    Los procedimientos son las instrucciones paso a paso para llevar a

    cabo las acciones que tienen como objetivo la instrumentacin de las

    polticas y de los planes. Son las instrucciones detalladas para realizar

    actividades o trmites especficos, como son los servicios al pblico.

    La correcta administracin desarrolla guas o procedimientos necesa-

    rios y asegura su cumplimiento. Los procedimientos documentan las

    tareas particulares de cada rea, sirven para reducir riesgos y para no

    pasar por alto ciertos pasos que son importantes aunque repetitivos.

    A largo plazo ahorran tiempo y mejoran el funcionamiento institucio-

    nal, al lograr que el personal desarrolle sus actividades de manera co-

    rrecta. Entre la lista de procedimientos que puede llegar a establecer

    una institucin podemos citar los correspondientes a desarrollo de

    colecciones, adquisicin y descarte de colecciones, investigacin

    de colecciones, prstamo para investigacin, prstamo para expo-

    ndice

  • 37

    sicin, manipulacin de materiales, condiciones para exposicin.

    Generalmente hay dos tipos de procedimientos en la administracin

    de colecciones: los que reglamentan las acciones que se ejecutan

    repetitivamente en la institucin y los que tienen que ver con estn-

    dares internacionales establecidos y especficos para realizar ciertas

    actividades en pos de la conservacin de las colecciones.

    Los planes

    Los planes son los programas de accin que estipulan cmo se-

    rn alcanzados los objetivos, las polticas y la misin. Una correcta

    administracin crea e instrumenta planes para cubrir necesidades

    relevantes como la conservacin. De las polticas derivan los planes

    y dependen de ellos para su cumplimiento. La planeacin se define

    como una respuesta profesional ante un reto en particular y trata

    de anticiparse a posibles problemas u oportunidades. Los planes

    fijan prioridades y secuencias de eventos e incluyen un listado de los

    recursos que pueden ser utilizados para la consecucin de las metas.

    La planeacin se basa en el establecimiento de metas especficas y

    en su redaccin se detallan los mecanismos por medio de los cuales

    stas se llevarn a trmino. El presupuesto es un componente indis-

    pensable de la planeacin. El equilibrio entre ste y el plan es esen-

    cial para el uso efectivo y eficiente de los recursos con los que cuenta

    una institucin. Si bien no debe ser determinante para la planeacin,

    el presupuesto permite tener una visin realista en relacin con los

    objetivos propuestos.

    La tipologa de la planeacin

    El plan estratgico, plan a largo plazo El plan estratgico o plan a largo

    plazo (aiccm, 1998: 20) identifica metas de largo alcance que requieren

    de mayor presupuesto y administracin. Sirve para fijar el rumbo ge-

    neral de la institucin. Aunque demanda mayor cantidad de fondos,

    debido a su duracin estos recursos pueden obtenerse con mayor

    facilidad, pues se cuenta con ms tiempo. En ocasiones es posible

    ndice

  • 38

    que este tipo de plan involucre remodelaciones o cambios en los

    procedimientos y en las polticas que rigen las actividades cotidianas.

    Sin este plan es fcil concentrarse nicamente en objetivos a corto

    plazo, lo que representara un obstculo para el desarrollo de proyec-

    tos ms ambiciosos. El plan estratgico debe incluir un calendario en

    el que se ubiquen las metas ms altas y las actividades para poder

    alcanzarlas. Su periodicidad es de cinco a 10 aos o ms y no debe

    ser inflexible, por lo que debe ser revisado cada tres aos para saber

    si se han alcanzado las metas y poder realizar cambios en la estructu-

    ra de la institucin si es necesario.

    Los planes operacionales

    Los planes a mediano plazo. Los planes operacionales son ms des-

    criptivos y detallados y su duracin vara entre uno y dos aos.

    Resuelven las necesidades y aprovechan las oportunidades que

    requieren de la organizacin y planeacin de informacin, recursos

    econmicos, materiales y humanos. El conjunto de estos planes for-

    man a su vez el plan estratgico, pues a medida que se van concre-

    tando las diversas metas especficas se alcanza el objetivo mximo

    del plan estratgico. Dado que en ocasiones este tipo de planes de-

    mandan recursos y personal adicionales, la institucin debe asignar-

    les un presupuesto anual. La institucin debe realizar y revisar este

    tipo de planes por lo menos una vez al ao y considerar sus objetivos

    y logros. Esta revisin ayudar a evaluar los avances en relacin con

    las metas a largo plazo fijadas por el plan estratgico y permitir emi-

    tir alertas cuando alguna de las funciones no sea cumplida correcta-

    mente, a fin de operar los ajustes indispensables en la misma insti-

    tucin y en el plan estratgico. Los planes operacionales detallan los

    siguientes datos: a) las acciones que puedan y deban ser realizadas;

    b) la duracin especfica, y c) los recursos necesarios para alcanzar

    sus objetivos. Deben incluir las actividades y los proyectos en curso

    y ser coherentes con el plan estratgico y con la misin de la institu-

    cin, as como contemplar el desarrollo de polticas, procedimientos,

    diagnsticos, programas de vigilancia y, sobre todo, la aplicacin de

    estrategias pertinentes para llevar a cabo el plan propuesto.

    ndice

  • 39

    Los planes a corto plazo. Resuelven necesidades y problemas inme-

    diatos, adems de identificar las oportunidades que se presentan y

    que ayuden a mejorar las condiciones de conservacin. Los planes a

    corto plazo utilizan los recursos disponibles y son el inicio de otros

    planes a corto o mediano plazo.

    Cualquiera de estos planes debe ser vigilado y evaluado regularmen-

    te. Sus parmetros sern las metas y los objetivos de la institucin. El

    conjunto de metas son nuestros objetivos, mientras que los objetivos

    son la lista de alcances cuantificables que fijan etapas a lo largo del

    proceso. Cuando stos son logrados es porque todas las metas se

    han cumplido previamente. El ltimo paso del proceso expuesto es

    implementar los planes, realizar las actividades de conservacin y una

    evaluacin continua. Los diferentes tipos de planes que puede tener

    una institucin que resguarda patrimonio cultural son: plan a largo

    plazo; plan anual o semestral; proyectos de investigacin; plan de

    conservacin; plan de seguridad; plan de prevencin y respuesta en

    caso de desastre; plan de administracin; plan de almacenamiento.

    El plan de conservacin

    El plan de conservacin es el proceso por medio del cual las nece-

    sidades de conservacin de las colecciones tratan de ser subsana-

    das al priorizar las actividades correctivas con base en los recursos

    disponibles en la institucin. Su propsito es proporcionar una lnea

    de accin que permita a la institucin establecer las acciones de

    conservacin presentes y futuras, al mismo tiempo que enfocar sus

    esfuerzos a acciones viables. Un plan de conservacin de coleccio-

    nes exitoso ser aquel que rena las siguientes caractersticas: que

    est por escrito, que tenga objetivos claros, que sea difundido en

    toda la institucin, que sea respaldado por la direccin y que invo-

    lucre el trabajo conjunto de los investigadores, archivistas, bibliote-

    carios y el resto del personal con el conservador-restaurador para

    lograr la conservacin de las colecciones de una manera integral.

    Para que este trabajo en equipo sea eficaz generalmente se designa

    a un individuo como responsable (administrador de colecciones)

    o a un grupo de personas que vigilen su cumplimiento. El plan de

    ndice

  • 40

    conservacin debe ser difundido entre todo el personal, por lo que

    debe estar redactado en un lenguaje coloquial para evitar confu-

    siones e interpretaciones personales. En su forma ms elemental un

    plan de conservacin describe las prioridades de conservacin de

    las colecciones que resguarda la institucin. Los objetivos de un plan

    de conservacin son los siguientes (ifla, 1998): conservar la informa-

    cin que poseen los objetos y/o las colecciones (control intelectual);

    preservar los materiales en su forma fsica original de la mejor ma-

    nera posible, al disminuir los procesos de deterioro (control fsico);

    encontrar el balance entre conservacin y restauracin; asegurar

    que los recursos se utilicen eficientemente a partir de la correcta

    administracin de la institucin; crear una estrategia o ruta crtica

    para los planes de conservacin; contribuir a la continuidad en los

    proyectos; identificar las acciones o proyectos que la institucin no

    sea capaz de emprender; validar la importancia de la conservacin

    colocndola en el mismo nivel de la administracin, la investigacin

    y los servicios al pblico; ayudar a mantener altos estndares de

    conservacin, as como a buscar los recursos para la conservacin a

    largo plazo de las colecciones.

    Personal

    El personal es el capital humano gracias al cual la institucin puede

    funcionar. La correcta administracin verifica el cumplimiento de sus

    obligaciones y vela por sus necesidades. El personal es indispensable

    para que la administracin sea un xito. De la gente depende que

    los planes, los procedimientos y las polticas se apliquen y se lleven

    a cabo para cumplir con la misin de la institucin. Una institucin

    administrada correctamente es aquella en la que (ifla, 1998: 3): todo

    el personal sabe que su trabajo es valioso para la institucin; el per-

    sonal desarrolla un plan de trabajo para cada rea; se proporcionan

    guas y procedimientos claros que regulan las actividades asignadas

    al personal; cada rea est involucrada en la administracin de toda

    la institucin y es responsable de realizar un trabajo eficiente. Todo

    lo anterior est encaminado a que la institucin sea cada vez ms

    ndice

  • 41

    eficiente, para lo cual la administracin implica a todo el personal y

    se responsabiliza de su capacitacin y de su actualizacin.

    Conclusiones

    La administracin de colecciones no es ms que un consenso de

    principios de buena prctica que busca ante todo calidad y profesio-

    nalismo en el trabajo cotidiano. La elaboracin e instrumentacin del

    plan de conservacin pretenden hacer eficiente el manejo de los re-

    cursos institucionales existentes para poder conservar las colecciones

    y darle acceso a ellas al pblico usuario. El patrimonio es un recurso

    no renovable y no slo debe usarse conforme a los requerimientos

    actuales, sino tambin a los del maana. La necesidad de contar con

    polticas de proteccin integradas con un plan general de conserva-

    cin del patrimonio nacional es evidente. Es urgente e indispensa-

    ble una legislacin adecuada y sensible a la situacin nacional, que

    empiece por identificar el patrimonio existente en todo el territorio y

    promueva una administracin del patrimonio que incluya su conser-

    vacin y el desarrollo econmico de la regin, el acceso al pblico y

    la cooperacin internacional respecto de las posibilidades de estudio

    y proteccin. El cuidado del patrimonio es un trabajo que nunca se

    acaba y la inversin monetaria que implica es constante y necesaria,

    pues se trata de nuestro patrimonio cultural, fruto de nuestra socie-

    dad y pas. Es valioso para nuestra comunidad, ya que forma parte

    de nuestra identidad. Asegurar que la conservacin del patrimonio

    sea una prioridad para que se resguarde, cuide, exponga e interprete

    es responsabilidad de todos nosotros, de nuestra institucin, de la

    sociedad, de las autoridades y del gobierno nacional.

    Referencias

    aiccm (Australian Institute for the Conservation of Cultural Material).

    ReCollections. Caring for Collections Across Australia. Canberra:

    ndice

  • 42

    AICCM, 1998 (consultado el 10/04/2004). http://www.amol.org.au

    Canadian Council of Archives, Policy Development en Basic Con-

    servation of Archival Materials, Canadian Council of Archives, Canad,

    2003.

    Edson, Gary y David Dean, The Handbook of Museums, Routledge, Col.

    The Heritage Care-Preservation- Management, Londres, 1993.

    Foot Mirjam, M., Building Blocks for a Preservation Policy, The British

    Library, Londres, 2001.

    ifla (International Federation of Library Associations and Institutions),

    Principios para la preservacin y conservacin de los materiales biblio-

    grficos, Direccin General del Libro y Bibliotecas, Ministerio de Cultura,

    Madrid, 1988.

    Waller, Robert y Garnet Muething, Assessing Risks to your Collection.

    Workshop 2004 June 9th AIC 32nd Annual Meeting Portland, Oregon,

    Canadian Museum of Nature, Ottawa, 2004.

    ndice

  • 43

    II. Contexto, anlisis y propuestas de la conservacin de fotografas en Mxico

    ndice

  • 44

    Dentro del lenguaje visual y el discurso del arte contempo-rneo la fotografa sobresale como un medio de expresin nico e irremplazable. A diferencia de otras manifestaciones, como la pintura o la escultura, la fotografa ha asimilado, evoluciona-

    do y crecido como ningn otro medio: se vuelve obra al adoptar la

    tecnologa digital, pero tambin es registro y testigo al documentar

    otro tipo de manifestaciones cuya naturaleza es efmera y no perma-

    nente. De igual modo, el lenguaje y recreacin de tcnicas antiguas

    sigue siendo una estrategia de produccin contempornea. Qu

    retos representa para la conservacin la vigencia de la fotografa?

    Cmo se lleva a cabo este trabajo? Este documento narra mi expe-

    riencia profesional en este mbito y puntualiza los desafos a futuro

    para la disciplina de la conservacin. Menciono nueve casos de obras

    y artistas que ejemplifican la diversidad de la fotografa en la actuali-

    dad, es decir, temtica, tcnica y medio o soporte final.

    La fotografa, dentro del lenguaje visual bidimensional, tiene una

    gran ventaja ante manifestaciones como la pintura, ya que su propio

    desarrollo tcnico y el avance de las telecomunicaciones han propi-

    ciado la aparicin de medios como el video o el internet, lo que ha

    hecho de la fotografa un soporte y medio vigente para el arte. Desde

    las tcnicas fotogrficas pioneras del siglo xix, como el papel salado

    o el daguerrotipo, los primeros procesos a color de inicios de siglo xx,

    los soportes plsticos de las dcadas de los cincuenta y sesenta, y la

    aparicin de las impresiones digitales en esa misma poca, hasta las

    impresiones contemporneas como la piezografa a base de pig-

    Conservacin y fotografa

    en la actualidad*

    Claudio Hernndez

    * Ponencia, Primer Encuentro de Conservacin del Patrimonio Fotogrfico Experien-

    cias Profesionales y Retos Actuales, Mxico, D. F., 23 de mayo, 2007.

    ndice

  • 45

    mentos o la impresin digital lamba, que utiliza un papel sensible a

    la luz, hay constancia de la trascendente evolucin de la fotografa en

    los ltimos decenios.

    Fotografa como obra analgica o digital

    Artistas de varias generaciones y de distintas formaciones e intere-

    ses encuentran en la fotografa el medio idneo para manifestarse,

    transmitir, difundir y mostrar su trabajo. Expongo tres ejemplos que

    dan cuenta de la evolucin de la fotografa. Me interesa resaltar la

    transicin de blanco y negro a color y despus a digital en color o

    blanco y negro. El primer ejemplo es de una exposicin del Centro

    de la Imagen que se exhibe actualmente (mayo de 2007). Colette

    lvarez U., fotgrafa nacida en la dcada de 1940, comenz a tomar

    fotografas durante los aos cincuenta. Llama mi atencin que el tex-

    to de su exposicin precise: despus de una exposicin en 1983 dej

    de hacer foto blanco y negro para dedicarme al color (los colores son

    tan importantes como la imagen misma) y desde 2002 decid tomar

    slo fotografa digital.1 El siguiente caso es el del fotgrafo scar

    Morales (1978), quien desde el comienzo (primeros aos del 2 000)

    slo se enfoc al trabajo en cmara digital. Me parece importante

    destacar el hecho de que toda su produccin sea en blanco y negro,

    lo que a mi juicio es un juego interesante entre la tcnica (digital)

    y el aspecto (analgico) que da una impresin en blanco y negro.2

    La fotografa blanco y negro es considerada la mejor tcnica para el

    trabajo artstico, por la escala de grises que alcanza, as como por la

    definicin y resolucin en detalles. El ltimo ejemplo con que ilustro

    la versatilidad de la fotografa en el terreno digital es el del artista

    canadiense Geoff Lilemon, nacido en la dcada de 1970, cuya obra

    se centra en la experimentacin visual con un toque surrealista.

    El artista mezcla fotografa con algunos elementos de dibujo para

    1 Esta fotgrafa ha expuesto en un sinnmero de pases y museos (vase http://

    www.conaculta.gob.mx).

    2 Vase http://www.hombresdemexico.com

    ndice

  • 46

    obtener una esttica digital original: un collage. Lilemon expuso en el

    Cyberlounge del Museo Tamayo en el ao 2005, curado por Arcngel

    Constantini.3

    Medio de documentacin

    La impresin causada al observar una fotografa de una batalla o

    de una guerra, de un evento como la inauguracin de un puente, la

    toma de protesta de un presidente o del descubrimiento de una ruina

    arqueolgica no ser la misma que presenciar el acontecimiento mis-

    mo, pero la fotografa nos acerca como objeto y testigo a otro tiempo,

    impresin y sentir. Mi experiencia de trabajo al acercarme a otro tipo

    de manifestaciones artsticas cuya naturaleza es efmera y no perma-

    nente, es decir, en la que el objeto mismo no posee un valor sino que

    se da preferencia al mensaje que se quiere comunicar, me involucra

    con la fotografa como medio de conservacin y acceso a las obras en

    el presente y futuro. Comento tres casos en los que la fotografa es el

    medio para aproximarme a la obra contempornea: escultura, perfor-

    mance e instalacin para sitio especfico como ejemplos.

    El primero de stos es la obra de la artista Mara Jos De la Macorra

    (1963) con el ejercicio Cambio de estado, Proyecto para plazas p-

    blicas (2002), en donde construy una serie de esculturas efmeras a

    base de hielo y paja en tres plazas pblicas distintas del Centro His-

    trico de la Ciudad de Mxico. Durante tres das se registr el cambio

    de estado y la interaccin de la gente con las esculturas. Al final las

    obras efmeras fueron retiradas de las plazas. El registro fotogrfico

    sirvi para elaborar una publicacin con textos de De la Macorra y de

    curadores (2002). Para el caso del performance retomo el trabajo del

    artista Luis Orozco (1975), quien escenifica el personaje de un poe-

    ma de Juan de Dios Peza y un extracto de un poema de Pita Amor, y

    durante la accin el artista se tata en la espalda parte del texto. Del

    registro en fotografa y video se crearon varios productos que Orozco

    3 Vase http://www.oculart.com

    ndice

  • 47

    expuso. A este artista le interesa seguir el proceso de trabajo creati-

    vo, al continuar manipulando su documentacin. stas son algunas

    consideraciones del creador respecto del valor del registro de la

    obra: queramos que se elevara la documentacin del performance

    a la categora de obra, porque es efmera y as le dbamos valor al

    recinto y a la obra [] No es lo mismo hacer arte que hacer historia

    (Morfn y Hernndez, 2006). Asegura que el registro de su obra es el

    medio para validar y legitimar su trabajo, y entre los distintos tipos de

    documentacin menciona la que es testimonial e histrica y aquella

    que busca slo un lenguaje y un resultado esttico y artstico. Como

    ltimo ejemplo de este tema incluyo el proyecto de documentacin

    que desarroll a finales de mayo 2007, en el que se demuestra que

    el trabajo conjunto de las reas artstica y de conservacin tiene

    buenos resultados. Se trata del proyecto Dialoga visual II, de Vctor

    Lerma (1956), quien en sus propias palabras define el proyecto como:

    intervenir espacios pblicos habitados por pblicos especficos. En este

    caso el edificio modernista que ocupa la Sala de Arte Pblico Siqueiros,

    partiendo de un discurso doble en el que se conjugan valores artsti-

    cos y cientficos, la certeza y la ambigedad, el acto de descubrir y de

    enterrar. El proyecto tiene un giro arqueolgico que apunta a evidenciar

    los aspectos ntimos y ocultos del edificio que ha sido objeto de varias

    remodelaciones, intervenciones y modificaciones arquitectnicas, las

    cuales sern evidenciadas a travs de calas estratigrficas.

    El trabajo de conservacin consisti en realizar el registro y docu-

    mentacin de la obra, la ejecucin de las calas estratigrficas o ex-

    ploratorias y el anlisis y observacin de los materiales de los muros

    del recinto, para vincular de este modo la informacin histrica re-

    copilada con el testigo material o evidencia arqueolgica. Al tratarse

    de una intervencin efmera, su preservacin y entendimiento sern

    a travs de la documentacin. Con qu fin, con qu medios y cmo

    se presentar en un futuro sern aspectos que debern ser resuel-

    tos bajo la visin de la conservacin contempornea. En este caso,

    el artista decidi llevar registro fotogrfico del proceso del trabajo

    y realiz entrevistas con gente relacionada con el inmueble desde

    ndice

  • 48

    hace varios aos para recopilar la historia oral del recinto. Se hizo una

    seleccin de imgenes de todo el trabajo y se imprimieron, al igual

    que los textos de las entrevistas. La actividad final, misma que dio co-

    mienzo formal a la exposicin, fue una mesa redonda integrada por

    varios especialistas y en la que participaron el rea de conservacin,

    arqueologa, filosofa y el artista mismo, con lo que se vincul el inte-

    rs de cada rea en el proyecto. Lo que me parece ms importante de

    este proyecto multidisciplinario y que de manera personal me es ms

    enriquecedor como profesionista es mostrar que el trabajo de con-

    servacin y de creacin artstica encuentran un dilogo y una convi-

    vencia distintos al sobreponerse a la concepcin tradicional de obra,

    en la que esta relacin slo tena sentido al intervenir y conservar

    un objeto cuando los efectos de deterioro eran evidentes y ponan

    en riesgo la permanencia del objeto. Apunto para concluir que con

    estos resultados y colaboracin se constata que esta relacin puede

    adquirir otro sentido y ser el mismo proyecto el que determine las

    directrices de trabajo y el resultado final.

    Recreacin de tcnicas histricas como estrategia artstica

    La recreacin de tcnicas histricas en la fotografa o la reproduccin

    y apropiacin de esta apariencia antigua es una de las estrategias

    ms recurrentes utilizadas por los fotgrafos contemporneos. Lo-

    grar la apariencia vintage de un tema actual es uno de sus principales

    objetivos. Identifico que se busca una esttica de poca. El artista

    utiliza cualquier medio tecnolgico para lograrlo. Los creadores

    experimentan y alcanzan texturas, apariencias y resultados asombro-

    sos. El primer fotgrafo que quiero mencionar es Carlos Daro Al-

    bornoz, originario de Tucumn, Argentina, quien se dio a la tarea de

    investigar y recrear la tcnica fotogrfica del daguerrotipo. Albornoz

    ha mostrado su trabajo en un sinnmero de ocasiones en su pas, ha

    realizado varias exposiciones en Mxico y ha impartido varios cursos.

    En el Seminario-Taller de Restauracin de Materiales Fotogrficos, de

    la Escuela Nacional de Conservacin, Restauracin y Museografa, ha

    tenido a su cargo el Taller de Daguerrotipia en varias ocasiones. Su

    ndice

  • 49

    obra es un claro ejemplo de la revalorizacin de las tcnicas histricas

    al trabajar con una visin actual. La siguiente obra a revisar es la de

    Claudia Kunin (1954), artista estadounidense que juega con tcnicas

    novedosas de impresin: anaglyph/lightjet prints, en este caso, es

    una tcnica que utiliza la sobreposicin de varias capas que logran la

    tridimensionalidad a partir de los colores primarios y secundarios de

    las imgenes sobre soportes textiles la artista experimenta y trasla-

    da este resultado o estado al nivel psicolgico, ya que crea series de

    fantasmas . Las obras resultantes estn relacionadas con la forma-

    cin de Kunin, dado que es psicloga tambin.4 Por ltimo presento

    al artista originario de Nairobi, Kenia, Allan deSouza (1948), quien

    particip en la exposicin Juicios instantneos: nuevas posturas de

    la fotografa africana que se exhibi en el Museo Tamayo (abril-mayo

    de 2007).5 ste es un claro ejemplo de la bsqueda de los artistas

    por nuevas texturas, sensaciones y tcnicas. DeSouza interviene los

    negativos cromgenos para asemejar el deterioro producido por el

    tiempo. De esta manera combina el negativo intervenido con una

    tcnica contempornea de impresin, como es el laminado. Desde

    mi punto de vista, en este caso las fichas tcnicas de obras de este

    tipo deberan ser mucho ms detallas y explicativas, lo que permitira

    su estudio y compresin la descripcin tcnica de la obra que se

    encontraba en el museo se limita slo a decir: C-print

    Conservacin en la actualidad

    Qu retos representa para la conservacin la vigencia de la foto-

    grafa? El primer aspecto abordado en este documento: la fotografa

    como obra analgica o digital, refleja la velocidad y la falta de con-

    ciencia con la que el cambio tecnolgico de lo analgico a lo digital

    se dio o se est dando. Fuimos y somos testigos de esta transforma-

    cin producto del mercado y del desarrollo tecnolgico. Responder

    a los siguientes cuestionamientos nos ayudar a tomar conciencia de

    4 Vase http://www.claudiakunin.com5 Vase http://www.museotamayo.org

    ndice

  • 50

    este cambio, para as establecer estrategias encaminadas a la con-

    servacin de estos materiales actuales: por qu son los materiales

    digitales diferentes?, cmo son producidos?, de quin depende

    su conservacin?, quin tiene que estar involucrado con esta ta-

    rea? Slo con el entendimiento pleno de la naturaleza, produccin

    y significado de la obra se puede plantear su correcta conservacin.

    Respecto de la documentacin de obra contempornea es necesario

    y urgente que se tomen en cuenta estos materiales fotogrficos, as

    como cualquier otro elemento que adquiere el carcter de documen-

    to de acuerdo con la naturaleza de la obra, como son textos, objetos,

    grabaciones, etc. (por ejemplo, en el caso de Cambio de estado las

    estructuras metlicas, o en el de Dialoga visual la bitcora de tra-

    bajo o el registro grfico). Estos materiales han de ser considerados

    como acervos y por lo tanto deben ser susceptibles de conservacin

    y consulta.

    La memoria del arte actual est en peligro, no slo por la condicin

    no permanente de las obras, sino por el trabajo que implica docu-

    mentarlas y preservar estos materiales. El avance tecnolgico en

    primer lugar demanda la investigacin de las nuevas tcnicas, ya

    que se tendrn que aplicar y adaptar procesos de preservacin para

    la conservacin e intervencin de este sinnmero de experimenta-

    ciones y materiales. Es prioritario que artistas y conservadores do-

    cumenten estos datos tcnicos y que los museos valoren y difundan

    esta informacin nueva y cumplan con su funcin de enseanza en

    este sentido. Los especialistas en cada rea debemos trabajar en

    conjunto e indagar dentro de la industria y laboratorios para recopi-

    lar la informacin pertinente. De ah la relevancia del trabajo interdis-

    ciplinario. El patrimonio actual es ms vulnerable que el patrimonio

    tradicional dada su condicin de no permanente, por lo que es

    urgente adoptar medidas adecuadas. Cmo se lleva a cabo este

    trabajo de conservacin? En el siguiente esquema de trabajo pro-

    pongo y ejemplifico las funciones de la conservacin contempornea

    en interaccin con otras reas en torno al arte, para enfrentarse as

    al patrimonio actual y satisfacer sus necesidades. Se identifica plena-

    mente el trabajo con